Enfermedades y patologías del sistema digestivo humano

November 30, 2018 | Author: Bill Francois Cruz Curay | Category: Haemophilia, Cardiac Arrhythmia, Heart Failure, Thrombus, Diarrhea
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Enfermedades y patologías del sistema digestivo humano

 Apendicitis,inflamación aguda del apéndice vermicular, tubo de 1-2 cm de diámetro y de 5 a 15 cm de longitud con final en forma de fondo de saco y que nace del ciego (primera porción del intestino grueso). El ciego, y por tanto el apéndice, están situados en el cuadrante inferior derecho del abdomen. El apéndice, en el ser humano, es un resto filogenético cuya función queda reducida a ser asiento de algunas formaciones de t ejido linfoide (encargado de las funciones inmunes); su extirpación no causa alteración patológica. La causa más habitual de la apendicitis es una infección de la pared del apéndice; sin tratamiento, la infección acaba destruyendo la pared del apéndice y perforándolo, y entonces el contenido intestinal se vierte en e n la cavidad abdominal, originándose originándose una peritonitis. La apendicitis es una enfermedad frecuente en los adultos  jóvenes, pero puede aparecer a cualquier edad. Sus síntomas típicos son: dolor abdominal (especialmente en el cuadrante abdominal inferior derecho), fiebre, náuseas y vómitos, estreñimiento y diarrea. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del apéndice (apendicectomía). Cirrosis, enfermedad crónica del hígado que cursa con destrucción irreversible de las

células hepáticas. La cirrosis es la fase final de muchas enfermedades que afectan al hígado. Se caracteriza por áreas de fibrosis (cicatriz) y muerte de los hepatocitos (células hepáticas). Sus consecuencias principales son el fracaso de la función hepática y el aumento de la presión sanguínea en la vena porta (que transporta la sangre desde el estómago y tubo digestivo al hígado). En Europa occidental, el alcohol y la hepatitis B son la causa principal de la cirrosis. En el Reino Unido, dos tercios de los casos son debidos al alcohol; en países donde el consumo de alcohol es menor (por ejemplo en los países islámicos), la incidencia de cirrosis disminuye de forma paralela. Pacientes cuyo consumo de alcohol no alcanza el grado de alcoholismo pueden padecer lesiones lesi ones hepáticas producidas producidas por el alcohol. a lcohol. Un 30% de los l os casos de cirrosis son de causa desconocida (podrían deberse a otras hepatitis virales como la hepatitis C). El cáncer primitivo hepático puede ser una complicación de la cirrosis cir rosis hepática. Cólico,dolor abdominal agudo; es un síntoma de distintos trastornos. Cuando es de

origen intestinal, se caracteriza por contracciones espasmódicas e irregulares de las fibras musculares del intestino. Con frecuencia los cólicos cólico s intestinales se deben a infección, obstrucción, ingestión de alimentos irritantes, o fármaco laxantes. Se sabe s abe poco sobre la etiología de los cólicos del lactante, aunque se sospecha que su origen está en los l os gases y trastornos de la digestión. El cólico renal se produce por el paso de un cálculo, cá lculo, o piedra, desde el riñón, a través del uréter, hasta la vejiga urinaria; este descenso es muy doloroso. El cólico biliar es consecuencia del paso de un cálculo biliar, desde la vesícula biliar hacia los conductos biliares. Los síntomas del cólico se confunden con frecuencia con los de la apendicitis y la peritonitis.

Diarrea,alteración del ritmo intestinal que se acompaña de aumento del número de

deposiciones o de alteración de las características normales de una deposición (líquida o semilíquida). Se trata en general de un proceso transitorio cuya causa más frecuente son las infecciones víricas o bacterianas. También puede ser producida por la t oma de sustancias tóxicas que lesionan el intestino, por situaciones de tensión emocional o por estados nerviosos alterados. Procesos inflamatorios intestinales como la enteritis, la colitis, el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería bacilar o amebiana, o las parasitaciones intestinales por gusanos pueden producir cuadros diarreicos de larga evolución. La pérdida de líquidos en este proceso puede producir deshidratación y shock, que son a veces graves en los niños pequeños. El tratamiento es sintomático en la mayoría de los casos y consiste en la adecuada reposición hidroelectrolítica. Disentería,

enfermedad aguda o crónica del intestino grueso humano. Se caracteriza por deposiciones diarreicas acuosas de pequeño v olumen, acompañadas con frecuencia por sangre y moco, y dolores abdominales intensos. Se pueden producir úlceras en las paredes intestinales. Cuando los gérmenes causantes atraviesan la pared intestinal y pasan a la sangre, se produce además fiebre. Esta diarrea está producida por la ameba Entamoebahistolyticao por bacilos del género Shigella. Dispepsia,digestión difícil o dolorosa, resultado del fallo

de alguna fase del proceso normal digestivo. Su origen puede estar en un trastorno físico o emocional. Las causas físicas son gastritis, úlceras, o inflamaciones de la vesícula biliar. Los síntomas pueden ser: sensación de pesadez en la boca del estómago, gases, estreñimiento, diarrea, náuseas, o ardores. Las molestias se pueden acompañar de cefaleas o mareos. El tratamiento que se prescribe depende de la causa específica y comprende la administración de fármacos y la instauración de una dieta especial.

Flatulencia,presencia de cantidades excesivas de gas en el estómago o en el intestino. La mayor parte del gas presente en el estómago está constituido por nitrógeno y oxígeno atmosféricos, que han sido ingeridos por el individuo. El nitrógeno no se puede absorber y queda libre en el intestino. Dentro del intestino se forman otros gases adicionales, sobre todo dióxido de carbono, metano e hidrógeno. El dióxido de carbono se produce por fermentación y se absorbe en gran parte. Los otros gases se producen por la digestión incompleta de alimentos ricos en almidón o en celulosa, como las legumbres o las coles. Estos gases son expelidos al exterior desde el recto en forma de flato. El olor desagradable del flato es producido por varios compuestos azufrados, sobre todo por tioles. Los tioles son alcoholes en los que el átomo de oxígeno ha sido reemplazado por un átomo de azufre. La presencia de grandes cantidades de gas en el estómago o en el intestino pueden originar distensión y dolor.

Enfermedad de Crohn,inflamación crónica del tracto gastrointestinal. Puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo desde la boca al ano, pero la localización más frecuente es en el ilion y el colon. No existe causa conocida, aunque sí una tendencia genética al desarrollo de la enfermedad; también se cree que los factores ambientales tienen alguna influencia. En esta enfermedad existe una reacción exagerada del sistema inmunológico. Puede ocurrir a cualquier edad pero es más frecuente en jóvenes adultos, sobre todo en entre los 20 y 30 años. Sólo un 15% de los pacientes desarrolla la enfermedad pasados los 50 años. La enfermedad de Crohn ocurre sobre todo en Europa, los países escandinavos, América del Norte y Australia, pero es rara en India, África tropical y Sudamérica. En Japón no es muy frecuente pero la incidencia está en aumento. También existe un aumento de la incidencia en otros lugares del mundo: en Gales, frente a 0,18 casos por 100.000 habitantes al año en la década de 1930, hubo 8,3 casos al año por 100.000 habitantes en la década de 1980. Los síntomas más frecuentes son la diarrea, el dolor abdominal, la pérdida de peso y la fiebre. También es frecuente la anemia debido al sangrado intestinal, aunque son raras las hemorragias (que sólo ocurren entre un 1% y 2% de los pacientes). Existe una inflamación de las distintas capas del intestino; esta inflamación se transforma en zonas de ulcerac ión, produciéndose una apariencia característica empedrado. La pared muscular de l intestino se vuelve más gruesa y fibrosa y puede ocasionar una obstrucción intestinal. Se pueden formar fístulas cuando la inflamación afecta a toda la pared intestinal originándose una perforación que permite el paso de material semidigerido o fecal al interior de la cavidad abdominal. Las fístulas pueden conectar diferentes partes del tracto gastrointestinal, como por ejemplo el colon y el estómago, e incluso pueden alcanzar la superficie cutánea. El diagnóstico de la enfermedad de Crohn es laborioso y puede requerir varios años. Existen varias técnicas para facilitar ese diagnóstico, como la endoscopia, durante la que se puede realizar una biopsia de la mucosa intestinal afectada, o el enema de bario. En el tratamiento se deben intentar corregir las deficiencias dietéticas producidas por la enfermedad; se pueden administrar corticoides. Debido a que la enfermedad se produce por una reacción exagerada del sistema inmunológico, los fármacos inmunosupresores pueden ser eficaces. Entre un 70% y un 80% de los pacientes necesitan cirugía en alguna fase de la enfermedad (para extirpar las zonas más afectadas, eliminar fístulas o resecar las zonas del intestino que están obstruidas). No existe tratamiento curativo, y aunque los síntomas pueden controlarse durante ciertos periodos, aparecen recaídas frecuentes.

Enteritis,enfermedad inflamatoria del intestino. Se puede manifestar por dolor abdominal, punzadas, fiebre, pérdida de apetito (anorexia), náuseas y diarrea. La enteritis crónica por antonomasia es la llamada ileítis terminal o enfermedad de Crohn ; se trata de una enfermedad autoinmune que precisa de tratamiento inmunosupresor y a veces de cirugía. Las enteritis agudas, aunque suelen ser poco duraderas, autolimitadas y menos graves, son debilitantes, sobre todo en los niños y en los ancianos, y en ocasiones llegan a poner en peligro la vida del enfermo por deshidratación aguda. Las enteritis agudas pueden estar causadas por irritación química, alergias o alteraciones emocionales; pero su causa más frecuente son las infecciones, bien virales, más benignas, o bien bacterianas, como la fiebre tifoidea y la disentería. Gastritis,inflamación aguda o crónica de la mucosa del estómago. La enfermedad fue

descrita en 1833 por el cirujano estadounidense William Beaumont cuando estudiaba la mucosa de un paciente que presentaba una herida de bala en el abdomen. En la gastritis aguda se producen erosiones de las células superficiales de la mucosa, formaciones nodulares y a veces hemorragia de la pared gástrica. En la gastritis crónica se produce, además, una transformación progresiva de la mucosa a tejido fibroso (cicatricial o inflamatorio crónico). La enfermedad está acompañada por un descenso en la velocidad del vaciado gástrico (experimentado por el paciente como digestiones lentas o pesadas) y de pérdida de peso. Las causas más frecuentes de la gastritis son el abuso del alcohol, el tabaco y las bebidas excitantes (café, té, refrescos de cola), una secreción excesiva de ácido clorhídrico en el jugo gástrico, y varias infecciones entre las que se encuentran la sífilis, la tuberculosis y algunas infecciones fúngicas. Se ha demostrado recientemente que la bacteria Helicobacterpilorii está presente en la mucosa gástrica y duodenal hasta en el 80% de los pacientes con gastritis y úlceras pépticas (de estómago o duodeno): este descubrimiento ha revolucionado el tratamiento de estas enfermedades, hasta el punto de que los antibióticos han pasado a ser uno de sus pilares básicos. El estrés psicológico también está implicado en el desarrollo de la gastritis. Ileítis,inflamación aguda o crónica del íleon , porción terminal del intestino delgado. Los

enfermos presentan vómitos, anemia, contracciones intestinales, pérdida de peso, fiebre, y en ocasiones diarrea sanguinolenta. Cuando el proceso se presenta en el cuadrante abdominal inferior derecho, el dolor puede confundirse con el de una apendicitis aguda. La causa de la ileítis se desconoce. Su tratamiento incluye fluidoterapia para corregir la deshidratación y las alteraciones iónicas, reposo en cama, dieta blanda libre de fibra, antibióticos para controlar las infecciones sobreañadidas y corticoides para disminuir la inflamación intestinal. En los casos graves de ileítis se puede llegar a producir una perforación de la pared intestinal que desencadena una per itonitis. Antes de llegar a esta situación, si los corticoides no son capaces de frenar la inflamación intestinal, se hace necesaria la cirugía. Existen dos técnicas, una que consiste en la resección del segmento intestinal afecto, y otra de tipo bypass en que simplemente se evita el paso del contenido intestinal por la porción enferma. La tasa de reproducción tras la cirugía es de, aproximadamente, el 50 por ciento.

Hepatitis,

inflamación aguda del hígado. Puede ser producida por una infección, habitualmente viral, por sustancias tóxicas o por fármacos. La sustancia tóxica que más daña el hígado es el alcohol: la ingestión excesiva aguda produce una hepatitis aguda, y la ingestión excesiva crónica produce en un primer momento un hígado graso, más adelante una hepatitis crónica y, por último, una cirrosis alcohólica. Los fármacos de eliminación o de metabolismo hepático pueden dañar los mecanismos bioquímicos de los hepatocitos células hepáticas originando una hepatitis aguda farmacológica y más adelante una hepatitis crónica similar a la de los tóxicos. Hernia

de hiato, protrusión de parte del estómago y del último tramo del esófago a

través del diafragma, o división muscular entre las cavidades abdominal y torácica. E n condiciones normales, el estómago se sitúa por debajo del diafragma en la cavidad abdominal, y el esófago atraviesa el diafragma junto a la aorta y a la vena cava inferior. En la porción superior del estómago existe un esfínter (anillo muscular) que impide el paso del contenido del estómago al esófago; en los individuos con síntomas de hernia de hiato, este esfínter no funciona de forma correcta debido a la posición anormal de la parte superior del estómago. Indigestión,término común que se utiliza para describir molestias físicas del tracto

gastrointestinal superior, asociadas con la ingestión de alimentos sólidos o líquidos. Los síntomas son: ardores o acedías, acidez, eructos, distensión gaseosa, flatulencia, sensación de plenitud, presión, náuseas y vómitos. Algunos de los síntomas de la indigestión son similares a aquellos propios de enfermedades graves, por lo que la automedicación no se debe prolongar.

Peritonitis,inflamación de la membrana que tapiza la cavidad abdominal y los órganos contenidos en ella. Suele ser una enfermedad aguda, causada por una infección cuyo origen es una perforación intestinal, como la rotura del apéndice o de un divertículo. También se puede deber a la presencia de sustancias irritantes, como ácido gástrico procedente de una úlcera perforada, o bilis que proviene de la rotura de la vesícula biliar o de la laceración del hígado. La peritonitis localizada se observa con más frecuencia en la pelvis a partir de una infección de la trompa de Falopio o de la rotura de un quiste ovárico. La peritonitis es a veces consecuencia del derrame de pus en la cavidad abdominal procedente de la rotura de un absceso. Esto se produce algunas veces tras cirugía intestinal con supuración de la herida quirúrgica, o a partir de una herida por arma blanca que atraviesa la pared abdominal. En ocasiones, se debe a una inflamación de la membrana peritoneal, como en el fracaso renal, la fiebre reumática y el lupus eritematoso. El síntoma principal es un dolor abdominal agudo que se agrava con los movimientos. Con frecuencia el paciente tiene náuseas y vómitos, y está febril. Los casos graves de peritonitis aguda sin tratamiento suelen ser mortales. El tratamiento está dirigido a la causa subyacente. Hay que administrar, además, líquidos intravenosos y antibióticos.

Enfermedades y patologías del sistema circulatorio humano

 Arritmia, alteración del ritmo cardiaco fisiológico (60-100 latidos por minuto rítmicos y regulares), marcado por el nodo sinoauricular ( véase Corazón), que transmite los impulsos eléctricos por distintas vías internodales al nódulo auriculoventricular, de donde sale el llamado fascículo o haz de His que se divide en los haces ventriculares derecho e izquierdo. En las bradiarritmias, los ventrículos se contraen con frecuencia excesivamente baja, de menos de 60 latidos por minuto ( véase Bradicardia). En las taquiarritmias, el corazón se contrae a mayor frecuencia de la normal (más de 100 latidos por minuto). En los complejos prematuros aparecen salvas extras de impulsos a nivel auricular o ventricular. Entre las taquicardias están las sinusales (el nódulo sinusal genera impulsos a demasiada frecuencia), la fibrilación auricular (contracciones auriculares irregulares de alta frecuencia), el flutter (250-350 contracciones auriculares regulares por minuto), la taquicardia paroxística supraventricular, los síndromes de preexcitación (producidos por fenómenos de reentrada de impulsos por fascículos de conducción anómalos), la taquicardia del nodo auriculoventricular y la taquicardia ventricular (producidas por fenómenos de autoexcitación rápida a estos niveles) y la fibrilación ventricular (situación pre-mortal con contracciones irregulares e ineficaces). Casi todas se tratan con medicación antiarrítmica y en algún caso con desfibrilación eléctrica.

 Arteritis, enfermedad inflamatoria de la pared de los vasos sanguíneos arteriales, que en muchas ocasiones se acompaña de afectación simultánea de las venas y los capilares, por lo que los términos vasculitis o angeítis se emplean como sinónimos. Los dos mecanismos que producen con más frecuencia un proceso inflamatorio en la pared de los vasos sanguíneos son la lesión directa por agentes infecciosos (bacterias como el meningococo o las rickettsias, virus como el del herpes u hongos como el  Aspergillus) o las reacciones inmunológicas, como las mediadas por inmunocomplejos, autoanticuerpos o células en el rechazo de un trasplante. Las consecuencias más graves de esta respuesta inflamatoria patológica son el estrechamiento progresivo de la luz de los v asos, que provoca una falta de aporte de sangre en los tejidos irrigados por éste; la formación de trombos dentro de la luz del vaso sanguíneo, que provoca una obstrucción aguda o una embolia (o ambos); y el debilitamiento de la pared vascular que origina una dilatación o rotura de la misma. Infarto

de miocardio, necrosis o destrucción de una pequeña zona del miocardio, el

músculo del corazón, ocasionada, generalmente, por la obstrucción de una rama de una arteria coronaria; se manifiesta por un dolor intenso en el pecho.

 Ateroma, término que proviene del griego athere, papilla, y oma, tumor, y designa al depósito de lípidos (grasas) que se produce en la capa interna de las arterias, cuya consecuencia más inmediata es la obstrucción del flujo de la sangre. La arteriosclerosis (significa literalmente endurecimiento) es una enfermedad que se caracteriza por el engrosamiento de las paredes de las arterias y la pérdida de elasticidad; puede ser de varios tipos. La aterosclerosis es una forma de arteriosclerosis en la cual se produce un proliferación de células musculares lisas y una acumulación de lípidos, sobre todo triglicéridos y colesterol, en las paredes de las arterias. Los triglicéridos, el colesterol y las células acumuladas originan una lesión que recibe el nombre de ateroma o placa aterosclerótica. No se conocen totalmente las causas que lo inician, pero están directamente relacionado con ello, la hipertensión, el fumar y la diabetes. Bradicardia, descenso del ritmo cardiaco por

debajo de 60 latidos por minuto.

Puede ser fisiológica o patológica. La bradicardia fisiológica constitucional es habitualmente leve y hereditaria. En la bradicardia fisiológica por entrenamiento intensivo de resistencia (atletismo de fondo, ciclismo en carretera, natación) se ensanchan las cavidades cardiacas y se hipertrofia el músculo miocárdico, de modo que su volumen de eyección (cantidad de sangre que el corazón impulsa en cada latido) es muy grande y no ha de aumentar en exceso la frecuencia durante el esfuerzo. En reposo, por tanto, sobra volumen de sangre bombeado y automáticamente baja la frecuencia (hasta 30-35 latidos por minuto). Las bradicardias patológicas se llaman bradiarritmias ( véase Arritmia). En las enfermedades del nodo sinusal baja patológicamente su frecuencia; ésta se trata con marcapasos. En las alteraciones de la conducción de impulsos está lesionado el fascículo de His (véase Corazón) y las aurículas laten más rápido que los ventrículos (bloqueos auriculoventriculares de primer a tercer grado); éstas se tratan con medicación o marcapasos. En los bloqueos de rama el defecto de conducción se sitúa en uno de los fascículos ventriculares, y la contracción de ese ventrículo se retrasa produciendo alteraciones en los flujos de sangre y en la señal electrocardiográfica. Leucemia, enfermedad que se llama también cáncer de la sangre y de los tejidos

productores de las células sanguíneas. Se caracteriza por la sobreproducción de células inmaduras y atípicas de la serie blanca sanguínea, que pasan luego a los vasos. Las células blancas o leucocitos se producen en la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y otros tejidos endoteliales. La mayoría de las leucemias no tienen causa conocida. La exposición a radiaciones ionizantes y ciertos productos químicos como el benceno son algunos de los factores que pueden producir la enfermedad. Se sabe que la leucemia humana de células T es provocada por dos virus, y algunas leucemias se han relacionado con ciertas alteraciones cromosomáticas.

Embolismo, obstrucción de un vaso sanguíneo por un émbolo o cuerpo extraño transportado por el aparato circulatorio. El émbolo puede ser un coágulo sanguíneo, una burbuja de aire, una gota de grasa, un cúmulo de bacterias, células tumorales, un fragmento de cuerpo extraño (un trozo de una bala), o una parte de un parásito. Cuando la obstrucción del flujo sanguíneo se produce en una zona sin aporte colateral de sangre las células tisulares mueren, y se origina un infarto. Si el infarto afecta al cerebro, se puede producir una parálisis, y si afecta al corazón, un infarto de miocardio. Trombosis es distinto de embolia. En aquella se forma un trombo (coágulo o cúmulo de células sanguíneas) en el interior del vaso sanguíneo afectado. Si un fragmento del trombo se suelta y es transportado por el torrente sanguíneo hasta crear una obstrucción, se producirá una embolia. La trombosis se puede prevenir de forma parcial con el uso de fármacos antiagregantes, como la aspirina, o anticoagulantes, como la heparina o los dicumarínicos. Los anticoagulantes también sirven como tratamiento de las trombosis ya instituidas, pues evitan el crecimiento del coágulo y la formación de émbolos.

Endocarditis, infección e inflamación de la membrana que recubre las cavidades y válvulas del corazón. Puede ser aguda, si aparece de forma brusca y puede causar la muerte en pocos días, o subaguda, si se desarrolla lentamente y causa la muerte tras varios meses. La mayoría de las agudas están causadas por la bacteria Staphylococcusaureus, mientras que la mayoría de las subagudas están causadas por estreptococos. Ambos tipos también pueden deberse a micosis. Las endocarditis bacterianas subagudas producen fiebre, toxemia, y lesiones de las válvulas cardíacas; los fragmentos que se separan en estas lesiones valvulares pueden producir embolias. Las infecciones del endocardio y de las válvulas pueden, a menudo, ser ocasionadas a partir de infecciones anteriores de los dientes, las anginas o los senos paranasales. La enfermedad se caracteriza por el crecimiento bacteriano o fúngico sobre el endocardio y/o sobre el tejido valvular cardiaco. Presenta su máxima incidencia de los 30 a los 50 años. El tratamiento prolongado con antibióticos a dosis elevadas cura la infección endocárdica, pero los daños causados en el tejido valvular no p ueden ser reparados (y si afectan a la función cardiaca han de ser tratados mediante cirugía). El uso frecuente de penicilina y otros antibióticos durante las manipulaciones dentales y durante las infecciones bacterianas del tracto respiratorio (amigdalitis, sinusitis) ha disminuído la incidencia de endocarditis. Hoy en día, en el mundo desarrollado, la mayor parte de las endocarditis que se diagnostican se producen en drogodependientes por vía intravenosa, tras punciones con material contaminado y en condiciones sépticas. Hipertensión, tensión arterial alta. Frecuentemente se trata de una hipertensión

esencial, primaria o idiopática, cuando la etiología es desconocida. La hipertensión secundaria es aquella debida a alguna causa fácilmente identificable. Los individuos con tensión arterial alta tienen más riesgo de sufrir una apoplejía o un ataque al corazón. El tratamiento de la hipertensión reduce este riesgo.

Fiebre reumática, enfermedad inflamatoria aguda frecuente hace unos años, caracterizada por fiebre y dolor, hipersensibilidad, enrojecimiento, e inflamación de las articulaciones. La fiebre reumática puede originar carditis (inflamación del corazón) y lesión de las válvulas cardiacas ( véase Endocarditis). El primer brote suele producirse a la edad de 7 a 12 o 14 años, las recidivas pueden aparecer a lo largo de toda la vida adulta. La mortalidad del episodio agudo es baja, y en la mayoría de los casos se resuelve de forma espontánea. Sin embargo, la carditis conduce con frecuencia a la formación de cicatrices y a la deformidad, afectando el funcionamiento de las válvulas cardíacas lo que puede causar la muerte a edades medias o avanzadas. La fiebre reumática aguda es una complicación de una infección estreptocócica, como la faringoamigdalitis estreptocócica, la escarlatina, o la erisipela. A veces, las infecciones desencadenantes son tan leves que pasan desapercibidas. La fiebre reumática comienza de forma insidiosa o brusca después de un periodo de latencia de dos a seis semanas desde la infección estreptocócica. Además de fiebre, malestar general y artritis migratoria, el paciente puede presentar nódulos subcutáneos, erupciones de la piel, dolor abdominal, pleuresía y corea. Sin embargo, el hecho más grave de la enfermedad es la afectación del corazón. El tratamiento consiste en el uso de penicilina para erradicar los estreptococos que puedan quedar, el reposo en cama y la administración de salicilatos o corticoides. A veces son necesarias muchas semanas o meses antes de que el brote siga su curso. La incidencia de fiebre reumática ha descendido debido probablemente, al menos en parte, al empleo generalizado de antibióticos. Hipotensión, tensión arterial anormalmente baja. Puede

producirse una caída repentina y aguda de la presión arterial como consecuencia de un shock quirúrgico causado por pérdida de sangre (hemorragia), un ataque cardiaco, hipotermia, pérdida de conciencia, sobredosis de drogas, enfermedad de Addison y muchas otras causas. No obstante, este artículo no se ocupa de esos casos, sino de la baja presión sanguínea entendida como una afección leve. Los síntomas de una baja presión sanguínea consisten en desmayos, mareos y, en casos graves, pulso débil. Una tensión arterial normalmente baja suele ser deseable, pues es síntoma de salud y de un corazón y un sistema circulatorio en buen estado. En un adulto joven, la presión sistólica es de unos 120 mm de Hg. Suele aceptarse que la hipotensión no es una enfermedad específica, mientras que la hipertensión (una presión sanguínea anormalmente alta) es considerada como una alteración seria, que normalmente requiere tratamiento para evitar consecuencias fatales, como una apoplejía o un ataque al corazón.

Hemofilia, enfermedad hereditaria caracterizada por la incapacidad de la sangre para

formar coágulos. Esto produce un exceso de sangrado incluso con lesiones lev es. La enfermedad está causada por la ausencia de determinadas proteínas de la sangre, llamadas  factores, que participan en el fenómeno de la coagulación. La forma más común, hemofilia A, la padecen un 80% de los hemofílicos, y está originada por un déficit del factor VIII. En la segunda forma más común, la hemofilia B (enfermedad de Christmas), existe un déficit del factor IX. La gravedad de la hemofilia es muy variable. El sangrado puede producirse en forma de hematomas (traumatismos cerrados) o de hemorragias (heridas). Las hemorragias también se producen dentro de las articulaciones y de los músculos, ocasionando graves daños, pues producen degeneración articular a largo plazo. Antes de los tratamientos actuales los pacientes rara vez sobrevivían hasta adultos. Un 80% de los casos de hemofilia presentan antecedentes familiares; el 20% restante se debe a mutaciones genéticas espontáneas. La herencia es de tipo recesivo ligado al sexo por genes transmitidos por el cromosoma X materno. Por tanto, existe un 50% de probabilidades de que una pareja de hombre sano y mujer portadora tengan un hijo varón enfermo o una hija portadora. De un padre enfermo y una madre sana todas las hijas serán portadoras y todos los hijos varones serán sanos. Los varones no pueden transmitir la enfermedad, y las mujeres portadoras no la padecen. Un caso famoso de transmisión de hemofilia fue el de la reina Victoria de Inglaterra, cuyas hijas transmitieron la enfermedad a las casas reales española y rusa. La profilaxis de los traumatismos es muy importante en los hemofílicos. Cuando se produce sangrado es necesaria la terapia sustitutiva. Se puede usar plasma fresco congelado para tratar las formas leves de la enfermedad. En los casos graves los pacientes se pueden auto-administrar extractos de plasma en su domicilio: estos pueden ser liofilizados o en forma de crioprecipitado, un tipo de concentrado que se prepara a partir de sangre fresca. Los crioprecipitados y otros concentrados tienen menos riesgo de transmitir enfermedades como la hepatitis y el SIDA, pues proceden de un donante único mientras que el plasma se obtiene de donantes múltiples. La comprobación y análisis de los donantes y los tratamientos térmicos de los derivados del plasma han disminuído recientemente el riesgo de transmisión de enfermedades. La síntesis por clonación de factor VIII mediante procedimientos de ingeniería genética ha permitido el desarrollo de una terapia sustitutiva completamente segura que en la actualidad se encuentra en fase de ensayo clínico; si es efectiva podrá ser utilizada de forma amplia en el futuro próximo. Por desgracia, a causa de los tratamientos utilizados en el pasado antes de descubrirse el SIDA, un buen número de hemofílicos han muerto o son portadores del virus que lo provoca.

Hemorragia, salida de la sangre de

los vasos sanguíneos. Puede deberse a una alteración o a una rotura traumática de los vasos sanguíneos, además de aparecer como complicación de muchas otras enfermedades. La úlcera péptica, por ejemplo, produce hemorragias digestivas por erosión de la pared de los vasos del estómago o el duodeno. La apoplejía o accidente cerebro-vascular agudo (ACVA) puede deberse a una hemorragia por rotura de un vaso cerebral. La hemofilia, enfermedad hereditaria de la sangre, se produce por la incapacidad de ésta para coagular. Una pérdida de sangre superior a 1 litro puede producir un shock hipovolémico. Si no se reemplaza esta cantidad de sangre, el shock hipovolémico quizá sea mortal. La hemorragia se detiene mediante el proceso de coagulación de la sangre. La hemostasia (procedimientos para controlar la pérdida de sangre) se basa en la detención del f lujo sanguíneo para que la sangre pueda coagular. La mejor técnica para detener una hemorragia es aplicar presión directa sobre la herida. También es útil la elevación de la parte afectada. Un torniquete se debe aplicar sólo cuando no se pueda reducir la hemorragia por otros procedimientos; la aplicación de un torniquete aumenta el riesgo de amputación. La cirugía se desarrolló por completo a partir del siglo XIX gracias a tres pilares fundamentales: la anestesia, la hemostasia y el control de la infección. El sangrado en cirugía se evita mediante la aplicación de una técnica ordenada y mediante disección cuidadosa. La técnica quirúrgica (forma de apertura de los planos de disecci ón superficiales y profundos que conducen al cirujano a la región anatómica deseada) bien planeada y ejecutada evita los vasos principales. La disección cuidadosa de los tejidos permite identificar y aislar los vasos secundarios y hemostatizar los vasos pequeños antes de que sangren. La hemostasia quirúrgica se realiza mediante dos técnicas: la coagulación y la ligadura. La cogulación se aplica a vasos de pequeño calibre y se realiza con el bisturí  eléctrico. La ligadura se aplica a vasos de calibre medio: consiste en el anudado del vaso con hilo de sutura o con un clip vascular. Un procedimiento especial de hemostasia es la aplicación de fibrina (proteína natural que forma el coágulo sanguíneo) en forma de láminas o esponjas. El sangrado difuso (en sábana) puede controlarse mediante esponjas de fibrina. Las láminas sirven para envolver nervios, tendones y órganos. La fibrina, al ser un producto natural, permanece en el organismo, donde se metaboliza con rapidez. Miocarditis, inflamación del músculo del corazón. La miocarditis se asocia, o está

causada con más frecuencia, por una infección viral, aunque puede deberse a otras enfermedades, infecciones y estados de hipersensibilidad. En la mayoría de los casos afecta a todo el corazón. Los síntomas suelen ser dolor precordial asociado con frecuencia a fiebre, taquicardia y descenso de la presión sanguínea. Si es grave, el deterioro de la función muscular puede conducir a insuficiencia cardiaca.El tratamiento depende de la causa que la produce, aunque por lo general los pacientes se mantienen en reposo y se recuperan de forma espontánea. Sin embargo, en muchos casos se pueden producir una o más recaídas, y algunas veces se produce fibrosis y debilidad permanente del músculo cardiaco.

Insuficiencia

cardiaca, trastorno en el que el corazón no es capaz de mantener un

bombeo de sangre adecuado en relación al retorno venoso y a las necesidades de los tejidos en cada momento. Se produce como consecuencia de un fallo en la función ventricular del corazón y por la puesta en marcha de mecanismos neurohormonales compensatorios que en un principio intentan preservar la función ventricular, pero a la larga son los responsables de dicho deterioro. Esta enfermedad es la más frecuente dentro del campo de la cardiología, teniendo más preponderancia conforme aumenta la edad. En realidad se trata de un síndrome en el que se altera la función ventricular por diversas enfermedades cardiológicas o no cardiológicas. La cardiopatía isquémica y la hipertensión arterial son las dos enfermedades que con mayor frecuencia acaban desencadenando una insuficiencia cardiaca. Se puede clasificar la insuficiencia cardiaca en aguda, cuando los síntomas aparecen de una forma brusca por un fallo del corazón en el seno, por ejemplo, de un infarto de miocardio y en crónica, cuando el deterioro de la función ventricular se va desarrollando poco a poco. También es posible clasificar la insuficiencia cardiaca como derecha o izquierda, según cuál sea el ventrículo que inicialmente se ve afectado. Al hacer un estudio clínico de un enfermo con insuficiencia cardiaca hay que valorar en primer lugar si el fallo de la función ventricular ocurre durante la sístole cardiaca, por alteración de la función contráctil del músculo cardiaco, o durante la diástole, por una dificultad del ventrículo para llenarse adecuadamente. La disnea o sensación subjetiva de falta de aire por el paciente es el síntoma principal de esta enfermedad. Al principio esta dificultad para respirar sólo se observa en relación a grandes esfuerzos, pero en fases posteriores va desarrollándose con la realización de pequeñas actividades cotidianas o incluso en reposo. Otros síntomas característicos son la ortopnea, que es una disnea que aparece cuando el paciente se tumba; la disnea paroxística nocturna, que es una forma de ortopnea que aparece por la noche; y la tos, de carácter irritativo. La adecuada valoración de estos enfermos requiere la realización de un análisis de sangre, un electrocardiograma, una radiografía de tórax y un ecocardiograma como pruebas básicas.

Palpitación, conciencia del latido cardiaco, por lo general a consecuencia de una actividad cardiaca inusual. Puede ser inocua o indicar alguna enfermedad grave. Normalmente, los latidos del corazón no se perciben conscientemente. Pero durante las palpitaciones, el sujeto tiene una sensación de temblor o golpeteo en la región torácica. Los latidos pueden ser irregulares o uniformes y presentarse de manera súbita o paulatina. Las palpitaciones casi nunca indican enfermedad grave. Son muchos los factores que pueden causar latidos perceptibles, como el consumo de medicamentos, ciertos anticongestivos y complementos dietéticos, la cafeína o el alcohol. También provocan este fenómeno el hipertiroidismo (actividad excesiva de la glándula tiroides), el ejercicio agotador y las emociones súbitas, como el miedo o la ira. Otra causa de palpitaciones es el cambio de frecuencia ca rdiaca o arritmia. En muchos casos la arritmia carece de importancia. Un ejemplo es el latido ausente, consecuencia de la arritmia ectópica; se produce cuando el corazón se contrae un poco antes de lo debido; para recuperar el ritmo normal, se detiene un instante y esto produce la sensación de que se ha saltado un latido. Esta clase de arritmias casi nunca exige tratamiento médico, pero se puede controlar con medicación si se considera necesario. Otras arritmias son más graves. La taquicardia, por ejemplo, es una aceleración de la frecuencia cardiaca, que llega hasta 240 pulsaciones por minuto durante un periodo comprendido entre unos segundos y varios días. Puede provocar desmayos y se suele tratar con medicamentos cardiacos, como la digoxina o el verapamil. La arritmia auricular se caracteriza por una frecuencia elevada e irregular llamada fibrilación. Aumenta el riesgo de formación de trombos que, si se alojan en el cerebro, provocarían una crisis fulminante. Se trata con anticoagulantes, como la aspirina o la warfarina, y cardiacos. Las palpitaciones se diagnostican por medio de un historial médico completo y u na descripción exhaustiva de los síntomas, además de la observación del corazón para determinar la naturaleza de la alteración de la frecuencia.

Taquicardia, ritmo cardiaco acelerado. El corazón se contrae cada minuto entre 60 y 100 veces en condiciones normales. Esta frecuencia aumenta en un individuo sano con el ejercicio, las emociones o el estrés. Este aumento también está relacionado con algunas enfermedades, como síntoma del tétanos o acompañando a la fiebre. La frecuencia cardiaca se controla a través de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático ( véase Sistema nervioso vegetativo; Cerebro). En los casos mencionados antes, la frecuencia cardiaca normal se eleva debido a una variación en los estímulos procedentes de los sistemas simpático y parasimpático (divisiones del sistema nervioso vegetativo; trabajan para las funciones corporales que no están bajo control consciente). La taquicardia puede estar causada también por una contracción anómala de estímulos nerviosos indebidos dentro del corazón. En estos casos se debe con frecuencia a un error del sistema de conducción del corazón más que a un efecto desencadenado por otra parte del organismo. Este tipo de taquicardia, la taquicardia supraventricular, puede originarse en una aurícula, en el nodo auriculoventricular, o en un ventrículo del corazón (taquicardia ventricular). El diagnóstico de los diferentes tipos de taquicardia es difícil y se utiliza el ECG (electrocardiograma) para intentar identificar la causa de los latidos cardiacos extra. La taquicardia puede durar escasos latidos o prolongarse algo más, en cuyo caso se emplean diversos tipos de tratamiento.

Enfermedades y patologías del sistema respiratorio humano Enfermedad del legionario, también llamada legionelosis, tipo grave de neumonía, caracterizada por dolor de cabeza, dolor torácico, congestión pulmonar y fiebre alta. El nombre procede de un brote, que afectó a 221 personas y ocasionó 34 muertes, ocurrido en la Convención de la Legión Estadounidense en un hotel de Filadelfia en julio de 1976. El Centro de Control de la Enfermedad de Estados Unidos consiguió identificar posteriormente una bacteria ( Legionellapneumophila) como el agente causal. Se relacionaron entonces otros brotes locales con esta enfermedad. La bacteria se aisló en las fuentes de agua contaminadas, o en los sistemas de aire acondicionado de los edificios; no hay transmisión de persona a persona. En algunos brotes de la enfermedad del legionario, la mortalidad ha alcanzado el 10%. Sin embargo, la infección por el organismo es con frecuencia asintomática o se presenta como una fiebre indefinida de corta duración. La Legionellapneumophila produce también 'fiebre de Pontiac', síndrome caracterizado por fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de cabeza y m ialgias, sin síntomas respiratorios importantes. El tratamiento con el antibiótico eritromicina es eficaz.

Psitacosis (del latín,  psittacus, 'papagayo'), también fiebre del papagayo, enfermedad de las aves que afecta al sistema respiratorio y que está originada po r una cepa de la bacteria parásita C hlamydia psittaci. La psitacosis, que es trasmisible al ser humano, se considera con frecuencia una patología laboral entre criadores de pa lomas, granjeros,  propietarios de aves y empleados de plantas de procesamiento de aves de corral. La aves de corral infectadas por psitacosis pueden presentar diarrea, síntomas respiratorios y debilidad, o no manifestar ningún signo de la enfermedad. El tratamiento con clortetraciclinas y otras tetraciclinas en el alimento o en e l agua es eficaz. La psitacosis se transmite a los seres humanos mediante las partículas de polvo, la manipulación de aves infectadas o de sus cuerpos y las heridas por picadura. No se conoce ningún caso de infección sólo por consumo de las aves; al parecer, el agente responsable es destruido durante la cocción. En el hombre la enfermedad produce escalofríos, fiebre, dolor  de garganta, cefalea, pérdida de apetito, náuseas y vómitos. Para su tratamiento se utilizan antibióticos del tipo de las tetraciclinas.

Enfermedad de Hodgkin,enfermedad neoplásica caracterizada por aumento progresivo e indoloro de los ganglios linfáticos y otros tejidos linfoides. Es neoplásica porque la proliferación y crecimiento tisular no sirven a ninguna función fisiológica. Los ganglios cervicales suelen ser los primeros en verse afectados. Más tarde van enfermando muchos otros grupos ganglionares y, por último, el tejido del bazo prolifera. La enfermedad fue descrita en 1832 por el médico británico Thomas Hodgkin.Su tratamiento combina la resección quirúrgica, la radioterapia y la quimioterapia. Ésta última es muy efectiva con los protocolos de combinación de fármacos; el éxito del tratamiento depende del estadio evolutivo de la enfermedad.

Meningitis,inflamación de las meninges o membranas que envuelven el encéfalo y la

médula espinal. La meningitis se clasifica como paquimeningitis cuando afecta a la duramadre (la membrana más externa), y como leptomeningitis cuando las membranas implicadas son la piamadre y la aracnoides (las más internas). Por lo general, la paquimeningitis es consecuencia de un traumatismo, como la fractura de los huesos del cráneo, o por la extensión de una infección localizada en el oído medio, la apófisis mastoides, los senos etmoidales ( véase Etmoides) o los senos frontales. La leptomeningitis es mucho más frecuente y se debe a: la propagación de una inflamación localizada en la nasofaringe; a la invasión de las meninges por microorganismos bacterianos a través de la circulación, como aquellos que producen la neumonía (neumococos); a un huésped de otros organismos, como el meningococo y Haemophilusinfluenzae. La meningitis cerebroespinal epidémica o meningitis meningocócica es una enfermedad específica, muy infecciosa, que afecta al sistema respiratorio superior y a las meninges, en especial a niños y adultos jóvenes, y en particular en aquellos lugares donde convive mucha gente, como los dormitorios escolares o los cuarteles. Tiene una distribución casi mundial, aunque es más frecuente en las regiones templadas del norte. Las epidemias se han sucedido de forma periódica. El agente responsable es el meningococo, Neisseriameningitidis, aislado en 1887 por el médico austriaco AntonWeichselbaum. La mayoría de los casos de meningitis, en especial los producidos por bacterias, presentan un inicio brusco, con síntomas que incluyen cefalea, rigidez de nuca, fiebre, náuseas, vómitos, apatía e irritabilidad, que con frecuencia conducen a estupor y coma. Progresa con rapidez y si no se trata en periodos que oscilan entre 24 y 72 horas puede conducir a la muerte. La meningitis bacteriana se trata con mucha eficacia con la administración precoz de antibióticos. A veces, en particular en los niños que no se tratan precozmente, se pueden producir lesiones cerebrales graves. Esto puede ocurrir cuando el drenaje del líquido cefalorraquídeo desde las cavidades hacia el cerebro se bloquea, y provoca distensión de las cavidades, presión sobre el cerebro, y aumento del cráneo, lo que se denomina hidrocefalia. La meningitis tuberculosa, que es más frecuente en niños que en adultos, suele ser secundaria a una tuberculosis pulmonar. Esta forma de meningitis fue casi siempre mortal hasta el descubrimiento de la estreptomicina. Desde la introducción de ésta, y de otros fármacos antituberculosos, se han producido muchas recuperaciones y las curaciones han sido eficaces incluso en casos recidivantes. La meningitis viral generalmente es una forma no mortal de meningitis infecciosa. Casi siempre afecta a niños y origina síntomas como cefaleas, fiebre elevada, vómitos y dolor en las piernas. En la mayoría de las meningitis los pacientes afectados se recuperan de manera espontánea en un periodo de una a dos semanas.

Enfermedades y patologías del sistema excretor humano Nefritis,denominación común para los procesos inflamatorios del riñón. Existen varias formas de nefritis, las más habituales son la glomerulonefritis y, en menor medida, la pielonefritis y la nefritis tubulointersticial. Es frecuente que los pacientes con glomerulonefritis aguda hayan sufrido en los días o semanas previos una infección estreptocócica (por ejemplo, una infección de g arganta). La aparición de la glomerulonefritis se manifiesta por cansancio, pérdida de apetito, inflamación de la cara, dolor abdominal o en el costado, y disminución del volumen de orina, que además es más oscura de lo habitual. Debido a la variedad de formas de las glomerulonefritis agudas, el pronóstico es también variable. Las formas que son más frecuentes en niños, son también las de mejor pronóstico en general. Otras formas pueden terminar en nefritis crónica, la cual produce una lesión progresiva y destructiva del riñón. Muchas formas de glomerulonefritis son producidas por mecanismos autoinmunes. Las nefritis tubulointersticiales son consecuencia en muchas ocasiones de la ingesta abusiva de ácido acetilsalicílico (aspirina) y otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Las nefritis crónicas suelen ser asintomáticas, pero el análisis de orina revela la presencia de albúmina y células rojas (eritrocitos). Cuando la destrucción del t ejido renal es avanzada, el déficit de la función renal se traduce en el cuadro denominado insuficiencia renal crónica, en el que aparecen hipertensión arterial y otros procesos que son consecuencia de la falta de función depuradora de la sangre. Cistitis, inflamación de la vejiga urinaria, normalmente debida a una infección

bacteriana originada en la uretra, vagina o, en casos más complicados, en los riñones. La cistitis también puede deberse a la irritación causada por los depósitos cristalinos de la orina, o a cualquier condición o anormalidad urológica que obstaculice el funcionamiento normal de la vejiga. Entre los síntomas se pueden citar la micción dolorosa o dificultosa, la necesidad urgente de orinar y, en algunos casos, orina turbia o con sangre. El tratamiento consiste básicamente en tomar antibióticos, beber grandes cantidades de líquidos e inhibir la bacteria acidificando la orina (por ejemplo, tomándose infusiones de hojas de arándano o de gayuba). La uretritis,es la inflamación de la uretra debido a una infección microbiana o a

sustancias químicas.

Insuficiencia

renal,trastorno de la función renal caracterizado por una alteración en

el filtrado glomerular y, por consiguiente, por una incapacidad de los riñones para excretar los productos de desecho nitrogenados, conservar los electrólitos y conseguir una adecuada concentración de la orina. La insuficiencia renal puede ser aguda o crónica. E n la forma aguda hay una disminución rápida del filtrado glomerular y puede ocurrir como consecuencia de una disminución del riego sanguíneo que llega a nivel renal, como ocurre en las situaciones de deshidratación o hemorragias sanguíneas, o puede deberse a una enfermedad del propio riñón como ocurre en las glomerulonefritis y en las necrosis tubulares agudas; por último, la insuficiencia renal aguda puede deberse a un proceso de obstrucción aguda de las vías urinarias, como ocurre en la hiperplasia prostática o cuando aparecen cálculos en las v ías urinarias. La insuficiencia renal aguda es un proceso potencialmente reversible, de modo que el riñón puede recuperar su función si se corrige a tiempo la causa desencadenante. En la insuficiencia renal crónica, en cambio, se va produciendo una incapacidad permanente del riñón, debido a una destrucción progresiva de la masa de nefronas funcionales.

Gracias atentamente

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