Ensayo El Tunel

Carlos Alberto Lugo Pérez Profesora Morales

1.

5 de mayo de 2015 Literatura Hispanoamericana II

Describe los procesos mentales que atraviesa Castel, el personaje protagónico de El túnel de Ernesto Sábato. Anota al menos cinco actitudes de su comportamiento co mportamiento que denotan su desequilibrio. Usa el texto para probar tus puntos. Luego, explica a raíz de esto, el significado simbólico que adopta el título de la obra. (10 puntos)

La novela “El túnel” túnel” es una que se describe a sí misma como la mente del protagonista, Juan Pablo Castel. Decimos que pertenece a la mente, ya que, en el transcurso de la misma conocemos la historia a través del testimonio de Castel, y sólo podemos inferir la existencia de los otros personajes en cuanto al relato se trata. De forma que, no podemos comprender las intenciones, razones, pensamientos, y motivos de los otros personajes, a menos que Castel mismo lo infiriera. En otras palabras, deducimos por la deducción de Castel. Sin embargo, el  protagonista es una persona con problemas psicológicos, por tanto, las inferencias a mitad de la novela están llenas de errores perceptivos. Para comprender como el pensamiento de Castel va enredándose en su lógica, es menester comenzar con un tema central de la novela, para luego darle importancia a cada punto donde los procesos mentales de Castel van llevándolo a la reclusión psicológica en la cual se desenvuelve “El túnel” túnel”. Juan Pablo Castel presenta un complejo materno-filial, conocido como “Complejo de Edipo” Edipo”, que se define como: “ Inclinación erótica del niño hacia la madre, acompañada de hostilidad y celos hacia el padre. Su presencia es fundamental para la aparición de inclinaciones eróticas hacia el sexo opuesto, pero es preciso superarlo para conseguir una  sexualidad y personalidad normal.” normal.”1. Este comportamiento se puede observar en Castel en varios pasajes de la novela: “ En el Salón Primavera de 1946 presenté un cuadro llamado

1

Laplanche, J. & Pontalis, J. B., Diccionario B.,  Diccionario de Psicoanálisis, Psicoanálisis, Paidos, B. Aires 9 na Edición 2007, pág. 67.

 Maternidad ’ . ‘ 

[…] la gran mujer en primer plano, la mujer que miraba jugar al niño.” (Sábato

65) […] “ y yo vivía obsesionado con la idea de que su amor era, en el mejor de los casos, amor de madre o de una hermana. De modo que la unión física me aparecía como una garantía de verdadero amor ”  (Sábato 106) […] “desprecio a los hombres, los veo sucios, feos, incapaces, ávidos, groseros, mezquinos […]” (Sábato 119) Debido al Complejo de Edipo que Castel presentó en algún momento de su infancia/adolescencia/adultez, éste se encuentra en un mundo antagónico, según su punto de vista, pues su madre ya a principios de la novela nos la  presenta Castel es un estado agonizante. Según nos da a entender el texto, Castel nunca superó este complejo, por lo tanto tiene una personalidad discordante con la sociedad que lo rode a, en lo cual Sábato disfraza como un “gran artista”. El protagonista presenta casos de ansiedad que se ven desde el capítulo tres, pero eso es apenas el comienzo. La situación empeora cuando se  propone conocer a María Iribarne, que es la mujer que representa a su madre dentro de su túnel: “ Pensé tanto en ella, durante esos meses […]” (Sábato 66). Resulta interesante observar como Castel pensaba mucho en ella, sin embargo, en una conversación que tuvo con ella explicó – o trata de hacerlo--, como el percibe su proceso mental: “—   Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas.” (Sábato 84) Pudiéramos llegar a una conclusión bastante certera con esas palabras que él mismo pronunció, pero no sería interesante, sin antes conocer el comportamiento misógino con el cual Castel se descubre al lector. Luego de comunicarse con María Iribarne y establecer un sentimiento de espejo – que sólo refleja lo que Castel desea, éste comienza con un comportamiento violento, de supresión y obsesión. Este fragmento del capítulo diez, en una conversación telefónica entre Castel y María, no solo muestra la obsesión de él con una mujer que no emite sentimientos por él, (se puede apreciar el C omplejo de Edipo),

si no, que analiza todo lo que ella hace, y lo que sucede a su alrededor: […] “tono casi oficinesco, que me produjo un vuelco. […] A los pocos instantes oí de nuevo su voz, pero esta vez su voz verdadera” […] (Sábato 88). Castel en su egocentrismo, se cree capaz de percibir todo detalle, lo brillante en esto, es que hace pensar al lector como si él mismo fuese capaz de hacerlo también: “Tuve una rara intuición: encendí rápidamente otro fósforo. […] Es decir,  ya no sonreía, pero había estado sonriendo un décimo de segundo antes. […] Me ha sucedido a veces […]  como si un leve temblor quedara vibrando en el ambiente.”  (Sábato 104). Te  preguntarás, ¿cómo esto lleva a que la novela se llame “El túnel”, o por qué dije que Castel tiene un comportamiento misógino? Pues Castel no puede ver más allá de lo que él concibe como realidad, y su realidad está distorsionada. También el comportamiento misógino se ve reflejado, gracias a ese espejo, porque él no puede comprender los sentimientos de María e intenta imponérsele, además que la época de la novela se presta para ese tipo de comportamiento. Pero eso no se queda ahí, el detonante para que su locura se manifieste, y haga una explosión de supuesta sensatez, para él, es cuando compara a María con la prostituta rumana: “la expresión de la rumana se parecía a una expresión que alguna vez había observado en María. --¡Puta! --grité enloquecido, apartándome con asco--. ¡Claro que es una  puta! […] María y la prostituta han tenido una expresión semejante; la prostituta simulaba  placer; María, pues simulaba placer; María es una prostituta.”  (Sábato 152) Si no es de extrañar que Castel caminase por un túnel, su pensamiento es lineal, un proceso cual solamente él entiende como cierto. Castel en su desespero por la soledad que le produjo María decide matarla, parece sensato, y es sensato, desde su punto de vista. Entendamos que el túnel como espacio existencial, es la mente de Castel, y él nos lleva dentro de sus limitaciones. El  protagonista se siente perseguido, que lo espían y se ríen de él, porque dentro de esa soledad

olímpica habitan los ecos de una sociedad a la cual él pertenece, y para que no quede en desuso, nos da a inferir que al acercarse a María, el túnel dejó de ser su realidad.