El Cuerpo Vivenciado y Analizado

May 4, 2017 | Author: Mireille Serendipity | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Descripción: El Cuerpo Vivenciado y Analizado...

Description

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO

Carlos Alemany y Víctor García (Eds.) EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO 7 Crecimiento personal L- EE O Y ANALIZADO ñan. No importa sobre qué partes del cuerpo se posen las manos para introducir dicha prolongación. En cuanto a la terapia, se limita a diez sesiones, al igual que el rolfing. Busca diferentes estados de relajación, de disminución de la tensión, de armonía somatológica, de seguridad y afirmación de sí mismo, de confianza en el otro. Desaparecen numerosos síntomas funcionales, disminuye la angustia y aumenta el bienestar. El tienipo del cuerpo transfuncional La corriente transpersonal es la más reciente en la historia de las terapias. Durante mucho tiempo la psicoterapia clásica, inspirada por el psicoanálisis, se interesó en lo intrapersonal, en el individuo que acudía a terapia. Después de la segunda guerra mundial las terapias de grupo, las de pareja y las de familia trabajaron en la dimensión interpersonal. Ya Ma1raux afirmó que el siglo XXI sería religioso o no existiría. A primera vista resulta paradójico introducir una corriente espiritual en las terapias corporales. Tenemos el hábito de concebir lo corporal como opuesto a lo espiritual, es el peso de nuestra civilización quien nos hace verlo así. En psicosomatoterapia el proceso se nos revela justamente al revés: el cuerpo nos abre el camino hacia la espiritualidad. Sigue funcionando la lógica de los maestros: de joven se comienza con terapias más agresivas, a la vejez se tiende hacia terapias más suaves, los primitivos seguidores de Janov trabajan hoy bajo una visión más espiritual. Basta con seguir la programación anual que propone el centro Esalen, cuna del trabajo corporal en Californía, para comprender esto claramente: sonido y voz interior, el sendero de la vida, el yoga y el universo holístico, muerte y resurrección, mitología personal, etc. Todo ello sin renunciar a sus clásicos seminarios sobre técnicas corporales. Stan Grof, psiquiatra checo emigrado a Estados Unidos, es uno de los líderes de este movimiento, incluso cuando

RAFAEL MARGALLO TORAL parte de su material de observación y experimentación esté prohibido o abandonado, me refiero a los experimentos con LSID. Grof ha tenido el mérito de proponer una conceptualización elaborada, una progresión cronológica y formal en el acceso a esferas y vivencias más profundas. En las sesiones con LSI) los pacientes pasaban por cuatro estadios: estrato superficial de experiencias abstractas y estéticas, actuales y creativas. * estrato de experiencias psicodinámicas que corresponden a los análisis freudianos y llevan al pasado extrauterino. 0 tercer nivel de experiencias perinatales: intrauterinas, pelvi-genitales y extrauterinas. cuarto nivel: experiencias verdaderamente transpersonales, tanto embrionarias como fetales, ancestrales, filogenéticas, animales, vegetales, planetarias y extraplanetarias. Esta última dimensión está fuera de la experiencia técnica y racional del terapeuta ordinario. Mi sensibilidad occidental rechina al llegar a este punto pero necesito finalizar la exposición. Wilber describe primeramente el arco exterior con el cual se refiere al desarrollo personal ordinario, justamente hasta el punto de separación con lo transpersonal. A partir de dicho punto comienza el arco interior, con varios niveles sucesivos . eNivel sutil inferior del arco interior de la evolución de la conciencia: es el que incluye el dominio psico-astral. La conciencia se diferencia aún más del espíritu y del cuerpo, es capaz de trascender las capacidades ordinarias del cuerpo: los fenómenos ocultos, los auras, el viaje astral, la premonición, la telepatía, la clarividencia, la psicocinesis. El nivel sutil superior es el de la intuición religiosa pura, las visiones simbólicas, la percepción de luces y sonidos divinos, las presencias superiores y las formas de arquetipos.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO * El dominio causal - A nivel inferior reagrupa la conciencia divina suprema, la fuente de las formas arquetípicas -A nivel superior se trasciende todas las formas y se funden en el brillo infinito de la conciencia. Nivel de la unidad suprema, la conciencia despierta de un modo total. Se manifiesta el conjunto del proceso del mundo. Es el estado último hacia el que tiende toda evolución cósmica. En todo lo anterior se aprecia el extremo sincretismo de hechos dispares e inconexos: psicológicas, especialmente jungianas (arquetipos); parapsicológicas (telepatía, psicoginesis, etc); astrológica; religiosas, con referencias a los distintos sistemas. Si nos ceñimos a Grof, él distingue cuatro matrices perinatales fundamentales, que son tanto como las llaves que pueden servir de punto de partida para los trastornos patológicos y puntos de llegada para la interpretación en terapia. En lugar de bucear en el edipo como en psicoanálisis, se retrocede un poco más y se agarra a una de las matrices perinatales: - matriz 1: unión primal con la madre (experiencia intrauterina antes de comenzar el trabajo) - matriz Il : antagonismo con la madre (contracciones en un sistema uterino cerrado) - matriz III: sinergia con la madre (progresión a través del canal pelvicogenital) - matriz IV: separación de la madre (fin de la unión simbiótica y formación de un nuevo tipo de relación). Pueden superponerse las cuatro matrices y los tres estados edípicos: - estado preedípico y unión primal con la madre - estado edípico y sinergia con la madre

RAFAEL MARGALLO TORAL - estado postedípico y separación de la madre - es suficiente aumentar el momento de lucha que hace pasar de un estado edípico al estado postedípico para encontrar la matriz 11 con su "antagonismo con la madre". Pero ¿cual es el estado transpersonal y qué terapias nos hacen acceder a este estado? Se entiende por estado transpersonal a los estados de conciencia modificados. Se diferencia de los estados patológicos de conciencia en que podemos volver a voluntad propia. Inducen a un estado de bienestar. Se trata de un estado perfectamente real, natural. Se puede actualizar esta función de modo voluntario. Esta irrupción de experiencias transpersonales puede darse también en terapia. Algunas sesiones de psicoanálisis particularmente regresivas pueden hacernos alcanzar dichos estados. Pero también las técnicas corporales pueden predisponernos a estos estados cuando son demasiado intempestivas. Un grito primal que llega demasiado rápido, un estado emocional que irrumpe demasiado pronto, pueden hacer daño en lugar de ayudar. Se podría llamar místico a este estado. Todos los movimientos emocionales pueden acceder a él, incluso sobre el diván, sin favorecer la regresión por el contacto, como hacía Ferenczi. Los paroxismos emocionales que se liberan mediante diversas técnicas corporales nos hacen llegar a lo más interno de nosotros mismos. A través de la hiperventilación se facilitan transformaciones biofisiológicas, pero a un nivel más sutil se trata de la actitud. Las técnicas respiratorias son muy eficaces para modificar el estado de conciencia. Tanto las técnicas sufis como la práctica del yoga o el rebinthing . Todos los métodos de relajación propician la visualización a un nivel superior, tanto Schultz como Caycedo como Grof y las drogas. También hace su aportación este sentido el aislamiento sensorial: al eliminar los estímulos exteriores (visuales, auditivos, táctiles y cinestésicos) se liberan los procesos internos sensitivos e imaginarios y se pasa a un mayor nivel de intensidad. Grof no pretende que sus matrices peri-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO natales correspondan a una realidad científica. La dimensión transpersonal puede ser un medio terapéutico que se inscribe en un cuerpo ya abierto, funcional, emocional y sensual. El cuerpo global - Meditación dinámica Proviene de un oriental, Bhagwan, que pretende armonizar las prácticas orientales y occidentales. Se trata de un trabajo corporal que se realiza en grupo, de pie, con los ojos cerrados, durante una hora aproximadamente. Está constituida por cinco secuencias distintas: respiración caótica, expresión catártica, meditación dinámica, meditación inmóvil y danza. Se encuentran aquí los cuatro tiempos del cuerpo: - el cuerpo funcional que se estira, se mueve, baila, permanece inmóvil. - el cuerpo emocional, catártico, que grita, llora, golpea, expresa afectos. - el cuerpo sensual que se focaliza en las sensaciones internas inducidas por la liberación catártica y la energización respiratoria. - el cuerpo transfuncional que se fusiona a los otros a través de la música, la hiperventización y la danza. Bhagwan comienza sugiriendo una respiración caótica por un espacio de diez minutos. Por ello entiende una respiración profunda, rápida, vigorosa y arrítmica. Se trata de respirar profundamente, lo más intensamente posible. Pretende crear una caos en el sistema reprimido. Todos respiramos de un modo y a un ritmo determinado. Mediante esta respiración pretende romper todos los esquemas anteriores. En una segunda etapa provoca una catarsis. Consiste más o menos en enloquecer conscientemente, liberando una gran cantidad de emoción. Se tratará, según los casos, de reir, llorar, gritar, patalear. Todo vale. Durante diez minutos pueden expresarse

RAFAEL MARGALLO TORAL todas las emociones que uno sea capaz a través de la danza, los gritos, el llanto, los saltos, la risa. Todo ha de ser auténtico. Por mucho que hayamos llorado, reido, saltado,etc., no habrá sido auténtico. Todo habrá sucedido bajo nuestra fachada o máscara. Debe liberarse toda la emoción posible, todo ha de ser auténtico. En la tercera etapa emplea un sonido, un mantra, en voz alta, lo más hondo y lejos posible, desde el profundo ser interior. Pero para poder llegar a esta fase hay que pasar por las anteriores, siempre. Debe ser lo más sonoro posible. Al vaciarse el mantra desciende y llega al mismo centro sexual, al centro energético, al interior, cambiando completamente la corriente energética. En la cuarta etapa realiza una parada total. No se puede hacer nada, absolutamente. Ni toser, ni reir ni estornudar. Nada de distracciones. Debe dejarse el cuerpo como muerto, como si no existiese. Es la etapa del silencio, de la soledad, de la reflexión. Finalmente, después de diez minutos, termina la meditación dinámica con diez minutos de alegría compartida: cantos, bailes, juegos, etc. con música de fondo. Muchos terapeutas corporales parecen haberse basado en este texto, tan corto y preciso como práctico. De un modo nítido, con directrices claras, con tiempos diferenciados, este autor plantea los tres tiempos de terapia: 1. desaparición de bloqueos y resistencias gracias a la respiración caótica 2. emergencia de elementos inconscientes gracias a la catarsis 3. la estructuración corporal en las posiciones estáticas y dinámicas interiorizadas. Bibliografia ALEXANDER, G. La eutonia, Ed. Paid6s. Buenos Aires, 1986 ARON, L. & HARRIS, A. The legacy of Sfindor Ferenczi, Ed. The Analytic Press, N York, 1993

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO CHASSEGUET-SMIRGEL J. & GRUNBERGER, B. Freud or Reich?, Ed. Free Association Books, London, 1986 DESCAMPS, M. Les prychoterapies transpersonnneles, Ed. Trismegiste Lavour, 1990 GRAFF, Ch. Konzentrative Bewegungstherapie en der Praxis, Ed. Suchtgefahren, 1986 JANOV, A. El grito primal, Ed. Edhasa. Barcelona,1979 JAY LINN, S. Psicoterapias contempordneas, Ed. DDB, Bilbao, 1988 MERIEN, D. La biorrespiración, Ed. Puertas Abiertas. Mallorca, 1983 MEYER, R. Les therapies corporelles, Ed. Hornmes et Groupes. Paris,1986 MEYER, R. A chaque jour suffit son bonheur, Ed. Le Coudier Somatoth6rapaies. Toulouse, 1994 OBST, J.A. Psicologia corporal, Ed. Fraterna. Buenos Aires, 1988 ORR, L. Conciencia de la respiración para todos RAKNES, 0. Wilhelm Reich y la Orgonomia, Ed. ES.TE.R. Valencia, 1990 ROLF, 1. About rolfing and physical reality, Ed. The Rolf Institute. Boulder, 1978 SARKISSOF, J. A la recherche d'un sourire perdu SOUCHARD, Ph. E. Reeducaci6n postural global, Ed. Instituto de Terapias Globales. Bilbao, 1981 VELDMAN E L'haptonomie, Le coq Hiron, Ed. La Matze, Sion, 1985 STRONG, S.R. El cambio a travs de la interacci6n, Ed. DDB. Bilbao,1985 SAMI-ALI, M. Cuerpo real, cuerpo imaginario, Ed. Paidós. Buenos Aires, 1979

4,95 «Los PROCESOS REGRESIVOS EN TERAPIA MORFOANALITICA» por Pierre Mígnard Terapeuta Morfoanalista. Kinesiterapeuta, Marsella, Francia. Soy Pierre Mignard, francés; vivo en Marsella donde tengo una consulta. Soy psico-somatoterapeuta y responsable junto con Serge Peyrot de la Formación en la terapia morfoanalítica en Francia, España y Brasil. Traigo un mensaje de Serge Peyrot y de la AFPS para las jornadas de Madrid, mensaje de éxito, de intercambio fructífero y profundo. La Terapia morfoanalítica es una terapia psicocorporal analítica. Es una terapia profunda y dinámica a la vez corporal, emocional y verbal. Es una terapia que integra técnicas corporales confirmadas (Toque, Masaje, Postura, Consciencia corporal) con la riqueza del conocimiento psicoanalítico. En la Terapia morfoanalítica no tenemos un plano de sesión preparado de antemano: cada sesión es una creación

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO única realizada a partir de la persona y de los mensajes verbales y corporales de la persona al momento de la sesión. En función de la verdad del momento el terapeuta morfoanalista elige trabajar más verbalmente o más corporalmente, tocar o no tocar, centrar con un trabajo de consciencia propioceptiva o una postura, proponer un masaje superficial o un masaje mas profundo, desenvolver un trabajo respiratorio o acompanar una reacción emocional o un estado regresivo profundo. La gran diversidad y riqueza de nuestros modelos terapéuticos da al terapeuta una gran flexibilidad de adaptación delante de las situaciones vivenciadas por el paciente. Cuadro terapéutico El cuadro terapéutico se ha constituido a partir de nuestra experiencia clínica, de nuestro cuestionamiento y de la herencia de Freud, Melanie Klein, Winnicot, Franoíse Dolto y Franqoise Mézieres. Este cuadro reposa sobre tres pilares: el cuerpo real, el cuerpo vivido y el cuerpo emocional. El cuerpo real Es el cuerpo objetivo que se puede medir, pesar, fotografiar, es el cuerpo de los músculos, ligamentos,articulaciones y huesos. Es el cuerpo de los órganos esenciales: pulmones, vísceras, cerebro y corazón. Trabajamos principalmente el sistema muscular, principal responsable de nuestra morfología y de nuestras deformacíones posturales. El cuerpo vivído Es el cuerpo sujeto que ejerce su consciencia en el instante. Es el cuerpo subjetivo que siente, que vibra, que tiene placer o dolores. Desarrollamos este cuerpo esencialmente a

PIERRE MIGNARD partir de técnicas de consciencia proprioceptiva. Solicitamos las sensaciones proprioceptivas del paciente (las que llegan del propio-cuerpo: la piel, los músculos, los huesos, los órganos internos ... ) y las diversas percepciones corporales de peso, volumen, toque... sin olvidar las percepciones visuales, auditivas y olfativas. El cuerpo emocional Es el que desde el principio de la vida ha acumulado los recuerdos, las experiencias, los traumatismos. Esta memoria radica básicamente en los músculos y en la piel pero también al nivel de los órganos de las funciones esenciales (oido, olfato, digestión, respiración ... ) Estos tres cuerpos funcionan corno una unidad. No se puede modificar uno sin modificar los otros dos. Están complementarios y interdependientes. En efecto todas las experiencias y vivencias corporales en el cuerpo real y vivido permiten la identificación con el propio-cuerpo y la integración dentro del cuerpo. En caso de experiencias traumáticas, esta memoria se inscribe en los tejidos y se traduce por contracciones musculares y modificaciones del tono. Todos los esfuerzos conscientes o inconscientes desplegados para no sentir el sufrimiento psíquico, todas las expresiones emocionales repetitivas o reprirnidas, todas las contra-acciones (inhibición de la acción) se traducen al nivel del cuerpo real por contracciones musculares de defensa. Cuando los traumas psicológicos se instalan, las contracciones musculares se instalan igualmente y se fijan en el cuerpo según un proceso bio-fisiológico clásico: Contracción - Hípertonia - Contractura - Fibrosis - Retracción. Los músculos retraídos acarrean rigideces, acortamientos y desequilibran los segmentos huesosos sobre los cuales se insertan. El exceso de tensión se transmite a lo largo de las

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO cadenas musculares y tendinosas a los otros pisos del cuerpo provocando desequilibrios de la postura en otros regiones del cuerpo. El sistema proprioceptivo base del esquema corporal esta constantemente influenciado por el cuerpo real (la postura) y el cuerpo emocional. También cuanto más el sistema sensitivo está apagado o torcido, más el ser humano está bloqueado fisicamente, afectivamente, relacionalmente. La relación intima entre los tres cuerpos, la relación intima entre el desarrollo psico-afectivo, la imagen del cuerpo y la postura es lo que hemos llamado la "UNIDAD PSICOPOSTURAW. El terapeuta morfoanalista trabaja los tres cuerpos simultáneamente. En función del momento y del paciente él privilegia uno o el otro. El terapeuta busca el contacto con su paciente. Por eso él escucha también la parte inconsciente. Esta escucha es especialmente rica por la cualidad de los toques. En efecto el Morfoanalista adquiere una sensibilidad de escucha corporal que le proporciona una caudal de informaciones sobre lo que vive el paciente y en que punto esta. Por fin todos estos elementos están restituidos, analizados y trabajados dentro de la relación transferencial. Los procesos regresivos El cuadro armonioso y muy estructurado da seguridad y favorece la entrega. Gracias a su capacidad de adaptación el terapeuta no necesita forzar las defensas de su paciente. En estas condiciones de escucha y respecto, el paciente se abre hasta la profundidad. Los elementos de trabajo corporal son cuidados corporales que alimentan a la persona en los niveles mas arcaicos y regresivos, eso sin que necesariamente la persona revive las carencias de las épocas primitivas.

PIERRE MIGNARD Los cuidados de la madre con su bebe o con su niño se encuentran de manera muy sutil en las técnicas corporales de nuestros médicos terapéuticos. As¡ el paciente puede reparar las carencias del pasado incluso si se remonta a épocas arcaicas. Toque, masaje, postura de estiramiento muscular son las propuestas y respuestas del terapeuta para la reestructuración del "yo" corporal. A lo largo de las sesiones, las personas se alimentan de sus sensaciones corporales: lo Al nivel de la Piel: sensibilidad, superficie, espesor, temperatura, elasticidad. La persona encuentra poco a poco una sensación de forma, de unidad y seguridad. El paciente siente la globalidad de su piel corno una envoltura que da limites entre el interior y el exterior. Una envoltura que tiene sensibilidad y que permite la comunicación con los otros. Al nivel de la espalda: la espalda constituye la parte primaria de la envoltura de piel. En efecto en la vida fetal las primeras sensaciones son las sensaciones del toque de la espalda en contra de la pared intra uterina. A través de la sensación del toque de la espalda en el suelo o en la mano del terapeuta, la persona despierta la consciencia de la piel posterior y encuentra una sensación de soporte, de apoyo, de ser llevada. La parte central de la espalda se alimenta particularmente de estas sensaciones. As¡ la colun-ina vertebral se vuelve un eje continuo y solido que facilita la posición vertical. La persona se siente de pie, en contacto con el suelo, sin esfuerzo. Al nivel muscular: los músculos retraídos reencuentran sus longitudes normales y el tono muscular se armoniza. Los bloqueos musculares de defensa poco a poco se abren y permiten nuevas sensaciones al nivel de la postura, de la estática, de la motricidad y de la tensión como medido

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO de protección momentánea frente a una excitacion importante. El paciente se identifica con una musculatura más adaptada a la realidad externa. Una musculatura que tiene la capacidad de soltarse y activarse. Al nivel de la respiración: el trabajo respiratorio siempre se hace en el sentido del no-esfuerzo y de la entrega. El terapeuta pide la presencia y la consciencia del paciente en el lugar del cuerpo. Esta escucha interior ayuda a la persona para soltar las crispaciones de la musculatura respiratoria y encontrar su propio ritmo respiratorio. Las sensaciones de la piel, de la espalda, de la columna vertebral, de la musculatura y de la respiración unifican el "yo" corporal. Un cuerpo con una envoltura, una forma y un interior vivo, lleno y en movimiento. La persona se alimenta de sus sensaciones, se identifica con su propio-cuerpo y se integra en el lugar del cuerpo. Jeannette Jeannette es una mujer de 55 años, profesora de inglés, divorciada. Sus dos hijas tienen más de 20 años y han salido de casa. Sus padres están muertos y la demanda esencial de Jeannette es: sentirse menos sola. Durante una sesión Jeannette siente una fuerte angustia. - "donde la sientes?" pregunto -"en el vientre, aqui" responde Jeannette mostrando la parte central del vientre al nivel del ombligo. Veo un bloqueo respiratorio y contracciones de los abdominales. Jeannette casi no puede respirar. En este momento la paciente no puede hablar más y esta llevada por la reacción emocional. -"pongo mi mano en tu vientre" al mismo tiempo lo digo, la miro (sus ojos me confirman que ella esta esperando este toque) y acerco mi mano lentamente.

PIERRE MIGNARD Instantáneamente, sus ojos se cierran y Jeannette se deja llevar por la vivencia corporal y emocional. El contacto a través del toque se establece y una comunicación infraverbal empieza. Ella siente mi mano y yo siento su vientre, su cuerpo y su estado emocional. Quedamos un largo momento as¡ en contacto. Después de diez minutos su vientre suelta y poco a poco la respiración vuelve, durante todo el tiempo casi no respiraba. En un momento Jeannette abre sus ojos, me mira. Jearmet~ te necesita este contacto visual. Siento que Jeannette sale de su estado regresivo y sus ojos me hablan. - "quieres decir algo?" - "si. Al sentir mi vientre hoy me ha venido una sensación desagradable, después he sentido mi vientre desnudado sin protección y de golpe la sensación del ombligo fue insoportable. No podía respirar y tenia mucha angustia. Cuando has puesto tu mano he podido revivir una herida en mi cuerpo, en mi vientre y en el ombligo. He pensado en mi madre, en la muerte de mi madre; no podía suportar la separación, no podía cortar el cordón umbilical. Al mismo tiempo vivía el pasado reciente y el pasado de la época de mi nacimiento." - "Corno te sientes ahora?" - "ahora puedo respirar" - "voy a sacar mi mano; de acuerdo?" - 1SV/ Lo hago lentamente pero manteniendo el contacto con ella. En este ejemplo vemos que los procesos regresivos pueden tomar otras formas. No sentir para no sufrir es un corte frecuente. Este corte puede ocurrir muy temprano en las épocas arcaicas. Cuando el terapeuta trabaja al nivel del cuerpo sensorial a menudo el paciente conecta con un sufrimiento insoportable: se trata de una vuelta a una época de carencia, a una experiencia traumática que necesita una reparación dentro del cuadro terapéutico.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Cuando el paciente esta reviviendo espontáneamente esta memoria, es importante permitir a las emociones regresivas expresarse totalmente. El acompañamiento del paciente en estas fases pre-verbales es la condición necesaria para la vivencia completa de las emociones que habían sido congeladas hasta ahora. Por eso el terapeuta morfoanalista esta en contacto empático profundo con la persona, contacto psíquico, corporal, emocional y verbal. El toque, la mirada, la presencia y las palabras o el silencio del terapeuta permiten al paciente sentir una comunicación profunda y autentica y abandonarse a la fase regresiva. En este momento el terapeuta morfoanalista sin perder el contacto consigo mismo está totalmente presente con el otro y se implica a veces con todo su cuerpo (bonding). A la vivencia regresiva del paciente corresponde una vivencia contra regresiva del terapeuta que es la respuesta justa a una situación cuando el bebe o el feto necesita sentir la presencia efectiva y afectiva de la madre. Cuando la fase corporal / emocional se termina, el terapeuta propone un espacio verbal. La palabra permite dar sentido, ordenar y tomar distancia. Todos los recuerdos, imágenes, y sensaciones se organizan gracias al lenguaje. El trabajo verbal permite analizar todos los elementos y de dar acceso al campo simbólico. Reencontrar la experiencia traumática y permitir una nueva experiencia mas reparadora, en eso consiste el otro proceso regresivo terapéutico. Que la persona revive o no la vuelta a una epoca de carencia, en ambos casos el acompañamiento verbal y corporal del paciente depende no solamente de la cualidad de las técnicas pero también de la presencia autentica del terapeuta. Es necesario que el terapeuta haya pasado personalmente por el camino que propone a sus pacientes. Por eso en la for~ mación a la terapia morfoanalítica se exige de los alumnos una terapia morfoanalítica personal profunda. Ademas el

PIERRE MIGNARD grupo de formación funciona como un grupo terapéutico que favorece y profundiza el proceso de transformación corporales, emocionales y relacionales de cada terapéuta.

5 TALLERES

501 «EL ANALISIS CORPORAL DE LA RELACION: EL CUERPO QUE TANTO QUIERES» por Victor Garcia Psicomotricista Relacional. Analista Corporal de la Relación. Miembro fundador de la Asociación Española de Psico-Somatoterapia El Análisis Corporal de la Relación, se sitúa dentro de la corriente de pensamiento de la organización de estas jornadas, es decir de la PsicoSomatoterapia. Nos centramos esencialmente en la relación, analizando juntos lo que nos ocurre cuando entramos en relación y en comunicación con otras personas, lo que sucede en esta comunicación y todo lo que tiene que ver con nuestra vida, nuestra historia, nuestra estructura psíquica y sus contenidos inconscientes. La comunicación es fundamental para el ser humano: comunicar nuestros afectos, pensamientos, sentimientos, necesidades, emociones, deseos... comprender y ser comprendidos. En mi trabajo como Analista Corporal es fundamental llegar a una relación donde estén presentes la comprension y el amor. Son dos aspectos de la comunicación difíciles de medir científicamente, pero que para mí son fundamentales en el bienestar de toda persona y en el trabajo de análisis,

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO pues en el fondo es lo que busca el ser humano dentro y fuera de sí, en la relación con los otros y con el mundo. Parece ser que lo más importante para el ser humano es la calidad de vida afectiva. La satisfacción de nuestras necesidades afectivas depende de la relación que establecemos con nosotros mismos, con los otros, con el mundo que nos rodea y el núcleo familiar, social y profesional. Pero recordemos que nuestras relaciones están llenas de tensiones, conflictos, crisis, traumas, deseos inconscientes, miedos, culpas, creencias, dudas y ambivalencias, que se encuentran en nosotros desde nuestra infancia, actuando en su mayor parte desde nuestro inconsciente. El Análisis Corporal de la Relación es la decodificación e interpretación de mensajes inconscientes que se dan en la relación aparentemente consciente. Trabajamos la relación no verbal esencialmente corporal, porque es más espontánea, menos controlable y está más cerca de las pulsiones del inconsciente, siendo por lo tanto más directamente reveladora de sus contenidos. En la práctica, utilizamos el juego simbólico que nos permite vivir o revivir nuestras necesidades fundamentales y expresar todos nuestros fantasmas inconscientes, nuestros deseos, miedos, faltas, frustraciones, odios, rabias y también toda nuestra capacidad de amar y ser amados. En la práctica de la relación no verbal y del juego simbólico, utilizamos objetos como: pelotas, cuerdas, aros, telas, tubos, pinturas, cajas de cartón, papel, comida, etc ... Estos objetos son los mediadores de la relación y permiten a través del juego simbolizar, representar y dar salida a nuestra creatividad. ¿Qué hacemos a través de la comunicación no verbal y en el juego con los objetos? Relacionarnos. ¿Con quién? Con nosotros mismos, con el espacio, con los otros, con el grupo, los objetos, el analista y con todos sus significados simbólicos y fantasmáticos. Estamos llenos de recuerdos del pasado y existe la memoria del cuerpo, el nivel consciente de lo que sabemos y el nivel inconsciente de lo que no sabemos. Después de la vivencia a través del juego simbólico, se retorna la palabra para analizar las vivencias, dar una estruc-

VíCTOR GARCíA tura y un contenido a lo vivido, y comprender sus significados simbólicos y fantasmáticos. Tomamos consciencia de que estas vivencias tienen parte de su origen en la infancia, en las relaciones primarias sobre todo con las figuras del padre y de la madre, para poder colocarlas en su sitio y comprender mejor nuestras emociones y sentimientos. Mejoramos así la coherencia de nuestros deseos y necesidades, con los actos y pensamientos de nuestra vida cotidiana, para ir superando nuestros conflictos afectivos fundamentales y vivir lo más sanamente posible. Nuestro método es un análisis personal en grupo, donde hemos unido lo verbal y lo no verbal, como necesarios y complementarios para un conocimiento integrado del ser humano. El método se basa también en la presencia de dos analistas, un hombre y una mujer, lo masculino y lo femenino, el padre y la madre. Los encuentros se realizan unas veces con la figura masculina, otros con la femenina y después de un tiempo con los dos juntos. El análisis se desarrolla en encuentros de fin de semana o de cinco días, con dos sesiones diarias de tres horas: una hora y media de juego corporal no verbal, un breve descanso y una hora y media de verbalización de las vivencias. Uno o dos meses después, realizamos un seminario de un día para analizar cómo va evolucionando lo que vivimos durante el encuentro y cómo influye en nuestra vida cotidiana. Tenemos también sesiones individuales con los que quieren profundizar el análisis verbal. A nivel práctico, un encuentro empieza con la presentación del grupo y la explicación de las reglas fundamentales necesarias para una buena dinámica de grupo. Comienza entonces la comunicación no verbal utilizando la música para el movimiento, el ritmo y la situación espacio-temporal. Tomamos consciencia del cuerpo, de su presencia, del cuerpo y la presencia del otro, del grupo y del analista. Se utilizan los objetos y las consignas con las que el analista dinamiza el grupo. En este método, tiene mucha importancia el contenido simbólico de las vivencias, ya que están íntimamente ligadas a la vida de cada una de las personas implicadas. En la sala

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO las personas se cogen de la mano, juegan juntas con una pelota, se miran a los ojos, se abrazan o se pelean, se dicen sí o se dicen no ... ¿Pero por qué? ¿Qué sucede en esa relación? ¿Qué sucede cuando no te aceptan en un juego y te sientes rechazado, cuando eres tú el que no aceptas al otro, cuando bailas, ríes y lloras con los otros, cuando sientes que quieres entrar en relación y no puedes, o cuando quieres salir de una relación y no puedes, cuando estás en una relación con un hombre o una mujer, cuando sientes al otro o al analista como padre, o madre, o hermano, ... ? Sientes poco a poco que no son vivencias intelectuales, que lo que sientes es tu propia vida, tus sentimientos más profundos a veces de rabia, a veces de amor, tus propios miedos, tus frustraciones, tu placer, tu sensualidad, tu sexualidad. Te reconoces como un ser humano que necesita afectivamente a los demás, que necesita identificación y reconocimiento, valorarse y que le valoren, dar, pedir y recibir. Un ser humano que a veces comete errores, pero que quiere ser protagonista de su vida y mejorar sus relaciones afectivas, que quiere salir del sufrimiento, ir de la negación a la afirmación y ayudar a este mundo, empezando por lo más cercano, él mismo. Es a través de las vivencias simbólicas y fantasmáticas, y del análisis que la persona y el analista hacen de ellas, que vamos colocando las cosas en su sitio, elaborando e integrando las vivencias para actuar en consecuencia y ser así protagonistas de nuestra existencia en nuestra vida diaria. Las relaciones afectivas primarias son la base de toda relación humana. Recuperando (simbólicamente) tu "historia", podrás recuperar unas mejores relaciones contigo y los otros. Por eso trabajamos en recuperar a través de una regresion simbólica y contenida por el analista, las vivencias preedípicas, edípicas, de la adolescencia y todas las que te suceden hoy como adulto. Encontrarás así una identidad y un reconocinúento que te da un lugar: tu lugar de poder, responsabilidad y autonomía, que te permitirá encontrar tu función aquí en este mundo. Ofrecemos nuestro método, nuestra contención, nuestro gran respeto por los procesos individuales, nuestro gran

VíCTOR GARCíA amor por el ser humano y años de experiencia en España, Ita~ lia, Argentina y Brasil. Y si el Análisis Corporal de la Relación os puede servir, no dejéis de utilizarlo. Antes de pasar a la práctica donde nos relacionaremos a través de la música, del cuerpo y del juego, integrando las vivencias con una relajación y comprendiéndolas a través de la palabra, quisiera terminar con este poema: El ser de la inocencía Hoy miré al mar Y sabía que sabía Y me sentí tan inocente Me sentía como un niño Que lo sabe todo Pero que no sabe nada Saber que sabes Qué bueno es esto Saber que estás conectado Con la Sabiduría, con el Conocimiento Es como la edad de la inocencia Como recuperar el niño interior Ese niño que sabe que sabe Pero que está esperando al maestro Para que le enseñe lo que sabe Esa sabiduría primitiva Que es siempre la misma Porque la verdad es una Quiero seguir sintiendo La inocencia de los niños Y escuchar a los ancianos Que saben lo que saben Es tiempo de saber Es tiempo de hacer Es tiempo de crear Es tiempo de conectar Es tiempo de ser Espero que la experiencia de este taller sea buena para todos.

5,02 «EL CUERPO DEL ANALISTA EN EL ESPACIO TERAPEUTICO» por Antonio Alcaide Jávega Terapeuta Morfoanalista. Miembro fundador de la Asociación Española de PsicoSomatoterapia. Barcelona En base a lo que se desarrollará en este artículo se realizó el taller práctico que desde el abordaje de la Psicosomatoterapia Morfoanalítica se realizó en las jornadas de Madrid. Dicho taller se presentó con el título: Toque empático y comunícación ínfraverbal, y fue dirigido por Antonio Alcaide, con la asistencia de Mirta Losada y Remedios Rubio, terapeutas morfoanalistas. Transcripción de la presentación del taller hecha por Antonio Alcaide: CUANDO EL DOLOR DE SER NO ENCUENTRA PALABRAS PARA EXPRESARSE HABLA ATRAVES DEL CUERPO CUANDO LAS PALABRAS ESTÁN BASADAS EN UN CUERPO QUE SIENTE EL DOLOR PUEDE SER VIVIDO, COMPRENDIDO Y REPARADO

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Todo esto podría reducirse a una palabra: CONTACTO. Estar en contacto es despertar presencia y sólo desde la presencia podemos acceder a la conciencia. Parece paradójico que algo tan "palpable" como el contacto, y permítanme un juego de palabras: con - tacto, sea algo tan rehuído en psicoterapia. El psicoterapeuta establece el contacto con el paciente a través de la palabra, de¡ silencio, de la mirada o proponiéndole hacer algún ejercicio corporal, pero son muchos los que rehuyen el contacto corporal. En el caso de¡ psicoanálisis clásico está justificado puesto que trabaja con el vacío, pero ¿cuántos pacientes pueden soportar el vacío? Winnicott decía al respecto que un paciente con una estructura primaria bien conformada puede acceder a un psicoanálisis clásico, pero los pacientes con una personalidad frágil o cuyo análisis debe abordar los primeros estadios afectivos necesita sentir la vida de¡ analista , un punto de apoyo donde referenciarse para poder pasar a través del dolor y permitirse vivir (revivir) fases muy angustiantes de su vida. El toque terapéutico tiene un gran valor de contención y al tiempo permite una dinámica transferencia¡ y contratransferencial que enriquece enormemente el análisis. El toque empático permite un nivel de comunicación entre paciente y terapeuta que da acceso a percepciones a veces enormemente sutiles, contenidos que no están preparados para ser verbalizados, pero que permiten un diálogo intraverbal que creará las condiciones para que en el transcurso de la sesión o de la terapia pueda aparecer la palabra, una palabra conectada con la vivencia. El terapeuta Morfoanalista procura pues encontrar la justa distancia que necesita el paciente para entrar en contacto consigo mismo y dispone como herramientas terapéuticas no sólo de la palabra y la mirada, sino también del toque empático, que puede utilizar como instrumento de escucha, pero también como un poderoso instrumento de interpretación. En este taller quiero proponerles una experiencia con el toque empático, una experiencia de contacto que les permita entrever el enorme valor terapéutico de este tipo de abordaje, en definitiva a vivir una experiencia de presencia. El analista o el "otro presente" La psicoterapia es esencialmente un espacio de contacto. Estar en contacto es despertar presencia y sólo desde la presencia podemos acceder a la conciencia. Este tránsito de la presencia a la conciencia es justamente el proceso de individuación, de construcción del Yo y el papel de la psicoterapia no es más

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA que el de servir de instrumento de apoyo en este recorrido, propiciando la apertura de nuevos espacios de comprension o dando la contención necesaria para reparar aquellos cortes que nos han desconectado de nuestra fuente de vida. Pero no es posible despertar la conciencia de ser sin la presencia del otro. Es a través del contacto con la/las personas significativas que el ser va humanizándose y puede sobrevivir a los cambios y agresiones del medio e ir instaurando así un sentimiento de confianza ante la vida. Es por esto que no hay psicoterapia sin un otro presente, en este caso el psicoterapeuta, un ser en disposición de escuchar a otro ser, o dicho desde la posición del paciente: un ser que por estar presente para mí, me permite reconocer mi condición de Ser, de existir y sentirme real. Winnicott1, al referirse al papel de espejo de la madre nos dice: ', ¿qué ve el bebé cuando mira el rostro de la madre? Yo sugiero que por ío general se ve a sí mismo. En otras palabras, la madre mira y lo que ella parece se relaciona con lo que ve en éV "Pero muchos bebés tienen una larga experiencia de no recibír de vuelta lo que dan. Miran y no se ven a sí mismos. Surgen consecuencias. Primero empieza a atrofiarse su capacidad creadora, y de una u otra manera buscan en derredor otras formas de conseguir que el ambiente les devuelva algo de sí." "Si el rostro de la madre no responde, un espejo será entonces algo que se mira, no algo dentro de lo cual se mira." En base a esta visión del bebé y el niño, Winnícott ofrece su manera de ver la tarea psicoterapéutica: 'Ta psicoterapia no consiste en hacer interpretaciones inteligentes y adecuadas; en general es un devolver al paciente, a 1. Winnicott D.W.(1971) Realidad y juego Ed. Gedisa (1990) pp. 148,149,154.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO largo plazo, lo que éste trae. Es un derivado complejo del rostro que refleja lo que se puede ver en él. Me gusta pensar en mi trabajo de este modo, y creo que si lo hago lo bastante bien el paciente encontrará su persona y podrá existir y sentirse real. La justa distancia del analista Siguiendo el hilo de la definición de Winnicott se puede hablar de la psicoterapia analítica como un espacio que posibilita la búsqueda del sí mismo a través del otro, encarnado por la figura del analista. Pero, ¿cuál es el lugar que debe ocupar el analista dentro del espacio terapéutico para poder ser encontrado, para que el paciente pueda enfrentarse a "este rostro que refleja lo que se puede ver en él" al que se refiere Winnicott? 0 dicho de otra manera, ¿cuál es la justa distancia del terapeuta para que tanto él como el paciente puedan entrar en contacto? El abordaje psicoanalítico clásico aboga por una neutralidad absoluta en la que el Psicoanalista no debe interponerse entre él y el paciente, posibilitando así una transferencia sin inferencias. El psicoanalista se sitúa como un espejo sobre el cual el paciente proyecta sus fantasías, un recipiente vacío que este último debe llenar mientras el Psicoanalista, situado a su espalda, escucha e interpreta desde su posición prívilegiada. Es una actitud que se justifica desde el punto de vista de un vacío que puede ser llenado con lo que lleva el paciente, pero éste se encuentra sólo con sus fantasías, hablando de sus emociones, no encuentra a un otro "real" con quien establecer un diálogo transferencial que le posibilite vivir y expresar todo el dolor acumulado. Cabe preguntarse: ¿cuántos pacientes pueden soportar ese vacío? Winnicott en sus Escritos de Pediatría y Psicoanálisis' diferencia a los pacientes con una estructura primaria 2. Winnicott D.W. (1954) 'Tos aspectos metapsicológicos y clínicos de la regresión dentro de la situación analítica" Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Ed. Laia Barcelona (1981)

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA bien conformada de aquellos con una personalidad frágil o desestructurada; los primeros pueden acceder a un psicoanálisis clásico, en los otros casos, cuyo análisis debe abordar los primeros estadios afectivos, el paciente necesita "sentir la vida del analista". Éste se constituye entonces como el punto de apoyo, el otro contenedor, donde el paciente puede referenciarse para poder pasar a través del dolor y permitirse vivir (revivir) fases muy angustiantes de su vida. El analista desde su presencia empática sirve de canal a través del cual el paciente puede contactar y expresar toda la carga emocional reprimida, hay alguien que puede escuchar profundamente su dolor; este contacto tiene un profundo poder reparador. Continuando con la referencia del abordaje psicoanalítico clásico, si aceptamos la función de espejo del analista cabe preguntarse: ¿es posible mirarse en un espejo que está a espaldas del observador?,y aún estando frente a él ¿es posible entrar en uno mismo ante un rostro estático que simplemente observa sin transmitir nada?, ¿es así como el ser humano aprende a reconocerse a sí mismo?; hagamos memoria, ¿es acaso este el tipo de relación (sana) que se establece entre una madre y su hijo? En absoluto, el bebé recorre el camino que lo llevará hacia una identidad individualizada inmerso en una relación. Ese otro que representa en un principio la madre no es un ser neutro que no responde al amor o a la agresividad del bebé o del niño, sino que, en una relación constructiva, se trata de un ser que está presente, en empatía, en contacto con sus emociones y las de su hijo/a, con un cuerpo disponible para dar y recibir, pero que también sabe mantener la justa distancia para permitir la exploración y la experiencia de la autonomía. Me estoy refiriendo a la "madre suficientemente buena" de la que habla Winnicott; bien podría ser esta una metáfora aplicada al analista. He tratado del lugar del analista en el espacio terapéutico y de la necesidad de sentir la vida del terapeuta, pero quedaría incompleto hablar de la justa distancia sin referirme al cuerpo, y más concretamente al lugar que ocupa tanto el cuerpo del analista como el del paciente en ese espacio terapéuti-

EL CUERPO VIVENCIAEX) Y ANALIZADO co. No obstante, para poder entender mejor la función del cuerpo del analista dentro del cuadro terapéutico, tal y como lo concebimos los morfoanalistas, me parece necesario precisar de qué cuerpo estamos hablando y del papel relacional del mismo en el proceso de construcción del Yo. La funci0n del cuerpo del otro en la construcción del Yo El cuerpo del que hablamos no es sólamente la imagen estática de los libros de anatomía, sino el lugar donde la vida se encarna, se manifiesta y se realiza. Un cuerpo que toma la forma de lo que somos, como testigo palpable de nuestra historia. Un cuerpo con sus límites, que nos acerca y al tiempo separa, que se hincha o se contrae para protegerse, que se repliega en los fracasos, se siente Heno en el amor y vacío en la soledad; un cuerpo a través del cual la vida se siente a sí misma. Es en definitiva el lugar privilegiado de nuestro SER en el mundo. El cuerpo es una estructura dinámica en contínua transformación, una unidad psicocorporal que se sustenta esencialmente en tres pilares': el cuerpo real (el cuerpo objetivo, de las estructuras bio-fisiológicas: músculos, huesos, etc), el cuerpo vivido (el cuerpo subjetivo, propioceptivo, el que nos representamos internamente) y el cuerpo emocional (el cuerpo biográfico, el archivo de nuestras experiencias vivenciales). Los tres se interpenetran mutuamente, funcionando como una unidad interdependiente de manera que lo que afecte a uno repercutirá automáticamente en los otros dos. Esta unidad psicopostural no puede desarrollarse por sí sola si no existe algo que le de cohesión, que la mantenga armónica; esta envoltura o elemento armonizador lo llamamos cuerpo relacionall El cuerpo relacional es fundamentalmente un espacio, un lugar donde el ser puede encontrar 3. En el morfoanálisis también se utiliza el término Psico-postural para evidenciar la interrelación entre los dinamismos morfológicos y los psíquicos. 4. Es a través del cual se establece la relación transferencial.

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA sus límites y al tiempo entrar en contacto con el exterior manteniendo su integridad. Desde su contención se regulan los intercambios entre los tres cuerpos, maduran los procesos internos y se integran las vivencias que se producen en relación con el mundo externo; es la base de la construcción de la identidad. No es difícil adivinar que quien se constituye corno cuerpo relacional en las primeras fases de la vida es la la madre. Es por esto que Sarkissoffl afirma: "La madre es la primera encargada de mantener o de conducir el estado vibratorio de la energía psíquica a un estado de armonía, que condicionará la saluilfisica y mentaC. Efectivamente, en un principio el útero de la madre es el lugar de protección y de intercambios, no sólo fisiológicos sino relacionales. El feto, desde su indiferenciación se impregna de los estados de ánimo de la madre (miedo, angustia, euforia, placidez), reacciona a las vibraciones y modulación de su voz, y de algún modo recibe la aceptación o el rechazo, la ilusión o la decepción de ser recibido; todo ello marcará la futura relación de este nuevo ser con la vida. Tras el nacimiento el bebé pierde esta envoltura estable y se enfrenta a enormes cambios del entorno: sonido, luz, temperatura, etc. Sería una experiencia altamente desintegradora si no fuera porque el contacto con los brazos de la madre: su piel, olor, sonido le devuelven a éste un espacio lo suficiente segurizante para integrar dichos cambios. Es una fase en la que la contención corporal es vital. El proceso de diferenciación (el paso de la relación de objeto total a la de objeto parcial) y la aparición del lenguaje como una proyección del cuerpo, permite al niño sutilizar esta envoltura. Ya no necesita del continuo contacto con el cuerpo de la madre, puede hacerlo permanente e ir internalizándolo a través de los sonidos de ésta, aunque esté lejos de 5. Sarkissoff, Jean "Pour une Psychanalyse plus active". Ed.Integral (France) (próximo a editarse en España)

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO su alcance visual, y rememorarla en los propios sonidos que emite; el espacio protector se amplía y el niño empieza a explorar el mundo circundante. La palabra como símbolo y su resonancia corporal inician el proceso de interiorización del otro segurizante como una sensación interna, permitiendo así soportar períodos limitados de ausencia física de la madre. Oír la voz de ésta o la vocalización de la palabra mamá va acompañada de una sensacion corporal que evoca una presencia que ya no tiene por qué ser necesariamente física. Los objetos y personas que entran en contacto con la madre y que son nombrados por esta "objetos mamificados", lo introducen a los otros que giran alrededor de ella Ios otros de mamá", y que por su familiaridad tienen un papel segurizante que ampliará el nivel de exploración y de integración de nuevas experiencias. Los avances del niño en el proceso de socialización, junto con la capacidad de abstraccion permiten al niño, adolescente y finalmente adulto ir afirmando su identidad en el ser reconocido por el entorno. Encontrar un lugar en la familia y posteriormente en la sociedad completan este proceso de construcción de la identidad. La función protectiva del medio social (como una envoltura más) va tomando preponderancia frente a la vinculación parental, siempre y cuando esta madre y padre (sean el biológico o quien realice dicha función) hayan sido debidamente interiorizados. Estas envolturas son presencia que se va internalizando a través de la relación con el medio, representado en los primeros años por la figura de la madre. Posteriormente este entorno se amplía, pero es en contacto con ella y su cuerpo que el nuevo ser recibe un mensaje esencial, el pilar sobre el que se hará el futuro individuo: la conciencia de ser. Winnicott lo define así: "Después de ser hacer y que se le haga a uno. Pero primero ser `6. 6. Winnicott D.W(1971) Realidad y juego Ed Gedisa (1990) p.116

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA Si cada envoltura queda bien instaurada sirve de base para el desarrollo armónico de la siguiente. Pero si debido a una situación traumática mal superada alguna de las envolturas no ha sido bien instaurada, puede afectar a la estabilidad de las posteriores. Un ejemplo sería la dificultad de un adulto para soportar las separaciones cuando de pequeño se han sufrido pérdidas significativas, dificultad que puede expresarse tanto por transtornos depresivos, somáticos como por cortes emocionales. Cuando una envoltura resulta dañada el individuo tiende a replegarse y a buscar apoyo en envolturas mas primarias. Si encuentra una base sólidamente constituida, estos desequilibrios del presente pueden ser más fácilmente superados. Pero si las envolturas más primarias son endebles, reaparecen los traumas profundos y, por tanto, las manifestaciones patológicas, sean en el plano físico o psíquico. Este tipo de patologías tiene un marcado componente regresivo, pues supone la vuelta a fases mas primarias que necesitan ser reparadas. En este punto es donde encontramos el cuerpo: la indefensión del adulto reaviva la que fue vivida de niño, bebé e incluso feto, etapas en las cuales el ser humano es más vulnerable y donde se inscriben los traumas más profundos. En estos casos el cuerpo reacciona replegándose ante el dolor, incluso insensibilizándose para no vivir la angustia vital, puesto que el cuerpo es la defensa más primaria ante la amenaza de desintegración del individuo; por esta razón el tono corporal se modula en base al tono emocional. Resumiendo: La correcta instauración de los vínculos primarios determina la capacidad integrativa de la persona. Una emoción que no puede ser vivida, expresada e integrada provoca un repliegue de la persona, lo cual facilita la regresión a estadios (envolturas) más primarias, normalmente referidas al cuerpo o a la necesidad de una figura protectora. Esto explicaría la necesidad de vincularse a figuras significativas (parientes, amigos médicos, analistas...). He comenzado resaltando la importancia del contacto a través de un otro presente en el transcurso de la reparación

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO terapéutica, he planteado la cuestión de la justa distancia necesaria entre paciente y analista en el espacio terapéutico y, para introducir el papel del cuerpo en este espacio de relación, he intentado demostrar su importancia en la construcción del Yo. Ahora ya puedo referirme mucho mas específicamente al lugar del cuerpo del analista en el espacio terapéutico. El cuerpo del analista en el espacio terapéutico: toque empatico y comunicación infraverbal Parecería obvio que en algo tan "palpable" como es el contacto (y permítaseme un juego de palabras: con-tacto) debería poder intervenir el sentido del tacto, es decir el contacto físico. Los psicoterapeutas hablamos acerca del cuerpo, (sus gestos, su postura, etc), lo miramos, en algunos casos proponemos algún tipo de ejercicios y, a veces, nos permitimos tocar al paciente mediante la aplicación de una técnica de masaje o manipulación, pero no siempre con la conciencia de las implicaciones relacionales profundas (transferenciales y contratransferenciales) que este acto conlleva. Si aceptamos que el tacto tiene una función relacional vital en la construcción de un Yo integrado, no parece justificable que quede relegado a un papel secundario en los procesos terapéuticos de reparación de los traumatismos, especialmente si son traumatismos primarios. Esto último lo he introducido en el segundo apartado de este artículo en referencia a lo que Winnicott decía sobre "sentir la vida del analista" y desde la terapia morfoanalítica sostenemos que esta presencia puede vehicularse a través del cuerpo. Efectivamente, en las patologías derivadas de traumatismos arcaicos: prenatales, perinatales o postnatales, donde se han producido profundos cortes emocionales (cuerpo emocional) y consecuentemente propioceptivos (cuerpo vivido), es en las que es más difícil establecer una comunicación a través de la palabra. En muchos de estos casos en los que el trauma se produjo en fases preverbales, la única vía que el ser

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA encuentra para expresar su dolor es el cuerpo; tal es el caso de las somatizaciones, que se suelen manifestar en el cuerpo real. Son numerosos los casos tratados en los consultorios médicos y hospitales que precisan ser escuchados más allá de sus manifestaciones físicas que, aún pudiéndose constatar (y necesitando ser tratadas) en el cuerpo real, se vuelven recurrentes si no son abordadas con una comprensión más globaP. En otros casos la palabra es utilizada para eludir el encuentro con la situación traumática, manteniendo el cuerpo alejado. Los interminables discursos verbales y la acumulación de información por parte del paciente lo mantienen alejado de sí mismo. El volver a su cuerpo es pues una vía mucho más directa de acercarse al núcleo traumático y, cuando esto ocurre, es el momento en que la contención corporal del terapeuta se hace más necesaria. Son estos estados regresivos en los que el paciente se refugia en su cuerpo buscando la contención necesaria para defenderse contra la desintegración, intentando encontrar un resquicio de vida en algún rincón de su ser, algo en lo que apoyarse y que le devuelva la confianza en la vida. El cuerpo se tensa o se repliega defendiéndose de la agresión exterior y buscando en el archivo del pasado una sensación perdida, un dolor que espera ser aliviado, un vacío que necesita ser llenado o una presencia que aplaque la angustia vital de alguna separación. Esto no puede ser transmitido por la vía conceptual y es sólo desde la presencia del terapeuta, desde su cuerpo como envoltura suplementaria, como puente entre la soledad del paciente y la existencia de un otro que está y que le confirma su existir, que el paciente puede reencontrar su sensación de integridad y reparar el corte que lo apartó de su sentirse en confianza con la vida. El cuerpo del terapeuta, a través del toque empático, es el cordón que permite al paciente sumergirse en esa profundidad y mantenerse en contacto con lo que vive, pero al 7. Las manifestaciones somáticas y el abordaje global de las mismas es uno de los aspectos fundamentales sobre los que trabaja la terapia Morfoanalítica. No me extenderé en este apartado ya que requeriría de una atención más específica .

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO tiempo da acceso al terapeuta a percepciones enormemente sutiles, contenidos que no estaban preparados para ser verbalizados, pero que permiten un diálogo infraverbal que creará las condiciones para que en el transcurso de la sesión o del proceso analítico surja la palabra, una palabra conectada con la vivencia y que por eso da sentido a lo vivido. Es desde la presencia del terapeuta que el paciente se permite la regresión, donde revive el momento traumático, pero en esta ocasión ya no está solo, hay alguien que acude y permite la reparación que estaba buscando en ese volver al escenario del trauma. En traumas de estas características se trata de un escenario repleto de sensaciones corporales y propioceptivas, por lo que que el cuerpo del terapeuta es fundamental como herramienta de reparación. Es por esto que la contención corporal del terapeuta constituye de por sí una forma de interpretación corporal. Quiero finalmente insistir en que lo fundamental es la capacidad de estar en contacto, la empatía. No se trata de tocar o no tocar, el contacto va más allá del toque, es la presencia lo que confiere un verdadero valor terapéutico al toque y, por descontado, pueden haber momentos de profundo contacto sin necesidad del toque. Lo verdaderamente importante es que el analista esté disponible para responder a las necesidades profundas del paciente y estar allí en el momento y de la manera que aquél precise. Sí esto comporta sólo mirada o sonido, o tal vez olfato o toque, sea sólo con la mano o con todo el cuerpo, eso es lo que el analista debe estar dispuesto a ofrecer; si se da en el marco de la justa distancia, esa actuación terapéutica penetrará profundamente y con todo su valor reparador. Taller: toque enipático y comunicaci0n infraverbal En base a lo expuesto en el artículo, el taller que propuse tuvo como objetivo tornar conciencia del valor terapéutico del toque empático como vía comunicativa e interpretativa desde

ANTONIO ALCAIDE JÁVEGA el tipo de abordaje de la Psicosomatoterapia Morfoanalítica. En el transcurso del trabajo se dio una especial atención a la conciencia propioceptiva como medio de colocarse en el lugar del cuerpo, tanto del receptor como del que realizaba el toque. Las sensaciones propioceptivas asociadas a la piel, el peso, el volumen interno, así como la escucha emocional, ensoñaciones que se dan en el contacto con el cuerpo (propio y con el del otro), el recibir o no el toque en el lugar que se espera, percibir la calidad de contacto y la presencia del otro a través de su cuerpo; todos estos elementos y la dinámica transferencial y contratransferencial que propiciaron, constituyeron el tema de la verbalización posterior, o sea, posible material terapéutico que se fundamentaba en una vivencia corporal y relacional. Uno de los mensajes fundamentales era el comprender la necesidad de estar en el propio cuerpo para poder contactar con el del otro, y en el taller se constató cómo en varios casos las dos personas que realizaban juntas el ejercicio habían per~ cibido, sin mediar la palabra, estados anímicos de su compa~ ñero/a, algunos de ellos de extrema sutileza. La función del otro como catalizador o la vivencia de la ausencia, el modo de reaccionar el cuerpo ante estas percepciones (física y emocionalmente) y las rememoraciones a las que podía dar lugar fueron diversos aspectos que propiciaron la experiencia del taller, pero que no fueron desarrolladas dado que no se trataba de un marco estrictamente terapéutico.

593 «BIOENERGETICA, CORENERGETICA: CUERPO, EMOCIONES, PENSAMIENTO Y ESPIRITUALIDAD» por Jaime Guíllen de Enriquez Filósofo y Psicoterapeuta. Insfitute of Core Energefics, New York. Miembro Fundador de la Asociación Española de Psico-Somatoterapia. Centro BIA de Madrid. La CORENERGÉTICA es una psicoterapia corporal enraizada en la bioenergía y la psicología profunda que está basada en estos principios: 1. La persona es una unidad psicosomática. 2. El poder de curación radica en uno mismo y no en un agente exterior. 3. Todo lo existente forma una unidad que se mueve hacia la evolución creativa. El concepto de proceso corenergético fue desarrollado por JOHN C. PIERRAKOS, psiquiatra estadounidense de origen griego, discípulo y colega de WILHEM REICH (quien a su vez lo fue de FREUD) y cofundador de la Bioenergética, a través de muchas etapas, incorporando la base conceptual de REICH, la Bioenergética, hallazgos de la Física moderna, el

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO proceso evolutivo de muchas experiencias a nivel físico, mental y espiritual, así como los escritos de su esposa EVA BROCH. La CORENERGÉTICA se dirige a cinco niveles de la existencia en la entidad humana. Esos niveles son: 1) El cuerpo físico. 2) Los sentimientos y emociones. 3) La mente y el pensamiento. 4) La voluntad. 5) El espíritu. A través de las dimensiones de energía y conciencia, la persona trabaja para romper y transformar su sistema de defensas y alcanzar su COR. El COR o centro humano es, en efecto, creativo por naturaleza y urge hacia la autorrealización. Sin embargo, nuestros miedos bloquean esa inherente creatividad tanto física como psicológicamente. Trabajando con las tensiones físicas y emocionales inscritas en el cuerpo que es 9a historia congelada de nuestro presente y nuestro pasado" (W.Reich) con técnicas elaboradas y sencillas como el ejercicio, la respiración o la expresión de recuerdos, confrontamos nuestro miedo, estimulando reacciones y desbloqueos emocionales que llevan a una mejor percepción de sí mismo y del mundo exterior y abren el camino a la Corenergía. La CORENERGETICA se asienta sobre un concepto básico: que la única realidad presente y última es el estado de amor. Este estado de amor es activo e incluye la expansión de las energías. Energías que están unificadas, son extremadamente inteligentes, conocen el inmediato Ahora y están en posesión de los poderes de la creatividad y la verdad. Representan las mas altas aspiraciones de la entidad humana y se experimentan en la vida como placer, alegría y salud. En el arcano de los tiempos más remotos, nuestros ancestros homínidos se hallaban absortos en la tarea de intentar entender su lugar en el Universo. Al igual que los demás seres vivientes, utilizaban el instrumento de su conciencia, inhe-

JAIME GUILLÉN DE ENRíQUEZ rente a la forma específica de su energía vital. La conciencia era y sigue siendo el componente invisible, cualitativo y estático. La energía completaba al ser viviente con la forma, el movimiento y la cantidad. Los primeros humanos sabedores buscaban intuir quienes eran sintiendo sus pulsaciones internas y estando atentos al mundo existente en su interior. Después intentaban captar lo exterior y su significado. Nuestros movimientos internos, nuestra sensación y nuestras percepciones dieron a nuestros precursores y nos dan a nosotros ahora la experiencia de ser y la conciencia de nuestras personas. Esos movimientos pulsatorios internos son la suma total de los procesos vitales, de todas las energias que se metabolizan en el cuerpo. Pero esas energías también fluyen e irradian al exterior creando un campo de energía observable por el ojo humano y compuesto por líneas de fuerza que se mueven tanto en la periferia del cuerpo como dentro de él. El cuerpo vive dentro de este otro cuerpo de energía que lo rodea como "un huevo luminoso" (C. Castaneda).' Tradicionalmente se entiende que el cuerpo físico es anterior a su cuerpo energético, que lo energético resulta de lo físico, al modo de la emanación producida por un trozo de hielo que flota en el agua. Sin embargo, lo contrario -lo material resulta de la energía aparentemente invisible-, parece comprobado por el llamado efecto de miembro ilusorio o de hoja ilusoria: cortando parte de una hoja antes de tomarle una fotografía, aparece la hoja entera (incluyendo la parte que falta) en la placa fotográfica, con un gran despliegue de luz y color. Basándose en sus observaciones del aura, la física y terapeuta en Bioenergética y Corenergética Barbara Brennan, llega a la conclusión de que el campo energético humano suministra una estructura matricial de energía sobre la que se desarrollan las células? Esta conclusión hace del campo de energía un factor mucho más importante para 2. C. Castaneda. "El conocimiento silencioso". Madrid 1988 3. Barbara Brennan. Líght emerging. Bantam Books. N.York 1993

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO los procesos de curación y desarrollo personal de lo que se sospechaba en un principio. Según Brennan el campo energético humano se compone de siete niveles, cada uno de los cuales penetra el cuerpo y se extiende al exterior desde la piel, teniendo cada nivel sucesivo una "frecuencia" más alta, correspondiente a la sensación física (cuerpo etérico), las emociones respecto a sí mismo (cuerpo emocional), la mente racional (cuerpo mental), las relaciones con los demás (cuerpo astral), la voluntad superior (nivel etérico templado), el éxtasis espiritual (nivel kethérico templado) y la mente divina (cuerpo celestial). A su vez, estos siete niveles expresarían una correspondencia con siete centros vitales (segmentos reichianos, chakras) que son a la vez emisores y receptores de energía. La energía vital y su campo de manifestación o aura han sido objeto de referencia escrita en Oriente y en Occidente durante milenios. La denominación hinduista PRANA (5.000 a.C.) como la fuente básica de toda vida, se corresponde con las chinas KI y YIN YANG, como una fuerza dual presente en toda la materia, que produce la salud al equilibrarse. En Grecia, Pitágoras (582 a. C) e Hipócrates hablaron de una BIA o energía de luz curativa en la Naturaleza, y la Cábala o Teosofía mística judía surgida en el S. VII, se refiere a las mismas energías como LUZ ASTRAL. Durante el Renacimiento, las intuiciones de Paracelso sobre el ILIASTER predicen durante siglos la ecuación materia-energía de Einstein. En pleno Racionalismo, Leibnitz habla de la mónada como un microcosmos espiritual con fuerza propia. Durante el siglo XIX y comienzos del XX las numerosas menciones al descubrimiento de la energía desde prismas distintos: Mesmer (ESENCIA MAGNÉTICA) Reichenbach (FUERZA óDICA), Kilner (AURA 0 ATMóSFERA HUMANA) Boirac (ENERUAS PSíQUICAS), de La Warr o Burr y Northrop, trabajando con altos instrumentos de medición los niveles de energía en las personas, preludian el trabajo de Wilhem Reich. Primer director del Seminario Psicoanalítico de Viena (1925), Reich realiza una genial transición a la Somatoterapia,

JAIME GUILLÉN DE ENRIQUEZ siendo el primero en crear un método de psicoterapia corporal bioenergética, la Vegetoterapia caracteroanalítica. John Pierrakos, discípulo suyo desde 1945 se refiere a él diciendo: "Reich, de hecho, puso las simientes de campos aún más amplios que el de la medicina psicosomática. Su cuerpo de pensamiento le convierte en el más importante precursor de una nueva era, no sólo porque une el conocimiento científico y sociocultural sino porque explora la naturaleza esencial del ser". Tras veinte años de trabajo clínico desarrollado a través de la Bioenergética, Pierrakos retorna su interés por el estudio de la energía al descubrir en la práctica su relevancia terapéutica. Esa práctica demostraba que cada aspecto de la persona, desde la estructura del cuerpo a la claridad de la percepción está moldeado por la energía interna. Aun existiendo múltiples condicionantes genéticos, familiares o sociales, nosotros mismos creamos nuestras vidas a través de lo que hacemos con nuestra energía: hasta dónde decidimos ir con ella y cómo la dirigimos. Una persona será vulnerable a las circunstancias sólo en la medida que su supervivencia dependa de ellas, como ocurre en la infancia. Pero al madurar, tenemos la posibilidad de elegir entre fusionar nuestra energía o bloquearla, entre ir hacia el mundo exterior o retiramos de él. La persona es una unidad, tanto dentro de sí misma como en la interacción con lo que le rodea. Unidad e interacción conectan todo lo que hay en la totalidad de la existencia. Tan real como la energía individual de cada ser es el intercambio de energías existente entre todos los seres y con el universo. ¿QUÉ ES ESTA ENERGíA? Podemos hacemos esta pregunta desde la dimensión filosófica: ¿Es al mismo tiempo substancia y atributo, como lo consideró el hinduismo y los filósofos griegos? ¿Es espíritu universal, indivíduado en la materia como lo vio Paracelso? ¿Es esencialmente material, bien sea un sistema electrodinámico autosuficiente (Burr) o una unidad de lo que Reich llamaba el principio de funciona4. John Pierrakos M.D "Core Energet¡cs". Life Rhythm. N.York 1987.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO miento universal? o ¿es algo esencialmente espiritual como lo han considerado pensadores religiosos y sanadores como Buda, Jesús o Teilhard? Desde un punto de vista científico, Reich hizo unas observaciones fundamentales: la energía es de color azul o gris azu~ lado, se manifiesta en unidades positivas observables (orgón) y existe una energía muerta o dead orgone (DOR). Pierrakos, posteriormente, sostiene que cualquier persona "con algún entrenamiento y paciencia" puede observar el aura. Él viene realizando, con colaboradores científicos, exhaustivas comprobaciones de campo y laboratorio (Core Energetics, Appendix A, B, C) entre las que destacan las referentes a la forma, densidad y color de las emociones o el aura y frecuencia vibratoria de las distintas estructuras de carácter que considera la Bioenergética: esquizoide, oral, psicopática, masoquística y rígida. ¿QUE ES ESTA ENERUA desde un punto de vista terapéutico? ¿Cómo se relaciona con nuestra personalidad, cómo nos afecta a nivel físico, emocional, mental y espiritual? ¿Por qué se bloquea? ¿Cómo se desbloquea? ¿Cuáles son sus características? Esta energía es extremadamente inteligente, tiene la cualidad de estar disponible a nosotros y es benigna. Es amable, buena para uno. Abusamos de la tierra y de nuestro cuerpo, los destruimos y aún nos dan vitalidad, energía y movimiento. Es abundante y está no sólo en las grandes sino en las pequeñas cosas. Genera, mueve y multiplica. Simplemente es. No obedece a criterios morales ni sabe de lo importante o no importante. Se manifiesta en el Ahora inmediato y no tiene conflicto. No es buena o mala, no está dividida. Conoce. Su naturaleza es una vasta inteligencia. Cuando alguien se une profundamente a esta fuerza, se siente ampliamente inteligente y abierto. Y cuando la retiene, se siente amenazado, limitado o frágil. Cuando esta energía está en el Ahora, es como una vela que arde: hay calor y luz. Pero si uno apaga la vela, ésta se vuelve fría y se solidifica. De

JAIME GUILLÉN DE ENRíQUEZ igual manera, la energía que era calor y luz y no fluye, se estanca y tiende a petrificarse formando ciertos bloques densos y opacos en los cuerpos energéticos que llegan a grabarse en el cuerpo físico creando tensiones musculares crónicas o eventualmente enfermedades graves. Recientemente he tratado en esta ciudad a un enfermo de leucemia que estando clínicamente desahuciado, experimentó una mejoría radical y prolongada cuando después de expresar con sucesivos llantos y protestas su emoción negativa reprimida, conectó con su cor o centro de energía y pudo expresar amor hacia sus padres y hermanos. La respiración es de gran importancia para movilizar la energía personal y mantener su fluencia. Ésta tiene un ritmo de expansión, contracción e integración similar al respiratorio. Mantener el flujo de energía en el cuerpo es una gran experiencia que tiene dificultades: la sensación más leve de culpa la interrumpe, así como el miedo a estar completamente vivo. Requiere estar en el ahora, buscar la expansión y mantenerse en movimiento, aventurarse, comprobar cómo uno distorsiona la realidad. Con el trabajo personal continuado con el cuerpo, la actitud, las distorsiones de la realidad y las falsedades, se llega a la experiencia de un universo que se abre dentro de uno. La creatividad es el flujo de esa energía. Pero a ese punto sólo se llega cuando se trabaja por ello y se paga un precio personal, no es un gran regalo místico. Cada individuo tiene un cor único, cuyo concepto "núcleo de vida universal individualizada" es bastante literal. Cada célula y cada entidad progresivamente más compleja, hasta el conjunto del organismo, contiene una energía pulsátil que es consciente. Cada uno de esos elementos tiene a su vez un centro y una periferia y cada uno emite y recibe fuerza vital. La totalidad de los centros es el cor del ser humano. Pero el cor es como un sol rodeado de nubes. Sus rayos se proyectan hacia el exterior de un modo intermitente o parcial. Las nubes están en un movimiento más o menos rápido y a veces oscurecen al sol por completo. El conjunto de esas

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO nubes serían las emociones negativas primarias. Impulsos y emociones en parte inhibidas, reprimidas, contenidas o negadas. Este nivel contiene la capacidad de contrarrestar las fuerzas externas en movimiento hacia el interior y de alterar la fuerza del núcleo manifestándose hacia fuera. Por último, rodeando a este segundo nivel, hay un tercero que es como un área de defensa y mediación entre las fuerzas, yendo en ambas direcciones. El sol y las nubes serían la verdadera realidad interior del ser. El tercero, la máscara exterior, es una realidad distorsionada y, aunque pueda ser un filtro necesario, es un territorio engañoso y alienante en el que vivir. Desde el punto de vista energético, el nivel negativo o inferior, incorpora una energía que está alterada, condensada y ralentizada en sus vibraciones. Sin embargo, hay mucha más compresión y desaceleración en la energía de la máscara. Mientras que el ser interior, constituido por el cor y el ser negativo, es una forma fluida, el perímetro defensivo exterior es una capa relativamente fija, densa y opaca. "El cor, escribe Pierrakos, es la total capacidad del ser humano, una masa candente, vital, al mismo tiempo fuente y receptora de la fuerza vital. Tiene una completa unidad: no hay sí o no, bueno o malo. Es una operación vibratoria indivisible que lleva a cada persona a conocer instintivamente la verdad al sentir el pulso de la vida . En el cor hay emociones positivas primarias para contactar y unificarse con el mundo exterior que puede resumirse en una suprema expresión: amor."

504 «MIRAR Y VER; EL CONTACTO EMOCIONAL» EN LA VEGETOTERAPIA REICHIANA por Jeronimo Bellído Pérez Especialista en Psicología Clínica. Vegetoterapeuta. Analista Reichiano. Presidente de la Asociación Española de Psico-Sornatoterapia. Introducción Cuando al principio, el propio Reich, pretendía darle una consistencia emocional al conflicto psicológico, recurrió a nociones o conceptos que hasta la fecha no tenían el apoyo mayoritario de los análisis freudianos de entonces. La " regla de oro" del psicoanálisis era la asociación libre, lo que, gracias a la verbalización de la problemática individual, el sujeto podía llevar a la conciencia la realidad de su conflicto intra-psíquico, hasta ahora retenido en los mecanismos de defensa o en los avatares del propio Super-Yo. Reich consideraba que la realidad mental propuesta por Freud, como único espacio donde podemos vislumbrar la presencia de nuestro Yo, no daba suficientemente cuenta de la complejidad que envuelve la problemática en la que el sujeto

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO se halla inmerso, respecto del valor económico de la enfermedad y del sentido del placer. La realidad verdadera del ser humano tiene una parte que corresponde a lo mental, a todo aquello que hace referencia al conflicto psíquico, pero también se hace tributaria de toda una serie de estructuraciones musculares que corresponden al propio cuerpo, a su propia historia personal: son estas estructuraciones hechas, la mar de veces, de bloqueos, de rigideces, de contenciones que se traducen en un empobrecimiento de todo aquello que nos hace humanos y de aquello que nos acerca o nos pone del lado de la naturaleza: ya sea la dificultad a la hora de realizar una respiración profunda, o el hecho anodino de suspirar profundamente, o la imposibilidad de movilizar el diafragma con cierta intensidad: sólo los niños y los " primitivos " pueden gozar de la expresión natural del cuerpo, nosotros los habitantes de la Modernidad lo hemos perdido. ¿Para siempre?. Ponerse del lado de las emociones, era la forma que tenía Reich, de revindicar la importancia que reviste para el humano la capacidad de poder expresarlas intensamente, como forma de revindicar el principio del placer, frente a las exigencias de la represión del Super-Yo, y de la sociedad. El salto epistemológico dado, fue,de envergadura: pasó del centro neurológico con su actividad mental, es decir, de la importancia de la verbalización y de la palabra centrada en el pensar (con las alegorías que hacían referencia al S.N.C.) a lo vegetativo, al sentir, al sistema nervioso vegetativo (lugar del cuerpo dominado por dos grandes haces: el Simpático y el Parasimpático, reguladores de la expansión y de la contención de las ernociones): lugar sin duda alguna del cuerpo real, en donde el sujeto se constituye de acuerdo con la capacidad de expresarse y en relación con el grado de dicha capacidad emocional. La dialéctica es ahora entre el centro (el corazón) y la periferia (la musculatura) y la relación funcional que se establece deviene relación permanente entre el conflicto psíquico y la realidad real del cuerpo, que se manifiesta en sus bloqueos y en su estructuración muscular (relación entre las

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ defensas caracteriales y los bloqueos musculares, origen del estudio y del interés hacia las denominadas enfermedades psicosomáticas). El Yo es entonces un Yo-Cuerpo, es decir, una instancia "cogida" a la realidad psicológica o mental del sujeto pero también a su realidad del cuerpo real, que se tensa, muestra dolor o rabia contenida, llanto que no puede expresarse, u odio a flor de piel o imposibilidad de expresar el amor por temor al contacto corporal y a la expresión de los afectos. Es el efecto "piel de cebolla": muchas capas arropan y nos protegen de la verdadera naturaleza humana, mucho de nosotros está puesto al servicio de las defensas y de las resistencias, de modo que mucho de lo nuestro está aún por inventar, es decir, habitamos un cuerpo y una realidad psíquica que desconocemos : lo mejor de nosotros mismos está por llegar. El aspecto psico-motor Somos personas inmersas también en una dimensión espacio- temporal, en cuanto que somos capaces de descubrir, de inventar, es decir, capaces de investir un espacio en un tiempo determinado según la lógica del desarrollo cognitivomotor. Descubrir un espacio es tener la capacidad de situarse en un sitio -no en cualquier sitio- frente al Otro: y del Otro nace uno mismo como ocurre con la etapa del espejo (Lacan), porque el Otro a su vez también nos habla de nosotros mismos (el nacimiento y desarrollo de la comunicación humana tiene que ver con ésto). El descubrimiento del espacio quiere decir que se pudo descubrir y reconocer al Otro: y construir el espacio supone interiorizar el movimiento con cierto ritmo, con cierta ritmicidad que dé consistencia a ese espacio y a la relación que en él se pudo instaurar (como cuando mama el bebé: al mamar mira el pecho de su madre y luego los ojos de su madre y poco a poco va dinamizando la cadencia hasta convertirlo en un movimiento rítmico: de la nariz a los ojos, del otro a uno

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO mismo). Ese ritmo sólo se puede desarrollar adecuadamente si la actividad es placentera; y así es como una actividad se carga energeticamente de placer (al igual que ocurre al moverse de un lado para otro, o al cogerse de los pies y balancearse con ellos, o al mover los brazos y las manos en el agua): cuando una actividad deviene placentera es porque ha sido investida libidinalmente, quiero decir que ha pasado de algún modo por la prueba del amor. Que esa actividad motora tenga la seguridad del reconocimiento y la posibilidad de ser investida es lo que dará lugar a la capacidad del bienhablar: hablar es decir algo que anteriormente fue investido, es señalar lo que en la etapa pre-verbal tuvo la consistencia propia de la actividad placentera, el placer del movimiento; en algún lugar y en algún momento el bebé fue investido narcisistamente y es señal de significado y por tanto de afecto, aquello que anteriormente fue reconocido como signo de amor. ¡El amor hace milagros, que decía el poeta! Caminar, andar, sentir el contacto con las plantas de los pies en el suelo es una forma de tomar conciencia del grado de conflicto o del grado de represión de dicha actividad: a través del caminar observamos el sentido del arraigo en la tierra (según el sentido dado por Lowen a este término) y observamos también de qué modo la planta de los pies entra en contacto con el suelo o de qué modo se apoyó. Todos sabemos que el grado de intensidad emocional determina el modo de entrar en contacto con la tierra (los pies nos son muy necesario, ¡quién lo iba a decir!). Reactualizar el pasado a través del acting, es decir, de los ejercicios grupales propuestos y de nuestra actividad corporal presente es también una forma de sentir la intensidad de nuestro malestar cuando observamos que numerosas vivencias de nuestro pasado se acomodan eternamente, lo que resalta la mecánica de la represión en detrimento de cualquier proyecto de placer. Hay entonces más de angustia, de miedos arcaicos, de temores que no nos dejan vivir (fundados o infundados), que de actividad puesta de lado de placer. Podemos decir que son como construcciones fantaseadas, relica-

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ rios de nuestra vida infantil que no han podido ser integradas adecuadamente y que van dando tumbos por nuestras cabezas recreando el malestar, el terror sin miedo, la angustia difusa, el no-se-que-me-pasa, el miedo sin nombre. Es entonces cuando observamos que todo ello tiene que ver con reminiscencias de la "escena prirnaria", fantasías que ocupan todo un espacio (por no decir que lo ocupan todo) y entonces es cuando vemos que las funciones corporales y sus órganos no pueden ser reconocidos con naturalidad, sino que son percibidos por el sujeto como terroríficas, llenas a veces de objetos persecutorios", fantaseados como peligrosos y que pueden hacer daño (es el caso del sujeto que habla del cuerpo sexuado como cuerpo terrorífico o de la función sádica del pene, o del peligro que puede suponer la vagina para la integridad de la virilidad por ejemplo): la función sexual o mejor, el cuerpo del sujeto constituido en cuerpo sexuado deviene peligroso (peligroso para sí mismo cuando se siente 9leno" de pulsiones sexuales y por tanto más o menos peligrosas porque más o menos persecutorias) porque para el sujeto la sexualidad como experiencia primaria de placer, tuvo que ver mucho más con todo lo referente a la represión y a la acomodación a las exigencias del propio Super-Yo (o a las exigencias del medio familiar y social) que a una vivencia corporal basada en mecanismos de mayor libertad, proyectada en una capacidad emocional-sexual más amplia. Confusiones de funciones corporales, de órganos (seno-pene/vagina-ano) y que al ponerle palabras y a sus representaciones mentales, el niño producirá altibajos verbales, o tropezones en las construcciones verbales; es entonces cuando comprenderemos mejor el sentido del rechazo y la pobreza de la comunicación con el Otro: el temor al contacto corporal, el malestar frente a la desnudez corporal está arropado con discursos, a veces, que hacen referencia a valores morales basados en el temor a una expresión sexual más "natural" (es decir no contaminada por excesivas demandas de represión) cuando no hacia prácticas "higienísticas" de perfección (sexual) según el grado e intensidad de los ideales del sujeto (Ideal del YÓ).

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO El desarrollo práctico del Taller El taller sigue las líneas maestras de lo que sería una sesión de la denominada Terapia de Grupo. La Clínica de la Vegetoterapia analítica se ciñe a las exigencias de la Terapia Individual, tal como está recogida en la práctica de las diferentes terapias profundas de inspiracion psicoanalítica y dinámica. Llegado un momento concreto del propio proceso terapéutico se propone a la persona pasar a formar parte de un grupo de Terapia Grupal, enriqueciendo de este modo su propio proceso individual con la aportaciones y adquisiciones que generan la propia Terapia Grupal. Así pues, en la Terapia de Grupo trabajamos al unísono con la dinámica vivencial individual, siguiendo los tempos o los momentos dinámicos de acuerdo con el principio energético-natural propuesto por Willian Reich en la "Función del Orgasmo" , teniendo en cuenta que todo movimiento expansivo-involuntario se rige por la fórmula del Orgasmo, a saber: tensión-carga-descarga-relajación, o lo que es lo mismo contracción-expansión, envuelto todo ello en la lógica interna de la relación funcional. Punto de partida En un primer momento, desde las enseñanzas de la terapia activa, se propone a todos los miembros del grupo que caminen por la sala a su manera segun su propio ritmo, intentando empezar a sentir -en la medida de lo posible- el contacto de los pies descalzos con la tierra: no hay pues un ritmo predeterminado, ni se indica tampoco el modo estandar de realizarlo, ni se pretende buscar un modelo perfecto de hacerlo; queremos decir que el sujeto se mueve en estos primeros compases tal como lo suele hacer normalmente, invistiendo el espacio de acuerdo con sus posibilidades libidinales más inmediatas. Son momentos que traducen y reproducen una

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ determinada configuración psíquica, unas características musculares y corporales particulares; son momentos expresivos también por parte del sujeto, por más que permaneza mudo, porque en realidad es el cuerpo el que "habla" desenvolviéndose a traves del espacio ..... y el tiempo. Y observamos entonces cómo progresivamente, el propio sujeto ya se atreve a entrar en contacto con su propio sentir, al percibir -gracias a una mayor expansión corporal- el placer que supone caminar, pues de algún modo, al impregnar con sus pies el suelo, puede investirlo libidinalmente con un ritmo que cobra mayor significado, según el peso, la intensidad emocional o la experiencia vivencial que se traduce, a modo de retailación, inmediatamente, en consonancia con la historia personal de cada uno. De modo que este primer encuentro grupal se hace posible, gracias al descubrimiento del espacio común, en donde cada uno vive; pero sin olvidar tampoco que dicho espacio, es un lugar inexorablemente compartido por el Otro: el Uno esta presente en el Otro. Así pues, este primer momento enriquecido con la propia dimensión espaciotemporal significada por la presencia del Otro, lo construimos por una aproximación vivencial determinada, cuanto no por una relación concreta o por una mayor o menor capacidad para producir empatía; así, gracias a la presencia de los afectos, podemos trabajar dinamicamente con el sentido de la realidad puesto en los límites. Es decir: ¿hasta dónde puedo relacionarme con el Otro?, ¿hasta dónde ya no puedo insistir? ,..... etc. 1) El primer momento Este inicio toma el nombre de "gran grupo sensorial" en donde se pone de manifiesto, en la dinámica relacional, la impregnación arcaica de los componentes psicológicos que emergen ahora y aquí, cargados de contenidos que hace pensar en el temor infundado, el miedo primitivo, la angustia

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZMII>O profunda y lejana, la sensación catastrófica de nuestra existencia, lo desconocido, todas las sensaciones profundas que no podemos darle nombre ..... Esta sensorialidad primigenia y carnal, esta fuertemente impregnada de un alto contenido corporal, que se traduce en sensaciones de piel de gallina, o de hormigeos en las extremidades, o en un frío intenso por la superficie de la piel; sensación de angustia difusa en el vientre, mareos, vértigos a veces ........ Progresivamente, vamos introduciendo algunos contenidos corporales nuevos, siguiendo con la dinámica que impone el movimiento, como es la introducción progresiva y suave de la respiración profunda que será una de las actividades primeras que nos facilitarán la emergencia y el desarrollo de las aberturas emocionales, (lo que supone la introducción de una de las primeras significaciones también de nuestro hacer). 11) El segundo momento Estamos pues en otro momento dinámico, el segundo, que introduce la noción de "círculo" a través del cual y gracias a la insistencia respiratoria podemos acceder al suspiro lo que nos permite liberar las tensiones de la coraza muscular, favo~ reciendo las primeras descargas que el organismo está en condiciones de poder integrar, al soportar la intensidad emocional unida a ellas. En estos momentos nos encontrarnos en un registro domi~ nado por la intensidad vocal ya que el sujeto se permite expresar y manifestar sus propios sonidos con mayor intensi~ dad, ya sea a través del grito o a través de la queja (¡y con razón!) por los dolores que sufre: observamos en todo caso que ya puede expresar -al menos sin tanta culpa o en todo caso, con menor sentido del ridículo- la queja por todo lo que considera innecesario en su vida o por su incapacidad a la hora de enfocar su existencia de otro modo.

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ Para Reich la respiración es la fuente de la vida y si no podemos llegar a percibir dicha capacidad respiratoria, tampoco es posible llegar a entrar en contacto con las emociones más profundas e intensas. Esta respiración en cuestión es diafragmática, quiero decir, profunda, llegando a abarcar en su expansión tanto al torax como al bajo vientre (las entrañas) y también en su expansión hacia fuera, a la barriga (como lo observamos en los niños y en los "primitivos") y a los intercostales, tocando casi, en esa expansión respiratoria desaforada, la espalda (¡es un decir!). Como vemos, es todo el tronco el que entra en esa gran actividad expansiva e involuntaria, produciendo una incidencia significativa en la pelvis, lo que facilitará un efecto relajante en toda la zona genital y anal, mayormente. De este modo, la capacidad para reestablecer el movimiento profundo en el organismo, guarda una relación directa con la capacidad para poder acceder al estado de quietud: quietud emocional que lo podríamos definir como un estado mental y físico marcado por la capacidad para la actividad introspectiva: es éste una especie de estado, momento existencial básico que se vislumbra como necesario para poder acceder adecuadamente a la realidad conflictiva de nuestro mundo interno. Es la capacidad de acceder a mayores dosis de quietud, lo que nos permite entrar progresivamente en un estado, marcado esta vez, por la presencia del silencio, gracias al cual podremos elaborar con mayor riqueza e intensidad nuestra propia capaciadad para reconocer el sentido de la frustración, así como la necesidad interna de renunciar a la omnipotencia infantil. Son estos dos aspectos, relicarios psicológicos de nuestro pasado, que, incrustrados en mayor o menor medida en nuestro presente, necesitan ser retornados constantemente, a fin de tener asegurado un mayor desarrollo mental y emocional que nos pueda asegurar la realización de una integración social que satisfaga las espectativas personales, tal como cada sujetó las pueda entender. Seguimos dando vueltas por la sala, cada cual a su aire, intentando percibir desde ahora de qué manera nuestros

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO pies se acomodan -al caminar- con el suelo y de que forma se equilibra el eje de todo el cuerpo, es decir de qué modo todo el cuerpo va tomando conciencia de su ser en el espacio, cobijado por su propio movimiento energético, de manera que ya pueda aproximarse al sentir de sus principales puntos de tensión, a esos puntos que cada uno viene a percibir de manera más contundente y tenaz. Si podemos sentir esa tensión propia, quiere decir que aceptamos la invitación que el Yo nos hace a la reflexión, en el sentido reichiano, pues la forma que toma el cuerpo a la hora de estructurarse corporalmente no fue debida al azar, sino que guarda una relación estrecha con estructuraciones musculares y psicológicas de las que el sujeto echa mano con frecuencia para defenderse, al evitar entrar en contacto con las que no puede tolerar al sentirlas. Cuando no es una forma de poner en lo corporal o en el organismo, lo que no puede ser resuelto a nivel mental (aquí el esquema corporal y la imagen del cuerpo se interrelacionan en una relación funcional, dando cuenta de los conflictos psíquicos y somáticos, permitiéndonos comprender la dinámica de las denominadas enfermedades psicosomáticas). De nuevo damos vueltas por la sala dejándonos llevar -en la medida de los posible- por las sensaciones agradables que cada vez nos provoca el hecho de entrar en la dinámica de movimientos más sueltos; y así al andar, nos miramos a los ojos, en pareja, buscando el contacto del Otro a través de la mirada, en un encuentro ausente de cálculo previo, formando una pareja de improviso. Y mantenemos entonces la mirada fijamente en los ojos del partenaire, así, en silencio y sin movernos por unos minutos, dejando sentir la respiracion profundamente y sintiendo al mismo tiempo el contacto con la tierra, lo que nos ayuda a dejarnos llevar por el movimiento involuntario que genera nuestro propio cuerpo. Son estos primeros momentos grupales, como vemos, momentos de tanteo, que sirven a su vez para redefinir en cada uno de los participantes el sentido de la exploración, marcado por el interés en reconocer un espacio dado y hacer-

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ lo suyo, así como una necesidad de darle una lógica vivencial al encuentro con el Otro. Dentro de esta lógica del encuentro, en donde se movilizan las energías hacia formas cada vez más sutiles de dinamismo y transformación del Yo, se propone luego el acting de formar un círculo cogidos de las manos, insistiendo en la importancia del apoyo en la tierra a fin de vivenciar personalmente el arraigo, pero también requiere poner atención hacia lo que supone el dejarse apoyar y ayudar por el Otro: el hecho de cogerse de las manos es una forma de comunicarse a través del contacto, pero es también una forma de ponerse en manos del vecino, de depositar en él nuestra confianza. Cada uno busca poner su mirada en el que está enfrente, a lo lejos, mirando siempre a la misma persona (sin gafas y sin lentillas) sin cambiar la mirada hacia otro sitio. De nuevo la concentración en la mirada del Otro, el silencio y la respiración profunda, ocupan la realización de este acting durante unos minutos. De algún modo, los temores infundados previos, pueden dar lugar dinamicamente a un cierto reconocimiento de obnubilación, de fascinación o de reconocimiento del otro lo que dará lugar a la comprensión de los mecanismos arcaicos de identificación proyectiva dentro de una cierta lógica de Verdad, es decir según el sentido real que el sujeto ya puede darle a lo que esta viviendo frente al otro, y no tanto centrado en prejuicios iniciales introyectados masivamente pero faltos de una notable elaboración. Se propone al final del acting hacer unas muecas, cerrando y abriendo los ojos, moviendo toda la cara; cerrando y abriendo a su vez la boca, uniendo los labios con fuerza pero sin apretar los dientes. Todos los músculos faciales entran en acción, provocando una relajación global de la cara y del cráneo, lo que facilita la relajación a nivel mental (mente "en blanco").

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Definición del acting Llegados aquí diremos que el acting es un artificio que tiene su utilidad como soporte muscular de la emoción. El acting, en el sentido etimologico, expresa el movimiento desde dentro hacia fuera y aunque guarde ciertas connotaciones mecánicas, preferimos este término al de ejercicio, pues consideramos que dicho vocablo preserva mejor la dimensión de actividad o movimiento del cuerpo hacia el exterior, pero marcado no sólo por lo muscular sino también por los contenidos tanto psicológicos como emocionales, ligados a vivencias arcaicas y que se actualizan en el presente. Así, gracias al acting, podemos actualizar la experiencia vivida en nuestro pasado más arcaico: experiencia que fue vivida de manera displacentera o que fue vivida en nuestra tierna infancia de forma "catastrófica" (trauma) no siendo integrada por el Yo adecuadamente. Observamos entonces que el sujeto se defiende de esa inadecuación recurriendo a mecanismos psicológicos de escisión, a fin de sufrir menos, pues esa separación entre lo que se siente y lo que se piensa es vivido la mayoría de las veces con gran dolor, por más que quede disimulado a través de formas de conducta que denoten una buena integración social (falso self). También desde la estructuración de la coraza muscular, podemos observar esta escisión entre una forma determinada de verbalizar una emoción (o ante la dificultad de expresar los afectos) y una estructuración corporal que no se hace cargo de lo que dice (Navarro). Desde este punto de vista podemos decir que, gracias a la carga emocional, el acting llega -por intermediario de la abreacción emocional (neuro-muscular y afectiva)~ a hacer presente lo distorsionado del pasado, lo que introduce en el funcionamiento psíquico la capacidad de discriminandiscriminar es la capacidad del sujeto de poner cada vivencia emocional en su sitio, cada relación en su momento vivencial, cada carga de afectos en aquel o aquella que corresponda; es también la capacidad de percibir las sutilezas de las significa-

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ ciones y de las vivencias puestas en solfa cuando interviene la expresión de la palabra. 111) El tercer momento Volvernos de nuevo al círculo dando vueltas por la sala, cada cual a su ritmo, insistiendo en el contacto de los pies en la tierra, a fin de ponernos mejor a la "escucha" corporal de los puntos de tensión. En estos momentos cada individuo da vueltas entre los miembros del grupo, y ya se permite desperezarse, estirar los brazos y los hombros, emitir sonidos, .... nos encontramos con un deseo cada vez mayor por liberarse de las presiones, "expulsarlas" del propio cuerpo, lo que sugiere una actitud hacía mayores aperturas. En este momento el individuo se permite expresar sus emociones más profundamente, a través del contacto con el otro: el contacto ya no es sólo desde la mirada (como lo que puede tener de intensidad como su afecto o su mayor o menor grado de desconfianza) sino desde el contacto físico, donde entre en juego el tocar: tocar al otro, sus brazos; acariciar la piel, cogerse de la cintura, de las manos... En este aspecto la Vegetoterapia Grupal es también una socio-terapia en el sentido que dinamiza constantemente los aspectos psicológicos del Yo en su relación con el Soma, y del Yo en su relación con el Mundo exterior: realidad compleja en donde entran en juego la dialéctica relacional del sujeto en su totalidad biológica, psíquica, histórica y social, tanto consigo mismo como con los demás. Este tercer momento dinámico le denominaremos "Grupo de implosión ernocional", en donde se exige un mayor grado de expresión corporal con participación intensa de todo el cuerpo a través del grito o de la expresión y la manifestación externa de una emocionalidad sentida con toda su crudeza y dolor. Los ejercicios propuestos invitan a participar ya sea desde la globalidad del grupo (como la cabeza-busca-tierra), técni-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO cas del psicodrama analítico o del rol playing o desde una actividad por parejas (la silla-a-dos por ejemplo). En estos momentos observamos la trascendencia que reviste el movimiento en el desarrollo psico-motor, como principal dinamizador de los contenidos energéticos corporales, bloqueados en los diferentes segmentos/o círculos de energía (los 7 chakras según la tradición oriental). IV) El cuarto y último momento Tiene que ver con la verbalización: es "el grupo de interrelación grupal" en donde se pretende dar, a través de la palabra (y ya relajados y sentados por el suelo, muy cerca los unos de los otros) el peso y la intensidad que una palabra puede significar, a lo que antes fue percibido desde el sentir. Este último aspecto introduce la dimensión mental puesta al servicio de la elaboración y de la simbolización. Si Reich desde su teoría de la "relación funcional" insistía en la necesidad de dejar constancia en lo corporal, de las relaciones entre lo psíquico y lo somático de manera constante, esa es la razón por la que pretendemos introducir desde la vegetoterapia reichiana la misma relación dialéctica entre lo sensorial y lo simbólico. Con ello pretendemos insistir en la necesidad de recurrir a la idea de un concepto como es el de aparato mental (Bion) que nos ayude a poner en él todo aquello que haga referencia al desarrollo y al crecimiento psicológico y emocional. Sería un aparato capaz de metabolizar mentalmente las experiencias vividas inicialmente, pero capaz de ponerlas luego en palabras propias, gracias al efecto de elaboración, pues un exceso de sensorialidad en la estructuración del Yo-Cuerpo nos pondría del lado de los contenidos arcaicos -por lo que tiene de no resolución de los aspectos profundos de la personalidad- en detrimento del reconocimiento del lado real de la realidad y de una adecuada integración (tanto psicológica, como social) de los contenidos emocionales y mentales.

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ Es como resultante de la capacidad de introducir la palabra sentida en la dimensión sensorial, que podremos pasar posteriormente con toda nuestra capacidad creadora, a los efectos de la simbolización y a los contenidos inherentes que tienen que ver con la organización social y grupal. Desde este punto de vista cobra sentido la noción de dimensión creadora, emparejada con el sentir cósmico propuesto por Reich en los últimos años de su vida, al hacer referencia a dicha capacidad como logro real, que se manifiesta en nuestra cultura a través de las obras de arte, cual "don" del que tan sólo disfrutan algunos seres excepcionales. Pero para el sentir reichiano, el sentido y la razón de ser de la capacidad de crear tiene su fuente en la facultad inherente propia a todo ser humano, pues al estar adherida al desarrollo del conocimiento y al placer puesto en él, el sentido de crear deviene razón de ser de la experiencia, con la que cada uno significa su propia existencia, entendida como una obra de arte. Dicha capacidad, es un signo inalienable que nos hace humanos, gracias a la cual podemos crear redes sociales basadas en organizaciones simples y complejas a la vez, puestas al servicio de una mejor socialización y de una mayor comprensión del significado de la vida, en su aserción más amplia. Desde este punto de vista podríamos definir también al proceso terapéutico como proceso de creacion pues al englobar la dialéctica mente-cuerpo en una relación funcional constante, retorna la idea de totalidad, y no de parcelación o de funcionamiento escindido. Esa dinámica creadora es una apuesta por una mayor capacidad para el desarrollo emocional y psicológico del animal humano, a fin de facilitarle en el presente, la posibilidad de una resolución más firme a la hora de poder apropiarse de aquella parte del Yo reprimida o escindida (la parte "naturaV de la personalidad que tiene que ver con los contenidos biológicos, afectivos y emocionales, instintivos en suma) y que los mecanismos defensivos dificultan o impiden la integración en su totalidad, percibida desde ahora por el propio suje-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZMIJO to, con mayor riqueza, gracias al desarrollo fecundo de su personalidad. Los cuatro pilares conceptuales de la Clinica reichiana I. El contacto El desarrollo del trabajo clínico a través del contacto, implica a la coraza muscular y caracterial por lo que tiene de defensiva frente a la emergencia de los propios afectos que nacen del interior del individuo y el temor al contacto con el mundo exterior. Sigue por tanto una dirección en doble movimiento y en relación dialéctica entre el centro (el YÓ) y la periferia. a) Contacto con el Otro a través de la mirada, como dispositivo que nos permite entrar en el mundo interior; mundo arcaico vivido la mar de las veces como "terrorífico" o "catastrófico", lo que dificulta los procesos de individualización. b) Contacto a través del contacto corporal, del tocar al Otro, lo que favorece los mecanismos relacionales con el Otro y lo que conlleva de reconocimiento de los límites (capacidad de descriminación: el Otro no soy Yo-aceptación de la diferencia de los sexos). Estos aspectos del Yo, de algún modo están impregnados de una cierta sensorialidad (como dimensión psicosomática arcaica) y que con el devenir del desarrollo emocional, se irán elaborando, permitiendo una mayor capacidad de integración mental, en detrimento de la excesiva sensorialidad inicial. 11. Lafunción del Orgasmo Esta función está sostenida por la capacidad del animal humano para dejarse llevar por la expansión vegetativa (respiración profunda) y el movimiento.

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ Conviene recordar que el movimiento no es la velocidad sino la capacidad de abandonarse a las sensaciones involuntarias que el propio organismo produce, según la formula inherente a todo ser vivo, a saber: expansión, carga, descarga y relajación. Esta capacidad de dejarse llevar al movimiento involuntario, genera en el individuo la capacidad de crear su propio ritmo, dentro de la lógica causal del tiempo (nos hace falta el tiempo, para que las cosas ocurran). a) El desarrollo psico-motor tiene que ver con ésto, por lo que podemos decir que el aparato psíquico (el Yo) se construye al mismo tiempo que la motricidad, lo que determina la estructuración de un cuerpo en donde el Yo coge su experiencia sobre la base de un modelo sensorio-motor. b) Si dividimos el cuerpo en siete segmentos o anillos, es para hacer más operativo el trabajo corporal y analítico, pero no perdemos de vista la dimensión global del cuerpo y de la personalidad. Queremos decir que cada segmento tiene su propia realidad específica de acuerdo con la configuración neuro-muscular que el conflicto psíquico motivó (ejemplo, oralidad frustada, bloqueo en la boca) pero todos ellos guardan una interrelación mútua, según la lógica dialéctica (relación longitudinal) y también funcional (relación transversal) formando al final, un todo relacional. Dicha división guarda una relación estrecha con el desarrollo propioceptivo. Estos segmentos son los siguientes: - P segmento: (hace referencia a los denominados telereceptores) los ojos y por extensión la nariz y los oidos. - 2' segmento: la boca. - Y segmento: el cuello. - 40 segmento: el pecho (torax) y por extensión los brazos, las manos y la espalda.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO - 5' segmento: el diafragma. - 6' segmento: el abdomen (y bajo vientre). - 7' segmento: la pelvis (donde anidan los genitales externos en el hombre, intemos en la mujer- y el ano) y por extensión las piernas y los pies. 111. La energía Para Reich la energía es de origen sexual y se halla impregnada en los humanos por las pulsiones que emanan de lo más profundo del ser (núcleo biológico primitivo) y buscan un objeto donde descargarse. Pero se hace necesario recordar, que la energía de las pulsiones es una energía vital, necesaria para el bien estar y la salud, y no está localizada solamente en el ámbito del sexo (no podemos escapar al efecto de la pulsión, decía Freud). El deseo lo impregna todo, aún a nuestro pesar. Una de las funciones principales del análisis reichiano es la de restituir la energía vital, equilibrando las funciones energéticas del cuerpo gracias a mayor capacidad del sujeto para situarse del lado del placer sexual, lo que supone la capaciad para dejarse llevar a los movimientos involuntarios, a las oscilaciones intensas que produce la apertura de la piel y la sensorialidad de los tejidos, la calidez del contacto humano lo que genera situaciones de encuentro con el objeto de amor, en un profundo abrazo genital. Pero la pulsión no está suelta sino que se halla ligada y funcionaría como nexo de unión entre lo psíquico y lo somático. La pulsión necesita de su representación. Frente a lo energético (pulsional) Reich propone la relación funcional de lo somático con lo psíquico. Capacidad de ponerse del lado del placer sexual, pero también reconocimiento de la realidad psicológica que el género implica, es decir, se es hombre o mujer lo que introduce la noción de identidad sexual, cuando en la madurez

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ encontramos que podemos recurrir a la diferencia de sexos y de generaciones. Esa energía vital es también cósmica, y de algún modo "todos nos bañamos en el océano del Orgón`. La "luminosidad" que desprenden algunos adultos pero sobre todo los niños, tiene que ver con esa capacidad para poner en armonia el conflicto psíquico con la realidad somática del cuerpo, posibilitando entonces la expresion del lado biológico o "natural" de la personalidad (carácter genital). ly La verbalización La palabra es también -junto con el trabajo corporal- una herramienta fundamental, porque permite poner nombre, es decir, identificar los aspectos, y la carga emocional que se llega a sentir en la realización de cada acting. Pero no siempre es posible entrar de inmediato en la realidad (acorazada) del sujeto. El análisis del carácter y de las resistencias, permiten tomar conciencia de una realidad mental puesta del lado de la resistencia caracterial. Es como si el paciente no pudiese entrar en contacto con su propia emocionalidad y su sentir. a) La palabra en un primer momento tiene la función de poder elaborar los contenidos psíquicos puestos de manifiesto a través de las resistencias, lo que dará lugar a un mayor dinamismo psicológico y una mayor capacidad de reconocimiento del conflicto intra-psíquico. b) En un segundo momento, como consecuencia de esa mayor capacidad introspectiva, el sujeto ya se permite sentir el propio conflicto, pero localizado en un segmento corporal, lo que al poder entrar en contacto con él, libera la carga de afecto retenida en la zona (abreacción neuro-muscular). La palabra permite ahora elaborar el grado de intensidad emocional que hasta entonces 1. Reich denominó Orgón a la energía cósmica universal.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO habitaba en lo corporal, con verdadero desconcierto pero al poder ser sentida, (es decir, conectada con el núcleo biológico) facilita la unidad mente/cuerpo, gracias a un mayor grado de mentalización en donde los contenidos psíquicos encuentran su soporte en una realidad somática; contenidos intensos, muchas veces dolorosos, pero que desde ahora ya son tolerados mejor por el propio sujeto lo que le permitirá realizar una labor de integración del conflicto emocional, poniendo las energías personales en la dinámica de resolución del conflicto. Así pues para Reich, la emoción deviene el camino regio de acceso al inconsciente, que ya no es una realidad solamente psíquica, sino realidad "cogida" al cuerpo. Podríamos decir que deviene el nexo de unión de lo psíquico con lo somático, integrada en una unidad psico-somática. Bibliografía D. ANZIEU "El grupo y el inconsciente. Lo imaginario grupal". Biblioteca Nueva. Madrid, 1986. D. BOADELLA "Corrientes de vida" Ediciones Paidós, 1995. E. BAKER "Man in the trap" Ed. The Mecwillan Company. New York, 1969. (en italiano 'T'LForno nella trappola. Le cause del blocco delFenergie sessuale" . Ed. Astrolabio. Roma, 1973). ARTHUR BALASKAS "La vida del cuerpo". Ediciones Paidós, 1981. T. BERTHERAT y C. BERUSTEIN. "El cuerpo tiene sus razones" Círculo de Lectores. Madrid, 1976. R. BION "Aprendiendo de la experiencia" Ediciones Paidós 1966. B. BREHNAN 'Ta psícodinámica y el campo energético humano" en Manos que curan. Ed. Martínez Roca. Barcelona, 1990.

JERóNIMO BELLIDO PÉREZ CLARENCE y GLACKEN "Huellas en la playa de Roda: Naturaleza y Cultura en el pensamiento occidental" SERBAL. Barcelona, 1996. G. DEULEUZE "Le Bergsonísme" P.U.F. París, 1968. ANTHONY ELLIOTT "División sexual, identidad de género y orden simbólico" en Teoría Social y Psiconálisis en Transición. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1995. S. FREUD - "Las pulsiones y sus destinos" (1915). - "Elfinal del complejo de Edipo" (1924). - "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica" (1925). en los Textos fundamentales del psicoanálisis. Alianza Editorial. Madrid, 1988. B. GOSE "Le développement affectif et intellectual de V enfant" Editorial Masson. París, 1989. PFI. GROSSKURTH "Melanie Klein. Su mundo y su obra" Ediciones Paidós, 1990. A. HELLER "Instintos, agresividad y carácter" Edi. Península, 1980. J. LACAN "Le stade du miroir commeformateur de Je" Ecrits I. Scuil. París, 1966. JEAN LE BOULCH "Hacia una ciencia del movimiento humano" Ediciones Paidós, 1971. JEAN LE DU "El cuerpo hablado. Psiconálisis de la expresión corporal" Ed. Paidós, 1980. G. y P. LEMOINE "Teoría del Psicodrama" Gedisa. Barcelona, 1989. A. LOWEN y L. LOWEN "Ejercicios de Bionergétíca" Editorial Sirio, S.A. Málaga, 1990. M. MERLEAU-PONTY "El ojo y el espíritu" Ediciones Paidós, 1986. H. MONTAGNER 'Vattachement. Les débuts de la tendresse" Editorial Odile Jacob. París, 1988.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO A. MONTAGU "El sentido del tacto" Ediciones Aguilar, 1971. A. MONTAGU y E MATSON "El contacto humano" Ediciones Paidós, 1983. AMPARO MORENO 7ensar la historia a ras de piel" Ediciones de la Ternpestad. Barcelona, 1991. J. L. MORENO "Téatro de la espontaneidad" Vancu. Buenos Aires, 1977. H. NAJERA "Desarrollo de la teoría de la libído en Freud" Ed. Hormé. Buenos Aires, 1975. J. D. NASIO "La Mirada en Psicoanálisis" Gedisa. Barcelona, 1992. E NAVARRO "Un autre régard sur le pathologie: la somatopsychodynaníque" Ed. EPI. París, 1984. M. PAGES "La vida afectíva de los grupos" Editorial Hogar del libro. Barcelona, 1988. J. L. PANIAGIJA "El hombre energía estructurada" Editorial Eyras. Madrid, 1985. J. PICO. Recopilación. "Modernidad y Posmodernidad" Alianza Editorial. Madrid, 1988. W. REICH - "El análisis del carácter" Ediciones Paidós, 1975. - "Lafunción del orgasmo" Ediciones Paidós, 1977. JEAN PAUL SARTRE "Bosquejo de una teoría de las emociones" Alianza Editorial. Madrid, 1983. RENE SPITZ "El primer año del niño" Ediciones Aguillar. Madrid, 1981. LIVIO VINARDI "Bio-Psico-energétíca: el ser humano como medida" Editorial Barath. Madrid, 1987. D. WW. WINICOTT "La nature humaine" Ediciones Gallirnard. París, 1988.

505 «EL MANEJO DEL DOLOR EN PSICOTERAPIA» por José Antonio Garcia-Monge Profesor de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas. Psicoterapeuta. Insfituto de Interacción y Dinámica Personal. Madrid. Introduccion Trataré de hacer una reflexión sobre el dolor y el sufrimiento humano en un contexto terapéutico impregnado de una filosofía de la vida cultural y frecuentemente de sistemas de creencias que matizan poderosamente el manejo del dolor y del sufrimiento. ¿Cómo elaborar una psicopedagogía existencial en la que se verifique una correcta relación con el dolor para no magnificarlo convirtiéndolo en sufrimiento? ¿En qué se diferenciaría el dolor del sufrimiento? Voy a tratar de contestar a estas preguntas, en una consideración terapéutica, extraída de la experiencia, que ayude verdaderamente al paciente, además de los remedios farmacológicos, a dialogar, mirar de frente al dolor y , en la medida de lo posible, liberarse de él.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO En nuestra cultura, decía E Perls, somos fóbicos al dolor. El dolor es un fantasma real con excesivo poder sobre nuestras vidas, en una desmesura mental que lo hipertrofia más allá aún de su enorme poder real. Acercándonos al dolor, en sus diferentes dimensiones, física, psíquica, moral, espiritual, social, etc., exploraremos las estrategias para poder dialogar con él, escuchar sus mensajes, evitarlo sanamente y sabernos, sentimos y vivimos posiblemente más grandes que nuestro propio dolor. Consideraremos también la trayectoria del dolor desplazado hacia somatizaciones que lo encapsulan, haciendo más difícil su manejo. También, en el marco conceptual, veremos cómo se inserta la dinámica del dolor en el camino que va entre el yo y el "self". El dolor en nuestra cultura Vivimos en una cultura postmodema en la cual el dolor se evita cuidadosamente en la planificación de la sociedad del bienestar. La trilogía de dioses culturales que motivan conductas humanas, une al dinero y al poder el culto al cuerpo sano y joven, La experiencia de muerte se oculta cuidadosamente para tratar así de olvidar el dolor terminal de la vida. Cualquier revista importante en el primer mundo dedica unas páginas al apartado salud y nos suministra consejos para evitar el dolor, cultivar la salud y la belleza. El dolor producido por el envejecimiento, por el adiós a la juventud, se trata de paliar a través de una infinidad de productos que si no lo logran como afirman, al menos nos permiten el cordial autoengaño de un cuerpo joven en apariencia por efectos de la química o de la cirugía. El mito de la eterna juventud parece estar al alcance de nuestras manos. Es verdad que en esta evitación del dolor y exaltación del cuerpo sano y joven se olvida que el cuerpo es mucho más que un organismo psicobiológico y a la vez que se nos pretenden remediar los dolores orgánicos se nos causan por los cuatro costados de la vida,

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE infinidad de dolores que afectan a nuestra mente, nuestro psiquismo, nuestro espíritu, nuestra andadura como seres sociales. Vivimos en una cultura en la que el dolor se maquilla para dar a nuestras vidas la fachada y escaparate de una felicidad postiza nacida de la ausencia del sufrimiento. El dolor queda allí en manos de los médicos o encerrado en los sótanos de nuestro espíritu. Una cultura que mas que celebrar la vida y agradecer la salud la somete a una tension generadora de enfermedad, de estrés, de deterioro personal. El primer mundo trata de obviar el dolor llevándolo más allá de sus fronteras y acumulándolo, injustamente, en los terceros y cuartos mundos. La realidad es que todos llevamos un tercer o cuarto mundo en la mente, en un rincón del corazón, en un ángulo de nuestra existencia. Por mucho que nuestra cultura idolatre la salud, el doble mensaje en una carrera de competividad, de injusticia, es pretender erradicar el dolor a la vez que lo generamos en nosotros mismos y en otros. La imagen que me viene de nuestra cultura del desarrollo y del bienestar es ver al hombre, a la mujer, tratando de instalarse en un cómodo sofá que está paradójicamente, como los de los faquires indios, lleno de clavos. En lugar de levantarnos, afrontar el dolor momentáneo y apartarnos de lo que en lugar de descanso nos genera dolor, el ser humano permanece en el sofá tratándose con analgésicos su dificultad para decir adiós a lo que al ofrecerle comodidad, confort, le produce al mismo tiempo dolor. Tratamos de evitar el dolor sin apartarnos interior o exteriormente, de las situaciones en las que nos lo producimos y sin soltar aquellos juguetes que nos divierten, evaden y distraen aunque paguemos el precio alto de compensar con fármacos el dolor producido por su manejo. Juguetes ideológicos, emocionales, producidos por nuestra carrera hacia el poder que al seducirnos nos inducen sufrimientos que adormecemos sin el coraje de efectuar los cambios que nos permitirían más auténticamente evitar el dolor evitable.

EL CUERPO VIVENCIAL>O Y ANALIZADO El dolor: del medico al psicoterapeuta Expertos en automedicamos cuando nos fallan los recursos habituales para evitar el dolor, nos planteamos la imperiosa necesidad, frecuentemente incómoda, de acudir al médico. Allí se nos proveen de más recursos, posiblemente más eficaces e integrados en nuestro funcionamiento orgánico, para curar la enfermedad que estaba en el origen de nuestro dolor. Muchas veces el dolor se cronifica porque ya no se trata de una enfermedad acotable y detectada en un scaner sino de un sistema de vida enfermo. Lo que está enfermo es el hombre, su sistema de vida, su humanidad. Esto no lo recoge ni identifica la resonancia magnética y permanece inasequible a la medicación con la que pasivamente tratamos de evitar el dolor. El dolor aparece en nuestro personal horizonte existencial en muchas áreas de nuestra realidad humana como conflictos entre el ser y el actuar, entre el pensar y el querer, entre el deseo y la realidad. En lugar de acudir, para un eficaz diálogo con el dolor a los campos de batalla donde se plantea nuestra identidad y existencia humana, encapsulamos somáticamente el conflicto y lo somatizamos convirtiéndolo en un dolor orgánico tipificado en una patología médica. No siempre ocurre así. Frecuentemente el dolor como alerta del organismo tiene su explicación adecuada en una enfermedad en la que poco o nada ha tenido que ver la libertad del hombre. No es aconsejable, psicoterapéuticamente, acudir apresuradamente a una interpretación sin una previa recogida de datos que nos descarten los dinamismos psicofisiológicos que podrían explicar el dolor. En las situaciones en las que el mismo médico entrevé una posibilidad psicoterapéutica o la situación la hace aconsejable, aunque el médico no lo intuya así, se puede dar una estrategia que rescate la energía positiva aprisionada en una somatización. Asistiríamos así al itinerario que va del síntoma padecido a la vida vivida, como escribe muy acertadamente Antonio Guijarro (1979) en "Integración emocional y Psicología Humanística", Marova, Madrid.

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE Como decimos se efectúa un desplazamiento del problema que atañe al hombre del conflicto existencial que repercute en el cuerpo desde un nivel espiritual, mental, afectivo, al organismo "paciente". La razón de este desplazamiento es la unidad profunda que nos constituye. La evasión en búsqueda de un menor dolor padecido pasivamente y manejado desde fuera. Y, frecuentemente, se da en el encapsulamiento somático una dimisión de la responsabilidad y del protagonismo de nuestra vida. Un cambio de rol de agente a paciente. La corporalización nos permite sufrir sin tener que hacer más que dejarnos curar pero sin motivarnos un trabajo personal que se haga cargo del dolor como conflicto humano. Al somatizar responsabilizamos al organismo corporal pero no le proveemos de los recursos espirituales y mentales para hacer frente a su enfermedad. Muchos síntomas pueden ser vivencias enajenadas de la personalidad consciente. Vida no asumida, no reconocida como propia, tal vez, porque resultaba demasiado conflictiva o dolorosa. En cuanto "enajenada", "no asumida", "no reconocida", es un cuerpo extraño, un estorbo limitador de la persona. Pero esa vivencia enajenada es también potencial de vida, experiencia humana que puede enriquecer a la persona si ésta se abre a su contenido. La estrategia psicoterapéutica consistiría en identificarse con la sensación, en este caso dolorosa, convertirla en experiencia humana e integrarla en la persona después de un diálogo negociador con la realidad desde los recursos humanos con los que contamos y con las ayudas que pueden fortalecer estos recursos. Cuando algo enferma revela a alguien enfermo: tal vez un sistema de vida enferma. Curar equivaldría a integrar desde los recursos de la persona su capacidad de cambio terapéutico atreviéndose a pasar por el dolor en búsqueda de una salud liberadora y de un realismo integrador. En el proceso psicoterapéutico la experiencia del dolor y sufrimiento y la experiencia de salud dialogan, luchan, se desplazan y, finalmente, se pueden integrar. Hay estilos tera-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO péuticos centrados en la enfermedad con su secuela de sufrimiento y otros, más frecuentes en el área de la psicología humanista, que, sin ignorar el dolor, se centran en el proceso de desarrollo en el que la salud personal es la vocación y meta del dinamismo humano. ¿Cómo trabajar psicoterapéuticamente el dolor emergente sobre el fondo de la salud personal? ¿y cómo fomentar la salud amenazada por el dolor en una perspectiva temporal de muerte? ¿Cómo armonizar en Psicoterapia la experiencia del dolor con la vocación de salud personal que tiende a la actualización y autorrealización? Mi experiencia como psicoterapeuta Mi experiencia como pSícOterapeuta comprueba diariamente que la Psicoterapia, como la vida, comporta un sufrimiento que apunta hacia la salud. Por evitar sufrir, frecuentemente, se sufre más. Por tener una imagen paradisiaca y utópica de la salud no se goza de una modesta "buena salud". Aclarar existencialmente el paso del hombre, de la mujer, por el dolor y la felicidad (porque a menudo pasa el ser humano por la felicidad sin reconocerla) es una tarea urgente de la Psicoterapia. Aprender a integrar el dolor y a darse cuenta de la modesta pero real felicidad es aprender a ser persona y de eso se trata en Psicoterapia y a eso ayudan las técnicas concretas. Cualquier técnica que explore y elabore integradoramente el campo del dolor y de la salud y bienestar debe tener ideas claras sobre ambos, una actitud correcta terapéutica y unas herramientas que hagan operativas en la relación pacienteterapeuta las posibilidades de crecimiento personal. El psicoterapeuta debe revisar su visión del dolor y de la salud: su filosofía e incluso, si la hay, su teología, de estas dimensiones radicales del hombre. Explícitos o implícitos pueden darse mensajes en el curso de la terapia que distorsionen la experiencia de salud o enfermedad que impidan una lectura sana de la misma y que por lo tanto dificulten una integración autorrealizadora.

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE El dolor es un dato de la vida El dolor es un dato de la vida. A través de cauces físicos, psíquicos, morales, sociales, nos encontramos con el dato dolor, conocido o experienciado. El dolor es una experiencia psicosomática que, dependiendo de su intensidad, puede aparecer en el primer plano de nuestra atención. Nos puede doler la rodilla, o nuestra conducta, o el hombre o el pueblo al que pertenecemos o nuestra sinrazón. El dolor puebla nuestro mundo aunque gocemos de importantes treguas. La persona es sujeto activo o pasivo del dolor, según lo cree en sí mismo o en otros, o lo padezca simplemente. Voy a fijarme aquí en el dolor perteneciente al área de nuestras pasividades. Como escribí en la Revista de Psicología y Psiquiatría Humanista, en una simplificación apresurada, las actitudes ante el dolor pueden ser: Ignorarlo: Alienación, escapismo, autoengaño .... hasta que el dolor termina por imponerse a nuestra negación impotente. Evitarlo: Sabernos que está ahí pero evitamos dialogar con él. Tal vez lo sustituimos por otro más llevadero o lo compensamos de alguna manera. Es una forma de escapismo que no niega la realidad y que tiende, a veces compulsivamente, a la supervivencia. Buscarlo: Entra aquí el masoquismo, la victimación, la autorreparación neurótica, la culpa como agresión y el insano intento de manipular, desde el dolor, el entorno humano. Encontrarlo: El dolor dato no buscado pero que está ahí; pasa por mi vida. Escucho lo que me dice, qué mensaje me trae de mi cuerpo, de mí mismo, de mi persona, de mis relaciones, de mis necesidades y deseos, de mi entorno social. Después de escucharlo dialogaré con él para disminuirlo o erradicarlo. Intentaré que el dolor no me desintegre. FORTALECERÉ MI SALUD PERSONAL.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Cómo convertimos el dolor en sufrimiento Un estímulo que genera dolor es frecuentemente interpretado. Dependiendo de esa interpretación el dolor puede ser manejado de una manera más creativa, con una actitud positiva, con una experiencia integradora que nos ayudará a disminuirlo, situarlo, y convivir con él. 0 puede ser que el sufrimiento generado por la interpretación del dolor se maneje de una forma destructiva, violenta, con un vacío de sentido o con una actitud negativa que aumenta el dolor afectando no solamente una parte de nuestro organismo sino a nuestra totalidad e integridad personal. El problema más hondo del dolor aparece cuando la persona lo convierte en sufrimiento haciéndolo de una manera negativa que aumenta ese potencial destructivo que tiene el dolor. No hay enfermedades sino enfermos. El dolor es el dato, el sufrimiento es la interpretación personal de ese dato. Nuestra manera inédita, única de vivir y vivenciar ese dolor. Como decimos, el dolor puede depender de une estímulo interno o externo, el sufrimiento lo elaboramos con toda nuestra historia psíquica, con la lectura de experiencias afines, con las asociaciones que el dolor ha enhebrado en nuestra vida, con la valoración y resonancia cultural y social de ese dolor. En el sufrimiento nuestra mente construye activamente un andamiaje que aumenta o aminora el dolor. Nuestro espíritu se relaciona, a propósito del dolor, con nuestro pasado y nuestro futuro elaborando así un peculiar sufrimiento al dar al dolor una dimensión temporal y situarlo en nuestras fantasías catastróficas de futuro. El telón de fondo de la muerte (algo muere en cada dolor) lo va tejiendo el sufrimiento con colores de nuestra interpretación de la vida de nuestros aprendizajes. La Filosofía, la Religión, el sinsentido, la alienación, el dogmatismo, la disonancia cognoscitiva, la exaltación mística o heroica, el deseo, nuestra manera de tolerar la frustración, etc ..... tienen una palabra que decir sobre la manera de sufrir, de interpretar el dolor y la muerte. El dolor lo podemos elaborar, trabajar, sana o insanamente, madura o inma-

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE duramente, integrada o desintegradamente. El sufrimiento no dice únicamente relación al dolor sino, sobre todo, relación con la persona que sufre y con el grupo en que ese hombre o mujer se constituye persona. En el dolor no solamente me duele algo sino me duelo en mí mismo, en algo y ante alguien. Elaboración insana del sufrimiento Como he señalado, al convertir el dolor en sufrimiento lo podemos hacer de una manera constructiva para la persona o de un modo destructivo. Analizaré esta segunda posibilidad. En algunos idiomas existen construcciones gramaticales (en griego, por ejemplo) en las cuales se expresa no solamente "me duele la mano" sino "me duelo en mi mano"; la distancia dolor-persona se achica y me convierte en un ser sufriente. ¿Cómo hago para que este sufrimiento me desintegre? El dolor es el dolor. Por el sufrimiento mal elaborado infectamos nuestra mente. A través del sufrimiento damos un poder al dolor sobre nuestra persona encerrándolo y replegándolo sobre nosotros mismos con más saña y violencia que el dolor natural. Parece como si la razón y los sentimientos en lugar de aminorar el dolor, o al menos dialogar con él, lo convirtiese en sufrimiento llevándolo a las capas más hondas de nuestro ser. Sufrir desintegradamente es la autoagresión propiciada por el dolor, la culpa, la violencia de los otros o por las fantasías sobre nosotros mismos o la frustración de nuestras necesidades o deseos. Cuando permitimos que el dolor se convierta en sufrimiento insano hemos traspasado su frontera dificultando en nuestra persona la respuesta sana a los estímulos dolorosos. Elaboramos insanamente el sufrimiento cuando: Lo negamos: "No sufro", "no me pasa nada". No queremos enterarnos de nuestro sufrimiento. Como he señalado anteriormente con cierta frecuencia, para no

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO sufrir en el terreno en el que se plantea el dolor, el plano personal, espiritual, lo somatizamos. Encerramos el dolor de ser persona en el cuerpo porque nos resulta más fácil relacionarnos con una úlcera de estómago que con un "fracaso" personal. Al somatizarlo metemos el dolor en un callejón sin salida (la terapia tendrá que devolver el dolor a su auténtico lugar). Inmaduramente elijo el dolor para evitar el sufrimiento y termino sufriendo con el dolor. Lo instalamos en nuestra vida: Nos hacemos cómplices del dolor a través del sufrimiento; elegimos el rol de víctimas. Nos valoramos únicamente a través del sufrimiento a la vez que culpabilizamos al entorno. Lo filosofamos o religiosizamos: "El hombre ha nacido para sufrir". Lo hipostatizamos: El hombre por el sufrimiento mal elaborado no se relaciona con el dato dolor sino con el MAL que suponemos detrás del dolor. La tendencia ancestral del hombre es hipostatizar el dolor, personificarlo en dioses malos. Detrás de mi dolor existe una mala intención. Es el animismo que dota aquí de intencinallidad al dolor y lo convierte en sufrimiento. El hombre ya no lucha tan sólo con el dolor, debe luchar contra el MAL. Esto, frecuentemente, le hace sufrir más que el propio dolor. "¿Qué habré hecho yo para merecer esto?" "¿por qué a mi?". Estas preguntas sin respuesta (aunque las filosofías y las religiones se hayan esforzado por responder) causan un profundo sufrimiento. Se inicia en ellas un frustrado diálogo hecho de rebeldía e impotencia que aumenta el sufrimiento. El problema de la injusticia del dolor genera sufrimiento. Es cierto que la rabia y la rebeldía pueden ser a veces cauces sanos de tina situación que desborda al ser humano y, a través de la agresividad, convertirse en una lucha contra el dolor.

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE La ciencia y la secularidad han exorcizado a los dioses del mal y resituado el sufrimiento en el azar o en la perversa voluntad de los hombres. El grito sufriente de muchos hombres ya no irá dirigido a los cielos o al OLIMPO, pero no encontrará su interlocutor válido en el azar; "¿por qué a mí?". Cuando se encuentre en la raíz de su dolor la libertad humana escuchará razones pero seguirá sin entender por qué la libertad puede pasar por el mal y ser así fuente de dolor. De nuevo aquí nos encontramos con el sufrimiento más hondo que el mismo dolor. No es fácil quitar el dolor y erradicar sus causas históricas sin entrar en el espiral de la violencia que engendra más sufrimiento. Sufrimiento e integraci0n personal El dolor, cuando es profundo y duele mucho, es una de esas experiencias humanas que se tarda mucho en integrar (que no supone comprender ni justificar ni mucho menos exaltar, escribe Emm.a Martínez Ocaña en Sal Terrae). En parte por un pudor natural que pide respeto y silencio; pero sobre todo por la constatación de la pobreza de la palabra para ser trasparente de una verdad que se teme profanar, trivializar, domesticar intentando paliar lo que tiene de incomprensible y escandaloso, de misterio siempre inexcrutable. Cuando nos asomamos al dolor y sufrimiento se produce un vértigo en ese abismo de soledad, a veces de crueldad que se vislumbra. La primera palabra puede ser de protesta y de denuncia. Después vendrá el manejo del dolor y el sufrimiento y tal vez el silencio del que no comprende pero convive con ese dato del dolor. Ellacuría hablando de la realidad, escribía como tarea humana la triple dimensión de l') hacerse cargo de la realidad, 2') cargar con la realidad, Y) encargarse de la realidad. La realidad que tratamos ahora es el dolor y el sufrimiento que genera. Tal vez en esta triple dimensión humana podemos intuir una posibilidad de integrar personalmente nuestra

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO relación con el dolor: Hacernos cargo del dolor, si no existen medios o remedios factibles cargar con el dolor, y por último encargarnos de ese dolor para que no rompa nuestra persona y no se propague hacia los demás. ¿Qué es, y en qué consiste, la elaboración sana del dolor? ¿Cómo sufrir sin destrozarnos? Señalaré algunas actitudes que convertidas en conductas operativas pueden ayudarnos en el proceso terapéutico para el adecuado manejo del dolor. 1'El dolor es el dolor. No podemos ni ignorarlo ni debemos buscarle, está ahí. Pero en cada dolor no debo poner en cuestión mi persona. Mi relación con el dolor será correcta si soy capaz de reconocerlo sin que mi mente se dispare en fantasmas que lo enmascaran ocultándolo y haciéndolo más atemorizante a la vez. Técnicas de relajación pueden ayudar, así como aprender a no luchar contra él, cuando es una lucha estéril. 20 No confundir el MAL con el dolor. Lo sano es evitar todos los animismos respetando el misterio de la libertad humana, histórica, que puede "fabricar" dolor, causar sufrimiento en una desigual lucha por la supervivencia, el poder, la opresión, la enfermedad. He de sufrir mi dolor y luchar contra EL MAL pero sin mezclas que dificultan y hacen poco operativa mi lucha aumentando el círculo de mi sufrimiento. Y Ser libre para evitar el dolor y disminuir el sufrimiento. Tratar sanamente de evitar el dolor después de haberle escuchado, no solamente combatiendo la enfermedad sino ampliando mi salud. No autoagredirse con motivo del dolor. Hacerse consciente de mi parcela de responsabilidad -si la hay- en el dolor y no culpabilizarse insanamente. En el caso del dolor activo (del cual no vengo tratando) ser consciente, buscar el perdón y perdonarse, reconciliarse con uno mismo y con el otro y cambiar. Aceptar el dolor y decir adiós al sufrimiento equivale a

JOSÉ ANTONIO CARCíA-MONGE pedir ayuda al espíritu humano para quitar el dolor sabiendo que puede prestárnosla de una manera muy decisiva incluso en los dolores más físicos. Tener el control del dolor (fármacos, etc....) aunque no se use, está Probado en Psicología disminuye el dolor. 40No identificarme con el dolor. Es verdad que yo soy aquí y ahora este dolor. Pero también es cierto que yo soy más que este dolor. Para que más sea sano debo fomentar un crecimiento que haga relativamente más pequeño el dolor sufriente. Generalmente este crecimiento personal se realiza a través del amor, del sentido, de la autotrascendencia en y hacia los otros. 50 Encontrar mi sentido en el dolor. Tal vez me resulte difícil encontrar sentido al dolor, pero lo que he de procurar es encontrar mi sentido personal en el dolor para quitarlo y seguir creciendo. El sin sentido es una causa profunda de sufrimiento. El sufrimiento originado por el dolor me puede quitar casi todo pero no la voluntad de sentido, el último reducto de la libertad, como diría Viktor Frankl, que dé sentido a la desnuda existencia. Por la libertad que me capacita para integrar el sufrimiento, mi persona es más grande que mi dolor; puede lograr que el sufrimiento no me des-integre. El crecimiento, en esta situación, tendrá el dolor de un parto que dará a luz vida o luz a la vida doliente. La experiencia del dolor no me impedirá ver la vida en la que lo sano de mi persona puede ir más deprisa que lo insano y la tendencia a construirme es más fuerte que la destructiva. El dolor puede matar casi todo y hasta impedirme que sienta amor, pero no puede matar. ¿Qué dirección toma mi vida en el dolor? ¿Qué sentido? Si apunta hacia el amor estoy sufriendo sanamente, más allá de mi ego, con un sufrimiento que apuesta por la vida.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Sistema de creencias y sufrimiento En una cultura occidental impregnada por el cristianismo multisecular conviene revisar nuestro sistema de creencias para poder dialogar más sanamente con el dolor sin interferencias ni filtros que puedan hacerlo más alienante o insoportable. Sin poder des-velar el misterio del dolor nos acercaremos a él con más paz. Por tratarse de un aspecto que en el proceso psicoterapéutico exige por parte del terapeuta una neutralidad benevolente, no voy a subrayar y/o criticar distintos sistemas de creencia. Sencillamente voy a resumir como lo hace E Varone en su obra "El dios sádico", publicada por la Ed. Sal Terrae, algunas tesis que pueden ayudarnos en el caso de personas creyentes o sencillamente religiosas o circundadas por un sistema de creencias, a manejar y a dialogar mejor con el dolor. 1. El sufrimiento humano no es consecuencia de un pecado original. 2. El sufrimiento humano no tiene para Dios ningún valor compensatorio ni reparador: No constituye placer ni exigencia jurídica de Dios. 3. El sufrimiento humano no le alcanza al hombre como si fuera efecto de una disposición divina o algo permitido concretamente por Dios a modo de prueba, de advertencia o de castigo para tal o cual persona o grupo. 4. El sufrimiento humano es la consecuencia normal de la fragilidad física y moral de la humanidad y del mundo. El sentido de tal o cual sufrimiento es, pues, puramente inmanente al acontecimiento y a sus causas concretas, en principio reconocibles. 5. A esta primera causa que es la fragilidad se añade, por desgracia, la maldad, la violencia y la injusticia del hombre. 6. La condición humana de fragilidad y de vulnerabilidad representa una provocación y un escándalo para el

JOSÉ ANTONIO GARdA-MONGE deseo ¡limitado del hombre: Esta ausencia de seguridad choca con el deseo del hombre y provoca en él reacciones, activas o pasivas, que sólo consiguen agravar aún más el sufrimiento y su falta de sentido. 7. Aún sin ser querido ni enviado ni organizado por Dios en tal o cual acontecimiento y para tal o cual persona, el sufrimiento en general forma parte del mundo material: "un devenir que Dios creador ha querido y sigue incesantemente queriendo". 8. Dios quiere para el hombre esta condición de fragilidad y de vulnerabilidad, a fin de que, mediante la libre opción, la fe, la esperanza y la perseverancia, dicha condición constituya la ruta de su "devenir", el camino histórico y único en el que puedan aparecer y estructurarse, como otras tantas capacidades de la gloria de Dios, multitud de deseos humanos; multitud que, al término de dicho "devenir", Dios acoge y re-crea con la participación en su plenitud. 9. El sufrimiento no es en sí mismo portador de valor, sino que es más bien humillante y degradante. Su verdadera eficacia consiste en que provoca el deseo y la libertad y es ocasión de fe y de perseverancia, y de amor. Recojo estas tesis matizables con la modesta pretensión de orientar al hombre religioso en su interpretación personal y/o comunitaria del dolor. Mi intención es más bien de cerrar viejas imágenes de Dios que nos hacían verle como exigidor de sacrificios, enviador de cruces, un Dios sádico y difícilmente aplacable. La cruz no es el dolor sino la interpretación cristiana del dolor. Dios no manda la cruz ni a la cruz, sencillamente se solidariza en jesús con el dolor del mundo. Otros sistemas de creencias sin formulación "religiosa" pueden pertenecer a lo que Albert Ellis llama en el R.E.T. creencias irracionales que nos producen emociones disfuncionales. Criticarlas sanamente puede quitar muchos dolores inútiles. La teología implícita en un terapeuta más activo puede dificultar el manejo del dolor y llevarlo a situaciones sin sah-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO da. Una visión profunda del dolor sin evitar su escándalo y, frecuentemente, su incomprensibilidad, nos puede situar ante la experiencia dolorosa como lugar de revelación de la realidad, de la propia verdad, y de la posibilidad de trascendencia. Sufrimiento y amor La elaboración sana e integradora del dolor se verá facilitada cuando existe en el fondo de la persona una experiencia de amor. La autoestima que supone un autoconcepto bueno y valioso, el camino hacia el ser nos suministrará recursos para afrontar el dolor disminuyéndolo en la medida de lo posible, y superándolo en una autotrascendencia que nos invita a considerarnos más grandes que nuestro propio dolor. El amor a sí mismo y a los otros permitirá que el dolor se integre en un dinamismo que va más allá de nuestras propias fronteras. Es cierto que el amor nos hace vulnerables. El amor fuente de gozo y experiencia profunda es causa de sufrimiento y, frecuentemente, acarrea dolor precisamente por acoger dolores de otros que nos afectan personalmente. El amor a una persona, a una causa, a una tarea, puede matizar nuestro dolor, a veces intensificarlo, pero puede también integrarlo en una experiencia donde lo mejor y mas hondo de nuestro ser no se vea afectado ni quemado por el dolor y el sufrimiento. Amar y sufrir se pueden conjugar con energía positiva a favor del amor. Dolor es una penúltima palabra. Amor es la última y definitiva. La experiencia dolorosa es una ocasión privilegiada para amar y dejarse amar. La presencia del amor puede resituar el dolor en una perspectiva de humanidad donde demos a nosotros mismos y a los otros el testimonio de valores que constituyen el patrimonio profundo del ser humano. La amorosa solidaridad en el dolor puede ayudar mucho en la manera de sobrellevar el dolor y experimentar amor liberador. No elegimos sufrir sino amar. Esta elección constituirá la sólida base que no va a tambalearse fácilmente por la expe-

JOSÉ ANTONIO GARCíA-MONGE riencia sufriente. El amor aunque sea impotente ante el hecho del dolor es también un mensaje que libera, acompaña, abre perspectivas, da sentido, y permite no romper el diálogo con lo mejor de nosotros mismos y con los demás. Aprender a sufrir cuando el dolor pase inevitablemente por nuestra vida es aprender a amar. A saber que el amor es más fuerte que la misma muerte. Es muy distinto el dolor que da a luz que la 1uz" que da sufrimiento y no nos permite ver nada amable. La VIDA es mayor que la vida. Recursos terapeuticos en la elaboración del sufrimiento En el proceso terapéutico aunque la iniciativa parta fundamentalmente del paciente (nunca mejor nombrado en este tema del dolor), el terapeuta tiene recursos para ampliar la consciencia y facilitar en el paciente la mejor elaboración de su sufrimiento. Técnicas imaginativas de VISUALIZACIóN de uno mismo sin dolor, haciendo algo con facilidad que el dolor dificulta, pueden ayudar mucho si se hacen bien. El terapeuta puede adiestrar en estas habilidades. Enviar MESAJES POSITIVOS, no para autogestionarse sino para motivarse y ampliar la consciencia. Darme cuenta si el sufrimiento me impide el vivir el presente. Es decir, si por el dolor evitado me estoy evadiendo hacia el pasado o anticipando, tal vez catastróficamente, el futuro. Darme cuenta entonces de cómo evito el sufrir. Frecuentemente el pensamiento omnipotente infantil aumenta el sufrimiento. Tengo pleno derecho a evitar el sufrir pero he de hacerlo de una forma sana que me asegure que no desplazaré el sufrimiento a otras áreas que aumentarán mi carga ni lo relegaré a un no consciente que me hará más difícil dialogar con el dolor. Evitar insanamente el dolor es permitirle que me ataque por la espalda disminuyendo mis recursos defensivos e

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO integradores. No solamente me debo preguntar el cómo evito sufrir sino también: ¿Qué estoy evitando con el sufrimiento? Tal vez evito enterarme de algo y prefiero las cortinas de humo del sufrimiento al dolor de la verdad. Tratar el sufrimiento como un dolor físico si es algo más es evitar darme cuenta de qué me pasa o quién soy yo sufriendo. La consciencia de cómo se nos escapa la vida mientras atendemos a nuestros sufrimientos mal elaborados podría ser el primer paso para dejar de sufrir y empezar a vivir en esa plena consciencia. ¿Qué beneficio saco con el sufrimiento? Aparentemente ninguno, ¡qué más querría yo que dejar de sufrir!.... y, sin embargo, frecuentemente obtenemos secretos beneficios de nuestro sufrimiento que nos hacen aferrarnos a él aún protestando y quejándonos de él.- ¿Qué favor me hace el sufrimiento? Tal vez el sufrimiento sea el precio que pago, más o menos gustosamente, para ser centro, para autocastigarme, para no ver ni enterarme de una realidad que me aterra mas que mi dolor pues se escapa a mi control. El dolor es una alarma natural que nos hace despertar vigilantes ante una amenaza a nuestro organismo físico, psíquico, social. En lugar de hacerle caso hemos aprendido a adormecer el dolor y no enteramos de la realidad. Evitamos el dolor antes de haberle escuchado o lo convertimos en sufrimiento sin tampoco escucharle. ¿A quién o a qué he dado el poder de hacerme sufrir? Es la gran pregunta que he de hacerme cuando sufro. El dolor me lo puede causar la vida, el sufrimiento acontece como consecuencia de haber otorgado a algo o a alguien el poder de quemar mi persona. Yo sufro y mis emociones me lo indican claramente, porque he "decidic[o" llamar fracaso a este dolor o ser esclavo de esta carencia. Aparentemente no damos a nadie el poder de hacernos sufrir, de hecho lo tienen muchas personas que pueblan nuestro espacio real y afectivo o muchas realidades que no encajan en nuestro autoconcepto. ¿Quién hay o qué hay en mi vida que pueda, más allá del dolor, tambalear mi persona o mi fe o destruirme la vida con el sufrimiento? Si la lista de lo que tiene poder de hacerme

JOSÉ ANTONIO GARdA-MONGE sufrir es muy grande significará que he multiplicado las identificaciones de mi "yo", como el rico tiene más cosas que pueden ser robadas. Me he hecho vulnerable al dolor embarcando mi vida en identificaciones que pueden ser fácil presa del sufrimiento. Tal vez ocurra, en otra dimensión, que los sentimientos que acompañan mi amor sean más frágiles que la persona amada a la hora de sufrimiento. El paso del ser al tener es, frecuentemente, fuente de sufrimiento. Sin tener algo no es fácil ser, se sufre; teniendo mucho es más difícil ser, a la larga se sufrirá más; aunque la diosa fortuna culturalmente idolatrada no nos lo afirme así. ¿Qué es lo peor que puede ocurrir en esta situación? Es importante ver cómo, tal vez, desmesuro con el sufrimiento la realidad de mi dolor. Existe una desproporción entre el dato dolor y la interpretación sufriente. ¿Cómo la desmesuro? Elaboro expectativas catastróficas que no lo son en la realidad. Darme cuenta de esto me puede reconciliar con la realidad y liberarme de mis fantasías aterradoras. ¿Con qué cambio superaría yo el sufrimiento? No solemos concebir el fin del sufrimiento sin un cambio y, casi siempre, este cambio tiene que ver con el "fuera", con la realidad en torno, más que con la propia actitud. ¿Qué tiene que cambiar? y ¿qué tengo yo que cambiar? ¿Elijo cambiarlo? ¿Quiero cambiarlo? ¿Qué hago para no cambiar? Podemos tener razones semiconscientes para no cambiar, resistencias, ocultos intereses. Esta pregunta o serie de preguntas tiene que ver con mi propia imagen sufriente y con mi relación con la realidad del dolor en mí. Observar qué calidad de mi vida real se ve afectada por el dolor y/o el sufrimiento. Optar por vivir no por durar. La vida es más grande que el organismo vivo. Poner la atención en hacer crecer la salud y sus posibilidades más que en obsesionarnos con el dolor y sus limitaciones. Ver más lo que puedo hacer que lo que no puedo. Tener un porque que me motive a hacerlo. No dejemos que una nube nos haga pensar que el sol no existe.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Cuidar mi "irnagen de felicidad" y cambiarla, si es preciso, por otra inédita, contracultural, más realista, y, sobre todo, más asumiblemente mía en mis circunstancias. ¿Qué sentido encuentro en mi sufrimiento? Es lo mismo que preguntar, como decía antes, qué amo o qué vitalidad tiene mi amor. Las religiones, los humanismos, se han esforzado por suministrar sentidos. Lo decisivo es que yo lo encuentre, asuma y exprese. Sólo así si he de pasar por el sufrimiento, pasaré por él con mi sentido, con la consciencia de la vida más grande que mi propio dolor, y del AMOR más grande que la vida.

5,96 JALLER DE TERAPIA GESTAU INFANTIL» por Loretta Cornejo Parolini Psicoterapeuta. Especialista en Gestalt. Co-fundadora del Grupo Umayquipa, LimaMadrid ¿Es muy diferente la Gestalt aplicada a los niños que la Gestalt apliacada a los adultos? Sí y no. La Terapia Gestalt como muchas otras terapias humanistas, tiene un gran vacío, y es su aplicación al tratamiento de niños. No sé si es tal vez porque se dedicó y dedica a tratar de que los adultos recuperen su niñez, su espontaneidad, su creatividad, (que suponemos que el niño aún tiene) pero tanto en la bibliografía, como en la formación de terapeutas, no existe hasta ahora esta especialización de modo formal. No pretendo llenar este vacío, sino darles a los niños la oportunidad de trabajar sus problemas, de entenderse y entender el mundo, también desde una visión humanista, integradora, gestáltica. Aunque la base sea la misma en cuanto a los fundamentos de la Terapia Gestalt para adultos: Figura y Fondo, Trabajo de

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO las polaridades, Trabajo de lo obvio, La técnica de la silla vacía-silla caliente etc., he tenido que amoldar al mundo infantil todos estos conceptos. Por ejemplo el uso de la silla vacía con un almohadón o cojín, como se utiliza con los adultos con el cambio de sitio y de roles. En mi experiencia, cuando quise intentarlo una y otra vez con los niños, me miraban de reojo extrañados, y exclamaban: ¿tú le hablas a un cojín? ¡Pues yo no! Así que antes de que circulara por Lima el rumor de una terapeuta infantil medio loca, creamos con mi equipo de Lima, Umayquipa, un muñeco: el Oso Per1s. El Oso Per1s se llamó así porque en un principio fue un oso grande que venía a ocupar el sitio del almohadón. Con él los niños sí podían dialogar, podían luchar a brazo partido, bailar con él, acariciarlo o abrazarlo y proyectar sobre él sus aquí y ahoras, sus momentos, sus angustias y preguntas. Luego fui cambiando la forma del muñeco, hoy ya no es un oso sino un muñeco sin forma definida, un hocico largo, orejas gigantes, puede ser un perro, un oso, un oso hormiguero ¿qué será? Hoy existen más muñecos en el mundo de los terapeutas Infantiles que he ido formando. Algunos nombres de los muñecos nacidos en España: Segismundo, Frommy, Bernie, Octavio, Melania, Winnie, Bruno, Jacobo, Ziggie, Max. ¡Bienvenidos sean! pues ya tienen varios años de práctica infantil. Posteriormente entró Quincy, nuestro perro doberman, a las consultas, y ocupó un lugar también muy importante en las sesiones. Era un coterapeuta fantástico y ya es un tema aparte el poder hablar sobre el uso del animal doméstico en la sesión psicoterapéutica. Lo que sí puedo recalcar es que durante los doce años y medio que estuvo con nosotros, los niños y él fueron un equipo inseparable, era un objeto ideal para proyectar sus emociones y además como lo percibían como "mi hijo". podíamos trabajar relaciones familiares paralelas a las suyas. Como verán son muchas las maneras que desde la Gestalt podemos trabajar con los niños, dándoles un espacio especial,

LORETTA CORNEJO PAROLINI unos elementos adecuados pero hechos individualmente para ellos, no tratando de amoldar la teoría o la práctica de adultos, sino basados en los fundamentos básicos teóricos, inventar y crear una serie de técnicas que les ayuden a poder introducirse en el trabajo terapéutico sin demasiado dolor y sin coste emocional desfavorable. En este taller me será por supuesto imposible poder explicar o mencionar todas las lineas que trabajo en la psicoterapía Infantil gestáltica, pero intentaré nombrar las más importantes: Entrevista con los padres La entrevista con los padres la realizo antes que la del niño. Lo hago así porque los padres necesitan también descargar su angustia en alguien, y prefiero que sean ellos los primeros en darme la gestalt del niño. Al menos para mí es más cómodo así, liberar primero a los padres de la angustia, cual sea que traigan. En la entrevista, además de preguntar los datos importantes de la historia del niño, dejo hablar a los padres y los escucho. Mientras tanto intento darme cuenta de cuál es la figura que dibujan los padres acerca de este niño, de cómo es y qué dejan en el fondo. Trato de percibir qué es figura para el padre, qué es figura para la madre, si es la misma figura para ambos, y qué cosas prefieren que se queden en el fondo. Voy apuntando esto en un papel, para luego contrastarlo con la primera entrevista con el niño y comprobar en mi quehacer con él, si las figuras que los padres mostraron eran congruentes con la realidad, o si mas bien eran cosas que ellos dejaron en el fondo. Al conocer e interactuar con él, el niño presenta una figura de ser diferente. Esto es importante pues es un primer detalle para comprobar si los padres se fijan en alguna figura equivocada, o están dando más luz a una figura que a la gestalt del niño. Muchos padres hacen figura de su niño desde la patología o desde el síntoma, como si el niño fuera tan sólo todo

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO un síntoma, y el resto de sus características o elementos pasan al fondo, en confusión y sin visos de ver la luz por mucho tiempo. También en esta primera entrevista con ellos intento observar las polaridades en que se mueven, tanto como pareja como individualmente, para luego contrastar con las polaridades en que se mueve el niño. Por ejemplo: un padre muy ordenado con un hijo muy caótico, madres muy cariñosas con niños distantes y poco afectivos, padres muy dominantes con hijos pasivos y dependientes. La entrevista con el niño Lo primero que pido a los padres para la entrevista con el niño es que conversen con él y le digan dónde va a ir, quién soy yo y para qué viene. Que no lo traigan sin decirle dónde va (que le expliquen que va donde una psicóloga, que una psicóloga es una persona que ayuda a otras a sentirse mejor, y que mi nombre es Loretta) y no llevarlos a la consulta sin explicarles por qué ellos o él necesitan ayuda, y cuál es el objetivo de ir a buscar ayuda donde un profesional. Al encontrarme con el niño, le pregunto si siempre sus padres le han dicho adónde venía y para qué. Si no se lo han dicho, a pesar de que se lo hice saber a los padres, le explico por qué está ahí y para qué, quién soy yo, quién es Segismundo (el muñeco, los juguetes etc. lo que haremos juntos y el tiempo que durará la sesión. Y si los padres sí le han explicado al niño, contrastamos opiniones y respondo alguna duda o pregunta que pueda tener. Con el niño intento también ver qué hace para que figuren una cosas de él y no otras, porqué eligió ese o esos síntomas como figura y no otros y qué otras cosas tiene en el fondo, sin completarse pero pendientes, inacabadas, inconclusas. Luego le presento al niño los elementos de la sesión. A Segismundo, el muñeco, a un perro si trabajo con él, (todavía en Madrid no lo hago pues la muerte de Quincy es muy

LORMA CORNEJO PAROLINI reciente para mí y aún me cuesta reemplazarlo), la caja de los caramelos y el armario de los juguetes, y una carpeta cuyo color él puede escoger, donde se guardarán todos sus trabajos y mis apuntes de sesión. Esa carpeta la guardaré yo a lo largo de los años, le explico, pero siempre que él quiera y yo pueda, puede venir a verla, o a revisarla. Dentro de esta entrevista y también a lo largo de la terapia intentaré ver en qué polaridades se mueve, y si éstas son más bien el otro extremo de una polaridad de uno o de ambos padres. Si el niño entra en sesión, al comienzo de toda terapia establezco dos sesiones a la semana, cada una de 45 minutos. ¿Por qué esto? Un niño no es capaz de hacer una hora completa bien, es muy larga y muy pesada. Inclusive con niños de 3 a 4 años hago sesiones de media hora. Lo importante no es el tiempo que dure sino el tiempo que el niño necesite para poder trabajar bien sus cosas y poder sacar algo en claro de ellas, sin llegar a cansarlo ni a agobiarlo, ya que se repetiría una escena de tipo familiar no sana. ¿Que ejercicio hice en el taller de las jornadas? Se me hizo muy complicado de plantear, puesto que no quería que fuese algo teórico, ya que me pidieron que fuese un taller. Pero al mismo tiempo era muy difícil escoger un ejercicio para los niños cuando sabía que no iba a haber niños en el taller. Por eso decidí hacer un poco de las dos cosas. Hablar un poco de la teoría, que he expuesto más arriba, hacer un ejercicio que aprendí en mi entrenamiento de terapueta gestáltico con los Polster, y que a lo largo de los años me ha ayudado mucho.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Ejercicio Materiales Folios blancos, un lápiz, y una bolsa llena de objetos de diferentes tamaños recogidas de distintos sitios, por ejemplo: píñas, caracolas de diversas formas y tamaños, pinzas de ropa, ganchos de pelo, candados, cestitas de paja, piedras, rocas, clavos, tornillos o tuercas grandes, plumas de pájaros, cascabeles, campana etc., objetos que he ido recolectando y que he pensado que podían ser útiles para este ejercicio. Consigna "Con los ojos cerrados yo te pasaré una bolsa y tú meterás tus manos en ella, con paciencia y sin prisa intentarás buscar algún objeto que por alguna razón te llame la atencion, ya sea por su forma o por su textura, sensación, etc. Una vez que creas que lo has encontrado, sácalo fuera de la bolsa y sin abrir los ojos sigue tocándolo. Intenta sentir el objeto por diferentes partes de tu piel, por tus manos, tu cara, tus brazos. Huélelo, estrújalo, frótalo, respíralo. Lo importante no es adivinar su forma ni tratar de saber qué objeto es, eso es secundario; si te das cuenta y lo adivinas, no importa, pero no es necesario. Una vez que creas que ya has conocido lo suficiente el objeto, déjalo delante de tí. Yo pondré el lápiz en tu mano y un folio al alcance de ella, y tratarás de hacer el dibujo del objeto que has estado conociendo" (Esto se dice una vez que el niño ya haya dejado el objeto delante de él.) Cuando ha terminado se le dice: 'Tasa ese folio, sin mirar lo que has hecho, detrás de los otros folios y sin abrir los ojos escoge otro objeto de la bolsa, del mismo modo que lo hiciste antes." (Nosotros ya hemos escondido el primer objeto que eligió, para que cuando abra los ojos no lo vea.)

LORETFA CORNEJO PAROLINI 'Tuego harás lo mismo: una vez que creas que ya tienes el objeto dentro de tí, déjalo sobre la mesa e intenta nuevamente dibujarlo." (Una vez que acabe se le vuelve a esconder este objeto). "Cuando hayas acabado, pon el folio detrás de los otros folios y vuelve a la bolsa a escoger otro objeto." "Una vez que tienes escogido el objeto déjalo encima del borde superior de tu folio, delante de tí, y vas a abrir los ojos e intentar dibujar el objeto pero sin mirar lo que haces en el papel. Recuerda, sigue el contorno del objeto con tu mirada y mueve la mano con el lápiz al mismo tiempo, sobre el folio, pero sin mirar el papel ni lo que estás haciendo. Repito: es seguir con tu vista y tus ojos el contorno del objeto y al mismo tiempo mover tu mano para dibujarlo, No te detengas ni observes nunca lo que haces en el papel." "Bueno, ahora que has terminado, vas a ver los dibujos que has hecho en cada página y vas a escribir las tres primeras palabras que se te ocurran al verlo, tres palabras por dibujo, en total tienes que tener nueve palabras." 'Tas primeras palabras que se te ocurran al ver lo que has hecho, o que asocies con tu dibujo o sensaciones, lo primero que te venga a la mente." (Algunas palabras que surgieron en el taller: cueva, cohete, mar, barco, viento, gusano, tomillo, remolino, etc.) Una vez que el niño tiene las nueve palabras se le pide que haga un poema con esas nueve palabras. Puede usar más palabras que las nueve principales, todas las que quiera y necesite, pero siempre que estén las nueve palabras de sus dibujos, y que le ponga un título a su poema. Si el niño no sabe escribir nos dice las nueve palabras y nos dicta el poema. Aunque sea muy difícil creerlo y aunque algunas personas tarden mucho en hacerlo, más por bloqueos que por incapacidad, salen unos poemas preciosos y no es necesario que tengan rima ni métrica. Pero es importante recordar que tiene que ser

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO un poema y no hacer un cuento ni una composicion o frase. Que tenga algo de melodía. Luego se le muestran al niño los objetos que hemos escondido, para que vea cómo, los dibujos que creía que no iban a salir muy bien, porque se hacían con los ojos cerrados, son generalmente casi exactos tanto en tamaño como en forma. ¿Para qué sirve este ejercicio? Además de desarrollar el hemisferio derecho del cerebro, el poema sirve para ver en qué momento se encuentra el niño internamente. En esto las nueve palabras son claves para trabajarlas como polaridades, o como figuras y fondo en el transcurso de la terapia. Y se les hace leer el poema, o se lo leemos, y les preguntamos si le encuentra algún significado a algo suyo o algún momento que están pasando. El primer dibujo (pág. 242) nos dice mucho de cómo es el niño o el adolescente en su primeros contactos con alguien o con alguna situación, de la que no conoce nada y todo es sorpresa, y cómo es su confianza hacia el medio o las personas. Si su dibujo es acertado, nos indica un niño confiado en el otro y en lo que le rodea y por lo tanto en sí mismo. Si el dibujo está bien pero con tamaño diminuto, hay una tendencia a la inhibición o al bloqueo cuando se siente inseguro. Si el dibujo es de gran tamaño, posiblemente hay una tendencia a no controlar sus impulsos, a invadir el espacio y al otro. Si el dibujo no concuerda en nada, nos muestra a un niño que desconfía de lo que no conoce, del medio y del ambiente que lo rodea y por lo tanto en sí mismo, asunto que habrá que trabajar. El segundo dibujo (pág. 242) nos enseña a ver cómo es la persona en sus relaciones cuando ya conoce algo del Otro, cuando no es tan desconocida la experiencia o el Otro, si su confianza en sí mismo crece y mejora su dibujo o sí permanece igual a pesar de que la consigna es la misma y no se ha variado nada. Hay niños o personas que a pesar de que la situación cambia, y es más tranquilizadora, más cohijante y

LORETTA CORNEJO PAROLINI conocida, siguen funcionando empeñados en falsas autoestimas e inseguridades ("no voy a poder hacerlo'% más que en registrar lo que el ambiente o el Otro les está dando, El tercer dibujo (pág. 242) sirve para contrastar con los dos anteriores. La sorpresa de muchos niños y jovenes es a veces darse cuenta, con sonrisas, de que el tercero, hecho con los ojos abiertos, es el peor. Esto delataría una persona que cuando ve, es decir cuando se ve, tiene una exigencia muy grande, una autocrítica muy castrante que hace que se equivoque en lo más sencillo, pues se encarga de sabotear lo que hace, mientras que si no ve o no sabe lo que está haciendo, puede triunfar y hacer las cosas bien. Todo esto es, en resumen, un intento de pasar a la palabra escrita una experiencia de taller gestáltico infantil, donde a veces es muy difícil transmitir las preguntas, inquietudes, momentos y situaciones, tanto de los integrantes del taller como de mí misma. Como terapeutra humanista que soy, me es muy importante cuando trabajo con todo esto, al mismo tiempo que voy formando o enseñando, la lectura que tengo de los cuerpos del otro, de sus miradas, de sus gestos, de sus sonrisas o aburrimientos, de la pereza o de la inquietud, y que me es imposible trasladar al papel. Agradezco enormemente al grupo que estuvo conmigo y que se interesó en este tema de la Gestalt Infantil. Agradezco la colaboración tanto en preguntas como en los problemas que plantearon. Agradezco su confianza, sus dibujos y sus poemas y abrir sus corazones para trabajar un poco lo que habíamos hecho.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Garabato 0 Niño

LORMA CORNEJO PAROLINI Apéndice Aquí mostraré, gracias a la colaboración de uno de los integrantes del taller, el ejercicio antes mencionado. El poema dice así: EL NIÑO Y EL CACAHUETE Cacahuete, le dijo el cocodrilo ¿no ves que la mosca te va a comer? No, dijo él, porque el niño va a hacer un garabato con la cola del pez y en el tronco del árbol con la "0", ayudado por la pinza, me voy a esconder. A cada persona, una vez que ha leído su poema, le pregunto si le suena de algo el poema, si tiene que ver con el momento en que está actualmente, y sobre esto trabajamos, sobre las nueves palabras, lo que significa para esa persona cada una de ellas. Una de las preguntas importantes en este trabajo es la siguiente: ¿Cuál de estas nueve palabras quitarías a tu poema, es decii cuál de las nueve como algo que chirría, te molesta que esté ahí? En este caso, la persona dijo que sería la palabra cocodrilo. Luego empezamos a ver qué asociaciones tiene con cocodrilo y en qué se puede identificar con el cocodrilo que no le gusta, o que rechaza. Y podemos hacer un pequeño trabajo con las polaridades de la persona, donde una de ellas es una de las característcias que le pone al cocodrilo. Y ¿cuál de estas palabras no quitarías de tu poema, y por qué? La persona escogió la palabra niño como la que no quitaría. Aquí volvemos otra vez a hacer lo mismo, las asociaciones que le trae a la persona esta palabra y qué identificaciones hay con ella, y también podemos hacer un trabajo sobre la polaridad niño ... y lo que escoja poner en la otra polaridad.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Aunque por supuesto es mucho más rico estar presente o haciendo el ejercicio, espero que este apéndice les pueda dar una idea del ejercicio descrito en las páginas anteriores. Bibliografía Recomendada Ventanas hacia nuestros niños. Victoria Oaklander Editorial Cuatro Vientos. Santiago de Chile 1992 Quíncy¿de qué color es el silencio? Loretta Cornejo Parolini Boletín 15 de la Asociación Española de Terapia Gestalt Monográfico Infancia y Educación Madrid Mayo 1994 La silla vacía y el oso Perls Loretta Cornejo Parolini Revista de Psiquiatría y Psicología Humanista No 23/24 Monográfico Barcelona 1988

597 «EL CUERPO SEXUADO: UNA CONSTRUCCION DIFERENTE EN LOS HOMBRES Y EN LAS MUJERES» por Raquel Valero Oltra Miembro fundador de la Asociación Española de Psico-Somatoterapia. Psicóloga, Sexóloga y Psicoterapeuta. El planteamiento que hago en este artículo, surge de mis experiencias profesionales, tanto en el campo de la Educación Sexual como en el área Terapéutica; como también ejercerán una influencia aquellos datos que me aportan la investigación que llevo a cabo en mi Tesis Doctoral, la cual lleva el título de: "Disonancia entre el pensamiento y la vivencia de la sexualidad, en las mujeres", en la que me acompaña y dirige Ester Barberá Heredia, Profesora Titular del Departamento de Psicología Básica en la Universitat de Valéncia. Esta Tesis, que a la vez es una aventura interesante, y llena de fascinación, tiene múltiples complicaciones y es una ardua tarea que Ester Barberá y yo llevamos desde el año 1989. Esto es debido, a que tal como intentamos presentar y explorar dicha temática, existe poco o casi nada escrito, ni investigado, para sustentar y apoyar la hipótesis que planteamos. Reco-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO nozco mi atrevimiento, y agradezco a Ester Barberá el suyo, por apoyarme. No dudo que los diversos escritos desde la perspectiva del "Género", como dato discriminador y puntual del tema, nos enriquece y aporta ideas de interés, y también desde otros campos como, son el Psicoanálisis o las diversas autoras que desde el Neopsicoanálisis renuevan y dan diferente visión desde esta línea, al tema que intentamos investigar. No puedo desechar tampoco las aportaciones y las luchas feministas, ni las que emergen desde el área Educativa (nivel básico para el cambio de actitudes). Los niños son materia prima donde se asienta las bases, de lo que va a ser y será la sociedad en la que vivimos. Hay que reconocer, que en general han habido cambios sociales y que la situación de la mujer, parece legalmente favorecida. El feminismo en su lucha ha ganado batallas, pero en la práctica, sólo lo lleva un sector de población minoritario; el resto, sigue viviendo en la misma línea de siempre. Es cierto que se han intentado campañas de educación e información, pero su escasa eficacia y su forma descuartizada (presentada por partes, sin continuidad, en forma de mensaje-telegrama, sin profundizar más allá), no consiguen llegar a unos objetivos mínimos y creo que más que nada se crea confusión. Recordemos tan sólo la campaña 'Tóntelo-Pónselo", que con un gasto quizá abusivo en un spot publicitario, quiAÍ sieron cumplir todos los objetivos de la Educación Sexual y 1 para la Salud. Sin embargo, tengo la sensación que este hecho t aislado, no completado con una información y formación directa, se perdió en el vacío y poco o muy poco llegó a la 1 población. 111 (Introducción a 'Tas mujeres y los hombres en la encruci~ jada de su sexualidad o mejor dicho de sus sexualidades"). (pág. 2) * A pesar de reconocer todo esto, personalmente tengo que aclarar que mi hacer es desde un cuestionamiento constructivo, por ello mis planteamientos se alejan en algunos momentos de ciertos postulados feministas, ya que según mi opinión

RAQUEL VALERO OLTRA resultan excesivamente radicales y muy partidistas. No niego que durante el transcurrir de la historia, la mujer ha tenido que mantener un papel secundario y sentirse en la consideración de un ser inferior. No dudo que eso pueda dejarnos un mal sabor de boca, aún, cuando nos percatamos de que no tenemos una clara identidad. Pero es cierto, la mujer como entidad no tiene historia, sino que sigue ocupando un segundo lugar en función del hombre, a pesar de los esfuerzos de unas y las rabietas de otras. "Seguimos en ese segundo lugar". Entresacando apartados de la obra de Lorite Mena, podemos ilustrar con más fundamento lo anteriormente expresado: 'Ta ambigüedad ha invadido la estructura de los referentes humanos desde el momento que ha surgido el deseo de la mujer a ser mujer. 0 más exactamente -para poder tamizar desde un principio la indigencia y el alcance de esta tensión, un deseo de la mujer por encontrarse como mujer". (pág. 11). "Un deseo, pues, de realidad. Ya que la característica histórica de la mujer ha sido la de ocupar un espacio significativo sin tener realidad: un simple signo". (pág. 12) ".._ la mujer no puede ser hecha realidad sino por la mujer, por una mujer que se busca de su irrealidad. Un deseo que no puede ir sino de la mujer a la mujer y no del hombre a la mujer, ya que el hombre (genérico, no individual) ha sido el constructor de la sombra de irrealidad donde la mujer se ignora. ". (pág. 12) ', .... el deseo del hombre ha operado continuamente en un espacio sígníficatívo que reducía (y reduce) la realidad de la mujer a su capacidad de seducción. Así, la mujer ha existido históricamente en la tensión de una paradoja inquietante, abismal -que apenas hoy llega a ser comprendida como simulacro-: al no significar sino como seducción, la mujer no debía (no debe) tener un ser propio para poder existir (pág. 12)

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO 7reguntemos simplemente: ¿cómo empieza el orden de los signos que ha determinado el no-ser histórico de la mujer? No se trata pues, de un sondeo histórico, sino infra-hístóríco (más que pre-históríco, aunque éste sea el ámbito especi~ fico de nuestra reflexión), ya que buscamos las condiciones de posibilidad de una relación que se ha hecho en la historia, pero que no ha tenido historia. ¿Tiene historia un no-ser? Y no obstante, paradójicamente, ha sido ese no-ser el que ha hecho posible nuestro ser histórico". (pág. 24) ** Enganchando lo que anteriormente he expuesto con el discurso de Lorite Mena, y volviendo a retomar el trabajo recientemente mencionado, rememoro cierta conversación en un día de invierno del 93, con un buen amigo mío, en un cálido lugar, de esos pocos Cafés que existen hoy en día, con la música en un tono suave, la cual invitaba al diálogo y que por lo tanto hizo que surgiera éste entre nosotros, pero es cierto que en momentos dados, se alternaba el debate con el diálogo. Esto se hará más comprensible al leer lo que después de aquel momento plasmé en el papel. Se aprecia claramente que entonces nuestros puntos de vista no coincidían, reconozco que mi alegato era más tímido; lo curioso, es que actualmente, además de haberse ampliado nuestra amistad, nuestros discursos no sólo se acercan, sino se asemejan. Hace pocos días, hablando con un amigo mio, que hasta aquel día me parecía muy docto, quedé sorprendida de sus palabras, que aproximadamente fueron: "¿qué dices?, eso de ser persona, ¿qué es?". Y siguió expresando cuál era la función que tenía cada uno en esta sociedad, papeles que él veía y tenía muy claros. Para mi sorpresa, me encontré balbuceando torpemente: "a mí me gusta ser mujer". Quizá lo hice como defensa, pero me hizo sentir tonta. Esas palabras me recordaron otras casi exactas, pronunciadas en la primera parte de este siglo por Ortega y Gasset. Sobresaltada me queda una frase en la boca: "¡estamos en el mismo puntoV'.

RAQUEL VALERO OLTRA Si apoyamos la idea de ser mujer, nos encontramos en inferioridad y desventaja en este mundo de jerarquías. Si se habla de "personas", entramos en el dilema de dejar aparte "nuestro ser sexuado". (pág 4) * Volviendo a mi trabajo de investigación, paso a explicar que el núcleo principal de él, es plantear una disonancia; es decir una diferencia amplia entre lo que teorizamos, y lo que vivimos en el día a día de nuestra experiencia sexual, aunque los datos de los diversos campos nos sean de gran interés, no posibilitan suficientemente la demostración de mi tesis, que en muchos momentos parece escapar a cualquier lógica posible, ya que el mundo de los sentimientos, de las emociones y de aquello que se ha ido cerniendo en nuestro interior y grabando en nuestra piel, resulta a veces resbaladizo, difícil de explicar y comprender y en demasiadas ocasiones puede pecar de una interpretación "subjetiva". Además casi podríamos decir, que ni los medios, ni las metodologías existentes pueden satisfacer, ni verificar su hipótesis, con la suficiente validez y credibilidad, teniendo en cuenta la línea que sigue la Ciencia Actual, o el así llamado "Mundo Científico" o por qué no decir, en última instancia, para el mundo en general. A pesar de lo que he expuesto recientemente (como ya he dicho), hay cierto avance en el campo de la no discriminación sexual, aunque vuelvo a matizar, los resultados parecen verse claros (a veces también difuminados) en el ámbito social; pero sigo apoyando mi idea, de que a nivel de la vivencia y de las relaciones sexuales, la realidad está más bien soterrada y la encubre una capa de progresismo, y un retroceso que se puede apreciar fácilmente en los 90. Lo cierto, es que en esta última década del siglo, de un siglo que los que hemos vivido en él, nos jactamos de los grandes descubrimientos y eventos ocurridos, han acontecido también, sorprendentemente una serie de marchas hacia atrás, donde cunde, justamente en los países llamados "más desarrollados", la discriminación y la marginación, no sólo a nivel sexual, sino en todas las áreas, y el camino vuelve a ser demasiado estrecho y difícil, para

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO conseguir una posibilidad en las igualdades y derechos para todos los seres humanos. Parece evidente, que a las mujeres "se nos ha concedido" la posibilidad de alcanzar lugares equivalentes, y hasta dicen que los mismos derechos que a los hombres; lo que parece que nadie se atreve a reconocer, es que a nosotras nos resulta este hecho costoso por los otros, 1a sociedad" y por qué no decirlo, por "nosotras mismas". Ahí, como en tantas vivencias, se sigue manteniendo nuestro pertinaz inconsciente, que nos lleva al mismo sitio de siempre, sin que casi podamos percatarnos, ni escapar de él. Me remito a un apartado de un trabajo mío, al que ya he hecho referencia, escrito para la Primera Promoción del Master de Sexología llevado a cabo en el Col.legi Oficial de Psicólegs del País Valenciá, durante los cursos académicos de 1991-92 y 92-93, que lleva el título 'Tas mujeres y los hombres en la encrucijada de su sexualidad; ¿o mejor dicho de sus sexualidades? Si volvemos hacia atrás, olvidamos lo que sabemos por comodidad, por desidia. Si la fuerza física vuelve a triunfar sobre la creatividad, la fantasía y la imaginación, si elegimos la técnica, el consumismo, la situación fácil y cómoda de que nos digan desde fuera cómo debemos vivir y morir; nos engañamos, no estamos avanzando con la técnica,nos estamos embruteciendo. Si volvemos a reconsiderar que los humanos se diferencian del resto de los seres vivos por el desarrollo mental, por el poder de su imaginacion, nos "daremos cuenta" que ésa es una idea reduccionista y limitadora de nuestra sexualidad, de nuestro ser en general. Nos "daremos cuenta" que tenemos un arsenal de posibilidades con nuestro desarrollo mental, para enriquecer con nuestra fantasía,nuestras vivencias y que "el deseo" es un mundo desconocido que nos traslada a espacios inexplorados que ya nada tiene que ver o muy poco, con lo "naturaV, porque el ser humano es actualmente, un ser esencialmente social y cultural. (Para esto me apoyo en palabras de José Lorite Mena, cuando dice que ya "hasta aquello

RAQUEL VALERO OLTRA que denominamos "naturaV, está basado en lo culturaF'). (pág.6) * Como anteriormente iba diciendo, la temática central de mi investigación, pretende centrarse en plantear una disonancia; es decir, como ya he expuesto, una amplia diferencia entre lo que nos atrevemos a decir o teorizamos, y aquello que somos capaces de vivenciar en nuestra cotidianidad, donde la contradicción aparece no sólo como fantasma, sino como evidencia. En este caso, parece ser, aparentemente escabroso, por la multiplicidad de los factores que lo soterran, y aunque posteriormente iré clarificando la dureza de mis expresiones, sigo diciendo que está poco investigado y que existe una gran dificultad para ello. La muestra que he elegido para mi investigación toma a individuos dentro de cierto nivel intelectual, porque podría casi asegurar que en ciertos sectores de la población (tristemente bastante amplios), que comprenden niveles socioeconómicos bajos o medio-bajos, donde la información escasea y el nivel cultural es todavía demasiado pobre, los hombres y las mujeres siguen interpretando los roles estereotipados, que se van repitiendo siglos tras siglos, con pocos cambios, quizás demasiado pocos, en comparación con otras áreas de la dinámica del mundo en el que vivimos. Una mirada hacia atras, buscando una perspectiva de futuro Según Lorite Mena: 'Tarece obvio, pero es oportuno repetírlo: somos una especie evolucionada. Y como en todos los procesos evolutivos, su aparición contiene una mezcla indescifrable de azar y necesidad". (pág. 57) ** Según parece el bipedismo constituye un cambio radical, desde luego un cambio radical en el modo de locomoción, en el modo de vivir, pero no es el único, sino también es impor-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO tante el punto de apoyo; es decir la nueva posicion frente al mundo. A partir de ahí surgen una serie de cambios en el HOMO habilis (nuestro antecesor) y se produce según palabras también de Lorite Mena: "una maduración de tres procesos fundamentales -íntimamente relacionados entre sí-: la instrumentalización del mundo, su expresión en un lenguaje articulado y la sexual¡zación de las relaciones interpersonales". "A partir de este momento el sistema viviente no es reductible a la lógica biológica, a las determinaciones organi.cas de las relaciones con el entorno, sino que se prolonga en un espacio vital (instrumentos, lenguaje, sexualízación) que no es heredado genéticamente y que, en una dinámica específica, va a incluir significativamente, a interpretar -a veces de manera aberrante-, la lógica biológica que lo hizo posible. Se pasa de un ritmo vital presentativo (como lo es en el animal) a un ritmo re-presentativo heredado y delimitado socialmente". (pág. 62). ** Basándonos en las palabras de este antropólogo y siguiendo la línea del discurso empezado, existe cierta muestra de la población (bastante mayoritaria) que he encuadrado en cierta clase socio-económica, en la cual podríamos decir que presentan ciertas costumbres, o donde los roles que juegan hombres y mujeres no sufren la disonancia preconizada anteriormente, o si alguna vez se da es aislada o de poca importancia. Aquí está claro, que no hay lugar para mi investigación, cada uno ocupa con más o menos esfuerzo, con más o menos sufrimiento, el papel que le es asignado a través de los siglos y de la historia. Por eso, he elegido otra muestra donde no puedo evitar expresar cierto pesimismo, ya que aquí, sí existe la disonancia anteriormente apuntada. Ahí la contradicción se hace evidente, y esa contradicción va a ser el núcleo de mi estudio. La muestra elegida estaría comprendida en edades entre 25 a 40 ó 45 años y en cierto nivel intelectual, cuya madura-

RAQUEL VALERO OLTRA ción e información se supondría que debería suavizar o minimizar dicha contradicción, o la disonancia que yo apunto, y que por el contrario difícilmente se da o de forma aislada, sin que suponga por ello un real avance. Esto lo he podido comprobar a lo largo de 12 años de recorrido en diversas instituciones, impartiendo ciclos de Educación Sexual o charlas puntuales del mismo tema, y en el tiempo que estuve como sexóloga en dos diferentes Centros de Planificación Familiar, uno de un pueblo de Castellón y otro en un barrio periférico de Valencia, que podríamos decir que cumple los requisitos recién señalados. En aquella población no se podía apreciar la disonancia que planteo. En el otro sector, al que me acabo de referir, tampoco resulta demasiado fácil sacar conclusiones. Primero, porque la temática a la que hacemos referencia, siempre se la coloca, en lugar inadecuado, o muy por arriba (dándole gran relevancia ) o muy por debajo (degradándola) y como no, siempre surgen los tabús, los miedos, las contradicciones, por mucho nivel intelectual o cultural que se tenga. Sobre "sexualidad", todo el mundo cree saber y tristemente, la gente se basa en su propia experiencia sexual o extendiéndola a sus vecinos y/ o amigos, como si la sexualidad en sí, no fuera un tema tan difícil y amplio, como otros tantos que necesitara de un serio estudio y de investigaciones, para poder dar una opinión válida y sustentada. Y es así, o no se habla o se habla sin información o con poca, pero lo curioso es que mucha gente ante alguna conferencia, o discurso sobre el tema, se sienten aireados y se dan por ofendidos y prontamente dicen " eso, a mí no me pasa ". Como si de ese tema no se pudiera hablar en general como en otros, y todo el mundo se sintiera tocado o pretendiera que su saber da para poner punto al tema. En los grandes debates o conversaciones de personas muy versadas en otros temas, a veces hasta colindantes a la Sexología, se puede observar verdaderas aberraciones y hasta opiniones mal informadas.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO En última instancia, a aquellos que parecen sí estar informados e interesados en este campo, el inconsciente nos juega una mala pasada. Lo que durante siglos se ha instaurado en nosotros, fomentado y apoyado por tantas instituciones e intereses, por más que teoricemos difícilmente somos capaces de arrancarlo de nuestra piel, y nos vemos abocados la mayoría de las veces, a tener claras muchas cosas, a cuestionarnos muchas otras, y en nuestro día a día, en nuestras relaciones sexuales, en nuestras relaciones de parejas, seguimos repitiendo y viviendo costosamente, y en contradicción a la información que con nuestro saber y nuestra racionalidad, vamos recabando. Es cierto que mi Tesis versa sobre las mujeres, aunque en la primera parte también he utilizado en mi muestra a hombres, si luego he acotado el campo y elegí como sujeto único en ella, "a las mujeres", no hay otra razón que mi propio interés como "mujer". Pero creo, que las mismas hipótesis se podrían extrapolar a los hombres, y seguramente lograríamos encontrar una disonancia entre el pensamiento y la vivencia a la hora de vivir su "ser sexuado". En realidad, quisiera aclarar que el título del artículo es aquel que coloqué al Taller presentado en las últimas Jornadas Franco-Españolas de Psicosomatoterapia, en Madrid, en Noviembre del 95. Entonces expliqué, que cuando me refiero a un "cuerpo sexuado", no estoy hablando sólo de un cuerpo físico, poseedor de un sexo; es decir de unos genitales, sino que me refiero a algo más; a la construcción de un cuerpo sexuado a todos los niveles, no sólo biológicamente, sino psíquico y socialmente. Que existe un "sexo" diferente en los hombres y las mujeres, creo es evidente, lo que no está tan claro, es que así sea en otros niveles. De esos otros, se encarga la cultura de moldearlos según cánones ya estructurados de años, quizá hasta de siglos. La construcción de ese "cuerpo sexuado"; es decir que se va haciendo sexuado progresivamente a lo largo de la historia de las personas, se va rigiendo por dos modelos claros, en que los referentes son: la "rnasculinidad" para el hombre y la

RAQUEL VALERO OLTRA "feminidad" para la mujer; como generalmente sucede como únicos referentes absolutos y excluyentes. Pero vayamos más allá y descubramos de dónde emergen esos dos términos: "masculinidad-feminidad". Pues no hay que mirar muy lejos: de la "cultura imperante". De una cultura que parece favorecer a los hombres, pero en realidad también los atrapa. La masculinidad como la feminidad son constructos culturales, que nos dirigen a los hombres y a las mujeres a roles esterotipados que no nos permiten desarrollar nuestras propias potencialidades, que nos hacen diferentes y que generalmente nos abocan a la incomunicación. Por ejemplo en el día a día, se ve que las cosas que interesan a las hombres y mujeres son opuestas, salvo excepciones,y para sintetizar esto podríamos hacer un análisis general de la vivencia de la sexualidad en "nuestra sociedad". 'Ta sexualidad desde el rol masculino, se centra en los gen¡~ tales, olvidando casi por completo el resto del cuerpo y los aspectos emocionales. La sexualidad desde el rolfemenino, se centra en los aspectos emocionales y se expande por todo el cuerpo, pero mantiene en gran parte anestesiada su genitalidaC. "Seguimos en una sociedad en la que el hombre sigue ostentando el poder y, en la relación sexual, quiere seguir manteníendo esa hegemonía, por lo que impone a la mujer una sexualidad casi exclusivamente genital. La consecuencia, una vez más, es la incomunicación, la imposibilidad de diálogo entre los sexos". (Valero , Raquel y Valls, Just. "Sexualidad y mujer. Sexualidad y hombre: en busca de un diálogo"). (pág. 261) *** A pesar de todo esto que acabo de exponer, la responsabilidad de que esto cambie no es sólo de los hombres, sino de ambos . Y más o menos de forma popular, existe la creencia o se da por hecho que la masculinidad hace referencia a la inteligen-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO cia, la fuerza, la independencia, la racionalidad ..... etc. Mientras que la feminidad entraría más en los conceptos de sensibilidad, ternura, emocionalidad, dependencia, debilidad, .... etc. Curiosamente según el status social la masculinidad, es de mayor envergadura o aún mejor dicho tiene mayor consideración social, y eso es justamente lo que se considera propio y que deben desarrollar los hombres, dando así un status inferior, aunque aparentemente más enternecedor y encantador a las mujeres. Las cosas aparentemente han cambiado, aunque yo parti~ cularmente pienso que es una forma de caminar como los cangrejos (más en los tiempos que corren, los 90) En una palabra, aunque no niego que damos muchos pasos hacia adelante, no sé cómo nos las ingeniamos, para siempre dar pasos hacia atrás; hacia la prehistoria, hacia los hombres y las mujeres de las cavernas, donde estaban claras las diferencias, sobretodo en función de la mayor fuerza del cuerpo físico del hombre y un gran problema en el cuerpo de la mujer: los contínuos embarazos, y con eso, todo lo que ello conlleva. "Se podría pensar entonces que el hombre no ha superado su estadio de macho en sus relaciones con la hembra al mantener a ésta en un espacio de signos, es decir, en una dinámica de señales -de "posiciones", de "miradas", de 'ffinciones"- de hembra expresadas culturalmente. Pero el problema que nos ocupa por el momento es el delfundamento de una dinámica infra-histórica: ¿Por qué se mantuvo invariable esa estructura? Aquí se podría invocar el determinísmo biológico: ya sea desde el punto de vista de la configuración orgánica (para tener en cuenta la posición de algunas feministas radicales: S. Fírestone), ya sea desde el punto de vista de las pulsiones hormonales (reteniendo la opinión de un machista radical: S. Goldberg). Esta explicación sería satisfactoria, e incluso definítiva, ante una paradoja tan inquietante si nofuera por dos objecciones que nos parecen decisivas.

RAQUEL VALERO OURA En primer lugar, el argumento de la determinación biológíca sería válido sí nofuera porque sólo podría ser invocado en el espacio de comportamiento de las relaciones hombremujer. En ningún otro espacio de comportamiento (no hablamos de configuraciones o estructuras orgánicas) ha mantenido nuestra especie las determinaciones biológicas de los prímates no-humanos. Esta exclusividad de la invariabílidad compromete la credibilidad del argumento de la determinación biológica. En segundo lugar, la determinación biológica del comportamiento hombre-mujer puede ser puesta en duda especialmente en el terreno de la sexualidad espacio en el que concentran su atención ciertos defensores del determinismo biológico de la condición de la mujer-, Ya que en la transición de la práctica sexual a la sexualización (tal y como explícitaremos posteriormente) el ritmo biológíco es prolongado, e incluso substituido- con la liberación postural, del deseo y del placer- por un ritmo re-presentativo. El problema reside en que en este cambio de ritmo la mujer sigue valiendo como hembra. Pero entonces el problema no es de determinación biológica, sino de determinaciones culturales del espacio re-presentativo que han mantenido a la mujer en su valor biológico en el interior de un orden simbólico. En esta perspectiva, si aceptamos el desplazamiento de nivel de las determinaciones, elfactor causal que puede responder a la pregunta anteriormente formulada (¿por qué se mantuvo invariable esa estructura comportamental?) aparece más claramente: un ejercicio de poder". (pág. 64-65) ** La ciencia avanza (eso dicen) y salva mucho de estos problemas y comprueba que los hombres y las mujeres pueden desarrollar igualmente su inteligencia. Además demuestra que el hombre (y Ia mujer" si la sociedad permite decirlo) es con su inteligencia el ser más fuerte del "universo". Por lo tanto, la referencia a la fuerza como elemento claramente diferenciador y superior (según parece) entre hombre y mujer, no nos impide a las mujeres desarrollar otras características del constructo social: masculinidad, y optar al mismo status social.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Una utopía: creciendo según "nuestro deseo" Yo, particularmente pienso que ambos podemos fomentar, todas las cualidades o características de los dos constructos y que todas, en un momento dado, pueden favorecemos para desarrollar todo lo que llevamos dentro y así no perdernos nada. Creo que cada característica en su momento puede ser positiva, y que depende de la situación y de la persona, y sigo pensando que la jerarquía siempre impuesta en esta sociedad que vivimos, aquí, también sobra. Está claro, que sí hombres y mujeres somos educados por caminos que no convergen, que nos llevan a rumbos tan distintos, a posturas tan opuestas, nuestros encuentros amorosos (o sea Ios enarnoramíentos") en principio son maravillosos, y hasta deslumbrantes en los primeros momentos, pero a la larga, el diálogo no surge, ni siquiera entre nuestros cuerpos, ya que nuestros cuerpos se han ido sexuando de forma tan opuesta, tan distinta que nuestra sexualidad, en toda su dimensión (como antes ya he expuesto) es tan diferente como el cielo de la tierra. Tenemos discursos parciales, y cada uno vive tristemente, sólo parte de todas la posibilidades que su cuerpo tiene al alcance. Mi propuesta estaría más en la línea, que sigue el artículo que anteriormente he mencionado: "Sexualidad y mujer. Sexualidad y hombre: en busca de un diálogo", y que presentamos Just Valls y yo, en el IV Congreso Estatal de Sexología, en Madrid en 1991. "Ante esa constatación, apostaríamos, dentro de los múltíples caminos, hacía el diálogo hombre-mujer, por partir del concepto de persona y sus polaridades. Cada persona tiene una polaridad masculina y otrafemenina, que se encuadra en roles considerados masculinos y en roles considerados femeninos. Si el hombre extrema su rol masculino, y se olvida por completo de sufeminidad; si la mujer extrema su rolfemenino y

RAQUEL VALERO OLTRA se olvida por completo de su masculinidad, nos ponemos a las puertas del conflicto. Se trataría entonces, de que el hombre desarrollara un poco más su feminidad (conectara con sus sensaciones, emociones, ternura, sensibilidad, pasividad), para posíbilitarse a la comprensión de la mujer. Se trataría de que la mujer, desarrollara un poco más su masculinidad (conectara con su deseo -no sólo el desear ser deseada~, con sufuerza, con su actividad), para posíbilitarse a la comprensión de la masculinidad del hombre. Vemos a partir de esa autoaceptación como persona que vive su existencia aceptando sus polaridades, se posibilita un poco más la relación hombre-mujer y, concretamente en el campo de las relaciones sexuales, el hombre puede entender un poco la forma de vivirla de la mujer, y la mujer la del hombre. El trabajo es de ambos, de todas formas constatamos día a día, cómo la mujer está más abierta a los procesos de cambios y, al contrario, el hombre se resiste a replantearse sus esquemas de poder y aceptar su lado tierno por el constantefantasma de la homosexualidad que implica." (pág 261-262) *** Desde mí no pretendo, ni propongo la igualdad total, sino que cada uno sea capaz de desarrollar el potencial que llevamos dentro, según su deseo o sus posibilidades y no haya, en la medida en que cabe, ninguna ley, ni imposición externa. Es posible que esto tarde años, espero que no siglos, yo lo planteo desde mi utopía como antes he subrayado o porque no decir desde "rni deseo". Bibliografía mencionada en el artículo Valero Oltra, Raquel. " Las mujeres y los hombres en la encrucijada de su sexualidad; ¿o mejor dicho de sus sexualidades? Primera Promoción del Master de Sexología llevado a cabo en el Col.legi Oficial de Psicólegs del País Valenciá, durante los cursos académicos de 1991-92 y 92-93.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Lorite Mena, José. "El orden Femenino. Origen de un simula~ cro cultural" . Editorial Anthropos, Barcelona 1987. Valero Oltra, Raquel / Valls Pueyo, Just. " IV Congreso Esta~ tal de Sexología. Ayer, Hoy y Mañana ...... . Generalitat Valenciana. Consellería de Sanitat i Consum. Madrid, 1991. Comentario sobre el taller realizado Haré un breve comentario sobre el Taller, ya que en él no son tan importantes los ejercicios que se realizan, sino los sentimientos, las emociones y las sensaciones que emergen, pues lo que intento constatar es la contradicción que se hace evidencia en este ámbito, como he expuesto o quizá a veces tan sólo sugiero en este artículo. Como anteriormente he explicado llevo años haciendo esta clase de Talleres, en que convergen mujeres y hombres (éstos en menor cantidad desgraciadamente), cuyo objetivo sería explorar en él, su sexualidad y por qué no decirlo: sus contradicciones. Empecé con Talleres solamente con mujeres, pero pronto me dí cuenta de lo posibilitador que resultaba la inclusión de hombres, aunque también las dificultades que había para poder atraer la atención de éstos, en ellos. En algunas ocasiones realicé dichos Talleres (en los que acudía algún hombre), con algún compañero mío, lo que reconozco aportaba otro matiz al Taller, que en general puedo añadir era de gran interés y mayor riqueza. A pesar de ello, seguirnos siendo dos grupos marcadamente diferentes (en la mayoría de casos y/o situaciones) en esta sociedad en la que vivimos; y podríamos decir que, hemos sido estructurados a lo largo de los siglos como dos subculturas, que aunque en ocasiones se interaccionan, en otros casos entran en divergencias y serios conflictos, aunque difícilmente somos capaces de "darnos cuenta" ni unos ni otros, de lo que podemos aprender e intercambiar ambos "sexos", sin necesidad de llevar un baluarte de nuestros principios o razones, ni entrar en

RAQUEL VALERO OLTRA guerras inútiles, que generalmente no nos llevan a ninguna parte. Lo que nos distancia, y nos hace diverger, a veces, con demasiada inflexibilidad y casi diría ¡lógica, no es la diferencia en la configuración y estructuración de "nuestros genitales"; sino la cultura o educación que poco a poco, día tras día, siglos tras siglos, ha ido dibujando el perfil de lo que es "ser mujer" o "ser hombre" en este mundo en que vivimos; y de cómo esos constructos culturales que denominamos "feminidad" y "masculinidad" han hecho mella en nosotros, y han construido la forma y el fondo de lo que hoy en día, "somos". En esta ocasión comencé el Taller con una relajación, con la intención de que los cuerpos y sobre todo las mentes, se alejarán de todo hecho externo que no concerniera al tema que íbamos a tratar ese día. Aunque reconozco que resulta sugerente, también es escurridizo, y nuestros fantasmas inconscientes interfieren a veces paralizándonos, otros tan sólo bloqueando en parte, la posibilidad de dejarnos fluir en él. Para la relajación utilicé el ejercicio de "La lintema", de Pedro J. Oliva, profesor de Eduación Sexual en los Cursos de Formación en Sexología en In.ci.sex. (Madrid), aunque haciendo algunas variaciones, con el fin de que hubiera más conexión con cada parte del cuerpo, surgieran las emociones y las sensaciones y se hiciera evidente que "todos" no sólo tenemos, sino que somos "un cuerpo sexuado". Después para constatar la idea expuesta al explicar el contenido de mi Taller, elegí una Fantasía dirigida que yo denomino "Cambio de sexo"Q). Reconozco que aquí también introduje una forma particular de hacer este ejercicio , alargando éste y su contenido, y haciendo hincapié en aquellos aspectos que yo consideraba que aportarían más elementos, para entender la hipótesis que en principio había planteado. Me apoyé para crear un ambiente más cálido y sugestivo en una música a veces suave, otras veces de carácter más incitante, pero sobretodo agradable y sugerente. El tono de la música lo bajaba o subía según el contenido formal o emocional o las palabras que utilizaba, con la inten-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO ción como ya he dicho, de crear el ambiente propicio y adecuado para el mejor desarrollo del Taller. Al acabar el ejercicio hice que se colocaran en pareja. Hubiera sido deseable que la formara un hombre y una mujer para conseguir sobresaltar de manera más clara la diferencia de los discursos, pero debido a que generalmente los hombres se interesan más por otros temas (se supone que somos las mujeres las que tenemos que explorar y descubrir la sexualidad, tantos años vedada para nosotras), algunas parejas eran formados por dos mujeres. Finalmente nos colocamos en círculo, para que todos y cada uno de nosotros pudiéramos vernos sin obstáculos y no sólo escucharnos, ya que el objetivo se centraba en una puesta en común de todo lo que se había sentido y había sugerido el Taller en sí, y los ejercicios que se habían realizado. Los comentarios a pesar de las veces que he realizado esta clase de Taller, me siguen resultando sorpendentes, por la variedad de las emociones y sentimientos vividos; es decir por la variedad en las vivencias de cada miembro del grupo, y sobretodo cómo no decir, lo esclarecedor que éstas son para la investigación, que llevo a cabo. 1. Existe un ejercicio con algunas similitudes y características parecidas en Stevens, J. 0."El Darse Cuenta". Cuatro Vientos Editorial. Santiago de Chile, 1976. (pág.67).

RAQUEL VALERO OLTRA Bibliografla (utilizada en la investigación referida) ALTABLE VICARIO, CH. "Penélope o las trampas del amor". Mare Nostrum Ediciones, Madrid, 1991. ARANGUREN, J. A. "Erotismo y liberación de la mujer". Editorial Ariel, S.A. Barcelona, 1982. BEACH, F. - FORD, C. "Conducta sexual (De los animales inferiores al hombre)". Editorial Fontanella, S.A. Barcelona, 1969. BIRKE, L. - GARDNER, K. "¿Por qué sufrir? La regla y sus problemas". La sal. Ediciones de les dones. Barcelona, 1983. BLEICHMAR, E. D. "El feminismo espontáneo de la histeria". Estudios de los trastornos narcisistas de la feminidad. Edit. Adotraf S.A. Madrid, 1985. BRECHER EDWARD, M. "Investigadores del sexo". Editorial Grijalbo, S.A. México, 1973. BRUCKNER, P. Y FINKIELKIZAUT, A. "El nuevo desorden amoroso". Editorial Anagrama, Barcelona, 1979. CASTILLO DEL PINO, C. "Cuatro ensayos sobre la mujer". Alianza editorial, Barcelona, 1978. COHEN ALBERT "Bella del Señor". Editorial Anagrama, Barcelona, 1987. DOLTO, E "Sexualidad femenina: libido, erotismo, frigidez" . Edit. Paidós, Buenos Aires, 1984. FRIDAY, N. "Sexo varón. Fantasías sexuales masculinas. El triunfo del amor sobre la violencia". Editorial Argos Vergara, S.A. Barcelona, 1981. IRIGAY, L. "Ese Sexo que no es uno". Edt. Saltes. Madrid, 1982. KATCHADOURIAN, H.A. "La Sexualidad humana. Un estudio comparativo de su evolución". Fondo de Cultura Económica, México, 1983. KITZINGER, S. "La mujer y su experiencia sexual". Ediciones Folio, S.A. Barcelona, 1985. LEONELLI, E. L. "Mas allá de los labios". Editorial Noguer, S.A.,1986.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO LORITE MENA, J. "El orden femenino. Un simulacro cultural". Edit. Antrophos. Madrid, 1987 MACKENZIE, R. "Climaterio y menopausia". Ediciones Pirá~ mide, S.A., 1986. MASTERS, W., JOHNSON, V. Y KOLODNY, R. "La sexualidad humana". Editorial Grijalbo, Barcelona, 1987. MONEY, J., EHRHARDT, A. "Desarrollo de la sexualidad humana".Edic. Morata, S.A. Madrid, 1.982 OAKLEY, A. "La mujer discriminada: biología y sociedad". Ediciones Debate. Tribuna Feminista, 1977. CISBORNE, R. "Las mujeres en la encrucijada de la sexualidad". La Sal Ediciones de les dones, Barcelona 1989. CISBORNE, R. "Las prostitutas: una voz propia". Icaria Editorial, Barcelona, 1991. SANZ, E "Psicoerotismo femenino y masculino". Edit. Kairós, Barcelona, 1990. SANZ, F. "Los vínculos amorosos". Edit. Kairós, Barcelona, 1995. SHERFEY, M.J. "Naturaleza y Evolución de la Sexualidad Femenína". Barral Editores, Barcelona, 1977. SULLEROT, E. "El hecho Jemenino". Edit. Argos Vergara, Barcelona. VANCE, CAROLE S. "Placer y Peligro. Explorando la sexualidad femenina". Edit. Revolución, Madrid, 1989.

598 «EL CUERPO EN LA EDUCACION EMOCIONAL: ESCULPIENDO MIS EMOCIONES» por Ana Gimeno-BayÓn Cobos Psicoterapeuta. Autora de Tomprendiendo cómo somos. Dimensiones de la Personalidad" Colección Serendipity. Co-directora del Insfituto E. Fromm de Psicología Humanista. Barcelona. Introducción En los inicios de su formación psicoterapeútica, a la autora le sorprendía e intrigaba un fenómeno que, repetitivamente, podía observar en los grupos de psicoterapia a los que asistía: determinadas expresiones emocionales de alguno de los compañeros de grupo le dejaban una sensación de falso y artificioso sin saber exactamente por qué. Más allá de la admiración por la valentía de quien así las manifestaba y la satisfacción por la resolución (al menos aparente) de los problemas que tras ellas aparecían, no podía evitar quedarse con un regusto de sospecha acerca de su autenticidad. Y esas sospechas se agudizaban cuando los mismos sujetos volvían a manifestar idénticas expresiones emocionales ante cada nuevo psicoterapeuta, generando nuevos trabajos psicoterapeúticos similares a los anteriores, en unas secuencias repe-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO titivas a lo largo del curso (y que no prometían desaparecer si se presentaba una nueva ocasión). El desasosiego que le comportaba el no poder entender qué estaba sucediendo sólo pudo desaparecer un par de años más tarde, al topar con la teoría de los juegos psicológicos y de los sentimientos parásitos cuando se formaba en Análisis Transaccional. Eric Berne (1977), el fundador del modelo, había señalado, hablando de la comunicación, que el psicólogo tiene la ventaja de distinguir entre la información y el ruido de fondo y animaba a escuchar con atención la exhibición de sentimientos para captar funcionamientos distorsionados. Ese planteamiento fue para la autora una importante fuente de enriquecimiento en el conocimiento de la persona. Dentro de este campo, unos años más tarde, asistió a un seminario con Carlo Moiso que, integrando Análisis Transaccional y Psicoterapia de la Gestalt, añadió nuevas claves de comprensión sobre el terna. Desde entonces, la autora ha ido diseñando métodos concretos para trabajar esos aspectos llevándolos a la práctica, y ha sido para ella una preocupación constante el transmitir hasta donde pueda unas cuantas líneas básicas que puedan orientar a los psicoterapeutas que trabajen con la dimensión emocional y desconozcan esas aportaciones, a su modo de ver fundamentales en la psicoterapia. Los diseños lo han sido de experimentos sencillos, destinados tanto al psicodiagnóstico cuanto a la reeducación emocional. Desde un estilo gestáltico, apuntan hacia la toma de conciencia de la propia realidad emocional, la distinción entre las emociones aparentes y las más profundas, la matización de distorsiones y del estilo emocional propio y la conciencia y aprendizaje de lo que es la expresión socializada sana de las emociones y su diferencia con la expresión no socializada. En definitiva, pretende enseñar, desde la experiencia, que más allá de la pura liberación emocional está la liberación emocional funcional. En ese marco se incluyó su trabajo en las IV JORNADAS FRANCOESPAÑOLAS DE PSICO-SOMATOTERAPIA, con la presentación de un taller -en parte juego y en parte elaboración

ANA GIMENO-BAYóN COBOS teórica- sobre el papel del cuerpo en la educación emocional. A continuación se resumirán, en primer lugar, algunos conceptos básicos teóricos subyacentes al mismo, y después se apuntará un resumen del desarrollo del mismo. La educación de las emociones No distingue suficiente el Análisis Transaccional, en su vocabulario, entre emociones y sentimientos. Se habla indistintamente de unos y otros en casi toda la literatura del modelo que se ocupa del tema. Nosotros nos apartaremos un tanto de ello, utilizando la palabra "emoción" en el sentido corriente de la psicología académica, entendiéndola como un fenómeno afectivo intenso, procesual, de duración limitada, con implicaciones fisiológicas importantes. Por el contrario, por "sentimientos" entenderemos fenómenos afectivos menos intensos y más permanentes, no tanto procesos como estados, con menor implicación fisiológica y una mayor implicación de aspectos existenciales. Es importante también la diferente implicación que Lersch (1938) señala para las emociones, como modo en que nos sentimos afectados por el mundo, y los sentimientos, o manera de proyectarnos nosotros hacia él desde nuestro fondo afectivo. En cambio sí distingue el Análisis Transaccional entre las emociones básicas, comunes a todos los seres humanos desde su nacimiento, a las que llamará emociones genuinas y las que no lo son. La mayoría de los autores incluyen entre aquéllas: alegría, tristeza, miedo y rabia. Algunos también sitúan el afecto como una emoción genuina. Es frecuente que (con demasiada ligereza, a nuestro juicio) muchos transaccionalistas denominen como "falsas" a las demás emociones, como si solamente las más primarias respondieran con coherencia a las solicitaciones del mundo exterior, descartando así la complejidad del mundo afectivo adulto. Pero nos valdremos de esa simplificación para utilizarla didácticamente en lo que respecta a la educación emocional del niño.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Algunos autores como Román (1983) dan por sentado que las personas no nacemos con esos sentimientos totalmente programados sino que aprendemos hacia quién y qué dirigirlos (Román 1983,120) yendo mucho más allá que Berne, cuando apunta que el niño, a partir de la observación realizada en su familia, durante la etapa de latencia toma una decisión acerca de qué clase de sentimientos va a fomentar, puesto que Previamente ha hecho sus experimentos a este respecto, sintiéndose alternativamente enojado, herido, culpable, asustado, insuficiente, virtuoso y triunfante, y ha descubierto que algunos de estos sentimientos son objeto de indiferencia o abierta desaprobación por parte de su familia, mientras que uno de ellos es aceptable y da resultado. Este es el que se convierte en su truco. El sentimiento favorecido se convierte en una especie de reflejo condicionado que puede persistir durante el resto de su vida. (Berne, 1973, pp. 158-159) Berne, afirma también que algunos sentimientos concretos es probable que pertenezcan a este grupo de sentimientos favoritos: casi todos los sentimientos de enojo, de amor propio herido, de culpabilidad, de miedo y de impotencia son trucos, y en cualquier grupo bien llevado no es dificil distinguir las pocas reacciones de esta clase que son realmente apropiadas. (Ibidem, P. 160) pero no niega, sino que afirma la existencia de unos sentimientos genuinos "apropiados" a la situación. La mayoría de los transaccionalistas entienden que las emociones genuinas son en sí mismas positivas, están programadas biológicamente, y responden a necesidades concretas. El estudio y la profundización en el tema de los sentimientos aprendidos (sentimientos parásitos o rackets) entre los transaccionalistas, ha corrido a cargo, sobre todo, de auto-

ANA GIMENO-BAYóN COBOS res como Berne (1964), English (1971, 1972, 1975, 1976), Levin (1973), Boyd (1973, 1977), Emst (1973), Gellert (1976), Karpman y D'Angelo (1976), Erksine y Zalcman (1979). En general, entienden que siempre es positivo experimentar y tener conciencia de las emociones genuinas, y expresarlas y actuarlas no siempre es positivo: se trata de hacerlo en forma adecuada a su intensidad, duración y especificidad según el contexto del momento. Carlo Moiso (1983) ha desarrollado el tema de las emociones genuinas integrando la teoría de la Psicoterapia de la Gestalt, y aplicando a éstas el concepto de la Gestalt inacabada (podríamos traducirlo aquí como "proceso inacabado"). Resumiendo su aportación, la emoción, en tanto que proceso que implica lo afectivo y lo corporal conjuntamente, se inicia ante un determinado tipo de estímulo y tiende a concluirse mediante la satisfacción de una necesidad concreta que se generó con el estímulo. Si no se completa el proceso, o se completa en forma distorsionada, la necesidad quedará insatisfecha. A nivel neurofisiológico podemos decir entonces que, ante determinados estímulos, se abre una gestalt, mediante la excitación del sistema simpático, que necesita cerrarse mediante la excitación del sistema parasimpático. Moiso distingue entonces varios momentos de ese proceso en las emociones básicas: el momento de la sensación, (o percepción del estímulo afectivo), la emoción propiamente dicha y la respuesta instíntual. Teniendo en cuenta que este autor señala como emociones básicas el miedo, la rabia, la tristeza y la alegría, cada una de ellas desataría su proceso a partir de estímulos de peligro, daño, pérdida o satisfacción, respectivamente, y darían una respuesta instintiva de huída, agresion, aislamiento o explosión. Estas respuestas son las que se observan en los animales superiores y en los niños muy pequeños. Pero tanto a los animales como a los niños se les puede "amaestrar" en base condicionarlos para inhibir algunas de las respuestas instintuales que no son aceptables en el contexto familiar. Un niño puede aprender entonces a no expresar su rabia o su miedo, por ejemplo. Puede exhibir deliberadamente

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO tristeza, si con ello es mejor atendido, y más tarde hacerlo ya de manera automática e inconsciente: la tristeza se habrá convertido en su emoción parásita. Puede, simplemente, somatizarlos, deteniendo el fluir energético bloqueándolo en su musculatura, tal como afirman Lowen (1975), siguiendo a Reich, y todos los psicoterapeutas post-reichianos. Puede que cuando la presión es grande, ese niño relegue la emoción primaria al inconsciente, y perciba como auténtica la parásita. Si el niño ha tenido mucha suerte, también puede haber aprendido de sus figuras parentales una respuesta socializada a sus emociones, que comporta la alternativa de la inhibición del comportamiento instintual en favor de otra expresion emocional funcional, que libera y cierra en forma sana el proceso psiconeurológico iniciado. Moiso propone: para el miedo, pedir protección; para la rabia, pedir el cambio de la conducta dañina; para la tristeza, pedir consuelo; y para la alegría, compartir la satisfacción. Estas respuestas, que puede aprender el niño, pueden integrarse en forma armoniosa por un adulto que no sólo las ejercita, sino que las experimenta como positivas y funcionales porque ha adquirido actitudes de aceptación hacia sus propios límites (y eso le permite vivir positivamente el miedo), hacia los límites de los otros (cosa que le permite vivir positivamente la rabia), hacia la vida (que le permite vivir positivamente la tristeza), y hacia los valores propios y ajenos (que le permite vivir posivitamente la alegría). Desarrollo del taller En base a esa teoría, el taller se concibió como una mane~ ra de iniciar a los asistentes en un sistema de psicodiagnóstico acerca de las emociones prohibidas y las emociones parásitas de cada persona y en la reeducación de las mismas, utilizando el propio cuerpo como referente de la funcionahdad y autenticidad de las emociones experimentadas. Se inició con un ejercicio psicodramático en el que los par~ ticipantes, a los se iba guiando en una fantasía donde se

ANA GIMENO-BAYóN COBOS daban situaciones de peligro, daño, pérdida y satisfacción propias de la vida cotidiana, expresaban en forma no verbal las diferentes escenas. En un momento dado esas escenas se detenían para que los asistentes pudieran tomar conciencia de cómo se sentía su cuerpo y qué zona del mismo estaba afectada por la situación y cómo. Posteriormente se paso a constatar quiénes tenían dificultad en sentir o expresar alguna de las cuatro emociones básicas y por qué tipo de emoción o comportamiento (agitación, somatización, pensamiento obsesivo ... ) las sustituían. Después se desarrolló un ejercicio en base a tomar una de las emociones básicas, para ver cómo se puede utilizar el cuerpo como referente personal y medio de constatación y cambio emocional. Se seleccionó la emoción del miedo (no cabía realizar el ejercicio más que con una de ellas, por limitación de tiempo) porque parecía menos comprometida que la rabia o la tristeza para lo que es la demostración de una técnica terapeútica en el marco del taller de unas jornadas y se prestaba menos al escapismo que podía darse en el caso de elegir la alegría. El ejercicio se desarrolló conforme está descrito por la autora en el artículo Esculpiendo mis emociones (Gimeno, 1985). En síntesis: se trata de que los participantes, tras una pequeña relajación, recuerden la última vez que se dio en su vida una sensación de peligro y cómo la vivieron intemamente, cómo la expresaron exteriormente y qué clase de respuesta obtuvieron del exterior ante su manera de expresarla. A continuación, con los ojos cerrados, los participantes pasan a representar corporalmente -a modo de escultura- la postura interna que tenían ante esa situación. Después abren los ojos para observar las "esculturas" de los demás participantes y constatar cuáles les atraen más y cuáles les parecen extrañas o les repelen. Luego son invitados a explorar la expresión de su miedo en aquella ocasión mediante la postura más atractiva y la menos atractiva y notar si algo cambia interiormente al expresarla de estas maneras. Posteriormente se les anima a explorar cualesquiera otra forma de expresión corporal, bus-

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO cando la que encajase mejor. Finalmente se les propone que, también sin hablar y mediante la actuación psicodramática, se imaginen en una situación grupal en que todos los componentes están sintiendo miedo y pueden pedir y darse protección los unos a los otros. En un momento dado, cuando se han formado varios pequeños grupos con distintos tipos de vinculación y reacción, se les pide que observen a los demás componentes del taller para detectar si hay algún hecho que les llame la atención respecto a lo que está ocurriendo. A continuación se pasó a hacer una devolución grupal de todo lo que habían experimentado en el ejercicio y observado en los otros, y a recoger teóricamente lo que había ocurrido, apoyándolo con unos gráficos. En ellos se simbolizan los procesos emocionales a modo de corrientes que circulan por unas cañerías en que existen diferentes llaves de paso que se pueden cerrar o abrir en distintos puntos del proceso, cortando así el fluir natural de las emociones. Dado que, aparte de las alternativas socializadas de Moiso, son igualmente funcionales otras muchas, en el gráfico 11 se recogen algunas elaboradas por la autora para la reeducación emocional de un niño pero que, a la vista de la experiencia positiva con adultos, parece que también puede servirles a ellos como orientación en su propia reeducación emocional. Referencias bibliográficas BERNE, E. (1974). Trading Stamps. Transactional Analysis Bulletin 3:10, 127. BERNE, E. (1973). What do you say after you say "hello". New York: Grove Press. Trad. cast.: jQu dice usted despu6s de decir "hola"? Barcelona: Grijalbo, 1974. BERNE, E. (1977). Intufflons and Ego-States. T.A. Press, 1977,49-55. BOYD, H.S. (1973). Confusion Rackets. Transactional Analysis Journal 3:1, 57-58. BOYD, H.S. (1977). Responsabílity vs. Blame. Transactional Analysis Journal 72, 145-146.

ANA GIMENO-BAYON COBOS ENGLISH, F. (1971). The Substitution Factor: Rackets and Real Feelings (Part 1). Transactional Analysis Journal IA, 2732. ENGLISH, F. (1972). The Substitution Factor: Rackets and Real Feelings (Part II). Transactional Analysis Journal 2:1, 23-35. ENGLISH, F. (1975). I'm OK You're OK (Adult). Transactional Analysis Journal 5:4. 416-419. ENGLISH, F. (1976). Racketeering. Transactional Analysis Journal 6:1. 78-81. ERKSINE, R.G. y M. ZALCMAN (1979). The Racket System. A Model for Racket Analysis. Transactional Analysis Journal, 9:1,51-59. ERNST, F. H. (1973). Psychological Rackets in the OK Corral. Transactional Analysis Journal 3:2, 19-23. GELLERT, S. D. (1976), Mixed Emotions. Transactional Analysis journal 6:2, 129130. GIMENO, A. (1985). Esculpiendo mis emociones, Revista de Psiquiatría y Psicología Humanista 11, 63-66. KARPMAN, S. y A. D'ANGELO (1976). Rackets. Transactional Analysis Journal 6:3, 339-346. LERSCH, PH. (1938). Der Au)bau der Charakters. Leipzig: Johann Ambrosius Barth. Trad. cast.: La esctructura de la personalidad. Barcelona: Scientia, 1962. LEVIN, P. (1973). A "Think Structure" for Feeling Fine Faster. Transactional Analysis Journal 3:1, 38-39. LOWEN, A. (1975). Bioenergetics. Trad. cast.: Bioenerg6tica. México: Diana, 1977. MOISO, C. (1983). Teoría psicológica y neurofisiológica de los sentimientos y proceso terapeútico, Seminario dictado en Barcelona. ROMAN, J.M. (1983). Los sentimientos. En Análisis Transaccional. Modelo y aplicaciones. ROMAN y otros. Barcelona: Ceac.

6 CONFERENCIA DE CLAUSURA

«EL JUEGO, EXPRESION PRIMARIA DEL INCONSCIENTE» por el Profesor Andre Lapierre Psicoterapeuta. Creador de los métodos: Psicomotricidad Relacional y Análisis Corporal de la Relación. Francia. Los estados primitivos siempre pueden ser reinstaurados. El psiquismo primitivo es, en sentido pleno, imperecedero." (S. Freud) Desde hace más de 25 años, utilizamos el juego como medio de acceso al psiquismo; 25 años de práctica, de observaciones, de experiencias de investigaciones y de reflexiones, a lo largo de los cuales no hemos parado de evolucionar en nuestras concepciones y nuestras prácticas. Una única cosa no ha sido nunca replanteada: la utilización permanente y sistemática de la actividad espontánea como manera de provocar y de analizar la relación; el juego simbólico, no verbal, en un ambiente de libertad, de creatividad de ausencia de juicio. Esa técnica se justificaba por ella misma: daba buenos resultados ... ¿Pero ... por qué?

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO La famosa frase de Winnicot: "El juego es en sí mismo una terapia" nos gustó mucho, cuando la descubrimos... a posterior¡. Justificaba nuestro método. Pero en realidad, no hacía más que trasladar el "¿porqué?" a otro nivel: ¿Por qué el juego es en sí mismo una terapia? A lo que contesto: "El juego es en sí mismo una terapia porque el juego es en sí mismo una regresión". Afirmación que conduce a un nuevo "¿por qué?": ¿Por qué el juego es una regresión? Son estas preguntas que voy a intentar contestar hoy, lo cual no dejará de conducirnos a otro "¿por qué?": ¿Por qué esta regresión tiene un efecto terapéutico? El juego en Analisis Corporal de la Relacion ¿Cuáles son las características del juego tal como lo practicamos? - Es esencialmente no verbal, privilegiando la comunicación corporal. -Es sin juicio, permitiendo y favoreciendo la expresión, la actuación simbólica de todos los sentimientos que nos puedan pasar por la mente. Esto constituye una transposición al nivel del "decir" corporal, de la regla fundamental enunciada por Freud. - Deja libre curso al imaginario, a la fantasía, fuera de los límites de la realidad. Todas estas características tienden a favorecer los procesos primarios en detrimento de los procesos secundarios y por consiguiente a crear un estado regresivo. Juego no verbal El cuerpo se convierte en el único modo de expresión y de comunicación, lo que obliga a recobrar los modos de expre-

ANDRÉ LAPIERRE sión primarios, pre-verbales. Esto tiende a modificar el modo de funcionamiento psíquico, el modo de pensamiento: abandono de las "representaciones de palabras" en provecho de las "representaciones de cosas", pensamiento en imagenes, pensamiento en actos. Constituye lo que Freud llama la "regresión formal". Juego sin juicio Es difícil liberarse del supuesto juicio del Analista, del juicio de los otros y sobre todo del propio juicio. El "sobre-yo" consciente hace el primero algunas concesiones, dejando que se exprese lo que está conscientemente reprimido (puedo permítírmelo puesto que es sólo un juego). Pero en la dinámica del juego relacional, en esta dinámica del imprevisto, el /y sobre-yo" inconsciente también se deja sorprender, dejando pasar parte de lo reprimido. De ahí una cierta liberación de las pulsiones pero sobre todo, la expresión transgresora de los deseos prohibidos, la actuación de los fantasmas inconscien~ tes, la emergencia de las ambivalencias y de los conflictos inconscientes (deseos y conflictos vinculados a la vivencia de la primera infancia). Asistimos pues a una regresión temporal y eventualmente tópica a los estadios primarios de la libido (fálíca, oral, anal, fusional) . Juego e imaginario El juego espontáneo, el juego del niño es por naturaleza imaginario y omnipotente, Negando el principio de realidad, nos remite al principio de placer y por consiguiente a los procesos primarios. El juego funciona bajo el modo de pensar analógico. Recurre primero a analogías conscientes o semi-conscientes: el palo se convierte en rifle, la caja en casa, barco, coche... o cualquier otra cosa según la fantasía del momento.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO Aquí ya se puede descubrir la influencia del inconsciente; no es casualidad si la caja se convierte en casa para uno y barco para otro. Este objeto significante evoca en el inconsciente significados distintos, relacionados a la problemática de cada uno. Analogías inconscientes van sobreponiéndose progresivamente a las analogías conscientes pudiendo incluso sustituirlas: la caja se convierte en metáfora del útero, metonimia de la madre; la cuerda en cordón umbilical; el palo en falo. El comportamiento se elabora en función de estas representaciones surgidas del inconsciente. En este preciso momento puede producirse, en una especie de efecto basculante del funcionamiento psíquico, una modificación del estado de consciencia. Referencias a la neuro-biología Los recientes descubrimientos de la neuro-biología nos enseñan que las sensaciones, endógenas y exógenas, pueden tomar según las circunstancias dos circuitos neurológicos distintos: el circuito "somato-sensorial" o el circuito "neurovegetativo" (esquema l). En el circuito sornato-sensorial - Las sensaciones pasan por el tálamo para llegar directamente a la corteza cerebral. - El proceso de tratamiento de la información es de tipo asociativo, digital, privilegiando las sensaciones exogenas. - Esto conduce a una vivencia racional, consciente, lógica y deductiva. En el circuito neurovegetativo - Las sensaciones llegan al hipotálamo y pasan por el sistema límbico y el tálamo para llegar eventualmente a la corteza cerebral.

ANDRÉ LAPIERRE CIRCUITOS NEURO-BIOLóGICOS CIRCUITO SOMATO-SENSORIAL 1 TRATAMIENTO¡ ¡Tálaio-->Corteza cerebral; .-Wg~w p) 1SENSACIONES NEURONAS MONOAMINERGICAS 1 NORADRENALINA SEROTONINA 1 DOPAMINA CIRCUITO 11 NEUROVEGETATIVO ANALóGICC) 1 V ' ' tccti,.,0 Hípotá--*Limbic(> las WnsacimL-¿ Incoscierite 1 Corteza cerebral pre-frontal l! Endége~ Simbólico Esquema 1 - El proceso de tratamiento de la información es analógico, privilegiando las sensaciones endógenas. - Esto conduce a una vivencia afectiva y emocional, en su mayor parte inconsciente y dejando lugar al imaginario. La orientación hacia uno de los dos circuitos es modulada por neuromediadores, de los cuales el principal es la doparninal. Esta doble vivencia corresponde a lo que Freud llama la estratificación del yo (clivage du moi) Observamos pues que el juego, como proceso analógico, orienta las sensaciones vividas hacia el circuito neurovegetativo. Tiende incluso, cuando se carga fuertemente de afectivi1. Las neuronas dopoaminérgicas están activas cuando soñamos. Sobre estas neuronas actúan también las drogas alucinógenas.

EL CUERPO VIVENCIADO Y ANALIZADO dad, a eliminar casi totalmente el circuito somato-sensorial, garante de la realidad. Al nivel del hipotálamo y del sistema límbico, las sensaciones presentes van a confrontarse al recuerdo confuso, inconsciente, de escenas emocionales no elaboradas, vividas en la primera infancia. Recuerdos no fechados y por consiguiente eternamente presentes. Toda escena vivida en el juego que presente una analogía con una escena del mismo tipo, vivida en la infancia, va a reactivar su recuerdo. Lo que se ha vivido se sobrepone a lo que se está viviendo. Se produce una transposicion analógica y una transferencia de afecto. Añadiré que estas vivencias regresivas son extremadamente maniqueistas; la felicidad perfecta o la desdicha total, el amor o el odio. Es la característica del sistema límbico. Vemos pues cómo todos los elementos del juego, tal como los practicamos en Análisis Corporal, concurren para provocar la regresión. Espero haberos convencido ... ¿Pero en qué esta regresión puede producir un efecto terapéutico? Juego y terapia El juego constituye, entre el consciente y el inconsciente, un interfase, un espejo en el que se reflejan a la vez: - Los comportamientos en la vida real (encuentro en la sala los comportamientos de mi vida cotidiana) - y los conflictos inconscientes subyacentes (encuentro en la sala los conflictos de mi infancia). En este espejo se sobreponen la realidad y el imaginario, y se encuentran las dos partes de la personalidad, habitualmente separadas por la estratificación del yo. En la vida real, la influencia del inconsciente se manifiesta a través de transposiciones analógicas que escapan a la consciencia. En los encuentros de Análisis Corporal, estas transposiciones analógicas se producen (esquema 2):

ANDRÉ LAPIERRE TRANSPOSICIóN ANALóGICA 1 VIVENCIA DEL JUEGO TRANSP9SICIóN ANALOGICA 1 VIVENCIAS INCONSCIENTES TRANSPOSICIóN ANALóGICA IVIVENCIAS EN LA REALIDAD Esquema 2 - por un lado, entre el inconsciente y la vivencia simbólica de las sesiones. - por otro, entre esta vivencia simbólica y la vivencia de la realidad. Esta doble polaridad permite poner de manifiesto las proyecciones del inconsciente en la vivencia de la realidad. La función del Analista Corporal Es un traductor: - que sabe comprender y hablar el lenguaje corporal analógico - y traducirlo en lenguaje digital, conceptual, accesible a su corteza cerebral. Cuando consigue llegar a la traducción simultánea, donde se miden estos dos modos de pensamiento, está en la cumbre de su arte. Su función consiste en enseñar al analizado a hacer él mismo la traducción.

L- E=- C- C-- 1 N Serendipiao« Dirigida por Carlos Alemany 1. Relatos para el crecimiento personal, CARLOS ALEMANY (ED.) PRóLOGO DE JosÉ Luis PINILLOS. CARLOS ALEMANY, RAmIRO ÁLVAREZ, JOSÉVICENTE BONET, IOSU CABODEVILLA, EDUARDO CHAMORRO, CARLOS DomíNGUEZ, JOSÉ ANTONIO GARCIA-MONGE, ANA GIMENo-BAYóN, MAITE MELENDO, ALEJANDRo RoCAMORA. 2. La Asertividad: Expresión de una sana autoestima, OLGA CASTANYER. 3. Comprendiendo CóMO SOMOS. Dimensiones de la personalidad, ANA GIMENo-BAYóN COBOS. 4. Aprendiendo a vivir. manual contra el aburrimiento y la prisa, ESPERANzA BORúS. 5. ¿Qué es el narcisismo?, JosÉ Luis TRECHERA. 6. Manual práctico de P. N. L. Programación neurolingüística, RAMIROJ. ALVAREZ. 7. El cuerpo vívencíado y analizado. CARLos ALEMANY Y VíCTOR GARCíA (EDS.).

', '10

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF