El Tema Del Canto en El Martin Fierro de José Hernandez
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EL TEMA DEL CANTO EN EL MARTIN FIERRO DE JOSÉ HERNANDEZ De NOE JITRIK I El poema tiene una estructura de recitativo o de oratorio, esa voz entona la relación de la desdichada suerte de un pueblo, de una raza, de un hombre. Un relator q se expresa mediante un ritmo siempre igual realizado sobre medidas y estrofas casi sin variantes. Hablamos de MELOPEA (entonación, ritmo y medida) sirve para delatar una energía q puede ordenar una conducta fundamental del texto. El recitativo es básicamente un efecto q incluye la solemnidad y la sacralidad. Lo recitativo cumple una función: la inteligibilidad, es un gesto comunicante, un intento de alcanzar al otro. Lo recitativo no es una resultante en la q se pierden los niveles precedentes, la misma relación de ausencia-presencia q expresa la palabra poética concreta respecto de la pura intención poética. Los dos aspectos conjugan su energía, de lo cual resulta otro nivel q a su vez será resumen y significación puestos en juego. El nivel del recitativo es el último de los niveles pero no es el final. Existiría una génesis de la q el efecto del recitativo sería una rica fase final. Partamos del recitativo para recuperar la génesis. En primer lugar hay cierta organización del recitativo, la melopea 8la entonación) surge de una elección de formas; una de ellas es la sextina; q hace posible la existencia de la obra como poesía, la melopea pertenece al nivel “estético” del poema. La sextina no es un hecho formal aislado sino q forma parte de un conjunto coherente proveniente de la cultura; ese sistema liga la conciencia del poeta con la realidad. El poeta se detiene y considera lo q puede servir a su proyecto: el sistema se le ofrece y él debe optar. Esto constituye el nivel de la “inteligibilidad”. Para Hernández se trataba de elegir entre la poesía gauchesca del q la sextina era un elemento integrante y la poesía urbana q podía incluirla o no. A este nivel lo llamaremos de “elaboración”. Este nivel necesita una puesta en marcha, una intención de elaborar; esta intención cobra forma y tiene fuerza en la medida en que se hace cargo de un proyecto engendrado en la conciencia de un hombre, este nivel será denominado de la “inflexión” y es en él donde todas las motivaciones posibles se ordenan mediante signos q no pueden sino provenir de una interiorización personal. La “inflexión” surge del cruce de cierta realidad con cierta conciencia del mundo exterior. Para Hernández el nivel “motivacional” se concreta en una voluntad de denuncia política q quiere discernir sobre un enemigo, Buenos Aires. En toda expresión hay una distancia, un espacio, este espacio esta recorrido por niveles q permiten comprender q una serie de pasajes sucesivos y progresivos de lo intencional a lo formalizado es la condición necesaria de todo proceso de creación. La génesis es inversa: todo comienza en el nivel motivacional y concluye en el recitativo para imponer un mensaje. El tema del canto en la poesía gauchesca tiene un valor retorico, la gauchesca emana de la payada. El tema del canto en M. Fierro es realzado e investido de valores y apunta a una estética. El tema del canto cumple dos funciones: la primera está en relación con el lector: se le comunica o informa un proceso q ha conducido a la formalización de cierta estética; la segunda se vincula con su carácter de vehículo: el tema del canto es lo más representativo q existe en el poema de una conciencia estética asumida. El tema del canto se nos aparece como la forma más próxima, genéricamente, del recitativo. Pero el poema en verdad es dos poemas o bien uno solo, integrado por dos partes diferenciadas que, sin embargo, son considerados como un texto único y homogéneo. Es corriente estimar q hay un solo objetivo ético: defender la causa del gaucho; es corriente también q el personaje central es
considerado en una sola línea. Se asume q Cruz y Fierro serian intercambiables y , lo q es mas grave, Fierro y Vizcacha, cuyos consejos son citados como si respondieran a una misma filosofía. La crítica hernandina ha venido acercando elementos de diferenciación, pero no se han centrado en el tema del canto, q relación puede haber entre tales diferencias. Como pueden haberse reflejado en el poema, en el pasaje de la primera a la segunda parte, los cambios de la realidad referida y censurada y los cambios que estas variaciones habrían engendrado en el autor. Existe una tendencia a entender q no es posible q la unidad entre ambas partes sea total y perfecta. Pasan 7 años los entre una y otra, pero el mundo de Hernández ha evolucionado. Estos cambios radican en el nivel motivacional- inflexivo para incidir en la elaboración del poema. Hacia 1870 los cursos posibles a seguir eran todavía varios en el país. El partido federal ha mostrado a sus hombres q solo les quedaba la anexión. Se pasa de la fiereza del partidismo de 1870 a una racionalizada comprensión de los elementos que componen el sector triunfante: parecía que ha concluido una época. Hernández demuestra su adhesión montonera y lo expresa a través de la escritura de La Vuelta de M. Fierro. Lo diferente, lo q ha cambiado en esta parte del poema, extrae su fundamento del nivel motivacional- inflexivo. Pero además de las diferencia hay también continuidad en ambas partes, en lo q se refiere a lo recitativo. El análisis del tema del canto nos pude proporcionar un esquema de las variantes fundamentales. II El primer verso M. Fierro tiene diferentes cualidades. La primera es la forma de ser del cantor; la segunda la naturaleza del cantor, cómo es o cómo debe ser; la tercera se relaciona con un mundo q el canto y el cantor representa (mundo del q cantor forma parte). De entrada el canto (“aquí me pongo a cantar”) anuncia q llevara a cabo un acción, el canto, cuya motivación (“una pena extraordinaria) aparecerá enseguida. Su canto procede de un núcleo afectivo, se produce una acentuación de lo personal. Sitúa al objeto de su canto en dos instancias de la experiencia, la personal pasada (“que voy a cantar mi historia”) que al mismo tiempo le servirá de hilo conductor del canto q se proyecta, y la actual del cantor. La experiencia del canto se presenta como un combate. La dimensión del canto es verificada mas adelante en dos niveles; el primero es el de la proclamación de la universalidad del canto (“y dende que todos cantan”); el segundo es el de la participación en ella y se apoya en un doble argumentación;, por un lado hay un cierto voluntarismo (“yo también quiero cantar”) y; por el otro, se afirma un destino irrenunciable por innato (“dende el vientre de mi madre/ vine a este mundo a cantar”). La idea de un destino de cantor se reitera abundantemente. Este destino es asumido con todo lo q implica orgullosamente por el cantor (“el cantar mi gloria labra”) en el sentido del poder q adquiere su conciencia que, mediante el canto, abarca por un lado el tiempo y lo cubre. El canto es espontaneo e inspirado, afrontarlo supone un riesgo vital, implica la universalidad q se asume orgullosamente. Junto a esta imagen hay también rasgos importantes, por ejemplo el lenguaje. El lenguaje es el restringido idioma gauchesco del canto, que no implica limitación para el cantor (“yo no soy cantor letrao”). Mediante este verso el cantor admite la existencia de otro tipo de cantores de los q se diferencia (“yo no soy”). Es decir, el mundo de la cultura existe pero también el mundo gauchesco. Esta oposición indica una competencia y un desafío: el cantor gauchesco, pese a sus limitaciones, es capaz de alcanzar la universalidad q el cantor culto no toca. El canto se define como un ámbito autónomo q se valoriza hasta cubrir todo el espacio cultural, criticando, un canto “letrao”, culto, usurpador de una región q pudo haber dominado pero q ahora para él está perdida.
El poema relata elementos representativos de la lucha: la injusticia real y la justicia posible, la opresión actual y la libertad arrebatada. En los últimos verso del gaucho M. Fierro destruye el símbolo exterior del canto (“y de un golpe al estrumento/ lo hizo astillas contra el suelo”), se veda a si mismo la continuidad de la competencia, ese gesto precede al abandono de la civilización. Pero esto no quiere decir q haya sido derrotado, si cesa el canto es porq en tierra de indios es intrascendente cantar. Romper el instrumento es mas bien un gesto de repudio. Siete años después Hernández escribe La Vuelta, en su enunciado yace la fuerte afirmación de un “aquí” del q se ha salido y del que ahora regresa. Al volver el canto se autoenjuicia, emergen dos características de la organización de este nuevo poema: lo explicativo y lo retrospectivo. Lo explicativo es un aspecto q se manifiesta por medio de dos vertientes estilísticas: las descripciones y las justificaciones. Entre el final de la ida y el comienzo de la vuelta hay un espacio q el relato se propondrá cubrir: habrá q decir que pasó y habrá q retomar todo lo q en la Ida había permanecido como situación anunciada y no terminada de elaborar (“recordaran que con Cruz/ para el desieto tiramos”). (“porq recebi en mi mesmo/ con el agua del bautismo/ la facultá para el canto”). Se trata sin duda de un don, de algo recibido y consagrado q define al cantor. Sin embargo hay una ligera toma de distancia, recibir con el agua del bautismo no es innato. Hay una nueva perspectiva: el canto puede no estar fusionado con el cantor sino serle exterior. Es entonces como si el canto fuese una especialización. Esta conclusión marcara toda la concepción del canto de La Vuelta. Comprende q su particular concepción no es única y admite las restantes existencias. En esta perspectiva se comprueba la supervivencia (“habiendo perdido tanto/ no perdi mi amor al canto/ni mi voz como cantor”). Reconoce q no pierde el amor al canto. Pero el cantor es alguien definido y no “todos” los hombres. Si antes la diferenciación con el cantor “letrao” se hacia por medio de una afirmación excluyente (“yo no soy cantor letrao”9 ahora esa otra categoría que representa el sistema es incluida, y la categoría propia es descripta por una serie de juicios q podríamos definir como desprendimientos de un punto de vista exterior q van organizando una imagen (“canta el pueblero y es pueta/ canta el gaucho y ay jesus!”) El vago cantor letrao antes era cantor mas o menos general pero ahora es pueta y además pueblero. En la Ida no concebía q hubiera mas de un solo y único ámbito. III Reconoce dos ámbitos de cultura y de canto, pero q son opuestos. La comprensión del proceso político de Hernández se abre cuando viene Nicolás Avellaneda al poder, y ese fondo histórico lo refleja en el poema. El poema corresponde al periodo cuando culminan los conflictos entre BS. As. y las provincias, donde Bs. As se consolida como capitalismo portuario. Después de esto Hernández encuentra un lenguaje- el liberalismo-. En los prólogos tiene diferencias entre la Ida y la Vuelta, cambian la extensión y el tono. En la Ida Me he esforzado, sin presumir haberlo conseguido, en presentar un tipo que personificara el carácter de nuestros gauchos… Cuantos conozcan con propiedad el original podrán juzgar si hay o no semejanza en la copia. Se concentra entonces entre estas relaciones entre modelo y personaje. La obra estaría condicionada solo por una realidad global vivida como modelo a copiar y no por un determinado código; ese es el sentido que tiene la alusiona Del campo que ofrece un código rechazable y con él la posibilidad de perder el carácter autonómico del poema. En cuanto al prólogo de La Vuelta (“cuatro palabras de conversación con los lectores”) es notable la cantidad de referencias a lo exterior de la obra, a las circunstancias a las que la obra se inserta.
Ya no hay preocupación teórica por la composición, al reconocer esto asume la mirada del lector. La denuncia de una realidad defectuosa no pasa de allí y no se sabe si es algo q el lector debe condenar o necesita saber para entender mejor el poema. Digamos q los argumentos presentados son de índole material, “artística”, cultural y moral. En cuanto a los argumentos culturales cubre varias vertientes: a) la justificación del idioma gauchesco por el criterio de utilidad b)inserción del pensamiento gaucho en la cultura de “las naciones más antiguas, Sócrates, fundador de la mora, Platón y Aristóteles. C) la demostración de q el autor está al corriente de la discusión cultural actual: “las civilizaciones difieren”. El poema es presentado por su autor como vehículo pedagógico, como lectura moralmente recomendable. Con respecto a la problemática de la cultura, todo lo q define el mundo del cantor tiene una contraparte bien precisa en todo lo q supone la existencia del cantor letrao. El cantor no ignora esta existencia pero se opone y la refuta, con un pensamiento crítico. Esta cultura se identifica con la ciudad, que sería universal. El cantor prepara su idea del canto, consagra y fija su lenguaje aceptando sus limitaciones. Pero su lenguaje es espontaneo, natural y transmite la verdad. Defiende a los oprimidos en le plano político y propone un simulacro de la lucha de clases. Hernández lleva a cabo dos acciones simultaneas: la comprensión de lo motivacional y la posibilidad de darle forma. En el aspecto productivo- poético del simulacro de la lucha de clases entona un lamento por una derrota (social). En la segunda parte la derrota es el hecho básico, después de la renuncia viene el retorno y la aceptación de lo q se rechazaba. Para confirma q no se trata de un esquema de lucha de clases, sus héroes inadaptados se dispersan a los cuatro vientos.
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