Escritos Del Infierno

August 28, 2017 | Author: Jose Cadaveria | Category: Hell, Aphrodite, Demons, Love, Satan
Share Embed Donate


Short Description

Download Escritos Del Infierno...

Description

1

Escritos del Infierno Por José Cadaveria (1996)

2

3

Obertura

L

o que están a punto de leer ,no es un texto Satánico ni sacrílego aunque, en una primera lectura puede parecerlo. Los poemas, escritos y dibujos contenidos en este libro son un fiel reflejo del sentir del autor en su adolescencia. Es algo muy intimo, que e gualdado por mucho tiempo en un cajón, pero que sin embargo por ciertos motivos creo que es necesario que mis “Escritos del Infierno” salgan a la superficie. Quizás hoy en día muchos jóvenes y ya no tan jóvenes se sientan identificados con ese melancólico, melancólico, triste adolescente que fui una vez. 1-4-2012

4

5

6

7

-146 Cuando se lucha contra monstruos hay que tener mucho cuidado de no convertirse en monstruo uno mismo. Si hundes largo tiempo tu mirada en el abismo, el abismo, abismo, el abismo acaba por penetrar en ti. -Friedrich Nietesche “Más allá del Bien y del Mal”

8

9

¿Cómo puedes saber que cada pájaro que, recorre su aéreo camino, es un inmenso mundo deleitoso si está encerrado en tus cinco sentidos? -W.Blake, “Las Bodas del cielo y el Infierno” Una Fantasía Memorable –

10

11

A modo de Prologo

Escritura Infernal Podría escribir en pergamino viejo, Las palabras del arte. Con sangre de inocente, acometer los trazos, de las vocales y consonantes. Pero, en mi orgullo, soy humilde , y conformarme debo, con papel, papel, y la negra tinta, con la que trazo, mis torpes versos.

12

Estrellas Resplandeciente de los cielos, una estrella cayó, y seguidas de otras tantas, a dar fueron , al oscuro pozo de llantos lleno. Y las Lagrimas , apagaron, Las brillantes estrellas, que a oscura se quedaron .

13

La Noche Eterna El que tenga entendimiento, que comprenda: Que en lo más profundo del Averno; la luz dará origen a la oscuridad, de la oscuridad nacerá la luz, y en las tinieblas se arrastraran, las sombras , que se retuercen y gimen en silencio. Que la existencia acaba con la muerte y esta dará origen a la vida.

14

Desde La Tumba Mirando la eternidad, el esqueleto contempla, excitado, la eterna noche, que le aguarda, entonces el triste cráneo embriagado, por la locura , que le causa, tan penosa situación , sonríe, al abismo, sin labios y sin esperanza.

15

16

MUERTE BURLONA. ¡OH, corazón! Que fría estas, tú cuerpo, sin vida pues la sangre dejó de fluir, y tu corazón ya se cansó de seguir. ¡Hay cariño mío! Que blanca, tú linda piel los pinceles de la muerte obraron macabro milagro, pues a mis enamorados, y locos ojos más bella y seductora pareces ser. Pero… ¿Por qué me sonríes, bello cadáver? ¿Qué cosa divertida, te contaron allá, en el otro lado? La luz de la” inteligencia,” resuelve cruelmente el misterio; ¡AY! ¡AY! las malas bromas 17

que a menudo, nos provoca este dios caprichoso cual niño. Pues lo que yo jamás pude degustar pronto los gusanos gusanos lo saborearan. ¡Ríe, ríe querida mía! Qué risa me da a mí, Que envidio al gusano Que devorara, tus labios. Tan loco estoy; que por tan divina recompensa Un gusano de sepulcro, quisiera yo ser Y habitar en tus sagrados despojos Saboreando por siempre siempre tus restos, Una y otra vez.

18

Lagrimas Desde tus ojos mi vida, pende una lagrima, que se precipita, por la suave geografía, de tu hermoso rostro, hasta caer , al vacio. Mientras cae, se asemeja, a una bolita de brillante cristal, pero que al darse, contra el suelo, se revienta, y con el sol desaparece. Así es la vida, así es la muerte, como las lagrimas de tu desconsolado llanto.

19

20

21

Aire Paso por la vida, como el aire, de quien todos tomaron pero ya nadie recuerda, y quisiera ser: Aire frio de montaña, que estremeces, aire caliente del desierto, que resecas. Pero No aire agradable, que ya nadie recuerda.

22

Flores Marchitas Se marchitaban , las flores del jarrón, como se nos marchita, la vida a los hombres. Poco, a poco las flores se tuercen, poco a poco poco los hombres nos torcemos. Las hojas de la flor de arrugan, los rostros de los rostros y manos del hombre se secan. Los pétalos y hojas de la flor caen, la cabeza de los hombres se encanecen, y sus cabellos se van con el viento. ¡Mueres linda flor, sobre la tumba del hombre!

23

A Leopoldo María Panero En sueños nombrabas, lo innombrable, mientras a tu lado, el espanto gritará, asustado al escuchar. El terrible nombre, de lo blasfemo, blasfemo, el nombre del Miedo.

24

25

Corrección a Panero “ la vida es como la mancha de un insecto, grabada sobre la pared…” Decía Panero. Yo digo: ¡Que no, pues la vida, es el trayecto del Bicho, hasta que la pared encuentra!

26

A La Muerte ¡Oh! Muerte oscuras tinieblas, que brotas del averno, para separar a las almas, de sus queridos cuerpos. ¡Oh! ¡Oh! Maldita muerte, final de la espera, futuro cierto, locura de madres, de hijos perdidos, segadoras de amantes hijos y padres. padres. ¡Oh! Atroz muerte, tu reino es la podredumbre, de los cadáveres, que bajo la tierra, a tus gusanos alimentan. ¡Oh! Terrible muerte, locura del hombre, miedo provoca tu sencillo nombre.

27

¡Oh, Muerte!, oscuro silencio, en apestosos ataúdes. ¡Oh, Muerte!, Espero que tu, Trieste reino, no sea, lo único, que nos quede.

28

29

Las Mandíbulas de la Rosa Rosa atrapada, entre las espinas, de tu negro rosal. Cobijaste a la venosa costurera y le dejaste tejer , allí entre tus espinas, su morada ensortijada . Culpable eres bella rosa, que por envidia dejas, que mil mariposas, caigan con desesperación , en las mandíbulas, que se esconden, esconden, en tú, negro corazón.

30

31

Susurros Profanos Escucho en la noche, los susurros profanos, que quiebran al hombre. Escucho en la noche, los susurros profanos, procedentes de un mundo olvidado. Escucho en la noche, los susurros profanos, de las brujas, que acuden al aquelarre, en la noche del diablo. Escucho en la noche , los susurros profanos , de los vampiros y demonios, que se ríen del hombre . Escucho en mi noche, a mi pesar, los susurros profanos, que oscurecen mi alma, con amargo llanto. 32

Escucho en la noche, los susurros profanos, de los viejos marchitos, añorantes del vigor, de la juventud perdido, ¡Oh! Susurros Profanos, ¡Callar de una vez! Y dejarme soñar en paz .

33

Ruego Soñé Soñé con los abismos, y el abismo hizo presa de mi. ¿Cómo escapar de las garras, de mi más fiel y triste final? Mirando al negro cielo, busqué tu brillante estrella, y rogué que de mí, piedad tuviera. ¡OH, esperanza marchita, llanto, que no me calma! ¡Oh, Brillante Lucero, ten piedad piedad de mi, alma!.

34

Locura La locura en el silencio, no dejaba de gritar, blasfemia a los santos del cielo. La locura en la noche, buscaba placeres ya olvidados, en el tiempo pasado. La Locura en la calle, se paseaba con su traje blanco, riéndose de todo aquel que encontraba a su paso. La Locura caminaba, cogida de la mano, a la inocencia perdida. La locura miraba a la muerte, y se reía.

35

El Beso Los labios se juntaban, las lenguas con torpeza se acariciaban, los ojos cerrados, disfrutando el momento, pecho contra pecho, cuerpo con cuerpo, juntos y envueltos, el uno con el otro, otro, confundiendo los cuerpos, con un solo ser, compenetrándose los sexos, como las piezas, que forman, la maquina perfecta.

36

37

El frio Sentía el peso de mi alma, que se arrastraba enferma. Semejante a la serpiente, en busca del calor, que a tu cuerpo le sobra. ¡Ay, maldita! ¡EGOISTA! Que me haces sufrir, en la eterna soledad, mientras tu: te ríes de mí, desde, tu elevado altar.

38

Si te preguntan Si te preguntan , di: Que no tengo nombre, que soy una sombra. Si te preguntan , di: Que no existí, que tan sólo soy una invención de tu imaginación. Si te preguntan , di: Que no tengo rostro, y que sólo poseo, una máscara que me cubre . Si te preguntan , di: Que siempre, te quise.

39

Afrodita Sueño lujurioso que mordéis mi mente, terrible deseo hiriente, de cuerpos voluptuosos, vienen a mi pobre mente. mente. Acariciando mi ser, provocándome la locura animal. A mis sentidos llega, el olor a las rosas frescas, recogidas en tu divino jardín. ¡Humm deseo, deseo que emanas de mi ser!, provocas mi delirio, ¡Por placer!, ¡Por, placer! Mis labios muerdo, por el deseo, de tenerte en mi lecho otra vez. ¡Oh, Afrodita!, Afrodita!, ¡Comparte mis noches, sin que Marte, nos pueda ver! ¡Oh, Afrodita!, mi rosa reluciente, mi diosa enamorada, ¡ven! , ¡ven! Que necesito, compartir, 40

esta noche, que es entera placer. ¡Oh, Afrodita! Concédeme, el poderte tener, una noche a placer, y sentir el contacto con tu suave piel. piel.

41

42

Romance Me absorbería en el abismo, infinito de tus negros ojos, y así ser parte de ti. Me perdería en las curvas, de tu cuerpo, y jamás me encontrarían. Mis sólo sirven , para contemplar tu imagen. ¡Celos! Tengo celos, del aire que te acaricia y que penetra en ti, en cada momento. Sin que yo su serte pueda compartir.

43

Bajo el Árbol Durante la locura del momento, fundimos nuestros cuerpos, en el goce del pecado. ¡Oh, qué bueno es pecar! Más allá de la pasión . Bajo la sombra, del árbol del bien y del mal, jugamos al juego, del del amar.

44

El 7º Pecado Embriagado de felicidad, contemplo maravillado, tu perfecta figura, que podría seducir al propio Ado. Recorro las curvas de tu cuerpo, recreándome en el hermoso pecado, lascivia y lujuria, que bien me saben vuestros nombres, a mi boca sedienta de placer. ¡Oh, bella mujer! Hija de las diosas del amor, contemplaste es ver el hermoso infierno. Atraes a este pobre tonto, tonto, que solo es marioneta inútil, en tus crueles y encantadoras manos.

45

EL Deseo Como la primera vez, contemplo tu tu divina desnudez, con tímida mirada, recorro las fronteras, prohibidas de tu cuerpo. Mis manos al acariciarte, no son más que dos forasteros, que recorren un territorio territorio desconocido. Una ciudad llamada mujer. Mírame a los ojos y contempla, el deseo que se esconde bajo mi piel. Mi corazón acerera su recorrido, como si fuera a morir, morir, y mi respiración se entrecorta, al contacto con tu piel. Pues eres para mí como una eléctrica descarga, eres algo que temo y deseo a la vez.

46

Sensibilidad Siéntate a mi lado, para poder sentirte, cerca de mí. ¡Abrázame! Para sentir tu calor. ¡Llora! Y te querré más. Que tú y yo somos uno y yo si ti nada soy. Sonríeme, ¡Oh vida! Para que pueda ver el sol, en este día triste y nublado, que un cielo celoso, me ha cerrado.

47

Rojo Fuego Mis traviesos labios, te desnudaban beso a verso, mientras tú, te reflejabas, en mi mirar ardiente de deseo. Con las manos jugaba, con tu hermoso cuerpo, mientras mis dedos, escarbaban buscando, tu ardiente fuego. ¡Y tú, perversa!, con tu puntiaguda lengua, escribías sucios versos, por todo mi ser.

48

Bella Dona ¡Oh! Amor encontrado, en las callejas en tinieblas, entre cubos de basura y ratas inmensas. Mujer que te entregas, que vendes tu alma; a la lascivia, y al demonio lujurioso. ¿Qué precio tiene, tu piel? ¿Cuánto valen tus besos? ¡Eh mujer!, ¿Dime? ¿Por qué perdiste el orgullo, quedándote los trapos y las llagas que te cubren?

49

50

La Doncella En Soledad Una mujer a solas, contempla su desnudez, reflejada en el espejo, a media luz en su habitación. Tocándose, con goce, las curvas de su cuerpo. Mientras se acariciaba, mientras se miraba, pensaba divertida: “Lo que los hombres desean, mío sólo es” Y mientras esto pensaba, por debajo de su vientre se acariciaba, recordando o imaginando, las caricias de su amigo, mientras su ser en el placer, se estremecía hasta mojarse, sus bellas manos, con el jugo femenil. femenil.

51

Al mirarse de nuevo, en el espejo, su semblante, rojo estaba, de excitación y de vergüenza. Con vergüenza razonaba, mientras mientras se limpiaba y vestía: “Que tonta he sido, como a los hombres, un cuerpo de mujer, me ha seducido, ¡Mi propio Reflejo!

52

Si me… Si me dieras un beso, felicidad: Me alzaría de nuevo, desde este oscuro lugar. Si me amaras amor deseado, la felicidad, vendría, en tus brazos. Si te fueras, mi fiel soledad, el amor y la felicidad, me acompañarían, en tu ausencia, deseada .

53

¡NO ME DEJES! DEJES! Lloraré a mares, cuando te pierda, ¡MUJER! Gritaré a los cielos, insultaré al envidioso, Dios eterno. Con tal de recuperarte, con Satán pactaría, para sólo volver, volver, a ver tu sonrisa, un segundo antes del final.

54

En El Infierno Con Lilith Se rompe el camino, recorrido en sueños, dominados por la ilusión, de la negra muerte. Razón perdida, en el paraíso, de los ángeles caídos. Fruto caes del árbol prohibido, al cual muerdo una y otra vez, saboreando, el dulce sabor, sabor, de la perdición. Mordiendo mis labios, para controlar, la pasión. Contemplo a la diosa, lilith, bañándose desnuda, en las aguas Estingias. Mientras me mira con deseo, sus manos juguetonas, con goce, se acaricia, sus generosos pechos, provocándome la excitación, 55

y la pasión del fuego, que me consume, por dentro. “¡Ven!” me decía la Diosa, y yo sin imponer resistencia, en el agua me zambullí, y desnudo, me acerqué a ella. La diosa me rodeaba, con sus cálidos brazos , acariciándome con su cuerpo, sentía sus pechos contra mi ser, besos inundaron mi boca, con su dulce miel. Sus ojos verdes esmeralda, me miraban , como los de una pantera, a punto de devorar, a su presa. Después terminado, tan sagrado momento, la unión de lo eterno, con lo mortal.

56

Me abrazó nuevamente, y con un beso, de mi se despidió. Dejando a este solitario corazón , desnudo en el infierno.

57

58

Tributo Al Dios De Los Rebeldes ¿Dime? ¡oh! Ángel hermoso, Tú, que en los cielos cielos eras honrado con halagos. ¿Por qué? caíste como una estrella, en las más profundas tinieblas. ¡Oh!, lucero de la mañana, ¿Qué te prohibieron, allá en el paraíso eterno? ¡Oh! ¿dime, Ángel? Ángel? ¿Por qué el dios, que té quería como hijo, de sus brazos te expulsó, como a un perro? ¡Oh! Pobre, lucero que ahora de fuertes cadenas estas, como otro Prometeo, a la fría roca atado, mientras un águila perversa, 59

tú corazón devora, sin misericordia. misericordia. ¡Oh, estrella!, ángel y hermano: ¡Alabanzas! A ti te ofrezco: Oh padre condenado, patrón de los rebeldes, y “descarriados”

60

61

Las Víboras de Astarot Astarot en su mano siniestra, sostenía las víboras, hijas de la perdición. El Dragón que cabalgaba, se rebeló a su amo, amo, mordiendo su siniestra mano, dando libertad: A las víboras, hijas de la perdición. Y la perdición, mordió la mano, del hombre, vengando a su amo, Astarot.

62

A Pan ¡oh, Pan! ¿ A quien buscas, en esta noche cerrada? Por el solitario bosque, vas tocando tu flauta, como quien espera, alguna respuesta. ¡Oh pobre Pan! Sigues tocando, tu melodía, quizás, sin saber, que cerca tienes, a tu musa querida.

63

Oración a Pan Entre las tinieblas, de los vírgenes bosques, deambula Pan, nuestro MASTRO, ¡A ti te llamamos!: llamamos!: Dios de los bosques, mágica presencia, centinela de la naturaleza, acude en esta noche misteriosa, a la llamada, de quienes te honran . Preséntate, como un sátiro maravilloso, y muéstranos tu ciencia, ábrenos tu libro, e ilumina ilumina nuestras mentes, para poder comprender, su mágico lenguaje.

64

65

El Ruego de Azazel Noche tras noche, contemplo el firmamento, buscando tu estrella, Lucifer. ¡Hermano fortaléceme, para este mundo, en el que el mono es el Rey! Día tras día, los hombres se aproximan , a su deseado ocaso. Cuando la la muerte, muerte, les muestre su libro de cuentas, y el Gran Arquitecto, sea finalmente derrotado. Tendrá que reconocer, su estúpido ingenio, y perdonara perdonara al hijo prodigo, que hace tanto, huyó de él.

66

Asmodeo Ser sediento de Lujuria, ángel negro que agrada, los pecados y el placer. Con tus Alas Rotas, golpeas al hombre. En busca de putas, vas por las calles, de las ciudades del hombre. En callejones oscuros, en burdeles y Club Nocturnos, buscas fáciles placeres. Sin amor ni compromiso, te mueves por este miserable mundo. Riéndote de aquellos hombres, que hasta por amor; Mueren. Mueren.

67

68

El Brujo (Goetia) Entre el oscuro secreto, de tú blasfemo nombre, busco, a esa ciencia prohibida. Extrañas noches de placer, están unidas a tu ser, como un miembro más, de tu mágico cuerpo. Miro a los cielos, grito desafiante, las palabras del arte. Esta noche mi mundo no ha de pasar, de un circulo trazado, en el frio suelo, el cual guardará, mi cuerpo, como una una coraza. Mi única arma a de ser la vara, y así me presentaré , ante ti, como otro Moisés,

69

a la espera de escuchar tu palabra. ¡OH Ángel Eterno! ¡Petirrojo de alas rotas! Cuéntame el gran secreto, revélame la ciencia, y háblame de tu Reino. Dicho esto, Lucero, espero que calmes mi sed, de saber, con tu palabra.

70

Satán Se abre el mundo, al escuchar su voz, su oscuridad ensombrece, el día. Poco a poco noto su presencia, arrastrándose por estas tierras, baldías, se acerca a mi vera. Mirándome a los ojos, me sonríe, y se esfuma en el aire. Dejándome sólo, en esta oscura noche, sin estrellas. estrellas.

71

Beliar Entre mil carteas, entre mil disfraces, escondo mi oscuro semblante. Me muestro, a los hombres, como un estúpido, como un ingenuo, pues es preciso, que no sepan de mi. Yo soy la deliciosa fruta que mordió Eva gozosa. Soy el martillo que a Cristo clavó a la cruz. Soy el pecado de Moisés, Moisés, y la furia de Caín. Soy dolor, envidia Y traición.

72

Eva y la Serpiente Como serpiente ante ti me presento, y tú, inocente en tus brazos me tomaste, por tus curvas curvas paseaba con mi largo cuerpo. Con mis frías escamas lamia tu excitada piel, mientras lo perverso en ti se hacía hueco; y con goce me acariciabas, acariciabas, con bífida lengua legua saboreaba, tus exquisitos pechos, pechos, que con mi cabeza y largo cuello rodeaba tiernamente y con satánico satánico deleite apretaba y aflojaba, mientras el resto de mi cuerpo, cuerpo, la cintura te rodeaba, y por tus redondas nalgas, mi cola traviesa, un tesoro buscaba.

73

74

En Rojo Escribo En rojo escribo estos, estos versos de rabia, que roen mis entrañas como el gusano roe, a la triste y podrida carroña, que han dejado, abandonada, las carroñeras alimañas. En rojo escribo, recordando la sangre, que recorría tu cuerpo, alimentado por un corazón, que una vez me amó. En rojo escribo, recordando, el fuego, de la pasión, que hoy yace muerta y enterrada, en las tierras, del olvido.

75

El Vagabundo Las sombras envuelven mi reino, noche eterna en la que estoy, sumergido por siempre. En esta tierra de hombres, el diablo, es tomado por un santo, que vagabundea olvidado, por las calles sombrías, de estas ciudades. Llorando contemplo mi reino, reino, en el que la tristeza, ha usurpado mi trono, la fría lluvia sin piedad, cae sobre mí, calando hasta mis huesos, sin piedad. Hoy no tengo donde ir, y doy vueltas vueltas por las solitarias, calles, en busca de refugio que guarde, a este triste solitario. El miedo aliado del tormento, vida envilecida, por el desprecio de tus semejantes, 76

hoy caes por el oscuro, agujero del averno. Déjame, tenderte mi mano, para así salvar tu pobre alma, antes que toque el fondo, de tu oscuro infierno, ¡agarra mi brazo!, ¡agárralo con fuerza! ¡Yo no te dejaré caer, como me dejaron a mí!.

77

Oración a la Diosa ¡Oh, Diosa de la Noche!, estrella que iluminas, mis noches de soledad. Jaula de mi mi dicha, que embriagas mi alma, con el calor que me da, tu, perfecto mirar. Que el día día que yo muera, sólo una cosa os pido, estrella de mis noches: que me acojas, en tus brazos, y me lleves contigo, a tu reino fantástico.

78

Versos del Vampiro Vampiro Suerte es la de tenerte, hoy más allá, de la vida, en este pozo profundo, de muerte y desolación. desolación. Bésame y bebe de mí, que yo beberé de ti. Ámame y deja que te ame, y en un sueño profundo, déjame ser parte de ti.

79

80

Incubo Entre juegos de amor, susurraba a tu oído, mi triste nombre, y con espanto, a los cielos mirabas, mientras tus ojos , con desesperación lloraban.

81

Desvelado Envuelto en llamas andaba, los precipicios del mundo bordeaba, jugaba con la muerte y con ella cantaba. Riendo, paseaba, por este rincón del mundo, en el cual la genialidad del hombre, ya no pinta nada. Todo está inventado, el tabú se ha descubierto, el mundo no guarda secreto, y sin embargo, esto que les cuento, no es más que un secreto encubierto.

82

Una Herejía En el templo cristiano, los ojos de clérigo, se posaron en los del incrédulo, que allá , al final, en el ultimo banco, le observa con reproche. El clérigo clérigo desvió su mirada, huyendo del demonio, que lo recriminaba. Y seguía Vomitando, por su maldita boca, las mismas mentiras, que domingo tras domingo, repetía en sus falsas misas.

83

Una Blasfemia Los hombres un día, alzaron una torre, con los huesos, de los soldados muertos, en cruentas batallas. Dentro de la blasfema torre, reinaba un cadáver, que en un altar era adorado. Entonces los hombres con orgullo dijeron: “¡He aquí nuestro Dios!, ¡He aquí nuestro templo!” Sin saber, que en el trono infernal, Satán y sus demonios, reían de tan estúpida ocurrencia. ocurrencia.

84

Perversión Entre mantos de virtud, el Profeta, que en Jerusalén anunciaba la divina palabra, oculta con sus santas palabras, la erección , que bajo su túnica escondía. Pues tal infortunio, infortunio, era provocado, por el sensual paisaje , de las exuberantes exuberantes Marías Magdalenas, que su mensaje atentas escuchaban. ¡Oh pobre tonto! ¡Esclavo eres, como el resto de los mortales, de los impulsos de la carne! Y haz de ocultar, tu deseo, con palabras castas y virtuosas Mientras que por tu boca, la falsedad aflora, con discursos nobles , en tu mente embustera, lujuriosas escenas, trastornan trastornan tus sentidos. ¡Que todos somos esclavos de la carne, es una verdad innegable!

85

86

Arrepentíos ¡Arrepentíos! ¡El fin está cerca! Gritaba desde la montaña, el falso profeta. Al escuchar tan tristes, alaridos, el demonio Beliar, se acercó, al grito, y sonriendo al profeta, estas palabras le dijo: -Pobre tonto, el fin nunca llegara ¿acaso no predicas que Dios es bueno, y el alma es inmortal?inmortal?Y el falso profeta, lo llamo: ¡ Satán, malvado! Y continuó gritando.

87

Camino a La Muerte Caminaba el Profeta, con su pesada carga a cuestas, cuestas, cubierto era, allá por donde pasaba, de insultos y escupitajos. Mientras penosamente , hombre y muerte caminaban, juntos hacia su destino. Más y más entre dolores, del cuerpo y la mente, el profeta divisa, el cráneo de la tierra. Compadecido extrañamente un diablo, se acercó al condenado y esto susurró a su oído: -¡Pobre, loco,!¿acaso merecen estos monos estúpidos, tanto sufrimiento? ¿crees que estos infelices, merecen tu martirio? ¿Aun piensas que algo para bien, cambiara con tu padecer? Ni nosotros nosotros te deseamos tan terrible destino.destino.88

Dicho esto el profeta, entre suspiros de agonía le contestó: -¡Oh Maldito, a buena hora vienes!, ya no hay vuelta a tras, por mucho que supliqué a Padre, nada de él obtuve. Tan sólo me dijo: “ TU SANGRE SANGRE DERRAMADA, REDIMIRÁ LA TIERRA, Y EL HOMBRE AMARÁ A DIOS”DIOS”Y dicho esto el profeta hizo silencio. El Demonio no hablo. Nada se podía decir. Lo abrazó lo beso en su sangrante frente, y al oído una vez más le susurró: -Adiós hermano… El caído se alejó del cráneo, mientras corría presa de la rabia, escuchaba los martillazos, las risas, los gritos, 89

los insultos y llantos. La Muerte subida a los brazos de la cruz, reía divertida como una niña. El diablo mira al cielo, con los ojos cegados, por lagrimas hirvientes de pura rabia, mira sin ver el nublado firmamento, y grita con desafiante ira satánica: -¡Seas Maldito en la tierra, por todos los hombres, animales, y demonios del Infierno!, ¡Hipócrita! ¡¿De cuantos cuantos más, pobres desgraciados, haz de valerte, para hacerte amado?! Tú, que al igual que nosotros, ve más allá del tiempo. ¡¿Acaso es para ti un misterio, el sufrimiento sufrimiento que acarreará, la muerte de tu loco Nazareno?!

90

¡Seas maldito y olvidado, por los que tienen entendimiento!entendimiento!Y dicho esto la satánica, profecía comenzó, a cumplirse.

91

92

Mi Petirrojo Cortaron las alas, de mi Petirrojo amado, y ahora, desde los suelos, canta desconsolado, una triste melodía, que a las almas, congoja, de pura piedad, por este pobre, pajarito mío, que ya jamás, a de volar.

93

La Desolación la tristeza de este corazón, es una melancolía, insufrible, que me daña. Más allá del dolor, se encuentra la desolación, en el desierto de mi alma, las flores de la felicidad, se han marchitado, sin remedio todo muere, todo se va, alejándose de mí. Dejando destrozado, este pobre corazón, que poco a poco, va dejando dejando de latir, por no tener, por quien vivir.

94

Viento Viento sopla, quiebra mi ventana, entra con tu arrogancia, seduce mi estancia, róbame mis blancas sabanas, y déjame desnudo, en este solitario mundo, en el cual esperaré, y un día viento seré.

95

Enjaulado Rompería las cadenas, que te aplastan, o hermoso pajarillo, pajarillo, que en tu jaula de oro, oro, con melancolía, contemplas la libertad y la dicha dicha perdida. Mientras tu pico, continua entonando tu triste melodía, a la soledad, en tu dorada prisión.

96

Locura Mano que sujetas, al miedo, sosteniendo su cabeza, para que su boca no muerda. Llanto ahogado, ahogado, por un terror, no expresado. Locura escapada, que ríes con blanca luna llena, regresa a mi cabeza.

97

Mira Sordo Podría escribir un verso, y gritarlo al oído, del sordo, para que este recuperase, la vista, y mirase a su alrededor, y se embriagara, con el perfumen de la tierra. Entonces querría, volver a ser sordo.

98

Por Dante ¡Oh Beatriz! Mi rosa encarnada. ¿Que ¿Que ha sido de ti? en todas partes, te he buscado, buscado, sin tener suerte alguna. Los umbrales de este camino, he atravesado, Y trás ninguno de ellos, ellos, tus brazos abiertos, me esperaban. Con Horror los Infiernos he atravesado, y en ellos ni tu sombra, he vislumbrado. Entre gemidos y ,alaridos, hasta hasta el Purgatorio, he llegado, y en él, él, tampoco te hallo. ¡Hay de mi! ¿Dónde está mi Beatriz? ¿qué haré yo, solo en la vasta eternidad?, pues el último lugar, 99

que en mi búsqueda , me queda por explorar Vedado me está. Y siendo yo, un gran pecador , mi destino tendré que enmendar. ¡Que Dios se apiade, de este Demonio Infernal enamorado de un Ángel, Ángel, de su corte celestial!.

100

101

Ensueños del Vampiro De mis manos, se derramaba, las aguas, que en el hueco, de mis palmas, recogí de este mar impuro, de escarlata sangre. A mis labios, acerqué el vivo cuenco, hecho por mis vivas manos, y sin pensarlo, bebí de la vida, y la vida entró en mi.

102

A la Serpiente ¡Oh, Serpiente!, Te arrastras por la tierra baldía, te enroscas en las ramas de los viejos troncos, troncos, y como pez pez te mueves por las aguas. En tu crueldad al atrapar, a tu pobre presa , siento extraño placer. El cual me llama, desde las grutas, de mi más profundo ser, que dando lugar al instinto predador, impreso en mi interior, y por por breves momentos, se suelta de sus frías cadenas, respirando libertad.

103

Detrás Tras , el umbral, de la vida, veía el reflejo, de la oscuridad y nada más. Tras el umbral , de la muerte, me encontré, con la tétrica, sonrisa, de la calavera, carcomida por los gusanos, de la tumba. Tras las cuencas, del rostro , tan sólo vi, la oscuridad, que nos guarda, y nada más.

104

Tristeza ¡Oh, maldita! Tristeza que me afliges, que haces presa de mí, como lo hace, el zorro del pobre conejo. ¡Déjame! ¡Aléjate! ¡Yo te maldigo, por la rabia de causas, por las llagas de mi alma! ¡Estúpida, pena! ¡Suéltame! Te lo ordeno, déjame con mi libre albedrio, déjame a los placeres, en la compañía de la alegría, alegría, cuyo rostro , es sin duda, más lindo, que tu triste semblante.

105

La Vieja La blanca abuela, se balanceaba, en su vieja y fiel mecedora, mecedora, recordando con amarga melancolía, los mejores tiempos que ya pasados, no volverán. Recordaba a su guapo esposo, que cuando bebía, a base de palizas la sometía. Recordaba con cariño, como nacieron sus hijos, aquellos primeros pasos, y la palabra “mamá” (la 1ª palabra). Y sin embargo ahora, como un trasto viejo, olvidada es, con sus trastos viejos, en su solitaria casa. La Vieja recordaba, los devenires de su esposo, esposo, con sus “cariñosas amigas”. Y los años que tras la apoplejía tuvo que cuidarlo. Aun malvado y huraño, lo echaba de menos. La marchita mujer, miraba sus estropeadas y nudosas como los olivos.

manos

- ¡Estas manos, que toda la vida han luchado!luchado!Pensaba la vieja, y ella misma se decía: - ¡para, nada!. nada!. 106

Y ella seguía recordando, balanceándose en su mecedora, mientras por las arrugas de su rostro ya corrían las lagrimas, y los labios apretados temblaban, temblaban, conteniendo el llanto.

107

108

666 /VI,VI,VI Gritaba desde el averno, el miedo, a causa de las almas, perversas que brotan, en este pequeño planeta. Parecen proceder, del más profundo Infierno, e incluso, al mismo Satán , estremece y asquea, su dañina existencia.

109

El Surgir En la noche del tiempo, surgieron, las montañas, como cuerpos de gigantes, que se levantan de su lecho. Los ríos y riachuelos, bajan de las cumbres, como la orina, regando, el verdor en los valles y en los bosques, acurrucados a sus pies, como el perro fiel a su amo. Y los valientes, halcones buscan allí su guarida, entre la tierra y el cielo, esconden su secreto.

110

Lo Logró El peregrino buscaba, en el desierto la luz, que resplandeciera, en su cabeza. Hoy en día ya se cumplió, tal deseo. Ya no es más, que un flaco esqueleto, tirado en la arena, del cálido desierto. Y la luz que resplandecía, tan sólo es el efecto logrado, por su pulido y blanco cráneo, cráneo, en la arena del desierto.

111

Espíritu Santo Paloma blanca, con alas manchadas de mierda, que al hombre contemplas, desde las alturas, arrojas tus excrementos, sobre sus cabezas, para manchar su razón, razón, y atarlos con cadenas de virtud , impidiendo así: La libertad , el placer de pecar.

112

Del Viento Desde mi ventana, en la fría noche, contemplo el lóbrego paraje. Un viejo y nudoso olivo golpea su seca rama, contra el cristal de mi ventana. -Puede pasarpasar- le dije al viento, -Si prometes no soplar… Pero Pero el espíritu del viento, ¡hizo lo que le dio en gana!, ¡Rompió con rama de olivo, el cristal de mi sufrida ventana! Y con furia invadió mi estancia Arrojándome hojas secas y basura ligera a mi cara de tonto, y a mi amabilidad violada.

113

114

Para los Cerdos Del rugoso árbol de la vida, pendían de sus cargadas ramas, tronchadas por el peso, racimos de frutos, enfermos y podridos. Los podridos frutos, frutos, caían al suelo, y eran devorados por los hambrientos cerdos, y los cerdos gruñían, disputando, su nauseabundo alimento .

115

116

El Fin del Principio Dicen los sabios que el día llegará, en que en el cielo, una señal, se distinguirá: Una hermosa mujer, brillante como el sol, en su vientre repleto la esperanza esperanza guarda y sus pies desnudos sobre la luna descansan. Pero he aquí el peligro, ¡he aquí el terror! Acechando desde un vértice del infinito espacio, un gran dragón rojo, ansia devorar al precioso fruto. Previniendo esto el “gran arquitecto” , -aquel que mandó a sus ájenles liberar a la bestia, - mandó alados emisarios escoltar a la virgen preñada hasta los desiertos de Arabia, La esperanza aguardará en el desierto dispondrá el viejo arquitecto. arquitecto. Mientras tanto la bestia carmesí saber infernal toda la tierra.

117

así lo

guiara con

118

La Bestia En el cielo apocalíptico no acaba los prodigios. prodigios. Quedó escrito: Veremos una visión fabulosafabulosa- Una bestia de las aguas surgirá cabalgada por una amazona toda ella de purpura vestida . Y la bestia tendrá forma de dragón , siete cabezas los pecados mortales, Diez naciones son su cornamenta adornada con siete coronas. coronas. Para los cobardes y temerosos en sus corazones será bendecida pues a ellos anuncia el principio del fin . Para otros es igualmente bendita, pero por ser el fin del principio. Es por ello que su hermano el Dragón Rojo preparó su llegada a esta esta tierra, y tras fraternal abrazo le entregó el bastón de mando. La mujer que monta monta la bestia un ojo no guiña a los lujuriosos. La marca de la Bestia surgirá en aquello que siempre lo han conocido y su marca es aquella que conlleva el saber y por tanto tanto la libertad. 119

Mientras en la tierra ocurren tales prodigios el caprichos y celoso Arquitecto, contempla lleno de furia desde los cielos. Por esa maldita furia de envidia retraída, la tierra una vez más será dividida : Hermano contra hermano, hijos hijos contra padres, y hombres contra mujeres, el odio y la destrucción arrasarán la Tierra. Y hasta que día llegue no sabremos quién vencerá a quien : La sabia libertad o la cautiva estupidez.

120

121

ORO POR PLOMO Por los Tormentos de mi triste alma, sabes el peso de mi mal. Que más allá del umbral , me veré con él , cara a cara y al maldito usurero, preguntare: -¿Que miras con tanto recelo? recelo?, ¿acaso no es mi plomo, equivalente a tu oro? ¡¿Acaso no pesa lo mismo?! ¡¿No tiene el mismo tacto?! ¿No sabes viejo y tonto avaro , que mi plomo es tú oro de noche?

122

La Culpa. En el cristal de agua de lluvia, que cubren tus ojos , veo el mal de tus actos. Mirándome buscas, el perdón que no te daré , el remordimiento muerde, tu corazón . Como las ratas, que hambrientas comen, de un cadáver, que se pudre , bajo el sol de Mayo. El dolor encoge , tú alma, que manchada contempla su falta, que sólo el tiempo, tapará con adornos, de buenos actos.

123

La Reconciliación Cielo e Infierno Cual resplandor de una estrella fugaz, el emisario, infernal regresa al averno. Largo y tortuoso ha sido el camino de vuelta a las familiares puertas diamantinas, nuestro héroe cansado es recibo recibo con un cordial saludo del terrible Cerbero guardián del inframundo: - ¡Sea bien venido, querido hermano! Aquí en el Infierno ya lo añorábamosañorábamosDiciendo esto el can monstruoso, se transfiguro hasta tomar su real apariencia: la de un hermoso ángel coronado coronado de una oscura aureola, alas de fuego, y un poderoso mazo de batalla en la siniestra y poderosa mano que lo empuña. Así es quien guarda los secretos del reino de Satán, él es el conocedor de los secretos del Infierno.

124

-¡Oh querido Cerbero!, ¡Muy gratas noticias traigo!, ¡El viejo Jehová al fin a reconocido nuestra libertad! Lleno de júbilo el ángel de alas ardientes se aproximo a su hermano lo abrazó y beso su frente. -¿Dónde está el señor de los Infiernos?Infiernos?Pregunta Azazel -así era el nombre del emisarioemisario- a su entusiasmado hermano. - A de estar junto con los demás en el gran teatro del Pandemónium, pues hoy tú amada Lilith canta los hermosos y nuevos poemas compuestos por Blake y Baudelaire. Al oír esto Azazel Azazel se despidió del guardián desplego sus alas, y cual halcón voló al palacio de los infiernos el Pandemónium. Justo cuando Lilith terminaba de entonar la duodécima pieza su amado aterrizo justo entre sus brazos. Lilith recobrada de la sorpresa lo abrazó y cubrió de los más ardorosos besos, llana de la pasión más lujuriosa impidiendo a su amor casi corresponder con el mismo ardor. 125

Al fin él en un momento que los labios de ella, dejaban a los suyos hablar le dijo: -¡Oh, Cariño!, ¿Cuánto tiempo, ha pasado pasado sin sentir los pétalos de tus labios, la frescura de tu perfume y tu dulce sabor?sabor?-¡Oh, Azazel, con cuanto ardor, lagrimas y suspiros te he conjurado en mi larga soledad, y frio, separada de tu piel!piel!- Le dijo Lilith abrazada aun a él, llorando de felicidad. Azazel aparto con suavidad a Lilith. -¡Tengo que darles un comunicado importante! Dijo dirigiéndose a toda la infernal audiencia. - ¡Hemos vencido!, mi labor en la tierra abrió los ojos de todos los hombres y finalmente Padre, a tenido que reconocer reconocer su error. ¡Ya no seremos malmal-venidos en el cielo! El hombre finalmente a reconocido su animal y divina naturaleza, y ya no es un ser dividido. Al escuchar esto Satanás bajó hasta el escenario justo en medio de la pareja y dándole un fuerte abrazo y beso a Azazel gritó lleno de júbilo: 126

¡Al Fin! ¡Ganamos! La verdad finalmente a triunfado.

127

EL DISCURSO DE Satán Hermanos y hermanas, habitantes de este nuestro hogar. Esta noche a fin abrimos de par en par las puertas del infierno. Finalmente la fuerza mayor de la Naturaleza a vencido al Padre Celestial, haciendo que reconozca su irrazonable orgullo, y la imposibilidad de respetar sus imposiciones contranatural. Hoy es un día grande para los hijos desterrados, para los moradores del infierno. infierno. Sin embargo aun así nuestro orgullo no hará que despreciemos el paraíso recobrado, pues yo mismo Satanás volveré volveré a los cielos y abrazaré a mi padre. Finalmente no éramos tan malos ni tan crueles, tan sólo porque reconozcamos la realidad, la crudeza del mundo, no significa que no celebremos sus dones. Esta noche se llenara de luces pues, relucen los ángeles ángeles de la noche en orgullo y victoria. Ya somos libres: 128

¡Libres de amar! ¡Libres de disfrutar plenamente de los placeres de este mundo! ¡Libres de enseñar a los hombres! ¡Hoy muere la hipocresía y la culpa infundada! Así pues demes un fuerte “Salve” a Azazel nuestro primer emisario nuestro triunfador. ¡Salve Azazel! [Grito Satanás y todo el abismo resonó en un fuerte grito que hasta en los cielos fue oído por Padre, quien confundido y con la cabeza gacha dijo muy quedo para sí mismo:] ¡Salve, Satanás! ¡Osana ¡Osana profundis!

129

130

131

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF