El Libro Negro

 

Conversación 5 VISITA A WRIGHT

(O ACERCA DE LA ARQUITECTURA DEL FUTURO) Taliesin (Wisconsin), 15 de noviembre. Vine a esta áspera y fría región sólo para conocer personalmente al viejo arquitecto Frank Wright. Los yanquis, compatriotas suyos y míos, lo admiran poco y de lo quierenLloyd todavía menos, quizá porque tiene el valor, inconcebible en esta nación, declararse enemigo de las grandes metrópolis y de los rascacielos. Y es precisamente a esa clase de hombres, de los que combaten a la imbecilidad universal, a los que yo  procuro conocer, de modo que he realizado un largo e incómodo viaje para encontrar a Wright. Apenas supo que lo buscaba me invitó a tomar el té en su escuela. Estaba solo. Es un anciano alto, andará por los ochenta años, de aspecto sano, hombre resuelto, muy serio, de ojos vivaces en los que brilla un malicioso orgullo. Me habló así:

" Y a que p prr ocura ver verme me sabrá si sin n duda duda,, por por lo menos menos aproxima aproxi mada dame mente, nte, cuáles  so  son n las las ideas bás ásica icass d de e mi r evo voluc lución ión arqu arquite itect ctó ónica. nica. Tod Todo o lo que lo loss a arqu rquite itect cto os han hecho hasta hoy, con muy pocas pocas excepciones excepci ones en e ell M edievo y en el el J apón, ha  sido un ri rid dículo err or. E s p prec reciso iso renunc renunciar iar y supri supri mir to tod do lo que se supe superpone rpone a la naturaleza, natur aleza, lo que e ess fr f r uto de la vanidad vani dad y de la e estupi stupidez dez del del hombre: las  facha  fac had das as,, las las moles, les, la lass sime simetrí as as,, el gusto gusto, el fasto fasto,, la ornam ornament nta ación, ción, la  grandiosid  grand iosidad ad,, la ost oste entac ntación, ión, la acu acum mulación ulación,, el edifi cio que tie tiene ne por por ob objet jeto o causar un estupor estético, la ciudad destinada a la convivencia sofocante y  gregari  grega ria. a. Tod Todo o lo que que de deform forma a, enm nma ascara scara y sobrep sobrepa asa a la natu naturale ralezza, es un de delilito. to. Si usted acept acepta a el pa parang rangón, ón, yo vengo a ser el R ousseau ousseau de la arqui arquite tectura. ctura.  Mi se ed difi cio cios se inserta insecrrtan nciones háb há bil nat y am ab able lem mhe ent nte e en en el eluna amb ambca iente ien na nattural ya agrest greste e, i nspir ánd ándose oses e en n las eaci ea ones natur urales; ales; hecho casa sateque se parece a un bosque, otra que imita a un pájaro con las alas desplegadas. Pero ahora quiero adelantarme aún más, como solía cantar mi viejo amigo Walt Whitman. La arquitectura, incluso tal cual yo la entiendo, no es más que un ad adii tame tamento nto a la naturaleza naturaleza,, una vi olación iimp mperti ertinente nente y pa parr asitar asitarii a del del paisaj paisaje. e. E l  géne  género ro human ano o debe cesa cesarr ya de obstac staculiza ulizarr y de afear afear lo loss sant santo os y libres libres ccam ampos con sus desmañadas construcciones de piedra, de hierro y de cemento. Y tenga  p  pres rese ent nte e que en est sta a cond conde ena nación ción no excep xceptúo ni siquiera siquiera a mis co construcc nstruccione ioness del  p  pas asa ado. De a aho hora ra en en ad adela lant nte e es p prec reciso iso busc uscar ar llas as ha hab bita itacion cione es de del h ho ombre en la naturaleza naturalez a mis misma ma,, dond donde e existen exi sten de desde sde antes, antes, pr pronta ontass y hospitalari as: bastarán bastarán unos pocos retoq r etoques ues y alg algunas unas adapt adaptaci aciones. ones. Una U na cueva m montañesa ontañesa alisada alis ada y ampliada, un antro acomodado con oportunos trabajos, una bella caverna provista

de las comodidades indispensables, una grieta razonablemente ajustada, el cráter de un volcán apagado apagado b bii en dispuesto con con di vi visi siones ones de lava, lava, una g r uta e espaciosa spaciosa repartida sabiamente con muros secos, de roca, el cálido hueco del tronco de un árbol gi gante y secular; secular; he a ahí hí las mor mor ad adas as de hace ci cien en siglos, sig los, he ahí las l as moradas moradas del del ffuturo. uturo. H asta ahora ahora admi admi r é a los medievales medievales y a los jap j apone oneses, ses, hoy en día dí a ya les rechazo y solamente admiro a los divinos primitivos, a los geniales paleolíticos y neolíticos. neolíti cos. Los L os rascacielos rascaci elos son un iinsulto nsulto lanzado lanzado a la na naturaleza turaleza,, o sea a Di os; las cavidad cavi dades es natur naturales, ales, i nsertada nser tadass de tal modo modo en la naturaleza natur aleza que for forme men n parte natural de la misma, son las únicas habitaciones perfectas, porque significan nuestra renuncia total a la jactancia humana que quiere levantar moles de murallas, enfáticas y superfluas, sobre la sagrada virginidad de los prados, de los bosques y de las montañas. montañas. Y es usted la primera persona a la que revelo el último y definitivo progreso de mi revolución arquitectónica. La verdadera arquitectura, la arquitectura del futuro, de acuer acuer do a mi jjui uici cio, o, consiste consi ste en la supresi ón de toda toda forma for ma de arquite arqui tectura. ctura. M i revolución debía desembocar, lógicamente, en la destrucción de la arquitectura. A  part  p artir irs dye las aho ahora ra el eelrnas. arq arquite o no se será rá itect más más que quehael mu desc descub ubri ri do r y ajusta ajus tad dor de las las  grutas  gruta cave cav rnas .uitect Lacto vie vieja ja a rquite rqu ctura ura mue erto rto... ... ¡ viva la arquite arq uitect ctura ura et eterna! erna! Apenas cesó de hablar, el viejo Frank Lloyd Wright comenzó a reír calladamente; era una risilla sarcástica que hacía ver una especie de doble teclado en los que había teclas de marfil antiguo y de oro nuevo. Luego me sirvió una segunda taza de té y me ofreció un bizcocho duro. Pero no quiso decir una palabra más sobre sus teorías. Finalmente, sus ojos me dijeron con toda claridad que dese aba estar solo.