El Cultivo Del Magnetismo

November 7, 2017 | Author: PantaKinisi | Category: Magnetism, Soul, Love, Alchemy, Nature
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Conferencia pública Martes 6 de Octubre de 1998

INTRODUCCIÓN Para el ser humano en evolución, es de una importancia incalculable el cultivo de la sabiduría y de la sensibilidad, pues somos un vórtice bioelectromagnético que es accionado permanentemente por el ser psíquico, por el ser anímico, por el ser moral, por el Espíritu interno. Somos el resultado de la condensación de las energías Cósmicas llamadas por los Rosacruces el Alma del Mundo, y que usualmente se le da la denominación de Dios. Todos los cuerpos en la naturaleza tienen más o menos la posibilidad de fijar algún tipo de energías. Así como aquellos elementos que de alguna manera son de naturaleza magnética (es decir imanes), cuando reciben un fuerte impacto (un golpe), pierden su cualidad magnética, de igual forma, un impacto de naturaleza emocional, de naturaleza sensorial que afecte la armonía interior, destruye el magnetismo inherente al ser humano; decimos que aquél se ha tornado amagnético. Tenemos la posibilidad de acumular una mayor o menor cantidad de magnetismo que es el resultado de nuestra vida interior, que está en directa relación con nuestro ser psíquico, con nuestro ser anímico y moral.

EL CULTIVO DEL MAGNETISMO Se enseña que el planeta tiene una cualidad magnética, porque ha ido acumulando a lo largo de miles de millones de años de evolución las energías electromagnéticas de lo Cósmico, gracias a que tiene un núcleo de naturaleza férrica, que le permite acumular esa energía. No es el planeta en sí mismo el magnético ni es el ser humano en sí mismo el magnético; son los elementos materiales presentes en ellos los que son magnéticos per se. La Tierra en su movimiento de rotación en 24 horas y de traslación de 365 días y algunas horas y minutos, tiene la posibilidad de fijar las energías del Sol, que no es una estrella netamente magnética sino electromagnética; pero la energía del Sol no depende totalmente de él; la induce con su movimiento de rotación alrededor de su propio eje durante 28 días terrestres y de su movimiento de traslación en la Galaxia en 25.858, años de un cuerpo estelar de mayor magnetismo: Sirio, alrededor de el cual giran y evolucionan un septenario de sistemas solares, entre ellos el nuestro. Pero Sirio acumula tan poderosa energía del Alma del Mundo, de la Vida Cósmica, de lo Divino; energía Cósmica que es llamada también Anima Mundi, porque es la energía que anima al Universo. Las energías del Alma del mundo se convierten en una Galaxia, en Luz Astral; es decir, la luz que imanta los diferentes astros, que son los soles. Estos a su vez, habiendo fijado algo de aquella poderosa energía, tienen la cualidad de entregarle a los planetas que están evolucionando dentro del orbe de su sistema solar,

permitiendo que la Luz Astral se acumule en cada uno de los planetas convirtiéndose en magnetismo mineral. Es el magnetismo que se observa en algunos elementos minerales, pero que proviene en su grado más sutil de las energías cósmicas. Desde el punto de vista de la ciencia física, solamente cinco minerales tienen esa característica de ser definitivamente facilitadores de la fijación del magnetismo, tales son: el hierro, el níquel, el cobalto, el oxígeno y el fósforo. Son elementos susceptibles de ser magnetizados, más no son elementos magnéticos en sí. Los vegetales, animales y humanos fijamos relativamente algo de hierro que se encuentra en la naturaleza, las plantas directamente en su proceso alquímico metabólico transformando las sustancias químicas en coloides, les permite asimilarlo. Luego los animales y los humanos, consumimos vegetales especialmente aquellos ricos en hierro, lo que permite que el organismo fabrique una molécula en la sangre llamada hemoglobina, la que fija el oxígeno que a través de la respiración que a su vez atrae el Aliento Cósmico. Pensamos que únicamente el oxígeno y otros gases que no son absorbidos por el organismo y que son eliminados de igual forma que son inhalados, es lo único que penetra por las fosas nasales, pero es más. El oxígeno tiene la cualidad de fijar el Aliento de la Vida Cósmica y de imantar progresivamente todas las moléculas de hemoglobina que se encuentran en la sangre, y por ende generar un campo bioelectromagnético, gracias a la constitución morfológica, anatómica que tenemos con el esqueleto, nervios o ramales nerviosos, músculos, etc. Así, el

hombre se convierte en un vórtice bioelectromagnético y entre mayor cantidad de energía pueda acumular esa persona varón o dama, es decir, el ser humano, mayor posibilidad de actualizar sensibilidad y consciencia que es la finalidad ultérrima de la evolución. Algunas personas preguntan realmente con inteligencia: —Si el Espíritu es parte de Dios, si Dios es omnisciente, omnipotente, y el Espíritu como parte divina todo lo sabe, todo lo puede, es divino en su naturaleza, ¿qué necesidad tiene de meterse en un cuerpo imperfecto? La razón es que el Espíritu tiene la obligación de aprender a construir, manejar, gobernar un cuerpo o unos vehículos que le han de servir para adquirir una serie de experiencias que como Espíritu no tiene, pero que solamente inmerso en la materia puede ir adquiriendo para hacer posible dentro de millones de años cuando seamos Jerarquías creadoras, ayudarle a otros Espíritus en su temprana evolución vegetal, animal, humana. Esa es la razón necesaria de la evolución, esa es la razón necesaria del progreso eterno que tenemos que desarrollar en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. Pero tenemos que ser conscientes de esta vida manifestada en la materia, tenemos que ser conscientes de la importante que es el cuerpo físico, de lo que es la vitalidad que penetrando el cuerpo físico le permite accionar relativamente y adquirir la experiencia en este mundo tridimensional.

Tenemos que ser conscientes de una fuerza emocional que nos impulsa constantemente para aprovechar todas las situaciones de la vida, para emocionarnos, entusiasmarnos y aprovechar esas energías y obtener todo lo que relativamente queramos en la vida. Pero también a través de las emociones negativas, llevar como consecuencia el dolor, la tristeza y los problemas para que se convierta en nosotros en fuerza moral, conscientiva, sensorial y nos permita de esa manera poder crecer en el campo del desarrollo espiritual. Ese es el sendero básico de la evolución del ser humano. Tenemos que ser conscientes de la importancia de estos cuerpos o vehículos en donde el más conocido es el cuerpo denso que tenemos que aprender a nutrir adecuadamente y estar muy pendientes de que oportunamente el cuerpo se esté desintoxicando de las escorias que quedan de la digestión a través del aparato digestivo, de aquellos elementos que deben ser eliminados a través de los riñones y que solamente se logra si tomamos suficiente cantidad de líquido cada día. Si somos conscientes que varias veces al año debemos tomar o ingerir aquellas sustancias que estimulan la liberación de aquellas toxinas que se han acumulado en el hígado, que seamos conscientes que nuestra respiración debe ser lo más armoniosa y profunda posible con la finalidad de desintoxicar la sangre de los gases venenosos que se van acumulando en los vértices y bases pulmonares por una deficiente oxigenación y por una inadecuada postura, porque estamos acostumbrados a andar gachos por el mundo.

Debemos aprender a andar siempre con la frente en alto y a mantener el eje de nuestro cuerpo en perfecto estado vertical para hacer posible canalizar de esa manera los rayos o energías cósmicas y las energías terrestres que comulgando en nuestra interna naturaleza se han de convertir progresivamente en fuerza vital, emocional, mental, imaginal, sensorial y conscientiva. El ser humano no encarnó solamente para alimentarse, mirar televisión y perder el tiempo. La vida es mucho más que eso. Tenemos todos los días que luchar por adquirir consciencia, por aprender algo nuevo, por cultivar la estética, por ser bondadosos, por ser altruistas, porque es la única manera como nuestra evolución puede magnificarse en tiempo y espacio. ¿Qué es lo que hace cualquier persona que accede a este tipo de conocimientos? Es luchar intensamente día tras día para lograr en unas pocas encarnaciones lo que el común de la humanidad en su evolución ha de tardar miles. Porque en este mundo inconsciente, irresponsable, lleno de pasiones, de vicios de pereza, de falta de carácter y de decisión, nos estamos debatiendo permanentemente llevando al mundo a un caos del cual no ha sido posible salir. La salvación del hombre está en la interioridad y solamente con responsabilidad y con decisión, aprovechando el discernimiento, podemos día tras día ir comparando el pro y el contra de las cosas para actualizar consciencia y cultivando la sensibilidad estética, el amor impersonal, espiritual y espiritualizante, cultivando la divina armonía que es bondad, podremos crecer en sensoconsciencia.

Es así como la Vida Cósmica o Alma del Mundo eclosiona en el corazón del hombre para hacer posible de él que sea un superhombre y del superhombre convertirse en un ser divinizado y perfecto. Es la fuerza moral del ser humano que se hace sensibilidad, la que progresivamente ha de vincular la consciencia interna o el espíritu a la Consciencia Cósmica, Alma del Mundo o Vida Universal; es la sensibilidad el punto de contacto o el puente de unión entre el hombre microcosmos y el macrocosmos universo. Es la sensibilidad lo que despierta el sentido de la belleza, de la armonía y de la espiritualidad, y es únicamente la sensibilidad la que nos permite que la verdad de la existencia se vaya convirtiendo en consciencia para hacer posible que nuestra vida sea digna de vivirse. Solamente el hombre místico, el hombre espiritual logra acumular la mayor cantidad de estética en su vida lo cual se convierte en magnetismo. Los seres más magnéticos son los seres bondadosos, los altruistas, los que piensan de alguna forma en los demás. Quien no piensa en los demás, que únicamente piensa en satisfacer su naturaleza inferior comiendo en exceso, bebiendo, insultando, emocionándose de una manera negativa, cultivando la ira, la envidia, el odio, la incertidumbre y las pasiones de toda clase, se convierte en un ser amagnético y falto de espiritualidad. Las personas magnéticas son más longevas porque llevando vida mística, logran fijar mayor cantidad de energías del Alma del Mundo a través de su respiración y

por eso mantienen la cohesión molecular de su existencia durante mayor cantidad de tiempo. Las personas activas pero también de naturaleza violenta tienen una respiración agitada y aunque físicamente tengan una poderosa actividad, su vida es breve porque las energías del Alma del Mundo se retiran rápidamente del vórtice corazón, lo que lleva a fallecer prematuramente; es que ya no hay vida espiritual en su ser psíquico, anímico y moral y por lo tanto no tiene la posibilidad de continuar avanzando en este mundo tridimensional. Depende de nosotros y únicamente de nosotros el cultivo de ese sentido espiritual de la existencia. Esa es la manera como podemos acumular mayor cantidad de magnetismo. Es la bondad, es la ternura, es el servicio, es el altruismo, lo que realmente hace del ser humano un ser espiritualizado. Es lo que nos eleva, es lo que nos pone a comulgar con las energías del Alma del Mundo o con el Cristo cósmico, que cada vez eclosiona con más fuerza y poder en el corazón del hombre y le va haciendo de un hombre común un superhombre, le da esa fuerza moral para poder soportar todas las vicisitudes de la vida, para soportar sus enfermedades, sus penas, sus miserias, su hambre, no importa absolutamente para nada su naturaleza física, siempre y cuando pueda servirle a los demás. ¿Cómo acumular esa energía magnética cósmica? Cuando estemos en cualquier lugar, debemos siempre estar erguidos, inhalar con la mayor mística posible, no respirar con fuerza (salvo que estemos haciendo

ejercicio), porque eso agota nuestra vitalidad, nos marea, nos debilita. Debemos respirar con la mayor suavidad, con la mayor armonía, con la mayor mística y esto si lo hiciéramos todos los días durante años continuos, haríamos que nuestro organismo se regenerara casi que permanentemente. Cuando nos emocionamos por alguna razón cualquiera, bien sea que estemos nerviosos, celosos, irascibles, se respira con fuerza, el alentar se altera profundamente; entonces nos volvemos pálidos o rojos, nos mareamos o nos sentimos agotados; es porque hemos quebrantado el ritmo del aliento universal y por eso se pierde gran cantidad de esa energía de la Vida Cósmica. Qué diferente cuando estamos cultivando la mística, cuando cultivamos la estética, la armonía, cuando estamos admirando la naturaleza, la belleza de la otra polaridad de la existencia, el hombre admirando la belleza de la mujer desde un punto de vista estético, no material, cuando la mujer admira la virilidad del varón desde el punto de vista estético no material, cuando estamos solazados en un amanecer, en un atardecer, en un día soleado, en una lluvia fuerte, en un jardín florido. Esos momentos de mística espiritual cuando estamos cargando un tierno bebé, recién nacido, el cual despierta en nosotros las más profundas fibras de nuestro ser haciéndonos comulgar definitivamente con el sentido espiritual que es el Cristo. Son momentos solemnes de la vida y si lográramos perpetuar esos momentos día a día, nuestro cuerpo se rejuvenecería, y a no ser porque necesariamente todo lo que nace debe fallecer, seríamos prácticamente eternos.

Estos conocimientos son tan antiguos como el hombre, como el ser humano. Cuando el ser humano imaginó que podía mejorar su vida y su evolución, en ese momento surgió el conocimiento esotérico, conocimiento que solamente aquellas almas anhelantes, deseosas de lo espiritual han ido buscando para calmar su sed de conocimiento, su sed de progreso. De nosotros depende si estos conocimientos los convertimos en parte de nuestra vida o si simplemente los dejamos pasar sin ninguna trascendencia. Lo único que puede elevar al hombre es su sentido espiritual es lo que los Rosacruces simbolizan con la rosa como símbolo del alma, de la bondad, de la armonía, desarrollándose esplendente en la cruz, nuestro cuerpo, en donde la Divinidad se ha hecho substancia-vida para hacer posible que las experiencias de la existencia nos vayan ayudando a adquirir mayor cantidad de evolución. Es solamente el conocimiento, la consciencia y la espiritualización del ser, la función de lo que hemos venido a realizar en este mundo tridimensional. No vinimos a gozar ni a sufrir, pero el hecho de que gocemos o suframos depende única y exclusivamente de la ley cósmica de Causa y Efecto mediante la cual cada uno de nosotros tiene justamente lo que se merece, cada uno de nosotros cosecha lo que siembra. Por eso si queremos que nuestra vida sea diferente, si queremos que en el día de mañana no nos falte lo necesario para vivir, aprovechemos las oportunidades de trabajo y de una manera honesta trabajemos. Si queremos el día de mañana ser sabios, dediquémonos a estudiar, a comprender, a discernir para llegar a adquirir

el conocimiento. Si queremos en el día de mañana tener un magnetismo prodigioso como el Señor Jesús mostró, mediante el cual con su sola presencia podía sanar instantáneamente a cualquier persona que con profunda confianza se acercara a él, también lo podremos lograr. Cuando uno piensa con amor en otra persona, la otra persona instantáneamente se da cuenta. Una madre, en la profundidad del amor de su corazón, sabe instantáneamente cómo se encuentran sus hijos. Entre dos personas enamoradas, mientras exista amor y no pasión, instinto o lujuria, cuando el uno piensa en el otro, el otro instantáneamente se da cuenta que el anterior está pensando en él o en ella. Hay una comunión de almas, es la fuerza de la armonía, de la sensibilidad del Cristo, lo que permite que se contacten los seres humanos. Solamente podemos ser magnéticos si cultivamos la estética. De resto seguiremos siendo desagradables para los demás porque nuestra vida es emotiva y mental, por eso los demás nos rechazan. Quien es tremendamente racional es desagradable; hablar con esa persona es chocante, incluso el sólo hecho de mirarle, porque es demasiado mental, demasiado racional. Pero las personas místicas, los verdaderos artistas, los místicos, los poetas, son verdaderamente magnéticos y da gusto compartir el campo electromagnético del aura de esa persona en un momento determinado. ¿Cuál es el camino que queremos seguir? ¿Cómo queremos vivir nuestra vida? ¿Cómo queremos acercarnos a los demás? ¿Cómo queremos que los demás nos vean? Y lo que es más importante, ¿cómo queremos vernos a nosotros mismos? De nosotros depende.

El que es magnético, puede llevarle la armonía perdida a las almas en tribulación, porque al ser magnético ayuda a que los demás comprendan los misterios de la vida y del ser y eso se puede lograr con la meditación para reencontrarnos internamente, hallando paz, aumentando las corrientes energéticas en nuestro cerebro, corazón, de tal suerte que tengamos la posibilidad de aumentar la comprensión de cada una de las situaciones de la vida. A mayor evolución de una persona, menor necesidad de instrucción tiene. A menor evolución, mayor necesidad de repetición, mayor necesidad de estudio para poder llegar a la relativa comprensión. Cuando se trae evolución en el campo interno, prácticamente se comprenden los conocimientos esotéricos a la primera mirada. Pero, cómo llegar a esa magnitud de comprensión? A través de la meditación, a través del cultivo del magnetismo universal que es el espíritu del Cristo dentro de nosotros. En la obra “Curso de Magnetismo personal” de O.H. Hara, se enseñan una serie de prácticas de nutrición, de ejercicios y de lo que debe ser el estado interno, para que a través de la meditación podamos acumular una mayor cantidad de magnetismo y de esa manera servirle a la humanidad, porque el que es magnético puede sanar no solamente las enfermedades del cuerpo sino los males del alma. Es una obra prodigiosa, pequeña, corta, quizás en textos pero gigantesca en contenido. “Toda reacción magnética verdadera consiste en un intercambio de magnetismo entre dos centros”. Entonces, entre las leyes del electromagnetismo, implica siempre que hay una fuente de irradiación y una fuente

de recepción. El flujo electromagnético implica eso, en donde un polo siempre es el que induce, el que irradia y otro es el que absorbe. Pero cuando el que induce ha liberado su energía, al hacerlo, queda vacío, de momento queda pasivo, ya deja de ser inducente, se torna receptor, mientras que los que han recibido, inmediatamente cambian su polaridad y se tornan activos, irradiantes. El que llegue a comprender y aplicar esta ley del electromagnetismo, puede llegar a tener grandes éxitos en su vida, en su trabajo, en su relación interpersonal, en su relación afectiva conyugal, etc. Saber que no podemos estar siempre solamente positivos o solamente negativos, solamente irradiantes o solamente absorbentes. Para que haya una circulación normal, sana de las energías que todos tenemos, tiene que haber irradiación y una absorción, circulación de las energías. Así como la acción del calor evapora las aguas y se convierten en nubes, ellas primero han tenido que ser absorbidas y luego ellas inducen por su propio peso la lluvia y vuelve y comienza el ciclo. Es un ciclo eterno, es ir de lo masculino a lo femenino, es ir del día a la noche, es ir de lo caliente a lo frío, es ir de la luz a la sombra, para que exista el movimiento. El movimiento es imposible mientras haya equilibrio, de manera que el equilibrio implica estatismo, quietud. Solamente el movimiento de un polo a otro de las energías, implica cambio y ese cambio es una transformación permanente. En el caso de las parejas, si el marido siempre quiere mandar y la esposa tiene que ser siempre sumisa, entonces hay un viciamiento de las energías, en este caso conyugales, hasta que llega el momento en que tiene que haber una ruptura. Lo mismo que cuando la esposa

siempre quiere gritar y gobernar y el marido se torna pasivo. La verdadera armonía se logra cuando se comprende que hay momentos en que tenemos que ser activos y otros momentos pasivos. Cuando es el momento en el hogar o en nuestra relación interpersonal, de llevar la vocería, de decir algo, de actuar, se debe hacer. Pero si un instante después, nos damos cuenta que es necesario callar, aceptar, recibir; con esa inteligencia, cambia uno la polaridad y se torna en ese momento pasivo y escucha, recibe. Cuando eso ocurre, la otra persona que estaba pasiva se torna positiva otra vez. El problema entre los cónyuges —y hago la referencia aquí porque yo pienso que es un problema de la humanidad— tiene que ver con que el hombre siempre quiere ser un centro de mando, “primero yo en todo”. El hombre en su naturaleza es siempre activo, irradiante. La mujer en cambio, es un centro de atracción, porque ella quiere agradarle a todo el mundo; se arregla no solamente para el marido, también para todo el mundo. A ella le gusta verse bonita y que todos la vea linda, porque tiene la cualidad de atraer, es la naturaleza femenina. Lo que sucede cuando dos temperamentos fuertes se enfrentan, como ambos quieren mandar, el resultado son problemas y ruptura. Esa es la situación del electromagnetismo. Cuando se es necesario ser un centro de mando, se es; luego cuando la mujer se pone de mal genio o alguien quiere preponderar, se lo deja, uno se queda callado, en ese momento se es un centro de atracción, la energía circula y la otra persona queda “sin

piso psíquico” en ese momento, siendo el momento cuando puede uno volver a actuar. El varón en relación con la mujer en los aspectos íntimos, cuando se prepara para el connubio y mientras está en el, es irradiante, tiene polaridad activa; pero una vez en que ha llegado el momento del clímax, se torna pasivo, cambiando la polaridad de la mujer que se torna activa. Mientras el hombre decae, ella brilla más, acrecienta su magnetismo y su poder. Son leyes de la naturaleza, es un circular de energías, siempre y por siempre. Aprender acerca de la actividad electromagnética en nuestra vida práctica nos evitará problemas, en la forma de tratar a los demás, a nuestros jefes, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros amigos, a nuestros familiares, debe ser siempre un “tira y afloje para que circulen las energías universales en nosotros. Cuando siempre se es irradiante, el resultado es un agotamiento completo por lo que se refiere al operador y un efecto insulso, por lo que al receptor incumbe. En cualquier campo uno siempre tiene que dar y tiene que recibir, es un eterno circular de las energías. Desarrollar un verdadero potencial electromagnético en nuestra naturaleza puede obtenerse mediante las reglas siguientes: — Energía concentrada en el fin que se desea. Cualquier meta que nos propongamos, sea en lo físico, en lo vital, en lo emocional, en lo mental, en lo imaginal, en lo sensorial, en lo conscientivo, implica que tengamos una imagen poderosa, de qué es lo que queremos lograr. Esa es la meta o ese es el ideal. Tenemos que tener un ideal para lograrlo. Si no tenemos ideales, si no tenemos

metas, ¿qué vamos a lograr? Las personas exitosas, los millonarios, se ponen una meta, “este año –dice el millonario– voy a conseguir cinco mil millones”. No dice voy a conseguir un millón; no, dice cinco mil millones, puede que llegue a los cuatro mil novecientos noventa y nueve millones. Cuando no se tienen metas no hay logros, porque nos volvemos conformistas, aceptamos lo que la vida nos mande, “está bien, bendito sea mi Dios, yo soy así porque Dios lo quiere”. No señor, uno es como es porque uno lo quiere. Nosotros somos artífices de nuestro destino. Somos lo que nosotros queremos ser. “Yo soy tímido porque yo soy así”, pero yo me puedo convertir en un ser espontáneo, agradable, activo, porque yo lo quiero. “Yo soy bravo porque yo soy así”, pero yo me puedo convertir en un centro de armonía, de dulzura y de suavidad porque yo lo quiero. “Yo soy muy pobre, por eso yo que voy a lograr nada”. Pues siga pensando que es muy pobre y seguirá siendo miserable el resto de la encarnación y el resto de las que le quedan también. Pero si mantiene imágenes de prosperidad y si se esfuerza en aprovechar todas las oportunidades que le da la vida, progresará. Una persona no tiene empleo y aspira a mucho por supuesto, uno mira alto, entonces le resulta un empleo que no está tan alto. La vida le está enseñando que tiene que escalar, que la naturaleza no da saltos. Si quiere llegar alto, debe aprovechar los peldaños. Pero para la mayoría, si no le resulta lo mejor de una vez, no aprovecha los peldaños. Es el gran problema de la humanidad. Si la vida fuera fácil, entonces qué objeto tendría la evolución, qué objeto tendría si instantáneamente

pudiéramos obtener todo lo que quisiéramos. No adquiríamos experiencia, ni voluntad ni consciencia. La vida no es simplemente para gozar o para sufrir, es para adquirir experiencia. Pero aprovechemos todos los momentos que la vida nos ofrece. — Capacidad de proyectar imágenes. El que se entrena a través de la concentración y de la meditación para formar una imagen precisa de lo que quiere, y aprende a proyectarla en el espacio y en el tiempo, va atrayendo de los planos sutiles todas aquellas energías que le van a servir para realizarlo, para satisfacer esa meta que está buscando. No se puede dar instantáneamente, no es posible. — Conocimiento de las leyes de la polaridad. Conocer la polaridad, cuándo se es irradiante y cuándo se es absorbente. —Un correcto conocimiento de lo que se debe elegir como instrumento magnético. El objeto que la gente suele llamar un talismán, cuando algunos van y lo compran y empiezan a tener confianza en que “ahora sí voy a lograr el trabajo porque yo llevo el talismán”, cambian su polaridad magnética, están irradiando una fuerza y liberando una imagen que actuará, en la psique de aquellos que le pueden ayudar, favoreciendo que la persona consiga trabajo. No es el talismán. No pensemos que vamos a comprar una estrellita o una elemento extraño, ponernos el brazalete mágico y que así vamos a obtener todos los poderes, todo el dinero, todo el amor y toda la salud. Eso es falso. Si eso fuera así, no existirían pobres ni personas tristes, ni enfermos. Eso es muy bueno pero para el que las vende, ese por lo menos

gana dinero, aunque puede que no gane felicidad ni salud con su estafa. El más grande talismán, es el optimismo, unido a una alegría completa, a una fe inquebrantable. Fe no como dogma, no para ir de rodillas para que “le hagan el milagrito”. Fe es confianza, confianza en el poder que tenemos, como chispas divinas encarnadas para lograr lo que deseemos. Somos dioses encarnados, porque si “somos hechos a imagen y semejanza de Dios”, si somos parte de la Divinidad, somos dioses. Encarnados porque estamos dentro de esta carne, dentro del cuerpo. Podemos obtener todo lo que queramos aunque no es instantáneo. La naturaleza no da saltos. Una semilla no se convierte en un árbol gigantesco en un instante. Todo lleva un proceso; la vida que está latente en la semilla vida va despertando, gracias a la acción magnética de la tierra, a la humedad que le proporciona el agua, al calor, al electromagnetismo solar y a los gases que circulan por el aire; germina la semilla y el milagro de la vida reinicia su proceso. Así somos nosotros. Tenemos no solamente una semilla sino muchas: semilla de la inteligencia, semilla de amor, semilla de acción fecunda y semilla de la generación, semillas que debemos conocer y cultivar. Si se cultiva la semilla de la inteligencia, hace a la persona a lo largo de su vida más inteligente, más comprensiva, más consciente, más sabia. Por algo se dice que “el diablo sabe más por viejo que por diablo”. Es porque la madurez y no es la vejez, proporciona sabiduría gracias a las experiencias de la vida. Unos

dicen que se nace genio, que se nace sabio, pero para nacer se tiene que hacer. Los Rosacruces siendo renacentistas y evolucionistas, comprenden que es un proceso de trabajo permanente. Si yo me esfuerzo en desarrollar mi semilla de la inteligencia para que se convierta en sabiduría, en consciencia, en comprensión, iré mostrando cada vez más esa cualidad y en futuras vidas, se nacerá sabio. Cuenta la tradición China que Lao Tsé, nació ancianito. Obviamente eso dice la tradición, pero no está haciendo referencia a que haya nacido un bebé anciano. Es que ese Espíritu era muy viejo en la evolución; se había esforzado tanto en otras vidas en desarrollar la inteligencia con la que asombró al mundo, que por eso decían que nació viejito, no de cuerpo, no de figura, porque sería antinatural, pero sí de consciencia, de inteligencia, de saber. La semilla del amor, corresponde con la sensibilidad, la armonía, la espiritualidad. Está más dormida que las otras semillas de nuestra naturaleza interna, porque la inteligencia estamos poco a poco desarrollándola, pero el amor, no queremos, no podemos o no sabemos desarrollarlo porque no nos lo han enseñado, porque no nos han inculcado el valor del amor, no nos han instruido en el cultivo de la estética, de la sensibilidad, de la bondad, del altruismo. Como mucho nos enseñaron a darle un beso a la mamá y al papá, cuando nos despertamos o cuando nos acostamos, eso ya es algo. Pero resulta que es mucho más. Es día tras día aprovechar la semilla del amor presente en lo profundo de nuestro corazón, para cultivar estética y mística, escuchar música brillante, especialmente la que nos llega

al alma. Extasiémonos en la belleza del sol al amanecer. Pongámonos de frente al sol y digamos como en oración hacia el Logos Solar que es la Vida tras el Sol físico: “Ego Solar, tú que eres la base de todo amor, de toda Luz, de toda salud, de todo saber, ven penétrame, báñame, lléname, despierta en mí toda tu Divinidad que es parte de tu vida”. Los antiguos le rendían culto a la Vida del sistema solar, en donde el Sol es el representante físico de la Vida Cósmica que tiene en nosotros su correspondiente centro electromagnético en el corazón. De allí sale la vida, la energía, desde allí se impulsa la sangre plena de energía solar, de oxígeno hacia todas las partes del cuerpo. El corazón es el reflejo de la Vida Cósmica, llamado por los esoteristas el Cristo. El Sol no es el Cristo, sino el representante físico de la energía cósmica, de la vida universal, llamada el Cristo y que tiene su base en el centro de nuestro corazón como una semilla, la semilla crística. Cultivamos esa semilla cuando admiramos un bebé, pues no hay nada que despierte más estética que admirar el milagro de la vida al momento de nacer tanto un animalito como un ser humano. Mirarlos tan pequeñitos, tan tiernos, da deseos de apretarlo contra el pecho, porque el centro del amor está en el pecho, en el corazón, porque allí está la semilla del amor, la semilla de la sensibilidad. Miremos la belleza de las flores en los jardines, en el campo, en todas partes. Veamos la armonía de las figuras que los antiguos pintores, escultores y artistas en general dejaron plasmados, para que la humanidad

pudiera solazarse en la belleza de las formas y en sus colores. Así se despierta sentido estético. La poesía que es música hecha palabras, tiene como finalidad despertar el sentido estético en nuestro ser. La poesía surge en aquellos momentos de estética, de mística, cuando se siente la armonía de la vida y se siente cómo vibra esa fuerza dentro del ser; instantáneamente se va convirtiendo en palabras. Los más famosos poetas le han cantado al amor, a la belleza, a las estrellas, a la noche, a la naturaleza. Ese es el cultivo del alma, el cultivo de la semilla crística, de la semilla de la sensibilidad, cultivando la poesía, la música, la pintura, la escultura, la danza. Qué posibilidad tan maravillosa se tiene en cada país con las danzas típicas, con el folclor, en donde con armonía, hombres y mujeres danzan manteniendo el mayor ritmo posible, jugando a darse cariño, simulando darse besos, jugando al juego del amor, pero el amor bello, el amor espiritual. Esas danzas despiertan estética, despiertan armonía y ritmo. Si a nuestros niños desde pequeños en el colegio les enseñaran esas danzas y los pusieran a danzar todos los días diez minutos, especialmente nuestros ritmos folklóricos andinos, en veinte años nuestro país, sería el centro del arte, de la espiritualidad, de la literatura y de muchas cosas buenas en el planeta, y desaparecería como por arte de magia la mentira, el asesinato, la maldad, porque el arte y la mística subliman los aspectos negativos de la personalidad. ¿Y qué es sublimar? La física lo enseña: es pasar de los estados más densos a los más sutiles de la materia. La

sublimación en el agua es pasar del estado sólido (hielo), al estado gaseoso. Sublimar es pasar de los estados más densos de la personalidad (ira, envidia, odio, celos, incertidumbre, lascivia, pereza), para convertirlos en los aspectos más sutiles de la individualidad (acción fecunda, sensibilidad, inteligencia, comprensión, armonía; Así nuestro planeta sería mejor. Pero, ¿quién le enseña esto a los gobiernos para que ellos hagan el cambio? ¿Por qué entonces la humanidad no cambia? Porque hay que mostrarle al mundo la forma de cambiar, pero depende de cada uno de nosotros. En la medida en la que cada uno de nosotros mostremos el cambio, iremos estimulando a quienes nos rodean. Porque hay que mostrar el camino, y ¿cómo se muestra? viviéndolo. No es necesario pregonar, únicamente se vive para que otros sientan la necesidad de recorrerlo. Sensibilidad y consciencia, he allí las dos simbólicas columnas del templo. Encarnan lo masculino y lo femenino de la naturaleza, la electricidad y el magnetismo, el Macrocosmos universo y el microcosmos planeta para hacer posible la evolución. La semilla de la acción, es de naturaleza emocional en directa relación con la zona umbilical. Allí están archivadas las pasiones más absurdas y negativas de la humanidad. Podríamos decir como se enseña esotéricamente, que allí está el átomo del enemigo secreto; allí está “nuestro demonio” que nos hace cometer tantos errores. En la zona abdominal tenemos un “cerebro de emociones”; incluso se dice científicamente que tenemos un “cerebro intestinal”, desde la última porción del

esófago, estómago, duodeno, intestino delgado e intestino grueso. Son una serie de tejidos, de células, en donde los neurotransmisores que se encuentran allí, son idénticos a los del cerebro. Además, se producen allí algunas substancias, que actúan como analgésicos, como calmantes y relajantes. Así ha surgido una nueva ciencia: la neuropsicofisiología del aparato digestivo. Ahora sí podemos entender por qué una persona “siente mariposas en su estómago” cuando está nerviosa, como le sucede a los enamorados, que sienten vacío en el estómago. También por qué aquellas personas que van a presentar un examen o una entrevista, les da diarrea; por qué otro que está muy nervioso le da por vomitar. Es debido a las substancias químicas de los receptores nerviosos que se encuentran en la zona abdominal, que son un relicto de un cerebro primitivo escondido en los albores de la evolución. Es la semilla de la emoción, la que nos lleva a buscar alimento y a luchar por él si es necesario o si no, fallecer por inanición. Allí está guardada con la información del inconsciente colectivo, todo lo que son las guerras de miles y miles de años, los odios, los vicios, las pasiones, allí se encuentran encerrados y pobre de aquel que deje salir esa fiera que está allí dormida. Su vida se convertirá en un infierno, víctima de los celos, del temor, de la ira, de la envidia, de los chismes, de la crítica, de la incertidumbre, de la angustia. Es un cerebro emocional y para la acción, que deben convertirse cada vez en acción y emoción fecunda, para lograr las metas que nos propongamos. Es una fuerza tan

tremenda, que nos hace luchar para proteger la vida, para obtener los alimentos, para conseguir a la persona que queremos. Aprovechemos esa energía para llenarnos de entusiasmo, de pasión por lo que queremos obtener, el conocimiento, el arte, la salud, el dinero. La semilla generacional, no menos importante que las otras semillas, hace posible que seamos progenitores. Esta semilla es tan poderosa, que impulsa al ser humano a conquistarlo todo. No hay fuerza superior a ésta, porque el fin de la energía contenida en esa semilla, es la de perpetuarse siempre. Aquellos que por cobardía, por minusvalía o por falta de conocimiento no pueden llegar a obtener a su amada o a su amado, los lleva a desarrollar psicopatologismos. Psico, de psique, alma; patologismos, enfermedades; son las enfermedades del alma. Unas se convierten en enfermedades físicas de cualquier índole, no solamente a nivel genital, sino en cualquier parte del organismo como mal funcionamiento de un órgano, hiperfunción de otro; que muchas veces se debe a las reprimidos psicosexuales, pues allí hay un doble problema, el exceso o el defecto. Si se abusa de la semilla generacional, se provocan problemas; si no se usa, muchas veces también provoca problemas. Pero ya dijimos que la solución es la sublimación a través del arte, del cultivo de la estética, de la poesía, de la pintura, de la escultura, de la danza, de la bondad, del altruismo. Los psicopatologismos se convierten en psiconeurosis. El varón se convierte en un neurótico, grita, explota, pelea, discute, se vuelve un mounstruo de los celos, brusco, ordinario, soez. La mujer desarrolla histeria,

llora y quiere estar sola o quiere reír o comer o no quiere volver a comer o quiere discutir. ¡Quién no vive estas situaciones, quién no las ha vivido, quién no las está viviendo y quién no las vivirá! No se salva nadie. El señor Freud le vino a dar la mano al mundo, mostró un camino, el psicoanálisis, el análisis del alma. El alma no es el Espíritu. El Espíritu es el centro de consciencia, la chispa divina emanada de la Vida Cósmica. El alma es la sensibilidad que inicialmente es emoción, siendo el mediador entre el Espíritu y nuestro cuerpo. En un principio, en estados salvajes de la evolución, se manifiesta como instinto, como emoción. Posteriormente entra la humanidad a un estado de mente, fuerza mental y emoción, que es lo que estamos actualmente, pero con la evolución, convertiremos esa fuerza mental en consciencia, convertiremos toda esa emoción y ese instinto, en sensibilidad. Entonces habremos logrado el paseo terrestre, llevado a su fin. No va a ocurrir dentro de cinco años ni dentro de cien, eso tardará miles de años, qué importa el tiempo, es solamente conceptual, porque la evolución, tiene toda la eternidad para verificarse, pero podemos acelerar el proceso. Entonces esos procesos psicoanalíticos, tienen tres escuelas importantes: La escuela del señor Freud, en donde hizo referencia a la psiconeurosis, a las patologías del alma debido al exceso de abuso de la energía sexual o de la represión de la misma. Y dijo, la solución es la sublimación. La sublimación es buscar el aspecto bello de la vida, el aspecto sensible de la vida, no buscar el aspecto ordinario de la vida. En vez de mirar con lujuria, con bajeza a la

otra polaridad de la existencia, mirémosla con armonía, con estética, con gusto. Cuando miremos los varones, a una mujer, en vez de decir uf como está de no se qué, simplemente digamos Oh, que bella, que bella armonía en la figura que la Divinidad ha permitido que exista sobre la faz del planeta para que podamos nosotros los varones extasiarnos en la armonía y delicadeza de su figura, de su forma, de su voz, de su estética, para poder sublimar mi vida para convertirla en belleza y en consciencia. Y la mujer, en vez de decir, pero mirá aquel como está tan bien de no se qué, suelen decir, entonces admirar en ese varón, su inteligencia, su gallardía, su porte, su virilidad, admirar la posibilidad que ese varón le da para que pueda ser madre, para que el milagro de la vida y de la evolución, pueda surgir, pueda manifestarse, pueda continuar y así eternamente. Eso es comenzar el sendero de sublimación conscientemente. Entonces a la otra polaridad de la existencia nosotros decimos Oh, pero qué belleza, Ah, qué armonía, qué felicidad. Pero si decimos uf, estamos hundiéndonos en el fango, en el cieno. Si nos reunimos con los demás, a decir chistes verdes, ordinarios, acerca de esa semilla poderosa de la generación, entonces estaremos mundanalizando nuestra vida y por ende mundanalizando la evolución de la humanidad, obstaculizando nuestro perfeccionamiento y obstaculizando el perfeccionamiento de la humanidad, porque somos celdilla, células del mismo cuerpo llamado planeta y en la medida en cada uno de nosotros esté

corrompido, sucio y enfermo, toda la humanidad estará sucia, corrompida y enferma. En la medida en que cada uno de nosotros luche por perfeccionarse, por espiritualizarse, por limpiarse, toda la colectividad empezará a limpiarse, a perfeccionarse. Pero el trabajo depende de nosotros, sólo de nosotros. No depende del cura allá en la iglesia que hace una gran labor despertando el sentido místico, no depende de darnos golpes de pecho y decir, yo me confieso ante vosotros mis hermanos y ante yo no se quien, a los demás qué les importa si no nos damos golpes en el pecho. Es en la profundidad y en el secreto de mi santuario, allá en el hogar solito en donde yo me doy cuenta de que he cometido errores y abusos en el templo cuerpo y ante los demás y por los demás y con los demás y prometo a mí mismo, que voy a perfeccionarme. Pero yo pecador me confieso ante vosotros y yo no se quién, después sale y peca, porque el que peca y reza empata, entonces así no vamos a ninguna parte. El cambio está en nosotros. No es pagando cien mil pesos por un curso maravilloso que van a dictar este fin de semana en no se donde y entonces allá si le enseñan todo, no. Puede que le enseñen algunas cosillas, pero si no las aplica, sigue la misma tontería. O que yo mando cien dólares allí, entonces me manda un curso secreto, dice “curso secreto”, esto sí es, vaya guárdelo allá, con los libros porque es muy secreto a ver a dónde lo lleva, a ninguna parte. De pronto si lo que dice allí vale la pena y lo aplica, maravilloso, progresará, pero no es instantáneo. A que llegó el maestro fulano de tal y que el hombre le dice a usted una palabra clave y entonces usted deja de comer carne y huevos y se sienta así, y entonces listo.

Listo qué? No pues que el maestro se lo lleva a usted cuando usted se muera, el maestro se lo lleva directo para el cielo, no vuelve nunca más a este mundo lleno de penas y de dolores. ¿Por qué nos dejamos ilusionar y engañar? Por Dios. El Señor Jesús dijo: sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Cómo vamos a ir a donde el Padre siendo imperfectos! No es lógico. No es que porque nos dicen tres palabras o cinco palabras misteriosas y nos sentamos de una manera curiosa, nos paramos de cabeza, entonces ya somos clarividentes, clariaudientes, telépatas, podemos sanar instantáneamente, eso es falso. Muéstrenmelos dónde están para yo ir. Eso no es como soplar y haciendo botellas. La espiritualidad no se compra. La espiritualidad y el perfeccionamiento no se obtienen porque yo me vista de azafrán y me haga una colita acá o me rape toda la cabeza que ya es más fácil, no es posible. La espiritualidad no se hace propaganda. No es colgarme aquí un cachalandrito que huele a sándalo o que tenga tres cruces y dos palitos; eso no sirve para nada. Que me voy a convertir en el ser más poderoso porque fui y compré allí en tal librería, en cualquiera, una imagen maravillosa y me la coloco acá. No nos dejemos engañar, seamos conscientes. Utilicemos la semilla de la inteligencia para pensar. No nos dejemos dogmatizar. Utilicemos la semilla de la sensibilidad, para despertar la mística, el amor, la bondad por nuestra familia que son los que están más cerquita, con nuestros amigos y luego por toda la humanidad como hizo el Señor Jesús. Utilicemos la semilla de la acción

fecunda para apasionarnos de un ideal y lograr el éxito que queremos. Muy especialmente para ustedes que están muchachos, logren el éxito que quieren por favor, pero mantengan un ideal. Si tienen un ideal, tienen una meta. Si ustedes no saben qué van a hacer en la vida, van a seguir así andando de allá para acá con una venda en los ojos, perdiendo el tiempo, qué pesar. Ir a las fiestas los fines de semana, eso es sabroso, bailar, maravilloso. Para uno ser un espiritualista no se requiere ir a encerrarse en una cueva en una montaña, que creo que aquí las montañas no tienen cuevas. No señor, es un sentido interior. Ir a una fiesta y compartir con los amigos, reírse sanamente, bailar con las muchachas bellas y con las abuelas hermosas, está bien, eso es sano, quién dijo que eso es malo. Lo malo es olvidarnos de que tenemos esa esencia pura y espiritual, bonita, que debemos aprovechar. Que la semilla de la generación tenemos que utilizarla si somos responsables y si estamos muy enamorados y ambos quieren darle la oportunidad a algún amigo de esos de otras vidas, a algún familiar, a algún ser de evolución que quiere que nosotros seamos sus padres y tenemos la posibilidad económica de sostenerlo, hagámoslo. Qué mejor servicio le podemos prestar al mundo que en un abrazo de amor, de ternura, de cariño altamente espiritual, podamos engendrar un hijo sano y perfecto, inteligente y bello, qué es posible. Que por qué vienen tantos seres a mostrarnos el camino? Porque es necesario que veamos el ... Freud nos habló de esa energía tremenda, de la semilla de la generación.

El señor Jung, C. G. Jung, su compañero, amigo, discípulo, después fundó otra escuela y dijo: ah, yo pienso que lo que hay que trabajar es en la alquimia y por lo tanto el cultivo de la mística es muy importante. Y se dedicó a buscar y buscar en las escuelas esotéricas y de pronto en sus sueños, el señor, Carl Gustav Jung, recordó que en otra vida, en otro cuerpo, había pertenecido a una logia esotérica, que había un salón, que tenía dos columnas, que el piso era de mosaicos blancos y negros, que había libros que tenían unos conocimientos maravillosos que no se encontraban en el mundo y dijo: realmente tiene que existir eso de la reencarnación y tiene que existir el camino que ayude a la humanidad a perfeccionarse. Ese camino, es a buscar el aspecto álmico, el aspecto sensible dentro de la química de la vida. ¡La alquimia! Ja, esos viejos alquimistas, algún secreto tenían, vamos a buscar. Ah, con que éstos decían que hay que fabricar oro aprovechando entonces bajos metales, el plomo, el estaño y el hierro, ja, viejos, sí sabían cómo era la cosa. De manera que el oro es la genuina espiritualidad, es la armonía, es la mística, es la bondad y los viles metales, los metales ordinarios, el plomo, el estaño, el hierro, claro! Son nuestras pasiones, son nuestros odios, son nuestra emotividad. Esa es la parte negativa que tenemos que trascender, por supuesto. Encontró el camino y le mostró el camino al mundo. “Símbolo de transformación”, una de sus obras, muestra el camino de la alquimia, muestra el camino de la regeneración del hombre, a través del cultivo de ... , aprovechando todas las imágenes simbólicas que encontramos en los libros de los antiguos, porque allí se

encuentran grandes ... , se encuentra cómo levantarle una punta al velo del misterio. Otro psicólogo, Adler, dijo: yo veo que la humanidad sufre mucho y el problema es que algunas veces nos sentimos superiores a este o inferiores a este, eso ¿por qué? Descubrió que realmente la humanidad sufre de plusvalía y de minusvalía. Sufrimos plusvalía, es decir, nos sentimos que valemos más, ante algunos y sentimos que valemos menos ante otros. ¿Por qué voy a tener que agacharle la cabeza al presidente de la república? Lo trato con altura, con respeto; tiene su dignidad y está muy bien, pero me voy a sentir humillado y tímido porque el señor es el presidente o porque el otro tiene más plata que yo, no señor, eso es inconsciencia. La plusvalía y la minusvalía se llaman inconsciencia. Yo no me tengo por qué sentir ni más que nadie ni menos que nadie, por qué me voy a sentir más que una persona que tenga menos dinero que yo o que tenga menos conocimientos que yo o que tenga menos belleza que yo. No señor, hay que cultivar la semilla de la consciencia para trascender la plusvalía y la minusvalía. La humanidad sufre mucho, sufre por inconsciencia. Muchas personas no quieren hablar con las demás, que porque esa persona tiene muchas alhajas o esa persona es muy estudiada o esa persona tiene muchos títulos o esa persona es muy bonita. Por favor, somos seres humanos, somos parte de la misma esencia cósmica. Por qué una mujer se va a sentir menos que otra porque tiene las piernas más corticas o porque las tiene con várice o porque la otra señora ande con las uñas muy bien arregladas. Por favor, despertemos, hagamos consciencia. Por qué me voy a sentir yo más que otra

persona porque tengo la corbata mejor puesta o porque tengo tres vueltas de oro en mi cuello o porque tengo un rolex de doce millones, por favor, hagamos consciencia, lo que vale no es el pellejo, es la esencia interna. Hay personas pequeñitas, pequeñiticas, su personalidad física no llama la atención, pero el alma, el ego que tienen, son tan gigantescos que nos apabullarían si llegaran a mostrar su magnitud de una manera más pública. Hay otros que tienen una personalidad exuberante, altos, buenos mozos, con gran estampa, con unos carrazos, pero por dentro, estarán cultivándose, estarán aprovechando la oportunidad que les dio su propia evolución para apasionarse por perfeccionarse más de lo que ya es relativamente aunque sea en lo físico? Seamos conscientes de eso. El señor Jung, hizo referencia a la ley de progresión y regresión diciendo: toda energía que va hacia allá, inmediatamente se regresa, porque así como una rueda gira de arriba hacia abajo, de abajo tiene que regresar hacia arriba, ese es el problema también que tenemos, la inseguridad. Queremos lograr algo, decimos: yo no voy a lograrlo esto, pero cuando damos el primer paso decimos y si no me resulta? Le voy a decir que la amo, pero si no me acepta, voy a pedir el empleo y si me dicen que no sirvo. El problema de la progresión y regresión es inconsciencia. Yo soy lo que soy simplemente, voy a mostrar lo que valgo, lo que tengo, lo que puedo, si me resulta, bien, lo merezco, si no me resulta, bueno, ya vendrá otra oportunidad, no me merezco esa, será que viene una mejor? O será que tengo que escalar por unos peldañitos previos antes de llegar allá. Hay que hacer consciencia,

por favor. Es ... de electromagnetismo, es lo que estamos estudiando. No hemos hecho otra cosa esta noche que estudiar magnetismo, progresión y regresión, ida y vuelta. Bueno, no los voy a aburrir más. Ahora sí sus preguntas. El cerebro está hecho para las ideas, para el pensamiento, está hecho para pensar, el cerebro de la sensibilidad o semilla de la sensibilidad, está hecho para amar y lo uno no tiene que ver con lo otro, el cerebro abdominal, donde se encuentra la semilla de la acción, está hecho es para eso, para que tengamos éxitos y logros en lo que nosotros queramos y ya no se puede meter con ningún otro, es decir, yo puedo pensar que voy a hacer la cosa, pero si no tengo las ganas de hacerlo, entonces allí me quedo quieto. La diferencia entre la piedra, un animal y nosotros, es que la piedra no tiene emociones, se queda allí quieta, nosotros y los animales las tenemos y por eso vamos aquí y allá, si no tuviéramos emociones, estaríamos estáticos. Y el cerebro germinal en donde está la semilla de la generación, es para eso, para engendrar nuevos seres, pero no para satisfacer locamente ese efímero impulso sexual, que muy sabroso sí darle gusto a los sentidos, pero después qué? Después cuando el marido llega y le pega el berrido a la pobre mujer, que? Después cuando el marido no la quiere volver a mirar y se va a mirar a la vecina que está más fea, más flaca pero que no le ha robado su magnetismo, aunque no vaya a hacer nada con ella, está simplemente cargándose, mirando a la otra polaridad, mirando a las muchachas que pasan, no importa que sean más feas porque está recibiendo magnetismo, eso que perdió allá en el abuso con su esposa. Y después de eso que? La

mujer que empieza a gritarle al pobre marido, a celarlo y a fregarle la vida? Entonces seamos inteligentes. No me crean. Tampoco les digo que vayan y practiquen, no, eso ya es problema de ustedes. Yo simplemente les digo: observen, que son leyes de la naturaleza y lo que sea natural, es natural, no hay que ponerle peros. Eso es lo que hacen los ROSACRUCES, observan, estudian, analizan y no creen jamás. Las ciencias modernas de dónde surgieron? De la F.ROSACRUCES La F.ROSACRUCES tiene siete escuelas, la de los magos, que es el conocimiento del electromagnetismo, los gimnosofistas dieron el conocimiento de cómo el poder germinal de la naturaleza es la razón de ser de que la vida pueda progresar, la escuela de los caballeros de la mesa redonda, que en sus enseñanza secretas dijeron lo que dijimos hoy, que tenemos que apasinarnos y entusismarnos para lograr lo que queramos, la escuela de los sanadores esenios o misticos ROSACRUCES de oro, enseñaron a amar con intesidad a todos los seres y todas las cosas, como buenos alquimistas dieron origen a la química, los magos dieron origen a la fisica, los alquimistas dieron origen a la química, los astrólogos, también esoteristas ROSACRUCES, dieron origen a la astronomía, los clarividentes ROSACRUCES que podían mirar en cuerpos vivos cómo funcionaba todo el sistema orgánico, cómo circulaba la sangre, cómo circulaba la vida, cómo se producían las hormonas, todo eso, el que tiene la facultad de mirar el doble etérico, estudia allí, no tiene que hacer disección, ve la vida, ve como circula, como se mueve, lo que hoy en día están haciendo con la resonancia magnética, la medicina nuclear, con la

escanografía y con tantas cosas. Así fue como los esoteristas aprendieron y dejaron uno conocimientos para que la humanidad actuara. Luego vino la ciencia, pero como no podían ver más de lo que con sus ojos podían ver, entonces hay que rajar acá, abrir alla y qué veían? Si por acá va la cosa y por aquí viene, lo que se puede ver, medir y tocar físicamente, pero la parte sutil, esa parte sutil no se ve en los cadáveres. Es la vida como gira, como circula, como se mueve, como se desplaza, es el magnetismo, bioelectromagnetismo, bio, porque es originado por organismo vivo, electro porque es una transmisión electrónica, es la transmisión de los electrones al tomar contacto con todos nuestros nervios y con todo nuestro sistema, produciendo un campo magnético. Es así de sencillo. De manera que de esas siete escuelas ROSACRUCES yo les he hablado de cuatro de ellas para no poner más ejemplos, han dado origen a todos los conocimientos que la humanidad tiene actualmente, porque se dedicaban a observar la naturaleza. Eso es todo, nada más y a través de qué? A través de observación, atención, percepción, concentración, meditación, para llegar al conocimiento. Eso es lo que hacían y eso es lo que hemos hecho en estas charlas durante éstos meses y años cuando les hablamos a ustedes. Obviamente es tan difícil uno querer practicar, es tan difíci, escuchar es hasta bueno, practicar es más difícil y lograr trascender ya es otro paseo. lado B: Meditación: Así como le dedicamos una hora diaria a las novelas de la televisión o al periódico o a perder tiempo en el café o en la esquina con los amigos, debemos

preocuparnos algo por nuestra vida interior y dedicarle unos quince minutos al amanecer, es decir, quince minutos antes de la hora que acostumbramos levantarnos, ojalá fuera media hora y unos quince minutos en la noche antes de entregarnos al sueño, ojalá fuera media hora a meditar. Meditar no es sentarse o acostarse con la mente en blanco como muchas personas suelen decir: “es que estoy meditando” y la mente enloquecida, vaga de una idea a la otra y la persona no ha podido ni siquiera concentrarse, es decir, centrar su consciencia en algo. Eso no es meditar, eso es perder lastimosamente el tiempo. La meditación es más profunda. Las meditaciones son de muchas clases. Hay meditaciones en las cuales se utiliza una palabra o un mantram como se dice en el Oriente, o una frase con el fin de calmar la mente, de dirigir el pensamiento concentrándolo en un punto focal para hacer posible que todas nuestras energías internas se dirijan a ese punto y se pueda acumular o recibir mayor cantidad de energía. Hay meditación mística o devocional en la cual vamos a nuestra vida interior y en los ojos de nuestra alma observamos alguien tan espectacular en su evolución como lo fue el Señor Jesús, imaginarlo, pero tal como nos lo muestran en sus mejores épocas de maestría, instruyendo, amando, sanando, dando amor y consciencia, no imaginar a un ser clavado en una cruz sufriendo lleno de laceraciones. La meditación devocional es imaginar a un ser de tal perfección como el Señor Jesús, personas a quienes llamamos Adeptos que son dueños de su destino; ellos eligen exactamente qué es lo que quieren tener en una encarnación física con el fin

de dejar enseñanzas de profundo valor interno para la humanidad. Hay meditaciones en las cuales el ser dirige toda su atención hacia su interioridad y conociendo que existen fuerzas, vórtices de energía, concentrándose en ellos, los va desplazando, estimulando así un mayor porcentaje de recorrido electromagnético en su resonador físico llamado cuerpo. De manera que vamos a trabajar algo de ese tipo de meditación. La posición sentados, sin reclinarse en el espaldar, la columna vertebral recta, la cabeza ligeramente inclinada hacia delante para formar un eje vertical desde la coronilla, hasta el cóccix por toda la columna vertebral. Los pies de plano sobre el piso juntos adelante y atrás para cerrar el circuito electromagnético de nuestro cuerpo y no vernos interrumpidos en nuestro trabajo interno por las energías de aquellos que estén cerca de nosotros. Las manos bien sea descansando sobre los muslos o bien sea colocadas la una sobre la otra o cruzando los dedos entre sí con el fin de cerrar el circuito electromagnético de una manera definitiva y así evitar ser inducidos por otras fuerzas de aquellos que están alrededor de nosotros e interferir en nuestro estado meditacional. La mirada se dirige en ángulo hacia el entrecejo, sitio localizado en la raíz de la naríz justo entre las dos cejas. Una vez que estamos allí, iniciamos una etapa de concentración. No sin antes relajarnos. Para ello tenemos que imaginarnos cómo nuestro cuerpo pies, piernas, muslos, glúteos, espalda, brazos, manos, cuello, etc, se aflojan, se relajan completamente. Se verifican

unas tres respiraciones profundas inhalando por la nariz, exhalando por la boca con la finalidad de esa manera de acabar de relajar nuestro cuerpo y sosegar nuestros pensamientos. De manera que comencemos por ahí, inhalar por la nariz, exhalar por la boca, tres veces para relajarse. Ahora, llevando la atención al entrecejo, es decir, concentrándose o centrando la consciencia en el entrecejo, vamos a imaginar que este es un vórtice de luz; hagamos de cuenta que es como una oquedad por la cual al inhalar penetra la luz del cosmos, el Alma del Mundo, la vida divina, penetra por allí por ese vórtice de energía en dirección horizontal hacia atrás hacia la glándula pituitaria y más atrás hacia la cima de la medula oblonga. Al inhalar imaginar que entra la luz por esa zona del entrecejo, va hacia atrás y se acumula en la medula oblonga convertida en luz. Al exhalar imaginamos nuevamente que el aliento se retira por el entrecejo. La respiración debe ser lo más suave posible, lo más armoniosa posible, lo más mística posible, siempre imaginando que la luz y el aliento penetran por el entrecejo. Ahora, ponerle atención a ese fluir del aliento por el entrecejo, el inhalar produce en nosotros mentalmente un sonido, una palabra quizás y el exhalar produce en nosotros mentalmente un sonido, una palabra quizás. Tratemos de descubrir cuáles son esos sonidos al inhalar y al exhalar. Si hemos puesto atención, sabremos que el inhalar produce un sonido interno que suena como ham, ham, y el exhalar sabremos que produce un sonido interno que suena como sah, sah. Inhalar: ham, exhalar: sah. Vamos a trabajarlo con la lengua del pensamiento

imaginando que entra la luz y el aliento por el entrecejo mientras se pronuncia mentalmente ham y se acumula la luz en la médula oblonga, parte de atrás de nuestra cabeza y al exhalar se pronuncia sah entregando nuevamente ese aliento al universo. Trabajemos en eso. Los ojos dirigidos en ángulo hacia el entrecejo como si hiciéramos bizcos. La respiración cada vez más tenue, más imperceptible físicamente. Ahora tratemos que nuestra respiración prácticamente no la vamos a sentir. Imaginemos que únicamente el aire convertido en luz penetra por el entrecejo como ham y ese mismo aliento convertido en luz, sale por el entrecejo convertido en sah, tanto que no alcanzamos a percibir que fluye por nuestras fosas nasales. Ahora, si nos es posible dejar de respirar entre una inhalación y una exhalación y entre una exhalación y una inhalación, podemos dejar de hacerlo sin forzar en ningún momento el aliento. Si de una manera espontánea podemos dejar de respirar durante breves momentos, no nos preocupemos, que nuestro organismo no le sucede nada, al contrario, la entrada o incremento de Alma del Mundo acumulándose en nuestro cerebro ayuda a regenerar nuestro organismo aumentando la vitalidad, la comprensión, la estética. Tratemos. Cuando se está en ese estado de quietud, en la paz de la meditación, el organismo disminuye sus funciones metabólicas al mínimo, el corazón disminuye su actividad y entra en estado de descanso todo nuestro ser. Por lo tanto la producción de bióxido de carbono o CO2 en las células es tan mínimo que nuestro organismo no necesita que nuestros fuelles, pulmones, trabajen

prácticamente. Por eso es que en meditación se puede dejar de respirar. Los grandes místicos, los grandes iniciados y maestros pueden dejar de respirar durante minutos, horas, días, semanas, en ese estado profundo de meditación o de Sámadi en donde su consciencia interna a través de su sensibilidad toma contacto con la consciencia cósmica, por lo tanto su cuerpo se regenera y sus cuerpos son sanos, jóvenes y perfectos. Si nosotros a través de esta práctica, con persistencia la trabajamos día tras día, inicialmente por lo menos quince minutos al amanecer y quince minutos en la noche antes de entregarnos al sueño y progresivamente aumentamos el tiempo, lograremos lo que ellos han logrado. Si nos hace falta cultivar el amor y la consciencia, debemos autosugestionarnos y a través del inhalar y exhalar pronunciar las palabras: amor, consciencia, amor, sabiduría. Se inhala y se pronuncia la palabra amor con la lengua del pensamiento, se exhala y se pronuncia la palabra saber con la lengua del pensamiento. Trabajémoslo un momento. Si lo que nos falta es voluntad y carácter, entonces al inhalar pronunciamos la palabra voluntad y al exhalar, la palabra carácter. Recordemos, con la mayor suavidad posible, casi con la mente estamos respirando y nuestros ojos como en bizcos, dirigiéndose hacia el entrecejo. Trabajemos entonces, voluntad, inhalar, carácter, exhalar. Si lo que nos falta es paz y armonía interna, entonces, al inhalar pronunciamos con la lengua del pensamiento la palabra paz, imaginando siempre esa luz blanco radiante, el Alma del Mundo, la vida cósmica en

nuestra naturaleza penetrando por allí y al exhalar pronunciamos la palabra amor imaginando que somos un vórtice de amor espiritual, de fraternidad, de bondad. Trabajemos en eso. Si lo que nos falta es salud, al inhalar, dirigiendo la luz y el aliento a la médula oblonga, zona posterior de la cabeza, seguimos inhalando y llevamos esa luz blanca que hemos acumulado en la médula oblonga hacia la zona del cuerpo que está enfermo o que tiene dolor o que tiene inflamación. Podemos colocar nuestra mano o nuestras manos en esa zona y cuando la luz llega a ese sitio, decimos con voluntad, con decisión, con imaginación y con amor, le decimos al órgano: sanad, sanad. Inhalamos, se dirige la luz, el aliento y se le dice al órgano: sanad. Y al exhalar se retiran los átomos oscuros que necesariamente se encuentran obstaculizando la vida divina en esos órganos o en ese órgano y se retira por la columna vertebral hasta la médula oblonga y de allí por el entrecejo se saca para que sea purificado por el Alma del Mundo. Podemos trabajar en eso un momento. Se inhala, se lleva la luz hasta el órgano en cuestión, mientras se retiene el aliento se le dice: sanad, y al exhalar se retiran los átomos oscuros de ese órgano hacia la espina dorsal, médula oblonga y entrecejo, hacia el mundo, hacia el universo. Suficiente, ya pueden abrir sus ojos. Este es un maravilloso regalo que por bondad de los grandes seres que guían la evolución planetaria, permiten que recibamos esta noche estos conocimientos que no tienen valor porque son extraordinarios para nuestra vida. Ustedes pudieron haber comprobado directamente, que

podían perfectamente dejar de respirar, sus pulmones no se movían. Unicamente penetraba la luz por el entrecejo, se acumulaba en la médula oblonga y regresaba otra vez, pero los pulmones no se mueven. La cantidad de aire que entra es ínfima, un pequeñísimo porcentaje. Mientras se está en ese estado de mística, el organismo no produce bióxido de carbono, las células no se desgastan, los órganos se recuperan y se regeneran y por lo tanto se puede relativamente alargar la duración de nuestra existencia un poco más sanos, un poco más longevos que si fuera de otra manera. El único que puede “liberarnos” del sufrimiento, el único que puede ponernos en contacto con nuestro ser interno, el dios en nosotros, el único que puede ponerse en contacto con Dios mismo que es la vida cósmica, es cada uno de nosotros. Un instructor de cualquier movimiento espiritualista, lo máximo que puede hacer es mostrarnos un camino. Pero no nos puede salvar. Sólo nosotros podemos recorrer el camino y “salvarnos”. Salvarnos de qué? De la inconsciencia, de la irresponsabilidad, del fanatismo, del dogmatismo, de las limitaciones que nosotros mismos nos hemos impuesto. Pero no pensemos ni nos dejemos engañar de que alguien va a “salvarnos”. Se dice que el Señor Jesús vino a redimir a la humanidad y han pasado dos mil años y la humanidad se encuentra más irredenta que nunca. Entonces él no vino a salvar a nadie, vino a salvarse él mismo y vino a mostrarnos el camino, nada más. Entonces, ser cristiano, ser budista, ser sintoísta, mahometano, hinduista, etc, es simplemente cultivar el sentido espiritual. Estos seres no vinieron a fundar religiones excepto de Mahoma que

nunca fue un ocultista y que aunque eso parezca una religión no lo es; son algunas normas de vida, está bien, pero no es un sendero de desarrollo interno. Los grandes seres: Buda, Jesús, Hermes, Krisna, vinieron fue a mostrar un camino de superación. Y si nosotros recorremos el camino, cualquiera que él sea, estaremos logrando lo que ellos lograron. Eso es una promesa de ellos que son los grandes seres que guían la evolución humana. El Señor Jesús lo dijo: “las cosas que yo hago las haréis vosotros, pero cosas más grandes haréis”. Nosotros llegaremos a su talla espiritual, pero llegaremos también mucho más lejos si nos esforzamos. Más lejos de lo que él estaba en esa época, no de lo que está en este momento, porque él no ha detenido su marcha.

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