El doctor Patch Adamas nos dice que la salud no solo es curar a una persona por una transacción económica sino que es intercambiar amor, como lo dice la película basada en el. Patch en sus inicios como estudiante de medicina sabía que lo hacía por ayudar a las personas desde su forma de ser, su forma de ayudar a los demás, la cual era a través de sonrisas y chistes tal como lo hace un payaso; tanto fue así su sentimiento por ayudar que se disfrazaba de personajes graciosos y sacaba sonrisas tanto como a niños y a adultos que estaban en una situación critica. Esta es una de las pocas películas que en realidad te tocan el corazón, porque sabes que para ser un buen médico lo primordial no solo es sacar las notas más altas o realizar los procedimientos procedimientos más complejos que hayas visto, el ser un buen médico es ponerse en los zapatos del paciente y saber lo que el en
realidad está sintiendo, es brindar una mano no solo como aspecto de medico sino de un amigo que esta con esa persona en ese momento. Patch es un modelo a seguir no solo por sus buenos rendimientos académicos sino por su vida, por su pensamiento, por lo que paso para estar donde está, hoy en día muchos médicos solo ven al paciente como alguien con una enfermedad que tienen que tratar y ya; pero para mí en realidad no ven lo más primordial, el sufrimiento emocional de esa persona. Gracias a esta película comprendí el gran valor que puede tener una sonrisa en un paciente, que la felicidad de ver a un niño reír así este pasando por una grave enfermedad vale mucho más que todo el dinero del mundo. Algo muy importante que nombrar es que no hay que discriminar a las personas por su estrato socioeconómico ni mucho menos racial o cultural, por eso a muchas personas en centros de salud se les demora su atención o a veces se les niega este derecho y es por eso que en muchas ocasiones los pacientes mueren. Todos tenemos los mismos derechos y mucho más si se trata de la salud, Patch ayudaba a cualquier persona que tuviera problemas tanto físicos como emocionales y lo hacía por su voluntad sin recibir nada a cambio; el rompió ese paradigma entre médico y paciente, que por mucho tiempo se había llevado y aun se lleva por muchos médicos. Una enseñanza de esta película es que debemos ser perseverantes, luchar por nuestros sueños así parezcan absurdos o ridículos para otras personas, cada uno de nosotros sabemos lo que queremos y lo que haremos para alcanzar nuestras metas En conclusión nosotros como futuros médicos debemos llevar esa actitud de Patch a nuestros pacientes y brindarles la mejor atención posible, en nuestras vidas personales a no desfallecer jamás pase lo que pase y siempre recibir lo que venga con una gran sonrisa. Por: Franklin Edgar Malte Aguirre
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