El derrumbamiento (Armonía Somers)

May 4, 2019 | Author: Mariana Domínguez | Category: Short Stories, Narration, Fantasy, Philosophical Science, Ciencia
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Cuento El derrumbamiento de Armonía Somers, en La rebelión de la flor...

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Armonía Somers

LA REBELION DE LA FLOR ANTOLOGIA PERSONAL

DEL HORROR Y LA BELLEZA PROLOGO

© Armonía Somes, 1988 © 2a. edición Editorial Relieve 94 Diseño d carátula: Ed Relieve Bd en el dseño original de Horio Añn E título La rebeión de la for, se tomó del trabajo de Lilia Dapaz Strout, "La elión de a for La meamofosis de un ícono n l derrubaiento". Pueo Rico Rvist a "Atenea", 3ra épa, N9  - 2 Esa segunda dición s terminó de imprimir en el mes de ebrero de 199 en los alleres gráficos de Copyraf S.RL., utiliándose pal obra d 7 gramos y gofrdo de 200 (NP). Impreso en Uruguay  Prined in Uruuy Edición amparada n el at. 79 de l Ley 4 D. L. W 29015

O.O. Estaba ya cerca la itad de este siglo X tan rico en cabios y tranoraciones cndo el delo narrativo ierante en Uruguay, sesura y estalla. Ese olo que no era sino la réplica del rel ato realista europeo occintal y decionónico  doinó l as leyes internas de l a cción desde Isme a Ls  es e Ls Tes Es precisante la escritura artísti ca de netti y Aronía Soers el factor que produce el estalli do  de aquel odelo. Un alio ovi iento renovador se gener ó entonces cas ons sucesivas llegan hasta hoy crean un espectro narrativo que integra ya el agnco friso  la literata latinoaricana conteránea. 1.1. Este nuevo arte que Arona Soers viene a consoli r es una verra transgresión y refoulación l canon realista. Veaos esto uy rápidaente con algunos ejelos. El relato tracional se counica en tercera persona r un narar no representa (n rostro sin nobre sin personlidad una pa  función del relato) que lo sab to acerca  los hecos. En cabio ahora el naradr se splaza ra coincidir con la pers  pectiva de un personaje u otro o incluso recurrir al enfoque de   plal anónio caractertico l testigo colectivo. tro aspecto es la prescindencia l retrato convencional en la actlid  stituo por breves notaciones disenadas a lo largo del texto que el lector be integrar en una unid realizando su propio trabajo sobre el lenguaje En sua el nuevo odelo ege una lectura ucho ás participativa y alerta que la tradicional; y es 3

coonamiento de a tama en una tageda, se debe excusva ente a una sospecha futo de os tabúes sociaes.  segunda cicuntancia a staca es e nnovado funciona miento de eato Tmbién aquí e o de potagonsta se supepone a de naado,en o que, de momento no hay dcu tad aguna La cuestón se pantea a ega a út ea bón d a histoia, que se cuenta aí: Fue entonces cundo pud vr fugmnt cómo l vilaor d crurs, e ldón   ssino l que cici lo qu no l fu ddo y e odo Jo dmás qu pued sr quin h ncio brí os brzos c mí Pero n un protccón qu no s lcnz si ls ruds d un vehículo legon prmero. Lo v nto y n po qu  no pudo drbrlo -Grcis por  nvencón de ls s cíds lcncé  d cile vndo rod m lengu como un or monopétl sobr l pvmeno Es ahí, cuando as eyes de a natuaeza entan en conta dicción con a egaidad estética: e sujeto que eee su popia muete Suge e ta mo,  re e re  rr l l e rel Sn duda, es éste e vétice opuesto a ocupado po e eaismo En vez, se hace ostensibe a popa  ps naatva Lo quese pocuay seoga pues,enI re el el no es  a copa mecánica y natuaista  a eaida,una msis supecia como a de coismo, sino ucho más, descubi o cowba nuevas pespectva y esquicos en a epesentación de mundo. Y en esa nstancia patentiza que justaente se tata de una reree o sea, mucho más que un meo vehícuo  paa atisba a eaid. Puesto que sn pejuico  su unción cognoscitva, e ate especcamente, es   e , oeto ea é msmo y dgno po tanto de a más atenta obsevación 3.1 Ya paa temina esta ápis itaciones de a oba beve de Somes, hay que menciona a menos, e nédito J ezabe Un cuento don a subvesión ocue en a mateia naatva  poque antes se do en e pano cutua Ceto, ese hobe, Leona,e potagonista,vive con caácte agónco su eacón con Rose su esposa; signo que ene también a expeenca que o une y sepaa a a vez de su amante. Ahoa,Leonado cumina iteamente su  (en e sentido etmoógico,de smien to") en e dobe uego de  fascinacón y epusión po e homo6

sexua que se causua con su asesinato os os paadgmas cutuaes son cuestionas en ese na, n e hoo y a beeza, se hemanan. Y don po añaddua ocue e pato maavoso de monstuo J ezabe En sntesis ee , atcua naativamente, a beeza  hoo Nada es necesaio deci sobe e inteés que pesentan textos tan epesentativos comol erre, que puso de un gope a Somes en un pime pano o   lle el e revetiginoso e ntenso como pocosoe r Gy er, meabe po su tenua desoa n sobe Hr e  e  , ecabe po e tatamento fantático de esos sees apaentemente eementaes y compejos e n e fon 41. Ahoa dos paabas sobe a edción y sus cteios. E  poyecto de a casaLnadi y Rsso ea cao: ofece una musta goba y enteiza de a naatva beve de Amona Soes en a que tos sus vetentes y fos expesivas se encontaan epesentaa. aba entones qu pat desde e ya eao, en tmnos  poduccón,l erre y ega a más guoso pes ente Un voumen en n, que eba s e tan út a ecto po ación, como a nvestga pofes ona, o a pso atnoameicanista esidente en e extanjeo Así e comuncamos e pan a Somes y e ogamos que eazaa en ese maco, su  l erl ensamos que e pogama está  penamente ogado Y mucho más,con a novedad mpotante de esa útima sección, Jezabe" A se pesentan tes textos, r    e l e  l re e l l y l  el r, hasta hoy, páctcamnte sconocidos. Como se  puede ve en as chas espectas de pe de página, fueon edtados excusvamente en pubcacones peiódcas hoy de hecho nencontabes. E cuato  ee  es un inédto absouto Nos honamos pues, en acompaña esta cuidada pesentacón antoógca, de a que es sn dda una de as más atamente deencadas voces, de a fccón atnoaecana contem  poánea Rómulo Cosse

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ANTHOS Y LEGEIN (donde la autora nos muestra la otra cara de l as historias)

Mis preferencias han dictado este libro, dice Borges en la prira lnea de suAntolog(a peronal*), con lo cual él sí res pon a lo  anthos or) y legein (escoger) según su leal saber  y entender. Tomo dichas palabras por ser la primera vez que ha ya leído titular así una selección Pero aunque coarto el senti ya que los editores me dejaron en coleta libertad selectiv a no as{ lo del anthos en su etimología esencial Debíapor razones obvias ceñirme a unos doce cuento s. ¿Los que yo creyera laor? Pues sí y no. Coeso har relegado al silencio ciertos relatos que síyo hubiera qrido reotar sde viejas ediciones agotas  porque me remontaban a su momento de concepción y el ánimo se me incendiaba con el recuerdo de su minuto creativo Siere  pienso y digo que no inventamos la cción en su sentido absoluto sino q esa faena delirant e depen algo así como del Demiugo de los platónicos o neoplatónicos  y que nosotros apenas si somos s obedientes escbas. Pero "levanté por una u otra razón más bien anecdótica este puñado de cuentos. El derrmbamieno el primero que escribí en mi vida por lo que ser es pera Llamo mis derumbistas a sus cultores apologistas traductores y hasta deselados (un joven escritor me dijo que no había dormido durante varias noches luego de su lectura) Y también por qué no para renovar la querella entre sus detractores y defensores más religiosos los segundos que los primeros 9

EL DERRUMBAMIENTO

"Sigue lloviendo. Maldita virgen, maldita sea ¿Por qué sigue lloviendo?" Pensamiento demasiado obscuro para su dulce voz de negro, para su saliva tierna con sabor a palabras humildes de negro Por eso es que él lo piensa solamente No podría jamás ltarlo al aire Aunque como pen miento  cosa mala, co fea para su conciencia blanca de negro El habla y pien siempre de otro modo, como un enamorado: "A yudamé, virgencita ro bl anca del cerco A yudaló al pobre negro que mató a ese bruto blanco que hizo esa nadi ta hoy Mi ro la ayudaló, mi corazón de almendra dulce dale suerte al negrito, ros clara de l huerto" Pero e noche no Está lloviendo con frío Tiene los huesos calados hasta donde duele el frío en el hueso Perdió una de sus alpargatas caminando en e l fango y por la que le ha quedado se le len los dedos Cada vez que una piedra es puntiaguda, los dedos aquellos tienen que ir a dar allí con fuerza en e piedra y no en otra qu e a redonda Y no es nada el golpe en el dedo Lo or es e l latigazo bárbaro de e dolor cuando va subiendo por la ramazón del cuer y después baja otra vez hasta el dedo para quedarse all endurecido hecho piedra doliendo Entonces el negro ya no Publido r primera vez en El derumbamiento, Montedeo, Edciones Saamanca 1953.

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comprende a la rosita blanca. ¿Cómo la pud hacrle e? Porque la dulce prenda debió avir l qu staba aí  guijarro También debió impdir qu sa noch llovira tanto y que hicera tanto frío El nego eva las manos en os bolsios,  sombrero hundido hasta los hombos el vijo tra abado hasta donde le han pemitido los escasos botones. Aquo ral mente ya no es un traje sino un pinga calado brilante resbaladizo como baba El cuepo todo  ha modlado bajo la tela y acu líneas armónicas y rfctas d ngo. Al legar a la espalda agobiada por el peso dl agua la escul tura temina defniendo su estio sin el cua a simp coor oamente no pía nunca haber existido Y además sigue penndo ella debió aprsurar la noche Tanto como a necesitó  todo e día Ya no había agujero donde esconderse e miedo de un ngro. Y rcién ahora la ha enviado la rosita blanca E paso del negro es ento rsistente Es como a luvia ni  apresura ni afloja Por momentos parc qu se cono cen demasiado para contradecir Están luchando el uno con la ota po no e hacen violncia Además ella es el fondo musical para la fatalidad andante de un nego. Legó a fin Tnía por aquel lugar todo e ardor de la última esperanza A cincuenta metros del paraíso no hubi ra encendido con tanto billo las linteas potentes de sus gandes oos Sí La ca a medio caer staba aí en a noche. Nunca había entrado en ella La conocía sóo por rferen cias Le habían habado de aque refugio más de una vz pro sólo e -¡Virgen blanca! Esta vez la invocó con su voz plna a la rosita. Un rlám pago enorme lo había descubirto cuán huesudo y argo era y cuán nego aun en medio d la nega noch. Lugo sucedió lo de estampido dl cielo un dooroso golp rudo y co como un nuevo choque en l dedo. S papó os mus los por e foo agjreado de os bosillos o no había deareci �o de a tierr. itió una aegría de ngro hu de y erna segur v1v1endo Y admás aqulo e _ parapor haba s rvdo ver bien claro a casa Hubiera urado ha brla vsto moverse de cuajo a poducir  stuendo. 16

Pero la casucha había vuelto a nerse de pie como una mujr con mareo que e brepone Todo a su alrededor era ruina Habían barido con aquellos anos de la calle junto al ío De la prostitución que alí anidaa en un tiempo no quedaban más que eombros Y aquel tozo anteido en pie por capcho inexplicable. Ya lo ve ya lo va ora en toda su hermosísima ruina en toda su rdida olead en todo su msteio silencio cerrado por dentro Y aora no ólo que ya lo ve Pude tocarlo si quiere Entonces le sucede lo que a todos cuando les es posible estar en lo que han de ado: no se atrve Ha caminado y ha sufdo tanto r ogarla que así como la ve existir le parece cosa eal o que no puede ser violada Es un resto de casa olamente A ambos costados hay pedazos de uros montones de deo lación basura lodo Con cada relápago la casucha se hace prente Tiene gietas vertcales por donde se la re una puerta baja una ventana al frente y ota al costado El nego casi con terror sacego ha golado ya la puerta Le duelen los dedos duros ineralidos por el fío Sigue lovendo Golpea r gunda vez y no abren. Quisiera guarecer pero la ca no tiene alero absoua mente nada cordial haca afuera Era muy difer ente cana bajo el aga Parecía distinto defiar los toentes del cielo desplazándose La verdadera lluvia no es esa Es la que rtan los árboles las piedras todas las cos ancladas Es entonces cuando puee decirse que llueve hacia deno del r que el mundo ácueo  destoza disuelve la exi tencia Tercera vez goando con dedos fíos mnerales dedos de ónix de negro con aqueas tieas ros ama llas en las yemas La cuarta ya es el puño furio el que aremete Aquí el nego se equiva Cree que enen a abre porque ha dado ás fuerte  cuarta el número establecido en el c igo de la casa apareció el hombre con una lampareja ahuada en la mno Patrón patroncito dee entrar al pobre nego -¡Adentro vamos adento carao! Cerró tras de sí a purta levantó todo lo que pudo la ámpara de tubo sucio de holín. El negro era ato como si anduviera en zancos Y é madita suerte de os mínimos 7

F u ntoncs cuando s ucedió lo incr eíbl, qu la vir gn mis ma s arr odillara al lado dl hombr.  Simpr  había ocurr ido lo contrar io  Es ta vez la virgn  l humillaba al ngro - Santa made d  Dios, no haga s o!  No, ros ita s ola asomada al cer co, no lo haga!

-Sí ,  T r istán, y no lo sto d doblarm, qu m duel mucho fís icamnt. Voy a hac otr as cos  s ta noch, cos qununca m h animado a realizr  Y tútndrás qu ayudare.

-¿Ayudarla yo a usté?, lirito d agua. ¿ Con stas manos  qu no quirn hacr nada, pro qu hoy han hcho  ¡Oh, no pudo dcírslo, mi niña, lo qu han hcho! Lirito d ámbar, prdonló al ngro buno qu s ha hcho ngro malo n un día ngro. -Dam  mano con qu lo matast, Tristán -Y cómo b usté qu lo ha matado un ngro? -No sas hrj, Tristán, dam la mano -Es qu no puedo lvantarla -Entoncs yo iré hacia la mano-dijo lla con una voz qu staba haciéndo cada vz mnos nutra, más viva  Y sucdió l a nuva normidad d  aqu l dscnso La virgn ap oyó sus labios d cra n la mano dura y huesuda dl ngro, y la bsó como ninguna mujer  la había jamás bsado. -Santa madr d Dios, yo no rsisto so -Sí, Tristán, t h besado la mano con qu lo mataste Y ahora voy a xplicart por qué Fui yo quin t dijo aquelo qu tú oías dentro tuyo: "No aflojs, aprita, trmina ahora, no dsmays -¡Usté, madrecita del niño tieo! -Sí, Tristán, y has dicho la palabra Ellos m mataron al hijo. M lo matarían de nuevo si él volvira Y yo no aguan to más  farsa Ya no quiro ás prlas, más rzos, más lloros, más prfums, más cantos. Uno tní a qu sr el que pagas primro, y tú m ayudaste H sprado dulcmn t y h comprendido qu debo mpr Mi niño, mi pobr y dulc niño crificado en vano ¡Cómo lo lloré, cómo l mpapé con mis lágrimas l curpo lacrado! Tristán, tú no sabes lo más trágico 22

-¿Qué, madrcita? -Qu lugo no pude oa amás por haberlo pdido.  Dsd qu m hiciron de mámol, de cra, d madea tallada, d oro, d mail de mentira, ya no tngo aqul llanto Lloan llos, s o smulan haclo, por tmor a asumir un mundo sin l Y usté por qué no? -Lo qu ya no s puede no se pued. Y dbo vivir así, mintindo con sta nisa estpida qu m han pusto n la caa Tristán, yo no ea lo qu llos han pintado. Yo ra distinta, y cirtamnt menos hermosa.  s por lo qu voy a dcirt qu h bajado. Digaló, niña, digaló todo al ngro Tristán, tú vas a asustarte por lo qu pinso hacr -Ya m muro d susto, lirito claro, y sin mbargo no soy ngro murto, porqu stoy vivo. -Pus bin, Tristán continuó la vign con aqulla voz cada vz más sgura d sí, como si s stuvira ya humani zando-voy a acostam al lado tuyo ¿ No dijo l patrón qu había sitio para dos n l vall? -¡No, no, madrcita, qu s me mur la lngua y no pudo sgui pidiéndol qu no lo haga. -Tristán, ¿bs lo qu haces? Estás rzando dsd qu nos vimos. Nadi m había ezado est poma.. -Yo l invntaré un n mucho más dulc, yo l rob aré a las cañas qu cantan todo lo qu ellas dicn y lloran, po no  acust al lado dl nego malo; no s acust -Sí, Tristán, y ya lo hago íram cómo lo hago  Entoncs l ngo vio cómo la muñeca aquella se le tndía, con todo su uido de sedas y collars, con su olor a timpo y a virginidad mezclado n los cabllos -Y ahora vin lo más impotante, Tristán. Tins qu quitarm sta ropaMia empieza or los zapatos Son los molds d la tortura e los hacn d matrials rígidos, m assinan los pis  no pinsan qu stoy para da tantos siglos Tristán, qutamelos, por favor, qu ya no los porto Sí, yo l libo los pis doloridos con stas manos  pcadoras E sí m complac, niña clara -Oh, Tristán, qué alivio! Pr o aún no lo has hcho todo. 23

¿ Ves qué pies tan dículos teno? Son de cera, talos, n de cera. -Sí, niña de los pies de cera, son de cera Pero ahora vas a ber alo muy imortante, Tristán Por dento de los pies de cera yo tengo pies de cae -Ay, madre nta, me muero! -Sí, y toda yo sy de carne deba de la cera No, no, madreta! Vuélvase al linto Este nero no quiere que la nta madre de cae esté acostada con él en el valle Vuélva, ro dulce, vuélva al sitio de la rosa clara! No, Tstán, ya no me vuelvo. Cuando una viren bajó del pedestal ya no  vuelve Quiero que me deitas la cera Yo no puedo ser s la viren, sino la verdadera madre del niño que mataron Y entonces neesito der andar, odiar, llorar sobre la tierra Y para eso es priso que a d e cae, no de cera muerta y fría. ¿ Y cómo he de hacer yo, lito dulce, para fundir l a cera? -Tócame, Tistán, acaíciame Hace un momento tus manos no te respondían Dee que las , estás actuando con ellas Ya comprendes lo que vale la cacia Em pieza ya Tócame los pies de cera y verás cómo  les funde el molde -Sí, mi dulce rla sola, e sí, los pies den r libres El nero  que los pies den ser libres y de carne de verdá, aunque duelan las piedras Y ya los acario, no más Y ya siento que sucede eso, viren nta, ya siento eso  Mire, madrecita, mire cómo se me qua la cera en los dedos -Y ahora tó ame los pies de verd ad,Tistán. -Y eran dos ardenias vivas, eran ies de ar denia Pero eso no basta Siue, libérame las iernas -¿s pieas de la niña rosa? Ay, ya no uedo más, ya no puedo seuir fundiendo Esto me da miedo, esto le da mucho miedo al nero Siue, Tistán, siue Ya toco la odilla, niña presa Y no más Aquí termina este cimen lva del nero. Juro que aquí termina Cór teme las manos, madre del niño rubio, córtemelas Y haa que el nero no recuerde nunca que las tuvo esas manos, que se olvide que tocó la vara de la santa lor, córtemelas con 24

cuchillo ailado en nre Un trueno brutal conmueve la noche Las ventanas siuen olpeando, debatindose or momentos vuelve la casa a tambalear como un barco ¿Has oído, estás viendo cómo son las cos esta noche? S� no continúas undiendo, todo  acabará hoy ara mí Sue, aura, termina con el muslo también Necesito toda la ierna : Sí, mus suaves del terror del nero perdido, aquí estan ya, tibos y blandos como laartos bajo un ol de invieo Pero ya no más, virencita Miremé cómo me lloro Estas láimas n la nre doliéndole al nero -¿Has oíd Trstán, y has visto? La ca tambalea de nuevo éjat de miedo or un muslo Siue, siue undiendo -Pero es que estamos ya cerquita del narciso de oro, niña Es el huerto ceado Yo no quiero, no uedo -Tócalo, Tristán, tca tambin e, rincialmente eso Cuando e unda la cera de ahí, ya no necesitarás seuir Sla s me fundirá la de los echos, la de la esalda, la del ventreHazlo, Tistán, yo necesito también eso -No, niña, es el narcio de oro Yo no puedo -Iual lo irá siendo¿ O crs que uede dejar de er porque lo toques? -Pero no es or tcarlo olamente Es que uede uno q ueerlo c?� la anre, con la re loca del nero Tena lastima, na El nero no quiere erderse y  lo ide llorando que lo deje -Hazlo Mírame los ojos y hazlo Fue entonces cuando el nero levantó sus ojos a la altu ra de los de la viren, y se encontró allí con aquellas dos miosotis vivas que echaban chisas de fueo celeste como incendios de la quimera  ya no udo dejar de obedecer Ella lo hubiera abraado en sus hoeras de voluntad y de tormenta -¡Ay, ya lo aba¿ or qu lo he hecho? ¿or qué he toca do eso? Ahora yo quier entrar, ahora yo necesito hundir  me en la humedá del huerto  ahora ya n' auantará más el obre nero Mire nia cerrada, cómo le tiembla la da  al nero, y cómo crece la sanre loca ara ahoar al nero 25

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