Encuentros

March 19, 2017 | Author: gemo8 | Category: N/A
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Dos mujeres, dos vidas que se cruzan por un anuncio. Daniela casada con un hombre y con la vida que siempre imagin&oacut...

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Podría decir que no sé como he llegado a esto, pero la realidad es que lo sé muy bien. Un anuncio, un simple anuncio de televisión ha hecho que mi vida cambie. Aunque la realidad, es que en apariencia lo que único que ha cambiado es un día de la semana, pero ese día o mejor dicho esas tres horas de cada jueves, han cambiado mi vida, de una forma que me asusta por momentos. Hoy es jueves y como cada jueves, de los últimos dos meses, me visto para una mujer, me perfumo para una mujer, me maquillo para una mujer y ahora que lo pienso, me río de mi misma, porque esa mujer para la que yo me arreglo convirtiéndome casi en otra, no me ha visto la cara, no ve la ropa interior que compro y uso solo para ella, no sabe mi nombre, desconoce mi profesión, si estoy casada o soltera, resumiendo, no conoce nada de mi pero si conoce lo mas intimo, mi sabor y olor. No arriesgo a decir que más conoce de mi, pero si soy muy consciente de lo que yo conozco de ella, se que su pelo es corto y oscuro, se que sus ojos deben tener un color muy parecido a la miel, se lo suave que es su piel, se que sus dedos son largos y finos y que sus uñas son rectas y no largas. Si cierro los ojos, puede dibujar su figura en el aire a la perfección, cada curva, cada lunar abultado e incluso cada imperfección. Estoy terminando de arreglarme, ahora conduciré mi coche, hacia el mismo hotel de cada jueves, subiré a la misma habitación y me fundiré en un beso con ella con verdadera ansiedad. El tiempo que tardo en recorrer la ciudad hasta ese hotel, disfruto del cosquilleo en mi estomago, han pasado dos meses y continuo sintiendo los mismos nervios vertiginosos, a decir verdad, no son lo mismos que las primeras veces. Mi cerebro en una extraña maniobra, ha alejado de mis pensamientos el acto mezquino que le hago a Javi, acudiendo a este hotel. Es curioso, como en este tiempo mi cerebro ha aprendido a no mezclaros, a distinguirlos a la perfección, dios mio, hasta gimo diferente cuando me toca uno o la otra. Me he ordenado una y otra vez, no volver a acudir a esta cita, pero, y esto es paradójico, estas citas han mejorado mi matrimonio. Desde la primera cita con ella, sentí la necesidad de volver a cuidarme, me apunte a un gimnasio, hice dieta y conseguí quitarme los kilitos que me sobraban y a los que no prestaba mucha atención. Después vino, el vestir mas provocativa, suelo usar traje de pantalón o falda y chaqueta, por mi trabajo y tras él, siempre elegía ropa cómoda. Pero ella cambio eso, sin hacer nada, pero redescubrió en mi, las ganas de sentirme mas a gusto conmigo misma y porqué mentir, también de gustar, ahora a dos sexos. De todo ello, Javi ha salido beneficiado y me encanta que el cambio que he sufrido le guste y se sienta mimado, cuando ahora le sorprendo con algún conjunto de lencería mas sensual de los habituales en mi. Dios, es de locos pero el que ella me haga sentir tan deseada, ha hecho que quiera sentirme así siempre, y por suerte Javi, se ha acoplado muy fácil hasta nueva yo. Jamás pensé que la infidelidad, avivaría tanto mi matrimonio. Pero basta de hablar de él, estoy aquí, frente a recepción y otra curiosidad más, el personal de recepción de este Hotel, son los únicos que nos conocen. Ellos son los únicos que conocen, quien cada jueves a las siete de la tarde, se encuentra en la habitación 126. Habitación sellada a toda luz y por consecuencia, en completa oscuridad. Por eso ni yo se quien es ella, ni ella sabe quien soy yo.

Aprovecho la intimidad del ascensor y del gran espejo que ocupa una de sus paredes, para revisarme en él. Esta vez he elegido un vestido negro, hasta medio muslo con escote en pico y media manga. Lo he acompañado por unos zapatos negros, de alto tacón con cierre en enredadera hasta mi tobillo. Penita, que no pueda vérmelo, se que le gustaría. Durante los encuentros que han precedido a este, he podido intuir que le gustan las mujeres de alta estatura, natural o ficticia y se por como gime cuando me toca, que prefiere los vestidos o faldas a los pantalones. Otra curiosidad más, los gemidos son fundamentales en las relaciones eróticas, ellos te ayudan a orientarte, le gusta esto o aquello, aquí o allí y a oscuras, hasta te ayudan a saber sus gustos prescindiendo de un sentido, para mi fundamental, la vista. Claro, que lo era hasta antes de conocerla. Ding, dang, es el sonido que escucho alertándome que llegue a la planta donde está nuestra habitación y a su vez, es el sonido que dispara mi deseo. Es sumamente bestial, como me enciendo cada vez que llego a esta planta, primero fue por ser consciente del engaño que iba a empezar, después por lo morboso, una cita completamente a ciegas, sin tener idea de quien habría tras esa puerta y ahora, es solo porque ese ding dong, me recuerda que llego hasta ella, llego a sus besos, llego a su cuerpo caliente, llego a sus caricias y en resumidas cuentas, llego a su locura y la mi crece sin limites. Frente a la puerta, me detengo un segundo, gustosa de como todo mi cuerpo me pide que entre y deje que me arrolle, pero es tanto, tantísimo lo que la estoy deseando que siento cierto pudor, porque mi humedad ya es latente y a pesar de que contamos con un sentido menos, ella lo sabrá, sabrá cuanto deseo esta cita. Tres toques, doy tres toques en la puerta y me presto a escuchar como camina hasta la puerta, dios, ¿llegará el día en que no la escuche? ¿llegara un día en el que ella no venga? No quiero pensar en eso ahora, quiero habrá la puerta, quiero que como siempre se esconda tras ella y quiero entrar en esa habitación, cerrar la puerta sin preocuparme de como y beber de su boca. Boca, que llevo deseando siete días y que hoy será mía, por tres horas. Y por fin abre la puerta y por fin la cierro de una patada, tiro mi bolso sin importarme su suerte y busco su rostro para agarrarlo entre mis manos y si, por fin tras siete días, me bebo su boca. - Mm como...mm...¿como has estado? Me pregunta arrastrándome hasta la pared y reteniendome entre ésta y ella, y dios, ni recuerdo como estuve, solo se, que la desee como nunca antes. - Bien ¿y tu? - Contando los días, me encanta el vestido. Jajaja, dios lo sabía, sabía que le encantaría.

Me encanta como besa, me encanta como me toca y cuanto mas me encanta mas me excito y mas fiera me vuelve. Es increíble, ante mi no tiene que guardar ninguna apariencia, este es nuestro noveno encuentro, podría arrancarme la ropa sin miramientos, pero no se porqué, no lo hace. Y eso hace que me guste aun mas, noto por su forma de tocarme y por su respiración, que llega a esta cita como yo, cargadita de deseo, pero su empeño de continuar tratándome como algo puro y frágil, la frena. Y no pasa nada, no soy la mujer inexperta de las primeras citas, jamas había estado con una mujer hasta ¿conocerla? A ella, pero ha hecho un estupendo trabajo conmigo y ahora mismo, no necesito que me guíe y si, que me arranque la ropa de una vez. - Se nos va el tiempo y lo que hay debajo del vestido te va a gustar mas aún- le susurro en la oreja, la misma que aprovecho para primero besar y después morder. Dios, como me gusta su sabor, me da igual de que parte, toda ella sabe a deseo. Me encanta y me excita sobremanera y me vuelve muy loca, demostrárselo con pequeños bocaditos que nos saben a gloria. Y ahí está, mi morena de ojos miel, ha entendido a la perfección mis palabras y no se demora nada en bajarme la cremallera lateral del vestido. Haciendo malabarismos si, porque no la dejo abandonar mi boca, soy adicta a ella, sueño con ella casi a diario y cuando no lo hago durmiendo, cierro los ojos y la recuerdo. Me encanta, como juega con mi lengua, me encanta cuando hace que se la exponga y me la acaricia con la suya desde abajo hacia arriba, para después sentir un puntazo enorme de deseo, cuando las puntas de ambas se encuentran y el baile continua o comienza, no se bien. Con ella nunca se cual es el siguiente paso, puede pasarse minutos haciendo que nuestras lenguas se acaricien, muerdan y besen y yo, ni me habré enterado que ya me ha dejado en solo ropa interior, como ha pasado justo en este instante. He aquí uno de mis cambios, antes jamas me hubiera exhibido en ropa interior como ahora lo hago, me encanta quedarme así y que ella me recorra, descubriendo mediante el tacto, como es la ropa interior que elegí solo para ella y me excita como nunca, hacerlo subida en mis altos tacones. - Me encanta, me encanta lo que llevas Me dice con la respiración de ambas a mil y por primera vez, siento un deseo infernal de alcanzar con la mano el interruptor y que la luz se encienda y ella así, pueda ver lo que toca con verdadero ardor. - Empieza a estorbarme y mucho - ¿Ah si? - Si, me muero por sentirte.

Se que me repito y que uso una y otra vez, el verbo encantar, pero no hay otro que iguale o defina, lo que siento ante cada cosa que me hace o dice. Me ha vuelto super habladora en momentos como este, me gusta decirle cositas al oído porque se que la provocan y que a ella también le encantan. Aunque en eso, siempre me lleva ventaja. - Anoche...mm...anoche, pensaba en ellos y si cerraba los ojos, te juro que podía sentirlos entre mis dientes. Me dice y dios, mi sexo comienza a palpitar salvaje, porque me dice tal cosa con uno de mis pezones en su boca y dios, otra vez, ¿que hacia pensando en ellos anoche? - ¿Anoche? - Si, anoche Agh...dios me duelen, ha apretado tanto que me ha dolido, pero como dicen por ahí, que dolor mas rico, pero no, no me voy a olvidar de que anoche pensabas en mi, quiero saberlo, quiero saber que hacía pensando en mi. - ¿Y Que hacías pensando en mi? - Jajaja- se ríe y ahora siento ciertas cosquillas en mi pezón, provocadas por su aliento chocando contra mi pezón mojado por su saliva- eres de tres. - ¿Que es eso?- pregunto tirando de su corto cabello y cuando nuestras bocas chocan, no puedo evitar introducir mi lengua en esa adictiva boca. - ¿Lo quieres saber? - Si - Te lo hago antes, te lo hago ahora y te lo haré mañana....tres - Tres Repito extasiada y lo hago no solo, por como me ha besado en cada intervalo de su frase, no solo por imaginar como me hace el primero y último, no solo por como se pega a mi piel a piel, lo hago, porque daría lo que fuese por verla hacerlo. Esto me lleva, a perder la conciencia del espacio y tiempo, jajaja ¿yo?, una mujer que roza el trastorno maníaco compulsivo, me veo aquí, acariciando y arañando cada milímetro de su piel, bebiendo de su boca como nunca lo hice y deseando a la vez, verla tocarse pensando en mi. Lo que me recuerda, que ésta es otra, de las penas que conlleva la oscuridad que ambas acordamos. Oscuridad que empieza a pesarme. - Regresa aquí conmigo - Lo estoy, más que nunca estoy contigo.

Ambos están casados pero no entre ellos, esa frase era parte del eslogan publicitario, que me llevo a estos nueve encuentros. No tengo idea de que me hizo buscar la página web de secretos encuentros que publicitaban en ese anuncio. Pero la realidad es que lo hice y la realidad, es que no pique en la pestaña de hombres, lo hice en la de ambos. Y dios, todo ha sido tan vertiginoso, que ni me arrepiento de haber marcado esa opción ni mucho menos, de haber entrado en esa página web. Pero no se que me esta pasando en este noveno encuentro, me ha pedido que regrese a ella y lo que no sabe, es que ni un momento la he abandonado, que lo único que he hecho, es querer tener más de ella. Dios, debo detener estas ansias, esto es solo un juego, tres horas, tres horas con ella, regreso a casa, me vuelvo a duchar, dejo la ropa en la lavadora tras examinarla concienzudamente, reviso por igual mi cuerpo y con todo eso hecho, regreso a mi vida. Regreso a Javi, regreso a mis amistades, a mi trabajo y dios, regreso a mis planes de ser madre. ¿Que pasara con ella cuando... - Jajaja, ¿que te ocurre?- me pregunta y es un encanto, si, no me sale otro verbo. Porque a pesar de ser muy consciente de que mis pensamientos van a mil, ríe y me envuelve en un halo de comodidad que abruma. - Si...si cambiasen nuestras circunstancias ¿tu?- dejo la pregunta a medias, porque no me atrevo a real izarla completa. - ¿Yo?- bromea acariciándome la nariz con la suya y dejando un pequeño muerdo en mis labios, dios, es sexy a rabiar bromeando. - ¿Tu seguirías viniendo? - ¿Las circunstancias te permitirían seguir viniendo a ti? - Un tiempo si - ¿Y después? - Después...después..... A ver que le contesto, tendría que dejar de venir cuando estuviese echa una foca, después vendría el parto, los primeros meses con el bebe, recuperar mi figura y joder....eso es mucho tiempo. - Ven Como me he quedado prácticamente en shock, es ella la que me saca de ese estado y tira de mi hacia ella, despegándome de la puerta, para apoyarse en un mueble y envolverme con sus brazos. Se está tan agustito en ellos y si, debo parar esta marea de pensamientos, porque no volveré a disfrutar de esta sensación hasta el próximo jueves, embarazada o no. - Un tiempo si, después no ¿y a continuación si? Dios me encanta en mayúsculas, me entiende y eso, que hablamos medio en clave. - Si, algo así sería - Entonces es fácil, si vendría

- Vale, ¿me haces el amor ya? Le he pedido que me haga el amor, joder, ¿en que estaba pensando?, se supone que le hablo medio golfa o para que mentir, guarra, para provocarla, ¿a que ha venido lo de hacer el amor? La culpa la tienen sus brazos, te abraza de una manera que te quedarías ahí toda la vida y mierda, ¿por que he tenido que preguntarle? Vale que ha aceptado, vale que me esperará, pero ahora mientras me lleva a la cama, madre mía lo bien que nos conocemos la habitación, no hago mas que pensar en que hará durante esa espera. ¿Será capaz de quedar con otra? Me muero solo de pensarlo, paso que conozca nada de su vida, me da exactamente igual a cuanta se tire en su vida o si solo lo hace con una, pero los encuentros son nuestros, únicamente nuestros. Joder, que se aguante, le acabo de meter un bocao que bien vale por una marca, puedo ser la tía mas egoísta de este mundo queriendo que cuando yo me voy a aumentar la familia, ella no tenga nada de esto, pero...pero que se aguante, yo no hubiera vuelto si aquel primer encuentro no me hubiese tratado como lo hizo. Estos pequeños ratitos de su vida, son míos y si no es así..yo...yo..yo mejor me controlo y mira, ahora agradezco la oscuridad, porque me esta entrando una congoja que madre mía. - ¿Así? Que...¿que narices me pregunta? ¿No ve como estoy? ¿Estoy para jugar a las adivinanzas? ¿Es que no lo ve? No, no lo ve, puta oscuridad. - ¿Que?- le pregunto y yo que se, si he perdido el hilo de todo y solo quiero que me abrace. - Jajaja, tienes genio - Y carácter, si. En esas dos cosas voy sobradisima. - Vaya - ¿Vaya? - Jajaja si, cada cosita que descubro de ti, hace que me gustes mas y mas. Genial, ¿puede alguien decirle que me abrace por favor? Gracias, no hace falta, lo ha hecho ella solita, si es que no me canso de decirlo, abraza de una manera que, jajaja ays pero, las manos largas las tiene, que no solo me está abrazando. ¿Y ahora donde va? Ah si, que busca mi oreja, si es que mas mona y rica, que yo que se. - Dejo la puerta abierta por si quieres pasar. Ay, no me digas que no entras, aquí me tienes nadie me va a parar, mírame y tócame estoy dispuesta. Dios, si es que entre unas cosas y otras me va a matar, que resulta que canta y así bajito, lo hace genial. - Será lo que tenga que ser, si aún nos late la piel y soltamos las riendas seguimos queriendo, queriendo jugar y al final nuestra ropa quedó...desordenada Eso mismito digo yo, que sea lo que tenga que ser y dios de nuevo, madre mía que manos largas es y madre mía, lo mojadita que la tengo y yo pensando en tonterías. Se acabó, me la como porque se lo ha ganado. - Por fin, me has hecho hasta cantar - Jajaja

Y al final nuestra ropa quedoooo, desordenadaaaaaaaa, me ha pegado la canción y me ha pegado todito su cuerpo. Mm....vuelvo al verbo encantar, pero es que me encanta sentirla arriba de mi, es tan increíblemente sensual moviéndose sobre mi. Me provoca y no se, ni me preocupa lo mas mínimo, como mantiene el cuerpo de tal manera que no cae completo sobre mi y mueve sus caderas en circulo, haciendo que nuestros sexos por momentos se encuentren y roce y como no puedo mas, provoco que se deje caer sobre mi, agarrándola por el culo sin que pueda escaparse. Pero claro, si insiste en besar mi cuello como lo hace, dios, pues si, la dejo libre y que me recorra como le de la reverenda gana, que a mi, me va a gustar seguro. Y si, por supuesto que me gusta como deja mi cuello, sube a mi boca me da un beso, muerde un poquito mis labios y se marcha a recorrer mi cuerpo, que como alguien compuso; mi cuerpo desnudo es cosa tuya. Ahí está, me recorren sus manos, lo hacen sus labios, su lengua y lo hace su flequillo. Que fuerte, hay ratitos o momentos, no se bien, que se quedan grabados en la memoria sin que te des cuenta. Su flequillo acariciándome el torso, es algo que tengo muy guardadito y que, joder. Joder, joder y joder, lo he extrañado. Madre mía, no me acordaba y no por favor, he conseguido detener los celos que me han entrado al pensar a que dedicara las tardes de los jueves, durante mi ausencia si es que la hay, y ahora no pienso ponerme a pensar, en la última vez con Javi, no. Me niego a recordar, como tumbada como estoy, él bajaba besándome, yo tenía los ojos cerrados y dios, busque su pelo. Busque el pelo de mi morena ojos de miel y joder, cerré aún más los ojos buscando oscuridad y...no stop, se acabo no voy a pensar mas en ello. Por dios, si ella no deja de acariciarme y de mm....dios que rico. Huy si, así me olvido yo de todo. - Mm...si, baja...baja mas Me olvido de todo, lo consigue cuando camina a besos, lamidas y mordisquitos por mis ingles y dios, ya está, termino de volverme loca, ahora es cuando busco su pelo, enredo mis dedos en él y lo agarro, guiándola no solo por mi voz. - ¿Me quieres aquí? - Si...si...ahí Le pido casi a gritos, abriéndome para ella y oh si, ya saco a la cochinota que soy, la misma que a ella le encanta. - ¿Y que quieres que haga aquí? - Dios....que me bebas, quiero que me bebas por entero...mm.....quiero sentirte dentro, muy...ahm....muy dentro. Por momentazos como estos, es por lo que dicen que cuando una mujer prueba el sexo con otra, se vuelve adicta al lesbianismo y jajaja no se, porque ahora mismo no puedo ni pensar si me habré vuelto mega lesbiana o no, pero mega morena ojos miel, si.

Se nos van las horas y lo hacen, entre besos, gemidos, caricias, gemidos, mordisquitos, gemidos, pellizcos ¿eh? - Auch- me quejo, que la muy gamberra no tiene bastante con dejarme rendidita, que cuando nos forzamos a parar y poder así, estar unos minutos sentadita en ella sintiendo y reteniendo, cada caricia o tontería dicha después de, pues también le da para pellizcarme y es algo que...jajaja si, me encanta. - Jajaja, eres una blandita - Y tu una bestia, no te digo - Jajaja y picosa - No - Si - Que no - Que si - Ea, la piedra para ti. - ¿Esta? - Jajaja Me río, porque me ha tirado de espaldas a la cama y me aprisiona mi cosita con su mano y dios, es como si me tele-transportara a la adolescencia y por unos minutos, no quiero que nadie me haga regresar a la realidad. Por eso me centro en lo importante, en rodar con ella buscando sus cosquillas, en pellizcarle allá donde primero pillo, al igual que la muerdo donde me da la gana. Porque durante siete penosos días, no sabre de ella, no sabre si anda de buen o mal humor, si se resfria o no, si le va bien en el curro o no, nadao sabre nada, absolutamente nada de ella en siete días. - ¿Eso que has dicho antes? Me pregunta cesando las risas y cubre mi cuerpo con el suyo, acercando su rostro al mio y dios, no puedo mas que retener su cara entre mis manos y buscar el brillo de sus ojos, lo poco que esta malvada oscuridad me deja ver de ella. - No será aún, el jueves estaré aquí. - Buff, por un momento pensé que sería ya, ¿me avisarás? Já, no hará falta, esta maldita oscuridad no le impedirá percatarse de como mis caderas se ensancharan, mi barriga se abultará y mis tetas, jejeje bueno mira, esto último puede ser que le guste. - Te avisaré y es algo que estoy pensando, no quiere decir que sea para ya. - Estarás guapísima embarazada. ¿Que? ¿Como demonios lo ha sabido? ¿Y que demonios contesto yo a eso? - Yo no soy madre y....tampoco he pensado en ello

Madre mía, menos mal que ha seguido hablando ella, porque yo me había quedado medio muerta, ¿no tiene planes? Otro palito que debo apuntar en el no. Y con este palito de más, o muy equivocada voy en mi encuesta particular, o en verdad, no tiene pareja. Me mueroooo. Morí si, una y otra vez morí el pasada jueves. Lo hice en sus brazos, lo hice por las veces que en tres horas nos amamos, lo hice porque ni me moleste en sorprenderme por utilizar el verbo amar con ella, lo hice al ser consciente que sería una pésima semana, lo hice porque nada mas salí de la habitación, supe que la iba a extrañar muchísimo y lo he hecho cada día desde el jueves, por no tenerla y por ni siquiera tener un triste número de teléfono al que llamar, aunque fuese solo para escuchar su saludo ante una llamada. ¿Que dirá?; hola, ¿dígame?, hey, ¿que tal?. No lo se, ni ese ínfimo detalle de su vida tengo y ahora es cuando si me cago en toda la agencia de encuentros. Porque si me evalúo y trato de ser imparcial, estoy medio deprimida. Hasta ahora, todos los encuentros habían llenado parte de mi vida y la otra parte, había mejorado gracias a ellos. Pero esta semana todo es diferente, me la paso imaginandole mil vidas diferentes, con o sin pareja, con un trabajo u otro, con una casa u otra, por supuesto con un estilo u otro y mientras tanto, las ganas de poder comunicarme con ella por algún medio, crecen y crecen. Mi ansiedad es tal, que he estado a punto de presentarme en el hotel y conseguir como sea su nombre, del nombre el teléfono, del teléfono la dirección y de la dirección, ella. ¿Pero que derecho tengo? ¿Cual es el derecho que me podría amparar ante tal invasión de su privacidad? ¿No fui yo quien quiso este tipo de encuentros? ¿No salvaguardaba así mi privacidad y con ella a Javi? Era super ideal, tenía sexo intenso y pleno con una desconocida, la misma que me encanto desde el primer encuentro y después a mi casita, con toda mi vida ya echa, guardadita y segura. ¿Que me la cruzaba en un supermercado? Pues yo tranquila, que ni ella ni yo, deberíamos fingir, porque ¿cual era la magia de la ecuación perfecta?, no nos reconoceríamos, igual en el cine, restaurante, exposiciones y su...mm....Pues ahora ajo y agua, o lo que es lo mismo, a joderse y aguantarse, por esa magnifica ecuación, no puedo ir a expiarla porque ni idea de por donde puede ella moverse, suponiendo que este en la misma ciudad, ¿que quien lo sabe? ¿Y si llamo a la agencia? Confidencialidad, este país tiene tres panzas de reir, puedo conocer si Andreita hija de una tal Belén Esteban se come el pollo o no, pero en cuanto a datos meramente identificativos, te encuentras con una ley de la hostia, capaz de enchinorarte unos cuantos años. - ¿Sabes cuanto podremos tardar? Me pregunta Javi, no se muy bien el que y....dios, dios mio de mi vida sin Papa hasta que no haya fumata blanca, voy en nuestro coche a firmar las escrituras de nuestra casa y ¿y yo en que pienso? En nada nuestro, justamente en todo lo contrario. - Perdona cariño, ¿que me has preguntado? - Vaya semanita llevas, estas muy distraída, ¿sabre ya en que piensas? - Uhm...nada o si, bueno en realidad, es...nada, eso es nada. . Jajaja, has sonado muy convincente, si. - Ays, pues ya sabes, el trabajo.

- Tienes que aprender a desconectar, te lo he dicho muchas veces. - Lo seee, mira ahí tienes aparcamiento. Si cariño, mejor aparca y subamos de una vez, seguro que escuchando las mil y una pagina de las escrituras, se me pasa un poquito la petera de mi ojos miel y lo fatal que me encuentro por esto que te estoy haciendo a ti. Y si, logro detener los pensamientos hasta ahora fijos en mi cabeza de mi morena ojos miel y me dejo llevar por su brazo, hasta el edificio donde esta la notaria. Ya en ella, toca saludar educada a las administrativas y en la sala de espera, nos encontramos con el interventor del banco, muy amable y simpático nos lleva hasta el despacho donde firmaremos y allí, un empleado nos informa que la notario estará con nosotros en cinco minutos. Minutos que efectivamente son cinco y que pasamos conversando tranquilos con el interventor. Hasta que a los cinco exactos minutos, una voz, una simple voz, hace que me quiera morir, esta vez de por vida. Voz que reconocería en cualquier parte, porque es una de las cosas mas guardo en lo mas hondo de ella, mi morena ojos miel. Me mueroooooooooo, mi morena es notaria y es...es....es, guapísima y yo a partir de este momento punto en boca, porque si ella, siente solo una pizca de lo que yo, me reconocerá en cuanto diga lo mas mínimo. Pero...que....¿que me mira? Ay dios...¿me reconoce? ¿Pero si no he dicho nada como es posible? Dios...y si...¿le he gustado? Ay dios mio que ahora se me pone a ligar conmigo sin saber que yo soy yo y que ella es ella y agh....cuanto daría por saber que piensa ahí plantada de pie frente a nosotros. Porque si melona, Javi sigue estando a mi ladito, madre mía que mala persona me siento ahora mismo, soy lo peor de lo peor. La mano, me esta ofreciendo la mano saludándome...me mueroooo, hoy si que me muero.

Era la clásica firma de propiedad, me tocaba leer unas cuarenta páginas y con la experiencia que tengo en ello, los clientes dejarían de prestarme atención en la segunda. Pero fue entrar en la sala destinada a tales fines y aunque estaba segura de que ese día no sucedía nada raro, la realidad es que estaba sucediendo todo. Qué demonios hacia ahí mi cita de los jueves? La reconozco, porque sí, hice trampa y en uno de esos ratos en los que la dejé sin fuerzas la vi con la luz de mi móvil. Y ahora está aquí, con su marido? No lo sé, pero verla a plena luz me quita el aliento... y mientras me acerco solo puedo pensar en los malditos tres pies del gato... Ya me lo decía mi madre... niña, deja de ser tan curiosa que la curiosidad mató al gato.. mentira, al gato se lo robaron pero esa es otra historia. Mi curiosidad, esa que que no me deja estarme quieta ni un momento, que a todo le tengo que buscar el cómo y por qué (el qué, cuándo y dónde, también, para que engañarnos) esa misma que me llevó a ese sitio de internet donde no se me había perdido nada...pero donde encontré algo que no esperaba. ¿Por qué continúo con esto? Por qué tuve que meterme en esto cuando no tenía ninguna necesidad de hacerlo? soy una mujer independiente, con un muy buen trabajo, con la vida resuelta, y con la posibilidad de salir y ligar siempre que me apetezca, así que tan mal no puedo estar, no? Pero aquí estoy, en esta oscura habitación de hotel, esperando a quién no buscaba. Lo que en un principio fue curiosidad y deseo, ese que parece que no deja de meterme en líos, como cuando la niñera me encontró jugando a médico y paciente con mi prima en el baño de la casa... ese que no se quedó en la edad del pavo, sino que con lo años parece incrementarse, el mismo que me tiene acelerada sin saber qué esperar. Mentira, después de tantos encuentros, ya se qué espero, la espero a ella, espero su olor, ese que no me abandona en los seis días que no la veo; me espera su piel, esa que ya dibujo de memoria; me espera su sabor, el mismo que no logro olvidar, aunque ya no lo intento. Porque ya me he rendido a la evidencia, la que me dice que estoy condenada a ser su cita de los jueves y de los días que ella quiera, pero que por la marca que he sentido en su dedo anular, mucho más que estas tres horas, un día a la semana sé que no me podrá dar. En cualquier momento llegará, no sé si lo hará con vestido o con falda, porque sé que no lo hará con pantalón, hace tiempo que no viene con ellos y a mi me encanta que sea así, me encanta subir la tela por sus piernas y deslizar mis manos bajo la falda, ella lo sabe, y es por eso que ya no los usa. Al igual que sabe que me pierden sus conjuntos de encaje, que aunque no los puedo ver, no puedo saber su color, si sé como se sienten, como se pegan a su cuerpo,

como cubren lo que yo quiero al descubierto, lo que quiero para mi... --Y pensar que después de todo este tiempo, de estas ocho citas, de esas 24 horas que hemos pasado juntas... 24 horas, en un día se resumen nuestros encuentros, 24 horas que parecen años pero que al final se reducen a nada...porque en esas horas no tenemos nombre, no tenemos cara, solo somos cuerpos entregados al placer y a la locura.. Placer por poseerla, por probarla, por saborearla lentamente y sin descanso. Y eso hago, no la dejo descansar ni un minuto, pero es que solo la tengo tres horas y no puedo desaprovechar ni un segundo sin tocarla, sin sentirla, sin besarla, es como una droga y me confieso totalmente adicta a ella. Y entre juegos y piques la tengo donde quiero, que no es de otra forma que con su cuerpo aprisionado entre el colchón y mi cuerpo, con mi mano entre sus piernas, tomando lo que por unas horas cada jueves es mío y solo mío, y se lo demuestro apretándola entre mis dedos, recibiendo a cambio gemidos que no hacen más que encenderme aun más si es posible. -Ahmm -Me encantas, me encanta tocarte. -Mmm síii, más fuerte Me dice mientras abre sus piernas y las enreda en mi cintura, expuesta para mí, para hacerle lo que me de la gana y eso hago. Mis dedos no tienen suficiente de ella, no dejan de pellizcarla, de tocarla, de acariciarla y finalmente de penetrarla. Con sus gemidos muriendo en mi boca, sus caderas ondulando contra las mías, y con mis dedos enterrados entre sus piernas su espalda se arquea para dejar que mis labios se deslicen a sus pechos que no tardo en morder y chupar. Solo unos segundos más son suficientes para sentir como se deshace entre mis dedos. Se dará cuenta? Notará como se me acelera el corazón cuando nos besamos? Cómo se me eriza la piel cuando me toca, cómo cada fibra de mi cuerpo la desea, cómo mi boca la anhela y cómo mi razón se esfuma... Y esta locura es la que me hace decirle que la esperaré, que la esperaré el tiempo que necesite para ser madre, porque eso es lo que quiere decirme pero no lo logra hacerlo. El titubeo en su voz me lo dice, de la misma forma que sé que ella a pesar de nuestras circunstancias, de esa vida que nos espera fuera de estas cuatro paredes, de los planes hechos, de todo, ella también

quiere seguir viviendo este mundo de fantasía que hemos creado. --Era la clásica firma de propiedad, me tocaba leer unas cuarenta páginas y con la experiencia que tengo en ello, los clientes dejarían de prestarme atención en la segunda. Pero fue entrar en la sala destinada a tales fines y aunque estaba segura de que ese día no sucedía nada raro, la realidad es que estaba sucediendo todo. Qué demonios hacia ahí mi cita de los jueves? La reconozco, porque sí, hice trampa y en uno de esos ratos en los que la dejé sin fuerzas la vi con la luz de mi móvil. Y ahora está aquí, con su marido? No lo sé, pero verla a plena luz me quita el aliento... y mientras me acerco solo puedo pensar en los malditos tres pies del gato... Respira, me digo mientras tiendo mi mano... por primera vez le digo mi nombre y finalmente conoceré el suyo. -”Miranda Álvarez, encantada.” Le digo tomando su mano suavemente y un escalofrío recorre mi espalda dejando mi piel de gallina y creo que a ella le pasa lo mismo. Daniela Torres, me dice sin apartar sus ojos de los míos, su voz es casi un susurro... y le pega, ese nombre le pega. Todo es perfecto, perfecto hasta que su marido estrecha mi mano y tengo que hacer un esfuerzo por apartar mi vista de ella, de Daniela, para poder continuar con lo que se supone que tengo que hacer aquí, mi trabajo, porque a pesar del shock de verla tengo que hacerlo. Y es así, como haciendo gala de un autocontrol que no sabía que poseía, puedo leer las escrituras de propiedad, de su propiedad, se ha comprado un piso con su 'marido' y es a eso a lo que ha venido, no lo olvides. Esta es su realidad y la mía, ella tiene pareja y un proyecto de familia y nosotras solo somos la fantasía de tres horas cada siete días, nada más...y después de hoy, dudo que quiera volver a vivirla conmigo, porque hemos perdido el anonimato, nos hemos hecho reales la una a la otra y las normas de web de contactos prohiben esto... Si no deja de quemarme con su mirada no voy a poder seguir leyendo esto, si hasta me tiemblan las manos, tengo que dejar los papeles encima de la mesa para que no lo noten y mi garganta se reseca por momentos y ya he perdido la cuenta con las veces que he carraspeado, agua, necesito agua! No va hablar? No tiene ninguna pregunta? No, no quiere que escuche su voz, no quiere que la reconozca, es eso. Porque mientras su marido no deja de hacer las preguntas de rigor, ella se limita a mirar y callar.

Y finalmente con las dudas resueltas llega la firma y la despedida. Es irónico, porque es la primera vez que la veo, la luz del móvil no vale, y es muy probable que también sea la última vez que nos encontremos y de pronto, ese solo pensamiento, hace que se me forme un nudo en la garganta y el estómago se me encoge cuando la veo marchar de la mano de él. No sé cuántos segundos llevo sin poder dejar de mirar la puerta por la que muy probablemente ha salido de mi vida, cuando de repente, como si fuera una película romántica la veo entrar caminando directamente hacía mí mientras mi corazón se acelera y mi respiración se para cuando la tengo de frente...es tan condenadamente guapa y yo estoy completamente jodida.



No se cuantas veces, en lo que tardo en leer las dichosas escrituras quise morirme. Pero fue nada, en comparación con saber su nombre y apretar su mano. Mi morena ojos miel, se llama Miranda Álvarez. Fría, su mano estaba fría y no me sorprendió, es algo que aprendí de ella en nuestros encuentros, sus manos siempre están frías. Frías y suaves. Que curioso e indescriptible para mi, es describir lo que sentí al apretar esa mano como si fuese la primera vez que lo hacia, cuando en verdad, esa mano ha recorrido cada poro de mi piel y ha conquistado los tramos mas íntimos de mi cuerpo. Y no solo eso, los dedos que se deslizaron por mi mano tímidos, han sido mordidos por mí, los he lamido, besado y hasta he bebido mi esencia a través de ellos. ¿Cómo describir entonces lo que me supone acariciarlos ahora con solo cordialidad? Por primera vez a la luz del día, o más bien de la coqueta lámpara que nos alumbraba, podía contemplar sus ojos color miel. Aunque ella, durante todo este sorpresivo encuentro, gusto de no premiarme con ellos. No puedo enfadarme por ello, había irrumpido en su vida de golpe y de la mano de Javi. Calle y me mantuve en silencio todo lo que aquello duro, como una imbecil. Intentado así que no me reconociera y que ella y Javi, se mantuvieran a salvo de mí. Si, porque ella quería una privacidad que yo había roto y él, el….madre mía Javi, ¿Cómo te hice esto? Hablador, hay detalles de tu pareja a los que acabas acostumbrándote y no le das mayor importancia. Hasta que, te sientas frente a la mujer que te hace enloquecer cada jueves y entonces, maldices una y otra vez ese pequeño detalle. Hablador, Javi es tremendamente hablador, tiene mil temas de conversación y puede llegar a ser incansable cuando un tema le atrae o interesa. Nuestro nuevo piso o más bien, la hipoteca que hemos tenido que pedir, le resulto interesantísimo y no le dio un solo segundo de respiro a mi morena ojos miel.

Me gustan sus pómulos, ya imaginaba por las veces que me he permitido el capricho de delinear con mis dedos su rostro, que seria prominentes, su carita no es angélical, mas bien diría es dura. Sus facciones están muy marcadas y yo le aconsejaría no marcar tanto los pómulos con polvos de maquillaje. Jajaja, mira lo que me da por pensar. Pero en su conjunto, su carita es muy atractiva, esa dureza le da mucha personalidad y siempre me gusto la gente con fuerte personalidad. ¿Cómo sería amanecer con ella? ¿Compartiríamos maletín de maquillaje? ¿Eso lo hacen las lesbianas? No creo, cada una tiene su gusto, ays…me encantaría un baño repleto de potingues para mujer. Si se me acaba la crema desmaquilladora, podría usar la suya y no tener que lavarme solo con jabón, que me reseca mucho la piel y después…eh…mejor me ubico en espacio y tiempo. Mi morena ojos miel, continuó privándome de poder contemplar sus ojos, solo miraba a Javi. Que es normal si yo no hablo, digo yo. Apoyó los folios en la mesa y…¿le temblaba el pulso? ¿O eran mis ganas de que se le acelerase por mi? Ay madre mía, ¿sabía quien soy? No lo se, al poco la reunión termino con las consabidas firmas, jamás he firmado algo en un estado tan ausente. Después nueva despedida y esta vez, por un segundo nuestros ojos se encontraron. Fuerza, ahora que lo pienso, su mirada me dio fuerza, quizás por eso, hice la tontería o heroicidad del día o de mi vida, ¿Quién lo puede saber? Lo único que se, es que olvide a propósito mi bolso, lo use como excusa con Javi y volví a entrar en la sala, donde no quise morirme y si, renacer., una y otra y otra vez. ¿Por qué? Porque mi morena de ojos miel, me miraba y sonreía. - “Olvide el bolso” Patética soy, esa ha sido mi gran frase, ¿para eso vuelvo a entrar? Bueno justamente, el bolso está aquí, así que entrar a por él debía. - “Ujum” Ea, ujum me responde y me hace gracia, por ninguna nos movemos del sitio y mi pobre bolso continúa abandonado en la silla. Pero un momento, ¿solo ujum? O sea, le echo muchísimo valor volviendo a entrar para tener unos segundos a solas con ella y ¿me dice ujum? Dios, me acabo de ruborizar entera, no se como ni porque le he mirado el cuello y…madre mía, cuanto he cabalgado agarrada a él. Y no tengo ni puñetera idea de que clase de poder tiene sobre mi, pero me estoy empezando a..a… - “¿Tu bolso?” Me quiere cabrear, esta clarísimo. Que le den al puñetero bolso, he entrado aquí por ti no por el. Esto quedaría genial si se lo dijese a viva voz, avanzara hacia ella, agarrara su cara y después le comiera su hermosa boquita, pero nada, callada y quieto continuo. Mejor digo lo que sea. - “Si eh…Miranda” - “Daniela” Jajaja, me vacila un poquito y la verdad, un poco me pica, pero es que me encanta mi bicho de ojos miel. - “Eh…esto es patético”

- “Ujum” Otra vez igual, ¿a cada cosa que le diga me va a contestar igual? Y ya esta bien de mojarme, no puede ser que el ujum me excite si a la vez me esta irritando. - “¿Y piensas hacer algo para cambiarlo?” Toma, me vuelves loca pero cariño, me quiero mucho. Es algo en lo que mi padre trabajo mucho, hacer que me quisiera y no convertirme así en una veleta que gira y gira. - “Pues…la verdad es que me ha sorprendido comprobar que tienes voz” La madre que la….definitivamente me vacila o esta enfadada por mi infantil comportamiento, algo en lo que mi padre según parece, debería haber trabajado un poquito mas. - “La tengo y se que te gusta” Uy, lo mismo me he pasado, pero es que este toma y daca, empieza a ponerme guerrera. - “No me gusta….me encanta”

Miranda Alvarez, nombre común aunque en España Miranda suele ser mas apellido que nombre. Madre mía, que no paro de darle vueltas, es jueves y estoy a las puertas del Hotel. Que días he pasado, por favor. Era impensable días atrás llegar a imaginar que me vería así, con un piso que debo decorar para irme a vivir a el, con el hombre con el que me case y con el que pretendo tener un hijo. Pero yo o esta cobarde miserable en la que me he convertido, solo tengo pensamientos para mi morena ojos miel, de nombre Miranda Alvarez. La principal norma de la agencia, era mantener el anonimato y el destino, en nuestro caso, ha mandado la norma a tomar mucho....aire fresco....ay si es que estoy de los nervios. Según esa norma, ya no deberíamos tener mas encuentros, pero vamos que a mi nadie me va a decir con la edad que tengo que hacer y menos si eso implica no volver a encontrarme con mi morena ojos miel. La única que puede impedírnoslo es ella misma. Anonimato, me río yo del anonimato. Ella ya sabe mi nombre completo, donde vivo y donde viviré, vamos hasta sabe que estoy casada en régimen de separación de bienes y como se llaman mis padres. ¿Y yo? Yo solo se que es notaria, que posee una notaria, muy mona por cierto, que me encanta su cuerpo y carita, algo que yo ya sabia, y que se llama Miranda Alvarez. Tocate los.... En teoría lo tenia fácil para descubrir algo mas de ella, ¿Quien hoy día no tiene adsl en casa? Y si tiene adsl en casa, tiene que tener teléfono y entonces, solo si esta a su nombre, podría saber su nombre completo a través de la guía de su compañía telefónica e incluso su dirección. ¿Pero que gano yo invadiendo su intimidad? ¿En que me estoy convirtiendo? Debo controlarme y quizás seria bueno para ambas que ella no acudiera a nuestra cita. Cada mañana que me he subido al coche para acudir al trabajo he sentido unas inmensas ganas de ir hasta su notaria, aparcar cerca y esperar a verla pasar. ¿Para que? ¿Cuantas veces voy a tener que recordarme que estoy casada y que ella solo puede ser un encuentro de tres horas? Necesito hablarlo, en todo este tiempo mi morena ojos miel ha sido el mejor secreto guardado

de mi vida. Jamas fui capaz de guardar algo como lo he hecho con ella y ganas de contarlo no me han faltado. Pero es algo tan intimo y especial, que el solo hecho de contarlo, parece mancharlo. Hablare, haya o no haya encuentro hoy, se acabe o no, debo hablarlo, porque toda esta marea de sentimientos, amenaza con hacerme naufragar. Me da tiempo, llamo a Yolanda, quedo a desayunar mañana con ella y....Dios...subiré a nuestra habitación de cada jueves. ¿Estará mi morena ojos miel? --Daniela Torres, Daniela...me dejará llamarla Daniela? Primero tendrá que venir, porque no las tengo todas conmigo. Aunque nuestra despedida en la notaria el otro día me da razones para pensar que sí, que ella vendrá. Aunque ahora las cosas serán diferentes, porque ya no somos dos desconocidas, ya no tenemos anonimato, en cambio tenemos cara, nombre y apellido...y lo que es peor, ya conozco con quien comparte su vida... Joder Miranda, que ganas de complicarte la vida, con lo bien que estabas tu sin necesidad de liarte con una mujer casada. Que se han comprado un piso juntos! Más compromiso que ese ahora mismo no hay! Que además el tío se ve bien, educado, amable, bah normalito... Y qué más me da a mí como sea el tío ese? Ni que nosotras tuviéramos un compromiso, quienes tienen un compromiso son ellos, nosotras no somos nada. Nosotras somos unas horas, nosotras somos unos cuerpos que se desean, nosotras somos pasión que consume, nosotras...se tiene que acabar. Porque yo no puedo continuar con esta situación, porque era muy fácil ignorar la realidad cuando no la conocía, pero eso ahora ya es imposible. No soporto la idea de ella en brazos de él, todas esas imágenes con las que mi cerebro se empeña en torturarme desde ese día. Imágenes de ellos juntos, de ella disfrutando con él lo que yo pensaba que era solo mío. Cada segundo que pasa me siento más estúpida por sentir estos celos enfermizos que ni siquiera tengo derecho a sentir. Por Dior, si ni siquiera la conozco! No sé cual es su comida favorita, ni a que dedica su vida, o el día de su cumpleaños, no se nada de ella. Lo único que sé es como huele, como respira y como suspira cuando la toco, conozco su cuerpo a la perfección. Y tengo la certeza absoluta de que me tiene completamente loca. Jodida, estoy completamente jodida y de la peor manera posible, y además masoca, porque aquí estoy otra vez, muriendo por verla nuevo, deseando tocarla, queriendo encerrarla en esta habitación y no dejarla salir de aquí si no es conmigo a su lado. Y como cada jueves desde que empezamos esta locura, las cortinas están cerradas, las luces

están apagadas y yo estoy esperándola con el corazón latiendo en mis oídos y la sangre bullendo por mi cuerpo. Esto está rozando el masoquismo, es el momento de acabar con esta locura y de sellar nuestro último encuentro..

Me siento la mayor hija de puta del mundo. La numero uno respecto a Javi. He dudado y mucho si venir o no, de poco me ha ayudado la conversación con Yolanda, me dio su discurso de siempre “pro sentir” Nunca deberíamos de privarnos de sentir. No estoy de acuerdo y hasta mi morena ojos miel, jamas lo hubiese consentido o desarrollado. Pero resulta, que un día por puro aburrimiento y no se yo que mas, me inscribí en una pagina que me llevo a sentir. Ya podían haberlo avisado, esto es una pagina de contactos y encuentros privados, tenga mucho cuidado porque a pesar de no verse y de no conocerse, sentirá. Sentir es sumamente jodido, llevo siete días sintiendo....no he parado de hacerlo, de sentirme una hija de puta respecto a Javi y al mismo tiempo, no he parado de sentir la necesidad de saber mil cosas de ella y sobre todo he sentido la necesidad de este encuentro. No tengo idea de que estará sintiendo ella, no se que pasara de hoy en adelante, solo tengo una cosa clara, no seré yo quien decida. Si, una hija de puta, con sus tres letritas, lo he pesando si, he pensado en dejar de venir y centrarme en Javi y nuestros planes. Pero es lo que tiene sentir, que cuando sientes duele el solo hecho de imaginar tomar ese tipo de decisión. Y como soy una hija de puta y me estoy acostumbrando a serlo, acudo a la cita, acojonada y cagada de nervios, porque sea la decisión o mejor, sea lo que sea que Miranda haya sentido, puede hacerme sentir a mi y puede que duela. Me queda saber, si obtendré alivio y dejare de ser una hija de puta continuada o puntual. No me he arreglado como siempre, voy normalita. Mi habitual vestimenta para ir al trabajo, traje de chaqueta, falda y camisa. No hace falta arreglarse mucho para sentir. Y sentir es lo que siento, frente a esta puerta. Malditos hoteles que no permiten ver si hay luz en la habitación o no. ¿Estará o no estará? Esta vez, mejor no tocar, abriré la puerta y sentiré o dejare de hacerlo. Lo hago, con el pulso acelerado y después de dos intentos, la cerradura hace clik y el pilotito se pone en verde. Verde, de puede pasar y sin precaución como el ámbar. Quizás, seria mejor el rojo, no pase o sentirá. Esta completamente a oscuras como siempre y......mi corazón se embala y mis nervios mas. Silencio, la habitación esta en completo silencio, pero mi morena de ojos miel esta aquí. No se si usa ropa deportiva los fines de semana, si le gusta la opera o lo cómico, pero su aroma, ese me lo se de memoria. Y por eso, no puedo detener el suspiro que se me escapa nombrándola. - Miranda - Dani Dios....escuchar mi nombre de su boca, no solo me hace sentir, me hace perder la locura y mi locura, esa a la que ella me lleva solo nombrándome y sin acercarse a mi, me hace encender la luz. Quiero verte porque ahora puedo, mi morena ojos miel. ¿Sentimos o dejamos de hacerlo? Solo tu decidirás.

Hay una cita muy utilizada en la defensa de los presos penitenciarios, de la gran e inigualable Concepción Arenal, “odia el delito y compadece al delincuente” Cita que refleja por entero mi estado actual. Mi delito es ser una hija de puta, que engaña a su marido y se me debe compadecer, porque ni se ni quiero detener esto que siento, pero soy consciente del daño que puedo causar. Estoy en nuestra habitación, ya es nuestra por derecho, con la luz prendida, de pie frente a mi morena ojos miel, que continua como cuando la prendí, sentada en la cama y sin mirarme. No eres tu el delito y no eres tu, la delincuente. Soy yo la que esta casada y soy yo, la que ha irrumpido en tu vida. Solo espero, que no sea demasiado tarde y continúes a salvo de mi. No puedo quedarme mas quieta, dejo caer el bolso y consigo su atención, levanta la cabeza despacito y dios, que bonitos son sus ojos color miel a la luz. Sonrío como buena hija de puta y pago la condena de serlo, ennerviandome como nunca antes, tengo el pulso acelerado, la garganta seca y corro el peligro de echarme a llorar en cuanto vuelva a pronunciar mi nombre. Bendita oscuridad e intimidad, que te protegía de mi. - Yo....Miranda yo Tartamudeo como imbécil, sumando defectos a mi lista y ella alza la mano, seguro fria y suave, deteniendo, no se si mis palabras o mi inevitable avance. - No, no digas nada y apaga la luz. Miedo, sus hermosos e increíbles ojos denotan miedo. No ha sonado una alarma, no se ha disparado el detector de humos, nada nos ha sobresaltado, solo puede haber una causa. Evidente, soy yo. - Miranda Suplico como una delincuente profesional, yo no he sido, yo no he querido, todo tiene una explicación, jamas quise, bla, bla y bla. Mil excusas contenidas en su nombre y todo para que no me tenga miedo. - Hagamos como que nada ha ocurrido, sigamos como siempre- me dice levantándose y juro, que casi me mareo, es tan indescriptible para mi, verla a dos pasos y con luz. Bien, genial y fantástico, la he convertid en la poli corrupta que prefiere mirar para otro lado y no perseguir el delito. Identifica el delito y huye de mi, cariño. Soy tan egoísta, que siento unas ganas inmensas de abrazarla y hacerle caso. Volver a nuestra oscuridad y ser eternamente feliz, aunque lo eterno en este caso tenga duración, exactamente tres horas. - Dani No me ayuda en nada acercándose a mi y menos pronunciando mi nombre en diminutivo. - Solo.....solo si eres consciente de que.....dios Miranda - No te pido mas, no lo estoy haciendo.....apaga la luz - No, solo prometeme que si esto....si esto llega hacerte daño, tu... - Sush, no la apagues si no quieres y besame. - Miranda

Jamás pensé que la luz fuese tan importante y es curioso. La conocí en la oscuridad, las líneas de su cuerpo, las facciones de su cara, sus lunares sobresalientes, su suavidad y todos sus aromas. La luz, esa me permite disfrutar de sus espectaculares ojos miel, su contagiosa y hermosa sonrisa, su excitante boca a medio abrir, la o perfecta que forman sus labios cuando algo le gusta muy mucho, su cara chantajista cuando de mi algo quiere conseguir, de su caída de pestañas y hasta de sus imperfecciones como un granito inoportuno para ella y deliciosamente natural para mi. Pero no sólo me permite fijarme en mil detalles de su cuerpo o personalidad, también en otros y esos otros, han propiciado que en un impulso pueril, me encuentre aparcada en zona azul en una calle donde se ubica una conocida notaría. Más allá de la amistad que nos une desde niñas, con Yolanda me une además una pasión desmedida por zapatos y bolsos. Los coleccionamos por decenas y aún conservamos zapatos desde nuestra adolescencia. Hoy fuimos de compras, con el firme propósito de no comprar más de un par de zapatos. Yo cumplí mi promesa y en verdad, por primera vez en mi zapatería preferida, estuve más pendiente de los maletines que de los últimos modelos de zapatos disponibles. Curiosa claridad, que me permitió ver, que su serio maletín de trabajo, estaba muy usado. Llevo varios jueves viéndolo, mi morena ojos miel suele llevarlo sobrecargado y las hebillas de cierre comienzan a resentirse por el esfuerzo. Salíamos de la tienda y aproveche que habíamos venido cada una en su coche, para despedirme de Yolanda, dar varias vueltas con mi coche y finalmente volver a la tienda y comprarle el maletín que me había encantado para ella. Nada de cuero ni nada serio que indique la profesión, justamente tan seria que ejerce. Es juvenil y más amplio del que ella tiene. Podría haberlo comprado con Yolanda, pero, otra curiosidad más, todo lo que tiene que ver con Miranda, es igual a máxima intimidad para mi. Es mi primer regalo y no quiero que más ojos que los nuestros sean testigos de ello. Ahora aparcada aquí, los nervios parecen comerme, sólo tengo que llamar a la notaría, conseguir que me pasen con ella y sorprenderla pidiéndole que baje. Dios, es una locura y no es el día para locuras, hoy no es jueves. Pero el maletín parece quemarme en mis manos y para que negarlo, cada vez las semanas se me hacen más eternas hasta que llega el jueves y con él, mis tres horas de locura con sabor a miel. No lo pienso más, saco la tarjeta de la notaría y la llamo. Unos minutos, que baje y se lo doy. No creo estar rompiendo ningún trato o puede que en verdad si. Que se yo, sólo quiero verla y dárselo. - Notaría Álvarez y Casado, dígame - Eh....hola, verá la señorita Álvarez espera mi llamada. Dígale que soy Daniela, mejor dígale

Dani. Dios y van dos veces que infrinjo el mandamiento aquel, de no nombrar el nombre de Dios en vano. Muy valiente yo llamando pero un poco más y me quedo sin saber que decir. Me ha pasado la llamada a su despacho, y mientras suena Carmen de Bizet mi corazón se me desboca y de repente recuerdo, que no vi un sólo hombre en esa notaria. ¿Por que tiene que trabajar rodeada de mujeres? Si me pongo a recordar, todas eran monas y la primera que nos atendió, usaba una falda que gritaba... - ¿Dani? La voz de mi morena ojos miel detiene mis ¿celos? - Miranda - Eh...¿eres tú? - Si...eh...es...madre mía Miranda - ¿Que? Me pregunta susurrando y dale con incumplir mandamiento, dios me encanta la voz de mi morena ojos miel por teléfono. - ¿Bajas? -¿Estas aquí? - Si. - Pero....¿estas bien? - Si bajas estaré genial. - Ya te veo genial. Jajaja, Dios y que le den al mandamiento, mi morena está junto a mi coche con un inalámbrico. Me la comoooo

Nada más verla al ladito de mi coche sonreí boba, como la niña de trece años que consigue un beso de uno de los chicos de Aurin. Igual sonreí e igual me sonroje, apenas fui consciente de como Miranda subió al coche, me besó en la mejilla y me indicó el camino a seguir. Era una sensación bestialmente excitante tenerla subida en mi coche. Como me hubiese gustado tener el valor suficiente para no seguir sus instrucciones y si seguir mi impulso de llevarla directa al Hotel. Suerte que Miranda, mis ojos miel, es mucho más precavida que yo, y recordó que ambas estamos en horario laboral y que no es jueves. Un aparcamiento, me ha traído a un aparcamiento. Lo he notado al abrir los ojos para comprobar que quien me besa llevándose mi cordura no es nadie más que Miranda. Su lengua recorre cada recoveco de mi boca y sus manos me tienen atrapada. Una fea y mugrienta pared de aparcamiento es testigo de un besazo cargadito de necesidad. Ya lo cantó Manzanero, Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer. Ella se ira para siempre, cuando amanezca otra vez. No más nos queda esta noche, para vivir nuestro amor .Y tu tic-tac me recuerda, mi irremediable dolor. Reloj detén tu camino, porque mi vida se apaga. Ella es la estrella, que alumbra mi ser. - Tengo una cita en veinte minutos, ¿por que no me avisaste? Miranda interrumpe el beso y con él, la canción. Justo en su parte más dolorosa. - Sólo quería darte algo. Has sido tú, la que me has raptado hasta un parking. - Ganas para un secuestro no me faltan. - ¿De veinte minutos? ¿Por eso los llaman exprés? Pregunto dándola cañita y se me olvida que Miranda, no parece una tía de largas discusiones. Fácil deducción, cuando pasa de entrar en mi pique y se centra en volver a comerme la boca maravillosamente bien. De los veinte minutos, yo diría que diez los hemos pasado besándonos sin más interrupciones que las que propician nuestras sonrisas. Pero Miranda debe volver a la notaría y yo a mi vida. - Fui de compras y...- le comienzo a explicar un pelín nerviosa al tener toda su atención puesta en mi y me detengo cuando la veo rodar los ojos- jajaja, ¿que? - Tienes que fotografiarme tu super armario para zapatos. Auch, mega emocional, me encanta que se fije en los detallles. - Jajaja, lo haré. Pero sólo me compre unos y esto para ti. Le digo entregándole su nuevo maletín, como si fuera el mismísimo Napoleón, entrando en París por el Arco del Triunfo, con una nueva conquista realizada. Le gusta y le gusta muchísimo, Miranda es super expresiva y sus ojos brillaron de auténtico gusto.

- Es menos seriote- le explico dejándome besar por ella entre sonrisas y cuando me suelta para abrirlo y curiosear su interior, la detengo. Dentro hay una foto especial y quiero que la vea cuando yo no este presente. El motivo de la foto y por lo que me la hice, fue por algo ocurrido el último jueves. Estábamos abrazadas y apurando nuestros últimos minutos juntas, cuando Miranda haciéndome cerrar los ojos, me recorría el rostro con la punta de su nariz. - Nada te pido y a nada tengo derecho, pero me encantaría poder ver tu carita recién despierta. Fue su susurrada petición y es la imagen que esa foto muestra. Dos minutos de besos y el reloj no se detendrá, como cada jueves y no lo hará, pese a lo mucho que yo lo desee y por mucho que lo cante Manzanero.

Idiota soy, una simple foto y estoy como tonta dando vueltas con el coche, de los nervios por no poder saber si le ha gustado o no. Y a joderse, esto es ser una hija de puta como soy. No hay teléfonos ni hay nada que permita comunicarme con ella porque soy una falsa tan grande como la catedral de Santiago de Compostela. Y mira, estoy por conducir hasta allí y darme veinte mil caramonazos contra el bicho ese que da suerte o la quita o que se yo. Así hasta el jueves y lo mismo el dichoso jueves ni se acuerda de mi foto. Que habrán pasado cuatro días con sus cuatro noches y todas las cosas que ella haga en cuatro días y cuatro noches. Maldita sea, tendría que habérselo dado el próximo jueves y no estaría como estoy. Una cita, dijo que tenía una cita. Es notaría, cita de cita de trabajo, digo yo. Ay mi madre y si era otro tipo de cita? La imbécil de la faldita, con su sonrisa de lo más estúpida y su notaría llena de mujeres, incluyendo la payasa de la faldita. Dios mío, que estoy insultando a la pobre muchacha de falda vulgar por lo corta que era y anulando la sexualidad del primer empleado suyo que nos atendió, que mal no recuerde que era hombre con su traje de hombre y su barba de hombre. Mejor voy a trabajar, hoy tengo tarde pero puedo fingir despiste y ya que estoy echar el turno. ¿Que cita sería? A la mier....aparco y la llamo, mejor excusa que la foto y el maletín no tengo. - Notaría Álvarez y Casado, ¿dígame? - Hola, ¿puede pasarme con Miranda Álvarez? - La señora Álvarez está reunida. ¿Quiere dejarle un mensaje? - No, llamaré más tarde. Gracias. ¿Señora? ¿Ha dicho señora? ¿Quien será la que atienda el teléfono? ¿Como ni siquiera me pregunta quien soy? Así cuidan a su clientela? Genial, me estoy convirtiendo en una hija de puta infiel que cela a su amante. ¿A donde voy a llegar? Pero es que hace un raro yo pregunté por señorita y era señorita, ¿en una hora ya es señora? Dios mío...¿estará casada? ¿Sería su cita? Daniela detente que estás perdiendo el norte y al final me multan, no se cuantas vueltas le he dado a la redonda ésta. Me llaman y mejor respiro o ladraré a quien sea. - ¿Si? - Dani, ¿acabas de llamar a la notaría? Miranda es Miranda...ays....me ha devuelto la llamada si es que es.... - Si....no quería molestarte pero es que....¿la viste?- la atropello con mi pregunta, que le den a la falditas y al señora o señorita, lo que me interesa es si le gusto mi foto o no. - Nada más subir al ascensor, pero Dani estoy con unos clientes, ¿puedo llamarte en unos minutos?

- No, no puedes. Es mi móvil. - Ya se que es tu móvil. ¿Que tiene que sea tu móvil? - Tiene que estoy casada y que nuestras facturas son conjuntas y ahora aparecerá tú número. - Llamaste tu primero Dani. - Es una notaría, puedo llamar para asesorarme de mil cosas. - Y como notaría que has usado yo puedo llamarte para una encuesta o Hasta aquí llegué, cuelgo y a tomar por culo notaría. Me estaba contestando de una manera que... - ¿Que quieres? - Dani, me has colgado - Suelo hacerlo si me contestan mal - Y suelo odiar que me cuelguen sin explicación, ¿qué te parece? - Me estás enfadando Miranda, ¿que se yo de lo que te enfada o no? - Si me dieras más de tres horas semanales, algo más podrías conocerme. - Ahora si que te cuelgo y te estoy avisando, ¿que te parece a ti? - Ven a la notaría - No me da la gana - Te digo que vengas Dani - A ver a la peliteñida enseña piernas, no gracias. - Estoy en la calle esperándote, no me cabrees más Dani. A tomar viento la bicicleta, le cuelgo y voy a por ella. A mi nadie me exige nada, joder ya.

Ay madre mía que enfadadisima está. “Cámbiate de sitio" esa orden me dio nada más baje la ventanilla de mi "chiquituzo". Y yo obedecí, la forma en que lo dijo, el genio de sus gestos y lo enfado de sus ojos, no me dieron otra opción. Es lo malo de mi "chiquituzo" un fiat punto que imita muy mal a los Mini pero que es mi chiquitín y que nadie me lo critique, que me lleva a todos sitios como si fuese el coche al que malamente imita. Pues eso, que al ser pequeñísimo moverte en él, no es nada fácil, pero Miranda no me dejaba mucho tiempo de reacción. Con esfuerzo y sin salir cambie de asiento, dejándole libre el de conductora y lance mi bolso atrás. Ays, ella lanzó el suyo y el maletín que poco antes le había regalado. Si es que es monisima y mira que está enfadada, pero con estos detalles me derrite toda. Apenas hace rato se lo he dado y ha regresado a la notaría donde tenía clientes, y aún así, ha tenido tiempo para cambiar sus cosas y usar mi maletín. Me gusta como quedan nuestros bolsos ahí atrás.....Joder que frenazo. - Pedazo de imbécil, ¿te cobran por usar el intermitente? Ay madre mía, que se le hincha la vena de la frente. Enfadada no, más bien lo siguiente. Ha fulminado al tonto del intermitente, si es que conducen de una forma que.....hey...hey....hey, cuidadito con mi chiquituzo. Ay madre que me lo quema. Que yo lo cambio de marcha a dos y medio revoluciones y ella está haciéndolo pasado los tres. - Miranda, puedes...podrías... Me ignora, que la estoy hablando y ella me ignora. Pues mira, su cabreo, su manera de conducir e incluso de ignorarme, me está poniendo perra, pero por ahí no paso. - Peliteñida...¿que peliteñida? Oh, oh....se ha quedado con la copla de mi cabreo por celillos, de esta se salir. - La chica esa, que no sabía yo como decirte quien era. No aceleres tanto. - No me gusta enfadarme, Dani. Que no me gusta nada. Ay Dios, ay dios que me la como ahora mismo y me olvido de mi chiquituzo estrujadito, que me lo va a quemar. Y...al hotel no vamos o por aquí, yo no he ido nunca. - Que estaba yo muy contenta por haberte visto hoy y por el maletín. Ayyyy, larguísimo. Madre mía que suspiro más larguito he disimulado, que enfadada sigue estando. - Miranda, ese coche es la poli. - Me la sopla Pues si, enfadada continua y mucho. Dios, que enfada esta y como me está gustando su enfado. Ays...que malita me está poniendo.

No, no te pegues a ellos. Pienso y no se lo digo,porque como me vuelva a contestar poniendo la boquita que pone, me la como sin compasión ninguna. - En procesión quieren llevarnos, vamos ya. No se mide, cabreada no se mide y ha puesto el intermitente a la izquierda y a la izquierda no se puede girar. - Miranda la poli, Mirandaaa A tomar viento ha girado por donde no puede y la veo sonreír mínimamente. Me quiere matar de excitación o quiere un.....Joder....la poli se ha girado y viene por nosotras. No me lo puedo creer. A pararse toca, nos han dado el alto. Si es que....delante de ellos, tiene bemoles. - A tocar las narices, no ves. - Había un disco y la línea- me callo. Mejor me callo que viene un poli y no ayudará en nada que me encuentre devorando a mi morena ojos miel. - Buenas noches, ¿no ha visto el disco? - No - Ha girado con línea continúa - No la vi Que mal, va super mal. Tratándolo así de borde, no nos libramos de la denuncia ni con el poli "jarto" de vino. - Voy a tener que denunciarla. Por girar con disco que lo prohíbe, son doscientos euros y no implica - Lo que sea, si. ¿Se la puedo pagar ahora? - No, podrá hacerlo una vez le llegue la la notificación a su domicilio. Si realiza el pago en diez días, tiene un descuento del - ¿Todo eso viene en la denuncia? - En el dorso viene explicado - Pues ya está Ay va....le ha quitado al poli la denuncia y yo creo que ni le ha dado tiempo al hombre de relllenarla. - Señora Ahora se la quita el, y el señora ha soñado a "no me toque...aquello que me cuelga" - ¿No tengo que firmarla? - Sólo si quiere....¿que demonios le ocurre? - Que me ha enfadado Ay madre mía, que me ha señalado, ambos me miran y claro, yo miro para el lado contrario sonrojandome. Pues ahora, no sólo estoy caliente que también yo puedo enfadarme.

- Con tontos celos y si alguien tiene aquí por qué callar es ella. - Ah....la historia de siempre. Me voy de servicio y la mía me llama mil veces a cada minuto Joder. Luego llamó yo a casa no está y llamó al móvil, y que si la estoy controlando, que si esto, que si lo otro. ¿No es de locos? - Totalmente - Por eso, jamás entenderé a gente como vosotras. ¿Que necesidad? No hay nada más retorcido que una mujer. - Amén - ¿Sabe que? Continúe el camino. Pero ojo, se la perdono por usted, por ella.... Ahh....que fuerte me parece. Ella va y mueve la cabeza aprobando lo dicho por el poli. Te vas a enterar. Ya no solo estás tú enfadada, ahora yo también. No pienso hablarle más en lo que queda de camino hacia donde sea que vayamos. - ¿Se puede saber donde me llevas? He hablado pero muy enfadada y porque me gusta saber donde voy. Joder ya. - A mi casa Agh....como me va a costar mantener mi enfado. Pone una boquita que...ays

Esto es increíble cuanto más me enfado y se enfada, más me excito. Lo que pasa, que yo aquí encerrada en el ascensor de ella, con sus morritos enfadados y viéndola cargar con su bolso, su maletín y mi bolso. Me está entrando una cosita de arriba abajo, que ni me acuerdo de por qué, estaba yo enfadada. Algo ha tenido que hacerme que yo no soy de enfadarme fácil. Mirala si es que frunce el ceño y es para mordérselo. Uff, se me calentó la cosita y como me siga ignorando al final le pierdo el respeto a su comunidad de vecinos. - Puedo cargar con mi propio bolso. Le digo porque si, soy capaz de ello. De hecho llevo cargando con bolsos desde poco antes de los quince. Monisimos me los regalaba mi padre a escondidas de mi madre, no le fuera a regañar. - Ya llegamos Seca y borde es, dios mío. Me va hacer perder la cabeza con la tontería que le ha entrado. - Obvio, oí el ding hortera éste. Jajajaja mala soy y dios como me gusta mi morena ojos miel. Ha subido una ceja y también es para mordérsela. Si es que toda ella lo es. Es para morderla una y otra vez, hasta que se le quede grabadito que.... - Pues nada, señora sabelotodo, indiqueme la puerta. Me dice dejándome salir delante de ella, fijo ha visto como los colmillos me han crecido. Si no lo puede evitar. Que estoy enfadada y mando, y ella a callar y obedecer. Pero claro, ni idea de que puerta puede ser. Un momento. Ay madre mía estoy en su casa. Voy a ver sus cositas, si le gusta o no la decoración, que tipo de cuadros, si abusa o no de las fotografías personales si...si dejo pensar y le digo que puerta es, que me está mirando y yo quiero morder no discutir. - La del medio - Jajaja Y ahora va y se ríe, pero..... - Obvio ¿Me está imitando?.....ese obvio lo he dicho yo hace nada. - Asesoría Miranda Álvarez, obvio- continúa imitándome señalando el letrero colgado en la puerta del medio. - Pues lo dije sin leerlo- por encima de mi, no va a quedar...bueno....jejeje después de morderla, me lo pensaré. - Ya ya- se burla abriendo la puerta y hay que ver lo organizadita que es, ha conseguido sacar las llaves cargando con los dos bolsos y el super coqueto maletín.

- Te lo digo de verdad- explicarle, tendré que explicárselo, y eso hago entrando a su casa. - Si, si. Y dale, que le ha dado por contestarme. - Miranda- que le den a la decoración, otra vez me está enfadando. - Daniela Se acabó, sus morritos desafiándome ya ha sido un exceso y los excesos se pagan. Claro que, ¿cuenta igual si es ella la que me besa mordiéndome los labios?

Comiendo almohada. Así me tiene mi morena ojos miel. Es su venganza al largo rato que yo la he tenido a bocaditos. Aunque, para mi no hay hartura posible de ella. Me encanta su piel, me encanta su boca y me encanta arrancarle gemidos y hondos suspiros. De sólo recordarlo, muerdo la almohada mientras ella no deja de llenarme desde atrás. Como me gustaría ver nuestra imagen reflejada en algún espejo ahora mismo. Agh....dios....sus dientes en mis glúteos hacen que muerda con más ansias la almohada. Esa que huele increíblemente bien y que me hace reír, por la curiosa mezcla que se da en nuestros encuentros. - ¿Te ríes? Me pregunta Miranda sin dejar de llevarme a la gloria y a ver como le contestó yo, si de mi boca sólo salen escandalosos gemidos. - Ahm- nuevo gemido de placer, no le basta con llenarme con sus dedos que no se como, ahora siento su lengua jugando con mi sexo. Dios, ahora mismo soy un manantial- Oh si....si Eso es. Se que le encanta que le hable. Esta es la curiosa mezcla, la mordí con lujuria, retozamos después con ternura y ahora llega lo guarro. Me vuelve loca cuando me folla duro y sucio. - Uhm...nevadito - Por tu culpa, sólo contigo me mojo así....agh Dios bendiga al creador de la luz y agh... por crear la luz del día. Sólo por esa claridad puedo disfrutar, de lo que ambas antes nos prohibimos. Ahora puedo excitarme aún más y disfrutar como perra en celo, al verla colar su cabeza entre mis piernas haciendo que me hinque de rodillas. Es bestial lo que siento al verme subida en su boca y es sumamente bestial, ver sus victoriosos ojos miel mirándome fijamente. - ¿Quieres esto?- me pregunta lamiendo de arriba abajo mi sexo mojadísimo y no me queda de otra, que agarrarme de su pelo para evitar ahogarla al presionar mi sexo contra su boca- ¿Me quieres aquí? Ahh....dios....soy capaz de asfixiarla, pierdo el control de mis caderas y pierdo la cordura, al ver mi sexo buscando desesperado su boca. La estoy cabalgando y entre las dos conseguimos que su lengua se cuele en mi. No se, si su lengua me folla o soy yo la que me follo a su lengua. Sólo sé que cabalgo y cabalgo agarrada de su pelo. - Bebeme....Miranda bebeme

- Aguantalo un poco más - Ahm...no quiero...agh.....bebeme cielo, bebeme. Suplico encogiéndome toda, mi vagina sufre mil contracciones , su pelo sufre el castigo de todos los espasmos que me recorren sin piedad y Miranda bebe, bebiéndose mi propia vida. Me parece oírla reír y siento sus manos recorriendo mi torso. Pero no me retiro, continuo contra su boca y me doy cuenta, que con ella nada me da pudor. No se el tiempo que transcurre hasta que me ayuda a bajar y mi mundo se desploma cuando queriendo dormitar en sus brazos, miro su despertador y la hora que marca, me pega una bofetada. Se acabo tu tiempo, Daniela. Debes dejarla y volver a tu realidad. A prisas y no entre risas, le digo que me tengo que ir. No me acompaña al baño como otras veces y ni tiempo tengo para curiosearlo. Duchada y vistiéndome deprisa, Miranda sólo me mira hasta que se levanta de la cama y cubriéndose con la sabana sale de la habitación, para regresar al poco con un paquete en la mano. - Lo compre hace días y no sabía con qué excusa dártelo, es un móvil y nada te identifica con el. He grabado en la agenda mis números. Eh....así podré saber que estas bien...a...a...veces pienso muchas tonterías...como que te ocurra algo o....y llego muy nerviosa a los jueves, por no saber nada de ti en toda la semana. Me dice Miranda y como pava me quedo sin contestar. - Llegas tarde y es sólo un móvil. Ya lo verás en el trabajo. Prosigue Miranda hablándome del móvil y prosigue mi silencio. Atino sólo a darle un sentido beso y sin poder ver su casa, me marcho con verdadera prisa. Cuando llego a mi coche y tiro la cajita al asiento trasero, me quedo mirándola. Me ha comprado un móvil. Ni esa simple tontería de habérmelo comprado yo para poder hablar con ella, he sido capaz de hacer. ¿Que clase de hija de puta soy?

Sensaciones, el título de mi vida en los últimos meses, bien podría ser este, sensaciones. El tiempo ha corrido veloz, desde que Miranda, mi ojos miel, y yo, rompiésemos con las tinieblas y con las fechas marcadas en nuestros respectivos calendarios. Desde hace unos meses, la oscuridad sólo nos envuelve cuando las sábanas nos cubren por completo o cuando nuestros encuentros se dan en la noche. Y en el calendario, no sólo hay jueves, hay una hermosa amalgama de lunes a domingo. Ilusoria sensación de libertad, aquella que sentí al derribar la barrera de la oscuridad y del tiempo. Porque aún hoy, y aunque existan a plena luz del día Martes, Viernes o Domingo, no puedo besar a mi morena ojos miel, bajo los rayos del sol. Lo que me lleva a otra sensación, la de robarle el tiempo. Aquel que puede aprovechar con quien en verdad, pueda besarla, acariciarla, pasear de la mano o millones de cosas mas. Pero egoísta de mi, pese a esa sensación y pese a la multitud de veces que le digo lo mismoMiranda, la vida continua al mismo paso que nosotras, no te detengas, no vivas sólo de mi-, le miento deseando ser yo la única. Mentiras, una sarta de mentiras. En mi interior deseo y ruego, porque ninguna mujer más que yo, la toque, la bese y la ame. Quiero ser yo, quien en mitad de una coqueta terraza de verano, la bese sin importarme más nada que ella y ese dulce beso. Dulce beso que sería y amargos los que hoy doy a Javi. Sensaciones múltiples. Por momentos me odio, al estar haciéndole lo que día a día más le hago, desear a otra. No, no sólo es deseo sexual, es que deseo prepararle el desayuno no a él y si a ella, deseo de una ducha conjunta, no con el y si con ella, porque hasta para acudir a un evento familiar, me he sentido deseosa de ir acompañada por ella y no por él. Desconciertos y más sensaciones. Sin saberlo y de a poquito, Javi me acompaña en esa tormenta de sensaciones. Lo noto desconcertado, abstraído e incluso, esta llegando a la apatía. No es criticable, cuando yo no navego y sólo me dejó llevar por olas de sensaciones. La última y la culpable de que ahora mismo mira la noche, con mi desnudez mal cubierta por una sábana, mientras se que Javi me mira desde la puerta, tras un pésimo polvo. Cuantas veces en los últimos, he cerrado los ojos más que nunca, buscándola, buscando a mi morena ojos miel, para que sea ella y sólo ella, la que me guíe a ese espectro instantáneo en que soy feliz. Pero esta noche, si cerraba los ojos y la buscaba, mi morena ojos miel no aparecía sola y las ganas de follar se esfumaban, dando paso a otras, las de llorar. Celos, maldita sensación. Una tarde perfecta entre ambas, una llamada, una cena y una sospecha confirmada. Te jodes Daniela, finalmente Miranda te hizo caso y su vida continua pese a ti. - Daniela. La voz de Javi me regresa a nuestra habitación, la misma de la que permanezco ajena. - Dime - ¿Hasta cuando Daniela? Me pregunta Javi y es tal mi apatía está noche, que me limito a contestar-No lo sé- y lo hago sin

girarme, sin cubrirme y sin mas nada. No puedo enfadarme y gritarle, "déjame, lo único que me interesa esta noche, es que Miranda cena con otra". Pero esa soy yo y mi sensación de esta noche. Javi vive otra, la de la monotonía y rutina, quizá por eso me dice. - No se que demonios te está pasando Daniela. Pero y a pesar de que me lo niegues una y otra vez, no eres la misma y haces que no seamos nosotros. Si no me dices, si no me cuentas, ¿como nos ayudo? - No lo hagas Javi. Porque no hay nada que ahora mismo puedas hacer. Sensaciones, malditas y dolorosas, pude callar o prometer o inventar, pero el hombre que me mira desde la puerta, merece el respeto que no le he dado en todo éste tiempo y hoy por fin se lo daré. Sensaciones, y llegan mas; abandono. Jugué a dos bazas, y querer a ambas bazas, puede hacerme perder a los dos y valentía, a partir de mañana por esa sensación me guiare.

¿La 'luna de miel' se terminó? Esa etapa que hemos estado viviendo, de encuentros constantes, en cualquier día, en cualquier momento, a cualquier hora y casi siempre en el mismo lugar, mi casa. Encuentros con falsa sensación de libertad, en donde ella no tenía un anillo en su dedo anular, ni una pareja esperándola en casa. Días, semanas y meses en donde he estado engañándome conscientemente, intentando eludir la realidad, esa que parece regresar para abofetearme en la cara. Hace más de una semana que no nos vemos, que Daniela me rehuye con falsas excusas, diez días en los que he pensado mil cosas diferentes para justificar su alejamiento, a cada cual peor, diez días en los que he sentido cosas que no me puedo permitir sentir, porque yo sabía cuál era la situación cuando empezamos con esto, pero ya se sabe, el corazón tiene libre albedrío, no escucha razones y yo ahora estoy pagando las consecuencias de no saber jugar con fuego, porque vaya si duelen estas quemaduras. Mis amigos empiezan a notar que algo pasa, ya no salgo como antes, ya no ligo como antes, es que ya ni coqueteo como antes! Incluso han intentado crearme 'citas' con otras mujeres. Mujeres a cada cual más simpáticas, inteligentes y guapas, mujeres que cualquiera estaría encantada/o de conocer y que yo, sin embargo, desestimo sin más, porque no son ella, no son Daniela. Al final no será la 'luna de miel' la que ha terminado, quizás lo que ha terminado es esta absurda relación que probablemente nunca debería haber empezado. Tal vez es hora de dejar entrar a alguien en mi vida que sí pueda quedarse, que sí quiera quedarse, que me elija a mí, que me quiera a mi las 24 horas del día los siete días de la semana y no solo minutos robados al tiempo. Sí, tal vez no encuentre a esa persona al cruzar la calle o parando en un semáforo, pero salir hoy con la amiga de Susana es un comienzo. Y el timbre sonando es la señal que estaba esperando para empezar ese nuevo capítulo...si no fuera porque al abrir la puerta quien está allí de pie no es la amiga de Susana, quién está allí es mi historia incompleta...

"-Daniela."

"Escondidos, solos tu y yo, atrapados sin poder salir de mi interior, de tu interior, mientras que hacemos el amor" Definitivamente, quien escribiese la letra de esta canción, lo hizo para machacarme y hundirme más en este sofá. Una semana, más bien diez días, que no lo abandono más que para satisfacer mis necesidades más primarias. Engullir chocolate acompañado de mil guarradas más y para acudir al baño, donde el espejo está tapado desde ayer. "Que no quiero verme, paso de verme reflejada en el" Ya hablo en alto sola y todo. Lo próximo es traerme cinco gatos a la vez o mejor, diez. Seguro dan compañía. Diez días de mier...miércoles, si. ¿Para que van a entenderme? ¿Comí creí yo que lo harían con tan pésima explicación? Me basta recordar la conversación con mi madre, esa divina mujer que ha provocado con sus millones de llamadas que desenchufe el teléfono. - No lo quiero como debería Esa fue la mil quinientas veinticuatro vez, que repetía la misma frase. A la que mi madre, por igual de veces contestó- que tenéis una hipoteca, que estas unida a él, más que nunca- Ja, ya ves tú que me importa a mi, en estos momentos la dichosa hipoteca. Mi madre, esa incansable mujer que me dio a mi el ser, merecía que le volviese a contestar con lo mismo, una vez más. - No me llena como tendría que hacerlo. - De hijos, de eso es de lo que te debería haber llenado para que se te quitaran todas esas tontadas que piensas. ¿Que creías que era un matrimonio? Y vuelta empezar e íbamos para para la vez mil quinientas cinco. He dejado de contarlas, ya es bastante calvario el que una y otra vez, insiriera con lo mismo. Diez días, me han dado para tener algo clarísimo, Javi no me merece. En estos años no tengo nada, la más mínima mota que reprocharle, así que ese punto, el de mi separación y divorcio, esta totalmente claro. Pero una cosa es tenerlo claro, y otra no sentirme una cucaracha. No puedo olvidar la forma en que me miro ayer, cuando vino a recoger más de sus cosas, creo que nunca podré olvidar, el dolor que vi en su forma de mirarme. Él y ese dolor, es uno de los motivos que me tienen aquí encerrada criando kilos a conciencia, la incomprensión de mi entorno es la siguiente y la tercera si hubiese enumerado, sería mi morena ojos miel. Pasan los días, pasan y algunas se quedan en mi culo, las calorías, y no consigo saber que hacer respecto a ella, Miranda. No quiero mezclar, me empeño en no mezclar. He roto mi matrimonio, porque por ella he visto que es verdad lo dicho mil quinientas cinco veces a mi madre, no lo quiero como debería. Pero,

¿y Miranda? ¿Que hago con Miranda? Podría ser sincera y contarle mi nueva situación, ¿pero no sería igualmente egoísta como lo fui con Javi? Alguien toca a mi puerta, pena que la puerta no pude insonorizarla. - Voy- contestó al timbre, avisando que voy a tardar en acudir, a Dios gracias que puedo aún levantarme del sofá. Ahora es cuando recuerdo las comedias románticas americanas y sus finales, y estos me parecen de lo más bonito del mundo. Como necesitaría yo ahora mismo un final made in EEUU, abrir la puerta con los pelos a lo loco, los ojos hinchados, la camiseta arrugada, horrososa para resumir y que tras la puerta estuviese mi morena ojos miel. Que besazo le iba a dar ahora mismo, de película. Vamos que si. - Que penita por favor, con lo bonito que es el piso. Dime que por lo menos, te lo quedarás tú. No, no es el final de una película americana, es española de la Mancha y no es mi morena ojos miel, son mis padres. - Y lo que os queda por pagar, dime como lo harás, ¿eh? Dímelo Daniela, que por lo menos entienda algo de lo que te está pasando. Mis padres y la hipoteca.

Cuando empecé en esto del bolleteo, de la mano de mi morena ojos miel, de nombre bellísimo. Me dio un ataque de consumismo lesbico, cualquier ratito libre y en la intimidad, era bueno para sumergirme en ese mundo. Más allá, del primer morbo por lo desconocido, después me di cuenta, que la misma historia de amor, bien puede llevar distintos géneros sexuales. Pasado el morbo, consumi ese tipo de material, ya fuera en libros, blogs, cine y demás, sólo por creer que la realidad es la que muestra ese material y no la real, real. Y entre todo ese material, hubo una cita, no recuerdo donde la vi, escuche o leí, pero decía algo así como; "una buena mujer, te arranca la ropa y las inseguridades" Cansada de verme tirada en el sofá y de escuchar a mi madre, fue mi padre quien me la recordó. - Sólo está preocupada por ti, teme que te estés equivocando. Mi padre, ese bonachón con pinta de ogro, aprovechó una breve ausencia de mi madre, para tumbarse a mi lado y como de pequeña cuando dormía las siestas con él, envolverme en sus brazos. Si en ese momento, a ojos cerrados, me hubiesen preguntado por el olor de un hombre, describiria el suyo sin dudarlo. Su colonia de toda la vida, mezclada con su propio olor. Es mi olor se hombre preferido, supongo que porque es de el, mi padre. - Lo has hecho creyendo en ello? - Si - Y que haces castigandote? Si en verdad, crees que él merece alguien que lo quiera como tú no has sabido o no has podido, deja este tonto encierro y sigue tú vida. Nadie quiere a la fuerza y es mejor un stop a tiempo que un ceda el paso equivoco. Ese es mi padre y así fue, como me recordó la cita. Miranda no sólo me ha arrancado muchas veces la ropa, también muchas de mis inseguridades. No soy ninguna maravilla, tiro a normalita, pero si sé sacarme mucho provecho. Pues bien, ella siempre me hizo sentir como si fuese la mismisima Jolie. Pero no sólo ahí, me ha modificado, podría citar cierta ausencia de pudor en la cama. Esto me recuerda, a una de nuestras últimas llamadas, digamos calentitas. - Miranda, como continues hablandome así... - Que? - Pues que me pongo que...que te puedo empezar a faltar el respeto. - Jajaja, en la cama es donde el respeto se debe perder. Otra inseguridad arrancada, todo lo perra que me pone, todo el respeto que le pierdo. Pero no acaba aquí la cuenta, si me fijo. Yo, con un puesto laboral fijo, que me gusta, que medio está bien pagado y en el que me siento valorada y querida, con sólo estudios medios y sin hasta ahora, ilusión alguna por progresar, me encuentro con un nuevo gusanillo en mi

interior. Siempre me gusto la moda y una tarde cualquiera, en casa de Miranda, viéndola elegir un conjunto para una cena con unos importantes clientes, mi morena ojos miel, sembró ese gusanillo en mi. La ayude a elegir, me dejó peinarla y como no, maquillarla. - Lo disfrutas, no eres sólo una fanática de los zapatos y bolsos. - Jajaja, estas guapísima y si, me encanta la moda, es de siempre. Tengo miles y miles de revistas y estoy al tanto de todo. - Uhm....diseño? - No - Uhm....por que no ayudas? - Que? - Me has contado que esto mismo que has hecho conmigo, sueles hacerlo con tus amigas y alguna prima, no se. Haz de ello una ilusión, podrías estudiar algo y quizás, empezar por un blog. Ya sabes consejos de belleza, moda y tal. - Te he dicho hoy las ganas que tengo de comerte? - Jajaja no.

Pues eso, si ella es la buena mujer y yo he sido la hija de puta, es hora de apostar. En hora y media, soy capaz de pasar de ser la Briget Jones del inicio del libro a la del final. Un baño, pepino en mis ojos, mascarilla rápida, hidratación y hacer bueno aquello de, la moneda tiene dos caras, fui la cara me toca ahora ser la cruz. Y? Mi morena ojos miel lo merece y si ella ha podido soportar lo soportado, yo podré hacerlo. Hora y cincuenta minutos después, soy otra. Aja, exactamente la otra cara de la moneda. Porque estoy en la puerta de Miranda sin avisarla y por su bolso y por cómo va vestida, me da que tiene una cita y no, no es conmigo.

"Jódete Daniela" fue lo que me dije a mi misma, cuando en una sola revisión óptica a mi morena ojos miel, comprobé que se disponía a salir y que si no lo hacia ya, era porque yo estaba en la puerta. Se veía guapísima con unos pantalones cortados por encima del tobillo, de color salmón y camiseta con cuello uve. Se había desordenado el pelo con gomina y maquillado más de lo usual en ella. No pude resistirme e importándome, en esos momentos, muy poco con quien hubiese quedado, la bese sin dejarla hablar. - Dani- murmuró mi nombre sorprendida y sin dejar de besarme. Adoro sus ojos, son sumamente expresivos y me encanta perderme en ellos mientras mi nariz acaricia la suya, anunciando un nuevo beso. Me gusta como sonríen traviesos esperando el roce de nuestros labios. Pero esta noche, me miraban sorprendidos y un pelín inquietos. No le preste atención, a ese destello de inquietud, en un primer momento. Me dediqué a lo que todo mi cuerpo me pedía, besarla mientras cerraba la puerta de una patada y mis manos sujetaban su cara. Sabía cuanto la había echado de menos, pero fue tenerla pegada a mi, y tomar conciencia de algo más. Mis días y toda yo, necesitamos altas dosis de Miranda Álvarez y Casado. Sólo verla y un par de besos, me hicieron sonreír como no lo había hecho en días. Quería decirle tanto, contarle mi nueva situación, sin querer conprometerla ni mucho menos. Considerado copado mi límite de egoísmo en esta relación. Tengo clarísimo que el hecho de que ahora yo este libre, no implica que ella deba aceptarme en su vida como algo más de lo que somos actualmente. Supongo que el tiempo, será quién diga que somos más adelante, si es que seguimos siendo algo. Porque Miranda, mi ojos miel, a veces y menos mal que solo a veces, muestra cierta tendencia a molestarme, o sera que soy de fácil molestar. Ahora mismo no lo sé, porque para ser objetiva, aún me dura el cabreo. El beso terminó, no venía a arrancarle la ropa, ejem. Eso ya llegaría, yo venía a hablar, pero claro, ella salía y bien que me lo recordó. - Vienes sin avisar Obvio, fue lo que iba a contestarle, porque ahí, justo ahí, aun me quedaba humor. - No, no lo pensé. Surgió y.... - Y te presentas aquí. Miranda y los hermosos ojos color miel que tanto me gustan, con esa contestación, comenzaron a quitarmelo. El humor, digo. - Podía y....vale. No soy tonta, es obvio que vas a salir. Basta con que me des un beso, quedamos para mañana y ¿qué? La forma de mirarme, su pose medio altiva y las ganas de estar con ella sabiendo que no sería

así, acabaron por hacerme perder el humor. Si, el poquito que a esas alturas me quedaba. ¿No se daba cuenta que venía de una semana de pura depresión? - No, por ahí no vayas, que sabes que no. Definitivamente no, parecía no saberlo, vamos que no daba ninguna muestra de saberlo y que se cruzará de brazos con cara de cuéntame el rollo que quieras que no te creo, empezó a cabrearme. - ¿Que no vaya por donde? - Por ahí - ¿Que dónde es por ahí? Esta manía que tiene de contestarme sin decirme nada, no es que empiece a cabrearme, es que me cabrea. - Días que no se nada se ti, primero que si excusas y después el teléfono apagado ¿y ahora que? - ¿Como que ahora que? Cabreadaaa, madre mía como me estaba cabreando que ahora lo pienso y oye, cuanta razón llevaba, pero si me cabrea no puedo explicar, eso es así, pero nada. Ella no se daba por enterada. - Pues que apareces aquí, ¿y que se supone que tengo que hacer yo? - Lo que fueras hacer, ni más menos. Cabreadita a más no poder, vamos que por poco la llevo yo mismo a donde quiera que fuera a ir. - Muy bien, pues voy a cenar. - Muy bien, pues que sea ligero No me media, ya no me medía y ni sé, por qué saque yo a relucir las cenas ligeras. ¿No puede cenar ella lo que quiera? Jejeje si me dan a elegir y ahora que estoy más tranquila yo le sugeriría que me cenara a mi, pero no estaba el horno pa pedir bollitos. - Gracias por la preocupación calorárica. ¿Y ahora? Y ahí estaba otra vez con sus preguntas incompletas que no hacen más que enfadarme. - ¿Ahora qué? - ¿Que si vienes? Muerta y cabreada, una extraña mezcla que me hizo pensar mil conjeturas en un solo segundo. La que ganó fue, ¿me está vacilando? - ¿Qué? - ¿Que si vienes a cenar? Voy con una pareja de amigos, son Teo y Mónica. - Claro, claro. Me voy a cenar con Teo y con Mónica, que justo son tus amigos que más me odian.

- ¿Que te odian? - Eso he dicho, sé perfectamente lo que piensan sobre mi. Y tú quieres que vaya donde sea que vayáis y me presente con un, hola soy la hija de puta que se encuentra con Miranda escondiéndola, parece que hace fresco, ¿no? - ¿Si es como te ves? ¿Por qué no? Eso último que la escuche decir y puedo decir, bajando sus escaleras todo lo rápido que puedo, que odio la violencia, pero madre mía que ganas me dieron de cruzarle la cara primero de una lado y después del otro. Obviamente no lo hice, pero eso si. El eco del portazo que metí cuando me fui, debería oírse una hora después, vamos que si. Que cabreo más tonto y que manera más tonta aun, de no explicarme y de acabar la noche así. Ah no bonita, ahora no salgas corriendo tras de mi, que a mi unos taconazos no me impiden bajar los escalones corriendo. - Para Dani La madre que la parió, ¿como me ha cogido tan rápido? No, no y no Daniela, no es hora de ponerse cachonda es hora de hablar y"ay mami, que fuerte es cuando quiere" “ya me tiene acorralada, la jodía”

¡Pero, pero que co... ovarios más grandes tiene esta mujer! Aparece después de diez días sin haber dado señales de vida y llega sin avisar y espera que yo este dispuesta y disponible para ella? Que estoy a su completa disposición las 24 horas lo siete días de la semana? Pues se va a enterar!

¿Quiere quedarse? ¿Que quiere pasar tiempo conmigo? Vamos a ver si sigue queriéndolo después de la que invite a cenar con mis amigos. Porque aunque haya quedado con la amiga de ¿Susana?, no es que fuera una cita para las dos solas, y ahora no voy a cancelar mis planes solo porque ella aparezca sin más, mi mundo no gira en torno a Daniela, no, que quede claro!

"Que te odian?" -Pero que historias se monta esta mujer?-

"Eso he dicho, sé perfectamente lo que piensan de mi. Y tú quieres que vaya donde sea que vayáis y me presente con un 'hola soy la hija de puta que se encuentra con Miranda, parece que hace fresco, no?'

"Si es como te ves, por qué no?"

Ya me ha tocado lo que no tengo y hasta aquí podíamos llegar. Lo peor de todo es que cuanto más se cabrea, más discutimos y más caliente me pone, increíble, soy una salida!

Já, se cree que puede venir a mi casa y armarme una escenita y luego irse dando un portazo? Pues está muy equivocada.

"Daniela!" -le grito mientras salgo de mi piso y alcanzo a ver como la puerta de las escaleras se cierran de golpe trás ella, que no ha podido ni esperar al ascensor!

"Daniela para!" -Quién podría pensar que podía bajar por las escaleras tan rápido y sin tropezar? Aunque no es más rápida que yo, claro.

"Dejáme!" -Me grita mientras lucha por escapar de mis brazos que la aprisionan contra la pared del descansillo de la escalera. Mentalmente doy gracias por la vagancia de la gente que prefiere usar el ascensor antes que las escaleras, porque vaya numerito estamos montando.

Y mientras lucha para liberarse de mi, provoca que nuestros cuerpos rocen y choquen acelerando aun más nuestra respiración y sin poder ni querer evitarlo mi boca se apodera de la suya. Pronto sus manos dejan de empujarme para hacer todo lo contrario, tanto que estoy segura que ni el aire puede correr entre nuestros cuerpos.

"Aush." -Me quejo cuando muerde mi labio con saña.

"Y más que te debería doler." -Dice con las pupilas inyectadas de pasión e ira, y vuelve a atacar mi boca mientras nuestras manos recorren el cuerpo ajeno sin descanso.

Con la exitación y adrenalina al límite, levanto sus caderas para que automáticamente ella enrosque sus piernas en mi cintura, sosteniéndola entre la pared y mi cuerpo.

Mordiendo su cuello, me las arreglo para con una mano bajar la parte superior de su vestido veraniego, dejando al descubierto su sujetador que ni me molesto en mirar más de unos segundos, porque rápidamente lo subo lo suficiente para que mi boca pueda atrapar su pecho entre mordiscos y chupetones descuidados.

Con mis manos ahora libres subo su vestido, que ahora queda enrollado en su cintura y no pierdo el tiempo en intentar bajar sus bragas, con un tirón el sonido de la tela desgarrada se hace eco en la escalera, donde compite con el sonido de nuestra respiración entrecortada y los gemidos que suben de tono.

La palma de mi mano se roza contra ella, mientras mis dedos golpean sin descanso ese punto suave y redondeado rodeado de paredes firmes, calientes y húmedas que se contraen contra mis dedos, ese que la hace sujetarse fuertemente contra mi cuello, con su boca en mi oído, escuchando perfectamente cada suplica que pronuncia y que yo no tardo en complacer.

"Miranda, por favor... Agh... Miranda!"

Sin dejar de repetir mi nombre como si fuera un mantra, así se corre entre mis dedos, y yo siento como una ola de placer invade mi cuerpo, y me aprieto contra el suyo mientras el orgasmo inesperado me atraviesa con el eco de mi nombre pronunciado por los labios de Daniela.

Después de unos segundos o minutos, no sé el tiempo que llevamos sostiendonos en brazos de la otra para no caer irremediablemente al suelo, el mundo que parece se había detenido en el

momento que nuestros labios chocaron, vuelve a girar y recuerdo donde estamos, en mitad del descansillo de las escaleras de mi edificio.

Poco a poco nos despegamos, Daniela arregla su vestido, y yo recojo sus bragas, o lo que quedan de ellas, que han caído al suelo cuando Dani ha bajado las piernas de mis caderas. Con ellas en mi bolsillo agarro su mano y tiro de ella para subir las escaleras.

"Ahora vamos a hablar."

"Ahora vamos hablar" yo es que me acuerdo de la frase de mi morena ojos miel mientras tiraba de mi, y aún me da la risa. Toda sería ella y con mis braguitas destrozadas en el bolsillo de su pantalon, no es para comersela? Hablar hablamos y además fue como a mi me gusta, encerraita entre sus piernas y contandole pecas. - No he tenido una buena semana y no me parecía amargartela a ti. Así comence, la verdad es que no mentí e hice mío otro verbo mucho más benévolo que mentir, omitir. Quite de aquí- Me he divorciado- para en verdad decir- No estoy bien con el y preferi no involucrarte- otro poquito de aquí- he estado mega agobiada, jodida y a punto de caer en una profunda depresion- por un - ya forma parte de mi rutina echarte de menos y se, que debería haberte avisado-. Con esa pura verdad dicha, pues eh, si. No tenemos remedio y pronto acabamos otra vez enredadas, esta vez bajo sus sábanas. Hoy y ahora, en esta tienda recien abierta de bolsos y zapatos, situada al ladito de la Notaría Álvarez y Casado- Dios, hasta sus apellidos me vuelven loca- he de decir que me alegra la decisión tomada de no involucrarla en mi divorcio. Así me aseguró su libertad para decidir, sin presiones de ningún tipo y a la misma vez, respeto un poquito mas a Javi y a mi misma. No, no lo nombrare más, cada vez que lo hago me entra una congoja que acaba en llanto. Que adore, que me encante y que este completamente loca por mi morena ojos miel, no significa que Javi halla pasado a la historia. No deja que le ayude y lo comprendo, ahora lo único que quiere es tenerme muy lejos y yo, lo único que quiero, es que él, este bien. Al final, el adorado piso mío y de Ja...no, no lo nombró que estoy aquí comprando dos pares de zapatos, y esperando para sorprender a Miranda con un café, no es el momento de llorar. El piso, es para él. Eso, unido a los costes del divorcio, la fianza y dos meses por adelantado de un nuevo pisito de alquiler, me tienen en quiebra total. Pero los zapatos son monisismos y podría dejar los de Miranda, pero es que me encantan para ella, ains. Esto se soluciona pidiendo otro adelanto en el trabajo y ya hasta el dos mil quince me olvido de adelantos. Listo, zapatos comprados, llamada a Miranda hecha y ahora mi momento favorito. Esperar que baje y verla caminar hasta mi. Me gusta como su pelo baila al son de su pisada, me gusta su mínima sonrisa pelín tímida, que es única y exclasivamente para mi y me gusta que agarre su bolso con ambas manos, buscando calmar los mismos nervios, que yo siento, siempre que la veo a metros de mi. - Y esta sorpresa?- me pregunta a un par de pasos y se que lo hace sorprendida. No porque venga a verla a mitad de la mañana pero si, porque éste haciéndolo fuera del coche. - Me apetecio invitarte a un café- le digo mia verdaderos planes y después no puedo más que morderme los labios. Miranda mira a un lado y a otro, y a mi me emociona su protección- He visto una cafetería aquí al lado con muy buena pinta. Me aceptas un cafelito o no?

-Eh... Duda y continua intentado protegerme, estamos en la calle, la invito a un café y la beso porque me así me nace y me da la gana. Ya no tengo que esconderme. - Dani Me nombra mi morena ojos miel con mis labios en los suyos y dios, cualquier día uno de sus Danis, o bien me cuesta una subida de azúcar o bien me hace irme sin que me llegue a tocar. Si esta es la cara que se le queda a mi morena ojos miel por un beso en plena calle, me muero por ver la que pondrá esta noche, cuando me presente en una cena muy importante para ella. Porque si, dije MI morena ojos miel y ésta noche, comenzaré a marcar territorio, vamos que si.

Aysh, ahora estoy de los nervios. Lo tenía todo calculadísimo. Arreglarme monisima de la muerte, que tiene guasa la frase. “Arreglarse” o sea, ¿estaba yo estropea? Dios es mas grave de lo que pensaba, porque pienso en andaluz rajao y cuando hago tal cosa, es porque estoy a punto del tabardillo. Acepto arreglar, como darme un baño relajante de los míos, de esos que salgo de la bañera arrugadita como una pasa, hidratación extrema con un toque de color, que estoy mas blanca que la bandera de la paz, y otro toquecito de brillo. Resultado, mi piel se ve tersa, firme, morenita y brillante. Abuela tengo, al menos una de ella sigue con nosotros y que nos dure una “jartá” de años más. De hecho, ella, mi abuela, es una de la que semanas después de mi separación de Javi, continua usando como frase inicial de saludo hacia mi perona, eso de “ ¿Qué has hecho Daniela? Yo esto no me lo esperaba de ti. Ains por la virgen de la Macarena, tan linda y apañá que eras” No te digo ná, cuando se entere que ando enredada con una mujer. He pensado en ello, en verdad he pensado muchísimo en ello. Y al fin y al cabo, mi familia ha sido de siempre de clase media, tirando para obrera (a mucha honra, jamia), aysh se me cuela mi abuela en mis profundos pensamientos y creo, que la mejor forma de decírselo a todos es comenzando con, “tiene una notaría” Ahí gano puntos seguro, que aun me acuerdo yo, lo cansina que estuvo mi abuela, cuando mi prima la de Cuenca, se prometió con Fran, mediquillo de nada, pero basto decir doctor, para que todos en mi familia babearan. Después ya, cuando lo conocieron, el cuento cambio, porque Paco es soso, soso de sosísimo. Otro punto ganado, la mía de sosa no tiene naita. Que le hablas de deporte, sabe, que le hablas de política, sabe, que le hablas de fiesta, se apunta la primera y otra cosa no, pero en mi casa pa una “juerga”, siempre hay tiempo y disposición. Tu diles que te ayuden en una mudanza y desaparecen todos con mil planes intocables, en cambio, háblales de ir a tomar unas cañas y empiezan a tomarlas en casa, pa llegar a gustito. Aysh, y van dos, me salio “mía” del alma. Lo uso mucho con Yolanda, me apropio a mi morena ojos miel, porque puedo y me da la gana, que hasta llegar aquí, lo mío he pasado y lo suyo le he hecho pasar. Pero es que además, ya lo he comentado con algún compañero y compañera de trabajo y aysh tercero. Que me encanta decir mi chica. Me pone, de aquella manera. Voy a repetirlo “mi chica” Dios, un subidon me da que si la tengo a mano, la apaño pero a base de bien. Pero no, estoy aquí en mi “chiquitin”, esperando a que “mi chica”, ¡Ay dios que me pongo perra y no es el momento!, aparezca y darle un sorpreson. Lleva días, semanas e incluso algún mes, hablándome de la cena de hoy. Sus amigos inseparables Teo y Monica, cosas de la crisis, se marchan a Londres. Ambos son dentistas y en vez de abrir una nueva clínica dental en España, prefieren abrirse mercado fuera de España. Por lo menos hasta que la cosilla mejore. Pues bien, hoy es la cena de despedida, acuden todos sus amigos y creo que la oí decir que algún que otro familiar también. Miranda no me invito, obvio. Se ha dedicado ha lanzarme pullitas, criaturilla mía. Ella desconoce mi actual situación de separada en puertas de divorcio. Y así es, porque me ha dado la gana. Porque si ella me dio la libertad de elegir yo con ella he hecho lo mismo. Pero ya es hora, de poner las cartas sobre la mesa. Si además, no es tonta y algo debe sospechar, porque ahora la veo a toditas las horas en que ambas podemos e incluso sin poder. Mejor me bajo ya de mi chiquitin, me reviso en sus cristales. Monisimo de morirse y no

resucitar, el vestidito que he elegido. Que una estará tiesa de pasta, pero vestidos y zapatos a mi no me faltan, que para eso me los comprobaba “a puñaos” Daniela por favor, piensa en andaluz rajao pero cuando hables, habla bien. Ays y creo que es el cuarto. ¡Esta llegando! Lo guapísima que viene es pa,chillarla. Pero…. ¿quien es la pareja que la acompaña? Mayores, vamos seguro, son bastante mayores que ella y…..¡por la virgen y su peine de plata, peinándose toa mona”…¿Sus padres? ¡Ay que me da! - ¿Dani? ¿Qué haces aquí? - Oju

La que se ha montado es de cuadro, pero de lo más pintoresco. Miranda no habla, se dedica a murmurar en arameo y los que yo supongo son sus padres y futuribles suegros míos, me miran y miran y me vuelven a mirar. Esto va a requerir de alguna pronta reacción, porque mi supuesta suegra esta dispuesta a convertirme en piedra. Estoy por pedirle el resultado de la resonancia magnética que me esta haciendo. No vaya ser, que tenga una hernia y ni cuenta me haya dado. Que siesa es o parece, no se bien aun. Una cara de seria y recta y oye es alta la jodia. Su pelo largo y recto, gafitas monas, todo hay que decirlo y una espiga. Esta hecha una espiga la jodia. ¡Miranda por dios!, ¿dejaras de blasfemar y dirás algo? Me duele la cara de sonreír y al final pensaran que soy la relaciones públicas del Restaurante. Ni caso me hace. Nada, que no le da la gana leerme el pensamiento con lo clarito que se lo estoy diciendo. ¡ Ay dios, ni se que pienso ya! ¡Y ay dios, que mi suegro me esta bicheando las piernas! Uh, que bajón ver a tu suegro, que él hombre aun no sabe nada porque mi morena ojos miel no consigue espabilar, mirándote las piernas. Voy a repetir muchas veces, “mi chica” “mi chica” para contrarrestar. ¿Y ahora que se miran? ¡Ay que Miranda lo esta regañando con la mirada! ¡Más mona es ays! - Ella….ella….pues ella…ella es…ella Bueno, bueno y bueno, por favor que se me esta liando y se traba. Quien lo diría, toda una notaria que da fe y mírala, tartamudeando. Pero mira, yo no aguanto más. Que la gafitas siesa que voy a tener por suegra, Miranda mediante, sepa que soy lo que soy, o al final me encuentra la hernia, con lo que eso duele, hombre ya. - Soy Eso es, con una palabrita los dejo callados, si es que soy la hostia hasta ennerviada como estoy. Clarísimo lo he dejado. Yo soy, se entiende clarito. - Eso es, ella es ¡Miranda por dios! ¿Qué dices? Tanto estudio, tanta fe dada, ¿para ahora soltar eso? - Eh, Miranda cariño La siesa se esta cabreando. Madre mía, que siesa, pero siesa de siesa es. Hasta la voz la tiene siesa ¿A esta como me la camelo yo? - Si, perdona mama. Ella es Nada, que se me lía. Mejor la ayudo. - Yo soy, si Eah, me toca ser yo quien lo deje todo claro, yo soy yo. Vamos, es algo totalmente evidente. Ay…no se que pasa, pero me esta entrando risa. Aguanta Daniela, aguanta por tu padre aguanta, que la siesa te mira. - Jajajaja Menos mal, mi suegro mirón se ríe y puedo yo seguirle, pese a los ojos abiertísimos de Miranda mirándome. ¿Qué he hecho yo más que ayudarla? - Joder

Exabrupto de Miranda, que se habrá enfadado con ella misma. Que mi niña esta espesita hoy y mira, que la estoy ayudando, pasa que no se da cuenta. - Miranda Le regaña la siesa. Pues se lo voy a dejar pasar, pero ni pizca gracia me hace. - A ver es que….- dice mi morena ojos miel con la seriedad propia de dar fe de algo, que para eso es notaria y con notaria. Ahí es nada- Ella es - Que si, que yo soy. Miranda cariño, de tal obviedad ya se habrán dado cuenta. Digo yo ¿eh? Sonrío que pa que, otra cosa no, pero de sonreír me estoy hinchando. - Pues eso ¡Ay que me como to su cara!, lo ha dicho encogiéndose de hombros. Tranquila vida mía, si son ellos, que no se quieren dar por enterados de que yo, soy yo. ¡Cuidao con la tontería tan grande que estamos aquí discutiendo! - ¿Y tu nombre es? Porque me ha quedado claro, que ser eres, la duda esta en quien eres jajaja, para jartarse a reír. ¡Ay que me lo como a este también! Dios que suerte, me toco un suegro guason y divertido. Menos mal, el anterior era como la que me mira impávida. Si es que ya lo dicen, no se puede tener todo. - ¿Y bien? Nos pregunta la siesa y se me cortan toditas las ganas de reír. ¡Qué siesisima es! Es hora de presentarme, no vaya ser que una vez sea piedra, no pueda. - Soy Daniela - Si, es Daniela Esa es mi chica. Por fin reacciona y les explica. - Ella es Daniela y es administrativo del SAMUR, nacida en Madrid el ¿Eh? - Hija de ¿Eh? - Con domicilio actual en ¿Eh? ¡Ay dios mío! ¿Pero que dice? - Cariño, ¿tan difícil es decirles que soy tu pareja? En tres, dos, uno; me convertiré en piedra. Pero lo a gusto que me he quedado, no me lo quita nadie. - Así que administrativo O casi nadie.

Después de recoger la mandíbula del suelo y procesar lo que acaba de decir Daniela, estoy segura de que mi sonrisa es grande y estúpida. Pareja, dijo que es mi pareja, una palabra y soy la persona más feliz ahora mismo en el planeta. Por lo menos en este metro cuadrado, porque la cara de pocos amigos de mi madre me dice que ella no se ha alegrado tanto como yo por la noticia. Superado el momento, y con Daniela, mi pareja, jejeje, espero que la sonrisita que se me escapa cada vez que lo repito en mi cabeza se me pase pronto, que estamos en público y no puedo hacer lo que me apetece hacerle, y menos aún con mis padres aquí. Se fuerte, Miranda. Entramos en el restaurante donde ya están casi todos reunidos y hechas las presentaciones, es decir, después de presumir presentando a mi 'pareja', jejejej...ains que no se me pasa... las conversaciones se solapan unas sobre otras, de diferentes temas, aunque intentando evitar sobre todo el de política, que no queremos exaltados que la cosa no está para ello. Así que nos centramos en los amigos que se van, con anécdotas que nos hacen reír para ocultar las lagrimas que asoman en los ojos por la eminente despedida y las promesas de visitas en cuanto sea posible y que muy difícilmente podamos cumplir. Aunque mi madre ha pasado un poco de la charla conjunta y ha canalizado su 'Oriana Falacci' interior para atacar a preguntas a Daniela, que ha respondido a cada una de ellas con una sonrisa en la cara, creo que ahora mismo mi madre sabe más sobre ella que yo misma. Al final de la noche mi Dani ha enamorado a todos mis amigos y mi padre es su fan, aunque eso ultimo no estoy segura de que me guste. Mi madre, por el contrario, no es su fan, pero la ha invitado para que la lleve a la próxima cena en casa, así que deduzco que un poco bien le habrá caído, así que al final no soy yo la única que cae a sus encantos. Esa noche descubrí que se había separado de su marido (ahora ex, ejem), que hace un par de semanas se había mudado del piso que habían comprado juntos, y que ya no era una mujer soltera, porque ahora era mía y no tengo planeado dejarla escapar. Dormimos en una maraña de almohadas, sábanas, piernas y brazos, agotadas de hacerlo rápido y duro, lento y suave, en el salón, en el pasillo, en la ducha y finalmente en la cama, donde caímos rendidas después de alcanzar el éxtasis en incontables ocasiones. Y ahora, una semana después, nos encontramos cogidas de la mano delante de la puerta de la casa de sus padres, es mi turno de pasar el interrogatorio y algo me dice que yo no lo haré tan bien como lo hizo ella. Con los nervios a flor de piel, y como si fuera una peli de suspenso, en mi cabeza escucho la banda sonora de una de esas pelis mientras la puerta se abre lentamente y finalmente veo a sus padres, o lo que es lo mismo, mis suegros. -Vaya, ya habéis llegado -Dice mi suegra con resignación mientras me hace una radiografía completa con unos ojos que me dice que esperaba no verme aparecer por ahí, y porque no me da la gana soltarla, que esa mirada de desaprobación al ver nuestras manos cogidas no la ha disimulado ni un poquito la viej...

-Mamá, papá. Esta es Miranda... es notaria y tiene su propia notaria ella solita -Suelta mi Dani de carrerilla y me da que a su madre le daba igual que fuera notaria, carpintera o que acabara de descubrir la cura contra el cáncer. Me parece que nos hemos precipitado con este encuentro y que esto va ir de Guatemala a guatepeor...

Ay dios mio. Esta Miranda mía, mucho dar fe, mucha rúbrica, mucho dar por leído, mucho entregar poderes y luego se me desinfla por unos suegros. Pero por favor, si son mis padres. Vale que mi madre, la ha besado y sólo ha dicho "uhm...ya", que traducido significa, que mi Miranda ya puede hacerle bien la pelota, que mi madre lo de Javi y mi divorcio, no lo tiene superado. Distinto es mi padre, el le ha pegado dos besos sonoros y ahora nos mira a ambas sonriendo. Que lo quiero yo, por favor. Mi papi, que es mi gordo y me como yo su cara, cada vez que quiero, como ahora mismo. Aquí sin entrar ni nada. - Daniela, coño. Ya estamos, ya se quiere poner cómo un caballero serio, pero si le pasa lo que a mi, es un pedacito de pan chico, chico, chico. - Jejejeje Mira lo tímido que se ríe, un querendon qué es, y me lo vuelvo a comer. - Ejem Mi ojos miel carraspea, si es que, se queda dormida desnudita y luego pasa lo que pasa, coge frío. - Ejem Espera cariño, que mi gordo es lo más salado que hay en el mundo entero y hasta que no me haya levantado la piel de mi cara con su barba, no me doy por satisfecha. - Ejem - Daniela hija mía, que la muchacha querrá entrar. - Ay, pensé que anoche había cogido frío- le digo a mi padre, soltándole la cara, que si, con el soy lapita, ains. - Jem, jem, jem. Frío dice - Jejeje, Papa. Malaje es mi padre, más canallilla que nada. Que nos lo habrá visto en la cara, aunque, ahora que miro a mi morena ojos miel. ¡Por dios! Si hasta parece que está pálida. - Es así como parailla, ¿no? - Papa, que está aquí mismo. Tiene la boca chancla y ahora me la ha dejado más parada todavía. - Yo es que..que...que...esto no se me da bien. Ay, ay...ha espabilado y un besazo en toda la mejilla que le doy. Pegajosa estoy, ¿no? - ¿Por qué? Curioso, también es muy curioso. Que cuando Javi, le hizo llevarlo de ruta con el camión y todo.

- Porque...por...porque - ¿Y tartamudea? - Papa, por favor. - Pero chica, si aquí no te vamos a comer. Por lo menos, esta noche no estas en el menú, ya mañana quien sabe jejejeje. Que horrorosa tiene la risa cuando el se cree que ha dicho el chiste de su vida. Dejaremos que se ría, mientras me cuelgo de mi Miranda y ponemos el tren en marcha. - ¿A que no quedó nada mal con una mujer Papa?- le pregunto a mi Papi y estoy tan feliz, y es tan natural ir abrazándola, que sólo me falta hacer el ruidito del tren. - Dani, Joder Ya está mi ojos miel protestando otra vez. Que es mi padre, ains. - Tú quedas bien con lo que sea, hija mía. Pa eso te hice yo. - ¿Ves tonti? Si no pasa nada, hasta que llegue mi abuela, claro. - Mi suegra Mi padre no ayuda, claro el me sigue la gracia con el pavor a mi abuela o sea su suegra y pasa lo que pasa. Miranda no sólo está pálida, ahora se me ha quedado como fría. Unos abracitos y ¡dios! mi madre, con su típica cara de... - No le vas a enseñar la casa? Porque digo yo, que eso es buena costumbre de cualquier familia y no tendrá nada que ver con la orientación sexual ni con que ahora seamos una familia desestructurada, a la que ni tiempo se le ha dado de asimilarlo. Mi madre y la madre que la parió que está por llegar. Ahora si que mi ojos miel se ha quedado helaita. - Y todo eso, sin coger aire jem jem Mi padre jajaja, ains....que familia. - Miranda cariño Ay dios mio, que se me queda parada para los restos. - Da miedo así como de primeras, pero no muerde. Eso Papa, tú sigue ayudando. Miranda cada ves esta más blanca y eso que mi madre ha vuelto a desaparecer. - Esta es? Ay dios...la que faltaba, mi abuela entrando por la puerta y Miranda sigue clavada en el sitio. - No es ésta, es notaria. Jajajajajaja río por no llorar. Mi padre se cree que ayuda, pero creo que va mal. - Que la ve ahí parada, pero hasta notaria tiene.

Quiero morir y dudo mucho que esto haya sido buena idea.

### No, no es que hay sido una mala idea, ha sido una pésima idea. Al final, mi madre una poquita de razón tiene y era demasiado pronto para que se conocieran. Mi abuela me sigue mirando como si hubiese traicionado todos los buenos principios instruidos por ella y mi madre, no ha superado el que Javi, ya no forme parte de nuestras vidas. Para más inri, Miranda ante la presión, siempre reacciona igual se queda con los labios cosidos y es incapaz de comer nada. Yo la veo ahí sentada a mi vera y en frente de mi abuela, con esa carita desencajada y lo único que atinó hacer, es a comer como una lima. El único que parece llevar bien la situación es mi padre y el pobre rodeado por cuatro mujeres. Estaba claro, que tarde o temprano, él trataría de reconstruir la situación. - Miranda, jem jem, no quiero yo quedar de abusón, pero he recibido una carta muy rara de Hacienda, ¿después te la enseño y me dices? Bien, cierto es que queda de abusón, sabe porque yo se lo he dicho, que Miranda montó la notaría a base de currar como una burra en una gestoría, y que todo lo que sea papeleo para ella es tan entretenido como un crucigrama. Pero no importa, porque así por lo menos se rompe el tedioso silencio que estábamos soportando. - Claro, lo que quiera. Ay...mi chica si es que es lo más. Siempre presta ayudar. - Coño, ahora que te veo. Si es que eres una yogurina y mira con notaría y todo. Si Papa, esa es mi chica. Una ratilla de libros y papeles. ¿Lo escuchas Mama? Una tia preparada, que le encanta progresar y que....¡la madre que la parió que es mi abuela¡ - Javi empezó con un camión y acabo teniendo una flota. Mas menos, tendrán la misma edad. Oh no, por favor. Mi madre y Javi, Javi y mi madre. Mi padre como siempre quiere ayudar, pero acaba estropeándolo más. Pero a mi madre ésta se la guardo. Le dije que nada de Javi. Javi es un tema, que Miranda no lleva nada de bien y por la cara que está poniendo, esto puede pasar de malestar a enfado. Sólo espero, que no se haya dado cuenta de la cantidad de fotos que aún quedan aquí de él, incluyendo la de mi boda. - Yo estaba hablando de Miranda, no se a que tienes que sacar a relucir al chaval. Siempre con Javi en la boca. Oh, oh...no sólo Miranda se ha enfadado con mi madre y su comentario, mi padre también. - Es mi yerno. Y dale con la perra gorda, ahora si que salto y no me callo. - Era, asúmelo de una bendita vez- le digo y puede que me haya exaltado un poco. Pero Miranda esta aquí y no me da la gana de que soporte ciertas cosas.

- Fácil lo ve ella- dice mi abuela y si hoy hubiese comprado un circo, no es que los enanos me hubiesen crecido es que los leones se hubiesen convertido en lindos gatitos- me crucé el otro día con su Tía Dolores. Que vergüenza pase, y la mujer muy educada pero se le notaba. Porque claro, os ha faltado tiempo para salir y dejar al muchacho como un cornudo. ¿Que malo hizo esa criatura? Daniela, es que yo estoy como tú madre, no lo entiendo. - Pues facilito lo tenéis las dos. El portentoso y queridisimo Javier ahora está soltero, nada más que aprovechéis la ocasión. Ya esta, ya se ha liado parda. Mi padre ha estallado, retirando su plato y cuando hace eso, le queda nada para levantarse de la mesa e irse a fumar al balcón. Vaya asquito de cena. - Esto ha sido un error. ¿Miranda? Ay Dios, no Miranda por favor. - Nos hemos precipitado, ustedes aprecian mucho a ese hombre Más mona, ni enfadada y dolida como esta, puede pronunciar su nombre. Que la comen los celos, si es que. - Y todo lo ocurrido esta muy presente. La cena esta deliciosa, pero creo es mejor que me marche. - ¿Que? Por ahí, no pienso pasar. Es darle la razón a mi madre y que ganen ellas. - Muy normal que se quiera largar, es pa coger la puerta y no volver más. Mi padre está más cabreado que un mono chico y se levanta, este se va a fumar y la otra se me larga. Ay dios mio. ¿Puedo pedir más lasaña? No, no me mires con cara de que gorda eres, yo estás situaciones las digiero con el estómago lleno y esto es para zamparse el horno entero. - No hace falta que me acompañes. Ya se ha cegado Miranda, que vale que tiene toda la razón del mundo entero. Pero cariño, las dos arpías se han quedado calladas, podemos empezar de nuevo. - Miranda, por favor. Nada, esta se me larga y el poema va a ser largo. - Buenas noches y siento muchísimo todo esto. ¡Me la como! Esto es clase, ¿como no lo ves Mama? Miralas, que no reaccionan y Miranda ya se me va y ¡mierda! El recibidor tiene más fotos, tengo que llegar antes que ella. Fulmino con la mirada a las arpías que me tocaron como madre y abuela y a correr. ¡Ay Dios! Se va a enfadar más cuando la adelante pero ya estoy viendo una foto en la que Javi me tiene sentada en sus piernas, esa la bajo vamos que si. ¡Lo hice! Ains que me asfixio. Sonreír, ahora a sonreír y muchos mimos, me la conoceré yo, pss.

- Miranda - Dani ### Oh, oh...esta cabreada.....que cabreada esta. Clarisimo que vio la foto o fotos, porque si miro para atrás me da vértigo. El puñetero recibidor esta lleno de fotos mías y de Javi. Sumado a lo pésimamente mal que ha sido tratada, en la casa de quien se supone mas me quiere. Ya lo dice el refrán, “quien mas te quiere, te hará sufrir”, no falla. - Deja que coja el bolso, me despido y nos vamos- le digo a Miranda, pero ni ladeando la cabeza para que me mire, lo hace. - Prefiero que te quedes. - Pues yo prefiero irme contigo. - Y yo que te quedes. Borrica es, cuando se pone así. Pero, ¿que le pasa? ¿Por qué le tiemblan los labios? No....no...eso no, Miranda no llores, que eres notaria por dios. - ¿En todas las fotos tenía que sobarte? Me cagó en la madre que parió a quien invento el papel fotográfico, las impresoras y hasta la puñetera tinta, las ha visto. Mas claro, agua. - Es...son...era....es...Joder- me trabó, me trabó porque ver llorando a Miranda, me desquicia y estoy a punto, de echar abajo todo el recibidor. Esto era sólo una cena, mi ojos miel no tenía porque pasarlo tan mal- Sólo son unas fotos y es pasado, cariño- no me mira, por mucho que agache la cabeza, por mucho que intente agarra su carita, Miranda no me mira y mis adorados ojos miel, están a un paso de llorar y como eso ocurra, mi madre me oye pero a base de bien. - Se os ve genial, juntos. Joder, no es lo que dice es el dolor que veo en mis ojos miel esquivos. ¿Como puedo hacerle entender que esas imágenes son pasado por mucho que se nos vea genial? - Si no hubieses contactado conmigo, ahora Se acabó, no pienso dejarla hablar mas, porque jamas me gustaron los madres mías, ni las lapidaciones. Javier fue mi marido y fue alguien a quien quise mucho. Pero es pasado, mi pasado, ese que ni puedo ni quiero borrar. - Ahora, ¿que mas da lo que pasaría?- me deja cogerle la carita y dios, no hallo mejor forma de consolarla que besándola lentito, por cada trocito de piel que forma su cara- Lo que pasó es que me cite contigo, que encuentro a encuentro me enredaste mas y mas, tanto que un día sin ti, no era día. Tanto que deje de quererle, por el simple motivo, de que tu y solo tu, ocupabas todo. Mi pensamiento, mis sueños, mis deseos, mis anhelos, todo. Te convertiste en mi todo. Y ahora, vas a dejar de llorar. - No lloro. - No claro, tu no lloras, son tus ojos.

- Dani - Ay mi niña, melosa. - Dani, joder. Protesta escondiéndose en mi y me encanta, me la como y lo hago, pero de mi madre no me olvido. - Ve al baño, te limpias las no lagrimas y me esperas a que me despida. Mirala, todo lo borrica que estaba y ahora se va echa un corderillo. Mi corderillo, si es que. - Creí os habíais ido. Mi madre, esa santa mujer, que a veces es de un cerrado y un narcisismo que no hay quien la aguante. Pero, a pesar de todo la entiendo. El cambio ha sido radical. Paso de verme casada y con proyectos de aumentar la familia, a verme de nuevo soltera y presentándole a una mujer como mi pareja. - Ha ido al baño, ahora nos iremos- le contesto de muy mala follá, que a mi morena ojos miel, no se le dan disgustos, así como así. Y por si no le ha quedado claro, me cruzo de brazos, no sin antes, haber recogido todas las fotos. - Es una mujer. - No me digas. - Con sus uñas, sus pechos, su vestido, una mujer Daniela. Mujer, mujer. - Dios mio, la perra que has cogido. Ya te lo dije, ¿que esperabas?- desde luego, a aveces es para perder, la poquita paciencia que tengo con ella. Se sorprende porque es mujer, vamos y vamos. - Como madre es....Daniela que tu nunca habías dado muestras y de repente, divorcio y esto, pues es como para alucinar, y no me dejas. - Te he dejado meses y solo debías comportarte en una cena. Se lo has echo pasar canutas y has tenido suerte de que Miranda, es una señora de los pies a la cabeza, otra en su lugar se hubiese marchado muchísimo antes- hago una pausa para respirar, que el geniazo me esta ganando, que mi morena ojos miel ha estado a punto de llorar y ya no me callo- Por no hablar, de que otra hija no le hubiese importado dejarte como la egoísta que has sido. Solo una cosa te voy a pedir en adelante y es que te grabes esto, es mujer y es mi mujer, así la siento y con ella ni papeles que lo rubriquen me hace falta- vamos ya, el cabreo que al final me han hecho coger. - Ains, que imagen le hemos dado. Que es notaria- me salta mi madre y por la cara que pone, se que esta arrepentida. Que es otra borrica, con lo fácil que es la vida, siendo como yo, una persona calmada y muerta de hambre. - Con notaria y todo - Jajaja- ahora me río, porque mi abuela se une y esto de la notaria ya parece coña con lo serio que es para mi chica. Que por cierto, ¿no piensa salir del baño? - Parece muy formal y educada- mi abuela prosigue, y ya podía haber dicho todo eso antes. Y mi padre llegando hasta nosotras. Pues nada, que me traigan la lasaña aquí, que me ha entrado

hambre de nuevo. Pero no, este llega aun cabreado, si es que, tanto Javi, y así desde que lo conoció, pues normal que mi padre algo de celos sienta. Es así. - ¿Miranda? ¿Que hace?, ¿por que llama a mi Miranda? - Dígame - ¿Te vienes a echar un carajillo? - No que nos vamos- le contesto yo. Vamos que si, después del antojazo de Miranda que he cogido como para dejar que se la lleve al bar y que vuelvan a las tantas, ¿no ves que no? - Si, ya salgo. La madre que la parió. Tanto lloro, tanto pobrecita de mi, ¿y me deja por un carajillo? Si ademas, no le gustan. - Yo hice natillas- dice mi madre y ya no veo mas, que un tazón repleto de ellas. Que lo he pasado muy malamente. Por esta vez, dejare que se vaya con el. - Ains, no tardéis en volver. - Pero le dejas alguna, ¿eh?- me pide mi padre y.... Jejeje, dependerá de lo que tarden en regresar, ¿no?

Jajaja, esta Miranda mía borrachilla es lo más. Mira que se lo advertí, ten cuidado con mi gordo, qui decir, mi señor padre, que es de los de" Una más y nos vamos", y no irse hasta que cierran el bar. Pues nada, ahora es a mi a la que me toca llevarla moña perdida por la calle, casi arrastrado, menos mal que pesa nada, que aquí la gorda soy yo. Ay, que empache he cogido con tanta natillas. Lo que me recuerda, ahora que atravieso la calle y Miranda deja de hacer fotos en negro, que; querida suegra, esto es lo que tiene ser una pobre funcionaria, mi garaje está a tres calles de mi pisito Pin y Pon. - Otra más, ven. Dios!, mi Pon y su obsesión etílica por las fotos. - Miranda cariño, el móvil no tiene flash- es lo poco que puedo decir que me está metiendo la lengua hasta la tráquea. Pero por dios santo. Ay, mi cosita. Ni empachada, oye. Es una cosa única. Tiene un poder en mi libido asombrosa. Me toca gemir, no diré fingiendo sino más bien exagerando- Uhmmmmmm- que estamos en plena calle, son las tres de la manana y ella, en apenas cinco horas tiene que estar en la notaría. Que es notaría jejeje- Uhm....- nuevo gemido y le sujeto la cara echandola un poco para atrás, que hay respirar también. Y cuando lo hago, cuando respiro separada de su boca y la miro, tan cerquita de mi. Se me vuelve a detener la respiración. Adoro sus ojos miel, porque siempre y aún es la oscuridad pude leer en ellos y me dicen tanto- Vida mía, que te quiero yo? - Jejeje, no se- me contesta abrazandose a mi y dios, que increíble sensación es tenerla pegadita a mi, destilando cierta ñoñeria infantil. - Como que no sabes?- le preguntó al oído, mientras recuperó la respiración. Sería tan bonito morir así, a lo Romeo y Julieta, abrazadas y que sea lo que tenga que ser. Hay que ver, las cosas que piensa una empachada a natillas, en mitad de una calle. - Ains- suspira mi chica y es que a veces es tan tonti. Se creerá que no se lo mucho que le han dolido las fotos con Javi y además la entiendo, he visto varias suyas com zorrillas varias y agradable no es. Vamos, que de dos en particular me he aprendido yo muy bien las caras por si me las cruzo por ahí. Ay, pero ahora lo importante es quitarle la tonteria que ha pillado. - Dejaras ya las fotos?- le estoy preguntando pero casi ordenando, eh? Que mandona pues, jejeje un poquito soy. Ay que rico es apretarla, por favor. - Mms. No te harás más fotos si no es conmigo- me dice Miranda, pero, la mandona no era yo? - Aja- a los borrachillos hay que darles la razón. Vamos, me pide una foto mi prima la de Móstoles, a ver por qué no nos la vamos hacer? - Sólo yo te tocó, sólo conmigo vas a hoteles y no hay más Internet. - Claro, claro- le contestó, ganas de discutir no tengo. Si son los celos hablando por ella y

cuatro carajillos. Besazo que le doy de quedarnos pegaitas y oye, se da por satisfecha porque ahora camina sola y sin tambalearse. - Yo, Miranda Álvarez y Casado- se pone hablar delante de mi, andando hacia atrás. Y un momento, porque parece sobria?- Notaría del Ilustre Colegio de Madrid, doy fe de que Doña Daniela Xx xx, se compromete en este acto - Eh... eh...parate ahi, que tu estabas borracha o lo aparentabas... - Jajaja ah?- se ríe y como siempre que me mira como lo hace ahora mismo, me da la vida- A no realizar fotos que ostente nuestras cariñosas más que con la que firma la presente, filiada en folio a parte, así mismo se compromete a no volver a registrarse en ninguna página web de contactos o similar, con igual o diferente nick, y mismo uso. Por parte de esta notaría, se añade en punto aparte, que Doña Daniela Gomez Montalvo xxx, sólo tendrá encuentros amatorios, sexuales y/o íntimos, con una sola persona - Tú- completo su larga parrafada como me lo grita el corazón. A estas alturas, Miranda no camina hacia atrás y yo doy un paso más. El que me permite encontrarme con ella, cuerpo a cuerpo. - Esta humilde notaría, se declara totalmente enamorada de usted, Doña Daniela Gomez Montalvo. - Te quiero- es lo único que mi congoja por semejante declaración me permite decir. - Yo más. Y ahora soy yo, la que la agarró contra mi y le pego un besazo no de quedarme pegadita sino de amarrarme a ella para los restos. - Ay mi chica que es notaría. - Y con notaría jajaja

-Miranda. Que santa paciencia tienes hija, no sé como puedes aguantar a mi nieta, con lo pesada que era y ahora es mucho peor, que todo le consientes y no puede ser. Me dice la abuela, que desde hace ya un tiempo no me deja llamarla por su nombre y muchos menos que le diga señora, menudos cabreos que se pillaba por eso. Así que nada, la abuela me habla mientras me coge del brazo y me da palmaditas en la mano, muy de abuela, vamos. -Jajaja, abuela! Pero es que es tan mona que yo no puedo más que consentirla.- Le digo con una sonrisa que no me cabe en la cara y con los ojos brillantes cuando me encuentro con su mirada desde el otro lado del jardín. -Miranda, toma. -Y llega mi suegro copa en mano- Creo que vas a necesitar esto para resistir, anda que no te queda nada, y como se parezca a su madre, clarito lo llevas. -Cinco meses, cinco meses me quedan y no me cambiaría por nadie en el mundo. -Y las babas se me caen.-Pues hija, yo no quiero decir nada, pero me da a mi que a los cinco no llega, que yo de esas cosas sé. -Me dice la abuela mientras me mira con cara de pena. Y Daniela que ya se ha coscado que me deben estar hablando de ella y no muy bien, viene directa y sin freno. -Qué? Ya me estáis llamando de todo menos bonita? -Dice mi Dani toda irritada, que últimamente parece que es su estado permanente, bueno ese y otro que me tiene hechita polvo, pero ya dicen que sarna con gusto no pica y no soy yo quien va a quejarse por ello. -Bonita, pero si estás más bonita que yo que sé, si ya lo dicen, las embarazadas están radiantes pero lo tuyo cariño, no tiene palabras que le describan. - Le digo mientras le doy un besito y le sobo la pequeña tripita que alberga a nuestro, sí, nuestro bebé. -Anda zalamera, no te creas que con un besito y unas palabritas bonitas me olvido yo de que tienes a toda mi familia de tu parte, como si te maltratara o algo. Creo que se piensan que en casa te doy con el látigo...aunque no de la manera que a mi me gustaría. Ays está mujer me va a matar, porque por la mirada que me está dando estoy segura que está pensando en hacer unas compras por internet y no precisamente de libros. Pero cualquiera le dice nada, y menos ahora con lo guapa que está y con esa tripita que cada día crece más. Ella dice que es el bebé que va a salir grande, y como no pare de tener antojos ya lo creo que va a salir grande la criatura, creo que todavía no ha pensado que luego el bebé tiene que salir de ella, y cuanto más grande más costará sacarlo. Ayyy!...que vamos a ser mamás!

Siesa, es siesa y así morirá la joia. Ni a meses de ser abuela le cambia el carácter. Lo que yo aún no puedo entender es como de semejante mujer, nació mi Miranda. Que no hay color, vamos que no. Pues no me aguanto, que estoy embarazada y estos disgustos no sabemos que consecuencias pueden tener. Ahora que me ha dejado sola la joia, la llamo. Es la otra Mamá, pues algo tiene que hacer que aquí, la que está engordando a lo cochinillo de matanza soy yo. Jejeje, más mona es. Mira que tono de espera se ha puesto. "Ayúdame y te habré ayudado, que hoy he soñado, en otra vida, en otro mundo..." - Pero a tu ladooooo- continúo la canción cuando me descuelga y oírla reír, es pa olvidarse de todito lo malo. - Jajaja, ¿te ha gustado?- me pregunta y por la vocecita que me pone, ya se que esta guasona. Vamos que en nada, me pregunta por el grupo que es. Mala es, si sabe que me sé todas las canciones, pero de cantantes cero. Que mi memoria no les da importancia. ¿Que culpa tengo yo?- ¿De quien es?- no falla, ahí está. - ¿Eh? Pues...es antigua. - Una pequeña pista, otra canción de ese grupo....-me dice y carraspea, ay dios que va a cantar y lo hace fatal. Que mira, que mi Miranda hace pocas cosas mal, pero cantar se lleva la Palma de Oro- Fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto. Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto. Jejejeje esa me la se, si. Y de siempre me ha gustado, pero ni idea de quien la canta. Un tío es, más no me pidas. Pues ahora que se prepare, que no sabré quien la canta. Pero si se, como versionarla. - Fue una tarde aburrida, cansada de lo que era mi vida. Tú reinabas detrás de un nick y eras muy apasionada. - Jajaja, espera que la sigo. Era; Cántame una canción al oído te sirvo y no pagas, sólo canto si tú me demuestras que es verde la luz de tus ojos de gata. Vale. Ahí voy. Llévame a una habitación de hotel y no enciendas la luz, sólo te llevó si me demuestras que tienes ojos de leopar....Dani, estoy en la notaría. - Jajaja ay mis vergüenzas. Yo estoy en plena calle y...y estaba muy cabreada, que bueno no debe ser cariño. Ni bueno ni sano. - Mi madre. - ¿Por qué dice de acompañarme si después son todo quejas? - No quería más zapatos. - ¿Que a mi hijo no le puedo comprar los zapatos que yo quiera? - Con tacón, pudiera ser anticipado, que no digo que lo sea, pero puede serlo. - Y después los colores.

- Que tu, todo rosa y ella neutral. - Y me ha dicho que cuidado con la alimentación. - Que tu no es que comas, es que retienes. - ¡Miranda!- protesto y a lo mejor, sólo a lo mejor, he alzado un pelín la voz y hasta he dado un pequeño taconeo. Pero es que, que se me adelante una vez, bien, vale. ¿Pero tantas? - A ver, Dani. Voz de notaría, ya me ha puesto voz de notaría y acaba de pasar un niño con una palmera de chocolate, que es pa chillarla. A la palmera, digo ejem. - Que rica. ¿Miranda has merendado? - Pe...eh...si sabes que no meriendo. - Muy mal, que el niño o niña, tendrá que hacerlo. ¿Voy a verte? Le estoy preguntando, pero es un hecho. Hace días que no me paso por allí y de vez en cuando, muy de vez cuando, hay que marcar territorio. Antes, paso por la bollería, vamos que si. Y eso hago. Me despido de mi morena ojos miel y a la bollería de la esquina que me voy ahora mismito. Me encanta estar embarazada, la gente es super amable con una embarazada, te sonríen, te preguntan, te ceden asientos y adelantas en las colas. Ays, mejor dejo de pensar que estoy en esa fase que pasó de la alegría al llanto en nadita. Pues no parece que haya cola en la panadería. Repasa Dani, somos dos, algo para sus empleados, mi bebé, pues así calculando por lo bajo y que no me digan exagerada yo creo que con una docena de palmeras iremos bien. Ay que fresquito al entrar y ay dios mío que no me la quito de encima ni con agua caliente. Mi suegra, alias la siesa. - Daniela cielo. Te iba a llamar ahora mismo. Que bien, que no te habías marchado. ¿Bien? ¿Ha dicho bien? Ay cariño mío, no escuchas los pensamientos de Mami respecto a la abuela más siesa del mundo. Pues yo la docena de palmeras me la llevó, vamos que si.

Encuentros, será el embarazo, será el estado de atolondramiento general en que vivo desde que estoy con Miranda, o serán ambas cosas. Pero ahora que subo en el ascensor, direchita a la notaría de mi chica, me doy cuenta que lo nuestro, son encuentros. Lo fueron en un inicio, excitantes y salvajemente pasionales. Aún hoy, me pregunto como pude llegar a sentirla tanto sin haberla visto. Lo que me recuerda, a la primera vez que visite esta notaría, siendo mía la notaria. No voy a engañar, una vez Miranda supo que me estaba divorciando, yo tiré la casa por la ventana. Cuidado! Es sólo una forma de expresarme, porque el divorcio me dejó viviendo en un mini piso y por sus ventanas no puedes tirar ni el aire. ¡Ay! Que feliz, fui en ese pisito. Primero porque deje de sentirme una perra sin derecho a nada, por lo que le había hecho a Javi y segundo, porque después de años de relación con él, volvía a ser independiente. Pase de vivir con mis padres a vivir con Javier. Por lo que, quedarme sola en ese pisito fue todo un descubrimiento en todos los sentidos, pero sobre todo en lo personal. Así descubrí, que Javi era más amor de lo que nunca supe apreciar. Cocino mal, pero mal, mal. Vamos que mi comida es incomible, valga la redundancia. Cuando no está salada, se me queda sosa e igual ocurre con sí está hecho de quemado o crudo. Ay! Pero mi ojos miel, esa si es un amor, pero con lengua suelta. Primera cenita en mi pisito, yo guapa de chillarme. Tres revistas y cuatro foros, fueron mis estilitas. Zapatos letis, o sea, taconazo con plataforma de los de equilibrio. El año que viene pasarán de moda. Hacerme caso, colocarlos al final de vuestro vestidor, porque mas o menos en cinco años volverán. Ains, no puedo evitar los consejos, así soy yo y si, es pa chillarme y quererme. Ya me lo digo yo todo. Vestidito de los que le gustan a mi Miranda. Apretaito y con un buen escote. Escote que cuide y mime al milímetro, que nada podía fallarme esa noche. Mi cabello recogido, porque ahora que no me oye nadie, puedo decir que; que me lo suelten antes de...ejem...me pone muy guerrera. ¡Ains! Te lo recoges con una pinzita, te besan y zas, te sueltan la pinzita y tú super melena cae por los hombros. El impacto de ese gesto, apreciado en unos increíbles ojos color miel, revoluciona mi cosita en microsegundos, si existe esta medida del tiempo jajaja. Ains, Dani...que mal estas. Resumiendo que me lío, yo estaba lista, me faltaba el pisito. Limpita y ordenada soy, soltera, casada y divorciada. Con lo pequeño que era el piso, sobra decir que mucho tiempo no se me iba en ello. Una vez repase que estaba en orden, recordé un libro, o mejor dicho un relato, de una tía muy loker con pseudónimo Gemo. La protagonista era una mujer de estas que son imposibles de no mirar y admirar, de las que pueden hacer perder la cabeza a cualquiera, que se lo pregunten si no, a su víctima la Subinspectora Wilson, ains...me enrollo que pa que. Es igual, el caso es que esta tía cuidaba cada detalle y mira tu, me apeteció ser un poco ella. Cambie las sábanas por unas de seda, llene el salón de velas e incienso afrodisíaco y cuando regrese al dormitorio a colocar otras, mire la cama y la cama me miro a mi. Yo que me fui

poniendo guerrera, la cama que se dejaba y ains...acabe fotografiandome en una posturita, muy pero que muy, hot. Vamos, que hasta yo me puse melosa y empezaba a importarme muy poco, cenar o no. La sabanita, cubría puntos estratégicos y dejaba al aire otros más estratégicos aún. A mi Miranda le encanta y pa que engañarnos, le pone cachondisima mis caderas, pues un poquito de cadera y pelvis se veía. Como la Presidenta, Naa...que les doy vida a los personajes que me gustan. La foto fue un éxito. Y si Miranda suele tardar en salir de la notaría, casi dos horas después de cierre, aquel día, salió antes de cerrar. Jejeje, que hay que saber mantener vivita y con ganas de visitarte a tu hembra. ¡Ains! Cuidado, pensarla como mi hembra, también me pone gatita mala. Pero yo aquella noche quería ser como la Presidenta. Nada de abrirle la puerta y colgarme de su cuello y a tomar por...ejem...la cena. No, yo quería mimarla, encenderla de a poquito y cenar, pues ayudaba a alargar el momento. Abrí la puerta asegurándome una pose muy Monroe...Happy birthaday to you...cualquier cosa me pone cachonda..ains...y mi Miranda y esos ojazos que me dan la vida, se quedó impactaita. Tanto que tuve que ser yo la que la metiera pa,dentro, que ella no reaccionaba. Obvio, al final lo hizo y nos metimos un besazo de película y ni se, como pude frenar su ímpetu. Pero lo logré y hasta nos sentamos a cenar. Que si vinito, que si aperitivos, que si ensaladita y... - Dani - ¿Que? - No que...después de la ensalada, eh...digo yo ¿eh? ¿Hay algo más o? Mi Miranda y su lengua suelta. No, no había algo más. Porque entre ordenar y sobre todo, prepararme cual gatita jajaja, demostré lo pésima cocinera que soy, no preparando primer plato. ¿Pero hacia falta estando yo como estaba? - Chocolate- esa fue mi respuesta en susurro. - Aja...¿Dani a la fondee? Os imaginareis el resto. Que una puede ser muy mala cocinera, pero recursos tiene para aburrir. Y éste, es uno más de nuestros muchos encuentros. Pero, hubo mas.

Encuentros, que se sucedieron y nos llevaron cogiditas de la mano al presente. A este presente, que me hace aminorar mis pasos, en esta la notaría de mi morena ojos miel. La diferencias de nuestros pisos era abismal, por aquellas. El mío pequeñito y estrechito, el suyo grande y amplio. Pero al final, como aquella noche, ganaba el pequeñín y coqueto. Regrese del trabajo, cargadita de mala leche. Mi jefa es una odiosa, buena para nada, que te carga y carga, como si fueses mula y después, las medallitas para ella. Además, no había tenido mi momento de desahogo con Miranda, ella también había tenido una tarde completita. Tardísimo íbamos a salir ambas y yo madrugaba al día siguiente. Obvio, no podríamos vernos hasta el día siguiente. Digamos, que llevábamos un semanita de poco dormir y podíamos aprovechar la pequeña separación para descansar. Suena bien y a niñas responsables, pero una vez aparque mi chiquitín y subía para mi pisito, sentía en el estómago el pellizco típico de...hoy no tendrás a tu morena. Ay, más tonti me ponía y pongo, cuando por algo no la puedo tener, que no me aguanto. Pues, más mala leche tenía. Apenas salude a mi vecina, no estaba yo para escucharla hablar entusiasmada de su último postre conseguido con la Termomix y si tenía muchas, de desvestirme, ducha y tirarme al sofá. Eh...a comer guarrerias, si. Que todo hay que decirlo, ains. Entré, lance el bolso al sofá y un- Auch, coño- me dio la vida. Miranda estaba en mi sofá, encontrármela allí, con mi mantita suave, mi mando de TV, mis clanquetas de casa, mi vaso, mi plato y mis chuches....uff...fue demasiado para mi. - Me he quedado medio dormida- me dijo Miranda, con la voz tomada por el sueño y yo seguía ahí de pie como pava, emocionándome. De pronto, el pronombre posesivo mi, tan usado con mi Miranda, perdió valor. Quería que fuese nuestro sofá, nuestra manta y nuestro mando. Las chuches, jejeje esas siempre serán mías y las chancletas, que ella tiene un número más de pie y me las ensancha. - Miranda- la llame y negaré haberlo hecho como lo hice. Con voz moña total. Porque si me encantó el anterior encuentro y el descubrimiento que me supuso, aprender a cocinar decentemente, este nuevo encuentro, me estaba suponiendo un descubrimiento aún mayor. - Jajaja ven aquí. Si es que eres mu chica- jejeje mi Miranda, que me entiende como nadie. Si me desvestí y lo hice ahí mismo. Y no, esta vez no le hice la barra. Ups, sólo pensar en la barra, en las cositas que estoy aprendiendo hacer en ella y en lo que le gusta a mi Miranda, mi cosita pues...pero no, que yo venía muy irritada, así que, me desnude rapidito y en sólo braguitas, me deje caer junto a ella. Sus brazos rápido me acogieron, su cuerpo caliente, pronto me dio calor, sus besos me hicieron ir olvidando el mal día pasado y cuando me recosté sobre ella y cerré los ojos, un dulce aroma, me atrapó. Es así, como huele mi hogar. Una curiosa mezcla, entre el ambipur, el perfume de Miranda, el mío, y el de nuestra ropa. - Ya pensé que no te veía- emocionada en ese momento por ese aroma, hable sin abrir los ojos y me pegue aún más a ella. En otro momento menos intenso, Miranda hubiese protestado, tipo-

Gordiiiii- jejeje pero ahora no lo hizo, sólo suspiro y me beso en la cabeza. - Uhm- y fue muy clarividente. Vamos que si. - ¿Uhm? - Pues que....yo necesito más, Dani. Pero entiendo que tu estas reencontrándote, viviendo independiente como nunca antes lo has hecho y me parece un poco egoísta, que por querer tenerte todo el día pegadita a mi, prescindas de todo eso. Me dijo, ahora si mega clarividente. Porque mi Miranda es más de dar fe que de hablar, pero madre mía, cuando lo hace, es imposible no mirarla con los ojitos bien rojos y emocionados. Ay, como pedí y ordene que mis ojos la mirasen como nunca y por cómo ella, respondía a mi mirada, creo que si lo hicieron. - Me estás diciendo que...que...que....ay cariño - Jajaja ¿que? Y facilito es, cuando quieres como nos queremos, dejar de tartamudear, para comerte a besos, mientras mil planes de convivencia, se empiezan a tejer. - Dani, ains...¿dime que algunos de esos dulces son para mi?- una de las administrativas que trabajan con mi chica, me saca de mis pensamientos y me recuerda, que llevó doce palmeras de chocolate que esperan, ser comidas. - ¿Miranda? - Reunida, ven a mi despacho y tomamos un café. Bueno, te para ti. Jajaja y me da risa, y Mari se ríe extrañada al no poder entenderme y es que, esto no es un dejavu...es algo más, o mejor dicho, es otro encuentro.

Pues nada, palmeritas deseando ser comidas y un jaleo aquí, de mil pares. Ocupadísimos todos y Miranda, solo ha podido salir a darme un besito, ains. No me queda mas, que esperar que se vayan desocupando en la sala de espera vip. Una sala aparte que tiene mi chica para la....jejeje, ay dios, que esto me recuerda a otro de nuestros encuentros. Fue al poco de irnos a vivir a su piso, aquello estuvo rebien. Fue muy divertido, ubicar mis cosas entre las suyas y la verdad es que, se me pone sonrisa boba en la cara, que no se me quita ni así me robasen las palmeritas. Al poco, que se yo, llevaríamos apenas unos meses viviendo juntas, me mandaron a Sevilla a un curso. Ya ves tu, ningunas ganas tuve y mira que al final lo pase genial, conocí gente y tal, buenas tapas, mucha calor, terracitas, buena gente, pero a mi me faltaba algo, mi morena ojos miel. En cuanto pude me escape de Sevilla para Madrid en AVE y con las prisas, el ansia y las ganas locas por mi Miranda, me olvide de avisarla. Por aquellas, me estaba releyendo Desvíos, y esa mujeraza, me provoco las ganas de provocar, valga la redundancia. Sin pensarlo, abrí sesión en mi cuenta de correo y me basto, recordar mi ultima noche hot con mi Miranda, para que mis dedos volasen escribiendo: Cuando te veo avanzar hacia mi, llegar a donde te quiero tener, en mis brazos, cuando veo esa sonrisa tuya, esa que ya se dibuja en mi cara, porque nadie mejor que tú sabe ponérmela, como ahora y a medida que tus pasos avanzan ''provocas mis ganas de ti'' Porque hoy no hay nada que desee mas, que tu, que a tu cuerpo temblando junto al mío, que tu boca en la mía y tus manos arañando mi piel. Hoy quiero ser esa mujer que tanto me gusta ser para ti, despiertas siempre mis ganas al igual que las provocas. Pueden pasar miles de cosas, pero ese deseo que tengo, sale de una forma que ya no se aguanta más. Hoy te quiero dentro de mí. Hoy tengo ganas de ti, muchas. Llegas a mí y dejo de pensar, porque ya llego quien me nubla los sentíos, la que me los roba, mi ladrona y mi Dueña. Y quiero hablar pero tú no me dejas, y me besas y me dejas sin aliento. Enredas tu boca a la mía y Sigo queriendo hablar y sigues sin dejarme. Son días sin mí y me quieres toda y son días sin ti y me doy toda. Lo quieres y te lo doy, todo. Se que me falta el aire, pero me da igual, sin el me quedo si es necesario, si con eso no sales de donde quiero tenerte, en mi boca. Y a la vez quiero hablarte, quiero que lo sepas, que te lo grabes, que lo sientas. Hago un esfuerzo y sale de esa boca que solo por segundos dejas libre - Que ganitas tenia de ti, que ganitas. Y eso hace que de nuevo tengas mi boca en la tuya, que la muerdas, que tu lengua quiera llenarme y que lo hagas. Noto como mi sangre se calienta, como hiervo ya y noto tu piel lo mismo, noto como y sin pedírmelo tiras de mi, me arrastras hacia donde se nuestra locura no tendrá limites, donde no pondré barreras, donde tu tampoco las pondrías. Me arrastras contigo hacia esa pared y rompes mi ropa. Tienes prisa, como la tengo yo. Verdaderas ansias por tenerme. Pero no me dejas en esa pared y no se como lo has hecho, pero ese sofá esta ahí. Arrastras mi cuerpo que ya sin voluntad ninguna te sigue sin querer perder ni un minuto más. Te sientas en el y haces que yo lo haga en tus piernas. Tú aún estas vestida, al caer en ti, con tus manos abres mis piernas...Uhm...si lo haces y yo, yo quiero escucharlo, realmente lo deseo, quiero que me ordenes que me lo digas, hazlo.

- ¡Ábrete! ¡Ábrete para mi¡ Me ordenas y lo hago, me abro y al hacerlo, ya eres dueña absoluta de mi voluntad. Lo lees en mis ojos, están llenos de fuego, de esa locura que dan las ganas tanto tiempo retenidas. Y me miras, no dejas de mirarme y se porque, quieres dominar mi mente como quieres dominar mi cuerpo y yo sigo queriendo que me deseas más mucho más. Te lo quitas, te quitas ese cinturón y no se tus reales intenciones, solo se que perdida en tu mirada, llegas de nuevo a mi boca, la asaltas como a mis ganas y después desciendes, caminito a mi pecho. El mismo que te espera endureciéndose. Mientras me besas y tu boca chupa sin piedad mis tetas, coges mis manos y las llevas tras mi espalda. Allí las juntas y atas, me empujas hacia delante y aprietas más mis manos, como tu boca aprieta mi pezón que esta entre tus dientes. Quiero no seguir poniéndotelo fácil, quiero sacarte ya la camisa con mi boca, quiero que te desnudes o que me sueltes para hacerlo yo. Pero no me dejas, ni me sueltas. Uh…tu boca deja de colmar mis pechos para descender y ni se como no caigo, no lo se, pero continuo anclada a ti, a ti y a tus ganas. Excitada como estoy, te suplico. - Esta mojadísimo, te espera caliente, deseoso de que lamiendo de el, saques hasta la última gota de esencia con sabor siempre a esa hembra que soy para ti. Y lo haces, me bebes teniéndome a tu entera merced y sin resistencia. Lo único que hay es deseo de que no te vayas de entré mis piernas. - Uhm- mis gemidos gozan de libertad e inundan el salón, bajas tu mano que después de arañar mi piel, sigue el camino que ya marcara tu boca. Lo quieres todo, lo quiero todo y nos lo daremos todo. Pero tu lengua y tus lamidas, me nublan y si me nublan, vuelvo a suplicarLléname, por favor lléname. Dios, de solo recordarlo, el mero hecho de recordar aquel correo, me pongo malisima y estoy en la notaría y deseo, como no, a mi morena ojos miel, y una idea se me cuela en la cabeza y miro la sala, y consulto la hora y que carajo, estoy embarazada y mi mayor antojo, no son las palmeritas, es aquella que me da la misma vida, mi Miranda. Mi idea, reafirmada con que mañana, sera uno de nuestros aniversarios, porque tenemos varios, da para otro encuentro.

"Tranquilamente vienes por detrás, abrazándome con fuerza. No sé qué hacer, no te pido más, que no me rompas mucho la cabeza...". Lo bueno de conocerte en la oscuridad, es que aprendes hablar con la mirada. Nada podíamos saber de nosotras, ni siquiera vernos. Eso hizo que aprendiésemos un especial lenguaje, una forma más allá de la usual para cualquiera. Hay días, que sin haberla escuchado llegar a casa, estoy en el salón, en la cocina o donde sea, y la presiento. Presiento a mi morena ojos miel y al poco, sus brazos me rodean. Seguro fue algo desarrollado en aquellos encuentros, donde éramos dos cuerpos invisibles que cubrían dos almas predestinadas a encontrarse. ¡Ay Dios!, me puse toda cursi. Pero me ocurre cuando, como ahora, me emociono hasta las trancas. Sigo en la sala vip de espera y bajito se escucha nuestra canción; "Dejo la puerta abierta por si quieres pasar. Ay, no me digas que no entras. Aquí me tienes nadie me va a parar, mírame y tócame, estoy dispuesta...". Nos comimos las palmeritas, vale yo repetí, privilegios del embarazo, después el personal de la notaría con mi notaria a la cabeza, se fueron a cerrar sus cosillas y menos ella, todos para casa. Con mi gran idea retumbando en mi cabeza, fue verla mirarme mientras apagaba su ordenador y terminar por decidirme. Me encerré en esta sala, baje las persianas, me asegure que muestra canción sonase una y otra vez, y así, a oscuras, me quedé quieta, esperándola. Como aquellas veces, tal cual nos conocimos y tal cual, le entregue mi vida. Y así estoy. El corazón me va a mil, estoy llorando y me da igual, porque escuchar sus pasos hacia mi, me hacen llorar y reír a la vez, porque deseo que llegue y deseo que siempre, lo haga. La puerta se abre y cierro los ojos, deseando sentirla con todo mi ser. Vanessa, nos sigue cantando; "Será lo que tenga que ser si aún nos late la piel y soltamos las riendas. Seguimos queriendo, queriendo jugar y al final nuestra ropa quedó..." Pero dejo de escucharla, porque Miranda está a solo un paso de mi. - Eh....yo.....yo- me dice Miranda, usando las mismas palabras y empleando el mismo tartamudeo nervioso, que usase la primera vez que nos encontramos y yo, yo no puedo mas que intentar calmar el llanto enormemente feliz que se apodera de mí e interrumpirla como aquella vez. - No digas nada, solo ven y besame- le digo y tengo que soltar el aire que se acumula en mis pulmones por la boca o acabare explotando. Como aquella vez, espero que llegue hasta mi y el temblor que recorre todo mi cuerpo, al igual que el escalofrío que me sacude enterita, se repite, pero esta vez no es, por dar un salto al vacío y besar una boca que no conozco de nada. Esta vez es, porque hasta mi llega Miranda, mi morena ojos miel. Quien continua usando las mismas palabras empleadas aquella vez y el llanto emocionado hasta las trancas va cesando y dejando hueco para el deseo. Su sola voz, en esta propiciada oscuridad, me pondrá siempre muy caliente. - Nunca hice esto. - Yo tampoco y también estoy de los nervios, ¿me besas? - Jajaja, no me preguntaste que si te besaba, lo hiciste sin mas, Dani. - Ya, pero es que aquella vez no sabia como de loca me iban a volver tus besos y ahora si, Miranda.

Ambas recalcamos nuestros nombres, como nota diferente y dios, mis ojos miel empiezan a mirarme en esa otra forma, caliente, caliente, que la mesa, empiezo a verla yo con otros ojos. - Uhm- gimo al aire, encendidita, que para mi Miranda, soy como el Correcaminos, igualita de rápida. Y me lanzo a por su boca, sedienta y dispuesta a bebérmela. - Dani Y ella gime mi nombre y ya no hay vuelta atrás, si oírla hablar a oscuras me pone, oírla gemir mi nombre es brutal. Vanessa continuará cantando nuestra canción y ahora, arrastrándola con un beso hasta la mesa, estoy segurisima, que nuestra ropa acabara como ella canta, desordenada. - ¡Ay mi notaria! Como me pones, por dios. - Jajaja y con notaría, ¿eh? ¡Ays!, ojala los encuentros con mi morena ojos miel, se sigan dando toda la vida. - Dios, que buenísima estas, Dani y como me gustas. - Ejem...desordenadaaaaaaa

Fin

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