El impacto de las Guerras Mundiales en la economía Uruguaya

September 14, 2017 | Author: Silvana Sandonato | Category: Uruguay, Economic Growth, Great Depression, World War I, Economics
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1 “Sin embargo, la economía mostró –también como nunca- una extraordinario crecimiento de la desigualdad entre los pueblos del mundo. El contraste entre la riqueza del “Norte” y la miseria del “Sur” fue también parte de la historia económica de la posguerra.”

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001.

EL IMPACTO DE LAS GUERRAS MUNDIALES EN LA ECONOMÍA URUGAYA Diciembre 2008

Silvana Sandonato 4.071.838-5

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Índice Introducción ..................................................................................................................... 3 El Uruguay y la Gran Guerra ........................................................................................... 5 El Uruguay de preguerra. Una mirada económica y algo más ............................ 5 El Uruguay durante la Primera Guerra Mundial ................................................. 7 ¿Fuimos ricos o no fuimos ricos? ........................................................................ 9 El Uruguay y la Segunda Guerra Mundial .................................................................... 12 Antecedentes de la Segunda Guerra Mundial en Uruguay (1930 – 1939) ........ 12 ¿Cómo vive el Uruguay la Segunda Guerra Mundial? ...................................... 14 Repercusiones de la Segunda Guerra Mundial en la economía uruguaya ......... 17 Conclusiones .................................................................................................................. 19 Bibliografía .................................................................................................................... 22 Anexo

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Introducción “El comienzo del siglo XX mostró cambios importantes en este sistema mundial. Emergieron nuevas potencias, cuya incidencia en el plano económico fue en aumento, paralelamente a la decadencia de Gran Bretaña, la reina de los mares y el taller del mundo decimonónico. [...] Sin embargo, el hecho fundamental que marca un punto de quiebre en el desarrollo de la economía mundial fue la Gran Guerra (1914-1918) que inauguró una verdadera era de las catástrofes (Hobsbawn 1994) signada por las crisis y las guerras mundiales.”1 Mientras tanto, el Uruguay había estado definiendo su “estilo” de inserción internacional entre los últimos años del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Básicamente, el Uruguay, buscaba abrirse al comercio mundial cumpliendo el papel que le correspondía cumplir según la división internacional del trabajo. Durante la Primera Guerra Mundial se produjo un impresionante aumento de la demanda de bienes primarios, lo que favoreció que el Uruguay no cambiara ese estilo de inserción que dejaba al país preso de los cambios en los precios de dichos bienes. “Algunos contemporáneos lograron apreciar la fragilidad que significaba esa gran dependencia de la demanda y de los precios internacionales, en particular la escasa dinámica que mostraba, desde el punto de vista tecnológico, el proceso de producción. Sin embargo, no se consiguió revertir aspectos estructurales [...]”2 “La Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra ofrecieron al Uruguay la posibilidad de acumular divisas producto de una demanda internacional exagerada por las condiciones bélicas y una consecuente coyuntura favorable en los términos de Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. - El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 10. 1

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. - El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 11. 2

4 intercambio. Pero esta situación cambió en la década de 1950 [...] En ese terreno el Uruguay no consiguió, a pesar de la activa intervención del Estado, superar los problemas fundamentales que afectaban su estructura productiva.”3 Es por esto que podemos afirmar sin ningún tipo de dudas que las fluctuaciones ocurridas en la economía uruguaya siempre han ido de la mano del desempeño de la economía mundial. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo es mostrar las consecuencias que han tenido en el Uruguay los dos episodios bélicos de la historia, las semejanzas y las diferencias entre ambas coyunturas y analizar las diferentes posturas existentes al respecto, haciendo hincapié en la idea de que la historia económica del Uruguay es “una historia de ida y vuelta”3. “Una historia de ida y vuelta” es una frase utilizada por Magdalena Bertino y Reto Bertoni, que hace referencia a la dinámica del endeudamiento público nacional. En este análisis usaremos este término para referirnos a la dependencia de la economía uruguaya ante los diferentes contextos internacionales, centrándonos en los contextos referidos a las dos guerras mundiales. En lo personal me interesa hacer hincapié en el por qué no fue posible superar los aspectos estructurales presentes en la economía y, me atrevería a decir, en la sociedad del país que favorecieron la dependencia con respecto al contexto exterior y que impidieron su superación. Las citas del trabajo de Bertino, Bertoni, Tajam y Yaffé “El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones: la economía uruguaya 1900-1955” que aparecen en esta introducción fueron elegidas

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. - El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 26. 3

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. – Más de un siglo de deuda pública uruguaya (1870-2000). Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 04/06. 2006. 3

5 especialmente para mostrar, a primera vista, el siguiente resultado: contextos internacionales favorables generan resultados nacionales favorables. Este análisis comienza con la presentación del Uruguay previo a la Primera Guerra Mundial. Luego se analiza el período bélico y se extraen las conclusiones más importantes del mismo. Seguidamente se aborda la coyuntura previa a la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias que la misma generó en la economía uruguaya. Como final, se extraen las principales reflexiones y se articula una conclusión sobre el conjunto de los hechos analizados.

El Uruguay y la Gran Guerra Antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial, el Uruguay experimenta procesos y cambios que se generan dentro y fuera del país que tienen una significativa importancia. Por ejemplo, la crisis del modelo llamado “de desarrollo hacia fuera” que comienza en 1914, año en el cual Uruguay abandonó definitivamente el sistema “patrón oro” y año en el que se declara la Primera Guerra Mundial. El Uruguay de preguerra. Una mirada económica y algo más En lo económico: La Primera Guerra Mundial estalla en el año 1914. Pero en el Uruguay, los años previos al comienzo de la guerra fueron de un singular crecimiento económico y se correspondieron con lo que se ha llamado el “impulso” del Primer Batllismo4. Desde comienzos del siglo, el crecimiento del producto había registrado una trayectoria ascendente hasta su máximo en los años 1912-1913 en el marco del “modelo de crecimiento hacia fuera” también llamado “modelo agroexportador”. Tal crecimiento económico tuvo como principales causas el positivo desempeño exportador y la mejora

La historiografía uruguaya ha denominado “Primer Batllismo” a las dos presidencias de José Batlle y Ordóñez (1903-1907 y 1911-1915). 4

6 de los términos de intercambio que favorecieron los ingresos derivados de esas exportaciones. El “modelo agroexportador” involucraba la idea de dependencia. Una dependencia hacia el exterior que había estado presente en toda la historia del país y que impedía que la estructura económica se diversificara de manera satisfactoria. Esta “bonanza” económica de principios de siglo fue aprovechada por el gobierno Batllista con el objetivo de sanear las finanzas públicas y fortalecerlas. Aún más se fortalecieron los ingresos del Estado al incrementarse también las importaciones, dadas las condiciones favorables de los precios, ya que la recaudación aumentó considerablemente vía aranceles por importación. La Primera Guerra Mundial significó un alto a la trayectoria ascendente de crecimiento, haciendo que el Estado se debilitara fuertemente. Tras el estallido de la guerra cambiaron las condiciones económicas y financieras en lo internacional y en lo local. Sin embargo, hacia 1913 ya existían en el país problemas de índole financiera. Dicho año “fue particularmente complicado para las finanzas públicas a raíz de la crisis financiera que golpeó al Banco de la República, pero fue en el segundo semestre de 1914 cuando el problema de liquidez adquirió ribetes alarmantes.”5 La crisis del año 1913 significó una reducción importante del flujo de importaciones del Uruguay. Esta reducción afectó la recaudación fiscal que estaba fuertemente centrada en los aranceles de importación con lo cual el Estado se vio sin los recursos financieros necesarios para lograr sostenerse. El volumen de las exportaciones, pilar de este modelo de crecimiento hacia fuera que el Batllismo heredó e intentó transformar, se estanca desde la Primera Guerra Mundial, comenzando un período en el que el crecimiento del valor de las exportaciones se debe al alza de los precios internacionales. Recién en 1922 el producto ganadero recupera el nivel de 1913. La evolución positiva de los precios de los productos ganaderos en el

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. El Estado uruguayo 1906-1930: El balance fiscal, economía y política. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/03. 2003. Página 11. 5

7 mercado internacional es, pues, la única variable explicativa del incremento del valor de las exportaciones durante la guerra.6 En lo social: Previo al estallido de la Primera Guerra Mundial, el Uruguay estaba viviendo a pleno las reformas formuladas por el Batllismo. Muchas de estas reformas fueron de hondo contenido social y le debían dar al Estado un papel que nunca antes había desarrollado. Las ideas reformistas de los “inquietos” batllistas entraron, desde un primer momento, en oposición con las ideas tradicionales del sector rural que se vio amenazado. Tengamos, entonces, muy presente este hecho, ya que la ganadería tradicional siguió siendo el sector más relevante de la economía nacional en el período. A mi entender es muy importante tener en cuenta esta “rivalidad” entre los reformistas (haciendo referencia a los batllistas) y el sector rural. Podríamos decir que esta pugna de poder va más allá de la simple confrontación de grupos, dado que es, en realidad, una confrontación entre la idea de modernización, diversificación, nacionalización de la economía nacional junto con expansión del bienestar social y la idea de que “todo quede tal cual estaba”. No decimos que el sector rural estuviese a favor de un país dependiente del exterior, pero sí decimos que la mentalidad tradicional y el “miedo al cambio” jugaron un papel crucial a la hora de definir posturas. El Uruguay durante la Primera Guerra Mundial Como ya hemos adelantado previamente, hacia 1913 ya existía una crisis que se profundizó tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en el año 1914. Pues bien, la idea generalizada es que durante las guerras mundiales, los países en desarrollo que, gracias al establecimiento de la división internacional del trabajo, son

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 10. 6

8 los que exportan materias primas y bienes de consumo primario, protagonizan una época de bonanza económica. Como afirma Nahum: “Nuestra época de ‘vacas gordas’ duró los 7 años bíblicos (19131919) y nos produjo un superávit comercial de 173 millones de pesos uruguayos equivalente a 4 o 5 Presupuestos Nacionales de aquellos tiempos, o del total de la Deuda Pública circulante en 1919.”7 Sin embargo, esta idea entra en una aparente contradicción con los datos empíricos que obtenemos del período que abarca la Primera Guerra Mundial. La literatura sobre el tema rebela que en ese período se produjo una fuerte caída de las exportaciones uruguayas, un freno en el crecimiento demográfico del país y una débil dinámica tecnológica. Estos factores, sumados a otros, fueron los que pusieron en tela de juicio la viabilidad del “modelo agroexportador” que se veía incapaz de hacer frente a estas cuestiones. Además de la citada reducción de las exportaciones uruguayas, también se produce una fuerte caída de las importaciones. Esto significó un deterioro de la situación fiscal, dado que los ingresos de Estado se generaban principalmente vía aranceles. Hubo un intento de reforma fiscal que fue resistido por los propietarios rurales, lo cual recrudecía la situación del Estado en cuanto a sus finanzas. “Los años de la Primera Guerra Mundial y de la inmediata posguerra constituyen un período de grandes cambios en la historia de la deuda pública uruguaya. El Estado se vio compelido a decretar la suspensión de la amortización de la deuda pública y buscar fuentes de financiamiento alternativas ante el descalabro del mercado de capitales en Europa. [...] Ante las dificultades en el exterior, el mercado local de capitales se constituyó en la salida obligada. En este terreno el Estado uruguayo consiguió consolidar el crédito público y captar ahorro doméstico para la financiación del gasto, en una coyuntura de fuertes déficit fiscales.”8 Nahum, Benjamín. Cuando fuimos ricos... El crédito uruguayo a Inglaterra y Francia en 1918. Ediciones de la Banda Oriental. 1997. Página 13. 7

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. – Más de un siglo de deuda pública uruguaya (1870-2000). Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 04/06. 2006. Página 15. 8

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Entonces, evidenciamos que al mismo tiempo se produjeron dos efectos como consecuencia de la crisis económica mundial que trajo aparejada la Primera Guerra Mundial. Lo que nos interesa es conocer el saldo neto de ambos efectos. ¿Fuimos ricos o no fuimos ricos? Hemos citado, en el apartado anterior, a Nahum diciendo que los años de guerra han sido para el Uruguay “nuestra época de las ‘vacas gordas’”. Y esto es así porque, gracias a la guerra, es decir, gracias al desorden mundial que la Primera Guerra Mundial significó, los precios internacionales de los alimentos y de las materias primas se incrementaron de forma notoria en este período. Por lo tanto, a pesar de la reducción en el nivel de exportaciones, el valor de las mismas aumentaron por el aumento de los precios internacionales. Este hecho, junto con la restricción importadora también creada por la guerra, determinó que se produjese una importante acumulación de saldos favorables en nuestra balanza comercial. Este “visión positiva” de los impactos de la guerra fue acompañada principalmente por el sector primario exportador que comenzó a tener una “sensación de riqueza” que fue independiente al notorio estancamiento de la producción manufacturera e, incluso, de la ganadera. “Si evaluáramos la situación global de la economía uruguaya de aquel momento, limitándonos a las exportaciones y a lo s saldos de nuestra balanza comercial, no podría concluirse otra cosa que el reconocimiento de una holgada superación de la crisis iniciada en 1913 y una creciente prosperidad.”9 Pero, obviamente, no podemos limitar nuestro análisis al comercio exterior solamente. Y muestra de esto es que los estudios realizados para el PBI del mismo período indican que hubo una marcada caída del mismo en el período considerado. Por lo tanto, no podemos afirmar que se hubiese superado la crisis y que se registrara una creciente prosperidad. Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 9

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¿Cómo conciliamos ambas cosas? Luis Bértola dice: “Nahum ve claramente los dos lados de la moneda: acumulación de riqueza en los sectores exportadores y momentos de crisis especialmente para los sectores ligados a la economía urbana.”10 Bertino, Bertoni, Tajam y Yaffé afirman que: “Mientras que el desempeño global de la

economía muestra la continuidad de la crisis hasta caso el final de la guerra, el desempeño externo en términos de balanza comercial fue ampliamente favorable. [...] Durante la guerra, el medio urbano montevideano revelaba todas las dimensiones de la crisis: fuerte caída del salario real, incremento de los alquileres, desocupación, eran los síntomas de una deteriorada situación social que había comenzado con la crisis de 1913 y empeorado con los años de la guerra.”11 Podemos decir que los dos puntos de vista de estos autores no son contradictorios, sino que se complementan y que apuntan a las mismas causas de los acontecimientos. Bertino, Bertoni, Tajam y Yaffé agregan que: “El enriquecimiento durante la guerra tuvo un claro carácter clasista: se enriqueció directamente el sector ganadero y hubo cierta distribución dentro de la sociedad rural.”12 Los más afectados por la guerra y sus impactos fueron los sectores populares que se vieron empobrecidos y afectados por la caída del empleo y del salario real privado, y por la retracción del gasto público. Mientras tanto, una buena parte de los ingresos por exportaciones se acumularon en cuentas radicadas en el BROU y permitieron ampliar la base para sostener los créditos a los aliados en 1918. Bértola, Luis. Ensayos de historia económica. Uruguay y la región en la economía mundial. 1870-1990. Ediciones TRILCE. 2000. Página 185. 10

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 11

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 12

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Es por eso que Nahum dice: “La riqueza que colmó a los rurales no llegó, sin embargo, a la ciudad. Por el contrario, la baja de las rentas aduaneras, que eran la clave de los ingresos del Estado, fue drástica ante la caída del comercio mundial por la guerra [...]. No sólo se paralizaron los planes innovadores del gobierno reformista de Batlle [...] sino que disminuyó el crédito del Banco República y se enlenteció así la actividad comercial e industrial, ya declinante por la guerra. [...] A la suba del costo de vida se sumó una creciente desocupación, por la falta de materias primas en la industria y de artículos importados en el comercio. Ello disminuyó la capacidad de consumo de sectores sociales bajos y medios y extendió la rebaja de salarios. La situación se hizo crítica para gran parte de la población de la ciudad [...].”13 Si la situación era tan crítica, nos preguntamos por qué se concedieron prestamos a Inglaterra y Francia. Una de las causas para que esto ocurriera fue la necesidad del Estado de vender la producción rural de manera fluida. También era necesario no dejar que se acumularan cosechas para evitar la baja de los precios. Obviamente que si queremos que nos compren lo que producimos, nada mejor que otorgar créditos. Fue así que se concedieron desde Uruguay a Inglaterra y a Francia. Se entendía que estos créditos serían favorables para reactivar a la deprimida economía. Con respecto a la incipiente industria manufacturera, Henry Finch asegura que “los efectos de la Primera Guerra Mundial sobre el desarrollo de la industria uruguaya fueron, en su conjunto, probablemente beneficiosos. La consecuencia más importante de la dificultad de asegurarse el abastecimiento externo a través de las importaciones fue la de reforzar las tendencias ideológicas hacia el autoabastecimiento.”14 Es así que logramos concebir la idea de riqueza en medio de la crisis. Veamos ahora qué fue lo que pasó tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial sólo 21 años después de finalizada la Primera Guerra Mundial.

Nahum, Benjamín. Cuando fuimos ricos... El crédito uruguayo a Inglaterra y Francia en 1918. Ediciones de la Banda Oriental. 1997. Página 13. 13

Finch, Henry. La economía política del Uruguay contemporáneo. 1870-2000. Ediciones de la Banda Oriental. Segunda edición. 2005. Páginas 174-175. 14

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El Uruguay y la Segunda Guerra Mundial La Segunda Guerra Mundial estalla en el año 1939, pero el contexto local del país ha cambiado con respecto al que predominaba a principios del siglo XX. En 1914 había comenzado la crisis del “modelo agroexportador” de “crecimiento hacia afuera” y en el año 1929, con la crisis mundial, el modelo termina por desaparecer. Por lo que quedó claramente manifiesto el carácter dependiente y periférico de la economía uruguaya. Antecedentes de la Segunda Guerra Mundial en Uruguay (1930 – 1939) “La segunda mitad de la década del veinte ofreció, para las finanzas del Gobierno Central, un escenario que bien podría definirse como una época de “vacas gordas”. Los saldos favorables se sucedieron y fueron en aumento entre 1924 y 1928 y, a pesar de la interrupción de esta tendencia en 1929 [...].”15 En el año 1929 se inicia, pues, tras el quiebre de la Bolsa de Valores de Nueva York, una crisis de extraordinaria generalidad y profundidad. “Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud, que supuso poco menos que el colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapada en un círculo vicioso donde cada descenso de los índices económicos

(exceptuando el del desempleo, que alcanzó cifras

astronómicas) reforzaba la baja de todos los demás.”16 “En los países de América Latina se realizaron grandes esfuerzos para desarrollar industrias propias que permitieran sustituir las importaciones y con ello reducir los efectos negativos de la dependencia exterior sobre la balanza de pagos.”17 Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. El Estado uruguayo 1906-1930: El balance fiscal, economía y política. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/03. 2003. 15

Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Crítica. Grupo Editorial Planeta. Quinta Edición. 2003. Página 98. 16

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 17

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En Uruguay, “la industria temprana desarrolló, en buena medida, las condiciones necesarias para el futuro crecimiento industrial. Su viabilidad física se sustentaba en la disponibilidad de fuerza de trabajo, medios de producción y empresariado.”18 Por otro lado, las restricción al comercio exterior que supuso la crisis del 29, más aquellas que luego generaría la Segunda Guerra Mundial, propiciaron la ampliación del mercado interno y el desarrollo de la industria manufacturera iniciándose así un nuevo modelo de inserción internacional que fue denominado de “crecimiento hacia adentro” o “modelo sustitutivo de importaciones” (ISI) que sustituyó al ya agonizante “modelo agroexportador”. Como dicen Bertino, Bertoni, Tajam y Yaffé: “Como respuesta a las restricciones impuestas al modelo agro-exportador, primero por sus propias limitaciones y luego por el impacto de la “gran depresión”, se puso en práctica en el país una serie de medidas de política económica que, en el marco de un mercado mundial desestructurado y hostil, permitió “capear el temporal”, dinamizando actividades vinculadas al mercado interno y operándose un embrionario proceso de diversificación productiva. A este fenómeno se lo ha denominado industrialización sustitutiva de importaciones.”19

¿Cómo vive el Uruguay la Segunda Guerra Mundial? “Desde el punto de vista de los países latinoamericanos, que vivían el proceso de industrialización sustitutivo de importaciones, la guerra tuvo un impacto contradictorio. Por un lado, la demanda de alimentos y materias primas generó un incremento de los precios internacionales de los mismos, lo que, sumado a las dificultades de importar Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El cambio estructural a través de los sectores. La economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 6/01. 2001. Página 15. 18

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El cambio estructural a través de los sectores. La economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 6/01. 2001. Página 28. 19

14 productos de Europa y otros países involucrados en el conflicto, dio por resultado balances comerciales favorables; esto, a su vez, proveyó a las economías de divisas capaces de estimular el impulso industrializador concretado en los años treinta. Pero, como contrapartida, se debió soportar la escasez de materias primas, combustibles y maquinarias esenciales para la producción, generándose, en consecuencia, un crecimiento interesante sólo en aquellos sectores que tenían menos dependencia de los insumos externos y una base tecnológica más sencilla.”20 Sin embargo, “durante el período 1930-1955 la industria manufacturera creció con una intensidad como no lo había hecho antes, junto a un proceso de diversificación que cambió estructuralmente la economía del país. Dicho desarrollo fue de tal importancia que podemos afirmar que la industria se transformó en el sector impulsor del crecimiento económico, manifiesto en el peso proporcional que adquirió dentro de la estructura del producto.”21 Con respecto a las condiciones internas del Uruguay al estallar la Segunda Guerra Mundial, podemos afirmar que dichas condiciones eran muy diferentes a las existentes antes de la Primera Guerra Mundial. Como ya hemos dicho, ahora el mercado interno esta desarrollado, la industria resultaba ser el sector dinámico de la economía, abalada por un modelo de inserción de crecimiento hacia adentro. Otro factor a tener en cuenta para describir el proceso económico durante la Segunda Guerra Mundial es la presencia del Estado como controlador del comercio exterior. Pero recordemos que en el marco de la crisis mundial del 29, las ideas del Estado interventor se habían generalizado a través de la llamada “revolución keynesiana”. Se produjo una transferencia de recursos desde el sector exportador hacia el desarrollo de la industria, la agricultura, los servicios y hacia una política de mayor equidad Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 20

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El cambio estructural a través de los sectores. La economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 6/01. 2001. Página 17. 21

15 distributiva. Esta concepción económica y social del país, no había sido truncada por el gobierno de Terra (1931 – 1938), y fue exaltada por el neobatllismo22 (1947 – 1958) . En este período estuvimos frente a un verdadero cambio en la estructura productiva del país. El sector industrial pasa a ser el más dinámico y reactiva la economía de manera general. Sin embargo, debemos destacar como aspecto negativo, que este desarrollo industrial del país no gozó de independencia externa, sino que “la dependencia “natural” de este sector respecto a los insumos energéticos, la tecnología y ciertas materias primas extranjeras, impuso un fuerte grado de intervencionismo estatal para ahorrar divisas, priorizar su gasto y fomentar la actividad manufacturera. A la sombra de estas “inevitables” medidas nació y se desarrolló una política industrial en la cual el proteccionismo pareció ser la clave.”23 Este desarrollo económico que se produjo de la mano de la industria sustitutiva de importaciones que comenzó a desarrollarse a partir de 1930, siguió una tendencia creciente hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Al igual que en la Primera Guerra Mundial, los precios de las exportaciones subieron, pero no así el volumen de las exportaciones ni el producto. Pero la diferencia es que, dentro del marco del nuevo modelo de crecimiento hacia adentro, el sector primario no era el sector dinámico de la economía. Existe una interpretación ampliamente aceptada acerca de la naturaleza del desarrollo industrial latinoamericano. Esta interpretación entiende que la el período de gran depresión generalizada a parir de la crisis del 29 y el estadio bélico de 1939 a 1945, al romper las relaciones económicas y políticas entre el centro y la periferia24, habrían tenido un efecto generalmente estimulante sobre el desarrollo industrial de la región. Sin embargo, Finch, presenta en “La economía política del Uruguay contemporáneo. 1870 – 2000” una elaboración de series anuales de la producción industrial uruguaya 22

Se le llama neobatllismo a la etapa en que gobernó el Presidente Luis Batlle Berres.

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001. 24 Rodríguez, Octavio. Sobre la concepción del sistema centro-periferia. Revista de la CEPAL #3. Santiago de Chile. 1977. 23

16 para el período 1936 – 1951 realizada por Pedro C. M. Treichert; y un calculo del PBI anual realizado por el BROU a partir de 1935. “Las cifras del BROU muestran claramente que el fin de la Segunda Guerra Mundial separa bruscamente el período de estancamiento industrial (entre 1935 y 1945) de una década de rápido crecimiento (entre 1945 y 1955).”25 Podríamos establecer como razones de este estancamiento industrial en el período 1935 – 1945 la falta de una adecuada política proteccionista, la insuficiencia de los recursos obtenidos mediante la exportación, la imposibilidad de importar insumos y equipos durante la guerra, etc. Y podríamos decir que el auge posterior a 1945 reflejaría los efectos estimulantes de condiciones comerciales más normales. Sin embargo, las cifras del BROU no fueron muy creíbles, por lo que nos limitamos a decir que hubo un descenso de la actividad industrial durante el conflicto bélico, pero quizás no es tan cierto que se haya producido un estancamiento de la industria. Esto entra en contradicción con la idea de que la Segunda Guerra Mundial favoreció el proceso de industrialización de América Latina y, en particular, de Uruguay. Sin embargo, podemos afirmar que una vez concluida la guerra, los números comienzan a mejorar y el país vuelve a ubicarse en una franca senda de crecimiento económico que se extendería hasta 1957. En este período se implementó una política, como decíamos, de protección a la industria. Sin embargo, y a pesar de los cambios políticos favorables ocurridos a comienzos de la década del 40’, se ha sostenido que la definitiva adopción del industrialismo frente a otras estrategias económicas alternativas no se produjo hasta 1947 bajo la presidencia de Luis Batlle Berres. Repercusiones de la Segunda Guerra Mundial en la economía uruguaya

Finch, Henry. La economía política del Uruguay contemporáneo. 1870-2000. Ediciones de la Banda Oriental. Segunda edición. 2005. Página 181. 25

17 “El período de la Segunda Guerra Mundial fue de estancamiento para la industria y para toda la economía en su conjunto, a pesar de que el proteccionismo se vio reforzado por la inflación internacional. Este estancamiento fue resultado del desabastecimiento, la crisis del agro (1942-43) y la regresiva distribución del ingreso que limitaba la demanda interna hacia la cual se dirigía la mayor parte de la producción manufacturera. Mientras se iba sustituyendo lo que antes se consumía importado, esta limitación no tuvo la relevancia que presentaría desde este momento. Los salarios habían contribuido más a preservar las ganancias de los empresarios, que a gestar un mayor mercado de consumo para su producción.”26

El desarrollo de la economía en el período 1938 – 1945 fue escaso y la tasa de crecimiento del PBI apenas superó a la del crecimiento de la población. La industria siguió creciendo más rápidamente que el conjunto del sistema, pero a una tasa mucho más reducida. Recién en los dos años finales de la guerra se evidenciaron signos de crecimiento industrial dinámico que caracterizaría a la década posterior. Más allá del lento crecimiento de la demanda interna, la lentitud del crecimiento económico se debió, más que nada, a las dificultades externas y a la sequía de 1942 que devastó el medio rural. Pues bien, presentada esta evidencia, observamos que nuevamente el país se vio perjudicado por la dependencia existente del contexto internacional. Vemos como no fue posible superar esta dependencia más allá de haberse producido un cambio estructural de la economía que abandonó un modelo explícitamente dependiente a otro implícitamente dependiente. Lo que queremos decir es que, el modelo ISI no tuvo la independencia y autonomía necesaria para sostenerse ante un episodio de desequilibrio internacional como fue la Segunda Guerra Mundial. No solamente era dependiente del exterior, sino que dependía de las transferencias de recursos desde el sector primario exportador. Como vimos, tras la sequía de 1942, el medio rural había quedado devastado, por lo que cayeron los ingresos por

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El cambio estructural a través de los sectores. La economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 6/01. 2001. Página 18. 26

18 exportaciones, independientemente de los precios que estas exportaciones registraran en el período bélico. Por otro lado, “la regulación estatal, que pudo redistribuir los ingresos sobre la base de privilegiar la producción manufacturera local y la expansión del mercado interno, falló en la política de incentivos. Se mantuvo una protección indiscriminada, sin exigir contrapartidas y no se avanzó en el desarrollo de una capacidad innovativa autónoma.”27 También se desprende del análisis que la acumulación de divisas que se produjo durante la guerra en nuestro país es una situación pasajera e insostenible en el tiempo, que sólo pudo darse gracias a que las potencias beligerantes importaban nuestros productos primarios a un precio que nos beneficiaba. Y cuando hubo una caída de los ingresos por concepto de exportaciones, debido a la crisis en el medio rural, se evidenció que este nuevo modelo de crecimiento también fallaba, aunque su caída no se produce hasta mediados de la década del 50’.

Conclusiones Como primeras conclusiones de este trabajo, citemos algunas de las planteadas por Bertino, Bertoni, Tajam y Yaffé en su libro “La larga marcha hacia un frágil resultado”. Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 33. 27

19 En primer lugar, se hace referencia al hecho de que los distintos escenarios de crecimiento experimentados por la economía en los períodos de las guerras mundiales han sido bien diferentes. Durante la Primera Guerra Mundial la economía presentaba un importante grado de apertura al exterior, de la mano del modelo de crecimiento hacia afuera. Durante la Segunda Guerra Mundial, el grado de apertura fue disminuyendo hasta concretarse el modelo de crecimiento hacia adentro o de sustitución de importaciones. En segundo lugar, estos autores, reafirman la idea de que las consecuencias de los shocks externos, en este caso los períodos de guerras, tuvieron un efecto negativo en la economía nacional. La Primera Guerra Mundial tuvo efectos más profundos, dado el mayor grado de apertura de la economía en ese entonces y los escasos mecanismos de regulación existentes. “La crisis económica mundial, iniciada en 1929, impactó fuertemente provocando una profunda recesión en los primeros años treinta, pero las regulaciones estatales que se arbitraron frente al shock contribuyeron no sólo a lograr una rápida recuperación, sino a concretar cambios importantes en la estructura económica. En este sentido, se crearon las condiciones necesarias de un nuevo período de crecimiento. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial la economía uruguaya y su relación con la economía internacional, mostraban diferencias muy significativas con aquellas de 1914.”28 En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el Uruguay se encontraba con un nivel de apertura hacia el exterior mucho menor, y existía un importante marco regulatorio que se orientaba a esquivar los avatares de la economía internacional. En tercer lugar, vemos cómo las exportaciones significaron una importante fuente de divisas entrantes al país. Sin embargo, se puede afirmar que dicha entrada de capitales no siempre estuvo acompañada de crecimiento económico. Durante la Primera Guerra Mundial, al no haber regulación al respecto, y al haber una importante inflación

Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001. Página 34. 28

20 internacional, se produjo una cuantiosa acumulación de divisas que ayudaron a desarrollar el sistema financiero uruguayo. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial se redistribuyen esos ingresos destinándolos, principalmente, a las actividades manufactureras. Ahora bien, pasemos a concluir sobre lo que habíamos planteado en la introducción de este trabajo y que hacía referencia a la afirmación de que la economía uruguaya es una “historia de ida y vuelta”. En el análisis precedente hemos visto cómo se encontraba el país en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial. Vimos que las situaciones eran distintas pero vimos que hubo factores que no cambiaban entorpeciendo el desarrollo del país hacia un crecimiento sustentable. Extraemos que las posibles causas de ese fenómeno son la dependencia del contexto internacional que se deriva de la dependencia que el país experimenta respecto de los bienes exportables, principalmente los pecuarios. Citamos estas posibles causas, porque compartimos la conclusión de que la acumulación de divisas, producto de las exportaciones, no contribuyeron en gran medida al desarrollo de la producción material y, por ende, a la generación de riqueza. Podríamos llegar a pensar que durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a la coyuntura favorable de los términos de intercambio, ahora en presencia de un andamiaje institucional que dotó al Estado de fuertes mecanismos de regulación del comercio exterior, que permitió una dinámica transferencia de ingresos y un crecimiento muy importante de las actividades vinculadas a la producción material, sí se alcanzaría ese objetivo de generación de riqueza a partir de la transferencia de los ingresos generados en las exportaciones. Sin embargo, los hechos mostraron que el modelo de desarrollo hacia adentro tampoco contó con una sólida independencia que le permitiera esquivar satisfactoriamente los shocks externos. Nos gustaría orientar la reflexión hacía el cuestionamiento del por qué el Uruguay no logró aprender lo suficiente de los shocks externos que significaron las dos guerras mundiales como para llevar adelante un modelo de crecimiento que lo dotara de una

21 mayor independencia del exterior y de la posibilidad de diversificar la producción de una manera más eficiente. “Y ello es así porque todo hábito y conocimiento, una vez adquirido, se enraíza tan profundamente en nosotros, como un terraplén ferroviario en la tierra. No requiere ser renovado continuamente, ni reproducirlo en forma conciente, sino que se hunde en el estrato de lo subconsciente. Se transmite normalmente por herencia, aprendizaje, educación, presión del medio, casi sin fricción. Todo lo que pensamos, sentimos o hacemos se vuelve en muchas ocasiones automático, descargándose de ello nuestra vida conciente. [...] Y de aquí se sigue también para la vida económica que todo paso fuera de los límites de la rutina tiene dificultades y contiene un elemento que constituye el fenómeno del liderazgo.”29 Esa es una posible explicación sería la brindada por Schumpeter en su obra “La teoría del desenvolvimiento económico”.

Bibliografía

• Nahum, Benjamín. Cuando fuimos ricos... El crédito uruguayo a Inglaterra y Francia en 1918. Ediciones de la Banda Oriental. 1997.

Schumpeter, Joseph. Teoría del desenvolvimiento económico. Capítulo III: “El fenómeno fundamental del desenvolvimiento económico”. Fondo de Cultura Económica. Tercera edición en español. 1957. 29

22

• Bértola, Luis. Ensayos de historia económica. Uruguay y la región en la economía mundial. 1870-1990. Ediciones TRILCE. 2000.

• Finch, Henry. La economía política del Uruguay contemporáneo. 1870-2000. Ediciones de la Banda Oriental. Segunda edición. 2005.

• Brrán, José Pedro; Nahum, Benjamín. Historia Política e Historia Económica. Ediciones de la Banda Oriental. 2004.

• Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El desempeño económico global: del modelo agro-exportador al de industrialización sustitutiva de importaciones : la economía uruguaya 1900-1955. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 5/01. 2001.

• Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-1955. En: Instituto de Economía; El Uruguay del Siglo XX, La Economía; Banda Oriental, Montevideo, 2001.

• Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. – Más de un siglo de deuda pública uruguaya (1870-2000). Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 04/06. 2006.

• Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto. El Estado uruguayo 1906-1930: El balance fiscal, economía y política. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/03. 2003.

• Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Crítica. Grupo Editorial Planeta. Quinta Edición. 2003. Página 98.

• Rodríguez, Octavio. Sobre la concepción del sistema centro-periferia. Revista de la CEPAL #3. Santiago de Chile. 1977.

• Yaffé, Jaime. El intervensionismo Batllista: estatismo y regulación en Uruguay. 1900 – 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 01/01. 2001.

• Williman, José Claudio. Historia Económica del Uruguay. 1900 – 1930. Tomo II. 1994.

• Schumpeter, Joseph. Teoría del desenvolvimiento económico. Capítulo III: “El fenómeno fundamental del desenvolvimiento económico”. Fondo de Cultura Económica. Tercera edición en español. 1957.

23

24

ANEXO

Gráfica 1 Grado de apertura Porcentajes de las exportaciones en el PBI a valores corrientes Promedios trianuales móviles

25

Fuente: Tajam, Héctor. El sector externo en el Uruguay 1911- 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/00. 2000. Página 8.

Observamos que entre 1917 y 1920 se produce el mayor nivel de apertura de la economía nacional.

Gráfica 2 Exportaciones 1911 - 1930 Índice de volumen y precios 1913 = 100 Promedios trianuales móviles

26

Fuente: Tajam, Héctor. El sector externo en el Uruguay 1911- 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/00. 2000. Página 9.

Gráfica 3 Importaciones 1911 - 1930 Índice de volumen y precios 1913 = 100 Promedios trianuales móviles

27

Fuente: Tajam, Héctor. El sector externo en el Uruguay 1911- 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/00. 2000. Página 11.

Gráfica 4 Balance Comercial 1911 - 1930 Millones de dólares Promedios trianuales móviles

28

Fuente: Tajam, Héctor. El sector externo en el Uruguay 1911- 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/00. 2000. Página 18.

Gráfica 5 Producto Interno e Ingreso Nacional 1911 - 1930 Millones de dólares a precios de 1913 Promedios trianuales móviles

29

Fuente: Tajam, Héctor. El sector externo en el Uruguay 1911- 1930. Publicaciones IECON. Documento de Trabajo 9/00. 2000. Página 40.

Gráfica 6

30

Producto Bruto Interno Total y de los Sectores 1900 - 1955 Índices de volumen físico log.1900=100

Fuente: Bertino, Magdalena; Bertoni, Reto; Tajam, Héctor; Yaffé, Jaime. El cambio estructural a través de los sectores. 1900 – 1955. Publicaciones IECON. Documento de trabajo 6/01. 2001. Página 7.

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