El Islam y El Sionismo en La Educación Judía Argentina - El Caso de La ORT

 

EL ISLAM Y EL SIONISMO EN LA EDUCACIÓN JUDÍA EN ARGENTINA. EL CASO DE LA ORT  ORT 

 

La conflictividad actual en Asia y África: Sus determinantes históricos, regionales y teórico-discursivos

EL ISLAM Y EL SIONISMO LA EDUCACIÓN ENJUDÍA EN ARGENTINA. EL CASO DE LA ORT

Federico Verly 07.11.14

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INTRODUCCIÓN Nurit Peled-Elhanan, en Palestine in Israel School Books, analiza 17 libros de historia, geografía y estudios cívicos en Israel. Concluye la autora que, desde temprana edad, existe en Israel un adoctrinamiento y una cimentación del odio contra el árabe, sirviendo como fundamentación de la política de expansión israelí. Sostiene que no se incluyen aspectos positivos del Islam y los rasgos orientalistas están presentes, con una construcción del palestino desde tres aspectos: Terrorista, refugiado o trabajador de campo primitivo. La cultura judía se erige como superior y se intentan  justificar las masacres israelíes. Mientras esto ocurre en Israel ¿Cómo se presenta el Islam y el sionismo en Argentina? Este trabajo tiene como objetivo estudiar, examinar y explorar la construcción del Islam y del sionismo en la educación judía en Argentina durante la educación primaria, analizando el caso de la Escuela Técnica ORT. En la esfera del Islam se pretenderá rastrear los rasgos de orientalismo que surjan del estudio de los libros de historia. Este orientalismo, analizado en profundidad por Edward Said (1990), señala una diferencia entre Oriente y Occidente, caracterizando al primero como irracional, sexualmente exuberante, ilógico, ocioso, inferior e inmaduro, siempre en contraposición a la superioridad cultural Occidental. De esto se desprende la imposibilidad de gobernarse a sí mismos, lo que justifica la colonización occidental, no sólo para favorecer a los colonizados sino a la humanidad en su conjunto. Said resume: “Oriente se examinaba enmarcado en un aula, un tribunal, una prisión o un manual ilustrado, y el orientalismo era, por lo tanto, una ciencia sobre Oriente que situaba los asuntos orientales en una clase, un tribunal o un manual para analizarlos, estudiarlos, juzgarlos, corregirlos y gobernarlos” (Said, 1990: 64). En segundo lugar se procurará estudiar cómo es planteado el sionismo desde la educación judía. El sionismo hace referencia al movimiento intelectual y político que sostiene la necesidad de encontrar un territorio para el asentamiento del pueblo judío. Más allá de que puede ser escudriñado hasta Napoleón, es en el siglo XIX donde esta tendencia cobra preponderancia y termina plasmándose en la conformación del estado de Israel en 1948. El sionismo ha cobrado gran fuerza política en la historia reciente de Israel y se ha visto reforzado por un creciente fundamentalismo, tal como subrayan Shakak y Mezvinsky (2004). Estos autores subrayan que la mayor parte de la sociedad israelí adhiere al sionismo y, al mismo tiempo, hay una progresiva tendencia hacia la derecha política. Brenner, incluso, plantea la hipótesis de la colaboración entre el sionismo y el fascismo, como una herramienta que el movimiento utilizó para promover luego la formación de un estado propio (Brenner, 2011). Así, considerando la expansión del sionismo y su llegada al poder, se buscará ver cómo esta particularidad se traduce en el sistema educativo. Con este objetivo se indagarán los libros de historia judía utilizados en primaria en la Escuela Técnica ORT: Historia de Israel I, II, III, IV, V y VI . En la redacción de esta colección participaron Gabriela Lewi, Lea Katz, Lea Panchuk, Nejama Barad y Shoshana Gleizer, siendo coordinados y asesorados por Yehuda Krell. En concomitancia con estos libros de historia se utilizará un manual provisto por la Organización Sionista Argentina (OSA) a la ORT para la preparación estudiantil del 2

 

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Jidón Haztionut, certamen mundial de sionismo. Asimismo, este texto permitirá un contraste con la visión que entregan los libros de historia. El trabajo se estructura en cuatro etapas. Primeramente se describirá, brevemente, las raíces del conflicto Israel-Palestina y su relación con el sionismo, a la luz de la obra La Revolución Palestina  de Rodolfo Walsh (1974). En segundo lugar se procederá a plantear la visión judía del Islam en la ORT. En tercer término se puntualizará la construcción del sionismo desde los libros de historia y del manual suministrado por la OSA. Finalmente, se recopilarán las conclusiones en un último apartado,

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dando

cierre

al

estudio.

 

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LA TIERRA PROMETIDA ¿O SOMETIDA? Rodolfo Walsh, a través de una serie de artículos periodísticos mientras fue corresponsal en Palestina, reconstruye las raíces del conflicto que ya data de más de cincuenta años. Con la destrucción de Jerusalén, tras el avance romano, comenzará la diáspora judía. El primer antecedente de un atisbo de retorno se vincula con Napoleón, que pretendía la conformación de una tierra judía que sirva como centro geoestratégico para la vinculación con el Islam y Medio Oriente, frenando también el avance británico. Esto se refleja, claramente, en el documental AlNakba (Catástrofe) dirigido por Rawan Al Damen. Sin embargo, es recién hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX que el sionismo cobra forma como ideología, vinculado, posiblemente a la fase final del capitalismo, es decir, la transición de la fase liberal a la imperialista. Los nacionalismos europeos más fuertes han logrado construir sus estados y comienzan a visualizar al  judío como un competidor, lo que da origen al anti-judaísmo, separándonos del término antisemita al implicar este el odio hacia cualquier nación que descienda de la lengua madre semita (Massad, 2014). Walsh afirma que: “En esa fase todos los nacionalismos europeos han construido sus estados y no necesitan ya de la burguesía judía que ayudó a construirlos, pero que ahora

es un

competidor

molesto

para

el

capitalismo

nativo” (Walsh, 1974:7). Estas

persecuciones las sufrirá la clase media judía. Al no haber en Europa lugar físico para un nuevo estado judío las miradas se posarán en Oriente, la tierra prometida, haciendo caso omiso de las poblaciones árabes que vivían allí. Este autor enfatiza que: “Palestina era una tierra sin pueblo donde debía ir el pueblo sin tierra” (Walsh, 1974:8). A partir de justificaciones bíblicas y el Talmud, obra donde se recogen discusiones rabínicas sobre múltiples tópicos, se incentivará una emigración hacia tierras Palestinas, negando toda existencia de gente autóctona. En este marco se registra la Declaración Balfour, documento en el cual el Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Arthur James Balfour, se pronunció a favor de la constitución de un estado judío en Palestina. Esta tierra, incluso, quedará bajo el mandato británico luego de la Primera Guerra Mundial, lo que provocó una nueva oleada de inmigración. Estos inmigrantes convivían en comunidades cerradas. A medida que fue avanzando la inmigración se conformó una organización clandestina, Haganah, de la que se desprendió una estructura terrorista llamada Irgun, que acechaba, en principio, a los árabes, pero ya desde 1939 comenzaron a prepararse también para enfrentar a los británicos, que, por temor a una alianza entre los árabes y Alemania, habían limitado la inmigración. Un indicador que Walsh retoma es la incorporación de judíos al ejército. Las persecuciones del nazismo dieron un nuevo argumento para la inmigración, que se acrecentó en la década del 40. Por otro lado, ya el centro de poder del sionismo se había trasladado desde Gran Bretaña hacia Estados Unidos. Así, por ejemplo, la Organización Sionista Americana dio a conocer el Programa de Baltimore, sosteniendo el fin del mandato, el reconocimiento de Palestina como estado judío y la creación de un ejército y un gobierno judío. Desde este punto puede notarse una tendencia que se refleja en la actualidad: El apoyo norteamericano a Israel, aceptando la posta que Gran Bretaña había dejado a la deriva. 4

 

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Con el fin de la Segunda Guerra Mundial la concepción de estado judío cobró aún más fuerza al tiempo que los sobrevivientes fueron migrando hacia Palestina, viendo esta tierra como única posibilidad de destino luego de las restricciones norteamericanas a la inmigración. Ya desde 1939, como consecuencia del Libro Blanco emitido por Gran Bretaña en el cual se limitaba la inmigración  judía y la adquisición de tierras y preparaba un gobierno asociado entre judíos y árabes, habían comenzado los ataques judíos contra Gran Bretaña. El atentado más famoso data del Hotel Rey David de Jerusalén, donde fallecieron 91 británicos. En 1947, a raíz de la continuación de la campaña de terror judía, Gran Bretaña anunció la imposibilidad de mantener el mandato. Las Naciones Unidas decidieron dividir Palestina en dos, una parte para los judíos y otra para los árabes, a pesar de que 1.200.000 árabes poseían el 94% de la tierra y los judíos, alrededor de 600.000, tenían el 6%. El creado estado de Israel se quedará con el 60% de las mejores tierras cultivables, donde habitaban 500.000 judíos y 400 palestinos. Jerusalén y sus tierras aledañas quedarían bajo la administración del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas. La resolución 181, a su vez, v ez, anunciaba la retirada del ejército británico antes de agosto de 1948. Automáticamente comenzaron los ataques a los palestinos buscando apoderarse de las tierras árabes, en el desorden de la retirada británica y la constitución del estado. Comienza aquí la avanzada israelí y el éxodo palestino. Ben Gurion será el primero en ocupar el cargo de primer ministro israelí, y será el encargado de llevar adelante esta ofensiva contra los palestinos. Es en este punto que se produce la masacre de Deir Yassin, explicada por Ilán Pappé (2006). Al estar esta ciudad en la “zona de limpieza”, y a pesar de llegar a un acuerdo con la Haganah, la organización terrorista Irgun arrasó la comunidad, saqueando, violando, mutilando y asesinando, encuadrada en el Plan Dalet, que pretend pretendía ía destruir las aldeas árabes árabes y expulsar a sus hab habitantes. itantes. Es en este momento en que Israel acusa la invasión de los cinco países árabes vecinos (Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto), que no podían compararse en fuerza con el estado naciente. Alrededor de 15 meses duró este enfrentamiento, y la firma de la paz significó, para Israel, la adquisición de 3500 km2 más de territorio palestino, palestino, lo que representó un 26% adicional. Egipto se apropió de la Franja de Gaza y Transjordania de Cisjordania, transformándose en Jordania. Palestina había dejado de existir y se desató una oleada de migraciones y refugiados, en un problema que se mantiene en la actualidad. Palestinos que quedaron en dominio judío se vieron forzados a abandonar sus hogares. La inmigración a Israel, entretanto, continuaba, impulsada por el gobierno de Ben Gurion.

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Como consecuencia de la nacionalización del Canal de Suez, el Egipto de Nasser se vio arrastrado a un enfrentamiento armado contra Gran Bretaña, Francia e Israel en 1956. Más allá de las victorias militares de la coalición, la presión tanto de Estados Unidos como de la Unión Soviética posibilitó 6

 

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que Egipto pueda mantener la nacionalización del Canal, aunque debió retirarse de los estrechos de Tirán. Las Naciones Unidas, igualmente, desplegaron cascos azules tanto en Egipto como Israel. En concordancia es preciso hacer mención de la Guerra de los Seis Días, que enfrentó a Irak, Egipto Siria y Jordania contra Israel. Nasser, luego de la retirada de los Cascos Azules por pedido de Egipto, ocupó las islas del golfo de Aqaba, provocando el bombardeo israelí al Sinaí. Seis días durará este conflicto armado, trayendo como consecuencia la anexión, por parte de Israel, de la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén, los Altos del Golán y la Península del Sinaí. Asimismo, miles de palestinos se vieron nuevamente forzados a emigrar. Muchos de estos nuevos refugiados ya lo eran desde el primer avance israelí.

A pesar de las resoluciones de las Naciones Unidas instando a que Israel abandone los territorios conquistados el estado judío mantuvo la ocupación y comenzó una guerra de desgaste entre Egipto e Israel, sin que se produzcan modificaciones territoriales. Se llegó a un alto al fuego en 1970.

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De la misma manera, Israel se enfrentó nuevamente contra Egipto y Siria en 1973 en la Guerra de Yom Kippur y logró conservar el territorio conquistado en la Guerra de los Seis Días. Este enfrentamiento debe su nombre a la fecha de ataque de Egipto y Siria, 6 de octubre, día de Yom Kippur (Día del perdón). Egipto realizó su avance en la Península del Sinaí, llegando a controlar el territorio pero sin avanzar, lo que le permitió a Israel concentrarse en el ataque sirio desde los Altos del Golán y luego retomar la iniciativa contra Egipto. La represalia de los países árabes será el embargo del petróleo con el aumento explosivo de su precio. A partir de la acusación israelí de la participación de la Organización para la Liberación Palestina en distintos atentados operando desde el Líbano, el estado judío decidió avanzar sobre territorio libanés con una fuerza de proporciones descomunales en una operación denominada “Operación Paz para Galilea”. La victoria israelita fue arrasadora. Recién después de 1985 Israel comenzará un retiro gradual de sus tropas. El mapa publicado por la Palestinian Academic Society for the Study of International Affairs resume los avances israelís en desmedro de smedro de los palestinos:

Walsh señala que los palestinos han seguido un camino de lucha, viendo ésta como la única posibilidad de recuperar el territorio perdido. Recién en 1993 se llegó a un primer acuerdo, en Oslo, entre Israel y los palestinos, propiciand propiciando o la creación de la Autoridad Nacional Pal Palestina, estina, que 8

 

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iría avanzando hacia el gobierno del territorio de Gaza y Cisjordania a partir de una delegación progresiva de autoridad. Sin embargo, y al no resolver los temas fundamentales, esta Declaración de Principios será tan solo una ilusión. Una ilusión de paz que se extiende a todas los intentos posteriores de alcanzar una solución. Es preciso traer a colación a Crocker y Hampson, que conceptualizan al conflicto árabe-israelí como un conflicto intratable, a raíz de que se resiste a un acuerdo que provea una solución. La resistencia a este acuerdo está vinculada a que las nuevas generaciones ya nacen con el enfrentamiento incorporado, olvidando la causa profunda que le dio origen. Asimismo, nuevos factores se van adicionando al conflicto inicial, lo que complejiza aún más cualquier tipo de resolución.

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Finalmente,

es

posible

que

otros

actores

se

beneficien

del

conflicto.

 

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¿MUSULMAL?  El nacimiento del Islam, junto con sus principales preceptos, es analizado en Historia de Israel II, que dedica un capítulo a esta temática. Este tópico se aborda, entonces, en el segundo año de Educación Judía. Se procurará observar si existen rasgos de orientalismo, explicado con anterioridad, o una desfiguración, deformación o distorsión de esta religión. Primeramente se comienza con una descripción de la situación previa a la aparición del Islam, donde se destaca la organización tribal del pueblo árabe y su carácter nómade y beduino, exceptuando el sedentarismo en los oasis. Estos beduinos se agrupaban en clanes que, a su vez, se nucleaban en tribus. El sedentarismo, por otro lado, fomentaba la aparición de la pequeña agricultura. Gran importancia se le da a las caravanas como mecanismo de sustento. En cuanto a la religión, primaba el politeísmo, con La Meca como centro religioso al considerar el pueblo árabe como sagrado el santuario de La Kaaba. Es en esta situación histórica que nace Mahoma, en el 570 después de Cristo, hijo de una familia hachemita y luego adoptado, al quedar huérfano, por su abuelo y su tío. Al crecer trabajó para una viuda adinerada, Jadiya, a quién controló su comercio y luego desposó. En sus viajes conoció y quedó impactado por las religiones monoteístas del cristianismo y judaísmo. Mahoma pasará muchas horas en una cueva en las afueras de La Meca hasta la aparición del Arcángel Gabriel para anunciarle su misión: Dar a conocer la palabra de Dios y convertir al pueblo al Islam. Son dos las ideas básicas que giraban en torno a esta nueva religión: Alá como único Dios y que el Día del Juicio Final estaba próximo, por lo que se exaltaba la generosidad y la lealtad. Inmediatamente después de esta introducción histórica el libro enuncia los principios del Islam a través de distintas suras:

  PROFESIÓN DE FE 

•

Sura N° 112: 1. Dí: “El es Dios, Uno. 2. Dios el Eterno. 3. No ha engendrado ni ha sido engendrado. 4. No tiene par”

  PLEGARIA

•

Sura N° 1: 1. ¡En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso! 2. Alabado sea Dios, Señor del Universo, 4. Dueño del Día del Juicio. 5. A Ti solo servimos y a Ti solo imploramos ayuda 

  LIMOSNA

•

Sura N° 73:

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20. Dad el azaque. ¡Haced un préstamo generoso a Dios! El bien que hagáis como anticipo para vosotros mismos, volveréis a encontrarlo junto a Dios como bien mejor y como recompensa mayor

  AYUNO

•

Sura N°2: Aleya 185. En el mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán C orán como dirección para los hombres... quien de vosotros esté presente ese mes, que no coma en él. Aleya 187. Durante el mes de ayuno os es lícito por las noches uniros con vuestras mujeres... Comed y bebed hasta que, a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro

  PEREGRINAJE  

•

Sura N°22: Aleya 26. Y cuando preparamos para Abraham el emplazamiento de la Casa (Kaaba)... ¡Purifica Mi Casa para los que dan vueltas, y para los que están de pie, para los que se inclinan Aleya

y 27.

Llama

a

los

hombres...

prosternan! para

que

vengan

a

ti

a

pie...

Aleya 29. Luego... ¡Que cumplan sus votos y que den las vueltas alrededor de la Casa Antigua!

  GUERRA SANTA O YIHAD 

•

Sura N° 4: Aleya 76. Quienes creen, combaten por Dios. Quienes no creen combaten por los demonios. Combatid, pues, contra los amigos del Demonio. Aleya 77. ...Cuando se les prescribe el combate, algunos de ellos tienen tanto miedo de los hombres como deberían tener de Dios, o aún más... La otra vida es mejor para quien teme a Dios. Sura N°47: Aleya 4. Y cuando os enfrentéis con los no creyentes, descargad los golpes hasta someterlos y encadenad a los sobrevivientes. Ya sea que les perdonéis luego, por generosidad o mediante rescate, aguardad a que la guerra haya terminado. Tal es la orden. Aleya 35. No flaqueéis, pues, ante el adversario invitándole a la paz, porque seréis vencedores En este punto uno podría afirmar una cierta distorsión del Islam al ubicar la yihad como uno de los cinco pilares. Sin embargo, rápidamente el libro aclara que este último precepto es únicamente aceptado por algunas ramas. Para reforzar aún más este punto, el ejercicio siguiente reafirma la condición de aceptación solamente por parte de algunas tribus, lo que clarifica la visión del Islam que el alumno adquiere. 

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ISLAM Sustentado por PILARES

Frecuencia Alá es uno y

Dirección

Mahoma su profeta

Fecha día

Frecuencia

Dirección

Dios y

5 por La Meca

Horario

Para

necesitados

Sólo Ramadán

Día

La Meca

1 vez

Sin embargo, es justo notar la concepción errónea de la yihad. Roberto Chambi Calle, en un artículo preparado para la Fundación Cultural Oriente (ONG encargada de divulgar la cultura y los principios islámicos) hace referencia a la yihad, literalmente, como el esfuerzo, legítimo sí está relacionado con Dios, hacia un objetivo. La lucha principal dista de ser contra el exterior, sino que se lleva a cabo en el interior contra las pasiones mundanas que alejan al hombre de Dios. Re Respecto specto a la lucha exterior, siempre mal interpretada por Occidente, implica únicamente la defensa frente al ataque exterior. El texto luego describe la expansión del Islam, junto con la huida en el 622 a Iatrib, que luego pasará a llamarse Medina. Esta huída se conoce como Hégira y da inicio a la era musulmana. La vida de Mahoma en Medina es de radical importancia porque “Ya no se limitó a predicar una fe: organizó una comunidad bajo la ley proveniente de la autoridad divina, pero dirigida a las obligaciones de este mundo, y que el musulmán no concibe como separable de la fe”. (Lewi, Katz, Panchuk, Barad y Gleizer, 1997:145). Desde allí Mahoma se dirigirá con su ejército a La Meca, donde no tuvo oposición y comenzó a controlar la ciudad, con un crecimiento exponencial del Islam. Tras la muerte de Mahoma y con el liderazgo de los califas comienzan las conquistas territoriales árabes, en una de las campañas más grandes de la humanidad. Historia de Israel II  presenta un mapa ilustrativo del avance del Islam:

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algunas

 

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Respecto a las causas de esta expansión el texto recoge varias opiniones, entre las que se destacan: La posición central de la metrópoli; la debilidad del adversario; el disgusto de los habitantes de las tierras conquistadas, lo que significó escasa resistencia; el fanatismo religioso; revueltas de árabes mercenarios en Siria y el agotamiento de los imperios y sus onerosas cargas sobre sus habitantes. A pesar de que se presente el fanatismo religioso como una causa, el libro la enumera junto con múltiples otras y no hace hincapié en ella como razón fundamental. Un hecho importante a destacar es qué sucedía con los judíos en las tierras conquistadas por árabes. Los autores aquí podrían forjar una visión del árabe como opresor y tirano, causante de muchos males para el pueblo judío. Sin embargo, Historia de Israel II  señala que las religiones monoteístas podían conservar su religión y serían protegidos por los musulmanes, permitiéndoles ocuparse de actividades económicas, transitar libremente por el territorio y obtener seguridadprotección de los musulmanes. Claro está que estos protegidos debían pagar un importante tributo llamado Gizia. En este punto, entonces, no se construye una imagen negativa del Islam. Más aún, en Babel, el libro hace referencia a la autonomía que los musulmanes entregaban al pueblo judío, que “Se expresaba a través de instituciones y líderes que conformaban dicho centro y le daban al mismo un contenido Nacional-Religioso. Estas instituciones no sólo se preocupaban por el perfil religioso de sus comunidades sino por mantener la unión de todas las diásporas del Pueblo de Israel en esa época, siendo Babel el centro de todas ellas” (Lewi et al. 1997:185). En el mismo sentido, los autores subrayan el hecho de que, en España, los musulmanes protegieron a los judíos de las persecuciones de cristianos y nombrando a judíos como lugartenientes en algunas ciudades. En conclusión, no pueden notarse rasgos de orientalismo en la descripción de la génesis y los principales rasgos del Islam. Al mismo tiempo, tampoco se observa una construcción negativa del 1 3

 

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Islam, sino que se resalta el hecho del respeto de los árabes por la religión judía, permitiendo su práctica, protegiendo a la comunidad de los ataques cristianos e incluso compartiendo la autoridad con judíos. En lo concerniente a las discrepancias históricas con otros autores, que exceden el objetivo de este trabajo, es menester considerar que este libro se dirige a alumnos del colegio primario.

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SIONISMO-CINISMO En Historia de Israel VI puede encontrarse un análisis exhaustivo de los orígenes y el desarrollo del sionismo. En primer término se clarifica la justificación de porque Israel, a partir de lazos religiosos y espirituales muy fuertes, junto con una comunidad judía que siempre vivió en esas tierras. De hecho, “En todos los aspectos de la vida y la creación encontramos innumerables ejemplos que demuestran los lazos que siempre existieron entre Israel y el pueblo judío” (Lewi et al. 2001:18). Incluso iban surgiendo pequeños grupos que instaban la necesidad de concentración en Israel. El material provisto por la Organización Sionista Argenti Argentina na (OSA) para el certamen Jidón Haztionut   respalda esta visión. Este último manual subraya las discrepancias dentro del sionismo entre las visiones de León Pinsker, Teodoro Herzl, Dov Ber Borojov, Zeev Jabotinsky y Ajaad Haam. Distintas organizaciones irán apareciendo con el objetivo de organizar el establecimiento de judíos en Israel en toda Europa. La colonización inicial, igualmente, era desordenada y dependía en gran medida de aportes filantrópicos. Un ejemplo interesante, que permite también observar la posición del sionismo respecto a la colonización, es la creación del barrio judío Mishkenot Shaananím en 1860. Este fue el primer barrio que se estableció fuera de Jerusalén a partir de la compra del territorio por parte de Moshé Montefiore, ya que en el imperio otomano permitía la venta de tierras. Así también, “El barrio tenía la forma de una fortaleza por el temor a los bandidos” (Lewi et al. 2001:36). El manual de la OSA sostiene que existía, igualmente, un núcleo  judío que siempre había vivido allí, sin hacer referencia a la población local. Este pequeño ejem ejemplo plo pretende mostrar cómo se plantea la colonización en el sionismo. La colonización, siguiendo esta línea, no fue violenta y, por el contrario, si el pueblo tenía forma de fortaleza era por ser víctimas de los bandidos árabes. Ejemplo mínimo que puede ser extrapolado a un nivel superior con la colonización posterior. Es en este marco que se da la primera oleada de inmigración, entre 1882 y 1903, como causa de las persecuciones en Rusia 25000 judíos emigraron a Palestina. Esta oleada puso énfasis en el trabajo agrícola, fundando colonias llamadas moshavots. Dato interesante, que no es mencionado por Historia de Israel VI, es el porqué de estas persecuciones. Estos judíos emigrantes eran acusados de intentos de asesinato del Zar y de agitaciones clandestinas. El texto únicamente hace mención a quiénes conformaban esta primera aliá, entre los que se destacaban estudiantes idealistas y judíos con un interesante poder económico. La característica principal de esta oleada está dada en que “sus miembros eligieron conscientemente a Israel como el único único lugar de la tierra capaz de producir la solución definitiva para las penurias de los judíos por medio del trabajo productivo de la tierra” (Lewi et e t al. 2001:42). La fundación del sionismo político, objeto de estudio de este trabajo, se desprende de la figura de Teodoro Hertzl. Reclamaba la cesión de soberanía de una porción de tierra. La emigración sería gradual, primero yendo los pobres a roturar la tierra. Esto fomentará el comercio, que atraerá a nuevos inmigrantes. En principio, para obtener el territorio, Hertzl proponía comprarlo al Imperio 1 5

 

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Otomano, aunque no consiguió el financiamiento. El sionismo político, finalmente, tendrá su nacimiento en el Congreso de Basilea de 1897, con los siguientes objetivos: 1.  Promoción de la colonización de Israel por trabajadores agrícolas e industriales 2.  Organización de la población judía en instituciones apropiadas 3.  Intensificación del estímulo y conciencia nacional 4.  Obtener, donde se pueda, el consentimiento gubernamental Las críticas a Hertzl se acrecentaron, girando sobre tres ejes: La actividad diplomática, que implicaba una acción individual; la solicitud de Hertzl de que los judíos se abstuvieran de participar de conflictos internos estatales, lo que los condenaba a la pasividad; y el abandono de la cuestión cultural. El sionismo, igualmente, seguía consolidándose, y la emigración continuaba. A partir de 1904 se lanza la segunda colonización importante, con más de 40000 inmigrantes, motivada por el antisemitismo y una nueva corriente socialista dentro del sionismo. La mayor parte de estos migrantes eran jóvenes y miembros de clase media empobrecidos. En esta segunda oleada se ve el ideal sionista, ya que “los hombres de la Segunda Aliá lucharon por conseguir trabajo y “conquistarlo”, sometiéndose voluntariamente al sufrimiento del hambre y las necesidades” (Lewi et al. 2001:90). A fin de sostener la colonización, estos formarán partidos políticos y organizaciones obreras; apoyarán al Movimiento Sionista; y crearán nuevos marcos de trabajo y asentamiento colectivo. Esta nueva inmigración tendrá un carácter sionista más fuerte, al pretender que no se contraten trabajadores árabes, en lo que se conoce como “conquista del trabajo”. Es posible notar que, un crecimiento de la ortodoxia, con posiciones más fuertes, proporcional al desarrollo del sionismo político. Un punto hay que destacar aquí, que discrepa con los planteamientos de Walsh y da cuenta de cómo se va generando, ahora sí, la visión negativa del árabe, está dada por la seguridad. En ningún momento se hace mención a las poblaciones que vivían ya en ese territorio y la ocupación judía de sus tierras, sino que se subrayan los ataques árabes. “Ante la pasividad de las autoridades turcas, beduinos nómades y campesinos árabes hostilizaban a los nuevos colonos, dañaban sus propiedades, y frecuentemente producían robos de ganado y cosechas. Para evitarlo, los colonos encargaban la vigilancia a jeques árabes, que a menudo los explotaban o hacían causa común con los ladrones y merodeadores” (Lewi et al. 2001:101). La OSA coincide totalmente con este trazado. Es posible notar una victimización judía. Será, a su vez, la justificación de distintas organizaciones de seguridad que serán el germen de la Haganah y el Irgun. Tras la caída del Imperio Otomano luego de la Primera Guerra Mundial, las tierras de Israel quedarán bajo mandato británico, lo que despertó tanto apoyos como críticas. Es justo recordar la influencia sionista sobre el gobierno británico a través de la familia Rothschild, que tiene como importante indicador la Declaración Balfour, de donde se desprende el apoyo británico a la formación de un estado judío en Israel. Se constituyeron, asimismo, brigadas judías en el ejército británico, motivadas principalmente por los ataques palestinos. Igualmente, la administración de Samuel, simpatizante obviamente del sionismo, es destacada por el libro como provechosa para el 1 6

 

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pueblo judío. Los ataques árabes, no obstante, continuaban. El cuadro siguiente da cuenta del desarrollo de la organización bajo el mandato británico:

A partir de 1918 comienza la tercera oleada de inmigración hasta 1923, en general de jóvenes sionistas que no respetaron la prohibición de inmigración establecida por Gran Bretaña. La razón argumentada para esta nueva aliá gira en torno a la falta de trabajo luego de la Primera Guerra Mundial y un refuerzo del del movimiento sionista, ya que “se consideraron continuadores de la ideología y aspiraciones de los miembros de la Segunda Aliá” (Lewi et al. 2001:160). Alrededor de 36000 jóvenes arribaron. Estos jóvenes se organizarán para intentar, ellos mismos, llevar adelante el ideal sionista. Se fueron creando nuevas organizaciones obreras y formas de asentamiento agrícola. Un indicador importante es la creación de la Confederación General de los Trabajadores de Erezt Israel. Asimismo, se establecieron los primeros moshavim, que eran colonias cooperativas rurales. La Haganah, analizada a partir de Walsh anteriormente, se crea en este periodo, como “organización de defensa” (Material d de e estudios para examen de la OSA). Entre 1924 y 1929 se destaca la Cuarta Aliá, ya de clases medias, tanto artesanos como comerciantes provenientes de Polonia a partir del antisemitismo y las cuotas de inmigración de Estados Unidos. Una razón importante de esta migración está dada por la crisis económica que se vivía en Polonia. Esto dará un nuevo impulso a la construcción del Hogar Nacional. Los enfrentamientos con los árabes se intensificaban, al tiempo que los intereses británicos y sionistas comenzaban a transitar caminos separados. Entretanto, la llegada de judíos seguía su curso. Entre 1929 y 1939 se produjo la Quinta Aliá, con más de 250000 inmigrantes. La causa fundamental está dada, primeramente, por las dificultades económicas, a la que luego Historia de Israel VI  añade el ascenso de Hitler al poder en Alemania. Es interesante retomar las causas que se enumeran como disparadoras de las distintas aliás, lo que da cuenta de la construcción del sionismo acerca de la tierra prometida. Primeramente las 1 7

 

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persecuciones, primero en territorio ruso y luego ya en Europa, esencialmente con el fascismo. El territorio palestino, así, se vuelve el lugar de refugio y salvación de la población judía. El sionismo, entonces, edifica esta victimización y se ubica a sí mismo como el salvador. Esta salvación no se limita a la vida o la muerte únicamente, sino que es una salvación que incluye el aspecto económico. La segunda causa importante de las migraciones es económica, generando la concepción de que arribando a la tierra prometida se encontrará también trabajo y una mejor calidad de vida. ¿Qué resta más que agradecer al sionismo por esta doble salvación? Las protestas contra Gran Bretaña se acrecentaron debido a los límites de la inmigración, aunque los autores no hacen referencia a ningún tipo de violencia por parte de los judíos. Claro está que durante la Segunda Guerra no se hace referencia a vínculos entre el nazismo y el sionismo, sino que se describe el auge de inmigración luego de su finalización. Esto condicionó, a su vez, las relaciones con Gran Bretaña y se intensificaron las revueltas por la independencia por la promesa británica de que, si los judíos colaboraban enfrentándose a los ejércitos fascistas, les sería dado el territorio. Entretanto, los árabes reclamaban rec lamaban la conformación de un estado palestino. En las Naciones Unidas se observa nuevamente la importancia que Historia de Israel VI concede al sionismo en el establecimiento del estado judío. Este movimiento participará de las discusiones a través de la Agencia Judía. Esta agencia impulsó una investigación para dar con las causas de los problemas de la región: “la injusta y trágica restricción a la inmigración, las injustas y severas restricciones a la radicación judía que imponía el gobierno del Mandato y las discriminatorias leyes raciales” (Lewi et al. 2001:101). Tras una gran labor de la representación judía se logra el Plan de Partición, ya que o bien se sometía a los judíos a Palestina o se les permitía un desarrollo independiente. La primera opción implicaba que los árabes sean soberanos en todo el territorio sin permitir la libertad judía. El texto resume: “Realzaba su veredicto un sentimiento de culpa ante el pueblo judío que la UN no había sido capaz de salvar de una espantosa catástrofe. Iban a ingresar en la UN muchas comunidades cuyos atributos de nacionalidad no eran más destacados que los de la comunidad judía de Palestina. El ishuv era ya un Estado, sólo le faltaba la denominación de tal” (Lewi et al. 2001:236). Interesante es destacar que el texto culpe a las Naciones Unidas de no poder evitar el holocausto cuando aún no existía. Al tiempo que es útil para la construcción de la victimización, puede comprenderse como una acusación a Gran Bretaña, otrora gran promotor del Estado de Israel y del que luego se distanció. Automáticamente el pueblo judío en Israel, de acuerdo a esta obra, comenzará a sufrir los ataques árabes, lo que dará pie a su Guerra de Independencia para “su supervivencia, libertad e independencia política contra los árabes, principalmente de los países vecinos” (Lewi et al. 2001:276). Luego de esta se procedió a la organización del territorio, que quedará en manos sionistas en esos primeros años. Por lo tanto, el sionismo no sólo fue el propulsor principal del estado sino que también fue el movimiento que dirigió los destinos judíos en sus primeros años. En conclusión, hay varias pautas a tomar en consideración respecto a la construcción del sionismo desde la educación 1 8

judía de lla a ORT. Primeramen Primeramente, te, se dedica un libro completo a este

 

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movimiento, en detrimento, por ejemplo, del único capítulo que se destinaba al Islam. En segundo lugar, y más allá del carácter moderado de la obra, hay algunos aspectos sugestivos acerca del sionismo. Se le entrega una vital importancia en la conformación del estado judío, justificando los lazos que unen a la comunidad con Israel. Así también, no se hace mención a las poblaciones que vivían en ese territorio, sino que se destaca la migración progresiva para llevar adelante el ideal del sionismo. Asimismo, hay una constante construcción de un sentimiento de víctima del pueblo  judío, que va desde ataques árabes a las poblaciones judías que se asentaban en Israel hasta el ataque directo luego del Plan de Partición, pasando por el régimen nazi. Esto da cuenta de una edificación particular de la historia de Israel que sirve a los fines del sionismo, al proyectarlo como el movimiento heroico que logró la salvación del pueblo judío. Finalmente, las coincidencias entre el Manual de la OSA y el libro de historia utilizado es un sugestivo indicador para evaluar la penetración del sionismo en la educación judía argentina.

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CONCLUSIONES El presente trabajo pretendió, a partir de un análisis de los libros de Historia de Israel , junto con el manual de la Organización Sionista Argentina, evaluar cómo se presentan tanto el Islam como el sionismo. En el primer caso, se procuró apreciar la presencia de rasgos orientalistas en el Islam y la construcción de esta religión desde la visión judía, considerando si existe una distorsión en la presentación del Islam. En segundo término, cómo es planteado el sionismo desde la educación  judía y si coincide la edificación de la historia del material con lo propuesto por por Walsh. Inicialmente se resumió brevemente el conflicto entre Israel y Palestina a partir del libro La

Revolución Palestina de Rodolfo Walsh y el documental Al-Nakba (Catástrofe) dirigido por Rawan Al Damen y producido por Al Jazeera. Lejos está este apartado de intentar una caracterización profunda del conflicto, considerando la multiplicidad de aristas involucradas en el conflicto, sino proveer una introducción histórica para una posterior comparación con la identificación que realizan los libros de historia y el material de la OSA. En segundo lugar se realizó una aproximación al Islam desde la educación judía. De los seis libros de historia utilizados por el colegio ORT solamente se dedica un capítulo e en n el segundo libro, de no más de 30 páginas, analizando su surgimiento y expansión. Hay que destacar que no se han encontrado fuertes rasgos de orientalismo o una construcción del “otro” de forma negativa o distorsionada. A pesar de ubicar la yihad como un pilar de sustento del Islam, se realiza la aclaración de que esto no es universal. Igualmente, es menester señalar la concepción errónea de la yihad. Roberto Chambi Calle señala que yihad significa, literalmente, hacer un esfuerzo por alcanzar un objetivo. Ese esfuerzo, para ser legítimo, debe estar relacionado con Dios. De dos partes consta la yihad. Primeramente, y más importante, una lucha interna contra los defectos y las pasiones mundanas del hombre. La yihad exterior es mal interpretada por Occidente ya que implica un combate exclusivamente cuando el Islam es atacado. El ataque únicamente está contemplado cuando una nación islámica es agredida. El autor, para respaldar esta afirmación, cita una sura del Corán: “Combatid por Dios contra quienes combatan contra vosotros, pero no os excedáis. Dios no ama a los que se exceden”. Este es el único aspecto en el que sí se observa una deformación, que queda parcialmente subyugada por el hecho de que Historia de Israel II  lo ubique como pilar solamente en algunas ramas. ram as. Por otro lado, en o otros tros capítulos se resalta el buen trato de la dominación musulmana sobre la comunidad judía, permitiéndole practicar su religión, protegiéndolos e incluso consintiendo su participación como autoridades locales. A partir de la colonización judía en el siglo XIX se observa una concepción distinta de la historia, pero no arguyendo causas religiosas como causa de los ataques a población judía. En otras palabras, se observa cierta distorsión respecto al planteo de la yihad, aunque no es posible determinar un esfuerzo importante en la búsqueda de construcción de un enemigo en el Islam. Finalmente, es en el sionismo donde se refleja una construcción particular del movimiento y de la concepción histórica de los hechos. En contraposición al Islam, un libro completo se dedica a esta 2 0

 

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corriente, evaluando su surgimiento y su desarrollo hasta 1948. El Material de la OSA, quizás no tan sorpresivamente, realiza el mismo recorrido. Se le otorga al sionismo un papel preponderante en la conformación del Hogar Nacional judío, desde su impulso inicial hasta su presión en las Naciones Unidas. Una dimensión relevante a destacar es la edificación de una victimización judía, sosteniendo que esta comunidad tuvo siempre que defenderse frente a los avances árabes, incluso en la Guerra de Independencia, sin hacer mención a las organizaciones terroristas indicadas por Walsh. De la misma forma, ni en Historia de Israel VI  ni en el manual de la OSA se hace referencia a la población palestina establecida en el territorio. En ambos casos se observa cómo la justificación de las distintas migraciones colabora en la conformación de esta imagen del sionismo. Al ubicar las causa de las aliás en las persecuciones y las crisis económicas el sionismo se presenta no sólo como salvador de la vida del judío sino también de sus problemas económicos. La coincidencia entre el Manual y el e l libro dista de ser una casualidad. En suma, este artículo procuró presentar la caracterización que se establece del Islam y del sionismo en la educación judía argentina, analizando el caso de la ORT, a través de los libros de

Historia de Israel  y  y el Manual de la OSA para el certamen de sionismo. Más allá de la distorsión en torno al significado de la yihad, limitándose a la concepción occidental de Guerra Santa, no se observan otros rasgos de orientalismo. No se realiza, tampoco, una incisiva presentación de la yihad como contraria a la religión judía. En el caso del sionismo sí se realiza una exposición propia de este, planteándolo como la salvación y la razón fundamental de la construcción de un estado  judío. Lejos de presentar un análisis terminante, el presente trabajo pretender servir como un puntapié

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inicial

para

una

profundización

del

estudio

en

trabajos

posteriores.

 

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