EL EQUIPO REFLEXIVO

August 8, 2017 | Author: Lilia Alejandra Gonzalez Valencia | Category: Hospital, Social Work, Psychology & Cognitive Science, Norway, Nursing
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EL EQUIPO REFLEXIVO Diálogos y diálogos sobre los diálogos por Tom Andersen con la participación de Arlene M. Katz, Wíllíam D. Lax, Judith Dauidson, Darío J. Lussardi Prólogo de Lynn Hoffman gedísa editorial Título del original en inglés: The Reflecting Team. Dialogues and Dialogues About the Dialogues. Publicado por W. W. Norton and Company, New York, London © 1991 by Tom Andersen Traducción: Daniel Zadunaisky Revisión estilística: Florencía Verlatsky Corrección: Carlos Soler Primera edición, Barcelona, abril de 1994 Derechos reservados para todas las ediciones en castellano © Editorial Gedisa Muntaner, 460, entlo.,19 tel. 20160 00 08006 - Barcelona, España ISBN: 84-7432-478-5 Depósito legal: B. 16.070/1994 Impreso en Libergraf Avda. Constitució, 19 - 08014 Barcelona BIB Impreso en España Printed in Spain Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma. Indice PRÓLOGO, Lynn Hoffman .. .. ... 11 INTRODUCCIÓN, Tom Andersen .. .. . 17 PREEAcio,JürgenHargens ..... 21 PRIMERA PARTE: El equipo reflexivo 1. El contexto y la historia del equipo reflexivo, Tom Andersen ..... 25 2. Conceptos básicos y construcciones prácticas, Tom Andersen .... 37 3. Guías para la práctica, Tom Andersen .. 61 SEGUNDA PARTE: Diálogos sobre los diálogos 4. Mike y las diversas definiciones de un problema, Tom Andersen .. .. .. 89 5. Abandonar, ser abandonado y ser excluido: cuatro conversaciones reflexivas, Tóm Andersen .. .. 95 6. A posteriori: continuación del diálogo, Arlene M. Katz .. 111 7. El equipo reflexivo y la consulta inicial, William D. Lax 137 8. Diálogos reflexivos en la supervisión y el entrenamiento, Judith Davidson y Darioj. Lussardi .. .. ... 153 TERCERA PARTE: Más reflexiones Epílogo: Reflexiones sobre el libro dos años más tarde, Tom Andersen .. .. . 165 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .. .. . 175 INDICE TEMÁTICO .. .. .... 179 7 dedicado a las montañas que vibran, la mística de la luz, el toque de los vientos Y el placer del agua que cae. 9 Prólogo Así como podría llamase a esto un libro, podría también llamárselo la descripción de una nueva máquina voladora. Cuando escuché por primera vez de boca del primitivo autor del libro, Tom Andersen, la idea del equipo de Tromso sobre el equipo reflexivo, me fascinó su sencillezy me estremecieron sus drásticas consecuencias. Una vez me tocó entrevistar a una familia en la que un padre furioso y borracho había amenazado regresar con un montón de piedras para arrojarlas a través del espejo unidireccional. Nunca se me ocurrió pedirle que él y su familia cambiaran su lugar con el equipo. Sin embargo, eso es exactamente lo que el equipo reflexivo le permite hacer a la gente. En este sentido, la invitación a cambiar de roles es algo que modifica de manera drástica la posición de la familia con respecto a los profesionales que han venido a consultar. A veces hablo sobre formas de "poner a los pacientes en el Consejo de Directores". Conocí a un asistente social con orientación sistémica, que invitó a representantes de un grupo de madres cuyas familias habían tenido problemas de alcoholismo y violencia al banquete anual del Consejo de Directores de la agencia. Se les pidió que criticaran el servicio que habían recibido por recomendación de la Corte, y lo hicieron con gran dignidad a pesar del miedo que tenían de hablar en público. Como consecuencia de su actuación, estas madres, muchas de las cuales habían sufrido abusos sexuales y algunos de cuyos hijos también habían sufrido esos abusos, recibieron una donación de la agencia para compilar un manual sobre el abuso sexual de menores para otras familias como las de ellas. El concepto del grupo reflexivo es algo similar. Las familias no sólo lo experimentan como algo que les da poder, sino que parecen fascinadas por el proceso de escuchar las conversaciones de los profesionales acerca de ellos. Por supuesto que hay reglas entre los profesionales que los llevan a utilizar descripciones positivas y a evitar términos competitivos o críticos. Sus comentarios en general ofrecen nuevas opciones y descripciones más que ideas sobre lo que está mal. Es de fundamental importancia que la gente no se sienta identificada con la crítica o la culpa. Aquellos de nosotros que comenzamos a experimentar con esta idea le hemos encontrado cada vez más usos. En mis clases, comencé a utilizar la conversación reflexiva, pidiéndoles a pequeños grupos de cinco que discutieran algún tema o caso, como si estuvieran a la vista del público, mientras que el resto del grupo los escuchaba. Luego, el grupo más grande hacía comentarios sobre lo que había escuchado.

El grupo más pequeño tenía a su vez que dar su opinión sobre los comentarios, o bien, otra posibilidad era volver al grupo inicial y aplicar lo que ahora llamo "abierto para todos". Algunos de mis alumnos se sentían molestos. Decían: "Esto es demasiado artificial. ¿Dónde quedó la comunicación honesta y abierta?" Les expliqué que si uno no establece reglas contra la rivalidad y las connotaciones negativas, la gente tiende a competir entre sí. Los que siempre hablan en el grupo, a quienes llamo los "Leones", comienzan a cubrir todo el espacio y los "Corderos" se tornan cada vez más silenciosos. La realidad es que si no hubiera interferencias, la mayor parte de las clases se dividiría en dos grupos, que pronto comenzarían a vivirse a sí mismos como los "inteligentes" contra los "tontos". Además les expliqué que la idea de "una comunicación abierta y honesta" también es una estructura artificial, nacida de la psicología humanista en décadas recientes. En muchos países del mundo -Corea, Vietnam, Puerto Rico- este tipo de comunicación es considerado altamente irrespetuoso, especialmente en una relación jerárquica. Un factor similar con el que me encontré por casualidad fue la timidez o la sensación de estar presionado que puede producir el mirar a alguien de frente. Una vez le pedí a una joven terapeuta que presentara un caso a un grupo de trabajo y dividí a los participantes en grupos de reflexión. Les había pedido que se hablaran entre ellos y que no hicieran observaciones directas ni a mí ni a la terapeuta que estaba en la plataforma. Algunos se olvidaron y comenzaron a hablarnos directamente. Luego, yo también me olvidé. Al final, incapaz de resistir un "comentario final", me volví hacia la terapeuta e hice lo que pensé era un resumen profundo e interesante de su dificultad. Después de eso me senté y esperé que hiciera una reflexión sobre lo que había escuchado. Para mi sorpresa, la vi muy angustiada y confundida. Se tomó la cabeza con las manos y dijo, sin mirarme: "No pude escucharlo, no pude escucharlo. Cuando la gente hablaba entre sí podía escuchar, pero cuando me miraban de frente no podía hacerlo". La joven parecía muy alterada por su reacción y, no es necesario decirlo, yo 12 también lo estaba. Sin embargo, esa fue una experiencia que nunca olvidaré. Comencé a ver que la comunicación protectora que ofrecía el uso de un equipo reflexivo era extremadamente útil para darle a la gente la libertad de aceptar o rechazar un pensamiento o una idea, o incluso la libertad para escucharla. Permítanme darles un ejemplo más de la versatilidad de este concepto. En un equipo de trabajadores familiares al que asesoro (Peoples Bridge Action, en Athol, Massachusetts), adaptamos una conversación reflexiva para crear lo que llamamos un "modelo narrativo" para supervisión. En lugar del método usual de solucionar los problemas en el que todos hacen sugerencias a la persona que presenta un caso, la gente hablaba por turno, asociando con obras de teatro, películas e historias, sus propias vidas u otros casos. Durante este proceso de improvisación, cada persona tiene su propio espacio informal y puede tomarse tanto tiempo como quiera. No se permiten interrupciones ni diálogos, y el presentador original habla al principio y al final. Luego, si queremos, podemos volver al viejo estilo abierto para todos. Pero, a menudo, el grupo quiere tener otra ronda de reflexiones, las que se construyen una sobre otra como si se fueran desenvolviendo o estratificando, tal como las claras batidas se mezclan en la masa de una torta (mil perdones a aquellos lectores que nunca han hecho una torta)Comienza a surgir la capacidad para la metáfora, la poesía y el ingenio, y el grupo se ve a menudo sorprendido por la magnitud de su propia imaginación. Surgen ideas útiles para trabajar con el caso aunque nunca quede claro cómo es que esto ocurre. Tal vez la equiparación entre el consultor y el paciente es lo que más me atrae del equipo reflexivo. Aun cuando se le pide a la gente que comente sobre las reflexiones y ellos no lo hacen o simplemente hacen comentarios por compromiso, se ha mostrado un respeto implícito por su experiencia. Además, los profesionales se ven expuestos ante la familia en una forma completamente nueva. Nunca olvidaré la vez que entrevisté a un terapeuta acerca de una familia frente a los asistentes sociales de un hospital psiquiátrico privado. Los profesionales eran de extrema avanzada. Los trabajadores sociales "tenían permitido" hacer terapia familiar, pero no tenían mucha participación en el tratamiento de los pacientes. El psiquiatra era el rey (o la reina, según fuera el caso) y era él que tomaba las decisiones clínicas. En el caso que me presentaron, el terapeuta describió a una niña de diez años que se había alterado durante un incidente 13 ocurrido en el hogar y que había salido corriendo hacia la calle llorando. La madre, actuando como una buena madre, se había alarmado y la había llevado a ver a un psiquiatra. La doctora, que estaba por iniciar su licencia por maternidad, quiso estar sobre seguro, y recomendó la internación. Una vez que la niña estuvo en el hospital, otro psiquiatra la entrevistó y su decisión fue que debía comenzar un tratamiento con internación que duraría por lo menos un año. Durante las diez semanas siguientes, tal como mandan las reglas para los niños que están internados, no pudo ver a sus padres. Como estaba utilizando el encuadre del equipo reflexivo, pedí entrevistar al terapeuta frente a los padres (la niña todavía se encontraba internada y no estaba presente). Le expliqué que los padres actuarían como mi equipo reflexivo. El terapeuta consideró que la familia era encomiable por su grado de cooperación y mencionó cuánto se habían esforzado para superar sus dificultades matrimoniales, pero los padres dijeron que ellos eran menos optimistas. Se culpaban a sí mismos por la situación de su hija. La madre, que se había enterado por los informes del hospital de que era considerada una "madre simbiótica", se sentía especialmente culpable. El padre, después de algunas dudas iniciales, dijo que su desesperación era profunda, y que no se les había dado información ni sobre la "enfermedad" de su hija ni sobre su recuperación. No tenían idea de cuándo podría volver a casa o qué podían hacer ellos para ayudarla si volvía. Me sentí incapaz de hacer ningún comentario y en lugar de eso hablé de una época en la que pensé que iba a perder a una de mis propias hijas. Dije que la idea de que uno pudiera haber dañado a su propio hijo era el peor miedo que cualquier padre podía sentir. También dije que, así como en el caso de la muerte repentina, estos sentimientos de culpa que los acompañan podían afectar severamente la relación entre los padres. El terapeuta también comentó, condoliéndose, que no tenía control sobre la política del hospital. Cuando la pareja se retiraba, los seguí hasta el hall e impulsivamente abracé a la madre. No podía dejar de llorar, por lo que me metí rápidamente en el baño para retocar mi maquillaje. Luego me reuní con el asistente social, quien me hizo partícipe de sus frustraciones al tener tan poca influencia sobre este caso en particular y criticó en privado la forma en que había sido manejado. Lo que más me impresionó fue la forma en que el uso del equipo reflexivo les permitió a los padres comentar, o por lo menos hacer algunas preguntas serias, sobre la forma en que su propio caso se estaba llevando. Como estas preguntas estaban relacionadas con diferencias en el campo del diagnóstico de la enfermedad mental y 14 los planes de tratamiento relacionados con estos diagnósticos, era difícil contestarlas directamente, especialmente en el ámbito de una clínica privada. Pero pensé que si hubiera entrevistado a la familia como un "experto" de afuera, como acostumbraba a hacer en estos casos, nunca hubiera conseguido esa respuesta. El terapeuta y el personal de asistentes sociales, que estaban escuchando, nunca lo hubieran oído, y no les hubiera dado el mismo mensaje a los padres, que fue: sus voces cuentan. El comentario más interesante que les hicieron fue cuando el padre le dijo al terapeuta: usted a menudo nos ha hecho preguntas, pero nunca oímos que se las hubieran hecho a usted.

Otra característica del equipo reflexivo es la rapidez con la que la gente lo entiende y lo utiliza. Parece que tocara algún nervio. Es clara la necesidad de guías como las que presenta este libro, debido a que este encuadre es muy popular y es probable que se utilice sin el entrenamiento adecuado. La ampliación de los presupuestos iniciales del grupo sobre la "posición reflexiva", como ahora la llaman, hecha porAndersen, agrega muchas dimensiones importantes a la idea original. El capítulo de Judy Davidson, William Lax y Dario Lussardi del Instituto de la Familia de Brattleboro es una descripción elocuente y profunda de cómo esta técnica puede aplicarse a un grupo de práctica privada, no sólo en cuanto a la terapia sino también en cuanto a la enseñanza y la supervisión. Finalmente, Arlene Katz, en sus "Palabras finales" hace un comentario poético que sugiere de qué manera puede hacerse un estudio "de seguimiento" inspirándose en una posición reflexiva. La gente, por supuesto, se preguntará si este es un nuevo método. ¿Se trata de una nueva escuela de terapia familiar? A esta altura, mi respuesta sería "no". Pertenece a un nivel de abstracción más general, un nivel de valores y posición terapéuticos. Ofrece una forma de desmedicalizar una profesión que en sus diversas manifestaciones -psiquiatría, trabajo social, psicología y otras ramas de la orientación psicológica- se ha visto obligada a tratar cada vez más con evaluaciones concebidas de manera objetiva. Estas evaluaciones tienen que ver con grados de patología individual o disfunciones de tipo familiar. Los rótulos basados sobre estas evaluaciones (dignificadas con el término de "diagnóstico") son a menudo estigmatizantes cuando no peyorativos. Ben Furman, un psiquiatra de Helsinki, escribió un trabajo que todavía no ha sido publicado llamado " Glasnost en psiquiatría, psicoterapia y campos relacionados". En él llama la atención sobre un mecanismo de rutina: el ocultamiento de información a los pacientes, algo que supuestamente se hace para "protegerlos". 15 Además, los clínicos suelen discutir los casos entre ellos de una manera que es perjudicial para el paciente-aunque por supuesto no lo hacen delante de él-. Furman dice que esta práctica, que fuera inicialmente diseñada para proteger al paciente, a menudo lleva implícito un permiso para lo que él llama "culpa no encubierta". Para él, se trata de una forma en que los así llamados mentalmente sanos oprimen a los considerados mentalmente enfermos. La idea del equipo reflexivo aparece en un momento en que muchos de los que hacemos terapia familiar, especialmente aquellos que tenemos que tratar el nuevo énfasis sobre la criminalidad en las familias, nos encontramos con que nosotros también estamos siendo cooptados como vehículo para la "culpa no encubierta". El surgimiento de formas como el equipo reflexivo nos da esperanzas en que todavía podamos encontrar la forma de corregir esta situación. Por esta razón, la publicación de estos trabajos es un acontecimiento importante, que debiera ser bienvenido por todos los que trabajan en el campo de la terapia familiar. Lynn Hoffman 16 Introducción Cuando Jürgen Hargens me pidió que escribiera este libro, el espíritu provinciano que habita dentro de cada noruego, me replicó al instante: "¡no puedes hacerlo!" Y como de costumbre tendí a acordar con el espíritu. Cuando la respuesta del espíritu se hubo desvanecido un poco, me vino a la mente una vieja leyenda noruega. Como todas las leyendas noruegas, cambia con cada uno que la cuenta. Es acerca de un rey y su hija, la princesa, a quien él quería mucho y de quien estaba muy orgulloso debido a su belleza y sabiduría. Lo que más le gustaba de ella era la risa, que era imposible de definir sino como llena de gozo. Un día ella no pudo reír más. El rey, desesperado, declaró que el hombre que pudiera hacerla reír nuevamente recibiría una recompensa. La recompensa podría ser grande o pequeña, pero hasta el momento no se la conocía. Sin embargo, a aquellos que trataran de hacerla reír sin conseguirlo se les harían cortes en la espalda y se les salarían las heridas. Muchos jóvenes fueron al castillo a intentar la hazaña. Entre ellos se encontraban tres hermanos: Per, Pál y Espen Askeladd. Los dos primeros nombres son internacionales, Per (Pedro) y Pál (Pa blo) respectivamente, pero Espen es noruego puro, y su segundo nombre, Askeladd, traducido al castellano sería "el removedor de ceniza". Le habían puesto este nombre porque le gustaba pasarse los días delante de la chimenea jugando con la ceniza y pensando. Sus hermanos, más eficientes, se burlaban constantemente de él. Cuando Per y Pál se fueron para el castillo lo hicieron muy bien entrenados: Per había leído un enorme libro de leyes, y Pál había leído un enorme libro que le había enseñado todas las palabras del latín. Cuando vieron que Espen los seguía se sintieron pasmados."¡Vuelve a casa!" le gritaron, "¡nunca vas a conseguir hacerlo!" Espen, ignorando las advertencias de sus hermanos, miró a su alrededor con curiosidad, como siempre lo hacía. De pronto, sus ojos se posaron sobre el ala de un cuervo, y les gritó a sus hermanos: "¡miren lo que encontré, miren lo que encontré! ¡Encontré el ala de un cuervo!" "¡Tírala!", le dijeron. "No. Uno nunca sabe para qué puede servir", les contestó, y se la guardó en el bolsillo. Al poco rato, volvió a gritar: "¡Miren lo que encontré, miren lo que encontré! ¡Encontré un zapato viejo!" "Tíralo, que no sirve para 17 nada", le dijeron. Pero Espen se lo guardó en el bolsillo, diciendo: "Uno nunca sabe". La tercera vez gritó: "¡Miren lo que encontré miren lo que encontré! ¡Encontré un pedazo de arcilla rojai , , q ¡Qué asco! ¡Tírala!" le contestaron nuevamente, pero Espen se puso la arcilla en el bolsillo diciendo: "Uno nunca sabe". Per fue el primero en entrar al castillo. Cuando se encontró con la princesa le dijo: "Hace calor aquí". "Hace mas calor en el horno", le replicó ella. Per, confundido, no pudo hablarle cortaron y salaron la espalda. Pál dijo lo mismo, se sintió tan confundido como su hermano, y mientras trataba de encontrar palabras para responder se lo llevaron, cortaron y salaron. Cuando Espen entró y dijo lo mismo, la princesa le respondió de igual manera, a lo que Espen contestó: "Bien, entonces voy a poder cocinar mi ala de cuervo". ¿Qué vas a usar para cocinarla?" le preguntó la princesa. Sacando el pedazo de arcilla del bolsillo, le dijo: "lVoy a envolverla en esto!" "Pero se va a caer lagr.asa", le dijo ella. "No", dijo Espen "porque voy a recoger la amasa dentro de esto", y señaló el viejo zapato. La princesa, sorprendida, comenzó a reír, al igual que el rey y sus sirvientes. Por lo tanto, como le fuera prometido, Espen "el que revolvía las cenizas" recibió su recompensa. Sin decidirme entre decirle a Jürgen definitivamente "No" o "Uno nunca sabe", le dije finalmente sí. En las páginas que siguen, el lector encontrará primero un breve resumen del contexto en el que trabajaos vivimos. Esto incluye un breve recuento de como están org%ados los servicios de salud y especialmente los de salud mental.

Luego le contaré nuestra forma de pensar y trabajar, lo que implica una constante interrelación entre lo que aprendimos leyendo lo que otros habían escrito, escuchando y ob aprendimos ndo lo que otros hacían y decían cuando hacían terapia, y cómo todo esto nos cambió a lo largo del tiempo hasta que llegamos adonde estamos hoy en día. Esta corta historia continúa con un resumen sobre cómo organizamos nuestro trabajo. Finalmente, el lector tendrá la oportunidad de ver cómo nuestras ideas fueron aplicadas al trabajo práctico, a través de reseñas e informes clínicos. El capítulo 4 presenta una consulta con un sistema compuesto por una pareja y un médico clínico. El clínico Y yo formamos un 18 equipo para reflejar las diferentes definiciones del problema en el sistema. El capítulo 5 incluye las transcripciones y los resúmenes de una sesión, para que el lector pueda seguir la conversación casi palabra por palabra, y ver de qué manera las diferentes conversaciones en la sesión se reflejan unas en otras. Arlene Katz, de Boston, entrevistó a cuatro parejas tres meses después de que estas parejas hubieran tomado parte en las sesiones (con la participación de profesionales norteamericanos y noruegos) en las que se utilizó el equipo reflexivo. Además, alentó a ocho personas a que contaran sus experiencias y sus reacciones personales posteriores. Los miembros del equipo de Brattleboro, en Vermont, quienes aplicaron estas ideas en un contexto norteamericano, da una orientación sobre lo que hacen en su trabajo clínico y en su entrenamiento de terapeutas familiares. En el capítulo final, analizo los cambios que ya han tenido lugar desde que comencé a escribir este libro, y agregamos algunas ideas sobre la posible evolución del equipo reflexivo. Agradecimientos A poco de comenzar, el lector se dará cuenta de que algunas ideas y prácticas están descritas en singular y algunas en plural. Utilizo el plural para referirme a mi percepción de que las ideas y prácticas han surgido de la comunidad de pensamiento y trabajo que representa el medio de Tromso. Algunas personas han sido tan importantes para el desarrollo de este proyecto que quisiera mencionar sus nombres. Ellos se reunían todos los jueves de nueve a doce de la mañana para trabajar y discutir. Los miembros de este grupo (en orden alfabético) son: John Rolf Ellila, Anna Margrete Flám, Per Lofnes, Tivadar Scüzs, Finn Wangberg y Knut Waterloo. Otro grupo se reunía los jueves a la tarde entre la una y las cuatro. Los miembros eran: Eivind Eckhoff, Anna Margrete Flám, Magnus Hald y Elsa Stiberg. Yo he sido miembro de los dos grupos, que comenzaron a reunirse en enero de 1984. Sissel Falch Andersen se encargó de mecanografiar este libro y hacerlo presentable, por lo que fue de enorme ayuda. Le agradezco sinceramente su trabajo. También le estoy muy agradecido a William Lax, gtie me ayudó a corregir el texto en inglés. 19 Lo que le ofrezco al lector son los trabajos que recogimos a lo largo de nuestro camino -trabajos que surgieron de relacionar lo que leímos, lo que vimos que otros clínicos hacían, y de nuestra propia práctica y pensamiento intuitivo-. Puede que el lector, caminando con nosotros mientras lee este libro, encuentre algo que merezca ser rescatado y que pueda ser usado más tarde de una manera diferente de como lo hemos hecho nosotros. Tom Andersen Prefacio Tengo que agradecerle a Tom Andersen que quisiera escribir su historia sobre el equipo reflexivo: un enfoque terapéutico que se ha hecho muy conocido en todo el mundo. La idea del grupo reflexivo ha sido a veces interpretada como un "método", pero Tom Andersen deja muy en claro que es una forma de pensar que inevitablemente lleva a su tipo de práctica, es decir es sólo una manera de poner ideas sistémicas en acción. Las ideas cambian con el tiempo y con las diferentes culturas, y Tom es claro con respecto a eso. El contexto de Noruega parece ser una fuente importante para el desarrollo del equipo reflexivo. Por lo tanto, le estoy agradecido a Tom por escribir sobre el ámbito de su trabajo -Noruega y sus antecedentes políticos y de salud mental- ya que al hacerlo muestra la forma en que su pensamiento evolucionó paso a paso. Tom pone el acento en el hecho de que las ideas no son "suyas", sino que forman parte de la evolución de un grupo cambiante de personas, y es así como desarrolla la historia, que es narrativa y que depende en mucho de su contexto. Por lo tanto, me gusta la manera en que Tom cuenta la historia y he tratado de no cambiar su "inglés noruego" por otro tipo de inglés, ya que de esta forma se preserva el sabor especial del equipo de Tromso y de su forma de trabajo. En sus viajes, Tom participó de la evolución de equipos reflexivos en otros países, especialmente en Estados Unidos. El equipo de Brattleboro (Judith Davidson, William D. Lax, Dario J. Lussardi) y Arlene Katz comparten algunas ideas sobre la forma de "funcionamiento" del equipo reflexivo en un contexto completamente distinto, señalando las diversas formas en que estas ideas pueden ser puestas en acción. No existen ni una forma correcta ni una forma adecuada de trabajar. Lo que hay es tanto una forma como otras. Para mí, esta forma de trabajar lleva consigo un profundo respeto por la gente, basado en la ética: un tema que es frecuentemente dejado de lado o al que se le presta poca consideración cuando se trabaja "de esta manera". Jürgen Hargens PRIMERA PARTE EL EQUIPO REFLEXIVO El contexto y la historia del equipo reflexivo Tom Andersen Noruega y Noruega del Norte Nuestro país es largo y delgado como la rama de un árbol. Se curva levemente hacia el este y está ubicado entre los paralelos 58 y 71 de latitud norte. En realidad, es tan largo como la distancia que existe entre el limite del Canadá y el límite de México, o casi tan largo como el Japón. Si tomáramos el vértice superior del país y lo hiciéramos rotar hacia el sur, el país cubriría la distancia desde nuestro punto sur hasta Roma. El territorio está dividido por el Círculo Artico en 66 2/3 grados norte. La parte que se extiende hacia el norte es Noruega del Norte. Noruega tiene cuatro millones de habitantes, de los cuales tres millones y medio viven al sur del Círculo Artico, mientras que medio millón vive dentro de la parte ártica. El país está dividido en veinte condados, tres de los cuales se encuentran en el norte: Finmark, Tromse y Nordland. Cada condado está dividido en comunas. Noruega tiene 454 comunas y 99 de ellas se encuentran en la parte norte.

El límite más extenso de Noruega es con Suecia. Limita con Finlandia hacia el norte y también comparte parte de sus fronteras con Rusia. Al frente está abierta hacia el mar, el Mar del Norte hacia el sur, y el Mar Artico hacia el norte. La costa es profundamente dentada debido a los fiordos. El territorio sur tiene, a partir de la costa, valles grandes y abiertos, donde crece la mayor parte de la vegetación más común. En el norte el territorio es montañoso y en 25 muchos lugares el mar llega directamente hasta las montañas. La posibilidad de que las plantas crezcan es por lo tanto limitada. La Corriente del Golfo, que se inicia en el Golfo de México, cruza el Atlántico y barre la costa noruega de sur a norte, calentando toda Noruega. Nuestros veranos, por lo tanto, pueden ser suaves y soleados, y nuestros inviernos no son tan rigurosos como los del Canadá y Alaska, aunque Noruega se encuentre situada tan al norte como esas regiones. La gran diferencia entre el norte y el sur de Noruega es el cambio de luz entre el verano y el invierno. El sur es más o menos europeo, y los días tienen una longitud normal. Sin embargo, en el norte hay dos meses de luz y dos meses de oscuridad. A medida que las estaciones van cambiando, la luz cambia del oro cálido del verano al gris azulado profundo e intenso de las épocas más oscuras. El sur es tranquilo y más o menos predecible, pero el norte es muy cambiante e impredecible. Nunca se sabe a la mañana qué va a pasar a la noche. La oscuridad y las tormentas de nieve en el invierno dan mucho tiempo para pensar y repensar. Las excursiones a las montañas en las tranquilas y luminosas noches de junio son provechosas para la expansión de las ideas. La población del norte tiene tres orígenes étnicos: los lapones, nómades que se trasladan con renos y fueron los primeros pobladores; los "noruegos", que se trasladaron desde el sur; y los finlandeses, que llegaron desde Finlandia. Los lapones y los finlandeses están asentados principalmente en el condado de Finnmark. En el pasado, mudarse del sur al norte de Noruega era un cambio mayúsculo. Podría compararse con el viaje hacia el oeste de los primeros colonos norteamericanos. La gente emigraba hacia el norte debido a la riqueza de los cardúmenes. Durante los últimos treinta o cuarenta años se produjeron grandes cambios. En el pasado, se viajaba principalmente por agua, ahora la gente viaja más a menudo por tierra o por aire. Como consecuencia de esto, la población se ha alejado de las regiones costeras hacia los territorios interiores. Otra razón fue que los cardúmenes disminuyeron en importancia. En el norte la gente vive en lugares pequeños desparramados en una gran extensión, y las ciudades son pequeñas. Tromso, la más grande, es un centro comercial, de comunicaciones y educativo, con 50.000 habitantes. Aquí es donde trabajamos nosotros. El sistema de asistencia y sus proveedores La salud y los servicios sociales están organizados de acuerdo con la estructura dela sociedad noruega: las comunas, los condados y el Estado. En el nivel de la comuna se dan los llamados cuidados primarios, que incluyen los servicios de los médicos clínicos, los trabajadores sociales y las enfermeras de la salud pública. Se supone que quien solicita ayuda profesional se acerca inicialmente a esta "primera linea" de servicios. Las comunas son responsables de organizarlos y financiarlos. El Estado provee un apoyo económico considerable. Cuando la "primera línea" considera que su competencia es insuficiente, se supone que la "segunda línea" ocupa su lugar. Esta "segunda línea" incluye los servicios de los especialistas, ya sea en clínicas externas o en los hospitales. Estos servicios son brindados por los condados que, al igual que las comunas, reciben el apoyo económico del Estado. El Estado, además de ser el proveedor de dinero, también tiene la responsabilidad de aprobar los planes de salud de la comuna y del condado. Esto asegura que los servicios, en lo posible, sean simila res en todo el país. Un tercio del presupuesto nacional de Noruega se gasta en salud y servicios sociales. Por este motivo los impuestos son tan altos en Noruega. Sin embargo, así se asegura que todos tengan absolutamente garantizada la atención gratuita en los hospitales. Los servicios externos, que pueden encontrarse dentro de la primera o de la segunda línea, son cubiertos en gran medida por una compañía de seguro estatal. Los noruegos se jubilan a los sesenta y siete años o reciben una pensión por invalidez si sufrieron algún accidente antes de esa edad. Los servicios psiquiátricos, que pertenecen a la segunda línea de cuidados, se encuentran ubicados principalmente en los hospitales. Hay dos hospitales en Noruega del Norte, uno en Tromso y otro en Bodo. El hospital de Tromso sirve a los condados de Finnmark y Tromso, mientras que el de Bodo sirve al condado de Nordland. A la vez, hay clínicas de pacientes externos recientemente instaladas en las comunidades locales: tres en Finnmark, cuatro en Tromso, y siete en Nordland. Todas han sido fundadas recientemente y tienen problemas para conseguir personal. El personal de los distintos servicios psiquiátricos incluye: psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras psiquiá 26 27 tricas y regulares, asistentes de salud mental, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas. La mayor parte del personal profesional dentro del campo de la psiquiatría es empleado en instituciones. Sus salarios son fijos y no dependen de cuánto trabajen. Esto se considera como una gran libertad, ya que permite a los profesionales dedicarle a cada tarea en particular tanto tiempo como sea necesario. Las distintas profesiones de la salud que estamos mencionando tienen sus propios programas educacionales de posgrado. Estos distintos programas son definidos por los sindicatos correspondien tes, los cuales también dan credenciales cuando se alcanzan los requerimientos formales. Como puede verse, en Noruega la mayor parte del cuidado psiquiátrico lo brindan las instituciones, principalmente hospitales psiquiátricos. Las distintas instituciones (tanto de pacientes internos como externos) son dirigidas por psiquiatras y muy excepcionalmente por psicólogos. El contenido, que es definido para sus miembros por la Asociación Noruega de Psiquiatría, influye significativamente sobre el entrenamiento y desarrollo de los demás profesionales. De acuerdo con la ley noruega, los psiquiatras desempeñan un papel muy importante en la regulación de la manera en que la sociedad puede retener personas con desviaciones de conducta. Tanto los psiquiatras como los psicólogos que han cumplido con los requerimientos formales, pueden practicar su profesión privadamente y la compañía aseguradora nacional se encarga de pagarles. Ninguna de las demás profesiones del campo de la psiquiatría está autorizada a hacer lo mismo. Los trabajadores sociales, las enfermeras psiquiátricas, los asistentes de salud mental, los terapeutas ocupacionales y los fisioterapeutas pueden trabajar solamente como empleados pagados por instituciones dirigidas por psiquiatras o, excepcionalmente, por psicólogos. Si se deseara brindar más servicios para poder atender a la gente en los distintos lugares donde vive, debería tomarse a la "primera línea" más seriamente. En tal caso, lo mejor sería invitar a más de ellos a cooperar con "los especialistas" y promover el desarrollo de técnicas que son, a la vez, lo suficientemente simples para ser entendidas por quienes no trabajan todos los días con desafíos psiquiátricos y lo suficientemente sólidas para proveer ayuda a quienes la piden. Nuestra historia

Aunque fijemos 1974 como un punto de partida, reconocemos que muchas de nuestras ideas y experiencias se fueron acumulando antes de esa fecha. La mayor parte de nosotros no podía abandonar la premisa de que la gente del Norte, ya fuera que estuviera sana o enferma, tenía fuertes lazos con los lugares de donde venía. Pensábamos que los servicios debían estar localizados tanto como fuera posible, dentro de cada comunidad y que debían ser congruentes con los desafíos clínicos. Algunos de nosotros comenzamos a visitar las comunidades locales y a los profesionales miembros de su personal, y pronto nos dimos cuenta de que la forma de trabajar tenía que tomar rutas diferentes de las que estábamos acostumbrados a utilizar en los hospitales. Vimos con claridad que los problemas incluían a mucha gente, tanto a los familiares como a los profesionales. Por lo tanto, tuvimos que tomar a ambos en consideración en el trabajo que íbamos a iniciar. 1974-78 Estábamos informados, por lo tanto, de las ideas de totalidad y relación cuando en 1974 comenzamos a reunirnos informalmente, buscando nuevos modelos de pensamiento y de trabajo. Leíamos los libros de Jay Haley, Salvador Minuchin y Paul WatAavick y sus seguidores con avidez, y avanzábamos con dificultad tratando de aplicar sus ideas en nuestros intentos prácticos. Nuestros éxitos terapéuticos fueron por cierto pocos y pequeños. Pero nuestro interés había sido despertado. 1978-84 Me ofrecieron el cargo de profesor de psiquiatría social en la Universidad de Tromso. Este fue un hecho importante, ya que abrió el camino para otros dos. Uno fue la organización de un grupo formal de siete profesionales que tenían como objetivo trabajar en estrecha cooperación con la "primera línea" de asistencia en Tromso para 1. Se trataba de: Siri Blesvik, MHN, Birgit Eliassen, MHN, Anne Hertzberg, Ph. D., Aina Skorpen, MHN, Vidje Hansen, M.D., Odd Ni1ssen, M.D., y Tom Ándersen, M.D. 28 29 impedir la internación de pacientes psiquiátricos. El otro fue la participación del mismo grupo en un programa educacional de dos años en "terapia familiar de orientación sistémica" organizado por la Asociación Psiquiátrica Noruega y dirigido por Philippe Caillé y sus colegas Charlotte Bühl y Hákon Hártveit. Ambos hechos resultaron ser significativos. El proyecto de organizar servicios psiquiátricos externos en estrecha cooperación con los servicios de "primera línea" fue un experimento. Los siete que tomamos parte decidimos no tener consultorios propios. Cuando veíamos a los pacientes teníamos que ir a las oficinas de la "primera línea". Al trabajar allí, les pedíamos a los profesionales de la "primera línea" que decidieran qué pacientes querían que viéramos. También les dijimos que veríamos con buenos ojos que "recuperaran a sus pacientes" si no les gustaba nuestro trabajo. Invitamos a los profesionales a que se unieran a nuestro trabajo como miembros del equipo si así lo querían, aunque no lo impusimos como un requisito. Si resultaba que la internación era la salida natural del caso, la gente de la "primera línea" tenía que dar los pasos necesarios. Si era necesario recetar medicación, ellos escribían las recetas. La tasa de internación bajó un 40% comparada con el período anterior al proyecto, y esta disminución estuvo directamente relacionada con el trabajo del grupo (Hansen,1987). A la "primera línea" de servicios le gustó muchísimo esta forma de organizar la relación entre ellos y nosotros, los "especialistas". Aprendieron qué era lo que los especialistas podían hacer y qué no, y aprendieron más acerca de la práctica de la psiquiatría. Los psiquiatras por otra parte, fueron más reticentes. Cuando el grupo solicitó fondos para continuar con su trabajo, las autoridades rechazaron la solicitud después de consultar a los psiquiatras del hospital. Con relativa rapidez, todos los servicios volvieron a las viejas relaciones "normales" entre los clínicos y los especialistas, lo que significó una mayor distancia y menos comunicación. Aprendimos mucho de este experimento. Aprendimos que nuestro pensamiento "sistémico" tiene que incluirnos también a nosotros y a las relaciones con los otros profesionales de las cuales formamos parte. Las ideas nuevas tienen dificultades para crecer si son impuestas desde afuera del sistema. Las ideas que mejor crecen son las que el sistema mismo (en este caso los servicios psiquiátricos establecidos) origina. Nuestra concepción de que una psiquiatría basada en la comunidad podía ser una buena solución se transformó en una convicción cuando tuvimos que abandonar nuestro proyecto, por lo que decidimos buscar otro camino. El programa educacional sobre terapia familiar que mencionamos con anterioridad nos puso en contacto con algunas de las personas que dictaban cátedra en el campo de la terapia familiar en ese momento. Nos encontramos con Lynn Hoffman, del Instituto Ackerman en Nueva York, Luigi Bóscolo y Gianfranco Cecchin de Milán y Phillippa Seligman y Brian Cade de Cardiff, Gales. Este nuevo acercamiento al enfoque milanés nos permitió tomar distancia de los estilos más estructurales y estratégicos que habíamos tratado de aplicar. Lo que nos resultó más atractivo del estilo milanés fue que la atención se centraba en el proceso de la entrevista más que en las intervenciones. A medida que el grupo que había formado parte del proyecto inicial se disolvía lentamente, cada uno de nosotros continuó su trabajo clínico en un nuevo medio, lo que nos dio nuevas posibilida des de establecer sistemas de trabajo. En este período problemático, algunos de los siete pensamos que "abrirnos" podía ser una buena idea. Por lo tanto, comenzamos a organizar seminarios en junio de cada año, y elegimos lugares remotos en las comunidades para reunirnos. Invitamos docentes de Nueva York, Milán, Canadá, Bélgica, Roma, Texas, y para nuestra sorpresa participaron muchos profesionales de toda Noruega del norte. Obviamente, muchos querían aprender más sobre el pensamiento sistémico. La combinación de escuchar a los presentadores visitantes durante el día y repensar las ideas que se habían presentado durante las luminosas noches de verano, sin los ruidos de la sociedad que nos rodeaba, pareció ser muy conveniente para los noruegos que participaban. 1984-87 Varias personas del hospital mental de Tromse participaron en los seminarios de junio, y algunos de ellos expresaron sus deseos de comenzar un trabajo en equipo. Eso ocurrió en enero de 1984. Un equipo estaba formado por trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras de las clínicas externas. El otro equipo estaba formado por médicos jóvenes y un trabajador social además de un psicólogo. Tratamos de trabajar a la "manera de Milán". La mayor parte de nosotros conocía a Cecchin y a Bóscolo, y los había visto trabajar. Nos llamaba la atención su cautela para hacer 30 31 tervenir. Cuando el equipo de mente la misma impresión. No sino que también adquirimos ¿ie prestar mucha atención a las preguntas con delicadeza o para Ackerman nos visitó tuvimos exac sólo nos impresionó su delicade% mayor conciencia de la importanl preguntas que se formulaban.

El propio equipo de Milán d guntas (Selvini Palázzoli, Bóscolo 11 nos enfrentó con un nuevo problema. acnente a través del efecto neguentrópico Zafase actual de nuestra investi0SOY, ir la entrevista sin necesidad de hacer ¿Puede laterapiafamiliarcambiar cambiar dY que esta pregunta encontrará una resde nuestro actual método de cori 2 rnportante de terapias familiares hayan una intervención final? Esperad aUQdo antes mencionado de entrevistar y puesta después de que una cano sido conducidas aplicando el 10e/ omitir toda intervención final. yos también le dedicamos algún Este fue un tema al que nos4egtabamos teniendo mucho éxito tiempo, porque sentíamos que ri° al. Nos dimos cuenta de que el con el enfoque milanés tradicíoá las ideas de su consulta con el entrevistador casi nunca transml ala ni en sus intervenciones. Y lo equipo ni en las preguntas que h fa muy difícil que todo el equipo que es más, encontrábamos que tervención. La tendencia era que estuviera de acuerdo con una íry por la sugerencia que había hecho cada miembro del equipo luchara éxito en encontrar una manera en su propia intervención. 0 No habíamos tenido mucly fácil de solucionarlo. gtacó la importancia de las preGecchin y Prata,1980, pág. 12) Algo ocurrió pé con algunas ideas junto con mi Durante dos o tres años lti¿, aje me impidió sacar mis ideas a la ero mi falta de co yop t que un proceso en sí estancado misma un se coterapeuta2, p luz. Tal como lo veíamos, la sey er q hay epto. Por lo tanto pensamos que proceso cuyo objetivo era f pusiera nuevamente en mollo e1 sistema "estancado" pudiera ver sería una buena idea permitir gUIppco. La idea detrás de esto era acerca del proceso terapbjetivo es importante pero no tanto mas Cuando alguien se estanca es a sirilPle, como ya lo dijimos: el 10oblemático encontrar un camino como el carnino para alcan1 o s que se quedaron "estancados" menudo porque es difícil yl para llegar donde uno quiere 40N. 2. La coterapeuta era Aina Sko0er dicen: "No sabemos qué hace. ¿Podía ser útil para los que nos consultaban ver la forma en que trabajábamos cuando tratábamos de encontrar una o más nuevas rutas para llegar al objetivo? Nos tomó tres años atrevernos a permitirles que nos vieran trabajar. Era fácil pensar que a menudo, cuando hablábamos con la gente, estábamos cargados con demasiados pensamientos negativos sobre ellos, los que podrían "salir a la luz" si eventualmente hablábamos de ellos mientras nos escuchaban. Por lo tanto, esta idea tuvo un período de gestación muy largo. Un día, sin embargo, en marzo de 1985, la idea vio la luz. Un joven médico habló con una familia que había pasado un largo período de sufrimiento, tanto y durante tanto tiempo que no sabían de otra cosa. Lo llamamos a nuestra oficina y le sugerimos algunas preguntas optimistas. Volvió e hizo la prueba, pero la familia con toda facilidad lo volvió a arrastrar a su sufrimiento. Dos veces más le ofrecimos nuevas preguntas optimistas... pero en vano. Entonces fue cuando la idea vio la luz. Nos habíamos dado cuenta de que había un micrófono en nuestra oficina que estaba conectado con altoparlantes en la habitación donde se entrevistaba a la familia. Nos tomó menos de un minuto decidirnos a golpear la puerta de la sala de entrevista y preguntarles si querían escucharnos unos minutos. El que habló les dijo que teníamos algunas ideas que podían ayudarlos en su conversación. "Si les interesa la idea", dijo, "les sugerimos que tanto la familia como el médico se queden sentados en esta habitación. Nuestro equipamiento nos permite oscurecer la habitación y encenderemos la luz en nuestra oficina. Ustedes podrán vernos y nosotros a ustedes no. También podemos conectar el sonido para que ustedes puedan oírnos, mientras que nosotros no podremos oírlos a ustedes". Nuestra última oportunidad de salir de esto era que ellos no quisieran aceptar, pero quisieron. Y no sólo eso, sino que parecían sorprendentemente excitados. Así que allí estábamos nosotros, sentados, escuchando ruidos extraños, cuando se encendió la luz en nuestra habitación y se inició luego un largo silencio. Uno de nosotros lo quebró con unas palabras torpes -algo sobre la fortaleza y la necesidad de resistir-. Otro siguió con otras palabras sobre el mismo tema. Alguien más barajó la idea de que tal vez la lucha contra un destino cruel hacía que los miembros de la familia no vieran la posibilidad de utilizar los muchos caminos que obviamente tenían. Lentamente proseguimos una discusión sobre lo que podría ocurrir si algunos de esos caminos fueran utilizados. 33 Cuando revertimos la luz y el sonido, estábamos listos para escuchar cualquier cosa: desde gente furiosa a gente aburrida. Lo que vimos fue cuatro personas silenciosas y pensativas, que después de una corta pausa comenzaron a hablarse entre sí con sonrisas y optimismo. La sensación era muy distinta de lo que ocurría con el trabajo habitual. La relación con la familia se hizo muy diferente de nuestras relaciones con las familias con las que trabajábamos de la manera "habitual". Ciertamente, estábamos experimentando la importancia de la famosa frase de Bateson: "La diferencia que hace una diferencia". Comenzamos a cuestionar nuestros conceptos básicos y cuáles debían ser éstos a partir de ahora en adelante. Y lo que era aun más importante, ¿cómo haríamos para transformar estos conceptos en práctica? El revertir la luz y el sonido le daba una libertad sorprendente a la relación entre nosotros y la familia. Ya no éramos los únicos responsables, sólo eramos una de las dos partes. Esta nueva forma es lo que se llamó grupo reflexivo. Para esto pensamos en el significado de la palabra en francés, que por lo que nosotros entendíamos, estaba cerca de réplica. En francés, la pala bra ré}lexion tiene el mismo significado que la noruega "refleksjon", es decir: algo que es oído, aprehendido y pensado antes de dar una respuesta. El revertir la luz y el sonido también dio más libertad para pensar, y comenzamos a preguntarnos de qué manera los diversos conceptos y reglas que seguíamos nos afectaban a nosotros. Una de las primeras discusiones fue acerca de las hipótesis, en especial de las que estábamos acostumbrados a hacer antes de encontrarnos con la gente. Nuestra comprensión de la información dada de antemano sobre el sistema inevitablemente estaría dentro de nuestro contexto. En otras palabras, nuestro propio contexto era el antecedente para la información. Por lo tanto, las hipótesis estaban hasta cierto punto estrechamente relacionadas con dónde nos hallábamos. Comenzamos a preguntarnos cuán relacionados estábamos con aquellos que nos visitaban. ¿O podría ser que nuestras hipótesis nos alejaran de ellos? Decidimos utilizar como punto de partida aquellos que el propio sistema definía como más importantes. Una forma de conseguir esto era evitar todo preconcepto. Las hipótesis fueron omitidas en todo lo posible. Sin embargo, algunas veces es imposible no saber algo de antemano y, a veces, la gente se siente ofendida si no recibimos la información de antemano. En tales casos la recibíamos,

34 pero tratábamos, en todo lo posible, de no permitir que la información nos afectara. Cuando se da un marco, como por ejemplo una hipótesis dada, el trabajo casi seguramente será similar a una cuantificación. La (s) "cosa(s)" en la hipótesis se encontrará o no. A Bateson le preocupaba mucho este procedimiento (1978, pág. 42) Los procesos comunes del avance científico en un mundo lineal, un mundo de pensamiento lineal, son, después de todo, la experimentación, la cuantificación y, si uno está en cualquier parte dentro del reino de la medicina, se espera que tome una "postura clínica". Y lo que quiero sugerirles es que la experimentación es, a veces, un método de naturaleza torturante para conseguir una respuesta en términos de vuestra epistemología, no en términos de alguna epistemología ya inmanente en la naturaleza. La cuantificación será siempre una herramienta para evitar la percepción de la configuración general. Y la postura clínica será siempre una forma de evitar la apertura de la mente o la percepción que pondrían delante de ustedes la totalidad de las circunstancias que rodean aquello en lo que ustedes están interesados. Si éramos capaces de "ponernos a tono" con el complicado proceso del sistema estancado que se estaba dando, la configuración general emergería sola. Al leer las palabras anteriores, uno podría pensar no sólo en una configuración sino en dos, de las cuales una sería parte del sistema estancado mientras que la otra evolucionaría del sistema nuevo, o sea el sistema estancado más nosotros. Aunque no lo sabíamos en ese momento, en la primavera de 1985, al revertir la luz y el sonido revertimos también mucho de nuestra práctica anterior, lo que en el período siguiente cambió en mucho nuestra vieja práctica, la que a su vez modificó nuestra comprensión de qué era lo mejor que podíamos hacer en terapia. 35 2 Conceptos básicos y construcciones prácticas Tom Andersen Mirando hacia atrás, parece difícil decir exactamente qué fue primero: lo que hicimos o lo que pensamos. Parece justo pensar que hubo una interacción constante entre la estimulación de los escritos de otros, el trabajo clínico y nuestros propios pensamientos e intentos prácticos. Nuestro pensamiento y práctica parecen haber sido muy influidos por la intuición. Por razones que no están muy claras para nosotros, nos permitimos construir nuevas rutas de la manera que intuitivamente sentimos, y no necesariamente de la manera en que lo señalaba el pensamiento directo. Es importante enfatizar que los conceptos y las formulaciones que comenzamos a repensar no eran nuevos ni mucho menos. Todos habían sido introducidos antes; sin embargo, en ese momen to teníamos la oportunidad de rediscutir su contenido de tal forma que ellos pudieran sernos de mayor ayuda para y en nuestro trabajo. También nos permitimos contarnos con alguna libertad lo que leíamos. No teníamos que leer y entender todo lo que un autor escribía. Aveces tomábamos sólo las partes que más nos inspiraban, y nos permitíamos comprender lo que leíamos a nuestro modo. En alguna forma, estábamos en la actitud de comprender la concepción del autor. Eso significa que la nuestra podía ser muy distinta de la concepción del autor. De esta manera, la lectura nunca se convirtió en una carga o en algo que teníamos que hacer. Los distintos temas o conceptos centrales se desarrollaron gradualmente. Podría haber sido interesante describir la secuencia de nuestras discusiones pero es difícil verlo en retrospectiva. Por lo tanto, haré una lista de los temas/coñceptos más importantes, y los discutiré con relación a nuestra comprensión de las perspectivas de los distintos autores. 37 Bateson y las diferencias, y las diferencias que hacen diferencias Bateson (1972, 1978, 1979) fue quien nos hizo notar que no vemos las cosas como algo en sí mismas. Vemos una cosa como algo diferente de su entorno. Hacemos un "cuadro" de un hombre como algo distinto de su entorno. El cuadro contiene tanto el entorno como el hombre. El hombre mismo ve y describe su entorno en función de las diferencias que ve. Se relaciona con su entorno en términos de diferencias que puede ver, oír, oler, tocar y gustar. Existen diferencias inmanentes en el entorno que están disponibles a la búsqueda de los sentidos. Definir algo como distinto del entorno es lo que Bateson llama "establecer una diferencia". Se pueden establecer muchas diferencias. ¡Piensen todas las diferenciaciones que un solo sentido puede hacer, y luego contemplen todo lo que los cinco sentidos pueden hacer! Las diferencias disponibles son tantas que uno no tiene la posibilidad de prestarles atención a todas. Esto es ciertamente así cuando el entorno está cambiando permanentemente, como ocurre en los intercambios entre dos o más personas. Hacer un cuadro de la situación es hacer cierto tipo de distinciones, el cuadro que uno tiene es el resultado de las distinciones del que lo describe. En otras palabras, hay siempre más para ver que lo que uno ve. Por lo tanto, hay muchos cuadros que no han sido hechos (cuadros en movimiento) de distintas situaciones. Y, lo que tal vez sea más importante, dos personas probablemente establecerán diferentes distinciones de una misma situación o diferentes "mapas" del mismo "territorio", como dijo Bateson. Mucha gente no entendió lo que dijo Bateson. Creen que hay sólo una historia correcta y sólo un cuadro correcto. Si uno piensa de esta forma, fácilmente puede verse envuelto en tremendas discu siones y aun luchas sobre quién recuerda correctamente o quién ve correctamente. Aquellos que siguen la idea de Bateson pueden sentirse intrigados por lo que oyeron que otra persona vio, oyó,olió, gustó o tocó en una situación -cosas de las que ésta no se dió cuenta-. Estos nuevos aspectos del "cuadro" de la situación en movimiento pueden estimular distinciones en su propio "cuadro" en movimiento. Y estas diferencias contribuyen a que la persona agregue nuevos matices a su cuadro en movimiento. En resumen, esto lleva a la famosa frase de Bateson: "la unidad elemental de información ... es una diferencia que hace una diferen 38 cia" (1972, pág. 453). El verbo "hacer" en la última oración induce a la idea de que la diferencia es causada por una diferencia en tiempo. Bateson dice que una diferencia a lo largo del tiempo es un cambio. En resumen, hay dos significados distintos en el uso de Bateson de la palabra diferencia: primero, algo es distinto al ser diferente de su entorno, y segundo, un cambio es una diferencia a lo largo del tiempo causada por una diferencia. Estas ideas son una base importante para el trabajo clínico. La entrevista con los asesores de Milán contiene un montón de preguntas que tratan de buscar las diferencias cuando se describen situaciones alrededor de un problema. El propio grupo de Milán definió estas preguntas (Selvini Palazzoli y otros, 1980), y Peggy Penn (1982) definió las suyas independientemente. Las preguntas que a menudo clarifican las situaciones problemáticas

son aquellas que engloban comparaciones y relaciones. Las preguntas que buscan las diferencias que causan diferencias son las que se centran en los cambios, por ejemplo:¿cómo se puede explicar esto? Bülow-Hansen y tres variantes de las diferencias Tuve el privilegio de seguir el trabajo de dos fisioterapeutas noruegos, Aadel Bülow-Hansen y Gudrun Ovreberg, la primera maestra de la segunda (Hvreberg y Andersen, 1986). Durante los últimos cuarenta años Bülow-Hansen desarrolló un método fisioterapéutico para personas que sufren de tensión muscular, la que a menudo forma parte de un esquema de tensión más amplio. Ya desde el principio se concentró en la respiración, y consideró a la respiración y el movimiento del cuerpo como dos aspectos inseparables. El ciclo contino de la respiración, inhalaciónexhalacióninhalación, y así, es coherente con los movimientos correspondientes de todos los músculos del cuerpo, aun si el ojo no se da cuenta. En otras palabras, el aire inhalado "va" hasta el extremo de la punta de los dedos de la mano y del pie. Por distintas razones los músculos se tensionan, lo que impide que el aire pase por esa parte del cuerpo. En otros casos, todo el pecho se pone tenso, y de esta manera impide la circulación del aire. Eso ocurre cuando, por distintas razones, una persona tiende a limitar sus expresiones, sus emociones y sus palabras, tal como ocurre con el aire que exhala. 39 A veces una persona experimenta que las circunstancias no son favorables para que ella hable. Una forma de prevenirlo es restringir la exhalación, y la forma de restringir la exhalación es limitar la inhalación. Una palabra noruega para inhalar es "inspirar". Literalmente podría decirse que en circunstancias de tensión la persona reduce su inspiración. Una forma de limitar los movimientos inhalatorios es utilizar aquellos músculos del cuerpo que tienen una función de flexión, los músculos flexores: los del cuello, el codo, el hombro, la cadera, la parte delantera del torso, la rodilla, etc. Un aumento de la actividad de estos músculos flexores simultáneamente actuará sobre el pecho de tal forma que sus movimientos se verán limitados. No debemos olvidar todos los pequeños músculos de la mímica que se encuentran en la cara y los músculos alrededor de la mandíbula, la lengua y la parte delantera del cuello. Algunos de estos músculos también son flexores y tienen un efecto limitativo tremendo sobre los movimientos del pecho cuando son activados. Las manos de Bülow-Hansen trabajan sobre estos músculos flexores, por ejemplo, los de la pantorrilla. Al hacerlo, la mano que masajea induce dolor. El dolor estimula una extensión de esa parte del cuerpo, la que a su vez estimula la inhalación. Y si el cuerpo está listo para ello, la fase exhalatoria será seguida por una reducción de la tensión en el músculo de la pantorrilla. Esto abre posibilidades para el estiramiento de los músculos (los extensores en la parte delantera de la pierna) para extender la rodilla. Si esta extensión se mantiene durante un tiempo, la inhalación se hace más profunda, por lo que entonces tiene lugar un círculo vicioso. El estiramiento estimula la inhalación, la inhalación a su vez tiende a estimular el estiramiento, que a su vez estimula la inhalación. Estas actividades mutuas continúan hasta que el pecho se llena de acuerdo con lo que su flexibilidad acepta. Cuando la exhalación permite salir el aire, esto tiende a hacer decrecer la tensión de todo el cuerpo. A medida que sus manos trabajan, los ojos de Bülow-Hansen siguen durante todo el tiempo la respuesta de la respiración. Si sus manos inducen demasiado dolor o su estiramiento de las diferentes partes del cuerpo se hace demasiado enérgico, el cuerpo responde con una tendencia a detener los movimientos respiratorios. Durante todo el tiempo sus ojos le dicen cuán fuerte puede ser la estimulación de sus manos y durante cuánto tiempo puede 40 estimular. Al menor signo de que los movimientos del pecho se frenan, deja de mover las manos. Así trabaja de las piernas al abdomen, luego los hombros, el cuello, mandíbula y cara, incluyendo especialmente el área alrededor de los ojos. Las lecciones de este método me enseñaron que la estimulación de las manos tenía que ser lo suficientemente fuerte para provocar una respuesta respiratoria. Si eran demasiado débiles, nada ocurriría. Sin embargo, si las manos eran demasiado fuertes o trabajaban durante demasiado tiempo, la respiración tendía a detenerse porque el pecho se constreñía. Una variación de la "diferencia que hace una diferencia" surgió de esto: hay tres tipos de diferencias pero sólo una de ellas causa una diferencia, la apropiadamente diferente. Cuando aplicamos esto alas conversaciones de las que tomamos parte como terapeutas surgieron algunas importantes orientaciones. Para cambiar la palabra "diferencia" por un término de uso corriente, elegí la palabra "inusual". Si la gente se ve expuesta a lo usual, lo inusual podría inducir un cambio. Si se enfrentan con algo nuevo que es muy (demasiado) inusual, se cierran para no inspirarse. Por lo tanto, lo que nosotros, que se suponía estábamos para ayudarlos, debíamos tratar de hacer era brindarles algo inusual, pero no demasiado, en las conversaciones de las que tomábamos parte con estas personas. Esta es una regla que incluye el medio en que nos reunimos, los temas o cuestiones que se tratan, y la forma o manera de la conversación. Ser uno mismo Durante mucho tiempo vimos al ser humano como parte de una o más relaciones. Todavía lo hacemos, pero nuestras percepciones han cambiado un poco. Antes lo veíamos como si fuera influido o cambiara de acuerdo con la dinámica de las relaciones. En otras palabras, las relaciones "dominaban" al ser humano. Los escritos de Maturana (1978) y Varela (Maturana y Varela, 1987) nos fueron muy útiles para llegar a nuestras actuales ideas sobre este tema. El trabajo de Bülow-Hansen también ha sido de gran ayuda. Maturana y Varela hablan sobre la base de la comprensión biológica de que una persona está fuertemente determinada desde el punto de vista estructural. Las estructuras biológicas están, sin embargo, cambiando continuamente. Cada célula del cuerpo se 41 reconstruye en forma permanente. En este proceso conserva las funciones básicas que le permiten adaptarse a su medio inmediato -a las otras células y a los fluidos que rodean a las células-. Este medio tiende a cambiar con el tiempo, pero la célula sigue teniendo una cantidad de funciones para adaptarse a esos cambios. Además, al reconstruirse la célula podría también expandir su modo de funcionamiento como respuesta a los cambios del medio. Maturana y Varela utilizan este principio también para considerar la persona en su totalidad. Nuestra comprensión de esto es que, en cierto momento, una persona puede solamente ser la persona que es. Esto significa que sólo puede reaccionar a una situación determinada de una de las maneras que tiene en su repertorio. Este repertorio, sin embargo, puede cambiar a lo largo del tiempo cuando algunas maneras viejas desaparecen y otras nuevas emergen. Si una situación perturba (uno podría decir "altera") a la persona y ésta no puede reaccionar por la falta de una conducta adecuada en su repertorio, puede actuar de dos maneras. Puede aislarse de la perturbación, protegiéndose a sí misma o, utilizando las palabras de Varela y Maturana, conservando la organización que representa. En términos clínicos eso sería conservar la integridad. O, si permite que tal perturbación externa ingrese en la organización

que representa, se desintegra Podría decirse que la perturbación desintegradora es demasiado diferente con respecto al repertorio de la persona. El que una persona se encierre como respuesta a una perturbación, puede verse como respuesta a algo que se experimenta como demasiado inusual. Los signos que Bülow-Hansen busca para saber si sus manos perturban de una manera apropiadamente inusual son los movimientos respiratorios del pecho. También puede buscar una indicación en los músculos flexores, que pueden aumentar su actividad. Si las manos tienden a sobrepasar los límites de lo apropiadamente usual hacia lo inusual, la respiración se hace más difícil y los músculos flexores pueden verse -las manos se cierran, los brazos pueden cruzarse, la cara se arruga, etcétera-. Todos estos signos pueden notarse también si una conversación toca temas que son poco usuales. Además, la persona se torna menos atenta y pensativa y las respuestas se hacen más reservadas. Para poder continuar la conversación con una persona debemos respetar su necesidad básica de conservar su integridad, para lo cual hay que aprender a ser sensible a sus signos, que a menudo son indicaciones sutiles de que nuestra participación en la conversación ha sido demasiado poco usual. Una cosa que ayuda a ver estos signos es proceder lentamente cuando hablamos con la gente, es decir, ir tan lentamente que ellos tengan tiempo de hacernos saber sus respuestas y nosotros tengamos tiempo de darnos cuenta. Relacionarse con los demás Cuando una persona se encuentra con otra tiene gran interés en conservar su integridad durante toda la reunión. Lo que digo y lo que hago determina que se abra a una conversación o que se cierre. Cuando lo observo, en realidad él observa que yo lo observo. Ambos estamos en una posición de observación. Yo observo si hay signos que indican que he dicho cosas poco usuales. Al observar sus respuestas a mi observación puedo transformarme indirectamente en un observador de mi propia observación. El observa para definir quién soy, para saber hasta dónde se atreve a entrar en la conversación conservando su integridad. Hace un cuadro de mí, un cuadro móvil, y le da al cuadro una explicación que le dice qué puede esperar de mí. Esa explicación lo guiará en lo que diga y haga en su relación conmigo Una consecuencia importante de esta perspectiva es que deja en claro que una persona es, en realidad, muchas personas. Se convierte en una persona en una circunstancia y en otra, en otra circunstancia. Sin embargo, todas estas diferentes personas salen de la misma persona que tiene algunas características básicas que la hacen esa persona. Por lo tanto, es a la vez equivocado y correcto decir que una persona es muchas personas o decir que todas estas diferentes personas son la misma persona. Un simple diagrama de este proceso de signos mutuos de observación puede servir para clarificar estas ideas: (véase pág. 44) El proceso que presentamos en este diagrama es exactamente lo que entendemos como el "sistema de observación", sobre el que escribe Heinz von Foerster (1979). Algunas dificultades de la palabra Cuando se dice una palabra, ésta pasa del que habla al que la recibe. La palabra tiene un significado, pero ¿tiene el mismo significado para ambos? Tenemos que considerar la posibilidad de que los significados sean diferentes. 42 01 43 funcionamiento En realidad, existe una dificultad precisamente sobre este punto en especial, porque al escribir debo preguntarme si tengo el mismo significado de la palabra "significado" (tal como se encuentra escrito aquí) que usted, el lector de esta palabra escrita. Si tratara de clarificar mi significado utilizando otras palabras, aún así existiría el problema de que las palabras nuevas pueden tener significados diferentes para mí y para el lector. Las palabras básicas en este libro son idea, descripción, explicación, significado y comprensión. Veamos qué es lo que entiendo por cada una de ellas. Para mi idea es vislumbrar algo; podría ser vislumbrar una descripción, una explicación o un significado, o cualquier otra cosa. Una descripción puede entenderse como un "cuadro" más firme. Este "cuadro" debe ser considerado como un cuadro en movimiento, que contiene todas las cualidades correspondientes a los sentidos de la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto y también a las sensaciones de "adentro" del cuerpo (los llamados estímulos propioceptivos). Explicación es el cómo entender el "cuadro". Un significado comprende la descripción y la explicación pero es algo más. Va de 44 explicación y descripción órganos sensores en funcionamiento lo que se dice descripción explicación lo que se dice y el otro y sensores en yo lo que se hace suyo que la descripción y la explicación tienen un cierto significado para la persona. Este significado es la base de cómo la persona se relaciona con la "cosa" que se describe y explica en términos de algún tipo de actuación. El contenido de la palabra "comprensión" está cerca del de "significado". En este libro, definición se considera como descripción más explicación. Por lo tanto, el significado es algo más que la definición: es la definición más el componente personal del que define. Responsabilidad Ahora llevaré al lector, a través de un atajo, a enfrentar el fenómeno de la responsabilidad. ¿Hasta qué punto soy responsable de abrir mis órganos sensoriales y, por lo tanto, ser perturbado por aquello que me "toca"? Más probablemente, soy responsable de mis descripciones y de los significados que les doy. También soy responsable de lo que hago y digo. ¿Hasta qué punto puedo ser responsable de que la otra persona se abra para que yo la perturbe? Lo más probable es que no pueda ser responsable de la descripción y del significado correspondiente que ella extraiga, y no puedo ser responsable de lo que ella diga y haga en la presencia de mis órganos sensoriales. Estas preguntas e ideas deberían ser indagadas.

El acto de describir y explicar acciones e interacciones humanas Cada vez que una persona describe a otra, ésta es parte de un sistema de observación. En otras palabras, lo que puede describirse o lo que está disponible para la observación y la descripción de un momento a otro está determinado por el sistema de observación. El observador o la persona que está siendo descrita limita sus dichos y hechos según su comprensión de la relación con el que describe. Sin embargo, lo que se hace disponible es tan rico en detalles que una persona no puede prestarle atención a todo a la vez. Hay que seleccionar algo para enfocar la atención. De allí en más algo será el foco de atención y algo quedará afuera. En términos de Bateson y Maturana, este foco de la atención se llama "establecer una diferencia". Este establecer diferencias es un acto del que describe. Y este acto ciertamente tiene que ver con los intereses del que describe, su 45 conocimiento, historia, etcétera. El punto principal aquí es que dos personas que describen en la misma situación, probablemente harán distinciones diferentes y por lo tanto tendrán descripciones diferentes, llevando inevitablemente a explicaciones diferentes de lo descrito. Un punto importante a recordar es que en cada acto de descripción se deja afuera a muchas otras posibles: las que no fueron hechas. Uno debería también recordar que la forma principal de hacer descripciones durante un diálogo es por medio de preguntas, lo que lleva justamente a esta pregunta: "¿Qué descripción haría yo si hubiera preguntado todas las cosas que no pregunté?" De acuerdo con lo que entendimos, Maturana y Varela (1987) llamaron a las diferentes fases de este proceso nombres (verbos), conocimiento (correspondiente a la descripción y la explicación) y actuación (dichos y hechos). Una parte de la actuación era la que estaba relacionada con los órganos de los sentidos, como por ejemplo el abrir o cerrar los ojos. En lo que hace a esta discusión me gustaría introducir la palabra sentir, que cubre tres pasos: sentir, conocer y actuar. Lo que me fascina cuando leo a Maturana y Varela es que hacen del sentirconocer-actuar un todo coherente. Este todo cumple con dos requisitos: 1) conservación de la organización e integridad de la persona y 2) participación en la interrelación con lo que la rodea. Las células sensitivas no pueden no activar las células del cerebro, que no pueden no activar los músculos y viceversa. Es un todo. Sin embargo, las rutas del "polo" sensitivo hacia el "polo" motor pueden ser muchas. Hay diversos caminos dentro de un repertorio de posibilidades muy rico. Cada célula cerebral se conecta con muchas otras células, a la vez recibiendo "influencias" de muchas otras células e influyendo en muchas otras células. La influencia puede ser inhibitoria o activadora. No se puede predecir qué ruta tomará el proceso. Von Foerster dice, de acuerdo con lo que yo entiendo, que, a medida que el proceso avanza hacia la activación, cambia parcialmente al propio medio de procesámiento, es decir el cerebro (Segal, 1986). Algo importante para pensar es que el cerebro está constantemente en acción, por lo que las influencias de los órganos de los sentidos modifican un proceso que ya está en funcionamiento en el cerebro. Se lo compara con una habitación llena de gente hablando, donde el habla es análoga a la influencia de los órganos sensoriales. La actividad del habla que se produce en la habitación se ve cambiada sólo en pequeña medida si alguien habla desde la puerta. A 46 medida que este flujo atraviesa el cerebro, uno podría considerar la posibilidad de que la parte que conoce procese una descripción clara y la correspondiente explicación clara. Pero uno podría también esperar la posibilidad de que no hubiera descripciones o que estas sólo fueran vagas, por lo que la persona no podría comprender en su totalidad ni lo que lo rodea ni los problemas que esto le trae a su persona. Uno puede también pensar que aun si el significado no es claro la actuación continúa. El cuerpo trabaja sin que la mente se dé cuenta. A menudo me llama la atención la facilidad con que la gente que tiene problemas en el cuerpo los acepta diciendo: "Aveces una persona se ve metida en una situación para la que no se encuentra lista en ese momento. La mente todavía no puede entender de qué se trata, pero el cuerpo ya lo ha hecho. El cuerpo da síntomas de que hay algo en la situación de lo que la persona debería protegerse en ese momento. El cuerpo entendió lo que ocurre, pero la mente todavía no lo ha hecho". Multiverso más que universo y (objetividad) Un resumen importante de lo que se ha dicho hasta ahora es que el que describe a otra persona, a través de su participación en el sistema de observación, influye en lo que puede ser observado y descrito. Al hacerlo, el que describe hace distinciones especiales, dejando por lo tanto afuera todas las demás posibles. Las descripciones y las explicaciones correspondientes estarán estrechamente conectadas con los actos del que describe. Y finalmente, la constitución neurológica interna de la persona y su función influirán en el acto de describir y explicar. Esto nos lleva a concluir que en gran medida cualquier descripción o explicación depende del observador y que cada persona que describa la misma situación tendrá su propia versión; cuando se comparen las versiones, serán diferentes en algún grado. Ninguna descripción será mejor que las demás; todas son igualmente "válidas". La consecuencia para el trabajo clínico es que debemos buscar y aceptar todas las descripciones y explicaciones de una situación que existan y promover la ulterior búsqueda de las que todavía no se hayan encontrado. Cada persona tiene una percepción (podemos llamarla una percepción construída) de la situación a la que ella "pertenece". Esta 47 percepción es la "realidad" de la persona. "Realidad" existe sólo como la "realidad" del que la percibe. La misma situación "externa" puede resultar o transformarse en muchas "realidades". No se puede decir que una "realidad" sea mejor que las demás. Todas son igualmente "reales". El cuadro de la realidad se adapta de tal manera que la persona pueda vivir en esa "realidad". Ernst von Glasersfeld lo expresa de la siguiente manera (Segal, 1986, págs. 86-87) El constructivismo radical es menos imaginativo y más pragmático. No niega la "realidad" ontológica -simplemente le niega al humano que la experimenta la posibilidad de adquirir una representación verdadera de la misma-. El sujeto humano puede encontrarse con ese mundo sólo cuando una manera de actuar o de pensar no le permite conseguir su objetivo deseado -pero en tal fracaso no hay manera de decidir si la falta de éxito se debe a una insuficiencia en el enfoque elegido o a un obstáculo ontológico independiente-. Por lo tanto, lo que llamamos "conocimiento" es el mapa de los caminos de acción y pensamiento que, en un momento dado en el curso de nuestra experiencia, se nos ha vuelto viable. Dos procesos de diálogo interrelacionados De los diálogos circulares a los elípticos El establecimiento de relaciones comprende el sentir, el conocer y el actuar. Un nuevo diagrama nos servirá para simplificar la cuestión: El diagrama indica un continuo proceso "interno" que bien puede ser considerado como un ciclo. El proceso "interno" sirve en parte para conservar la integridad de la persona pero también sirve como base para la expansión de los actos de sentir, conocer y actuar. La

condición necesaria para esta expansión es la conexión de este proceso "interno" con un proceso "externo" continuo de intercambios que ocurre cuando uno toma parte en relaciones con otros, 48 sentir tal como se indica en el siguiente diagrama. De acuerdo con esto, podría decirse que los dos procesos "internos" y el proceso "externo" están ocurriendo de manera paralela cuando dos personas se encuentran. Si este encuentro es un diálogo, por ejemplo, el terapeuta y el cliente conversando durante la "conversación curativa", podría ser importante pensar en tres conversaciones paralelas que se producen al mismo tiempo: dos conversaciones "internas" y una "externa". La conversación "interna" parece servir a dos propósitos por lo menos: tratar de las ideas que se intercambiaron y tratar de la participación de la persona en la conversación "externa". ¿Parte de la conversación "interna" tiene que ver con cuál es el contenido significativo de la conversación "externa" y también con cómo se puede realizar mejor esa conversación "externa"? Parece como si una persona estuviera constantemente hablando consigo misma sobre cómo ella puede conectarse a través de una conversación para conseguir nuevas y mejores perspectivas (descripciones y explicaciones) sin que la integridad de la persona se vea ofendida. Cada vez que tomamos parte de la "conversación curativa" deberíamos preguntarnos todo el tiempo: ¿la conversación que estoy manteniendo con esta persona es lo suficientemente lenta para que la otra persona y yo tengamos tiempo suficiente para nuestras conversaciones "internas"? Si el lector se fija nuevamente en el último diagrama con las palabras conocer, actuar y sentir, verá que su forma es similar a la de una elipse. Una elipse tiene dos centros, uno en cada extremo, y es 49 en sí misma la expresión matemática de la línea alrededor de dos centros. Por lo tanto, me pregunté si deberíamos discutir la noción de circularidad y llamar a una conversación un intercambio de ideas elíptico. Durante algún tiempo, Stein Bráten, un sociólogo noruego, trabajó sobre el concepto de la "conversación interna". Para él la persona está dividida en dos partes: una es "yo" y la otra es el "otro virtual". Ambas comparten distintas perspectivas a través de sus diálogos. Bráten llegó a esta idea siguiendo una ruta distinta de la nuestra. La de él se remonta a Gadamer, quien cita la noción platónica del pensamiento como el diálogo interno del alma consigo misma, a Piaget, que lo llama "habla egocéntrica", y a C.S. Peirce, que dijo que uno razona para persuadir al self crítico. El cambio puede ser una limitación y el cambio puede ser evolución El primer cambio se relaciona con la actuación (conducta) de una persona cuando este cambio es resultado de consejos o imposiciones externas. El otro cambio viene de adentro, cuando se amplían las premisas del actuar (conducta), a saber, los aspectos del conocer y del sentir. El que recibe la presión externa en el primer caso la experimentará como una amenaza a su integridad. Para defenderse, la persona se cierra a este acto externo de imposición o consejo. En este proceso de cierre, la persona limita el uso de su repertorio de actuación (conducta). Esta limitación puede satisfacer al instructor si la limitación frena la conducta que el instructor ha definido como desviada o no querida. Aquí es importante notar que las instrucciones contribuyen a limitar el repertorio de actuación y por lo tanto los aspectos correspondientes de conocer y sentir. Tales cambios a través de la restric ción, que son más o menos predecibles, corresponden a la idea de que una persona puede ser dirigida por otra. Esas instrucciones llevan a la intimidación, algo muy diferente de la intimidad. El segundo tipo de cambio ocurre cuando hay libertad para intercambiar ideas entre dos o más personas, asegurando la integridad individual de todas las personas. En tales circunstancias surgi Estas son ideas con las que mi amigo Ebbe Reichelt, teólogo y docente noruego, y yo jugamos en mayo de 1988. La elipse es el área que aparece cuando se trunca un cono de manera oblicua. Las estrellas y los soles y los demás cuerpos celestes se mueven en órbitas elípticas. 50 rán nuevas ideas para conocer, sentir o actuar, o nuevas ideas para utilizar las posibilidades que un repertorio ya tiene. Estos cambios conocen su propia ruta y su propio tiempo. En pocas palabras, el cambio puede ser de dos tipos: puede limitar o expandir la habilidad para describir, explicar y actuar. Un ejemplo puede servir para aclarar este punto. Un bebé mueve todo el cuerpo cuando se ríe. El movimiento de la risa recorre todo el cuerpo, hasta los dedos de los pies se ríen. A medida que el niño crece y comienza a caminar, la posición del pie limita la posibilidad de los dedos de tomar parte en el movimiento de la risa. Cuando el niño se hace más grande, se le enseña que ciertas formas de reírse son más apropiadas que otras. Cuando se transforma en un adolescente, puede comenzar a aprender que hay ciertas cosas de las que uno no se ríe, y entonces hasta la sonrisa comienza a decrecer. El punto es que todos, incluido el lector, todavía tenemos el potencial para permitir que el movimiento de la risa alcance e incluso haga mover los dedos de los pies. Las posibilidades sólo tienden a limitarse a través del tiempo, a medida que se introducen hábitos, costumbres, etc. También tenemos el potencial para restringir aun más el movimiento de la risa. Si una persona desagradable se encontrara presente, podría incluso ocurrir que nuestras sonrisas, que anteriormente llegaban a los ojos, se frenaran en los labios. Las sonrisas y las risas permanecerán entonces allí, dormidas, esperando el estallido. ¿Cómo podemos crear la situación que hace que tales estallidos sean posibles? No es de extrañar que las palabras y las preguntas se transformen en circunstancias favorables. Las buenas circunstan cias pueden aflojar todas las risas disponibles, aun las de los dedos de los pies. El intercambio de ideas con los demás puede crear formas distintas y nuevas de reír, por ejemplo, a través de la escritura, la pintura o el canto. Es fundamental decir "no" Dado que lo que es extremadamente inusual puede amenazar la integridad de una persona, es para nosotros de extrema importancia organizar nuestro trabajo de tal forma que aquellos que vienen a hablar con nosotros tengan permanentemente la oportunidad de decir no a la forma o al contenido o al contexto de la conversación, o a los tres elementos a la vez. La mejor forma de asegurar que no hay 51

un "no" que no ha sido explicitado es permitir que la discusión sobre la conversación que está teniendo lugar sea parte del diálogo. La utilización de palabras como "gustar" y "cómodo" en nuestras preguntas, por ejemplo: "¿De qué manera le gustaría utilizar esta sesión?" y "¿Cómo se sentiría más cómodo?" puede ayudar en este proceso. Cada conversación que mantenemos es un desafío a nuestra sensibilidad para percibir pequeñas pistas en las palabras o en las pequeñas manifestaciones corporales que son signo de que hay algo en la conversación con lo que la persona no está de acuerdo o no se siente cómoda. Intercambios conversacionales La pausa antes de escuchar podría utilizarse para preguntarse: "¿Lo que dije fue apropiadamente poco usual o demasiado inusual?". Las conversaciones necesitan pausas, las suficientes para que tenga lugar el proceso de pensar acerca de la conversación. Y deberían ser lo suficientemente lentas como para permitirle a la mente seleccionar aquellas ideas con las que siente afinidad y encontrar las palabras que le permitan expresarla. Una conversación debería ser un esfuerzo por incluir lo que las personas que participan en ella dicen, piensan y escuchan en términos de la velocidad y el ritmo de estas fases. Cuando hablamos con alguien, tratamos de seguir su ritmo sin perder el nuestro. Con respecto a esto hay dos artículos sobre la fisiología de la respiración que ofrecen ideas muy interesantes. Southerland, Wolf y Kennedy dicen (Christiansen, 1972, pág. 26) Para nosotros las conversaciones son una fuente importante para el intercambio de descripciones y explicaciones, definiciones y significados diferentes. Tales intercambios podrían hacer ver bajo una nueva luz viejas descripciones y explicaciones e incluso podrían llevar a que emergieran otras nuevas. Así, ésta sería la más amplia base posible para que una persona pueda elegir cómo manejar situaciones estancadas de manera diferente o cómo responder a acontecimientos nuevos, ya sea que estos puedan ser previstos o no. Hay tantas similitudes entre los intercambios de una conversación de camaradería y los de la respiración de un individuo que podemos pensar que si comprendemos un tipo de intercambio, comprenderemos también el otro. Me gustaría decir sólo una cosa, y es que la camaradería depende de la conversación para sobrevivir, tal como el individuo depende del respirar. Si miramos un diagrama de la curva del ciclo respiratorio, veremos que la parte que sube indica la inhalación y la que baja indica la exhalación. Entre estas dos partes hay dos pequeñas pausas, una antes de que comience la inhalación y otra antes de que comience la exhalación. También durante el ciclo de la conversación uno necesita una pequeña pausa antes de hablar (actuar) y una pequeña pausa antes de escuchar (sentir). La pausa antes de hablar puede ser utilizada para preguntarse: "¿Qué dijo en realidad?". Harold Goolishian, del Instituto de la Familia de Galveston, Texas, con quien estamos en contacto con frecuencia, siempre dice: "Tienen que escuchar lo que les dicen realmente, y no lo que ellos quieren decir en realidad". 26): Parece notable ... que los registros [de los ciclos de respiración] tomados con una distancia de tres a veintiocho días, se reproduzcan unos a otros con tal precisión. Sin embargo, esto es lo que ocurre en todos los casos. Si se mezclaran los registros duplicados que se tomaran con diferencia de días en varios cientos de casos, se los podría luego agrupar con toda facilidad. Consecuentemente, le hemos dado el nombre de "huellas dactilares" de nuestros pacientes a estos registros espirométricos. Estos registros no pueden ser duplicados por ningún proceso consciente. Y Alexander y Saul establecen que (Christiansen, 1972, pág. Comparando la serie de curvas de un individuo con la serie obtenida de otro, hay dos hechos que son inmediatamente visibles. El primero es que la curva es típica del individuo, tal como su escritura. En otras palabras, tal como la escritura de dos individuos es diferente, hay diferencias características entre los esquemas respiratorios. En nuestras series, no se encuentran dos individuos que tengan esquemas repiratorios idénticos. El segundo hecho es la regularidad del trazo respiratorio de cada individuo. En las tres cuartas partes de los casos, a pesar de las variaciones mínimas, las características más importantes siguieron siendo típicas del individuo durante largos períodos (por lo menos tres años). Incluso aquellos que mostraban gran variabilidad retenían una individualidad reconocible. Los experimentos han demostrado que es extremadamente difícil imitar el espirograma de otra persona. De esto concluyo que, aun cuando hay gran estabilidad en el ritmo de la respiración, a lo largo del tiempo hay una tendencia hacia el cambio de este ritmo. Maturana habla de la tendencia de diversas partes del cuerpo a mantenerse iguales o a cambiar con el tiempo. Algunas partes son muy estables, por ejemplo, los genes. Otras son menos estables. 52 53 ¿Puede ser que la respiración pertenezca a las más estables a lo largo del tiempo? Utilizando la respiración como metáfora, nos damos cuenta de que tenemos que seguir lavelocidad y los cambios de la otra persona a través de lo que escucha, piensa y dice. De lo contrario, la conversación se sofocaría. ¿Cómo podemos ayudar más al hablar? ¿Qué le resulta más útil a las personas que se encuentran en una situación de "estancamiento"? Podemos explicar y aconsejar. Podemos incluso decir que las personas deben recibir nuestras interpre taciones y consejo. Podemos incluso persuadirlas, empujarlas o amenazarlas para que los reciban. Esta bien podría ser una ruta peligrosa para la relación de la que la conversación es parte. Como ya lo hemos mencionado, el concepto de interacción instructiva de Maturana (1978) probablemente nos sea de alguna ayuda. Los consejos y las interpretaciones pueden fácilmente transformarse en perturbaciones ajenas a la persona. Si ésta "acepta" algo para lo que no tiene respuesta en su repertorio, podría tener lugar la desintegración. Una manera de evitar que esto ocurra es terminar la relación. Muy influidos por las preguntas del equipo de Milán, lo que Penn escribió sobre preguntas (1982,1985)y todas las discusiones con Harold Goolishian y Harlene Anderson sobre el mismo tema, pensamos que es más seguro utilizar solamente preguntas. Hay ciertas excepciones a esta regla, por ejemplo, cuando para aquellos con los que hablamos sería demasiado inusual que no les diéramos consejo o que no hiciéramos interpretaciones. Aquellas preguntas apropiadamente poco usuales que dan la posibilidad de más de dos respuestas («sí" y "no") a menudo abren la posibilidad de hacer más preguntas. Básicamente opinamos que

la mejor manera en que podemos ayudar es haciendo, especialmente preguntas que aquellos con los que hablamos a menudo no se hacen a sí mismos, y que pueden responderse de muchas maneras, lo que a su vez crea nuevas preguntas. ¿De qué manera podemos ayudar más al escuchar y pensar? Una vez más prefiero citar a Harold Goolishian, quien repite: "¡Escuchen lo que dicen en realidad!". Podemos estar seguros de 54 que lo que dicen incluye la invitación a tocar temas sobre los que podemos hablar. De ser así, preferimos continuar hablando de lo que está directamente relacionado con lo que acaban de decir; en otras palabras, de lo que nos han invitado a hablar con más detenimiento. Cuando hablan pienso en las palabras que usan, así como en el tono y los movimientos corporales que siguen a las palabras, y me pregunto, de todo lo que oigo, qué es más importante para seguir hablando. Estas partes más importantes son lo que llamo "aperturas". Me pregunto: "¿Con qué apertura voy a relacionar mis preguntas? Es decir, ¿ pido una aclaración de las palabras, o pido la historia o las circunstancias que representan el contexto, o pregunto qué podría ocurrir si hubiera cambios en las acciones que están teniendo lugar en esta situación?". Cuando les hago preguntas, simultáneamente me pregunto: "¿Puedo ver signos que expresan que soy poco inusual, o existen síntomas de que estoy siendo apropiadamente inusual, Q bien de que estoy siendo demasiado inusual?". También prefiero preguntarme: "¿Qué pasa con la velocidad y el ritmo de esta conversación?". También: "¿Esta conversación incluye temas de los que yo mismo no estoy en condiciones de hablar? ¿La conversación está tomando una forma para la que no estoy listo? ¿Me estoy enganchando con mis propios significados sobre la descripción y la explicación de la situación? ¿Se me ocurren incluso significados sobre la manera de resolver la situación?". Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es "sí", necesito más tiempo, una pausa tranquila, para pensar mejor mi intervención en la conversación. Por ejemplo, si comienzo a tener significados que guían mi participación en la conversación, necesito la ayuda de alguien que haga preguntas sobre mis significados y mi acto de presentar significados. Intercambios Para nosotros es útil ver la conversación como una serie de intercambios de ideas. Algo es dicho y escuchado, pensado y se crea una pregunta que, es de desear, crea nuevas ideas sobre lo que se dijo en primer lugar. Los que se sienten estancados saben exactamente qué ideas les gustaría discutir y nos guiarán hacia las ideas más importantes si se sienten seguros de que la conversación les asegura la conservación de su integridad. Por lo tanto, parece que la 55 cuestión a la que hay que prestarle mayor atención es el proceso continuo del que tomamos parte cuando hablamos con la gente. Esto implica que hacemos preguntas sobre todas las conversaciones que han tenido y las que podrían llegar a tener sobre esa situación de estancamiento en el futuro. Ellas nos señalarán el problema, que puede definirse como algo que uno no puede dejar y que uno piensa que hay que cambiar. Sistema de significados Harlene Anderson y Harold Goolishian presentaron un nuevo punto de vista en 1985. Citaremos a Lynn Hoffman, quien en ese momento se encontraba también a la espectativa de "lo nuevo" (1985, págs. 386-387): den a no modificarse. Las conversaciones muy a menudo se detienen cuando los significados de las diferentes personas son demasiado distintos entre sí. Si también hay en juego una situación de prestigio, la gente tiende a aferrarse aún más a sus significados. En tales situaciones, la gente tiende a escuchar sus propios significados acerca de los significados de los demás, en lugar de escuchar los significados de los demás. El entender esto es lo que nos hace evitar expresar los significados. Si lo hiciéramos, nos transformaríamos en aliados de aquellos que ya están en la escena y que tienen significados similares a los nuestros e, inevitablemente, nos opondríamos a aquellos que tienen otra opinión o una muy diferente. Los sistemas de significado como organizaciones La vieja epistemología implica que el sistema crea el problema. La nueva epistemología implica que el problema crea el sistema. El problema es todo aquello en que consistía la preocupación inicial más toda la preocupación que se le agregó en su alegre paso por el mundo. Uno tiene que pensar en una infernal especie de bebé de brea o de hombre de jengibre. El problema es el sistema de significado creado por la preocupación, y la unidad de tratamiento es todo aquello que contribuye al sistema de significados. Esto incluye el profesional que lo empieza a tratar tan pronto como el cliente pasa por la puerta. Esta posición ha recibido recientemente el apoyo de Harlene Anderson y Harry Goolishian (Anderson, Goolishian y Winderman, 1986) en su discusión del sistema orientado hacia el problema. Goolishian (comunicación personal, 1985) también ataca el énfasis que en la actualidad se le da a la división de la terapia en individual, de pareja o tratamiento familiar. Su razón es que mientras utilicemos un esquema basado en unidades sociales caeremos en la trampa de un enfoque lineal. Si se trata de una organización, esta puede ser disfuncional. Si es disfuncional, contiene una patología. Si contiene una patología, entonces podemos curarla. Esto nos lleva de vuelta, inevitablemente a la vieja epistemología y a la dicotomía entre la persona que rotula y la persona que es rotulada. Estas ideas tuvieron un profundo impacto en nuestra manera de pensar. Vemos al sistema del problema creado como un escenario en el que muchos pueden verse. Cada uno de ellos tiene una tendencia a quedarse prendido de una descripción del problema, tiene una explicación para el mismo y, por lo tanto y naturalmente, tiene un significado sobre cómo resolverlo. Cuando cada uno de los que se encuentran en la situación tienen significados que son en parte diferentes de los de los demás, pueden emerger nuevos significados si estos son intercambiados en conversaciones. Si no existe la conversación, los significados tien56 Maturana (1978) y Varela (Maturana y Varela,1987) destacan el concepto de organización como ellos lo utilizan. Maturana habla de las organizaciones como unidades compuestas por dos o más unidades simples. Estas unidades son tales que la organización, combinada en un todo visto por un observador, tiene algunas características que le dan a la organización su identidad. Tomemos como ejemplo un equipo que trabaja con sistemas. El equipo está compuesto por cuatro o cinco personas que se reúnen para hacen trabajo sistémico. Lo que hacen juntos cuando hacen trabajo sistémico es lo que caracteriza a la organización, el equipo. El equipo podría comportarse de diferentes maneras, a veces uno habla y los demás escuchan, a veces todos hablan; a veces trabajan estrechamente, otras veces no tanto. Estas diversas formas de cooperación indican estructuras diferentes. Aunque las estructuras cambien, la idea central sigue siendo la misma, es decir, hacer trabajo sistémico. Los miembros del equipo pueden ser remplazados por otras personas, pero la organización sigue siendo la misma si el nuevo equipo sigue haciendo trabajo sistémico.

En nuestra "traducción" al uso diario del lenguaje, pensamos en la organización como el agrupamiento de dos o más personas que tienen por lo menos una idea de interés común. Mientras tengan esta o estas ideas como intereses que los conecten, la organización es lo que se mantiene. Si la (s) idea (s) desaparece (n), la organización se disuelve. En las palabras de Anderson y Goolishian (Anderson, Goolishian, Pulliam y Winderman, 1986), se puede considerar a un sistema de significado como un grupo de personas conectado alrededor de la idea de hacer algo en cierta situación. 57 En Tromso nos gusta ver a la organización a través de ciertos cristales: ¿Cuáles son las distintas subentidades de esta organización en término de las personas que pueden hablarse entre ellas? En otras palabras: ¿De qué forma están compuestas las distintas subunidades en términos de las personas que pueden intercambiar ideas sobre el problema y el sistema estancado que crearon? Tenemos la sensación de que muchos terapeutas quieren conversar con un grupo de personas que no pueden intercambiar ideas en ese preciso momento. Por lo tanto, una de las preguntas que consideramos muy importante contestar es: "¿Quién puede hablarle a quién sobre este tema y de qué manera en este preciso momento?" Eso no quiere decir que no podamos hablar con todos ellos. Sólo quiere decir que deberíamos discutir con aquellos que están involucrados en el problema, qué tipo de agrupamiento deberíamos entrevistar y cuándo sobre qué tema. Multiverso quiere decirque un fenómeno, porejemplo un problema, puede describirse y comprenderse de diferentes maneras. La idea constructivista de que cada persona crea su versión de una situación es de gran ayuda cuando nos encontramos con un sistema estancado (Bateson, 1972, 1978, 1979; Maturana, 1978; Maturana y Varela, 1987; Segal, 1986; von Foerster, 1979; von Glasersfeld, 1988). Ninguna de las versiones es correcta o incorrecta. Nuestra tarea es en lo posible entablar un diálogo para comprender de qué manera las distintas personas crearon sus descripciones y sus explicaciones. A partir de allí los invitamos a un diálogo para discutir si podría haber otras descripciones que todavía no han visto y otras explicaciones en las que tal vez no hayan todavía pensado. En un sentido, los invitamos a que se unan a nosotros en un flujo de intercambio sobre las ideas, aceptando que siempre hay algo que no se vio y algo que no se pensó en los procesos de la vida. En otras palabras, hay siempre muchas otras distinciones que hacer además de aquellas que ya hemos establecido. Las herramientas que nos son más útiles para establecer nuevas distinciones son las preguntas que todavía no hemos formulado. Las preguntas apropiadamente inusuales son nuestra mejor contribución al sistema estancado. Las personas que se encuentran estancadas en lo que ellas mismas definen como situaciones problemáticas están acostumbradas a hacerse la misma pregunta una y otra vez. Cuando parti cipamos en el proceso de crear una nueva comprensión del problema definido, además de hacer preguntas inusuales en nuestra conversación con ellas, ¿cómo podemos crear también la posibilidad de que 58 comiencen a hacer preguntas nuevas? En otras palabras: ¿cómo podemos crear la posibilidad de que la persona con que hablamos comience a hacerse nuevas preguntas? El equipo reflexivo En este momento, nuestra comprensión es que la estructura del equipo reflexivo ofrece a aquellos que nos consultan la posibilidad de que a medida que escuchan al equipo se hagan nuevas preguntas, estableciendo al mismo tiempo distinciones nuevas. El sistema estancado, ya sea una persona o más, por ejemplo, una familia más el sistema de ayuda, es entrevistado por uno de nosotros. Todas estas personas pertenecen al sistema de entrevis tas. El equipo reflexivo a menudo se encuentra detrás de un espejo unidireccional y está compuesto la mayoría de las veces por tres personas. Este espejo no es necesario y la cantidad de miembros del equipo no es siempre tres. Mencionaremos estas variaciones más tarde. Consideramos al sistema de entrevista como un sistema autónomo que define por sí mismo de qué y cómo se habla. El equipo reflexivo, que escucha, nunca da instrucciones sobre lo que el equipo de entrevista va a decir o cómo sus miembros deben hablar. Cada miembro del equipo reflexivo escucha en silencio la conversación. Los miembros no se hablan sino que cada uno de ellos se habla a sí mismo haciéndose preguntas. Se preguntan: ¿De qué manera la situación o el/los tema (s) que presenta el sistema pueden ser descritos además de la descripción presentada? ¿De qué otra forma puede explicarse la situación o el tema además de la(s) explicación (es) presentada? Después de un rato, los miembros del equipo presentan sus ideas si es que el sistema de entrevistas se las pide. Los miembros del equipo hablan entre sí acerca de sus ideas y preguntas sobre el/ los tema (s) presentado (s), mientras que los miembros del sistema de entrevistas los escuchan. En otras palabras, cada miembro da su versión sobre los temas definidos como problemáticos. Si las versiones no son demasiado diferentes, servirán como perspectivas mutuas para cada uno de ellos, y las otras dos o más versiones tenderán a creear nuevas versiones a medida que los miembros del equipo se hablan en forma de preguntas. Tal vez más importante es que este proceso les da a los miembros del equipo de entrevistas (el sistema estancado más el 59 entrevistador) la posibilidad de tener un diálogo interno a medida que escuchan las versiones que les presenta el equipo. Después que el equipo termina sus reflexiones, los miembros del sistema de entrevista hablan entre sí sobre las ideas que tuvieron mientras escuchaban las reflexiones. De esta manera, tienen una conversación sobre lo que habló el equipo reflexivo acerca de la primera conversación del sistema de entrevista. La mayor parte del tiempo, el entrevistador hace preguntas y evita dar opiniones o consejos. El equipo también sólo da reflexiones especulativas para subrayar que cada miembro del equipo sólo puede tener su propia versión subjetiva del todo y que, de acuerdo con los lineamientos básicos, no existe ninguna versión objetiva o final. De esta manera, acordamos con lo que dice Maturana acerca de que la interacción instructiva es imposible. Sólo podemos ofrecer una oportunidad para una combinación estructural transicional de interés mutuo y los intercambios de ideas que le siguen, y nos gusta destacar la importancia del interés mutuo. La curiosidad surge alrededor de la cuestión de establecer diferencias. Por ejemplo: ¿Qué conversación tendríamos si todas las preguntas que se podrían hacer pero no se hicieron se hubieran hecho? ¿Qué hubiera ocurrido entonces? Y ¿qué explicaciones se hubieran construido basadas en todas estas otras descripciones que no se vieron? Siento cada vez mayor curiosidad al pensar en el contenido de todas las conversaciones alternativas que podríamos haber tenido. El volver a ver las videocintas nos ofrece alguna posibilidad de tratar estas preguntas. Por lo menos podemos darnos cuenta de cuáles son las preguntas que no se hicieron y que se podrían haber hecho. A menudo volvemos a ver las videocintas de sesiones y las detenemos ante una de las preguntas que el entrevistador hizo. Luego discutimos qué otras preguntas hubiéramos hecho. No es dificil proponer diez,

quince o incluso veinte preguntas más. También detenemos la cinta para pensar sobre las aperturas que no se utilizaron y discutir qué preguntas hubiéramos hecho en esas aperturas. Sólo podemos contribuir para ayudar si la conversación nos hace sentir curiosidad. Como en otras cuestiones de la vida, la curiosidad es el motor de la evolución. 60 3 Guías para la práctica Tom Andersen Estas guías pueden ser consideradas como una especie de andamiaje, ya que pueden ser organizadas de diferentes maneras y son transitorias. Representan las experiencias acumuladas a lo largo del tiempo, y han resultado ser útiles cuando han sido adecuadamente poco usuales para aquellos con los que hablamos. La parte más importante de la conversación se centra en la pregunta: "¿Cómo puede haber una conversación significativa entre el sistema fijo y nosotros?" Dentro del marco de esa pregunta, básicamente hablamos de diferentes conversaciones que han tenido lugar hasta ahora alrededor del problemay discutimos qué otras conversaciones podrían ser útiles en el futuro, con qué persona (s), sobre qué tema (s), de qué forma (s), en qué momento. «Nosotros", representando a los últimos profesionales que entraron en la escena, podemos ser uno o dos o tres o cuatro. Algunos preferimos que sea sólo uno y les pedimos a los profesio nales que ya existen en el sistema fijo que se unan en un equipo. Otros preferimos que dos o más de nosotros formemos un equipo que se reúna con los del equipo fijo. Lo que podemos ofrecer cuando somos un equipo de dos o más Con frecuencia hay un miembro del sistema del problema creado que se conecta con nosotros, más a menudo un profesional. La conexión se puede hacer por teléfono o por carta. 61 Si el contacto se hace por teléfono, uno puede comenzar una conversación sobre cuáles personas, consideradas importantes en este momento, deberían estar presentes en la primera reunión para discutir el tema que se presenta por teléfono. Si el que llama es un profesional, se lo invita a él o ella para que venga también a la primera reunión. Si eso es difícil de arreglar, se le pide a la persona si podemos seguir en contacto con ella para conseguir mayor información o para continuar la discusión. Si el contacto tiene lugar por carta, uno puede responder también por carta. "Hay veces en que más de una persona entra en la resolución de problemas como el que menciona en su carta. En tales circunstancias, a menudo puede resultar útil que sepamos lo más posible sobre las experiencias y las ideas que tienen las personas envueltas en el caso. Como no conocemos los hechos que rodean al problema, queremos preguntarle si hay personas que podrían especialmente ayudarnos a entenderlo. Si hay alguien que pueda hacerlo, podrían venir a la primera reunión si ellos lo consideraran apropiado. Si usted mismo está interesado, por favor, siéntase con derecho a tomar parte en la reunión. Si no pudiera venir, espero que podamos seguir en contacto para informarle o discutir con usted si algo que surgiera de la(s) reunión(es) lo hiciera necesario." La idea es que quede planteada la posibilidad de que estén presentes en las reuniones tantos miembros de la situación que se discute como sea posible. La primera reunión cuando somos un equipo de dos o más Si hubiera profesionales presentes en la reunión, hablamos con ellos antes, para explicarles que definitivamente queremos que nos den toda la información posible sobre su trabajo con el sistema. Les pedimos que decidan si quieren darnos la información antes de que nos encontremos con su (s) paciente (s) o si quieren dárnosla delante de los pacientes. Decimos que preferimos lo segundo, pero los profesionales deben elegir la forma con la que ellos se sientan más cómodos. Los profesionales también tienen la opción de sentarse tras el espejo, ya sea como miembros del equipo reflexivo o como observadores, detrás del equipo, simplemente para observar y escuchar. De antemano habremos designado al entrevistador, quien, junto con otra persona del equipo se encontrará con el equipo fijo 62 (incluyendo al/los profesional (es» en la sala de entrevistas, mientras que el resto del equipo espera en la otra habitación. A los miembros no profesionales del sistema se les habla de las otras posibilidades: hablar con una sola persona (el entrevistador) o con dos (el entrevistador más uno o más de nosotros), o con el entrevistador más el equipo. También se les dice qué actitud el/los profesional (es) han decidido tomar en la sesión. Si un equipo está presente, se les dice que los miembros del equipo estarán sentados detrás del espejo. Si somos más que los que entrevistan, se les dice que de tanto en tanto al equipo le gustaría tener una discusión sobre la conversación que el entrevistador tuvo con el sistema fijo. Se les explica que todas las personas que siguen una conversación, ya sea como participantes o como oyentes, suelen tener ideas sobre lo que se discute. Tales ideas son, a menudo, de valor para discutirlas, porque han resultado tener un impacto positivo sobre el diálogo alrededor del problema que se discute. Por lo tanto, los miembros del equipo presentarán sus ideas abiertamente mientras que todos los presentes los escuchan. Si los miembros no profesionales no están seguros sobre sus preferencias, los dejamos solos para que discutan las opciones que se les han presentado y que elijan el formato con el que se sientan más cómodos. Una vez que han decidido la forma, introducimos nuestro pedido de filmar la sesión, lo que también sometemos a su decisión. Si hubiera estudiantes que quisieran seguir la conversación, les preguntamos finalmente su opinión y ellos determinan qué es lo que está permitido. No dudamos en expresar lo que creemos contribuirá más a la conversación, por ejemplo, la presencia del equipo. Si ellos quieren que el equipo participe, entonces éste siempre viene a la habitación y todos los miembros del equipo se dan la mano con los miembros del equipo fijo. Antes de comenzar la sesión también bajamos las luces en la habitación de entrevistas y las subimos en la de observación, una vez que los miembros del equipo se han sentado, para que el sistema fijo sepa dónde y de qué forma los miembros del equipo están sentados. Lo que podemos ofrecer en la primera reunión cuando somos sólo uno En este caso uno de nosotros va al consultorio del profesional local, si éste ha estado de acuerdo en tomar parte de la reunión. Allí 63

se le comunica que queremos información sobre el estado del trabajo hasta el momento, y es él quien decide si eso debe hacerse antes de la reunión con el (los) paciente (s) o si la información puede darsedelante del mismo. Nosotros dejamos en claro que preferimos el segundo procedimiento, pero siempre seguimos las preferencias del profesional local. A continuación le decimos que sólo uno de nosotros será el entevistador, mientras que el otro será el observador que escuche la entrevista. Para explicar esto nos basamos en nuestra experiencia de que dos entrevistadores probablemente hagan dos entrevistas distintas, lo que puede resultar difícil para el paciente. La persona local es la que decide lo que quiere ser, ya sea entrevistador u observador. Más a menudo el profesional local prefiere lo segundo. Luego sugerimos que, de tanto en tanto, es conveniente detenerse para discutir la conversación mientras el paciente nos escucha. Se le pide a la persona local que participe en esa discusión sólo en tanto y en cuanto se sienta cómoda. Si acepta la idea de ser parte del equipo reflexivo, le decimos que la experiencia nos ha demostrado que, Aara permitirles a los clientes que tengan la oportunidad de estar en posición de escucha, deberíamos concentrarnos en mirarnos a los ojos cuando hacernos nuestras reflexiones, ya que si miraraMos al paciente y por lo tanto, lo incluyéramos en nuestra conversación, lo estaríamos privando de la posibilidad de estar en la posición de escucha. En otras palabras, le estaríamos quitando la posibilidad de ver la discusión de los temas desde afuera. Si el profesional local acepta estos procedimientos, se le explica todo nuevamente al paciente antes de que éste decida si quiere aceptar o si prefiere otra forma de entrevista. Las Preguntas principales Desde el inicio de la sesión tanto el entrevistador como el resto del equipo tienen ya preguntas especiales en mente: ¿Por qué los presentes están interesados en esta reunión? ¿De quién fue la idea de hacer esta reunión? ¿Con quién habló antes esa persona sobre esta idea? Cuál fue la segunda persona con la que habló? . ¿A quién se le informó a continuación. ¿A quién le gustó la idea? ¿Quién tuvo reservas? ¿Hubo alguien en contra? ¿A quién de entre los presentes le gustó más la idea? ¿Quién tuvo más dudas? Si la Derio ca lgu,en más que lo hizo hubiera he ho? Quién?unión no la hubiera hecho, 64 Para nosotros, la idea detrás de estas preguntas es conocer a la(s) persona(s) que tuvieron más dudas sobre este encuentro, ya que se las puede considerar como las que quieren conservar el sistema. Ellas son las que deben recibir mucha atención durante el encuentro, porque lo más probable es que sean los que primero manifiesten signos de que el tema que se discute o la forma en que se está llevando a cabo la entrevista son demasiado inusuales. La respuesta a esto va a estar dada si, de tanto en tanto, los miramos para leer sus expresiones faciales o si les preguntamos sobre si estos son el momento y el lugar adecuados para discutir este tema. ¿Quién puede hablar con quién sobre qué temas aquí y ahora? ¿Cuáles son los temas que los que están presentes quieren tocar? ¿Cuáles son las formas permitidas para estas conversaciones? ¿Todos tienen que estar presentes? ¿Alguien debería hablary otros escuchar? ¿Alguien debería ubicarse detrás del espejo por un rato y después delante mientras otros se ponen detrás? ¿Alguien debería ocupar otro lugar mientras los demás hablan aquí? ¿A quién hacerle preguntas, sobre qué y quién va a escuchar? No hay reglas fijas, pero una forma es preguntar primero sobre la historia de la idea de venir a la consulta si el o los profesionales están presentes. A la persona que estuvo más decididamente en favor de este encuentro se le puede luego preguntar otra de las ideas principales: "¿De qué manera le gustaría utilizar este encuentro?" o "¿Qué tema o temas le gustaría discutir en este encuentro?" A todos se les da la oportunidad de expresar su compromiso con el encuentro, a la vez que explicar qué tema o temas les gustaría discutir, ya que la forma en que se conduzca la sesión deberá corresponder a esta charla inicial. Podría darse el caso de que un miembro de la familia en particular, haya querido que un nuevo consultante fuera parte de una conversación sobre un tema específico. De este modo podría ser mejor permitir que el o los profesionales que están siguiendo el caso tomen la posición de escucha por un rato antes de entrar en un diálogo con el entrevistador. Por otra parte, podría ocurrir que el o los profesionales fueran los que más quisieran la entrevista. Dos ejemplos sirven para ilustrar esto. Un consultor (un "especialista") de un sistema fijo que consis 65 tía en una familia y una consultante local querían que un consultor adicional se les uniera. El consultor "original" tuvo la idea de pedir otro consultor. El consultado estuvo de acuerdo por cortesía. La familia estuvo de acuerdo de compromiso. El consultor quería discutir ciertas preocupaciones que él tenía sobre la familia. La consultante quería hablar sobre algunas otras preocupaciones sobre la familia que ella tenía. La familia por sí misma no hubiera pedido ningún profesional más, y no tenía ningún tema en especial que discutir. En este caso, el nuevo entrevistador habló con el consultor y la consultante sobre sus preocupaciones delante de la familia. De tanto en tanto se invitaba a los miembro] de la familia a que hicieran comentarios, cosa que casi no hicieron. En otro caso, un equipo pidió una consulta expresando claramente sus miedos sobre unos desagradables hechos de violencia que habían tenido lugar recientemente en una familia, y que ellos temían que pudieran repetirse. Durante ese encuentro, el consultante entrevistó al equipo sobre las perspectivas que ellos veían para la familia, mientras que la familia estaba todo el tiempo en posición de escucha. Una vez que el consultante hubo finalizado su entrevista, uno de los miembros del equipo se volvió hacia los miembros de la familia y les preguntó si tenían algún comentario que hacer sobre lo que habían oído. Temas de discusión A cada uno de los presentes se le da la oportunidad de decir qué temas le gustaría que se tocaran. El entrevistador habla con cada uno de los que sacan un tema en una secuencia y durante el tiempo que crea que se corresponde con el orden de importancia propio del sistema. A continuación podría ser conveniente preguntarles a los presentes qué formato sería el que mejor se ajustaría a la discusión de los distintos temas. Si el entrevistador mismo no está seguro sobre la forma, puede pedirle al equipo reflexivo que le dé sus ideas sobre las distintas posibilidades. Las pistas del entrevistador para pedir estas reflexiones pueden ser que el flujo de la conversación se ha reducido demasiado para ser significativo, por ejemplo, cuando se intercambian muy pocas palabras e ideas, o demasiadas, ya que puede ser el caso de que varias personas hablen simultáneamente en una disputa. Esto podría terminar en un cambio a otro tipo de encuadre, por ejemplo, podría llevar a la división del grupo en subgrupos, etcétera. Por cierto, es importante tener en cuenta las preguntas acerca del encuadre, cada vez que se introduzca un nuevo tema: "¿quién está dispuesto a hablar sobre quién acerca de este tema en este momento?". De palabra en palabra

Los que nos consultan habitualmente saben muy bien para qué quieren usar la reunión antes de encontrarse con nosotros. Las primeras cosas que dicen con frecuencia contienen información muy importante. El entrevistador espera una pausa en el flujo de conversación del sistema para hacer su pregunta y, mientras espera, escucha cuidadosamente lo que se dice. Algo de lo que se diga va a ser particularmente significativo en lamente del entrevistador. Boscolo, Cecchin, Hoffman y Penn dicen que tales dichos son "aperturas" (1987, págs. 253-254). Una apertura es una expresión del sistema de significados en una familia. Puede ocurrir de muchas formas: como una idea, como la pista dada por una palabra, un tema o un item de conducta por analogía. Cualquiera que sea la forma, actúa como una muesca o una "apertura" en el modo en que una familia, en especial, organiza su esquema de pensamiento, sus conductas, y la combinación de los significados que representan colectivamente. Por ejemplo, un padre puede decir: "Mi hija es demasiado independiente". La idea de independencia es una apertura; es una palabra a la que la familia ha imbuido profundamente de contenido; y aunque las quejas generalmente están dirigidas a la persona que causa problemas, la apertura tiene distribuciones escondidas dentro del sistema total. Prefiero considerar tales aperturas como incitaciones para continuar el diálogo. Una apertura de ese estilo puede transformarse en la base para la siguiente pregunta. Dado que tenemos que esperar y ver qué es lo que contiene la última secuencia de conversación, nunca podemos saber qué caminos seguirá el diálogo. Sólo podemos proceder palabra a palabra. El sistema de observación elige la dirección del diálogo Aquellos con los que hablamos más a menudo presentan muchas aperturas a partir del momento en que comienzan a contes 66 67 tar una de nuestras preguntas hasta que se detienen. En realidad nos invitan a participar de distintas formas, no sólo abriendo nuevos caminos en la conversación. El entrevistador elige solamente una incitación a la vez, y esta elección depende de él. Es imposible contestar de manera definitiva por qué elige una u otra posibilidad. Preferimos creer que nuestras elecciones son guiadas por nuestra intuición sobre qué aperturas servirán mejor al diálogo que seguirá. Consideramos una regla importante no seguir una apertura que el propio entrevistador considera desagradable. El lector recordará que con anterioridad dijimos que el entrevistador, al igual que los demás miembros del equipo, representa organizaciones que deben tener la posibilidad de preservarse a sí mismas. La apertura elegida puede ser una que provoque curiosidad. Cecchin dice que tal curiosidad es muy diferente de la neutralidad (1987, pág. 406): Para evitar la trampa de simplificar demasiado la idea de la neutralidad, propongo que describamos la neutralidad como la creación de un estado de curiosidad en la mente de un terapeuta. La curiosidad lleva a la exploración y la invención de puntos de vista y motivaciones alternativas, y las diferentes motivaciones y puntos de vista alimentan la curiosidad. De esta manera recursiva, la neutralidad y la curiosidad se contextualizan una a la otra comprometiéndose en el desarrollo de las diferencias, llevando así concomitantemente a no aferrarse a una posición en especial. Aquellos temas que se perciben como desagradables tienden a restringir la curiosidad, muchas veces de manera exagerada. Las preguntas que crean mayor cantidad de nuevas aperturas Estas son las preguntas que son adecuadamente poco usuales. La única indicación que tenemos de que nuestras preguntas son o demasiado usuales o apropiadamente inusuales o demasiado poco usuales es la respuesta de los que las reciben. Para poder "diagnosticar" nuestras propias preguntas tenemos que ser sensibles a las respuestas de aquéllos con quienes hablamos. Las preguntas demasiado usuales no crean ninguna tensión en aquéllos con quienes hablamos. Las que son apropiadamente inusuales lo hacen y podemos detectarlo como una especie de cambio en la actividad de la persona, por ejemplo, de un facilismo en la manera de pensar a ponerse a pensar en serio en algún tema, un cambio en la posición del cuerpo, o pasar de una aparente tranquilidad a una leve 68 intranquilidad, etcétera -y todo eso ocurre sin que se reduzca el flujo de los intercambios en el diálogo--. Las preguntas que son demasiado poco usuales también provocan un cambio en la actividad de la persona, pero estos cambios limitan la apertura de la persona debido a que (nuestras preguntas) la perturban, por ejemplo, escuchan con menos atención, se vuelven distantes o desinteresadas, sus respuestas se hacen más cortas y cada vez más espaciadas, aumenta la actividad de los músculos flexores del cuerpo y se hace visible (por ejemplo, se frunce el ceño, se cruzan los brazos, se contiene la respiración). Si tenemos nuestros sentidos abiertos, podremos experimentar una reducción en el flujo de la conversación. Incluso cuando no notamos ninguna de estas señales en respuesta a lo que es demasiado inusual, podemos llegar a notar que nosotros mismos estamos en un estado de tensión tal que mientras menos ellos reciben nuestras preguntas nosotros más los obligamos a que nos las contesten. Este estado de tensión se nota en que nosotros mismos nos apresuramos cada vez más, aumentando así la tensión en nuestro cuerpo. Por lo tanto tenemos que ser sensibles también a nuestro propio estado durante la conversación. Las preguntas poco usuales Las preguntas poco usuales que uno puede hacer en una apertura son muchas. Nunca hay una sola, pero la que elijamos va a influir la dirección de la discusión. Lo que sigue es un intento de ofrecer ideas sobre un repertorio de preguntas poco usuales de entre las cuales uno puede elegir. Las preguntas están relacionadas con descripciones de las actividades alrededor de los temas que fueron presentados, las explicaciones de estas actividades y lo que uno puede imaginar que ocurriría si hubiera un cambio en las actividades. Los tres tipos de preguntas pueden ser considerados como pertenecientes a tres niveles diferentes del mismo fenómeno (Blount, 1985, págs. 150151) Cuando discutimos la organización de los servicios clínicos en una institución, discutimos epistemología, las reglas de lo que son los hechos y de cómo se ordenan los hechos en ideas significativas, porque en el pensamiento sistémico son diferentes perspectivas del mismo fenómeno. La epistemología es el estudio del ordenamiento de premisas en un orden particular. La estructura de la institución es la organización de los esquemas de conducta 69 El cambio de un tipo de pregunta a otra, que el entrevistador realiza cuando y de la manera en que su intuición se lo dice, incluye el separar las descripciones de las explicaciones y viceversa. Las personas que se inmovilizan ante una situación problemática confunden con facilidad estos dos niveles cuando hablan. Todas las preguntas se basan sobre la idea crucial de que la gente no se relaciona con el tema problemático que está "afuera" sino con lo que interpreta como tema problemático. Una consecuen cia de esta cuestión crucial es que no podemos ni describir ni explicar el tema sino que sólo podemos describir sus descripciones y explicaciones, y dar explicaciones tentativas de nuestras descripciones (de sus

descripciones y explicaciones). Por lo tanto uno pregunta: "¿Qué vio usted?" "¿Qué experimentó usted?" etcétera, en lugar de preguntar cosas como "¿Qué es?" "¿Cómo es?" En otras palabras, la gente actúa ante una situación problemática de acuerdo con su interpretación del problema. Preguntas sobre descripciones Es esencial hacer preguntas que faciliten descripciones dobles, ya que estas son las que le dan perspectiva a un fenómeno. Tales preguntas incluyen todo tipo de variaciones, y contienen palabras como: -en comparación con: «¿Cómo está ahora comparado con entonces?" (diferencia a lo largo del tiempo, cambios) "¿A quién le gustó más?"/«¿Quién estaba más preocupado?" (al describir el fenómeno como parte de una relación). "¿Encontrarse con qué nieto hace al abuelo más feliz?" (al comparar relaciones) "¿Quién hizo qué?"/"¿Quién ayudó más?" (al comparar las soluciones que se intentaron), etcétera. - en relación con: «¿Cuáles fueron las circunstancias?"/"¿Quién participó?"/ «¿Quién (de los presentes) no participó?" etc. 70 o de comunicación en un orden especial. Estos son los mismos fenómenos en un caso dado. En un momento en especial, la forma del acto de comunicación y la forma de lo que se comunica no pueden separarse. "El esquema de conducta" es el concepto utilizado por un observador que mira el camino por el que viaja la comunicación, es decir, la gente que se comunica. La "premisa de interacción" es el concepto utilizado por un observador que mira la diferencia o la información que viaja por esos caminos. - diferente de: "¿Cuándo comenzó?"/"¿Cuándo empeoró?"/"¿Cuándo disminuyó?" (diferencias antes y después de un momento determinado), etcétera. El lector debe estar precavido ante preguntas como las propuestas por Mara Selvini Palazzoli y otros (1980), Peggy Penn (1982, 1985), y Karl Tomm (1987 a, b, 1988).1 Estos artículos en especial, describen preguntas circulares. No voy a describir este tipo de preguntas, sino que lasvoy a comentar. Todo un número delDulwich Centre Newsletter está dedicado a artículos sobre preguntas y maneras de preguntar; los autores son Eve Lipchik (1988), Michael White (1988) y Laurie MacKinnon (1988). Un entrevistador puede pensar que este proceso es como si le preguntara a su paciente: "Imagínese que hizo una película sobre la situación que le causa problemas y que contiene todos los movimien tos, conversaciones, ideas, sentimientos, etcétera. de las personas. Haga como que rebobina el filme y lo vuelve a pasar hacia adelante en cámara lenta. Cuando lo haga, por favor dígame qué ve y escucha". Algunas veces, cuando preguntamos sobre diferencias nuestras preguntas pueden ser demasiado inusuales para aquellos que las reciben y, por lo tanto, alterarlos. En tales casos uno simplemente se detiene y espera para volver a preguntarles en un momento más apropiado. Otras veces, la gente responde a las preguntas sobre diferencias poniendo de manifiesto y subrayando las similitudes de los diversos significados. En tales casos, si la gente rechaza decidida mente las preguntas sobre diferencias, uno puede preguntar sobre Nuestras preguntas no tienen la intención abiertamente declarada de inventiva o cambio, que menciona Karl Tomm. Para mí las intenciones inventivas y de cambio se corresponden con la interacción instructiva, que de acuerdo con Maturana no creemos sea posible (Tomm, 1987 a, pág. 6): Este proceso de toma de decisiones está implícito pero no debidamente explicado en las tres guías de entrevistas originalmente descritas por los asociados de Milán. Por lo tanto es necesario delinear una cuarta para guiar a los terapeutas cuando hacen su elección. El establecer una estrategia puede definirse como la actividad cognitiva del terapeuta (o del equipo) para evaluar los efectos de las acciones pasadas, construir nuevosplanesdeacción,anticiparlasposiblesconsecuenciasdelasdistintasalternativas, y decidir cómo proceder en un momento en especial para maximizar la utilidad terapéutica. Como una guía para la entrevista, implica las elecciones intencionales de los terapeutas sobre lo que deberían o no deberían hacer para guiar la evolución del sistema terapéutico hacia el objetivo de un cambio terapéutico. Al ponerle un nombre a esta guía, elijo como raíz el término"estrategia" para enfatizar que los terapeutas adoptan una posición con el compromiso definitivo de conseguirun objetivo terapéutico. Quiero destacar la naturaleza activa del proceso de mantener una red de operaciones cognitivas que resultará en la toma de decisiones para la acción. 71 la tendencia a la similitud. "¿Siempre fue así?" "¿Cómo puede ser?" "¿Surgió por sí sólo?" "¿Fue a propósito?" "¿Es así por tradición?" etc"¿Alguna vez alguien vio algo un poco diferente?" "¿Si volviera a ocurrir en el futuro, quién lo vería así?" etcétera. Pero si tales preguntas fueran también demasiado diferentes, preguntaremos sobre los temas sin tratar de esclarecer las diferencias, sabiendo que si seguimos con aquellos temas con los que se sienten cómodos, llegará el momento para las preguntas sobre las diferencias. «¿Quién habló con quién sobre qué tema y de qué manera?" «¿Qué significado tienen estos temas y qué significan las soluciones del problema?" «¿Hasta qué punto los significados son compatibles?" «¿Quiénes pueden en este momento hablar entre sí sobre estos temas?" «¿Quiénes no pueden hacerlo?" "¿Cómo puede explicarse?" Preguntas para sonsacar explicaciones Descripciones y explicaciones alternativas Al evocar diferencias, uno puede preguntar: "¿Cómo puede explicar eso?" "¿Cómo puede entenderse?" "¿Cómo pudo haber ocurrido en ese momento?" Las preguntas para sonsacar explicacio nes que no pueden contestarse, también pueden ser muy buenas preguntas en el sentido de que crean una curiosidad cuestionadora y fomentan la búsqueda de respuestas. Después de describir un cambio (una diferencia a lo largo del tiempo), al formular la pregunta para sonsacar la explicación uno puede pensar "¿Cuál es la diferencia que hace la diferencia?" Cuando uno está tratando con la historia y se da cuenta de que hay saltos ya sea de bien para mal o de mal para bien, uno puede pensar: "¿Cuál es la diferencia que hizo la diferencia para mal, o por el contrario, para bien?" Por cierto, al hablar con un grupo de personas, por ejemplo, una familia, parece que es más fácil especular sobre preguntas acerca de "¿Qué diferencia hizo la diferencia para bien?" que sobre preguntas sobre las diferencias que hicieron una diferencia para peor. Al trabajar con estas últimas preguntas de connotación bastante negativa, uno hace que se levanten las "defensas" de la gente, que se cierra ante nuestra conversación para conservar su integridad. Preguntas sobre las distintas conversaciones

Peggy Penn (1985, pág.300) describió las "preguntas sobre el futuro" de la siguiente manera: De acuerdo con la escuela de Milán, las preguntas sobre el futuro quiebran las reglas que rigen la comunicación en la familia -es decir, las reglas sobre quién puede decir qué-. Como el futuro, muy a menudo está indicado pero no "establecido", nadie está obligado por reglas contextuales formales y se puede imaginar un esquema diferente. Por ejemplo, si uno le hace al miembro de una familia una pregunta hipotética con respecto a los hechos del futuro, ya que el hecho recién ahora está siendo considerado, el sistema está libre para crear un mapa nuevo. Entonces la comunicación de estas nuevas ideas sobre el futuro se transforma en información importante que se vuelve a introducir en el "tiempo" presente del sistema, incluyendo fantasías, deseos, opiniones, esperanzas, etc. Todo esto es parte del sistema que está en funcionamiento y que ahora, inesperadamente, es llamada a desempeñar un papel como parte de las interacciones expresadas por la familia. En los hechos, el cuestionamiento hipotético repetido de un resultado -si este u otro hecho resultara- le da a la familia la sensación de su propio potencial para imaginar soluciones nuevas. En ese momento, le diría a la familia que está en proceso de avanzar. Al considerar de qué manera las cosas resultarían, uno se está dirigiendo al elemento que básicamente describe el sistema: su capacidad para evolucionar. Es mucho más difícil para el sistema reestabilizarse cuando se evoca su potencialpara evolucionar. La cuestión es de qué manera (con qué mecanismo terapéutico) uno puede dejar las experiencias ligadas al contexto y avanzar hacia nuevas formas de organización. Las descripciones dobles o múltiples son extremadamente útiles para salir de una situación difícil. Aparecen a través de los intercambios de ideas sobre las descripciones. El problema surge cuando se frena el flujo de intercambio. Por lo tanto, las preguntas sobre conversaciones pasadas, presentes y posiblemente futuras son en sí mismas significativas. Por ejemplo, preguntas como las siguientes: Un acto está ligado a una premisa: lo apropiado, lo posible, lo que interesa, lo que no puede ser evitado, lo que debería ser, etc. Un cambio del acto o los actos conectados al acto pueden desafiar sus propias premisas e incluso cambiarlas. «Me di cuenta de que usted hizo las cosas en esta secuencia. ¿Si cambiara la secuencia tal o cual, qué ocurriría?" (Introducción y verificación de la posibilidad de cambio). 72 73 «Me di cuenta de que él /ella actuaron bien siempre. ¿Si él /ella tuviera que irse por un tiempo, quién actuaría igual?"/ "¿Si usted actuara de esta manera en lugar de aquélla, qué problemas podría causar?" (Introducción de dilemas: el intentar una nueva solución también creará otro problema). «Si alguien comenzara a hablar sobre esto, quién sería?" "Usted mencionó que tenía un cierto dilema, ¿puede haber otra persona con quien discutirlo?" "¿Sería un amigo, un familiar o alguien cercano a usted que ahora está muerto?" "¿Cuándo ocurriría eso?" "¿Sobre qué tema le resultaría más natural comenzar la conversación?" "¿Cómo se debería iniciar: a través de escribir algo, de hacer una llamada, de ir al cementerio?", etcétera. Si advertimos que en la historia que nos cuenta la gente alguien ha muerto, podemos preguntar (y probablemente todos lo haremos) si todavía se extraña a la persona. Si la respuesta fuera afirmativa, podríamos preguntar si todavía se percibe a la persona como si estuviera presente de alguna forma. Si así fuera, podríamos preguntar de qué manera se comunican con ella. Entonces podríamos introducir la idea de mantener una conversación con el muerto para hallar nuevas ideas sobre el dilema en que se encuentran (para introducir la idea de que otras conversaciones podrían también ser valiosas podemos hacer la pregunta: "¿Quién podría hablar y con quién sobre este tema para buscar más descripciones y explicaciones?"). Al igual que con las preguntas sobre las diferencias, las preguntas hipotéticas podrían también ser tan provocativas que no sirvieran como perturbaciones útiles. Lo mejor es esperar e intentarlo nueva mente más tarde, cuando aquellos que hablan se sientan seguros de que el diálogo no va a amenazar su integridad. Si las preguntas hipotéticas sobre el futuro fueran constantemente rechazadas, se podría intentar discutir qué espacio se le da a un futuro no determinado y cuál se le asigna a uno predeterminado. "¿Hasta qué punto podemos decir que es predeterminado? ¿Está totalmente predeterminado o existe una pequeña posibilidad de que usted determine algo?" "¿Quién o qué lo predetermina: el destino, 2. Unas escenas filmadas de una sesión que Arlene Katz nos mostró cuando nos visitó en Noruega del Norte en 1986 nos inspiraron para tocar el tema de una posible conversación con los muertos. Se trataba del caso de una mujer joven y su madre, ambas con sufrimientos físicos. La madre era el único miembro de la familia que había sobrevivido al holocausto,y la hija era la única persona que le había quedado en la vida. Durante las conversaciones con Arlene, lajoven tuvo la idea de viajar a Polonia a visitar la tumba de su abuela para hablar con ella. Lo hizo y trajo consigo un poco de tierra de la tumba que ella y su madre procedieron a enterrar en suelo norteamericano. Este hecho tuvo un fuerte y beneficioso efecto sobre la salud física de ambas mujeres al igual que sobre su relación. una fuerza, etcétera?" "¿Piensa que siempre va a ser as¡?" "Si eso cambiara ¿cuándo sería más probable?" "¿Quién es el que más confía en que eso no va a ocurrir?" "¿A quién le va a tomar más tiempo aceptarlo?", etcétera. Posición de escucha La persona que está en la posición de escucha sólo participa en el diálogo interno. Las preguntas circulares tal y como fueron aplicadas por el equipo de Milán tienen un poderoso impacto sobre la conversación interna de aquella persona que está relacionada con la pregunta, que es quien en realidad está en una posición de escucha. Decidimos las posiciones de escucha durante las distintas versiones del equipo reflexivo. La posición de escucha podría muy bien llamarse posición reflexiva. Configuraciones posibles del equipo reflexivo El equipo puede estar compuesto por una persona (solamente el entrevistador) o hasta cuatro o incluso cinco (el entrevistador y tres o cuatro miembros del equipo). La parte del equipo que escucha la conversación del sistema de entrevista y que luego conversa con el mismo escuchándolo es lo que se llama el equipo reflexivo. Si el entrevistador está sólo, dése libremente al aire sus ideas especulativas de cuando en cuando. Si sólo hay una persona más además del entrevistador, esta persona muy a menudo se sienta en la habitación de la entrevista, aunque a veces pueda hacerlo detrás de un espejo. Cuando se discuten las reflexiones de acuerdo con esta organización, el entrevistador y la otra persona lo hacen juntos. El equipo reflexivo compuesto por dos o más miembros que trabajan, ya sea dentro de la sala de entrevistas o detrás del espejo, debe mantener una guía práctica importante: los miembros del equipo deben mirarse a la cara mientras hablan y no mirar a los miembros del sistema fijo. Si alguien los mirara, sería para incitarlos a tomar parte de la discusión reflexiva, sacándolos así de su ventajosa posición de escuchar a distancia. Si hay más de una persona además del entrevistador, por lo común se sientan detrás de un espejo, pero también podrían sentarse en la sala de entrevistas. Algunas veces, cuando hay un espejo, los dos grupos cambian salas cuando habla el equipo reflexivo. Si

74 75 existieran las comodidades prácticas con un doble juego de micrófonos y altavoces, los dos grupos podrían quedarse en sus respectivas salas y se podría bajar la luz en la sala de entrevistas mientras que se ilumina la habitación donde se encuentra sentado el equipo, a la vez que se cambia la transferencia de sonido. De todo esto, espero que el lector comprenda que no existe una sola manera de organizar un equipo reflexivo. Por el contrario, hay muchas formas de organizarlo, que dependen de las circunstancias prácticas, y de los deseos y preferencias de los participantes. Tan sólo para evitar malos entendidos se deja claro que el entrevistador está siempre en la misma sala que el sistema fijo. El equipo reflexivo que escucha El entrevistador conduce la charla de manera totalmente independiente de los demás miembros del equipo. Esto quiere decir que el equipo reflexivo nunca interrumpe para proponer preguntas o dar consejo. Cada miembro del equipo tan sólo escucha. Si los miembros del equipo se sientan detrás del espejo no discuten la entrevista. Tan sólo se habla cuando un miembro le pregunta a otro qué se dijo en la entrevista porque no pudo oír. La regla de no discutir se basa en que pensamos que una discusión detrás del espejo limita la atención de los miembros a una sola idea o a unas pocas ideas. Si los miembros del equipo no se hablan entre sí probablemente se les ocurrirán más ideas y éstas serán probablemente diferentes. Cuando los miembros del equipo escuchan reúnen mentalmente las diversas aperturas a medida que éstas surgen, ya sea a través de palabras o de expresiones análogas. Uno podría decir que seleccionan en particular aquella apertura que les parece de mayor significación. Si surgiera otra apertura que parece ser aun más importante, uno podría dejar de lado la primeray comenzar a elaborar sobre la nueva. No hay reglas sobre la manera en que cada miembro del equipo debería trabajar una apertura cuando está en la posición de escucha. Básicamente sigo las mismas líneas que el entrevistador: "¿De qué manera se puede describir el tema que se acaba de mencionar?¿Cómo se lo puede explicar? ¿Qué habría ocurrido si se hubiera intentado algo diferente? ¿Hay algún tema de discusión que a primera vista pareciera no estar relacionado y que después de mirarlo con más detenimiento resulta estarlo? ¿Hay expresiones que aparecen en las sesiones por analogía y que no están relacionadas o 76 son diferentes de lo que se dice? ¿Podría ser que el equipo reflexionara sobre estas expresiones o que alguien en el sistema fijo no estuviera listo para escuchar tales reflexiones?". A menudo me encuentro haciéndome preguntas sobre las características de la forma de la conversación y de sus contenidos. ¿Se trata de diálogos o de varios monólogos? ¿Hay un flujo continuo de muchas ideas o tan sólo unas pocas? Una vez que llegan las reflexiones, se podría pensar sobre lo siguiente: "¿Habría que hacerlas en forma de monólogo o como parte del intercambio de un diálogo? ¿Debería ajustarme estrictamente a una sola idea u ofrecer muchas? ¿La conversación del sistema fijo es más intelectual y "fría" o más artística y "florida"?" Esto puede llevar a que las reflexiones fueran más directas en el primer caso y un poco más en la dirección de las metáforas y las imágenes, en el segundo. ¿Cuál es la velocidad de la conversación? El cambio Hay dos formas de cambiar de posición: el entrevistador puede pedirle al equipo reflexivo que le dé sus ideas, o los miembros del equipo pueden hacerle saber que ya tienen ideas sobre la situación. También podría ser una buena idea darle al equipo fijo la oportunidad de comenzar un descanso pidiéndole que dé sus reflexiones. Se considera al sistema de entrevistas como algo totalmente autónomo en términos de los temas que discuten y de la forma en que lo hacen. Cuando el equipo tiene ideas, se las presenta de la siguiente manera: si algún miembro del equipo tiene una idea que cree puede ser útil al sistema de entrevista, se lo dice a los demás miembros y les pregunta si es el momento de anunciarlo o si el equipo debería esperar. Si están de acuerdo en que se trata del momento apropiado (muy raramente los demás miembros rechazan la propuesta de anunciar algo porque a menudo piensan que el que hace la propuesta tiene alguna buena razón para sugerir anunciarla), la persona con la idea entonces golpea a la puerta de la sala de entrevistas y le dice al entrevistador: "Tenemos algunas ideas que podrían ser de utilidad para su conversación. Si quisieran conocerlas, por favor hágannos saber cuándo piensan ustedes que sería conveniente hacerlo". El entrevistador y aquellos con los que habla entonces deciden si quieren escuchar las ideas y, en caso afirmativo, cuándo. Nunca ha ocurrido que las ideas no hayan sido transmitidas, pero sí que el 77 entrevistador esperara algunos minutos antes de llamar al equipo. En tales circunstancias el equipo puede reflexionar sobre aperturas diferentes a aquellas en las que habían pensado originariamente, ya que en el ínterin podrían haber surgido nuevas aperturas. Las reflexiones Cuando las reflexiones se hacen dentro de la habitación donde se encuentra el sistema fijo, el entrevistador a menudo anuncia el cambio, diciendo que ahora será el equipo el que hablará. "Si ustedes quieren se pueden relajar y escuchar la conversación, o pueden pensar en otra cosa. Este acuerdo les permite escuchar y ver lo que ustedes mismos han dicho desde una posición más distante". Para nosotros es muy útil establecer claramente los limites de la situación. Cada miembro del equipo reflexivo tiene en mente todo el tiempo que hay muchas versiones de los temas que se discuten y que cada miembro tiene su propia versión, que es diferente de la de los demás. Esto hace que uno se sienta un poco inseguro cuando habla: "No estoy seguro..., puede ser..., podría decirse...", etcétera. También utilizamos la combinación de palabras "tanto... como": "se puede ver tanto esto como esto otro", "se puede pensar tanto esto como esto otro"; "además": "además de lo que ellos vieron, vi esto...", "en las explicaciones que escuché había algunos puntos fuertes, puede que las explicaciones que voy a dar ahora pudieran ser agregadas a lo que se ha dicho hasta ahora...," etcétera. El contexto de las reflexiones es lo que ha estado ocurriendo verbal y analógicamente en la sala de entrevistas. Omitimos con todo cuidado en nuestras reflexiones aquello que quedó demostrado en la entrevista que la propia persona prefiere que no se mencione; por ejemplo, un hombre puede esforzarse por ocultar su ira, u otro no puede evitar mostrar a través de su conducta que quiere excluir a alguien pero no quiere que eso se note. Nuestras reflexiones a menudo toman la forma de un diálogo y en ellas quedan muchas preguntas sin respuestas. Nos hacemos comentarios y preguntas sobre si los demás piensan algo más o si piensan algo diferente. Las reglas a seguir son pocas. Más bien, las reglas que tenemos se refieren a las cosas que no debemos hacer: no hacemos reflexiones sobre algo que pertenece a un contexto distinto del de la conversa ción del sistema de entrevista y no debemos dar connotaciones negativas. 78

Como quedó indicado con anterioridad, es útil para el equipo comenzar por evocar las ideas, impresiones o temas más importantes de los distintos miembros. A partir de allí comenzamos a hablar sobre la idea, la impresión o el tema. Una vez que comenzábamos a trabajar de esta forma, a menudo nos encontrábamos haciendo monólogos. Por eso, con el paso del tiempo nos hemos inclinado más por las conversaciones de tipo especulativo entre los miembros del equipo. Uno le hace a los otros una pregunta, éstos contestan haciendo a la vez más preguntas. Si entendemos que el sistema fijo quiere consejo y que sería demasiado inusual no dárselo, podríamos discutir de qué manera otro sistema en una situación similar trató de resolver el problema. Pero enfatizamos que deberíamos impedir todo intento de hacer lo mismo si resultara que eso no ayuda a este sistema. Cuando aquellos con quienes nos reunimos utilizan el monólogo, aveces el equipo decide hacerlo mismo; cuando las personas con quienes nos reunimos se inclinan hacia lo artístico, entonces utilizamos metáforas. El equipo con frecuencia especula sobre qué conversaciones podrían ser útiles de acuerdo con los temas que se han tratado. Un tema que a menudo se menciona en términos de dilema, por ejemplo, es el de una familia que fue muy tolerante y comprensiva con respecto a las exigencias de otras personas. "¿Cómo se sintieron los demás miembros de la familia al tener que ajustarse tanto?" "¿Podría darse el caso de que aveces, bajo ciertas condiciones, algún miembro de la familia sintió que se estaba esforzando demasiado?" "Si tales situaciones ocurrieron, ¿con quién podrían estas personas discutir este dilema?" El trabajo del grupo de Dublin (Nollaig Byrne, Imelda McCarthy y Philip Kearney) nos ha servido de fuente de inspiración. En su trabajo sobre el incesto, definen a una situación incestuosa como una que crea muchos dilemas a muchas personas. Por ejemplo: ¿Habría que denunciarlo o negarlo? ¿Culpar o proteger? ¿Castigar o apoyar? ¿Tratar o castigar? ¿Definir a uno como bueno y a otro como malo? ¿Proponer la internación en un hospital o en una prisión o en un monasterio? ¿Autocastigo o castigo de los hombres o de Dios? ¿Exigir un arrepentimiento público o esperar una compensación silenciosa? etcétera. (McCarthy y Byrne,1988). Nos preguntamos hasta qué punto podemos de una manera reflexiva presentar los sentimientos que surgen en nosotros cuando escuchamos la historia del sistema fijo Lo más probable es que tales sentimientos tengan dos contextos: el diálogo que escuchamos y 79 algo de nuestras propias vidas. Es un signo de interrogación para nosotros mismos cómo vamos a manejar tales sentimientos. Una familia se entrevistó con nosotros porque una adolescente, que además era cleptómana, se escapaba de su casa. La joven era hija del primer matrimonio de la madre. Esta se había vuelto a casar y durante los últimos tres años había tenido dos bebés. El padrastro parecía prestarle más atención a sus propios hijos que a la hijastra. Uno de los miembros del equipo, sintiendo que la adolescente había sido excluida de la nueva familia, habló sobre la forma en que él pensaba que se sentía la joven. Cuando pronunció las palabras: "Tal vez se sienta excluida", tuvo dificultad para continuar. Los sentimientos del miembro del equipo eran tan fuertes que tuvo que respirar profundamente varias veces para poder terminar. La familia se sintió sacudida, y tanto las escapadas como la cleptomanía desaparecieron de inmediato. A menudo, el equipo reflexivo (ER) habla unos cinco o diez minutos, a veces más. El sistema de entrevista no los interrumpe a menos que las reflexiones se vuelvan tan duras que los que las escuchan no puedan soportarlas. Eso ocurre muy raramente. A nosotros sólo nos ocurrió en dos ocasiones. Una vez un niño pequeño, miembro de una familia grande en la que había habido varios matrimonios, se puso inquieto y muy triste cuando el equipo comenzó a hablar del largo viaje de la familia y a preguntarse si todos habían encontrado una posición segura dentro del nuevo sistema familiar. El entrevistador, que se había quedado con la familia detrás del espejo, comprendió su tristeza e inquietud, y les preguntó a los miembros de la familia si sentían que ya habían escuchado suficiente. Cuando le dijeron que sí, el entrevistador golpeó a la puerta y le informó al ER que la familia ya había escuchado suficiente. El sistema de entrevistas habla sobre lo que dijo el equipo reflexivo Una vez que el equipo reflexivo terminó de hablar, se cambian las posiciones y el sistema de entrevistas habla mientras que el equipo reflexivo escucha. El entrevistador comienza la discusión haciendo una pregunta abierta: "¿Hay algo de lo que han escuchado sobre lo que les gustaría hacer algún comentario, o hablar, etcétera.?" Cada persona que no habla espontáneamente tiene la oportunidad de hablar, ya que la pregunta se le hace a cada uno de ellos. 80 Cuando una persona presenta una o más ideas, el entrevistador hace preguntas acerca de ellas, siguiendo las mismas orientaciones que antes. Una vez que todos los que quieren hacer comentarios han dado sus ideas y las han discutido (si es que tenían alguna), el entrevistador puede presentar a discusión la idea o ideas que se le ocurrieron mientras escuchaba al equipo. La cantidad de cambios A menudo, cambiamos una o dos veces, a menos que ocurra que el diálogo en el sistema de entrevistas sea tan rico, con tantas nuevas ideas que las reflexiones del equipo parezcan redundantes y por lo tanto no se las presente. A veces puede haber más de dos cambios: sin embargo, cuatro es lo máximo a que hemos llegado. No hay regla que diga que tiene que haber cambios. Ambos sistemas pueden ofrecer o pedir ideas en cualquier momento. Nuestra regla es que el sistema de entrevistas siempre tiene la última palabra en una reunión. El final de la reunión El futuro de las relaciones del sistema, es decir, del sistema de entrevistas más el equipo, se discute en el final de la reunión. ¿Los miembros del sistema fijo ya saben si quieren que nos volvamos a encontrar? Si así fuera, ¿saben cuándo? ¿Saben quién podría venir la próxima vez? ¿O preferirían pensarlo con tiempo y llamar siempre y cuando quisieran otra reunión? En este momento de la conversación podríamos discutir si hay otros con quienes reunirse en lugar del equipo o alguien además del equipo. Una cosa que hemos notado desde que comenzamos a discutir la posibilidad de establecer futuras relaciones de esta manera es que tenemos la impresión de que la gente tiende a necesitarnos menos que lo que nosotros creíamos. Seguimiento Nuestros deseos de seguir un caso son a menudo más fuertes que nuestros actos correspondientes. Cuando sugerimos un se 81 guimiento decimos que es por nuestro interés en saber de qué manera decidieron manejar su situación. Una vez que vuelven, las preguntas más interesantes son acerca de lo que más recuerdan de nuestras reuniones. Les hacemos estas preguntas porque creemos que recuerdan aquello que ha tenido mayor importancia para ellos. ¿Qué es lo que más contribuye a nuestro fracaso? En seguida nos damos cuenta cuando fracasamos, ya que al sistema fijo le interesa cada vez menos participar de nuestro diálogo. En tales casos, lo discutimos inmediatamente después de la sesión: "¿Qué pasó?". De ser posible, revisamos las videocintas, ya que nos pueden

ser muy útiles para elaborar la respuesta a esta pregunta. Hasta ahora nuestros fracasos suelen estar relacionados con dos temas. Uno es que no hemos discutido con suficiente profundidad con la parte profesional del sistema fijo, qué configuración debía tener la sesión. Un ejemplo puede aclarar este caso: el equipo de la guardia de un hospital con el que hicimos una consulta por primera vez tuvo una reunión con nosotros que duró tan sólo media hora, para discutir el formato de la sesión antes de que llegara la familia. Durante la sesión y con la familia delante nos dimos cuenta de que las rutinas de la guardia (por ejemplo, la toma de decisiones, que muy rara vez incluía al paciente o a su familia) estaban en decidido contraste con el estilo abierto y participativo de nuestro equipo. En retrospectiva comprendimos que deberíamos haber tenido una reunión con el equipo de la guardia a solas para enterarnos de cuál era su modo de pensar y de ejercer la práctica. Si lo hubiéramos hecho, no habríamos resultado tan inusitados cuando nos encontramos con la familia. El otro elemento que contribuye a nuestro fracaso es el no discutirlo suficiente la historia de la idea de conectarse con nosotros (o incluso hasta olvidarnos de discutir) con aquella parte del sistema fijo (la familia, los amigos, los vecinos, etcétera) que se encuentra envuelta emocionalmente (no profesionalmente). Nos ha ocurrido haber hablado con alguien durante toda la sesión sin comprender que esa persona ni había pedido entrevistarse con nosotros ni estaba interesada en hablarnos, aun cuando la persona que se había puesto en contacto con nosotros sí lo estuviera. 82 Algunas ideas sobre la presentación He notado en conferencias, que algunas personas que hacen preguntas dentro del marco de la "cibernética de primera generación" tienen dificultades para comprender mis respuestas, que corresponden a un marco de "cibernética de segunda generación". Por lo tanto, a la audiencia le puede resultar útil contrastar las ideas principales que caracterizan a la "cibernética de primera generación" y a la de "segunda generación" (Cuadro). Una vez que hayamos colocado este esquema sobre la pared, traerá tranquilidad decir que cuando pensamos, todos nos movemos constantemente de la columna derecha a la columna izquierda. Es más fácil estar del lado derecho cuando tomamos distancia del tema en cuestión, por ejemplo, cuando estamos "tranquilos" en relación con el mismo. Por otra parte, parece más natural estar del lado Cibernética de primera generación Se considera a la "cosa" (por ejemplo, una enfermedad) como algo en sí misma. Un profesional trabaja con (trata) la "cosa" (por ejemplo, una enfermedad). Una persona descubre la «cosa" (por ejemplo, una enfermedad) tal como es. La "cosa" tiene una sola versión. Se puede dirigir un cambio personal desde afuera; por lo tanto es predecible. CUADRO Se considera a la "cosa" (por ejemplo, una enfermedad) como parte de y relacionada con un contexto cambiante. Un profesional trabaja con la comprensión que la persona tiene de la "cosa" (por ejemplo, una enfermedad). Una persona crea una comprensión de qué es la «cosa" que es tan sólo una de muchas versiones posibles. Un cambio personal se desarrolla espontáneamente desde adentro y uno nunca puede saber cuál o cómo será o cuándo ocurrirá. Cibernética de segunda generación 83 izquierdo cuando estamos muy ansiosos por tratar un tema o cuando nos sentimos emocionalmente perturbados por el mismo, por ejemplo, cuando estamos enojados, tristes o asustados. Uno no tiene por qué estar del lado izquierdo o del derecho. Es útil saber de qué lado estamos cuando hacemos distinciones -en otras palabras, para saber dónde se encuentra nuestro pensamiento cuando hacemos preguntas-. Si alguien del público hace una pregunta que pertenece a la columna izquierda, uno puede decir que si se le contesta con algo relacionado con la columna derecha habrá confusión. Por lo tanto, puede resultar útil discutir la base epistemológica de la pregunta antes de contestarla. Esto también debería aplicarse a nuestra propia manera de pensar. Harold Goolishian nos recuerda todo el tiempo que "...uno no puede no tener una teoría. Pero tiene que recordar siempre que ¡no debe enamorarse tanto de ella que la grabe en piedra!" Esto nos debe ayudar a recordar que tenemos que revisar nuestra manera de pensar una y otra vez. Es posible además que los cambios en nuestra práctica, pasar la posición de habla a la de escucha, también nos ayude a revisar nuestro pensamiento. Hay algo en mi artículo "The Reflecting Team" (1987) que es necesario revisar. Me refiero a la página 424, la última oración bajo el título: "Advertencias": "El equipo tiene que mantenerse libre positiva, discreta, respetuosa, sensible, imaginativay creativamente". Por un lado, suena como una orden; por el otro, suena como si las personas del equipo tuvieran que ser así, es decir, tener estas cualidades. Pienso que sonaría mejor de esta otra forma: "Si el tiempo y el territorio lo hicieran posible, podría intentarse hacer una pregunta o comentario que fuera un poco inusitado. Tanto como para representar una sorpresa. No necesariamente, tampoco, una sorpresa agradable. Pero sí tan sorpresivo que las personas tuvieran la posibilidad de ponerse en otra posición y de allí en más dejar de lado y/o agregar algo alas descripciones que hicieron antes. Cuando nuestra mano derecha hace preguntas sorprendentes, es bueno que la izquierda se abra para recibir y sentir la reacción de la persona ante lo que hemos dicho". Como dijera Maturana, la vida está en constante movimiento. La característica de la vida es que cambia todo el tiempo; lavidaviene por si misma. La vida en movimiento existe, para dejarla venir, también en los diálogos y en las descripciones y explicaciones cambiantes que nos traen. Los diálogos (cambiantes) existen como partes de lavida en movimiento. Uno no tiene que hacerlos diálogos. Los diálogos están allí para dejarlos venir. En el libro que escribí sobre la fisioterapia de Aadel BülowHansen incluí una entrevista con ella. En un momento dado me dijo: "Tengo que demostrarle algo antes de que se vaya". Una hora más tarde, cuando me levanté para irme me recordó: "No se vaya, le dije que quería demostrarle algo..." Ponga una de sus manos sobre mi garganta y otra sobre mi estómago. Ahora cerraré las mandíbulas con fuerza. Fíjese cómo la respiración de mi estómago se frena... Fíjese ahora... Aflojo la tensión de mi lengua y de las mandíbulas..." "Cuando aflojo la tensión de mi lengua y de las mandíbulas, mi estómago comienza a respirar nuevamente." "A lo largo de los años -siguió diciendo- me di cuenta de que muchos tienen dificultades en permitir que la respiración venga sola. Es como si la quisieran controlar. Hay algo extraño en el hecho de permitir que la respiración llegue sola. Parece que requiere mucho coraje". (Ovreberg y Andersen, 1986, pág. 10). Dejar venir y dejar ir

El lector ha llegado al final de nuestra guía, y pronto finalizará esta parte del libro. Esto nos da la oportunidad de tratar con las palabras "dejar ir" y "dejar venir". 84 85 SEGUNDA PARTE DIÁLOGOS SOBRE LOS DIÁLOGOS 1 Amo el roA ,9 mBuOTECA Mike y las diversas definiciones de un problema Tom Andersen Mike me llamó y pidió una consulta. Es un clinico que trabaja y vive tan lejos que sólo podemos vernos de vez en cuando. Mike es fuerte y coherente, tal vez sea por eso que ha soportado su aislamiento en la zona en la que se encuentra desde hace ya doce años. No puedo dejar de admirarlo porque su zona está muy alejada en un mar cubierto de islas donde a veces hay tormentas que llegan y barren con todo. Otros médicos trabajaron allí un tiempo, en su mayoría muy corto, que duró hasta que la primera tormenta vino y los barrió de regreso hacia la segura vida de la ciudad. Mike se queda. Quería informar sobre una paciente, una mujer de unos cincuenta y cinco años, antes de que yo la viera. Me contó que la mujer había sido una persona fuerte y vital, siempre dispuesta a ayudar y con un exceso de energía. Sin embargo, un cáncer y su consiguiente operación hacía cuatro años la habían abatido. «No puedo comprender este cambio". me dijo Mike, "y me resulta difícil aceptar la situación actual. No hace nada. Se debe sentir muy deprimida. Está todo el día en la cama y siente mucho dolor. A menudo me pregunto y creo que su depresión está ligada a su ansiedad, y a veces pienso que está asustada. No puedo encontrar la manera correcta pero lo he estado pensando y creo que si encontráramos la forma de que expresara su miedo a la muerte eso podría ayudarla". «Y", dijo, elevando la voz y el cuello, "de acuerdo con mis ideales uno tiene que seguir adelante mientras pueda". 89 No hay que darse por vencido hasta que no haya más salida. De acuerdo con esto, una de las definiciones del sistema, era que ella no se estaba quejando de su oscuro destino con suficiente fuerza. La mujer llegó a la entrevista junto con su esposo. Ambos entraron a la sala en silencio y lentamente, con las cabezas bajas. Mike se sentó al lado de ella, y el esposo se sentó del otro lado. La entrevista comenzó con suavidad. La conversación prosiguió con lentitud. Mike había sido el de la idea del encuentro. La pareja había estado de acuerdo sin hacer ningún comentario. Lo más probable es que nunca hubieran pedido una sesión con un psiquiatra si Mike no se lo hubiera propuesto, dijeron. Una larga pausa llenó la sala. Ella estaba sentada mirando hacia la nada, hacia la derecha. Sus ojos buscaban vanamente algo que mirar. Los surcos a los costados de la nariz y en el ceño se hicieron profundos pero no se movieron. La cabeza del marido seguía inclinada y sus ojos estaban fijos en un punto en el piso a medio metro delante de él. Cuando les expliqué que tal vez Mike o yo podríamos darles ideas mientras escuchábamos su conversación, fya que a veces ayuda escuchar las conversaciones de otros-, me estremecí. Asintieron, pero no dijeron una palabra. Me pregunté si habían entendido lo que les había tratado de explicar. La gente a menudo no protesta, particularmente fuera de aquí, donde la mejor protección que puede tener un hombre es obedecer las duras fuerzas de la naturaleza. Hubo una larga pausa que fue finalmente quebrada por la paciente: "Siento tanto dolor en el estómago y la espalda que no puedo hacer nada más. El tiempo pasa tan lentamente. Ya no sirvo para nada... no sé cuando me voy a ver libre". Luego continuó con su historia, que, supuse, ya había contado muchas veces antes. Primero, cuatro años atrás, cuando le dijeron que el cáncer estaba muy avanzado. Luego, la operación y la radia ción. A continuación, un año más tarde, nuevamente el dolor abdominal.Todos pensaron que era el cáncer que volvía pero no había sido así, de acuerdo con lo que decía el hospital. Otros dos ataques de dolor la llevaron nuevamente al hospital, pero no se encontraron signos de una recaída. Su voz débil y alicaída, y sus ojos que todavía buscaban algo me dijeron que su miedo a que retornara el cáncer debía ser terrible, un poco peor cada una de las cuatro veces en que creyó que el cáncer había vuelto. También quedó claro que cada vez que no le habían encontrado signos de cáncer era como si le hubieran devuelto la vida, un obsequio que se hacía cada vez más difícil recibir. Requiere mucha energía comenzar a creer en la vida cuando a uno se la devuelven cuatro veces. Y sentía dolor todo el tiempo, dijo. Además había tenido problemas de incontinencia durante los últimos tres años. No podía controlar la orina. Usaba pañales, pero no estaba segura de que eso pudiera ocultar el olor de la orina. Para sentirse segura se quedaba en cama todo el día, ya que esto le ayudaba a disminuir las pérdidas. Hasta ahora ni siquiera había mencionado el miedo a morir. Su definición del problema parecía más bien estar relacionada con sus problemas físicos. Pensé que la discusión debía incluir lo que Mike pensaba, por lo tanto, hice un comentario sobre una de las primeras cosas que había dicho: que no sabía cuándo se vería libre. Sentí que ella comprendía adónde la quería llevar, y de inmediato me cortó diciendo que no podía saber si iba a vivir con este problema veinte o treinta años más. El hecho de que me quisiera apartar de este tema que yo quería tratar, me hizo preguntarle si había estado hablando con alguien más que le hubiera hecho alguna sugerencia sobre el curso a tomar. Su hija y su nuera pensaban que había que hacer algo. El esposo la interrumpió, diciendo que tres años era mucho tiempo, y que tal vez para ese entonces se hubiera inventado algo nuevo. Mientras Mike y su esposo hablaban, ella los observaba con atención. Sugerí que Mike y yo habláramos un rato mientras la pareja nos observaba. Mike no sabía que las tres mujeres habían estado discutiendo qué hacer con el problema de la incontinencia. "Pensé", dijo Mike, 46 que el problema se había solucionado con los pañales, pero ahora veo que no fue así".

Después de una breve pausa, continuó: "Debo admitir que la mayor parte del tiempo me lo pasé preguntándome qué tipo de pensamientos serían la consecuencia de una enfermedad así. ¿Hay pensamientos que no se verbalizan? Si hay preocupaciones y hasta miedos que podrían y deberían ser exteriorizados". «Sí", le dije, "a veces eso puede aliviar mucho. A veces incluso disminuye el dolor. Por otra parte, si ella quiere hablar de lo que piensa con alguien, ¿quien podría ser esa persona?" La pareja 90 91 escuchaba cuidadosamente pero no nos miraba. "Me pregunto", continué, "si alguno de los que la rodean estaría dispuesto a participar en una conversación de este tipo. ¿Sería conveniente entablar una conversación de este tipo aunque no todos los que participaran de ella estén listos para hacerlo?". Cuando me volví a la pareja, ella dijo que toda su vida cambiaría si pudiera solucionar su problema de incontinencia, ya que eso la volvería más activa en todo sentido. "Y", dijo, "eso me ayudará a soportar el dolor". La enfermedad ya se había acabado, o por o menos todos los exámenes así lo indicaban, dijo. Hasta ese momento no había pronunciado ni la más mínima palabra sobre la ansiedad de que el cáncer retornara. Volviéndome hacia Mike, le dije que sentía que yo no había contribuido con mucho a esta reunión. Más bien, le dije, me parece que los temas principales que había que resolver tenían que ser encarados a través de la relación entre ellos dos: Mike y la paciente. Mike estuvo de acuerdo sin dudar. Mientras volvía a casa, me puse a pensar que era realmente un premio tener un médico que era capaz de repensar sus definiciones de un problema e incluso cambiarlas. Visité la zona el año siguiente y Mike quiso que me encontrara nuevamente con él y con la pareja. La pareja estaba notablemente más satisfecha que la últimavez. Sus ropas eran de colores más vivos y sus ojos estaba aquí y no en cualquier parte. Esta vez Mike me contó la historia mientras la pareja escucha ba. La entrevista con el cirujano para solucionar su problema de incontinencia no había tenido éxito. Eso era difícil de aceptar, pero la paciente no se lamentaba de haber hecho el esfuerzo. Poco después de este mensaje descorazonador había sufrido un dolor de espalda que la había mantenido en cama durante dos meses. Mientras se encontraba en cama había sufrido una neumonía. Parecía que las cosas se ponían cada vez peor. «Me lo tomé muy en serio", dijo Mike, "y la envié al hospital para que le hicieran un estudio de la espalda con un método especial de rayos X". Afortunadamente no encontraron nada serio, y al poco tiempo estaba nuevamente en pie. "Pero", suspiró Mike, "ahí no terminó. Al poco tiempo de recuperarse del dolor de espalda, tuvo una hemorra gia estomacal como consecuencia de una úlcera que la llevó nuevamente al hospital", 92 Le expresé mi sorpresa de que ambos lucieran tan bien después de haberlo pasado tan mal. La pareja confirmó la historia de Mike. No podían explicar de qué forma todo había cambiado para bien. Y lo que era aun mejor, me dijeron, ya no pensaban en la "enfermedad": había quedado atrás. «Entonces", dije, "¿puede ser que haya llegado el momento de mirar hacia adelante? ¿Tienen planes para el futuro inmediato?". La atmósfera de la habitación había cambiado. Sonriendo me dijo que iban a pasar las vacaciones de Pascua en su cabaña, algo que era como una cumbre familiar todos los años. «¿Tienen planes para más adelante?", les pregunté, "¿algo que esperen con alegría?" El dijo: "No, no puedo decirlo... uno tiene ideas tan extrañas a veces en la cabeza..." - ¿De qué se trata? - Oh, es el tipo de ideas que uno tiene que abandonar... - ¿Y qué es lo que esconde en la cabeza que tiene que abandonar? - Es un secreto. - ¿Es algo que su esposa sabe? - Tal vez lo sepa, pero es una especie de sueño. - ¿Es un sueño que no se puede cumplir? - Así lo creo. - ¿Qué es lo que su esposa piensa de eso? - No estoy seguro. Había despertado mi curiosidad, y como pensé que sería interesante saber de qué se trataba le pregunté a la mujer: "¿Usted sabe en lo que él está pensando?" Me dijo que no sabía. Le dije a él que sería interesante saberlo. No pudo ocultar una sonrisa y dijo: "Quiero un barco más grande". - ¿Qué tamaño tiene su barco? - Cuatro metros. - ¿Y de qué tamaño le gustaría que fuera? - Lo suficientemente grande para poder dormir a bordo. Entusiasmado, dijo que si tuviera un barco más grande, podría ir a una zona llena de islitas divididas por canales estrechos. Estaba enamorado de ese lugar, no sólo de la tierra sino también de las casas hermosas que se encontraban allí. Si tuviera un barco más grande podría llevar en él a su esposa. 93 Marido y mujer rieron. La conversación volvió a los días de antaño cuando ellos y los niños iban juntos en el pequeño barco a las islas más cercanas a pescar y luego volvían a la costa para cocinar el pescado. Esto había ayudado mucho a que se sintieran juntos en esos días. A ella le hubiera encantado ir nuevamente con él. Pensaba que eso la fortalecería en todos los aspectos. Todos reímos y conversamos sobre lo que habría que hacer para que el sueño se cumpliera.

Necesitaban dinero. Más dinero que el que tenían. El planteó que no necesitaba comprar un bote nuevo, sino que podía reconstruir uno viejo. - ¿Piensas que van a comenzar a hacer planes? - No me atrevo a pensarlo. Mike se había estado moviendo levemente en su silla durante los últimos minutos: quería hablar. Nos volvimos uno hacia el otro y dijo: "Me suena muy optimista. Podría indicar que ha vuelto el optimismo... por lo menos en un cierto grado... que estén mirando hacia el futuro es alentador. No sé si esto es conveniente o no pero echando una mirada a los acontecimientos del último año ha estado ocurriendo algo que me ha hecho sentir inseguro". Ahora era su cabeza la que estaba inclinada mientras decía: "Cuando sentía ese terrible dolor en la espalda sin que supiéramos cuál era la razón, no pude resistir la tentación de preguntarle si tenía miedo de que hubiera retornado la enfermedad". - ¿Quieres decir el cáncer original de hace cuatro años?", le pregunté. - "Así es", dijo Mike, y mi duda es si debería haberle hecho esa pregunta o no. Le sugerí que la respuesta debería venir de ella y su esposo. Ella miró a Mike a la cara con tranquilidad, y aunque sus palabras no eran necesarias, dijo que había dejado esas ideas atrás para siempre. En la corta pausa que se produjo, de alivio para todos, tuvimos oportunidad de repetir que tal vez había llegado el momento de mirar hacia adelante y preguntar con Mike si la reunión había llegado a su término. Al dejar la habitación, no pude resistir pedirle al marido que me enviara una postal de alguna de las pequeñas islas que tanto amaba si alguna vez llegaba a ir allí con su barco. - Seguro, me dijo riendo. - Seguro, confirmó ella, riendo también. 5 Abandonar, ser abandonado y ser excluido: cuatro conversaciones reflexivas Tom Andersen Este capítulo incluye transcripciones y resúmenes de un taller que tuvo lugar en setiembre de 1988 y muestra una de las muchas formas que existen de organizar las posiciones reflexivas. Están presentes miembros del sistema que se define a sí mismo como sistema fijo, además de un grupo que observó la sesión completa en un circuito cerrado de vídeo. Cuando soy consultor trato de participar en una conversación o en varias conversaciones en la misma reunión, de tal forma que puedan surgir ideas nuevas sobre quién, qué, de qué manera y cuándo. ¿Quién podría hablar con quién sobre qué temas, de qué manera y en qué momento? A veces podría ayudar concentrarse en nuevas ideas sobre quién, a veces sobre qué, a veces sobre de qué manera y otras sobre cuándo, a veces sobre más de uno de estos cuatro aspectos, otras sobre los cuatro al mismo tiempo. Los que nos habían invitado, que formaban parte del sistema fijo trabajan en una escuela "especial" para niños que por distintas razones no podían asistir a escuelas comunes. Parte de la filosofía que respalda el trabajo en esta escuela está conectada con tendencias que existen en la comunidad a la que la misma pertenece. En este país, los principios del servicio público han llegado tan lejos que, por ejemplo, todos los niños en edad preescolar pueden que 1. Se trata de la escuela Framnásskolan, en Estocolmo. Hemos cambiado todos los nombres en el sistema. 94 95 darse en el jardín de infantes. Este fuerte desarrollo del apoyo por parte de la sociedad, sin embargo parece tener un efecto "colateral" en algunos padres, de tal forma que la sociedad a través de sus servicios ha tomado bajo su responsabilidad algunas de las tareas que les correspondían a los padres. La escuela quiere hacer algo para frenar esta tendencia al abandono de sus responsabilidades por parte de los padres, alentando que éstos vuelvan a asumir su paternidad. Al comenzar el taller se presentó un informe sobre cómo estaba compuesto el sistema fijo. Una adolescente, Britha, que era alumna de la escuela. Dos terapeutas de familia que habían entrevistado a la madre, Dora, a Britha y a Ilya, la hermanita menor, de cinco años. Como Britha iba a la escuela, también había gente de la misma presente en el taller. El taller se completaba con la presencia de un equipo de tres miembros más el supervisor que había consultado con los terapeutas familiares. Presentamos un esquema de las cuatro organizaciones que conformaban la organización superior que era el taller: la familia más la escuela (el personal docente y los terapeutas) más el equipo consultor, más yo mismo como nuevo consultor adicional. Nos tomó alrededor de una hora discutir el diseño estratégico de la reunión. ¿Cuál de los cuatro grupos debía participar y de qué manera? ¿Tenía que haber un equipo observador? ¿Tenía que haber un equipo reflexivo? Se presentaron varias posibilidades. Mientras pensábamos en la historia del sistema que se encontraba en el taller, comenzaron a surgir algunas ideas sobre el diseño. La historia de ese sistema era que los dos terapeutas querían un consultor además de la supervisión que ya tenían. Habían consultado esta idea con los demás miembros de la escuelay ellos estuvieron de acuerdo. El equipo de consulta, que fue el segundo en ser interrogado, también estuvo de acuerdo. La familia, esa fue la tercera consulta, también estuvo de acuerdo en venir. Los profesionales estuvieron de acuerdo en esperar para dar cualquier tipo de información sobre la familia y el trabajo terapéutico hasta que la familia estuviera presente. Todos los profesionales que tomaron parte en esta discusión quisieron que todas las conversaciones tuvieran lugar de manera "abierta", es decir, que todos los miembros del sistema pudieran estar presentes todo el tiempo, ya fuera hablando o escuchando. Ellos querían que yo fuera el entrevistador. El diseño final acordado por todos fue el siguiente: yo comenzaría a hablar con los dos terapeutas y con el asistente docente de la escuela, mientras que el 96 equipo de consulta y la familia observarían la conversación detrás del espejo. A partir de allí hablaría con la familia, mientras que el asistente docente y los terapeutas y el equipo de consulta observarían detrás del espejo. Y finalmente los profesionales del equipo fijo (los terapeutas, el asistente docente y el equipo de consulta) entrarían en la habitación y conversarían mientras la familia y yo escucharíamos la conversación detras del espejo. El personal de la escuela tuvo una reunión con la madre, Dora, y su hija más pequeña, Ilya, para explicarles la forma de la entrevista y para averiguar si ellas se sentirían cómodas con ese formato. A ellas les gustó. Britha no apareció. La primera conversación Como yo, que era el entrevistador, no tenía más conocimiento del sistema que el que ya he expuesto en este capítulo, hablé primero con los dos terapeutas (Ted y Tim), con la asistente docente (Tere sa) y con la familia (Dora e llya), mientras el equipo de consulta observaba detrás del espejo unidireccional.

En la escuela hay una unidad de terapia familiar y una unidad docente. Las dos funcionan separadas. La asistente docente no había participado en una sesión de terapia familiar con anterioridad. Los terapeutas de familia se habían reunido con la familia cuando Britha ingresó a la escuela seis meses antes. Britha había estado concurriendo a clases diaramente y se quedaba en casa por la noche. Las reuniones se habían realizado semana por medio y durante un período, incluso, fueron semanales. En la mayoría de ellas Britha había estado presente, pero ese día no concurrió. El equipo de consulta había estado trabajando con ellos de tanto en tanto desde que se iniciara la terapia. Dora era divorciada y la escuela nunca había tenido ninguna reunión con su ex marido (el padre de Britha y de llya). Antes de esta conversación yo pensaba: debo tratar de que mis preguntas estén conectadas con la relación entre la escuela y la familia. Por cierto que estaría abierto a cualquier deseo de tratar las relaciones dentro del sistema familiar, pero al hacerlo trataría de comparar esas relaciones (dentro de la familia) con las relaciones entre la familia y la escuela. 97 ENT.: (a todos) ¿Para qué quisieran utilizar esta reunión? TED: Tener la oportunidad de preguntarnos... ENT.: ¿Perdón? TED: Especular y conseguir... y tal vez ampliar nuestras perspectivas... debo decir que no sé si lo que hacemos es útil o... Me gustaría saber hacia dónde vamos. ENT.: Me parece que está presentando dos temas: el primero es preguntarse si lo que están haciendo sirve y el segundo es preguntarse a dónde van. TED: Sí. ENT.: ¿Qué es lo que han hecho y adónde van a partir de aquí? TED: Así es. ENT.: ¿Para qué les gustaría a los dos (volviéndose a Teresa y a Tim) que sirviera esta reunión? ¿Tienen alguna preferencia? TIM: Sí, creo que sé que me gustaría... porque pensé esto: "Me pregunto si es mi problema," ya que Dora dice que está encantada con nosotros y con estas reuniones y que las continuará. ENT.: Ya veo. TIM: Pero también sigo con la especulación... la observo a Britha de tanto en tanto en la escuela... Pienso que estas reuniones están muy bien... pero pienso... cuando la veo a Britha en la escuela, me pregunto: "¿Tienen sentido estas reuniones?". ENT.: ¿Qué es lo que ve en la escuela que le hace preguntarse si "sirve"? ¿Qué ocurre en la escuela? TIM: Veo poco cambio en Britha. Asusta a los adultos. Actúa todo el tiempo. No estoy a menudo en la escuela, pero cuando veo... y cuando la madre dice que tuvo que irse de la casa por un tiempo, entonces me pregunto si le somos de alguna utilidad a la familia. ¿Los estamos ayudando? Comienzo a preguntarme si es sólo mi problema. TED: (interrumpe) Allí es donde estamos... TIM: (continúa) Cada vez estoy más confundido. ENT.: ¿Entonces a la madre de Britha le gusta encontrarse con ustedes? TIM: Sí, le gusta. ENT.: ¿Está satisfecha? TIM: Sí, piensa que es una buena escuela. ENT.: Pero ustedes tienen dudas de que estos encuentros ayuden a Britha. TED y TIM: (simultáneamente) Sí. ENT.: ¿Tienen dudas de que las sesiones la ayuden a Dora (la madre)? (Pausa) TED: Bueno... (Pausa) TIM: La cuestión es si ayudamos a producir algún cambio. ENT.: OK. (A Teresa:) ¿Le gustaría decir algo? TERESA: Visto desde la perspectiva de la escuela siento que Britha está en el aire. Por lo que entendí de Dora, hay planes para que Britha se vaya de la casa. Escuché de los servicios sociales que está decidido. Pero todavía no se ha decidido ni cuándo ni dónde. ¿A otra institución o a un hogar (privado)? Entonces desde el punto de vista de Britha puede no tener ningún sentido esforzarse en la escuela. Ha estado ausente muchas veces últimamente. Es muy cambiante.A veces se concentra y trabaja bien. A veces está muy desequilibrada y hace actings-out. En esos momentos se siente mal y está muy inquieta. Y en esas ocasiones es difícil saber cómo trabajar con ella en la escuela. Puedo entender que no quiera venir a la escuela y tenga dificultades para meterse en esa actividad, ya que no sabe cuánto tiempo se va quedar. ENT.: Sí. TERESA: Así es como lo veo yo. ENT.: Dijo que había días en que ella podía funcionar muy bien en la escuela, ¿incluso últimamente? TERESA- Sí, tiene ciertos días. ENT.: ¿Y puede funcionar menos bien... TERESA- Sí. ENT.: ... si la entendí correctamente? TERESA Sí. ENT.: ¿Y dijo que todo está en el aire... TERESA- Sí. ENT: ... porque se va a mudar pero no se sabe adónde ni cómo? TERESA- Sí. ENT.: ¿De quién fue la idea de que se mudara? TERESA- (pausa) Entendí que había habido discusiones entre Britha y la madre durante los últimos cuatro meses. Britha unas veces estuvo de acuerdo con la idea; otras veces, no. La madre decidió que se fuera. ENT.: ¿Entonces ha habido discusiones sobre este tema dentro de la familia? TERESA- Sí. ENT.: ¿Alguien más tiene alguna idea con respecto a esto? Para resumirlo más: si la madre puede, va a buscar ayuda para encontrarle un lugar a Britha. Mucha de la gente que está envuelta en el problema piensa que Britha debería vivir en una institución. La madre quiere que Britha se vaya de la casa. Britha no está segura. Ilya, la hermanita de Britha, no quiere que se vaya. El entrevistador resume: Hay dos grandes interrogantes: ¿Está sirviendo la terapia? y ¿dónde debe quedarse Britha? ¿Qué es lo que quiere Britha? Uno de los terapeutas piensa que en parte se quiere ir, pero en parte se siente muy triste con esta solución. Irse de la casa también hará que no se continúen estos encuentros. Ellos creen que Britha piensa que la escuela apoya los deseos de la madre de que Britha se vaya de su casa. Sin embargo, de tanto en tanto, se descubre, la madre también quiere que Britha se quede en casa. 99 ¿Con quién puede discutir Britha este problema? No tiene a nadie. ¿Una abuela? No. ¿Una tía? Tampoco, pero tiene una prima que vivió en una institución y que venía a su casa los fines de se mana. ¿Con quién puede discutir el problema la madre? Una amiga. Además, las

reuniones aquí son muy importantes. ¿Qué es lo que más le gusta a la madre de las reuniones? Que exista el equipo y que esté aquí. Las discusiones en sí mismas no son lo más importante. Y el equipo la acepta a Dora tal como es. Dora no tiene más que a su amiga y el equipo para hablar. No habló del tema con su madre o su padre. No está segura de que sirva para nada. Se consideró invitar a los padres de Dora a las sesiones, pero luego se abandonó la idea y nunca se supo bien por qué. ¿Cómo puede ser, pregunto, que le sea más fácil a Dora hablar con ustedes que con sus padres? Se ha vuelto un hábito. Hay una larga historia de conexión con profesionales, aun antes que con nosotros. Dora parece haber tenido dificultades para dejar a su madre. ¿Entonces Dora podría entender el problema de su hija al tener que abandonarla? Sí. Los terapeutas creían que sería difícil para Dora volver a ver a su madre para pedirle consejo. Les pregunto si piensan que Dora cree que siempre será difícil. Me dicen que sí. Si mejorara la relación entre Dora y su madre, ¿eso afectaría la relación con el equipo? Muy probablemente. ¿De qué manera? En la lucha por encontrar una respuesta surgió en el equipo una idea: Dora nunca había terminado de abandonar su hogar original. Entonces ¿todavía se encontraba en el proceso de abandonarlo? Un "sí" sorprendido indicó que se trataba de una idea nueva. La asistente escolar dijo que nunca había hablado de la relación entre Dora y su madre antes. La primera conversación tomó treinta minutos. La segunda conversación Se sugirió un cambio y la asistente escolar y los dos terapeutas fueron detrás del espejo a unirse con Dora e Ilya mientras observaban. El equipo de consulta de cuatro (tres miembros del equipo, Crystal, Christopher y Christine, y la supervisora, Sue) vino delante del espejo para conversar conmigo. Esta fue mi preparación antes de la segunda conversación: sentía que lo mejor era hacer preguntas que estuvieran conectadas 100 con la relación entre el equipo de consultas y los terapeutas de la familia. Pensé que el equipo podría también tener ideas sobre la familia y tal vez quisieran discutirlas. De ser así, yo trataría de conectar o aun comparar lo que estaba ocurriendo en la familia con lo que estaba ocurriendo entre los terapeutas de la familia, y entre los terapeutas de la familia y su equipo de consulta. Pero eso ocurriría solamente si el equipo de consulta parecía sentirse cómodo con tales preguntas. ENT.: (a todos) Por favor elijan cuál de estas dos preguntas quieren contestar primero: ¿Tienen alguna idea o comentarios que hacer sobre lo que acaban (le escuchar y tienen algún deseo en particular respecto del uso que quieren darle a esta reunión? (Las distintas personas en la habitación rieron y se mo-vieron apenas en las sillas.) CRYSTAL: Siento que estoy en la misma posición que los terapeutas de la familia, preguntándome si lo que estamos haciendo como consultores ayuda... (Pausa) ENT.: ¿Si ayuda con relación a qué? CRYSTAL: ¿Servimos para algo? ENT.: ¿Los terapeutas les han dicho algo? (Pausa) O, en otras palabras, ¿qué entienden ustedes a partir de lo que los terapeutas perciben de la ayuda que ustedes están tratando de brindarles? CHRISTOPHER: Me parece que la intranquilidad de los terapeutas con respecto a sus sentimientos de que no pasa nada con la familia era mayor la semana pasada que hoy. ENT.: Usted habla de intranquilidad... CHRISTOPHER: Intranquilidad porque no pasa nada. ENT.: ¿Cuándo percibió que la intranquilidad no era tan grande? CHRISTOPHER: Hoy. ENT.: Ab.... ¡hoy! CHRISIOPHER: Se sentían más intranquilos la semana pasada. Yo también. Está relacionado con la escuela. Cómo funciona todo en la escuela. ENT.: ¿Cómo le va a Britha en la escuela? CHRISTOPHER: Exacto. Si no tuviera problemas en la escuela me resultaría fácil sentarme aquí y hablar con la familia de cualquier cosa. Pero estamos intranquilos sobre la forma en que Britha trabaja en la escuela. ¿Estamos haciendo las cosas bien aquí? Mi intranquilidad se hizo mayor de lo que percibí en la charla que acabamos de escuchar hoy. ¿Puede ser que sólo se trate de mi intranquilidad (miró a los demás miembros del equipo)...? ENT.: Puede que no haya interpretado bien a los terapeutas, pero lo que entendí fue que la señal de si lo que se estaba haciendo con la familia era bueno o malo se reflejaría en la actuación de Britha en la escuela. ¿Si las reuniones fueran buenas, entonces Britha se comportaría bien en la escuela? TODO El, EQUIPO: Sí. ENT.: ¿Parecería que las conversaciones con la familia de acuerdo con el punto de vista de los terapeutas tuvieran como objetivo que hubiera cambios para mejor en su actitud hacia la escuela? TODO EL EQUIPO (asintiendo con la cabeza): Hmmmm. ENT.: ¿Podría ocurrir que las conversaciones fueran importantes en otro sentido además de la importancia que tienen en relación con la escuela? (Una larga, larga pausa) CHRISTINE: Como dijo Christopher, tengo la sensación de que como miembro de este equipo... he perdido la posición de distancia que es necesaria para ayudar a los terapeutas con ideas nuevas. También yo he sentido esta intranquilidad. Me siento arrastrada hacia ella, no pude mantenerme afuera (pausa) y es por eso que hoy queremos ayuda. CRYSTAL: Lo que estuve pensando cuando usted (ENT.) les preguntó a los terapeutas... parece que ellos se estuvieron preguntando si las conversaciones ayudan a Britha, ya que se comporta como lo hace en la escuela... Usted preguntó si estas conversaciones eran buenas para Dora ...Y ellos realmente no contestaron esa pregunta. ENT.: Si lo hubieran hecho, ¿qué cree usted que hubieran contestado? CRYSTAL: Lo que me vino a la mente fue: "¿Podría ser que las conversaciones fueran buenas para la madre pero no para Britha? ¿Tienen que ser buenas para todos? ¿Ellas tienen deseos diferentes (de los que tiene la escuela)? (Larga, larga pausa) ENT.: (a todos) ¿Puedo volver a mi pregunta original: Qué perciben con respecto a la percepción de los terapeutas sobre lo que ustedes les están dando? ¿Están satisfechos o no? SUE: ¿Con nuestra ayuda? ENT.: Sí. (Larga pausa) ¿Si tuvieran que adivinar? SUE: Pienso que sienten igual que la madre, que están contentos con la ayuda que les hemos dado, aunque no sepan si ellos fueron de ayuda, digamos. (Los demás que están en la habitación se mueven en sus sillas y dicen "Hmmmm" en acuerdo). Pero hemos trabajado duro... pero lo que estoy pensando... cuando nos preguntó así... todo el mundo trabaja duro... muy duro... para ayudara la madre y la hija... porque todos se han dado cuenta del terrible sufrimiento entre la madre y la hija. No sólo porque ella no se comporta bien en la escuela sino también porque la niña dice que no quiere vivir... y expresa el sufrimiento de no poder ayudar a su hija a vivir... la madre, digo. La

madre se esfuerza, llya se esfuerza, los terapeutas se esfuerzan, nosotros nos esforzamos. Pero no sabemos si Britha y Dora sufren menos después de todos estos esfuerzos. Y pienso lo que podríamos escuchar en la conversación [que ENT. tuvo con los terapeutas y la asistente escolar]. Dora describe que cuando sufre se siente más cerca de la niña y eso hace que me pregunte si hay algo en las peleas y los sufrimientos que percibimos como dificultades, que puedan hacer difícil que veamos lo cerca que la madre está de su hija cuando sufre y se pelea. ¿Me entiende? ENT.: Sí. SUE: Estaba pensando, tal vez haya algo en el sufrimiento de Britha que ella no quiera abandonar porque la hace sentirse bien. ¿Y nosotros nos estamos esforzando más y más pero puede ser que ellas no quieran eso? TODOS LOS DEMAS: Hmmmm (afirmando). ENT.: ¿Entonces lo podríamos interpretar de otra manera, digamos? SUE: Sí. ENT.: ¿No necesariamente sólo el sufrimiento sino que también incluye otros aspectos? SUE: Sí. CHRISTOPHER: Están muy relacionadas. Hay mucho contacto. SUE: Hay un vínculo muy fuerte entre la madre y las dos hijas. Lo que sigue es el resumen del resto de la conversación. Hubo algunas preguntas sobre lo que los terapeutas habían entendido de la forma y el contenido de las dificultades que existieron entre Dora y sus padres. Las dificultades parecían ser algo similares a las que existían entre Dora y Britha. La conversación volvió entonces a la pregunta que se hizo dos veces sobre lo que los terapeutas podían considerar útil e importante en su relación con el equipo de consulta. Los consultores y su supervisor creían que el hecho de que ellos existieran era muy importante. Que estuvieran allí. Lo que decían y todas las ideas nuevas no era lo más importante, aunque tales partes del trabajo fueran por cierto importantes. El que ellos existieran hacía que la terapia fuera menos intranquila. ¿Tal vez sería que no sentirse incómodas las hacía menos decididas a cambiar? El entrevistador sugirió que podía haber algunas similitudes entre el sentimiento de Dora de sentirse segura sabiendo que existían las sesiones de terapia y el hecho de que los terapeutas se sintieran menos intranquilos sabiendo que existía el equipo de consulta. Surgió una nueva pregunta: ¿Qué problema o problemas podrían emerger si alguien en el equipo le dijera al equipo y ellos le dijeran a la familia: "Estamos aquí mientras sea necesario, hasta que eventualmente otros vengan a tomar nuestros puestos"? Uno dijo: tendríamos un problema ya que queremos que el equipo triunfe sin nosotros, y la familia sobreviva sin el equipo. Otro dijo: tendríamos un problema, porque no tuvimos éxito en cambiar a Britha, al no producir ideas efectivas para sus relaciones en casa y en la escuela ... sería duro. Uno dijo que había surgido una nueva idea conectada con el objetivo: "Siento que el objetivo son los problemas". Otro dijo que podrían por cierto quedarse detrás de los terapeutas, pero que sería un problema sentir que no estaban haciendo algo que tuviera sentido. 103 Como estas respuestas parecían ser opiniones bastante firmes, llevé la conversación en una dirección diferente mencionando al principio que había dos objetivos que parecían destacarse: provocar un cambio para bien tanto en la escuela como en la casa. ¿Se podría encontrar otra manera de provocar un cambio para bien en la escuela? Como la asistente escolar había hablado de que algunos días eran buenos para Britha y otros eran menos buenos, ¿no sería una buena idea preguntarse: cuáles son las cosas que contribuyen a que Britha tenga un día bueno en la escuela? ¿Con qué personas podría ser bueno hablar para buscarle una respuesta a eso? Se propuso un nuevo cambio. La segunda conversación duró dieciocho minutos. La tercera conversación El equipo de consulta fue detrás del espejo unidireccional para unirse en la posición de escucha a los terapeutas y a la asistente escolar, y la madre e llya vinieron a hablar conmigo. No tenía ningún plan en especial antes de esta tercera conversación, sino simplemente seguir a la madre yla hijaadonde quisieran ir. ¿Podría ser que mi forma de establecer diferencias y de hacer preguntas les permitiera a los profesionales que ya estaban metidos en el tema ver algún nuevo aspecto de la familia además de los que ellos ya me habían mencionado? ENT.: (a Ilya)¿Estás cansada? DORA: Sí, Ilya está muy cansada. ENT.: ¿Fue duro escuchar? DORA: Sí. ENT.: ¿Qué fue lo más duro de escuchar? DORA: (suspirando, pausa larga) Bueno (pausa), es como si Britha se escapara. (Ilya se mueve en la silla) ENT.: ¿Como si Britha se escapara? DORA: Parece que yo estuviera en el centro. Ella no participa. Eso era lo que estaba pensando. ENT.: ¿Que no participa? DORA: Que duele. ENf.: ¿Que duele? DORA: Es como un hilo rojo que recorre todo: que ella comienza algo, luego lo deja, y yo tengo que terminar lo que ella comenzó. ENT.: 1sted dice que le causa dolor. ¿Puede decir algo más? 104 DORA: No está trabajando bien y no está recibiendo la ayuda que necesita. Y tampoco sabe qué hacer para conseguirla. (Larga, larga pausa) ENT.: ¿Entonces puede ser que no haya venido porque necesita más ayuda u otro tipo de ayuda? DORA: Hmmmm (sí). ENT.: ¿Y eso le duele? DORA: Hmmmm (sí). Son tantos años. ENT.: ¿Dónde siente el dolor? ¿En qué parte del cuerpo lo siente? DORA: En todo el cuerpo. El estómago. ENT.: ¿Qué es lo que ayuda a calmar el dolor? DORA: (Responde en una voz suave e inaudible algo acerca de que Britha estaba contenta con lo que le pasaba a ella.) ENT.: Me pregunto, cuando tiene ese dolor, qué es lo que usualmente se lo calma. DORA: No creo entender. ENT.: Dice que siente un dolor en el estómago. Me pregunto qué le ayuda a calmarlo. DORA: Nada en realidad. Sólo sigue. ENT.: ¿Sólo sigue? DORA: Sí y después se va solo. ENT.: ¿Entonces usted espera hasta que se vaya? DORA: Sí. (Pausa larga) Por ejemplo, cuando tenemos una pelea hay otros sentimientos. ENT.: ¿Un sentimiento mejor o peor? (Pausa larga) DORA: Ambos. Aveces siento que puedo controlarlas peleas yeso me hace sentir mejor. ENT.: ¿Quién se pelea? DORA: Britha.

ENT.: ¿Usted y Britha? DORA: Sí. ENT.: ¿A veces las peleas hacen que el estómago sienta menos dolor y a veces más? DORA: Sí. Aveces me siento obligada a callarme. Que no puedo hablar. Que no le puedo hablar. Quiero hablarle pero siento que le tengo que hablar a través de otra gente. ENT.: ¿En esa situación siente que es cuando están más cerca? DORA: Sí. ENT.: Si el dolor se hiciera muy fuerte y usted lo tuviera que expresar a través de afectos, ¿cómo piensa que lo expresaría? ¿Estaría furiosa o lloraría? DORA: Variaría, pero más a menudo siento la necesidad de llorar. ENT.: Llorar. ¿Si el dolor se hiciera tan fuerte que tuviera que llorar, quién podría consolarla? (Larga, larga pausa) ¿Quién en su vida vendría... DORA: (interrumpiendo) La pregunta no es quién vendría a consolarme sino ¿quién estaría dispuesto a consolarme? ENT.: ¿Quién vendría y la abrazaría y le diría: "Ilora todo lo que quieras"? DORA: (interrumpiendo) A veces desearía que fuera mi madre. 105 Se cambiaron las posiciones. Esta tercera conversación duró ocho minutos y medio. Cuarta y última conversación Dora, Ilya y yo fuimos detrás del espejo unidireccional a escuchar. llya se quedó tan sólo un rato, luego se fue y volvió unos minutos más tarde y se quedó con nosotros. 106 ENT.: ¿Hay esperanzas de que eso ocurra alguna vez? DORA: No creo que eso ocurra nunca. ENT.: Dice que no lo cree, pero ¿hay esperanzas de que eso pudiera ocurrir? DORA: No. Hoy siento que soy yo la que tiene que consolarla. ENT.: ¿Cuándo dejó de tener esperanzas de que eso ocurriera? DORA: Cuando me di cuenta tenía diecinueve años. Ya no hubo más contacto. ENT.: ¿Piensa que llegará el día en que pueda tener esperanzas nuevamente? DORA: Si, es posible. No es totalmente imposible. ENT.: ¿Tiene alguien con quien hablar sobre si es bueno esperar eso o no? DORA: No. ENT.: ¿No tiene nadie con quién hablar? (Larga, larga pausa) ENT.: Suena muy triste. (Larga, larga pausa) ¿Quieres decir algo, Ilya, con relación a lo que escuchaste que los otros decían? 11-YA ¿Qué dijo? ENT.: ¿Te gustaría decir algo sobre lo que escuchaste? 11-YA No. ENT.: ¿Fue aburrido? 11-YA- (diciendo "sí" con la cabeza, pausa) Estoy cansada. DORA: Casi se durmió mientras escuchaba. ENT.: ¡Ah, ah! (Los tresse ríen). Propongo que terminemosla sesión. Podría ser interesante que los tres vayamos detrás del espejo y dejemos que los demás vengan aquí a hablar por si quieren decir algo. No estoy seguro de que quieran hablar, pero existe la posibilidad. ¿Qué le parece? DORA: Está bien. ENT.: Ellos pueden decidir sobre qué hablar y nosotros podemos decidir si escucharlos o (sonriéndole a 11ya) dormir si queremos. ILYA (sonríe) Hmmmm (sí). ENT.: Puede que quieras (a 11ya) caminar por el jardín si tu mamá está de acuerdo. ¿Está de acuerdo, Dora, con que ella espere afuera si quiere? DORA: Sí. Parece que está cansada. ENT.: (a Ilya) ¿Qué prefieres: ir con nosotros o ir afuera? ILYA: Me puedo quedar. No me gusta tomar decisiones. DORA: Te puedes quedar con nosotros y salir luego si cambias de idea. Los terapeutas, la asisueiiuc: hablaron delante del espejo. Este grupo de siete comenzó a hablar rápido. Christopher hizo un comentario sobre lo que para él parecía ser similar, es decir la relación entre Britha y su madre (Dora) y la relación entre Dora y su madre. Desde la perspectiva de Christopher estaba claro que todo parecía estar conectado -lo que nosotros hacíamos (en esta escuela) y lo que ellos (la familia) hacían, y lo que ambos (familia y escuela) teníamos en común-. Y nada de lo que ocurriera tenía ningún valor en sí mismo ya que no podíamos saber de qué manera esto afectaría el futuro. Teresa tenía la impresión de que se habían concentrado demasiado en lo que Britha hacía en la escuela. Al mismo tiempo, mientras oíamos hablar a Dora, de alguna manera Britha desaparecía. Sus sentimientos después de esta reunión eran de que Britha era una niña solitaria. Christopher dijo que, por otra parte, parecía claro que ella tenía una madre, quien, dijo Crystal, llevaba encima un montón de responsabilidades que sentía que no podía dejar. Ted no sabía si lo que se decía venía de lo que se había escuchado o de algo que se había pensado mientras se escuchaba, pero la pregunta era: "¿Hablamos todo el tiempo con la madre sobre Britha, en lugar de hablar directamente con Britha? ¿La estamos dejando afuera?". Christine escuchó eso (lo que dijo Ted) como la percepción de la madre de lo que había ocurrido. Otros ahora hablaron sobre la posibilidad de que muchos profesionales que estaban en la cuestión, principalmente al dirigirse a la madres, pudieran haber inducido algún tipo de limitación en las posibles conversaciones entre Britha y la madre y Britha y los profesionales. De allí en más, dijo Ted, lo que le pasó por la mente fueron nuestras ambiciones de hacer y conseguir algo. "Debo comenzar a advertirme que debo hacer eso, por ejemplo, en relación con las posibilidades de que Dora comience a tener esperanzas otra vez. Debo esperar y dejar que eso ocurra cuando Dora y su madre lo encuentren conveniente. Debo evitar querer iniciarlo." Christine dijo: "Dora necesita apoyo pero no hay tanta gente aquí. Britha está en la misma posición, también necesita apoyo. Por otra parte, ¿su conducta se ha convertido en un escollo entre sus deseos y lo que los demás podrían hacer?". "Y la abuela también necesita apoyo", dijo Ted, A Sue le parecía que Britha representaba un aspecto muy importante en la vida de Dora. Podía resultar difícil ahora, pero tal 107 vez a la larga a Britha le resultaría maravilloso saber que representaba tanto para su madre. Britha parecía trabajar mucho, dijo Christopher, pero ¿sentía que lo estaba haciendo o no le parecía que lo hacía? Teresa no tenía dudas de que Britha sentía que hacía mucho esfuerzo. Eso es lo que se desprendía de la reunión con Britha en la escuela. "Pero estoy segura de que se esfuerza para hacer que las cosas cambien para bien. Eso es lo que veo." Christine sentía, por lo menos hablando por ella, que hasta ahora las reuniones habían sido buenas para todos los miembros de la familia. ¿Pero tenía que ser así? Parecía que las reuniones habían sido imporantes para Dora y que Britha se había quedado afuera. Si era así, tal vez no había que dejar de lado la posibilidad de que algo se reflejara de la madre hacia Britha, aun si no podíamos ver grandes resultados.

Teresa se preguntaba qué se podía hacer de ahora en más, después de la experiencia de ese día. "Podría prestarle más atención a Britha en la escuela. Siento que está sola. ¿Necesita más de la escuela? Hasta ahora he tenido un contacto limitado con Britha. He estado más en contacto con la madre. ¿Tal vez debería estar en contacto con Britha individualmente?" Christine le preguntó si Teresa pensaba reemplazar a la madre. Primero dijo que sí, luego: "No, no reemplazar a la madre, pero me he mantenido distanciada de Britha por lealtad a su madre. Lo que he hecho ha sido respaldar y apoyar a la madre, y tal vez al hacerlo la dejé afuera a Britha. En los primeros meses de Britha en la escuela, la mala conducta de la niña tenía lugar en la casa, no en la escuela. Pero ahora las cosas han cambiado y se comporta mal más a menudo en la escuela". Christopher se preguntó cuánto se espera que un padre le dé a un niño. "¿Uno tiene que dar el máximo durante toda la vida? ¿Puede llegar un momento en que eso debería parar? Eso ha ocurrido entre nosotros (los terapeutas y el grupo de consulta). A veces ustedes quisieron que volviéramos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así? Dora ha estado dando el máximo de lo que puede dar todo el tiempo." Ted preguntó si no era el momento de parar, "antes de que digamos tanto que nos sobrecarguemos". Todos estuvieron de acuerdo Y se terminó la reunión. La última conversación duró doce minutos, por lo que la consulta en conjunto duró una hora y diez minutos. Sólo el tiempo dirá si surgieron ideas nuevas. Puede ser que haya algunos indicadores de eso en la cuarta y última conversación. ¿Hubo algunas qui f„ts, o c1tuc1s, o cómos, o cuándos nuevos en esta los última conversación? El lector y yo probablemente establezcamos diferencias distintas, por lo que me pregunto cuáles son las que los lectores establecerán. Cuando la videocinta llegó a mi oficina cuatro semanas más tarde, traía una pequeña nota. Parte de la nota decía: "...Lo mejor de todo no está en el vídeo. El proceso que siguió, entre la escuela y el equipo de consulta, del que la consulta con usted fue parte, fue lo más valioso. El contenido, todo lo que se dijo en la videocinta, no tiene tanto valor". Al haber despertado mi curiosidad con una nota tan críptica, escribí pidiéndoles que me contaran acerca del proceso. Esto es lo que respondieron. Cuando observamos el vídeo, semanas después de la consulta, nos sorprendió lo poco que capta. Registra sólo pequeños fragmentos de los sentimientos que existieron, tanto en la sala de entrevistas como en la sala de observación. Y no dice nada acerca del contexto en que tuvo lugar la consulta. Para la familia, especialmente la madre, puede ser que lo menos importante haya sido lo que se dijo durante la conversación. Lo que más importaba era la experiencia nueva de estar sentada en la posición que se le había asignado: en una especie de metaposición con respecto a su propia vida y al problema conectado con su hija. Ocho profesionales directamente responsables del tratamiento de su hija, quien no se encontraba allí, le brindaban ayuda. Los ocho profesionales pensaban, hablaban y especulaban sobre ellas. La situación pareció haber tenido gran impacto sobre la madre y puede ser que la reunión haga que la madre dé un gran paso: dejar que la hija sea cuidada totalmente por la sociedad. (Las palabras y las conversaciones no fueron significativas, después de tantos años de conversaciones terapéuticas.) Entonces, al permitirle a la madre que tornara las posiciones que había tomado durante la entrevista, ella había tenido que hacerse cargo de lo que nosotros estuvimos tratando de manejar durante tanto tiempo, es decir, clarificar que la madre y la hija necesitaban personas que intervinieran oficialmente entre ellas para poder conectarlas. Las consultas nos dieron, incluso a nosotros, los profesionales, la posibilidad de verbalizarlo. Y de acuerdo con las respuestas de la madre ante la reunión, eso era lo más importante para ella. Así como su posición cambió en su relación con nosotros durante la consulta, por cierto nuestra posición con respecto a ella también cambió y lo mismo ocurrió con nuestro trabajo con ella. En realidad, terminamos en una metaposición con respecto a nuestra forma de trabajar. Para los miembros de la escuela especial, hacia quienes parecía que estaba dirigida la consulta, ésta resultó útil. Influyó el desarrollo en la escuela, que ha continuado tratando de encontrar nuevas formas de cooperar con los niños y sus familias, además de la idea de que los niños sólo cambiarán si los padres lo hacen. Todo este "racimo" de hipótesis son interesantes. Primero abren nuevas perspectivas, nos hace menos prejuiciosos a los profesionales, más atentos 109 a la variedad, más curiosos y nos acercan a la gente que nos rodea. Después de algunos años, éstas (las hipótesis) comienzan a asfixiarnos y hacen que todo sea aburrido. Deberíamos poder trabajar sin hipótesis durante los primeros años. ¿Podría su actual falta de interés en las hipótesis haber sido posible sin sus primeros años con ellas? ¿Podemos saltearlas cuando entrenamos a los que tenemos que entrenar? Debemos admitir que no creemos que usted no tenga hipótesis, o sus propios pensamientos sobre lo que escucha, pero entendemos que no debe preocuparse en formularlos para usted mismo o para otros ya que creemos que piensa que otros procesos son más importantes. 6 A posteriori: continuación del diálogo Arlene M. Katz Mis colegas y yo estábamos escuchando las reacciones de una pareja que acababa de oír nuestras propias reflexiones como parte de la consulta con el equipo reflexivo (Andersen, 1987). El marido, Richard, que unos momentos antes había estado tan desesperado, comenzó a sonreír y finalmente terminó riéndose a carcajadas. Entonces nos explicó que repentinamente se había dado cuenta de lo cómico de la situación: R: Uno tiende a pensar que atraviesa estos cambios vitales a los 16, 17, 18 y que después está curado. Y entonces, aquí estamos, sentados en una situación que es básicamente igual. La magnitud es mayor..., pero uno se encuentra tan perdido ahora como lo estaba calando era niño. Toda la idea del problema le parecía divertida, especialmente cuando oía que se lo trataba a nivel profesional, lo que incluso lo hacía parecer menos importante. R: Tampoco nos vamos a suicidar por eso. Uno se da cuenta de esto pero no lo ve necesariamente así todo el tiempo; las cosas por las que uno tiene que pasar son bastante comunes, uno no es el único que tiene este problema. En ese momento nos sorprendió la reacción espontánea de las familias ante este proceso, especialmente cuando nos escuchaban 1. Tanto los nombres como las demás características ídentificatorias de los miembros de la familia mencionados o citados en este capítulo han sid o cambiados.

reflexionar sobre sus conversaciones. La mayor parte de las personas que buscan ayuda vienen esperando que los expertos les presenten declaraciones y juicios sobre ellos. Entonces pensamos qué pasaría si invitáramos nuevamente a aquellas personas que habían venido originalmente por ayuda y les pidiéramos que nos dieran sus declaraciones y juicios y comenzáramos una investigación mutua sobre el equipo reflexivo. Eramos conscientes de las limitaciones de cualquier descripción aislada, ya que aunque ésta pudiera captar un aspecto, no podría ser lo que se describía. "La única verdad que se acerca al nivel de lo absoluto es la verdad que la cosa en sí misma podría darnos si pudiéramos acercarnos tanto a ella, lo que, desgraciadamente, no podemos nunca hacer." (Bateson y Bateson, 1987, pág. 151.) Más que buscar una "verdad absoluta", podíamos darnos uno a otro la oportunidad de ver un nuevo aspecto, de adquirir nueva información, no la de ellos ni la nuestra sino algo diferente, algo nuevo que surgiera. Aquí estoy utilizando ver de una manera especial: "...como verse a uno mismo a través de los ojos de otro. Si fuera de otra manera, sería ceguera" (von Foerster, en Segal, 1986, pág. 166). Si nos atuviéramos a nuestro propio punto de vista o buscáramos una respuesta en especial, correríamos el riesgo de volvernos ciegos a la información que nos transmite el sistema del cliente. En lugar de eso, necesitamos posicionarnos de tal forma que invitemos a un intercambio de perspectivas que cree un lenguaje establecido conjuntamente. El equipo reflexivo es una forma de tener un tipo especial de conversación con un propósito, un diálogo que incite a la comparación de diferentes puntos de vista. El formato (Anderson, 1987) da suficiente tiempo para que tanto el sistema del cliente como el equipo escuchen y participen. Está diseñado para darle a todos los que participan la oportunidad de cambiar de posiciones a propósito, por ejemplo, de escuchar a participar, de hablar a escuchar, y luego de vuelta al principio. La consulta con el equipo reflexivo es una variante en la cual un terapeuta le pide una consulta sobre un trabajo clínico que está ya en movimiento. Comienza con una discusión entre el terapeuta y el entrevistador delante del sistema del cliente. Luego los clientes son entrevistados mientras el equipo escucha. A continuación son los clientes los que escuchan mientras el equipo reflexiona sobre la conversación y finalmente se les da la oportunidad de reaccionar ante estas reflexiones. La comparación de estas perspectivas duales puede promover una genuina descripción doble. En principio, se debe esperar una mayor "profundidad" en un sentido metafórico toda vez que la información de las dos descripciones fue reunida o codificada de manera diferente. (Bateson, 1980, pág. 79.) El diseño del equipo reflexivo está concebido para que tenga lugar esta noción batesoniana; en la medida que invita a una perspectiva, luego otra se transforma en una manera de cubrir las posibilida des de ambas. Cada descripción se transforma en un punto de comparación, una oportunidad de que surjan nuevas ideas, una perspectiva diferente sobre un problema. Esta sutil toma de conciencia de la diferencia a menudo ocasiona una diferencia por sí misma (Bateson, 1980). El centro de atención hay que ponerlo en la evolución de las ideas sobre un "problema" a lo largo del tiempo y en la conversación con el entrevistador, una visión evolutiva en lugar de un enfoque estático del problema. La mejor manera en que el entrevistador puede orquestar o crear el contexto para las conversaciones de este tipo es haciendo lugar a los distintos puntos de vista, en lugar de tratar de buscar verdades absolutas (Anderson y Goolisbian, 1988; Goolishian y Anderson, 1987; Hoffman, 1985, 1988). De otra manera, si nos aferramos a un punto de vista como si fuera el único correcto, nos arriesgamos a monopolizar las ideas y a que la conversación eventualmente fracase (Braten, 1987). Anticipamos que las distintas personas que toman parte de estos diálogos crearán diferentes tipos de descripción, los que se pueden agrupar en un relato o pueden formar un collage. Para entretejer los hechos de diferentes marcos temporales, la gente construye "relatos abigarrados" que tienen distinto tipo de coherencia. Estas historias evolucionan en respuesta a las ideas nuevas a medida que son vueltas a contar por diferentes personas, en contextos diferentes, en momentos diferentes (Gergen y Gergen, 1988). Este proceso de contarse mutuamente historias y de intercambio consigo mismo y entre uno mismo y los demás es lo que genera el significado. Esta cualidad de la conversación que es a la vez un diálogo fue descrita como "un ejercicio de respiración entre personas"; la exhalación sigue a la inhalación; "dejar ir" y "dejar venir"; ahora se escucha, ahora se habla (Ándersen, 1987, comunicación personal). La metáfora en sí misma se transforma en una manera de destruir la dualidad. Como Koestler nos recuerda, tanto los poetas como los científicos utilizan metáforas para permitir la intersección de dos marcos de referencia que con anterioridad se encontraban desconectados... La diferencia entre ellos es el carácter de los "marcos de referencia", que en el primer caso son de naturaleza más abstracta, en el segundo de naturaleza más sensual... (Koestler, 1975, pág. 320). Historio, Este capítulo está dedicado a las historias que los sistemas de clientes Contaron en conversaciones con el autor. Están relacionadas con Sus experiencias con equipos reflexivos compuestos por profesio0ales noruegos y norteamericanos. Fueron parte de intercambios permanentes entre clínicos noruegos y norteamericanos que se reunieron en consultas de equipos reflexivos sobre casos clínicos, En estos casos el terapeuta requería la consulta con el equipo yflexivo, y este ya se encontraba a cargo de los pacientes. La reunión inicial del equipo reflexivo tenía lugar en el entorno familiar del profesional que nos derivó al paciente: el consultorio de un médico, un consultorio de práctica privada, el consultorio de un fisioterapeuta o un centro de salud mental. El equipo puede estar en la misma habitación con la familia o detrás del espejo unidireccional. Tres meses más tarde, tenía lugar una segunda reunión en la que el autor se entrevistaba con cada pareja mientras el profesional referido se encontraba presente, siguiendo ciertas preguntas prefijadas (AnderSen y Katz 1987) usted probablemente recuerda que se reunió Con nosotros y unos noruegos el (fecha); ¿cuáles son las impresiones que usted recuerda de esa reunión? ¿Cómo reaccionó cuando oyó al equipo hablar sobre la conversación que usted había Con el terapeuta que lo entrevistó? ¿Cuáles eran las cuestiotenido más lo preocupaban antes de la reunión? nes Éstas preguntas tenían por objeto abrir la conversación y otras preguntas que pudieran ser exploradas en profundigenera edida que se desarrollaban en cada conversación. La intendad a no encontrarnos con las familias para satisfacer nuestra ción e,curiosidad o meramente para conseguir las respuestas a propias propias preguntas (Andersen y Naess, 1986). Era necesa rio nuestras preguntas "entre paréntesis", y no aferrarse a rio pori NIe gustarla agradecer a los siguientes colegas que participaron con sus pacientes C11,grulo por sus ideas, s Chal M D., Chant l D Arle lle,rBarbara Perryc M.D. en este fgete Flám, Ph. D. Ted pman Anna-M., Marjorie Roberts, Ph. D., Lynn Caesar, Ph. D., y Doug Phillips, Ph. D. L.I.C.S. véase Méndez, Coddou y Maturana (1986) para una discusión más amplia sobre la 3 cia de mantener la ,objetividad" entre paréntesis. importan ninguna salida en especial. Más bien, estas serían guías que generaran otras perspectivas o ideas, cuestiones o preocupaciones en cualquier dirección en que las llevara la conversación. Estaban diseñadas para continuar el diálogo comenzado con el equipo reflexivo.

Este tipo de seguimiento pone a los temas originales de los pacientes dentro del nuevo contexto de la entrevista a posteriori, tres meses más tarde. Aunque puede no haber un foco explícito del problema, cada relato refleja lo que es en este momento más importante para la pareja y hasta qué punto la pareja todavía se encuentra preocupada por el problema original. El proceso por el cual los clientes presentan su punto de vista actual crea una perspectiva del pasado y ofrece una visión renovada del presente. La entrevista a posteriori da un contexto; no se trata de una nueva técnica de investigación sino más bien de la crónica de una manera de pensar4. Las narraciones forman un collage de descrip ciones de los sistemas del cliente y del autor, un retrato de investigación mutua. Las citas de las entrevistas a posteriori tienen además apuntes de los pensamientos del autor en ese momento, y sus reflexiones mientras escribía los relatos. Lo que sigue son las descripciones de las descripciones, una historia de las historias a las que invitamos al lector a agregar sus propias ideas o preguntas. En el texto que sigue, la consulta inicial es la entrevista con el equipo reflexivo; la reunión siguiente es la entrevista a posteriori. "A" es el autor y "E" el entrevistador del equipo reflexivo. A menos que se diga lo contrario, la transcripción de las conversaciones está extractada de la entrevista a posteriori. Caleidoscopio Resumen del equipo reflexivo Teníamos una idea de la conversación entre el entrevistador (E) y el terapeuta (T) frente a la pareja y el equipo. E.: ¿Hay algún tema en especial que quiera que discutamos? 4. Ver Atkinson y Heath 1987), quienes discuten un modelo de investigación más relacionado con la etnograSía: "... el proceso que sugerimos es uno en el cual los investigadores vuelven a tomar las diferencias que establecieron el construir cualquier opinión sobre los datos, de tal forma que el lector pueda hacer lo mismo. En un sentido, se le enseña al lector el Proceso de construir una opinión" (pág. 13). T.: Puede ser el deseo de acercamiento entre John y su familia anterior... y el distanciamiento que siente su mujer. Siento que esto es importante porque Claudia está sufriendo mucho y los que son importantes para ella se están... distanciando de ella. La otra cosa es que John quiere encontrar una nueva ubicación y Claudia se siente distanciada por el deseo de él de acercarse a su familia, por lo que ella se siente aislada. E.: ¿Podría ser que todas estas cosas estuvieran conectadas de alguna manera? ¿Discutió usted estas cosas con ellos? T.: No, esto es nuevo... surgió ahora. Esta pareja, John y Claudia, contaron una historia de cambios entre ellos y con aquellos con quienes se sentían más relacionados. Para Claudia, era un momento de expansión creativa y de explora ción de lo nuevo; para John, un momento de concentrarse hacia dentro, hacia sí mismo, de dar un paso atrás y repensar todo. Su reconexión con las relaciones del pasado tuvo un profundo impacto sobre el presente y le hizo cuestionarse su futuro. Para John, la muerte de uno de sus padres y el inesperado nacimiento de un nieto despertaron viejos sentimientos adormecidos con respecto a su hogar, que se transformaron en un problema. Estos cambios y mudanzas crearon dudas sobre las relaciones entre padres e hijos, y sobre la forma en la que el pasado puede influir o crear nuevas posibilidades en el presente y en el futuro. Para Claudia, las dudas estaban centradas alrededor de su expansión emocional: ¿era seguro ser vulnerable o era un riesgo demasiado grande para ella y para la relación? A posteriori La conversación a posteriori con John y Claudia se transformó en un caleidoscopio de perspectivas cambiadas y cambiantes; comenzamos con el cuadro de la esposa sobre su experiencia con el equipo reflexivo en palabras y metáfora. A: ¿Puede describir el proceso de oírnos conversar sobre su conversación delante de usted tal como lo experimentó? C: El sistema es como un espejo en el que uno mira y ve lo que ve. Si miro en el espejo y describo cómo miro, sería de una manera especial; si mi marido se parara detrás de mí y describiera cómo miro, sería otra cosa. Y si alguien más se parara detrás de mí, sería nuevamente una cosa diferente. Y todas serían verdad. Sentí que de eso era de lo que se trataba. A: ¿Era como el efecto de los espejos múltiples? C: Exacto. Es como un túnel; para crecer o expandirse uno necesita una respuesta que diga: Te veo así", y es parte de tu verdad. Y alguien más que diga: "Yo te veo así", pero que lo haga de una forma que uno pueda escucharlo. A: la imagen que tenía era como un caleidoscopio en el que los distintos espejos reflejaban. C: Exacto. Tanto Claudia como su esposo pensaban que el proceso del equipo reflexivo era muy poderoso, pero que eran necesarias ciertas condiciones para que tuviera éxito. Estuvieron de acuerdo en que había creado una atmósfera abierta en la que había un nivel básico de confianza. Se sintieron especialmente impresionados por la honestidad de tener profesionales que compartieran sus pensamientos delante de ellos. Sintieron que esto generaba la "necesidad de ser honesto" porparte de todos, pero todavía tenían reservas respecto, por ejemplo, de encontrarse en un medio un poco diferente, con gente nueva. Sin embargo, sentían que si estas reuniones continuaban, gradualmente se sentirían más cómodos. Claudia en especial se había visto sensibilizada ante la concentración del entrevistador y el cuidado que había tenido cuando hablaba; irónicamente, hubo oportunidades en que esto se vio refle jado en su propia cautela y la hizo sentirse más reservada. Sin embargo, notó una diferencia cuando el equipo conversaba: había una apertura a sus comentarios que hacía que la atmósfera fuera más tranquila. Ella había venido al equipo reflexivo con un objetivo: concentrarse en su relación de pareja. Cuando de pronto se sintió sacudida por la entrevista, como era algo inesperado, no estaba segura de qué hacer. En el curso de la entrevista, de pronto se sintió confundida: ¿debía aferrarse a lo que ella quería discutir o abrirse a lo que surgiera? Me pregunté si encontraría la manera de referirse a lo que la preocupaba desde otros temas. A partir de ese momento, ella se ha hecho más perceptiva a las demás perspectivas. C: Siento que gané mucho con esa sesión, aunque vine pensando que iba a ser una cosa y al final... ¡resultó ser otra! Pero cuando comencé a procesarlo, tenía todo lo que necesitaba. A: ¿Cómo lo puede explicar? C: En cuanto a mí, creo que siempre se encuentra lo que se está buscando, de una manera u otra. Lo que pasa es que se llevan orejeras. Y se piensa que va a ser naranja y como resulta que es azul, uno no lo ve porque está esperando el naranja. A: Lo que yo senil es que creaba más lugar en la conversación que estaba teniendo con usted misma. Comenzó con naranja y sólo tenía lugar para un

color, pero ¿en algún momento hubo lugar para el azul y el otro color que apareció? C: Exacto, [aunque] no fue en ese momento. A ¿No fue dentro de la sesión? C: Oh, no. Me tomó mucho tiempo procesar todo, ¡era demasiado! La pareja quiso hacer una diferencia entre el proceso que había comenzado con el equipo reflexivo en sí mismo y cómo la cosa había evolucionado a partir de ese momento. John pensaba que la reunión había catalizado o estimulado un proceso; su esposa describió cómo había "vuelto a escribir la historia de la entrevista muchas veces" en los tres meses que siguieron a la reunión. Me pregunté cuáles habían sido los efectos de este volver a escribir. El problema original que había sido la razón para que viniera a la reunión se había disuelto. Durante la reunión inicial (del equipo reflexivo) se había dado cuenta de que había aparecido un dato inesperado que le había proporcionado una nueva perspectiva. Algo cambió para ella cuando el entrevistador preguntó: "¿Qué pasaría si John se fuera?". En ese momento experimentó un sentido profundo de autonomíay plenitud: un darse cuenta de que podía salir adelante sola aunque las circunstancias cambiaran. A partir de ese momento, su objetivo como ella lo había anticipado cambió a un sentimiento de alivio y de confianza en sí misma. No había lugar ahora para sus propios objetivos acerca de la pareja y cualquier otra idea que pudiera surgir. Sentía que el "problema" estaba siendo tratado, pero que se lo estaba haciendo de una manera diferente de la que ella había esperado. Una cápsula con control de tiempo A medida que Claudia hablaba, recordé cómo una "historia" puede cambiar sutilmente cada vez que la cuentan dos personas diferentes o la misma persona en distintos momentos. En el diálogo que sigue, ella describe cómo evolucionó su historia, a veces tejiendo nuevas experiencias, luego retornando a la entrevista para darle a sus experiencias un sentido diferente desde una nueva perspectiva: A ¿Me puede dar una descripción breve de los diferentes estadios del proceso que usted experimentó? C: Me golpeó en muchos niveles. La primera semana era todo muy superficial: "Ojalá hubiera hecho esto" y "bueno, si él no hubiera dicho eso" y la semana siguiente pasé al siguiente nivel, más profundo. A ¿Podría darme una idea de los distintos niveles? C: Tiene que pasarle a uno; allí fue cuando las verdades me golpearon. Durante la sesión estaba furiosa con John, sus hijos... que no se moviera en el sentido en que yo pensaba que debía hacerlo; mis objetivos, mi horario (se ríe). ¡No hacía nada de eso! Durante un tiempo me costó aceptarlo. Luego fue... el fin del enojo, no presionar tanto, no sentirme frustrada porque él no había dado un salto de un metro de altura porque yo había decidido que lo diera. Y darme cuenta de que él tenía sus propios objetivos. Y de pronto, cuando tomo distancia y me freno, ¡de pronto él comienza a moverse! Y yo me voy, qué pasa, ¡yo dejo de empujarlo y él se mueve! Entonces, comienzan a sentirse la verdad del compromiso asumido y la fuerza de este tipo de dinámica. Y luego, vuelve a mirarse la sesión y...entonces ¡cada pieza cae en su lugar! Cuando "abandonó" su objetivo original y cambió su posición, se dio cuenta de las nuevas opciones y de la ironía de que a la vez hubiera un cambio en la conducta de John. Me di cuenta de la forma en que esta experiencia en su vida la había llevado a hacer una construcción nueva de lo que había ocurrido en la sesión -otra reescritura. A ¿Entonces describió la sesión de manera diferente? La historia de la sesión fue diferente. C: Exacto. Porque de pronto el pequeño hilo conductor de la verdad apareció en mi vida. Es necesario sentir la ira, sentir ese deseo de que alguna otra fuerza participe y lo salve de lo que está pasando; para no tener que hacer nada, que alguien más venga y haga que John haga lo que yo quiero que haga. Pero todavía eran mis objetivos. Y me tomó mucho tiempo procesar eso y ver a la sesión de manera diferente... A: ¿Era como una cápsula con control de tiempo o algo así? C: ¡Sí! ¿Quién me la dio y cuándo se va a disparar? Las descripciones de John fueron de una calidad diferente: su primera reacción ante el equipo reflexivo fue evocada por su fantasía de que: J: Dios, van a hablar de nosotros mientras estamos sentados aquí. Por eso elige sus palabras con tanto cuidado. Uno tiene visiones de lo que los médicos dicen cuando uno no está en la habitación. "¿Vieron ese tipo?" Puede ser que lo hagan, pero ustedes no lo hicieron. Entonces no me sentí violado en la discusión. Pensé que era muy bueno. Me gustó estar allí. Las ideas de John también habían evolucionado a lo largo de los tres meses; su estilo fue de pronto sentir algo de lo cual antes no había estado consciente -como una alarma de radar que señala un cambio de perspectiva-. Había llegado al equipo reflexivo extrañando mucho a sus hijos. Cuando me lo dijo tres meses más tarde repentinamente cambió su descripción y estableció una diferencia entre la manera de extrañarlos entonces y ahora: problema, y ¿es posible que esto se experimente como un alivio o como un nuevo peso? La pareja siguiente se hizo estas preguntas y las resolvió con el efecto de la nueva información que salió a la luz a partir del equipo reflexivo. En busca de un hogar Claudia agregó su punto de vista según el cual cuando una persona entra en una situación como la del equipo reflexivo, algo inesperado puede llegar a surgir: Claudia hizo una serie de preguntas que tendrían significación especial para la siguiente pareja. Cuando se revelan, los secretos siempre abren nuevas formas de ver lo que hasta ahora ha sido un 120 A: ¿Entonces siguió pensando en las preguntas que se hicieron durante la sesión? J: No me había dado cuenta lo furiosa que Claudia se sentía con respecto a todo esto ... No me había dado cuenta hasta esa tarde ... Creo que lo que saqué de esa sesión fue que lo que estábamos discutiendo en realidad no era lo que yo extrañaba. Tal vez fue allí donde me di cuenta de que lo que necesitaba era encontrarme a mí mismo. A: Entonces la historia al inicio de la sesión era que extrañabas, pero luego, en algún momento, durante la sesión o más tarde, cambió y ese ya no fue el tema. J: De pronto me di cuenta de que no era así. La alarma en la pantalla del radar me decía: no extrañas. Extrañar es otra cosa. A: ¿Cómo describirías esta sensación? ¿En qué es diferente de extrañar? J: No es el mismo sentimiento. Extrañar es este dolor en el pecho, uno se siente solo o asustado interiormente, como si lo estuvieran apretando aquí, con mariposas en el estómago; eso es extrañar. Y no era eso lo que yo sentía; lo que me pasó por la mente fue una sensación de pérdida... A: Entonces el significado del tema inicial cambió en el curso de... J: Sí, probablemente no durante la sesión, pero entre la sesión y ahora ... Mi corazonada es que la sesión decididamente catalizó o estimuló un proceso. C: Pienso cada vez que se entra en una situación como la del equipo reflexivo, no es que uno se sienta nervioso ... Tiene que haber deseo de enfrentar una verdad que puede llegar a aparecer y que se ha mantenido oculta.

Y puede que se sepa que está allí pero que no se hable de eso y nadie más lo sepa, entonces se prefiere mantenerla oculta. En cualquier situación así, se corre el riesgo de que la verdad surja y cada uno diga, ¡miren lo que estaba ocultando! ¿Y por qué? ¿Y qué está haciendo allí? ¿Y eso qué significa para todos los demás...? Ese es el riesgo que se corre. En este relato comenzamos con un resumen de la consulta del equipo reflexivo parafijarun contexto paralos cambios que siguieron. Resumen del equipo reflexivo Laura y Michael escucharon atentamente mientras sus terapeutas describían el trabajo que habían hecho juntos. Entretejida en la historia estaba la larga búsqueda que la esposa hizo de un "hogar", primero en sí misma y luego uno real. En tiempos de crisis o cuando Laura se sentía especialmente alejada de su esposo, nuevamente sentía una compulsión a buscar un nuevo hogar. El hogar era una metáfora fuerte para esta pareja. Para Michael significaba estar conectado consigo mismo en un nivel profundo y tener raíces, "que había estado de viaje y ahora estaba de vuelta en casa... justo aquí, dentro de mí". En la entrevista con el equipo reflexivo, una cuestión profunda para Laura era si el hogar era la casa en sí misma o la vida dentro de ella. En su descripción decía que la casa de su abuela evocaba en ella la imagen del "hogar"; sentía que la abuela todavía "estaba allí" y continuaba siendo una importante fuente de consejo, sabiduría, amistad y amor. Su sentimiento de estar en casa se veía afectado cuando su esposo se distanciaba de una forma tal que ella lo sentía como que "desaparecía". La pareja estaba preocupada por el efecto del colapso nervioso del padre de Michael unos años antes. Michael reconocía en sí mismo algunas características que antes había visto en su padre; ciertas similitudes se destacaban de manera contundente y él les temía. Cuando eso ocurría se transformaba en un ser distante y retraído, de una manera que lo apartaba de sus allegados. Al mismo tiempo, sentía que el colapso había creado una nueva apertura para conocer mejor a su padre. Michael evocó su miedo a ser demasiado similar a su padre cuando describió lo que pasaría si él tuviera un colapso nervioso: su familia se quedaría completamente sola aunque y. pesar une crisis tan enorme como Equipo 2: Me pregunto si es necesario a esta ídea de hs raíces de otra manera. la que ellos temen o si se podría aplicar Equipo 1: Yo pensé algo muy similareta con el mismo objetivo? Me lo Equipo 2: ¿Podría ser que hubiera otro ri,4 tenerlo a él en el hogar que le estaba preguntado. A ambos les gust gustaría tener a su esposa. sa y dentro de sí mismo, y al mismo Equipo 1: Y él se sentiría en su propia Gtlra. tiempo estaría en el hogar que quiere degs sobre la atmósfera que se Otras reflexiones entretejieron ido de hogar, de cómo se podría podría crear para reflejar el sentimien de IVlicUel de tener tiempo establecer una diferencia entre el des s e11 la realidad por medio de para sí mismo y sus distanciamientos icton c5n los demás podía alguna señal. Discutimos si la convelá abuela, con el padre, y entre ofrecer ideas nuevas, por ejemplo, col los padres y los hijos. ories, Michael habló sobre la Siguiendo directamente las reflexl erriliti,ra simplemente no importancia que para él tenía que se ta b de aeuerdo en que había hacer nada durante algún tiempo. E5 e5paclo Y desaparecer, Dura una diferencia importante entre tepe lepntas: CEstoy contribuyentambién comenzó a hacerse algunas el 5e díslahcie? Si yo pudiera do de alguna manera a que Micha otimigo VIO lo buscaría tanto confiar en que todavía está conectad ° épzaton a surgir ideas sobre para asegurarme de que está allí. Ce olaPso neioso: el miedo de ella a que él tuviera un 122 L: Tengo miedo, lo sigo de cerca. E: ¿Y eso hace que él se cierre más? L: Puede ser que haga que piense que tiene demasiado que hacer o que se quiera ir. No sé. Si pudiera confiar en que está allí no tendría que seguirlo tan de cerca. Nunca había pensado conscientemente en esto, sólo lo estoy comenzando a pensar ahora. E: Tal vez debería permitirse pensarlo nuevamente y no tomar ninguna resolución apresurada. A posteriori p él lo abía experimentado todavía estuviera allí físicamente, tal co,era un colapso, creía que con su padre. Sin embargo, si él su jli eventualmente se acercaría más a su de cainbi°s podrían ocasionar eso? E: ¿Cómo podría explicar eso? ¿Qué clases ritoob eWo querría poner todos M: Sólo pienso que si me hiciera pedazo l o htf % hecho sería más fuerte los pedazos juntos otra vez.... Una vez citt o más coherente. E: ¿Con más raíces? M: Habría crecido y echado raíces. el,,on las Siguientes ideas: Las reflexiones del equipo inclu5 Al revisar lo que le había dicho el equipo reflexivo, Laura recordó el objetivo que ella tenía cuando llegó a la reunión: ideas importantes que había que estudiar con respecto a su relación, el alejamiento de Michael y el impacto del colapso nervioso de su padre. Justamente, no se había hablado de lo que representaba la mayor parte de la relación de la pareja y ella había confiado en que su esposo presentara ciertos temas que tenían que ver con él mismo. Nos dijo que "no sólo estamos hablando acerca de las cosas sino que ustedes también podían hablar acerca de ellas porque sólo tenían la información que nosotros les dimos". Aunque pensaba que lo que se había discutido era muy útil, era consciente de lo que no se había dicho. Esto reducía su enfoque y hacía que se aferrara a la salida que ella quería; cuando las cosas no fueron así se sintió frustrada. Sin embargo, hubo momentos cuando esta urgencia le permitió absorber información nueva, por ejemplo, cuando se habló de su abuela, y sintió esa relación nuevamente tal como ella la recordaba; también tuvo una idea de lo que significaba buscar un hogar. Michael pensó que el equipo reflexivo era "un experimento... que iba con el flujo de los acontecimientos", y se sintió abierto a cualquier cosa que surgiera en la conversación. Laura interrumpió diciendo que al tomar esa posición él se aferraba a "esa parte de él que era muy secreta". Laura sintió la diferencia en cuanto a posiciones -Michael abierto a lo que estaba ocurriendo y siguiendo la conversación a medida que se desarrollaba-como algo que cerraba los puntos de discusión que a ella le interesaba discutir. ¿Podía haber lugar para ambos? La impresión más viva de Michael sobre el equipo reflexivo era que se trataba de "una atmósfera muy cómoda y amable para que hablemos". Cuando se le preguntó qué era lo que la hacía tan cómoda, contestó que en parte era que la conversación tuviera lugar 123

-tipa de e se que le permitiría a Equipo 1: Me pregunto si hay cierto íefa qt1 e había ido a alguna parte. Michael sentirse tranquilo sin que pareLcer? Equipo 2: ¿Estar tranquilo sin desapare con un hombre que parecía generar una atmósfera de comodidad. Estp le permitió correr el riesgo de hablar de una manera que no le resultaba amenazadora sobre su padre y sobre el impacto que su colapso nervioso había tenido sobre su relación. Creía que este era el factor más importante en su actual crisis marital; poder hablar sobre ella ahora era una oportunidad importante. Michael se había sentido especialmente intrigado al escuchar al equipo reflexionando sobre la conversación que ellos habían tenido con el entrevistador. Continuó: "Es realmente interesante recibir la respuesta... escuchar lo que ustedes tienen que decir sobre lo que nosotros dijimos... eso fue realmente útil... Fue una manera única de hacerlo". Nunca antes había estado en una situación en la que los profesionales compartieran sus puntos de vista delante de él y esto le parecía más equilibrado. Siempre había sentido la presión de hacerlo todo él mismo. Se sintió genuinamente conmovido, diciendo: "A veces siento que sólo quiero oír, bueno ¿y qué piensas tú de eso? -Estoy harto de tener que correr con todo ... entonces para mí fue un alivio; bueno ¿Qué piensas de eso? ¡Uno nunca escucha eso!" Su terapeuta sentía curiosidad sobre las reacciones que la pareja tendría hacia el hecho de que ella hablara con el entrevistador sobre ellos mientras ellos estaban escuchando. Preguntó: "¿Fue doloroso o aburrido escuchar las percepciones de otra persona sobre ustedes? ¿Aprendieron algo de ese proceso o fue sólo una pérdida de tiempo?". Michael contestó que había preparado el terreno para lo que había seguido. Consideraba muy bueno que la conversación hubiera tenido lugar delante de ellos para que pudieran aclarar cualquier tipo de malos entendidos y comentar sobre sus comentarios. Para la terapeuta era especialmente interesante trabajar en un equipo con extranjeros y notar el impacto de tres culturas diferentes (norteamericana, francesa y noruega), lo que daba la oportunidad para que cada uno aprendiera del otro: "Por necesidad tendría que haber una adaptación generosa en las perspectivas iniciales, y las parejas tuvieron también la oportunidad de verlo. Cuando deben conciliarse tantas diferencias hay que ser más paciente y estar dispuesto a ser más espontáneo". Desde su punto de vista, hay otro proceso que funciona en el equipo mismo, por lo que las ideas no quedan fijas sino que continúan moviéndose y permanecen abiertas. Mientras ella hablaba, pensé que cuando se conversa con personas de otros países, se advierte desde el inicio que hablan lenguajes diferentes. No se puede automáticamente dar por sentado que hay entendimiento mutuo. Es necesario escuchar muy cuidadosamente y, al hacerlo, se comienza a crear un lenguaje en común. Ahora escucho, ahora reflexiono para ver si entiendo, ahora hablo, comparto mi comprensión de lo que pienso que el otro está diciendo, pero siempre con un componente de no estar completamente seguro. Esto nos obliga a dar espacio a los diferentes matices de pensamiento. Cuando todos hablan la misma lengua es más fácil ponerse "perezoso" y dar por sentado que se sabe lo que la otra persona está diciendo sin necesidad de controlarlo de tanto en tanto. Ayuda el compartir permanentemente el cuadro que uno hace del cuadro de otra persona. Supongo que es lo que ocurre en un comentario sobre el lenguaje y deriva en un lenguaje para hablar sobre el lenguaje. Por supuesto, el lenguaje tiene limitaciones -si mi cuadro es demasiado distinto del suyo, puedo estar entendiendo mal lo que usted quiere decir-. Esta sensibilidad y respuesta hacia los matices de la significación están entretejidas en el equipo reflexivo. Historias nuevas En los tres meses que siguieron a la consulta con el equipo de reflexión, surgió nueva información Michael había estado ocultándole varios secretos a su mujer. Cuando ella lo averiguó, el efecto fue similar a lo que ocurrió cuando la "vida secreta" del padre de Michael salió a la luz después de su colapso. Mientras escuchaba la nueva historia, recordé la pregunta que había quedado en el aire durante las reflexiones: "¿Será necesario atravesar una crisis enorme como ellos temen o se podrá establecer el enraizamiento y el acercamiento de otra manera?" Esto fue lo que guió mis preguntas sobre el impacto del descubrimiento: "Fue un alivio, o un peso, o...?" y preguntarme si tenían ideas que hubieran surgido de las reflexiones. Laura había mantenido una idea: que Michael podía conseguir ayuda, y que podrían entonces acercarse sin que él tuviera que pasar por un colapso nervioso. El efecto del sinceramiento de los secretos de Michael había sido profundo. Lo había liberado, en su "desnudez" sentía que se había sacado un peso de encima y que tenía los pies sobre la tierra. M: Me sentía desnudo...; ya está...; esto es lo que está ocurriendo...; está aquí y este soy yo. Y me sentía como si estuviera sacando todo afuera; no me estaba conteniendo ni ocultando nada. A: Ya no había nada que necesitara esconder. 124 125 Laura experimentó inicialmente alivio y una percepción profunda de que lo que ella había estado sintiendo y viendo, que hasta ese momento había sido negado, era verdad. Por lo tanto, en un sentido, el problema con el que inicialmente habían venido se había disuelto (Goolishian y Anderson, 1987), ya que por el acto de nombrar el problema, ahora podían estarde acuerdo en que existía. Para Laura la diferencia estaba en que Michael ahora "se daba cuenta de que era un problema... Antes nunca había sido un problema, ni siquiera un tema de discusión, aunque obviamente lo era". Sentía como si hubiera estado de parto, con el alivio y el cansancio que vienen al final. Ahora está más tranquila y se ha vuelto hacia sí misma, y ya no necesita conducir búsquedas angustiosas tratando de encontrar respuestas afuera; se está dando tiempo para que emerja la conversación consigo misma. El tiempo privado de Laura y Michael está equilibrado, con destellos de conexión tanto dentro de la pareja como con las pocas personas con las cuales han conversado sobre el problema. Ahora sienten que hay una apertura para intercambios de distinto tipo: ahora, después de distanciarse, Michael regresa y le comenta a Laura lo que ocurrió en él. La relación entre él y su padre también ha comenzado a profundizarse, y el padre nuevamente se ha transformado en padre y Michael puede ser su hijo. Desde su punto de vista, su padre se ha transformado en un buen modelo, "por la forma en que está siendo padre, y que escucha y no saca juicios..., está simplemente allí para nosotros". El sinceramiento desaceleró las cosas, dándoles suficiente tiempo a ambos para que hablen y reflexionen; un tiempo para "dejar ir y dejar volver" (Ándersen,1987). Hay destellos de conexión pero una necesidad mayor de permitir que las cosas evolucionen con el tiempo. Esto trae a la mente preguntas fundamentales sobre la naturaleza del cambio. ¿Cambian los problemas o más bien las preguntas con las que los clientes vienen a lo largo del tiempo, y si es así, de qué manera? ¿Los clientes se dicen a sí mismos que el problema está resuelto, o simplemente cambian su descripción del mismo? Con esta pareja, el acto de nombrar el problema en un contexto diferente -uno que permitía el intercambio de ideas de distinta naturalezaincitó a continuación a nuevas opciones, nuevas descripciones y acciones. ¿Cuál es el efecto de permitir que emergieran conversacio 126

M: Fue un gran alivio... comenzar de nuevo, desde el principio, como una hoja en blanco. nes de diferente carácter: dentro de uno mismo y con otras personas? ¿Y cómo se crea cada una y de qué manera influyen unas sobre otras? Estas preguntas forman el contexto de la siguiente pareja. Dos soles La pareja de Karen y Daniel tenía una historia de transiciones -una dinámica hacia el acercamiento a partir de su reciente matrimonio y una hacia la separación a medida que se desarrollaban sus carreras. En la entrevista con el equipo reflexivo hablaron de haber atravesado una etapa de dolor, lucha y dificultades, de la ruptura de un primer matrimonio, de Daniel que había inicialmente llegado a la terapia de acuerdo con los términos de su libertad condicional. Para el terapeuta, la cuestión era cómo equilibrar el trabajo inicial con Daniel para hacerle lugar al trabajo con la pareja. En la entrevista a posteriori salieron a la superficie varias preguntas: ¿Hay espacio para ampliar? ¿Hay lugar suficiente para dos, para otro punto de vista, otra persona, otras conexiones, hasta para la noción de "problema"? Para Karen, el presente marcaba el fin del sufrimiento y la lucha, y el inicio de "estar dispuesta a cambiar". Daniel estaba preocupado por su deseo de perfección, lo que él sentía como imperfecto y lo que eso significaría ahora si había diferencias, desengaños, tristeza o conflictos. Las ideas que la pareja sacó del equipo reflexivo fueron generadoras de nuevas formas de mirar a las viejas situaciones y darse cuenta de los distintos niveles de conversación con ellos mismos y los demás. En la tarde de la entrevista, comentaron sobre la naturaleza del cambio: cómo ahora podían reflexionar sobre sí mismos y cómo este nuevo proceso de conversación consigo mismos podría crear la oportunidad para tener conversaciones diferentes con los demás. K: Lo que me resultó más memorable fue la imagen que un miembro del equipo dio de los dos soles. Dijo que desde... el principio..., antes de que entráramos a la sesión misma había tenido la imagen de nosotros como dos soles brillantes. Y elaboró sobre eso como algo muy positivo. Tuvo un acercamiento muy positivo, no hay dudas. No hubo ninguna crítica implícita. Y al mismo tiempo era una buena descripción de nosotros porque .... la mayor parte de los universos sólo tienen un sol, ¿no? Entonces ¿quién es el sol? Y las tensiones que surgen de eso. 127 Entonces fueron ese momento y esa parte los más sobresalientes para mí... fue esta imagen poética la que me pareció más valiosa. A: Entonces a partir de ese momento tuvo esa idea en la cabeza: ¿cómo crear un universo con dos soles? K: Ese era mi objetivo, ¡allí radica el cincuenta por ciento del problema! A ¿Desde entonces cambió en cuanto a la posibilidad de crear un universo lo bastante singular como para tener dos soles o si tendría uno solo y superbrillante? K: ¿Uno superbrillante o dos? ¡Creo que se inclina hacia los dos! Los dos tienen que existir recíprocamente y luego pueden existir con algún tipo de armonía o tensión que se pueda ir solucionando día a día. Mientras conversábamos tuve la imagen de un planeta con dos soles y me pregunté si el cuadro que ella había pintado tenía dos soles o un sol que reflejaba el brillo de los dos. Esto daba información sobre ciertas preguntas cruciales para la pareja, por ejemplo: ¿puede haber espacio suficiente para dos o sólo para uno? ¿Hay espacio para la diferencia, en perspectiva, en antecedentes, en ideas? ¿Cómo se hace espacio para uno y el otro, para sus puntos de vista y los de ella, tanto para la armonía como para la tensión? Daniel recordó sus sentimientos de que había habido espacio para la diferencia en el encuentro del equipo reflexivo: estaba impresionado por los antecedentes, las edades y las perspectivas diferentes que los miembros del equipo aportaron a los temas en discusión. Mientras lo describía, cada uno tenía su propia voz, ya fuera "analítica" o "mirando a la dinámica entre la gente" o "describiendo la interacción desde un punto de vista estético o artístico". Para él, la imagen de los dos soles también evocó otras: La imagen de la perfección que podemos llamar un círculo, una esfera, el sol... Y cómo uno trata los temas... o las intrusiones en esa perfección;... los problemas que se podrían transformar en temas de disfuncionalidad, nuestros miedos o nuestras infelicidades, tristezas, pesares, pérdidas... Pepe Grillo Me pregunté qué efecto había tenido sobre esta pareja el escuchar dos, tres o más perspectivas. ¿Había tenido un impacto sobre la forma en que se hablaban uno a otro? Daniel había salido del equipo reflexivo con ideas que generaron otras ideas sobre las maneras distintas en que podía reflexionar sobre sí mismo: D: Las formas en que reflexionamos sobre nosotros... eso es interesante para mí porque es como tener un Pepe Grillo o tener otra parte de uno mismo observando la forma en que está haciendo las cosas, y decir: "Espera un momento antes de actuar de esa manera, puede ser que tengas otras opciones..." A través de la simple intervención de otra perspectiva uno puede tener otra reacción en una situación particular tratando con otra persona. A: ¿Entonces habría dos instancias en las que esto sería casi generador, donde la idea genera otras ideas? D: Así es; produjo una especie de línea de pensamiento o acción, o de pensamiento que podía llevar a la acción. A: Entonces no fue sólo generador en términos de otras ideas, fue generador de ideas que llevaban a la acción. D: Sí. Utilicé los dos enfoques... Ahora soy consciente de que pude hacerlo. Lo que me dio fue una especie de vocabulario nuevo o de lenguaje para poder hablarme, para decir "espera un minuto", o "qué pasaría si ...?" o "no tiene por qué ser perfecto, veamos qué no es perfecto..." Se estaba desarrollando un verdadero vocabulario. Lo interesante es que era un vocabulario sobre dos individuos específicos, es decir, Karen y yo. Y por lo tanto, las imágenes tenían mucha más importancia personal... Entonces sentí que era el proceso en el que ustedes habían focalizado la atención. A: ¿Entonces fue algo que tuvo que ver con que siguieran tan de cerca lo que ustedes estaban diciendo? K: Sí. Para mí fue la delicadeza, la atención y el cuidado. El lenguaje lo crearon los dos al seguir cuidadosamente las palabras y los cuadros que eran únicos en cada conversación. A lo largo del tiempo, y con todo cuidado, construyeron un lenguaje o tal vez un dialecto con las conversaciones y las palabras que intercambiaron -lo que se decía y lo que se dejaba de decir-. Daniel se dio cuenta de que desde ese momento ha estado haciendo cuadros en respuesta a los que se le presentaron en la entrevista. Algunos pueden ser descritos con palabras; otros todavía están en proceso de formación. Karen tuvo la impresión general de una especie particular de atmósfera que permitía que se presentaran temas: "una cualidad de las personas que participaron que definiría como delicadeza, genti leza, visión, compasión". Sentía que el proceso inicial de la conversación entre el entrevistador y el terapeuta había sido muy efectivo; era un "punto de ingreso" y una manera de preparar el terreno para lo que siguió: 128

129 K: Tanto tú como yo podíamos tomar distancia y decir: "es cierto", o "eso no es cierto" de acuerdo con mi experiencia. En lugar de... hablar sólo nosotros.... uno podría decir "ah no, eso no es así desde mi perspectiva". A Entonces te dio un punto de comparación. K: Sí. Lo que no es negar su experiencia... es como las distintas facetas de una piedra preciosa, y mi faceta es esta y estás viendo esta faceta. Daniel siguió describiendo sus reacciones a la conversación que el equipo tuvo sobre la conversación. Recordó que antes de la reunión del equipo reflexivo había temido que fuera amenazadora y que en realidad nunca lo había sido: Descripción de Escuchar al equipo de reflexión -> Conversación interna Daniel describió partes del proceso que le permitieron comenzar a reflexionar sobre sí mismo de una forma que no fuera amenazadora. Me pregunté ¿qué había motivado ese intercambio y qué era lo que había en el diálogo mantenido con los demás en el equipo de reflexión que le permitía tener un diálogo diferente consigo mismo. D: Tenía reservas y ninguna de ellas se hizo realidad. Era un grupo de gente que nunca antes había visto..., ¡e iban a hablar sobre mi vida! Mi dios, ¿qué iba apasar? (risas) Y dije, ¡sólo mantente alertay entra! Yeso fue exactamente lo que pasó; era sólo una interacción positiva... y todo fue positivo, ¡y yo quería que continuara! Creo que el mayor beneficio para mí fue que... abrió caminos en los que yo mismo y por mí mismo podía pensar sobre estos temas de una forma que no fuera amenazadora. A: ¿Entonces de alguna manera esto afectó la forma en que usted se habla a usted mismo? D: Afectó el resultado porque fue un proceso, y también mi voluntad, mi voluntad interna. [Pienso] al presentarme un proceso interactivo en que las dos personas son incorporadas sobre una base igualitaria, todos tienen la oportunidad de reflexionar, todos tienen la oportunidad de decir algo. Y no parece ser jerárquico. A Me intriga la noción de que, de algún modo, esa manera de hablar luego afecta la forma en que te hablas a ti mismo. D: Sí. Creo que es tan sólo transferir un modelo externo a uno interno... parte de la respuesta es el hecho de que no hay sólo una perspectiva sobre quién es una persona. En otras palabras, uno tiene... diferentes perspectivas sobre una conversación en especial; entonces eso con lo que cada uno sale es su perspectiva propia y especial de esa conversación. Ni siquiera la totalidad de ellos es la conversación ... Nunca se puede conseguir nuevamente lo que quería el poeta porque lo dijo. Pero se puede tener la respuesta de cada uno a lo que se quiso decir, lo que ellos sienten que significa. Esto tiene un eco en la idea de que el punto de vista del observador determina lo que se ve. Uno nunca puede saberla verdad; lo que puede hacer es comparar las decripciones que otros nos ofrecen. En el resto de la entrevista, me di cuenta de la conexión de los diferentes niveles o aspectos de la conversación descrita por Daniel que se superponen y tocan unos a otros en el tiempo: su conversa ción interna mientras escuchaba al equipo reflexivo, luego la transferencia de lo externo (lo que escuchaba en el equipo reflexivo) a lo interno (la forma en que ahora se habla a sí mismo a partir de la reunión); y finalmente, la conexión entre la conversación consigo mismo y la conversación con los demás. Estas conversaciones son reflexivas -una influye y afecta a la otra, provee de información nueva-. Además, me sorprendió el proceso de descripción doble o triple que ahora puede hacer para generar nuevas posibilidades de acción. Conversaciones consigo mismo --> Conversaciones con los demás En términos que recuerdan a Brátens (1987) y su noción de que hay que tener en cuenta otro punto de vista, el "otro actual o virtual", Daniel describió la conexión entre su conversación interna y la forma en que ésta se reflejaba en la conversación con los demás. Describió su propio diálogo interno como reflexivo; sus ideas informan sus acciones que a la vez informan sus ideas. Para Daniel, la experiencia de hacer lugar para los puntos de vista alternativos en el equipo reflexivo y dentro de sí mismo, también creó la oportunidad de hacer lo mismo con Karen: 130 Karen describió la experiencia de manera diferente y destacó cuánto apreciaba la "oportunidad de dialogar sobre temas intensamente personales que Daniel y yo tenemos". Desde su punto de vista las preguntas que se habían hecho abrían temas en un contexto que incitaba a la pareja a hablar sobre ellos. A los ojos de la pareja, había mucho de atención focalizada en temas específicos y preocupaciones de cada uno de sus integrantes. 132 D: Esto, entonces, abre una multitud de respuestas diversas... La dinámica aquí es una en la que comienzo a hacer el mismo proceso yo mismo. En otras palabras..., digamos que me enfrento con un tema, ¿cómo voy a responder?... ¿Podría responder de esta forma, pero espera un minuto, hay otras opciones... K: Uno podría dar una respuesta analítica o familiar o artística. D: Podría tomar mi conversación y probablemente mirarla desde cada una de esas perspectivas. Entonces aumentaría mi vocabulario en tres, cuatro, cinco, diez veces. Sin embargo, a muchas de estas pequeñas voces o imágenes o perspectivas quiero incorporarlas. Es... una forma diferente de tener una conversación... ¿Cómo pensamos, cómo respondemos a una pregunta? Abre otras posibilidades. En otra situación puede ser una confrontación..., entonces .... puedo retirarme porque tengo otras posibilidades para responderte. Puede ser que ni siquiera pueda responder al tema del momento, puede ser que sólo quiera decir algo como "te quiero", o "entiendo lo que me estás diciendo, entiendo lo que es y no tengo una buena respuesta". Entonces, se abren otras posibilidades en lugar de, ... seguir siempre en el mismo surco del disco. Lo que me interesó es que tengo que recorrer los mismos surcos de un disco y ya los rayones se han hecho muy profundos, y uno pierde el buen sonido después de un tiempo. A: Me pregunto si hubo algo que cambió su perspectiva de las cuestiones con las que inicialmente vino aunque éstas la sigan preocupando K: No vine con preguntas, entonces mis preguntas no han cambiado. Sí salí con esta premisa de que la mejor manera de ... trabajar, es hacerlo en un medio afirmativo más que en uno crítico. Yo tiendo a ser muy crítica, lo que es un problema que tengo en mi relación con Daniel. A: ¿Entonces esto te dio la posibilidad de poner tus críticas entre paréntesis? K: Críticas entre paréntesis. Es mucho mejor trabajar con una imagen como la que nos ofrecieron del sol, y decir, cuánta virtud hay en ello: ¡un sol! También tiene sus propios problemas, como tendría una luna o un planeta, como tendría cualquier otra imagen, como una margarita. A: ¿Entonces, en un sentido te abrió toda una nueva manera de mirar? K: Sí.

A: Para ti, Daniel, ¿viniste con preguntas o cuestiones que cam-biaron, o no viniste con preguntas al igual que Karen? D: (pausa) Mi mayor pregunta era cómo llevarme mejor con Karen, y recibí una respuesta -mirar las cosas de otra forma-. Tengo otras maneras de enfocar las cuestiones que percibía, y las respuestas pueden ser completamente diferentes. Puede ser que ni siquiera sean respuestas, son sólo enfoques... Entonces me sirvió para poner las cosas en perspectiva. Esta pareja pensó que el equipo reflexivo le daba lugar para temas que podrían abrirse en una atmósfera que incitara a intercambios que fueran positivos y no peyorativos. ¿Y cuál fue el efecto? ¿El acto de hacer lugar a los problemas es igual al de hacer espacio para otro punto de vista —el otro virtual" o la "oposición leal"- (Bráten, 1987; Hoffman,1988)? ¿Entonces la nueva descripción o proceso de hacer espacio es un paso adelante hacia la disolución del problema o una manera de cambiarle el significado (Anderson y Goolishian, 1988)? Si así fuera, ellos ya no lo ven como un problema y, cuando es así, ya no existe como un problema. Existe la posibilidad de alternativas nuevas. Comentario La entrevista a posteriori utiliza el tiempo como puntuación al dar un punto de observación desde el cual ambos miembros de la pareja pueden ahora reflexionar sobre sí mismos en el contexto del equipo reflexivo, sobre los hechos que siguieron, y sobre el proceso mismo del equipo reflexivo, creando perspectivas múltiples. Cada reflexión, entonces, da otro punto de comparación sobre los temas o preguntas que inicialmente organizaron el sistema. Pone al ser y al equipo reflexivo en el contexto más grande de los hechos que lo precedieron y del proceso que ha seguido evolucionando desde ese momento. Es una forma de seguir la entrevista del equipo reflexivo, una forma de observar el "resultado". Caen las barreras claras entre el resultado y el proceso: el resultado se hace proceso y el proceso, resultado. Cada una de las conversaciones a posteriori tuvieron su propia forma y carácter, pero las cuatro parejas tenían impresiones en común del proceso del equipo reflexivo. Habían sido profundamente afectadas por la oportunidad de tener profesionales que conversaran abiertamente entre sí delante de ellos. Podían (y lo hicieron) ofrecer sus puntos de vista como alternativas, en el equipo reflexivo y nuevamente en las conversaciones a posteriori como sus propios juicios sobre nosotros. Describieron una atmósfera positiva en la 133 que la "experiencia" se compartió de una manera no jerárquica, y en la que las ideas del sistema del paciente recibieron igual peso. L.a experiencia no se sintió como provincia exclusiva de un profesional de afuera sino que se expandió para incluir el sistema del cliente. El objetivo del cambio se había transformado en una investigación conmun. Salí de las conversaciones a posteriori con mis propias reflexiones -ideas y preguntas sobre el lenguaje y sus limitaciones-. Cuando las palabras se transforman en un obstáculo y uno ya no confía en el uso automático del lenguaje, se puede pasar a otro nivel: el de la conversación. Me pregunté: ¿qué hay en una conversación que incita al diálogo, y cómo la habilidad de tener un diálogo con uno mismo crea la oportunidad de tener un diálogo con otro? Y, ¿en qué punto el intercambio de descripciones en sí mismo se transforma en diálogo y en qué punto en monólogo? Hay otras preguntas sobre hasta qué punto las conversaciones a posteriori fueron influidas por mis descripciones, ideas y estilo. La intención no era simplemente conducir una "entrevista" sino continuar el diálogo comenzado en el equipo reflexivo. Por cierto, había una sensación de que había comenzado otro diálogo cuando cada pareja reflexionó espontáneamente sobre la entrevista "a posteriori" y preguntó si tal vez la nueva conversación podría continuar en el futuro. Me sorprendió la creatividad de las descripciones que las parejas hicieron sobre el proceso del equipo reflexivo. Había varios niveles de descripción o reflexiones múltiples: entre el cliente y el profesional; entre el que hablaba y el que escuchaba; dentro del yo y entre el yo y los demás. Y los relatos cambiaron a medida que eran reconstruidos a través del tiempo -un proceso de descripción doble o incluso múltiple-. Las ideas generaron otras ideas y se pintaron cuadros en respuesta a las imágenes ofrecidas. Se utilizaron metáforas e intercambiaron en el equipo reflexivo y las conversaciones a posteriori. Y esto me hizo pensar hasta qué punto es un estilo personal y hasta qué punto el equipo reflexivo invita al uso de la metáfora con su énfasis en el respeto, la sensibilidad y la imaginación. Tal vez su estructura refleje el lenguaje preferido de aquéllos en una conversación, o tal vez sea una metáfora que se dirija al "problema" indírecta o implícitamente. Puede ser que el proceso de reflexión abra una pues entre lo que se sabe y lo que no se ha formado todavía, siguiendo cuidadosamente las ideas del sistema del paciente ytambién introduciendo pequeñas diferencias. Esto me recuerda el comeotario de Koestler (1975) de que la metáfora es sólo otro camino para proveer un punto de vista diferente que puede 134 conectar dos puntos de referencia previamente dispares y a partir de allí crear una perspectiva. La metáfora es un tipo de descripción, una manera de seguir cuidadosamente la forma en que los significados se desarrollan en la conversación. Es una ilustración muy vívida de la naturaleza constructiva del lenguaje, ya que exige una inversión en el proceso social en la que se nos recuerda de qué manera se crean los significados. Este proceso creativo puede destruirla dualidad dedos puntos de vista o incluir a los dos como una posibilidad. El equipo reflexivo construye a partir de esta noción y de una voluntad de abarcar al mundo incierto del ni esto... ni aquello. En este ejercicio como una invitación sutil se ponen a disposición del que habla y del que escucha nuevas y sutiles conexiones. Como Bateson (1980) nos lo recordara, la metáfora puede proveer una triangulación sobre lo que conocemos y un vínculo con lo que desconocemos. 135 El equipo reflexivo y la consulta inicial* William D. Lax Aunque el modelo del equipo reflexivo (Andersen, 1987) es bastante nuevo, ya ha sido incorporado a una gran variedad de contextos clínicos. Este capítulo describe su utilización en entrevis tas iniciales. Presentaremos a continuación una descripción de este tipo de consulta y un caso como ejemplo. Los terapeutas y teóricos en el campo de la terapia de familia reconocen el papel y la importancia de la entrevista inicial en la terapia, y se han desarrollado numerosas descripciones de los procesos de toma de datos. La literatura apoya una variedad de enfoques diferentes, incluyendo la clara definición de los problemas al inicio de la terapia (Haley,1976), la formulación y revisión de los objetivos ylas hipótesis (Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin, yPrata, 1980; Weber, McKeever y McDanie1,1985), reunirse con el sistema familiar (Minuchin, 1974), y alentar al terapeuta a ser activo y directivo en la sesión y a estar muy bien preparado antes de la entrevista (Bryant, 1984). Mientras el modelo del equipo reflexivo sigue algunos enfoques y suposiciones básicos que se han desarrollado-en terapia de familia especialmente los de la escuela de Milán, reexamina algunas de estas ideas y ofrece nuevas formas de pensary nuevos procedimientos para la entrevista inicial (véase Andersen; 1987; Lax y Lussardi, 1988; Miller y Lax,1988).

* Mi agradecimiento a Tom Andersen y Lynn Hoffman por su valiosa asistencia en el desarrollo de mi pensamiento y a Sydney Crystal, Judy Davidson, D4rio J. Lussardi, Dusty Miller y Mardie Ratheau por sus contribuciones a los borradores anteriores. 137 Historia de los equipos en el Instituto de la Familia de Brattleboro Cuando los profesionales del Instituto de la Familia de Brattleboro comenzaron por primera vez a trabajar como equipo, en 1982, fijamos una mañana y una tarde por semana para el estudio de casos. Inicialmente tratamos de ver tantos casos como fuera posible con un equipo. Rápidamente nos vimos sobrepasados por la excesiva cantidad de casos y tuvimos que cambiar nuestro enfoque. La fase siguiente fue tratar de "seleccionar" los casos para ver cuáles eran apropiados al tiempo que teníamos. Esta selección era muy arbitraria, basada en una decisión hecha en el momento de la llamada telefónica inicial sobre si el caso podría ser "difícil" o no. Nos encontramos con que muchos casos que pensamos que serían mejor vistos por el equipo eran "fáciles" mientras que otros que habíamos dejado afuera en la selección resultaban ser "difíciles" y nos hubiera sido útil tener el equipo. Finalmente llegamos al procedimiento actual. Vemos tantas parejas y familias como es posible en el diseño estratégico del equipo de reflexión en la consulta inicial y al final de la consulta decidimos con los clientes si el equipo seguirá formando parte de la consulta o no. En algunos casos este proceso de consulta continúa hasta tres sesiones. En la mayoría de los casos el equipo no sigue relacionado directamente con el caso después de la consulta y el terapeuta entrevistador continúa solo. La entrevista Nuestra entrevista inicial se aparta en varios puntos de los diseños estratégicos establecidos. Estos incluyen lo siguiente: tener un encuentro preestablecido antes de la sesión que ponga el foco de atención en el diseño de la entrevista antes que en cualquier hipótesis clínica; hacer que la entrevista se dirija al contexto de la reunión más l. En algunas ocasiones el equipo sigue relacionado con el caso, y esta decisión se basa tanto en las ideas del equipo como en los deseos del paciente. El equipo sigue relacionado cuando algunas de las siguientes condiciones está presente: el terapeuta experimenta falta de comodidad con el caso o siente que no entiende a fondo el punto de vista de los pacientes; el sistema es muy complejo, e incluye a sistemas que o están afuera o son más grandes; hay múltiples "paradojas" o las descalificaciones tienen lugar continuamente en el sistema al punto que el terapeuta se siente "perdido"; el equipo tiene un interés particular en el material clínico; o el equipo inicial está entrenando a un equipo y ha decidido continuar con el caso hasta su conclusión. que discutir inmediatamente el contenido o "problema"; y considerar esta primera reunión una consulta, y a la futura terapia sólo como una de las posibles salidas (Caillé, 1982).2 El terapeuta que conduce la entrevista inicial mantiene la perspectiva de dar un contexto para que las nuevas ideas se desarrollen (Davidson, Lax, Lussardi, Miller y Ratheau, 1988). Se da por sentado que los sistemas sociales y familiares vienen a la terapia con múltiples relatos o descripciones de su situación. Estos relatos están entrelazados con innumerables sistemas de significados llevados por los miembros individuales. El terapeuta entra a la entrevista, como mejor puede, sin una historia o hipótesis prefijada o predeterminada. Intenta llegar a una comprensión del cuadro y los significados de la familia y, a través de la conversación y las reflexiones, es de esperar que genere una nueva imagen que no sea demasiado diferente, pero sí lo bastante como para hacer una diferencia. Al final de la entrevista, entonces, ve si el relato del paciente cambió de alguna forma. Los pacientes pueden tener un cuadro bastante diferente u otra solución que no sea la terapia, habiéndoseles hecho evidente que no desean esa futura terapia o que la misma no está indicada. El contacto telefónico El contacto con los pacientes comienza con la primera llamada telefónica. De acuerdo con las ideas de Anderson y Goolishian (1988; Anderson, Goolishian y Winderman, 1986) sobre sistemas determinados por el problema y sistemas que organizan el problema, se hacen esfuerzos para determinar cuál es el sistema de significados o "sistema significativo" (Imber-Coppersmith, 1985) desde el primer contacto con los clientes y para invitar a esas personas a la primera sesión. Así, el terapeuta que recibe la llamada inicial pregunta: "¿Quién es parte de esta situación?" en lugar de "¿Quién es de su familia?". Se discute la posibilidad de que todos los participantes vengan a la reunión y se describe el diseño del equipo. Al que llama se le dice lo siguiente: Generalmente nos encontramos con los pacientes nuevos para hacer una consulta de la cual obtener un cuadro de su situación. Esta consulta a menudo lleva de una a tres sesiones. Digo "nosotros" porque, si usted lo 2. Esta forma de pensar y trabajar, como se la describió con anterioridad, hace que el equipo no sea necesario. Nuestro trabajo es simplemente un ejemplo en el que se utiliza al equipo. 138 139 Si el que llama no quiere tener un grupo que observe, le ofrecemos una sesión con dos terapeutas en la habitación (T. Andersen, comunicación personal, 27 de abril de 1986). Si tampoco aceptara este método, le ofrecemos una reunión con un solo terapeuta. Justo antes de la entrevista, el equipo se encuentra sin la familia Para informarle a todos los miembros del equipo lo que se sabe a Partir de la llamada telefónica inicial y para decidir qué terapeuta entrevistará a los pacientes. La historia de la idea de comenzar la terapia Cuando llegan los clientes, obtenemos información inicial concerniente a los nombres, fechas de nacimiento, información sobre seguros, etcétera. Después de esto, el terapeuta discute nuevamente el diseño de la entrevista con los pacientes. Si hubiera alguna preocupación se la discute en este momento junto con cualquier cambio en el diseño. Nunca se les impone la presencia de un equipo. El modelo descansa casi absolutamente en las ideas del construccionismo y el constructivismo social y está enfocado sobre un examen de los contextos y los significados que los pacientes le dan a su situación (véase Gergen, 1985; von Glasersfeld, 1984). Así la fase siguiente de la entrevista comienza con una discusión de sus ideas sobre por qué vinieron a terapia (Andersen, 1987; Hoffman, 140 aceptara, nos gustaría trabajar como un equipo para esta consulta. Lo que generalmente hacemos es que un terapeuta se encuentra con usted y lo entrevista. De uno a tres colegas observan esta entrevista mirando y escuchándola en otra habitación detrás de un espejo, sin hablar. En un punto de la entrevista usted y su terapeuta cambiarán lugares con ellos. Por ejemplo, si yo estuviera en una sesión con usted, después de cuarenta minutos usted y su familia (esposo/esposa/madre/hijo/hija) y yo iríamos a la otra habitación y mis colegas

entrarían a la nuestra. Entonces los observaríamos y escucharíamos cómo discuten sus ideas acerca de la situación y hacen sugerencias sobre cómo proceder en el futuro. Una vez que ellos terminen, lo que habitualmente toma entre cinco y diez minutos, volveremos a entrar a la habitación y ellos volverán a la otra. Entonces hablaremos sobre sus ideas y veremos cuáles de ellas, si es que hubo alguna, les resultan útiles. El propósito de este método es generar tantas ideas sobre su situación como sea posible, incluyendo cómo enfocar los temas y qué hacer respecto de las futuras conversaciones y encuentros. ¿Le parece aceptable? 1988). El terapeuta hace preguntas con respecto al contexto de esta primera reunión: "¿Cómo se le ocurrió la idea de hacer terapia? ¿A quién se le ocurrió primero? ¿Quién fue el que estuvo más/menos de acuerdo con ella? ¿Si tuvo la idea con anterioridad, por qué no vino antes?" Este proceso nos permite iniciar la conversación con los pacientes "en el punto donde se encuentran" y no imponerles ninguna idea, fórmula o hipótesis predeterminada. Al comenzar de esta manera, en el nivel semántico/de significado, también estamos interrumpiendo el proceso esperado y establecemos una diferencia dentro de la entrevista, desde el inicio, para que quede claro que es una manera distinta de las formas usuales de enfocar un problema o de pensar en una situación. Además, mantenemos el presupuesto de que los problemas existen a través del uso del lenguaje por parte de un observador que dice "este es un problema" (ver Anderson y Goolishian, 1988; Anderson, Goolishian y Winderman, 1986). El preguntar "¿Cuál es el problema ahora?" puede solamente reforzar las creencias que el paciente ya tiene. Este punto de vista le permite al terapeuta comprender más profundamente de qué manera el o los problemas presentados se entrelazan con el sistema de significados del paciente, sus ideas sobre la terapia misma, y el contexto de esta sesión en especial. A medida que la entrevista avanza alrededor de la historia de la idea de venir a terapia, la conversación se mueve naturalmente hacia la discusión de los problemas tal como los definen los pacientes. A los problemas se los toma a medida que surgen en la entrevista y no se los ignora. Sin embargo, el centro de nuestra atención está puesto primariamente en los significados que la gente les da a las conductas "problemáticas" y en el lenguaje que ellos utilizan en esta descripción. Damos por sentado que hay una relación recursiva entre los significados y la conducta. Así, nuestro énfasis o puntuación está en facilitarlos nuevos significados de los pacientes; a medida que éstos surgen, la posibilidad de nuevas conductas aumenta. Esto se hace conversando con los pacientes, utilizando preguntas y reflexiones durante la entrevista (ver Hoffman,1988; Penn,1982,1985). Através del proceso de preguntas alternadas y de reflexiones en la entrevista eventualmente surge un nuevo cuadro para los participantes (incluyendo al terapeuta)que lleva a la disolución de una conceptualización anterior del dilema. Este entrecruzamiento de ideas es un proceso continuo y cada comentario e idea se construye sobre uno anterior. La tarea del terapeuta es relacionarse lo mejor posible con los pacientes para que ellos puedan contarle sus relatos individuales y colectivos en el contexto de esta conversación en particular. Además, el terapeuta y/o el equipo pueden ofrecer una perspectiva nueva o diferente, que no esté demasiado en discrepancia con las posiciones anteriores del paciente como para "hacer la diferencia" para los participantes. Esta perspectiva diferente no está planeada para reemplazar la historia del paciente con una "mejor", sino en lo posible para agregar una alternativa a su historia. Este proceso entonces puede permitir que se genere tensión entre las dos versiones, ofreciendo potencialmente a la vez algo nuevo y/o una integración de esta perspectiva diferente y otras historias que se desarrollen (véase Lax, en prensa). La entrevista persigue entonces con la velocidad que los participantes le impriman, ni demasiado lenta ni demasiado rápida, para que ellos sigan conectados. En toda la entrevista se le presta atención a quién habla con quién, sobre qué y de qué manera (Andersen, comunicación personal, 27 de octubre de 1987). Nuestra intención es mantener la conversación terapéutica y no continuar de una manera que sea demasiado diferente del estilo, velocidad o deseos del paciente de continuar. Si la conversación fuera demasiado similar o demasiado diferente de la forma habitual de interacción y comprensión de ellos, podría interrumpirse. Cuando alguien trae un tema, primero se hacen preguntas sobre "hablar acerca del" tema más que sobre el tema mismo. Por ejemplo, en una situación en la que alguien tocara el tema de la bebida, primero podríamos preguntar: "¿Qué pasaría si discutiéramos el tema de la bebida ahora? ¿Silo hiciéramos quién tendría más/ menos dificultad para tocarlo? ¿Cómo explica que ellos tengan dificultades? ¿Con quién piensa que ellos podrían discutir ese tema con mayor facilidad, si es que hay alguien?" (véase Lussardi y Miller, 1991). También se incluyen en esta fase de la entrevista una discusión acerca de quién más puede tener ideas sobre el dilema para poder incluirlo en futuras discusiones. Reflexiones Nuestra entrevista inicial suele durar alrededor de una hora y media. En un momento de la entrevista, generalmente después de cuarenta o sesenta minutos, la conversación alcanza una pausa natural o conclusión. Los miembros del equipo pueden entonces comentar sobre la entrevista, introduciendo sus ideas. Las reflexiones siguen sobre líneas generales (ver Andersen 1987; Lax,1989)Estas se centran en la presentación de comentarios dentro de un marco positivo o lógico opuesto a uno negativo, que va de una posición alternativa (esto o aquello) a una que incluye (esto y aquello o ni esto ni aquello), presentando un variedad de ideas como opuesto a "interpretaciones" correctas, y ofreciendo ideas no como explicaciones rígidas sino como pensamientos tentativos. El equipo también puede hacer comentarios o preguntas que el terapeuta no hizo o que contextualmente no podía hacer en la entrevista. Estas pueden incluir comentarios sobre temas "difíciles", tales como el abuso de alcohol u otras sustancias, la sospecha de incesto o violencia, y las ideas o preocupaciones subjetivas de los miembros del equipo que no surgieron o no fueron encauzadas durante la entrevista. Al introducir estos temas mientras la familia observa y escucha, el equipo permite que esas ideas estén presentes en la habitación, como "ganchos", como una parte potencial de la conversación. La familia y el terapeuta entonces tienen la posibilidad de encauzarlos como no les había sido posible antes. Este proceso permite que el terapeuta mantenga su "proximidad" con el sistema del paciente y pueda aun así explorar esos otros temas (Lax y Lussardi, 1988). Comentarios sobre las reflexiones por parte del sistema del cliente Después de las reflexiones, el terapeuta y los clientes vuelven a sus lugares originales y el terapeuta hace a cada persona alguna variación de la siguiente pregunta: "¿Se le ocurrió algo mientras estaba observando y escuchando y qué ideas le parece que tienen sentido? ¿Hubo algo sobre lo que deberían haber hablado o con lo 3. En ausencia de un espejo, los miembros del equipo pueden estar en la habitación con el sistema del cliente, manteniendo un limite imaginario entre ellos y los clientes. Cuando hubiera sólo dos terapeutas ambos pueden querer estar en la habitación, entonces uno se queda en silencio durante la entrevista y luego "reflexiona" con el entrevistador. La importancia central es mantener las posiciones de habla y escucha tal como fueran anteriormente discutidas por Andersen. 4. Mientras el cambio hacia una posición "ni esto ni aquello" puede parecer similar al dilema "o esto o aquello" del sistema del paciente, no lo es, ya que se trata de una posición dentro del sistema del paciente en la que ni la historia de un miembro ni la del otro es

considerada mejor. Es un cambio a una perspectiva diferente en la que la nueva historia se introduce o coelabora con el sistema del equipo o del paciente. Esta nueva versión puede ser la integración de otras historias o puede ser una completamente nueva. 142 143 que usted estuvo en desacuerdo? ¿Hubo algo que usted hubiera incluido?" Las primeras dos preguntas generalmente están dirigidas a determinar aquello con lo que los pacientes "están de acuerdo". La última pregunta es especialmente importante porque los pacientes pueden haber comenzado a desarrollar una nueva historia o cuadro de su situación y estar generando nuevas soluciones que no se pensaron antes de la entrevista. Esta pregunta les da la oportunidad de explorarlas con el terapeuta. Una vez que los pacientes han respondido en detalle, el terapeuta puede introducir sus propias ideas. A menudo los pacientes no responden a muchas de las reflexiones que se les hacen. Estas reflexiones no son vistas como irrelevantes ni se considera que los pacientes se "resistan": las reflexiones simplementes no son adecuadas a ese momento. Puede que sean "almacenadas" por el terapeuta para utilizarlas en el futuro, o que vuelvan a surgir en la conversación de los propios pacientes. A medida que el paciente responde a las reflexiones, el terapeuta puede ver si se desarrollan nuevos cuadros o significados. El fin de la entrevista vuelve a las ideas originales del sistema al considerar la terapia o al hacer preguntas sobre el futuro: ¿Surgió un nuevo cuadro o comprensión que hace que no se requiera la terapia? Si hubiera más conversaciones en el futuro, los terapeutas y los pacientes tienen que reexaminar quién podría hablar con quién, sobre qué y de qué manera para facilitar la continuación de la conversación terapéutica. Un caso La señora Robbins llamó pidiendo una entrevista para ella y su hija de ocho años, Molly, que tenía "dolores de estómago" todas las mañanas y las noches llegando a veces a no poder ir a la escuela. Cuando le pregunté quién más pensaba que podría ser incluido en la entrevista, me dijo que ella y el padre de Molly, el señor Gable, estaban divorciados, ambos se habían vuelto a casar y ella quería venir sola con la hija. Me dijo que su actual marido estaba preocupado por la situación, pero que trabajaba de noche y dormía de día, por lo que no podría venir. Le expliqué cómo trabajábamos como equipo en la primera entrevista y estuvo de acuerdo. Miller. 144 * El equipo de esta primera entrevista estuvo formado por Judy Davidson y Dusty Comencé la sesión con algunas preguntas básicas sobre los nombres de los miembros de la familia, sus edades, cobertura de salud, etcétera. La señora Robbins tenía 33 años y estaba embaraza da de cuatro meses, y me dijo que también tenía un hijo de tres años. Me explicó que ella y su ex esposo tenían la custodia compartida de Molly: Molly pasaba la semana en casa de la madre y tres fines de semana por mes en casa del padre. Molly respondió a mis primeras preguntas de muy buena manera, y sonrió e hizo bromas conmigo inmediatamente. Luego le pregunté: "¿De quién fue la idea de venir a terapia y quién estuvo de acuerdo con esta idea?". La señora Robbins explicó que el consejero de la escuela de Molly había sugerido que tuvieran una entrevista después de que Molly hubo faltado varios días a la escuela y que ambas habían estado de acuerdo. Molly dijo que estaba "nerviosa por estar allí" y se sentó al lado de su madre durante la primera parte de la entrevista, divirtiéndose con un juguete. La señora Robbins describió que Molly había tenido dolores de estómago durante los últimos tres meses y que a menudo no quería ir a la escuela. Molly estuvo de acuerdo con la madre y dijo que los sentía "todos los días, incluso en los fines de semana". Le pregunté cómo eran los dolores, me dijo que los sentía dentro de ella como si tuviera "cien nudos apretados" hechos con "catorce sogas gruesas". Le dí un saco y le pedí que me mostrara cuán apretados eran, y arrolló la chaqueta formando una pelota, diciendo que eran "peores" durante la mañana. La señora Robbins dijo que ni cedía ante Molly cuando tenía sus dolores en la mañana ni la ignoraba. Dijo que podía "quedarse en la cama mientras mami trabajaba, pero que no podía salir a jugar". Me di cuenta de que Molly había utilizado la palabra "nudos" en lugar de dolores de estómago, por lo que ajusté mi lenguaje: "¡Me doy cuenta de que te he estado hablando de dolores de estómago y que tú me has estado hablando de nudos! Dime:¿en qué forma se diferencian estos nudos cuando los sientes en casa de tu madre y cuando los sientes en casa de tu padre?" Me dijo que los nudos se sentían "más apretados" cuando estaba en casa del padre; cuando se iba de su casa los nudos se aflojaban un poco. No me dijo nada que explicara la diferencia. Cuando le pedí una explicación a la señora Robbins, me dijo que había cometido un "error" recientemente al mudarse con la familia de nuevo a la casa en la que habían vivido antes del divorcio y que había "demasiadas sombras en los placares". También creía que el divorcio mismo había tenido un impacto sobre 145 Molly. Me explicó que su ex esposo había tenido una relación durante su matrimonio, le había dicho que estaba terminada, pero que había continuado viendo a la otra mujer (con la que se casó más tarde). Cuando descubrió que todavía seguía viendo a esta mujer, terminó su matrimonio. La señora Robbins agregó que la bebida había sido otro de los temas que los llevó al divorcio. Molly había seguido la conversación de cerca y le pregunté qué pensaba de las explicaciones de su madre. Me dijo que su padre ya nobebíay que no habíatomado nada en las últimas dos semanas. Sin embargo, dijo que lo que la preocupaba es que "no dijo adiós cuando se fue". Parecía que cuando la señora Robbins había enfrentado al señor Robbins con el hecho de que su relación con la otra mujer continuaba, él se había ido sin darle ninguna explicación a Molly. La señora Robbins dijo que había tratado de explicarle a Molly lo que había ocurrido, pero que Molly nunca había escuchado la explicación de su padre. Le pregunté a Molly cómo era su relación con su padre y me dijo que era "buena". La madre dijo que, varias semanas antes, Molly había pedido un cambio en el esquema de visitas que le permitiera quedarse más tiempo durante los fines de semana con ella. El señor Gable le contestó a Molly que creía que la madre "le metía esas ideas en la cabeza" y que ni siquiera lo consideraría. La señora Robbins explicó que cuando él no quiere hablar sobre un tema, grita. Más tarde se quejó con ella de que Molly no hablaba con él sobre lo que la preocupaba. La señora Robbins le explicó que Molly era una "niña sensible", y que tanto ella como Molly tenían una relación muy buena y que hablaban mucho, y que era eso lo que hacía que Molly "expresara lo que sentía". En ese punto ya habíamos estado hablando unos cuarenta y cinco minutos, y la conversación se había empantanado. Sugerí que viéramos si el equipo tenía algún comentario para hacer, y cambiamos lugares con ellos. Reflexiones El equipo comenzó sus reflexiones con el comentario de uno de sus miembros que se preocupó por el cuidado y lo estrecho de la relación madre e hija, y por la forma en que se notaba que la señora Robbins claramente le había dedicado mucho tiempo a pensar este problema. Luego dijo que mientras observaba había tenido la ima gen de que los "nudos querían decirle algo a la gente: ¿Sabe Molly qué es lo que pueden estar diciendo? ¿Se sentiría segura diciendo lo que los nudos quieren decir o debería mantenerlo en secreto?". El otro miembro del equipo dijo: "Los nudos podrían tener muchas, muchas cosas que decir a muchas personas diferentes, pero especialmente a su mamá y a su papá". Se sintió "sorprendido de que no hubiera más de cien nudos". También se preguntó "si hay otros mensajes que los nudos podrían tener para Molly". Se sintió impresionado

por la lealtad que sentía hacia su padre, tratando de apoyarlo en sus esfuerzos para dejar de beber y se imaginó que probablemente se había puesto muy triste cuando él se fue. "Molly es muy buena protegiendo a sus padres: ¿podría ser que los nudos estuvieran tratando de proteger también a sus padres de algo que se podría decir?" El primer miembro del equipo entonces continuó con algunos pensamientos sobre la dificultad de decir adiós, especialmente cuando el padre de Molly no le había dicho adiós a ella. Se preguntó si los nudos podían "hacerle compañía" en los momentos de transición entre la casa de su madre y la de su padre. Terminaron con una discusión breve sobre que no sabíamos qué era lo que los nudos estaban haciendo o diciendo, que necesitábamos que Molly nos dijera más acerca de ellos, y que nos preguntábamos si era seguro para Molly hablar más sobre ellos aquí. Respuesta a las reflexiones Una vez que hubimos cambiado de habitación, la madre respondió primero diciendo que el equipo "tenía absoluta razón. Siempre le digo a Molly que no tiene sentido guardarse las cosas, sean lo que fueren, aun si fuera ira". Cuando le pregunté a Molly qué pensaba de los comentarios del equipo me dijo que "no sabía". Le hice un breve resumen de las reflexiones y le pregunté si estaba de acuerdo con todo lo que se había dicho. Me dijo: "Con algunas cosas". Le pregunté si pensaba que los nudos tenían algo que decir. Me respondió que no. Le pregunté: "¿Si no tuvieras los nudos piensas que tendrías más cosas que decir?" Me respondió que sí. Cuando le pregunté a quién le diría esas cosas no me respondió. 5. Muchos niños y/o adolescentes dicen a menudo "No escuché lo que decían" o "No me acuerdo". Sin embargo, a menudo han estado observando muy cuidadosamente las reflexiones. El terapeuta puede recordarles lo que se dijo y a menudo responderán ante estas guías. 146 147 Decidí que le había hecho demasiadas preguntas sobre los nudos, pero continué: "¿Puedo hacerte una pregunta más sobre esta reunión?" y me dijo que sí. "Je gustaría volver y hablar nuevamente, y si fuera así, te gustaría venir sola, con tu madre, con tu padre o con los dos?" Me dijo que quería volver, pero sólo con la madre, y agregó: "Ya no estoy nerviosa". La segunda entrevista La sesión siguiente fue dos semanas más tarde. En esta reunión el único de los miembros del equipo de observación fue Judy Davidson. Molly comenzó a hablar inmediatamente y dijo que "había pensado más sobre los nudos ... Puedo decirle cómo son. Son pequeños y parecen un pedazo de hilo". Le pregunté: "¿Es posible que a veces ni siquiera te des cuenta de que están allí?" "Sí." La madre se metió en la conversación para decir que Molly no se había quejado de problemas en el estómago durante las dos semanas que habían pasado entre las sesiones y que no había faltado un solo día a la escuela. Luego le preguntó a Molly si se acordaba de "la conversación que tuvimos en el auto cuando me dijiste cómo te asustaba hablar con algunas personas"Molly dijo: "Me asusta hablar con papá". Hablamos de lo difícil que era para ella hablar con su padre y sobre su deseo de pasar más tiempo del fin de semana con su madre. Reflexiones Al cabo de unos cuarenta minutos Judy salió de detrás del espejo y tuvimos una conversación delante de la señora Robbins y de Molly. Nuestra conversación incluyó comentarios como los siguien tes: "Hablar aquí la ayuda con los nudos, me pregunto cómo será hablar con el padre". ¿Hablar con el padre mejoraría o empeoraría las cosas? Por ahora los nudos se han ido. ¿Si Molly comenzara a hablar más a menudo con el padre, los nudos retornarían? ¿Estamos poniendo demasiado empeño en alentarlos a que conversen? ¿Deberíamos tomar una posición más distante y no reunirnos durante unas semanas hasta que ellos decidieran?" Después de estas reflexiones la señora Robbins fue la primera en hablar: "Todos creemos que las cosas no van a cambiar a menos que su padre tome parte en esto. Me gustaría hacerlo en este medio. En el pasado cada vez que queríamos hablar terminábamos en un round de boxeo. Tal vez ahora sería diferente". Molly dijo entonces que a ella le gustaría hablar con su padre. Le sugerí que Molly volviera una vez más y que "practicáramos" decirle lo qué pensaba para que las cosas pudieran ser diferentes. Estuvo de acuerdo de inmediato. Le pregunté si pensaban que podríamos encontrarnos sin el equipo la próxima vez y dijeron que estaban de acuerdo. La consulta había terminado. Las reflexiones al fin de la primera sesión comenzaron enfocando en alguna dimensión positiva de la entrevista, en este caso la relación madre-hija. Los miembros del equipo entonces fueron introduciendo ideas y preguntas relacionadas con los nudos, cómo la conversación podría seguir en el futuro, quién podría ser incluido en estas conversaciones y a qué ritmo. Se desarrolló una metáfora alrededor de los "nudos" relacionada con su tamaño, formay los mensajes que podían o no estar relacionados con ellos. La nueva historia comenzó cuando Molly introdujo a los nudos en lugar de la palabra "dolores de estómago" y mi énfasis en ellos. La madre contribuyó poniendo el centro de atención en el valor de expresar los sentimientos. El equipo hizo seguir avanzando el proceso al introducir ideas acerca de que los nudos eran una forma de comunicación. Después de la primera sesión, Molly tuvo una "reflexión" propia hacia su madre cuando estaban en el auto, ampliando el relato: conectó los nudos directamente con su miedo a comunicarse con el padre. La reflexión durante la segunda entrevista introdujo la idea de que había pensamientos y sentimientos que eran tanto expresados como no y que Molly podría querer dirigirlos a su padre. Pudimos entonces "hablar sobre" lo que ocurriría si Molly hablara realmente acerca de eso con él. La reflexión no quería decir que ella actuara de esta manera; sólo era una sugerencia a considerar. Todos los miembros del sistema terapéutico estuvieron de acuerdo en el curso a seguir y se estableció cómo se continuaría la conversación para que todos los miembros pudieran participar. Seguimiento Cuando nos encontramos dos semanas más tarde, Molly todavía no había experimentado esos nudos. Molly y yo, junto con la madre, que siguió en la habitación, hicimos una lista de las cosas que le quería decir a su padre, aunque sin tomar ninguna decisión con 148 149 respecto a presentársela a él. Los temas incluían lo siguiente: l. Cuando me siento mal quiero irme a casa de mamá. 2. Te quiero aun cuando quiera irme a casa. 3. Te tengo miedo cuando gritas. Nuevamente en esta reunión discutimos qué podría pasar si le decía al padre las cosas que había en la lista, y tanto ella como la madre decidieron invitar al padre a la siguiente sesión. El señor Gable vino a la reunión siguiente. Al principio estuvo muy hosco porque no tenía idea de para qué lo habían invitado. Pronto se puso más comunicativo, cuando hablamos de los proble mas que Molly tenía con el estómago y la forma en que habíamos estado

hablando de ellos. Estuvo de acuerdo en que sus problemas de estómago también eran una preocupación de él. Finalmente le pregunté: "¿Qué pensaría si le dijera que su hija tiene algunas cosas que decirle de ella misma y usted?" Dijo que le gustaría saber qué era lo que pensaba su hija. Molly se puso de pie y le preguntó si le podía decir las cosas que tenía en su "lista". Le dijo que sí, y ella se la leyó, diciendo rápido los primeros dos temas y luego más lentamente "y te tengo miedo cuando me gritas". Después de un silencio breve, el padre dijo que lo sabía, y le preguntó si podía tenerle paciencia. Estaba haciendo grandes esfuerzos para controlar su problema de alcoholismo y sabía que cuando se enfurecía con su esposa se desquitaba con Molly. Le dijo que la amaba y que esperaba que le diera otra oportunidad. Se abrazaron y lloraron. La señora Robbins los miraba en silencio. Como los padres habían dicho antes en la sesión que ahora se llevaban bien, excepto cuando tenían que hablar sobre Molly, les sugerí la posibilidad de tener una reunión con ellos para hablar acerca de eso. Los padres estuvieron de acuerdo en venir sin Molly. El día de esa reunión la madre llamó para cancelar la sesión porque estaba enferma. Luego telefoneó para decir que no quería encontrarse con su ex exposo y que tanto ella como Molly estaban bien. En las llamadas de seguimiento que hicimos a los seis meses y al año no hubo más dolores de estómago. ayudar a Molly a dirigirse a su padre. Los dolores de estómago tenían como objetivo hacer que ella no le dijera algo. Sin los nudos, ella podía hablar, pero necesitaba ayuda para hacerlo. Mientras nosotros teníamos otras ideas sobre el curso que la terapia podía tener con respecto a la interacción entre los padres y se las presentamos a ellos, la madre estaba muy satisfecha con que hubieran cesado los dolores de estómago de su hija y con que Molly hubiera hablado claramente con el padre. La señora Robbins no quería continuar en terapia con él y sentía que la situación ya no era un problema. Resumen La utilización del modelo del equipo reflexivo en la consulta inicial ofrece numerosos beneficios al terapeuta y a la familia. Ambos tienen la ventaja de tomarla decisión de comenzar el tratamiento con una mayor cantidad de ideas. Si se eligiera continuar con la terapia, las ideas que se presentaron en la consulta inicial pueden ser utilizadas por el sistema de terapia de conjunto, ya que están a su disposición. La terapia está entonces enfocada tanto hacia el cliente como hacia el terapeuta, con énfasis en lo que más se ajusta al sistema en un momento determinado en la vida conversacional del sistema de tratamiento. El terapeuta puede comenzar cualquier tratamiento futuro a partir de una posición no jerárquica, lateral, respetando y dándoles poder a los pacientes y a sus creencias. Así, la terapia se encara como una mutua colaboración más que como un esquema en el cual el papel del terapeuta es el de "experto" y los clientes son considerados "enfermos". Cuando el equipo ha participado de la consulta inicial, el terapeuta que continúe el trabajo sólo con la familia tiene al equipo a su disposición para continuar la consulta/supervisión. El equipo puede también reintroducirse si la terapia llegara a un impasse. Además, trabajar como un equipo que colabora, que no compite ayuda a evitar que el profesional "se cocine en su propia salsa" y nos permite compartir continuamente nuestro trabajo clínico y nuestras ideas entre todos. Pero tal vez el beneficio más significativo es que los pacientes suelen informar que se sienten "comprendidos y respetados" al comienzo de la terapia. La terapia nos enfrentó con una pregunta central para nosotros: Si el "problema" se terminó, ¿cuándo termina la terapia? Claramente, para nosotros, el dolor de estómago se había terminado después de la segunda entrevista, pero todos sentimos que podía ser importante 150 Diálogos reflexivos en la supervisión y el entrenamiento Judith Davidson Dario J. Lussardi La evolución de nuestro programa de entrenamiento Nuestros programas iniciales de entrenamiento estuvieron muy influidos por la escuela de Milán y su enfoque de equipo. Mientras experimentábamos en nuestro trabajo clínico con técnicas MIZI, estratégicas y estructurales, el enfoque de Milán parecía "ajustarse" a las aspiraciones de colaboración no jerárquicas del equipo y con el tiempo emergió una orientación sistémica como el marco teórico preferido. Una influencia adicional sobre nuestro modelo de entrenamiento fue Lynn Hoffman, quien al principio era consultora clínica del personal del Instituto de la Familia de Brattleboro y luego se unió al Instituto como miembro jerárquico del cuerpo de profesionales. Un incentivo para establecer nuestros programas de entrenamiento era nuestro entusiasmo por el enfoque y el deseo de hacer más trabajo con este método, de una manera que fuera eficiente desde el punto de vista de los costos. Muchas personas habían rozado los beneficios y ventajas del trabajo en equipo para dejarlo de lado por ineficiente y poco práctico, un lujo sólo posible en grandes centros urbanos de entrenamiento. Debido a que nuestros programas en su mayoría recibían fondos de la cuota del alumnado, los equipos de entrenamiento nos daban a nosotros y a la comunidad el beneficio extra de poder ofrecer terapia con honorarios reducidos a familias que de otra manera no hubieran podido pagarla. 153 Todos los programas incluían componentes didácticos y experimentales, y entrevistas personales conducidas utilizando un espejo unidireccional. En este modelo, los alumnos aprendían de obser var a los entrenadores y a los demás alumnos, así como de su propia experiencia como terapeutas en la habitación. Un beneficio adicional de la utilización de equipos fueron las muchas ideas que surgieron en las discusiones de equipo, que ayudaron a los estudiantes a desarrollar hipótesis sistémicas y a comprender más rápidamente (Campbell y Draper, 1985). A medida que avanzábamos, descubrimos que no era suficiente simplemente enseñar y demostrarles a nuestros alumnos cómo trabajaban el método y las técnicas. En lugar de eso encontramos que era útil hacer que los estudiantes participaran en un proceso basado en ideas de los cibernéticos de segunda generación como Heinz von Foerster, Humberto Maturana y Francisco Varela (Hoffman,1985; Keeney,1983)Esto quería decir que teníamos que abandonar la idea de que éramos los "expertos" que impartían conocimiento y comprensión a los alumnos. En lugar de eso participábamos en conversaciones en las que entre todos, entrenadores y entrenados, construíamos la comprensión, tomando en cuenta las presunciones y creencias tanto de los entrenadores como de los entrenados. A través de este proceso, encontramos que había que prestar mayor atención a las ideas de cada alumno sobre la terapia y el cambio, a las experiencias de entrenamiento anteriores y al medio de trabajo actual. Hacer esto quería decir que íbamos a pasar menos tiempo "enseñando" y más tiempo expectantes con respecto a las ideas de nuestros alumnos, su actividad y su trabajo con los pacientes. La utilización de las preguntas circulares fue invalorable en este proceso. En efecto, estábamos "modelando nuestro modelo" de terapia con nuestra enseñanza. Recientemente, otros autores han destacado la necesidad de respeto mutuo dentro del programa de entrenamiento para que el aprendiz no se sienta atrapado en una batalla

abierta o escondida entre lo que se le enseña en el programa de entrenamiento y lo que ya ha desarrollado, o las ideas y métodos del lugar donde trabaja (Lebow,1987). A medida que experimentábamos con ser menos "expertos", comenzamos a cuestionar otros elementos del modelo. Una preocupación reflejaba la necesidad de disminuir la multiplicidad de ideas que se discutían, a una o dos que luego serían los elementos esenciales que se introducirían en la intervención que se presentaría a la familia. Debido a nuestros postulados teóricos y a nuestra experiencia práctica en la utilización de "equipos O" y "equipos T" (Boscolo y Cecchin,1982), estábamos al tanto de que varias hipótesis e intervenciones diferentes eran posibles para el mismo problema familiar y destacamos esto a nuestros alumnos. Sin embargo, el sentido práctico requería que eventualmente alcanzáramos el consenso. La propia necesidad de hacer esto a veces introducía una competencia encubierta así como la noción de que una idea era mejor que otra. Los terapeutas más experimentados con un punto de vista en especial a veces tenían dificultad en abrirse a la nueva información, y tendían a casarse con sus propias ideas, resultando así una incómoda sucesión de "batallas". Además, los terapeutas que recién se iniciaban a menudo se "impresionaban demasiado con las ideas de un supervisor" (Boscolo, Cecchin, Hoffman y Penn,1987) y ahogaban sus propias ideas por deferencia hacia el supervisor/ entrenador. Encontramos que esto era especialmente incómodo cuando el terapeuta en la habitación era también el entrenador, considerado por todos como el "experto". Impresionados favorablemente por el uso del modelo del equipo reflexivo como herramienta clínica, decidimos incorporar este enfoque a nuestros programas de entrenamiento. Al hacerlo nos encontramos con que podíamos eludir los dilemas ya que todas las ideas eran potencialmente "útiles". Por ejemplo, una vez tuvimos una consulta para un equipo de entrenamiento que estaba atascado con una familia en parte debido a estas cuestiones jerárquicas. El terapeuta en la habitación era el director clínico de la institución, un clínico muy respetado. Los miembros del equipo, todos aprendices o terapeutas recién recibidos, se habían unido al equipo específicamente para verlo trabajar y aprender de él. La familia consistía en la madre, el padre y cuatro hijos, uno de los cuales era discapacitado mental. Durante la terapia, el terapeuta se conectó mucho con la familia y comenzó a ver la situación casi como si se tratara de uno de sus hijos. Los miembros del equipo tenían una posición diferente y presentaban sus ideas y preguntas. Aunque el terapeuta verbalmente acordaba con ellos, nunca pudo expresar las preguntas o los puntos de vista del equipo en la forma en que éste pensaba que debía hacerse. Los miembros del equipo, sin embargo, se sentían constreñidos a llevar adelante sus ideas porque el terapeuta era el "experto". En el curso de las consultas supimos que, en una ocasión, el equipo había tenido éxito en presentar un punto de vista diferente, una intervención que todos 154 155d estaban de acuerdo en que había servido de ayuda a la familia para moverse en una dirección nueva. Esto había ocurrido cuando hubo en el "equipo" una mujer que era supervisora principal y que, por lo tanto, era vista en un nivel jerárquico similar al del director terapeuta/clínico. Los consultores, en sus reflexiones, pudieron comentar el problema que había llevado a cada parte del sistema familia/ terapeuta/equipo a tener dificultades para introducir información nueva. Cuando estos problemas salieron a la luz, el sistema pudo desarrollar nuevas posibilidades para la terapia. Sin embargo, creemos que la utilización del modelo del equipo reflexivo hubiera disminuido, por no decir eliminado, algunos de los problemas jerárquicos entre el entrenador y el equipo. Antes de utilizar como rutina el equipo reflexivo en nuestros programas de entrenamiento, ya habían surgido preguntas alrededor de cómo manejarlos temas de podery control que ocasionalmente surgían entre los entrenadores. Debido a que el énfasis del equipo al estilo de Milán está centrado generalmente sobre una organización no jerárquica y en la colaboración, no hay una manera fácil de resolver situaciones en las que se llega a un punto muerto entre los miembros del equipo (Boscolo, Cecchin, Hoffman y Penn, 1987). Una situación que sirvió de catalizador inicial para nuestro uso del equipo reflexivo tuvo lugar cuando hubo una diferencia de opinión entre dos entrenadores sobre lo que debería ser la puntuación central en la formulación de una intervención en especial. El desacuerdo entre los dos entrenadores se vivió como algo incómodo por parte de los aprendices y de los coentrenadores. A su vez, esto se vio exacerbado por el hecho de que uno de los entrenadores era de una jerarquía superior, mientras que el miembro de jerarquía inferior tenía una historia más larga con algunos de los aprendices. Esto creó un problema potencial de lealtades para el terapeuta/aprendiz que se encontraba en la habitación y para el equipo. Como una manera de sobreponerse a este impasse, decidieron hacer un equipo reflexivo y presentarle a la familia todas las ideas. Se sintieron deleitados con la respuesta de la familia ante la conversación del equipo reflexivo y sintieron que este modelo era una forma de ayudar a los entrenadores, aprendices y a los miembros de la familia a moverse hacia un lugar "más allá del poder y del control" (Hoffman, 1985). Descubrimientos Al presentar el enfoque del equipo reflexivo a nuestros grupos de entrenamiento, inmediatamente nos sorprendía el hecho de que esta era una manera de hacer terapia que le permitía a los aprendi ces estar más directamente relacionados con el trabajo clínico y a tener presencia en la habitación. Con gran esfuerzo logramos encontrar la manera de darles a los aprendices la oportunidad de ser parte del proceso de terapia. A menudo los más audaces se ofrecían como voluntarios primero, dejando pocas oportunidades para que los demás pudieran hacer su experiencia como terapeutas debido a lo limitado de la duración del programa. En cambio, el equipo reflexivo permitía que aun los aprendices más tímidos tuvieran una intervención directa en la habitación y delante de la familia y de sus colegas; parecía verdaderamente equiparar a los miembros del equipo al darles la oportunidad y responsabilidad de proveer retroalimentación a la familia y al terapeuta. Desde entonces, hemos descubierto otros numerosos beneficios para nuestros alumnos en la utilización del modelo. Primero, pensamos que este enfoque fomenta una mayor autonomía en el terapeuta/aprendiz porque no tiene que ir a la sesión con un conjunto de hipótesis a ser exploradas que ya han sido predeterminadas por el equipo. En lugar de eso, se siente libre para seguir a la familia a dónde ésta quiera ir, y se hace más habilidoso para responder a la retroalimentación de la familia. Si el terapeuta siente que se ha estancado o que se ha quedado sin preguntas, tiene la seguridad de saber que siempre le puede preguntar al equipo reflexivo si ellos tienen ideas para ofrecer. Aunque todos los estudiantes están ansiosos cuando conducen las primeras entrevistas delante de sus pares, hemos visto que tienden a desarrollar más rapidamente confianza en sus habilidades para entrevistar tal vez, porque no se los interrumpe. Más aún, así como los estudiantes aprenden que no hay solución o intervención "correcta" para la familia, también llegan a ver que no existe una pregunta "correcta" para hacer; consecuentemente, parecen preocuparse menos por su actuación. Cuando comenzamos a utilizar el modelo del equipo reflexivo en nuestros programas de entrenamiento, estábamos preocupados por si los aprendices que recién se acercaban a este enfoque dirían algo negativo sobre la familia y si podrían reducir la riqueza de la información presentada por una familia en una entrevista a unos pocos puntos salientes. Encaramos algunos de estos miedos hacien 156 157

do que los estudiantes realizaran numerosas dramatizaciones en las que alternaban entre ser miembros del equipo reflexivo y miembros de la familia. Cuando actuaban como miembros del equipo reflexivo, tenían la oportunidad de practicar la dramatización de lo que les había resultado más llamativo en una sesión y cómo poner esas ideas en palabras, de manera que pudieran ser útiles y no sentidas como una acusación. Como miembros de la familia, tenían la oportunidad de sentir la poderosa experiencia de estar en una posición "de escucha" y oír que otros hablen de uno. También podían dar la retroalimentación a sus pares sobre la forma en que los comentarios del equipo reflexivo les habían resultado útiles o no, aumentando así el sentido de colaboración entre aprendices y disminuyendo la tendencia a ver al entrenador como un "experto" del que todos dependían. Un beneficio extra del modelo del equipo reflexivo surgió de la regla de "no hablar" detrás del espejo con miembros del equipo. Esta regla se desarrolló originariamente para aumentar la cantidad de ideas que se le presentaban a la familia y disminuir la posibilidad de que los miembros del equipo eliminaran algunas ideas durante la discusión. Descubrimos que un efecto colateral fue que se alentó una actitud más genuinamente respetuosa hacia la familia porque eso obligó a que los aprendices se guardaran las consideraciones negativas con respecto a la conducta de la familia. Aplicación a otras sesiones de entrenamiento Después de sentirnos satisfechos con los resultados del modelo dentro de nuestros programas de entrenamiento "internos" y después de haber desarrollado algunos ejemplos de este trabajo en vídeo, comenzamos a experimentar con estas ideas en otros contextos de enseñanza y entrenamiento. En las clases de graduados en terapia familiar, nos encontramos con que era útil dividir a los estudiantes en equipos de reflexión y luego hacer que observaran una porción de una entrevista en vídeo. Cada equipo "reflexiona" como si la familia lo estuviera escuchando. Luego les mostramos las reflexiones originales en el vídeo y discutimos cómo cada equipo formuló sus ideas, incluyendo las similitudes y las diferencias. Este método le da al estudiante la oportunidad de examinar su propio proceso de pensamiento y practicar relacionando estos pensamientos en formas que podrían resultarle útiles a las familias. También hemos utilizado este modelo en nuestras consultas con otras instituciones. Un equipo de terapia familiar que operaba con un centro comunal de salud mental pidió una consulta para su equipo con el objetivo explícito de transformarse en un grupo más cohesionado. Mientras aceptaban que tenían diferentes experiencias, entrenamientos y puntos de vista sobre la terapia familiar, su deseo era transformarse en un equipo terapeútico efectivo. El grupo incluía clínicos de otros departamentos con diferentes áreas de especialización, por ejemplo, abuso sexual a niños, adultos/parejas, ingresos, evaluación y exámenes. También tenían diferentes niveles de experiencia y posiciones jerárquicas dentro de la institución. Algunos habían sido supervisores de otros. A medida que comenzamos a trabajar juntos, se hizo evidente que estas diferencias y probablemente otras que alguien de afuera no podría reconocer, aparecían como luchas por el poder, algunas más evidentes que otras. Por ejemplo, parecía que la posición de ser la persona que telefoneaba los mensajes al terapeuta era una posición de estatus. Ser relegado al "equipo O" también reducía el estatus. Se hacían bromas sobre ser parte del equipo que se quedaba afuera porque se percibía que su rol era menos importante y tenía poco impacto sobre el curso de la terapia. A veces las discusiones anteriores o las posteriores se transformaban en competencias cuando se elaboraban las hipótesis o cuando se buscaban áreas para explorar. Algunos terapeutas se sentían más inclinados a hacer preguntas sobre el pasado, mientras que otros querían saber más sobre la forma en que la gente se comportaba en el presente o la manera en que veía el futuro. Cuando introdujimos el modelo del equipo reflexivo, se solucionaron estos problemas. No había necesidad de telefonear, había más oportunidades para que más terapeutas tuvieran una intervención directa en el proceso de la terapia, y las reflexiones del "equipo O" sobre las conversaciones del equipo le daban un papel mayor. Lo más importante, es que se hizo lugar para que se expresaran todas las ideas, por lo tanto las diferentes perspectivas se consideraron igualmente válidas y potencialmente útiles para la familia. 158 159 Utilización del equipo reflexivo en la supervisión También hallamos que era útil incorporar este enfoque a los grupos de supiryisión. Como personal, dependemos mucho unos de otros, de la consulta de los demás sobre temas clínicos en las reuniones semanales de supervisión entre pares. También ofrecemos consulta a otros terapeutas en grupos de supervisión. do a Obviamente e"estaucamiento" no es un estado exclusivamente reservad os para tras clientes y, por lo tanto, aplicamos los mismos principios el ad las impasses en nuestro trabajo. experimen tando con un advenimiento del equipo reflexivo, estamos experimenta del n equipo nuevo diseño estratégico: hacer que sólo un miembro de supervisión entreviste al terapeuta sobre el caso mientras que los demás reflexionara más tarde. En lugar de alentar al terapeuta para que presente un relato de sus puntos de vista (que pueden llevar a que el equipo acepte su definición del problema, su construcción de la "realidad"), el entrevistador comienza haciendo preguntas como, «¿Qué preocupaciones lo llevaron a querer discutir este caso?" «¿Que problemas enfrenta en su trabajo con esta familia/ pareja/o personar„ «¿Qué es lo que entiende o ué explicación tiene sobre estos problemas?, q q El entreviltadorcontinúa con otras preguntas circulares; cuando esto ocurre, los otros escuchan en silencio mientras generan sus propios as S%entos y preguntas, que luego son reflejadas a los peri terapeutas y el entrevistador. El terapeuta tiene la oportunidad de comentar sobre cualquier idea que considere interesante. Aveces la discusión/entrevista entre estas do s personas se reinicia y otras se transforma en tina d more iscusión entre todos los miembros del grupo. Hasta ah mos tenido reacciones muy positivas hacia este °.rapeuta entrevistado no tiene la sensación de ,)reguntas por parte de muchos colegas, todos y ser de ayuda. El interrogatorio circular por ne más continuidad y los terapeutas sienten flexiones que no llevan consigo juicios de ¡vas permiten también tocar temas potenomo si hay alguna conexión entre el caso hay otros isomorfismos potenciales. El dente menos a la defensiva porque no 1, 1mél, proces(, tos en forra., tiene que responder directamente a ninguno de los comentarios del equipo sino que está libre para responder lo que quiera. Un caso Durante un grupo de supervisión en otra institución, dos colegas, un hombre y una mujer, querían que el grupo elaborara ideas sobre la mejor manera para seguir adelante con su trabajo con una pareja. Roger originalmente había visto a la pareja junta, pero después de tres

sesiones, la esposa, que se estaba recuperando de su segunda operación de cáncer, decidió no continuar en la terapia de pareja por el momento. En lugar de eso pidió ver a una terapeuta mujer en sesiones individuales, dando como excusa la necesidad de resolver sus propios temas. Roger estuvo de acuerdo en derivar a su paciente a una colega, Maggie, que tenía mucha experiencia con pacientes oncológicos. El esposo quiso continuar viendo a Roger individualmente hasta que se reiniciara la terapia de pareja. Debido al estilo intrusivo y ansioso del marido, los dos terapeutas estuvieron de acuerdo en que sería importante mantener claros los limites de las dos terapias individuales. Al principio el esposo había estado en favor de que la esposa tuviera una terapia separada. Sin embargo, a medida que comenzó a desesperarse por su matrimonio, comenzó a decirle a Roger que su esposa le "mentía" a Maggie y a presionarlo ansiosamente para que le contara a Maggie su versión de la historia para que pudiera tener "el cuadro completo". También se quejó a Roger de que su esposa estaba haciendo ciertas cosas porque "Maggie le dijo que lo hiciera", lo que hacía que Roger se sintiera protector hacia Maggie y su reputación como terapeuta. Debido a estas presiones conflictivas, Roger trató de hablar con Maggie sobre lo que estaba ocurriendo con la terapia de la esposa y preguntarle si se podía reiniciar la terapia familiar. Maggie, que acababa de enterarse de que su paciente había sido violada cuando niña, sintió más que nunca que los limites de la esposa debían ser respetados y experimentó las preguntas de Roger como una violación de la privacidad terapéutica Creyó que dada la larga experiencia de la esposa en ser violada e invadida, necesitaba ser la que decidiera cuándo reiniciar el trabajo de la pareja. Sintió que sería un error terapéutico empujar a la esposa a la terapia de pareja y se lo dijo a Roger. También se preguntó si, de una manera encubierta, Roger estaba cuestionando su competencia como terapeuta. 158 Maggie se dirigió a otro miembro del equipo, una mujer, para consultarle informalmente sobre el caso. Roger habló también con esta mujer en un intento de clarificar sus preocupaciones y tal vez ganar su apoyo para renovar la terapia de pareja. La colega vio lo que estaba ocurriendo entre los dos terapeutas como isomórfico de la "danza" de la pareja y se lo señaló a Roger, y se preguntó porqué estaba presionando tanto para que se hiciera la terapia de pareja cuando, normalmente, hubiera considerado esta posibilidad como una elección que la pareja debía hacer de común acuerdo. También se preguntó si él trataría la ansiedad del marido de manera diferente si la esposa estuviera viendo a un terapeuta que trabajara en otra institución. Aunque Roger aceptó que no lo haría, se sintió frustrado con las ideas de sus dos colegas porque todavía sentía que el esposo no tenía "voz" o manera de influir sobre su esposa. La crisis estalló cuando la esposa comenzó a tener ideas suicidas. Ambos terapeutas se pusieron muy ansiosos y pidieron presentar el caso en el grupo de supervisión. El consultor decidió darle el siguiente diseño: primero entrevistaría a la colega que había sido consultada por Maggie y Roger, luego les haría preguntas; finalmente, los demás miembros del personal que habían participado en el caso formarían el equipo reflexivo. Se esperaba que este proceso generaría nueva información sobre la relación entre las dos "parejas". Se le hicieron a la colega numerosas preguntas circulares sobre su rol y percepciones, tales como: «¿Cómo se vio envuelta en este caso? ¿Como describiría el problema desde la perspectiva de Roger y desde la de Maggie? ¿Es similar o diferente? ¿Cómo ve la conexión entre Maggie y la esposa? ¿Cómo ve el vínculo entre Roger y el esposo? ¿Hay temas similares entre Maggie y Roger? ¿Cómo explica la frustración de Roger? ¿El hecho de que Roger sintiera que las dos mujeres no lo "escuchaban" ¿reflejaba otros temas relacionados con el sexismo dentro del equipo?„ Se hicieron otras preguntas sobre la forma en que el suicidio potencial podría crear ansiedad en los dos terapeutas y si no habría un sistema más extenso implicado. Maggie y Roger pudieron agregar sus ideas y comentar a medida que la entrevista avanzaba. Se generó una cantidad significativa de información en la entrevista: ambos, la esposa y la terapeuta, habían tenido cáncer; el esposo y el terapeuta tanían maneras similares de manejar la ansie dad y estados semejantes; la relación entre los dos miembros del personal originalmente había sido jerárquica cuando la terapeuta había sido interna durante tres años, pero había cambiado a medida que ganó confianza en sus propias ideas y habilidades. La relación entre marido y mujer, forjada cuando la esposa se estaba recuperando de su primera operación de cáncer, también originariamente había sido jerárquica, la esposa dependía totalmente del esposo para su manutención y apoyo. Sin embargo, su necesidad de que el esposo se transformara en su cuidador había disminuido a medida que ella comenzó a tener éxito en su trabajo. La amenaza de suicidio había creado un tema adicional: un paciente anterior de la terapeuta se había suicidado recientemente y Roger tenía miedo de que el esposo, enojado con la terapeuta por tener que hacer terapia individual, iniciara juicio si la esposa se dañaba. Siguiendo la entrevista, los otros miembros del grupo de supervisión reflexionaron sobre todos estos múltiples niveles y puntos de vista mientras que los colegas observaban. En sus comen tarios, pudieron destacar tanto las similitudes como las diferencias entre las parejas, lo que, a su vez, ayudó a los terapeutas a establecer diferencias claras entre ellos y la pareja. Maggie, que hasta este momento había estado atrapada por las similitudes, describió la parte de escucha del equipo reflexivo como algo especialmente útil. Repentinamente vio con más claridad las formas en las que ella y Roger no eran como la pareja. Roger, que sentía que había cometido un "error" al dejarse inducir hacia el punto de vista del marido, al escuchar los comentarios del equipo reflexivo sin tener que responder directamente se sintió menos a la defensiva. Su posición había sido "escuchada" y comprendida, y lo impresionó la idea del equipo reflexivo de que su "invasión" surgía de su deseo de proteger a Maggie. El equipo reflexivo también hizo otras preguntas interesantes sobre las relaciones entre todos los miembros del equipo. Por ejemplo, la pregunta de si el desacuerdo en este caso reflejaba cuestiones sexistas latentes (porque el miembro masculino del personal no había sido escuchado por dos mujeres del personal), llevó a una conversación original sobre la forma en que los miembros individuales del personal se expresaban mutuamente su enojo y frustración. 162 163 Conclusión Hasta ahora estamos muy entusiasmados con los usos del equipo reflexivo en contextos de supervisión y entrenamiento. Este modelo, en sus diversas formas, ha dado gran coherencia a nuestros modelos de terapia y enseñanza. Los aprendices y supervisados respondieron positivamente a un modelo de más colaboración y lo encontraron útil para su trabajo clínico. La retroalimentación fue entusiasta y alentadora. En especial, la generación de ideas y posibilidades de participar en conversaciones terapéuticas de una manera respetuosa, colaboradora, es muy apreciada. Más aún, nos ha gustado utilizar este enfoque que, en sí mismo, genera entusiasmo por nuestro trabajo. Considermos que se trata de un modelo que está evolucionando. Epílogo: Reflexiones sobre el libro dos años más tarde Tom Andersen El período que va de octubre de 1987 a diciembre de 1988, cuando originariamente se escribió este libro, fue muy estimulante. Escribirlo clarificó muchos de mis pensamientos, cambió agunos de ellos, y en realidad hizo que surgieran otros nuevos.

Es interesante leer el libro hoy, en febrero de 1991. Sería sin duda diferente si lo escribiera ahora. Hubiera omitido parte, otras partes hubieran recibido mayor énfasis y algunas otras hubieran sido ampliadas. Y yo hubiera agregado otro material. Ahora, a medida que vuelvo a corregir este texto, tengo la oportunidad de indicar estas eventuales diferencias. Este capítulo por lo tanto reemplazará al capítulo final original: "Terminar este libro es un nuevo comienzo". Lo que hubiera omitido Decididamente hubiera eliminado las palabras explicar y explicación. Estas palabras pertenecen, ahora lo veo, a la parte del mundo que existe para las ciencias físicas (dAndrade, 1986). En esa parte del mundo se buscan descripciones que, en lo posible, representen exactamente el fenómeno físico que se estudia. Al estudiar y describir el fenómeno bajo influencias diferentes, se puede explicar qué produce qué cambio. Se puede incluso predecir de qué manera va a cambiar el fenómeno si se lo influye de esta u otra forma. Basándose en tales estudios pueden desarrollarse leyes generales 167 de explicación y predicción para el fenómeno real y otros fenómenos similares, las que a su vez pueden ser utilizadas para regular y controlar el mundo que nos rodea, o por lo menos parte de él. Este tipo de ciencia y su correspondiente lenguaje se ajusta bien a la parte del mundo donde la "vida interior" tiene una tasa menor de productividad, en realidad, donde los movimientos de la vida interior son tan lentos que parece que el elemento está muerto. Un trozo de metal, por ejemplo, cambia muy lentamente; podría tomarle décadas al ojo humano ver algún cambio. El mundo en el que trabajamos los que usamos el diálogo como "método" para cambiar está compuesto por personas vivas y sus significados. Este mundo abarca tanto la manera en que ellos se entienden a sí mismos y al mundo que los rodea como sus significados sobre la manera en que pueden formar parte de este mundo. Las personas, y especialmente sus significados cambian todo el tiempo, y esos cambios son rápidos. Los significados son muchos y cambian cuando cambia el contexto. Los significados no pueden explicarse en el sentido de que se puedan indicar sus causas. Tampoco se pueden predecir. Es también imposible describir lo que "realmente" son los significados. Los significados no se pueden dirigir ni controlar, y por supuesto no hay leyes generales que puedan guiar nuestra compren sión de la forma en que los significados pueden ser explicados y controlados. Nunca podemos acercarnos más que hasta nuestros "intentos" de comprender los significados y los pensamientos de los demás. Nunca puedo acercarme más que a mi comprensión del entendimiento de otro. Sin embargo, aún sintiéndome infeliz por haber utilizado la palabra explicación en la primera edición del libro, me siento aliviado al darme cuenta de que el contenido lleva hacia lapalabra comprensión. A pesar de todo, si hoy escribiera este libro, las palabras explicar y explicación hubieran sido reemplazadas por comprender y comprensión. Lo que hubiera destacado Hay tres temas que tengo en mente. El primero es la idea de organizar una sesión tal que los participantes tengan la oportunidad de cambiar entre participar activamente hablando sobre uno o más temas y escuchar lo que los demás dicen sobre los mismos temas. Estos cambios hacen que sea posible ir hacia atrás y hacia adelante entre los diálogos internos y externos. Estos dos distintos tipos de diálogo darán dos perspectivas diferentes de los mismos hechos y también darán dos puntos de partida diferentes cuando busquemos nuevas descripciones y comprensiones. Espero haber dado al lector la idea de que esos cambios se pueden organizar de manera muy diferente: a veces con la utilización del equipo, a veces con la colaboración de uno o más colegas, y a veces sólo con los pacientes, por ejemplo, los miembros de una familia. En el último caso aquellos que escuchan mientras el terapeuta habla con uno de los miembors de la familia se transforman en los participantes reflexivos y pueden luego actuar como "equipo reflexivo". El segundo tema está relacionado con cuatro preguntas importantes con las que trabajo durante una conversación. La primera es: "¿Cómo le gustaría que utilizáramos esta sesión?" Esta pregunta, que incluye tanto el cómo como el qué, puede ser parafraseada de otra manera de acuerdo con la situación, por ejemplo: "¿Tiene algún plan ahora...?" o "¿Tiene alguna idea de cómo...?" La segunda de las cuatro es: "¿Cuál es la historia de la idea de venir hoy a terapia?" Esta pregunta puede ser parafraseada como "¿De quién fue la idea...?" "¿Cómo se enteraron los demás de la idea...?" y "¿Qué opinaron sobre la idea...?" La idea detrás de la pregunta es llegara comprender hasta qué punto los presentes están de acuerdo con la idea de estar presentes. Me siento inclinado a dejar que aquellos que tienen reservas se sienten en silencio y escuchen mi conversación con los que están convencidos. Las respuestas de los que están convencidos a la pregunta "¿Cómo quiere utilizar esta sesión?" se anotan cuidadosamente, ya que esas son las respuestas que servirán como marco general para la sesión. Esta segunda pregunta surge en general al comienzo de la sesión, pero no necesariamente. Puede que se dé más tarde. La tercera pregunta, que aveces sólo me hago a mí mismo, pero que puede ser hecha abiertamente, es: "¿Quién puede (o debería) hablar este tema con quién, de qué forma, en este momento?" Nunca debería tomarse como un hecho que todos los que están presentes pueden hablar con todos los demás, sobre cualquier tema que surja durante la charla. Por lo tanto, cuando se trae un nuevo tema a colación, es bueno preguntar: "¿Con qué frecuencia hablaron de esto antes?" Si esta es la primera vez, podría ser una buena idea preguntar quién podría hablar con quién y de qué manera ahora. 168 169 La cuarta pregunta sólo me la hago a mí mismo: "¿Lo que estamos diciendo o la manera en la que lo estamos haciendo es apropiadamente poco usual o demasiado poco usual?". Aquellos con los que conversamos darán signos cuando se sientan incómodos. Deberíamos alentarnos a notar estos signos tan pronto como sea posible en la reunión. Cada persona tiene sus signos personales. Si esos signos emergieran, considero que es mi tarea encontrar otro tema del que hablar y/o hablar de una manera diferente. En este momento me encuentro muy preocupado por el tercero de los tres temas, es decir, la importancia de que una persona hable sin interrupción hasta que haya terminado de hablar y de permitir una pequeña pausa para pensar. En otra parte de este capítulo diré algo más sobre esto en relación con los intentos por definir el yo. Es una discusión que me fascina. Lo que hubiera ampliado Hubiera utilizado unas pocas palabras para señalar que las posiciones reflexivas cambiantes pueden utilizarse en diversos medios en los que muchas personas están presentes alrededor del mismo tema o tarea, por ejemplo, supervisión, reuniones de personal, trabajo para el desarrollo de organizaciones, etcétera. Esto se puede hacer fácilmente dividiendo los que están presentes en grupos y permitiendo que un grupo discuta mientras los demás escuchan y, luego, permitiendo a los que escucharon que hablen entre sí sobre lo que piensan y escucharon de la conversación del primer grupo. Luego el primer grupo nuevamente tiene la oportunidad de hablar.

Las consultas de un terapeuta que trabaja solo con otro que tiene el mismo trabajo son otro tema que merece atención. Un terapeuta puede pedirle a un colega que venga a su consultorio para una reunión, por ejemplo, una o dos veces al mes. Pueden hablar durante un rato sobre la terapia que el paciente y el terapeuta anfitrión han realizado hasta el momento, mientras el cliente se encuentra en posición de escucha. Después el invitado conversa con el paciente mientras el anfitrión escucha. Luego los dos terapeutas pueden reflexionar juntos, mientras el paciente escucha. Finalmente, todo terminaría con una conversación con el paciente. Los dos terapeutas pueden turnarse para ser invitado y anfitrión. Lo que hubiera agregado Aquí hubiera tratado de clarificar a dónde me han llevado los procesos "externos" que forman parte de la participación en diversos procesos de reflexión. Hubiera tratado de describir cuáles eran los componentes de este proceso "externo" y de qué manera éste contribuyó a los cambios en la forma en que hoy practico y entiendo a la "terapia". Ahora, cuando trato de compartir lo pensado sobre este proceso "externo", lo hago en términos de a mí, mí, mío, y yo. Quiero subrayar que lo que comparto puede que sea significativo solamente para mí, en el sentido de que este "qué" está enmarcado en mi lenguaje y en mis antecedentes. Otra persona puede haber definido las intervenciones de manera diferente. Es probable que el "qué" que yo he encontrado no contribuya al conocimiento general. Sin embargo, al compartir lo "que" descubrí en las intervenciones trataré de clarificar cómo se alcanzaron esos "qués". Y puede ser que el cómo sea entonces de interés más general. Mirando hacia atrás me parece interesante destacar que los cambios prácticos vinieron primero, seguidos por las ideas sobre la forma en que se los podía entender. Podría resultar útil señalar cuáles fueron los diferentes cambios prácticos antes de hablar sobre lo que ayudó a que se produjeran. Los diversos cambios pueden resumirse cronológicamente: un cambio de no darme cuenta de que estaba siendo demasiado poco usual a darme cuenta de que lo estaba siendo («¿Estoy haciendo la pregunta apropiada o estoy siendo demasiado poco usual ahora?"); el cambio de una posición de "o lo uno o lo otro" a una de "tanto lo uno como lo otro"; llevar adelante todas las conversaciones de manera "abierta", haciéndolas "públicas"; alentar las descripciones múltiples y las comprensiones del mismo tipo; dejar de lado las hipótesis; discutir con los pacientes su compromiso con la participación en la sesión con nosotros («¿Cuál es la historia de la idea de venir?"); discutir con ellos la forma de hablar juaitos («¿cómo le gustaría que utilizáramos esta reunión?"); dejar de lado la comprensión de los clientes como partes de estructuras sociales, de esquemas sociales, etcétera, y concentrarme, en lugar de eso, en tratar de comprender el modo y el contenido de sus conversaciones con otros y con nosotros, los profesionales; discutir con los pacientes qué conversaciones podrían resultarles útiles en el futuro («¿Quién podría hablar con quién sobre este tema de qué manera y cuándo?"); simplificar el procedimiento de la sesión a 170 medida que se amplía el repertorio de posiciones reflexivas cambiantes; prestar cada vez más atención a cómo se expresan los pacientes además de escuchar lo que dicen; una tendencia cada vez mayor a buscar con ellos luces y sombras "no escuchadas y no vistas" en su lenguaje; prestar más atención a mí mismo como escucha, escuchando cuidadosamente las metáforas que usan y dándome cuenta de la velocidad, el ritmo, las pausas y la fuerza con la que se expresan ellos mismos; escuchar de tal forma que el otro pueda hablar sin preocupaciones hasta que haya terminado y permitirle la pequeña pausa que siempre sigue; y los cambios que todavía no he visto pero creo que ya han ocurrido. ¿Qué contribuyó a estos cambios? Lo que parece destacarse más es la significación de mi sensación de intranquilidad, especialmente cuando esta sensación surgía durante una sesión y seguía cuando ya la sesión había terminado. Esa sensación me hizo hacerme esta pregunta: "¿Qué pasó que me hizo sentir tan intranquilo?" Ahora en retrospectiva puedo ver que reprimía esta sensación y no la tomé en serio durante bastante tiempo. Eso ocurrió mientras me sentía excitado al entender el esquema de la familia y, sobre esa base, hacía diversos intentos para cambiarlo -explicaciones o consejos o tareas o reformulaciones más o menos sorprendentes, etcétera-. Lo que a menudo ocurría después de tales reuniones era que surgía la sensación de intranquilidad. Un día, sin embargo, la pregunta: "¿Qué pasó en la reunión que me hizo sentir tan intranquilo?" exigió una respuesta. Siempre preferí dar largas caminatas solitarias para buscar la respuesta a esas preguntas. Las caminatas en una zona compuesta por elementos contrastantes son muy útiles. Donde vivo uno puede caminar durante horas en las montañas viendo el océano al mismo tiempo. Los ojos tienen diferentes paisajes para mirar, por lo que pueden detenerse fácilmente y dar una ojeada, pero me di cuenta de que no lo hacen cuando emprendo este tipo de caminatas. Tienden a moverse todo el tiempo, hasta que encuentro la respuesta. Doy por sentado que el lector está al tanto de lo que se llama "movimiento rápido de ojos" que se corresponde con los períodos de sueño cuando se duerme. Puede que el lector también comparta mi percepción de que quienes están convencidos de que su comprensión y su solución son las mejores, miran con confianza hacia puntos fijos delante de ellos. Los que no están seguros, tal vez tan inseguros que se sienten confundidos, tienden a mover sus ojos en búsqueda de algo donde fijarlos. Los que fijan los ojos y los que los mueven. No puedo recordar con exactitud qué fue lo que primero me vino a la mente: la idea de Gregory Bateson sobre "la diferencia que hace una diferencia" o la sutileza de Aadel BÜIOW-Hansen de que "hay dos diferencias que no hacen diferencias, pero una (la diferencia apropiada) que sí lo hace". Ambas ideas estaban conectadas con repensar una relación como si fuera un flujo de dar y recibir. Llegué a comprender mis sentimientos de intranquilidad como una señal de que el flujo era o demasiado rápido o demasiado lento. La sensación de intranquilidad aparecía más a menudo cuando el flujo me parecía demasiado lento y trataba de acelerarlo, mientras que los demás se sentían incómodos porque era demasiado rápido y querían que la velocidad disminuyera o aun que el flujo se detuviera. En tales ocasiones pude sentir mis intentos de acelerarlo. Esa sensación de estar presionando a alguien que por su parte se resistía, me hacía sentirincómodo. Me preguntécómo debía manejar esa intranquilidad. ¿Debía ignorarla, por ejemplo, diciendo "Es parte de la terapia"? ¿Debía tomarla seriamente, preguntando "¿Quiero tener este tipo de relación con los demás?" Elegí contestar que no a ambas preguntas. Lo más interesante de esta elección fue el darme cuenta de que la sensación de intranquilidad en diversas relaciones estimuló cambios importantes en la forma en que trabajo. En realidad, todos los cambios antes mencionados vienen de las preguntas sobre esa sensación de intranquilidad. ¿Cuál es la base para esa sensación de estar intranquilo en una relación? Aunque no tengo una respuesta "objetiva", he dedicado mucho tiempo a pensar en eso. Parte de la respuesta que me doy es que está basada, en términos de Hans Georg Gadamer (Warnke, 1987), en mi comprensión previa de lo que una relación es (o será). De ser así, incluye elementos de mis antecedentes tanto de cultura general como de cultura local; es histórica y contextual y por lo tanto cambia constantemente. Se hace un "estándar" personal cambiante, no general y estable. Cualquiera que sea su base, sé como se siente y dejo que esa sensación guíe mi participación en una relación. Veo que reconozco esa sensación como parte de la intuición. La intuición, en mis términos, es el estado de apertura a las "respuestas" de "adentro" de mí cuando me "tocan" desde "afuera". Lo que me toca desde "afuera", así como las cosas que ocurren en una relación, llegan

a mis ojos, oídos y piel. Si estoy abierto y absorbo lo que me toca, habrá "respuestas" desde "adentro" de mí que me dirán cómo responder. Una de las respuestas desde adentro de la que soy muy consciente egla presión. 172 173 Al llevar adelante esta idea, me interesé en el hecho de que Gareth Morgan (1983), un muy reconocido investigador en el campo de las ciencias humanas, pone de relieve que la investigación en el reino humano comprende básicamente las formas en que nos relacionamos con los demás. Muchos cambios en mi práctica se vieron estimulados por esta sensación de intranquilidad que sentí en diversas ocasiones. Los cambios en sí mismos representan una nueva comprensión de la conversación y de la constitución del ser. Ciertas interpretaciones anteriores sobre la constitución del ser estaban conectadas con la estructura. Las expresiones de una persona se veían como dependientes de la estructura subyacente, ya fuera esta biológica, psicológica o sociológica (por ejemplo, la familia). En consecuencia, lo que el profesional tomaba o hacía tendía a ser hecho a y para los pacientes. Ahora hablamos con los pacientes y hacemos cosas con los pacientes. Se ve a la persona antes que nada como participante en una conversación. El paso siguiente, naturalmente, fue concentrarnos en el lenguaje que se utilizaba en las conversaciones. En las conferencias en el Instituto de la Familia de Galveston en Galveston, Texas, que tuvo lugar el 25-26 de octubre de 1988, Harry Goolishian presentó algunas ideas interesantes sobre este punto: ¿Por qué estos cambios en la forma de pensar están moviéndose a tanta velocidad y en este momento? ¿Cómo puede ser que estén floreciendo las teorías del constructivismo en tantas áreas diferentes de las artes y las ciencias? ¿Cómo podemos hacer para darles significado a estos cambios? ¿Tienen una dirección? ¿Cómo es posible que tantos de nosotros estemos desanimados y desencantados con nuestra estética y nuestra práctica actuales? ¿Cómo puede ser que nuestras teorías e instituciones parezcan tan desacreditadas? ¿Por qué ahora? Estas y otras muchas preguntas me dan vueltas en la cabeza mientras pienso sobre esta reunión y la enorme respuesta que tuvo nuestra pequeña invitación. Al luchar con estas preguntas y preguntar sobre nuestras áreas de interés común, las ciencias sociales y la psicoterapia, pensé en Ludwig Wittgenstein y sus comentarios sobre el papel y la importancia del lenguaje. También pensé en el énfasis que algunas filosofías ponen en el papel central y problemático del discurso narrativo para comprender la situación humana. Esto incluye a gigantes como Alysdair MacIntire, Richard Rorty, Paul Ricoeur, Jean-FranQois Lyotard, entre otros. Una tesis importante en los escritos de Wittgenstein es que los limites del lenguaje nos marcan los limites de nuestro mundo. Un tema recurrente en los escritos de filosofía del disenso narrativo es que los limites de nuestra estructura narrativa, nuestros géneros e historias definen nuestra habilidad para comprender y explicar. Nuestros principales relatos nos dan el vocabulario que fija nuestras realida 1. El instituto se llama actualmente Instituto de la Familia Houston-Galveston. des. Nuestros destinos se abren o se cierran en términos de las historias que construimos para comprender nuestras experiencias. Esta visión de la narrativa y el vocabulario tiene, por supuesto, importantes implicancias para nuestro trabajo en psicología, psicoterapia y las ciencias sociales. Dentro de estas áreas de estudio, de acuerdo con el punto de vista de la narrativa, sólo tenemos nuestras descripciones. Estas descripciones narrativas son nuestra comprensión de la naturaleza humana. Estas descripciones e historias están en permanente evolución y cambio. Concluir que los puntos de vista de la naturaleza humana son sólo una cuestión de nuestras convenciones del lenguaje, sólo una cuestión de cómo nuestras historias y géneros narrativos se relacionan con la experiencia, es decir que nuestras ficciones son la única naturaleza que conocemos. Este es un pensamiento sensato. ¿Podría ser realmente que nuestra conclusión sobre lo básico de la naturaleza humana, las cosas que sabemos sobre nosotros y los demás, lo que somos, pueda reducirse a funciones del lenguaje y a los argumentos de la narrativa que tenemos a nuestra disposición? ¿Son éstos los que ponen los limites de nuestras ciencias sociológicas y psicológicas? ¿Puede ser que nuestra comprensión, todas nuestras descripciones del mundo, las mismas formas en que observamos la organización social, las herramientas con las que comprendemos los problemas, los modos a través de los cuales hacemos terapia sean nada más que expresiones de nuestro uso del lenguaje, de nuestro vocabulario y de nuestras historias? ¿Es a través de nuestra semántica como nuestras acciones tienen significado? Aun más: ¿implica esto que nuestra actividad humana, el complejo conjunto de operaciones a través de las cuales accionamos conscientemente sobre nuestras vidas y coordinamos y organizamos nuestra actividad con los demás no es nada más que la transformación de los relatos que creamos juntos en acción? La posición lingüística dice que sí rotundamente. Nuestro propio ser, nuestra actividad, nuestras instituciones, nuestra ley, nuestro orden, nuestra civilización misma son nada más que expresiones imaginarias de nuestro uso del lenguaje, nuestro vocabulario, nuestras ficciones. He aquí algunos pocos ejemplos: sería imposible pensaren actividades sociales tan complejas como una defensa por insanía en psicoterapia profunda sin la narrativa y el vocabulario del inconsciente. Sin esta palabra para describir nuestra conducta, este y muchos otros rituales importantes y la organización social carecerían de sentido. Sería imposible pensar en el amor, la cooperación, el poder, o el romance sin el lenguaje apropiado para describir estas acciones. No viviríamos como lo hacemos si no pudiéramos hablar como lo hacemos. Sin el vocabulario del amor simplemente sería imposible iniciar una relación amorosa. Sin el lenguaje del poder no podríamos oprimir. Sin el lenguaje del odio no podríamos lastimarnos unos a otros. Estas ideas llevan a la comprensión de que el habla es mucho más que algo informativo. El acto de hablar ciertamente incluye dar información a los demás, pero es algo más, es decir, la constitución del ser mientras éste se está expresando a sí mismo. En otras palabras, a través del habla una persona busca las metáforas que mejor expresan la forma en que ésta comprende y opina, y lo hace de 174 175 tal manera que contribuye a que la persona se exprese a sí misma. Gergen (1984, 1989) y Shotter (1989) contribuyeron en mucho a ampliar estas perspectivas. Los encuentros con Aadel Bülow-Hansen y su sucesora, Gudrun ovreberg me dieron la oportunidad de comprender la participación corporal en la forma en que una persona se expresa a sí misma. Todo lo que se expresa, ya sea en palabras o emociones se incluye en la fase de la exhalación de la respiración. Los movimientos de respiración son muy sensibles a los cambios de acuerdo a lo que se expresa y los contextos en que ocurren las expresiones. Por lo tanto, ser un escucha implica no sólo prestar atención a las palabras y metáforas y significados que se expresan, sino también darse cuenta y evitar interrupciones de la parte fisiológica del habla: la velocidad y ritmo y pausas y fuerza de la voz. Al escuchar de esa manera, uno le ofrece al otro una cobúsqueda de la constitución del otro yunareconstitución de sí mismo. O, para ponerlo en palabras más simples, uno podría decir: estar con el otro de tal manera que el otro sea la persona que quiere ser en esa situación y en ese momento. Un descubrimiento interesante y general fue que los cambios prácticos fueron los primeros en tener lugar; estos fueron seguidos por intentos de entender los cambios; luego estuve listo para discutir los diversos procesos dentro de los marcos teóricos. Pude ver ahora que el marco teórico que aparece en este libro de hace dos años es algo entre las ciencias naturales y las humanas. Si tuviera que escribir ese

marco teórico hoy en día, me inclinaría más hacia las ciencias humanas. Aunque mi comprensión del equipo de reflexión y de los procesos de reflexión ha cambiado, el trabajo clínico básicamente sigue siendo el mismo. Mi próximo proyecto bien podría ser investigar el cambio de comprensión. También podría ser útil recordar que las prácticas tal vez agreguen información y cambien nuestras teorías más a menudo de lo que las teorías influyen en nuestra práctica. Andersen, T. (1987). The reflecting team: Dialogue and meta-dialogue in clinical work. Family Process, 26 (4), 415-428. Andersen, T. y Katz, A (1987). Letter to clinical colleagues. Andersen, T. y Naess, I. (1986). Four hearts and four patients in dilemma. Family System Medicine, 4 (1), 96-106. Anderson, H. y Goolishian, H. (1987), Menschliche Systeme. Vor welche Probleme sie uns stellen und wie wir mit ihnen arbeiten. En L Reiter, E. J. BrunneryS. Reiter-Theil (comps.), Von derFamilientherapiezur systemischen Perspektive. 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Dulwich Centre Newsletter. 182 abuso de sustancias, 142 actitud respetuosa, 158 actuación: combinada con sentir y saber, 46 y premisas 73 alcoholismo, 142 alianzas, y significados, 56-57 Andersen, T., 30, 85, 113, 114, 143 Ánderson, H., 54, 56, 57, 113, 126, 133, 139, 140, 141 aperturas, 55, 60, 67-68, 121-122 identificación a través de escuchar, 76,77 preguntas poco usuales para, 69-70 a posteriori, entrevista, 114 comentario, 133-135 Asociación Psiquiátrica de Noruega, 30 atención, foco de, 45 atmósfera, de no enjuiciamiento, 117 Atkinson, B.J. 115 autonomía: en el entrenamiento clínico, 157 en el sistema de entrevista, 59, 77 Bateson, G., 34, 35, 38, 39, 58, 104, 113, 135,173 Bateson, M.C., 104 Beavin Bavelas, J., 29, 30 Blesvik, Siri, 30 Blount, A., 69 Boscolo, L., 31, 32, 39, 67, 71, 137, 155, 156 Bráten, S., 50, 113, 131, 133 Bryant, C., 137 Bühl, C., 30 Bülow-Hansen, A., 39-41, 85, 173, 176 Byrne, N.O., 79 Cade, B., 31 Caesar, L., 114 Caillé, P., 30, 139 caleidoscopio, 115-121 camaradería, y conversación, 52, 53 cambio, 50-51 descripción 72 como una diferencia en el tiempo 39 lugar de 134 naturaleza de 126 secuencia de relación con respec to a la comprensión 176 Campbell, D. 154, Cancer, 89-94, 161-164 Cecchin, G., 31, 32, 39, 67-68, 71, 137, 155, 156 cerebro, interacciones con los órga nos de los sentidos, 46-47 ciclo respiratorio, véase también respiración 52 comentario final, prerrogativa del sistema de entrevista, 81 cibernética: de primera generación, 83-84 de segunda generación, 83-84, 154 Coddou, F., 115 competencia entre los miembros del equipo, 159

comprensión, 168 y cambio, secuencia de, 176 definición, 44, 45 conexión 126 confianza, 116,123 connotación, 72, 78 conocimiento, y respuestas sensoriales, 47 conservadores del sistema, 65 constructivismo, 58 radical, 48 social, 140 contacto, mirar a los demás discursantes, 75 contexto, 25-35 conversación: como un intercambio elíptico de ideas, 49-50 intercambios en, 52-54 y camaradería, 52, 53 procesos en el encuentro, 48, 49, 50 internacional, 114, 124 críticas entre paréntesis, 132, 133 Crystal, S., 137 cuantificación, 35 cuarta conversación, abandonar y ser abandonado, 106-110 cuestionamiento, véase también preguntas, 60 185 comparaciones y relaciones en 39, base epistemológica de, 84 sorpresas en, 84 culpa, véase también connotación 79,158 curiosidad, 60, 68, 109, 110 Chapman, T., 114 Cliristiansen,B., 53 DAndrade, R.,167 DArleville, C., 114 darles poder a los pacientes, 151 Davidson, J., 137, 139, 144 definiciones, 89-94 definidas, 44, 45 dejar venir/dejar ir, 84-85, 113, 126 desmedicalización, 151 depresión, 89-94 desaparición, metafórica, 121-122 descripción: definida, 44 y diferencias, 45-46 división a partir de la explicación, 69-70 limitaciones de, 112 en metáfora, 134, 135 desíntegración, 42, 54 diagnóstico, 68 diálogo, 84, 85 continuación, 111-135 elíptico, 48-50 en intercambio de reflexiones, 77 interno, reflexivo, 131 en la posición de escucha, 64, 7577,158 como método, 168 con uno mismo, 130-131 externo e interno, 169 en reflexiones, 78 en supervisión y entrenamiento, 153-164 pensamiento como interno, 49-50 diferencias, permitirlas, 58, 84, 128 y descripciones, 45-46, 47 que hacen una diferencia 34, 38-39, 40-41,72,113,173 abandonar y ser abandonado, 104 establecerlas, 38 entre la resolución y el proceso, 133 dilema, 74, 49 conceptualización cambiante del 141 disolución, 126-127, 133 186 Draper, R, 154 Dulwich Centre Newsletter, 71 ejemplos, caleidoscopio, 115-121 abandonar y ser abandonado, 95-110 buscando un hogar, 121-127 Mike y una paciente deprimida, 8994 dolores de estómago y nudos, 144151 grupo de supervisión, 161-164 dos soles, 127-133 Eliassen, B., 30 encuentro, procesos de conversación en, 48-50 entrevistas iniciales, 137-151 entrevistador, 62, 63, 124 designación, 64 roles del, 59, 60, 75, 112, 113 epistemología, 35, 56, 69 y preguntas, 84 equipo 0, 154,159 equipo T, 154 equipo reflexivo, 59-60 diseños estratégicos de, 75.76 duración de la presentación, 80 alumnos, beneficios del modelo del equipo reflexivo para las 157-158 estructuras biológicas, y limitaciones en las respuestas 41 estatus, y competencia entre terapeutas, 159 experiencia, 154-156 explicar/explicación: definida, 44-45 y descripciones, 47 dividirlas de las descripciones, 69-70 versus comprender/comprensión, 167-168 fracasos, 82 Fisch, R, 29 fisioterapia, 40, 85 Flám, A, 114 Gadamer, H., 50,173 gentileza, 32 Gergen, K. J., 113, 140, 176 Gergen, M., 113 Goolishian, H., 52, 54, 56, 57, 113, 126, 133, 139, 141, 174 grupo de Dublín, 78, 79 grupos de supervisión, 160-161 guías para la práctica, 61-85 habla egocéntrica, 50 habla y yo, 175 Haley, J., 29, 137 Hansen, V., 29, 30 hechos poco usuales, 41 e integridad, 52 historias, 114-115,141,142 cambios al contarlas, 118-121 significado generado al contarlas, 113-114 hipótesis, 34, 35 hipótesis del "racimo", 109, 110 Hártveit, H., 30 Heath, A W., 115 Hertzberg, A, 30 Hoffman, L., 31, 56, 67, 113, 133, 137, 140,141,153,154-156 holocausto, familia, 74 ideas: de venir a terapia, 140-142 definidas, 44-45 desdoblándose hacia atrás, 144 alrededor de, 141 la historia de la búsqueda de la terapia, 169

y el sistema de significados, 57 ideas poco usuales, 42-43 apropiadas, 170 Imber-Coppersmith, E., 139 incesto, 79,143 inspiración, 40, 52 Instituto Ackerman, 31-32 Instituto de la Familia de Brattleboro 138-144,153, Instituto de la Familia HoustonGalveston 174 integridad: conservación de, 42-43, 46, 48, 72 amenazas a, 50-51, 75 interacción instructiva, 54, 59 intercambio, 55-56 conversacional, 52-54 internación, tasa de, 30 intervención contra el proceso de entrevista, 31 intimidación, 50-52 intuición, 173 influencia sobre la práctica clínica, 40 sobre las aperturas, 67, 68 ir despacio, véase ritmo, 55 Jackson, D. D., 29 jerarquía, 30, 133, 151, 155-156, 162, 163 Katz, A, 74, 114 Kearney, P., 79 Keeney, B.P., 154 Koestler, A, 114, 134 Lax, W. D., 137, 139, 142, 143, Lebow, J., 154 lenguaje, 145, 146, 174, 175 y comunicación, 44-45 explicar y explicación, 167-168 sobre el lenguaje, 125 limitaciones del, 134 y metáfora, 134-135 mutuamente derivados, 112 nuevo vocabulario a partir de la sesión, 129-130 reificar un problema, 141 del terapeuta, 170,171 contenido total del, 172 lentes, 58 Lipchik, E., 71 Lussardi, D.J., 137, 139, 142, 143 MacKinnon, L., 71 McCarthy,1. C., 79 McDaniel, S. H., 137 McKeever, J. E., 137 mapa del territorio, 38, 48, 73 Maturana, H. R, 41, 42, 46, 53, 54, 57, 58, 85, 115, 154 Mendez, C. L., 115 metáfora, 149, 172, 175 de la respiración, 53-54, 113 del hogar, 121 y lenguaje, 134, 135 y reflexión, 134, 135 metaposición, 109-110 Milán, enfoque de, 31, 32, 39, 54, 153 utilización de las preguntas circulares, 75 Miller, D., 137, 139, 142, 144 Minuchin, S., 29,137 modelo colaborativo para el entrenamiento, 163, 164 modelado, 154 monólogo: en el intercambio de reflexiones, 77 187 en las reflexiones, 78-79 Morgan, G., 174 movimiento rápido de ojos, 172 Naess,1., 114 narración, 113, 115, 139, 174, 175 reconstrucción, 134 véase también relatos Nilssen, 0., 30 Noruega, 25-27 servicios sociales, 27 objetivos de los programas de educación especial, 95, 96, 101-104, 109, 110 objetividad entre paréntesis, 47-48,114, 115 observar, signos mutuos de, 43-44 observación, sistema de, 44, 67-68 descripción en, 45, 46 participación en, 47 ontología, 48 oposición leal, 133 organizaciones como sistemas de significado, 57-58 órganos sensoriales, interacciones con el cerebro, 46-47 Ovreberg, G., 85, 176 paradoja, 138 participación del equipo, criterio de, 138 participación, términos de, 63-64 participantes para discutir un tema seleccionado, 170 en la conversación, 52, 53,176 en las entrevistas, 141, 142 y respuesta a la conversación, 42 y velocidad de exploración, 142 Peirce, C. S., 50 Penn, P., 39, 54, 67, 71, 73, 141, 155, 156 pensamiento sistémico, 30,31 percepción: individual, 47, 48 y realidad, 48-50 construida, 47 Perryclear, B., 114 perspectiva, cambios, 120 perturbación, 42, 54, 69 Phillips, D., 114 Piaget, J., 50 Platón 50 poder, 156-159, 175 posición, cambio de, 77-78, 84, 104, 170 188 de escucha, 64, 75-77, 158 ni lo uno ni lo otro, 134, 135, 143 tanto lo uno como lo otro, 143 o lo uno o lo otro, 143 Prata, G., 32, 39, 71, 137 preguntas: debidamente poco usuales, 68-70 circulares, 71, 75 sobre elfuturo, 73-75 hipotéticas, 74 para el proceso de entrevista, 32 principales, 64-73 poco usuales, 54, 55, 58, 69-70 preguntas circulares, 71, 75 en el entrenamiento clínico, 154 en el grupo de supervisión, 160, 162-163 premisas: y acción, 73 de interacción, 70 prestigio, 57 primera conversación, abandonar y ser abandonado, 95-100 primera reunión: equipo de uno, 63, 64 equipo de dos o más, 62-63 problema, nombrarlo, 126 proceso: externo, 171 relacionado con el contenido de la sesión, 118 la sesión terapéutica como, 33 proceso de la entrevista: contra la intervención, 31 preguntas para (enfoque de Milán) 31, 32 profesionales, 63, 64 empleo institucional, véase también jerarquía; estatus, 28 programas de entrenamiento, 155-156 Pulliam, G., 57

Ratheau, M., 137,139 realidad, y percepción, 47-50 reflexión, significado de, 34 reflexiones, 78-80 del sistema del paciente, 143-144 reglas, 54 del sistema familiar, 73 Reichelt, E., 50 reificación, 141 relacionarse con los demás, 4345 elementos de, 48-50 relaciones, 41 paciente/equipo, 81 padre/hijo 121-124, 126 esposo/esposa 162,163 madre/hija 99-101, 106-107, 148-149 escuela/familia 97 terapeuta/familia 34 repertorio, 41-42, 54 de cambio de posiciones, 172 respiración, 39-41, 84-85, 176 ciclo de, 39-41, 52 fisiología de, 53, 54 responsabilidad, 45 respuestas: y estructuras biológicas, 41 determinadas por las estructuras, 41-42 véase también repertorio, ritmo, 55 en la conversación, 52-53, 176 de las entrevistas, 141-142 y respuesta a la conversación, 42 y velocidad de la exploración, 141142 Roberts, M., 114 robo en tiendas, 80 roles de los participantes en la sesión, 65, 66 segunda conversación, abandonar y ser abandonado, 100-104 Segal, L., 46, 48, 58, 112 ser, su constitución al hablar, 175, 176 Seligman, P., 31 Selvini Palazzoli, M., 32, 39, 71, 137 seguimiento, 81, 82, 115 caso, 149-151 véase también a posteriori servicios sociales y de salud, Noruega, 27-29 servicio social/educación especial, consulta, 95110 sesión: parte final, 81 organización, 168, 169 significados, 168 en la conversación, 55 definidos, 45 recursividad de la conducta, 141 a partir de contar una historia, 113-114 sistema creado por el problema, 56-57, 61 62 que determina el problema, 139-140 que organiza el problema, 139-140 de significado 56-58 de la entrevista 59-60, 138, 139 significativo 139-140 estancado, 52, 58 conservadores del, 65 sistema de la entrevista: 59-60, 138, 139 autonomía, 59, 77 reflexiones de, 80-81 sistema del paciente: significados en, 140-142 reflexiones de, 143-145 sistema reflexivo, cambio de posiciones de, 80-81 Shotter, J., 176 Skorpen, A., 30, 32 suicidio, 162-163 temas, designación de, 66 tensión muscular, 85 y esquemas respiratorios, 39-41 territorio, véase también mapa del territorio, 84 terapeuta, lenguaje del, 170, 171 terapia, tiempo de finalización, 150-151 tercera conversación, abandonar y ser abandonado, 104-106 tiempo, 58, 84, 85 y conexiones en la conversación, 130-131 y relatos entrelazados, 113 Tomm, K, 71 trampa mental, linealidad, 56 última palabra, prerrogativa del sistema de entrevista, 81, 82 universo, 47-48 universos múltiples, 47 definición, 58 Varela, F.J., 41, 42, 46, 57, 58, 154 violencia, 66, 143 Von Foerster, H., 43, 46, 48, 112, 154 Von Glasersfeld, E., 48, 58, 140 Warnke, G., 173 Watzlawick, P., 29 Weakland, J., 29 Weber,1, 137 White, M., 163 Winderman, L., 56, 57, 139, 141 Wittgenstein, L., 174-175 yo, 50 189 Editorial Gedisa ofrece los siguientes títulos sobre TERAPIA FAMILIAR MATTHEW D. SELEKMAN Abrir caminos para el cambio CARLos E. SLUZKI La red social: fronteras de la práctica sistémica Tom ANDERSEN (come.) El equipo reflexivo MICHAEL WHITE Guías para una terapia familiar sistémica JAY S. EFRAN, Lenguaje, estructura y cambio. MICHAEL D. LUKENS Y La estructuración del sentido ROBERT J. LUKENs en psicoterapia RALPH E. ANDERSON La conducta humana en el E IRL CÁRTER medio social. Enfoque sistémico de la sociedad MICHAEL DURRANT Terapia del abuso sexual Y CHERYL WHITE (COMPS.) STEVE DE SHAZERClaves en psicoterapia breve. Una teoría de la solución HEINZ VON FOERSTER Las semillas de la cibernética J. ELIZUR Y S. MINUCHIN La locura y las instituciones E. IMBER-BLACK, Rituales terapéuticos J. ROBERTS Y y ritos en la familia R. WHITING (COMPS.) H. STIERLIN Y G. WEBER ¿Qué hay detrás de la puerta de la familia? mmD U1TANO DE LA C(":T! BIBUOTECA W O C)

0 o a o o ooo ó,ooooo; CC MOOOÓOO Dirigida por el Dr. CARLOS E. SLUZKI pasa cuando basa eran entm tem i cuando todos .en d eobre e o y co o todos ea n de roles? Como L Ha en haportante libro, se m de en íca la gnaid mía de la nfo ato a $m; que lom ..10 M r#"" ú la a de que t priia -*a uzi. o ra s El ya no le l 0 meo que hue *te lo coQ e en rsa e p a es co trri . Ñoei do ion ¡id 1 a =a aom e de te tammez pertenoce a ción mal tiaersi, un MM de valores y cibn torapé. lft el t se ao loar roes, ¡a# ¡as "Y» de la asta se describe la wol de esta nueva te#ü Yes, F su adaptaciáa en lwta.Untdos por diversos tu Anderaen es pe#quiatra y profesor. sia el Instituto de M + : de h Uddad de de ñ proa es Qoeen:te ea 11l Ipartamaato y dA ]Vaa de Medieiaa de T eme pdwadamenta coceo Y tu eota Ur en Ca, MISac ass+cts. , Wm 0. Loa, Ju D p Dardo J. 4 dlatea b de la "mata "arattl" en Wr t: addo de no, nn xue. as ISBN 84-7432-478-5

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