EL CAMINO A LA VERDAD: Un Cristiano Evangélico de Regreso A La Iglesia Católica

November 10, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Sebastián Jesús María Gallone  Gallone 

EL CAMINO A LA VERDAD Un cristiano evangélico de regreso a la l a Iglesia Católica  Católica  

 

Camino a la Verdad   El Camino Verdad  

Gallone, Sebastián Jesús María  María 

1a Edición  –  junio  junio de 2021  2021  Gallone, Sebastián Jesús María  María   El Camino a la Verdad. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el autor, 2021.  2021.  144 p.; 21x15 cm. ISBN 1. Narrativa Argentina. I. Título CDD A863  A863 

Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723 11.723

Libro de edición argentina  argentina 

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio,ysea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros otros métodos, sin el permiso previo previo y escrito escrito del editor. editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

 

NADA PARA MÍ, TODO PARA LA GLORIA DE DIOS.

 

INDICE   INDICE

PRÓLOGO  ............................. PRÓLOGO ................................................................... ....................................................... ................. 6 EDUCACIÓN CRISTIANA  ............................................................ .... 12 CRISTIANA ......................................................... ANTICATÓLICO ............................. ROMANTICISMO ANTICATÓLICO  .............................................. ................. 27 PRIMER ENCUENTRO CON MI MADRE  ..................................... 33 MADRE ...................................... INVESTIGACIÓN .......................................... 37 COMENZANDO MI INVESTIGACIÓN .......................................... CATEQUESIS................................... ....................................................................... ....................................... ... 51 LA CATEQUESIS CONTRARREFORMA  .................................................................. ................................... 63 CONTRARREFORMA ............................... SEBASTIÁN JESÚS MARIA MARIA  .......................................................... .......................................................... 86 EL BUEN COMBATE  ................................................................... .................................. 94 COMBATE ................................. NADIE ES PROFETA EN SU PROPIA TIERRA  TIERRA ............................. 112 APOSTOLADO .......................................................................... APOSTOLADO  ......................................................................... 117 CONCLUSIÓN  .......................................................................... 142 CONCLUSIÓN ...........................................................................

 

PRÓLOGO A comienzos del año 2013, estando de reemplazo de un Capellán que se encontraba en una misión de Paz en Haití, recibí un llamado donde me comunicaban que había sido destinado a Campo de Mayo, más concretamente al Comando de Aviación de Ejército, con residencia y atención también del Barrio militar de Suboficiales Sargento Cabral . Comenzada mis actividades en estos nuevos destinos, me pidieron también la atención de los Barrios militares de Oficiales de la zona de Palermo, Barrio General Belgrano y Malvinas Argentinas. Apenas un año de comenzada mis tareas pastorales fui dispensado de la atención de los Barrios de Palermo, aunque se me asignó la coordinación de todas las Unidades de Campo de Mayo. Esta responsabilidad me insumió más tiempo y, sobre todo, el diseño de estrategias de trabajo eficaces a la vez que la búsqueda de ayuda en mi tarea pastoral. Conocí así a un joven Oficial que tenía una gran fuerza de convicciones y tenacidad destacables. Me llamaba la atención su fidelidad al deber ser militar y a los principios cristianos, más concretamente católicos. Las primeras charlas se dieron en el Casino de Oficiales en cada oportunidad de compartir el almuerzo o alguna cena cuando se encontraba de Servicio. No faltaron tampoco las ocasiones de seguir nuestras conversaciones en su Puesto Comando, incluso volar juntos en varias oportunidades. La relación de amistad se fue afianzando hasta convertirse en confidencia.

 

El Camino a la Verdad |7 El resto de la historia la encontraran en este fascinante libro autobiográfico del joven Oficial Sebastián Jesús Gallone. He encontrado en sus líneas una parte oculta de su vida que se trata, sobre todo, de su conversión. Todo el libro es un auténtico reflejo de lo que Sebastián es, o sea, un genuino soldado de Dios y de la Patria. Sebastián relata que, si bien su madre era católica de nacimiento, ella siempre había querido enviar a sus tres hijos a una escuela evangélica debido al alto nivel y excelencia académica en las diversas áreas. Para sus padres la religión protestante no era ningún impedimento, razón por la cual, con un gran esfuerzo, los tres hermanos concurrieron a este establecimiento educativo y así fueron formados en el protestantismo. Paralelamente, a los padres del protagonista les gustaba visitar una vez por mes el Santuario de Lourdes de Santos Lugares, prenderle una vela a la Virgen, hacer una oración y regresar a casa. Mientras tanto, la balanza de la fe de Sebastián estaba totalmente inclinada hacia el protestantismo con un marcado rechazo a todo lo relacionado al catolicismo. En su hogar se respetaba la enseñanza protestante pero también algunas tradiciones católicas con las cuales él no estaba de acuerdo. Sebastián era muy mu y bien instruido en la escuela sobre los ‘errores’  de  de la Iglesia Católica, siendo la idolatría id olatría el mayor de todos y no podía entender que se adorasen imágenes, se

 

8|Sebastián Jesús María Gallone  arrodillen ante ellas y se rinda culto a la Virgen María más que a Jesucristo. El Colegio Militar de la Nación significó para Sebastián un verdadero reto, por un lado, porque estaba ingresando a una Fuerza y academia “prima hermana” de la Fuerza e Institutos donde se habían formado y pertenecían gran parte de su familia, la Policía Federal, por otro lado, debido al nivel de exigencia e idiosincrasia propias de esta Fuerza Armada. Allí conoció a sus nuevos camaradas con quienes no tardo en confrontar sobre las creencias religiosas a la vez que algo en su interior se iba encendiendo. Lo que se encendía no era precisamente el odio a lo contrario de sus convicciones sino la irrefrenable sed por la Verdad. Sus discusiones con los compañeros referían a una búsqueda en su conciencia de lo Pleno, lo que llena el vacío que solo puede satisfacer el Bien y la Verdad en sí mismos, es decir, Dios. Los protestantes consideran a la Biblia como única fuente de la Palabra de Dios y a la Fe como único medio de Salvación. No fue difícil para Sebastián descubrir en la misma Biblia los errores que Lutero había cometido en sus principios fundamentales y, en consecuencia, arrastrando a gran parte de las Iglesias evangélicas. Por primera vez en su vida podía entender que todas las grandezas de las enseñanzas de Jesucristo no se limitaban a la Biblia, sino que también existía una tradición y un contenedor de aquellas verdades con la misión de transmitirlas a todos los pueblos.

 

El Camino a la Verdad |9 Un acontecimiento particular fue el punto de no n o retorno, tal vez él no lo supiera, pero la Virgen María, su Madre lo había llamado amorosamente, con la suavidad y dulzura que solo las mamás saben dar. Pero, ¿qué pasaba con su fe evangélica? Acaso ¿no era un pilar irreductible en su vida? Pues, como dice san Ambrosio comentando el salmo 118 (Núms. 12, 13-14: CSEL 62, 258-259): “la puerta del alma es nuestra fe, la cual, si es resistente, defiende toda la casa”. Lo que había pasado era que

nadie puede resistirse al llamado de la Dulce Madre de Nuestro Señor Jesucristo. Es verdad que, por esa puerta entra Jesucristo, pero antes Él salió del seno de la Virgen como el sol naciente, para su luz todo por el orbe de la tierra. lo que qu e antes salió iluminar demandacon luego entrar el mismo lugar.Y,Sebastián no pudo resistir la simpleza y dulzura del llamado de la Madre de Dios, que nunca abandona a sus hijos, y, si bien, ensayó una resistencia ésta no encontró eco en una confrontación, sino que venció el amor de madre que ama más allá del amor. La nobleza del corazón de Sebastián, la rectitud de sus intenciones, la necesidad imperiosa e irrefrenable por encontrar la Verdad y el deseo insaciable por el Bien, hicieron de él un permanente peregrino en búsqueda de la Fuente. Rendido ya este soldado frente a un enemigo que solo le ofrecía una y mil veces la otra mejilla, considerando que ninguna de sus armas resultaba eficaz en su contienda, decide rendirse a los pies amorosos de su vencedor.

 

10 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   En Semana Santa del año 2013, en la solemne Vigilia Pascual, Sebastián recibió su primera Comunión y el sacramento de la Confirmación. En aquel momento insigne, cuando el Sacerdote le confiere el sacramento, sin que nadie aun pueda hoy explicar, le dijo: “Sebastián Jesús María, Recibe por es ta señal del don del Espíritu Santo” y lo ungió con el óleo. ¿Por qué

el sacerdote lo bautizó con el nombre de María? Seguramente lo sabremos en la vida eterna. Pero lo que echa más misterio aun, al menos en esta existencia, es que Sebastián Jesús había decidido en su corazón llamarse también María en honor y por amor a la Madre de nuestro Señor, pero no había tenido la oportunidad de decírselo al celebrante. Lo cierto es que Sebastián Jesús y, a partir de su confirmación, María también; desde aquel momento y para siempre ha quedado registrado en el Libro de la Vida como Sebastián Jesús María, el que amo mucho y mucho más fue amado por el que es el Amor por Esencia, que por amor se encarnó de una Virgen para hacerse hombre y salvar a los hombres. Esta no es la vida de un santo, es solo el comienzo en el camino de la santidad de un hombre casado, con dos hijos, que trabaja todos los días y, seguramente como yo también, pecador que sucumbimos ante la menor insinuación de pecado. Pero conscientes de que, si nos levantamos, como Pedro que lloró amargamente sus pecados, una y mil veces; una y mil veces seremos perdonados por Aquel que por nosotros murió en la Cruz y resucitó para prepararnos una digna morara donde

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 11 podremos contemplar cara a cara el Bien y la Verdad tan deseados.

Eduardo Castellanos Capellán Mayor del Ejército Argentino  Argentino 

 

12 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   CRISTIANA  EDUCACIÓN CRISTIANA  Corría el año 1986, era tiempo de comenzar el jardín de infantes, con mis tres años de edad ya era momento de iniciar mi formación. Mi madre, católica de nacimiento, siempre había soñado con enviar a sus tres hijos a una reconocida escuela del barrio de Villa Real de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina. A pesar de que era un colegio religioso, y que la religión no era la misma que la suya, la Escuela Cristiana Evangélica Argentina, más conocida por sus siglas ECEA, prometía una excelente formación para mis hermanos y para mí, ya que contaba con un enorme predio que ocupaba toda la manzana; poseía en su interior una cancha de básquet y en su patio exterior tres canchas pequeñas de futbol y una pileta semiolímpica cubierta climatizada. La educación física y la natación formaban parte de su plan de estudios para la enseñanza de sus alumnos. La religión protestante no era ningún impedimento para mis padres, que formaban parte de la mayoría de los católicos poco -por no decir nadapracticantes, aunque el bautismo de sus niños era parte de la tradición familiar. A pesar de que la cuota mensual y la matricula anual eran muy caras, mis padres hacían un gran esfuerzo para poder enviarnos a ese colegio. Había meses que se demoraban en el pago, pero a fin de año regularizaban las deudas para poder ingresar al siguiente año. Todo venía ocurriendo como mi madre lo deseaba, sus tres hijos asistían a la misma escuela, esa que de niña le hubiese gustado asistir. Los años fueron pasando, el jardín de infantes había quedado atrás y la educación primaria era todo un desafío para

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 13 un niño que comienza a crecer y a adquirir responsabilidades, en este caso, el estudio. Si bien, desde muy pequeños nos enseñaban cánticos cristianos, alabanzas y oraciones espontáneas, la escuela primaria desafiaba aún más nuestra conciencia, la educación cristiana era una materia que se debía estudiar y rendir. Aunque no tenía la misma exigencia que las demás materias, y no aprobarla era casi un imposible, la metodología de enseñanza cristiana era una constante. El antiguo testamento relataba hermosas historias: La creación del universo, Adán y Eva y su expulsión del Edén, la esclavitud del pueblo de Israel y su liberación en manos de Moisés, la apertura de las aguas, el valor de David frente a Goliat, Daniel en el foso de los Leones, y demás historias apasionantes que nos enseñaban del poder de Dios. Pero la más maravillosa de todas no formaba parte del antiguo testamento, sino, de los primeros libros del nuevo testamento, que ha marcado un antes y después en la historia de la humanidad, el acto de amor más extraordinario y perfecto que jamás se haya visto: la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La escuela me enseñaba que por la desobediencia de Adán y de Eva al comer del fruto prohibido, fueron expulsados del Edén y su descendencia correría con la misma suerte. Toda la humanidad de toda la historia heredaría la condena, pero por el profundo amor que Dios le tiene al mundo, envió a su propio hijo para sacrificarse, y en ese sacrificio cargar con todo el pecado de toda la humanidad de todos los tiempos. tiempos . Jesús en la Cruz nos salvaría del pecado, y la muerte para el que creyera en Jesucristo ya no tendría más poder, porque tras la muerte heredaríamos la vida eterna.

 

14 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Todo parecía muy fácil de entender, la enseñanza iba siendo muy progresiva y sencilla para la edad que tenía. Con el paso del tiempo, a la enseñanza del amor de Dios se le agregaba el riesgo de la condena eterna del infierno, cosa que empezaba a asustar, pero formaba parte de la realidad religiosa y fundamentada en la Sagrada Escritura, ya que absolutamente todo lo que me enseñaban estaban fundamentado pura y exclusivamente en la Santa Biblia. Si bien, los hechos relatados en el antiguo testamento ya los conocía y los ocurridos con la Nueva Alianza los estaba profundizando con el paso de los años, mi vida cristiana tenía una bipolaridad: por una lado a mis padres les gustaba visitar el Santuario Nuestra Señora de Lourdes en Santos Lugares, Provincia de Buenos Aires, y mi padre traía a casa una botella de agua bendita en cada visita a ese Santuario, y por el otro lado, toda la educación protestante por parte del colegio, en principio, al ser un niño que me dedicaba más a observar que a criticar, le buscaba el lado bueno y el lado malo a todas las cosas, pero al recibir solamente una formación religiosa constante por parte de la escuela, la balanza se inclinaba considerablemente para el lado de protestantismo. Incluso comenzaba a florecer un terrible rechazo hacia todo lo relacionado con el catolicismo ya que en el año 1990 mi primo Ignacio, oriundo de la ciudad de 9 de Julio, muere en un accidente de tránsito, teniendo tan solo quince años de edad, siendo un joven deportista, quien solía competir en carreras de ciclismo, se encontraba entrenando sobre la banquina de la Ruta 5 cuando fue atropellado por un vehículo que huyo cobardemente del lugar dejando al cuerpo de mi primo sin vida

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 15 sobre la cinta asfáltica. Para la sorpresa de todos, el conductor de ese vehículo era un sacerdote católico y se encontraba en estado de ebriedad. Este hecho marcó marcó a toda la familia, y hablar de sacerdotes era revivir esa terrible historia, y para un niño que estaba siendo educado en una escuela protestante, ver a un sacerdote católico era como ver a un asesino. Estando cursando el cuarto grado de la escuela primaria, sucedería lo que seguramente habría hecho con anterioridad, pero esta vez, lo haría en forma consciente y decidida. La oración más importante que un cristiano evangélico debía hacer para que Jesucristo me salvara de la muerte eterna, y me anotara en el libro de la vida para siempre: Aceptar al Señor Jesús en mi corazón, pidiéndole en oración que entre a mi corazón y que nunca más se aleje de mi vida. Esa oración, para la totalidad de los pastores p astores que predicaban en la escuela, era el único medio de salvación. A partir de ese momento yo ya era un cristiano y no debía temerle más a la muerte porque mi nombre ya se encontraba en el libro de la vida, escrito por puño y letra de Jesús, libro que jamás se borra. borra . De esta manera podía quedarme muy tranquilo de que yo ya estaba a salvo. La Primaria marcó muchos momentos agradables en mi vida y otros no tan agradables. A los nueve años de edad, el cuarto grado me dejó muchas marcas, era el año 1992, y en lo familiar estaba pasando por uno de los momentos más oscuros de mi vida, una niñez que no se desarrollaba con la felicidad que hubiese deseado, el esfuerzo que hacía mi padre en su trabajo y en nuestro hogar para que nada nos falte a mis hermanos y a mí, la falta de dinero que se hacía sentir, la ayuda de mi abuela materna en nuestra crianza y mi madre que fruto

 

16 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   de una horrible enfermedad desencadenaba un conflicto familiar que se agravaba con el paso del tiempo. En esos momentos oscuros, Dios era mi refugio, sabía que mis padres podían fallar, pero mi Padre Celestial es perfecto y no falla. Mucha oración, versículos bíblicos de memoria, leer la Biblia abriéndola en forma aleatoria y meditando sobre la lectura, arrodillarme frente a la cama y pedirle perdón a Dios por mis pecados pasados, presentes y futuros, pidiéndole a Jesús que no me abandone y me ayude a transitar esos momento tan difíciles era algo que solía hacer con frecuencia, sabiendo que Dios siempre me escuchaba cada vez que me dirigía hacia él, y tal como me enseñaban en la escuela, no necesitaba ningún intermediario, solo Dios y yo. A pesar de que mi alma se mantenía firme en la fe, mi rendimiento en la escuela comenzó a decaer, las notas de las materias eran cada vez más má s bajas. Ese año académico lo tuve perdido, teniendo que volver a cursarlo al siguiente año, cambiando compañeros pero manteniendo la misma maestra, una maestra que se comportó como una madre y con la que hasta el día de hoy me mantengo comunicado, Verónica, la mejor maestra que un niño puede tener, sin escatimar en exigencia pero manteniendo la dulzura que tanto hacía falta deuna mi maestra, propia madre, dejó una huella que me pocas veces herecibir visto en me hizo repetir de año, pero me animó a seguir superándome, y así lo hice, porque después de ese año, mi nivel académico cambió significativamente. En mi hogar, se vivía una ambigüedad religiosa, se respetaba la enseñanza protestante pero también algunas tradiciones católicas, las cuales yo estaba en desacuerdo. Estaba muy bien instruido sobre los ‘errores’  de la Iglesia

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 17 Católica, siendo la idolatría el mayor de todos. No podía entender que adorasen imágenes, se arrodillen frente a ellas y que se rinda culto a la Virgen María más que a Jesucristo. Me mantuve siempre fiel la instrucción que recibía por parte de la educación cristiana que recibía en el colegio la cual veía muy bien fundamentada en el libro del Éxodo del Antiguo Testamento, inspirado por Dios como los demás libros de la Sagrada Escritura. A pesar de que mis hermanos y yo recibíamos la misma educación, Fiorella, mi hermana menor, decidió asistir a la catequesis y tomar la primera comunión en Nuestra Señora de Lourdes, en Santos Lugares, mismo santuario católico donde mi padre acostumbraba una vez al mes llevarnos solamente para prenderle una vela a la Virgen y volverse luego de unos pocos minutos de oración, con una botella de agua bendita. Pero las discusiones sobre religión era algo que mi padre evitaba, y yo sabía perfectamente que mi fe era distinta, y algún día hasta podría llegar a ser pastor y predicar el evangelio. Al finalizar la escuela primaria, era costumbre del establecimiento hacer una ceremonia formal en la Iglesia Transparente, iglesia que se ubicaba en la parte posterior del colegio, con una fachada realmente impresionante; sus características arquitectónicas reflejan el nombre de la iglesia ya que exhibe una gran cantidad de acrílicos trasparentes en ventanales continuos. En la ceremonia se solía regalar a cada egresado una Santa Biblia versión Reina Valera. De esta manera se concluía una etapa importante de mi vida para dar comienzo a la etapa final de mi educación, la secundaria.

 

18 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   En el comienzo del ciclo lectivo, el primer año de la escuela secundaria, siempre cursando en la l a misma institución, el ECEA, que poseía educación para los tres niveles: el Jardín de Infantes, la Primaria y la l a Secundaria; comenzaba como era de costumbre todos los años, con una hermosa ceremonia, las canciones patrias siempre estaban presente fomentando el nacionalismo que aumentaba el espíritu patriótico de sus alumnos, para finalizar con la prédica de un pastor perteneciente a la Iglesia del mismo colegio, quien pedía la bendición de Dios para alumnos, docentes y padres que confiaban la educación de sus hijos a esta prestigiosa institución. Ese año era diferente para mí, era el año 1997 cuando comenzaba la secundaria y absolutamente todo era nuevo, más allá que la escuela era la misma, los compañeros del Bachiller eran otros, y era una buena oportunidad para hacer nuevos amigos. Todo transcurría con normalidad, aunque tener educación cristiana como materia resultaba ser un fastidio para mi rebeldía típica de la adolescencia, pero no dejaba de ser una materia en la que me desarrollaba con bastante facilidad. Entre tanto aprendizaje, en esta etapa de mi formación religiosa, se comenzaba a profundizar sobre el fin de los tiempos, el Apocalipsis, libro sobres las revelaciones de San Juan que habré leído en reiteradas ocasiones y nunca pude interpretarlo por mí mismo. Es por eso que cada vez que en clase se trataba sobre este libro, mis oídos se agudizaban para captar la mayor información i nformación posible. En estas relevaciones, me enseñaron un hecho realmente asombroso que iba a suceder en un futuro cercano, pero que solo Dios sabe la fecha y la hora exacta del magnífico suceso, se trata del “Rapto”  o “Arrebatamiento” de la Iglesia. Como ya me habían señalado,

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 19 la Iglesia de Cristo estaba constituida por todos los cristianos fieles a Cristo, por todos aquellos que aceptaron a Jesús en su corazón como Señor y Salvador. Todos formábamos parte del Cuerpo de Cristo que es su Iglesia; una Iglesia sin techo ni paredes, una Iglesia invisible terrenalmente. A esa iglesia, conformada por todos los cristianos verdaderos, Jesús vendría a quitarla de la tierra, es decir, que todos los cristianos desaparecerían y los muertos en Cristo resucitarían para ir con los vivos arrebatados al Cielo con Jesús. Luego de este hecho asombroso ocurriría la gran tribulación, el gobierno mundial del anticristo que comenzará la persecución a los que, a raíz del rapto, comenzarían a creer en Cristo. Esa persecución sería a muerte, donde se presentará la marca de la bestia, el famoso 666, sello que implantarán en la mano o en la frente de toda la población mundial; y esos cristianos que quedaron, al reconocer que se trata de la marca del anticristo, comenzarán a esconderse ya que la persecución será terrible. Estos cristianos que quedaron en la tierra escapando de esta persecución, deberán aguantar y esconderse para evitar recibir esa marca y terminar condenados eternamente, hasta la segunda venida de Cristo, donde estos que prevalecieron a la gran tribulación serán salvados y se reencontrarán con los que habían sido arrebatados anteriormente. Solía preguntar cuando sucedería este acontecimiento, pero siempre recibía la misma respuesta: ‘ Solo Solo Dios lo sabe, y ocurrirá como ladrón en la noche’  noche ’ . Digna de una película de terror y ciencia ficción, esta relevación enseñada por las iglesias evangélicas era motivo de mucha prédica, y a pesar de que yo estaba convencido de que

 

20 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   esto estaba próximo a suceder, me disgustaba que se predique fomentando el miedo. El tiempo fue transcurriendo y en el tercer año del secundario, siendo el año 1999, mi hermano mayor formaba parte de un grupo de amigos con los que asistía a una iglesia evangélica. Se trataba de la primera iglesia pentecostal de Argentina fundada en el año 1916, ‘Asamblea Cristiana’, ubicada en el barrio porteño de Devoto, donde concurrían muchos alumnos de la escuela. Fue así, que atraído por los grupos de jóvenes que asistían a la Asamblea, le pedí a mi hermano que me llevara, de esta manera, con el aval de mi hermano, podía concurrir a las reuniones que, si bien en un principio lo hacía con los amigos de mi hermano mayor, poco a poco fui haciendo amistades que trascendieron el tiempo, y posterior a las reuniones de los días sábado por la noche, disfrutábamos de la cena de jóvenes que ya formaba parte de nuestra costumbre. En aquel tiempo pude poner en práctica la devoción estudiada durante toda mi vida, alabanzas, cánticos y música cristiana era la manera de demostrar el amor y el culto a Dios y a su hijo unigénito u nigénito Nuestro Señor Jesucristo. Pero en esta etapa de mi vida sonó la primera alarma de advertencia espiritual. Si bien, yo era alumno regular del ECEA, escuela muy conocida por toda la comunidad cristiana evangélica, los pastores que me recibieron con mucha atención me llevaron a parte del resto y me pidieron que repitiera la oración del cristiano, la famosa oración de salvación, pedirle a Jesús que entre en mi corazón, y aunque les advertí que ya lo había realizado años antes, me

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 21 pidieron que la vuelva a repetir, cosa que volví a realizar sin ninguna objeción. Me sentía parte de un grupo de jóvenes realmente unido. Sabía que de ese grupo podía encontrar la que en el futuro podría ser mi esposa y juntos vivir un matrimonio cristiano, formar una familia bajo la Cruz de Cristo. Podía observar a mis mejores amigos, durante el culto y alabanza, llorar de devoción, sentirse llenos del Espíritu Santo; incluso escuchar a algunos de ellos recibir un don del Espíritu Santo, el don de lenguas, que según los pastores eran lenguas angelicales (inentendibles), y quienes comenzaban a hablar de esa manera, al estilo árabe, eran tocados por el Espíritu Santo. Es así que nuevamente algo veía mal; la competencia entre cristianos se hacía cada vez más visible, la carrera a la santidad era uno contra otros, la meta era ver quién era más santo. Sin importar de las competencias típicas entre los jóvenes, continué disfrutando de esa etapa de mi vida y llegado el momento tomé la errónea decisión de bautizarme; y digo errónea decisión porque yo ya estaba bautizado. Esto generó el desacuerdo de mi padre que, que , a pesar de apoyarme y asistir, no entendía porque debía rebautizarme siendo que yo ya había sido bautizado por la Iglesia Católica a mi primer año de vida, pero incentivado por la enseñanza protestante, decidí volver a hacerlo, pero esta vez por decisión propia, ya que estaba muy bien instruido en que el bautismo era una decisión personal y que el realizado por la Iglesia Católica no era válido. Enseñanza que hoy me es muy fácil refutar con la misma Biblia, incluso utilizando cualquier versión protestante, en Efesios 4, versículo 5 dice: “Un solo solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”.

 

22 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Para los evangélicos el bautismo, o en mi caso el ‘rebautismo’, es una muestra de fe frente a toda la comunidad cristiana. Muy lejos de la enseñanza de la Iglesia Católica, para el protestantismo moderno al que yo pertenecía, el bautismo se reduce a una demostración pública de fe por parte del cristiano, es decir, que uno ya es cristiano al momento de aceptar a Jesús en el corazón y luego, ya de joven o adulto, la decisión personal de demostrarlo frente a toda la comunidad. Guiados únicamente por el ejemplo de Cristo de bautizarse de adulto y por decisión propia, de esta manera, y sin importar lo que luego de la resurrección de Cristo han hecho los apóstoles por enseñanza directa del Señor, los evangélicos optan por un bautismo por elección pura y exclusiva del bautizado. Sin argumentos sólidos en contra por parte de mi padre, el ‘rebautismo’ fue un trámite rápido y sencillo, y a   pesar de recibir charlas explicativas días anteriores por parte de referentes de la Asamblea Cristiana, nunca me han mencionado nada sobre el pecado original ni mucho menos mencionado las virtudes cardinales y teologales. De esta manera comenzaba a vivir con más intensidad mi fe cristiana, guiado por los fundamentos protestantes de mi denominación, ya que también desconocía que todas las entre denominaciones protestantes están sustancialmente divididas sí. Llegando al quinto y último año del colegio secundario, mi vida espiritual comenzó un paréntesis que se extendía en el tiempo. La Asamblea Cristiana había quedado atrás, defraudado por actitudes de algunos de sus referentes, y un acto público que me dejó sorprendido, decidí dar un paso al costado. Resulta que un sábado en que había llegado otro pastor procedente de Centroamérica, quien después d espués de contar

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 23 una historia asombrosa y mística que había vivido, y alardeando sobre el poder del Espíritu Santo que afirmaba poseer, las filas de fieles eran largas para recibir un golpe de ese poder. Con imposición de manos, de a uno se iban cayendo los fieles hacia atrás al recibir un shock por parte de este ‘milagroso’ pastor

que imponía sus manos suavemente sobre la cabeza de los fieles. Con mucho cuidado, dos de sus acompañantes se paraban a los costados de cada fiel para amortiguar la caída y de esa manera no se golpeen gol peen la cabeza contra el suelo. Ansioso por recibir un ‘shock’ del Espíritu Santo que me haga regocijar de paz y alegría, me incorporé en la larga fila para recibir ese milagro. Al llegar mi turno, el destacado pastor me impuso las manos y luego de una oración en voz alta casi a los gritos empujó mi cabeza hacia atrás, pero al no caerme repitió la acción con más fuerza, si bien el empujón fue fuerte, no logró trastabillarme y me mantuve de píe esperando el milagro, la presencia del Espíritu Santo en mí, pero en ese instante siento que los dos acompañantes que se encontraban uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, me realizaron una toma como de judo para que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Inmediatamente me reincorporé levantándome del suelo y me dirigí indignado al fondo del salón. el momento que decidí no asistir más No a larecuerdo Asambleacuando y dejarfue atrás a muchos de mis amigos que tiempo después dejaron de hablarme, pero ese hecho en particular fue un momento bisagra en mi vida religiosa evangelista practicante. Si bien mantenía firme mi fe cristiana, y aferrado a las enseñanzas de la denominación en la cual fui instruido, mantenía mi espíritu cristiano muy dentro mío pero alejado de cualquier institución. institución . Comencé a vivir mi fe cristiana sin asistir a ninguna iglesia, solo s olo cada tanto asistía a alguna iglesia evangélica desconocida, pero

 

24 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   sin establecer vínculos con nadie, o en ocasiones cumplía a la invitación de un conocido por algún evento en particular de su iglesia, pero sin hacer de esa asistencia algo cotidiano en mi vida. Era momento de hacer una pausa, descansar luego de quince años de educación cristiana ininterrumpida, alejarme completamente de cualquier doctrina, formación o culto religioso para dar riendas sueltas a un libertinaje que me hizo hundir espiritualmente en el más grande vacío de Dios que he vivido en mi vida. Aun así, estando en pecado y viviendo en pecado, sabía dónde estaba mi norte, sabía que muy dentro de mí Cristo me seguía llamando, amando y protegiendo, como dice el evangelio según San Juan: “…No son ustedes los que me eligieron a mí, sino, soy Y o el que los elegí a ustedes…”   Sin echarle la culpa a Dios, ni a la enseñanza que he recibido, ni a los que viven la fe con devoción, y sabiendo que impostores los hay en todas las religiones, como también en todo ámbito de la vida, había tomado la decisión de dar un paso al costado y alejarme aferrado a la convicción de que, al haber aceptado a Jesús en mi corazón, mi nombre quedó grabado en el libro de la vida y por más que me convierta en un terrible pecador, todos mis pecados ya habían sido perdonado incluso antes de que los haya cometido y en caso de muerte solo me esperabaa el Cielo. Esa actitud religiosa temeraria; perderle el respeto mi propia alma y subestimar la misericordia de Dios fue uno de los motivos por el cual cua l en el futuro me hizo replantear todos los aspectos de mi enseñanza cristiana. En noviembre del año 2001 egresaría de bachiller de la Escuela Secundaria, dándole fin también a mi formación cristiana, y al no asistir más a la iglesia, mi fe quedaba completamente escondida dentro de mí. Ya no más lectura de

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 25 Biblia y ya no más oraciones ora ciones grupales en clase. Si bien extrañaba los compañeros y los momentos vividos, era tiempo de comenzar una nueva etapa, salir al ambiente laboral, ir en busca de mis sueños esperando que Dios me siga acompañando y guiando a pesar de mi poca, o mejor dicho nula, predisposición para seguir buscando yo a Dios. Ya no me encomendaba como en los viejos tiempos, ya no era ese niño humilde que toda su vida se dedicaba a agradar a Dios. La vida de adulto trajo también el alejamiento de la fe y las ambiciones de un mundo lleno de impurezas e injusticias. A pesar de que comenzaba a vivir el momento más oscuro de mi fe, apartado de toda iglesia, alejado de toda enseñanza, dándole a mi alma el vacío espiritual más prolongado, me atreví, en una noche de nostalgia, a escribir es cribir el siguiente poema: Prevaleces más allá de toda ciencia y sabiduría, más allá de toda lógica y teoría. Porque la fe en ti no está fundada en la sabiduría de los hombres sino en tu poder. Porque la ciencia de los hombres solo explica cosas de los hombres. Porque el conocimiento en la tierra en la tierra se muere.

 

26 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Porque sabes lo que no sabemos y has venido de donde nadie viene. Porque fuiste humillado por los hombres y ante los hombres mostraste tu grandeza. Porque has vivido la más m ás bella de las vidas y has sufrido la más terrible de las muertes. Porque eres más allá de lo que digan. Porque vives más allá de explicación. Porque tu dolor encarnizado dio grito de esperanza y tu sangre derramada dio canto de tu amor. Por eso, solo en ti confío. Porque contigo, Cristo, mi cruz no pesa tanto.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 27 ROMANTICISMO ANTICATÓLICO Luego de varios años alejados de toda religión, una  juventud llena de aventuras, conquistas y desamores, con un sueño que comenzaba a cumplirse a nivel profesional, el 18 de octubre del año 2008 conocí a una chica muy especial, Gisela, de la que me enamoré perdidamente, y a pesar de no querer dejarme llevar por ese sentimiento, por miedo al fracaso, no podía dejar de verla, de encontrarme con ella y dejar nacer un amor que fue creciendo con el tiempo, pero fue cuando formalizamos el noviazgo que comenzaron las primeras disputas interreligiosas. Ella venia de una familia portuguesa, católica y fiel a sus tradiciones, asistía a la misa todos los domingos, de confesión habitual y como buena católica había recibido la primera comunión de niña y estaba confirmada. Su responsabilidad religiosa era un problema para nuestra relación, no me gustaba la manera en la que vivía y ponía en práctica su fe. Así comencé a poner a prueba todo mi conocimiento bíblico, podía empezar a evangelizar y sacar del error a mi propia novia. Para esto, fue necesario acompañarla de vez en cuando a la misa que asistía los domingos, observar todo con atención y repasaba en mi mente todos los errores que podía observar. Recuerdo un domingo que la acompañé a ella y a su madre a la misa celebrada en la Parroquia San José Obrero, cerca de su casa, algunos de los cánticos que escuchaba sonaban muy familiares para mí, muchas de esas canciones solían cantarlas también en la iglesia evangélica, pero llegado el momento de la consagración eucarística es cuando comenzó mi acto de rebeldía. Comenzaba la epíclesis, todos los fieles presentes se

 

28 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   postraron de rodillas, por supuesto como buen evangélico me mantuve de pie, lo que ocasionó la reacción de mi novia: - Sebastián, por favor ponete de rodillas. - Me dijo Gisela en voz baja. - NO! - Le respondí. - Yo sólo me pongo de rodillas frente a Dios. Me sentí muy orgullo al desafiar semejante idolatría y mantenerme firme, de pie, imitando a Sadrac, Mesac y Abednego, que se mantuvieron de pie ante la orden del rey Nabucodonosor de postrarse frente a la estatua de oro que había levantado y ellos, fieles a Dios, se negaron a postrarse frente a esa imagen y prefirieron ser lanzados al horno de fuego ardiendo. Dios los preservó de todo mal, siendo tres los varones sueltos en el horno de fuego, podían ver a cuatro varones en medio del fuego sin sufrir ningún daño, y el cuarto tenía el aspecto semejante a hijo de los dioses, según los consejeros del rey. Sin llevar mi fe a ese extremo, pude recordar esa historia e imitar la actitud de quienes servían fielmente a Dios. En una ocasión simulé tener la intención de hacer la fila para recibir la comunión, pero al ponerme en la fila observé a mi novia, quien me miró seria con cara de enojada y me dijo: - Quedate en tu lugar, vos no podés comulgar. - ¿Por qué? - Le pregunté. - Porque vos no hiciste la catequesis ni tomaste la primera comunión.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 29 Aun sabiendo que no debía recibir la Hostia Consagrada porque no creía, quería observar la reacción de Gisela al verme dispuesto a comulgar sin la menor preparación, incluso me advirtió que me mantuviera parado al verme regresar a mi lugar y sentarme. Nuestras salidas constaban principalmente de visitas a diferentes basílicas y catedrales católicas. Más allá de disfrutar las impresionantes edificaciones antiguas, estilo barroco algunas, estilo góticas otras, era una excelente manera de ir enseñándole los errores que cometían los católicos en su culto a Dios. Compartíamos el mismo Señor, la misma fe en Jesucristo como salvador, pero en la práctica, los católicos necesitaban de imágenes para recordar su fe, y ese era el principal ataque a la fe católica de mi esposa. Para ella era todo muy natural; veneración a la Santísima Virgen María, rezar a los Santos pidiéndole su intercesión, adoración eucarística. Gisela no podía entender mis explicaciones, mi falta de devoción por quienes fueron ejemplo de fieles servidores de Dios y, y , por sobre todas las cosas, mi rotundo rechazo a venerar a María Santísima. - Decime ¿de dónde sacaste esas ideas?, ¿por qué crees de esa forma? - Me preguntó en una ocasión. - Porque así está escrito en la Biblia: No te harás imágenes de lo que hay en la tierra, ni en el cielo, ni abajo del agua, no te postrarás delante de ellas ni le rendirás culto. Así de simple, lo que hacen ustedes es idolatría y eso ofende a Dios, eso es pecado.

 

30 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   - Pero como va a ser pecado p ecado si nosotros adoramos a Dios y a los santos solo los veneramos, y la oración que le hacemos a ellos es oración de intercesión. - Respondió Gisela a mi corrección. - La Santa Biblia es muy clara, Dios condena hacer imágenes y la oración de intercesión no figura en la Biblia, la Iglesia católica invento todo eso. - Pero la Iglesia Católica la creó Jesucristo, así que no sé quién te enseñó esas cosas, pero yo le creo a la Iglesia que Jesucristo fundó. - ¡Eso es mentira! - Le contesté efusivamente. - la Iglesia Católica fue creada por Constantino muchísimo tiempo después de la Resurrección de Cristo. - Concluí la conversación dejando a mi novia sin más argumentos. Las discusiones sobre la veneración a la Santísima Virgen María también eran habituales. Para mí, el solo hecho de ponerse de rodillas ante una imagen de María era idolatría, doblemente idolatría, primero por adorar a la Madre de Jesús que es una creatura humana y solo a Dios hay que adorar y, segundo porque era solo una estatua. Nuevamente acudiendo al Primer Mandamiento, le refrescaba parte del libro del d el Éxodo a mi novia, exhortándola a abandonar la fe católica y volverse una cristiana verdadera donde solo hay un intercesor entre Dios y el hombre: Jesucristo. Ella se mantenía firme en su fe, mientras que yo me convertía cada vez más en un protestante anticatólico, pues todo lo que veía en la Iglesia Católica era malo, lo único que

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 31 salvaba a los católicos era reconocer a Cristo como Señor y Salvador, pero todo lo demás era muy malo. Con el paso del tiempo llegué incluso a criticar a la Iglesia Católica en reuniones con la familia de Gisela; la madre muy piadosa guardaba silencio y soportaba mis desafiantes comentarios contra la Iglesia. Ante mi prolongada ausencia a la Iglesia Evangélica, mis visitas esporádicas a Iglesias Católicas me ayudaban a volver a la oración, siempre manteniendo distancia con las oraciones estipuladas que hacían a mi alrededor, yo me disponía como siempre, a realizar oraciones espontáneas, hablar con Dios como un padre a quien tenía al lado. lado . No soportaba las oraciones estipuladas, no soportaba que repitieran palabras como loros; las oraciones debían ser espontáneas, aun contradiciendo a Cristo con el Padre Nuestro, yo lo modificaba e inventaba palabras, pero tanta catolicidad tuvo un límite. Llegó el día en que decidí no asistir más a una misa católica e incluso, cuando hablábamos de matrimonio futuro, Gisela me decía que su sueño era casarse en la Parroquia-Santuario San Marcos donde se casaron sus padres, y yo con ironía le respondí: - Tendrás que buscarte otro novio porque yo en Iglesia Católica no me caso. Recordé haber visto una película donde se realizó un casamiento mixto entre una católica y un judío, y presidían un cura y un rabino. Así le propuse hacer un casamiento mixto donde presidiría un cura y un pastor evangélico, pero ella se negó rotundamente. En una ocasión tuve que esperarla a que terminara una confesión sacramental. Y nuevamente al finalizar encontré un motivo más para evangelizar a mi novia. La confesión que

 

32 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   acababa de hacer no era validad, incluso atentaba contra toda la fe cristiana. - Confesar los pecados a un sacerdote que es un ser humano pecador igual que yo no es algo que un cristiano deba hacer. La confesión es buena hacerla, pero solo delante de Dios, solo Dios puede perdonar tus pecados. Cristo en la Cruz cargo tus pecados y es Cristo quien perdona tus pecados, no un sacerdote. Él no tiene el poder de perdonarte ningún pecado, solo Dios por intercesión de Jesús. - Le dije nuevamente desafiando su fe. Jamás escuchó mis palabras y siguió asistiendo a la misa y confesándose cada vez que podía, y yo cada día me sentía más frustrado por no lograr tocar la conciencia de mi novia, parecía que mis palabras se perdían en el aire como proyectil que no alcanza su objetivo. Lo más irónico de ese tiempo fue que Alfredo Ariel, mi hermano mayor, hizo bautizar en la Iglesia Católica a su segundo hijo, continuando con la tradición que esta vez venia por parte de la familia de su esposa, y para mi sorpresa, me eligieron comorealmente padrino. Acepté padrinazgo tomar concienciaa mí lo que estaba elhaciendo, sinsin saber la responsabilidad espiritual que iba a tener a partir de ese momento, sin saber que algún día iba a tener que rendir cuentas por el alma de mi ahijado. A pesar de mi profundo desacuerdo con la Iglesia Católica, por respeto y agradecimiento a mi hermano y a su familia, asistí al ritual, y sin conocer el verdadero significado del bautismo e incluso criticarlo, me convertí en el padrino de mi sobrino Marco a quién encomiendo en mis oraciones.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 33 PRIMER ENCUENTRO CON MI MADRE Luego de obtener una enorme satisfacción a nivel profesional, obtener mi licencia de piloto comercial de avión y durante el periodo de un año realizar taxis aéreos con un avión privado, tomé la determinación de Ingresar al Cuerpo Profesional del Colegio Militar de la Nación y de esta manera cumplir mi sueño de convertirme en un piloto militar. Fue así que en el año 2011 ingresé al Ejército Argentino con afán de lograr ser piloto de helicóptero de la Prestigiosa Aviación de Ejercito. El Colegio Militar era un verdadero reto para mí, tenía muchas dudas, muchos miedos y muchas inseguridades que con el paso del tiempo y con el apoyo de mi familia y mis compañeros, fui superando día tras día. Pasaba de lunes a viernes recibiendo instrucción militar y los sábados y domingos salía franco si es que no cometía ningún error durante la semana. Todo ese sacrificio valía la pena para lograr ese objetivo. Un fin de semana, durante la última etapa de mi instrucción, me encontraba de franco y Gisela me pidió que la acompañara en su peregrinación a Lujan, la cual realizaba todos los años, una caminata desde Buenos Aires hasta la Basílica ubicada en la ciudad de Lujan, un recorrido de sesenta kilómetros a pie que se solía realizar desde la mañana temprano y finalizar a horarios casi nocturnos con la intención de hacer ese sacrificio en memoria de la Virgen ubicada en la Basílica de esa ciudad. Gracias a que mi novia vivía en la localidad de Merlo, solo teníamos que hacer un recorrido de treinta y cinco kilómetros.

 

34 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Alardeando sobre la instrucción militar que estaba recibiendo y las largas marchas que realizaba durante las maniobras militares en que las recorría con una mochila de veinte kilos de peso, y sabiendo que esa peregrinación la podía p odía hacer calzando zapatillas deportivas y sin llevar ninguna mochila pesada, acepté la propuesta de acompañarla estimulado por el espíritu vanidoso que me invadió en ese momento. Durante la peregrinación pude observar a muchas familias que con mucha devoción hacían ese sacrificio de caminar tantos kilómetros por tantas horas solo para ofrecérselo a la Virgen de Lujan, pero también había grupos de jóvenes sin el menor decoro bebiendo cerveza durante el recorrido, realizando la proeza de peregrinar solamente por costumbre y diversión, a la vista estaba que lo hacían sin la menor fe. Fue de esta manera una buena ocasión para uno de mis cuestionamientos que fue inteligentemente respondido por mi novia: - La Virgencita no tiene la culpa de los imbéciles que hacen esta peregrinación sin fe y sin entender el verdadero significado. Las horas fueron trascurriendo en cámara lenta, solo nos deteníamos para beber un poco de agua o comer algún sándwich. Las cómodas zapatillas deportivas comenzaban a pesar más que los viejos borceguíes que usaba en el Colegio Militar, y el sol comenzaba a caer trayendo con la noche el frío y el cansancio. Faltando pocos kilómetros ya se dejaba observar a la distancia la imponente Basílica de Lujan, y a pesar que se veía con claridad, las horas seguían transcurriendo, los pies

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 35 doloridos y ampollados se movían por inercia y el tramo final parecía una ruta interminable donde el destino se encontraba cada vez más lejos. Ya cansado de tantas horas de caminata, me sentía absolutamente arrepentido de haber aceptado la propuesta. Nunca me sentí tan cansado, la fatiga era realmente dolorosa, en la planta de uno de mis pies tenía una sola ampolla del tamaño de toda la planta del pie. Parecía que todo mi entrenamiento no estaba dando el resultado esperado, pero p ero el objetivo estaba cerca, ya se podía observar los últimos cien metros y la imagen de la Virgen de Lujan podía verse exhibida en la puerta de la Basílica. Fue en ese momento que algo extraño sucedió; cuando estuve a pocos metros de la imagen de la Virgen, la emoción de los peregrinos que estaban a mi alrededor comenzó a contagiarme como si el virus de la fe católica entrara en mí, quise rechazarlo, pero al observar a la Virgen ahí presente frente a una multitud de peregrinos sentí una terrible emoción que ingreso por mis ojos hasta penetrar mi corazón. Las lágrimas lágri mas comenzaron a salir sin mi autorización, pero gracias a la emoción de todos los presentes y del hipnotismo que provocaba la imagen de la Virgen de Lujan, nadie se percató de mis lágrimas y pude ocultarlas con facilidad. Mi corazón comenzaba a sentir algo que jamás había sentido, como el abrazo de una madre a su hijito después de haberse perdido. Fue ahí, en ese preciso lugar, frente a la Virgen de Lujan donde entendí que la Virgen María era digna de honrar. honra r. El regreso fue mucho más sencillo, el padre de Gisela nos fue a buscar en auto y nos llevó a la casa de su abuela, desde allí pude intentar sanar mis pies y a pesar de que repetía

 

36 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   continuamente que no volvería a hacer esa peregrinación en mi vida. Sabía perfectamente que esa experiencia movió algo dentro de mi alma que jamás hubiese imaginado que me podía pasar. Intente no pensar en idolatría ni en todas esas cuestiones que había aprendido y tenía presente muy a flor de piel, porque sabía que solo so lo fue una experiencia, una aventura y que no ponía en duda mi fe ni mis creencias. Jesucristo seguía siendo el centro de mi fe y mi devoción, lugar que jamás podría ocupar ningún santo y por eso, a pesar de haber sentido ese abrazo de madre, nuevamente continué firme en mis convicciones protestantes.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 37 COMENZANDO MI INVESTIGACIÓN Me encontraba finalizando la carrera de Oficial de la Especialidad Piloto de Ejercito en el Colegio Militar de la Nación. Era la costumbre de la Institución, algunos viernes, celebrar una misa en el patio interior antes de la salida franca. Los cadetes profesionales vestidos de traje negro, camisa blanca y corbata negra, nos formábamos ordenadamente dispuestos a escuchar de pie la celebración que no se demoraba más de una hora. Durante esas misas se podían escuchar canciones de alabanzas, las cuales algunas de ellas me hacían recordar a las celebraciones en las que acompañaba a mi novia, por lo que algunas de esas canciones me recordaban a ella, a Gisela, a quien extrañaba durante toda la semana y esperaba los viernes para volver a verla. Muchos de mis camaradas del Colegio Militar profetizaban fielmente la fe católica, entre ellos había uno que se destacaba, Juan, un hombre muy piadoso que inspiraba un conocimiento basto sobre su fe y lo ponía en práctica, un varón que no solo tenía fe, sino que también la transmitía, sabia responder casi todas las preguntas que se le hiciera en materia religiosa y con una paciencia realmente admirable, incluso cuando tenía que cuestionar algún error por parte par te de algún miembro del clero, lo hacía sin remordimientos e incluso explicaba con detalles los fundamentos religiosos de ese error. Juan sabía que yo era evangélico, y sin bombardearme con argumentos, esperaba pacientemente a que sea yo quien le realizara las preguntas para después arremeter con información sólida refutando cualquiera de mis cuestionamientos, luego de cada discusión

 

38 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   solía repetirme las siguientes palabras: - Algún día te voy a dar clases de catequesis. Desde un principio, Juan abrió muchos interrogantes a mi conciencia, ya que planteaba cuestiones que jamás me hubiese imaginado en religión. El primer pri mer interrogante, era que afirmaba lo mismo que una vez me había dicho Gisela, que Cristo había fundado una sola y única Iglesia, y esa Iglesia era la católica. ¿Era realmente eso verdad? El segundo interrogante, era que q ue la reforma protestante la inició Martín Lutero en el año 1517, antes de la reforma, todo el mundo cristiano era Católico Apostólico Romano. Históricamente es ycierto, perode ¿Por qué tardaron tanto los cristianos en vereso la luz apartarse la Iglesia Católica? Esa información me motivo a realizar una investigación al respecto, pero partiendo desde la nada misma tratando, en primer lugar, de entender porque es tan necesario para el ser humano creer en un ser supremo, luego entender porque es tan imprescindible la religión, y después llegar a saber con exactitud cuál es la religión verdadera. Por supuesto era una misión no contaba el tiempo necesario ni medios imposible, para responder al grancon dilema de la existencia delos la humanidad. Todos los filósofos a lo largo de la historia le han dedicado la vida a responder estas preguntas. Muchos teólogos durante toda la historia han profundizado sus conocimientos de la Sagrada Escritura, y yo un simple hombre que se dedicaba a la Aviación, que solo había tenido estudios básicos sobre cristianismo, pretendía responder esa pregunta mística que han puesto a filósofos contra filósofos, teólogos contra teólogos, religiosos contra religiosos, y aun así, no descansaría

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 39 hasta encontrar esas respuestas, pero para eso, era necesario incursionar en el estudio de la mayoría de las religiones actuales; conocer sus doctrinas, sus enseñanzas, su historia. Realmente la tarea era muy complicada, agotadora e incluso desoladora. Era necesario leer muchos libros, comparar, y estudiar el contexto histórico del desarrollo de cada religión. Como sabía que no valía la pena detenerme en religiones extinguidas, comencé en primer lugar con el Ateísmo. A pesar de que el ateísmo no es una religión en sí misma, no deja de ser una manifestación de fe; la fe a la nada misma, la fe de que todo surgió de la nada y en nada termina todo. El ateísmo en definitiva pasó de ser un pensamiento filosófico a una doctrina; doctrina ; el rotundo rechazo a un dios creador de todo, el rechazo a los dogmas de fe, el rechazo a cualquier ser superior. Los primeros fundamentos de esta doctrina era la ausencia de evidencias empíricas por parte de los creyentes, sin embargo, muchos de los que han abrazado esta doctrina han también abrazado distintas filosofías, y no existe un pensamiento completo unificado entre ellos, y a pesar de que somos los creyentes los que afirmamos la existencia de Dios, por ende, somos nosotros los responsables de presentar las pruebas que aseveren nuestra creencia, el ateísmo no aportaba nada sólido al respecto, no respondía ninguna pregunta con respecto a la existencia de la humanidad. Es cierto que el ateísmo no se debe hacer responsable de las respuestas que debe dar la religión, pero como doctrina, no realiza ningún planteo sólido en contra, no tiene contraargumentos para refutar al principio de causalidad aplicada a la existencia, siendo Dios un factor necesariamente externo al universo, por lo tanto, Dios no necesita estar sujeto a las leyes del universo. Esto me

 

40 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   demostraba que la ciencia no solo no contradecía la existencia de Dios, sino que incluso era necesario para responder incógnitas universales. Esa causa inicial, ese punto de partida, esa fuerza externa que ponía en marcha el movimiento de la vida y a todas las leyes físicas, nosotros los cristianos, la llamamos Dios. Luego supe que esto mismo lo explicó perfectamente Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica, en la primera parte formula las cinco vías que demuestran la existencia de Dios: Dios: La Primera  Primera  y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto esta es potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto. El fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en  potencia es, a la vez frío. Es, pues, imposible que una cosa sea  por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. otro . Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo l o impulsa la mano. Por consiguiente,

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 41 es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios. La Segunda vía Segunda vía se basa en causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede  prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes,  porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la  primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se  prolongase indefinidamente indefinidamente la serie de las causas causas eficientes, eficientes, no habría causa eficiente primaria, y, por tanto, ni efecto ultimo ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente  primaria, a la que todos todos llaman Dios. La Tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se  producen y seres seres que se destruyen, y, por tanto, hay hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si,  pues todas las cosas tienen la posibilida posibilidad d de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es vedad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por

 

42 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son  posibles o contingentes, sino que entre ellos forzosamente, forzo samente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de si la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios. La Cuarta vía Cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a las cosas según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo, óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier cu alquier género es causa de todo lo que en aquel genero existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios. La Quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento, como los

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 43 cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionalmente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo l o dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios. Continuando con mi investigación, me llamo poderosamente la atención el pensamiento agnóstico que, si bien no niegan la existencia de un dios, consideran que demostrar su existencia es imposible. Están entre ellos los que creen que puede llegar a existir una fuerza externa superior y los que no creen en ningún ser superior pero no tienen forma de argumentar si existe o no un dios, muy parecida a la doctrina atea, pero sin absolutismo. En definitiva, el agnosticismo es un escepticismo religioso, no afirma ni n i niega absolutamente nada, se abstiene de todo juicio. Pero lo peor del d el agnosticismo es que qu e no tiene ningún interés de resolver el dilema, no le interesa encontrar respuestas, por lo tanto, la búsqueda de la verdad es una misión que el agnóstico no solo no está dispuesto a afrontar, sino que que también rechaza. Y yo, yo, no podía entender que haya personas que no estén interesadas en encontrar respuestas. Con el tiempo, era evidente que las respuestas a las incertidumbres históricas que han atrapado a la humanidad en un ramillete de preguntas sobre su propia existencia, las iba a encontrar a través de la filosofía y la teología. El asunto era

 

44 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   saber ¿quién tiene la razón?, ¿cuál es la teología correcta? y con ello, saber si es o no necesaria una religión, y en caso de que sea necesaria una religión, ¿cuál de todas es la verdadera? Realmente la tenía complicada. Sabiendo que tanto el ateísmo como el agnosticismo no tenían gollete ni nada fundamental que pudieran aportarme, con esto descarte a todas las religiones orientales no teístas que ponen al ser humano en el centro del universo y de toda la existencia; pues una religión sin Dios, es poner al hombre en el lugar que le corresponde a Dios, era enaltecerse uno mismo para ocupar un lugar que solo al supremo creador le corresponde. Y como ya lo había visto antes, la existencia de un hacedor externo al universo era necesaria para poner en marcha el mecanismo del universo. Es así que me me centré en las religiones monoteístas actuales ya que, si existe un dios, y ese dios es adorado por una religión en particular, sería imposible pensar que ese mismo dios permita que su religión se extinga, sino que la preservaría hasta el final de los tiempos; sería lo más razonable que ese dios permitiera darse a conocer y que sus fieles prevalecieran sobre el resto e incluso, con el paso del tiempo, los demás dioses falsos sean destruidos por el poder de ese dios verdadero. De esta manera solo tuve puesta mi mirada en tres religiones: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Partiendo desde el punto que consideré el más importante: El Tiempo. Era imperativo saber con exactitud el momento exacto de fundación de esas religiones, ya que el tiempo marcaría su antigüedad y su contexto histórico. El judaísmo lo tenía estudiado desde pequeño, ya que como cristiano, heredamos toda la enseñanza del antiguo

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 45 testamento, es decir, lo que nos diferencia de los judíos es el Nuevo Testamento; la creencia de Jesucristo como el Mesías, mientras que los judíos aún se encuentran a la espera del Mesías. Sabiendo que la Sagrada Escritura dice que el Mesías sería un descendiente d escendiente del Rey David; sabía que Jesús descendía del Rey David por parte de José, su padre adoptivo, signo que hoy en día sería imposible de demostrar. Claramente en la creencia judeocristiana estaba la respuesta; eran evidentemente religiones verdaderas fundamentadas en el verdadero Dios hacedor del universo, siendo el cristianismo la continuación del judaísmo, completando la obra de Dios y restaurando con Cristo la humanidad perdida por el pecado original. Sobre el islam is lam no tenía mucha información al respecto, pero no me convencía la idea de que fue originada en el siglo VII, habiendo toda una historia judía y cristiana varios siglos antes de su creación, y que terminé de confirmarlo muchos años después cuando recibí un regalo por parte de mi amigo Federico Nuza que vive en Madrid, España. Me envió entre varios libros uno llamado “Encontré a Cristo en el Corán” de Mario Joseph, Joseph, la historia de quién fue un imán musulmán convertido al catolicismo y pudo evidenciar la divinidad de Cristo en el que mismo Corán. unas explica largas persecuciones pusieron en Esto riesgo lesu costó vida. Según Mario Joseph; el nombre de Mahoma aparece en el Corán sólo cuatro veces, en cambio a Jesús lo menciona veinticinco veces y es mencionado en el Corán con cuatro poderosos títulos: ‘Kalimathullahi’ Palabra de Dios, ‘Ruhullahi’ Espíritu de Dios, ‘Isá al-Mashi’ Jesús el Mesías y, por último, ‘Ibnu Mariam’ Hijo

de María. El Corán reconoce que Jesús nace de una mujer virgen, pero Mahoma no, el Corán dice que Jesús no pecó, no había pecado en él, mientras que Mahoma si era pecador,

 

46 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   según el Corán Jesús realizaba milagros, mientras que Mahoma no los hace. Tenía perfectamente en claro que descartar la validez de una religión con tan pocos argumentos no era nada serio, pero para mí eran suficientes; y para ser sincero, absolutamente nada podía desprenderme de Cristo. Ser cristiano era lo correcto, pero ahora era necesario descartar a la Iglesia Católica, cosa que consideraba la tarea más simple y sencilla, solo con la Biblia refutaría todas las enseñanzas católicas. Ya egresado del Colegio Militar, siendo subteniente, fui destinado a la Escuela de Aviación del Ejército donde realizaría el de Piloto de Helicóptero. Unade vez finalizado yelAtaque curso, fuicurso destinado al Escuadrón de Aviación Exploración 602 donde formé parte del personal de oficiales pilotos volando el legendario helicóptero Bell UH-1H. El jefe de Escuadrón, el entonces Mayor Luis Fernando Guillot, un verdadero oficial jefe que transmitía su experiencia a sus subalternos e inspiraba respeto y obediencia, de esos jefes por los cuales un soldado tendría el honor de ir a la guerra bajo su mando confiando ciegamente en sus decisiones y acatando, sin dudar un solo instante, sus órdenes, tenía la costumbre de instruir a todos sus oficiales con clases de geopolítica. Comenzaba sus clases preguntando “el porqué”  de las cosas; las razones que motivaron al desencadenamiento de cada acontecimiento en la historia, y si hay algo que me ha inspirado a realizar mi investigación, fueron sus enseñanzas que, si bien se trataba más sobre temas bélicos, ese “porqué”  de las cosas fue la semilla que germinó para realizar una investigación en materia religiosa.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 47 Al poco tiempo de haberme habilitado al helicóptero del prestigioso escuadrón, realicé mi primera comisión de vuelo como copiloto. Despegué desde el aeródromo militar de Campo de Mayo con destino a la ciudad de Bahía Blanca en apoyo sanitario a una unidad del Ejército que realizaba maniobras militares. Durante el vuelo, el comandante de la aeronave, el entonces Teniente Primero Cristian Prinsich, un oficial e instructor de vuelo destacado, quién me había dado instrucción de vuelo para rendir la habilitación a esa aeronave, hombre católico, recientemente casado y que vivía la fe católica desde su infancia, comenzaría con sus inquietantes y desafiantes preguntas: - Usted que religión tiene. - Soy cristiano mi Teniente Primero. - Especifique Subteniente, el cristianismo tiene muchas denominaciones. - Soy evangélico mi Teniente Primero. - Respondí. - ¿Evangélico? Entonces usted no es cristiano, porque cristiano somos nosotros los católicos, ustedes nos robaron el nombre. - Me dijo levantando la voz. - Usted está equivocado, ustedes son idolatras y contradicen a toda la Biblia. - Le contesté con seguridad. - Subteniente, la Iglesia Católica está en pie muchísimo tiempo antes de que existan todas las iglesias evangélicas. Nuevamente esa respuesta tan hiriente a mis convicciones de fe.

 

48 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   - Ustedes agregaron cosas a la Biblia, caen en idolatría, y ponen a sacerdotes entre Dios y el hombre, siendo solo Jesús el único intermediario entre Dios y el hombre. - Le dije en defensa a mi protestantismo. - Estudie subteniente, porque está completamente equivocado, no tiene ni idea de lo que es la Iglesia Católica, primero lea y después critique. No me venga con una religión que no tiene ni la mitad de tiempo de historia que tiene la Iglesia Católica. - respondió con determinación. El mecánico de abordo, quien se encontraba escuchando desde atrás la discusión, también me exhortó a ponerme a leer el catecismo con seriedad y me aseguraba que, si realmente estudiaba a la Iglesia con seriedad, mi opinión iba a cambiar drásticamente. Fue en este instante que decidí realizar una investigación seria y completa sobre la fe católica, aprender absolutamente todo; su catecismo, sus dogmas de fe y su doctrina para luego, acudiendo a mi Santa Biblia, poder refutarlos con seguridad, con argumentos sólidos y de esta manera poder seguir evangelizando no solo a mi esposa, sino también a mis compañeros de trabajo. En una noche de lunes frío y oscuro de invierno, encontrándome solo en mi casa, recibí por teléfono la noticia más triste que pude haber recibido en mi vida, en forma inesperada y repentina, mi madre había sufrido un paro cardiorrespiratorio producto de un infarto. Fue la policía quién me dio la noticia desde su propio teléfono celular para que qu e me hiciera presente en su casa. Mis hermanos y yo nos encontramos con la escena más dolorosa que jamás hayamos vivido, mi madre yacía fallecida al costado de su cama. Durante

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 49 su velatorio, recordamos que el último en hablar h ablar con ella había sido yo en forma telefónica; el viernes anterior a su partida p artida me llamó por teléfono, y luego de una charla donde quedamos en vernos durante la semana, me despidió con un hermoso: - Te amo hijo. - Al que pude responder: - Yo también Ma. - Dejando mi conciencia con un amor infinito pero mi alma con una ausencia que jamás podría reemplazar. Pasó el tiempo, con muchas incertidumbres sobre la muerte, esa muerte que me despojó de mi madre y me hacía tomar conciencia de que a la muerte absolutamente nadie se le escapa y lo que pasa después de ella era un absoluto misterio, ese misterio que inspiraba miedo y desolación, decidí continuar mi investigación. En el camino nuevamente me encontraba con argumentos religiosos, muchos de los cuales me parecían contradictorios; entre ellos los argumentos católicos, que no me parecieron convincentes e incluso, aunque tenían cosas en común con las enseñanzas evangélicas, había cuestiones que no encontraba fundamentos; la Biblia no decía nada al respecto, así que necesitaba saber más, necesitaba saber de dónde surgían esas ideas del purgatorio, de la veneración a la Virgen María, del uso de imágenes, del Papa, de los Santos, y de toda esa tradición que los rodeaba y yo quería desenmascarar. Era el momento de levantar el teléfono y llamar a quién podía darme toda la información i nformación necesaria. Para atacar al ‘ enemigo’  enemigo’   era imprescindible conocerlo, tener información para luego planificar un buen ataque que lo ponga en jaque, que lo derrumbe. Así decidí llamar a Juan y aceptar su propuesta de recibir clases de catequesis, sin la intención de tomar la primera comunión, tenía como adjetivo solamente aprender para luego decidir, pero sabía perfectamente que el

 

50 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   objetivo del aprendizaje era el ataque, como si fuera un espía, como un policía infiltrado en medio de una banda de malhechores que necesitaba recopilar la mayor cantidad de información necesaria para luego, poder desbaratarla.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 51 LA CATEQUESIS Mi primera clase de catequesis me sorprendió más de lo esperado, ya que lejos de hablar de historias bíblicas, de Cristo y de la Iglesia, Juan se centró en el concepto de la Verdad. Me habló sobre la verdad lógica, la verdad óntica, y la verdad revelada, conceptos absolutamente nuevos y desconocidos para mí. La verdad lógica depende del entendimiento de las cosas conocidas, es la percepción subjetiva que cada individuo tiene de las cosas que conoce, en cambio, la verdad óntica es la pura realidad, la propia verdad que se desvela tal cual es y que es inherente al sujeto que la percibe, por lo tanto, es completamente inteligible. Recuerdo que me hacía dibujos en un papel para explicármelo, mostrando la diferencia entre lo que yo veía y lo que realmente era. Luego la verdad revelada que es la adecuación de la realidad con la inteligencia, con el uso de la razón el ser humano puede descubrir verdades en sí mismas, pero solo por la voluntad de Dios puede llegar a ese conocimiento. Continuando una o dos veces semana las clases de catequesis, iba aprendiendo cosaspor nuevas, y poniendo en ridículo a mi propio conocimiento. Comenzaba a entender, en tender, que mi cristianismo era totalmente limitado, había mucha más información que en todos mis años de educación cristiana  jamás me la habían enseñado. Por ejemplo, que un Dogma es una verdad directamente enseñada por Dios y propuesta como tal por la Santa Madre Iglesia para ser creída por todos los fieles. Es decir, que estas verdades se apoyan en la autoridad del magisterio infalible de la Iglesia cuando son presentadas p resentadas por

 

52 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   una declaración solemne del Papa o de un concilio universal presidido por el Papa. Había algunas cuestiones que, si bien uno las vive con cotidianeidad, no nos detenemos a razonar cual es realmente el significado de muchas de estas cuestiones, por ejemplo, los hábitos que tenemos, las virtudes que adquirimos, los vicios arraigados que arrastramos desde hace años y no nos percatamos que afectan nuestra alma. Nunca me había imaginado que el pecado original, esa desobediencia d esobediencia por parte de Adán y Eva, iba a arrastrar consigo la caída de todo el género humano, es decir, que toda la humanidad está marcada por este pecado cometido por nuestros primeros padres, Adán y Eva. Y por esta causa, todos nacemos con este pecado que traería graves consecuencias en nuestras almas afectando también nuestra conducta. Un hábito es una predisposición a realizar algo en forma rápida, fácil y placenteramente. Cuando el Hábito se encuentra acorde con el Bien se llama Virtud, que es la perfección en el obrar. Pero cuando el Hábito se opone al Bien se llama Vicio, que consiste en obrar habitualmente mal en un determinado aspecto. El Mal es la carencia del bien b ien debido, y el Bien es todo aquello que me perfecciona, siendo la Perfección la plenitud de mí ser acorde con mi naturaleza. El Bien Último, Único y Supremo es DIOS. Entre tantos apuntes, historias y descripciones, había un tema en particular que me hacía reflexionar bastante sobre la necesidad que tiene un cristiano en perseverar no solo en la fe, sino también en las buenas obras, ya que de ella dependía la salvación de mi alma: La Gracia.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 53 La Gracia viene del término griego “Járis”, en el sentido subjetivo, es decir el sentimiento de benevolencia (querer el bien) que tiene una persona más elevada con respecto a una inferior. En particular la que tiene Dios hacia el hombre. En sentido objetivo, es el Don gratuito que procede del sentimiento de benevolencia. La teología emplea el término Gracia en sentido objetivo. En sentido amplio, la Gracia Natural, N atural, el Don que Dios otorga gratuitamente al ser humano y que éste no merecía, por ejemplo, la vida, la salud, etc. Y en sentido estricto, la Gracia Sobrenatural, el Don sobrenatural que Dios benevolente otorga gratuitamente al ser humano para que alcance su eterna salvación. La Gracia increada es Dios mismo mientras que la Gracia creada es el acto de la unión hipostática, de la inhabitación, de la visión beatifica. La Gracia de Dios creador es a los ángeles y Adán y Eva, mientras que la Gracia de Cristo es a la naturaleza caída. La Gracia de Dios puede ser externa e interna. La externa es el Don Externo de Dios al hombre (liturgia, revelación, sermones, sacramentos) e influye moralmente, mientras que la Interna es el Don de Dios sobre el alma y sus potencias, que son la Inteligencia y la Voluntad (gracia santificante, virtudes infusas, gracia actual) e influye físicamente. Los carismas son gracias que se concede a algunas personas para la salvación de otras, y es inherente al mérito (Don de curar, de profecía, y la potestad ordinaria). La gracia de los carismas se ordena a la de santificación como a su fin, la Gracia Santificante se concede a todos los hombres para salvarlos y se divide en Gracia Actual y Gracia Habitual. La Gracia Actual es el influjo sobrenatural transitorio de Dios sobre las potencias del alma, es decir inteligencia y voluntad, para

 

54 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   efectuar alguna acción saludable que tienda a conseguir la Gracia Habitual, a conservarla e incrementarla. Y la Gracia Habitual, Santificante o Justificante es el influjo sobrenatural permanente de Dios que Santifica intrínsec in trínsecamente amente al hombre y lo hace justo y grato a Dios. De esta manera, la Gracia Actual de una forma inmediata e intrínseca, ilumina el entendimiento y fortalece la voluntad. El Hombre para poder realizar actos saludables, necesita una Virtud que está por encima de su capacidad natural y que es por lo tanto Sobrenatural. A esta Iluminación del entendimiento y esta Confortación de la Voluntad hay que distinguirlas claramente de lo ya estudiado como Gracia Externa, es decir, de la iluminación mediata del entendimiento que se realiza naturalmente por medios extrínsecos, como la doctrina revelada, los sermones, la lectura, etc. Y de la confortación mediata de la voluntad, que se sigue naturalmente de la iluminación del entendimiento. Existe la Gracia Antecedente, en este caso, Dios obra solo en nosotros sin nosotros y produce actos espontáneos e indeliberados de entendimiento y voluntad. Y existe también, la Gracia Subsiguiente, en este caso, Dios y el Hombre obran al mismo tiempo. Dios obra en nosotros con nosotros. El concilio de Trento lo explica de la siguiente manera: manera : “El amor de Dios hacia los hombres es tan grande que quiere que sean méritos de ellos (por el libre ejercicio de la voluntad humana) lo que son dones suyos (Por la razón de su gracia).”   La Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios en el capítulo 15, versículo 10 dice:  dice: “Por la gracia de Dios soy lo que

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 55 soy, y la gracia que me confirió no ha sido estéril, antes yo he trabajado más que todos ellos, pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.”   San Agustín dijo:  dijo:  “Dios obra en el Hombr e muchos bienes que no hace el Hombre; pero ninguna cosa buena hace el Hombre que Dios no cause que la haga el Hombre.”   Jesucristo, por medio de su satisfacción satis facción vicaria y su mérito redentor, realizó en principio y objetivamente la reconciliación de los hombres con Dios. Cada individuo tiene que recoger y apropiarse esa Redención Objetiva por medio de la Redención Subjetiva. Ese acto de aplicar el fruto de la redención a cada individuo denominado: Justificación Santificación. El fruto mismo dees la redención recibe el nombreo de Gracia de Cristo. El principio de la redención subjetiva es la Santísima Trinidad. Como obra que es del amor Divino, la comunicación de la Gracia es atribuida al Espíritu Santo, que es el amor personal y divino, aun cuando sea operada conjuntamente por las Tres Personas Divinas. Pero la redención subjetiva no es únicamente obra de Dios, sino que requiere de la libre cooperación del hombre, como corresponde a la índole de la naturaleza humana dotada de razón y libertad. Es decir, el Ministerio Insondable de la Gracia radica en la íntima cooperación y engranamiento de la virtud Divina y la libertad humana. El fin de la redención subjetiva es conseguir la perfección eterna en la visión beatifica de Dios. Dijo San Agustín: “Quien te creó sin ti, no te justifica sin ti. Quiero decir que Dios te creó sin que tú lo supieras, pero no te  justifica si no prestas prestas el consentimiento de tu voluntad”  

 

56 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Con la Gracia Santificante se infunden en el alma las tres virtudes teologales: FE, ESPERANZA y CARIDAD. La Caridad es la virtud por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios, con el amor filial y fraterno que Cristo nos ha amado, esta virtud es derramada por el Espíritu Santo sobre los corazones de los hombres y se hace inherente a ellos, es decir que permanece en los mismos como un estado. La Fe es la virtud por el cual creemos en Dios, en todo lo que Él nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos enseña como objeto de fe. Y La Esperanza es la virtud por la cual deseamos y esperamos de Dios, con firme confianza, la vida eterna y las gracias para merecerla, porque Dios nos lo ha prometido. La Fe y la Esperanza también constituyen un estado permanente del hombre, pero la caridad que se infunde al mismo tiempo que la Gracia Santificante, se pierde con ella, en cambio los hábitos de la Fe y la Esperanza, son separables de la Gracia Santificante, por lo tanto, no se pierde con el pecado mortal, como ocurre con la gracia santificante y la caridad, sino que se pierde por los pecados contra dichas virtudes: Incredulidad y Desesperación. Con la gracia santificante se infunden también las virtudes cardinales, humanas o morales: PRUDECIA, JUSTICIA, FORTALEZA Y TEMPLANZA. Y también se infunden los Dones Del Espíritu Santo: SABIDURIA, INTELIGENCIA, CONSEJO, FORTALEZA, CIENCIA, PIEDAD Y TEMOR DE DIOS. Por medio de de ellos el Hombre se sitúa en el estado de poder seguir con facilidad y alegría los impulsos del Espíritu Santo. Son Hábitos sobrenaturales y permanentes y se conceden para la salvación del que los recibe.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 57 Luego de profundizar sobre las cosas buenas, era momento de tratar sobre lo malo: El Pecado. El pecado es todo acto voluntario de pensamiento, palabra, obra u omisión contra la Ley de Dios. Hay dos clases de pecados: Venial y Mortal El pecado Venial es leve. No rompe nuestra amistad con Dios, sin embargo, la afecta. Incluyen desobediencia a la Ley de Dios en materias leves, por ejemplo, si por chismes destruimos la reputación de una persona, esto es un pecado mortal, sin embargo, los chismes normales son sobre asuntos insignificantes y solo son pecados veniales, la persona puede haber actuado sin reflexionar o bajo lasucostumbre deDios un hábito, pero por no tener plena intención, culpa ante se ve reducida. El pecado Mortal es un pecado serio, grave, es la violación con pleno conocimiento y deliberado consentimiento de la Ley de Dios en una materia grave, por ejemplo, idolatría, adulterio, asesinato o difamación. Todas estas son gravemente contrarias al amor que debemos a Dios y por Él, a nuestro prójimo. p rójimo. Como enseñó Jesúselalpecado condenar hasta qu e mira(selección que con malosdel deseos una mujer, puede seral interior deseoa solamente) y exterior (selección del deseo seguido por la acción). La persona que por su propia voluntad desea fornicar, robar, matar o cometer otro pecado grave, ya ha ofendido a Dios al escoger interiormente lo que Dios ha prohibido. Este pecado se llama mortal porque es la muerte espiritual (separación de Dios). Si estamos en un estado de gracia nos hace perder esta vida sobrenatural, es decir, perdemos la gracia. Si morimos sin arrepentirnos, lo perdemos a Dios por la

 

58 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   eternidad. Sin embargo, si volvemos nuestro corazón a Dios y recibimos el Sacramento de la Penitencia (La Confesión), nuestra amistad con Él queda restaurada. El pecado leve no es mortal, pero dispone al pecado grave, pues debilita d ebilita la voluntad y nos priva de gracias sobrenaturales con las cuales podríamos luchar mejor contra el pecado grave. Los pecados veniales no nos excluyen del Reino de Dios, mientras que los pecados mortales sí. Pero debemos tener en cuenta que un pecado que puede ser venial, por ser la materia leve, si el que lo comete cree, por error, erro r, que es grave, y lo comete con un fin gravemente malo, materializa un pecado mortal. Es por esto que pasamos al siguiente tema: LOS SACRAMENTOS. Los Sacramentos son siete y son signos sensibles y eficaces de la Gracia instituidos por Cristo y administrados por la Iglesia. Todos tienen una materia y una forma, forma , pues en todos hay algún gesto exterior y hay unas palabras. En todo sacramento sa cramento hay un ministro que lo confiere, debe ser un ministro legítimo para que Cristo actúe por él. Los siete Sacramentos son: BAUTISMO, CONFIRMACIÓN, PENITENCIA (Reconciliación o Confesión), EUCARISTIA (o Comunión), UNCIÓN DE LOS ENFERMOS (o Extremaunción), ORDEN SAGRADO (o Sacerdotal) y MATRIMONIO. Y están compuestos por Materia, Forma, Ministro y Sujeto. El Bautismo es el primero y más necesario de los sacramentos, en el que se nos da la gracia y el carácter de cristianos. Con el bautismo se nos perdona el pecado original, ese pecado con el cual nacemos que heredamos de Adán y Eva, y se nos perdona cualquier otro que hubiese en el que se bautiza. El Bautismo imprime carácter y nos convierte en

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 59 cristianos, con el bautismo recibimos las Virtudes. La materia es el agua, la Forma son las palabras: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” , el Ministro es cualquier persona que bautiza, Obispo, Sacerdote o diacono, y el Sujeto es la persona bautizada sea niño o adulto. La Confirmación es el sacramento que nos da al Espíritu Santo con sus siete dones, y nos fortalece en la fe que recibimos en el bautismo. La Materia es la Unción con el Santo Crisma y la Imposición de manos, la Forma son las palabras: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo” , el Ministro ordinario de la confirmación es el Obispo o el sacerdote (presbítero) y el Sujeto es todo Bautizado que no haya sido confirmado. La Penitencia (Reconciliación o Confesión Sacramental) es un sacramento por el cual se perdonan todos los pecados cometidos después del bautismo, para que el sacramento sea válido es necesario no mentir ni ocultar en forma intencional un pecado mortal cometido. La Materia son los pecados veniales y mortales, la forma son las palabras: “yo te absuelvo absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” , el ministro es el sacerdote o en caso extraordinario el obispo o el Papa, y el sujeto es todo bautizado que haya cometido algún pecado mortal o venial. La Eucaristía es la Hostia y el Cáliz Consagrados, es el sacramento que contiene verdadera, real y substancialmente el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. La Materia es el pan de trigo y el vino de la vid, la Forma son las palabras consagratorias: “Esto es es mi Cuerpo que será entregado  por ustedes”, “Esta es mi Sangre, sangre de la alianza al ianza nueva y eterna que será derramada por ustedes y por muchos para el

 

60 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e    perdón de los pecados” , El Ministro es el sacerdote, y el Sujeto es todo bautizado debidamente preparado, estando el mismo en estado de gracia, es decir, que no debe tener conciencia de pecado mortal, en caso de estar en pecado, debe confesarse antes de comulgar. La Unción de los Enfermos (o Extremaunción) es un sacramento que se suministra a los enfermos de cierta gravedad para mayor bien de su alma y para dar salud al cuerpo si así conviene a la salud del alma, la Materia es el aceite de oliva bendecido por el Obispo en la Misa Crismal del Jueves Santo, la Materia próxima es la unción con el óleo santo, la Forma son las palabras: palabras : “Por esta Santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad” , el Ministro es el sacerdote, y el sujeto es todo fiel bautizado que, habiendo llegado al uso de razón, comienza a estar en peligro de muerte mu erte por enfermedad o vejez. El Orden Sagrado (o Sacerdotal) es un sacramento que da la potestad de ejercitar los sagrados misterios e imprime en el alma del que lo recibe el carácter de ministro de Dios, la materia es la imposición de manos, la forma es la oración consagratoria: “Te pedimos Padre Todopoderoso, que confieras a estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado; renueva en sus corazones el Espíritu de santidad; reciban de Ti el sacerdocio y sean con su conducta ejemplo de vida” , el ministro es el Obispo, y el sujeto es solo el varón bautizado y confirmado que tome esta opción de vida.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 61 El Matrimonio es un sacramento que da a los esposos la gracia para amarse santamente y educar cristianamente a sus hijos, estableciendo entre ellos una santa e indisoluble unión, la Materia son los contrayentes, la forma son las palabras pronunciadas por los esposos: “Yo N. N. te recibo a ti N. como esposo/a y prometo serte fiel en lo favorable y en lo adverso, con salud o enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida” , el Ministro son los mismos contrayentes, contrayentes, y el sujeto es todo bautizado con uso de razón que no tenga impedimentos. Estos nuevos conceptos se presentaban como un paradigma donde podía aprender aún más sobre los conocimientos que ya tenía, incluso podía profundizarlos. Esto me estimuló para seguir adelante y aprender aún más, y poder refutar a los católicos con fundamentos teológicos teniendo las herramientas necesarias para hablar con propiedad y conocimiento sobre lo que quería corregir. Pero un día, durante las clases, ocurrió un hiato en mi vida religiosa; algo que cambió totalmente mi esquema de discusión: Juan, mi camarada y mi amigo, y a partir de ese momento, mi catequista, me obsequió un libro que me cambio la vida, que me hizo abrir los ojos y entender los errores de mi creencia y la falacia en la que me encontraba sumergido desde la infancia, un abrir de conciencia que penetró lo más profundo de mi razonamiento cristiano para abrirme al conocimiento supremo de Dios y ese conocimiento no podía estar únicamente encapsulado en la Santa Biblia y que Dios se sigue revelando, y a pesar de que la Sagrada Escritura está inspirada por Dios, no se limita única y exclusivamente a la Biblia. La frase protestante “Sola Scriptura” de la que se fundamentaba mi fe, la que le dio razón de ser a

 

62 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   mundo , y de la que todas las denominaciones evangélicas en el mundo, qu e yo tanto me aferraba,  aferraba,   dejaba de tener sentido y comenzaba a ser contradictoria a la mismísima Biblia. Ese bendito libro que Juan me regaló con una hermosa

dedicatoria se llama “Roma Dulce Hogar” de Scott y Kimberly

Hahn. Escrita por un matrimonio evangélico, siendo Scott un prestigioso doctor en teología y pastor presbiteriano y su esposa Kimberly hija de pastor, descendiente de toda una familia de pastores protestantes, cuentan sus procesos de conversión al catolicismo y sus fundamentos, más que sólidos, para realizar semejante cambio de vida. Mientrasuna continuaba con lectura, mis clases, simultáneamente comenzaba carrera de diferentes libros de apologética ayudaban a reforzar los conocimientos adquiridos y de a poco todos los argumentos anticatólicos que tenía comenzaban a echarse en mi contra.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 63 CONTRARREFORMA Los principios fundamentale fundamentaless de la enseñanza protestante son la ‘Sola Fide’ y la ‘Sola Scriptura’ (la sola Fe y la sola

Escritura). Es decir que para la salvación sa lvación de las almas basta solo la fe, y que no hay palabra de Dios más que la Biblia, por lo tanto, solo hay que creer en lo que contiene la Biblia. Estos principios fueron formulados por Martín Lutero, el monje católico agustino alemán que inició la Reforma Protestante del año 1517 rechazando a toda Tradición Tradic ión y Magisterio de la Iglesia Católica. Estos principios son la columna vertebral de todas las denominaciones evangélicas, las cuales todas descienden de la Reforma iniciada por Martín Lutero, pues a Lutero le deben la existencia todas las iglesias evangélicas. No fue difícil descubrir en la misma Biblia los errores que Lutero cometió en sus principios fundamentales y, en consecuencia, hasta el día de hoy siguen s iguen cometiendo las iglesias evangélicas. En primer lugar, la sola fe no es un medio de salvación, por el contrario, el libro de Santiago capítulo 2, versículo 17 dice: “La fe sin obras está muerta” y vuelve a repetirlo en el versículo

20 y en el 26. Distinto Dis tinto a lo descripto en el libro de Gálatas en el capítulo 2, versículo 16 que se refiere a las obras de la antigua ley y no a las obras de caridad que Jesucristo nos enseñó.

En segundo lugar, la sola escritura contradice a la propia escritura ya que no existe ningún versículo bíblico que haga esa afirmación, que indique que la Biblia sea la única autoridad en materia de fe, por el contrario, la Biblia afirma a firma que la autoridad religiosa está en la Escritura, en la Tradición y en el Magisterio

 

64 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   de la Iglesia, tal como lo enseña el apóstol San Pablo en la Segunda Carta a los Tesalonicenses capítulo 2, versículo 15: “por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven

 fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta”. Y en la Primera Carta a los Corintios, capitulo 11, versículo 23: “yo mismo recibí esta tradición que, a su vez, les he transmitido”. Y siendo más contundente aun, la

misma Biblia condena la libre interpretación en Segunda de Pedro capítulo 1, versículo 20: “Ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal”. Pero este principio protestante de sola escritura quedaba totalmente sepultado en el libro de Juan capítulo 21, versículo 25: “Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros”. Esta era la prueba irrefutable de que muchas cosas que ha enseñado Jesús no fueron escritas, sino que qu e fue transmitida en forma oral, transmitida de generación en generación, y a esa enseñanza, a esa transmisión de enseñanza Divina, la Iglesia Católica la denomina Santa Tradición. Y esto tenía mucho sentido, ya que por primera vez en mi vida podía entender que toda la grandeza de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo no se limitaba solamente la Biblia y comprendía ladenecesidad deEscritura la existencia de la Iglesiaa para la interpretación la Sagrada y la transmisión de las enseñanzas de Cristo. La Reforma Protestante la inició Martín Lutero, quién el 31 de octubre del año 1517 clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittemberg objetando la venta de indulgencias del Papa León X. Pero más allá de su protesta contra la venta de indulgencias, presentó también conceptos dogmáticos distintos a los que enseña la Iglesia. Todo este

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 65 movimiento fue abarcando varios países, empezando en Alemania para luego continuar en Países Bajos, Suiza y Francia. A Lutero lo siguieron otros reformistas como Thomas Müntzer, Ulrico Zuinglio, Enrique VIII, Juan Calvino y John Knox, que dieron comienzo a otras o tras ramas del protestantismo pro testantismo distintas del luteranismo, como el calvinismo, el anglicanismo, el anabaptismo y el presbiterianismo. Todas estas denominaciones no solo no reconocían la autoridad de la Iglesia Católica Apostólica Romana, sino que presentaban cuestiones que jamás se habían presentado en más de 1.500 años de historia que tenía el cristianismo. cris tianismo. Consideraban a la Biblia como única fuente de la palabra de Dios y a la Fe como único medio de Salvación de las almas, admitían la libre interpretación de la Biblia, eliminaban por completo los Sacramentos dejando únicamente a dos de ellos (el Bautismo y la Comunión), rechazaban completamente el dogma de la Inmaculada Concepción, y rechazaban cualquier intermediario entre Dios y los hombres que no sea Jesucristo. También negaban la capacidad natural del hombre de conocer la verdad religiosa y de realizar acciones moralmente buenas; en pocas palabras negaban la libertad humana. Para el protestantismo el pecado original corrompió totalmente la naturaleza humana gracia no podría santificarla internamente. Para Lutero, por yellapecado original, la concupiscencia pasó a morar en el hombre, y el hombre por sí mismo solo puede pu ede pecar. La justificación tan solo realiza un encubrimiento externo del alma pecaminosa. p ecaminosa. Martín Lutero no se conformó solo con eso, sino que también, hizo una traducción al alemán del canon judío de Palestina (los libros escritos en hebreos) que contaban únicamente de 39 libros, rechazando el Canon Alejandrino o

 

66 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Septuaginta (traducción al griego de los libros hebreos, ya que el griego era el idioma utilizado en esos tiempos) siendo este canon de 46 libros el más aceptado por los judíos dispersos por todo el mundo. Resulta que entre los años 90 y 100 d.C. algunos líderes judíos se reunieron para tratar el canon del antiguo testamento, este canon fue denominado Canon de Palestina, Pa lestina, y en el mismo quitaron siete libros, ya que su objetivo era utilizar únicamente canon hebreo y no griego para distinguirse de los cristianos. Todo lo que no había sido escrito en hebreo para estos judíos no era inspirado, aunque entre los siete libros rechazados se encontraba Eclesiástico y Primera de Macabeos que estaban originalmente escritos en hebreo y arameo, sin embargo, también fueron eliminados. El apóstol San Pablo, que viajó por todos los lugares de habla griega, utilizaba la versión completa en griego, el Canon Alejandrino. Este error de Lutero, le costó a la biblia protestante la ausencia de 7 libros del antiguo testamento, se trata de los Deuterocanónicos: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc y I y II de los Macabeos, considerados por ellos, ello s, sin fundamento alguno, libros apócrifos. Lutero también eliminó las adiciones griegas del libro de Ester y de Daniel. A pesar de que más de un milenio antes, en el año 382 d.C, San Jerónimo tradujo al Latín la Biblia completa aceptando la decisión de los concilios de incluir los siete libros griegos que algunos judíos rechazaron, esos mismos judíos que expulsaron a los cristianos de la sinagoga y no los dejaban participar en las decisiones sobre el canon, esos mismos judíos que rechazaban a Jesucristo como Mesías, Martín Lutero y demás reformadores, utilizaron el canon recopilado por estos judíos que rechazaron a Jesucristo para su versión protestante del antiguo testamento

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 67 descartando el canon utilizado por los cristianos de los primeros tiempos. La pregunta que me hice fue: ¿Qué autoridad tenían esos judíos que rechazaron a Cristo y expulsaron a los cristianos, en determinar que libros están o no inspirado por Dios?, la respuesta era absoluta: NINGUNA. Otro gran error en el que han caído todas las denominaciones evangélicas es la creencia de que la Iglesia Católica Apostólica Romana habría sido fundada por el emperador Constantino, de hecho, crecí con esta afirmación equivocada de la historia, ya que antes del nacimiento de Constantino en el año 272 d.C., existieron 26 Papas en la Iglesia, y el primer concilio de la Iglesia ocurrió en Jerusalén en el año 50 d.C. cuya autoridad máxima fue el Obispo Santiago el Justo. El adjetivo ‘católica’  a la Iglesia de Jesucristo se lo dio San Ignacio de Antioquia, Obispo desde el año 70 d.C. hasta su martirio en el año 107 d.C. Siendo discípulo directo de los apóstoles San Pablo y San Juan dijo: “Donde está Jesucristo, allí está la Iglesia Católica” . Otro argumento que acentúa el error, erro r, es la creencia de que el Concilio de Nicea del año 325 d.C., fue convocado por el emperador Constantino para paganizar al cristianismo. Solo es cuestión de estudiar la historia e investigar los hechos relacionados con la Iglesia Primitiva, para demostrar que Constantino no solo no paganizó a la Iglesia, sino que la Iglesia siguió siendo la misma antes y después de Constantino en materia de Fe y Doctrina, es decir, que jamás cambió su esencia. Todas esas supuestas innovaciones de la Iglesia en materia de doctrina, ni siquiera fueron tratadas por el concilio de Nicea. Este concilio ecuménico fue convocado doce años después de

 

68 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   que Constantino haya puesto fin a las persecuciones, el emperador lo único que hizo fue dejar de perseguir a los cristianos. De esta manera la Iglesia podía reunirse sin miedo a represalias, sin sufrir persecuciones, y así tratar un tema que preocupaba a los cristianos que era la herejía arriana que se expandía rápidamente por oriente desde hacía siete años. A este concilio acudieron: el Patriarca de Alejandría, Eustaquio de Antioquia, Macario de Jerusalén, Eusebio de Nicomedia, Eusebio de Cesarea, Leoncio de Cesarea, Spyridion de Trimitous (que aun siendo Obispo seguía siendo pastor de ovejas), Atanasio de Alejandría, Alejandro de Constantinopla, Osio de Córdoba (que presidio el concilio), Cecilio de Cartago, Marcos de Calabria, Nicasio de Dijon, Dono de Estridón con dos delegados papales Víctor y Vicentius, el Obispo Juan de Persia e India, el godo Teófilo y Estratófilo de Georgia, y también en defensa de la herejía arriana asistieron 22 obispos y Arrio. Esto demuestra que toda la Iglesia asistió al Concilio de Nicea, no se trataba solo de un grupo de hombres que intentaban modificar las enseñanzas cristianas con el apoyo del emperador, por el contrario, era toda la Iglesia cristiana convocada de todas partes del mundo, y no se s e limitaba solamente a las regiones del imperio romano. No creen, tenían pues como objetivo tratar apunta temas políticos como muchos nada en la historia a eso. Como he mencionado anteriormente, el factor Tiempo Tiempo   es fundamental para desmentir cualquier tipo de desacreditación a la Iglesia Católica, pues la historia demuestra cronológicamente que la Iglesia Católica existía con anterioridad al nacimiento de Constantino, que tenía una  jerarquía siendo el Papa la cabeza de la Iglesia, y que

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 69 necesariamente debía tener una ininterrumpida hasta el día de hoy.

sucesión

apostólica

Sabiendo que Constantino no pudo fundar ni refundar r efundar a la Iglesia Católica, porque la misma ya existía tiempo antes de su nacimiento, el asunto era saber quién fue su fundador y entender el motivo por el cual su santa sede se encuentra en la ciudad de Roma. Basta solo con retroceder trecientos años en la historia para descubrirlo. Jesús dijo: “…tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas de Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino Rei no de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado enenlos lo que 16, desates quedará desatado desa tado loscielos, cielos.”y (Mateo 18-19).en la tierra Leyendo el evangelio según San Mateo, podemos demostrar que en ese preciso instante Jesucristo estaba fundando su Iglesia sobre el Apóstol San Pedro, y es a San Pedro Ped ro a quien le da las llaves del Reino de los Cielos e incluso el poder de atar o desatar d esatar pecados, es decir, les dio el poder de perdonar los pecados tal como lo dice también el evangelio según San Juan 20, 23: “A quienesse leslos perdonéis quedan  perdonados; a quienes retenéis,los lespecados, quedan les retenidos”. Otra prueba irrefutable de que Dios utiliza intermediarios para el perdón de los pecados, contradiciendo la doctrina protestante que enseña que no hay intermediarios. A pesar de que muchos creen que con la muerte del último discípulo de Cristo, esa potestad murió con ellos, la Sagrada Escritura no solo no apoya esa creencia sino que también la desmiente, mostrando claramente la necesidad de que los puestos apostólicos siempre sean ocupados y nunca queden vacantes,

 

70 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   tal como lo enseña los Hechos de los apóstoles en el capítulo 1 donde Pedro plantea la necesidad de que sea ocupado el puesto vacante que dejó Judas Iscariote: “Tu, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido para ocupar en el ministerio del apostolado el  puesto del del que que Judas Judas desertó para irse adonde adonde le correspondía”. correspondía”. La Biblia no solamente nos está demostrando la necesidad de que los puestos apostólicos sean ocupados, sino que incluso los institucionaliza, dejando a sus respectivos sucesores para que, al fin de sus días, el legado de los apóstoles no muera con ellos, y que todos sus dones, continuasen hasta el fin de los tiempos. Es por ello, que la autoridad de designar presbíteros era de los apóstoles como lo indica el libro de los Hechos capítulo 14, versículo 23 y lo hacían mediante la imposición de manos tal como lo indica la Primera Carta a Timoteo capítulo 4, versículo 14; capítulo 5, versículo 22 y Segunda Carta a Timoteo capítulo 1, versículos del 7 al 9. Y las mismas mencionan al Colegio de Presbíteros. Absolutamente nadie se podía ordenar a sí mismo, ni considerarse a sí mismo presbítero, ni ordenar a un presbítero sin el aval del Colegio de Presbíteros. Esta institucionalidad se regía por un orden or den jerárquico, donde había superiores ordenaban como el librodan d e una de Tito 1, versículoque 5. Todos estostal libros dese la indica Nuevaen Alianza muestra clara de que la Iglesia ya estaba conformada por los apóstoles, diáconos, presbíteros y epíscopos (Primera Carta a Timoteo capítulo 3, versículos del 1 al 10). Conformando no solo la institucionalidad de la misma, sino también un orden  jerárquico y un legado que necesariamente debía continuar cumpliendo con la promesa de Cristo: “Las puertas del Hades no prevalecerán contra el la”. la”. Ahora bien, si Cristo aseguró que la Iglesia que el mismo fundó sobre Pedro, otorgándole a él las

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 71 llaves del Reino de los Cielos y sobre los apóstoles entregándoles el Paracleto, el espíritu de la Verdad que es el Espíritu Santo que hablaría en boca de ellos, y estos mismo apóstoles son los que ordenan a los siguientes presbíteros hasta continuar con una sucesión apostólica ininterrumpida, ¿Cómo pudo entonces romperse esa promesa de Cristo donde aseguraba que el Hades no iba a prevalecer?, ¿Como es posible que desde el concilio de Nicea convocado por Constantino en el año 325 d.C, hasta la reforma protestante del año 1517 d.C, haya pasado 1192 años de paganismo católico; de una cristiandad adulterada por las herejías de un emperador romano que apagó al verdadero cristianismo por más de un milenio? ¿Acaso Cristo nos abandonó, y retiró al Espíritu Santo para restituirlo casi mil doscientos años después? La respuesta claramente es NO. La Iglesia siempre ha estado en pie desde que Jesucristo la fundó hasta la actualidad, y tanto la Biblia como la historia demuestran que la única Iglesia que ha estado en pie desde que Cristo la fundo hasta el día de hoy es la Iglesia Católica Apostólica Romana, ya que antes de la Reforma Protestante del año 1517, no existía ninguna otra denominación cristiana, no existía otra Iglesia. La Iglesia de Cristo es católica porque es universal, es apostólica justamente porque desciende directamente y en formar ininterrumpida de los apóstoles de Cristo y su sede se encuentra en Roma porque tal como le dijo Cristo a Pedro: “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” . El apóstol Pedro fue crucificado en forma invertida en Roma, y en Roma fue sepultado, sobre Pedro se edificó la santa sede apostólica. No existe en la Biblia otra Iglesia que cumpla con todas las descripciones que indica la Biblia. Es por esto, que las

 

72 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   denominaciones evangélicas enseñan que la Iglesia es invisible, pero la Biblia eso ni lo menciona, cuando les conviene dejan a un lado el principio ‘Sola Scriptura’.  Scriptura’.  No solo con esto es posible demostrar que la Iglesia Católica es la Iglesia de la Biblia, sino también con el hecho irrefutable de que justamente la Iglesia Católica es la que escribió el Nuevo Testamento, simplemente porque luego de la resurrección de Cristo, el Nuevo Testamento aún no había sido escrito, y los apóstoles diseminados por el mundo predicaban con el Antiguo Testamento griego (el Canon Alejandrino) y las enseñanzas que Cristo les había dejado. Jesús jamás ordenó escribir, solo ordenó predicar, enseñar y ordenar discípulos. Luego, por la fe de la Iglesia se escribió el Nuevo Testamento conformando a la Biblia completa tal como la conocemos hoy. Los primeros padres de la Iglesia la llamaban católica durante los primeros siglos del cristianismo. San Cecilio Cipriano era obispo de Cartago en el año añ o 250 d.C., Tertuliano fue un teólogo católico en el año 197 d. C, y Clemente fue obispo de Roma en el año 92 d.C. durante su papado, surgieron levantamientos contra epíscopos en la Iglesia de los Corintios, Corint ios, la misma que ha recibido cartas del apóstol San Pablo. Clemente, como autoridad de la Iglesia de Roma, envió una carta a los corintios para poner orden y llamarlos a la obediencia a sus presbíteros utilizando el recuerdo de San Pedro y San Pablo teniendo como ejemplo la disciplina eclesiástica que tenían en Roma. De esta Manera puso fin al conflicto como máxima autoridad de la Iglesia. ¿Y qué hay de los medios de salvación?, si la sola fe no me salva, ¿Qué hay de la oración que me enseñaron cuando era

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 73 niño?, ¿Qué dice la Biblia sobre aceptar a Jesús en mi corazón como señor y salvador para salvarme? Buscando en la Biblia, no existen versículos que digan claramente que esa es la forma de salvarse. El acto de  justificación más importante para mí enseñanza evangélica, el aceptar a Jesús en mi corazón para salvarme, no se encuentra escrito en la Biblia. Lo más parecido, el cual es un versículo por excelencia para los evangélicos, está en el libro de Juan capítulo 3 versículo 16: “Porque de tal manera manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna”. Claro está que creer no es lo mismo que aceptar en el corazón. Para darle una más completa interpretación al versículo, hay que seguir leyendo y completar la enseñanza, no utilizar utiliza r versículos bíblicos sueltos a conveniencia del que lee únicamente ese versículo. Tal como he mencionado anteriormente, la misma Biblia prohíbe la interpretación privada. Es por esto que la Iglesia Católica enseña sobre los medios de salvación en forma clara y concisa y fundamentada en la Sagrada Escritura. Esos medios de salvación que fueron instituidos por Jesucristo y son administrados por la Santa Iglesia, son los Sacramentos; pues ellos nos infunden la Gracia Santificante, gracia necesaria para heredar el Reino de Dios. A diferencia de las inconsistencias a la hora de explicar la salvación por parte de las doctrinas protestantes, la Iglesia católica lo fundamenta en la Biblia y lo ejecuta de la misma manera que lo hacían los primeros cristianos.

 

74 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   El bautismo aparece en numerosas citas, por ejemplo, en Mateo capítulo 28, versículo 19: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Marcos Santo”. Marcos capítulo 16, versículo 16: “el que crea y sea bautizado, se salvará…” claramente nos enseña que q ue el Bautismo SALVA. En el libro de Juan capítulo 3, versículo 5 enseña que sin el bautismo no se puede entrar en el Reino de Dios: “En verdad, en verdad te digo, dig o, el que no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”.  Dios”.   Enorme peligro para los protestantes pr otestantes que hacen esperar a que sus hijos sean grandes para bautizar, contradiciendo a la misma Biblia B iblia en Hechos capítulo 16, versículo 31. Y como explica la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios capítulo 6, versículo 11, el Bautismo Santifica y Justifica. También en la Santa Biblia se encuentra el Sacramento de la Confirmación, tal como lo cuenta el libro de los Hechos de los apóstoles en el capítulo 8, versículo del 14 al 17, donde Pedro y Juan impartían el sacramento de la Confirmación a los que ya estaban bautizados, hacían las imposiciones de manos y recibían al Espíritu Santo. Al igual que en Hechos capítulo 13, versículos 2 y 3; y capítulo 19, versículos del 1 al 6. La Confesión también se encuentra fundamentada en la Santa Biblia. Como ya he mencionado anteriormente, a los discípulos y respectivos sucesores quienes heredaron sus dones, tenían el poder de perdonar los pecados tal como lo ordenó Nuestro Señor Jesucristo en Mateo capítulo 16, versículo 19; y capítulo 18, versículo 18. Y para ser aún más explícito, Hechos capítulo 19, versículo 18 dice: “Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar sus prácticas”  prácticas ”  

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 75 claro está que los que confesaban eran a los apóstoles que tenían el poder del perdón. El Libro de Santiago capítulo 5, versículo 16 nos exhorta también a confesar. Pero es en la Segunda Carta a los Corintios Capitulo 5, versículo del 18 al 20 donde Cristo les confió a los apóstoles el Ministerio de la Reconciliación. El perdón de los pecados también se describe claramente en el capítulo 2, versículos del 6 al 11. La Extremaunción se encuentra fundamentada en Marcos capítulo 6, versículo 5: “Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos”. Y del 12 al 13: “Ungían con aceite aceite a muchos enfermos y los curaban” y en el libro de Santiago capítulo 5, versículos 14 y 15 les piden a los presbíteros de la Iglesia que unjan a los enfermos con óleo:  óleo:   “¿ “¿está está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia que oren sobre sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.”   EL Orden Sacerdotal está fundamentado no solo en el legado que Cristo confió a sus doce apóstoles imponiéndoles las manos y entregándoles al Espíritu Santo, sino también en la imposición de manos que los apóstoles hacían para nombrar a otros; como en el caso del reemplazo de Judas Iscariote. En Hechos capítulo 6, versículo 6:  6: “los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos” .  También, como ya he mencionado en el libro de Primera de Timoteo, los apóstoles nombraban a los presbíteros. La Eucaristía es el Sacramento en el que se hace presente Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Si bien los protestantes de los primeros siglos seguían teniendo el sacramento de la comunión, con el paso p aso del tiempo se redujo a

 

76 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   un simple simbolismo. Esto fue consecuencia de que en los primeros tiempos del protestantismo ya rechazaban la transubstanciación que, aunque la materia seguía siendo pan y vino, cambiaba la sustancia. Para el protestantismo la sustancia seguía siendo pan y vino, y que a modo de bendición Jesús se ‘posaba’   sobre ellos. De esta manera la comunión perdía la fuerza Beatifica y Santifica que realmente tiene. Pero el apóstol San Pablo era muy efusivo cuando hablaba de la Comunión como en su Primera Carta a los Corintios capítulo 10, versículo 16, lo mismo que el capítulo 11, versículos del 23 al 29. Y más aún, exhorta a que comulguemos estando en estado de gracia y no en pecado, tal como lo enseña la Iglesia, advirtiendo en la Primera Carta a los Corintios en el capítulo 11, versículo 27 al 31 donde nos enseña que el que come el Cuerpo y bebe la Sangre de Cristo indignamente, come y bebe su propia condenación, antes debe examinarse. Al igual que la Iglesia Católica enseña que si comulgamos estando en pecado cometemos sacrilegio que es un pecado gravísimo, por eso debemos confesarnos antes, para recuperar la gracia perdida y poder recibir dignamente el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor. Dentro del protestantismo, se encuentran enmarcadas también las denominaciones más actuales, que, aunque están totalmente separadas de las que las precedieron, pr ecedieron, forman parte del mismo movimiento que se opone a la Iglesia Católica. Entre En tre ellos se encuentran los Bautistas fundados por John Smyth en Holanda en el año 1609 y Thomas Helwys en Inglaterra en el año 1612, los Metodistas fueron fundados por John Wesley en los Estados Unidos en el año 1791, los Adventistas fundados por William Miller en los Estados Unidos en el año 1818, los

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 77 Mormones fueron fundados por Joseph Smith en los Estados Unidos en el año 1830, los Adventistas del 7mo día fundados por Elen G. de White en los Estados Unidos en el año 1863, y los Testigos de Jehová fueron fundados por Charles Taze Russell en los Estados Unidos en el año 1879. Muchos de ellos surgieron en el seno del protestantismo estadounidense y dentro de un grupo de milenaristas que esperaban a Cristo y el fin del mundo, surgiendo de esta manera grupos de cristianos restauracionistas y antitrinitarios pertenecientes al movimiento ‘Estudiant Estudiantes es de la l a Biblia’ . En esa época abundaban las profecías sobre el fin de los tiempos, e incluso, muchos de ellos vaticinaban años en la que se desencadenaría los distintos sucesos apocalípticos, profecías que fracasaban al llegar a la fecha indicada. Muchos de sus fundadores, no solo no han terminado la escuela, sino que tampoco han estudiado teología, ni mucho menos aprendido el idioma griego y hebreo, pero a pesar de esto, se autodenominaban ‘pastores’ declarando que los cristianos a lo

largo de la historia han interpretado erróneamente la Biblia, dando comienzo a nuevas profecías que llegadas las fechas de advertencia caerían por sí mismas en un rotundo fracaso que desencadenaría la separación de muchos de sus fieles, como ha ocurrido con Russell, Russ ell, el fundador de los Testigos de Jehová que había anunciado la venida de Cristo para el año 1914, para ese entonces los 144.000 elegidos deberían ser llevados al cielo y dar comienzo al Apocalipsis, llegado ese año, no solo no ocurrió nada sino que se atrevió a posponer la fecha para el año 1915 y luego para 1918, profecías que no coincidieron con las de su esposa por la que terminaron divorciados. Aunque ese movimiento en un principio se denominaba ‘Estudiantes de la

 

78 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Biblia’ , no fue hasta el año 1931 que Joseph Franklin Rutherford Biblia’  les cambió el nombre al que poseen actualmente: ‘Testigos de  Jehová’ ’ . Y al igual que su antecesor se dedicó a dar fechas  Jehová erróneas sobre acontecimientos que jamás sucedieron. Estas  Estas  ‘ religiones’  religiones’   caen en proselitismo agresivo, en una oferta religiosa más parecida a una transacción comercial que a una búsqueda honesta, sincera, cuidadosa y razonable razo nable de la verdad. Imitando al primer reformador Martín Lutero, estos ‘iluminados iluminados’ ’  de  de fines del siglo XIX y principios del Siglo XX, han alterado la Biblia. Ninguno de los miembros de estas asambleas puede explicar su ausencia en un milenio y ocho siglos de historia cristiana. Al ser denominaciones que se encuentran apartadas de las doctrinas tradicionales y se hayan sectorizadas, habiéndose separado de otras organizaciones ‘cristianas cristianas’ ’ , es correcto utilizar el término ‘ SECTA’.  Lo más grave y satánico de estas sectas, es la negación de la Divinidad Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El libro libro de Juan capítulo 1, versículo 1 dice: “En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. Ellos modificaron el versículo diciendo: “En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”. Esta aberrante descripción no solo muestra el claro error, sino también la intencionalidad del mismo, poniendo en evidencia una falacia: no puede haber un Dios con mayúscula junto a un ‘dios’   con minúscula, dándole una  pseudo-divinidad   a Cristo, pero quitársela en la doctrina, pues no puede existir un dios en menor medida que Dios (o es Dios o no lo es). Este texto jamás dio lugar a dudas y es muy fácil traducirlo de manera literal de los textos originales, a pesar de eso, los fieles se aferran a

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 79 algunos pasajes sueltos ignorando el resto de la escritura. Interpretar literalmente que solo 144.000 fieles irán al cielo es ignorar que el apóstol San Juan, quien tiene la revelación apocalíptica, menciona ese número simbolizando a las doce tribus de Israel mil veces doce, y no como una cifra exacta, además, el apóstol San Juan especifica diciendo que los 144.000 serán vírgenes, si toman esta descripción literalmente, los hombres y mujeres de familias quedarían apartados. Errores fruto de la interpretación privada que la misma Biblia condena. Otro de los errores es predicar que María tuvo otros hijos, ya que la Biblia menciona como hermanos de Jesús a Santiago, José, Simón y Judas. Desconocen que tanto en el idioma hebreo como en el Griego Koiné no existe una palabra exacta para identificar a primos, tíos y sobrinos, para todos ellos se utilizó la palabra griega ‘adelphos’ que quiere decir hermanos, para indicar esos parentescos. Al igual que ocurre con el Génesis que utiliza la palabra hermano para mencionar a Lot el sobrino de Abraham, hijo de Harán. La Escritura dice que Abraham recupero a toda su hacienda y también a su hermano Lot, siendo en realidad su sobrino. La negación trinitaria, es decir, la negación de la Santísima Trinidad, hace que no sean cristianos, por mucho que quieran serlo. El cristianismo centra su fe en la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Palabra que estaba con Dios en el inicio, y que era Dios, por el cual se hicieron todas las cosas. Como sabemos, Dios se revela a sí mismo mi smo en forma trinitaria. El claro ejemplo es cuando bautizamos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Esp íritu Santo, mencionando las tres personas que conforman Un Solo Dios, es decir que no son tres dioses, sino

 

80 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   un solo Dios en tres personas. Como Jesús es la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios, luego la misma Escritura dice: “y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” , claramente es Jesucristo la palabra que se s e hizo carne y habitó entre nosotros. Jesús no fue creado sino engendrado dentro del vientre de María, pero coexistía junto al padre desde siempre, y con el Espíritu Santo, que es el amor de Dios hacia el Hombre, conforman los tres un solo y único Dios. Tampoco se puede reducir a Cristo a la figura de un ángel; án gel; siendo los ángeles creación de Dios y Cristo no fue creado, sino que por Él se crearon todas las cosas. Al hacerse hombre, es la palabra de Dios, o sea Cristo, quien se encarna y cumple la voluntad de Dios Padre; ya que Cristo, a partir de la encarnación, adquiere doble naturaleza: la naturaleza humana y la naturaleza divina. Esta negación de la Divinidad de Cristo es una vieja herejía proveniente de Arrio en los primeros siglos y corregida en el concilio de Nicea, y no fue hasta la llegada ll egada de estos sectarios de los primeros años del siglo XX, que hicieron suyas s uyas estas herejías. La misma Biblia menciona a Jesús como Dios verdadero en Primera de Juan capítulo 5, versículo 20, y en Juan capítulo 10, versículo 30: “Yo y el Padre somos uno” y en el capítulo 14, versículo Jesús afirma quejudíos el queque lo halovisto a Él lo ha visto al Padre. E 6, incluso ante los interrogaban, Jesús mismo se presenta como ‘Yo Soy’, tal como Dios se presentó a

Moisés en Horeb. Las malas interpretaciones del Apocalipsis, hacen que la mayoría de las denominaciones protestantes actuales adopten la teoría del “Rapto Secreto”  Secreto”   o “  Arreba  Arrebatamiento tamiento”  ”   como un hecho que sucederá en el fin de los tiempos, pero que no es más que una teoría puesta en evidencia por la investigación

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 81 realizada por Paul Thigpen, autor de “The Rapture Trap” . Esta doctrina que jamás fue mencionada ni enseñada por ningún apóstol, y aunque los evangélicos le deben sus iglesias a Martín Lutero, Juan Calvino y demás reformadores; ninguno de ellos habló del rapto. Si bien la teoría del rapto nació en el siglo XVIII por un ministro puritano en el libro “In Crist Matter”  , , tuvo  tuvo un gran impulso a mediados del siglo s iglo XIX por el ministro anglicano John Nelson Darby quién, a pesar de haberse apartado de la iglesia anglicana, continuó estudiando la Biblia e interpretándola en forma privada. Fue así que postuló que Cristo se llevará repentinamente del mundo a su Iglesia antes de la gran Tribulación; también introdujo el sistema del dispensacionalismo, un disparate teológico  teológico  que que   enseña una distinta forma de salvación por fuera del Cuerpo Místico de Cristo que es su Santa Iglesia. La realidad es que, si la doctrina del rapto fuera cierta, Cristo tendría hasta una tercera venida, siendo la segunda venida el ‘arrebatamiento arrebatamiento’ ’  y  y la tercera venida venid a la Parusía, su venida gloriosa. Sin embargo, la Sagrada Escritura menciona a su segunda venida en gloria como la única que debemos esperar, y esto ocurrirá después de la gran tribulación que toda la Iglesia deberá sufrir. De esta manera se me fue derrumbando los conocimientos niño. Y solo cuestión de fundamentar en la adquiridos Biblia las de enseñanzas defue la Iglesia y buscar en la historia los acontecimientos que derivaron en la creencia de esa doctrina que carece de fundamento bíblico. Otro tema de controversia por parte de todas las denominaciones protestantes es la existencia del Purgatorio. Conjuntamente con la oración de intercesión por nuestros seres querido difuntos que aparecen en el libro de Tobías

 

82 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   capítulo 12, versículo 12 y la intercesión de los santos y los ángeles, el Purgatorio lo encontramos bien identificado en los libros del Antiguo Testamento que Martín Lutero le quitó a la Biblia, es decir, los encontramos en los libros Deuterocanónicos, como por ejemplo en Segunda de Macabeos capítulo 12, versículo 43: “Y habiendo recogido dos mil dracmas por una colecta, los envió a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy bien y pensando noblemente de la resurrección, porque esperaba que resucitarían los caídos, considerando que a los que habían muerto piadosamente está reservada una magnifica recompensa: por eso oraba por los difuntos, para que fueran librados de su pecado”. También pecado”. También lo encontramos en los libros de la Nueva Alianza por ejemplo en Mateo capítulo 12, versículo 32 donde se advierte que “el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, será perdonado, ni en este mundo, ni ni en el otro”  ; ; claro  claro está que, después de este mundo, el otro mundo en el que aun uno puede ser perdonado, no debe ser el Cielo que es la salvación ya concretada sino, debe ser por consiguiente, un lugar de paso entre la tierra y el cielo; donde después de muerto, fuera de este mundo, aún podemos seguir pagando la pena del pecado. Otra clara evidencia bíblica de la existencia de un tercer lugar distinto a la tierra y al cielo, es que después del pecado original de Adán y Eva, las puertas del Cielo fueron cerradas y nadie podía entrar, como lo explica el libro de Juan capítulo 3, versículo 13. Pero Jesucristo al redimir al mundo abrió las puertas del Cielo con su pasión, muerte y resurrección. Entonces, en Mateo capítulo 17, versículo 3; cuando ocurrió la transfiguración de Jesús frente a sus apóstoles, se le

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 83 aparecieron junto a Jesús los espíritus de Moisés y de Elías. Siendo que Moisés y Elías no podían estar en el Cielo ya que el mismo se encontraba cerrado, ni tampoco en el infierno ya que significaría que se hubiesen condenado, necesariamente tendrían que estar en un lugar de espera donde aguardaron todas las almas de los profetas que murieron antes de Cristo y que, por el pecado original, las puertas del cielo se encontraban cerradas. También en la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios capítulo 3, versículos del 11 al 15 muestra que nuestras obras pasaran por el fuego y mediante el fuego se ha de revelar. Y en Filipenses capítulo 2, versículo 10: “Para que ante en nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y en los abismos”. Claro abismos”. Claro está que los abismos no son el infierno, ya que sus habitantes mantienen la fe en Cristo y se postran ante su nombre. En Segunda Carta a Timoteo capítulo 1, versículo 18 San Pablo oró por Onesíforo, contradiciendo a toda la doctrina protestante que enseña que no se debe orar por los muertos; demostrando que si estuviera en el Cielo no necesitaría oraciones, y si estuviera en el infierno tampoco las necesitaría, sin embargo, San Pablo oró por un difunto. Algo parecido ocurre en Primera de Pedro capítulo 3, versículo 19: “Y Él fue espíritus estaban en laprisión. prisión”. prisión”.  Cristo fueaapregonar pregonaraalos espíritus queque estaban en una Si   estuvieran esos espíritus en el infierno, Cristo no tendría la necesidad de ir a pregonar ya que estarían condenados. Y en el mismo libro en el capítulo 4, versículo 6: “La Buena Nueva fue anunciada hasta a los muertos”. muertos”.   Esos mismos muertos que luego se salvan arrancándolos del fuego como indica la Carta de Judas en el versículo 23. Esos mismos muertos que en Apocalipsis capítulo 6, versículos del 9 al 11 claman al Señor  justicia y venganza por sus muertes y que se les entregó un

 

84 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   vestido blanco y se les pidió que esperaran todavía un poco. Ese Crisol para la plata, horno para el oro, ese fuego purificador de Dios por donde las almas deben pasar para purificarse y llegar a Dios, ese mismo lugar de espera, la Iglesia Católica le llama Purgatorio. La Santa Cruz es otra cuestión negada por muchos, ya que aseguran que Jesús fue clavado en un madero en forma vertical, ellos dicen que la traducción exacta es ‘ madero’ , tampoco indican que la Biblia deja en claro que haya sido uno solo en forma vertical. Sin embargo, la palabra exacta utilizada en los textos originales griego es “Stauros” cuya traducción se

aplica tanto a madero madero como  como a cruz cruz.. Pero la biblia ha utilizado u tilizado el término ‘Xilon’ para referirse al madero en el sentido material y ‘Stauros’ para referirse a la cruz en el sentido formal. El

Madero en forma de Cruz se obtiene también de las descripciones que dan los evangelios con respecto a la muerte de Cristo, donde fue clavado en un madero y sobre su cabeza pusieron un letrero con la inscripción i nscripción “Jesús de Nazaret Rey de los Judíos” y pusieron clavos en sus manos y clavos en sus pies.

Sabiendo que sobre su cabeza tenía un letrero con esa inscripción, indefectiblemente sus manos han de estar separadas, ya que los evangelios son claros clar os al decir que el cartel se encontraba exactamente sobre su cabeza, y también deja bien en claro que en sus manos tenían clavos, exactamente en sentido plural, y no un solo clavo uniendo ambas manos, manos , ya que si así fuera, el cartel lo debería haber tenido sobre sus manos clavadas al madero y no sobre su cabeza. Otra forma de obtener esta información, simplemente es a través de la historia, donde los romanos en esos tiempos utilizaban maderos en forma de cruz para condenar a los reos, utilizando

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 85 ‘Stipites’ (poste) y ‘Patibulum’ (travesaño). Un descubrimiento

arqueológico en Jerusalén realizado por Vassilios Tzaferis en el año 1968 le dio la razón a la Iglesia Católica, encontrando el cuerpo de un condenado de la época ép oca en una cruz y presentaba evidencia de que sus brazos se s e encontraban desplegados hacia los lados. Otro factor a tener en cuenta es justamente la Santa Tradición, la enseñanza de boca en boca que fue transmitida de generación en generación. Aunque parezca irrisorio, muchas de las sectas que niegan n iegan la Cruz de Cristo, han utilizado una Cruz en sus primeros escudos. Como se puede observar en la portada de la revista Atalaya desde 1891 hasta 1931. Así como en materia televisiva nadie soporta un archivo, y todos quedan en evidencia cuando se contradicen con el correr de los años. En materia interreligiosa, la historia pone en evidencia a quienes se han contradicho a sí mismos, y demuestra quienes tienen más argumentos sólidos fundamentados y sustentados en el tiempo. Como dijo el famoso escritor y periodista británico b ritánico Gilbert Keith Chesterton: “La Iglesia Católica es la única cosa que preserva al hombre de la esclavitud degradante de ser hijo de su tiempo”.  

 

86 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   SEBASTIÁN JESÚS MARIA Luego de terminar todos los temas de la catequesis y de haber aprendido a rezar el Santo Rosario, y hacerlo habitualmente; teniendo entre mis intenciones el deseo de recibir la Gracia Gra cia Santificante y salir en forma urgente del estado de pecado en que me encontraba, ya no quería seguir esperando para recibir lo más preciado que podía recibir en la vida, el tesoro máximo que Dios nos ha dejado; a Jesús Sacramentado, el misterio de nuestra fe, a Dios mismo transustanciado en el pan y en el vino, la Sagrada Comunión, a Jesucristo realmente presente en la Eucaristía. Pero para poder recibir por primera vez la comunión, era imprescindible, tal como lo enseña el apóstol San Pablo, realizar mi primera confesión, algo que llevaba treinta años sin decirle a nadie las cosas más feas que hice en mi vida; realmente me avergonzaba y mucho, pero sabía lo necesario que era hacerlo para recibir la Gracia Santificante y que Nuestro Señor perdone todas mis culpas por medio de la absolución que el Sacerdote como ministro legítimo de su Iglesia podía otorgarme. Fue así que Juan, me dio un cuestionario con muchísimas preguntas abarcando los posibles pecados que pude haber cometido contra todos los mandamientos mandamientos,, donde en letras más grandes se diferenciaban los pecados de materia grave, con respecto a los de materia leve. No hace falta aclarar que tuve que anotar en tres hojas tamaño oficio la cantidad de pecados cometidos; es más, tuve que solicitarle al sacerdote, el padre Daniel de la parroquia Inmaculada Concepción de Bella Vista, me diera un turno para una confesión muy larga que debía hacer que, de hecho, era mi primera confesión.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 87 Este examen de conciencia, que jamás había hecho en mi vida, me hizo dar cuenta de la cantidad de veces que he ofendido a Dios sin la menor preocupación y sin la humildad de pedirle perdón, como si el perdón de Dios fuera un regalo que me trae directamente a mi puerta sin que yo se lo pidiera, y claro está que el perdón de Dios es un regalo que no solo no merecemos sino que a pesar de eso, Dios nos lo regala sin s in nada a cambio, en forma gratuita y amorosa, pero como ya hemos visto antes, para recibir ese perdón debemos manifestar nuestra voluntad, y esa voluntad exige la responsabilidad de confesarlo frente a uno de sus legítimos ungidos. Llegó el momento de confesarme, sentía un escalofrío que bajaba hasta mis piernas y se extendía hasta mis brazos haciendo que no parasen de mover, me temblaba todo el cuerpo, estaba realmente avergonzado. Pero como ya sabía, el diablo te saca la vergüenza a la hora de tentar, y te la devuelve a la hora de confesar . Pero esta vez no podía permitir dejarme llevar por los impulsos del cuerpo, y haciendo uso de la inteligencia y la voluntad, afronté la situación con coraje y determinación. Con mucha paciencia y piedad, el padre Daniel escuchó mi larga confesión, y yo esperaba recibir la penitencia más larga que un católico pudiera recibir. El padre solo me pidió que le ofrezca a Jesús una oración frente al Sagrario como reparación por mis pecados. La penitencia es muy importante porque hace que pague parcialmente la pena de mis pecados acortando mi tiempo en el purgatorio, de este modo, parte de la pena por los pecados cometidos que debía pagar después de muerto en el purgatorio, la pagaría en la tierra con la penitencia dispuesta por el sacerdote, y con esto, mis tiempos en el purgatorio se reducirían. Después de rezar rezar el acto de contrición

 

88 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   (el que tuve que leer porque aún no me lo había aprendido de memoria) el padre Daniel hizo la oración o ración de absolución: “Padre Misericordioso que reconcilió consigo al mundo, con la muerte y resurrección de su Hijo y derramó al Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el Ministerio de la Iglesia el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén” Al poco tiempo, más precisamente en la Semana Santa del año 2013, estaba ya preparado, no solo para recibir a Cristo en mi Primera Comunión, sino también, para recibir al Espíritu Santo en el Sacramento de la Confirmación, es decir, que en la misa de Sábado de Gloria, durante la Vigilia Pascual, iba a recibir a Cristo y al Espíritu Santo; Santo ; Comunión y Confirmación el mismo día, y nada más ni nada menos que en el día más importante, la celebración más solemnes para todos los cristianos: la Santa Misa de Vigilia Pascual. Formalmente vestido y acompañado solo por Gisela y su madre, y también Juan quien me guiaba con todos los pasos a seguir, ingresé con anticipación a la Parroquia Inmaculada Concepción de Bella Vista. Era una noche templada y estrellada, y me esperaba una jornada larga llena de bendiciones. Al ingresar a la sacristía, el padre Rodrigo, párroco principal de la Parroquia, me dijo que el obispo autorizó mi reincorporación a la Iglesia Católica, y que por motivos de formalidad debía rezar frente a dos testigos el Credo de Constantinopolitano, credo que recé frente a Juan, mi catequista; y frente a Clara, su futura esposa. Luego de firmar todos los documentos pertinentes que conforman la parte formal, el padre Rodrigo me preguntó a quién he elegido como padrino de confirmación, sin dudarlo d udarlo un

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 89 instante y sabiendo que era también una estrategia para tener a alguien consagrado rezando siempre por mí, elegí como padrino de confirmación al padre Daniel, mi primero confesor, quien aceptó inmediatamente. Luego el padre Rodrigo me comentó que en el sacramento de la Confirmación podía agregarme un nombre, es decir, que a mi nombre podría agregarle otro nombre que por lo l o general se elige el nombre de un Santo. Sin decidirlo en ese momento, y dejándome pensando el nombre que podría elegir, el padre Rodrigo se retiró de la sacristía para comenzar con los preparativos de la Santa Misa de la Vigilia Pascual. Luego de una charla con Juan, ante esto que desconocía por completo lo miré con incertidumbre, y él me miró y me dijo: - Tu segundo nombre es Jesús, así que solo te faltaría tener el de María. - Tenés razón Juan, en cuanto pueda le aviso al padre. Al Salir ya no pude encontrar al padre, y debía ocupar mi lugar dentro del templo. Con todas las luces todas apagadas comenzó la l a Santa Misa, iniciando desde afuera con la bendición del fuego para encender el cirio pascual, en penumbras, se ingresó al templo donde con cánticos litúrgicos se daba comienzo a la lectura de los primeros libros; el Génesis, luego el Éxodo, solo a la luz de las velas y del cirio pascual haciendo un recorrido por los libros del antiguo testamento. Al momento de llegar a los evangelios, con la llegada de Cristo, se encendieron las luces del templo, pues con Cristo, llegó la luz al mundo. Luego Luego , después de pasar por todos los sacramentos, llegó el momento de la

 

90 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Confirmación, donde los que estaban ya preparados para recibirla, se debían acercar al frente y recibirían con el Sacramento de la Confirmación, al Espíritu Santo. Siendo yo el único, con la seña del padre Rodrigo, me paré al frente. Me encontraba preparado para convertirme en un Soldado de Cristo, pero a su vez, preocupado porque no tuve tiempo para avisarle al padre Rodrigo que había h abía elegido el nombre de María, pero lo importante era recibir el sacramento, todo lo demás era anexo. Al pararme al frente, se me acercó el padre Daniel quién se encontraba colaborando en la celebración, y luego de colocarse atrás mío, apoyó su mano en mi hombro derecho, en ese instante el padre Rodrigo dijo: “Sebastián Jesús María, Recibe por esta esta señal el don del Espíritu Santo” y me unge con óleo crismal la cruz en mi frente. Me sentí confortado al saber que Juan pudo avisarle al padre Rodrigo que había elegido el nombre de María para agregarle a mis nombres. De esta manera, no solo llevo el nombre n ombre de Jesús desde mi nacimiento, ahora también llevaba el nombre de María. Continuando con la Santa Misa, el momento más solemne lo viví de una forma muy particular, si bien venia asistiendo a la misa de precepto todos los domingos do mingos desde el comienzo de mi catequesis, esta era la más importante para mí, ya que en ella recibía dos sacramentos nuevos, uno lo había recibido un instante antes, pero ahora recibiría por primera vez a Cristo. Comenzó la Epíclesis, el padre Rodrigo con mucha concentración rezó las palabras consagratorias del Pan y del Vino, de esta manera se produjo lo que yo había estudiado: la Transustanciación, la presencia real y sustancial de Cristo en la Eucaristía. Aunque se veía pan, ya no era pan, manteniendo la forma cambiaba la sustancia, y aunque se veía vino, ya no era

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 91 vino, mantenía la forma de vino, pero cambiaba la sustancia. Tanto el pan como el vino, a partir de las palabras consagratorias del padre Rodrigo, se convirtieron en el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El Sacrificio Perpetuo del Altar ya se encontraba presente, y era el momento de que yo, pecador de toda la vida, cristiano evangélico convertido al catolicismo, lo recibiera. Al ser yo el único que la recibía por primera pri mera vez, fui el primero de la fila. fil a. De frente al reclinatorio, me coloqué de rodillas y rezando repetidamente “Señor hazme digno de esta Comunión”, acercó Comunión”, acercó la Hostia Consagrada a mí boca y me dijo: - El Cuerpo de Cristo. - Amén. - respondí, y recibí el Pan de Vida, lo más Santo que una persona pueda recibir, el tesoro más preciado, lo más Sagrado que existe, pues toda la grandeza de Dios, toda su Misericordia, todo su Amor, se encuentran presente en esa pequeña hostia consagrada, aunque de pequeña tiene solo la forma, ya que todo el universo se quedaba infinitamente pequeño a comparación de ella, Jesús ingresaba en mi vida, la totalidad de un Dios que se entrega por nosotros, que se hizo hombre y entregó su cuerpo para redimirnos inmerecidamente de nuestras culpas, que nos alimenta con su Cuerpo y nos sacia con su Sangre, ese Jesús al que ame toda la vida, vid a, entraba en mi alimentándome el cuerpo y el alma. Con lágrimas en mis ojos regresé a mi lugar, volví a postrarme de rodillas y comencé a rezar. Solo agradecía, pues no tenía más palabras hacia Dios que agradecimientos.

 

92 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Al finalizar la Santa Misa, una mujer que se encontraba también delante de todo en el templo, se me acercó y me dijo: - Felicitaciones por los sacramentos recibidos, en el día del  juicio, el Señor te va a llamar por tu nombre n ombre , ‘ Sebastián Sebastián Jesús María’ ’ . María Entendí perfectamente sus palabras. Ahora María formaba parte de mi nombre, en memoria a mi Madre Celestial, mi Reina, Reina de los Ángeles y del Cielo, a quién luego de la muerte de mi madre, ella no solo ocuparía ese lugar, sino que también me abrasaría y me diría, ‘hijo, no estás solo, yo estoy siempre contigo’ . Con el pasar de los días, me encontré con Juan, y le agradecí el haberle dicho al padre Rodrigo que había elegido agregarme el nombre de María, a lo que me respondió: respond ió: - Yo no se lo dije, incluso pensé que habías sido vos. - No, Juan, yo no hice a tiempo a decirle. - Le contenté sorprendido. - No tengo ideapor quién haberleydicho, porque ena ese momento él se fue los pudo preparativos no lo volvimos ver hasta el comienzo de la Vigilia Pascual. - Realmente es un misterio. - Dije sin encontrar una explicación que hasta el día de hoy sigue siendo un misterio. Evidentemente mi Santa Madre, la Santísima Virgen María, se quedaba conmigo para nunca más dejarme. Primero a Jesús y después a María les debo mi nombre, y mi vida entera.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 93 “Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quién Él amaba que estaba allí cerca, dijo di jo a Su madre: ‘¡Mujer, ahí está   tu hijo!’. Después dijo al discípulo: ‘¡Ahí está tu madre!’. Y

después de aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa” ( Juan Juan 19, 26-27).

 

94 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   EL BUEN COMBATE Dijo San Agustín de Hipona: “¿Empezaste a servir a Dios? Pues allí mismo encontrarás encontrarás la guerra”.  Las palabras de San Agustín resumen r esumen la lucha espiritual que todo cristiano debe atravesar. Ser cristiano es ser soldado, vivir el evangelio es vivir en combate, y mantener la Gracia es cuidar un tesoro, nuestra propia alma. a lma. En ocasiones me preocupaba, que desde mi conversión, la vida se me hacía más difícil, cada día más problemas, y si bien me sentía más feliz que nunca, los problemas de toda índole comenzaron a caer sobre mi vida como nunca antes, y aunque no eran problemas serios, eran una acumulación de inconvenientes que me hacían los días cada vez más difíciles, la realidad es que, sabía que el maligno no se iba a quedar con los l os brazos cruzados, la comodidad del estado de pecado desaparecía, y los espíritus malignos que rondan por el mundo para la perdición de las almas no se iban a quedar quietos viendo como perdían un alma. Es así que, al momento de servir a Dios, en ese preciso instante empiezo a cargar mi cruz, pues si a mi Señor, siendo Rey siendo de Reyes, Verbohecho encarnado, el Camino, la Verdad y laelVida, Dioselmismo hombre fue rechazado, torturado y crucificado, que nos espera a los cristianos que seguimos a Cristo, lo mismo, nos espera la Cruz. No solo es una lucha constante contra las tentaciones, sino también es la lucha constante contra un entorno hostil que nos empuja cada vez más hacia el pecado, un entorno que no soporta ver a alguien sirviendo a Dios y dando testimonio de la Verdad.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 95 El mejor ejemplo de esto es la cantidad de mártires que tiene la Iglesia, quienes defendieron su fe con su propia vida. Quienes dieron testimonio de la Verdad a pesar de que sus vidas estaban en peligro por ello, sin embargo, sabían que no hay nada más sublime que derramar la sangre por Cristo, pues las promesas del Señor a quién muere por su causa llena de esperanzas a quién al borde de su propia muerte tiene la satisfacción de saber que su muerte, en Cristo, es ganancia. La vida eterna lo espera, y lo mejor es que después de la muerte, al pagar con su vida entregándola por Cristo, tanto la culpa como la pena quedan justificadas, es decir, que no solo quedan perdonados sus pecados, sino que con su propia sangre pagan la totalidad de la pena, de esta manera, no necesitan purgatorio. Morir por Cristo Cri sto es un pasaje directo al Cielo. “Pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia”   ( Filipenses Filipenses 1, 21) “Quien pierde su vida por mi causa, la encontrará”  encontrará ”   ( Mateo Mateo 16, 25) La defensa de la fe católica me ha llevado a límites en los que tuve que poner a prueba las virtudes, ya que tuve que medir en todo momento la forma correcta de corregir siendo firme, pero a la vez, contundente y determinante. En una ocasión me encontraba en casa concentrado en mi computadora, cuando recibo un mensaje a través de la red social Facebook, de un ex compañero de la escuela secundaria; se trataba de Moisés, quien había sido un gran amigo, pero por cuestiones de la vida y el tiempo, hacía varios años que no

 

96 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   hablábamos. En esa oportunidad me mandó un mensaje para saludarme, pero también para cuestionarme una publicación de índole religiosa que yo había realizado. Durante la conversación, me contaba que él ya era pastor y que oraba por po r mí porque había visto la afinidad que yo tenía hacia todo lo referido a la Iglesia Católica debido a mis publicaciones, por ejemplo, en las fechas conmemorativas de algún santo. Fue así que; mi viejo amigo, movido por su espíritu religioso, intentó advertirme sobre los errores que estaba cometiendo. Pero la conversación subió de tono cuando su único argumento era atacar a la Iglesia Católica. Sin dilatar tanto la conversación, fui al grano; no solo le argumenté resumidamente resumidamente los dos mil años de historia de la Iglesia, sino que, a cada argumento anticatólico lo respondía con argumentos Bíblicos, ya que la Iglesia Católica es la Iglesia de la Biblia. Me alertó sobre el uso de imágenes diciendo: - La Biblia condena la idolatría, y los católicos se la pasan haciendo ídolos y adorándolos; Éxodo 20, 4 dice que no te harás imágenes de lo que hay en el cielo, ni en la tierra, ni en el agua a gua debajo de la tierra, y los católicos usan siempre si empre imágenes. Sin más argumentos que el libro del Éxodo, capitulo 20; donde Dios le enseña a Moisés que Él es el único Dios y solo a Él hay que adorar y prohíbe la utilización de imágenes típicas que realizaban los egipcios, utilizando como modelos para esas imágenes a distintos animales como dioses para adorarlos. Lo mismo ocurre en el libro de Levítico en el capítulo 26, en Deuteronomio capítulo 4 y capitulo 27, y Salmo capítulo 97 donde también la Biblia prohíbe la adoración de imágenes.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 97 El asunto de las imágenes es que los protestantes tienen una idea equivocada del uso que la Iglesia Católica le da a las imágenes y quitan de contexto a la Escritura. Dios prohíbe la idolatría, que es su sustitución, sustituir al verdadero y único Dios, y por consiguiente prohíbe adorar esas imágenes, ya que la adoración solo se la debemos a Dios. Pero la construcción de imágenes no está prohibida, y eso lo podemos corroborar donde es justamente Dios quién ordena construir imágenes: “Harás, además, dos querubines de oro macizo; los l os harás  harás en los dos extremos del propiciatorio: haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el  propiciatorio, uno frente al otro, o tro, con las l as caras vueltas hacia el  propiciatorio” (É xodo xodo 25, 18-20). “Labrarás también un candelabro de oro puro”  oro puro”  (Éxodo  (Éxodo 25, 31). “Hicieron diez cortinas de lino fino retorcido de color jacinto, morado y rojo, adornadas con querubines”  querubines”   (Éxodo 36, 8). “En el interior de la sala del Lugar Santísimo hizo los querubines de metal forjado, que revistió de oro” ( 2da 2da Crónicas 3, 10). “Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el hi  jo del Hombre”  (Juan   (Juan 3, 14). Claro está que Dios no puede contradecirse, y su Sagrada Escritura tampoco se contradice. El problema que suscita a las denominaciones protestantes a condenar el uso de imágenes es la errónea interpretación de la Biblia y el desconocimiento del uso verdadero que la Iglesia Católica le da a las imágenes. Así como Dios prohíbe adorar imágenes como tal, a utilizar imágenes y tener como dioses esas imágenes; al mismo tiempo Dios mismo mi smo permite usar imágenes sin que ellas confronten con su propia divinidad. No está prohibida la utilización util ización de imágenes que solo

 

98 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   apunten o decoren a su propio culto, al verdadero culto divino; tal como los querubines que fueron construidos en el Arca y que Josué y todos los jefes de Israel permanecieron postrados delante del arca de Yahvé, y Dios no los reprendió, sino que fue una clara muestra de que Dios tomó sus genuflexiones como propia, como un acto de adoración al propio Yahvé; como lo dice el libro de Josué capítulo 7, versículo 6. Es por eso que, acudiendo exactamente a los versículos bíblicos que admiten el uso de imágenes, le respondí: - Moisés, ¿vos en tu billetera tenés dinero?, ¿acaso ese dinero no tiene impresa una imagen de un prócer?, o mejor aún, ¿tenés alguna foto de un familiar querido? - Si. - me respondió. - Pero no las adoro. - Bueno, pero las imágenes las tenés, entonces estás de acuerdo en que imágenes podés hacerte, el asunto es no adorarlas. De esta misma manera yo como católico tengo imágenes de quienes fueron ejemplo en vida de verdadero cristiano, y como católico tampoco las adoro, ya que sólo debo adorar a Dios. - Si, pero ustedes se arrodillan delante de ellas. - Me insistió. - Si, pero el acto de genuflexión puede tener varios sentidos, y el sentido es el que le damos en la propia conciencia al acto de genuflexión. En primer lugar, la genuflexión puede ser por adoración o por reverencia. Por ejemplo, si al proponerle matrimonio a tu novia, te pones de rodillas y le entregas el anillo de compromiso, esa genuflexión es evidente

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 99 que no es por un acto de adoración, simplemente es un acto de honra hacia la mujer que amas y querés unirte en matrimonio. Del mismo modo ocurre cuando nosotros, los católicos, nos arrodillamos frente a una imagen de algún santo y solicitamos su intercesión, de esta manera, que le pedimos a ellos que están ahí en el Cielo y delante de Dios, que rueguen por nosotros. Nuestra oración siempre va a estar destinada a Dios y solo a Dios adoramos, ya que esa genuflexión, sea por adoración directa a Dios o por reverencia por lo que ellas representan, al igual de cómo lo hizo Josué y los jefes de Israel, es destinada a Dios. - Le contesté explicándole también el asunto de la oración de intercesión a los ángeles y santos y los versículos Bíblicos que lo enseñan. - Si, pero los católicos también cometen el error de bautizar a los bebés, mientras que nosotros los evangélicos nos bautizamos de grandes con el uso de nuestra propia razón, nosotros decidimos bautizarnos, siguiendo el ejemplo de Jesús que se bautizó a los treinta años de edad. - Contestó desafiante. - ¿Vos estás bautizado? - Le pregunté. - Si, pero lo hice en la adolescencia, tenía aproximadamente dieciséis años, y por decisión propia. Contestó. - Te bautizaste de adolescente, a los dieciséis años ¿Por qué no lo hiciste a los treinta años de edad tal como Jesús lo hizo?, si van a utilizar a la Biblia en forma absolutamente literal, háganlo absolutamente literal. La realidad es que en ninguna parte de la Biblia dice que debes ser consciente a la hora del bautismo, sin embargo, la misma Biblia dice que si vos sos

 

100 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   bautizado, tú y tu hogar se salvarán. No existe edad para el bautismo, es más, incluso Cristo enseña:  enseña:  “Dej en en a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el reino de los Cielos  pertenece a los que son como ellos ellos”. ”. Y otra cuestión, es lo que produce el bautismo en el alma. ¿Sabes decirme porque nos bautizamos?, ¿Cuál es su finalidad? - Le pregunté. - El bautismo es la manifestación pública de fe. Es mostrarle al mundo que soy cristiano y acepté a Jesús en mi corazón. - Estas equivocado Moisés; el Bautismo es el Sacramento de iniciación cristiana, es decir que, a vos lo que te convierte en cristiano es el Bautismo. Si sos cristiano es porque ya estás bautizado. Pero por sobre todas las cosas, el bautismo te borra el pecado original, ese pecado que hederás de tus primeros padres Adán y Eva, pecado que recibís por herencia. Nosotros tal como lo hacían los primeros pri meros cristianos, por la fe de nuestros padres directos recibimos el bautismo, y por medio del bautismo obtenemos el perdón de ese pecado. Incluso los primeros reformadores también bautizaban a los bebés, es decir que, la iglesia luterana, la primera iglesia protestante también bautizaba a los bebés porque entendían el verdadero significado del bautismo. Y hablando del bautismo, las actuales iglesias evangélicas cometen el terrible error de volver a bautizar a quien ya está bautizado de niño, incumpliendo con el mandato de Dios de permanecer en una sola fe, y en un solo bautismo. - Le dije. - Mira, yo odio a la Iglesia Católica. A mí me mueve un profundo odio al catolicismo. - Me dijo en tono fastidioso.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 101 - Que pena que tus creencias se funden en el odio, y no en el amor a Cristo, y por amor a Cristo busques la verdad completa, y dejes de aferrarte a una verdad a medias, a una verdad mutilada que solo sirve de instrumento de la mentira. Le contesté con mucho dolor, sin recibir más respuestas. No sólo dejó de responderme, sino que también me eliminó automáticamente de su lista de amigos de la aplicación Facebook. “Aproximadamente, sólo un centenar de personas, más o

menos, realmente odian a la Fe católica, pero millones y millones odian lo que q ue ellos incorrectamente creen que es la Fe católica”  Monseñor Fulton J. Sheen. Con el paso del tiempo, no solo tuve que defender la fe católica frente a ataques de evangelistas, sino también contra ataques de católicos que no profesan la fe en forma debida, católicos que se consideran no practicantes; resultó ser el peor de los agravios, tal como se dice en el ámbito militar: el peor enemigo se encuentra adentro. adentro. Fue así que, en una ocasión, siendo un día sábado por la noche no che y encontrándome de servicio cumpliendo la función de Oficial de Semana en la Aviación de Ejército, servicio que se debía cubrir de jueves a jueves durante las 24hs., y debía permanecer en la unidad toda esa semana sin salir franco teniendo una habitación asignada para los periodos de descanso; durante una cena en el casino de oficiales se sentaron junto a mí un u n Teniente Coronel y un Teniente Primero, ambos superiores míos. Al verme, comenzaron a hablar sobre temas religiosos y por consiguiente a cuestionar decisiones eclesiásticas; pidiéndome a mí la opinión que tenía al respecto temas como, por ejemplo, el celibato; ignorando que no es

 

102 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   puro capricho del Vaticano, sino que hay cartas por parte del apóstol San Pablo aconsejando que él que se consagre no esté con mujer alguna. Fue así que, sin discutir en demasía, mantuve mi postura a favor de la Iglesia. Pero el hilo de la conversación comenzó a desvirtuarse cuando en forma totalmente reprochable e irrespetuosa comenzaron a cuestionar la pureza de la bienaventurada y siempre Virgen María. La conversación llegó a un grado tal de desprecio que tuve que levantarme y decirles: - Soy Católico Apostólico Romano, y la Virgen María es mi madre, así que les voy a pedir por favor que dejen de faltarle el respeto a mi madre, porque no se los voy a permitir. - Les dije provocando un silencio rotundo que duró un par de segundo hasta que fue interrumpido por el Teniente Coronel: - Tiene razón, hay que respetar las creencias de los demás. Disculpe si se sintió ofendido.  –  Dijo el Teniente Coronel bajando el tono de voz y cortando el tema de conversación con un chiste que ya ni recuerdo. Lo realmente inspirador de esta anécdota fue que, al siguiente día, le solicité permiso al Oficial de Servicio, quien era mi superior inmediato, para asistir a la Santa Misa que el Padre Eduardo Castellanos, capellán castrense del Ejército, celebraba en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced del Barrio de Suboficiales de Ejército ‘Sargento Cabral’, Barrio que se encontraba en las cercanías de la Unidad en la que yo prestaba servicio. Con su autorización, asistí a esa misa dominical, para luego regresar a mi vehículo personal y retomar el camino interno que me conducía, en no más de cinco minutos, a mi unidad. Cuando abordé mi vehículo, tomé el teléfono celular

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 103 provisto en el servicio y comprobé que tenía numerosas llamadas perdidas, lo mismo ocurrió con mi teléfono particular. Para saber de qué se trataba, procedí a realizar una llamada al suboficial de semana quién se encontraba en la guardia de prevención. Él mismo me informó que el General de Brigada Mariano Cuevillas, Director de Aviación de Ejército, la máxima autoridad, se acercó a la guardia preguntando por mí y solicitando mi presencia, y al ver que no me podían encontrar, ordenó que en cuanto mis subalternos me encuentren le realice r ealice una llamada en forma inmediata. Fue así que procedí a realizar la llamada que mi superior había ordenado: - Buen día mi General, Subteniente Gallone, Oficial de Semana. - Subteniente, lo estoy buscando desde hace casi cas i una hora, dígame ya mismo ¿dónde se encontraba? ¿por qué no estaba en la Guardia de prevención ni en la cuadra de soldados cumpliendo con sus funciones y custodiando todo el armamento del personal del grupo de empleo inmediato que tiene a su cargo? Sepa que va a ser sancionado, su falta fue gravísima, lo voy a sancionar. - Me dijo a los gritos, por lo que tuve que distanciar unos centímetros el celular de mi oído. Sabiendo que ya no tenía más nada que perder, y que lo que el General me estaba diciendo era cierto, y que, a pesar de haber sido autorizado por mi jefe inmediato, yo sabía que el puesto jamás debe abandonarse y que eso incurre en una falta grave, sin vacilar y sin temor, le conteste con la verdad: - Disculpe mi General, le solicité autorización al Oficial de Servicio para asistir a la misa que el Padre Castellanos celebra

 

104 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   en la parroquia del barrio de suboficiales. Me ausente para no perderme del precepto de asistir a la misa del domingo, mi General. - Le dije con el convencimiento de ser sancionado, pero con orgullo, con dignidad de caer por la causa justa. j usta. El silencio se apoderó del teléfono celular, que luego de unos segundos y en forma mucho más suave y calmada el General contestó: - Me encanta que mis oficiales asistan a misa, lo que hizo Subteniente está mal, pero la verdad es que me gusta mucho que mis oficiales vayan a misa. Sepa Subteniente que LO que LO SALVÓ LA VIRGEN MARÍA. MARÍA. Con decir que no me iba a sancionar porque po rque el motivo por el cual me ausenté y abandoné el puesto era digno de ser perdonado, era suficiente, sin embargo, atribuyó mi exoneración a la Santísima Virgen María, a la que el día anterior an terior defendí con determinación frente a dos oficiales superiores a mi grado siendo incluso uno de ellos, un oficial jefe. Un signo de que mi Santa Madre estaba agradecida por haberla defendido. El ejercicio del buen combate, exige no solo vivir en la verdad, sino también defenderla. Es un combate diario que todo cristiano debe pelear. La fe católica nos exige ser cordero cuando se debe, pero también ser leones cuando es necesario. Eso implica la renuncia a uno mismo. También implica dar la otra mejilla, pero desenvainar la espada cuando el objeto de agresión es sagrado. Atacar en defensa de un bien mayor siempre es lícito cuando la causa es justa. Es de cristiano dar la otra mejilla cuando uno mismo es atacado, pero también es de

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 105 cristiano atacar cuando nuestra fe, nuestra Santa Madre Iglesia, Nuestra Santísima Virgen María y Nuestro Señor Jesucristo es atacado. Pero esa defensa se debe realizar con amor al prójimo, pues amar es desear el bien del otro, y siendo Dios el bien mayor, amarlo es desear que se salve, y si una buena bofetada como la que San Nicolás le propinó a Arrio es necesaria para que abra sus ojos y pueda ver la verdad, bendita sea esa bofetada que le despierte la conciencia, pues es un acto de amor al prójimo. Muchos cristianos confunden la Misericordia con el libertinaje. Creen que aceptar y respetar a todo el mundo es una obra de piedad, y que Dios perdona absolutamente todos los pecados. Es cierto que Dios perdona absolutamente todos los pecados, pero para que el pecador obtenga ese perdón, es necesario su sincero arrepentimiento. Aceptar los pecados que tiene un pecador es aceptar su propia condenación. Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado. Es por ello que, una de d e las obras de misericordia es corregir al que se equivoca (y no la aceptación de su error). Como cristianos debemos velar por la salvación de las almas, de nuestras almas y la de nuestro prójimo, ese es el verdadero sentido de amor al prójimo, servir de instrumento del Espíritu Santo para pa ra la salvación de las almas. Si mi prójimo está en pecado, debemos advertirle que ese pecado es su condenación. Al igual que si un familiar o amigo cae en alguna adicción, y al amarlo deseamos ayudarlo para que se recupere de esa adicción y salve su vida, del mismo modo, el amor al prójimo es desear su salvación eterna y advertirle sobre todas las cosas que pueden llevar a su alma a la condenación. Amar al prójimo por amor a Dios.

 

106 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Dijo Santo Tomás de Aquino:  Aquino:  “Justicia sin Misericordia es crueldad y Misericordia sin Justicia es la madre de la disolución”.  La lectura de libros de autores católicos que son referentes o ejemplos a seguir, tales como los santos reconocidos por la Iglesia, muestran el verdadero sentido de vivir el evangelio y de hacer una entrega total a Cristo. Nos enseñan a abandonarnos en Cristo sin tener incluso que dejar de hacer nuestras funciones diarias y cumpliendo con nuestros deberes de estado. No hace falta ser sacerdote para ser santo, todos estamos llamados a ser santos, san tos, laicos y consagrados, casados y castos, sin importar el lugar en donde uno sirve a Dios, absolutamente todos estamos llamados a ser santos, pero esa santidad, no es el fin último sino el camino, el camino a Cristo, nuestro fin último es la felicidad eterna en el Cielo, la vida eterna junto al Padre, sin importar las adversidades en esta vida, ni la plenitud temporal en la tierra, la vida eterna es la verdadera, la que no termina, y a la que debemos aspirar. Por ella, por nuestra vida eterna, el sacrificio de Cristo en la Cruz. Cruz . A pesar que muchas veces la defensa de la fe católica nos trae agravios contra nuestra persona, siendo objeto de burlas, bendito sean eso agravios y esas burlas que nos martirizan y nos acercan más a Cristo. Soy sincero en decir que muchas veces esas descalificaciones me han llevado incluso a cometer pecado de ira, pero aprendiendo también que hay que sacar provecho espiritual de esas cosas; rezar por quienes nos agravian y sentirnos dignos de recibir, por Cristo, Cris to, esas ofensas. También hay que hacer uso de la prudencia, como una vez me ha enseñado Juan, mi catequista: “la Verdad es una torta de

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 107 chocolate, es muy rica para cualquiera que la coma, pero a nadie le gusta que se la tiren en la cara” . Es por eso que hay ha y que saber discernir el momento y el lugar justo en el cual debemos exponer la Verdad. Sin ocultarla, pero tampoco sin desnudarla por completo llevando, a quienes están completamente apartados de ella, al espanto y al rotundo rechazo. En ocasiones, y si el tiempo lo dispone, es mejor llevar la Verdad como en un gotero, y entregarla de a poco para ser asimilada y aceptada, todo en su justa medida, pero siempre teniendo en claro que esa verdad tiene que ser transmitida, y no ocultarla ni negarla. En pocas palabras: palabras :  no debemos hacerle el caldo gordo al error para evitar disgustar y alejar, pero debemos exponer la Verdad en forma tal que sea aceptada; como a una herida abierta no debemos tirarle sal de golpe porque va a doler, si queremos sanar al prójimo, debemos aplicar la medicina en la medida justa. Pero absolutamente nada es válido si no es acompañado por la oración, incluso la oración es mucho mejor que cualquier argumento que presentamos, ya que nosotros solo oficiamos de instrumentos, siendo el Espíritu Santo quién convierte a las almas y no nosotros. Es por ello, que más importante que argumentar, es rezar por la conversión de las almas. Dijo Santo Tomás de Aquino:  Aquino:  “Para aquel que tiene fe, no es necesaria una explicación, más para aquel sin fe, no existe explicación posible.”   Muchas de las causas por las que muchos católicos  justifican su alejamiento de la Iglesia, sus ausencias en la Santa Misa, y su catolicismo laxo, es la cantidad de hipócritas que asisten a ella; como si Dios y la Virgen tuvieran la culpa de los

 

108 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   errores de los fieles. Escatiman en su culto divino movidos por el mal espíritu de la conformidad y la comodidad, juzgando a todo aquel que asiste a la misa sin vivir una vida acorde a lo que la Iglesia enseña. Incluso en mi propia familia, muchos argumentaban lo mismo. Tal como lo dijo Gilbert K. Chesterton:  Chesterton:  “La Iglesia no es la asamblea de los puros, sino el hospital de los  pecadores”. Nadie puede salvarse a sí mismo, de esta manera, ¿Cómo un católico pretende salvarse sin los sacramentos instituidos por Cristo como medios de salvación y administrados por la Santa Madre Iglesia? No hay forma, pues dejan su salvación a la suerte de la realización de un acto de contrición perfecto, o a la misericordia de un sacerdote que acuda en su agonía a darle la última unción, si Dios permite esa agonía que dilate su tiempo. El problema de ese pensamiento y esa conducta es, no solo subestimar la misericordia de Dios, sino también tener una actitud temeraria y juzgadora, donde el parámetro y el ejemplo que toman es el de un par, el ejemplo de otro pecador y no n o la excelencia de Cristo Sacramentado. Para intentar solucionar este conflicto, me fue muy útil acudir a la parábola del buen samaritano, donde el buen samaritano tuvo compasión del hombre herido, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino, lo levantó y lo llevó a una posada y cuidó de él. Al siguiente día, le entregó al posadero dos denarios como pago para que lo cuide y si gastara más le pagaría cuando vuelva. Cristo es el buen samaritano, el hombre herido es la humanidad hu manidad caída, el aceite y el vino con el que el samaritano curó al hombre son los Sacramentos, la posada es la Iglesia y el posadero es el Párroco.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 109 “Extra Ecclesiam Nulla Salus” (Fuera de la Iglesia no hay

salvación) La Iglesia es absolutamente necesaria para la salvación de las almas siendo ella fundada por Cristo Cri sto y administradora de los sacramentos instituidos por Cristo para sanar las almas. Si caemos gravemente enfermos o heridos, es necesario acudir a un hospital y ser atendidos por un profesional médico, de la misma manera si caemos en pecado nuestra alma queda gravemente herida, es necesario acudir a la Santa Iglesia Católica, ser atendido por un sacerdote que cura nuestra alma con los sacramentos. Otro de son los ataques a la Iglesia, con la cualpretendiendo muchos me apuntaban, las riquezas del vaticano; solucionar con ellas el hambre y la pobreza del mundo. Claro que muchos ignoran que la pobreza del mundo no es responsabilidad de la Iglesia, y que las riquezas del vaticano no alcanzan para solucionar la pobreza mundial que es responsabilidad de los gobiernos de los distintos países con esa problemática, y que las riquezas del vaticano yacen principalmente en sus esculturas cual piezas de museo, y a pesar de ello, no hay propietario alguno, es decir, no hay persona jurídica propietaria de esos bienes; son patrimonio de la humanidad bajo el cuidado de la Iglesia. Aunque quisiera, el Papa no puede vender absolutamente ninguna obra que se exhibe en el vaticano, simplemente porque no son de su propiedad. Pero lo más importante de todo, el cual muchos confunden, es que la misión de la Iglesia Católica, no es saciar las necesidades de la carne, sino, la salvación de las almas. Sin embargo, las mayores obras de caridad realizadas en el mundo

 

110 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e    justamente son atribuidas a la Iglesia como, por ejemplo, la obra del padre Pedro Opeka en Madagascar, o la obra ob ra del Padre Mario Pantaleo en Argentina, y por supuesto, la vida de la Madre Teresa de Calcuta en el África. A la hora de criticar las riquezas del vaticano, un sinfín de personas anticatólicas se alistan para combatir con esos argumentos, pero a la hora de mencionar las grandes obras realizadas en la lucha contra la pobreza, solo la Iglesia Católica puede dar nombres y apellidos de quienes formando parte de la Iglesia y con la ayuda de ella misma, realizaron una obra que sirvió de ejemplo al mundo entero. La edad media, las Cruzadas y la Santa Inquisición, son demás temas que han suscitado un sinfín de continuos cuestionamientos a la Iglesia Católica. Sin detenerme detalladamente con los argumentos válidos y sólidos s ólidos en que la Iglesia ha tenido que defender sus templos de los ataques de los moros (Santa Sofía de Estambul es un claro ejemplo de lo que los musulmanes hacían con nuestras iglesias), y la respuesta que se tuvo que afrontar ante las herejías que no solo contaminaban a la fe católica, sino que también, en consecuencia, perjudicaban a las almas llevándolas a la muerte espiritual. Siempre recomiendo la lectura de los libros “Que no te la cuenten, La falsificación de la historia” del padre Javier Olivera Ravasi; donde explica detalladamente todos los acontecimientos ocurridos en la historia y en qué forma estratégica fueron distorsionados, por los enemigos de la Iglesia, para alejar a las almas de la fe católica. Mi combate continuó, tanto en el ámbito ámb ito laboral como en el familiar, inspirado por el testimonio de santos varones que

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 111 han derramado su sangre en pos del testimonio de la verdad y de los valores esenciales, y han servido de inspiración a muchos soldados y pilotos argentinos que, durante la Guerra de Malvinas en 1982, han ofrecido sus propias vidas en defensa de la Patria, luchando luchando por Dios, Dios, en una causa causa justa. Como es el caso de Jordán Bruno Genta: escritor y filósofo nacionalista católico argentino asesinado por la guerrilla marxista en el año 1974. Sus enseñanzas trascienden el tiempo y son tan vigentes que resuenan en los corazones de quienes tuvimos la satisfacción de cultivarnos con sus palabras aún después de cuarenta años de su martirio. Entre sus cátedras hay una enseñanza que estimula el alma de todo cristiano: “Esta es la hora de la intransigencia, esta es la hora de

hablar el lenguaje que Cristo nos recomienda en el Sermón de la Montaña: Sí, sí. No, no. Esta es la hora de la obstinación invencible, de la constancia persistente, de la fidelidad continuada. Es cierto, nosotros no tenemos la fuerza del número, no tenemos la fuerza del de l dinero, no tenemos la fuerza de las armas, no tenemos la fuerza de las logias ni de los  poderes ocultos, pero p ero nosotros tenemos la l a fuerza de Cristo y en la manera en que esa fuerza irradie en nosotros y Cristo viva en nosotros más que nosotros mismos, en esa misma medida seremos invencibles, aún en la derrota; porque después de todo este es un lugar de paso, de prueba y de testimonio y lo importante es que seamos capaces de ser hasta la muerte, y sobre todo en la hora de la muerte, testigos de la verdad.” Jordán Bruno Genta.  Genta. 

 

112 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   NADIE ES PROFETA EN SU PROPIA TIERRA No fue difícil dar testimonio de mi conversión a mi propio hermano Alfredo Ariel quién, a pesar de escucharme esporádicamente, entendió que la Iglesia Católica es la verdadera fundada por Cristo y demoró menos que yo en recibir los sacramentos. Distinto fue el caso de S. Alfredo Gallone, mi padre, quien a pesar de haber sido s ido criado en el seno de una familia católica, aunque no practicante, y de hacernos bautizar a todos mis hermanos y a mí; no solo decidió no recibir ningún sacramento s acramento más que el bautismo, sino que también, al mismo tiempo que yo me encontraba en proceso de conversión al catolicismo, él manifestaba su rechazo a los dogmas de fe católica; haciendo en forma privada un acto de rechazo que incluía la excomunión de la Iglesia Católica. Esto originó no solo un problema en nuestra relación de padre e hijo, sino también un tema de constante discusión. Saber que mi padre quedaba totalmente excomulgado y que su postura incurría en un pecado de materia grave, era algo que realmente me afectaba. Como mencioné anteriormente, para el que no cree no existe explicación posible. Se sumergía a un sincretismo religioso que transformaba a la dictadura del relativismo en su propio estilo de vida. Con el tiempo fuimos limando esas asperezas, porque antes que nada existe mi deber de estado, y como hijo debía cumplir el cuarto mandamiento, pero también como hijo me dolía la situación en la que exponía a su propia alma, pero también debía entender que es el Espíritu Santo quién convierte a las personas, y no

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 113 podía hacer otra cosa más eficaz que rezar por su alma y su conversión. Muchos de sus argumentos se basaban principalmente en la negación a los dogmas de fe católicos. Cuestionando las verdades absolutas, y poniendo en tela de juicio a la verdad revelada. La Iglesia Católica reconoce 44 dogmas que son verdades fundamentales de la fe que todo católico debe creer por el solo hecho de ser verdades reveladas, pero todos ellos los podemos encontrar englobados en el Credo de los apóstoles. Cuando digo que todo católico debe creer en ellos, se basa fundamentalmente en el sobre reconocimiento delDios. poder Dios y la acción del Espíritu Santo la Iglesia de Esedeparacleto que Cristo derramó sobre sus apóstoles y que, por medio de ese Espíritu, que es el Espíritu de la Verdad, la Iglesia sigue revelando Verdades de Fe que todo seguidor de Cristo debe creer. Por ejemplo: El dogma de la Creación, el dogma de la Santísima Trinidad, tres personas distintas que conforman Un Solo y Único Dios, verdad de Fe que se encuentra revelada en la Sagrada Escritura; También el dogma de la Doble naturaleza de Cristo, naturaleza humana y naturaleza Divina, el dogma de su resurrección, el dogma de la Inmaculada Concepción de María, que nació sin pecado, su perpetua virginidad, María Madre de Dios, el dogma de Juicio Universal, etc. No se puede ser católico y negar un dogma de fe, ya que estos dogmas que conforman la fe católica, son Verdad Revelada. Es como pensar en un espiritista que no cree en el alma, o en un Imán que no cree en Mahoma. Así de incoherente es pensar que un católico pueda negar un dogma de fe o

 

114 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   mezclar la fe católica con otras doctrinas diferentes. Y como yo siempre le digo a mi padre: “No “No podés  podés creer creer en Cristo Cristo y en Buda al mismo tiempo”.  tiempo”.  Las discusiones con mi padre se tornaban cada vez más hirientes, principalmente cuando yo trataba de argumentar las razones de la fe y recibía como respuesta: - “Sos un fanático” . Pero en la misma conversación me repetía que su grupo de libres pensadores  pensadores  era su propia ‘religión’, contradiciendo a sus propias palabras cuando me decía que no pertenecía a ninguna religión, pero abrazaba las ideas de diferentes creencias y relativizaba las verdades esenciales. Solíafrío recordarle Apocalipsis 3, 15 yfrío 16: o“ Conozco Ccaliente! onozco tus obras: no eres ni caliente. ¡Ojalá fueras Por eso,  porque eres tibio, te vomitaré vomitaré de mi mi boca”.  boca”.  Esta dictadura del relativismo, el cual no existe una verdad absoluta que sea válida para todos los seres humanos, sino que la verdad se construye a cada época, no reconoce nada como definido y deja solo como medida última al propio ‘yo’   y sus apetencias; así lo explicó el entonces Cardenal Ratzinger. Pero esta afirmación la que están envueltos muchos es inverosímil, ya queen se contradice con sus propios argumentos, haciendo del relativismo una posición absolutamente ideológica, siendo justamente lo que tanto condenan, un absolutismo. Tan ilógico como negar que los pájaros vuelen, el relativismo pone en discusión a la propia existencia, ya que absolutamente todo es relativo y no existen verdades absolutas.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 115 Años de discusiones, entredichos y desacuerdos; pero a pesar de todo, siempre lo encomendé a mi padre a la Santísima Virgen María, en su función corredentora ponía en sus manos el alma de mi padre, oraciones que en forma repentina tuvo respuestas. Fue una mañana muy reciente, en mayo del año 2021, en la que mi padre sufrió una insuficiencia cardiaca que le produjo una insuficiencia respiratoria que lo dejó con muy poca capacidad de respirar; sentía que se moría, y ante la desesperación de la muerte inminente sus últimas palabras luego de pedirle a su esposa que llame a la ambulancia, a mbulancia, fueron: “ Señor Señor dame una segunda oportunidad” . Fue internado y el parte médico era realmente desolador. Su corazón ya no resistía más, apenas pude darle mi rosario para luego dejarlo en manos de los médicos quienes realizaron todos los estudios pertinentes. Con el paso de las horas comenzó a mejorar, a ser estabilizado. Los días de internación fueron transcurriendo, y podía visitarlo junto a su esposa y mis hermanos. Al verme me repetía: - Me vi muerto, Dios me dio otra oportunidad. - La Santísima Virgen María está al lado tuyo, agradecele a ella que nunca te abandona y se acuerda de tus visitas al Santuario de Lourdes en Santo Lugares. - le contesté. A pesar de que le envíe un sacerdote para que le imparta los sacramentos necesarios, conformándose con la respuesta de no necesitar nada y agradecerle, el cura se retiró del lugar sin ofrecerle ningún sacramento de urgencia ante el peligro inminente. Al siguiente día me pidió que le lleve un sacerdote para que lo bendiga y aceptó también un escapulario de la Virgen del Carmen que le obsequié y se lo colocó en forma

 

116 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   inmediata. La Virgen María se encuentra presente en su vida, y ésta es una historia que aún no ha terminado. Espera una cirugía a corazón abierto, pero con la fe puesta en Dios, quién a pesar de ser un escéptico empedernido, abrió su corazón a Dios y su amor a la Virgen María floreció como nunca antes en su vida, pues su Santa Madre lo acompaña y lo ama a pesar de sus rebeldías.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 117 APOSTOLADO  APOSTOLADO  Durante el año 2014, el padre Eduardo Castellanos me pidió ayuda para dictar clases de catequesis a jóvenes y adultos en su parroquia. Aunque siempre tuve en mente transmitir todo lo aprendido en los últimos años, nunca imaginé que iba a tener la oportunidad de hacerlo. ha cerlo. Le explique al padre que nunca había realizado ningún curso al respecto para poder aplicar los temas del catecismo a quienes aún no han recibido la enseñanza adecuada para recibir los sacramentos, pero su respuesta fue terminante: - Confío más en vos que en muchos de los catequistas con los que cuento. Si bien me sentí alagado, sabía que esa era una responsabilidad espiritual muy grande, y que por supuesto, algún día iba a tener que rendir cuentas sobre esto. Pero también sabía perfectamente que era Dios quién me estaba poniendo en esa situación, y bajo ningún punto de vista podía esquivar esa misión. Fue así que, al poco tiempo, comencé a dictar clases de catequesis para adultos en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced. Al ser adultos quienes iban a recibir los sacramentos de la Confirmación y la Primera Comunión, no era necesario realizarlo como se hace normalmente con los niños cursando dos años. En esta ocasión, solo es cuestión de ir directamente a los temas importantes de la catequesis, y con las nociones básicas y abriendo plenamente la conciencia para que sepan realmente lo que están recibiendo, era suficiente para que

 

118 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   reciban los sacramentos; utilizando la misma metodología que yo había recibido. Si lo hice bien o mal, algún día lo sabré s abré ya que Dios mismo será mi juez, pero Dios sabe que puse lo mejor de mi para que en muy poco tiempo, quienes se confesaran aprendan a hacer un exhaustivo examen de conciencia, y sepan cómo hacerlo; y quienes tomaban la primera comunión sepan de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y comulguen estando en estado de gracia, advirtiendo que deben estar debidamente confesados antes de comulgar en caso de tener conciencia de haber cometido un pecado mortal. También aquellos que necesitaban el sacramento de la confirmación, necesitaban saber que con ese sacramento confirmaban la fe de bautismo y recibían al Espíritu Santo y con Él, los dones. Luego de que mis primeros catequizados recibieron los sacramentos, me sentí muy frustrado al darme cuenta que sus presencias en la misa del domingo o del sábado por la tarde eran cada vez más esporádicas hasta que sus ausencias eran definitivas, a pesar de haberles enseñado lo que realmente es la Santa Misa y la importancia de asistir a Ella, parecía que el mundo los volvía a llevar a la comodidad de sus hogares y la televisión; recé por sus almas, pidiendo que mis pensamientos sean equivocados y solo hayan decidido cambiar de parroquia, y no se pierdan el precepto. Pero más frustrado me sentí al recibir la lista del siguiente grupo de jóvenes que asistirían al siguiente curso, y al llegar el día, ninguno se hizo presente. Sentí que estaba no solo perdiendo el tiempo, sino que muchas personas pasan de ser irresponsables con sus propias almas a ser irrespetuosas conmigo que había preparados las clases y

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 119 venía de lejos especialmente para dictarlas. Pero el mayor dolor, era saber que la falta más grande la cometían hacia Dios. Ya sabiendo que no tenía a nadie a quién catequizar en la parroquia del barrio militar, solo tenía tiempo para cumplir con mi trabajo y los días domingos oír la misa de precepto y recibir la comunión, previo a realizar una Confesión Sacramental y con la absolución de mis pecados, comulgar dignamente el Santo Misterio. El asunto era que variaba permanentemente los lugares donde asistir a la Santa Misa, primero por no tener una parroquia cercana a mi casa, segundo porque era difícil encontrar una parroquia donde antes de la Eucaristía el sacerdote se disponga a confesar; la mayoría de las Iglesias donde asistía, el sacerdote se apersonaba en el horario de la misa para oficiar la ceremonia en ese preciso momento sin darle la oportunidad a los fieles de realizar previamente una buena confesión; por este motivo, debía hacer largos recorridos en auto hasta encontrar un lugar donde haya sacerdotes predispuestos a escuchar confesiones. En esos tiempos solía concurrir a la Basílica de San José de Flores de la ciudad de Buenos Aires, donde tenía la seguridad de que, durante la misa, había más sacerdotes en los confesionarios escuchando confesiones. Y durante la semana, cumplir con mis respectivas obligaciones tratando de combatir casi sin descanso a las tentaciones que más que nunca se presentaban a mi puerta. Utilizando como armamento para este combate espiritual, el Rosario, que me ayudaba a vencerlas, pues como decía el Santo Padre Pío de Pietrelcina: “Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas” y  “Con el Santo Rosario se ganan batallas”.  batallas”. 

 

120 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Este santo armamento espiritual, este sacramental, no era un simple amuleto o talismán de la suerte como muchos creen. El Rosario es una oración centrada en la cristología, conmemorando, en sus misterios, la vida de Nuestro Señor Jesucristo y su Santa Madre la Virgen María. Fue la Santísima Virgen María quién en el año 1208 se le apareció a Santo Domingo de Guzmán y le enseñó a rezar el Rosario y le pidió que la ayude a yude a propagar esta devoción obteniendo abundantes gracias a quienes lo rezan. Es por ello, que no basta solo con portarlo como si fuera un amuleto o un simple collar decorativo, el sentido de la utilización del Rosario es la oración, pues son los que lo rezan quienes obtienen las gracias prometidas por la Virgen: “Quien rece constantemente mi Rosario, Rosa rio, recibirá cualquier gracia que me pida”, “Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario”, “El Rosario R osario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías”, “ El   Rosario hace germinar germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas”, “El alma que se me encomiende el consideran el Rosario nosus perecerá”, que con devoción rece mi Rosario, Rpor osario, sagrados “El misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracias gracia s si es justo y, en todo caso será admitido adm itido a la vida eterna”, “Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos”, “Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán participes de los méritos bienaventurados”, “Libraré bien  pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario”, “Los hijos de mi

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 121 Rosario gozarán en el Cielo de una gloria singular”, “Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará  prontamente”, “Socorreré en sus necesidades a los que  propaguen mi Rosari o”, o”, “He solicitado solic itado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial”, “Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús”, Jesús”, “La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria”.  gloria”.   Conociendo sus promesas no me podía faltar nunca el Rosario, lo llevaba siempre a todos lados, y cuando podía, lo rezaba. Luego leí sobre las declaraciones que el maligno le habría manifestado al Padre Gabriele Amorth, el principal pri ncipal exorcista del vaticano, quién durante un exorcismo, le preguntó al demonio sobre la Virgen María y recibió como respuesta:  respuesta:   - Ella me enfurece porque es la más humilde de todas las criaturas y  porque yo y o soy el más m ás orgulloso. Porque ella es la más pura de todas las criaturas y yo no. Porque ella es la más obediente a Dios y yo soy el más rebelde. Cuando el Padre Amorth le preguntó porque teme más cuando nombra a María que cuando nombra a Jesucristo, el demonio le contestó: - “Porque me humilla más ser derrotado por una mera criatura que por Él ”. ”. Y al preguntarle que más le enfurece, le contestó:  contestó:   “Ella siempre me frustra porque nunca ha sido tocada por ninguna mancha de pecado”. El padre Amorth también comentó que el demonio le dijo durante un exorcismo: “Cada Ave María del Rosario es para mí un golpe en la cara. Si los cristianos conocieran el poder del Rosario, sería mi fin”. Yo ya estaba convencido de que, para ser un verdadero soldado de Cristo, el Santo Rosario era mi fusil con el que combatiría la guerra espiritual.

 

122 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Siempre con el Rosario en mi cuello, me dirigí en una de mis comisiones de vuelo a la provincia de Jujuy, donde junto al Teniente Primero Sebastián Lamas, perteneciente a la Sección de Aviación de Ejercito de d e Montaña 5, basada en la Guarnición de Ejército de la Provincia de Salta; un gran oficial y gran amigo con el que compartí varias comisiones de vuelo, teníamos que cumplir funciones de apoyo aéreo al Fortín II, Escudo del Norte, manteniendo el helicóptero perteneciente a su Sección, en la provincia de Jujuy durante quince días. Dicha comisión la conformaríamos un piloto y un mecánico de la sección de Salta, y un piloto y un mecánico del Escuadrón al que yo pertenecía. Con Sebastián Lamas solíamos asistir a la misa celebrada en la Basílica San Francisco de Jujuy, donde nos confesábamos con un fraile franciscano que se sentaba, una hora antes del inicio de la celebración de la eucaristía, en la parte posterior del templo junto a un diario el cual leía mientras esperaba a los fieles que deseaban confesarse antes de la misa. Luego, durante nuestro descanso, solíamos rezar juntos el Santo Rosario. Fue en una de estas comisiones a Jujuy en la que, al día siguiente de haberme confesado y comulgado durante la misa del día domingo por la tarde, me levanté temprano por la mañana para encontrarme con Sebastián Lamas para desayunar en el comedor del casino de oficiales del Grupo de Artillería de Montaña 5 (GAM 5), unidad del Ejército que cordialmente nos alojaba. Luego del desayuno, esperamos cada uno en nuestras respectivas habitaciones las órdenes correspondientes. Al no recibir ninguna orden y no tener ningún vuelo previsto, aproveché la oportunidad para, acostado en la cama, rezar la Coronilla Coro nilla a la Divina Misericordia;

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 123 oración que se realiza con un rosario común, comenzando con el rezo de un Padre Nuestro, un Ave María y el Credo, y luego reemplazando las cuentas del Padre Nuestro y Gloria por la oración: “Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el  Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo Nuestro Señor  Jesucristo, como propiciación de nuestr nuestros os pecados y los del mundo entero” , y se reemplaza cada Ave María por la oración: “Por su dolorosa dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”, y al finalizar se repite tres veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.  entero”.  Esta coronilla se la reveló Jesucristo a Santa Faustina Kowalska en el año 1935, y le pidió que cada vez que entre a la capilla, inmediatamente recite la oración que Él mismo le había enseñado: “Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte”, muerte ”, “A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte”, “Oh, que gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se estremecen por quienes rezan esta coronilla”, “A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darlesjunto lo que pidan”, “Escribe: cuando coronilla a losMe moribundos, Me pondré entre elrecen Padreesta y el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador misericord ioso”. ioso”. Las Revelaciones a Santa Faustina Kowalska, la Coronilla a la Divina Misericordia y la Imagen de Jesús Misericordioso, fueron las que me inspiraron a tener una particular devoción y justo en la soledad de una mañana cálida en el norte argentino, en una habitación en la que q ue solo tenía en mente el recuerdo de mi propia madre, a quien extrañaba y me cuestionaba a mí mismo la demora en mi conversión, la omisión

 

124 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   en el auxilio espiritual que mi madre necesitaba y la ausencia de un sacerdote quién pudiera impartirle impartirl e los sacramentos antes de morir, fue cuando me dispuse a rezar por ella esa coronilla. Recostado en la cama le pregunté a Dios dónde y cómo estaba ella, y rogaba por su salvación s alvación mientras repetía sin interrupción las oraciones de la coronilla. Al terminarla, apoyé el rosario en la mesa de luz que se encontraba a mi izquierda junto a la cama e inmediatamente entré como en un profundo sueño; todo a mí alrededor era oscuro, un oscuro profundo, una oscuridad desoladora, pero nada tenebrosa, era una oscuridad confortable. En ese preciso momento observé frente a mí a Emilia Cristina, mi madre, quién me miró sonriendo y extendió los brazos hacia sus costados a la espera de recibir un abrazo de mi parte, corrí inmediatamente sin dudarlo y sin miedo alguno a su encuentro, la abracé, pude sentir palpablemente la piel de sus brazos, esos sobrantes de piel que solía tener en sus brazos, en contacto cálido con los míos, mí os, la miré y le dije: - ¡Mami!… ¿estás bien?... te extraño mucho, te amo …  ¿Estás bien? - le repetí rápidamente por miedo a no tener tiempo de obtener respuesta. Solo me miró y me sonrió a la vez que escuché una voz interna, que fue audible solo dentro de mí, que dijo: - “No le es  permitido hablar”.  hablar”.  Inmediatamente y siempre sonriendo dio media vuelta y se alejó para perderse en la oscuridad que envolvía todo ese extraño lugar. Me

desperté

absolutamente

conmovido

y

miré

directamente el rosario que se encontraba sobre la l a mesa de luz

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 125 dónde hacía un instante lo había dejado al finalizar de rezar, con él, la coronilla a la Divina Misericordia. Tomé mi teléfono celular, no sabía a quién llamar, temía que me tratasen de loco, por eso decidí llamar a mi amigo Juan, mi catequista, quien pudiera darme una explicación a lo que me acababa de acontecer. Al atender el teléfono, le conté con todos los detalles lo que había  había  ‘soñado’. Y su respuesta me dejó un aire de tranquilidad y felicidad que me hizo renovar la esperanza de volver a verla algún día: - Seba, vos a Jesús le preguntaste por tu mamá mientras le rezabas la coronilla a la Divina Misericordia. Bueno, ¡ahí tenés la respuesta! Pasé un tiempo sin contarle esto a nadie, pero después entendí que el poder que tiene la oración no hay que ocultarlo, que todo lo que uno le pide con fe a Dios y es para el bien de las almas, Dios lo concede, a su debido tiempo, en el momento  justo, que que es es el el momento momento de Dios y no el el nuestro; nuestro; Él lo concede. concede. Al poco tiempo, ya me encontraba en Buenos Aires, cuando mi jefe de Escuadrón me confirmó que me enviaría nuevamente una comisión a comisión, Jujuy, pero asignó especialmenteaa mí ya que, en esta juntome al personal de la Sección de Salta debíamos transportar a la Virgen de Urkupiña, que visitaba por primera vez la Argentina, en un recorrido por las provincias de Salta y de Jujuy. Nuevamente preparé mi valija y me dirigí al Aeropuerto Metropolitano “Jorge Newbery” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para emprender un vuelo hacia el Aeropuerto Internacional “Gobernador Horacio Guzmán” de la Provincia de Jujuy. Una

vez allí, me dirigí diri gí al GAM 5 donde me aguardaban a guardaban el resto de la

 

126 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   tripulación y el helicóptero. Al día siguiente, el 9 de julio del año 2014, despegamos hacia la ciudad de Tartagal donde aguardamos una enorme multitud que traía en procesión a la Virgen de Urkupiña con una comitiva proveniente de Quillacollo, a pocos kilómetros de Cochabamba, Bolivia. Desde la Ciudad de Tartagal debíamos transportarla hacia distintos puntos de la Provincia de Jujuy y salta para luego retomar al Aeropuerto Internacional “Martín Miguel de Güemes” de la

Provincia de Salta. Algo que nos tenía preocupados al Teniente Primero Claudio Gilabert, con quién compartía la cabina ca bina en esa ocasión, y a mí, era que la batería del Helicóptero estaba descargada, y el GPU (Unidad de Potencia Terrestre) tenía muy poca carga. Cuando despegamos del GAM 5, utilizando el pequeño GPU que teníamos, le costó muchísimo a la turbina arrancar. Al arribar al Aeropuerto Internacional de Jujuy para reabastecernos de combustible, tuvimos que solicitar apoyo del aeropuerto mediante el uso de un GPU de mayor tamaño; el mismo con el que ponían en marcha los aviones de línea aérea, para poder poner en marcha la turbina de nuestro helicóptero. Pero una vez aterrizados en la ciudad de Tartagal, sabíamos que no contábamos con esa ayuda y sólo contaríamos con el remanente de carga queque tenía batería, el descartando uso de dae nuestro pequeño GPU nolatuvimos tiempo de elvolver cargar. Cuando comenzamos a ver la cantidad de personas que acompañaban a la Virgen, el perímetro que realizaron los bomberos cercando el acceso de los fieles a cincuenta metros del helicóptero, y el cordón de honor hasta la compuerta compuert a lateral trasera izquierda del helicóptero, nos hacía transpirar aún más de los nervios. Con mucho cuidado, luego de sacarnos fotografías junto a la Virgen y al sacerdote que la acompañaba desde Quillacollo, con mucha cautela alojaron alo jaron a la Imagen de la

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 127 Virgen de Urkupiña en el centro de la parte posterior de la cabina de vuelo del helicóptero, y persignándonos, procedimos a realizar la puesta en marcha de la aeronave, pensando que cualquier excusa iba a ser bochornosa frente a la cantidad de fieles que esperaban ver a la Virgen despegar a bordo de un helicóptero militar para continuar su recorrido; pensando también que el papelón de no poder arrancar el helicóptero por falta de batería nos iba a dejar muy mal parados. Llegó el momento de poner en marcha, con el interruptor de la batería conectado, y viendo muy poca carga en el indicador de voltaje, dimos arranque a una turbina tu rbina que, si no se ponía en marcha mar cha en el tiempo deseado, por sobrecalentamiento podríamos quemarla. Para nuestra sorpresa, al accionar el starter, las vueltas de indicación de N1 comenzaron a subir rápidamente como si estuviera energizado por un GPU con co n toda su potencia al completo. En pocos segundos las palas del rotor principal comenzaron a girar sobre nuestra cabeza y sin llegar a los límites de tiempo establecido, superamos los 40% de indicación de N1 para soltar el gatillo de arranque con una turbina totalmente encendida y sin acercarnos a los límites de Temperatura Media de Turbina (MGT), la puesta en marcha fue todo un éxito que nos sorprendió. Miramos a los mecánicos de abordo, quienes se encontraban atrás nuestro, incrédulos tratando de buscarle una explicación razonable ya que era prácticamente imposible poner en marcha el motor en las condiciones en las que se encontraba la batería. Despegamos, en el vuelo que normalmente a esas horas del mediodía en el norte argentino, debido al calor, era esperable encontrar ese aire caliente en ascenso que provoca las turbulencias; pero afortunadamente, el vuelo era absolutamente placentero, la capa de aire laminar en el cual nos desplazábamos nos daba la

 

128 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   sensación de una ruta sin un solo bache. Aterrizamos en la ciudad de Orán, en la provincia de Salta donde pasamos la noche. Aprovechando que nos sobraba el tiempo, descansamos y pusimos a cargar nuestro pequeño GPU para que al día siguiente no volvamos a pasar por la misma situación. Al siguiente día, temprano por la mañana, despegamos desde Orán hacia el Aeropuerto de la Ciudad de Salta, en un vuelo nuevamente placentero a pesar de las altas temperaturas. En cuanto aterrizamos en Salta, otro helicóptero aguardaba el transbordo de la Virgen para continuar con la procesión de la Virgen de Urkupiña por el norte argentino, y nosotros partiríamos nuevamente hacia el GAM 5 en Jujuy para completar los días de comisión por el Fortín II. Al Arribar al Aeropuerto de Salta y luego de d e que el otro helicóptero despegó llevándose a la Virgen y a la comitiva, intentamos poner en marcha el helicóptero, pero ni la batería ni el GPU tenían la suficiente carga para poder darle arranque a nuestra aeronave. Nuevamente con la ayuda de un GPU del aeropuerto, pusimos en marcha el helicóptero y despegamos rumbo a Jujuy. El vuelo fue realmente terrible, gracias a los viejos arneses con los que estábamos atados a la máquina, nuestras cabezas no golpeaban el techo tremenda insoportable. turbulencia que había en lacontra atmosfera, un por vuelola realmente Al aterrizar, inmediatamente le envié un mensaje a mi buen amigo Sebastián Lamas, quién era el piloto del otro helicóptero que se encontraba continuando con la procesión, para consultarle sobre el vuelo y la turbulencia, y para mi sorpresa me contestó: - No Seba, nada de turbulencia, un vuelo realmente muy sereno.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 129 Era evidente que los ángeles venían custodiando a su Reina volando junto a ella. A partir de ese día, día, llevé siempre conmigo conmigo en mi campera de vuelo, una medallita de la Virgen de Urkupiña que me había regalado el sacerdote que la acompañaba. Este mismo sacerdote me confirmó sobre un hecho que yo había visto por Internet que había sucedido cerca de su parroquia. En el año 1995 en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, una imagen de Cristo había sangrado y emanado lágrimas. Este suceso milagroso fue investigado por el Dr. Ricardo Castañón, quién luego de varios días fue testigo de una un a efusión de sangre del ojo izquierdo de la imagen de Cristo, tomando muestra para la correspondiente investigación en un laboratorio en la ciudad de La Paz y otra muestra en un laboratorio en Cochabamba, ambos laboratorios arrojaron los mismos resultados, encontrando hemoglobina sin poder comprobar si la sangre encontrada se trataba de un ser humano o un animal, por este motivo decidió llevar muestras a un laboratorio en los Estados Unidos donde se obtuvo como resultado r esultado la presencia de genes humanos, resultado que fue confirmado posteriormente por otro laboratorio en Australia. Por su investigación, la Iglesia aprobó la veneración de la imagen. Este mismo investigador, en el año 1996, fue asignado para realizar las investigaciones necesarias sobre un milagro eucarístico que había ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires en la l a que, luego de la distribución de la Sagrada Comunión, fue encontrada una Hostia en el piso. El sacerdote de dicha Iglesia la colocó en un recipiente con agua y lo guardó en el tabernáculo. A los l os ocho días del suceso, abrió el tabernáculo y para su asombro, la hostia se había convertido con vertido en una sustancia sangrienta. Dando aviso al Obispo, se ordenó conservar en el tabernáculo a la hostia sangrante, pero con el

 

130 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   paso del tiempo, en el año 1999, la sustancia sangrienta se había convertido en un trozo de carne sangrienta de mayor tamaño. Por este motivo, el arzobispo de Bueno Aires decidió analizarlo científicamente. Así fue asignado el Dr. Ricardo Castañon para realizar r ealizar las investigaciones pertinentes tomando muestras de la misma y las envió a un laboratorio en Nueva York, Estados Unidos, donde un conocido cardiólogo, el Dr. Frederick Zugibe, experto en medicina forense y médico forense determinó que la sustancia analizada era carne y sangre con ADN humano: humano: “El material analizado es un  fragmento del músculo cardiaco que se encuentra en la pared del ventrículo izquierdo cerca de las válvulas. Este músculo es responsable de la contracción del corazón. Debe tenerse en cuenta que el ventrículo cardiaco izquierdo bombea sangre a todas las partes del cuerpo. El músculo cardiaco está en una condición inflamatoria y contiene una gran cantidad de glóbulos blancos. Esto significa que el corazón estaba vivo en el momento en que se tomó la muestra. Creo que el corazón estaba vivo, ya que los glóbulos blancos mueren fuera de un organismo vivo. Requieren un organismo vivo para sostenerlos. Por lo tanto, su presencia indica que el corazón estaba vivo cuando tomópenetrado la muestra. es lomás, blancos se habían en Lo el que, tejido, queestos indicaglóbulos que el corazón había estado bajo un estrés severo, como si el dueño hubiera sido golpeado severamente en el pecho”. Estas pecho”.  Estas pruebas se realizaron frente a dos periodistas australianos que sabían de dónde provenía la muestra analizada y quedaron asombrados ante las palabras del Dr. Frederick Zugibe, quien había analizado la muestra desconociendo su procedencia y confirmando que los glóbulos blancos b lancos tampoco hubiesen hubiesen vivido en cuestión de minutos bajo el agua donde fue guardada la

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 131 muestra durante tres años. El Dr. Frederick Zugibe no tenía explicación científica para explicar este suceso. Y lo más asombroso de esta investigación fue que el mismo Dr. Zugibe Zu gibe le pregunto al Dr. Castañon: “tiene que explicarme una cosa, si esta muestra proviene de una persona que está muerta, entonces, ¿Cómo podría ser que mientras lo examinaba, las células de la muestra se movían y latían? Si este corazón  proviene de alguien que murió en 1996 1996,, ¿Cómo puede seguir vivo?”   sin más, el Dr. Castañon le informó que la muestra provenía de una Hostia Consagrada y que misteriosamente se había convertido en la muestra de carne sangrienta que había analizado. Un misterio inexplicable para la ciencia. Este milagro eucarístico me hizo entender de la importancia del cuidado que debemos tener al comulgar, que cada partícula de esa Hostia Consagrada tiene la totalidad de Jesús Sacramentado; Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo en cada minúscula partícula de esa Hostia. Gracias a mi formación, nunca me atreví a recibir la comunión en la mano, sabiendo que mis manos están sucias; pues vengo de la calle, de manejar mi vehículo o manipular dinero y no se encuentran limpias y consagradas como las manos del sacerdote. También se corre el riesgo de que una minúscula partícula de esa Santa Hostia quede en mi mano y luego caiga al suelo. Aunque la Iglesia autorizó la comunión en la mano, y es un derecho d erecho de los fieles recibirla tanto en la mano como en la boca, yo prefiero recibirla de la forma tradicional, directamente en la boca y que mis manos no tomen contacto con ella, pues no me atrevo a tocarla. No solo eso, también la recibo de rodillas, porque frente a Cristo, toda rodilla de doblega.

 

132 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   iempo es la Comunión en la “El Peor mal de nuestro t iempo mano” Santa Madre Teresa de Calcuta. “Por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo

que está consagrado, ya que el corporal y el cáliz están consagrados, e igualmente las manos del sacerdote para tocar este Sacramento. Por lo tanto, no es licito para nadie más tocarlo, excepto por necesidad, por ejemplo, si hubiera caído a tierra o también en algún otro caso de urgencia”   Santo Tomás de Aquino. “El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el

Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el tar en las manos del sacerdote”   Hijo de Dios aparece sobre el al tar San Francisco de Asís.

Ese año me pareció una excelente oportunidad para solicitarle al padre Eduardo Castellanos que, durante la festividad de Nuestra Señora del Monte Carmelo, consagre a todos los fieles; incluso a mi novia, a mi abuela materna quién ya era muy anciana y a mí, a la Virgen del Carmen. Yo sabía de las promesas que había dado la Santísima Virgen a los carmelitas escapulario.sobre quienes se consagren y lleven puesto el El escapulario de la Virgen del Carmen es un sacramental, es un signo externo de devoción mariano. Un sacramental es un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio de los cuales significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia.

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 133 En el año 1251, la Santísima Virgen María, escoltada por ángeles, se le apareció a San Simón Stock, el General de los Carmelitas, y entregándole el escapulario le dijo: - “Tu y todos los Carmelitas tendréis el privilegio privi legio que quien muera con él no  padecerá el fuego eterno”. eterno”. 

Sabiendo de las promesas de Nuestra Santa Madre a quienes lleven puesto su escapulario, me pareció una u na excelente oportunidad para que se consagren todos aquellos que conocía cono cía y aceptasen mi propuesta de asistir a esta solemnidad, que el padre Castellanos no dudo ni un instante en confirmar la realización de esta consagración e imposición de escapulario en su parroquia. Fue así que muchos de los fieles de todas las edades, algunos catequistas, mi abuela, mi novia y yo, nos consagramos a Nuestra Señora del Monte Carmelo y recibimos la imposición del escapulario de la Virgen Vir gen del Carmen. Con el tiempo, cambié el escapulario de tela por la medalla escapulario que aún hoy llevo siempre puesto en la cadenita en mi cuello junto a una Medalla Milagrosa, una Medalla de San Benito, un Espíritu Santo y una Cruz. En diciembre de ese mismo año, con Gisela decidimos recibir un sacramento más y unirnos juntos a Dios, y con Dios vivir juntos hasta la muerte. Inicié los trámites correspondientes. Fue necesario conseguir un certificado de bautismo, mi único y verdadero bautismo, el que recibí cuando tenía tan solo un año de edad. Consultándole a mi padre el lugar donde me bautizaron, me apersoné ap ersoné a una pequeña capilla donde, según mi padre, fue el lugar de mi bautismo. Para mi sorpresa, se trataba de la Capilla Nuestra Señora de Fátima. La

 

134 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Santísima Virgen María se les apareció a tres pastorcitos el 13 de mayo de 1917 en Fátima, Portugal. Se conmemora un día antes de mi propio cumpleaños, y Gisela es de familia portuguesa siendo todos devotos de la Virgen de Fátima, algo que llamó poderosamente mi atención. El 5 de diciembre nos unimos en Matrimonio. Nos casamos en la Parroquia-Santuario San Marcos Evangelista de la ciudad de Marcos Paz; mismo templo católico donde se casaron los padres de Gisela, la misma parroquia que Gisela me había dicho, cuando recién nos conocimos, que quería casarse tal como lo hicieron sus padres, y a pesar de recibir en ese entonces mi negativa, seis años después estábamos dando el ‘Si’ frente a Dios en ese mismo Santuario. Verla entrar vestida de blanco, blanco , y con el Ave María de Shubert sonando, frente a todos nuestros familiares y amigos, fue uno de los momentos más importantes de mi vida. El padre Sergio, cura párroco amigo de Gisela y de mi suegra, aceptó gentilmente presidir la ceremonia a pesar de pertenecer a otra parroquia, y por supuesto, su puesto, no podíamos unirnos en matrimonio sin la presencia p resencia de Jesús Sacramentado; recibimos la comunión durante la boda. Al volver de la luna de miel y retomar mis rutinas laborales, se me hicieron casi imposibles volver a impartir clases de catequesis, sumado a mi nuevo deber de estado, a mis ausencias debido a las comisiones de vuelo que realizaba y a la la falta de alumnos, ya no era necesario que los fines de semana asistiera a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, aunque muy esporádicamente controlaba la catequesis tradicional que impartían las catequistas a los niños para comunión y confirmación. Pero, a pesar de que ya no era tan necesario que me haga presente para las catequesis, y que mis días como

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 135 catequista ya formaban parte de una etapa finalizada, el padre Castellanos me pidió el favor de preparar a una joven suboficial para que reciba el sacramento del d el bautismo junto a su pequeño hijo. Se trataba de Graciela, Cabo Primero del Ejército Argentino que era cristiana evangélica, y al acompañar a su mejor amiga a una peregrinación a Lujan, parecido a lo ocurrido conmigo, conmovida por la presencia de la Santísima Virgen de Lujan, decidió convertirse al catolicismo y recibir los sacramentos. Y así lo hice; le dicté clases de catequesis a ella y a su hijo para que puedan bautizarse, y ella continuó recibiendo los sacramentos de la comunión y la confirmación. Lo más trascendente de esta historia, es que después de varios años, recibí una llamada por parte del padre castellanos quién me pidió ayuda para preparar a la hermana de Graciela que quería recibir el sacramento del Bautismo. Una joven que padece de cáncer terminal y le pidió a su hermana recibir el sacramento de iniciación cristiana antes de morir. El asunto es que se encontraba internada y hasta no estar establecida en su hogar no podía recibir a nadie. Al mes siguiente, encontrándose en su hogar, ante su malestar físico y un parte médico muy desfavorable que indicaba que en cualquier momento podía acontecer partida, Graciela me dio aviso a viso estado delicado en que susuhermana se encontraba. Pordel este motivo, me comunique con el padre Castellanos para informarle la extrema situación. Ante la necesidad y urgencia, el capellán se dirigió a la casa de Estela Noemí Galarza, la hermana de Graciela, y no solo la bautizó, sino que también le impartió el sacramento de la Confirmación y la Unción de los enfermos, dejando a su alma preparada para su encuentro con Dios. Al poco tiempo, recibí de parte de Graciela, Graciela , el siguiente mensaje a mi teléfono celular: “Hola Sebastián, hoy mi hermana se bautizó y recibió la Unción

 

136 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   de los enfermos. Muchas gracias por ayudar. Mi hermana te manda un gracias enorme. Dice que por que  por fin se siente siente en paz”.  paz”.  Formar parte de estas historias de conversión, plantar la semilla de la verdad y que esa semilla germine y saque frutos; ser ese instrumento, humilde, defectuoso, incorrecto y con conocimientos limitados para transmitir la incomparable e insondable Verdad de Dios enseñada por la Santa Iglesia Católica, es algo que me hace sentir indigno, pero a su vez orgulloso de saber que Dios, a pesar de todo, confía en mí. Y que a pesar de que uno piense que los tiempos de impartir clases de catequesis hayan quedado atrás, uno sigue catequizando día a día, y Dios se vale de nosotros en todo momento y lugar. Como enseña la Sagrada Escritura: “Dios escribe derecho sobre renglones torcidos”.   El 22 de agosto del año 2016 marcó un antes y después en mi vida; nació Sofía Antonia, mi primera hija, quién me hizo el hombre más feliz del mundo y a quién al instante de su nacimiento quise bautizar. Si hubiese sido solo por mí enviaba un sacerdote al sanatorio para que reciba el sacramento de iniciación cristiana lo antes posible, pero mi esposa, con mucha más calma me pidió el favor de esperar a salir del sanatorio para celebrar el bautismo como ella deseaba. Fue así que, al poco tiempo, el padre Sergio, el mismo quién celebró nuestra boda, la bautizó en la Parroquia Santa María de Guadalupe en la localidad de Moreno; siendo la hermana de Gisela, la madrina; y mi buen amigo Juan, el padrino. Y fue consagrada a la Virgen de Guadalupe. Al mes siguiente, mi jefe de escuadrón me asigna como oficial instructor del Núcleo de Instrucción Básica para la

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 137 formación de nuevos soldados voluntarios de la Aviación de Ejército. Al comenzar con la instrucción, un superior me dijo que tenía terminantemente prohibido dar charlas de religión a los postulantes y había que respetar sus creencias, ya que algunos de ellos eran evangélicos y otros eran católicos, pero les faltaba recibir el sacramento de la confirmación. Por supuesto fue una orden que no cumplí, y en los tiempos de descanso, con el apoyo del padre Eduardo Castellanos, les enseñé en forma voluntaria, la catequesis para luego de un tiempo, diez de los aproximadamente treinta soldados que tenía bajo mi mando, recibieron el sacramento de la confirmación, y para mi sorpresa, todos ellos me eligieron como su padrino. Pocos meses después, en una ceremonia de fin de año, recibí formalmente el ascenso al grado inmediato superior, recibiendo por parte de mi jefe de escuadrón las caponas correspondientes al grado de Teniente. En dicha ceremonia se encontraban todas las unidades de la Aviación de Ejército, y al finalizar, mientras me encontraba charlando char lando con el padre Castellanos, escuché a un soldado so ldado pedirme permiso para saludarme; al darme vuelta, todos los soldados a los que instruí se encontraban formados y de a uno me extendían su mano dándome lasorgullo felicitaciones por mi al ascenso, gesto que me llenó el pecho de y sorprendió capellán castrense que se encontraba conmigo. Al año siguiente, tuve que tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida, renunciar al sueño profesional que tuve desde mi infancia y pude alcanzar con muchísimo esfuerzo. Tomé la terrible decisión de irme de baja del Ejército por cuestiones económicas habiendo obtenido la posibilidad de una remuneración mejor que pudiera ayudarme a sostener,

 

138 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e    junto a mi esposa, esta familia que Dios me ha h a encomendado. Con todo el dolor del alma, luego de volar por última vez el extraordinario helicóptero Bell UH-1H, le solicité a mi jefe de escuadrón la baja voluntaria, sabiendo que mis días de d e aviador habían concluido, pero sin saber que, en un futuro muy cercano, nuevamente el Señor me iba a dar la oportunidad de seguir volando, de seguir ejerciendo mi profesión y tener un sueldo digno con que pueda mantener a mi amada familia. Nuevamente Dios me mostraba que seguía al lado mío y no me dejaba caer. Durante el año 2018 mi abuela materna, quién todos conocían cariñosamente como Graciela, pero su verdadero nombre era Gracia Elena; sufrió una fractura de cadera que la llevó directo a un quirófano. Poco tiempo después de la operación fui a visitarla a la clínica donde se encontraba internada acompañado por Fray Mario Villanueva, el sacerdote dominico que celebraba la Santa Misa en la Parroquia Parr oquia San José Obrero, cerca de mi casa, con quien establecí una amistad y con el tiempo se convirtió en mi confesor, pues una vez por semana s emana con mucha paciencia oía mis confesiones y con mucha misericordia me otorgaba la absolución de mis pecados. Este piadoso cura la confesó y le dio la extremaunción. A pesar de los reproches de mi hermana Fiorella quién me decía que nuestra abuela no se iba a morir, hice oídos sordos y sin importar las absurdas opiniones y supersticiones al respecto, decidí que mi abuela reciba los sacramentos, ya que, si bien ellos impactan directamente sobre el alma, también repercuten en el cuerpo. Al poco tiempo de darle el alta, mi abuela tuvo que volver a ser intervenida quirúrgicamente ya que hubo problemas con la prótesis que le implantaron, y a

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 139 pesar de que la operación parecía haber salido como se esperaba, el estado de salud de mi abuela era delicado, su cuerpo ya no soportaba. Por este motivo, una tarde decidí pasar a visitarla a la clínica, estando internada en terapia, al verla tomé conciencia de que estaba próxima a su partida. Al percatarme que tenía colocada una sonda en el cuello, sin dudarlo un instante, saque un escapulario de la Virgen del Carmen que el día anterior Fray Mario me había bendecido y se lo ajuste a su muñeca izquierda, luego con mi rosario recé la Coronilla a la Divina Misericordia junto a ella, quién sin poder hablar me miraba y dejaba caer unas lágrimas de sus ojos. Antes de volver a casa le besé la frente y con mi dedo pulgar le hice la señal de la Cruz. Esa misma noche, en horas de la madrugada me despertó el sonido de mi teléfono celular, de la clínica solicitaban mi presencia sin darme más información al respecto, me cambié rápido y en el camino llamé a mi hermana he rmana Fiorella para que se acerque a la clínica ya que ella vivía mucho más cerca que yo y podía recibir la noticia mucho antes. Cuando estaba a mitad del camino mi hermana me avisó por teléfono que ya se encontraba en la clínica y que nuestra abuela había fallecido. Al llegar pude verla, se encontraba en una camilla y  junto a ella sobre la lecamilla se encontraba el escapulario queapoyado hacía pocas horas había colocado. Mi abuela quedó bajo la protección de Nuestra Señora del Monte Carmelo y rezo por su alma en todas las Eucaristías, su nombre está presente en todas las Santas Misas en las que q ue asisto. El día 6 de julio del año 2020, nuevamente volví a ser el hombre más feliz del mundo. Nació mi segundo hijo, Juan Manuel, que no tardó en ser Bautizado por Fray Mario en la Parroquia San José Obrero y también fue consagrado a la

 

140 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   Santísima Virgen; siendo su padrino, uno de los hermanos de Gisela; y su madrina Clara, la esposa de mi buen amigo Juan. En estos tiempos tuve la gracia de poder ayudarlo a Fray Mario en la celebración de la Eucaristía en su parroquia. A veces solicitaba mi ayuda con la primera lectura y el Salmo o segunda lectura. Pero en ocasiones, lo ayudaba en el altar, con la falta de monaguillos me pidió que acolitara y de esta manera ayudarlo en la celebración. Me sentía indigno de oír la misa ahí mismo a un costado del altar, en muchas ocasiones incluso preparé el turibulo y lo dejaba en condiciones para ser utilizado por el sacerdote bendiciendo con incienso. Fue en estas Eucaristías que pude observar algo que realmente me puso en alerta. Luego de la Consagración del Pan y del Vino, el padre bajó del altar y yo, acompañándolo, sostenía con mucho cuidado la patena para ponerla debajo del mentón de quienes comulgaban. Recuerdo lo mucho que me fastidiaban las personas que ponían sus manos por encima de la patena para recibir la Santa Hostia en sus manos y luego, al volver al altar y comenzar con la purificación de los objetos sagrados, podía observar la gran cantidad de partículas que se encontraban sobre la patena. Era claro que, si yo no hubiese colocado la patena por debajo del mentón de quienes comulgaban, esas partículas hubiesen terminado en el piso. No quise ni pensar en las manos de quienes las pusieron por encima de la patena. Nuevamente entendí de la importancia de comulgar con la debida reverencia, con el debido respeto y con la debida adoración que se merece un Jesús encarnizado que se desangra por nosotros, y nosotros recibimos muy mal predispuestos, muy mal preparados, y casi sin conciencia, el Pan de Vida

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 141 Eterna. Recibimos a un Jesús que se crucifica y resucita todos los días por nosotros, y nosotros lo seguimos azotando y crucificando. Y, aun así, sabiendo que no merecemos absolutamente nada, Cristo nos sigue perdonando y se inmola a si mismo por nuestra salvación.

 

142 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   CONCLUSIÓN La Iglesia Católica Apostólica Romana es acusada de toda clase de vejaciones, es atacada con toda clase de adjetivos, y es criticada incluso por quienes están dentro de ella. Todas las religiones apuntan a ella, señalándola incluso de satánica. Los líderes de todas las denominaciones protestantes apuntan con su dedo acusador hacia Roma, señalando que allí mismo se encuentra la Gran Ramera. La verdad es que durante varios años entendí una cosa: La Iglesia Católica o es la más satánica que jamás haya existido, o simplemente es la verdadera. Sus rituales, sus ceremonias, su liturgia y su solemnidad hacen del culto divino un acto totalmente inadecuado e incluso anticristiano para cualquier protestante que la observe con atención, pero sin conocerla en profundidad. Las acusaciones hacia el Santo Padre, el Papa, son tan constantes como las que recibió el primero de ellos, el apóstol Pedro. La Iglesia Católica recibió, recibe y seguramente seguirá recibiendo ataques de toda índole, pretendiendo muchos cambiar las tradiciones que vienen de los apóstoles como si el paso del tiempo fuera algo que deba estar sujeto a los cambios de la moda. moda . La Iglesia es de Dios,, y Dios no está sujeto al tiempo ni a la moda. La Ley de Dios Dios es perpetua, es decir, es atemporal. Creer en un dios que debe modificar su iglesia aggiornándola y acomodándola a los distintos tiempos de la historia, es pensar en un dios esclavo de una ley que él mismo ha creado, el tiempo. La Iglesia Católica fue batallada, la llevaron a la guerra y buscaron durante dos milenios su destrucción y, aun así, la Iglesia sigue en pie. La sucesión apostólica solo la podemos encontrar en la Iglesia Católica, el Sacrificio Perpetuo del Altar solo lo podemos encontrar en la Iglesia Católica, El canon completo de la

 

E l C a m i n o a l a V e r d a d | 143 Sagrada Escritura solo lo podemos encontrar en la Iglesia Católica, la salvación de las almas solo se puede obtener en la Iglesia Católica. Son muchos los Santos a lo largo de la historia que han dado testimonio de la fe verdadera, todos ellos pertenecientes a la misma Iglesia, santos reconocidos que han obrado milagros en vida y después de su muerte. Incluso muchos de ellos, luego lu ego de su muerte han presentado cuerpos incorruptos, por ejemplo: el Padre Pío, Santa Bernardita de Lourdes, Santo Cura de Ars, San Vicente de Paúl, entre otros. Pero el que más me ha impresionado es el cuerpo incorrupto de San Silvano, muerto degollado en el año 350 d.C. y aun su cuerpo se mantiene intacto 17 siglos después de su martirio. Ruego al Señor que me ayude a prevalecer en la fe verdadera, y que mi humilde testimonio, uno más entre muchos, sirva de instrumento del Espíritu Espíri tu para la conversión de las almas. Que aquellos que viven con esa pregunta existencial sobre la Verdad encuentren esa respuesta en un Dios que desea que lo conozcamos, aunque mejor que conocerlo, como dice Santo Tomás de Aquino, es amarlo. Por eso, amar a Dios primero y luego conocerlo. Este es mi testimonio, un cristiano que primero amó a Dios por sobre todas las cosas, para luego de treinta años, poder conocerlo, y así recibir su Cuerpo y su Sangre, alimentando mi alma con su preciosa Divinidad. Nuestra fe católica, es una fe que no se basa únicamente en creer sin ver y sin ninguna otra respuesta que solo la fe, sino que son muchas las muestras del amor de Dios, que se desespera por la salvación de las almas a tal punto, que nos da numerosas señales milagrosas de su existencia y de su amor,

 

144 | S e b a s t i á n J e s ú s M a r í a G a l l o n e   que nos entrega muchos medios para lograr conseguir esa salvación, para lograr alcanzar a un Cristo que venció a la muerte y con Él prevalecer en la existencia. Sobran los motivos para permanecer en su Iglesia y seguir profesando la fe católica. Por eso, no es lo mismo pertenecer a otra denominación cristiana, sino que es un acto de herejía pública. Rechazar a la Iglesia que fundó Cristo, es rechazar a Cristo. Cuando muchos me dicen d icen que los protestantes también siguen a Cristo, yo les respondo que, seguir a Cristo es obedecerlo, y obedecerlo es permanecer en su Iglesia, que no es más que la Iglesia Católica. Otros critican la institución, las estructuras, las edificaciones, pero luego predican sobre el Templo de Salomón, como si Dios no hubiese ordenado la construcción, la edificación de estructuras. ¡Dios es un Dios de orden, no de caos! Por eso, el único ecumenismo válido es en donde se presentan todos los argumentos y fundamentos necesarios para que nuestros hermanos separados vuelvan a la Iglesia verdadera, que es una sola: Santa, Católica y Apostólica. A postólica. “… La Iglesia es columna y fundamento de la Verdad”.  

(1 Timoteo 3, 15)  15)  ¡Christus Vincit! ¡Christus Regnat! ¡Christus Imperat!

 

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