El Metodo No Dieta

August 4, 2019 | Author: Felipe Donoso | Category: Obesidad, Dieta, Alimentos, Dietas, Nutrición
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Libro metódo no dieta habla de las emociones y como tratarlas para la obesidad...

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M Ó N I C A K AT Z vA L E R I A S O L G R O I S M A N

EL MÉTOD MÉTODO O

NO

CÓMO RECONOCER TUS EMOCIONES PA R A C O M E R M E J O R

Katz, Mónica El método No Dieta / Mónica Katz ; Valeria Sol Groisman. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Aguilar, 2018. 256 p. ; 23 x 16 cm. (Aguilar) ISBN 978-987-735-207-8 1. Nutrición. I. Groisman, Valeria Sol. II. Título. CDD 613

No Dieta es una marca registrada de Mónica Katz. Prohibida su reproducción sin autorización.

Diseño e ilustraciones: Candela Insua © 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A. Humberto I 555, Buenos Aires www.megustaleer.com.ar Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright . El copyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento conocimiento,, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright  al  al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe continúe publicando libros para todos los lectores. Printed in Argentina – Impreso en la Argentina ISBN: 978-987-735-207-8 Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723. Esta edición de 6000 ejemplares se terminó de imprimir en Printing Books S.A., Mario Bravo 835, Avellaneda, Avellaneda, Buenos Aires en el mes de septiembre de 2018.

Para vos, Camila. Espero que el mundo que habites se parezca más a ese que soñamos.  MK 

Dedico este libro a mi adorada abuela Betty (Titi).  A todas esas mujeres mujeres que aman por muchas muchas razones ajenas ajenas al “envase” y que se quieren a sí mismas tal como son: imperfectas, incompletas, insatisfechas, pero sustancialmente únicas. Romi, vos sos una de ellas, y te admiro. Por último, este libro va dedicado a mis hijas, Sophía y Lucía , que viven en una época en la que “parecer” posee más valor que “ser”. Ojalá las ayude a encontrar razones válidas para correr el riesgo de pedalear contra las ráfagas de viento. VSG 

Dedicatoria especial Diez años después del primer No Dieta , volvemos a dedicar este libro especialmente a todas aquellas personas que se han sometido a innumerables y diferentes dietas; a los que han padecido  privaciones, estrés y una sensación de no tener los mismos derechos que el resto del mundo; a los que recuperaron todo el peso perdido o alcanzaron uno aún mayor que el inicial, no sin la frustración y la convicción del “no poder”. También lo hemos escrito para todos aquellos librepensadores, audaces y de mente amplia que todavía creen que la realidad puede ser distinta y que tener un peso cómodo y saludable es posible sin  privarnos del placer primario del alimento. Y para María Teresa (y todas las “María Teresa” del mundo), que luego de participar de una escapada No Dieta nos abrazó y nos dijo: “¡Gracias por cambiarme la vida!”.

Índice  A diez años de  por Mónica Katz Un mundo sin jaulas doradas  por Valeria Sol Groisman Instrucciones para leer este libro El método No Dieta Por qué las dietas no funcionan (o 22 razones para NO hacer dieta) Qué es No Dieta Un mundo de emociones Por qué hablamos de método Sentido común Las 5 reglas No Dieta Las reglas del juego Las emociones te informan El estrés, el enemigo de todos El rol de las emociones en la pérdida de peso Cómo afrontar el estrés de manera positiva Un mundo de emociones La inteligencia emocional El hambre emocional No Dieta: un stop a la ingesta emocional Sumar pasos Inmóviles A moverse, que se acaba la salud El gasto energético Moverte o moverte, ese es el quid de la cuestión Cómo gastamos energía El rol del socio Las etapas de cambio Mandamientos No Dieta

Los fundamentos de No Dieta Cuando no es posible el diálogo: el fanatismo La profunda raíz del fanatismo Qué hacemos con el “Otro”

�3

25 33 39 4� 5�

56 58 60 63

66 85 90 9� 98 99 �06 �06 ��� ��5 ��9 �20 �22 �23 �27 �30 �35 �40 �43 �45 �48 149

Por qué creemos lo que creemos El fanatismo alimentario La fama de la alimentación Qué se esconde detrás del fanatismo alimentario Dietas de moda ¿o demodé? Infoxicados Una distopía que se volvió realidad Las arenas movedizas de la salud Enredadísimos La obesidad vende La banalización de la nutrición El rating de la nutrición La ética del periodismo de salud: ¿publicable, casi publicable o no publicable? Disonancia cognitiva: ¡monólogos cómplices al ataque! Ponerle n al malestar

Por qué es tan difícil cambiar Defenderse y cambiar son los objetivos La pseudociencia y el poder de los mitos alimentarios Por qué surge la pseudociencia Qué es un mito Qué es un mito alimentario Los mitos alimentarios más populares

Kit No Dieta No Dieta al plato Frases No Dieta Lista de compras saludable Calendario de pasos Diario de emociones Autorretrato: ¿qué ves cuando te ves? ¿Sos la porción justa? Sopas de letras Tarjeta del NO  Autores que nos inspiraron  Agradecimientos

�50 �56 �56 �59 �60 �67 �72 �74 �74 �78 �79 �82 �85 �9� �95 �98 20� 209 2�3 2�5 2�6 2�8

225 226 236 238

240 24�

242 243

244-245 247 249 25�

 A diez años de No Diet a Debo confesarte: ¡Estoy muy

atreví a desaar la práctica

emocionada! Hace exacta-

habitual de los años ochenta

mente diez años, sentada

de prohibirles a los pacientes

frente a una computadora

diabéticos los carbohidratos.

como la que tengo delante

Recuerdo mi audacia (creo

en este momento, escribí No

en la medicina basada en la

Dieta. Puentes entre la alimen-

evidencia, pero también en

tación y el placer.  El primero

la intuición y la creatividad)

de la serie, un libro que no

de prescribirles chocolate a

pasa de moda, un long-seller .

personas con diabetes y tam-

Cuando hace algunos años

bién, su alivio y la evidente

me preguntaron cómo nació

mejoría en su autorregula-

No Dieta, reconozco que no lo

ción alimentaria.

tenía muy claro. Luego de un

Me obsesionaba tratar de

tiempo, durante uno de esos

comprender por qué tanta

largos vuelos que gracias al

gente se embarcaba una y

destino y a mi profesión sue-

otra vez en dietas extremas,

lo disfrutar, tomé concien-

mágicas. No soportaba el

cia de que surgió cuando me

relato repetido de pacien-

13

tes maltratados con dietas

tratamientos para perder

pasadas de boca en boca o

kilos, en la velocidad del

aquellas indicadas por cole-

descenso y en el peso ideal.

gas que seguían creyendo en

No pensábamos en las ne-

un paradigma ya perimido.

cesidades, los temores o las

Venía escribiendo apuntes

preferencias de la persona

absolutamente caóticos, con

que teníamos enfrente. De

ideas, experiencias con pa-

hecho, si alguien no adelga-

cientes, preguntas y dudas

zaba, le restringíamos aún

que ni me animaba a plan-

más la comida. No por mal-

tear formalmente a mis co-

dad, sino con la inocente

legas. En ocasiones me ha-

—y muy naif— creencia de

cían ruido y eso me obligaba

que el secreto del éxito con-

a revisar mis creencias. Pero

sistía en ordenarle, decirle

llegó un momento en el que

lo que debía hacer (como si

sentí que ya era hora de po-

no supiera nada) para que

ner en orden mis propues-

obedeciera. Comería menos,

tas, escribirlas y echarlas a

perdería peso, y todos sería-

volar. De esos actos y de esas

mos felices y comeríamos

ideas contraculturales nació

perdices.

aquel libro.

Los tiempos cambiaron…

Me formé en la era de las

Cuando comencé mi forma-

dietas y de las verdaderas

ción, no pensábamos en la

anfetaminas, esas que hoy

unicidad. Tampoco teníamos

ya no se comercializan.

en cuenta que la consulta de

Una época en la que todavía

personas con sobrepeso u

creíamos en la magia de los

obesidad debe ser un en-

14

cuentro entre dos expertos:

porque quería ayudar a la

el profesional y el pacien-

gente. Sabía que como mé-

te. Que lo central es edu-

dica iba a alcanzar mi objeti-

car, empoderar. Porque las

vo. Pero nunca me olvidé de

decisiones y las elecciones

mi primer amor. ¿Cómo ol-

más importantes siempre

vidarlo? Finalmente, como

ocurrirán fuera del consul-

dicen las viejas lenguas, las

torio, cuando el paciente se

vocaciones te encuentran.

encuentre solo en su casa,

Una mañana de hospital,

frente a la heladera, sentado

mientras tomaba café entre

a la mesa con enormes fuen-

paciente y paciente, la ca-

tes de comidas tentadoras,

sualidad —o la sincronici-

en el mercado o a una cuadra

dad jungiana— hizo que me

de la panadería.

encontrara con la licenciada

Mi vocación fue siempre la

María Teresa Panzitta, que

psicología. La historia ar-

trabajaba como psicóloga

gentina hizo que terminara

en la misma institución, en

estudiando Medicina. Cuan-

donde Nutrición y Psico-

do debía empezar la univer-

patología compartían piso.

sidad, el gobierno militar

¿Coincidencia? Nos pusi-

había cerrado la Facultad de

mos a conversar y juntas nos

Ciencias Sociales, en la que

dimos cuenta de que nadie

se cursaban Psicología y Fi-

atendía a los pacientes que

losofía, entre otras carreras

tenían problemas con la co-

humanísticas, así que decidí

mida (por defecto o por ex-

recorrer otro camino. Co-

ceso). Más bien sospecha-

mencé Medicina con pasión

mos que cierta intención

15

parecía esconderse en aque-

ambas psicólogas, se suma-

lla disposición arquitectó-

ron al equipo, convencidas

nica. A decir verdad, no creo

de que un cambio era no

en las fuerzas divinas, pero

solo necesario, sino urgen-

sí en las causalidades. Evi-

te. Algunas son entrañables

dentemente había llegado

amigas, además de colegas.

el momento de enfrentar las

Seguimos trabajando jun-

patologías relacionadas con

tas, buscando y debatiendo

la alimentación desde la in-

nuevas maneras de abordar

terdisciplina. Empezamos a

las patologías de siempre,

abrir los ojos para entender

que hoy más que nunca re-

que los cuentos de hadas son

quieren estrategias que fun-

fantasía pura y que para lo-

cionen y no dañen. Gracias

grar ecacia en la pérdida de

a ellas y junto con ellas, me

peso hacía falta mucho más

introduje en el fascinante

que ingenuidad, autoritaris-

mundo de las emociones y

mo o magia.

la mente. A veces pienso qué

Así nació el Equipo de Tras-

hubiera sido de mí si la Fa-

tornos Alimentarios del Hos-

cultad de Psicología hubiera

pital Carlos G. Durand. Co-

estado abierta.

rría la década del ochenta y

Me di cuenta de que me

yo acababa de ser mamá por

maravilla acceder a lo más

primera vez: nacía Valeria,

profundo de las emociones

coautora de este libro.

y de los pensamientos de

Profesionales como Alicia

las personas. Y que como

Marenco, en el inicio, y Clau-

médica necesito conocer

dia Scharsman, más tarde,

además la anatomía neural

16

de todos ellos. Me apasio-

dí que era posible “empujar”

na saber cómo funciona el

a la gente, sin interferir con

cerebro, con sus escondites

su libre albedrío, para di-

y sus complejas redes. Por

señar un entorno en el que

suerte, los avances en las

lo más saludable podía ser

neurociencias han aporta-

la fruta más a mano. O, di-

do una enorme cantidad de

cho de otro modo, generar

datos. Es así que aquello que

un espacio en el que la fru-

para mí comenzó siendo in-

ta estuviera tan a mano que

tuitivo, un conocimiento ba-

resultara la opción más fá-

sado en la observación y en

cil, más conveniente y, por

la experiencia clínica, poco

supuesto, también la más

a poco va acumulando evi-

saludable. Recuerdo la confe-

dencia cientíca.

rencia del psicólogo israelí esta-

También realicé mis propias

dounidense Daniel Kahneman

investigaciones en compor-

—premio Nobel de Econo-

tamiento alimentario. Y de-

mía 2002—, de quien apren-

nitivamente fue funda -

dí cómo tomamos decisiones

mental mi experiencia en

las personas y qué rol juega la

Londres, en un evento con

incertidumbre en ese proceso.

integrantes del Behavioural

Era emocionante estar ro-

Insights Team1, con toda la

deada de mentes brillantes

fuerza de las estrategias del

como la suya. Ahí descubrí

nudge  (empujar). Así enten-

la llave. No hacía falta diri-

1 El Behavioural Insights Team es una institución gubernamental inglesa que se dedica a mejorar los servicios públicos a partir de los conocimientos provenientes de las ciencias del comportamiento (www.behaviouralinsights.co.uk).

17 

gir, prohibir, ordenar. Otro

seguras para los pacientes

paradigma era posible.

o si son ecaces para adel -

A partir de un proyecto de

gazar a largo plazo. En otras

prevención de obesidad al

palabras, si un plan alimen-

que fui convocada hace al-

tario podrá ser sostenido en

gunos años, tuve que revisar

el tiempo o generará rebote.

la evidencia existente de los

La mayoría pierde de vista

programas de prevención

que las personas no somos

y tratamiento de la obesi-

máquinas termodinámicas

dad en aquel momento. Con

sino seres deseantes.

sorpresa pude observar que

Estoy cansada de ver des-

la mayoría carecía de la di-

lar pacientes y conocidos

mensión emocional o que, al

que han invertido años, es-

menos, estaba poco jerarqui-

fuerzo, batallas familiares y

zada. Como si los humanos

dinero en dietas de moda, y

solo tuviéramos un cuerpo

están más gordos que nun-

para mover y una boca para

ca. Es por eso que sigo pre-

comer. Como si la psiquis no

guntándome: ¿cómo podre-

fuera un factor esencial de lo

mos prevenir esta epidemia

que somos, lo que hacemos o

si solo apuntamos a la co-

lo que decidimos.

mida y a la actividad física?

Lamentablemente se sigue

¿Por qué no nos ocupamos

investigando y publican-

de investigar y trabajar las

do cuál de las dietas genera

emociones? ¿Por qué no

mayor pérdida de peso o lo

instalamos el aprendizaje

hace más velozmente. Po-

emocional desde la escuela

cos tienen en cuenta si son

e incluso en la universidad?

18

Por más que reformulemos

investigaciones y libros con

los alimentos, que regule-

ideas cercanas, aunque dife-

mos su calidad, sus porcio-

rentes. En denitiva, cues -

nes, su publicidad, por más

tionaban los resultados poco

que mejoremos el acceso a

satisfactorios de las dietas.

la actividad física y al juego

Saber que otros profesiona-

como derecho de grandes

les pensaban la problemá-

y chicos, si no enseñamos

tica desde una perspectiva

que las emociones son ne-

similar supuso un alivio.

cesarias (por eso mismo no

Tengo conciencia de que si

deberíamos taparlas con

una idea solo se le ocurre a

comida), seguiremos sin ha-

uno, lo más probable es que

llar soluciones.

sea un absoluto disparate.

Todos tenemos, de manera

Pero que otras mentes del

consciente o inconsciente, un

planeta comenzaran a darse

mecenas. El mío fue un colega

cuenta del cambio de para-

médico que había escucha-

digma necesario fue, al me-

do una de mis conferencias.

nos, tranquilizador.

Se me acercó y me propuso

Escribir no es sencillo. Es

que escribiera. Según él, mis

siempre un trabajo ínti-

ideas acerca del tratamien-

mo e intenso. Es atrevido

to de la obesidad eran con-

porque sabés que quedará

traculturales. Por esa razón

plasmado en un papel para

era importante difundirlas,

siempre. Es un desahogo y a

pero yo estaba sola con mi

la vez una forma de denun-

rebelde propuesta. En otras

cia. Es hablar, pero sin voz,

partes del mundo surgían

aunque sabiendo que hay

19

otro, un ignoto lector, que

mismo campo de la ciencia.

leerá tus palabras y que tal

Luego uyen, caminan o co -

vez pueda mejorarlas para

rren caprichosamente para

que sigan su camino. Es lo-

formar parte de modelos

grar una receta de pastelería

globales de pensamiento.

casi perfecta, esa que nadie

La mano mágica del edi-

quiere revelar. Implica des-

tor de Libros del Zorzal,

prenderte de ideas tuyas

Leopoldo Kulesz —a quien

que ya no lo serán, viajarán

estaré eternamente agrade-

sin dueño, recibirán críti-

cida por darme el impulso

cas, te desaarán al límite.

que todo escritor novel ne-

Pero también pueden con-

cesita—, me apoyó en eso

tribuir a cambiar el mundo.

de desestructurar mi cabeza

Debo reconocer que, al pu-

académica tan habituada a

blicar ese primer libro, me

manuales de estudio. Jun-

sorprendía que muchos re-

tos decidimos que hubiera

petían mis palabras sin ci-

una parte teórica y otra con

tarme siquiera. A veces me

ejercicios, a la manera de

enojaba. Luego comprendí

un tradicional libro de ma-

(crecí con la convicción de

temáticas. Eso fue mágico.

que el destino humano de-

Así, en noviembre de 2008,

seable es la sabiduría) que

salió No Dieta, y resultó todo

las ideas no le pertenecen

un éxito. Comencé a darme

a nadie. Que no son mías.

cuenta de que tenía un poder

Nacen cuando son necesa-

especial: le cambiaba la vida

rias. Surgen en diferentes

a la gente. De pronto, per-

mentes que pertenecen a un

sonas de Chicago, Múnich

20

o Tel Aviv me contaban que

Hoy entendí (más vieja, pero

habían perdido peso luego de

más sabia) que si quiero

leerlo. También inuía en la

cambiar el mundo (en la mi-

práctica de los profesionales

lésima parte en la que puedo

que adherían a transformar

contribuir) debo tener pre-

el paradigma. Parece que mi

sente que la mayor parte de

deseo de modicar la rea -

la salud es autocuidado. Que

lidad comenzaba a girar la

las personas están a cargo

rueda. No pueden imaginar-

de su bienestar y que solo

se lo mágico y maravilloso

quienes están enfermos son

que es para un autor que sus

pacientes de alguien. La nu-

ideas no solo sean elegidas

trición en general y la obesi-

entre tantas de tantos libros

dad en particular continúan

que se publican, sino que

siendo las cenicientas de las

ellas, como musas inspira-

especialidades médicas, pero

doras, sean las culpables de

a la vez tienen un privilegio:

generar virajes en el destino

te permiten trabajar y acom-

de la gente.

pañar gente sana para que

Luego llegaron la traduc-

puedan mejorar sus vidas.

ción al italiano y la invi-

Estoy convencida —como

tación para ir a la Feria del

sostenía brillantemente el

Libro de Frankfurt, una de

lósofo Thomas Kuhn en el

las más importantes del

tiempo en el que yo daba mis

mundo. Además, hubo una

primeros traviesos pasos—

nueva edición con prólogo

de que siempre existen incon-

de Narda Lepes, una amiga

sistencias en algunos campos

ávida de saber.

del saber, pero que cuando

21

estas se acumulan e impactan

miento de las redes sociales

en la vida de las personas se

y la primacía de Internet.

genera una “tensión esencial”.

Por eso estoy segura de que

Ese es el momento de modi-

será más sencillo que estas

car el paradigma.

líneas lleguen a vos. Ade-

Hace diez años por esta ra-

más, hace pocos años he

zón me senté a escribir y aún

descubierto dos cosas muy

hoy, una década después, ese

importantes en mi vida: nací

cambio de paradigma no

para comunicar (escribir o

parece cercano. Al menos

hablar se me da naturalmen-

como modelo predominante

te, a veces a mi pesar) y quie-

para tratar el exceso de peso.

ro cambiar el mundo. ¡Y sola

Sin embargo, cosas buenas

no puedo!

han sucedido con este hijo

Querido lector, esta obra tie-

pródigo. Muchas mentes jó-

ne un valor muy especial: está

venes han acordado en la ne-

escrita por dos mujeres que

cesidad del cambio, han adop-

fueron una durante nueve

tado este tipo de abordaje, y

meses. Te cuento una indis-

me emociona cada vez que un

creción: con mi hija Valeria,

rostro para mí desconocido se

coautora de este libro, es-

presenta y me relata que apli-

cribimos nuestros prólogos

ca No Dieta con sus pacientes y

el mismo día —cada una el

que la práctica es positiva.

suyo—, y, sin ponernos de

Nos encontramos en un mo-

acuerdo, hicimos hincapié

mento especial. Entre el pri-

en el vínculo madre e hija

mer No Dieta y este, pasaron

que se trasluce en estas

muchas cosas, como el naci-

páginas.

22

Tantos años después de esa

espero que disfrutes de lo

mañana en la que Valeria

que vas a leer, que lo asimi-

asomó su cabecita al mun-

les y, mi mayor ambición,

do, mientras en la radio no

que te apropies de nuestras

se hablaba de otra cosa que

ideas hasta hacerlas tuyas.

de la Guerra de Malvinas, hemos decidido atravesar

Abrazo,

como autoras, juntas y a la par, este fascinante ejercicio intelectual de escribir. Por eso es que más que nunca

Mónica Katz

23

Un mundo sin jaulas doradas Hace muchos años, mien-

la mujer americana.  Su hipó-

tras escribía mi tesis de gra-

tesis es que, a lo largo de la

do —un análisis del discurso

historia de la humanidad,

de los personajes femeninos

cada vez que la mujer cobra

de la serie Sex and the City

fuerza y protagonismo, sur-

desde una perspectiva de gé-

ge un movimiento reaccio-

nero—, una docente y amiga

nario que busca silenciarla

me sugirió que leyera a Susan

y quitarle énfasis a su lucha.

Faludi. “No podés escribir so-

Pasé meses buscando su li-

bre la mujer sin leer a esta

bro (en esa época no existían

mujer”, recuerdo que me dijo.

las bondades de la compra

Faludi es una periodista es-

online) hasta que un día, de

tadounidense que ganó un

vacaciones en Uruguay, en-

Premio Pulitzer en �99� y

tré a una librería de usados y

que escribió, entre otros, el

lo vi. Tapa blanca, tipografía

arriesgado y profundamente

color lila y una imagen que

inspirador ensayo Reacción.

connotaba mucho más que

La guerra no declarada contra

el literal signifcado de cual-

25

quier palabra: dos mujeres

de No Dieta. Puentes entre la

con la boca tapada por un

alimentación y el placer.

barbijo que rezaba “censo-

Durante toda su carrera,

red” (censurada).

ella se había rebelado contra

Me apasiona leer mujeres,

las dietas que censuraban

y en mis treinta y seis años,

el placer y contra las terro-

vaya a saber cuántas pá-

rícas recetas mágicas que

ginas escritas por ellas he

sometían, sobre todo a las

transitado. Pero ese texto

mujeres, a vivir en una cár-

me conmovió de una ma-

cel sin libertad siquiera con-

nera especial. Tal vez por-

dicional. Su espíritu intré-

que cuando lo leí no solo me

pido y a contracorriente la

encontraba en un momento

animaba a gritar a los cuatro

de introspección respecto

vientos que era hora de de-

a mi condición de mujer y

rribar el statu quo. No hubie-

escribiendo sobre ello, sino

se podido lograrlo de no ser

también porque dentro de

una librepensadora (gracias

mí se estaba gestando una

a mi abuelo José, lector, cu-

niña, futura mujer: mi pri-

rioso, sabio, resiliente). Más

mera hija, Sophía (años des-

tarde, me uní a su cruzada.

pués llegaría Lucía). Pero

Al principio, tal vez emulán-

había una tercera razón: ese

dola; más tarde, con mi for-

año acompañé a mi mamá,

mación como periodista y li-

Mónica Katz, gran médica

cenciada en Comunicación

y “mujeraza” —como me

y como corolario de mi pro-

gusta llamar a las mujeres

pia búsqueda: desacralizar

como ella—, en la gestación

el arquetipo empobrecedor

26

de la mujer en los medios de

la obesidad que mi madre

comunicación.

plasmaba en su consultorio,

Pronto nuestros encuentros

No Dieta es mucho más que

se convirtieron en una ex-

un libro. Tuve el honor de

cusa para discutir nuestras

ayudarla a transformarlo en

lecturas, compartir nuevos

una marca, una corriente de

conocimientos y soñar jun-

pensamiento, un movimien-

tas con un mundo mejor.

to, una losofía de vida. Hoy

Dos ilusas empedernidas

abarca cursos de capacita-

conadas en que cambiar lo

ción, campañas de preven-

establecido era posible.

ción en redes sociales, inter-

Recuerdo nítidamente una

venciones saludables para

tarde en la que, sentadas en

empresas y organizaciones,

el living de su casa, pensá-

eventos para concientizar

bamos qué nombre poner-

acerca de la obesidad como

le a la losofía que estaba a

enfermedad y un método

punto de nacer. La antidieta,

que facilita la pérdida de

nada de dietas, basta de die-

peso sin renunciar al placer.

tas, sin dietas, las dietas no

¿Cómo ofrecer como tra-

sirven… ¡No Dieta! El nom-

tamiento médico la mísera

bre perfecto para ilustrar lo

porción de comida, la ración

que queríamos proponer: un

de guerra que había lleva-

mundo sin dietas de ham-

do a la desaparición física

bre, ¡sin jaulas doradas!

de nuestros abuelos y bis-

Diez años después de aque-

abuelos en los campos de

lla tarde en que bautizamos

concentración durante la

al abordaje del sobrepeso y

Segunda Guerra Mundial?

27 

Es verdaderamente impen-

Recuerdo a Faludi y me doy

sable. Y… ¿cómo sostener

cuenta de que hoy las dietas

ese lugar tan pequeño para

son la “reacción” a nuestra

la mujer (el refugio de la be-

libertad. “Violencia simbóli-

lleza) cuando todas mere-

ca de género”, parafraseando

cemos “un cuarto propio”,

al pensador y lósofo fran-

como decía Virginia Woolf?

cés Pierre Bourdieu. Como

A mí particularmente me

escribí en  Mujeres liberadas

conmociona aceptar que el

(mucho, poquito, nada):  “Cada

hambre sea la solución a un

vez que la mujer da un paso

problema de salud, sobre todo

adelante en la lucha por ser

porque brindando apoyo es-

y hacer lo que le da la gana,

colar en barrios carenciados y

algo o alguien aparece para

en escuelas de la frontera ar-

decirle: hasta acá podés lle-

gentina, he sido testigo de lo

gar, ya hiciste demasiado,

que es sentir hambre.

mujer”. Las dietas banalizan

Por otro lado, debido a mi

nuestros logros. Las dietas

formación académica con

nos hacen sentir tan solo

perspectiva de género, me

un número en la balanza.

enoja ver cómo las mujeres

Las dietas nos reducen a

somos partidarias y a la vez

un cuerpo cosicado. Las

víctimas del hambre como

dietas minimizan nuestra

modalidad terapéutica. ¿Por

existencia. Las dietas empo-

qué estamos dispuestas a

brecen nuestra autoestima.

sufrir con el único objetivo

Las dietas conrman el mito

de lucir una panza más cha-

machista de la mujer mal-

ta? ¿Para qué? ¿Para quién?

humorada, histérica, gata-

28

ora: con hambre nos volve-

romper con un mandato que

mos insoportables, ladramos

tenemos demasiado arraiga-

(¡pero con razón: tenemos

do), esta pregunta me pone

hambre!). Las dietas no nos

la piel de gallina. Porque no

permiten pensar ni crear,

puede ser más cierta. Si ocu-

tampoco trascender. Las die-

pamos todo nuestro tiempo,

tas nos invisibilizan. Las die-

nuestra energía y nuestra

tas nos debilitan. Las dietas

creatividad en el “afuera”,

son una “reacción” frente a

¿cuánto tiempo, energía y

todo lo que como mujeres po-

creatividad nos resta para

demos ser y alcanzar.

todo lo demás: estudio, ca-

“A n de cuentas, ¿qué se

rrera, amistad, pasión, amor,

puede esperar de una mu-

reexión, familia, aventura,

jer estúpida (con un cere-

solidaridad, espiritualidad?

bro achicado por el hambre)

En pleno auge del feminismo

que siempre corre al espejo

sorprende que muchas mu-

para ver quién es?”, se pre-

jeres sigamos persiguiendo

gunta Marilyn French, en

un ideal de belleza y delga-

su novela Solo para mujeres, al

dez que tira por la borda todo

reexionar acerca de la ex-

por lo que venimos luchan-

cesiva preocupación de las

do. Todo eso que se resume

mujeres por su apariencia.

en una sola palabra: libertad.

Aunque disiento con ella en

Libertad para ser lo que que-

el adjetivo que utiliza para

remos ser y como queremos

describirnos (no creo que

ser.

seamos estúpidas, pienso

Libertad para decidir qué ca-

que nos toca la ardua tarea de

mino seguir.

29

Libertad para elegir qué cuer-

Son estas ideas, ilusiones

po queremos y lo que quere-

y broncas las que venimos

mos hacer con él.

acumulando mi madre y yo

Libertad para decidir qué

durante los últimos años. Y

ponemos en nuestro cuerpo:

cuando digo “acumulando”

qué comemos (porque como

me reero a intercambiando

dice mi mamá: “Cuando no

y archivando en post-it, ano-

comés, te comés”), pero a

tadores, mensajes y mails.

la vez con qué estamos dis-

Todo ese cúmulo de datos

puestas a cargar.

devino en lecturas, investi-

También de esto se trata No

gación y debate. Así surgió

Dieta.

 Más que un cuerpo, que im-

Aunque escribo como la mu-

pulsó una minirrevolución,

jer que soy, no desoigo a los

la de la belleza real, y que es

hombres. Ellos también su-

el preludio de este nuevo li-

fren, en menor medida, los

bro: El método No Dieta.

estragos de la dictadura de

En  Más que un cuerpo  pro-

la apariencia y son acosados

bamos cómo nos sentimos

por otros mandatos: el poder,

escribiendo juntas. Ya lo ha-

la fuerza, la ambición. Los

bíamos hecho, pero con ro-

que no padecen estas impo-

les jos: una escribiendo, la

siciones son padres, tíos, es-

otra editando. Acá dimos un

posos, abuelos, educadores

paso más, y lo hicimos codo

y hermanos de mujeres que

a codo. Como madre y como

sí están acorraladas en este

hija. Como médica, especia-

ideal arbitrario. Por eso, este

lista en nutrición y acadé-

libro es incluso para ellos.

mica (ella), y como periodis-

30

ta, docente universitaria y

Tal vez esa sea la magia que

experta en comunicación y

tiene este libro que estás le-

análisis discursivo (yo). Por

yendo. Quizás vos encuen-

momentos nuestros discur-

tres aquí, en nuestra conca-

sos se intercalan, a veces se

tenación de ideas, tu propio

funden en uno solo; en oca-

hechizo. Ese que te impulse

siones se contraponen. Así

a “reaccionar” para ser tu

somos, así estamos. Somos

mejor versión.

mujeres generacionalmente distintas, con formaciones

¡Hasta el próximo libro!

dispares y miradas esencialmente únicas, pero unidas por un vínculo indestructible: alguna vez fuimos una.

Valeria Sol Groisman

31

INSTRUCCIONES PARA LEER ESTE LIBRO (un homenaje a Julio Cortázar y su manual de instrucciones)

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de […]. Julio Cortázar



odo libro tiene su mecanismo de funcionamiento. Es-

tán las novelas, que te plantean una lectura a largo plazo; y los cuentos, que te ofrecen escalofríos y emoción en pocas páginas. Está la poesía, que juega con el ritmo, la rima y los sentidos. Los ensayos te invitan a reexionar sobre temas

que te interesan. Y los textos laberínticos, del estilo “elige tu propia aventura”, te permiten elegir por dónde ir metiendo la cabeza. Pero no sería justo generalizar. Cada autor inscribe en su discurso un acuerdo tácito con su lector, un contrato de lectura, como decía Eliseo Verón 2, lósofo y semiólogo argentino. El contrato que aquí te proponemos no es tácito: queremos explicitarlo, hacértela fácil. ¡Bastante difícil es ya la tarea que estás por emprender como para complicártela más! 2 Eliseo Verón fue un importante académico argentino. Discípulo de Claude LéviStrauss, estudió el discurso de los medios de comunicación y marcó un antes y un después en la semiología, la ciencia que estudia los signos.

34

Arrancamos con el método No Dieta. Vas a aprender qué es, cuáles son las reglas básicas que lo rigen y cuáles las herramientas que te permiten hacerlo propio. ¡Te vamos a pedir que trabajes y juegues con nosotras! Cuando veas este iconito

, buscá un lápiz porque se viene el momento de

poner en práctica lo que venís aprendiendo. La segunda parte del libro explica el marco teórico del método. Vas a conocer nuestras ideas sobre ciertos temas que están muy relacionados con el mundo de la alimentación: el fanatismo, por qué pensamos lo que pensamos (y eso nos lleva a comer de más), el discurso de los medios de comunicación en relación con la nutrición y los mitos alimentarios que pululan dejando huellas difíciles de borrar. También te acercamos autores y lecturas para que, si te interesa y te quedaste con ganas, puedas seguir aprendiendo por tu cuenta. La última parte es nuestro bonus track. Un obsequio que pensamos especialmente para vos. Son recursos que te facilitarán el cambio: una lista de compra saludable, ideas de platos para llevar una alimentación variada y sana, una guía de porciones, un diario de emociones… Porque No Dieta es autonomía: el método te pone en el camino, pero el que  ¡ Y o t ra sa s ! camina sos VOS. Y en el camino, cuando no sepas qué de-

 so rp re s

cisión tomar, podrás volver a este libro y refrescar tu memoria para actuar de la mejor manera posible. Mucho de lo que aquí encuentres podrás llevarlo con vos a todas partes, colgarlo en tu heladera o pizarrón.

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Lo escribimos conscientes de que solo estará completo cuando vos lo leas y le imprimas tu propio sentido a nuestras palabras. ¡Hacelo tuyo! ¿Cómo? Escribí en los márgenes. Subrayá lo que te llame la atención (con marcador fuo rescente, ¡sí!). Dibujá lo que te venga a la mente (¡este puede ser tu cuaderno de notas!). Tachá, borrá, cuestioná, preguntá. (¡Incluso te vamos a invitar a que arranques algunas páginas!) Doblá las esquinas de las páginas que querés tener bien a mano. Usá post-its para volver rápido a leer lo que te resultó útil. También podés escribirnos a [email protected] o visitar nuestras redes sociales para contarnos qué te pareció el libro. ¡Queremos saber de vos! ¡Ya va llegando la hora de arrancar! ¡Ayyyyyy, qué ansiedad! ¿Estás listo?

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No Dieta  funciona  porque no es una dieta

POR QUÉ  LAS DIETAS NO FUNCIONAN (o 22 razones para NO hacer dieta)

1.

La obesidad es exceso de grasa. Por lo tanto, el objetivo

de las personas con sobrepeso es perder kilos a expensas de las grasas. Cada kilo de peso perdido tiene una composición promedio: 75% de grasa y 25% de músculo, agua y hueso. Esta se mantiene siempre que no se adelgace demasiado rápido. Si esto sucede, no solo cambiará la calidad del peso perdido —50% de grasa y 50% de masa magra o agua—, sino que además, tal como se observó en el Experimento Minesota 3, ¡la reganancia de kilos será en forma de grasa! La composición del peso perdido varía a diferentes velocidades de reducción de kilos.

2.

El descenso de peso dispara una respuesta en el or-

ganismo que se opone a la pérdida de kilos y genera rebote. El cerebro no sabe de dietas. Si ingresan calorías, se gastan. Ahora, si el organismo no recibe sufciente energía, entonces

pone en marcha un mecanismo psiconeurohormonal que limita la pérdida de peso. Esto puede disparar la famosa “meseta” o el rebote.

3

 El Experimento Minesota (Minnesota Starvation Experiment) fue un estudio clínico realizado en la Universidad de Minesota, Estados Unidos, entre �944 y �945, y que tuvo el objetivo de estudiar los efectos del hambre en personas sanas.

42

3.

Las dietas de moda demonizan grupos completos de alimentos para vender su supuesta novedad: ¡la dieta mágica! Unas eliminan todos los hidratos; otras, la leche o los lácteos, y otras, las grasas. El problema es que al excluir tantos alimentos que aportan nutrientes esenciales, estas propuestas pueden generar deciencias nutricionales.

4.

Las dietas de hambre aumentan una hormona lla-

mada ghrelina. Esta se libera en el estómago cuando no hay alimento en su cavidad. El problema con la ghrelina es que genera ingesta de grasa y aumento de peso.

5.

Las dietas clásicas ordenan y dirigen qué comer,

pero las personas no las pueden seguir. Entre otras razones porque vivimos frecuentemente un conicto entre la razón y

la emoción. Deseamos comer más de lo que nos place, aunque la lógica es que para perder peso eso no funciona. Por eso no sirve que te demos un menú día por día porque el estrés o una emoción pueden empujarte de un estado reexivo a uno

automático y generar descontrol.

43

6.

Las personas dietantes poseen ocho veces más ries-

go de padecer un trastorno alimentario.

7.

  El paradigma dietante es blanco y negro (¡o estás a

dieta o está todo perdido!). Y, por lo general, cuando alguien cree que perdió la batalla, baja los brazos y abandona.

8.

Las dietas clásicas te proponen patrones alimenta-

rios insostenibles. Pero la única forma de perder peso y mantenerte es cambiar tu estilo de vida.

9.Todos los humanos necesitamos cada día una dosis de calorías, de nutrientes y de placer. Las dietas clásicas ignoran este último componente. Por eso, la persona percibe un défcit de placer y no puede sostener el tratamiento.

44

10.

 Los humanos armamos, por experiencias repe-

tidas, una especie de código de barras (como el de los productos que compramos). Las dietas que eliminan todo lo que te gusta, que te proponen todo light, generan una señal de error pues nada tienen que ver con lo que tu mente almacenó. Por lo tanto, cuando el cerebro percibe un menú estilo “ración de guerra” y lo compara con lo que recuerda, se dispara esa señal de error y, por supuesto, ¡dejás la dieta porque no la tolerás más!

11.

La dieta yo-yo (weight cycling), es decir, los ciclos

sucesivos de pérdida y ganancia de peso, se asocia a una mayor patología que un sobrepeso estable.

12. Algunos regímenes extremos y desbalanceados de nutrientes, como los muy altos en proteínas, generan mayor pérdida de peso. Sin embargo, más allá de los seis meses, el resultado es el mismo que con cualquier otra dieta y la permanencia en ellas es muy baja: la gente las abandona.

45

13.

En el mundo, el dietismo crece paralelamente a

la obesidad. Si bien no se puede armar que este fenómeno

sea la causa de la epidemia, al menos no parece haber contribuido a su solución.

14.

A corto plazo, las dietas muy bajas en calorías

(menos de ochocientas por día) generan descenso de peso, pero luego de unas semanas la cantidad perdida es mínima: solo un kilo, según diversos estudios cientícos. Esto

se debe al rebote que en general se observa en estos planes alimentarios.

15.

Las dietas mágicas te venden que lo mejor es

perder peso rápidamente, y cuando eso sucede, descienden los niveles de leptina, una hormona que adelgaza (quita el hambre y eleva el gasto de calorías). Como resultado, el hambre aumenta para reponer la energía.

46

16.

El patrón de consumo de alimentos intermitente

-excesivo, durante períodos cortos, genera descontrol alimentario. Hacer abstinencia de algo rico durante cinco días y comer una porción excesiva el n de semana, como indican las die -

tas clásicas con “permitidos” y “prohibidos”, genera descontrol alimentario o atracón.

17.

La certeza disminuye el deseo. Lo que nos pertenece, lo que constituye nuestro paisaje habitual, nos resulta controlable. Ahora, aquello que no tenemos ni sabemos cuándo estará a nuestro alcance, es decir, la incertidumbre que implican las dietas extremas, genera descontrol y un mayor deseo de comer.  ue q    y a  h e  u q   s o  m  so s te ne  ¡ Co n e s to no do ! Apo ya mo s la i dea de co me r se to le reap re n de r a co me r i e p lace r  d  ue e s po s  b  l q  e  v   i  n o   r   t  s e  u  s d ía s lo  lo  s o  y a ma ne j a r n  d o  t o   d  n o n s u m ie  u s ta.  n j   ió c  r o  ( dopa m i na ) c r p  la  n e  s  ue p re fe  i mo q 

47 

18.

Muchas dietas de moda u ortodoxas te dicen qué

debés comer cada día o durante un periodo determinado. ¡Eso no sirve! No solo por lo que te explicamos en el punto 5, sino porque el problema no es no saber qué hacer: ¡vos conocés de memoria que pollo y lechuga funcionan! El problema es no poder hacer lo que ya sabés. Tu autorregulación depende del balance entre tu cerebro, tus deseos y emociones. Las dietas clásicas no tienen en cuenta que sos una persona y no una máquina termodinámica que recibe y gasta calorías.

19.

  En la cultura dietante el peso es el objetivo, y

este es únicamente un número en la balanza: solo mide kilos. ¡Y vos sos mucho más que eso!

20.

Dietar es el mejor predictor de ganancia de peso

dentro de cuatro años. Aquellos individuos que nunca realizaron dietas son más delgados que los que viven a régimen.

48

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