El FRUTO DEL ESPIRITU SANTO PDF

 

TEMA 8

El Fruto del Espíritu Santo IGLESIAS EVANGELICAS DEL MONTE (Estamos en: Málaga, Vélez Málaga, Cártama) www.iglesiasdelmonte.com  

Juan Carlos Soto (Extracto del libro los Rudimentos de la fe)

INDICE  -El Fruto del Espíritu: Andando en el Espíritu, o en la carne -Diferencia entre Bautismo en E.S. y ser lleno del E.S. -Los dones no muestran nuestra santidad, los frutos sí

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El FRUTO DEL ESPÍRITU  El fruto del Espíritu lo encontramos en el texto de Gálatas 5:22-23.  22

 Mas el frut fr uto o del E spí spí ri tu es amor, goz gozo, paz, paci enc ncia, ia, benigni nignid dad, bond nda ad, fe, fe,   23 mansedumb ansedumbrr e, tem templanza planza;; contr contra a tales tales cosas no no hay lley. ey. 

 Notemos que no dice “los frutos del Espíritu”, Espíritu”, sino “el ffrr ut uto o del E sp spíí r i tu”, podríamos compararlo con aquel fruto que tiene varias propiedades diferentes. Este fruto se manifiesta en nueve características que se encuentran en la personalidad y vida de Jesucristo. Curiosamente son nueve, igual que el número que los dones del Espíritu. Estos al igual que aquellos no los obtenemos por méritos propios, ni por voluntad humana; estos nacen de una manera natural en nuestras vidas como nace el fruto en los árboles. El único requisito es que la rama esté sujeta al árbol y que esté tomando de la savia de éste. El tiempo y la maduración hace el resto, y a su tiempo nace el fruto. Si en nuestras vidas no se ven los frutos, es que no estamos tomando bien de la savia del Señor. Los frutos nos dicen como somos y como estamos. 16

P or sus ffrr uto utoss los co conoc noce er éi s. ¿ A caso caso se r eco coggen uvas de de lo loss esp espii nos, o hi higg os de los a abroj brojo os?   17   A  Así, sí, todo b bue uen ná árr bol d da a bue bueno noss fr uto utos, pe pero ro e ell á árr bol m ma alo da fruto frutos m ma alos. los.  18N o pued puede ee ell  19 buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen  20  fr  frut uto o, es corta rtad do y echa had do en el fue fuego go.. 20  Así que que,, por sus sus frut fr uto os los los cono noccer éis. (Mateo 7.16-20) Algunos confunden los frutos que debemos tener en nuestras vidas, con algunos éxitos en la obra, con el número de miembros en la iglesia, con la manifestación de los dones…; pero las Escrituras nos enseñan que los frutos que debemos de tener, no son cara a los otros; sino que son frutos muy personales que hablan de nuestra vida íntima, del carácter transformado por el trato de Dios en nuestras vidas, en una palabra, el que tiene frutos es aquel que cada vez se parece más a la vid de la que toma la savia, esto es, se parece cada vez más a Jesucristo. 1

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.  2T od odo op pám ámpa pano no que en m míí no ll llev eva a ffrr uto,  3 lo quita quitarr á; y to todo do aq aquel uel que ll lle eva fr uto, uto, lo lilim mpiará, piará, pa parr a q que ue lleve más fr uto. Ya vosotros  4 estáii s lili mp está mpii os p por or la pa palabr labra aq que ue o oss he he ha hablad blado. o. P er erma manece neced de en n mí mí,, y yo e en n vosotr vosotros. os. C om omo oe ell  p  pá ámpano no pue ued de lle llevvar fr frut uto o por sí m mism ismo o, ssii no per mane necce en la vid, así tta ampoco vosot sotros ros,,  5

 si erm rma allev nec caéism e en nm Y o soy vi vid, d,se vosotr vosotros os pámp anos; el pe perrrm mím í , íy no yo enno él,péste él, llne eva much ucho oí.fr fruto; uto; po porrlaque sepa parr ad ados os los de pá mímpanos; nada po podé déiique sh hace acer . 6anece E l queenenm mí  p  pe erma rmane necce, se será rá e eccha had do fue fuerr a como pámpano, no, y se sec secará; y lo loss rec reco oge gen, n, y lo loss e eccha han n en en e ell  7   fuego  fue go,, y ar den.  Si per mane neccéis en en m míí , y mi s pa pala lab br as p pe er mane neccen e en n vvo osot sotros ros,, p pe edid to todo lo  8 que queréis, y os será hecho. E n esto esto e ess glor g lorii fi cad cado m mii P adre, en q que ue lle llevé véii s m mucho ucho fr fruto uto,, y  seá  se áis así m mis is di sc scíí pulo ulos. s. (Hechos 15.1-8) Santo Tomás dice: “L os ffrr utos utos de dell E spír i tu so son n los a act ctos os vvii r tuo tuosos sos q que ue p prr oduc duce en las vi virr tud tude es cuando están están consol consolii da dada das. s.”  El fruto del Espíritu, se manifiesta en nueve cualidades, estas son:  amor, gozo, paz, paciencia,

beni be niggnida ni dad, d, bo bonda ndad, d, ffe e, ma mans nsed edumbr umbre, e, y tem templanza. planza.

Estos nueve frutos se, gpueden dividir a su vez, para unrelación mejor estudio, en 3Pgrupos diferentes: Los tres primeros, amor am or, oz ozo, o, paz paz, , se refieren a nuestra con Dios. acie ci encia, benigni ni gni d ad, 2

 

bondad, se refieren a nuestra relación con los demás. Y   fe, fe,  mansedumbre, y templanza, hacen referencia a nosotros mismos

FRUTOS DEL CLASIFICACIÓN DE LOS FRUTOS ESPÍRITU CON RELACION A…  AMOR 1 GOZO 2 CON RELACION A DIOS PAZ 3 PACIENCIA BENIGNIDAD BONDAD FIDELIDAD MANSEDUBRE TEMPLANZA

4 5 CON RELACION A LOS DEMAS 6 7 8 CON RELACION A NOSOTROS 9

A continuación comentaremos cada uno de ellos.

Frutos con relación a Dios. Los tres primeros, amor, gozo, paz,   son frutos que hablan de nuestra relación con Dios. Dios  pone su amor en nuestros corazones, para que le amemos a él, al prójimo y a nosotros mismos. mi smos.  Nos da el gozo en nuestra alma por una salvación tan grande como la que hemos recibido, y nos da paz en nuestra mente para ser se r librados de toda carga emocional que nos haga caer.

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Amor:  La palabra griega griega usada en este texto es ágape. ágape. Esta palabra es casi exclusiva de la Biblia y expresa un amor Divino, distinto a otras palabras más usadas en la literatura clásica griega que habla del amor. Así nos encontramos con la palabra eros, que el habla amor existe en el matrimonio, del amor erótico. Existe también la palabra philia, amordel filial, es que el que se tienen los hermanos y los amigos. Así que nos encontramos que en el griego existen tres palabras para hablar del amor; del amor que estamos hablando y que nacerá en nosotros de una forma natural y espontánea, gracias a que estamos viviendo una vida íntima con el Señor, es el amor de Dios. El amor de Dios nos hace sentir por los demás como siente Dios. Ese amor, es el que nos hace hacer amar a los enemigos, a los que nos dañan y nos persiguen. Es el amor que nos hace inclusive  poner la otra mejilla cuando nos golpean. Los demás amores, eros  o  p  phili hilia a,  son interesados, amamos porque somos amados, deseamos porque somos atraídos por la carne. El amor ágape, es el que hemos recibido de Dios, el que nos hace amar como él ama, ver a los demás y a nosotros mismos, como él nos ve, y ese amor hará que actuemos como el actúa. 8

E l que no a am ma, no ha ccono onoci cido do a D Dii os; po porr que D i os e ess am amor or.. (1ªJuan 4.8)

Por tanto ese amor es desinteresado, hasta tal punto q que ue podemos morir amando a los que nos están matando. El texto por excelencia que habla del amor lo encontramos en 1ªCor.13.4-8. 3

 

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E l amor amor es suf sufrr i do do,, es b be eni nigg no; el am amor or no ti tie ene envi nvidi dia, a, e ell am amor or no e ess jact j actanci ancioso oso,, n no o se  5  6 envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se  gozza de la inj  go injus ustti cia, mas se goz goza de la verda rdad d. 7 Tod odo o lo suf sufrr e, todo todo lo cr cree ee,, tod todo o lo espe esperr a, todo 8 lo sopor sopor ta ta.. E l am amor or n nunca unca d de ej a d de e ser ser.. 1ªCor.13.4-8.

 

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Gozo:

  griego para hablar de este gozo es  J ar á  (nº Strong 5479). Esta palabra griega habla El término del gozo que tiene su base en la religión, en concreto en Dios, por lo que no tiene nada que ver con el gozo o la alegría que proviene de lo terrenal o humano. Es por tanto el gozo que trasmite Dios, y que permanece aunque las circunstancias sean adversas. El gozo es distinto a la alegría,  podemos estar tristes por una situación si tuación difícil, difíc il, pero al mismo tiempo mantener un gozo interior que nos proporciona el saber que todo está bajo el control de Dios, que él lo sabe todo, que él tiene cuidado de nosotros y de nuestras familias y que no se cae un cabello de nuestra cabeza sin su permiso. Esta confianza del cuidado y protección divina se completa con el conocimiento de que tenemos una salvación muy grande, que hemos recibidos gracias al amor eterno que Dios nos tiene. No o oss entr entrii ste stezcá zcáii s, po porr que el ggoz ozo o de de JJe ehová es vuestr vuestra a fu fue er za. za. (Nehemías 8.10)   se goz gozar á vue uest stro ro Pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo… se corazón, corazó n, y nad nadii e o oss qui quita tarr á vue vuestr stro o gozo gozo.. (Juan 16.20, y 22)

E stad stad sie si empre pre goz ozoso osos. s. (1ªTe.5:16) 

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Paz:  El termino griego usado es “ eirene” (nº Strong 1515), es la palabra equivalente a la hebrea “ sh  sha alom lom”, cuyo significado nos lleva a una paz mucho más allá de la paz que pueden tener los  pueblos sin conflictos, es una paz interna, que permanece en nosotros aunque haya tormentas a nuestro alrededor. Esta paz no es la que uno mismo puede conseguir a través de intentar no tener conflictos con los demás, ni incluso la paz que algunos quieren encontrar en filosofías a través de la meditación. Esta paz la da el Señor, y no se parece nada a la que podemos encontrar en el mundo.  26

 Mas el Con Conso sola lad dor , el E sp spír ír itu Sa Sant nto o, a quien uien el Pa Pad dre env nvii ar á en mi no nom mbre, re, él os ense nseña ñarr á  27  todas tod as las cosas, y os rreco ecorr da darr á to todo do lo que yo os he d dii cho. L a paz paz os os de dejj o, mi pa pazz o oss doy; yo no os la doy doy com como oe ell mundo la da da.. N o se tur turbe be vuestr vuestro o co corr azón, azón, ni te teng nga am mii ed edo. o. (Juan 14.2627) Cuando todo parece derrumbarse, la paz de Dios, que ha puesto en nuestros corazones, aquella que sobrepasa todo entendimiento permanece en nosotros dándonos confianza, esperanza, tranquilidad y quitando el temor que nos quita la paz y el descanso interior. Sobre todo esta paz que sobrepasa todo entendimiento, vendrá a nuestras mentes, librándolas de toda angustia. 6

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda  7 

oración gracias. laam pa paz znto d de Di i os, sobr r ep epasa asa ttod odo oe entendi ntendim ento,, 4.6-7)mi ento  gua  guarda rdarr áy vruego, ue uest stros roscon coracción azone ness de y vuest ue strr os peYns nsa ie ient oesD en Crque ist isto o Jsob esús. sú s. (Filipenses 4

 

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P or orque que el ocupa ocuparr se d de e la ca carr ne e ess mue muerr te te,, pe perr o e ell ocupa ocuparr se d de el E spír spír i tu e ess vi vida da y pa paz. z. 

(Rom.8.6)

Frutos con relación a los hombres Este segundo grupo de frutos del Espíritu son:   Paciencia, benignidad, y bondad.  Nacen en nosotros de parte de Dios, y nos ayudan en nuestra relación con el prójimo. La  p  pa acien iencci a nos ayuda a soportar al prójimo, la benevolencia  nos ayuda a no desearles lo malo, sino todo lo  bueno, y la bondad  nos   nos ayuda a llevar a la obra esa paciencia y benevolencia haciendo el bien a otros. Veamos cada uno de ellos y así los conoceremos mejor:

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Paciencia:  La palabra griega usada es “makrodsumia”, cuyo significado es  paciencia, longanimidad, clemencia.. Se utiliza para hablar de la paciencia y clemencia que Dios tiene hacia nosotros y así clemencia lo vemos en versículos que hablan de esa paciencia clemente Divina (Romanos.2.4; 9.22; 1ª Timoteo. 1.18; 1ª Pedro 3.20). Esa misma paciencia clemente nos ayuda a soportar y a tener misericordia del prójimo. No se consigue de una forma natural, ni aprendida; esto nace en nosotros de una forma sobrenatural. Conforme vamos comiendo de la savia divina de la vid, nosotros los pámpanos vamos adquiriendo el carácter y corazón de Cristo.

C on toda toda humi humildad ldad y m mansed ansedumb umbrr e, sopo soporr tánd tándoo ooss con p paci acienci encia a los un unos os a los otr otros os e en n am amor or.. (Ef.4:2)

F or orta taleci lecido doss co con n to todo do pode poderr , co conf nfor orm me a la pot potenci encia a de su gglor lorii a, pa parr a to toda da pa paci cienci encia ay longanimidad. (Col.1:11)  P or orque que os e ess nece necesar sarii a la pa paci cienci encia, a, pa parr a q que ue habi habi endo hecho la vo volun lunta tad d de D i os, ob obte teng ngái áiss la promesa. (Heb.10:36)  P or ta tanto, nto, noso nosotr tros os ta tam mbié bién, te teni nie endo en d de er r ed edor or nuestr nuestro o ta tan n gr grand ande e nube de te testi stiggos, despojémo de spojémonos nos de tod todo o peso peso y de dell peca pecado do que nos ased asedii a, y cor corrr am amos os con paci pacienci encia a la car carrr era era que tenemo tenemoss por de delante. lante. (Heb.12:1) 

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Benignidad:  La palabra griega que se utiliza en este texto es “ crestotes” (nº Strong 5544), cuyo significado es  benignidad, bondad, bondad, bueno, y se traduce normalmente por bondad. Es la misma palabra usa Jesús  par a decir que su yugo era “ cr cresto estote tess”, esto es, que es benigno, que no te hace daño en los hombros y el cuello. Es por tanto, benignidad, la actitud que nos lleva a desear lo bueno a los demás.

V estí stíos, os, pue pues, s, co com mo escogi do doss de D i os, santo santoss y am amad ados, os, de entr entraña añable ble mi ser serii cordi cordia, a, de beni be niggnida ni dad, d, de humi humilda ldad, d, de manse ansedum dumbre, bre, de paci pacie enci ncia; a; ssop oportándo ortándoos os unos a ot otrr os. (Col 3:12-13)  5

 

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Bondad:  La palabra usada en el griego es “ A  Aga gattho hosy syne ne” (nº Strong 19), cuyo significado es bondad, virtud, benevolencia. Es una palabra que se usa sólo en la Biblia, ya que prácticamente no aparece en el griego clásico. Expresa la virtud que debe de tener el creyente. La bondad nos ayuda a poner en práctica la paciencia y la benevolencia que debemos tener hacia los demás. La diferencia con la benignidad, es que la bondad pone en práctica, el buen corazón y actitud que tenemos con la benignidad.

E l am amor se sea a si sin n fifing ngii mi ento nto.. A bor r ece ced d lo malo, se segg uid ui d lo bueno. ueno. (Rom.12:9) N o pa pagguéi uéiss a nadi nadie e ma mall por por ma mal;l;

procur procurad ad lo b bueno ueno de delante lante de todo todoss los hom hombr bres. es.

(Rom.12:17)

 Mi r ad que ninguno pague a otro mal p po or m ma al; ante ntes seguid seguid sie siem mpr e lo bue ueno no un uno os para con otros, otr os, y pa parr a con tod todos. os. (1ªTe.5:15)  P er ero o esto estoyy segu segurr o de vosotr vosotr os, herma hermanos nos mí míos, os, de que voso vosotr tros os mi smo smoss e estái stáiss llenos de bondad, bonda d, llenos llenos de todo todo conoci conocimi miento, ento, de tal ma maner nera a que pod podéi éiss a amo monestar nestaros os los un unos os a los otros. (Rom.15:14) 

Frutos con relación a nosotros mismos  

Los frutos de este tercer grupo son:  f  fe e, ma mans nsed edumbr umbre, e, y temp templan lanza, za,  y están relacionados con nosotros mismos, con nuestro carácter. Como los anteriores éstos no se obtienen de forma natural, son adquiridos del carácter que tiene nuestro Señor Jesucristo, conforme vamos tomando de él.

Veamos cada uno de ellos:

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Fe (Fidelidad)

: se usa es “ p La palabra griega que  píst ístii s” (nº Strong 4102), y que se traduce por  fe, fidelidad, o confianza.. Es pues ésta la característica de un hombre que es digno de confianza, de una persona confianza fiel. Fidelidad sería la mejor traducción de esta palabra en este texto. Se refiere a la persona que es fiel, el que es merecedor me recedor de la confiabilidad de aquel que es obediente al Señor.  A  Aho horr a bi en, se r equie uierr e de lo loss admini inist strad rado or es, que cada un uno o sea sea ha halla llad do fie fi el. (1Cor 4:2) N o def defr auda audando, ndo, si sino no m mostr ostrándo ándose se fi eles eles en en todo todo,, par par a que en tod todo o ad ador ornen nen la do doctr ctrii na de Dios nuestro Salvador. (Tit.2:10)   Sé fie fi el ha hast sta a la mue uerte rte,, y yo te dar é la coron rona a de la vida ida.. (Ap.2:10) 

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Mansedumbre (dominio propio):  La palabra griega usada en este texto es “ p traduce  por humildad,  pa arot rote es” (nº Strong 4236), que se traduce por mansedumbre. Es la palabra que habla de alguien sumiso a la voluntad de Dios, y que no es soberbio para aprender y ser corregido por el Señor.

H er mano anos, s, si alg lguno uno fuer fuere e so sorr prend prendii do e en n alguna alg una falta falta,, vosot vosotrr os q que ue so soii s esp espii r i tua tuales, les, r esta estaur urad adle le co con ne espí spírr i tu d de e ma mans nsed edumb umbrr e, consi conside derr ándo ándote te a ti mi mismo smo,, no sea que tú tam tambi bién én  seas tent  sea nta ado. (Gal.6:1)  C on toda toda humi humildad ldad y m mansed ansedumb umbrr e, sopo soporr tánd tándoo ooss con p paci acienci encia a los un unos os a los otr otros os e en n am amor or.. (Ef.4:2)

 Mas tú, oh ho hom mbre d de e D ios ios,, hu huyye de est sta as co cosa sas, s, y ssig igue ue la just justicia, icia, la pi edad, la fe, fe, el amor am or,, la paci pacienci encia, a, la manse ansedum dumbr bre. e. (1Ti.6:11)  Que a nadi Que nadie e dif difam amen, en, que no sea sean n pe pende ndenci ncier eros, os, mans ma nsed edumb umbrr e pa parr a con tod todos os llos os hom hombr bres. es. (Tit.3:2) 

sino si no am amab ables, les,

mostr ostrando ando tod toda a

P or llo o ccual, ual, de desec sechando hando to toda da i nmundi nmundici cia ay a abund bundanci ancia ad de e malici ali cia, a, r eci eci bid co con nm manse ansedum dumbre bre la palab palabrr a i mp mplantad lantada, a, la cual p pued uede e salvar vuestr vuestras as a almas. lmas. (Stg.1:21) 

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Templanza: La palabra griega usada para hablar de la templanza es “ enkratéis” (nº Strong 1466) y significa templanza, dominio propio. Habla, pues, de la persona que es capaz de contenerse.

P or orque que no nos ha da dado do D i os e espí spírr i tu d de e cob cobardí ardía, a, sino si no d de e po pode derr , de am amor or y de do dom mi nio ni o  p  prop ropio. io. (2ªTi. 1:7)   A  All cono noccim imien ientto, domini inio o prop ropii o; al domi nio prop ropio, io, pacienc iencii a; a la pacienc iencia, ia, pieda iedad: a la  p  pie ied dad, afec fecto fra fr ater na nal; l; y al afe feccto fr fra aterna rnal, l, amor . (2Pe 1:6)

ANDANDO EN EL ESPIRITU DIFERENCIA ENTRE BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO, Y SER LLENO DEL ESPÍRITU SANTO El bautismo en el Espíritu Santo se efectúa la primera vez que eres lleno del Espíritu Santo y el mandato divino es que seamos continuamente llenos del Espíritu Santo. 18

No o oss e em mbriaguéis bri aguéis co con n vi vino, no, en lo ccual ual ha hayy d dii solución; ant ante es bi bie en sed lleno llenoss de dell E spír i tu,  19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alaba ala bando ndo al S Se eñor en vuestr vuestros os co corr az azone ones; s; dando dando si siem empr pre e gr gracias acias po porr to todo do al D Dii os y P Pad adrr e, en el nom nombre bre d de e nue nuestr stro o Seño Señorr J esucri sucr i sto sto.. (Efesios 5.18-19)  7

 

 Sed  Se d lle lleno noss del E sp spír ír i tu. El griego nos da la idea de algo que tiene que ser rellenado, por lo que el texto podría mejor decir: “Seguid siendo llenados del Espíritu”    31

C uando hubi hubie er on o orr ad ado, o, el llug ugar ar en que e esta staba ban n cong congrr eg ad ados os te tem mbló; y todo todoss fuer f ueron on ll lle enos dell E spí de spírr i tu S Sant anto, o, y hab hablaba laban n con d de enued nuedo o la palab palabrr a de de D i os. (Hechos 4.31)

La voluntad de Dios es que estemos en una continua comunión con Dios, de tal manera que los ríos de agua viva corran diariamente por nosotros y tengamos, de esta manera, encendido el fuego del Espíritu. Cuando estamos orando, entramos en un momento de intimidad con Dios, al que la Escritura llama estar en el Espíritu. 10

Yo e esta stab ba en en el E sp spíí r i tu e en n el dí dí a d de el S Se eñor. (Apocalipsis 1.10)

Permaneceremos por tanto con un espíritu vivo, si no, apagamos el fuego que el Señor encendió en nuestro bautismo del Espíritu Santo. 19

N o apag ué uéii s a all E sp spíí r i tu. (1ª Tesalonicenses 5.19)

Entristecemos al Espíritu cuando el pecado ensucia el lugar donde Dios ha venido a habitar, y falta en nosotros la santidad.  30

Y no cont contrr i sté stéii s al E sp spíí r i tu Santo de D i os, con e ell cual fu fuii ste steii s se sellad llados os p pa ar a el dí día a de la redención. (Efesios 4.30)

El Espíritu Santo nos llenará de una manera especial frecuentemente para que podamos hacer la obra de Dios de una una manera muy especial. Aquí algunos algunos ejemplos (Hechos 4.1, 8, 14; 31; 31; 7.55; 13.9; 9.17; 22.12.15y 26; 16.33)

ANDANDO EN EL ESPÍRITU Y ANDANDO EN LA CARNE Habiendo recibido un regalo tan grande, como es el Espíritu Santo morando en nosotros y  proporcionándonos poder para hacer la obra de Dios, lo menos que se nos puede pedir, es que vivamos consagrados a Dios. Limpiemos nuestras casas (nuestra vida) para que el Espíritu pueda vivir dentro de nosotros, como si de un templo se tratara, y no se apague o entristezca por la suciedad del pecado. Para hacer esto, la Escritura nos enseña que tenemos que “and nda ar en e ell E spí spí r i tu . El texto por excelencia para hablar de andar en el Espíritu es Romanos 8. Veámoslo: ”

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 A  Aho horr a, p pue ues, s, ningun ninguna a cond nde ena nacci ón ha hayy para lo loss que está stán en Cr Crii sto sto J esús, sús, lo loss que no and nda an  2 co conf nfo or me a la ccarne, arne, si sino no cco onf nforme orme al E spír spírii tu. P or que la le leyy d de el E spír spírii tu d de e vid vida en C Crr i sto  3  J esús sús me ha lib librr ado de la le leyy del p pe ecado y de la mue uerte rte.. Porque lo que era imposible para la ley, por por cuanto er a d dé ébi l por la ca carr ne, D Dii os, enviand enviando o a su H i j o e en n sem seme ej anz anza ad de e ccarn arne ed de e  4  p  pe ecado y a caus usa a del p pe ecado, cco onde ndenó al p pe ecado en la car ne ne;;  p  pa ara que la just justicia icia de la le leyy se cumplilie cump ese e en n nosot nosotrr os, que no a anda ndam mos co conf nfor orm me a la carn carne e, ssii no co conf nfor orm me al E spí spírr i tu.   5 P orque orque los que so son n de la carne carne p pii ensan e en n llas as cosas cosas de la car carne; ne; pe perr o los q que ue son d del el  6 orque que el ocupar ocuparse se d de e la car carne ne e ess mue muerr te te,, per pero oe ell ocupar ocuparse se E spí spí r i tu tu,, en la lass co cosa sass d de el E spí spí r i tu. P or  7  dell E sp de spíí r i tu e ess vi vida da y p pa az. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; 8

 

 p  po orqu rque e no se su suje jettan a la le leyy de D ios ios,, ni ta tampoco pue ued den; 8 y los los q que ue vive iven n sse egún la car ne no  p  pue ued den agr gra adar a D ios ios.. 9  Mas vo voso sottr os no vivís se según gún la carne rne,, si sino no se según gún el el E spír spír i tu, si es q que ue el E spír spír itu d de e D ios  10 mor a e en n vo vosot sotrr os. Y si alg lguno uno no tiene el E sp spíí r i tu d de e C r i sto sto,, no es es de él. Pero si Cristo está en vosotr voso tros, os, el cuer cuerpo po en ve verr da dad de está stá muer muerto to a causa del del peca pecado do,, ma mass el espí espírr i tu vi vive ve a causa de  11 la justicia. Y si el E spí spírr i tu de aq aquel uel q que ue le leva vantó ntó de los m muer uerto toss a JJe esús mo morr a e en n voso vosotr tros, os, el que leva levantó ntó de de los m muer uerto toss a Cr Cr i sto JJe esús vi vivi viffi ca carr á tta ambi bié én vuestros cuer cuerpo poss mo morr ta tales les p por or su E spír i tu q que ue mor a en vo vosot sotrr os. 12  A  Así sí q que ue,, he herm rma ano nos, s, d de eud udo or es sso omos, n no o a la carne, rne, p pa ara que viva ivam mos cco onfo nforr me a la carne rne;;  13  p  po orqu rque e si vvivís ivís co confo nforr me a la carne, rne, mo mori ré réis; is; mas ssii po porr e ell E spír spír itu ha haccéis m mo ori r la lass o ob bras  14 odos dos los que son gui guia ado doss po porr el E spír i tu d de e D i os, é ésto stoss son hi hijj os de la ca carr ne ne,, vivi vivirr éi s. P or que tto  15 de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que hab habé éi s re r ecibi ci bido do el espír i tu d de e ad adop opci ción, ón, po porr el cual clam clama amos: ¡ A bb bba, a, Pad P adrr e!  16E l E Esp spír ír itu itu   17  mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también here her ede derr os; her here ede derr os de D i os y coher coher ede derr os co con n Cr C r i sto sto,, si es que p pad ade ecem cemos jjuntam untame ente co con n él, pa parr a q que ue jjuntam untame ente con él él sse eam amos os glor glorii fi cad cados. os. (Romanos 8.1-27)

 

Veamos algunas ideas en este texto: -  Los carnales siempre tienen en la mente las cosas de esta vida , los espirituales piensan y tienen como más importante las cosas de Dios. Jesús hablando de esto dijo que de la abundancia del corazón habla la boca (Lc.6.45).

L os q que ue so son n de la ca carr ne p pii ensan en las co cosas sas d de e la car car ne; pe perr o los q que ue so son n de dell E spí spírr i tu, en las cosa cosass d de el E sp spíí r i tu. V.5 -  Los que se ocupan en las cosas de este mundo tienen como fruto la muerte espiritual aquí en la tierra y la muerte eterna allá en la otra vida; el ocuparse del Espíritu, por el contrario, nos proporciona vida abundante aquí en la tierra, y vida eterna en los cielos.

E l ocupar ocupar se d de e la ca carr ne e ess mue muerr te te,, pero el o ocupa cuparr se d de el E spí spírr i tu e ess vi vida da y p paz az.. V.6 13

P or que si viví vivíss co conforme nforme a la car car ne ne,, mo morr i r éi s; mas si por el E spí spí r i tu ha hacé céii s m mo or i r las o ob br as de la cca ar ne ne,, vi vivir vir éi s. V.13 

-  La carne compite en nosotros para que no sirvamos a Dios. L os d de esig si gnios ni os d de e la ca carr ne so son n ene enem mi sta stad d cont contrr a D i os; po porr que no se suj sujet etan an a la ley de D i os, ni  8 tampoco tampo co pueden;  y lo loss que vive iven n se según gún la carne no pue ued den agra gr adar a D i os. V.7-8 16

 17  7  D i g o, pue pues: s: A nda ndad de en ne ell E spír i tu, y no sa satis tisffag ái s los d de eseo seos de la ca carr ne. 1 P orque or que e ell deseo de la car car ne e ess co contr ntra ae ell E sp spíí r i tu, y el de dell E sp spíí r i tu e ess co contr ntra a la ca carr ne; y é ésto stoss se o op pone onen n ent entrr e sí, sí ,  p  pa ara que no ha hagá gáis is lo que quisie uisiere reis. is. (Gálatas 5.16-17)

Cuando Pablo habla de la carne se está refiriendo a nosotros mismos, a nuestr nuestraa naturaleza caída y  pecaminosa; y cuando se está refiriendo a andar en el Espíritu, habla de andar ocupándose en las cosas de Dios.

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Un ejemplo nos ayudará a entender mejor este concepto:  Imagínate que tu espíritu es un perro blanco y tu carne es un perro negro, los dos forman parte de ti, y los dos se oponen entre sí. Si alimentamos a uno de los dos y al otro lo dejamos sin alimento, el alimentado prevalecerá. Así, si quieres estar fortalecido en el espíritu y vivir una vida de victoria, debe de alimentar tu espíritu, para que los deseos pecaminosos de la carne no dominen tu vida y te lleven a la muerte y sequedad espiritual. Si por el contrario, nuestra  preocupación en la vida son los caprichos mundanos, y damos rienda suelta a nuestras bajas  pasiones, viviremos una vida derrotada y empobrecida espiritualmente. El espíritu debe de buscar cada día al Señor y la carne debemos tenerla dominada. -  Las obras de la carne están enumeradas por Pablo en la epístola a los Gálatas , estas son:

Y manif manifii esta stass son las obras de la ca carr ne ne,, que son: adulte ulterr i o, for nica ni caci ció ón, i nm nmundici undicia a, lascivia, lascivi a, i dola olatrí trí a, he hechi chice cerr í as, ene nem mi sta stad des, plei plei tos, tos, celos, celos, i r as, cont contii enda ndas, s, di sensi sensione ones, s, herr ej í as, envi he nvid di as, hom homii ci cidios, dios, bor r ac ache herr as, org orgíí as, y co cosas sas sem semej ante ntess a esta stas; s; ace acer ca de las cuales cuales o oss am amonesto onesto,, com como o ya o oss lo he di di cho a antes, ntes, que los que p prr act actii can ta tales les cosas no herr eda he darr án el rre ei no d de e D i os. (Gal 5:19-21) -  Las obras de la carne son las que hacemos bajo nuestros propios recursos , de una forma natural, en cambio el fruto del Espíritu son cualidades que el Espíritu produce en una forma sobrenatural. Estas obras de la carne nos alejan de Dios y nos llevan a la idolatría y nos hacen tener malas actitudes hacia los demás y nos llevan al desenfreno de nuestras nuestras pasiones. En una palabra, lo que sembremos en nuestra vida eso recogeremos.

N o os engañé ng añéii s; D i os no pue puede de ser burlad bur lado: o: pues ttod odo o lo q que ue el hom hombr bre e sem sembr brar are e, eso tam tambi én se seggar ará. á. P Por orque que el que si sie embr a pa parr a su ca carr ne, de la ca carr ne segar segará á corr upci upción; ón; mas el que si sie embr a para el E sp spíí r i tu, de dell E spír spírii tu se seggar á vida vida ete terr na. (Gal 6:7-8) -  La solución para vencer a nuestra propia carne es tenerla sujeta a través del Espíritu; Pablo nos dice que debemos de tener a la carne crucificada, sujeta a la cruz para que no nos estorbe.  estorbe.   24

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivim ivimo os    26  p  po or el E sp spír ír itu, and nde emos tambi én por el E sp spír ír itu. No nos hagamos vanagloriosos, i r r i tá tándo ndonos nos unos a o otr tro os, envi nvid di ándo ndonos nos uno unoss a ot otrr os. (Gal.5.24-26)  Recuerda el ejemplo que hemos mencionado anteriormente sobre el perro blanco y el perro negro. Fortalece al hombre interior (el perro blanco), para que el hombre exterior (la carne) no nos conduzca guiada por sus instintos a la destrucción espiritual. La fortaleza espiritual la 10

 

adquirimos al recibir en nuestras vidas al Espíritu Santo, y este comienza a producir en nosotros los dones y frutos que consiguen mantener a la carne en su debido lugar, hasta que esta también sea restaurada en la resurrección de los cuerpos. Busca el Bautismo en el Espíritu Santo, si no lo tienes, y si ya lo recibiste busca cada día ser lleno del espíritu para vivir en el Espíritu.

R ecibir ci bir éi s po pod der , cua cuand ndo o haya haya vve eni nid do so sob br e vvoso osotr tros os e ell E spír spírii tu S Sa anto nto,, y m me e se serr éi s te testi stiggos e en n  J erusalé rusalén, n, en toda J ud ude ea, en Sa Sam mar ia, y ha hast sta a lo últim último o de la tierr ierra a. (1ªCor. 1:8)

LOS DONES NO MUESTRAN NUESTRA SANTIDAD Y CERCANIA CON EL SEÑOR, SINO LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU - 

Los dones no muestran nuestra santidad.

Los dones como ya hemos comentado anteriormente son capacidades espirituales con las que Dios dota a su iglesia para edificarla, de una manera sobrenatural. La mayoría de los creyentes anhelan los dones espirituales pensando que estos muestran la santidad y cercanía que tienen con el Señor; pero esto, no es así. El ejemplo de Corinto nos ayuda a entender que no son los dones los que muestran la vida sana y la madurez de una iglesia; ya que a los corintios no les faltaba ningún don, pero eran carnales, niños en Cristo.

D e tal m mane anerr a que nada os falta en ni ning ngún ún do don, n, esp esper erando ando la m mani aniffesta estaci ción ón de nu nuestr estro o  Seño  Se ñorr JJe esu succr ist isto o. 1ª Corintios 1.7) 1

De m mane anerr a que yo, her herm manos, no pud pude e ha hablaros blaros como como a e espi spirr i tuale tuales, s, sino si no com como o a ca carr nales,  2 como a niños en Cristo. Os di a b be ebe berr leche leche,, y no viand vianda; a; po porr que aún no e err ais ais cap capace aces, s, ni   3  sois  so is capaces todaví a,  p  po or que aún so sois is carna rnale les; s; pues ues ha hab biend iendo o ent ntrr e vosot sotros celos, los,  4 contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?  Porque diciendo el uno: Y o cie ci er ta tam mente soy de P ablo; ablo; y e ell otr otro: o: Y o soy d de e A po polos, los, ¿ no so soii s ca carr nales?   (1ª Corintios 3.1-4) En 1ª Corintios 13.1-3, también se habla de que tener los dones no es lo importante; es más el mismo Cristo habló que en el día del juicio algunos le dirían que habían sanado y echado demonios en su nombre (como hizo Judas Iscariote), e incluso habían echado sus cuerpos al fuego, y en el juicio se les dijo apartaos de mi hacedores de maldad, por que no habían mostrado amor.  21

N o ttod odo oe ell que m me ed dii ce ce:: Señor ñor,, Señor ñor,, entr ntrar ará áe en n el re r ei no d de e los ci cie elos, sino si no e ell que ha hace ce la  22 voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Much  Mucho os me dir án en aque uell d día: ía: Se Seño ñorr , Se Seño ñor, r,  ¿  ¿no no pr ofet feti zamos e en n ttu u no nom mbre re,, y e en n ttu u no nom mbre e eccha ham mos fue fuera ra d de emonio nios, s, y e en n ttu u no nom mbre   23 hicimos muchos milagros?  Y entonces ntonces le less de declar clarar aré é: N unca o oss cono conocí cí;; ap apar arta taos os d de e mí , hacedores hacedor es de maldad. (Mateo 7.21-23) Pastor: Juan Carlos Soto

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