El Vacío Ético en La Sociedad Colombiana

August 23, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download El Vacío Ético en La Sociedad Colombiana...

Description

 

EL VACÍO ÉTICO EN LA SOCIEDAD COLOMBIANA (Gerardo Remolina, S.J. ro!e"or de #ilo"o!$a. %ni&er"idad Ja&eriana' In)rod*++inHablar del vac Hablar vacío ío ético ético de nue nuestr stra a soc socied iedad ad col colomb ombian iana a pue puede de con conduc ducir ir fác fácilm ilment ente e a dis discur cursos sos moralizantes, tejidos desde perspectivas particulares o a descripciones apocalípticas que señalen todo lo pervertido y desastroso de nuestro comportamiento individual y social. Puede llevar, además, a concluir con el anuncio de una gran catástrofe y a dictaminar sobre lo que ineludiblemente sería necesario acer. !oy consciente de estos peligros, y si sucumbo en algunos de ellos ante la necesidad que siento de no acer una disquisici"n puramente te"rica y formal, sino una refle#i"n que toque la realidad concreta, presento por anticipado mis e#cusas. $o pretendo, por otra parte, acer una presentaci"n completa, y menos a%n e#austiva, del vacío ético ético de nue nuestr stra a soc socied iedad& ad& ell ello o esc escapa apa a la per percep cepci" ci"n n y al aná anális lisis is de cua cualqu lquier ier obs observ ervado adorr pa part rtic icul ular ar.. !" !"lo lo pret preten endo do ap apun unta tarr a al algu guno noss el elem emen ento toss que que juzg juzgo o fu fund ndam amen enta tale less y que que necesariamente an de ser discutidos y complementados por todos ustedes.

. El &a+$o /)i+o0 *na +on")a)a+in 'ada vez aparece de manera más recurrente, en el discurso ciudadano y en la conciencia de los ombress de buena volunt ombre voluntad, ad, la const constataci ataci"n "n de un vacío ético en la conducta indivi individual dual y socia sociall de nuestras gentes, que va engullendo en su espiral los e#traordinarios recursos materiales y umanos de nuestra erencia com%n e imposibilita consecuentemente la realizaci"n de nuestras legítimas aspiraciones sociales. (s preciso tomar conciencia de que, suprimido un valor dentro de un determinado sistema ético, éste se desequilibra, si no es sustituido o reemplazado por otro valor, y va produciendo un vacío cada vez más desestabilizador que act%a a la manera de una reacci"n en cadena. Por otra parte, y de manera l"gicamente complementaria, cada vez es más frecuente escucar en nuestro medio la urgencia de constituir y fundamentar una nueva ética que venga a llenar dico vacío. (n efecto, la situaci"n del país ace evidente el peligro de una sociedad que se desintegra a pasos agigantados, y que a pesar de todos los esfuerzos ecos)acertados unos, equivocados otros) no logra encontrar ni el método, ni los contenidos, ni los resortes necesarios para aunar las voluntades, poner en dique a la desintegraci"n y construir la nueva sociedad que unos y otros anelamos. *e una u otra forma, sin embargo, todos vamos cobrando una conciencia, cada vez más clara, de que no es a través de la fuerza impositiva y coercitiva de un poder absolutista de dereca, de izquierda, o de centro& ni a través de una fuerza represiva )policiva o militar) garante de un +statu quo+, como lograremos establecer un nuevo orden y salir avante en la constituci"n de una sociedad auténticamente umana. Porque la fuerza física no es, ni de lejos, una de las principales características del ser umano y de su vida en sociedad. parece suficiente, aunque del tododenecesaria, la constituci"n un sabio orden jurídicoampoco que regule con leyes apropiadas lassea relaciones la convivencia ciudadana.de -

 

(s necesaria una fuerza moral contrapuesta a física/ que brote y se fundamente en las raíces mismas de la persona umana, en lo específico de su mismo ser y que, a través de su racionalidad, aglutine, oriente y ligue a los ciudadanos de manera insoslayable en un prop"sito com%n. (ste prop"sito, prop"sito, parece, no podría ser otro que la conformac conformaci"n i"n de una conviven convivencia cia ciudadana en la que prime el respeto a la vida y el carácter inviolable de los derecos primarios de la persona umana0 su libertad y sus aspiraciones a una vida digna en la que, la salud, la vivienda, la educaci"n, el trabajo y la cultura, así como la capacidad de relaci"n y asociaci"n, encuentren la garantía y el respeto de todos. *entro de esta perspe *entro perspectiv ctiva, a, la indec indeclinabi linabilidad lidad de los deberes para con los demás se const constituy ituye e en un elemento indispensable de la vitalidad fundamental del organismo social. (n otras palabras, cada vez se ace más clara la necesidad de una nueva ética0 nueva, porque realmente realme nte ine#iste ine#istente nte en la conci conciencia encia y en las costu costumbres mbres de nuest nuestra ra sociedad& nueva, porque a de buscar o reencontrar, desde la racionalidad umana, no s"lo -a normatividad que responda a situaciones, necesidades y descubrimientos nuevos, que la vida a ido aciendo emerger& sino, nueva, sobre todo, por la fundam fundamentac entaci"n i"n y revit revitaliza alizaci"n ci"n de los víncul vínculos os que dentro de un legít legítimo imo pluralismo) liguen efectivamente a las voluntades, desde dentro, en la prosecuci"n del bien com%n.

1. El &a+$o /)i+o0 *na de"+ri2+in !enomenol3i+a  1a nueva ética a de dar respuesta a los m%ltiples efectos del vacío ético que oy nos asfi#ia, entre cuyas manifestaciones podrían destacarse las siguientes0 ) 1a falta de apreci aprecio o y de resp respeto eto po porr la vida um umana ana,, la cual es supr suprimi imida da y neg negoci ociada ada por el sica sicari riat ato, o, el terr terror oris ismo mo y el secu secues estr tro& o& o es so sofo foca cada da y dism dismin inui uida da por por la desi desigu gual alda dad d de oportunidades, la marginaci"n, y la e#plotaci"n laboral, en aras del egoísmo de individuos individuos o grupos. ) 1a ausencia de tolerancia ideol"gica, social y política que no encuentra otra forma de plenitud distinta disti nta de la supres supresi"n i"n físi física ca o moral del adve adversari rsario, o, la liqui liquidaci"n daci"n del opo opositor, sitor, el e e#term #terminio inio de quienes piensan de manera diferente, o persiguen intereses distintos de los propios. ) 1a falta de una libertad real para mucos, junto con la tolerancia y la permisividad casi total para otros, amparados socialmente por el subjetivismo, el relativismo y el escepticismo moral. ) 1a carencia de principios éticos e#plícitos e#plícitos acerca de los que constituye el origen del dereco, frente a la aberrante prepotencia del poder físico, econ"mico, político o social, invocado y esgrimido como fuente de aquél. ) 1os graves vacíos vacíos en la administraci"n de la justicia, a causa de la venalidad de los jueces o de su temor a desaparecer +ajusticiados+ por la irracionalidad de la fuerza bruta& y la impunidad, con no poca frecuencia, calculada y planeada.  ) 1a incapacidad para asumir las responsabilidades inerentes a la posici"n, al empleo o al trabajo, tan codiciados en los sectores p%blicos. ) 1a indol indolencia, encia, inadv inadvertenc ertencia ia e inoper inoperancia ancia invet inveterada erada de los sectores polít políticos icos y administ administrativ rativos os frente frent e a las nec necesida esidades des soc sociales iales de ssus us conc conciudad iudadanos, anos, espec especialme ialmente nte en los rincon rincones es más alejados de los centros de poder, o en los sectores marginados de nuestros campos y ciudades. 2

 

) (l desenfreno desenfreno de la avaric avaricia ia de dinero que no se detie detiene ne ante dique diquess de ningun ninguna a natural naturaleza eza y practica desde el peculado asta el fraude y el soborno. ) 1a inescrupulosidad en el aprovecamiento abusivo de los dineros p%blicos para el enriquecimiento egoístico, así como la abilidad para engañar y defraudar al estado. ) 1a ignor ignorancia ancia afect afectada ada con relaci"n a la funci funci"n "n primaria de la propie propiedad dad priva privada, da, especia especialment lmente e de los bienes product productivo ivos, s, así como de la func funci"n i"n soc social ial de la pro profes fesi"n i"n y de las cuali cualidad dades es personales. ) 1a prescindencia prescindencia y el silen silencio cio con relaci" relaci"n n a los debere deberess y oblig obligacione acioness indiv individuale idualess y sociales, frente a la e#altaci"n, necesaria y urgente de los derecos umanos, eca de manera unilat unilateral. eral. ) 1a falta de sentido de la responsabilidad en el cumplimiento de los deberes más sagrados, como lla a paternidad patern idad respon responsable, sable, as asta ta aquellos que ay que ejerc ejercer er con la parti participac cipaci"n i"n ciudadan ciudadana a en las urnas, en los debates p%blicos, en las campañas ssociales ociales y en las demostraciones demostraciones de solidaridad y de protesta. ) 1a desonestidad desonestidad elect electoral oral con la venta de votos y los demá demáss vicios que an corro corrompido mpido nuest nuestro ro régimen democrático, como el tráfico de influencias.) (l vacío de veracidad causado por la mentira y el engaño, engaño, por la falta falta de sin sincer cerida idad d en los diálo diálogos gos,, por la infi infidel delida idad d a la pal palabr abra a dada y a los acuerdos y pactos ciudadanos. ) 1a tendencia acia un absolutismo de los medi medios os de comunicaci"n soci social, al, algunos de los cuales no respetan la intimidad ni el dolor de las personas, ni las razones de util utilidad idad com%n, con tal de causar sensaci"n en la opini"n p%blica y recaudar "ptimas ganancias comerciales. 1a manipulaci"n que acen ac en de la verda verdad d con info informa rmacio ciones nes sesg sesgada adass y par parcia ciales les&& el fomen fomento to por sí mis mismas mas de las confrontaciones entre ciudadanos y grupos, la desinformaci"n y divulgaci"n de valores que socavan la moralidad p%blica, como como la violencia y la infidelidad. ) 1a e#alt e#altaci"n aci"n de princip principios ios engaños engañosos os que sirven de sustento a posicio posiciones nes como la +!eguri +!eguridad dad $acional+, o la defensa del +3rden 4nstitucional+ sin más, e#cluida la referencia a otros principios superiores& igualmente la aceptaci"n práctica de principios tales como +(l fin justifica los medios+. )el(lrefugio desmoronamiento progresivo ins tituciones deldetejido social, social, comoetc. la familia umana& en la intimidad personal de queinstituciones ace posiblebásicas el juego la +doble moral+, 3jalá que la enumeraci"n anterior, muy incompleta por cierto, no se perciba como fruto de una visi"n e#cesivamente pesimista. Por el contrario0 a de entenderse como un esfuerzo por reconocer con sinceridad nuestros males y buscar los remedios que parezcan más apropiados, acudiendo a las reservas éticas de nuestro pueblo. ratando de acer una síntesis, me atrevo a decir que la nueva ética a de responder al vacío causado por la ausencia de racionalidad umana en no pocos de los procederes ciudadanos& vacío que a sido llenado por predominio de la sin)raz"n y de la fuerza& por la prevalencia de la irresponsabilidad sobre la conciencia de los deberes fundamentales& por la primacía del subjetivismo frente a la objetividad del bien com%n, y de lo privado frente a lo p%blico.

4. El &a+$o /)i+o0 *n in)en)o de 2ro!*ndi5a+in 5

 

1a anterior descripci"n fenomenol"gica del vacío ético, en la que se mezclaban quizás causas y efectos, no es más que una invitaci"n a profundizar, más allá del fen"meno, en los ecos que se allan detrás de ese vacío. Pero antes de descender a lo que juzgo más fundamental, deseo anotar 6como ya lo an eco otros analistas. que en nuestra patria dico vacío en su globalidad a sido causado por el recazo o por por el olvi olvido do de una una ét étic ica a y má máss e#ac e#acta tame ment nte e de una una mo mora ral,l, que que tr trad adic icio iona nalm lmen ente te se abí abía a identificado con la religi"n cat"lica. (sta moral impregn", de manera casi e#clusiva durante mucas décadas, el etos del pueblo colombiano. !in embargo, por razones ist"ricas y culturales, que no es del cas caso o ana analiz lizar ar en est esta a e#p e#posi osici" ci"n, n, dic dica a mor moral al no alc alcanz anz" " a per permea mearr suf sufici icient enteme emente nte los comportamientos p%blicos en el orden social, econ"mico y político. Por otro lado, se a dado con frecuencia una confusi"n entre 7eligi"n y 8tica. (llo se a debido tanto al ambiente cultural cultural como a la necesari necesaria a relaci"n que e#iste entre una y otra& igual igualmente mente a algunos modos ist"ricos de proceder por parte de los cristianos. 9l fin y al cabo, la fe conlleva y e#ige comportamientos y conductas no s"lo individuales sino también sociales. :n discurso e#cesivamente moralizante, o una inadecuada posici"n frente al mundo de lo político, en nombre de una 7eligi"n, ace que el recazo valga para las dos. 9 esa amb ambig; ig;eda edad d an con contri tribui buido do tam tambié bién n en las tre tress %lt %ltima imass déc década adass alg alguna unass ins instit tituci ucione oness educ educat ativ ivas as 'ol 'oleg egio ioss y :n :niv iver ersi sida dade dess cat" cat"lilica cas/ s/,, la lass cual cuales es,, ante ante la difi dificu cultltad ad de af afron ronta tarr directamente los problemas religiosos, optaron por convertir sus cátedras de 7eligi"n en cátedras de 8tica o de problemas relacionados con el comportamiento umano, como la se#ualidad y otras formas de relaci"n con los demás la amistad, el amor, la dinámica de las relaciones umanas, etc./  Por otra parte, el impacto de la secularizaci"n, generalizada en la segunda mitad de< presente siglo, produjo produj o en soci sociedades edades como la nuest nuestra ra no sufic suficiente ientemente mente preparada preparadass para soportar sus embates, embates, un quiebre religioso, ideol"gico y ético más vecino quizás del secularismo y del ateísmo que de la misma secularizaci"n. 1a justa autonomía de las así llamadas realidades terrenas como la ciencia, la cultura y la política, fue acogida también con gran alborozo en el terreno del comportamiento umano, el cual pas" en mucos campos del abandono de la tutela religiosa al abandono de la misma ética. ética. (l reca recazo zo de la religi"n fue vivido de eco también como un reca recazo zo de la ética, en cuanto sin"nimo de la moral que la religi"n abía propugnado y sostenido. Pero fundamentar una nueva ética no es asunto fácil ni que se improvise& por ello emos quedado en buena parte flotando en el vacío. 9 lo anterior se a añadido la e#plosi"n de conocimientos, de tecnologías y de posibilidades anteriormente desconocidas para el ombre y que an puesto en sus manos instrumentos que le permiten manipular, cada vez más, no s"lo la naturaleza c"smica, sino también su misma umanidad& desde la genética asta los procesos sociales. 9nte esa nueva realidad, el ombre se a encontrado sorprendido y mucas veces inerme desde el punto de vista ético. (l primer vacío que se detecta en nuestra sociedad, y en un nivel bastante generalizado, a%n en personas cultas y e#pertas en asuntos sociales, dice relaci"n precisamente con el concepto de ética. = lo primero que ay que decir dada -a istoria de d"nde venimos, es que ética no es lo mismo que religi"n, aunque las grandes religiones ayan sido tradicionalmente portadoras de e#traordinarios prin princi cipi pios os o idea ideale less ét étic icos os,, lo loss cu cual ales es cond conduc ucen en nece necesa sari riam amen ente te a fo form rmas as espe especí cífi fica cass de >

 

comp compor orta tami mien ento to no solo solo pri priva vado do si sino no soci social al.. 9s 9sí, í, por por ejem ejempl plo, o, el *i *ios os bí bíbl blic ico o se ma mani nifi fies esta ta radicalmente interesado en la terrenidad del ombre y en la organizaci"n de su vida en sociedad. 1a ética tampoco puede confundirse con el conjunto de normas que regulan las relaciones de los ombres en el orden jurídico leyes/, en el orden social instituciones/, en el orden cívico conductas particulares convencionales/, en el orden político manejo de los medios para el bien com%n/, o en el orden sociol"gico frecuencia de los ecos sociales/. (llo, aunque dicos c"digos normativos pueden consagrar en una o en otra forma principios auténticamente éticos. 'reo importante referirme a esto porque, con no poca frecuencia, se postulaba en el reciente debate cons consti titu tuci cion onal al la nece necesi sida dad d de un una a nuev nueva a ét étic ica, a, refi refiri rién éndo dose se a la nece necesi sida dad d de una una nuev nueva a 'onstituci"n política o carta jurídica fundamental para el país, incurriendo así en una lamentable confusi"n. 1a ética se sit%a más allá de todo orden positivo, pues unde sus raíces en la umanidad misma del ombre, e#plicitada a través del uso legítimo de su racionalidad. 7esulta altamente peligroso confundir la ética con cualquier ordenamiento positivo, pues ella es la instancia %ltima para juzgar los c"digos normativos de una sociedad. (n efecto, algo puede ser legal y simultáneamente injusto& consagrado por una ordenaci"n jurídica, social o política, y ser lesivo de derecos umanos fundamentales. +(n las sociedades primitivas )afirma el fil"sofo 9ranguren) no e#iste ni tan siquiera la distancia real entre lo moral, lo social y lo jurídico& por tanto, menos a%n, cabe su distinci"n conceptual. odo aquello se alla confundido en unos mores que son, a la vez, usos sociales, socia les, costum costumbres bres morales y preceptos jurídic jurídicos os no escri escritos tos o apenas apenas,, pero vigen vigentes/ tes/ (s lo que Hegel llamaría sustancia ética ingenua+ ?. 1. 9ranguren, +8tica y Política+& @adrid, -ABC 2, p. 5D/. ?unto con la concepci"n de ética, es preciso llenar el vacío de la conciencia y de la sensibilidad éticas, causado por la ausencia de la imprescindible referencia de cada individuo al otro y a los otros, reconocidos como semejantes, partícipes de la misma umanidad, dotados de los mismos derecos orig origin inar ario ioss y ante ante qu quie iene ness se es resp respon onsa sabl ble& e& ig igua ualm lmen ente te la co conc ncie ienc ncia ia de pert perten enen enci cia a a la comunidad umana, como %nica posibilidad de realizaci"n, y como acreedora y necesitada del aporte de cada uno de los individuos en la realizaci"n de un mismo destino com%n. Pero no basta la conciencia ética si no va acompañada de una sensibilidad peculiar acia el otro que impulse a abandonar las apetencias del propio egoísmo individual o de grupo. (l egoísmo, insensible a los demás, entra necesariamente enlaconflicto lo prisiones. puede contener, asta cierto punto, por medio de la ley, con policía, con con el el bien podercom%n. judicial+!e y las Pero ay un límite para el porcentaje de la poblaci"n que puede ser retenida en prisi"n, y cuando el egoísmo traspasa traspa sa ese límite, los agentes de la ley, y a%n la ley misma, tiene tienen n que acer acerse se más tolerantes e indulgentes. 9sí, el bien com%n se deteriora. $o solamente es menos eficiente, sino que se encuentra también con la dificultad de ejercer una  justicia equitativa en el momento de decidir cuáles son las injusticias que an de ser toleradas+ 1onergan, +@étodo en eología+, p. DC/. (sto e#plica, parad"jicamente, la ine#plicable e#presi"n de uno de nue nuestr stros os man mandat datari arios, os, cua cuando ndo afi afirma rmaba ba ac ace e alg alguno unoss año años0 s0 +(s nec necesa esario rio redu reducir cir la inmoralidad a sus justas dimensiones+. 1as leyes y las normas de un país pueden ser e#traordinariamente sabias& pero serán perfectamente ineficaces y vacías )si no son asumidas por una sociedad y por unos individuos conscientes de la D

 

obligaci"n moral que los ata de manera ineludible a proceder de acuerdo con su propia umanidad y con los demás seres que comparten su misma naturaleza. (l vacío de que venimos ocupándonos a de llenarse con principios y criterios éticos fundamentales, valederos en sí mismos a causa de su racionalidad y de su fuerza umanizadora. Principios que formulen las e#igencias básicas de la umanidad, considerada desde el n%cleo específico que la constituye y desde el conjunto colectivo de seres umanos en mutua interacci"n. (l vacío ético seguirá siendo tal mientras no se establezcan los valores fundamentales de la persona y de la sociedad umana que trasciendan lo simplemente agradable o desagradable, lo placentero o doloroso, lo satisfactorio o insatisfactorio. 1íneas y dinamismos de preferencia que conduzcan, por ejemplo, de lo agradable a los valores vitales, de lo vital a lo social, de lo social a lo cultural, de lo cultural a lo personal, de lo personal a una auténtica trascendencia o superaci"n de sí mismo y de la sociedad. socie dad. 1a apreciac apreciaci"n i"n de estos valores a de conducir a una correspondiente correspondiente jerarq jerarquizac uizaci"n i"n o escala de preferencia0 el bien integral sobre el bien parcial& el bien social sobre el bien particular. 1o anter anterior ior ace neces necesaria aria una conti continua nua y atent atenta a refle refle#i"n #i"n ética, promovi promovida da por diversas instanc instancias ias sociales, socia les, que permit permita a ir e#pli e#plicitan citando, do, formulando y criti criticando cando las estim estimacion aciones es y valor valores es ético éticoss que constituyen nuestro patrimonio com%n. 9 la base de nuestro vacío ético se alla por lo demás, en no pequeña proporci"n, la ausencia de una educaci"n ética de la niñez, de la juventud y de las personas adultas. 4gualmente la ausencia de una formaci"n ética en cada una de las profesiones y la carencia de c"digos éticos fundamentales, o de a#iologías propias de las diversas instituciones, organizaciones y empresas que constituyen el tejido social. 9sí, por ejemplo, oy se ace imprescindible la formulaci"n de sana ética propia del (stado y de los funcionarios p%blicos. (sta educaci"n no a de renunciar al ideal de formar al ombre virtuoso de que ablaran los fil"sofos griegos, es decir, al ombre no s"lo consciente de sus obligaciones, sino capaz de realizarlas0 al ombre dotado de la fuerza, de la +virtus+ que lo acen verdaderamente libre para llevar a la práctica sus deberes y sus ideales. 9l ombre que, por su sabiduría adquiera una especie de instinto de uma umani nida dad d para para desc descub ubri rirr y real realiz izar ar el bi bien en&& que que no s"lo s"lo apre apreci cie e los los valo valore res, s, sino sino que que esté esté efectivamente disponible para ellos. Porque si es importante la normatividad, lo es muco más la constituci"n del sujeto ético, tanto individual como colectivo. $i a de renunciarse en este proceso educativo a presentar y a animar en la prosecuci"n de los grandes ideales éticos de la umanidad, revaluando, por ejemplo, el ideal má#imo del amor y la necesaria opci"n por el sacrificio que éste comporta, asta entregar la propia vida, bien sea en la poblaci"n del trabajo y la luca cotidiana, bien sea con la misma muerte. 1a umanidad no logrará ser plenamente umana si no asume como reto la má#ima meta de sus posibilidades. Einalment Einalm ente, e, el vac vacío ío éti ético co a de ser lle llenad nado o com comple plemen mentar tariam iament ente e con ins instan tancia ciass soc social iales es de sanci"n sanci "n moral difer diferentes entes de las merament meramente e penale penales/, s/, por medio de las cuales se estim estimule ule el bien) obrar y se desacredite ante la sociedad todo género de conductas reprobables. 1a comunicaci"n social y sus diversos medios ocupan una posici"n privilegiada para el ejercicio de esta funci"n0 no s"lo en el de de e#cluir loslos antivalores an venido también ensentido el sentido recrear patrones que de lainfortunadamente e#altaci"n ciudadana. 9 causaconsagrando, de los mediossino de comunicaci"n social, oy vale más ante la apreciaci"n p%blica un buen deportista o un buen cantante B

 

convertidos por la publicidad en verdaderos ídolos/, que un buen ciudadano, ombre trabajador y onesto que construye silenciosamente la patria.

6. El &a+$o /)i+o0 *na 2o"i7le "ol*+in en la /)i+a +i&il 9firmamos, al comienzo de estas refle#iones, que s"lo una nueva ética podría llenar de eco el inmenso vacío de nuestra sociedad colombiana. ratemos aora de ilustrar, de manera genérica, el por qué, así como la naturaleza y alcances de esta soluci"n. ?unto con la conciencia del vacío ético, analizada en la primera parte, a ido creciendo también la conciencia y la convicci"n de que esta nueva ética a de ser de carácter Fcivil+ o +ciudadano+. 1a e#presi"n no deja de tener sus dificultades y de e#citar reacciones de signo positivo o negativo. Pero a de sersu propia naturaleza la que permita esclarecer si ella puede responder o no a las e#pectativas y necesidades que emos considerado, así como disipar los posibles temores. :na ética civil pretende responder a las necesidades de una sociedad en la que se conjugan principalm princ ipalmente ente los sigui siguientes entes elementos elementos00 un ciert cierto o grado de secul secularizac arizaci"n& i"n& un plural pluralismo ismo cada vez más e#tendido y admitido& y una orientaci"n fundamentalmente democrática. 1a descripci"n fenornenoiBgica del vacío ético, y nuestro intento de profundizaci"n en él, fácilmente ponen pon en de man manifi ifiest esto o que las car carac acter teríst ística icass ant anteri eriore oress se com compru prueba eban n en nue nuestr stra a soc socied iedad ad colombiana. (lla, en efecto ya no es una sociedad religiosa de cristiandad& sus opciones ideol"gicas y políticas son cada vez más plurales& y su tendencia democrática, no obstante los vicios y aberraciones anotadas, parece ser algo cada vez más e#igido por nuestro pueblo. Por otra parte, una ética civil no pretende competir ni e#cluir otras opciones éticas razonables, sino encontrar, e#plicitar y asumir el mínimo)ético com%n de una sociedad secular y pluralista. +la ética civil ))seg%n la e#presi"n de un connotado moralista) es por lo tanto el mínimo moral com%n aceptado por el conjunto de una determinada sociedad dentro del legítimo pluralismo moral. 1a aceptaci"n no se origina mediante un superficial consenso de pareceres, ni a través de pactos sociales socia les interesad interesados. os. (sta aceptaci"n es una categoría más profunda0 se identi identifica fica con el grado de maduraci"n ética de la sociedad. @aduraci"n y aceptaci"n son dos categorías para e#presar la misma realidad0 el nivel ético de la sociedad+ Gida
View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF