Extra Nueva Versión Revisada

EX

TRA

IV

REY FANTASMA DESCUBIERTO

Todo se debió a que Xie Lian se despertó más temprano que Hua Cheng ese día. Después de ochocientos años de arduo trabajo, era un hombre que se ganaba la vida día a día. Al fin y al cabo, aunque sea un recolector de basura, al que madruga Dios le ayuda. Pero después de todo, era un fantasma y no necesitaba dormir, por lo que Hua Cheng siempre se despertaba antes que él. A veces, Xie Lian sentía que lo estaba mirando despierto. Porque muchas veces cuando abría los ojos podía ver que Hua Cheng ya se había despertado, mirándolo fijamente sin apartar la vista, y cuando sus ojos se encontraban, esbozaba una sonrisa y decía buenos días suavemente. Era como si no hubiera dormido en toda la noche, 1

esperando el momento en que despertara, solo para ser la primera persona en saludarlo durante todo el día. Pero ese día en particular, Xie Lian durmió ligeramente y abrió los ojos antes del amanecer. Tan pronto como se movió, no muy lejos, Hua Cheng pareció darse cuenta de que se había despertado, y también se movió. Xie Lian se frotó los ojos, miró de reojo, e inmediatamente no pudo apartar los ojos. Mal, mal. ¡Esta era un Hua Cheng que nunca antes había visto! Estaba recostado de lado con una mano sobre la mejilla, el cuello de su roja túnica estaba abierto de par en par, somnoliento y perezoso, era como un hermoso fantasma de montaña o un demonio zorro de los cuentos de hadas, que acababa de peinar su deslumbrante pelaje y su cola, acurrucado en joyas ocultas y en el rojo nido del incienso, ávido de felicidad. Hua Cheng no usaba el parche en el ojo, sus ojos estaban ligeramente caídos, y era imposible notar que uno de ellos estaba vacío. Sus rasgos faciales brillantes estaban diluidos por la neblina de 2

estar medio soñando y medio despierto, y su largo cabello negro, recogido hacia un lado, estaba ligeramente despeinado, esponjoso y suave. “Es San Lang quien tiene el cabello desordenado por dormir” Xie Lian pensó para sí mismo. Esta imagen parecía tener algún tipo de magia encantadora, atrayendo la vista de las personas y les hacía contener la respiración. Cuanto más miraba Xie Lian, más encantado se sentía, no pudo evitarlo y su rostro se fue acercando cada vez más. En ese momento, las pestañas de Hua Cheng temblaron y abrió los ojos. Tan pronto como abrió los ojos, vió a Xie Lian, y su primera reacción fue sonreír y decir: “Gege, ¿buenos días?” En cuanto Hua Cheng sonrió, los ojos de Xie Lian se iluminaron, asintiendo con la cabeza, como un pollito picoteando arroz y dijo: “¡San Lang, buenos días!” Hua Cheng estaba a punto de seguir hablando, cuando de repente se dio cuenta de algo, su rostro cambió y se sentó violentamente. Xie Lian se sobresaltó, y se sentó diciendo: “¿Qué pasa? 3

Hua Cheng dijo: “Yo...” Sus pupilas se contrajeron violentamente, cubrió la mitad de su rostro, y la otra mitad de su rostro también estaba ligeramente cubierta por su largo cabello, era un tipo diferente de belleza salvaje. Pero levantó la mano derecha, en una postura de alejamiento. Xie Lian estaba atónito, sin entender lo que estaba pasando, dijo: “Sí......¿lo siento? ¿Te he asustado?” Por supuesto, es imposible que el Rey Fantasma Xueyu Tanhua pueda sentirse asustado por él, pero esta reacción sólo puede describirse como “asustado”. Hua Cheng, sin embargo, dijo rápidamente: “No. ¡No es asunto de Dianxia!” Después de decir eso, inmediatamente saltó de la cama y salió corriendo. Xie Lian: “¿Eh?” Xie Lian: “Espera, ¿San Lang? ¡San Lang!” Pero Hua Cheng ya había desaparecido. Xie Lian estaba tan desconcertado que ni siquiera se puso los zapatos y salió corriendo con el cabello desordenado. Dentro y fuera de la Mansión Paraíso, el suelo 4

estaba cubierto con suaves pieles de bestias blancas como la nieve o de alfombras rojas de brocado, todo fue debido a un rumor que Hua Cheng escuchó hace 800 años, que decía que le gustaba correr sin zapatos. Así que un día, todo el suelo estaba dispuesto de esta manera, dijo que era para evitar que Gege se resfriara si no usaba zapatos algún día, y que debía asegurarse de que Xie Lian pudiera acostarse y sentarse en cualquier momento y en cualquier lugar, no esperaba que algún día fuera realmente útil. De todos modos, Xie Lian caminó descalzo y caminó entre las rojas paredes de los edificios bermellón, pero aun así no pudo encontrar a Hua Cheng después de mucho tiempo. No tuvo más remedio que dar media vuelta, ponerse la ropa y los zapatos y prepararse para salir a movilizar a todos los fantasmas del mercado fantasma para que lo buscaran. Naturalmente, a los fantasmas no les importó ver la emoción. Tan pronto como Xie Lian lo dijo, todos comenzaron a tocar gongs y encender linternas, todos gritaban y aullaban. Pero incluso después de mucho tiempo de clamor, y aunque la Corte Celestial estuviera muerta por el ruido, todavía no consiguieron que Hua Cheng saliera a decir fríamente: “¡Piérdete!” Por lo tanto, Xie Lian estaba aún más preocupado. 5

No hace mucho que Hua Cheng había regresado con las linternas, estaba inevitablemente preocupado por temor a que, si no prestaba atención, Hua Cheng desapareciera nuevamente. Durante todo el camino se preguntaba: “¿Podría ser que accidentalmente hice algo en la mañana para molestar a San Lang?” Aunque pensaba que Hua Cheng no era el tipo de persona que se enojaba, no se atrevió a darlo por sentado. Todo el mundo puede enfadarse a veces, incluso los conejos muerden cuando están ansiosos. Pero después de medio día de seria introspección, no podía adivinar dónde estaba el problema, afortunadamente, Hua Cheng apareció. Xie Lian caminó a lo largo del río Jianjun y mientras caminaba, las carpa en el río lo seguían. Estos peces eran realmente hermosos, rojos, dorados, plateados, floreados…... como una gran nube de agua de colores, flotando detrás de Xie Lian. Xie Lian se detuvo y les preguntó: “Disculpen, ¿han visto a Hua ChengZu?” Un pececito rojo asintió con la cabeza y corrió hacia adelante como una flecha, como si le estuviera indicando el camino. Xie Lian levantó la vista y vio que, bajo los sauces verdes frente a él, un hombre vestido de rojo se acercó con un paraguas y se escuchó una voz desde lejos: “Gege, ¿me estás buscando?” 6

Xie Lian se sintió aliviado cuando escuchó esta voz. Pero cuando volvió a mirar, parpadeó. A lo largo del sinuoso camino de serpenteantes flores, Hua Cheng avanzaba lentamente. Pero resultó ser Hua Cheng con su apariencia juvenil. Además, tenía una apariencia juvenil diferente. Antes se transformaba en un joven de rostro sencillo, sin joyas de plata y con el cabello no bien peinado, sino simplemente atado de forma casual, lo que parecía una belleza natural, valiente e intrépido. Hoy, era un joven bien peinado: su largo cabello estaba cuidadosamente recogido, su roja túnica estaba bordada con hilos de plata, con patrones de mariposas protegiendo las flores, el cinturón plateado tenía grabado la imagen de cien fantasmas y demonios, e incluso el borde del paraguas rojo estaba cubierto de gotas de lluvias de cristal. ¡Qué joven tan extravagante y hermoso, tan lleno de vigor! Xie Lian lo miró, era tan guapo que no pudo evitar echar otro vistazo. Lo miró una y otra vez, y cuánto más lo miraba, más sentía que sus ojos no eran suficientes. Hua Cheng se acercó, pensativo, pasó el paraguas por su cabeza, sonriendo como si nada hubiera pasado en la mañana, y dijo: “El sol es tan 7

brillante, ¿Gege no va a tomar el sol? Ven, ayudaré a Gege a bloquear el sol.” Al ver un rostro tan hermoso desde tal distancia, Xie Lian se sintió aún más oprimido, no pudo evitar desviar ligeramente la mirada para evitar su intimidante agudeza, y solo después de un rato dijo amablemente: “San Lang... ¿estás bien? Hua Cheng casualmente arrojó dos pequeños alimentos para peces, y los peces en el río buscaron la comida, haciendo una ráfaga de pequeñas burbujas. Él se rió y dijo: “¿Por qué Gege hace esa pregunta? ¿Qué puede pasar?” “Bien…” Él no dijo nada, obviamente no quería continuar con este tema, al ver que su expresión parecía normal como de costumbre, Xie Lian no pudo hacer más preguntas, así que tuvo que tragárselo por el momento, y decidió buscar la oportunidad de preguntar qué estaba pasando dentro de unos días. Los dos estuvieron un rato alimentando a los peces junto al río, sin hacer nada. Después de alimentar a los peces, los peces todavía se negaban a irse, por lo que Hua Cheng despreocupadamente arrojó una piedra. Los peces finalmente lloraron y se asustaron, aunque sus gritos eran un poco 8

desagradables, sonaban como un bebé de cincuenta años que gritaba, Xie Lian todavía sentía mucha simpatía por ellos. Después, Hua Cheng le mostró a Xie Lian la caligrafía que acababa de practicar -- era buena, así explicó a dónde acababa de ir. Para ser honesto, los caracteres fueron escritos con sumo cuidado, dos o tres de cada diez caracteres apenas se podían adivinar el radical. En las tres de la mañana, Hua Cheng acompañó a Xie Lian a realizar una oración y fueron a destruir un nido de mantis devoradoras de hombres. Las mantis no estaban dispuestas a entregar las almas de las familias asesinadas. Xie Lian sintió que no había necesidad de persuadir más y estaba a punto de usar la fuerza para derrocarlos. Inesperadamente, antes de que pudiera desenvolver a Ruoye, Hua Cheng salió volando. Ese paraguas rojo con lluvia de sangre, ¡era increíble! No sabía por qué, pero hoy los ataques de Hua Cheng eran particularmente agudos y despiadados. Cuando el paraguas se abría, el borde del paraguas era como una espada de acero que cortaba los huesos; cuando el paraguas se cerraba, era como una lanza, matando a varios goblins y fantasmas en un solo tiro. En las manos de Hua Cheng, el paraguas se abría y cerraba, y después de matar, se dio la vuelta, cayendo una lluvia de 9

sangre, volvió a levantar el paraguas, revelando una pequeña mitad de su hermoso rostro bajo el paraguas. Un conjunto de movimientos como un río que fluye, lluvia que cae y flores que vuelan, elegantes y feroces, llenas de un aura asesina. Xie Lian no tuvo oportunidad de hacer ningún movimiento, pero Hua Cheng ya estaba de pie tranquilamente a un lado y le preguntó: “¿Gege?” “Um?” Hua Cheng giró el paraguas rojo y dijo: “Gege, está resuelto. ¿No nos vamos?” Xie Lian finalmente reaccionó y dijo: “¡Ah! Está resuelto, vámonos entonces. Vayamos a buscar las almas de esas personas”. Pero después de dar dos pasos, de repente recordó algo muy importante y dijo: “Um... San Lang, tu mariposa plateada ¿estaba aquí?” Hua Cheng ladeó la cabeza y dijo: “Lo siento, no lo he soltado. ¿Qué pasa?”. Xie Lian dijo que estaba bien, pero en su corazón gritó de dolor: “¡Por qué no lo soltaste!” A Xie Lian realmente le encantaba esto. Él y Hua 10

Cheng a menudo hablaban de esto entre semana y antes habían discutido sobre los diferentes estilos de artes marciales. El estilo marcial de algunas personas era calmado, aunque sólidos, pero al igual que no creerías que el agua sabe bien y que el arroz blanco sepa bien, a menudo no se ve lo suficientemente bien como por ejemplo el arte marcial World to heart. Las artes marciales feroces eran completamente diferentes: eran fáciles de destacar y podían usarse para mostrar las habilidades de uno. Hua Cheng en realidad combinaba lo mejor de ambos estilos, era lo suficientemente sólido y despiadado. Sin embargo, debido a que era él el que suprimía absolutamente, a menudo no había posibilidad de ver más de él y no había nada que presumir. Con matar a todos con un solo golpe de su técnica de lluvia de sangre, ¿qué sentido tendría luchar? Xie Lian solo alcanzó a ver algunos momentos de su batalla contra Bai Wuxiang en el horno de cobre. Pero hoy el estilo de Hua Cheng era completamente diferente, como si quisiera mostrar lo suficiente a Xie Lian, no utilizó la técnica de la lluvia de sangre, solo usó sus manos y cada movimiento era despiadado y cruel, ¡cómo podía verse tan bien! Era bueno con las manos, Xie Lian estaba interesado en él cuando era un adolescente, tal 11

espectáculo deslumbró directamente a Xie Lian hasta el punto de desconcertarle. Por eso, ahora su corazón estaba tan dolorido: ¿por qué no le pidió a la mariposa plateada que grabara la pelea de Hua Cheng? ¡Esta batalla merece ser recordada durante varios años! Hasta que los dos regresaron a Mansión Paraíso, Xie Lian todavía estaba aturdido y no podía contenerse. Tanto era así que, en el pequeño banquete nocturno para dos, con todo tipo de delicias frente a él, su mente todavía giraba en torno a cómo Hua Cheng levantaba la mano y giraba los pies en ese momento. Dando vueltas y vueltas, de repente escuchó a Hua Cheng llamándolo desde el lado opuesto, Xie Lian volvió en sí y dijo: “¿Qué?” Hua Cheng dijo pensativamente: “¿Gege parece estar un poco distraído hoy? ¿Está aburrido?”. Xie Lian dejó sus palillos y dijo: “Con San Lang aquí, ¿cómo podría aburrirme?” Los dejó casualmente y cuando los palillos tocaron el plato, se escuchó un sonido particularmente nítido. Hua Cheng dijo: “¿Es por qué no estás acostumbrado a este nuevo juego de cubiertos?” 12

Xie Lian miró los palillos que acababa de dejar y se dio cuenta de que eran un par de palillos de jade blanco que nunca había visto antes. Si Hua Cheng no lo hubiera dicho, no notaría el cambio en absoluto. Xie Lian preguntó con curiosidad: “No es eso... ¿recuerdo haberlo cambiado hace solo unos días? ¿No era bueno ese conjunto de colmillos de marfil?” Hua Cheng dijo: “Pero, ¿no dijo Gege más tarde que los demonios elefantes son en su mayoría dóciles por naturaleza? Cuando Gege los miraba durante la comida, pensé que siempre pensarías en ellos y sentirías lástima, así que los guardé.” Él dijo eso. Sin embargo, eso fue solo un comentario involuntario que dijo cuando estaba charlando con los fantasmas sobre el demonio elefante. Xie Lian no hablaría de ese juego de vajilla, hacer un gran escándalo no era de su agrado. Además, no era que Hua Cheng no tenía nada mejor que hacer que golpear a un demonio elefante, muchos de los tesoros que poseía se los habían dado los demonios y fantasmas que le rendían tributo al Señor de la Ciudad Fantasma. No esperaba que Hua Cheng no solo escuchara su comentario casual, sino que también se preocupara tanto por ello. Xie Lian no pudo evitar sentirse un poco tímido, volvió a tomar los palillos de jade blanco y dijo suavemente: “San Lang tiene 13

corazón”. Hua Cheng sonrió y dijo: “Hablando de eso, este par de palillos de jade blanco en la mano de Gege están hechos de un trozo de hueso de jade de un espíritu de jade milenario de la montaña Kunlun. Este jade es maravilloso, es de naturaleza cálida y tiene una larga duración, es agradablemente fresco en la boca y en las manos, no daña los órganos internos y tiene la capacidad de prolongar la vida y calmar la mente. ¿Lo usamos otra vez? Si no es bueno, lo cambiaremos”. Xie Lian dijo apresuradamente: “¡Qué sentido tiene cambiar! Los palillos que se pueden usar para comer son buenos palillos. Sin embargo, ¿ese tesoro se usa como palillos? ¿No es un poco...” Hua Cheng dijo con indiferencia: “Gege no necesita preocuparse, los tesoros están hechos para usarse, no para ofrecerlos. Si me lo das, es mío, haré lo que quiera con él” Xie Lian no sabía si reír o llorar. Incluso cuando era el príncipe heredero en el pasado, era rico y lujoso, pero no trataba a los tesoros con la mitad de dignidad como lo hacía Hua Cheng. Pensando en ello, volvió a decir: “No es fácil fabricar un hueso de jade, ¿por qué la gente está dispuesta a darte esto?” 14

“¿Gege, adivina?” Xie Lian se rió y dijo: “¿No creo que los hayas golpeado, verdad?” Hua Cheng también se rió: “¡Cómo puede ser! ¿Qué clase de villano cree Gege que soy? ¿Cómo puede San Lang golpear a la gente indiscriminadamente? Es curioso, aunque es un trozo de jade natural en bruto, siempre quiso ser tallada con cuidado, así que buscó durante años a un Maestro de jade con la esperanza de tomar prestado la mano de alguien para tallarse a sí mismo en una pieza excepcional.” Xie Lian preguntó con curiosidad: “Un jade en bruto, ¿no es una belleza natural? ¿Por qué querría tallarse?” Hua Cheng dijo: “Cada uno tiene sus propias aspiraciones y cada demonio tiene su propio carácter. Piensa que solo será hermosa después de ser tallada, y no hay nada que nadie pueda hacer al respecto. Su mejor amigo es el Santo manantial de la montaña Kunlun. No pudo persuadirlo de que se mirara en el espejo todos los días. Al final, finalmente eligió un maestro con el que estaba satisfecho”. “¿Es un verdadero maestro? ¿Lo logró?” 15

“El maestro es, en efecto, un verdadero maestro. Pero desafortunadamente, la gente comete errores y los caballos tropiezan”. “Ah... ah...” Xie Lian entendió y se compadeció, “¿Destrozó el tallado?” “Hmm. El tallado estaba torcido.” Incluso si el maestro se equivocaba, seguía siendo una obra maestra de nivel maestro, pero el espíritu de jade milenario no lo creía así. ¡Sentía que los cielos y la tierra se desmoronaban, y el significado de miles de años de cultivo se había perdido por completo! Estaba a punto de morir en el acto. Fue su amigo Kunlun Quan Sheng quien lo detuvo y le dio una idea, dijo: “Ahora que es así, ¿por qué no vamos a buscar al legendario Rey Fantasma Xueyu Tanhua? Se dice que no hay nada que no puedas comprar en el mercado fantasma y no hay nadie que no puedas encontrar. Incluso se atreve a golpear a los dioses. Tal vez haya una manera de encontrar a alguien que te salve.” Xie Lian sonrió y dijo: “Entonces, ¿vino a buscarte? ¿Le realizaste un corte?” Hua Cheng arrojó el palillo de jade blanco que tenía en la mano y dijo: “Casualmente hice dos cortes. Arreglémoslo”. 16

Xie Lian sonrió y dijo: “Parece que está muy satisfecho con los resultados de tu trabajo, de lo contrario no te daría un trozo de hueso de jade. ¡Efectivamente! Cuando se trata de usar cuchillos, no importa cómo los uses, San Lang es el verdadero maestro. Me encantaría ver qué has hecho con ella”. Hua Cheng dijo: “Si Gege quiere verlo, es fácil. Sin embargo, todavía no ha respondido a mi pregunta”. Xie Lian estaba confundido: “¿Qué pregunta?” Hua Cheng envolvió sus dedos alrededor de un mechón de cabello y dijo casualmente: “¿Cómo está?”. Xie Lian estaba cada vez más confuso “¿Cómo está qué?” Hua Cheng lo miró, obviamente un poco serio, y dijo: “Gege, ¿cómo me veo así?”. Xie Lian se dio cuenta de repente. Lo que Hua Cheng dijo deberían ser las palabras que preguntó cuando estaba perdido en sus pensamientos hace un momento. En cuanto a, qué quería decir con “¿cómo me veo así?” 17

Debería estar preguntando: “¿Me veo bien así?”, ¿verdad? Xie Lian dijo sinceramente: “¡Es demasiado guapo! ¡Nunca había visto a ninguna persona tan guapa como tú, San Lang, um, ¡tampoco fantasmas!” Pensó un rato y luego dijo: “Pero...” Hua Cheng dijo inmediatamente: “¿Pero qué?” Xie Lian estaba un poco avergonzado y dijo: “Pero, San Lang, ¿es posible, que ya no uses esa apariencia?” Tan pronto como salieron estas palabras, no sabía si fueron una ilusión o no, pero el cuerpo de Hua Cheng pareció ponerse rígido por un momento. Pero pronto volvió a sonreír y dijo: “Dianxia, ¿cree que esta apariencia no es buena?” Xie Lian rápidamente agitó su mano y dijo: “¡Por supuesto que no creo que sea malo! Es solo que soy más...” Inesperadamente, todavía estaba pensando en sus palabras y, antes de que terminara de hablar, Hua Cheng desapareció. 18

Xie Lian se sobresaltó, se levantó y dijo: “¡¿San Lang?!” ¿Cómo es que de repente desapareció? Pero se acercó para echar un vistazo y se dio cuenta de que Hua Cheng no había desaparecido, sino que había cambiado. En el lugar donde estaba sentado el joven Hua Cheng, había un pequeño Hua Cheng de once o doce años sentado en silencio, mirándolo con su rostro blanco como la nieve. Xie Lian no sabía si reír o llorar, pero aun así no pudo evitar acercarse y levantarlo para abrazarlo, tiró de sus dos trenzas a juego y dijo: “San Lang, ¿qué estás haciendo? Llevas todo el día cambiando. ¡Los grandes se convierten en pequeños, y los pequeños en todavía más pequeños! Hua Cheng dijo hoscamente: “Gege, ¿qué tal esto?” Xie Lian dijo confundido: ‘¿Qué tal esto?’ ¿De qué estás hablando?” El pequeño Hua Cheng enterró la cara en su hombro y murmuró: “Si todavía no funciona de esta manera, entonces yo realmente, no sé qué hacer...” Xie Lian sólo se quedó perplejo por un tiempo, pero con un destello de luz de repente entendió 19

todo. Entonces soltó un “¡Ah!” y dijo: “¡Estúpido! Hua Cheng dijo: “Dianxia, ¿qué ha dicho?” Xie Lian hizo una pausa y dijo: “No. Estoy hablando de mí mismo. ¡Cómo puedo ser tan estúpido!” Esta vez, era el turno de Hua Cheng de no entender a Xie Lian. Parpadeó y dijo: “Dianxia, usted...” Xie Lian lo interrumpió y dijo: “Cuando te pregunté si podías dejar de usar esa apariencia hace un momento, en realidad quería decir, ¡Me puedes dejar ver tu aspecto de la mañana otra vez!” Los ojos de Hua Cheng se abrieron de par en par. Pero no sabía lo que Xie Lian pensaba en su corazón: esta mañana, Hua Cheng estaba “asustado” cuando se despertó, y su primera reacción fue cubrirse la mitad de la cara. Se cubrió el lado derecho de la cara. Ya veo. Resultó que Hua Cheng no se estaba cubriendo la cara en ese momento, lo que estaba cubriendo... ¡era en realidad el ojo derecho que había perdido! Desde hace mucho tiempo, cuando se volvieron a encontrar en la Aldea Pu Ji, los dos pasaron la noche en el Templo Pu Ji, Hua Cheng le dijo algo, que a grandes rasgos sentía que su apariencia real era fea, y también dijo que pensaba que la 20

apariencia de un hombre era muy importante. En ese momento, sintió que palabras como “de aspecto feroz, feo como un Rakshasa” eran tan absurdas que era un poco gracioso. Además, Xie Lian decidió más tarde que Hua Cheng debía entender lo que pensaba de él en su corazón, así que ya no le preocupó esta parte. Inesperadamente, Hua Cheng todavía estaba... Xie Lian tosió levemente y dijo: “La forma en que te veías esta mañana, bueno... creo que es muy... De todos modos, cámbiate rápidamente y déjame ver de nuevo”. El rostro de Hua Cheng cambió ligeramente, y solo después de un rato volvió la cabeza diciendo: “Esa mala apariencia, ¡cómo puedo dejar que Gege lo vuelva a ver!”. “¿Cómo puede ser malo? ¡Por qué piensas eso!” Pero Hua Cheng era muy terco y Xie Lian no tuvo más remedio que decir: “Entonces, primero puedes volver a tu apariencia juvenil ¿Está bien?”. Dejó a Hua Cheng y, después de un corto tiempo, Hua Cheng, de dieciséis o diecisiete años, estaba sentado allí de nuevo. Xie Lian suspiró y dijo: “Esta mañana de repente saliste corriendo, te pusiste esta piel y mostraste tus habilidades en la lu21

cha... ¿Estabas tratando de hacerme olvidar cómo te veías por la mañana?” Hua Cheng no dijo nada. Tenía razón si no decía nada. Xie Lian se aseguró de ello. No era de extrañar. No era de extrañar que hoy el aspecto joven estuviera tan exquisitamente vestido, simplemente extravagante. También no era de extrañar que mostrara sus habilidades una y otra vez durante el proceso de someter al demonio, por lo que Xie Lian todavía estaba mareado. Todo se debía a que Xie Lian lo vio accidentalmente medio dormido y medio despierto por la mañana, mostrando la apariencia de un ojo restante. Hua Cheng quería suprimir la impresión dejada en la mente de Xie Lian con una nueva impresión extremadamente hermosa y bella. Porque no quería que Xie Lian lo recordara como realmente era. Sin un ojo y descubierto. Pero quién sabe, a Xie Lian no le importaba tanto su apariencia juvenil cuidadosamente vestida, 22

sino que estaba pensando en su apariencia fantasmal por la mañana, por lo que Hua Cheng no tuvo más remedio que usar su carta de triunfo — convertirse en un niño. Xie Lian se sentía angustiado y divertido al mismo tiempo, dijo: “No tenías que hacer eso en absoluto, San Lang. ¿Y qué si lo ví?” Hua Cheng sólo escupió una palabra: “feo”. Xie Lian dijo con dolor de cabeza: “¡Qué es tan feo! ¿Te has mirado alguna vez en el espejo... Ah! Olvídalo”. Cuanto más pensaba en ello, más ansioso se ponía, finalmente se rindió y dijo: “A decir verdad, esta mañana me quedé atónito, no por otra cosa, ¡sino porque te veías tan guapo que no podía dejar de mirarte!” Admitir que estás obsesionado con la belleza, era algo difícil de hacer, la cara de Xie Lian se puso roja cuando terminó de hablar, estaba avergonzado de sí mismo después de lo que había hecho con todos esos años de cultivo, pero aun así lo dijo con valentía: “Simplemente, nunca he visto... esa apariencia de San Lang, quiero ver más. Además, esa es tu verdadera apariencia.” 23

“Tus otras apariencias, como la apariencia de un joven, también son muy atractivas y me gustan mucho. Pero tu verdadera apariencia es diferente para mí, porque ese eres tú de verdad” “Quiero verte desprevenido, quiero verte cuando no tengas nada que hacer, también quiero ver tu apariencia perezosa... Mientras sea tu verdadera apariencia, me encantaría verlo todo” Xie Lian no sabía lo que estaba diciendo, simplemente seguía soltando las palabras de su estómago, soltándolas una tras otra. Y Hua Cheng no pudo decir nada en absoluto. Se le hizo un nudo en la garganta y, después de un largo rato, dijo con voz profunda: “Una apariencia tan indecorosa...” Xie Lian exclamó inmediatamente exasperado: “¡¿Por qué hablas así de ti mismo?! ¡Qué tiene de indecoroso!” Su cabello estaba despeinado, no estaba vestido adecuadamente y, lo más importante, no llevaba un parche en el ojo, probablemente para Hua Cheng, tal apariencia era realmente desagradable a la vista. Pensando en esto, la voz de Xie Lian se suavizó nuevamente y dijo: “Además, ¿por qué deberías preocuparte de que tu apariencia no sea tan decente? Si tienes que decirlo así, no lo pien24

ses. Acaso tú........ acaso tú........” Apretó durante mucho tiempo antes de lograr decir: “¿Acaso tú has hecho algunas cosas que son muy decentes?” La mano de Xie Lian todavía sostenía fuertemente la manga de Hua Cheng y susurró: “Realmente creo que tu apariencia real es muy guapo. ¿Cómo pudiste malinterpretarme así? ¿Te he malinterpretado de alguna manera?” Hua Cheng lo miró y respiró hondo. Al momento siguiente, de repente tiró de Xie Lian y le dijo: “¡Dianxia!” Xie Lian le dio unas palmaditas en la espalda y dijo: “¿Está bien?” Hua Cheng susurró: “Dianxia, no esté triste, es culpa mía por ponerle ansioso”. Xie Lian sacudió la cabeza y susurró: “Es mi culpa, no me di cuenta antes de que estabas de ese humor”. Hua Cheng dijo: “Dianxia nunca se equivoca”. Después de una pausa, añadió: “Esas palabras, salvo usted, nadie me las ha dicho nunca”. 25

Xie Lian lo encontró increíble y dijo: “No lo creo, ¿cómo es posible? ¿Nadie te dijo que eras lindo ni siquiera cuando eras un niño?”. Después de convertirse en un fantasma, nadie se fijará en la apariencia del fantasma; después de convertirse en un “Supremo”, nadie se atrevería a comentar sobre la apariencia del Rey Fantasma supremo. Pero los niños siempre reciben algunos cumplidos, ¿verdad? Incluso Ban Yue, a quien todos despreciaban y parecía un mono de barro cuando era niña, fue elogiada seriamente como “linda” por él. Efectivamente, después de mucho tiempo, Hua Cheng soltó una ligera carcajada y dijo: “Sí”. Xie Lian se sintió aliviado y dijo con una sonrisa: “¡Te lo dije!” Sintió sinceramente que aquella persona era realmente una buena persona y estaba muy agradecido. Sin embargo, Hua Cheng dijo lentamente: “Esa persona es usted, Dianxia”. “¡¿Eh?!” Hua Cheng lo soltó y dijo dolido: “Dianxia, ¿no se acuerda? En aquel entonces tú mismo me lo dijiste, que debía ser lindo porque mis ojos eran muy grandes. Realmente me mintió”. No sabía por qué, obviamente no valía la pena 26

sonrojarse, pero Xie Lian todavía quería sonrojarse de nuevo, como si tratara de resistirse a algo, empujó a Hua Cheng apresuradamente y dijo: “Oye, estaba diciendo la verdad, no estoy mintiendo. Es solo que…” Que ha pasado demasiado tiempo. Por más que intentaba pensar, solo pudo captar un leve rastro. Recordaba al niño, pero no recordaba haberle dicho esas palabras, tal vez simplemente lo dijo casualmente. Pero ahora se sentía culpable por no haber dicho más de esas cosas, por no haberlas dicho con más seriedad y con más firmeza. Hua Cheng levantó una pierna, y apoyo la barbilla en una mano, dijo con una sonrisa: “Solo estoy bromeando. Sin embargo, en aquel momento, realmente sentí que Dianxia me estaba mintiendo. Porque, excepto usted, todos me llamaban feo y pequeño demonio.” El corazón de Xie Lian dio un brinco de dolor y dejó de empujarlo, se acercó y dijo: “Son todas tonterías, así que no recuerdes esas palabras”. Hua Cheng se rió a carcajadas y dijo: “Así es. Pronto me di cuenta, ¿por qué debería creerle a esa gente? ¿Qué otra cosa puede hacer un perdedor sino decir tonterías? Por supuesto, Su Alte27

za el Príncipe Heredero tiene razón. Solo usted, Dianxia, dice la verdad” Xie Lian: “...” Hua Cheng sonrió y dijo: “De verdad, incluso si Dianxia dice que el sol sale solo para usted, lo aceptaré. Lo creo”. Xie Lian: “...” Hua Cheng dijo suavemente: “Dianxia tiene tal aura que hace imposible no creerle”. Xie Lian: “…………” Aquí vamos de nuevo ¡aquí vamos de nuevo! Xie Lian también quería saber por qué, no importaba cómo empezaran sus conversaciones con Hua Cheng, siempre terminaba con él muriéndose de vergüenza. Xie Lian se cubrió la cara, se convirtió en una bolita muy pequeña y se encogió en un rincón, gimiendo: “San Lang ah”. Con las orejas enrojecidas, dijo: “Te consuelo muy en serio, ¿por qué te comportas así?”. ¡Obviamente sabe que lo que más teme es que la gente saqué a relucir esas citas famosas y los gloriosos acontecimientos ​​de su infancia! 28

Hua Cheng lo persiguió y trató de consolarlo diciéndole seriamente: “Gege, ¡también hablo muy en serio!”. Parecía que le habían crecido ocho manos, Xie Lian no pudo apartarlo y se quedó sin palabras, finalmente decidió darse por vencido y casualmente dijo: “Sí sí sí, tengo razón en todo, lo creerás, ¿verdad? “ Hua Cheng dijo alegremente: “Sí”. Xie Lian se levantó y dijo: “Entonces, en este asunto que hemos estado discutiendo durante todo el día, también debes confiar en mí...” Agarró a Hua Cheng por los hombros, lo miró directamente a los ojos y con el tono más firme, una vez más hablo desde el corazón. Hua Cheng sonrió levemente y cerró los ojos. Cuando volvió a abrirlos, sólo tenía un ojo. Ya no usaba una apariencia falsa, algunos mechones de su largo cabello largo cayeron, bloqueando su ojo vacío, que parecía un poco feroz y un poco lamentable. Xie Lian miró el único ojo que le quedaba a Hua Cheng, también miró fijamente el ojo que había perdido, y extendió la mano para apartarle los po29

cos mechones de cabello. Luego inclinó ligeramente la cabeza.

En los últimos días, la gente de los tres círculos estaba un poco asustada. ¡Qué más podría ser la razón para estar asustado aparte del “Supremo” del mundo, Xueyu Tanhua! Los detalles son los siguientes: No es que Xueyu Tanhua haya hecho algo recientemente, es solo que… ha estado usando el aspecto del Rey Fantasma últimamente. Bueno, ¡es él con el cabello suelto y un parche en el ojo! Hablando de eso, este Xueyu Tanhua, cambiaba de piel con frecuencia en el pasado. Casi siempre que aparecía, tenía una nueva piel, no se sabía si estaba insatisfecho con alguna piel o simplemente estaba cansado de lo viejo y lo nuevo. Pero recientemente ha estado usando mucho la apariencia de Rey Fantasma. ¿Cómo? ¿Qué tiene esto que ver con que la gente tenga miedo? 30

¡Por supuesto que sí importa! ¡Cuando usa esta apariencia, es entonces cuando más le encanta volverse loco! Insultó al Dios de la Literatura, venció al Dios de las Artes Marciales y quemó el Templo de los Treinta y Tres Dioses. ¡Lo hizo todo con esta apariencia y se volvió loco! Recientemente, cada vez que veo a Xueyu Tanhua con Su Alteza el Príncipe Heredero, siempre esta usando esta apariencia, y parece estar muy complacido. ¡¿Alguien más va a sufrir?! Ah, todos, los Tres Reinos están en peligro y parece que se avecina otra tormenta sangrienta... En respuesta a todos estos rumores, y mirando a Hua Cheng junto a él, que sonreía mientras pisaba la cabeza de un monstruo de nueve pies de largo, Xie Lian solo tenía una cosa que decir: ¿Por qué la gente tenía que hacer las cosas simples tan complicadas? ¿No puedes admitir honestamente el hecho de que “la verdadera apariencia de Xueyu Tanhua es tan hermosa que es el mejor de los tres reinos”? 31