El Lazarillo de Tormes Guion

November 16, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Guion de “El lazarillo de Tormes” 

Tratado primero: Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fue (Aparecen en el escenario lázaro, su madre y su padre tomados de la mano en la sencilla habitación.) Narrador:”Contare como comenzó todo. Yo soy lázaro de Tormes, de Tormes porque naci dentro

del rio Tormes. Mi padre Tomé González y mi madre Antona Pérez, dela ciudad de Tejares, eran muy humildes. El trabajaba en los molinos y traía a casa la comida, y mi madre cuidaba del hogar. (entran el alguacil con un hombre) Hombre: aquí esta el ladron señor alguacil. ¡arrestelo! Alguacil: ven picaro, con que das menos por el peso indicado. Hombre: si es un oportunista, que nos roba en nuestro granos molidos. Para luego venderlos él. Padre: no señor alguacil eso no es cierto, yo soy honesto en mi trabajo. Alguacil: ¡callate!, este señor no es el único que te acusa ven conmigo a la cárcel, Paso que mi padre fue acusado de robo por ciertas sanguijuelas y fue llevado ante la justicia y la sentencia fue mandarlo al ejercito a luchar contra los moros y ahí perdió la vida. Y mi viuda madre padeciendo ante tal situación tuvo que marcharse conmigo a la ciudad, alquilar una casita y cocinar para los estudiantes y lavar ropa para los mozos de las caballerizas. En su oficio conoció a un mozo moreno llamado Zaide, quien empezó a llevar alimento a la casa y pronto me regalaron un hermanito.”  El niño mira a Lázaro y a su madre y luego con desprecio a su padre Hermanito de Lázaro: ¡Madre, el coco! Padrastro de Lázaro (riéndose): ¡pilluelo!, ven que tan moreno como yo ere tu. Narrador: “Me dije entre pensamientos: ¡Cuantos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos!”. Luego mi padrastro hizo malos negocios y termino siendo echado

a la orca y mi madre como cómplice de este también fue juzgada, pero antes de morir decidió esto de mi”  (entra un ciego a la casa cuando la madre esta preocupada y llorando, él entra a pedirle comida y luego se pone a hablar con ella.) Ciego: buenas tardes, venderme comida mujer. Madre: en un momento(la madre se acerca sollozando) (lazarillo se acerca a poner el plato y el ciego lo toma de la mano)

 

Ciego: ¿Ese muchacho es su hijo? Madre de Lázaro: Si y por desgracia para el. Ciego: ¿Porque? Madre: Pronto seré juzgada y el pobrecito quedara huérfano Ciego: Si este es el caso déjelo déjelo a mi cargo, lo tendré no no por mozo si no por hijo. Madre: ¡Lázaro ven! Hijo, ya sé que no te veré mas. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Te he Criado, y con mucho amo. Ahora Válete por ti Narrador: “Así marche con mi nuevo amo, salimos de Salamanca y nos encontramos con esto:” 

(El ciego se acerca al toro de piedra.) Ciego: Lázaro, acerca el oído a este toro, y oirás un gra gran n ruido dentro de él. (Lázaro hace lo que le pide y el ciego lo empuja haciéndolo golpear golpear la cabeza contra este. el ciego explota en carcajadas.) Ciego: Necio, aprende aprende que el mozo del ciego ciego ha de saber más que el diablo. Narrador: “Me pareció que en ese momento desperté de la realidad en la que vive un niño de

ocho años. Y en mis pensamientos dije: verdad es lo que dice este, que me entrena para la vida que me espera. Así siguieron los demás días con enseñanzas como estas y él solo decía:”  Ciego: Yo oro ni plata te t e puedo dar, mas te mostraré muchas enseñanzas para vivir. (el niño y el ciego caminan rondando las ciudad, el ciego se va deteniendo a platicar con las mujeres que encuentra en el camino, una mujer que quiere tener hijos, una que esta embarazada y una que tiene problemas con su marido)solo hacen la mímica mientras el narrador cuenta su historia. Narrador: “Y después de Dios este ciego me dio vida pues siendo ciego veía mas que cualquiera y

me enseñaba mas que cualquier maestro que hubiera podido tener. En su oficio era tan ágil como un águila, las oraciones se las sabia de memoria y era era un buen actor pues se hacia hacia el santo mientras las decia. Con sus oraciones parecía tener la solución para todo el que con el se cruzara: para mujeres que no parían, para las que estaban de parto, para las que eran mal casadas, que sus maridos las quisiesen bien; echaba pronósticos a las embarazadas, les decía si seria niño o niña. Y en caso de medicina, decía decía que él tenia la cura para el dolor de muelas, desmayos y males de madre, nadie lo contradecía. contradecía. Con esto todas las mujeres mujeres estaban tras él. De ellas sacaba sacaba provechos para vivir y ganaba más en un mes que cien ciegos en un año. Pero jamás vi un hombre tan avaro y mezquino como como el, pues me mataba de hambre. Así que tuve qu quee practicar mis propias mañas”  (El ciego guarda comida en un bolso y se lo cuelga. El Lazarillo lo descose por un lado y saca porciones de esta y vuelve a coser. Luego el ciego c iego pesa el bolso sorprendido.) Ciego: ¿Qué diablos es esto? como es que estando contigo recibo tan poco y antes recibía tres veces mas. Tu me debes traer mala suerte. suerte.

 

(El lazarillo queda mudo y el ciego saca ahora un jarro de vino. El ciego se sienta en una vieja butaca con el jarro entre las piernas y el lazarillo por debajo de este hace un huequillo en el jarro del que sale el líquido y este entusiasmado lo bebe. El ciego se da cuenta y deja caer el jarro sobre el, rompiéndose en mil pedazos sobre la cabeza del muchacho.) Narrador:”Fue tal el golpecillo que quede inconsciente, me lastime la car a y se me quebraron los dientes que hasta hoy me faltan. A pesar de que el ciego me ayudo a curar empecé a detestarlo”

(El ciego esta curando a Lázaro con paños de vino.) Ciego: “¿Que te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud” 

(van caminando el ciego y el muchacho m uchacho mientras le pega) Narrador: “Desde allí el ciego me empezó a tratar peor y peor, dándome garrotazos y rodillazos.

Sin merecer sus maltratos lo hacia volviéndose casi una costumbre entre nosotros y la gente que pasaba a nuestro lado se indignaba al ver como se comportaba conmigo y le hacían reclamos. Peo este sacaba la historia del jarro de vino”  Gente: mal hombre, como maltrata al pobre muchacho. Él es tendía que ser castigado. Ciego: hay donde lo ven este muchacho me roba comida y bebida aprovechándose de mi bondad. Gente:” ¡Quien pensaría que de este muchacho tan pequeño salieran tan malvadas maquinaciones! ¡Castigadlo! ¡Castigadlo!” ¡Castigadlo!”  Narrador:“Así como ellos decían decidí hacerle pasar por mis peores diabluras. ” 

(El lazarillo le hace zancadilla al ciego y lo hace caer al suelo con una gran sonrisa en el rostro.) Lazarillo: No me culpéis habéis sido tu y tu torpeza. Narrador: “El se hacia el resignado y luego me las hacia pagar. (Era una constante lucha entre los dos. Cuando salimos de Salamanca y nos acercamos al pueblo de Almorox, en donde la gente era más rica y generosa, decidió festejar con un racimo de uvas que un campesino allí le regalo para contentarme pues ese día me había puesto varios puños y rodillazos.”)

Se sientan Lázaro y el ciego en un tronco. Ciego: “Ahora quiero usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de

uvas, y que tomes de el tantas partes como yo. No lo repartiremos de esta manera: tú tomaras una vez y yo otra; con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva, yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta manera no habrá engaño.”  Narrador: “De esta manera comenzamos a comerlas pero el traidor tomo de dos a dos esperando

a que yo le siguiera pero tome de tres a tres. Una vez tanteo el escobajo del racimo me descubrió.”  Ciego: “Lázaro, me has engañado: puedo jurar que has comido las uvas tres a tres.”  Lázaro: “No solo comí, de une en una no mas ¿por qué sospecháis eso?”.  

 

Ciego: “¿Sabes en qué veo que las comiste de tres en tres? En que comía yo dos a dos y callabas.”  Narrador: “Ese ciego era muy astuto en todas las que yo hacia. Narrador: “Ahora el ciego tenia otra de mis diabluras que contar y así lo hizo. Con todo con e l que

nos encontráramos se desahogaba el bendito ese haciéndome parecer el malvado de la historia. Ya mi reputación con el estaba por el suelo y termine hartándome de la situación. Así cierta vez salíamos de la villa a pedir limosna y había llovido mucho la noche antes; le comente que teníamos que cruzar un gran rio y que tenia que seguir mis indicaciones para no caer de las piedras. Ciego: “Lázaro, esta agua es muy fuerte, la noche se acerca, más recia. Acoj Acojámonos ámonos a la posada con tiempo.”  Narrador: “Pero para ir hasta allá debíamos cruzar un gran arrollo”  Lázaro: “Tío, el arroyo esta muy ancho; mas si queréis, yo veo por donde debemos pasar sin tener que mojarnos, por allí se estrecha bastante y saltando pasaremos en segundos.” 

Ciego: Bueno eres muchacho por eso te aprecio. Llévame allí antes de que la lluvia se venga peor”   Lázaro: “Tío, éste es el paso más  angosto que en el arroyo hay.” 

Ciego:alAyúdame  justo poste. a guiarme hacia donde saltar y luego saltas tu. Lázaro así lo hace con dirección (Cruzando el arrollo Lázaro se esconde detrás de este.) Lázaro: ¡vamos, ya puedes saltar! (El ciego se impulsa y salta arremetiendo como un toro contra el poste. Este resuena del golpe y el ciego cae medio muerto con la cabeza llena de sangre.) Lázaro: ¿Cómo, descubriste mis travesuras y no el poste? ¡Olé! ¡Olé!”  (Lázaro sale corriendo dejándolo atrás mientras varias personas vienen a socorrerlo.)

Tratado Segundo: Como Lázaro se asentó con un clérigo y lo que con el paso (Entra Lazaro y se pone a pedir limosna frente a una iglesia, la gente pasa y el clérigo de la iglesia sale) Lazaro: una limosna para este buen huérfano….. 

Clérigo: hijo por que esta solo. Lazaro: hace poco estaba a servicio de un ciego pero me escape, porque este me maltrataba. Clérigo: yo te ofresco techo y comida, si me ayudas en las misas.

 

  Narrador:” Pero resulto que escape de un avaro y pase a otro o peor . Este tenia en su morada un gran baúl viejo y cerrado con llave, la cual llevaba siempre con el. En toda la casa no había otro lugar en donde hubiera comida, todo estaba resguardado en el baul. Yo solo podía tener una porción de pan cada cuatro días, ya imaginaran el hambre mortal que llevaba conmigo. Clérigo: ¡Toma, come, triunfa, el mundo es tuyo que mejor vida tienes que el papa! Narrador: “Y en mis pensamientos decía: ¡ojala esa vida te la de Dios!” Al cabo de tres semanas de

estar con el, me vino tal desaliento que no podía ni sostenerme en mis piernas. Ya no tenia energías ni para maquinar mis mañas. No había oportunidad de robarme nada, pues nada se escapaba de sus ojos. La comida la tenia bien medida y hasta mas mezquino que el ciego era.”  Clérigo: “Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber y por es to yo no me excedo como otros.” 

Narrador: Esto solo lo decía para disimular, Empecé a detestarlo por los tan malos tratos que me daba. Como seria que para mí sus desdichas eran bendiciones. Cuando el oraba, y yo le ayudaba, por un moribundo yo rogaba que este muriera y creo que el Señor me escucho, porque en seis meses murieron veintisiete. Dios les quitaba la vida para dármela a mí. Pues era un milagro que con tan mala alimentación yo siguiera en pie, pero no me atrevía a escapar de pensar si con el anterior amo me había ido mal, con este peor y con el siguiente ¿Que? ¿Morir? Un día que mi amo salió, el Señor envió un ángel en mi ayuda. Un llavero.”  Lázaro: “señor, una llave de este baul he perdido, y temo mi amo me azote. Por vuestra vida, veáis si en ésas que traéis hay alguna que lo abra, que yo os lo pagaré.” 

(El llavero empieza a probar un manojo de llaves en el candado del baul y el lazarillo une sus manos como si orara. Al fin consigue abrirla y el lazarillo festeja en silencio.) Lázaro: “Yo no tengo dinero que darte por la l lave, mas tomad de ahí el pago” 

(El calderero se lleva unos panes entre las manos m anos y sale rápidamente. Luego Lázaro se come varios panes, cierra el baul y se pone a barrer muy contento. Pasa el día yllega el clérigo, lo mira extrañado y se acerca a cerciorar el baul). Clérigo: Si no fuera tan segura esta arca, yo diría que han tomado de ella panes; pero solo por hoy y sólo por cerrar la puerta a la sospecha, quiero tener buena cuenta de ellos: nueve quedan y un pedazo (El clérigo se va y Lázaro L ázaro con más hambre se acerca al baul). Narrador: “Como hubiera querido que su cuenta estuviera mal hecha, ese día pase solo con un

pedacito que quite del medio pan. Pero Dios trajo a mi una grandiosa idea, desmigajar el pan y comerlo en pedacitos dejando algunos allí, así el creería que serian ratones los del daño.”  (Lázaro se duerme y el clérigo entra verificando el baul. Ve el daño y empieza a gritar. Lázaro se levanta asustado.) Clérigo: ¡Lázaro! ¡Mira, mira qué ha pasado esta noche con nuestro pan!”  

 

Lázaro: ¿Pero que habrá pasado? Clérigo: “¡Que ha de ser!, ratones, que no dejan de ser traviesos.” 

(El clérigo toma el pan y le da los pedazos en los que el supuesto ratón había roído.) Clérigo: “Cómete eso, que el ratón cosa limpia es.” 

(El lazarillo se termino de comer el pan, y el clérigo toma un martillo y clavos y cubre los huecos del baul) Narrador: “En ese momento pensé: ¡Oh Dios mío! Y ahora ¿Qué será de mí? ¿Qué pasara si no

tengo de donde sacar mas fuerzas? Si este, mi mezquino amo cerrando los agujeros del arca, cerrase la puerta a mi consuelo y la abriese a mis trabajos.”  Clérigo: Ahora, traidores ratones, os conviene mudaros que en esta casa no hay lugar para vosotros. (Se retira el clérigo y Lázaro queda frotándose el estomago que parece rugir.) Narrador: “Pero no todo estaba perdido. Con el hambre que tenia el ingenio de alguna manera

llegó a mi. (Lázaro ve al clérigo dormir. Toma el cuchillo y con este hace un hueco en el baul. Mete la mano y saca un buen pedazo de pan y sale de la habitación. El clérigo se levanta al siguiente día.) Clérigo: ¡Nunca ha habido ratones en esta casa! ¡Solo hasta ahora! (El clérigo tapa los huecos de nuevo y Lázaro en cuanto este duerme los destapa de nuevo, sacando comida. El Clérigo se despierta al día siguiente.) Clérigo: Este baul es tan viejo y maltratado ¿Cómo no se iban a meter los ratones? ¡Quisiera arreglarla pero cuesta tanto! La mejor idea que tengo es ponerles a esos ratones trampas desde dentro. (El clérigo mete las trampas dentro del baul y sale de la habitación. El lazarillo entra y quita de las trampas el queso y saca más pan. Este sale por donde entra y luego el clérigo se acerca al baul, Viendo que no hay ni comida ni ratón. Sale de la escena y aparece en la calle hablando con los vecinos. Narrador: “Mi amo habló con los vecinos contándoles la situación”. Vecino: En vuestra casa yo me

acuerdo que solía andar una culebra y esta debe ser sin duda. Ella se sabe liberar de las trampas y meter fácilmente por agujeros pequeños. (El clérigo aparece en la habitación durmiendo y Lázaro mueve algo. Enseguida se despierta alertado y coge a garrotazos el baul mientras Lázaro se hunde en el lecho. Luego levanta a Lázaro a gritos. Clérigo: ¿No has escuchado algo, mozo? Busco la culebra que creo que esta en tu cama pues ellas son muy frías y buscan calor. Lázaro: ¡Ora a Dios que no me muerda! Que harto miedo les tengo.

 

Narrador: “La parte del día en que mi amo mas alerta estaba era en las noches, cuando revolcaba

mi cama buscando la dichosa culebra, así que por seguridad decidí sacar la copia de la llave del baul de debajo de mi cama y guardármela en la boca.”  (Lázaro silba mientras duerme. El clérigo lo revisa sacándole la llave de la boca.) Clérigo: El ratón y la culebra que me daban guerra ahora están derrotados. (El clérigo toma a Lázaro lo golpea y lo saca de la casa.) Clérigo: Lázaro, desde hoy no eres más mío. Yo no quiero la compañía de un servidor tan tramposo. Busca amo y vete con Dios. Tratado Tercero: Como Lázaro se asentó con un escudero y lo que con el pasó (aparece lazaro vendado) Narrador:”Mal herido y sin fuerzas termine en la ciudad de Toledo pidiendo limosna pero en cuanto estuve sano fue diferente.”

Gente: ¡Tu perezoso! ¡Trabaja para comer! Busca un amo a quien servir. Lázaro: ¿Y en donde puedo encontrarlo? En ese momento se le acerca el escudero. Escudero: Muchacho ¿Buscas amo? Lázaro: Si, señor. Escudero: Pues ven conmigo, porque Dios ha oído tu oración. (Lázaro lo sigue hasta su casa y en la siguiente escena aparece cansado de tanto caminar.) Narrador: “Todo el camino me había tenido a la expectativa de lo que íbamos a comer pero no pasaba nada y hasta aparecer aquí enfrente de su casa tuve nueva esperanza.” 

(Se sienta el escudero y en un rincón el mozo sin saber que decir). Escudero: ¿Tu mozo, has comido? Lázaro: No señor, desde que me encontré con vuestra merced no eran ni las ocho. Escudero: Pues yo en la mañana ya he comido y cuando hago esto paso así hasta la cena, por eso arréglatelas para comer algo (El lazarillo pasa saliva y hace cara de lamento.) Lázaro: Señor, siervo soy que esta acostumbrado a cosas como estas. De esto puedo enorgullecerme porque otro siervo con mejor garganta no hay y mis demás amos me han felicitado mucho. Escudero: Virtud es esa y por eso te querré más.

 

Narrador: “En ese momento maldije la bondad y lo saludable que mis amos hallaban en el hambre” 

(Lázaro saca del pecho un pedazo de pan y lo empieza a comer.) Escudero: ¡Por mi vida que es un buen pan! Lázaro: Pero señor, ¿Cómo lo sabe? Escudero: ¿de donde lo sacaste? ¿Es de manos limpias? Lázaro: No lo se, pero de todas formas no me da asco. Escudero: ¡Así se habla! (El escudero le quita un pedazo de pan y se lo come desesperado.) desesperado.) Escudero: ¡Que sabroso! ¡Por Dios! (El escudero saca de debajo de la cama un jarro y le ofrece al lazarillo). Lázaro: Señor no bebo vino. Escudero: Agua es, bien puedes. (El lazarillo bebe y luego el escudero guarda el jarro.) Escudero: ¡Ven aquí! (El lazarillo lo sigue hasta el borde de la cama.) Escudero: Mozo párate allí y mira como se tiende esta cama para que de ahora en adelante lo hagas así. (El escudero tiende la cama y Lázaro L ázaro observa.) Escudero: Lázaro ya es tarde para ir hasta la plaza y hay muchos ladrones rodeando el camino. Pasemos esta noche como podamos y mañana en la mañana comeremos. Lázaro: por mi no hay problema mi señor. Escudero: Vivirás mas y mas sano porque como decíamos hoy:”No hay tal cosa en el mundo para vivir mucho que comer poco” Narrador:”Si eso era así yo nunca moriría y era la persona mas sana del mundo” (Lázaro se acuesta a los pies de la cama y en la cabecera duerme el escudero.) Narrador: “Esa noche no pude dormir, mi estomago me carcomía la carne que no tenia. Dios me perdone pero en ese instante desee la muerte mas que cualquier bocado de comida.” (A la

mañana siguiente Lázaro se despierta y el escudero esta mirando su espada y se la enseña con orgullo) Escudero: ¡Mozo, si supieras que pieza es esta!¡No hay nada en el mundo por lo que yo la cambiara! ¡Yo la obligo a cortar en dos hasta un copo de lana! Narrador: “Y pensé: y yo con mis dientes hasta un kilo de pan” ( El escudero guarda la espada y se

dirige a la puerta.)

 

Escudero: Lázaro iré a misa, has los quehaceres y trae agua, pero no olvides cerrar bien la puerta no vaya a ser que nos roben algo.( De inmediato Lázaro saca el jarro de debajo de la cama y va al rio. El escudero esta con dos mujeres endulzándoles el oído. Lázaro encuentra frutas y las come. Luego toma el jarro y se va por la calle a pedir comida.) Narrador: “Eso si le aprendí al ciego” (Después el escudero esta en la casa y Lázaro entra a la

habitación.) Lázaro: Señor me he cansado de esperarlo y me fui a la ciudad encontrándome con buenas personas que me han dado esto. (Lázaro le muestra una bolsa llena de comida.) Escudero: eso esta bien, que prefieras la misericordia de Dios y no robar. Pero te pido un gran favor: no le digas a nadie que soy tu amo, eso toca mi honra. Lázaro: Lo prometo señor no lo diré.( Lázaro saca comida y la empieza casi a devorar.) Escudero: Vamos Lázaro come. Que a Dios le place tu bienaventuranza. Aunque desde que entre a esta casa nunca me ha ido bien, pero te prometo que acabado el mes saldremos de aquí.( El lazarillo lo mira con tristeza y le ofrece comida.) Lázaro: este pan esta sabrosísimo y esta carne mejor ¿Quién no quisiera probarla? Escudero:¿Carne? Lázaro: Si, señor. Escudero: Ese es el mejor bocado del mundo, no hay nada que así sepa. Lázaro: Pues pruebe señor y dígame que tal esta. El escudero casi se muerde los dedos. Escudero: Claro que si y ¡Esta salsa! ¡Esta buenísima! Lázaro pásame agua. (Así lo hace y después de comer se van a dormir. Lázaro se despierta solo en la habitación y ve la bolsita de monedas. La sacude y de ella solo cae polvo.) Narrador:”¡Que Narrador:”¡Qu e suerte la mía! Venirme a encontrar con alguien que no solo no me mantiene si no

que tengo yo que mantener. Al pobre se le notaba que llevaba en esa condición hacia mucho tiempo y siendo así, el era mejor hombre que el mendigo ciego y el mezquino clérigo. Y con toda esa situación era tan fantasioso asegurando ser mas rico que cualquiera”  (En la siguiente escena los militares persiguen a varios extranjeros golpeándolos fríamente.) Narrador: Luego, en esta tierra decidieron el ayuntamiento de los extranjeros que fueron perseguidos y azotados.( El la siguiente escena están el escudero y Lázaro en la habitación.) Escudero: ¡Toma Lázaro! ¡Ve a la plaza y trae toda la comida que con esto alcance! (El escudero le da a Lázaro unas monedas y este marcha muy contento. Pero al salir se encuentra con un grupo de personas que llevan un muerto y una mujer grita a su lado desesperada.) Viuda: ¡Marido mío! ¿A dónde os llevan? ¿A la casa triste y desdichada, a la casa miserable y oscura? ¡A la casa donde nunca comen ni beben! Lázaro: ¡Ay no! ¡Lo llevan a mi casa!( Lázaro sale disparado para la casa y abraza muy asustado al escudero.

 

Escudero: ¿Qué pasa? ¿Por qué gritas? Lázaro: ¡Ay señor, nos traen un muerto! Escudero:¿Que? Lázaro: Si señor, en la calle me lo encontré y una mujer decía: “¡Marido mío! ¿A

dónde os llevan? ¿A la casa triste y desdichada, a la casa miserable y oscura? ¡A la casa donde nunca comen ni beben!”( El escudero casi llora de risa.) Escudero: ¡Ay Lázaro, verdad es lo que dices! Pero tranquilo Dios nunca lo permitirá. Ahora ¡Ve por la comida! Lázaro: Por favor señor espere a que pasen la calle. (El escudero se sigue riendo y Lázaro se va por la comida. En la siguiente escena aparecen los dos comiendo.) Lázaro: Señor mío ¿puedo preguntar algo? Escudero: Vamos Lázaro sabes que si. Lázaro: ¿Cómo es que un buen señor como usted termino aquí? Escudero: Buena pregunta lazarillo pero es una larga historia. La resumiré para ti. Mira, te contare que no soy tan pobre después de todo. En Valladolid, donde naci, tengo un solar de casas y un gallinero que, de estar bueno, daría cada año mas de doscientas gallinas, y otras cosas que mejor me callo. Vine a esta ciudad pensando que ni suerte seria mejor pero me encontré con que no y pues, me ha ido como a los perros. ( entra un hombre y una mujer.) Cobrador: vengo a que me de lo del alquiler de la casa. Cobradora: Y yo el de la cama. Escudero: a si, me acuerdo de eso. Caballeros el problema es que tengo dos reales, necesito trocarlos para poder darles lo suyo. Iré a la plaza por ello y ya vuelvo.( El escudero sale afanado y deja a Lázaro solo con los dos cobradores. Pero después de un rato el escudero no vuelve.) Cobrador: ¡Ey tu! ¿En donde esta el escudero? Lázaro: No lo se. (Entonces los cobradores empiezan a acosarlo y casi pegarle. En esas llega una vecina que conocía a Lázaro y lo defiende haciéndoles saber que el muchacho no sabia nada y que el escudero tampoco le daba mucho. Así de nuevo Lázaro termina solo en la calle.) Tratado Sexto: Como Lázaro se asentó con un capellán y lo que paso con el. Narrador: “Después de esto me asenté con un pintor de panderos y también sufrí mil males. Así  me marche de el y siendo buen sirviente me encontré con un capellán y he aquí lo que sucedió:” 

Capellán: Mira Lázaro, me han contado que eres un hombre honesto y lleno de buena voluntad. Con esto quiero ayudarte.

 

El capellán le entrega unos jarrones grandes. Capellán: en esta ciudad la gente necesita alguien que le lleve agua a sus casas, podrías po drías trabajar en esto y repartiríamos equitativamente las ganancias. Lázaro: gracias buen señor le serviré con gana. Capellán: así se habla entonces ¡empieza! Lázaro carga los jarrones y el capellán se marcha. Narrador: “Pasaron cuatro años de trabajo arduo y me fue tan bien que pude comprarme ropa nueva y elegir retirarme de este para probar mejor suerte con otro oficio” 

Tratado séptimo: Como Lázaro se asentó con un alguacil y lo que paso con el. Narrador: “una ves despedido del capellán me asenté con un alguacil pero con este no dure mucho pues su trabajo era muy peligroso. peligroso.”” 

Están el alguacil y lázaro caminando y los empiezan a perseguir. Lázaro sale corriendo y el alguacil queda con todo el problema encima. Narrador: “Así como un favor de Dios mi suerte cambio, y esta vez para bien.” Un mensajero del rey se acerca a lázaro. Mensajero del rey: su majestad el rey quien ha sabido de sus bienaventuranzas y circunstancias difíciles que ha pasado, quiere recompensarlo recompensarlo proclamándolo como pregonero del pueblo. Lázaro: gracias a su majestad el rey. El mensajero se va y lázaro con una campana en la mano empieza a pregonar mientras la gente pasa por allí. Lázaro: señora mía ¿busca efectivo ungüento? Siga por acá. Elegante caballero ¿busca buen vino? pase por acá. Narrador: “así en este, el mejor trabajo que haya tenido antes, un día vino ante mi lo que faltaba en mi vida para estar completo.”   Lázaro sigue pregonando y se encuentra de nuevo con el mensajero del rey quien lleva una  jovencita tímida a sus espaldas. Mensajero del rey: buen día Lázaro, he aquí un presente de su majestad el rey. Te la encarga pues es una muy querida sierva suya. Lázaro la toma de la mano y llega el fraile y los casa. Termina la escena. En la siguiente escena Lázaro esta pregonando muy contento y una persona p ersona del pueblo se le acerca. Chismoso: buen día Lázaro. Lázaro: buen día. Chismoso: Lázaro, buen hombre, he de contarte algo acerca de tu mujer.

 

Lázaro: ¿Qué es lo que quieres? Chismoso: me he enterado de algo que es justo que sepas: tu mujer ya ha tenido tres partos antes de casarse contigo. Lázaro queda sorprendido y se marcha furioso dejando caer la campana al piso. En la habitación aparece su mujer quien lo espera con comida en la mesa. Esposa: hola querido mío mira lo que he hecho para ti. Lázaro tiene el rostro entre las manos y no responde. Ella se acerca a abrazarlo pero el de inmediato la rechaza. Esposa: ¿Qué sucede? Lázaro: no me hables mujer, coge tus cosas y vete. Esposa: ¡¡ ¿Que?!! ¡¿Por que me hablas así?! Lázaro: Me han contado algo horrible de ti, que has tenido hijos con otros hombres. Esposa: ¡Que horrible! ¡¿Quien te ha dicho eso?! Lázaro calla. Esposa: habrán sido las malas lenguas que envidian tu buena fortuna. Pero lo peor es que dudas de mí. ¡Por Dios, que calumnia mas grande! La esposa se echa a llorar y Lázaro lucha consigo mismo. Narrador: “Ver así a la persona mas amada para mi, me destrozo hasta los huesos. ¿Cómo podía

dudar de ella si siempre había sido sincera conmigo? Debería ser yo el que callera a sus pies y le llorara con tal pasión como ella lo hacia, siendo inocente de mis acusaciones”  Lázaro se tira a sus pies desconsolado. Lázaro: ¡amada mía! Perdóname, no debí dudar de ti. Es el peor error que haya cometido jamás, me he dejado llevar por la ira. ¡Perdóname, perdóname! perdóname! Lázaro y su esposa quedan en el suelo llorando. Narrador: “Desde que me acaeció aquella hiriente situación cerré mis oídos a las malas lenguas y

los abrí para las dulces palabras de mi esposa. Ella era más importante que todo lo demás. Con esto su merced termino mi relato: encontré la felicidad que de niño se me había negado y mi vida se rodeo por los mas hermosos detalles como el amor, la amistad, la honestidad y sobre todo la fe que siempre tuve al mirar el cielo nublado o el sol brillante sobre mi hogar. Me despido a su merced y espero que hallen una buena reflexión en todo esto” 

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