Ensayo de 20 Paginas

November 23, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Postgrado en didáctica de las ciencias Módulo D: Evaluación del aprendizaje. Lic. Lisseth Samudio, CIP: 4-736-115

La evaluación como actividad individual o colectiva La primera vez que me dispuse a escribir una prueba evaluativa, lo hice pensando tres cosas. Primero, pretendía saber quien aprendió y quien no aprendió; pensé además que debía ser un examen complicado y con preguntas capciosas, “si el estudiante estudió lo suficiente puede identificar las trampillas”, por último pensé que, como el material que les entregaba era muy amplio y profundo ellos aprenderían mucho y por consiguiente mi evaluación era de tipo formativa. Siendo sincera, realmente me interesaba contribuir a la enseñanza, dejar una huella inspiradora en cada estudiante, saber que gracias a mi esfuerzo ellos serían profesionales competentes y eficientes.

¿Cuál es el sentido real de enseñar? ¿Es importante aquello que se enseña? ¿Por qué se enseña?

¿Por qué es importante desarrollar sistemas que regulen la calidad de la

enseñanza que impartimos? Estas preguntas son comunes cuando llega el punto crucial en el que percibimos que muchos de nuestros procedimientos como docentes, son errados, mal dirigidos y egoístas. ¿Cómo te darías cuenta de algo como eso? En el módulo D “La evaluación del concepto de aprendizaje” el Dr. Joaquín Gairín señala: El concepto actual de evaluación como un proceso para conocer el mérito o valor de los procesos educativos adquiere su pleno sentido cuando se inserta en un proceso de gestión dirigido a mejorar la práctica. Podemos encontrarnos con deficiencias o fallas en algún punto de nuestra cómoda práctica, es allí donde cristaliza el término evaluación, según algunos autores tenemos una observación o una experiencia que nos permite recoger información, la analizamos, emitimos juicios sobre el resultado del análisis y tomamos una decisión que debe cambiar el rumbo negativo que pueda tener nuestra praxis.

La evaluación se puede entender de diversas maneras, dependiendo de las necesidades, propósitos u objetivos de la institución educativa, tales como: el control y la medición, el enjuiciamiento de la validez del objetivo, la rendición de cuentas, por citar algunos

propósitos. Desde esta perspectiva se puede determinar en qué situaciones educativas es pertinente realizar un análisis, una medición o la combinación de ambas concepciones.

La búsqueda de alternativas a la solución de problemas es el reto fundamental de la evaluación como proceso para el mejoramiento de la calidad de la educación. Para ello es necesario crear un clima organizacional donde se facilite y propicie la práctica evaluativa. Para Ana Isabel Mora Vargas el clima organizacional de la evaluación se inicia con la indagación de la forma en que las personas interesadas entienden el proceso evaluativo y como se han llevado a cabo otras evaluaciones anteriores; es decir, que ha sido lo positivo de esos procesos y qué se debe mejorar.

Reconocemos que los tipos de evaluación deben cumplir con diversas funciones de diagnóstico, instrucción, educación y autoformación. Además la evaluación individual debe involucrar los siguientes procesos: evaluación del estudiante, evaluarse a uno mismo en la práctica docente, evaluar el programa formativo, evaluar el contexto formativo y evaluar la institución. Pero finalmente, cada uno de estos factores tienen en común una cosa “Cómo mejorar la educación”. Sin redundar mucho en los aspectos señalados trataremos de extrapolar estos conceptos y procesos a la evaluación individual y colectiva.

La evaluación diagnóstica en todos los procesos antes mencionados tiene la función de elaborar pronósticos de la situación, permitiendo una actuación preventiva y facilitando los juicios de valor de referencia personalizada. Por citar ejemplos puedo decir que como docente, yo puedo hacer un diagnóstico de la situación y condición de la enseñanza que estoy propiciando, como docente puedo hacer un diagnóstico que evalúe las condiciones sociales, personales y de salud que cada estudiante esté afrontando, como docente puedo hacer un diagnóstico que me indique como influyen los contextos universitarios en mis alumnos. ¿Para qué me serviría al final de cuentas una evaluación diagnóstica de cada aspecto señalado?

Para mejorar mis procedimientos, tomando en cuenta las

condiciones y el contexto personal, de los estudiantes y de la institución. La función instructiva nos permite perfeccionar nuestras técnicas o herramientas de evaluación y así acercarnos a la meta final. Las personas que participamos en este proceso nos formamos, aprendemos estrategias y una nueva experiencia de aprendizaje

laboral. Este tipo de evaluación por fuerza es individual, pero es aplicable tanto al docente, alumno, institución educativa y contexto social, porque siempre es importante mejorar la practica evaluativa en sí. Según Mora Vargas, la función autoformadora de la evaluación desarrolla la habilidad de reconocer el punto en el que hace falta mejor formación o mayor dedicación al pulimiento de las técnicas y herramientas evaluativas existentes y accesadas. También menciona que en este proceso aparecerán dificultades como resistencia al cambio, poco interés en asumir compromisos de participación y el miedo a aceptar nuevos retos. En países latinoamericanos, donde la población tiene la tendencia a ser subordinada y poco emprendedora por ejemplo, es muy común tener miedo a afrontar retos que marquen diferencias significativas en cualquier proyecto que nos proponemos. Sin embargo, como el devenir de los años de las nuevas aplicaciones internacionales ISO para la estandarización y mejora de los procedimientos de servicio, vemos que la cultura y el conocimiento de la importancia del proceso evaluativo va progresando paulatinamente colocándonos en un sitial de acción y espera de resultados para apoderarnos de los retos a la mejora educativa. La evaluación es lenta y debe ser un proceso de análisis y reflexión constante para lograr cambios hacia lo positivo.

La evaluación colectiva abarca la totalidad de los elementos, factores, dicentes y aspectos propuestos para la mejora de la calidad de la educación. La evaluación colectiva también abarca el ámbito social y le participa ¿cuáles son las cosas que creemos no están bien? ¿Cómo nos puede ayudar a mejorar? La evaluación es una reflexión dialógica, y por tanto grupal, sobre la realidad que configuran los procesos conscientes de la acción socioeducativa, para poder objetivarlos, analizarlos de forma crítica y de esta manera tomar decisiones que modifiquen o confirmen dichos procesos con el objeto de alcanzar un mayor grado de satisfacción personal y colectiva.

La evaluación es pues un proceso de decodificación y codificación de la realidad, constituida por los distintos procesos de la acción sociocultural, realizada en grupo y de forma dialéctica, apoyados en una serie de técnicas e instrumentos que optimizan el análisis, con el objeto de mejorar y optimizar la acción de los distintos agentes socioculturales.

Decimos también que la evaluación es procesual porque supone un proceso que se inicia con un planeamiento previo, se va desarrollando de forma progresiva y paralela a los procesos de la acción sociocultural y acaba con la toma de decisión, generadora de nuevos procesos socioculturales. Joaquín Gairín menciona que una de las características de la evaluación es que actúa de forma planificada basada en la realidad, buscando actuar sobre ella.

La evaluación es dialógica además, porque supone una tarea desarrollada de forma cooperativa por los diferentes agentes implicados en los procesos de la educación no formal. Agentes que utilizan el método dialógico consistente en partir de la realidad para analizarla en grupo, analizar sus diferentes representaciones y llegar a conclusiones de consenso que supongan una nueva práctica, que modifica, mejora o saca conclusiones de los procesos de la acción analizados.

La evaluación es sistémica en cuanto que analiza la acción sociocultural en su totalidad, considerándola un subsistema social al que acercarse de forma holística. A partir de esta concepción global de la acción como un subsistema complejo con múltiples interrelaciones, la evaluación planifica su intervención de forma sistemática, planteando sus objetivos, sistematizando sus observaciones y el proceso de análisis dialógico, y racionalizando sus conclusiones orientadas siempre a la toma de decisión que revierte sobre el sistema de la acción y sus modificaciones de mejora.

Otras de las características mencionadas en el módulo D y que se aplican a la práctica individual y/o colectiva son su el carácter contextualizado que considera dimensiones implícitas, esto obliga a analizar la realidad añadiendo elementos nuevos y diferentes como el papel de los protagonistas, proceso de la toma de decisiones, efectos secundarios de la actividad desarrollada. Este carácter es sin duda el más importante porque vivimos en un mundo cambiante donde los estereotipos aportan rigidez negativa a las prácticas o procesos técnicos y actitudinales, llevando consigo la resistencia a los cambios de parte de todas las partes que interactúen.

Considero que la estructura de la evaluación individual versus la evaluación colectiva se puede extrapolar a la evaluación sectorial versus la evaluación global. Siendo un aliciente que ya existan compromisos y direcciones que apunten a la evaluación de todos los

aspectos del proceso enseñanza-aprendizaje. Como ya lo mencionamos antes, el punto en que convergen cada uno de estos aspectos y sus protagonistas es “la mejora de la calidad de la educación”.

La

evaluación es sumativa pero en tanto debe aportar nuevas acciones y

representaciones que suponen una modificación de la acción con el objetivo de regular y mejorar su impacto introduciendo modificaciones al proceso de la acción o aportando soluciones de continuidad para aplicar en un futuro inmediato o a medio plazo. En este aspecto debe tener rigor y utilidad. El rigor se enfoca hacia la objetividad y la utilidad señala la relación y simultaneidad que debe haber entre lo que se aplica y lo que persigue la practica evaluativa, esencialmente la mejora.

El proceso evaluativo debe ser permanente. La aportación de las decisiones tomadas debe ir de la mano con los cambios y contextos que cada vez varían más con el pasar de los años. Nuevos profesores, nuestras metas institucionales, nuevos estudiantes, nuevas necesidades sociales. Jamás podríamos decir que la evaluación tendrá un punto final porque de hecho los mecanismos de gestión de calidad sostienen la idea del mejoramiento continuo y esto conlleva implícito que nunca deberíamos de dejar de evaluar ni de autoevaluar el proceso de enseñanza aprendizaje.

Compromisos de la Evaluación Individual y colectiva.

La evaluación tiene como objetivo principal la toma de decisión sobre la praxis, en concreto lo que podríamos llamar la acción transformadora de la realidad. A partir de ese análisis dialógico permanente, la evaluación analiza la realidad, valora opciones de transformación o mejora y toma decisiones de continuidad. Sin la toma de decisión no hay proceso evaluador puesto que quedaría mutilado de forma significativa.

Pero esa toma de decisión tiene a su vez como objetivo la optimización del proceso de la acción, es decir, la introducción de mejoras significativas, consensuadas y representadas como tales para los distintos agentes intervinientes. Esa optimización de los recursos o mejora significativa es lo que podemos denominar como calidad del proceso y es uno de los compromisos de la evaluación. La optimización de los recursos marca el nivel de eficiencia alcanzado en la ejecución de los diferentes proyectos. La optimización de los

recursos supone la correcta y equilibrada utilización de los recursos disponibles para la adecuación de los procesos de la acción y sus resultados a los fines y objetivos del proyecto. A la hora de valorar la optimización de los recursos van a ser válidos criterios como utilización de los tiempos y espacios, funciones y aprovechamiento de los distintos agentes, elección de las metodologías adecuadas y gestión del presupuesto, pero también criterios de índole cualitativo como el grado de satisfacción de los agentes con su trabajo y los resultados así como las dinámicas interpersonales y las relaciones grupales

Evaluar es conocer el grado de calidad del proceso, consideramos que el concepto de calidad va unido a otros conceptos complementarios como el de adecuación a los objetivos, optimización de los recursos, grado de satisfacción alcanzado por los agentes intervinientes o el de impacto sociocultural. La calidad es un concepto cualitativo, susceptible de interpretación, la calidad está en función de variables subjetivas y especulativas difíciles de objetivar.

Tomando como punto de partida el Manual para la elaboración y evaluación de compromisos del Ministerio de educación de Chile. Utilizaré algunas guías para establecer en puntos concretos ¿cuál es el compromiso de la evaluación individual y colectiva?

1. En primer lugar debemos tener objetivos de mejora de la gestión de desempeño docente, dicente e institucional. En palabras de Gimeno (1992): "evaluar hace referencia a cualquier proceso por medio del que algunas o varias características de un alumno, de un grupo de estudiantes, de un ambiente educativo, de objetos educativos, de materiales, de profesores, de programas, etc. reciben la atención del que evalúa, se analizan y se valoran sus características y condiciones en función de unos criterios o puntos de referencia para emitir un juicio relevante para la educación". El objetivo en todo caso es atender las diversas variables que influyen en todo el proceso de enseñanza aprendizaje a para valorar sus características negativas y positivas y así emitir razonamientos nuevos que aporten a la mejora del proceso en sí.

2. Metas institucionales: son aportes que brinda el docente para conseguir los objetivos de la evaluación. Las metas institucionales involucran no solo al personal docente, incluye administrativos y estudiantes. Por tanto, las metas institucionales deben ser consensadas y alcanzables.

3. Metas de Desarrollo Profesional

que

den

cuenta de

las competencias que se

necesitan para ser adquiridas o perfeccionadas para el buen cumplimiento de los aportes y/o metas institucionales. Son como medios de verificación que permitan corroborar nivel

de

logro de

las

el

metas suscritas tanto en el plano institucional

como de desarrollo profesional.

4. Autoevaluación: Autoevaluación: la autoevaluación es un objetivo de aprendizaje en sí mismo. los estudiantes deben aprender a ser profesionales competentes capaces de evaluar su propia práctica para analizarla y mejorarla a lo largo de la vida profesional. La autoevaluación se enmarca en una concepción democrática y formativa del proceso educativo en el que participan activamente todos los sujetos implicados y consiste en la evaluación que el alumno hace de su propio aprendizaje y de los factores que interfieren en este. En esta filosofía o enfoque de la evaluación también se incluye la coevaluación o evaluación por los compañeros coevaluación o evaluación por los compañeros o evaluación por los compañeros. En ambos caso, las ventajas que implica su utilización las podemos resumir del modo siguiente:  Proporciona al alumnado estrategia de desarrollo personal y profesional  Ayuda a desarrollar la capacidad crítica  Favorece la autonomía  compromete al alumno en el proceso educativo  Motiva para el aprendizaje  Incrementa la responsabilidad con el aprendizaje  Promueve la honestidad con los juicios  Proporciona información al profesor sobre su aprendizaje, el programa…

Los requisitos o condiciones para que la incorporación a nuestras prácticas evaluativas sirva para los objetivos que hemos expresado, se centran en:  Ofrecer situaciones que la favorezcan: entrevistas (tutorías), debates, registro de progreso, ejemplo.  Formar al alumnado  Se evalúa para mejorar  Valorar lo que tienen y lo que le falta  Contrastar las valoraciones

 Basarse en evidencias  Global: de conocimientos, habilidades y actitudes  Basarse en criterios conocidos

Los compromisos que puede tomar el profesor ante los resultados de una evaluación inicial o diagnostica son diferentes: a) Iniciar el proceso tal y como se había previsto. b) Remitir a los alumnos a fondos de información complementaria. c) Introducir cambios en el contenido del proceso educativo.

En la evaluación formativa, el compromiso debe ser: a) Realizarse durante el proceso educativo. b) Fragmentar los contenidos y objetivos de la materia en unidades de aprendizaje más pequeñas que tengan sentido propio para poder analizarlas. c) Utilizar instrumentos adecuados que detecten los tipos de errores y aciertos..., etc. Las pruebas objetivas pueden ser un buen instrumento si los niveles de aprendizaje no son de mucha complejidad. Algún autor menciona la práctica en algunas universidades (Harward, por ejemplo) de los one-minute papers (pregunta abierta al final de la clase) dónde hay que dejar constancia de lo más importante aprendido en la clase o en los que se pide al alumno que relacione lo explicado en dicha clase con algo visto anteriormente.

d) Informar a los alumnos. Realizar una puesta en común entre profesor y alumnos, atendiendo a las dificultades y haciendo sugerencias para futuras actuaciones. Lo importante es que la reflexión y el análisis que se haga sobre esta información sirva de guía y orientación. El compromiso de la evaluación sumativa

incluye

ser:

clara,

objetiva y motivadora.

Actualmente, algunas instituciones universitarias a nivel nacional han incorporado un plan de evaluación del desempeño laboral de docentes y directivos docentes, en el cual se parte de un compromiso general con la calidad de la educación propiciando la reflexión permanente tanto individual como colectiva. Tomando en cuenta las posibilidades de crecimiento personal y profesional del talento humano que se encarga de dirigir la institución y de liderar los procesos de enseñanza-aprendizaje en las aulas.

La evaluación del desempeño laboral es una herramienta invaluable para el mejoramiento, permitirá trazar estrategias que conducen a la adquisión y el desarrollo efectivo de las competencias que requiere tanto el docente, como el alumno y la sociedad

A través de este compromiso de evaluación se espera que exista una orientación hacia el mejoramiento continuo y la excelencia educativa, impulsando así el desarrollo social, económico, cultural, científico, técnico y tecnológico del ambiente nacional.

Consideramos importante el compromiso de la evaluación individual y colectiva desde el punto de vista del contexto del aula. Debe considerar la perspectiva ecológica para profundizar en la interpretación cultural, funcional y situacional de las complejas interacciones que se dan. En el aula suceden muchos acontecimientos a la vez, suceden rápido, muchas veces son imprevisibles e improvisados, entonces el compromiso de la evaluación en el contexto del aula involucra un compromiso de vigilancia permanente, que mantenga expectativas de cambios y variaciones aplicables y aprovechables desde el punto de vista de los componentes del sistema.

Un compromiso importante dentro del contexto educativo debe ser la implementación de un sistema de gestión de calidad. Los requisitos generales mínimos que la institución necesita para implementar un SGC incluyen documentación, implementación y mantenimiento de un sistema que normatice todos los procedimientos establecidos para cada objetivo propuesto institucionalmente. Así por ejemplo, el mecanismo de matrícula de los alumnos debe ser diagnosticado, evaluado y rediseñado para la mejora en toda la institución. Cuando se establezcan los parámetros de mejora, estos deben ser aplicables y deben ser procesos de cumplimiento estricto por cada uno de los participantes, esto garantiza la calidad del servicio, porque cada usuario deberá disfrutar los mismos beneficios que el sistema ha establecido como mejoras prácticas de la gestión de matrícula, aunque le atienda un personal diferente cada vez. Según Gairín la institución debe:

1. Identificar los procesos necesarios para el sistema de la calidad y su aplicación a través de la organización, 2. Determinar la secuencia e interacción de estos procesos, d

3. Determinar los criterios y métodos necesarios para asegurarse de que tanto la operación como el control de estos procesos sean eficaces, 4. Asegurarse de la disponibilidad de recursos e información necesarios para apoyar la operación y el seguimiento de estos procesos, 5. Realizar el seguimiento, la medición y el análisis de estos procesos, e implementar las acciones necesarias para alcanzar los resultados planificados y la mejora continua de estos procesos.

Tomando en cuenta los beneficios que señalan un SGC de las normas internacionales ISO (mencionados en el módulo de evaluación) el compromiso evaluativo a nivel individual y colectivo de la institución universitaria debe: 1. Proporcionar elementos para lograr y mantener la calidad de los procedimientos dentro del sistema educativo, llámese procesos administrativos, procesos relacionados directamente con la enseñanza como currículo, competencias,

recursos didácticos,

infraestructura, recursos de aplicación a la tecnología, recursos económicos, recursos de información y los procesos que tienen que ver con el recurso humano docente, como contrataciones, evaluación del desempeño, perfeccionamiento docente, acceso de información, etc. A la vez se debe mantener en el tiempo, de forma que las necesidades de cada uno de los usuarios (estudiantes, docentes, administrativos) sean detectadas, analizadas y satisfechas permanentemente. 2. Proporcionar a los responsables de la gestión la seguridad de que se obtiene la calidad deseada. 3. Ofrecer a los usuarios la garantía de que el producto o los servicios tienen la calidad deseada, concertada, pactada o contratada. 4. Impulsar la creación de unos objetivos de mejora interna y externa. 5. Obligar al sistema de gestión a mantener y mejorar su estándar, promoviendo un compromiso global con la calidad. 6. Guiar los procesos de autoanálisis.

Resistencias para mejorar la evaluación que se aplica.

Tratar con algo nuevo, típicamente produce ansiedad y preocupación, especialmente cuando la persona siente relativamente un pobre control sobre el evento. Aunado a esto todos los requerimientos, los costos, las inversiones de tiempo y de energía la inseguridad

y todo lo demás. Las resistencias de las mejoras las abordaré desde cuatro puntos de vista: resistencias personales de los docentes, de los alumnos, de la institución, de la sociedad. Resistencias personales del docente

No cabe duda que cada vez que cometemos un error, cuesta algún tiempo para asimilarlo y cambiarlo para un bien común, sobretodo si ese cambio no supone un bien personal y es en beneficio de otras personas. Esta actitud propia del ser humano ha sido forjada desde niños cuando por fuerza crecemos con la idea de que no debemos cometer errores, entonces cuesta mucho aceptarlos una vez ya han sido cometidos.

Afortunadamente algunas culturas religiosas y otras organizacionales van inspirando y motivando al ser humano para que acepte que puede cometer errores siempre y cuando sea capaz de aceptarlos y cambiarlos con una actitud autocrítica y reflexiva.

Al inicio de este escrito señalé una dura experiencia de mi mentalidad a la hora de elaborar una prueba para evaluar a mi primer grupo de estudiantes de licenciatura. He sido sorprendida gracias a cursos como este y a mis creencias religiosas que me han hecho ver que cada acción que cometemos tiene una reacción negativa o positiva, dependiendo de cual es nuestra intención real a la hora de actuar. Entonces yo he decidido evaluar cada aspecto negativo de mi práctica docente, ya que he sido testigo de las deficiencias marcadas que tienen algunos estudiantes en el aspecto académico. De alguna manera indigna cerramos los ojos y decimos no soy el culpable, los culpables son los estudiantes porque no prestan atención ni se esfuerzan en estudiar y aprender. Pero, ¿realmente hemos puesto empeño parte y parte para que los objetivos de enseñanza se logren? ¿Nos hemos puesto objetivos de enseñanza? Claramente cuando observamos un aspecto que no está bien, indagamos e investigamos en nuestra practica y salen a flote cosas como las que acabo de describir, no preparamos bien las clases, no definimos objetivos de aprendizaje, no trabajamos en función de esos objetivos, no dedicamos tiempo a preparar las evaluaciones, improvisamos en la práctica sin tomar en cuenta el contexto, etc.

Partiendo de lo anterior puedo describir la resistencia personal como aquella fuerza interior que atiende a la pereza, las circunstancias o problemas personales como falta de tiempo, de dedicación, de organización y que afecta negativamente en el proceso de enseñanza aprendizaje. La resistencia personal también obedece al desánimo o desmotivación profesional que muchas veces te da la institución y los propios estudiantes. Por supuesto que esta resistencia influye sobre el proceso de evaluación tanto individual como colectiva. De hecho, hace pocos años cuando la institución solicitó aportes y contribuciones de los docentes al proceso de evaluación institucional yo tuve muy poca participación porque sentía mucho desánimo en relación con el tema. Otro ejemplo se da cuando tenemos un grupo de estudiantes que no han dado ninguna señal de interés en las clases y nos toca evaluar su aprendizaje, en este caso no sabemos como hacer una prueba formativa que realmente ellos valoren, porque hasta dudas nos quedan de si el estudiante estudia o no para el examen. Resistencias de los alumnos.

Las resistencias de los alumnos para las evaluaciones van ligadas a la misma resistencia al cambio que hemos mencionado en apartados anteriores, es una actitud innata. Sin embargo podemos aportar que el alumno por naturaleza social simplemente hace lo que el padre, los jefes, los docentes, etc. Le dicen. Entonces ¿Por qué ocurre una resistencia de los estudiantes a mejorar la evaluación?

Un estudiante pondría resistencia porque se siente por ejemplo desmotivado, la desmotivación inclina la balanza a la dependencia de opiniones de sus compañeros, del mismo docente o de sus padres. ¿Qué ocurre entonces? El estudiante se vuelve autómata, simplemente actúa obligadamente y genera una resistencia a reconocer y disfrutar de los nuevos cambios o mejoras propuestas para la evaluación.

Hay casos de alumnos que no tienen mayor interés en la materia ya sea porque la encuentran muy difícil, creen que no es importante, creen que no la podrán pasar y algunas veces son estudiantes sumergidos en banalidades que no les permiten ver la realidad y establecer prioridades; en estos casos también se resisten a percibir de alguna manera algo que les guste porque están predispuestos negativamente. He tenido un caso de una estudiante que ha tenido muchos problemas para pasar varias de las materias

fundamentales de la carrera de Tecnología Médica, el último problema lo tuvo en una de las materias que yo actualmente dicto. La materia es Microbiología Clínica y es una materia fundamental. El semestre pasado la joven no le daba los puntos para hacer una reválida (un examen adicional que invalidad el examen semestral) a la joven le faltan solo unas décimas para conseguir hacer la prueba y aparentemente la profesora de teoría no tenía mayor disposición ayudarla a ella. Sin embargo, había otros dos jóvenes en la misma situación y a ellos si se les iba a dar la oportunidad. La estudiante habló con la profesora y gracias a mi intervención aceptó hacerle el examen. La joven está en el segundo semestre y actualmente se comporta con cierta actitud de arrogancia y falta de respeto hacia todos los profesores, ya en una ocasión tuve un conflicto con ella por un aspecto de evaluación. La situación se dio porque les ofrecí 10 puntos de un quiz a cambio de la organización de una conferencia de microbiología clínica que sería dictada por un especialista. Cual fue la sorpresa cuando ella se acercó y me dijo que consideraba que 10 puntos no eran mucho y que si mejor se los agregaba a otra cosa para que ellos ganaran más por el esfuerzo hecho. ¿Es esa una actitud correcta para alguien con una condición como la de ella? Considero que no, y de hecho la joven no asistió a la conferencia organizada por sus demás compañeros. Es un ejemplo claro de resistencia de los alumnos a las mejoras a la evaluación, en este caso pienso que la alumna no tiene establecidas prioridades y por eso no le toma importancia a su propia educación, esta opinión personal va acompañada de otras observaciones previas que he hecho a la estudiante.

También hay resistencia de los estudiantes cuando no están de acuerdo con algún aspecto de la evaluación, casi siempre esto sucede en materias con contenidos difíciles y profundos y sobre todo si el docente tiene la intención de poner las pruebas igual de difíciles para filtrar el número de estudiantes del grupo. Actualmente se maneja un caso en la universidad donde el estudiante, un joven con muchas cualidades positivas: aplicado, motivador, responsable, popular en el grupo, reprueba una materia fundamental. Que hace el joven: reclama, que hace la colega docente (que claramente actúa con la intención de dejarlo) mantiene su postura y no acepta que actuó con malicia. Entonces esto trae consigo una serie de conflictos, en donde se violan derechos de la docente en cuestión ya que personal docente (ajeno al área) le cuestiona sus procedimientos y su examen, el estudiante levanta a sus compañeros a contra de la colega, se violan procedimientos administrativos y en fin una serie de situaciones lamentables que sientan

precedentes tanto en los docentes como en los estudiantes. Estas cosas generan mayor resistencia y no solo por parte de los alumnos, también por parte de los docentes porque sentimos confusión y temor a equivocarnos en alguno de nuestros procedimientos evaluativos. Resistencias Institucionales Varían desde factores económicos, debilidades propias del sistema implementado, falta de metas institucionales, falta de disposición por parte de las máximas autoridades administrativas y hasta la burocracia tendría un factor clave.

Los factores económicos influyen en la falta de recursos didácticos, de estructura, de tecnologías y obliga a los docentes a realizar las evaluaciones con lo que les queda al alcance. Si hablamos de evaluación desde el contexto institucional, la carencia de recursos limitará gravemente las directrices establecidas para el cumplimiento de las metas u objetivos. La ausencia de metas institucionales también influye porque la universidad no dirige sus esfuerzos hacia nada y más bien mantiene una comodidad que a largo plazo deteriorará y pondrá en jaque los cambios necesarios para establecer mejoras y garantizar la calidad de la enseñanza.

Resistencias sociales Las resistencias sociales podrían darse por la poca proyección de las universidades hacia la sociedad, esto deja a los miembros de las mismas con dudas acerca del papel de la universidad sobre los profesionales que deben tener objetivos altruistas y de mejora al ambiente social local. Las resistencias sociales pueden ser por ejemplo, la presencia de padres en la universidad haciendo reclamos de notas de sus hijos, protestas por cambios drásticos que no se asimilan con facilidad, ejemplo: cambios de horarios, implementación de nuevas políticas evaluativas, etc.

En estos casos será necesaria una mayor reorientación y la aclaración de las expectativas acerca de los procesos en el aprendizaje y la enseñanza. Un gran número de estudios, determina que aquellos que tienen una comprensión por la naturaleza de los programas demuestran un concepto diferente y a favor de los cambios y mejoras de los procesos educativos.

El entender y el darse a uno mismo la oportunidad de ver las cosas desde un diferente punto de vista, dará como resultado una experiencia activa y no pasiva como es lo usual, en donde únicamente se absorbe el conocimiento que se transmite de un maestro a un alumno por ejemplo; en contraste con una activa en donde existe una transformación y se convierte en una experiencia que subraya la importancia del entendimiento o de ganar significado del conocimiento. Esto hace que el concepto tome un matiz y que construya una estructura en donde existe un significado personal con ideas propias. Las innovaciones educativas en donde incrementamos la independencia y la autonomía, siempre son las que en realidad hacen que se refuerce el aprendizaje en el desarrollo de nuevas capacidades.

Decálogo de propuestas para mejorar mi evaluación y la evaluación en el centro universitario.

Para mejorar mi evaluación propongo implementar los siguientes aspectos: 1. Planificar la elaboración de las pruebas con un tiempo apropiado. En la evaluación de los aprendizajes el foco puede estar en la forma en que los alumnos aprenden, el grado o nivel de logro de los aprendizajes por parte de los alumnos e incluso, en la diferencias entre alumnos de un determinado grupo para un rango determinado de aprendizajes. Aun cuando existan estas diferencias de enfoque, podemos distinguir etapas de la evaluación que son comunes: planificación, elaboración del (los) instrumento(s) de evaluación, aplicación y corrección del (los) instrumento(s) de evaluación,

retroalimentación

a

los

alumnos

y

toma

de

decisiones.

La fase de planificación es la base de toda evaluación. La falta de planificación, puede llevar a desarrollar un instrumento de medición improvisado y desequilibrado que no responde a un proceso reflexivo previo, necesario para la elaboración de todo buen instrumento de evaluación. La planificación de una evaluación involucra tomar una serie de decisiones para orientar la confección del (los) instrumento(s) de evaluación, las que deben quedar claramente reflejadas en una tabla: la “Tabla de Especificaciones”. Generalmente en un mismo instrumento no se pueden evaluar todas las competencias, aprendizajes esperados u objetivos de aprendizaje de una asignatura o módulo dada la extensión, tiempos, etc. por lo tanto hay que elegir cuáles realmente serán evaluados. 2. Diseñar las pruebas de manera que sean de tipo formativo. La evaluación del aprendizaje es en sí un acto educativo, pues busca convertirse en una ayuda para que el alumno mejore su proceso de aprendizaje. En este sentido, va más allá de la mera apreciación del rendimiento escolar, aunque lo incluye. Es más bien un proceso de investigación para determinar cómo se va desarrollando el aprendizaje tanto individual como grupalmente, y desde luego incluye las fases de obtención de información, análisis y emisión de juicios, en los cuales el papel central corresponde a la apreciación de los aprendizajes alcanzados por los estudiantes con respecto a lo que se habían propuesto, analizándose también la forma en que el proceso de enseñanza y aprendizaje se concretó, con el fin de mejorarlo en posteriores ocasiones. Siempre he

pensado que con la misma prueba se puede enseñar algo al estudiante ya que las preguntas generan el conflicto cognitivo para que el estudiante reflexione y conecte la información aprendida con problemas o situaciones de la vida real. 3. Utilizar estrategias nuevas para la evaluación En la búsqueda permanente de la justicia y la objetividad, herencia de la ciencia positiva, el profesor hace uso de estrategias evaluativas, acordes con su concepción de dicho proceso. La apreciación resultante no será totalmente subjetiva, como tampoco puede ser totalmente objetiva. Sin embargo, sí va a reflejar cómo entiende su papel y el del alumno. Entre las estrategias que utiliza el profesor para concretar la evaluación, incluida la calificación, están los instrumentos, procedimientos y criterios que maneja. Los instrumentos son las herramientas más elementales, que directamente reportan puntajes susceptibles de ser interpretados a la luz de procedimientos y criterios más generales. De esta manera, identificamos como instrumentos a los distintos tipos de pruebas, escalas, trabajos, tareas, etcétera. El uso de estrategias nuevas para la evaluación inducirá al estudiante aceptar los cambios como algo natural y de esta forma contribuiré a la cultura de adaptación al cambio que la mayoría de las instituciones u organizaciones privadas y gubernamentales aplican comúnmente para promover la mejora continua.

4. Elaboración y entrega de rúbricas. Las rúbricas tienen las siguientes ventajas: Incrementa la calidad del proceso instructivo al proporcionar un foco de atención y énfasis en los detalles importantes del proceso de enseñanza como modelo para el estudiante. El estudiante tiene una guía explicita recordándole lo que el profesor espera de él. El estudiante pude usar la rúbrica como una herramienta para desarrollar sus propias habilidades o como método estándar de autoevaluación. El estudiante puede usar la rúbrica para evaluar y proporcionar feedback mediante evaluación por pares. Podemos reusar las rúbricas para actividades diferentes con muy ligeras modificaciones, en caso de ser necesario. 5. Promoción del trabajo colaborativo El aprendizaje colaborativo/cooperativo es una forma de trabajo que desarrolla habilidades mixtas. Cada grupo debe ser pequeño, y en él, cada miembro se responsabiliza tanto de su aprendizaje, como del de los restantes miembros de su grupo.

El aprendizaje colaborativo/cooperativo provee un amplio rango de estrategias para promover un aprendizaje académico a través de la comunicación y cooperación con los alumnos. Aquello implica que los estudiantes se ayuden mutuamente a aprender, compartir ideas y recursos, y planifiquen colaborativamente/cooperativamente el qué y el cómo estudiar. Los profesores no dictan instrucciones específicas, más bien permiten a los estudiantes elegir y variar sobre lo esencial de la clase y las metas a lograr, de este modo facilita la participación de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. El trabajo colaborativo no solo será aplicado a los alumnos, también debe formar parte de un plan de mejora entre docentes, para mejorar la comunicación y ayudarnos mutuamente a mejorar la calidad de la enseñanza.

6. Implementación de autoevaluación y coevaluación Se produce cuando un sujeto evalúa sus propias actuaciones. Es un tipo de evaluación que toda persona realiza de forma permanente a lo largo de su vida. Por ejemplo, frecuentemente tomamos decisiones en función de la valoración positiva o negativa de un trabajo realizado, de la manera como establecemos nuestras relaciones, etc.

Mediante la autoevaluación los alumnos pueden reflexionar y tomar conciencia acerca de sus propios aprendizajes y de los factores que en ellos intervienen. En la autoevaluación se contrasta el nivel de aprendizaje con los logros esperados en los diferentes criterios señalados en el currículo, detectando los avances y dificultades y tomando acciones para corregirlas. Esto genera que el alumno aprenda a valorar su desempeño con responsabilidad.

La coevaluación, es necesario resaltar que el fundamento de los procesos evaluativos, específicamente el de la coevaluación, no es para la comunidad educativa (docentes, estudiantes, directivos) un medio para resaltar lo negativo, lo mal hecho, para sancionar o para suspender; por el contrario, debe concebirse y desarrollarse como el medio de retroalimentación bilateral, que señala los aspectos a mejorar (acompañados de propuestas de mejoramiento), como los aspectos positivos que constituyen fortalezas de la persona o del grupo evaluado; la coevaluación adquiere sentido en la medida en que posibilita la eficacia y perfeccionamiento del aprendizaje.

7. Establecer mecanismos de evaluación por competencias Las competencias se demuestran haciendo, por lo que se requiere recoger evidencias de desempeño a partir de actividades planteadas que pongan en juego y a la vista tales competencias. El desarrollo de competencias es un proceso de aprendizaje, lo cual permite aprovechar las potenciales de la evaluación para favorecer el logro de los objetivos formativos. 8. Evaluación por criterios En esta forma de evaluación el parámetro está dado por los objetivos del curso que se especifican al inicio del proceso y como en toda buena administración, las formas de evaluar se planean también con anticipación. Existe una evaluación inicial o diagnóstica para determinar si los estudiantes poseen los conocimientos básicos antecedentes para abordar los objetivos que se planean. Si los tienen, se continúa con lo planteado inicialmente. Si por el contrario ya poseen los elementos que se había contemplado abordar, se modifican los objetivos del programa, incrementándolos. Si la evaluación diagnóstica revela carencias importantes para el abordaje de los objetivos señalados, se modifica el programa para adecuarlo a las posibilidades de los estudiantes. Se maneja también una evaluación de carácter formativo que busca reafirmar o reforzar el conocimiento adquirido así como corregir los errores u omisiones. No está asociada a la acreditación ni a una calificación. 9. Análisis permanente de la situación evaluativa. Como sabemos la evaluación continua permite el establecimiento de planes de mejora cada vez que sea necesario, por consiguiente, los procesos evaluativos con sus cambios y nuevas condiciones deben renovarse y redirigirse permanentemente y de esa manera se garantiza el cumplimiento de los objetivos de calidad de la institución. 10. Contemplar en la evaluación, la educación en valores. “Desde el punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social”. Algunos aspectos que consideraría: Humanizar la educación para lograr el crecimiento interior del estudiante. Promoción en

cada persona la capacidad de reflexionar, que le permita asumir sus propios valores como guía de conducta. Fomentar la convivencia social a través de actividades extracurriculares entre alumnos y docentes. Incorporarse desde las universidades a través de la extensión y servicio para difundir los valores en las escuelas y liceo.

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