Eldredge, Jhon - Amor y Guerra

August 2, 2018 | Author: MI PLENITUD TIENDA | Category: Wedding, Love, Marriage, Fairy Tales, God
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John y St Stasi asi

ELDREDGE

 Autores de de los éxitos de librería librería Salvaje Salvaje de corazón corazón y Cautivante  Cautivante 

Amor Y  

Guerra Busca el camino hacia algo hermoso en tu matrimonio

También por John EldrEdgE Camine con Dios: Encuentre una intimidad conversacional con  Dioss  Dio  La tr travesía avesía del cor corazón azón salvaje: salvaje: Un Un mapa m apa para la jornada jorna da masculina Cautivante: Cautiv ante: Revelemos Revele mos el misterio del d el alma de d e una mujer muje r (con (con Stasi Eldredge) Majestuoso: La historia que Dios nos cuenta y el papel que le toca ejercer a usted  El despertar de los muertos: La gloria de un corazón que vive a  plenitud   pleni tud   Salvaje  Sal vaje de corazón: corazón: Descubr Descubramos amos el secreto del alma masculina masculina El sagrado romance: Cómo estar más cerca del corazón de Dios (con Brent Curtis)  Admirable  Admir able foraji forajido: do: Experimente la alegre, problemática y extraextravagante personalidad de Jesús

John y St Stasi asi

ELDREDGE

 Am  A mor Y  

Guerra Busca el camino hacia algo hermoso en tu matrimonio

Puio po Uii Mimi, FL 33172 Deeos eseos © 2012 Eioi Uii (Spis sio) Pime eiió 2012 © 2009 po Jo Eege y Ssi Eege Oigimee puio e igés o e íuo: Love and War  po Jo Eege y Ssi Eege . Puio po WaterBrook Multnomah, u seo e Te Crown Publishing Group, u iisió e Rom House, I., 12265 Oe Boue, Suie 200, Cooo Spigs, CO 80921 USA  Puio e espño o pemiso e Doubleday Religion, u seo e Te Crown Publishing Group, u iisió e Rom House, I., New Yok. Yok. (Tis sio puise y geme wi Doubleday Religion,  impi of Te Crown Publishing Group,  iisio of Rom House, I.

Published in association with Yates & Yates, www.yates2.com.) Reseos oos os eeos. Nigu poió i pe e es o se puee epoui, epoui, i gu e u sisem e memieo e ifomió, i smii e igu fom po  igú meio (eeóio, meáio, e fooopis, gió, e.) si e pemiso peio e os eioes, exepo e e so e ees is oeis e íuos impoes o eseñs. uió: Alejandro Las  Eiió: Nancy Pineda  Diseño e  uie: Kelly L. Howar Howard  d  Richardson/Corbis  Foogfí e  uie: Jim Richardson/Corbis   A meos que se iique o oio, s is íis se omo e  S Bii, Bii, Nueva  Versión Internacional . © 1999 po  Soie Bíi Ieio. E exo íio iio o «ntv»  sio omo e   Santa Biblia , Nue ui uió ó Viiee, © ye House Fouio 2008, 2009, 2010. Uso o pemiso e ye House Puises, I., 351 Exeuie D., Co Sem, IL 60188, Esos Uios e  Améi. oos oos os eeos eseos. Ls is íis señs o lbla se omo e  S Bii, La Biblia de Las Américas . © 1986 po Te Lokm Fouio. Ls is íis señs o dhh se omo e Dios Habla Hoy ,  Bii e Vesió Popu po  Soie Bíi Amei, Nue Yok. exo © Soiees Bíis Uis 1966, 1970, 1979. Ls is íis señs o nblh se omo e  S Bii, Nueva Biblia  Latinoamericana de Hoy . © 2005 po Te Lokm Fouio. E exo íio seño o rvc  sio omo e  Vesió Rei Ve Ve Coempoáe™ © Soiees Bíis Uis, 2009, 2011. Aigu esió e Csiooo e Rei (1569), eis po Cipio e Ve (1602). Os eisioes: 1862, 1909, 1960 y 1995. Uiiz  o pemiso Pouo 495784 ISBN 0-7899-1981-8 ISBN 978-0-7899-198 978-0-7899-1981-6 1-6 Impeso e Coomi 

Printed in Colombia  Cegoí: Vi isi /Reioes /Amo y mimoio

Category: Christian Living /Relationships /Love & Marriage 

 Para Sam,  Para Sam, Blaine y Luke.. Luke.... ¡y ¡y sus futuras futuras esposas!  Porque  P orque les amamos más má s de lo que podemos pode mos expresar. Y tenemos una fuerte corazonada de que un día cada uno de ustedes se casará.  Así que esto es para para ustedes y la mujer a la que comprometerán comp rometerán su vida. Que tengan un amor eterno.

CONTENIDO

Reconocimientos

ix

Introducción Introduc ción:: Se puede lograr

1

1 Record Recordemos emos lo que queramos

7

2 Amor y guerra

21

3 Una tormen tormenta ta perfecta

37

4 El mayor regalo que puedes dar

53

5 Más que simp simples les compañe compañeros ros de dormito dormitorio rio

68

6 Cómo tener una pelea buena de verdad

83

7 Una aventur aventuraa en común

101

8 Espalda con contra tra espalda con las espadas desenvainadas 118 9 Las zorras pequeñas

133

10 Cuando las tormen tormentas tas se calma calmann

148

11 El captulo sobre la relación sex sexua uall

165

12 Aprendamos a ama amarr

182

Eplogo

199

Apéndice: Oraciones

200

vii

RECONOCIMIENTOS

Son muchos los merecedores de nuestro agradecimient agradecim iento, o, demasiados para p ara mencionarlos aqu. Hemos aprendido muchsimo de amigos, familiares, pastores, autores y maestros. Hemos sido testigos de muchos matrimonios y hemos tomado cuidadosas notas. Varios de ustedes han desempeñado un papel al ayudarnos a rescatar nuestro matrimonio. A todos ustedes, del pasado y del presente, que han vertido en nuestras vidas, les damos las gracias. No obstante, seramos negligentes negligentes si no menci mencionamos onamos a algunos por su nombre. Craig y Lori, su compromiso en hacer crecer su amor mutuo es fuente de inspiración. Gracias por invitarnos como recién casados a su grupo de matrimonios. Gracias por vivir y amar tan bien.. Gracias bien Gracia s a nuestro editor, editor, Ken Petersen, Petersen, y a nuestros nuevos amigos am igos de Random House. Curtis y Sealy, gracias por su increble trabajo, su fiel amistad y su constant constantee apoyo. Y al Rey de reyes, nuestro Señor Jesucristo, quien es nuestra vida, nuestro respirar, respirar, nuestro amor más má s verdadero, que puedas ser complacido complacido y bendecido, y que puedas usar este pequeño libro para tu gloria.

ix

INTRODUCCIÓN

 Se puede lograr  lograr  S

«Amados mos, nos hemos reunido hoy aqu en la presencia de

Dios para ser testigos de la unión de este hombre y esta mujer en santo matrimonio. En la creación, Dios estableció el vnculo y el pacto del matrimonio, y nuestro Señor Jesucristo adornó este modo de vida con su presencia y su primer milagro en una boda en Caná de Galilea...». Y as comie comienza nza la cere ceremonia. monia. Es un ritual antiguo como como el tiempo y joven como como los corazones del hombre y la mujer parados delante de nosotros. (Esas novias y esos novios parecen más má s jóvenes cada año). año). John John es el que oficia of icia la boda. La novia y el novio son amigos queridos. queridos. Están enamorados. Nosotros, sus familiares famil iares y amigos, estamos aqu para apoyarlos y celebrar con ellos, todos vestidos con la mejor ropa dominguera. dominguera. La iglesia brilla con la luz de las velas; las flores están muy bonitas. El novio se ve aterrado pero feliz; la novia está nerviosa y radiante. De pronto, me pregunto: ¿Me senté en el lado adecuado? ¿El lado de la novia era el izquierdo y el del novio el derecho? ¿O era al revés? Las damas de honor están deslumbrantes. Cielos. ¡No ¡No volverán a usar esos e sos vestidos nunca nun ca más! má s!  John  Jo hn con continúa: tinúa: «D «Dios ios plane planeóó la unión del esposo y la esposa en cora cora-zón para su gozo mutuo...». Se ve muy guapo guap o de traje y corbata. Recuerdo cómo cómo se vea el da d a de nuestra boda con aquel fabuloso esmoquin de faldón. Espero que me invite  a bailar en la recepción. «Por tanto, el matrimonio no es algo que se debe tomar de forma precipitada precip itada ni a la ligera, sino con reverencia, reverencia, de manera consciente consciente y de acuerdo a los propósitos para los que lo instituyó Dios». La liturgia nos empieza a acomodar. La iglesia se aquieta, las toses disminuyen, la gente está prestando atención. 1

AMOR Y GUERRA

«¿Quién entrega a esta mujer para casarse con este hombre?» Sin importar a cuántas bodas asista, hay algo inexplicablemente conmovedor en todo esto: la ceremonia, la toma de los votos, la gran nube de testigos, testigos, se sien siente te algo de este extraordinario ex traordinario acto, ac to, ¿cómo ¿cómo podra describirlo? Mtico. «Daniel y Megan, están a punto de entregarse el uno al otro, lanzar al viento las precauciones, abandonar la independencia, el aislamiento y todo lo demás. Se prometerán amor eterno. Antes de que lo hagan, debemos llamar a todo esto por su nombre: una perfecta locura». Eso captó la atenc atención ión de la audienc audiencia. ia. «Como una aspiración, es hermoso. Como una realidad, es extraño. Todos quieren amor; a mor; todos buscan amor amor.. Parece que pocos encuentran lo que están buscando; menos aun parecen ser capaces de sostenerlo. ¿Por qué ustedes vendran a la iglesia a entregarse entregarse de manera pública a algo tan riesgoso, tan lleno de peligros y tan escandaloso? “El corazón tiene razones”, confesó Pascal, “que la razón no conoce”. En el profundo manantial de nuestro corazón hay un deseo de intimidad, belleza y aventura. Y sin importar lo que digan, lo buscamos todos los das de nuestra vida. »Amigos, sé lo que están pensando. Al contemplar esto, hay algo en sus corazones que dice: “Bueno, tal vez. Quizá esta vez. A lo mejor esta pareja”. En cambio, qué pasara si... si Daniel y Megan, en su frágil humanidad, ahora mismo nos estuvieran mostrando una imagen, una metáfora de algo que es mucho más real y sustancial. Me gustara sugerir que esto no es una representación común de la pasión. Las cosas nunca son lo que parecen. Si quieren ver las cosas con claridad, deben hacerlo con los ojos del corazón. Ese es el secreto de todos los cuentos de hadas, porque es el secreto del evangelio, porque es el secreto de la vida. »La Escritura declara que en cualquier momento podemos estar atendiendo a un ángel con el simple hecho de hacer que un extraño se sienta bienvenido. La serpiente en el jardn era en realidad el prncipe de las tinieblas. El carpintero de Nazaret... en Él también hay más de lo que se ve a simple vista. vista. Las Las cosas no son lo que parecen, pa recen, y por eso si quisiéramos entender nuestras vidas, y en especial nuestros matrimonios, tenemos que volver a escuchar el evangelio y los cuentos de hadas basados en el mismo. Existen hechos mayores que suceden a nuestro alrededor, hechos de enormes consecuencias. Se enciende una lámpara y se apaga el amor. Se abre una caja y la maldad irrumpe irru mpe en el mundo mundo.. Se come una manzana y la humanidad se 2

INTRODUCCIÓN: SE PUEDE LOGRAR

precipita en las tinieblas. A nuestro alrededor ocurren precipita ocu rren momentos momentos de inmeninmensa consecuencia y tienen lugar a nuestro alrededor. Este en especial. »Muy amados, tienen ante ustedes a un hombre y una mujer. Sin embargo, hay algo más aqu que salta a la vista. Dios nos dio esta obra para recrear, aqu y ahora, la historia de todas las épocas. épo cas. Esta es la historia de la especie humana, esa historia que nos hemos contado una y otra vez, en cada gran mito y leyenda, poema y canción. Es una historia de amor, surgida en medio de tiempos de desesperación, surgida en medio de la guerra. Es una historia de una búsqueda en común. Una historia romántica. Daniel y Megan están representando ante ustedes en este momento momen to la más profunda y mti m tica ca de las realidades de este mundo. Esta es la historia del romance de Dios con la humanidad». Tengo curiosidad de saber lo que está pensando la audiencia. Cuando John dice que el amor y el matrimonio son cosas mucho más profundas que un cuento de hadas, ¿qué responde nuestro corazón? Sé que las muchachas que escuchaban solo decan en su corazón:  ¡  ¡Ah, Ah, espero que sea jovencit citos os se preguntaran:  Si cierto! ¡Cuánto ¡Cuánto anhelo que esto sea cierto! Los joven m ayores res lo filtran a través de esto es verdad ve rdad,, ¿qué ¿qué me va a exigir e xigir?? Las señoras mayo los años de la experiencia conyugal actual; están pensando:  Ajá . (Esto es esto y Quizá será cierto para ella; me pregunto pregun to una mezcla de Sí, una vez anhelé esto  si todavía podría hacerse realidad realidad para para mí  mí ).). Y los hombres mayores sentados re cepción habrá barra libre libre. aqu ahora solo piensan: Me pregunto si en la recepción «Ustedes no me creen», dice John. «Sin embargo, eso se debe a que no entendemos entendemos los cuentos de hadas ha das y tampoco ente entendemos ndemos el evangelio que están inten i ntentando tando recordarnos. Son historias h istorias de peligros; son historias en las que la maldad es muy, pero muy real. Son historias que demandan mucho valor y sacrificio. Se lanzan a un chico y a una chica hacia una travesa desesperante. desesperante. Si lo creyéramos, si en verdad viéramos lo que está sucediendo sucediendo aqu y ahora, en este momento, momento, nos quedaramos de una pieza. Diramos oraciones desesperadas, oraciones fervientes. Los saludaramos y con contendramos tendramos la respiració respiraciónn por lo que sucede a cont continuación. inuación. Daniel y Megan, es hora de tomar sus votos. Después de esto, no hay vuelta atrás». ¿Qué ué sabían los antiguos que colocaron los votos en el centro Me pregunto: ¿Q Entendan endan que el peso aplastante de todo nuestro deseo de esta ceremonia? ceremo nia? ¿Ent sera romper un matrimonio, que necesitaramos necesitaramos algo a lgo más sustancial que le diera seguridad a esta frágil unión? Me hace pensar en las Fuerzas 3

AMOR Y GUERRA

Especiales, dedicando sus vidas unos a otros, embarcándose en una peligrosa misión en tierras oscuras oscu ras y con desenlace desenla ce incierto. incierto. Votos. Votos. «... de hoy en adelante, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para tenerse y protegerse, para amarse y cuidarse, hasta que la muerte nos separe, de acuerdo a la santa ordenanza de Dios, y rechazando a todos los demás, seré solo tuyo mientras vivamos». La iglesia ahora está muy tranquila. Solo las parejas mayores tienen alguna idea de lo que acaban acaban de prometer estos tortolitos, tortolitos, benditos sean. En realidad, creen que su matrimonio de alguna manera va a esquivar el lado oscuro de la promesa; de seguro que lo que tienen en mente ahora es todas sus esperanzas esperan zas y sueños de «lo bueno, la riqueza, y la salud» salud».. Todos Todos cremos eso. En cambio, Cortés acaba de quemar sus naves y qué bueno que as fue. Ahora vienen los anillos y el encargo de John a la pareja. Me encanta esta parte. ¿Qué le diras dira s al hombre joven que está comenzando su matrimonio? ¿Qué le diras a la joven mujer? «Daniel, estás a punto de entregar tu vida. Estás avanzando, te estás ofreciendo voluntariamente para la más dura de las tareas que se le encomendará alguna vez a un hombre: ofrecer tu corazón y tu fuerza a Megan, una y otra y otra vez, por el resto de tus das. Tienes alguna noción acerca del peso que esto implica. Por eso es que tienes esa sonrisita sonri sita nerviosa en tu rostro. No obstante, hubo una razón para que escogieran hombres jóvenes a fin de enviarlos a las playas de Normanda; no tenan idea de la mayora de las cosas que iban a suceder. Hubiera sido más difcil reclutar hombres mayores. No les voy a mentir: nada será más difcil. Y nada será más enriquecedor. Mis palabras para ti en este da son estas: Se puede lograr. Y vale la pena. Descubrir que a causa de tu fuerza y tu sacrificio Megan puede llegar a convertirse en la mujer que está destinada a ser, que de alguna forma tu ferviente f erviente amor puede liberar su corazón y soltar su belleza, tiene mayor valor que cualquier otra cosa. Por la gracia de Dios puedes lograrlo. Tienes Tienes lo que se s e necesita. »Megan, has soñado con este da por muchsimo tiempo. Y ahora tú, también, estás a punto de entregar tu vida por completo. completo. Al principio, principio, quizá parezca fácil y natural ofrecerle tu corazón femenino y tu vulnerable belleza a Daniel. Aun as, no te engañes. Nada requiere más valor para una mujer que entregarse en verdad a su hombre una y otra y otra vez. Mira a 4

INTRODUCCIÓN: SE PUEDE LOGRAR

tu alrededor. ¿Ves la cantidad de mujeres mayores que se están arriesgando aún? Entonces, Entonces, a ti también te digo: Se puede lograr. lograr. Y vale vale la pena. pena. DescuDescubrir que a causa de tu belleza y tu sacrificio sacri ficio Daniel puede llegar a convertirconvertirse en el hombre que está destinado a ser, que de alguna forma tu ferviente amor puede liberar su corazón y aumentar su fuerza, eso vale más que cualquier cosa. Por la gracia de Dios puedes lograrlo. Tú eres esa bella mujer. »Daniel, Megan, al elegir casarse han elegido una tarea que se lleva a cabo en la lnea del frente de la épica batalla por el corazón humano. Enfrentarán conflictos, enfrentarán sufrimiento, oposición y enfrentarán una mentira. Lo más aterrador que puede llegar a ofrecer una mujer es creer que vale la pena que la busquen, que abra su corazón corazón a esta búsqueda, a fin de continuar abriendo su corazón y ofreciendo la belleza que guarda en su interior, con el temor de que nada de esto sea suficiente. Lo más aterrador que un hombre puede elegir jamás es ofrecer su fuerza sin saber en qué resultará todo. Arriesgarse a jugar ser hombre antes de decidir qué se va a hacer hacer.. Ofrecer la fuerza de su corazón temiendo temiendo que eso no baste. »Una mentira les va a llegar a los dos, empezando muy pronto, de maneras sutiles y no tan sutiles sutiles.. No se puede lograr. lograr. Es demasiado difcil. di fcil. Tenamos expectativas poco realistas. No vale la pena. Para ti, Megan, la mentira será: “Tú no eres más que pura decepción”. Y para ti, Daniel, será: “Tú no eres suficiente hombre para enfrentar esto”. Por lo tanto, hoy tengo dos palabras para ustedes. Palabras que quiero que guarden muy bien en su corazón mientras avanzan: Lo que son ustedes. Megan, tú eres radiante, tú iluminas, tú brillas, eres un tesoro de mujer, una gema, tú lo eres. Daniel, tú eres un hombre, tú eres fuerte y eres valiente. Tienen lo que se necesita. Guárdenlo cerca de su corazón. Se puede lograr. Y vale la pena».  John  Jo hn hace una un a pausa para que todo esto pueda pene penetrar trar.. Sé lo que está haciendo: haciendo: nos está hablando a nosotros, los hombres y las la s mujeres mujeres que observamos, mucho más que a nuestros queridos Daniel y Megan que se encuentran tan entusiasmados, y débiles, llenos de adrenalina y hormonas, y de algún modo delirantes en este punto que solo recordarán esas palabras si ven el vdeo más tarde. Al igual que en la consejera prematrimonial, mucha de la sabidura de este momento no puede apreciarse hasta que se tienen algunos años de «vivir juntos». Entonces, tenemos odos para or. Por eso John hace una pausa, de modo que podamos captarlo todo. Una brisa sopla a través del santuario. En respuesta, las velas 5

AMOR Y GUERRA

parp adean con una llama parpadean lla ma más alta. a lta. Espero que que eso sea lo mismo que está sucediendo sucedien do en cada corazón. Que el fuego f uego dentro dentro de cada uno de nuestros corazones dé un salto a la esperanza de este mensaje.  Necesitamos tamos orar en este punto; hemos estado Y, a continuación, ora.  Necesi conteniendo cont eniendo prácticamente nuestra respiración. Necesitamos Necesitamos algún alivio para la l a tensión y bien bien en lo profundo de nuestra alma sabemos que necesitamos una ayuda que provi proviene ene de lo alto a lto.. «Padre, creemos en ti. Creemos que tú eres Dios, el creador de la vida y del amor, y el único que hace posibles todas las cosas. Venimos ante ti, más desesperados de lo que podemos reconocer, reconocer, pidiendo pidiendo que tu tu presencia esté aqu, que tu favor sea sobre Daniel y Megan, que tu bendición esté esté en su matrimonio matri monio.. Dales Da les valor. valor. Dales un corazón y una mente puros y la voluntad para acatar lo que acaban de prometer. Y danos a nosotros, sus testigos, testigos, ojos para ver y odos para or lo que nos estás e stás mostrando y diciendo a cada uno de nosotros a través de esta representación de la pasión. Que aumente la esperanza. Que prevalezca el amor. En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor. Amén». Entonces, viene el beso (bueno, lo admito, puede puede que sea se a la parte que más me gusta, es muy romántica). Y la presentación de la nueva pareja. Aplausos. Música. En alguna parte par te en los cielos, cielos, imagino ima gino trompetas sonando y palomas blancas que se liberan. ¡Cuánto le debe gustar esto a Dios! Nos unimos al himno final, f inal, mientras mientras caminamos hacia la salida de la iglesia en una cálida noche de verano, a todos nos atrapa durante un instante una alegre sobriedad. El ritual eterno, el valor y el amor de la joven pareja, y la aun más profunda historia mtica están surtiendo su efecto en nosotros. Como se debe. Dentro de nosotros palpita el deseo. Nuestros anhelos nos llaman. Para esto nos crearon a todos nosotros. Una cálida brisa se arremolina entre la multitud, y de manera instintiva volvemos hacia all el rostro. El exótico perfume de las magnolias y los jazmines flota en el aire, mezclándose con la música que viene de la fiesta de recepción. Las palabras siguen presentes en medio nuestro. Hasta las parejas mayo mayores res sienten sienten la atracció atracción. n. John y yo estamos tomados de la l a mano. Noto que varias parejas también están tomadas de la mano. Se puede lograr. Y vale la pena. De todas las cosas que un hombre y una mujer necesitan escuchar sobre el matrimonio, quizá esta sea la más importante de todas. Se puede lograr. Y vale la pena. 6

UNO

 Recordemos lo  Recordemos que queríamos S

 ¡Mira,  ¡Mir a, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! [.. [....] ¡Levántate, amad a madaa mía; ven conmigo conmigo,, mujer muje r herm h ermosa! osa! CANTAR DE LOS CANTARES 2:11-13

¿Dónde comienza la historia de un matrimonio? ¿Con el primer beso?

(Fue embriagador). ¿Con las llamadas hasta altas horas de la noche? (Que duraban horas). ¿Con un picnic en la playa al atardecer? (Fue romántico). ¿Atrapados por un compañero de cuarto en la universidad mientras se besuqueaban? (Bueno, eso fue vergonzoso). ¿Cuál es el momento en que persona por el resto de mi vida? decides: Quiero estar con esta persona Tal vez el mejor lugar para comenzar esta historia es dos años después del «S, quiero», cuando ya estamos hablando de divorcio. Esto sucedió un domingo. John y yo estábamos sentados en nuestra mesa plegable de segunda mano tomando el desayuno, en la pequeñsima casa del tamaño de una caja de fósforos que alquilábamos. Era una hermosa mañana de primavera en el sur de California. Las hortensias estaban floreciendo en rosa y azul en nuestro portal. Recuerdo cómo el sol filtraba sus rayos por las ventanas; un haz de luz caa justo sobre la mesa entre nosotros. Sin embargo, se senta como una pared de vidrio. Yo estaba en mi lado, John estaba del otro. Solo nos separaban algunos centmetros, pero para m se sentan como kilómetros. Otra vez. 7

AMOR Y GUERRA

El da estaba fresco, pero yo estaba agotada. Cansada de intentar. Cansada de sentirme una total decepción para mi esposo que haca no muchos meses me haba entregado su corazón para toda la vida. Frente a todos, podra agregar. ¿Será que él lo haba hecho en serio? Pues no estaba dando resultado. Nuestro matrimonio no estaba ni cerca de lo que yo haba imaginado que sera. Entonces romp el acostumbrado silencio. «Quizá debamos divorciarnos». No habamos estado casados ni tres años; nuestro matrimonio haba estado lleno de promesas, esperanzas y posibilidades. Cielos, Cielos, yo haba conocido al hombre cinco años antes de que comenzáramos a salir siquiera, y salimos juntos tres años más má s antes de casarnos. Nos veamos como estrellas estrellas brillantes y nacientes. nacientes. John era parte pa rte del personal de una ig iglesia; lesia; yo estaba trabajando para un ministerio cristiano ayudando a adolescentes con problemas. ble mas. Todos Todos pensaban pensaba n que éramos la pareja ideal. ¿Cómo fue que terminamos aqu? ¿Qué fue lo que salió tan mal? En ese entonces, hubiera dicho que me senta absolutamente sola, y sentir soledad en tu propio matrimonio es el sentimiento más desolador del mundo. John estaba ocupado con su vida, y cada da lo estaba más. Era una buena vida; estaba involucrado en cosas buenas. El problema era que yo no me senta parte de su vida. Senta que para él no era necesaria. Yo también estaba trabajando a tiempo completo para ayudarlo con la universidad. Regresaba a casa para encontrarme con un hombre que estaba demasiado cansado para escuchar sobre cómo me haba ido, mi mundo y todos los dramas de mi trabajo. Y yo estaba demasiado cansada como para interesarme por lo suyo. Claro que mecanografiaba sus escritos, ¿pero qué pasaba con la visión en común? ¿El deseo de vivir  juntos la vida? ¿Eso de que dos son mejores que uno y otras cosas? Saba que ya John no estaba enamorado de m. Me preguntaba si alguna vez notara que estaba all. Casi tan pronto como pronunciamos nuestros votos, comencé a comer en exceso. Unos meses después del matrimonio ya haba h aba aumentado once kilos. Algo estaba sucedien sucediendo, do, algo se haba roto. Necesitaba consuelo y alivio, y recurr a la comida chatarra para buscarlo. La acumulación de peso le estaba enviando un se r  mensaje a John que era fuerte y claro: Te estoy dejando. No vale la pena ser  bella para ti. 8

RECORDEMOS LO QUE QUERíAMOS

Mi peso siguió aumentando. Comenzaron las dietas. Perda peso. Ganaba más. Perda peso. Ganaba más. Muchos de ustedes conocen este horrendoo ciclo. horrend ciclo. Por último, pesaba treinta y dos kilos k ilos más má s y con tres años a ños de casada me senta desesperada. Una buena amiga haba tenido éxito en la pérdida de mucho peso a través de un ayuno médico, as que decid  intentarlo. Me ajusté a él con perseverancia y determinación, esperando que una vez que desapareciera el exceso de peso, nuestro matrimonio sanara y se convirtiera en todo lo que haba anhelado. Al final del programa pesaba nueve kilos menos que cuando nos casamos. ¡Jajay! Aun as, no sirvió. Mi sugerencia de divorcio llegó unos meses después de finalizado el ayuno.

 Lo que entendemos ahora ahora Al pensar en el pasado, veo que era una joven mujer quebrantada, una pequeña niña, anhelando ser amada en realidad y con la certeza de que nunca lo sera. No mereca que me amaran. am aran. Cuando era joven solo solo quera a alguien que se deleitara en m, pero nunca sucedió. Nadie me notaba y nadie me quera. Llevé ese corazón herido a mi matrimonio. Hurra. John... tienes la oportunidad de ser el que se deleite en mí, amarme y llenar este corazón roto. En cambio, aunque John sí me amaba, no le crea. Siempre haba una parte dentro de m que solo esperaba lo inevitable. Todas mis amistades de la infancia eran era n cuentos de traición y abandono, incluyen incluyendo do cada uno de los novios que tuve antes de John. Solo estaba esperando, creyendo que era una profunda decepción, y cuando vas por ah pensando de esta manera, sientes sien tes miedo a cada instante instante.. Ahora puedo ver cómo esperaba que John me llenara. Cuando no lo haca, me culpaba. Me volqué hacia la comida porque no saba cómo controlar el hambre y la decepción de mi corazón. Permteme [John ahora] contarte lo que estaba sucediendo para m esa mañana de domingo cuando Stasi trajo a colación el asunto del divor Divorcio io. Me quedé pasmado. A decir verdad, esa palabra me tomó cio. Divorc por sorpresa. 9

AMOR Y GUERRA

 ¡Qué! ¿De  ¡Qué! ¿De dónde dónd e salió esto? esto? ¿Acaba ¿Acaba de decir d ecir «divorcio» «divorcio»? Algo en m se llenó de pánico. Las alarmas comenzaron a activarse. No obstante, si me hubieran preguntado cuál era mi opinión sobre la propuesta: «Quizá debamos divorciarnos», creo que en ese momento hubiera dicho: ¿De qué  está hablando? Soy un buen chico. Tenemos un matrimonio maravilloso. Esto tiene que ser por ella. Me está exigiendo demasiado. Quiere que yo sea todo lo que necesit nece sitaa. Me avergüenza admitir que si me hubieran presionado en ese preciso momento en la mesa de esa cocina, no creo que hubiera podido nombrar nomb rar nada na da que de mi m i parte par te haya contribuid contribuidoo a la l a infelicidad de Stasi. Estaba aturdido (algo en lo que los hombres parecen tener una profesio¿Cómo ómo llegamos hasta este e ste punto? ¿Cuándo ¿Cuándo nalidad única). Y me pregunté: ¿C  fue que sucedió? Sin embargo, al volver la vista atrás ahora, me doy cuenta de lo que estaba sucediendo. (Como dice el refrán: Después de la batalla todos somos generales). generales). Entré Entré al matrimonio como un niño n iño asustado en el cuer Stasi, eres po de un hombre joven. Una confusa mezcla de egocentrismo ( Stasi, una chica con suerte, ¡vas a casarte conmigo!) y una vasta inseguridad ( No  No  sé si lograré lidiar con esto). Me haban afectado las heridas que recib en mi juventud y en relaciones previas a tal punto que llegué a creer que el amor no perduraba en realidad. As que, años antes, me hice una promesa, olvidada pero todava inflexible, que nunca necesitaría a alguien. Esa promesa se volvió una fuente de angustia permanente en nuestro matrimonio. Existe cierta seguridad que un hombre llega a poseer cuando sabe que es hombre, y esto le capacita para entrar en su mundo con valor y bondad. Esa experiencia no pudo haber sido más ajena a m. Tena miedo. As que fing. Representaba el papel del gran hombre. Me revesta de un aire de valenta, como el que se aprecia en un niño con su pijama de Superman. Compensé en exceso mis temores y acabé en el perfeccionismo. Me convert convert en un u n buscador de logros muy demandante, demandante, con una un a generosa dosis de narcisismo. Ahora bien, el perfeccionismo es algo que uno le exigira a su contador o su oncólogo, pero es horrible casarse con alguien as. Para ser justo, un hombre necesita sentir el éxito, desea sentir: «Tengo lo que hace falta». Quiere que otros estén de acuerdo, en especial su 10

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esposa. Me encontraba encontraba en un matrimonio del que no saba nada, con una mujer vivaz, amorosa y quebrantada, y saba que era demasiado para m. No tena idea acerca de cómo amar a una mujer. No saba cómo lidiar con su dolor ni con el mo. Tena Tena veintitrés veintitrés años. Estaba tan listo l isto para el matrimonio como para tomar la presidencia. Entonces, hice lo que hace la mayo m ayora ra de los hombres: hombres: Corr. A trabajar trabajar.. En ese entonces, diriga una pequeña compaña de teatro y, para ser franco, era fabuloso. Estaba hecho para eso. Poda escribir, actuar y dirigir. Entenda de escenografa y construcción. Yo brillaba; estaba en mi gloria. El teatro era mi pasión, mi don, mi llamado. Lo que estropeó la historia fue que se convirtió en mi  amante. Comencé a pasar cada vez más tiempo en mi trabajo, dándole lo mejor de m, y a la vez me estaba alejando de mi esposa. No era nada menos que una aventura, y lo peor es que no era tan fácil de detectar. Mis compañeros crean que yo era increble. Yo les crea. Era un desastre a punto de estallar. Este debera haber sido nuestro nuestro anuncio en la columna de matrimonios en el periódico del domingo: ¿Alguna Vez Alguien Me Amará? se unió en matrimonio la  semana pasada pasad a con Nunca necesitaré a alguien . El novio, el Sr Sr.. Inseguro Perfeccionista , se casó con su novia la Señorita Sé Que Soy Una Decepción en la Ig Iglesia lesia Congregacional. Congregacional. El encantador  enc antador 

desastre total se celebró en la ciudad de Monrovia. Pronto le seguirán una recepción pública y un desastre privado.

Lo que complicó nuestra historia, y retrasó nuestra ruptura, fue el hecho de que ambos a mbos estábamos estába mos involucrados de verdad en la igles iglesia. ia. TuviTuvimos consejera prematrimonial. Lemos algunos libros sobre el matrimonio (está bien, quizá solo uno). Alguien tuvo la amabilidad de ofrecernos uno de esos seminarios matrimoniales de fin de semana en nuestro primer primer año (¿será que vea algo?) al que fuimos, disfrutamos y nos sobresalimos en todos los ejercicios. Participamos en un grupo semanal para parejas, ¡por amor de Dios! Tuvimos todos los consejos prácticos y las técnicas. No obstante, tal parece que cada uno de esos recursos obviaba los asuntos del corazón. Como reordenar las sillas de cubierta del Titanic . 11

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 El romance se encuentra con la realidad  realidad  Tal vez debamos comenzar el libro desde aqu: El matrimonio es algo fabulosamente difcil. Cualquiera que haya estado casado sabe esto. A pesar de los años de matrimonio, todava nos toma desprevenidos desprevenidos a todos nosotros. Y cuando cu ando las parejas p arejas recién casadas casada s descubren lo difcil que es, parecen sorprenderse en verdad. Conmocionadas y desilusionadas, por el hecho. ¿Será que estamos haciendo algo mal? ¿Me habré casado con la persona adecuada? Las sirenas que nos atraen al matrimonio: romance, amor, pasión, relación sexual, anhelo, compaña, parecen tan lejos de la realidad actual de la vida de casados que tememos que hayamos cometido un error colosal, tomado el ómnibus indebido o perdido el avión. Entonces, la dificultad se convierte también en un sentimiento de vergüenza. (¿Acaso no te da vergüenza admitir lo difcil di fcil que es tu propio matrimonio? matrimonio?) Quizá solo nos  pase a nosotros. Qué va. Le L e pasa pa sa a todo el mundo. mundo. Sera bueno que todos lo dijéramos. dijéramos. Cuanto antes quitemos quitemos la vergüenza y la confusión conf usión de nuestras espaldas, más pronto encontraremos nuestro camino de salida. Por supuesto que el matrimonio es difcil. di fcil. Por el amor del cielo, cielo, es juntar a un hombre y una mujer, dos criaturas que piensan, actúan y sienten de maneras tan diferentes que uno creera que vienen de sistemas solares diferentes, y pedirles que se lleven bien por el resto de sus vidas bajo el mismo techo. Es como tomar a Cenicienta y a Huckleberry Finn, meterlos en un submarino y cerrar la compuerta. ¿Qué piensas que sucedera? Ahora, Aho ra, mien mientras tras estam estamos os en en esto esto,, enfren enfrenta ta os a cada cada mom momen ento to todos nuestros temores, nuestras heridas emocionales, nuestro egocentrismo, nuestras incertidumbres y nuestro compromiso de protección propia. prop ia. ¡Claro! Cualquiera que esté buscando una prueba innegable de la existencia de Dios, no necesita necesita buscar más; el solo hecho del matrimonio m atrimonio ya es un milagro mi lagro en s mismo. Una prueba fidedigna de que existen fuerzas en el universo que operan a favor de la humanidad. Todos esos cuentos de hadas sobre un chico y una chica que se ven involucrados invol ucrados en una un a aventura en tierras peligrosas, p eligrosas, y cómo deben trabajar unidos si tienen alguna esperanza de sobrevivir, sobrevivir, pero que ambos acarrean aca rrean una trágica desventaja, un talón de Aquiles que aguijonea al otro a cada m

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momento y que hace momento ha ce que apenas logren superarlo... esos cuentos de hadas tienen bastante razón. Es más, si miras hacia atrás al primer matrimonio a esa historia de Génesis que casi parece pare ce un cuento de hadas, verás que Adán y Eva tuvieron sus dificultades. dif icultades. Y ni siquiera siquiera tenan padres que les malcriaran como niños ni amigos que les dieran consejos absurdos. Todo indicara que la cada del hombre sucedió durante la luna de miel o poco después. (¿Y  cuántas historias de luna de miel recrean ese mismo drama?) Llegaron a aguas turbulentas tan pronto como levaron anclas, pobrecitos. Da qué pensar que esa sea la historia del primer matrimonio. No obstante, también nos anima un poco. Es normal que el matrimonio sea difcil. Incluso los mejores matrimonios. Me hubiera gustado [John] que algún hombre mayor me hubiera llevado a un lado un par de semanas antes de nuestra boda y me hubiera dicho:  Ahora, escúchame hijo. hijo. Tú Tú eres un joven jo ven muy bueno; Stasi Stasi es una chica maravillosa. maravil losa. Creo que ustedes dos están hechos he chos el uno para el otro. Estoy muy entusiasmado por este matrimonio. Aun así, escúchame ahora, aho ra, muchacho..... ¿estás muchacho. ¿estás prestando pre stando atención? aten ción? Ustedes Ustedes también, los dos, d os, son  personas heridas herid as en lo más profundo. Y todo ese e se quebrantamiento quebrantamiento va a comenzar a salir a la superficie en cuanto digan: «Sí, quiero».  No permitan que esto los desanime. Le pasa a todo el mundo. Eso no  significa  si gnifica que hayan hayan hecho algo equivocado. equivocado. Lo que sí sería un error e rror es  pasar por alto lo lo que salga salga a la luz. luz. Dios va va a usar su matrimonio para para llegar lleg ar a ciertos cie rtos problemas en sus vidas vida s que Él quiere resolver re solver.. Tienes una manera de vivir la vida, y descubrirás que Stasi tiene la suya también.  Así que tarde o temprano ambas formas entrarán entrarán en colisión. colisión. Quizá  tengan uno o dos años de amor juvenil, y denle gracias a Dios por eso.  Sin embargo, embargo, no desatiendan esto cuando el e l cuento de hadas had as se vuelva un  serio problema. Consigan Consigan alguna alguna ayuda.

Muy pocos recibimos, o escuchamos, este tipo de consejo, aun después de años de matrimonio. Las cosas se vuelven difciles; al principio nos sorprendemos, sorprendemos, pero después desmayamos. desmayamos. Con el tiempo, si la situación no mejora, caemos en una profunda resignación. Desfallecemos, 13

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desaparecemos, de manera emocional, mental y a veces fsica. Él mira la televisión todo el fin de semana; ella come o se va de compras. El otro da, estuve tratando de pensar en una buena definición opepe rsonas custodiadas rativa del matrimonio y esta fue mi conclusión:  Dos personas intentando resolver su desilusión, y negociando mejores términos en una zona desmilitarizada a la que llaman matrimonio. Gracias, Adán. Gracias, Eva. Ahora bien, lo que es muy esperanzador acerca de su historia (la de Adán y Eva, es decir, la cual es nuestra historia, también, la de todos nosotros) es que Dios vino a buscarlos. En realidad, haban arruinado las cosas, ellos dos solos, y ahora estaban sosteniendo una hoja de higuera con una mano y con la otra se señalaban de modo acusador, y Dios se acercó y buscó a sus hijos. A fin de rescatarlos. «¿Dónde estás?» (Génesis 3:9). ¡Vaya! Tú podras rastrear esos mismos pasos en cada matrimonio que ha venido después de este: Cierta forma de romance edénico, o al menos la promesa de un Edén en el amor joven, y luego una dura cada, seguida del ocultamiento, la culpa y el reproche. Y la gracia de Dios ofreciendo una segunda oportunidad.

 Esperanza Avancemos desde la escena en la mesa de la cocina, ahora hace veintidós años, el ocho de octubre, nuestro vigésimo quinto aniversario de bodas. Nuestros amigos y familiares se reunieron para celebrar con nosotros. Sentamos que era una un a celebración celebración de verdad. Una Una tras tra s otra, las personas ofrecan los brindis más hermosos, agradeciéndonos por nuestro matrimonio, contándonos contándonos historias de cómo nuestro amor haba cambiado sus vidas. Nuestros hijos también hablaron, y esto fue f ue lo que dije dijeron: ron:  Papá, mamá, estamos aquí reunidos para  Papá, para celebrar su vigésimo vigésimo quinto quinto  aniversario de bodas, no porque tengamos que hacerlo ni ni porque deberíamos deber íamos hacerlo, sino porque vale la pena celebrar cele brar su matrimonio. Solo  fue hasta que nos hicimos mayores mayores que en verdad ve rdad apreciamos el impacto que su matrimonio había causado en nuestras vidas. Ahora estamos aquí   y queremos darles d arles gracias gracias a los dos por ser quienes quiene s son, y por amarse en un mundo en el que no lo hace la mayoría de los padres. Nos dieron la oportunidad de crecer en un hogar lleno de amor y con padres que aman. 14

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Eso es maravilloso. San Agustín dijo: «El amor es la belleza del alma». Ustedes son dos personas muy hermosas en amor, es y ha sido un gran  privilegioo haber crecido  privilegi crecid o sabiendo que eso es una posibilidad. posibilidad. Así que no  solo los felicitamos felicitamos,, sino que que también se lo agrade agradecemos. cemos.

Stasi y yo nos quedamos sin palabras. Y solo un poco avergonzados. No tenamos idea de que nuestro matrimonio se haba notado siquiera, mucho menos que haba tenido un impacto tan poderoso en las vidas de las personas que amamos. Debido a que la travesa se realiza paso a paso, no nos habamos dado cuenta cuán lejos habamos llegado. Pensé: ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cuándo fue que sucedió? Por supuesto que hay una historia para contar, una historia salvaje y redentora que tiene como centro el evangelio de Jesucristo. Porque no hay nada en absoluto como el evangelio del cristianismo para ofrecer la restauración. Dios sabe que el ser humano está mal parado. Él conoce que nuestra vida no está ni cerca de la que una vez habamos soñado tener. Él sabe cómo es vivir de la manera que todos vivimos ahora, tan lejos del Edén. Y eso le rompe el corazón. cora zón. Por eso decide venir Él mismo al planeta Tierra, a este valle de lágrimas, para hacer por nosotros lo que ninguno haba podido alcanzar por sus propios medios. Viene como Emmanuel, Dios con nosotros, y observa lo que comienza a suceder. Los ciegos reciben la vista, los marginados vuelven a casa, las familias se reconcilian, los paralticos caminan y los muertos resucitan. Estas no son solo historias de la Biblia; son también ilustraciones. Es Dios demostrando su poder y sus intenciones. Él viene a sanar. Él viene a salvar. «Porque el Hijo del hombre «Porque homb re vino a buscar y a salvar lo que se había  perdido»..  perdido» (LUCAS 19:10)

Esta es la manera en que Jesús describe su misión; as es que la ve Él. Observa las palabras que utilizó: Él dice que vino a buscar y salvar «lo que se había perdido». Todo lo que estaba perdido (y vaya que se haba perdido mucho). Incluyendo toda la hermosura y el poder del matrimonio. Al fin y al cabo, el matrimonio era  su idea. Dios creó el matrimonio 15

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y puso ese deseo en nuestros corazones. Sin importar la forma en que ustedes crean que llegaron a conocerse, o que otras fuerzas creen que intervinieron,, la esperanzadora intervinieron esperan zadora verdad en todo esto es que el matrimonio es algo que a Dios le interesa mucho, incluso tu matrimonio. Cuando a través del profeta Mala M alaqua quass el Señor Dios de Israel dice: d ice: «Y «Yo aborrezco el divorcio», lo escuchamos con un temblor. Sin embargo, debe hacerse con cierta medida de esperanza; esperanza; la l a pasión transmitida en esas cuatro palabras revela cuán profundamente ama el matrimonio, cuánto anhela su éxito. Por lo tanto, tenemos todos los recursos del corazón de Dios hacia nosotros y todos los recursos de su reino para la restauración de los que estaba perdido en nuestros corazones, nuestras vidas y nuestros matrimonios. No tenemos tenemos idea cómo se las arreglan a rreglan las parejas p arejas sin la ayuda de Dios. Eso no podemos escribirlo en libro alguno. Pedir que su matrimom atrimonio prospere sin Dios es como pedirle a un árbol que florezca sin sol ni agua. Algunos tipos de árboles pueden llegar a crecer, pero seguro no te va a gustar cómo se ven. La esperanza que ofrecemos es que el evangelio cristiano trae restauración y vida. La mayora de ustedes han escuchado de la famosa Cruz, la seguridad del perdón (y el Señor sabe que necesitaremos cubos de esto en nuestra vida). En la cruz Dios sufrió el peor de los abandonos para que nosotros jamás sintamos ese abandono. Él entiende entiende lo que es la angustia, el dolor, el rechazo, la incomprensión y el abandono. No obstante, lo que sigue es por alguna razón menos conocida o quizá menos entendida: la  Resurrección, el triunfo de la vida de Dios. Esto es tan importante para el cristianismo como la cruz, y quizá lo sea aun más. Porque esa es la vida que Él nos ofrece. George MacDonald explica que «toda la historia es una agona divina con el fin fin de darles darles vida divina a las criatura criaturas. s. El fruto fr uto de esa agona [.. [....] será una vida radiante, de lo cual el gozo indescriptible es la flor». Permitir Pe rmitir que esa vida entre en el matrimonio es como el sol y el agua para el árbol reseco; es como abrir todas las puertas y las ventanas de una casa que hace mucho tiempo estaban cerradas. Derramándose la luz y el aire fresco. O también es como una lluvia copiosa sobre un desierto sediento. Todo florece... la flor del gozo indecible. La vida de Dios trae resurrección, una devolución de amor real, compañerismo genuino, romance, gozo, largo sufrimien sufrim iento to y una un a misión en común. Esto es lo que quieren decir las 16

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Escrituras cuando nos dicen que «seremos salvados por su vida», la vida de Dios llega a nosotros por medio de Jesucristo (Romanos 5:10, rvc). Stasi y yo nos volvimos mejores mejores amigos. Comenzamos de esa manera, hace mucho tiempo, antes de habernos casado, pero en alguna parte del camino lo perdimos p erdimos.. Más Má s de una un a vez. Dios nos ha ayudado a encontrarlo encontrarlo de nuevo. Ahora tenemos una vida en común. Hablamos el mismo lenguaje y vivimos por las mismas cosas. Hemos encontrado un camino hacia algo hermoso. Hemos descubierto que la promesa del evangelio es real.

 Permite que que vuelva el deseo ¿Cómo podran ustedes dos encontrar  su camino hacia algo hermoso? No empieces diciendo: ¿Cómo puede suceder eso? Cómo vendrá con el tiempo;; nosotros podemos tiempo p odemos ayudarte con ese cómo. Aun as, a s, debes comenzar por el deseo. Empieza por lo que está escrito en tu corazón. ¿Qué era lo que soñaste una vez cuando eras más joven? ¿Qué era lo que queras cuando te enamoraste por primera vez? Como mujer, sé [Stasi] lo que quiero. Quiero que me distingan y me valoren por lo que soy, que mi esposo me conozca en realidad. Por eso es que me encantaba la pelcula Titanic . El novio de Rose Rose no la la «entiende» «entiende». Se da cuenta que es infeliz, pero «no tiene intenciones de saber por qué». Ni siquiera se lo pregunta. Por otro lado, Jack entiende el corazón de Rose, ve tanto su belleza externa como la interna y por eso la valora, la cuida y pelea por ella. Ve a Rose como es en verdad, y se deleita en ella de manera que le inspira valor para desechar un futuro que pareca seguro y cambiarlo por uno incierto por entero. Que John me conozca a fondo y que todava me ame..... ese es un profundo deseo de mi corazón. ame. También quiero vivir mi vida con mi esposo, compartir con él la aventura de la vida. No quiero estar sola en la vida. Quiero expresar lo que está sucediendo en el interior interior de mi m i corazón y los detalles externos de mi vida... vida... las alegras a legras y las tristezas, tanto las pequeñas pe queñas como las grandes. La vida puede ser dura, a veces cruel, y con frecuencia peligrosa. Compartirla con mi esposo me ayuda a cobrar tanto el valor como el deseo de escarlata los corazones y las fortalecerme para la ocasión. En  La pimpinela escarlata vidas de Sir Percy Blakeney y su esposa, Marguerit Marguerite, e, se vuelven uno solo cuando ella logra entender entender la verdad de su identidad y se apropia del más 17

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alto llamado de su vida. Cuando se levanta para cumplir con su papel irremplazable en la historia, y ellos comparten esta aventura, se salva su vida y el bien triunfa sobre el mal. Quiero hacer eso por John. Quiero hacer eso con John. Por último, quiero descansar en la fortaleza de John. Cuando el camino se vuelva difcil y permanezca lo difcil, quiero tener la certeza de que John no se irá a ninguna parte; que estará all para apoyarme cuando lo necesite. necesite. Y lo he necesitado muchsimas veces. Al igual igua l que las la s sensibilidad  lidad aprenden sobre el incompahermanas Dashwood en Sentido y sensibi rable regalo de poder apoyarse en la fortaleza del coronel Brandon, as  también quiero descansar en la fuerza de mi esposo. Creo que esto es lo que quiere toda mujer. Como hombre, le [John] lo que Stasi acaba de escribir y dije:  Ah. Increíble. Increíb le. Eso es bueno saberlo. Porque mis deseos son un poco diferentes. Primero,, quiero que crea en m. Hay una mero un a escena en la pelcula p elcula El hombre que no  se dejó tumb tumbar  ar que casi me hace ha ce llorar. llorar. Es una u na historia acerca de un boxeador que nadie crea que podra volver a ganar. James Braddock está a punto de enfrentarse a su peor oponente, un Goliat que haba matado hombres en el cuadrilátero. Esta es la pelea de su vida. Su esposa, Mae, atraviesa toda la ciudad de Nueva York, desciende al sótano del Madison Square Garden, encuentra a «Jimmy» en el vestuario para solo poder decirle: «Recuerda quién eres... Estoy siempre detrás de ti». Me encanta esa escena. También quiero que Stasi me acompañe en alguna aventura as. Quizá recuerdes la pelcula El hombre de Río Nevado. Hay una escena que todava puedo recordar, aunque hace más de veinte años que la vi por primera vez. La hermosa joven Jessica se haba perdido; estaba en peligro. Su caballo la haba arrojado en la parte alta de las montañas. El fuerte y joven vaquero Jim la encuentra y la rescata. De pronto, all  están, solos los dos, a kilómetros de todo y en medio de la l a belleza salvaje de las montañas. Me fascina esa escena: soledad, belleza indómita y una aventura aven tura en común. Por último, quiero belleza. Quiero el amor descrito en el Cantar de los cantares cuando la mujer le dice a su amado: «¡Apresúrate, amado mo! ¡Corre como venado, como cervato, sobre los montes de bálsamo cubiertos!» (8:14). Ella cree que él es maravilloso; le ofrece su belleza; le invita a ser su hombre. Creo que los hombres entienden a lo que me 18

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refiero. Hay una escena de la pelcula Hook que me tomó por sorpresa. Peter Pan haba vuelto, después de muchos años, a la tierra de Nunca Jamás. Ahora es un hombre. Campanita, protagonizada por Julia Roberts, está muy emocionada emocionada por tenerlo tenerlo de regreso. Usa su magia para pa ra convertirse en una mujer de tamaño normal y se viste para la conquista. Peter le dice: «Vaya, Campanita, ¿a qué se debe la celebración?». «A ti», le contesta ella. Creo que todos los hombres que leen esto tienen esos mismos deseos. Y a ti querido lector, ¿qué escenas han cautivado tu corazón en estos años? ¿Qué canciones, qué historias, qué momentos han despertado los deseos más profundos de tu corazón? Verás, en algún momento del camino perdemos el entusiasmo en el matrimonio. A todos nos pasa. Hasta les sucede a los mejores. Como cantaba Dan D an Foge Fogelberg lberg::  Alegría en el inicio El miedo en el viaje,  Alegría en el regreso a casa Una parte del corazón se pierde en el aprendizaje, En algún lugar a lo largo del camino. (DAN FOGELBERG, «En el camino»)

Puede que encontremos una forma de lidiar con nuestra desilusión y quizá pongamos lo mejor de nosotros para pelear p elear contra la resignación, pero igual se las arreglan para tener su lugar. Dejamos ir lo que queramos, lo que soñábamos, aquello para lo que nos crearon. Comenzamos a estancarnos. Debido a que el matrimonio es algo difcil, y a veces muy doloroso, tu primera Gran Batalla Batall a será no desanimarte. desanima rte. Eso empieza empieza por recuperar el deseo... el deseo del amor que está escrito en tu corazón. Permite que vuelva tu deseo. Deja que te recuerde todo lo que queras, todo para lo que te crearon. Y entonces considera lo siguiente: ¿qué tal si Dios te devolviera el deseo de tu corazón? No es demasiado tarde. No es demasiado difcil. No están tan distanciados, ni están demasiado aferrados a sus formas de ser. Dios es el Dios de toda esperanza. Después de todo, Él es el Dios de 19

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la Resurrección. Nada es imposible para Él. Por lo tanto, dale un lugar al deseo de tu corazón. ¿Qué tal si ustedes dos pudieran encontrar su propio camino hacia algo hermoso? Valdra la pena luchar por eso.

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«John y Stasi dieron en el blanco. Este libro inicia con una  imagen intacta de un matrimonio real, vivo y redimido, y concluye  concluye  con la esperanza y el anhelo para el nuestro».

BETH MOORE,

autora del éxito de librería Sálgase de ese pozo 

Con una vulnerabilidad sorprendente que atrapa a los lectores desde la primera página, John y Stasi hablan con franqueza acerca de su propio matrimonio y los cambios radicales que tuvieron que conseguir debido a los desafíos que han enfrentado. Le hablan al lector acerca de lo que cada uno ha aprendido, brindando un equilibrio entre la perspectiva femenina y la masculina, lo cual ha estado ausente en libros anteriores sobre este tema. John y Stasi comienzan  Amor y guerra  gu erra  con una confesión obvia: El matrimonio es algo fabulosamente difícil . Sin embargo, detrás de las tensiones inevitables que un hombre y una mujer «encerrados en el mismo submarino» van a tener, la verdadera batalla es en contra de la obra del enemigo, quien maquina y planea destruir el amor. Los Eldredge muestran cómo las parejas pueden ganar «peleando el uno por el otro, en lugar de hacerlo contra el otro». otro». Como dicen: «Vivimos una gran g ran historia de amor que comenzó en medio de la guerra». guerra ».

«Este es un libro de sabiduría y esperanza... una hermosa obra  que llevará a tu matrimonio a un gozo más profundo».

Dan. B. Allender,

Corazón zón herido  herid o  autor de Cora

John Eldredge es el director de Randsomen Heart en Colorado Springs, Colorado, Colorado, una asociación dedicada a ayudar a las personas a descubrir el corazón de Dios. John es el autor de numerosos libros, muer tos y La travesía del  incluyendo Corazón salvaje , El despertar de los muertos  corazón salvaje , y coautor de Cautivante. reuniones es de Stasi Eldredge es la coautora de Cautivante;  dirige las reunion mujeres de Randsomen Heart. John y Stasi han estado casados por más de veinticinco vein ticinco años y tiene t ienen n tres hijos maravillosos. www.editorialunilit.com ISBN 0-7899-1981-8

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