Ensayo Patrimonio Tangible, Intangible, Material e Inmaterial

December 6, 2017 | Author: Carlos Aguilar Mendez | Category: Estate (Law), Tourism, Knowledge, Competitiveness, Cultural Heritage
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Descripción: Ensayo referente al patrimonio y su clasificación....

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Universidad Autónoma de Baja California Facultad de Arquitectura y Diseño, Instituto de Ingeniería y Facultad de Ingeniería Maestría en Arquitectura

PATRIMONIO TANGIBLE, INTANGIBLE, MATERIAL E INMATERIAL Carlos Emmanuel Aguilar Méndez.

CARACTERIZACIÓN DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y URBANO M. Arq. Claudia Rivera Torres. 03/03/2014

CONTENIDO PATRIMONIO .......................................................................................................................... 3 1.1 Patrimonio Cultural ....................................................................................................... 4 EVOLUCION HISTÓRICA DEL CONCEPTO ................................................................................ 8 AVANCE LEGISLATIVO ........................................................................................................... 10 3.1 Normativa Internacional ............................................................................................. 10 3.1 Normativa Nacional .................................................................................................... 14 Criterios y estrategias para la planificación y protección del patrimonio............................ 14 5.1 Inventario .................................................................................................................... 14 5.2 Socialización del patrimonio ....................................................................................... 16 5.3 El patrimonio en el ámbito educativo ........................................................................ 16 5.4 El patrimonio edificado como recurso socio-económico ........................................... 17 CADENA DE VALOR ............................................................................................................... 17 CONCLUSIÓN ........................................................................................................................ 21 REFERENCIAS ........................................................................................................................ 23

PATRIMONIO En la época contemporánea, derivado del fenómeno de la universalización, considerada generalmente como un avance de la humanidad, se ha llevado a cabo una sutil destrucción de las culturas tradicionales así como del núcleo creativo de las civilizaciones y la cultura en base a la cual se interpreta la vida. La desarticulación que se ha dado entre la sociedad actual y la tradición heredada de las generaciones pasadas se ha traducido en una amnesia cultural que idealiza las tendencias contemporáneas y se olvida del proceso histórico de una civilización. Esta temática se ha tratado a lo largo de la historia aunque con diversos enfoques e intereses. En este ámbito el entendimiento del concepto de patrimonio resulta primordial para entrar en materia de conservación de las culturas tradicionales. Explorar en el concepto ‘patrimonio’ permite acercarse a diversas acepciones interesantes debido a que está fundamentado en un carácter cultural y varía según la perspectiva, territorio y tiempo de cada autor. En su definición más básica la RAE conceptualiza patrimonio como el “conjunto de pertenencias de una persona natural o jurídica, susceptibles de estimación económica.” Definición que se torna ambigua en el ámbito del patrimonio cultural, debido a que no hace referencia a las características de dichas pertenencias, y si bien permite tener una primera aproximación al término, no es suficiente para identificarle. Vitoria-Gasteiz por su parte denomina patrimonio al conjunto de bienes heredados del pasado. Esta definición sigue siendo general pero toca un punto importante que es su carácter histórico al afirmar que son bienes heredados del pasado. Éste tema resulta controversial al tratar de definir la antigüedad de un objeto para poder ser considerado como patrimonio histórico. (Vitoria-Gasteiz, 2003) La IES en su texto de educación patrimonial define patrimonio como el conjunto de recursos que un pueblo ha creado a lo largo de la historia para asegurar su sobrevivencia y reproducción. Concepción con mayor amplitud debido al enfoque cultural del autor en donde subyace la importancia de que “es la herencia que todos tenemos sin importar lo humilde que seamos.” Esta última afirmación es primordial y representa un paso

importante en la evolución del término al pasar de un tema exclusivo de la clase elite, a un tema de carácter social. (ieslaaldea) La SECURD por su parte define patrimonio como un bien o suma de bienes materiales e inmateriales con un grado de apreciación para su poseedor, que se pueden heredar de generación en generación, y que aunque tienen un valor económico, se diferencia y no se corresponde con aquellos bienes creados o producidos para el comercio. (SECURD, 2010) En síntesis de estos conceptos se puede definir legalmente patrimonio como el conjunto de bienes propiedad de una persona física o moral. Pero para el enfoque de éste ensayo que estriba en su carácter cultural, se le define como: los bienes derivados de la cultura de un pueblo a lo largo de su historia que tienen el potencial de asegurar su supervivencia y reproducción. El patrimonio está rodeado de paradigmas que esconden el por qué proteger el patrimonio, respuesta que está dictada por la percepción personal de cada autor. Se puede responder a esa interrogante por su carácter tradicionalista, monumentalista, mercantilista o participacioncita. Derivado de esta respuesta se le estará asignando un valor al patrimonio relacionado con el para qué proteger el patrimonio. Por simple estética, como simbología de un pueblo, o como explotación turística. En este entendimiento es significativo el soporte natural en relación de patrimonio, ya que en este influyen la disponibilidad de recursos y los agentes sociales que le rodean. El patrimonio se compone por agentes, en los cuales la sociedad civil posee poca representación, problema que se intensifica al existir una tendencia a reducir lo público y ampliar lo privado. En su combinación los Agentes, los Paradigmas y los Valores que se asignan al patrimonio determinan el uso y destino del mismo.

1.1 Patrimonio Cultural El patrimonio cultural está integrado por todo lo que un grupo social ha creado a lo largo del tiempo e identifica a una civilización en relación con los demás pueblos. Es un proceso creativo, dinámico y multidimensional, a través del cual una sociedad funde, protege, enriquece y proyecta su cultura. Su conocimiento es indispensable para que los hombres

puedan relacionarse unos con otros, con la naturaleza, y que continúe existiendo la sociedad caracterizada por su cultura. Es todo aquello que atestigua el comportamiento histórico y social de un pueblo, mismo que le confiere identidad, pertenencia y arraigo dentro de su localidad, que se convierte en la herencia que por su valor propio, debe ser considerada de interés relevante para la permanencia de la identidad y la cultura de un pueblo, localidad o ciudad. El Patrimonio cultural está constituido por “el conjunto de obras, testimonios y representaciones que han hecho los seres humanos y que reflejan su forma de sentir, de pensar, de vivir, en su casa, su barrio o su ciudad, a través del tiempo. Es un conjunto de bienes que se heredan generación tras generación, que pertenecen a todos y que corresponde a las generaciones contemporáneas conservar y enriquecer para las generaciones venideras. En este entendimiento y de acuerdo a su carácter físico, el patrimonio cultural puede ser clasificado como bienes tangibles o intangibles. Los primeros refieren a una herencia la cual no representa una presencia física, como tradiciones orales, historias, leyendas o danzas populares, entre otros diversos. Los bienes tangibles se pueden definir como objetos materiales los cuales pueden ser percibidos a través de los sentidos. Los bienes intangibles o inmateriales agrupan diversos elementos que son inherentes al hombre, tanto en las sociedades occidentales como en las tradicionales. Según la UNESCO el patrimonio inmaterial se manifiesta desde tradiciones y expresiones orales. Incluye el idioma como vehículo de dicho patrimonio, expresiones artísticas como bailes, comparsas, escenificaciones de mitos, actividades de carácter ceremonial, rituales. El concepto de oralidad se relaciona con la memoria y es de vital importancia este concepto y el de conservación debido a que un pueblo sin memoria está condenado al “olvido” ya que sin ella sin ella no sería factible la conservación de conocimientos para transmitir formas de cultura. La memoria se puede considerar una herramienta inherente al ser humano que le permite conservar en el tiempo y para el futuro expresiones de la identidad colectiva de duración cíclica o efímera en algunos casos. En este ámbito, los bienes tangibles pueden ser clasificados como bienes muebles e inmuebles. Se entiende por bien inmueble según la SAHOP a “aquellas edificaciones

cuyos elementos determinan su imagen arquitectónica, no pueden trasladarse de un sitio a otro sin alterar sus cualidades o las del medio en que se encuentra; y parte de ellas se considera el mobiliario que lo integra”. Se puede clasificar a los bienes inmuebles en géneros arquitectónicos y sitios patrimoniales, entendiendo los géneros arquitectónicos como el conjunto de bienes inmuebles que poseen características comunes entre sí, y que permiten su organización y agrupación para su posterior estudio. Los sitios patrimoniales son definidos como conjuntos cuya esencia es su unidad y se distinguen por sus dimensiones y los géneros arquitectónicos que los componen. Los géneros arquitectónicos a su vez se dividen en carácter religioso, militar y civil. El carácter religioso refiere a edificaciones y anexos dedicados a la práctica del culto: Catedral, Conventos, Templos Parroquiales, Capillas y Ermitas, entre otras. El carácter militar se encuentra conformado por las edificaciones que sirvieron para defender el territorio contra ataques, incluyendo fuertes, polvorines y cuarteles militares. Por último el carácter civil incluye Casas habitación, Palacios de Gobierno, Escuelas, Hospitales, Estaciones de Ferrocarril, y Parques entre otros El género civil a su vez se subdivide en casas habitación entendidas como el ámbito físico–espacial, constituido por una o varias piezas habitables, cuyo objetivo debe ser la satisfacción de las necesidades básicas, especialmente de carácter fisiológico y psicológico, de sus ocupantes y en equipamiento urbano siendo este el conjunto de elementos urbanos cuya función es proporcionar servicios de carácter público, que cubren los

siguientes

aspectos:

administración,

educación,

industria,

comercio,

salud,

comunicaciones, transportes, recreación y cultura. Los sitios patrimoniales por su parte se subdividen en Centros históricos y Haciendas. Centro Histórico es la zona de una ciudad que contiene los espacios urbanos y los inmuebles de valor histórico, relevantes para la cultura local, regional o nacional. Coincide generalmente con la zona central de una ciudad y es común que estén conformados por una concentración de edificios públicos, privados, civiles y religiosos situados alrededor de una plaza central. Se distinguen por su carácter homogéneo, resultado de la volumetría de sus edificios, de los sistemas y materiales de construcción empleados, del trazo de sus calles y de la importancia de sus espacios públicos, reflejan

en su composición la estratificación de elementos urbanos y arquitectónicos de muy diversas épocas. Haciendas se entienden por todas aquellas edificaciones del género civil que estuvieron relacionadas con las actividades productivas primarias de la región. Los poblados y ciudades del país son el conjunto material de edificaciones, medio natural y espacios públicos en los que se reflejan las características culturales de los habitantes que los han creado a lo largo de los años y en los cuales han ido tejiendo sus relaciones sociales, políticas y económicas, mismas que les confieren identidad como grupo social, les dan sentido de pertenencia y arraigo en su localidad. En otra perspectiva se puede clasificar el patrimonio de acuerdo a criterios relacionados con acontecimientos históricos que no siempre coinciden con los cambios de métodos constructivos, tipologías o tendencias compositivas. En este entendimiento se puede definir como patrimonio arqueológico a los bienes muebles e inmuebles, producto de culturas anteriores al establecimiento de la hispánica en el territorio nacional, así como los restos humanos, de flora, y de la fauna relacionados con esas culturas. Son patrimonio histórico aquellos bienes vinculados con la historia de la nación a partir del establecimiento de la cultura hispánica en el país, en los términos de la declaratoria respectiva o por determinación de la ley. Por determinación de esta ley son patrimonio histórico los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX (1521 a 1810), destinados a templo y sus anexos, así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o beneficios al servicio y ornato público y al uso de las autoridades civiles y militares. Vitoria-Gasteiz define patrimonio arquitectónico como el conjunto de bienes edificados, de cualquier naturaleza, a los que cada sociedad atribuye o reconoce un valor cultural. Determina que patrimonio es una definición dinámica y en permanente construcción debido a que los valores culturales van cambiando con el paso del tiempo. Por último se entiende por monumentos artísticos los bienes muebles e inmuebles que revistan valor estético relevante: representatividad, inserción determinada, corriente artística, grado de innovación, materiales y técnicas utilizados.

EVOLUCION HISTÓRICA DEL CONCEPTO En una revisión de la evolución histórica del concepto referente al patrimonio, el interés por las construcciones heredadas ha sido una constante en la historia aunque con connotaciones distintas en cada etapa de la misma. Las raíces de la cultura de la conservación se encuentran en la sociedad occidental ilustrada, y encuentra su fundamento en el Romanticismo vinculado al historicismo con la filosofía de proteger los testimonios de un tiempo cumplido como referencia para la sociedad moderna. El término de patrimonio apareció desde el siglo XVI pero propiamente fue hasta el XVIII que comenzó a adquirir un verdadero rango significativo. Los primeros debates se dieron en torno a que monumentos preservar y el tratamiento para su conservación. En esa época dicha referencia tenía que ver con los edificios, considerando patrimonio a aquellas edificaciones generalmente vistosas y ampulosas, de un valor estético o simbólico relevante las cuales daban a entender quiénes eran sus propietarios. En este entendido la posesión de Patrimonio era un distintivo de las clases sociales altas. La visión de patrimonio a finales del XVIII y principios del XIX era reducida al campo estético y a la obra de arte en singular. Así mismo su primera característica que definió a los objetos patrimoniales era la de objeto bello, secundada por la característica del concepto de antigüedad en una época nueva, con el desarrollo de la industrialización. Entrando el siglo XIX, las primeras aproximaciones conceptuales a la arquitectura discutían entre sí sólo sobre el tratamiento que los objetos merecían y nunca sobre su naturaleza. Las diversas teorías de restauración de aquella época siempre tuvieron como destinatarios edificios o monumentos singulares y dejaron fuera del concepto el entorno que las envolvía. En esta época se empezó a valorar también los objetos de la prehistoria y edad media, además de ser la época de las restauraciones en estilo, la valoración de la ruina y sacralización de la misma. En éste siglo se empezó a valorar el patrimonio artístico y posteriormente los objetos no artísticos de las sociedades no industriales entendiendo al bien histórico no solo como piezas de valor sino como objeto de estudio para su interpretación. Posteriormente a finales de este siglo y principios del XX surgió la etnografía. El avance en este tiempo fue la consideración no solo física del patrimonio, abarcando también lo inmaterial tornándose el concepto más amplio.

Avanzado el siglo XX comenzó a valorarse el monumento arquitectónico en su contexto. G. Giovannoni enfoco la atención y reflexión sobre los problemas de la defensa de los centros históricos, e introdujo el concepto de respeto ambiental y valoración de arquitecturas menores, ya no solo de aristocracia y carácter religioso. En este entendimiento Tiende a romperse el aislacionismo clásico de la actividad de conservación del patrimonio y a integrarlo en las demás estrategias encaminadas al bienestar social y cultural de sus habitantes. Del mismo modo el interés se amplía del monumento al conjunto. Las últimas décadas del siglo XX ampliaron definitivamente la concepción tradicional sobre los “monumentos histórico-artísticos”, consolidando una visión integral del patrimonio arquitectónico. Se amplió el ámbito de tutela del patrimonio arquitectónico, el cual abarca un número cada vez mayor de arquitecturas y además del enfoque arquitectura-objetos integra los conjuntos arquitectónicos. Se mundializó la idea de salvaguarda del patrimonio arquitectónico pasando los límites europeos y se empezó a adoptar y generar una normativa específica para su localización. Se diversificaron las potencialidades del patrimonio, dejando de ser solo un soporte de la memoria colectiva y pasando

a ser un recurso socio-económico de primer orden,

imprescindible para el desarrollo sostenible de los pueblos. En su evolución, Se ha producido una ampliación del concepto de patrimonio, tanto física, como semántica. El nuevo concepto del patrimonio cultural aspira a recoger todas las voces de las generaciones que nos precedieron. El patrimonio arquitectónico es uno de los primeros y más fundamentales instrumentos del conocimiento y la experiencia histórica. Éste debe ser accesible a toda la sociedad del presente favoreciendo singular y colectivamente a la sociedad como vehículo de integración social, como legado del pasado con carácter de identidad y como capital de desarrollo a nivel interno como externo.

AVANCE LEGISLATIVO Los textos fundamentales generados por la legislación internacional reflejan la propia evolución conceptual del patrimonio histórico. En una revisión del avance histórico de la normativa internacional:

3.1 Normativa Internacional - En 1931 se redactó la Carta de Atenas. Carta para la Restauración de Monumentos Históricos: “El carácter y fisonomía de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial”. - En 1964 se redactó La Carta de Venecia. Carta Internacional sobre la Conservación y Restauración de los Monumentos y los Sitios Histórico-Artísticos. Priorizaban los valores artísticos y formales frente a los históricos y documentales. - En 1965 se creó el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos conocido y divulgado como ICOMOS. - En 1972 Se adoptó por parte de la UNESCO el Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. - En 1975 Se creó La Carta de Ámsterdam. Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico. Enfatizó los conceptos de restauración integral e intervención mínima frente a los excesos de los criterios de reutilización y funcionalidad. - En 1985 se redactó el Convenio de Granada. “Convenio para la salvaguarda del patrimonio arquitectónico de Europa”. - En 1987 se redactó la Carta Internacional para la Conservación de las Poblaciones y Áreas Urbanas Históricas. La cual concierne a los núcleos de carácter histórico amenazados por la degradación provocada por una forma de desarrollo urbano surgida de la era industrial. - En 1999 se divulgó la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido. La cual protege el Patrimonio Vernáculo, ante la creciente homogeneización de la cultura y la globalización socio-económica.

- En 2000 se redactó la Carta de Cracovia. Documento más reciente que hace referencia explícita al patrimonio arquitectónico. Reafirma la recuperación de la memoria histórica que contiene el patrimonio edificado y concibe el acto de la restauración como un proceso de conocimiento. Como síntesis de los documento referidos anteriormente

los primeros textos no

mencionan nunca el patrimonio arquitectónico como tal. La Carta de Atenas (1931) se referirá a “monumentos artísticos e históricos”, la Carta de Venecia (1964) refería “monumentos y conjuntos histórico-artísticos” y la Conferencia de 1969 “Patrimonio Cultural Inmobiliario”. En 1975 se elaboró la Carta Europea del patrimonio arquitectónico, el cual se asemeja al término referido actualmente. Los últimos documentos utilizan cada vez más frecuentemente la expresión “Patrimonio Construido” o “Patrimonio Edificado”. Uno de los productos legislativos más importantes que hasta la actualidad marcan una pauta en lo concerniente al ámbito de patrimonio histórico es la Carta de Cracovia 2000 cuyos principios constituyen un esfuerzo por salvaguardar el patrimonio cultural. 3.1.1 Carta de Cracovia 2000 Impulsada por el proceso de unificación Europea y la entrada del nuevo milenio surge la Carta de Cracovia, a fin de actualizar la Carta de Venecia y adecuarla al nuevo marco cultural. En su texto se incorporan nuevos elementos como es el carácter multidisciplinario de la conservación y restauración, la necesidad de incluir en la misma nuevas tecnologías y estudios científicos a la hora de realizar cualquier proyecto de restauración y también aporta un glosario de términos en los que se definen conceptos como monumento, identidad, restauración, a la luz de los nuevos métodos e investigaciones. En su preámbulo la Carta de Cracovia afirma que La Europa actual se caracteriza por la diversidad cultural, y por la pluralidad de valores fundamentales relacionados con el patrimonio. En este entendimiento cada comunidad, de acuerdo con su memoria colectiva, es responsable de la identificación, así como de la gestión del patrimonio. Los elementos individuales de este patrimonio son portadores de muchos valores que pueden cambiar con el tiempo. A causa de esto, cada comunidad desarrolla una conciencia de la necesidad de cuidar los valores propios de su patrimonio.

De esta forma la Carta de Cracovia dicta que la pluralidad social implica diversidad en conceptos de patrimonio concebidos por la comunidad entera, y los métodos para su preservación deben ser adecuados a la situación cambiante actual: OBJETIVOS Y MÉTODOS. 1.- La conservación puede ser realizada mediante intervenciones como control medioambiental, mantenimiento, reparación, restauración, renovación y rehabilitación. 2.- El mantenimiento y reparación son parte fundamental del proceso de conservación del patrimonio y dichas acciones deben ser organizadas sistemática y controladamente. 3.- La conservación debe ser llevada a cabo según el proyecto de restauración. Esta deberá basarse en un proceso cognitivo que integre la información y el conocimiento profundo del edificio e en su caso del emplazamiento. 4.- Se debe de evitar la reconstrucción del estilo del edificio patrimonio en partes enteras del mismo. Si se necesitan incorporar partes espaciales y funcionales más extensas deben reflejar el lenguaje de la arquitectura contemporánea. DIFERENTES CLASES DE PATRIMONIO EDIFICADO. 5.- La intervención en el campo del patrimonio arqueológico debe relacionarse con su entorno, territorio y paisaje, basados en un principio de mínima intervención. 6.- El objetivo de la conservación de edificios históricos y monumentos es mantener su autenticidad e integridad. 7.- La decoración arquitectónica, esculturas y elementos artísticos deben ser preservados mediante un proyecto específico vinculado con el proyecto general. 8.-Se debe de tomar en cuenta a las ciudades históricas y los pueblos en su contexto territorial, ya que representan patrimonio universal y deben ser vistos como un todo. El proyecto de restauración para áreas históricas contempla los edificios de la estructura urbana en su doble función; los elementos que definen los espacios y los valores espaciales internos.

9.-Los paisajes como patrimonio cultural son el resultado y el reflejo de una interacción entre el hombre, la naturaleza y el medio ambiente físico. La integración de éstos con valores culturales, el desarrollo sostenible de regiones-localidades con actividades ecológicas y el medio ambiente natural requiere conciencia y entendimiento de las relaciones en el tiempo. 10.- Las técnicas de conservación o protección deben vincularse a la investigación científica de materiales y tecnologías usadas para la construcción, reparación y restauración del patrimonio edificado. Se debe de estimular el conocimiento de los materiales tradicionales y de sus antiguas técnicas y su apropiado mantenimiento en el contexto de nuestra sociedad contemporánea, siendo éstos componentes importantes del patrimonio cultural. PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN. 11.- Se debe poner atención en la optimización de los costes del proceso, identificar posibles riesgos y crear planes de actuación de emergencia en la gestión del proceso de cambio, transformación y desarrollo de las ciudades históricas y del patrimonio. 12.- La pluralidad de valores del patrimonio y la diversidad de intereses requiere una estructura de comunicación que permita una participación efectiva de especialistas y habitantes en el proceso. FORMACIÓN Y EDUCACIÓN. 13.- Para la formación y educación en cuestiones de patrimonio cultural es imprescindible la participación social e integración de sistemas de educación nacionales en todos los niveles. MEDIDAS LEGALES. 14.- Se deberán llevar a cabo conjuntamente acciones legales y administrativas para que la protección y conservación del patrimonio edificado serán más eficaces si se.

3.1 Normativa Nacional En una revisión de la legislación mexicana referente a este ámbito, el primer proyecto de Ley para la Conservación de Monumentos Arqueológicos data de 1862 y la primera ley sobre Monumentos Arqueológicos se promulgó en 1897, seguida por la Ley de Bienes Nacionales de 1902. Durante el siglo XX se promulgaron la: - Ley sobre Conservación de Monumentos Históricos y Artísticos y Bellezas Naturales de 1914, que especifica que dichos monumentos constituyen un patrimonio a la cultura universal - Ley sobre Conservación de Monumentos, Edificios, Templos y Objetos Históricos o Artísticos de 1916, que antepone el valor artístico de los bienes a su valor histórico. Ley sobre Protección y Conservación de Monumentos Arqueológicos e Históricos, Poblaciones Típicas y Lugares de Belleza Natural de 1934, que establece la diferencia entre bienes arqueológicos prehispánicos y bienes históricos coloniales - Ley de Patrimonio Cultural de 1970, que amplía la protección a los bienes de las culturas populares - La ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas de 1972, reformada en 1984, que sigue vigente al día de hoy.

ESTRATEGIAS PARA LA PLANIFICACIÓN Y PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO El primer requisito para poder planificar la protección, promoción global del patrimonio arquitectónico y tomar decisiones específicas sobre elementos individuales del mismo es la realización de un censo de las edificaciones susceptibles a tutela.

5.1 Inventario En este ámbito los primeros inventarios provisionales fueron de tipo topográfico por su ambición de cubrir la totalidad de un territorio y por estar basados exclusivamente en el trabajo de campo. Éstos facilitaron la primera estimación cuantitativa de potenciales

patrimonios y condicionaron la visión e instrumentos de planeamiento urbanístico hasta la actualidad. A reserva de realizarse sin criterios de valoración homogéneos y por técnicos con una formación limitada. A pesar de sus carencias y defectos, el inventario provisional ha servido para acotar el territorio de referencia conceptual del patrimonio arquitectónico, pero hace falta actualizar sus contenidos. Como consecuencia de los retrasos y los vacíos legales que se están produciendo hay edificios previamente inventariados que carecen de tutela jurídica. El segundo paso es la realización de un inventario general o científico el cual es un instrumento de conocimiento realizado desde la independencia de criterios científicos interdisciplinares. Diversos países han fallado en su realización por falta de medios, perseverancia o métodos. El inventario exige una metodología, un lenguaje y un código de criterios de interpretación y valores comunes. La exigencia fundamental de un inventario general es que los criterios de estudio y análisis utilizados para su elaboración deben ser académicos, y los de valoración explícitos y contrastables. En lo que respecta al patrimonio edificado los criterios de valoración deben ponderar sobre todo la calidad proyectual y constructiva, la representatividad tipológica o singularidad inventiva, la antigüedad absoluta y relativa en cuanto a tipología o técnica, el estado de conservación o integridad de sus rasgos de identidad cultural, tipológica, y la significación histórica. Estos criterios son los que el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO denomina “Pruebas de autenticidad” y su aplicación correcta debe de proporcionar los recursos conceptuales que orienten de forma objetiva las decisiones relativas a la protección, la restauración y la valorización social del objeto patrimonial. La actualización de los resultados de los registros e inventarios generales constituye otra gran dificultad que demerita la utilidad de estos y los ancla a los puntos de vista y la percepción del momento específico de su realización. El mantenimiento del inventario también presenta carencias en su capacidad de rastrear y registrar las transformaciones recientes sufridas por los elementos del patrimonio arquitectónico.

5.2 Socialización del patrimonio La socialización del patrimonio la posibilita el acceso a la experiencia física y el conocimiento del mismo. Es deber de los poderes públicos garantizar el libre acceso a este conocimiento y para garantizar la efectividad de este contacto es necesario activar una política de difusión continua del mismo. La forma más eficaz de preservar el patrimonio cultural de una nación es socializándolo y haciendo participe de el a la población en general para su respeto, cuidad y protección. Para esto es preciso mejorar los mecanismos de difusión del conocimiento y la experiencia del patrimonio edificado, mediante publicaciones de diversa gama. De igual manera es importante garantizar eficazmente la accesibilidad a los edificios patrimoniales. Es necesario promover la investigación científica interdisciplinar sobre los elementos patrimoniales. Y es inaplazable planificar políticas que favorezcan, y orienten el turismo cultural, de modo que este sirva para preservar la autenticidad del patrimonio y favorecer el desarrollo de las comunidades sin dañar a su identidad. El patrimonio ofrece grandes posibilidades de desarrollo: La identidad, contexto y globalización de la arquitectura contemporánea, añade nuevos retos en la conservación del patrimonio; a nivel metodológico, a nivel técnico, y a nivel geográfico. De igual manera aporta posibilidades desde el punto de vista profesional, para la creación, composición y estudio de la más reciente arquitectura. Es fundamental plantear soluciones a la situación planteada anteriormente y sensibilizar públicamente en el conocimiento del nuevo patrimonio en gestación.

5.3 El patrimonio en el ámbito educativo El acceso al patrimonio desde la enseñanza beneficiaría de gran manera a la socialización

del

patrimonio

cultural,

aportaría

un

caudal

de

conocimientos

interdisciplinares y un conjunto de valores socioculturales. En la actualidad el patrimonio aporta el componente de la permanencia colectivamente aceptada como rasgo de identidad.

Sanjo Fuentes Luis propone una cadena genética de gestión patrimonial cuyo proceso tiene su tradición en el marco educativo con la filosofía de conocer y educar él y desde el patrimonio. Llevar una experiencia de vida relevante del patrimonio, para así conservarlo. Esta educación patrimonial pretende hacer llegar a la comunidad educativa los valores y beneficios de la conservación del Patrimonio Cultural. Posibilitando un mayor conocimiento, una sensibilidad y una participación respecto a éste. Tiene como objetivo en relación a la formación el dotar al alumnado de los instrumentos formativos que les permitan entender y valorar las claves interpretativas del Patrimonio Cultural y Natural y sus peculiaridades específicas. Y como objetivo de actitudes y participación el fomentar la participación activa, creativa y responsable de los estudiantes en la problemática de la conservación del Patrimonio Cultural. El programa trata de complementar el proceso formativo del alumnado con un programa que les permita adquirir los conocimientos y las características generales del Patrimonio Cultural. Se inicia con un curso de formación al profesorado, posteriormente se lleva a cabo una práctica-taller en donde las ideas se concretan en propuestas.

5.4 El patrimonio edificado como recurso socio-económico Una de las tendencias sociales recientes que afectan a una nueva percepción del patrimonio arquitectónico es el reconocimiento de su potencial económico y su condición de recurso esencial del turismo cultural. El turismo vinculado al patrimonio arquitectónico data desde finales del siglo XVIII pero no ha sido hasta los años ochenta del siglo XX que el turismo cultural ha sido reconocido como un sector diferenciado del turismo de ocio. La caracterización sociológica del turista cultural lo define como un coleccionista genérico de conocimientos, con mediano poder adquisitivo, con formación y buena información recopilada antes de iniciar su recorrido.

CADENA DE VALOR Los objetos de carácter patrimonial generan sentido de apropiación y arraigo en el comportamiento ciudadano de los pueblos además de su prevalencia en el tiempo. Su

divulgación interna y en relación a foráneos es lo que posibilita mantenerlo activo, en constante participación, y por tanto sostenerlo, preservarlo, y en resumen administrarlo de forma eficiente. Dar un valor objetivo a los bienes que son considerados patrimonio es complejo por la subjetividad de su apreciación en una escala de valores, además por las diferencias entre lo que se observa, se interpreta, se desea y se necesita.Es importante tratar de crear cadenas de valores y sus componentes para posicionar competitivamente los recursos declarados patrimoniales, sin que estos compitan entre sí, generando estrategias de suficiencia para su complementación e interacción aumentando su consumo como producto cultural patrimonial. En éste ámbito la Secretaría de Cultura de Bogotá realizó como caso práctico la caracterización de una cadena de valor en las artes escénicas en Bogotá. Se identificaron eslabones y sus respectivas conexiones, que caracterizaban la generación de productos culturales. Esta caracterización de sector demostró la viabilidad existente en la aplicación de las teorías de Michael Porter, donde la competitividad de las empresas comerciales buscan el fortalecimiento de su cadena de valor con base en la reducción de costos de sus proveedores o distribuidores, que mantiene o disminuye la calidad en la mayoría de los casos, así como asigna una cierta diferenciación en sus productos o servicios. Un factor a tomar en cuenta de ésta teoría es que las empresas comerciales, necesitan estar en constante revisión de su cadena de valor ya sea con los proveedores o con los distribuidores para diferenciarse en el mercado y ofrecer productos que satisfagan las exigencias de un público que es sensible al precio y a las novedades. Esta es la principal razón por la cual la metodología de M. Porter aplicada en esta caracterización no debe ser replicada en el análisis de las cadenas de valor heterogéneas como en el caso del patrimonio cultural, ya que el producto ha sido creado y catalogado a partir del reconocimiento de su naturaleza y definiciones especiales que lo hacen clasificar como un patrimonio cultural, y en consecuencia, se debe conservar y salvaguardar tal como fue especificado; de ahí, que la modificación a una cadena de valor es inviable para justificar la competitividad, al menos, en cuanto a reducción de costos o diferenciación de productos. Por tal razón las metodologías estándar aplicadas a cadenas de valor de bienes y servicios, que establecen modelos de definición, inclusivos de funciones de sus

componentes en la secuencia de realización del producto, no son del todo válidas para la cadena de valor en el caso del patrimonio cultural, puesto que no se puede dar concretamente un valor comercial al patrimonio cultural ya que este no admite un proceso de innovación o reingeniería para su transformación o recreación para satisfacer las necesidades del consumidor, a partir de un valor agregado con estrategias de mercadeo, divulgación y comunicación. Debido a este factor no es posible considerar una única cadena de valor para evaluar en el sector del patrimonio cultural a partir de los principios de competitividad estandarizados, ya que el producto no puede modificarse ni ser susceptible de procesos de innovación, pues el objetivo de competir en el mercado quedaría inválido. En éste ámbito los productos culturales se pueden clasificar en dos líneas: a) los productos culturales estándar que se adquieren cuando el consumidor lo asume como un producto de elección donde los clientes invierten tiempo y dinero para planear y hacer la compra ya que ellos buscan información, comparan con la competencia y evalúan precio, características y servicio. b) los productos culturales patrimoniales, donde el verdadero disfrute de estos se basa en el conocimiento de su valor patrimonial. En este caso el cliente potencial no aceptará sustitutos e invertirá tiempo considerable en la toma de decisión para adquirir el producto según sus necesidades y deseos. Para un producto cultural estándar y los productos comerciales la variación en la línea de producción está dada por sus características en estilo, diseño, concepción histórica, tamaño, calidad y precio, respondiendo a las necesidades y preferencias de los consumidores. En el caso de un producto cultural patrimonial la variación en su estilo, diseño o concepción es inviable ya que perdería las características por las cuales fue reconocido como patrimonio. La competitividad de los productos culturales patrimoniales está dada por un valor comercial que no se trata de un bien físico de intercambio, sino que su consumo está dado por fotografías, publicidad, vivencias, experiencias cognoscitivas, entre otros, y su sostenibilidad económica es apoyada por las entidades gubernamentales y en forma más reducida por el costo de consumo.

El valor del patrimonio cultural patrimonial, se afianza en su mismo simbolismo, el consumidor apreciará y pagará mejor la oferta, si la misma respeta su carácter. De ahí que el consumidor se interese por conocer acerca de lo que data y prevalece en el tiempo. Las características del patrimonio, sus cualidades y las razones por las cuales fue o es declarado de interés local o general. Los productos patrimoniales naturales, son manifestaciones de la relación de la sociedad con el ambiente, de la importancia de los recursos naturales, del significado de la esencia misma de la vida humana. En la actualidad es significativo buscar herramientas que promuevan su conservación y el acercamiento controlado de las generaciones presentes a la historia de las localidades en las que viven y a turistas y visitantes por la tradición que representan. Un ejemplo práctico es el análisis de la cadena de valor de la pintura mural de la iglesia de Nuestra señora de Egipto. Pintura mural realizada por el artista Colombo Ramelli, localizada a lo largo del techo de la nave central del templo, con un área aproximada de 264 metros cuadrados. La importancia de este patrimonio material radica en la técnica utilizada, la representación e indiscutiblemente el templo en el que fue realizada esta obra. El mantenimiento de este templo, es un trabajo permanente que requiere de importantes recursos, donde la restauración de la fachada y techos es el elemento de infraestructura que permitirá tener una buena imagen ante la comunidad y por lo tanto involucrarla en las actividades permanentes y especiales de la misma. Un factor importante es que la iglesia no es conocida por su activo más importante que son las pinturas de Ramelli y que la posicionaría como un atractivo para el turismo cultural religioso y artístico que en otras regiones del mundo y del país genera recursos para el mantenimiento y preservación de recursos patrimoniales. En este caso la cadena de aprovisionamiento y distribución, debe verse de igual forma desde el recurso patrimonial y la organización que lo administra. En específico la iglesia de Nuestra Señora de Egipto, la iglesia tiene como objetivo de su organización el brindar servicios espirituales y de ayuda a la comunidad con base en los lineamientos dictados desde su sede central en Roma y replicados en cada una de las parroquias alrededor del mundo.

Para la restauración de este templo ha sido de vital importancia la ayuda prestada por la Universidad Externado debido al aporte en recursos humanos, económicos y materiales para tal fin. La contraprestación que ha recibido la Universidad es el obtener un trabajo de investigación y un lugar de prácticas para sus estudiantes de pregrado y posgrado. Por otra parte la gestión del párroco en el mantenimiento del templo y en especial del patrimonio cultural mencionado es un factor de suma importancia a considerar, ya que esta tiene la capacidad de generar una apropiación importante hacia la parroquia por parte de la comunidad, que podría derivar en la motivación a realizar las acciones necesarias para conseguir recursos económicos y aportar a este mantenimiento. A pesar de lo antes mencionado el factor principal a tomar en cuenta es la necesidad de brindar un mayor reconocimiento de este patrimonio cultural en la sociedad bogotana con el propósito de facilitar estrategias en la búsqueda de aportantes del sector privado.

CONCLUSIÓN La temática en torno al patrimonio cultural de una civilización ha sido un tema recurrente a lo largo de la historia, aunque con connotaciones muy distintas, criterios y perspectivas diferentes derivadas de su carácter dinámico y sociocultural. El avance de este tema y en particular de la conceptualización del mismo ha ido ligado paralelamente con la evolución en torno a la normativa que rige su determinación y protección. En este tópico y en especial en el patrimonio arquitectónico es importante entender a las edificaciones como un proceso histórico complejo. Por tanto cualquier proyecto de restauración debe constituir un proceso cognitivo que implique un profundo conocimiento del edificio y del sitio. No se debe intervenir en un edificio histórico sin previamente haber procedido a decodificar toda la información que contiene mediante los instrumentos necesarios. A su vez estos instrumentos deben ser mínimamente normativizados por parte de las administraciones responsables. Es imperativo crear un vínculo entre la administración pública y el ámbito académico para lograr resultados con mayor veracidad y eficiencia. A su vez es importante unificar los criterios en el ámbito académico para unificar esfuerzos y lograr resultados homogéneos.

Un aspecto fundamental en este ámbito es la importancia de hacer partícipe a la sociedad en el ámbito del patrimonio cultural, esto mediante su difusión y prioritariamente desde la formación básica para crear una cultura de conservación del patrimonio cultural a la par de la conservación medioambiental en las generaciones presentes y futuras. La salvaguarda del patrimonio cultural en todas sus manifestaciones es el compromiso con las futuras generaciones. En México es un reto proteger y conservar al patrimonio cultural arquitectónico, por la cantidad y variedad de riquezas monumentales que posee y porque son notables las carencias en recursos económicos, humanos y materiales destinados a la conservación. La protección y conservación del patrimonio cultural requiere de la participación de todos los sectores. Lo más importante es crear conciencia entre la ciudadanía para que se involucre y apoye la salvaguarda del patrimonio cultural.

REFERENCIAS Casado-Galván, I. (Noviembre de 2009). Breve historia del concepto de patrimonio histórico: del monumento al territorio. Obtenido de eumed: www.eumed.net/rev/cccss/06/icg.htm ieslaaldea. (s.f.). EDUCACIÓN PATRIMONIAL. Obtenido de ieslaaldea-Canarias-La Aldea: www.ieslaaldea.com Kadluczka, A., G., C., & Zádor, M. (2000). CARTA DE CRACOVIA 2000. Lee-Alardin, G. (2008). México, Apuntes sobre la conservación y restauración del patrimonio en. CPC, págs. 7-20. Repetto, L. (2006). Memoria y patrimonio: algunos alcances. SECURD. (2010). ESTADOS DEL ARTE PARA EL CAMPO DEL PATRIMONIO CULTURAL EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ. SEDEUMA. (2008). PATRIMONIO CULTURAL ARQUITECTÓNICO DEL ESTADO DE YUCATÁN. Yucatan. Vitoria-Gasteiz. (2003). EL PATRIMONIO ARQUITECTONICO.

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