Ensayo Julio - Alimentos Transgenicos

ALIMENTOS TRANSGÉNICOS Por Julio César Pareja Nieto

Hace dos semanas, a raíz de una noticia publicada en un diario nacional, me di con la sorpresa que mis queridos Cuates Picantes, un piqueo típico de nosotros los adolescentes, contenía Organismos Genéticamente Modificados. De repente me entró la curiosidad de indagar acerca del significado de tal término, pues las “compañías” estaban tratando con un consumidor activo, quien buscaba conocer todo sobre lo que esta consumiendo. Al hablar de OGM nos referimos a los alimentos transgénicos, que actualmente en el Perú esta siendo debatida la introducción de estos en el mercado local. Pero, porque la controversia, Que son en si los alimentos transgénicos, que son los beneficios de los cuales tanto alardean unos y los riesgos a los cuales temen otros. En sí, al hablar de transgénicos se habla de alimentos genéticamente modificados. Es decir, a estos alimentos se les ha agregado o quitado parte de la secuencia original, a fin de crear un organismo con características específicas, por lo general con más ventajas que su versión original. En este proceso, se pueden incorporar genes de otra especie –de bacterias, virus, animales o plantas– en un alimento, creando así un alimento con una estructura genética distinta. Ahora se siente extraño saber que no estoy consumiendo alimentos puros en su totalidad ya que se le han agregado genes de otro tipo de organismo que puedo desconocer. Pero veamos las opiniones a favor, ya que algunos plantean que existen beneficios en la modificación genética de algunos productos consumidos por la población. Uno de los primeros gira en torno a la Salud como el más tratado y preocupante. Ellos defienden que se pueden lograr alimentos con mayores características nutricionales que las que tienen las especies naturales. Es decir, algunas plantas son ricas en ciertos nutrientes esenciales para el hombre, mientras que otras carecen de ellos o los poseen en muy bajas cantidades, es por ello que los métodos de ingeniería genética han conseguido incrementar la producción de ciertas sustancias en las plantas transgénicas. Uno de los ejemplos más representativos de ellos es el arroz dorado (golden rice, por su color) que es rico en vitamina A, la cual ayuda a evitar la ceguera en medio millón de niños por año en el mundo. Por eso la inserción de ciertos nutrientes que originalmente no tenia la planta (de mayor alcance) facilitaría el acceso a poblaciones enteras que carecen de una dieta adecuada y no cuentan con los medios para adquirir productos ricos en nutrientes, pero caros. El hecho concreto es que hasta ahora no se ha podido comprobar daño en animales o humanos por consumir alimentos transgénicos. Desde hace años, cientos de millones de personas ya han estado consumiendo alimentos transgénicos sin reportar daños algunos. Uno más de los beneficios planteados abarca la parte económica, debido a que se logran variedades de cultivos más resistentes a las adversidades como plagas, sequías, heladas, etc. que aseguran la cantidad de alimentos producidos. Es decir, la introducción de genes en las plantas hace que éstas sean "naturalmente" resistentes a las

principales plagas que atacan los cultivos y producen grandes pérdidas económicas en la producción. Tal es así que el primer transgénico que salió al mercado fue el tomate "Flavr–Savr" de Calgene, el cual posee un gen artificial que genera un RNA de anti sentido que inhibe la producción de la proteína responsable de la senescencia (el envejecimiento) del fruto. Por eso la tecnología genética permitiría almacenar y tener más tiempo de exposición al ambiente muchos frutos sin que se ablanden y se malogren, lo cual disminuiría el costo de producción de los mismos. Pero a pesar de ello la extensión de los cultivos transgénicos y el incremento de su consumo han desatado polémica. El tema es controversial, ya que por un lado muchos expertos consideran que los transgénicos pueden ser la solución al hambre y la desnutrición, puesto que estos “super-cultivos” podrían eventualmente ser resistentes a todo y los alimentos podrían ser potenciados, acabando así con la desnutrición ya que los alimentos no se desperdiciarían y no habría carencia de ellos. Otro beneficio que va de la mano con lo expuesto anteriormente es la eliminación total o parcial de los pesticidas químicos que tanto daño hacen al medio ambiente, ya que la planta generaría su propia sustancia resistente y/o protectora contra los insectos. Por eso, los productos transgénicos son beneficiosos ya que erradicarían el uso de pesticida, que por cierto son muy caros y no se invertiría dinero haciéndolos. Un beneficio planteado es que al lograr cultivos resistentes, se reducen los laboreos de la tierra evitando su desgaste, como también se disminuye o anula el uso de pesticidas. Con respecto al primer punto se emplearía menos tiempo, menos agua, menos tierra para la cosecha de los alimentos transgénicos. Por último, relacionando con lo anterior, se establece que mediante estas modificaciones genéticas se puede aumentar la duración de la vida útil del alimento. Tal es así, que se han diseñado plantas transgénicas resistentes a diferentes enfermedades virales mediante ingeniería genética. Hay que tener en cuenta que las enfermedades virales son causadas por virus que infectan las principales plantas y producen enfermedades mortales en ellas y son capaces de acabar con cultivos enteros puesto que el contagio mediante insectos (u otros vectores) propaga rápidamente la enfermedad y produce un deterioro permanente de los cultivos. Es por ello, que se ha avanzado en ingeniería genética, por ejemplo, la resistencia a enfermedades bacterianas y virales, mediante plantas productoras de ciertas proteínas y sustancias que funcionan como antibióticos y antimicóticos.

Por otro lado, se rechazan los alimentos transgénicos debido a los riesgos que puedan ocasionar a largo plazo en la salud, en la economía nacional, la conservación de especies silvestres o alteración de la biodiversidad. “Potencialmente” suponen un riesgo para la salud ya que puede generar nuevas alergias, la aparición de nuevos tóxicos, la disminución en la capacidad de fertilidad en mamíferos alimentados con OGM, contaminación de alimentos, problemas en órganos internos, etc.

Pueden producir alergias en personas susceptibles y resistencia a los antibióticos útiles para el ser humano. Al introducir genes extraños en las plantas que sirven de alimento, hace que en la comida cotidiana aparezcan sustancias que de otra manera nunca habrían entrado a la dieta humana. Se ha visto que muchas de estas sustancias nuevas en las plantas transgénicas son potenciales alergenos para los seres humanos. Se han registrado casos de pruebas de laboratorio que han dado positivo al componente alergénico, sin embargo no todos productos potencialmente alergenos han tenido esa censura, y ese es el caso del maíz StarLink (resistente a insectos) producido y comercializado en Estados Unidos, el cual ha producido reacciones alérgicas muy fuertes en parte de los consumidores Desde el punto de vista comercial, los agricultores las preferirían, lo que generaría dependencia de las empresas transnacionales que las comercializan. Además la polémica que desata la extensión de los cultivos transgénicos y el incremento de su consumo se basa, para el nutricionista Arnaldo Hurtado, es que estas plantas (OGM) pondrían en riesgo los cultivos tradicionales y podrían desaparecer algunas variedades exóticas o regionales, como el maíz gigante del Cusco, ¿cómo? A través de la polinización los cultivos transgénicos pueden ‘contaminar’ con sus genes a las especies convencionales. Además varios de los riesgos o efectos que pueden ocasionar los transgénicos señalan que a corto, medio y largo plazo, puede haber contaminación química del suelo, debido a la acumulación por la toxina BT, insumo de la mayoría de los transgénicos. Existe la posibilidad de cruzamientos exteriores que podrían dar lugar, por ejemplo, al desarrollo de malas hierbas más agresivas o de parientes silvestres con mayor resistencia a las enfermedades o provocar tensiones ambientales, trastornando el equilibrio del ecosistema. Hay que tener en cuenta la posible desaparición de biodiversidad ya sea por el aumento del uso de productos químicos que pueden tener efectos sobre flora y fauna, o por las toxinas fabricadas por las plantas las cuales matan a insectos beneficiosos o pájaros dentro del ecosistema. Otro factor a tener en cuenta es la contaminación genética debido a que se puede transmitir la modificación genética a especies silvestres emparentadas con la planta transgénica. Es muy importante ser conscientes de que la contaminación genética tiene la capacidad de reproducirse y expandirse (son seres vivos). Una vez en el medio ambiente, la contaminación no se puede "limpiar", nunca se podrá hacerse. Los efectos de los trans-genes en las plantas silvestres son absolutamente imprevisibles. Actualmente, en el Perú se está debatiendo la factibilidad de introducir variedades transgénicas de diversos tipos de plantas en nuestros ecosistemas ecosistema, esto lleva por supuesto a la fabricación de Alimentos Transgénicos o Genéticamente Modificados. Las intenciones, aparte de mejorar el mercado agrónomo, son las mismos de la OGM: ser resistentes a algunos tipos de plagas y herbicidas, tener una mayor cantidad de vitaminas o minerales y así potenciar sus propiedades, o ser capaces de tolerar condiciones climáticas adversas

La dudas sobre los efectos a largo plazo de los transgénicos siempre van a estar aquí presentes y palpables, de ahí el rechazo de la población, por más que se nos informen sobre lo bueno que podrían ser los alimentos transgénicos a nivel mundial o local. Por todo lo anterior creo que en nuestro país no se deben de imponer medidas para su producción y consumo, sino más bien se deben abrir espacios de diálogo entre los principales actores públicos y privados de este problema, para discutir los pros y los contras. Hay que tener en cuenta que el debate en países desarrollados continúa abierto el debate sobre los efectos a largo plazo de los alimentos genéticamente modificados, por eso, aquí se debiera seguir este camino para evitar problemas a futuro. Muy bien, pero además se debe obligar al etiquetado de (o para) los productos que contengan organismos genéticamente modificados y la cantidad, dejando a la libre decisión de las personas a consumir o no estos alimentos. Una muy buena vía de actuación es llamar a los teléfonos de atención al cliente de las empresas, que suelen ser líneas gratuitas. Pídeles garantías de que sus productos no contienen organismos genéticamente modificados, si te aseguran que "no", sería cuestión de preguntarles por qué entonces no lo anuncian así en la etiqueta.