Ensayo Sobre El Perdón

January 21, 2018 | Author: Erick Suarez | Category: Forgiveness, Soul, Love, Psychology & Cognitive Science, Psychological Concepts
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Descripción: ensayo escrito 1500 palabras...

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Ensayo sobre el Perdón Introducción El perdon, se ha conceptualizado de diferentes formas, en la creencia popular se piensa que es olvidar. Algunas personas confunden perdonar con aceptar acciones crueles. Hay quienes piensan que se perdona con el fin de arreglar la relación con el ofensor. Muchos temen perdonar porque se piensa que a través de este acto no se podrá obtener justicia. Algunos creen que el perdón es el paso previo a la reconciliación. También hay quienes piensan que perdonar es olvidar lo ocurrido, o que se tiene que hacer porque la religión dice que hay que perdonar. Cada una de las ideas anteriores son errores conceptuales acerca del perdón que están erradas y han sido fundamentadas por la cultura y la religión, creando una disonancia cognoscitiva entre lo que realmente es el perdón y las creencias que se tienen acerca del mismo. Considera que es el sentimiento de paz que va naciendo a medida que el dolor se deja de tomar personalmente, se va asumiendo la responsabilidad de los sentimientos, y se pasa de victima a héroe en la historia que dio origen al acto ofensivo. El perdón es experimentar la paz en el momento presente, El perdón no modifica el pasado, pero cambia el presente. Perdonar significa que ha pesar de estar herido, uno decide lastimarse y afligirse menos. erdonar no es absolver. No implica borrar la falta como por arte de magia o hacerla a un lado como si nada hubiera pasado.El hecho queda registrado en la historia y por tal razón el pasado siempre está vivo de alguna manera en la memoria. La absolución total y radical sólo existe en la ilusión de lo sobrenatural, en la visión teológica y religiosa. Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace porque de palabra podemos expresar cosas muy hermosas, y convencer al mundo de que deseamos con toda el alma ponernos en paz con nosotros mismos y con las personas que ofendimos, pero en la realidad diaria continuamos actuando con las mismas actitudes y resentimientos que de boca dijimos haber superado. Si no estamos convencidos del perdón para decir y actuar en consecuencia es mejor abstenernos mientras no tengamos la seguridad de ser coherentes entre el pensar, el decir y el actuar. Ser inteligente y actuar inteligente Uno es tan enfermo como los secretos que maneja y si de alguna manera no los expulsa, estos secretos seguirán corroyendo el alma y los sentimientos. Cada creencia religiosa tiene sus propios ritos de perdón, ya sea la confesión de boca en la católica, ante una imagen religiosa, ante la comunidad, en el campo o, como puede sugerirlo o insinuarlo una sana lógica: Admitir ante Dios, ante otro ser humano y ante nosotros mismos la naturaleza exacta de los errores que cometidos y con los cuales hayamos ofendido a otros. Esta ofensa pudo ser de palabra o de acción

Desarrollo el perdón se contempla en todas las sociedades humanas como una forma que permite la cura del alma y el progreso espiritual. El que perdona no solo se cura a sí mismo, sino que su alma entra en paz, teniendo una mayor vitalidad y un claro sentido del para que se vino a esta existencia. La falta de perdón, quizás es el motor que en la actualidad promueve tantas enfermedades de índole psicológicas, entre ellas la depresión El proceso del perdón, incluye un beneficio en ambos sentido: alivio del resentimiento de quien lo ofrece y de la culpa y la vergüenza para quien lo recibe. No solamente es un obsequio para quien lo entrega, sino una forma de autorrecompensa y liberación. El perdón es una manera de lavar el alma y la mente. Es purificar el mundo interior. Al acto de perdonar se llega por dos caminos: la reevaluación objetiva de los hechos o el amor. Perdonar no es otorgar clemencia, porque no ejercemos la función de jueces, al menos en la vida normal de relación. Perdonar no es sentir compasión. La compasión solidariza con el dolor de la víctima, es una "virtud afectiva" se trata de sensibilidad, de solidaridad emocional o de contagio, ya que el dolor ajeno nos toca o se refleja a través nuestro. En donde sea que nos encontremos existirán personas a nuestro alrededor que con sus acciones nos dañarán, por ello es importante el saber perdonar; yo creo que perdonar es algo que hacemos por nosotros mismos y no por la persona que nos ha herido; ya que, al perdonar, es como poner a un prisionero en libertad y descubrir que el prisionero… eres tú… Por lo tanto, abarcaré cuál es el significado de perdonar, su importancia y que es lo que nos puede ocasionar el no poder perdonar a esa persona que nos lastimó. Una persona que perdona puede recuperarse del daño que sufrió. Está dispuesta a dar una oportunidad de cambio a quien se lo hizo y construir una vida nueva y creativa. La venganza, el rencor y el odio son sentimientos que pueden albergarse en nuestro corazón si no perdonamos. “Perdonar es el camino de la sanación… es el dejar marchar la dureza que se tenía hacia una persona; soltando todas esas cosas que abrigábamos contra ésta y soltándola de ese vínculo… perdonar es un proceso que dura toda la vida y se va recibiendo la gracia en cada momento”. (Tomado del libro Sanación Intergeneracional, por el padre Robert DeGrandis S.S.J. y Linda Schubert). El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le quita la responsabilidad al ofensor por el daño ocasionado… Perdonar es un proceso complejo. Es algo que solo nosotros mismos

podemos hacer…Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad al ofensor, encontramos el poder para sanarnos… Al ofrecer este regalo a la otra persona, nosotros también lo recibimos (Robert Enright, marzo de 1995). Aquí es donde radica la importancia del perdón, es decir, liberarse de todo lo soportado para seguir adelante. Poner fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y por el bien de futuras generaciones. Es un regalo que debemos proporcionar a nuestros hijos. Podemos pasar del dolor a la compasión. Cuando perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra persona. Y como nos dice Angélica Ahumada de Marroquín: se habla mucho acerca del perdón, pero, en realidad, ¿Cuántas personas poseen las virtudes para perdonar? Es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que damos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. El perdón es un acto que involucra tu fuerza de voluntad con el que te das cuenta que está en tu poder desprenderte de algo que te roba energía o tranquilidad. Edgar Cayce, cuyo trabajo de vida lo llevó a ser llamado “místico más grande de América y padre de la medicina holística”, nos dice que las razones por las que las almas se retrasan en su evolución se relacionan con el odio y el resentimiento, es decir, por no perdonar. Muchas veces la primera reacción que tenemos cuando alguien nos hizo daño, es hacerle un daño igual. De eso trata la venganza. Un viejo rey llamado Hammurabi dijo que si alguien nos quitaba un ojo, nosotros debíamos quitarle el suyo también. Pero Mahatma Gandhi supuso que, de ser así, todos acabaríamos ciegos. Por eso, renunciar a la venganza es detener una cadena de males para todos los seres humanos. El rencor consiste en tener sentimientos de odio por quien nos dañó. Esos sentimientos ocupan nuestro pensamiento, como si llenáramos una habitación de cosas inútiles que terminen por echar a perder las partes buenas de la casa. Mediante el perdón hay que tirarlas poco a poco a la basura. La habitación quedará lista para recibir lo mejor que ofrece la vida.

Y no confundas al perdón con el solo hecho de pronunciar una palabra. Se trata de un movimiento profundo de tu corazón que te permite recuperar la alegría. En esencia, perdonar es algo que hacemos por nosotros mismos y no por la persona que nos ha herido, y recuerda también las palabras del Dalai Lama: “si no perdonas por amor, perdona al menos por tu propio bienestar”. Finalmente

hay

que

tener

en

mente

lo

siguiente:

“Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena, donde los vientos del perdón puedan borrarlo, pero cuando alguien hace algo bueno

por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo. Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar con piedra tus aventuras”.

Conclusiones  

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El perdón ha tenido muchas connotaciones a través de la historia desde el punto de vista moral ético y religioso. El perdón como herramienta liberadora de emociones negativas que afectan la salud, juega un papel importante desde el punto de vista de la salud mental. Permite tomar la responsabilidad sobre los sentimientos y asumir las consecuencias de estos. El perdón sosiega la angustia emocional, ayuda a la persona a pensar con claridad y acaba con el círculo vicioso de la historia del rencor.

bibliografía  Vivir los valores, ¿Tienes el valor o te vale?, Editorial Televisa, pág. 120-127. 

Una mirada a los valores, Perdón, en http://www.valores.humanet.com.co/perdon.htm (consulta: marzo 2009).



Ahumada de Marroquin, Angélica, “El valor terapéutico del perdón”, en http://www.crecimientopersonal.com/perdon_terapeuta.htm, 1p. (consulta: marzo 2009).

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