EL LOCHE
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historia del loche lambayecano...
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“Año de la Consolidación del Mar de Grau”
CURSO
:
Historia de la gastronomía DOCENTE
:
GOT Hernán posada campaña
TEMA
:
Trabajo Trabajo de inestigación “!l loc"e”
ALUMNO
:
#uillin $ra%an &uñe' (engi)o
EL LOCHE (Cucurbita moschata)
Es una planta rastrera y trepadora cuyo origen andino se ha perdido en el tiempo. Fue
2016
cultivada en la costa del Perú hace más de 6,000 años, considerándosele por ello una especie etnobotánica. El loche pudo haber sido un manjar de los reyes moches y chimúes, ya ue se han hallado ceramios con iconogra!"a de esta cucurbitácea. Esta especie crece en climas cálidos y secos, y al no tener semillas se propaga por esuejes. #iene gran variabilidad en !orma, color y rugosidad, y es rica en vitaminas $, %, %&, %' y (, calcio, !)s!oro y hierro. El delicioso sabor del loche y el boom de la gastronom"a peruana, debieran permitir un mayor consumo de este valioso cultivo y as" garanti*ar su conservaci)n. El loche en el proceso domesticador de los Andes Centrales
+iendo el territorio peruano poseedor de una de las geogra!"as más variadas y complejas del mundo, el proceso de domesticaci)n de alimentos iniciado sobre este peculiar territorio hacia el año 600 a.( apro-., hubo de resultar especialmente pr)digo en aportes alimentarios para el territorio andino y desde el siglo / para el mundo en general. 1a arueolog"a ubica el 2$rcaico2 3600 4 500 a.( y el 2Formativo2 35007 &00 a.( como los periodos en los ue este proceso domesticador !ue más intenso. 8, aunue la +ierra 39uitarrero7$ncash para el caso posee los registros más antiguos de domesticaci)n vegetal, la arueolog"a ha revelado ue e-istieron múltiples e-periencias adaptativas
y
domesticadoras,
reconoci:ndose
por
su
procedencia;
cultivos
microt:rmicos 3uinua, cañiice >illehay 3&00 2$lmid)n de las semillas de Phaseolus 3!rejol e nga !euillei 3huaba, la carne de
(ucurbita moschata 3loche !rutas, las nueces y de $rachis habitualmente se presentan en numerosos dientes a esa !echa entre &50 y 6=A0 años antes del presente. 1as domesticaciones del loche y otras 55 plantas más, de acuerdo a ci!ras de %racB Egg, tuvieron una repercusi)n directa sobre la identidad de nuestras sociedades. >etermin) el carácter agrario de nuestra econom"a prehispánica, incentiv) el desarrollo del conocimiento hidráulico, !undamental para el traslado y uso de las aguasC vio germinar valores como la reciprocidad y el amor al trabajo tan necesarios para la ardua tarea de hacer productiva la tierra con herramientas tan precarias. Pero sobre todo, dot) a nuestras sociedades de autosu!iciencia alimentaria. +ociedades capaces de producir los alimentos ue necesitaban sin depender para ello de otras e-ternas. Dacia el siglo /, enorme era la sorpresa hispana al ver los tambos incas, sobrados en alimentos y tejidos. 2?os hacen gran ventaja2 dec"a el pr"ncipe de los cronistas, Pedro (ie*a de 1e)n. El loche y el desarrollo cultural Muchik
+erán los (upisniues 35'00 4 &00 a.(, las primeras sociedades de la (osta ?orte en representar plásticamente en cerámica, !rutos del loche. bviamente no los primeros en cultivarlo. (arlos Elera, arue)logo con diversas investigaciones sobre cultura (upisniue, hall) en la tumba de un individuo de Pu:mape, un ceramio muy especial de este !ruto. 1o llamativo, era ue se hab"a colocado la vajilla ue acompañar"a al personaje 3ates, junto al alimento ue comer"a 3representado por el ceramio del 1oche y la bebida ue tomar"a 3depositada al interior del ceramio. Es decir ue ya en tiempos (upisniues, el loche estaba aduiriendo !unciones religioso7!unerarias, relacionada con la alimentaci)n de los antepasados en la otra vida. 3Elera, &00= $ ser en tiempos de los ochicas 35007A'0 d.( y luego entre sus 2nietos culturales2, los (himú 3550075GA' d.(, ue la inserci)n progresiva del 1oche en la vida religiosa de las comunidades prehispánicas se va a tornar en evidente, a trav:s de la pro!usa representaci)n
de
sus
!rutos
en
la
cerámica
de
estas
culturas.
+u caracter"stica corte*a verde y pulpa amarillo7oro 3e-presi)n solar, debieron tener importancia capital para su valoraci)n sagrada. $l respecto un cuento recogido en el /alle de oche por +aniel 1o*ano y %ety +anche*, 35==0, narra c)mo dos niños de oche se encuentran con un grupo de gentiles, entre los cuales, algunas de ellas les o!rece ma*orcas de oro, a cambio de ue le traigan un !ruto de maduro de cáscara verde.
1os niños traen huabas pero se las recha*anC !inalmente uno de ellos, les dice ue le traigan lúcumasC y les otorga las ma*orcas de oro. Este relato es especialmente importante porue atribuye importancia a la lúcuma por sus coloresC coincidentemente los colores de este !ruto son los colores del 1oche. El loche podr"a haber tenido la misma importancia ue el relato atribuye a la lúcuma. +iendo importante el 1oche dentro de la religiosidad prehispánica, hay elementos indican el estrecho v"nculo de este vegetal con la 1una 3>ivinidad !emenina y la !ertilidad !emenina. Precisamente lugares donde actualmente se le cultiva como onse!ú 3antes +urrup, +iurrepe o +inrrepe H+al de la lunaI y Eten 3$tin, son pueblos cuyos antecedentes prehispánicos estuvieron estrechamente relacionados al culto de la >iosa 1una 3+i en idioma ochica. nclusive en Eten las parcelas con sembr"os actuales de 1oche se ubican cercanas a Duacas prehispánicas 7 +inan una de ellas7 traducido del uchiB como 2casa de la 1una2. $ún más, el arue)logo /ictorino #úllume, ha detectado ue la etnoastronom"a ochica actual conservada por los agricultores de estas *onas, advierten ue es necesaria la observancia de la 1una 2madura2 para la siembra del 1oche. Pero además los l"uidos de la diosa 1una ten"an importancia en la irrigaci)n prehispánica y todo indica en la !ertilidad de los campos. Jebeca (arri)n (achot 35='' señala ue dentro de la mitolog"a prehispánica a la >iosa 1una se le representaba como una mujer con un cántaro de chicha ue convertida en manantial de agua, le soltaba para regocijo de los pobladores. 1a lingK"stica uchiB nos da indicios sobre el carácter de estos l"uidos. $l respecto el cura Fernando de la (arrera y >a*a 356LL tradujo la vo* mochica 21oche cataen2 y 2lochecatneio2 como 2el lagrimal2 3/illarreal, p. &6. +u mismo diccionario registr) las voces 2(ataen, cataen.eio2 como 2las partes mujeriles2 3p.5&. >e donde se colige ue la vo* 21oche cataen2 y 2lochecatneio2, signi!icar"a algo as" como las lágrimas de las partes mujeriles. El vocablo 21oche cataen2 y 2lochecatneio, ha generado la versi)n de ue los ochicas, podr"an haberse re!erido con el vocablo 21oche2 a 2las lágrimas de la luna2 3Elera, &00=C sin embargo habr"a ue tomar en cuenta ue las lágrimas no guardan relaci)n visible con esta parte de la anatom"a !emenina. Por lo ue la vo* ochica 21oche2 podr"a re!erirse más bien a la uretra, ue cumpliendo rol secretor se ubica en la *ona aludida por el sacerdote cat)lico del siglo /.
1as secreciones emitidas desde la uretra !emenina, han tenido una importancia especial para la !ertilidad de las aguas y la tierra en las sociedades prehispánicas. $l respecto recordemos ue en la *ona del (umbemayo 3(ajamarca e-isten relatos ue e-plican el uso de una antigua piedra plana, con huellas de aparentes pisadas, sobre las cuales los antiguos cajamarcas, acostumbraban colocar a niñas j)venes y v"rgenes para ue miccionen. Esto con la !inalidad de ue sus l"uidos vayan a al encuentro de las aguas naturales y as" le den más !ertilidad. (uando el or"n humano se encontraba con el agua natural, hab"a cánticos y !iesta porue estaba asegurada la producci)n agr"cola. 3. anayay, comunicaci)n personal, G0 de agosto, &00=. El l"uido marino, procedente del espacio donde se ubicaban las islas en las ue moraba la >iosa 1una, tambi:n cumpl"a la misma !inalidad. +e conoce de su uso desde tiempos ochicas, la diosa luna regresa de las islas con vasijas cargadas de esta agua marina !ecundante. 8 aún hasta :pocas muy recientes e-iste constancia de su uso, con !ines !ertili*adores y propiciadores de lluvia por parte de los agricultores de la +ierra norteña. Mue la palabra loche se relacione con la anatom"a !emenina cercana donde se ubica la uretra, más ue con la ocular, dejan constancia las vivencias de antiguos pobladores de Puerto Eten 3distrito del litoral lambayecano, *ona ue en tiempos prehispánicos tambi:n estuvo vinculada a la 1una. $l respecto de la d:cada A0 del siglo pasado, el investigador del distrito de Puerto Eten, Jaúl /ásue* recogi) comentarios de contenido er)tico ue eran pro!eridos por adultos porteños uienes al ver pasar una mujer de pronunciadas caderas, dec"an 2 si así tiene el culantro, cómo tendrá el loche2, 2ese lochecito si le pongo la lengüita se deshace¨, y otras ue pod"an desli*arse durante jaranas ¨comadrita ¿cuándo me invitará el lochecito?2 3J. /ásue*, comunicaci)n personal,
5=
de
agosto,
&00=.
+iendo 21oche2, la uretra !emenina ue emite la orina !ertili*adora, se entiende la ancestral costumbre de usar ceramios con !orma de 1oche en el caser"o de (allanca 3>istrito de onse!ú, en 1ambayeue7Perú, el mismo ue enterraban donde se ubicaba la entrada de la regadera a los terrenos de cultivo, con !ines de asegurar la !ertilidad y buenas cosechas de dicho terreno. H$caso no ser"a la mor!olog"a de la uretra !emenina, la ue estar"a tambi:n detrás de la vo* mochica 2coloche2 muy usada para re!erir mecanismos hidráulicos en !orma tubular, usados ancestralmente para el desv"o de aguasI
>e modo ue entre los ochicas de 1ambayeue, el loche 3cucúrbita moschata !ue un alimento estrechamente vinculado a !ertilidad !emenina, en el plano ritual algunos recipientes tomaron por eso sus !ormas y en el plano sagrado, el loche pudo ser el )rgano secretor responsable de emitir las !ertili*adoras aguas marinas de la diosa luna. El loche en el periodo colonial
1a coyuntura de la conuista y nuestra posterior conversi)n en colonia de España 35'G&75&L, no s)lo van a tener una repercusi)n severa sobre la trans!ormaci)n de los hábitos alimenticios andinos al incorporarse nuevos alimentosC sino sobre el despla*amiento y erradicaci)n del consumo de tradicionales alimentos andinosC má-ime si se trataba de alimentos de carácter sagrado como el 1oche. 1os documentos escritos, generalmente redactados desde la visi)n conuistadora, no re!ieren en absoluto in!ormaci)n sobre el 1oche. (uáles son las ra*ones, aún no lo sabemos. Mui*á la mirada desde el e-terior le ve"a como un *apallo más o tal ve* s u restricci)n a peueños ámbitos territoriales imped"a su reconocimiento. ?o hay re!erencias respecto de su prohibici)nC pero no se descartan. (on e-cepci)n de Fernando de la (arrera 356LL ue re!iere la vo*, pero no al !ruto, %alta*ar Naime artine* de (ompañon 35A&, Noseph gnacio de 1euanda 35A=L $ntonio Jaymondi 356075A0 apro-., Nuan de $rona 35&, Ernest idenddor! 35=&, etc. guardan silencio sobre el 1oche, pero a pesar de ello :ste subsist"a. 8 as" llegamos al siglo , :poca ue marcará la reaparici)n de 1oche, arraigado en el mundo uchiB y persistiendo en las comunidades ancestrales de 1ambayeue, como una mani!estaci)n de continuidad y vitalidad milenaria. Entonces el loche irrumpe modestamente en la in!ormaci)n lingK"stica, literaria, arueol)gica y divulgativa, hasta trans!ormarse en un producto de bandera de la gastronom"a lambayecana. El siglo XX y la revaloracin del Loche!
1a lingK"stica será la primera en recuperarlo, nuevamente el poli!ac:tico %runing 35=0'7 5=&LI registrará su denominaci)n uchiB traduci:ndole de los etenanos como 21ots2 3pag. G0 Ona lástima ue no escribiera más al respecto. Onas d:cadas despu:s, el areuipeño #oribio ej"a esspe 35=G55=A, desde una perspectiva etnográ!ica re!erirá ue el loche es una variedad del @apalloC parad)jicamente a pesar del t"tulo de su art"culo no consigna receta alguna respecto del
loche en el norte peruano. >irá 2 Zapallo: Se cultiva en regiones cálidas templadas. !"isten algunas variedades. #as más conocidas son: loche, ma$%ra, a&in'a, sut$u, la$'re, pumpu,etc.23p. &5. encionará además cuatro breves recetas; Qalpara, 2@apallo (hupe2 y 2@apallo nu-ro, loRBro2 e ru de claro origen serrano. (omo se notará hasta au" la revaloraci)n de loche a inicios del siglo , avan*) tan lenta como la revaloraci)n de lo andino en la $ristocrática Jepública Peruana de entonces. Para !inales de la d:cada de los G0, la arueolog"a mostrará las primeras imágenes del !ruto en representaciones de cerámica. Ja!ael 1arco 35=G75=L0, ubicará una !otogra!"a de un ceramio ue llama 2@apallito 1oche2, aunue la in!ormaci)n te-tual no detalle nada sobre :ste, limitándose a señalar 2 #os (rutos de algunas variedades de las cala)a*as, una ve* secos convenientemente vaciados, dejando la cáscara o corte*a, se emplearon para usos dom+sticos, como vasijas, copas, mates, entre otros enseres 2 3p. L=. +ituaci)n ue revela el escaso conocimiento ue se ten"a de la planta en ciernes, por la :poca. Por eso no será raro ue, Dermann 1eicht 35=LL consigne otra !otogra!"a de un loche, esta ve* de clara !actura (himúC pero s)lo mencionado bajo la generalidad de ser 2un (ruto modelado en )arro negro2. 3Fig. +erá sin embargo desde la literatura de (arlos (amino (alder)n 35=L0, ue se anote para la historia de este !ruto, el primer preparado lambayecano con loche en su muy lograda obra costumbrista 2El >año2. $l respecto describiendo a la hija de >on Nos: iguel ?avarrete, la misteriosa y turbadora sabel escribirá 2 on -os+ iguel pro(esa)a mucho cari/o a esta ni/a %ue le )orda)a relojeras, le prepara)a 0ien me Sa)e la leche 1sic2, ros%uetes de ema, %ue nadie sa)ía hacer mejores en #am)ae%ue2 3p. 6&. F"jese el lector ue hemos llamado la atenci)n sobre el error de los editores al consignar 2la leche2 en lugar de 2de 1oche2. El mismo (amino (alder)n se encargará de corregir el yerro en la parte !inal de su novela cuando en su 2E-plicaci)n de algunas voces y !rases contenidas en este libro 3Fauna7Flora79eogra!"a7 1:-ico7%rujer"a y (uranderismo del Perú2 describa al dulce 2 03!4 ! S50! : dulce lam)aecano %ue se prepara con loche cierto *apallo2 3p. 5= .+obre este dulce tenemos re!erencias ue elchora Estrada de /allejo, tatarabuela nuestra, viajaba en vapor hasta 1ima para comerciali*ar el re!erido dulce en la (apital. Jeci:n a !inales de los años 60 , en la obra dirigida por Pedro Felipe (orta*ar, >ocumental del Perú 35=6= el loche se posicionará como ingrediente de primera importancia para la gastronom"a lambayecana, al aparecer mencionado en detalladas
recetas de Panchita Joalcaba 2descendiente de ilustres maestras en el arte culinario, (amosa en 6hiclao72 . +e le deja notar en las recetas de arro* con pato, espesado, seco de cabrito a la chiclayana y el !amoso 2%ien me sabe2 ue se precisará 2viene a ser un manjar blanco con yemas y loche... El consumo en onse!ú a trav:s de los conocidos 2%oda de +emana +anta2 3 9uiso de carne de cabe*a de guitarra preparado en loche y acompañado de arro* y garban*o pelado y molido, piueos conocidos como 2carneros o carnerito2 3loche sancochado en tro*os y servido con *arsa, tambi:n pastel de loche 3receta de !amilia (uro , piueos de carne seca ubicada al centro del plato, con rodajas de loche sancochado alrededor del mismo, tambi:n congrio en guiso de loche 3receta de 1ila 9iles y batea en guiso de 1oche 3receta de Paula 9on*áles de 1luen . En Eten 2loche con pescado salado2 y en Jeue 21oche con pescado !rito2. En los dos últimos casos el loche sancochado y tro*ado.
"e#erencias $ibliogr%#icas %runing, E. 3&00L. ochica &orter)uch 8 diccionario ochica. 1ima; Edit. O+P. (amino, (. 35=AG. !l da/o. 1ima; Edit. Oniverso +.$ (arri)n, J. 35=''. !l culto al agua en el antiguo 9er: #a paccha elemento cultural pan;andino. 1ima; +eparata de la Jevista el useo nacional de $ntropolog"a y $rueolog"a /ol. ?o 5, ar*o (orta*ar, P. 35=6=. ocumental del 9er ; departamento de #am)ae%ue . 1ima; Edit. oppe +.$ Elera, (. 3&00=, julio. El 1oche y la identidad uchiB. En E. Duertas 3(oordinador,
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