El esplendor de Sefarad (Historia•National Geographic 74)
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Descripción: Mirada basica a Sefarad....
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n el siglo XV, algunos autores judíos señalaron que la presen-
cia hebrea en España era muy
antigua, anterior incluso a la llegada del cristianismo. Concretamente, sostenían que los primeros judíos
llegaron
a la
península Ibérica tras la destrucción
del Primer Templo deJerusalén por el rey babi-
lonio Nabucodonosor II (587 a.C.) y la consiguiente diáspora judía. Así se interpretabatambién un versículo bíblico, del libro del profeta Abdías, en eI que se hablaba de ; la Península habría sido ese lugar de refugio que, a Io largo de los siglos, se convirtió en una verdadera patria para generaciones de judíos, hasta la dramática expulsión de su antiguo hogar por los Reyes Católicos en r492. En realidad, la arqueologíayla epigrafía nos dicen que la presencia judía en la PenÍnsula no fue
anterior
a la destrucción del Segundo Templo deJerusalénpor los romanos (zo d.C.). Apartir de entonces, las comunidades judías se desarrollaron en la costa levantina y en el sur peninsula¡. En el siglo WI sufrieron una creciente persecución por parte de las autoridades visigodas, que alcanzó su momento culminante con Egica (ó87-7oz), quien ordenó la confiscación de todas las propiedades de los judíos y la retirada a los padres de la custodia de sus hijos para educarlos en el cristianismo.
El auge judío en al-Andalus Esta situación explica que, en el año 7rr, los judíos
recibieran a los musulmanes como a auténticos liberadores. Beneficiándose de una política tolerante en su condición de dhimíes (practicantes deuna religiónconun ), las comunidades judías conocieron un considerable desarrollo en al-Andalus, donde también se establecieron algunos grupos de judíos norteafricanos; en el siglo X, las principales comunidades hebreas andalusíes eran las de Córdoba, Toledo, Lucena y Granada. La mayoría de los judíos andalusíes se dedicaban
a
la
agricultura, la artesanía
y el pequeño comercio, en tanto que los más destacados representantes de las aljamas se ocupa-
ban del comercio internacional, la medicina y el desempeño de oficios de corte. Merece unamención especial la figura de Hasday ibn Shaprut (hacia 9 ro - 9 zo), nasí o de las comunidades judías de al-Andalus y uno de los principales
Una minoría privilegia4q y persegulda s{'¿ ti.s¡ st' ''¿ -.tr
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EI concilio de , celebrado cerca de Granada, ofrece la primera reguiación en
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entre cristianos
y judíos.
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Numerosos judíos de al-Andalus
emigran al norte peninsular, huyendo de 1a
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la mayoría se 'rs,'s' instala en Castilla -.{'¿ '.fr-' y en Cataluña. 14 .rt rr- :i¡
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o almojarife del rey de Castilla. EI monarca impone un fuerte tributo a las aljamas de
Castilla y de León. Moshé ben Shem Tob, rabino nacido en Guadalajara, redacta eI Zohar, obra emblemática de la
que ejerció
una profunda
influencia en el
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judaísmo.
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Una oleada de contra los judíos en rtl,, Castilla y Aragón '¿rs ,¿'.!¡, provoca Ia t¡t
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destrucción de las juderías de ciudades como Sevilla, Valencia
y Barcelona. Los Reyes
Católicos deciden a
los judíos de Castilla y Aragón, apenas 50.ooo,
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de declive y de conversiones al
cristianismo.
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Zamora
consejeros del califa Abderrahmán III; su excelente preparación como médico y diplomático, y sus dotes intelectuales le permitieron escalar posiciones en la corte, desde donde se preocupó por mejorar las condiciones de vida de sus correligionarios y hacer de Córdoba un gran centro de cultura. Tras la crisis del califato de Córdoba, a principios del siglo XI, las comunidades hebreas resurgieron con los reinos de taifas, en buena medida gracias a Ia labor desarrollada en las cortes de algunos de estos reinos por destacados personajesjudíos. Es enesta época cuando laproducción intelectual hispano-hebraica alcarzó sus más altas cotas, con figuras tan sobresalientes como los glandes poetas y filósofos zaragozanos Ibn Gabirol e Ibn Paquda.
Los judíos enlos reinos
cristianos
Entretanto, en los reinos cristianos, la actitud hacia los judíos era también favorable como ponen de manifiesto los primitivos fueros y cartas de población, sin dudapor el convencimiento de las autoridades del importante papel que los judíos podían desempeñar en las tareas de repoblación y organización del territorio. Desde eI siglo X hay noticias sobre lapresencia judíaen Galicia, León, Burgos, La Rioja y Cataluña, pese a que su número debía ser aún muy reducido. Diversos fueros de los siglos XI y XII garantizan la autonomía administrativa y judicial de los judíos, organizados en corporaciones denominadas aljamas. En los fueros se especificanlos privilegios de los judíos: el derecho a profesar libremente su religión, el reconocimiento de la plena propiedad de todos sus bienes muebles y raíces, la confirmación legal de los contratos de préstamo, y la autonomía judicial en causas civiles y criminales. Es también
significativo que el rey AJfonso W de Castilla y León (ro65-r1o9) contara ya en su corte con algunos destacados colaboradores judíos, como Yishaq
ibn Salib o RabíYoseh ha-Nasí Ferruziel, apodado Cidiello, médico del rey que gozó de gran influencia política. Un autor judío escribió sobre él: , y lo alababa por la protección que ofreció a los judíos que emigraban de tierras musulmanas. Sin embargo, y aligual que sucedía en al-Andalus, las favorables condicione s jurídicas, sociales y económicas de que disfrutaban los judíos no
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Valladolid Buitrago
Alcalá de Henares
Arévalo 5"non¡ Guarda
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REINO DE PORTUGAL
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DEL ESPLENDOR
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. Así resumía un rabino el asalto a la judería de Sevilla en 1391, el primero de una oleada de ataques que alteraron radicalmente la vida de los judíos españoles. En efecto, las conversiones al cristianismo fueron muy numerosas y las grandes aljamas de la edad de oro deljudaísmo quedaron prácticamente destruidas, aunque subsistieron las de regio-
nes rurales, en las cuencas del Tajo, el Duero y el Ebro.
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lación municipal las reglamentaciones relativas al préstamo con interés, practicado por los judíos. En la segunda mitad del siglo )fl llegaron a los reinos hispano-cristianos grupos numerosos de judíos andalusíes que huían de la intolerancia religiosa de los almohades, nuevos dueños de alAndalus tras suinvasiónde rr47. Estainmigración
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Actos aislados de violencia y pillaje
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suponíanlaigualdad respecto alapoblación cristiana. Así, la legislación eclesiástica prohibía a los judíos hacer proselitismo, establecía estrictas limitaciones en sus relaciones de convivencia con los cristianos, y les prohibía ejercer oficios y cargos públicos que llevaran aparejada jurisdicción sobre éstos. Lareticenciapopular hacialos judíos se incrementó desde el siglo XII, lo que tiene mucho que ver con el crecimiento demográfico de las comunidades hebreas, y, principalmente, con el peso cada vez mayor que fueron adquiriendo los judíos mercaderes y financieros en relación con los judíos agricultores. Las mayores comurridades judías se localizaban ya entonces en las principales rutas mercantiles de la Península, y desde finales del siglo XJI se hicieron también más frecuentes en los cuadernos de Cortes y en la legis-
Principales direcciones de
movimiento antijudío
l
hebrea andalusí tuvo una gra¡r trascendencia para el judaísmo en Castilla y la Corona de Aragón. Las juderías de ciudades como Toledo y Gerona experimentaron un gran crecimiento. Muchos de los recién llegados pertenecían a la élite económica e intelectual, lo que hizo que en la España cristiana se desarrollara una ciencia propiamente sefardí, y que creciera de forma considerable el número de
judíos en puestos de relieve en las cortes reales y el de los que ejercíandiversos oficiospúblicos, con frecuencia relacionados con la fiscalidad.
Judíos ricos yjudíos pobres Burgos
Bo.rcelona
Era la mayor comunidad judía de Castilla la Vieja, con unas 150 familias, algunas muy prestigiosas, como los ha-Leví.
El coL situado en el núcleo de la ciudad vieja, fue
ToIedo
Valencia
La espaciosa judería de Toledo era la más grande y próspera de España. En el siglo Xlll vivían en ella unas 350 familias.
Tras la reconquista de la ciudad en 1238, Jaime I concedió a los judíos un barrio especial en el que vivían unas 250 familias.
destruido en 1391. Se calcula que su población era de unas 200 familias.
Zaragoza
Mallorca
judería zaragozana acogía en el siglo Xlll unas 200 familias, entre ellas los Caballeria, largo tiempo alservicio de los reyes.
vivió su auge en el siglo XlV. Tras la
La
La aljama
conversión masiva de'1435. permanecieron los chuetas, judíos conversos.
Comenzó así una fase de esplendor en la historia de los judíos hispanos que, sin embargo, no estuvo exenta de tensiones y traumas. Pese a Ia unidad que la fe religiosa confería a los judíos, en el seno de las comunidades hebreas surgió una progresivadiferenciación entre un sector aristocrático,
formado por los grandes comerciantes y financieros al servicio de la monarquía, y un sector popular, en buena medida compuesto por agricultores, artesanos y pequeños mercaderes, más apegado a las tradiciones culturales y religiosas judías, que acusaba a los poderosos de descreimiento. El enfrentamiento interno por el control de las aljamas se generalizó desde finales del siglo XII. Las familias judías más ricas se asimilaban en su forma de vida a la nobleza cristiana; además, obtuvieron de los reyes privilegios especiales como no pagar los impuestos que correspondían H
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A mediados del siglo XIII , que 1os judíos vivieran en barrios aislados y llevaran en 1a ropa ciertas
a los demás judíos. El resentimiento del resto de la comr.rnidad queda expresado en ln libro anónimo de finales del siglo XIII, El pastor fiel, enel
que se decía que los judíos ricos robaban a los
pobres, no pagabanlos impuestos de la comr.rnidad, atesoraban monedas... ; son una , . En cualquier caso, a lo largo del siglo XIII, el número de funcionarios y cortesanos judíos creció de forma considerable tanto enla corte castellana como enla aragonesa. Enla CoronadeAragon
destacaron las familias judías Abenmenassé, Ravaya, Portell4 Abinafia Alconstatini o Caballería, entanto que enCastilla sobresalieroncomotesoreros o almojarifes reales donYishaqde laMaleha y don Abraham el Barchilón, en el siglo XIII, o Semuel ha-Leví, Mayr Abenamias y Abraham ibn Qarga, en la segunda mitad del siglo XIV.
Crece el antijudaísmo Pese a que estos judíos cortesanos podían acu-
mular enormes riquezas, estaban expuestos al cambio de humor de los soberanos y de la aristocracia cristiana. Por ejemplo, el almojarife de Alfonso X el Sabio, don Qulema, al morir, en
n73, dejó:una rica herencia
de casas, almacenes
llenos de mercancías, viñas, olivares... Su hijo, don Yishaq de la Maleha, se enriqueció asimismo conelarriendo de impuestos y salinas reales. Un poeta judío, Todros elJoven, relataba un viaje que hizo con don Yishaq por sus tierras: . Sin embargo, entz78, donYishaqfue condenado ala horcapor un supuesto desvío de fondos. Además, el rey ordenó encarcelar a todos los judíos que se encontraran en las sinagogas eI primer sábado de enero del año rzSr y no liberarlos hasta que le hubieran pagado una indemnízación de más de cuatro millones de maravedíes. Desde mediados del sigloKII, elantijudaísmo avanzó en los reinos hispanos no sólo en el terreno doctrinal, sino también en el legislativo.
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ENTRE EL ISLAM Y
LA CRISTIANDAD rigorismo religioso de almorávides y almohades, tribus de guerreros bereberes que invadieron al-Andalus en 1086y1147, provocó la huida de grupos de judíos a los reinos cristianos y al norte de África. El
rr L iJ tu.,, ; I'i'i', i ¡r'" F.t i] i{ A V i ij r, d e G ra n a d a (1 0 9 0 ) arruinó a la comunidad judía y Íorzó a huir a algunos de sus miembros, como los lbn Ezra, que se establecieron en Toledo. Más tarde, los almohades obligaron a mozárabes y judíos a optar entre la conversión al lslam o la muerte. Se afirma que la llegada de los almohades a Córdoba (1148) forzó la conversión al lslam del médico, talmudista y pensador Maimónides; lo cierto es que su familia emigróaFez en 11591160. Algunosde los judíos de al-Andalus ¡.
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se establecieron en Cataluña y Provenza, como los
Qimhi y los Tibbon, que destacaron en el terreno intelectual. Pero la mayor parte llegó a Castilla, donde f ueron bien acogidos por el rey Alfonso Vll, influido por su almojarife Yehuda ibnEzra.
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Fue erigida en Toledo, I
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Auque tuvo que huir de
en 1352 por impulso de
la intolerancia almohade,
Samuel ha-Levíy gracias al
sus obras tuvieron gran
permiso del rey Pedro I de Castilla. Hoy es el Museo
repercusión entre los judíos españoles. Abajo,
Sefardí (izquierda).
su estatua en Córdoba.
El terror producido por los rr.srrllo.s a las juderías en r39r provocó que muchos judíos se convirtieran al r'¡"istiill l i.s¡ lrtr
En r3r2, un concilio eclesiástico reunido enZamora instaba a los regentes de Alfonso )O a poner
práctica las disposiciones relativas a los judíos acordadas en eI [V concilio de Letrán (rzr5), en las que se establecíaquelos judíos fueranreclui-
LAVI DA DIARIAEI\ L-AALJAMA
en
dos enbarrios aislados yllevaran sobre sus vestimentas ciertas señales identificativas. Las Cortes castellanas, por suparte, se ocuparon menudo de asuntos relacionados con los judíos. Hubo propuestas para prohibir los contratos de préstamo, y para excluir a los judíos de oficios y cargos púbiicos. También se reclamó que fueran recluidos enbarrios aislados y queportaran señales identificativas. En cuestiones de justicia se puso en cuestión el derecho de los judíos a disponer de alcaldes propios y el valor de su testimonio en los pleitos con los cristianos. Este clima antijudío estalló de formaviolentaenvarias ocasiones a Io largo del siglo XIV, lo que tuvo su expresión más evidente en el asalto de las juderías. En r3og a
fue atacada la judería de Palma de Mallorca; en r3z8 les tocó el turno a diversas juderías navarras; y en
r349,y con el telón de fondo de la epidemia de peste negr4 fueron asaltadas varias juderías catalanas y aragonesas, y también alguna andaluza.
Pedro I,
sentimiento antijudío se extendía de forma imparable por el reino de Castilla, la primera mitad del siglo XIV fue uno de los pePese a que el
La vida de los judíos españoles estaba orientada por la religión, que determinaba el ciclo festivo y marcaba el discurrir de la existencia cotidiana con preceptos de las Escrituras (misvot) y normas (h010lbt) que procedían de la interpretación de éstas,
LA MUERTE, EL TAMENTC DE LAS PLANIDERAS ¡ os judios disponían de sus propios cementerios, separados de y L
un cadr3 o lamento. Con
frecuencia,
.;
los lloros y lamentos de plañideras
profesionales acompañaban estos rituales.Tras el entierro comenzaba elduelo (abel), que comprendía siete dias de duelo mayor (lasibó) y otros dos períodos de medio luto, durante el primero de los cuales, de treinta días, los varones no se cortaban el cabello nise afeitaban. ArmcuA IAHDA coN cARAcItRES C0NSERVADA
HEBREoS
EN Et MUsEo SEFARDIDEToLEDo.
ríodos más esplendorosos parael judaísmocas-
tellano gracias
a Ia
política abiertamente proju-
día de Alfonso XI (r3rz-r35o) y, muy en particular, de Pedro I (r¡5o-r¡ó9), bajo cuyo reinado algunos judíos alcanzaron puestos de responsabilidad en la corte, velando desde ellos por el
bienestar de sus correligionarios. Uno de los más destacados cortesanos judíos de Pedro I el Cruel fue Semuel ha-Leví, tesorero mayor. Una inscripción en la sinagoga mayor de Toledo, que él hizo construir, dice que desde la salida de los judíos de Tierra Santa, . Su figura, sin embargo, fue
muy
los
cristianos. El difunto era objeto de un lavado ritual era envuelto en una mortaja blanca, tras lo cual era conducido a la tumba y sepultado; el primogénito recitaba entonces
LA VESTIMENTA: AUSTERA PCR NECFSIDAD concilio de Letrán (1215-1216) impuso a ¡ V judíos L los el humillante empleo de una induI
mentaria distintiva, que varió en función de los países. En España, a veces tuvieron que vestir una túnica de color negro, y una capa de capucha puntiaguda. También se les obligó a llevar la rodela, una insignia redonda (roja en Castilla, roja y amarilla en la Corona de Aragón) cosida a la ropa, que delataba su
condición, Por su parte,
los rabinos proscribían el uso de prendas sun-
tuarias, con el fin de no despertar la envidia de los cristianos, como hicieron los rabinos castellanos en las Tacanot (ordenanzas) dadas en Valladolid en1432. JUDfo
coil RoDEra
PTNTURA
I.A CATEDRAI. DE TARRAGONA.
MUMI Dt SIGTO XIV.
CENA DE PASCUA, IN MEMORIA DFL EXODO LA
a fiesta de Pésah (Pascua) conmemoraba la partida de los judios de LEgipto, donde estaban esclavizados, según refiere el libro del Éxodo. Empezaba con una cena ritual, el séder (), que incluía panes r ácimos (rnosiot), en recuerdo de Ia masa de los panes que no llegó a fermentar en Egipto por la orden de marcha del faraón; hierbas amargas (maror),
I
hebreos; un hueso con
a
pueblo judio con Dios, según Éste ordeñó a Abraham: (Génesis, 17,11);con ella, el recién nacido entraba en el pacto establecido Se realizaba el octavo día des-
carne /
pués del nacimiento del varón,
asado (zeroa), en recuerdo del ,l cordero que se sacrificaba en el templo;y una pasta dulce (haro, set), que evoca la argamasa con I que los judíos hacían los ladrillos para las construcciones del faraón.
habitualmente en la sinagoga, y corriaacargo de un especlalisla,elmohel. Durante Ia ceremonia se imponía al pequeño un nombre hebreo.
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MAYOR DE PATIARUETO DE MONEGROS (HUESCA).
PARA MARCAR pANEs ÁcrMo$ pRocEDtNTE tRANcoú OARM@NA). srGro xrv
DE
ALIMENTOS PUROS Y COMIDA IMPIJRA consumir t!!i I os judíos sólo podían permitidos por ':
Lalimentoskasher,
religión. Se pod ían consumir mamífu ros rumiantes de pezuña hendida (no eran kasla
her,
por tanto, el conejo ni el cerdo) y animales
acuáticos con aletas y escamas (la anguila,
por
tampo co era kasher); en cuanto a las aves, casi todas eran comestibles. Los animales debian ser sacrificados cumpliendo un estricto ritual, y se les degollaba para que perdieran toda la sangre, un alimento prohibido, La carne no se podía 'i mezclar con la leche y sus derivados, para cocinar ni para consumirlos. ejemplo,
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OAnno)
PROCEDENTE DE I.A PI.AZA DT TA JUDERÍA DE
IIRUEI.,Y FTCHADO EN I.A PRIMERA MITAD DEL SIGLOXIV.
S|NAGOGA, EL CCRAZON DE LA CCMI.JNIDAD JUDIA I
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por Dios con el pueblo de lsrael.
querememorabanlaesclavitudde ¿ . los
CIRCUNCISION, EL RECUERDO DEL PACTO CON DIOS I circuncisi ón (berit miló) constituía el signo de la alianza (berit) del
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EN Er RFTABLo
ORACIONES: A LA SCMBRA DE LA TORÁ I a Torá (, ) es el L nombre hebreo del Pentateuco, aunque designa por extensión las Escrituras, su tradición oral y la interpretación de las mismas. El rabino, experto en el conocimiento de estos textos, se dedicaba a su estudio, enseñanzae interpretación, y podia ser el director espiritual de una sinagoga o de una co-
munidad. El rollo de la ley, o séfer Torá, se guardaba en la sinagoga, donde se
celebraban los rezos comunitarios al anochecer, al amanecer y al mediodía en presencia d e un minión, esto es, de cuanto menos una decena devarones mayores de trece años.
LA
HANUKA, LA FIESTA DE
fl
LAS LUMINARIAS I a fiesta de Hanuká (de las L ), celebrada en
D
et hakenéset es el
nom-
hebreode la sinagopalabra griega que sigbre
;8a, t nifica
noviembre-diciembre, conme-
. La
moraba la purificación delTemplo
lsinagoga era el centro de la
de Jerusalén tras la victoria de los
i
comunidad judía.
Además
ser el lugar principal de culto,
en ella se realizaban
encendía en
la
casa una lámpa-
como la lectura
ra con ocho luces, en recuer-
decretos oficiales, y en anejos o próximos
do del milagro que se produjo
actividades de
macabeos sobre los seléucidas, en 165 a.C. Durante ocho dÍas se
ritual), el
entonces, cuando una exigua cantidad de aceite sin profanar ardió durante ocho días en el
cuela
sancta sanctorum del Templo.
locales
estaban
el micvé (baño
hospital y la espara niños (havró).
llAGocA"
MTNTATURA
RIAUZADA EN ESPAñA.
Dr.v me¡oA
stcto xtv.
-Y HAilutffA
([AMPAnn o¡ HnNuxl)
CON5TRVADA EN EL MUSEO SEIARDI DE TOLEDO
impopular entre Ia aristocracia en-frentada con el monarc4 pues él era el encargado de confiscar las propiedades de los nobles rebeldes, tarea que llevaban a cabo sus asistentes judíos. En r3óo perdió de repente el favor del soberano; encarcelado, murió después de ser torturado. El rey Pedro, no obstante, siguió contando con otrosjudíos. Esta colaboración con Pedro I iba a volverse
muy pronto en contra de los judíos, por cuanto los partidarios de Enrique de Trastámar4 hermanastro del rey y aspirante a la corona castellan4 utilizaron muy hábilmente como elemento de propaganda la simpatía por los judíos que mostraba el soberano, al que llegaron a presentar como . Enestemomento confluyeron el antijudaísmo popular y las proclamas antihebraicas lanzadas por el sector nobiliario encabezado por Enrique de Trast¡ímara. En la con-
tienda por el trono de Castill4 las tropas de mercenarios franceses e ingleses, que apoyaban res-
pectivamente a Enrique de Trastámara y al rey Pedro I, cometierontodo tipo de tropelías contra las juderías de las localidades que atravesaron, principalmente en Tierra de Campos y La Rioja. Sin embargo, una vez entronizado, Enrique hubo de buscar la colaboración de los financieros judíos para la administración del reino. En
definitiva
en la segunda
el antijudaísmo era
mitad del siglo
)(IV
yaun fenómeno irreversible
en los reinos hispánicos. Alcanzó sus más altas cotas en 1391, conlas persecuciones que, iniciadas en el valle del Guadalquivir, se extendieron
rápi-
damente por mnnerosas comarcas hispanas, provocando la ruina de algunas de las aljamas más importantes. Pese a los esfuerzos posteriores para restaurar las juderías, la comunidad judía
nunelterrorproducidopor los asaltos a las juderías en r3gr hizo que milnerosos judíos se convirtieran al cristianismo; preca se recuperó. Además,
cisamente los recelos de la mayoríacristiana res-
pecto a estos (conversos) (algunos de los cuales eran tan ricos e influyentes como lo habían sido los cortesanos hebreos de los siglos )ilII y )OV) dieron lugar a un problema que perduró incluso más allá de la expulsión de los judíos en 1492.
Para saber mds
EI{SAYO
Historia de los judíos en la España cristiana
Yitzhak Baer. Riopiedras, Barcelona, 1998.
Los judíos en España Joseph Pérez. Marcial Pons, Madrid,2005. Los judíos de Europa
Elena Romero, Uriel Macías. Alianza, Madrid,2005.
xovEla
Orovida
Yael Guiladi. Edhasa, Barcelona, 2007
62
HISTORIA NATIONAL GEOGRAPHIC
EL ROSTRO
DE LOS DEICIDAS A lo largo de la Edad Media se desarrolló una imagen peyorativa de los judíos, basada en los argumentos contra ellos de juristas y eclesiásticos y que encontró reflejo en el arte figurativo cristiano. Los ARTtsrAs MED¡EVAtEs insisten en presentar a los judíos como deicidas, es decir, culpables de la muerte de Jesucristo. En las escenas de la Pasión se representa con frecuencia a los verdugos de Cristo con los atributos que el arte cristiano confiere a los judíos: narizlargay ganchuda, mirada torva y malévola, gorro cónico y puntiagudo y rodela sobre el vestido, Asimismo se representan otras escenas que tratan de mostrar la maldad de los judíos, presentándolos como obstinados en negar a Jesús como el Mesías, como autores de crímenes y sacrilegios nefandos, o también como usureros, lo que en conjunto convertía a los hebreos a los ojos de los cristianos en una especie de personificación del mal.
Jesús coronado de espinas
Disputa entre monjesy judíos superior
Este óleo de Fernando
El relieve
Gallegq delsigloXV (izquierda), muestra
recrea una quema de libros hebraicos, que las autoridades consideraban heréticos. Obra de Juan de Juni, Siglo XVl. Museo Arqueológico, León.
la visión que tenían los cristianos de los judíos como seres perversos y
asesinos de Cristo. Casa
Museo del Greco, Toledo.
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