El movimiento escénico del orador

September 6, 2017 | Author: sheherazadebigdali | Category: Sound, Waves, Cartesian Coordinate System, Coordinate System, Nature
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Manejo espacial...

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EL MOVIMIENTO ESCÉNICO DEL ORADOR VISTO DESDE LA TÉCNICA DE LAS GRÁFICAS POLARES. Por Luis Martín Trujillo Flórez De Colombia Director Grupo de Formación en Narración Oral “Nornas” Universidad Nacional de Colombia. Para empezar esta ponencia debo reconocer que fue muy difícil encontrar un inicio. Tuve que devolverme a varios apuntes y anotaciones que tenía pendientes, al parecer, escribir sobre un arte que tiene su sustento en la palabra hablada parecería una extraña vergüenza. Por un lado, valdría la pena decir algo en el reino de los sordos, y por otro, vale la pena hablar de algo tan sencillo y simple que esta en cualquier persona; esa necesidad de comunicar con la palabra, darla a los demás para sustentar su propia verdad. Podría solucionar los cuestionamientos diciendo que vale la pena, porque si hablamos del acto del habla, hablaríamos de un proceso simple casi vinculado con la naturaleza humana. Desde el inicio de los tiempos se habla y se transmite a nivel oral, si recordamos a los Aedos, los Bardos, los Griot, e incluso a Jesús (que según los evangelios no escribió nada), nos damos cuenta entonces que el mundo se sustenta en la palabra. El problema real de los actos orales radica en que: Los fundamentos o leyes que la rigen el momento en que se produce la comunicación oral están plasmados de forma subjetiva, no hay una definición clara ni una forma única, ni un método efectivo para hablar, todos los parámetros se asientan al gusto, al placer y porque no, al oficio, la práctica del habla. Una praxis difícil de concretar, entonces para crear unos parámetros reales se debe extraer de cada visión los puntos comunes que le den una identificación propia, plural, de esa manera salir de la individualidad y llegar al arte. Remontémonos a lo más sencillo, el orador, ¿Que es ser un orador autentico? Es aquel que con sus palabras, los sentidos que crea en las mismas crea una persuasión en su escucha, dicha persuasión depende exclusivamente del empleo eficaz de las técnicas de ilusionismo y prestigiditación del orador, es decir, de su propio estilo. ¿Vale la pena hablar de autenticidad en un arte que lo más autentico es un embauque, un espejismo? Sí, pero el ser auténtico obedece a mandatos que la vida impone, la autenticidad o sinceridad consiste en aceptar sus propios ángeles o demonios y en servirlos a la medida de sus fuerzas, en otras palabras, solamente aquella persona que se conoce a profundidad, y que domina su tranquilidad puede ser eficaz en su discurso. Aquel que escoge un tema de manera racional, porque piensa que de esta manera alcanzará mejor el éxito, es inauténtico, es un buen farsante. Habrá oradores que son buenos embaucadores, sin embargo, el embauque siempre termina en desilusión. El habla es un acto del espíritu, y el espíritu se fortalece con la actitud, con la fe, y la fe es autentica dependiendo de la sinceridad con los demás y consigo mismo. Ahora que ya se ha definido a un orador real, compliquemos el asunto, acuñémosle el término “escénico”, hablamos entonces de un acto que se

vuelve llamativo a los demás, seductor, un seductor no solo habla bonito, mira, contempla, detalla, esos secretos de un buen orador, está pendiente de su interlocutor, vuelve a su público su amante. El hecho de que sea en un escenario dado hace que le acto del habla adquiera unos parámetros que la escena le impone, por ejemplo: Un espacio escénico y una rigurosidad en el movimiento dentro de este, unos matices propios que la definan como un arte. Es importante que cada presentación de un proyecto esté diseñado y planeado para un público determinado, por ese mismo motivo, nada de lo que suceda en él debe ser casualidad (Y debe aclararse que una cosa es casualidad y otra muy diferente improvisación), ¿Por qué el buen orador es un buen improvisador?, porque el acto del habla tiene la cualidad que es un acto comunicativo más que interpretativo. En el escenario el acto sucede en tiempo presente. No se puede abordar en tiempo pasado, ni en tiempo futuro, así del pasado se aprenda y del futuro se espere. Lo que no se dijo en ese momento ya no tendrá posibilidad, si el orador no convenció durante el tiempo en que realizó su exposición, después no lo hará así lo intente. Una de las dificultades más grande, es que el orador suele quedarse en una presentación que salió muy bien, y espera repetirla; es imposible, y cualquiera que haya hecho esto lo sabe. Cómo procuramos que una presentación de un proyecto siempre se reproduzca de forma fiel, e incluso que se enriquezca con el tiempo. Sólo se puede lograr a través de una preparación previa fuerte, rigurosa, y un conocimiento de lo escénico, lo discursivo, y de lo que el orador puede ofrecer. Una de las grandes preocupaciones del orador oral es su desenvolvimiento en el escenario, en muchos casos está sentado y parece que sus movimientos fueran mínimos, pero no es así, algunos mueven cabeza, tronco, pies, manos; otros en cambio, se desplazan y construyen en partes del escenario, otros juegan con su cuerpo. Todo para qué, para desenvolver su discurso, y con él, cuerpo, movimientos, desplazamientos y voz, con el único fin de convencer cuando sus palabras crean imágenes, ambientes y atmósferas. La necesidad del desplazamiento no depende de la palabra ni de las artes escénicas, viene de la necesidad intrínseca del hombre de comunicar, los lenguajes verbales y no verbales (corporal, visual, icónico, referencial, onomatopéyico, etc.) que vemos en cualquier persona que habla, e incluso cuando no está hablando, somos seres expresivos en todas nuestras instancias porque pertenecemos a un contorno social. El buen orador emplea todos los tipos de lenguaje a su favor, porque el artista desglosa las manifestaciones humanas para disiparlas, proyectarlas, y emanciparlas en escena, y así, aprovecharlas al máximo, en otras palabras, el orador debe robarse la belleza para construir con ella. El movimiento es parte de la libertad individual que da la escena. Si nos preguntamos cuál es la forma correcta de moverse, no existe, pero si es conveniente buscar mecanismos para encontrar nuestra identidad y manifestarla en el escenario, de tal forma que le demos a la presentación algo

de nuestra alma, si no toda. Conocernos es la única forma de proyectarnos en la vida y en un escenario. En esta ponencia vamos a dilucidar sobre el estudio del escenario desarrollado en el Grupo de Formación de la Universidad Nacional NORNAS, algunas técnicas desarrolladas en el teatro, para terminar en el análisis de la técnica de las Gráficas Polares desarrollada por Luis Martín Trujillo Flórez y aplicada con excelentes resultados en varios procesos de formación en procesos de comunicación oral efectiva. La investigación parte de un autoconocimiento como seres, y una concientización de los movimientos para llegar a una visualización de los mismos en el escenario, después se aborda la proyección del orador en su espacio basado en los sistemas de coordenadas (cartesianas, esféricas, cilíndricas y cónicas). La técnica desarrollada especialmente para la oralidad puede utilizarse en otras áreas escénicas, no es una técnica absoluta, ni la única manera de moverse o desplazarse, simplemente es una herramienta provechosa en el desenvolvimiento del orador en su espacio escénico. Se pretende que el orador la domine juegue con ella, la desconozca y la adopte de la mejor forma a su estilo. 1. Conceptos Básicos: Para empezar este trabajo debemos definir varios conceptos y así evitar posibles confusiones. Escenario: Es el lugar donde se efectúa una presentación oral sin importar sus detalles físicos o locativos, ni su ubicación, al menos que se especifique. Auditorio: el público que escucha, y al actor como todo elemento que actúa en la escena. Centro escénico: Es el centro del escenario sin importar su forma o medidas. Proyección: Es la forma como el orador se proyecta a su auditorio y depende de tres cosas: el escenario físico como tal, la ubicación del público y las exigencias de su discurso. Puntos de proyección: Son los puntos en el escenario en los cuales se ubica el orador para proyectarse, estos puntos él los define dependiendo de sus necesidades, el otro depende del acto comunicativo. 1.1. El cuerpo en la escena: Todo lo que se hable acerca del cuerpo y sus lenguajes es poco, aquí vamos a mirarlo de una manera somera, pues nuestro objetivo es estudiar los desplazamientos, aunque es un punto de partida para que el orador desarrolle un trabajo corporal serio y estructurado. El orador sólo tiene tres armas en el escenario para desenvolverse (ese es el encanto del acto del habla pues básicamente no se necesita más), estas armas

son: Voz, Cuerpo y Cuento. La interacción de las tres de manera adecuada hacen un orador contundente preparado para lo que podría ser su cuarta arma: El Poder de Persuasión, que consiste en dos cosas: la primera es el Poder de Comunicación y de transmisión, dicho poder le permite ser un amigo de todos. Por eso debe ser un improvisador fuerte, un improvisador no es aquel que hace lo primero que le llega a la cabeza, es aquel que aprovecha las cosas mínimas, las maximiza y les saca el mejor provecho. La segunda parte del poder de persuasión es la Presencia Escénica lo que se llama “el ángel”, que viene definido por su aspecto físico y el Estilo que desarrolle; el estilo es la huella personal que él deja en su discurso, lo cual la hace único e irrepetible. Muchas veces la persuasión no depende de lo que se dice sino de la forma cómo se dice. Somos seres integrales e indivisibles, así utilicemos diferentes máscaras según las circunstancias, por eso para definir un estilo, lograr transmitir, persuadir, y aprovechar las tres armas, debemos tener un equilibrio sólido entre cuerpo y alma. El alma define el pensamiento, y el pensamiento como todo lo que hacemos es una manifestación individual, así sea el resultado de una interacción social permanente. Cualquier persona que desee ser artista de la palabra debe conocerse a sí mismo, es más, el orador es un actor que se representa a él mismo. Así el orador no tenga conciencia actoral, desde que se para en el escenario deja de ser él para convertirse en el orador del discurso dado, y se nota cuando un orador presenta sus proyectos de forma distinta a otro proyecto, con su sello personal, y si no fuera así, los actos del habla se tornan demasiado monótonos, una serie de entes repitiéndose. Un proyecto adquiere vida dependiendo de quién lo cuenta y la forma en qué lo hace. Las disertaciones sobre el orador y el empleo de su cuerpo son extensas. La conciencia corporal nace de la autoimagen y hay tres parámetros que la definen, y por consiguiente, definen nuestros movimientos, estos son: nuestra apariencia física, la educación que recibimos, y nuestras tendencias. La apariencia física es determinada por la herencia genética, y es tan fuerte que a veces una persona nos agrada o molesta sólo por su apariencia, es más, comúnmente damos juicios de valor acerca de los demás según su aspecto. Hay personas que en su fachada se ven tiernos, tranquilos, o por el contrario, de mal genio, irascibles, esa apariencia debe ser aprovechada por el orador para su desenvolvimiento en el escenario, él puede disipar su apariencia con el discurso, o por el contrario, generar un contraste brusco e impactante para que su poder de seducción sea mayor. En segunda instancia, la educación determina el propio lenguaje y crea los patrones de pensamiento y de concepción del mundo, asimismo, las reacciones a una sociedad dada. Las palabras que escogemos para hablar dependen de nuestra educación, y lo que queremos expresar, nuestros movimientos vienen de igual manera determinados por la educación, y la educación más que un ejercicio académico es una interacción social. Cada quien aprende de su entorno y lo manifiesta.

Por último viene nuestro libre albedrío, nuestra personalidad, que es determinada en gran parte también por la interacción social. “El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, pero debe existir la necesidad de ser corrompido, si no fuese así todos aceptaríamos los antivalores que conviven en nuestra sociedad, además no existe ni la bondad ni la maldad absoluta, nuestros gustos y tendencias enmarcan nuestras pasiones. Y si el hombre es bueno o malo tal vez no interesa, lo que si es cierto es que somos esclavos de los demás y los demás son esclavos nuestros, que quiero decir, en el ejercicio de convivir, los demás nos limitan en muchos aspectos, y a su vez, nosotros los limitamos a ellos. Los movimientos y desplazamientos vienen marcados por esos tres parámetros, recalco, el orador debe conocerse a fondo, desde sus principios hasta sus excesos, sus carencias y sus ventajas, sus falencias y virtudes, y para encontrar un estilo contundente es necesario experimentar hasta llegar a lo que realmente quiere. El acto del habla es un acto de libertad y nuestro pensamiento es la única libertad que tenemos. 2. Proyección del orador en el escenario: Es importante que el orador conozca el espacio en el cual se desenvuelve, y organice su función, el escenario es el cielo, y aquí sonará contradictorio porque en el cielo uno se ubica cómo quiere y dónde quiere, sin embargo, viene la contraparte humana, y es conocer dónde estoy porque podría caerme del cielo. Las teorías dependen de las creencias, hay oradores que dicen que en el escenario hay puntos vivos y muertos, otros, que hay puntos de energía más fuertes en ciertos lugares del mismo. Sin ser escéptico, existen escenarios con puntos muertos para los micrófonos inalámbricos, y es importante conocerlos, también hay puntos que sin un por qué definido uno se siente más cómodo. Los indígenas cuentan sus relatos sentados en el piso porque la pachamama (la madre tierra) les da más fuerza, nosotros tenemos lugares que consideramos sagrados, que más sagrado para un orador que su escenario, por eso debe conocerlo y hacerse amigo de él. Suena loco o desequilibrado, pero algunos oradores con cierta mística dicen que es bueno recorrer el escenario descalzo para sentirlo, otros recomiendan calentar la sala antes de la presentación con un ensayo previo. Lo que es cierto, es que para establecer un contacto con el público es necesario energizarlo o calentarlo, generar actos comunicativos con él, es más, antes de empezar con la presentación primero se debe establecer comunicación con el escucha, construir un canal eficiente, que se genera por medio de actos comunicativos. Si se conoce el escenario se puede utilizar mejor su iluminación, las ayudas audiovisuales, asimismo, el espacio que disponemos para movernos, o el espacio que nos da en el escenario una proyección. Es importante ubicar el centro del escenario, pues éste es el centro de referencia, cómo hacerlo, si es cuadrado o rectangular con dos diagonales imaginarias desde sus esquinas, el cruce es el centro, si es una circunferencia

dos diámetros que se crucen, si el escenario tiene salidas o es de forma poligonal trazar las diagonales imaginarias desde los vértices físicos hasta establecer el centro escénico más apropiado. Casi siempre dicho centro nos lo da la intuición, pero a veces queda descuadrado en la escena. En los escenarios de cuarto lados el centro escénico coincide con el punto de proyección principal.

Figura 1. Centros Escénicos en Diferentes escenarios. Si observamos la figura 1, en el espacio cuadrado la proyección escénica es más fácil porque el público está ubicado hacia una parte específica. En el circular está por todas partes; en el semicircular el público rodea al actor y facilita la proyección, se recomienda el escenario circular volverlo semicircular, donde la espalda del actor marque el fondo, y se obtiene ubicándose en un extremo de la circunferencia. El centro escénico del espacio circular no coincide con el punto de proyección, si el orador se ubicara en el centro perdería la visión de la mitad del auditorio. Definido el centro, vamos a trazar dos líneas imaginarias, una horizontal y otra perpendicular a la anterior, vamos a llamar la horizontal eje X (ancho), y a la perpendicular eje Y (profundidad). Dividiendo el escenario en cuatro partes, el punto de cruce lo vamos a llamar origen que debe coincidir con el centro escénico, figura 2.

Figura 2. Ejes Coordenados del Escenario (Vista superior).

El ángulo de visión afecta la proyección. Ejercicio 1: Si colocamos nuestros brazos en ángulo plano 180° y miramos al frente lo más probable es que no veamos nuestras manos, vamos a cerrar nuestros brazos sin dejar de mirar al frente llegará un punto en que veamos nuestras manos, ese ángulo es conocido como ángulo de visión, si con nuestras manos trazamos una línea imaginaria hasta el final del teatro, podemos observar hasta donde vemos a la audiencia, en la mayoría de los casos ese ángulo se consigue a trenita grados con la horizontal hecha con nuestro brazos en primera instancia, es decir un ángulo de 120°, algunos alcanzan un ángulo de visión de 150°, y otros de 90°, es decir, de 30 y 45 grados cada brazo con respecto al eje X.

Figura 3. Proyección según ángulo de visión 2.1. Coordenadas Cartesianas: El teatro ha desarrollado múltiples técnicas para dividir el escenario, y se efectúan de forma tan sublime que pasan desapercibidas para el espectador; dichas técnicas vienen basadas en una visualización desde diferentes puntos de vista y con diferentes ángulos de inclinación, también en diferentes tipos de coordenadas como: cartesianas, cilíndricas, cónicas y esféricas. Otras técnicas están trabajadas bajo la proyección corporal y vocal en el espacio. En un sistema de coordenadas rectangulares o cartesiano se puede localizar un punto con una sola pareja de coordenadas (x: ancho, y: profundo) estos valores son distancias dirigidas partiendo del origen. Si miramos un escenario en vista de techo y lo dividimos en pequeñas partes, en tantos puntos como la presentación o los desplazamientos del actor lo requieran, a su vez podemos utilizar para generar los planos de ubicación de elementos y escenografía (proyectores, reproductores de sonido, mesas, etc.)

Figura 3. Punto x, y en el escenario.

Si cada pedazo se vuelve un pequeño escenario, y cada punto amarillo (figura 4.) puede convertirse en un punto de proyección, donde la extensión de los puntos en los ejes X o Y las da el orador y la necesidades de su presentación. Debemos notar que los puntos amarillos no son fijos sino flotantes, el escenario se vuelve rectángulos que a su vez se puede dividir en partes pequeñas, hasta infinitas.

Figura 4. División del escenario. Si desde el centro creamos atmósferas de proyección al resto del escenario, se generan niveles de expansión o de relevancia. El nivel 0 es el centro y los demás van numerados hacia fuera. A manera de ejemplo: en el nivel 1, el recuadro del centro, el orador puede desarrollar su historia (colocar la silla si la requiere). En el nivel 2 puede crear lugares comunes dentro del relato, en el nivel 3 desarrollar imágenes, y en el nivel 4 puede desarrollar acercamientos (confidencias entre orador y público) o distanciamientos.

Figura

5.

Niveles

de

expansión

Tomemos los ejes coordenados y ubiquemos según las manecillas del reloj cuadrantes, en cada uno de ellos hagamos la división y creemos un punto de proyección en el centro de cada cuadrante, que funciona a su vez como subescenario, donde la historia cambia de atmósfera, de ambiente, de tiempo, de personaje, incluso de orador. Podemos en algún cuadrante ubicar escenografía, crear un ambiente en el cuadrante 1 diferente al del cuadrante 3, iluminar cada uno por separado, y con diferentes tonalidades de luz; manifestar en cada cuadrante un estado de ánimo diferente, construir algo de relevancia para el relato, etc. Es importante que estos subescenarios estén equilibrados en el escenario.

Figura 6. Cuadrantes

En narración oral es común emplear tres subescenarios, lo que algunos llaman “triangulación”, no es regla, solo hábito. Todo depende de las necesidades del orador. Se divide en centro, punto de proyección 1 y 2, el público hacia la parte inferior (Figura 7.), la triangulación es útil porque en un acto comunicativo ésta distribución da más cercanía al público. La triangulación va ligada con las descargas anímicas y de humor (que se maneja comúnmente por tríadas), es decir, pasa algo, vuelve y sucede, a la tercera viene la sorpresa(efecto), respuesta.

Figura 7. Triangulación Las coordenadas cartesianas resumen bien escenarios cuadrados rectangulares, incluso se puede lograr una aproximación circular por medio de cuadrículas.

Figura cuadrícula.

8.

Aproximación

circular

por

Si le damos altura a los actores y escenografía, tenemos tres coordenadas (x,y,z): X: ancho; Y: profundidad; Z: altura.

Figura 9. Visualización en 3D del escenario. La altura permite tres niveles de trabajo, de movimientos y de proyección: bajos, medios, altos, que son definidos de la siguiente forma: bajos del suelo a la cintura, medios cintura hombros, altos hombros para arriba. Los niveles de trabajo los da la altura corporal en la que el orador trabaje, si cuenta acurrucado, sentado, de pie, agachado, arrodillado. El nivel de movimientos lo da la altura en que centre sus movimientos, especialmente las manos, es decir, un orador puede estar arrodillado con sus brazos extendidos al cielo, en ese momento su nivel de trabajo es bajo, pero su nivel de movimiento es alto, y la proyección la da hacía donde enfoque su cuerpo, o gestos. Siguiendo el ejemplo, el orador puede estar arrodillado con los brazos extendidos al cielo y proyectar su mirada al suelo, entonces su nivel de proyección es bajo. Todo dentro del escenario es un cuerpo con altura, anchura y profundidad. Cada observador tendrá un punto de vista diferente, que depende del ángulo que tenga con respecto al escenario. La proyección le permite al actor manejar diversas alturas y movimientos para mostrar u ocultar ciertos elementos. Vamos a mirar el escenario desde la profundidad, tenemos, foro, centro y proscenio. Si lo miramos desde el ancho, tenemos izquierda, centro, derecha. Ahora desde la altura, obtenemos, una especie de cubo tridimensional. Las cargas emocionales y expresivas se obtienen en el centro, las proyecciones en alto o bajo, los acercamientos en proscenio a cualquier altura, etc. Esto lo marca las necesidades del orador y los planteamientos de su presentación. El cubo será visualizado mejor en la figura 10.

Figura 10. Cubo de trabajo, movimientos y proyección. 2.2. Coordenadas Cilíndricas: Si se le da altura a la circunferencia, pasamos a una cilíndrica (es diferente la proyección del público al ver el escenario y la del actor hacia la audiencia, aunque el fin sea el mismo). Un cuerpo con ancho y profundidad se gira a 360 grados, el espacio se vuelve circular y con altura se vuelve un cilindro, este manejo es benéfico para proyecciones en espacios donde nos rodea el público por todos los flancos.

Figura cilíndricas.

11.

Coordenadas

2.3. Coordenadas Esféricas: De igual forma si tomamos un cuerpo y lo giramos 360° en su eje y 360° en su verticalidad lo convertimos en una esfera.

Figura

12.

Coordenadas

Esféricas. ¿Qué beneficios tiene el dividir el espacio del escenario o darle coordenadas para ubicarme en él? • •



Es importante saber donde ubicarse cuando se es el centro de atención, en la narración es escasa la interacción de varios en escena, por eso el orador debe estar a la vista y alcance de todo el auditorio. El aprovechamiento de una sala lo da el aprovechamiento de su espacio, al dividir el escenario puedo crear atmósferas, generar transiciones en el relato, construir personajes, generar tensiones, variar los ritmos, darle relevancia a ciertos momentos, construir escenas, crear juegos de acercamiento o distanciamiento, llamar la atención para establecer o mejorar el vínculo comunicativo, colocar escenografías de ser necesario, vale la pena recordar que cualquier cosa que el actor utilice en la escena debe estar plenamente justificada dentro de la presentación (y no es una cuestión ética si no estética). La triangulación es muy utilizada, en muchos casos, es casi el único desplazamiento que se conoce. El escenario es el cielo donde el orador se mueve, el relato su nube, pero debe saberla guiar para no precipitarse al vacío.

Hay muchos espacios engañosos y otros desaprovechados, en escenarios demasiado grandes es difícil hallarle un centro apropiado para el orador, en algunos perfectamente se puede trabajar delante del telón y con éste cerrado, además el escenario se percibe diferente para el espectador, él lo ve más pequeño por el diseño arquitectónico, allí la proyección corporal debe ser más intensa. Hay espacios que por su configuración es muy difícil de trabajar porque se llenan por las cuatro paredes y si el orador no está al tanto puede perder gran cantidad de público, estos espacios le exigen al orador que a medida que va desarrollando su relato y el público aumenta, cambie sus puntos de proyección.

2.3. Proyecciones del Orador en tres dimensiones Se tiene que proyectar el cuerpo del orador a todo el público, para esto se puede utilizar el manejo esférico. Es importante que el orador se proyecte al último espectador y haga un barrido de atrás hacía adelante y en diferentes direcciones, esto es difícil en espacios muy grandes. Se toma media esfera porque el orador está ubicado en el piso, ahora si tomamos en cuenta la proyección de los brazos, y trazamos dos límites imaginarios con el ángulo que tome el orador con sus brazos y el eje, tendríamos una proyección cónica Hay diferencia cuando el orador esta en el piso y el público está distribuido más alto que él, tipo teatro clásico romano. El segundo tipo de proyección es adecuado para cuando el orador está en una tarima y está más alto que el público (figura 13).

Figura 13. Proyección esférica del actor

Si tomamos parábolas en la proyección del actor tendríamos una proyección útil para escenarios planos, el orador a la misma altura que el público.

Figura 14. Proyección para escenarios a nivel del suelo.

Se puede combinar la proyección cónica y parabólica. Es la más provechosa en escenarios inclinados o planos. Adecuada en primera instancia para la voz y, en segunda, para la expansión de la imagen corporal.

Figura 15. Proyección ideal paral la Narración Oral. ¿Qué beneficios tiene conocer las proyecciones del orador? •





El acto del habla como todo arte se enriquece por minucias que constituyen un todo, el orador debe manejar cada detalle con premeditación y alevosía, la visualización del público como la visualización del orador varía según el escenario. Cada escenario da diferentes distribuciones, luces, amplificación. La expansión del sonido es diferente según el espacio, el sonido depende de factores tan mínimos, más cuando no hay amplificación de la voz. Las ondas del sonido las afecta si es de día o de noche, si el día es húmedo o seco, si hay o no vegetación. Igual sucede con lo que ve el público dependiendo de su ubicación, el orador debe ser capaz de hacer sentir su historia a todo el auditorio, de la misma forma, sus gestos y su lenguaje no hablado debe ser claro para cada escucha.

Beneficios a nivel de voz: El aire es el medio transmisor del sonido. Como posee elasticidad, al producirse un impulso desde la fuente, sus moléculas vibran, dicha vibración se transmite a las moléculas vecinas, de éstas a las siguientes, así sucesivamente hasta transportarlas en el espacio generando una onda auditiva; debe aclararse que las moléculas no se mueven el en espacio sino que vibran alrededor de su posición de equilibrio a lo largo de una trayectoria desde la fuente hasta el receptor, a lo largo de la trayectoria se producen aumentos y disminuciones en la presión en el aire. Cuando la ondulación sonora o la variación de la presión avanza en el espacio, oscila la presión (presión acústica). Si a esta trayectoria se interpone el oído humano, vibrará la membrana del tímpano, nuestro analizador auditivo decodificará el tipo de sonido. La onda sonora en el aire presenta pérdidas de energía por diferentes factores: a. La propagación esférica: Las fuentes sonoras se propagan en todas las direcciones, esto da lugar a que la intensidad del sonido decaiga según el inverso cuadrado de la distancia de la fuente (ley de divergencia) b. Amortiguación hidráulica: Existe una amortiguación de la onda en el aire, debido a la fricción entre las moléculas, este valor aumenta con el aumento de la frecuencia. Varía mucho dependiendo de la humedad del aire.

c. Cambios de Temperatura: En el día la masa de aire sobre la tierra tiende a subir a las capas más frías, lo que hace que las ondas sonoras de refracten hacia arriba dificultando la transmisión del sonido a largas distancias y facilitando la audición lejana a grandes alturas. Por la noche el aire frío hace que las ondas se esparzan a grandes distancias pero que no se refracten hacia arriba. d. Influencia de vegetación y suelo: La vegetación ejerce amortiguación sobre la onda sonora, y absorbe su energía, de acuerdo a sus características el suelo también absorbe la energía de la onda. Cuando la voz se proyecta de manera circular a todas direcciones la onda pierde mucha energía por consiguiente pierde potencia o distancia al emisor. En escenarios en declive es propicio narrar de día porque la temperatura cálida hace que el aire tienda a elevarse por consiguiente la onda sube cuando se distancia del emisor. En las noches es más apropiado narrar en lugares donde el orador esta más elevado o al mismo nivel que los escuchas. Igual la potencia de voz es menor porque la onda tiene mayor longitud de onda. Beneficios a nivel de imagen corporal: El orador se vuelve un punto en la distancia, teniendo la atracción constante en él. Lo ideal es que él a la distancia se vea igual que de cerca. El ojo es un órgano extraordinariamente adaptable, y opera en un campo de niveles de iluminación variables entre límites que guardan entre sí una relación de más de un millón a uno. Los continuos cambios necesarios para una buena visión en condiciones variables se efectúan automáticamente sin esfuerzo consciente. Debido a este hecho, es fácil abusar del ojo. Una presentación con escasa luz o focos deficientes, o en aquellas donde el orador no supo ubicarse oportunamente, produce fatiga visual innecesaria, y dolores de cabeza, además de un agotamiento mental rápido y contundente. Algunas ocasiones el orador coloca sus luces para ciertos puntos de proyección y ni siquiera los utiliza adecuadamente. Por eso no solo debe proyectar su cuerpo, si está en sala debe mirar la iluminación más conveniente para su trabajo, sus gestos y posturas deben ir enfocadas al último espectador no al de primera fila, así estos sean sus amigos cuenteros. Es hora de concientizarnos que somos un producto con un valor agregado comercialmente hablando, por consiguiente, los desplazamientos, su proyección, la iluminación y el sonido hacen parte del producto, y del profesionalismo, que sólo se demuestra en escena; para el buen artista su presentación debe hablar por él, no él en pos de ella, es algo parecido al que quiere explicar una metáfora, o aquel que busca que le hallen sentido a un chiste bueno mal contado.

3. Movimiento del orador en el escenario y las coordenadas polares: Otra forma de representar puntos en el plano son las coordenadas polares, en este sistema se necesita un ángulo(θ) y una distancia(r). Necesitamos una

semirrecta dirigida llamada eje polar y, un punto fijo llamado polo. Todos los puntos tienen una distancia al polo igual al radio. Hace falta encontrar el ángulo de inclinación. El método para graficar estas funciones es el siguiente, primero graficamos la función r = r(θ) en coordenadas rectangulares y a partir de esa gráfica trazamos la correspondiente en polares. Este es el fundamento matemático de las gráficas polares, ahora vamos a mirar su sustento para el orador.

Figura 16. Sistema de coordenadas polares.

La variación desde el eje de ángulo y distancia genera varias gráficas conocidas como las Gráficas Polares, no vamos a explicar las formulas matemáticas ni las transformaciones de coordenadas, vamos a estudiar sus aplicaciones en los movimientos del orador en el escenario, sus beneficios en la ubicación de centros de proyección, la facilidad para cualquier escenario sin importar su forma física (abiertos o cerrados, circulares o cuadrados), asimismo la ventaja en la proyección de voz y cuerpo del orador. En primera medida para la aplicación de las graficas polares se necesita ubicar un punto (puede ser el centro del escenario o un punto de proyección), no se necesita ejes coordenados, se necesita una conciencia plena de cada una de las gráficas y un manejo tal del relato que le permita al orador desplazarse libremente. La amplitud de cada gráfica la da el orador según el espacio y sus necesidades, el orador escoge la gráfica que mejor se aplica a su relato, y por eso debe justificarla antes de narrar (algunos oradores construyen una especie de guión de desplazamientos para sus montajes, esto ayuda para la ubicación fácil de las luces). Como la amplitud de la figura la da el orador le permite hacer

el montaje sin afectar la presentación cuando el escenario cambia. El orador sale y entra a la figura a su antojo, en mitad de la figura puede devolverse a su puesto, o del puesto retomar la figura sin necesidad de volverla a recorrer, todo sin afectar el relato. Las gráficas por su forma armónica y simétrica le permiten al orador ir y venir en el escenario, pero también se pueden realizar sentado, con las manos, y es más, con los pies, el tronco o la cabeza. Es importante que sea de manera tan sutil que pasen desapercibidas. 3.1. La cardioide La primera gráfica se llama la Cardiode, especial para el desenvolvimiento en espacios circulares, le permite al orador dos círculos de acción, uno que es su centro narrativo o punto de proyección principal (lo definimos como la parte del escenario donde el orador cuenta la mayor parte de su historia), el otro es un acercamiento al público, además esta gráfica le permite narrar por ciertos momentos a todo el público sin importar su ubicación, además le permite triangular (figura 18).

Figura 17. La cardioide, utilización y beneficios. En la figura de la izquierda vemos la simetría que la figura tiene y la posibilidad de recorrer todo un escenario en el cual el orador esté rodeado por el público. Se supone que la mayor cantidad de personas están en la parte inferior. Las equis son los puntos de proyección clásicos y las líneas verdes pueden ser otros posibles puntos, en ellos se puede manejar la proyección del orador. La forma circular permite recorrer la figura y abordar al público en los diferentes flancos. Dentro del rombo puede ubicar la silla y narrar. En la figura de la derecha invertimos la cardiode para centrar al orador en una orilla del escenario y darle mejor dominio sobre el público, los recuadros pueden ser puntos de proyección. El orador durante su relato puede recorrer la figura, lento o rápido, en el sentido que quiera y como quiera, manejar el círculo pequeño o el grande. Esta es la figura más sencilla de las polares para trabajar y a su vez la más flexible.

3.2. La hoja de laurel y la lemniscata Vamos a suponer que tenemos un escenario rectangular bastante ancho y poco profundo, y el público esta en la parte inferior, o por los tres lados, como

nos movemos en él. La siguiente gráfica polar nos permite movernos a lo ancho del escenario, ubicar puntos de proyección.

Figura 18. La hoja de Laurel. En el círculo pequeño el orador ubica su silla y cuenta la historia, si necesita triangular puede tomar los dos montes, la gráfica de la derecha le da al orador la entrada y la salida del escenario, para un tipo de escenario como tarimas esta figura es ideal. En este mismo tipo de escenarios podemos utilizar otra figura llamada la lemniscata, que tiene los beneficios de ubicar siete puntos de proyección señalados con las líneas negras en la gráfica de la derecha:

Figura 19. La lemniscata. 3.3. La flor de tres, cuatro y más pétalos Si tomamos dos lemniscatas y las sobreponemos una sobre otra pero una rotada 90 grados obtenemos La Flor de cuatro pétalos, supremamente útil para un orador que narra sentado, o que cuando se levanta sus desplazamientos son mínimos, puede diferenciar planos en la narración con sus manos o adoptar desplazamientos de manos, cuello, cintura, tronco describiendo diferentes momentos de la historia.

Figura 20. Flor de cuatro pétalos. Volvamos al escenario amplio rectangular, cuadrado o circular y alarguemos los tres puntos clásicos de la triangulación, obtenemos una especie de trébol de tres hojas, se conoce como Flor de tres pétalos

Figura 21. Flor de 3 pétalos. Las flores aumentan y se vuelven de seis u ocho pétalos, todo depende de la complejidad que se le quiera dar al relato, se puede establecer de 1 a 8 atmósferas, tiempos, y lugares diferentes. Cada grado de complejidad en la figura implica un grado más de preparación, solo vamos a mostrar la Rosa de Seis Pétalos, útil para escenarios con salida al centro como el León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

Figura 22. Flor de 6 pétalos.

3.4. El Caracol o la Espiral La gráfica polar más compleja para trabajar en el movimiento escénico, pero de las más útiles, es El Caracol o La Espiral en este caso vamos a dejar que el lector le descubra sus posibilidades.

Figura 23. La espiral o Caracol.

3.4. Combinación de Gráficas Polares Lo último que nos queda por estudiar es la combinación de figuras, pero eso ya es cuestión del que quiera experimentar con ellas, le dejo al lector un ejemplo entre un círculo y una cardioide (figura 23).

Figura 24. Combinación de gráficas ¿Cuáles son los beneficios de las gráficas polares? • • • •





Las gráficas polares ayudan al desenvolvimiento en materia de movimientos del orador porque van acorde a las necesidades que él tenga en escena. Parten y vuelven a un centro o punto de proyección principal, como sus trazos son curvos no se ve cortado ni desaprovechado el escenario, permite fructificar todo el espacio escénico y cubrir los puntos más lejanos. Se puede adecuar a escenarios sin interesar el tamaño. Le permite al orador en un mismo cuento cambiar de figuras a su antojo, se adaptan a diferentes estilos de narración, si usted está sentado en el centro del escenario, o si usted se mueve por todo el escenario las puede utilizar, también si está estático por momentos y se desplaza por momentos. Las gráficas polares no solo sirven para los desplazamientos en el escenario, también para los movimientos del cuerpo pues, su simetría y trazos dejan realizar las figuras con las manos, el cuerpo, los pies, la cabeza. Con las gráficas puede manejar más fácilmente las mudas sean temporales, espaciales, narrativas o de nivel de realidad, e incluso los cambios de orador.

Si usted quiere desarrollar el movimiento de las gráficas y afianzarlas puede construir en un plástico de 4x4m las gráficas polares con diferentes colores para que las memorice y las trabaje. Por último, cabe resaltar que las gráficas polares solo son una técnica de muchas. Desarrollada e inventada por el autor de esta ponencia, si usted como lector les encuentra aplicación a la Narración Oral u otro arte escénico bienvenido; en ningún momento se establecen como un axioma, sólo una herramienta a ser aprovechada. Observaciones y aportes por favor a: [email protected]

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