El Hachador Perdido

April 7, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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EL HACHADOR PERDIDO Narrador : La llanura es bella y terrible a la vez, el Llano enloquece

y la locura del hombre de la tierra ancha y libre, es ser llanero siempre, el Llano tiene muchos secretos es es tierra buena y abierta para el esfuerzo y la hazaña, toda horizonte como la esperanza, toda caminos como la voluntad, en esta tierra inmensa y llena de temeridades donde corre sensual la copla, también se ha escrito la historia y ha nacido la leyenda como esta que en boca de los pobladores de San Camilo se le dio por llamarla El Hachador Perdido .  C1:

Si por la cabalgar algún lamento  y en San Camilo se pinta  la sombra de tu recuerdo  si es que te encuentras penando  en las montañas, del tiempo,  con gusto, Hachador Perdido,  yo te rezaré tu Credo,  tu Credo. 

noche

se

escucha 

Narrador : La noche había comenzado a tejer su manto sobre el

vecindario de San Camilo, los pobladores lentamente se iban recogiendo en sus casas, mientras las gallinas alborotadas buscaban el mejor sitio en el dormidero, Aurora, que había llegado temprano de Chorrosquero, se aprestaba a calentarle un guayoyito al viejo Hipólito, quien pensativo se mecía en la campechana que le había regalado un musiú, cuando este estuvo de paso por San Camilo.  Campesino: Apúrese con ese café, café, vieja Aurora, que el viejo Hipólito lo está esperando.  Vieja Aurora: Bueno, mijo: ¿y cuál es el apuro?, este fogón hay que atizalo, y aparte de eso la noche es larga, y hablando de noches largas, Hipólito, usted, que es un viejo tan versao en toditas esas cosas de historias y aparecidos, por qué no me cuenta un poquito de ese fulano “Hachador Perdío”, que tanto mientan aquí, en San

Camilo mientras le sirvo el guarapo.  Viejo Hipólito: No tanto como conocerla, comadrita, pero si he escuchao bastantico de lo que por ahí dicen, según me hablaba mi abuelo, sucedió hace muchos años aquí en San Camilo, cuando no había linderos ni caminos; sólo trochas trochas y paso ´e río. ¡Todo era diferente!  

 

Vieja Aurora: Pero, tómese el guayoyo, Viejo, y eche palante, yo

quiero es escuchá, por boca suya, todo eso que se cuenta.  Viejo Hipólito: Agarre silleta, mija, mija, eso sí, prepárese, porque la cosa es fea. Así comienza El Hachador Perdido:  Mi

Cantado:  abuelo

y nunca presté atención  que no fuera a la montaña  tan sólo por ambición  que fuera a cazar al monte  si había mala situación,  pero si hay comida en casa  por qué hacer esa cuestión  “Mire que su tío José 

y el compadre Juan Simón  quedaron locos y enfermos  por culpa del Hachador” 

Declamado:  Yo estaba acostumbraíto  que toas las noches iba  a vigiar las lapas  pero al porfiao, señores,  alguna cosa le pasa.  Seis y media de la tarde  comenzó a caer la noche  tomé la escopeta en mano  y me ajilé para el monte  si note por el camino   en mi cuerpo una frialdad  uns jachazo bien fuerte  escuché en la inmensidad  llegué al sitio de las lapas   donde tenía el comedero  y en el pleno mes de marzo  se mando aquel aguacero.  (Se oyen ruidos de truenos) Cantado:  ¿Qué pasará con las lapas  que se hacen las rogadas?  pero de aquí, no me me voy voy  con la escopeta cargada 

siempre

me

dijo 

 

espero hasta amanecer   yo sé que vendrán hambreadas  aguacero no me corre  porque cargo mi chamarra.  Declamado:  Las dos de la madrugada  y las lapas no llegaban  era como una advertencia  pa´ que al rancho me largara  (Se oyen ruidos de un hacha sobre la madera)  aquel sonido del hacha  más cerquita lo escuchaba  y sentí poquito a poco   que la piel se me erizaba  de repente oí entre el monte  que chamizas reventaba  y pensé viene la presa  que con ansias esperaba era un hombre alto y negro  con la cabeza pelada  traía un hacha en el hombro  y una tapara de agua  una mochila de cuero  en el pecho bien terciada encaramao en el palo  las dos piernas me temblaban  al ver que parecía un monstruo  esa cosa que miraba.  Cantado: Si, usted, machucó a mi tío  conmigo se equivocó  acaso me le parezco  al compadre Juan Simón,  sepa que yo soy un macho  y no me asusta león  menos una lagartija  que de ese monte salió.  Declamado:  Descargó todito al suelo  y el hacha en sus manos dejó  y empezó a tumbar el palo 

 

donde me encontraba yo  echó una mirá parriba,  oí que se carcajeó  los dientes se le cruzaron  y la montaña tembló.  Hachador : Soy el Hachador Perdido. Per dido. Ja, ja, ja, ja, ja, já.  C2 (Declamado): 

 Así se identificó  con una voz retumbante  que en el monte se perdió.  Cantado:  No creas que me asustaste  con tu tenebrosa voz,  cargo la Virgen del Carmen  y la palabra de Dios,  también las Siete Potencias  y a San Marcos de León  que me lo pondrá mansito  para montarle un sillón.  Narrador : La noche se fue poniendo más negra en San Camilo,

mientras el viejo Hipólito con la mirada de quien todo lo sabe, seguía narrando aquella pesadilla que les hacía erizar la piel, todos en silencio escuchaban horrorizados sin perder ni un detalle, mientras el viejo entre palabras y boleadas de chimó proseguía con el cuento.  Viejo Hipólito (declamado):   Al oír mi voz, la bestia, bestia,  ésta más se enfureció  y siguió cortando el palo como todo un hachador   en un abrir y cerrar de ojos  aquel árbol se cayó  no supe cómo ni cuándo  el hacha desencabó  y con el palo de la misma  una golpiza me dio.  (se oyen quejidos del coplero)  Éste al ver que no no moría  de la rabia que le dio,  el hacha metió en el cabo     ycuando hacia mí se regresó la voltió de filo 

 

para partirme en dos  de un salto miró a los lados  y éste retrocedió  con la velocidad de un rayo  vi que todo recogió  presintió el cantío del gallo  que al mismo tiempo se oyó.  Cantado:  El gallito de mi rancho  la vida me la salvó,  no hallaba como moverme  ese espanto me privó  allí me quedé tirado  ahí mismito amaneció  reventao me sentía  por los palos que me dio.  Declamado:  Como pude, arrastraíto,  al camino salí yo,  un campesino pasaba  y su ayuda me prestó  me montó sobre sus hombros  hasta el rancho me llevó  y mi mujer muy asustada  como pudo me atendió  me dio a beber artamisia  cuanta hierba consiguió  para cortarme la fiebre  que ese espanto me pegó.  Siete días, siete noches  el maleficio duró  y por todo San Camilo  la noticia se regó,  gracias a Dios y a la Virgen  y a San Marcos de León  salí de todo peligro  ahora canto esta canción.  Cantado:  No volveré a comer lapas    ni me den conque el susto queregaladas pasé 

 

se me quitaron las ganas  al nombrarme ese animal  el cuerpo se me entabana  se me espeluca la piel  me acuerdo de esa montaña.  Cuando ese maligno hachaba  recuerdo que me miraba  sus ojos eran dos brasas  que me quedaban el alma  sus colmillos eran tan largos  que parecían de caimana  el pecho como un ovejo   cubierto de pelo y lana.  Su cabeza era pelada  la vi cuando me golpeaba  las manos eran planchetas  como ver las de una rana,  tenía berrido de chivo  y ronquidos de marrana  sería el mismísimo Diablo  que me tendió esa jugada.  Mi abuelo sí me lo dijo,  pero no pensé esa vaina  por estar de avaricioso, enfermo estuve en la cama  de noche no salgo ahora  de broma a la empalizada,  pendiente de mi gallito  pa´ que no le pase nada.  Narrador : Desde aquel funesto día jamás cazador alguno pisó las

montañas de San Camilo, dicen los pobladores que solo una sombra errante vaga por sus caminos y que de vez en cuando se escucha esta tonada;  Coplero tres:  Montaña de San Camilo  déjame quieto montaña  deja que algún caminante  vuelva a cruzar tu maraña  me rece los siete credos  que me están haciendo falta    porque la única de poderessalvar mi forma alma.

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