Ensayo Actualidad de la Geopolítica Internacional_1
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Actualidad de la Geopolítica Internacional. Autor: Nicolas J. Brizuela Caracas, 29 de abril de 2011
Introducción En los últimos años Venezuela ha avanzado de una forma sostenida en el cumplimiento de los objetivos del Equilibrio Internacional previstos en las líneas generales del Plan de Desarrollo Económico y social 2001-2007, se fortaleció la soberanía Nacional y se avanzo en la construcción de un mundo multipolar, la integración Latinoamericana y Caribeña y la diversificación de las relaciones internacionales de nuestra política exterior, esto ha dado como resultado que Venezuela haya tenido un importante crecimiento en su posicionamiento en escenario internacional. En este sentido en los últimos años se ha venido implementando una intensa política exterior, rompiendo con la pasividad histórica que caracterizo la relación de Venezuela con el mundo, en la cual el elemento fundamental fue la meditación y subordinación a los intereses geopolíticos de las grandes potencias. La Geopolítica Internacional y Política Internacional de Venezuela Al estudiar el rol actual de la política exterior venezolana, se consideran que es determinante evaluar las acciones del actual Gobierno del Presidente Hugo Chávez en la búsqueda de aperturas, acuerdos a través de su política exterior de tal forma que ayude al país a salir de su depresión económica, inestabilidad, turbulenta que presenta. Comprendamos que el comercio entre las naciones es un factor de progreso, no sólo en el orden económico, sino también en lo social y cultural, junto con las mercancías se mueven las personas, se comunican, se propagan la ideas, los modos de
pensar y de vivir, cualquier innovación productiva, tecnológica y las informaciones diversas sobre lo que ocurre en cualquier parte del mundo. La nueva visión del entorno mundial caracterizado por la evolución hacia el establecimiento de una sociedad internacional cada vez mas estructurada en donde el interés comunitario priva sobre los intereses individuales de los estados puede ser, una oportunidad para que las autoridades de los países diseñen estrategias diplomáticas coherentes. En este sentido, los gobiernos de las distintas naciones del mundo y en el caso particular de Venezuela, con el objeto de mantener excelentes relaciones comerciales, deben adoptar adecuadas políticas de comercio exterior que les permitan mantener un buen funcionamiento de su servicio exterior y de esta forma, oxigenar al país con relación a los compromisos internacionales. La política exterior de Venezuela ha supuesto cambios de gran avance, observamos como las relaciones internacionales han tenido un carácter prioritario con Colombia, la Comunidad Andina, Brasil, Caribe y Centroamérica, y los estados del MERCOSUR; con la República Federativa de Guyana ha poseído un carácter de cooperación y solidaridad. Con Norte América, la Unión Europea y Asia, ha supuesto un carácter altamente estratégico. El esfuerzo fundamental de la política exterior del gobierno es el de la adecuada inserción de, Venezuela en la comunidad internacional como un actor autónomo e independiente, capaz de promover sus intereses nacionales. Con el fin de atender a estos desafíos de redimensionar la política exterior de Venezuela, acorde con los cambios políticos, jurídicos y de poder que se suscitan en el país y frente a los que dicta una dinámica mundial globalizada, la política externa venezolana ha buscado ser más audaz y no ocuparse solamente de lineamientos políticos y protocolares, sino que esté adscrita a un esquema más realista, que sin dejar de cumplir con la naturaleza de esas funciones, le permita a Venezuela
responder con propiedad a sus intereses políticos y económicos y aferrarse a un espacio más digno en el actual contexto internacional. En este sentido, es fundamental para la política exterior venezolana los procesos de integración en Latinoamérica y el Caribe, con miras a la constitución de un solo bloque regional que consolide la Unión Latinoamericana; ya el programa de gobierno actual tiene como eje axial el fortalecimiento de la soberanía en pro de la integración multipolar. Con la mira en la integración regional, Venezuela ha dado importantes pasos en materia bilateral que están arando el camino para la cristalización de importantes proyectos de cooperación, entre los más resaltantes se pueden mencionar: -Los acuerdos efectuados con Guyana referentes a la suscripción de un tratado de cooperación ambiental, que permitirá la colaboración mutua para la protección de la selva en la frontera así como un acuerdo que establece la creación de un Consejo Binacional Empresarial. - El acuerdo con los Estados Unidos de América para evitar la doble tributación, tras un efectivo impulso en las negociaciones, efectuado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. - Las relaciones con Colombia continúan en el primer plano del interés nacional y no obstante algunos inconvenientes que han logrado subsanarse, a razón de buenos entendidos, se destaca la voluntad de ambas partes en la consecución de acuerdos en materia limítrofe, económica y comercial. Parte de la política emprendida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en cuanto a Colombia, incluye un aspecto de gran relevancia, como lo es el de sacar el tema del Golfo de la agenda colombovenezolana. - Animado por la necesidad de entendimiento y de paz en la región, la Cancillería adversa totalmente el bloqueo a Cuba, ya que en lugar de mejorar la situación en la isla la empeora. En ese sentido, Venezuela se ha ofrecido a ser factor para limar asperezas y alcanzar acuerdos, con miras al bienestar de los cubanos.
-El gobierno iraní anunció negociaciones con el gobierno venezolano, para la firma de un acuerdo de triangulación del suministro del crudo para que cada país abastezca a sus respectivos clientes en Europa y América Latina, con la consecuente reducción de gastos de transporte. Aún cuando para el gobierno, la política de comercio exterior ha tenido como objetivo promover, facilitar y consolidar la inserción de Venezuela en la economía internacional y así propiciar el desarrollo de la economía nacional. De esta forma, ha tratado de profundizar la relación económica y política latinoamericana y de promover en el área de su competencia acuerdos para la integración del Comunidad Andina y el MERCOSUR. Se ha profundizado la política de cooperación fronteriza y comercial con el Gobierno del Brasil. La Cancillería ha favorecido escenarios de encuentros entre países demandantes y oferentes de energía. El gobierno ha desarrollado una participación activa en la Cumbre Hemisférica, el Grupo de Río, el Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela), el Grupo Latinoamericano de las Naciones Unidas, en las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno, en el Movimiento de los No Alineados y en la Organización Mundial de Comercio. Una de las principales debilidades es que el actual programa de gobierno se plantea la exigencia de crear un polo alternativo de poder que desplacen la hegemonía estadounidense lo que implica cambios importantes en el sistema internacional prevaleciente y una confrontación constante. Cuando se habla de política Exterior debemos tomar en cuenta que no solo se habla de las relaciones diplomáticas de Estado a Estado, que se realizan a través de las diferentes delegaciones diplomáticas y embajadas si no también esto se refiere al rumbo que debe fijar el gobierno en cuanto a las políticas de Comercio Exterior que regirán su manera particular de llevar las relaciones comerciales entre los países amigos vale decir, que esto es muy importante ya que de la acertada o desacertada manera en que se manejen estas políticas comerciales dependerá en grado sumo la
estabilidad de la balanza de pagos y por ende la contribución de esta situación a el desarrollo general del país que como sabemos depende de las relaciones internacionales, hoy en día con la llamada o conocida globalización se percibe al mundo como una aldea global, es importante señalar entonces que es en manos del gobierno a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y del presidente mismo que reposa el éxito comercial de nuestros país en el extranjero si se saben aprovechar las ventajas comparativas que nos proporciona ser un país caribeño con una posición geográfica envidiable y con muchas facilidades marítimas. Además, la política de Comercio Exterior Venezolana en estos momentos ha dado un cambio radical que está siendo muy dañina para nuestras relaciones con los Estados Unidos que ha sido nuestro principal socio comercial por décadas. Venezuela está, claramente, poniendo en marcha una política exterior que pretende reforzar un acercamiento con países tan lejanos y sin ninguna vinculación comercial y cultural como lo sería estrechar las relaciones con China, Rusia y la Unión Europea con la finalidad de abrir nuevos mercados y, sobre todo, alejarse de los Estados Unidos. Sin tomar en cuenta que por solo citar un ejemplo casi todo el parque automotor e industrial venezolano es de origen Norteamericano. Adicionalmente Venezuela ha establecido una alianza estratégica con Cuba al firmar un convenio por el que ambos países se comprometen a aplicar los principios de la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA) a sus relaciones bilaterales acuerdo este que la mayoría de los países han desestimado unos y otros han rechazado de plano .que por demás nos aísla de los otros países y no tiene justificación alguna que un país como Venezuela establezca este tipo de acuerdo con un gobierno en descrédito y que no aporta ningún beneficio para nuestro país, por el contrario no esta costando bastante dinero mantener la precaria economía cubana. Como ya mencionaba anteriormente ha iniciado un proceso de acercamiento a dos países, Rusia y China, Con Rusia ha llegado a un acuerdo de inversión de 500
millones de dólares en una planta destinada a producir aluminio en Venezuela y a la creación de empresas conjuntas en el sector petrolífero y del gas natural. Esos son los acuerdos concretos, pero se está trabajando en un plan para los próximos cinco años que contempla una inversión de 40.000 millones de dólares en la industria petrolífera y gasística (en las áreas de exploración y explotación, así como de construcción de refinerías y desarrollo de nuevas tecnologías). Con China ya hay acuerdos de cooperación económica, técnica y comercial y están ubicadas en Venezuela 11 empresas con capital mayoritario chino que trabajan en el ámbito de las manufacturas, las infraestructuras (entre las que destaca el conectar la red de ciudades intermedias que van desde San Cristóbal hasta Pedernales con la salida al Atlántico y con una derivación que va desde la frontera con Colombia y Paraguachón, un proyecto que prevé la construcción de 2.000 kilómetros de carreteras para enlazar el Oriente y el Occidente de Venezuela con una carretera multimodal que implicará la construcción de autopistas, vías férreas, oleoductos y una red de transmisión eléctrica y cuyo punto de partida será la zona cercana a la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní, en el estado de Bolívar). La nueva política exterior de Venezuela se ha acercado a España, donde dicen que se van a construir buques-tanques con capacidad para transportar 130.000 metros cúbicos de crudo, se repararán en los astilleros españoles los buques de Petróleos de Venezuela y se van a ampliar las concesiones de explotación de gas natural y de petróleo a Repsol-YPF, entre otras medidas; a Irán, con quien se han establecido acuerdos de cooperación –sobre todo el maquinaria agrícola y de telecomunicaciones, a Qatar, con quien se han establecido acuerdos de comercialización de gas natural, y a Libia. Junto a todo ello, el gobierno de Venezuela ha llegado a acuerdos con la República Dominicana, Paraguay, Bolivia y Chile para comerciar con hidrocarburos en condiciones preferenciales, semejantes a las que existen entre Venezuela y México con otros países del Caribe y de América Central desde los años 80 y que consisten, a rasgos generales, en otorgar créditos blandos para pagar la factura petrolífera por
parte de aquellos países que no tienen petróleo y soportan una factura elevada en función de los precios internacionales; a propuesto a países como Trinidad y Tobago (que sí produce y exporta petróleo y gas), la creación de una compañía conjunta, Petrocaribe y a Brasil la creación de una macro-compañía, Petroamérica, que surgiría de la fusión de Petróleos de Venezuela y Petrobras. Para cerrar el círculo, Venezuela, en su condición de miembro asociado, ha propuesto también a los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) –del que forman parte desde 1991 Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y al que también pertenecen como miembros asociados Bolivia, Perú y Chile-, la constitución de una única compañía petrolífera en estos países que se denominaría Petrosur como un nuevo cimiento del proceso de integración latinoamericana que se está poniendo en marcha. Esta es una situación que no ha cambiado en décadas y que nos señala claramente que nuestro país sigue siendo un país dependiente del petróleo y su exportación y estas riquezas son las que ha permitido la conformación de la Política Comercial no obstante podemos señalar que entre los productos más destacados dentro de las exportaciones no petroleras están: productos de hierro, aluminio, productos químicos, combustibles minerales, pescados, moluscos, crustáceos y sus preparados, cemento, materias plásticas artificiales, mineral de hierro. Los principales mercados de colocación de nuestros productos petroleros y no petroleros son los Estados Unidos, Colombia y México. En cuanto a las importaciones, tenemos que éstas no han dejado de crecer en estos últimos 10 años. A pesar de ello, los flujos de ingresos provenientes de las exportaciones petroleras han producido resultados positivos. Los movimientos de las importaciones están directamente vinculados con las variaciones del PIB, es decir en la medida en que la economía venezolana ha crecido, sus importaciones han aumentado y viceversa. El mundo ha avanzado hacia la globalización, lo que exige que América Latina, con poca relevancia internacional y con una situación económica crítica, busque ajustarse a las nuevas exigencias internacionales mediante "la desregulación y la
coordinación económica". También se hace prioritaria la búsqueda de la integración regional tanto a nivel público como privado a través de instituciones como Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones. Se plantea las incidencias de la globalización y la integración en la política exterior venezolana y los mecanismos a aplicar para ajustarse al nuevo modelo mundial. Tres son los puntos prioritarios en este sentido: los cambios globales, el petróleo y la política exterior. La situación de Venezuela como país proveedor de petróleo a Estados Unidos le ha permitido ser conservador en sus posiciones y asumir la apertura económica de forma más discreta al resto de países de la región. La democracia es otro tema que rodea las relaciones internacionales, especialmente lo relativo a los derechos humanos y al buen gobierno, y del cual Venezuela se beneficia al procurar un espacio idóneo para su desarrollo. La geopolítica Venezolana Internacional La economía venezolana es una de libre mercado, y su base primordial es la extracción y refinamiento de petróleo para la exportación y consumo interno. Es la cuarta economía de América Latina, después de Brasil, México y Argentina, según su PIB (PPA). A lo largo del siglo XX se posicionó como la economía más próspera de la región precisamente debido al boom petrolero comenzado a mediados de la época, mientras que su moneda era una de las de mayor apreciación frente al dólar. Pero la caída en la cotización de este recurso en la década de 1980 originó una fuerte recesión y problemas financieros. Sus principales socios comerciales son: Estados Unidos, Colombia, Países Bajos, México, Ecuador y Brasil. También ha aumentado el comercio con los países miembros de las siguientes organizaciones: Comunidad Andina (CAN), Comunidad del Caribe (CARICOM), el Mercado Común Centroamericano (MCCA) y Mercosur (Mercado Común del Sur). Según se afirma en el Artículo 153 de la Constitución, la presente administración se propone a favorecer la integración latinoamericana y caribeña, privilegiando
relaciones con Iberoamérica. En los últimos tiempos, el Gobierno venezolano se ha acercado a gobiernos de clara línea izquierdista y antiimperialista, a la vez que se han suscitado percances y distanciamientos en las relaciones diplomáticas con Colombia, con México y Estados Unidos, aunque prevalecen las relaciones comerciales. Venezuela ha ocupado un sitial en el Consejo de Seguridad de la ONU en cuatro ocasiones, en los períodos de 1962 a 1963, de 1977 a 1978, de 1986 a 1987, y de 1992 a 1993.27 En el 2006 se postuló una vez más pero fue rechazada. Los cambios políticos, económicos y militares que ocurren en el mundo aparentan ser de tipo circunstancial. No obstante, un análisis aun superficial, revela el cumplimiento de una estrategia diseñada desde el siglo XVIII por la actual potencia dominante. Nuestro Libertador, de manera intuitiva ya lo anticipaba, definiendo así las estrategias geopolíticas para enfrentar de modo exitoso al poder que ya se alzaba al norte de nuestro continente. Esa anticipación luchó contra las incertidumbres que surgen en el camino de la historia. Y hoy por hoy, ese plan estratégico del Libertador, consigue mayor eco en América Latina y el Caribe y aun más allá. En este escenario, en medio de un cambio de época, nuestro país se propone un modelo de desarrollo original expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En particular, determina un desarrollo rural integral basado en criterios de sustentabilidad, justicia social y equidad. Al respecto el Proyecto Nacional Simón Bolívar, hace hincapié en el significado e importancia de la Nueva Geopolítica Nacional, esta estrategia persigue la articulación interna del modelo productivo a través de un modelo de desarrollo territorial desconcentrado. Por otra parte se plantea también la Nueva Geopolítica Internacional; la cual persigue el quiebre de la hegemonía unipolar, esto mediante la creación de un mundo multipolar que procure la justicia social, la solidaridad y las garantías de paz; todo esto respetando la ideología, autodeterminación y libertades de pensamiento de cada pueblo.
El acervo energético del país posibilita una estrategia que combina el uso soberano del recurso con la integración regional y mundial. El petróleo continuará siendo decisivo para la captación de recursos del exterior, la generación de inversiones productivas internas, la satisfacción de las propias necesidades de energía y la consolidación del Modelo Productivo Socialista. De igual manera son evidentes los cambios radicales que se están suscitando en Latinoamérica y en otras regiones del mundo, donde se apuesta a la conformación de una nueva visión geopolítica mundial, con la cual se pueda equilibrar la balanza que mantuvo sumergido en exclusiones a gran parte de la población mundial. Las condiciones políticas, sociales y económicas de la región, que como dijimos son un caldo de cultivo propicio para vender esperanzas a los pobres de salir de su situación; La alianza con Cuba, quien ha adaptado sus planes “socialistas” de las 3 primeras décadas de gobierno (en materia de salud, educación, deporte, de control social, etc.) para vender su “asesoría” a los gobiernos populistas de izquierda, y desarrollar una geopolítica basada en la astucia; La explotación de los recursos energéticos como un arma geopolítica; Los altos ingresos de Venezuela por concepto de petróleo, quien dedica importantes recursos a su sobrevivencia geopolítica; Las debilidades y desprestigio del imperialismo americano a nivel mundial. La burguesía venezolana siempre ha mantenido una atención sobre su mercado natural, Centroamérica, El Caribe y los países andinos; donde ha utilizado su poder energético y económico como arma de negociación. Esta política la sostenía en “armonía” con el capital americano, competidor natural del capital venezolano en la región; a pesar de gobiernos como el primero del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez en los años 70, que intentó jugar sus propias cartas en la región a través de una política de corte populista.
Antes del chavismo no se había visto una política tan “agresiva” contra EEUU de parte de la burguesía venezolana, donde con frecuencia se utiliza el chantaje de no suministrarle petróleo. Hay que ver el carácter contradictorio de esta “agresiva” política de Chávez: en sus 12 años de gobierno, aun durante el paro petrolero de diciembre de 2002, el gobierno ha respetado los suministros a EEUU; por otra parte, EEUU es el principal cliente comercial de Venezuela. Según varios análisis económicos, de suspenderse la venta de petróleo a EEUU, la principal perjudicada sería Venezuela., debido a que las refinerías de este país tienen la capacidad de procesar el crudo pesado y extra pesado que produce Venezuela.; por otra parte, se incrementarían los costos al colocar el petróleo en zonas mas alejadas del mundo. La integración de América Latina no puede ser analizada aisladamente. Tiene una historia, se da en un continente donde ha sido constante el ejercicio del dominio de las distintas potencias a través de sus diversas etapas (España, Inglaterra, Estados Unidos) y en donde se intenta maximizar las economías nacionales y en el que los vínculos entre los países están dificultados por guerras pasadas. De cualquier forma, conviene tener en cuenta que la integración regional se realiza en el interior de otra integración; la que vincula a los países de América Latina con el mercado mundial. Es dentro de este contexto que tiene sentido formularse la pregunta si no desembocará finalmente en el mencionado subdesarrollo integrado. Venezuela y el Mercosur La incursión de Venezuela en los mercados de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (Mercosur) se decidirá como política de Estado, pero se hará efectiva mediante el dinamismo y la participación directa de los empresarios locales. Necesariamente Venezuela debe entrar al Mercosur para ampliar su frontera comercial dentro del actual proceso de apertura e integración. No obstante, esta integración debe darse dentro de un proceso armónico y coherente, revisando las asimetrías existentes entre nuestro país y los que integran dicho mercado.
Es necesario revisar las áreas en las cuales podría haber la integración para evitar daños mayores a la economía del país, que viene de un fuerte proceso recesivo y donde nunca ha habido políticas claras y estables en el tiempo para estimular el desarrollo del aparato productivo. En Brasil, los empresarios piensan que la economía venezolana-brasilera es complementaria y se pueden desarrollar proyectos conjuntos que les permitan trabajar en terceros países. Dentro del estos proyectos destaca la posibilidad de una asociación entre Petróleos Brasileños S.A. (Petrobás) y Petróleos de Venezuela S.A. (P.D.V.S.A.), para constituir una empresa binacional que trabajaría con la razón social de Petroamérica. En la actualidad, Brasil y Venezuela desarrollan dos importantes proyectos de integración física: la carretera que comunicará a Manaus con Venezuela y la interconexión eléctrica entre la empresa Venezolana del Gurí y esa misma capital amazónica, zona franca e importante centro industrial brasilero. De lo anterior se desprende el interés particular que tiene Brasil, hacia la integración de Venezuela al Mercosur, así como su apoyo unilateral al mismo. Asociarse con el Mercado Común del Sur (Mercosur) es un excelente negocio para los venezolanos y una oportunidad histórica para multiplicar el comercio, los negocios y las inversiones lo cual significaría, sobre todo, consolidar sus vínculos con Brasil, país al cual, desde hace dos años, Venezuela le ha dado la mayor prioridad en sus relaciones internacionales debido a la clara posibilidad de tener un comprador privilegiado de energía, relaciones estas que han experimentado una notable mejoría en todos los niveles. Para Venezuela, definitivamente resulta un paso exitoso su próxima integración dentro del Mercosur, debido a que el mismo le garantiza una gran cantidad de beneficios en materia de movimientos de mercancías, efectos en el consumo, movimientos de factores, economías de escalas, inversiones, etc.
El ALBA y Venezuela Los liderazgos de Venezuela y Cuba, emergentes en América del Sur —más allá de la discusión sobre los modelos de izquierda que puedan representar (Nueva Sociedad, 2008) — remiten a esquemas de integración regional diferentes. Chávez lanzó, a partir de un acuerdo inicial de complementación económica con Cuba, la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA), sustentada en la asistencia petrolera, en diversas formas de intercambio y en la aspiración de promover la complementariedad económica y la solidaridad entre sus miembros. El ALBA se amplió progresivamente con la inclusión de Bolivia, Nicaragua, Dominica y, fuera del espectro ideológico de la izquierda, Honduras. El esquema carece de estructuras consolidadas y se basa fundamentalmente en los encuentros entre los jefes de Gobierno, en un enfoque eminentemente presidencialista, sin lograr articular una arquitectura institucional clara. Adicionalmente, pese a la aspiración de convertir al ALBA en el “núcleo duro” de la integración latinoamericana en el marco de la visión bolivariana de Chávez, el esquema se apoya principalmente en la participación de países centroamericanos y caribeños, con la inclusión adicional de Bolivia. Venezuela en la OEA Se analiza comparativamente la actuación de los gobiernos venezolanos y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la legitimación de los proyectos políticos democráticos en el ámbito regional, especialmente en el caso venezolano. Comprende el período que va desde la creación de la OEA en 1948, hasta la actuación del organismo ante problemas de gobernabilidad enfrentados por el gobierno de Hugo Chávez hasta la realización de las elecciones parlamentarias de 2005.
La orientación de la OEA a favor de la paz, la seguridad y la solidaridad continental, se encuentra contenida en la declaración de principios de la Carta de la organización, así como en diversas resoluciones relacionadas con la solidaridad americana, que reflejan la prioridad que por más de cuarenta años se otorgó a estos temas, en coincidencia con los intereses de la política exterior de los Estados Unidos, orientada a frenar el peligro del comunismo. Con el acceso de Hugo Chávez al poder en 1999, se interrumpen nuevamente los esfuerzos de Venezuela a favor de la democracia representativa. Destacan sus divergencias con el consenso regional hacia este sistema político, recogido en la Carta Democrática Interamericana (CDI). Estas divergencias se expresan en la Constitución, en los discursos y documentos oficiales, en las reservas expresadas en la firma de la declaración final de la III Cumbre de las Américas celebrada en Quebec en 2001 y en el escaso compromiso con la defensa de la legitimidad de los gobiernos democráticos de la región como es el caso de Perú, Ecuador y Bolivia.
Conclusiones La situación actual muestra la gravedad de la crisis mundial del capitalismo con sus interminables guerras y masacres llevadas a cabo en nombre de la defensa de la paz y la democracia. Con sus interminables hambrunas justificadas por los errores de los facciones burguesas contrarias. Y que se reflejan en el continente americano en un deterioro cada vez más débil del equilibrio de las facciones internas como de las burguesías nacionales en su conjunto atizadas por las necesidades imperialistas. Frente a ello el proletariado debe estar alerta frente a las mistificaciones que se alzan para aplacar su lucha y plantear su salida: la revolución proletaria, la única forma de salvar a la humanidad de la barbarie capitalista. Venezuela es un país con tradición democrática y múltiples relaciones con los demás países que conforman el mundo, entre ellos subsisten intercambios de diversos tipos: económicos, culturales, educativos, sociales, entre otros, en fin... una serie de
acuerdos y tratados que Venezuela y los países que lo han suscrito deben respetar y desarrollar de la forma prevista en dicho textos legales. La representación Diplomática es una institución de derecho internacional reconocida por los Estados Democráticos, y la misma ocupa un lugar destacado dentro de la política exterior de los países, puesto que forma parte de una estructura organizativa que se encuentra a cargo del Ejecutivo Nacional, en la figura del Presidente de la República, y bajo la tutela del Ministerio de Relaciones Exteriores, y este, a su vez tiene una forma de clasificación del personal que tiene a su cargo, que se denomina Personal de Servicio Exterior. De esta forma funciona lo que ya se conoce como la Representación Venezolana en el Exterior, que no es otra cosa que el ejercicio de la soberanía fuera del territorio venezolano. La política exterior venezolana se inserta en una dinámica inter nivel, es decir condicionada a variables domesticas e internacionales, considerando a Venezuela dentro de una perspectiva geoestratégica como país petrolero, andino, amazónico y caribeño. La promoción de un sistema internacional multipolar como principal objeto de la política exterior de Venezuela, se tradujo en el establecimiento de relaciones con centro de poder mundial tales como: China, Rusia, India y estados en el medio oriente (Irán) así como también la marcada postura independiente de Venezuela ante los foros y cumbres internacionales. La importancia que tiene el buen desempeño de las relaciones internacionales en el desarrollo, político, comercial, cultural es fundamental hoy en día para alcanzar el desarrollo integral de las naciones. Actualmente, no hay una nación en el mundo que pueda considerarse autosuficiente y que no requiera del apoyo del resto de los países incluso hasta las naciones más ricas necesitan recursos de los cuales carecen y por medio del comercio exterior y los acuerdos internacionales logran suplir sus necesidades y carencias en otras zonas.
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMON RODRÍGUEZ” DECANATO DE POSTGRADO ESPECIALIZACION EN FINANZAS COMPRENSIÓN DE LA REALIDAD NACIONAL, LATINOAMERICANA Y MUNDIAL
GEOPOLITICA INTERNACIONAL
Facilitador: FREDDY ARAUJO Participante: Nicolás Brizuela Sección C
Caracas abril 2011
8.922.566
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