Ensayo Sobre Las Emociones

October 14, 2020 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Ensayo sobre Las Emociones Aníbal Benavides Arévalo Hablar de las emociones en principio no es cosa fácil, mucho de esto, debido a que desde tiempos remotos, los griegos ya diferenciaban entre el pasión y la razón, como forma de explicar las reacciones, que en determinado momento, tenían los seres humanos, diferenciar entre pensamiento de los sentimientos, aparte de distinguir que el alma humana era el asiento de todas estas expresiones. Y por otro lado desde los avances recientes en el área de las Neurociencias explican que las emociones, son un entramado complejo de reacciones electroquímicas donde las emociones son reacciones a determinados estímulos, y que si bien por alguna razón pueden ser internas o externas, aún no está bien claro cómo se producen estas reacciones, sean primaria por llamar a las más básicas o secundarias como son las emociones más complejas. Una emoción es un estado afectivo donde experimentamos distintas reacciones y que viene acompañada de cambios orgánicos bien sean fisiológicos y endocrinos, bien sea de origen innato o influidos por la experiencia. Las emociones también tienen una función adaptativa del organismo al ambiente que lo rodea. Es un estado que en muchos casos sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras como en otros casos pueden aparecer expresiones de trascendencia sublime como las del amor. Pero que en ambos casos, en el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Según Charles Darwin, durante sus estudios sobre los procesos adaptativos de las especias, distinguía un extenso repertorio de emociones y las que se cataloga de Primarias o Básicas: Existen 6 categorías básicas de emociones. *.- MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Tendemos hacia la protección. *.- SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa. Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación. *.- AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión. Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante. *.- IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la destrucción.

*.- ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien). *.- TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo, como por ejemplo: las expresiones faciales, las acciones y gestos, la distancia entre personas, otros como los componentes no lingüísticos de la expresión verbal o llamados mas comúnmente como comunicación no verbal, entre otros. Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos, como: Temblor, Sonrojarse, Sudoración, Respiración agitada, Dilatación pupilar, Aumento del ritmo cardíaco, entre otros, y que son los que en semiología psiquiátrica se les llama signos. Las aportaciones de científicos y neurólogos como LeDoux y Damasio (citados por Belmonte M, 2011), demuestran que el cerebro humano, no solo es el asiento de los llamados procesos cognitivos superiores, como la memoria la inteligencia etc. Sino que también son el asiento de las emociones. Además (Belmonte 2011), señala algunos principios que rigen las emociones: El primero es que lo que llamamos coloquialmente “emoción” no se corresponde con un proceso cerebral separado e independiente, sino el resultado de múltiples mecanismos cerebrales que pueden ser distintos en emociones diferentes. Algo análogo a lo que ocurre con “la memoria” o “la inteligencia”. En tal sentido debe tenerse en cuenta también que los componentes conscientes de las emociones, que denominamos “sentimientos”, como la alegría, el miedo o el amor, no son cualitativamente diferentes de las percepciones cognitivas como podrían ser la resolución de un problema matemático o la percepción de que el objeto en el que viajamos es un automóvil. Los mecanismos de procesamiento inconsciente que subyacen en ambos casos son diferentes, pero en los dos, la consciencia se produce cuando el mecanismo cerebral general del conocimiento consciente los capta e incluye en su función. Un segundo principio importante es que los mecanismos cerebrales de conducta emocional, tales como los que se ponen en marcha durante el miedo, la búsqueda de alimento o el deseo sexual, aparecieron ya en estadios muy primitivos de la evolución animal y se han conservado en gran medida durante la evolución de los vertebrados, entre los que se cuenta el hombre. Las emociones conscientes se darían en aquellas especies animales que poseen consciencia. No es posible inferir si la emoción consciente que provoca una situación de miedo es percibida de modo igual por el hombre y un animal. No obstante, si los patrones de conducta que se evocan en tal situación, en el hombre y en la otra especie

animal son iguales o muy semejantes, podemos asumir que una parte importante de los procesos cerebrales que determinan tal conducta son iguales en ambas especies. La mayoría de los componentes de las respuestas emocionales se ponen en marcha de manera no consciente. Como especuló acertadamente Freud, la consciencia es solo la parte final de un sistema de operaciones cerebrales mucho más amplio. Hay que señalar, además, que, al ser los mecanismos neurales de las emociones evolutivamente más primitivos que los de los procesos cognitivos, se ponen en marcha de manera inconsciente de un modo más inmediato que éstos. De ahí que los procesos cognitivos estén más sometidos a las emociones que a la inversa y que puedan, en determinadas circunstancias, verse avasallados por éstas. Las emociones juegan, además, un papel importante en la determinación de conductas futuras y sus trastornos pueden dar lugar a graves alteraciones del comportamiento, de carácter patológico. El Sistema Límbico o Cerebro Emocional El sistema límbico, también llamado cerebro medio, se sitúa inmediatamente debajo de la corteza cerebral, comprende centros importantes como el Tálamo, el hipotálamo, el Hipocampo y la amígdala cerebral. En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, pues es aquí donde se procesan las distintas emociones como penas, angustias y alegrías intensas. El sistema Límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmición de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos y esto es lo explica que tenga cierto control de las emociones. Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico. Y segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales externas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de la emoción. La amígdala: esta estructura en forma de dos almendras que se encuentra en la región anteroinferior del lóbulo temporal. Se conecta con el hipotálamo, el núcleo septal, el área prefrontal y el núcleo medio dorsal del tálamo. Estas conexiones hacen que la amígdala cumpla una importante función en la mediación y control de las actividades afectivas más importantes como la amistad, el amor y afecto, en la expresión de los estados de ánimo, miedo, ira y agresión. La amígdala, al ser el centro de la identificación de peligro, es fundamental para la supervivencia.

Hipocampo: Está particularmente involucrado con los fenómenos de la memoria, especialmente con la formación de la memoria a largo plazo. Cuando se destruyen ambos hipocampos, nada puede ser retenido en la memoria. Ambos son importantes caminos que conectan al sistema límbico. El Tálamo: la importancia de los núcleos medio dorsal y anterior del tálamo sobre la regulación de la conducta emocional no se debe al tálamo mismo, sino a las conexiones entre estos núcleos con otras estructuras del sistema límbico. El núcleo medio dorsal tiene conexiones con las zonas corticales del área prefrontal y con el hipotálamo. El Hipotálamo: esta estructura tiene amplias conexiones con las otras áreas proencefálicas y el mesencéfalo. Las lesiones al hipotálamo interfieren con las funciones vegetativas y la regulación térmica, la sexualidad, el hambre y la sed. El hipotálamo también juega un papel muy importante en las emociones. Por ejemplo, sus partes laterales parecen estar involucradas con el placer y la ira. Sin embargo, el hipotálamo tiene más que ver con la expresión de las emociones que con la génesis de los estados afectivos. Tallo encefálico: es una región responsable de las “reacciones emocionales”, más comúnmente las respuestas reflejas. Las estructuras involucradas son la formación reticular y el locus coeruleus. Es importantes saber que, en los seres humanos, estas estructuras primitivas permanecen activas, no sólo como mecanismos de alerta, vitales para la supervivencia, sino también para el mantenimiento del ciclo del sueño. Área ventral Tegmental: está localizada en la parte mesencefálica del tallo encefálico, hay un grupo compacto de neuronas que secretan dopamina y cuyos axones terminan en el núcleo accumbens. La estimulación eléctrica de esas neuronas produce sensaciones placenteras, algunas de ellas similares al orgasmo. Septum: se encuentra la parte anterior del tálamo. Dentro de ella, se encuentran los centros del orgasmo (cuatro para la mujer y uno para el hombre). Esta área ha sido asociada con diferentes tipos de sensaciones placenteras, mayormente aquellas relacionadas con las experiencias sexuales. Área prefrontal: comprende toda la región no motora del lóbulo frontal. Especialmente grande en los humanos y en algunas especies de delfines. No pertenece al circuito límbico tradicional, pero sus conexiones bidireccionales intensas con el tálamo, amígdala y otras estructuras subcorticales, importantes en su rol de génesis de las expresiones de los estados afectivos. Cuando se produce una lesión en esta área, la persona pierde su sentido de responsabilidad social como también la capacidad de concentración y abstracción.

Actualmente se sabe que no existe una estructura única en el cerebro como para explicar la totalidad de las expresiones emocionales, y aunque el hipotálamo tiene la función primordial, es el conjunto de estas estructuras cerebrales las que procesan toda esta información bioquímica y la traducen en emociones.

TEORÍAS PRINCIPALES Teoría de James (1884) y Lange (1885): Ambos autores sugieren que basamos nuestra experiencia de la emoción en la conciencia de las respuestas fisiológicas o sensaciones físicas a los estímulos que provocan la emoción, tales como el aumento de nuestro ritmo cardíaco y los espasmos musculares. Según James asevera que: “Sentimos tristeza porque lloramos, enojo porque golpeamos, miedo porque temblamos” Teoría de Cannon (1927) y Bard (1938): Estos autores destacan que las emociones están formadas tanto por nuestras respuestas fisiológicas como por la experiencia subjetiva de la emoción ante un estímulo. Todas las reacciones físicas son iguales para diferentes emociones, en base (únicamente) a las señales fisiológicas no podríamos distinguir una emoción de otra. Principalmente su teoría supone que tanto la excitación fisiológica como la experiencia emocional son producidas de manera simultánea por el mismo impulso nervioso, el cual, suponen se produce del tálamo al cerebro. Teoría de Schacter-Singer (1962): Esta teoría mantiene que las emociones son debidas a la evaluación cognitiva de un acontecimiento, pero también a las respuestas corporales. La persona nota los cambios fisiológicos, advierte lo que ocurre a su alrededor y denomina sus emociones de acuerdo a ambos tipos de observaciones. Otras Teorías Según Zajonc (1980, 1984) nuestras emociones pueden ser más rápidas que nuestras interpretaciones de una situación, lo cual implica que: sentimos algunas emociones antes de pensarlas y que, algunas vías nerviosas implicadas en la emoción no pasan por las áreas corticales vinculadas al pensamiento.

Según Lazarus (1981,1998) la valoración e identificación de los acontecimientos también determinan nuestras respuestas emocionales. Para las investigaciones más recientes, el estudio del cerebro da nuevas luces al estudio de las emociones, el cerebro procesa a través de redes neuronales, complejos mecanismos que reaccionan según determinado estimulo. Emociones como el miedo, la ira, la alegría, la tristeza, el disgusto y la sorpresa, emociones que van acompañadas de recuerdos, muchas veces de recuerdos placenteros o desagradables y como repuestas se expresan patrones de conducta tales como respuestas faciales, motoras, vocales, endocrinas y autonómicas hasta cierto punto estereotipadas y que son reconocibles por encima de diferencias culturales y raciales en los seres humanos. Distinguimos también otras muchas emociones, como la envidia, la vergüenza, la culpa, la calma, la depresión y muchas más, que se denominan ‘emociones secundarias’, con un componente cognitivo más alto y que van además siempre asociadas a las relaciones interpersonales. Unas y otras constituyen sin duda parte esencial de nuestra vida, a la que confieren color y carácter. Más aún, la alteración de los sistemas neurales de los que dependen las expresiones emocionales, provoca grandes trastornos de conducta. La mayoría de las enfermedades psiquiátricas son, sobre todo, alteraciones en el modo de experimentar las emociones. Nuevas teorías donde vale la pena destacar las recientes investigaciones en neuropsicología, muestran que el cerebro no puede diferenciar entre lo que ve en el medio ambiente y lo que recuerda, porque las mismas redes neuronales específicas están disparando patrones eléctricos que se confunden entre diferentes experiencias. El concepto de sentimiento y el amor están almacenados en esta amplia red neuronal pero construimos el concepto del amor a partir de muchas ideas diferentes, algunos el amor conectado con la desilusión, cuando piensan el amor experimentan el recuerdo del dolor, la pena, el enojo e incluso la ira. Estas experiencias pueden vincularse o relacionarse a una persona y luego se conectan de regreso con el concepto gradado en esta red asociado al amor. Estos nuevos teóricos, postulan que los seres humanos construyen modelos de cómo perciben su mundo dentro de ellos, y cuanta más información se tenga, más refinados serán esos modelos de respuesta emocional. En base a comprender quien controla las emociones, los neuropsicólogos demuestran que las células nerviosas que se disparan juntas, se conectan. Si se practica algo una y otra vez, esas células tienen una relación a largo plazo. Si te enojas diariamente o de frustras diariamente, si sufres diariamente, si das motivos para la victimización en la vida, se está reconectando y reintegrando esa red neuronal diariamente y esa red neuronal ahora tiene una relación a largo plazo con todas esas células nerviosas que se llama una “identidad”, también se sabe que las células nerviosas que no se disparan

juntas, no se conectan y pierden su relación a largo plazo porque cada vez que interrumpimos el proceso del pensamiento que produce una respuesta química en el cuerpo se comienza a interrumpir la relación que la experiencia y la emoción asociada a esa experiencia. La observación no responde a un modelo de estímulo respuesta, la observación del efecto de esa respuesta automática, si no se hace consciente, ya no se podrá tener control emocional de esas respuestas. Existe una parte del cerebro llamada Hipotálamo, es como una minifábrica que reúne ciertas sustancias químicas llamadas péptidos, pequeñas secuencias encadenadas de aminoácidos, mientras el cuerpo es una unidad de carbono, que fábrica en total unos 20 aminoácidos diferentes para formular su estructura física, esta producción de proteínas se reúnen en determinados neuropéptidos o neurohormonas, que fabrican los estados emocionales que se experimentan diariamente. Así que existen sustancias químicas para el enojo y para la tristeza, para victimización, para la lujuria, o para cada estado emocional experimentado y cada secuencia química del estado emocional hace desencadenar al hipotálamo combinaciones de péptidos para luego ser liberados a través de la pituitaria al torrente sanguíneo. Estos neurotransmisores en el torrente sanguíneo son recibidos y rechazados en la sinapsis de algunas células, en el caso que las células receptoras, estos péptidos son recibidos como una llave en una cerradura, específicamente en los centros del cerebro asociados a la respuesta emocional asociada a ella, pueda ser esta esperada o no, placentera o no. Otro aspecto que es importante comentar es que si por ejemplo alguien se comporta mal o de manera bruta, comete un acto agresivo, coloquialmente se dice que actuó como animal. El biólogo y primatólogo, Frans de Waal, en su obra “La Edad de la Empatía” señala que algunos animales como los mamíferos primates, desde el punto de vista de la neuropsicología tienen las mismas estructuras cerebrales que los seres humanos, y que bien pudieran tener las mismas funciones con respecto a las emociones. Estas conductas que tiene que ver con el dolor de las otras personas y de cómo se ponen en el lugar del otro, no solamente es una cualidad de los seres humanos. Estos complejos mecanismos neuronales en los primates tienen las mismas funciones que en los seres humanos, el altruismo de algunas especies de animales, dan cuentas de conductas altamente complejas como lo es la empatía. Waal, en Purset (2010), señala que esta diferencia solo lo representa las dimensiones en tamaño, y son estas complejas estructuras cognitivas como la consciencia donde radica dicha diferencia, pero no lo que respecta a la empatía, explica además que mucho antes de que apareciera el homo sapiem, estas estructuras cerebrales ya daban cuenta de que estas expresiones estaban presentes en otros mamíferos distintos a los seres humanos.

Los seres humanos, tienen necesidades sociales complejas, el identificarse con grupos y no aislarse por decirlo de alguna manera. Si algunos animales como los peces nadan juntos, algunos pájaros vuelan juntos, Waal (2010) explica que esto tiene que ver con la sincronía, estas necesidades sociales de los seres humanos tienen similitud con algunos animales. El cerebro de los mamíferos evoluciono a través de los siglos, así como el sistema nervioso de los reptiles, su analogía con el cerebro humano tiene su representación en el tallo cerebral, luego se desarrolló el sistema límbico, simiente de las emociones y luego estas estructuras se fueron haciendo más sofisticadas y fueron desarrollándose en los mamíferos la corteza cerebral, sobre todo en los primates y los elefantes. Teniendo un nivel evolutivo muchísimo mayor en los seres humanos. Actualmente el estudio de las emociones no está concluido, las neurociencias han demostrado avances significativos en una mejor comprensión de estos procesos, aun hoy queda mucho por comprender este fascinante tema como las emociones.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Feldman R. S. (1998) Psicología con Aplicaciones de Habla Hispana, (3 ed). México: Mc Graw Hill Velásquez y Rojas. (2009), Neuropsicología de las Emociones, El Aporte de Charles Darwin, Revista Online: Cuadernos de Neuropsicologia, Vol. 3 Nº 2; Diciembre 2009. Documento Online: http://www.fileden.com/files/2008/5/19/1920405/Neuropsicologia%20de%20las%20emociones, %20el%20aporte%20de%20Charles%20Darwin.pdf Consultado el: 16 de julio del 2011. Chóliz (2005): Psicología de la emoción: el proceso emocional Archivo Pdf: www.uv.es/=choliz Consultado el: 16 de julio del 2011 Belmonte M. (2007) Emociones y Cerebro. Revista online: http://www.rac.es/ficheros/doc/00472.pdf Varios Autores: What the bleep do we know, Documental en DVD. (2005) Dr. Joe Dispenza, Daniel Monti, M.D. Candace Pert, PH.D Autora de best Seller “Moleculas de Emoción” Jeffrey Satinover, M.D. Eduardo Punset, Documental Redes: Nuestro Cerebro Altruista, (2010)

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