Ensayo Pensar Bien Sentirse Bien

 

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vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc 12/09/2012

Psic. Andrea Giselle Bravo Salazar

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Ensayo

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia, hemos visto como desde el inicio de la humanidad, el hombre ha buscado encontrar el significado no sólo de lo que ocurre a su alrededor, sino también de lo que le l e pasa tanto física, como espiritual espiri tual y mentalmente. mentalmente. Muchas han sido las explicaciones dadas a los fenómenos que los sujetos experimentan en su persona, la mayoría vinculando no solo lo mental o las creencias que se tienen, sino también lo corporal y el impacto que cada uno de estos aspectos tiene sobre sobre el otro. Es decir, ahora se vuelve vuelve casi imposible dudar acerca del impacto que los hechos externos estresantes, como la pérdida de un ser querido o una enfermedad, tienen sobre nuestras emociones, o como, éstas últimas, pueden mejorar m ejorar o empeorar empeorar nuestra nuestra calidad de vida, ya sea, viviendo en armonía, con relaciones interpersonales sanas y gozando de buena salud, o por el contrario, pasando cada momento atormentados, temerosos y angustiados provocándonos enfermedades y dificultades dentro de nuestras nuestras interacciones sociales. sociales. Por todo lo anteriormente descrito es que hoy en día podemos ver las diferentes propuestas teóricas que existen para dar explicación al origen del sufrimiento y a la resolución del mismo, no solo dentro del área médica, sino también desde diferentes ramas del conocimiento como lo son la sociología, la filosofía, la epistemología, la religión, reli gión, pero sobre todo todo la psicología, psicologí a, de aquí que, el objetivo del presente trabajo sea el poder analizar los beneficios de el dominio y cambio de aquellos pensamientos pensamientos y esquemas disfuncionales, y la complementariedad de las diversas técnicas de la Terapia Cognitivo Conductual con otros enfoques psicológicos dentro de la práctica clínica, tomando como referencia el libro “Pensar bien, Sentirse bien”  de  de Walter Riso.

 

Ensayo PENSAR BIEN, SENTIRSE BIEN Y LAS CONSIDERACIONES A TOMAR PARA LLEGAR A ELLO DENTRO DE LA PRÁCTICA CLÍNICA

En la actualidad, es indudable, como la sociedad, y en éste caso, el núcleo más importante de la misma, la familia, influyen en la forma que cada uno de nosotros se vincula, piensa y desenvuelve dentro de los diferentes contextos en los que nos desarrollamos. Nuestros esquemas esquemas más importantes de vida y creencias se vuelven ese filtro a través del cual se interpreta el mundo y sus efectos sobre nosotros, sin embargo, al momento de encontrarnos con personas con pensamientos e interpretaciones acerca de lo que pasa diferentes a las de nosotros, es que podemos entrar en conflictos viéndonos desafiados por el reto de defender nuestras ideas y posturas o modificarlas de alguna forma. Reconocer que algo de nuestra persona no está funcionando como antes lo hacía, y el poder decidir cambiarlo, como primera tarea, no es nada fácil, sin embargo, iniciado éste proceso, lo demás, tal vez se vuelva un poco más fácil. f ácil. Es cierto cier to que a través de los pensamientos con los que interpretamos la realidad, real idad, vamos generando las emociones respectivas, por lo que el poder cambiar aquellas ideas que nos son completamente disfuncionales por otras que nos sean más adaptativas se vuelve trascendental para lograr un cambio en nuestra persona, sin embargo, ¿será esto suficiente?.

El DSM- IV, por ejemplo, trata de clasificar y describir los diferentes tipos de trastornos mentales y todo aquello que les rodea, sin embargo, la mera descripción de esto solo nos acerca acerca a su entendimiento y puede generar en nosotros ideas acerca del abordaje de los mismos. Sin embargo, esto no es suficiente, de aquí el nacimiento de de los diversos enfoques y sus técnicas de intervención, no obstante, son muy pocas las que han profundizado y vinculado sus posturas con las descripciones de la psicopatología psiquiátrica, factor de suma importancia al momento de buscar qué es lo que le pasa a nuestro paciente y cómo ayudarle a resolverlo.

Si bien es cierto que la depresión y la ansiedad son los trastornos más comunes en la actualidad, también es cierto que son el común denominador de otros trastornos, en

 

Ensayo el sentido de que, vienen a acompañarlos como síntomas y no como entidades en sí mismas. No podemos negar que tanto en la depresión como en trastorno límite de la personalidad, por citar algún ejemplo, se sufre o se tiene ansiedad y que ambas entidades tienen características propias en sí mismas, de aquí que la intervención con cada uno de ellos varía. El poder identificar qué pensamientos son los que están ocasionando el malestar de nuestros pacientes y ayudarlos a percibir las cosas de una manera diferente a través de un cambio de pensamiento bien ubicado no solo es bueno, sino también necesario para el dominio no sólo de nue nuestras stras emociones sino también de nuestra persona. Sin embargo, se vuelve igual de trascendente considerar los rasgos de personalidad predominantes en nuestros pacientes, los mecanismos de defensa que utiliza, el tipo de relaciones que establece, las ganancias secundarias que obtiene con su forma de funcionamiento y como éstos y otros factores influyen en la interacción con los otros, incluidos nosotros como terapeutas. Si la postura de un terapeuta frío y distante, así como la conducta pasiva del paciente dentro de las sesiones es algo que se ha estado dejando atrás, no podemos negar que dentro de ésta interacción paciente – terapeuta intervienen los propios esquemas que cada uno tiene acerca del mundo y se generan emociones distintas, sobre todo del terapeuta hacia cada uno de los diferentes pacientes que se tienen. De aquí que, guiados por nuestras sensaciones, pensamientos, conocimientos teóricos y considerando la forma de interactuar de nuestro paciente hacia con los otros, es que podemos lograr intervenciones ricas reflejadas en bienestar dentro de la vida del paciente, logrando un cambio no solo a nivel de pensamientos, sino también de estructura, lo que genera un cambio más profundo y duradero, enriqueciendo así nuestra práctica clínica en pro de la l a salud de los pacientes. pacientes.