En Noviembre de 1985 Opantonio

May 24, 2018 | Author: moyaruro | Category: Politics Of Colombia, Colombia, Politics, Government, Politics (General)
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El Coronel Plazas Vega y la Operación Antonio Nariño: Una deuda con la Historia

En noviembre de 1985, Colombia estaba pendiente de noticias como la necropsia de dos soldados bachilleres fallecidos durante un entrenamiento en la base de Melgar, y la solicitud en extradición de los autores del fraude electrónico (robo) por 13,5 millones al Chase Manhattan Bank, uno de los cuales era hijo del notable periodista tolimense Jaime Soto Crespo, fundador y director por muchos años del programa Contrapunto, que se transmitió, tran smitió, con gran éxito, por radio y televisión. Pero en los círculos del poder político y la gran prensa bogotana existía una preocupación mayor. Se trataba del proceso de paz con el M-19, tan cuestionado por conservadores y liberales que el ministro de gobierno del presidente Belisario Betancur, Jaime Castro, tuvo que admitir ante el Congreso de la República que la guerrilla tenía una estrategia calculada para dilatar la negociación y sacar ventaja de esta. El partido liberal se negó a hacer parte de la comisión de paz, y el editorial de El Tiempo del 1º de noviembre contrastó el proceso de paz peruano entre Alan García y la guerrilla de Sendero Luminoso, con el proceso de paz de Belisario Betancur y el M-19. Según El Tiempo, mientras Alan García había logrado en 90 días prácticamente la rendición de “Sendero”, Colombia llevaba 3 años arrodillada frente a los grupos subversivos M-19, EPL y Auto Defensa Obrera (ADO). Mientras Alan García había logrado la rendición de la guerrilla sin ninguna condición diferente a la excarcelación de 200 “senderistas”, Belisario Betancur

había ofrecido amnistía, indulto y entrevista directa con la guerrilla, sin ni siquiera hablar de entrega de armas. Continuaba el editorial sus lamentaciones con la denuncia de que la comisión de paz había terminado mediando para la liberación de tres misioneros norteamericanos secuestrados por las FARC. Y concluía que con esa mediación se le estaba dando vía libre al desconocimiento de la soberanía del Estado en el territorio dominado por los subversivos. Según el editorial, el comisionado Alberto Rojas Puyo, a quien denominó “su excelencia”, actuaba como jefe de Estado al proponer una comisión de rescate de

los misioneros. El feroz ataque del diario capitalino a la legitimidad del gobierno de Betancur, entonces, giraba sobre el peligro de que se estuviera imponiendo la

tesis de la extraterritorialidad, o territorio libre dentro del país, que siempre había pretendido la guerrilla comunista. La posición final del editorial fue que el abuso de la democracia y la anarquía informativa habían dado lugar a un proceso de paz cada vez con más obstáculos, y cada vez menos comprendido por la opinión. Los tres misioneros norteamericanos de la secta Nuevas Tribus fueron liberados el 5 de noviembre y la carrera presidencial entre el candidato liberal, Virgilio Barco, y el candidato conservador, Álvaro Gómez Hurtado, continuaba con total normalidad. El mismo día 5 la prensa difundía las imágenes y comentarios del encuentro del presidente Betancur y la Fuerzas Militares, mediante el cual el Gobierno manifestaba su pleno respaldo a esta institución tras el atentado contra el comandante del Ejército, general Rafael Samudio Molina. El 6 de noviembre la normalidad parecía reinar en el país, pero a las 11:30 am se desataron los demonios de la guerra y la política en la Plaza de Bolívar de Bogotá. El Estado Mayor de la compañía Iván Marino Ospina del Movimiento 19 de abril, M-19, había tomado a sangre y fuego el Palacio de Justicia. Era la ejecución de la “Operación Antonio Nariño por los derechos del hombre”,

según la denominó el grupo guerrillero. El comunicado del grupo subversivo anunciaba que su objetivo era someter al gobierno a un juicio político desde la Corte Suprema de Justicia. “Estamos aquí como expresión de patria y de mayorías para convocar a un juicio público contra el gobierno del presidente Belisario Betancur. Lo acusamos de traición a la voluntad nacional de forjar la paz por el camino de la participación ciudadana y la negociación, al que se comprometiera mediante el acuerdo de cese del fuego y Diálogo Nacional, el 24 de agosto de 1.984. Por tanto, estamos convocando al pueblo, a la nación entera, como fuente del poder jurisdiccional, a constituirse como tribunal supremo que habrá de enjuiciar la traición a los anhelos de paz y concordia nacional de las mayorías en Colombia”.

Es la cita textual del comunicado, que matizaba el radicalismo de sus intenciones con la siguiente afirmación:

“(…) para lograr la paz se necesita un nuevo gobierno. Un gobierno –entiéndase – que no es un nuevo tipo de Estado; que no es una nueva forma de Estado; que no demanda una nueva Constitución, independientemente a que objetemos algunas disposiciones que no se corresponden con el desarrollo de las fuerzas económicas, sociales y políticas en el país desde que se consagró hace un siglo el texto de Núñez”.

La respuesta del Estado fue inmediata. A las 12:40 pm llegan los tanques de la Escuela de Caballería a la Plaza de Bolívar. El comandante de esa unidad táctica del Ejército era el Coronel Luis Alfonso Plazas Vega. La cadena de mando ante la cual respondía este oficial estaba formada por el Presidente de la República, Ministro de Defensa Nacional (General Miguel Vega Uribe), Comandante General de la Fuerzas Militares (General Augusto Moreno Guerrero), Jefe del Estado Mayor Conjunto (General Manuel Guerrero Paz), Comandante del Ejército (General Rafael Samudio Molina), Comandante de la Brigada XIII (General Jesús Armando Arias Cabrales). Por otra parte, de acuerdo con la cronología de los hechos publicada por El Tiempo el 8 de noviembre, la decisión de ofensiva final la tomaron los tres comandantes del operativo, generales Jesús Armando Arias Cabrales (Ejército) y Luis Vargas Villegas (Policía Bogotá), y Coronel Plazas Vega. Esa decisión tuvo el visto bueno de los jefes de las Fuerzas Militares y del Presidente de la República. El editorial de El Tiempo, del 8 de noviembre expresó apoyo total a las decisiones del presidente Betancur, pues el gobierno no podía negociar lo que no era negociable. Y, en un giro notorio de opinión, declaró su esperanza de que el proceso de paz retomara su rumbo y continuara a partir del nuevo estado de cosas. La edición del Tiempo de ese día también se tomo su espacio para anunciar la muerte de Vera Grabe, militante muy importante del M-19, durante la operación, que resultó ser una información falsa. Tampoco era cierta la muerte de Rafael  Arteaga Giraldo, autor del robo de armas del Cantón Norte durante el gobierno de Turbay Ayala, que era una de las razones de la persecución feroz del Ejército al M-19. Con este panorama de reconciliación de la prensa y el Gobierno, cumplida la operación de recuperación del Palacio de Justicia y reconocida la tragedia de la decapitación del poder judicial colombiano durante la misma, apareció en la

página 11-A de la misma edición del 8 de noviembre de El Tiempo la transcripción de unas declaraciones del coronel Plazas Vega a la cadena radial RCN, en las cuales afirma lo siguiente: 1_ Fue el mayor operativo del mundo contra la guerrilla urbana 2_ Estuvo 25 horas combatiendo en la Plaza de Bolívar 3_ Estuvo en todos los pisos, sótano y terraza del Palacio 4_ El último reducto de guerrilleros estaba en los sótanos 5_ No puede confirmar ejecuciones de rehenes por la guerrilla 6_ Los guerrilleros se negaron en todo momento a dialogar con la Fuerza Pública 7_ Esto es lo más grave que le ha podido suceder al país, que debe tener en cuenta que el gobierno, cualquiera que sea su color, y las Fuerzas Armadas, están para defender las instituciones democráticas por encima de cualquier cosa. Declaraciones que son la ratificación de lo manifestado por el Coronel Plazas Vega frente a las cámaras de televisión durante la noche del 6 de noviembre, cuando un reportero le pregunta por la decisión que han tomado las Fuerzas Militares para enfrentar la situación. Se trata de la frase que lo hizo famoso entre los colombianos: “Mantener la democracia, maestro”. El Coronel Plazas explica a continuación su expresión diciendo que “aquí no van ellos a asustarnos, ni a atentar contra ninguna de las ramas del poder público. Esto es un atentado contra la rama judicial, y hay que dejar muy claro que el Ejército está en condiciones de mantener todas las ramas del poder público funcionando, porque esto es una democracia y para eso estamos. Para hacerla respetar ”. Enseguida, un reportero le informa que el Presidente de la Corte Suprema, rehén del M-19, ha pedido cese al fuego, y el coronel da la respuesta que ha sido aprovechada por sus enemigos políticos en la actualidad para atacarlo cada vez que tienen ocasión, incluso durante y después del juicio que lo condenó por la desaparición forzada de 11 personas durante los hechos del Palacio. Su respuesta fue “Si a mí me disparan, yo contesto al fuego. Yo entré con mis carros, me recibieron a fuego, disparé. No sé ¿Qué haría usted? ”.

El Coronel Plazas Vega asumió el cargo de Director Nacional de Estupefacientes, como parte de los primeros nombramientos del gobierno de Uribe Vélez. Renunció al cargo el 9 de noviembre de 2004, tras un debate de responsabilidad en el Congreso de la República por el manejo de los bienes incautados a los narcotraficantes. Plazas Vega se presentó como aspirante al Congreso de la República en 1994 y 2006. Su segunda campaña política tuvo como telón de fondo la reapertura del caso de su participación en la desaparición de 11 personas en los hechos del Palacio de Justicia. En ese proceso penal fue condenado a 30 años de prisión. La Fiscalía lo presentó como bastión fundamental de la operación, y como interviniente directo e inmediato en el manejo de la situación de los rehenes liberados del Palacio de Justicia y transitoriamente confinados en la Casa Museo del Florero. También lo responsabilizó por su calidad de Comandante de la Escuela de Caballería, a la cual fueron conducidos, a juzgar por las pruebas recaudadas, buena parte de las personas rescatadas del Palacio y posteriormente desaparecidas. Expertos en el caso y periodistas investigadores del tema han cuestionado la validez de las pruebas y testigos que sirvieron a la justicia para condenarlo. Ese es un capítulo de la Historia nacional que no se ha cerrado; porque Plazas Vega no actuó solo, por su cuenta y riesgo. La pregunta que queda sin respuesta en esta investigación es ¿Porqué los responsables políticos de la retoma del Palacio no han sido juzgados? Esa pregunta lleva a otras: ¿Por qué los mandos militares que presionaban al gobierno para terminar con el proceso de paz y aplastar al M-19 en sus campamentos no han sido juzgados como responsables de la retoma del Palacio? ¿Por qué no se toman en cuenta los cuestionamientos procesales a la condena del Coronel Plazas Vega? Estas preguntas provienen del planteamiento de la Comisión de la verdad sobre el Palacio de Justicia, según la cual la “hipótesis de la ratonera”   es una de las explicaciones más probables de la actuación de las Fuerzas Armadas en los hechos; y el veloz arribo de los tanques a la Plaza de Bolívar es uno de los indicios que la comprobarían. Es decir, los altos mandos militares habrían preparado una respuesta de sangre y fuego para decapitar al M-19 dentro del Palacio, porque sabían que la toma iba a

ocurrir en la fecha y hora en que ocurrió. Por eso habría sido retirada la protección de la policía del edificio. Se trataba de facilitar la toma del M-19, para después cerrar la trampa y aniquilarlos al costo que fuera. El Coronel Plazas debe tener la oportunidad de expresar su visión sobre ese tema, para que tenga lugar el esclarecimiento de la verdad que el país necesita conocer.

DOCUMENTOS 1_ Que cese el fuego, Comisión de la verdad Palacio de Justicia. Informe final de la comisión de la verdad sobre los hechos del palacio de justicia 2_Video declaraciones del Coronel Plazas Vega en la Plaza de Bolivar (6 de noviembre) http://www.youtube.com/watch?v=RXqIdy56LlU&feature=related 3_ Ediciones de El Tiempo, del 1º al 8 de noviembre de 1985 4_Documento “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”

http://www.cedema.org/ver.php?id=408 5_ El caso de Plazas Vega en blanco y negro. http://www.lasillavacia.com/historia/4433 6_ El testigo estrella contra Plazas Vega: un chiste.. http://www.periodismosinfronteras.com/el-testigo-estrella-contra-plazas-vega-un-chiste.html 7_ Resumen de la resolución de acusación contra Plazas Vega 8_ Declaración del testigo Edgar Villareal (Cédula ciudadanía 13452278) a la Unidad Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, despacho cuarto. Fiscal Angela María Buitrago. 1º agosto 2007 9_ Entrevista de Darío Arizmendi (Caracol Radio) al Coronel Plazas Vega, 31 octubre 2007 http://www.palaciodejusticia.org/index.php?option=com_content&view=article&id=51%3Ada rio-arizmendi-entrevista-al-coronel-plazas-vega&catid=29&Itemid=1

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