El Libro de Los Tangos EMPA Con Letras
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Descripción: Partituras de tangos rioplatenses...
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Amurado (Tango 1927) Música: Pedro Maffia y Pedro Laurenz Letra: José De Grandis Campaneo a mi catrera y la encuentro desolada. Sólo tengo de recuerdo el cuadrito que está ahí, pilchas viejas, una flores y mi alma atormentada... Eso es todo lo que queda desde que se fue de aquí. Una tarde más tristona que la pena que me aqueja arregló su bagayito y amurado me dejó. No le dije una palabra, ni un reproche, ni una queja... La miré que se alejaba y pensé: ¡Todo acabó! ¡Si me viera! ¡Estoy tan viejo! ¡Tengo blanca la cabeza! ¿Será acaso la tristeza de mi negra soledad? Debe ser, porque me cruzan tan fuleros berretines que voy por los cafetines a buscar felicidad. Bulincito que conoces mis amargas desventuras, no te extrañe que hable solo. ¡Que es tan grande mi dolor! Si me faltan sus caricias, sus consuelos, sus ternuras, ¿qué me quedará a mis años, si mi vida está en su amor? ¡Cuántas noches voy vagando angustiado, silencioso recordando mi pasado, con mi amiga la ilusión!... Voy en curda... No lo niego que será muy vergonzoso, ¡pero llevo más en curda a mi pobre corazón!
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Bailarín compadrito (Tango 1929) Letra y Música: Miguel Bucino Vestido como dandy, peinao a la gomina y dueño de una mina más linda que una flor, bailás en la milonga con aire de importancia, luciendo la elegancia y haciendo exhibición. Cualquiera iba a decirte, che, reo de otros tiempos, que un día llegarías a rey de cabaret, que pa' enseñar tu corte pondrías academia... Al taura siempre premia la suerte que es mujer. Bailarín compadrito, que floriaste tu corte primero, en el viejo bailongo orillero de Barracas al sur. Bailarín compadrito, que quisiste probar otra vida, y al lucir tu famosa corrida te viniste al Maipú. Araca, cuando a veces oís La Cumparsita yo sé cómo palpita tu cuore al recordar que un día lo bailaste de lengue y sin un mango y ahora el mismo tango bailás hecho un bacán. Pero algo vos darías por ser sólo un ratito el mismo compadrito del tiempo que se fue, pues cansa tanta gloria y un poco triste y viejo te ves en el espejo del viejo cabaret.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Caminito (Tango 1926) Música: Juan de Dios Filiberto Letra: Gabino Coria Peñaloza
Como dos extraños (Tango 1940) Música: Pedro Laurenz Letra: José María Contursi
Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar, he venido por última vez, he venido a contarte mi mal. Caminito que entonces estabas bordado de trébol y juncos en flor, una sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo. Desde que se fue triste vivo yo, caminito amigo, yo también me voy. Desde que se fue nunca más volvió. Seguiré sus pasos... Caminito, adiós. Caminito que todas las tardes feliz recorría cantando mi amor, no le digas, si vuelve a pasar, que mi llanto tu suelo regó. Caminito cubierto de cardos, la mano del tiempo tu huella borró... Yo a tu lado quisiera caer y que el tiempo nos mate a los dos.
Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti... ¡Qué ganas tuve de llorar sintiendo junto a mí la burla de la realidad! Y el corazón me suplicó que te buscara y que le diera tu querer... Me lo pedía el corazón y entonces te busqué creyéndote mi salvación... Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños... Lección que por fin aprendí: ¡cómo cambian las cosas los años! Angustia de saber muertas ya la ilusión y la fe... Perdón si me ves lagrimear... ¡Los recuerdos me han hecho mal! Palideció la luz del sol al escucharte fríamente conversar... Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar que todo, todo terminó. ¡Qué gran error volverte a ver para llevarme destrozado el corazón! Son mil fantasmas, al volver burlándose de mí, las horas de ese muerto ayer...
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Dónde estás corazón (Tango 1930) Letra y Música: Luis Martínez Serrano
Duelo criollo (Tango 1928) Música: Juan Rezzano Letra: Lito Bayardo
Yo la quería más que a mi vida, más que a mi madre la amaba yo; y su cariño era mi dicha, mi único goce era su amor. Una mañana de crudo invierno entre mis brazos se me murió; y desde entonces voy por el mundo con el recuerdo de aquel amor. Dónde estás corazón, no oigo tu palpitar, es tan grande el dolor que no puedo llorar. Yo quisiera llorar y no tengo más llanto la quería yo tanto y se fue para no retornar. Yo la quería con toda el alma como se quiere sólo una vez, pero el destino cruel y sangriento quiso dejarme sin su querer. Sólo la muerte arrancar podía aquel idilio de tierno amor; y una mañana de crudo invierno entre mis brazos se me murió.
Mientras la luna serena baña con su luz de plata como un sollozo de pena se oye cantar su canción; la canción dulce y sentida que todo el barrio escuchaba cuando el silencio reinaba en el viejo caserón. Cuentan que fue la piba de arrabal, la flor del barrio aquel que amaba un payador. Sólo para ella cantó el amor al pie de su ventanal; pero otro amor por aquella mujer, nació en el corazón del taura más mentao que un farol, en duelo criollo vio, bajo su débil luz, morir los dos. Por eso gime en las noches de tan silenciosa calma esa canción que es el broche de aquel amor que pasó... De pena la linda piba abrió bien anchas sus alas y con su virtud y sus galas hasta el cielo se voló.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
El choclo (Tango 1947) Música: Ángel Villoldo Letra: Enrique Santos Discepolo
Letra y Música: Ángel Villoldo
De un grano nace la planta que más tarde nos da el choclo por eso de la garganta Con este tango que es burlón y compadrito dijo que estaba humilloso. se ató dos alas la ambición de mi suburbio; con este tango nació el tango, y como un grito Y yo como no soy otro más que un tanguero de fama salió del sórdido barrial buscando el cielo; murmuro con alborozo conjuro extraño de un amor hecho cadencia está muy de la banana. que abrió caminos sin más ley que la esperanza, mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia Hay choclos que tienen llorando en la inocencia de un ritmo juguetón. las espigas de oro que son las que adoro con tierna pasión, Por tu milagro de notas agoreras cuando trabajando nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas, llenito de abrojos luna de charcos, canyengue en las caderas estoy con rastrojos y un ansia fiera en la manera de querer... como humilde peón. Al evocarte, tango querido, De lavada enrubia siento que tiemblan las baldosas de un en largas quedejas bailongo contemplo parejas y oigo el rezongo de mi pasado... si es como crecer, Hoy, que no tengo más a mi madre, con esos bigotes siento que llega en punta 'e pie para besarme que la tierra virgen cuando tu canto nace al son de un al noble paisano bandoneón. le suele ofrecer. Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera A veces el choclo y en un pernó mezcló a París con Puente asa en los fogones Alsina. calma las pasiones Triste compadre del gavión y de la mina y dichas de amor, y hasta comadre del bacán y la pebeta. cuando algún paisano Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura lo está cocinando se hicieron voces al nacer con tu destino... y otro está cebando ¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo, un buen cimarrón. que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón. Luego que la humita está preparada, bajo la enramada se oye un pericón, y junto al alero, de un rancho deshecho surge de algún pecho la alegre canción.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
El corazón al sur Tango Letra y Música: Eladia Blázquez Nací en un barrio donde el lujo fue un albur, por eso tengo el corazón mirando al sur. Mi viejo fue una abeja en la colmena, las manos limpias, el alma buena... Y en esa infancia, la templanza me forjó, después la vida mil caminos me tendió, y supe del magnate y del tahúr, por eso tengo el corazón mirando al sur. Mi barrio fue una planta de jazmín, la sombra de mi vieja en el jardín, la dulce fiesta de las cosas más sencillas y la paz en la gramilla de cara al sol. Mi barrio fue mi gente que no está, las cosas que ya nunca volverán, si desde el día en que me fui con la emoción y con la cruz, ¡yo sé que tengo el corazón mirando al sur! La geografía de mi barrio llevo en mí, será por eso que del todo no me fui: la esquina, el almacén, el piberío... lo reconozco... son algo mío... Ahora sé que la distancia no es real y me descubro en ese punto cardinal, volviendo a la niñez desde la luz teniendo siempre el corazón mirando al sur.
El once (A divertirse) Tango Música: Osvaldo Fresedo Letra: Emilio Fresedo No deje que sus penas se vayan al viento porque serán ajenas al que oye lo cierto. No espere que una mano le afloje el dolor, sólo le dirán pobre y después se acabó. Por eso me divierto, no quiero sentirlas, no quiero oír lamentos que amarguen la vida; prefiero que se pierdan y llegue el olvido que todo remedia, que es lo mejor. Si busca consuelo no vaya a llorar, aprenda a ser fuerte y mate el pesar. Sonría llevando a su boca el licor, que baile su almita esperando un amor. El humo de un puro, la luz del lugar, las notas que vagan le harán olvidar. Quién sabe a su lado los que irán así con los corazones para divertir. A divertirse todos rompiendo el silencio para cantar en coro siquiera un momento. Recuerden que en la vida si algo hay de valor es de aquel que lleva pasándola mejor. Alegre su mirada no piense en lo malo, no deje que su cara se arrugue temprano. Deje que todo corra, no apure sus años que a nadie le importa lo que sintió.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
El Porteñito Tango 1903 Letra y Música: Ángel Villoldo Soy hijo de Buenos Aires, por apodo "El porteñito", el criollo más compadrito que en esta tierra nació. Cuando un tango en la vigüela rasguea algún compañero no hay nadie en el mundo entero que baile mejor que yo. No hay ninguno que me iguale para enamorar mujeres, puro hablar de pareceres, puro filo y nada más. Y al hacerle la encarada la fileo de cuerpo entero asegurando el puchero con el vento que dará. Soy el terror del malevaje cuando en un baile me meto, porque a ninguno respeto de los que hay en la reunión. Y si alguno se retoba y viene haciéndose el guapo lo mando de un castañazo a buscar quien lo engrupió. Cuando el vento ya escasea le formo un cuento a mi china que es la paica más ladina que pisó el barrio del sur. Y como caído del cielo entra el níquel al bolsillo y al compás de un organillo bailo el tango a su "salú".
Música: Ángel Villoldo Letra: Carlos Pesce Cuando se habla de esta época, compadre, sabrán del taco militar y del Massera. Dirán ¡Ah, tiempos del ayer, quién los viviera! ¡Qué pintoresco fue Buenos Aires! De los taitas de cambrona con trensilla saldrán a relucir hazañas de guapeadas, y de las grelas de percal enfaroladas se harán las mentas en la tierra en que nací. He nacido en Buenos Aires se me apoda el Porteñito, no tolero los desaires de matones y compadritos. Sé florearme en el piropo con las paicas más diqueras y me gusta entrar al copo del honor en la amistad. En los bailes del Victoria, El Tambito y lo de Laura, me lucí entre los tauras emulando al Cachafaz. Mozo bravo y bailarin tengo fama de trovero, y en las noches de verbena siempre salgo echando buena con la reina del festín. Del tranvía de caballos trotadores y del farol y el organito callejero con fiel imagen el recuerdo hablará un día de estas lindezas que tanto quiero. Y en la historia de esta era floreciente verán que Dios hizo el milagro de esta tierra de paz de amor y de trabajo, noblemente, orgullo inmenso de mi criollo corazón.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Felicia Tango Música: Enrique Saborido Letra: Carlos Mauricio Pacheco Allá en la casta apartada Desde entonces en mis ojos donde cantan las espumas está la sombra grabada el misterio de las brumas de mi tarde desolada: y los secretos del mar, en mis ojos está el mar. yo miraba los caprichos ondulantes de las olas Ya no tendré nunca aquellos llorando mi pena a solas: tintes suaves de mi aurora mi consuelo era el mirar. aunque quizás se atesora toda su luz en mis ojos. Desde entonces en mi frente Ya nunca veré mis playas ni aspiraré de las lomas como un insondable enigma los voluptuosos aromas llevo patente el estigma de mis flores uruguayas. de este infinito pesar. Fuimos Tango 1945 Música: José Dames Letra: Homero Manzi Fui como una lluvia de cenizas y fatigas quede tirado con tu amor en las horas resignadas de tu vida... librado de mi amor final Gota de vinagre derramada, ¡Vete!, fatalmente derramada, sobre todas tus ¿No comprendes que te estoy salvando? heridas. ¿No comprendes que te estoy amando? Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve ¡No me sigas, ni me llames, ni me beses rosa marchitada por la nube que no llueve. ni me llores, ni me quieras más! Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza Fuimos abrazados a la angustia de un presagio que no puede vislumbrar su tarde mansa. por la noche de un camino sin salidas, Fuimos el viajero que no implora, que no reza, pálidos despojos de un naufragio sacudidos por las olas del amor y de la vida. que no llora, que se echó a morir. Fuimos empujados en un viento desolado... sombras de una sombra que tornaba del ¡Vete...! pasado. ¿No comprendes que te estás matando? Fuimos la esperanza que no llega, que no ¿No comprendes que te estoy llamando? alcanza, ¡Vete...! que no puede vislumbrar su tarde mansa. No me beses que te estoy llorando ¡Y quisiera no llorarte más! Fuimos el viajero que no implora, que no reza, ¿No ves?, que no llora, que se echó a morir. es mejor que mi dolor
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Garúa Tango 1943 Música: Aníbal Troilo Letra: Enrique Cadícamo porque aquella, con su olvido, ¡Qué noche llena de hastío y de frío! hoy le ha abierto una gotera. El viento trae un extraño lamento. ¡Parece un pozo de sombras la noche ¡Perdido! y yo en la sombra camino muy lento.! Como un duende que en la sombra Mientras tanto la garúa más la busca y más la nombra... se acentúa Garúa... tristeza... con sus púas ¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar! en mi corazón... ¡Qué noche llena de hastío y de frío! No se ve a nadie cruzar por la esquina. En esta noche tan fría y tan mía Sobre la calle, la hilera de focos pensando siempre en lo mismo me abismo y aunque quiera arrancarla, lustra el asfalto con luz mortecina. desecharla Y yo voy, como un descarte, y olvidarla siempre solo, la recuerdo más. siempre aparte, recordándote. ¡Garúa! Las gotas caen en el charco de mi alma Solo y triste por la acera hasta los huesos calados y helados va este corazón transido y humillando este tormento con tristeza de tapera. todavía pasa el viento Sintiendo tu hielo, empujándome. La última curda Tango Música: Aníbal Troilo Letra: Cátulo Castillo ¡Ya se que te hago daño Lastima, bandoneón, llorando mi sermón de vino! mi corazon tu ronca maldición maleva... Pero es el viejo amor Tu lágrima de ron que tiembla, bandoneón, me lleva hasta el hondo bajo fondo y busca en el licor que aturde, donde el barro se subleva. la curda que al final ¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón! termine la función La vida es una herida absurda, corriéndole un telón al corazón. y es todo tan fugaz Un poco de recuerdo y sinsabor que es una curda, ¡nada más! gotea tu rezongo lerdo. mi confesión. Marea tu licor y arrea la tropilla de la zurda al volcar la última curda. Contame tu condena, Cerrame el ventanal decime tu fracaso, que quema el sol ¿no ves la pena su lento caracol de sueño, que me ha herido? ¿no ves que vengo de un país Y hablame simplemente que está de olvido, siempre gris, de aquel amor ausente tras el alcohol?... tras un retazo del olvido. ¡Ya sé que te lastimo!
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Malena Tango 1941 Música: Lucio Demare Letra: Homero Manzi si tu voz es la flor de una pena, Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón. só1o sé que al rumor de tus tangos, A yuyo del suburbio su voz perfuma, Malena, Malena tiene pena de bandoneón. te siento más buena, Tal vez allá en la infancia su voz de alondra más buena que yo. tomó ese tono oscuro de callejón, Tus ojos son oscuros como el olvido, o acaso aquel romance que sólo nombra tus labios apretados como el rencor, cuando se pone triste con el alcohol. tus manos dos palomas que sienten frío, Malena canta el tango con voz de sombra, tus venas tienen sangre de bandoneón. Malena tiene pena de bandoneón. Tus tangos son criaturas abandonadas Tu canción que cruzan sobre el barro del callejón, tiene el frío del último encuentro. cuando todas las puertas están cerradas Tu canción y ladran los fantasmas de la canción. se hace amarga en la sal del recuerdo. Malena canta el tango con voz quebrada, Yo no sé Malena tiene pena de bandoneón. María Tango 1945 Música: Aníbal Troilo Letra: Cátulo Castillo "Ya no hay nada entre los dos.." Acaso te llamaras solamente María..! No sé si eras el eco de una vieja canción, pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente María..! La más mía..! La Lejana..! mía sobre un paisaje triste, desmayado de amor... Si volviera otra mañana por las calles del adiós..! El Otoño te trajo, mojando de agonía, tu sombrerito pobre y el tapado marrón... Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes, Eras como la calle de la Melancolía, su horizonte de sueños y un silencio de flor... que llovía...llovía sobre mi corazón..! Pero tus manos buenas, regresaban presentes, María..! para curar mi fiebre, desteñidas de amor... En las sombras de mi pieza es tu paso el que regresa... Un Otoño te trajo..! Tu nombre era María, María..! y nunca supe nada de tu rumbo infeliz... Y es tu voz, pequeña y triste, Si eras como el paisaje de la Melancolía, la del día en que dijiste: que llovía...llovía, sobre la calle gris...
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Mano a mano Tango 1923 Música: Carlos Gardel y José Razzano Letra: Celedonio Flores Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria sólo una buena mujer. Tu presencia de bacana puso calor en mi nido, fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido como no quisiste a nadie, como no podrás querer. Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta, gambeteabas la pobreza en la casa de pensión. Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta, Ios morlacos del otario los jugás a la marchanta como juega el gato maula con el mísero ratón. Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones, te engrupieron los otarios, las amigas y el gavión; la milonga, entre magnates, con sus locas tentaciones, donde triunfan y claudican milongueras pretensiones, se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón. Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado; no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás... Los favores recibidos creo habértelos pagado y, si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado, en la cuenta del otario que tenés se la cargás. Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros, sean una larga fila de riquezas y placer; que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos, que te abrás de las paradas con cafishos milongueros y que digan los muchachos: Es una buena mujer. Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo y no tengas esperanzas en tu pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo, acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo pa'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Mi Buenos Aires querido Tango 1934 Música: Carlos Gardel Letra: Alfredo Le Pera Mi Buenos Aires querido En caravana cuando yo te vuelva a ver, los recuerdos pasan, no habrás más pena ni olvido. con una estela dulce de emoción. El farolito de la calle en que nací Quiero que sepas fue el centinela de mis promesas de amor, que al evocarte, bajo su quieta lucecita yo la vi se van las penas de mi corazón. a mi pebeta, luminosa como un sol. Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver, La ventanita de mi calle de arrabal. ciudad porteña de mi único querer, donde sonríe una muchachita en flor, y oigo la queja quiero de nuevo yo volver a contemplar de un bandoneón, dentro del pecho pide rienda el corazón. aquellos ojos que acarician al mirar. En la cortada más maleva una canción Mi Buenos Aires dice su ruego de coraje y de pasión, tierra florida una promesa donde mi vida y un suspirar, terminaré. borró una lágrima de pena aquel cantar. Bajo tu amparo Mi Buenos Aires querido, no hay desengaños, cuando yo te vuelva a ver, vuelan los años, no habrá más pena ni olvido. se olvida el dolor. Milonga de mis amores Milonga 1937 Música: Pedro Laurenz Letra: José María Contursi Oigo tu voz Y encuentro todo cambiado menos tu canción, engarzada en los acordes de una Iírica guitarra... milonga mía... Sos milonga de otros tiempos... Yo te vi crecer El progreso ha destrozado toda la emoción prendida en las polleras de un bailongo guapo y de mi arrabal. rompedor como jamás ha de volver. Quiero olvidar y tus notas van llenando de tristeza el alma mía... Nadie, tal vez, He cruzado tantas veces ese callejón, llevando entre los labios un silbido alegre y tu comprendió mejor las penas y el sentir de mi barriada... cantar Sin embargo te olvidaron y en el callejón emborrachando el corazón. tan sólo una guitarra te recuerda, criolla como vos, Era feliz y en su gemir tiembla mi ser. entregado a las caricias de la única sincera que acunó una primavera que no floreció... Vuelvo cansado de todo Milonga, ya no puedo continuar... El llanto me y en mi corazón lloran los años... venció... Mi vida busca tan sólo Quiero olvidar... y pienso más. la tranquilidad del viejo barrio...
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Mimí Pinsón Tango Música: Aquiles Roggero Letra: José Rótulo Sigue la nieve castigando el ventanal, Un día más, un año más, y yo con esta soledad... que estoy perdido en la neblina... Mimí Pinsón, En esa niebla de la noche parisina aún te busco por las calles de París... que te alejaste para nunca retornar. Igual que ayer te veo y te presiento; Yo te llamé, pero es inútil, no vienes a mi encuentro, Mimí Pinsón, Mimí Pinsón... porque tu afán de ser coqueta te fue arrastrando al igual que la Griseta, Un año más que tú no estás, y el mismo mal, y su final y nuevamente la neblina te castigó. trae recuerdos de mis noches parisinas, Mimí Pinsón, y en el recuerdo, nuevamente, vuelves tú... yo te soñé en la novela de Musset Estás en mí, y te encontré después en mi destino... te vuelvo a ver... ¡Qué cortos fueron los caminos de los Y en mis delirios de poeta sueños beso tus manos y el manojo de violetas... y qué vanos los empeños, ¡Igual que ayer, igual que hoy por salvarte de la muerte! y siempre igual! Naranjo en flor Tango 1944 Música: Virgilio Expósito Letra: Homero Expósito Después...¿qué importa el después? Era más blanda que el agua, Toda mi vida es el ayer que el agua blanda, que me detiene en el pasado, era más fresca que el río, eterna y vieja juventud naranjo en flor. que me ha dejado acobardado Y en esa calle de estío, calle perdida, como un pájaro sin luz. dejó un pedazo de vida y se marchó... ¿Qué le habrán hecho mis manos? ¿Qué le habrán hecho Primero hay que saber sufrir, para dejarme en el pecho tanto dolor? después amar, después partir Dolor de vieja arboleda, y al fin andar sin pensamiento... canción de esquina Perfume de naranjo en flor, con un pedazo de vida, promesas vanas de un amor naranjo en flor. que se escaparon con el viento.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Nostalgias Tango 1936 Música: Juan Carlos Cobián Letra: Enrique Cadícamo Quiero emborrachar mi corazón pronto... pronto le hablará de amor... para apagar un loco amor ¡Hermano! que más que amor es un sufrir... Yo no quiero rebajarme, Y aquí vengo para eso, ni pedirle, ni llorarle, a borrar antiguos besos ni decirle que no puedo más vivir... en los besos de otras bocas... Desde mi triste soledad veré caer Si su amor fue "flor de un día" las rosas muertas de mi juventud. ¿porqué causa es siempre mía Gime, bandoneón, tu tango gris, esa cruel preocupación? quizá a ti te hiera igual Quiero por los dos mi copa alzar algún amor sentimental... para olvidar mi obstinación y más la vuelvo a recordar. Llora mi alma de fantoche sola y triste en esta noche, Nostalgias noche negra y sin estrellas... de escuchar su risa loca Si las copas traen consuelo y sentir junto a mi boca aquí estoy con mi desvelo como un fuego su respiración. para ahogarlos de una vez... Angustia Quiero emborrachar mi corazón de sentirme abandonado para después poder brindar y pensar que otro a su lado "por los fracasos del amor"... Pampero Tango 1935 Música: Osvaldo Fresedo Letra: Edmundo Bianchi Soplo de nuestro espíritu indomable, viento bagual, aliento de salud, alma de nuestra tierra inigualable, ¡respiración de América del Sud! Grito de la llanura que reclama su fiera y orgullosa soledad, sos viento de una estirpe que proclama la altivez de su ruda libertad. ¡Pampero! ¡Viento macho y altanero que le enseñaste al gaucho golpeándole en la cara a levantartse el ala del sombrero! ¡Pampero! ¡Viento indómito y mañero, de ti aprendió la raza a corcovear furiosa cuando quiso montarla un extranjero!
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Pequeña Vals Música: Osmar Maderna Letra: Homero Expósito La luna, Donde el río se queda y la luna se va ¡qué sabe la luna donde nadie ha llegado ni puede llegar, donde juegan conmigo los versos en flor la dulce fortuna tengo un nido de plumas y un canto de de amar como yo! amor. Mi sueño Tú, que tienes los ojos mojados de luz que tanto te sueña te espera, pequeña y empapadas las manos de tanta inquietud, de mi corazón. con las alas de tu fantasía me has vuelto a los días Hace mucho que espero, y hará mucho de mi juventud... más, porque tanto te quiero que habrás de Pequeña llegar, te digo pequeña no es posible que tenga la luna y la flor te llamo pequeña y no tenga conmigo tus besos de amor. con toda mi voz. Mi sueño Donde el río se queda y la luna se va que tanto te sueña donde nadie ha llegado ni puede llegar te espera, pequeña, con las alas de tu fantasía con esta canción. serás la alegría de mi soledad. Romance de barrio Vals 1947 Música: Aníbal Troilo Letra: Homero Manzi Primero la cita lejana de abril, Fue porque sí, tu oscuro balcón, tu antiguo jardín. que el despecho te cegó como a mí, Más tarde las cartas de pulso febril sin mirar que en el rencor del adiós mintiendo que no, jurando que sí. castigabas con crueldad tu corazón. Fue porque sí Romance de barrio tu amor y mi amor. que de pronto no supimos pensar, Primero un querer, después un dolor, que es más fácil renegar y partir que vivir sin olvidar. por culpas que nunca tuvimos, por culpas que debimos sufrir los dos. Ceniza del tiempo la cita de abril, tu oscuro balcón, tu antiguo jardín Hoy vivirás las cartas trazadas con mano febril despreciándome, tal vez sin soñar que lamento al no poderte tener mintiendo que no, jurando que sí. el dolor de no saber olvidar. Retornan vencidas tu voz y mi voz Hoy estarás trayendo al volver con tonos de horror, como nunca lejos mío, las culpas que nunca tuvimos lejos de tanto llorar. las culpas que debimos pagar los dos.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Rondando tu esquina Tango 1945 Música: Letra: Enrique Cadícamo y esta pasión que lastima, Esta noche tengo ganas de buscarla, y este dolor que no pasa. de borrar lo que ha pasado y perdonarla. ¿Hasta cuando iré sufriendo Ya no me importa el qué dirán ni de las cosas que hablarán... el tormento de tu amor? ¡Total la gente siempre habla! Yo no pienso más que en ella a toda hora. Este pobre corazón que no la olvida me la nombra con los labios de su herida Es terrible esta pasión devoradora. y ahondando más su sinsabor Y ella siempre sin saber, la mariposa del dolor sin siquiera sospechar cruza en la noche de mi vida. mis deseos de volver... Compañeros, hoy es noche de verbena. Sin embargo, yo no puedo con mi pena ¿Qué me has dado, vida mía, que ando triste noche y día? y al saber que ya no está, Rondando siempre tu esquina, solo, triste y sin amor mirando siempre tu casa, me pregunto sin cesar. Soledad Tango 1934 Música: Carlos Gardel Letra: Alfredo Le Pera Yo no quiero que nadie a mí me diga que de tu dulce vida vos ya me has arrancado. Mi corazón una mentira pide para esperar tu imposible llamado. Yo no quiero que nadie se imagine cómo es de amarga y honda mi eterna soledad, en mi larga noche el minuto muele la pesadilla de su lento tic‐tac. En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar sus pasos que quizás no volverán, a veces me parece que ellos detienen su andar sin atreverse luego a entrar. Pero no hay nadie y ella no viene, es un fantasma que crea mi ilusión. Y que al desvanecerse va dejando su visión, cenizas en mi corazón. En la plateada esfera del reloj, las horas que agonizan se niegan a pasar. Hay un desfile de extrañas figuras que me contemplan con burlón mirar. Es una caravana interminable que se hunde en el olvido con su mueca espectral, se va con ella tu boca que era mía, sólo me queda la angustia de mi mal.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Sollozos Tango 1922 Música: Osvaldo Fresedo Letra: Emilio Fresedo Algo habría en su mirada En un mundo de alegrías, que no fue preciso adivinar, entre el humo y copas de champagne, hay una almita afligida ilusiones apagadas, que se esconde por llorar. odio y ganas de vengar. Atraído por su pena Dijo entonces que su vida mi pañuelo lágrimas secó, de pasión en pena se tornó. mientras dijo: “Estoy enferma, Recordó felices días sufro y lloro por mi amor”. a su vieja y su honor. Volvió su cara hacia mi lado, Pobre, su quebranto mi alma hirió, que sin fuerzas me sentí, acariciando su dolor. cuando vi su relicario Oí sollozos y cortados, y enseñó que el falso estaba allí. bajo habló: “Un hombre me engañó”. Pobre, con cuanta tristeza vio Le dije: “Olvide su pasado, olvide todo lo de ayer. que por ella yo sufrí. No llore si él no ha llorado, El pintar de sus labios, ni pensó que sufre una mujer”. la sonrisa para mí. Tarde Tango 1947 Letra y Música: José Canet De cada amor que tuve tengo heridas, Siempre puse el alma entera, heridas que no cierran y sangran todavía. de cualquier manera, ¡Error de haber querido ciegamente soportando afrentas matando inútilmente la dicha de mis días! y al final de cuentas Tarde me di cuenta que al final se vive igual me quedé sin fe. fingiendo... Tarde comprobé que mi ilusión se destrozó De cada amor que tuve tengo heridas, heridas que no cierran y sangran todavía. queriendo... Error de haber querido ciegamente, ¡Pobre amor que está sufriendo perdido en un torrente de burlas y la amargura más tenaz! mentiras. Y ahora que no es hora para nada Voy en mi rodar sin esperar y sin buscar tu boca enamorada me incita una vez más. amores... Ya murió el amor porque el dolor le Y aunque quiera quererte ya no puedo, destrozó sus flores... porque dentro del alma tengo miedo. Y aunque hoy llores y me implores Tengo miedo que se vuelva a repetir mi ilusión no ha de volver. la comedia que me ha hundido en el vivir. ¡No ves que ya la pobre está cansada, ¡Todo te lo di!... ¡Ttodo lo perdí!... deshecha y maltratada por tanto padecer!
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Tiempos viejos Tango 1926 Música: Francisco Canaro Letra: Manuel Romero ¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos! Eran otros hombres más hombres los nuestros. No se conocían cocó ni morfina, los muchachos de antes no usaban gomina. ¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos! ¡Veinticinco abriles que no volverán! Veinticinco abriles, volver a tenerlos, si cuando me acuerdo me pongo a llorar. ¿Dónde están los muchachos de entonces? Barra antigua de ayer ¿dónde está? Yo y vos solos quedamos, hermano, yo y vos solos para recordar... ¿Dónde están las mujeres aquéllas, minas fieles, de gran corazón, que en los bailes de Laura peleaban cada cual defendiendo su amor? ¿Te acordás, hermano, la rubia Mireya, que quité en lo de Hansen al loco Cepeda? Casi me suicido una noche por ella y hoy es una pobre mendiga harapienta. ¿Te acordás, hermano, lo linda que era? Se formaba rueda pa' verla bailar... Cuando por la calle la veo tan vieja doy vuelta la cara y me pongo a llorar.
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
Uno Tango 1943 Música: Mariano Mores Letra: Enrique Santos Discepolo los que hundieron mi vivir. Uno, busca lleno de esperanzas Si yo tuviera el corazón... el camino que los sueños (¡El mismo que perdí!...) prometieron a sus ansias... Sabe que la lucha es cruel Si olvidara a la que ayer y es mucha, pero lucha y se desangra lo destrozó y... pudiera amarte.. por la fe que lo empecina... me abrazaría a tu ilusión Uno va arrastrándose entre espinas para llorar tu amor... y en su afán de dar su amor, Pero, Dios, te trajo a mi destino sufre y se destroza hasta entender: sin pensar que ya es muy tarde que uno se ha quedao sin corazón... y no sabré cómo quererte... Precio de castigo que uno entrega Déjame que llore por un beso que no llega como aquel que sufre en vida a un amor que lo engañó... ¡Vacío ya de amar y de llorar la tortura de llorar su propia muerte... tanta traición! Pura como sos, habrías salvado mi esperanza con tu amor... Si yo tuviera el corazón... Uno está tan solo en su dolor... Uno está tan ciego en su penar.... (¡El corazón que di!...) Pero un frío cruel Si yo pudiera como ayer que es peor que el odio querer sin presentir... ‐punto muerto de las almas‐ Es posible que a tus ojos tumba horrenda de mi amor, que me gritan tu cariño los cerrara con mis besos... ¡maldijo para siempre y me robó... Sin pensar que eran como esos toda ilusión!… otros ojos, los perversos, Yira yira Tango 1930 Letra y Música: Enrique Santos Discepolo Cuando estén secas las pilas Cuando la suerte qu' es grela, Verás que todo el mentira, verás que nada es amor, fayando y fayando de todos los timbres que al mundo nada le te largue parao; que vos apretás, importa... cuando estés bien en la vía, buscando un pecho fraterno ¡Yira!... ¡Yira!... sin rumbo, desesperao; para morir abrazao... cuando no tengas ni fe, Aunque te quiebre la vida, ni yerba de ayer Cuando te dejen tirao aunque te muerda un dolor, después de cinchar secándose al sol; no esperes nunca una ayuda, lo mismo que a mí. cuando rajés los tamangos ni una mano, ni un favor. buscando ese mango que te haga morfar... Cuando manyés que a tu lado la indiferencia del mundo se prueban la ropa ‐que es sordo y es mudo‐ que vas a dejar... Te acordarás de este otario recién sentirás. que un día, cansado, ¡se puso a ladrar!
Profesor Javier Canevari ‐ Práctica de conjunto
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