Estudio de Torà - Dos

September 25, 2017 | Author: David Saportas Lièvano | Category: Moses, Jews, Pharaoh, Egypt, Names Of God In Judaism
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Descripción: Cabalà...

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Resumen de la Parashá Shemot Los descendientes de Iaakov estaban ahora en Egipto, donde se multiplicaron. El nuevo faraón, temiendo que los israelitas se unieran a las fuerzas enemigas para derrocarlo, inició una política de opresión, reduciéndolos a la condición de esclavos. Supervisados por crueles capataces, fueron forzados a construir las fortalezas y ciudades de almacenamiento de Pitom y Raamses, en la frontera de Egipto. Sin embargo, los intentos del faraón por reducir numéricamente la población judía resultaron ineficaces, pues su tasa de natalidad aumentaba decididamente. Tomando una drástica medida, el soberano egipcio ordenó a las parteras hebreas que mataran a los niños varones en el momento de nacer. Pero las comadres desobedecieron por temor de Hashem. El fararón ordenó entonces que todo varón recién nacido fuera ahogado en el Nilo. Amram y Iojéved miembros de la tribu de Leví, eran padres de dos niños, Miriam y Aharón. Poco después del decreto del faraón, Iojéved dio a luz a un segundo varón. Cuando ya no pudo mantener en secreto el nacimiento de su hijo, colocó a éste en una arquilla de juncos que dejó entre las plantas de la orilla del Nilo (bajo supervisión de Miriam). La hija del faraón fue a bañarse en el Nilo, vió la arquilla y envió a una de sus servidoras a traerla. Se dio cuenta de que había en ella un niño hebreo y sintiendo piedad por él, decidió adoptarlo. Miriam se adelantó y con el permiso que le diera la princesa para buscar un ama de cría, regresó con Iojeved, bajo cuyo cuidado el niño recibió más tarde enseñanzas sobre las tradiciones de sus antepasados. El niño fue llevado al palacio real y se lo llamó Moshé, que significa: "extraído de las aguas". Después de haber madurado, Moshé fue a encontrarse con sus hermanos israelitas y observó sus sufrimientos. Vio que un capataz egipcio golpeaba salvajemente a uno de los hebreos. No había nadie a su alrededor y Moshé, airado, mató al cruel egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente Moises intervino en una disputa entre dos israelitas. Uno de ellos le preguntó en tono insultante qué derecho tenía de juzgar a los demás, y si intentaba matarlo como lo había hecho con el egipcio. Moshé comprendió, entonces, que su acción había ganado estado público y que su vida corría peligro. En consecuencia, antes de que el soberano egipcio pudiera hacerlo capturar huyó a Midian, en la región sudeste de la península de Sinai. Llegó a un pozo, donde tuvo oportunidad de proteger a las siete hijas de Itró (el conductor espiritual de Midián) de unos pastores agresivos. Fue bien recibido por Itró y trabajó como pastor de ovejas. Pronto se casó con una de sus hijas, Tziporá, que dio a luz a dos niños, Guershom y Eliezer. Durante la estadía de Moshé en Midian el faraón había fallecido. Su sucesor continuó oprimiendo a los judíos aún con mayor severidad, y éstos clamaron por ayuda a Hashem. Mientras cuidaba las ovejas de Itró en Jorev, Moshé tuvo una visión extraordinaria: una zarza que ardía sin consumirse. en tanto Moshé observaba esa maravilla, Hashem se dirigió a él por primera vez y le ordenó que se quitara los zapatos, pues de hallaba en suelo sagrado. Luego le informó que sería el mensajero del Señor para sacar a los israelitas de Egipto y llevarlos a la Tierra Prometida. Moshé respondió que él era indigno de una tarea tan magna, pero recibió la promesade la ayuda Divina. Moshé preguntó entonces qué respuesta debería dar cuando los israelitas le preguntaran por el nombre de D-s. El Señor

respondió que El podría ser revelado con la expresión Ehié asher Ehié, "Ehié, el que soy". Después le dijo a Moshé que informara a los ancianos de Israel sober la aparición de Hashem, y que ellos deberían demandar al faraón que permitiera a los israelitas ofrecer sacrificios al Señor en el desierto. El soberano se rehusaría, pero después que hubiera sido azotado por las plagas de D-s se vería forzado a ceder y los israelitas abandonarían Egipto cargados de riquezas. Moshé arguyó que el pueblo no le creería, razón por la cual le fue otorgado el poder de obras tres milagros. Su bastón se transformaba en una serpiente cuando era arrojado al suelo. Esta, al ser tomada por la cola, volvía a su forma original. Luego Moshé recibió orden de poner la mano sobre el pecho. Cuando la retiró tenía rastros de lepra, pero al repetir el movimiento, la mano apareció nuevamente sana. Finalmente, si los israelitas no estuvieran convencidos, áun, Moshé debía verter agua del Nilo sobre tierra seca y el líquido elemento se convertiría en sangre. Moshé continuó titubeando y adujo que carecía de la necesaria capacidad oratoria. Hashem, por consiguiente, le informó que su hermano Aharón le serviría de vocero. Moshe se encontró con el hermano en el monte Jorev y le contó todo lo que había ocurrido. Al llegar a Egipto reunieron a los ancianos de Israel y les revelaron las palabras del Señor. Despues de que Moshe hubo obrado los milagros, los israelitas proclamaron sufe en que Hashem respondía a sus clamores en procura de ayuda, y todos se inclinaron para rendirle culto. Moshe y Aharón se presentaron ante el faraón y le pidieron que permitiera a los israelitas salir a ofrecer sacrificios al Señor en el desierto, pero el soberano no sólo no accedió a esta demanda, sino que impuso decretos aún más rigurosos contra los judíos. En adelante estos deberían producir la misma cantidad de ladrillos que hasta entonces, pero no se les proveería de la paja que facilitaba su elaboración. Los capataces judíos fueron castigados porque sus cuadrillas no podían cumplir con esa tarea imposible. Sus ruegos al faraón para que se apadiara de ellos fueron rechazados y acusaron a Moshé y Aharón de empeorar la situación. Sin embargo, en respuesta a las expresiones de frustración de Moshé, D-s le aseguró que el soberano egipcio se vería eventualmente compelido por el poder Divino a dejar a Su pueblo. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Shemot "Y los hijos de Israel fueron fructíferos y se incrementaron abundantemente... y la tierra se llenó de ellos" (1:7) PREGUNTA: El Midrash (Shir Hashirim 1.15:3) relata que Rebe, Rabí Iehudá HaNasí en una ocasión estaba pronunciando una lectura cuando notó que la congregación estaba adormecida. Con la intención de despertarlos dijo: "Una mujer en Egipto dio a luz a seiscientos mil hijos en un parto". Un discípulo llamado Rabí Ishmael hijo de Rabí Jose le dijo: "¿A quién le pudo haber sucedido eso?" El contestó: "Fue a Iojeved, quien parió a Moshé, el cual era contado como igual a seiscientos mil de Israel".

1) ¿No fue una audacia de los estudiantes adormecerse durante la lectura de Rebe? 2) ¿Por qué usó esta particularmente increíble historia para despertarlos? RESPUESTA: El episodio relatado en el Midrash puede ser una metáfora para un período de la historia judía. La destrucción del segundo Bet Hamikdash tuvo lugar en el año 3828, y Rebe nació aproximadamente 50 años después. El fue el líder de la cuarta generación posterior a la destrucción. El gobierno romano oprimió a los judíos amargamente, y desgraciadamente los judíos estaban perdiendo las esperanzas en la venida de Mashíaj y la redención final. Rebe se dio cuenta que mientras él estaba propagando la Torá, la comunidad estaba "adormeciéndose" pensando que nunca, Di-s no permita, habría una Gueulá-- redención-- y que el galut (exilio) es eterno. En un esfuerzo por distraerlos de ese tipo de pensamientos, les dijo que en Egipto una mujer dio a luz a 600.000 hijos. El mensaje a su generación fue: "¡No desesperen!. Nuestros antepasados en Egipto pensaron que estaban destinados a ser esclavos para siempre, y que no había esperanzas de ser redimidos. Repentinamente Iojeved dio a luz a Moshé, quien finalmente sacó a los 600.000 esclavizados judíos de Egipto y los trajo al Sinaí para la entrega de la Torá-- el más grande acontecimiento en la historia judía. Del mismo modo, nunca pierdan las esperanzas. La salvación de Di-s es como el parpadeo de un ojo-- que puede venir inmediata e inesperadamente". ***** "Faraón ordenó a todo su pueblo diciendo: 'Todo hijo que nazca arrójenlo al río'" (1:22) PREGUNTA: La palabra "lemor" usualmente significa "decir a otros". Dado que Faraón habló a todo su pueblo, ¿para quién estaba pensado el mensaje? RESPUESTA: Faraón buscaba formas de matar al redentor del pueblo judío. Originalmente llamó a las parteras judías y les ordenó que mataran a los niños judíos. Cuando su intento falló, llamó a toda su nación para que lo ayudara. Faraón temía ser acusado de ser un gran antisemita por señalar a los niños judíos. Por lo tanto llamó a todo su pueblo y les dijo: "Los judíos son una amenaza, y debemos unirnos para destruirlos. Para evitar ser acusados de antisemitismo, les aconsejo lemor-- que 'digan' que el decreto no es sólo para los judíos, sino para todo varón recién nacido debe ser arrojado al río. Sin embargo, cuiden a sus hijos mientras se aseguran que los niños judíos son ahogados" (Onkelos en su comentario escribe claramente que el decreto de Faraón se aplicaba únicamente a los hijos recién nacidos de los judíos). ***** "Ella la abrió y vió a un niño, y he aquí un mozo lloraba... Ella dijo 'Es de los hijos de los hebreos'" (2:6)

PREGUNTA: En lugar de decir "Este es un hijo de los hebreos, ¿Por qué no dijo "Este es un niño judío"? RESPUESTA: Una vez el rey de Austria emitió un malvado decreto contra la comunidad judía. Tras mover influencias, el rey aceptó recibir a una delegación de rabinos. Durante el encuentro, uno de los rabinos comenzó a gritar. El rey lo miró duramente y dijo "¿No sabes que en presencia del rey se debe hablar suavemente y no gritar?" El rabí disculpándose respondió "Su Majestad, no soy yo quien está gritando. La voz fuerte que usted escucha es la voz de miles de judíos que están en gran peligro a causa de su malvado decreto". Cuando la hija de Faraón abrió la canasta, estaba asustada al ver a un pequeño bebé cuya voz era fuerte y alta como la de un jovencito. Conocedora del malvado decreto de su padre de matar a los niños judíos, ella se dio cuenta que la voz fuerte que oía no era sólo la de Moshé, sino también las voces de todos los niños judíos que lloraban a través de él.

Shemot Estudiando algunos Midrashim El Primer Decreto del Faraón: Trabajo Esclavizado A pesar de que los Benei Israel asumieron externamente las prácticas Egipcias de adoración de ídolos, Hashem los amaba profundamente porque ellos eran los hijos de las sagradas Tribus. El por consiguiente, causó que se multiplicaran de una manera extraordinaria. Las mujeres Judías daban a luz a sextillizos, sus nacimientos múltiples similares a aquellos de los insectos, peces y escorpiones los cuales producen descendencia a una velocidad excepcional. R. Gamliel enseñó, "¡En el tiempo del Mashíaj, una mujer dará a luz todos los días!" Uno de los oyentes, quien ridiculizó todas sus afirmaciones comentó,: "Yo no creo en lo que usted acaba de explicar ¡no existe nada nuevo bajo el sol!" "Este no será un fenómeno nuevo," R. Gamliel replicó. "Usted puede encontrar un paralelo dentro de su propio rango de experiencia. ¿ No pone una gallina un huevo diariamente ?". Ninguno de sus sextillizos nacía muerto o tenía constitución débil, más bien todos los niños Judíos fueron fuertes y sanos. Los Egipcios tuvieron miedo de la creciente población Judía. Los nobles egipcios advirtieron al Faraón, "Existe una gran probabilidad de guerra futura entre nosotros y los reyes de Canaan.Ellos pueden pensar en recuperar las riquezas que nosotros recolectamos de ellos durante los años de hambruna. ¡En caso de guerra, los Judíos se unirán a nuestros enemigos y nos forzarán a dejar la tierra! ¡Debemos tomar acción en su contra!" "¡Tontos!" el Faraón los reprendió. "Si no fuera por su antepasado Iosef quien salvó al país en los años de hambruna, todos nosotros no estaríamos vivos hoy. ¿Cómo pueden ustedes pensar en hacerles daño?" Los Egipcios se enfurecieron por la simpatía del Faraón hacia los Judíos. Lo derrocaron del trono, exponiéndolo a un destino de vergüenza y humillación porque él se rehusó a tratar a los Judíos injustamente. El Faraón no cambió su actitud por tres meses. Después de ese

período de tiempo decidió que era más provechoso para él obrar de acuerdo con las demandas de la nobleza y del pueblo. Anunció que deseaba reasumir su posición habiendo formulado una nueva política hacia los Judíos. El Faraón que ascendió al trono tres meses después no era el mismo hombre que lo había dejado. Era un "nuevo" rey , frío y cruel, determinado a poner fin a la "plaga Judía." Ahora actuó como si nunca hubiera conocido a Iosef (el benefactor históricamente famoso del país quien, como era de público conocimiento, había sustentado a la población durante los años de hambruna). Así como el Faraón alegó que él no sabía nada de Iosef, así él pronto declararía que tampoco conocía a Hashem. El Faraón ideó un astuto plan con el que esperaba debilitar a los Benei Israel - separando los maridos Judíos de sus esposas y conteniendo de esta manera la corriente de expansión Judía. Dio orden de que se apostaran proclamas en Goshen y en todo el país que exponían: ¡El pais te necesita! Las ciudades de Pitóm y Ramsés tienen necesidad urgente de renovarse. Su fortificación es de suma importancia para asegurar el almacenamiento seguro de nuestros tesoros nacionales. El gobierno ha consolidado este proyecto con millones de piezas de oro. Quienquiera que firme el contrato recibirá paga generosa todos los días. Se espera de todo hombre y mujer que son leales al país que se alisten como voluntarios para esta digna causa." Para atraer a los Judíos, el Faraón mismo apareció en el emplazamiento con una azada y una pala en su mano. Si alguien después de eso alegara que este tipo de trabajo estaba más allá de su dignidad, él sería reconvenido, "¿Eres tú de naturaleza más delicada que el Faraón? ¡El también tomó parte en la construcción!" La nobleza Egipcia se alistó y así hicieron muchos Egipcios. ¿Cómo podían los Judíos ser indiferentes a la causa patriótica? Corrieron al emplazamiento, y los supervisores del Faraón compilaron listas de nombres de aquellos que se presentaron para trabajar. El primer día, los Judíos trabajaron entusiastamente. Dado que ellos eran hombres fuertes, hicieron rápido progreso con la construcción. Al anochecer, los soldados del Faraón les dijeron; "¡Cuenten el número de ladrillos que colocaron hoy ya que se espera que alcancen la misma cuota mañana y todos los días!" Por un mes el Faraón pagó a los trabajadores. Después de eso, los Judíos estuvieron aún comprometidos en el proyecto mientras algo extraño sucedió a los Egipcios - cada día, algunos más desaparecieron quedamente hasta, que después de dieciséis meses, todos los Egipcios se habían retirado. Ahora, los Judíos fueron informados que el rey no tenía más dinero para pagar por su labor. Ellos protestaron pero el Faraón había organizado un ejército de brutales policías. Ellos se les arrojaron a los Judíos y vociferaron: "¡Ustedes deben continuar trabajando para el rey!" A estos policías, los superintendentes egipcios, les fue dada la tarea de asegurarse de que todos aparecieran en la mañana para trabajar. También forzaron a los Judíos a devolver todo el dinero que ellos habían ganado previamente. Una Tribu entre los Benei Israel nunca fue reclutada por el Faraón, la Tribu de Leví. Cuando el Faraón emitió la proclamación original, ellos no se presentaron a trabajar, diciendo, "¡Nosotros estamos constantemente comprometidos en el estudio de la Torá y no tenemos tiempo para ir!" Subsecuentemente el Faraón los dejó tranquilos y ellos permanecieron libres hasta el fin del exilio. Si hubieran salido del Beit Hamidrash para ofrecer sus servicios siquiera por un día, las consecuencias hubieran sido ¡doscientos diez años de esclavitud! Los leviím habían sido instruidos por su antepasado Iaakov para concentrarse en el estudio

de la Torá. El emplazamiento de la construcción de las dos ciudades particulares de Pitóm y Ramsés las que los Benei Israel tenían que construir fue elegido con gran astucia. Ellos nunca serían completados, sin importar cuán celosamente los Judíos trabajaran. Estaban situados sobre pantanos donde todas las construcciones se colapsaban continuamente y se hundían dentro del suelo. Los Benei Israel no sólo tuvieron que hacer trabajo esclavizado para el rey, más aun los Egipcios también los forzaron a realizar tareas en sus propias casas y campos después que retornaban del sitio de la construcción. Además de esclavizar a los Judíos con tareas agobiantes, ellos idearon una forma de crueldad tras otra para torturarlos. Un Egipcio le asignaba un trabajo a un Judío sin decirle cuánto tiempo éste duraría. "Sólo continúa trabajando," él le ordenaba, añadiendo agonía mental al esfuerzo físico. Los Egipcios solían ordenar a los Benei Israel que realizaran trabajo apropiado para el día en la noche y trabajo apropiado para la noche en el día. A las mujeres, ellos les asignaban tareas de hombres, diciéndoles, "¡Mezclen cemento y pongan ladrillos!" A los hombres Judíos ellos les daban trabajo mejor hecho por mujeres, ordenándoles, "Esta noche ustedes deben coser, hilar y cocinar para nosotros." Pensando alegremente que alcanzaría de tal modo su propósito de rebajar sus números, el Faraón dio órdenes de que los hombres fueran detenidos en sus campamentos de labor en los campos toda la noche mientras las mujeres permanecían en la ciudad. El Heroísmo de las Mujeres Judías El decreto del Faraón fue más efectivo en dirigir los corazones de los Benei Israel a Hashem que cuarenta años de guías y enseñanzas bajo Moshé en el desierto36. Ellos clamaron a Hashem e hicieron teshuvá. Cuando la esposa de Amram dio a luz a una niña, ella la llamó Miriam, significando, "Los Egipcios han amargado nuestras vidas," ya que en ese tiempo la labor esclavizada fue intensificada. Pero las mujeres Judías no serían derrotadas. Ellas eran descendientes de Sará, Rivká, Rajel y Leá quienes habían vivido para construir la nación Judía, y estaban determinadas a continuar este compromiso, venciendo todos los obstáculos. Cuando las mujeres salían a conseguir agua, Hashem causaba que encontraran pequeños peces en ella. Con ellos en mano, salían sin ser vistas hacia los campos y refrescaban a sus maridos con jarras de agua caliente y pescado cocido. Ellas lavaban y alimentaban a sus maridos y encontraban palabras de consuelo y aliento confortándolos "Nosotros no estaremos esclavizados para siempre, porque Hashem eventualmente nos redimirá." Ellas continuaban teniendo hijos con el gran bitajón (fe) de que Hashem los protegería. Hashem respondió a su confianza en El realizando milagros revelados. Cuando las mujeres Judías daban a luz en los campos y eran forzadas a abandonar a sus recién nacidos, El les enviaba un ángel para alimentar y asear a los infantes así como El alimenta y sustenta a todas Sus criaturas, de la hormiga al ciervo. Toda vez que las patrullas Egipcias arribaban a los campos para buscar bebés Judíos, la tierra se abría para ocultar a los infantes. Los Egipcios estaban estupefactos por su desaparición, pensando que habían sido engañados por alguna forma de magia. Ellos estaban determinados a matar a los niños y revolvieron el suelo con sus arados. (Sabían que la magia no puede ejercer poder más lejos que la profundidad a la que una mano puede alcanzar. Ellos por consiguiente estaban seguros de que una vez que labraran el suelo hasta la profundidad del largo de una mano, los niños serían suyos para ser exterminados.) Pero nunca descubrieron un solo niño. Tan pronto como los Egipcios se hubieran retirado, los niños brotaban fuera del suelo como pasto del campo. Cuando crecieron, retornaron en muchedumbres a las

casas de sus padres. Los Egipcios estaban perplejos. ¿Cómo podía ser que la nación Judía continuara creciendo y floreciera? K'lal Israel le dice a Hashem, "¡Considera cuántas intrigas insidiosas las naciones traman en contra nuestra!" "Déjenlas planear," Hashem contesta. "Ningún plan llegará a cumplirse nunca a menos que Yo lo permita." - El Faraón decretó aniquilar a la nación Judía. Yo, sin embargo, ordené lo contrario. Consecuentemente, cuanto más ellos fueron torturados tanto más ellos se incrementaron y multiplicaron. - Hamán planeó exterminar a la totalidad del pueblo Judío, jóvenes y ancianos a la par. Yo, sin embargo, deseaba que ellos vivieran, y por consiguiente revertí la situación y él fue muerto. - El profeta Bilám intentó maldecir a la nación Judía. Yo no estuve de acuerdo, y por consiguiente el tuvo que bendecirla. El Segundo Decreto del Faraón: Infanticidio por medio de las Parteras Judías El Faraón comprendió que el plan de campos de labor había fallado."La solución final parece ser más complicada de lo que yo pensé," él murmuró. "Nosotros debemos cambiar nuestra estrategia." El Faraón tenía miedo de asesinar a los Judíos abiertamente, temiendo tanto la opinión pública como el castigo Divino. Buscó por consiguiente, agentes para asesinar a los bebés Judíos secretamente. Decidió convocar a las parteras Judías a quienes les ordenaría llevar a cabo esta horrorosa misión. El pensó que a los ojos del Cielo, no él sino las parteras cargarían por lo tanto con la responsabilidad por las acciones asesinas. El Faraón ordenó que las dos parteras Judías, Shifrá y Puá llegasen a su palacio. Estas no eran otras que Iojeved y Miriam, mas ellas eran conocidas por nombres diferentes. Iojeved era llamada Shifrá porque ella solía lavar y asear a los infantes (Shifrá denota que solía meshaperet /embellecer a los niños) y Miriam era llamada Puá porque ella sabía como tranquilizar a los llorosos recién nacidos (Puá significa que solía hacer sonidos arrulladores para calmar a los infantes.) Por añadidura, el nombre Puá le había sido dado a Miriam porque ella clamó con espíritu profético, "¡Mi madre dará a luz en el futuro al salvador de K'lal Israel!" En aquel tiempo Miriam era una niña de sólo cinco años pero solía acompañar a su madre para asistirla en su tarea y era tan hábil como un adulto. El Faraón ordenó a las dos parteras matar a todos los recién nacidos varones y dejar sólo a las niñas sobrevivir. Tan pronto como la pequeña Miriam escuchó el vil edicto, exclamó,"¡Qué vergüenza!¡Qué rey malvado!¡Infortunio para él en el día que Di- s le imponga castigo!" El Faraón empalideció e indicó a su verdugo que llevara a Miriam inmediatamente a su muerte. Pero su madre cayó al suelo delante del rey, rogándole misericordia para su hija. Ella rogó, "¿Por qué debería usted estar enojado ante las palabras de una niña pequeña? ¡Ella es sólo una niña!" Finalmente el Faraón consintió en dejar a Miriam con vida. Tanto Iojeved como Miriam abandonaron el palacio con el claro conocimiento de que desafiar la orden del rey

significaba la muerte para ellas. Pero no tenían la intención de obedecerlo porque temían al Todopoderoso más de lo que temían a un rey humano. "¿Cómo podríamos perpetrar la horrible acción de matar niños Judíos?" clamaron. ¿Nuestro antepasado Abraham no abría posadas para sustentar aun a gentiles? ¿Cómo podemos entonces actuar de manera opuesta, aniquilando y destruyendo niños Judíos?" De ahí en más, ellas no estuvieron meramente satisfechas de cumplir con sus obligaciones como parteras, sino que también se preocuparon de que los recién nacidos de familias pobres fueran sustentados. Recolectaban comida de las casas de las mujeres ricas, llevándola a aquéllas de las mujeres Judías pobres. Más aún, antes de cada parto, ellas permanecían orando a Hashem. Le rogaban a El que el niño naciera sano. "Hashem," rezaban, "Tú sabes que nosotras actuamos desafiando la voluntad del Faraón de forma de cumplir con Tu voluntad. Permite que este niño entre al mundo libre de defecto (aun si Tú habías destinado para él nacer rengo o ciego), de otra forma los Judíos nos sospecharán de acciones malignas. Ellos dirán, "¡El niño nació impedido ya que las parteras intentaron matarlo!" También rogaron a Hashem en beneficio de niños y madres que estaban destinados a morir en el alumbramiento. "Sé misericordioso y concédeles vida,"ellas oraban, "¡de forma tal que nosotras no seamos culpadas por sus muertes!" Hashem aceptó sus tefilot. Todos los niños que ayudaron a alumbrar nacieron sanos y bien. Por esto puede decirse que Iojeved y Miriam realmente concedieron vida a los niños Judíos. El Faraón pronto descubrió que los bebés Judíos no eran muertos. El convocó a Iojeved y Miriam al palacio. "¡Ustedes son culpables de haber transgredido mis órdenes!" el Faraón las acusó. "Usted debe entender, su majestad," Iojeved explicó, "que las mujeres Judías son diferentes de las Egipcias. Nuestros antepasados nos compararon a las bestias- la Tribu de Iehudá es comparada al león, Biniamín al lobo y Naftalí a una cierva. Así como las bestias dan a luz sin ninguna asistencia, así las mujeres Judías no tienen necesidad de parteras durante el alumbramiento. Nosotras sólo somos requeridas después para dar una mano de ayuda. Iojeved, de hecho, dijo la verdad. Las mujeres Judías en Egipto eran tzidkaniot (mujeres rectas) y alumbraban sin dolor. El Faraón se satisfizo con la explicación y las despidió. Subsecuentemente, sin embargo, lamentó el haber creído sus palabras. El envió soldados a la casa de Amram para arrestar y ejecutar a Iojeved y Miriam. Pero Hashem realizó un milagro para ellas. Ellas se volvieron invisibles a los soldados del Faraón, tragadas por las paredes de la casa. Hashem dijo, "¡Ellas merecen milagros por su gran temor a Mí!" Además de salvación del Faraón, Iojeved y Miriam recibieron recompensa eterna. Miriam se casó posteriormente con Kalev de la Tribu de Iehudá y por consiguiente se convirtió en la madre de la dinastía real de David. Iojeved se convirtió en la madre del primer kohén gadol, Aharón y del primer leví, Moshé, y en la antecesora de todos los kohaním y leviím.

Shabat Shemot Primer comentario (Boletin Judaicasite www.judaicasite.com) Segundo comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Tercer comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Primer comentario - El Examen nuestro de cada día

"El lugar sobre el que estas parado, tierra de santidad es" (Shemot/Exodo 3:5) El Jafetz Jaim comenta que cuando una persona se encuentra en una circunstancia complicada o absorbente, frecuentemente se dice: "Cuando Hashem mejore o aliviane mi situacion, ENTONCES podre estudiar Tora y cumplir mas mitzvot". Y la persona se envuelve mas y mas en sus problemas hasta posponer todas sus obligaciones. Es a esta realidad en particular que el versiculo se puede aplicar: "El lugar sobre el que estas parado...". En otras palabras, si la situacion es dificil, ES EXACTAMENTE en esa situacion que Hashem desea que la persona Lo sirva. Todo ser humano recibe un numero de tests o pruebas cada dia de su vida. Estos pueden materializarse bajo diferentes formas: una prueba puede ser la riqueza, otras la pobreza, las desavenencias, las ofensas, los celos o, Di-s libre, la enfermedad. La forma en que pasamos cada prueba depende naturalmente de muchos factores pero ciertamente, entre los mas importantes estan nuestro bitajon (confianza) y emuna (fe)en Hashem, el alcance de nuestra percepcion de la Hashgaja Pratit (La Divina Providencia). Debemos saber que toda situacion, dificil o no, que se nos presente, debemos aceptarla como una oportunidad mas que se nos da para ascender espiritualmente, y es allí precisamente donde Hashem nos examina de acuerdo a nuestra reaccion y conducta. Abraham fue probado por Hashem diez veces en su vida; la ultima de las pruebas (Akedat Itzjak) fue sin duda la mas dificil. Dice el Talmud (Trat. Sanhedrin): "Yo te He probado a ti (Abraham) en numerosas ocasiones y has pasado con éxito todas las veces. Ahora, mantente firme por Mi Nombre en esta prueba tambien, para que no sea dicho: no hubo verdad en las anteriores". Surge una interesante pregunta: "Aun si Abraham no hubiera podido pasar la prueba final, de ninguna manera podria eso disminuir el gran merito de haber pasado las anteriores, ya que la ultima era la mas dificil. Entonces, por que habria de decirse: no hubo verdad en las anteriores? Los exegetas explican que si Abraham no hubiese pasado la prueba de la akeda (atadura de Itzjak), podria pensarse que sus previos logros fueron resultado del hecho de que tenian mas sentido espiritual para el. Pero no hubieramos sabido como seria capaz de responder a una prueba que requiriera un absoluto Mesirut Nefesh (entrega y confianza total)como esta. Al aceptar tambien este dificil pedido de Hashem, Abraham demostro poseer un altisimo nivel de fe, confianza y autosacrificio, el mismo demostrado en todas sus anteriores pruebas. En la epoca actual, como antañio, estamos constantemente confrontados con desafios. En realidad, hoy dia se presentan muchas dificultades que casi no existian en pasadas generaciones. Tenemos problemas con la crianza de nuestros hijos? O acaso nos cuesta mantener la armonia en nuestro hogar? Vivimos en soledad y tenemos poca comunicación con la gente? Perdimos el empleo que constituia nuestro medio de sustento? Aun no encontramos la pareja adecuada? En cualquier situacion que nos encontremos, debemos recordar que Hashem es Hakol Iajol, el Todopoderoso. El puede

hacerlo todo. No importa el status en que una persona se halla hoy, las cosas pueden radicalmente cambiar para mejor. En nuestras plegarias decimos "Bore Refuot; Nora Tehilot; Adon Haniflaot" (Di-s crea la cura, es venerable (o temible) para las alabanzas, es el Señor de las maravillas). La primera frase significa que la cura es lograble. La segunda, nora tehilot, indica que aun si la cura no es obvia o aparente, una persona debe rezar a Hashem y haciendo eso sera respondido. La tercera frase nos debe hacer reflexionar en que, aun si los primeros pasos no han sido exitosos, El, que es el Senor de las Maravillas, puede cambiar todo en unos instantes. De hecho nosotros, Bene Israel, somos una nacion fundada sobre milagros. Habia una vez un judio que paso a traves de los mas inimaginables horrores del Holocausto. Cierta vez, cuando averiguo que los Nazis habian planeado exterminar a todos los habitantes del guetto al dia siguiente, acudio a su Rebe y le pregunto si en esas extenuantes circunstancias le estaba permitido quitarse la vida. El Rebe simplemente le constesto: "Como podemos nosotros perder jamas las esperanzas si esta escrito: Ieshuat Hashem keheref ain -la salvacion de Hashem (llega) en un abrir y cerrar de ojos?". Y, naturalmente, un milagro en verdad ocurrio y los planes fueron misteriosamente cambiados. Y este judio sobrevivio a la guerra y pudo contar al mundo su historia. Sepamos enfrentar las situaciones dificiles con entereza y fe porque "el lugar en que estamos parados es sagrado", es donde Hashem nos puso para probarnos y ver como respondemos. Recordemos que El no da a ninguna persona una carga mas pesada de la que puede soportar; y que la salvacion llega en el momento mas inesperado. Si supimos pasar bien la prueba, habremos ganado muchisimo: nos habremos fortalecido y elevado uno o varios peldanios en la escalera espiritual. Y esa es precisamente nuestra mision!! Tengamoslo presente!! (Basado en Rab D. Goldwasser) Segundo comentario - Nació para ser Líder El libro Bereshit nos relata acerca del asentamiento de los iehudim en Egipto. Shemot nos comenta los acontecimientos que le ocurrieron a los iehudim que descendieron alli. Desde la cima en el tiempo de Iosef, hasta el abismo de la esclavitud a Parho, el desagradecido. Parho "el que no conocio a Iosef". A partir de la esclavitud en Egipto y en el transcurso de las generaciones, los iehudim hemos padecido distintos sufrimientos. Los exegetas de la Tora tratan de explicar los siguientes planteos: ¿Por que sufrimientos? ¿Por que exilio? ¿Por que un exilio tan dificil y tan cruel? ¿Por que de esta forma y no de otra? Al margen de las explicaciones a estas preguntas, mirando hacia atras, nosotros debemos agradecer, pues los problemas aportaron al caracter del pueblo. Por lo menos frente a un resultado educativo, se puede afirmar que no

hubiese existido un avance sin ellos. Los problemas no fueron en vano. Nos referimos al grupo de personas debiles, a los que son minoria en la sociedad. A esa gente desprotegida. En esa epoca la mayoria que era fuerte hacia oidos sordos a esa clase de personas debiles. No podian concebir que ellos tambien tuvieran derechos. Eso no solamente ocurrio en la epoca de Egipto, sino tambien miles de años despues, incluso en Grecia, donde cultivaban la filosofia, los esclavos no eran tratados como seres humanos. La Tora demostro tener principios opuestos a los ideales del mundo. Ella considera que debemos tener en cuenta nuestro origen para de esa manera dar un buen trato a un esclavo o a un extranjero. El exilio que nos oprime nos enseña a tratar a los demas. Estas exigencias de la Tora no vienen para senialar la igualdad de derechos sino para recordarnos "...Y ustedes conocen el alma del peregrino". Esto nos va a servir para considerar mas al pobre cuando lleguemos a gobernar. Vamos a ilustrar esto con el siguiente relato: un rey iehudi tenia un hijo al que le faltaba poco tiempo para cumplir el Bar Mitzva. Contrato a un maestro para que le enseñe y llegue bien preparado para ese dia tan esperado. Luego de prepararlo, el padre le pregunta al maestro: ¿Haz terminado de enseñarle todo lo que mi hijo debe aprender? No, -respondio el maestro- falta una leccion pero no se la quiero enseniar porque se que te opondras. El rey le dijo: "enseñale lo que debes; yo no me opongo". Entonces el maestro tomo al chico, le quito sus ropas y le dio una fuerte paliza con un cinturon. El niño llego desesperado a su casa y el rey mando a colgar al maestro en una horca. Lo tomaron al maestro y antes de matarlo le dijeron que haga su ultimo pedido. este solicito poder hablar con el rey. La gente murmuraba: "Despues de la brutal paliza que le dio al hijo, ¡aun tiene la desfachatez de solicitar hablar con el rey!". este le concedio el pedido, entonces le dijo el maestro al rey: "¿Tu te acuerdas que yo te dije que te opondrias a la ultima leccion?" El rey le dice: "¿de que leccion me hablas?" El maestro le responde: "El dia de mañana tu hijo tambien se convertira en rey, y cuando sepa que alguien obro mal, tal vez lo sentencie a diez latigazos, porque... de todos modos a el no le duele. Ahora que los golpes los sintio en carne propia, antes de determinar el castigo recordara su propio sufrimiento y sabra cuanto castigar al transgresor". Moshe Rabenu sale al encuentro de sus hermanos y vio sus sufrimientos. Cuando el se pone en el lugar de ellos, ese es el instante en que se lo designo el lider iehudi. Moshe sale a ver a sus hermanos y ve a un egipcio pegando a un hebreo. Moshe mata al egipcio. Al otro dia ve una situacion peor: la pelea entre hermanos. Estos, en lugar de agradecerle a Moshe, denunciaron que mato a un egipcio. Cuando Moshe se escapa a Midian, ve a unas señoritas que fueron a extraer agua y los pastores las estaban maltratando y las defendio. Por el primer caso huyo a Midian, por el segundo sufrio calumnias y por el tercero demostro como se exponia con tal de hacer justicia. Luego vimos su negativa de ir a hablar con Parho por si Aharon se sentia mal, la justicia el no dañar a su hermano, su piedad y humildad formaron al dirigente ideal. Rab Moshe M Hoffer

Tercer comentario - Gracias a las mujeres Si hubo una período en la historia que más nos marcó a los judíos para todo el futuro, entonces fue la época en la cual fuimos esclavizados en Egipto. Si tantas veces nos recuerda la Torá que no olvidemos nuestra pasada condición de esclavos, es para que esta marca no se borre en nuestras mentes y que, por siempre, seamos sensibles al dolor ajeno y a las injusticias que surgen a partir del adueñarse los unos de las vidas de los demás y del aprovechamiento del más débil en manos de los más poderosos (Irmiahu - Jeremías cap. 34). Dado que tenemos el privilegio de haber nacido en una era en la cual no conocemos esta clase de esclavitud (al menos, en nuestro medio), toda la historia de la servidumbre de Egipto nos puede parecer un tanto remota y alejada, cuanto más, si contemplamos los dibujos de la Hagadá de Pesaj, que casi siempre pintan las cosas en términos un poco infantiles y superficiales. Por lo tanto, nos será muy útil estudiar lo que dice el Talmud (tratado de Sotá 11) que analiza en forma pormenorizada los versículos de Shmot (Exodo) que nos relatan acerca de las condiciones en las cuales se desarrolló la opresión egipcia. De la lectura correcta de los textos, sabremos no solo lo que ocurrió, sino cuáles eran los objetivos del Faraón y como sobrevivieron los israelitas todas sus indignas intenciones. En primer lugar, podemos observar los nombres de los lugares en los cuales los israelitas construyeron para el Faraón. Uno era Pitom y el otro Ra'amsés. Pitom y Ra'amsés no eran lugares aptos para la edificación. Pitom se llamaba así, porque la tierra se "tragaba" las construcciones que allí se erigían. Por otro lado, el nombre Ra'amsés significa que a medida que montaban sus construcciones, éstas se iban cayendo. Lo cual nos lleva a una pregunta obvia. ¿Qué sentido tenía para el Faraón ocupar a la gente edificando cosas que no durarían en el tiempo? No podemos atribuir esta conducta aparentemente tonta a la falta de eficiencia en la jerarquía egipcia, pues en ese sentido los egipcios demostraron ser sumamente sabios y racionales. Lo cual nos lleva a suponer que había otra intención oculta en la cabeza del Faraón que estaría relacionada con su objetivo de desmoralizar al pueblo de Israel para que perdieran esa identificación con su raíz y su pasado común. Mientras el ser humano se siente bien con si mismo y con la actividad que desarrolla, entonces mira adelante con optimismo y su mente se mantiene sana e íntegra. Es posible que tenga mucho trabajo, pero eso no lo va a desalentar. Al contrario, el trabajo y no el ocio, dignifica al ser humano. Sin embargo, cuando la labor que hace no es para nada productiva y no se ven resultados de su esfuerzo, ésto en si es un factor que desanima y quita todas las ganas de vivir y de ser alguien. La persona a quien ésto le sucede se va sumiendo en una peligrosa caída de abatimiento y desesperación (I'ush) que no le permite ver más allá sino con pesimismo. Los Sabios nos advirtieron en distintas citas del Talmud, para que nos cuidemos de no caer en ese tipo de desesperanza. De ahí, la importacia que se le da a la Simjá (alegría) en todos los emprendimientos de la vida. El Faraón bien conocía la correlación que existe entre la libertad física y la espiritual. Mientras el hombre está limitado por la urgencia de sobrevivir y de llegar a fin de mes (o al fin del día) para pagar sus cuentas, le es muy difícil - y para algunos parece imposible - ver otro aspecto de la vida, aunque, si tuviese el espacio mental

para concentrarse, éste le sería más importante y caro con el correr del tiempo. Moshé inicialmente le hablaba al pueblo del significado de la libertad espiritual, pero "no lo escuchaban por impaciencia de espíritu y a causa de la dura servidumbre" (Shmot 6:9). Querían escuchar, pero no estabn en condiciones. El Faraón, a su vez, manifiesta que: "ociosos estáis, ociosos, por eso decís: 'Vayamos a ofrendar para nuestro Eterno'" (ibid 5:17). Al cansancio anímico que sentían por la humillación y la falta de efectividad en su tarea, se sumó el decreto de arrojar a los niños israelitas recién nacidos al Nilo. Se escuchaba decir a la gente: ¿para qué procrear y gestar hijos, si de todos modos, los tirarán al río? Esta sensación confirmaba el hecho que los egipcios los dominaban totalmente, hasta en su vida íntima (Rash"i sobre B'midbar 26:5). Parecía ser que estaban por "tocar fondo". Fue en esa situación, que las mujeres hicieron lo suyo para salvar a sus maridos de desmoronarse psíquicamente. Si bien, según algunas fuentes del Talmud que mencionamos, las mujeres también tenían que cumplir tareas para los egipcios, y, acorde a la manera sadista de someter de los amos egipcios, las obligaciones de las mujeres eran tan poco adecuadas para su forma de ser femenina, como la de los hombres para la suya, igual apoyaron a sus esposos para que no se sumieran en la depresión espiritual. Con intrepidez y energía, estas mujeres valerosas salían al campo adonde sus maridos construían para ofrecerles la comida caliente y brindarles el ánimo suficiente para imaginar un futuro mejor. No por nada nos dice allí el Talmud que "en mérito de las mujeres valerosas de aquella generación, salieron los israelitas de Egipto". Estamos acostumbrados a que la fuente de ingresos para sostener a la familia fluctúe pues eso ya es moneda corriente para quienes meditamos sobre los vaivenes de la vida. Desde que Adam fue echado del Gan Eden, sabemos que el pan se gana con incertidumbre ("beitzavón tojelena"), con la transpiración de la frente ("bezeat apeja tojal lejem") y que un día puede haber trabajo, y otro - no. La cuestión pasa por la actitud que toma quien quiere ayudar a aquel que está mal. "Mal" porque no alcanza el dinero, "mal" porque no puede cumplir con las expectativas habituales de su cargo de ser padre y no llega a alimentar a su familia, "mal" porque siente la condena de la sociedad por su fracaso laboral. No es fácil ayudar a una persona que perdió las esperanzas de todo. Casi siempre, al que está decaído le falta la energía para emprender cosas nuevas. La reacción común frente a los consejos y las buenas intenciones de los demás, son de escepticismo y descreimiento, porque cree que no lo entienden. Si las sugerencias vienen por parte de la propia esposa, a quien por la ley de la Torá el marido debe alimentar, pues entonces la vergüenza que percibe es aun mayor, porque siente que se están revirtiendo los roles y que deja de ser "hombre". Como resultado, muchas veces, la reacción a la falta (aparente) de hombría se manifiesta por una mayor agresividad, verbal o física, para mostrar su fuerza y mantener "su cargo" en el seno familiar y social. Es muy difícil aconsejar al otro, sin que éste se sienta como si la intención fuese la de ocupar o avasallar puestos ajenos. Saber escuchar al otro, puede ser útil en la auto-estima de la persona que está mal y ayuda a relajar las tensiones creadas en el ambiente laboral. Quien relata sus pesares a la persona en quien confía, lo hace para descargarse y para sentir que no está solo. Al prestar atención con empatía, uno no debe apresurarse en comparar la vida del otro con la propia, ofrecer soluciones instantáneas y obvias ni aleccionar al otro sobre

temas filosóficos. No hay peor sentimiento que aquel que está embotellado en un callejón sin salida. La vida en Egipto, de acuerdo a lo que describimos por las citas del Talmud, no habrá sido muy distinta a este cuadro pesimista. Quizás sea este, uno de los significados del versículo: "las sabias entre las mujeres construyen sus hogares" (Mishlé - Proverbios 14:1, según la explicación de Rash"i). En la situación límite de la vida de aquella época tan difícil, con sus maridos abatidos sirviendo a amos tan severos y ofensivos, en una tarea degradante e interminable, las mujeres demostraron que, desde su rol de esposas bien cumplido, pudieron levantar el ánimo de sus maridos para que miren hacia adelante. "Gracias a ellas - dicen los Sabios - salieron nuestros padres de Egipto". Éxodo 1:1 - 6:1

"Liderazgo" El Problema: "Uno de cada dos miembros y medio de grupos misioneros, y uno de cada tres a cinco miembros de sectas, son judíos". (Dr. Philip Abramowitz, Director del New York Jewish Community Relations Council´s Task Force on Missionaries and Cults). "Uno de cada 3 a 4 jóvenes judíos tienen problemas de alcoholismo y/o droga. Uno de cada 2 a 3 miembros de Alcohólicos Anónimos en New York es judío". (Dr. Alvin Schiff, Vicepresidente ejecutivo del plantel de educación judía del gran New York). La Solución: Moshé fue bajo todos los aspectos el judío más esencial de la diáspora. Él fue rescatado del Nilo por la hija del Faraón. Ella lo adoptó y él creció en una casa no judía, rodeado de la increíble riqueza del palacio del Faraón. Él fue educado como un miembro de la familia real egipcia. Uno pensaría que todo esto lo descalificaría para ocupar la posición del liderazgo judío. Es incluso difícil encontrar hoy en día un líder judío que provenga de un ambiente tan asimilado! No es que en los días de Moshé se requería menos calificación para ser líder. Por el contrario, fue debido a la grandeza de Moshé que él pudo superar el gran impedimento de ese ambiente. ¿De dónde surgirá el líder? Para muchos judíos, la vida en la diáspora es una vida bastante lujosa y rica al compararla con la mayoría de la historia judía. Es también una vida que está marcada por la ausencia de cualquier tipo de liderazgo judío - a pesar de su obvia necesidad. ¿De dónde surgirá el líder?

La parashá de esta semana nos informa sobre un momento crucial en el desarrollo de Moshé: "Cuando Moshé creció él salió hacia su pueblo y vio el trabajo duro de ellos…" (Éxodo 2:11). El versículo nos está diciendo que la grandeza de Moshé fue que "él salió hacia su pueblo". En otras palabras, él fácilmente pudo haberse quedado en la casa y haber ocupado su tiempo con sus cosas personales y sus negocios. Él no era oprimido como el resto de los judíos y no tenía ninguna razón para meterse en los problemas de otros. Él pudo haber dicho: "Yo estoy disfrutando de la buena vida en el palacio". Pero en lugar de eso, él salió a ver el sufrimiento de su pueblo. Él no intentó ignorarlo. Un verdadero líder es aquel que está dispuesto a cargar con el sufrimiento de los otros. Alguien que puede pensar en el necesitado - más allá de ser afectado personalmente por ese sufrimiento o no. ¿Quién será el próximo líder judío? La persona tiene que estar ciega para no darse cuenta del sufrimiento de los judíos hoy en día: asimilación, persecución, hogares destruidos… (ciega, o demasiado envuelta en sus temas personales). Aquellos que tienen un poco de sentido de la visión hacen algo respecto del problema. Ellos hacen un cheque cuando alguien golpea la puerta. Pero aún, están "demasiado ocupados" para inmiscuirse personalmente en el problema de los otros. Son muy pocos los que salen de su camino para buscar soluciones a los problemas. Moshé no hubiese sido un gran líder si hubiese visto el sufrimiento de los judíos y luego hubiese hecho un cheque a nombre de la asociación de caridad para los judíos del Cairo. La grandeza no se encuentra en "incrementar el monto de tu donación" respecto de la del año pasado. La grandeza se encuentra en inmiscuirse, haciendo que el problema sea tan tuyo como de quien sufre. Allí es donde un líder será encontrado, y allí es donde tu propia grandeza será expresada totalmente. Preguntas Para Reflexionar #1: ¿Cuál es el problema más grande que afecta a tu comunidad? Ahora piensa en una cosa que tú puedas hacer para aliviar el problema. #2: Si tú descubres que un amigo cercano o familiar es adicto a las drogas, ¿qué harías? #3: Muchas organizaciones de acción social son manejadas por personas que alguna vez fueron víctimas de ese mismo problema. Fue su tragedia personal que las motivó a hacerlo. ¿Qué evento difícil de tu propia vida puedes usar como motivación para ayudar a otros? Copyright © 1995 - 2001 Esh HaTora, P.O. BOX 14149 Jerusalem, Israel www.judaismohoy.com

Shabat Shemot: Drasha Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Era una prueba realmente muy dificil. El poderoso Faraon ordeno a las parteras Shifra y Puah, tambien conocidas como Yocheved y Miriam, que maten a todos los chicos nacidos de madres hebreas. No solo ellas ignoraron el edicto, sino que ademas alimentaron a los recien nacidos y los calmaban con su amor. El Midrash dice que ellas ademas cuidaron de los bebes que nacian con problemas de salud a traves de sus plegarias y oraciones, y por supuesto, Hashem en el cielo tuvo en cuenta todo esto. Pero los versiculos de la Torah que hablan acerca de estas parteras necesitan ser explicados. Primero la Torah nos dice, "Y Di-s recompenso a las parteras, y la Nacion florecio y prospero." Y recien despues agrega: "Y fue que las parteras temian de Hashem y El las recompenso con casas". Rashi explica que ambas parteras fueron recompensadas por sus esfuerzos con mucho mas que casas fisicas. Ellas fueron recompensadas con casas de Kohanim y Reyes. Hashem las recompenso generosamente con generaciones de reyes y sacerdotes, que justamente son los unicos atributos Divinos que se perpetuan de padre a hijo (por ejemplo una persona puede ser kohen si y solo si es el hijo de un kohen). Y fue justamente a los hijos varones que las parteras salvaron. Pero como podemos ver, hay una suerte de interrupcion en el orden de los versiculos. Las palabras "y la Nacion florecio y prospero" parecen estar fuera de contexto. De hecho, Rashi explica los versos del siguiente modo: "Y Di-s recompenso a las parteras". En que consistia la recompensa? "El las recompenso con casas." Rashi explica que las palabras "y la Nacion florecio y prospero" es en realidad una nota al pie de pagina y forma parte de la narrativa. Pero quizas pueda explicar esta yuxtaposicion a traves de una historia. Hace mas de 10 años, mi hermano Zvi y su esposa tuvieron un hermoso bebe. Era realmente hermoso, pero tambien muy pequenio ya que nacio cinco semanas prematuro y con un kilo de peso. Las oraciones y el apoyo de toda una comunidad y de miles de amigos ayudaron mucho a los esperanzados padres. Por casi dos meses el bebe estuvo en la unidad neonatologia bajo el cuidado de los mas prestigiosos doctores y fieles enfermeras de la ciudad de Chicago. Despues de esos dos meses de esperanza y plegarias, el bebe pudo salir de la incubadora para ir a su hogar. La alegria y la gratitud a Hashem agobiaban a sus padres. Pero mi hermano no se olvido de los mortales que hicieron todo lo posible: el cuerpo medico y el personal de enfermeria que trabajaron dia y noche para ayudar asegurar la salud del recien nacido. Tenia tanta gratitud que quiso expresar su apreciacion de manera muy especial. Busco por todas las tiendas y librerias un obsequio apropiado, pero no pudo encontrar nada. Unos dias despues que el bebe fue traido a casa, mi hermano menciono su dilema a su Rosh Yeshiva, el Rab Eliyahu Svei, decano de la Yeshiva de Filadelfia. "Las enfermeras no quieren

perfumes, y los doctores tampoco necesitan regalos especiales", le dijo el Rab Svei. "Lo que ellos quieren ver es el crecimiento y la salud de su hijo a traves del tiempo. ¡Cada año, en el dia de su cumpleaños, trae al ninio al hospital para que el personal tenga la alegria de ver su sano crecimiento. Ese sera el obsequio mas significativo que puedes ofrecer" El Rosh Yeshiva explica que antes que la Torah menciona la recompensa concedida a las parteras, narra y cuenta de la recompensa mas grande que ellas podian llegar a apreciar. Sus esfuerzos (y los riesgos que corrieron) para mantener la perpetuidad judia no habian sido en vano. La nacion prospero. Los bebes por los que arriesgaron su vida crecieron, y se casaron, y prosperaron. Todo los que las parteras querian era la propagacion del pueblo. Esa era su primera recompensa. El obsequio de las casas del sacerdocio y las casas de la realeza era un bonus extra agregado por Hashem. Pero la recompensa mas grande era la alegria de ver que los niños que ellos ayudaron a nacer prosperaron. Todos los riesgos valian la pena solo por eso. Y por eso la Torah nos dice: "Y Di-s recompenso a las parteras, y la Nacion florecio y prospero." Para ellas, esa era la recompensa mas grande. El resto de la recompensa era tan solo la cereza de la torta.

Resumen de la Parashá Vaerá Hashem Se reveló a Moshé como el Señor cuyas promesas a los patriarcas se cumplirían ahora, pues los israelitas serían rescatados de la esclavitud y llevados a la Tierra Prometida. Los judíos, con el espíritu quebrantado, rehusaron escuchar a Moshé cuando les entregó el mensaje del Señor. Esto produjo temor en Moshe, pues se preguntaba cómo lo escucharía el gran faraón si sus propios hermanos no lo hacían, especialmente por el hecho de que temía dificultades de dicción. Nuevamente se le dijo que Aharón sería su vocero y que el faraón se rehusaría a permitir a los judíos la salida de Egipto hasta que Hashem no infligiese severos castigos a los egipcios. Moshé tenía ochenta años y Aharón ochenta y tres cuando partieron a cumplir su misión. Sabiendo que Paró se impresionaría con un acto mágico, Aharón arrojó un bastón al suelo, que se convirtió en una serpiente. Sin embargo, los magos egipcios pudieron reproducir esta proeza. Pero aún cuando el bastón de Aharón se tragó a los bastones de los magos, el faraón permaneció impasible. La primera plaga se desató entonces sobre Egipto. Después de advertir a Paró lo que iba a ocurrir, Aharón siguió las instrucciones de Moshé y agitó su bastón sobre el Nilo, los canales y reservorios. Las aguas se convirtieron en sangre. Los peces murieron y esto produjo un olor pestilente e insorportable. Los egipcios, enfrentados con la falta de agua, se vieron obligados a suplicar a los judíos que les dieran un poco, pues la plaga -que se prolongó durante siete días- no tenía efecto sobre el agua de los hebreos. Puesto que el milagro fue nuevamente repetido por los magos egipcios, el faraón mantuvo su actitud obstinada. Por consiguiente, ignoró la amenaza de una plaga de ranas. Nuevamente Aharón extendió la mano sobre el Nilo y las ranas cubrieron la tierra. El soberano egipcio rogó a Moshé que detuviera los efectos de la plaga y prometió permitir, a cambio, la salida del

pueblo judío para ofrendar sacrificios a Hashem. Tan pronto como Moshé oró al Señor, cesó la plaga. Sin embargo, el faraón se rehusó obstinadamente a cumplir su promesa. Entonces Aharón golpeó con su bastón el polvo de la tierra y éste se transformó en piojos que cubrían a hombres y animales. Esta vez los magos egipcios no pudieron hacer lo mismo y se vieron forzados a admitir la superioridad del poder de D-s. No obstante, el corazón de Paró continuó endurecido. Moshé le advirtió que animales invadirían los hogares de los egipcios, pero quela tierra de Goshen, donde vivían los judíos, no sería afectada. El faraón se mantuvo en sus trece. Sin embargo, la desolación provocada por esta plaga lo obligó a autorizar que los israelitas ofrendaran sacrificios a Hashem en Egipto. Moshé, en cambio, exigió que se permitiera a los judíos viajar por tres días al desierto para ofrecer los sacrificios, a fin de escapar al saqueo de los egipcios. Paró accedió, pero tan pronto como se detuvo la plaga, se negó nuevamente a dejar salir a los judíos. Entonces Moshé le advirtió que la morriña (enfermedad del ganado) devastaría a Egipto (con excepción de Goshen) si Paró no terminaba por acceder. Paró rechazó la advertencia y la plaga azotó intensamente al ganado de los egipcios causándole la muerte, en tanto que los animales pertenecientes a los judíos no fueron dañados. No obstante, Paró permaneció inconmovible. A continuación Moshé arrojó ceniza hacia el cielo en presencia de Paró. La ceniza se convirtió en polvo y éste causó una epidemia de forúnculos dolorosos tanto en los hombres como en las bestias. Los propios magos de Paró fueron afectados, pero él no cambió de opinión. Se le dijo entonces que destrozaría las cosechas y diezmaría el ganado que aún quedaba. Se le aconsejó que cubriera a personas y animales para salvarlos de la muerte. Algunos egipcios atendieron la advertencia y buscaron refugio junto con el ganado. Entonces Moshé extendió su bastón hacia el cielo y una terrible tormenta de truenos, relámpagos y granizo arrazó el país (excepto Goshen), matando a hombres y bestias, y destruyendo las cosechas. (El granizo era de naturaleza inusual. Estaba compuesto de fuego en su interior y hielo en el exterior, y era de gran tamaño). Esta vez Paró reconoció su error, pero cuando cesó la tormenta, su corazón se endureció nuevamente como una piedra. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda) PUEDE ADQUIRIR ESTE LIBRO EN

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Vaerá "Di-s le dijo a Moshé 'Dile a Aharón, toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas --ellas serán sangre'" (7:19)

PREGUNTA: Rashi explica que dado que el río había dado protección a Moshé cuando fue arrojado a él, no fue afligido por su intermedio. Por la misma razón la plaga de las ranas, que tiene que ver con el agua se cumplió a través de Aharón. La tercera plaga de los piojos también se cumplió a través de Aharón: Cuando Moshé mató al egipcio, lo enterró en la arena; por lo tanto no golpeó al polvo de la tierra para traer piojos a Egipto. ¿Por qué estas razones impidieron a Moshé traer las plagas tantos años después? RESPUESTA: De esto podemos aprender una lección muy importante: muchas veces, cuando alguien hace un favor, lo olvidamos y no mostramos gratitud. Hashem, en sus instrucciones a Moshé, transmite la lección de que uno debe ser agradecido de por vida. A pesar de que el favor que Moshé recibió de las aguas ocurrió aproximadamente 80 años antes y Moshé fue beneficiado por la tierra aproximadamente 70 años antes, se le dijo que fuera agradecido y no los hiriera de ninguna manera. Si esto es verdad con respecto al agua y la tierra, que son inanimados, cuanto más se debe aplicar a un ser humano que hace un favor. ***** "Y los magos le dijeron a Faraón 'este es el dedo de Di-s'" (8:15) PREGUNTA: ¿Por qué, después de la plaga de los piojos, reconocieron finalmente los magos "Este es el dedo de Di-s" RESPUESTA: después que el malvado Titus quemara el Bet Hamikdash, blasfemó contra Hashem. Mientras retornaba a su ciudad, su barco fue amenazado por fuertes olas. Arrogantemente declaró "El poder del Di-s judío está solamente dentro de los límites del agua. A lo largo de la historia ha usado el agua como una forma de castigo. Si realmente es Todopoderoso, déjenlo que me encuentre en tierra seca, y veremos quien vencerá" Una voz surgida del cielo dijo "Malvado, hijo de malvado, tengo una pequeña criatura en mi mundo llamada 'iatush'(mosquito) --ven a tierra firme ¡y veremos quien es más fuerte!" Titus, presuntuosamente llegó a tierra firme y un iatush entró por su nariz y vivió en su cerebro hasta que él murió (Guitín 56 b). Las primeras dos plagas que castigaron a Egipto fueron sangre y ranas, que se originaron del agua. Los magos consolaron a Faraón "No te preocupes, parece que su Di-s no es Omnipotente. Su fuerza se limita al agua". Por lo tanto Hashem respondió con la plaga de los piojos, criaturas extremadamente pequeñas que vienen de la tierra. Al ver esto los magos se vieron obligados a admitir "Este es el dedo de Di-s, y si Su dedo es tan poderoso, verdaderamente es Omnipotente". ***** "Moshé le dijo 'Cuando salga de la ciudad, elevaré mis manos [en plegaria] a Di-s'" (9:29) PREGUNTA: ¿Por qué solo durante la plaga de granizo, que fue la séptima, Moshé insistió en orar fuera de la ciudad?

RESPUESTA: Cuando Moshé advirtió a Faraón de la llegada de la plaga de granizo, le dijo que los egipcios debían tomar todos sus rebaños de los campos porque todo animal u hombre en el campo moriría. Los egipcios que tomaron en serio la advertencia trajeron sus rebaños a sus casas. Otros que no tuvieron en cuenta las palabras de Hashem, dejaron a sus siervos y a sus rebaños en los campos, donde fueron muertos por el granizo (9:19-21). En Egipto adoraban a la oveja. Por lo tanto, durante todas las otras plagas, Moshé aceptaba orar en la ciudad dado que las ovejas estaban normalmente en el campo. Sin embargo, durante la plaga de granizo, la ciudad estaba llena de ovejas, así que él salió de la ciudad porque no quería orar en un lugar lleno de ídolos

Vaerá Estudiando algunos Midrashim Moshé y Aharón Realizan Señales Milagrosas Hashem ordenó a Moshé y Aharón comandar al Faraón dejar ir a los Benei Israel. El predijo, "Yo endureceré el corazón del Faraón y luego multiplicaré Mis señales y maravillas en Egipto." Esto no significaba que el Faraón sería incapaz de arrepentirse porque Hashem estaba endureciendo su corazón. Las palabras del Todopoderoso implicaban, "Yo le daré una oportunidad de hacer teshuvá por la duración de las primeras cinco Plagas. Sólo si él después de eso persiste en su iniquidad Yo detendré de él Mi Mano Auxiliante que está lista para asistir a aquéllos que hacen teshuvá." Moshé y Aharón se presentaron en el palacio. Al verlos , el Faraón montó en cólera. Volviéndose a los guardias, gritó, "¿No he dado yo órdenes explícitas de no admitir más a estas personas?" Los guardias estaban confundidos. "Nosotros no sabemos cómo ellos pudieron haber entrado," contestaron. "Todas las puertas del palacio están sumamente vigiladas." El Faraón se había jurado a sí mismo,"¡Cuando este Ben- Amram venga aquí la próxima, lo apuñalaré, lo colgaré, lo quemaré encontraré algún tipo de muerte que lo acabe!" Pero tan pronto como Moshé entró, el Faraón se volvió tan mudo como una estaca y no se atrevió a tocarlo. Moshé y Aharón transmitieron el mensaje de Hashem al Faraón. Cuando el rey solicitó una señal, Aharón, en presencia de la corte Egipcia entera arrojó su bastón al suelo, y él fue transformado en una serpiente. El Faraón comenzó a reir. "¿Son éstas las maravillas de vuestro Di-s? se mofó. "¡Las personas usualmente intentan vender mercadería en un lugar donde se necesita, no en un lugar donde existe abundancia de ella! Nosotros los Egipcios somos los más famosos hechiceros en el mundo y ¡vosotros creísteis que podríais enseñarnos a nosotros magia! ¡Este truco es tan fácil para nosotros que hasta mi esposa sabe cómo realizarlo! El hizo señas a su esposa- quien en realidad era tan experta en brujería como todos los otros magos Egipcios combinados- y le dijo , "¿Véis a estos Judíos que han venido aquí para burlarse de nosotros?" El dio a su esposa un bastón, ordenándole convertirlo en una serpiente. Ella lo hizo. El Faraón se burló, "¡Aún los niños Egipcios son capaces de realizar esta suerte!" Ordenó que algunos niños de cuatro o cinco años fueran traídos y les entregó varas. Todos pudieron convertir los palos en culebras. El patio completo se llenó con retorcidas culebras. Los dos renombrados magos Egipcios, Iujani y Mamré, ridiculizaron a Moshé diciendo, "¿Intentásteis vos vender paja en Ofaraim, una

ciudad superabundante en paja?¿Realmente creísteis que nosotros seríamos impresionados con vuestra magia en este país el cual originó el arte de magia negra?" Moshé contestó, "Ese es precisamente el por qué Hashem me envió a mí aquí. Si alguien tiene buenas verduras para vender, las lleva a un mercado donde los compradores son expertos y las apreciarán." Las palabras de Moshé implicaban, "Eventualmente vosotros quienes sóis expertos en magia deberéis testificar la verdad, que nuestras maravillas no tienen sus orígenes en magia. Son fenómenos sobrenaturales los cuales pueden sólo ser logrados por el poder de Hashem." La serpiente de Aharón abrió su boca de par en par y devoró a todas las otras culebras que estaban deslizándose por el suelo. "Este truco es tan viejo como Adám," se mofó el consejero Bilám. "Todo el mundo sabe que una culebra puede tragar a otra. Que Aharón nos muestre si él sabe cómo hacer que un bastón trague a todos los otros bastones. ¡Si él es capaz de eso, nosotros sabremos que no es un hechicero común sino que es socorrido por la fuerza de Hashem!" Un milagro ocurrió y la serpiente de Aharón se volvió nuevamente un bastón y devoró a todos los otros bastones. A pesar de ello, no era perceptible que recién había devorado docenas de varas porque permaneció tan delgado como antes. El Faraón tembló. "¿Qué si él ahora ordena a su bastón tragarse tanto a mí como a mi trono?" pensó. No obstante, como Hashem había predicho, el Faraón endureció su corazón y rehusó dejar libres a los Benei Israel. La Primera Plaga: Sangre Hashem dijo a Moshé, "El Faraón rehúsa dejar ir al pueblo. Adviértele a él que a menos que Me escuche, Yo le causaré una plaga devastadora a él y a su pueblo. Baja al Nilo temprano en la mañana para encontrar al Faraón y adviértelo a él allí. El finge ser un dios y por consiguiente va al Nilo a cumplir sus funciones corporales en secreto." Hashem ordenó a Moshé, "Vé al río temprano en la mañana para probar al Faraón que él no es divino. Lleva contigo el bastón que fue convertido en una serpiente porque él lo reconocerá, recordará los milagros ejecutados con él, y se atemorizará. Díle, "Hashem, Di- s de los Hebreos, me ha enviado a comandaros, 'Deja ir a Mi pueblo para que ellos puedan servirme en el desierto. Mas si tú rehúsas escuchar, sabe que con este bastón en mi mano Yo golpearé al agua en el río, y ella se volverá sangre.¡A través de esto tú sabrás que YO SOY HASHEM!'" La estrategia de Hashem en castigar al Faraón fue enteramente diferente de la contienda armada conducida por seres humanos. Si un hombre desea derrotar a su enemigo, él prepara su ataque con la más grande reserva a fin de tomar a la otra persona por sorpresa. Hashem por el contrario, envió a Moshé anteriormente a la primera Plaga para dar una advertencia explícita al Faraón. De esto es evidente que Hashem esperaba que él hiciera teshuvá y la plaga por consiguiente fuera innecesaria. Moshé encontró al Faraón temprano en la mañana junto al Nilo y lo censuró , diciendo, "Vos alegáis divinidad. ¿Qué, entonces, estáis vos haciendo aquí ahora? ¿Cumple también un dios funciones humanas?" "¿Quién dijo que yo soy divino?" El Faraón le preguntó a él. "¿No les decís eso a los Egipcios?" "¿Y quiénes son los Egipcios? Esos tontos, no son seres humanos, ¡son asnos! ¿Importa lo que yo les digo a ellos?" el Faraón se mofó.

Moshé repitió las palabras de Hashem al Faraón, advirtiéndole a él que el Nilo se volvería sangre, mas el Faraón hizo caso omiso de la advertencia. Hashem por consiguiente ordenó a Moshé, "¡Extiende tu mano y golpea al río!" Moshé objetó, "¿Es correcto que yo golpee al Nilo? Alguien que bebió de un pozo no debería después arrojar piedras dentro de él. Al ser puesto en el Nilo cuando fui bebé, las aguas del río no hundieron la canasta sino en lugar de ello me protegieron. ¿Debería yo ahora golpear a esa misma agua?" Hashem desafió a Moshé intencionalmente, esperando que él respondiera como lo hizo. De la respuesta de Moshé nosotros somos requeridos aprender el alcance de nuestra obligación en demostrar gratitud. Debiéramos razonar que si nosotros debemos ser agradecidos a cualquiera quien nos hizo una bondad , cuán más grande debe ser nuestra gratitud a Hashem Mismo Quien es la causa de todos los beneficios que una persona recibe y Quien siempre se propone hacernos bondad a nosotros.Moshé advirtió al Faraón por un período de más de tres semanas, pero el Faraón no hizo caso. Luego, los Egicios despertaron una mañana encontrando al Nilo fulgurando con un inusual color rojo. La espantosa noticia pronto se esparció. El líquido que llenaba el río, lucía, sabía, y olía como sangre. Todos los peces en el río habían muerto, y el río hedía. (La plaga acarreada a Egipto fue, de una forma, aún más severa que el mabul durante el cual los peces permanecieron con vida) Los Egipcios comenzaron a buscar diferentes fuentes de agua, diciendo, "Debe haber agua subterránea que esté limpia. Moshé pudo golpear sólo al agua que es perceptible al ojo." Ellos cavaron pozos alrededor del río, mas incluso el agua subterránea se había tornado sangre. Egipto pareció estar saturado con sangre. Sangre chorreaba de los pilares del palacio del Faraón; sangre goteaba de madera y piedras; sangre fluía de sus ídolos. Las frutas ya no producían jugo de fruta, porque cuando los Egipcios exprimían una fruta , sangre se escurría fuera. Incluso la saliva que salía de sus bocas se volvía sangre. Existía sólo una fuente de clara, pura agua potable - el agua de la tierra de Goshen. Los Benei Israel tenían tanta agua como ellos querían. Los Egipcios corrían a Goshen para obtener un poco de aquel precioso líquido, pero tan pronto como ellos intentaban tomar un sorbo de agua, ella se convertía en sangre. Aún si un Egipcio compartía una jarra de agua con un Judío, el Judío bebía agua mientras que el líquido que corría por la garganta del Egipcio era sangre. Pronto, sin embargo, los Egipcios descubrieron que si pagaban dinero por el agua, ella permanecía agua. Fueron a Goshen trayendo oro y plata y así enriquecieron a los Benei Israel. En las profundidades de sus corazones, los Egipcios sabían por qué Hashem los había afligido con esta plaga. Ellos adoraban al Nilo. El Di- s de los Judíos les estaba demostrando que el río no era, de hecho, divino. Por añadidura, la vista de la sangre recordó a los Egipcios la inocente sangre Judía que habían derramado. Además, Hashem los estaba castigando por medio del Nilo porque los Egipcios habían intentado impedir a las mujeres Judías sumergirse a sí mismas en el río para estar puras para sus maridos. El Faraón citó a sus magos y los interrogó. "¿Sabéis vosotros convertir agua en sangre?" "Nosotros lo sabemos," ellos replicaron. Los hechiceros egipcios convirtieron agua en sangre con magia. Viendo esto, el Faraón decidió ignorar la plaga lo mismo que él había ignorado la señal del bastón que había devorado a los otros bastones. Esta primera plaga no dañó personalmente al Faraón por tres razones: 1. Hashem era paciente con él en su sufrimiento a causa de que Moshé había sido nutrido y

criado en su casa. 2. Hashem esperaba que él aún hiciera teshuvá. 3. Hashem causó que el Faraón se tornara eminente a los ojos de los Egipcios para que su subsecuente caída pareciera tanto más drástica. La Plaga de la Sangre duró siete días y fue acompañada por una Plaga de Pestilencia secundaria que mató a muchos Egipcios. Todas las Plagas subsiguientes fueron también acompañadas por la adicional Plaga de Pestilencia. Cuando los siete días de la Plaga finalizaron, Hashem ordenó a Moshé advertir al Faraón acerca de la próxima plaga, diciendo, "Di al Faraón, 'Si tú rehúsas despedir a los Benei Israel, Yo afligiré todas tus fronteras con ranas. ¡El río pululará con ranas, y ellas entrarán en tus casas y alcobas, en tus camas y en las casas de tus sirvientes, en tu pueblo y en tus hornos y tus artesas de amasar!'" Moshé advirtió al Faraón por tres semanas acerca de la Plaga de las Ranas, mas el Faraón no hizo caso de la advertencia. La Segunda Plaga: Ranas La segunda Plaga fue traída por mediación de Aharón y no por Moshé puesto que ella nuevamente ocasionaba afligir al río, y no era correcto para Moshé afligir al río que había protegido su canasta. Hashem ordenó a Moshé, "Dí a Aharón, 'Extiende tu mano con tu bastón de forma tal que todas las corrientes, ríos y estanques de Egipto produzcan ranas.'" Tan pronto como Aharón extendió su mano, los Egipcios quedaron pasmados al contemplar una horrible vista. Fuera del río brincó una horrible rana de excesivo tamaño que comenzó a marchar bajando el camino principal hacia el palacio del Faraón. Hashem dio a los Egipcios una última oportunidad de arrepentirse antes de que ellos fueran invadidos por ranas adicionales. Los Egipcios llevaron armas y estacas con las cuales pretendían matar a la monstruosa rana. En lugar de caer muerta, ella abrió su boca de par en par y escupió legiones de ranas bebés. Dejó salir un silbido estridente, y ante esta señal, ejércitos de ranas salieron brincando fuera del río, acompañadas por otros reptiles de mar con colosales bocas y dientes. Ellos formaron una procesión y marcharon bajando el camino principal, aparentemente con un propósito definido en mente. El horror de los Egipcios puede ser bien imaginado cuando el ejército de ranas se encaminó directamente hacia el palacio del rey. Hashem hizo que la plaga visitase primero al Faraón ya que el Faraón se había tornado arrogante cuando vio que él personalmente no había sufrido de la Plaga de la Sangre. Hashem por consiguiente dijo, "Tú serás el primero en ser afectado por la Plaga de las Ranas." Las ranas corrieron atravesando las entradas del palacio, subieron los escalones, y entraron al cuarto privado del Faraón. El Faraón estaba en cama cuando las ranas saltaron dentro de sus cobertores, se arrastraron bajo su ropa blanca, y mordiéndolo a él, se entremetieron dentro de su cuerpo. Después del Faraón, la totalidad de los otros nobles de la corte Egipcia fue infestada y luego la gente común. Las ranas llenaron las casas Egipcias, saltando sobre mesas y sillas y dentro de las camas de los Egipcios y mordiéndolos. La más grande y gorda de las ranas se asentó en el palacio del Faraón. Las ranas no perecieron incluso después de que se hubieron deslizado dentro de los cuerpos de los Egipcios. Continuaron haciendo un ruido ensordecedor en los estómagos de todos, gritando, "¿Cuánto tiempo tendremos que permanecer aquí?" Otro coro de ranas en las paredes del estómago croó de nuevo, "Hasta que Moshé, hijo de Amram, venga y rece para que nosotras seamos puestas en libertad." La Plaga de las Ranas cubrió la tierra entera. Las ranas brincaron dentro de los campos y devoraron el producido del cultivo.

Incidentalmente, las ranas solucionaron una vieja disputa entre Egipto y las tierras vecinas concerniente a las demarcaciones precisas del país. Los Egipcios reclamaban ciertas tiras de tierra que los kushím sostenían formaban parte de su territorio. La plaga claramente definió las fronteras Egipcias porque dondequiera que las ranas se asentaron era incuestionablemente territorio Egipcio. ¿Cómo fue posible que las ranas entraran en las casas de piedra y mármol incluso después de que los Egipcios cerraran con llave sus puertas y ventanas? Este fue uno de los milagros de Hashem Quien cambió las leyes de la naturaleza, dando a una sustancia blanda el poder de penetrar una más dura. Tan pronto como las ranas gritaron, Nosotras somos mensajeras de Hashem Quien creó el mundo, el mármol y las piedras inmediatamente se separaron, permitiendo a las ranas penetrarlos.Toda vez que una mujer Egipcia calentaba su horno a fin de hornear pan, las ranas brincarían dentro de la masa y la mordisquearían. La mujer por consiguiente la ponía apresuradamente dentro del horno. Las ranas, a pesar de ello, se asían a la masa, permitiendo ser ellas mismas horneadas junto a ella. Atemperaban el calor de tal modo que ningún pan nunca fue bien horneado.Los Egipcios sufrieron severamente de la Plaga de las Ranas. Ni un solo Egipcio pudo evadir la plaga de las ranas; tan pronto como él llenaba una taza para tomar un trago, la encontraba llena de odiosas ranas. A pesar de ello, consideraron al croar que continuaba aún después de que ellas entraran a los estómagos Egipcios peor que sus acciones destructivas. No había absolutamente ningún modo de deshacerse de las ranas pues si un Egipcio intentaba matar una con una vara o piedra, seis nuevas ranas brotaban en su lugar, y así tuvieron que abandonar todo intento de destruirlas. Hashem estaba castigando a los Egipcios midá- kenegued- midá (medida por medida). Los Egipcios solían torturar a sus infortunadas víctimas Judías ordenándoles recolectar todo tipo de aborrecibles animales rastreros e insectos (los que no necesitaban excepto por el placer sádico de hacer miserables las vidas de los Benei Israel); Hashem por tanto produjo a cambio ranas repulsivas que los nausearon. Faraón llamó a sus magos y les preguntó si también eran capaces de producir ranas. "Ciertamente," ellos respondieron y trajeron a la vista ranas adicionales, (mas quedaron perplejos cuando llegó el tiempo de deshacerse de las existentes). El Faraón no tuvo más alternativa que llamar a Moshé y Aharón. "Implorad a Hashem que El quite las ranas de mí y de mi pueblo," él rogó "y yo dejaré ir a los Benei Israel." "Ahora yo os probaré a vos que esta Plaga es un milagro Divino y no una ocurrencia natural,"Moshé anunció al Faraón. "Fijad el momento cuando esta Plaga debería finalizar, y yo rezaré a Hashem que le ponga fin en el tiempo que vos designéis." "Mañana," dijo el Faraón. "Será como vos decís," proclamó Moshé, "para que vos sepáis que NO EXISTE NADIE COMO HASHEM, nuestro Di- s." Moshé clamó al Todopoderoso. Al preciso día siguiente, las ranas en las casas, patios, y campos perecieron, mas hubo una excepción: Todas las ranas que habían voluntariamente brincado dentro de los hornos permanecieron vivas y les fue permitido a retornar al río. Hashem de este modo demostró que quienquiera se sacrifica a sí mismo por Hashem nunca sufrirá una pérdida. Las ranas muertas no desaparecieron sino fueron dejadas yaciendo sobre todo Egipto. Los Egipcios tuvieron que palearlas juntas. Puesto que había tantas de ellas, cada Egipcio recolectó al menos cuatro pilas de ranas. Las ranas muertas eran aún más repugnantes que las vivientes.Emitían un hedor nauseabundo que penetró la tierra entera. Los Egipcios fueron de este modo devueltos midá- kenegued- midá por haber golpeado a los Judíos sin piedad hasta que un fétido olor emanó de sus bocas. La Plaga de

las Ranas afligió sólo a los Egipcios mas exceptuó a los Benei Israel. De hecho, si un Judío y un Egipcio caminaban por el camino al mismo tiempo, la rana huía del Judío y saltaba sobre el Egipcio. Tan pronto como la Plaga finalizó, el Faraón nuevamente endureció su corazón. Esto es típico de todos los reshaím que no hacen jamás teshuvá sincera sino sólo hacen promesas bajo compulsión, rescindiéndolas tan pronto como sienten alivio.

Shabat Vaerá Primer comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Boletin Judaicasite: www.judaicasite.com) Cuarto comentario (Enseñanza semanal Jabad: www.jabad.org.ar) Primer comentario - Las distintas facetas del libre albedrio Una de las preguntas que plantean todos los exegetas de la Tora es: si Hashem mismo le endurecio el corazon a Parho -es decir le quito el libre albedrio-... entonces ¿por que decimos que Parho peco? El Rambam, en Halajot Teshuba, nos da la siguiente explicacion: por cuanto que Parho peco en principio por propia iniciativa y daño al Pueblo de Israel, la jurisprudencia determina privarle la Teshuba. Por eso Hashem le endurecio el corazon. Asi tambien contesta el Ramban y agrega una respuesta: en las primeras plagas, Parho mismo por propia voluntad endurecio su corazon y no quiso dejar salir al pueblo. Como esta escrito: "Y se fortalecio el corazon de Parho". Pero cuando las plagas se intensificaban y se cansaba de soportarlas, se ablandaba, se arrepentia y queria mandarlos. esto no ocurria por su voluntad, sino de lo intolerable de las plagas; por miedo y no por libre albedrio. Para que su libertad de eleccion este regulada, Hashem endurecio su corazon, para que los envie por su propia voluntad y su libre albedrio. El Midrash Raba dice: Dijo Ribi Iojanan: "de aqui que los herejes podran argumentar que Parho no tuvo posibilidad de volver en Teshuba". Le dijo Resh Lakish "que se cierren la bocas de los perversos". Hashem le advierte al ser humano una, dos y tres veces, y si este no vuelve, le cierra su corazon para castigarlo por lo que peco. Asi ocurrio con el perverso Parho, despues de cinco veces que Hashem le advierte del castigo que iba a tener, Parho fue indiferente y Hashem le dijo: Tu endureciste tu cabeza y tu corazon; he aqui te voy a aumentar mas impureza sobre tu impureza. Nuestros sabios dicen: por cuanto que un ser humano peco y reincidio se le hizo como algo permitido; es decir se va hundiendo en el pecado y el mismo se esta privando la Teshuba. Asi esta escrito en el Talmud: si un individuo se impurifica un poco, lo impurifican mucho; el se impurifica desde abajo, lo impurifican desde arriba. Sobre el tema del libre albedrio, el Rab Dessler da el siguiente ejemplo: Un fumador dolorido del pecho por la adiccion al cigarrillo, se repite varias veces a si mismo: "No

fumare mas". Al dia siguiente de expresar esa afirmacion, este hombre exclama: "Si fumo solo un cigarrillo, no me hara daño". Luego, considera que son dos los cigarrillos que puede fumar, culminando ese dia consumiendo todo el atado. Este hombre no hace mas que engañarse a si mismo. Repite exclamaciones que no puede cumplir. Tiene dos deseos: por un lado, fumar, y por el otro, no sentir dolor. El mismo dolor es mas fuerte que su deseo, entonces, decide no fumar. Cree que podra superar su adiccion, pero luego, se dice a si mismo que uno o dos cigarrillos no pueden daniarlo. Este fumador empedernido se aparta de la verdad obvia y se aferra a la imaginacion, cubierta por la mentira. Quien provoca nuestras acciones es uno mismo, no el deseo. La lucha de seguir tras el autoengaño o la verdad se llama eleccion. Una mente sana puede pensar y elegir correctamente, no aferrarse a la mentira, y optar por la verdad. Si hay dos pueblos en guerra, el objetivo que ambos persiguen es conquistar tierras. Cada lucha lleva detras ese deseo. El que logra conquistarlas, por esas tierras ya no pelea mas, sino que debera ahora luchar por las que aun no obtuvo. Las primeras ya son parte de su propiedad. Nosotros, en la vida tambien tenemos por que luchar. Si Shabat es algo que hoy por hoy cumplimos, ya es tierra conquistada. Son otros los lugares a los que debemos llegar. Cada mitsva que hacemos puede formar parte de nuestras conquistas, solo que todavia hay muchas que no pudimos conquistar... Por ellas debemos luchar. Rab Moshe M Hoffer Segundo comentario - Los “Milagros” Desde chicos sabemos que todo lo que escapa a lo habitual, lo raro y lo exótico nos atrae. Basta con recordar las historias que nos contaron en aquellas épocas infantiles, de brujos y hadas, de Blancanieves y los siete enanitos, de Súperman y del hombre murciélago, todo eso no tiene relación alguna con la vida cotidiana. En las fiestas de chicos y grandes, el mago atrae la atención de todos los invitados. La Torá ya nos advirtió a no dejarnos llevar por personas que pretendan demostrarnos sus “verdades” mediante milagros (D'varim 13:2) y el Ramba”m nos hace saber que nuestros abuelos no creyeron en D”s simplemente por haber visto maravillas. No obstante, vemos que a la gente todo eso sí le atrae. ¿Será porque la vida que llevamos es “aburrida” y queremos vivir en un mundo que no sea tan real, aburrido, angustiante y cruel como el nuestro? La lectura de Va’erá y Bó también habla de milagros. Moshé le advierte al Faraón que si no permite la salida de los judíos de Egipto, sufrirá toda clase de plagas. Y todas ellas terminan por cumplirse. Y cada vez que ocurren estas plagas, los judíos que habitan en la tierra de Goshen salen ilesos. ¡Vaya milagro! Dejemos de lado por un instante la visión triunfalista del tema (la mayoría de los judíos no se merecieron salir de Egipto, pues a pesar de las

plagas se sentían bien en Egipto y no estaban convencidos de querer irse), concentremos la atención en la característica milagrosa de las plagas en si. ¿Para qué sucedieron los milagros? ¿Son deseables los milagros? ¿Rezamos por ver milagros? Este tema tiene una arista educativa que también nos debe plantear ciertas dudas. En muchas historias de rabinos famosos, encontramos que merecieron el desenlace de una situación apremiante en la que ocurrieron milagros de algún tipo. ¿Se debe relatar estas historias a los niños? ¿Poseen elementos pedagógicos desde lo judaico? Antes de seguir, creo indispensable aclarar que el milagro tal como lo estamos tratando, es decir, algo que escapa a lo natural, no es el único fenómeno que los judíos denominamos como “nes” (milagro). Agradecemos diariamente tres veces en la Amidá: “ve'al niseja shebejol iom imanu” (= por los milagros que nos suceden diariamente). Ahora bien. Diariamente nos pasan muchas cosas, buenas y malas, pero no nos parecen ser algo fuera de lo natural. Nos referimos pues, en este agradecimiento a D”s a los “milagros naturales” que suceden en cada instante a los que habitualmente denominamos “naturaleza” simplemente porque estamos tan acostumbrados a ellos que nos parece “natural” que ocurran. Estos milagros y maravillas que acontecen dentro de nuestro cuerpo tal como los distintos sistemas (circulatorio, digestivo, nervioso, respiratorio, reproductivo, etc.) o fuera de él (el cosmos, la fuerza de gravedad, la fotosíntesis, etc.) a los que llamamos naturales, son los que hacen que podamos vivir una vida “normal”. Confiamos ciegamente en la constancia de esta naturaleza para todo lo que hacemos. Si la naturaleza no fuese constante y confiable, nos volveríamos absolutamente locos por no poder prever nada. En los Salmos (que recitamos diariamente en los rezos matutino) decimos “y los puso (las leyes naturales) para la eternidad, son decreto inamovible. A diferencia de lo que sucedió en Egipto, el agua siempre debe ser agua, y la sangre, sangre. El auto no hará combustión con puré de papas y no nos vamos a servir un vaso de “nafta extra sin plomo”. El sol saldrá del este y las cosas que soltamos se nos caen hacia abajo. No debemos desear que eso cambiara, pues, si la naturaleza no fuera constante, el mundo no sería un lugar en el cual pudiéramos vivir. Dado que las cosas son así, es superior aquel que reconoce al Todopoderoso en la naturaleza cotidiana, que aquel que no cree a menos que le demuestren que esa naturaleza se puede modificar. Y, si bien D”s hizo los milagros en Egipto para que el Faraón- que se hacía considerar un dios y se negaba a dejar ir al pueblo judío por desconocer la autoridad Di-vina - cambiara su postura, eso no significa que fuese deseable que estos milagros se repitieran con frecuencia. En el Kidush (bendición que santifica la entrada del Shabat) del viernes a la noche hacemos mención al “zejer lema'asé bereshit” (recuerdo a la creación del mundo), como así también al “zejer lietziat mitzraim” (recuerdo a la salida de Egipto). Si bien pareciera hablarse de dos eventos de distintas épocas, en realidad estamos hablando de lo mismo. Los milagros que acompañaron la salida de Egipto sirvieron para demostrar a los dudosos (egipcios y

judíos), que el Creador del mundo es uno, que sabe todo lo que sucede aquí y que constantemente interviene en el quehacer humano. Está claro entonces, que los milagros suceden porque D”s decide en ciertas instancias que deben ocurrir por las distintas razones que sólo Él sabe. Para nosotros es importante saber que si D”s lo decide, dado que Él es Quien sabe y hace todo, no existe diferencia ante Él en causar “milagros naturales” o “milagros no-naturales”. La casualidad no existe, ni tampoco la naturaleza como algo independiente a D”s. Así también debemos hacérselo saber a los niños. El desafío está en “ver” a D”s en la naturaleza, en nuestro sustento diario y en este mundo “di vrá gireuté” = que creó de acuerdo a Su plan (Kadish). Las historias de tzadikim, a quienes D”s los asistió con milagros, tienen como objetivo precisamente eso. Pero es importante decirles también que, aunque fuese triste, muchos tzadikim vivieron en la pobreza, perseguidos, enfermos o mártires y no fueron asistidos con milagros. Aun así no perdieron su confianza en D”s y ni siquiera pidieron que les sucedan milagros. No obstante, no es conveniente insistir en esta clase de historias milagrosas con los niños. Mucho más importante es relatarle a los niños (y grandes) el esfuerzo que implica la lucha por crecer, mejorar las características humanas y observar las Mitzvot cada vez mejor. Que les quede claro qué es lo que significa llegar a ser tzadik y crear en los niños el deseo por ser verdaderamente “grandes” en la Torá. En última instancia vivimos con los pies en la tierra y esta tierra “natural” es tal como D”s la creó para cumplir con nuestro deber. Daniel Oppenheimer Tercer comentario - El Liderazgo de Moises "Y hablo Hashem a Moises diciendo: Ve y habla al Faraon, rey de egipto para que envie (libere) a los Hijos de Israel de su tierra" (Shemot 6:11) El ascenso de Moshe Rabenu, nuestro gran maestro Moises, a su puesto de liderazgo, fue por demas inusual. Historicamente la mayoria de los que luchan por la libertad de su gente surgen del seno de ese pueblo, primero sufriendo junto a sus oprimidos hermanos y luego ganando su camaraderia y confianza con la verdad en la palabra y en la accion, a fin de convertirse en su lider y destituir a los opresores. En rotundo contraste, Moises paso sus primeros veinte años, sus años formativos, en el confort del entorno palaciego del Faraon. Cualquier otra persona hubiera optado por continuar apegado a esa "buena vida" de lujo y facilidades, mas Moises eligio "salir hacia sus hermanos" (ibid.2:11). Cuando el "vio su sufrimiento", supo de inmediato que ambas cosas, el confort con extranios y una verdadera responsabilidad judia, eran incompatibles. Una opcion invalidaba

a la otra. Si elegia identificarse con la victima judia y resguardarla del ataque y de la muerte, perderia toda posibilidad de heredar el trono del padre de su madre adoptiva, virtual gobernante de todo el mundo. Si elegia dirigir su rostro hacia otro lado y permitir que los egipcios continuaran apaleando al judio, estaria dando la espalda al legado de la familia que lo habia visto nacer; ese legado que secretamente le fuera ensenado por su madre. Y miro hacia un lado... y luego hacia el otro (ibid.2:12). Lucho con su propia identidad interna y vio que no podria negociar con ambos mundos y ser una verdadera persona. "Y golpeo al egipcio y lo oculto en la arena". Mato al capataz egipcio pero tambien elimino al "egipcio" que estaba dentro de el. Se animo a cruzar la brecha. Ya nunca mas tendria una crisis de identidad; el extranjero dentro de el estaba enterrado para siempre. La lucha contra el sufrimiento judio seria siempre su interes primodial. Era necesario sin embargo que el salvador del pueblo, elegido por Hashem, comenzara su vida en el entorno real del palacio del Faraon, a fin de poder desarrollar un espiritu noble, un espiritu que no se amilanara al confrontar a una superpotencia. Moshe Rabenu vio la debilidad humana de la realeza bien de cerca. Vio cuan aterrados estan los opresores de su propia posicion y cuan inseguros se sienten de su propio futuro. Y porque se crio en ese entorno, sabia que aun el mas poderoso de los hombres NO es invencible. No es natural en cambio, que una persona criada en la servidumbre, entre el lodo y los ladrillos, de pronto lave sus manos de tanta opresion y suciedad e, inmediatamente luche contra los gigantes. Moshe Rabenu no vio inicialmente las cosas de esa manera. Su primera reaccion fue no aceptar su mision Divinamente asignada. Penso que su crianza en palacio seria una dificultad mas que una ventaja, que su hermano Aharon era mas reconocido por su piedad y virtud, etc.etc. Pero Hashem le respondio que en materia de redencion: "Mis pensamientos no son sus pensamientos y Mis caminos no son sus caminos". Moshe Rabenu sabia que asi como la esclavitud comenzo cerrando los ojos y los corazones a la creciente servidumbre, la redencion solo podria empezar abriendo los ojos y los corazones al sufrimiento judio. Esto es lo que mas cuenta en cuanto a liderazgo judio en epocas de redencion. Que tambien nosotros, cada uno de los hijos de Israel, logremos quitar de nuestro interior a ese extranjero que nos impide pensar y vivir nuestro judaismo a fondo sometiendonos al yugo de otras costumbres y culturas que no son las nuestras. En verdad, solo se requiere un poco de valentia para ser sinceros con nosotros mismos y preguntarnos si nuestra vida, si nuestras acciones responden a nuestra identidad judia, a una identidad que solo se ejerce plenamente cuando se observan las leyes de la Tora. Quiera Hashem que por

nuestra teshuva tengamos el merito de acercar la llegada del Mashiaj muy pronto en nuestros dias. Amen. (Basado en Rabbi Yechiel Leiter) Cuarto comentario - Transformar el "aguan en sangre" Ven, habla al Faraón, el rey de Egipto, y que envíe a los hijos de Israel de su tierra (Shemot 6:10) Uno de los motivos de la centralidad del Éxodo de Egipto en el judaísmo (hasta el punto de recordarlo a diario en la plegaria), es que en el estado espiritual del alma humana, el salir de Egipto es un proceso constante de todos los días. La palabra Mitzraim (Egipto en hebreo) proviene del término Metzarim, límites, refiriéndose a los condicionamientos y frenos que existen en cada persona. Cada día debe llevar a cabo nuevamente un símil de “salir de Mitzraim”- superar y librarse de esas limitaciones y brindar a su Alma Divina la libertad de expresarse de acuerdo a sus verdaderas aspiraciones. El párrafo bíblico semanal nos relata sobre cómo comenzó el éxodo de Egipto, y de ello podemos aprender los caminos a través de los cuales es posible “salir de los metzarim” también en el plano espiritual del alma. DE LA FRIALDAD AL CALOR La primera plaga que se asestó a los egipcios fue la de sangre: todas las aguas de Egipto se convirtieron en sangre. De ello se aprende que el primer paso para liberarse de Mitzraim es transformar las “aguas” en “sangre”. El agua simboliza la frialdad, tranquilidad, falta de efervescencia y entusiasmo. La sangre, por el contrario, es el símbolo del calor, el fuego, la emoción. Esto es lo primero que se le dice al judío: ¿ deseas salir de “Egipto”? ¿Tu intención es liberarte de los condicionamientos que encierran a tu alma Divina?- ante todo debes transformar el “agua” en “sangre” en lugar de frialdad introduce a tu seno interior calor, entusiasmo, fuego. LA NECESIDAD DE LA EMOCIÓN Puede uno argumentar ¿para qué tanto entusiasmo? Sin ello también soy un buen judío. Cumplo los preceptos, estudio Torá, soy cuidadoso de no transgredir las prohibiciones de la Torá. ¿Para qué necesito entusiasmo en ello?. A eso se le responde que la frialdad la raíz primera de todo mal. El verdadero significado del estado de frialdad es que los temas realmente no afectan a la persona. Vemos en la práctica que cuando se trata de un tema que verdaderamente nos interesa y es cercano a nuestro corazón, no permanecemos apáticos y fríos. La frialdad es un síntoma de que la relación del judío con la Torá y sus preceptos es sólo “una conducta rutinaria aprendida”, es sólo una acción seca y mecánica. Este estado es el principio de la caída. Por ello, el primer paso en la liberación del alma de sus limitaciones y precondicionamientos es apartar la frialdad y la apatía, e introducir en su lugar calor y entusiasmo. Se debe estudiar Torá, cumplir los preceptos y servir a Hashem

con alegría y entusiasmo, con agilidad y fuego, como nos vinculamos con aquello que nos incumbe y mueve. MITZVOT CON LUJO Una de las expresiones prácticas de una implicación real es el tema de cumplir los preceptos con lujo- hidur mitzvá. Cuando uno sirve a Di-s con frialdad, le es suficiente con una Mezuzá simple, Tefilín baratos, una plegaria resumida y un cuidado mínimo del cashrut, la alimentación ritual judía. Al fin y al cabo lo que pretende es cumplir con la obligación, y para ello es suficiente también con el mínimo. Pero cuando un judío está entusiasmado y movilizado en su servicio a Hashem, procura cumplir los preceptos de la manera más bella posible: procura los Tefilín y las Mezuzot de la mejor calidad, el Tzitzit más hermoso, el cashrut de máxima seguridad, pues cumple con todo esto con cariño y deseo. Es este el previo paso en el proceso de “salir de Egipto”, y por medio de ello, llegamos finalmente a la liberación personal dell individuo, y de la redención individual vamos a la redención general, a manos del Mashiaj Tzidkeinu. Likutei Sijot tomo 1, Pág 119 Éxodo 6:2 - 9:35

"¿Cuándo tú vas al doctor?" "¿A dónde vas?" - le preguntó el Sombrerero Loco a Alicia. "Al doctor" - le contestó Alicia cortésmente. "Pero Alicia, tú pareces tan enferma, no es momento para que estés caminando por aquí y por allá!". "Pero si yo no voy al doctor yo no me recuperaré de mi terrible enfermedad!". "Pero Alicia" - le preguntó el Sombrerero Loco - "cuando tú llegues al doctor, ¿él te dirá que te quedes en la cama o que salgas a caminar?". "Que me quede en la cama, por supuesto" - respondió Alicia. "Entonces, por favor, para mejorarte tienes que escuchar al doctor. Ahora vete a la cama inmediatamente!". Tú ganas, tú pierdes La parashá de esta semana nos dice que Moshé llegó hasta el Faraón para pedirle que libere a los judíos. Moshé estaba en duda y dijo: "Los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo es que el Faraón me escuchará?!" (Éxodo 6:12).

La lógica de Moshé fue la siguiente: los judíos estaban bajo una presión física y espiritual muy grande, y no tenían nada que perder al escuchar a Moshé. Entonces, si ellos no lo querían escuchar, era aún mucho menos probable que el Faraón - quien no tenía nada que ganar - lo escuche. ¿Quién necesita más ayuda? El pueblo judío no podía escuchar a Moshé porque ellos estaban trabajando como esclavos, día y noche. Ellos no tenían tiempo para pensar, no tenían tiempo para buscar una salida a la situación de desesperación en la cual estaban. Lo irónico de todo esto es que "cuando las cosas son difíciles" no hay razón por la cual dejar de escuchar y aprender. Tú no vas al doctor cuando te sientes bien! Los tiempos difíciles son precisamente los momentos en los cuales debes aprender más, asistir a más clases y aplicarlas de manera más estricta y constante. Hoy en día, en el mundo, las personas están constantemente ocupadas - haciendo diligencias e intentando manejar un ataque violento de información. Ellos pueden estar infelices pero no se dan cuenta de ello. Profundamente en el corazón, ellos quieren respuestas a los misterios de la vida - pero ellos pueden no tener la tranquilidad para "escucharlas". El que siente que su vida carece de algo, ya ha hecho medio camino en la ruta para resolver el problema, mientras que el que se siente superficialmente lleno, puede ignorar peligrosamente su estado de malnutrición espiritual. ¿Quién es el que necesita más la Torá? El que se siente completo. ¿Quién necesita más al Shabat? El que no tiene tiempo para cumplirlo! Nosotros necesitamos ser cuidadosos sobre lo que nosotros pensamos que no necesitamos! Preguntas para Reflexionar #1: ¿Qué aspecto de tu salud física tú crees que estás ignorando? ¿Cuál puede ser la razón psicológica por la cual tú lo ignoras? Ahora, ¿qué harás al respecto? #2: ¿Qué aspecto de tu salud espiritual tú crees que estás ignorando? ¿Cuál puede ser la razón psicológica por la cual tú lo ignoras? Ahora, ¿qué harás al respecto? #3: Si tendrías que comenzar a cumplir con una de las 613 mitzvot que aún no cumples, ¿cuál escogerías y por qué? Copyright © 1995 - 2001 Esh HaTora, P.O. BOX 14149 Jerusalem, Israel www.judaismohoy.com

Shabat Vaera: Drasha Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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En la parasha de la semana podemos aprender sobre las cualidades de consideracion y agradecimiento que una persona debe tener. Las dos primeras de las 10 pestes que acontecieron en Egipto sucedieron en torno del agua. En la primer plaga, las aguas de Egipto se transformaron en sangre. En la segunda plaga, las ranas salieron del rio e invadieron la tierra. Para engendrar esos dos milagrosos acontecimientos, hubo que golpear las aguas. Moshe, sin embargo, no fue quien las golpeo, sino que fue su hermano Aharon. Al fin de cuentas, cuando Moshe era un bebe de tres meses, las aguas del Nilo lo refugiaron cuando fue depositado en una canasta en las orillas del rio, escondiendose asi entre los juncos de los soldados del Faraon. Por lo tanto, penso Moshe, no era apropiado golpear el agua cuando estas lo salvaron. Vemos lo mismo con la proxima peste, la de los piojos, que surgieron de la tierra. Otra vez Moshe no quizo ser el agente de esta transmutacion, pues estaba agradecido a la tierra que lo escondio luego de que el habia matado al egipcio. Los comentaristas destacan la magnifica conducta de Moshe que nos muestra importancia de siempre tener gratitud. "Si Moshe tuvo gratitud con objetos inanimados porque fue salvado por ellos, cuanto mas debe una persona mostrarse agradecida con aquellas personas que han sido sus vehiculos de buena fortuna". Sin embargo, no es facil comprender algunos aspectos de este mensaje. ¿Por que golpear el agua o la tierra serian una muestra de falta de gratitud? ¿No era acaso la voluntad de Hashem de convertir el polvo y las aguas? ¿No seria en todo caso una una magnifica elevacion para esas aguas o el polvo de la tierra ser transformados cumpliendo con la voluntad del Todopoderoso. ¿En ese caso, no seria muy apropiado que Moshe mismo sea quien lo ejecuta? El Rab Nosson Schapira de Krakow (1585-1633) conto una vez un caso muy dificil que se le presento. Un empresario de Varsovia iba cada mes al mercado de Krakow para comprar y vender mercaderia. En cada visita, este empresario advirtio que habia una viuda extremadamente piadosa que tenia un puesto de panes y mientras esperaba clientes, leia los con mucha devocion los salmos. Esta mujer solo levantaba la vista de su libro cuando llegaba un cliente. Cuando el cliente se iba, ella agradecia con innumerables bendiciones e inmediatamente volvia a las paginas de los salmos para continuar su lectura. Al observarla cada mes, el empresario de Krakow concluyo. "Esta mujer piadosa no deberia tener que luchar por ganarse la vida. Ella deberia seguir con sus oraciones y devota plegaria sin necesidad de preocuparse por el sustento." Por lo tanto, le ofrecio duplicarle las ganancias mensuales con la condicion que deje el negocio de panes para dedicar su tiempo por completo al servicio de Di-s. La mujer con lagrimas de alegria en su cara, acepto la generosa oferta y dio gracias al amable hombre con bendiciones y gratitud.

Un mes mas tarde, cuando el hombre volvio a Krakow, le sorprendio encontrar a la mujer en su lugar habitual, mezclando el sabroso aroma de sus panes con las dulces palabras de Tehillim. Cuando el se le acerco, la mujer le entrego un sobre. "Aquí esta su dinero. Lo pense dos veces, y la verdad es que no puedo aceptar su oferta". "Un trato es un trato," exclamo el empresario. "Debemos ver al Rabino Schapira para resolver esta cuestion". Despues de que el empresario presento su caso, la mujer dijo. "La razon por la cual este hombre generoso se ofrecio a mantenerme es para ayudarme a crecer espiritualmente. Desde el dia en que deje mi negocio de panes, solo he fracasado. Permitame explicarle: "Los dias que llovia, pensaba en los campesinos que plantaron el trigo para mis panes. Cantaba alabanzas por lo gloriosa que es la lluvia, mientras sentia la Divina Providencia de Hashem con cada gota de agua. Cuando el sol brillaba, le agradeceria una vez mas Hashem por permitir que los granjeros puedan cosechar en buenas condiciones climaticas. Cuando molia y tamizaba la harina, nuevamente encontraria razones innumerables para dar gracias al Todopoderoso. Cuando el pan se doraba en el horno, le daba gracias a Hashem por la belleza del producto y su venta. ¡Y cuando un cliente venia, le daba gracias a Hashem por mandarlo! Ahora todo esto se ha ido, no quiero ser parte de una vida sencilla y con todo resuelto". Moshe tuvo una relacion personal con el agua y el polvo. Cada vez que vio el Nilo o atraveso la tierra, recordo que estos fueron los intermediarios de su buena fortuna y los utilizo para alabar Hashem. El pegarle al agua o a la tierra puede haber producido magnificos milagros nacionales, pero si Moshe los golpeaba, estaba transformando los objetos que le brindaron tantos beneficios personales. Y cuando el agua se transformba en sangre, ya Moshe no tendria mas aquellas simples particulas de agua que lo salvaron. Lo que Moshe no queria perder, era la fuente de agradecimiento. Shabat Shalom

Resumen de la Parashá Bo Después que Moshé advirtiera a Paró que al día siguiente una plaga de langostas destruiría las cosechas de Egipto, los cortesanos lo instaron a que permitiera la partida de los israelitas varones. Sin embargo, Moshé y Aharón insistieron en que se autorizara a salir también a las mujeres, los niños y los rebaños. Como resultado, fueron expulsados del recinto de Paró. Al día siguiente, Moshé extendió su bastón y un viento del Este trajo a Egipto una plaga de langostas que devoraron la vegetación del país. Después de presenciar este desastre el faraón admitió su error y rogó a Moshé y a Aharón que rezaran por la eliminación de la plaga. Así lo hicieron y un fuerte viento retornó una vez más a su obstinada negativa. Entonces Moshé produjo la plaga siguiente: una total oscuridad que envolvió la tierra de Egipto durante seis días. Durante tres de ellos los egipcios ni siquiera pudieron moverse. Sólo los israelitas tenían luz en sus viviendas. El caos resultante de esa pesadilla fue demasiado para el faraón, quien ofreció dejar que partieran los israelitas -hombres y niñossiempre que dejaran los rebaños como garantía de que regresarían. Moshé rechazó esta condición y Paró le prohibió que apareciera de nuevo ante su presencia. Moshé replicó que

habría una plaga final de efectos devastadores: ella le costaría la vida a todos los primogénitos egipcios. Moshé y Aharón partieron entonces por última vez. D-s informó a Moshé que la redención estaba próxima y que de allí en adelante el año comenzaría en el mes de la liberación (Nisan). El décimo dia de este mes cada jefe de familia debía apartar un cordero macho sin defectos, para mantenerlo hasta la noche del día décimocuarto, ocasión en la que debía ser sacrificado. Parte de la sangre sería salpicada sobre el marco de la puerta de toda casa judía como señal de que sus habitantes eran israelitas. Esa noche, la carne del sacrificio debía ser comida, cuando estuvieran asada, con pan sin leudar y hierbas amargas. Todo lo que quedara en la mañana debía ser quemado. Más aún, era menester comer apresuradamente y los comensales debían estar preparados para iniciar un viaje. Aquella sería la noche en que Hashem eliminaría a todos los primogenitos de Egipto, con excepción de los que estaban en casas salpicadas con sangre de cordero. Desde entonces esa festividad ha sido observada anualmente como Pésaj y es un permanente recordatorio de la liberacion de Egipto. Durante siete días se comería pan ázimo y los días primero y séptimo de la festividad debían ser observados como una asamblea sagrada, con la prohibición de hacer cualquier trabajo. El sacrificio de las ofrendas de Pesaj debía ser observado en Canaán después de la conquista, y su significación debía ser explicada a las generaciones siguientes. Exactamente a medianoche, D-s eliminó a todos los primogénitos egipcios, tanto hombres como animales. Paró y sus compatriotas se levantaron en mitad de la noche para lamentarse amargamente por las pérdidas de vidas. Pidió entonces a los israelitas que partieran, no ya como una orden real, sino con un dejo de sometimiento, tal como Hashem lo había anticipado. Los israelitas partieron con tal apresuramiento, quela masa del pan con levadura no tuvo tiempo de leudar (desde entonces y para conmemorar este hecho, los judíos han estado comiendo pan ázimo o matzá, en Pesaj). Eran seiscientos mil hombres los que comenzaron el viaje y llevaron con ellos a sus esposas e hijos. También transportaban una gran cantidad de oro y plata que los egipcios les habían entregado. Los judíos recibieron orden de llevar un korbán Pesaj el catorce de Nisán de cada año. También se les ordenó qaue redimieran a sus hijos primogénitos varones en todas las generaciones futuras, y que usaran tefilín (filactelias) "como señal en tu mano y como recordatorio entre tus ojos", para qeu no olvidaran la salvación de los judíos en Egipto. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Bo "Y hubo profundas tinieblas en toda la tierra de Egipto por tres días. Uno no veía a su propio hermano" (10:22-23) PREGUNTA: Ellos no podían ver nada ¿Por qué enfatiza en el hermano? RESPUESTA: Hace muchos años un hombre emigró de una pequeña ciudad en Rusia a los Estados Unidos. Sus emprendimientos de negocios fueron bendecidos con el éxito y se hizo

muy rico. Varios años después arribó su hermano, se encaminó a la casa de su exitoso hermano, y se presento ante el mayordomo como el hermano de su patrón. El mayordomo lo condujo a la recepción y posteriormente volvió con el mensaje de que su patrón no tenía hermano. El le envió una serie de señas, esperando que su hermano lo reconociera. Nuevamente vino el mayordomo "Lo siento, mi patrón dice que no tiene hermano y a usted no lo conoce". Decepcionado y dolorido, le dijo al mayordomo que le dijera a su patrón "Le aconsejo que haga un testamento inmediatamente, no le queda mucho tiempo de vida". Petrificado, el hermano se precipitó a la puerta y preguntó alarmado "¿Cómo puede usted hacer esa declaración? ¡Mi doctor afirmó que tengo una salud excelente!" El inmigrante miró a su hermano a los ojos y dijo "La ciudad en la que crecimos como hermanos era muy pequeña y pobre. Los habitantes no podían costear un médico. Yo estudié primeros auxilios y suplí sus necesidades médicas. De mi experiencia aprendí que cuando un paciente ya no puede 'reconocer' a su propio hermano, su situación es extremadamente seria y le queda poco tiempo de vida". Lamentablemente algunos aspectos de la plaga de las tinieblas prevalecen en los tiempos contemporáneos. Tristemente, hay judíos envueltos en las tinieblas que no reconocen a su prójimo judío como su hermano que merece ser ayudado en lo material y, especialmente, en lo espiritual. Esa conducta pone en peligro la continuidad de la comunidad judía. Esperemos que, como los judíos de Egipto, nosotros también merezcamos "Para todos los Hijos de Israel hubo luz en sus moradas" Todos vean la verdadera luz y hagan lo máximo por su hermano, su prójimo judío. ***** "Este mes [Nisan] será para ustedes cabeza de los meses" (12:2) PREGUNTA: ¿Porqué fue el calendario lunar la primera mitzvá dada a todo el pueblo judío? RESPUESTA: Cuando Hashem creó el mundo, las dos luminarias, el sol y la luna, tenían la misma fuerza. La luna se quejó "No es apropiado que dos 'reyes' tengan la misma clase de corona". En respuesta Hashem hizo más pequeña a la luna. Cuando venga Mashíaj, la luna volverá a su fuerza original (Génesis 1:16 Rashi, Isaías 30:26). La particularidad de la luna es que hasta la mitad del mes va creciendo continuamente, empequeñeciéndose después. Al final del mes no se la ve más, pero de pronto reaparece. La historia del pueblo judío es similar a las faces de la luna: a lo largo de nuestra historia tuvimos etapas brillantes y decadentes. Fuimos expulsados de varios países, y cuando pensamos que nos extinguiríamos, de pronto, una nueva comunidad judía crecía en otra parte del mundo. Como la luna, el pueblo judío nunca desaparecerá, y eventualmente será, en los días del Mashíaj, el pueblo más glorioso y respetado del mundo. Esta cualidad esencial del pueblo judío está indicada en la primera mitzvá dada a ellos. ***** "No comáis parcialmente crudo ni cocido en el agua, sólo asado sobre el fuego" (12:9)

PREGUNTA: La carne de los sacrificios debía ser comida por los cohanim de cualquier manera que les agradara. Podían comerla cocida, a la parrilla o asada, etc. (Rambam, Maase haKorbanot 10:10). ¿Por qué Hashem insistió que el Korbán Pesaj debía ser comido sólo asado al fuego? RESPUESTA: La carne parcialmente cruda o completamente cocinada difícilmente tienen aroma. La carne asada, sin embargo, puede ser olida a la distancia. Los judíos fueron esclavizados en Egipto por muchos años y estaban aterrorizados por sus amos egipcios. La orden de Hashem, de ofrendar un cordero, el animal idolatrado por los egipcios, como un Korbán Pesaj, los atemorizó. Con la intención de no despertar la ira de los egipcios, lo iban a comer parcialmente crudo o completamente cocinado, esperando que los egipcios no se dieran cuenta. Consecuentemente Hashem le dijo a Moshé que le dijera al pueblo: "¡Basta! ¡Ya es suficiente! Basta de caminar con sus cabezas gachas. Levántenlas y enorgullézcanse del hecho de que ustedes son judíos y un pueblo libre. Asen el sacrificio sobre el fuego, dejen que el aroma se sienta de un extremo a otro de Egipto, y dejen que todo el país sepa que ustedes están sirviendo orgullosamente a su Di-s"

Bo Estudiando algunos Midrashim La Décima Plaga: Muerte del Primogénito Cuando los primogénitos Egipcios escucharon la advertencia de Moshé sobre una plaga en la cual ellos todos perecerían, imploraron a sus padres, "¡Por favor liberad a los Judíos! ¡En el pasado, todo lo que Moshé predijo acaeció, y nosotros no deseamos morir!" Los padres Egipcios se rehusaron a escucharlos , contestando, "Cada hombre posee diez hijos. ¡Es mejor que cada familia sacrifique uno de sus hijos antes que dejar a los Judíos salir libres!" Viendo que sus padres eran despiadados, los hijos primogénitos decidieron exhortar al Faraón. Razonaron, "El Faraón ciertamente consentirá porque él mismo es un primogénito." Ellos suplicaron al Faraón, "¡Conceded libertad a los Judíos! ¿Por qué deberíamos todos nosotros ser aniquilados y vos también?" "¡Expulsad a estos hombres del palacio!" el Faraón coléricamente dio instrucciones a sus sirvientes." "¡Nosotros todos debemos estar preparados para sacrificar nuestras vidas para impedir a los Judíos partir!" Los primogénitos retornaron a sus hogares, mas antes de medianoche, hicieron estragos en la tierra desenvainando sus espadas y, en ira ciega, matando a sus padres y a quienquiera cruzara sus sendas. Ellos tomaron todo tipo de precauciones en la esperanza de ser salvados de la Plaga. Algunos fueron escondidos por sus padres en los templos de idolatría que pensaron eran seguros. Muchos niños primogénitos corrieron a la tierra de Goshen para dormir en las mismas camas que los Benei Israel. Al exacto momento cuando la medianoche sonó, las palabras de Hashem se hicieron realidad. El Todopoderoso descendió sobre Egipto, acompañado por una multitud de Angeles Destructores. Hashem Mismo mató a los primogénitos, mientras los Angeles de Destrucción fueron asignados la tarea de matar a los todavía no nacidos primogénitos aún en los úteros de sus madres. Todos los niños

primogénitos murieron, tanto varones como mujeres, desde los nobles hijos del Faraón hasta el esclavizado primogénito de los prisioneros Egipcios quienes habían afirmado maliciosamente, "Nosotros preferiríamos permanecer en prisión por el resto de nuestras vidas que ver a los Judíos salir libres." Hashem también mató a los primogénitos de todos los animales porque los Egipcios los adoraban. Los primogénitos Egipcios quienes se escondían en los templos de idolatría fueron destruídos junto con sus dioses todos los cuales se desintegraron - los ídolos de madera se pudrieron, los ídolos de piedra se disolvieron, y las imágenes de oro y plata se fundieron. Ni un solo ídolo permaneció intacto excepto el ídolo Ba'al Tzefón el que continuó existiendo a fin de conceder a los Egipcios la elección de atribuirle a él supremacía. En familias en las cuales no había niños primogénitos, el mayor de la casa fue muerto. En hogares donde los primogénitos habían fallecido antes de la plaga, los perros arrastraron sus cadáveres fuera de sus sepulturas, los masticaron , y también demolieron las estatuas erigidas en su honor. La mujer anciana que había ridiculizado la profecía de Moshé fue la primera en ser atacada. Ella poseía una estatua de su hijo primogénito varón la cual apreciaba más que su vida. Los perros la arrancaron y la demolieron, y ella fue muerta de pesar. Todos los Egipcios fueron más afectados al ver sus estatuas destruidas que por la real muerte de sus primogénitos. Además, la vista de sus ídolos desplomándose y desintegrándose frente a sus ojos evocó en ellos la más grande pena. El palacio del Faraón era la escena del desastre. Casi todos sus hijos estaban muertos y así estaban los hijos de sus sirvientes. El Faraón, loco de ira, asió una espada y ejecutó a todos los consejeros y nobles quienes le habían aconsejado a él desobedecer a Moshé. Esta fue la tercera masacre de reshaím en aquella terrible noche de castigo: - Los primogénitos habían matado a sus padres y a quienquiera que encontraron. - Hashem destruyó a los primogénitos a la medianoche. - El Faraón mató a todos sus nobles y asesores. Siguiendo a la Plaga, una turba de Egipcios tomó por asalto el palacio, con la intención de asesinar al rey en revancha, y él tuvo que esconderse. Mas el Faraón escapó porque Hashem lo mantuvo con vida para que pudiera dar testimonio de todos Sus milagros. ¿Por qué la Plaga de la Muerte del Primogénitos tuvo lugar en la noche en vez de en el día ? Hashem estaba así castigando a los Egipcios midá- kenegued- midá por haber revertido el orden natural de las cosas. Ellos habían ordenado a los Benei Israel realizar labor que es usualmente hecha en el día a la noche y vice- versa, y habían comandado también a los hombres Judíos realizar trabajo ordinariamente hecho por mujeres mientras a las mujeres les asignaron las tareas de los hombres. En consecuencia, Hashem también revirtió el orden natural y los castigó en el medio de la noche. Los Egipcios merecían que sus primogénitos fueran muertos como castigo por haber intentado aniquilar a los Benei Israel quienes son llamados, "el hijo primogénito de Hashem" (Shemot 4:2). Hashem, no obstante, esperó hasta el mismo fin antes que El comenzara esta severa Plaga sobre los Egipcios. El esperaba que ellos hicieran teshuvá tan pronto como fueran hechos sufrir y sus animales y pertenencias fueran atacados , y así la Plaga que era una amenaza a sus vidas podría ser evitada. Hashem causó Diez Plagas a los Egipcios para castigar al Faraón quien negaba la existencia del Creador del universo el que había sido traído a existencia por Diez Pronunciamientos.

Los Benei Israel, más aún, merecían que sus enemigos fueran afligidos con Diez Plagas porque su antepasado Abraham había exitosamente resistido Diez Pruebas. Las Plagas emergieron de todos los variados elementos, algunas del agua, algunas de la tierra, y algunas del cielo, para manifestar que Hashem es el Amo sobre todos ellos. Ietziat Mitzraim - El Exodo Era la mañana del quince de Nisán de 2448. La tierra de Egipto estaba atestada de los muertos y de los expirantes. No todos los primogénitos habían muerto inmediatamente; Hashem distribuyó juicio individual a cada primogénito. Algunos perecieron inmediatamente, otros permanecieron retorciéndose en agonía hasta la mañana, y todavía otros sufrieron de la Plaga por tres días y sólo entonces expiraron. No había una sola casa Egipcia en la cual no hubieran cinco o diez difuntos, porque además del primogénito, Hashem destruyó a aquellos depravados Egipcios que se opusieron a la redención de los Benei Israel. No obstante, los Egipcios no permanecieron con sus muertos. En lugar de ello, todos ellos se apresuraron a Goshen con animales y carretas, implorando a los Benei Israel partir porque pensaron, "Nosotros todos moriremos pronto." Antes de su partida los Benei Israel solicitaron a sus vecinos Egipcios oro, plata, y vestimentas porque recordaron bien la orden de Moshé. Moshé les había informado a ellos que Hashem le había dicho a él, "Por favor dí al pueblo que cada uno debe pedir a su vecino Egipcio oro, plata, y vasijas. Así la promesa que Yo le consagré a su antepasado Abraham de que saldrían fuera de Egipto con grandes riquezas será cumplida." ¿Por qué Hashem formuló su mandamiento a Moshé como una súplica, diciendo a Moshé, " Por favor dí al pueblo...?" Hashem temía que los Benei Israel, una vez concedidos su libertad, tendrían prisa de huir e ignorarían el precepto de solicitar de los Egipcios dinero. El por consiguiente lo precedió con una súplica especial de que su mandamiento fuera observado. Al principio, los Egipcios intentaron negar que poseían cualquier objeto de valor. Sin embargo, los Benei Israel les describieron la ubicación exacta, forma, y cantidad de estas posesiones ya que habían buscado por todas partes de las casas de los Egipcios a fondo durante los días de Oscuridad. Los Egipcios por lo tanto no sólo les entregaron a ellos las cosas que demandaron, sino que entregaron dos de cada, diciendo, "¡Tomad el doble de cantidad, y sólo ídos!". Los Benei Israel vaciaron a Egipto de su riqueza. Ellos estaban legalmente habilitados a todo el dinero que recibieron a causa de la propiedad que dejaban detrás de sí tanto como por los doscientos diez años de labor esclava impaga. Era parte del castigo de los Egipcios el que fueran forzados a regalar sus fortunas a los Benei Israel. Al cocinero principal del palacio real le fue entregada una considerable suma de dinero con la que comprar un pescado para la comida del rey. El retornó con un maloliente pescado en el cual había empleado la suma entera de dinero. Cuando el rey escuchó acerca de esto, dijo, "¡Vos seréis castigado por vuestra negligencia! ¡Escoged entre comer este pescado, pagar por él, o ser azotado con cien azotes!" "Permitídme a mí comer el pescado," replicó el cocinero. Comenzó a masticarlo pero fue tan repulsado por su mal olor que no pudo continuar. "Yo preferiría recibir la paliza," dijo. Los soldados del rey lo tomaron y comenzaron a azotarlo. Cuando él sintió el látigo henderse sobre su cuerpo, gritó de dolor. "¡Parad! ¡Prefiero pagar!" Así él pagó el valor total del pescado después de haber probado de él y haber sentido el látigo también.

Similarmente, el Faraón y los Egipcios pagaron caramente por sus crímenes contra los Benei Israel. Primero, plagas fueron infligidas sobre sus cuerpos, y luego por añadidura, tuvieron que reembolsar a los Judíos con oro y plata. Todo individuo Judío que abandonó Egipto llevó consigo noventa burros cargados con oro, plata y perlas. Mientras los Benei Israel se ocuparon ellos mismos con la mitzvá de llevarse la riqueza de Egipto, Moshé estaba comprometido en una mitzvá diferente. El estaba preparando el ataúd de Iosef para llevarlo para ser enterrado en Eretz Israel (como los hijos de Iosef habían prometido hacer). Moshé se esforzó él mismo por tres días tratando de localizar el ataúd de Iosef, pero su búsqueda fue infructuosa. Finalmente, él encontró a Seraj bat Asher, una mujer anciana, quien recordaba los eventos en el tiempo de la muerte de Iosef. Ella condujo a Moshé a un cierto paraje junto al Nilo y, señalando al río, le reveló a él, "¡Los magos del Faraón colocaron el cadáver de Iosef en un ataúd de metal y lo hundieron en el Nilo!" La razón por la cual los magos del Faraón habían enterrado a Iosef en el Nilo era su deseo de detener a los Judíos para siempre. Ellos dijeron al Faraón, "Los Judíos han prometido a Iosef enterrarlo en Eretz Israel. Si su ataúd fuera ocultado y ellos no pudieran recuperarlo, no podrán nunca partir." Más aún, los astrólogos creían que las aguas del Nilo serían bendecidas por la presencia de los restos de Iosef. Moshé, parado junto a la orilla del Nilo, llamó, "¡Iosef, Iosef!. Ha llegado el tiempo para que Hashem cumpla Su juramento de redimir a los Benei Israel, y ha llegado el tiempo de cumplir nuestro juramento para con vos. ¡Si tú te presentas nosotros llevaremos tu ataúd, mas si no, estamos absueltos de nuestro juramento!" Moshé lanzó una placa de metal dentro del río sobre la cual el Nombre Divino había sido grabado. Inmediatamente, el ataúd se puso a flote. La habilidad de Moshé para hacer ascender un ataúd de metal a la superficie del río no debería asombrarnos si nosotros consideramos que esta hazaña fue llevada a cabo incluso por una persona inferior a Moshé por el profeta Elishá, generaciones más tarde. Los estudiantes del profeta Elishá fueron al Río Iardén (Jordán) para cortar vigas (con el propósito de construir para ellos un nuevo Beit Hamidrash). La cabeza del hacha de uno de los estudiantes cayó dentro del río. "¡Ay,maestro," él exclamó a Elishá, "es prestada!" Elishá le preguntó, "¿Dónde cayó?" El estudiante señaló el lugar. Elishá cortó una vara, la arrojó dentro del Río Iardén (Jordán) y la pieza de hierro se puso a flote. El estudiante extendió su mano y la recuperó. En la noche de ietziat Mitzraim, Moshé también recolectó las vigas que Iaacov había traído a Egipto y la madera que sus hijos habían plantado allí con el propósito de construir el Mishkán. El número de hombres Judíos entre veinte y sesenta años de edad que partieron de Egipto en pleno día en este quince de Nisán era de 600.000 menos uno. Dijo Hashem, "¡Yo Me incluiré a Mí Mismo en el número para que sean exactamente 600.000!"121 Los erev rav, los mejores de los Egipcios se alistaron junto a los Benei Israel. A pesar de que Hashem había aconsejado a Moshé en contra de aceptarlos como gueirim, Moshé insistió. El discutió con Hashem, "Estas personas han presenciado Tu gran fuerza en Egipto. ¡Si nos acompañan a nosotros, experimentarán milagros adicionales y entonces comprenderán totalmente que no existe poder fuera de Ti!" Batia, la hija del Faraón, estaba entre aquéllos que se unieron al éxodo. Ella entró a Eretz Israel (como lo hicieron todas las mujeres de aquella generación,pues sólo los hombres pecaron en el desierto y murieron allí), y, más aún, fue una de las nueve personas rectas que fueron llevadas con vida al Gan Edén.

Una vez que el tiempo de la redención hubo llegado, los Benei Israel no fueron detenidos en Egipto por un momento extra. Partieron en la prisa más grande. Apremiados por los Egipcios, no tuvieron tiempo para preparar provisiones para el viaje sino llevaron consigo sólo la amarga masa no leudada que habían tenido la intención de dejar levantar y luego hornear. Más tarde hicieron matzot de esta masa. Un milagro ocurrió en donde aquellas matzot proveyeron alimentación suficiente por treinta días hasta que el man comenzó a caer el dieciséis de Iyar. Ellos envolvieron los restos de su comida de Pesaj de matzá y maror y los colocaron sobre sus hombros porque apreciaban la mitzvá de Hashem tanto que no permitirían a sus burros llevar los sobrantes. A pesar de que Benei Israel no sabían cómo ellos iban a sobrevivir en el desierto, todos ellos, hombres, mujeres, y niños, siguieron a Moshé con la más grande emuná que Hashem proveería para ellos. Hashem en Su bondad causó que el éxodo ocurriera en Nisán, un mes en el cual el tiempo es benigno y placentero, y no en una estación lluviosa o fría. Los Benei Israel alcanzaron su primer destino, la ciudad de Ramsés, en el espacio de un muy corto tiempo. De allí fueron milagrosamente transportados a la ciudad de Sucot como si en alas de águila. Luego ellos continuaron viajando hasta Eitam la cual linda el desierto. El Significado de Ietziat Mitzraim (el Exodo de Egipto) para nuestra Generación Toda generación tiene sus descreídos, ateos, escépticos y burlones quienes niegan la Providencia de un Di-s omnisciente e intentan persuadirnos a nosotros que no existe ni Recompensa ni Castigo. El Todopoderoso podría fácilmente refutar sus alegatos realizando milagros los cuales demostrarían Su existencia y poder. ¿Mas debería Hashem causar un cataclismo del cosmos, entremetiéndose en las leyes de la naturaleza, para los tontos y filósofos de cada generación que dudan de Su existencia? En lugar de ello, Hashem escogió demostrar Su Providencia y Poderío de una vez y por todas enviando las Plagas sobre Egipto y redimiendo a nuestros ancestros. Los eventos que tuvieron lugar antes y durante ietziat Mitzraim prueban lo siguiente: - Hashem se comunica con grandes hombres y los elige a ellos como Sus profetas como puede ser visto del hecho de que Hashem habló a Moshé y le informó a él de las Plagas venideras. - El castiga a los reshaím (malvados) como es evidente del castigo de los Egipcios. - El guía los asuntos del mundo como está claro de la redención de los esclavizados Judíos. Todos los eventos precitados fueron presenciados por nuestro pueblo íntegro. Ellos no sólo fueron registrados en la Torá y transmitidos por palabra de boca de una generación a la siguiente, sino, por añadidura, Hashem nos comandó a nosotros cumplir un gran número de mitzvot para asegurar que ietziat Mitzraim y sus milagros permanezcan por siempre frescos en nuestras mentes: - Para este propósito El nos ordenó a nosotros mencionar ietziat Mitzraim al leer el Shemá (Devarím 16:3). - El ordenó que nosotros escribamos las porciones relacionadas con ietziat Mitzraim sobre rollos de pergamino y las coloquemos en los tefilín (filacterias). - El nos mandó a nosotros observar Pesaj y Shavuot en toda generación en memoria de ietziat Mitzraim, en adición a muchas más mitzvot.

En consecuencia, una persona que adquiere una mezuzá y la fija a la jamba de su puerta no ha meramente comprado un rollo de pergamino y lo ha clavado a una viga, sino que ha de tal modo realizado una mitzvá por la cual reconoce que Hashem es el Creador. En la misma veta, la Torá pronuncia el estricto castigo de caret sobre alguien que come jametz (alimentos leudados) en Pesaj porque de este modo niega la creencia en ietziat Mitzraim y, como resultado, en todos los principios de la Torá. Quien niega ietziat Mitzraim de tal modo niega a Hashem y Su Torá, quien reconoce ietziat Mitzraim admite la verdad de Hashem y Su Torá. Existe una mitzvá especial (en esta parshá) de relatar la historia de ietziat Mitzraim en la noche del quince de Nisán al tiempo cuando la matzá ( la que debe ser comida en esa noche) es colocada ante la persona. Aún si no hay ninguna otra persona presente a quien él pudiera relatar la narrativa de ietziat Mitzraim, él se debe recitar la historia del éxodo a sí mismo.

Shabat Bo Primer comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (De las enseñanzas del Lubavicher Rebe, Rabi M.M.Schneerson, www.jabad.org.ar) Primer comentario - Educa al Joven segun su camino Una de las mitzvot que se resalta en esta Perasha es la de la educacion. La Tora nos dice: "Vehigadta lebinja baiom ahu lemor: baabur ze hasa Hashem li betzeti mimitzraim" - "Y diras a tu hijo ese dia, diciendo: 'esto es lo que hizo Hashem para mi al salir de Egipto' ". Dentro de nuestras obligaciones para con nuestros hijos, nos preguntamos ¿cual es el mejor metodo para enseñar? Muchos libros e ideas se escribieron al respecto. Algunos sostienen que lo mejor es un marco de "severidad y rigidez", sin permitirle al pequenio su autodesarrollo, su libertad. Otros piensan que la severidad priva al joven de su crecimiento, como si le pusieran esposas en sus brazos. Hashem escribe en la Tora que Abraham fue un gran educador: "Porque lo conozco, pues el ordena a sus hijos y a su casa que cuiden el camino de Hashem". El Rambam en las Leyes de idolatria explica el sistema que aplico Abraham: "Le enseñaba a cada uno segun su pensamiento y lo encaminaba por las sendas de la verdad". Algo fundamental es saber acercarse al otro y en relacion a su capacidad explicarle, ejemplificarle. Si el niño comprende es muy probable que obedezca, pues comprende la importancia del deber que le encomiendan. Cuando los iehudim estaban luchando por salir de Egipto por intermedio de Moshe, cada vez que Parho iba a permitirles salir, nunca lo queria hacer de manera absoluta, es decir que los dejaba salir solo parcialmente. Antes de mandarles la plaga de la langosta, Parho les pregunta ¿quienes van a ir? Moshe responde: "Con nuestros jovenes y con nuestros ancianos iremos; con nuestros hijos y con nuestras hijas. Con nuestro ganado ovino y con el vacuno iremos, pues fiesta de Hashem es para nosotros". Moshe Rabenu puntualiza claramente la postura de la Tora. La educacion, la ensenianza es para todos, no solamente para los hombres; ni

tampoco especificamente para los mayores, todo lo contrario: en lo que respecta a Jinuj (educacion) los jovenes tienen prioridad. Lamentablemente, muchas de aquellas personas que argumenetaban que la educacion judia se debe postergar para cuando sean mayores, no fueron concientes de las consecuencias de semejante error. Para corroborar con lo que estamos diciendo encontramos en Melajim: y no lo entristecio su padre en sus dias diciendo: ¿Por que hiciste asi? El pasuk (versículo) nos relata cual fue el motivo por el que se rebelo el hijo de David, pues su padre no lo reprendia. Cada hijo tiene una manera diferente de ser. Nuestra sabiduria debemos aplicarla en educar al joven segun su camino. Rab Moshe M Hoffer Segundo comentario - Se busca un líder Como parte de vivir en una democracia, sabemos de nuestro derecho y deber cívico de elegir a la administración y a las autoridades del país cada tantos años. Nos acostumbramos también que, ni bien se saben los resultados de una elección, ya se van posicionando los candidatos en miras a la próxima elección. Todo hace parecer que ejercer la autoridad es algo deseable. Quienes se postulan como candidatos no escatiman esfuerzos y palabras huecas para llegar al poder. ¿No vemos, acaso, el esmero que hacen todos los políticos para limar su imagen frente a las cámaras? ¿Cómo llenan las calles de posters con sus fotos de cuando eran 20 años más jóvenes...? ¿Cómo miden sus palabras para presentarse ante el público interno y externo como estadistas confiables (que van a pagar la deuda externa sin subir los impuestos)? ¿Cómo inventan slogans que no dicen nada sustancioso, pero parecen atraer a multitudes ("se puede", "síganme, que no los voy a defraudar", "por un futuro mejor", "todos unidos triunfaremos", etc.) Ya como votantes veteranos, frente a las urnas, votamos al... que menos daño pensamos que nos va a ocasionar. Las palabras ya no nos convencen y, menos aun, creemos que alguno de ellos tenga realmente vocación de estar al "servicio de la comunidad" como tendría, por ejemplo, la policía... ¿Es realmente "bueno" ser autoridad? Los Sabios ya nos advirtieron a "odiar la aspiración (propia) de convertirse en patrón" (Pirkei Avot 1). El Tana"j y nuestra historia nos muestran como los verdaderamente "grandes" hicieron todo lo posible para liberarse de la obligación de ejercer el mando. De esto, existen muchos ejemplos, pero a quien nos queremos dedicar hoy, es a Moshé, nuestro maestro. Siete días estuvo D"s convenciéndolo que asumiera la misión de ir delante del Faraón para exigirle que permitiera la salida del pueblo de Israel "para festejar a D"s en el desierto". Moshé se resistía. No confiaba en ser el más indicado. ¿Por qué tanta insistencia por parte de D"s? ¿Era Moshé un buen estratega militar? ¿Inspiraba confianza con su dialéctica? ¿Sabía enardecer a las masas? No. Moshé reunía las características que requiere una persona para que D"s lo vea apto para

transmitir Su palabra. Estas condiciones no se redujeron a la persona de Moshé, sino que fueron requisitos para todos los profetas que le siguieron. No obstante, la misión de Moshé sería única (no sólo debería llevar a cabo las plagas y maravillas en Egipto frente al Faraón y al pueblo, sino que debería conducir a un pueblo sumamente rebelde hasta la tierra de Israel, transmitirles las leyes de la Torá y adiestrarlos para que las observaran), como así también no se volvería a repetir un profeta en Israel con la grandeza de Moshé (este es el séptimo de los 13 artículos básicos de la fé judía). ¿Cuáles fueron estas características? Estudiemos un poco su historia. Moshé se crió en el palacio del Faraón. No le faltaba nada. Llegó a ser el responsable del palacio del Faraón (Rash"i). No estaba atado a las tareas que debían cumplir los demás hebreos y tenía un "buen pasar". Moshé salió del palacio y vio el dolor de sus hermanos. Ahora, querido lector, debo aclararle que distintas maneras de "ver" las cosas. Todos los que no somos ciegos, vemos muchas cosas a diario. Algunas nos impresionan y otras no nos "mueven un pelo". Simplemente las vimos, y seguimos con lo nuestro. Moshé, en cambio, vio a sus hermanos y... actuó acorde a lo que vio. Sintió el dolor del sufrimiento de cada uno de ellos. Intentó, según el Midrash, ayudar a sostener la pesada carga que debían soportar. Se solidarizó. Al ver como un supervisor egipcio estaba maltratando injustamente a un hebreo, fue inmediatamente a socorrerlo y eliminó al agresor. Cuando, ya en Midián, se encontró con que los pastores molestaban a las hijas de Itró, volvió a brindar su apoyo por las mujeres indefensas. Esta es una cualidad de Moshé: Solidaridad con el dolor y la necesidad ajenos. Al día siguiente del episodio con el egipcio, encontró a dos hebreos peleando. Moshé cuestiona: "¿Por qué le pegas a tu compañero?" Convicción. Le sería muy necesaria en el futuro cuando estaría enfrentado al pueblo entero para hacer valer la palabra de D"s en contra de la voluntad y el ánimo popular. D"s le ofrece a Moshé el cargo de guía del pueblo. "¿Quién soy yo para merecerme tal honor?" Modestia. No hubo persona modesta como Moshé en toda la historia de la humanidad. Modestia no significa desconocer las propias facultades y habilidades para emprender una tarea. Eso es haraganería. Modestia sí es el reconocimiento de que le falta mucho a uno para ser lo que verdaderamente podría llegar a ser. El Talmud aprende de Moshé que D"s hace morar su profecía sobre personas que son "sabias, fuertes, ricas y modestas". Lo de "sabio" tiene que ver con el deseo de hacer uso de la inteligencia que D"s nos brindó y "aprender de cada persona" - sin mostrar soberbia. Sobre Moshé dice, al momento de equivocarse: "reconoció, sin sentir vergüenza". "Fuerte", desde lo físico, implica que ve claramente lo que D"s le quiere mostrar y no se confunde con alucinaciones. "Rico" es aquel que no necesita obsequios ajenos y, por lo tanto, será difícil de sobornar. El "modesto" transmite objetivamente aquello que se le encargó y no intenta "incluirse" en los libros de historia. Sólo un Moshé puede "implorar", "clamar" y "extender sus manos en súplicas" por el dolor del Faraón y el de los egipcios, cuando les ocurrían las plagas. Cualquier persona de menos calibre, si no se deleitara en ver sufrir a estos malvados sádicos, al menos estaría de acuerdo en que se les aplique el rigor de la Justicia Di-vina por obrar como lo que habían hecho los egipcios.

Sin embargo, es importante no saltear una reflexión. Por grande que fuese Moshé, no estuvo "por encima de la ley". Nadie escapa a la exigencia minuciosa de D"s... y aun menos los grandes tzadikim (lo cual contradice totalmente el concepto moderno del poder). En camino a Egipto, Moshé dilató el cumplimiento del Brit Milá de su segundo hijo, quien había nacido justo antes de partir. D"s estuvo dispuesto a prescindir de Moshé por esta negligencia (a pesar de haber estado insistiéndole siete días en que aceptara el cargo) y Moshé se salvó únicamente porque Tziporá circuncidó a su hijo en aquel momento. No hay mayor grandeza en el ser humano que ser fiel cumplidor de la ley Di-vina, y esto también lo aprendemos de Moshé (R.SH.R. Hirsch). En todo grupo humano, encontramos algunas personas que tienen un carisma especial. A veces nos parece que hubiesen nacido para ser líderes, posiblemente porque todos los escuchan y los siguen. En realidad tener esta aptitud (la de atraer con facilidad a los demás o la de ser un modelo nato para otros) es una tremenda responsabilidad. Si bien, en última instancia, cada persona es responsable por si mismo, quien ejerce un liderazgo negativo, también se le atribuye responsabilidad por quienes se copiaron de sus errores. (Pirkei Avot cap. 5, en referencia a Ieravam ben Nevat). Está en manos de los educadores, hacerle ver a quienes son influyentes, aquella responsabilidad que les cabe para ejercerla para el bien. Y, al margen de todo lo que dijimos y volviendo a la persona de Moshé, no debemos olvidar las palabras del Ramba"m quien nos recuerda que, aunque no nos toque nunca ese rol, "todos podemos ser santos como Moshé". El Talmud busca un indicio de Moshé en la Torá (fuera de donde expresamente está mencionado) y lo encuentra en "Beshagam hu basar" (= pues aun él es carne - en referencia a la fracasada generación del diluvio). La libertad de ser santos como Moshé se extiende hasta a la población corrupta del diluvio. Hablar de Moshé es hablar, entonces, de nuestro propio potencial y el de todo ser humano, si no necesariamente en capacidad intelectual o de liderazgo, sí, sin embargo, en la posibilidad infinita de grandeza moral. Daniel Oppenheimer Tercer comentario - Alma del Mal Y Di-s dijo a Moshé: "Ven al Faraón; pues Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus sirvientes para que pueda mostrar Mis señales en su medio...". -- Exodo 10:1 "Por qué dice: "Ven al Faraón"? Debería haber dicho: "Ve al Faraón"... Es que Di-s trajo a Moshé a una cámara dentro de otra, a la... serpiente superna y poderosa de la cual muchos niveles evolucionan... pues Moshé temía acercarse por sí mismo... -- Zohar II , 34a Entre las cincuenta y tres secciones de la Torá, varias se destacan como hitos en su narrativa de la historia de la humanidad y el pueblo de Israel. La sección de Bereshit cuenta la creación del mundo por parte de Di-s en seis días y la expulsión de Adám del Edén; Lej

Lejá describe los viajes de Avraham para llevar la verdad del Di-s Unico al mundo pagano; Itró incluye la revelación en Sinaí y la Entrega de la Torá a Israel; y así sucesivamente. Una lista de las secciones principales de la Torá seguramente incluiría la sección de Bo (Exodo 10:13), que cuenta el Exodo de los Hijos de Israel de la Tierra de Egipto. El Exodo marcó nuestro nacimiento como pueblo [1], y se requiere de nosotros "Recuerda el día que saliste de Egipto, todos los días de tu vida"[2]. De hecho, cuando Di-s Se reveló a nosotros en Sinaí, Se presentó no como el Creador de cielo y tierra, sino como "...tu Di-s, quien te sacó de la tierra de Egipto"[3]. Pues el elemento definitorio de nuestra relación con Di-s no es el que seamos seres creado por El (de los que hay muchos otros en el mundo de Di-s), sino el que somos seres libres, seres en quienes El ha investido de Su propia eternidad e infinidad, seres facultados por El para trascender las limitaciones del mundo material y los límites de sus propias naturalezas. El Nombre Bo significa "ven". El nombre deriva del versículo de apertura de la sección, en el que Di-s instruye a Moshé "ven al Faraón" para advertirle de la séptima plaga (la de langostas) y una vez más transmitir la demanda Divina que el regente de Egipto deje en libertad a los Hijos de Israel. La Torá considera el nombre de una cosa como la articulación de su esencia [4]; ciertamente, así es el caso con los propios nombres de la Torá para sí misma y sus componentes. El nombre de una sección de la Torá siempre transmite su mensaje primario y el tema común de todas sus subsecciones y narrativas[5]. Por lo tanto, sería de esperar que la sección del Exodo se llamara "Exodo", "Libertad", o algún otro nombre que exprese la importancia de este suceso definitorio en la historia de Israel. En cambio, deriva su nombre de la presentación de Moshé ante el Faraón, un evento que no parece más que preliminar al Exodo. De hecho, el concepto del líder de Israel yendo al palacio del Faraón para solicitarle dejar partir al pueblo judío -implicando que los judíos todavía están sometidos a Egipto y su gobernante-parece la antítesis misma del Exodo! La frase "Ven al Faraón" también evoca mucha discusión entre los comentaristas. ¿Por qué dice Di-s a Moshé que venga al Faraón?¿No hubiera sido más apropiado decir: "Ve al Faraón"? El Zohar explica que Moshé temía enfrentarse al Faraón dentro de su palacio, en el eje de su poder. (En ocasiones anteriores, Moshé había sido encaminado a encontrarse con el Faraón en otros lugares, tal como en las excursiones matinales del rey al Nilo[6]). De modo que Di-s prometió a Moshé que El Mismo lo acompañará al Faraón. La palabra "ven", así, ha de ser entendida en el sentido de "ven conmigo"; Di-s dice a Moshé: "Ven conmigo al Faraón". El Zohar prosigue diciendo que Moshé está siendo invitado por Di-s a encontrarse con la esencia más interior del regente y dios de Egipto. Así, tenemos otro significado más para la frase "Ven al Faraón": "ven" en el sentido de "ingresa a su interior". Para liberar al pueblo

de Israel de la "grande y potente serpiente", no bastaba con meramente ir al Faraón; Moshé debía introducirse en el núcleo del Faraón, en la raíz misma de su poder. Mi Río ¿Quién es el Faraón y qué representa? ¿Cuál es su "esencia más Intima"? ¿Por qué temía Moshé enfrentar al Faraón en su palacio si Di-s Mismo lo había enviado allí? ¿Y de qué manera venir "dentro del Faraón" constituye la clave para el Exodo de Egipto y la liberación del alma del hombre? El profeta Iejezkel describe al Faraón como "la gran serpiente que habita en medio de sus arroyos, quien dice: 'Mi río es mío, y yo me he hecho a mí mismo'" [7]. En otras palabras, la maldad del Faraón no se define por la promiscuidad que caracterizaba a los cultos paganos de Egipto, ni por su esclavización y tortura de millones, ni por bañarse en la sangre de ni los degollados, sino por su egocentrismo, por considerarse a sí mismo la fuente y norma de todo. Pues ésta es la raíz de todo mal. El egocentrismo podría parecer un pecado benigno en comparación con los actos de crueldad y depravación a que el hombre puede hundirse, pero es la fuente y esencia de todos ellos. Cuando la persona considera su ser y necesidades árbitro definitorio de lo correcto e incorrecto, su moralidad -y podría ser inicialmente el más moral de los hombres- está despojada de valor. Semejante persona es, en última instancia, capaz de cualquier acto, de considerarlo crucial para sí mismo o para su auto-definida visión de la realidad. En última instancia, cada acto de bien es un acto de abnegación, y cada acto de mal es un acto de auto-deificación. Cuando una persona hace una buena acción -ya sea si implica contribuir con una única moneda para caridad o dedicar la vida entera a una causa Divinaestá diciendo: hay algo más grande que yo, a lo que estoy comprometido. Cuando una persona infringe la voluntad Divina -sea con una transgresió menor o con el más atroz de los crímenes- está diciendo: "Mi río es mío, y yo me he hecho a mí mismo"; el bien es lo que es bueno para mí, el mal es lo que es contrario a mi voluntad; yo soy el amo de mi realidad, yo soy dios. El Secreto Entonces, ¿el ego es malo? ¿Es este componente fundamental de nuestra alma un implante ajeno que debe desarraigarse y ser desechado en nuestra procura de bien y verdad? En el análisis final, no. Pues la ley cardinal de la realidad es que "no hay nada aparte de El" [8]; que nada es contrario a, o siquiera separado de, el Creador y la Fuente de todo. El ego, el sentido del propio ser con que nacemos, también deriva de Di-s; de hecho, es un reflejo del Divino "ego". Porque Di-s Se conoce a Sí mismo como la única auténtica existencia, nosotros, creados a Su imagen, poseemos una aproximación de Su "sensación de ser" en la forma de nuestro propio concepto del ser como núcleo de toda existencia. No es el ego lo malo, sino el divorcio del ego de su Fuente. Cuando reconocemos nuestro propio ego como un reflejo del "ego" de Di-s y lo sometemos al Suyo, se convierte en la fuerza impulsora de

nuestros esfuerzos por hacer del mundo un lugar mejor, más Divino. Pero el mismo ego, separado de sus Divinas amarras, engendra la más monstruosa de las maldades. Cuando Di-s ordenó a Moshé "Ven al Faraón", Moshé ya había estado visitando al Faraón durante muchos meses. Pero había estado tratando con el Faraón en sus diversas manifestaciones: Faraón el pagano, Faraón el opresor de Israel, Faraón el dios de propia manufactura. Ahora se le estaba diciendo que se introdujera en la esencia del Faraón, en el alma del mal. Ahora se le estaba diciendo que penetrara más allá de la maldad del Faraón, más allá del megaego que insiste en que "yo me he creado a Mí Mismo", para enfrentar la esencia del Faraón; el desnudo "yo" que emana del mismísimo "ser" de Di-s. Moshé no temía el mal del Faraón. Si Di-s lo había enviado, Di-s lo protegería. Pero cuando Di-s le dijo que se introdujera en la esencia del Faraón, se aterrorizó. ¿Cómo puede un ser humano contemplar semejante manifestación pura de la verdad Divina, una tan sublime que trasciende el bien y el mal y es igualmente la fuente de ambos? Dijo Di-s a Moshé: "Ven al Faraón". Ven conmigo, y juntos penetraremos en el gran palacio de la serpiente. Juntos penetraremos la auto-veneración que es el corazón del mal. Juntos descubriremos que el mal no tiene substancia ni realidad; que todo lo que es, es la malversación de lo Divino en el hombre.Si esta verdad es demasiado aterrorizadora como para que un ser humano la enfrente por sí mismo, ven conmigo, y Yo te orientaré. Yo te llevaré a la cámara más Intima del alma del Faraón, hasta que estés cara a cara con el más celosamente protegido secreto del mal: que, en verdad, no existe. Cuando aprendas este secreto, ningún mal te derrotará jamás. Cuando aprendas este secreto, tú y tu pueblo serán libres. Basado en Sefer HaSijot 5752, Vol. I, pág. 280 y ss. Notas: 1. Ezekiel 16. Comp. con Mejilta, Beshalaj 14:30; Midrash Tehilím 107:4; Ialkut Shimoní sobre Deuteronomio 4:34, y en otros lugares. 2. Deuteronomio 16:3 - un mandamiento que cumplimos recitando la tercera sección del Shemá (Números 15:37-41) cada mañana y noche (vease Hagada de Pesaj, sobre "Amar Rabi Elazar"; vease tambien Talmud, Pesajim 116b). 3. El primero de los Diez Mandamientos, Exodo 20:2. 4. Vease Genesis 2:19; Midrashim y comentaristas sobre el versiculo; Tania, Segunda Parte, cap. 1. 5. Frecuentemente, el nombre de una sección de la Torá pareceria derivarse meramente de sus versiculos de apertura, con poca conexion visible con su contenido total. Por ejemplo, Jaia Sara ("La Vida de Sara") comienza de hecho con la muerte y el entierro de Sara, y prosigue narrando sucesos acaecidos luego de su defunción. Pero un analisis y examen en profundidad de los contenidos de la seccion siempre revela que su tema comun y el principio axial son expresados por su nombre (vease Likutei Sijot, Vol. V, pag. 57 y ss.; Vol. XV, pag. 145 y ss.; Vol. XVI, pag. 200 y ss.; y en otros lugares. Vease tambien "La Historia Humana en Doce Palabras", en el numero 109 de "El Rebe Enseña". 6. Comp. con Exodo 7:15, 8:17, y en otros lugares. 7. Ezekiel 29:3. 8. Deuteronomio 4:35.

Éxodo 10:1 - 13:16

"Nosotros Somos Lo Que Hacemos" La sociología proclama que el hombre es un producto de su medio ambiente. El judaísmo dice que el hombre es un producto de sus acciones. En la parashá de esta semana, hay 16 mitzvot concernientes a la fiesta de Pésaj. Todas parecen tener un mismo propósito - conmemorar el éxodo de Egipto. Pero el "Sefer Hajinuj" (siglo XIV), habla sobre la aparente redundancia de la Torá al clarificar un principio fundamental del judaísmo… y verdaderamente de la vida misma. "Tú debes saber que la persona está influenciada por sus acciones. Su corazón y todos sus pensamientos siempre siguen a los actos en los cuales ella está ocupada, ya sean malos o buenos. Entonces, incluso la persona que es generalmente malvada en su corazón, y todos los pensamientos de su corazón son sólo maldad todo el día - si él elevará su espíritu y su búsqueda y su ocupación con constancia en el camino de la Torá y las mitzvot, incluso si no es por la razón correcta, él se encaminará enseguida hacia el bien… Pues el corazón de uno sigue a sus acciones. Y si la persona es totalmente recta, su corazón honesto y justo, deseando siempre la Torá y las mitzvot, pero él se inmiscuiría constantemente en temas depravados (por ejemplo: si el gobierno lo nombra forzosamente para una función deshonesta), entonces, en verdad, si se ocupará constantemente en eso, en algún momento su corazón pasará de la rectitud a ser completamente malvado. Puesto que es sabido que la persona está influenciada por sus acciones. Por esta razón, los Sabios dijeron: 'El D'os Omnipotente deseó que el pueblo judío sea meritorio; es por eso que Él les dio una multitud de mitzvot…'. Es por eso que debes mirar cuidadosamente tu trabajo y ocupación, pues detrás de ellos irás (mas ellos no irán detrás de ti…)". El Proceso de Formación Nuestra naturaleza, carácter, ánimo, disposición, temperamento, actitud y sensibilidades son formados por nuestras actividades diarias. Por supuesto, esta "formación" de nuestra naturaleza no está afectada sólo por las acciones mismas de nuestro trabajo. Está afectada también por lo que hacemos el resto del día! Los libros que leemos, si hacemos ejercicio, cómo conducimos, cómo hablamos, comemos… Cada acción, de alguna manera, tiene un efecto sobre la clase de persona que somos… así como el acto de robar es lo que hace al criminal. Ninguna acción es irrelevante. Todas ellas cambian nuestra personalidad, moviendo los hilos de nuestras emociones y pensamientos. En un nivel imperceptible, toda acción minúscula afecta diferentes aspectos de nuestra naturaleza - desde nuestra autoestima hasta nuestra tranquilidad.

La influencia de la mayoría de las acciones son difíciles (sino imposibles) de detectar. Pero cualquiera que se interese por su carácter investigará cuidadosamente los distintos valores e influencias de sus acciones. No pases esta vida sin tener conciencia de tus cambios. Comienza ahora a tomar conciencia. Antes de hacer cualquier acción, pregunta: "¿cómo esto me afectará?". Y después de la acción, pregunta otra vez: "¿cómo esto me ha afectado?". Estas preguntas pueden ser difíciles, pero realmente son valiosas, pues el que las practica constantemente será, sin lugar a dudas, un ser humano más pensante y consciente. En la Práctica Este concepto tiene una aplicación inmediata. La regla es que robar hace de la persona un ladrón, mentir la hace mentirosa, vagar la hace vaga y actuar melancólicamente deprime a la persona. Es por eso, que un camino fácil hacia la felicidad es actuar el papel de una persona feliz. Es una simple ecuación de causa y efecto. Al recibir el día con entusiasmo y hacer tus actividades con alegría, tus acciones influenciarán tu interior y eventualmente llegarás a un verdadero estado de felicidad. Preguntas para Reflexionar #1: ¿Has encontrado alguna vez una persona verdaderamente feliz? #2: ¿Qué acciones son típicas de una persona realmente feliz? ¿Por qué no has incorporado más de esas acciones a tu vida? #3: ¿Qué aspectos de tu rutina diaria te causan depresión? ¿Cómo puedes cambiar tu rutina? #4: ¿Qué aspectos de tu rutina diaria te causan vagancia? ¿Cómo puedes cambiar tu rutina?

Shabat Bo Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Quien maneja de consola "Bo el Paroh"- "Ve a lo del Faraon", dice el Todopoderoso a principio de la porcion de esta semana. "Porque endurecere su corazon y los corazones de sus sirvientes para poner mis maravillas de manifiesto". El concepto del endurecimiento del corazon del Faraon por parte de Hashem es motivo de innumerables comentarios de nuestros sabios. A fin de cuentas, ¿como reconciliamos el concepto de libre albedrio con un corazon que es endurecido por

Hashem? Algunos explican que el endurecimiento Divino solo influyo de manera fisica al Faraon. Otros explican que la intervencion Divina puede entorpecer la oportunidad de que una persona se arrepienta. Pero en definitiva, el orden natural cambio, y lo que le sucedio al Faraon raramente sucede al resto de los mortales. Lo que a mi me cuesta entender, sin embargo, es la juxtaposition del pedido de Hashem a Moshe cuando le dice que vaya una vez mas a lo del Faraon, seguido por las palabras, "porque endurecere el corazon." ¿No son acaso dos cosas totalmente diferentes? ¿No deberia ser el orden del versiculo "ve a lo del Faraon porque quiero que el libere a Mi pueblo"? Por la estructura semantica del versiculo, pareceria ser que el motivo por el cual Hashem endurece el corazon es para que Moshe vaya a lo de Faraon. ¿Realmente ese era el motivo? Un amigo mio me conto lo siguiente historia. Anios atras, el visito un parque de diversiones, y entre las atracciones habia una casa embrujada. Era toda oscura por dentro, con algunas tenues luces que iluminaban toda clase de monstruos colocados estrategicamente para asustar al desafiante publico que se animaba a entrar. Leyendo las advertencias del parque, noto que solo estaba permitida la entrada a personas mayores de 12 anios de edad, que ademas tenian que tener una cierta estatura minima y no sufrir de presion alta o alguna enfermedad coronaria. Mi amigo al ver todo esto ni se molesto en llevar a su familia a semejante "atraccion". Pero le llamo la atencion que la cola de gente que se formaba eran unicamente grandotes motociclistas con tatuajes. A pesar de las advertencias anunciadas, este grupo de gente se paro ansiosamente en a esperar en la cola para entrar. Pero entre medio de estos muchachos, mi amigo advirtio a un chico de no mas de siete anios que tambien estaba haciendo la cola de entrada. Este chiquito no paraba de de reir y mi amigo no entendia nada. Penso que como hombre de bien, tenia que avisarle al chico que a ese lugar no debia entrar. "Querido" , lo llamo mi amigo al chico. "¿No sabes leer? Este es un paseo realmente espantoso. ¡Y ademas, ni siquiera tienes diez anios!" El chico sonrio. "¿Por que acaso me podria asustar". "¿En serio me preguntas por que te podrias asustar?" "Este es el paseo mas espantoso de todo el parque! ¡El lugar es totalmente oscuro, no puedes ver nada con excepcion de un monton de monstruos!" La sonrisa del chico, que nunca se fue de su rostro, se torno mas grande. En ese momento, el chico revelo la fuente de su coraje. ¿"Ve aquel hombre alli?", mientras senialaba a un adulto sentado enfrente de un interruptor con los controles del paseo. "Bien, ese hombre es mi papa. Si llego a gritar", exclamo al ninio, "mi papa inmediatamente toca un boton y se prenden todas las luces, y los monstruos pasan a ser tontos objetos de plastico!" El Rav Yecheil Meir Lifschutz de Gustinin explica que Hashem comenzo las etapas finales del exodo ordenandole a Moshe, "Ve a lo de Faraon." A continuacion lo que Hashem hace es decirle a Moshe el motivo por el cual no debe prestar atencion a cualquier grito, enojo o protesta de Faraon. La reaccion que el Faraon tenga es totalmente sin sentido, "porque endurecere su corazon. Soy el unico que tengo control sobre el, sobre sus reacciones. Soy el

unico que endurece corazones y maneja hasta los sentimientos y reacciones de del Faraon." Es el quien maneha el "interruptor celestial" para que poder hacer la voluntad del Creador". Por eso, ""Ve a Faraon," dice el Todopoderoso, "porque soy el unico que endurece el corazon!" Cuando encaramos nuestros desafíos diarios, podemos tener muchisima mas tranquilidad si realmente sabemos y creemos que hay una fuerza mas alta que dirige nuestros destinos. Podemos inclusive enfrentar el mas duro de los desafios como enfrentarnos con el Faraon en su palacio con la certerza y confianza de saber que es el Amo de la Creacion quien maneja la consola

Resumen de la Parashá Beshalaj Cuando los israelitas salieron de Egipto, Hashem no los condujo a Canaán por la ruta directa, a través de las tierra de los filisteos, con el objeto de queno se toparan con ejércitos hostiles y lamentaran la partida. En lugar de ello, el pueblo viajó en dirección opuesta, guiado por una columna de nubes durante el día, y de fuego por la noche. Moshé no olvidó transportar los restos de Iosef, como éste había pedido. Los israelitas ya habían llegado a Etam, en el límite del desierto, cuando recibieron orden de regresar y acampar junto al Mar Rojo. Allí Paró los persiguió pensando que estaban atrapados en el desierto, pero el Señor nuevamente proveyó a su salvación Tan pronto como el pueblo judío hubo partido, el faraón se lamentó de haberle permitido salir. Reunió a todo su ejército, que consistía de muchos soldados y carros, y persiguió a los israelitas. Muy pronto los egipcios estuvieron pisándoles los talones a los judíos, que fueron dominados por el pánico y se quejaron amargamente a Moshé: "Habría sido mucho mejor para nosotros servir en Egipto que morir en el desierto", clamaban. Pero Moshé les aseguró que D-s lucharía por ellos una vez más. La columna de nubes que los guiaba se movió hacia la retaguardia, creando un velo oscuro que obstaculizó el avance egipcio. Por orden del Señor, Moshé extendió la mano sobre el Mar Rojo. Un fuerte viento sopló, entonces, del Este y dividió las aguas. Esto permitió a los israelitas cruzar el mar con el lecho seco. Los egipcios los siguieron dentro del mar pero fueron sumidos en un estado de confusión por Hashem. Las ruedas de sus carros se atascaron en la arena húmeda. Entonces Moshé extendió nuevamente su mano sobre el mar y las aguas se cerraron sobre los egipcios y sus caballos, ahogándolos. Moshé y los hijos de Israel entonaron una canción de triunfo, en la cual alababan el infinito poder de D-s, que había destruído al enemigo. El guiaría a Israel sin peligro a Canáan, cuyos habitantes se aterrorizaron al enterarse del aniquilamiento de los egipcios. Los judíos marcharon continuadamente en dirección al Sur, a través del desierto de Shur, hacia Mará (amargor), llamado así por el sabor de sus aguas. Abrasado por la sed, el pueblo comenzó a murmurar contra Moshé.Entonces fue mostrado un tronco que al ser arrojado a las aguas, las endulzó. Los israelitas se refrescaron y continuaron su camino hacia el oasis de Elim.

Marchando hacia el interior, entraron en el desierto del Sinaí un mes después de su partida de Egipto. Pronto la falta de alimentos les hizo decir que mejor hubieran vivido en medio de los lujos de Egipto. Hashem les comunicó que haría caer pan del cielo y los sometería a una prueba para saber si obedecían Su ley. Por la noche venían al campamento aves migratorias, codornices, y de este modo el pueblo recibió provisiónde carne. En la mañana el terreno estuvo cubierto cubierto de man (maná), el cual tenía el sabor que deseara cada consumidor. Se ordenó a los israelitas que recogieran no más de un ómer (medida de 4 litras, aproximadamente) de man por persona cada día. Empero, el sexto día debía juntarse una porción doble para disponer de alimento tambien en shabat, día en que está prohibido trabajar. Un ómer de man era colocado en una vasija de arcilla delante del Arca en el Mishcán, como testimonio de la bondad de Hashem. El Refidim, ubicada más hacia el sur, el pueblo disputó nuevamente con Moshe, quejándose de la falta de agua. Por orden de D-s, Moshé golpeó una roca en el cercano monte Jorev con el bastón que había utilizado en Egipto, y brotó una corriente de agua que permitió a la gente beber a voluntad. El lugar en que ocurrió este milagro fue llamado Masá-Merivá. La tribu de Amalek atacó a los israelitas en Refidim y éstos se defendieron bajo el mando de Iehoshúa. En el fragor de la batalla, Moshe ascendió a la cima del collado, llevando su bastón. Fue acompañado por Aharon y Jur. Estos sostenían sus brazos cuando se cansaba, pues Israel sólo vencía cuando Moshé mantenía en alto las manos orando a D-s. La batalla duró hasta la puesta del sol y Amalek fue derrotado. Moshé recibió orden de registrar este incidente e inculcar su importancia en Iehoshua, quien conduciría a los israelitas en Canaán. Por su traición al atacar a Israel, la tribu de Amalek debia ser totalmente destruida y su recuerdo borrado de la faz de la Tierra. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Beshalaj "Moshé tomó los huesos de Iosef con él" (13:19) PREGUNTA: En la Guemará (Sotá 13 a) hay una discusión con respecto a donde fue sepultado Iosef. De acuerdo con una opinión, el fue enterrado en la cripta en que eran sepultados los reyes de Egipto, por otro lado, otra opinión es que fue sepultado en el río Nilo. Iosef fue definitivamente una de las más grandes personalidades de su tiempo. Es lógico suponer que su sepultura era un monumento nacional; ¿Cómo entonces es posible que haya tantas opiniones diferentes en cuanto a dónde fue sepultado? RESPUESTA: El nombre "Iosef" se puede referir al pueblo judío. Como dice el Salmista "Oh Pastor de Israel (Hashem), Tú, que guías a Iosef (el pueblo judío) como un rebaño" (80:2). Dado que Iosef proveyó para sus hermanos y sus familias a lo largo del hambre egipcia, todos los descendientes de Iaacov que sobrevivieron por la benevolencia de Iosef son llamados por su nombre (Rashi). Las opiniones expresadas en la Guemará pueden ser explicadas como una metáfora de la supervivencia del pueblo judío a través del galut. La descendencia es la fuente de la fuerza del pueblo judío. ¿Qué poder secreto está

"sepultado" entre ellos que los ayuda a resistir y sobrevivir todas las persecuciones que encontraron a lo largo de su prolongado exilio? Una opinión es que esto se debe a la "cripta de los reyes"--sus conexiones con los altos miembros del gobierno. Afortunadamente, debido a que la inteligencia, sabiduría y contribución al mejoramiento del país hechos por algunos miembros del pueblo judío son reconocidas, le proporcionan acceso al gobierno. A cambio, esos individuos usan su influencia en ayuda de sus hermanos. Otra opinión proclama que la fuerte de su fuerza es el "río Nilo"--un cuerpo de agua, completamente separado de la tierra. Esto simboliza que el pueblo judío no tiene nada que hacer con los habitantes del país en el cual reside. Su completa separación y aislamiento de la sociedad egipcia los ayudó a preservar su identidad y finalmente les posibilitó sobrevivir a las fuerzas ajenas que buscaban su destrucción. En realidad ambas opiniones son correctas. Aún cuando los judíos se elevan en los círculos del gobierno y a los ojos de sus líderes, siempre deben recordar mantener su identidad y su espiritualidad judía única. Esto era realmente "Atzmut Iosef" (lit. los huesos) --la "esencia" de Iosef, y la filosofía que encarnaba. Moshé "transportó" su legado y se lo impartió a Klal Israel ***** "Hashem hizo del mar tierra seca y las aguas fueron divididas" (14:21) PREGUNTA: El agua normalmente fluye, y sólo Hashem puede alterar las leyes de la naturaleza y dividir el mar. Interesantemente, de acuerdo con la Guemará (Sotá 2 a), unir dos personas en matrimonio es tan difícil como dividir el mar, y obtener parnasá --medios de vida --es también tan difícil como dividir el mar (Pesajim 118 a) ¿Cuál es la conexión entre la partición del mar, el matrimonio y la parnasá? RESPUESTA: Cuando los Hijos de Israel vieron a Faraón persiguiéndolos en el desierto, prepararon varios planes de acción. Un grupo estaba a favor de una batalla con los egipcios, otro grupo aconsejaba saltar al mar, un tercero decía que había que rendirse y retornar a Egipto, y un cuarto decía que había que clamar a Hashem por ayuda. Ninguno soñó con la posibilidad de que el mar pudiera dividirse y que ellos marcharían valientemente a través de él por tierra seca (ver Mejiltá 14:13). Frecuentemente los jóvenes fantasean acerca de su más apropiado casamiento. Sin embargo, a despecho de sus planes, ellos encuentran su "bashert" de una forma totalmente imprevista, y frecuentemente desposa a alguien de algún lugar distante que nunca imaginó originalmente. Similarmente, para obtener su subsistencia, un individuo puede hacer muchos planes y cálculos, pero finalmente Hashem lo provee de una fuente de ingresos imprevista. ***** "Amalek vino y peleó con los judíos" (17:8) PREGUNTA: ¿Cómo pudo atacar Amalek a los judíos cuando ellos estaban protegidos por todos lados con ananei hakavod --nubes de gloria?

RESPUESTA: De acuerdo al Midrash Tanjumá (Parshat Tetzé 10), algunos miembros de la tribu de Dan adoraban ídolos que habían tomado con ellos de Egipto. Las nubes rechazaban a esa gente, y así eran vulnerables al ataque. Moshé instruyó a Iehoshúa "Elige anashim --gente fuerte y temerosa de Di-s así sus méritos los ayudarán" (Rashi), y combate a Amalek para auxiliar a esos judíos. De esto podemos aprender una lección de importancia cardinal: Aún cuando un judío se ha rebajado tanto, Di-s no permita, hasta el extremo de adorar ídolos, incumbe hasta a los tzadikim hacer todo lo posible para ayudar a salvarlo y traerlo nuevamente al rebaño judío.

Beshalaj Estudiando algunos Midrashim Benei Israel Viajan al Desierto Después que cientos de miles de Egipcios murieran en la Plaga de la Muerte del Primogénito, la conducta del Faraón hacia los Benei Israel cambió radicalmente. No sólo él los despidió con palabras bondadosas, sino que incluso él personalmente los escoltó fuera del país. Como una recompensa por su acompañar a los Benei Israel, la Torá nos ordena a nosotros no rechazar a una tercera generación de conversos egipcios que desee casarse dentro del pueblo Judío (Devarím 22:8). Sólo después de que los Benei Israel partieron, el Faraón apreció en toda su extensión su pérdida. El clamó, "¡infortunado soy yo! ¡no debería haberles permitido partir!" Había una vez un hombre que poseía un huerto, el que deseaba vender. Un comprador interesado pronto vino y le ofreció mil dólares, y un trato fue hecho. El dinero y el huerto cambiaron de manos, y ambas partes estuvieron satisfechas. "¿Por cuánto vendísteis vos aquella tierra?" la gente inquirió mas tarde. "Mil dólares," replicó el ex-propietario. "¿Estáis loco? Los olivos que crecen allí valen ellos sólos mil, las viñas otros mil, los árboles frutales mil sin mencionar el manantial de agua fresca y el resto de la vegetación. ¡Aquel huerto vale varios miles de dólares!" Cuando escuchó esto, el vendedor comenzó a lamentar su apresurada acción. Asimismo, el Faraón inicialmente estuvo contento de despedir a los Benei Israel. Subsecuentemente, sin embargo, sus nobles lo reprocharon, "¿Qué habéis hecho? Había muchos hombres sabios y profesionales entre ellos, y considerad todos los hombres ordinarios, mujeres y niños cuyas asignaciones fueron dejadas incompletas. Por añadidura, ellos nos pidieron oro, plata, y vasijas, de tal modo marchándose con nuestra fortuna íntegra. Los Egipcios que se convirtieron al Judaísmo y partieron con ellos también llevaron consigo su oro, plata, y ganado, y puesto que eran hombres acaudalados la pérdida de recursos nacionales fue considerable." El Faraón entonces lamentó el haber accedido dejar ir a los Benei Israel. Los Benei Israel partieron de Egipto, los hombres bajo la guía de Moshé y Aharón, mientras las mujeres fueron conducidas por la hermana de Moshé Miriam. Hashem no los llevó en una ruta directa a Eretz Israel. Más bien, El los condujo en una trayectoria ondulada a través del desierto, a fin de evitar confrontación con los

pelishtím. Había un número de razones por las cuales Hashem no quería que ellos entraran al territorio de los pelishtím: - Hashem dijo, "Si los pelishtím atacan, aquéllos de entre Benei Israel que están temerosos de batalla querrán retornar a Egipto." - Hashem tampoco quería que los Benei Israel atacaran a los pelishtím, ya que aquello violaría el acuerdo entre Abraham y Abimelej (ancestro de los pelishtím) de no dañarse mutuamente por tres generaciones (y los nietos de Abimelej todavía vivían). Era por tanto preferible que los Benei Israel no se acercaran a la tierra de los pelishtím. - Una razón adicional para evitar la tierra de los pelishtím era exceptuar a los Benei Israel de la visión de los huesos de sus asesinados hermanos de la Tribu de Efraim que estaban esparcidos sobre los caminos filisteos. Un amplio número de familias de la Tribu de Efraim había abandonado Egipto treinta años antes del Exodo, calculando mal el tiempo de la redención. (Ellos alegaron que los cuatrocientos años de exilio Egipcio predichos a Abraham en el brit ben habetarim (pacto entre las partes) comenzaron al tiempo de aquel convenio mientras en realidad el verdadero comienzo del exilio debía ser computado desde el día del nacimiento de Itzjak.) Ellos escaparon de Egipto mas al arribar en la tierra de los pelishtím fueron atacados por los habitantes, y 300.000 Benei Efraím fueron muertos. Un príncipe llegó de un país distante para desposar a su prometida. Cuando la ceremonia matrimonial finalizó, la pareja se preparó para su largo viaje de regreso a la tierra del príncipe. Los recién casados partieron de buen humor, mas mientras viajaban, la joven esposa del príncipe murió repentinamente, y él la sepultó al lado del camino. Algún tiempo después, le fue propuesto que casara a la hermana menor de su difunta esposa. El consintió y nuevamente viajó al mismo país extranjero para la boda. Cuando el banquete finalizó, el príncipe pensó "Yo no llevaré a mi joven esposa a mi país vía la ruta directa. Si ella advierte la tumba de su hermana en el camino se descorazonará y podría no querer continuar el viaje. Sería preferible tomar una ruta diferente." Similarmente, Hashem circunvaló la tierra de los pelishtím por temor de que al advertir los huesos de los hombres de la Tribu de Efraím, los Benei Israel se desalentaran y quisieran retornar a Egipto. ¿Por qué Hashem no protegió a los Benei Efraím del ataque filisteo? Ellos habían jurado a su ancestro Iosef que no abandonarían Egipto sin llevar sus huesos con ellos. Fueron castigados por Hashem porque violaron su juramento. (Por esta razón Iehoshúa, quien era un miembro de aquella Tribu, rehusó unirse a ellos. El permaneció con Moshé, quien llevó el ataúd de Iosef a Eretz Israel para su entierro.) Por añadidura, los Benei Efraím incurrieron en la pena de muerte por negar las palabras de los Sabios de aquella generación quienes proclamaron que el tiempo de la redención no había llegado aún. Los Benei Efraím insistieron en seguir sus propios cálculos, negando la Tradición Oral. Ellos fueron destruídos para enseñar a todas las generaciones que la existencia de nuestra nación depende de la subordinación a la Torá shebe'al pe, la Tradición Oral. Hashem liberó a los Benei Israel de la esclavitud Egipcia para que ellos se volvieran Sus sirvientes. No obstante, su tratamiento con ellos en ningún modo se asemejó a aquél de un amo humano quien emplea a un sirviente. Sería tarea ordinaria del sirviente lavar y vestir a

su amo, cargar sus paquetes, y , de noche, sostener una linterna para iluminar el camino para él. Hashem, en Su gran amor por K'lal Israel, no demandó ninguno de estos servicios de ellos. Por el contrario, El les suministró todo tipo concebible de servicio. El los proveyó con siete Nubes de Gloria- cuatro Nubes rodeaban el Campo en todas direcciones y proveían refugio, la Nube sobre ellos servía como una protección como techo del quemante sol del desierto, y una desde abajo alisaba el camino y mataba culebras y escorpiones. La séptima Nube viajaba frente al Campo para guiar el camino. Era reemplazada por un pilar de fuego a la noche para iluminar sus tiendas. Durante todos sus viajes en el desierto, los Benei Israel nunca estuvieron hambrientos ni sedientos pues Hashem les dio pan del Cielo y causó que agua surgiese de un pozo en la tierra, sin importar dónde ellos estuvieran. Onkelos, el sobrino del emperador romano Adriano, abandonó la corte romana. El viajó a Eretz Israel y se volvió converso al judaísmo. El emperador despachó sus tropas para traer a su sobrino de regreso a Roma. Cuando los soldados arribaron, Onkelos los convenció de convertirse al judaísmo también. El emperador por tanto envió a una segunda división con instrucciones estrictas de no comprometerse en ninguna conversación con Onkelos. Los soldados lo forzaron a él a retornar con ellos al emperador, pero en el camino él les dijo, "Permitídme sólo mencionar un punto de interés para vosotros. Si un grupo de personas de noble rango viajaran juntas, un barón sostendría una linterna para un duque, un duque iluminaría el camino para un príncipe, y un príncipe para un monarca. ¿Mas alguna vez vosotros escuchásteis de un monarca que encendiera el camino para la totalidad de la población?" "Nunca," ellos replicaron. "Bien, el Di- s de los Judíos iluminó el camino para Su pueblo íntegro durante su estada en el desierto," explicó Onkelos. Cuando los soldados escucharon esto, todos ellos se convirtieron en guerím. ***** Keriat Iam Suf / La Partición del Iam Suf A pesar de que el mar aún no se había partido, los Benei Israel continuaron avanzando dentro de las aguas del mar, luchando contra las poderosas olas. El agua ya alcanzaba sus cuellos. Samael intentó persuadir al Angel del Mar de ahogar a los Benei Israel arguyendo con Hashem que los Benei Israel no merecían ser salvados. "Señor del Universo," él arguyó, "¿no fueron los Judíos adoradores de ídolos en Egipto? ¿Por qué merecen ellos milagros?" "¡Tonto!" "Hashem le respondió a él. "¿Sirvieron ídolos por su propia voluntad? Su idolatría fue meramente el resultado de la esclavitud y de su confuso estado mental. ¡Tú no puedes juzgar acciones realizadas involuntariamente y bajo amenaza en la misma manera que hechos realizados en un espíritu de rebelión!" El Angel del Mar aceptó esta defensa y dirigió su furia a los Egipcios en vez de a los Judíos, preparándose para ahogar a los Egipcios. Moshé extendió su mano hacia las revueltas olas y ordenó al mar, "¡En nombre de Hashem, partíos!" pero el mar no obedeció. El no quería cambiar sus fronteras, las cuales habían sido fijadas desde los Seis Días de la Creación. Hashem ordenó a Moshé elevar su bastón y amenazar al mar, al igual que el amo eleva su vara para golpear a un esclavo rebelde. No obstante, las olas continuaron henchiéndose y no se retirarían. Entonces la shejiná de

Hashem apareció sobre el mar, y él se partió. "Ma lejá haiam ki tanus / ¿Por qué, mar, tú te retiras ahora?" Moshé le preguntó. La réplica fue, "¡Milifnei adón julí aretz- Yo me retiré sólo por el Amo del Universo Mismo!". El rugido del agua partiéndose fue oído incluso en países distantes. En aquel momento, no sólo el Iam Suf se partió, mas así hicieron las aguas de los lagos y manantiales de todos los países, e incluso el agua en las jarras de las personas, de tal modo dando a publicidad el milagro por todo el mundo. Las aguas en el mundo retornaron a su estado natural sólo después que el agua del Iam Suf hubo reasumido su curso normal. Mientras los Benei Israel caminaban en el cauce del mar, ellos advirtieron que el suelo bajo sus pies era fangoso. Hashem quería probar su reacción. Algunos miembros de la Tribu de Reuvén observaron a aquéllos de la de Shimón, "¡Después de haber abandonado el fango de Egipto, nosotros otra vez nos encontramos en el fango!" Hashem consideró estas palabras una rebelión en Su contra y afirmó, "Ellos se rebelaron en contra Mía en el Iam Suf. Yo no obstante los salvaré para que Mi Nombre sea santificado." Hashem, en Su misericordia, secó el fango, y el suelo se volvió firme. Mientras los Benei Israel estaban caminando a través del mar, el ángel Gabriel permaneció a su lado, protegiéndolos a ellos como una pared. El proclamó al agua a su derecha, "Custodiad a K'lal Israel que en el futuro recibirán la Torá de Hashem de Su diestra," y reprendió al agua a su izquierda, "¡No dañéis a este pueblo que en el futuro colocará tefilín sobre su brazo izquierdo! "

Shabat Beshalaj Primer comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Rab Moshe Walles, [email protected]) Primer comentario - Las pruebas de Hashem son un ejercicio espiritual Los seres humanos, cuando experimentan una "nueva vida", suelen padecer una especie de nostalgia, aniorando la vida anterior. Por un lado muchas veces queremos cambiar de trabajo, pero cuando por fin encontramos otro, abandonamos el primero, solemos echar un vistazo atras anhelando volver a lo anterior. Este tipo de reacciones estan muy claras en nuestra perasha donde el pueblo iehudi, luego de haberse liberado de Egipto, comienza a expresarse con falta de fe, con quejas de manera impaciente; a cada paso otra disconformidad. Dijeron que se los trajo al desierto "para morir de sed y de hambre" comienzan a extrañar "la olla de carne". Preguntan: "¿Para que nos sacaron de Egipto? ¡Ojala hubieramos permanecido alla!" Esta Perasha nos describe la respuesta divina a cada una de sus quejas. Nos relata del agua que salia de la roca, del pan que caia del cielo, de la carne que Hashem les dio a traves de la codorniz. Los quejosos no eran muy agradecidos a esta manera milagrosa en que se les proporcionaba todo. ¿D"s esta dentro nuestro o no? ¿Vale la pena depositar nuestra confianza en el? Esta es la esencia de nuestra perasha, donde sobresalen las reacciones

contradictorias dentro de sus almas y las exteriorizan a traves de las quejas. La Tora expone todo lo acontecido para que aprendamos la leccion, para que nosotros cambiemos. Nosotros no somos los jueces de nuestros antepasados, lo que la Tora nos relata es para que saquemos conclusiones para nuestro bien. Este es el objetivo de la descripcion de todo lo acontecido. Nuestra perasha comienza hablandonos del "temor a la guerra". Hashem prefirio que fueran por un camino largo e indirecto por si decidian retroceder por la guerra que podian ver... Sin embargo hemos visto pueblos amantes de la paz que combatieron con otros pueblos para conseguir independencia. Por otro lado, aquel pueblo que demuestra bajo espiritu, humillacion y huye, nos muestra su baja autoestima. ¿Como puede ser que este es el estado espiritual del pueblo que demuestra en sus primeros pasos hacia la libertad, que prefiere huir antes que enfrentarse con el enemigo? Los exegetas plantean: a tan pocos dias de la muerte de los primogenitos... ¿acaso no conocian el poder de Hashem? ¿No creian que el podia llevarlos a combatir y a vencer a Kenaan? El Rambam en su libro More Nebujim comenta al respecto: "No es natural que aquel hombre que crece en medio de la esclavitud fabricando ladrillos... de repente se sienta libre". "La liberacion no se consigue de una vez... tiene un recorrido continuo". No es posible extirpar la esclavitud repentinamente. Debemos liberar nuestra alma de lo que ya se acostumbro, y para esto se necesita un largo trayecto, lento y con una direccion clara. Este era el quid de la cuestion: estaban viviendo en un laberinto, no sabian que hacer, aspiraban a una vida espiritual pero tenian suenios de esclavos; querian una vida de libertinaje, nostalgia de volver a lo anterior. La generacion de los que salieron de Egipto, no tuvo el mismo merito de salir a una liberacion completa. Tenian una chispa de esclavitud en sus corazones. Solo podrian ser libres sus hijos, que no vivieron la esclavitud, que no vivieron el exilio. Si nos dirigimos al Midrash Raba, este nos comenta que sensaciones sintieron despues de que D"s partio el mar e ingresaron en el. Comentaban: "En Egipto teniamos barro y aqui tambien tenemos barro". Hay corazones que aunque reciban lo mas grande del mundo, siempre se van a quejar, a todo le van a encontrar el lado negativo. Las pruebas que D"s manda son un examen para que verifiquemos cual es nuestra confianza en el. A D"s no lo benefician las pruebas, solo a nosotros. Cuando nos sentimos solos y desamparados debemos tomar conciencia de que nos estan probando para asi poder desarrollar nuestra alma. Rab Moshe M Hoffer Segundo comentario - EL PAN DEL DIA

Los judíos ya salieron de Egipto, ya cruzaron el mar Rojo. Ahora están en el desierto. D's les reconoce por muchas generaciones el mérito de la confianza íntegra y la bondad (jesed) que demostraron al seguirlo al desierto con sus esposas e hijos sin saber de que se iban a alimentar al día siguiente (Irmiahu). Cuando salieron, ni siquiera tuvieron tiempo de prepararse provisiones para el camino pues fueron literalmente echados de Egipto a raíz de la plaga de los primogénitos. Las matzot que cocinaron apresuradamente al salir, aguantaron milagrosamente por un mes. Pasó un mes y allí estaban. Sin comida. ¿Qué se hace? El pueblo tiene hambre. No hay almacenes, ni shopping, ni maxikioscos en el desierto. El pueblo se queja ante Moshé. Querido lector: Aquel que siempre tuvo para comer y nunca se fue a dormir con hambre, posiblemente pueda llegar a saber lo que son los otros problemas de la vida, pero seguramente no podrá identificarse con el apremio que sintió la gente en ese terrible momento. D's respondió inmediatamente a la necesidad de comida, pues nunca quiso - ni quiere - que los seres humanos o cualquier creación Suya suframos sin razón alguna. No obstante, convirtió la fuente de alimentación celestial del desierto en un elemento educativo que iba a trascender los años que el pueblo comió el Mán (maná). No por nada, en muchos Sidurim figura el párrafo bíblico de este episodio a continuación de la Tefilá matutina diaria, en los momentos cuando el judío sale del Bet Hakneset para ganarse su sustento. Al dedicarnos a analizar los pormenores de la enseñanza del Mán, la Torá nos ayudará a aprender la visión de la Torá en la adquisición de nuestro sustento, el pan de todos los días. Será aun más necesario aprender esta lección en una sociedad de consumo que con su publicidad crea nuevos "hambres" a diario, muchos de los cuales no podemos (ni debemos) intentar satisfacer. Aun pensando en lo más elemental: en la comida, educación, salud, ropa y vivienda, sentimos que no podemos tener la certeza de lograrlo de manera simple, ni asegurarnos que nunca nos falte. Y eso crea en nosotros una sensación de desprotección, de fragilidad, de vulnerabilidad por los imponderables que hacen temblar hasta al más fuerte. Sepa, querido lector, que lo que estamos analizando no es nada nuevo (el campesino nunca tuvo la certeza que iba a llover sobre su campo, que su fruto no sería eliminado por langostas u otra plaga o que el precio de los frutos justificaría la inversión), ni tampoco cambiará hasta que D"s modifique "las reglas del juego", si El lo dispone. Justamente por eso, es imprescindible estudiar a fondo la lectura del Mán. ¿Cuánto tiempo debe invertir el judío creyente al procurarse su pan frente a las demás obligaciones que tiene, como, por ejemplo, ir a rezar y fijar horarios diarios para el estudio de la Torá? ¿Cuánto es "lo justo" y "lo necesario" para vivir y cuánto lo excesivo? ¿Qué es lo que se llama un lujo y que es "lo lógico"? Y si bien, no terminaremos de dar una respuesta universal concreta, pues las necesidades reales pueden variar acorde a la época, el lugar y el entorno social en que uno vive, el Mán sí nos debe mostrar un criterio que debiera iluminarlos en todas las situaciones.

No por nada, Moshé le ordenó a Aharon que tomara un frasco y lo llenara de Mán "para la posteridad", lo cual explica Rash"i se refiere a la generación del profeta Irmiahu quien amonestó al pueblo por su falta de dedicación al estudio de la Torá. Cuando la gente le respondió que el trabajo cotidiano les consumía todo el tiempo disponible, Irmiahu les retrucó señalando al Mán guardado: "Miren Uds. cuántos medios posee D"s para alimentarlos..." El Mán no fue guardado en cualquier lugar, sino precisamente junto a las Tablas de la Ley, como para decirnos: "Quien nos dio la Torá, también nos provee los medios para obedecerla" - explican los Sabios. El Mán caía a diario todos los días de la semana salvo en Shabbat. El viernes, por otro lado, caía una ración doble por persona que les alcanzaría para cubrir las necesidades del Shabbat. Cada persona juntaba el Mán a la mañana, y la cosa no cambiaba si traía mucho o poco a casa, pues al medirlo había exactamente un "omer" (la medida individual) de Mán por persona. El Mán debía ser consumido en el día pues si alguien dejara de su Mán para el día siguiente sin comerlo, este se pudría y se llenaba de insectos. ¿El sabor? Lo disponía el consumidor (Midrash). Antes de morir, Moshé le recuerda al pueblo que esta por ingresar a la tierra de Israel el propósito y la lección del mán. "Te dio el mán para que supieras que no por el pan en si se mantiene el hombre, sino por todo aquello que emana de la boca de D"s (obedecer sus leyes)"... "Por si llegaras a comer y estar satisfecho... y construyeras buenas casas y las habitaras... y se enalteciera tu corazón y te olvidaras de tu Creador Quien te extrajo de Egipto... Te condujo por el desierto y te dio de comer el mán para afligirte y para probarte, para tu propio bien..." (Dvarim cap.8) Sin duda, el aprendizaje del mán es eterno. Quienes vinieron al nuevo mundo para escapar de los pogromes y de la falta de trabajo digno en Europa se encontraron con la terrible elección de trabajar en Shabbat o comenzar un nuevo empleo cada semana. Pocos pudieron superar esta terrible prueba. Y sin ir tan lejos, el comerciante de hoy a quien le cuesta llegar a pagar el alquiler de su local mes tras mes con el negocio cerrado en Shabbat el día que precisamente más clientela le trae, debe anteponer su fe en D"s semana tras semana al bajar la cortina los viernes a la tarde. Unicamente quien aprendió e internalizó correctamente la lección, sabrá que más allá de lo que juntó, cuando llega a casa y pesa lo que trajo... tiene lo que debe tener- ni más ni menos. Que lo que necesita para Shabbat- ya cayó el viernes y que trabajar en Shabbat no le traerá ningún beneficio. El éxito y el fracaso de la empresa no dependen de si abre el negocio en Shabbat, sino de lo que disponga D"s que cada uno posea. "Muchos medios tiene D"s para alimentarlo..." Procurar el pan es importante, pero no a costa de la vida espiritual, del estudio del judío. (En la práctica el tema que estamos tratando es mucho más complejo de lo que parece y, por lo tanto, dado que la situación de cada persona y cada familia son distintas una de la otra, uno se debe aconsejar con una autoridad espiritual antes de tomar decisiones en lo que hace a los medios lógicos y legítimos y a la cantidad de tiempo a invertir en ganarse el sustento).

"¿Por qué caía el Mán todos los días con la ración diaria en lugar de caer una vez por todo el año?" - pregunta el Talmud (Iomá 76a). Una de las repuestas (mediante una parábola) nos indica que la (aparente) carencia de medios de supervivencia provocaba que los israelitas estuviesen permanentemente pendiente de D"s. ("quien tuviera cuatro o cinco hijos, podría sospechar cada día, que al día siguiente se moriría de hambre...") La posible falta de sustento en el futuro nos obliga a rezar todos los días por nuestro pan. ¿Habrá mán mañana? ¿Y para mis hijos, cuando sean grandes? ¿Y para mis nietos? Cada vez que comemos pan, bendecimos al Creador quien "provee el pan para todos con gracia, bondad... pues grande es Su misericordia". No perdamos el equilibrio que nos indica la Torá entre lo material y lo espiritual. Es precisamente esa la enseñanza del Mán. "ni riqueza ni pobreza adjudícame (D"S), proporcióname el pan que me corresponde" (Mishle). Daniel Oppenheimer Tercer comentario - La disposición de entrega. Este Shabat es conocido como Shabat Shira, es decir, el Shabat del cántico, debido al canto de alabanza que cantó Moshé junto con el pueblo de Israel a D’s, después de haber cruzado el mar que se partió: “Entonces cantaron Moisés y los hijos de Israel este cántico al Eterno y así dijeron: ¡Cantaré al Eterno, porque se ha ensalzado grandemente! ¡Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar! (Exodo 15;1) Sobre ésta, nuestra obligación de alabar y agradecerle a D’s por los milagros que nos hace, decimos en el rezo de Shabat las siguientes palabras: “Aunque nuestra boca estuviera llena de himnos como el mar, y nuestra lengua de cánticos como el rumor de sus olas, y nuestros labios de alabanzas como la amplitud del firmamento, y nuestros ojos alumbraran como el sol y como la luna, y nuestras manos se extendieran como las alas de las águilas en los cielos, y nuestros pies fueran ligeros como las gacelas, no alcanzaríamos a agradecerte a ti, Señor, D’s nuestro y D’s de nuestros padres, ni a bendecir tu nombre, por la milésima, ni por la diezmilésima, ni por la millonésima parte de los favores que has concedido a nuestro pueblo y a nosotros. Por tanto, los miembros que formaste en nuestro cuerpo y el espíritu y el alma que nos insuflaste, y la lengua que colocaste en nuestra boca, ellos te agradecerán y bendecirán y alabarán y glorificarán y exaltarán y ensalzarán y santificarán y entronizarán tu nombre, rey nuestro”. (Rezo de Shabat). Observando esta plegaria de manera superficial, surge una contradicción, ya que por un lado, al principio decimos que no hay manera de alabar verdaderamente a D’s, ya que los favores que realiza con nosotros son inalcanzables y por el otro, terminamos diciendo: “Por tanto, los miembros que nos repartiste y el espíritu y el alma que nos insuflaste, junto con la lengua que pusiste en nuestra boca, te agradecerán, bendecirán y te alabarán”. La pregunta es: ¿Se puede alabar a D’s o no? Dicha pregunta se puede contestar a través de la siguiente metáfora: En uno de los países europeos, había un yehudí que llegó a ser ministro de finanzas dentro del gabinete del rey.

A través de este puesto, alcanzó a tener una relación muy especial y cercana con el rey. De manera natural, esto generó envidia por parte de los demás ministros y éstos buscaron la manera de ponerle obstáculos en el camino para que desapareciera. Todo el tiempo lo acusaban ante el rey, que no era leal y que únicamente por el dinero que ganaba estaba en su puesto, más no por amor a él. El rey lo quería mucho y siempre lo defendía ante los demás, hasta que un día le dijeron los ministros que por qué no lo ponía a prueba para checar su lealtad ante él. ¿De qué manera lo voy a probar? Preguntó el rey. Pídale que haga una fiesta para usted, señalaron los ministros. El rey le pidió que preparara una fiesta y el yehudí con mucha alegría fue a prepararla, ya que lo tomaba como un honor más que le otorgaba el rey. La fiesta se preparó con mucha dedicación y por lo tanto, todos estuvieron contentos. Durante el evento, el rey llamó a los ministros que se quejaron y les dijo: “Ahora me doy cuenta que sus comentarios son falsos, veo que el yehudí es leal, miren que fiesta preparó para mí”. No se apure en llegar a la conclusión, obsérvelo y verá que está muy triste, contestaron los ministros. Así es, ¿Por qué será?, Se preguntó el rey. Es porque le duele el gasto que tuvo que realizar, cada alimento que el rey consume le duele más, le dijeron los ministros. El rey no les creyó, pero ellos le dijeron que si quería probar ésto, que le pidiera al yehudí que preparara otra fiesta para él, pero ahora con un presupuesto del rey mismo, para que no le costara. El rey se lo pidió y el yehudí la preparó. Cuando estuvieron en esta segunda fiesta, la cual no le costó nada al yehudí, los ministros del rey observaron que el yehudí estaba muy contento todo el tiempo. El rey se enojó mucho, lo mandó llamar y le pidió que le explicara el por qué de su alegría, ahora que no le había costado la fiesta y su tristeza, en la fiesta anterior, donde él había pagado de su bolsa. El yehudí le pidió que no se enojara con él y le explicó lo siguiente: “Cuando Yo tenía que pagar la fiesta de mi dinero, estuve toda la fiesta triste y preocupado porque no estaba seguro si gasté lo suficiente para honrarlo correctamente, pero en esta fiesta, donde recibí un presupuesto del rey para hacerla, estoy tranquilo ya que utilicé todo lo que me asignó para honrarlo, por lo que más de ésto no podía hacer aunque quisiera”. Así mismo decimos en el rezo: Si la boca y la lengua fuese nuestra, así como los labios y los ojos y todos los demás miembros, entonces no podríamos cantar, ni alabar, ni agradecer a D‘s de manera correcta, ya que los favores que nos hace son tales, que por más que hubiésemos dicho, no alcanzaría para agradecerle. Pero ahora, que todos nuestros miembros son otorgados por ti D’s, podemos alabar y agradecerte, ya que a pesar de que éstos serán limitados y no alcanzarían a cubrir todo lo

que hemos recibido de Ti, estámos tranquilos de que por lo menos hicimos todo lo posible de acuerdo al “presupuesto”, es decir, la capacidad que nos otorgaste. Para poder gozar de esta tranquilidad, debemos hacer todo lo posible para alabar y agradecerle a D’s por todos los favores que constantemente hace con nosotros. SHABAT SHALOM UMEVORAJ Rab Moshe Walles. Éxodo 13:17 - 17:16 "Autoconfianza" "El cocinero es la mente, y los ingredientes son las decisiones. El plato es la autoconfianza, y el que lo come es el corazón. El plato es arruinado si no está completamente cocinado, y si el cocinero no pone nada en la olla, ¿qué habrá para comer?". En la parashá de esta semana, el pueblo judío acaba de irse de Egipto… "Y D'os habló a Moshé diciendo: 'habla al pueblo judío y diles que den vuelta y acampen en la costa de Jirot, entre Migdol y el mar, enfrentando Baal Tzefón. Acampen frente a él, cerca del mar. El Faraón entonces dirá que el pueblo judío estaba perdido en el área y atrapados en el desierto. Yo endureceré el corazón del Faraón y él los perseguirá. Yo triunfaré sobre el Faraón y todo su ejército, y Egipto sabrá que Yo soy D'os'…" (14:1-4). D'os le dice al pueblo judío que actúen como si estuvieran perdidos en el desierto. De esta manera el Faraón y los egipcios podían convencerse a sí mismos de que las plagas no fueron la mano de D'os, sino que fue magia hecha por Moshé. Esta fue la forma en que D'os le estaba dando al Faraón otra oportunidad de rendirse. El odio ciego del Faraón lo empujó a trágicas consecuencias. Al ver esta aparente confusión en el campamento judío, inmediatamente él llegó a la conclusión errónea (versículos 5-9). Esta es una lección que podemos utilizar: "Frecuentemente el camino de los justos aparenta ser un camino de tontos". "El rey de Egipto recibió las noticias de que el pueblo judío había escapado. El Faraón y sus oficiales cambiaron de parecer respecto del pueblo, diciendo: '¿Qué hemos hecho? ¿Cómo pudimos liberar a los judíos de la esclavitud?'. El Faraón preparó su carroza y llamó a su pueblo para que vaya con él. Él llevó 600 carrozas escogidas, además de todas las carrozas de Egipto y los oficiales junto con ellas, y salieron detrás del pueblo judío… Los egipcios los alcanzaron mientras ellos estaban acampando al lado del mar, en la costa de Jirot, frente a Baal Tzefón. Todos los caballos, las carretas y el ejército del Faraón estaban allí"(14:5-9).

Este es el momento que todos estábamos esperando. Los judíos cooperaron con el requerimiento de D'os y se pusieron a ellos mismos en una situación comprometida para que los egipcios los persigan. Ellos sólo tenían que esperar que D'os los salve y destruya a los egipcios. Ellos estaban completamente en las manos de D'os. Con todo lo que habían visto recientemente sobre el poder de D'os, seguro que no tenían nada que temer. "Y cuando el Faraón se acercó, el pueblo judío miró hacia arriba. Ellos vieron a los egipcios marchando en dirección a ellos, y el pueblo temió mucho. Los judíos lloraron a D'os. Ellos dijeron a Moshé: '¿No hubieron suficientes tumbas en Egipto? ¿Por qué nos has traído hasta aquí para morir en el desierto? ¿Cómo has hecho semejante cosa con nosotros, sacándonos de Egipto? ¿No te hemos dicho en Egipto que nos dejes solos para que sigamos trabajando para los egipcios? Hubiese sido mejor ser esclavos en Egipto que morir (aquí) en el desierto!'" (14:10-12). ¿Qué salió mal? Al final los judíos sí temieron de los egipcios! ¿Cómo podemos entender el temor de los judíos cuando ellos habían estado de acuerdo en ser la carnada para la destrucción del Faraón? ¿Cómo es que el pueblo judío se olvidó del gran poder que D'os había mostrado en Egipto? ¿Ellos se olvidaron que D'os les había dicho que los salvaría? ¿Ellos pensaron que D'os "arregló" toda esa situación para que los egipcios los maten? ¿Ellos pensaron que D'os orquestó todo el éxodo de Egipto sólo para que ellos sean matados cuando saliesen de allí? Este escenario también aparece en nuestras propias vidas. Puede ser que no sea tan dramático como la salida del pueblo judío de Egipto, pero la experiencia es la misma: en calma y tranquilidad, nosotros nos comprometemos a ser el queso de la trampa. Pero cuando el ratón se acerca, el queso comienza a despedazarse. Todos nosotros nos hemos comprometido en la tranquilidad de un cómodo sillón, sólo para perder nuestro entusiasmo inicial cuando las consecuencias de esos compromisos se clarificaron. ¿Cuántas decisiones hemos tomado, sólo para mirar hacia atrás en el tiempo y decir: 'Qué naive éramos!'. Es fácil tomar decisiones. Pero cumplir con el compromiso es difícil porque estamos luchando con la fuerza de nuestro corazón y emociones. Nosotros tomamos decisiones con nuestra mente (intelecto). Sólo después nosotros batallamos con nuestro corazón (emociones). ¿La solución? Nosotros tenemos que hacer intervenir a nuestro corazón desde el comienzo. El corazón y la mente son una sociedad. ¿Comprarías una casa sin el consentimiento de tu esposa? No tomes decisiones sin el consentimiento de tu corazón. No pienses que esto significa que tienes que tomar decisiones solamente con el corazón. La mente tiene que liderar el camino. La mente es la mejor herramienta para el trabajo. Pero no rechaces a tu corazón. Hazlo estar de acuerdo, mostrándole las ventajas de tus decisiones. Recuerda la regla de oro: nunca debes romper un compromiso porque tu corazón se queja. Si tú lo haces, tu corazón nunca te tomará seriamente. Si tú siempre cumples con tus compromisos obtendrás un sentimiento interno de autorespeto y seguridad.

Más aún, cuando tu corazón está naturalmente incluido en cada decisión, él "sabe" que es serio. Pero si tú no sigues adelante con tu decisión, el corazón dice: "Para qué voy a hacer problemas ahora, esperaré hasta que la situación se torne difícil. Entonces, yo voy a molestar un poquito y él cederá". Tu corazón es el asiento de las emociones. Si tu corazón piensa que tú no eres serio, si tu corazón no tiene confianza en ti, entonces esa es la emoción que sentirás. En un léxico moderno esto es llamado: "baja autoestima". Si tú quieres que tu corazón tenga confianza en tu mente, tú debes comenzar siguiendo las decisiones de tu mente. Y si tú realmente quieres ganar autoconfianza, no evites tomar decisiones, búscalas. Preguntas Para Reflexionar #1: ¿Cuál fue la decisión más difícil que has tomado? ¿Algunas vez te arrepentiste de haberla tomado? #2: ¿Cuál fue la decisión más grande que has fracasado en tomar, y ahora deseas haberla tomado? ¿Por qué no tomaste aquella decisión? #3: Desde hace diez años hasta ahora, ¿qué decisión te arrepientes no haber tomado? ¿Qué te está impidiendo hacerlo?

Shabat Beshalaj Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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El orgullo y el Prejuicio El comienzo de la porcion de la semana describe el exodo de judios de Egipto. Los judios reunieron sus posesiones y tomaron el oro y plata de los egipcios. Mientras todos los judios de Egipto juntaban las riquezas y se preparaban para un arduo viaje por el desierto, una persona, sin embargo, estaba ocupandose de otros tesoros. "Moshe tomo los huesos de Iosef con el, ya que Iosef habia hecho a los hijos de Israel jurar diciendo "Hashem los recordara, y sacaran mis huesos de aqui con ustedes". (Exodo 13:19) El Midrash explica el versiculo en Proverbios 10:8 que dice: "Un hombre de corazon sabio escogera mitzvot (preceptos)". "Este versiculo", continua diciendo el Midrash, "se refiere a Moshe durante el Exodo de Egipto. Mientras toda la nacion estaba ocupada juntando oro, plata, y piedras preciosas de sus anteriores amos, Moshe estaba ocupandose de los restos de Iosef, el pionero que forjo las bases para la supervivencia judia en el exilio". Una pregunta obvia surge. ¿Por que Moshe es alabado como un hombre que busca y elige, mitzvot, destacado como alguien que tiene cierta sabiduria especial? ¿Acaso los judios no tenian que juntar oro y plata por pedido de Hashem? La Torah ordena claramente a la gente

"que cada hombre tome de su amo egipcio y cada mujer tome de su ama egipcia los utensilios de oro y plata." (Exodo 11:2 ). Si este es el caso, ambos Moshe y los judios estaban ocupados haciendo mitzvot. ¿Por que entonces, el Midrash considera a Moshe como un hombre "sabio de corazon?" Durante el comienzo de la decada del '20, Velvel Epstein manejaba un camion para la Compania de Bebidas Mittleman en Manhattan. El entregaba a tiempo y era siempre cortes con sus clientes. Cierto dia un acontecimiento terrible ocurrio. Una carreta empujada por caballos se atraveso frente a su camion y tratando de esquivarlo, docenas de cajas con botellas se cayeron del camion y terminaron desparramadas por toda la calle. El vidrio y las burbujas estaban por todas partes, y Epstein penso que su carrera en la Compania Mittleman estaba en peligro. De repente, en medio de la pequenia multitud de espectadores, aparecio un hombre corpulento que comenzo a hablar a la muchedumbre: "¿Por que ustedes solo miran? ¡Permitanos ayudar a este pobre hombre que trato de evitar una tragedia!" Saco de su billetera diez dolares, los puso en su sombrero y lo paso alrededor. Uno por uno, persuadio a todos para que ayuden al conductor en su apuro. Despues que unos pocos minutos, el hombre habia reunido una suma importante. Se acerco al conductor y le dijo: "ahora su jefe seguro que estara contento con la compensacion!" En ese momento, este caballero desaparecio de la muchedumbre. La gente que miraba no salia de su asombro. "Que verdadero mentsch," lloro a una mujer. "Un heroe como los de antes," grito otro. "Que gran mitzva!" declaro un tercero. Epstein miro con lagrimas al Cielo y suspiro: "¡Mitzva, Mitzva, eso era el Sr. Mittleman que me dio trabajo en los ultimos 30 anios!" Hay muchas, muchas Mitzvot que hacer. Algunas son muy agradables y faciles de cumplir. Incluso de ciertas mitzvot hasta obtenemos algun tipo de ganancia o engrandecemos nuestro honor. Hay otras, sin embargo, que requieren de nuestro sacrificio y dedicacion, que tal vez se hacen en silencio sin que la multitud las perciba. La mitzva de recuperar el oro y la plata era bastante honorable. Sin embargo, habian rezones de sobra como para hacerla. Nosotros no sabemos en manos de quien termino la riqueza. Tal vez termino siendo contribuida al Mishkan (tabernaculo), o tal vez puede haber sido parte del metal usado para el becerro dorado. Pero hay algo que si sabemos. Los huesos de Iosef que fueron tomados por Moshe de manera silenciosa fueron la fuente de inspiracion de generacion tras generacion. Aun hoy, esos huesos estan enterrados en Shechem (Nablus). Eso fue gracias a Moshe, el hombre de corazon sabio que tuvo una vision clara de las necesidades del futuro y cuyas acciones muchas veces pasaron desapercibidas a la mayoria. Shabat Shalom

Resumen de la Parashá Itró Mientras Moshé llevaba a cabo su misión en Egipto, su familia regresó a Midián. Ahora que los b´nei Israel estaben en el desierto, el suegro de Moshé, Itró, llevó a su hija Tzipora y a los hijos de aquél a Refidim. Moshé dio la bienvenida a Itró en forma afectuosa y le contó todo lo que Hashem había hecho por los judíos. Su suegro reconoció totalmente el

poder de D-s y Le ofrendó sacrificios. Observando que Moshé estaba sobrecargado de tareas judiciales, Itró le aconsejó que nombrara jueces para ayudarlo y que él se concetrara sólo en los casos más difíciles. Moshé actuó conforme a este sabio consejo e Itró regresó a Midian. El primer día del tercer mes (Siván) después de su partida de Egipto, los b´nei Israel llegaron al desierto de Sinaí y acamparon frente a la montaña. Moshé se aproximó a ella y oyó la voz del Señor que lo instruía para que recordara al Pueblo cómo El los había liberado de Egipto. Si ellos Le obedecían, se transformarían en "un reino de sacerdotes y una nación santa". Moshé descendió de la montaña y repitió las palabras del Señor a los ancianos y a todo el pueblo. Como una nación unida respondieron todos a una: "Nosotros haremos todo lo que nos ha dicho el Señor". Moshé informó de estas palabras a Hashem y sele comunicó que D-s aparecería en una densa nube y le hablaría delante de toda la congregación de judíos. De esta forma, nunca se dudaría otra vez de Su divina comisión. El pueblo debía prepararse durante tres días para el gran suceso de la aceptación de la Torá. No debían tocar los límites de la montaña so pena de muerte. Despues de que transcurrieron esos tres días, el seis de Siván, se produjeron truenos y relámpagos, y una densa nube descendió sobre la montaña. Se oyó el llamado de la trompeta y Moshé llevó al pueblo hasta el pie de la montaña. El monte Sinaí estaba envuelto en humo y el Señor convocó a Moshe a la cima. Luego le ordenó que advirtiera al pueblo que no debía contemplar la Manifestación Divina y Moshé cumplió la orden. Después llegó el momento supremo de la historia del mundo. La voz del Señor fue oída por todo hombre, mujer y niño, mientras formulaba las bases de la conducta moral y religiosa de todos los tiempos: 1 - Yo soy el Señor, tu D-s, que te saqué de la tierra de Egipto... 2 - No tendrás otros dioses delante de Mí... 3 - No pronuncies el nombre del Señor, tu D-s , en vano... 4 - Acuérdate del shabat para santificarlo... 5 - Honra a tu padre y a tu madre... 6 - No matarás 7 - No cometerás adulterio 8 - No robarás 9- No levantarás falso testimonio contra tu prójimo 10- No codiciarás la casa de tu prójimo... Los judíos estaban atemorizados por todo lo que habían presenciado que se alejaron de la montaña y rogaron a Moshé que les hablara en lugar de Hashem,por temor a morir. Entonces Moshé se acercó a la densa oscuridad y recibió una serie de leyes. Los primeros cuatro preceptos trataban de aspectos importantes del culto divino: la prohibición de la idolatría, la erección de un altar de tierra para ofrendas de sacrificios, más solo donde Hashem ordenara que se lo construyera con roca no tallada ni modelada con instrumentos

de hierro, y la ley que establece que el sacerdote debe ascender al altar por una rampa y no por escalones. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Itró "Itró, el Sumo Sacerdote de Midian, el suegro de Moshé, oyó" (18:1) PREGUNTA: ¿Por qué la Torá ahora cita la previamente mencionada relación de Itró con Moshé y su posición? RESPUESTA: En los tiempos de los reyes David y Shlomó los judíos no aceptaban conversos porque el pueblo judío estaba entonces en la cima de su gloria, y había sospechas de que el motivo para la conversión no fuera Torá y mitzvot, sino la prosperidad y gloria del pueblo judío. Si es así, ¿por qué el Rey Shlomó aceptó a la hija de Faraón como conversa y la desposó? La respuesta es que ella era una excepción a la regla. Como hija de un rey, previamente no había carecido de gloria, por lo tanto, su única intención al convertirse fue su amor por la Torá y las mitzvot. (Ievamot 24 b, ver Tosafot). Cuando los judíos dejaron Egipto y el mar se dividió, el mundo entero presenció la grandeza del pueblo judío. Toda la gente quiso convertirse y formar parte de la nación judía. Dado que su intención fue compartir la gloria del pueblo judío y no un amor sincero por el judaísmo, fueron rechazados. Sin embargo, cuando Itró decidió convertirse, fue aceptado, porque como el famoso Sumo Sacerdote de Midián, no se podía sospechar que buscaba la gloria. En adición, no es probable que se convirtiera por temor al pueblo judío, porque nadie lastimaría al suegro de Moshé. ***** "Cuando tienen un asunto, él viene a mi, y yo juzgo entre un hombre y su compañero" (18:16) PREGUNTA: 1) En el midbar -- el desierto --todas las necesidades del pueblo judío fueron provistas por el Todopoderoso. Sus ropas crecían con ellos y su comida venía del cielo. ¿Sobre qué tenían tantos din Torá (juicios de Torá)? 2) El plan de Itró de designar jueces era simple y lógico; ¿Por qué Moshé no pensó en esto? RESPUESTA: Cuando los judíos dejaron Egipto, un grupo de egipcios conocidos como el "erev rav" --"la multitud mezclada" --se unieron a ellos. Cuando los egipcios se ahogaron en el mar, sus joyas acabaron en la orilla y los judíos las tomaron. La gente del erev rav peleaba con los judíos, arguyendo que las personas ahogadas eran sus parientes y que ellos eran sus herederos. Por lo tanto tenían lugar muchos din Torá acerca de este tema. Un juez está calificado para presidir sobre un din Torá sólo si no tiene interés personal en el asunto. Todos los judíos, excepto Moshé tomaron la riqueza de los egipcios. Por lo tanto él era el único juez calificado para llevar todos los din Torá.

***** "Respondió todo el pueblo a la vez, y dijeron 'Todo lo que Di-s ha hablado haremos'" (19:8) PREGUNTA: Cada individuo judío debía haber respondido "eesé" --"haré". ¿Por qué todos respondieron en plural "naasé"? RESPUESTA: Cuando los judíos oyeron acerca de la Torá y se dieron cuenta de su belleza e importancia, cada individuo asumió sobre sí mismo, no sólo observarla, sino también hacerse responsable de que todos los otros judíos también lo hicieran. Cada uno respondió en plural "naasé", queriendo decir "Lo haré, y también veré que otros judíos lo hagan". Esto puede ser una fuente adicional para el dictamen talmúdico "kal Israel arevin ze laze" --"Cada judío es un garante para su prójimo"(Shavuot 39 a)

Itró Estudiando algunos Midrashim Itró se Convierte A pesar de que todas las naciones habían oído el atronador estruendo de la partición del Iam Suf y habían inquirido acerca de su significado, y no obstante que todas ellas conocían de la victoria de K'lal Israel sobre Amalek, ellas dejaron de atender al mensaje. Hubo sólo un hombre que verdaderamente escuchó y aprendió el significado de los trascendentales eventos. Comprendiendo que Hashem es omnipotente, dedujo que era su deber moral servirle a El. Este hombre fue el suegro de Moshé, Itró. Itró vivía en Midián, un país que era aliado de Amalek y enemigo del pueblo Judío. El originariamente se preparó para unirse a Amalek en su lucha contra K'lal Israel. Sin embargo, cuando escuchó de la milagrosa victoria de K'lal Israel y del mandamiento de Hashem que Amalek fuera exterminado por haberlos atacado, inmediatamente hizo teshuvá (volvió al camino de Hashem). Sin demora Itró tomó a la esposa de Moshé, Tziporá y sus dos hijos (quienes no habían tomado parte en ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto), porque Moshé los había devuelto a la casa de Itró), y viajó al interior del desierto al Campamento de los Benei Israel. Su intención era convertirse en guer y unirse a los Benei Israel en el desierto, aún si esto significaba sacrificar su honor y comodidad en cuestiones mundanas. Al tiempo que Itró se aproximó al Campamento de los Benei Israel escribió una carta a Moshé, en la cual enunciaba, "Vuestro suegro Itró ha arribado. Por favor, salid a recibirme. Sin embargo, si vos no queréis salir por consideración a mí, entonces veníd por consideración a vuestra esposa Tziporá; y si no por ella, entonces por consideración a sus dos hijos." Itró adjuntó la carta a una flecha y la disparó al interior de las Nubes de Gloria. A pesar de que las Nubes usualmente rechazaban cualquier misil,admitieron esta carta en honor de Moshé. Hashem ordenó a Moshé, "¡Sal al encuentro de tu suegro! Yo soy el que decide cuándo es apropiado aceptar a un converso, y Yo te digo que Itró vino aquí solamente leshem shamaim (en nombre de Di-s). ¡Por consiguiente, ofrécele amistad y no lo rechaces!" El tono de la sentencia de Hashem revela que Moshé vacilaba en salir y

recibir a su suegro.Tenía que ser convencido por Hashem, porque Itró había sido un sacerdote de ídolos la totalidad de su vida. Moshé no tenía manera de saber si Itró era sincero acerca de convertirse en un Judío y si él respetaría su decisión. Sólo Hashem, Quien sondea los pensamientos de la persona, podía asegurar a Moshé que Itró permanecería leal al Judaísmo. El por lo tanto ordenó a Moshé honrar a Itró. Moshé, Aharón, y los Setenta Ancianos abandonaron las Nubes de Gloria para salir y dar la bienvenida a Itró. ¿Quién podía presenciar esta distinguida procesión y no ser compelido a seguirla? La nación entera se unió a Moshé, Aharón y los Ancianos. Itró,el primer guer tzedek, fue conferido de este modo con una bienvenida real. Incluso la shejiná se presentó en su recepción. Moshé se inclinó ante su suegro y lo besó.De la manera respetuosa en que Moshé trató a su suegro, nosotros aprendemos que es apropiado para una persona honrar a sus suegros.Moshé condujo a Itró directamente al Beit Hamidrash, donde entusiastamente le describió los detalles de ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto), keriat Iam Suf (Mar Rojo), y la milagrosa guerra contra Amalek. De tal modo esperaba atraer a su suegro a la senda de la Torá. Moshé narró a Itró, "Hashem nos dio el Pan Celestial, man, el cual puede saber similar al pan, carne o pescado - incluye todos los sabores deliciosos en el mundo. Nosotros poseemos el Manantial de Miriam, cuyo líquido sabe tal como vino añejo o nuevo, como leche o miel - se torna cualquier bebida gustosa que existe. Nosotros estamos en nuestro camino a Eretz Israel, y ¡hemos sido prometidos por Hashem las más grandiosas recompensas - la Tierra, olam habá (mundo por venir), la monarquía Davídica, tejiat hametim (la futura resurrección de los muertos) y un nuevo mundo de allí en adelante, kehuná y leviá!" Cuando Itró escuchó la detallada narrativa de los grandiosos milagros que Hashem había realizado para K'lal Israel, inmediatamente implementó su decisión de convertirse al Judaísmo. Tomó un filoso cuchillo, se realizó la milá (circunsición) sobre sí mismo y reconoció a Hashem como el único Soberano. No obstante, en su corazón, Itró sintió pena de los egipcios quienes se habían ahogado en el Iam Suf. "¡Baruj Hashem, alabado sea Di-s," Itró proclamó, "Quien os rescató a vosotros de Egipto, una nación terrible, y de las manos del Faraón, un rey cruel, y Quien os liberó de la esclavitud Egipcia! Es verdaderamente milagroso que una nación de 600.000 hombres pudiera cruzar las fronteras Egipcias, las cuales están tan estrechamente selladas que ni un solo esclavo ha podido nunca escapar. "Yo estudié toda religión en el mundo y las rechacé a ellas todas por ser falsas, y alcancé el entendimiento de que Hashem es el verdadero Di-s. Ahora comprendo con aún más gran claridad que Hashem trasciende todos los otros poderes, puesto que en la Plaga de la Muerte del Primogénito El destruyó todas las deidades Egipcias. Además, Su grandiosidad es evidente del hecho de que El hirvió a los Egipcios en la precisa olla que usaron para hervir a otros. Puesto que ellos intentaron destruir bebés judíos ahogándolos, El ahogó a los Egipcios a su vez." Itró estaba de lo más impresionado por el modo de castigar de Hashem midá - kenegued - midá, el cual imposibilita la posibilidad de azar y prueba que las vidas de los hombres son efectivamente moldeadas por la Divina Providencia. Cuando Itró, el ex- sacerdote quien había investigado todo culto en el mundo, exclamó, "Ahora yo sé que Hashem es más grande que todos los otros poderes," él realizó el más grandioso kidush Hashem posible. Las naciones del mundo escucharon acerca de ello y abandonaron sus ídolos, con lo cual reconocieron la gravedad de servir a una imagen. El mismo Itró quien por muchos años había sacrificado a los dioses de las naciones ahora ofrendó korbanot a Hashem. Luego se sentó a cenar con Aharón y los Ancianos. Moshé, sin

embargo, no se unió a ellos, sino permaneció parado para servir la comida. Un milagro especial ocurrió en honor de Itró- una porción de man cayó para él durante su comida. Esto claramente demostró que Itró se había tornado parte del pueblo Judío. ***** Matán Torá/La Entrega de la Torá Por veintiséis generaciones, desde la creación de Adám, Hashem había esperado transmitir a la humanidad la preciosa Torá la cual había precedido la creación del universo. Finalmente, El encontró un pueblo dispuesto a aceptarla. El grandioso momento de su Revelación fue aguardado ansiosamente por el universo íntegro puesto que con ello se llevaría a cabo el objetivo espiritual de la Creación. Era Shabat de mañana, el seis de Siván, de 2448. Har Sinai estaba estremecido de excitación ante el trascendental evento a punto de tener lugar sobre él. Todas las montañas estaban en un estado de agitación junto con él hasta que Hashem les hizo recobrar la calma. Los Benei Israel estaban aún durmiendo porque la noche de verano había sido corta. Ellos fueron despertados por truenos y relámpagos sobre Har Sinai y por Moshé llamándolos, "¡El jatán (novio) está esperando que la Kalá (novia) arribe a la jupá!" Moshé llevó al pueblo al Har Sinai como quien conduce a la kalá a la boda. El pueblo Judío que estaba reunido al pie de Har Sinai, hombres y mujeres separadamente, fueron unidos por todas las millones de almas no nacidas aún de sus descendientes y por las almas de todos los guerim quienes aceptarían la Torá en generaciones futuras. Cuando Hashem descendió sobre Har Sinai en un estallido de fuego, rodeado por una multitud de 22000 ángeles, la tierra se estremeció, y hubo tronar y relampagueo. Los Benei Israel oyeron el sonido de un shofar tornándose continuamente más fuerte, creciendo en intensidad hasta que alcanzó el más grande volumen que las personas podían soportar con posibilidad. El fuego de Har Sinai se elevó hasta los mismos cielos, y la montaña humeó como una caldera. El pueblo tembló de miedo. Luego Hashem tomó Har Sinai y lo suspendió sobre el pueblo, indicando a ellos, "¡Si vosotros aceptáis la Torá, bien, pero si no, seréis sepultados bajo esta montaña!" Hashem de este modo forzó al pueblo a aceptar la Torá, a pesar de que ellos la habían aceptado previamente.¿Por qué debía haber sido una segunda, aceptación forzada de la Torá necesaria? Una de las respuestas es que los Benei Israel habían sólo tomado sobre sí mismos el cumplir la Torá shebijtav, la Torá Escrita. Su aceptación, no obstante, no había incluido la Torá shebaal pé, todos los numerosos detalles orales que Hashem comunicaría a Moshé para transmitir a los Benei Israel. Hashem los forzó a aceptar también la Torá shebaal pé. Una espesa Nube envolvió la montaña. Hashem inclinó los cielos hasta que ellos alcanzaron Har Sinai y Su kisé hacabod (trono celestial) descendió sobre la montaña. Es sorprendente el que la Torá no fuera entregada en medio de brillantes y deslumbrantes luces pero sí en el medio de una montaña oscurecida por oscuras nubes. La razón para ello puede ser entendida con la siguiente parábola: Preparándose para la boda de su hijo, el rey decoró el palio nupcial con cortinas negras. "¡Esto no es lo que es usualmente hecho para la boda de un hijo!" los miembros de la casa real se quejaron. "¡La costumbre es colgar cortinas blancas!" "Existe una razón para mi acción," explicó el rey. "Los astrólogos predijeron que este matrimonio se disolverá en

cuarenta días.¡No quiero que el pueblo piense que yo no era consciente de esto por anticipado!" Similarmente, Hashem no se reveló a Sí Mismo a K'lal Israel en medio de brillantes luces. Más bien, El se presentó en oscuridad y fuego desde que El previó que cuarenta días después de matán Torá, ellos harían el Becerro de Oro. En ocasión de matán Torá, los Benei Israel no sólo escucharon la Voz de Hashem sino realmente vieron las ondas sonoras como ellas emergieron de la boca de Hashem. Las visualizaron como una ardiente sustancia. Cada Mandamiento que partió de la boca de Hashem viajó alrededor del Campamento íntegro y luego regresó a todo Judío individualmente, preguntándole, "¿Aceptas sobre ti mismo este Mandamiento con todas las halajot pertinentes a él?" Todo Judío respondió, "Sí," después de cada Mandamiento. Finalmente, la ardiente sustancia que ellos vieron, se grabó ella misma sobre las lujot (tablas). A pesar de que los Benei Israel habían solicitado ver la Gloria de Hashem y escuchar Su Voz, sus almas partieron de sus cuerpos cuando realmente experimentaron la Revelación. La Voz de Hashem resplandeció con tal fuerza que quebró árboles de cedro, hizo estremecer montañas, causó que las ciervas dieran a luz del shock, y descortezó dejando pelados bosques enteros. Las naciones que presenciaron la conmoción pero no sabían su causa llegaron a Bilám quien era famoso por su sabiduría y lo interrogaron, "¿Está Hashem a punto de traer otro mabul sobre la tierra?" "No," Bilám tranquilizó a las naciones, "el mundo está en actividad porque Hashem está entregando la Torá a Su pueblo." Los Benei Israel no experimentaron el impacto total de la Voz Divina. Más bien, cada individuo la percibió de acuerdo con su inimitable capacidad para experimentar la shejiná. No obstante, ellos murieron después de cada Mandamiento dado que su nivel de profecía realmente excedió sus poderes de percepción. Quien percibe conceptos que trascienden su comprensión es dañado y puede incluso perecer como resultado. La Torá misma suplicó a Hashem restituir vida a los Benei Israel, argumentando, "¿Cómo puede el universo estar feliz al recibir la Torá si tus hijos mueren en el proceso? ¿Es una causa para regocijarse si el rey que casó a su hija al mismo tiempo mata a los miembros de su casa?" Hashem entonces salpicó el Rocío del Renacimiento sobre los Benei Israel. Este fue el mismo Rocío con el cual El resucitará a los muertos en tiempos futuros. Los Benei Israel, no obstante, todavía se sintieron débiles del shock que ellos habían experimentado. Hashem por consiguiente llenó el aire con la fragancia de especias, y ellos se recuperaron. No obstante, su temor de la Voz de Hashem fue tan grande que apresuradamente huyeron al fin del Campamento, una distancia de doce mil (aproximadamente 1450 m.). Los ángeles de Hashem tuvieron que transportarlos de regreso a sus posiciones anteriores al pie del Har Sinai para escuchar el próximo Mandamiento. Después de los dos primeros Mandamientos, los Benei Israel estaban tan asustados que rogaron a Moshé transmitir el resto de los Mandamientos preferentemente a escuchar la Voz de Hashem otra vez. A pesar de que Hashem había sabido de antemano que los Benei Israel no serían capaces de sobrevivir al escuchar Su Voz, El no obstante concedió su pedido original de escucharlo a El. El no quería que K'lal Israel alegara en el futuro, "¡Si sólo El nos hubiera concedido una Revelación directa, nosotros nunca hubiéramos servido ídolos!"

Shabat Itró

Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Segundo comentario (Rabbi M.M.Schneerson - www.jabad.org.ar ) Tercer comentario (Gentileza Judaicasite.com) Primer comentario - No Robarás Esta semana leemos en la Torá una de las partes más famosas y conocidas aun por aquel que sepa siquiera tan solo lo más elemental de judaísmo. Los diez mandamientos. (Es triste decirlo, pero muchos judíos ni siquiera saben eso). Entre aquellos diez mandamientos, uno de los más reconocidos universalmente es el que demanda: "¡No robarás!". (Antes de seguir con el tema, quiero aclarar que la prohibición a la cual se refiere aquí, de acuerdo a lo que explican los Sabios, no se remite a aquel que roba gallinas, ni a aquel que asalta un banco a mano armada, sino a aquel que secuestra a una persona. La prohibición de robar bienes materiales, está en Vaikrá (Levítico 19:11 y 19:13) con las palabras "lo tignovu" y "lo tigzol". Sin embargo, dado que la gente habitualmente atribuye la prohibición del robo común a esta lectura, trataremos el tema aquí). ¿A qué se llama robar? La respuesta pareciera ser sumamente simple a primera vista. Es más, la gran mayoría (si no la totalidad) de la gente que nos rodea y nosotros mismos decimos no ser ladrones. Y lo decimos con toda honestidad y con la conciencia limpia. Nunca figuramos en las páginas de las noticias policiales, tampoco le metimos la mano en el bolsillo a nadie y, por lo contrario, más que uno de nosotros fue víctima de algún robo, hurto o asalto en algún momento de nuestras vidas, lo cual lo pondría del lado de "los buenos", es decir, de las víctimas inocentes y no del lado de los ladrones. Sin embargo, la Torá no es tan condescendientes con nosotros. En realidad, la razón que no nos autodenominamos ladrones es precisamente porque hay tantos "peces gordos" de los cuales uno lee diariamente, que si alguna vez no somos del todo perfectos, lo nuestro sería "cosa de chicos". Es allí donde comienza nuestro error. El ser mejor que otro, en la Torá, aun no significa nada. D"s nos dio leyes (en este caso sumamente estrictas), y nos podemos evaluar únicamente frente a nuestro propio potencial... y nada más. La moralidad de los demás, o la falta de ella, es problema de la conciencia de ellos y de quienes están encargados de juzgarlos. Obviamente, dada nuestra comodidad, no sólo nos evaluamos a nosotros mismos con parámetros subjetivos y relativos, sino que aprobamos y criticamos la conducta de las demás personas con aquel mismo metro. ¿Qué se llama entonces "robar" de acuerdo a la Torá? 1. Quien hace perder tiempo a otra persona. Hay una "cola" en el banco para abonar la cuenta de gas. Justo en aquel día hay muchos vencimientos y la "cola" es de media cuadra. Mientras Jorge camina haciendo un cálculo mental de los 45 minutos que demorará en llegar a la ventanilla para pagar, ve al vecino que ya le falta poco. Se acerca y lo saluda afectuosamente (la primera vez en su vida se acuerda de la máxima de los Sabios de la importancia de buscarse un buen vecino...) y le hace entrega de la cuenta a pagar con el

efectivo. El vecino, muy "gaucho" le ahorra los 45 minutos... robados a 45 personas a razón de 1 minuto por persona. El problema: Dinero se puede devolver, tiempo no. Jorge vuelve del casamiento del sobrino que realmente estuvo brillante... especialmente la sidra casher que se sirvió al final. Son las cuatro horas de la mañana. Sale del ascensor conversando en voz alta como si fuese pleno día. Los vecinos tienen un día difícil por delante y están durmiendo... o lo estaban hasta que llegó él a su palier y los despertó. El sueño tampoco se puede devolver. En la oficina de Marta todos tienen mucha confianza. Para todo. La lapicera en la cartera de Marta es de la oficina. Asimismo, el papel sobre el cual escribe sus cartas personales. Los llamados telefónicos los hace desde su escritorio con el teléfono y el tiempo por el cual se le paga para que esté trabajando. Al "trompa" seguramente no le importa, pero, "por si acaso" cuando pasa por allí "corta" con lo que está haciendo y vuelve a su trabajo... El Talmud califica a la persona que utiliza objetos ajenos sin permiso, un "sho'el sheló mida'at", como ladrón. Si bien, esta es la regla, hay casos permitidos al tratarse de cosas insignificantes que todos autorizan o de objetos para cumplir una Mitzvá por lo cual se supone que el dueño estaría de acuerdo en que utilizaran para ese fin... siempre y cuando se devolvieran a su lugar indicado y no se sacaran del lugar. (Nunca entendí a la gente que se cubre la cabeza con kipot con la inscripción de una de las sinagogas que visitaron, como así también los Sidurim de una sinagoga que "caminaron" solos a otra sinagoga). Para esta ley, como para todas las otras se debe estudiar a fondo las Halajot pertinentes. La organización X se dedica a atraer gente para que retorne al judaísmo. Sin duda, una tarea noble y virtuosa. En el folleto que están por sacar para esta próxima fiesta, copian para la tapa un diagrama de un libro conocido. ¿Plagio? Seguramente D"s lo perdonará. ¿Cómo? ¿Qué en la Torá no dice que "el fin justifica los medios"? No lo sabía. Saludar. ¿Es cuestión de cortesía, de amabilidad, modales que impuso la sociedad? Dice el Talmud (Brajot) que quien quita el saludo al otro es como si le hubiese robado al pobre (lo poco que queda para quitarle - su dignidad de ser humano). ¿Qué anduvo haciendo en los ratos de ocio de estas vacaciones? ¿Su visita obligada al casino? ¿Qué quiere Ud. que haga, acaso, con todos estos días de lluvia? Aparte que la "timba" es divertida. Pues... ¿qué quiere que le diga? El Talmud debate sobre el tema de si los timberos (aun los no profesionales) son, o no, aptos para declarar como testigos... Y un tema más antes de cortar por hoy. "Robo de mente" (Gneivat Da'at) es como denomina el Talmud el engañar a la gente "aparentando", p.ej. entrar al negocio a consultar precios, cuando no se tiene la más mínima intención de comprar. Bueno. Esto es "no más" lo relacionado con el robo. A su vez, la Torá habla del que hace "bicicleta" con los acreedores (Lo Ta'ashok), del que interfiere directamente en el negocio del otro (Lo Tasig Guevul Reaj'á), del que engaña (veLo Tonú Ish et Amitó), del que codicia los bienes ajenos (Lo Tajmod, Lo Tit'avé)...

¿Difícil? No, si se lo propone corregir. Siempre es peor dejar las cosas como están. Daniel Oppenheimer Segundo comentario - El Ojo Esencial E Itró, el sacerdote de Midiá... oyó de todo lo que Di-s había hecho para Moshé y para Su pueblo Israel... E Itró... vino a Moshé, al desierto, donde había acampado en el monte de Di-s... E Itró dijo: "Ahora sé que Di-s es más grande que todos los dioses". -- Exodo 18:1-11 Es un principio legal de la Torá que "oír no es comparable a ver"[1]. Esto significa que incluso si una persona ha sido plenamente informada de algo y confía absolutamente en la información, con todo, ello no es comparable a realmente verlo con los propios ojos. Esto no significa que la persona no pueda convencerse totalmente con información de segunda mano; un Tribunal, por ejemplo, determinará cuestiones de vida y muerte en base al testimonio que le es presentado. Pero hay un nivel de convicción que únicamente puede lograrse a través de la vista. Un ejemplo de este principio ha de encontrarse en los arriba citados versículos describiendo el reconocimiento de Itró del Unico Di-s. La Torá nos cuenta que "Itró oyó de todo lo que Di-s había hecho para Moshé y para Su pueblo Israel"; oyó del Exodo, la partición del Mar, la milagrosa victoria en la guerra contra Amalek [2]. No obstante, fue sólo cuando vino al campamento israelita en el Monte Sinaí y fue testigo, de primera mano, de la relación especial que aquellos disfrutaban con Di-s, que pudo decir: "Ahora sé que Di-s es más grande que todos los dioses". Observaciones Anteriores Hay otros lugares en la Torá de los que puede inferirse este principio, incluyendo varios que aparecen en la Torá antes que la historia de Itró. Por ejemplo, en el capítulo 45 de Génesis leemos cómo los hijos de Iaacov le contaron que Iosef, sobre quien había guardado duelo tomándolo por muerto durante veintidós años, estaba vivo en Egipto. Primero, no les creyó; pero después de que le aportaron pruebas concluyentes, le dijeron cosas que Iosef les había contado y que nadie más podría haber sabido, "el espíritu de Iaacov revivió"[3]. No obstante, fue sólo cuando Iaacov vio a Iosef con sus propios ojos que dijo: "Ahora puedo morir en paz, habiendo visto tu rostro, porque estás vivo"[4]. El conocimiento de Iaacov de que Iosef estaba vivo, aunque completo antes de ver su rostro, era ahora de un nivel enteramente diferente. Otro ejemplo surge de Exodo 14:10: "Y los Hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios marchan tras ellos; y estaban muy asustados; y los Hijos de Israel clamaron a Di-s".

Pero Di-s ya les había dicho: "Yo endureceré el corazón del Faraón, y éste [los] perseguirá"[5]. De modo que el pueblo judío ya sabía qué habría de suceder. No obstante, viendo concretamente a los perseguidores egipcios provocó en ellos una reacción que su conocimiento anterior no había logrado. Hombre de Mente Sin embargo, hay algo peculiar en el caso de Itró. Hay algo de la experiencia de Itró que nos brinda una apreciación de la norma "oír no es comparable a ver" que no puede obtenerse de los ejemplos anteriores. Nuestros Sabios cuentan que Itró era un buscador de toda la vida, un hombre que había estudiado y probado cada filosofía y teología sobre la faz de la Tierra antes de llegar a la verdad del único Di-s [6]. Itró era un auténtico científico, uno para el que la mente es el máximo árbitro de la verdad. El verdadero científico desconfía totalmente de sus sentidos, apoyándose en cambio sobre "datos firmes" y lo que las leyes de la lógica infieren de ellos. Si estas conclusiones contradicen lo que sus sentidos le dicen, no importa; las deducciones lógicas de su mente siempre rechazarán lo que se percibe o siente como verdad. Uno pensaría por lo tanto que cuando un hombre como Itró infiere que algo es cierto, no puede haber mayor validación para él que aquello que su mente le ha demostrado. Si oye sobre el Di-s de Israel, sopesa la evidencia en su mente y concluye que El es el auténtico Di-s. ¿Qué puede agregarse al ver la Presencia Divina en el campamento israelita? Sin embargo, cuando Itró llegó al pie del Monte Sinaí, proclamó: "Ahora sé". Si era apenas cuestión de "demostración", entonces, de hecho, para un hombre como Itró, la vista no provee demostración mayor alguna que su audición y validación lógica de lo que oyó. Pero la demostración es sólo acerca de la cosa, mientras que ver es una experiencia directa de la cosa misma. Cuando oímos acerca de algo o lo inferimos de pruebas lógicas, la mente recoge la evidencia trozo a trozo, detalle por detalle, y luego arma los pedazos en una percepción del tema. Pero cuando vemos algo, "absorbemos" la totalidad de la cosa misma incluso antes de ser conscientes de los detalles. Nuestros ojos nos proveen de un nexo con la esencia de la cosa, con una visión de su alma misma. Es por eso que Di-s quiso que Lo veamos en Sinaí [7], y que la culminación de la historia se describa como un tiempo en el que "toda carne verá"[8]. Al concedernos el don de la vista, nuestro Creador nos ha provisto con más que otra herramienta recolectora de datos. Nos ha otorgado la capacidad de penetrar la profusión de detalles que atascan nuestra realidad neurológica y relacionarnos con la quintaesencia de las cosas, la esencia de un ser humano, la esencia del mundo en que vivimos y, en última instancia, la esencia misma de Di-s. Basado en una Sijá del 29 de Shvat, 5740

Notas: 1. Mejilta sobre Exodo 19:9; Talmud, Rosh HaShaná 26a. 2. Exodo 18:1; Rashi sobre el versículo. 3. Genesis 45:27; Rashi sobre el versículo. 4. Genesis 46:30. 5. Exodo 14:4. 6. Mejilta sobre Exodo 18:11; Zohar II, 69a. 7. Comp. con Exodo 24:10; Deuteronomio 4:35; Mejilta sobre Exodo 19:9. 8. Isaias 40:5.

Tercer comentario - ITRO Y LA ENTREGA DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS La perasha de la semana pasada nos mostraba a un pueblo judio asombrado por los grandes milagros que Hashem les hizo, incluida la derrota de su peor enemigo, Amalek. De repente, nuestra perasha actual comienza hablandonos... de quien? Pues de Itro. Y no solo eso, sino que esta perasha fundamental, que contiene la entrega de la Tora al pueblo de Israel, como se la conoce? Con el nombre de "Itro"! Como encaja esto en la historia y por que la seccion que describe el momento mas trascendental en la vida de la nacion judia fue designada con el nombre de un individuo? Una respuesta posible nos la da Rab Zweig al sugerirnos que esto nos esta transmitiendo una grande e importante leccion: si bien los milagros que ocurrieron hasta entonces fueron impresionantes, nada significaban a menos que condujeran a los hijos de Israel a estar mas cercanos a Di-s. Itro escucho acerca de todos los milagros sucedidos y se convirtio al Judaismo. Puso sus pensamientos en accion y ese fue el verdadero fin de la esclavitud para el, porque hizo algo practico con sus ideas. Y que hay con nosotros? Cuando vemos un milagro, lo utilizamos como una oportunidad de fortalecer nuestra fe? Si no es asi, el milagro fue malgastado, vano. Y todos los dias nos ocurren milagros, a cada segundo. Solo hace falta abrir los ojos para verlos. Y toda vez que se nos presenta una mitzva y no emprendemos el camino apropiado para llevarla a cabo, para seguir con celeridad y buena voluntad los lineamientos que Hashem nos dio, otra oportunidad de cumplir y respetar la Tora se habra nuevamente desaprovechado. La historia no finaliza con los judios escapando del Faraon y sumergiendose en el crepusculo y en la rutina de su vida, sino con los judios comenzando su vida como individuos y como nacion, con el firme reconocimiento de todo lo que Hashem ha hecho por ellos, y de todo lo que hara! Y amandoLo aun mas por ello. De eso se tratan las mitzvot. Son formas para expresar nuestra agradecimiento a Di-s. Hasta que no apreciemos verdaderamente lo que Hashem hace por nosotros y aprendamos mas modos de expresar nuestro aprecio por medio del cumplimiento de Sus preceptos, la historia de nuestra propia esclavitud a la sociedad aun no habra terminado!

(Basado en Shlomo Ressler) Éxodo 18 - 20 ¿La Ignorancia es una Dicha? "Yo he revisado todos los cajones y todos los trajes que están en la casa, y no puedo encontrar el billete de cien dólares" - dijo Ionatán. "Bueno, ¿has intentado buscar en tus pantalones que están en la lavadora?" - le sugirió su mujer. "Sí" - contestó cortadamente Ionatán. "Bueno, ¿has buscado en el auto? ¿Quizás se ha caído allí?". "Sí, he revisado todo el auto". "Bueno, ¿qué sobre los pantalones que apartaste para llevar a la tintorería? Quizás está allí". "Yo no he revisado allí". "¿Por qué no?". "Porque es el único lugar que me queda revisar!". "Bueno, entonces revísalo!". "No puedo". "¿Por qué no?". "Porque si yo busco allí y no lo encuentro, entonces realmente me deprimiré, pues sabré que verdaderamente lo he perdido!". ¿Podría haber una experiencia más grande que tener una comunicación directa con D'os? Incluso el ateo estaría de acuerdo: Si D'os existe, entonces hablar con Él sería una increíble experiencia. En la parashá de esta semana el pueblo judío tuvo comunicación directa con D'os. Todo el pueblo estaba al pie del monte Sinai y escuchó a D'os diciendo los Diez Mandamientos. Una experiencia de tal magnitud que nunca se volvió a repetir! Pero hubo una sola dificultad: en el momento más elevado de este encuentro, el pueblo judío no quiso comunicarse más con D'os. La Torá dice: "Ellos dijeron a Moshé: 'Tú habla con nosotros y nosotros escucharemos. Porque si hablaremos con D'os moriremos'" (Éxodo 20:16). Si D'os hablaría contigo, ¿te parece que morirías? Más aún, las personas dijeron que Moshé debía hablar con D'os y luego transmitirles a ellos lo que D'os dijo. Pero si Moshé no iba a morir, ¿por qué entonces ellos morirían? Hay un viejo dicho que dice "la ignorancia es una dicha". Algunas personas creen que es mejor no saber (y por consiguiente no ser culpables), que saber y ser responsables. Ahora, por supuesto, tú no estarías leyendo esto si tú creerías que "la ignorancia es una dicha". Tú no sabes lo que yo puedo decirte después! Y la sabiduría equivale a la responsabilidad. La verdad es: la ignorancia no es una dicha, es una maldición. Nosotros deberíamos preferir tener el dolor del conocimiento que la tortura de vivir en ignorancia. En algún nivel, hay comodidad en no saber si has perdido o no un billete de cien dólares. Pero tener conciencia es mucho más racional. La ignorancia es un manto negro, cuya sombra encierra muchas enfermedades: frustración, impaciencia y odio, por nombrar algunas pocas. Si alguien cercano a ti sería un enfermo terminal, ¿te gustaría saberlo? "Dinos" - nosotros suplicamos. "Pero tú sólo te preocuparás"

- ellos contestan. Verdad, pero aún así nosotros preferimos saber. Pensar que algún día nosotros podemos darnos cuenta que toda nuestra vida ha sido vivida con mentiras es un pensamiento torturador. Es difícil continuar viviendo hoy, cuando sabemos que ayer fue una mentira. El conocimiento nos obliga a cambiar. La verdad suena desde una gran campana de hierro y su repercusión puede abrir el más duro corazón y derretir al temperamento más obstinado. ¿Alguna vez has tenido la sensación de que estás por escuchar algo que cambiará tu vida para siempre? A veces, parecería, que preferís quedarte cómodamente ignorante. Tú has vivido de esta manera por tantos años, ¿quién quiere cambiar ahora? "Yo voy a hacer como si en realidad yo no sabía que la verdad estaba en al otra esquina y fui para el otro lado". El hecho es: es más fácil no escuchar que luego tener que negar una verdad que ya sabemos. ¿Esto te suena familiar? "Yo prefiero no escuchar, yo prefiero no leer". ¿Por qué? "Porque puede ser verdad". ¿Y..? "Entonces tendré que cambiar!". Pero si es la verdad ¿no va a ser mejor para ti? "Sí, pero en este momento yo no sé que es verdad!". Tan gracioso como esto pueda sonar, todos nosotros lo hacemos - todos los días! Nosotros evitamos mirar porque no queremos saber. Nosotros distorsionamos la realidad para que ella esté conforme a lo que nosotros queremos hacer. Nuestra definición de "bueno" es lo que nosotros estamos haciendo en ese momento. "Dos personas tiraron la flecha al blanco. Uno es un arquero profesional, el otro dibuja un círculo alrededor de la flecha en el lugar en donde la flecha cae". Esto es como el hombre que está en una racha ganadora en la ruleta del Titanic. Él prefiere seguir jugando antes que escuchar las advertencias de que se debe abandonar el barco! Finalmente la verdad alcanza a todo el mundo. La negación sólo puede ser temporaria. Ahora nosotros podemos entender lo que el pueblo judío estaba pensando en el Monte Sinai. Ellos sabían que si seguían escuchando a D'os, entonces ellos iban a escuchar cosas que afectarían su búsqueda de deseos. D'os es convincente, el más convincente. Él sabe qué decir para hacerte cambiar. Si ellos hubieran escuchado, ellos iban a tener que cambiar. Ellos iban a ver demasiado claramente que estaban viviendo una mentira. Los días de vivir para nada quedarían en el pasado. No más egoísmo, no más trivialidades. Vivir con una gran conciencia de la verdad es una pesada responsabilidad. Ellos optaron por no saber. Ten cuidado: No vayas buscando en lugares que tú sabes que no te darán respuestas en función de evitar los lugares que sí te las darán. Preguntas para Reflexionar #1: ¿Te gustaría saber realmente lo que estás haciendo mal en la vida? Si eres serio, entonces pregúntale a un amigo. #2: ¿Es la Torá la palabra de D'os, o fue escrita por un comité? ¿Has examinado las evidencias? #3: ¿Por qué los judíos no tienen que "trabajar" en Shabat? ¿Es sólo un ritual, o hay un profundo beneficio espiritual? ¿Has hecho el esfuerzo para encontrar la respuesta?

Resumen de la Parashá Mishpatim La parashá Mishpatim enumera muchas leyes básicas para la preservación de una existencia civilizada entre los b´nei Israel. El primer grupo de leyes promueve el trato

humanitario de los esclavos. Un judío que ha sido vendido como sirviente para restituir el valor de un robo, debe ser puesto en libertad luego de un máximo de seis años de servicio. Si estaba casado cuando se convirtió en enclavo, el amo debe mantener a su esposa judía y a los hijos durante el período de servidumbre, y luego liberarlos al completarse ese período. Sin embargo, si su amo le provee de una esclava (shifjá c´naanit), ella y los niños que tenga de él permanecerán con el amo después de que el esclavo judío es liberado. Si el esclavo se apega tanto a su amo y la familia que insiste en permanecer con ellos luego de que los años de servidumbre hubiesen expirado, hace una declaración a este efecto ante los jueces, y el amo perfora su oreja contra la puerta de la casa con un punzón. Entonces el esclavo permanece como tal hasta el año del iovel (jubileo - al año quincuagésimo). Un hombre puede vender a su hija como sirvienta hasta que ella tenga doce años de edad. Si no complace al amo, no puede ser vendida como esclava en un país extranjero. En lugar de ello, sus padres pueden redimirla del amo. Si el hijo del amo se casa con ella, debe ser tratada como una judía nacida libre. No se le pueden negar sus derechos maritales si el hombre o su hijo se casan con otra mujer, en cuyo caso ella queda en libertad. Si un hombre golpea a su esclavo no judío y éste muere,el amo es castigado según lo determinen los jueces. Sin embargo, si el esclavo muere después de uno o dos días, el amo no es castigado pues se supone que no intentaba matarlo. Pero si el amo mutila al esclavo, éste es liberado inmediantamente. La pena de muerte se impone por los siguientes crímenes: asesinato intencional (cuando uno causa una muerte accidentalmente, puede escapar de los vengativos sobrevivientes de la víctima huyendo a una ciudad de refugio); maldecir al padre o a la madre utilizando el nombre de Hashem; secuestro; prácticas de brujería; práctica de bestialidad, y sacrificios de ídolos. He aquí las leyes referentes a agravios: si alguien hiere a otro durante una pelea, es considerado responsable por las pérdidas de beneficios de la víctima y por los honorarios médicos. Asimismo debe compensarla por dolor, turbación y herida física. Si mientras está luchando con otro hombre golpea accidentalmente a una mujer y causa su aborto, es responsable y debe pagar por los daños causados. Si el dueño de un animal peligroso no toma las precausiones adecuadas y la bestia mata a un ser humano, debe ser sacrificada y el dueño, castigado. Si un animal mata a un esclavo no judío, el dueño de éste recibe treinta shekalim de plata como compensación. También debe pagarse compensación por daño a la propiedad. Si un animal muere después de haber caído en un pozo descubierto, el responsable de la negligencia debe pagar a su propietario el valor del animal y deducir el precio de la res muerta. Si el buey de un hombre mata al de otro, el pirmero es vendido y los propietarios se dividen el producto de ambos bueyes. Si alguien roba y luego sacrifica o vende un buey, debe pagar el quíntuple de su valor al propietario, en tantoque si roba una oveja sólo debe pagar el cuádruple. Si el ladrón es capturado con el animal en su poder, paga el doble. Un dueño de casa puede alegar homicidio justificado si mata a un ladrón que penetra en su casa durante la noche; sin

embargo, es acusado de asesinato si mata a un ladrón durante el día. Si el ladrón es muy pobre y no puede devolver lo robado, es vendido como esclavo. Cuando un hombre permite a sabiendas que un animal suyo deambule por el campo o el viñedo de otro hombre, y causa algún daño, debe evaluarse las mejores partes de sus campos como base para estimar la compensación. Una pena similar es aplicada al hombre que enciende un fuego y ocasiona, por descuido, el incendio de la propiedad de su vecino. Si se confia dinero o propiedades al cuidado de un individuo al que no se le paga por ello, y son robados, el propietario debe recibir el doble del valor del objeto faltante. Esta multa es pagada por el ladrón si es capturado, o por el depositario si es capturado, o por el depositario si es hallado culpable de desfalco, o por los testigos que acusen falsamente al depositario de tener el objeto en su poder. El depositario puede absolverse a sí mismo de obligación si hace un juramente de que no es responsble por la pérdida del objeto. Cuando un animal confiado a un guardián pago muere y es lastimado o robado, el depositario puede también prestar juramento de que no es responsable. Sin embargo, si el animal es robado, el guardián será responsable. Si el animal es maltratado por bestias salvajes, el depositario no es responsable si puede devolver la res. Si alguien toma prestado un animal es responsable por su muerte o herida, a menos que el dueño esté presente en el momento del accidente. La Torá advierte que un extranjero no debe ser maltratado o insultado en forma alguna, pues los judíos mismos fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Igual consideración debe mostrarse a la viuda y al huérfano. De lo contrario, Hashem descargará Su cólera sobre cualquiera que se aproveche de su mala situación. Los préstamos deben hacerse sin cobrar intereses. Si alguien toma como fianza una prenda que es usada como cobija por la noche, debe devolverla a su propietario antes de la puesta del sol. La perversión de la justicia puede ser el mayor peligro para la supervivencia de una sociedad civilizada. Puede ser causada por uno de los siguientes motivos: un testigo que levanta falso testimonio en favor de un individuo culpable; un testigo que no sostiene firmemente lo que correcto, sino que sigue a la mayoría en el error; un juez que administra justicia sobre una base parcial, y uno que acepta un soborno que nfluye en sus decisiones. Debemos extender nuestra ayuda al prójimo incluso cuando hay rivalidad de por medio. Si ocurre que alguien encuentra un animal pedido por su rival, debe devolvérselo. De igual manera, si alguien encuentra un animal que yace impotente bajo su carga, debe ayudarlo y aliviar su dolor. Los primeros productos y frutos de la tierra y los viñedos deben ser ofrecidos a D-s, Quien ha provisto al hombre esos presentes. En forma similar, los primogénitos de hombres y animales deben ser consagrados a D-s.

Otras leyes incluyen la prohibición de comer treifá (la carne de un animal despedazado por bestias en el campo). El séptimo año del ciclo de la shemitá es sabático. Durante su transcurso la tierra no debe ser sembrada ni cosechada, sino permanecer en barbecho. El shabat debe ser observado con una completa abstención de trabajo por parte de todo miembro de la casa, incluyendo los sirvientes y hasta el ganado. Tres veces por año (en Pesaj, Shavuot y Sucot), cada adulto israelita debe hacer un peregrinaje al Templo Sagrado, llevando ofrendas como expresión de gratitud a Hashem. Está prohibido remojar la carne de cabrito en la leche de su madre. En un mensaje final, los israelitas reciben la promesa de que se obedecen las leyes divinas, el Señor los apoyará en su conquista gradual de Canaán, y su victoria estará asegurada. Moshé regresó desde las alturas del monte Sinaí y luego de escribir todos los preceptos que le fueran transmitidos por D-s, ofreció sacrificios y leyó el Libro del Pacto al pueblo. Este respondió de inmediato, diciendo: "Todo lo que Hashem ha dicho, nosotros haremos y escucharemos". Por orden del Señor, Moshé, Aharón, Nadav y Avihú, junto con los setenta ancianos, ascendieron al monte, donde presenciaron uan visión mística de la Gloria Divina. Despues de su descenso, Moshé fue convocado solo para recibir las dos Tablas de la Ley sobre las cuales D-s había inscripto los Diez Mandamientos, a fin de que le fueran enseñados ampliamente al pueblo, mientras que Aharón y Jur quedaron para gobernar en su ausencia. Seguido por Iehoshúa (que permaneció en la parte baja de la montaña), Moshé subióal monte Sinaí, que estaba rodeado por una nube; luego penetró en la bruma de la nube y permaneció allí durante cuarenta días y cuarenta noches. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Mishpatim "Y estas son las leyes... Cuando comprares un esclavo judío, trabajará por seis años, y en el séptimo saldrá libre" (21:1-2) PREGUNTA: ¿Por qué las leyes referidas al ladrón vendido como siervo judío siguen inmediatamente a la entrega de la Torá? RESPUESTA: Si los judíos tuvieran en mente constantemente que Hashem es el Amo del mundo y de sus habitantes, ninguno pecaría. Nosotros , los mortales tendemos a veces a olvidar este principio básico y, pensando que Hashem no está mirando, transgredimos Su voluntad. Para protegernos de este error de concepto, las leyes del esclavo judío siguen a la entrega de la Torá para enfatizar que cada individuo debe esforzarse en ser un siervo de Hashem totalmente dedicado. Los seis años de esclavitud del siervo judío representan el sexto milenio de este mundo, en el cual la adhesión de los judíos a la Torá y mitzvot implica esfuerzo. El "el séptimo", o sea el séptimo milenio, "saldrá libre": Los judíos serán "libres" del esfuerzo de cumplir mitzvot y en cambio las cumplirán a modo de un continuo y tranquilo ascenso. entonces debemos dedicarnos a servir a Hashem con esfuerzo durante esta etapa, seguros de que en "el

séptimo" --"el séptimo milenio" --mereceremos una manera completamente diferente de existencia. ***** "Si el objeto robado es hallado en su poder... debe pagar el doble"(22:3) PREGUNTA: ¿Por qué un ganav (ladrón) paga el doble? RESPUESTA: Cuando un ladrón roba $100, su intención es ganar $100 para si mismo a expensas de los $100 de su víctima. Los castigos en la Torá son medida por medida. Por lo tanto, al pagar el doble, el ladrón termina perdiendo $100 y hace que la víctima gane $100. Lo que se le hace a él es lo mismo que él planeó hacer a su prójimo. ***** "Cuando tú prestares dinero a Mi pueblo, al pobre que está contigo --no pongas sobre él usura" (22:24) PREGUNTA: ¿Por qué la Torá es intransigente acerca de cobrar intereses? RESPUESTA: Un hombre rico no necesariamente merece su riqueza, ni una persona pobre su pobreza. Abundancia y pobreza derivan de actos de Hashem destinados a probar a la persona. El hombre rico debe pensar que es simplemente el guardián del dinero, que justamente pertenece al pobre. es puesto en custodia para probarlo, para ver si él está enceguecido por la riqueza. Esto está implícito en las palabras "et heani imaj" --"El dinero del hombre pobre está contigo". Cuando tú le estás dando un préstamo, en realidad le estás dando acceso a su dinero. Consecuentemente, cargarle interés por su dinero es agregar insulto al sufrimiento de la pobreza y una grave iniquidad.

Mishpatim Estudiando algunos Midrashim Mishpatím/ Las Ordenanzas Divinas que Regulan la Conducta entre un Judío y su Semejante Judío. La parshát Mishpatím contiene, como su nombre indica, las leyes dadas por Di- s que regulan la conducta entre el hombre y su semejante y la vida de la comunidad. Los Benei Israel fueron instruídos en algunos de los mishpatím mientras ellos acamparon en Mará. Fueron enseñados mishpatím adicionales después de matán Torá mientras todavía estaban parados congregados al pie de Har Sinai. La reina nunca abandonaba su palacio para salir a pasear a menos que hubiera previamente ordenado a una fuertemente armada custodia marchar frente a ella. Otra

tropa armada tenía que seguirla en la retaguardia. Sólo entonces ella se distendía, segura en el conocimiento de que ningún intruso sería capaz de abordarla de ninguna dirección. Similarmente, los Diez Mandamientos fueron precedidos y seguidos por los mishpatím siendo que los mishpatím son básicos para la supervivencia de la civilización humana. Nuestros Sabios declaran (Avot 1:18), "El mundo se sustenta en virtud de tres pilares justicia, verdad, y paz." A las naciones, Hashem entregó sólo Siete Leyes básicas conocidas como las Leyes de Noaj. A K'lal Israel, por otra parte, El reveló miles sobre miles de halajot que tratan de todos los detalles concernientes a demandas, daños, y disputas. ¿Por qué son K'lal Israel escogidos para que deban estudiar y cumplir todos los numerosos detalles de los mishpatím, mientras éstos nunca fueron revelados a las naciones? El doctor estaba haciendo su ronda diaria por el hospital, acompañado por su asistente. Inclinándose sobre un paciente y examinándolo , dio instrucciones a su personal, "¡La dieta de este paciente no debe ser restringida. Déjenlo tener todo lo que demande!" El continuó su ruta y, después de haber chequeado a otro paciente, redujo de su registro una larga lista de alimentos. "Todos estos bajo ninguna circunstancia pueden ser dados a este hombre," él ordenó. "¡El tiene permitido sólo un número limitado de comidas!" Su asistente pareció confuso. "El paciente cuya dieta usted restringió parece estar menos enfermo que el otro a quien usted no restringió en absoluto," comentó. "Precisamente," explicó el facultativo. "El primer hombre, desafortunadamente, era un caso incurable. El no se recuperará aún con una dieta especial. ¿Por qué entonces debería yo darle una? Pero este último tiene esperanza de supervivencia.¡Yo por consiguiente haré todo lo que esté en mi poder para curarlo !" De tal modo K'lal Israel, quienes son capaces de alcanzar las más altas alturas espirituales, son dados muchas detalladas halajot para regular cada paso de sus vidas. Hashem, sin embargo, no entregaría éstas a las naciones. Hashem ordenó a Moshé, "Enseña los mishpatím a K'lal Israel en una manera similar a alguien quien pone una mesa. ¡Arréglalas en un claro y lúcido estilo!" Moshé se afanó a sí mismo al extremo para presentar las halajot con un sistema claro. Como recompensa, la Torá une su nombre a los mishpatím, enunciando (Shemot 21:1), "Y éstos son los mishpatím los cuales vos pondréis delante de ellos." Hashem ordenó a Moshé advertir a los Benei Israel que toda disputa entre ellos o toda demanda que un Judío pudiera tener en contra de otro debería ser resuelta por la Ley de la Torá en una corte Judía (Beit Din), y no ante un tribunal gentil. ***** Compensación por Varios Tipos de Daños Si una persona, por asestar un golpe a otra, le causó daño en una o varias de las cinco siguientes formas, debe hacer restitución: 1. nezek - causando daño físico 2. tzaar- causando dolor 3. ripui- causando gastos médicos

4. shevet- causando ausencia del trabajo 5. boshet- causando humillación. Nosotros explicaremos ahora en más amplio detalle los precedentes tipos de daños: 1. nezek: Si el agresor causó a la víctima perder, o lesionar un ojo, diente, mano, pie o cualquier otro miembro u órgano, el Beit Din calcula por cuánto el valor de este hombre se disminuiría por causa del impedimento si él fuera a ser vendido como esclavo. El asaltante debe pagar la suma que el Beit Din calculó como valor del miembro. (El valor de miembros u órganos no puede ser estandarizado dado que su importancia varía de acuerdo con la ocupación del hombre. Alguien que se gana la vida por medio de labor manual y pierde una mano recibe una compensación más grande que la de un intelectual que pierde una mano.) 2. tzaar: Además de compensar a la víctima por el daño que sufrió por la pérdida o lesión de un miembro, él es requerido de pagarle por todo dolor físico causado por el accidente. La suma de retribución depende de la severidad del dolor. 3. ripui: El atacante es responsable de los honorarios médicos y otras expensas médicas resultantes de su golpe. La Torá expresa (Shemot 21:19), "y él pagará los honorarios del facultativo," de lo cual nosotros podemos deducir la regla de que es permisible para un Judío ocuparse de curar a los enfermos. Cuando R. Ishmael y R. Akibá caminaban juntos en las calles de Ierushalaim, ellos fueron abordados por un hombre enfermo que los interrogó, "Mis maestros, por favor aconsejádme, ¿cómo seré curado?" Ellos le dieron instrucciones acerca de las medicinas apropiadas para tomar. Entonces él los interrogó, "¿Quién me causó volverme enfermo?" "El Creador," ellos replicaron. "Si es así," él arguyó, "vosotros no deberíais entremeteros en Sus asuntos. Dado que El me enfermó, ¿por qué vosotros transgredís Su voluntad intentando curarme?" Ellos le explicaron la respuesta formulando una pregunta. "¿Cuál es vuestra profesión?" demandaron de él. "Soy un granjero," él replicó. "¿Quién hizo crecer a las uvas en vuestro viñedo?" ellos preguntaron adicionalmente. "El Creador," fue su réplica. "¿Por qué entonces vos podáis y aráis y trabajáis el viñedo, entrometiéndoos en Sus asuntos?" ellos inquirieron. "El viñedo no producirá," él respondió, "¡a menos que yo libre la tierra de piedras, fertilice, y la are!" Ellos entonces opusieron, "¡Ahora vos seguramente comprendéis la estupidez de vuestra pregunta! El hombre reacciona en la misma manera como las plantas del campo; al igual que una planta sólo se desarrollará apropiadamente si ella es nutrida y regada, así el cuerpo humano puede florecer sólo si es provisto con las nutrientes y medicinas apropiadas." 4. shevet: Si el agresor causó a la víctima una pérdida financiera por impedirle ir a trabajar, él debe pagar por ello. 5. boshet: Aún si un hombre insultó a otro verbalmente o asestó un golpe el cual no causó daño real sino meramente lo humilló, la cuestión es traída ante el Beit Din. Los Jueces estiman el monto de la compensación financiera que es debida a la víctima por la vergüenza que sufrió. El atacante debe pagar la suma determinada por el Beit Din.

Hashem luego explicó a Moshé las detalladas halajot de hacer restitución por haber causado daño poniendo un obstáculo o trampa sobre propiedad pública, por haber causado un fuego, y por un propietario cuyo animal causó daño. El Beit Din está a cargo de calcular la cantidad que la parte culpable tiene que pagar, de acuerdo con las reglas expuestas en parshát Mishpatím. ***** El Beit Din No Debe Matar a Alguien que es Inocente El Beit Din está advertido: "¡Venakí vetzadík al taharog- no mates al libre de culpa y recto!" En la práctica esto significa: 1. Si el Beit Din había declarado que alguien debía ser sentenciado a muerte, y subsecuentemente alguien sugirió nuevos argumentos a su favor, o aún si él mismo sugirió un nuevo argumento en su defensa, el caso es reabierto - incluso si ya estaba siendo conducido al lugar de la ejecución. El caso será revisado tantas veces como argumentos sustanciales sean sacados a colación. Sin embargo, si una persona fue absuelta en el tribunal, su caso no es reabierto, aún si nuevas pruebas de su culpabilidad fueran encontradas. 2. Está prohibido ejecutar sentencia basado en evidencia circunstancial, aún si la evidencia es clara más allá de duda. Fallos de Torá pueden ser administrados sólo sobre la base de la evidencia de dos testigos quienes observaron la cuestión directamente. R. Shimón ben Shataj relató, "Una vez advertí a un hombre que perseguía a otro. Los seguí y entré a una ruina un momento después de que ellos hubieron arribado allí. Cuando entré, vi a un hombre yaciendo muerto sobre el suelo. El otro estaba de pie junto a él, sosteniendo en su mano un cuchillo con manchas de sangre del cual sangre fresca todavía chorreaba. "¡Rashá!" me dirigí a él. "Yo sé que sois el asesino del hombre yaciente aquí. No obstante estoy imposibilitado de condenáros porque no hay dos testigos que realmente observaron el asesinato. ¡Quiera El ante Quien todas las cuestiones ocultas son reveladas vengar a la víctima!" R. Shimón ben Shataj no había abandonado todavía la ruina cuando el asesino pereció. Una culebra se deslizó fuera de un agujero y lo picó a él fatalmente. Hashem asegura a los Jueces que ellos no necesitan temer que una persona culpable escape a la justicia en un caso donde castigo no fue administrado por falta de testigos u otras razones que están más allá de su control. "Porque," dice Hashem, "'Yo no absolveré al malvado' (Shemot 23:7). Yo poseo muchos mensajeros para acarrear la muerte a una persona si lo merece."

Shabat Mishpatim

Primer comentario (www.judaicasite.com) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer: www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer: [email protected]) Primer comentario - Rehabilitando a la manera de la Torá Uno se pregunta por que la perasha Mishpatim, fuente de tantas leyes Civiles judias, comienza con el tema de la servidumbre. Despues de todo Hashem, Quien ve el futuro en toda su extension, sabe que habria generaciones en que toda esta cuestion de los siervos ya no seria aplicable. No hubiera sido mejor empezar la perasha con otro tema relevante para todas las generaciones? Una posibilidad es que la Tora quiera hacernos reflexionar sobre la gran distincion que existe entre la jurisprudencia biblica y la secular. Nuestra vision de la servidumbre en el Jumash (Pentateuco) gira alrededor de un ladron que robo una considerable suma de dinero y, luego de ser traido ante la justicia, es incapaz de reembolsar a sus victimas. En este caso el Bet Din (la Corte) procede a venderlo por seis años, entregando el producto de esa venta a la parte afectada (aquel o aquellos a quienes se les robo). Estudiemos la sabiduria encerrada en este procedimiento. Uno de los mayores problemas de nuestra sociedad es el aumento y "adiestramiento" de la poblacion carcelaria. La sociedad se ve cargada con la responsabilidad de mantener y satisfacer las necesidades de sus malhechores y, tristemente, el sistema no es en absoluto efectivo... Veamos un caso hipotetico: Fulano roba una suma de dinero. Se lo encierra a este hombre en prision, donde debe vivir en compania de criminales de todas las variedades. Alli obtiene una "educacion" multifacetica: como violar una caja fuerte, como abrir con ganzua un automovil, como obtener y utilizar un arma. En resumen, se vuelve un profesional. Para nuestra desventura, cuando llega el momento de su liberacion, sale de alli completamente "torcido". "Gran" rehabilitacion ha sido su paso por la carcel! Y que le sucede a la familia de este hombre mientras el esta en prision? El sistema no los puede ayudar. Deben vivir sin la persona que los mantenia y si el esta en prision por mucho tiempo, tendran una gran cuota de sufrimiento, sin contar que quizas sus hijos por el apremio economico tambien se vean impulsados a delinquir. Y que hay respecto a las victimas (los que habian sido robados)? En la mayoria de los casos, quedan quebrados por el deficit y la deuda a raiz del dinero que les fue quitado. Ahora veamos el camino de la Tora para rehabilitar a delincuentes. Cuando un delincuente entra al "sistema penal" judio, es colocado en las manos del Bet Din (la Corte), la cual le encuentra una familia estable que no sea afectada por la negativa influencia de esta persona. El delincuente permanece con ellos como siervo durante seis años, aprendiendo como trabajar productivamente y absorbiendo su correcto modo de vida. La Tora ademas ordena que se debe tambien tomar en el hogar a la esposa e hijos de este

hombre, asegurando asi que no queden librados al destino y sin proteccion, perdiendose en la sociedad. El dinero obtenido por la venta a la nueva familia, como se dijo antes, va a manos de las personas que fueron afectadas por el robo, quienes resultan asi debidamente recompensadas. Finalmente, la belleza de este sistema es que el costo del procedimiento no recae sobre los hombros de la sociedad, que no se ve asi cargada por anios con abultados impuestos. De esta forma, abriendo la perasha Mishpatim con un pantallazo de "Hamavdil ben Kodesh leJol" (la diferencia entre lo sagrado y lo secular), la Tora nos da el mensaje de que todas las intrincadas leyes civiles explicadas en esta misma seccion, estan igualmente repletas de una sabiduria practica y profunda. Que tengamos el merito de absorber la multitud de lecciones "ben adam lejavero", entre el hombre y su projimo, que estan expresadas en esta perasha y que por ese merito disfrutemos de la amistad y el amor hasta la llegada del Mashiaj muy pronto en nuestros dias. Amen (Fuentes: Rabbi M.M.Weiss) Segundo comentario - El Dinero.... y Yo En el número pasado hemos comentado acerca del alcance que posee en la Torá la prohibición de robar. Sin duda que el tema da para mucho más. Esta semana, leemos en la Torá acerca de la responsabilidad que le incumbe a aquel que dañó, en resarcir a su víctima por los perjuicios ocasionados. Nuevamente, encontraremos que la Torá es sumamente estricta al exigir que el agresor indemnice totalmente aquello que ha destruido. Encontramos en la lectura de esta semana que aquel que golpeó o que le causó una herida al otro debe pagarle por uno o varios de los siguientes conceptos: "Nezek", el daño permanente que le causó al compañero; "Shevet", el tiempo que la víctima no pudo trabajar; "Tza'ar", el dolor del golpe o la herida; "Ripui", son los gastos médicos y "Boshet", se refiere a la vergüenza que sufrió la persona al ser atacada. Todo esto que dijimos es a grandes rasgos, pues el Talmud en el tratado de Babá Kamá explica minuciosamente como se evalúa el daño ocasionado en cada caso. No sólo debe pagar la persona por los daños a personas, sino que la Torá lo responsabiliza, a su vez, por los daños a la propiedad del prójimo. No sólo es responsable la persona por el daño que ocasionó él mismo, sino que debe resarcir al semejante por el daño que ocasionaron sus bienes que no estuvieron debidamente cuidados y que, debido a aquella negligencia, ocasionaron el perjuicio. Si sus animales destruyeron en la manera habitual de hacerlo (por ejemplo, comieron de la cosecha del vecino), debe pagar por todo el daño. Si dejó un fuego desatendido y éste se desplazó al campo del vecino causando destrucción en su camino, pues debe pagarlo todo. Si cavó un pozo en una zona pública y causó daños, también en ese caso debe indemnizar a la víctima por sus daños. La Mishná

debe agregar a todo esto, que "Adam mu'ad le'olam", es decir que la persona está permanentemente advertida y no puede defenderse con el pretexto de haber estado distraído o dormido cuando hizo el daño. Al mismo tiempo, encontramos en el texto de la lectura semanal acerca de la responsabilidad que le incumbe a quien está encargado de cuidar un bien ajeno (lo recibió prestado o lo recibió para hacer alguna reparación), si éste se pierde o se destruye. De acuerdo al caso, si recibiera algún beneficio indirecto o un pago por estar a cargo de dicho bien, puede ser que sea responsable de resarcir, o no, si le fue robado o, en ciertas circunstancias, aun si hubiese fuerza mayor. No obstante, en todos los casos, si hubiese "P'shiá" (descuido) por parte de la persona responsable (o, mejor dicho, irresponsable), deberá hacerse cargo de pagar lo que se perdió. En todos las situaciones que acabamos de describir, no hay diferencia entre si el daño fue ocasionado a un particular o al bien común, p.ej. el bien del estado o el de una comunidad, consorcio, escuela, etc. Curiosamente, solamente está exento aquel que dañó cosas que le pertenecen al "Kodesh" (Santuario del Templo). Es interesante notar, que en el Talmud se declara repetidamente que D"s tiene "lástima" por el dinero (=los bienes) de Israel. ¡Qué bueno sería si tuviésemos nosotros aquel mismo criterio, uno con el dinero de su compañero! Es más, a D"s no le faltan recursos para devolverle a una persona si le faltara algo, y, aun así, no quiere que suframos dolor al partir con el dinero que nos costó tanto juntar... Esto se nota claramente, pues, si bien no hay un límite en cuánto uno debe estar dispuesto a perder para evitar de cometer una prohibición, sí existe un límite para las Mitzvot activas; es decir, que D"s no quiere que gastemos todo lo que tenemos para cumplir con una Mitzvá. (Para mayor información halájica, se debe consultar una autoridad rabínica pues aquí sólo queremos destacar el concepto en sí). ¡Cuánto que sentimos que el dinero es nuestro y cuánto nos cuesta desprendernos de él! El Talmud afirma, a su vez, que la mayoría de las personas incurren cotidianamente en prácticas que se acercan al robo. (Pues no distinguen claramente entre lo propio y lo ajeno, ni se preocupan por el daño que ocasionen a otros, cuidando las cosas como si fuese propias). En la escuela me enseñaron que el dinero sirve como "medio de canje" para poder comprar y vender con más facilidad, y como "común denominador de todos los bienes y servicios" para expresar el costo de las cosas. Todo esto es teoría. En la práctica la gente evalúa a los demás por el dinero que poseen y los seres humanos en general buscan su seguridad en el dinero. La gente convirtió así al dinero en el eje central de su razón de ser y de su quehacer diario. El Midrash en B'amidbar explica el porqué de las denominaciones del dinero de aquella época. "Zuz" (del verbo "mover"), pues se mueve contínuamente de mano en mano. "Mamón" (de "moné" = contar), pues la gente se la pasa contándolo. "Ma'ot" (de "Me'et le'et" = de un día al otro), pues nunca permanece demasiado tiempo en las manos del mismo dueño. ¿Quiere hacer Ud. una encuesta? Pregúntele a los encuestados que adquieren

un billete de la lotería: "¿Qué haría Ud. si se ganara los $10 millones?" Se sorprenderá de las respuestas que escuchará. Comience indagándoselo Ud. mismo... En la Torá, no obstante, no valemos ni más ni menos a causa del dinero que poseamos. Yo soy yo, y la plata, es la plata... Se cuenta que cuando Alejandro Magno intentó pesar un ojo humano, vio que excedía en peso a todo lo que pusiera del otro lado de la balanza. Le explicaron los Sabios, que nada alcanza a satisfacer el ojo humano."Un ojo puede ver muy lejos, mas una pequeña moneda puede cubrir toda su visión", dijo un gran Sabio judío. Daniel Oppenheimer Tercer comentario - De la mentira, alejate Los prejuicios y el interes personal son los grandes enemigos de la verdad. Aquel individuo que se coloca anteojos de esa clase, le distorcionan todo el campo visual de la realidad en que se encuentra; pero ve lo que quiere ver. Lo peor de todo, es que "el no lo siente esto en absoluto". He visto personas que tratan de hacer de la mentira, verdad y todo lo que nadie puede negar que es una verdad tajante, buscan todas las maneras para negarlo. Son una clase de gente que se creen justas, correctas y no advierten que son sus intereses personales que los impulsan para actuar de ese modo. A todo le encuentran una justificacion. Por ejemplo, el bien del pais, la familia y la justicia estan frente a sus ojos. La Tora en nuestra Perasha empleo las siguientes palabras: "De la mentira alejate". No nos equivoquemos en pensar que en este versiculo se nos prohibe mentir, esa mentira tan despreciable; esa orden la expresa la Tora mas adelante y en forma bien explicita: "No mienta cada hombre a su companiero". Surge entonces la siguiente pregunta: ¿que es lo que la Tora me agrega a traves de este versiculo, que no me lo dijo antes? Ciertamente del pasuk (versículo) que nos indica no mentir aprendemos la prohibicion de decir mentiras, pero ahora me esta enseñando un nuevo concepto: "debo tomar distancia de la mentira". Ocurre que podemos no estar incurriendo en la mentira propiamente dicha, pero tampoco estamos diciendo la verdad absoluta. ¿Que significa la verdad absoluta? Aquella que carece de todo enganio y de toda alteracion. Sobre las cosas a medias tintas dice la Tora: "De la mentira alejate". Los libros de Musar (etica), nos ensenian como debe ser honesta nuestra conducta con el otro, con la sociedad, con el pais, con todos. Lamentablemente vivimos en un mundo de enganios, de falsedad; un mundo donde muchas veces el bueno parece malo, porque la escala de valores esta distorsionada. Estamos sobornados por nuestros propios intereses y no queremos ver la verdad. Solemos decir "asi estoy bien", sin tener en cuenta que no obrando bien nosotros, somos los primeros perjudicados.

En la Guemara (Shebuot 30 b) dice: ¿de donde sabemos que un juez, que sabe que esta frente a un juicio enganioso, no puede decir: "por cuanto que asi testifican los testigos, dare el veredicto segun sus palabras y el pecado correra por cuenta de ellos". El pasuk dice "de la mentira alejate". Cabe aclarar que se trata de un juez leal, que cuenta con el alegato de los testigos pero... influye el hecho que es falso. Tal vez no este capacitado para senialar que por tal motivo declaro que son testigos falsos. Si dictamina el juicio se estaria rigiendo por lo que dice la Tora que el juez debe determinar segun lo que ven sus ojos. Sin embargo el juez -que no mintio-, tampoco esta en lo cierto. Debe declararse incompetente y poner este caso en manos de otro juez, que tal vez pueda descubrir si eran testigos falsos o no. Cuantas cosas no las tenemos en claro, aunque intuimos que estamos equivocados, no nos abstenemos de actuar como queremos, sin tener en cuenta si vamos detras de la verdad o no. Dijeron nuestros sabios: Aquellas personas que se enganian y enganian a otros, no podran ver la luz divina en el mundo venidero. Por eso hay que hacer tanto hincapie en seguir el camino de la verdad. Pidamos con todo nuestro corazon "Purifica nuestros corazones para servirte de verdad". Rab Moshe M Hoffer Éxodo 21:1 - 24:18 "Somos lo que hablamos" "Los sueños están hechos de un material airoso, ellos existen en un mundo aparte. En contraste, las acciones son mortero y ladrillo, reales para que todos las vean. Las palabras son el puente entre el deseo y la realidad, ellas poseen el poder de transformar el aire fino en grandes ciudades. Pero ten cuidado, pues ese puente puede ser atravesado en ambas direcciones y en lugar de ayudar a construir una gran ciudad, puede destruir un hermoso sueño". Las palabras nos cambian y nos afectan. Ellas concretizan lo que, de otra manera, serían ideas etéreas. Ellas son el primer paso en transformar los sentimientos y pensamientos en realidad… deseos en realidad. "Las palabras son para las ideas lo que las acciones son para las palabras". Las acciones son "más" que palabras, ellas afectan todo nuestro ser. Nosotros podemos entender bien que un asesino, a través del acto de matar, es una persona que ha cambiado. La acción de terminar fríamente con la vida de otro, afecta profundamente la manera en que uno siente hacia otros. Y mientras que el asesino es un ejemplo extremo, es claro que las acciones nos cambian. La palabra tiene un menor efecto que las acciones, pero son más fuertes que las ideas. Alguien que habla de ser desagradable con otro, ya es una persona distinta de la que sólo tiene pensamientos sobre estos actos. Una vez que hablamos una cosa, esto cambia nuestra relación respecto de eso. El profeta Irmiahu dice: "He aquí, ustedes hablaron e hicieron que el mal sea permisible" (3:5). Las

personas no salen y matan personas. Sino que hay un proceso. Primero ellas hablan de eso. Y poco a poco, ya no parece tan malo hacerlo. El primer paso para hacer algo erróneo es hablar sobre eso. ¿Por qué las personas hablan sobre eso antes de hacerlo? Porque "hablar" es un proceso desensibilizador. Al principio una persona puede querer hacer el acto en cuestión, pero no puede. Ella se sentiría muy culpable. Entonces lo habla con alguien. Los sentimientos son muy sofisticados y delicados. Ellos no se adquieren fácilmente - pero son fácilmente removidos. Hablar puede desensibilizar y diluir los sentimientos. Un ejemplo: intenta tener una discusión abierta sobre la idea de escupir en la cara de tu madre. Es difícil incluso hablar de eso, los sentimientos son muy fuertes. Pero cuando ya puedes hablar libremente sobre eso, estás en el camino a hacerlo. Esto no quiere decir que debemos tener una sociedad "cerrada", censurando cualquier discusión de una lista preasignada de diferentes temas. Sino que quiere decir que hay dos caminos para discutir ideas. Tú puedes hablar sobre un acto despreciable de una manera que expresas sentimientos de disgusto - o tú puedes hablar sobre esto con un sentimiento de regocijo. El hombre es un instrumento delicado y frágil - como un poderoso telescopio. Propiamente situado, el telescopio puede ser usado para ver distancias increíbles. Pero una pequeña desalineación de la lente o el espejo, o una pequeña suciedad en el lugar erróneo, puede dejar incluso al mejor telescopio inutilizado. Similarmente, las palabras y sentimientos desubicados pueden desbalancear la percepción de la realidad de un ser humano - y aplastar sus sensibilidades. La parashá de esta semana dice: "…y el nombre de otros dioses no menciones, ellos no deben ser escuchados de tu boca" (23:13). Rabí Iaacov Weinberg (Rosh Ieshivá Ner Israel, Baltimore) señala que algunas cosas son tan peligrosas que nunca deben ser discutidas. Sin embargo, si hay necesidad de mencionarlas, entonces deben ser dichas sólo a manera de alusión. Usar el nombre de un ídolo - incluso para su detrimento - nos cambia, afecta y desensibiliza. Es por eso que la Torá lo prohibe. El poder del habla es tan grande que las palabras nos influencian negativamente, más allá de la intención que hay detrás de ellas. La Torá ofrece muchas herramientas para preservar nuestra pureza del habla. Por ejemplo, el judaísmo requiere de nosotros que hablemos en forma clara. Está demás decir que nuestro lenguaje no debe incluir obscenidades o tonterías. Pero la Torá lleva esta idea mucho más lejos. Por ejemplo: cuando la Torá habla sobre aves no kesherot, dice "y esos que no son puros", en lugar de usar la forma negativa "impuro"- la Torá lo dice como algo "no positivo" - no puro. Es una sutileza, pero para ser sensible a la belleza de la vida, uno necesita tener su mente limpia. El método para alcanzar esto es teniendo una boca limpia. "Es mucho más fácil ver la belleza en un jardín de rosas que encontrarla en el depósito de desechos". Haz de tu mente un "jardín" a través del uso de un lenguaje limpio, en lugar de un "depósito" a través de un lenguaje sucio. No hables sobre las personas, las razas de las personas, hombres, mujeres, la vida, tu día, tu

trabajo, o cualquier cosa, de manera que no te gustaría que sea llevado a la realidad. Si tú describes a la vida en términos sucios, la vida se hará un poco más sucia. Preguntas para Reflexionar #1: ¿Cuáles son las palabras más difíciles que has tenido que decir? ¿Cómo te han afectado esas palabras? ¿Qué hizo que fueran tan difíciles? #2: ¿De qué manera te gustaría ser mejor persona mañana? Expresa tu respuesta en palabras, repítela cuatro veces, y observa cómo te ha afectado.

Shabat Mishpatim Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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En una porción repleta de órdenes y leyes que detallan centenares de los más diversos aspectos de la vida judía, nuestros sabios analizaron detenidamente las yuxtaposiciones de estas leyes, elucidando aún más sabiduría y guía moral en las santas palabras de la Torah. Es así que explicaron la muy interesante yuxtaposición de dos preceptos que son totalmente diferentes. Un versículo nos dice acerca de las leyes de un animal de taref (no permitido): "Un pueblo santo serán para Mí; no comerán carne de un animal que murió en el campo; al perro lo tiraran" (Éxodo 22:30). El próximo versículo nos advierte acerca de dar testimonios falsos, "no acepten un testimonio falso, no extiendan la mano al malvado para ser un testigo falso" (Éxodo 23:1). Los dos versículos parecen estar bastante desarticulados. Pero el Talmud en el tratado de Pesachim, pagina 118 cita a Rav Sheshet en nombre del Rav Elazar ben Azariah que conecta los dos versículos. "Quien habla o acepta el chisme (lashon hara) es digno de ser tirado a los perros, pues el versículo “…al perro lo tiraran…" e inmediatamente después la Torah dice "…no acepten un testimonio falso…” Al principio la conexión es difícil de entender. ¿Qué tiene que ver que hay que tirar carne la taref a un perro con la persona que chismorrea? Los dos parecen ser totalmente inconexos. Según el comentario del Mechilta, la carne dada a los perros es una recompensa por su comportamiento en la noche del éxodo de Egipto. Esa noche, a pesar de los gritos de los egipcios por la muerte de los primogénitos, los perros estaban tranquilos. "Contra ningún hijo de Israel los perros afilarán su lengua, ni contra el judío o su bestia, para que sepan que Hashem habrá diferenciado entre Egipto e Israel" (Éxodo 11:7) Por lo tanto ellos son recompensados con la carne de la que un judío debe abstenerse de comer. ¿Cómo su recompensa por no haber atacado es una lección para que aprendamos a no hablar chismes? Leí recientemente acerca de un hombre que pasaba sus vacaciones en una de las islas del Caribe. El hombre quiso una habitación para él mismo y para su perro, y por lo tanto preguntó si el establecimiento, un hotel en Kingston, Jamaica, permitiría al animal. Unas semanas mas tarde, el hombre recibió la

respuesta: “Estimado Señor: He estado en el negocio hotelero por cuarenta años y nunca tuve que expulsar a un perro desordenado, nunca tuve un caso de un perro que queme un colchón mientras fumaba. Nunca tampoco tuve a un perro que se robe una toalla o que se vaya sin haber pagado su habitación. Nunca tuve como huésped a un perro borracho. Su perro es bienvenido en nuestro hotel. Lo saludo atentamente.” El Chafetz Chaim explica que el Talmud hace una comparación asombrosamente profunda. La razón por la que se recompenso a los perros fue porque su naturaleza es de ladrar y atacar cuando sus amos son atacados o cuando ocurre una tragedia. A pesar de su instinto, ellos fueron contra su naturaleza y se refrenaron. Ellos siguieron la orden del Todopoderoso y se mantuvieron calmos. La Torah recompensó esa actitud con nuestra carne taref que nosotros debemos cuidarnos de no comer. Pero cuándo los seres humanos, que supuestamente deben controlar sus deseos y la lengua, pierden el control, no hay mejor método de aprender a cómo mejorar esta falla que a través del ejemplo de los mismos animales que dominaron su instinto en momentos de suma dificultad. Cuán apropiado es que los dos versículos, el que recompensa a los perros por controlar su instinto, se yuxtaponga con aquel que advierte a sus amos mortales de cuidar la lengua, pues desgraciadamente perdemos perspectiva con demasiada frecuencia. Somos los amos de nuestros animales, pero cuanto más debemos ser los amos de nuestros propios deseos! Shabat Shalom

Resumen de la Parashá Terumá Hashem ordenó a Moshé que construyera un Mishcán (Santuario) que simbolizara Su presencia entre el pueblo y que fuera conforme al modelo Divino. Para erigirlo, se pidió a los benei Israel que aportaran voluntariamente metales preciosos, telas, pieles, lana, aceite, especias, incienso y piedras preciosas. El santuario consistía de un Jatzer (patio exterior) que contenía el altar para quemar ofrendas, la jofaina usada por los cohanim (sacerdotes) y el Tabernáculo, que estaba dividido en dos cámaras por una cortina. La cámara exterior fue denominada Kodesh (lugar sagrado), la menorá (candelabro) y el mizbeaj haktóret (altar del incienso). La cámara interior fue llamada Kodesh Hakodashim (Sanctasanctórum). A ella entraba únicamente el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), y sólo en Iom Kipur. Allí estaba el Arón (Arca), el más sagrado de los objetos del santuario. El Arón contenía la dos tablas de piedra en las que estaban grabados los Diez Mandamientos. Fue desde el Arón que D-s reveló, por medio de Moshe, Sus mandamientos a los benei Israel. Las instrucciones para fabricar todos los utensilios y construir el edificio para el Mishcán son detalladas minuciosamente. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Terumá "Que tomen para Mí una ofrenda, de todo varón que lo diere de corazón tomaréis Mi ofrenda" (25:2)

PREGUNTA: ¿Por qué el versículo comienza con la palabra "terumá" --una ofrenda --y concluye con la palabra "terumatí" --Mi ofrenda? RESPUESTA: A veces la gente no contribuye a causas caritativas de todo corazón porque tienen que usar el dinero para otro propósito cuando el encargado de recolectar caridad llega inesperadamente. Por lo tanto es aconsejable tener una caja especial o una cuenta marcada "para contribuciones de caridad" en la que deposite al menos el 10 por ciento de las ganancias. Así, cuando llega el recolector de alguna de estas causas, uno contribuirá gustosamente, porque el dinero realmente fue apartado exclusivamente para tzedaká. La Torá imparte en este versículo el importante consejo siguiente: Hashem le dijo a Moshé que le dijera al pueblo judío que la primera cosa que cada judío debía hacer es "Veikju li" --"Tomen de sus ganancias una porción para Mí y apártenla como terumá --dinero destinado para causas de tzedaká. Después de hacer esto, puedes estar seguro que cuando llegue el momento de tomar de ellos una ofrenda para el Mishkan (o alguna otra causa caritativa), darán con corazón afable. Porque "tikju et terumatí" --ellos no sentirán que estás tomando su dinero, sino que están dando tzedaká de aquello que ya fuera designado como Mi ofrenda". ***** "Y esta es la ofrenda que tomarás de ellos: oro y plata y cobre... y ellos harán para Mí un Santuario y Yo moraré entre ellos" (25:3-8) PREGUNTA: ¿Por qué a nuestros antepasados se les ordenó usar plata y bronce y no exclusivamente oro? RESPUESTA: Di-s ordenó a los judíos construir el Mishkan para "veshajanti betojam" --"Yo moraré entre ellos". Gramaticalmente tendría que haber dicho "veshajanti betojo" --"Yo moraré en él". De acuerdo con el Shela (Shaar Haotiot, ot lamed) esto indica que, en adición a la construcción física del Mishkan, Hashem quiere que todos y cada uno de los judíos haga de sí mismo y de su hogar un lugar santo, así El podrá estar entre todos los judíos. Entre el pueblo judío existen varios niveles. Algunos judíos son muy puros (santos) como el oro; otros son comparados a metales inferiores como la plata y el bronce. La construcción del Mishkan era para todos los judíos; no importa el nivel de la persona, debe hacer de sí mismo una morada apropiada para Hashem. ***** "Y harás las tablas para el Mishkan" (26:15) PREGUNTA: Las tablas para el Mishkan eran de madera de acacia de árboles que Iaacov plantó en Egipto e instruyó a sus hijos que los llevaran con ellos cuando salieran (Rashi) Esas tablas tenían 200 años de antigüedad. ¿Por qué los judíos no enviaron mensajeros a algún país vecino para conseguir madera fresca?

RESPUESTA: En todas y cada una de las generaciones, la meta de los jóvenes es construir sus propios hogares. A menudo las jóvenes generaciones se aclimatan a las ideas y los ideales modernos. Para demostrar su progresismo, traen su modernidad a sus hogares y desgraciadamente se apartan ellos mismos del camino apropiado de la vida de Torá. Al mencionar las tablas antiguas preparadas por Iaacov, la Torá nos enseña que un verdadero hogar judío debe reflejar los "estilos", o sea la tradición y herencia de nuestros antepasados. Este hogar es un Santuario en miniatura en el cual Hashem desea morar.

Terumá Estudiando algunos Midrashim Torá, el Mejor Tipo de Mercancía Hashem quería que K'lal Israel construyera un Mishkán, para que su shejiná pudiera residir entre ellos. El Mishkán físico de madera, no obstante, fue sólo un símbolo para el verdadero lugar de descanso de la shejiná - el corazón de todo Judío. ¿Cómo es posible hacer al corazón de uno un Mishkán para la shejiná (divinidad)? Esto es efectuado dedicando su corazón a la Torá y avodá (servicio de Hashem). Hashem alaba a Su Torá, diciéndonos a nosotros, "La Torá es una mercancía no superada. Posee cualidades no halladas en ningún otro tipo de mercadería." - Un hombre que inicia un nuevo negocio no puede estar seguro de tener éxito. El podría incluso perder su íntegra inversión de capital. Si alguien estudia Torá, no obstante, sólo puede ganar. - Si dos negociantes comercian bienes, cada uno permanece con sólo un ítem después del intercambio, habiendo trocado su posesión original. La Torá es superior. Dos talmidei jajamím quienes se encuentran e intercambian ideas finalizan con una doble cantidad de conocimiento de Torá. Cada uno ha transmitido su propio estudio sin incurrir en una pérdida, mientras ganaba sabiduría adicional por añadidura. - Un comerciante que transporta mercancías valiosas sobre su persona vive en el constante miedo de ser robado. La Torá es superior. Nadie puede hurtar el conocimiento de Torá de otro. Un grupo de gente de negocios estaba viajando en un barco. Un estudiante de la Torá estaba también a bordo. ¿Qué tipo de bienes poseéis vos?" ellos inquirieron de él. "Yo no puedo mostrároslos a vosotros," él replicó. Ante esto ellos se burlaron. Durante el viaje íntegro se divirtieron entre sí mofándose del talmid jajam (estudioso de la Torá) , quien no podía exhibir ninguna mercancía tan valiosa como ellos poseían. Cuando el barco finalmente alcanzó su destino, las autoridades del puerto confiscaron todos los bienes a bordo. Todos los mercaderes estaban de repente en la miseria. Los Judíos de entre ellos inquirieron sobre la ubicación de la más cercana comunidad Judía, y dirigieron sus pasos al Beit Hamidrash central. Al entrar encontraron a un grupo de hombres de la comunidad local comprometidos en una vivaz sesión de estudio. Estaban debatiendo un

difícil pasaje de la Guemará (Talmud), formulando un número de preguntas. Cuando el estudiante de Torá los advirtió, se unió al grupo. El pudo esclarecer todas las dificultades, y su gran conocimiento fue reconocido por la comunidad. Fue honrado, provisto de comida y bebida, y ofrecido una posición. Ahora las personas de negocios que lo acompañaban se adelantaron dando empujones y solicitaron, "¡Por favor decíd a estos Judíos que provean para nosotros también; merecemos su ayuda por haber estado en el mismo barco que vos!" De repente, ellos fueron hechos comprender que, en verdad, la Torá es la mejor mercancía. - Es usualmente costoso y problemático almacenar y guardar mercaderías de uno. La Torá es diferente. No sólo no necesita protección, sino, de hecho, guarda a aquéllos quienes la estudian. - Alguien que compra bienes no puede adquirir asimismo al vendedor. Pero alguien que domina palabras de Torá adquiere a Hashem al mismo tiempo. Un príncipe había llegado de un país distante para desposar a la única hija del rey. Cuando quiso partir con ella, el rey le dijo, "Yo no puedo separarme de ella; ella es mi única hija. No obstante es vuestra esposa también, y no tengo derecho de retenerla de vos. Por consiguiente solicitaré un favor de vos.¡Construíd para mí un aposento extra dondequiera que vosotros os asentéis para que yo pueda vivir cerca vuestro!" Similarmente, después que Hashem hubo entregado la Torá, Su preciosa hija, a K'lal Israel, El les solicitó a ellos construir un Mishkán, en el cual Su shejiná moraría permanentemente sobre la tierra. La Mitzvá de Construir un Mishkán / Tabernáculo Después del pecado del Becerro de Oro, Moshé incesantemente imploró a Hashem perdonar a los Benei Israel. Finalmente, él produjo un perdón. No obstante, Moshé no estaba satisfecho sino que interrogó a Hashem, "¿Cómo será manifiesto a las naciones del mundo que Tú realmente has perdonado a los Benei Israel?" "Deja que K'lal Israel construyan un Mishkán," Hashem replicó. "Allí ellos ofrecerán korbanot los cuales Yo aceptaré. ¡Esto será pública prueba de Mi renovado amor por Mi pueblo!" A pesar de que la mitzvá de construir un Mishkán fue impartida sólo después del jet haeguel, la Torá la registra previamente. (Las parshiot que versan sobre el Mishkán, Terumá y Tetzavé, preceden la narración del Pecado del Becerro de Oro, que es relatado en parshát Ki Tisá.) La Torá revierte el orden cronológico para enseñarnos a nosotros que Hashem prepara el antídoto para un pecado aún antes de que sea realmente cometido. Hashem previó el Pecado del Becerro de Oro. El por consiguiente proyectó por anticipado la idea de construir un Mishkán. Pecando los Benei Israel forzaron a la shejiná a retirarse a los cielos. Por medio del Mishkán, sin embargo, la shejiná retornaría a la tierra. Cuando Moshé escuchó las palabras de Hashem, "Que ellos hagan para Mí un Santuario, para que Yo more en su medio" (Shemot 25:8), él se desconcertó. "¿Cómo puedes Tú, Cuya Gloria llena cielo y tierra, residir en una humilde morada que nosotros erigimos para Ti?" él preguntó. Hashem respondió, "Yo ni siquiera necesito el Mishkán entero como un lugar de residencia. De hecho, confinaré Mi shejiná al limitado área de un ama (aprox. 50 cm.) cuadrada, el lugar entre las varas del arón."(La shejiná descansaba sobre la porción más santa del

Mishkán, que era el arón.) Hashem, en Su gran amor por K'lal Israel, restringió Su shejiná, al Mishkán, como un padre que desea morar junto con sus hijos. Los Benei Israel son Solicitados Contribuir Materiales para la Construcción Hashem instruyó a Moshé, "Designa recaudadores de fondos para recolectar material para el Mishkán. Serán aceptadas contribuciones de todo Judío cuyo corazón lo impulse a participar." Los recaudadores de fondos tenían que ser Judíos de nacimiento. Ningún miembro de los erev rav fue aceptado para esta tarea, dado que los erev rav habían causado el Pecado del Becerro de Oro. Ellos fueron, no obstante, permitidos contribuir para la construcción del Mishkán. Cuando Moshé escuchó que un Mishkán iba a ser construido en el medio del desierto, él se preguntó si la comunidad poseía suficientes materiales para tal proyecto. Aún antes de que él pudiera articular la pregunta, Hashem la contestó. "No sólo ciertamente los Benei Israel colectivamente poseen los materiales necesarios para construir un Mishkán," El informó a Moshé, "sino, de hecho, todo Judío podría hacerlo sin ayuda." Cada uno de los Benei Israel poseía una riqueza tremenda del botín del Iam Suf (Mar Rojo). Por añadidura, para los tzadikím entre ellos, perlas y piedras preciosas llovieron todas las mañanas con el man. Hashem ordenó que quince materiales diferentes fueran recolectados para la construcción del Mishkán y sus componentes. Cada material fue Divinamente seleccionado, para expiar por un pecado específico o para proveer a los Benei Israel de un particular mérito/bendición por donarlo. - zahav / oro- Hashem dijo, "Que el oro donado para el Mishkán expíe por el oro que fue erróneamente contribuido para el Becerro de Oro." - kesef / plata- para expiar por la venta de Iosef, quien fue intercambiado por veinte piezas de plata. - nejoshet / cobre- para expiar por los desechos e impurezas en sus corazones. Existen tres clases de tzedaká, las cuales pueden ser comparadas a oro, plata, y cobre. La caridad que una persona da cuando ella y su familia están sanos y las cosas van bien es comparada al oro. Este tipo de tzedaká tiene el más poderoso efecto en el Cielo, comparable al regalo a un emperador. A pesar de ser dada por ninguna razón particular, protege al donante de futuras eventualidades. Luego existe un segundo tipo de tzedaká, la caridad que una persona da cuando cae enferma. Es menos efectiva, puesto que es dada en un tiempo de necesidad, y es por tanto comparada a la plata. Si una persona pospone dar caridad hasta que está peligrosamente enferma (y, metafóricamente, está parada con la soga alrededor de su cuello, lista para ser ejecutada), el valor de su tzedaká es reducido a aquél del cobre. No obstante, una persona no debería refrenarse de dar tzedaká bajo ninguna circunstancia. Su tzedaká la precederá en el olam habá (mundo venidero) y le asegurará una buena reputación. Entonces será protegida del castigo en el mundo por venir. - tejélet/ lana teñida azul cielo con la sangre de la criatura jilazón para expiar por la ofensa de omitir flecos azules en el tzitzit. - argamán/ seda carmesí- para que los Benei Israel eventualmente merecieran el edificio del Beit Hamikdash, el cual es descripto como poseyendo una sede carmesí (Shir Hashirím 3:10). - tolaat shaní/ rojo púrpura- para expiar por sus transgresiones, las cuales son asemejadas a

rojo- púrpura (Jerusalem 1:18). - shesh/ fino lino blanco- indicando que los Benei Israel servirían a Hashem al igual que los Angeles Ministeriales quienes son descriptos como vistiendo lino (Daniel 12:6). - izím/ pelo de cabra- a fin de que las ofrendas jatat de cabras sobre el mizbéaj surtieran efecto y expiaran por sus delitos. - orot elim meodamim/ pieles de carnero teñidas de rojo- a fin de que ellos merecieran experimentar la llegada del Mashíaj quien es referido como apareciendo en vestimentas rojas (Ieshaiahu 63:2). - orot tejashím/ pieles multicolores de Tajash- a fin de que ellos merecieran experimentar la era siguiente a la llegada del Mashíaj en la que Hashem prometió hacernos a nosotros zapatos de Tajash (Iejézkel 16:10). ¿Qué animal era el Tajash? Era un unicornio con una piel multicolor. Apareció en el desierto para que los Benei Israel pudieran usar su piel para hacer los tapices del Mishkán. Posteriormente desapareció. - atzé shitím/ madera de cedro del cedro de Shitím- para que ellos merecieran la profecía de Ieshaiahu para los tiempos futuros de que el desierto sería convertido en una tierra productiva floreciendo árboles de Shitím (Ieshaiahu 4:19). ¿Por qué Hashem prefirió la madera del cedro de Shitím por sobre toda otra clase de cedros? El cedro de Shitím fue seleccionado por Hashem dado que no produce fruta. Hashem quiso establecer un ejemplo para las personas que construyen una casa. Ellas deberían razonar, "Si aún el Rey de Reyes construyó Su palacio de la madera de un árbol improductivo, ¡ciertamente no deberíamos usar la madera de un árbol frutal para este propósito!" Además, Hashem previó el futuro pecado de K'lal Israel en el lugar Shitím (donde las muchachas moabitas los seducirían). El por consiguiente precedió el pecado con el precepto de construir un Mishkán de madera de Shitím la cual expiaría por su futura transgresión en Shitím. - shemen lamaor/ aceite para el encendido- para que los Benei Israel merecieran tener su luz brillando en el tiempo del Mashíaj. - besamim liktoret hasamím/ especias para el ketoret (incienso)- a fin que los Benei Israel fueran dignos de experimentar la era del Mashíaj en la cual ellos son descriptos como elevándose del desierto igual que columnas de humo sazonadas con mirra y olíbano (Shir Hashirím 2:6). - avné shóham veavné miluím/ piedras de Shóham y piedras para el engarce en el efod y en el peto- para merecer el cumplimiento de la promesa del Todopoderoso de que El reconstruirá Ierushalaim con perlas y piedras preciosas. Y Hashem dijo a K'lal Israel, "No penséis que Yo os debo a vosotros una deuda de gratitud por donar trece diferentes materiales para el Mishkán. En verdad, sois vos los que estáis en deuda Conmigo puesto que Yo ya os hice trece diferentes tipos de jesed (bondad) a vosotros después de vuestra partida de Egipto. No obstante, Yo os consideraré a vosotros como donantes que actuaron sin ninguna obligación."

Shabat Terumá Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer: www.ajdut.com.ar) Segundo comentario (Selección de Comentarios extraídos de las obras del Lubavitcher Rebe M.M. Schneerson - www.jabad.org.ar)

Tercer comentario

(Gentileza - www.judaicasite.com)

Primer comentario - EL RECATO... ¿para mujeres o para hombres? Ud. pasea por las calles de Bs. As. y trata de caminar por la sombra. El calor del verano es agobiante. Ud. pasa por la plaza. Sobre el pasto están tiradas decenas de hombres y mujeres que aprovechan el día soleado para broncearse. De allí Ud. se va al barrio Once y transita por la "calle judía". Allí no más, están caminando unas niñas alegres vestidas con polleras largas, blusas que le cubren los codos y medias. ¿No tendrán calor ellas también? Pasan los meses y se acabó el verano. Un sábado a la noche Ud. sale a "darse una vuelta". Hace frío y Ud. sale con el abrigo adecuado para protegerse. Jóvenes y no tan jóvenes salen a bailar. Los ve allí parados esperando ingresar a la discoteca. A pesar que Ud. siente que se le están congelando los huesos, pareciera ser que a las niñas no le afectaran las inclemencias del tiempo. Ellas desafían el frío con muy poca ropa. ¿No tendrán frío? Al salir del trabajo un día de semana común, Ud. se da cuenta que las polleras cortas no se reducen a los sábados a la noche, sino que son el estilo habitual de las secretarias en la oficinas, etc. Llegando a casa Ud. reflexiona acerca del tema de la vestimenta. La primer idea que le viene a la mente es que sólo los seres humanos nos "vestimos". Si bien los animales y los vegetales nacen tan "sin pañales" como nosotros, la industria textil únicamente se ocupa de nosotros. ¿Por qué? ¿Es simplemente para que no suframos de frío? ¿Y a qué se debe que todos los años cambian los estilos de la moda de manera tal que mucha gente sentiría vergüenza al salir con ropa de otra temporada? ¿Y por qué la gente presta tanta atención en no ser vistas con el mismo vestido con el cual ya la vieron en otra oportunidad? Y, por último, la pregunta más fuerte de todas... ¿a qué se debe ese esfuerzo tan polarizado de la sociedad occidental de exhibirse lo más posible... frente al empeño de las niñas judías de cuidarse en no llamar la atención con polleras cortas, polleras con tajos, transparencias, ropa ajustada, vestidos escotados, colores atractivos, etc.? ¿Qué hay detrás de todo esto? Antes de volver al pensamiento occidental, abrimos el libro de la Torá y encontramos que el primer "fabricante de ropa" fue D"s mismo. Se la hizo a medida para los primeros hombres: Adam y Javá. Hasta ese momento, ellos se habían sentido bien sin necesidad alguna de cubrirse. Recién al momento de ser expulsados del Edén, se sienten desprotegidos sin vestimentas. ¿Por qué? La identificación que mostraron al desear (y luego consumir) el fruto del árbol que les estaba vedado, se relacionaba con los aspectos exteriores y superficiales del fruto: su sabor, su apariencia, su belleza. La pasión del cuerpo por la apariencia exterior del fruto ejerció el dominio sobre la persona, relegando a segundo lugar la esencia Di-vina de las cosas. El cuerpo humano comenzó a sentir vergüenza por ocupar un rol que no le

correspondía. Desde ese momento, la ley de Tzniut (recato) se convertiría en fuente de protección del espíritu, de lo esencial y de lo íntimo en el ser humano. Obviamente, esta clase de pensamiento choca con la manera de conducirse del siglo XX, que busca a toda costa la publicidad y la ostentación de las cosas a todo nivel. Para la sociedad mediocre de nuestro entorno, las cosas sólo existen si todos están enterados de ellas. De allí, la fiebre por la publicidad, el "tener que figurar", etc. Tzniut no se reduce a la vestimenta de las mujeres, aun cuando más adelante podamos explicar el porqué de la importancia que tiene en el judaísmo el estilo de la ropa que se usa. Los Sabios nos enseñan que el pueblo de Israel se compara con una paloma, pues "tal como la paloma es modesta, así también el pueblo de Israel es modesto" (o debiera serlo). "te ha dicho qué es lo bueno y que es lo que D"s espera de ti, sino actuar con justicia, amar la bondad y caminar con modestia frente al Todopoderoso" (Mijá 6:8). En todas estas citas encontramos que la cualidad del recato no se reduce a las mujeres. ¿A cuáles instancias se refiere el último versículo? "A no llorar en exceso en el caso de un funeral, ni a convertirse en centro de atención al atender un casamiento" (Talmud Makot 24a). En ambos casos, la ostentación quita la atención de la gente de aquello que es lo esencial: sentir la pérdida en el funeral, y alegrar a los novios en el casamiento. La ley de Tzniut, entonces, nos llama reforzar los aspectos íntimos y espirituales de nuestra personalidad, poniendo énfasis en nuestro alma que fue diseñada "a imagen Di-vina". Cuando el versículo señala "caminar con modestia frente al Todopoderoso", nos advierte que nuestra vida espiritual, a su vez, debe ser protegida de la ostentación. No debemos vanagloriarnos públicamente por las buenas acciones que hacemos. (En la Halajá, está establecido que ciertas actitudes relacionadas con algunos preceptos deben ser discretas "mishum iehura", mostrar orgullo falso). Muchos momentos históricos del Tana"j ocurrieron fuera de la vista de quienes no debían verlos. La pelea de Ia'acov con el ángel sucedió precisamente "cuando Ia'acov estaba solo". A su vez, Avraham se alejó de sus sirvientes para seguir solo con Itzjak y cometer el mayor acto de amor a D"s en la Akedat Itzjak. "Nadie estaba en la casa" cuando la esposa de Potifar intentó seducir a Iosef y éste demostró su solidez moral al no sucumbir ante ella. "Ninguna persona" debe estar presente al momento de ingresar el Sumo Sacerdote en "Kodesh HaKodashim" (máximo santuario) en Iom Kippur. (R. Isochor Frand). No nos sorprendamos que los actos de grandeza ocurran fuera de la vista de la gente, pues la búsqueda desesperada de la gente por reconocimiento por parte de sus congéneres va, habitualmente, en desmedro proporcional de la aprobación Di-vina. Quien observa el diseño de la construcción del santuario, verá que desde el frente tiene aspecto de "un velo tal como una novia recatada..." (Rash"i). El sector cubierto del santuario está cubierto con tejidos que poseen hermosos diseños producidos con una artesanía especial (Ma'asé joshev). Estos se pueden observar únicamente desde el

interior, pues desde afuera estaban cubiertos con telas de pelo de cabra. ¿No era una lástima que la gente no pudiera observar la belleza del tejido? No para la Torá. No todo debe ser publicitado. Se cuenta del Rabí Ysrael de Ruzhin, uno de los grandes rabinos jasídicos del siglo pasado que conducía una corte con toda la pompa digna del cargo que tenía. Todo lo que había en su alrededor era opulencia y magnificencia. Su corte era un verdadero palacio. Su carruaje poseía las ornamentaciones que eran la exclusividad de los reyes de la época. Su "kápete" tenía un diseño tan perfecto que se podía llegar a pensar que los gusanos de seda lo habían tejido sobre él. No obstante, lo que más relucía eran sus botas, que eran la envidia hasta de los propios duques y príncipes del país. Se hablaba del Rebbe con reverencia pues realmente se le podía atribuir la propia monarquía. Un detalle de toda aquella majestuosidad, sin embargo, lo sabía únicamente el Rebbe mismo y nadie más. Aquellas hermosas botas no poseían suelas, y cuando el Rebbe caminaba sobre las carreteras de tierra y piedras (que en esos tiempos no estaban aún asfaltadas), sentía lo mismo que cualquiera de los judíos pobres que no poseía siquiera un par de zapatos... Nos quedó aún el tema de la razón por la cual hay un mayor énfasis en la vestimenta de la mujer, como así también las tantas aplicaciones prácticas que tienen para las leyes del Tzniut. Quedará para la semana que viene. Daniel Oppenheimer Segundo comentario - El Rostro de un Niño Y harás un kaporet de oro puro... y dos keruvím ("querubines") de oro... en los dos extremos del kaporet... Y pondrás el kaporet arriba, encima del arca; y en el arca pondrás el Testimonio que Yo te daré. Y Me encontraré contigo allí; hablaré contigo todo lo que te ordenaré respecto de los Hijos de Israel desde arriba del kaporet, de entre los dos keruvím que están sobre el Arca del Testimonio... -- Exodo 25:17-22 Como resultado de la revelación Divina en Sinaí, Di-s ordenó que se construyera un Santuario para servir de "Tienda de Reunión", un punto de contacto permanente entre El y Su pueblo. En el corazón del Santuario, en su cámara más íntima, se alzaba el arca que alojaba el "Testimonio", las dos cuadradas tablas de piedra sobre las que estaban escritos los Diez Mandamientos por mano de Di-s. El arca (con forma de caja y abierta en su lateral superior) estaba cubierta por el kaporet, una plancha de oro macizo, del que se alzaban los dos keruvím alados, cincelados de la misma pieza de oro. Cuando Di-s hablaba a Moshé, éste oía la voz Divina surgiendo de entre los dos keruvím. El Testimonio alojado por el arca era la esencia de la comunicación Divina al hombre, pues los Diez Mandamientos encapsulan la Torá por entero.

Más tarde, el arca contuvo también el Rollo de la Torá escrito por Moshé, que encarna una interpretación más detallada de las leyes implícitas en los Diez Mandamientos. De modo que el arca era el contenedor de la Torá, el vehículo de la sabiduría y voluntad Divina. Sin embargo, la voz Divina no emanaba del arca, sino del espacio "encima del kaporet, entre los dos keruvím". ¿Cuál era la importancia del kaporet? ¿Qué eran los keruvím y qué representaban? ¿Y por qué marcan estos el punto de contacto entre Di-s y el hombre? Dos Comentaristas Los principales lugares entre los comentarios compuestos por nuestros Sabios sobre la Torá los ocupan Rashi (Rabí Shlomó Itzjaki, 1040-1105) y Najmánides (Rabí Moshé ben Najmán, 1194- 1270). Rashi define su objetivo declarando que "Sólo vengo a explicar el significado simple del versículo"[1]; de hecho, el comentario de Rashi ha sido aceptado universalmente como la más básica herramienta para comprender la Torá y sirve como referencia primaria para el niño de escuela y el erudito por igual. Por otra parte, Najmánides, un renombrado místico y cabalista, frecuentemente pone al descubierto un "más profundo" estrato de significatividad en las palabras de la Torá, exponiendo a sus estudiantes a "cosas deliciosas, para aquellos que conocen y comprenden la sabiduría oculta [de la Torá]"[2]. Rashi y Najmánides frecuentemente difieren en su interpretación de un versículo o palabra particular. Un ejemplo de estas diferencias lo constituye sus divergentes concepciones del kaporet y los keruvím. Rashi considera el arca y el kaporet como dos objetos diferentes. El Santuario contuvo diversos "elementos", cada cual con una función específica (por ejemplo, la menorá, los altares, etc.); según Rashi, el arca y el kaporet son dos elementos diferentes, sólo que el lugar asignado al kaporet es encima del arca[3]. Najmánides, por otra parte, considera el kaporet como la cobertura del arca (de hecho, la palabra kaporet significa "cobertura"), como un componente del arca misma, más bien que otro de los enseres del Santuario. [Así, el mismísimo versículo implica cosas diferentes para los dos comentaristas. En Exodo 25:16, después de instruir a Moshé acerca del diseño del arca propiamente dicha -antes de decirle cómo hacer el kaporet- Di-s ordena: "Pondrás el Testimonio en el arca". Luego, en el versículo 21, después de describir al kaporet, nuevamente leemos: "Y en el arca pondrás el Testimonio que Yo te daré". ¿Por qué repite la Torá lo mismo que ya dijo antes?

Según Rashi, la repetición viene a enfatizar que las tablas han de ser colocadas en el arca antes de ser cubierta por el kaporet. "Ponlo en el arca", dice la Torá, en el arca tal como se alza sola, antes de que el kaporet sea puesto sobre ella. Según Najmánides, la repetición viene a enfatizar exactamente lo opuesto: que el Testimonio debe colocarse en el arca después de haber sido cubierta con el kaporet. En otras palabras, Rashi y Najmánides, ambos, comprenden la repetición del versículo como sirviendo para enfatizar que las tablas deben colocarse en el arca. ¿Pero qué es exactamente el arca? Según Rashi, el kaporet no es parte del arca propiamente dicha, sino otro componente, diferente, del Santuario (aunque obviamente relacionado con el arca, como lo evidencia el hecho de que deberá ser colocado encima del arca). De modo que el versículo nos dice que las tablas deben colocarse en el arca tal como es por sí misma, sin la adición del kaporet. Najmánides, por otra parte, considera el kaporet parte integral del arca. De modo que el versículo viene a decirnos que coloquemos las tablas en el arca completa, no en un arca carente de su cobertura. Además de la pregunta de cuándo colocar las tablas en el arca, hay una serie de otras cuestiones halájicas que se relacionan con la pregunta de si el kaporet es parte del arca o un "elemento" del Santuario en mérito propio[4]. Otra diferencia entre las interpretaciones de Rashi y Najmánides concierne a la forma de los keruvím. Según Rashi, éstas eran dos figuras aladas, cada una con el rostro de un niño (un muchacho y una muchacha)[5]. Najmánides es de la opinión que estos eran una representación de las figuras celestiales contempladas por el profeta Iejezkel en su visión de la Divina "Carroza"[6]. ¿Angel o Niño? "La Torá tiene setenta caras"[7], dicen nuestros Sabios, pues la verdad Divina reverbera en cada nivel de la realidad y en cada dimensión de la mente. Las diferencias entre las ópticas de Rashi y Najmánides en cuanto al kaporet y los keruvím reflejan las diferentes caras de la Torá que sus respectivos comentarios exponen. Hablando desde la perspectiva de "aquellos que conocen y comprenden la sabiduría oculta", Najmánides ve la Torá como la esencia del nexo entre Di-s y Su pueblo. En las palabras del Zohar: "Hay tres nudos[8] que están ligados uno al otro: Di-s, la Torá, e Israel... El pueblo de Israel está ligado a la Torá, y la Torá está ligada a Di-s"[9].

Di-s invistió Su sabiduría en la Torá y Su voluntad en sus mandamientos; el judío estudia la Torá e implementa sus mandamientos en su vida diaria; así, el judío está ligado a Di-s. Según Najmánides, la presencia Divina en la "Tienda de Reunión" irradiaba desde el arca, el contenedor de la Torá. La voz Divina surgía de "encima del kaporet, entre los dos keruvím", siendo todos componentes del arca. Los keruvím tenían la forma de los seres celestiales descriptos en la visión de Iejezkel, que contiene las percepciones más profundas de la naturaleza de lo Divino percibida por el hombre. Pues la substancia de la relación entre el hombre y Di-s es revelación Divina: la revelación de Su sabiduría y voluntad por medio de la Torá, que logra su más excelsa e intensa forma en la mística "sabiduría oculta" representada por los keruvím. Rashi, por otra parte, interpreta el "significado simple del versículo". Frecuentemente, esto es erróneamente percibido como el estrato de significado más literal y superficial de la Torá. Pero simple no es superficial. Por el contrario, el significado simple del versículo es su significado más profundo, más elemental. Es la raíz de la cual derivan todos los demás significados y niveles de comprensión. Es la esencia del versículo, de la que los demás no son sino expresiones y facetas particulares. La concepción de Rashi acerca del arca y el kaporet refleja la verdad de que nuestra relación con Di-s a través de la Torá no es sino la concreción de un nexo intrínseco más profundo que existe ya antes entre nosotros; que el kaporet no es parte del arca, sino otra cosa, algo más elevado. Que, en última instancia, la presencia Divina en la "Tienda de Reunión" no deriva de la Torá, sino de los keruvím con rostro de niño que revolotean encima de éste. "Pues Israel es un niño, y Yo lo amo"[10], proclama el Profeta. En el más profundo y básico nivel, Di-s ama al judío no por su sabiduría o devoción, sino por su infantilidad. El nos ama porque, como lo expresó el Baal Shem Tov[11], "la simplicidad del judío simple es de la misma pieza que la esencia simple de Di-s". El nos ama porque somos la extensión de Su ser esencial, tal como un niño es la extensión del ser esencial de su padre[12]. Basado en Likutéi Sijot, Vol. XXVI, págs. 175-182 Notas: 1. Rashi sobre Génesis 3:8; ibíd., vers. 24, y en otros lugares. 2. Introducción de Najmánides a su comentario sobre el Libro de Génesis. 3. Comp. con Tzafnat Paanéaj a Exodo 25:17 (basado en Talmud, Sucá 5a, y Torat Kohaním 1:11): "No era simplemente una cubierta (del arca) sino una entidad independiente; sólo que debía colocarse sobre el arca". 4. Véase Tzafnat Paanéaj sobre Exodo 37:6; Likutéi Sijot, Vol. XXVI, pág. 176. 5. Rashi, Exodo 25:18. 6. Comentario de Najmánides sobre el vers. 21; véase Iejezkel 10. 7. Otiot deRabí Akivá. Comp. con Talmud, Sanhedrín 34a; Midrash Rabá, Números 14:12; Zohar I, 47b; y en otros lugares. 8. Kishrín, en arameo. Tal es la versión de este pasaje del Zohar según es citado en las enseñanzas del jasidismo (la versión estándar dice "hay tres niveles..."). Véase la Nota 12, más adelante. 9. Zohar III, 73a.

10. Hoshéa 11:1; véase Baal HaTurím sobre Exodo 25:18. 11. Rabí Israel Baal Shem Tov (1698-1760), fundador del jasidismo. 12. Véase Taná deBéi Eliahu Rabá, capítulo 14: "Dos cosas precedieron la creación de Di-s del mundo: La Torá e Israel. Sin embargo, no sé qué precedió a qué. Pero cuando la Torá declara 'Habla a los Hijos de Israel...', 'Ordena a los Hijos de Israel...', etc., sé que Israel precedió a todo". También se alude a este concepto en el pasaje zohárico citado arriba, que habla de "tres nudos que están ligados uno al otro". Pero si la Torá es el nexo entre Di-s e Israel, lo que tenemos entonces son tres entidades (Di-s, la Torá e Israel) vinculadas por medio de dos nudos (la conexión de Israel con la Torá y la conexión de la Torá con el Omnipotente). ¿Qué son los "tres nudos" de los que habla el Zohar? Es que la conexión de Israel con Di-s por medio de la Torá deriva de una conexión más profunda: la conexión "directa" entre Di-s y Su pueblo que la Torá viene a revelar. En este nivel, la involucración en la Torá por parte de Israel es lo que conecta la Torá con el Omnipotente, lo que Le hace extender Su ser infinito y totalmente indefinible a un medio de "sabiduría Divina" y "Voluntad Divina". En este nivel, no es el judío quien requiere de la Torá a fin de ser uno con Di-s, sino es la Torá la que requiere que el judío evoque el deseo de Di-s de proyectarse a Sí mismo por medio de la Torá. Así, tenemos tres "nudos" interconectados: La conexión de Di-s con Israel, la conexión de Di-s con la Torá, y la conexión de Israel con la Torá. En el nivel experiencial, la Torá es el nexo entre Di-s e Israel; en la esencia, Israel es el nexo entre Di-s y la Torá.

Segundo comentario - Carita de niñó Observando el comportamiento del Pueblo Judio en los primeros meses luego de su liberacion de Egipto, uno no puede menos que impresionarse por la enorme paciencia y el amor que D-s demuestra hacia Su pueblo Israel, a quien llama "Mi tesoro mas amado de entre todos los pueblos... un reino de sacerdotes y una nacion sagrada" (Shemot/Exodo 19:5-6). Sin embargo, en su travesia por el desierto, una y otra vez se queja el pueblo por diferentes razones y Lo desafia. Como es posible entender el aparentemente ciego amor de Hashem por Su pueblo? Entre las detalladas ordenes para la construccion del Mishkan (el Santuario transportable que acompanio al pueblo en el desierto, reemplazado en la tierra de Israel por el Templo de Jerusalem), Moises es instruido para que sean tallados dos ´kerubim´ que emerjan de la tapa de oro del Arca, y seria a traves de estas dos figuras de donde la Voz Divina provendria cuando Hashem se comunicara en el futuro con Moises (o con el Sumo Sacerdote en el Templo). Explica el Talmud que uno de los kerubim tenia el rostro de una niña y el otro el de un niño. La pregunta es casi obligada: por que en tan sagrado lugar, encontramos estas doradas criaturas con carita de niños? Quizas esto pueda ser respondido asi:A traves de la literatura talmudica y midrashica, nuestros Sabios son mencionados como talmide jajamim, literalmente "alumnos de los sabios". Aun los mas grandes rabinos y dirigentes son identificados de esta forma, como alumnos. Por que no son simplemente llamados Jajamim, sabios? La respuesta es que su grandeza reside no solo en su poder intelectual y en su caracter puro. Un significativo aspecto de su erudicion es que a sus propios ojos, no importa cuan alto han llegado, ellos siempre se ven a si mismos como alumnos, como estudiantes que continuamente buscan crecer.

El Gaon de Vilna, el brillante sabio de la Tora (Lituania, siglo XVIII), señala que los seres humanos son identificados por los Profetas como "holjim", los que continuamente caminan y avanzan. El constante crecimiento en lo espiritual y su esfuerzo, es lo que caracteriza y define a los seres humanos de mas alto nivel. Tal como alguien que esta tratando de subir en una escalera mecanica que baja, si se queda parado en un lugar, inevitablemente se encontrara a si mismo en el piso inferior, asi tambien la unica esperanza para un verdadero exito y para el cumplimiento de nuestra mision como humanos, es el continuo y dedicado esfuerzo de progresar, de avanzar hacia arriba. El deseo de crecer continuamente, se manifiesta mas claramente en los niños. Los niños pequeños reconocen que ellos no lo saben todo y que dependen de otros. Un niño tiene el ardiente deseo de crecer y de transformarse en alguien grande, de liberar su vasto potencial. La Tora nos esta enseñando que el estudiante que desea siempre aprender mas y mas, y mejorar, es muy querido por Hashem, y es por eso que los kerubim con rostros infantiles estan ubicados en la parte mas sagrada del Mishkan. Los hijos de Israel son llamados hijos de Hashem: "Cuando Israel era pequenio Yo lo amaba, y desde Egipto He estado llamando a Mi hijo" (Hoshea 11:1). Aun cuando el pueblo judio mostro a veces falta de fe, Hashem continuamente lo perdono y lo nutrio, demostrando Su tremendo amor por Su nacion, pues El sabia que eventualmente crecerian para transformarse en grandes personas. Un padre puede perdonar a su hijo mil veces por cometer errores, pues se da cuenta de que a medida que pase el tiempo, el ninio crecera, corregira sus faltas y aprendera el camino correcto. Mientras que al partirse el mar Rojo fue Moises quien inicio la Cancion de alabanza a Hashem "Y entonces canto Moises" (Exodo 15:1), casi cuarenta años despues es la madura nacion judia quien comienza la cancion de alabanza por el milagroso pozo de agua "Y entonces canto Israel" (Bamidbar/Numeros 21:17). El maximo Padre y Educador tuvo la vision y la paciencia de esperar mientras Su amado hijo se desarrollaba y maduraba, enseñandonos al mismo tiempo que la mayor fuente de meritos la constituye nuestra constante aspiracion por crecer. (basado en escritos del Rab Meir Rubman Z´L - Michael Alterman) Éxodo 25:1 - 27:19 "Buscando el Número Uno" Así como una antorcha no disminuye a pesar de que encienda un millón de velas, así también quien dé caridad para una buena causa no perderá" Midrash, Éxodo Rabá 31 Hoy en día las personas realmente hacen autosacrificios. Algunas se sacrifican por una causa, algunas por dinero, algunas por una carrera, otras por relaciones interpersonales. Pero, ¿cómo es que nadie se sacrifica por él mismo?!

Uno de los conceptos básicos de la filosofía judía es que lo que sea que escojamos hacer en la vida, debe ser porque queremos hacerlo. D'os le dice a Abraham "vete para ti" (Génesis 12:1). D'os le dice a Abraham "vete sólo si tú verdaderamente crees que es lo correcto para ti". Los deseos de la persona no deben ser contradictorios a los de D'os! El Camino Que Eliges Seguir un camino porque es el que nosotros queremos seguir suena más fácil de lo que realmente es. Nosotros podemos incluso pensar que lo estamos haciendo. Pero si observamos más de cerca, veremos cuán difícil es realmente vivir una vida libre de presiones externas. Estas presiones e influencias pueden tomar muchas formas. Por ejemplo: los padres que tienen una imagen definida de lo que sus hijos deberían ser. O la presión social para adaptarnos a las normas y ser aceptados. También hay presión que nosotros nos ponemos a nosotros mismos: nuestros propios deseos pueden empujarnos a hacer acciones que no fueron bien pensadas - y de las cuales eventualmente nos arrepentimos. La vida no se vive en un vacío. Cuando nosotros fracasamos en definir la dirección en la cual queremos ir, otras personas llenarán el vacío y dirigirán así sus vidas. (Esta es una de las bases del capitalismo!). Si nosotros no decidimos lo que queremos, otro lo hará. El mundo no está esperando que nosotros decidamos quiénes queremos ser. Ya está decidido. Pues si tú no averiguas qué clase de vida quieres, entonces vivirás la vida de la elección de otro. D'os le dijo a Abraham que para lograr integridad, el ser humano tiene que tomar sus propias decisiones. Lo que sea que hagas, hazlo porque tú quieres. No dejes a tu familia, a la sociedad, o a otros deseos tuyos, decirte lo que hacer. Hazlo porque quieres, no porque otros te querrán, te dirán qué bueno eres, o incluso porque tus deseos te dirán cuán feliz serás. Los Deseos No Son Nuestros ¿Cómo es que nuestros deseos no son nuestros? Imagina que son las 5 de la mañana y tienes que levantarte para ir a trabajar. Está oscuro, frío y lluvioso. La calefacción en tu departamento aún no está funcionando. Tus zapatos están del otro lado de la habitación y tendrás que caminar descalzo sobre el piso congelado. El único lugar cálido es bajo las frazadas… en donde estás en este preciso momento. La siguiente discusión toma lugar entre "tu deseo" y "tú": "Quédate en la cama, te lo mereces" - dicen tus deseos. "No, yo tengo una cita importante esta mañana, debo levantarme!" - tú contestas. "Nadie va a trabajar en un día frío como este; tú serás el único en la oficina". "Pero nunca seré exitoso si me quedo durmiendo!". ¿Qué haces? ¿A quién escuchas? A veces es incluso confuso determinar quién es quién! El deseo frecuentemente no se identifica a sí mismo, de hecho, casi siempre dice que es tu "yo real"! Tú decides quedarte en la cama. Tú piensas que si pondrías un pie fuera de la cama, sobre el piso, el frío extremo te congelará los pies y te enfermarás de neumonía. Serás encontrado varias semanas después, muerto y congelado. Incluso si estarás haciendo un gran sacrificio, salvarás así tu vida y te quedarás en la cama.

Tú llamas a la oficina y les dices que te has quedado en casa por una amenaza de neumonía. Unas horas más tarde, tú te levantas, comes algo, lees el diario…y comienzas a pensar otra vez sobre tu decisión. Ahora la realidad golpea: tú te has quedado en la cama por el clima! En diez minutos te hubieses calentado. En lugar de eso perdiste todo el día! Es fácil dejar que tus deseos te digan lo que hacer. Y hay cientos de ejemplos como estos que ocurren todo el tiempo. Tú debes vivir acorde a lo que tú quieres y no acorde a tus deseos. Cualquier cosa menos que eso es masoquismo. Una Aparente Contradicción "Caridad es un árbol de vida" Zohar, Behar 111a En las primeras oraciones de la parashá de esta semana, se nos ordena algo que parece contradecir este concepto judío de egoísmo. La parashá comienza: "Habla al pueblo judío y que ellos tomen para Mí una ofrenda" (25:2). Así como Abraham fue ordenado "vete para ti", ¿la Torá no debería haber escrito "tomen para ustedes"? Aún más, ¿por qué dice "tomen para Mí una ofrenda"? No decimos generalmente "dar" a otro? La Torá nos está enseñando algo muy profundo: cuando nosotros damos a alguien, estamos realmente "tomando" para nosotros. El dador se beneficia del hecho de dar, mucho más de lo que se beneficia el receptor! Esto tiene sentido. Cuando nosotros compramos algo en un negocio, nosotros no vemos la transacción como una pérdida, sino como que ganamos algo de valor. El dinero que dimos era necesario sacrificarlo para obtener el artículo deseado. Dar a las personas es exactamente lo mismo que comprar algo para nosotros mismos. Cuando nosotros damos, nosotros estamos "comprando" la oportunidad de ayudar a otra persona. Dar tiene un precio, y el dador está dispuesto a pagarlo a cambio de algo valioso. Lo que él dio no es tan placentero como lo que el recibió (el placer de dar). En verdad, la analogía no es exacta. Por ejemplo: cuando nosotros compramos un lápiz, el costo es generalmente equivalente a su valor. Pero cuando nosotros compramos flores a alguien, o ayudamos a un pobre, o apoyamos una buena causa, lo que recibimos es mucho más que el precio. Aquel que da obtiene mucho más que aquel que recibe. Este es el significado del versículo en nuestra parashá: "Tomen para (ustedes al darme a) Mí". Cuando el Rey Munbaz distribuyó caridad de todas sus riquezas, sus enojados familiares le pidieron explicaciones. Él respondió: "Mis padres acumularon en la tierra, yo acumulo en el Cielo. Mis padres acumularon en un lugar donde la mano puede llegar a robar, yo acumulo en un lugar donde ninguna mano puede llegar a robar. Mis padres acumularon una cosa que no da frutos, yo acumulo una cosa que sí da frutos. Mis padres acumularon un tesoro de ganancias monetarias, yo acumulo un tesoro de ganancias espirituales. Mis padres acumularon para otros, yo acumulo para mí. Mis padres acumularon en este mundo, yo acumulo en el mundo venidero. Talmud Babá Batrá 11a El Egoísmo Más Grande

Si todo lo que hacemos en la vida debe ser para nosotros, ¿cuál es el egoísmo más grande? Hacer algo que nos brinda el más grande significado. ¿Por qué las personas trabajan tan duro por fines que nunca llegan? ¿Por qué las personas no viven para el presente? ¿Por qué todos ahorran para cuando se retiren, esperando que lleguen los "años de oro"? Nosotros trabajamos duro en nuestros trabajos para una meta futura, y cuando la alcanzamos, emprendemos otras metas. Algunos pocos se detienen y dicen: "Bueno, yo he logrado mi cometido, ahora voy a vivir!". Una gran cantidad de personas tienen el pensamiento de que si ellos fueran ricos, o si ellos tendrían el título, o si ellos conseguirían el gran trabajo, etc. ellos dejarían de vivir repentinamente en ese momento. La mayoría de nosotros cree que hay "algo" que si alguna vez ocurriera, nosotros dejaríamos de vivir para el futuro y comenzaríamos a vivir para hoy. Puede ser ganar la lotería, casarse, tener hijos, o lo que sea. Quizás, estamos obsesionados en encontrar metas para las cuales vivir - y así no vamos a tener que pensar en disfrutar la vida hoy! El dolor y el esfuerzo de intentar disfrutar la vida ahora, es demasiado difícil! Rab Jana bar Jamila contrató a 60 panaderos durante el día y a 60 panaderos durante la noche, para proveer de pan a los pobres. Él siempre tenía su mano en el bolsillo, pues él decía: "para que la persona pobre no se avergüence mientras yo busco torpemente el dinero". Cuatro entradas estaban abiertas en casa hacia los cuatro puntos cardinales, y cualquiera que entraba hambriento salía saciado. Y en los años de sequía, él ponía trigo y cebada afuera de su casa para que aquellos que se avergonzaban durante el día, puedan ir y tomarlo en la noche. Talmud Berajot 58a Preguntas para Reflexionar #1: Nombra tres cosas que has hecho esta semana que fueron motivadas por tus "deseos". Nombra tres cosas que has hecho porque tú quisiste hacerlas. #2: Haz tres cosas este mes que sean más generosas de lo que tú normalmente acostumbras hacer. Al final del mes mira hacia atrás y observa quién ganó más, tú o el receptor. #3: Todos los días de la próxima semana, da algo a una persona distinta. Al final de la semana, mira hacia atrás y observa cómo eso afectó tu animosidad. #4: ¿Qué has hecho hoy que te ha dado placer inmediato? Copyright © 1995 - 2001 Esh HaTora, P.O. BOX 14149 Jerusalem, Israel www.judaismohoy.com

Shabat Teruma Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Hay un comun denominador en los tres objetos claves que se colocan visiblemente en el Mishkan (Tabernaculo). El Aron Kodesh, que contiene las Tablas de la Ley ( conocido como Los Diez Mandamientos); el Mizbeach HaZahav (el Altar de Oro para el Incienso); y el shuljan (la mesa). El comun denominador es que a todos se los adorna con un "zahav zair", una corona de oro que rodea al objeto por completo. Primero se les ordeno a los judios hacer un Arca. "Lo cubriran con oro puro, por dentro y por fuera, y haran una corona de oro a su alrededor" (Exodo: 25 11). Luego se les ordena construir un altar dorado para ofrecer el incienso, donde tambien deben hacer una corona a su alrededor. En referencia a ese altar, la Tora dice: "Lo cubriran con oro puro, su techo y sus paredes y por todas partes, y lo cubriran con una de corona oro por todas partes (Exodo 30:3). Pero cuando son ordenados hacer el shuljan, la mesa que contiene el lechem hapanim (Mesa del Pan de la Proposicion), la orden de hacer una corona toma un significado diferente. La Tora define a esta corona como “guarda o proteccion” mas que una corona. Dice el versiculo: "Haran una mesa de madera de acacia, de dos codos su longitud, de un codo su anchura, y de un codo y medio su altura. La cubriran con oro puro, y pondran una corona en su alrededor." Pero en este ultimo objeto, usa una palabra que personifica la funcion de la corona: haran una frontera a su alrededor, haran una corona de oro para protegerlo por todas partes" (Exodo 25:25). La corona mas que un ornamento es una valla de contencion, que personifica a las Tablas. ¿Por que la corona del shuljan es diferente a la corona que adorna al arca y el altar? ¿Por que necesita el shuljan una corona que sirva de proteccion, de defensa y no las otras? El Rebbe Dovid de Lelov, un alumno del Maestro de Lublin, cierta vez fue a Zelin a visitar a su amigo, el Rab Dovid de Zelin. Al oir que el Rebbe de Lelov lo iba a visitar, el Rab Dovid de Zelin imploro a su esposa que horneara algo especial. La pobreza de la pareja era muy grande... la pobre mujer apenas tuvo harina y aceite para hacer algunas pocas galletas. ¡Apenas probo estas modestas galletas, el Rebbe exclamo: "Estos bizcochos son sinceramente excepcionales!" Pensando que lo habia dicho por compromiso, la esposa tomo los cumplidos como una apreciacion a su esfuerzo. Pero semanas mas tarde, ella se encontro con la esposa del Rebbe de Zelin. "Me tiene que contar como hizo esas galletas que sirvio a mi esposo. ¡Jamas en mi vida le he oido que alabar alimentos, pero debo decirle que no paro de alabar las galletas que comio en su hogar!" La respuesta de la mujer fue muy sincera: "No habia ninguna receta. Cuando yo oi que el Tzadik de Lelov venia a mi casa, me di cuenta que no tenia nada para servirle. Hashem sabe que si tuvieramos los medios, hubieramos hecho un banquete. Pero la verdad es que no tenemos los medios... Por eso le pedi a Hashem que concediera Su bondad y le otorgue el sabor del Gan Eden (paraiso) a las galletas" "Sus oraciones fueron contestadas", le dijo la esposa del Rebbe de Lelov. ¡ "Mi esposo me dijo que esas galletas tenian el sabor del Gan Eden!" La Tora nos dice que el Arca, que representa la Tora, debe tener una corona. Cuando uno estudia Tora, crea una corona que rodea el Arca. El Altar, que representa el servicio de Hashem, tiene tambien una corona. Los que sirven a Hashem son merecedores de una Corona: la Corona de la Avodah (servicio a D-s). Pero cuando vemos la corona de del shuljan , de la mesa, cuando bajamos al plano terrenal, a las cuestiones mundanas de la vida

cotidiana, la corona sirve de un proposito diferente: la corona es la necesaria proteccion de los peligros que nos rodean y puede transformar una simple mesa en un Shuljan Santo! Cuando analizamos las cosas de todos los dias, es nuestro deber poner esa corona de kedusha (santidad), esa defensa que nos rodea y nos guarda de los riesgos que nos rodean. Si logramos poner esa valla de proteccion y contencion, estaremos poniendo un aura de espiritualidad en nuestras vidas que podran transformar nuestras mas sencillas y mundanas galletas en el mas delicioso y sagrado banquete. La corona del Shuljan es mucho mas que un adorno: la Tora lo llama un “misgeret’, una valla que nos protege y nos coloca dentro de las fronteras de la corona del Todopoderoso. Que Hashem nos permita poner esa valla que corone nuestras vidas con kedusha para poder servirlo estudioando Su Tora. Shabat Shalom

Resumen de la Parashá Tetzavé Aharón y sus hijos, Nadav, Avihú, Elazar e Itamar, fueron elegidos para actuar como cohanim (sacerdotes). Una de sus tareas era de mantener la menorá continuamente encendida en el Santuario. El aceite para las lámparas era facilitado por los miembros de la comunidad en general. Mientras oficiaban en el Santuario, los cohanim debían usar vestimentas especiales. Aharón, como Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), debía vestirse con ropas especialmente distintivas, confeccionadas por hábiles artesanos. La investidura de Aharón y la de sus hijos fue confirmada por una cantidad de actos simbólicos. Aharón fue presentado con sus vestimentas por Moshé, y ungido con aceite. A esto siguió la investidura de los otros cohanim. Varios sacrificios fueron llevados al Santuario, puestos en las manos de los sacerdotes, agitados ante el altar y finalmente quemados para simbolizar el derecho de los cohanim a ofrecer sacrificios. Estos ritos repetidos diariamente durante siete días. Entre otras obligaciones, los sacerdotes tenían la de de traer diarimente una ofrenda quemada de un cordero, en la mañana y al anochecer, en nombre de toda la comunidad judía. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda) COMPRE

Tetzavé "Y tú ordenarás a los hijos de Israel" (27:20) PREGUNTA: ¿Por qué el nombre de Moshé no es mencionado en Parshat Tetzavé?

RESPUESTA: Moshé murió el séptimo día del mes de Adar, que usualmente cae durante la semana en que se lee Parshat Tetzavé. Dado que su deceso tuvo lugar durante esta semana, su nombre no es mencionado. Aún en un año bisiesto (de trece meses lunares), el Maguen Abraham (580:8) dice que aquellos que ayunan el siete de Adar deben ayunar en el primer Adar porque hay opiniones que dicen que el año en que murió Moshé fue un año bisiesto y que él murió en el primer Adar. De acuerdo con Rabí Janina Bar Papa, Moshé nació en un año bisiesto en el primer Adar (Sotá 13 b). Por ello, dado que su nacimiento y su muerte ocurrieron exactamente el mismo día, podemos concluir que murió en el primer mes de Adar. Alternativamente, cuando Hashem consideró aniquilar al pueblo judío por haber pecado con el becerro de oro, Moshé intercedió y dijo "Mejeini na misifreja asher katavta" --"Bórrame de Tu libro que has escrito" (32:32). Hashem respondió "Quienquiera haya pecado contra Mí lo borraré de Mi libro" y por ello no hubo razón para que Moshé fuera borrado. No obstante, un tzadik debe ser extremadamente cauteloso con cada palabra que pronuncia (ver Berajot 56 a). Alternativamente, cuando los judíos pecaron con el eguel (becerro de oro), Hashem contempló la posibilidad de no seguir acompañando a los Bnei Israel y le dijo a Moshé: "Hine malaji ielej lefaneja" --"Mi ángel irá delante de ustedes" (32:34). Hashem quería que el ángel Mijael guiara al pueblo judío junto con Moshé. Moshé se rehusó a aceptar al ángel Mijael e insistió que Hashem mismo acompañara al pueblo judío (Rashi 33:15). En Parshat Tetzavé hay 101 versículos y el siman (señal) para recordar esto es la palabra Mijael, que equivale numéricamente a 101. La Parshá en la que hay un remez (indicio) para Mijael no menciona el nombre de Moshé porque éste se rehusó a ir junto con Mijael. ***** "Aceite puro de oliva, prensado para iluminación" (27:20) PREGUNTA: Rashi explica que la primera gota de aceite prensada es la más fina, y ese aceite se usaba para encender la menorá. El aceite restante de la aceituna (que no era tan puro), era usado para menajot (ofrendas de alimentos) Normalmente uno usa el mejor aceite para cocinar y el más barato para quemar o iluminar. ¿Por qué en el Mishkan era al revés? RESPUESTA: La menorá es el prototipo de la espiritualidad. Representa Torá y mitzvot, como declara el Rey Shlomó, "Ner mitzvá veTorá or" --"Una luminaria es una mitzvá y la Torá es luz" (Proverbios 6:23). Un Korbán Minjá (sacrificio) es comido, y representa las necesidades materiales y físicas de una persona. Desgraciadamente hay personas que proclaman pobreza cuando tienen que gastar dinero para Torá y mitzvot, pero tienen abundancia de dinero cuando es para placeres personales. De la manera en que las cosas eran hechas en el Mishkan, podemos aprender las verdaderas prioridades. Para Torá y mitzvot uno debe gastar dinero y usar lo mejor y más puro. Para el placer personal, un judío debe practicar la restricción y aprender a conformarse con menos.

***** "Y tú pondrás en el pectoral los Urim y los Tumim" (28:30) PREGUNTA: ¿Qué eran los Urim y los Tumim y como operaban? RESPUESTA: Los Urim y los Tumim eran dos inscripciones del Nombre Divino. Cuando Moshé estaba en el cielo estudiando la Torá, Hashem le reveló el secreto de cómo hacer los Urim y los Tumim. Sólo Moshé, a quien el secreto le fuera revelado, podía hacerlos y ponerlos en el pliegue del pectoral. Por lo tanto, en ningún lugar está escrito que nadie haya contribuido en hacer los Urim y los Tumim o alguna instrucción a los trabajadores sobre como hacerlos. Sobre las 12 piedras del pectoral estaban escritos los nombres de las 12 tribus, los nombres de los patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov, y también las palabras (shivtei Ieshurún --tribus de Ieshurún (uno de los nombres dados al pueblo de Israel)). En cada piedra había seis letras, incluyendo el nombre de la tribu, por lo tanto, había 72 letras en total. Cuando se traía un interrogante ante el Cohen Gadol, él meditaba en el Santo Nombre de los Urim. Esto provocaba que las letras sobre las piedras del pectoral se iluminaran o resaltaran. Estas letras formaban la respuesta a la pregunta. Sin embargo, dado que no estaban especialmente ordenadas, nuevamente el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) tenía que meditar en el Santo Nombre de los Tumim y entonces se le daba Ruaj Hakodesh --inspiración Divina --un nivel de profecía menor que aquel llamado "nevua" para ordenar las letras apropiadamente y transmitir la respuesta correcta.

Tetzavé Estudiando algunos Midrashim El Mandamiento de que Aceite de Oliva Fuera Contribuído para la Menorá (Candelabro) y que ella fuera Encendida por los Kohaním Inmediatamente siguiendo las varias instrucciones concernientes a la construcción del Mishkán y sus santas vasijas, Hashem dio una nueva mitzvá. El mandó que aceite de oliva fuera donado para la menorá(candelabro). "Que los Benei Israel constantemente se ocupen ellos mismos con mitzvot," Hashem dijo, "para que ganen méritos." El le dijo a Moshé, "Tú personalmente serás el depositario y recibirás todas las contribuciones de aceite de oliva." Sólo aceite obtenido del primer prensado de una oliva era aceptable para la menorá. Estas primeras gotas eran perfectamente claras y sin sedimento. El aceite que era extraído de prensados más tardíos, el cual necesitaba molienda a fin de volverse claro, no era permitido para usarse en la menorá. Podía, no obstante, ser usado para las ofrendas minjá ¿Por qué Hashem seleccionó aceite de oliva para el encendido antes que cualquier otro tipo de aceite? K'lal Israel es comparada a una oliva, como el profeta Irmeiahu dijo (11:15), "Una oliva

fresca, una fruta de bella forma, Hashem ciertamente os nombró." ¿En qué manera es el pueblo judío similar a una oliva? - Al igual que el aceite de oliva es el más fino de todos los aceites, así es K'lal Israel la más santa de las naciones. - La oliva produce su precioso líquido sólo después de haber sido procesada por medio de aporreado y prensado. Similarmente, como resultado de haber sido desterrados de un lugar a otro por los gentiles, habiendo sido aporreados, atados, y torturados, los Benei Israel purifican sus corazones y retornan a Hashem. La esencia más íntima del judío es pura. Es sólo su ietzer hará (instinto malo) el que le impide servir a Hashem. Una vez que la cáscara exterior es removida por la presión externa, su verdadera naturaleza de kedushá ( santidad) se reafirma en ella misma. - Todos los líquidos, si son mezclados, combinan en una única mezcla. El aceite es una excepción, no se entremezcla sino permanece separado. Así K'lal Israel es la única nación en la historia la cual no fue devorada entre las naciones sino ha mantenido, y mantendrá por siempre, su identidad distintiva. - En la mezcolanza de varios líquidos, el aceite flota a lo más alto. Así, cuando el pueblo judío cumple la voluntad de Hashem, ellos se elevan por sobre las naciones. - Lo mismo que el aceite sirve para iluminar al mundo, así ciertamente la sabiduría que radiaba a través del Beit Hamikdash (Templo Sagrado de Ierushalaim) iluminaba el mundo entero. Los kohaním tenían que rellenar las lámparas de la menorá todos los días en hora vespertina. La cantidad de aceite necesario para que ellas ardieran hasta la mañana siguiente era calculado de acuerdo con la cantidad necesitada para durar en las largas noches de invierno. No obstante, aquella misma cantidad era usada todas las noches, aún en las cortas noches de verano, y , como resultado, algo del aceite sobraría en las mañanas de verano. Un milagro especial sucedía en conexión con una de las siete lámparas de la menorá, la Luz del Oeste (ner maaraví). No recibía más aceite que el resto de las lámparas, no obstante cuando el kohen llegaba para limpiar la menorá en la mañana, siempre la encontraba ardiendo. Al atardecer, él reencendería las otras lámparas con el fuego de la todavía ardiente Luz del Oeste. Algunos de nuestros jajamím (sabios) dicen que la Luz del Oeste tenía que ser encendida solamente una vez al año. Este milagro era una indicación de la presencia de la shejiná en K'lal Israel. Continuó hasta el fallecimiento de Shimón HaTzadik. Una vez sucedió que la cosecha de aceite de oliva en Eretz Israel fue pobre y sólo había una pequeña cantidad de aceite con la cual encender la menorá. Los kohaním lloraron (porque tomaron esto como una señal de desagrado Celestial). Durante el período de escasez de aceite, el milagro que usualmente ocurría sólo con respecto a la Luz del Oeste le sucedió a la menorá íntegra. A pesar de la insuficiente cantidad de aceite, la menorá ardió brillantemente por toda la noche. Hashem no ordenó que la menorá fuera encendida por Su bien, porque El no requiere la luz de mortales. Por el contrario, es El el que ilumina el universo entero.

Un hombre vidente y su amigo ciego una vez quisieron caminar a casa juntos. El hombre vidente le dijo a su amigo, "Deja que te sostenga y te conduzca para que arribes a casa a salvo." Cuando arribaron a la casa, se le ocurrió al hombre con vista que su amigo ciego ciertamente estaría deprimido ante el pensamiento de su desamparo. El por consiguiente pensó acerca de una idea para alegrarlo. "Por favor enciende la luz para mí," le solicitó a su amigo ciego. A pesar de que realmente no necesitaba el servicio del otro, lo solicitó por el bien de su amigo impedido. Similarmente, Hashem no necesita nuestra luz. El nos pidió encender la menorá para El a fin de concedernos méritos y para elevarnos a los ojos de las naciones. A modo de demostración de que Hashem no está necesitado de la luz de seres humanos, las ventanas del Beit Hamikdash fueron construídas en una verdaderamente inusual manera. Antes que ser anchas adentro y angostas en el exterior (para permitir a la luz entrar) aquellas ventanas fueron construidas angostas en el interior y más anchas hacia afuera. Esto demostró que del Beit Hamikdash, sale la luz hacia el mundo. La misma idea fue también simbolizada por el hecho de que la menorá no fue situada en el kodesh hakodashím, la "cámara privada" de Hashem. Más bien, Hashem ordenó que fuera puesta en el kodesh donde los Kohaním realizaban su servicio. Similarmente, el shulján (mesa) estaba en el kodesh y no en el kodesh hakodashím, demostrando que Hashem no necesita la comida de mortales. En nuestros días, nosotros estamos imposibilitados de donar aceite para la menorá del Beit Hamikdash. En cambio, es una mitzvá iluminar los Batei Kneset (Sinagogas) y Batei Midrash (Casas de Estudio de Torá). Hashem Ordená a Moshé Consagrar a los Kohaním con Especiales Bigdei Kehuná / Vestimentas Sacerdotales Hasta el Pecado del Becerro de Oro, los primogénitos solían realizar la avodá (servicio). Posteriormente, Hashem ordenó a Aharón y sus hijos realizar Su servicio en su lugar. El le ordenó a Moshé, "Cuando tú hayas completado el trabajo del Mishkán, sustrae a Aharón y sus hijos Nadav, Avihú, Elazar, e Itamar de entre los Benei Israel para volverse Mis kohaním." Moshé estaba apesadumbrado que ninguno de sus propios hijos hubiera sido elegido como un kohén. Hashem lo consoló, "¡Los hijos de tu hermano Aharón son como los tuyos propios!" Además, Hashem le dijo a Moshé, "Yo sé que consideras a Aharón indigno de convertirse un Kohén gadol puesto que él participó en la fabricación del Becerro de Oro.Yo sé que sus motivos fueron puros. Consintió a fin de detener a los judíos hasta que tú regresaras de la montaña." Al tiempo que el joven príncipe creció, se volvió engreído y deseó establecer su independencia. Decidió cavar un túnel secreto bajo el palacio de su padre, haciéndolo colapsar. Obtuvo una azada y una pala, y , cuando se creyó él mismo no observado, comenzó a trabajar. El tutor del príncipe, no obstante, era consciente de las actividades de su estudiante. El sabía que el príncipe ignoraría su mandamiento de detenerse. En vez, le dijo al príncipe, "Yo os observé y advertí que estáis haciendo un pobre trabajo. Nunca lograréis causar el colapso del palacio. ¡Mejor dejádme hacer la tarea por vos!" El príncipe le entregó la azada. En aquel momento, ellos fueron sorprendidos por los

soldados del rey y puestos bajo arresto. El rey llamó al tutor y le dijo, "¡No temáis! A pesar de que fuísteis atrapado con la azada en vuestra mano, sé que vuestras intenciones fueron honorables. Debéis haber planeado detener a mi hijo para que yo pudiera descubrir su maquinación antes de que fuera consumada. De esta manera, teníais la esperanza de preservar el palacio, y al mismo tiempo salvar a mi hijo de una muerte cierta. Comprendo que os comprometísteis vos mismo en esta desgraciada situación por mi bien. Yo por consiguiente no designaré a otro más que a vos para estar a cargo del palacio de ahora en más." Aharón reaccionó similarmente al tutor en la parábola. Los Benei Israel hicieron un eguel (becerro) y quisieron construir un mizbéaj (altar) para él. El respondió, "Permitídme construir el mizbéaj; es mi tarea porque yo soy un kohén." En realidad, su intención era demorarlos hasta el regreso de Moshé. Hashem por lo tanto prometió, "Yo juro que tú, Aharón, te convertirás en el kohén gadol. Nadie más que tú estará a cargo de Mis korbanot (sacrificios)." Más aún, Aharón fue seleccionado como el kohén gadol porque se esforzó a sí mismo al extremo en sus estudios de Torá.

Shabat Tetzavé Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer: www.ajdut.com.ar) Segundo comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Tercer comentario (Gentileza www.judaicasite.com) Primer comentario - EL RECATO - II (Ver recato I) Acabamos de explayarnos en el número anterior acerca de la postura judía respecto a la ostentación y a la publicidad, que distan bastante de la costumbre occidental actual por la cual las cosas existen únicamente si se exhiben públicamente. Justo por lo contrario, en el judaísmo, la intimidad es un valor y representa uno de los aspectos del Tzniut (recato). A su vez, el libro de Kohelet (Eclesiastés) no recomienda en ser mesurado con el uso de la palabra. A su vez, los recursos materiales que recibimos del Todopoderoso deben ser utilizados de manera sabia y generosa, pues fueron confiados en nuestras manos con ese objetivo. El derroche malgastado por alcanzar cierto "status", contradice este principio. Cuantas veces asistimos a fiestas suntuosas que se caracterizan principalmente por la extravagancia en cada detalle. ("Debe de ser una fiesta inolvidable"). En ciertos círculos, se "cotiza" la fiesta por la cantidad de tiempo en que se agasajó a los huéspedes (en otras palabras: el tiempo que se desperdició), p.ej. si comenzara a las 9 de la noche y la gente llega a las 6 de la mañana a su casa, fue una fiesta "importante". Obviamente, que en la fiesta se debe comer. Es lo principal. Una comida (invariablemente con nombre francés difícil de pronunciar) requiere una entrada antes del plato principal, y también un postre. Si la entrada fuese pescado, no puede faltar un helado de limón para que no que de ese gusto de pescado en la boca hasta que se sirva el próximo plato.

El tema es que no se puede hacer entrar a la gente directamente al salón, pues quita a la elegancia y, por lo tanto, debe haber una recepción durante la cual obviamente... se come (de parado, tipo stand de apurado, pero fino). Hay, sin embargo, un problema real pues la gente no llega con puntualidad y no se puede hacer sufrir a los que llegan temprano con hambre (es verdad, ¡qué culpa tienen!). Por lo tanto hay que bandejear minutas... antes de la recepción. El postre tampoco puede ser simplemente un postre, sino que deben ser una cantidad de cosas ricas bien colocadas y hermosamente decoradas sobre el plato. Bien, pero aparte debe haber una "mesa dulce" antes o después del obligado "carnaval carioca". Y, por supuesto, un café ("sin azúcar, por favor, porque estoy de régimen"). ¡Ay! me olvidaba, el pan es "mezonot", porque es una comida "pasajera". Todo esto se refiere únicamente a la comida. Los trajes y los vestidos, las tarjetas (que no caben por la ranura del buzón y por ende, deben ser entregadas personalmente), el mismo salón, las flores, el auto de los novios, la orquesta o el disk jockey, la animación... (¿me olvidé de algo?). Sin duda que todo esto puede ser "casher". Los langostinos son de imitación y el baile y las mesas están separadas por los biombos. Los vestidos llegan hasta el piso, las mangas hasta la muñecas, las melodías del baile son de neto corte jasídico y el Bircón (texto para el recitado de las gracias de las comidas) es Ashkenazí y Sefaradí para que cada uno bendiga exactamente de acuerdo a su Minhag (las costumbres son muy importantes). Si Ud. quiere, el rabino puede colaborar con transmitirles un "Dvar Torá de lujo" (eso es, como parte de la animación). Hasta las propias invitaciones solicitan a los invitados a asistir "con recato". Aun así, recato es lo que menos hay. Pues no estamos hablando únicamente de la estructura y la forma de las leyes, sino del significado que contienen. Y, en estas fiestas, como en otros aspectos de la vida que conforman a esta visión de las cosas, la austeridad brilla por su ausencia. ¿Sabía Ud. que recibimos dos pares de tablas de la ley? Las primeras, las rompió Moshé al ver el becerro de oro que habían construido los Bnei Israel. Las segundas, quedaron enteras. Los Sabios señalan que una de las diferencias por las cuales ocurrió esto, radica en que las primeras fueron entregadas con mucha pompa, mientras que las segundas nos llegaron en la intimidad. Volvamos, sin embargo, al recato en la vestimenta. Explicamos ya, que el hecho de vestirse está relacionado con el rol que asumió el cuerpo frente al alma cuando se identificaron Adam y Javá con el sabor y el aspecto del fruto prohibido. En la lectura de esta semana se habla nuevamente acerca de ropa. Y no cualquier ropa, sino la de los Kohanim y la del Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) en particular. Las vestimentas que debían colocarse seguramente distan de lo que acostumbramos ver. No obstante, los Sabios nos explican como cada una de ellas por el nombre, el material del cual estuvieron preparadas, la forma y la parte del cuerpo que cubren, elevan y purifican el significado de cada una de las partes del cuerpo al mismo tiempo que nos hacen conscientes de las cualidades humanas necesarias para canalizar los instintos corporales hacia lo Di-vino. Para dar algunos ejemplos: El "tzitz" (una vincha en la frente) subordina la osadía. La "migba'at" (turbante) sublima el orgullo. El "Joshen" (adorno en forma de pectoral) habla

de un buen corazón. Los "mijnasaim" elevan la pasión hacia lo sagrado, y así sucesivamente. Aun cuando no somos Sumos Sacerdotes en el cargo que cumplían éstos en el "Mishkán" (Santuario), no dejamos de serlo todos en cierto nivel. Las formas de nuestro cuerpo responden hasta en su menor detalle a la Sabiduría Di-vina que así los quiere y pueden y deben ser considerados sagrados en el rol que tienen. A su vez, el atractivo que tienen los varones por las mujeres y viceversa son naturales como D"s mismo los quiere. Esto se desprende tanto de la bendición que recitamos al salir del baño como en las bendiciones de la Jupá. Sin embargo, los seres humanos somos capaces de arruinarlo todo... o intentar hacerlo. La imagen de la cara o del cuerpo de una mujer bonita puede cumplir toda clase de funciones, p.ej... en una publicidad para vender cigarrillos una gaseosa, una revista o... cualquier cosa que se le venga a la mente. Obviamente, hablamos de un trozo de papel con un retrato de una desconocida y nada más, pero vende. ¿Por qué? Porque nuestra sociedad (la sociedad la componemos también nosotros) es mediocre y superficial. Una de sus principales víctimas fue la feminidad de la mujer a quien transformó en un simple "qué" (un objeto) en lugar de ser un "quién" (un ser humano con valor espiritual). No cabe la menor duda que estas imágenes hipnotizantes en forma repetida hicieron lo suyo para la destrucción del matrimonio y, por consiguiente, el de la familia. A su vez, la moda está diseñada para insinuar, sugerir, sugestionar y excitar. El estar expuesto a violencia, provoca una excitación, destruye la sensibilidad y fomenta la repetición de actos agresivos y brutales. La exhibición descontrolada del cuerpo estimula el deseo ilimitado que excede aquello que el hombre puede gobernar. Todo esto, al margen de que todas estas vestimentas están explícitamente vedadas por la Halajá (ley judía). "¿Acaso podría un hombre remover fuego en su falda y que su ropa no se quemara?" (Mishlé cap. 6). Rabí Iojanan señaló qué es la genuina devoción a partir del rezo de una niña quien pedía al Todopoderoso: "Creaste un paraíso (para premiar) y un infierno (para castigar). Te pido D"s, que nadie sea castigado por mi..." (Talmud Sotá 22a). Lo que sin duda tenía claro la muchacha es que si el enamoramiento de un varón por ella se daba por su aspecto exterior, por la ropa que estuviese "fashion" o por haber visto unos centímetros más de su piel, ese "amor" no sería ni auténtico ni duradero. Tampoco las demostraciones efusivas de "amor" en público, invariablemente tienen una vida corta y terminan en peleas. Para que no se interprete todo lo que estamos diciendo como que si la estética y la belleza (y hasta la física) no tuviesen un espacio importante en la Torá, sepan que tanto el rey Shaul (Shmuel II, cap. 1) como así también Rabí Ishmael (Talmud Nedarim cap.6) fueron llorados al morir por dedicarse a vestir adecuadamente a las niñas de Israel y que, en particular a las humildes, no les faltara ropa linda que las hiciera presentables. El versículo casi al final de Mishlé nos enseña que "mentira es la gracia y vana la belleza, una mujer temerosa del Todopoderoso debe ser alabada"..., a lo cual escuché explicar que lo detrimental de la gracia y de la belleza se refieren al ser considerados un valor en si mismos despojados de los verdaderos valores íntimos. Sin embargo, cuando la mujer es piadosa, pues entonces la gracia y la belleza solo sirve para enaltecerla aun más.

Daniel Oppenheimer Segundo comentario - Entre los dos mundos Generalmente cuando pensamos que existe una mitzva que nos obliga a estar alegres, recordamos todos los problemas que tenemos. Precisamente en el primer capitulo del libro "Senda de los justos" esta escrito que ninguna persona dotada de inteligencia puede creer que el objetivo de la creacion del hombre, es para su situacion en este mundo, porque en el transcurso de la vida ocurren muchos problemas y luego, la muerte. Y aunque viva cien años ya esta nulo como persona. En la Guemara Berajot esta escrito que cada vez que concluian las bendiciones en el Bet Hamikdash decian "desde el mundo", cuando los herejes dijeron que hay un solo mundo establecieron nuestros sabios que digan "desde el mundo hasta el mundo". Aparentemente -dice el Darque Musar- esto requiere una explicacion. ¿Por que desde un principio dijeron "desde el mundo"? ¿Acaso no existen dos? Lo que ocurre es que los justos sienten el placer del mundo venidero en este olam (mundo), pues tienen satisfaccion del estudio de la Tora, de sus mitzvot sin limites y es el deleite y el placer verdadero. Por ejemplo, Shabat que es un pequeño gusto del Olam Aba (mundo venidero), nosotros decimos sobre el "los que lo prueban tienen el merito de la vida", le sienten un gusto distinto a la vida. Pero en cambio aquellos que renuncian al otro mundo, no creen en el, tampoco tienen el placer de este mundo. Aquel que lleva una vida sin el yugo de la Tora, solamente tiene una pequeña satisfaccion que dura como una sombra. Sus malos modales y deseos lo sacan de aqui. Toda su vida es competencia y celos y seguro que en una situacion asi no existe una verdadera satisfaccion. Los perversos no tienen parte en el Olam Aba. Entonces vemos que para ellos hay un solo mundo y por eso decian "desde el mundo". Cuando un Rab le daba una bendicion a otro le decia "Que tu mundo lo veas en tu vida" es decir que ya aqui en este olam tengas provecho del mundo venidero. El Olam Aba se consigue a traves de la Tora Sagrada que se estudia y se cumple en este mundo. Debemos saber que un tzadik (justo) es el simbolo del bien y de lo mas alto que hay en el genero humano porque con la personalidad del tzadik se materializa y se pronuncia todo el bien. el siente que es bueno permanecer aqui en este mundo porque tiene la posibilidad de servir a su Creador con todas sus fuerzas y tener un merito para la eternidad. Esta es la causa de su alegria porque siente que su vida no es vana, sino una vida con contenido, para el cada instante tiene mucho valor. Aunque un perverso nos diga que esta bien en este mundo, no le podemos creer, su mentira esta a flor de labios pues sus malos modales y sus deseos amargan su vida. Siempre esta bajo el dominio del mal, no tiene libertad ni posibilidad de hacer nada solo, pues su instinto lo conduce en todos sus caminos. Todo lo expuesto lo podemos ilustrar observando al primer ministro de Ajashverosh, Haman el perverso, y a Mordejai, el justo. Pese a la riqueza que Haman poseia y los honores que recibia porque todo el mundo se inclinaba al verlo pasar, por el hecho de que un solo iehudi llamado Mordejai, no se prosternaba frente a el dijo: "Y todo esto no vale para mi" porque le faltaba un poquito de Kabod (honra) y ese poquito anulo

frente a sus ojos, todo el valor de su gran riqueza y honra. Asi son las cosas materiales: cuando uno tiene cien quiere doscientos y cree que si lo tuviera seria feliz. En cambio en lo que concierne a lo espiritual, cuanto mas aspira tener no es porque anula lo que ya tiene, sino porque lo valora muchisimo y entonces quiere tener mas. Esta es la diferencia entre la aspiracion a lo mundano y la aspiracion a lo espiritual. La gran satisfaccion que tiene el iehudi por cargarse o llenarse de espiritualidad es lo que lo lleva a sentir la verdadera felicidad. Rab Moshe M Hoffer Tercer comentario - CAMBIOS DIFICILES… PERO NO IMPOSIBLES "Y hablaras a todos los de corazon sabio..." (28:3) La sociedad Burnham de psiquiatras judios siempre organizaba una comida mensual. Los miembros se turnaban ofreciendo su casa como anfitriones. Siempre invitaban a oradores de gran sagacidad intelectual, que ofrecian amplio material de pensamiento. Medicos, cientificos, economistas y personalidades de los medios de comunicacion: todos ellos habian honrado las mesas de esas exclusivas reuniones de intelectuales. Un dia se les ocurrio que nunca habian escuchado hablar a un rabino ortodoxo, asi que decidieron llamar a la ieshiva local y un distinguido rabino fue invitado a hablar en su proximo almuerzo. El amable aplauso fue decreciendo mientras el rabino comenzo a hablar. Lo hizo en terminos adecuados a su auditorio secular, pero su material de analisis era autentica filosofia de Tora, de mas de 3000 años de antiguedad, coronada por toda una vida de estudio. Transcurridos unos diez minutos desde el comienzo de la charla, de pronto un miembro del auditorio dio un salto, y empezo a gritar y a vociferar en forma histerica: "!!No lo dejen hablar!! !!No lo dejen hablar!!". Su rostro estaba violeta y los ojos casi se le salian de las orbitas. "!!No lo dejen hablar!! !!Detenganlo!!...si no, voy a tener que cambiar toda mi vida!!!". Con eso, el hombre salio de la habitacion como un rayo. A pesar de los intentos del rabino de averiguar quien era, nadie supo decirle su nombre ni su direccion. En la Perasha de esta semana, aparece muchas veces la expresion "de corazon sabio". Aparentemente, se trata de una autocontradiccion. El corazon y la mente suelen tirar en sentidos opuestos. El corazon busca hacer realidad los deseos. La cabeza analiza y calcula.

Quien es "de corazon sabio"? La persona que pone sus emociones por sobre la montura del intelecto; la persona que esta dispuesta a escuchar a su intelecto, inclusive cuando sus emociones le dicen que... tal vez deba cambiar toda su vida. Rabi Yaakov Weinberg, Moshe Averick Éxodo 27:20 - 30:10

"¿Dónde Mora D'os?" "D'os mora donde el hombre lo deja entrar" Frase jasídica La pregunta es: ¿dónde está ese "lugar" en el cual el hombre puede dejar a D'os morar? Algunos responden que D'os mora dentro de cada individuo. Otros dicen que D'os mora entre la comunidad. ¿Esto es filosofar? ¿O estas diferencias de conceptos respecto de D'os y cómo encontrarLo - realmente marcan una diferencia en la manera en que las personas conducen sus vidas? ¿La persona que cree que D'os mora dentro de cada individuo actúa distinto a la que cree que D'os mora entre la comunidad? Ya sea que el lugar en donde mora D'os es "dentro de" o "entre" nosotros, un aspecto en común será la necesidad de que ese "lugar" sea el más apropiado. Cada creencia va a enfatizar una búsqueda para santificar, consagrar, y perfeccionar ese lugar para que D'os more en él. Es por eso que, quien realmente cree que D'os mora dentro del hombre, tendrá como su meta principal su autoperfeccionamiento y santificación, pues para esta persona, su meta en la vida es ser el ser más espiritual posible, para que D'os more dentro de él. Su responsabilidad es esencialmente para con él mismo, todo lo que él hace por otros es sólo porque eso es lo que él siente que una persona espiritual debe hacer. En contraste, el que cree que D'os mora entre el pueblo tendrá como meta hacer a la humanidad el lugar más apropiado para esta relación. Ambas visiones tienen metas similares: "perfeccionar el lugar en el cual D'os mora". Sin embargo, la diferencia es que un camino es enfocado hacia dentro, y el otro es enfocado hacia afuera - en los otros. "Hay una sola puerta en frente de todos nosotros. Cada persona tiene su propia cerradura, y a menos que cada uno gire su propia llave, la puerta nunca se abrirá". Todos tenemos que "dejar que D'os entre" - o nadie podrá! El pensamiento de cambiar a toda la sociedad para permitir que "D'os entre" es una función atemorizante! Cambiar uno mismo es más fácil en comparación. La parashá de esta semana explica el punto de vista judío sobre este dilema: "Y Yo moraré en medio del pueblo judío" (29:45). Similarmente, la Torá dice: "(el pueblo judío) deberá hacer para Mí un Santuario, y entonces Yo moraré entre ellos" (25:8). Hay potencial para que D'os more entre nosotros, pero esto es sólo si nosotros primero construimos para Él un santuario público. Para que D'os more entre nosotros, nosotros necesitamos construir un lugar apropiado para que D'os more, en nombre de toda la nación. Esta es la raíz de por qué el judaísmo pone un valor tan grande sobre una extensiva responsabilidad comunal.

Si D'os mora "entre" nosotros, cualquier individuo que logre esta cercana relación con D'os necesariamente llevará al resto de la comunidad junto con él! Desafortunadamente, muchos judíos hoy en día siguen la filosofía de "D'os adentro". Esto es antitético al ideal judío - el cual ha sido adoptado por el mundo occidental también. Para ser una buena persona, tienes la obligación de promover el bienestar de todos. La filosofía de "D'os dentro mío" permite (e incluso promueve) la búsqueda de una existencia significativa sin los otros. Ningún ser humano puede verdaderamente encontrar una existencia significativa en el vacío de una sociedad que carece de ese significado. En otras palabras, si tú quieres hacer que tu vida sea más significativa, entonces la manera de hacerlo es mejorar la calidad de la vida de las personas que están a tu alrededor. En Rosh Hashaná, todos nuestros rezos son en plural. Maimónides explica que eso es porque si D'os no es reconocido en todo el mundo, entonces hay una carencia inherente en nuestra apreciación. De hecho, dice Maimónides, que una de las maneras de aumentar tu amor por D'os es acercando a otros hacia Él. Cuando los otros están asentados, nosotros también lo estamos. Hoy, hay una filosofía muy predominante de "Yo estoy bien, tú estás bien". "Yo no te molestaré si tú no me molestas". Esta filosofía es sólo buena si no te importa ser abatido junto con todas las personas alrededor tuyo. Si la sociedad está deprimida, encontrarás muy difícil tener tu ánimo elevado. Como dice el dicho: "Si tú no serás el guardián de tu hermano, entonces tu hermano será tu opresor!". Preguntas para Reflexionar #1: Nombra tres cosas que puedes hacer consistentemente cada semana que hará que tu vida tenga más significado. #2: Si tú no puedes pensar en tres cosas, ¿a quién le pedirías algunas ideas? #3: ¿Cómo puedes integrar la idea de la responsabilidad comunal en tu propia vida? Copyright © 1995 - 2001 Esh HaTora, P.O. BOX 14149 Jerusalem, Israel www.judaismohoy.com

Shabat Tetzavé Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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En la porción de la Tora que leemos esta semana, Moshe se encarga de prepararle a su hermano Aharon y sus descendientes cada detalle de la tarea del sacerdocio. Cada detalle de este complejo trabajo se explica en esta parasha. Y aunque Moshe está a cargo de establecer la administración y el orden de este servicio, su nombre no aparece en esta parasha. Nuestros sabios explican la razón de esta omisión: cuando Hashem amenazó destruir a Su pueblo, Moshe imploró para que no lo haga: "Y ahora por favor perdona el pecado de este

pueblo, pero si así no sucede, borra ahora mi nombre de Su libro que ha escrito" ( Éxodo 32:32). Como todos sabemos, la súplica de Moshe fue aceptada y el pueblo judío fue perdonado. Pero el comentario de Moshe no quedo en la nada… pues su nombre fue omitido en la porción de la Tora Tetzave. Así fue como las palabras del tzadik (justo) se cumplieron. Pero la pregunta obvia es ¿por qué en esta porción?. Aunque esta columna semanal no acostumbra a discutir la etimología o numerología del idioma hebreo, me gustaría mencionar algo que una vez escuche en nombre de Rab Ovadiah Yosef. La súplica de Moshe “borra ahora mi nombre de Su libro que ha escrito" puede explicarse del siguiente modo: La palabra sifraj - "Su libro" se puede descomponer en dos partes: sefer=libro, jaj = veinte, es decir que la palabra sifraj - "Su libro" son en realidad dos palabras que compuestas significa “el vigésimo libro”. Así es que Moshe fue omitido en esta porción, la parasha Tetzaveh que justamente es la vigésima porción de la Torah. Pero seguimos sin explicar por qué esta omisión sucede en Tetzaveh y no en ninguna otra parasha. ¿Por qué no omitir su nombre en las porciones que hablan sobre los pecados o las calamidades de la insurrección? ¿No sería esa una mejor elección para tal omisión? ¿Por qué Moshe es omitido en la perasha en la cual el mismo le da a Aharon todo el honor y la gloria del Sacerdocio?. El Rav Yitzchak Blaser estaba una vez sentado, participando en una reunión de los sabios más prominentes de su generación, que tuvo lugar en la ciudad de San Petersburgo. Entre los sabios estaba sentado el Rab Yosef Dov HaLevi Soleveitchik, el genio talmúdico de Brisk. El Rab Soloveitchik hizo una pregunta al grupo de sabios que le había sido formulada por su joven hijo, el Reb Chaim. Después de hacer la pregunta, se desato una caliente discusión en la que cada uno de los rabinos ofreció su propia respuesta, refutando el resto de las opiniones. Durante todo este debate, el Rab Blaser, un verdadero genio del Talmud, se mantuvo sentado silenciosamente. El no abrió la boca, ni expreso aprobación o desaprobación a ninguna de las respuestas ofrecidas por los Rabinos. Cuando el Rab Soleveitchik finalmente ofreció su propia respuesta, el Rab Blaser se mantuvo quieto calladamente….Pareció como si no comprendiera la profundidad de la discusión, como si no merecía pertenecer a ese prestigioso debate. Desorientado, el Reb Yosef Dov comenzó a dudar acerca del hasta entonces “renombrado” Rabino Blaser. “Era realmente merecedor del titulo de erudito notable que todo el mundo le adjudicaba?", él se preguntó. Esa misma noche, el Rab Soloveitchik estaba en la sinagoga principal hojeando unos libros, cuando se topo con el libro "Pri Yitzchok," un volumen llenó de exégesis Talmúdica del mismísimo Rab Blaser. Después de hojear el volumen, vio que todo el debate de esa tarde, la misma pregunta que su hijo formulo así como las diferentes respuestas y la resolución final, eran parte de un capitulo de ese libro que el Rab Blaser había publicado años atrás. ¡"Ahora me doy cuenta," pensó el Rab Soleveitchik, "que el Rab Blaser es tan grande en su modestia como lo es en el conocimiento de la ley Talmúdica!" Nuestros sabios nos dicen que Moshe debía haber sido el Kohen Gadol (Sumo sacerdote) pues era el líder de la nación judía. Pero Moshe se negó a aceptar el titulo de Kohen Gadol.

En su lugar, Hashem le dio el honor a su hermano Aharon. Muchos de nosotros creemos que somos los responsables de los éxitos…. ¡Cuántas veces decimos "yo le conseguí ese trabajo!" o "yo podría haber estado en su posición!", o "yo funde esa compañía! o “esa fue mi idea!". Moshe, también, podría haber dicho que fue el quien llevo a Aharon a la gloria -especialmente después de lo que sucedió con el Becerro Dorado. En su magnífica modestia, Moshe hizo todo lo contrario. Moshe no quiso disminuir la gloria de Aharon de ninguna manera. Él quiso que las luces brillen sobre Aarón. Por lo tanto, en la porción en la cual Moshe conduce y guía a Aarón hacia el sacerdocio, su nombre es omitido. Uno de los atributos de la verdadera humildad es poder permitir que los demás brillen y tengan su momento de gloria sin aclarar o anunciar nuestro papel y responsabilidad en aquel triunfo. Los más sabios maestros, educadores y padres, los mejores amigos o compañeros de trabajo saben compartir los triunfos y dejar que el otro tenga su momento de brillo y gloria. Ellos saben exactamente cuando hay que figurar o ser omitido de la historia. Shabat Shalom

Resumen de la Parashá Ki Tisá Cuando se hizo el censo de los israelitas varones mayores de veinte años (sujetos, por ende, a servir en el ejercito), cada uno de ellos debió pagar medio shekel de plata. Este metal era usado para la construcción del Santuario. Debía hacerse también una jofaina de bronce para ser utilizada por Aharón y sus hijos para el lavado de manos. Estaba ubicada en el atrio, entre el altar de ofrendas quemadas y la entrada al Santuario. Para ungir a sacerdotes y vasijas era utilizada una mezcla de aceite de cuatro hierbas aromáticas prescriptas, mezclada con aceite de oliva, y se preparaba incienso para uso sagrado, hecho con especies dulces seleccionadas. Betzalel, de la tribu de Iehuda, y Oholiav, de la tribu de Dan, fueron elegidos por la Divinidad para aplicar su habilidad como artesanos a la supervición del trabajo de construcción del Santuario. Aunque la construcción del Mishcán era de la mayor importancia, no debía anular la observancia del shabat y el pueblo recibió ordenes de cesar todo trabajo durante el día de descanso. Moshé había permanecido en el monte Sinaí durante cuarenta días y cuarenta noches y el pueblo, temiendo que no regresara, reclamaba un objeto visible que pudiera adorar. Persuadió a Aharón para que diera forma a la imagen de un becerro, fundiendo el oro de sus joyas. Los judíos llevaron ofrendas quemadas y de paz a ese ídolo, alrededor del cual cantaron y danzaron. Ese despliegue de herejía provocó la ira de D-s, y ordenó a Moshé que descendiera. Le informó del pecado de Israel y declaró que destruiría a esa nación traidora. Moshé suplicó al Señor que tuviera piedad y no diera a los egipcios la oportunidad de regocijarse con la desgracia de los israelitas, sino que recordara Su pacto eterno con los patriarcas. Al oír este ruego, Hashem concedió al pueblo judío una nueva oportunidad. Mientras descendía de la montaña el diecisiete de Tamuz, con las dos Tablas de la Ley grabadas por D-s, Moshé oyó los gritos de la orgía y al observar la oprobiosa conducta del

pueblo, las arrojó al suelo. Luego, destruyó el becerro de oro y lo echó al fuego, después de lo cual lo molió hasta convertilo en polvo, que echó en una corriente de agua de la cual hizo beber al pueblo. Reprochó a Aharón por lo ocurrido y éste se justificó diciendo que se vio forzado a cumplir las demandas del pueblo. Moshé convocó a todos sus partidarios a reunirse alrededor de él y la tribu de Levi respondió inmediatamente. A su orden, los miembros de Leví recorrieron el campamento y mataron alrededor de trescientos jefes de la revuelta. El amor y la compasión de Moshé por el pueblo lo impulsó a rogar al Señor que lo perdonara, pues si fuera destruido él perdería el deseo de vivir. La respuesta que recibió fue que sólo serían castigados aquellos que habían pecado intencionalmente, y que en vista de la intercesión de Moshé el pueblo sería conducido a la Tierra prometida por un envaido de Hashem, no por El mismo. Al enterarse de la reprobación del Señor por sus acciones, los israelitas se lamentaron y se quitaron los ornamentos en señal de pesar. Moshé levantó su tienda fuera del campamento que había sido profanado por el becerro de oro. En íntioma comunión con D-s pidió una revelación de los atributos divinos para ayudarlo en la conducción del pueblo. El Señor volvió a asegurarle que El sería piadoso y guiaría a los judíos hacia Eretz Israel, pues Moshé personalmente había hallado gracia en Sus ojos. En respuesta a un pedido de que se le permitiera contemplar la Gloria Divina, se le dijo a Moshé que ningún mortal podía ver a Hashem y continuar viviendo. No obstante, se le permitió una mirada fugaz al resplandor divino a través de una grieta en la roca montañosa. Una vez más Moshé ascendió solo a la montaña, llevando consigo las dos nuevas tablas de piedra que se le habia ordenado preparar. D-s descendió en una nube, se reveló como el Señor de la Piedad, la Bondad y la Verdad, y renovó Su pacto con Israel repitiendo los principales mandamientos que había dado previamente. Estos incluían la prohibición de la idolatría, la observancia de las festividades y la santificación del Shabat. Hashem inscribió los Diez Mandamientos en las dos tablas de piedra, mientras Moshé registraba el contenido del pacto renovado. Después de pasar otros cuarenta días y cuarenta noches en la montaña, lapso durante el cual se abstuvo de comer y beber, Moshé descendió de la montaña y regresó al campamento. Su rostro refulgía con el resplandor Divino. A continuación comunicó las palabras del Altísismo, oídas por él en el monte Sinaí, a Aharón, los ancianos y toda la asamblea. Luego que hubo terminado de hablar se cubrió el rostro radiante con un velo. De allí en más sólo se lo quitaba cuando se encontraba ante la presencia del Señor, o cuando transmitía Su mensaje al pueblo. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Ki Tisa "Cuando hagas un censo... todo hombre dará a Di-s un rescate por su alma... Esto darán ellos... medio shekel" (30:12-13) PREGUNTA: Rashi escribe que Moshé tenía dificultad para entender lo que Hashem le estaba diciendo; por lo tanto, Él le mostró una moneda de fuego que pesaba medio shekel. ¿Qué era tan difícil de comprender para Moshé?

RESPUESTA: Cuando Hashem habló acerca del medio shekel, lo llamó "kofer nafshó" --"expiación por el alma" --por violaciones de la Torá. Moshé no podía entender cómo el dinero podía traer perdón para el alma. Por lo tanto Hashem le dijo a Moshé: "Ze itnu" --Ellos debían dar esa moneda ( una moneda llameante). La entrega de una moneda por sí misma no puede expiar por un pecado grave como la adoración del becerro de oro. Sin embargo, si uno da con calor y entusiasmo que brote del llameante corazón del alma judía, entonces el medio shekel verdaderamente puede transformarse en la causa de la expiación, aún por pecados que afectan a la esencia misma del alma judía. ***** "El pueblo se reunió alrededor de Aharon y le dijeron: 'Levántate y haznos un dios'" (32:1) PREGUNTA: Avodá Zará --idolatría --es una de las tres transgresiones para la cual hay una regla (Sanhedrín 74 a) "Iehareg veal iavor" --"Sé muerto en lugar de transgredir". ¿Por qué Aharon no se dejó matar antes que hacer el Becerro de Oro? RESPUESTA: Sólo se requiere que una persona se deje matar cuando alguien quiere forzarla a inclinarse ante un ídolo. En este caso ellos demandaron de Aharon "haznos" un dios. En lo que respecta a Aharón, por su parte había un sólo tema "Lifnei iveir lo titen mijshol" --"No poner obstáculos frente al ciego" (Levítico 19:14) --que incluye ayudar a alguien a violar la ley de la Torá. No hay ninguna obligación de dejarse matar para no hacer que otro transgreda la ley de la Torá. ***** "Moshé se encolerizó. Arrojó las Tablas de sus manos y las quebró al pie de la montaña" (32:19) PREGUNTA: Cuando Moshé vio el Becerro de Oro, inmediatamente quiso quebrar las Tablas. Los ancianos se aferraron a ellas y no le permitieron arrojarlas, hasta que finalmente él los venció y las quebró (Avot deRabí Natán 2). ¿Cuál fue la base de la discusión entre Moshé y los ancianos? RESPUESTA: Hay gente que se destaca en las relaciones interhumanas, pero fallan en su relación con Hashem. Generosamente ayudan a una persona necesitada, pero son descuidados en el cumplimiento de mitzvot puramente espirituales. Por el otro lado hay personas que son meticulosas en su relación con Hashem, pero dejan mucho que desear en su trato hacia los demás. Las Tablas consistían en los Diez Mandamientos, cinco en cada piedra. Los primeras cinco pertenecían a la categoría de mitzvot entre el hombre y Di-s, mientras que las otras cinco eran mitzvot entre el hombre y su prójimo. Los ancianos arguyeron: "Es cierto que el pueblo judío ha violado lo que está escrito en el primer grupo de Mandamientos, pero todos ellos pertenecen a la categoría de mitzvot entre el hombre y Di-s. Permite que al menos se queden con el segundo grupo de Mandamientos, que pertenecen a la categoría de mitzvot entre el hombre y su prójimo". Moshé insistió: "A pesar de que están escritos por separado, las dos piedras están unidas

para acentuar su inseparabilidad. La razón para obedecer los principios éticos de la Torá en el trato con el prójimo no es porque ellos parecen evidentes y lógicos, sino porque esos principios fueron dados en Sinaí y también son la palabra de Hashem".

Ki Tisá Estudiando algunos Midrashim Betzalel es Designado como el Constructor del Mishkán y Aholiav como Su Asistente Cuando a Moshé, durante su estadía en el Cielo, se le contó acerca de la futura construcción del Mishkán, tuvo la impresión de que a él le era mandado construirlo con sus propias manos. Cuando estaba a punto de abandonar el Campo Celestial, Hashem le reveló, "A pesar de que Yo te exhibí el diagrama del Mishkán y la estructura de todos sus componentes, tú no eres el artesano que lo construirá. ¡Tu tarea es ser un líder no un artífice!" "¿Quién entonces será el constructor del Mishkán?" inquirió Moshé. "A Betzalel ben Uri ben Jur le fue asignada aquella tarea," Hashem le informó. Betzalel era el hijo de Jur quien había sido asesinado durante el incidente relacionado con Becerro de Oro. La construcción del Mishkán por medio del hijo de Jur expiaba por la culpa de la muerte de Jur. Betzalel era el bisnieto de la hermana de Moshé Miriam. Ella fue recompensada con un sabio y comprensivo descendiente que supo cómo construir el Mishkán como recompensa por su temor de Hashem el cual la impulsó a ella a desobedecer la orden del Faraón de asesinar a los recién nacidos judíos en Egipto. En aquel tiempo, Betzalel tenía solamente trece años de edad. Moshé por lo tanto se preguntaba cómo a alguien tan joven en años le podía ser otorgada la inmensa tarea de erigir un Mishkán. Hashem, no obstante, mostró a Moshé aquel mismo libro que El había también mostrado al primer hombre, Adám. En él estaban registrados los nombres de todos los reyes, líderes y profetas judíos hasta el tiempo del Mashíaj. El nombre "Betzalel" estaba registrado como el constructor del Mishkán. "El fue destinado para esta tarea desde la Creación," Hashem le reveló a Moshé. A ningún líder le es conferido alguna vez cargo de una comunidad a menos que fuera previamente designado por el Cielo. De acuerdo con la regla de que es correcto consultar a la comunidad antes de designar a un líder sobre ellos, Hashem preguntó a Moshé, "¿Te parece Betzalel digno para esta empresa?" "Si él es digno en Tus Ojos," replicó Moshé, "ciertamente lo es en los míos." Cuando Moshé más tarde presentó a Betzalel al pueblo como el arquitecto del Mishkán, él a su vez les preguntó, "¿Accedéis a que Betzalel se convierta en el constructor?" "Si él es digno a los ojos de Hashem y a los vuestros," respondieron los Benei Israel, " es ciertamente bueno a los nuestros." Betzalel fue inspirado por Hashem con sabiduría y comprensión Divina para poder tener éxito en su misión. El supo el código Divino por el cual el cielo y la tierra habían sido creados. Fue de tal modo capaz de crear el Mishkán, una tarea que era equivalente a la creación del universo.

Al igual que Moshé fue mostrado una visión de la detallada estructura de cada vasija del Mishkán, así fue Betzalel concedido una visión Celestial de la forma y diseño de todo objeto. Betzalel fue un leal artesano que se esforzó a sí mismo al extremo para cumplir las instrucciones de Hashem. La Torá por consiguiente lo recompensa vinculando su nombre a cada objeto particular en el Mishkán en toda esta parshá. Moshé ordenó a Betzalel, "Primero construye el arón, luego las otras vasijas, y finalmente la tienda del Mishkán." "Mi rebe, Moshé," objetó Betzalel, "si alguien construye una casa, ¿no construye primero su estructura exterior para proteger su moblaje? Si yo construyo al arón primero, ¿dónde subsecuentemente lo ubicaré una vez que sea completado? ¿No os ha dicho Hashem que yo debería primero construir el Mishkán mismo, y luego el arón, y los otros accesorios?" "Tienes razón," admitió Moshé. "Vos podéis ser llamado uno que está a la sombra de Hashem, porque poseéis la sabiduría para desentrañar el significado secreto tras Sus palabras." De aquí el nombre "Betzalel," compuesto de las palabras "betzel kel - él que estuvo a la sombra del Todopoderoso." Hashem le ordenó a Moshé designar como asistente de Betzalel a Aholiav de la Tribu de Dan. Aholiav no hizo trabajo independiente, sino ayudó a Betzalel con cada fase de la construcción. Hashem unió como artesanos a Betzalel, un miembro de la Tribu de Iehudá, y a Aholiav, de la Tribu de Dan. Iehudá era la más exaltada de las Tribus y Dan la más humilde. Uniéndolos, Hashem les enseñó a los judíos no despreciar a la Tribu de Dan porque a los ojos de Hashem el grande y el pequeño son iguales. Una persona más pequeña que sirve a Hashem con todas sus capacidades está al mismo nivel de una más dotada, porque Hashem juzga a un hombre de acuerdo con las intenciones de su corazón. Después de Cuarenta Días en el Cielo, Moshé Recibe Dos Lujot (Tablas) de Zafiro Después de matán Torá (entrega de la Torá) Moshé permaneció en el Cielo por cuarenta días, aprendiendo la Torá directamente de Hashem. Hashem le enseñó a Moshé las reglas de la interpretación (de la Torá), para que él pudiera derivar el cuerpo íntegro de la halajá de las palabras y letras de la Torá. A pesar de que Moshé estudió diligentemente, su mente no retuvo ninguno de los principios que había escuchado de Hashem. Después de cuarenta días de estudio intensivo, su mente estaba todavía en blanco. Posteriormente, Hashem le concedió, como don Divino, el poder para retener su aprendizaje. La inhabilidad de Moshé para recordar sus estudios se debió al hecho de que todavía no se había transformado él mismo de un ser físico a uno espiritual. Sus cuarenta días en el Cielo fueron un renacer espiritual, paralelo al período de cuarenta días cuando el embrión es formado en el útero de la madre. Solamente al fin de aquel período Moshé logró la capacidad espiritual requerida para retener la Torá. La perseverancia de Moshé sirve como una lección para aquéllos que usan a la pobre memoria como una excusa para no esforzarse ellos mismos en el estudio de Torá. Deberían aprender de Moshé, quien persistió en sus estudios a pesar del fracaso de su memoria. El

fue por consiguiente recompensado con la capacidad para retener todo su conocimiento de Torá. Al fin de los cuarenta días, Hashem le entregó a Moshé dos lujot (tablas) de zafiro de idéntica forma y tamaño. Sobre ellas, El había grabado los Diez Mandamientos. ¿Por qué les fue entregado a Benei Israel los Diez Mandamientos inscriptos sobre lujot, antes que un Rollo de Pergamino Divino conteniendo la Torá íntegra? Cuando un joven niño comienza la escuela, su maestro le presenta el Alef- Bet escribiendo las letras sobre el pizarrón. Sólo más tarde, cuando está familiarizado con el Alef- Bet, le serán dados libros para estudiar. Hashem, para decir así, presentó a los judíos la Torá poniéndolos en conocimiento de los Diez Mandamientos (los cuales contienen los conceptos básicos de Torá), y sólo más tarde El ciertamente les entregó un rollo de pergamino de la Torá entero. Hashem eligió inscribir los Diez Mandamientos sobre un mineral duro (zafiro) para enseñar a Benei Israel que la omisión de observar las mitzvot de Hashem resultaría en el castigo de lapidación (skilá) por el Beit Din. Antes que inscribir todos los Diez Mandamientos sobre una única tabla, Hashem los escribió sobre dos lujot separadas, para simbolizar: - cielo y tierra (Para enseñarnos que el cielo y la tierra fueron creados solamente por consideración al estudio de Torá y su cumplimiento.) - jatán (novio) y kalá (novia) (La primer tabla contiene los mandamientos relativos al hombre y su Creador, que es llamado el jatán de K'lal Israel. La segunda tabla representa la kalá, K'lal Israel, dado que versa sobre los mandamientos gobernando la relación del hombre con su semejante.) - dos shusvinim (ujieres) (Las dos tablas simbolizan los dos ujieres que presentaron al pueblo judío a la Torá: Moshé, quien sobresalió en los mandamientos entre el hombre y su Creador; y el bondadoso y amante de la paz Aharón, quien cumplió perfectamente los mandamientos entre el hombre y su semejante.) - olam hazé (este mundo) y olam habá (mundo por venir) (El que cumple lo que está inscripto en ambas lujot adquiere ambos mundos.) Por Qué Benei Israel Tropezaron en el Jet Haeguel (Pecado del Becerro de Oro) La grandeza de la Generación del Desierto no puede ser subestimada. Después de pronunciar "naasé venishmá," en Har Sinai, ellos parecían ángeles antes que humanos. Habían recobrado el nivel de Adám antes de que pecara, y Hashem los declaró libres del poder del Angel de la Muerte. El Rey David proclamó acerca de aquella generación, "Felices son aquéllos cuyo camino es perfecto, quienes caminan en la Torá de Hashem" (Tehilím 119:1). Hashem escogió a la Generación del Desierto por sobre todas las otras para recibir Su Torá, sabiendo que ellos eran tzadikím (justos) . Eran fuertes en espíritu y controlaban su ietzer hará.(instinto malo) Si es así, ¿por qué tropezaron en el Pecado del Becerro de Oro?¿Por qué Hashem no los protegió del pecado, como El usualmente escuda a Sus tzadikím? Hashem permitió el pecado del eguel puesto que sirvió como un signo de esperanza y

aliento para K'lal Israel por todas las generaciones futuras. El incidente del Becerro de Oro probaría que no importa cuán lejos una comunidad judía se descarriara fuera de la senda de Torá, ella nunca estaría más allá de la teshuván (arrepentimiento). Si después de un pecado tan severo como el jet haeguel los Benei Israel fueron reaceptados por Hashem, ninguna comunidad podría alguna vez alegar que ella había caído demasiado bajo para retornar a Hashem. Debe ser también tenido en mente que la dificultad de una prueba está en proporción a la grandeza de la persona (o de la generación). Más grande el nivel espiritual, más severa la prueba. Al igual que Adám, el primer hombre, fue probado para determinar si sometería sus propios cálculos a la finalidad de la voluntad de Hashem ( y fue por consiguiente confrontado a la inmensa tentación de la Fruta Prohibida del etz hadaat - arbol del conocimiento), así fueron K'lal Israel, al comienzo de su historia como nación, sometidos a una prueba mayor. Ellos fueron requeridos de abandonar el razonamiento humano y seguir la palabra de Hashem. (Fueron probados para ver si pondrían su fe absoluta en las palabras del profeta de Hashem, Moshé. El les había prometido que retornaría, y ellos fueron requeridos creer, a pesar de sus lógicas razones para asumir que no lo haría y su aparente justificación en buscar un sustituto.). La subsecuente condena de Hashem del pecado de aquella generación fue relativa a sus grandes capacidades. Hashem culpó a la comunidad entera por su omisión de protestar contra el mal y su contribución de oro para hacer una imagen. En realidad, solamente los Erev rav (tres mil personas, o medio porciento de la población) activamente adoraron al Becerro de Oro.

Shabat Ki Tisa Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer: www.ajdut.com.ar) Segundo comentario (Selección del Lubavitcher Rebe M.M. Schneerson, www.jabad.org.ar) Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Primer comentario - La vida en el desierto ¡Ud.! ¿Vivió alguna vez en el desierto? ¡Seguramente no! No, no es que tuviera algo de malo vivir en el desierto. Existen, sin duda, cosas peores en la vida. Lo poco que conocemos sobre el desierto, lo sabemos de las enciclopedias o de los textos de geografía. Sin embargo, muchos de los habitantes con quienes compartimos el planeta viven en condiciones de escasez y en el desierto mismo. El tema es, que hay que estar acostumbrado a vivir, o, mejor dicho, a sobrevivir allí. Para aquel que no está habituado, le costará un poco adaptarse a las condiciones climáticas. Si, de repente, estuviese allí desguarnecido de toda protección, o, peor, si tuviese consigo a la familia, a quienes no les pueda brindar una mínima ayuda para calmarles la sed, aliviarles del calor del sol, del frío de la noche, del hambre, etc..., bueno, yo nunca quisiera estar en su situación que no es menos que desesperante. ¿A qué viene esta introducción? - se pregunta Ud. El tema es que esta semana leemos en la Parashá sobre un evento que modificó para siempre el curso de la historia del pueblo de Israel. Aun si nos esmeráramos por comprender los sucesos, nos va a ser muy difícil identificarnos con los protagonistas, pues

estamos tan lejos de su realidad, que toda comparación sería meramente superficial. Se trata del episodio de la construcción del becerro de oro, sobre el cual se explaya la Parashá. No obstante, la Torá nos cuenta cómo se dieron las cosas, pues, sin duda, habrá mucho para aprender de las analogías que podamos establecer entre lo que sucedió entonces y nuestra propia vida. Por empezar, como dijimos antes, los judíos estaban en el desierto. Ya habían transcurrido tres meses desde que habían salido de Egipto. Desde hacía ya dos meses, cuando se les había acabado los víveres (las Matzot que no habían terminado de fermentar por el apuro al salir de Egipto), y a pedido de Moshé, D”s les proveía el pan celestial (Maná) y el agua que los mantenía vivos. Moshé realmente se había ocupado de todas sus necesidades y se sentían seguros y resguardados junto a él. Cuarenta días antes, a pedido de ellos mismos, habían escuchado la Voz de D”s que se les dirigía y les dictaba los diez mandamientos. Después de esta Revelación, Moshé les avisó que se iba a ausentar durante cuarenta días para estudiar la Ley de la Torá sobre la montaña con D”s mismo. “Por si acaso”, Moshé dejó a cargo a su hermano Aharón y a su sobrino Jur. “Total”, no se trataba de tanto tiempo. Según los cálculos de la gente (equivocados, por cierto), los días que había prometido Moshé ya habían transcurrido... y Moshé no había vuelto. “¿Qué le habrá pasado a Moshé?” “¡¡Qué le habrá pasado!!” “¡¡¡Qué será de nosotros!!!” - comenzaron a preocuparse con creciente impaciencia y ansiedad. Moshé era de cumplir siempre con todo lo que prometía. “¿No le habrá ocurrido algo sobre la montaña?” Moshé mismo les había advertido de no acercarse a la montaña más allá del límite, por el riesgo de morir y él mismo se había quedado con ellos durante la Revelación Di-vina. En “una de esas”, D”s se podía haber enojado con él por algo y lo castigó... (no sería la primera vez, pues antes de llegar a Egipto, Moshé casi se muere por demorar el Brit Milá de su hijo...) ¡Sr. Lector! ¿Sabe Ud. cómo funciona la histeria masiva cuando cunde el miedo a la incertidumbre? La gente está dispuesta a creer cualquier cosa y nadie los puede parar. Como dicen: “el miedo no es zonzo”. Si Ud. aplica esta situación a un pueblo que está varado en medio del desierto con sus familias, pues, no es muy difícil imaginar como reaccionarían. ¿Quién, acaso, les garantizaba que al día siguiente tendrían Maná, agua y protección contra el sol? Lo que hubo en aquel momento, entonces, fue pánico colectivo. El pánico no tiene lógica. Hasta ese instante, en realidad, no les faltaba nada. Pero... ¿quién sabía lo que vendría? El Midrash aporta que en esa situación tuvieron “visiones” de Moshé que habría muerto y estaba siendo sepultado por los ángeles. Dado que Moshé era humano - ¿cómo podría haber sobrevivido, acaso, sobre la montaña durante cuarenta días sin comida? Así el rumor sobre la muerte de Moshé se convirtió en una “certeza”. “¿Qué hacer ahora?” - se preguntaron uno al otro. “¡Vayamos de Aharón y exijámosle que nos dé un sustituto de Moshé, una imagen para que nos saque de este lugar!” - propusieron algunos. Dicho y hecho. Aharón mismo estaba en un serio dilema. No es nada fácil frenar a una masa que no quiere entrar en razón. Hacía apenas cuarenta días habían escuchado claramente la prohibición de crear imágenes en el segundo mandamiento, aunque no fuesen objeto de adoración. (La mayoría de los comentaristas - Ibn Ezra, Ramba”n - explican que

el pueblo no pidió adorar al becerro de oro que luego se creó.) Según el Midrash, su sobrino Jur intentó detener al gentío y lo “lincharon”. Dado que no había forma de disuadir a la gente, Aharón decidió por otra táctica. Intentó ganar tiempo. Primero pidió que traigan las joyas de sus familiares para donarlas. De este modo, pensó, habría oposición en las casas y se ganaría tiempo. No funcionó. Al rato estaban allí todos de vuelta con las joyas. Después fundió todo el oro que se había juntado. Algunos hechiceros (en Egipto, la magia siempre estuvo de moda) se ocuparon de darle forma de ternero (ciertos comentarios explican el porqué de la elección de aquella imagen). Entre los egipcios que acompañaron a los hebreos en su partida de Egipto (el “erev rav” de Shmot 12:38), algunos sugirieron a los judíos que esta nueva imagen era la que había sacado a Israel de Egipto: “estos son vuestros dioses...” - dijeron (32:4). Aharón esperaba que al amanecer del día siguiente Moshé con seguridad estaría de vuelta, y, con eso, ya estaría resuelto el problema. Dado que Moshé traería consigo las Tablas de la Ley, anunció que al día siguiente habría una gran fiesta (32:5). Alguna gente, sin embargo, se adelantó y comenzó a adorar al becerro, y, como sucede habitualmente en los cultos, se prestaron a toda clase de desenfreno cometiendo de las peores ofensas (32:6). Antes que Moshé bajara de la montaña, D”s le avisó que el pueblo había pecado seriamente (en distintos grados) y que estaba dispuesto a destruirlos a todos - si Moshé se lo permitiera - para comenzar a partir de él, de Moshé, una nueva nación. Moshé dedujo de las palabras de D”s, que de él dependía - es decir, de sus rezos - que D”s no aniquilara al pueblo. Inmediatamente se puso a la altura de los hechos y rezó por ellos. De ninguna manera iba a acceder a que D”s los reemplazara por él. Bajó de la montaña y rompió las tablas que contenían la evidencia del Pacto convenido con D”s. Fue al becerro, lo destruyó y juzgó a los culpables. Cuarenta días y noches volvió a estar con D”s para suplicarle que perdonara el pecado de su nación y otros cuarenta días y noches para que D”s le escribiera sobre nuevas tablas, los diez mandamientos que había escrito sobre las primeras. D”s perdonó y no destruyó, pero la marca quedó. En todos los futuros castigos, se les agregaría una pequeña cuota de la sanción del becerro de oro (32:34). La historia sigue, y, obviamente, tuvimos que limitarnos a relatar únicamente una parte de ella. No obstante, ciertos conceptos ya nos debieran quedar claros. Uno de ellos es el peligro de la histeria colectiva. Cuesta, a veces, demostrar cordura y calma cuando todo alrededor está intranquilo y agitado. Pero, la quietud y la paz mental son indispensables para la salud mental, para el estudio, la Tefilá y la contemplación espiritual. A su vez, nos enseña el Rebbe de Karlin que si bien la Torá en ningún lugar menciona abiertamente una prohibición de estar desmoralizado o sombrío, nada es tan conducente al pecado como la depresión. En este caso, también, fue el temor y la incertidumbre lo que confundió a la gente y permitió una caída moral tan precipitada. (Rab. A. Twersky en “Living each week”). Por el lado de Moshé, aprendemos a que el líder debe estar siempre al lado del pueblo, aun cuando hacen las cosas mal y no esperar que lo llamen para que los ayude a salir de los problemas en los que se metieron. Moshé no se detuvo cuando tuvo que enfrentar la situación para sancionar a quienes debía, no dejó de defender su causa ante D”s - en lugar de llevar “agua para su propio molino” y rezó por ellos para restablecer el anterior vínculo con D”s. (Rebbe de Slonim. Ibid). El yerro del becerro de oro, no fue el único ni el último de su índole. Hacemos referencia en nuestras Tefilot (oraciones) a él y repetimos las palabras del rezo de Moshé una y otra vez en Iom Kipur.

Una de las lecciones para todos los tiempos es que, más allá de la importancia de no caerse, debemos saber que, aun caídos - y muy profundo - siempre es posible levantarse. Eso es, si existe la voluntad de hacerlo. Daniel Oppenheimer Segundoo comentario - Dentro del Tiempo Y los Hijos de Israel cuidarán el Shabat, para observar el Shabat en el curso de sus generaciones como un pacto eterno... Pues en seis días hizo Di-s los cielos y la tierra, y en el séptimo día descansó... -- Exodo 31:16-17 Para todo hay un tiempo y una temporada... Un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz... -- Eclesiastés 3:1-8 ¿Terminará alguna vez? Parecemos estar siempre librando guerras. Están, por supuesto, las "verdaderas" batallas, libradas con tropas armadas y herramientas de combate cada vez más sofisticadas, guerras en las que una nación se alza en contra de un enemigo que amenaza sus "intereses vitales" o su existencia misma. Pero incluso en tiempos de paz política, estamos constantemente luchando contra los demonios que amenazan nuestro bienestar material y moral: libramos la guerra contra el crimen, las drogas, la enfermedad, el analfabetismo. Internamente, libramos nuestras batallas personales, ya sea una guerra en contra de la propia pereza o el egoísmo, contra una adicción al tabaco, o una tendencia a comer en exceso. Y la cosa no termina en la batalla contra las fuerzas negativas y perversas: en la escuela, en el lugar de trabajo o en las arenas sociales, luchamos constantemente para abrirnos camino hasta la cima, combatiendo constantemente los obstáculos en nuestra procura por un éxito mayor.Pugnamos por obtener más por nuestro dinero, por emplear nuestro tiempo más eficientemente, por desarrollar nuestros talentos, por mejorar nuestra mente y refinar nuestro carácter. Intrínseco a nuestrocarácter humano está el incesante impulso por hacer más de nosotros mismos, por alcanzar más allá de los logros de ayer. El hombre está por siempre en guerra con el pasado. Por lo que aun cuando por fin superemos las descaradas maldades que habitan nuestro mundo, aun cuando por fin triunfemos en traer a la superficie la bondad que es naturaleza esencial de la creación de Dis, ¿experimentaremos alguna vez paz y tranquilidad? Hacia dondequiera nos volvamos, encontramos alboroto. El sistema estelar gira como un trompo, las galaxias hierven y se revuelven. El núcleo de la tierra es un caldero, su

atmósfera desata tormentas, sus océanos rugen. La vida física es sostenida por el movimiento perpetuo: el latido del corazón, la contracción y expansión de los pulmones. La materia aparentemente "inanimada" es un caldero de movimiento en sus niveles nucleares, atómicos y subatómicos. El movimiento significa cambio, y cada cambio es una lucha; la lucha por vencer el status quo y reemplazarlo con una nueva realidad. El principal culpable de esto es el fenómeno llamado Tiempo: el tiempo es lo que nos brinda un pasado para abandonar, un presente con el cual no contentarnos, un futuro hacia el cual anhelar. El tiempo es la madre del movimiento, el cambio, y la lucha. El tiempo es el lienzo sobre el que se graban todas de batallas de la vida. Parecería que mientras tanto existamos en el tiempo, mientras nuestras vidas se definan por su flujo y reflujo, la batalla de la vida continuará bramando. ¿Podemos trascender el tiempo? Una existencia eterna sería libre de movimiento, tensión y lucha. Pero, ¿permitiría una existencia eterna eldesafío, la mejora y el progreso? ¿Terminará alguna vez? ¿Debería terminar? La Creación del Tiempo Cada día tiene su función particular. -- Zohar III, 94b El tiempo, nos dicen nuestros Sabios, es una entidad creada. Al igual que todas las demás creaciones, fue llamado a ser por voluntad del Omnipotente a partir de un estado anterior de inexistencia. En otras palabras, el hecho de que el tiempo no existió con anterioridad a la creación del universo por parte de Di-s no fue simplemente porque no había fuerzas o seres físicos, y por lo tanto ningún suceso para marcar el paso del tiempo; más bien, fue porque la entidad "tiempo" -su naturaleza, su substancia, su noción misma- no había sido creada todavía por Di-s[1]. La creación del universo por parte de Di-s abarcó siete días, cada uno de los cuales vio la creación de una nueva clase de elementos vinculados particularmente a la naturaleza intrínseca de aquel día. Pues estos siete días sirvieron (y continúan sirviendo) como canales para los siete Atributos Divinos (sefirot) que el Omnipotente eligió investir en Su creación de nuestra realidad: las cosas creadas en el primer día de la Creación son de una naturaleza "otorgante" o "concededora", correspondiéndose con el Atributo Divino de jésed que define las creaciones de ese día; aquellas creadas en el segundo día encarnan la "limitación" y la "severidad", según el atributo de guevurá; y así sucesivamente. Lo que es cierto de la Creación como un todo, lo es también de la creación particular llamada "tiempo". El tiempo, como el universo al que subyace, fue creado en siete días porque posee siete cualidades distintas; en cada día de la Creación, otra dimensión del tiempo fue llamada a ser.

En otras palabras, no solamente es el tiempo per se una creación original, sino también lo son las divisiones y ciclos con que se mide y define; también son entidades creadas por el Omnipotente. El día, la semana, el mes y el año no son medidas arbitrarias de tiempo. No son manijas artificiales de una realidad básicamente teórica, inventadas por el hombre de manera que pudiera concertar citas o planificar sus vacaciones. Más bien, reflejan el carácter y la textura intrínseca del tiempo. El más básico de estos es la semana. La creación del tiempo en el curso de siete días significa que el tiempo es un espectro de siete matices: el tiempo-jésed fue creado en el primer día, el tiempo- guevurá en el segundo, y así sucesivamente. No fue sino hasta que "Di-s concluyó, en el séptimo día, la obra que El había hecho"[2] que los siete componentes básicos del tiempo fueron completados y fijados en su lugar como un ciclo de siete días. Esto explica por qué, en hebreo, el domingo se llama Iom Rishón, "el primer día", lunes es Iom Shení, "el segundo día", etcétera. Esta no es meramente una referencia a la primera semana del tiempo, en la que el domingo fue el primer día que existió y el lunes el segundo. Cada domingo es literalmente un primer día, el primero de un nuevo ciclo de tiempo que repite, desde el principio, las siete cualidades del tiempo. El Elemento Descanso Di-s concluyó en el séptimo día la obra que había hecho; y descansó en el séptimo día de toda la obra que había hecho. -- Génesis 2:2 Este versículo parece contradecirse a sí mismo: ¿Concluyó Di-s Su obra en el séptimo día o antes de éste? ¿Hubo seis días de creación o siete? Nuestros Sabios explican: "¿Qué faltaba al mundo? El descanso Cuando vino el Shabat, vino el descanso" [3]. En Shabat Di-s creó el descanso, el ladrillo final y culminante en el edificio de la Creación. En la víspera del primer Shabat, también la creación del tiempo estaba casi completa, faltándole solamente el elemento descanso. Con la creación del tiempo-Shabat -el tiempo que posee la cualidad del descanso- se cerró el ciclo.¿Pero puede considerarse el "descanso" una característica del tiempo? ¿No es el tiempo -y su fenómeno hermano, el movimiento- la antítesis misma del descanso? Esa es precisamente la cuestión. El shabat representa un área en el tiempo que trasciende la propia definición básica del tiempo. El tiempo, aunque sinónimo de movimiento y cambio, también incluye un elemento de descanso; un potencial para crear, dentro de la estructura del tiempo, un área de permanencia y serenidad. Un potencial para traer armonía y tranquilidad a las luchas y fluctuaciones de la vida. De modo que mientras el aspecto de "día laboral" de nuestras vidas es definido por la Torá como "saliendo a la guerra contra tus enemigos"[4], del Shabat se ha dicho: "Siéntese, cada hombre, en su lugar; ningún hombre saldrá de su lugar en el día de Shabat"[5]. Si la misión de nuestra vida consiste en "salir", en vencer lo negativo, en perfeccionar lo imperfecto, en

extenderse uno mismo más allá de las limitaciones de nuestro ser definido por el presente, incluye también el potencial de descanso, de reposar, de la paz de encontrar los propios auténticos "yo" y lugar. La vida incluye no solamente el desafío de llegar hasta allí, sino también la satisfacción de estar allí. Un Saboreo Previo En el primer Shabat de la historia, no hubo oscuridad. La luz duró 36 horas. -- Midrash Rabá, Bereshit 11:2 El shabat ejerce un profundo efecto sobre toda la semana. Si en nuestras vidas diarias experimentamos no solamente el impulso hacia el logro sino también la satisfacción por lo que se ha logrado; si tenemos la capacidad no solamente de vencer la realidad prevalente sino también la de transformarla en una amiga y aliada; si nuestra vida no es solamente una permanente búsqueda sino también una serie de logros - es porque el Shabat, una isla de descanso en un mar de flujo, irradia de su esencia a los demás seis componentes del tiempo. Pero si todos los días de nuestra semana tiene algo de Shabat en sí, en el Shabat mismo ingresamos a una dimensión del tiempo cuya esencia es el descanso y la tranquilidad."Seis días trabajarás", ordena la Torá, "y harás todo tu trabajo; el séptimo día es Shabat para Dis..."[6]. ¿Pero cómo podemos decir a una persona que "haga todo su trabajo" en seis días? Incluso concluir "todo su trabajo" en el curso de toda una vida no es ninguna hazaña pequeña! Pero en Shabat, explican nuestros Sabios, "todo tu trabajo" está, en efecto, "hecho"[7]. El Shabat no es solamente una ruptura en la faena de la vida, sino un saboreo previo y un vistazo de su máxima concreción.En Shabat, dejamos de luchar con el mundo no porque la tarea de perfeccionarlo esté "en espera", sino porque en Shabat el mundo es perfecto: nos relacionamos con aquello que es perfecto e inmutable en él. Dejamos de librar batalla contra la oscuridad no apenas para recuperar nuestras fuerzas para el próximo asalto, sino porque no hay oscuridad. La luz que hemos creado a través de nuestros actos positivos, oscurecida a lo largo de la semana por el velo de la mundanalidad que envuelve nuestras vidas de días laborales, es ahora perceptible a nuestro ser más refinado.Esto explica mejor por qué cada domingo es, de hecho, un "primer día". El shabat es un emprendimiento en el plano de la atemporalidad, un plano que se encuentra más allá de las luchas que caracterizan nuestras vidas de los días laborales. A continuación de cada Shabat, regresamos a una existencia atada al tiempo. El tiempo, en el sentido de movimiento y flujo, comienza de nuevo. El shabat, sin embargo, no es sino un saboreo previo del "día que es totalmente Shabat y descanso, para vida eterna"[8]. La semana de siete días es un microcosmos de un lapso de tiempo todavía mayor: también la totalidad de la historia es una "semana", compuesta por seis milenios de "día laboral" y un séptimo milenio de descanso, la era del Mashíaj[9]. En el Shabat semanal, experimentamos la perfección que se ha logrado en los pasados seis días a través de nuestros esfuerzos por desarrollar y refinar nuestro mundo; la era del

Mashíaj es el tiempo en el que los combinados logros de todas las generaciones de la historia se concretarán. Un tiempo en el que cada acto, palabra y pensamiento positivo de los seis milenios de la experiencia humana resultarán en un mundo verdaderamente sereno, un mundo libre de rencilla y disenso, un mundo unido a la sabiduría, bondad y perfección de su Creador. La Inversión del Tiempo Los estudiosos de la Torá no tienen descanso, ni en este mundo ni en el Mundo Venidero, pues está escrito: "Ellos van de fortaleza en fortaleza"[10]. -- Talmud, Berajot 64a Sin embargo, el Shabat es parte integral del tiempo. Incluso la era mesiánica es una era dentro del tiempo, un séptimo milenio de la historia. Obviamente, también éstas son arenas para el progreso y logro. Pues de representar estados totalmente estáticos, ¿por qué habríamos de considerarlos épocas en el tiempo? En el nivel más básico podríamos explicar que, de hecho, ambos, la semana de trabajo y el Shabat, tanto como los seis milenios de la historia y la era del Mashíaj, son tiempos de adelanto y progreso. La diferencia radica en la manera en que ello se logra.Los desafíos de nuestra "semana de trabajo" incluyen tratar con el mal y la negativitidad llanas, de modo que el progreso involucra inevitablemente la lucha. En Shabat, sin embargo, y en un grado aún mayor, en la era del Mashíaj, adelanto y progreso significan la graduación tranquila de bueno a mejor, la obtención de alturas mayores dentro del plano infinito del bien mismo. Si hoy peleamos por eliminar la guerra y el odio, en la era del Mashíaj, cuando "trocarán sus espadas en arados"[11], la procura de paz significará encontrar maneras más profundas y significativas para que la gente una y fusione sus diferencias en una totalidad sinfónica. Si hoy debemos pugnar por derrotar la enfermedad, la "medicina" del séptimo milenio se preocupará con la perfección adicional de la ya intachable salud y la mejora del nexo entre cuerpo y alma. Si hoy debemos luchar contra la ignorancia, en la era en que "el mundo se colmará del conocimiento de Di-s como las aguas cubren el mar"[12], la búsqueda de sabiduría estará puesta en grados cada vez mayores de conocimiento en la infinita verdad de todas las verdades. No obstante, esto no responde totalmente la pregunta. Pues cualquier cambio, cualquier alejamiento de un estado previo, es finalmente una batalla y pugna, si bien una mucho más sutil que la conquista del mal. Nuevamente preguntamos: ¿cómo puede definirse cualquier forma de progreso como un estado de descanso? Pero el progreso puede tener dos direcciones: hacia afuera y hacia adentro. La ecuación de progreso con lucha, de graduación con cambio, es valedera si hablamos de "salir de nuestro lugar", de llegar más allá de lo que somos para hacer de nosotros más que lo que somos. Pero también hay un progreso que es una travesía interior, un viaje para descubrir dimensiones más profundas de nuestro propio ser. En semejante viaje interior, cada estación sucesiva no es un "cambio", sino todo lo contrario: es un estado más consistente

con quién y qué somos verdaderamente. Es "descanso" en el sentido más genuino de la palabra: un asentarse en el propio y auténtico "lugar" e identidad. "Di-s creó al hombre a Su imagen"[13], creándolo para que reflejara Su propia perfección y bondad. En las fases de "día laboral" de nuestra existencia, el manto de corporeidad que envuelve nuestro mundo y encierra nuestras almas nos hace llevar vidas que se las ven de figurillas con nuestra verdadera esencia e identidad. De modo que nuestro propio perfeccionamiento y el de nuestro mundo es una lucha, una batalla para cambiar la realidad (o sea, aquello que es la realidad en nuestra percepción) en lo que está (nuevamente, en nuestra percepción) más allá de nosotros. Pero, en verdad, esta "realidad" es una distorsión de nuestro verdadero ser, mientras el escurridizo "más allá" es nuestra verdadera personalidad. De modo que cuando seis milenios de pugna y logro toquen a su fin, cuando seis milenios de luchar contra la oscuridad revelen la luz interior, experimentaremos una era "que es totalmente Shabat y descanso". Esta no es una edad de oro de jubilación para la humanidad, pues el potencial dentro de nosotros es tan infinito como la perfección Divina que refleja. Pero la dirección de "progreso" se revertirá: de una búsqueda exterior -plagada de conflicto- por el cambio, al sereno e interior encuentro con el propio ser. Pero esta "inversión" de la corriente del tiempo no está restringida al séptimo milenio. Cada Shabat es un saboreo previo de este tiempo futurista, y un proveedor de su tranquilidad a la semana entera. Mientras estamos todavía en medio de la guerra de la vida, se nos capacita para experimentar momentos de verdadero "descanso". Incluso mientras pugnamos por trascender las imperfecciones de un ser más externo, podemos tocar base con la bondad y perfección que se esconden en el núcleo de todos y cada uno de nosotros. Basado en Likutéi Sijot, Vol. XVII,págs. 59-61; Sefer HaSijot 5752 Notas: 1. Rabí DovBer de Mezritch, citado en Sidur Im Daj, Sháar HaKriat Shemá, 75d y ss. 2. Génesis 2:2. 3. Rashi sobre el versículo. 4. Deuteronomio 21:10; Likutéi Torá, Tetzé 35c; y en otros lugares. 5. Exodo 16:29. 6. Ibíd., 20:9-10. 7. Mejilta sobre el versículo. 8. Agradecimiento Después de las Comidas, agregado para Shabat. 9. Comentario de Najmánides a Génesis 2:3. 10. Salmos 84:8. 11. Isaías 2:4. 12. Ibíd., 11:9. 13. Génesis 1:26.

Tercer comentario - Servir a Hashem con simpleza Para muchos iehudim, una de las maneras mas dificiles de cumplir con Hashem es haciendolo con simpleza. El libro Meshej Jojma da una explicacion maravillosa: "La

entrega del alma" a D"s debe ser sin tantas investigaciones, sin tanta sabiduria. La tribu de Iehuda se arrojo al mar con una entrega absoluta pues la investigacion impide en el sentimiento de voluntad interno, entregar la vida por santificar el Nombre de Hashem. Por eso en nuestra perasha, sobre aquel que no investigo y empleo su ingenio, Hashem lo colmo de sabiduria e inteligencia. Hay personas que tienen Zejut Abot (merito de sus padres), es decir que sus padres llevaron una linea de conducta que la heredaron sus hijos. Este es el caso de Betzalel; el tuvo una ascendencia como la de Jur y Najshon ben Aminadab. El primero lucho para que sus hermanos judios no hagan el becerro y lo mataron. El segundo fue el primero en arrojarse al mar. Ambos tzadikim sirvieron al Creador con simpleza y dejaron de lado sus conocimientos, entonces por ese merito Hashem los recompenso con Betzalel, quien tuvo el merito de ser descendiente de la tribu de Iehuda: con una gran sabiduria. Debemos aprender de las palabras maravillosas del Rab Iahbetz en su libro Meshej Jojma, el camino para servir a Hashem debe estar regido por la simpleza y la poca investigacion. La misma impide el desarrollo de la voluntad interior de entregarse a D"s por santificar Su Nombre. El libro Daat Jaim relaciona lo expuesto segun la Guemara (Julin 5b) "Al hombre y al animal salvara Hashem". Alli se explica: "se trata de aquellas personas sagaces que se ponen a si mismos como animales". Son individuos verdaderamente llenos de sabiduria, sin embargo al tratarse de algo relacionado con D"s dejan de lado sus conocimientos y se entregan con simpleza para el servicio de Hashem. Por tal motivo D"s los llena de sabiduria, como esta escrito (en Mishle 2 pas 6) "Porque Hashem dara sabiduria, de Su boca inteligencia y entendimiento". Esto fue precisamente lo que ocurrio con Jur y Najshon ben Aminadab, que por haberse entregado al Creador dejando de lado los calculos e investigaciones, sin tener en cuenta la propia inteligencia de la que fueron dotados, tuvieron el merito de recibir una sabiduria celestial. Reiteradamente nos va diciendo la Tora que Hashem colmo a Betzalel con sabiduria y que a todo "sabio de corazon" tambien lo doto de la misma. Surge una pregunta: ¿Por que la Tora vuelve varias veces a decirnos aparentemente lo mismo, que la sabiduria es una entrega de Hashem? Nosotros podriamos creer que a la inteligencia de ellos, se les sumo la sabiduria que D"s les otorgo y entre ambas construyeron el Mishcan. Estos versiculos nos indican lo contrario, que el Mishcan fue construido solamente con la sabiduria con que los doto Hashem, por el merito de haber dejado sus conocimientos de lado y aceptar con simpleza lo que el dijo. Podemos ilustrar toda esta explicacion con el siguiente ejemplo: Dos enfermos con un mismo cuadro acuden a un medico. Uno de ellos posee conocimientos generales de medicina, el otro no. Cuando el doctor medico al "entendido", este -segun sus conocimientos- comenzo a analizar que medicinas tomar y cuales no, obedeciendo parcialmente al medico y muriendo al poco tiempo. El otro paciente estaba conciente de que el no entendia absolutamente nada de medicina y acato por completo las indicaciones del medico, recuperandose en un corto tiempo. De cuantos decretos malos nos salvamos cuando obedecemos a D"s con simpleza, cuando en cierta forma el hombre deja de lado sus conocimientos y acata las

indicaciones de nuestro verdadero medico que es D"s. En el Midrash Tanjuma esta escrito que la vaca roja viene a expiar por el pecado del becerro de oro. Se compara a aquella sirvienta que ensucio el palacio del Rey. Dijeron: que venga su madre y limpie lo que ensucio su hija. Aqui tambien decimos, que venga la vaca y expie sobre el becerro. Segun el Ramban y el Cuzari, otros exegetas explican que los judios incurrieron en este pecado por su alto nivel y sus grandes conocimientos y a causa de esto les falto servir al Creador con simpleza, pues mezclaban sus opiniones con las ordenes de Hashem. Por tal razon la mitzva de la vaca roja (que es un "jok", una ley de la que se desconocen sus motivos), debemos cumplirla por el solo hecho de que Hashem nos lo ha ordenado. Hay que acatarla con simpleza. Precisamente esta mitzva expia por el pecado del becerro de oro. Aquel que quiere a su alma debe acatar las ordenes de Hashem con simpleza, como un siervo de D"s. A traves de esto es posible alcanzar los niveles mas altos. Rab Moshe M Hoffer

Shabat Ki Tisa Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Apenas se descubre el pecado del becerro de oro, Hashem, amenaza con destruir al pueblo judio. Con la grandeza que lo caracteriza, Moshe intercede una vez mas para pedir y obtener en perdon de Hashem. Finalmente, Hashem le asegura a Moshe que Su presencia los acompaniara a traves del viaje por el desierto. Pero Moshe parece no estar satisfecho con esa respuesta. En lo que aparenta ser un osado pedido, Moshe le ruega a Hashem otro cosa mas. No solo quiere tener la certeza que la presencia Divina los acompaniara, sino que ahora tambien le pide a Hashem que le muestre” Su rostro (Exodo 33:18). No es acaso suficiente que Hashem acaba de perdonar a los judios por el pecado mas audaz de la historia?. ¿No es suficiente que les asegura que El los guiara por el desierto? ¿Que mas quiere Moshe? Lo que Moshe quiso fue poder conectar algo terrenal y corporeo con la fuente mas grande de espiritualidad, que es Di-s mismo. Moshe quiso subir un escalon mas, Moshe queria poder crecer y dar otro paso, tratando de conocer el rostro de Hashem como nadie lo habia hecho antes. Hashem le explica que es imposible que alguien Lo vea y pueda seguir viviendo. El alma humana no puede estar limitada a una existencia en el tiempo y el espacio despues de haber xperimentado la espiritualidad infinita. Asi es que la respuesta fue, "No. Puedes sin embargo, ver mi espalda" (Exodo 33:20-23). Por supuesto que esta contraoferta de mostrar la espalda y no el rostro es motivo de innumerables comentarios por parte de nuestros sabios que tratan de analizar el significado de este versiculo. Desde ya que esta columna semanal no puede discutir a fondo este interesante dialogo entre Moshe y Hashem, pero lo que me llama la atencion es la

persistencia de Moshe. ¿Por que Moshe no se conformo con el perdon? ¿Que lo impulso, despues que casi fue destruido el pueblo, a pedir ver Su rostro? Lou Maidenbaum, ex Presidente de la compania de alimentos “Met” fue quien en vida ayudo a fundar el colegio “Gedaliah Maidenbaum” de la Yeshiva “South Shore”. Antes morir el mes pasado, Lou fue internado en un hospital de Miami. Incluso en sus ultimos dias mientras en los que estaba postrado en el hospital, jamas perdio su encanto y sonrisa, viviendo cada dia a pleno. Una semana antes de morir, el estaba en su habitacion del hospital y experimentaba una molestia. Apreto el boton para llamar a un enfermero, pero nadie vino. Cinco minutos mas tarde, lo apreto otra vez... pero no hubo respuesta. Trato dos veces mas y como nadie venia, intento una tactica diferente. Tomo el telefono y disco el servicio de emergencias 9-1-1. La telefonista del servicio de emergencias le pregunto: "¿Cual es el problema?" "Estoy respirando con dificultad" jadeo Lou. "¿De donde llama usted?", pregunto la telefonista. "Del Hospital Mount Sinai, habitacion 321", respondio Lou. "¿Del Hospital Mount Sinai?", repitio con asombro la mujer. "Pero para que nos llama si usted ya esta en el hospital? “Señorita, esta en riesgo mi vida, y si esta es la manera en la que obtendré respuesta, entonces disco 911” Moshe sabia que estaba en el lugar apropiado, en el lugar mas elevado, en el mismo Monte Sinai con Di-s y recibiendo la Tora. Sin embargo, eso no era suficiente. Moshe no estaba satisfecho con nivel en el que estaba. El no se conformo con ser el medio a traves del cual el pueblo recibio la eternidad. ¡El quiso mas! El quiso alcanzar el nivel mas alto al que un ser humano podia aspirar. El quiso verlo a Hashem. Hashem le respondio que si alcanzaba ese nivel, su alma no podria soportar ningun cuerpo y tendria que irse, sin la posibilidad de entrar en otro cuerpo. "Ningun hombre Me vera y vivira" (Exodo 22:20). Asi que Moshe tuvo que limitarse a ese nivel, que fue el nivel el mas alto que un cuerpo fisico podria aguantar. De esta busqueda de Moshe de crecer y subir a lo mas alto que podia llegar, mas alto que el mismo Monte Sinai, aprendemos una magnifica leccion. Cuando nos enfrentamos al desafío de crecer espiritualmente, sin importar del nivel en el que estemos hoy, el objetivo debe ser crecer y subir cada dia un poquito mas. Si llegas a la tierra, debe aspirar a subir la montania, y si has logrado estar en la cima de la montania, debes aspirar llegar a las nubes. Y cuando hayas llegado a las nubes, debes aspirar a llegar a las estrellas. Ojala que siempre podamos tener la meta de superar nuestro nivel, incluso si creemos que hemos llegado a lo mas alto. Shabat Shalom Mordechai Kamenetzky En el honor del casamiento de Mordechai Merenstein con Leah Dukler. ¡Puedan ellos construir un bait' neman B' Yisrael!

Resumen de la Parashá Vaiakhel - Pekudei

Parashá Vaiakhel Moshé transmitió a los bnei Israel los detalles de las órdenes del Señor relativas al Santuario y sus contenidos, pero primero enfatizó la santidad del Shabat, durante cuyo transcurso está prohibido efectuar cualquier trabajo. Cuando se les pidió que contribuyeran al fondo de construcción del Santuario, los benei Israel respondieron muy generosamente y cada individuo donó todo lo que pudo. Las mujeres capacitadas tejieron el material de lino. Los príncipes de cada tribu ofrecieron piedras preciosas para el pectoral, así como también aceite y especias para el incienso. Algunas mujeres donaron incluso sus espejos de cobre bruñido para la jofaina y su jarra. Moshé hizo especial mención del hecho de que Hashem había elegido a Betzalel, de la tribu de Iehudá, un hombre sabio, comprensivo y de experiencia, para supervisar los detalles de la construcción. Fue ayudado por Oholiav, de la tribu de Dan, que eran un grabador y tejedor talentoso. Las contribuciones para la construcción del Santuario fueron tan abundantes, que los trabajadores llegaron a informar que tenían más material del que necesitaban. Pronto, sección por sección, el Santuario y su contenido comenzaron a tomar forma. Se pidió entonces al pueblo que interrumpiera las donaciones. Parashá Pekudei Por orden de Moshé fueron calculados los gastos totales de la construcción del Santuario. La obra fue inspeccioanda y aprobada por él mismo, que luego bendijo al pueblo por su aporte a ese magnífico logro. El primer día del mes de Nisán, casi un año despues de la partida de los judíos de Egipto, fue erigido el Mishkán bajo la supervición personal de Moshé, y los elementos fueron dispuestos en su interior en el orden prescripto. Una nube cubría el Mishcán, que estaba rodeado por la glora de Hashem. Cada elevación de la nube indicaba el deseo de D-s de que los israelitas continuarán su viaje. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Vaiakhel - Pekudei "Y Moshé reunió a toda la congregación de los Hijos de Israel" (35:1) PREGUNTA: ¿Que mensaje transmite Parshat Vaiakel a todos y cada uno de los judíos? RESPUESTA: Generalmente las parshiot Vaiakel y Pekude se leen juntas. Vaiakel --"y tu reunirás", apunta a la unificación de todas las entidades en este mundo diverso, uniéndolas en el dominio de la santidad. Pekude, por contraste, significa "contar" y destacar como cada entidad posee su propia y única importancia. A cada creación le fue dada una naturaleza

única con la cual puede servir a Di-s. Si bien la secuencia de las dos parshiot indica que Vaiakel prepara a uno para Pekude, Vaiakel representa un servicio independiente por derecho propio. Este concepto recibe un énfasis más grande cuando Vaiakel es leída y estudiada como una parshá separada. En particular, el mensaje de Vaiakel se aplica al pueblo judío y alude a que son reunidos para formar una sola entidad colectiva en el espíritu de la mitzvá "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Esto es posible porque todos los judíos tienen una sola esencia; todos son "verdaderamente una parte de Di-s en lo alto" (Ver Tania, capítulo 32). La importancia de este servicio es enfatizada por el hecho de que el Alter Rebe, Rabí Shneur Zalman. El fundador de Jasidismo Jabad, puso en el Sidur Nusaj Ari la declaración "He aquí acepto sobre mi el cumplimiento de la mitzvá 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'" al principio mismo de las plegarias, haciendo de esto el fundamento de las actividades diarias. Este es el mensaje de Parshat Vaiakel, que uno debe buscar unirse con todo miembro del pueblo judío. Esta aproximación, esforzándose por unirse a su prójimo judío, llevará al cumplimiento final de Vaiakel, la reunión del pueblo judío en Eretz Israel. Una lección significativa resulta del hecho de que Vaiakel y Pekude son leídas como parshiot separadas. No es necesario esperar por Pekude, el censo del pueblo judío, para el comienzo de Vaiakel, la reunión de los exilios. Por el contrario, los judíos primero se reunirán en Eretz Israel, y posteriormente habrá un censo. ***** "Todas las mujeres cuyos corazones las impulsaron con sabiduría hilaron el pelo de las cabras" (35:26) PREGUNTA: Rashi dice que era una técnica especial, pues hilaban el pelo sobre los lomos de las cabras. Las instrucciones de Hashem para el Mishkan no requerían que el pelo fuera hilado sobre los lomos de las cabras. ¿Por qué la Torá nos informa de que manera las mujeres hilaron el pelo de las cabras? RESPUESTA: La Torá está enseñando una lección muy importante: Cuando la gente posee un talento especial, es importante para ellos recordar que Hashem los bendijo con ese talento así pueden usarlo para hacer de este mundo una morada para la divinidad. Por lo tanto, dado que había mujeres que fueron bendecidas con la rara técnica de hilar sobre el lomo de la cabra, utilizaron esta técnica para el sagrado propósito de hacer un Mishkan, en el cual Hashem moraría. ***** "Estas son las cuentas del Mishkan..." (38:21) PREGUNTA: La Torá es cuidadosa de no repetir una palabra o escribir una letra extra, ¿por qué las parshiot Vaiakel y Pekude son una redundancia completa de Terumá y Tetzavé?

RESPUESTA: La Torá analiza largamente los episodios que tuvieron lugar cuando Eliezer fue a buscar una esposa apta para Itzjak. Cuando se encontró con su familia, toda la historia es repetida. Rashi explica: "La conversación ordinaria de los siervos de los Patriarcas es más placentera ante Hashem que la Torá de los hijos. Por lo tanto, la sección de Eliezer es repetida en la Torá, mientras que muchos principios importantes de la ley son dados sólo por indicios" (Ver Génesis 24:42), Rashi). El más grave pecado cometido por el pueblo judío fue el hacer y adorar al Becerro de Oro. Esto incitó la cólera de Hashem hasta el extremo que Él consideró, Di-s no permita, aniquilar a todo el pueblo. El Mishkan es denominado como el Mishkan del Testimonio porque sirve como un testimonio de que Hashem perdonó el pecado del Becerro de Oro (ver Levítico 9:23, Rashi). Consecuentemente, dado que el Mishkan trajo perdón para Su amado pueblo, disfruta hablando de él con grandes detalles.

Vaiakhel - Pekudei Estudiando algunos Midrashim Moshé Congrega a K'lal Israel para Enseñarles las Leyes de Shabat La parshá de Vaiakhél describe cómo el Mishkán fue construido. Es precedida, no obstante, por una advertencia de observar las leyes de Shabat. En el día siguiente a Iom Kipur, Moshé congregó a K'lal Israel íntegro y les dijo, "Trabajo puede ser realizado durante los seis días de semana. No obstante, en el séptimo, ustedes deben abstenerse de toda labor." Moshé les enseñó a los Benei Israel las detalladas halajot (leyes) de las treinta y nueve labores principales (avot melajot) cuya realización está prohibida en Shabat. Moshé concluyó con la advertencia, "Quien viole el Shabat a pesar de haber sido advertido y en la presencia de dos testigos incurrirá en el castigo capital. Aún si el Beit Din está imposibilitado de ejecutarlo porque una de las dos condiciones precedentemente mencionadas no es cumplida, él ciertamente no escapará a la retribución Divina." ¿Por qué Hashem le ordenó a Moshé exhortar al pueblo a guardar los preceptos del Shabat antes de instruirlos acerca de construir el Mishkán? El rey estaba planeando construir él mismo un nuevo palacio. Convocó a los mejores arquitectos y se asesoró con ellos por horas y horas. Les dio instrucciones detalladas sobre cómo planear el magnífico edificio que él tenía en mente, los espaciosos cuartos, el techo como torre, los portales a la entrada, y el lujoso diseño interior. La reina advirtió con desagrado que él pensaba sobre su nuevo palacio día y noche. Durante una de sus sesiones con los arquitectos, ella se introdujo dentro del cuarto y se quejó, "¡Vos estáis tan absorbido en vuestros planes que ya no me concedéis un solo pensamiento!" El rey reconoció la verdad de su argumento. Inmediatamente ordenó que al día siguiente, una fiesta debería ser celebrada en honor de la reina. Similarmente, el Shabat se quejó a Hashem, "Tú me santificaste durante los Seis Días de la Creación.¡Ahora los judíos probablemente están por profanarme a causa de su gran amor por el Mishkán que están erigiendo para Ti!"

Hashem por consiguiente le ordenó a Moshé enfatizar al pueblo que las leyes de Shabat no debían ser descuidadas a causa de la construcción del Mishkán. Moshé les enseñó a los Benei Israel entre muchas otras halajot que estaba prohibido encender un fuego en Shabat. (Los Kohaním fueron permitidos encender un fuego en el Mishkán con el fin de ofrendar los korbanot de Shabat. Fueron, no obstante, prohibidos de realizar aquella precisa misma labor para propósitos privados.) El malvado emperador Adriano desafió a R. Iehoshúa ben Jananiá, diciendo, "Yo soy más grande que vuestro maestro Moshé." "¿Cómo es eso?" interrogó R. Iehoshúa. "Muy simple," replicó Adriano. "Yo estoy vivo, y él está muerto. ¿No dicen vuestros libros, 'Mejor un perro vivo que un león muerto' (Kohelet 9:4)?" R. Iehoshúa le dijo, "Yo reconoceré la verdad de vuestras palabras si vos podéis cumplir una condición.¡Decretad que vuestros súbditos, como regla de una vez, no pueden encender ningún fuego por tres días consecutivos!" "¡Nada más fácil que eso!" consintió Adriano, y emitió una orden a aquel efecto. En la noche, ellos dos permanecían sobre la terraza del techo de Adriano. R. Iehoshúa miraba a las casas de la ciudad y advirtió humo elevándose de la chimenea de una casa a la distancia. "¿No prohibísteis encender un fuego?" él preguntó al emperador. Un mensajero fue enviado a aquella casa. Retornó con el reporte que un hombre noble vivía allí, y su facultativo le había ordenado beber bebidas calientes para curar su resfriado. El había encendido el fuego para aquél propósito. "Vos véis," R. Iehoshúa ben Jananiá se dirigió a Adriano, "vuestros súbditos no hacen caso de vuestras órdenes aún mientras vos estáis vivo. Este hombre podía fácilmente haber esperado otro día para encender el fuego. Nuestro rebe, Moshé, nos advirtió a nosotros dos mil años atrás, `¡No encendáis un fuego en Shabat!' ¡Hasta el día de hoy, ningún fuego es encendido en ninguna casa judía en el Shabat!" La Construcción del Mishkán Revela el Verdadero Carácter de Belleza Espiritual de K'lal Israel K'lal Israel proclama, "Shejorá aní venavá / Yo soy negra, no obstante hermosa" (Shir Hashirím 1:5). Esta afirmación parece ser contradictoria; ¿no son negrura y belleza dos extremos opuestos? Cada uno de estos dos atributos, no obstante, se refiere a una etapa diferente en la historia de K'lal Israel. Los Benei Israel proclaman, - "Yo soy negra, cuando mis propias acciones son tomadas en consideración, pero hermosa considerando las acciones de mis ancestros." La princesa una vez cometió una transgresión y fue desterrada de la corte real. Fue forzada a ganarse la vida recolectando la cosecha de los campos junto con los granjeros comunes. Investigación posterior de su mal acto trajo a la luz el hecho de que no tenía que ser culpada por el crimen. Más bien, fue una de las criadas en el palacio quien había causado

todo el problema. La princesa fue por lo tanto convocada para retornar a la corte real, pero ella ya no era la hermosa doncella que había sido anteriormente. Su delicada piel había sufrido de la exposición al sol abierto en los campos. Estaba ahora bronceada por el sol y parecía negra y fea. Cuando las mujeres nobles llegaron al palacio para visitar, se burlaron ante la vista de la negra princesa. "¿Por qué vosotras me contempláis con desdén? la princesa les preguntó. "Yo sólo necesito un buen bálsamo y algunos baños para curarme. Estos me harán tan hermosa y blanca como solía ser. Pero vosotras todas nacísteis con piel oscura.¡Todos los cosméticos y baños en el mundo entero no tornarán vuestra piel blanca!" Similarmente, K'lal Israel posee la kedushá innata que heredaron de sus grandes ancestros. Aún a pesar de que su belleza pueda a veces ser ensombrecida por la influencia del ietzer hará (el impulso que lleva a hacer el mal) y de las naciones, su negrura es sólo superficial. Tan pronto como ellos se esfuerzan a sí mismos un poco, son capaces de hacer teshuvá (arrepentimiento) y recobrarán su natural belleza espiritual. K'lal Israel afirma además: - "Yo fui negra en Egipto, pero hermosa al pronunciar naasé venishmá en Har Sinai." - "Yo fui negra cuando me rebelé en el Iam Suf, pero hermosa cuando yo exclamé allí, 'Este es mi Di- s, y yo lo glorificaré a El.'" - "Yo fui negra en el incidente del jet haeguel, pero hermosa en la construcción del Mishkán." Los Benei Israel fueron conducidos a hacer el Becerro de Oro a causa de las persuasiones del Satán. Tan pronto como Moshé regresó, sin embargo, ellos voluntariamente accedieron a la eliminación del eguel y al castigo de muerte de los pecadores. Su gran anhelo de expiación y la restitución de la shejiná a su medio fue probado por sus vastas donaciones para el Mishkán. De tal modo manifestaron el verdadero carácter de K'lal Israel el carácter de belleza espiritual, natural

Shabat Vaiakhel-Pikudei Primer comentario (Selección del Lubavitcher Rebe M.M. Schneerson, www.jabad.org.ar) Segundo comentario (Gentileza www.judaicasite.com) Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer [email protected]) Primer comentario - No despreciar el potencial del hombre En la Torá en general y en la Torá Escrita en particular, cada palabra y cada letra están sopesadas y medidas, y no hay ni un sólo carácter demás.

Se aprenden gran cantidad de Halajot (leyes judías) de tan sólo letras. Sin embargo, en las Parshiot de Vaiakel Pikudei encontramos textos enteros que parecen estar de más: En estas secciones la Torá nos repite los detalles de la construcción Santuario, luego de haber sido ya enumerados todos ellos en las Parshiot anteriores de Trumá y Tetzavé. Si la intención de la Torá era contar que el trabajo se hizo exactamente de acuerdo a la orden de Di-s, alcanzaba con solo decir que los iehudim erigieron el Mishkán de acuerdo a la indicación Divina. Parecido exterior solamente Lo mismo sucede en Parshat Nasó, cuando la Torá nos relata sobre la inauguración del Santuario. Los doce jefes de las tribus trajeron todos ofrendas idénticas. ¡Sin embargo la Torá las describe doce veces consecutivas con los mismos detalles!. La respuesta a esto es, que las ofrendas eran iguales sólo exteriormente. En lo que hacía a su contenido y las intenciones de los ofrendantes cada una era única y tenía sentido propio. Por eso la Torá no podía escribir que trajeron la misma ofrenda, ya que íntimamente eran diferentes. Dos Santuarios De la misma forma podemos explicar la repetición de los detalles de la construcción del Mishkán en esta Parshá: El Santuario que Hashem ordenó levantar, es totalmente distinto al que los iehudim levantaron en la práctica. Sólo en su descripción parecía el mismo, pero intrínsecamente su esencia era distinta. La Torá versa: “este es el recuento del Mishkán, el Mishkán del Testimonio”. Nombra el término “Mishkán” dos veces. Esto sugiere la existencia de dos Santuarios- uno espiritual y uno material. El primero de ellos era el Santuario espiritual que Hashem le mostró a Moshé en el Monte Sinaí. Y aunque ciertamente se habla allí de oro, plata y madera, de acuerdo a cómo Di-s se lo ordena a Moshé, y cómo Moshé escucha lo ordenado, y ve cómo son las cosas, lo primordial allí era lo espiritual. En cambio, en las Parshiot Vaiakhel - Pikudei se habla de un Santuario físico propiamente dicho, el que construyeron los judíos en la práctica, en este mundo terrenal, con los elementos concretos que donó el Pueblo de Israel. El objetivo es aquí!! A pesar de que el Mishkán que le mostró Di-s a Moshé en el Monte Sinaí era sin dudas superior al realizado por los iehudim en el mundo material, la Presencia Divina se hallaba fundamentalmente en el segundo. Como dice la Torá: “Y concluyó Moshé la labor” e inmediatamente después, “Y cubrió la Nube el Ohel Moed, y la Gloria de Hashem llenó el Mishkán”- A través del Santuario material específicamente, se cumplió la Voluntad de Di-s. De aquí podemos tomar una enseñanza significativa. A veces menospreciamos

nuestro potencial espiritual y el valor de nuestros actos. Uno puede pensar: “¿Quién soy yo para causarle placer a Hashem?”. Nos enseña, entonces la Torá que por el contrario: justamente porque nos encontramos en este mundo terrenal, tan bajo y con sus limitaciones, es en estas condiciones que Di-s desea que cumplamos Sus preceptos. A través de ello somos nosotros, con nuestros actos, los que concretamos el objetivo y deseo Divino de: “hacer para El una morada en el mundo inferior”. Likutei Sijot, tomo 1 Pág. 195 Segundo comentario - El Santuraio y el Shabat "Y Moises reunio a toda la congregacion de los Hijos de Israel y les dijo a ellos: ´Estos son las cosas que ha ordenado Hashem para hacer" (Shemot/Exodo 35:1). "Seis dias habra de ser hecho el trabajo y en el dia septimo sera para vosotros santo, shabat de shabatot para Di-s..." (Shemot 35:2). De acuerdo a nuestra tradicion estos fueron los primeros mandamientos que Moises transmitio al Pueblo Judio cuando descendio del Monte Sinai la ultima vez, trayendo las segundas tablas. Y estos, que parecen introducirnos al proximo grupo de mandamientos que se relacionan con el Santuario, reflejan una especie de pasividad: ´habra de ser hecho el trabajo...´. Donar, por ejemplo, para el santuario o construirlo son acciones positivas. Si aquellos preceptos fueron pensados para introducirnos en la sagrada mision de construir el Santuario, como encajan en el tema? La observancia del Shabat demuestra nuestra fe de que D-s creo el mundo. Y demostramos nuestra fe mediante la inactividad en ese dia, porque los actos de creacion de Hashem van mas alla de la capacidad y finitud de la persona para aprehenderlos correctamente. Esto trae a colacion otra enseñanza. Nosotros podemos verdaderamente entender y alabar las cualidades unicas de Di-s por lo que el NO es. Vale decir, D-s no es como nada que conozcamos y sobrepasa cualquier virtud finita y cualquier capacidad que podamos captar y experimentar. Por ejemplo, cuando El demuestra misericordia, Su misericordia es mucho mas vasta y enorme que la de la persona mas misericordiosa que jamas haya vivido. Por lo tanto Su misericordia se encuentra mucho mas alla de lo que un ser humano puede comprender y experimentar. Es verdaderamente unica. Una persona solo puede captar aquello que es finito. Y Di-s es infinito. Quizas ahora podamos entender por que Moises inicia la enumeracion de las leyes para la construccion del Santuario con las leyes de Shabat.

El propio Moises estaba perplejo con la orden de construir un Santuario. Como se puede relacionar la infinitud de Di-s con un santuario finito para El, una estructura material en una ubicación especifica que el hombre construye para hacer descender la infinita Gloria de Di-s. El Midrash explica que el Creador se dirigio a Moises diciendole: "Tu haz lo que puedas y construye el Santuario. Yo hare lo que Yo pueda (kabiajol) para hacer morar Mi presencia sobre el Arca del Pacto". El Shabat es entonces una apropiada introduccion para iniciar la accion y construir el Santuario. Porque es una demostracion de que el hombre no puede verdaderamente reflejar lo que El es verdaderamente y asi como hacemos todo lo mejor que podemos para dirigirnos a Di-s y rezarle en Su rol de Creador del Mundo por medio de la observancia del Shabat, asi tambien nos dice Di-s que El acepta y legitima todas nuestras tareas para construir un Santuario finito para El. Para El que es infinito. (Fuentes: H.Black, JewishAmerica) Tercer comentario - Dime con quien andas y te dire quien eres Luego de haber congregado Moshe a los iehudim, esta escrito "... Y salieron de delante de Moshe". La pregunta es obvia, si estaban reunidos con Moshe... ¿Por que esta escrito que salieron de delante de Moshe? Debemos saber que los lugares y las personas con las que nos contactamos tienen una gran influencia sobre nosotros. Si vemos a un individuo que tambalea al caminar, eso nos indica que salio de un bar embriagado de vino. Guardando las distancias, podemos decir que el mero hecho de haber estado frente a Moshe, alcanzaba como para que reciban sobre si mismos temor a D"s, y se reflejara en sus rostros. ¡Con mas razon, como estudiaron con Moshe la Tora que recibio en el Sinai! ¡que bello era el aspecto que adquirieron! Nosotros como personas de Tora debemos saber que debe reflejarse en nuestros rostros que hemos salido del Bet Hakneset. En cada movimiento nuestro, tenemos que santificar el nombre de D"s. Deben identificar a traves de nuestra conducta que somos seguidores de la Tora. Nuestros sabios explican en el Tratado de Ioma (86 a) haciendo referencia al versiculo que recitamos diariamente al decir la Shema que D"s nos encomienda: "Amaras a Hashem tu D"s", que debe ser el Nombre de D"s amado por tu intermedio, es decir nosotros debemos ser los provocadores de que la gente ame a Hashem, que gracias a nuestra buena conducta, los individuos quieran imitarnos acercandose ellos tambien a D"s. Si obramos mal, teniendo una conversacion agresiva con la gente y no comerciando con honestidad, provocamos la profanacion del Nombre de Hashem, de alli nuestra gran responsabilidad. En nuestro pais, en estos ultimos años se vive una constante inseguridad, da miedo transitar por las calles. La vida nocturna se convirtio en algo peligroso, vivimos tensionados. Pero en estos tiempos mas que nunca debe notarse la alegria y la satisfaccion que tenemos por haber estado en un Bet Hakneset. Debemos ser nosotros los portadores de la paz, los

que la transmitimos. Hay muchas personas que en su fuero interno tienen una preocupacion: quieren acercar a los alejados de la Tora. Pero debemos tomar conciencia de que no todos estamos preparados para ello. El Jafetz Jaim en su libro Jomat Hadat hace referencia a la personalidad que debe tener aquel que se quiere dedicar o se dedica a esta tarea tan importante. El explica basandose en la relacion que guardan los versiculos que decimos en la lectura de la Shema. Primero decimos: Y amaras a tu D"s con todo tu corazon. El versiculo siguiente dice: Y estaran las palabras estas en tu corazon. El Jafetz Jaim explica sobre esto que el hecho de estar juntos estos dos pesukim, nos seniala que solamente aquel que tiene la Tora posada en su corazon y ella es parte de su personalidad, esta preparado o apto para salir y hacer amar el Nombre de D"s sobre los demas. En el Midrash Ialcut Shimoni se nos explica con respecto a la familia de Elcana, el padre de Shemuel, el profeta, que hacia Alia para las fiestas, se dirigia al Mishcan (Santuario). Elcana, como sus hijos e hijas y sus parientes, iban y pernoctaban en las calles de la ciudad. La gente del lugar les preguntaban ¿donde van? y ellos les respondian "a la casa de Hashem en Shilo de donde saldra la Tora y las mitzvot". ¿Y ustedes por que no vienen con nosotros y vamos juntos? Entonces esto les provocaba una reaccion inmediata, que por la emocion que sentian derramaban lagrimas y terminaban acompaniandolos. Cada año acercaban mas familias, hasta que terminaron por acercar a todos. Le dijo D"s: Elcana, Elcana. Tu volcaste al pueblo judio al platillo meritorio de la balanza y los educaste con mitzvot y muchos tuvieron el merito de acercarse por tu intermedio, yo sacare de ti un hijo que inducira a los iehudim por el buen camino y los educara en las mitzvot. Vemos que como recompensa a Elcana le dieron del cielo al profeta Shemuel. ¡Es increible que una sola persona pudo acercar a todo un pueblo! Nuestros sabios destacan la pureza de sus pensamientos e intenciones, dormia en la calle para santificar el Nombre de Hashem en publico. La gente advirtio que ante ellos habia un alma pura, le preguntaban: ¿Por que esta conducta? Era precisamente cuando Elcana y su esposa encontraban la oportunidad de sensibilizarlos. ¿Ustedes por que no vienen con nosotros? ¿Por que dejan la casa de Hashem y la cambian por placeres corporales? Esto repercutio positivamente en el pueblo hasta llegar a derramar lagrimas y decidirse a ir al Mishcan. El medio ambiente es muy influyente. Tratemos de frecuentar lugares de Tora, y la Kedusha (santidad) que estara reflejada en nuestros rostros, repercutira positivamente en nuestros hijos. Rab Moshe M Hoffer

Resumen de la Parashá Vaikra Los cinco principales korbanot (sacrificios) que podían ser ofrecidos por una persona eran: 1) Olá: ofrenda enteramente consumida por el fuego en el mizbeaj (altar) 2) Minjá: lealtad-obsequio. A diferencia de los otros korbanot que consisten de animales, ésta era una ofrenda de harina usualmente llevada por un hombre de medios modestos

3) Shlamim: ofrenda de paz. Un medio de expresar agradecimiento a D-s en ocasiones de regocijo. También incluye el korbán todá (en "acción de gracias", analizado en la parashá Tzav). 4) Jatat: ofrenda por pecado. Una expiación por ciertos pecados cometidos sin intención por un individuo, incluso el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), el rey el Sanhedrín (suprema corte) en su totalidad. Comprende también las prohibiciones punibles con caret cuando son transgredidas intencionalmente, por ejemplo, comer jametz en Pésaj o realizar una melajá (trabajo) en shabat. 4A) Korbán olé veiored: un tipo especial de ofrenda por pecado que varía de acuerdo con la riqueza del pecador. Es requerido para las siguientes transgresiones: a) Jurar en falso que uno no ha visto ni oído evidencia necesaria para un testimonio b) Entrar en el Bet Hamikdash o comer kodashim mientras se está en estado de tumá (impureza) c) Dejar sin cumplir una promesa Conmovido en su conciencia, el pecador confesaba su mala acción y estaba obligado a llevar este sacrificio. 5) Asham: ofrenda por un culpa. Ofrecida como parte de la penitencia requerida por ciertos actos impropios, tales como: a) uso no intencional de propiedad apartada para Hashem (Kodashim) b) retención de propiedad ajena por un falso juramento En cada caso el pecador, luego de confesar su culpa, debía restaurar primero la propiedad, más un adicional de un quinto de su valor, al verdadero dueño, antes de que pudiera ofrecer el sacrificio y recibir el perdón divino por su pecado. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Vaiakrá Vaikra 4,1 2 - "HABLA LOS HIJOS DE ISRAEL Y DILES: CUANDO ALGUNO PECARE POR YERRO CONTRA CUALQUIERA DE LOS MANDAMIENTOS DE ADONAI, RELATIVOS A COSAS QUE NO DEBEN HACERSE, HACIENDO CUALQUIERA DE AQUELLAS COSAS; 2 - CUANDO ALGUNO PECARE. Se debe comprender esta expresión como una exclamación, dicen los Sabios del Medrásh. ¿Cómo seria capaz el alma de cometer un pecado? ¿No ha salido ella de las esferas de justicia y pureza? "Se colocada en la fuente de Injusticia a la iniquidad (makóm ha-mishpát sháma harésh'a) (Ecl III,16). El capítulo precedente comenzaba por las palabras (ve-néfesh ki takrív), un alma que presenta una ofrenda a Dios. Este gesto responde ciertamente a la naturaleza íntima del alma. Y no es sino después de esta constatación que la Toráh señala, que un alma también puede dejarse arrastrar al pecado. La parte de responsabilidad que corresponde a cada uno de los dos factores del cuerpo y del alma en la perpetración del pecado, es un tema que nuestros Sabios han tratado a propósito

de nuestro versículo. Dos opiniones se han expresado y las dos en forma de parábola. La primera compara nuestro caso a dos individuos que han cometido un mismo crimen de lesa majestad: Uno de ellos era un aldeano, el otro un visitante habitual del palacio real. Habiendo sido juzgados, el rey indulta al primero y castiga al segundo. A la pregunta planteada al rey para que explicara el tratamiento diferente dado a los individuos culpables de un mismo pecado, éste responde: Indulté al aldeano porque éste ignoraba los usos y costumbres de la corte real; pero castigué al amigo íntimo de palacio, ya que ha estado constantemente cerca de la majestad y conoce las medidas que aguardan a los descarados. Lo mismo ocurre con el cuerpo y el alma. El cuerpo está formado del 'polvo de la tierra ", pertenece a las capas terrestres y materiales que son lo opuesto a las esferas del espíritu, mientras que el alma, salida de las regiones celestes, es el soplo de vida inspirado por Dios. Ella también es, como la amiga íntima del rey, reconocida responsable en relación con el cuerpo, y es por esta razón que la Toráh proclama: (néfesh ki tejetáh, el alma que peque) es el alma la que comete la fechoría (Medrásh Tanjumáh). El otro punto de vista sostiene, sin embargo, la responsabilidad conjunta del cuerpo y del alma. Esta opinión es adoptada por el Talmúd y aparece citada en el Tratado Sanh. 9b. El autor del Reshit Jojma, Rabí Elí di Vidas, la califica de "mejor fundada, (yóter muskémet) que la opinión citada anteriormente. Y apoya su parecer en la parábola que cuenta la célebre fábula del ciego y del paralítico: "El emperador Antonio le dice a Rabí Yehudáh Hanassí. El cuerpo y el alma pueden disculparse; el cuerpo puede señalar que solamente el alma ha cometido la falta, ya que él reposa en la tumba como una piedra después que aquella lo ha abandonado. El alma puede igualmente hacer recaer la culpa en el cuerpo, ya que ella planea como un pájaro después de haberlo abandonado. Rabí respondió: Es como comparar a un rey que confió la custodia de su bello huerto a dos guardianes, uno de los cuales era paralítico y el otro ciego. El primero le dijo al segundo: Veo hermosos frutos en el jardín. Ven, déjame subir sobre tus espaldas, iremos a buscarlos y nos los comeremos. Así lo hicieron. Un día llegó el propietario y preguntó dónde se encontraban los hermosos frutos. El paralítico respondió: ¿ Tengo yo pies que me puedan transportar? El ciego respondió: ¿ Tengo yo ojos para ver? ¿Qué hizo el rey? Hizo subir al paralítico sobre las espaldas del ciego y los condenó a los dos. El Eterno, concluyó el Rabí, actúa del mismo modo: El une el alma con el cuerpo y los juzga juntos... " Vistas las cosas desde éste ángulo, la palabra (néfesh) de nuestro versículo alude a la persona en tanto que entidad psico-física, como lo subraya Rabí Bajyáh Ibn Pakúda refiriéndose a la expresión empleada por la Toráh al comienzo del Génesis II, 7. (vai-hi ha-adám le-néfesh jayáh) que se relaciona igualmente con esta entidad. POR YERRO: El error de que se habla aquí, puede estar relacionado bien con la ley o con su contenido: el individuo ignoraba que tal acto estuviera prohibido o que él mereciera la pena de (karét), cercenamiento, ya fuera por el acto mismo cuyo carácter ilegal ignoraba (por ejemplo, realizó un trabajo sin saber que ese día era Shabbat, o comió la grasa prohibida (jélev) creyendo que se trataba de la permitida (shumán). En todo caso, no se puede hablar de acciones prohibidas más que cuando son cometidas voluntariamente y conllevan la pena de cercenamiento, (karét), es decir, que revisten un carácter de gravedad acusada. Hemos mostrado en nuestro Comentario anterior I, 3 cómo la obligación de ofrecer un sacrificio expiatorio por una falta cometida involuntariamente le confiere al sistema de

sacrificios de la Toráh, su originalidad específica. "Cualquiera que sea la naturaleza del pecado, declara Najmánides, éste le comunica al alma una mancha por lo cual debe purificarse antes de poder comparecer ante el Señor". El tema de la responsabilidad plenamente comprometida en cada pecado, voluntario o involuntario, está desarrollado, con referencia a numerosos ejemplos en el Tratado Nazír 23a-b. Rabí Akivá, se cuenta en dicha obra, lloraba al darse cuenta de las penosas consecuencias de los pecados cometidos en la ignorancia o por descuido o sin que la propia conciencia lo advierta. Rabí Issi Ben Yehudáh exclamaba: Esto es lo que nos causa tanta aflicción. Paralelamente, el principio de la responsabilidad moral que incumbe al individuo por cada uno de sus actos, aun cuando los mismos sólo servían como vehículos involuntarios de la acción providencial en la prosecución de sus fines históricos, ha sido aclarado en el momento de referimos a la historia de Yoséf y sus hermanos en nuestro Com. Gén. XXXVII,5. Con objeto de explicar el hecho de que la Ley considera un pecado cometido involuntariamente como un acto culpable que exige perdón y expiación, nuestros Sabios nos han dado el motivo siguiente. Un pecado tal, afirman, es un signo de negligencia culpable o de falta de aplicación en el ejercicio del servicio divino. La experiencia demuestra, en efecto, que tal objeto o acto que un individuo considera de gran importancia no escapa jamás a su vigilancia, ni por descuido ni por advertencia ni por olvido. Mientras mayor sea la profundidad que tiene un asunto en nuestro corazón, más sagrado será para nosotros y mayor será la seguridad de que lo respetaremos conscientemente, sin desfallecimientos y sin demora. Los intereses superiores de nuestra existencia ignoran el olvido y el error. Partiendo de estas premisas, el Rey Shelomó constata: "(El pecado cometido), aunque sea inconscientemente, no es bueno para el alma" (Prov. XIX,2). Y los Sabios comentan: No es el pecado cometido por error lo que debe constituir el principal motivo de aflicción para el pecador, sino sobre todo, el hecho de que "la puerta (del pecado) se encuentra abierta delante de él". Pues desde el momento en que se comete un pecado, ya sea por error o por olvido, se corre el riesgo de deslizarse por la pendiente fatal. La pueda está abierta y, en adelante, un pecado acarrea otro, como una Mitzváh acarrea otra. He aquí por qué: (gam beló dá'at néfesh lo tóv) aun inconscientemente, no es bueno para el alma (Tanj). Estas consideraciones nos permiten comprender mejor la obligación establecida por la Ley de ofrecer un sacrificio expiatorio para pecados de este orden, y se concibe igualmente que el grado de responsabilidad personal, aumente con el nivel moral y espiritual del individuo. "Cuando se trata de los discípulos de los Sabios (talmidé jajamím), declara Rabí Yehudáh, el pecado involuntario equivale a un pecado premeditado" (B.M. 33b). Se puede ver en esta constatación el motivo por el cual la Toráh abre este capítulo por el caso del Sumo Sacerdote, colocando a continuación el del Sanhedyín y el del filarca. Conviene, sin embargo, subrayar que la responsabilidad imputada al hombre por sus pecados involuntarios comprende una contrapartida que está relacionada con sus méritos adquiridos inconscientemente. Al final de nuestra Sidrá, Rashí recuerda que la medida de las recompensas, atribuidas por los méritos, es infinitamente más rica que la de los castigos infligidos por los pecados, y cita, a nombre de los Tanaítas, una serie de ejemplos de buenas acciones, generosamente recompensadas, aunque realizadas accesoriamente, e incluso "sin saberlo ",o desprovistas de alcance práctico (V, 1 7).

***** Vaikra 5,1 1 - Y CUANDO ALGUNO PECARE EN ESTO: PORQUE HABIENDO OIDO IA VOZ DE LA IMPRECACION, SIENDO EL TESTIGO RESPECTO DE ALGO QUE HABIA VISTO O SABIDO, Y CON TODO NO LO MANIFIESTA, EL LLEVARA SU INIQUIDAD. 1 - Y CUANDO ALGUNO PECARE EN ESTO. Las prescripciones contenidas en este capítulo, demuestran de nuevo que el culto de los sacrificios, lejos de rebajar la Nación al nivel de una cultura primitiva, como algunos se han complacido en proclamar, la eleva, por el contrario, a un grado muy elevado de conciencia moral. En efecto, los delitos mencionados aquí, que exigen la ofrenda de un sacrificio expiatorio, no participan ni del derecho común ni del derecho criminal, ni siquiera de las leyes religiosas fundamentales. No están relacionados tampoco con casos de transgresiones corrientes. Se trata, por el contrario, de casos específicos, que muestran hasta qué punto el hombre judío debe ejercer, hasta sus últimas consecuencias, un control permanente de sus actos y sus palabras, a fin de no ser reconocido culpable ante la Ley. Sólo un pueblo forjado en la disciplina más exigente, puede estar a la altura de un culto Divino de tal vigor. Y sólo una sociedad sujeta a una ley moral que reclama un acto solemne de expiación de pecados de carácter tan particular como los tratados en nuestro capítulo, puede ser elevada a unas alturas morales y religiosas desconocidas por otras naciones. De los tres casos enumerados en los versículos del 1 al 4, el primero está relacionado con el testigo que rehúsa dar testimonio, aunque haya sido citado a declarar en un proceso de derecho civil; el segundo se refiere a una persona que, habiendo contraído impureza levítica, incluso ignorándolo, y habiendo consumido en este estado la carne de los sacrificios, penetra en el Santuario; el tercer caso es el de un hombre que se ha impuesto un voto por su propio juramento y que, habiéndole olvidado después, ha transgredido dicho voto. Estos casos se sitúan en el límite de lo consciente y lo inconsciente, incluso en el de la falta y la inocencia, y la Toráh parece querer, al citarlos, hacernos tomar conciencia de las graves responsabilidades morales de los seres humanos que comprenden los actos o las omisiones en que han incurrido de buena fe y que ellos consideran de naturaleza sutil o anodina. PORQUE HABIENDO OIDO LA VOZ DE LA IMPRECACION. Según el Zóhar, que interpreta la frase en sentido figurado, las primeras palabras comprenden una exclamación: ¡Un alma que comete un pecado! ¿Es posible que el alma, salida de las esferas celestes, cometa un pecado, cuando ha escuchado la voz del juramento? Cada alma está, en efecto, conjurada, antes de salir a la luz del día, de tomar el camino de los justos y de conservar su pureza original (Cf. Niddáh 30b). Ha escuchado esta advertencia y se ha vuelto testigo con respecto al hombre, por haberlo visto o conocido. Es, pues, en virtud de esta advertencia previa (hatraá) que el hombre "debe cargar con su culpa" si rehúsa confesarla (deim lo yagíd) Y CON TODO NO LO MANIFIESTA. Se vincula a Israel, testigo del Señor (vehú 'éd) (según Medrásh Rabbá). "Vosotros sois mis testigos, (atém 'edái) dice el Eterno"

(Yeshayáhu XLIII,10). Pues Israel ha visto la Revelación Divina en el Sinái y "sabe " que nadie es Dios en el cielo y la tierra fuera del Eterno. También "llevará su pecado " si no da testimonio de la existencia del Dios único. "Si vosotros no proclamáis Mi Divinidad a las naciones del mundo, Yo os castigaré". Esta es una de las raras alusiones del Pentateuco en la que se destaca la obligación que contrajo Israel de ir a proclamar el monoteísmo a los gentiles. EL LLEVARA SU INIQUIDAD. Sin embargo, la expiación prevista por el sacrificio expiatorio, no se relaciona más que con el caso de la deposición de dos testigos, como lo explican los Sabios en el Tratado B.K. 56a. Un testigo único, que rechaza atestiguar a favor de un acusado en un proceso de derecho civil, es igualmente responsable, pero únicamente frente al Ttibunal Celestial. Su deposición puede, en efecto, servir para imponerle un juramento a la parte adversa, y su rechazo a testimoniar, equivale a la transgresión de la Ley: No permanezcas impasible ante la sangre de tu vecino (Lev. XIX, 16) También él es "odiado de Dios" (Pes. 113b). Ver los detalles en Jóshen Mishpát cap. 28

Vaiakrá Estudiando algunos Midrashim Una Mirada al Sentido profundo de los Sacrificios Nuestros Sabios nos enseñan que el mundo reposa sobre tres pilares: - Torá/ El estudio y el cumplimiento de la Torá. - Avodá/ Los Servicios del Templo. - Guemilut Jasadim/ Ser amable con el prójimo. Este principio implica que hay tres fuerzas espirituales que aseguran la existencia del universo. El Todopoderoso no mantendría al mundo para otra cosa que no sea aprender y cumplir con la Torá, para el jesed que realizamos el uno con el otro, y para que ofrezcamos korbanot. Los sacrificios, en sí mismos, evocan satisfacción Celestial. Uniendo este mundo con las esferas más altas, éstos traerán resplandor y bendiciones Divinas. Después de la destrucción del Templo, los sacrificios, cuyo servicio había constituído el "pilar de la avodá", fueron reemplazados por las tefilot (plegarias) cuya redacción había sido realizada proféticamente por los Hombres de la Gran Asamblea. La profundidad, las riquezas espirituales, contenidas en cada palabra van más allá de la simple comprensión. Las tefilot, desde la destrucción del Beit Hamikdash, conectan a los mundos más bajos con los más altos, tal como los sacrificios solían hacerlo. La Torá reiteradamente emplea la expresión "un aroma placentero" con respecto a los korbanot. La implicancia de este término es que los sacrificios, en sí mismos, gratifican al Todopoderoso. Cuando el aroma de los korbanot asciende al Cielo, El otorga merced Divina y bendiciones a todo el mundo. Sin embargo, no hay que confundirse y pensar que al Todopoderoso le va a faltar algo si nosotros no le ofrecemos los sacrificios, jas veshalom; el próximo Midrash lo indica claramente.s

Hashem dice, "Yo ordené que una Casa se estableciera en Mi honor y que en ella se Me ofrecieran sacrificios." "¿Ustedes creen que Yo necesito de sus sacrificios? ¿Creen que preciso comida y bebida?" Cada bestia del bosque es Mía, como también el ganado que se encuentra en miles de colinas. Conozco a todos los pájaros de las montañas, y las bestias salvajes de los campos son Mías. Incluso si Tuviera hambre, No los necesitaría a ustedes, ya que el mundo y todo lo que hay en él es Mío. ¿Acaso Yo como la carne de los toros, o bebo la sangre de las cabras" (Tehilim 50:9- 12)? Es claro, que el servicio de los korbanot, como todas las otras mitzvot no nos fueron ordenadas para beneficiar al Todopoderoso, sino a nosotros mismos. A pesar de que las leyes de los sacrificios se categorizan como jukim, preceptos Divinos que van más allá de la comprensión del intelecto humano, los comentaristas ofrecen varias razones que explican los pormenores de estas leyes, (aparte de su función básica de mantener el universo). Rambam explica que el pecador era más humillado al ser testigo de cómo se sacrificaba, se mataba en forma sangrienta y se quemaba. Se concientizaba del hecho de que todos los actos realizados durante el sacrificio, deberían haber sido realizados sobre él, ya que la justicia máxima exige la muerte por cualquier violación de las mitzvot del Todopoderoso. Además, el observar el destino del animal, estimula al hombre a preguntarse qué es lo que en realidad lo distingue de éste. Ambos son parecidos en lo que respecta a sus funciones físicas. Así como el animal encuentra su fin en la muerte, también el hombre, y sus cuerpos perecen de la misma manera. ¿Qué es entonces lo que eleva al ser humano por encima del mundo animal? Sólo, el alma Divina, introducida en el hombre por el Todopoderoso. Al observar la ofrenda del animal, un judío tendría que pensar en preguntarse a sí mismo cómo es que pudo haber sido tan tonto para transgredir la voluntad del Todopoderoso, permitiendo que su naturaleza animal obtuviera ventaja. A menos que haga teshuvá (arrepentimiento), su destino será el mismo que el del animal. Entonces, el efecto que se persigue con el korbán, es despertar en el pecador un sentimiento que lo lleve a una teshuvá sincera. Cada parte del procedimiento de traer un sacrificio, fue planeado por el Todopoderoso para expiar algún aspecto del pecado. Como un pecado, generalmente comprende pensamiento, palabra y acción, cada uno de éstos tres aspectos del pecado debe ser expiado, y ésto se logra a través de un sacrificio. - Semijá/ acto de apoyar sus manos sobre el sacrificio, expiación por los actos pecaminosos de la persona. - Vidui/ la confesión verbal, sirve para expiar el discurso pecaminoso de la persona. - Hakravat haemurim/ acto de quemar las entrañas y los riñones del animal, sirve para expiar el pecado de haber pensado mal. - Zeriká/ esparcimiento de la sangre del animal sobre el altar, simboliza que la sangre del pecador debería haber sido derramada debido a su acto malvado. La sangre del animal, en lugar de la del hombre, expía sus pecados. ¿Por qué fue necesario poner en funcionamiento un elaborado sistema que comprende el sacrificio de animales para evocar en el pecador pensamientos de teshuvá? ¿La Torá no

podía simplemente ordenar que el transgresor confiese su pecado y sea castigado? La respuesta es que el Todopoderoso, el Creador de la psiquis humana, es el que mejor entiende la psicología humana. El escogió el método más efectivo para incitarnos a una teshuvá sincera. Es evidente que la Torá podría haber ordenado del transgresor una simple confesión verbal, "Cometí un error." No obstante, el efecto de la palabra hablada no puede comparase al efecto de la acción acompañada de la impresión visual. Traer un animal al Beit Hamikdash, apoyar la mano sobre éste, y presenciar cómo se lo mata y cómo se lo quema despierta en el pecador una conciencia mucho más profunda de la maldad del pecado que la simple confesión del mismo. Sin embargo, ¿qué sucede si el objetivo deseado no se logra, si el transgresor simplemente siguió todos los pasos del rito de los sacrificios prescriptos mientras que su corazón no cambia? Si ésto sucediese, el sacrificio no expiará sus pecados, ya que "La ofrenda de reshaim (malvados) es una abominación" (Mishlé 21:27). El Todopoderoso declara, "¿acaso Hashem disfruta las ofrendas quemadas y los sacrificios tanto como cuando uno obedece la Voz de Hashem? Observad, obedecer es mejor que sacrificar, y escuchar es mejor que grasa de carnero" (Shmuel 15:22). El reproche arriba mencionado se refiere a un episodio de la vida de Shaul, el primer rey judío. El profeta Shmuel instruyó al rey nuevo, Shaul, en nombre del Todopoderoso, para que le declare la guerra a la nación de Amalek, y la destruya completamente. Se le ordenó que eliminara a todos, hombres, mujeres, niños, y animales de todo tipo. No obstante, Shaul, al escuchar esta orden, dudó mucho acerca de la justicia de la misma. En su mente, estaba latente la duda concerniente a la rectitud de destruir una nación entera. ¿No era éste un acto horrendo? Por consiguiente, decidió compadecerse de Agag, el rey de Amalek, y de los animales de valor. Luego, procedió ofreciendo estos animales como korbanot. Cuando el profeta Shmuel llegó, Shaul exclamó, "Consagrados sean a Hashem; cumplí con Su mandato! Cuando se le preguntó la razón por la cual gemían los animales, Shaul explicó, "¡El pueblo le tiene lástima a los mejores carneros y bueyes y querían sacrificarlos para Hashem! El reproche de Shmuel fue incisivo. "¿Acaso, se te ha designado rey de toda esta gente para que los escuches a ellos? le preguntó furioso. "Hashem desea que le obedezcas y no que, en cambio, le traigas sacrificios! Como rechazaste la palabra de Hashem, Hashem ahora te rechaza como rey!" Este sólo acto de desobediencia a la voluntad de Hashem descalifica a Shaul para que continúe con su función de gobernante. La orden del Todopoderoso debe ser ubicada por encima del razonamiento propio. El rey que asumió que podía modificar la orden de Hashem y que luego trató de apaciguarlo con sacrificios, ya no podrá continuar con ese cargo. Hashem en forma clara establece que el hecho de traer korbanot constituye sólo un medio para un fin; y un sacrificio que se ofrece mientras que el pecador continúa en su camino errante es repulsivo para el Todopoderoso. Durante la época del primer Beit Hamikdash, los profetas exclamaron en Nombre del Todopoderso, "¿Qué propósito se persigue con la multitud de sacrificios que Me traen?" (Ieshaiahu 1:11). "¡No deseo la sangre ni de bueyes

ni de corderos ni de cabras. Cuando te presentaste ante Mi, ¿quién te pidió que hicieras ésto, que pisotearas Mis cortes?! No traigas más ofrendas en vano; para Mi son sólo inciensos de abominación" (ibid. 1:12- 13). Cuando los judíos ignoraron las advertencias de los profetas y continuaron pecando, esperando reconciliarse con Hashem con korbanot sin hacer teshuvá, El destruyó el Beit Hamikdash. ¡Qué afortunada era la nación judía en la época del Beit Hamikdash! Un judío entraba al Templo sagrado en un estado psíquico de confusión y ansiedad, conciente de que había pecado ante el Todopoderoso. Luego ofrecía su korbán y sus pecados se expiaban. Cuando este mismo hombre dejaba el Beit Hamikdash, era un tzadik (justo). Su regocijo no tenía límites. Por consiguiente, no había ninguna ciudad en la cual la gente era tan feliz como en Ierushalaim; era el centro mundial del regocijo espiritual. No había motivo para preocupaciones, porque los judíos sabían que los korbanot siempre les darían la deseada oportunidad de reunirse con Hashem. El mizbeaj, debido a esta razón, se denomina en Tehilim (48:3) "mesos kol haaretz/ el júbilo de todo el mundo." Sin embargo, no todos los sacrificios servían para expiar pecados. Algunos korbanot eran ofrecidos como una expresión de júbilo y agradecimiento hacia el Creador. Así mismo, todos compartían un objetivo en común - acercar a una persona a su Creador. El nombre de korbán denota ganar cercanía hacia Hashem. Hoy en día, el Beit Hamikdash ya no está entre nosotros. Los korbanot ya no nos sirven para ayudarnos a obtener cercanía hacia el Creador y para expiar nuestros pecados. ¿Qué debemos hacer en cambio? Nuestros Sabios nos sugieren varias alternativas: 1. Oración - Hoy en día nuestras tefilot reemplazan a los sacrificios. Nosotros rezamos Shajarit para reemplazar al korbán tamid de la mañana; Minjá reemplaza el sacrificio tamid de la tarde, y Maariv reemplaza la ofrenda de emurim, todas las partes del sacrificio que no eran ofrecidas durante el día. 2. Estudio de las leyes de los sacrificios - Hashem establece que el que estudia las leyes concernientes a los korbanot se considerará como que en realidad los ofrece. 3. Arrepentimiento - Desde la destrucción del Templo, el efecto de la teshuvá sincera tiene el mismo grado de expiación que los sacrificios que se hacían antes. 4. El estudio de la Torá - Y finalmente, el estudio de la Torá vale más que todos los sacrificios del mundo. Esto se puede ver claramente en la siguiente historia: Los dos hijos del gran sacerdote Elí, no condujeron el servicio en el Mishkán con la veneración que se esperaba de ellos. Además, demoraban aquellos sacrificios en los cuales la ventaja que podían obtener no era considerable. Por consiguiente, el Todopoderoso envió al profeta Pinjas, que predijo que ciertas calamidades sobrevendrían a la casa de Elí. La descendencia masculina de esa familia, profetizó, morirá muy joven, la familia entera empobrecerá, y con el tiempo, el gran sacerdocio se transferirá a la familia de Pinjas. (La última predicción se cumplió en los tiempos del Rey Shlomó, quien removió al gran sacerdote Eviatar, descendiente de Elí, y designó, en su lugar, a Tzadok de la casa de Pinjas.) Hashem le dió a Shmuel, quien entonces era un niño, una profecía adicional en lo concerniente a los descendientes de Elí que finalizaba con las palabras, "Juro que los pecados de la casa de Elí nunca se expiarán con sacrificios ni con ofrendas de minjá" (Shmuel 3:14).

Este versículo, explican nuestros Sabios, es elíptico. Estaba implícito en las palabras de Hashem que, "A pesar de que los pecados de la casa de Elí no podían expiarse con sacrificios, Yo les proporcioné otra forma de expiación de los mismos, el estudio de la Torá y la realización del bien." Los Sabios que interpretaron las profecías concernientes a la casa de Elí de esta manera, fueron Ravá y Abaié, quienes eran descendientes de Elí. Confirmando la verdad de sus enseñanzas, Ravá, fue un gran erudito de la Torá, vivió hasta los 40 años, y Abaié, quien dedicó su vida a la benevolencia y al aprendizaje de la Torá murió a los 60 años. Al tratar a la avodá con desdén, los hijos de Elí probaron que no comprendieron el espíritu, el significado profundo que invadía a los korbanot. Por consiguiente, no importa cuántos sacrificios ofrezcan, jamás lograrán que se suprima de la descendencia de Elí el castigo de morir joven y de ser pobres. Sin embargo, el logro e impacto espiritual de estudiar Torá es más importante que ofrecer sacrificios. Si los sucesores de Elí se convirtieran en eruditos de la Torá, y si además realizaran jesed, benevolencia, se los separaría del destino que se les había predestinado: la destrucción de su familia

Shabat Vaikrá Primer comentario (Or Torah, [email protected]) Segundo comentario ( www.judaicasite.com) Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer [email protected]) Este tercer libro del Jumash comienza con las palabras: "Y llamó a Moshé, y habló Hashem con él". La palabra hebrea "Vaikrá", significa: "Y llamó", y le da el nombre a este libro, y a su primera Perashá. En el libro Zijrón Meir se comenta que de estas primeras palabras de la Perashá podemos ver la inmensa humildad de Moshé Rabenu. Y así nos dice el Midrash: Cuando Hashem se presentó en la zarza ardiente, Moshé Rabenu se cubrió el rostro, como está escrito: "Y cubrió Moshé su cara" (Shemot 3). Hashem le dijo en ese momento: "Ve, que te enviaré con el faraón". En otro episodio, cuando Am Israel se enfrentó al mar Rojo, Moshé estaba a un costado, y Hashem le dijo: "Alza tu bastón, y las aguas se abrirán. Y si tú no lo haces, nadie más lo hará". Al pie del Ar Sinai, Moshé se paró a un lado, y Hashem le ordenó: "¡Sube al monte! Y si tú no subes, ningún otro subirá". En el Ohel Moed, Moshé se quedaba en un costado. Hashem le dijo: "¿Hasta cuándo tú te vas a menospreciar? ¡Este momento te está esperando sólo a ti! ¡Debes saber que Mi Palabra no estuvo dirigida a nadie más que a ti!". E inmediatamente. "Y llamó Hashem a Moshé". En los Proverbios está escrito: "La vanidad del hombre, lo humilla, y la humildad, lo enaltece" (Mishlé 29). De aquí se aprende la regla: "Todo aquél que se escapa de los honores, los honores lo persiguen". Moshé Rabenu siempre huía de los honores. Cuando Hashem le dijo: "Te enviaré con el faraón", Moshé le replicó: "Manda, por favor, a quien

tengas que mandar". "No soy hombre de palabras, yo". Hashem le repitió: Al final, ¡serás tú el que irá!". Fue a hablar con el faraón, y a la vuelta, Moshé le dijo a Hashem: "Ya he realizado mi misión", y se sentó (se retiró). Hashem le dijo: "Ya es suficiente (lo que te sentaste). Ve ahora otra vez a hablar con el faraón". Y por cada cosa que tenía que hacer, Hashem le hablará previamente. Al final, sacó a los Hijos de Israel de Egipto; les abrió el mar Rojo; los alimentó con el Man; les dio agua del manantial milagroso; les hizo comer las codornices; los rodeó con las nubes celestiales, y les construyó el Mishkán. Luego, dijo Moshé: "De aquí en adelante, ¿qué más tengo que hacer?". Fue y "se sentó". Entonces Hashem le dijo: "¡Por tu vida! Tengo para ti un gran trabajo; el más importante de todos los que hiciste hasta ahora. ¡Debes enseñarle a todos los hijos de Israel las leyes de la pureza y la impureza, y advertirles de cómo deben hacer sus Sacrificios Rituales". Está escrito acerca de Moshé que "estaba sólo un poco más abajo que Di-s; coronado con el honor y la gloria" (Tehilim 5), y por eso recibió el privilegio de ser llamado por Hashem, como comienzan las palabras de esta Perashá. A la luz de todo lo antedicho, respecto a la humildad de Moshé a los Ojos de Hashem, entenderemos porqué la palabra Vaikrá tiene su última letra hebrea (Alef) escrita en el Sefer Torá más pequeña de lo normal: Según el Baal Haturim, cuando Moshé escribió el primer Sefer Torá (el modelo de los demás que se escribieron en la historia), omitió la letra "Alef" en la palabra Vaikrá. Esto lo hizo porque, sin la "Alef", la palabra se lee "Vaikar", que significa algo así como "casual", queriendo decir Moshé que Hashem se le apareció a él no porque lo merecía, sino como fruto del azar, como ocurrió con Bilam, el más grande de los hechiceros. Pero es sabido que ni siquiera Moshé tiene la facultad de omitir una letra del Sefer Torá (Que le fue dictado, palabra por palabra, por Hashem), y por eso, lo que hizo fue escribir la letra "Alef" más pequeña, para que no sea leída igual que las otras. ¡Asombroso! Moshé Rabenu, el más grande de todos los profetas hebreos, quiso escribir su propia historia, de manera que sea comparado nada menos que con Bilam. ¡Hasta tal punto llegó su humildad! ¿Qué argumentarían, entonces, aquéllos que persiguen los honores y presumen de sus pocas virtudes? Cuando pretenden ser reconocidos como grandes personajes, consiguen precisamente lo contrario, como lo hemos mencionado, que está escrito: "La vanidad del hombre, lo humilla". Y éste fue el fin de Bilam, quien dijo: de sí mismo: "lo afirma el que escucha la palabra de Di-s, y el que sabe la sabiduría eterna". Al final, descendió tanto en su categoría humana, que llegó a hacer cosas inimaginables para un ser humano. Moshé Rabenu nos enseña que la humildad es la base fundamental de la persona. Ialkut Lékaj Tob ***** El tercer libro de la Tora (Pentateuco), Vaikra, es llamado "Torat Kohanim" (la ley de los sacerdotes) en la literatura rabinica. Esto es indudablemente debido a que la mayor parte

del libro versa sobre las leyes de ofrendas especificas y los deberes de los kohanim en el Templo. Sin embargo, hay otro aspecto mas vasto y mas universal para el nombre Torat Kohanim que se le otorga al libro de Vaikra: esta implicito en este nombre que los kohanim deben comportarse y vivir de acuerdo a un cierto standard prescripto para ellos por la Tora, de modo que lo importante y vital no es solo la ofrenda que es traida al Templo; es tambien el Kohen encomendado de tratar esa ofrenda correctamente y con respeto lo que es importante y vital para que el servicio divino en el Templo tenga exito. Y no es coincidencia que este libro de Vaikra o Torat Kohanim contenga secciones enteras que traten de leyes morales y disciplina en el comportamiento humano. Un kohen deshonesto no puede ser visto como el representante de D-s en el Templo, asi como tambien uno que esta fisicamente deformado queda excluido de realizar el servicio en el Templo. El Talmud explicitamente nos ensena que solo si el kohen de alguna forma se asemeja a un angel de D-s en su comportamiento y postura, la gente vendra a aprender Tora de su boca y experimentara la verdadera santidad del Templo. La tarea que por lo tanto fue asignada a los kohanim no era la de un mero servicio en el Templo, sino ante todo, el desafio de una conducta ejemplar, el de ser un modelo para los demas y un verdadero maestro de Tora para Israel en sus actos y en su palabra; todos estos rasgos definen al verdadero Kohen. Nuestros Sabios en Pirke Avot describen al Padre de todos los Kohanim, el gran Aharon, diciendo que amaba la paz, perseguia la paz y amaba a todas las criaturas. Solo alguien con las caracteristicas de Aharon HaKohen podia acercar a las personas a los valores de la Tora, a su estudio y a su observancia. Y este es un sello, una marca de lo que un verdadero kohen debe ser, lo que debe representar y que imagen debe reflejar ante aquellos que acuden a el por consejos, ayuda, instrucción y servicio divino. Es cierto que aun no tenemos el Tercer Templo reconstruido. Quiera D-s que tengamos el merito de verlo muy pronto en nuestros dias. Pero todos conocemos, si, esta clase de kohanim. Afortunadamente son muchos los lideres religiosos, rabinos, maestros, etc., cortados segun el molde de Aharon Hakohen, con su mismo sistema de valores y su estilo de vida, que en todos los confines del mundo luchan por cumplir con la formidable tarea de acercar mas almas a la observancia de los preceptos divinos. El libro de Vaikra es una guia para todos aquellos que aspiran al liderazgo religioso y a una influencia benefica en el mundo judio. Es verdaderamente Torat Kohanim. (Basado en Rab Berel Wein) ***** El optimismo

Quizas no tengamos bien en claro hasta que punto es importante ser optimistas. Si valoramos el buen estado de animo y nos esforzamos por tenerlo, es muy grande el beneficio que se obtiene de ello. Es sabido que esta terminantemente prohibido ofrendarle algo robado a Hashem. Esto lo explican nuestros sabios cuando interpretan el versiculo que dice: "Adam ki iakrib mikem". Dicen los jajamim: Asi como Adam no ofrendo de lo robado pues todo le pertencia, asi ustedes no ofrenden sino unicamente de lo que les pertenezca. Sin embargo, de acuerdo con las palabras del Talmud, un Corban Jatat que la gente no sabe que fue robado y lo ofrecieron en el altar, expia por disposicion de nuestros sabios de un reglamento para el altar. ¿Cual es el reglamento? Que no esten tristes los cohanim de haber acercado un Corban (sacrificio) en vano y como consecuencia de ello, los cohanim se pondran tristes y el altar quedara nulo. Los cohanim, que siempre se los veia muy entusiasmados por trabajar para Hashem de la mañana hasta la noche, perdian toda esa agilidad y buen estado de animo al saber que el Corban que acercaron era robado. Al enterarse que todo el sacrificio que hicieron para ofrendarlo fue en vano se desanimaban y no tenian la misma fuerza para seguir sirviendo a Hashem a traves de los Corbanot. Pese a que Hashem, mediante el Profeta Ieshaia dice "Odia el robo en el holocausto", aun asi hicieron una excepcion en el caso que no era sabido del robo, para que los cohanim no esten tristes. El Rey David le dice a Hashem: Hashem "¡cuantos son mis sentimientos!" y pese a eso se sobreponia y decia "¡le voy a cantar a Hashem todos los dias de mi vida!" ¿Que diferencia hay entre amargura y tristeza? El Rebe de Cotzk explico: despues de la amargura nos sentamos a estudiar y luego de la tristeza nos vamos a dormir. Hay tres maneras de ver la vida: 1) La de los borrachos, todo esta llano, no hay ningun problema. 2) Todo es dificil, los tropiezos son muy grandes; es imposible sobreponerse. 3) Hay dificultades, somos concientes; pelearemos y venceremos. Para comprender mejor lo que estamos exponiendo vamos a ilustrarlo con el siguiente relato. Un señor se hacia mucha malasangre por los problemas que tenia. A raÍz de esto tuvo que ser internado en un hospital, su estado era bastante critico ya que la ulcera no lo dejaba vivir en paz. Todos los dias le hacian un lavaje, le daban antiacidos. En un momento dado se reunieron los medicos para estudiar el caso y el enfermo los escucho decir que le quedaban quince dias de vida. En ese momento se puso a pensar. Decia: Toda mi vida soñe con viajar por el mundo... ¿voy a terminar mi vida en un hospital? Les hizo saber a los medicos que se retiraba del hospital que se iba a viajar por el mundo. Los medicos le dijeron que no haga eso ya que podia llegar a morirse en el viaje pero este señor no los escucho. Se fue del hospital y se compro un ataud, hablo con una empresa de barcos y les pidio que si se moria lo coloquen con su ataud en una camara frigorifica. Se tomo el barco y al recordar que le quedaban pocos dias de vida comenzo a hacer todo lo que le prohibieron, fumaba, comia chocolates, cantaba etc. Por momentos se sentia mal, el mismo se hacia un lavaje tomaba antiacidos y seguia haciendo de las suyas. Dentro de ese paseo conocio

tambien la India, alli observo las condiciones de vida, el hambre que reinaba en ese lugar y asi fue como comenzo a reflexionar y a preguntarse... ¿Por que me hago tanto problema por todo? ¿Acaso mis problemas son tan graves como estos? Esta reflexion le hizo cambiar su optica hacia las cosas. Se dio cuenta que no vale la pena hacerse problema por todo. Volvio vivo de su viaje, vendio el ataud comprado anteriormente, comenzo una vida diferente y se curo las ulceras que tanto lo aquejaban. Por eso dijo el sabio: "Todas las preocupaciones estan prohibidas, fuera de la preocupacion por las preocupaciones". La Tora nos cuenta que Cain decayo; porque no le aceptaron su corban mato al hermano. La Tora nos revela que cuando el hombre decae esto lo lleva a cometer cualquier transgresion, esta descontrolado. Todo lo relacionado a la preocupacion lo podemos reforzar con este dicho: El pasado no esta, el presente pasa como un parpadear de ojos y el futuro aun no llego, entonces... ¿de que nos vamos a preocupar? Debemos hacer como decia el Rey David "Le cantare a Hashem mientras este vivo. Esa es la forma de vivir de un iehudi". Rab Moshe M Hoffer

Resumen de la Parashá Tzav A los cohanim les fue otorgado la mitzvá de t´rumat hadeshen, recoger las cenizas de las olot (ofrendas consumidas) diarias. También se les encargó mantener el fuego del altar encendido permanentemente. Aharón, el Cohén Gadol, recibió instrucciones de llevar diariamente una ofrenda de comida en la mañana y otra al anochecer. También fueron promulgadas otras leyes que especificaban los deberes de los cohanim y las porciones de las ofrendas que debían recibir. Podían comer de las ofrendas de comida, de pecado y de infracción si estaban ritualmente puros, y sólo dentro del atrio del Santuario. En una impresionante ceremonia llevada a cabo en ese lugar, Aharón y sus hijos fueron instalados en sus cargos por Moshé en presencia de la asamblea. Después de que los cohanim se hubieran bañado, Moshé vistió a Aharón con su ropa distinta y ungió el Tabernáculo y sus elementos (el Arca, la mesa del pan de proposición, los candelabros y el altar del incienso), como así también el altar de la ofrenda quemada y la jofaina y su base (todo lo cual se hallaba en el atrio del Santuario). Lueo vertió el aceite de unción sobre la cabeza de Aharón, santificándolo. Finalmente, los demás cohanim fueron vestidos con sus ropas especiales. Moshé llevó luego una ofrenda de pecado y otra quemada. Estos ritos fueron repetidos durante siete días, lapso en el cual Aharón y sus hijos permanecieron en el atrio. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Tzav

Tzav VI-6 El fuego ha de arder perpetuamente sobre al altar; no se apagará 6 - EL FUEGO HA DE ARDER PERPETUAMENTE SOBRE EL ALTAR. Rashí recuerda la interpretación del Talmúd Yomá 45b: Todo fuego (utilizado en el Santuario) debe estar siempre encendido (del brasero del altar), dónde jamás se apagará. Es pues en el brasero del altar exterior que se encenderán las luces del Candelabro de oro (Exo. XXVII,20), asi como los carbones destinados a hacer humear el incienso el día de Kipúr (Lev. XVI,12). La espiritualidad más alta de nuestra vida, concluye Rabí S. R. Hirsch cuyo símbolo son la llama del Candelabro y el incienso del día de Kipúr, tiene su raíz en la devoción a la Ley Divina, cuyo emblema es el altar del Señor. No hay elevación en el espíritu ni exaltación en el amor sin el sacrificio ofrecido en el altar del deber. NO SE APAGARA (EL FUEGO). El fuego hace alusión a la Palabra Divina, según Yirmiyáhu XXIII,29. Ahora bien, este fuego es inextinguible e incandescente. Ni siquiera un pecado, no podido atenuar la fuerza y la luz de la Toráh, expresiones de la Palabra Divina. Ciertamente, precisa el Zohar, un pecado puede eclipsar una Mitzváh, pero ésta jamás se pierde enteramente en aquellos que obtienen sus fuerzas en las fuentes de la Toráh. Tzav VII-37 37- TAL ES LA LEY DEL HOLOCAUSTO, Y DE LA OFRENDA VEGETAL, Y DE LA OFRENDA POR EL PECADO, Y DE LA OFRENDA POR LA CULPA, Y DE LAS OFRENDAS DE LAS CONSAGRACIONES, Y DEL SACRIFICIO PACIFICO, 37 - Y DEL SACRIFICIO PACIFICO. El Medrásh acentúa el hecho de que los sacrificios de shelamím colocados aquí al final de la enumeración, y este hecho se reproduce en Números XXIX,39 después de la enumeración de los (korbanót tzibúr), sacrificios ofrecidos por el conjunto de la comunidad. La paz aparece así como el supremo objetivo, dado que los shelamím, cuyo nombre deriva de shalóm, paz, están destinados a restablecer la paz entre la criatura y el Creador, entre el hombre y su prójimo, entre el individuo y su conciencia. Para nuestros Sabios la paz no es un simple don de la creación ni una le de la naturaleza. No es más una doctrina moral del y pacifismo a ultranza, que vuelve a buscar la paz a no importa qué precio, fuera el sacrificio de los principios sagrados y la renuncia categórica al empleo de la fuerza. Ella supone, al contrario, un esfuerzo permanente de parte del hombre para llegar al estado en el cual los antagonismos, los conflictos y las contradicciones de la sociedad, al fin se pasan y cuyos elementos de base, se convierten en los componentes de un vasto sistema de armonía universal, coronada por el Reino de Dios en la tierra. Esto es por lo que la paz aparece en numerosas oraciones nuestras (y principalmente la frase ('osé shalóm..EL que hace la paz] al final de la 'Amidáh, del Kadísh y de la oración después de las comidas), como la última bendición (según el Séfer HaIkatím IV, 51). Rabí Yehoshú'a Ben Leví la compara con el fermento en la pasta, la considera como el elemento promotor del movimiento y del progreso en el seno de la sociedad Después que la paz y la armonía que reinaban en el Paraiso fueron eliminados, como consecuencia del pecado original, los hombres tienen la tarea permanente de reconstituirlos en su esplendor inicial y de consagrar a esta tarea, lo mejor de ellos mismos. La paz

continúa siendo el gran ideal universal, cuya realización depende de la voluntad de los hombres y de la bendición Divina. Tzav VII-38 38 LA CUAL ADONAI PRESCRIBIO A MOSHE EN EL MONTE DEL SINAI, EL DIA EN QUE MANDO A LOS HIJOS DE ISRAEL QUE PRESENTASEN SUS OBLACIONES A ADONAI, EN EL DESIERTO DEL SINAI 38 - LA CUAL ADONAI PRESCRIBIO A MOSHE EN EL MONTE SINAI EL DIA EN QUE MANDO. (biyóm tzavotó) Esta fórmula nos enseña, concluye la Ley Oral, que el servicio de los sacrificios no debe tener lugar sino de día. No es válido por la noche ( Meguiláh 20b). El día es el espacio de tiempo en el que el espíritu humano, está plenamente despierto y en el que el hombre despliega libremente sus fuerzas para dedicarse a la lucha por la existencia. Es en esta época de claridad espiritual, de fuerza moral y de libertad de acción, que el hombre está llamado a servir a Dios con toda su devoción. El mundo pagano, por el contrario, concibe el Servicio Divino, en los momentos en que el hombre se siente débil, vulnerable, sometido a los poderes ocultos de la naturaleza, es decir, en las horas en las que el crepúsculo y las tinieblas envuelven la creación. Es entonces cuando él debe ofrecer su tributo a las divinidades y clamar por su protección o apaciguar su cólera. Este contraste es característico de las diferencias "del día y de la noche" entre las dos concepciones opuestas. En la visión del Judaísmo, el Servicio Divino se basa en el temor de Dios, pero está deslumbrante de confianza y de serenidad. Eso de los mandamientos, se lleva a cabo a partir de la aurora y durante el día y se interrumpe casi enteramente con la llegada del crepúsculo y en las horas lúgubres de la noche que los otros quieren, porque el alma es más accesible a las fórmulas místicas en estos momentos. La religión de Israel aborrece el oscurantismo, la ignorancia y la piedad santurrona, la resignación pesimista, el sentimentalismo y el romanticismo religioso. Ella está ávida de claridad y de alegría y eso es por lo que sus Sinagogas, construidas con líneas rectas y claras, están inundadas de luz, mientras que el claroscuro de las iglesias enclaustra los sentidos y el espítitu. Este concepto específico del Judaísmo se encuentra sucintamente resumido en la prescripcion que limita el culto de los sacrificios al día, con exclusión de la noche (según Rabí S.R. Hirsch)

Tzav Estudiando algunos Midrashim La porción de Tzav se dirige en forma específica a los kohanim, y por eso es que comienza con las siguientes palabras, "Ordena a Aharón y a sus hijos" (vaikrá 6:2). El Midrash ofrece una explicación adicional para la frase que abre esta parte. Es llamativo, remarca el Midrash, que el nombre de Aharón se omite en toda la parashá de Vaikrá. Sólo se menciona a sus hijos (vaikrá 1:7,8 2:2, 3:5). La omisión del nombre de Aharón expresa el resentimiento continuo del Todopoderoso por su participación en la construcción del

Becerro de Oro. Por consiguiente, Moshé intercedió por su hermano. Cuando Hashem le ordenó la mitzvá de preparar madera para el altar, tomó esa oportunidad para suplicar por Aharón. "¿Qué tipo de madera es apta para que se prenda el fuego en el mizbeaj (altar)?" Moshé preguntó. "Todas son aptas excepto la madera que provenga de las parras o de las ramas de los olivos," le informó el Todopoderoso. "Ninguna de éstas se puede quemar en el altar. Se les acordó una jerarquía honorífica debido a las frutas que producen. Las ramas de las parras no pueden ser usadas para prender fuego en el altar debido a que ellas le suministran vino a los nesajim (libaciones); tampoco se puede utilizar la madera de los olivos, ya que éstos producen aceite para la menorá (candelabro) y para las ofrendas de minjá." De inmediato Moshé le replicó, "Rey del Universo, según Tus palabras parecería ser que una persona merece respeto sólo si produce frutos valiosos. Honraste a la parra y al olivo por lo que producían. Entonces, ¿no deberías tratar a Aharón de una manera honorable (y dirigirte a él en forma directa) y dejar de lado Tu ira hacia él después de que éste educó a sus hijos y los mismos son tan valiosos?" "Acepto tu argumento," admitió el Todopoderoso. El demostró su asentimiento al comenzar la parashá de Tzav con las palabras, "Ordena a Aharón y a sus hijos..."(6:2).2 Los Siete Días de Inauguración del Mishkán Los hechos de este capítulo, que conciernen a la consagración del Mishkán, también están descriptos en la parashá Tetzavé. Siete días antes de que finalmente se erigiera el Mishkán, el veintitrés de Adar, Hashem le ordenó a Moshé que llamara a Aharón y a sus hijos, los kohanim, para entrenarlos en el vestir de las prendas sacerdotales y en el procedimiento referente a la ofrenda de sacrificios. Le dijo a Moshé, "Convoca a Aharón y persuádelo para que se desempeñe como el futuro gran sacerdote." Por dos razones, se precisó una persuación dócil. La primera era que Aharón estaba desalentado por la demostración de enfado tanto de Hashem como de Moshé después del Pecado del Becerrro de Oro. Luego de eso, se mostró reacio a oficiar en el mishkán y sólo era atraído con palabras que demostraran un afecto especial. Además, debido a su modestia no deseaba aceptar el distinguido cargo de gran sacerdote. Hashem le dijo a Moshé, "Reúne a la nación entera en el atrio del Mishkán para que asistan a la consagración de las ceremonias durante los siete días de la Inauguración del Mishkán". Al escuchar este mandato, Moshé se preguntó, "¿Cómo será posible reunir a todo el klal Israel en el atrio del Mishkán? La medida del atrio era de 50 x 100 amos (alrededor de 25 x 50 mts.), de los cuales sólo el Mishkán ocupaba doscientos amot. Una parte adicional fue tomada por el mizbeaj y el kior. El área que sobraba era demasiado pequeña para acomodar a 600.000 hombres. No obstante, Hashem le informó a Moshé, "No te preguntes como haré para realizar esta hazaña. Yo puedo hacer que entres en areas pequeñas contenidos que excedan su capacidad." Este tipo de milagro fue realizado por el Todopoderoso en varias ocasiones: - Cuando trajo a Egipto la Plaga de las Ampollas, Hashem le ordenó a Moshé y a Aharón que recogieran dos puñados de hollín. Luego Aharón debió darle el hollín que sostenía en

sus manos a Moshé. Moshé milagrosamente sostuvo en una sóla mano cuatro puñados de hollín, los suyos y los de Aharón, y los arrojó al cielo. - Moshé y Aharón reunieron a la nación entera en un lugar denominado Mé Merivá frente a una roca de la cual el Todopoderoso iba a extraer agua. En ese momento, ocurrió un milagro. Cada judío efectivamente estaba parado frente a la roca (Bamidbar 20:20). - Cuando los judíos estaban por cruzar el Iardén (Jordán), Iehoshua reunió a la nación entera en el área comprendida entre las dos barras del arón (3:9). El anunció, "A través de este milagro en el que acomodé a todos en un área tan pequeña y del cual ustedes son testigos, deben saber que D-s vive entre ustedes." - Como ya se mencionó en este capítulo, el atrio del Mishkán durante los Siete Días de Inauguración, contuvo a todos los hombres de la nación, un total de 600.000. - Este mismo milagro ocurrió con cierta regularidad en el Beit Hamikdash. Cuando la gente llegó al Atrio, eran una multitud. Sin embargo, cuando rezaban, cada uno de repente se encontró con cuatro amot (aprox. 2 mts.) extra adelante, y hacia las otras direcciones un espacio de un amá (aprox. 50 cm.). - En el futuro nosotros también vamos a experimentar el gran milagro en el cual un área contendrá un contenido que exceda su capacidad natural. El Todopoderoso va a resucitar a todos los tzadikim (justos) que vivieron desde los tiempos de Adam, y los traerá a Eretz Israel. Entonces, la Tierra se expandirá en forma milagrosa para acomodar a todos aquellos que van a regresar. Ningún judío va a sufrir la falta de espacio. El Todopoderoso realiza milagros sólo si son necesarios o si El desea impresionarnos con una lección vital. ¿Por qué es que en cada uno de los casos anteriores El realizó el milagro de una superficie pequeña con un contenido sobrenatural? Trataremos de señalar en cada caso la necesidad del milagro: - La Plaga de las Ampollas, que le causó a los egipcios un dolor físico bastante agudo, fue un castigo midá- kenegued- midá por haber obtenido un gran placer físico a expensas de los Bnei Israel debido a que los obligaban a que calentaran y enfriaran el agua para sus baños. Por lo tanto, esta plaga fue introducida de forma tal que incluía muchos detalles milagrosos como un castigo impresionante por el comportamiento impudente. - En Mé Meriva, todo judío de repente se encontraba parado frente a la roca. El Todopoderoso deseaba que todo judío se convirtiera en testigo ocular del hecho de que el agua en verdad comenzó a brotar de la piedra. - La conquista de Eretz Israel bajo el mando de Iehoshua fue lograda con un ejército bastante reducido si se lo compara con las fuerzas numerosas y bien entrenadas de treinta y un reyes. El milagro de que la nación entera encuentre un lugar entre las barras del arón que tuvo lugar antes de que cruzaran el Iardén fue una demostración del amor y del afecto de Hashem. Al saber que El estaba entre ellos, reunirían el coraje necesario para enfrentar a los enemigos que superaban por lejos a los judíos. - Durante los Días de Inauguración del Mishkán, todos los hombres entraron en el atrio del Mishkán. Hashem deseaba que todos los judíos pudieran observar cómo se consagraban los kohanim de modo que cada uno debía demostrar una actitud apropiada de respeto hacia la kehuná (sacerdocio). Además, el Todopoderoso quería que todos sean testigo de la revelación de la shejiná señalada por el fuego Celestial que desciende sobre el altar. - En el Beit Hamikdash, el milagro de que un área determinada tenía un contenido que excedía su capacidad normal era necesario para que los adoradores lo pudieran ver frente a sus narices durante la tefilá. Por esta razón, cada uno necesitaba cuatro amot de frente, el

promedio de altura de cada persona. Hashem también proveía un espacio vacío de un amá hacia los costados y hacia atrás de cada uno para que pudiera rezar sin que el rezo de su vecino lo distrajera. Además, este espacio no permitía que se escucharan los vidui (confesiones de pecados) del de al lado y de esta manera evitaba que uno se avergonzara. Moshé hizo lo que el Todopoderoso le había ordenado. Reunió a Aharón, sus hijos, y a los Bnei Israel en el atrio del Mishkán. A pesar de no ser un kohén gadol, ni siquiera un kohén, Moshé asumió el rol del gran sacerdote durante los siete Días de la Inauguración. Se puso las prendas blancas del tipo de las que vestía el kohén gadol en Iom Kipur, y ofició como si fuera el gran sacerdote mientras Aharón lo observaba. La princesa se casó muy joven. El rey, su padre, temía que tal vez ella todavía no estuviese preparada para cuidarse a sí misma. Por lo tanto, le ordenó a una mujer noble que la acompañara a su nuevo hogar y esperara hasta que ella aprendiera a cuidarse a si misma. En forma similar, Aharón había servido hasta ese momento como un leví. Ahora se iba a requerir de él que oficie de kohén gadol. Por lo tanto, Hashem le ordenó a Moshé, "Entrénalo hasta que sepa cómo realizar la avodá en forma independiente. Esparce tú la sangre en su presencia y purifica el altar mientras él observa." Moshé realizó todos los pormenores del Servicio de Consagración de acuerdo con la descripción de la parashá Tetzavé. El en persona vistió a Aharón con las ocho prendas del gran sacerdote. Moshé también vistió y desvistió a los otros kohanim durante los siete días para enseñarles y entrenarlos. Moshé ungió a los kohanim con el shemen hamishjá (aceite de ungimiento) y asimismo ungió a todas las vasijas sagradas del Mishkán para santificarlas. Ofreció los Sacrificios de Inauguración en forma periódica, un toro y dos carneros. El sólo, sacrificaba a los animales, esparcía su sangre, y extraía las cenizas del mizbeaj. Durante cada uno de los siete días Moshé desarmaba el Mishkán por completo durante la noche, y lo volvía a armar durante la mañana. Moshé fue un profesor maravilloso, y Aharón y sus hijos muy buenos alumnos. Ellos vehementemente aceptaron las palabras de instrucción de Moshé. Hashem ordenó que durante los Siete días de la Inauguración, los kohanim no podrían dejar su avodá por ninguna razón. Pasaron Siete días, y ahora el octavo, el día decisivo era inminente. En él, se les ordenó a los kohanim por primera vez que realizaran el servicio en forma independiente, y provocaron que la shejiná (divinidad) descendiera al Mishkán. Los hechos de este octavo día memorable, lleno tanto de tragedia como de júbilo, están descriptos en la siguiente porción de la Torá, Shminí.

Shabat Tzav Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Segundo comentario (www.judaicasite.com) Una vida "sacrificada"

Ud. escucha la palabra "sacrificio" y Ud. ya lo relaciona al clásico suspiro que acompaña esta idea cuando proviene de personas que literalmente "se matan" para lograr sus objetivos, los de su familia o, siquiera, sobrevivir y llegar a fin de mes. (Ud., pues, cambia disimuladamente el tema porque no vino a escuchar llantos ni problemas ajenos, ya que tiene suficiente con los propios). Es que la palabra sacrificio está realmente relacionada con la abnegación y la privación de elementos en pos de llegar a lograr distintas cosas. Uno puede hablar de "sacrificar" un peón (que se supone que es menos valioso), al jugar al ajedrez, en pos de salvar a la reina (que se supone, vale más). Nuestro problema es que nuestro idioma no posee un vocablo adecuado a lo que en nuestra lectura semanal se denomina como "Korbán", muy posiblemente porque nuestra cultura, ni la de la mayoría de los idiomas, contiene esa idea. Por lo tanto, en las traducciones de la Torá, Ud. encontrará que se habla de un "sacrificio" o de una "ofrenda" cuando se trata de explicar el hecho que una persona se acerque al Santuario con un animal para hacer un Korbán. La razón de esta diferencia es que los pueblos antiguos, y no tan antiguos, temían a sus dioses (dadas las características, rasgos y debilidades humanos con los cuales los habían inventado, p.ej. envidia, rencor, violencia, sed de venganza, etc.), que ellos mismos sentían miedo por lo que sus propios dioses les podían hacer a ellos. De allí, la necesidad de sacrificarles y regalarles cosas, de demostrarles pobreza, sufrimiento para apaciguarles y calmarles la posible ira. Sin embargo, no creamos que el origen de nuestros Korbanot fuese pagano. Ya antes que hubiese nacido la idea de la idolatría en el mundo, Kayín y Hevel trajeron para D"s cada cual de lo que habían logrado en su trabajo. Noaj, a su vez, elevó de los animales que llevó en el arca al salir de ella. Dado que ya casi 2.000 años no tenemos la oportunidad de cumplir con dichos preceptos, nos parecen un tanto raros (al margen, que lo más cercano que llegamos a estar los ciudadanos urbanos a una vaca, es el bife que tenemos en el plato). No obstante, esperamos que un día no tan lejano, y así también lo expresamos en el Seder de Pesaj, poseamos nuevamente un Bet HaMikdash y podamos cumplir con nuestras obligaciones de acuerdo a como está expresado en la Torá. Lo que sí significa la palabra Korbán es "acercamiento" en relación al ser humano con respecto a D"s (proveniente de la palabra hebrea "karov"). No miedo, ni idea de calmar iras, sino la búsqueda eterna de sentirse cercano a Él, pues, como lo expresa el rey David en los Salmos, "la cercanía hacia D"s es buena para mi". Dado que el mundo terrenal brinda tantas oportunidades de aparentar como si la vida "sin D"s" fuese posible, y dado que las necesidades físicas de la personas ocupan su mente día a día, de sol a sol, el Korbán le permite volver a D"s en una de distintas maneras. (Existen distintas categorías de Korbán). Uno de los alejamientos más pronunciados de D"s es cuando el ser humano transgrede Su palabra y, en ese caso también, la Torá le receta un Korbán de acuerdo a la falta. Para aquel que pecó, el vínculo con D"s se ha deteriorado y el Korbán lo vuelve e rehabilitar y a estrechar. Lo que se destruyó ya quedó atrás y, más que destrucción, el Korbán es una nueva apuesta a la vida.

Hoy en día, a falta de los Korbanot, nuestros labios cumplen la función de suplir provisoriamente esa necesidad cuando rezamos, y también nos sentimos cercanos a D"s dialogando con Él. (Esto no significa que no hubiesen rezos en la época del Bet HaMikdash, sólo que hoy los rezos incluyen ese objetivo). Antes de seguir, quiero aclarar que, si no me equivoco, las iniciativas de algunos judíos de criar niños Kohanim (de familias sacerdotales) en Israel para que cumplan con sus funciones en caso de aparecer una "vaca roja" necesaria para la purificación de los judíos, no cuenta con aval rabínico. La publicidad del tema en todos los medios, sin duda que no aporta a la comprensión de las leyes del judaísmo para quienes están algo alejados y sólo ayuda a los prejuicios que previenen el retorno de muchos judíos a sus fuentes y a la forma de vida judía tradicional. Ya en Egipto, antes de sus salida D"s le exigió a los judíos que prepararan el Korbán Pesaj (así llamado "sacrificio pascal") y lo comieran en familia. Este Korbán se siguió haciendo mientras los judíos habitaron en Israel. Algunos de los detalles, pueden instruirnos respecto al mensaje que D"s le hizo llegar al pueblo en un momento tan histórico. El versículo reza: "...y tomarán cada hombre un cordero... para su casa. Y si fuesen pocos en la casa para consumir un cordero, entonces tomará con el vecino de acuerdo a la cuenta de las almas..." Nos aclara el R.Sh.R. Hirsch s.z.l., que a diferencia de la sociedad en general que ve en cada individuo que lo rodea un ser que "le sirve" de algo: es albañil, zapatero, sastre, jardinero, médico u otra profesión que no puedo desarrollar solo y que por lo tanto necesito de él, la Torá crea una sociedad que debe ver en sus semejante el objeto de mi generosidad y encontrar todos los recursos que a mi me sobran para poder proveérseles a al otro. Es eso lo que significan las palabras que "fuesen pocos en la casa para consumir un cordero..." Dado que el cordero excede la necesidad de la casa, debo buscar a aquel a quien le falta. En Egipto se pensaba exactamente lo opuesto. La prueba de esto está en que cuando llegaron los hermanos de Iosef a Egipto, el Faraón sólo les preguntó... a qué se dedicaban (como profesión) y la profesión era la persona. Las características del animal elegido para este Korbán, también tienen sus enseñanzas simbolizando al propio pueblo de Israel. "Cordero perfecto, macho, de hasta un año de edad..." El cordero es parte del rebaño (en nuestro caso, de D"s). La perfección en la devoción, el vigor del macho y la eterna juventud del mensaje que debe portar Israel, están ya presentes desde aquel primer momento. Este es uno de los principales mensajes de Pesaj. Daniel Oppenheimer ***** El ladrón que no deseaba jurar en falso En tiempos del Talmud, hasta los ladrones eran diferentes. Muchos de ellos pensaban en

innumerables ardides para evitar violar la prohibicion de jurar en falso, pues es un precepto que figura entre los Diez Mandamientos. El Talmud cuenta la siguiente historia: Cierta vez un hombre deposito 100 dinares en lo de Ben Temalion, un hombre de cuestionable honestidad. Cuando el depositante vino por su dinero, Ben Temalion dijo que se lo habia regresado. Entonces aquel exigio un juramento de su parte. El inescrupuloso individuo consiguio un pesado baston, perforo en su interior una cavidad y puso el dinero adentro. Cuando llego a la corte y fue llamado a hacer su juramento, Ben Temalion pidio a su adversario que le sostuviera por un instante el baston. Luego hizo el juramento: "Juro por D-s -dijo piadosamente- que he devuelto su dinero a este hombre". Al escuchar este juramento, el depositante se puso tan furioso que golpeo fuertemente el suelo con el baston partiendolo en dos. Las monedas entonces cayeron y se desparramaron por todo el piso. "Levantalas", dijo desafiantemente el ladron, "son tuyas. Te las he devuelto".

Resumen de la Parashá Sheminí Los cohanim asumieron sus cargos después de los siete días de iniciación. En ese momento toda la congregación estaba de pie en actitud reverente frente al altar, mientras Aharón ofrecía sacrificios por sí mismo y por la nación entera. Después que hubo bendecido a la asamblea, Aharón se unió a Moshé en el interior del Mishcán y a su regreso las porciones del sacrificio que estaban aún en el altar fueron consumidas por el fuego Divino. Viendo esto, el pueblo cayó de rodillas en adoración delante del Señor. Nadav y Avihú, los hijos mayores de Aharón, ofrecieron incienso sobre fuego no consagrado y no tomado del altar. Una transgresión tal por parte de cohanim, que debían dar el ejemplo para el resto de la asamblea, era imperdonable. En consecuencia, ambos fueron condenados a ser consumidos por el fuego que venía "de la presencia del Señor", y murieron instantáneamente. Aharón estaba abrumado por el dolor de esta tragedia, pero Moshé le explicó que los cohanim tenían la responsabilidad especial de mantener el elevado nivel de santidad requerido de ellos por Hashem. Para evitar que los restantes cohanim se impurificasen tocando los cadáveres, los primos de Aharón, Mishael y Eltzafán (que no eran sacerdotes), fueron encargados de sepultarlos. Aharón y sus dos hijos restantes, Elazar e Itamar, recibieron instrucciones de no manifestar aflicción, para demostrar su sumisión a la voluntad de D-s. También se advirtió a los cohanim que no bebieran licor fuerte (como lo habían hecho Nadav y Avihú) antes de cumplir con sus deberes en el Mishcán, o de instruir al pueblo. Aharón y sus hijos dejaron de comer su parte de la ofrenda de pecado llevada en nombre del pueblo, y el sacrificio se quemó completamente. Esto contradecía la orden de que una cierta porción de la ofrenda fuera comida por ellos dentro del Mishcán. En respuesta al reproche de Moshé, Aharón le explicó que puesto que el korbán se había tornado impuro y

no había una orden específica de D-s respecto a cómo actuar en ese caso, estaba prohibido comerlo. Pureza y santidad debían ser los principios subyacentes en la vida diaria entre los judíos. Aunque tenían permitido comer carne de animales, estaban restringidos en cuanto a la elección de alimentos, pues debían abstenerse de comer productos impuros, no casher. Sólo debían ingerir carne de aquellos cuadrúpedos que tenían completamente divididos los cascos y eran rumiantes. (Esto significaba que especies como el camello, la liebre y el cerdo estaban prohibidas). En cuanto a peces, sólo debían comer los que tenían aletas y escamas. (Esto excluía los moluscos y otras especies semejantes). En cuanto a los pájaros, los de rapiña fueron declarados prohibidos. Algunos insectos y criaturas que se arrastran fueron clasificados como impuros. Por ende, se hizo una distinción "entre lo impuro y lo puro, y entre los animales que pueden ser comidos y los que no pueden serlo". (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Sheminí Sheminí XI,3 3 - TODO AQUEL QUE ES DE PEZUÑA (QUE TIENE HENDIDAS LAS PEZUÑAS) Y QUE RUMIA, ENTRE LOS ANIMALES, ESE PODREIS COMER. 3 - TODO AQUEL QUE ES DE PEZUÑA Y QUE RUMIA. Las dos características mencionadas aquí son las señales de los animales permitidos, pero no indican el motivo de la autorización. Don L Abarbanel emite la teoría de que los animales rumiantes no poseen aparato dentario que les permita triturar y masticar huesos. Además, se alimentan de vegetales y no tienen el carácter feroz de las bestias salvajes. Y el hecho de que sus cascos hendidos están desprovistos de garras los vuelve pacíficos e inofensivos. Rabí S.R. Hirsch explica en un sentido análogo: "Dos acciones son esenciales para la vida del animal: la búsqueda del alimento y la defensa de la vida. Estas dos acciones son igualmente indispensables para la vida del ser humano. Pero el ideal judío las subordina a un fin espiritual. Esta es la razón por la cual la Toráh elimina todos los animales que poseen los órganos reservados a estas dos funciones bajo la forma más señalada: las garras de la bestia feroz y el estómago capaz de asimilar sin distinción todo alimento engullido apresuradamente. Los rumiantes con pezuñas en las patas no conocen estos órganos de rudeza y violencia. Una gran lección se desprende así de esta ley que, en su simplicidad y grandeza, ha contribuido sin ninguna duda a formar el carácter específico de Israel". ESE PODREIS COMER. Rashí subraya el carácter imperativo de estas palabras. El mandamiento de comer carne de tales animales puede parecer sorprendente a los adeptos al vegetarianismo. Entre los pensadores judíos, esta doctrina ha sido defendida por Rabí Yoséf Albo en su libro 'Ikarím (III,15). El recuerda que en los orígenes de la humanidad, el consumo de carne estaba prohibido, y que únicamente los vegetales se destinaban al

alimento de las criaturas (Gén. I,29). La matanza de víctimas inocentes comporta, en efecto, un acto de crueldad y de brutalidad susceptible de despertar malos instintos. La carne de los animales declarados, en consecuencia, impuros suscita además efectos nocivos sobre las disposiciones naturales de los hombres. Este es el motivo por el cual el consumo de cualquier clase de carne haya sido prohibido, aun cuando el de los animales puros sea un elemento nutritivo sano y útil. La licencia otorgada ulteriormente a Nóaj y a sus descendientes (Gén. IX,3) estuvo motivada por la necesidad de corregir el error generalizado que había conducido a la Humanidad al desastre del Diluvio. Los hombres creyeron, en efecto, que la prohibición de la carne se basaba en el hecho de la igualdad, en el seno de la creación, de los puestos respectivos que ocupan el ser humano y el animal. De esta creencia extrajeron la conclusión de que el hombre no es más responsable de sus actos que el animal de los suyos, y esta doctrina desembocó en la degeneración completa de las costumbres. La prohibición concerniente a la carne fue pues levantada después del diluvio, si bien los hombres tomaron conciencia en lo adelante de su superioridad sobre el mundo animal y de su grado de responsabilidad acrecentada con respecto a los animales. Sin embargo, cuando fue promulgada la Toráh, dejó en pie la prohibición de los animales impuros, y no permitió la carne de los animales puros más que para apaciguar los apetitos, como lo precisa en Deut. XII,21 y como lo señala el Talmúd (Tratado Julín 84a). Vista la cuestión desde esta perspectiva, la autorización concerniente a la carne aparece como una simple concesión a los deseos de los seres humanos. En contradicción con estos puntos de vista, los autores cabalistas incluyen el alimento animal en su perspectiva general de la cosmología. Este forma parte de los elementos, gracias a los cuales se efectúa el ascenso de los factores de la creación, desde el grado o escala inferior de la materia hasta las cimas del espítitu. Hemos descrito este proceso bajo la autoridad de Rabí Moshé Cordobero, en nuestro Com. Gén. IX, 3. El Malbím aunque es un pensador racionalista, comparte esta concepción (Gén. ibíd.). Según el punto de vista, la matanza de animales con el fin de consumir su carne aparece como "un perjuicio que produce un beneficio (Lajóv 'al menát lizjót). Igual opinión expresa Najmánides en Igueret HaKodesh 44 - PORQUE YO SOY ADONAI, VUESTRO DIOS; POR ESO MISMO OS SANTIFICAREIS, Y SEREIS SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO; Y NO HABEIS DE CONTAMINAROS CON NINGUNA CLASE DE ANIMALEJOS QUE ANDAN ARRASTRANDOSE SOBRE LA TIERRA. 44 - POR ESO MISMO OS SANTIFICAREIS. La búsqueda de una vida santa, a nivel del individuo y de la Nación, aparece aquí, lo mismo que en Deuteronomio (XIV, 1-2-21) como el motivo fundamental de las leyes alimentarias. Hemos hecho resaltar, en nuestras explicaciones, al comienzo de este capítulo, que estas leyes crean una predisposición del alma a una existencia sana, moralmente pura e impregnada de una alta espiritualidad, lo cual hace al hombre, apto para recibir el espíritu profético, (rúaj hakódesh). El respeto de las leyes alimentabas constituye una vía esencial hacia una vida sublimada por el ideal de la santidad. Tal es la conclusión que el final de nuestro capítulo viene a poner de relieve.

Y SEREIS SANTOS. Estas palabras no son un imperativo, pero significan la promesa Divina, dirigida a aquéllos que aportan el esfuerzo exigido, con vistas a la santificación de su vida. Este esfuerzo será coronado por el Eterno. Tal es la interpretación dada por nuestros Sabios al Tratado Talmúdico Yomá 39a. El esfuerzo de santificación emprendido por el hombre, aunque sea de poca envergadura, será completado por el Cielo y recompensado en el mundo del más allá. Esta concepción corresponde al adagio: Ayúdate, que el Cielo te ayudará, y representa lo contrario de las doctrinas no-judías que proclaman que la salvación del alma depende de la gracia. Al hombre corresponde, responde la verdad judía, elevarse hacia el ideal de sus propias fuerzas. El Eterno colmará entonces sus esfuerzos y lo ayudará a alcanzar sus objetivos supremos. Los Sabios no dejan, es cierto, de ponderar la contrapartida con respecto a aquéllos que toman el camino negativo. Ellos quedan abandonados a su suerte y nada puede estorbar su voluntad. Pues "conduce al hombre hacia la vía que él quiere proseguir" (Makót 10b). PORQUE YO SOY SANTO. D. Hoffman señala en su Levítico, pág. 354, que el adjetivo (kadósh... santo) atribuido al Eterno, siempre se escribe con todas sus letras, con (la letra vav, en hebreo), en el libro Levítico. Pero se escribe sin Vav cuando alude al hombre (por ejemplo XIX,2). Esto nos indica que la santidad no existe en estado absoluto más que en Dios; entre los hombres, no es más que un valor relativo, en virtud de sus contingencias terrestres.

Sheminí Estudiando algunos Midrashim Los Acontecimientos del Octavo Día de la Inauguracíon del Mishkán El período de Inauguración del Mishkán duró siete días, y la shejiná (divinidad) se radicó en el octavo, que coincidió con el primero de Nisán, 2.449. Moshé mandó llamar a Aharón para informarle que por primera vez su función sería la de kohén gadol (gran sacerdote) en el Mishkán. Luego, notificó a los Ancianos que Aharón obedecía un mandato Divino al entrar al Mishkán, por temor a que éstos asuman que lo había hecho por su propia cuenta. Moshé le contó a su hermano Aharón, "Cuando el Todopoderoso me denominó temporariamente gran sacerdote por los siete Días de la Inauguración, yo abrigaba el deseo íntimo de que se me permitiera retener esa función para siempre. Sin embargo, fui destituído de la función de keuná como castigo por haberme rehusado a aceptar el pedido del Todopoderoso de ir a Egipto y sacar a los judíos. Es por eso que ésta se te transfiere a ti." "Hermano, ¡no puedo hacerte ésto!" objetó Aharón. "¿Cómo podría ser yo el gran sacerdote después de que te esforzaste tanto por construir el Mishkán?" Moshé le aseguró, "¡Así como te regocijaste cuando te enteraste que Hashem me había seleccionado para guiar al pueblo judío, así me regocijo yo de que oficies como gran sacerdote.!" Moshé le dijo a Aharón, "En este octavo día, tu propio korbán como gran sacerdote consiste en un becerro que deberás ofrendar en calidad de sacrificio jatat, y un carnero en calidad de

olá." Aharón trajo un becerro para expiar su pecado del incidente del Becerro de Oro. En nombre del klal Israel, Moshé le ordenó que trajera un cabrito en calidad de jatat. Hashem le ordenó que se ofrezca un cabrito para expiar el pecado de vender a Iosef. Después de la venta de Iosef, sus hermanos sumergieron las prendas de éste en la sangre de un cabrito. ¿Por qué es que Hashem eligió el último Día de la Inauguración del Mishkán como la ocasión apropiada para ofrendar un sacrificio especial para expiar la venta de Iosef? La venta de Iosef delató la rivalidad que había entre las Tribus. Durante la inauguración del Mishkán, cuyo fin era servir de centro espiritual para unir al klal Israel, se hacían ofrendas para señalar el comienzo de una era de unidad y amistad entre los judíos. Además, Moshé le ordenó a Aharón, "Ofrenda un becerro y un cordero como olot en nombre de la comunidad, un toro y un carnero como shelamim, y también una ofrenda minjá. Se ofrendó el becerro para expiar el Pecado del Becerro de Oro. Cuando los Benei Israel se enteraron de los sacrificios que debían traer al Mishkán que estaba recién erigido, ellos preguntaron, "¿Cuándo es que la shejiná (divinidad) se va a revelar en el Mishkán, manifestando que el Todopoderoso ya está de vuelta entre nosotros después del jet aeguel?" Esta pregunta se originó en una atmósfera general de dificultad. Moshé había ofrecido sacrificios durante los últimos siete días y cada día armaba y desarmaba el Mishkán. Sin embargo, todavía no había ninguna revelación de la Presencia Divina. "Hoy descenderá la shejiná y consumirá los korbanot de Aharón," prometió Moshé. Al escuchar ésto, los Bnei Israel hicieron con alegría los arreglos necesarios para preparar las ofrendas. La alegría y entusiasmo para cumplir las instrucciones del Todopoderoso se pueden entender a través de la siguiente parábola: Una vez el marido se enojó mucho con su mujer porque ésta había realizado un acto indebido. "Deja la casa de inmediato," le ordenó, y ella, como no tenía elección, obedeció. Después de un cierto tiempo, la ira del marido disminuyó y él le permitió regresar a la casa. De ahí en adelante, ella realizó sus labores cotidianas, cocinar, hornear, y limpiar con una devoción y alegría que nunca antes había experimentado. Los judíos reaccionaron de manera similar cuando preparaban los sacrificios para el Mishkán. Después de haber sido rechazados por el Todopoderoso debido al Pecado del Becerro de Oro, los judíos realizaban con vehemencia los últimos actos a través de los cuales la shejiná se reuniría con ellos. En ese día Moshé le dió al pueblo un discurso de exhortación, en el que decía, "¡Para ser merecedores de la Presencia del Todopoderoso entre ustedes, deberán purificar sus corazones y servir solamente a El.!" Cuando los animales estaban listos para ser sacrificados, Aharón debía comenzar el servicio. Sin embargo, él no dió ni un paso hacia el altar. "¡Ve hacia adelante, Aharón!", exclamó Moshé. "¿Por qué lo dudas? Fuiste elegido kohén gadol! Por consiguiente, junta coraje y realiza el servicio!" Sin embargo, Aharón dudó debido a una visión que lo turbaba. Cuando miraba al altar, le parecía que tomaba la forma de un toro. Por lo tanto, sentía que no podía adelantarse.

Este Midrash requiere una explicación. ¿Cuál era el significado de la imagen que percibía Aharón? Aharón estaba completamente exento de pecados excepto por el del Becerro de Oro. Por consiguiente, el recuerdo de éste pesaba constantemente en su conciencia. Estaba confundido porque temía que Hashem no fuera a aceptar su servicio debido a dicho pecado. Moshé lo llamó, "¡No debes temer; el Todopoderoso ya te ha perdonado!" Una vez que Moshé se lo aseguró, Aharón ascendió al mizbeaj. Primero ofreció sus propios sacrificios como gran sacerdote y luego los de la comunidad. Por primera vez, los kohanim, participaron en la avodá. No encendieron ningún fuego bajo las ofrendas porque esperaron al fuego Celestial que estaba por descender. Una vez que terminó el servicio de los sacrificios, Aharón levantó sus manos y bendijo al pueblo con bircat kohanim, la bendición sacerdotal, "Que Hashem te bendiga y te proteja, etc." Todavía Aharón estaba angustiado. El fuego de la shejiná no había aparecido para consumir sus sacrificios. Después de dejar el Mishkán, se volteó hacia Moshé y se quejó, "Moshé, hermano mío, me estás exponiendo a pasar vergüenza. Me pediste que realizara el servicio, y no hay ningún resultado!" Entonces, los dos hermanos entraron juntos al Mishkán, y se colocaron frente al Todopoderoso, y le suplicaron que le restituya la shejiná al klal Israel. Una vez que terminaron sus tefilot (plegarias), regresaron hacia donde estaba toda la gente y la bendijeron, ¡"Que baje la shejiná y que se pose sobre nuestras labores" (Tehilim 90:17)! Finalmente, el fuego de la shejiná apareció. La nación entera fue testigo de la columna de fuego que descendió del Cielo, entró en la Tienda, se dirigió hacia la azará, consumió los sacrificios en el altar, y se estableció en él. Al contemplar este milagro, cayeron de rodillas y le rezaron a Hashem. ¿Por qué la revelación de la shejiná no ocurrió inmediatamente después del servicio de Aharón? Al retener el fuego Celestial, el Todopoderoso demostró que Su presencia no se puede invocar de manera inmediata por el sólo hecho de cumplir con los ritos de los sacrificios. En forma contraria a la creencia pagana de que los sacrificios tenían una fórmula mágica inherente a ellos que hace que produzca la presencia Divina, el Todopoderoso le enseñó al pueblo judío que Su revelación había sido traída como resultado de las tefilot de Aharón y Moshé. La habilidad para convocar la presencia de Hashem, no está garantizada por ningún rito externo, sino que depende de aquellos espíritus que entren al Mishkán para servirlo. La alegría del klal Israel ante la manifestación de la presencia Divina era similar a aquella de la kalá (novia) en el día de su boda. Su júbilo era tanto que el ruaj akodesh se posó sobre ellos y éstos en forma profética cantaron las palabras de Tehilim (Capítulo 33), "Regocíjense en Hashem, Oh, ustedes tzadikim, etc." Cuando cayeron de rodillas, un nuevo milagro ocurrió. De repente, cada uno tenía un lugar bastante amplio como para ubicarse, a pesar de que cuando estaban parados apenas podían moverse. El primero de Nisán fue un día glorioso. Desde la Creación fue destinado a que se lo distinguiera por diez hechos especiales: 1. Ocurrió el primer día de la semana (domingo); el mismo día que comenzó la creación del

universo. Esta exposición del Midrash nos enseña que hay una relación entre el último día de la Inauguración del Mishkán y el primer día de la creación del mundo. Desde el comienzo de la Creación hasta que la shejiná descendió al Mishkán, al universo le faltó perfección espiritual. En este día, el objetivo de la Creación se había cumplido. 2. Este primer día del mes de Nisán, 2.449, se diferenció por la ofrenda de los nesiim y sus Sacrificios de Consagración. (Los detalles de esta ceremonia se encuentran descriptos en Bamidbar 7:12- 88; ver parashat Nasó, "La ofrenda de Nesiim de Sacrificios de Consagración para el Altar.") 3. Por primera vez, los kohanim realizaron la avodá. Hasta ese momento, el primogénito estaba a cargo de ofrendar sacrificios. 4. Por primera vez, se trajeron sacrificios de la comunidad 5. El fuego Celestial descendió y consumió las ofrendas. 6. Por primera vez, los sacrificios fueron consumidos dentro del área específica prescripta por la Torá; antes se los podía comer en cualquier parte. 7. En este día la shejiná se estableció en el Mishkán. 8. Los kohanim bendijeron al pueblo con birkat kohanim (la Bendición Sacerdotal). 9. Por primera vez se prohibieron los altares privados, bamot; se debían ofrecer todos los sacrificios en el altar central del Mishkán. 10. Por primera vez desde matán Torá, Nisán se convirtió en el primer mes. Ese día fue honrado específicamente con diez acontecimientos para indicar que el último día de la Inauguración no era menos importante que el día en que se creó el universo. Por lo tanto, así como se creó el mundo por diez declaraciones Divinas, así también la consagración del Mishkán se destacó por diez características particulares. La felicidad y la gloria de ese día hubieran sido completas de no haber culminado con las trágicas muertes de Nadav y Avihú que echaron a perder todo ese júbilo.

Shabat Sheminí Primer comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Segundo comentario ( Comentarios del Lubavticher Rebe M.M. Schneerson ) Tercer comentario ( Gentileza www.judaicasite.com) Primer comentario Hacia una dieta equilibrada Los judíos tenemos un régimen de alimentación muy estricto. Esto lo sabe toda persona que cumple con los preceptos del Cashrut como así también todo aquel que está en la producción de alimentos y provee a una clientela judía aunque él mismo no observe estas leyes. Los estatutos de lo que es el casher surgen de la lectura de la Parshá de esta semana, más una cantidad de decretos rabínicos posteriores. Es muy posible que la mayoría de la gente que observa las leyes del Cashrut no conozca a fondo el porqué de todas estas legislaciones, lo cual no quita de la hazaña y heroicidad de nuestro pueblo quien le ha sido fiel durante todos estos siglos y milenios al observar las mismas aun en situaciones

extremas de indigencia y persecución. Así como ocurre en todos los demás preceptos de la Torá ningún ser humano conoce todas las razones concebidas por Quien tiene una sabiduría perfecta y en su omnisciencia sabe absolutamente todo. Basta con decir que la mayoría de quienes intentaron justificar su falta de cumplimiento del Cashrut racionalizando su actitud con distintos pretextos, siguen sin cumplir las leyes aun cuando sus excusas demuestran no ser correctas. El Casher no es más caro en el 95% de la canasta familiar que el no-casher (en parte gracias a la publicación de la guía de Casher) y los lugares de expendio y elaboración de alimentos casher son al menos tan higiénicos, si no más, que su pares no-casher. Lo importante, entonces, es que nuestro pueblo se aferró a estos preceptos en el contexto de su observancia de la Torá y la alimentación casher le dio y le sigue dando una identificación especial cada vez que hace sus compras, que cocina y que se sienta a comer. Y comer, bueno, lo hacemos varias veces por día. (Algunos extremistas comen una sola vez por día - comienzan a la mañana y terminan a la noche). De todos modos, sepamos que algunos Sabios explican que la Torá nos vedó el consumo de ciertos animales por la naturaleza de ellos y porque el contacto fluido con esos características influiría nocivamente sobre nosotros. A su vez, sostienen otros, dado que el cuerpo humano contiene al alma, la ingestión de alimentos prohibidos afecta negativamente a la pureza del alma. Por tal razón, se debe cuidar a los niños aun en su temprana edad, cuando aún no están obligados a observar las Mitzvot, para que no se les alimente con comidas no-casher, pues el efecto es dañino al crecimiento espiritual de la criatura. La limitación que presenta la observancia del Cashrut, asimismo, nos ayuda a purificar nuestra disposición hacia la necesidad de alimentarnos, por un lado, y el deseo de satisfacer nuestros deseos animalísticos, por el otro. Esto se suma al hecho que no todos los horarios (antes de la Tefilá - plegaria) o los lugares (en el baño y afines) son aptos para comer, que aun los alimentos casher no se pueden consumir en forma indiscriminada uno después o junto al otro (como p.ej. la carne y la leche) y que antes y después de comer debemos recitar las bendiciones correspondientes. No es fácil perfeccionar nuestros instintos y elevarnos. Las leyes de Cashrut nos ayudan en esta complicada tarea. Recordemos que el primer mandato que D"s le exigió a Adam y Javá estuvo relacionado con el consumo de los frutos de determinado árbol. A esta altura, es importante señalar algunos conceptos errados que algunas personas tienen acerca de su propio judaísmo. En primer lugar, comer no tiene ninguna connotación negativa y abstenerse de comer, no es una virtud. Todo judío tiene el deber de alimentarse bien, en lo posible. Tampoco es un pecado gozar de la comida. Los judíos bendecimos por la variedad de frutas prefiriendo y adelantando la bendición más específica de una fruta (Ha'etz- del árbol)) por la más genérica (Ha'adamá- de la tierra) de la otra. El poder disfrutar de una fruta nueva al llegar la nueva estación, aun por las diferentes variedades dentro de una misma especie, es, a su vez, motivo de la bendición de Shehejeianu (que nos permitió vivir y llegar a este momento). No sólo hay bendiciones para la ingestión de comidas, sino que el goce de los aromas de las flores y de ciertas frutas suscita la invocación de una Brajá - bendición. En segundo lugar, las leyes de Cashrut no se reducen ni se asemejan a cuestiones de salud. Si así fuera, la prohibición se extendería a las

demás naciones y no sería una cuestión netamente judía. De hecho, los demás seres humanos consumen todo lo que nos está prohibido y gozan de no menor "buena salud". Restringir las leyes de la Torá a cuestiones coyunturales de alguna época, fue el pretexto de muchos para no obedecerla. De allí surge la relación que trataron de inventar entre la prohibición de la carne del cerdo con la enfermedad de la triquinosis. No hay peor desprecio a la Eternidad de la Torá (uno de los fundamentos de nuestra ley), que quitarle su vigencia y actualidad. Lo que nos queda tratar en este fascículo, sería estudiar nuestra posición al observar estas leyes en una sociedad que no tiene un aprecio especial por ellas. ¿Qué sentimos cuando nos traen la vianda distinta y especial, el famoso "kosher meal" en el avión, mientras los vecinos pasajeros - por ignorancia, aburrimiento, envidia o simple curiosidad - nos miran? ¿Nos molesta la posible falta de aprobación de los otros? ¿Sentimos vergüenza? ¿Por qué? Y que sucede si un correligionario nuestro celebra su fiesta de lo que sea (en buen hora) y elige un servicio no-casher, pero, para acomodar a sus parientes, "amigos", socios, etc. les sirve esas cajitas con viandas de comida casher "tipo avión"... ¿debemos convalidar con nuestra presencia y aceptada auto-discriminación recibiendo y consintiendo a la comida de los "muy-religiosos", el hecho que públicamente y lastimosamente, cientos de judíos consuman comida no-casher? Sin obligar a nadie a que haga lo que no cree, ¿somos los que cumplimos con la ley una especie de extraterrestres? Volviendo a casa y a la educación de nuestros hijos. Cómo hablamos de la comida que nos está prohibida? ¿Explicamos que los alfajores no-casher son muy, pero muy ricos, pero que no los comemos porque D"s los prohibió, o los tildamos de "horrible", "repugnante" y "repulsiva" para quitarles las ganas y la tentación de comerlos? Por un lado, la Torá misma se refiere a las especies prohibidas con términos no muy elogiosos. El uso de este léxico incluso puede ayudar a sentirnos un poco más distanciados de ciertos alimentos que la industria moderna ha sabido disfrazar con envases más que atractivos para aumentar el caudal de su venta. Por otro, es muy probable que el niño alguna vez "peque" y se entere que la comida no-casher también puede ser muy sabrosa y que todos los epítetos eran un simple engaño... Y... ¿cómo respondemos cuando amistades nos ofrecen alguna golosina no-casher? ¿Respondemos con la verdad, revelando que no los comemos porque la Torá nos lo prohibe, fingimos una inesperada pero oportuna descompostura (para no ofender) o nos escondemos detrás de una falta de apetito o detrás de una recién adoptada dieta médica o régimen para adelgazar? Por último, ¿cuál es nuestra actitud hacia el Cashrut en general? (Obviamente me refiero a aquellos que sí lo acatamos). Nos consideramos más "expertos" que en otras áreas? ¿Cuestionamos en nuestra ignorancia: "¡qué puede tener un alfajor!"(aparte de grasa vacuna), etc. ¿Tenemos una somera idea de lo que son los "saborizantes, emulsionantes, colores permitidos" que figuran en el rótulo? ¿Tomamos conciencia, aunque no nos guste, de que consumir un pequeño insecto en la lechuga, acelga o en una nuez, está tan prohibido como comer un cerdo enorme? A su vez, ¿nos quejamos incesantemente por el precio más elevado de la carne casher, clamor - quizás algo justificado - pero que no lo hacemos extensivo a otras compras menos

importantes? Tenemos la suerte que el tema casher ha tenido una mayor difusión en los últimos años permitiéndonos una vida algo más fácil que la que tenían nuestros padres hace treinta años cuando las cosas eran menos accesibles. Quizás justo debido a eso, tengamos el deber de ser aun más escrupulosos en su observancia y transmitir su importancia a nuestros seres más cercanos y queridos, para que también participen de esta dieta tan judía. Daniel Oppenheimer Segundo Comentario ¡Por Di-s! En la Sección de Sheminí encontramos que la Torá prohíbe comer las formas inferiores de vida terrestre para que el hombre "no se torne repugnante". Maimónides enumera muchas otras cosas aborrecibles y poco higiénicas prohibidas por los Sabios por idéntica razón. En la conclusión de estas leyes, Maimónides declara: "Quienquiera observe escrupulosamente estas cosas, producirá dentro de su alma una enorme medida de santidad y pureza, y purifica su alma en aras de Di-s, como declara el versículo: 'Os santificaréis y seréis santos'". Ahora bien, si estas prohibiciones involucran cosas que, como el mismo Maimónides declara, "la mayoría de la gente encuentra repugnantes", ¿qué necesidad había de que nuestros Sabios las prohibieran? Maimónides es muy claro en sus palabras: "Quienquiera observe escrupulosamente estas cosas producirá dentro de su alma una enorme medida de santidad y pureza, y purifica su alma en aras de Di-s". O sea, los judíos deben observar estas prohibiciones no solamente porque hacerlo les resulta natural, sino porque ello afecta la santidad y pureza de sus almas. Aunque parecería que el aseo físico es secundario a la pureza del espíritu, hay entre ellos una relación que produce dentro del alma "una enorme medida de santidad y pureza": la limpieza física hace de la persona un recipiente más apta para recibir la espiritualidad y el refinamiento que emanan de su alma. La motivación global de esta ley nos resulta ahora comprensible, pero resta aclarar una frase aparentemente extraña empleada por Maimónides: "limpia su alma en aras de Di-s". ¿Cuál es el significado de las palabras "en aras de Di-s"? Con esta frase adicional, Maimónides señala la medida especial de elevación espiritual que obtiene quien es escrupulosamente observante en el cuidado de estas leyes. Cuando evita alimentos no solamente por su natural sensación de repugnancia, sino porque son los Sabios quienes los han vedado, demuestra que su servicio espiritual es "en aras de Di-s", sin ningún otro móvil.

La persona puede servir a Di-s cumpliendo otras mitzvot, y lo hace porque Di-s así lo ha ordenado, pero nada demuestra que sea exclusivamente "en aras de Di-s", sin móvil personal alguno. Quizás cumpla la mitzvá "en aras de Di-s" simplemente porque aún no ha logrado comprender la importancia de la mitzvá. A falta de un entendimiento racional de su parte, no le queda más que acatar el mandamiento "en aras de Di-s". Sólo cuando observamos aquellas leyes que ciertamente hubiéramos observado de todos modos pues lo hubiera dictado la lógica, pero no lo hacemos por esa motivación sino sólo por el deseo de satisfacer la voluntad Divina -pues "así lo han dispuesto los Sabios"tenemos la certeza de estar enteramente consagrados a la voluntad Divina, y que nuestro servicio espiritual es "en aras de Di-s". Con estas palabras Maimónides no se refiere a que la persona purga su alma del mal y de la impureza que podrían haberse adherido a ella. El hecho de que su declaración aparezca después de que la persona ya "traído sobre su alma una enorme medida de santidad y pureza", destaca que el tema en cuestión es la máxima pureza espiritual, aquella que nos permite librarnos de una realidad egoísta, centrada en la propia lógica, para que nuestro servicio espiritual sea efectiva y exclusivamente "en aras de Di-s".Cuanto más se aproxima el hombre a Di-s, tanto más toma conciencia de la imperiosa necesidad de apartar de sí todo vestigio de egoísmo en su servicio espiritual para lograr un grado de espiritualidad en el que todo sea "en aras de Di-s". Basado en Likutéi Sijot, Sheminí 5749 ***** El cerco de Rosas En la perasha de esta semana encontramos los mandamientos concernientes a los alimentos kasher y no kasher. Como sabemos, la calidad de kasher o no kasher no es una cuestion de que ingredientes lo componen o como esta hecho. No es tampoco una cuestion de su nivel de santidad. Observemos que la Tora no da una razon para cumplir estas leyes. Es beneficioso comprender por que la Tora da preceptos sin dar el motivo de su observancias. El mundo en general se ha vuelto muy renuente acerca de hacer algo sin entenderlo plenamente, especialmente en temas de religion. Por supuesto que es un sentimiento valido. Sin embargo tambien debemos saber que cuando una persona cree en Di-s y Le atribuye una inteligencia superior, entonces da por sentado que el Creador sabe lo que hace. Un estudiante de Tora entiende bien que el depositar la confianza en Alguien Que claramente sabe mas, no es considerado como obedecer a ciegas. Hay un elemento de eleccion en esto. Hay claramente un tiempo y un lugar en que, dejando todo cuestionamiento de lado, reconocer la autoridad significa primero actuar y despues entender. La disciplina militar es un buen ejemplo de ello. Y es crucial que la autoridad sea reconocida sin cuestionamientos. Muchas batallas y guerras son ganadas en virtud de este merito.

Un estudiante de Tora que acepta la autenticidad de las Sagradas Escrituras, es feliz de mostrar a Di-s su lealtad observando esos mandamientos que no son explicados. He aquí lo que el Rab Eliahu Ki Tov Z"L escribe en su Sefer Haparshiot en relacion a este topico: "La nacion israelita no cuestiona escepticamente los decretos del Santo Bendito Sea, deseando examinar y comprender por que El prohibio algunos alimentos y permitio otros. Ellos estan satisfechos con solo conocer la voluntad del Rey del Universo sobre lo que pueden o no pueden hacer, sepan o no sepan la razon. Y no solo eso, sino que se regocijan con Sus mandamientos y decretos. Bendicen y alaban a Quien los entrego (los preceptos) por no darles el motivo! Por que es asi? Porque si les hubiera dado las razones, la gente podria dejar a un lado las palabras del Creador y cumplir los preceptos por sus propias razones personales. Consecuentemente, se estarian sirviendo a si mismos y no al Creador. Ademas, si las razones y el beneficio de los mandamientos hubieran sido explicados, en algun punto de la historia alguien podria salir a convencer a otros de su gran sabiduria. Podria decir que tal o cual mandamiento ya no es aplicable porque el motivo ya no es mas relevante, entonces ya no resulta mas practico. Quizas el ignorante podria incluso escuchar y aprender de este lider acerca de no cumplir los preceptos. Empero las leyes que el Creador nos dio, fueron entregadas para ser observadas en todo tiempo y en todo lugar, a menos que la Tora especifique otra cosa. Aun cuando no sepamos las razones de los mandamientos y el porque algunos alimentos estan permitidos y otros no, conocemos, si, una irrefutable razon. Es lo escrito por el rey David en los Salmos: "Prueba, y veras que Di-s es bueno". Los mandamientos fueron dados solo para el bien de la humanidad. Los Sabios dicen en el Midrash: "Por que Di-s se preocupa por la forma en que debemos preparar a un animal para que pueda ser comido?" (si esta faenado correctamente o no), "La palabra de Di-s nos refina" (Salmos 18). Los preceptos refinan a la humanidad. El Creador podria haber hecho que las personas cumplieran los mandamientos asi como El creo la naturaleza, (por ejemplo) que alguien no saltaria dentro de un fuego. La misma naturaleza del fuego previene de saltar en el, y, por asi decirlo, castiga a quien entra a el. El podria haber hecho lo mismo con los alimentos que pueden o no ser consumidos. Por que El creo Su mundo de modo que existieran ambas opciones para la humanidad, sin nada que retenga a la persona de hacer algo? Solo para refinar a la humanidad. No hay comparacion posible entre alguien que desea hacer un mal acto pero se abstiene de cometerlo porque hay una cortina de hierro en su camino, y alguien que se abstiene de hacerlo porque hay un "cerco de rosas" (los mandamientos negativos) en su camino. Si realmente lo quisiera, el podria pasar ese cerco de rosas. Por que no lo cruza? Porque se apiada de las rosas, de su belleza, de su agradable aroma, y se controla a si mismo absteniendose de pasar. Cualquiera que se siente tentado de hacer algo malo, que realmente se siente superado por su mala inclinacion pero se abstiene en razon de este "cerco de rosas", ese es puro y refinado...".

Las hermosas palabras del Rab Ki Tov hablan por si solas. Que todos tengamos el merito de apreciar la belleza y el agradable aroma del "cerco de rosas". (Fuentes: Rab David Green)

Resumen de la Parashá Tazría-Metzorá Después de dar a luz, toda madre tenía prohibido entrar en el Santuario durante 40 días; si había tenido una hija, el período era de 80 días. A la terminación de este plazo, la madre llevaba ofrendas quemadas y de pecado al Santuario, y era considerada ritualmente pura. La persona que contraía la enfermedad de tzaráat (similar a la lepra) tenía prohibido entrar en el Santuario. Por consiguiente, cuando el color de la piel indicaba que podría estar aquejada de la enfermedad, era examinada por el sacerdote. Si el cohén, después de revisar las manchas o costras de la piel, no podía dar un veredicto definitivo referente al tzaraat, la persona era aislada durante siete días y luego reexaminada. Si la apariencia de la piel permanecía igual, el enfermo era confinado por otros siete días. Luego se realizaba un examen final. Si la marca no se había extendido, la persona era declarada ritualmente pura. Por otra parte, si las manchas se habían difundido, la persona era declarada metzorá, enferma de tzaraat. Era enviada entonces a vivir fuera del campamento de la congregación, con las ropas rasgadas, y el cabello desgreñado. Se le indicaba que gritara "impuro, impuro", como advertencia para que los demás no lo tocaran. Cuando la enfermedad disminuía, la persona era examinada nuevamente por un cohén, fuera del campamento, para asegurarse de que la recuperación era completa. Las elaboradas ceremonias de purificación que seguían se extendían por ocho días, y se observaban ritos especiales durante el primero y el último. El sacerdote ofrecía sacrificios y en el proceso de purificación se usaba madera de cedro e hisopo. El ex metzorá era entonces declarado miembro pleno de la comunidad. Las leyes de tzaraat se aplicaban por igual a una vestimenta y a una casa. Si las ropas mostraban signos de tzaraat, podían ser quemadas, según el caso. Si una casa aparecía súbitamente marcada con rayas verdes o rojas, era tapiada por siete días. Si las rayas se extendían, las piedras afectadas eran removidas y reemplazadas por otras nuevas. La casa era revocada y las viejas piedras y el polvo eran arrojados en un área contaminada, especialmente establecida fuera del campamento. Si aún quedaban signos de tzaraat en las paredes, todo el edificio era demolido y sus materiales arrojados en el área contaminada fuera del campamento. Ciertas impurezas físicas hacían a un hombre o una mujer ritualmente impuros y, por ende, tenían prohibido entran en el Santuario o tocar objetos sagrados. Este estado de impureza finalizaba después del tiempo prescripto para las ceremonias especiales de purificación. (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Tazría Metzorá Estudiando tres pesukim (versículos)

Tazría 12,2 "Cuando una mujer concibiere y diere a luz a un varón" (12:2) PREGUNTA: Parshat Shemini concluye con el tema de la comida kasher y la no kasher. ¿Cuál es la conexión entre el fin de Parshat Shemini y el comienzo de Tazría, que estudia el nacimiento de un niño? RESPUESTA: La Torá está enseñando que la obligación de los padres hacia el niño no comienza después de su nacimiento, sino mientras todavía está en el vientre de la madre. La madre embarazada tiene que tener mucho cuidado de lo que come, pues esto puede tener un efecto negativo o positivo sobre el niño, dependiendo de si la comida es o no kasher. En la Guemará (Iomá 82 b) está la historia de una mujer embarazada que venció su deseo de comer en Iom Kipur y posteriormente dio a luz al gran sabio Rabí Iojanan. Otra mujer embarazada que se rehusó a vencer su deseo, dio a luz a un rashá (malvado) que fue conocido como "Shabbatai Otzar Perot" (el acaparador de provisiones [para especular]). El último versículo de Shemini, que resume las leyes referentes a la comida kasher y no kasher, alude a lo anterior. En hebreo, una mujer que da a luz es conocida como "jaiá". Así, la Torá nos dice: "lehavdil bein hatamé uvein hataor" -"para distinguir entre el (niño) puro y, Di-s no permita, el (niño) contaminado" -es contingente sobre "uvein hajaiá hamejelet" -"la distinción entre una 'jaiá' -una madre que fue negligente durante el embarazo en la observancia del kashrut -"uvein hajaiá asher lo tejeil" -una madre que fue cuidadosa de no comer comida cuyo kashrut es cuestionable" (11:47) Tazría 12,3 "En el octavo día la carne de su prepucio será circuncidada" (12:3) PREGUNTA: En el brit es costumbre que todos los presentes proclamen: "Así como él ha entrado al pacto, así entre a la Torá, el matrimonio y los buenos actos". ¿Por qué asociamos estas tres cosas con el brit? RESPUESTA: La circuncisión hecha en el brit es permanente. Una vez que se ha efectuado, no puede ser cambiada de ninguna manera. Aquellos presentes pronuncian una bendición triple y oran por el niño. Primero, así como el brit es permanente, del mismo modo su conexión con la Torá sea para siempre. Segundo, que la persona que despose sea su compañera de por vida. La tercera y final bendición es que a través de su vida esté llevando a cabo constantemente buenos actos. Alternativamente, la primera mitzvá en la cual el niño es involucrado es un brit. Debido a su corta edad, sus padres tienen un rol activo en planificarlo y prepararlo. Cuando viene al judaísmo, muchos padres tienen la tendencia a decir "Cuando nuestro hijo crezca, tomará sus propias decisiones". Por lo tanto, todos los presentes en el brit llaman la atención a los padres "Keshein shenijnas labrit"-así como en el brit los padres están activamente involucrados -"ken ikanes leTorá ulejupá ulemaasim tovim"-así también, cuando el hijo llegue a la edad del estudio de la Torá, el matrimonio y los buenos actos, los padres estén activamente involucrados en todas sus decisiones.

Metzorá, 14,2 "Esta será la ley del leproso" (14:2) PREGUNTA: ¿Por qué el leproso es llamado "metzorá"? RESPUESTA: La Guemará (Arajin 15 b) dice que una de las maneras de transformarse en un metzorá es a través de hablar lashón hará (calumnias). La palabra metzorá es una combinación de dos palabras "motzí ra" -"uno que saca el mal" [acerca de otra persona]. El castigo de esto es nega tzaraat -llaga de lepra. La Torá prohibe el lashón hará ordenando "Lo telej rajil beameja" - "No habrá maledicencia entre tu pueblo" (19:16). Estas palabras equivalen numéricamente a 883, el mismo valor numérico de "nega tzaraat". Esto muestra que el pecado y el castigo son exactamente midá kenegued midá -medida por medida.

Tazría-Metzorá Estudiando algunos Midrashim Las numerosas bondades del Todopoderoso para los que aún no han nacido Hashem utilizó las siguientes palabras como prólogo para comenzar a explicar las leyes concernientes a las mujeres embarazadas, "Ishá ki Tazria/ Si una mujer concibe la descendencia..." Esta frase nos hace notar Su gran bondad incluso para con aquellos que aún no han nacido. El crecimiento del feto en el útero materno nos llena de gratitud hacia el Creador por haberlo protegido incluso en ese momento. El Midrash emplea sus propios términos poéticos para describir ese período: El Angel encargado de la concepción se llama Laila. Cuando el Todopoderoso desea que nazca un ser humano, El le pide al Angel Laila, "¡Tráeme esta neshamá (alma) del Gan Eden (paraíso)!". Sin embargo, la neshamá se resiste a que se la arranque de su fuente Divina, y se queja al Todopoderoso, "Yo soy pura y sagrada, unida a Tu Gloria. ¿Por qué es que debo ser degradada e introducida a un cuerpo humano? "No es como tú dices", Hashem le corrige. "El mundo en el cual vivirás es mucho más hermoso que el mundo del cual provienes. Fuiste creada con el solo objeto de que te conviertas en parte del ser humano y seas elevada con sus acciones." Posteriormente, el Todopoderoso obliga al alma a que se una con la descendencia que le fue destinada. Incluso antes de que el feto se forme, el ángel le pregunta a Hashem, "¿Cuál será su destino?" En ese momento, todo el futuro de la criatura que está por nacer está predestinado. El Todopoderoso determina si será un hombre o una mujer, si él (o ella) será sano si sufrirá alguna enfermedad o incapacidad, su aspecto, el grado de inteligencia que poseerá, como también sus capacidades tanto físicas como psíquicas. Además, todos los detalles acerca de sus circunstancias ya se decidieron- si será rico o pobre, qué poseerá, y con quién contraerá matrimonio.

Podemos observar que todos los acontecimientos de la vida del hombre están predestinados. Sin embargo, hay una excepción. Hashem no determina si alguien se convertirá en un tzadik (justo) o en un rashá (malvado). Cada uno desea cómo formarse a sí mismo con las facultades y capacidades que le fueron preordenadas. El profeta exclamó, "Así dice Hashem, 'No dejemos que el hombre sabio se jacte de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de sus riquezas, pero dejemos que aquél que reza se jacte de ello - de que Me conoce, que Yo soy Hashem Quien hace justicia y el bien en la tierra, éstas son las cosas que verdaderamente aprecio', dice Hashem" (Irmeiau 9:22-23). Nadie debe sentirse orgulloso por su inteligencia, fuerza, o dinero, debido a que estas cualidades no son logros personales; en realidad, D- s se los otorgó antes de que naciera. Hay un sólo campo en el que los logros resultan del esfuerzo personal - si estudia la grandeza de Hashem a través de la Torá y al seguir Su camino. Según el grado de esfuerzo que realice para cumplir con éstos, así serán sus verdaderos logros personales. A los niños, se les enseña la Torá desde que se encuentran en el útero materno. También, se les muestra el Gan Eden y el Gueinom, y el ángel le implora, "¡Conviértete en un tzadik! ¡No te conviertas en un rashá!" Cuando el niño llega a este mundo, el ángel le toca los labios, y hace que olvide todo el conocimiento relativo a la Torá que previamente se le había impartido. (Sin embargo, ese conocimiento había sido absorbido por su subconciente, y podía ser recuperado durante su vida.) A menudo pensamos en keriat Iam Suf, la separación de las aguas del Mar Rojo, como un milagro asombroso. En verdad, la habilidad del feto de existir dentro del útero de la madre es un milagro de proporciones no menores a la separación de las aguas del Iam Suf. Si no fuera por la Providencia minuciosa de Hashem, el embrión no podría sobrevivir. Nuestros Sabios citan varios ejemplos que ilustran de qué forma maravillosa Hashem protege a los que aún no han nacido, entre ellos citamos los siguientes: - Todos sabemos que alguien que está sumergido, incluso por un período corto, en una bañera llena de agua caliente sufre una agonía severa y sale lastimado. Sin embargo, el feto se queda nueve meses en el clima cálido del útero materno y sobrevive gracias a la Providencia Especial de Hashem. - La mujer que tiene un bebé en el útero se asemeja a un recipiente vertical cuya abertura se encuentra en la parte de abajo. Sólo gracias a la grandeza de Hashem el feto se mantiene en su lugar y no se cae. - Si una persona come varias comidas diferentes una atrás de la otra, cada una de ellas hace que la otra se desplace en el estómago y que baje cada vez más. Gracias al diseño especial del ser humano que Hashem realizó, no importa cuanto coma o beba la futura madre: el feto no se desplazará. - La grandeza de Hashem se refleja también al determinar que todos los alimentos que la madre ingiere se transmiten automáticamente a través de la placenta para nutrir al embrión. - Es un milagro que el embrión no excreta lo que consume. Si lo hiciere, el estómago de la madre explotaría y ella moriría. - Cuando nace el bebé no se lo extrae del útero de manera repentina (lo cual lo lastimaría). Hashem, en cambio, dilata el cuello del útero en forma gradual de la misma manera cuidadosa y lenta que alguien abre la puerta de la prisión para dejar a un convicto en

libertad quien había estado capturado por un largo tiempo, y asegurándose de esta manera que su transición a la libertad será tranquila. Si bien el Todopoderoso designó a un ángel que se encargue de los embarazos, El mismo supervisa directamente los nacimientos. Las llaves de los tres puntos (que son claves para la humanidad) no fueron confiadas a un ángel, sino que se quedaron en manos del Todopoderoso: 1. El nacimiento 2. La lluvia (en este contexto, "lluvia" también se refiere a la parnasá (sustento), ya que la mayoría de los judíos se ocupaban de la agricultura, la calidad de la cosecha, y por consiguiente sus ingresos, dependían de la lluvia.) 3. Tejiat Hametim (la Resurrección de los muertos). La Mitzvá del Brit Milá/ Circuncisión Junto con las leyes de embarazo de las mujeres, la Torá menciona que el brit milá se le debe realizar a los varones cuando tienen ocho días de edad. Esta mitzvá fue mencionada por primera vez en la parashat Lej Lejá, cuando Hashem le ordenó a Abraham que se hiciera el brit milá a sí mismo. A partir de ahí, Hashem ordenó que toda la descendencia masculina deberá ser circuncidada a los ocho días de su nacimiento. ¿Por qué es que un brit milá no se puede realizar antes de los ocho días? Nuestros Sabios nos dan varias razones, entre ellas: 1. Hashem nos ordenó que esperemos hasta el día en que El sabe que el niño posee fuerza suficiente para soportar la operación. 2. Se considera que la circuncisión es similar a un sacrificio debido a que el niño es llevado a través de ésta bajo las alas de la shejiná (divinidad). Por lo tanto, se requiere que el niño haya vivido al menos un Shabat para ser santificado y para que su kedushá (santidad) sea elevada. Entonces, el niño está en condiciones de ser un "korbán" para Hashem. (De manera similar, los animales no son aceptados para sacrificios antes de que alcancen los ocho días de vida.) En una ocasión en la que su amigo lo visitó, el rey le había organizado un gran banquete de bienvenida. Cuando estaban a punto de sentarse para comer, el rey le comentó, "No es apropiado comenzar a comer antes de que conozcas a la reina. ¡No conoces absolutamente nada de este palacio si no visitas antes a la reina, debido a que ella es tan bella que sería imposible describirla!" De manera similar, el Todopoderoso decretó, "A menos que el niño haya estado cara a cara con una Reina Shabat, y absorbido su santidad, aún no está preparado para ser sometido al brit." Es costumbre reservar una silla especial para el Angel del Pacto, el profeta Eliahu, quien está presente en cada brit milá. Su presencia se requiere debido a que una vez él habló en forma despectiva de los Bnei Israel. El profeta Eliahu era un gran fanático del Honor de Hashem. Le dijo al Todopoderoso de manera acusativa, "Los Bnei Israel no han cumplido Tu pacto" (Melajim 19:10). El se refería al pacto de milá que fue desatendido por los judíos debido a la prohibición de realizar circunsiciones que decretó el malvado rey Ajav. A pesar de que Eliahu hablaba para

resguardar la Gloria de Hashem, el Todopoderoso desaprobó la acusación contra Su gente. Le ordenó a Eliahu que ungiera a Elishá como profeta en su lugar, y además, le ordenó que reaparezca en cada brit milá para testificar el cumplimiento de la mitzvá por los judíos. El emperador romano Turnus Rufus le preguntó a Rabí Akivá, "¿Qué es superior, la obra de D- s o la del hombre?" "La del hombre," respondió Rabí Akivá. "Su respuesta me sorprende," exclamó Turnus Rufus. "¿Trata de decir que el hombre puede crear algo que se asemeje al cielo o la tierra?" "No me refiero a las creaciones que superen las habilidades manuales de los seres humanos," contestó Rabí Akivá, "sino a aquellas que estén dentro de sus posibilidades." "¿Por qué es que ustedes los judíos se circuncisan?" Turnus Rufus continuó con sus preguntas, "¿Acaso ustedes presumen que el trabajo del Creador necesita ser mejorado?" "Esta es precisamente la pregunta a la que yo me había anticipado," Rabí Akivá explicó, "y yo por lo tanto sostengo que los logros humanos son superiores a los del Creador." "Si esta es su opinión, pruébela," le exigió Turnus Rufus. Rabí Akivá regresó a su casa y le ordenó a su esposa, "horneá un delicioso pan que esté compuesto con harina, aceite y especias." Al volver a ver al emperador le llevaba, un pan en una mano y un puñado de granos de trigo en la otra. "Ahora dígame, Oh rey, ¿cuál de los dos es superior - el trigo o el pan?" le preguntó. "El pan, por supuesto," respondió Turnus Rufus. "Ya ve," replicó Rabí Akivá, "usted mismo confesó que el trabajo del hombre es mejor que el del Creador. Cuando El diseñó el universo, le dejó al hombre la misión de perfeccionarlo; el grano debe ser cortado y horneado para convertirse en pan, y los vegetales deben ser cocinados y condimentados. Por lo tanto, al realizar la milá en un niño perfeccionamos la obra del Creador." "Si Hashem quería que el niño fuese circuncidado, lo pudo haber creado de esa forma," insistió Turnus Rufus. "¿Por qué es que hace esa afirmación sólo con respecto a la circuncición?" respondió Rabí Akivá. "Se podría preguntar también por qué es que Hashem dejó el cordón umbilical unido al recién nacido, dejando al hombre para que lo corte." A pesar de que Rabí Akivá concluyó el debate con este comentario, nuestros Sabios nos revelaron la verdadera razón por la cual los niños llegan al mundo sin la circuncisión. Hashem hizo que el niño fuera imperfecto para otorgarnos el mérito de realizar Sus mitzvot cuyo cumplimiento nos purifica y nos eleva. Lashón hará (Difamación) Causa de Inmediato el Estado Final del Tzaraat Si un judío cometía alguna de las transgresiones pasibles de ser castigadas con la enfermedad de tzaraat,(lepra) la enfermedad generalamente comenzaba con los síntomas que requerían cuarentena y luego se los volvía a revisar. En Su misericordia el Todopoderoso generalmente no provocaba de inmediato la aparición de señales definitivas de tumá (impureza) porque El esperaba que durante el período de la reclusión requerida el pecador se arrepentiría. Se le perdonaría el estado final de tzaraat, a aquél que sólo necesitaba aislamiento. Sin embargo, había una clase de pecado que era diferente, y la persona culpable padecía de

inmediato los síntomas definitivos de la lepra. Ese pecado no era, según nuestras posibles conjeturas, ni asesinato, ni idolatría, ni inmoralidad; sino que era la ofensa de lashón hará, la acción de difamar al prójimo está prohibida por la Torá. Nuestra parashá nos muestra la gravedad de esta ofensa: "Zot tihié torat hametzorá / Estas son las leyes de la Torá respecto de un leproso...(Vaikrá 14:1). Nuestros Sabios explican que la palabra leproso es un acróstico de difamador". Debido a que lashón hará es uno de los pecados más serios que se castiga con la enfermedad de tzaraat, los síntomas definitivos de tumá aparecen sobre la persona de inmediato. Esta debía llevar a cabo los procedimientos especiales de purificación detallados en nuestra parashá, principalmente sacrificios y rasuración, si los síntomas de tumá se aclaraban con posterioridad. ¿Por qué es el pecado de lashón hará tan severo que debe ser castigado con la enfermedad de tzaraat en su manifestación más extrema? 1. Si alguien habla lashón hará se lo considera igual que alguien que niega al Todopoderoso y transgrede la Torá en su totalidad. Con repecto a este individuo Hashem dice, "¡Yo y él no podemos coexistir en el mundo!" Todos los libros de la Torá abogan por jesed, por la gentileza y la dedicación hacia el prójimo. Por consiguiente, degradar a otro judío es ir por el camino diametralmente opuesto a los principios fundamentales de la Torá. 2. El grado de maldad de esta transgresión sobrepasa a otras debido a que ésta daña a todas las partes involucradas, al que habla, al que escucha y a la víctima. Como Combatir el Deseo de Hablar Lashón Hará La gente se enfrenta a diario con innumerables ocasiones que dan lugar a hablar lashón hará. De todas las extremidades y órganos, la lengua es el órgano que se mueve con menos dificultad y mayor rapidez. Por consiguiente, lashón hará es uno de los pecados que se comete con más frecuencia. Asimismo, los efectos de la palabra hablada no son tangibles, como son los del pecado consumado con acciones, y por eso tendemos a tratar a esta clase de agravios de forma menos dura que otras prohibiciones de la Torá. El castigo de tzaraat ya no tiene efecto, y su amenaza no nos detiene de hablar mal como lo hacía en la época del Beit Hamikdash. ¿Cómo podríamos fortalecernos contra la tentación de hablar lashón hará? El Midrash ofrece varios pensamientos que sirven como consejos valiosos. 1. Nuestros Sabios nos enseñan que cada palabra que deja nuestra boca se graba en el Cielo. Algún día todas esas palabras nos las van a hacer escuchar. Entonces, trataremos de excusarnos con frases tales como "Yo no era conciente de la gravedad de la transgresión; no pequé intencionalmente". No obstante, se nos responderá, "¡Demasiado tarde ahora! Era tu deber darte cuenta de que tanto las cosas buenas como las malas que decías quedaban registradas, así las dijeras de forma intencional o no. La gente debe darse cuenta de que una vez que uno pronuncia una palabra, ésta no se evapora en el aire sin dejar rastro, y por lo tanto debe ser tomada con seriedad. Cada palabra que uno pronuncia graba una marca que queda eternamente y que no se puede borrar. 2. La gente debe considerar la posición especial que el Todopoderoso le asignó a la lengua. Hashem reprende a la lengua, "¡Oh, lengua malvada! ¡¿Por qué es que te mueves constantemente a pesar de que te coloqué en una posición diferente a la de todos los otros

miembros y órganos del cuerpo humano?! Coloqué a las otras extremidades en una posición vertical o inclinada, mientras que tu yaces en la boca con posición horizontal para que descanses (esto es para indicar que la posición natural de la lengua es la de descanso; y que esta no debería estar en movimiento permanentemente)." "Además," le dijo el Todopoderoso a la lengua, "Te encerré. Te cerqué con dos tapias (para advertirle a su dueño que no deje que te pierdas), un cerco interno formado por dientes, y una barrera externa formada por carne, los labios que te encierran. ¿Cuántas otras barreras acaso son necesarias para impedir que hables mal? Hashem le encomendó a cada órgano una tarea especial y cada uno de ellos nos deberían alentar para que los empleemos sólo para los usos benéficos que el Creador desea. La lengua fue otorgada para que pronuncie las palabras de la Torá, tefilá, y para que beneficie al prójimo.

Shabat Tazría-Metzorá Primer comentario (Rab Moshe Hoffer, [email protected]) Segundo comentario (Boletin Judaicasite, www.judaicasite.com) Tercer comentario (Rab Iosef Meta, [email protected]) Primer comentario - La esencia del hombre Mediante tres maneras el hombre se conoce. ¿Que significa que el hombre se conoce? Por lo general vemos a una persona durante años y pensamos que lo conocemos, cuando en realidad no es asi. De acuerdo a las palabras de la Guemara, solo se llega a conocer al hombre a traves de tres maneras: por su copa, por su bolsillo o por su ira. En los tres casos, el hombre puede mostrar actitudes diferentes a las comunes; en estado de ebriedad puede contar los secretos mas intimos, cuando le tocan el bolsilo puede salir corriendo para no responder a los pedidos que le hacen y cuando esta enojado puede actuar tan violentamente que es capaz de sacar a relucir los aspectos mas feos de su personalidad. Algunos dicen que tambien se puede identificar al hombre por su risa. ¿De que se rie? ¿Como lo hace? Socrates dijo "la risa es exclusiva del ser humano", por tal motivo la risa del hombre lo identifica. Esta escrito en la Tora que cuando Esav vendio la primogenitura a su hermano Iaacov, el primero desprecio la primogenitura. Dicen nuestros sabios en el Midrash, que Esav despues que comio y bebio lo que preparo su hermano, tomo a sus companieros y les dijo: vayamos a burlarnos de Iaacov, iremos a decirle ¡Que necio eres! ¡Vendiste un plato de comida por algo que no existe! Eso es lo que dice el pasuk (versiculo), comio y se fue, ¿donde? a buscar a sus compañeros para reirse de su hermano. La pregunta es obvia, si Esav hizo un negocio con Iaacob... ¿de que se reia? Cuando la persona sabe que no procedio correctamente se rie para apaciguar la situacion. Es una risa que encubre la verdad. La verdad lo preocupa, lo entristece entonces se rie para acabar con su cargo de conciencia. Como le es dificil reirse solo, busca a sus compañeros para que se acoplen a el. Esto es lo que hacen algunos, en lugar de preocuparse por

solucionar las cosas que los perturban, en vez de reconocer la verdad, tapan sus oidos con risas. La forma de hablar tambien revela la esencia del hombre, ¿que es el habla? Es la expresion de los pensamientos que proviene del alma a traves del cuerpo. Explica el Rab Hutner z"l que la fuerza del habla es algo maravilloso, pues alli se unen el cuerpo con el alma. Por eso se llama al ser humano "parlante" porque esa es su esencia, una combinacion de lo fisico con lo espiritual, la vida y la muerte estan pendientes de la lengua. Dicen nuestros sabios en el Midrash que hay personas que pecan en la tierra y no en los cielos. Es decir transgreden con sus cuerpos, por sus deseos y danian la tierra. Hay otros que pecan en el cielo pero no en la tierra, transgreden con sus pensamientos que estan basados en la inteligencia, que proviene de los cielos y danian en el mas alla. Quien habla Lashon Hara (calumnias), peca en los cielos y en la tierra, por cuanto que el habla es la combinacion de lo de arriba y lo de abajo su efecto es peor que cuando pecamos con el cuerpo que solo perjudicamos la tierra, o cuando pecamos con el pensamiento que solo dañamos los cielos. Con el habla dañamos los dos o los beneficiamos. Con nuestra conversacion nos identificamos, pues ella es la esencia del hombre. Rab Moshe M Hoffer Segundo Comentario - Los judíos en el mundo El Pueblo Judio es numericamente muy pequeñio en relacion a la poblacion de las otras religiones y del mundo en general. En un mundo de mil millones de cristianos, mil millones de musulmanes, setecientos millones del culto hindu y quinientos millones de budistas, los trece o catorce millones de judios parecerian importar muy poco. Sin embargo, cualquiera que lea los diarios en todo el mundo, debe de pensar que los judios suman una importante cantidad en la poblacion mundial. La desproporcionada influencia de los judios, individual y nacionalmente, a traves de todos los siglos de civilizacion, es uno de los signos de nuestro caracter de elegidos. Sin embargo, el hecho de que el pueblo judio, mas de cincuenta años despues del Holocausto, no se haya restaurado numericamente volviendo a su tamaño previo, es una condicion preocupante. Esto es el producto del creciente numero de solteros/as judios, de muchas mujeres que se casan tarde por mantener una carrera, de los casamientos mixtos y la asimilacion y de los miles de abortos efectuados cada anio. Combinadas, todas estas razones describen problemas demograficos que afectan a la futura vitalidad y crecimiento del pueblo judio. La perasha Tazria trata, al menos indirectamente, de la necesidad y de la santidad de traer niños al mundo. Aunque la Tora enuncia la parte relevante de la perasha concerniente a los ninios y a la reproduccion en terminos de tahara y tumah (pureza e impureza ritual), el claro mensaje de la Tora es su reiteracion de la bendicion divina y el desafio para la humanidad de "sed fructiferos y multiplicaros". Si esto es verdad con respecto a la humanidad en general, es indudablemente verdadero en relacion al pueblo judio. Porque si bien el Creador nos advirtio por anticipado que "sereis una minoria entre las naciones", existe sin embargo una obligacion sobre todos nosotros de

preocuparse porque exista una considerable poblacion de judios presente en el mundo que enseñe y ejerza su influencia en el orden moral. Para que el judaismo sobreviva y prospere es necesario que haya judios. Esa simple leccion desafortunadamente ha sido perdida en miles de hermanos que han adoptado las teorias del "yo-primero", del huir de todo dolor y sacrificio, todas actitudes hedonistas y egoistas propias de la sociedad postmoderna. El tener hijos, cuantos, cuando, etc. es realmente una decision muy personal en relacion a un tema muy intimo. Sin embargo, existe una actitud general, en la orientacion de la Tora, que debe influir por sobre la decision personal de los individuos judios en esta cuestion. Esta cualidad general de "ser fructiferos y multiplicarse" han desaparecido de muchas de las costumbres corrientes en el mundo occidental en general, por lo tanto, la actitud judia hacia la familia y los ninios necesita de vigor y fortalecimiento en hogares y escuelas. En la vida privada de cada judio debe existir tambien un sentido publico de lealtad y responsabilidad para con el pueblo judio, sus tradiciones y su destino. Los niños son nuestro primera y principal responsabilidad. Ellos son nuestro compromiso hacia la eternidad de Israel. Ese es ciertamente el mensaje subliminal en las palabras de la Tora con que comienza la perasha de esta semana. (Rabbi Berel Wein (c) 2001 The Destiny Foundation) Tercer comentario - LOS ACTOS HUMANOS QUE SON BELLOS En nuestra sección semanal, además de tratar de la `Tumhat Nida´ de una mujer parturienta, nos recuerda el deber básico y fundamental del judaísmo, que es el circuncidar (Brit Mila) a todo varón al octavo día de su nacimiento. Muchas veces en nuestra historia, los enemigos del pueblo de Israel tramaron prohibirnos este tan lindo precepto. Cuando dominaron los romanos sobre Israel, después de la destrucción del 2do. templo, fue decretada la pena de muerte a quienes circuncidaban a sus hijos. El Midrash nos cuenta de una discusión entre Rabí Akiba quien había sido sentenciado a muerte por los romanos por el "delito" de enseñar Torá en publico, y entre el gobernador romano Tornosrofos. Y la historia fue así: "Tornosrofos el malvado le pregunto a Rabí Akiba: ¿qué actos son más bellos, los del creador o los del hombre? Le contestó: Los del hombre son más bellos!! Le dijo Tornosrofos: ¿Cómo es posible? ¿Acaso el hombre puede crear los cielos y la tierra? Le dijo Rabí Akiva: No estamos hablando en cosas que están mas allá del alcance humano, sino solo de las cosas que el hombre puede controlar. Preguntó Tornosrofos ¿Por qué ustedes se hacen la circuncisión? Le contestó: Yo sabia que a esto te referías y por eso me

preguntaste que actos son mas bellos a lo que te respondí que los actos del hombre son mas bellos que los de D-s. Rabí Akiba le trajo espigas y galletas, y le dijo: Estos son obra de D-s y estos del hombre, ¿no son las galletas mas bellas que las espigas? Le dijo Tornosrofos: Si D-s quiere que el hombre este circuncidado, ¿por qué no nace así? Le dijo Rabí Akiba: ¿Por qué nace unido al cordón umbilical y lo tienen que cortar? - Y sobre lo que preguntas por que no nace circunciso? La respuesta es que D-s entregó los Mitzvot (preceptos) al pueblo judío, para refinar al hombre" (Midrash Tanjuma Tazria 5). Si prestamos atención a este Midrash, veremos que ellos no trataron directamente sobre la Mitzva de Brit Mila, pero fue el pretexto y punto central de una discusión más esencial. El tema central es la pregunta de las preguntas. La víctima y su verdugo se situaron frente a este interrogante en dos extremos opuestos, en la cual la diferencia es abismal, y la cual no permite concesiones. Es decir estaban enfrentados, el pesimismo greco-romano, aquí representado por quien conquistó y dominaba en aquel momento, contra el optimismo judío, al cual se le agregaba relevancia dado que quien discutía no era otro que Rabí Akiba, quien pesaba sobre el la pena de muerte. El mundo, opinaba el romano, es así; tanto lo bueno como lo malo. Le falta ser integro pero no es posible mejorarlo. Además no hay necesidad, ya que no tiene sentido ni dirección, solo su momento y su tiempo. Por ende debemos vivir nuestros momentos. El hombre, es muy pequeño! "¿Acaso puede hacer el cielo y la tierra?" En esta creación tan grande casi no se lo percibe al hombre, entonces ¿qué valor tienen los actos tanto buenos como malos? Rabí Akiba lo veía totalmente distinto: Él decía, que los actos del hombre, son más bellos, aparentemente, que la obra de D-s. En el momento que tenemos que ser responsables no me recuerdes lo pequeños que somos frente a una creación tan inmensa, sino recuérdame "cosas que están al alcance humano". Aquí nuestra importancia es grande. El mundo fue creado intencionalmente incompleto, para que el hombre pueda por medio de sus actos y su libre albedrío, completarlo y mejorarlo. En su creación personal tiene que parecerse al creador mismo. En su mano está la posibilidad de hornear galletas de lo que antes eran espigas, es decir, embellecer las creaciones que están en el mundo. Esta es la mayor esperanza. Y principalmente que pueda mejorar y embellecer a si mismo, incluso a su cuerpo, como nos enseña la Mitzva de la circuncisión. La ambición por un mundo mejor, es lo que nos da energía para que actuemos, y como dijo Rabí Akiba que las Mitzvot fueron dadas para el

refinamiento y el pulido del nuestro ser, para poder cumplir con la misión que se nos encomendó. Iosef Meta

Shabat Tazria-Metzora: Drasha Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Esta semana leemos las porciones de Tazria y Metzorah, que tratan de la peste fisica y espiritual conocida como tzaharat. Tzaharat consistia en una decoloracion que se manifiesta de varias formas: en la piel humana, en el cabello, en la ropa, e incluso en las paredes del hogar. El individuo afligido debe atravesar un proceso complicado de purificacion para volver a juntarse con la comunidad. El Talmud explica que ese tzaharat es un castigo divino por los pecados de cizania y chisme. De hecho, el Talmud en el tratado de Ararchin (pagina 16b) explica que la razon por la cual al afligido se lo separaba en cuarentena era porque "separo a amigos y familias con sus palabras, y merece ser separado de su comunidad". Rashi y el Ramban explican que la primera manifestacion de tzaharat no comienza en la persona. Hashem, con Su misericordia, golpea primero en los bienes personales. La decoloracion comienza a aparecer en las paredes de su hogar que lo obliga a remover y destruir las piedras y ladrillos afectados. Si despues de esa advertencia la persona continua con sus actividades malevolas, entonces su ropa pasa a ser afectada. Si eso falla, eventualmente la piel es afectada y comienzan a aparecer lesiones blancas que lo obligan a salir del campamento hasta que el tzaharat ceda y el Kohen lo declare puro nuevamente. Rashi nos dice que la primera etapa de tzaharat que afecta a su casa es en realidad una bendicion oculta pues puede traer una verdadera fortuna al afectado. Rashi explica que cuando el pueblo de Israel estaba llegando a la Tierra de Canaan, los habitantes pensaron que algun dia ellos iban a poder re-conquistar la Tierra, y por temor a perder sus riquezas escondieron todo el oro y la plata dentro de las paredes de sus hogares. Cuando un judio comenzaba a tener tzaharat en su casa, debia sacar las piedras afligidas encontrando asi los tesoros escondidos por los Cananitas. La pregunta obvia es: ¿por que la primera advertencia de tzaharat es un premio? ¿Que mensaje Hashem nos envia premiando con oro a quien ha sembrado cizaña? Cuando termino la Segunda Guerra Mundial, el Rabino Eliezer Silver, un brillante sabio de Torah, visito y ayudo a miles de sobrevivientes de los campos en Alemania y Polonia que esperaban encontrar un hogar. Un dia, cuando repartia siddurim (libros de rezo), un judio se rehuso a aceptar cualquier siddur. "Despues de la manera en que yo vi actuar a los judios en el campo, yo no quiero saber nada con la religion!". El Rab Silver pidio que le explicara lo que lo habia llevado a tomar tal decision de alejarse de la practica judia. "Vi a un judio que tenia un siddur, pero que lo alquilaba a los presos a cambio de una racion diaria de pan.

Usted puede creer que un judio le venda el derecho a rezar por una porcion de pan?" "Y cuantos clientes tenia esta persona?" le pregunto el Rab. "Demasiados!", le respondio el hombre. El Rab Silver le puso la mano en el hombro y sonrio.¿"Por que miras al judio malvado que vendio el derecho de rezar? ¿Por que no miras en cambio a los tantos judios buenos que estaban dispuestos a renunciar a sus raciones y morir de hambre para poder rezar? ¿No es acaso eso lo que debes aprender de esto?" Quizas Hashem en Su compasion nos enseña una importante leccion: en la vida no podemos quedarnos con la impresion superficial, sino que siempre debemos mirar un poquito mas profundo. En el exterior tal vez se vea una pared contaminada.... pero si cavas un poco mas profundo encontraras oro dentro de ellas. A veces tienen que descomponerse las paredes para poder encontrar el oro que nunca pensaste existia. Lo mismo con los seres humanos. La proxima vez que mires a una persona superficialmente, cava mas profundo. Hay definitivamente oro bajo la superficie. Todos somos piedras preciosas, algunos solo tenemos un poco de polvo en la superficie. ¡Shabat Shalom! Nota: El rabino Eliezcer Silver era una figura prominente en la Comunidad Americana. Un lider energetico y brillante que vino a America como Rabino en Harrisburg, PA y finalizo su carrera como Rabino de Cincinatti. Fue fundador del Vaad Hatzalah durante Segunda Guerra Mundia

Resumen de la Parashá Ajarei Mot - Kedoshim Parashá Ajarei Mot Después de que sus hijos Nadav y Avihú hubieron muerto como castigo por su servicio incorrecto, se le dijo a Aharón que entrara en el Kodesh Kodashim (Sanctasanctorum) una vez por año, en Iom Kipur. Ese día se expiaban los pecados cometidos por la comunidad, incluyendo los del sacerdocio, y el Santuario era purificado por si hubieran entrado en él judíos ritualmente impuros. Ese mismo día el propio Cohén Gadol, atado la mayor parte del tiempo con ropas blancas antes que con doradas, ofrecía todos los sacrificios. Estos consistían en sus personales ofrendas quemadas de pecado, que él ofrecía por sí mismo, y ofrendas comunitarias similares llevadas en ombre del pueblo. Como parte del ritual, Aharón tomó un puñado de incienso y entró en el Kodesh Kodashim. Luego arrojó el incienso sobre carbón tomado del altar y la cubierta del Arca quedó envuelta en una nube de humo. Dos machos cabríos fueron provistos por el pueblo como ofrenda y el Cohén Gadol echó a suertes para determinar cuál de los dos sería sacrificado. A continuación, apoyó su mano sobre la cabeza del otro animal, llamado Azazel, sobre el cual confesó lospecados del pueblo, y luego lo arrojó desde un acantilado, simbolizando así la remoción del pecado del pueblo. Se dio orden a los judíos de observar permanentemente ese día como el shabat más

solemne, en el cual todo miembro de la Casa de Israel debía aflijirse por medio del ayuno y arrepentirse de sus malas acciones. Nuevamente se advirtió al pueblo que los sacrificios podían ser ofrecidos solamente en el altar del Santuario. Ofrecer sacrificios en el lugar elegido por uno mismo era considerado un acto de idolatría. Además, si alguien deseaba sacrificar un animal para comer durante el período del desierto, debía ser traído como ofrenda de paz. Fueron promulgadas las leyes que prohiben comer carne de un animal que ha muerto sin haber sido sacrificado según el ritual, y también la ingesta de sangre. Al pueblose le recordó que se esperaba de él un alto nivel de conducta moral si quería continuar siendo el elegido de D-s. Por consiguiente, el adulterio y los matrimonios ilícitos están fuera de la ley. Otras naciones habían sido destruídas porque sus miembros habían observado una conducta inmoral y el mismo destino tendrían los benei Israel si actuaban del mismo modo. Parashá Kedoshim Se exhorta a los benei Israel a ser kedoshim, de una elevada naturaleza de santidad. Este nivel espiritual puede ser alcanzado si uno respeta a los padres, observa el shabat y rechaza la adoración de ídolos. La repulsiva costumbre pagana de sacrificar niños a Moloj, el dios de los emoritas, y de practicar la brujería, son punibles con la muerte, pues contravienen esa santidad. También están prohibidos los ritos paganos de duelo consistentes en tatuar o mutilar partes del cuerpo. Están vedadas las mezclas irregulares, tales como la cruza de animales, o el entretejido de lana y lino (shaatnez), pues ofenden las leyes divinas de la naturaleza. No se deben comer los frutos de un árbol durante los primeros tres años después de haber sido plantados. El judío se ha de distinguir por su compasión. Debe mostrar especial consideración por el pobre y el extranjero, pues nuestros antepasados también fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Por otra parte, debe dejar para los pobres la producción de las esquinas de su campo, así como las espigas caídas. Además debe hacer tratos con sus semejantes sobre bases totalmente honestas. En consecuencia, actos tales como robar, mentir y calumniar, deben ser estrictamente evitados. El empleador debe pagar a los obreros sin demora. El comerciante debe observar completa honestidad asegurándose de que sus balanzas y pesas sean absolutamente correctas. El juez no debe mostrar parcialidad en favor del pobre ni del influyente. Aquel que difama a una persona o desorienta a un ciego o a una persona ingenua, es severamente censurado. Un judío debe hacer todo lo posible por salvar la vida de otro que está en peligro. Debe también amonestar a un semejante que comete un ereror. Por otro lado, no debe odiar a nadie, sino amar a sus semejantes como a sí mismo. Finalmente, debe reprimir los aberrantes pecados de adulterio, incesto y bestialidad. Las naciones paganas fueron destruídas porque practicaban esos actos abominables e Israel sufrirá ese mismo destino a menos que sus miembros observen fielmente todas las leyes de Hashem. Se espera de los benei Israel que observen una forma de vida superior y permanezcan moralmente puros.

(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Ajarei Mot - Kedoshim Estudiando tres pesukim (versículos)

De la congregación de los hijos de Israel tomará dos carneros como una ofrenda por el pecado" (16:5) PREGUNTA: De acuerdo con la Guemará (Iomá 62 a), el carnero para Azazel; el que era arrojado a un barranco y el que se ofrendaba en el Bet Hamikdash a Hashem debían, preferiblemente ser idénticos en aspecto, tamaño y valor. ¿Por qué gastar extravagantemente en un carnero que iba a ser arrojado a un barranco? RESPUESTA: El dinero que gastamos durante nuestra vida puede ser dividido en dos porciones: Una va para asuntos espirituales como tzedaká, mitzvot y educación, y la otra va para las necesidades físicas y placeres personales. En retrospectiva, usualmente vemos que el dinero gastado en placeres ha sido arrojado. Sin embargo la restitución del dinero gastado en lo espiritual es permanente. Desgraciadamente, muchas personas que son bendecidas con abundancia, gastan libremente en comodidades mientras lloran pobreza cuando deben gastar dinero en asuntos espirituales. Los dos carneros pueden también servir como una metáfora para las dos categorías mencionadas arriba. Hashem, en su benevolencia no piensa realmente cuánto de nuestro dinero gastamos o arrojamos en nuestras satisfacciones personales. Sin embargo, requiere y demanda que una cantidad igual de dinero (y quizás más) sea gastado en asuntos espirituales. Si uno tiene dinero para "Azazel" -para arrojar por el barranco -no debe llorar pobreza cuando debe gastar para Hashem.

"Habla a la congregación de Israel y diles: 'Ustedes serán santos'" (19:2) PREGUNTA: Rashi comenta: 'Esta parshá fue enunciada behakhel -en una asamblea. ¿Por qué es necesario para nosotros que sepamos las circunstancias de la transmisión de esta parshá? RESPUESTA: Hay gente que es piadosa y cuidadosa en asuntos de Torá y mitzvot en sus casas, pero renuentes a parecer "demasiado judíos" en público y propensos en esos momentos a ser negligentes en observancia. Este enfoque está resumido en un eslogan de los creadores del movimiento Reformista: "Iehudí bebeiteja veadam betzeteja" -"Se un judío en casa y una simple persona en la calle". Rashi quiere enfatizar que los judíos deben ser santos en todo momento y conducirse de acuerdo al deseo de Hashem. No sólo en la privacidad de su casa, sino también "behakhel" -cuando están afuera en la "asamblea" de las otras personas -orgullosamente deben exhibir la santidad del pueblo judío.

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (19:18) PREGUNTA: ¿Cómo se puede demandar de uno que ame a un extraño tanto como a uno mismo? RESPUESTA: Rabí Shneur Zalmen de Liadi, el fundador de Jasidut Jabad, lo explica de la siguiente manera: Todo judío está hecho de dos elementos: Un guf (cuerpo) y una neshamá (alma). Mientras que todos los judíos están separados por el hecho de que son cuerpos diferentes, realmente son como uno cuando llegan a la neshamá. Esto es porque todas las neshamot son una parte de Hashem, y Hashem es el padre de todos nosotros. Con esta comprensión es fácil amar al otro judío como a uno mismo, porque a través de nuestra neshamá somos uno.

Ajarei Mot - Kedoshim Estudiando algunos Midrashim La parashá de Ajarei Mot incluye todo lo referente al servicio de Iom Kipur en el Beit Hamikash. Para saber cómo era el mismo según el Midrash, con todos sus detalles, ingresar en la sección de Iom Kipur

Salvaguardias Contra la Inmoralidad Al describir las relaciones prohibidas, la Torá emplea la expresión especial "no debes acercarte a ellas" (Vaikrá 18:6,9). Por consiguiente, nuestros Sabios instutuyeron las leyes de ijud, las cuales prohíben que un hombre esté recluído en un lugar privado con una mujer extraña. Tampoco debe conversar con una mujer que no conoce. Una vez, Rabí Iosé Hagalilí estaba parado en un cruce, y no estaba seguro acerca de qué camino debía tomar, cuando se encontró con la esposa de Rabi Meir, Bruria, que era muy sabia. "¿Qué camino debo tomar para llegar a la ciudad de Lod?" le preguntó a ella. "Idiota", ella lo reprobó, "¡¿acaso no sabes que nuestros Sabios recomiendan que la conversación con una mujer sea lo más corta posible (Pirké Avot 1:5)? Debiste haber dicho, '¿Cuál vá hacia Lod?'!" Las precauciones para resguardarnos de la inmoralidad no son, según puede pensarse, una prudencia anticuada de la cual podemos dispensar en esta era moderna. Por el contrario, el Todopoderoso, Quien creó y le dió forma al alma del ser humano es el gran psicólogo, que conoce los instintos e impulsos dinámicos que El implantó en todos los seres vivos. Por lo tanto, El nos obliga a tomar medidas cautelosas contra la inmoralidad, un area que provee la mayor cantidad de pruebas. Si se utiliza el espíritu y se lo emplea para fines de kedushá (santidad), une a la persona con su Creador y hace que la shejiná (divinidad) resida en

nuestro medio. Si deja que se pierda con el estilo de las naciones del mundo, se degrada al nivel de un animal. Las noches de Jol Hamoed Sucot eran las celebraciones más alegres y felices que se presenciaron en el Beit Hamikdash. Los grandes Sabios de la Torá, Rashei Ieshivá, miembros del Sanhedrín, y otros personajes notables, bailaban, tocaban instrumentos, y realizaban actos de habilidad y destreza en el Beit Hamikdash mientras todo el mundo observaba. En general, las mujeres solían quedarse en el ezrat nashim (el sector de las mujeres) mientras que los hombres se reunían afuera del Monte del Templo. Como este acuerdo ocasionó un cierto grado de confusión, los Sabios invertieron las cosas, y ordenaron a los hombres que ocupen el ezrat nashim y a las mujeres que se queden afuera. Los jajamim decidieron que este acuerdo también era muy frívolo, entonces decidieron hacerle una enmienda drástica. Se erigieron balcones sobre las paredes que cada año antes de Sucot eran cercados con plantas entonces, las mujeres podían ver las presentaciones desde arriba. Los jajamim consideraron esta precaución autoritaria a pesar del hecho de que el lugar de celebración era el Beit Hamikdash en donde cualquier judío podía naturalmente conducirse con respeto y reserva. El Todopoderoso unió Su gran Nombre al de varias personas que huyeron de la inmoralidad, entre ellos Iosef y Paltiel. - Iosef fue expuesto a incitaciones diarias y a presiones por la esposa de Potifar, sin embargo él no pecó. Hashem dijo, "Serás recompensado midá- knegued- midá por cada acto de abstención de inmoralidad." Por no torcerse ante el pecado, el Faraon lo adornó con un collar de oro. Sus manos no estaban extendidas de manera pecaminosa, y por lo tanto, el anillo del Faraon fue colocado sobre ellas. Su cuerpo permaneció puro, y por lo tanto, fue vestido con ropas de lino blancas; sus pies no caminaron hacia el pecado, y por consiguiente, Hashem hizo que conduciera una carroza real; sus pensamientos no fueron indulgentes con imágenes pecaminosas, y por ende, se lo proclamó un padre de la sabiduría. Y por último, el logro que corona todo lo anterior; a Iosef se le cambió el nombre a Iehosef (Tehilím 81:6) y se le adhirió la letra Hei del Nombre de Hashem, lo cual implica que el Todopoderoso es testigo del hecho de que no pecó de ninguna manera. - El Todopoderoso también asoció su nombre al de Palti ben Laish, quien ejerció un gran autoconrtrol para resguardarse de la inmoralidad y se destacó aún más que Iosef. Iosef enfrentó la tentación durante un año, sin embargo, Palti lo hizo por muchos años; Iosef resistió la incitación de una situación claramente pecaminosa, no obstante, Palti lo hizo en una que pudo haber sido justificada como legal. El Rey Shaul (quien consideró el matrimonio de su hija Mijal inválido por una serie de razones halájicas) por despecho la dió en matrimonio a otro hombre, Palti. Sin embargo, Palti, era un hombre que le temía a Hashem y durante todos los años que él, fue esposo de Mijal, por orden del rey, no la tocó. No se involucraría en un acto que posiblemente constituiría inmoralidad. El pasuk lo honra al cambiar su nombre por el de "Paltiel"

(Shemuel 3:1) y adhiere el Nombre de D-s al suyo. La conducta de Paltiel hizo que él fuera el modelo de auto control para todos los asuntos relacionados con moralidad. Al no estar en contacto con la inmoralidad, la persona se convierte en socio del Todopoderoso. A aquél que vio de forma accidental algún tipo de obsenidad pero no se permitió detenerse a observarla se le asegura una recompensa especial. Con respecto a él, se dice, (Ieshaiahu 33:15,17), "El que cierra sus ojos para evitar observar maldad...sus ojos contemplarán al Rey en Su magnificencencia, verán la tierra que está muy lejos." La Torá exige del judío un nivel de conducta mucho más elevado que el que exige de un gentil. Si bien la ley Divina prohibe el incesto y el adulterio tanto a los judíos como a los gentiles, los primeros, además están censurados al adulterio con la vista (Vaikrá Rabá 23:12) y a cualquier acción que cause inmoralidad. Por otra parte, la Torá prohibe de forma explícita los pensamientos inmorales. Si nos elevamos hasta el punto de alcanzar el concepto de moralidad de la Torá en vez de establecer nuestros niveles a través del camino corrupto de la vida que caracteriza al ambiente no- judío, contribuímos a traer a nuestra nación más cerca del ideal fundamental, el cual es, "Y serán para mi un reino de kohanim y un pueblo sagrado" (Shemot 19:6). ***** La Mitzvá (mandamiento) de Respetar a los Padres Nuestra parashá afirma (19:3), "Un hombre deberá respetar a su madre y a su padre." Por otro lado, en los Diez Mandamientos se nos exhortó, "¡Honra a tu padre y a tu madre!" ¿Cuál es la diferencia entre RESPETO y HONOR? - RESPETO significa que un hijo no puede contradecir las palabras de sus padres, ni tampoco puede corraborarlas y decir, "Las palabras de mi padre son correctas". No se debería parar ni sentar en el lugar especial de los padres. La mitzvá de respetar al padre y a la madre se extiende hasta el punto de que incluso si su padre o madre se le acercaran en público, le rasgaran sus prendas, lo insultaran y lo golpearan, él no podría ponerlos en ridículo ni lastimarlos. Deberá soportar la humillación en silencio, con temor hacia el Todopoderoso Quien nos dio este mandamiento. (Sin embargo, puede convocar al Beit Din -tribunal judío- si lo lastiman.) - HONOR: Por honor se entiende que un hijo debe observar que sus padres estén abastecidos con comida, bebida y vestimenta y debe satisfacer todas las necesidades de éstos. ¿Por qué es que en nuestra parashá, cuando la Torá ordena que se respete a los padres, la madre se menciona antes que el padre, mientras que en el pasuk (versículo) que hace referencia acerca de honrar a los padres, el padre se menciona primero? En realidad, debemos honrar y temer a ambos padres por igual. (No obstante, si la madre y el padre le dan simultáneamente un mensaje al hijo, éste deberá atender en primer lugar al deseo de su padre, debido a que la madre también está obligada a honrar a su esposo.) Sin embargo, es natural que los hijos le tengan menos miedo a la madre que al padre, y por lo

tanto, la Torá enfatiza primero a la madre cuando exige respeto hacia los padres. Por otro lado, es la tendencia natural que los hijos tengan una estimación mayor por la madre que por el padre, y por consiguiente, la Torá consideró necesario colocar al padre en primer lugar cuando se ordena honrar a los padres. A pesar de que la redacción literal de nuestro versículo es "un hombre debe temer" la mitzvá se aplica tanto para el hijo como para la hija. No obstante, la mujer casada que recibe órdenes contradictorias de su marido y de sus padres está obligada a respetar en primer lugar el deseo de su marido antes que el de sus padres. Por consiguiente, la Torá emplea el término, "un hombre debe temer", - para enseñar que el hombre debe obedecer a sus padres siempre, mientras que la mujer, después del matrimonio está sujeta en primer término a la autoridad de su marido. Uno de los hijos de Iaakov, Naftalí, se destacó en la mitzvá de honrar a sus padres. Cada vez que su padre, Iaakov, le enviaba un mensaje, él juntaba hasta su último aliento con el fin de realizar su pedido con la mayor rapidez. Sus esfuerzos por cumplir los deseos de su padre bordearon lo sobrehumano. Su amor por la mitzvá de honrar a sus padres le hizo renovar su vigor por cada misión como si ésta hubiera sido la primera orden. Por ende, Iaakov, en su última bendición a sus hijos alabó a Naftalí como a una "cierva que se envia" (Bereshit 49:21). Además, Naftalí, solía dirigirse a su padre Iaakov, de una manera extremadamente cortés, como si se estuviese dirigiendo a un rey. Por lo tanto, a su padre le agradaban las palabras de su hijo y lo elogiaba diciendo, "¡hablas muy bien y dices cosas sabias!" (ibid.). La recompensa de Naftalí, midá- kenegued- midá estaba compuesta por dos partes: - Mereció una porción en Eretz Israel donde los frutos maduraban con la misma rapidez con la que él corría para obedecer las órdenes de su padre. - La recompensa midá- kenegued- midá que se le otorgó a sus descendientes fue durante el período de los Jueces. En la época de la profetiza Deborá, a quien se le unió en el liderazgo Barak, un descendiente de Naftalí, los judíos fueron oprimidos por los canaanitas. Sisrá, el general canaanita, movilizó un ejército enorme que estaba compuesto por la infantería y novecientas carrozas de hierro. Barak y Deborá tenían en comparación un ejército mucho más pequeño de diez mil judíos, y les faltaba un equipo apropiado. Sin embargo, el Todopoderoso hizo que las fuerzas enemigas fueran vencidas en un día de manera milagrosa y que el general Sisrá fuese asesinado. Hashem hizo posible esta victoria inmediata del pueblo judío a través del descendiente de Naftalí, Barak, por el mérito del primero que siempre realizaba de inmediato las órdenes de su padre. El versículo que ordena que le temamos a nuestros padres (Vaikrá 19:3) concluye, "Y cuidarás mis Shabatot; Yo soy Hashem, tu D- s". Este final nos enseña que el hijo debe ser indiferente a los deseos de sus padres si éstos lo obligan a transgredir un mandamiento de la Torá, por ejemplo, a profanar el Shabat. Hashem dice, "Yo soy tanto tu D- s, como el de tus padres. Por consiguiente, mi mandamiento Divino, tiene la autoridad máxima". Después de ser vendido, Iosef estuvo apartado de su padre por veintidós años. Iaacov pasó todo este tiempo de luto y con dolor por la pérdida de su hijo. Su dolor fue una retribución midá- kenegued- midá por haber estado lejos de su propio padre, Itsjak, por veintidós años,

el tiempo que pasó en la casa de Laván. Como no honró a su padre y a su madre por veintidós años, Hashem hizo que Iosef estuviera lejos de él por la misma cantidad de tiempo. Sin embargo, Hashem no castigó a Iaakov por haber estado alejado de sus padres durante un período de catorce años que pasó en la ieshivá Shem y Ever estudiando Torá porque la mitzvá de estudiar Torá es más importante que la de honrar a los padres.

Shabat Ajarei Mot - Kedoshim Primer comentario (Enseñanza Semanal de Jabad Lubavitch, www.jabad.org.ar) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Gentileza www.judaicasite.com) Primer comentario - "Amor a otro Iehudí como ocupación y tarea" "AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO" (Levítico 19, 18) En esta parshá figura el precepto Divino de amar al prójimo como a uno mismo. Rabí Akiva expresa sobre ello: " es una regla principal de la Torá". Rabí Israel Baal Shem Tov, colocó este mandato como uno de los pilares del movimiento que fundó, el movimiento Jasídico. Rabí Levi Itzjak de Berdichev era conocido por el intenso Ahabat Israel ,amor a otro iehudi, que ardía en su corazón. Inclusive ganó el título de "abogado defensor del pueblo judío". Rabí Levi Itzjak reveló que esta visión y actitud se instaló en su ser como consecuencia de una enseñanza especial que escuchó de su maestro Rabí Israel Baal Shem Tov. NO PERMANECER EN CASA ESPERANDO Dicha enseñanza es sobre la Mishná de Pirkei Avot (Cáp. 2 Mishná 2) que dice: "todo estudio de Torá que no está combinado con un trabajo, cesará", el Baal Shem Tov explicó que "trabajo" se refiere a la dedicación en el amor al prójimo. Para que la Torá tenga fundamento, debe unírsele Ahabat Israel. El énfasis está en el término "trabajo", es decir, que el cumplimiento de este precepto debe transformarse en una ocupación, cuya dedicación debe ser similar a la de un profesional en su área, o un comerciante a su trabajo. Así como el vendedor no se queda sentado en su hogar aguardando que alguien se entere de la existencia de su mercadería y venga a comprarla, sino abre un negocio en un punto estratégico, cuelga un cartel en la puerta e invierte toda su energía para difundir la mercadería que ofrece a través de diferentes medios, para que vengan a adquirirla. SABER QUÉ FALTA De la misma forma, debemos ocuparnos del amor al prójimo. No debemos esperar hasta que nuestro compañero venga a nosotros y nos pida ayuda, sino debemos pensar y buscar la forma de ayudarlo, averiguar qué necesita, tanto material como espiritualmente, y entregarse con todo el ser para cubrir esa necesidad. Esta es la forma correcta de "trabajar" en del amor al prójimo.

El Baal Shem Tov enseñó que la forma de acercar a otro judío al espíritu de la Torá y las Mitzvot es, haciéndole un bien en el plano material. Además de cumplir con el precepto de amor al prójimo, esto provoca en el espíritu de nuestro prójimo un acercamiento, hasta convertirlo en un recipiente para espiritualidad. Al hacer un bien a otro no debe existir un fin oculto, sino debe hacerse el favor incondicionalmente, sólo que la ayuda material logra también una cercanía hacia lo espiritual por parte del receptor. LA TAREA COMPLETA La perfección en la Mitzvá de Ahabat Israel se logra cuando se consolida completamente al compañero hasta que él mismo puede ayudar a otros. Lo mismo, en el plano espiritual del cumplimiento de la Torá y sus preceptos, cuando se ha logrado que nuestro compañero esté en condiciones de transmitir y ayudar a otros, entonces hemos alcanzado la excelencia en esta Mitzvá. Hay quienes argumentan que no se sienten capaces de enseñar a otros. Deben saber que no es así. Nuestros Sabios nos dicen en Pirkei Avot: "¿Quien es sabio?. Aquel que aprende de toda persona". De aquí que cada cual posee algo único, y eso puede transmitirlo a otros. En ese punto es "rico" y debe ayudar compartiéndolo con los demás. Cuando un iehudí ayuda o enseña a su prójimo, se cumple con ambos el versículo de Mishlei: "Di-s Ilumina los ojos de ambos", el Todopoderoso otorga a ambos, al dador y al receptor, un sinfín de bendiciones del Cielo. Likutei Sijot, tomo 1 Pág. 260. Segundo Comentario - EL ARTE DE "CORREGIR" ¿Será esa la palabra adecuada? Ud. Los conoce. Son aquellos que siempre conocen los defectos ajenos. Los expertos y los que están siempre al día, permanentemente dispuestos a marcarle los errores a los demás. ¿Quizás se pueda reemplazar la palabra "corregir" por criticar, reprobar, censurar o reprochar? No. Suena muy agresivo. ¿Es bueno poder observar las deficiencias ajenas? ¿O debemos decirnos que no hay que meterse en las cosas del otro? Y...o sorpresa! En la lectura de esta semana encontramos que rectificar las conductas impropias es una Mitzvá! ¿Cómo? ¿Es bueno entrometerse en la vida del otro? Antes de seguir, quiero decirle, amigo, que, por regla la Torá nos ordena las cosas de la vida que, de otro modo no nos hubiesen sido tan fáciles de llevar a cabo. Pues entonces, si la Torá me ordenó involucrarme en lo privado del otro, no se trata de las críticas con que la gente suele agredir y gozar indebidamente. El objetivo de la orden de la Torá, es ayudar al otro a conocer sus errores para poder corregirlos. Y esa es una de las leyes más difíciles de la Torá. Hasta tal punto es difícil, que uno de los Sabios manifestó hace 2.000 años, que "no sé si en esta generación existe gente que tenga los méritos suficientes para marcar los yerros ajenos" (aludiendo a que quien no posee la voluntad de enmendar sus propias falencias, carece de fuerza moral para censurar al prójimo). Otro de los Tanaim expresó que "no sé si en esta

generación existen personas que sepan aceptar que los reprueben" (porque lo más habitual es que la gente entre a defenderse al menor intento de dejar en evidencia que se equivocan). Un tercer Sabio nos enseña que "no sé si en esta generación hay quien sepa cómo se debe rectificar al prójimo" (pues es tan común que la gene hable desde la soberbia, lo cual termina por endurecer la posición del oyente, en lugar de permitirle transformar su forma de actuar). Así que se dará cuenta Ud., querido lector, que "no hay nada nuevo bajo el sol". Hace 2.000 años las características humanas eran tan complejas y difíciles de modificar como las son hoy. De todos modos, el hecho que sea espinoso, no nos exime de nuestra obligación. La Torá, pues, nos responsabiliza por el bienestar espiritual del semejante, del mismo modo que nos encomienda velar por su integridad física y material. Permanecer indiferentes ante la caída moral del semejante, nos convierte, a su vez, en cómplices de lo que se está haciendo incorrectamente. Busquemos, entonces, más pistas para poder cumplir con tan laboriosa obligación correctamente. Uno de los factores a tomar en cuenta es que quien nos está escuchando no pase vergüenza porque la falla que estuvo tratando de ocultar de si mismo y de los demás, de repente sea tema conocido. Esto en si, es embarazoso para digerir. Nadie se siente cómodo en esta situación. Por lo tanto, el momento y el lugar que se elegirá para decirle algo al prójimo son elementales, si la intención de quien está reprochando es realmente pura. Asimismo, las palabras de censura serán escuchadas únicamente de manera positiva y útil, si el contexto de la relación entre quien habla y quien escucha son afectuosas. De otro modo, si, por ejemplo, el oyente nota que lo único que le dicen son sus errores y nunca se le transmitieron palabras de apoyo, de aliento, de ánimo, etc., pues lo que casi segur ocurrirá, será un rechazo automático a lo que se le está tratando de demostrar. No debemos olvidar que todos los seres humanos nos manejamos con una cuota importante de orgullo. Por lo tanto, tememos por nuestra estima y el factor de cómo somos vistos por terceros es imperante en nuestra mente. "Del mismo modo, en que se deben decir las cosas que serán escuchadas, se deben omitir las palabras que serán desoídas". Una de las acotaciones que agregan los Sabios a esta Mitzvá, es que se debe intentar "aun cien veces", lo cual es sumamente aleccionador. Habitualmente, uno diría o pensaría, que habiendo hecho el "descargo", uno ya cumplió con o suyo y, desde aquel momento, se convierte en el problema del otro. No es así, nos enseñan. Si la primera o la segunda vez que se intentó, no hubo el éxito esperado, pues, se debe cambiar de estrategia. Algo, aparentemente está fallando en el contacto entre las dos personas. Pues entonces, se debe repensar las cosas y, recién luego, volver a intentar. Daniel Oppenheimer Tercer comentario - La carga de tener que reprender Esta semana la Tora no solo enseñia las bases de llevarse bien con el projimo sino que tambien codifica las reglas elementales de comportamiento que establecen un standard de moral para la convivencia social. "No difundas difamacion entre la gente de tu pueblo; no

permanenezcas (como complice) ante la sangre de tu projimo; no odies a tu hermano en tu corazon;... no te vengaras (Levitico 19:16-18). En una cuestion sin embargo, la Tora nos pide actuar de una forma que muchos de nosotros pensaria que llevara a nuestro projimo a alejarse de nosotros: la Tora nos manda a corregir o reprender a nuestro semejante. Obviamente, el concepto de "vive y deja vivir" es extraño al judaismo. De hecho, la mitzva de reprender esta despues del versiculo "No permanezcas (impasible) ante la sangre de tu hermano". El sufrimiento fisico desde el punto de vista de la Tora es equivalente al sufrimiento espiritual. Asi como uno no podria pararse impasible ante alguien que se esta ahogando, asimismo cuando alguien se esta ahogando espiritualmente debemos tambien actuar. Pero la Tora hace algo mas que meramente decirnos que lo reprendamos, nos dice como hacerlo. "No odies a tu hermano en tu corazon"; reprender habras de reprender a tu hermano y no traeras culpa sobre el". La ultima parte de esta frase es algo dificil de entender. Que quiere decir la Tora con "no traeras culpa sobre el"? Rashi explica que la Tora no quiere que tu peques cuando repruebes a tu semejante: "No lo avergonzaras en publico". El texto literal, sin embargo, pareceria significar no traer un pecado sobre el, sobre el transgresor. Como podemos comprender esto? Cuando el Jafetz Jaim viajaba alrededor de Polonia y Rusia para vender sus obras, entro en una posada en Vilna y contemplo alli algo desagradable. Un rudo y joven hombre estaba por devorar una gallina servida en su plato, bien asada y rellena. Un alto jarro se veia proximo al plato, desbordante de fria cerveza. De pronto el hombre tomo el ave y lleno con ella su boca. A continuacion enjuago su bocado con un enorme trago de cerveza, dejando el jarro casi vacio. El Jafetz Jaim nunca habia visto a un judio comer de esa forma. Ni hablar ya de que no dijo las berajot (bendiciones antes de comer)! Giro su vista hacia el posadero y le pregunto: "Cuenteme algo acerca de este hombre. Me gustaria hablar con el". "Oh", remarco el anfitrion moviendo su mano en senal de disgusto. "No hay nadie con quien hablar. Este joven hombre jamas ha estudiado ni un solo dia en su vida. Los cantonistas lo capturaron cuando tenia once años y sirvio en el ejercito ruso durante quince años. Casi no observa ninguna mitzva. Es sorprendente que aun coma kasher!". Luego sonrio y agrego: "Pero estoy seguro que puedo contar con el para una cena de tres platos cada jueves por la noche!". El Jafetz Jaim no estaba ni atonito ni divertido. Simplemente camino hacia el ex soldado y le dio la mano calidamente. Despues de un cordial saludo el Jafetz Jaim se presento y le dijo: "Escuche que Ud. realmente sobrevivio de ese cruel ejercito ruso del Zar Nikolai y nunca pudo crecer en medio de su pueblo. Estoy seguro de que muchas veces los terribles oficiales trataron de convertirlo a Ud. o por lo menos, de hacerle comer alimentos no kasher. Sin embargo Ud. se mantuvo firme como judio!". Las lagrimas afloraban a los ojos del Jafetz Jaim mientras continuaba hablando. "Yo solo deseo que me sea asegurado un lugar en el Mundo Venidero tal como el que Ud. seguramente tiene. Que valor! Que fortaleza! Ud. ha enfrentado mas pruebas que muchos de nuestros justos del pasado!".

El soldado levanto la vista de su plato mientras las lagrimas llenaban sus ojos. Se inclino y beso la mano del viejo sabio. Luego el Jafetz Jaim continuo: "Yo estoy seguro de que si se consigue un maestro y continua su vida como un verdadero judio, observante de la Tora, no habra nadie en este mundo tan afortunado como Ud.!". De acuerdo al biografo del Jafetz Jaim, Rabi M.M. Yasher, el soldado se convirtio en alumno del Jafetz Jaim y eventualmente se transformo en un reconocido tzadik (justo judio). Quizas con las palabras "no traeras culpa sobre el", el versiculo nos esta diciendo mucho mas que eso. Nos dice que no nos concentremos solo en la mala accion cometida cuando amonestemos a alguien. La Tora desea que encontremos un aspecto positivo que eleve esa alma sagrada desde las sucias profundidades. Es sencillo enumerar las faltas de tu semejante, y aun mas facil descartarlo como persona. Pero no es ese el objetivo. El libro de Mishle (Proverbios) nos dice: "Aquel que pondera a los transgresores como justos sera maldecido. Pero los que lo reprenden seran bendecidos" (24:24-25). El Rab Shelomo Alkavetz (c. 1505-c.1584) de Tzfat, explica que los dos versiculos van juntos; nos enseñan que aunque la falsa adulacion es aborrecible, cuando es usada para amonestar por medio de encontrar lo bueno en aquel que se ha desviado, es recomendable. La Tora quiere que construyamos a la persona, y la elevemos en lugar de lanzar sobre ella la carga de sus transgresiones. De esta manera no lo amedrantaremos sino que lo levantaremos". Porque cuando encontramos faltas en el otro, tenemos una enorme responsabilidad. No solo cargamos el dificil y sensible peso de la prueba, sino que tambien cargamos el dificil y sensible peso de tender que reprenderlo. (c) 1997 Rabbi M. Kamenetzky - Project Genesis www.torah.org

Shabat Ajarei Mot-Kedoshim: Drasha Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Dulce disputa Un versiculo en la porcion de la semana me recuerda a una famosa disputa entre dos politicos: el Senador Henry Clay y su rival del estado de Virginia John Randolph. Los dos caminaban uno hacia al otro en un estrecho pasillo que solo permitia que pase uno a la vez, y por lo tanto uno de los dos tendria que cederle paso al otro. "Yo nunca le doy paso a un canalla", Randolph le dijo a Clay con ironia. "Yo siempre lo hago,", le respondio Clay sonriendo y dejandolo pasar. En esta parasha la Torah nos prohibe la venganza y tener rencor con otra persona. "No tomaran venganza y no tendran rencor contra los miembros de su pueblo; amaras a tu

projimo como a ti mismo -soy Hashem" (Levitico 19:18)? Que significa, "no tomaran venganza y no tendran rencor"? Cual es la diferencia entre venganza y rencor? Rashi explica con el siguiente ejemplo: Si Ruben le dice a David "me prestas tu hoz?", y David le contesta, "No!", y al dia siguiente David le pregunta a Ruben, "me prestas tu hacha?", y Ruben le responde "yo no te la prestare, asi como tu no me prestaste tu hoz ayer" - esto es venganza. Y cual seria un ejemplo de rencor? Rashi explica que si Ruben le dice a David, "me prestas tu hacha?", y David le contesta "no!", y al dia siguiente David le pregunta a Ruben "me prestas tu hoz?", y Ruben le contesta "yo te lo presto porque no soy no vos que ayer te negaste a prestarme tu hacha" - esto se llama "rencor" porque el retiene enemistad en su corazon a pesar de que no se venga directamente. En ambos casos, el vengador y la persona que guarda rencor cometen un pecado. Ellos han transgredido un mandamiento negativo de la Torah. Pero no deberia ser un pecado solamente para aquel que se niega al prestamo? Por que se pone en la misma bolsa a aquella persona generosa pero que presta a reganadientes con aquella que directamente no comparte? Cuenta la leyenda que cierto rabino fue a lo de un millonario para juntar plata para su Yeshiva. El millonario, tratando de esquivar al rabino le dijo: "Sabe usted que tengo un hermano que esta en silla de ruedas? ¡Sus cinco ninos no tienen medios y yo los mantengo" El rabino hizo un gesto como para disculparse por haberle pedido. "Y sabe tambien que tengo un sobrino con 12 hijos en Israel? El rabino ya no sabia donde esconderse! El millonario lo corto brevemente. ¡Mi madre esta todavia viva en un asilo que cuesta 1200 dolares por semana! ¡Y la casa de mi hermana se incendio recientemente y ellos no tienen lugar para vivir!' El rabino se dio cuentas que evidentemente no habia fondos para su Yeshiva. Pero el millonario continuo con prepotencia: "Y sabe Rabino", continuo el millonario "yo no le doy un centavo a ninguno de ellos, asi que por que le daria algo a usted? El Chofetz Chaim explica que el objetivo de la Torah a traves de esta mitzvah es entrenarnos a no ser odiosos ni mal intencionados. Ser amarrete o que a una persona le cueste dar es de por si un desperfecto, pero no se lo puede comparar con odio o rencor. Conozco muchisima gente que es sumamente buena y amorosa pero que no son muy generosos. Siempre te ofrecen su consejo, tiempo y oido.... pero del bolsillo mucho no sale. La Torah no trata a estas personas avaras con la misma vara que aquella persona "generosa" pero que da con bronca, con rencor y hasta casi con odio. Ese rencor que lleva en el corazon, a pesar de estar mezclado con un poco de generosidad es digno de una trasgresion de la Torah mucho mas severa que el que no da. Mucho mas vale nuestra sonrisa y compasion, nuestro tiempo y apoyo moral que aquella persona que se brinda materialmente con un corazon odioso. Shabat Shalom!

Resumen de la Parashá Emor

A causa de su posición privilegiada, el cohén debía ser modelo de pureza y perfección especialmente elevado. Tenía prohibido asistir a funerales, salvo los de sus familiares más cercanos, pues el contacto con la muerte lo contaminaba y le impedía cumplir con sus sagrados deberes. Además, no podía casarse con una mujer que no fuera casta, ni con una divorciada. Reglas aún más rígidas se aplicaban al Cohén Gadol (Sumo sacerdote), que no debía asistir a funerales, incluso al de su pariente más cercano, y sólo podía casarse con una mujer virgen. Cualquier defecto físico descalificaba al cohén para oficiar en el Mishcán (Santurio), aunque conservaba el derecho a su parte de las ofrendas. También éstas debían estar libres de mácula. Sólo podía ofrecerse un animal de ocho días de vida. Una hembra y su cría no podían ser sacrificados el mismo día. Durante el año, cierta cantidad de días eran proclamados como de asambleas sagradas, en las cuales se reunía todo el pueblo para rendir culto en el Mishcán. Estos días sagrados, en los cuales estaba prohibido trabajar, eran proclamados en el siguiente orden: a) El shabat, séptimo día de la semana b) El primero y el último día de Pésaj, la fiesta del pan ázimo. Esta festividad debía ser observada desde el 15 al 21 del mes de Nisán. Una vez que los israelitas hubieran tomado posesión de la tierra de Canáan, debían presentar una gavilla de los primeros frutos de la cosecha de cebada el 16 de dicho mes. Esta ofrenda debía agitarse en el altar como expresión de gratitud a Hashem, y era llamada Omer c) Shavuot, la fiesta de las semanas. Debía ser observada el 16 de Siván, el quincuagésimo día desde el comienzo del Omer. Se contaban siete semanas desde el segundo día de Pesaj y luego se llevaba al altar una ofrenda de comida consistente de dos hozagas hechas de la nueva cosecha de trigo. Se recordó a los israelitas su deber de dejar para los pobres las espigas caídas de la cosecha. d) Rosh Hashaná, fiesta del año nuevo, tiene lugar el primer día del añó, Rosh Jodesh Tishrei. Este día es especial: en él se hace sonar el shofar. e) Iom Kipur, Día de la expiación, se celebra el décimo día de Tishrei. Es una fecha en la cual el pueblo debe ayunar y rezar por la expiación de sus pecados. f) Sucot, fiesta de las cabañas. Debía ser observada entre el 15 y el 21 de Tishrei, con gran regocijo. El pueblo debía llevar cuatro especies (Etrog, Lulav, Hadasim, Aravot) como símbolo de acción de gracias, y vivir en cabañas durante ese período para recordar su deambular por el desierto. Sheminí Atzéret, el 22 de Tishrei, debía ser observado también como día de descanso solemne. Después de esto se le recordó al pueblo su debe de proveer aceite de oliva puro para las lámparas del Bet Hamikdash (Templo sagrado de Jerusalen), que los cohanim debían mantener encendidas continuamente. El pan de proposición debía ser hecho con doce medidas de harina fina, dispuestas en dos filas. Un converso que había blasfemado contra D-s fue ejecutado por orden del bet din (tribunal) (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Emor Estudiando tres pesukim (versículos)

"Di-s le dijo a Moshé; habla a los cohanim, los hijos de Aharon y diles: 'Ninguno de ustedes se contaminará por una persona muerta entre su pueblo'" (21:1) PREGUNTA: Dado que dice "emor el hacohanim" -"habla a los cohanim" -las palabras "veamarta aleihem" -"y diles" -son superfluas. RESPUESTA: Un jasid de Rabí Shneur Zalmen de Liadi, fundador de Jasidut Jabad, dijo una vez que a través de la jactancia había vencido el deseo de transgredir. Toda vez que su ietzer hará (instinto al mal) se le aproximaba, él gritaba "¿No sabes quien soy? Soy una persona prominente, un jasid de un gran Rebe. ¿Cómo puedes esperar que peque?" Hashem le está transmitiendo dos mensajes a los cohanim, uno general y uno específico. Primeramente, Hashem le dijo a Moshé "emor el hacohanim" -"habla a los cohanim" -"Bnei Aharon" -"recuerden siempre que son los hijos de Aharon. Como hijos de un padre tan prominente deben conducirse de una manera acorde con su genealogía". En adición, "veamarta aleihem" -"diles las reglas de impureza que se aplican a ellos".

"Cuando nace un buey, un carnero o una cabra, estará siete días bajo su madre y y del octavo día en adelante es aceptado como holocausto a Di-s" (22:27) PREGUNTA ¿Por qué se debe esperar hasta el octavo día después del nacimiento antes de sacrificar a un animal? RESPUESTA: Ni bien nace un animal está total y completamente formado. El curso del tiempo sólo le agrega tamaño y fuerza. El hombre, sin embargo, está completamente formado en el momento de nacer pero le falta desarrollo. No camina ni habla y está totalmente sin educar. A lo largo de los años de su vida, madura y crece en su servicio a Hashem. En consecuencia, uno puede pensar que dado que el tiempo no juega un papel tan relevante en la maduración de un animal, éste es apto para el sacrificio a Hashem ni bien nace. La Torá niega esta teoría y requiere esperar hasta el octavo día antes que pueda ser ofrendado. El significado del número ocho es que asciende por encima de la esfera de este mundo material y físico y alude a lo exaltado y santo. En el mundo natural, el tiempo está basado en una semana de siete días y todos los sucesos están controlados por sheva kojavei lejet -los siete planetas orbitales. Hashem trasciende todo esto, y por lo tanto el número ocho representa Su elevada Santidad. En consecuencia, una vez que el animal llega a su octavo día, es apto para ser consagrado como un sacrificio para Hashem.

"Cuando nazca un buey, o una oveja, o una cabra, estará durante siete días bajo su madre y desde el octavo día en adelante es aceptado como holocausto para Di-s. Al buey y al carnero no degollarán en el mismo día con su cría. Y cuando ofrendaren un sacrificio de agradecimiento... En el mismo día será comido; no dejarán sobrar nada hasta la mañana; Yo soy Di-s" (22:27-30)

PREGUNTA: ¿Por qué después de esas tres leyes consecutivas, la Torá concluye con las palabras "Ani Hashem" -"Yo soy Di-s"? RESPUESTA: Estas tres leyes parecen contradecirse una a la otra en cuanto al concepto de día y noche. En la primera ley, que analiza el sacrificio de un buey, o una oveja, o una cabra recién nacidos, se nos dice que no puede ser hecho antes del octavo día. Dado que en la ley de la Torá, el día usualmente comienza con la noche precedente, el animal debe ser degollado sólo a partir de la mañana del octavo día (Zevajim 12 a). Por ello la noche es considerada una extensión del día anterior. Con respecto a la ley de no degollar a la oveja junto con su cria en el mismo día, la Guemará ( Julín 83 a) dice que también se aplica a la noche previa. Así, en este caso la noche es considerada el comienzo del día siguiente. En el tercer caso, con respecto a comer los sacrificios, está prohibido dejar algo de ellos hasta la mañana, sino que en la noche anterior deben ser comidos. Así, nuevamente la noche es una extensión del día anterior. En vista de estas contradicciones, uno podría estar desconcertado y por lo tanto ser negligente en observar estas reglas. Por consiguiente la Torá concluye "Ani Hashem" -"Yo soy Di-s" -"Así es como lo prescribí y ustedes no tienen permiso para cuestionarlo".

Emor Estudiando algunos Midrashim Se les ordenaba a los Kohanim que no se Hagan Tamé (impurifiquen) con el Muerto Todo el Klal Israel debía santificarse. Sin embargo, los Kohanim debían cumplir leyes de santidad que superaban a aquéllas que regían al resto de la nación porque ellos efectuaban el servicio de Hashem en la Santa Casa, el Beit Hamikdash. Cuando el cocinero jefe ingresaba al servicio del rey, se le advertía, "¡Eres responsable de la preparación de todas las comidas que se sirvan en la mesa real. El rey está acostumbrado a la comida más refinada preparada de la manera más estética. En caso de que alguna vez tocases un cadáver mientras realizas las compras en el mercado, su olor se impregnará. La esencia será perceptible en el palacio, y el paladar sensible del rey la detectará en la comida. Por lo tanto, tenga cuidado de tomar contacto alguna vez con un cadáver! De manera similar, los kohanim, quienes ofrendaban los sacrificios en el Beit Hamikdash, deben estar puros de tumá (impurezas) de las que están impregnadas los cadáveres. (Sin embargo, la tumá de los cadáveres no tiene un origen físico. Se trata de impurezas espirituales ordenadas por el Todopoderoso). El mandamiento que les ordena preservarse ellos mismos libres de toda impureza inherente a los cadáveres afecta a los kohanim en todas las generaciones. Ellos no pueden tocar un cadáver o permanecer bajo un mismo techo con uno de ellos. Deberán educar aún a sus hijos pequeños para que eviten tumat hamet, cadáveres. Sin embargo, las leyes de pureza de los sacerdotes no rigen para las mujeres; la esposa o

hija de un kohén puede tocar un cadáver. Para ello hay dos razones: 1- Las mujeres no realizan la avodá (servicio) en el Beit Hamikdash, y, por lo tanto, no necesitan mantener el alto nivel de pureza de los kohanim hombres que efectúan el Servicio. 2- Desde Javá, la primera mujer, que causó la muerte a toda la humanidad, las mujeres perdieron el privilegio de participar en la santidad que se adquiere al protegerse uno mismo del contacto con los cadáveres. También quedan excluídos de las leyes de pureza los jalalim, kohanim que nacieron de uniones prohibidas. Sin embargo, a los kohanim con una impureza física también se les prohibe tocar cadáveres, aunque no pueden efectuar servicios en el Beit Hamikdash como explicaremos más adelante. Un kohén no puede siquiera tocar un trozo de carne u órgano de un cadáver. Si bien estas leyes son difíciles de cumplir, los kohanim eran siempre meticulosos para hacerlo. Ello es evidente teniendo en cuenta las dos situaciones que se mencionan a continuación: El kohén Iosef ben Pikjín padecía un gran sufrimiento debido a una herida infectada en su pierna. Los médicos decidieron amputarle la pierna a fin de salvarle la vida. El hijo del kohén estuvo presente durante la operación. El hombre enfermo dijo a los médicos, "No separen inmediatamente la pierna del cuerpo. Déjenla conectada al cuerpo por medio de un hilo y háganme saber cuando lleguen a tal punto en la operación." Tan pronto como el médico le hizo saber que su pierna estaba unida al cuerpo por sólo un hilo, el kohén, que permanecía acostado sobre la camilla y que estaba sufriendo mucho, le pidió a su hijo que abandonara la habitación. "No te quedes hasta el final de la operación", le dijo. "La pierna amputada te va a impurificar!" Los Sabios le aplicaron a aquel kohén el pasuk (versículo) (Kohelet 7:15), " Iesh tzadik oved betzidkó", cuya interpretación significa "Aunque un tzadik sufra y su vida esté a punto de extinguirse, su rectitud y su fe permanecen en él." La Prohibición de Jilul Hashem (La Profanación del Nombre Divino) Ordenó Hashem, "Y tú no deberás profanar Mi Nombre Sagrado!" (Vaikrá 22:32). Todos los judios, hombres y mujeres por igual, deben evitar la profanación del Nombre de Hashem en cualquiera de las siguientes situaciones: - Si alguien le ordena a un judío, "O adoras a ídolos (o cometes un asesinato, o pecado con una de las relaciones matrimoniales prohibidas), o bien Yo te mataré, " él debe permitir que lo maten antes que transgredir la prohibición. Si él acepta violarla, profana el Nombre del Todopoderoso. Debe sacrificar su vida únicamente por las tres prohibiciones antes mencionadas, a saber, matanza, adoración a los ídolos, e inmoralidad ya que son considerados pecados capitales. En caso de que fuera amenazado de muerte, salvo que transgreda otro mandamiento de la Torá, él está obligado a cometerlos antes que sacrificar su vida (ya que la mitzvá de preservar la vida propia está por encima del resto de las mitzvot excepto estas tres). - En el supuesto de que una persona que no es judía en presencia de otros diez hombres adultos judíos lo desafía a violar cualquier mitzvá de la Torá, debe someterse él mismo a muerte antes que transgredirla, ya que en estas circunstancias especiales, él profanaría públicamente el Nombre del Todopoderoso si consintiera la petición del no judío.

- Durante un período de persecución religiosa, cuando se les prohibe a los judíos por edicto oficial cumplir con la totalidad de la Torá o algunas mitzvot, un judío debe sacrificar su vida para evitar cometer algún pecado, aún si diez judíos no se encuentran presentes ( y por lo tanto su pecado no sería considerado público). (Por ejemplo, cuando con posterioridad a la destrucción del Segundo Templo los romanos prohibieron a los judíos la práctica de mitzvot o cuando los tribunales de la Inquisición Española pidieron a un judío que transgrediera la Torá, él tuvo que sacrificar su vida para evitar el jilul Hashem que resultaría de la comisión del pecado). Se incluyen dos transgresiones más en la categoría de "profanación del Nombre del Cielo": - Si un judío - aún en privado - peca, no porque haya sido vencido por la tentación o porque se beneficia personalmente, pero simplemente con el propósito de hacer enojar al Creador y desafiar a Su Deseo, profana el Nombre del Cielo (degradó el honor de Hashem en sus propios ojos.) - Si alguien públicamente actúa más allá de los niveles de piedad esperados, él profana el nombre de Hashem, ya que la gente perderá su respeto por la Torá y las mitzvot (o por una mitzvá determinada). Cuanto más respetada y conocida es la persona, más cuidadosamente debe evitar cualquier acción o palabra que pueda causar una mala impresión y profanar el Nombre de Hashem en los ojos de otros. ¿Con qué clase de acción uno profana el Nombre del Todopoderoso? Depende de su lugar en la sociedad. El gran Sabio Rav explicó una vez, "Si yo comprara carne en la carnicería y no pagara la cuenta de inmediato, yo profanaría el Nombre del Todopoderoso". Rav era una persona famosa. Si se atrasaba en el pago, el carnicero podía sospechar que él estaba tratando de evitar pagar todo junto, y así, su respeto por un talmid jajam estaría disminuído. Asimismo, el carnicero tendría un ejemplo para él mismo, al pensar que no necesita ser meticuloso para evitar el robo si aún una gran persona como Rav trató a la prohibición sin seriedad. Rabi Iojanán explicó, "Yo profanaría el Nombre Divino si alguna vez fuera visto caminando por ahí y no estuviera comprometido con la Torá o no estuviera usando tefilin (filacterias)." (La gente no se daría cuenta de que yo no me sentía bien, sin embargo, concluirían que el estudio de la Torá no puede ser tan importante, después de todo, si un Sabio de renombre como yo no estaba constantemente ocupado con él.) Cada persona debe contemplar lo que constituye un jilul Hashem para él de acuerdo a su posición en la sociedad. Alguien que estudia la Torá tiene una gran obligación respecto de ella. Si el demuestra mal carácter o conducta poco refinada, profana el honor de la Torá y por lo tanto de El quien nos la dio. El pecado de profanar el Honor de Hashem es tan severo que aún la teshuvá (arrepentimiento) no puede reparalo por completo. Sólo la muerte puede exonerar a una persona de su culpa.

Los hijos del gran sacerdote Elí profanaron el honor del Mishkán al tratar de manera irreverente al Servicio de los sacrificios. Ellos fueron castigados con la muerte por causar un jilul Hashem. Ellos cayeron en la batalla, y se ordenó que todos sus descendientes debían morir durante su juventud. Si alguien profanaba el Nombre de Hashem y deseaba hacer teshuvá, ¿cómo debía expresarla? Debía santificar al Gran Nombre en todas las maneras en las que las profanó anteriormente. Por ejemplo, si habló lashón Hará (calumnias), causó un jilul Hashem con sus labios, él debería, por lo tanto, usar sus labios para hablar palabras de la Torá. Si él usó incorrectamente sus pies al caminar en dirección a un destino pecaminoso, debería apurarse a realizar mitzvot. Si empleaba sus manos con maldad, él debería ponerse tefilin y dar caridad, etc. El versículo que prohibe la profanación del Gran Nombre de Hashem también ordena, "Y deberá ser santificado en el medio de los Bnei Israel"(22:32). Las dos mitzvot se unen en la Torá como para darnos a entender que debemos remediar un jilul Hashem con el correspondiente kidush Hashem.

Shabat Emor Primer comentario (Enseñanza Semanal de Jabad Lubavitch, www.jabad.org.ar) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer) Primer comentario - "Tres situaciones en la educación - Los adultos son responsables de los actos de los niños" En el comienzo de nuestra Parshá, la Torá ordena a los Cohanim (los sacerdotes), que no deben impurificarse y les prohíbe permanecer bajo el mismo techo que un muerto. Lo llamativo es que el texto aparece redundante: “Dile a los Cohanim hijos de Aarón y les dirás a ellos”. Rashi, el gran comentarista de la Torá, explica que él “les dirás” es para “responsabilizar a los adultos por los pequeños”. Esta no es la única oportunidad en que la Torá encomienda a los mayores por la conducta de los niños. Nuestros Sabios indican que esta regla aparece en tres oportunidades: en la prohibición de comer bichos e insectos, en la prohibición de comer o beber sangre y en la prohibición a los Cohanim de impurificarse. No darse por vencido ¿Por qué la Torá ve necesario acentuar la importancia de la educación justo en estos tres temas?. Esto se debe a que en estas tres situaciones el educador puede pensar que en este caso no es posible educar a un niño en el alto standard de exigencia de la Torá. Por eso la Torá lo alienta ya que aquí también es responsable de educar al menor para que no

transgreda. Lo característico en la prohibición de comer bichos y reptiles es que, es algo que de por sí produce repugnancia. En cuanto al consumo de sangre, era una conducta a la que los judíos estaban acostumbrados a ver en los egipcios, y que imitaban. Y con respecto a las leyes de los Cohanim, su particularidad es que el concepto de la impureza es algo no racional. Del hecho que la Torá acentúa velar por la conducta de los niños en estos tres casos especialmente, aprendemos tres reglas fundamentales en educación. Educar a quien come abominaciones 1) Cuando nos enfrentamos a una situación escabrosa, o frente a una reacción grosera o poco amable del educando, podemos pensar que en este caso es imposible lograr una mejora. Por eso viene la Torá y nos enseña que aunque se trate de una persona que come tarascas - un nivel de degradación moral grave-de todos modos debemos educarlo y encaminarlo en la senda correcta. 2)Algunos opinan que la educación es aplicable mientras la persona no esté acostumbrada a transitar el mal camino, pero si sus malas costumbres se convirtieron en hábitos, es en vano todo esfuerzo por instruirlo. La Torá nos guía entonces, mostrándonos que incluso cuando los iehudim se encontraban totalmente habituados a la ingesta de sangre como lo hacían los egipcios, pudieron abandonar esta conducta por mandato de la Torá. También con los niños, por medio de una educación adecuada, podemos revertir los malos hábitos. Enseñar a tener fe Otros sostienen que la Torá y el judaísmo pueden instruirse a los jóvenes y principiantes sólo con conceptos racionales posibles de ser explicados con la lógica, pero los temas de fe, supra-racionales, son imposibles de transmitir a los niños en edad o en preparación espiritual. Nos puntualiza la Torá que incluso un tema como el de la impureza, que es irracional, más allá del intelecto humano, debe ser enseñado y cumplido por los niños. Los temas de la fe judía, se pueden y deben enseñar y transmitir. En su fuero íntimo, todo judío es creyente, y la enseñanza que le proporcionamos sirve para revelar esta fe que ya se encuentra en él (aunque sea en forma potencial). El solo hecho que la Torá nos ordena algo, nos demuestra que esto es posible. Pero además, la orden de Di-s nos otorga las fuerzas necesarias para llevar a cabo la Mitzvá. Di-s no pide de la persona cosas que no están a su alcance, y si El nos manda en la Torá y en el Shulján Aruj, actuar de cierta manera, ya nos ha dado las energías necesarias para lograrlo. Igrot Kodesh, tomo 1 Pág. 119

Segundo Comentario - EL ARTE DE "CORREGIR" II En el número anterior comenzamos a definir las especificaciones de la compleja Mitzvá de ayudar a perfeccionar las conductas morales ajenas. Quedó bastante claro que no se trata de una Mitzvá sencilla de cumplir, y por lo tanto, si no considera las recomendaciones de nuestros Sabios

previamente, fácilmente una persona puede causar el efecto contrario al deseado. Pensemos, por unos instantes, cuánto nos costó o nos cuesta a nosotros mismos modificar una actitud (nociva) propia, si es que alguna vez lo intentamos, y recién entonces podremos identificarnos y solidarizarnos con nuestro interlocutor (¿o será nuestra víctima...?), de quien pretendemos cambie algo substancial de su vida. Es que únicamente de ese modo la Mitzvá de reprobar podrá estar enmarcada en el contexto más amplio de la Mitzvá de amar al prójimo. En las palabras de los Sabios, esto se denomina “nosé be’ol im javeró”, quien carga el yugo con su compañero (Avot cap. 6). Quien cree que por el mero hecho de advertir al otro acerca de algún defecto, podrá modificar algo para ser mejorado en su vida, que sepa que está equivocado y puede (como suele serlo) empeorar la situación en lugar de beneficiarlo, pues quien escucha un reproche de otro que le habla desde su soberbia, tratando de personificar al perfecto que nunca se equivoca, le surge un rechazo instantáneo, y, salvo que se trate de una persona realmente modesta, las palabras “le entrarán por un oído y le saldrán por el otro” (más el odio que se crea por el sentimiento de sentirse invadido). Cuentan del R. Arye Levin sz”l, el “tzadik de Ierushalaim”, que solía circular por las calles de Jerusalén los viernes por las tardes para alertar a los comerciantes que cerraran sus negocios ante la proximidad del Shabat. En cierta ocasión, un día muy caluroso, vio que frente a la heladería se extendía una “cola” muy larga de clientes a quienes faltaba atender. R. Arye comprendió inmediatamente la dificultad del dueño del local. Se acercó y se sentó en una de las mesas. El propietario, un tanto incómodo, se le arrimó y le preguntó si le podía ser útil en algo. R. Arye simplemente le respondió: “En verdad, si yo estuviera en tu lugar, no sé si tendría la fortaleza para no sucumbir a la seducción del ingreso de dinero por tantos clientes..., pero ¿qué se puede hacer? Es Shabat...” El Rav lo saludó con su gesto habitual afectuoso y se alejó. Apenas había llegado a la esquina, pudo ver que el dueño del comercio había disuadido y desbandado a la clientela y estaba bajando las persianas para Shabat. Ahora bien. Lo que suele ocurrir es que la gente piensa: “si yo pude hacerlo, entonces él también debe poder”. Esta noción es, a su vez, falsa. No nos quepa la menor duda que, así como en otros órdenes de la vida no poseemos todos la misma capacidad y destreza, lo mismo ocurre cuando de corregir algún mal se trata. Es que cada ser humano goza de una cantidad de experiencias personales que lo diferencian de los demás y que lo convierten en único. Cada suceso de la vida nos afecta de manera distinta a cada uno de nosotros. Todo esto hace que la compenetración en el problema del otro sea un tanto más compleja. Pero... la Torá nos ordenó interiorizarnos y aportar nuestra buena voluntad y consejo para ayudar al otro. A medida que avanzamos en este análisis, vemos entonces por qué esta Mitzvá es tan delicada de observar y por qué tantas veces la “embarramos”... Sumado a todo esto, no podemos desmerecer el alcance que tiene en nuestra manera de pensar la costumbre de prejuzgar las actitudes ajenas. Por inclinación propia o por la fuerte influencia de los medios sobre nosotros, caemos con facilidad en el terreno de las suposiciones (¿por qué pensar bien, si se puede pensar mal?). Por más común que sea en la

sociedad en que vivimos, esta disposición es sumamente grave. En el lenguaje de los Sabios, esta actitud se denomina “joshed bikesherim” (quien sospecha de la gente recta) y está considerado éticamente inadmisible. Cuando se superponen el deseo de corregir, con la mala información acerca de las intenciones del otro, el resultado suele ser nefasto. Uno se siente agredido injustamente, y el otro ofendido y desengañado. Unas palabras más acerca de los métodos a emplear, no estarán demás. En Europa, durante los últimos siglos existía la figura del Magguid. ¿Quién era el Magguid? Era la persona que iba de pueblo en pueblo y disertaba ante la gente para que ésta enmendara su respectiva conducta. El Maguid vivía habitualmente de lo que la gente podía pagar después de escuchar su “alocución”. En aquellas épocas, ser un Ba’al Teshuvá (quien retorna al camino de la Torá) no era la aspiración de sólo quienes no habían tenido oportunidad de aprender Torá en su niñez, sino que eran el empeño y la ambición de los judíos más simples de día a día, quienes “la tenían clara” que una persona nunca “llegó” y que debe insistir y seguir creciendo moralmente. Una de las prácticas más comunes eran los Meshalim (ejemplos) de la vida real o de la ficción. Estos meshalim ayudaban, no sólo a amenizar la disertación (¿a quién no le gustan los relatos?), sino que permitían a la gente ver su propia vida - y sus propios errores reflejados en la historia de los personajes de aquellos “cuentos”. Todos y cada uno de nosotros es subjetivo cuando de su propia conducta se trata. Es muy difícil reconocer los errores propios. Las historias nos dan la posibilidad de no ser tan condescendientes con nosotros mismos. El ejemplo más claro de este concepto, lo encontramos en el Tana”j, cuando el profeta Natan le presenta al rey David la historia de un hombre rico que quitó la única oveja a su vecino pobre. Una vez que el rey había dado su veredicto sobre el tema, el profeta le hizo ver la analogía que existía entre el ejemplo y la actitud del rey con Batsheva. En la Europa jasídica, habían dos hermanos que más tarde se convirtieron en líderes de muchos jasidim. Uno se llamó el Rav Elimelej de Lizensk y su hermano, el Rav Susha de Anipoli. Cuando conocían de alguna persona que había cometido alguna ofensa o lo veían relajado en la observancia de algún precepto, uno de los hermanos se dirigía al otro y le reprochaba el error como si realmente lo hubiera cometido él. Esto siempre debía ocurrir a oídos de quien verdaderamente necesitaba la censura. De ese modo, le daban el espacio necesario al “interesado” para poder estudiar su situación ética, sin la presión de sentir vergüenza por la mirada de quien lo critica ni la urgencia de responder de inmediato o de defenderse ante la “acusación”. La Teshuvá genuina y duradera debe ocurrir como consecuencia del peso del reconocimiento de la equivocación, y no por temor a ser descubierto por otros. Pues, como ya hemos advertido, y ahora con más razón, al conocer las artimañas y la astucia con que trataron estos tzadikim nuestros temas por demás delicados, queda claro que estamos hablando de una de las Mitzvot más complicadas. Que D”s nos otorgue la inteligencia y que tengamos el corazón y el amor necesarios para poder cumplirla adecuadamente.

Daniel Oppenheimer ¿Cual es nuestra escala de valores? Cuando un hombre contrae matrimonio, debe decirle a la mujer: "He aqui quedas consagrada para mi" y colocarle un anillo. Desde ese momento automaticamente estan casados. ¿Que cambios notamos en esa mujer? ¿Acaso no es la misma persona? ¿Que diferencia hay entre una casa y un Bet Hakneset? Acaso no estan construidos con el mismo material? De un libro de matematicas a un libro de Tora... ¿Que diferencia hay? ¡El material es el mismo! ¿Por que el Cohen bendice al pueblo? ¿No es una persona "comun", como todos nosotros? ¿A que se debe el imperativo vekidashto "y lo santificaras"? Los cohanim suben primero al Sefer Tora, por ende son los primeros en hacer la beraja, ¿por que son diferentes? La optica de la Tora es muy distinta a la de la calle. En la actualidad muchas personas creen que todo es lo mismo, que todo tiene el mismo valor, tanto a las cosas como a la gente se las trata como algo mas. La Tora nos enseña a poner cada cosa en su lugar, nos marca la escala de valores. No es la misma mujer antes de ser consagrada para alguien que despues. Antes estaba permitida para todos, luego es exclusiva de un solo hombre. Tanto las personas (por ejemplo el caso del cohen), como las cosas (por ejemplo un libro), cuando estan consagradas para la Tora automaticamente estan en otro nivel. Si a un Bet Hakneset lo considero un espacio que tiene "paredes", logicamente no voy a encontrar motivo para respetarlo, por lo menos mas que a mi casa. En cambio si lo considero como un recinto sagrado, cambia mi conducta hacia el por completo. La Tora me enseña a diferenciar, pues todo lo que tiene Kedusha (santidad) esta en un nivel superior. Aun dentro de las mismas cosas que son santas, hay algunas de mayor y otras de menor nivel. Sobre esto la Halaja nos indica: "Se asciende en el Kodesh, pero no se desciende de nivel". Por ejemplo un Bet Hakneset se puede transformar en una Ieshiba pues esta ultima es superior al primero. Un Bet Hakneset destruido no pierde su Kedusha por lo tanto hay que respetarlo. Hashem no solo quiere que lo que nacio Kadosh sea respetado: tambien nos pide que en nuestra manera de pensar y actuar tengamos Kedusha. "Ustedes seran para Mi un reino de sacerdotes y un pueblo santo". Nuestras acciones convierten lo vano en sagrado. Por ej. cuando recibimos al shabat con anticipacion y lo despedimos con retraso, estamos cumpliendo con "Laasot et Hashabat" (hacer el shabat), es decir transformar un dia comun en Shabat. Todo lo sagrado, cuando lo valoramos, repercute sobre nuestras vidas. Observemos a traves de este relato que importante es no considerar a todas las cosas por igual, sino darle el lugar que les corresponde. En medio de la desesperacion se acercan varios alumnos a un Rab para relatarle que un companiero estaba por el camino de la asimilacion. El Rab lo cito en el Bet Hakneset por la noche; alli estaba todo oscuro, le pidio al muchacho que se acerque al Hejal (donde se guarda el libro de la Tora) y que lo abra. El

joven no entendia nada. De repente el Rab le indico que arroje el sefer (libro) al suelo, que lo pise y lo salive y el muchacho se nego rotundamente. este argumentaba: "siempre respete a la Tora, ¡como voy a hacer semejante profanacion!" El Rab le dijo que la accion que estaba pensando realizar, era mas grave que profanar el Sefer Tora. Luego de una profunda reflexion, B"H, dejo de transitar por ese camino. Si analizamosprofundamente el tema nos daremos cuenta que el Rab lo pudo hacer reflexionar, gracias a que este muchacho anteriormente valoraba lo sagrado. De esta manera el Rab pudo hacer la comparacion. Si al joven todo le daba lo mismo, por mas comparacion que hiciera no iba a entrar en razon. Todos los sabados a la noche decimos Ata jonantanu (dentro de la beraja - bendición- "Ata Jonen"). En ella basicamente se plantea el tema de la inteligencia, como Hashem le otorga entendimiento al hombre. Los jajamim (sabios) explicaron por que la beraja fue establecida en ese lugar. Alli se habla sobre la diferencia que Hashem realiza entre lo sagrado y lo profano. Para diferenciar necesitamos la inteligencia. Por eso debemos suplicarle a Hashem que nos otorgue la capacidad de discernir para de esa forma aprender a apreciar y diferenciar lo bueno y lo malo pero pricipalmente para valorar lo sagrado. Rab Moshe M Hoffer

Shabat Emor: Drasha Por Rabbi Mordechai Kamenetzky

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Observar algo no significa necesariamente participar activamente en lo que se esta observando, por lo menos en el sentido etimologico de la palabra. He tenido muchos anios de experiencia con judios que no observan las leyes de la Torah. En general, cuando les pregunto si observan las leyes, suelen contestarme con ocurrencia, "por supuesto Rabino, yo soy un judio observante". !Si alguien realiza una mitzvah en mi presencia, yo observo como hacen esa mitzvah!" Desde ya que en nuestro vernaculo, cuando decimos que una persona observa una mitzvah, entendemos que la cumple tambien! Escribo esto pues esta semana me llamo la atencion un versiculo de la parasha que exhorta la observancia..y cumplimiento de las mitzvoth. Dice el passuk (versiculo): "u'shmartem et mitzvotav, v'asitem otam - observaran las mitzvot y las cumpliran" (Levitico 22:31). Que significa "observar" las mitzvoth ? Por que nos dice la Torah que hay que observar las mitzvot ademas de realizarlas? El 7 de Adar pasado, dia que se designo para honorar el aniversario del fallecimiento de Moshe Rabbeinu, y dar reconocimiento tambien a la Chevra Kadisha (grupo que realiza entierros), el Rabino Paysach Krohn dio un brillante e inspirador discurso en una ceremonia de honor que se llevo a cabo en el templo del Beit HaChaim de Brooklyn. En su discurso, el Rab Krohn hablo sobre temas relacionados con la muerte, la dignidad, y el honor a los difuntos. Conto ademas la siguiente historia que sucedio en la comunidad del rabino

Yehuda Laib en Amsterdam. La comunidad de Amsterdam, como toda comunidad, tiene una Chevra Kadisha que atiende las necesidades del difunto, asegurando un entierro digno y ayudando a los familiares en el proceso de duelo. En Amsterdam, es un privilegio ser miembro de la Chevra Kadisha y solo personas destacadas de la kehilla (comunidad) son escogidas. Hay un grupo de gente que, por mas sobresalientes que sean, nunca son aceptados en la Chevra: los kohanim. A los kohanim les es prohibido entrar el contacto con un cuerpo muerto, y por lo tanto rara vez participan en un entierro. Acontecio que la comunidad del Rab Lewis compro un terreno para hacer un nuevo cementerio. Poco despues de la inauguracion del cementerio fallecio un miembro de la comunidad. Esta persona iba a ser el primero en ser enterrado en el nuevo cementerio. Al dia siguiente, los familiares en duelo llegaron con el difunto para enterrarlo. Llevaban las palas para comenzar a hacer el pozo, pero cuando llegaron al lugar, se sorprendieron al ver que el pozo ya habia sido cavado! Despues e enterrar al hombre, averiguaron por que el pozo ya estaba hecho. Moshe Cohen, un miembro de la comunidad (y un kohen), toda su vida quiso poder cumplir la gran mitzvah de enterrar a un muerto. Sin embargo, por ser un kohen nunca pudo hacerlo. Pero cuando el Sr. Cohen oyo que habia un cementerio nuevo donde nadie habia sido enterrado , vio la oportunidad que tanto habia esperado. ¡Y por lo tanto decidio ir solito para preparar el pozo y participar asi de la mitzvah!. El Chatam Sofer explica que en otro lugar la Torah tambien utiliza la palabra "observar". Cuando habla de los suenos de Yosef, dice el versiculo que Yaakov, "observo el incidente". Rashi explica que el termino "observo" se refiere a rezar y esperar con ansiedad el cumplimiento de ese sueno. El Chatam continua explicando que la Torah en la parasha de esta semana nos ensena que ademas de hacer una mitzvah, debemos esperar con ansiedad y ganas poder cumplirla. Nos exhorta a anticiparnos para cumplirla y aguardar atentos las oportunidades que surgen. Rabi Akiva, mientras los romanos lo mataban rastrillando y quemando su piel con peines de acero, dijo a sus estudiantes, "toda mi vida espere poder cumplir la mitzvah de decir el Shema aunque me quiten mi alma, y poder devolverla pura al Todopoderoso. Me pregunte mucho tiempo ¿cuando vendra el momento en el que yo la pueda cumplir?'" La Torah nos pide esta semana que observemos las mitzvot para despues cumplirlas ¡No basta con ser un mero observador, debemos anticiparnos con ganas para cumplirlas tambien! !Shabat Shalom!

Resumen de la Parashá Behar - Bejukotai Parashá Behar Después que hubieron tomado posesión de Canaán, lo sjudíos debieron observar cada séptimo aó como uno de shemitá (sabático) para la tierra. Durante su transcurso no debían

sembrar los campos ni podar los viñedos, como así tampoco levantar la cosecha que hubiere crecido espontáneamente. Cada cincuenta años debían observar el iovel (jubileo), que sería proclamado en Iom Kipur. Durante ese año los campos no podían ser sembrados. Además, los esclavos hebreos debían ser liberados y todas las tierras devueltas a los dueños originales. Por consiguiente, el precio de la tierra que se vendía debía estar basado en la cantidad de años que restaban hasta el iovel. La tierra vendida a causa de la pobreza del propietario podía ser redimida por un pariente del dueño original o por éste mismo. Si alguien debía vender una casa en una ciudad amurallada, tenía un año de tiempo para redimirla. Debía hacerlo durante ese alpso desués del cual ya era demasiado tarde. Empero las casas en aldeas y ciudades apartadas para los leviím volverían a sus dueños originales durante el iovel. Se debía prestar dinero a un judío pobre sin cobrarle intereses. Si el indigente se veía obligado a venderse como siervo, el amo judío debía tratarlo como un sirviente contratado y con respecto; el sirviente sería puesto en libertad durante el iovel. Un pariente rico podía redimir a un sirviente judío pagando a su amo una suma basada en la cantidad de años que restaban hasta el iovel. Parashá Bejukotai El séfer Vaikrá concluye con el fragmento en que Moshé contrapone las diferentes actitudes que seguirán a la obediencia o la contravención de los judíos a los mandamientos de Hashem. la adhesión a las leyes se traducía en prosperidad y paz para el pueblo. La tierra producirá en abundancia y los granjeros estarán ocupados todo el año en la siembra de semillas y el levantamiento de las cosechas. Con la protección del Señor, ningún enemigo atacará a los judíos y éstos disfrutarán la paz y felicidad. Por otro lado, la contravención a las leyes de Hashem conducirá a la catástrofe. Si los judíos se rebelan contra D-s, serán castigados con enfermedades, hambre y los horrores del asedio de los enemigos, a los cuales seguirá el exilio nacional. Pero si los judíos se arrepienten de sus malas acciones, el Señor recordará de nuevo Su pacto con los patriarcas y los aceptará una vez más como Su pueblo. Se analizan previsiones para aquellos que han hecho la promesa de contribuir al mantenimiento del Santuario. Si alguien consagra su propio capital o el de un miembro de us familia al Santuario, el monto que debe pagar varía según la edad y el sexo. Quien ofrece un animal casher que podría ser usado para un sacrificio en el Santuario, no puede sustituirlo por otro. Sin embargo, puede redimir un animal defectuoso pagando al cohén su valor monetario más un quinto. La redención de una fracción de tierra entregada debía estar basada en la cantidad de años que restaban hasta el próximo iovel. Un primogénito (bejor) no puede ser destinado como ofrenda voluntaria porque ya es propiedad de Hashem. El maaser (diezmo) de producción agrícola podía ser redimido pagando su valor más un quinto, en tanto que el diezmo de animales recién nacidos (que fueron apartados para el sacrificio) no podía ser redimido.

La Torá concluye enfatizando que "éstos fueron los mandamientos dados por Hashem a Moshé en el monte Sinaí". (Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Behar - Bejukotai Estudiando tres pesukim (versículos)

"En el séptimo año habrá un completo descanso de la tierra, un Shabat para Di-s" (25:4) PREGUNTA: Las palabras "Shabat laHashem" ("Shabat para D-s") son superfluas; habría sido suficiente decir "en el séptimo año la tierra tendrá un descanso completo". RESPUESTA: En Israel el mes de Nisan es la época en que los campos son cosechados. El mes de Tishrei es la época de prensado de las aceitunas y las uvas. El sabio Talmúdico Ravá instruyó a sus alumnos que no vinieran a la ieshivá durante los meses de Nisan y Tishrei así ellos estarían libres de ganarse la vida y no preocuparse acerca de cómo mantenerse a lo largo del año (Berajot 35 b). De este modo, mientras el año estaba dedicado al estudio de la Torá, había un receso durante los meses de Nisan y Tishrei. Durante un período de seis años, hay un total de doce meses (un año) cuando la Torá no es estudiada con la diligencia apropiada. Para recuperar ese tiempo perdido del servicio de Hashem, tenemos el año sabático de shemitá, en que los campos no son trabajados. Todo ese año debe ser "Shabat laHashem" -dedicado a Hashem a través del estudio de la Torá.

"No tomarás de él interés ni usura, y vivirá tu hermano contigo" (25:36) PREGUNTA: ¿Cómo está conectada la frase "y vivirá tu hermano contigo" con no tomar interés? RESPUESTA: Cuando una persona presta dinero con interés, gana con cada día que pasa. Por ello, el que presta desea que cada día sea lo más corto posible así, más días pasarán y él ganará más dinero. Por el otro lado, el que pide prestado ora para que cada día se haga más largo, así tendrá el dinero por pocos días y pagará menos. En consecuencia, estas dos personas tienen una visión diferente del tiempo. Al dar un préstamo sin intereses, el que presta no orará por un día corto y el que pide prestado no orará por un día más largo, y así "Tu hermano vivirá junto contigo" -con la misma visión del tiempo.

"Si en Mis estatutos anduvieran... entonces les daré sus lluvias en su tiempo... comerán su pan hasta saciarse" (26:3-5) PREGUNTA: ¿Cuál es la conexión entre estas tres cosas?

RESPUESTA: La Guemará (Taanit 19 b) dice que un año en el que llueve en el momento apropiado es comparado a un sirviente que recibe su paga el domingo. Así tiene mucho tiempo para prepararse para la venida de Shabat. Un año en que no son en su momento apropiado es comparado a un sirviente que recibe su paga el viernes. Está apurado y la masa no es horneada apropiadamente, ni comida apropiadamente. La Torá promete que "Si ustedes siguen Mis decretos, les daré sus lluvias en su tiempo; por lo tanto, comerán su pan hasta saciarse".

Behar - Bejukotai Estudiando algunos Midrashim Shemitá / El Año Sabático De todos los años, el séptimo es el más preciado, como está escrito (Shemot 23:11), "Y el séptimo año descansarás y las tierras estarán sin cultivar (como el año shemitá)." De los ciclos de siete años, el séptimo se distingue, como está escrito (Vaikrá 25:10), "Y santificarás el quincuagésimo año" (como un iovel). Por lo general, Hashem distingue al número siete ya que es el que El más ama. Muchos más ejemplos apoyan esta idea: - Existen siete cielos. 1. Shamaim 2. Shemei Hashamaim 3. Rakía 4. Shejakim 5. Zevul 6. Maóm 7. Aravot. De todos éstos, Aravot es el favorito, y, por lo tanto, el Todopoderoso lo eligió como Su hogar. - El mundo está dividido en siete regiones: 1. Eretz 2. Adamá 3. Arká 4. Gai 5. Tzia 6. Neshia 7. Tevel. De todos éstos, el séptimo, "Tevel" - que es otro nombre para Eretz Israel es el más importante. - De los líderes de las generaciones de la humanidad, el séptimo fue al que más se honró. Los primeros siete líderes fueron: 1. Adam 2. Shet 3. Enosh 4. Kenán 5. Mahalalel 6. Iered. 7. Janoj. Se registró que Janoj ascendió al Cielo y entró en el Gan Eden en vida. Fue el hombre más sabio después de Adam, había recibido todas las tradiciones Divinas de sus antepasados y en base a todo esto alcanzó un elevado nivel espiritual. (Además, todos los líderes arriba mencionados no pudieron influenciar a la humanidad de manera beneficiosa. Por lo tanto, no se los consideró antepasados del mundo como Abraham.) - De los antepasados y edificadores del pueblo judío, el séptimo sobrepasó a todos los otros: 1. Abraham 2. Itzjak 3. Iaakov 4. Leví 5. Keat 6. Amram 7. Moshé. Moshé sólo fue elegido como merecedor de recibir la Torá. - De los siete hijos de Ishai, el séptimo fue elegido rey, según dice (Divrei Haiamim 2:15), "Y David fue el séptimo".

- De todos los días de la semana, se declaró al séptimo sagrado, como está escrito (Bereshit 2:3), "Y D- s santificó al día séptimo". - De todos los meses, el séptimo, Tishrei, es especial. Se creó al mundo y cada año se juzga durante este mes. ¿Qué hace que el número siete sea especial y diferente? Este número simboliza a la Torá, que según un punto de vista, está compuesta por siete Libros. Como la Torá es el fin espiritual de la existencia, el número siete siempre simboliza el fin espiritual y los rasgos distintivos de un grupo. Una de las tareas del Sanhedrín consistía en contar los años de shemitá (año sabático) siete veces para declarar el quincuagésimo año Iovel (año de jubiléo). Veintiún años después de la llegada de los Bnei Israel a la Tierra, el Sanhedrín declaró el primer año de shemitá. El período total de la cuenta de los años de shemitá con Iovel fueron 836 años hasta que los judíos fueron desterrados a Babel, de los cuales sólo fueron observados 400 años y 436 años que incluyen 62 shemitot (años sabáticos) y 8 Iovelot (años de jubileo) no fueron respetados. Las leyes especiales de shemitá son, a grandes rasgos, las siguientes: - Durante la shemitá se anula la propiedad privada del producido de los campos y de los viñedos. La cosecha es gratis para que los pobres e incluso los animales puedan entrar y servirse lo que quieran. El propietario puede comer de los frutos como cualquier extraño, y traer a su casa todo lo que necesite para un día de comida, pero no puede recolectar toda la cosecha, lo cual significaría que reclama su propiedad. - Es un año de descanso del trabajo en la granja. Está prohibido sembrar, plantar, cortar y cosechar. Sólo se permite un mínimo de cuidado, especificado por la halajá (ley), para evitar que las plantas mueran. - Nuestros Sabios ordenaron que incluso los sefijim, vegetales o pasto que crezcan en forma salvaje, no se los podrá recoger durante la shemitá, por miedo a que los granjeros siembren durante el año de shemitá y que luego aleguen que germinaron por sí mismos. - Zman Biur/ Tiempo de Remoción: Si alguien recolectaba de los campos productos de shemitá para comer en su casa, no podía almacenarlos por un período de tiempo indefinido. En algún momento, debía deshacerse de éstos para permitir que otros o que los pobres los tuviesen. El tiempo de remoción de cada tipo de producto difiere según el tipo de producto coincidiendo con el tiempo en que dicho cultivo en particular no está más disponible en los campos. - Todos los frutos y vegetales que crecen en el año de shemitá poseen kedushá (santidad). Por consiguiente, la halajá declara que se los trate de una manera digna. Por ejemplo, ninguna parte que no sea comestible se podrá arrojar con el resto de la basura común. - Debido a su kedushá, los productos de shemitá no se pueden vender (ni siquiera después del año de shemitá, debido a que son sagrados por siempre), y según varios poskim no se los puede exportar fuera de Eretz Israel. Las leyes mencionadas en el párrafo anterior están en vigencia hasta el día de la fecha.

El Todopoderoso promete que otorgará Su bendición de gracia a aquél que no trabaje sus campos en shemitá. El le proveerá durante shemitá y durante los próximos años. Por consiguiente, si alguien trabaja sus campos en shemitá, demuestra la falta de fe en el Topoderoso (al igual que el judío que trabaja en Shabat porque no tiene la convicción de que D- s le proveerá un buen pasar a pesar de que se abstenga de trabajar). Irmeiahu proclamó, "Así dice Hashem, 'Maldito sea el hombre que confía en el hombre y atribuye su éxito a la carne', al arar y cosechar en shemitá, y cuyo corazón se separa de Hashem' - Quien prometió dar Su bendición al producido del sexto año para que le alcance para los próximos años" (Rashi, Irmeiahu 17:5). Las leyes de shemitá expresan conceptos fundamentales de la Torá: 1. Al observarlas reconocemos que no somos dueños de la Tierra. Hashem nos ordenó, "Descansa el séptimo año, así sabrás que la Tierra es Mía." 2. Durante la shemitá, el granjero judío se veía forzado a suplicarle al Todopoderoso que le provea alimentos ya que él no tenía permitido trabajar para procurarse los alimentos por sí mismo. Por lo tanto, éste se daba cuenta de que durante los otros seis años en los que se permitía trabajar, el hombre sólo cosechaba debido a la Providencia del Todopodero y no como resultado de su propio trabajo. El tipo de profesión que una persona elige no le garantiza una vida de riqueza o de pobreza. Por el contrario, es Hashem Quien otorga riquezas a cada individuo según El considera conveniente. Por lo tanto, cada uno le debe suplicar a El, Quien es el Amo de todas las riquezas que le otorgue una buena vida. El Todopoderoso decidió que el año sea de inactividad laboral para que los granjeros judíos puedan dedicarse al estudio de la Torá. Así como nos prohibió que trabajemos durante Shabat, para que Le dediquemos ese día , decidió que todos los séptimos años lo dediquemos a aumentar el estudio de la Torá. La Obligación de Ayudar a un Judío Necesitado La Torá ordena, "Y si tu hermano empobrece, deberás mantenerlo, incluso si es un guer/ converso o un guer toshav (un gentil que cumple las Siete Leyes Noájicas) y llevártelo a vivir contigo" (Vaikrá 25:35). Este versículo nos enseña que es una obligación asistir financieramente a otro judío o a un guer toshav que necesite un préstamo o caridad. Es una mitzvá prestarle o darle dinero para que realice sus negocios o alguna transacción necesaria para la cual le faltan los medios. La Torá enfatiza el deber de ayudar económicamente a otro judío antes de que quiebre o que se vea obligado a aceptar caridad. Si un burro comienza a caerse por causa del bulto que carga, un hombre posee la fuerza suficiente para ajustar la carga que lleva en la espalda o para sacar parte de ésta, para que el burro pueda seguir caminando. Sin embargo, una vez que el burro se cayó, incluso cinco hombres corpulentos, no podrían hacer que se levante.De manera similar, debemos ayudar al que tiene problemas económicos, en cuanto éstos comienzan y no esperar a que éste quiebre. A pesar de que la mitzvá específica de dar tzedaká (caridad) al necesitado se menciona en

parashat Reé (Devarim 15:11), el Midrash también comenta al respecto lo siguiente: "La fortuna es el terreno de quien con sabiduría ayuda al pobre" (Tehilim 41:2). Es un arte hacer caridad con sabiduría, sin avergonzar al que la recibe. Cuando Rabí Ioná se enteró de que un hombre sabio perdió todo su dinero pero tenía vergüenza de pedir caridad, fue a visitarlo a su casa y le dijo, "¡Tengo buenas noticias para usted! Escuché que heredó una fortuna de alguien que vive en el exterior. Mientras tanto, ¡por favor acepte un préstamo mío! Me pagará en cuanto reciba el dinero." Cuando este hombre recuperó su posición, y le quiso pagar la deuda, Rabí Ioná le dijo, "Puede quedarse con el dinero; se lo di en calidad de donación." Había una sala en el Beit Hamikdash que se llamaba "lishkat jashai/ La Sala de Donaciones Secretas". Los judíos que le temían a D- s donaban dinero en esta sala, y los pobres de buenas familias la recibían en forma anónima y podían vivir de ella. Cuando Rabí Lezer notaba que había un pobre que caminaba atrás de él, intencionalmente dejaba caer un dinar, y daba así la impresión de que se le había caído de manera accidental. El pobre lo levantaba y se acercaba para devolvérselo. "Puede quedárselo" le decía Rabí Lezer, "Ya me había resignado a perderlo". Al interpretar un versículo de Ieshaiahu (58:12), nuestros Sabios nos enseñan, "Si tienes méritos, satisfarás el hambre de Iaakov (gastarás dinero en caridad); si no, el de Esav (en cambio, "Esav" consumirá el dinero). Esta verdad se evidencia con la siguiente historia: Rabí Iojanán ben Zakai soñó la noche de Rosh Hashaná (cuando se determinan los ingresos de la persona para el año entrante) que sus dos sobrinos perderían la suma de setecientos dinares durante el año. Después de Iom Tov, visitó a sus sobrinos y les ordenó que se encarguen de mantener a los pobres. "¿De dónde vamos a sacar los fondos?" le preguntaron. "Debererán mantenerlos con el dinero de ustedes", les ordenó Rabí Iojanán. "Anoten las sumas que distribuyen. Si ustedes pierden con este trato, yo les devolveré el dinero a fin de año". Obedecieron y distribuyeron importantes sumas de dinero en caridad. Hacia fin de año, un funcionario del gobierno los fue a buscar y les pidió que le paguen al gobierno setecientos dinares. Cuando ellos no reaccionaron, aparecieron dos soldados y los llevaron a la cárcel. Rabí Iojanán escuchó las noticias y fue a ver a sus sobrinos a prisión. "¿Cuánto dinero dieron en tzedaká?" les preguntó. " Anotamos todo", contestaron. Al consultar sus anotaciones, calcularon que distribuyeron un total de 683 dinares. "Déjenme decirles como actuar", Rabí Iojanán los instruyó. "Denme otros diecisiete dinares, y yo les garantizo que saldrán de la cárcel". "Qué idea mas extraña", le dijeron. "Nos ponen presos por deber setecientos dinares, y dices que nos liberarás con diecisiete!" El les respondió, "Simplemente, denme los diecisiete dinares y no se preocupen!" Le dieron a Rabí Iojanán dicha suma y éste se fue a ver un emisario del gobierno. Deslizando las monedas en sus manos, Rabí Iojanán le pedió que deje que sus sobrinos escapen. Bajo la influencia de la coima, el hombre dió instrucciones para que los dejen

salir en secreto. Los sobrinos se acercaron a Rabí Iojanán y le preguntaron cómo podía saber con tanta precisión que los diecisiete dinares garantizarían su fuga. "Tuve una revelación del Cielo en la noche de Rosh Hashaná que durante este año perderían la suma de setecientos dinares", les explicó. "Como ya estaban destinados a tener este gasto, yo les aconsejé que ayudasen a los pobres - es mejor gastar ese dinero en tzedaká". "¿Por qué no nos dijiste nada acerca de tu sueño? Sus sobrinos le preguntaron. "También hubiésemos gastado los diecisiete dinares restantes en Tzedaká." "Preferí mantenerlo en secreto", le respondió Rabí Iojanán, "así darían el dinero lishmá (en honor a D's), para cumplir con la mitzvá, en vez de pensar que lo hacían en beneficio propio." Esta historia demuestra que si alguien es avaro para dar tzedaká, tendrá gastos impredecibles que harán que sus ingresos no se aumenten y sean los decretados en el último Rosh Hashaná. Al hacer caridad, el pobre le da al benefactor más de lo que este último le da al pobre. Mientras que el donante apenas gasta riqueza material, éste recibe a cambio una riqueza inestimable de méritos espirituales que superan por mucho lo que éste dió. Se crearon diez objetos, cada uno más fuerte que el otro. La roca es fuerte, pero el hierro la rompe. El hierro es fuerte, pero el fuego lo derrite. El fuego es fuerte, pero el agua lo extingue. El agua es fuerte, pero las nubes la cargan. Las nubes son fuertes, pero el viento las dispersa. El viento es fuerte, pero el cuerpo lo detiene. El cuerpo es fuerte, pero el miedo lo quiebra. Sin embargo, la muerte es más poderosa que todo lo mencionado con anterioridad. La tzedaká es aún más poderosa - te rescata de la Muerte.

Shabat Behar - Bejukotai Primer comentario (Enseñanza Semanal de Jabad Lubavitch, www.jabad.org.ar) Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar) Tercer comentario (Rabino Iosef Meta, [email protected]) Primer comentario - "El influjo ilimitado de la Torá" “Y Enviaré vuestras lluvias en su momento"(Vaikrá 26:4) El tema central de Parshat Bejukotai es la recompensa y el castigo. Di-s asegura bienestar y bendición en abundancia como retribución por el cumplimiento de las Mitzvot, y así también advierte acerca de las consecuencias negativas que acarrea el incumplimiento de la Torá y sus preceptos. Como paga por la observancia de las Mitzvot, encontramos un

raudal de bendiciones en el plano material -lluvias, sustento, victoria en las batallas, desaparición de animales salvajes, paz y armonía, etc. Esto despierta un interrogante: ¿No es acaso lo importante y verdadero del cumplimiento de los preceptos el beneficio espiritual en vez de la recompensa?. Además, Nuestros Sabios en el Pirkei Avot nos indican: “No seáis cual sirvientes que sirven a su amo para recibir recompensa”. ¿Por qué se pone aquí tanto énfasis en la paga material por el cumplimiento de los preceptos?. Por qué el Mashiaj en temas materiales? La misma duda se despierta pero con más fuerza con respecto a la descripción de la Torá de la abundancia fabulosa de bienestar material que habrá en la época del Mashíaj. Nuestros Sabios nos dicen: Cuando se plante una semilla, inmediatamente crecerá la planta y dará fruto; el sabor del tronco será igual al de la fruta, y muchos aspectos maravillosos más. Sabemos que, con la llegada del Mashíaj se verá abiertamente y en la máxima expresión la revelación Divina, hasta el punto que, como acota Maimónides: “el mundo se ocupará únicamente de conocer a Di-s”. Todas las “delicias” serán considerados “polvo”. En una situación espiritual de nivel tan elevado, la riqueza material no tendrá ningún sentido, y sólo será un medio que permitirá a los iehudim “dedicarse a la Torá y al servicio a Di-s”. ¿Por qué entonces, esta exuberancia?. La fuerza de la vida La respuesta es, que la abundancia material como consecuencia del cumplimiento de los preceptos, refleja la verdadera dimensión de lo que es la Torá. Sobre ella está dicho: “Es tu vida y la extensión de tus días”. La Torá no es simplemente un aspecto más de la existencia, incluso el más excelso y elevado, pero al fin y al cabo un aspecto más, sino que la Torá es la esencia. Es la vida del judío y por ende, la esencia del mundo, de la existencia toda. Resulta lógico entonces, que superabundancia espiritual en Torá y Mitzvot-la esencia, la vida-traerá profusión en todos los planos, también en los terrenales y mundanos. La perfección de la redención El hecho que la paga por el cumplimiento de la Torá y sus Mitzvot se reflejará en el aspecto físico, nos muestra que realmente la Torá “Todo lo abarca” pues es la esencia. Así como cuando en el hombre se despierta un sentimiento de alegría que afecta a su ser, ésta no permanece únicamente en el aspecto espiritual sino se dispersa y manifiesta en todos los miembros del cuerpo, incluso en las piernas, que se elevan para bailar de alegría- así la Torá que es “tu vida” cuando es cumplida y estudiada, tiene su efecto en la totalidad de la realidad del hombre, también en los aspectos físicos, trayendo bendición y abundancia. Cuando los iehudim se comportan de acuerdo a la Torá, traen superabundancia al mundo. La perfección de esto será alcanzada en la época de la Redención, cuando el mundo físico

esté superficialmente refinado como para poder recibir de la Torá sus bendiciones ilimitadas y maravillosas. Likutei Sijot 37, Pág. 79.

Segundo Comentario - EL ARTE DE "CORREGIR" III En las últimas dos publicaciones (1 y 2) del Ajdut nos dedicamos a ilustrar al lector sobre la delicada Mitzvá de tratar de corregir las malas costumbres ajenas. En todo momento, nos referimos a la figura hacia quien estaba dirigido nuestro interés, como un tercero con quien nuestra relación posiblemente sea inconstante o poco frecuente, es decir, una persona con quien tenemos cierta familiaridad, pero con quien podemos estrechar el vínculo o bien podemos tomar cierta distancia. Esos podrían ser: compañeros de estudios, socios laborales, conocidos de la comunidad o parientes. Sin embargo, cuando la relación es más estrecha, como ser padres, hijos, hermanos y cónyuges, no existe la viabilidad de tomar distancia sin que esto genere alguna fricción y malestar. La Mitzvá, no obstante, es la misma, y, dada la proximidad natural y la intimidad habitual, los errores suelen ser más penosos que si se tratara de otras personas con quienes el vínculo es más remoto. Entre todos los parientes, el conflicto más ingrato se crea con el propio hijo. ¿Por qué? Pues en cuanto al hijo, el padre y la madre tienen la obligación innata (por sentir a su hijo como “propio” y para “quedar bien” ante la sociedad) y también sagrada (por orden de la Torá) de educarlo. Siendo así, no hay frialdad o desapego posible. Los padres están ligados al futuro de sus hijos en una unión que no tiene comparación con ningún otro vínculo y todo lo que hagan los afecta le algún modo. Los padres gozan de los éxitos de sus hijos, sufren con sus penas y enfermedades como si ellos mismos padecieran ese mal y están pendientes de cada paso correcto o equivocado de sus hijos. Dado este contexto, a menudo los padres se sienten frustrados y desilusionados con algún aspecto de los hijos “que le tocaron”. Vuelcan esta desgracia y este infortunio sobre las cabezas de sus pequeños, tratando de rectificar el curso de los eventos para adecuarlo a sus propias expectativas. De ahí que los padres a menudo se conviertan en los peores agresores de sus hijos, cuando, en el curso de “corregir” lo que ellos entienden que se debe modificar, provocan peores males emocionales que el perjuicio supuesto o genuino que alegan enmendar. Obviamente, esto que acabo de escribir es muy genérico, y no es bueno generalizar. Por lo tanto, es interesante leer lo que los Sabios recomendaron respecto a los hijos, para intentar proceder de acuerdo a sus enseñanzas. Se trata de conceptos difíciles de poner en práctica, pero sin duda que en última instancia, los beneficiados serán los propios padres y sus hijos. Ante todo: “Como principio, una persona no debe implementar un temor excesivo en su hogar...” enseña la Guemará en Guitín 6. La autoridad

genuina no necesita asistirse con el miedo para hacerse valer. En otras áreas de la vida todos sabemos quien es autoridad en un tema determinado al tomar conciencia que esa persona conoce profundamente la materia. A su vez en la paternidad, los padres son autoridad, no porque la constitución del país les otorgó la potestad, ni porque asusten a alguien con su prepotencia, o necesariamente por su superioridad intelectual frente a los hijos, sino porque éstos ven en ellos a sus progenitores y, desde chicos, buscan imitarlos - para bien - y/o para mal. Por otro lado, los Sabios cuestionan al rey David por no advertir a su hijo Adoniahu la vida pública que llevaba (aparentaba ser el futuro rey, cuando D”s había determinado que sería Shlomó el heredero del trono - Melajim 1. Adoniahu terminó ejecutado). Lo que nos quieren demostrar con esta enseñanza, es que el hecho de no decir las cosas que están mal quizás por temor a “perder” al hijo - en realidad juega en contra de los objetivos genuinos del padre - y del hijo. Cuando la reprimenda es necesaria, se convierte en un “derecho” del hijo, que al privárselo, sólo se lo está dañando. (Lo cual no significa que se lo reprenda en cualquier momento y modo que se le venga a la mente del progenitor). “Todo amor que no lleva consigo una admonición o exhortación, no se denomina amor (Bereshit Rabá 54). ¿Cuál es el camino óptimo? “Como pauta, debe ser la mano izquierda la que aleja y la derecha la que acerca” (Talmud Sotá 47). La mano derecha simboliza la más fuerte de las dos. La confianza irrestricta donde no se distingue la figura del padre, ni la distancia fría que aleja los corazones, brindan el espacio ideal para la educación. Es necesario que ambas conductas convivan en un mismo vínculo dando prioridad y mayor fuerza - a la familiaridad y a la franqueza. ¿Acróbatas? No. “Simplemente” padres. ¿Nunca escuchó estos temas que acabamos de enunciar? Ud. no es el primer padre que no tomó clases de educación, y, lamentablemente, no será el último. Pero no se desanime. Ahora es el momento para comenzar a pensar y actuar, si aun no lo hizo o si solamente “tocó de oídos”. Existen conductas de los hijos que nos irritan. “Ya le dije tantas veces que no se trepe... ‘Bájate de allíííí...’, ‘Siempre andás con la camisa afuera’, ‘”. Pues ahí sigue la recomendación de los Sabios de emplear : “el enojo del semblante y no un enojo del corazón” (= aparentar o fingir disgusto frente al hijo, en caso de necesidad, pero que internamente no se encolerice - Mesilat Iesharim de R. Moshé Jaim Luzzatto, 11). No se tome los desafíos educativos de sus hijos con agitación, turbación y angustia. No ganará nada. El es un niño y es suya la tarea de enseñarle. ¿O pensó que de su panza saldría un adulto que no requeriría de su cuidado? Tristemente, no funciona siempre así. La reacción de muchos padres irascibles suele ser más una venganza que un castigo (Alei Shur del R. Shlomó Wolbe shlit”a). “Mirá lo que me hizo” - “Me ensució la cocina” “Me arruinó la reunión” - “Me vino con una mala nota”. Todos esos “me”, sólo significan egoísmo de los padres. Los niños no “les” hacen problemas. Sólo se portan como niños. Cuando los padres los sancionan, suele ser más una represalia por su propia frustración que una merecida penitencia. Vemos entonces, que si bien el tema de corregir siempre es un reto, con los hijos se torna más grave. A su vez, no podemos dejar de mencionar el tema de la impresión que causa en los niños, quienes están aún en su etapa evolutiva, toda agresión que sufran de terceros y, en particular, la de sus padres.

Muchos coincidirán que las palizas que reciben por lo general no rectifican nada, y menos aún, si se administran con mucha frecuencia, sino que casi indefectiblemente, tendrán el efecto contrario. Sin embargo, lo que pocos notan, son los resultados del abuso verbal del cual son objeto los propios hijos. La lectura de esta semana nos prohibe herir a cualquier persona con la palabra (ona’at devarim). Los epítetos indeseados que le dicen al niño, aun en casa, duelen y mucho. Lo mismo sucede con los gritos, las amenazas , presiones y comentarios cínicos ante los fracasos. Lo que seguramente sucederá, es que en el futuro el niño, y luego el adulto, repita estas ofensas en contra de otros, o, al menos, contra sus propios hijos. En esta rueda, la violencia sólo genera más de lo mismo. Por otro lado, uno de los objetivos más importantes - que a menudo se pasa por alto - es la constitución de un ser humano con una sana auto-estima, que es lo que va a sostener al futuro adulto en los momentos críticos de su vida. El aliento para que siga adelante, el apoyo para que supere las dificultades, y la felicitación por el esfuerzo que significa cada paso que da, son los que, al fin de cuentas, motiven al joven a seguir creciendo en forma independiente, aun cuando ya no tenga la asistencia de sus progenitores. Me siento tentado a terminar este Ajdut con el “continuará” de los anteriores. El tema de la educación de los hijos es un asunto que siempre continúa. Bajo un título u otro, D”s mediante, volveremos sobre esto para ampliar las ideas. Por hoy ya nos queda suficiente para reflexionar. Daniel Oppenheimer

Tercer comentario - Paro General Nuestra Parsha nos habla de conceptos muy importantes y profundos como ser, como comerciar, como debe ser la relación patrón - trabajador, la relación con nuestros semejantes etc. Escogimos un tema básico, que creemos es la base para las demás. El tema a tratar es "Shemita" que significa "Año Sabático". El paro proclamado era general, y reunía a todos los sectores. No era un paro de 24 horas, sino duraba todo un año! (354 días, según año lunar) No había negociaciones entre los empresarios y los trabajadores, tampoco había reclamos, ni se pedía aumento de salarios, ni mejores condiciones, ni indemnizaciones por enfermedad, ni nada que se le parezca a los paros generales de nuestra época. Al finalizar el año volvían los trabajadores a sus trabajos en forma pacifica, sin necesidad de hacer conciliación alguna, sin tensión, y hasta la producción aumentaba, a pesar de no haberles pagado por ese año de paro general. - Entonces, ¿Cuál es el sentido del Paro general?

- Porque es un precepto Divino que debemos parar, como esta escrito en Levítico 25.2-7. "Cuando vengan a la tierra.... guardara descanso sagrado para D-s. Seis años sembraras tu campo, y seis años podaras tu viña... y en el año séptimo descansará.... tu campo no lo sembraras y tu viña no la podaras .... y el fruto crecido espontaneo será para comer, para ti, para tu siervo y tu sierva, para tu jornalero, y para los forasteros que habitan con vos. Para tus animales ..... que hubiere en tu tierra, servirá todo aquel producto, como alimento." Si revisamos en estas leyes junto a los detalles prácticos que nos da la Tora Oral sobre este precepto, descubriremos el mensaje oculto de este precepto que renueva a la sociedad. Ejercitemos con la imaginación, y pensemos en una sociedad en la cual se rige el Año Sabático, y veremos que seis años se vivía con una economía creciente, que se trabajaba para conseguir el sustento para vivir, y se perseguía sin fin el dinero y status social. Se desarrollaba la riqueza natural - la agricultura. Se sembraba los campos y se obtenía ganancias interesantes de la cosecha. Obviamente se regia todo por la oferta y demanda, movimientos de los mercados y variación en los precios con algún que otro engaño, provechoso para los negocios pero que dañan al alma. Un sistema de vida así, provoca, la necesidad interior de la ciudadanía a llegar a tener dinero, propiedades y demás bienes. Un poco más y un poco más ..... Era un país "Normal" totalmente, con una escala de valores hacia lo económico, y por ende el nivel social junto a la cultura del "quiero mas", trajeron el sentimiento de discriminación y las luchas de las distintas clases hasta la destrucción misma. Y dentro de esta vida tumultuosa - vino de repente el cambio. Al llegar el séptimo año - se para todo el sistema junto, y descansa toda la tierra. No era moderación del trabajo sino Paro General de un año entero. La situación se vuelve antieconómica. Y veamos los resultados: Un decreto espiritual, nos impide trabajar la tierra, obtener ganancias de mis bienes, guardar producción. Un año mirando sus bienes, y como si no fuera de ellos. Se interrumpe el aprovechamiento de los recursos naturales para beneficio propio. Esta nueva realidad les enseña a ellos que eran hasta ahora esclavos de la cultura consumista que siempre quiere mas, que se fueron creando con la corrida sin limites detrás de las adquisiciones materiales. La interrupción temporaria de la misma mejora la visión de las cosas y permite volver al equilibrio del hombre. Incluso el campo que descansa proclama que también tiene su propio valor, que no solo esta dependiendo del hombre. El hombre no es dueño de todo, de hacer del campo lo que se le ocurra. Esto sería lo que aprende quien respeta Shemita en la tierra de la Shemita. Pero observemos más todavía. " .... y el fruto crecido espontaneo será para comer, para ti, para tu siervo y tu sierva, para tu jornalero, y para los forasteros que habitan con vos." Esta orden anula por un año los limites de la propiedad particular. El capitalismo como ideal sufre un fuerte golpe, porque esta orden me dice, que mis campos se convierten en tierra de nadie por un año, y debo dejar que quien quiera, mis empleados, vecinos, pobres, etc.,

vengan y tomen de los frutos de mi propiedad, sin mi permiso, (porque incluso el derecho a dar permiso se me quita). Los campos y los arboles son abandonados. Así es como esa inclinación de "poder" (que parece ser el objetivo principal de la sociedad) se revierte y capta el mensaje que trae esta orden de abandonar las tierras. De esta manera ejercitamos nuestro corazón, para entender que las posesiones no son valores por sí mismos. Un año me hará sentir esta realidad, para que los próximos seis años no vuelva a ser esclavo del dinero. Pero también esta orden lleva otra noticia, la noticia de igualdad total de todos los ciudadanos del país, esta orden derriba de una vez toda división de clases. Los campos están abiertos ante todos por igual, dueños y empleados en el mismo nivel, los pobres se codean con gente de "la alta" que viven en zonas residenciales, todos ellos juntan sus alimentos de este año, y todos juntos. Y es una sensación de igualdad muy profunda, que seguramente les quedara aun cuando vuelvan al sistema de vida económica al año octavo!! Si miramos mas aun veremos que también en la igualdad están también los animales, como dice el versículo "Para tus animales ..... que hubiere en tu tierra, servirá todo aquel producto, como alimento." Delante de D-s somos todos iguales, incluso los animales. Maimónides escribió "Los frutos del séptimo año solo se comen cuando todavía existe de esa especie en el campo, como versa: Para tus animales ..... que hubiere en tu tierra, servirá todo aquel producto, como alimento." Todo el tiempo que los animales comen en el campo, vos podes comer de lo que tienes en tu casa. Se acabó en el campo para los animales, debes exterminar ese fruto de tu casa." (Rambam Hal. Shemita veiobel 7.1.) En este año no podes comer y hartarte si los animales no pueden comer al igual que vos. La igualdad es total porque hay un punto en común: Somos todos creados por D-s.En el año antieconómico también está prohibida la venta de frutos crecidos el año séptimo. (Rambam allí, 6.1.) Durante un año entero los frutos son solo para consumo, sin que el comercio se entremeta. Durante un año entero recuerda el año sabático al judío, en un idioma claro, que D-s no hace brotar frutos, para que los especuladores del mercado se enriquezcan de ellos, El saca "el pan" de la tierra. "Pan" para alimentar a los seres vivientes, Es "pan" y no-mercancía. El descanso de la tierra nos hace volver al punto inicial. Este es el proyecto antieconómico de Shemita, que cura y construye de nuevo la integridad moral del hombre. Este proyecto corta con las ambiciones del "poder" del "quiero mas" que destruye a la sociedad. El repaso de este proyecto, por lo menos cada siete años, probablemente corrija las desviaciones del hombre y lo haga volver cada tanto a los auténticos valores morales. Iosef Meta

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