Ensayo: Desarrollo cognoscitivo Jean Piaget
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Descripción: Ensayo sobre el desarrollo cognoscitivo según la teoría de Jean Piaget (cuatro etapas)...
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Desarrollo cognoscitivo, según Jean Piaget. Jean Piaget dice que el desarrollo es una búsqueda constante hacia el equilibrio, tanto orgánico como mental, y para llegar a dicho estado es necesario satisfacer una gran cantidad de necesidades, pues el equilibrio solo se puede rozar saciando las necesidades que lo demanden en un momento especifico. La vida, en general, es un proceso de búsqueda constante por el equilibrio y como todo proceso, está constituido por una serie de etapas. Jean Piaget centró su investigación en la infancia.“Tal como ha demostrado Claparède, una necesidad es siempre manifestación de un desequilibrio”. (Jean Piaget, Seis estudios de psicología, p.15). Se pueden extraer tres tipos básicos de necesidades, las de índole fisiológico, emocional o afectivo y las de carácter intelectual. También es necesario definir lo que Piaget denomina proceso de adaptación, funciones constantes y estructuras variables. “Se puede denominar «adaptación» al equilibrio de estas asimilaciones y acomodaciones” (Jean Piaget). tomando en cuenta que Piaget define la asimilación como un proceso de incorporación (integración) y la acomodación como uno de re-ajuste (modificación). Funciones constantes como la acción que evoca una necesidad y estructuras variables como las distintas formas en que varían las funciones constantes, estas varían de la etapa del desarrollo cognoscitivo que se encuentre el sujeto (sensorio-motriz, pre-operacional, operaciones concretas u operaciones formales). Etapa sensorio-motriz Esta etapa se lleva a cabo a partir del nacimiento hasta los 2 años, que es cuando se adquiere el lenguaje (principios), y se caracteriza por un increíble desarrollo mental. Aunque no parezca que esta es una etapa fructífera, porque no hay avances aparentes, si lo es y mucho, pues el desarrollo es psíquico más que físico. Basándose totalmente en los sentidos, la percepción y el movimiento, los niños aprenden por medio de exploración del mundo que los rodea.
“Vamos a describir paso a paso las etapas de esta revolución copernicana, bajo su doble aspecto de inteligencia y de vida afectiva nacientes. Del primero de estos dos puntos de vista se pueden distinguir, tal como ya hemos hecho anteriormente, tres fases entre el origen y el final de este período: la de los reflejos, la de la organización de las percepciones y costumbres, y la de la propia inteligencia sensorio-motriz.” (Jean Piaget, Seis estudios de psicología, p.18). La primera fase se centra en los reflejos, una tarea que implica la coordinación entre sensación y respuesta motriz, todo esto producto de la herencia biológica, constituye los reflejos básicos de supervivencia, en pocas palabras, necesidades fisiológicas. Un ejemplo claro que narra el señor Jean Piaget es el reflejo de succión, que bien, tiene como fin principal la alimentación por medio de la mama. El niño necesita que alguien le enseñe como o porque se debe mamar, solo lo hace como un reflejo instintivo, podría decirse. Resulta más extraño y asombroso que el niño quiera succionar todo, basando su realidad total en algo “succionable”, buscando mamar todo lo que este a su alcance, posteriormente siendo los deditos y algún otro objeto cuando está a su alcance. Es está una prueba del increíble desarrollo mental del infante, ya que no queda ahí, sino que, después de un tiempo por medio de asimilación mental, estos procesos se complican y se vuelven un hábito lo que por consiguiente le siguen las percepciones organizadas o como Piaget llama a esta fase: Organización de percepciones. De hecho, el simple hecho, valga la redundancia, de chupar el dedo de manera sistematizada ya corresponde a la segunda etapa al igual que responder ante alguna estimulación visual o auditiva, no tanto por la percepción, sino más bien por una especie de condicionamiento que se gana con la experiencia. La llegada a la tercera etapa es muy importante para continuar con el desarrollo, que comprende la inteligencia práctica o sensoriomotriz. Esta inteligencia no tiene nada que ver con el pensamiento racional o la adquisición del lenguaje, si no como su nombre lo indica, es una inteligencia totalmente práctica, es decir se aplica en la manipulación y exploración del exterior, basada totalmente en la percepción sensorial y movimiento motor. Puesto que el niño no tiene habilidades para distinguir las cosas tiene un pensamiento egocéntrico, por lo que no diferencia entre el yo y el mundo
exterior, podría decirse que, si algo no está dentro de su campo perceptivo, no existe. Aquí cabe el fenómeno que Piaget denomina permanencia de objeto. También se caracteriza por cuatro procesos llevados a cabo durante los dos primeros años: la categoría de objetos y espacio, causalidad y tiempo, obviamente por medio de la experiencia y no por medio de un pensamiento avanzado. Etapa pre-operacional Etapa que abarca de los 2 a los 7 años, caracterizada principalmente por la aparición del lenguaje y el pensamiento simbólico. La aparición del lenguaje juega un papel crucial en el desarrollo cognoscitivo del ser humano ya que modifica ampliamente los aspectos afectivos/emocionales e intelectuales. ¿Cómo es esto posible?, Según Piaget, con la adquisición de un lenguaje comienzan los procesos de interacción social y la interiorización de palabras, es decir, el pensamiento. El autor también introduce el termino imágenes, que se refiere a la experiencia mental que evoca una palabra (esto posible gracias a la etapa sensorio-motriz). Se mencionan tres modificaciones conductuales: socialización, pensamiento e intuición. La socialización consiste en un intercambio de ideas y/o pensamientos, en esta etapa del desarrollo cognitivo el niño por medio del lenguaje es capaz de gozar los principios de socialización en su vida, caracterizados fuertemente por la subordinación, esto quiere decir que el niño se ve fuertemente influenciado por la sociedad adulta o con una posición de poder. Esto es la respuesta al porque los niños admiran a sus padres, abuelos, profesores o incluso un personaje irreal, pues es un ejemplo ideal, lo que para el niño es fuente de motivación para la construcción de un yo ideal. En la génesis del pensamiento se puede decir que este aparece con la interiorización de la palabra misma, es por esto que el lenguaje da inicio al pensamiento propio. Vale la pena mencionar varios términos que maneja el autor, el primero es el juego simbólico, consiste en modificar la realidad de modo que sea más fácil de comprender para el usuario. el monologo colectivo que se basa en un pensamiento egocéntrico, como todo en esta etapa, es el hecho de no tomar en cuenta la opinión de los otros, un ejemplo claro podría ser la escuela, cuando un grupo de amigos habla sobre sus mascotas y algunos dan los puntos del porque el suyo es mejor, sin tomar en cuenta nada
más que su punto de vista, muchas veces carente de raciocinio. Animismo, concebir las cosas como si tuvieran vida e intenciones. Artificialismo, creencia de que las cosas son creadas por el hombre o alguna entidad divina. Causalidad, confusión entre leyes morales y naturales. Finalismo, tener un fin y una justificación. La última modificación conductual se conforma por la intuición. Puesto que el niño aun no desarrolla una lógica suple esta herramienta por el mecanismo de intuición, el cual consiste en interiorizar las percepciones bajo la forma de imágenes o representaciones mentales. El niño tiene la capacidad de crear imágenes de acuerdo a la experiencia sensoriomotriz, pero no es necesario que el objeto pensado este dentro del campo perceptivo, si no que una palabra puede evocar esa experiencia mental. De igual forma cabe mencionar la vida afectiva, que, en esta etapa, la segunda infancia, es muy importante. En donde el niño tiene la necesidad de ser empático, dar y recibir cariño todo esto como consecuencia de la socialización, podría decirse que es el vago inicio de un pensamiento moral. Etapa de operaciones concretas La etapa de operaciones concretas abarca de los siete a los doce años, caracterizada principalmente por desarrollar un pensamiento lógico y una notable maduración en cuanto a las habilidades sociales. Progresos de la conducta y la socialización; “Desde el punto de vista de las relaciones interindividuales el niño, a partir de los siete años, es capaz, efectivamente, de cooperar puesto que ya no confunde su propio punto de vista con el de los demás, sino que disocia estos últimos para coordinarlos.” (Piaget) Existe un evidente avance en la conducta y la socialización, el propio lenguaje es más avanzado y complejo a medida que avanza el tiempo, el niño ya tiene la capacidad de discutir, lo que abre cabida a una nueva opinión, abriendo, por así decirlo, los esquemas mentales e implementando distintos puntos a esta red esquemática. El infante entra en una fase en la que ya no le es complicado entender y asumir las reglas de un determinado juego, por dar un ejemplo. Progresos del pensamiento; gracias a que el pensamiento egocéntrico va en declive, el niño puede pensar de una forma más lógica y racional, tomando en cuenta factores que antes era imposible. El autor menciona que el niño ya es
capaz de dar explicaciones propiamente atomísticas, refiriéndose a esto como una habilidad más desarrollada del pensamiento, un ejemplo es el volumen y el peso. Menciona un ejemplo con dos vasos de agua, uno con azúcar y otro sin azúcar, aunque aparentemente el volumen y el peso de ambos vasos con agua es el mismo, un niño de 2 a 7 años diría que el azúcar simplemente desapareció y que por lo tanto son iguales. A partir de los 7 años el niño ya tiene la capacidad para diferenciar uno del otro, pues puede darse cuenta de que el azúcar no desapareció, sino que se disolvió en el agua, aumentando el volumen y el peso, quizá en cantidades muy bajas, pero en fin teniendo un efecto real sobre uno de los vasos. “hacia los siete años admite la constancia de la materia, pero cree aún en la variación de las restantes cualidades; hacia los nueve años reconoce la conservación del peso, pero no la del volumen y hacia los once-doce años la del volumen”. (Piaget) Igualmente es apreciable un desarrollo en las nociones de tiempo-espacio logrando establecer una conexión entre estas dos variables a los ocho años aproximadamente. Operaciones racionales; el sujeto pasa de la intuición a la racionalidad. Desarrolla la habilidad para comprender cosas que antes no, como un complejo sistema numérico, “un sistema de conceptos o relaciones, operaciones aritméticas geométricas
(suma,
multiplicación,
(secciones,
giros
etc., etc.),
y
sus
inversas),
temporales
operaciones
(seriación
de
los
acontecimientos, y por tanto de su sucesión y ajuste de los intervalos), mecánicas, físicas, etcétera.” (Piaget). También se aprecia un desarrollo en la afectividad, voluntad y sentimientos morales; el niño desarrolla lo que se conoce como respeto mutuo, que está basado en una serie de normas preestablecidas, lo cual antes podría presentar un desafío, a esta edad es totalmente aceptable y comprensible. Entiende que la cooperación es necesaria, tiene voluntad y tiende a dar mucho peso a los sentimientos y emociones de los demás. Etapa de operaciones formales Etapa que abarca de los 12 años en adelante caracterizada principalmente por el pensamiento de forma lógica sobre preposiciones abstractas y un increíble desarrollo en el pensamiento. Aunque esta etapa viene acompañada de un
gran desequilibrio en el aspecto emocional, no limita, hasta cierto punto, el desarrollo cognoscitivo del sujeto. Pensamiento y operaciones; el adolescente tiene la capacidad para elaborar teorías y construir sistemas, a diferencia de un niño en la segunda infancia, que es imposible para este. Igualmente, el adolescente muestra gran interés en problemas inactuales, como una preocupación por el futuro o gran interés por el pasado. El joven posee una gran habilidad para elaborar teorías abstractas. Generalmente en esta etapa existe un desborde creativo, por lo que muchos tienden a escribir y elaborar teorías de todo tipo, filosóficas, políticas, sociales e incluso psicológicas, siendo los introvertidos los que tienden más a este tipo de prácticas. Al contrario, los extrovertidos, que, en vez de escribir, hablan. Se desprenden de las limitaciones de lo tangible y lo comprobable, extendiéndose más allá, donde lo intangible e “incomprobable”, todo esto posible gracias al pensamiento hipotético-deductivo. Afectividad de la personalidad en el mundo social de los adultos; El, ahora adolescente, busca introducirse en un sistema social adulto, del cual ya se siente parte, razón de su egocentrismo y motivo suficiente para entender el porqué de sus deseos a futuro, buscando una superación, a veces no tanto personal, sino más bien de su caudillo. “El adolescente lleva a cabo su inserción en la sociedad de los adultos: lo hace mediante proyectos, programas de vida, sistemas que a menudo son teóricos, planes de reformas sociales o políticas, etc. Resumiendo, lo hace mediante el pensamiento y podría casi decirse que, mediante la imaginación, debido a lo mucho que esta forma de pensamiento hipotético-deductivo se aleja a veces de lo real.” (Piaget). Otra característica importante es el pensamiento de tipo altruista (pensamiento mesiánico) el cual consiste en intenciones que ayuden al prójimo, como en un intento de satisfacer alguna necesidad individual más que la de otra persona, siendo esta una de las vías de inserción al mundo social adulto. Es sumamente interesante el trabajo del epistemólogo, psicólogo y biólogo Jean Piaget, quien revolucionó con sus investigaciones acerca del desarrollo psicológico de la infancia. La evolución del sujeto no es algo sencillo y que deba tomarse a la ligera, la insaciable búsqueda por un equilibrio es quizá, el sentido de la vida. Y Piaget deja bastante claro el cómo, porque, para que y
cuando a muchas formulables. Abarcando desde los primeros días de vida en el mundo exterior hasta la adolescencia que comprende de los 12 a los 18 años aproximadamente.
Ejemplo Etapa sensorio-motriz: Un bebé explora lo que está dentro de su campo perceptivo. Ej. Cobija, ropa, almohada, algún juguete, la mama de su madre, la piel o cualquier parte de mamá. Cuando tienen un juguete en las manos, antes que jugar, que es algo que no saben hacer, lo exploran. En el caso de que tuviera un vaso lo primero que haría sería introducirlo a su boca. Etapa pre-operacional: mediante el juego simbólico. Puede ser cuando los niños juegan con muñecos o muñecas, utilizando el juego como vía de comprensión. Etapa operaciones concretas: Siguiendo con el ejemplo de los muñecos, el niño puede jugar a representar una familia, asignado un rol especifico a cada personaje, pues ya ha entendido algunas reglas del sistema social-familiar. También puede jugar a las escondidas ya que puede seguir una serie de reglas, que antes no, lo que podría llevarlo fácilmente a tener conflictos con los demás. Etapa de operaciones formales: en esta edad es probable que el adolescente ya no juegue con dinosaurios o muñecos, pero puede crear teorías por medio del pensamiento hipotético-deductivo, por ejemplo, una teoría acerca de la relación que tiene el ocio con el uso de drogas o la música que escucha una persona con el nivel intelectual que este tiene. En el pensamiento mesiánico podría encajar la religiosidad que muchos adolescentes ganan, por eso es que es común ver las iglesias llenas de coordinadores de grupos juveniles intentando dejar su semilla de bondad en otros.
Sensorio-motriz
Objeto: Celular Pre-operacional O. Concretas
O. Formales
Succionarlo y
Podría utilizarlo
Buscar
Facebook, leer,
tocarlo, verlo y
para jugar a que
significados de
escribir frases
arrojarlo.
es una especie
palabras,
matonas que cree
No le daría el uso
de televisión o
Facebook, juegos
geniales (de su
que tiene destinado
algo similar. O
de rol, etc.
autoría), tomarse
este producto.
algún videojuego
infinidad de fotos.
sencillo.
Quizá hablar por teléfono.
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