Ensayos de los Errores Del Terapeuta

Universidad EPCA Plantel: Norte Mariam Estefanía Toledo Mancilla Psicología 8° Psicoterapia I

ANALIZANDOME COMO TERAPEUTA

Errando por los caminos del terapeuta Al hablar de errores como ser humano por lo general las personas o inclusive yo misma creo que he fracasado en el intento al lograr algo que quiero ya sea en la vida cotidiana o como profesional; sin embargo a lo largo de la carrera y quizá por experiencia propia al sentirme fracasada por un error o al menos eso creo yo, y que como cita el libro. “Esa es la naturaleza humana, como también es cualidad humana el reparar y aprender de nuestros errores”(Fortes de Leff, 2014, pág. 14). Si he aprendido de “mi error” y me ha fortalecido tanto como personal y profesionalmente y aprendí que el equivocarse no es malo es simplemente un tropezón para poder reivindicarte al menos eso es lo que he experimentado y lo he conseguido hasta ahora. Hablando profesionalmente no estamos exentos de “fracasar” o cometer esos “errores” como futuros terapeutas ya que somos seres humanos como cualquier otro y muchas veces pensamos y nos creemos superiores y que nosotros no pasaremos ante esta situación y bueno al estar expuestos en cada terapia y con los consultantes manejaremos un sinfín de emociones y por supuesto emociones ante las cuales podemos sentirnos vulnerables es por eso de la importancia de reconocernos como personas y saber que también necesitamos estar dentro de un proceso terapéutico. Porque así como nuestro paciente tiene necesidades por las cuales asistió a terapia nosotros como profesionales también las tenemos y como lo mencione anteriormente puede cegarnos el narcisismo y decir que a nosotros no nos puede pasar tales cosas, así que nuestro actuar como terapeuta corre “peligro” porque podemos anteponer nuestras necesidades ante las de nuestro paciente y ese si sería un grave error, o al menos eso creo yo. También es importante tener un buen criterio y no emitir juicios ya que como se menciona en el libro “… la terapia, es un proceso de co-construccion de conocimientos… “(Fortes de Leff, 2014, pág. 41) y si estoy de acuerdo ya que al estar en terapia se crea una magia de conocimientos tanto por parte del consultante como del terapeuta. A manera de conclusión creo que es importante

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conocerte, aceptarte y sobre todo sanarte como futuro terapeuta para así lograr tener una mejor relación terapéutica con tu consultante sin llegar a cometer estos errores o quizá si se cometen aprender de ellos. Reflexiones acerca de los “errores” en la conceptualización del proceso terapéutico Durante el proceso terapéutico se pueden llegar a cometer errores al establecer un diagnostico o tratar de conceptualizarlo ante nuestro consultante. “El problema no radica en cómo hablar de las teorías que manejamos, sino principalmente en la forma en que organizamos el conocimiento que de ellas proviene, de nuestra experiencia vital y del contexto terapéutico”.(Fortes de Leff, 2014, pág. 63) Es importante que nosotros como futuros terapeutas tengamos en cuenta que al establecer un diagnostico nos colocamos en un lugar en el terreno de la intervención; entonces debemos comprender y entender que un diagnostico puede llegar a ser incompleto, contradictorio y que incluye una serie de elementos inciertos y por supuesto no predecibles. Como bien lo dice el libro es fundamental tener en cuenta que trabajamos con hipótesis diagnosticas durante todo el proceso terapéutico pero nunca caer en el error de pensar que pueden considerarse como únicas, ya que como lo mencione anteriormente es un proceso contradictorio y con elementos cambiantes; entonces puede llegar a suceder que nuestra hipótesis al inicio de la terapia cambie en el transcurso de esta misma. Al igual es necesario recordar que el paciente no acude a nosotros para reforzar nuestro narcisismo, sino porque necesita de nuestra ayuda. Durante el proceso terapéutico al ser un terapeuta con poco experiencia me imagino que llegan a ocurrir este tipo de “errores”; sin embargo al estar bien informado y sobre todo estar conociendo todo este tipo de material para que no ocurra o bien si nos llegase a ocurrir que pudiera darse el caso intervenir de una manera adecuada y hacer frente a la situación creo que es importante saber reconocer que nos equivocamos pero es mucho más importante rectificarlos; y mucho más si se llegasen a dar dentro de un proceso terapéutico con alguno de nuestros consultantes.

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El entretejido de los temores y terrores del terapeuta Las emociones del terapeuta juegan un papel determinante para él, dentro del proceso terapéutico ya que cada persona puede percibir o reaccionar de manera diferente ante estos significados. En lo personal y dentro de la materia de psicoterapia hemos hecho unas dinámicas donde hemos tenido la oportunidad de fungir como psicoterapeutas al finalizar esta pequeña dinámica expresamos como nos llegamos a sentir delante de nuestro consultante; en lo personal al principio de la dinámica yo me sentí angustiada de no saber que decir y con temor a cometer un error o algo así, algunos de mis compañeros también coincidimos con la angustia de no saber qué hacer o decir o si lo que habíamos dicho está correcto. Entonces lo que nos comenta esta capitulo es que uno como terapeuta está expuesto a situaciones que pudieran amenazar nuestra seguridad o inestabilidad quizá al no saber si se pudieran presentar dobles vínculos que pueden llegar afectarnos a nosotros y sobre todo a nuestros consultantes. A lo largo de carrera y en la diferentes materias he podido tener experiencias donde he manejado el temor o angustia generada al estar frente al consultante, sin embargo he podido manejar esa angustia a lo mejor sea porque siento que me sigo preparando para ser un buen profesional y logro controlarme, pero al leer este capítulo y al recordar que es importante para todo psicólogo llevar a cabo un análisis personal; como dicen conocerte y observarme para que mis sentimientos, errores y angustias no se presenten cuando ya esté laborando profesionalmente. Por ello se debe insistir más en el autoanálisis, en la psicoterapia del psicoterapeuta. De esta manera, yo como psicólogo debo identificar qué, cómo y cuáles botones activan sus defensas, qué puede ocurrir con ciertos sujetos o con determinadas características de personalidad del otro y qué determinadas situaciones pueden causar movilizaciones inadecuadas, y así, utilizar todo ello para el aumento del bienestar percibido del paciente y la calidad de vida de ambos. Es por eso que creo que no debo atrasar o evitar o quitar esas escusas para no llevar mi proceso de terapia personal ya que como lo menciona la autora en el libro será un espacio solo para mí donde tenga la oportunidad de reflexionar y

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analizar mi propia historia. Y así también al volver hacer esas dinámicas o experiencias profesionales quizá mi angustia o mis temores cambian al estar del otro lado como coloquialmente se dice. Y es así que nosotros como profesionales nos queda la tarea de ser responsables de nuestra función preparándonos (supervisiones, lecturas, etc.) ya que vamos empezando en este terreno y nuestra falta de experiencia nos llevar a cometer errores o tener miedos. Los horrores del terapeuta Hay que conocerse, examinarse, comprenderse, comenzando con nosotros como psicoterapeutas y de allí puede partir el realizar una buena psicoterapia, de lo contrario la relación con el consultante puede verse afectada y todo el proceso terapéutico consiguiera verse entorpecido, así como la historia de vida mía tanto en el contexto social, mis creencias y prejuicios creados culturalmente pueden afectar el proceso terapéutico creo que debo de ser consciente de que el paciente viene solicitando una demanda y a ser aun lado mis prejuicios para poder hacer una efectiva intervención. Es importante no perder de vista que tanto el terapeuta y el paciente deben de trabajar conjuntamente hacia un objetivo primordial. Tener claro que cada quien tiene su propia historia e individualidad por lo tanto tenemos que respetar a nuestro pacientes. Creo que el verdadero miedo que uno pueda llegar a presentar hablando profesionalmente es el miedo a fracasar, de fallar, de no saber, y el hecho de acompañar a otra persona en un momento difícil, de confusión, pérdida, dolor, impotencia, significa muchas cosas a la vez; sobre todo miedo, mucho miedo. Ya que es una gran responsabilidad, da miedo equivocarse, lastimar, confundir más a la persona, provocarle algún mal, etc. Sin embargo, esto nos enseña a que no somos el que cura, el que sana, el que ayudo yo tan sólo acompaño y no puedo ser totalmente la responsable de lo que ocurra en el proceso terapéutico. Creo y como ya lo leído en este y otros libros la terapia es una construcción. Algo que se construye entre dos, en relación de dos, a través del encuentro, de la conversación y del contacto entre consultante y terapeuta. El miedo puede llegar a paralizarnos y debido a esto puede que carguemos con una serie pensamientos erróneos y queremos llegar a la perfección dentro de la

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terapia y queremos solucionar todo tipo de problema que le aqueja al paciente y donde queda nuestra salud mental si no estamos bien nosotros no podemos ayudar al otro. A manera de conclusión y para finalizar mi ensayo yo Mariam como futura psicóloga me comprometo a seguir ampliando mis conocimientos y realizar un cambio inmediato en mi quitar esas “excusas” o “pretextos” por los cuales no he acudido a terapia y así sanarme para poder sanar a otros intentando conocer, explorar y mejorar mis conocimientos intentando no equivocarme y si lo hago saber reconocerlos y de algún modo remediarlos y a seguir creciendo profesional y personalmente.

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