EstusPestus - Recopilaciòn Textos Gorgona Medusa

September 30, 2017 | Author: Estus Pestus | Category: Medusa, Athena, Patriarchy, Constellation, Man
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Descripción: Recopilación de textos de especialistas a cera de la Gorgona Medusa...

Description

La Gorgona Medusa una recopilación de textos de diversos autores acerca de la mítica medusa

Multiplicidad interpretativa del mito de la cabeza cortada de la Gorgona (pag 3)

Francisca Martín-Cano Abreu

LA GORGONA MEDUSA ¿UN POSIBLE MITO TARTÉSICO? (Pag 24 )

Ana M.ª Vázquez Hoys

La Gorgona y su Triple Poder Mágico (Pag 36 )

Ana María Vázquez Hoys y Javier del Hoyo Calleja

Recopilatorio realizado por ESTUS PESTUS, sin ningún animo de lucro ni afan de protagonismo. Quejas y sugerencias a:

[email protected]

Editorial pirata OSMOSIS

ABRIL de 2015. la Serena, Chile

Multiplicidad interpretativa del mito de la cabeza cortada de la Gorgona Medusa y de su imagen con la risa en la boca y la lengua fuera

Francisca Martín-Cano Abreu Arículo publicado en la Revista Vivat Academia n°62

Introducción y resumen En este trabajo tratamos divulgar y profundizar en las interpretaciones dadas por otros investigadores respecto a los enredados mitos de Las Gorgonas, así como buscar nuevas vías de interpretación a las dadas respecto a las imágenes del Gorgoneión, conjuntos que consideramos encierran ideas absolutamente diferentes. Para interpretar los diversos sentidos de los episodios mitológicos en los que se ven envueltas, nos guiamos por los razonamientos bien fundamentados emitidos por algunos expertos que los han interpretado metafóricamente. Ellos consideran que sus autores, los literatos y poetas: Homero, Hesíodo, Píndaro, Eurípides, Ovidio inventaron deliberadamente y a lo largo de los siglos, los episodios mitológicos sobre Las Gorgonas, compartiendo un mismo paradigma (en el sentido de inventado, con acontecimientos y protagonistas en eventos concretos que se repiten. Pero de los que no se puede precisar que sucediesen, ni en una fecha ni en un lugar determinado). Y con la finalidad de transmitir a la sociedad unos valores al servicio de los intereses de la civilización patriarcal griega. Civilización griega que se originó en las islas del mar Egeo, tras invadirlas primero los Aqueos en el siglo XII adne y después los Dorios. Los invasores colonizaron el territorio, donde había florecido la civilización matriarcal cretense, cuya población autónoma era de mayor nivel cultural que la de los invasores. Y durante más de mil años, los líderes griegos se dedicaron, fundamentalmente, a seguir ampliando de forma violenta su área de dominio en todo el Mediterráneo: los Balcanes, Asia Menor, norte de África, Italia.... Después, daban una nueva organización política a las regiones conquistadas, basada en el patriarcado, en la que los soberanos ejercían el poder de manera enérgica. E imponían su régimen ayudados por literatos y poetas y otros artistas, que ilustraban y concretizaban el modelo antifeminista de su sistema patriarcal, lo que daba fundamento a su ideología política y legitimaba las acciones agresivas y el poder absoluto. Por lo que no extraña, que acorde a la ideología machista, los mitólogos construyeran unos personajes, que a pesar de que mantenían conductas agresivas contra el poder femenino, salían impunes y sus tropelías eran consideradas heroicas. Lo que evidencia cuales eran las conductas y los valores discriminativos, que la ideología patriarcal defendía y que reforzaban en la sociedad, para, por mimetismo, cada género asumiesen las conductas apropiadas del modelo.

De forma que, describen a Perseo, como un héroe agradecido a su bienhechor el rey Polidectes por el buen trato recibido, que parte a buscar, junto con el ejército griego, el trofeo de la reina Medusa, para entregárselo como regalo de bodas. Y simultáneamente, lo muestran como un héroe desagradecido a las bondades de las mujeres, a las que paga, con el engaño, la crueldad, la difamación y el robo de sus propiedades: Perseo robó el ojo y diente a las Greas y robó el huerto a Las Atlántidas / Las Pléyadas / Las Nymphas, a pesar de los valiosos regalos mágicos recibidos: casco metálico, zurrón y sandalias. Siendo el regalo de las Greas a Perseo, de objetos metálicos y de cuero, metáforas de que enseñaron a los griegos la metalurgia y las técnicas artesanales del cuero. Y puesto que usó los regalos para matar a la reina Medusa, sería metáfora que usó los conocimientos adquiridos en contra de sus maestras.

Y el robo por parte de Perseo, del huerto y otros objetos de las mujeres visitadas, sería metáfora de la apropiación patriarcal de las profesiones que estaban en manos femeninas: el cuidado de los campos de cultivo y sus frutos; los Santuarios donde acumulaban el conocimiento y las riquezas; las minas de minerales y sus beneficios; así como los talleres metalúrgicos y artesanales. Y además, los mitólogos, con metáfora inversa desacreditadora, difaman a las mujeres. Así, la reina Medusa es descrita como un monstruo cuya mirada petrificaba. Es decir, que metafóricamente está diciendo, que portaba algo como un ojo que llenaba de admiración / petrificaba a quienes la miraban y que aterrorizaba (bien porque era como una centella que enviaba fuego que achicharraba y lo usaba para castigar, o bien porque lo usaba para defenderse al reflejar la luz y deslumbrar). Llevaba algo de metal bruñido que brillaba al reflejar los rayos del sol. O portaba una especie de candil con mecha impregnada en grasa de animal o en aceite, que ardía. Y en el primer caso, lo usaría como espejo que reflejaría los rayos solares, que al ser dirigidos contra los barcos de los invasores, los deslumbrarían y les impedirían ver los peligros de la costa escarpada y naufragarían. Y en el segundo, lo usaría para encender un artilugio como flecha, que al ser lanzado contra el enemigo, lo achicharraría. O bien Medusa estaba asociada a una estrella, que cuando surgía como "un maligno ojo", se producía un fenómeno relacionado con las piedras (meteoritos) que aterrorizaban a los humanos. Mientras que para interpretar el significado de las imágenes del Gorgoneión y de Las Gorgonas, nos alejamos de las interpretaciones clásicas. Nuestras investigaciones nos han hecho encontrar otras razones respecto al hecho de que las más arcaicas obras de arte de la Gorgona Medusa, bien en imágenes de cuerpo entero, o de la cabeza aislada / Gorgoneión, fuera representada con rasgos híbridos de animal y mujer, con sonrisa en la boca, lengua fuera, colmillos de jabalí, con cabellos que evocan tentáculos, señal en la frente, alas de aves pero de oro, sandalias aladas o en actitud de correr o volar. Para nosotros los atributos de estas imágenes contienen, componentes simbólicos relacionados con el universo religioso matriarcal muy complejo, reflejo de sus múltiples personalizaciones, incluida la personalización astronómica. Representarían, en forma resumida, tanto: 

Al animal marino medusa que flota libremente por el océano, es venenoso, parece una cabeza de gelatina transparente o coloreada, en forma de campana/casco/yelmo, que es su cuerpo, con tentáculos como cimera/penacho que surge de un casco. Y es epónimo de la reina/Diosa Medusa [con el significado de "Señora", o "La Dominadora", o "La Soberana" o "Gobernante" o "Reina" o "Sabiduría" (según Campbell 1992: 176 y Husain, 1997: 61)].



A la vez, serían la representación de la constelación animalística: Cabeza de Medusa (actualmente desaparecida de las Guías de Estrellas) cuyas estrellas estaban personificadas por la reina/Diosa Medusa y sus hermanas las Gorgonas. Y constelación de animal marino, que junto a otras constelaciones, se mueven / se desplazan / corren / vuelan / nadan por la bóveda del cielo nocturno, por el Océano Celeste y por el Mar o Río Celeste / la Vía Láctea que lo atraviesa. De ahí el origen de los atributos metafóricos de las imágenes que las reflejan, como alas o sandalias aladas o la actitud de correr o volar, para indicar que se desplazaban por el cielo. Y constelaciones, muchas con nombres de animales acuáticos, bautizadas desde la más remota antigüedad: Delfín, Ballena, Piscis, Cáncer/Cangrejo, Pato o Cisne, porque se movían por el Océano y el Río Celeste, al igual que los animales oceánicos u acuáticos lo hacen por los océanos y ríos terrestres.



También la cabeza aislada con la lengua fuera y la sonrisa en la boca, sería imagen de mujeres cuando participaban en rituales orgiásticos secretos. En esos ritos en los que soltaban la lengua [y que formaban parte de las representaciones trágico-cómicas de los Misterios sagrados (como en los Gephyrismi de los Misterios Eleusinos, en las Stenia/Estenia de los Misterios Tesmoforias, en las disputas burlescas de los Misterios de la Diosa Damia)] (origen de las Comedias y las Sátiras), sacaban la lengua y sonreían con finalidad mágica-metafórica. Y los celebraban cuando la constelación Cabeza de Medusa, ocupaba una precisa situación en el horizonte, bien al atardecer o al amanecer de determinado día de fiesta del año. Cuando, estadísticamente, se esperaba que coincidentes, aparecieran ciertos fenómenos, benéficos o maléficos para la agricultura. Con el ritual orgiástico, se trataría de propiciar los fenómenos benéficos, o conseguir protección contra los maléficos. Por lo tanto, las imágenes sonrientes recordarían a las conocedoras de la simbología exacta, cuándo celebrarlos y cómo soltar la lengua y sonreír con sus «dos sonrisas».

Los artistas, al igual que los mitólogos patriarcales, se inspiraron en las obras de arte de las autoras matriarcales, para seguir reproduciendo los mitos patriarcales. Pero al desconocer el fundamento metafórico que estaba en su origen y el porqué las imágenes eran híbridas o tenían ciertos atributos, no respetaron algunos. Por ejemplo, algunas imágenes las presentan arrodilladas, cuando en principio imitaban a las Gorgonas que tenían actitud de correr o volar (en alusión a la constelación animalística, personificada por una mujer, que se desplazaba por el cielo). Otros artistas patriarcales, interpretaron los cabellostentáculos de Medusa (que aludía al animal marino medusa), con diferentes variantes: como serpientes, como rayos de la Luna, como cabellos desgreñados, como púas, como rizos, trenzas, o espigas, o como casco con cimera. Otros artistas más tardíos, desconociendo la explicación precisa de que los gestos de la sonrisa y la lengua fuera (al menos no hemos encontrado ninguna información explícita, o que podamos deducir del contexto mitológico), en realidad, invitaban a la «risa vertical orgiástica» y a «soltar palabras soeces» o al «cunnilingus»), hicieron evolucionar el Gorgoneión, hacia tipos de bellas mujeres y dejaron de representarlas con tales atributos.

Sentido doctrinal-histórico de que Perseo fuese en busca de la reina Medusa para cortarle la cabeza: como metáfora de la derrota del pueblo matriarcal

En una primera interpretación doctrinal-histórica del mito del héroe Perseo, algunos intérpretes afirman que es un ejemplo de las muchas epopeyas inventadas a principios de tiempos históricos y protagonizadas por un héroe, que invade regiones en donde gobernaban mujeres muy poderosas. Es decir en donde estaba vigente la cultura matriarcal. Y lo hace en busca de un trofeo para regalárselo, en este caso, al rey Polidectes. Lo que evidencia que no iniciaba el viaje como un comerciante o como un colono pacífico que emigraba para asentarse en otro lugar, razones que llevaban a viajar. Ya que, como afirma Lara Peinado en (1990, 56): "De acuerdo con la mentalidad griega, el comercio era algo denigrante y los comerciantes gente de baja condición. Homero no escapó a esta opinión, presentado la actividad mercantil como algo deshonroso, hasta el extremo de defender mucho más la piratería que el comercio, opinión que también siguieron Hesíodo, Aristóteles y Tucídides." Sino que refiere la emigración violenta-invasión patriarcal de los griegos para despojar a los habitantes de las regiones asaltadas, de sus trofeos=conocimientos, propiedades y riquezas.

Corrobora esta interpretación, la reflexión de Campbell en (1992, 175): "El profesor Hammond asigna al rey histórico Perseo de Micenas una fecha alr. 1290 a.C., como el fundador de una dinastía; y Robert Graves - cuyos dos volúmenes Los mitos griegos son especialmente interesantes por sus sugerentes aplicaciones históricas- propone que la leyenda de Perseo decapitando a Medusa significa, especialmente, que «los helenos devastaron los principales

santuarios de la diosa» y «despojaron a sus sacerdotisas de sus máscaras de Gorgona», siendo éstas últimas rostros apotropaicos que llevaban para atemorizar a los profanos. Es decir, al principio del siglo XIII a.C. tuvo lugar una ruptura histórica, una especie de trauma sociológico..." De forma que tanto Perseo, como otros héroes protagonistas de epopeyas míticas: Hércules, Jasón, Odiseo... representaban al pueblo patriarcal que se apoderaba por la violencia de regiones donde estaban establecidos pueblos seguidores del régimen matriarcal. En una primera etapa, esas mujeres se volvieron guerreras para combatir las invasiones, hasta que al final sucumbían."Por su parte, Diodoro de Sicilia presenta a Las Gorgonas como un pueblo belicoso que en cierta ocasión luchó con el de las Amazonas, siendo vencido por éste; según Diodoro, las Gorgonas, atacadas después por Perseo, habían perecido definitivamente a manos de Hércules."(Anónimo, 2004b). Por lo que la decapitación de Medusa por Perseo, ejemplificaría el vencimiento y el descabezamiento de las reinas que gobernaban en determinada región de régimen matriarcal, por parte de pueblos patriarcales. Y el que cortase su cabeza sonriente y con lengua fuera, enmascararía que se cortaba a las mujeres el derecho a poder soltar la lengua y reír cuando quisieran, a ser soeces, a ser impúdicas, a ser obscenas. Es decir que en el patriarcado se cercenaba en las mujeres el poder disfrutar de su sexualidad libremente.

Sentido de que Perseo matase monstruos: como metáfora política-inversadesacreditador desde la ideología patriarcal, del asesinato de mujeres

El mito del héroe que mata monstruos, traduciría con metáfora eterna y sentido inverso desacreditador, las acciones de los agresivos pueblos patriarcales, en contra del poder femenino, mientras se prestigiaba el proceso de conquista. Es decir, que las crueles acciones de Perseo, que la visión patriarcal traduce como hazañas heroicas en contra de monstruos, es otro ejemplo más de la estrategia del agresivo vencedor, que mediante el descrédito y difamación de la víctima, usaba el mecanismo psicológico de inversión para justificar su violencia y desprecio por las mujeres. El desacreditar a las reinas y defensoras de pueblos matriarcales pacíficos, como monstruos dañinos y horripilantes, servía para justificar las acciones emprendidas por los pueblos invasores violentos, contra pueblos superiores a los que se odiaba, y sobre todo se envidiaba por sus conocimientos o se codiciaba por sus riquezas. Y así Perseo-pueblo vencedor patriarcal, encontraba plena justificación para robar las propiedades y riquezas de las Gorgonas / monstruos matriarcales, además de maltratarlas, violarlas y asesinarlas. Y con ello arrebatarles su libertad y su autonomía, ¡para así ¡salvar a la humanidad! Con ello se reforzaba el modelo patriarcal que implantaba la impunidad de las acciones infamantes de los agresores y se imponía la indefensión de las mujeres para que aceptasen sumisamente las atrocidades. Por lo tanto, la lucha de Perseo contra las monstruosas Gorgonas enmascara la lucha del poder patriarcal contra el poder matriarcal.Visión compartida por J. Mª Aguirre en (2003): "El combate masculino-femenino. Otro aspecto importante constituyente del mito es su carácter agonístico. Lo horrendo es el elemento con el que hay que combatir". Y confirmada por Mayr (1989, 27): "toda la filosofía y teología greco-occidentales muestran ese dualismo matriarcal-patriarcal, así como el vencimiento del primero por el último." En palabras de Atienza en (1991, 392): "Los valores emanados de lo femenino, del ancestral culto a la Magna Mater, fueron relegados, cuando no perseguidos y destruidos con toda la saña de lo odiado y temido a la vez." Así la mujer iba perdiendo su poder milenario, su autoestima, sus derechos. Mientras los varones, después de arrebatarles sus propiedades, asesinarlas y apropiarse de sus Santuarios, se

encargaban del culto, de las profesiones, talleres, riquezas femeninas y extendían su dominio a todos los campos hasta subordinarlas e imponer las costumbres y cultos patriarcales. Evidencia que los diferentes episodios míticos protagonizados por Las Gorgonas se inventaron desde la visión interesada y sesgada patriarcal para subordinar lo femenino, porque hay pruebas flagrantes. Por ejemplo el episodio que recoge Ovidio en su Metamorfosis, narra que Medusa era una muchacha de gran belleza. Y aunque fue violada por Poseidón en el Templo de la Diosa Atenea/Minerva, es la Diosa la que: "Encolerizada por tamaño acto de impiedad, la diosa la había transformado en un monstruo." (Mercedes Aguirre, 2004). ¡Es evidente que si el mito, en un ejercicio más de hipocresía machista, propone a la virginal Atenea, castigando a la víctima del violador porque le ofende que hiciera el amor en su Templo, en vez de castigar al que la atropella, adopta el mismo modelo táctico propio del patriarcado. Así que la visión machista, justifica y santifica el castigo a la víctima del atropello masculino, por parte de una Diosa que desafía la justicia en contra de los derechos femeninos. Además, castiga la sexualidad femenina y potencia la masculina, en un afán aleccionador que refuerza la conducta agresiva y de violación por parte del varón y como hazaña a imitar. Y encima, como otra estrategia llena de malicia del mitólogo patriarcal, y para modelar la rivalidad entre mujeres ¡por la belleza estética!, usa la fórmula de degradar a la Diosa Atenea/Minerva, al mostrarla preocupada únicamente por el aspecto de belleza física, cuando en la mitología anterior, entre sus muchas facultades, se le atribuía ser: la Inventora de las Ciencias, los Oficios y las Industrias (Organa) que había dado principio a las manufacturas y a las artes, Presidenta de la Medicina (Médica), Patrona de los Artesanos (Ergana), Inspiradora de los Oradores (Agoraia), Patrona de la Agricultura, que hizo el don del olivo a los atenienses, Inventora del Arado (Agripha), del rastrillo, de la cuadriga, y de las artes de domesticación de animales, de la flauta, de la trompeta, de la construcción de barcos y de la fabricación de zapatos (Anónimo 2004g y Sáinz de Robles, 1959). En cualquier caso, todos estos mitos que se extendieron por el Mediterráneo, eran los referentes que tenían entonces las mujeres y varones de las sociedades griegas, con lo que se transmitían conductas que reforzaban: la rivalidad femenina y no la solidaridad; la aceptación de convertirse en objetos bellos para estimular el deseo sexual masculino; el que enfocaran su mente en problemas triviales estéticos para seducir; el evitar que se interesaran por papeles más activos. Y a la vez que las inducía a aceptar la desigualdad respecto a los varones, se promocionaban conductas para que los varones fueran agresivos, violentos y se dedicaran a robar, violar, engañar, despreciar, denigrar..., impunemente a las mujeres... Todos, mitos discriminadores que se transmitieron de generación en generación y contribuyeron a formar las identidades estereotipadas de cada género y propias del patriarcado. Respecto a otras interpretaciones del viaje de Perseo matando monstruos, algunos mitólogos modernos han hecho observaciones muy diferentes a las nuestras (cada uno ve lo que sabe). Y consideran que codificarían: "Los peligros del mar "para el navegante que hace una travesía en su barco con finalidad comercial." O: "Un intento de simbolizar al hombre superando el miedo". Otros creen que reflejaría:"Los obstáculos con los que se encuentra un varón para descubrir los elementos femeninos que lleva en su interior". Por el contrario, otros defienden: "El desafío del héroe para afrontar el equilibrio interior". O bien concretizarían: "La metáfora de la entrada de un joven en la virilidad".(Afirmaciones extraídas de los textos de Mercedes Aguirre, Husain y otros autores).

Sentido astronómico de que Perseo luchara contra monstruos marinos que vivían en el Occidente, al otro lado del Océano: constelaciones van al ocaso / mueren perseguidas por otras Según Hesíodo las Gorgonas vivían en un lugar lejano del Occidente. Más exactamente: "Las Górgonas vivían en la orilla del famoso océano, en la extremidad de la noche donde se encuentran las Hespérides de voz sonora, cerca del país de los muertos."(Anónimo, 20004e). Y aunque unos supongan ese lugar se refiere a una región del Ponto Euxino / mar Negro y otros a un territorio en las cercanías del lago Tritonis, lago mítico de Las Hespéridas, localizado en Las Syrtes, cerca de Cirenaica, norte de África, el caso es que la referencia a las Hespéridas nos hace deducir que personificaban una constelación.Es decir que Las Gorgonas personificarían una constelación, cercana a constelación de Las Hespérides. Confirmarían nuestra deducción varios indicios: A. Por el sentido doble que tiene la palabra océano: uno se refiere al océano terrestre y otro al Océano Celeste o bóveda celeste nocturna. Por lo que la expresión "la orilla del famoso océano", se referiría a que habitan en la orilla del Océano Celeste, es decir justo dentro de la Vía Láctea, nombre que también denomina al Río Celeste que atraviesa la bóveda celeste. Y cerca "del país de los muertos", aludiría a que se refería al momento en que la constelación se encontraba cerca del horizonte, dado que más allá del horizonte está el mundo subterráneo, lugar en el que se entierran a los muertos / el Más Allá de Occidente (y lugar al que también van todas las constelaciones y demás astros en su viaje diario, cuando se van al ocaso: surgen por el este/oriente atravesando el horizonte y se ocultan por el oeste/occidente, traspasando el horizonte). B. Lo confirmaría el hecho de que los otros personajes míticos, que coprotagonizan las aventuras con las Gorgonas, también denominan constelaciones y en sus aventuras:"... los antiguos veían en las constelaciones Casiopea, Andrómeda, Perseo, Pegaso, y Cefeo, la figura de una leyenda mitológica".(E. U. I., Tomo 5, 1088: 467). Así, personifican constelaciones: 



La BALLENA / CETUS / Keto (epónima de la reina Cetus "Ballena" de Cerdeña, que según el mito fue convertida por su padre en monstruo marino Glaucetes. Era madre de las Gorgonas y de las Greas junto con su hermano Forco, lo que evidencia los usos sucesorios del matriarcado. Y fue matada/convertida en piedra/meduseada=petrificada=asombrada =admirada, por Perseo al enseñarle la cabeza cortada de la reina Medusa, su propia hija). La mortal reina MEDUSA, descabezada por Perseo (hermana de las inmortales Gorgonas Euríale y Esteno y de las tres Greas, e hijas de la reina de Cerdeña Cetus "Ballena" y de su esposo-hermano el Dios del mar Forcis/Forco/Forcir).

Y efectivamente, Las Gorgonas personifican una constelación con el nombre de la Cabeza de Medusa, que aunque ha sido eliminada de las actuales Guías de Estrellas del cielo nocturno, estuvo vigente y fue publicada en el año 1985, según la foto del planisferio de la E. U. I., Tomo 55, en la voz Siderología Cuadro 1. Y lo confirman los enciclopedistas de la voz Gorgona de la E. U. I. Tomo 26 (1988, 707), en la que leemos: "Estrella de la constelación de Medusa". La interpretación astronómica da razón del porqué se diga que Medusa era la única de las hermanas visible para los humanos. Con ello están recogiendo el hecho astronómico de que la constelación Cabeza de Medusa era casi circumpolar (una estrella es circumpolar cuando nunca desaparece bajo el horizonte, para las regiones en esa misma latitud). De forma que, mientras aún en el período en que la constelación es invisible, porque las estrellas personificadas por el resto de las hermanas Gorgonas permanecían bajo el horizonte, Medusa, sí que era visible, ya que era

circumpolar. Y esta misma interpretación astronómica explica el hecho mítico de que se diga que Pegaso surgió del tronco de Medusa. Ya que la constelación de Pegaso surge, cuando gran parte de las estrellas de la constelación de Medusa se va al ocaso (las personificadas por sus hermanas, no la estrella personificada por Medusa, que era circumpolar).     

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Y sus hermanas-cisnes Las Greas a CISNE (asociadas a los delfines, constelación Delfín cercana). El caballo alado PEGASO (hijo de Medusa y Poseidón, tras violarla convertido en pájaro). El griego PERSEO (que mató a la reina Medusa y se casó con la heredera de Etiopía, Andrómeda). La princesa etíope ANDRÓMEDA, que fue atada por las Nereidas a una roca para apaciguar el furor del monstruo Ballena. Pero cuando iba a ser devorada, Perseo en su Pegaso mató al monstruo, rompió las cadenas, la restituyó a su madre y se casó con ella. La reina de Etiopía CASIOPEA, que tuvo la osadía de disputar el premio de belleza a Juno y a las Nereidas [cincuenta hermanas Ninfas del Mar (Celeste/Vía Láctea=estrellas de constelaciones en la Vía Láctea] y de vanagloriarse de ser la más bella, por lo que irritado Poseidón/Neptuno, desató una inundación e hizo aparecer el monstruo marino: la ballena destructora para devastar la Tierra. Y su esposo el rey CEFEO (padres de la princesa). Las PLÉYADAS / Atlántidas (visitadas por Perseo a las que les robó el huerto). Las HESPÉRIDAS que vivían junto a las Gorgonas.

C. Así que el enfrentamiento de los monstruos de las Gorgonas, de sus hermanas las Greas, de la Ballena... con Perseo tiene una explicación astronómica: el viaje de las constelaciones animalísticas en su recorrido diario por el cielo nocturno, perseguidas por la constelación de Perseo. De forma similar ha sido interpretado el viaje de Rama de la epopeya Ramayana "... no es más que una ficción de geografía astronómica, aunque cree que bajo esta fábula podría ocultarse algún héroe verdadero." (E. U. I., Tomo 49, 1991, 488). Las diferentes acciones agresivas de Perseo contra monstruos femeninos, expresarían sus diferentes posiciones, con respecto a las constelaciones animalísticas a lo largo del año, bien al atardecer o al amanecer de determinados días de fiesta (posiciones que se fijaron hace 5.300 años en 22 días de fiesta y que servían para anunciar los fenómenos atmosféricos cíclicos. Benéficos o maléficos, esperados estadísticamente para cada situación estelar en que se "centralizaron" los diferentes hechos astronómicos señalados). De manera que se codificaba que el ocaso de una constelación femenina, seguida por la de Perseo, o coincidente con el resurgir de Perseo, con el mito de que éste era el causante de la muerte del monstruo / del ocaso de la constelación animalística. Por ejemplo, cuando Perseo se apodera del huerto de Las Pléyadas, aparte de enmascarar el hecho histórico de la apropiación patriarcal de las posesiones femeninas, expresaría el hecho astronómico de que la constelación de Perseo queda por encima de Las Pléyadas cuando éstas se van al ocaso, en determinado momento del año (hace 5.300 años el atardecer del 14 de febrero, hoy 1 de mayo). El mito de Perseo apoderándose del diente y ojo de las hermanas cisnes Greas / Grayas / Graias, se explicaría con la situación estelar de que la constelación Cisne se iba al ocaso perseguida por Perseo (el atardecer del 23 de octubre de hace 5.300 años, hoy 8 de enero) Y cuando mata a la Ballena, con el hecho astronómico de que ésta se va al ocaso perseguida por la constelación de Perseo (el atardecer del 10 de noviembre de hace 5.300 años, hoy 25 de enero). D. También la explicación astronómica de que Las Gorgonas den nombre a una constelación, da razón del porqué hayan sido consideradas personificación de las "negras nubes preñadas de lluvia y pedrisco", y sus hermanas símbolo de las nubes primaverales. Según la E. U. I., Tomo 267 (1988, 1166): "Por otra parte, y teniendo en cuenta que los cisnes simbolizan las nubes, se puede

creer que estos genios representan las nubes claras del tiempo benigno, especialmente de la puesta del sol, mientras que sus hermanas, las Gorgonas, personifican las negras nubes preñadas de lluvia y pedrisco." En realidad creer que "representan las nubes claras del tiempo benigno", es una mala interpretación dada por intérpretes desconocedores de lo que indicaba las diferentes posiciones cíclicas de las constelaciones a largo del año, anunciadores de fenómenos, unos maléficos y otros benéficos. Más exacto sería decir que tal personaje animalístico (las Greas en forma de cisnes), personificaban o representaban una constelación animalística (Cisne), que en determinada posición cíclica, era coincidente con el tiempo en que se presentaba tal fenómeno. Así que cuando se producía al atardecer el orto vespertino por el este, tras la puesta del Sol, de la constelación Cisne, personificada por las hermanas de las Gorgonas, los cisnes Greas, era coincidente con el tiempo en que aparecían el fenómeno benéfico de los vientos suaves, cuando daba inicio la floración y la emigración de la primavera (situación estelar del 1 de marzo de hace 5.300 años, hoy tal situación estelar tiene lugar el 15 de mayo). Mientras que cuando se producía cierto atardecer del año, el orto vespertino por el este de la constelación de Medusa (el 1 de junio de hace 5.300 años, hoy 15 de agosto), su aparición anunciaba/era coincidente con el fenómeno "terrorífico" de la lluvia negra de pedrisco de meteoritos (cuando caían a tierra la lluvia de estrellas de las Perseidas/las Lágrimas de san Lorenzo que hoy tienen lugar del 11 al 15 de agosto sobre las 24 horas). De forma que el mito anunciaba el fenómeno que estadísticamente se esperaba fuera enviado por la Divinidad, coincidiendo con esa situación estelar. (Por lo que dado que eran diferentes los fenómenos que se presentaban a lo largo del año y cíclicamente, podían estar preparados para los benéficos y tomarían medidas para propiciar a la Divinidad para que no fuera tan cruel y no enviara fenómenos maléficos (con actos mágicos). También a Perseo se le podría considerar como personificación del Sol y sus aventuras matando monstruos podrían ser considerados como que: la aparición del Sol al amanecer, vencía a las constelaciones nocturnas (femeninas), animalísticas, de objetos, personas..., personificadas por Diosas. Por lo que el vencimiento de Perseo sobre todos los monstruos, simbolizaría que la luz del Sol hace desaparecer la visión de las constelaciones nocturnas. Si los mitólogos conocieran la interpretación astronómica y climática de las Gorgonas y demás coprotagonistas míticos, comprenderían: el porqué el mito dice que vivían en Occidente, junto al "Más Allá", así como el verdadero alcance de que estuvieran asociadas a "fenómenos atmosféricos", o tuvieran una "función apotropaica" "con su doble vertiente maléfica/benéfica", que para nosotros es obvia, como cuando Mercedes Aguirre reflexiona (2004): "Tras la descripción de sus rasgos más sobresalientes, podemos preguntarnos ahora qué simbolizan estos seres monstruosos, las Gorgonas, que aparecen en el mito vinculados a un lugar geográfico -el Occidente- y provistos de esos atributos destinados fundamentalmente a provocar el horror. Las interpretaciones ya desde la antigüedad fueron de lo más variado, pero siempre estaban encaminadas a asociarlas a algún tipo de miedo, bien sea el miedo a los animales -al león por ejemplo- o a ciertos fenómenos atmosféricos -tormentas, rayos-. Su función apotropaica, por otro lado, les confería un carácter no del todo negativo, sino más bien ambivalente -como cree Moreau-, con rasgos comparables a la Madre Tierra con su doble vertiente maléfica/benéfica." (…) "Pues hacia occidente, hacia los límites de la noche, se hallaban para los griegos esos lugares donde confluían lo celeste y lo subterráneo, el Más Allá y el profundo Tártaro. Ya hemos visto cómo Homero sitúa la cabeza de Medusa en los propios Infiernos, en el Hades."

Algunas imágenes de Las Gorgonas corriendo Algunas imágenes de la Gorgona Medusa corriendo (símbolo de que se desplazaba por el cielo), con lengua fuera y peinada con cabellos que caen como trenzas, rizos o serpientes, que recuerdan los tentáculos colgantes del animal marino medusa. Curiosamente, la postura corriendo, la lengua fuera, las serpientes es similar a la que adopta la Diosa Coyolxauqui de la cultura azteca de México, que entre sus múltiples imágenes también se representaba así (Figura 6: foto publicada por Anónimo, 2005, tras rehacer el rompecabezas de sus miembros desmembrados), de quien el mito narra que fue decapitada igual que Medusa. "Su hermano y enemigo Huitzilopochtli había decapitado a Coyolxauhqui y al ser despeñada se desmembró." (Anónimo, 2005). El hecho de que tanto en México como en culturas de principios de época histórica de la cuenca del Mediterráneo, existan coincidencias de obras de arte o de mitos, a pesar de ser regiones muy alejadas entre sí en el espacio y en el tiempo, se debe a que: "... los temas fundamentales de la mitología han sido constantes y universales..." (Campbell, 1991: 31), como saben los estudiosos de mitologías, de obras de arte y de religiones prehistóricas y paganas de todo el universo. En todo el universo nuestros ancestros, cuando descubrieron el comportamiento cíclico de las constelaciones asociadas al clima, cuando inventaron los mitos que los reflejaban, así como cuando realizaron las obras de arte y los ritos inspirados en tales mitos y situaciones astronómicas, habían dado un sentido metafórico a todas las descripciones y acciones. Si lo hacían así era porque imaginaban que tendrían función mágica para propiciar por sustitución o identificación, el fenómeno benéfico que se deseaba que la Divinidad enviara o que protegiera contera el maléfico. Y que encubierto como mitos religiosos y rituales de la religión agrícola extendieron con sus emigraciones. Como dice Westhein en (1988- 100) "Lo que el Cielo estrellado descubría al hombre precortesiano eran indicios, presagios, revelaciones de los planes divinos. Y si la posición de los astros le anunciaba malas cosechas, sequía, hambre, tenía que hacer esfuerzos supremos por reconciliar al dios de la lluvia, a las deidades de la fecundidad o a cualquier otro numen competente en el caso respectivo, para evitar que dejaran de ejercer sus funciones."

Sentido de que la mirada de Medusa petrificase y que Las Greas tuvieran un solo ojo: enmascararía que eran Cíclopes/artesanas

metalúrgicas que trasformaban minerales por medio del calor y construían metales bruñidos que reflejaba los rayos del sol Los mitos clásicos narran que la Gorgona Medusa era un ser peligroso provisto de una mirada capaz de convertir a quien la mirase en piedra y sus tres hermanas las Greas / Grayas tenían un solo ojo. Para nosotros es evidente que ambos son un antecedente del mito más elaborado de los Cíclopes, que tenían un solo ojo y eran artesanos metalúrgicos que fabricaban armas mágicas metálicas, como yelmo / casco para hacerse invisible, y tridente para gobernar las tempestades, además de ser fabricantes de espejos y otros objetos metálicos. Leemos al respecto en Grossato (2000, 73): "Más conocidas son ciertamente, por un lado la leyenda de los Cíclopes (25), representados bien por un solo ojo o bien con tres, y, algo menos, la de las tres Grayas (12)." De manera que las Grayas de un solo ojo y un solo diente, con manos de cobre y que regalaran a Perseo un casco metálico mágico con el que se haría invisible, se referiría metafóricamente a que eran artesanas metalúrgicas, al igual que los Cíclopes.

En ambos casos, el tener un solo ojo aludiría, bien a que llevaban una diadema metálica con apéndice circular que caía sobre la frente, como un ojo / objeto circular de metal bruñido, que brillaría de día al reflejar los rayos del Sol. O portaban otro artilugio luminoso, una especie de lamparita con mecha y alimentada de sebo o aceite de oliva, que sería atado alrededor de la cabeza y brillaba en la oscuridad de la noche. Artilugio propio de mineros y metalúrgicos hasta hoy día. Y efectivamente, otros investigadores lo han interpretado así y dicen de los artesanos metalúrgicos que estaban: "Establecidos en la Tesalia (...), prácticos en metalurgia, trabajaron las minas en Samotracia (la ciudad de los kabires jinas), en Lemnos y en Macedonia, como hicieron los cíclopes del Peloponeso, Tracia, Asia Menor y Sicilia, los cuales penetraban en las entrañas de la tierra con una luz en la frente, luz que originó la fábula de que tenían un solo ojo." (Anónimo, 2004f). Y confirma que Medusa, también era una artesana metalúrgica, porque las fuentes míticas nos lo informan, aunque de manera metafórica. Leemos: "Medusa tenía la lengua protuida, tenazas en vez de manos, serpientes en vez de cabellos, brazos largos y con la mirada lo convertía todo en piedra." (Carvajal, 2003) "De acuerdo con las descripciones y representaciones plásticas que han llegado hasta nosotros, Gorgona era un monstruo alado de garras afiladas, cuya espantosa cabeza tenía serpientes en lugar de cabellos, una lengua larga, unos dientes puntiagudos y, sobre todo, una mirada penetrante que, según la leyenda, convertía a los hombres en piedra." (Anónimo, 2004b). Cuando la describen como monstruo dañino con manos hechas de bronce, con garras afiladas, que usaba tenazas, tenía dientes puntiagudos, afilados colmillos de jabalí, quiere decir metafóricamente que fabricaba y usaba armas, quizás: hacha doble, o puñales, lanzas, arpones, o flechas que clavaba en sus enemigos al defenderse, al igual que los jabalíes usan sus colmillos para la defensa (no como los carnívoros, que usan los colmillos para atacar a sus presas). Y armas fabricadas con técnicas muy perfeccionadas, con aleaciones metálicas que permitía enviar flechas como rayos incendiarios, o quizás estaban impregnadas en venenos. Y cuando dice que convertía a la humanidad en piedra: lanzaría flechas abrasadoras que lo carbonizaba al alcanzado y lo convertía en sustancia mineral. En todos los casos, es una idea simbólica que en realidad está codificando que sabía transformar por medio del calor los minerales en armas de bronce. Y lo haría en su taller de metalurgia, cuando los talleres estaban en manos femeninas. Y que fabricaba armas metálicas como: puñales, puntas de flechas, lanzas (colmillos de jabalí); objetos de protección y defensa como: cascos, escudos bruñidos circulares (=ojos) y corazas. Además objetos de adorno, que a la vez eran usados para defenderse, como: espejos circulares (=ojos en metales bruñidos), diademas con apéndices circulares que se ponían sobre a frente (=metáfora de Cíclopes), campanas y cascabeles. Objetos de trabajo agrícola para la labranza como: arados, arpones, tridentes.... o para la ganadería. Utensilios para uso doméstico: vasijas, ollas... Y objetos religiosos como instrumentos musicales. Recuerda el hecho de que eran artesanas metalúrgicas, las obras de arte que representan a las Gorgonas con señal en la frente serían un signo simplificado del apéndice circular que caía sobre la frente de los artesanos metalúrgicos, o del artilugio con llama que ardía de noche similar al que llevaban los Cíclopes. La expresión de que la mirada de Medusa petrificaba a quienes la miraban, es similar a otros mitos de mujeres que tenían la capacidad de matar o esclavizar y hechizar con su mirada. Entre ellas: la Diosa / reina Semíramis, la Diosa Hubur, la cabeza de la Diosa Basilea "Reina", o las Bities / Bitgies Escitas del Cáucaso que según la E. U. I., Tomo 8 (1988, 994) eran: "Hechiceras famosas entre los escitas, las cuales, según Plinio, tenían la mirada tan fascinadora, que les bastaba fijar sus ojos, uno de los cuales tenía una doble pupila y el otro estaba marcado con una figura de un caballo, para matar ó hechizar a las gentes." Y también se consideraba que castigaban, petrificaban y mataban con la mirada: las Diosa Juezas Furias que eran representadas de manera similar a las Gorgonas, con cabellos desgreñados (e incluso se muestra su equivalencia iconográfica corriendo y con alas en moneda de Arctonnesos.

Y el mito dice que castigaban a los criminales con la mirada, símbolo de que la reina-jueza que los juzgaba (bajo su advocación) en determinado día del año, los condenaba a morir abrasados en la hoguera o a arrojarlo a un horno, si lo encontraban culpable. Inspirándose para ese castigo en determinadas constelaciones cuando ocupaban determinada posición. Y simplemente, el mito de los Cíclopes y de las Greas que tenían un solo ojo, o el mito de las Furias que castigaban con la mirada abrasadora, o el de las Hechiceras que mataban con su mirada, o el de la Gorgona que petrificaba, son metáforas que codificaban de forma enmascarada, que las artesanas metalúrgicas/Cíclopes, o las guardianas de Santuarios, o las juezas al servicio de Templos de Diosa, se defendían o castigaban de forma terrorífica con armas de fuego. [En otros contextos, el Cíclope se referiría también a las altas torres con un espejo circular en la cúspide (torre con un espejo=gigante con un sólo ojo=Cíclope) o con un fuego que ardía de noche. Y Cíclope/torre situada en promontorios y lugares escarpados de ciudades marítimas, junto a Santuarios de Diosas. Y Cíclope/torre con espejos usados de día para defenderse de navegantes invasores enemigos, cuyo ojo era la luz/el espejo bruñido y circular de bronce, como faro que reflejaba los rayos del Sol, que al ser dirigidos contra los barcos de los invasores/dragón vomitaba fuego, los achicharraría o los deslumbrarían. Gracias a ello les impedirían ver los peligros de la costa escarpada y naufragarían. E igualmente el Cíclope/torre, en cuya cúspide se encendería fuego de noche, tendría entonces la función de faro/luz nocturna que ayudaría en la navegación (de manera paralela a la brillante estrella alfa/estrella fenicia de la constelación Dragón que ayudaba en la navegación)]. Así que, el verdadero sentido de que Perseo robase el único ojo y diente de las Greas, guardianas de las Gorgonas y que descabezase a la reina Medusa porque su mirada petrificaba y después utilizase su cabeza para petrificar a sus enemigos, estaría reflejando metafóricamente y de forma enmascarada, la apropiación patriarcal de los talleres y métodos para fabricar armas muy poderosas de pueblos matriarcales, en donde las metalúrgicas usaban armas metálicas con las que aterrorizaban a sus enemigos (que no poseían los avances técnicos para fabricarlos, por lo que se asombraban de su eficacia), así como de los Santuarios protegidos por torres de vigilancia/Cíclopes). Lo corroboraría el hecho de que el mito narre que Perseo, para esquivar su mirada, se defiende con un escudo metálico pulimentado como un espejo, que devuelve su mirada al monstruo. Es decir, que se aprovecha de los avances de la metalurgia que conocía el pueblo que gobernaba la reina Medusa para construir en metal su escudo, que antes sería de cuero o madera blanda y frágil. Y tras adoptar las técnicas metalúrgicas más avanzadas para fabricarlo, construye un escudo bruñido, que antes fabricaba el pueblo matriarcal, y lo utiliza para matar a quien lo había inventado. Por ello, ella muere al verse en el espejo, es decir con la misma arma que ella había usado: talleres de metalurgia, defensa con espejos que deslumbraban... Mostraría que la metalurgia del bronce estaría en principio en manos femeninas, el hecho de que muchos episodios de la belicosa historia de los primeros siglos del milenio II adne, consistía en la invasión por parte de pueblos patriarcales, de ciertas regiones matriarcales, atraídos por sus riquezas. La principal finalidad de la conquista era apropiarse de los centros de explotación minera cuprífera y de estaño y de los talleres de metalurgia existentes junto a los Santuarios de Diosas (servido exclusivamente por Sacerdotisas). Y en donde estaban además: los talleres de diferentes oficios artesanales, los de orfebrería del oro, los de acuñación de monedas cecas, que en principio eran de carácter sagrado y estaban anexos a los Templos de Diosas y en donde guardaban el tesoro de la Diosa. Lo confirma M. Teresa G. Cortés (1993, 24): "... hay que exponer que en los templos erigidos a las diosas de la Vida aparecía la ligazón invariable de lo femenino con la riqueza y los objetos materiales, sobre todo cuando originariamente la fabricación de monedas tuvo lugar en los centros culturales de las diosas-madres."

El mito de que tras Perseo cortar la cabeza de Medusa, su cabeza pasó a decorar el escudo y la coraza Égida (arma defensiva y símbolo de Protección Divina) de la Diosa Atenea, indicaría que a partir de la revolución patriarcal, los mitos consideran que la Diosa Atenea se pone al servicio de los intereses guerreros del patriarcado, no como antes, que como Eirenóforos "Portadora de la Paz", defendía la paz y su símbolo era la corona de oliva. Y gracias al poder que les conferían los escudos y armas de bronce, los pueblos defensores del régimen patriarcal, con soldados implacables y héroes violentos que no amaban la paz, se pudieron seguir dedicando a invadir otros pueblos donde habitaban monstruos pacíficos y matriarcales: sus enemigos. O sea que fue el conocimiento matriarcal de las técnicas de la metalurgia/la cabeza de Medusa que como espejo devolvía su propia imagen, que había aterrorizado a los pueblos patriarcales cuando estaban en manos femeninas, lo que sirvió para aterrorizarlas/vencerlas/¡para vencer al demonio!, cuando pasó a manos masculinas. Y eso explica el porqué: "Ésta es la cabeza que aparece siempre en el escudo de Atenea; al parecer, la diosa la había recogido después de haber sido cortada por Perseo y la había colocado en la égida, porque conservaba sus prodigiosos efectos y constituía un arma poderosa contra el enemigo." (Anónimo, 2004b). Y tal deducción es confirmada cuando dice J. Mª Aguirre en (2003): "Resulta interesante la confluencia de apoyos en la tarea de Perseo. El héroe no está solo, sino que toda una serie de fuerzas de las divinidades se ponen a su lado para ayudarle a realizar su objetivo. Tenemos dos elementos importantes: a) el escudo pulido que, sostenido por Atenea, sirve de espejo y devuelve la terrorífica y paralizante mirada de Medusa; y b) la invisibilidad de Perseo gracias al casco de Hades. Gracias a estos dos elementos, Perseo puede vencer a Medusa." Si nos damos cuenta, Medusa no muere en combate a manos de Perseo, sino por el efecto mortal de su propia imagen. Al igual que los otros pueden ser víctimas de su mirada, Medusa muere al contemplarse en el espejo. El arma letal es ella misma." (....)

"Resumiendo estos elementos, tenemos un hombre invisible que actúa sobre el monstruo femenino matándola con su propia imagen especular." En otros episodios míticos, cuando se dice que Perseo petrificó a sus enemigos, el término sería usado en el sentido de inmovilizar/paralizar/derribar=castrar, que era el castigo reservado a los amantes de la Diosa (como el castigo sufrido por Pirito cuando trató de raptar a Perséfona). Y en ese sentido sería usado cuando Perseo petrificó a Fineo, antiguo pretendiente de Andrómeda, heredera legal del trono de Etiopía (hermano de su padre Cefeo y por tanto su tío): "En la boda de Perseo y Andrómeda, el tío de la novia, Fineo, armó un altercado de resultas del cual Perseo mostró la cabeza de Medusa y quedaron petrificados, además de Fineo, Abaris, Actiages, Agirte, Alciónides, Anfimedón, Anfix, Astreo, Atis, Celedón, Clito, Clitón, Cromis, Dano, Elis, Eriteo, Erix, Etemón, Etión, Flegias, Forfante, Hipseo, Lecabas, Molfeo, Nileo, Pétolo, Polidemón, Tésalo, Toactes..." (Juan José López, 2003). Un sentido totalmente diferente se le da a petrificar cuando los mitólogos narran que: "Perseo utiliza la cabeza de Medusa para convertir a un horrible gigante en montaña…" (Anónimo 20004e). Es una explicación mítica que se da como razón del porqué la montaña del Atlas tenía nubes en sus cumbres: el gigante Atlas, cansado de sostener el peso del cielo, le pide a Perseo que lo convierta en piedra. La mirada petrificadora de Medusa ha sido interpretada con diferente sentido por otros investigadores, como: El "mal de ojo", la envidia del vecino que te desea algún daño, y en los tiempos en que éramos animistas confundíamos la realidad con el deseo, por lo que si te deseaban algún mal, era como para echarse a temblar" (Juan José López, 2003). Igualmente: "Es también el ojo que fascina, que petrifica, lo que luego habría de convertirse en el Mal de Ojo." (Mercedes Aguirre, 2004).

Sentido ritual de las imágenes de Medusa como Gorgoneión con la risa en la boca y la lengua fuera

máscara

Hemos visto algunas imágenes artísticas de las Gorgonas de cuerpo entero y corriendo, de pueblos de la Edad del Bronce de la cuenca del Mediterráneo. Pero allí también abundan las imágenes de la cabeza sonriente y lengua fuera como máscara, identificadas con el llamado Gorgoneión. Se considera que el Gorgoneión, como máscara, tenía un sentido ritual, y era usado en ceremonias sagradas. Afirman los enciclopedistas al respecto: "… y aunque no consta en documento alguno, es de creer que bailaban con él a modo de máscara, en las danzas rituales."(...) "El nombre Gorgoneion presupone, es verdad, la Gorgona, pero la concepción ó idea del monstruo nació de la cabeza sin tronco, ó de la máscara.» (J. E. Harrinson...)" (E. U. I. Tomo 26, 1988, 709). Y añaden: "Hoy es cosa sabida que Las Gorgonas no deben su origen a la mitología, sino al ritual, y que eran expresión ó (sic) símbolo de una emoción religiosa muy primitiva." (...) "Lo que los griegos hicieron, como también en otros asuntos, fue (sic) dar rienda suelta á (sic) su fantasía disimulando un hecho sencillo, el empleo de máscaras rituales para fines mágicos y especialmente apotrópicos. La Gorgona como monstruo nació del Gorgoneion "la cabeza ó cara espantablis; no el Gorgoneion de la Gorgona.» (J. E. Harrinson..." Más tarde, con la evolución patriarcal y las representaciones de comedias griegas exclusivamente por varones, se siguió usando el Gorgoneión como máscara de comedia / de teatro, y se separó en una máscara cómica, con la boca sonriente y otra trágica, con una mueca triste. Y ello explica el porqué: "tenían cara femenina sonriente y burlona y lengua fuera" (cita de enciclopedistas a Fay Cooper Cole de 1913, E. U. I., Tomo 26, 1993: 709). Y así era representada en monedas de Mitilena, de Himae... Gorgoneión que las Sacerdotisas usarían en festivales Mistéricos trágico-cómicos de la religión pagana "agrícola", que en principio era propio de mujeres, celebradas en tiempo de arado y siembra, consistentes en a) hierodramas sagrados trágicos (origen de las comedias) y en b) actos cómicos mágicos secretos (cuyo sentido original sólo se transmitía a las iniciadas). a) En los hierodramas sagrados, se representaban y desarrollaban los episodios trágicos en relación con la plantación de la semilla (muerte) y su germinación. Eran expresión de una leyenda que celebraban las penas y posterior alegría de una Diosa Salvadora, Diosa de la Agricultura, por la muerte de su paredro (semilla) y su resurrección (germinación). b) En los actos cómicos secretos, las participantes realizaban orgías / masturbaciones (llegaron a saberse porque las practicantes de los Misterios de la Buena Diosa fueron expiadas mientras celebraban sus rituales sagrados orgiásticos (masturbaciones colectivas tanto a solas como unas a otras), según contaba Juvenal en (1982, 53). Y añadía en (1982, 93): "... estas Ménades de Príapo (falóforas que llevarían atados un falo artificial) se salen fuera de sí y agitan las cabelleras. ¡Oh, qué ardor se apodera de su espíritu! Qué gritos en sus retozos! ¡Cómo resbala en torrentes el viejo vino a lo largo de sus mojadas piernas!", con finalidad mágica. Servían para propiciar los fenómenos (lluvias) de los que dependía la cosecha de las plantas y asegurar la Fertilidad de la Naturaleza. No tenemos ninguna representación artística del ritual orgiástico de los festivales Mistéricos, pero tenemos una escultura del siglo XVII de una Sacerdotisa Bilian de Diosa Rangda de Bali, Indonesia, en que se masturba con la mano, mientras porta máscara animalística sonriente y lengua fuera, único testimonio iconográfico que conocemos que representa crudamente la masturbación sagrada. Al hacer que su vagina derramase líquido, pretendería propiciar mágicamente que la Vagina de la Diosa enviase la lluvia (y la máscara animalística aludiría al aspecto Divino. Dado que la mujer se masturba, mientras lleva una máscara animalística con boca sonriente y lengua fuera, esta

escultura daría la clave y acreditaría la asociación entre la orgía femenina y el gesto de sacar la lengua de las obras de arte de la Edad del Bronce del Mediterráneo. Aunque es de una región y cultura muy alejada del Mediterráneo, es otro ejemplo más de la universalidad de los mitos, los rituales, la religión, el arte que desde la Prehistoria se transmitieron a todos los confines, argumento que ha hecho afirmar a los investigadores "Es muy probable que los misterios de los grandes dioses hayan tenido el mismo origen y seguido idéntico proceso evolutivo" (E. U. I., T. 35, 1988: 1031). Si el ritual orgiástico ancestral permaneció y se conservó por más tiempo en Indonesia, es porque allí las tradiciones matriarcales no serían censuradas, razón de que un artista se permitiera reflejarlas y la orgía dejara de ser secreta. Por lo que deducimos que, las imágenes femeninas sonrientes con la lengua fuera de la cuenca del Mediterráneo de la Edad del Bronce, serían modelos para rituales masturbatorios. El sacar la lengua y el reírse, considerado en occidente como un gesto de burla o de mofa, tendría en el ritual orgiástico arcaico una función triple: 

Por un lado, igualmente recordaría a las practicantes que "soltasen la lengua" y riesen, es decir, que recitaran groserías y obscenidades de carácter religioso y se burlaran unas de otras (como se hacían con los himnos de las representaciones burlescas de los Gefirismos, Stenia... en los que se decían palabras soeces y zumbas picantes). (Así que no extraña que sacar la lengua terminase por confundirse con el gesto de burla y zumba).



Por otro lado, el gesto de sacar la lengua durante la orgía sagrada, facilitaría a la mujer para que se abriese, se rajase, empezara a romperse y con ello favoreciese la producción de secreción vaginal (símbolo funcional de lluvia).



Y además sería un acto impúdico de ofrecimiento al cunnilingus, para aumentar la secreción vaginal, en la relación orgiástico-lésbica.

Si se realizaba tal acto como sagrado sería porque se concedía al acto de segregar lubricación del orificio vaginal, simbología mágica para hacer llover. Con la masturbación, con las manos o con esculturas fálicas o con la lengua, de las representantes de la Madre Naturaleza, le suplicarían/conminarían/exigirían que de su Vagina Divina segregase líquido/agua de lluvia (fenómeno benéfico par la vegetación y los frutos) por magia mimética. Es decir que la Diosa enlutada, triste por la muerte de su paredro (semilla enterrada), rompiese a reír y a llorar, para que mágicamente la lluvia regase los campos donde se encontraban enterrados las semillas muertas. O sea que, resumiendo: las Sacerdotisas utilizarían las máscaras Gorgoneión con la risa en la boca y la lengua fuera en ceremonias sagradas orgiásticas, para propiciar que la Diosa enviara la lluvia, tras el arado y sembrado de los campos de cultivo y así hubiese abundante cosecha. Y lo harían cuando la faceta animalística de la Diosa así lo indicaba/cuando la constelación Cabeza de Medusa ocupaba determinada situación en el horizonte, anunciadora de las lluvias benéficas para la Fertilidad de la vegetación. Por lo que las Sacerdotisas, que eran expertas conocedoras del calendario y de la astronomía y que habían observado tales coincidencias, llevaban a cabo sus rituales de provocación de este fenómeno, cuando sabían estadísticamente que era el momento en que la "Diosa les iba a echar cuenta".

Imágenes con la risa en la boca y la lengua fuera, identificadas con Diosas o sus Sacerdotisas a) Hembras animalísticas e híbridas con la lengua fuera desde el Paleolítico No sólo estas imágenes artísticas de la Edad del Bronce muestran la lengua fuera. Nuestros ancestros nos han legado desde el Paleolítico otras representaciones con la sonrisa y la lengua fuera de figuras: de mujeres, de animales y de antropozoomorfas/híbridas. Y deducimos que tendrían la misma finalidad de propiciar a la Divinidad para que enviara las lluvias benéficas para la Fertilidad de la vegetación. (Si no aparecen obras de arte de animal macho o de varón con tales características contemporáneas, es porque no hemos encontrado ninguna. Sólo se adoraba a la Madre Naturaleza. Después de la Edad del Bonce, acorde con el politeísmo, aparecen de animales). b) Otras figuras femeninas con lengua fuera Las imágenes artísticas de época histórica de mujeres o antropozoomorfas hembras con lengua fuera, según lo explicitan las fuentes, son bien representaciones de Diosas con sus máscaras animalísticas con nombres conocidos, o bien representan a Sacerdotisas, vicarias de la Diosa. Pero también las imágenes de hembras animalísticas o de antropozoomorfas de diferentes especies, tanto del Paleolítico como de culturas prehistóricas, serían representaciones de la Diosa, según se deduce de lo afirmado por numerosos investigadores. Y así Nadal, explicita que las imágenes de leonas paleolíticas se identificarían con la Diosa, cuando afirma en (1999): "La relación de la diosa madre con las leonas parece comprobado que existe desde el Paleolítico: cueva de Les Trois Frères, en la Dordoña francesa, entre 18000 y 14000 a.C.; también en el templo de la cueva francesa de Pech Merle, con la forma de una insólita figura roja conocida como la reina león; en lo alto de Yazilikaya, capital de los hititas, la imagen espectacular de la diosa madre de Anatolia de más de dos metros de altura." Asimismo otros autores generalizan la identificación del animal reflejado en una obra arte paleolítica, con una Diosa: "En el gran santuario de Lascaux, lleno de cámaras -que se ha llamado «la Capilla Sixtina del paleolítico»- se ha hecho manifiesta una experiencia de la divinidad, no como en Chartes o en el Vaticano en figuraciones humanas (antropomórficas), sino en animales (teromórficas)." (Campbell, 1991: 342) y "la Diosa es la única divinidad visualizada en aquel entonces." (Campbell, 1991a: 242). También las representaciones de animales rupestres del arte paleolítico cantábrico representaría a la única Diosa adorada en principio. A propósito de ello comenta Andrés Ortiz-Osés (1982, 32): "Barandarián llega a apuntar ciertas correlaciones entre la Diosa y las figuraciones animales rupestres." Jacques Pirenne aporta que tal identificación animal-Diosa ha sido universal en (1982, 39): "Probablemente la misma evolución se operó entre todos los pueblos, pues, cosa curiosa, todos han dado a la diosa madre los mismos atributos ... ella es la vaca, la leona, la gata;..." Westheim constata la misma identificación animal-Diosa para los felinos hembras de la Prehistoria americana, cuando afirma en (1988, 101): (para los Mayas) "el jaguar es el animal del cielo nocturno, de las Diosas Lunas; la anciana Diosa de la Luna está a menudo representada con garras de jaguar".Y Girard, Tomo II corrobora en (1978, 398): "… el culto al jaguar está omnipresente en la América Central. Representaciones de felinos… están asociadas al culto de la Luna, Diosa Madre, y de la Fertilidad, una deidad cimera de las sociedades femeninas". Y añade: "La asociación luna-jaguar se expresa en forma grandiosamente sintética en el disco de Ahuachapán (nuestro Dibujo) que representa la Diosa lunar en su forma astral, con un rostro humano cercado de colmillos de tigre (…). Da la impresión de una figura chavinesca y evoca el mito de (la Diosa) Comizahual, el tigre que vuela; y era una "señora blanca, como la luna "y estos indios estimaban mucho al tigre." (Fran Juan de Torquemada...)".

Por lo que deducimos que la figura paleolítica con caracteres de osa de Saint podría ser el antecedente de la Diosa histórica adorada en la misma región y que es conocida como Diosa Artio "Osa" (Markale, 1989: 133); la osa de la vasija Escita sería antecedente de la histórica Diosa Osa llamada Brauronia; la leona sería el animal simbólico y atributo de cualquiera de las Diosas leonas históricas adoradas en amplias regiones del Mediterráneo: Artemisa, Anahita, Hebe / Hebat, Sausga, Cibeles, Atargatis, Mitra, Nanaya, Urania... Y las felinas de culturas de América (jaguar, tigre, ocelotl, puma) representarían a otras Diosas: bien la adorada por peruanos en forma de tigre llamada Ix Balam Qué o la adorada por mexicanos llamada Comizahual. Por lo que las representaciones artísticas con lengua fuera, intentarían propiciar al aspecto animalístico de la Madre Naturaleza, que cuando personificaba determinada constelación y ocupaba determinada posición, enviaba las lluvias coincidentes (en este caso cuando se producía el ocaso verpertino de la constelación Cabeza de Medusa se esperaban las lluvias, gracias a las cuales, se producía días más tarde la floración de la primavera. Y situación estelar que tenía lugar hace 5.300 años, el atardecer del 14 de febrero).

La risa orgiástica de Sacerdotisas, para hacer llover y germinar la semilla, también modelo de la risa orgiástica de Sacerdotes cristianos, para resucitar a Jesús Estos cultos sagrados de Sacerdotisas paganas (de religiones "agrícolas") que se reían, decían palabras soeces y masturbaban durante las fiestas trágico-cómicas en tiempo de siembra de semillas, fueron heredados por el ritual cristiano del Risus paschalis "Risa de Pascua". El ritual consistía exactamente en que los oficiantes cristianos en el recinto de las iglesias durante la Pascua, se subían los ropajes, mostraban los genitales y se masturbaban ante los fieles, lo que provocaba sus risas. Además decían: "palabras y cantos obscenos pronunciados por el sacerdote desde el año 852 y, (...) documentada en varias formas y en múltiples lugares, a través de un larguísimo espacio de tiempo." (Jacobelli, 1991: 73). De ahí el dicho de que la Cuaresma "empieza con la ceniza y acaba con la risa" (Benjamín Hernández, 2004). Estos rituales tenían lugar durante la fiestas de Resurrección de la Semana Santa, fiesta que celebra la muerte y resurrección de Jesús. Aunque los mitólogos cristianos consideren a Jesús como un ser humano, es obvio que existe una disonancia entre su existencia humana y la metáfora agrícola que implica que Jesús sea el "fruto" del bendito vientre de la Virgen (Madre Árbol), que muere para "dar de comer" a la humanidad. Por lo que en realidad, el mito de Jesús imita a los de otros paredros de la Diosa de otras religiones, cuya vida narra la historia de la agricultura. 

Lo confirma por un lado, porque el mito diga metafóricamente que nace en Belén/Bethlehem / Efrata "Casa del Pan". O sea que Jesús nace como espiga de cereal/"fruto" que es transformado en harina, y con la que se elabora el pan tras recibir fuego en un horno.



Por otro lado, porque según el mitólogo (Mat, 26, 26), dice metafóricamente al repartir el "pan" a sus discípulos: "Tomad y comed, éste es mi cuerpo".



Además, el mito sigue diciendo metafóricamente, que Jesús moría como semilla que se enterraba para germinar/resucitar como vegetación en la primavera (en la fiesta de Resurrección de la Semana Santa).

Así que no extraña, que los Sacerdotes, vicarios del Dios patriarcal, se masturbasen y ríesen con la finalidad de que su falo derramase líquido, y así propiciar mágicamente que el Falo Divino derramase mágicamente abundantes lluvias para que la semilla germinara/Jesús resucitara (al igual las mujeres se masturbaban y reían con sus dos sonrisas (horizontal y vertical) para que su vagina derramase líquido, y así propiciar mágicamente que la Vagina de la Madre Naturaleza se abriese y ríese y enviase la lluvia que haría germinar la semilla en tiempo de siembra de la primavera).

En la nueva mitología patriarcal, los vicarios del Dios cristiano, celebraban en honor de un Dios el mismo ritual que anteriormente se practicaba en honor de una Diosa Hermafrodita. E imitaban a las representantes vicarias de la Madre Naturaleza de religiones paganas "agrícolas" matriarcales del Próximo y Medio Oriente, las Sacerdotisas: Isíacas, Ciniradas, Heteras, Crétidas, Dicteríadas, Delíadas, Saces, Basáridas / Eleleidas, Clodonas, Canéforas, Falóforas, Cordasianas, Colias, Damiatrix, Hilarodas, Coras, Edónidas, Mimalonas, Médicas Esfragítidas, Bacantes, Citeríadas, Cariátides, Baptas, Meliastas, Dionisiadas... Si la iglesia cristiana mantuvo durante cientos de años en toda Europa hasta el siglo XIX, de una manera directa y sin disimular, los actos orgiásticos a imitación de los de las antiguas Sacerdotisas, es que hubo un tiempo en que conservaron la creencia de que la sexualidad era sagrada y debían conocer la metáfora que fundamentaba el rito de la masturbación: para hacer llover (aunque las mitólogas matriarcales mantuvieran en secreto su doctrina, debió pasar a sus imitadores).

Mujeres del siglo XX reivindican la liberación a través de la risa asociada al placer sexual y el derecho a ser obscenas Estas prácticas de los Sacerdotes durante el ritual cristiano del Risus paschalis "Risa de Pascua" (y otras conductas sexuales), convivían de forma inconsistente con la exigencia de celibato de los: "párrocos, profesión que conllevaba otros menesteres y actividades, algunos lejos de la moralidad que propugnaban." (Hernández, 2004). Y también coexistían con el código moral que reprimía fuertemente la sexualidad de los fieles, especialmente de las mujeres (poniendo de manifiesto la ley del doble rasero). Hechos que muestran cómo los jerarcas de la doctrina cristiana han sido capaces de conjugar ideas contrarias, mientras no han sido cuestionadas (y ha debido ser muy fuerte la presión para que haya desaparecido totalmente las prácticas sacerdotales de la "Risa de Pascua", mientras que las relaciones heterosexuales y homosexuales del clero, nunca han decaído. Y la presión aún debe haber sido menor sobre las conductas sexuales delictivas de algunos misioneros violadores de monjas en sociedades primitivas, o las de Sacerdotes paidófilos en culturas occidentales, puesto que siguen persistiendo impunes, a pesar de haber sido denunciadas repetidamente). Afortunadamente, y al contrario de lo que ha ocurrido en las sociedades islámicas, en los Estados de las sociedades cristianas occidentales, surgieron las condiciones para que, con el tiempo y la democracia, las mujeres se incorporaran a la vida activa y a la cultura. Con lo que se les allanó el camino para que se concienciaran de su subordinación y de su limitación sexual. Desde entonces, las feministas: psicólogas, antropólogas, poetisas y demás intelectuales, han buscado y analizado la causa de que tales cosas sucedieran. Y al buscar las evidencias que testificaban cómo se les había impuesto la subordinación y la tiranía de la represión sexual durante los últimos miles de años, encontraron las conexiones culturales de las mismas con los mitos griegos que concretizaban el código ético y la visión patriarcal, en los que se fundó la civilización occidental hace 2.500 años. Desde su descubrimiento, no han parado de cuestionarlos y de buscar los medios de definir una nueva identidad genérica que les ayudase a salir de su subordinación y alcanzar la libertad. En su búsqueda han tropezado con una de las estrategias para ello: "la deconstrucción de los mitos y figuras constitutivas de nuestra tradición occidental" (J. Mª Aguirre, 2004).

Algunas feministas han encontrado la ocasión de revindicar una nueva identidad, por ejemplo, a través del mito de revalorizar a la sonriente Gorgona Medusa que fue descabezada por el defensor de la cultura patriarcal Perseo. Y para no dejarse manipular ya más por la ideología patriarcal, propugnan parecerse a las Gorgonas y a Medusa y que los varones dejen de ser "Perseos" que se horroricen ante la injusticia contra las mujeres, no ante la sexualidad libre femenina. Animan a las mujeres a tener, como las Gorgonas, la lengua suelta para expresar opiniones, o para decir palabras soeces y obscenas, a reír con sus sonrisas: vertical y horizontal, para darse placer a sí mismas, o a sus compañeras de género, o a varones complacientes que las hagan reír de todas las formas posibles. A que tengan la mirada centelleante y luchen y se defiendan con sus ojos, como armas hirientes que enamoren cuando quieran y deseen. Y también a que usen las armas de fuego, necesarias para defenderse con centellas, que achicharren cuando sean atacadas. A que rían y disfruten del placer sexual sin que ningún Perseo machista y vengativo se sienta amenazado en su virilidad por ello, y no se atreva a cortarle la cabeza / le limite el derecho a soltar la lengua y reír cuanto quiera. Ni que haya "virginales Ateneas" que se ofendan por la sexualidad de Medusa (que otras mujeres introyecten y encarnen los valores patriarcales, reincidiendo en la desigualdad de los géneros). Un ejemplo de feminista que ha encontrado el camino para la liberación de las mujeres a través de la risa asociada al placer sexual, es Cristina Escobar, que expresaba su deseo de reír más a menudo con sus dos sonrisas. Y decía en (2004): "Sé que es un desperdicio que en estos tiempos no utilizo mi sonrisa vertical (...) En mi vida siempre ha existido una conexión muy fuerte entre esas dos sonrisas. Ambas se abren cuando se divierten, las dos son más expresivas y sinceras cuando se enamoran, las dos suelen ser influenciadas por la marihuana, ya sea por ataques de risa que nunca acaban o por ganas de tener sexo sin final. (...) Cuando hago el amor, aparece esa sonrisa de niña en mis labios, esa sonrisa fresca y verdadera." Y como un acto de reivindicación para conseguir la liberación sexual de las mujeres de próximas generaciones, otras feministas como Betty Dodson, Nancy Friday, Lonnie Barbach, Jocelyn Elders... promueven enseñar a «cantar y a reír» / «estimular la sexualidad a las niñas» desde que son pequeñas, para que cuando sean adultas, se conviertan en impúdicas, lascivas y liberadas mujeres, que sonrían cuánto y cuándo quieran. Que se les inculque el abandono del modelo de virtud, de decencia y de moderación verbal, para que tengan como las Gorgonas, la lengua suelta y expresen libremente sus opiniones, digan palabras soeces y obscenas. Estímulo de la sexualidad de las niñas que han venido haciendo las madres de tribus matrilineales oceánicas y africanas a sus hijas (al menos hasta que llegaron los misioneros cristianos), gracias a lo cual han disfrutado de gran autonomía y poder. Así, la poetisa Tina Suárez, reivindica el derecho de las niñas a que abandonen la imposición patriarcal y los preceptos de sus doctrinas, para que dejen de ser "enfermas de silencio". Y critica abiertamente a los psicólogos defensores de la represión de la sexualidad de la infancia, sobre todo de las niñas. Causa de que presente (a las niñas vengándose) con la: "sonrisa adversa clavándole alfileres a la foto de piaget" (Poema Rara Avis de su libro: Huellas de Gorgona (1996), aportado por J. Mª Aguirre, 2004). Incorpora la reivindicación de la risa femenina asociada al placer sexual de la infancia y propone que las niñas sean "escasas de buenos modales" e "insolente de la risa". Porque: "Gorgonas son las niñas malas, aquellas que se distancian de las normas establecidas; gorgonas son las niñas ridiculizadas por ser diferentes; gorgonas son las que se niegan al amor tópico, a ser románticas sentimentaloides, las que se niegan a seducir con parpadeos; gorgonas, en fin, son las que buscan su camino traspasando esa línea imaginaria de lo aceptado y lo conveniente." (Mismo poema de Tina Suárez, 1996). Tina elige como introducción a su poema unas palabras de Lorca: "y yo oigo el canto de la lombriz en el corazón de muchas niñas" con las que usa la metáfora de cantar también asociada al placer sexual (de la masturbación, de las relaciones promiscuas y bisexuales: homosexuales y heterosexuales). Y cantar y reír como hacía la poetisa ateniense Datis: "... que cantaba una vez a mediodía mientras se frotaba: «¡Cómo me gusta y me complazco y me divierto!»." (Aristófanes, 1990: 131).

J. Mª Aguirre reflexionaba en (2003): "Mi interés aquí es tratar de explicar por qué en ciertas autoras literarias, poetas, para ser más precisos, se ha retomado la figura de una Gorgona, Medusa, en concreto, para reivindicar la nueva condición del sujeto femenino. Este caso debe incluirse entre aquellos otros intentos que, desde distintos frentes artísticos, se han propuesto para realizar un desenmascaramiento de los mecanismos culturales. Es decir, aquello que apuntamos anteriormente: cómo los elementos culturales, especialmente los simbólicos por excelencia, son portadores, en este caso, del patriarcado o de su cultura." Y añade: "El que las mujeres abandonen el papel que los hombres tradicionalmente les han asignado y se dirijan hasta el extremo contrario debe ser analizado con cierto detalle. Cuando se asume la posición de Medusa se está produciendo un rechazo de la construcción poética tradicional de lo femenino en la medida en que se entiende como falsa, es decir, una posición que no representa a la mujer, sino la idealización que los hombres han realizado para ellas." Y efectivamente, las poetisas feministas con su capacidad abstractiva y de síntesis proponen un modelo opuesto al machista de "Perseos" descabezadores y amordazadores: ellas estimulan y potencian la lascivia y la impudicia femenina para que alcancen la libertad y la independencia. Otras feministas aspiran a que las mujeres abandonen el reírles las gracias a los varones machistas que las denigran, y que dejen de estar sometidas y a su servicio sexual, ya que cuando les ríen las humillaciones, en realidad tienen los: "labios entrabiertos en la sonrisa complaciente fuera de lugar equivalen, simbólicamente, a una vulva que se ofrece." (Giberti, 2004).

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LA GORGONA MEDUSA ¿UN POSIBLE MITO TARTÉSICO?

Ana M.ª Vázquez Hoys

(Dpto. Prehistoria e Historia Antigua. UNED, Madrid)

Publicado en el acta del III congreso español de Antiguo Oriente Próximo Huelva, del 30 de Septiembre al 3 de Octubre de 2003

RESUMEN La Gorgona Medusa es uno de los más importantes talismanes del mundo antiguo, que aún se utiliza, a veces sin conocerse muy bien su significado mágico. Su figura está formada por numerosos elementos apotropaicos, muy conocidos en el Próximo Oriente y Egipto en la Antigüedad: Ojos mágicos, cabellos en forma de serpiente, boca fálica, máscara horrorosa y nudo mágico entre otros, la asemejan a Bes, Path Pateco o Humbaba, conocidos personajes de la magia popular próximo-oriental desde tiempos inmemoriales, más tarde populares por todo el Mediterráneo. Los mitos griegos que narran la historia de la Gorgona Medusa parecen coincidir , sin embargo, en situar el origen de este personaje, histórico, que dio origen a la leyenda, en el extremo occidente, en la actual Andalucía o Tartessos. Perteneciente a la raza de las serpientes , Medusa es madre de Crisaor, padre de Gerión, el mítico rey tartésico, sobre cuya entidad mitológica o histórica, pura ficción o personaje real por tanto, se aventuran numerosas hipótesis de trabajo. En este trabajo se analizan y fundamentan los fundados indicios de que en la génesis de la personalidad mítica de Medusa han podido coincidir tradiciones griegas y primitivos mitos indígenas de la Península Ibérica. Y la posibilidad, tanto de que la Gorgona sea no solo un personaje real , ya que Gerión tal vez lo fue y la posibilidad de que este mito sea autóctono, además de incidir sobre la necesidad de investigar y buscar a los personajes femeninos históricos de la cultura tartésica. Uno de los numerosos seres míticos apotropaicos del mundo antiguo es la Gorgona Medusa, el origen de cuya leyenda es objeto del presente estudio. Sus efectos positivos y el poder mágico de su imagen contrastan poderosamente con la sensación negativa que causa la visión de su monstruosa figura, formada por numerosos elementos mágicos bien conocidos en el Próximo Oriente y Egipto desde muy antiguo. Sin embargo, la mitología clásica sitúa su origen en el extremo occidente, y se refieren a una joven tartésica, de la raza de las serpientes, antepasada de reyes míticos como el famoso Gerión.

LA FIGURA DE MEDUSA/GORGONA COMO TÁLISMAN MÚLTIPLE La Gorgona Medusa es un potente talismán, muy popular, que aparece en el mundo clásico grecorromano de diversas formas y maneras. Forma parte, como elemento meramente decorativo [1], en muros, sarcófagos, corazas, escudos, templos, vasos, platos, pinturas, fuentes, frontones de templos, etc..., al margen de todo su poder apotropaico que a menudo se desconoce o se pretende ignorar. La figura de Gorgona, el Gorgoneion, es, sin embargo, un talismán múltiple, resultado de un complicado proceso intelectual, en el que nada sobra, falta o es superfluo. Todo en ella está ideado, colocado e interrelacionado para hacerla un poderoso protector múltiple contra cualquier posible ataque de un enemigo, visible o invisible. Un poderoso talismán que se esconde tras una serie de curiosas leyendas que sitúan su origen en lo que hoy es Andalucía (España). En realidad, como otras veces hemos recordado [2], aunque se suele mencionar a Gorgona en singular, según Hesiodo, las Gorgonas eran tres: Esteno, Euríale y Medusa. Las dos primeras inmortales y la tercera mortal, hijas todas ellas de dos divinidades marinas: Forcis y Ceto [3]. Generalmente se da el nombre genérico de Gorgona a Medusa, considerada como "La Gorgona por excelencia". Medusa es la única de las tres hermanas que tuvo descendencia. Poseidón se unió a ella y la hizo madre de Crisaor y del caballo alado Pegaso. Su leyenda la cuenta Ovidio en Las Metamorfosis, IV. Según esta historia, hubo un tiempoen que Medusa fue una joven bellísima y de espléndida cabellera, a la que deshonró Poseidón en un templo de Atenea y esta diosa virgen, horrorizada por el sacrilegio, convirtió a la infortunada mortal en un ser monstruoso con serpientes por cabellos, a la que mató Perseo sin mirarla, ya que tenía el poder de convertir en piedra a quien la mirase de frente. Su cabeza protectora figura en la égida de su enemiga Atenea, ya que como talismán, protege de los enemigos, por lo que es común en el escudo y pecho de los guerreros, en las corazas, para protegerlos de sus enemigos. En los sarcófagos y ambientes funerarios es un símbolo de inmortalidad y conservación. Y, sobre todo, protege contra la magia y quienes la practican, porque es en sí misma una figura formada por elementos mágicos muy populares, que a veces se usan por separado.

Vivían las Gorgonas, también según la mitología griega, en la costa atlántica meridional de la Península Ibérica, cerca de la ciudad de Tartesos [4]. El modelo de su representación surgió en Grecia, según P. Vernant, a principios del siglo VII a.C. y hacia el segundo cuarto del mismo siglo se plasmaron los rasgos esenciales de su tipo canónico [5], que varió según el tiempo y los diferentes ámbitos geográficos y culturales, por lo que las figuras son de forma muy variada, yendo desde la fealdad más extrema y el horror a la belleza y el patetismo que subrayan tanto autores antiguos como modernos. Aparte de las variantes creadas por las escuelas corintia, laconia, ática, suritálica, etruscas o romanas, un primer análisis permite detectar dos caracteres fundamentales que señala Vernant: la frontalidad y la monstruosidad.

ANTECEDENTES DE SUS ELEMENTOS MÁGICOS La representación artística de la Gorgona, en su doble forma de gorgoneion por un lado (la máscara) y de personaje femenino con cara de gorgona por el otro, no sólo aparece en la serie de ánforas griegas, sino también, a partir de época arcaica, en los frontones de los templos, las acróteras y las antefijas. Incluso se encuentra en escudos, en episemas, como elemento decorativo, en utensilios domésticos, colgado de paredes de talleres artesanales, sujeta a hornos, carros, como estatua en viviendas particulares y troquelada en monedas. Ya Vernant se hacía eco de los antecedentes de las representaciones plásticas de esta figura en el Próximo Oriente, en el mundo sumero-acadio y egipcio, en personajes como Humbaba, el demonio asirio del Bosque de los Cedros (por tanto tal vez fenicio o al menos cananeo), contrincante de Gilgamesh y el dios egipcio Bes y también en el mundo cretomicénico, aunque Karagheorgis se inclina por encontrarle afinidad a cierto tipo de Potnia Théron o "Señora de los Animales", tal como aparece en un conocido plato beocio del Museo Británico [6].

LOS ELEMENTOS MÁGICOS QUE HACEN PODEROSA A MEDUSA Nuestro propósito en esta primera parte de nuestro estudio es subrayar que la imagen de Gorgona, el Gorgoneion, es una imagen múltiple formada por una serie de elementos mágicos cuyo poder se une para formar un poderoso talismán, protector por excelencia, suma de las fuerzas individuales de sus múltiples componentes. Así, se puede apreciar cómo en la figura mágica de Medusa se unen:   

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a. La mirada que petrifica o "fascina" con el poder del ojo mágico (elemento mágico 1), tan usado en multitud de amuletos aun hoy en día. b. Los cabellos con forma de serpiente y la magia de este animal (elemento mágico 2) que repetidamente hemos estudiado [7]. c. La fealdad de la máscara, a veces andrógina (elemento mágico 3), con barba, grandes ojos y boca entreabierta que deja asomar una gran lengua, fealdad que suele acusarse en piezas etruscas, que acentúan los caracteres grotescos y deformes de Medusa, como los grandes colmillos. d. La magia de los órganos sexuales unidos, que simulan su boca entreabierta (vagina) enseñando la lengua fálica, como amuleto doble, unión de los dos sexos (elem mág 4-5). e. Los órganos sexuales por separado (vulva y falo, elementos apotropaicos 6-7). f. El nudo hercúleo (elemento mágico 8) unido a la conocida magia de los nudos, ataduras mágicas, el juramento que atadura, Varuna y los nudos mágicos, Júpiter como dios del juramento, ataduras mágicas, ligaduras... etc... temas mágicos sobradamente estudiados y reconocidos, en relación, sobre todo también, en el mundo greco-latino, con HeraclesHércules, cuyo nacimiento intentó impedir Atenea con las ligaduras mágicas de las diosas del parto y descubrió Galintias, amiga de Alcmena, por lo que la diosa la castigó, convirtiéndola en comadreja [8]. g. La magia del número 3( x 3 = 9) sería el noveno elemento mágico de Medusa, figura que así mismo está presente por doquier en todo momento, ayer y hoy, a veces sin más significado aparente que el iconográfico y otras, como en monumentos conmemorativos omo el de Victorio Emmanuelle III en Roma representa la victoria sobre el caos, mientras que la famosa estatua de Cellini, "Perseo cortando la cabeza a Medusa", de la ciudad de Florencia, significa el poder de los Médicis y la victoria sobre sus enemigos, más o menos como en el caso del monumento arriba citado [9].

Sin embargo, no queremos centrarnos aquí solo en el valor mágico o significado de este poderoso talismán o en la tipología de su imagen en las diferentes culturas de la Antigüedad sino en el mito mismo de las Gorgonas y la posibilidad de que pudiera tratarse de un mitema hispano, tartésico, coincidente con un mitema similar, posiblemente heleno u oriental.

APROXIMACIÓN A MEDUSA EN LA MITOLOGÍA GRIEGA Y LATINA Cuenta la leyenda griega transmitida por Hesiodo que las Gorgonas eran tres: Esteno, Euriale y Medusa, hijas de una pareja de hermanos pertenecientes al grupo de los Titanes, Forcis y Ceto, divinidades marinas. Hesiodo [10] describe esta descendencia que incluye las Greas, las Gorgonas y Equidna. De una de las Gorgonas, Medusa, descienden Pegaso y Criasaor, que de la oceánide Calirroe tendrá como hijo a Gerión, muerto por Heracles y descendiente de Equidna será Orto, el perro de Gerión [11]. Estos caracteres de las Gorgonas coinciden con los que Homero atribuye a Medusa en La Ilíada y La Odisea [12], indicando que su cabeza, de terrible mirada, pasó a formar parte de la égida de Atenea y que ésta compuso una canción, cuyo ritmo imitaba los lamentos de la Gorgona [13] , personaje que con el tiempo, se convirtió en un ser arquetípico universal [14] además del ya estudiado talismán.

HIPÓTESIS: el mito de gorgona es un mito tartésico sobre la realeza La interpretación por nuestra parte como tartésico de este conocido mito y sus protagonistas, transmitido por los autores griegos y latinos, está basada en varios presupuestos, más o menos realidades, aún dentro del citado contexto mítico. 







Lugar de nacimiento de Medusa. El lugar de nacimiento de las Gorgonas fue el extremo Occidente, en la Península Ibérica, en el país de las Hespérides sonoras y se hace hincapié en que se trata de una bella mujer a la que el injusto castigo de la diosa vuelve horrorosa [15]. Ya Diodoro se refirió a las Gorgonas como un pueblo que vivía en el lejano Occidente [16]. Así, si a ese indeterminado ámbito ibérico precolonial-colonial de Occidente le llamamos Tartessos, las Gorgonas son, pueden ser, pues, personajes protagonistas de algún mito tartésico. La triplicidad de su figura. Como Gerión tenía un cuerpo triple, las Gorgona eran tres hermanas. El radical *GR Gerión, Gárgoris, son para Luis García Moreno [17], términos con la raíz *GR hispana, prerromana o bereber, tal vez, simplemente autóctona o tartésica. Y el término "Gorgonas" forma parte de ese mismo grupo de términos griegos que tiene esas mismas consonantes *GR en su raíz. G (o) R G(o) N(a), G( a) RG(o)R(i) S corresponde al mismo radical *GR de G(o) R G(o) NA. Hay pues una coincidencia semántica que podría probar su génesis en un mismo ámbito peninsular. La coincidencia de la raíz que forma su nombre con otros nombres considerados como tartésicos. Que formen o no parte de la propia mitología tartésica, debido a este radical *GR, como Gerión, o Gárgoris, es, pues, algo que puede estar en el ámbito de lo posible, lo que proponemos como mera reflexión e investigación a los especialistas en la materia [18]. Los numerosos mitos sobre serpientes en todo el ámbito peninsular y los documentos arqueológicos que documentan la posible sacralidad, no solo iconografía de este animal en la Península Ibérica desde época prehistórica.

TEORÍAS DIFERENTES Y OPUESTAS Sobre Gerión y su raza, se han escrito ríos de tinta. J. M.ª Blázquez [19] resume muy bien algunas:      



Schulten, A.: el mito de Gerión ha sido trasladado por los focenses a Occidente y lo identifica con Theron, rex Hispaniae citerioris, citado por Macrobio [20]. García y Bellido, A.: Gerión sería un rey del sur de Hispania. Blanco, A.: se inclina a interpretar a Gerión como rey de Tartessos o personificación del río del mismo nombre. Caro Baroja, J.: Gerión es un puro ser mítico con un significado histórico-cultural. Remesal, J.: Gerión y Habis son personajes arquetípicos trasplantados a Occidente. Liou-Gille, B.: supone que Gerión era hispano. Y les llegó a los griegos desde Occidente. Para este autor, este mito es de origen indoeuropeo, ya que en los mitos védicos se narra la lucha de Indra con un monstruo tricéfalo serpentiforme. Este mito parece haber encontrado su expresión cultural más importante en el sur de la Península Ibérica. Recordemos, pues, con él, la influencia centroeuropea en el sur de la Península Ibérica, como bien ha demostrado L. Pérez Vilatela, donde coinciden el elemento continental y el mediterráneo. Maluquer, J.: Un antiguo culto de Gerión instalado por una población desconocida habría sido absorbido o desplazado por el Melqart fenicio, identificado después con el Heracles griego. Desde el sur de Hispania, el culto de Gerión se habría propagado por Europa occidental. Las regiones donde se implantó corresponden grosso modo para este autor a las regiones de colonización celta.

UNIVERSALIDAD DEL MITO Somos conscientes de la dificultad de la interpretación de un mito, así como de que el hecho de tratar de averiguar su procedencia u origen basándonos solamente en noticias literarias y leyendas mitológicas puede llevarnos, según los puntos de vista y la diversa formación de los diferentes autores, a conclusiones heterogéneas y totalmente dispares. Y como Caro Baroja decía, refiriéndose al mito de Gerión, pensamos que tanto aquéllos que se refieren a su antecesora Medusa o Gorgonas y la raza de las serpientes como el mito referente a este personaje "es un mito histórico cultural que, nazca donde nazca, se aplica pronto a la tierra a la que mejor conviene según la mentalidad de los que creen en él, y por comparación probable con mitos propios de aquel país mismo". Pero, de Oriente a Occidente o viceversa, la descendencia de Gorgona se divide radicalmente en oriental y occidental, como señala Bermejo Barrera, índice tal vez de su doble procedencia de ambos extremos del Mediterráneo. Y esta descendencia, en Occidente, es índice de prosperidad y poder, ya que aúna, en la persona de su hijo Crisaor, ("espada de oro"), el oro y la riqueza que más tarde se encuentran en los grandes rebaños de los reyes tartésicos Gerión [21] y Argantonio, el "rey de la plata" y en el mismo Jardín de las Hespérides [22] . Y puede ser también índice de un cambio cultural como reconoce J. Maluquer, para quien "como parece expresar la lucha de Heracles contra un monstruo triforme, estamos en presencia de un choque de civilizaciones, dos cultos y dos pueblos" [23]. Estamos también, en nuestra opinión, ante un héroe civilizador, similar a tantos otros, como Habis o Gárgoris o el mismo Gerión, que lucha contra la incultura y atraso anteriores, o el que emprende un difícil camino iniciático. Miles de fórmulas y soluciones inimaginables caben aplicar a una lucha que es todo un arquetipo y que existe en todas y cada una de las culturas conocidas, cuya explicación detallada haría inacabable esta comunicación. O, incluso, en una superposición de pueblos. Y, como ya veremos abajo, en un momento histórico de un gran cambio de civilización, de preindoeuropea a indoeuropea, cuando las divinidades femeninas telúricas preeminentes son sustituidas por dioses masculinos, tal y como vemos en los relatos de Hesiodo o "La lucha de Marduk y Tiamat", aunque los ejemplos son muchísimos.

REELABORACIÓN EN ÁMBITO HELENO DE UN MITO TARTÉSICO Pensamos, pues, que como sus conocidos descendientes reyes de Tartesos, la mortal Medusa, bien pudo ser una bella joven de la élite real andaluza, el infortunio de cuya estirpe y raza, por acontecimientos que por el momento ignoramos, se narró en forma de mito en Tartesos y fue recogido y reelaborado por los mitógrafos griegos en coincidencia con otros temas orientales y egeos. La Gorgona Medusa, princesa tartésica de cuya estirpe nació Gerión, que lleva en su nombre el mismo radical, pasó así a convertirse en la inocente doncella legendaria castigada a pesar de haber sido forzada por el dios del mar. Además, y a pesar de la maldición y el odio de la belicosa Atenea, se convirtió en un personaje popular, compasivo, poderoso, protector y mágico, superando la maldición que estropeó su belleza. Esa fealdad, deformidad y tara física está también en la base del poder mágico de otros muchos personajes del mundo antiguo como los Telquines, Hefesto, los Cabiros, Humbaba, Bes o el Ptah Pateco citados.

REALIDAD HISTÓRICA: ¿Medusa en los orígenes de la realeza tartésica? ¿Pudo ser este destino cruel que narran las leyendas, tal vez un reflejo de unos acontecimientos históricos, traumáticos para ciertos habitantes del sur de Hispania? Esta interpretación del mito en clave historicista es, por el mo-mento, arriesgada y difícil, si no imposible de probar. Como dice Bermejo Barrera [24], "El estudio histórico de los mitos es enormemente complejo debido a que las concepciones acerca del origen, la esencia y la función del mito, presentes en la mente de cada historiador, le hacen plantearse los problemas de forma que le será peculiar. Y vincular el mito a una realidad histórica es en realidad una cuestión banal, ya que el mito, como producto histórico, forma sin más parte de ella". Aunque, como señala este mismo autor, cabe la posibilidad de establecer esta vinculación, superando el marco de los acontecimientos y situándose en el marco de la historia social o de las historia de las instituciones. Este es el camino de W. Burkett, al analizar a Gerión como señor de los animales o el que más recientemente ha seguido Colette Lourdain-Annequin al estudiar la mitología de Heracles y sus viajes al extremo occidente situándolos dentro de la lógica de la mitología griega de las iniciaciones [25]. Pero el mismo Bermejo Barrera [26], reconoce que en el caso de estos mitos, la mitología griega sirve para sacar a la luz la existencia y la estructura de viejos mitos indígenas. Es por ello por lo que no dudamos en plantear, al menos a nivel de hipótesis de trabajo, la posible existencia en Tartessos del mito indígena de la Gorgona Medusa, que puede reflejar tal vez una realeza triple de las tres mujeres citadas en el mito, algo similar a lo que se dice de Gerión y su triplicidad formal o sus triples poderes, en un momento de gran riqueza que atrajo a múltiples navegaciones, entre ellas la griega. Y somos conscientes de que el problema de que dicho mito pueda ser reflejo de una realidad histórica solo puede resolverlo el descubrimiento de unas fuentes históricas que lo aclaren, de las que por el momento carecemos. Lo que no se puede negar es la evidencia de que la Gorgona Medusa, tal vez formó parte del linaje real tartésico (cuyo radical *GR llevan en su nombre), ya que era abuela de Gerión según el mito griego, se convirtió con el tiempo en un benéfico personaje universal, en símbolo positivo de conservación y vida eterna, con poderes benéficos y civilizadores similares a otros héroes de su estirpe, como el citado Gerión, Gárgoris o Habis, a los que supera, además, con los extraordinarios poderes mágicos que le confieren sus elementos formales.

LA DEMONIZACIÓN DE MEDUSA Y LAS SERPIENTES Sin embargo, es evidente que nunca se ha reparado en este hecho, tal vez porque, debido a su condición femenina, a ella y a sus hermanas se las ha alejado de las teorías de la génesis de la monarquía tartésica, vinculada desde siempre por todos los investigadores a los reyes masculinos. Es lo mismo que sucede habitualmente con los monstruos acuáticos anguiformes y serpentiformes citados que se encuentran en el origen de todas las Mitologías, generalmente animales hembras a las que repetidamente se convierte de "dragones" masculinos. Se evita pronunciar siquiera el femenino "serpiente" (que incluso en Andalucía es un conocido tabú) o "diosa primordial anguiforme". Tiamat, Leviatán, Apofis o Apopis, Equidna, Pitón o la misma serpiente del Génesis, son solo unos casos aislados a recordar aquí, en un extenso panorama de héroes civilizadores que vencen a monstruos. De este arquetipo de "héroe vencedor de serpientes" no se escapa ni el mismo Hércules, que las vence desde la cuna hasta el Jardín de las Hespérides o el mismo Jasón, o nuevamente Perseo, que salva a Andrómeda venciendo a un horrible dragón. Creemos también, pues, que aún no se ha reparado en la importancia histórica de los hechos que aquí subrayamos:

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Los vencidos tartésicos fueron demonizados en forma de raza de serpientes: Equidna, Gigantes, Gorgonas, a la manera de Pitón, Tiamat, Apopis, Illuyanka, Leviatán, Tannin, etc... En el origen de la realeza tartésica está, como en muchas mitologías, una serpiente o un monstruo anguiforme, vencida por un héroe: Perseo, y su raza, la que vivía en el Jardín de las Hespérides, guardado por una serpiente, vencida también por otro héroe griego, Heracles, que robó sus riquezas. Medusa fue un personaje que antes de ser vencida, humillada y convertida en monstruo mítico, fue una mujer o unas mujeres tartésicas cuyo rastro se ha perdido. Tartessos no solo tuvo unos reyes míticos, masculinos, sino que en sus leyendas existe una figura femenina, recordada solo por el mito: la Gorgona Medusa.

Se es consciente, al escribir esto, de que siguiendo este camino, como otros muchos estudiosos, camino en el que no quiero incidir por el momento, llegaríamos, sin acusarnos de mucha imaginación, al tema de la realeza y el poder femeninos en el mundo antiguo, que, como Gerión y la realeza tartésica, tantas discusiones han originado, originan y originarán, puesto que no hay fuentes escritas que lo prueben. Por eso habrá que concluir de una forma que es evidente, diciendo que, al fin de su ya larga historia de milenios, Medusa, como las serpientes de su raza, (siempre "el enemigo" a batir, vencer y humillar), superó este destino negativo. Su protección contra todo mal es aún evidente en muchos lugares de nuestras ciudades. Sus numeroso elementos mágicos, positivos, apotropaicos, han contribuido a su permanencia, valoración y aprecio, a pesar del destino adverso al que le condujeron su género, su belleza, su valor, la riqueza de su pueblo y su regia estirpe hispana.

NOTAS [1] A. M.ª VÁZQUEZ HOYS, Arcana Magica, UNED, Madrid, 2002, s.v. "amuleto", "talismán". La diferencia entre ambos radica en que el amuleto es natural y el talismán artificial, aunque a veces se utilizan ambos términos indistintamente, siendo "amuleto" utilizado a menudo como genérico de elemento mágico protector. [2] A. M.ª VÁZQUEZ HOYS; J. DEL HOYO CALLEJA, "La Gorgona y su triple poder mágico", Espacio, Tiempo y Forma, serie II, Hª Antigua, nº 3, UNED, Madrid, 1990, pp. 117-182. [3] A. M.ª VÁZQUEZ HOYS; J. DEL HOYO CALLEJA, “La Gorgona ...”, p.132. [4] A. RUIZ DE ELVIRA, Mitología clásica, Ed. Gredos, Madrid, 1982, p. 45. [5] J.P. VERNANT, La muerte en los ojos. Figuras del Otro en la antigua Grecia, Ed. Gedisa, Barcelona, 1986, pp.43-71. En 99-106 el mito de Perseo. [6] B. GOLDMAN, "The Asiatic Ancestry of the Greek Gorgon", Berytus XIV, 1961, pp. 1-23; Sp. MARINATOS, "Gorgones kai gorgoneia", Archaiologike Ephemeris, 1927-1928, pp. 7-41; E. WILL, "La decollation de Méduse", Revue Archéologique, 1947, pp. 60-76; C. HOPKINS, "Assyrian Elements in the Perseus-Gorgon History", American Journal of Archaeology, 1934, pp. 341-353; Id, "The Sunny Side of the Greek Gorgon", Berytus XIV, 1961, pp. 25-35; T. KARAGIORGA, Gorgeie Kephalé. Origen e importancia de la figura de Gorgona en el culto y el arte de la época arcaica griega, Atenas, 1970; M. LAPORTE, "The Passing of the Gorgon", Bucknell Review 17, 1969, pp. 57-71; T. PHILLIES HOWES, "The Origin and function of the Gorgon-Head", American Journal of Archaeology 58, nº 3, 1954, pp. 209- 221 (La autora, bajo el nombre de Thalia Feldman aumentó y desarrolló su análisis y vinculación de los términos Gorgó, gorgós y gorgoumaí al sánscrito gorg, para reconocer las connotaciones sonoras de la máscara de Gorgona en "Gorgo and the Origins of Fear", Arion IV, 1965, pp. 484-494. [7] A. M.ª VAZQUEZ HOYS, "La serpiente en las religiones mediterráneas", BAAA 14, 1981, pp. 33-39, fue nuestro primer artículo sobre este tema que hemos ampliado y especificado en diversas publicaciones posteriores, Cfr. Arcana Magica, cit. Bibliografía, s.v. [9] A. M.ª VÁZQUEZ HOYS, s.v.

[10] Teogonía 240/336. Para Furio Yesi, la Gorgona griega tiene un origen premicénico. [11] J.C. BERMEJO BARRERA, Mitología y mitos de la Hispania prerromana, Akal bolsillo, Madrid, 1982, pp. 178-201. También sobre Gerión cfr. O. ROSSBACH, Eurythion, PW VI, I, cols. 1358/1359 y WASER, Erytheia, PW VI, I, col. 575. También W. BURKETT, "Le mythe de Gerión: Perspectives prèhistoriques et tradition rituelle", en Il mito greco, Roma, 1977, pp. 273-284; también Structure and History of Greek Mythologie and Ritual, Berkeley, 1979, pp. 83-84. [12] HOMERO, Il. VIII, 349, XI, 36 y Od. XI, 635/636; PINDARO, Pítica XII. [13] Cfr. TALÍA P. HOWE, "The Origin and function of the Gorgon Head", AJA, 1954, p. 214. [14] HESIODO, Teogonía, 274-275. [15] J.C. BERMEJO BARRERA, Mitología y mitos..., p.186, señala la diferencia del mito entre Hesiodo y Ovidio. [16]. DIODORO III, 54,7. [17] L. GARGIA MORENO, "El mito de Gerión: Una nueva hipótesis de su origen a la manera de sir James", Actas VIII Congreso Español de Estudios Clásicos, tomo III, Madrid, 1994, pp.153-159, republicado en Miscelánea. De Gerión a César. Estudios Históricos y filológicos de la España indígena y romano-republicana. Alcalá de Henares, 2001, pp.141147. Para este autor, el radical *GR representa en Gárgoris y Gerión el nombre de la realeza tartésica y los griegos tomaron el término como patronímico de Argantonio, donde el radical aparece invertido, *RG, tal vez como consecuencia de la escritura bustrofedónica. [18] Vease nota 6, supra, para otras variadas teorías de su origen entre ellas el sánscrito. [19] J.M.ª BLÁZQUEZ, Fenicios, griegos y cartagineses en Occidente, Editorial Cátedra, Madrid 1992, pp. 323-348. [20] MACROBIO, Sat. 1, 20, 12. [21] Estesícoro compuso un poema dedicado a Gerión y Estrabón ha conservado un fragmento en el que se afirma que la isla de Gerión se llamaba Erytheia y estaba situada frente a Tartesos y Gadeira; de ella surgirán las raíces de plata del río Tartesos. Cfr. J. C. BERMEJO BARRERA, op. cit., p. 198. También sobre Gerión cfr. J. M.ª BLÁZQUEZ, "Gerión y otros mitos griegos en Occidente", Gerión 1, Universidad Complutense, Madrid, 1983, pp. 21-38; J. MALUQUER DE MOTES, Tartessos, Ed. Destino, Barcelona 1990; J. ALVAR y J. M.ª BLÁZQUEZ, Los enigmas de Tarteso, Ed.Cátedra, Madrid 1993. [22] C. ARANEGUI GASCÓ, "Argantonio, rey de Tartessos", en Argantonio, rey de Tartessos. Catálogo de la exposición, Fundación El Monte, Sevilla 2000, pp. 21-36; y en general todos los artículos de dicho Catálogo. [23] Esta lucha de un héroe contra un monstruo serpentiforme tiene una larga tradición próximo- oriental, recuérdese a Marduk-Tiamat, Yhavé-Leviatán, por ejemplo, o la serpiente hitita Iluyanka, etc. O en el ámbito heleno el mito del Vellocino de Oro de la Cólquide, guardado por una serpiente (o dragón) que recupera Jasón con la ayuda de Medea, el enfrentamiento de Horus y la serpiente Apofis en Egipto etc..., que se amplía al área védica o irania con las luchas entre Mitra y Varuna, el Bien y el Mal, la Luz y la Obscuridad, Apolo contra Pitón, etc... [24] J. C. BERMEJO BARRERA, "Los mitos griegos y la Hispania Antigua: Consideraciones metodológicas", Lecturas del mito griego, Editorial Akal, Madrid, 2002, , pp. 93-112. Vuelve a estudiar el personaje de Gerión en las páginas 99101. [25] W. BURKETT, "Le Mythe de Gerion, perspectives prehistoriques et tradition rituelle", en Il mito greco, Roma, 1977, pp. 273-284; C. LOURDAIN-ANNEQUIN, Heracles aux portes du Soir, Mythe et histoire, París, 1989; P. JANNI, La Mappa e il Periplo. Cartografia antica e spazio odologico, Roma, 1984. [26] J. C. BERMEJO BARRERA, "Los mitos griegos...", p. 108.

TEXTOS I. GRIMAL, P. (1982), p. 213. GERIONES/GERIÓN. Geriones, el gigante que poseía tres cabezas y cuyo cuerpo era triple hasta las caderas, era hijo de Crisaor, nacido de Gorgo y de Posidón (v. Crisaor y cuad. 31, pág. 446) y de Calírroe, hija de Océano. Habita en la isla de Eritia, situada en las brumas del Occidente, "más allá del Océano inmenso". Su riqueza consiste en rebaños de bueyes guardados por un boyero, Euritión, y un perro, Orto (u Ortro), no lejos del lugar donde Menetes apacentaba los rebaños de Hades. Por orden de E risteo, Heracles fue a Eritia a robar los bueyes de Geriones. Topóse primero con el perro, al que dio muerte, y luego con el pastor, que corrió la misma suerte. Acudió entonces el propio Geriones en socorro de sus criados y hubo de luchar con Heracles, siendo vencido y muerto, según unos, a flechazos, según otros, bajo los golpes de su maza. Heracles condujo los bueyes, por etapas, hasta Grecia (v. Heracles). La ubicación de la isla de Eritia ha dado origen, desde la Antigüedad, a diversas identificaciones. Probablemente se trata de España, en las cercanías de Gades. El epónimo de Eritia sería una de las Hespérides, cuyos jardines se hallaban a poca distancia de la isla. El mismo nombre del país que significa "país rojo" designa sin duda una tierra situada al oeste: el país del Sol poniente. Otra tradición coloca a Eritia en el Epiro, en la región de Ambracia. GERION: HES. Teog. 287s (vease 979 s.); APD, Bib. II, 4,2; 5,10; ESQ. Agam. 870; EUR. Her.fur, 423; PIND. fragm.169; Istm. I,15; y escol. Ad loc.; HEROD. IV,8; DIOD.SIC. IV,17s.; PAUS. III,18,13 IV,36,3; PLIN. N.H. IV,20; SERV. A Virg., En. VIII 300; OV. Met. IV,782s.; VI,119s.; IX,184s.; HIG. Fab. 30; 151; ESTRAB. III,2, 11 (frag. 5) p.148; 5, 3-4 y 7, p.169 y 172; ARRIANO, Anab. II, 16,5; PS. ESCIL l., 26. GRIMAL, P. (1982), pp. 217-219.

GORGONA. Había tres Gorgonas, llamadas Esteno, Euríale y Medusa, las tres hijas de dos divinidades marinas, Forcis y Ceto (v. cuad. 31, pág. 446). Las dos primeras eran inmortales, y sólo la última, Medusa, era mortal. Generalmente se da el nombre de Gorgona a Medusa, considerada como la Gorgona por excelencia. Estos tres monstruos habitaban en el Occidente extremo, no lejos del reino de los muertos, del país de las Hespérides, de Geriones, etcétera. Su cabeza estaba rodeada de serpientes, tenían grandes colmillos, semejantes a los del jabalí, manos de bronce y alas de oro que le permitían volar. Sus ojos echaban chispas, y su mirada era tan penetrante, que el que la sufría quedaba con-vertido en piedra. Constituían un objeto de horror y espanto no sólo para los mortales, sino también para los inmortales. Sólo Posidón no temió unirse con Medusa, a la que dejó encinta. En este momento, Perseo partió hacia Occidente para matar a Medusa. Obró así - dícese - ya por obedecer órdenes de Polidectes, tirano de Sérifos, ya por consejo de Atenea. Tras numerosas aventuras, Perseo logró encontrar la guarida de los monstruos y finalmente cortar la cabeza de Medusa, elevándose en el aire gracias a las sandalias aladas que le diera Hermes. Para no mirarla, utilizó como espejo su pulimentado escudo, con lo cual no hubo de temer la terrible mirada del monstruo. Dio muerte a la Gorgona mientras dormía para mayor seguridad. Del cuello cercenado de Medusa salieron los dos seres engendrados por Posidón: Pegaso, el caballo alado, y Crisaor. Atenea se sirvió de la cabeza de Medusa, colocándola, en su escudo, o en el centro de su égida. De este modo, sus enemigos quedaron convertidos en piedra con solo ver a la diosa. La leyenda de Medusa sufre una evolución desde sus orígenes hasta la época helenística. En un primer momento, la Gorgona es un monstruo, una de las divinidades primordiales, que pertenece a la generación preolímpica.

Después se acabó por considerarla víctima de una metamorfosis, y se contaba que Gorgona había sido al principio una hermosa doncella que se había atrevido a rivalizar en hermosura con Atenea. Se sentía principalmente orgullosa del esplendor de su cabellera. Por eso, con el propósito de castigarla, Atenea transformó sus cabellos en otras tantas serpientes. También se cuenta que la cólera de la diosa se abatió sobre la joven por el hecho de haberla violado Posidón en un templo consagrado a ella. Medusa cargó con el castigo del sacrilegio.

Diodoro nos ha conservado una interpretación evemerista de la leyenda de las Gorgonas. Las Gorgonas - dice - “constituían un pueblo belicoso comparable al de las Amazonas. Habitaban un país situado en los confines del de los Atlantes (v. este nombre). Éstos, que habían sido sometidos por las Amazonas, movieron a la reina Mirina (v. este nombre) a declarar la guerra a las Gorgonas, que se mostraban unas vecinas bastante molestas. Las amazonas resultaron victoriosas, pero las Gorgonas se repusieron rápidamente de su derrota. Después fueron atacadas por Perseo y aniquiladas definitivamente por Heracles". GORGONA: HES., Teog. 274s.; Esc. 224s.; PÍND. Pit., XII; XIII; Il, V, 741; VIII, 349; XI, 36; Od. XI, 623; APD. Bibl. II, 4, 2s.; 7, 3; III, 10, 3; OV. Met. IV, 765s.; ESQ. Prom. 800; escol. a APOL. ROD. Arg. 1515; EUR. Ion. 989; 1003s.; SERV. a VIRG. En. VI, 289; DIOD. SIC. III, 54 y 55; cf. PLIN. N.H. VI, 35. Cf. K. ZIEGLER: "Das Spiegel motiv im Gorgomythos", A.R.W. XXIV (1926), pp. 1-18; C. HOPKINS, "Assyrian elements in the Perseas, Gorgon story", A.J.A. 1934, pp. 341358; KAISER WILHELM II: Studien zur Gorgo, Berlin, 1936.

II. OVIDIO, Metamorfosis (Traducción y texto de Federico Carlos Sainz de Robles, col. Austral, Madrid 1963) 1. Perseo convierte a Atlas en montaña con la cabeza de Medusa (Metamorfosis IV, op. cit., pp. 79-81) "En medio de tantas desdichas, Cadmo y Hermíone encontraron un gran motivo de consolación en Baco, su nieto. Adorado en las Indias -subyugadas por él - honrado en toda Grecia, únicamente un pariente suyo, Acrisio, le negaba culto en la ciudad que gobernaba. Y se lo negaba porque no podía creer que fuera Baco hijo de Júpiter, como no creía que éste, convertido en oro, hubiera poseído a Dánae y hubiera tenido un hijo de ella llamado Perseo (19). Pero Acrisio se arrepintió bien pronto de su falta de respeto a Baco y de no haber rendido homenaje al nacimiento de su nieto, porque no tardó en ver a aquél entre los inmortales del Olimpo, a éste marchar sobre el viento dejando caer sobre las arenas líbicas gotas de sangre de la vencida Medusa, gotas de sangre cada una de las cuales se convertía, ya en la arena, o en sierpe o en insecto venenoso. Perseo, llevado por la fuerza de los vientos, tres veces contempló el Septentrión, y otras tres el ardiente Mediodía, otras tres Oriente y Occidente. Al fin, el viento le posó en el reino de Atlante (20), gigante y señor de gigantes, pero siendo él, como soberano, el más gigantesco de todos. Su reino africano, abrasado de sol, guardaba inmensos rebaños y tenía fama por sus árboles con frutos de oro. "Príncipe, le dijo Perseo, si os agrada la nobleza del nacimiento, sabed que soy hijo de Júpiter y que voy a honrar vuestra atención con el ejemplo de mi vida. Vengo a pediros hospitalidad por esta noche". Atlas tenía en la memoria un antiguo horóscopo que le aseguró que un hijo de Jove sería el encargado de robarle los frutos aurinos de sus árboles. Para evitar el cumplimiento de la profecía, rodeó su palacio de un enorme muro y puso de vigilante a un espantoso dragón; además, evitó recibir a nadie que fuese extranjero. Luego que terminó de hablar, Atlante le contestó así: "¡Vete de aquí! Vete si quieres que perdure el recuerdo de tus hazañas. Porque si no te vas pronto, nada valdrá para socorrerte: ni el poder de Júpiter ni tu propio poder". "Porque tu soberbia es mucha -replica Perseo- y presumes de tu poder físico ... te daré el premio a que eres acreedor". Diciendo así le presentó la cabeza de Medusa. En el momento de mirarla espantado, quedó Atlas convertido en una enorme montaña".

2. Perseo relata la historia de Medusa (Metamorfosis V, op. cit. p. 81) "En el reino de Atlas-dijo Perseo- existe una ciudad fortificada con altas murallas, cuya custoria fue confiada a las hijas de Forcis, que tenían un solo ojo para ambas. Aprovechando el momento en que una de ellas prestaba el ojo a la otra, yo penetré en la ciudad y llegué hasta el palacio...para evitar que me encantase a mi, yo no la miré sino reflejada en mi escud. Aproveché su sueño y le cercené la cabeza".Preguntáronle después a Perseo por qué Medusa tenía las serpientes por cabellos. "Es una historia digna de vuestra curiosidad. Os la voy a contar. Medusa, en un tiempo, fue la más amable de las criaturas. Inspiró grandes pasiones.Pero estaba enamorada sobre todo de sus cabellos. Neptuno y ella profanaron un templo de Palas, ante cuyos ojos pusieron su propio escudo para que no viera sus expansiones. Para castigar tamaño desacato, cada cabello de seda y oro de Medusa se transformó en una inmunda víbora, vïboras que, grabadas en su escudo, utiliza ella ahora para vengarse de sus enemigos". III. HESIODO, Teogonía (Edición a cargo de Aurelio Pérez Jimenez, Editorial Bruguera, Barcelona, 1975) "Por su parte, Ceto tuvo con Forcis a las Grayas de bellas mejillas, canosas desde su nacimiento. A ellas las llaman "Viejas" los dioses inmortales y los hombres que pululan por la tierra. Parió también a Penfredo, la de bello peplo, a Enio la de peplo azafranado y a las Gorgonas que viven más allá del ilustre Océano, en el confín del mundo -hacía la noche-, donde las Hespérides de fina voz: a Esteno, Euríala y la Medusa desventurada. Esta era mortal y las otras dos inmortales y exentas de vejez. Solamente con Medusa se acostó "El de azulada cabellera" en un suave prado, entre primaverales flores. Y cuando Perseo le cercenó la cabeza, de dentro brotó el enorme Crisaor y el caballo Pegaso. A Pegaso le viene el nombre de que nació junto a los manantiales del Océano; Crisaor, porque sostenía en sus manos una espada de oro. Pegaso levantó el vuelo y abandonando la tierra, criadora de ovejas, marchó a la mansión de los Inmortales. Allí habita en los palacios de Zeus y lleva el trueno y el relámpago al prudente Zeus. Crisaor se unió a Calírroe, hija del ilustre Océano, y engendró al gigante Gerión que tenía tres cabezas. A Gerión lo mató, por sus bueyes de marcha vacilante, el forzudo Heracles en la isla de Eritea. Fue aquel día en que arrastró los bueyes de ancha frente hasta la sagrada Tirinto, atravesando las corrientes del Océano [después de matar a Orto y al boyero Euritión en su sombrío establo, más allá del ilustre Océano]. Otro monstruo indescriptible, en nada parecido a los hombres mortales ni a los inmortales dioses, tuvo Medusa en una cóncava gruta. Se trata de la divina y astuta Equidna, mitad ninfa de ojos vivos y hermosas mejillas, mitad en cambio monstruosa y terrible serpiente, enorme, jaspeada y sanguinaria, que habita en las entrañas de la tierra. Allí habita una caverna, en lo más profundo, bajo una oronda roca, lejos de los inmortales dioses y de los humanos mortales. En aquel lugar le fijaron los dioses su residencia en ilustres mansiones. [Y fue retenida en el país de los Arimos], bajo la tierra, la funesta Equidna, ninfa inmortal y exenta de vejez por todos los siglos. Se cuenta que el terrible, violento y malvado Tritón tuvo contacto amoroso con la joven de vivos ojos. Y preñada, dio a luz feroces hijos: Parió primero a Orto, el perro de Gerión. Luego tuvo un prodigioso monstruo indecible: el sanguinario Cerbero, el perro de broncíneo ladrido de Hades. Está dotado de cincuenta cabezas y es despiadado y feroz. Dio vida en tercer lugar a la Hidra de Lerna, a la que alimentó Hera, la diosa de blancos brazos, irritada terriblemente por el forzudo Heracles. Y la aniquiló con su implacable bronce el hijo de Zeus, el Anfitriónida Heracles -ayudado por el belicoso Yolao- gracias a los planes de Atenea, amiga de botín. La Hidra parió a la terrible, monstruosa, ágil y violenta Quimera, que exhala indómito fuego. Tres eran sus cabezas: una de león de brillantes ojos, otra de cabra y la tercera de serpiente, de violento dragón. León por delante, dragón por detrás y cabra en medio, resoplaba una terrible y ardiente llama de fuego. Pegaso la mató, ayudado por el valiente Belerofonte .... ...Tuvo Ceto amoroso contacto con Forcis y alumbró al más joven y terrible reptil: el que guarda en una sombría caverna -allá en los últimos confines de la tierra- las manzanas de oro. Esta es la estirpe de Ceto y Forcis".

La Gorgona y su Triple Poder Mágico Ana María Vázquez Hoys (Dpto. Prehistoria e Historia Antigua. UNED, Madrid) y Javier del Hoyo Calleja (Dpto. de Filología clásica. Universidad Autónoma. Madrid)

Las concepciones mágicas animistas aceptaban que todos los objetos contenían materia y espíritu. No hacían distinción entre la parte y el conjunto, lo visible y lo invisible, la imagen y el modelo. Por consiguiente, el mundo podía ser manipulado por los conceptos de contacto, similitud y contraste. El «contacto» incluía el roce físico directo y la relación indirecta mediante la ingestión de hierbas en las que hubiese caído la sombra de la persona que hiciera al caso, el uso de talismanes, el mal de ojo y el consumo de partes y desperdicios del cuerpo. La similitud era un concepto endémico en el pensamiento de la Antigüedad que aún encontramos en las prácticas mágicas actuales. Se utilizaba el principio de la semejanza, es decir, lo que se hacía a un determinado objeto se hacía recaer en la persona a la que hubiese pertenecido o cuya figura se hubiese hecho, a ser posible con algo de su propiedad. Así, era posible volver impotente a un hombre atando nudos en alguna prenda que le hubiese pertenecido, como los cordones de las sandalias. Los contrastes se basaban en el concepto de antipatía. El mal podía neutralizarse por medio del mal. La mecánica de esta magia dependía de la utilización de los procedimientos correctos, ya que se creía que las palabras tenían sus poderes propios y de nada servían los ritos sin ios conjuros correctos [1] Un ejemplo de la magia de contraste podemos verlo en los amuletos mágicos, que utilizan como protección figuras de seres mitológicos de formas irreales y monstruosas, demonios, figuras obscenas e incluso animales malignos, como la serpiente o el escorpión, de los que se cree que asustan a los malos espíritus, protegiendo con ellos a las personas y las propiedades [2]. Uno de los numerosos seres míticos que han servido a menudo en la Antigüedad para proteger a los hombres con su figura, cuyos efectos benéficos contrastan evidentemente con la sensación que causa la visión directa de su figura monstruosa, es la Gorgona Medusa, objeto de nuestro presente estudio.

LA GORGONA: La Protección Mágica de su Figura y el Valor del Número 3 La figura de Medusa, y sobre todo su cabeza, tenía una gran potencia preservadora, igual al poder de su fascinación. En Grecia se la situaba, por ejemplo, en el templo de Atenea Pollada de Atenas, y un cierto número de figuras parecidas estaban dispuestas alrededor del templo de Apolo en Delfos. La vemos también en los frontones de los templos, como en el Artemision de Corcira y otros. La fe en este talismán estaba tan enraizada y propagada por todo el mundo antiguo que se encuentra la efigie de Gorgona con el mismo significado al menos desde la Grecia arcaica, y tal vez antes, hasta el Bajo Imperio romano. Los antiguos, particularmente los militares, y sobre todo los emperadores romanos y sus soldados, estaban convencidos de que alejaba los peligros, por lo que sus representaciones son muy numerosas y variadas, formando parte de los adornos habituales en las prendas militares, pero sobre todo, como ya dijimos, en carros de guerra, corazas y escudos. Al parecer se creía que cuanto más terrible fuese la expresión de la máscara representada, más grande era la energía protectora que de ella derivaba. Así, la hemos visto pintada, dibujada, esculpida o cincelada en toda clase de objetos: rostros exentos para colocar en los edificios,

tumbas, sarcófagos, vestidos, armas, vasos , copas, monedas, paramentos, placas. También se llevaba colgada al cuello como amuleto y de la misma forma se entiende su presencia en las joyas [3], aunque un breve estudio tipológico diferencia enormemente las piezas griegas y etruscas, más antiguas, que buscan más la fealdad y el horror de la mueca que las piezas romanas, más modernas generalmente, cuyas representaciones de Gorgona parecen acentuar más el patetismo de su destino que el valor apotropaico de la máscara horrorosa y fiera del monstruo mitológico . Pero más o menos bella, horrorosa o sólo simbólica, la cabeza de la Gorgona era, en la AntigíJedad, un signo escatológico y apotropaico, un símbolo de inmortalidad y protección que se situaba en numerosos lugares, pero sobre todo en los sarcófagos y en las tumbas, como protección contra los peligros desconocidos del Más Allá. Además, según la leyenda ampliamente difundida en la Antigüedad, la cabeza de Gorgona daba la victoria a todo aquel que la poseía, como a Perseo, y, por extensión, a quien llevaba su representación. Tal vez por eso a veces la encontramos en el centro de la coraza de las estatuas. Y así, era la figura principal de la Égida de Minerva, base mágica de su poder y su fuerza, la que le permitió dar a Zeus la victoria sobre los Gigantes, devolviendo el orden al Olimpo amenazado. De la cabeza de Gorgona, pues, podemos decir que es un signo mágico por excelencia, pero no sólo en sí misma, por el terror que infunde en los enemigos de quien la lleva como protección, sino por la suma de los tres elementos mágicos fundamentales que la componen. Estos elementos mágicos, aunados en la figura de Gorgona para hacer de ella un potente instrumento apotropaico, que nunca hemos encontrado analizados al estudiar su figura y sobre los que queremos incidir aquí, son:   

Los ojos que fascinan. Las serpientes que la acompañan y las que forman sus cabellos. El nudo mágico, que se encuentra en sus representaciones bajo la barbilla o bajo el pecho.

Así pues, la máscara de Gorgona era un signo mágico «triple», unión de tres elementos poderosos que se juntaban para formar una figura horrible que fascinaba con la mirada y dejaba petrificados a quienes la miraban de frente, pero que a la vez protegía por el poder de la magia de las serpientes que componían su cabellera y por el poder mágico del nudo que formaban los cabellos recogidos bajo su barbilla o que cerraba su cinturón, a veces también hecho con serpientes, formando el nudo mágico, también llama o «Nudo de Hércules» que a veces encontramos en diversas joyas, como collares o brazaletes. Estas triples representaciones apotropaicas son frecuentes en la Antigüedad, puesto que el número 3 era cifra mágica por excelencia, como expresión al mismo tiempo de unidad y dualidad. Recordemos que la vida humana, según los matemáticos y sus doctrinas, posiblemente importadas por Pitágoras a Grecia desde Egipto, estaba dirigida por las cifras. Y que los números dos y tres no son, en realidad, números, sino los principios del Par y el Impar [4]. Y veremos cómo, a lo largo de nuestro trabajo, el número tres, en ios conjuros y en los actos de magia, aparece repetidamente, como si las acciones no estuviesen completas hasta ser realizadas por tres veces. Recordennos también que la gran diosa de la magia, Hécate, es representada en forma triple, por lo que su poder se multiplicaba por tres. Dada la pluralidad de los poderes y significados de la Gorgona, y para una mejor comprensión del tema, estudiaremos cada uno de los citados elementos por separado. Comprenderá, pues, nuestro estudio, no solamente la figura mágica de Medusa-Gorgona, sino también aquellos elementos mágicos que componen o complementan su figura para hacer de ella uno de los símbolos mágicos más utilizados en la antigüedad.

Los ojos que Fascinan La mirada mágica. La fascinación

La fascinación es la influencia mágica y funesta ejercida por una persona sobre otra, escribía J. Tuchmann en 1884 [5] Pero se entendía por fascinación, sobre todo, la ejercida por una divinidad. Por ejemplo, ninguna persona podía ver el palladium del templo de Atenea en Ilion, bajo pena de ceguera, entendiendo que era tal la fuerza que de él emanaba que causaba el deslumbramiento y la ceguera de los simples mortales. También la estatua de Ártemis, en Pallena, estaba de ordinario encerrada. Y aun en la procesión en que la sacerdotisa la mostraba en público nadie osaba mirarla, «pues su vista era funesta a los hombres y volvía estériles los árboles del lugar adonde se la llevaba, haciendo morir los frutos». Y cuando la ciudad fue tomada por los enemigos, cuenta Plutarco [6] que su sacerdotisa les mostró la cara de la imagen de la diosa, quedando los soldados paralizados y llenos de estupor [7]. También en el templo de Ártemis de Éfeso se recomendaba a los visitantes tener cuidado con sus ojos, por la irradiación mística que desprendían [8]. Y se acude a ella como diosa de supremos poderes, derivados de su forma triple (se la denomina Delia virgo triformis) y de la fascinación de su mirada. Y así, vemos cómo en Tréveris un hombre con problemas llama en su ayuda a Marte y Diana, el dios guerrero de poderes mágicos y la diosa triple que fascinaba para «que ellos me libren de esta cabeza quemada; que Eusebio sea torturado y desterrado y yo librado» [9]. También otras divinidades podían fascinar con la mirada, como Gorgona. A fin de aclarar la personalidad de este ser mitológico, a veces confusa, diremos que no sólo debe hablarse de Gorgona, sino de «Gorgonas». Las Gorgonas [10] son tres en Hesíodo: Esteno, Euríale y Medusa. Las dos primeras eran inmortales y la tercera mortal [11] Las tres eran hijas de dos divinidades marinas, Forcis y Ceto [12] . Generalmente se le da el nombre de Gorgona a Medusa, considerada como la Gorgona por excelencia. Ésta es también la única que tiene descendencia: Poseidón se une a ella y la hace madre de Crisaor y del caballo alado Pegaso. De Medusa, a la que Píndaro llama «la de bellas mejillas» [13], cuenta Ovidio en las Metamorfosis que hubo un tiempo en que fue una joven bellísima y de espléndida cabellera, a la que deshonró Poseidón en el templo de Atenea y que esta diosa virginal, horrorizada, convirtió en serpientes sus cabellos [14]. Las Gorgonas son en la Mitología griega seres monstruosos, sobre todo por la cabellera de serpientes, por tener descomunales colmillos de jabalí, manos de bronce y alas de oro. Pero, sobre todo, eran especialmente temibles por el efecto sobrenatural que emanaba de su rostro, efecto que en el caso de Medusa subsistía después de muerta: sus ojos echaban chispas y su mirada era tan penetrante que todo aquel que la miraba de frente quedaba convertido en piedra. Por eso las Gorgonas, y en particular Medusa, eran unos de los monstruos más temidos de la mitología griega. Perseo tuvo que aproximarse a ella mientras dormía y utilizando el espejo que le había proporcionado Atenea (en otras ocasiones se habla de un escudo pulido como un espejo o de un velo), procurar no mirarla de frente para no quedar convertido en piedra. La cabeza cortada, el Gorgoneion, figuraba, como vimos, en el escudo de Atenea, de forma que sus enemigos quedaban convertidos en piedra con sólo mirarla. También figura esta cabeza de Gorgona en la espalda del dios de Palmira, Shadrafá. Asimisnno, Agamenón tenía una égida con cabeza de Gorgona [15]. Ese efecto mágico derivado del poder de la cabeza de Gorgona sólo se anulaba con la misma cabeza. Así, si en vez de una se contaban tres Gorgonas, se deshacía el hechizo provocado por la cabeza, ya que se suponía que el tres, con su magia, neutralizaba la acción de la Gorgona individual. Vivían las Gorgonas, según la Mitología, junto al Océano, en la costa atlántica meridional de la Península Ibérica, cerca de la ciudad de Tartessos [16]. La reproducción artística de la Gorgona,

por su doble forma de gorgoneion por un lado, es decir, la máscara, y de personaje femenino con cara de Gorgona por otro, aparece en Grecia no sólo en las series de ánforas, sino también, a partir de la época arcaica, en los frontones de los templos griegos, como ya hemos dicho, y también en las acróteras y antefijas, como vemos en Etrutria o, como arriba dijimos, en los escudos de los hoplitas y en las monedas [17] El modelo, según J. P. Vernant [18], apareció a principios del siglo VII a.C. en Grecia, y hacia el segundo cuarto del mismo siglo se plasmaron los rasgos esenciales de su tipo canónico. Es curioso recordar, como hace este autor, que aparte de las numerosas variantes creadas por el arte corintio, ático o laconio, ya sea solamente su cabeza o de cuerpo entero, la característica especial de su imagen es la frontalidad del rostro, aunque a veces las piernas y el torso estén de lado. Al igual que Diónysos, único olímpico al que se representa de frente, Gorgo es una potencia a la que el hombre no puede abordar sin sucumbir bajo su mirada. Cualesquiera que sean las modalidades de distorsión empleadas para representar su imagen, siempre se la muestra como un ser híbrido, mezcla de ser humano con caracteres animales: la cara redonda, los ojos desorbitados, la melena erizada llena de serpientes, mientras la lengua parece salir de su boca, abierta en un rictus, que a veces deja entrever varias hileras de dientes con caninos de león o colmillos de jabalí [19]. Para este autor la máscara de Gorgona pertenece al contexto familiar griego y aparece repetidamente en instrumentos y utensilios de uso doméstico, como arriba dijimos, según puede comprobarse si examinamos los restos arqueológicos. El predominio de la mirada de Gorgona o Medusa es subrayado sobre todo en cierto número de piezas de cerámica que encuadran la máscara de Gorgona con dos ojos profilácticos enormes [20]. Recordemos sobre este tema la expresión de Plotino de que «el ojo no podría ver el sol si no fuese, en cierto modo, un sol», exponente del fondo y la cuestión de la importancia del ojo y de la mirada, ya que siendo el sol foco de luz, y ésta símbolo de la inteligencia y del espíritu, el acto de ver expresa una correspondencia a la acción espiritual y simboliza, en consecuencia, el comprender, el conocimiento. Por ello, el «ojo divino», llamado entre los egipcios como signo determinativo Ouazda, simboliza a diversos dioses y su poder: «al que alimenta el fuego sagrado o la inteligencia del hombre», es decir, a Osiris, siendo muy curiosa la concepción analítica egipcia del ojo, o mejor, del círculo del iris centrado por la pupila, como sol en la boca o verbo creador. Según el Libro de los Muertos, es el dios solar. Re, el que se encuentra en el ojo divino: «Yo soy Re... Yo soy el Señor de la Eternidad. Yo soy el Señor de la Gran Corona, yo soy el que se encuentra en el ojo divino..., yo soy el que se encuentra en el ojo divino, al que no puede sobrevenirle ningún mal». En el papiro mágico Harris es Amón el que se esconde en el ojo divino. Y por su gran fuerza protectora, mágica, se utilizan a menudo en Egipto amuletos con esta forma [21]. Según Vernant, se han descubierto antecedentes en el Próximo Oriente de las representaciones plásticas de la Gorgona y también en el mundo sumero-acadio, postulándose similitudes con la figura del dios Bes y, sobre todo, del demonio asirlo Humbaba, tal como lo representa el arte asirio, mientras que Karageorgis se inclina por la afinidad entre la Señora de las Fieras, la Pótnia Therón y la Gorgona. Por algunos de sus rasgos, la Gorgona aparece para Karageorgis como la cara oscura, el reverso siniestro de la Gran Diosa, cuya herencia ha sido asumida por Artemisa [22], aunque para este autor estas opiniones soslayan lo que constituye su rasgo más esencial: la especifi cidad de la figura, que, por encima de las características tomadas o extrapoladas de otras, aparece como una creación nueva, muy distinta de ios antecedentes mencionados, cuya originalidad no puede comprenderse fuera del contexto de las relaciones que en el mundo arcaico griego la vinculaban con las prácticas rituales. Se trata, sobre todo, de una potencia sobrenatural, a la vez que se consolida con ella el modelo simbólico que la representa con la forma particular de la máscara gorgónica [23] y muy a menudo sus cabellos se anudan bajo la barbilla, formando un nudo mágico, como vemos a menudo en las figuras que la representan, de lo que también nos ocuparemos más adelante.

La mirada envidiosa: El Mal de Ojo Pero hay otro tema relacionado con la mirada: la envidia y el daño producido por la mirada envidiosa que produce el mal de ojo. Para conjurar sus efectos se recurrirá a menudo a procedimientos mágicos. La envidia se puede definir como la tristeza o el pesar por el bien ajeno [24] Y esta tristeza o pesar que el bien ajeno produce en algunas personas les ha llevado a buscar el mal o la perdición de aquella otra a la que envidian. Para ello se ha recurrido a buscar la protección de los buenos espíritus, de las fuerzas benéficas de la naturaleza, o a diversos procedimientos mágico-apotropaicos. El mal de ojo, daño producido por la mirada, fascinación o aojo, tiene a su vez el significado de engañar, ofuscar, alucinar, mientras que aojar significa desgraciar o malograr una cosa. Este daño, podía producirse en cualquier momento y por cualquier motivo. La belleza, la riqueza, la prosperidad, la suerte de los enemigos son motivos de envidia por parte de los espíritus ruines y perversos, de las personas débiles, feas y desgraciadas. Por eso han echado el mal de ojo a los favorecidos del Destino, por eso han perseguido con conjuros y sortilegios a las personas felices. Y es bien cierto que nada produce mayor enojo a una persona ruin que la fortuna, suerte y felicidad de aquellos a quienes envidia.Por ello, diversos males, enfermedades, dolores y desgracias de todo género se atribuyen al mal de ojo, a la mala mirada, a la mirada envidiosa de una persona que le desea daño por el simple hecho de no tener lo que ella tiene. La creencia en el mal de ojo y su eficacia funesta es una superstición de todos los tiempos, como señala J. Tuchmann, a quien debemos uno de los más exhaustivos trabajos sobre el tema [25]. Su origen para este autor está en el fetichismo y en una creencia ignorante en lo sobrenatural. Pero su existencia se constata de una forma universal. En su capítulo sobre la magia preventiva, G. Contenau [26] describe ya algunos testimonios babilónicos, uno de cuyos conjuros contra este daño es: «El mal de ojo que aflige al hombre con sus maleficios se ha acercado al cíelo y las nubes no han enviado más lluvia. Él se ha acercado a la tierra y el verdor no ha brotado. Él se ha acercado a los bueyes y su pastor se ha arruinado. Él se ha acercado a los establos y la leche se ha secado. Él se ha acercado a los ganados y no se han reproducido. Él se ha acercado a los hombres y han perdido su virilidad. Él se ha acercado a las jóvenes y las ha despojado de sus vestídos... Marduk lo vio. Esto que yo sé, tú lo sabes también.» De siete vasos de papilla de hahna (situados) detrás de las piedras de moler el trigo. Mezcla el contenido con aceite. Aplica la mezcla sobre la boca (del enfermo). Mientras pronuncies el encantamiento tiende tu cuello hacia el lado del enfermo. Después «la reina que da la vida a los muertos» le librará. Maldición. Encantamiento del «E-NU-RU» [27]. Para este autor el mal de ojo consiste en el poder que se atribuye a ciertas personas de «producir daño» por medio de su mirada. Son los echadores de suertes, las personas que pueden producir, con el solo poder de su mirada, la mala suerte, la enfermedad y la muerte. Esta creencia se combina, además, a veces, con ciertas malformaciones físicas que suelen tener las personas con poder de ectiar el mal de ojo [28]. Aun en nuestros días es corriente escuchar frases como «parece que me ha mirado un tuerto» o parece que me ha mirado un cojo, atribu yendo a las personas con estos desafortunados defectos físicos la fuerzaenvidiosa de producir daño por medio de la vista, por el hecho mismo de estar

contrahechos. Seres históricos como el espartano Licurgo, el rey macedonio Filipo II o el general cartaginés Aníbal, eran tuertos. Poseían también deformaciones seres míticos como Oxilo, el guía de los Heráclidas al Peloponeso, quien tenía uno o tres ojos, según las diferentes versiones del mito.

Cuenta la leyenda griega que los Heráclidas esperaban un oráculo, un guía «de tres ojos», que les conduciría al Peloponeso. Oxilo, rey de Elide, que según algunos era tuerto o que montaba un mulo o un caballo tuerto, se les presentó y los Heráclidas comprendieron al verle que se había cumplido el oráculo. También el mítico Polifemo, al que cegó Ulises, y sus compañeros Cíclopes tenían un solo ojo. Y entre los pueblos míticos hay que destacar el de los Telquines [29], genios de Rodas, hijos del Mar y de la Tierra, tuertos inventores de la metalurgia y de la idea de esculpir las estatuas de los dioses. Era éste un pueblo de encantadores, dotados de la facultad de hacer llover, granizar y nevar, representados de forma anfibia: mitad marinos, mitad terrestres, unas veces en forma de pez y otras en forma de serpiente. Su mirada era terrible y llena de maleficios. Se les llamaba así porque haciendo el mal de ojo a las plantas las secaban [30]. También entre las divinidades, Atenea fascinaba con la mirada [31]. Y el mismo efecto de fascinación o aojamiento se lograba con el ojo por la multiplicación de la pupila, que a veces se utilizaba como múltiple protección contra el mismo [32], como vemos en amuletos egipcios, que tiene tres pupilas, del Museo de la Universidad de Pensylvania o en otros, como uno de cristal azul y terracota estudiados por Petrie [33] El resentimiento a causa de la deformidad física se atribuye, en otro sentido, a los espíritus de las personas muertas antes de tiempo, por ajusticiamiento, accidente, asesinato o cualquier tipo de muerte violenta (áoros), quienes, según la creencia, tienen la facultad de permanecer en la tumba y un gran deseo de hacer daño a las personas vivas, por resentimiento y envidia de esa vida de la que han sido privados injustamente. Y esperan en el sepulcro, acechantes y vengativos, siendo a estos espíritus a los que acuden los nigromantes en sus ritos de magia negra [34], pero los demones encargados de ejecutar la acción del mal de ojo eran los baskosúnai [35]. En Oriente, escribe Contenau, los ojos azules, que son bastante raros, pasan por ser «fascinadores» o «encantadores» en primer grado. Tales eran los ojos glaucos o garzos de Atenea. Y en los sarcófagos fenicios antropomorfos, parecidos a los que guardan las momias egipcias, los ojos están a menudo pintados de color rojo, evitando en ellos el color azul [36]. También los Telquines tenían los ojos azules, a lo que debían su potencia mágica [37]. Y, a menudo, los amuletos egipcios en forma de ojos son de este color En Roma, Virgilio [38] evocó esta creencia en el poder de la mirada cuando escribe la queja del joven pastor Menalcas: Nescio quis teneros oculus mihi fascinat agnos. «Ignoro qué ojo me fascina los tiernos corderos.» Y por su parte, Catulo experimentaba un temor análogo, aunque en el terreno sentimental, cuando dirigiéndose a Lesbia dice: Vivamus, mea Lesbia, atque amemus, rumoresque senum severiorum omnes unius aestimemus assis.

[...]

Da mi basia mille, deinde centum, dein mille altera, dein secunda centum, deinde usque altera mille, deinde centum. Dein, cum milla multa fecerimus, conturbabimus illa, ne sciamus,

aut ne quis malus invidere possit, cum tantum sciat esse basiorum [39]. "Vivamos, Lesbia mía, y amémonos, y que todos los rumores de los ancianos más severos nos importen un bledo. [...] Dame mil besos, luego cien, luego otros mil, luego otros cien, luego otros mil todavía, más tarde cien. Después, cuando nos hayamos dado muchos miles, embrollaremos la cuenta a fin de que no la sepamos o para que ningún malvado pueda aojarnos cuando conozca el número de besos que hubo.» También en Carm., Vil, vv. 9-12, encontramos la misma idea: Tam te basia multa basiare vesana satis et super Catullo est, quae nec pemumerare curiosi possint nec mala fascinare lingua. «Tantos son los besos que tendrías que dar al enloquecido Catulo, para que tuviera bastante, de modo que no pudieran contarlos los curiosos ni hechizarlos con su envidiosa lengua». Estos dos poemas hacen alusión a una creencia, común en la Antigüedad, en que el mal de ojo, no provenía del ojo en sí, sino de un corazón malvado que transmitía malos sentimientos [40], como dice repetidamente el Nuevo Testamento: «Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Del corazón del hombre sale el ojo envidioso» [41]. El ojamiento o fascinum era muy temido, y las personas afortunadas debían precaverse mediante conjuros (como el de escupirse en el pecho) [42]. El conocimiento exacto de los bienes de fortuna podía provocar la envidia en el fascinator y en el poseedor el peligro de perder la propia felicidad. Un episodio de la épica helenística, el poema El viaje de los Argonautas de Apolonio de Rodas, describe el efecto de la mirada mágica de Medea sobre el gigante de bronce Talos [43]: «Allí comenzaba a invocar y hechizaba con sus cantos a las Parcas mortíferas, las rápidas perras de Hades, que voltean por los aires para llevarse a los mortales. De rodillas por tres veces, (Medea) las invocó en sus conjuros y por tres veces con plegarias. Tras asumir la perversa intención, con furiosos ojos fascinó las miradas del broncíneo Talos, la misma mirada de la princesa que evitaban los habitantes de su ciudad» [44] En otro de sus encantamientos la maga recurre a Hipnos, el sueño, para encantar a la serpiente de ojos insomnes que guarda el vellocinode oro [45]. Los ojos, sobre todo de animales negros, como los de los cuervos o los nocturnos considerados malignos, como los murciélagos, se utilizaban para hacer conjuros: «Coge el ojo de un murciélago y sácaselo mientras esté vivo. Coge pasta sin cocer hecha de harina de trigo, o cera que no esté quemada y haz la figura de un perrito. Pon el ojo derecho del murciélago dentro del ojo derecho del animal y el ojo Izquierdo del murciélago dentro del ojo izquierdo del perrito. Coge una aguja y pincha la sustancia mágica en ella. Pincha los ojos del perrito con la aguja y estáte seguro de que la sustancia mágica permanece visible. Lánzalo (el perrito) en un jarrón con agua bebible. Pon una etiqueta en él, séllalo con tu propio anillo que tiene cocodrilos volviendo sus cabezas el uno hacia el otro y escóndelo en el cruce de tres caminos, después de haber marcado el lugar de tal manera que puedas encontrarlo cuando quieras. Escribe una oración en una tablilla; "Te conjuro tres veces en el nombre de Hécate PHORPHORBA BAIBO PHORPHORBA para

hacer que X pierda el fuego en sus ojos o llegue a dormirse y no tenga a nadie en su mente, excepto yo, Y. Te conjuro por Koré, la cual llegó a ser la diosa del cruce de los tres caminos y ella es la verdadera madre de (escribe los nombres de algunos demonios), quienes tú quieras: PHORBEA NEREATO BRIMO DAMON. BRIMON SEDNA. DARDAR. En resumen, uno sólo, lOPE, haz que X duerma por mí siempre y para siempre» (o me ame apasionadamente; hay una marca en el papiro) [46] También la alabanza exagerada ha de ser evitada, ya que alabar la belleza, la suerte de las personas, su habilidad, su riqueza, puede atraer sobre ella la nnala suerte [47]. Precisamente los griegos suponían que una felicidad excesiva provocaba la envidia de los dioses (phónos). Y precisamente en el caso de Gorgona fue su belleza la que atrajo a Poseidón, quien, al violarla en el templo de Atenea, provocaría la conversión de la joven en un monstruo. El efecto se conjura por medio de la utilización de algunos medios convencionales y diversos amuletos, como veremos más abajo. Asimismo, en Israel, el Antiguo Testamento se hace eco de estas creencias, que evidencian el poder del ojo y la maldad de la envidia, que hace daño a quien la siente y se vuelve contra el envidioso. En el Libro de la Sabiduría (4, 12) leemos: "La fascinación de lo vil oscurece el bien y la agitación de la pasión socava la mente sin malicia.” Y en Eclesiástico XIV, 6-8, al referirise al uso de las riquezas, dice el autor bíblico: «6. Nadie peor que el cicatero consigo mismo; y eso mismo es la recompensa de su maldad. 7. Y si hace el bien, lo hace por descuido, y al fin manifiesta su maldad. 8. El malvado es hombre de "ojo envidioso", que aparta el rostro y menosprecia las almas. 9. El ojo del ambicioso no se contenta con una parte y la injusticia malvada seca el alma. 10. El "ojo malvado" es envidioso del pan de otro. Y en su propia mesa habrá siempre escasez.» Heurgon [48] recoge en un excelente trabajo los sortilegios que hace en Roma un abogado en época de Trajano: se maquillaba un ojo, indistintamente el derecho o el izquierdo, pero sólo uno, lo que le hacía poder dominar a su adversario e impedirle hablar [49]. Pero contra los daños producidos por el mal de ojo, como contra todos los males, existía una protección mágica. Aquí nos referiremos a algunos de los medios utilizados desde la Antigüedad, que, como veremos en algunos casos, no han perdido efectividad en nuestros días. La Protección contra el Mal de Ojo -La figura de Gorgona y sus características propias: En el extremo occidental del mundo conocido, cerca del Jardín de las Hespérides, estaba el reino de los muertos y en él el lugar donde vivía Gorgona. Decapitada por Perseo, se creía que una parte de su sangre, que unas veces producía la muerte, había servido a Asclepio, dios de la medicina, para resucitar a los muertos, y así había resucitado, entre otros, a Capaneo, Licurgo, Hipólito, Tíndaro, Himeneo y Glaucos de Potnias, hasta que Zeus lo mató. Su figura y, sobre todo, su cabeza era terrorífica: el Gorgoneion, utilizado como emblema protector. Según Pausanias (II, 21, 5), la cabeza de Gorgona estaba sepultada bajo el agora de Argos, protegiendo la ciudad. Su figura extraña y deforme se compara a veces con la de los Curetes, los Dáctilos y los Coribantes, concebidos como metalúrgicos deformes, guardianes potentes y peligrosos, fundadores de cultos en tiempos míticos, descritos al margen de la sociedad y la civilización, tal vez como consecuencia de la repulsa y el temor que los actos mágicos solían provocar en la sociedad [50]. También los dioses egipcios Bes y Ptah-Seker eran representados como figuras deformes.

En la Antigüedad clásica se empleaban contra el mal de ojo representaciones grotescas o ridiculas y es frecuente encontrar la máscara de Gorgona con la lengua afuera y los dientes puntiagudos, las cejas fruncidas y los ojos desmesuradamente abiertos, mientras que a este terrible aspecto físico habría que unir una voz estertórea que se escapaba de la horrible boca, grito al que Píndaro llama erikiágtan góon [51] chillido agudo. Y Hesíodo vuelve a retomar este sonido casi onomatopéyico al referirse a las serpientes que atacan los tobillos de Perseo cuando lucha contra Medusa [52]. El conjunto es exagerado y, al mismo tiempo, tiene un aire caricaturesco. El efecto es el mismo que el que se intenta producir con los amuletos fálleos, es decir, ahuyentar el mal mediante la fealdad y la obscenidad [53]. Al trastocar los rasgos que componen el rostro humano se logra un efecto inquietante y monstruoso que oscila entre dos polos: lo aterrador y lo grotesco, en un evidente paralelismo con las figuras de Bes, de los sátiros y Sileno. Las dos categorías de personajes presentan claras afinidades con la representación descarnada y brutal del sexo femenino o masculino, representación que al igual que el rostro monstruoso, del cual en cierto sentido, es el equivalente, puede provocar el espanto de una angustia sagrada o bien el estallido de la carcajada liberadora [54]. Para precisar este juego de interferencias entre la cara de Gorgo y la imagen del sexo femenino es por lo que hay que referirse a la extraña figura de Baubo, la «vulva mítica», como la llama Devereux [45], la extraña mujer que consuela a Deméter de la pérdida de su hija Perséfone, levantando sus faldas y exhibiendo la vulva, hecho considerado como apotropaico no sólo en Grecia. Así, señala Herodoto (II, 60) que cuando viajaba por Egipto los egipcios que peregrinaban a Bubastis acercaban su nave a cada ciudad por la que pasaban y, entre los peregrinos, algunas mujeres remangaban sus ropas mostrando sus partes sexuales. También Diodoro Sículo (I, 85) relata que cuando muere un buey Apis las mujeres van a visitar al nuevo toro y remangan sus ropas ante él mostrándole el sexo. Según Devereux, en Grecia, pero no en Roma, la vulva era considerada, a pesar del gesto de Baubo-lambe en Eleusis hacia Deméter, de mal augurio. Su exhibición correspondía al acto de sacar la lengua, que se tenía por apotropaico y también, al igual que en nuestros días, como un reto. Quizá este gesto es apotropaico porque la lengua que sale de la boca recuerda al falo, cuya exhibición era una defensa contra el mal de ojo y otros peligros, tema al que nos referiremos a continuación. -Los amuletos obscenos: Para obviar los efectos funestos del mal de ojo, la magia interviene con amuletos y talismanes. Unos, tenidos entre los más poderosos porque representan la vida, por antítesis a la influencia maligna del ojo, son los talismanes a los que calificamos de obscenos, entre los que citaremos, por ejemplo, los amuletos fálleos o la higa, cuyo significado ha variado a través del tiempo [55 bis]. De esta creencia deriva también el llevar colgados al cuello cuernos de coral y la mano fálica, «figa» o «higa», con el pulgar replegado asomando entre los dedos índice y medio o corazón. En la antigüedad clásica a veces se une el poder de la máscara horrible de Gorgona con los amuletos obscenos, como talismanes contra la fascinación. Así, en un amuleto publicado por Gorl [56] encontramos la figura de la Gorgona y los falos. Estos amuletos fálleos, de diferentes formas y tamaños, pero a menudo pequeños, con una argolla para llevarlos colgados al cuello, eran en la Antigüedad muy abundantes y podemos ver en la actualidad algunos encontrados en nuestro país, conservados en numerosos museos arqueológicos. Como decía Apuleyo, que lo experimentó en carne propia, «nada escapa al ojo nocivo de la envidia» [57]. Y así lo pone de manifiesto san Basilio, en una época en la que el mal de ojo gozaba de un vigor sin parangón [58]. Es frecuente encontrar amuletos fálleos cuya potencia se triplica,

canalizando sus poderes de la forma más eficaz, combinando diversos elementos, como el falo y la serpiente, de la misma forma que lo hace, la figura de Gorgona. Un primer elemento sería el falo en sí, fuerza generadora de la naturaleza. Plutarco nos dice que los egipcios representaban a Osiris con el órgano de la generación en erección, para significar su poder generador y prolífico. En él, en su figura, se concentraban las esencias propiciatorias de la naturaleza más primitiva y conectado con cultos de fertilidad y fortuna, se le hizo pasar a presidir no sólo las viviendas o las dependencias familiares, o guardar los puentes, los acueductos u otros lugares de paso o de entrada, sino también los lugares públicos, como vemos en los conocidos ejemplos de la isla de Délos. Aún hoy se utilizan falos como protectores. Y siguen existiendo cultos de fertilidad o representaciones de dioses con esta forma, como el lingam o miembro viril de Shiva en India y Nepal, o las rocas mágicas en forma de sexo masculino y femenino de la isla de Koh Samui, en Thailandia. Recordemos, también, los casos que en el siglo pasado Paynes tuvo ocasión de ver en Isernia, antigua ciudad de los Samnitas, al sur de Italia, con ocasión de la festividad de san Cosme [59]. La misma finalidad que el falo tiene la «higa», con la que se intentaba simbolizar los órganos sexuales femenino y masculino. Estos amuletos, sin embargo, son poco frecuentes, debido tal vez a la dificultad técnica para el artista de representar el sexo femenino, que a veces también se exhibe en figuras apotropoicas. M. Isidoro Levy ha estudiado desde Egipto a Japón estas figuras, siguiendo las leyendas que muestran a una diosa femenina descubriendo su sexo [60], desplegando con ello toda su fuerza mágica en la que concurren, como en la figura de Gorgona, el movimiento, el ruido, los gestos obscenos y la risa formidable de los dioses, necesaria para hacer salir de su letargo invernal a la naturaleza. En todo caso, el gesto ritual de descubrir los órganos femeninos se considera como generador de energía mágica, a la vez que apotropaico. -El nombre de Gorgona: Pero no solamente se utilizaba la figura de Gorgona para proteger. Al tratarse de una figura tan poderosa, se entendía que también su nombre defendía. E incluso vemos utilizar éste de forma mágica en amuletos, destruyéndolo mediante un repetido conjuro que va haciéndolo desaparecer letra a letra. Se entendía así que se hacía desaparecer al enemigo, aunque fuese tan poderoso como la Gorgona a la que se está destruyendo y se hace recaer en ese enemigo el daño que se causa al nombre de Gorgona. Así lo vemos en dos amuletos procedentes de Heracleópolis Magna, que pertenecían al Museo de Berlín, números de inventario 955 y 956, cuyos originales se han quemado. El texto del encantamiento decía así: «a) Señor Sabaot, aleja de mi el sufrimiento, enfermedad de la cabeza, te lo suplico, aleja de mí... b) Os conjuro por el sagrado Nombre a que curéis a Dionisio, alias Anís, hijo de Heraclia, de todo escalofrío y fiebre, ya sea diurna o la diaria nocturna o diurna, o la cuartana, ya, ya, pronto, pronto.» Al lado hay una figura formada por diez líneas en las que la palabra GORGOPHÓNAS (matadora de la Gorgona) va decreciendo en una letra por línea, en un acto de magia mimética que lleva a su destrucción progresiva [61]

-El ojo protector:

Uno de los más reputados amuletos es el ojo mismo, que tuvo gran importancia en la magia egipcia. Era el uadjet, que se empleó con mucha frecuencia como signo de ofrenda, en frases como «toma este ojo de Horus...», como dice uno de ios Textos de las Pirámides (XIX, 117). Este ojo se utilizaba a veces solo, a veces en forma doble, triple o cuádruple y también hay placas de protección de 4 x 7, es decir, de 28 ojos divinos. Cuando es doble se trata de los ojos del sol y de la luna, los ojos del dios celeste Horus, por magia simpática, sea él sólo, sea atacado por animales que a veces son emblemas de divinidades a las que el hombre invoca para que le proteja de las malas influencias, el ojo ejerce esa protección, en una ambivalencia que encontramos también en muchos otros símbolos mágicos. Entre estos ojos mágicos protectores o apotropaicos destaca una pintura mural de la Sinagoga de Dura Europos, en el Eufrates, publicada por Du Mesnil du Buisson. Se trata de un fresco de la mitad del siglo ni d.C. y representa un ojo pinchado en la parte superior por tres puñales o «clavos», atacado por un gallo, una serpiente, una gallinácea y un escorpión. También lo vemos representado en un mosaico de Sousse (Túnez), en el que un ojo es atacado por un pez y dos serpientes, o los que vemos entre dos serpientes en una crátera etrusca. También en una medalla talismánica de Asia Menor, un ojo es atacado por un ibis, una serpiente y un escorpión, mientras que en una medalla llevada como amuleto, atacan a un ojo ocho animales. -La mano salvadora: Al mal de ojo se le ataca, se le detiene también a menudo con la mano. Se le rechaza por medio de la mano, proyectada hacia delante, con los cinco dedos abiertos o haciendo la higa. Este último gesto, es una representación del elemento generador, portador de vida por excelencia. Es el signo de la protección del fluido mágico, el gesto afirmativo de la voluntad de ser. Este gesto a veces se sustituye por el cuerno o por una «mano» talismánica (que entre los musulmanes se llama mano de Fátima). Para los musulmanes, en efecto, la mano les fue dada por Mahoma como una protección infalible contra el mal de ojo, y tiene tres significados misteriosos: designa a la Providencia, es un resumen de la ley; tiene cinco dedos, sometidos todos a la unidad de la mano que les sirve de base. Al igual que la ley, que contiene cinco dogmas o preceptos fundamentales. También la mano, por su estructura, al ser un resumen de la religión, es un poderoso instrumento de defensa contra los enemigos. Y dice un comentarista del Corán: «Cuando invoquéis a Dios, mostradle el interior de vuestras manos y no el exterior; y cuando acabéis, pasad vuestras manos sobre vuestro rostro» [62]. En general, existe una notable diferencia entre la mano derecha, considerada como de buen augurio, que en Roma era considerada como «la mano de Fides», según Servio [63 ]y la mano izquierda, considerada como mala o propia de acciones impuras [64].

La Serpiente Protectora Un rasgo adicional asemejaba a Gorgona con los guerreros que combatían, poseídos por la furia de la carnicería, menos: la cabellera. El salvajismo del macho guerrero se expresaba en su cabellera, larga y agitada, semejante a la crin de un caballo. En la cabellera de Gorgona, el salvajismo se hace más acusado, ya que no se trata de cabellos normales, sino de serpientes, castigo de Atenea por su sacrilegio indirecto. Habitante del país de los muertos, cuya entrada cierra a los vivos, el papel de Gorgona era, según Hesíodo, simétrico al de Cerbero, que impide a los muertos volver a la vida [65]. Aristófanes, al igual que Homero, sitúa en el Hades, junto a Cerbero, Estigia y Equidna, a las Gorgonas. También

Apolodoro narra que cuando Herakles descendió al Hades todos huyeron de él, menos Meleagro y Medusa [66]. Es, pues, natural, que un ser infernal estuviese acompañado por la serpiente, típico animal funerario, expresión de las fuerzas chthónicas y compañera habitual de las divinidades infernales como Perséfone o Proserpina o de los numerosos demonios del infierno etrusco. Pero, al igual que otros animales como el cocodrilo o el escorpión, como ya dijimos, la serpiente es representada a menudo como fuerza protectora, benéfica, porque con su figura se expresa la fuerza de los reyes y los héroes. Y también la fuerza destructora de los enemigos, lo que la convierte en un animal apotropaico por excelencia. Esta práctica o al menos la utilización de la serpiente como apotropalca está también atestiguada en Egipto, donde conocemos amuletos en forma de serpiente [68] que a veces junta su magia con la del falo. A veces, aun en nuestros días, para buscar la protección de la misma serpiente, la persona que la teme, incluso a su nombre, al oír que otro la nombra hace el gesto de los cuernos con la mano y tocando madera dice rápidamente «lagarto, lagarto, lagarto», tal vez porque este animal es el más parecido a la serpiente y se busca con él su protección, sin osar nombrarla, multiplicando por «tres» el efecto de su nombre, convirtiéndola así en protectora. Conocemos un conjuro, citado por Riviére, en el que interviene la mano: «Esta mano de Teti viene a ti, la mano —una gran tenaza de la casa de la vida— Aquel a quien ella agarre dejará de vivir; aquel a quien ella golpee, no volverá a levantar su cabeza. ¡Cae y muérete!» [69]. Y también podemos citar otro ejemplo egipcio, en este caso del El Libro de los Muertos, en el que se utilizan mezclados varios elementos mágicos:

«Fórmula para ser pronunciada sobre el dibujo de una "serpiente", provista de patas, que lleva en la cabeza un disco de dos cuernos, y sobre las figuras de "dos ojos sagrados", provistos de piernas y de alas. En la pupila de uno de estos ojos ha de ser trazada la figura del dios, con los brazos levantados, con el "rostro de Bes" y con el dorso de halcón, llevando la pluma doble. En la "pupila del otro ojo" debe ser dibujada la figura del dios, que alza los brazos, con el rostro de Neith, que lleva la doble pluma y el dorso de halcón. La fórmula ha de ser escrita con tinta "anti" y resina, mezcladas con verde del Sur, disuelto en agua de un lago occidental de Kemet, sobre una venda de lino nueva. Si este texto es leído en la tierra, su lector no será arrebatado por los emisarios del mal. No resultará herido ni morirá bajo los golpes del rey; no será detenido ni encarcelado; será acogido entre los cortesanos y ascenderá triunfal para aterrorizar a los malvados de la tierra.» También en Ugarit conocennos unos encantamientos parecidos [70] y en el término ugarítico qsr, utilizado en las tablillas con los encantamientos contra las serpientes puede reconocerse la raíz que, ligar, atar, con la que, como hemos dicho, también está relacionada la cabeza de Gorgona. Según 2 Re 18, 4, en tiempos de Ezequías los israelitas daban culto a una serpiente de bronce llamada «Nehustan» (de nahash, serpiente y nejoset, bronce). La destruyó Ezequías. Y creían que era la utilizada por Moisés para curar a los israelitas. Esta palabra «nahash» es la más usada corrientemente en los textos bíblicos para serpiente según Mayer Modena [71] y se deriva de la raíz nhs, adivinar, pronosticar, y de las mismas raíces deriva en otras lenguas como el aramaico, talmúdico o, fuera del campo estrictamente semítico, en algunos dialectos bereberes, en las que el término utilizado para «serpiente» deriva del verbo que significa adivinar o tener un saber mágico. Esta afirmación tiene una justificación en el ambiente cultural y mítico mediterráneo, en el que la serpiente aparece en diversas tradiciones como depositarla y transmisora de poderes mágicos y sobrenaturales.

Así pues, la serpiente estuvo reputada desde la Antigüedad como un animal mágico y protector. Y ésta era una de sus características, entre Otras que hemos resaltado en otras ocasiones [72] (que no ha perdido en la actualidad [73]). Por eso se la utilizaba en la Antigüedad en la figura de Gorgona, añadiendo a su figura no sólo un aspecto más terrorífico, sino también la fuerza y protección de su magia.

Los Nudos Mágicos Los nudos, que también vemos a menudo en las figuras de Gorgona, tienen para Contenau [74] una significación muy fácil de comprender. Su valor simbólico es comparable al de las operaciones mágicas imitativas que el mago llevaba a cabo para romper los encantamientos, comparando la mala suerte a los nudos que hay que deshacer para que la suerte vuelva o, al contrario, anudar hilos de lana para encadenar a los malos espíritus por medio del conjuro, como la lana ha sido anudada. La Égloga VIII de Virgilio nos transporta a uno de estos ritos semejante al del II Idilio de Teócrito. Tras haber afirmado el poder del encantamiento, la amante abandonada ordena a la bruja rodear la imagen de Dafnis con «tres» cintas y luego hacerles «tres» nudos, diciendo: «Estrecho los nudos de Venus.»

Cuando el profeta Mahoma fue encantado por las hijas del judio Lobeid Ben El Aram, que soplaron sobre unos nudos, el ángel Gabriel le reveló al Profeta la penúltima sura del Corán: «Di: yo me refugio cerca del Señor del alba... contra la malignidad de las que soplan sobre los nudos», Gabriel le indicó entonces que los nudos eran 10 y que habían sido arrojados a un pozo. Mahoma envió allí a Alí a buscarlos y recitó aquella sura, así como la siguiente, que le fue revelada al mismo tiempo. A cada versículo, un nudo se deshacía [75]. Existe cierta analogía entre estos ritos de magia en los que intervienen los nudos y el que se practica en los países árabes para conservar la virginidad. Según Buisson, se presentaba a la muchacha a una mujer que fabricase tapices y que tuviese que acabar lo que estaba haciendo. Ésta cogía a la muchacha de la mano y la hacía pasar siete veces por debajo del telar, dándole en cada ocasión un escobazo en las posaderas. Al séptimo golpe decía la maestra: «Te he anudado con el telar y sólo serás desanudada por el telar» y, lógicamente, habrá que invertir el rito cuando la muchacha se casaba y debía romperse el encantamiento [76]. Al lado de los múltiples amuletos que protegen a las personas, hay otros que tienen por motivo principal el defender las casas y las propiedades. Un ejemplo sería el de los llamados conos de fundación mesopotámicos, en cobre, bronce o simplemente en tierra cocida, a menudo con cabeza plana, lo que hace de ellos una especie de clavo, que enterraban antes de construir un edificio [77]. A veces están acompañados de una tablilla con una inscripción, o a veces se grababa esta inscripción, muy corta, en los mismos conos. Ya en el período arcaico mesopotámico se conocen —según Contenau— conos, cuya parte superior se termina en un busto de hombre. En la época de Gudea o de la III Dinastía de Ur se conocían clavos en forma de estaca sostenidos por un dios secundario arrodillado, que parece enterrarlo. Otras veces la cabeza del clavo se sustituye por figuras de animales o tienen forma de persona. Este poder de las puntas es recordado por Contenau, recogiéndolo de Heuzey y E. Pottier, a propósito del poder que se atribuye a las puntas para cazar los malos espíritus, recordando, por ejemplo, el trono de los reyes de Asiría, cuyos pies se terminan en forma de frutos de cedro o pinas que reposan en el suelo sobre su punta. También la tiara de los reyes de Asiría terminaba en punta, sobre la forma de lo que hoy.es un fez, para proteger a los reyes. Para Contenau, esta teoría del valor apotropaíco de las puntas puede ponerse en relación con las puntas de coral que se llevan al cuello y con el valor mágico de los dedos proyectados hacía delante para protección contra el mal de ojo, aunque también ios clavos se utilizan en ritos de

magia para «fijar» el hechizo, clavando la tablilla en la que está escrito en una tumba o clavando con puntas la figura de la persona a la que se quiere hacer daño o se desea encantar de alguna manera, como vemos en una figurilla egipcia de terracota del Museo de Louvre. También en Egipto los collares y brazaletes actúan como ligaduras y a menudo contienen signos mágicos, como el ojo. Entre los israelitas la magia de los nudos debió ser una práctica corriente. En Deuteronomio XVIII se menciona a quienes los utilizaban como «magos anudadores de nudos» y se han descubierto en Tell-Sandahanna, en Palestina, entre Belén y Gaza, 16 estatuillas rudimentarias, hechas de plomo, cuyos cuerpos, brazos, manos y piernas están anudados con «hilos del mismo metal» [78]. Ya en otro ámbito y refiriéndose al dominio mágico del viento, recuerda Frazer el hecho, recogido por Tuchmann, de que, ya en época cristiana, durante el reinado de Constantino, un tal Sopater fue condenado a muerte en Constantinopla por el delito de «atar» los vientos con su magia. Aconteció que los vientos que llevaban grano desde Egipto y Siria fueron detenidos lejos de la costa por calmas o vientos contrarios, lo que causó la rabia del pueblo bizantino hambriento. También los hechiceros fineses solían vender vientos a los marineros detenidos en los puertos por la calma. El viento estaba encerrado en «tres nudos»; sí deshacían el primer nudo se levantaba un viento moderado, si deshacían el segundo, un ventarrón y si deshacían el tercer nudo se desataba un huracán [79]. Entre los tabúes impuestos a los sacerdotes romanos podemos hallar un ejemplo notable en las reglas de vida impuestas al Flamen Dialis en Roma, al que se tenía como imagen viviente de Júpiter. Entre otras prohibiciones sufría la de llevar brazalete, salvo que estuviese roto, y tener un nudo en alguna parte de sus vestidos. Si metieran en su casa a un hombre maniatado, debían desatarle y tirar las cuerdas por un agujero del techo para que cayeran en la calle. Su mujer, la Flaminica, debía cumplir otra serie de prescripciones, entre las que figuraba la de llevar el cabello sin trenzar o anudar en determinadas ceremonias. Esto indica el temor a que el poderoso espíritu que se creía que vivía en él pudiera ser entorpecido en sus entradas o salidas por los anillos o los nudos [80].

Estas supersticiones y las anteriores aún existen en la España actual. Asi, por ejemplo, una que nos enseñaron hace años para encontrar objetos se basa en la magia del nudo, hecho en un pañuelo que ata el pene de un santo. Al no poder orinar, se cree que el santo hará encontrar la cosa perdida tan pronto sienta esta necesidad fisiológica. Se trata, así, de un rito de magia mimética con un contenido fálico que no está lejos de los ritos que estudiamos aquí. Otras veces se hacen dos nudos en los extremos de un pañuelo, a los que se llama «nudos del diablo». También se utilizan con frecuencia en conjuros amorosos: «Tomando un cabello de la persona que amas en luna creciente... y dando un nudo en el cabello diciendo este conjuro tres beces y cada bez dando su nudo harás que una persona te ame tiernamente "...con dos te miro/ con cinto te ato/ la sangre te bebo / el corazón te parto / tu sangre quiero beber / tu sombra quiero hollar/ porque no me puedas olvidar"» [80 bis] Otro ejemplo de la utilización de los nudos en la Antigüedad lo vemos en un papiro mágico griego [81] que comienza diciendo: «Te ataré a ti, Nilo, al también llamado Agato Daimón, al que parió Demetria, con grandes males...» Y en el Papiro Griego de la Biblioteca de la Universidad de Oslo [81 bis] se lee: «CHMG. Hor, Hor, phór, phór, lao Sabaot, Adonais, Salaman. Yo te ato, escorpión artemisio 315, 315 veces; guarda esta casa y a sus habitantes de todo mal; de todo hechizo de los espíritus aéreos y del ojo humano, y de la terrible enfermedad y de la mordedura del escorpión y de serpiente, por el nombre del señor altísimo. Guárdame, Señor, hijo de David según la carne, el nacido de la Santa Virgen María santo, Dios altísimo, del Santo Espíritu, Gloria a ti. Rey celestial. Amén.»

Y también en los Papiros Mágicos Griegos [82] se llama «Gran Serpiente» a Adonais, Zeus, Damnamenéo e lo. Hay divinidades que atan y desatan nudos, cuerdas, lazos, cinturones. Todas estas ataduras son sinónimo de enfermedades, muerte y encantamiento. En el mundo semita y en Mesopotamia en general, los nudos y lazos aparecen confundidos con la brujería y la medicina popular [83]. Yahvé, «maestro terrible de los lazos», es descrito en el Antiguo Testamento con nudos en la mano, como arma para castigar a los culpables. En el mundo griego, Hefaisto se ayudaba de estas prácticas para obtener el éxito en aquellas empresas en las que le faltaba la fuerza o el ingenio. Sus lazos, como los que llevaba la trampa que preparó para sorprender la infidelidad de Venus y Marte, eran indisolubles [84]. Al Utilizar el término serpiente como «lo que liga» se unen la magia del nudo y la derivada de la figura y de los poderes mágicos de la serpiente, con lo que la magia resultante será más poderosa. La serpiente se convierte así en una cuerda viviente, un vínculo viviente, como viene específicamente definido en el Atharva Veda, 14, 3. En la mitología india los textos védicos presentan a Varuna como dios supremo que reina sobre el mundo, los dioses (devas) y los hombres, por tanto, rey universal y también mago. H. Petersen ha explicado su nombre a partir de la raíz indoeuropea 'uer, ligar. Señor y soberano terrible, verdadero dueño de las ataduras, tiene el poder mágico de atar a distancia a sus víctimas, pero también el de desligarlas. Se le representa con una cuerda en la mano y en las ceremonias, todo lo que él ata, empezando por los nudos, se llama varúnico [85].

En relación con los nudos y las serpientes, los vemos también unidos en las imágenes que representan la cabeza de la Gorgona, que suele llevarlo bajo la barbilla o a veces de cinturón, hecho de serpientes enlazadas, tal como aparece en el frontón de Corfú, del siglo vi a.C. Una vez más, vemos este poderoso elemento mágico en la figura de Gorgona. Su triple poder, como dijimos al principio, está demostrado: petrificado por la mirada que fascina, espantado por las serpientes y atado o ligado por los nudos mágicos, un simple mortal no puede desafiarla sin perecer en el intento. Sólo una magia más poderosa que la de Gorgona, la de los dioses que ayudaron a Teseo, pudo vencerla. Triste final el que la Mitología asigna a una persona, marcada por el Hado, por los Fata que clavaron su suerte como Átropos clava el clavo del Destino. Víctima de los dioses, condenada por Atenea debido a la violación por parte de Poseidón, sólo la magia del escudo-espejo de Atenea, de nuevo su enemiga y la de las sandalias de Ares que llevaba Perseo, pudieron vencerla. Pero aun muerta, cuenta la leyenda que no sólo seguía petrificando con su mirada, sino que también un solo rizo suyo (¿una serpiente?) servía para poner en fuga a un enemigo y que Asclepio, en cambio, como terrible paradoja, utilizando la sangre que salía por las venas de su lado derecho, devolvió la vida a los muertos [86].

CONCLUSIONES Así pues, podemos decir que ha sido largo el camino que la Gorgona Medusa ha recorrido desde su nacimiento. De ser una bella joven, nacida en el país del Extremo Occidente, tal vez la Bética, su suerte cambió por la maldición de una diosa, pasando a convertirse en un monstruo. Su figura, y sobre todo su rostro, sólo nos ha llegado a través de leyendas mitológicas y representaciones figurativas. Medusa, recuerda P. Vernant, no fue objeto de culto alguno, ya fuese para honrarla o para conjurarla [87], aunque en la religión griega existen algunas potencias temibles emparentadas con Gorgo en el sentido de que sólo se representan sus cabezas. Éstas serían las Prasidikai, diosas chthónicas e infernales, nombradas en plural o en singular como Prasidiké, la divinidad de los infiernos asimilada a Perséfone, también diosa de la fecundidad o Deméter Kidaria, diosa enmascarada que garantiza la inviolabilidad de los juramentos [88]. Las Prasidikai de Beocia están relacionadas con el agua de la fuente Tilfousa, guardada por una serpiente, hija de Ares y Gea o de este dios y Erinis Tilfossa.

A este respecto queremos constatar, al estudiar la figura de Gorgona, dos circunstancias que nos parecen muy expresivas: 1.La presencia de representaciones del Gorgoneion en la mayoría de ios lugares donde manan aguas termales [89]. Así, de las numerosas ciudades antiguas cuyas monedas llevaban la imagen de Gorgona, a saber:  La isla de Caria, Astyphalea, siglo ii a.C.  En la de Lesbos, en Methymna, en fecha del 500-450 a.C.  En Pisidia, en la ciudad de Selge, hacia 350-333 a.C. y después.  En Macedonia, en la ciudad de Neápolis, con dos tipos diferentes,  entre 500-411 y entre 411-350 a.C.  En Acarnania, en la ciudad de Leucas, de 480 a 400 a.C.  En Corinto, del 500 al 430 a.C.  En Cilicia, en la ciudad de Celenderis.  En Sarmatia, en la ciudad de Olbia, del siglo ni al ii a.C.  En la Troade, en Abydos, del 480 al 450 a.C.  También en Mysia, en la ciudad de Parium.  En Sicilia, las ciudades de Himera, Camarina y Motya.  En Beocia, la ciudad de Coronea.  En Tracia, la ciudad de Apolonia.  En Panfilia, Aspendos.  En Arcadia, Tegea.  En Atenas, entre los años 594 y 562 a.C.  En Misia, Parium, en el siglo iv a.C. [90]  En la isla de Serifos [91] Al menos 11 de ellas se encuentran en las proximidades de dichas fuentes. Tal es el caso de Serifos, que en nuestra lista ocupa el último lugar, en cuya fuente termal se celebran aún hoy fiestas anuales. También se vinculan estas divinidades parecidas a Gorgona con los caballos. Tal el caso de «Erinis Tilfossa», que con la forma de yegua se unió al caballo «Areion», en Beocia. Y en la Arcadia su «gemela» «Deméter Erinis», instalada en Telpoussa, sobre las márgenes del Ladón, de cuyas aguas surgen varias fuentes. Deméter tomó la forma de yegua para unirse a Poseidón, convertido en caballo, y parió al potro «Areion» y a una hija con nombre secreto en la que se reconoce a Perséfone.

Esta Deméter tiene también dos aspectos, el furioso de Erinis se corresponde con el sereno, una vez apaciguada su cólera tras bañarse en las aguas del Ladón: es la «Deméter» Lousia, la Purificada, la Lavada. Y en Figalia existe una gruta consagrada a «Deméter» Melaina, la Negra, a la que se representa sentada sobre una piedra. Su cuerpo es de mujer, con cabeza y crin de caballo. De esa máscara equina brotan serpientes y fieras, a la manera de Gorgona. También la máscara de Gorgona presenta esta doble polaridad. Une lo bello y lo feo, lo masculino y lo femenino, lo joven y lo viejo, lo humano y lo bestial, lo celestial y lo infernal, lo alto y lo bajo, como de la raza de Medusa es a la vez la vida y la muerte, según refiere A. Moreau [92]. De ahí que su figura se sitúe a la entrada de lo sobrenatural, ya que en ella se produce una mezcla inquietante que rompe el orden natural de las cosas y de los seres, tanto humanos como divinos. En la cara de Gorgona se produce una forma de desdoblamiento, una salida de la realidad. Por medio de la fascinación, el espectador es arrancado de la realidad, entrando en el mundo de lo irracional. Es, como dice Vernant, el otro yo, el doble, una imagen vista en el espejo: una imagen mágica. La belleza y la fealdad enfrentadas dan paso a una sensación de irrealidad que trastoca el orden natural: Se sale del orden normal de las cosas para entrar en el mundo de lo irracional, en el mundo de la Magia. Tal vez atravesando el espejo donde la propia imagen sólo puede ser vista de frente, en el espejo mágico que salvó a Perseo de morir en las garras de Gorgona.

Pero del tema de la inversión y su utilización en la magia, así como la lecanomancia, nos ocuparemos en otra ocasión. 2.La estirpe de monstruos que viven en los confines del mundo, donde la Teogonia ubica a las Gorgonas, se relaciona con la Península Ibérica, a la que las fuentes antiguas llamaron Ophioussa o país de las serpientes. Nacidos de la unión de Ponto y Gala, del mar y la tierra, que representa la vida y la fecundidad, pero a la vez la muerte y la monstruosidad, Forcis y Ceto engendraron a Medusa. De su cuerpo decapitado nacieron dos razas de seres: benignos y malignos. Maligno fue Crisaor, que engendró a Gerión, el mítico rey de Tartessos, de tres cabezas, el mismo que alzó su voz (gerúo), que hiizo estallar un gerúma como el tiupértonon gerúma, el grito agudo que produce la larga trompeta de Etruria [93]. Y de Gerión, el monstruo de tres cuerpos o tres cabezas que hiabitaba en Eritia, isla situada junto a lo que después fue Gades [94] es hija, según Vernant, la feroz Equidna, la víbora [95], mitad mujer, mitad serpiente, que habita en las profundidades de la tierra, apartada de los dioses y de los fiombres, madre de Ladón, el dragón insomne de cien cabezas que guardaba el Jardín de las Hespérides. Tales son las afinidades y conexiones, además de las ya señaladas, de Gorgona y las serpientes [96]. Generalmente se admite que se alude a Proserpina, sincretizada tal vez con una divinidad hispana, Ataecina, en unos versos de la Ora Marítima de Avieno (vv. 241-243), que se refieren a la existencia de un santuario, templo y cueva de una diosa infernal en la región del estrecho de Gibraltar:

lugum inde rursus, et sacrum infernae deae diuesque fanum, penetral abstrusi caui aditum caecum. También es posible, según Blázquez, que sea una representación de Ataecina la existente sobre un fragmento de térra sigillata, de época augustea, aparecido en Cástulo. Las diosas figuradas son dos: en la parte superior se halla un busto femenino, una figura con la cabeza velada y el pecho desnudo, portando un fruto o una copa en la mano derecha, mientras con la izquierda sostiene una cornucopia. Debajo hay dos ramos, y una cabra a la derecha y posiblemente un niño a la izquierda. En la parte inferior está Tellus o Proserpina. La presencia de esta diosa, así como la cabra y el ramo, parecen señalar que la imagen de la parte superior posiblemente es una interpretatio romana de Ataecina [97] que en nuestra opinión vendría avalada por la figura de la serpiente, que desde el lado izquierdo se levanta hacia la diosa, subrayando su carácter infernal, chthónico, benefactor, profetice y salutífero, a la vez que doméstico. También se encuentran en la Península Ibérica numerosas cabezas de Medusa-Gorgona, y así, éste parece ser uno de los motivos más populares entre los que muestran serpientes en la Península [98] A los numerosos ejemplares ya citados, las corazas de Minerva, podemos añadir la falera de bronce con cabeza de Medusa que apareció en Tarragona, en el llamado Foro Bajo [99]; el disco con cabeza de Medusa de Mogón, Villacarrillo (Jaén) [100] ; las faleras de Júpiter Ammón y Medusa, procedentes de Pancaliente, en las afueras de Mérida [101]; el puteal con figura de Gorgona de Córdoba, que se conserva en su Museo Arqueológico [102]; el ara funeraria de Montjuich [103]; el ara funeraria del Museo Arqueológico de Barcelona [104];las acróteras de monumentos fúnebres [105] los relieves [106] con cabeza de Medusa del Museo Arqueológico de Barcelona [107]; la lucerna con cabeza de Medusa en el disco [108] , y el camafeo con cabeza de Medusa de Lisboa, del Museo Nacional de Arqueología de Portugal, entre otros.

Todos estos documentos avalan varios hechos históricos que nos parecen incuestionables:  Existencia de numerosos mitos griegos en relación con monstruos serpentiformes y la Península Ibérica.  Coincidencia de estos mitos alusivos a serpientes en Híspanla con las primeras fuentes históricas referentes a nuestra península, lo que podría haber dado lugar a la ubicación en ella de los relatos míticos referentes a animales serpentiformes.  Ubicación de la mayoría de las Gorgonas hispanas correspondientes a monumentos funerarios, aunque ya de época romana, en la zona nororiental, concretamente en Cataluña' zona de gran influencia griega.  Constatación en esta zona de gran cantidad de prácticas mágicas, al menos en relación con tabellae defixionum [109].  Localización de la mayor cantidad de joyas con motivos serpentiformes en el sur peninsular. Son las llamadas «Tartésicas» en lugares próximos a aquellos de donde eran originarios, según los mitos griegos, los monstruos serpentiformes descendientes de Gaia-Gea. Hemos visto, pues, que la Gorgona, bien de Oriente a Occidente, bien a la inversa o tal vez coincidiendo en ambos extremos del Mediterráneo, como tantos personajes de la Mitología, fue una figura duradera y universal. Como suma de tres elementos mágicos: ojos que fascinan, serpientes que espantan a los enemigos y protegen a quien las lleva y los poderosos nudos que evitan todo movimiento, fue temida, respetada y solicitada. Y sobrevivió gracias a su misma fuerza mágica. En ella confluyen poderes mágicos universales. Y su figura parece querer superar no sólo el tiempo, sino también la crueldad del Destino que le provino, sobre todo, de la enemistad o la envidia de una diosa. Luchadora incansable, se opone a ese Destino injusto marcado por su belleza, con las armas más terribles de la naturaleza. Y, puesto que fascinó a Poseidón con sus ojos, invirtió los términos convirtiendo la maldición de Atenea en un mal para los hombres, a los que petrificaba con los ojos, a los mismos hombres de los que la diosa, patrona de las Artes, era protectora, expresión terrible de un resentimiento envidioso, «fascinador», del «mal de ojo». Se enfrentó a los hombres protegiéndose con las serpientes, animal familiar para la estirpe de la Madre Tierra, monstruo primordial que recuerda a la mesopotámica Tiamat. De la estirpe de los seres serpentiformes vencidos que encontramos en todas las Mitologías al principio de los tiempos. Atenea la castigó recordándole su origen y, como hija de la serpiente, hizo que éstas formasen sus cabellos, de forma que nunca pudiese separarse de ellas. Pero también de este castigo sacó provecho Gorgona. Una vez más invirtió los términos y se protegió con las serpientes. No olvidemos que la serpiente es, sobre todo, un ser benéfico, benévolo y protector, adorado por multitud de pueblos en todo el mundo. Y protegió a los hombres con la fuerza apotropaica de su misma monstruosidad, sacando salud de la muerte y protección de los "animales mortales. Y como última arma mortal utilizó contra sus enemigos y contra los de aquellos que se protegían con su imagen los nudos, arma de poder letal que encadenaba a las criaturas mortales y a los dioses, interfiriendo su voluntad e imponiendo sus deseos: última arma mágica de una pobre criatura, encadenada ella misma a la fealdad y al horror por el capricho de los dioses. Y así, quedó unida para siempre a un triste destino, que la convirtió, pese a los mismos dioses, en inmortal, para ayuda de los hombres.

NOTAS [1] QUAIFE, G. R., Magia y maleficio. Las brujas y el fanatismo religioso. Barcelona, Ed. Crítica, 1989, pág. 91. [2] BONNER, C, Studies in magical amuléis ctiiefty Graeco-Egyptian. Oxford, 1950, núms. 5, 12, 17, 18, 39, etc., con serpientes erguidas, cfr. págs. 54, 58, 235, 236, etc.; escorpión, págs. 77 y 78. [3] Cfr. TUCHMANN, J , en «La fascination», Mélusine, Recueil de Mythologie, littérature populaire, traditions et usages, publié par MM. H. Gaidoz &, París, E. Rolland, t. I, 1878, IX, 7, col. 154 y nota 1, col. 155 ss. El trabajo de Tuchmann comienza en II, núm. 9, pág. 193, y continúa a lo largo de numerosos fascículos, por lo que lo citaremos comenzando por el nombre de la revista, siguiendo por el tomo, el fascículo y la página. [4] GUADAN, M., «La simbología de los números y las reglas aritmománticas en la antigüedad5 », Acta Numismática, Vil, 1977, 33-56; también GÉRARDIN, L., Le mystére des nombres. Ed. Dangles, St. Jean de Braye, 1985. [5] En una serie de artículos en Melusine, tomos 2, 3, 4, 5, 1884-1885. Examina este fenómeno en diferentes países y diversas épocas. Ver sobre todo el tomo 2, 1884-1885, págs. 169 ss. [6] PLUTARCO, Vit. Arat., 32; DEONNA, Le symbolisme de l'oeil, París, ed. du Boccard, 1965, pág. 162 y núm. 9. [7] CARABIA, J., «Hécate et la propeté». Pallas, XXXV, 1989, págs. 25-63 y pág. 29. [8] EONNA, op. cít., pág. 163. [9] CIL XIII, 11340, tablilla de plomo con signos mágicos encontrada en los subterráneos Cordel anfiteatro. La civilisation romaine de la Moselle á la Sarre. Catalogue de l'exposition du musée du Luxembourg. Maguncia, 1983, núm. 94, págs. 144-145, cfr. CARABIA, op. Cit., núm. 59. [10] Gorgoús, acusativo en HESÍODO, Teog. 274; Gorgónes, en Scut. Herc. 230; en singular é Gorgó en APOLODORO, II, 4, 3, etc.; lat. Gorgo y hasta Gorgona, plural Gorgónes, segtjn Ruiz DE ELVIRA, A., Mit clásica, Ed. Gredos, 1982, pág. 45. [11] GRIMAL, P., Dicdonaho de la Mitología griega y romana. Ed. Paidós, Barcelona, 1982, 217b ss. [12] Ib., pág. 446, cuadro 31 y cuadro 30, pág. 424. [13] Pyth, XII, 16. [14] OVIDIO, Mei. IV, 794-803; cf. APOLLOD, II, 4, 3. [15] TUCHMANN, J., en fi/telusine II, 1884-85, pág. 241; también Iliada, XI, 36, y V, 741. [16] RUIZ DE ELVIRA, A., op. cit., pág. 159. [17] PLANT, R., Greek Coin Types and their identilication. London, 1979. [18] VERNANT, J. P., La muerte en los ojos. Ed. Gedisa, Barcelona, 1986, pág. 43: [19] RUIZ DE ELVIRA, A., op. cit., Gorgo, 185; Gorgonas, 45, 46, 157, 158. También sobre Gorgona ctr. VERNANT, J. P.-VIDAL-NAQUET, P., Mito y tragedia en la Grecia antigua, Madrid, Ed. Taurus, t. I, 1987. t. II, 1989, págs. 45-46, 263. [20] BELL, E. E., «TWO Krokotos Mask Cups at San Simeón», CSCA. 10, 1977, págs. 1-5. [21] DEONNA, W., op. cit., págs. 33 ss. [22] GOLDMAN, B., «The Ancestry of the Greek Gorgon», Berytus XIV, 1961, págs. 1-23: HoPKiNS, C, «Asyrian Elements in the Perseus-Gorgon Story», American Journal of Archaeology, 1943, págs. 341-353; ídem: «The Sunny Side of the Greek Gorgon», Berytus. XIV, 1961, págs. 25-35: KARAGIORGA, T., Gorgeié Kephalé. Origen e importancia de la figura de Gorgona en el culto y el arte de época arcaica griega; MARINATOS, Sp., «Gorgones kai gorgoneia», Archiologike Ephemeris, 1927-1928, págs. 7-41; WILL, E., «La décollation de Méduse», Revue Archéologique, 1947, págs. 60-7. [23] Cfr. VERNANT-NAQUET, II, Fascinación, II, 42-43; 46, 251, 260, 263.

[24] Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, 20 ed Madrid, 1984 [25] V. op. cit. en nota 3. También DEONNA, W., op. cit. Passim. [26] La Magie chez les Assyriens et les Babyloniens, París, Payot, 1947, págs. 260-263. [27] CONTENAU, G., op. cit., págs. 96-97. Sobre el E-NU-RU cfr. ídem, pag. 152, tal vez «casa de la luz» o «casa del exorcismo». [28] Sobre el mal de ojo cfr. SUID, Lex, s. v. [29] EsTRABóN, XIV, 601; DioDORO, V, 55. [30] Cfr. BRELICH, A., GH eroi greci. Roma, 1958, págs. 333 ss.; REALACCI, P., «I Telchines, "maghi", nel segno della transformazione». Magia, Studi di storia delle Religioni in memoria di Rafíaela Garosi, a cura di Paolo Xeila, Bulzoni ed. Roma, 1976, págs. 197-206. [31] CooK, A. B., op. cit., pág. 502, núm. 2. [32] DEONNA, W., Le symbolisme de l'oeil. París, 1965, pág. 196. [33] BoNNER, C, op. cit., 1950, pág. 303, y amuleto núm. 303a, lám. XV. [34] JOBBE-DuvAL, Les morts malfaisants. París, 1924; FRAZER, J., La crainte des morís. París, 3 vols., 1934-1937. [35] DAREMBERG-SAGLIO, Dictionnaire des Antiquités grecques et romaines, s. v. magie. [36] CONTENAU, op. cit., pág. 260. [37] DETIENNE, M., «Le phoque, le crabe et le torgeron», Col. Latomus, 114, Hom. á /W. Delcourt, Bruselas, 1970, págs. 219-233. [38] BUC, 3, 103. [39] CATULO, Carm., V. [40] Cfr. TuPET, A. M.', «Rites magiques dans rAntiquIté romaine», ANRW, II, 3, págs. 2591-2675, concretamente sobre el mal de ojo las áginas 2606-2675. [41] Me 6, 23; 7, 22. [42] Cf. TEÓCRITO, 6, 39. [43] APOLONIO, Argonautica, 4.1635-90, edición preparada por C. García Gual, Madrid, Ed. Nacional, 1975, pág. 229; también LUCK, Arcana Mundi, citado, págs. 66-67. [44] Argonautica, pág. 161. [45] Argonautica, pág. 183. [46] Gran Papiro Mágico de París (PGM 1:167-68), en Arcana Mundi, citado, pág. 101. [47] LAFAYE, G., Catulle. Poésies. París, 1923, pág. 5. núm. 3 [48] HEURGON, H., «Les sortileges d'un avocat sous Trajan», Hommages Marcel Renard, Bruxelles, 1969, [49] CARABIA, J., Mecate, garante de la propreté: Defense de deposer des ordures sous peine de... Pallas, Revue d'Études Antigües, XXXV, 1989, págs. 25-63, pág. 30. Sobre las piedras preciosas mágicas cfr. BARB, A. A., La supervivencia de las artes mágicas, en MoMiGLiANO, A., et al.. El conflicto entre paganismo y cristianismo en el siglo iv, Madrid, Alianza Universidad, 1989, págs. 117-144, pág.141. [50] RiBiCHiNi, S., op. cit., pág. 75. [51] Píticas, 12, 6 ss. [52] VERNANT, op. cit., pág. 58.

[53] TUCHMANN, «La fascination», en Melusine, IX, núm. 7, enero-febrero 1899, págs. 154-156 [54] VERNANT, J. P., op. cit., pág. 44. [55] DEVEREUX, G., Baubo, la vulva mítica. Barcelona, Ed. Icaria, 1984. [55 BIS] Para san Agustín {Confesiones 1,7) fascinum era el nombre del órgano masculino que se suspendía al cuello de los niños y que las mujeres llevaban como adorno. [56] TUCHMANN, op. cit., IX, 7, col. 154. [57] Metamorf., IV, 14. [58] DE LA BARRERA, J. L.-VELÁZQUEZ, A., «Amuletos romanos de Mérida», l-lomenaje a Samuel de los Santos, Albacete, 1988, págs. 211-215, núm. 12. [59] PAYNE KNIGHT, R., El culto a Phapo. Ed. «Tres, catorce diecisiete», Madrid, 1980, pág. 13 ss. En esta ciudad, con ocasión de las fiestas de san Cosme, el 27 de septiembre, se venden en el mercado «ex-votos» en cera representando las partes masculinas de la generación, de todos los tamaños. Y se bendicen con el aceite de san Cosme los miembros enfermos, incluidos los representados en los ex-votos. [60] Cfr. LEVY, I., en Mélanges Fr. Cumont, 1936, págs. 817-845. [61] Textos de magia en papiros griegos. Madrid, Ed. Grados, 1987, pág. [62] RiviÉRE, J., Amuletos, talismanes y pantáculos. Barcelona, Ed. Martínez Roca, S. A., 1974, págs. 126 y ss. [63] Ad. Aen., III, pág. 608. [64] Cfr. el articulo «mano» en el Dictionnaire de la Biblie, de VIGOUROUX, 1908; BOYANCÉ, P., «La main de Fides», en Col. Latomus, LXX (Hom. a J. Bayet), Bruselas, 1964, págs. 89-100; también HERTZ, R., «Preéminence de la main droite», en Mélanges de sociologie religieuse et de folklore. Paris, 1928, pág. 99 ss. [65] Teogonia, 770-773 [66] ARISTÓFANES, Las Ranas, v. 477; APOLODORO, II, 5, 12, citado por VERNANT, op. cit.,pág. 63. [67] VÁZQUEZ HOYS, A. M.': La serpiente en el mundo antiguo. \. La serpiente en las religiones mediterráneas». Boletín de la Asociación de Amigos de la Arqueología, 14, dic.1981, págs. 33-39. [68] PETRIE, Sir W. M., Amulets. Ed. Aris & Phillips Ltd., Warminster, Wiltshire, Inglaterra. Amulets of powers, vulture and uraeus, pág. 18; Uraeus serpent, pág. 18. Protective Amulets, Serpent, pág. 25; Serpent head, pág. 25; Cobra on case, pág. 26; Animal-Headed God, pág. 43; serpent with, Nehebka, pág. 49. También sobre los amuletos egipcios cfr. MUELLERWiNKLER, CL., Die gyptischen Objekt-Amulette. Freiburg Schweiz, Universitáts verlag, Gottingen, Vandenhoeck und Ruprectit, 1987, con toda la bibliografía anterior. [69] Textos de las Pirámides núm. 672, citado por RIVIÉRE, op. cit., pág. 83, núm. 24. [70] RINGGREN, H., "La religión de la antigua Siria», en BLEEKER, C. J.- WIDENGREEN, G., Historia Religionum. Manual de Historia de las Religiones. Madrid, Ed. Cristiandad, 1973, pág. 215, op. cit. [71] ASTOUR, M. C: «Two Ugaritic Serpent Charms», JNES 27, 1978, p. 13 ss.; también XELLA, P.: «Per una riconsiderazione dalla morfología del dio Horon», AION 32, 1972, p. 285 ss., PARDEE, D.: «A Phllological and Presidie Analysis of the Ugaritic Serpent Incantation UT 607», JANES 10, 1979, p. 86 ss.; LIPIÑSKI, E.: «La légende sacrée de la conjuration des morsures de serpents», Ugarit Forschungen 6, 1974, pp. 170-171; XELU, P.: / Testi ritual! di Ugarit-I, Testi. Roma, Consiglio Nazionale della Ricerche 1981, pp. 224-240 y todo el capítulo III. [72] VÁZQUEZ HOYS, A. M.': «La serpiente en el mundo antiguo. I. La serpiente en las religiones mediterráneas», en Boletín de la Asociación de Amigos de la Arqueología, núm. 14, diciembre 1981, págs. 33-39; ídem, «The representation of serpent in Ancient Iberia », International Conference on Archaeology and Fertility Cult in Ancient Mediterranean. Malta, 2-5 septiembre 1985, Ed. Malta, 1986, págs. 305-314; ídem, «From earth to heaven: The snake and the indoeuropean religious change», The Transformation of European and Anatolian culture, 4500-2500 b.C, organized by the Indo-European Studies Program, University of California, Los Angeles in conjunciton wjth University College, Dublin, págs. 15- 21, septiembre 1989 (en prensa); Ídem, «La serpiente en las religiones antiguas: ¿Genio o demonio?», / Congreso de Arys. Madrid, diciembre 1989; ídem, «Los cultos a la serpiente en Hispania», IV Coloquio Galaico-Míñoto. Lugo (Galicia). 24-27 septiembre 1990 (en prensa); ídem. Representaciones de serpientes en la

iconografía mitraica. Colaboración con Julio Muñoz Garcia-Vaso. Espacio, Tiempo y Forma en este mismo número, pp. 85-116; ídem; «Los cultos a la serpiente en Egipto», Espacio. Tiempo y Forma, Serie II, H.' Antigua, t. 4, 1991 (en prensa); ídem; «Isis-Serpiente-Sarapis-Agathodaimon», Homenaje a F. Presedo, Universidad de Sevilla, 1991 (en prensa). [72] Así, en Thailandia se conserva su figura como genio protector a la entrada de todos los templos y se ha asimilado al budismo en forma de serpiente con siete cabezas que protege a Buda de la lluvia. [74] CONTENAU, G., La magie chez les Assyríens et les Babyloniens. París, Payot, 1947, p. 47 y ss. [75] DOUTTE, E., Magie et religión en Afrique du Nord, pág. 89, citado por BUISSON, M., La Magia, Barcelona, 1976, pág. 37. [76] BUISSON, op. cit., págs. 38 ss. Otros ritos en los que se practica el atado y desatado en RIVIERE, J., Amuletos, talismanes y pantáculos, Barcelona, Ed. Martínez Roca, S. A., pág. 1074, nudos, págs. 25, 113, 115, 194; clavo, págs. 222, 158-9; 342-3, lazos, pág. 113. [77] CONTENAU, G., op. cit., pág. 246. [78] Cfr. Contenau, op. cit., pág. 273. También RIBICHINI, S., «La magia nel mondo antico». Archeo. Actualitá del Passato, núm. 54, agosto 1989, pág. 67. [79] FRAZER, S. J., La Rama dorada. Madrid, Ed. FCE España, 1984, págs. 111, 213, 284-6; 286; 288-9; 616. [80] Ib., págs. 213 y 290; II. Tabú sobre los nudos y los anillos, ídem, págs. 284-90. [80 BIS] CORDENTE MARTÍNEZ, H.: Brujería y hechicería en el obispado de Cuenca. Diputación Provincial, Cuenca 1990, pp. 91-92. Texto en A.D.C. Leg. 351, exp. 4.992. Recetario de Hechicerías. [81] PMG P XV, Papiro Griego 491 del Museo de Alejandría, Textos de magia en papiros griegos, cit., pág. 313. [81 BIS] PMG P3, pág. 396. [82] Cfr. PMG, pág. 171. [83] Cfr. MiRCEA ELIADE, «Le dleu lieur et le symbolisme des noeuds». Revue d'Histoire des Retigions, CXXXIV, 1945, págs. 22 y ss. [84] DELCOR, M., Hephaistos ou la légende du magicien. París, 1957, págs. 22 ss.; también LÓPEZ DE LA ORDEN, M. D.-PÉREZ LÓPEZ, I., «A propósito de un nudo hercúleo encontrado en Cádiz», Anales de la Universidad de Cádiz, II, Cádiz, 1985, págs. 83-97. [85] Sobre los nudos y la magia cfr. VÁZQUEZ HOYS, A. M.', «Aspectos mágicos de la antigüedad"; se simula con nudos los lazos del amor (VIRGILIO, Egl. VIII, 77; Ciríd., 368 ss; sobre otros usos del mismo símbolo FRAZER, op. cit., I, págs. 394 ss., núms. 2 y 3; también PAUSANIAS, V, págs. 45 ss. [86] Sobre esta ambivalencia de la Gorgona cfr. MOREAU, A., «La race de Méduse: Forcesde vie contre forces de morte», Actes du Colloque de Poitiers, 13-14 mai 1983, págs. 17. Esta curiosa ambivalencia nos recuerda los métodos de la medicina homeopática y la utilización que se hace en medicina de algo tan mortal como el veneno de serpiente, sobre todo para curar eczemas, psoriasis y disminuir el tiempo de coagulación de la sangre o, modernamente, para curar el cáncer, cfr. FOLCH ANDREU, R., «Las serpientes y su veneno. Medicamentos que con ella se han preparado». Farmacia Nueva, 273-5, 1959.

[87] VERNANT, op. cit., pág. 87. [88] VERNANT, op. cit., pág. 88. [89] CROON, J . H., «The Mask ot the Underworid Deamon. Some remark on the Perseus-Gorgon Study», Journal of Hellenic Studies, 75, 1955, 9 ss. [90] Sg. PLANT, R., Greek coins types and their Identification. London, Seaby Ed., 1979. [91] PLANT, op. cit., solamente señala 19. Vernant, op. cit., pág. 92., siguiendo a Croon, señala 29 sin nombrarlas, entre ellas Serifos. [92] Op. cit., passim.

[93] VERNANT, op., cit., pág. 68. [94] APOLODORO, II, 5, 10. [95] Según GRIMAL, Diccionario, cit., págs. 446 y 164 b-165a, Equidna, «Víbora», es hermana de Gerión, hijos ambos de Crisaor y Calirroe. En general, las tradiciones discrepaban acerca de su origen. Así, para Hesiodo, es hija de Forcis y Ceto. Según otros autores, desciende de Tártaro y Gea, o de Estige, o tal vez de Crisaor. Vivía en una caverna en Cilicia, en el país de los arimos. Otras tradiciones la sitúan en el Peloponeso. Se cree que entre sus numerosos hijos estaba el dragón de Cólquide que guardaba el Vellocino de Oro. Sobre estas genealogías cfr. MOREAU, A.: «La race de Méduse: Forces de vie contre torces de mort». Morí et fecondité dans les Mythologies: Actes du colloque de Poiteirs, 13-14, mai 1983, págs. 1-17. [96] Nuestro primer Interés por la serpiente partió de nuestros primeros trabajos sobre la religión romana en Hispania. Cfr. La religión romana en Hispania. Fuentes epigráficas, arqueológicas y numismáticas. Madrid, noviembre 1974 (Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense, 1982), dos tomos, y ha sido objeto por nuestra parte de numerosos trabajos que esperamos se vean recogidos pronto en dos volúmenes, respectivamente, sobre la serpiente en Hispania y el mundo antiguo en general; además de los trabajos ya reseñados en nota 72, cfr. VÁZQUEZ HOYS, Ana M.', «Cultos y ritos de fecundidad y su simbología; Las aguas en la Hispania Romana», en Universidad y Sociedad, 1, Madrid, págs. 167-184; ídem, «Aspectos mágicos de la Antigüedad», Boletín de la Asociación de Amigos de la Arqueología, (BAAA) 19, junio 1984, págs. 50-54; ídem, «Aspectos mágicos de la Antigüedad: Los espejos mágicos», BAAA 20, diciembre 1984, págs. 18-24; ídem, «Aspectos mágicos de la Antigüedad. III: La magia en las tabellae defixionum hispanas», BAAA, núm. 21, junio 1985 , págs. 35-45; ídem,-FERNÁNDEZ URIEL, P., «LOS cistóforos y su significado», BAAA, 1991 (en prensa). [97] BLÁZQUEZ, J. M. Diccionario de las religiones prerromanas, cit. pág. 41, y fig. B, pág. 44. [98] VÁZQUEZ HOYS, A. M.', «El culto a la serpiente en la Península Ibérica», IV Congreso Galaico-Míñoto. Lugo, septiembre 1990, en prensa. [99] Cfr. SERRA VILARÓ, J., «Excavaciones en Tarragona», Memoria núm. 116 de la Junta Sup. Exc. Madrid, 1932, pág. 97, lám. 25. Interpretada como aplique de un cubo o como adorno de una coraza. GARCÍA BELLIDO, A., «El ejército romano en España», AEA, 49, 1976, núms. 133-134, págs. 59-102: fig. 29. [100] Los iberos. Catálogo de la exposición sobre estos pueblos. Madrid, Ministerio de Cultura, 1983, pág. 194. [101] GARCÍA BELLIDO, A., Esculturas romanas de España y Portugal (CSIC. Madrid 1949), t. II, núm. 417, lám. 29. [102] Ib., lám. 291. [103] Ib., t. II, núm. 306, lám. 246. [104] Ib., núm. 307, lám. 246. [105] Ib., núms. 308, lám. 246; núm. 309, lám. 247; núm. 310, lám. 247. [106] Ib., núm. 312, lám. 248. [107] Ib., núm. 313, lám. 248. [108] RODRÍGUEZ NEILA, J. F., «Serie de Lucernas de Osuna», Habis, 8, 1977, págs. 385-398, núm. 7, pág. 387. [109] Cfr. nuestro artículo sobre las tabellae defixionum hispanas citado en nota 96, supra.

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