El Diario de Colón: Un Análisis Literario

 

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José María Nava Freyre Dann Cazes Modelos del Barroco en Hispanoamérica Hispanoamérica   2019   7 de mayo del 2019 La descripción de lo extraño en el e l Diario de Colón   El Diario de a bordo de Cristóbal Colón  es el primer documento existente ex istente que describe los elementos del Continente Americano desde la cosmovisión de Occidente. Occ idente. Si bien se trata de un “resumen” o un compendio c ompendio editado por Fray Bartolomé de las Casas, los elementos que contiene son esenciales para revelar el e l impacto del Nuevo Mundo para los europeos y también de la necesidad de crear un discurso d iscurso que atrajera el interés de los monarcas para invertir en Las Indias. El Diario tiene una importancia paralela a  Los viajes de Marco Polo, que relataban el viaje de Marco Polo a Asia. As ia. En primer lugar, porque la intención de Cristóbal Colón era llegar a las mismas tierras que el marinero veneciano había explorado. Pero Per o también porque, en cuánto otros viajeros demostraron que se trataba de un nuevo continente y no de el Lejano Oriente, el Diario se convirtió en la primera obra europea eur opea que describía las nuevas tierras y las gentes que las habitaban, a la manera que  Los viajes de Marco Polo  lo hicieron con las tierras de Oriente. Or iente. Estas descripciones están repletas de elementos extraños para Colón, construyen c onstruyen elementos que son familiares para nosotros de una manera que recuerda recu erda a las descripciones de alienígenas en las historias de ciencia ficción. Estas descripciones serán el centro del presente ensayo e nsayo y se utilizará u tilizará el Diccionario de Autoridades de la RAE para poder definir a partir de términos que se han abandonado en el español moderno. La primera descripción de lo extraño que presentaremos será la de los indios caribes que

 

 Nava 2 descubre Colón en la isla que llamó San Salvador. El retrato de los indios tiene un matiz bastante humanista, cualidad que podría ser desde una u na formación de ese estilo en Génova o bien podría ser una adición de Fray Bartolomé: Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy mu y hermosos cuerpos y muy buenas caras: los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballo, y cortos: los cabellos traen  por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, pr ieto, y ellos son de la color de los canarios ni negros ni blancos, y de ellos e llos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos e llos de lo que hallan, y de d e ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos sólo el nariz. Ellos E llos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban c ortaban con ignorancia. No tienen algún hierro: sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez, y otras de otras cosas. (Colón, 11 octubre) De todas las descripciones de lo extraño, ésta es probablemente prob ablemente la que contiene menos elementos de extrañeza. Esto podría tener dos d os motivos principales: bien Colón se guió de los documentos de Marco Polo, que describen a los pueblos de Indones Indonesia; ia; o bien, se trata de una edición de fray Bartolomé para defender los derechos de los indígenas ya een n la época colonial. Los elementos interesantes de la descripción de los indios son el cabello, las pinturas decorativas y sus armas. Los cabellos “como sedas de cola de caballo”, son uno de los elementos elementos que se podrían considerar extraños de la descripción. Es evidente que la comparación evoca a una imagen de cabello grueso y lacio, como las colas c olas de los equinos. En cuanto a la descripción física del resto

 

 Nava 3 del cuerpo, los pone en un u n color entre los negros y los blanc blancos os de las Islas Canarias, como indicando que no pertenecen ni a uno ni a otro grupo. También sus armas y el hecho de que no conocen el hierro ni las espadas parece par ece extrañar de forma muy ligera a Colón, atribuyendo a la ignorancia este elemento. También lo extraño se da en que describe las flechas con una punta de “diente de pez”, probablemente de tiburón porque la palabra para nombrar a los escualos vino  precisamente de los indios taíno-caribes. Si bien vemos que lo extraño extrañ o no tiene un protagonismo especial en la descripción de los indios, si está presente en dos elementos que se repiten rep iten a lo largo de la estadía de Colón en las Antillas: la flora y la fauna. La descripción de lo extraño en la flora se da een n los primeros días del viaje, una vez que llegaron Colón y el resto de su exped expedición ición a las islas del Caribe. Colón dibuja una imagen de los árboles como se haría una quimera, es decir, como una mezcla de distintas  plantas que conoce: Y vi muchos árboles muy disformes de los nuestros, y de ellos muchos que tenían los ramos de muchas maneras y todo en e n un pie, y un ram ramito ito es de una manera y otro de otra, y tan disforme que es la mayor maravilla del mundo cuánta es la diversidad de una manera a la otra; verbigracia, un ramo tenía las hojas a ma manera nera de cañas y otro de la manera de lentisco, y así en u un n solo árbol de cinco o se seis is de estas maneras, y todos tan diversos; ni éstos son injertados, porque se pueda decir que el injerto lo hace, antes a ntes son por los montes, ni cura de eellos llos esta gente. (Colón, 16 de octubre) Lo extraño aparece mucho más claro c laro en la descripción citada sobre los árboles. Resalta específicamente el término “disformes”, que en época de Coló C olón n se utilizaba para nombrar aquellas cosas que se encontraban fuera de la proporción normal de otras de su misma especie.

 

 Nava 4 Disformes son, entonces, los árboles porque son de distinto tamaño a los que Colón conoce en en Europa. Y otro elemento importante de esta descripción d escripción es que se plasma lo extraño en que la diversidad que describe Colón en las ramas de un solo árbol no la puede justificar con que fueran injertos porque los indios no saben como realizar este procedimiento: p rocedimiento: “ni cura de ellos esta gente” (Colón, (Colón, 16 de octubre). Lo extraño en la descripción de las plantas tiene mayor incidencia que en eell retrato de los indios. Ya no existen referencias concretas a elementos como en e n la cita anterior, como “azagayas” o “dientes de pez”. pez ”. Más bien, los elementos se se mezclan  mezclan para crear una nueva cosa extraña que maravilla a Colón. Los L os árboles tienen partes de una pla planta nta conocida y partes de otra y de otra más y todas se unen u nen en un solo elemento extraño. La complejidad para describir aumenta en la flora porque lo extraño también aumenta. El epítome de la descripción de lo extraño ex traño en el  Diario de Colón se da, sin duda alguna, en los animales. Muchos de los descritos son familiares para el narrador y, por p or lo tanto, puede describirlos sin mucha complejidad. Ejemplos de estos son los perros, papagayos papaga yos y aves en general y peces. Pero tenemos encuentros en donde lo extraño en los animales aparece con tal magnitud que la descripción de éste no puede caber a partir de una comparación y debe ser más analítica, es decir, por partes. Tal es el caso de la descripción de un u n “pez” que bien b ien se podría tratar de una tortuga t ortuga marina: Pescaron también con redes y hallaron ha llaron un pez, entre otros muchos, que parecía un un  propio puerco, no como tonina, el cual dice que era todo concha muy tiesta y no tenía cosa blanda sino la cola y los ojos, y un agujero deba debajo jo de ella para expeler sus superfluidades. (Colón, 16 de noviembre)

 

 Nava 5 Lo extraño de la tortuga llega a tal nivel que todos los términos que utiliza son para describir la forma de lo que ve el e l narrador; narrador; “propio puerco, no como tonina” se refiere a que es un animal ancho y no como un atún, el cual es alargado; alargado ; “todo concha muy tiesa” es el caparazón de la tortuga. El problema al que se enfrenta el narrador para describir algo que nu nunca nca ha visto antes y que no tiene referentes en e n el conocimiento que maneja se resue resuelve lve con la descripción por  partes, intentando utilizar símiles símiles que ayuden a formar una imagen. Lo extraño en este fragmento es casi imposible para el narrador y para un lector implícito que no tiene el referente de una tortuga marina podría imaginar algo completamente distinto al animal que en e n la modernidad conocemos tan bien. El Diario de Colón posee descripciones de lo extraño con distintos niveles de complejidad y elaboración, los cuales se podrían p odrían dividir en los tres ejemplificados en este ensayo. El menos complejo, el que contiene c ontiene más referentes a conceptos conocidos por eell narrador y que implica simplemente la descripción de elementos e lementos comunes presentados en una nueva manera extraña. El de mediana complejidad es eell que utiliza símiles para describir algo completamente nuevo que, si bien sus partes son conocidas, c onocidas, en conjunto se convierte een n un elemento extraño. El último nivel es donde no hay referentes posibles para describir y la imagen queda relegada a las dimensiones d imensiones y los elementos primordiales de lo extraño. Es este trabajo descriptivo el que le da al  Diario de Colón un elemento de extrañeza que refleja el descubrimiento del Nuevo Mundo para la cosmovisión del Viejo. Lo extraño genera maravilla en el narrador y lo incita a transmitir tra nsmitir esa extrañeza a la palabra escrita. Y, en esa  palabra escrita, lo extraño cobra importancia por el trabajo descriptivo que se tiene tiene que hacer  para plantearlo al lector.

 

 Nava 6 Obras citadas Cristóbal Colón.  Diario del primer viaje.   RAE. Nuevo diccionario histórico del español . 1726-1739. http://web.frl.es/DA.html