EL CAMINAR DEL CREYENTE.pdf

May 9, 2018 | Author: Carlos Manuel | Category: Book Of Exodus, Christ (Title), Resurrection Of Jesus, Sin, Adam And Eve
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El Éxodo del Cristiano El camino a la vida en abundancia

Por Jorge Alberto Girón

Iglesia de Cristo Ebenezer

Lugar y Fecha: San Pedro Sula, 27 de enero del 2003

Dedicado a todos lo s “ hijos de Dios” Dios” , lla ll amados para alcanza alcanzarr la l a glor ia de nuestro Señor Señor Je J esucris suc risto. to.

 AGRADECIMIENTOS  Ag  A g r adezc ad ezco o en p r i m er l u g ar al Padr Pad r e p o r s u eterno e incondicional amor, al Rey de Reyes, Jesucristo mi Señor, por su amor manifiesto en la cruz del calvario, y al Espíritu Santo, mi guía, mi consolador, mi maestr maestro o y mi Señor.  Ag  A g r adezc ad ezco o a m i Padr Pad r e Esp Es p i r i t u al Germ Ger m an Ponce, onc e, por enseñarme a buscar a Dios y su verdad, aun en contra del qué dirán; por su liderazgo en constante superación que me guía gu ía en el camino de Dio Dios. s. Gracias a mis Padres Naturales, Jorge y Martha Girón, quienes sembraron en mí, el deseo de ser mejor m ejor cada día. día.  Ag  A g r adezc ad ezco o esp es p eci ec i alm al m ent en t e a m i amad am ada a esposa Marisela, por amarme y ayudarme de manera incondicional; sin su apoyo y motivación, esta obra no hubiese sido posible. Gracias a todos mis hermanos en Cristo de la Iglesia Ebenezer, en San Pedro Sula, Honduras, quienes quienes son so n una un a famili familia a hermo hermosa sa y muy mu y especial especial para mi.

Índice Prólogo ............................... ................................................ .................................. .................................. .............................5 ............5 Introducción ................................ ................................................. .................................. ................................. ....................7 ....7 Capítulo 1 - Nuestro Destino Final .................................. .................................................10 ...............10 Capítulo 2 - Liberados de Egipto ................................... .................................................... .................17 17 Capítulo 3 - Saliendo S aliendo de Egipto .................................. ................................................... ....................23 ...23 Capítulo 4 - Dios cumple lo prometido...........................................28 prometido...........................................28 Capítulo 5 - La ruta no es fácil............................................... fácil........................................................35 .........35 Capítulo 6 – Jehová, Nuestro Único Proveedor.............................. Pr oveedor..............................39 39 Capítulo 7 - El Maná del Cielo ................................... .................................................... ....................45 ...45 Capítulo 8 - Venciendo a Amalec .................................. ................................................... .................53 53 Capítulo 9 - La Mayordomía................ Mayordomía ................................. .................................. ..........................60 .........60 Capítulo 10 - Consagración total ................................... .................................................... .................70 70 Capítulo 11- Cuidado con perder Canaán ................................. .......................................81 ......81 Puntos concluyentes................. concluyentes .................................. .................................. .................................. .....................88 ....88 Apéndice................................ Apéndice................................................. .................................. .................................. ........................89 .......89 El Misterio de la Piedad.......................................... Piedad........................................................... .....................89 ....89 La Familia como Escuela de Amor ................................. .............................................93 ............93 El Misterio de Israel....................................... Israel........................................................ ..............................96 .............96 Bibliografía............................. Bibliografía.............................................. ................................... ................................... ..................... 100

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Prólogo La idea de realizar este libro sobre “El Éxodo del Cristiano” surgió una noche mientras estaba en la sala de mi casa leyendo la Escritura, leía la primera epístola a los Corintios, específicamente en el capítulo 10, donde el Apóstol Pablo habla sobre el éxodo del pueblo de Israel; al leer el verso 11 que dice: “Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos.”; estas palabras resaltaron de una forma especial. Sé que Dios nos habla de muchas formas, pero en esta oportunidad ese versículo “saltó” y vino a mi corazón. De forma inmediata puede entender todo el panorama del éxodo, entonces el libro empezó a tomar forma en mi mente. Como he aprendido durante estos años, siendo hijo espiritual de mi pastor German Ponce, los relatos del Antiguo Testamento son sombra y figura de las realidades que vivimos ahora; y pude ver en ese momento, en la sala de mi casa, cómo el relato del éxodo de Israel es el mismo trato que Dios está realizando con nosotros, su Iglesia (el verdadero Israel de Dios). Vi claramente nuestra realidad, éramos esclavos del diablo en su reino de tinieblas, tan real como lo era el pueblo de Israel en Egipto, y vino el Libertador, nuestro Señor Jesucristo, quien al igual que Moisés, dejó su trono de gloria, se hizo semejante a sus hermanos y peleó contra el diablo triunfando en la cruz del calvario; a través de su muerte y resurrección, nos dio libertad y empezó nuestro “éxodo” a la verdadera Tierra Prometida. Entendí que una vez que aceptamos a Jesús como nuestro salvador, salimos de “Egipto” y empezamos el éxodo hacia Canaán; pero el Canaán que Dios tiene  para nosotros es más que toda la bendición be ndición que q ue hay h ay en e n esta es ta tierra. tierr a. El E l supremo supr emo llamamiento que Dios nos ha hecho es alcanzar la gloria de Cristo, unirnos a Él  por toda la eternidad; este camino cristiano es un proceso proces o donde vamos siendo  perfeccionados para recibir la herencia eterna. La bendición en e n la tierra es una añadidura de vivir esta realidad.

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Luego de esto, volví a leer el capítulo 10 nuevamente, y pude ver la exhortación que hace el Apóstol Pablo en el verso 5: “Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues quedaron tendidos en el desierto.”; entonces comprendí la necesidad de estudiar el relato del éxodo y ver porqué muchos se quedaron postrados en el desierto sin alcanzar la vida en abundancia aquí en la tierra. Siempre me preguntaba por qué algunos cristianos viven en pobreza, en escasez, en tristeza, sin las bendiciones que Dios ha  prometido; y fue ahí mismo, al leer ese verso, que comprendí la realidad r ealidad de las  palabras del d el Señor: “yo vine para darles vida, y vida en abundancia”. Aquí hay dos puntos: primero, Él nos da vida; esto sucede cuando lo recibimos como nuestro salvador; pero segundo, nos da vida en abundancia; pero para esto tiene que formarnos, es un “éxodo” que debemos vivir para alcanzar esta vida en abundancia. Muchos, por desconocer esta realidad, se quedan  postrados en el desierto siendo salvos, pero sin alcanzar las bendiciones de Dios. Luego de ver las realidades que nos revela la Escritura, decidí estudiar el éxodo del pueblo de Israel, sabiendo que es un relato profético, que nos enseña cuál es el supremo llamamiento en Cristo y cómo alcanzar la vida en abundancia que Dios ha prometido. El relato del éxodo nos revela el proceso  por el cual Dios debe llevarnos antes de darnos la herencia que nos ha  preparado desde antes de la fundación del mundo. Sé que será de mucha  bendición para cada uno que lo lea, así as í como lo ha sido para mí. El propósito de este libro es impartir el conocimiento adquirido durante estos meses de investigación, estudio y sobre todo, de vivencias. Pongo a disposición de todo el cuerpo de Cristo lo experimentado en mi vida, conforme a la Palabra de Dios, para que todos podamos entender nuestra meta y el  proceso que Dios está realizando en nosotros no sotros para alcanzarla. A Dios sea toda la gloria. Aleluya. San Pedro Sula, Honduras, 27 de enero del 2003

Jorge Alberto Girón

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Introducción Amado hermano, el propósito de este libro es mostrar el proceso que Dios ha definido en su eterno plan para formar un pueblo con el cual compartirá su amor por toda la eternidad. Ese pueblo es “La Iglesia de Cristo”, una entidad formada por millones de personas que han sido escogidas y llamadas por Dios  para ser hechas conforme a la imagen de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo. A través de este libro, aprenderá que la realidad del evangelio no es simplemente salvación de pecados, es un proceso de preparación que Dios está llevando a cabo para hacernos partícipes de su naturaleza divina. Alcanzar la gloria eterna de Cristo es el supremo llamamiento de cada uno de los que hemos venido a este evangelio glorioso. Dios nos ha escogido para que seamos herederos de su gloria, pero antes debe  prepararnos para poder administrar y gozar saludablemente de ésta. Dice la Escritura que hasta los ángeles anhelan participar de esta gloria que ha sido reservada para nosotros. En este libro veremos el proceso de formación que Dios está realizando en nosotros a la luz de la Palabra, y usando específicamente el relato del éxodo del pueblo de Israel, aprenderemos el camino que lleva a “el verdadero Canaán”. En el relato bíblico del éxodo del pueblo de Israel, Dios nos enseña cómo envió un libertador para sacar a su pueblo de la esclavitud de Egipto y llevarlos a la vida en abundancia que Él había prometido. En el sentido espiritual, este relato revela el propósito eterno de Dios para con nosotros, su pueblo. Jesucristo es el verdadero libertador que el Padre envió a la tierra para sacarnos de la esclavitud del reino de las tinieblas que el diablo gobierna (figura de faraón), y llevarnos a la verdadera vida en abundancia; pero esto no es algo que sucede de la noche a la mañana, es un proceso donde somos preparados, limpiados, santificados y perfeccionados para lograrlo.

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Al escudriñar el relato del éxodo, nos damos cuenta que gran parte del pueblo de Israel terminó postrado en el desierto sin alcanzar la vida en abundancia. Muchos de ellos murmuraron y le atribuyeron despropósitos a Dios por la situación difícil que estaban viviendo, pero el fracaso de ellos se debió a que nunca lograron entender el plan de Dios para sus vidas; un trayecto que, según algunos teólogos, debió durar catorce días, terminaron siendo cuarenta largos años por la ignorancia de ellos. De igual manera, hoy en día, muchos cristianos no logran alcanzar toda la bendición que Dios tiene para ellos por no entender sus propósitos; viven y mueren en el desierto. Amado hermano, ya entendiste esta realidad, el Señor Jesús es el verdadero libertador, quien vino desde el cielo a darnos vida (paso 1) y vida en abundancia (paso 2). Cuando aceptamos su sacrificio en la cruz, recibimos la vida (paso 1), y en ese momento empezó el proceso rumbo a la vida en abundancia (paso 2). Mucho pueblo del Señor ha creído que la vida en abundancia viene inmediatamente después que lo aceptan como su salvador, ¡y ésta ha sido su gran desilusión! No es así, alcanzar la vida en abundancia es un  proceso que puede ser corto o largo. Nuestra comprensión o ignorancia del  proceso influirá en el tiempo que q ue éste pueda durar. El pueblo de Israel estuvo cuarenta años en el desierto porque no comprendió el plan de Dios, en cambio nuestro Señor Jesús estuvo solamente cuarenta días; algo debes tener claro, no hay otra forma de llegar a Canaán sin antes cruzar el desierto, y el tiempo que dure el trayecto depende de ti. Lo acontecido a Israel f ue ue escrito para 1 enseñanza nuestra; el Apóstol Pablo habla del éxodo y declara :

1 Corintios 10 11 Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. Los sucesos acontecidos al pueblo de Israel durante el éxodo, son eventos que sucedieron como ejemplo, pero sobre todo, fueron escritos para nuestra enseñanza. Dios quiere que tú y yo tomemos nota y que comprendamos su  propósito eterno, y poder así alcanzar alcanza r la vida en abundancia aquí en la tierra. Amado hermano, confío en Dios que al terminar de leer este libro conocerás más del amor de Dios y el propósito eterno que tiene para ti; estoy seguro que entenderás el camino que Él ha establecido para poder alcanzar la vida en abundancia. No hay otro camino, no hay elección, Jesús es el camino por el cual somos llevados a la misma gloria eterna. El éxodo del Cristiano no es un camino fácil, es un camino que inicia en el mismo reino de tinieblas donde el diablo gobierna y que termina luego de muchas pruebas y batallas en el trono 1 Las citas bíblicas a lo largo de este libro, son tomadas de la Biblia de las Américas, salvo el caso donde se indica lo contrario.

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celestial; a eso vino nuestro Señor Jesucristo, a sacarnos de la miseria del mundo y trasladarnos a su reino de gloria eterna. Antes de iniciar, veamos de forma general todo el contenido del libro: •





















El capítulo 1 nos habla con detalles sobre el destino final al que hemos sido llamados a alcanzar a través del evangelio. En el capítulo 2 aprenderemos cómo llegamos a estar cautivos en el reino de las tinieblas, conoceremos más de la obra de liberación que nuestro Señor Jesús hizo por nosotros, seremos advertidos de la realidad del pecado en nosotros y el peligro de no sojuzgar la carne. El capítulo 3 es una reflexión para darnos cuenta si realmente hemos salido de Egipto y verdaderamente vamos rumbo a la tierra prometida, conoceremos las demandas de Dios para seguirle. En el capítulo 4 conoceremos de la fidelidad de Dios a su Palabra, y cómo nuestra confianza debe fundamentarse en eso. En el capítulo 5 veremos la realidad del evangelio, un camino para nada fácil, una ruta donde somos formados a través de pruebas y tribulaciones, pero que todas colaboran para nuestro bien. En el capítulo 6 aprenderemos una de las realidades más duras para nuestro ser; Dios quiere que entendamos que Él es nuestro único  proveedor, desea formar fo rmar en nosotros una confianza absoluta ab soluta en Él. En el capítulo 7 aprenderemos la realidad de la dependencia en la Palabra de Dios y la necesidad de permanecer comiendo de ella todos los días de nuestra vida, para poder llegar y permanecer en la vida en abundancia. Dios quiere prosperarnos por la Palabra. En el capítulo 8 conoceremos el mayor enemigo que hay en esta ruta a la vida en abundancia, y ese es nuestra misma carne; debemos aprender a vencerla para que no nos quedemos postrados en el desierto, si no vivimos por el Espíritu, no podremos alcanzar la tierra prometida. Nos daremos cuenta de la necesidad de orar y clamar al Señor. En el capítulo 9, aprenderemos que uno de los obstáculos tremendos en nuestra ruta a la vida en abundancia, es la desorganización de nuestra vida; aprenderemos a definir las prioridades desde el punto de vista de Dios para ser buenos mayordomos. En el capítulo 10 culminaremos con el proceso, aprenderemos la entrega total que Dios demanda de nosotros para unirnos a Él, y compartir su gloria por la eternidad. Resumiremos el camino para ser arrebatados cuando venga en las nubes por nosotros. En el capítulo 11 terminaremos el libro resumiendo algunos puntos que  puedan evitar que sigamos en el camino a la vida v ida en abundancia.

Al que está sentado en el trono y al cordero sea la alabanza, la gloria, el imperio y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final

Capítulo 1 - Nuestro Destino Final

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amos a empezar desde el final, ya que si no sabemos cuál es la meta final que Dios ha establecido para nosotros, no sabremos por dónde ir en nuestra vida. En este primer capítulo aprenderemos para qué nos ha creado y cuál es el supremo llamamiento. Hoy en día, pocas personas buscan descubrir el propósito que Dios tiene para ellos; todos sabemos bien que Él nos creó, pero muchos viven en esta tierra ignorando para qué fueron creados. El pueblo de Israel, por ignorar los planes de Dios para sus vidas, terminó viviendo cuarenta largos años en el desierto y muchos nunca entraron a Canaán, un camino que debió ser corto se les hizo toda una vida. Cuando alguien no ha descubierto el plan que Dios Dios tiene para su vida, corre el riesgo de perder tiempo y esfuerzo haciendo cosas para las cuales no fue llamado, y en cambio, dejar de hacer las cosas que Dios sí quiere que haga. Si tú no conoces el plan para tu vida, estarás tomando un camino equivocado que, aunque a tus ojos tal vez no sea malo, no es el camino que tiene preparado para ti y como consecuencia, no podrás entrar a la verdadera vida en abundancia. Vamos a empezar diciendo que el Apóstol Pablo compara nuestra vida cristiana con una carrera (Hebreos 12:1); toda carrera tiene una meta final, se corre con un propósito bien definido; no conocer la meta sería como correr sin rumbo, así también, si no conocemos la meta de nuestra vida andaremos como un barco a la deriva sin ninguna brújula. Si no conocemos cuál es el propósito de nuestra vida, no podremos ser verdaderamente felices. El Señor Jesús dijo en una oportunidad: “el que no sabe para dónde va, está en tinieblas” (Juan 12:35); el pueblo de Israel no entendió cuál era la meta final a la que Dios los había llamado, ellos creyeron que el propósito de su llamado era terrenal,

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final  pensaban que lo máximo era vivir bendecidos en esta tierra, y Dios quería hacerles entender que el llamado era aún más grande y más trascendental.

Dios es un Dios de propósitos Tú debes saber que Dios es un Dios de propósitos. Él no hace nada sin sentido, en su plan todo está perfectamente diseñado; esto era lo quería hacerle entender al pueblo de Israel, que estaban siendo formados con un propósito y que aun los momentos difíciles que vivían estaban dentro de su perfecto plan; todo lo que permitía, al final sería para su bienestar, pero ellos no lo entendieron; y de igual forma muchos, hoy día, ignoran que las situaciones, aparentemente injustas o de sufrimiento que viven, están siendo todas controladas por Dios y con el propósito de perfeccionarnos para alcanzar la verdadera bendición. La Escritura nos enseña que ni un pájaro cae a tierra tierra sin su permiso, todo está  bajo su control y todo coopera para cumplir sus propósitos; aun el diablo y sus huestes de maldad están sujetos a la autoridad de Dios. Nadie puede hacer nada que Él no permita. Esta es una realidad que debes guardar en tu corazón: todo está bajo el control de Dios. Ahora veamos cuál es el propósito de Dios:

 Romanos 8 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que  son llamados conforme a  su propósito propó sito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también los  predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo , para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos;

Ser hechos a su Imagen La bendición material en esta tierra es parte de las añadiduras, pero el verdadero llamado nuestro es “ser hechos a la imagen del Señor Jesús y compartir su gloria”; ésta es la meta de nuestra vida, éste es el supremo llamamiento, todo lo que vivimos en esta tierra es para ser formados a semejanza de Cristo. Nuestra vida aquí, es como “ir a estudiar una carrera a la universidad”, al final nos graduaremos, pero el título, en este caso, no es de ingeniero, licenciado o doctor, es de “hijo maduro de Dios”. Tal vez creíste que la finalidad de tu vida era vivir cómodamente, tener una familia y colaborar en la obra de Dios; pero éstas son sólo añadiduras. El verdadero  propósito para pa ra el cual hemos hemo s sido creados es ser hechos a la imagen del Señor  para ser parte de su esposa y compartir su gloria por la eternidad; esto fue lo que el pueblo de Israel no pudo entender, creyeron que la bendición era sólo  para esta tierra. Lo que querían era llegar a la tierra prometida; pero nuestro  propósito en Dios es eterno y trasciende aun la mejor vida que podamos tener aquí en la tierra.

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final

El Señor Jesús vino a morir para pagar por nuestros pecados, pero no sólo vino a eso, Él vino a morir para tener a su esposa, la Iglesia; pronto regresará para llevarnos a su gloria, el cielo nos está esperando, el Señor se fue a preparar todo y pronto regresará para culminar el plan de Dios en nosotros:

 Juan 14 1 No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. 3 Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.

El Señor se fue a preparar la boda Amado hermano, Dios quiere bendecirte en esta tierra, pero antes quiere que entiendas la grandeza de tu llamado; Él te ha creado y te está formando para unirte a Él y que heredes su gloria eterna. La bendición en la tierra sólo es la añadidura, por eso el Señor Jesús declaró que busquemos el reino de Dios (que es eterno) y su justicia (ser como Cristo) y todas las cosas (bendición material) serán añadidas. Cristo vino a la tierra, primero a salvarnos del juicio por el  pecado, pero pronto pron to volverá para que estemos en gloria con Él por la eternidad. eter nidad. El Señor Jesucristo fue a hacer todos los preparativos para ese momento en que  juntos compartiremos por la eternidad, Él te escogió para salvarte y justificarte y darte vida en abundancia aquí en la tierra; pero hay algo más grande y es que  primero te escogió para glorificarte junto a Él, pronto volverá y nos iremos con Él los que estemos preparados para esa gloriosa boda. El Señor contó dos parábolas que nos explican estos preparativos y los peligros de no estar listos.

 Mateo 22:2 El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete de bodas para su hijo. Mateo 22:3 Y envió a sus siervos a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir . Mateo 22:4 De nuevo envió otros siervos, diciendo:  Decid a los que han sido invitados: "Ved, ya he preparado mi banquete; he matado mis novillos y animales cebados, y  todo está  aparejado; venid a las bodas." Mateo 22:5 Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a sus negocios, Esta parábola nos cuenta que Dios ha preparado bodas para su hijo, pero los invitados no quisieron venir por sus múltiples ocupaciones. Cuidado hermano, no sea que cuando tu Señor llame con voz de trompeta, tus múltiples ocupaciones te impidan participar de esas bodas. Esto es lo primero que debes

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final conocer: tu realidad como escogido para casarte con Cristo, Él no vino a salvarte por salvarte, Él vino a comprarte para sí. Veamos otro ejemplo:

 Mateo 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Mateo 25:2 Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes… Mateo 25:10 Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban  preparadas entraron con él al banquete de bodas , y se cerró la  puerta. Esta otra parábola nos habla de vírgenes, que por no tener aceite suficiente, por no estar preparadas para las bodas, se quedaron sin participar de ellas. El aceite tipifica al Espíritu Santo y Romanos 5:5 dice que el Espíritu Santo es el amor de Dios derramado en nuestros corazones, es decir, que estas vírgenes insensatas no tenían el suficiente amor por el amado, no estaban esperando su venida y por eso se quedaron sin participar de la gloria eterna. Recuerda que el supremo llamamiento no es recibir la vida en abundancia, esto es una añadidura; el supremo llamamiento es unirnos a Él en un solo ser, ser su esposa  por toda la eternidad; de nada sirve tener todo aquí y perdernos la eternidad, la vida en la tierra es como un segundo en el tiempo comparado con la eternidad. Dios quiere hacernos entender su gran amor para con nosotros, Él nos ha creado para hacernos sus hijos y heredarnos con Cristo, su reino eterno; dice la Escritura que todo lo preparó desde antes de la fundación del mundo, es decir, desde que creó todas las cosas.

 Mateo 25:31 Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en el trono de su gloria; Mateo 25:32 y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos .  Mateo 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Mateo 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

La Figura de Adán Para entender mejor nuestra meta, para conocer realmente cuál es el llamado eterno, usaremos el relato de Adán; éste nos revela el propósito eterno de Dios. La Escritura nos enseña que Dios usa el método de anunciar desde el principio sus planes para el final, tal como lo dice el profeta Isaías.

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final

 Isaías 46 9 Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, Isaías 46:10 que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: "Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré." El relato de la creación en Génesis, capítulo 1 y 2, nos revela la meta final que Dios tiene para nosotros. Al leer el relato, nos damos cuenta de que todo fue creado para Adán, Dios quería que Adán disfrutara y fuera Señor de todo lo creado; pero al leer en Romanos 5:14 vemos que Adán era figura del que había de venir, es decir, de Jesucristo; entonces, a la luz de la Palabra podemos ver que el relato de Génesis es una figura profética que revela el propósito eterno de Dios, ya que todo fue creado, no para Adán, sino para Cristo, quien es el verdadero Adán:

Colosenses 1 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o  poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Todo lo que se dice de Adán, es una figura de lo que realmente se dice de Cristo. Al escudriñar con detalle este relato, encontramos en Génesis 2:18, que luego de crear todas las cosas, Dios ve al hombre y dice: “no es bueno que esté solo”, pero esto simplemente sirve para revelarnos el deseo del Padre, que su hijo tuviera una esposa. Este es el punto central de toda la creación, “formarle una esposa el hijo”; esta esposa es la Iglesia, la prometida del cordero que al final le será presentada, así como Eva fue presentada a Adán y se consumará el matrimonio eterno de Cristo y la Iglesia. El Apóstol Pablo confirma, en su epístola a los Efesios, que el relato del matrimonio de Adán y su mujer sólo revelaba la realidad del plan eterno de Dios de formar esposa para Cristo:

 Efesios 5 31 Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio,  pero hablo con referencia a Cristo y a la Iglesia. Amado hermano, para eso existimos tú y yo, para ser parte de su Iglesia, de su esposa; cuando entendamos esta realidad, estaremos listos para recibir la vida en abundancia. Medita en el caso de Eva, por ser esposa de Adán tuvo derecho a todo lo que poseía Adán, es decir, que la vida en abundancia es añadidura de estar unidos a Cristo, quien es el heredero de todo el universo; así nosotros, en

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final la medida que entendamos la grandeza de nuestro llamado, estaremos en la capacidad de disfrutar plenamente la bendición de Dios. Te diré una tremenda realidad: tú no conociste a Cristo porque quisiste, tú le has recibido porque el Padre te ha destinado para ser parte de su esposa; el Señor Jesús dijo: “nadie viene a mí, si el Padre no lo trae” (Juan 6:44); el plan de Dios es formar a la esposa del cordero, para eso has venido a la tierra, para ser formado y llevado a la estatura del varón perfecto y luego unirte a Cristo en las bodas del cordero. Todo lo que vemos hoy día dejará de ser, aun los ministerios primarios “Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros” dejarán de existir, todo lo que existe en este tiempo tiene el único propósito de servir al desarrollo del plan eterno de Dios, de formar una esposa para el hijo,  por eso nuestra labor ministerial es edificar la Iglesia, la prometida del cordero.

 Efesios 4 11 Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, 12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio,  para la edificación del cuerpo de Cristo;  13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

El Proceso de formación Volviendo al punto de la creación: para formar a la mujer de Adán, Dios tuvo  primero que dormirlo para extraer de su costado una costilla; luego, de esa costilla formó a la mujer. Esto nos revela el proceso de formación de la Iglesia; la Escritura nos enseña que el Señor Jesús durmió (murió) en la cruz del calvario, y mientras dormía le abrieron el costado, saliendo agua y sangre; en ese momento Dios estaba extrayendo la costilla, para luego formar a Iglesia.

 Juan 19 33 pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; 34 pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza,  y al momento salió sangre y  sangre y agua  agua. La sangre y agua presentada aquí, es figura de la costilla que Dios saca de Adán para forma a su esposa; de igual forma la Iglesia es extraída del Señor. Cuando Adán vio a su mujer exclamó: “Esta es carne de mi carne y hueso de mi hueso” (Génesis 2:23), implícitamente vemos que también era espíritu de su espíritu; recuerda que Dios sopló sobre Adán pero no sobre la mujer, ella compartía el Espíritu de Adán; así también, nosotros con Cristo. La Escritura declara que el que se une a Cristo, un espíritu es con Él (1 Corintios 6:17); pero cuando Él vuelva por nosotros, nuestros cuerpos serán transformados a

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Capítulo 1 - Nuestro Destino Final semejanza del suyo, y el Señor exclamará: “Esta ahora es carne de mi carne y hueso de mis huesos”; tendremos un cuerpo semejante al suyo (Filipenses 3:21). Amado hermano, nosotros seremos semejantes a Él (1 Juan 3:2); la sangre y agua representa que compartimos su misma naturaleza. El Apóstol Juan declara en su primera epístola que también el Señor vino de agua y sangre:

1 Juan 5  agua y sangre  sangre , Jesucristo; no sólo con 6 Éste es el que vino mediante  agua y  agua , sino con  agua  y  con  sangre. Y   el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. La sangre y agua tienen mucho significado, estos dos elementos representan la muerte y resurrección del Señor. La Escritura nos enseña que el pacto que hizo Dios con Israel fue sellado con Sangre y Agua (Hebreos 9:19); así también nosotros hemos sido llamados a un nuevo pacto por la muerte y resurrección de Cristo. El punto que quiero enfatizar es que Dios, en este tiempo, está en el  proceso de formación de la Iglesia y al final, así como la mujer fue presentada pr esentada a Adán y se consumó el matrimonio, así también la Iglesia será presentada a Cristo. Esta es la meta de nuestra existencia, este es el verdadero Canaán:

 2 Tesalonicenses Tesalonicenses 2 14 Y fue para esto que Él os llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Con esto no quiero decir que la vida en abundancia aquí en la tierra no sea  parte de la meta; claro que sí, es parte del plan. Dios quiere, aquí en esta tierra, darnos una prueba de lo mucho que nos tiene allá en la gloria eterna. Mientras el pueblo llegaba a Canaán, Dios les daba maná; así nosotros podemos tener un  pan de cada día mientras llegamos a esa gloria eterna. En este “Éxodo del Cristiano” estamos siendo formados para alcanzar la vida en abundancia aquí en la tierra, y la gloria del Señor Jesucristo en el cielo. Tú debes saber que Dios todo lo tiene debidamente planeado, lo que nos resta a ti y a mí es conocer lo que Él quiere hacer con nosotros y dejar que nos prepare para alcanzarlo. El  propósito de este libro es revelar, de forma general, la preparación que Dios hace con su pueblo para cumplir su eterno plan, el cual es unirnos a Cristo en matrimonio eterno y ser coherederos de la gloria eterna.

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto

Capítulo 2 - Liberados de Egipto

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n el capítulo anterior aprendimos que nuestra meta es alcanzar la gloria eterna de Jesucristo; pero antes de empezar el recorrido hacia la tierra  prometida, veamos cómo llegamos a estar esclavos en Egipto y en qué consistió la obra de salvación y liberación que hizo nuestro Señor al venir a morir en la cruz del calvario.

Trasladados al reino de las tinieblas Todos conocemos la historia de la caída del hombre. La Escritura nos revela que la primera pareja (nuestros padres terrenales) fueron engañados por el enemigo, y al obedecerle fueron expulsados del reino de Dios. La tentación que el enemigo puso delante del hombre, fue realmente una lucha de voluntades; el hombre debía decidir entre obedecer a Dios u obedecer al diablo. El enemigo, con astucia venció al hombre, y éste terminó siendo su esclavo, pues la Escritura declara que uno es esclavo del que lo vence (2 Pedro 2:19); así, por su desobediencia, el hombre fue trasladado del reino de la luz al reino de las tinieblas donde el diablo gobierna. Una vez esclavos del pecado y de la muerte, nuestros primeros padres dieron a luz a una simiente que por derecho legal era también esclava, es decir, si los  padres eran esclavos, todos los hijos que tuvieran serían también esclavos; y así continuaría la cadena, los hijos de los hijos continuarían siendo esclavos. La Escritura declara que por un hombre vino el pecado y éste se extendió a todos (Romanos 5:12); así también nosotros, al ser descendientes de sangre de Adán y Eva por nacimiento, éramos esclavos del diablo.

Sólo otro hombre no descendiente de Adán podría luchar Por la victoria que el enemigo obtuvo sobre la primera pareja humana, todos sus descendientes éramos esclavos; el enemigo venció a un hombre, y para recobrar la libertad, otro hombre debería vencerlo; ¿pero quién? Si todos los descendientes de Adán éramos esclavos, sólo podía participar en esa pelea un hombre  que no fuera descendiente de Adán, pero ¿cómo podría ser esto, si

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto todos los hombres descienden de Adán? ¡Imposible!  Sí, para nosotros era imposible; pero no para el Dios todopoderoso, quien tenía una solución: hacerse Él mismo semejante a los hombres (Filipenses 2:7). Este es el gran misterio de la piedad: Dios, manifestado en carne, nacido por obra del Espíritu Santo a través de la virgen María. El Señor Jesús, aunque era Dios, era también un hombre completo; y como no era descendiente de Adán, tenía los requisitos  para pelear contra el diablo y darnos libertad. Ahora, ya todos conocemos el resultado (¡eso espero!); nuestro Señor venció al diablo dándonos libertad. Tal como los que descienden de Adán por la carne y sangre son esclavos, así los que descendemos del Señor (que hemos nacido de nuevo por el Espíritu) somos libres del pecado y de la muerte. Pero quiero decirte algo bien tremendo; mientras el Señor estuvo en la tierra, nunca hizo uso de su divinidad; todos los milagros que el Señor realizó, los hizo como un hombre ungido por el Espíritu Santo. Por eso, su ministerio lo inició cuando el Espíritu Santo vino sobre Él al momento del bautizo y ese mismo Espíritu Santo es el que nos unge ahora para vivir una vida en victoria y libres del  pecado; ese mismo Espíritu Santo nos da el poder y la fuerza para hacer las obras del Señor Jesús, y aun mayores, como Él lo dijo (Juan 14:12).

La Esclavitud del Pecado Amado hermano, es verdad que el sacrificio del Señor en la cruz venció al diablo y a todo el reino de las tinieblas; también es cierto que al recibir a Jesucristo como nuestro salvador, nacimos de nuevo de una simiente incorruptible y fuimos liberados de la esclavitud de la muerte; pero hay una realidad, en nuestro cuerpo de carne y sangre todavía mora el pecado (Romanos 8:3) y si no aprendemos a vivir por la ley del Espíritu, tal como lo dice la Escritura (Romanos 8:2), aun siendo Cristianos nacidos de nuevo, continuaremos siendo esclavos del pecado. El Apóstol Pablo escribe:

 Romanos 6 12 Por tanto,  no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal  para   para que no obedezcáis sus lujurias; 13 ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Esta es una tremenda realidad; recuerda que al pecado lo heredamos de nuestros padres (1 Pedro 1:18), y por la naturaleza caída que aún tenemos, existe la posibilidad de ser esclavizados por el pecado. Debes entender que en nosotros hay dos naturalezas, el hombre nuevo que se va renovando conforme la imagen de Cristo y el hombre viejo que está corrompido, y que si no lo dominamos por el Espíritu, nos arrastrará a la esclavitud del pecado nuevamente.

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto

El pecado que mora en mí Quiero aclararte bien este punto; el Señor Jesús nos dio libertad de la muerte al recibirle como nuestro salvador, y condenó al pecado que está en la carne (Romanos 8:3); pero el pecado sigue en nuestro cuerpo de carne y sangre, y será eliminado completamente hasta el día que nuestro cuerpo sea transformado en un cuerpo de “carne y hueso”, a semejanza del cuerpo del Señor resucitado; no “carne y sangre”, recuerda que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios. Mientras vivimos en este cuerpo, debemos vivir guiados por el Espíritu Santo para poder realmente vivir en la libertad que Cristo vino a darnos. El Apóstol Pablo, en los inicios de su ministerio, supo esta tremenda batalla que cada uno de nosotros debe pelear:

 Romanos 7 20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, en  mí . 21 Así que, queriendo yo hacer el sino el  pecado  que habita en mí  bien, hallo la ley de que el mal habita en mí. 22 Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, 23 pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? El Apóstol Pablo sabía que, aunque era salvo y que a la vida eterna ya la tenía asegurada, mientras no fuera libertado de su cuerpo de carne y sangre, tendría que luchar para no dejar que el pecado, que mora en el cuerpo, lo esclavizara. Más adelante, en el capítulo 8, “venciendo a Amalec”, trataremos más en detalle sobre esta realidad. Esa es la misma lucha que hay en nosotros; en nuestra naturaleza caída está el pecado que nos conduce a hacer todo tipo de actos contra la voluntad de Dios, y es por eso que debemos renovar nuestra mente para no obedecerle.

Antes de Cristo y después de Cristo Antes de conocer a Cristo, éramos esclavos de faraón, y debíamos obedecerle en todo. Vivíamos una vida perdida; algunos, en forma pública, siendo delincuentes o drogadictos; otros, en lo secreto, con terribles vicios escondidos.  Nuestra vida iba degradándose cada vez más, al punto que las cosas que al  principio eran terribles, más temprano que tarde, las terminábamos aceptando como normales; los trastornos eran a todo nivel, servíamos completamente  para complacer todas las lujurias de faraón (el diablo). Ahora que hemos venido a Cristo, el derecho legal que el diablo tenía sobre nosotros, fue quitado. Cristo nos redimió y todos los decretos que nos eran contrarios, fueron clavados en la cruz del calvario; pero es nuestra lucha

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto  personal el decidir si obedecer al pecado o no, pues ya no puede obligarnos, debemos decir si obedecemos al Espíritu, que aunque pudiera, no nos obliga a hacerlo, porque es por amor que Dios nos atrae. El vivir por el Espíritu es duro  para nuestra carne; el Apóstol Pedro escribió sobre esta realidad:

1 Pedro 4 1 Por tanto, puesto que Cristo  ha padecido en la carne , armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, 2 para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. 3 Porque el tiempo ya pasado os es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias , borracheras, orgías, embriagueces y abominables idolatrías. El problema es que muchos no entienden esta realidad; aunque ya tienen el  pasaporte para salir s alir de Egipto por la sangre del cordero c ordero de Dios, deben morir al  pecado para vivir a la nueva nuev a vida en el Espíritu. Si vemos el relato r elato del pueblo de Israel, ellos fueron salvos de la muerte que Dios envió en la décima plaga  por tener la sangre del cordero; esto en figura representa que nosotros somos salvos de la muerte eterna por tener la sangre de Cristo, la cual recibimos al aceptar su sacrificio en la cruz como el cordero de Dios. Pero al ver el relato del éxodo nos damos cuenta que, aun con la sangre protegiéndolos de la muerte, el pueblo seguía en Egipto; fue hasta que cruzaron el Mar Rojo que realmente dejaron la esclavitud de Egipto, esto es figura de la muerte al pecado que nosotros realizamos cuando nos bautizamos.

 Romanos 6 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo  Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha  muerto , ha sido libertado del pecado. 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él, ¡Qué tremendo misterio el bautismo en aguas! Es hasta ese momento que empezamos el camino a la vida en abundancia; nosotros debemos presentar nuestros cuerpos a Dios como vivos de entre los muertos sabiendo que el

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto  pecado ya no tiene poder sobre nosotros a menos que cedamos a sus órdenes; es por eso que necesitamos tomar nuestra cruz cada día. En el momento que no nos morimos a la carne, el pecado empieza a esclavizarnos, queriéndonos regresar a Egipto, pero una vez que pasamos el Mar Rojo ya no podemos regresar. La pregunta es entonces ¿qué sucede si un Cristiano se deja esclavizar  por el pecado nuevamente? nueva mente? La realidad es que regresar reg resar a Egipto no se puede, pu ede, la  puerta se cerró, lo que hará har á es quedarse postrado en el desierto. desier to.

Debemos renovar nuestra mente Amado hermano, qué duro es esta lucha; tratar de dejar un mal hábito o un vicio escondido o aquellas pasiones prohibidas que nadie conoce. Todos los Cristianos pasamos por este proceso y, a menos que renovemos nuestra mente, seguiremos cayendo en pecado. Nuestra mente es el campo de batalla; el enemigo sabe que el pecado mora en nosotros, pero también sabe que no puede obligarnos a pecar, lo único que le resta es tentarnos adardeando nuestra mente, y en el momento que recibimos sus pensamientos, el pecado es concebido trayendo esclavitud a nuestras vidas. Es necesario vivir cada día renovando el Espíritu de nuestra mente a través de la Palabra de Dios, sólo así  podremos hacer frente fr ente a los ataques del de l enemigo y vivir una vida libre, guiados g uiados  por el Espíritu Santo glorificando a Dios en nuestro cuerpo. El Apóstol Pablo logró esta victoria finalmente, por eso pudo proclamar:

Gálatas 2 20 Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. El enemigo buscará doblegar nuestra mente a través de herejías, buscando que hagamos de la gracia de Dios un libertinaje, o que por otro extremo volvamos a los ritos de la ley para que tarde o temprano terminemos nuevamente siendo esclavos de la carne, como el caso de los Gálatas. El Apóstol les hace ver a muchos “cristianos en Galacia” esta realidad; como antes eran esclavos del diablo obedeciéndole en todo, pero ahora por la victoria de Cristo en la cruz, habían sido libertados a una vida del Espíritu, y les reclama porque ahora están siendo engañados para hacerlos volver a los ritos de la ley mosaica.

Gálatas 4 8 Pero en aquel tiempo, cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por naturaleza no son dioses. 9 Pero ahora que conocéis a Dios, o más bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis otra vez a las cosas débiles, inútiles y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados de nuevo.

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Capítulo 2 – Liberados de Egipto

El Propósito de La Ley Al leer el Antiguo Testamento, nos damos cuenta que cuando Dios sacó al  pueblo de Israel de la cautividad de Egipto, lo primero que hizo fue darles dar les una ley con muchas ordenanzas. La primera que encontramos es la celebración de la pascua; como ya vimos, simbolizaba el sacrificio del verdadero cordero de Dios. Juan el bautista dijo, al ver al Señor Jesús: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”; la ley tenía como propósito hacerle ver al  pueblo de Israel su naturaleza pecaminosa y la necesidad nec esidad de ser libertados del  pecado por el sacrificio de Cristo. La ley fue dada para conducirnos a Cristo, quien es la descendencia prometida (a la mujer en Génesis 3:15, y a Abraham Gálatas 3:16), la ley tenía como propósito mostrar la naturaleza pecaminosa del hombre y hacerle ver su necesidad de aceptar el sacrificio de Jesucristo:

Gálatas 3 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la  promesa que es por fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen. 23 Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada. 24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro maestro para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por fe. Esta es la realidad del antiguo pacto, una anunciación de la venida de Cristo.  Nadie puede ni podrá ser justificado justificad o por las obras obra s de la ley, sólo a través de la gracia de Dios que es en la fe en Cristo, somos justificados (Gálatas 2:16,21) y liberados de la esclavitud del diablo. Recuerda que éramos esclavos y sólo un hombre no descendiente de Adán nos podía libertar y eso hizo el Señor. El  pueblo de Israel I srael iba tras la justicia por obras y por eso no la alcanzó (Romanos ( Romanos 9:31-32); y eso busca el enemigo hoy en día, hacer que la gente trate de  justificarse por obras, pero la justicia de Dios sólo la alcanzamos por la fe en Cristo Jesús. El enemigo buscará esclavizarnos haciéndonos poner nuestra confianza en la carne; la lucha interminable del Cristiano es aprender a vivir  por el Espíritu, esta es la vida de fe, este es el evangelio de Dios, morir cada día a los deseos de la carne. La Escritura es clara al afirmar que nadie que  practique el pecado entrará al reino de Dios. Sólo renovando renov ando nuestra mente por el Espíritu, y conociendo la verdad podemos ser libres y vivir en la bendición que Dios quiere darnos. Cristo vino a regresarnos al reino de Dios, nos trasladó del reino de tinieblas a su reino de luz (ver Colosenses 1:9-14); no dejemos que el enemigo nos vuelva a esclavizar por no haber muerto a los deseos de la carne, crezcamos en el conocimiento de Dios cada día para que podamos heredar la vida en abundancia que Dios ha prometido a sus hijos (Romanos 8:17), los que viven guiados por su Espíritu (Romanos 8:14).

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto

Capítulo 3 - Saliendo de Egipto

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n el capítulo anterior aprendimos sobre la obra de liberación que realizó el Señor Jesucristo, y sobre la realidad de vivir por el Espíritu para evitar volver a ser esclavos del pecado. Antes de continuar viendo toda la ruta que debemos recorrer hacia la tierra prometida, quiero llevarte a una reflexión para que podamos comprobar si realmente ya salimos de Egipto. Muchos “cristianos” creen que ya están en el camino a la vida en abundancia, cuando en realidad todavía permanecen cautivos en Egipto; el problema es que el enemigo los ha llevado a una cautividad disfrazada donde aparentemente hay libertad, pero no es así. El propósito de este capítulo es examinar los síntomas y actitudes que manifiestan si están todavía en Egipto.

El trabajo arduo y pesado que nos amarga  Éxodo 1 13 Los egipcios, pues, obligaron a los hijos de Israel a trabajar duramente, 14 y les amargaron la vida  con dura servidumbre en hacer barro y ladrillos y en toda clase de trabajo del campo; todos sus trabajos se los imponían con rigor.  Nota qué tremendo, el pueblo de Israel trabajaba tan arduamente que su vida era completamente amargada; esto es figura de la esclavitud que el diablo tiene sobre sus súbditos a causa del pecado. Cómo contrasta esto con el llamado de nuestro Señor Jesús: “venid a mi todos los que estéis cargados y cansados, que yo os haré descansar”. Jesús no es religión, es una realidad; si tú todavía vives cargado, amargado, frustrado; probablemente no has salido de Egipto, si el trabajo es una carga insoportable, si sientes que la vida con tu familia familia no la aguantas, si tu carácter es terrible, entonces estás bajo la esclavitud de Egipto; no digo que no seas salvo, seguramente ya tienes la sangre del cordero, pero todavía continúas en Egipto (el mundo) siendo esclavo de faraón (el diablo).

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto  No veas ve as tan literal el relato, la esclavitud puede ser en tu trabajo o hasta h asta en tu  propio negocio, donde vives tan afanado por lo material que tu vida se ha hecho insoportable. El diablo ha creado normas en el mundo con el propósito de esclavizar a la gente, por ejemplo si tienes 30 años y no tienes casa, la sociedad dice que eres un fracasado, si no tienes un carro modelo reciente eres un perdedor, o si no tienes un cuerpo como de actor de cine tu vida está acabada. El enemigo ha moldeado el mundo para que la gente viva esclava de la opinión de los demás, de las modas, de los estilos de vidas llenos de vanidad, en fin, esclavos tan cargados y amargados como el pueblo de Israel en Egipto.

Edificando con ladrillos El versículo anterior dice que Faraón hacía que los israelitas edificaran las ciudades con barro y ladrillos; esto nos habla de lo temporal y vano de su trabajo, al ladrillo lo hacían con paja, es decir, estaban edificando cosas que delante de Dios no sirven. El ladrillo nos habla de la búsqueda insaciable del hombre de lograr la vanagloria, de buscar ser feliz separado de Dios. Cuando vemos el relato de la gran rebelión en Babilonia, nos damos cuenta de que los hombres liderados por Nimrod empezaron a construir una ciudad y usaron ladrillos, como los usaba faraón en Egipto.

Génesis 11 3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, fabriquemos ladrillos y cozámoslos bien. Y usaron ladrillo en lugar de piedra, y asfalto en lugar de mezcla. 4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre  famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra. Dice que usaron ladrillo en lugar de piedra. La Biblia declara que Jesús es la  piedra angular del templo que Dios está edificando y del cual nosotros somos  parte como piedras vivas. También vemos que querían hacerse su propio nombre; recuerda que el único nombre dado a los hombres para llegar al cielo es “Jesucristo”. Lo que podemos ver es que estos hombres estaban buscando hacer su propia vida alejados de Dios; eso era también lo que el enemigo  buscaba lograr con el pueblo de Israel en Egipto, tenerlos tan ocupados y  preocupados por su vida en esta e sta tierra que vivieran alejados de Dios. ¿Sabes cuándo ha empezado tu camino a la tierra prometida? ¡Cuando empiezas a edificar en la roca eterna! Cuando los elementos con los que edificas son oro, plata y piedras preciosas, y eso sólo sucede cuando empiezas a poner la Palabra de Dios por obra, aun contra lo que el mundo pueda decir, tú has empezado tu camino a Canaán cuando estás dispuesto a dejar las vanidades

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto que el mundo ofrece, aun a dejar de hacer horas extras, prefiriendo ir al culto a  buscar de Dios que las riquezas que faraón ofrece. Pero si vas de vez en cuando a la Iglesia, si vives afanado por lo material en vez de buscar el reino de Dios y su justicia, cuando en tu vida lo que buscas es adaptarte a las modas y costumbres del mundo, en vez de poner la Palabra de Dios como la base de tu vida, entonces sigues en Egipto y tu Señor no es Jesús; sí, es la verdad, terrible, pero es la realidad. Así lo dijo el Señor:

 Lucas 6 46 ¿Y por qué me llamáis: “Señor, Señor”, y no hacéis lo que yo digo? 47 Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en  práctica, os mostraré a quién es semejante: 48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente rompió contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. Para iniciar nuestro camino a la verdadera vida en abundancia y salir de Egipto, debemos dejar las costumbres y las vanidades del mundo y empezar a confiar en que el Señor suplirá nuestras necesidades, esto es fe y en este camino se vive por la fe (Romanos 1:17); esta confianza en el Señor nos da paz y el reposo que no podemos obtener en el mundo. Algunos confunden la “supuesta prosperidad económica” que tienen, con la vida en abundancia; la verdadera vida en abundancia no consiste sólo de dinero, es paz, gozo, es felicidad que sólo Dios puede darnos, pero para eso debemos estar dispuesto a tomar nuestra cruz y seguirlo a Él antes que a todo lo demás.

Con un pie en el mundo y otro en la Iglesia Amado hermano, mucho pueblo cree que ha salido de Egipto y llaman “Señor, Señor” a Jesús, pero no hacen lo que Él dice en su palabra; el que alguien asista a la Iglesia no significa que esté fuera de Egipto, pues aun faraón permite que sus esclavos vayan a ofrecer sacrificios a la Iglesia siempre y cuando no se comprometan de verdad con el Señor:

 Éxodo 8 28 Y Faraón dijo: Os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificio al Señor vuestro Dios en el desierto,  sólo que no vayáis muy lejos. Orad por mí. Esta es la realidad de muchos, viven con un pie en el reino de Dios, y con el otro en el mundo, dicen servir a Dios y al mismo tiempo andan desesperadamente tras el dinero, se dicen estar en la gracia de Cristo y viven

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto una vida mundana. La Escritura declara que hemos sido escogidos por Dios, sacados del mundo para anunciar las virtudes de Él, pero cómo podrá alguien decir que es Cristiano cuando su amor por las cosas del mundo es manifiesto:

Santiago 4 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Para salir de Egipto necesitamos fe, pero la fe se muestra por sus obras. La Escritura nos enseña que Moisés estando en Egipto gozaba de los placeres del mundo; cualquiera diría que esa era la prosperidad verdadera, pero Moisés, un verdadero “cristiano”, sabía que había una vida mejor que Dios ha preparado  para los que le aman y por eso decidió de cidió dejar todo por seguir a Cristo:

 Hebreos 11 24 Por la fe Moisés, cuando era ya grande,  rehusó ser llamado hijo  de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el  pueblo de Dios , que gozar de los placeres temporales del de l pecado, 26 considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto;  porque tenía la mirada puesta en la recompensa . 27 Por la fe salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible. Fe es caminar por lo que esperamos, no por lo que se ve; fe es estar convencido que Dios tiene reservado para nosotros cosas mejores que las que el mundo nos  pueda ofrecer, fe es caminar en este mundo sabiendo que somos peregrinos y extranjeros, que el mundo pasa y sus deseos también, pero el que decide hacer la voluntad de Dios permanece para siempre ¿has dejado atrás los placeres temporales del pecado y has decidido hacer la voluntad de Dios? Si no es así, todavía continuas esclavo en Egipto.

Afanados con lo material El afán por las riquezas del mundo hace que muchos se olviden del reino de Dios. Es verdad, hay que trabajar para vivir mejor ¡pero no vivir para trabajar!, el diablo quiere tenerte atado, que vivas afanado por tus necesidades materiales, él sabe que este afán hará que dejes de buscar primero a Dios. Mucho pueblo vive una vida con los ojos en la tierra; empiezan a hacer planes totalmente terrenales, su ocupación es la provisión material antes que la espiritual, y el Señor fue claro cuando dijo: (Mateo 6:33) “…buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Nuestro padre celestial sabe lo que necesitamos y ha provisto cosas buenas para sus hijos, el

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto creerle hará que vivamos buscándolo sabiendo que es galardonador de los que le buscan. Recuerdas cuando Dios llamó a Abraham, la primera orden fue: “sal de tu tierra y de tu parentela…”; Abraham aprendió que desde el momento en que Dios lo llamó era un peregrino de esta tierra. La Escritura declara que él esperaba la patria celestial; Jesús les dijo a sus discípulos que no eran de este mundo (Juan 15:19), y que se ocuparan en hacer tesoros en el cielo y no en la tierra porque donde está nuestro tesoro ahí esta nuestro corazón. Muchos dicen que le han entregado su corazón al señor, pero viven anhelando los tesoros de “Egipto”, viven con Egipto en su corazón. Amado hermano, el Señor Jesús dijo que el que está en tinieblas no sabe para dónde va, ¿sabes tú para dónde vas? Muchos están en Egipto porque no saben  para dónde van y les cuesta dejar la gloria que tienen en el mundo. mun do. Recuerdas Rec uerdas el caso del joven rico; no quiso dejar sus riquezas, prefirió vivir cómodamente aquí que gozar de la compañía de Cristo; amado hermano, Dios tiene bendición espiritual y material para nosotros, pero quiere que entendamos que el  propósito de nuestra vida es prepararnos prepar arnos para par a morar con Él por la eternidad, el enemigo buscará hacerte olvidar esta realidad. El Apóstol Pablo decidió, como un verdadero cristiano, dejar toda gloria que  pudo haber tenido en el mundo, y seguir a Cristo sabiendo s abiendo que hay un supremo llamamiento, una meta final que es “la gloria eterna con Cristo”, y eso es mayor que todo lo que el mundo pueda ofrecernos:

 Filipenses 3 7 Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como  pérdida por amor de Cristo. 8 Y aún más, yo estimo como pérdida  todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo  Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como  basura a fin de ganar a Cristo , 9 y ser hallado en El, no teniendo mi  propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la  justicia que qu e procede pr ocede de Dios sobre la base ba se de la fe, 10 y conocerle c onocerle a Él, el poder de su resurrección y la participación en sus  padecimientos, llegando a ser como El en su muerte, 11 a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos. 12 No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Reflexiona en las siguientes preguntas: ¿Has dejado toda la gloria que tenías en el mundo por servir a Dios? ¿Has rechazado el dinero que te ofrece faraón para que “no busques tanto de Dios”? ¿Es tu meta ser mejor cada día y parecerte al Señor Jesús? ¿Es tu principal ocupación buscar el reino de Dios y su justicia?

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Capítulo 3 – Saliendo de Egipto si tus respuestas son afirmativas entonces ya vas camino a la verdadera vida en abundancia.

Capítulo 4 - Dios cumple lo prometido

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uego de aprender en los capítulos anteriores la realidad de dejar Egipto y seguir a nuestro Señor Jesús, estamos listos para continuar el recorrido hacia la vida en abundancia que Dios nos ha prometido. Es importante saber que este camino del evangelio es un camino de fe (Romanos 1:17). En este capítulo conoceremos la fidelidad de Dios a sus promesas, lo que fortalecerá nuestra fe dándonos garantía de confiar plenamente en su  palabra. La Escritura nos enseña que cuando Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto le ordenó que contara a todas sus generaciones lo que había hecho:

 Deuteronomio 4 9 Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos  y a tus nietos. Reflexionemos, ¿Por qué Dios les daría este mandato? ¿Con qué propósito? Uno podría pensar que Dios quería que todos supieran cuán grande y poderoso es y por eso les ordenó que lo contaran a todas sus generaciones; pero la Escritura nos revela que había algo más profundo detrás de este estatuto:

Salmo 78 5 Porque  El estableció un testimonio  en Jacob, y puso una ley en  Israel, la cual c ual ordenó orde nó a nuestros padres que enseñaran a sus s us hijos; h ijos; 6  para que la generación venidera lo supiera , aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, 7 para que

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido

ellos pusieran su confianza en Dios , y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos; Aquí vemos el punto central; Dios le ordenó al pueblo que contara la liberación de Egipto con el propósito que todos ellos y sus descendientes conocieran que Dios cumple sus promesas, esto les haría poner su confianza en Él y en su  palabra. Con la liberación de Egipto Dios estaba cumpliendo la promesa hecha a Abraham:

Génesis 15 13 Y Dios dijo a Abram: Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, donde serán esclavizados y oprimidos cuatrocientos años. 14 Mas yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después saldrán de allí con grandes riquezas. El mismo día, cuatrocientos años después de darle la promesa a Abram como Dios lo había prometido, así lo cumplió. El pueblo de Israel no tuvo nada que ver con el cumplimiento de la promesa, fue una promesa incondicional dada  por Dios; amado hermano, her mano, no fue la fidelidad del pueblo la que hizo que Dios actuara, fue la fidelidad de Dios a su palabra la que lo hizo actuar. A la liberación nuestra, de la esclavitud del pecado, Dios la prometió desde el huerto del Edén cuando le dijo a la mujer que su simiente aplastaría la cabeza de la serpiente (Génesis 3:15). La obra del Señor Jesús no dependió de nuestra voluntad o comportamiento, fue la fidelidad de Dios a su palabra. Debes saber que las palabras de una persona son la expresión de sus  pensamientos, antes a ntes de hablar uno un o lo ha pensado; pensa do; de igual forma for ma la Palabra de Dios es la manifestación de su personalidad. La Escritura declara que tales son los pensamientos que hay en un hombre, así es él; para Dios su palabra lo representa a Él mismo, es su prestigio el que está en juego y David lo sabía:

Salmo 138 (Reina Valera 1995)  Me postraré hacia tu santo Templo y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad, porque has engrandecido tu nombre y tu  palabra sobre todas las cosas. 2

Así es, la Palabra de Dios es la manifestación de su personalidad. Te diré algo  bien atrevido pero que es una realidad, si Dios faltara a su palabra no sería Dios, es imposible que Él falte a su palabra pues es su misma naturaleza, y es  por eso que la Escritura nos enseña que es imposible que Dios mienta (Números 23:19); el cumplirá lo que ha dicho, aunque el cielo y la tierra pasen su palabra no pasará:

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido

 Jeremías 1 12 Y me dijo el Señor: Bien has visto, porque yo velo sobre mi  palabra para cumplirla. Amado hermano, mucha veces nuestra fe decae o disminuye debido a que no vemos que se cumpla la Palabra de Dios, pero recuerda que Él tiene un tiempo y es diferente que el nuestro, Él sabe cuándo la cumplirá, Él nunca llega tarde  pero tampoco llega temprano. Cuando vemos la situación que estamos viviendo, a nuestra mente vienen pensamientos que nos desaniman, pero lo que debemos hacer es lo que hizo Abraham el padre de la fe:

 Romanos 4 19 Y su fe no se debilitó al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 20Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció por la fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. Recuerda que Dios le había prometido a Abraham que sería padre de multitudes; Abraham no consideró su realidad (su cuerpo estaba casi muerto) si hubiese considerado su situación, se habría debilitado con pensamientos como: “cómo podré tener hijos si ya estoy viejo”, “a mi mujer se le pasó el tiempo de  poder tener, para colmo es estéril”; sin duda alguna que se hubiera debilitado su fe, pero dice que él no consideró su realidad, él le creyó a Dios, se convenció de que Dios era poderoso para cumplir lo prometido; esto debemos hacer, no considerar nuestra realidad sino que convencernos de que Dios es  poderoso para cumplir lo prometido. Si hermano, no trates de entender cómo Él lo cumplirá, Él es suficiente Dios para hacerlo. Hay algo que nos sucede a todos; cuando hemos decaído en la lectura de la Palabra de Dios, nuestra fe empieza a flaquear; recuerda que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios, entre menos palabra leamos u oigamos nuestra fe irá en disminución, es necesario conocer cada día más y más la Palabra de Dios; en ella encontramos todas las promesas de Dios y ahora sabemos que Él ha engrandecido su nombre y su palabra sobre todas las cosas. Lo contrario, desconocer lo que Dios ha prometido en su palabra hará que tu fe se debilite cuando vengan las pruebas; el secreto de una fe que alcanza la  bendición es permanecer en la Palabra Palabr a de Dios:

 Juan 15 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,  pedid lo que queráis y os será hecho. h echo.

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido

Este es el secreto, si permanecemos en su palabra nuestra fe aumentará sabiendo que Él cumple lo que promete; al permanecer en la palabra conoceremos sus promesas y aprenderemos a pedir conforme a su voluntad, esto dará como resultado que Él nos conceda lo que pidamos. Pero permanecer es estar constantes, sin movernos esperando su cumplimiento. Dios es fiel a su  palabra, la Escritura nos enseña que las promesas de Dios son Sí y Amén (2 Corintios 1:20); lo que Dios ha prometido darnos Él lo hará, todas sus  promesas se cumplirán y al igual que Josué, cuando lleguemos a la vida en abundancia podremos decir:

 Josué 21 45 No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron. Quiero decirte algunos problemas o actitudes que hacen que las promesas del Señor no se vean en nuestra vida. Recuerda, la Escritura es clara, Él cumplirá lo prometido, Él no puede mentir:

 Números 23 19 d e hombre, ho mbre, para que  Dios no es hombre, para que mienta , ni hijo de se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?

La falta de perseverancia  Hebreos 6 11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, 12 a fin de que no seáis indolentes,  sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas. La paciencia que dice aquí que debe acompañar a nuestra fe, significa “perseverancia”, es decir, constancia en la espera. Al seguir leyendo el capítulo 6 de Hebreos, en el verso 15 dice, “Y así, habiendo esperado con paciencia,  obtuvo la promesa”. Paciencia es la capacidad de soportar y esperar  persistentemente manteniendo la fidelidad. Sí, amado hermano, debes deb es recordar record ar que Dios hace las cosas en su tiempo y no en el nuestro, en este camino debemos correr con paciencia la carrera que tenemos por delante (Hebreos 12:1), es decir, debemos aprender a esperar en Dios; aun en el sufrimiento y las  pruebas debemos de bemos poner nuestra confianza conf ianza en el Señor, la Escritura nos exhorta a esperar con paciencia en el Señor:

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido

Salmo 37 7 Confía callado en el Señor y espérale con paciencia ; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. 8  Deja la ira y abandona el furor; no te irrites, sólo harías lo malo. 9 Porque los malhechores serán exterminados , más los que esperan en el Señor poseerán la tierra . Sé que es difícil esperar; al ver las injusticias, al ver nuestra situación que empeora, al ver los problemas en que estamos, al ver que las metas propuestas no se realizarán y en cambio pareciera que los malos están ganando, pero no es así, todo lo tiene el Señor bajo su control; a veces permite que se den situaciones difíciles para enseñarnos su poder y su amor. Recuerdas la vida del  justo Job, sufrimiento tras sufrimiento, problemas de todo tipo, pero la Escritura nos enseña que esperó con paciencia la bendición de Dios y ésta llegó según lo prometido: Santiago 5 10 Hermanos, tomad como ejemplo de paciencia y aflicción a los  profetas que hablaron en el nombre del Señor. 11 Mirad que tenemos  por bienaventurados a los que qu e sufrieron. Habéis oído de la paciencia  de Job , y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso. Recuerda que paciencia es sinónimo de perseverancia, es decir, debemos continuar firmes en la búsqueda de Dios y su bendición; el Señor Jesús contó la parábola de una viuda (Lucas 18) que de forma insistente y continua clamaba a un “juez injusto” para que le hiciera justicia, y este juez no le hacia caso, pero fue tal la perseverancia, la paciencia de esta viuda, que finalmente el  juez injusto dijo:

 Lucas 18 5 sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia.” 6 Y el Señor  dijo: Escuchad lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles ? Hermano, debemos ser perseverantes en nuestro clamor a Dios. David sabía el secreto de esperar en Dios, de ser perseverante en su oración, David estuvo en situaciones tremendamente difíciles, el mismo Rey Saúl lo perseguía con todo su ejército para matarlo y sin tener refugio alguno, confió, y esperó que el Señor lo librara de sus enemigos, y así sucedió, porque el Señor cumple sus  promesas, Él ha prometido que ninguno de los que en Él confían será avergonzado, y David espero en Él pacientemente, aun contra la adversidad de

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido su vida, aunque los enemigos decían “no hay quien le ayude”, “de esa no se salvará”, “de ahí no se levantará”; no importa en qué situación te encuentres, Él ha prometido darte vida, y vida en abundancia; pero recuerda, es un camino de fe, mantén firme tu fe y agrégale perseverancia y el Señor hará, no trates de ver por dónde, recuerda, Él es poderoso para cumplir lo prometido y cuando lo haya hecho podrás testificar y decir como David:

Salmo 40 1  Al Señor esperé pacientemente, pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi 2  clamor.  Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. 3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el Señor. El Señor permite que vengan situaciones difíciles, que a veces nos causan sufrimiento, porque nos está corrigiendo para realizar su voluntad; debemos confiar en que sus propósitos eternos son buenos, agradables y perfectos, aunque haya tribulación tengamos plena confianza en Dios:

 Hebreos 10 36  Porque tenéis necesidad de paciencia , para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. 37 Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá y no tardara. 38 Mas mi justo vivirá por la fe; y si retrocede, mi alma no se complacerá en el. ¿Sabes por qué debemos tener paciencia? Por amor, sabemos que Él nos ama y  por eso somos más que vencedores. vencedor es. La paciencia es una de las facetas del fruto del Espíritu que es el Amor (Gálatas 5:22), por eso el Apóstol Pablo escribe “El Amor es paciente” (1 Corintios 13:3), es por amor que no nos dejará, Él  prometió estar con nosotros todos los días, y aunque a veces seamos s eamos infieles Él siempre permanece fiel. ¿Sabes por qué David clamaba a Dios y esperaba  pacientemente la respuesta de Dios?, porque él sabía que Dios lo amaba, él sabía que el propósito de la tribulación era corregirlo, prepararlo para la  bendición, por eso Santiago nos dice:

Santiago 1 2 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas  pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, 4  y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis  perfectos y completos, sin que os falte nada.

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Capítulo 4 – Dios Cumple Lo Prometido  No te desesperes hermano, encomienda al Señor tu camino y Él hará, no des lugar para la ira ni para la venganza, confía en Dios, espera en Él y obrará a tu favor. Dios le dijo a Habacuc que aunque la visión tardará, ciertamente se cumpliría (Habacuc 2:3), Él es fiel a sus promesas.

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Capítulo 5 – La Ruta No Es Fácil

Capítulo 5 - La Ruta No Es Fácil

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mado hermano, hasta aquí hemos aprendido de la esclavitud en Egipto, del amor de Dios enviando a su Hijo a libertarnos, y de la fidelidad de su Palabra; ahora iniciaremos el recorrido hacia la tierra prometida, hacia la vida en abundancia que nuestro Señor prometió. Cuando leemos la Escritura nos encontramos con que al salir de Egipto Dios no guió al pueblo de Israel por el camino más corto y fácil:

 Éxodo 13 17  Y   Y sucedió que cuando Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los guió  por el camino de la tierra de los filisteos, aunque estaba cerca,  porque dijo Dios: No sea que el pueblo se arrepienta cuando vea guerra y se vuelva a Egipto. ¡Qué tremendo! Esa es la realidad del evangelio, no es un camino fácil; nota que Dios no los llevó por el camino corto porque dijo “no sea que al ver la guerra les de miedo”, Dios es varón de guerra, su fama es de poderoso guerrero, El no puede aceptar un hijo cobarde por eso debe formarnos a través de muchas pruebas, amado hermano las situaciones difíciles que has vivido lejos de causarte daño han ayudado a que Dios pueda formar en ti el carácter de un verdadero hijo de Dios. Amado hermano, no existe “el evangelio sin problemas”, no existe en la Escritura el mensaje “ven a Cristo y deja de sufrir”; mucho pueblo de Dios anda en busca de un evangelio de comodidades pero no es así de fácil, en este camino siempre habrá problemas, siempre habrá batallas, vivimos en una guerra declarada contra el enemigo y contra el pecado; aquí no hay treguas, ¡si nos dormimos, caemos!, por eso el Señor dijo: “velad y orad”, recuerda que el  plan es prepararnos para la gloria eterna y para eso debemos pasar por pruebas y batallas para ser formados a la imagen de nuestro Señor Jesucristo. El Apóstol Pablo exhortaba a la Iglesia a perseverar en la fe sabiendo que habría dificultades:

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Capítulo 5 – La Ruta No Es Fácil

 Hechos 14 22 fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que  perseveraran en la fe, y diciendo:  Es necesario  que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. La Escritura declara que somos soldados de Dios (2 Timoteo 2:3-4) y como tales debemos ser entrenados; imagina en el mundo cómo son los soldados,  personas disciplinadas durante su entrenamiento, son tratados duramente para formar en ellos un carácter de guerreros, son probados para estar seguros que no flaquearán al momento del combate. Amado hermano, no es fácil ser un soldado, cuando una persona se alista al servicio militar debe permanecer ahí hasta cumplir con todo el entrenamiento, si se sale antes es considerado un desertor, o si no aguanta le dan baja deshonrosa; de igual forma en este camino somos llamados a alcanzar la meta final, pero muchos que no entienden para qué tanta prueba, para qué tanta batalla y terminan postrados, y Dios tiene que llevárselos antes de tiempo, se retiran con baja deshonrosa. La lucha ya nos es entre Dios y el diablo, el diablo fue vencido por el Señor Jesús, la lucha es entre el diablo y nosotros; Dios quiere que nos paremos firmes y en su nombre resistamos todo ataque del enemigo con valentía, Dios quiere que donde alguna vez fuimos derrotados ahí obtengamos la victoria,  por eso vino el Señor Jesús a enseñarnos el camino a seguir; recuerda que el  primer hombre (Adán) fue derrotado por el enemigo y eso hizo que  perdiéramos la vida en abundancia, pero vino el mismo Dios y como hombre venció sobre Satanás para devolvernos el derecho a la vida en abundancia. El camino no es fácil, aunque haya batallas la victoria es nuestra porque en Cristo Jesús somos más que vencedores (Romanos 8:37); Dios quiere que su  pueblo se pare firme y diga confiadamente: “El Señor es mi ayudador no temeré, aunque un ejercito acampe contra mí con todo mi corazón estará confiado en el Dios de mi salvación”. Te tengo una buena noticia, aunque muchas veces estamos viviendo situaciones en nuestra vida que no comprendemos, situaciones injustas y de mucho dolor, aunque parece que entre más buscamos agradar a Dios más difícil se pone todo, problemas en el trabajo, problemas en la Iglesia, problemas en la casa, todo es contradictorio,  pero Dios no te ha dejado, Él prometió estar con nosotros y siempre lo hará, simplemente nos está formando un carácter de guerreros.

Antes de la bendición está la prueba Amado hermano, Dios siempre nos prueba antes de darnos la plena bendición; recordemos la historia de Moisés cuando faraón dio orden de matar a todos los niños hebreos; la mamá lo ocultó y al no poder más hizo un arca de juncos y lo  puso allí. En ese relato vemos la historia de una madre que entrega todas sus

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Capítulo 5 – La Ruta No Es Fácil esperanzas de salvación para su hijo a una pequeña barca, esto fue un momento de angustia y dolor tremendo pero al mismo tiempo un acto de fe y de encomendarlo a las manos de Dios. Luego del sufrimiento de poner a su hijo en las manos de Dios, su hijo le fue devuelto, recordemos que lo encontró la hija de faraón y le pidió a ella (a su misma madre) que lo cuidara; primero vino el sufrimiento para esta madre y luego la felicidad. Así también vemos en la historia de Abraham e Isaac, Dios le pidió que sacrificara a Isaac ¡una tremenda prueba!, Dios se lo había dado y ahora se lo estaba pidiendo, tanto la mamá de Moisés como Abraham sufrieron al momento de hacer el sacrificio de sus hijos, pero Dios se los devolvió y llegaron a ser “hijos de bendición”; esto nos enseña que antes de cada  bendición hay una prueba, antes de la corona de Gloria está la corona de espinas, antes de la exaltación viene la humillación, antes de Canaán está el desierto; es la historia para todos, no hay excepciones, todos debemos pasar  por el desierto para llegar a Canaán. No debemos olvidar para dónde vamos, estamos en las manos del Señor y su plan es llevarnos a su morada celestial,  por eso nos debe preparar para recibirnos en su gloria.

El sufrimiento es para corregirnos Recuerda que Dios quiere que seamos semejantes al Señor Jesús por eso es que nos corrige y nos disciplina:

 Hebreos 12 7 Es para vuestra corrección que sufrís; Dios os trata como a hijos;  porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline?  8 Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos. 9 Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos? 10 Porque ellos nos disciplinaban por pocos nuestro bien, para días como les parecía, pero El nos disciplina para nuestro que participemos de su santidad . 11 Al presente ninguna disciplina  parece ser causa cau sa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de  justicia. El sufrimiento que Dios permite que vivamos no es para destruirnos, es para corregirnos, Él nos disciplina para nuestro bien para que seamos santos pues somos sus hijos, los que son hijos son disciplinados. Él quiere que demos mucho fruto, frutos dignos que glorifiquen su nombre, Él quiere que alcancemos paz y santidad para irnos cuando Él venga.

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Capítulo 5 – La Ruta No Es Fácil Si no entendemos el propósito de las pruebas y de las correcciones, entonces  podemos dar lugar a la amargura, a reclamarle a Dios y hasta creer que qu e no nos ama, esto traerá dificultades a nuestra vida; mejor pongamos nuestros ojos en Jesús el autor y consumador de la fe, Él tiene un lugar preparado para nosotros y nos dará las fuerzas para soportar, no olvides que todas las cosas ayudan a  bien a los que aman a Dios.

Todas las cosas ayudan a bien Consideremos el ejemplo de José, todo el sufrimiento que tuvo que soportar, situaciones injustas, una tras otra, vendido primero por sus hermanos, luego acusado falsamente por la esposa de Potifar, fue a dar a la cárcel, pero él siempre confió en el amor de Dios, en ningún momento reclamó. Lo que hizo fue encomendar su causa a Dios, creía que detrás de toda las injusticias y sufrimientos, estaba la mano poderosa de Dios dirigiéndolo todo, por eso al final José pudo decir estando en el trono:

Génesis 45 7 Y Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación. 8 Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino  Dios; y Él me ha puesto pues to por padre padr e de Faraón Far aón y señor seño r de toda su casa  y gobernador sobre toda la tierra de d e Egipto. José supo que todas las cosas ayudan a bien a los que a Dios aman (Romanos 8:28), nota que les dijo a sus hermanos, “no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí”; qué tremendo hermano, Dios había controlado todas las situaciones que permite en nuestra vida, es para prepararnos para la gloria que viene después. José terminó su vida sentado en el trono, esta es la misma  promesa para par a nosotros, nosotros , pero debemos saber sa ber que antes de la coronación, está la aflicción; antes de la bendición, la prueba, antes de que Dios mandara a Moisés a liberar al pueblo lo pasó por el desierto para hacerlo un guerrero, un vencedor:

 Apocalipsis 3 21 Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono. Hermano, la ruta a la gloria no es un camino fácil, es un arduo proceso donde nos van perfeccionando, donde Dios va formando nuestro carácter, donde nos va limpiando para que nuestras vidas sean un reflejo de su gloria. Antes de la copa rebosante está el valle de sombra y muerte, pero no temas, el Señor está contigo, te infundirá aliento y te dará la victoria.

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Capítulo 6 – Jehová Nuestro Único Proveedor

Capítulo 6 - Jehová Nuestro Único Proveedor

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emos aprendido mucho de la realidad del evangelio, un camino de fe  para nada fácil donde Dios nos va formando paso a paso. En este capítulo veremos la necesidad de conocer a Dios como nuestro  proveedor siendo capaz de suplir nuestras necesidades, pero esto demanda confianza absoluta. Luego de ser libertados poderosamente por la mano de Dios, tú conoces la historia, el mar se abrió y el pueblo pasó al otro lado y cuando el ejército egipcio quiso hacer lo mismo, Dios hizo que el mar se cerrara y todos ellos murieron; fue una victoria sobrenatural completamente, Dios se manifestó a ellos con gran gloria, ellos fueron testigos del poder de Dios y de su fidelidad; luego vemos que Moisés guió al pueblo y entonaron un cántico de victoria:

 Éxodo 15 1 Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico al SEÑOR, y dijeron: Canto al SEÑOR porque ha triunfado gloriosamente; al caballo y a su jinete ha arrojado al mar. 2 Mi  fortaleza y mi canción es e s el SEÑOR, y ha sido para mí salvación; salvación ; éste es mi Dios, y le glorificaré, el Dios de mi padre, y le ensalzaré. Puedes seguir leyendo todo el cántico que va hasta el versículo 21, un cántico donde proclamaban la grandeza de Dios y su obra de salvación a pesar de la oposición de sus enemigos, pero el pueblo no se imaginaba que inmediatamente después Dios los probaría para ver si en verdad confiaban en Él ahora que habían visto su salvación.

 Éxodo 15  22  Moisés hizo partir a Israel del mar Rojo, y salieron hacia el desierto de Shur; anduvieron tres días en el desierto y no encontraron agua.

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Capítulo 6 – Jehová Nuestro Único Proveedor

Peor que en Egipto ¡No tenían agua! Piensa por un momento la reacción del pueblo al estar en el desierto sin agua para sobrevivir, acababan de ser salvados de Egipto y un momento después muriendo de sed en el desierto. Dice que anduvieron tres días y no encontraron agua, esto nos revela que estuvieron buscando pero no había por ningún lado; ¡qué terrible situación! Si meditas en su situación en Egipto, aunque eran esclavos tenían qué comer y qué beber pero ahora ni eso había, las cosas en vez de mejorar se pusieron peor que en Egipto, sin trabajo, sin agua, sin casa, en fin, no era lo que ellos esperaban. Esta historia también es la nuestra, antes de venir a los pies de Cristo muchos teníamos trabajos arduos pero ganábamos aceptablemente, disfrutábamos de ciertas comodidades y placeres del mundo pero al venir al Señor y ser sacados del verdadero Egipto, que es el mundo, nuestra situación empeoró drásticamente al punto que se tiene menos trabajo o en algunos casos hasta el trabajo se perdió, a veces no hay ni qué comer y todas las promesas de  bendición que nos ofrecieron no se s e ven por ningún lado. ¿Cuál es el problema? prob lema? Amado hermano, la realidad es que el camino no es fácil, la situación se pone  bien dura cuando vamos rumbo a la verdadera vida en abundancia; Dios  permite estas situaciones porque quiere probarnos. Volviendo al relato dice finalmente que encontraron unas aguas pero resultaron ser aguas amargas:

 Éxodo 15 23 Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara  porque eran amargas; por tanto al lugar le pusieron el nombre de  Mara. 24 Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo: ¿Qué beberemos? Dios estaba probando al pueblo porque quería enseñarles en quién tenían realmente puesta su confianza, momentos antes habían cantado a toda voz la grandeza del Señor pero ahora ante la dificultad estaban murmurando de Él. Amado hermano, Dios quiere revelarse a nosotros como la única fuente de  provisión y por eso lo primero que necesita nece sita dejar claro en nosotros es que si el no nos ayuda nadie podrá hacerlo. Mira qué tremendo, el agua que encontraron les resultó amarga, ellos en vez de  buscar que Dios les proveyera el agua empezaron a ver dónde la conseguían. Es la triste realidad de la naturaleza caída, lo primero que hacemos ante la dificultad de la vida es buscar ayuda con los hombres, con los bancos, con algún hermano, familiar, o amigo, buscamos que nuestro pastor nos ayude y resulta que ninguno puede sacarnos de la situación crítica que vivimos. En resumen, bebemos un trago amargo con “las aguas que esperábamos”.

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Capítulo 6 – Jehová Nuestro Único Proveedor ¿Te identificas con este cuadro? ¿Tu situación económica empeoró ahora que estas en el camino del Señor? Si es así, ya empezaste tu camino rumbo a la tierra prometida, pero debes saber que de ti depende alargar o acortar el sufrimiento, Dios quiere enseñarnos a confiar plena y absolutamente en Él; Él quiere que ante las pruebas nuestra fe sea el ingrediente que nos mueva y no la confianza en la fuerza y capacidad humana; esto representa este relato, que no había agua y el agua que encontraron era amarga, sólo Dios podía sacarlos de esa situación, cuando reaccionaron y se dieron cuenta de esta realidad dice la Escritura que clamaron a Dios:

 Éxodo 15 25 Entonces él clamó al S EÑOR EÑOR , y el S EÑOR EÑOR le mostró un árbol; y él lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y Dios les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba. Dice que Dios les mostró la solución cuando clamaron y las mismas fuentes que antes habían sido amargas eran ahora dulces; así es hermano, las ayudas empiezan a fluir, la bendición de Dios empieza a ser recibida, pero hasta el momento que sabemos que Él es nuestro único proveedor. Dice que Dios los  puso a prueba, ellos pudieron ver que no confiaban en Dios como realmente creían; el Señor quiere revelar la condición de tu corazón, es en las pruebas donde se manifiesta si confiamos o no en Dios. Si todo va bien, que fácil es decir “en Dios confío”, pero cuando la situación es difícil y no vemos por dónde, allí nos damos cuenta cuánta fe realmente tenemos en Dios.

Dependencia Total de Dios El problema del pueblo de Israel fue no buscar la razón para la cual Dios los había llevado al desierto a vivir una vida incómoda, dolorosa y difícil en gran manera. Para nosotros este es el momento de reflexionar ¿Qué esta haciendo Dios conmigo? ¿Para qué esta permitiendo que viva dificultades económicas, laborales, familiares, espirituales, etc.? Si no lo entendemos, terminaremos murmurando contra Dios, postrados en el desierto y sin alcanzar nunca la vida en abundancia que Él tiene preparada para nosotros. Dios nos revela en su  palabra cual fue el propósito de llevarlos al desierto: de sierto:

 Deuteronomio 8 2 Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor  tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte,  probándote , a fin de saber lo que había en tu corazón , si guardarías gu ardarías o no sus mandamientos. 3 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido , para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan,  sino que vive de todo lo que procede de la boca del Señor Señor.

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Capítulo 6 – Jehová Nuestro Único Proveedor

Este versículo anterior resume el propósito de Dios en nuestras vidas, Él quiere que aprendamos a vivir por lo que su Palabra dice, que nuestra fe esté basada en la bendita Palabra suya. Muchas veces aseguramos tener fe en Dios pero nuestras actitudes manifiestan todo lo contrario ¿Cómo vives tú?, ¿Por lo que ves o por lo que su palabra dice? ¿En quién buscas socorro?, ¿En los hombres o en el Creador que ha prometido ayudarte en cualquier situación que estés?

Una fe viva Reflexiona un poco en la condición de nuestra fe. La Escritura declara:

Santiago 2 26 Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. Una fe viva se manifiesta por obras que la acompañan; si no hay obras, la fe está muerta, es decir, que por tu actitud puedes saber si tienes fe viva o realmente está muerta; por ejemplo, si estás preocupado, temeroso, afligido, angustiado, desesperado, si no puedes dormir pensando en los problemas que tienes entonces tu fe esta muerta. Medita en lo siguiente: ¿Cómo se hace para saber si alguien está vivo? ¡Se le toma el pulso! De igual forma para saber si nuestra fe está viva, se comprueba  por las obras que la acompañan. El apóstol Pablo escribe a los Filipenses (Filipenses 4:6) que por nada estén angustiados, si alguna carga tenemos entreguémosla al Señor. Él tiene cuidado de nosotros, Él dijo que no hay justo desamparado (y tú y yo somos justos por la obra de Jesús), si estoy pasando una situación difícil, gloria a Dios porque Él dijo que todas las cosas ayudan a  bien a los que le aman (Romanos 8:28), y yo le creo a su Palabra. Nosotros debemos mostrarnos confiados y contentos en toda situación porque Dios ha  prometido no dejarnos ni desampararnos; desampararn os; esta actitud de confianza es fe viva. Dios estaba formando al pueblo de Israel para que aprendiera a confiar  plenamente en Él, de igual forma hoy día Él nos está formando para que tú y yo no pongamos nuestra confianza en el hombre o en los recursos que tenemos sino en Él, debemos aprender a vivir por fe; éste es el evangelio de Dios (Romanos 1:17). Amado hermano, el Señor quiere que “Busquemos primeramente su Reino de Dios y todas las demás cosas os serán añadidas”, pero como no ponemos esta verdad por obra, Él ha decidido llevarnos al desierto y hacernos entender la realidad del evangelio. ¿Sabes por qué en el desierto? ¡Porque allí no hay qué comer, qué beber, dónde vivir, dónde trabajar, no hay nada! Entonces aprendemos a depender completamente de sus promesas.

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El Ejemplo del Señor Jesús  Nuestro Señor Jesús nos enseñó cómo actuar en el desierto; nota que Él, al igual que nosotros, lo primero que empezó en su vida en Dios fue siendo  probado en el desierto. La Escritura declara en Mateo 4:1 que fue llevado por el Espíritu al desierto y ante la primera tentación del enemigo de convertir las  piedras en pan Él respondió: “Escrito “Escr ito está, no sólo de pan vivirá el hombre sino de la palabra que sale de la boca de Dios”; esto era lo que Dios quiso hacerle entender al pueblo de Israel durante cuarenta largos años, el Señor Jesús sólo estuvo cuarenta días en el desierto y como sabía cuál era el propósito de haber sido llevado ahí, salió rápidamente. Quiere decir que tú y yo podemos alargar o acortar el tiempo de nuestra formación; entre más rápido entendamos que debemos poner toda nuestra confianza en lo que Dios ha dicho en su palabra entonces podremos avanzar rumbo a la tierra prometida. Es difícil entender esta realidad, a Dios no le hubiera costado nada meterlos de una vez a Canaán, Él no tiene ninguna dificultad para restaurar tu economía o tu familia, Él puede prosperarnos de un momento a otro, recuerda que Él es el dueño de todo, pero ha decidido llevarnos en un proceso de preparación para enseñarnos la realidad de nuestra existencia, a qué propósito nos ha llamado, cuál es la verdadera meta que tenemos, si ignoramos todo eso pensaremos que Dios no nos ama o que nos ha abandonado cuando vienen las situaciones difíciles, pero nada de eso, Él quiere mostrarse como nuestro único proveedor,  pero recuerda, el Señor debe d ebe probarnos para fortalecer nuestra confianza en Él, como un músculo, en la medida que lo ejercitamos se hace fuerte.

El Árbol Cortado Hay otro elemento en esta prueba, y es el árbol que fue cortado para endulzar las aguas, leamos nuevamente el versículo:

 Éxodo 15 EÑOR , y el S EÑOR EÑOR le mostró un árbol; y él lo 25 Entonces él clamó al S EÑOR echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y Dios les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba.  Nota que dice que qu e un árbol fue cortado y arrojado arr ojado a las aguas ag uas amargas a margas y éstas se hicieron dulces, esto nos habla del sacrificio de Cristo, Él fue “el árbol” que endulza nuestra vida; amado hermano, sin el Señor Jesús nuestra vida es triste y amargada, pero con Él toda tiene un aspecto bello. La Escritura nos enseña que el Señor Jesús es el árbol cortado que llevó el castigo que merecíamos. El  profeta Isaías habla sobre esta e sta verdad:

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Capítulo 6 – Jehová Nuestro Único Proveedor

 Isaías 53 8 Por opresión y juicio fue quitado; y en cuanto a su generación, ¿quién tuvo en cuenta que Él fuera  cortado  de la tierra de los vivientes por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida? Él llevó nuestra culpa y nuestras enfermedades (Isaías 53:4), Él llevó todo nuestro castigo, toda la amargura de nuestra vida, Él la cargó; recuerda que en la cruz le dieron vino mezclado con mirra (Marcos 15:23), simbolizando la amargura que cargó por nosotros, también llevó nuestra pobreza tal como lo escribe el Apóstol Pablo a los Corintios:

 2 Corintios 8 9 Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que  siendo  rico , sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos. El Sacrificio de Cristo no sólo fue el pago por nuestros pecados para darnos vida eterna, por su sacrificio también tenemos derecho a la vida en abundancia que Él nos prometió pero necesitamos creerlo. Dios quiere que al igual que Moisés clamemos para que nos muestre todo lo que hemos recibido por el sacrificio de Cristo y que como hijos de Dios tenemos derecho a reclamar. Una de las funciones del Espíritu Santo es darnos a conocer todo lo que el padre nos ha dado por la gracia de Jesucristo:

1 Corintios 2 12 Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha  dado gratuitamente  dado gratuitamente , Tienes que saber que para recibir la herencia debemos madurar, y es el  propósito de las pruebas formarnos para que aprendamos a confiar completamente en la Palabra de Dios. Él está ansioso por bendecirnos, de nosotros depende el tiempo que queremos pasar en el desierto, ¿40 años como el pueblo de Israel que no entendió, o 40 días como nuestro Señor Jesús? La madurez a la que hemos sido llamados alcanzar es la de Cristo, entonces para recibir la herencia, debemos actuar como Él, permanecer firme en la Palabra de Dios. Entre más rápido aprendamos las realidades que Él quiere enseñarnos, más rápido recibiremos la vida en abundancia aquí en la tierra, y mucho más en la vida eterna.

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo

Capítulo 7 - El Maná del Cielo

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omo vimos en el capítulo anterior, Dios demanda de nosotros confianza absoluta, eso es lo que busca hacernos entender a través de las situaciones difíciles que vienen a nuestra vida. En este capítulo hablaremos sobre el maná que les envió para su sostén cada día, mientras estuvieron en el desierto. Dice el relato que después de la prueba en las aguas de mará, vino otra prueba al continuar su camino, no encontraron alimento, y volvieron a murmurar:

 Éxodo 16 2 Y toda la congregación de los hijos de Israel  murmuró  contra  Moisés y contra Aarón en el desierto. 3 Y los hijos de Israel les decían: Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra  de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando cuando  comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Amado hermano, recuerda que todo este relato del éxodo, como nos dice 1 Corintios 10:11, es para que aprendamos a evitar los problemas que ellos vivieron. Dios quiere bendecirnos completamente, pero antes tiene que  prepararnos, si no asimilamos esta verdad, podemos caer en desesperación, y terminar murmurando contra Él, y como consecuencia terminar postrados en el desierto como muchos del pueblo que terminaron sin haber entendido. El pueblo, al verse ante la situación de escasez, empezó a renegar y maldecir, decían que era preferible haber muerto viviendo de placeres en Egipto, que estar en el desierto. Yo no se cuál sea tu situación, pero ante la dificultad económica, familiar, sentimental o conyugal, debes saber que Dios quiere  bendecirte, y llevarte a una vida de abundancia plena, pero antes, debe grabar en tu corazón, la verdad del evangelio. El relato continúa diciendo que el Señor les envió pan del cielo en respuesta a su necesidad:

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo

 Éxodo 16 4 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:  He aquí, haré llover pan del  cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la  porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley.

La Palabra que desciende del Cielo Medita en lo siguiente, Dios pudo hacer que el pan saliera de la tierra, o de un árbol, o que simplemente apareciera allí, ¿Por qué tuvo que hacer que descendiera del cielo? Porque el Señor quería hacerles entender, que debían vivir por su Palabra “que desciende del cielo”, y que es enviada para lograr en nosotros los propósitos que Él tiene preparados:

 Isaías 55 10 Porque  como descienden de los cielos  la lluvia y la nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar,  dando semilla al sembrador y pan al que come, 11 así  será mi palabra que sale de mi boca , no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié. Dios quería enseñarles a depender de su Palabra; recuerda que este camino es de fe, todas las pruebas y situaciones de la vida tienen como propósito enseñarnos a depender de Dios, confiando plenamente en su Palabra. El maná les era provisto todos los días, de igual forma, el maná no era diferente, ni tenia otro sabor, dice que era dulce; recuerda lo que le dijeron al Apóstol Juan en el Apocalipsis: “cómete el libro, será dulce en tu boca”. A la Palabra hay que comerla, hacerla parte de nuestro ser. El propósito de llevarlos a la escasez, era mostrarles que debían depender, no del pan (recursos) que se encuentra en el mundo, sino de aquel pan que desciende del cielo, de su Palabra:

 Deuteronomio 8 3 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido,  para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan , sino que vive de todo lo que  procede de la boca del SEÑOR.

El Señor Jesús es el Verdadero Pan del Cielo La base de la vida cristiana es la declaración que Jesucristo vino a la tierra a morir por nosotros para perdón de nuestros pecados, y que también resucitó  para darnos vida eterna, ese es el fundamento de nuestra fe, creer en Dios,

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo creer lo que ha dicho en su Palabra. El Señor Jesús declaró que es el pan del cielo, que da vida:

 Juan 6 32 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo:  no es  Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo . 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. 34 Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Al leer el evangelio de Juan, nos damos cuenta que Jesucristo es el verbo que tomó un cuerpo de carne2 , por eso continúa diciendo que es necesario comer su carne y beber su sangre para permanecer en Él, y tener vida eterna:

 Juan 6 41 Por eso los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo…48 Yo soy el pan de la vida. 49 Vuestros padres comieron el  maná  en el desierto, y murieron… 50  Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él,  no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré  por la vida del mundo es mi carne… 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera permanece en mí bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece  y yo en él . Ellos no entendieron que el Señor se refería a su Palabra, y dice que muchos se retiraron, aun sus discípulos murmuraban (Juan 6:61); amado hermano, el ignorar la realidad del evangelio hará que algunos se queden postrados en el desierto, el Señor quiere que entendamos que su Palabra es la que nos da vida, Él es la palabra hecha carne, por eso Pedro terminó diciendo:

 Juan 6 68 Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes  palabras de vida eterna. Dios quiere hacernos entender que debemos buscar su Palabra cada día, el Apóstol Pedro declara que deseemos la leche pura de la Palabra para crecer (1 2

 Ver Apéndice, “El Misterio de la Piedad”

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo Pedro 2:2), pero en Hebreos 5:13-14 se nos enfatiza que debemos ponerla por obra. Amado hermano, el mundo pasa y sus deseos, pero la Palabra de Dios  permanece para siempre. El Señor Jesús dijo que fuera de Él nada podemos (Juan 15:5), pero permanecemos en Él por su Palabra (Juan 15:6-7); el que “come y bebe su Palabra permanece en Él”, y tiene vida eterna. Es por su Palabra que Dios nos ha hecho nacer de nuevo a una vida eterna:

1 Pedro 1 23 Pues habéis nacido de nuevo , no de una u na simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir,  mediante la Palabra de Dios que vive y permanece . El relato del éxodo nos dice que finalmente llegaron a Canaán, es decir, habían terminado su preparación en el desierto, y entonces dejó de caer el maná.

 Éxodo 16 35 Y los hijos de Israel comieron el  maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; el maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán .

Prosperados por la Palabra El Maná del día lo necesitamos para llegar a Canaán. Amado hermano, no hay otro medio para llegar a la verdadera vida en abundancia que no sea la Palabra de Dios; Dios quiere llevarnos a una vida próspera, antes debe formarnos, pero lo hace a través de su Palabra, sin la Palabra no hay madurez, sin madurez no  podemos recibir la herencia de Dios (Gálatas 4:1); este es un camino de fe,  pero de fe en su s u Palabra, recuerda que la fe sin obras obra s es muerta, debemos poner  por obra su Palabra, esto hará que q ue alcancemos la vida en abundancia. abundanc ia. Esta debe ser nuestra búsqueda diaria, recibir de Dios “el pan nuestro cada día”, ese pan que bendice integralmente nuestro ser dándonos restauración y  prosperidad en todo. Al entrar a Canaán Dios le dijo a Josué la realidad de  poner por obra la Palabra para par a ser próspero en todo:

 Josué 1 8  Este libro de la ley no se apartará a partará de tu boca , sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de  hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. El Señor quiere que todo su pueblo alcance la vida en abundancia que Él vino a darnos aquí en esta tierra, pero el método es a través de la Palabra, por eso vemos que la gran comisión no es hacer creyentes, sino hacer discípulos, es

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo decir, creyentes que conocen y ponen por obra la palabra del Maestro, debemos volver a la realidad del discipulado, la Iglesia del principio crecía en  palabra, y el número de los discípulos aumentaba au mentaba (Hechos 6:7).

El verdadero camino a la bendición Hoy día, el pueblo del Señor anda buscando métodos para ser prósperos en todo, se hacen cursos de finanzas, de administración, etc. pero sólo hay un camino para alcanzar la prosperidad, y es conocer, entender, y poner por obra la Palabra de Dios, cuando Dios sacó al pueblo de Israel les dijo (Deuteronomio 29:9): “Guardad, pues, las palabras de este pacto y ponedlas en  práctica, para que prosperéis prosper éis en todo lo que hagáis”. La pregunta es, ¿Por qué Él ha establecido este método para prosperarnos? Si la Escritura declara que es el dueño de la tierra y su plenitud, que suyos son el oro y la plata, Él no tiene ningún problema en hacernos ricos en un momento, ¿qué es lo que busca entonces a través del método de poner por obra la Palabra? Te diré la respuesta; recuerdas cuál es nuestro destino final, lo que hablamos en el capítulo 1; el propósito de nuestro llamado es ser semejantes a Él, Dios quiere que nosotros demos un testimonio a este mundo:

 Isaías 43 10 Vosotros sois  mis testigos —declara el Señor— y mi siervo a quien he escogido,  para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que  yo soy. Antes de mí no fue formado otro dios, ni después de mí lo habrá. Cuando Dios escogió al pueblo de Israel para ser su propio pueblo, Él quería que fueran testigos, eso es lo que Dios quiere con nosotros, que testifiquemos de su grandeza, de su poder, de su amor, de su misericordia, de su persona,  pero testificar no es hablar solamente y decir “Dios es así o es asa, Dios puede hacer esto o lo otro”, testificar es vivir de una manera tal que manifestemos el carácter y la obra del Señor Jesús en nuestra forma de vida, Dios quiere que a través de nuestro comportamiento testifiquemos de Él, y es por eso que ha definido el método de meditar, y poner por obra su Palabra, porque sólo haciendo eso, andaremos conforme a su voluntad, agradándole en todo. Amado hermano, eso es lo que Dios quiere de ti y de mí, que andemos según su Palabra para que testifiquemos en nuestra vida de su realidad, de su persona, eso lo sabia muy bien el apóstol Juan:

1 Juan 3 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El. 23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo  Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado. 24 El que guarda sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que ÉL permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

El Señor quiere que tu vida sea un testimonio real, y para eso definió el método de “meditar, y poner por obra su palabra”, esto hará que seamos prosperados en todo, el predicador sabía la realidad de agradar a Dios:

 Eclesiastés 2 26  Porque a la persona que le agrada ,  ÉL le ha dado sabiduría,  conocimiento y gozo; más al pecador le ha dado la tarea de recoger  y amontonar  para darlo al que agrada a Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento. Si nuestra forma de vida es agradable, Él nos dará sabiduría, conocimiento, gozo y riquezas, esta realidad ya la había aprendido Josué, y por eso cuando iban a entrar a Canaán, aunque los demás del pueblo tenían miedo por los gigantes que había, Josué declaró firmemente:

 Números 14 8 Si el Señor se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que maná leche y miel. Si recuerdas el pasaje Josué 1:8, Dios le había dicho a Josué cuál era el camino Bíblico a la bendición, ser testigos de Dios, pero no de palabra nada más, sino de hecho y en verdad; el evangelio no es una forma de hablar, es una forma de vivir, el evangelio más que hablarlo, hay que vivirlo; el Apóstol Pablo también vivía esta realidad:

 Romanos 15 18 Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, en palabra  y en obra, 19 con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.

El Reino de Dios es Poder 1 Corintios 4 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo

Pero este poder empieza a ser formado en nuestra vida cuando comemos “el maná del día”, cuando meditamos en la Palabra de Dios, y la ponemos por obra; claro que no es fácil, debemos morir a la carne, pero este es el secreto, menos de mi, más de Él, el Apóstol Pablo sabía muy bien que Dios quería, que los que habían creído, fueran un testimonio real del Señor Jesús:

 2 Tesalonicenses Tesalonicenses 1 11 Con este fin también nosotros oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos de vuestro llamamiento y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe, con poder, 12 a fin de que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y vosotros en El, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor  Jesucristo.  Notemos que dice, “a fin de que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros”, es decir, que al vernos, el mundo vea al Señor Jesús a través de nosotros, esto es lo que el Padre quiere, esto buscaba el Apóstol Pablo en todas las Iglesias que ministraba, hacer que los que habían creído vivieran agradablemente para Dios:

 Romanos 15 (Reina Valera 1960) 15  Mas os he escrito, escr ito, hermanos, en parte par te con atrevimiento, como  para  haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada 16  para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de  Dios,  para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada  por el Espíritu Santo Santo. El Apóstol buscaba presentar a cada hombre perfecto en Cristo (Colosenses 1:28), él sabía que la comisión es llevar a la Iglesia a la estatura de nuestro Señor Jesús, quien es nuestro ejemplo a imitar, debemos andar como Él anduvo, y que el Padre pueda decir también de nosotros, “estos son mis hijos amados, en los que se agrada mi alma”, (Mateo 12:18), que ante las acusaciones del maligno podamos pararnos firmes y declarar como lo hizo el Señor Jesús:

 Juan 8 29 Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada. 30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Él. Esto ero lo que Dios buscaba en el pueblo de Israel, que fueran testigos con sus vidas, y para esto necesitamos conocer, entender, y poner por obra su Palabra,

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Capítulo 7 – El Maná del Cielo ellos debían, a través de comer “el maná del día”, a empezar a ser transformados a la imagen del Señor. Muchos creerán cuando vean a Cristo a través de nuestras vidas. Dios quiere que nuestra vida entera sea una ofrenda grata a Él (Romanos 12:1-2); este es el camino Bíblico a la bendición, vivir agradándole, y Él nos dará todas las demás cosas. Él dijo: “buscad primero el reino de Dios…”, pero el reino de Dios no consiste en palabras solamente, sino en poder, pero en un poder para testificar con nuestra vida a Cristo:

 Hechos 1 8 pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria,  y hasta los confines de la tierra. Sí amado hermano, es el poder de testificar con nuestra propia vida lo que hace la diferencia entre el verdadero evangelio y la religión; para seguir este camino necesitamos ser alimentados cada día con el pan del cielo, con la Palabra de Dios. La Escritura narra los milagros que hacía nuestro Señor Jesús, Él calmaba las aguas y los vientos, resucitaba muertos, sanaba a todos, pero no eran tremendas cosas para Dios, pero sí hay algo tremendo para Él:

 Marcos 5 15 Y vinieron a Jesús, y vieron  al que había estado endemoniado ,  sentado, vestido y en su cabal juicio, el mismo que había tenido la legión; y tuvieron miedo… 18 Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejara acompañarle. 19 Pero  Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y  cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti , y cómo tuvo misericordia de ti. Lo tremendo para el Señor, es una vida transformada por la Palabra. Tú conoces la historia del verso anterior, una persona endemoniada, que la sociedad había rechazado, que ni su familia lo aguantaba, pero llegó el Señor, y con su palabra lo libertó, lo sanó, lo restauró, lo prosperó. Amado hermano, necesitamos darnos cuenta de que la Palabra es ese pan del cielo que debemos comer cada día para continuar hacia la vida en abundancia, vida que alcanzamos cuando demos testimonio de haber agradado a Dios, es decir, de haber puesto su Palabra por obra. El Señor pronto vendrá, pero Él viene por una Iglesia que ha dato testimonio de agradar a Dios. La Escritura declara que Enoc fue trasladado al cielo porque había recibido testimonio de haber agradado a Dios (Hebreos 11:5); Génesis 5:24 nos dice que Enoc caminó con Dios, es decir, vivió una vida dependiente de Dios, aprendió a vivir de todo lo que procede de la boca de Dios

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec

Capítulo 8 - Venciendo a Amalec

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uego de haberlos probado tanto en las aguas, como con el maná, el  pueblo continuó su camino rumbo a la tierra prometida, y lo siguiente fue la pelea con Amalec, el primer enemigo que el pueblo de Israel enfrentó camino a Canaán. Esto nos indica que de igual forma nosotros debemos enfrentarnos a Amalec, así que en este capítulo aprenderemos quién es Amalec, cuáles son sus estrategias de pelea, y cómo lo vencemos para poder continuar rumbo a la tierra prometida.

Amalec descendiente de Esaú Empezaremos diciendo que Amalec es descendiente de Esaú (Génesis 36:12). Recordemos que Esaú era el hermano gemelo de Jacob quien fue el patriarca del pueblo de Israel; la Escritura nos revela que aunque Esaú nació primero, Dios escogió a Jacob:

 Romanos 9 10 Y no sólo esto, sino que también Rebeca, cuando concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac 11 (porque aún cuando los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el  propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama), 12 se le dijo a ella: El mayor servirá al menor. 13 Tal como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí.

Esaú es figura de nuestra carne Esaú y Jacob son figuras de nuestras dos naturalezas, Esaú simboliza nuestra naturaleza caída, nuestra carne y sangre, que aunque nació primero Dios la ha aborrecido, y así como declaró que un día sería destruido Esaú por siempre

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec (Malaquías 1:1-4), así un día nuestra carne y sangre será transformada, pues carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios; por último nació Jacob quien es figura del nuevo nacimiento, de nuestro nuevo hombre que es espiritual y que Dios ama con amor eterno pues es nacido de Él. Dios odia nuestra naturaleza caída y por eso dice que los que andan conforme a la carne no pueden agradar a Dios (Romanos 8:8), los que somos hijos de Dios somos los guiados por su Espíritu (Romanos 8:14). Recuerda lo que aprendimos en el capítulo anterior, Dios desea que vivamos agradándole, entonces eso indica que debemos vivir guiados por el Espíritu y no por la carne. Sabiendo esto, ahora podremos entender a quién representa Amalec. Si Amalec es descendiente de Esaú, y Esaú simboliza nuestra naturaleza caída, entonces Amalec representa “el pecado que mora en la carne”, y cuyas obras manifiestas son:

Gálatas 5 19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, 21 envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Amado hermano, Amalec representa la naturaleza pecaminosa que hemos heredado de nuestros padres caídos (Adán y Eva), Amalec es el primer enemigo a vencer rumbo a Canaán, y es uno de los más duros, porque es parte nuestra, duerme con nosotros, vive con nosotros, es un conflicto titánico contra Amalec. Con qué razón el Apóstol Pablo escribió:

 Romanos 7 18 Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. 19 Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico. 20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Esta es una realidad, a veces difícil de entender, es una lucha a muerte. Amalec, que representa el pecado que mora en nuestra naturaleza caída, de forma insistente nos quiere arrastrar a hacer lo malo para que quedemos  postrados en el desierto sin alcanzar la vida en abundancia. La Escritura declara que Amalec es enemigo de Dios; Romanos 8:7 nos dice que la carne no se sujeta a Dios.

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec

Amalec viene por la retaguardia ¿Sabes qué es lo más tremendo de este conflicto con nuestra carne? ¡Que nosotros mismos no podemos derrotarla!, si peleamos con nuestras fuerzas seguiremos perdiendo la batalla contra el pecado; tal vez tú dices “yo sé que aunque vaya a tal lugar o haga tal cosa no voy a desviarme, puedo controlarme, he madurado”, y resulta que terminas haciendo lo malo que asegurabas que no harías, ¿Sabes por qué? Porque Amalec se aprovecha de ti cuando estás confiado, llega por la retaguardia en aquellas cosas que creemos inofensivas como una mirada prohibida, como una conversación indebida, en las cosas que creemos que no tienen mucho peligro, ahí empieza el engaño de Amalec que finalmente nos hace caer:

 Deuteronomio 25 17 Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando saliste de Egipto, 18 cómo te salió al encuentro en el camino, y atacó entre los tuyos a todos los agotados en tu retaguardia cuando tú estabas  fatigado y cansado; y él no temió a Dios. Amado hermano, a Amalec no se le puede dar tregua; si empezamos a alimentar nuestra carne, rápidamente nos domina, empieza haciéndonos ceder  poco a poco y cuando menos esperamos estamos haciendo h aciendo lo que no queremos. que remos. Tú no puedes confiarte, si cedes aunque sea un poco terminarás vencido. La Escritura declara que las pequeñas zorras echan a perder los grandes viñedos; con qué razón nos exhorta la Escritura a no proveer para los deseos de la carne (Gálatas 5:16); el Espíritu te dice “ayuna” y tu carne te dice “desayuna”. Veamos entonces cómo logró derrotar el pueblo de Israel a Amalec y así aprenderemos que estrategia usar:

 Éxodo 17 8 Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 9 Y Moisés dijo a Josué: Escógenos hombres, y sal a pelear contra Amalec.  Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano. 10 Y Josué hizo como Moisés le dijo, y peleó contra  Amalec; y Moisés, Aarón Aar ón y Hur subieron su bieron a la cumbre del collado. 11 Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel  prevalecía; y cuando dejaba caer la mano, mano , prevalecía Amalec. … 13 13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 14 Entonces dijo el Señor a Moisés: Escribe esto en un libro para que sirva de memorial, y haz saber a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo. 15 Y edificó Moisés un altar,  y le puso por nombre El Señor es mi Estandarte, 16 y dijo: El Señor

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec lo ha jurado; el Señor hará guerra contra Amalec de generación en generación.

Nuestro “Yeshua” debe pelear por nosotros Quiero que notes que quien venció a Amalec fue Josué, que en hebreo se dice “Yeshua”, y que en griego significa Jesús, si hermano, Josué es figura de Jesús quien es el único que puede vencer a Amalec y libertarnos de la esclavitud del  pecado que hay en nuestra carne, (Romanos 8:1-2), ¿Qué hacemos entonces?  Nosotros lo que debemos hacer es como Moisés, subir al monte a clamar  porque la batalla es del Señor. Cuando tú y yo queremos pelear esta e sta batalla con nuestras fuerzas somos derrotados; el Señor dijo: “ No es con ejército ni con  fuerza, sino con mi Santo Espíritu”; quiero que notes que cuando Moisés se cansaba de orar, Amalec prevalecía, esto nos habla de una lucha de cada día  por eso dice “El Señor peleará con Amalec de generación en generación” (Éxodo 17:16); en el momento que dejamos de vivir por el Espíritu y empezamos a proveer para los deseos de la carne, Amalec empieza a tomar fuerza y pronto estará venciéndonos. No dejes, amado hermano, que te suceda lo que le sucedió al Rey Saúl que peleó con Amalec, pero por darle tregua terminó muerto. Dios le dio una orden al Rey Saúl:

1 Samuel 15 2 Así dice el Señor de los ejércitos: “Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, cuando se puso contra él en el camino mientras subía de Egipto. 3 “Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de  pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.” Dios sabía que si Saúl no destruía a su Amalec (su naturaleza pecaminosa), terminaría muerto, por eso nosotros si no morimos a la carne, ésta nos esclavizará y terminaremos muertos en el desierto. La Escritura declara que el andar en la carne es muerte (Romanos 8:6); Saúl no obedeció y perdonó a los niños Amalecitas (las pequeñas zorras), y al final, quien le dio el toque de gracia cuando murió fue un amalecita:

 2 Samuel 1 8 Y él me dijo: "¿Quién eres?" Y le respondí: "Soy amalecita." 9 Entonces él me dijo: "Te ruego que te pongas junto a mí y me mates,  pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida." 10 Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que estaba en su cabeza y la pulsera que estaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec Hay que clamar para que nuestro “Yeshua” someta a Amalec, pero clamar todos los días.

Clamando a Dios  Nota que q ue en la lucha con Amalec, Josué Jos ué ganaba sólo cuando Moisés clamaba,  pero cuando Moisés dejaba de clamar, Josué era derrotado por Amalec. Hablando espiritualmente, esto nos habla que en la medida que clamamos, Dios obra a favor nuestro, pero cuando cesa nuestro clamor Él deja de actuar; este es un misterio y quiero mostrarte por qué es así. La Escritura declara:

 Ezequiel 22 30 Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en  pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que qu e yo no la destruyera, pero no lo hallé. 31 He derramado, pues, mi indignación sobre ellos; con el fuego de mi furor los he consumido; he hecho recaer su conducta sobre sus cabezas—declara el Señor Dios.  Notemos que Dios buscaba bu scaba un hombre homb re que intercediera intercedier a a favor del pueblo para que Él tuviera misericordia y no lo destruyera, pero al no haber ningún hombre que intercediera no tuvo más remedio que destruirlos. Medita en esto, si Dios quería evitar derramar su juicio sobre este pueblo ¿Por qué simplemente no desistió de ejecutar su juicio sin necesitar de la oración de alguien? ¿Por qué no ejerció su soberanía y dijo “los perdono, no los destruiré”? ¿Por qué Dios necesitaba la oración de alguien para actuar a favor? Un tremendo siervo de Dios dijo en un ocasión: “Dios no hace nada sino como respuesta a la oración”; graba esta verdad en tu corazón hermano, ¡en la oración está la acción! Volviendo al relato, cuando el Pueblo de Israel se enfrentó a Amalec vimos que Moisés subió al monte a orar y mientras Él tenía sus manos alzadas intercediendo, el pueblo prevalecía, pero cuando se cansaba y dejaba de interceder, los amalecitas prevalecían; así es amado hermano, la oración mueve la mano de Dios a nuestro favor. Era una lucha espiritual, recuerda, nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados y  potestades que influencian la carne. El Apóstol Pablo le decía a la Iglesia de Éfeso (Efesios 6:18-19) que oraran en todo tiempo y que intercedieran por él para que pudiera hablar la Palabra de Dios con valor; esto era lo que hacia la Iglesia del principio, orar a Dios para que el evangelio fuera predicado con poder, y entonces la mano de Dios se movía:

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec

 Hechos 4 29 Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza, 30 mientras extiendes tu mano  para que se hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús. 31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la Palabra de Dios con valor. La Iglesia de hoy tiene que volver a levantar clamor a Dios para que manifieste su gloria y poder en todo lugar. Si queremos vivir una vida en victoria con el enemigo bajo nuestros pies, sólo a través de la oración lo lograremos. Jesús les dijo a sus discípulos: “velad y orad para no caigas en tentación”; cuando estudiamos la vida de Daniel nos admiramos de este tremendo siervo que a través de los años siempre estuvo en eminencia, pasaban los reyes pero él se mantenía en altura Al revisar la vida de Daniel nos damos cuenta que era un hombre de oración, la Escritura dice que oraba tres veces al día (Daniel 6:10). Amado hermano, los hombres de éxito son aquellos que se mantienen en oración, nuestro Señor Jesús oraba continuamente (de mañana, tarde, noche, madrugada), Él nos dio ejemplo de una vida de oración, oraba sin cesar, intensamente, se mantenía en comunión con el Padre. Mucho pueblo quiere que el Espíritu Santo los guíe, pero ¿Cómo lo hará? ¡Si no le consultan nunca en oración! Tú y yo sabemos que la venida del Señor está cerca, el Señor dijo que oráramos para tener fuerzas para escapar de la tribulación que viene (Lucas 21:36); pero orar no es repetir palabras, es hablar con Dios, es tener comunión con el que amas, no es hablar por hablar (Mateo 6:7), es tener una intimidad con Dios (Mateo 6:6) donde tú le hablas y Él te responde; entre más oramos, más conscientes estamos de su presencia en nuestra vida, esto trae temor de Dios sobre nosotros y nos ayuda a vivir en santidad. Veamos el siguiente pasaje:

 Lucas 9 28 Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente. Este pasaje nos habla de la transfiguración del Señor, pero lo que quiero que notes es que mientras oraba, ¡sus vestiduras se volvieron blancas! Amado hermano, la oración trae santidad a tu vida, y Dios se manifiesta en la santidad. En el pasaje anterior a Jesús se le apareció Moisés y Elías, de igual forma la Escritura nos dice que a Pedro, mientras oraba, Dios le daba visiones (Hechos 10:9).

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Capítulo 8 – Venciendo a Amalec Quiero aclararte algo bien importante, ¡no es porque ores que Dios te da! no te creas el tremendo siervo, te da porque Él quiere darte; en la oración simplemente lo recibes, Él dijo “pedid y recibiréis”, no recibiremos lo que queramos, recibiremos lo que ya tiene preparado darnos, por eso dice el Apóstol Juan que todo lo que pedimos conforme a su voluntad, Él nos lo da, Él quiere santificarte, Él quiere bendecirte, Él quiere cambiarte, pero es a través de la Palabra y la oración, son dos elementos que deben ir juntos.

Palabra y Oración Recuerda que vimos en el capítulo anterior que la Palabra es el ingrediente  principal, al estudiar la Iglesia del principio, vemos que se dedicaban a la Palabra y la oración como algo principal; esto los llevaba al servicio, es decir, a las obras de fe y amor entre ellos, pero antes era la Palabra y la oración. Un tremendo siervo declaró que el método de hablar con Dios es, ¡tú le preguntas a Dios en oración!, y Él te contesta a través de su Palabra. El diablo se opondrá a que tú ores y leas la Palabra, él quiere tenerte ocupado en muchas actividades en tu trabajo, con diversiones en el mundo, o aun con actividades dentro de la obra de Dios; sí hermano, aunque estés sirviendo en la obra, si tu vida de oración o de escudriñar la Palabra ha disminuido o es algo secundario para ti, entonces el enemigo ha logrado sus objetivos, debilitar tu espíritu y que tú vivas por la carne sabiendo que finalmente terminarás haciendo las cosas contra la voluntad de Dios. Amado hermano, cuando no leemos la Palabra y oramos, estamos obstaculizando el plan de Dios, sabiendo que Él no actuará sin nuestra oración,  por eso e so la Escritura nos exhorta ex horta a orar en todo tiempo. Un Cristiano que ora y que estudia la Palabra es un Cristiano victorioso que va rumbo a la vida en abundancia. Recuerda que el principal enemigo a vencer somos nosotros mismos. El Apóstol Pablo le advierte a Timoteo que tenga cuidado de sí mismo (1 Timoteo 4:16).

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Capítulo 9 – La Mayordomía

Capítulo 9 - La Mayordomía

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espués de haber vencido a Amalec, el pueblo continuó su camino, y la Escritura nos narra que Moisés empezó a atender los problemas de todos:

 Éxodo 18 1 Y Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó de todo lo que  Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto.…13 Y aconteció que al día siguiente  Moisés se sentó a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de  Moisés desde la mañana hasta el atardecer. 14 Cuando el suegro de  Moisés vio todo lo que él é l hacía por el pueblo, dijo: ¿Qué es esto es to que haces por el pueblo? ¿Por qué juzgas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer? 15 Y respondió  Moisés a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a  Dios. 16 Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los estatutos de Dios y sus leyes. 17 Y el suegro de Moisés le dijo:  No está bien lo que haces haces. Vemos que Moisés se encargaba de resolver los problemas de todo el pueblo, era una labor ardua. La Escritura nos dice que todos los días los atendía desde la mañana al atardecer; cualquiera diría “¡qué tremendo siervo!, ¡cómo trabaja  para la obra de Dios!”, pero para sorpresa nuestra, no era así, Moisés estaba trabajando desorganizadamente. Hagamos cuentas, la Escritura dice que el  pueblo de Israel era de más de seiscientas mil personas contando sólo los hombres (Éxodo 12:17), suponiendo que se tomaba cinco minutos atender a cada uno, ¿Cuándo terminaría Moisés de resolver los problemas de todos?  Necesitaría un par de años para terminar la primera ronda, obviamente no iba a  poder; su suegro Jetro le dijo: “No está bien lo que haces”; a todos nos pasa, que queremos ayudar a todos, y queremos hacer las cosas nosotros mismos,  pero si no hacemos las cosas como Dios dice terminaremos cargados, esto le

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Capítulo 9 – La Mayordomía  pasó a Moisés, al punto que terminó reclamándole a Dios, y pidiéndole que lo matara si era necesario pero que no quería seguir así:

 Números 11 14 Yo solo no puedo llevar a todo este pueblo, porque es mucha carga para mí. 15 Y si así me vas a tratar, te ruego que me mates si he hallado gracia ante tus ojos, y no me permitas ver mi desventura. Jetro significa “excelencia”, y eso fue lo que hizo, le aconsejó a Moisés cómo realizar la obra de Dios con excelencia. Veamos varios puntos que debemos  poner por obra para seguir s eguir a la vida en abundancia:

Hay que preparar colaboradores Jetro le recomendó a Moisés preparar un equipo de colaboradores para que le ayudaran a atender al pueblo, así el tendría más tiempo, pues se sentaría en los casos más importantes:

 Éxodo 18 20 Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar. 21 Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los  pondrás sobre so bre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. 22 Y que juzguen ellos al pueblo en todo tiempo; y que traigan a ti todo pleito grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigo. 23 Si haces esto, y Dios te lo manda, tú podrás resistir y todo este pueblo por su  parte irá en paz a su lugar. 24 Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho.  Nota qué importante los consejos de Jetro, J etro, le dijo que enseñara al pueblo pu eblo la ley de Dios y el camino que debían andar; esto reduciría muchos problemas, también le enfatizó la necesidad de formar un equipo de colaboradores, que dirigidos por él, atenderían los problemas del pueblo.

No descuidemos nuestra viña Amado hermano, así como Moisés, nosotros debemos organizar las labores en nuestra vida, en el trabajo, en la casa, debemos tener cuidado de querer hacer todo, pues podemos terminar cargados, y lo más tremendo, descuidando de atender las cosas más importantes, como ser nuestra comunión con Dios, nuestra familia, etc. ¡Cuidado con descuidar nuestra viña! La esposa del Cantar de los Cantares declara en un tono de pesar que había estaba atribulada por

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Capítulo 9 – La Mayordomía haber descuidado su propia viña. Qué tremendo, por estar atendiendo otras cosas que debieron de ser secundarias:

Cantares 1 6 No os fijéis en que soy morena, porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me pusieron a guardar las viñas, y mi propia viña no guardé. Esta es una reflexión de la esposa luego de haber estado en intimidad con el Rey como lo dice el verso 4: “el Rey me ha metido en su recámara”. Una vez que empezamos a conocer más del amor de Dios, nos damos cuenta de las  prioridades en nuestra vida; lastimosamente las múltiples actividades han hecho que descuidemos nuestra propia viña.  Notemos que en el verso anterior, “los hijos de mi madre”, se refiere a los hijos de Dios, ya que la Escritura nos enseña en Gálatas 4:26 que todos tenemos una madre común que es la Jerusalén Celestial. “Estos hijos de mi madre” representan a aquellos hijos de Dios, pero que no han entendido el propósito del llamamiento de Dios, que se han quedado con la vanidad del servicio sin ir en pos de conocer el amor de Dios. Déjame aclararte algo, no es que el servicio sea malo, al contrario, Dios demanda que le sirvamos, pero que sea por amor. En este verso, la esposa, en un tono de reproche, dice que la han puesto a cuidar muchas viñas, y eso ha hecho que ella descuidara la suya, es decir, que ha estado en múltiples ocupaciones, aun en la misma obra de Dios, pero ha descuidado su propia viña, la obra principal que Dios le ha encomendado realizar. Vemos a Moisés haciendo mal las cosas, tal vez con una muy buena intención, pues quería ayudar a todos, pero no era como Dios lo quería, pues  primero debía atender su viña, y luego los problemas de los demás. Amado hermano, es necesario adorar y servir a Dios, pero no debemos dejar que el servicio en la obra haga que nuestra búsqueda de Dios se apague; la obra que Dios quiere es que le conozcamos (Juan 6:29), y que todo lo que hagamos, lo hagamos para Él, pero por amor, no por obligación. Si nos ocupamos en nuestra viña, en el encargo que Dios nos ha puesto, viviremos reposadamente y seremos verdaderamente felices. Muchos cristianos sienten gran carga servir en la obra porque lo hacen por religiosidad y no por amor al Señor, pero el verdadero evangelio es liviano y fácil (Mateo 11:30); un cristiano cargado dará tan mal testimonio que otros ni siquiera desearán involucrarse en el servicio,  pero el problema es haber guardado gu ardado muchas muc has viñas y descuidado descuida do la nuestra. No debemos olvidar el propósito de nuestro llamado, el Señor vendrá pronto por ti y por mí, y Él quiere que cada día nos estemos preparando para recibirle, ese es el principal encargo de Dios para nosotros. Es verdad, y es necesario, que debemos hacer la obra de evangelización y discipulado, pero sobre todo tener la mira en el objetivo primario que es

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Capítulo 9 – La Mayordomía conocer más del amor de Dios que es en Cristo Jesús nuestro Señor. En el  Nuevo Testamento tenemos un caso que nos ejemplifica esta realidad:

 Lucas 10 39 Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los  pies del Señor, escuchaba su palabra. Lucas 10:40 Pero Marta se  preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a El, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile,  pues, que me ayude. Lucas 10:41 Respondiendo el Señor, le dijo:  Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por p or tantas cosas; Lucas Luc as 10:42 pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.  Nota la actitud de Marta, cualquiera c ualquiera diría: “¡qué tremenda sierva, al igual que Moisés, cómo sirve en la obra! ¡Está involucrada en tantas actividades!”, pero delante del Señor estaba descuidando su viña; en cambio Maria estaba en comunión con el Señor, escuchándolo a sus pies, adorándolo. Marta, como resultado de descuidar su viña, terminó cargada y malhumorada reclamándole al Señor igual que lo había hecho Moisés. Así hoy día, muchos creen que el Señor los bendecirá por sus múltiples servicios en la obra, pero lo que el Señor quiere es que busquemos conocerle, y Él añadirá lo que necesitamos (Mateo 6:33). Marta estaba en el servicio tal vez preocupada y afanada por los quehaceres de la vida, pero en cambio Maria estaba comiendo el verdadero pan que sustenta, la Palabra del Señor.

La Viña es nuestra familia El Señor anhela que su Iglesia se prepare para su venida, que le conozca cada día más, porque sólo así crecerá en amor, ¿pero cómo podremos hacer eso? Hay un solo método como ya vimos, Palabra y oración. En la Biblia vemos también que “mi viña” representa a nuestras familias, Dios quiere que antes de ayudar a otros, ayudemos a los nuestros, por eso la Escritura declara:

1 Timoteo 5 8 Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. La expresión de la esposa, “Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me pusieron a guardar las viñas, y mi propia viña no guardé”, muchas veces es una triste realidad, en la vida del pueblo de Dios, mientras ayudan y proveen  para otros hermanos en la fe, dejan sin proveer para su propia familia, es una tristeza ver hermanos que con que facilidad dan en la Iglesia, pero en su casa, todo les parece tan caro; es triste cuando nosotros mismos caemos en este descuido, vamos a un lugar con amigos y no medimos malgastar dinero en

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Capítulo 9 – La Mayordomía diversión, pero para nuestra familia, lo pensamos bien, ¿cuándo y cuánto dar?,  pero antes de preocuparnos por los demás, guardemos guar demos nuestra viña, viña , la viña que Dios nos dio, nuestra familia.  Nota bien el verso anterior, “especialmente para los de su casa”; nuestra familia debe ser prioridad en nuestra provisión, pero esta provisión para nuestra viña no sólo es material, es integral, proveamos el fruto del Espíritu  para los nuestros, démosle amor en todas sus manifestaciones (Gálatas 5:2223); Dios quiere que ayudemos a todo el que tengamos oportunidad, pero  principalmente a nuestra familia. Amado hermano, es tiempo de conquista, Dios quiere hacer real la promesa “cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y toda tu casa”; es tan importante la familia para el Señor, que antes de venir por nosotros enviará al profeta Elías  para restaurar restaur ar las familias, haciendo volver el corazón de los padres a los hijos y viceversa (Malaquías 4:6); Dios quiere que guardemos nuestra viña. Guardar una viña no es tarea fácil, pero es el encargo que Dios desea que realicemos  primero. Algunos que no entienden la visión de Dios, cuando sienten “el llamado de Dios” para servir a la obra, lo hacen, pero dejando a un lado su familia; algunos hasta llegan a afirmar que su familia es un estorbo para “su ministerio”, esto es negar la fe; Jesús dijo que nadie que poniendo la mano en el arado y viendo para atrás es apto para el reino de Dios (Lucas 9:62), nadie que deja su “viña” está haciendo la obra de Dios, porque la obra de Dios empieza en nuestra familia. Algunos otros quieren torcer la Biblia cuando dicen que el que no deja su familia por Dios no es digno; eso se refiere a la prioridad de primero Dios por sobre todas las cosas, no se refiere a dejar la familia. Otros se van fuera de su ciudad o país en busca de mejores horizontes, abandonando a su familia por un tiempo, llegan a creer que enviarles dinero es “guardar su viña”; guardar la viña es limpiarla, es cultivarla, es protegerla, y también proveerle el sostén  para desarrollarse, no hay excusa para dejar la familia; es más, ni en tiempos de guerra el Señor le dijo a su pueblo que se quedaran los que no habían disfrutado aún de su viña:

 Deuteronomio 20 6   "¿Quién es el hombre que  ha plantado una viña  y no ha tomado aún de su fruto? Que salga y regrese a su casa,  no sea que muera en la batalla y otro goce de su fruto. En la Biblia encontramos varios casos de gente que por las múltiples ocupaciones, ya sea laborales o en el servicio de Dios, descuidaron su esposa, y al morir, otros disfrutaron todo aquello para lo cual tanto se afanaron (1 Samuel 25). Amado hermano, hay un consejo en la Biblia y es “gózate de la vida con la mujer de tu juventud” (Proverbios 5:18). Dios quiere que goces tu

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Capítulo 9 – La Mayordomía familia, que la cuides; si por algo irás a dar cuenta a Dios es por tu viña. Recuerda siempre que el objetivo es conocer má más del amor de Dios, y Dios ha establecido la familia como una escuela de amor 3 . Cuando revisamos los requisitos de aquellos que desean servir en la obra, vemos que Dios demanda que su familia sea un buen testimonio, porque si no  pueden guardar su propia viña cómo van a poder ser obreros en la viña de Dios que es su Iglesia (1 Timoteo 3:2-5); sólo aquel que ha guardado bien su viña,  puede enseñarles a otros a guardar gua rdar la suya. Sigamos con el otro ingrediente que Jetro le recomendó a Moisés, y era formar un equipo de colaboradores

Equipo de colaboradores El pueblo de Dios es un ejército y como tal debe estar bien organizado; Dios es un Dios de orden, Él estableció una jerarquía administrativa aun dentro de la Iglesia (1 Corintios 12:28). Nosotros podemos ver que el Perito Arquitecto de la Iglesia, el Apóstol Pablo, contaba con un equipo de colaboradores para desarrollar la obra de Dios con excelencia:

 Romanos 16 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.  Filipenses 4 3 En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas mujeres que han compartido mis luchas en la causa del evangelio,  junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. Jetro le aconsejo primeramente a Moisés que enseñara al pueblo la ley de Dios. Aquel que será un colaborador en la obra debe conocer el propósito de Dios, la Palabra de Dios, y muy importante, cuál es su función como miembro del cuerpo de Cristo. Nadie solo puede realizar la obra de Dios, cada uno tiene una función que desarrollar; este es el problema porque muchas veces no avanzamos a la vida en abundancia, estamos perdiendo el tiempo por no estar organizados, estamos desaprovechando nuestras habilidades o descuidando nuestras obligaciones; esto lo vivió la Iglesia del principio pero lo corrigió al darse cuenta que estaban cuidando muchas viñas, pero la que era suya la estaban descuidando: 3

 ver Apéndice, “La Familia como Escuela de Amor

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Capítulo 9 – La Mayordomía

 Hechos 6 2 Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos,  y dijeron: No es conveniente que nosotros descuidemos descuide mos la Palabra de  Dios para servir mesas. 3 Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo  y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. 4 Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra. Sí hermano, si nos organizamos estaremos actuando contra la unidad del cuerpo de Cristo; cada miembro debe saber que tiene una función que cumplir, y si no la hace estará afectando el desarrollo de la Iglesia.

Peligros contra el avance de la Iglesia  Romanos 12 4 Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros,  pero no  todos los miembros tienen la misma función , 5 así nosotros, que somos muchos,  somos un cuerpo en Cristo  e individualmente miembros los unos de los otros. Obviamente, aunque en un cuerpo hay muchos miembros, no todos hacen lo mismo. Usemos la analogía del cuerpo humano, yo podría ser mano, tú podrías ser pie, otros hacen función de talón, otros de boca, otros de ojos; así lo declara el Apóstol Pablo en el verso anterior: “no todos los miembros tienen la misma función”. Aquí encontramos dos peligros que evitan el avance de la Iglesia que es el cuerpo de Cristo: 1. Que los miembros no conozcan cuál es su función y estén haciendo la función errónea, tal vez Dios quiere que tú seas pastor y tú quieres ser músico o viceversa. 2. Que haya miembros que no estén en función; esto sería como tener el cuerpo de Cristo inválido. Sí amado hermano, cuando tú no estas haciendo ninguna función de edificación dentro del cuerpo entonces estas paralizando parte del cuerpo. El Señor Jesús dijo: “el que no recoge conmigo desparrama, el que no es conmigo es contra mi”. Si tú no estás realizando la función que Dios tiene para ti como miembro del cuerpo de Cristo, estás evitando que el cuerpo funcione adecuadamente en unidad. El Apóstol Pablo continúa escribiendo a los romanos con respecto a nuestras diversas funciones:

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Capítulo 9 – La Mayordomía

 Romanos 12 6 Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido  dada , usémoslos: si el de profecía, pr ofecía, úsese en proporción a la fe; 7 si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría. Te diré algo bien tremendo: Dios tiene una función para ti; no hay nadie, absolutamente nadie dentro del cuerpo de Cristo que no tenga una función que desarrollar. Por mucho tiempo la Iglesia del Señor ha estado viviendo en religiosidad, conformándose con ir al templo, estar sentado, recibir palabra y volver nuevamente a la vida diaria; pero no es así amado hermano, vamos al templo pues ahí somos instruidos para luego al salir realizar nuestra función dentro del cuerpo de Cristo. Dios ha preparado de antemano la función que tú debes desarrollar, tú debes hoy buscar que Dios te revele cuál es esa función que tiene para ti, pero debes tener claro que indistintamente de la función que desarrolles, todo se debe realizar con el propósito de edificar el cuerpo de Cristo, éste es el objetivo colectivo de todos los miembros. Esta es una tremenda realidad, hasta que cada miembro descubra cuál es su función, entonces el cuerpo de Cristo funcionará, y crecerá hasta dar la estatura que Dios quiere. La Biblia dice:

 Efesios 4 15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. Esto lo sabía Jetro, pues le dijo a Moisés que instruyera personas que se encargaran de los demás. Amado hermano, el evangelio es formar discípulos capacitados de formar discípulos. Cuando cada miembro del cuerpo está ajustado y unido realizando su función, entonces el cuerpo como una unidad empieza a crecer; el problema muchas veces resulta porque todos los miembros quieren sobresalir haciendo las funciones que se consideran más importantes,  pero dentro del cuerpo todas las funciones son importantes, impor tantes, cualquier parte que no realice la función para la cual fue creada ocasiona un tremendo daño en el desarrollo del cuerpo. El Apóstol explicó esta dependencia entre los miembros del cuerpo de Cristo:

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Capítulo 9 – La Mayordomía

1 Corintios 12 14 Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. 16 Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. 17 Si  todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? 18 Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno  de los miembros en el cuerpo según le agradó. 19 Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?   20 Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. 21 Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito. 22 Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; 23 y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, 24 ya que nuestras partes  presentables no lo necesitan.  Mas así formó Dios el cuerpo, dando  mayor honra a la parte que carecía de ella, 25 a fin de que en el  cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo  cuidado unos por otros.  26 Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. 27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. Dios quiere la unidad del cuerpo, por eso tiene una función perfecta para cada miembro. En estos versos encontramos otro peligro que puede evitar la unidad del cuerpo de Cristo, es cuando no hemos discernido la dependencia que hay entre todos; cuando ignoramos que cada uno es parte del otro, perdemos de vista la unidad. El Apóstol Pablo escribió:

1 Corintios 11 29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. El Apóstol enfatiza que el que participa de la cena debe saber qué está haciendo. Cuando tú participas de la cena del Señor, estás participando de su cuerpo, y si no disciernes que tu hermano es miembro también del cuerpo de Cristo y tú hablas de él, lo juzgas, piensas mal, aunque tengas razón. Tú no debes hacerlo pues lo estás haciendo de Cristo mismo, y el que lo hace come y  bebe juicio para par a sí. Tú debes de bes saber s aber que tu hermano, her mano, aunque parezca más débil déb il o más fuerte, ya sea carnal o muy espiritual, te necesita a ti tanto como tú lo necesitas a él. Por eso la ley de Dios se resume en “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y no dice si está portándose bien o no, porque en verdad que tu

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Capítulo 9 – La Mayordomía  prójimo eres tú mismo, pues es miembro tuyo y tu miembro de él, y ambos miembros de Cristo. La Escritura declara que Cristo es la cabeza, y la Iglesia es el cuerpo. Si meditas en el cuerpo humano, la cabeza es la que ordena lo que hace el cuerpo, entonces cuando un miembro no quiere hacer lo que manda la cabeza está obstruyendo la unidad, mejor dicho, causando división. Sí amado hermano, la insujeción a las autoridades es un grave peligro de la unidad; tu Pastor es la cabeza de tu congregación, todos en tu congregación deben ir bajo la visión que Dios ha encomendado a tu autoridad. Muchas veces aparecen hermanos que están seguros de poder hacerlo mejor que el Pastor, pero te diré una realidad bien tremenda, si esos hermanos realmente pudieran hacerlo mejor que tu pastor, entonces Dios los hubiera puesto a ellos. Sí amado hermano, la Escritura advierte sobre estos rebeldes que causan división:

Tito 3 10 Al hombre que cause divisiones , después de la primera pr imera y segunda segu nda amonestación, deséchalo, 11 sabiendo que el tal es perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo.  Judas 17  Pero   Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, 18 quienes os decían:  En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus  propias pasiones impías. 19 Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu . Muchas veces los que causan divisiones son los que idolatran a los ministros, ministerios o congregaciones. El Apóstol Pablo escribe a los Corintios (1 Corintios 1:10-17) que no haya división entre ellos, que dejaran la idolatría,  pues unos decían de cían “yo soy de d e Apolos, yo de Cristo, yo de Cefas, Ce fas, yo de Pablo”, al único que debemos adoración es al Rey de Reyes y Señor de Señores, a Jesucristo nuestro salvador; hoy en día muchos Cristianos idolatran su congregación o su pastor, y esto hace que exista contiendas que causan la división del cuerpo. Por eso el pueblo de Israel rechazó al Señor Jesucristo  porque idolatraron a Moisés. Amado hermano, necesitamos hoy mismo organizar las áreas de nuestra vida, definir prioridades sabiendo que hay que guardar primero nuestra viña, ser colaborador con los demás, conociendo que somos miembros los unos de los otros, y que tenemos que buscar la edificación del cuerpo sin idolatrar a los ministros; si somos buenos mayordomos, el Señor prometió ponernos sobre todo sus bienes. Organiza tu vida hoy y continúa el camino a la verdadera vida en abundancia.

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Capítulo 10 – Consagración Total

Capítulo 10 - Consagración total

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n este capítulo veremos el punto culminante de todo el proceso de  preparación, todas las pruebas prue bas y batallas permitidas por po r Dios hasta este momento, las cuales tenían como objetivo preparar al pueblo de Israel  para llegar al “Monte de Dios” y consumar su unión a Él. Amado hermano, recuerda que el relato del éxodo del pueblo de Israel es un relato profético que nos revela el camino que los Cristianos, quienes somos el Israel de Dios4 , estamos cruzando para alcanzar la gloria celestial, unidos a Cristo por toda la eternidad.

El Libertador viene de Sion Cuando Dios llamó a Moisés para ser el libertador del pueblo de Israel, el relato bíblico nos dice que estaba en el monte de Dios:

 Éxodo 3 1 Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de  Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. 2 Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una  zarza; y Moisés miró, y he aquí, la  zarza ardía en fuego, y la  zarza no se consumía… 12 Y Él dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte. Vemos que el libertador salió del monte de Dios con la comisión de libertar al  pueblo de Israel, y una vez que estuvieran fuera, su meta era traerlos de regreso reg reso al monte, pero este monte donde Dios le habló a Moisés, es sólo una copia del verdadero monte de Dios, el monte de Sion, que está en el mismo cielo, y 4

 Ver Apéndice, “El Misterio de Israel”

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Capítulo 10 – Consagración Total desde donde vino el verdadero libertador, Jesucristo, tal como lo dice Romanos 11:26, escrito está, “de Sion saldrá el libertador”. Vemos cómo Cristo vino desde el cielo, dejando su trono de gloria, a libertarnos del reino de las tinieblas; pero esa no era toda la comisión, ahora nos está guiando de regreso hacia sus moradas celestiales. La Escritura declara la realidad de este retorno hacia el monte de Sion:

 R60 Isaías 35 10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría;  y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

De regreso a Sion Amado hermano, no somos de este mundo, al igual que nuestro Señor Jesucristo, salimos de Sion, venimos a este mundo y participamos de carne y sangre como consecuencia del pecado (Hebreos 2:14), pero ahora, libertados  por el Señor, vamos de regreso regr eso a casa, al monte santo, donde ya estuvimos. es tuvimos.

1 Pedro 2 25 Vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.  Nota que dice ahora habéis vuelto, no dice ahora vas, quiere decir que volvemos, es decir, ya estuvimos con Él, pero como nos descarriamos, el tuvo que venir a traernos como la parábola de las cien ovejas:

 Lucas 19 10  porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había  perdido.  Nadie pierde algo que no ha tenido, si algo se nos pierde es porque era nuestro. El señor ya nos había pastoreado antes de que viniésemos a este mundo, y vino a libertarnos, y como la parábola del hijo prodigo, vamos de regreso a la casa del padre (Salmo 23:6) hablando de nuestro retorno al templo de Dios que está en el monte santo en los cielos. El Señor Jesús dice en el Apocalipsis:

 Apocalipsis 3  Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y 12 ‘ Al  nunca más saldrá de allí ; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y

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Capítulo 10 – Consagración Total el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo.

 Nota que dice, “nunca “n unca más saldrá de allí”, ¿por qué qu é dice nunca más? ¡Porque ya salimos una vez! El relato del capítulo 19 del Éxodo nos revela el punto final del proceso de preparación, y entonces seremos arrebatados por el Señor  para estar es tar con Él por siempre; recuerda recue rda que Él vino a morir por nosotros, nos otros, pero per o no sólo para salvarnos sino para llevarnos de regreso a su gloria eterna. Sigamos con el relato bíblico, dice que finalmente el pueblo de Israel llegó al monte de Dios:

Somos su especial tesoro  Éxodo 19 3 Y Moisés subió hacia Dios, y el Señor lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los hijos de  Israel: 4 “Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he tomado sobre alas de águilas y os he traído a mí. 5 “Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; 6 y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. Dios les explica que el propósito de haberlos sacado de Egipto es que sean su especial tesoro, Él los ha tomado de entre todos los demás pueblos para que sean una nación santa de reyes y sacerdotes. Si notas, es la misma historia nuestra, el Señor no sólo vino a salvarnos sino que vino a hacer de nosotros un reino para Dios:

 Apocalipsis 1 5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre, 6 e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. Amado hermano, tú y yo somos parte de ese pueblo que Dios ha consagrado  para Él, el Apóstol Pedro escribe de forma f orma hermosa esta realidad:

1 Pedro 2 9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,  pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

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Capítulo 10 – Consagración Total

El Señor viene al amanecer del tercer día La Escritura nos enseña que el Señor viene por una Iglesia santa, sin mancha y sin arruga, es decir, una esposa consagrada para Él. Antes de presentarse delante de Dios, el Señor manda a Moisés a que consagre, limpie, y prepare al  pueblo para el encuentro con su rey:

 Éxodo 19 10 El Señor dijo también a Moisés: Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos; 11 y que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el Señor descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí. Qué glorioso es conocer los misterios de Dios revelados en la Escritura, nota que el pueblo debe prepararse durante dos días, y al tercer día Él descenderá. Amado hermano, la Escritura nos enseña que para Dios un día es como mil años; si lo vemos de esta manera, quiere decir que el Señor Jesús hace dos días (dos mil años) inició el proceso de consagración, estamos entonces a las  puertas de que qu e Él descienda por nosotros como lo hizo en forma profética p rofética con el pueblo de Israel durante el éxodo:

 Éxodo 19 16 Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un fuerte sonido de trompeta; y tembló todo todo el pueblo que estaba en el campamento. 17 Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento  para ir al encuentro de Dios, y ellos se quedaron al pie del monte… 20 Y el SEÑOR descendió al monte Sinaí, a la cumbre del monte; y llamó el SEÑOR a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Desciende, advierte al pueblo, no sea que traspasen los límites para ver al SEÑOR y perezcan muchos de ellos.  Nota los siguientes detalles d etalles de los versículos vers ículos anteriores, anterior es, el e l Señor desciende en una nube al amanecer del tercer día, y con voz de trompeta llama a su pueblo  para que suba al monte. Recuerda que este relato nos habla de la realidad de la venida del Señor Jesucristo por su Iglesia. El Apóstol Pablo relata cómo será ese día, y vemos que es similar al relato del éxodo:

1 Tesalonicenses 4 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de  arcángel  y  y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. 17 Entonces nosotros, los que estemos vivos y

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Capítulo 10 – Consagración Total que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre.

Amado hermano, estamos iniciando el tercer milenio, es decir, estamos en la madrugada del tercer día, en cualquier momento el Señor viene por su Iglesia  para llevarnos a su gloria eterna, ¿estás preparado? pr eparado? Has venido siendo formado  por Dios a través de las pruebas y batallas, hay santidad en tu vida; nota que Dios, antes de encontrarse con su pueblo le ordenó que se consagrara totalmente para Él. ¿Estás tu consagrado para Dios? ¿Serías arrebatado si el Señor viene mientras lees esto?

Cruzando el Jordán Antes de seguir viendo el relato del capítulo 19 de Éxodo, quiero enfatizarte algo más sobre la preparación para ese arrebatamiento que nos ingresará al verdadero Canaán, que es la gloria eterna con Jesucristo nuestro Señor. El último escalón del pueblo de Israel para entrar a Canaán fue cruzar el Jordán:

 Josué 1 2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este  Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de  Israel. Jordán significa “el que desciende”, es decir, el que se humilla. La Escritura declara que el que se humilla, Dios lo exalta, pero el que se exalta, Dios lo humilla; la humillación es el último paso para ser arrebatados, cuando vemos la vida de un arrebatado, como el caso del profeta Elías, nos damos cuenta que su trayecto también fue profético con relación a lo que Dios busca y hace en nosotros, y el último punto que visitó fue el Jordán. Veamos con detalle el camino del profeta Elías:

Obedecer a la palabra del Señor 1 Reyes 17 5  Él fue e hizo conforme a la palabra del Señor , pues fue y habitó  junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán. Jordá n. Aquí vemos cómo Elías hizo conforme a la Palabra del Señor. Vimos en el tema anterior (ver tema No. 69) que sólo el que guarda (atesora, valora, obedece, pone por obra) la Palabra se irá con el Señor cuando Él venga por su Iglesia en secreto. Veamos ahora la ruta de un arrebatado:

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Capítulo 10 – Consagración Total

Pasar por Gilgal = Morir a la carne  2 Reyes 2 1 Y sucedió que cuando el Señor iba a llevarse a Elías al cielo en un torbellino, Elías venía de Gilgal con Eliseo. Recordemos que cuando el Pueblo de Israel iba a entrar a Egipto Dios le ordenó a Josué que circuncidara al pueblo por segunda vez:

 Josué 5  2 En aquel tiempo el Señor dijo a Josué: Hazte cuchillos de pedernal  y vuelve a circuncidar, por segunda vez , a los hijos de Israel. … 9 Entonces el Señor dijo a Josué:  Hoy he quitado de vosotros el  oprobio de Egipto.  Por eso aquel lugar se ha llamado Gilgal hasta  hoy. Esta circuncisión en la antigüedad era literal en la carne, la Escritura declara en Romanos 2:28-29 que la circuncisión verdadera no es en la carne, es en el corazón hecha por el Espíritu. Amado hermano, sólo si andamos por el Espíritu y hacemos morir las obras de la carne (Romanos 8:13) podremos seguir en este camino y ser arrebatados, nadie que no se circuncidara entraría a Canaán, de igual forma, ninguno que no viva guiado por el Espíritu se irá.

Ir a Betel = Congregarnos  2 Reyes 2 2 Y Elías dijo a Eliseo: Te ruego que te quedes aquí,  porque el Señor  me ha enviado hasta Betel . Pero Eliseo dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y descendieron a Betel . Elías en su camino a ser arrebatado, descendió a Betel. Betel significa casa de Dios; el Señor viene por su Iglesia, no por individuos separados. No te equivoques hermano, el que no se congregue no se va; Cristo viene por un solo cuerpo cuyos miembros están unidos, Él espera que al igual que la Iglesia del  principio perseveremos unánimes en el templo y en las casas, bajo la doctrina apostólica y la comunión con los hermanos (Hechos 2:42). El enemigo buscará en este tiempo que la gente no se congregue, pero debemos estar listos y hacer como dice la Escritura:

 Hebreos 10 24 y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen

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Capítulo 10 – Consagración Total  por costumbre, c ostumbre, sino exhortándonos exho rtándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.

Ir a Jericó = Santificación  2 Reyes 2 4 Elías entonces le dijo: Eliseo, te ruego que te quedes aquí, porque el Señor me ha enviado a Jericó . Pero él dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y fueron a Jericó. Recuerdas la historia de Jericó como la conquistó el pueblo de Israel, dando vueltas durante 6 días y el día 7 dieron 7 vueltas y con sonido de shofares las murallas se desplomaron, ¿Quién es el personaje representativo de Jericó? Rahab la ramera, su vida fue perdonada porque ayudó a los espías del pueblo de Israel. Esta estación que hizo Elías nos habla de los problemas sexuales que deben ser corregidos, Dios transformó la vida sexual pervertida de Rahab y la hizo parte del linaje suyo, Rahab ingresó en la genealogía del Señor Jesucristo (Mateo 1:5). La Escritura nos dice que Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras (Santiago 5:17); amado hermano, Dios quiere que nos santifiquemos para Él, Él viene por una Iglesia inmaculada:

1 Tesalonicenses 4 3 Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; 4 que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor,

Ir al Jordán = Humillación  2 Reyes 2 6 Entonces Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí,  porque el Señor me ha enviado al Jordán. Pero él dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Siguieron, pues, los dos . Sí, amado, cruzar el Jordán debe ser el último punto para irnos con el Señor. Debemos vivir dependientes de Él, aprendiendo a vivir por la fe en Él y en su Palabra, mostrando nuestra fe, poniendo por obra su Palabra. En el río Jordán  Nahaman dejó todo su orgullo, org ullo, siete veces se sumergió a la orden del profeta, prof eta, y cuando lo hizo fue limpio totalmente de su lepra. Esto le duele a nuestra carne,  pero tú debes saber que ningún altivo será arrebatado; si nosotros nos humillamos delante de Dios seremos exaltados, esto es levantados, arrebatados al debido tiempo. La Escritura declara que Dios está con los humildes pero a los altivos los ve de lejos; pero la humildad no es una forma de vestir, de

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Capítulo 10 – Consagración Total hablar o caminar, es un corazón que reconoce la dependencia de Dios para realizar cualquier cosa en su vida, es reconocer que sin Él nada somos, nada  podemos, es una confianza plena en el Señor; David sabia esta realidad:

Salmo 131 1 Señor, mi corazón no es soberbio, ni mis ojos altivos; no ando tras las grandezas, ni en cosas demasiado difíciles para mí ; 2 sino que he calmado y acallado mi alma; como niño destetado en el regazo de su madre, como niño destetado reposa en mí mi alma. 3  Espera, oh  Israel, en el Señor, Señor, desde ahora y para siempre siempre. Al estudiar la vida de otro arrebatado como Enoc, la Escritura enseña que Enoc caminó con Dios, es decir, vivió en humildad dependiendo completamente de Dios y por eso Dios lo arrebató.

Compromiso Matrimonial Volviendo al relato del Éxodo, nos dice la Escritura que en el antiguo pacto, lo mejor de las naciones era para los sacerdotes. Recuerda que somos reyes y sacerdotes (Apocalipsis 1:6), Dios tiene lo mejor de las naciones para nosotros,  pero no puede haber Canaán sin consagración; la Escritura nos enseña que debemos entregar nuestra vida por entero y voluntariamente (Romanos 12:12), a eso nos ha llamado Dios en Cristo.

 Romanos 14 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere  para sí mismo; 8 pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos,  para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Si continuamos con el relato del éxodo, nos damos cuenta que Dios les dice que hay una condición para ser el pueblo escogido; la condición era “cumplir todos los mandatos que Él les daría” (los mandatos van desde el capítulo 20 al capítulo 23), el pacto de Dios con el pueblo de Israel es un pacto matrimonial donde se comprometen para casarse, a partir de este momento Israel pasa a ser un pueblo consagrado totalmente para Dios, el pacto se selló rociando la sangre de un cordero sin defecto sobre todo el pueblo:

 Éxodo 24 7 Luego tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el Señor ha dicho haremos y obedeceremos. 8 Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre el pueblo, y dijo: He

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Capítulo 10 – Consagración Total aquí la sangre del pacto que el Señor ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.

Todo lo vivido en este pacto, era una figura profética del nuevo pacto que Dios ha hecho con su Iglesia a través del Señor Jesucristo, así lo explica la Escritura:

 Hebreos 8 8 Porque reprochándolos, El dice: Mirad que vienen días, dice el Señor, en que estableceré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá; 9 no como el pacto que hice con sus padres el día que los tome de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10 Porque este es el pacto que yo haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones. Y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. En el antiguo paco la consagración se selló con la sangre de un cordero sin defecto, eso era sombra y figura de la verdadera consagración que Dios ha hecho a través de la sangre del verdadero cordero de Dios, nuestro Señor Jesús:

 Hebreos 13 12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su  propia sangre, padeció fuera de la puerta. p uerta. En el pacto antiguo, ellos se acercaron a un monte aquí en la tierra, pero nosotros, en el nuevo pacto, al monte de Dios que está en el mismo cielo:

 Hebreos 12 22 Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a  miríadas de ángeles, 23 a la asamblea general e Iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, 24 y a Jesús, el mediador del nuevo  pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel. La misma Escritura nos enseña que el pueblo de Israel no pudo cumplir la condición de este pacto, es decir, no guardó las leyes de Jehová, no le fue fiel, fueron idólatras y buscaron otros dioses, es decir, no fueron realmente un  pueblo consagrado para Dios y por eso Dios los desechó como su prometida. pr ometida.

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Capítulo 10 – Consagración Total

 Jeremías 22 8 Pasarán muchas naciones junto a esta ciudad, y dirá cada cual a su  prójimo: “¿Por qué ha hecho así el Señor con esta ciudad?” 9 Entonces responderán: “Porque abandonaron el pacto del Señor su  Dios, y se postraron ante otros dioses diose s y les sirvieron.” Toda la calamidad que vivió el pueblo de Israel fue por no vivir consagrados  para Dios. Esta es la misma historia nuestra, no podemos llegar a la vida en abundancia aquí en la tierra si no entregamos nuestra vida por completo a Dios, y sin consagración no podremos irnos con Él cuando regrese. Jesús dijo:

 Marcos 8 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que  pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?  Nosotros somos el verdadero Israel 5   que hemos hecho un compromiso matrimonial con el Señor, ese es el significado de la Santa Cena:

1 Corintios 11 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es  para vosotros; haced esto en memoria de mí. 25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. El sentido del matrimonio es que el cónyuge vive para el otro cónyuge, es decir, el esposo vive para su esposa y la esposa vive para su esposo; de igual forma en el evangelio, Cristo el esposo, ha entregado su vida por su esposa, ahora nosotros que somos parte de su esposa debemos entregar nuestras vidas  por Él y para Él. Casarse es una entrega total, donde dejamos cualquier relación intima con los demás para darnos por completo a nuestra pareja. Has entendido esta realidad, cuando hemos entregado nuestra vida por completo, sin reservas, entonces hemos madurado y estamos listos para entrar a la vida en abundancia aquí en la tierra, y la gloria eterna cuando el Señor regrese. Todo el propósito de las pruebas y de las tribulaciones, es para santificarnos y vivir sólo para Él, el supremo llamamiento es entregarnos por completo a Dios, como Él lo hizo por nosotros. El mayor obstáculo a la vida en abundancia no es el diablo, somos nosotros mismos, si no nos convencemos de la realidad del 5

 Ver Apéndice, “El Misterio de Israel”

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Capítulo 10 – Consagración Total evangelio, andaremos siempre en doble ánimo, una vida inconstante, pero si creemos esta verdad, que un día seremos semejantes a Él (1 Juan 3:2-3), entonces buscaremos la paz y la santidad, sin la cual, nadie le verá. Hemos aquí hemos avanzado al capítulo 24 del éxodo, y como vimos, el punto culminante es unirnos a Él en su santo monte. Esa es la gloria a la que hemos sido llamados a alcanzar, la gloria de Cristo por toda la eternidad. Cuando el Señor regrese por nosotros y se consume el matrimonio entre Cristo y la Iglesia, seremos entonces un solo cuerpo con Él, es decir, en este momento somos el cuerpo de Cristo pero en el sentido espiritual, porque somos espíritu de su Espíritu, pero cuando venga y nuestros cuerpos sean transformados a cuerpos semejantes al de Él, entonces seremos completamente su cuerpo, carne de su carne, hueso de sus huesos, y se cumplirá la palabra:

 Apocalipsis 21 3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el  tabernáculo de  tabernáculo de Dios  Dios está entre los  hombres , y Él habitará entre ellos  y ellos serán su pueblo, y  Dios  mismo estará entre ellos. 4 Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han  pasado. Los restantes capítulos del libro de Éxodo (del 25 al 40) nos hablan de la construcción del tabernáculo; esto es figura del cuer  po  po de Cristo, del cual seremos hechos cuando el Señor vuelva por nosotros6 . Amado hermano, no importa cuál sea tu situación, la Gloria eterna nos espera, la vida en abundancia es para nosotros; prosigamos adelante hacia la meta final, hacia el supremo llamamiento:

 Filipenses 3 12 No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del  supremo  llamamiento de  Dios en Cristo Jesús.

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 Ver Estudio de Apóstol German Ponce en Internet www.ebenezer.hn

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan

Capítulo 11- Cuidado con perder Canaán

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o quería terminar este libro sin antes mencionar algunos puntos que  pueden hacer que no alcancemos o que perdamos la vida en abundancia aquí en la tierra.

Obediencia al pie de la letra Primero veamos el caso del Rey Saúl. Recordemos que el Rey Saúl fue el  primer rey sobre Israel; el pueblo le demandó a Dios que les diera un rey y aunque no le gustó al Señor, se les concedió; un día Dios le dio a Saúl una orden: 1 Samuel 15 3 “Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.”  Notemos bien, la instrucción era “destruir por completo”, pero veamos qué hizo Saúl:

1 Samuel 15 9 Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.  No cumplió al pie de la letra el mandato del Señor, pero te diré algo bien tremendo: la Escritura dice que Saúl tomó el botín para ofrecerlo a Dios, si tú meditas, no lo hizo con ninguna mala intención o avaricia, al contrario, eran  buenas intenciones intenc iones de darle una ofrenda a Dios con el botín, pero a Dios no le  pareció bien y mandó a Samuel a decirle:

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan

1 Samuel 15 19 ¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del Señor, sino que te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del Señor? … 22 Y Samuel dijo: ¿Se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros. 23 Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del Señor, Él también te ha desechado para que no seas rey. Me impacta esto, veo que con Dios hay que hacer las cosas tal y como Él dice. A moisés le dijeron que hiciera el tabernáculo según el modelo que le habían mostrado; obedecer es mejor que un sacrificio, Saúl quiso hacer con el botín sacrificios a Dios, pero a Dios le molestó porque no fue eso lo que Él le mandó a hacer, pero lo más tremendo es las consecuencias de desobedecer. Vemos en el verso 23 que Dios lo desechó para que no siguiera siendo rey; así que si el Señor te dice “no vayas a ahí”, no vayas, si te dice “no contestes”, no lo hagas, si te dice “pide perdón” hazlo; hay que cumplir al pie de la letra sus mandatos. Sí amado hermano, por desobedecer Dios puede parar la bendición para tu vida, y puede permitir que vengan situaciones difíciles. La Escritura dice que Dios te tiene guardado en su mano, Él no te dejará, pero, ¿qué pasa si tú te sales de su mano? Entonces quedas fuera de la protección de Dios, de su  bendición. Veamos otro ejemplo de esto:

1 Reyes 13 17 Porque me vino un mandato por palabra del Señor: “No comerás  pan ni beberás agua allí, ni volverás por el e l camino que fuiste.”

Desobedecer nos deja a merced del enemigo Este es el caso de un profeta que Dios envió a una misión de llevar una palabra  profética y le dijo además que no comiera ni bebiera, ni volviera por el camino que se fue, pero este siervo le hizo caso a otro “profeta” que le salió al camino y le convenció de que fuera a su casa a comer y beber; entonces Dios le dijo:

1 Reyes 13 20 Y sucedió que cuando ellos estaban a la mesa, la palabra del Señor vino al profeta que le había hecho volver; 21 y él clamó al hombre de Dios que vino de Judá, diciendo: Así dice el Señor: “Porque has desobedecido el mandato del Señor, y no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ha ordenado, 22 sino que has

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual El te dijo: ‘No comerás pan ni beberás agua’, tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres.” 23 Y sucedió que después de haber comido  pan y de haber h aber bebido b ebido agua, agu a, aparejó apa rejó el asno para él, é l, para el profeta pro feta que había hecho volver. 24 Y cuando éste había partido, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver… 26 Y cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato del Señor; por tanto el Señor lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el Señor le había hablado.

Qué tremendo amado hermano; a este siervo, por desobedecer, Dios lo entregó a que lo devorara el león. Recuerda que el diablo anda como león rugiente viendo a quien devorar (1 Pedro 5:8); él no puede tocarte mientras tú estás en la mano de Dios. Jesús dijo: “Nadie arrebatará a mis ovejas de mi mano” (Juan 10:28), pero si tú te sales por tu desobediencia, entonces quedas a la merced del diablo. Veamos un último ejemplo:

1 Corintios 5 1 En efecto, se oye que entre vosotros hay inmoralidad, y una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles, al extremo de que alguno tiene la mujer de su padre…5 entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. Este es el caso de la Iglesia de los Corintios, donde un hermano ha cometido fornicación con su madrastra. La Escritura dice en 1 Corintios 3:16 que nuestro cuerpo que es templo del Espíritu Santo y que alguno lo destruye Dios lo destruirá a él; además 1 Corintios 6:18-19 dice que el pecado sexual contamina nuestro cuerpo. Este miembro de la Iglesia de los Corintios había desobedecido este mandato, y vemos que Pablo dice en el verso 5 que se entregue a Satanás, es decir al león que devora a los desobedientes; si amado hermano, la desobediencia tiene consecuencias muy negativas para nuestras vidas.

La desobediencia nos saca de la cobertura de Dios Imaginemos al pueblo de Israel cuando Dios lo sacó de Egipto. Dice que Dios le proveía una nube en el día y una columna de fuego por la noche, esto con el  propósito de protegerlos, protege rlos, de bendecidlos, ¿cuál era el requisito r equisito para recibir esta  bendición y protección de Dios? Estar dentro del campamento, si alguien se salía del campamento quedaba a la merced del desierto, el Señor le dio al

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan  pueblo de Israel mandatos para cumplirlos y las bendiciones por hacerlo así como las consecuencias de desobedecer al Señor, veamos algunas:

 Deuteronomio 28 58 Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible, el Señor tu Dios, 59 entonces el Señor hará horribles tus  plagas y las plagas de tus descendientes, plagas severas sever as y duraderas,  y enfermedades enfer medades perniciosas y crónicas. cr ónicas. 60 Y traerá traer á de nuevo sobre ti todas las enfermedades de Egipto de las cuales tenías temor, y no te dejarán. 61 También toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, el Señor traerá sobre ti hasta que seas destruido. 62 Y quedaréis pocos en número, aunque erais multitud como las estrellas del cielo; porque no obedecisteis al Señor tu Dios. 63 Y sucederá que tal como el Señor se deleitaba en vosotros para  prosperaros y multiplicaros, así el Señor se deleitará en vosotros  para haceros perecer y destruiros; d estruiros; y seréis s eréis arrancados de la tierra en en la cual entráis para poseerla. Sí, amado hermano, muchas veces nuestra situación de crisis ya sea económica, de salud, conyugal, familiar o espiritual es por desobedecer al Señor, pero si volvemos a su plena obediencia, Él nos restaurará, nos bendecirá y destruirá a nuestros enemigos tal como dice la Escritura:

Salmo 81 11 Pero mi pueblo no escuchó mi voz; Israel no me obedeció. 12 Por eso los entregué a la dureza de su corazón, para que anduvieran en sus propias intrigas. 13 ¡Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! 14 En un momento yo subyugaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios. La vida de fe nos introduce a Canaán, pero la desobediencia nos saca de ahí; si vemos a lo largo de la Biblia, la vida en abundancia se le terminaba al pueblo de Dios cuando desobedecían. La desobediencia te desactiva la fe y hace que venga calamidad, destrucción, ruina, desorden, pero la Fe activa, la fe que se vive en obediencia nos alcanza la bendición de Dios:

 Hebreos 11 8 Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan Abraham alcanzó la bendición no sólo por la fe, sino porque obedeció. La Escritura nos enseña porqué Moisés no entró a Canaán, ¡y no fue porque no tuviera fe!, es un héroe de la fe, hacía milagros y prodigios en el nombre del Señor; no entró por una desobediencia, Dios le dijo que le hablara a la roca que les daría agua (números 20), y él la golpeó. ¡Qué tremendo!, una “pequeña desobediencia” puede quitarnos la bendición, puede quitarnos Canaán. Amado hermano, Dios ha establecido límites para vivir en abundancia, cuando el pueblo llegó a Canaán y Dios peleó por ellos; ellos conquistaron, y dice que al repartir la tierra Dios les estableció limites, si tú te sales de los límites de obediencia que Dios ha dispuesto para bendecirnos, estarás perdiendo la vida en abundancia.

Cuidado con las serpientes y escorpiones Uno de los límites de Canaán era la subida de Acrabim (Números 34:4), Acrabim significa escorpiones, recuerda que en el desierto están los escorpiones y las serpientes, si nosotros salimos de los límites de Dios, los escorpiones y las serpientes nos picarán y nos dejarán fuera de la vida en abundancia. Estos escorpiones y serpientes no son literales, son entidades espirituales que están al acecho queriendo quitarnos la bendición.

La soberbia Si al estar en bendición se nos olvida que Dios es el que nos ha dado todo, terminaremos altivos, y perdiendo la vida en abundancia, como Roboam, quien recibió el reino de Salomón, un reino de riqueza como nadie había tenido nunca; dice que pidió consejo a los ancianos pero lo menospreció, y siguió el consejo de los jóvenes, consejo de escorpiones:

 2 Crónicas 10 13 El rey les respondió con dureza, pues el rey Roboam había menospreciado el consejo de los ancianos, 14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo,  pero yo lo haré más pesado; mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones. Su actitud de soberbia hizo que el reino se le dividiera perdiendo la tremenda  bendición que su padre le había heredado. Él no quiso servir al pueblo, recuerda que el mayor en el reino es el que sirve, pero él se creyó el mayor y que los demás le sirvieran; su actitud de soberbia terminó con su vida en abundancia. Moisés advirtió al pueblo de Israel sobre el peligro de los escorpiones:

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan

 Deuteronomio 8 15 Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones , tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal. 16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. 17 No sea que digas en tu corazón: "Mi poder y la fuerza de mi mano me han  producido esta riqueza." 18 Mas acuérdate del SEÑOR tu Dios,  porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día. 19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en  pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis. 20 Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no oísteis a la voz del SEÑOR vuestro Dios.

Un momento de placer La Escritura declara en Apocalipsis que los escorpiones causan tormento, y cuando vemos cómo Sansón, un escogido por Dios para vivir en abundancia, murió sin pena ni gloria debido a haber cedido al placer del mundo. La Escritura dice que Dalila lo atormentaba para que él confesara su secreto. Cuidado amado hermano con la mujer extraña o prohibida, un momento de  placer puede hacernos perder la bendición, como Esaú que vendió su  primogenitura por una comida (Génesis 25:34). 25:34) .

Dormirnos Espiritualmente La picada del escorpión produce sueño, la Escritura nos exhorta a velar y orar siempre, pues la escasez y la pobreza vienen cuando nos dormimos, cuando nos hacemos perezosos (Proverbios 6:11); no dejes que la bendición de vivir cómodamente haga que no quieras orar, ni buscar de Dios, porque lo que tienes lo perderás, yo se de casos donde luego de haber sido bendecidos dejaron de ir a la Iglesia por no “ensuciar el carro del año”, finalmente Dios lo tiene que quitar por amor a estar en comunión con Él. A veces es tremendo que Dios tiene que tenernos en el desierto porque sólo ahí puede tener intimidad con nosotros.

La idolatría El principal problema que hizo que Israel perdiera la vida en abundancia fue la idolatría. Un ídolo es aquello que ponemos antes que a Dios, puede ser nuestro trabajo, nuestra familia, nuestro privilegio, nuestra comodidad, nuestro dinero; si no amamos a Dios sobre todas las cosas, y antes que todas las cosas, estamos siendo idólatras. Si todavía vivimos pensando en las cosas que hay en el

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Capítulo 11 – Cuidado con Perder Canaan mundo, estamos siendo idólatras, recuerda que el que se hace amigo del mundo se constituye enemigo de Dios (Santiago 4:4).

Dardos del enemigo La Escritura nos narra que cuando el pueblo de Israel no encontraba comida se impacientó y empezó a murmurar, y Dios envió serpientes que los mordieran, finalmente clamaron y Dios levantó una serpiente de bronce y sólo tenían que mirarla y eran librados de las picaduras de las serpientes. Esto nos habla de las  picaduras de la serpiente, son los dardos que el enemigo nos envía en los momentos de la prueba para debilitar nuestra fe; recuerda que sin fe es imposible agradar a Dios, y uno se mantiene vivo por la fe; y en el momento que el enemigo logra debilitar tu fe, estás a su merced. Y nota que el antídoto fue mirar a la serpiente levantada, eso es figura de ver el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario. Si has murmurado contra Dios en tu momento de crisis, arrepiéntete, pide perdón, y ten fe en Jesucristo; Él pagó por ti, por tu fe apagarás los dardos del enemigo y las serpientes no podrán dañarnos:

 Marcos 16 17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; 18 tomarán  serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien. El Señor nos ha dado potestad sobre serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo (Lucas 10:19), pero debemos vivir una vida en obediencia y humildad, sabiendo y reconociendo que sin Él nada somos, que dependemos de su bendición para seguir cada momento, es su misericordia la que nos sostiene, es por su gracia que nos lleva a la vida en abundancia. Recuerda las  palabras del Apóstol Pablo sobre el éxodo éxo do de Israel:

1 Corintios 10 6 Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron. 7 No seáis, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos, según está escrito: EL PUEBLO SE SENTÓ A COMER Y A BEBER, Y SE LEVANTÓ A  JUGAR. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil. 9 Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos le provocaron, y fueron destruidos por las  serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos  por el destructor. 11 Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y  fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. 12 Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.

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Puntos concluyentes •











Debido a la ignorancia del plan de Dios, mucho pueblo se queda  postrado en el desierto; ahora puedo entender mejor la diferencia de  prosperidad que hay entre los cristianos, mientras algunos pocos hemos descubierto la realidad del supremo llamamiento, otros en cambio andan afanados buscando las cosas materiales que finalmente no alcanzan porque no es el método que Dios ha definido. El método es conocer, meditar, entender y poner por obra la Palabra. La bendición en esta tierra es una añadidura de dejar que Dios haga en nosotros su  propósito de hacernos a la imagen del Señor Se ñor Jesucristo. La duración del proceso de formación, Dios lo ha dejado a nuestra opción. Si aprendemos lo que quiere enseñarnos, y si dejamos que nos forme a imagen del Señor Jesús entonces rápidamente avanzaremos a la vida en abundancia, pero si seguimos haciendo las cosas como nosotros  pensamos y no como la Palabra de Dios dice, terminaremos cargados y angustiados por las “aparentes injusticias de la vida”. La vida guiada por el Espíritu Santo es una necesidad para caminar rumbo a la vida en abundancia, nadie que viva guiado por la carne la alcanzará; en la medida que conocemos más del amor de Dios y del supremo llamamiento, la vanidad y los placeres del mundo empiezan a  perder su atracción. Hay un punto en común en todo el proceso y es la obediencia. La fe se manifiesta en obras y la obra máxima que Dios espera en nosotros es que guardemos su Palabra, pero por amor, porque el que le ama es el que guarda su Palabra. La obediencia es mejor que cualquier ofrenda que podamos darle, porque es ofrendar nuestra vida. Finalmente vemos que la entrega que Dios demanda de nosotros es una entrega total, por eso vemos la analogía del matrimonio entre Cristo y la Iglesia donde Cristo muere por su Iglesia y vive para su Iglesia; de igual forma eso demanda el Señor de nosotros, morir por Él, y vivir  para Él. La realidad del evangelio es un compromiso completo con nuestro Señor, o todo o nada, no hay más opciones. Podemos concluir que la realidad de Dios es más dura para nuestra carne de lo que imaginábamos, pero más gloriosa para nuestra vida que lo que alguna vez soñamos. A Dios sea toda la gloria. Aleluya.

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Apéndice

Apéndice El Misterio de la Piedad

1 Timoteo 3 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. Para entender mejor la Palabra, muchas veces es necesario conocer las palabras originales en las que se escribió; en el caso del Antiguo Testamento es en hebreo (y algunas porciones en arameo), y el Nuevo Testamento en griego, esto nos facilitará la comprensión del verdadero significado. En el versículo anterior la palabra  Manifestado  es en griego “Fanero” que significa “hacer conocido o visible algo que había estado oculto o desconocido”, “exponerse a la vista”, “aparecerse”. En el mismo versículo, la palabra Carne, es en griego “Sarx”, que significa, además de carne, cuerpo de un hombre. Luego de ver los originales podemos comprender mejor el pasaje, parafraseando el versículo anterior se podría leer: E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad, “ Dios se hizo visible y se dio a conocer tomando un cuerpo de hombre…” Este misterio nos habla de la unión de lo divino con lo humano, nos habla de la manifestación de Dios a la creación. Meditemos en lo siguiente: Dios creó todas las cosas, nos creó a nosotros y a todas las demás creaciones (Ángeles, arcángeles, querubines, serafines, etc.); imagina un Dios que crea todo pero que nadie lo conoce, es más, “Dios que crea cosas visibles”, y que nadie lo ha visto ni lo verá. Era y es el deseo de toda la creación de conocer a su creador,  poder verlo, por eso Dios en sus propósitos había destinado un día hacerse visible a la creación, y éste es el misterio de la piedad. Este misterio lo vemos en sombra y figura en el Antiguo Testamento cuando Dios sacó al pueblo de Egipto e hizo un pacto con ellos en el monte Sinaí; Dios le dio mandato a Moisés para que el pueblo le preparara un tabernáculo y así  poder Él morar entre ellos:

 Éxodo 25 8 Y que hagan un santuario (tabernáculo) para mí, para que yo habite entre ellos. 9 Conforme a todo lo que te mostré, conforme al diseño del tabernáculo y al diseño de todo su mobiliario, así lo haréis.

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Apéndice

 Nota que dice “conforme al diseño del tabernáculo que te mostraré”, es decir que Dios tenía ya preparado un tabernáculo y se lo mostró a Moisés para que Moisés hiciera uno en la tierra. Tú debes saber este secreto: “las cosas de la tierra sólo son copias de las cosas que están en los cielos”, así lo declara la epístola a los Hebreos en el capítulo 8 cuando está hablando del santuario de Dios, declara que las cosas que Dios le mandó a hacer a Moisés sólo son copias de las que Dios ya hizo en los cielos:

 Hebreos 8 5 los cuales sirven a lo que es copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Moisés fue advertido por Dios cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo; pues, dice Él: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte. El punto uno es que Dios ya tenía un tabernáculo preparado para manifestarse a la creación, y a Moisés sólo se lo enseñó para que hiciera una “copia y sombra”, ¿Por qué copia y sombra? Porque sólo sería una representación del verdadero. Ahora veamos cuál es el verdadero tabernáculo que Dios había  preparado de antemano para habitar entre nosotros, pues así lo declara también el profeta Ezequiel:

 Ezequiel 37 27 Y estará en ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. El cuerpo de Jesús era el tabernáculo que Dios había preparado para habitar entre nosotros, y así manifestarse a la creación:

 Juan 1 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Cuando vemos los originales en este versículo, la palabra “habitó”, es en griego “skenoo” que significa también “poner su tabernáculo o ”, entonces vemos que el Verbo se tabernaculizó, es decir puso tabernaculizar ”, su tabernáculo, se hizo visible a la creación, pero sabemos que esto se refiere “al cuerpo de Jesús”. Sí amado hermano, el mismo Dios se hizo visible tomando un cuerpo de hombre, es decir, que un cuerpo humano fue el tabernáculo que usó para manifestarse a la creación. Este cuerpo (tabernáculo), fue el que Dios le mostró a Moisés en el monte santo, el cual era una “copia y

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Apéndice sombra”, ya que hablando de su venida a la tierra, encontramos esta declaración:

 Hebreos 10 5 Por lo cual, al entrar El en el mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no has querido , pero un cuerpo has preparado para mi; 6 en holocaustos y sacrificios por el pecado no te has complacido. 7 Entonces dije: “He aquí, yo he venido (en el rollo del libro esta escrito de mi) para hacer, oh Dios, tu voluntad.” Así es hermano, Dios había preparado un cuerpo desde que creó todas las cosas, un tabernáculo para manifestarse a la creación, pero fue hasta hace dos mil años que lo usó para venir a esta tierra; Pedro sabía esto y lo declara:

1 Pedro 1 20 Porque Él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros. El misterio de la piedad es la encarnación del Dios todopoderoso y su venida a esta tierra, pero va más allá de eso, es la unión de lo divino con lo humano. Pedro dice “por amor de vosotros”; te diré qué significa esto: Dios nos amó tanto que se hizo como uno de nosotros para que nosotros seamos participantes de su naturaleza divina (Hechos 17:29), es decir, que Dios se despojó de su gloria para que nosotros seamos participes de ella:

 Filipenses 2 5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo  Jesús, 6 el cual, aunque existía ex istía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Así es amado hermano, Dios se hizo semejante a los hombres para que un día, cuando Él vuelva por nosotros, seamos hechos semejantes a Él, participantes de su divinidad:

 2 Pedro 1 3 Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por

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Apéndice ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.

Aunque te parezca increíble amado hermano, un día cuando suene la trompeta y seamos transformados, seremos semejantes a Él, herederos de Dios, y coherederos con Cristo:

1 Juan 3 2 Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos como Él es. El Misterio de la Piedad consiste en la manifestación del Dios todopoderoso a la creación tomando un tabernáculo, es decir, un cuerpo humano; se hizo semejante a los hombres para que, por su muerte y resurrección; todos los que le recibimos lleguemos a ser hijos de Dios, es decir, semejantes a Él. El tabernáculo que Moisés elaboró sólo era una “copia y sombra” del verdadero tabernáculo que Dios había preparado para manifestarse y que un día usó al ingresar en el vientre de la virgen Maria:

 Miqueas 5 2 Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de  Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad. ¡Qué gloria hermano!, el Dios eterno se despojó haciéndose semejante a los hombres para que tú y yo participemos de su gloria eterna. Un día se oirá la voz de trompeta que dirá:

 Apocalipsis 21 3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos  y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre en tre ellos.

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Apéndice

La Familia Familia como Escuela de Amor Dios es amor y se manifestó a través del sacrificio de Jesús. Jesús es el amor encarnado; Dios quiere que nosotros lo conozcamos a Él, que conozcamos el amor que Él tiene por nosotros y por eso ha establecido la familia como una escuela para eso. Si tú meditas, Dios podría haber creado otro método de reproducción, nada es imposible para Él; Él podría haber hecho que nosotros naciéramos como las plantas, o los árboles, entonces la pregunta sería ¿Por qué Dios estableció la familia? ¿Por qué Dios definió que existan las relaciones matrimoniales y las relaciones de hijos y padres? La Biblia nos enseña que la familia, como la conocemos ahora, no existirá después; en el cielo no habrá casamientos, no habrá madres, no habrá padres, sólo existirá Dios como Padre y nosotros como hijos suyos. La familia que Dios estableció en la tierra tiene como propósito que conozcamos más de su amor. Veamos algunas relaciones familiares:

El Matrimonio La familia inicia con la unión en matrimonio de un hombre y una mujer, esto nos habla, como ya vimos, de el propósito eterno de Dios de unir a Cristo con su esposa la Iglesia en matrimonio; Dios ha querido que cada hombre y cada mujer podamos tener una relación matrimonial que nos permita conocer sobre el amor que Cristo tiene por su Iglesia. El matrimonio terrenal no es eterno, sólo existirá mientras estamos en esta tierra. Jesús dijo:

 Lucas 20 34 Y Jesús les dijo: Los hijos de este siglo se casan y son dados en matrimonio, 35 pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan ni son dados en matrimonio; Sí amado hermano, el matrimonio tiene como único motivo hacernos comprender mejor el amor de Cristo por su Iglesia. En esta relación conyugal tanto el hombre como la mujer pueden entender mejor el amor de Cristo por su Iglesia. El Apóstol Pablo declaró:

 Efesios 5 25  Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la  Iglesia y se dio a sí mismo por ella , 26 para santificarla, habiéndola  purificado por el lavamiento del agua con la palabra, 27 a fin de  presentársela a sí mismo, una Iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e

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Apéndice inmaculada. 28  Así también deben amar los maridos a sus mujeres , , como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la Iglesia; 30 porque somos miembros de su cuerpo. 31 Por esto el hombre dejara a su  padre y a  su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola  carne. 32 Grande es este misterio, pero hablo con referencia referencia a Cristo y a la Iglesia. 33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

La relación Padres-Hijos Una vez que el matrimonio se ha consumado, pronto vienen los hijos. Éste es el método que Dios ha definido, un hijo es la misma esencia del padre que lo engendró, un hijo es la consumación del matrimonio, sólo un padre sabe el amor que se tiene a un hijo, una madre daría su vida por su hijo; Dios ha querido que toda persona, además de ser esposo o esposa, puede tener la relación de ser padre o madre. La Escritura declara que no habrá estéril dentro del pueblo de Dios, Dios quiere que todos tengamos un conocimiento por experiencia del amor de un padre por su hijo, porque sólo de esta forma  podremos tener un mejor entendimiento del sacrificio sacr ificio de su hijo por nosotros. Esto lo podemos ver mejor en la vida de Abraham y su hijo Isaac. Isaac era el hijo que todo matrimonio espera y luego de mucho tiempo Dios se los concede y como dijo el Señor Jesús, Abraham se gozó por ver su día, y esto fue cuando Dios le pidió que le entregara a Isaac como una ofrenda. Imagina que tú estás en el lugar de Abraham, y Dios te pide que sacrifiques a tu propio hijo; sólo un  padre puede conocer el amor que se tiene por un hijo, pero recuerda que esta relación Dios la ha establecido para que nosotros podamos conocer más sobre el amor que Dios nos tiene, pues nos dio a su único hijo para que muriera por nosotros. Ahora pongámnos en el papel de hijos. Dios quiere que conozcamos cuánto nos ama Él como padre, por eso ha establecido que tengamos una relación  paterna que manifieste el amor de Dios, aun el mismo señor Jesús tuvo una figura terrenal de un padre. Dios quiere que aprendamos en nuestra relación de hijos a amar a nuestros padres y a honrarlos. El Apóstol Pablo escribió a Padres e Hijos:

 Efesios 6 1  Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es  justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), 3 para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis

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 a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.

Los hermanos Cuando vienen los hijos, existe entre los hijos la relación familiar de hermanos. Dios ha querido que esta relación nos sirva para entender la relación que tenemos con Él; Jesús es nuestro hermano mayor, Él quiere que nuestra relación con Él sea como la relación de confianza y amor que tenemos con nuestros hermanos terrenales, y que así también tengamos una relación con nuestros hermanos de la fe. La familia terrenal es una escuela de amor para que  podamos entender mejor el amor de Dios. Dios se manifiesta en nosotros como esposo (Isaías 54:5), como Padre (2 Juan 1:3), como hijo (Juan 3:16) y como hermano (Hebreos 2:12). Él dijo: “mi madre y mis hermanos son los que hacen la voluntad del Padre” (Lucas 8:21). Dios ha definido la familia como la escuela para que conozcamos más de su amor para con nosotros. A través de las relaciones familiares podemos comprender mejor el amor de Dios para nosotros, es por eso que el enemigo, hoy más que nunca, quiere destruir la imagen de la familia porque de esa forma la gente no comprendería mejor el amor de Dios. Aprovecha hoy tu relación familiar y disfruta de conocer mejor el Amor de Dios. Antes de la venida del Señor, Dios enviará al profeta Elías para que éste haga volver el corazón de los  padres a los hijos, y entonces el pueblo estará bien dispuesto a recibirlo (Lucas ( Lucas 1:17).

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El misterio de Israel Israel Mucho se habla del pueblo de Israel. Los judíos en medio oriente sostienen que son el pueblo escogido por Dios, el verdadero Israel, pero nosotros, los cristianos, aseguramos a la luz del Nuevo Testamento que somos el verdadero Israel de Dios. La pregunta a contestar es ¿Quiénes forman el Israel de Dios? Para entender esto debemos remontarnos al relato de la creación.

El deseo de Dios, una nueva raza Al ver los principios de la creación, el relato bíblico nos dice que Dios creó a Adán a su imagen y semejanza. Con el propósito de llenar la tierra de hijos de Dios, Dios le dio la orden que llenara la tierra, entonces Adán sería el padre de la raza humana, pero debido a su trasgresión el pecado ingresó; toda su descendencia fue afectada y el proyecto de formar una nueva raza se detuvo, hasta que Dios llamó a Abraham reiniciando el proceso de formar un pueblo escogido.

Los dos Pueblos El pueblo de Israel desciende de Abraham quien, al igual que Adán, fue escogido por Dios para ser padre de una nueva raza de hijos. La Escritura nos enseña que Abraham tuvo dos hijos (al igual que Adán), Ismael el primogénito, que lo tuvo con Agar (la sierva egipcia), e Isaac, el hijo de la promesa que nació por la fe (ya que Sara era estéril). La vida de Abraham nos revela el secreto del pueblo de Israel:

Gálatas 4 22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre. 23 Pero el  hijo de la sierva nació según la carne , y el hijo de la libre por medio de la promesa. 24 Esto contiene una alegoría,  pues estas mujeres son dos pactos; uno procede del monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar. 25 Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual,  porque ella está en esclavitud con sus hijos. 26 Pero la  Jerusalén de arriba es libre; ésta és ta es nuestra madre. Aquí está el secreto del pueblo de Israel, una parte es el Israel terrenal que  proviene de Abraham pero según la carne y nos dice que por naturaleza es esclavo, y la otra parte es el Israel Celestial, que proviene por la fe en Cristo, esta descendencia es espiritual y por consiguiente, libre. También vemos que estos dos pueblos están representados por “pactos”, el primer pacto que Dios hizo en el monte Sinaí, representa al Israel terrenal, y tiene como sello la

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Apéndice circuncisión; y el nuevo pacto que Dios hizo (el monte calvario) a través de la sangre de Cristo, representa el Israel celestial. Cuando Dios llamó a Abraham, le dio como sello de la promesa la circuncisión, esto representaba que era escogido por Dios, y así lo transmitió Abraham a su descendencia, pero el Apóstol Pablo nos aclara cuál es la verdadera circuncisión:

 Romanos 2 28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne; 29 sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu , no  por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino s ino de  Dios. La Escritura continúa y afirma que no todos los descendientes de Abraham son  judíos, sino que el Israel de Dios forma los hijos nacidos de la simiente  prometida, Isaac:

 Romanos 9 6 No que la Palabra de Dios haya faltado; porque  no todos los que  descienden de Israel son israelitas; 7  ni por ser simiente de  Abraham son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada simiente. 8 Quiere decir: No los que son hijos de la carne, son los hijos de Dios;  sino los que son hijos de la promesa, estos son contados en la  generación. En primer lugar vemos el deseo de Dios de tener un pueblo escogido y apartado para Él, en segundo lugar encontramos en Abraham, el escogido por Dios para dar a luz a ese pueblo; el detalle es que Abraham tuvo dos descendencias, una con Ismael y la otra con Isaac, pero es Isaac (Romanos 9:7) la descendencia escogida por Dios, esto es por la Promesa. Entonces los hijos de Dios son los de la fe tal como Isaac fue “hijo por fe”. El otro problema es que los judíos descendientes por la carne de Isaac aseguran ser el pueblo escogido por Dios, pero la Escritura nos dice que no todos los descendientes de Israel son Israelitas, es decir, que no es por tener descendencia de carne y sangre, sino por tener descendencia espiritual; se es hijo “por la fe”, escogidos “por la gracia de Dios”.

El Isaac Espiritual, la simiente del Israel de Dios Entonces encontramos que hay un Israel terrenal, es decir, descendientes de carne y sangre de Isaac, y hay un Israel celestial, que es descendiente espiritual del “Isaac espiritual”; éste es Cristo Jesús nuestro salvador, la simiente de la  promesa por la fe:

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Apéndice

Gálatas 3 16 A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu  simiente, la cual es el Cristo. Vemos que el Israel Celestial lo puede formar cualquiera, “ya sea circunciso o incircunciso”, el requisito es que sea descendiente espiritual, esto es, que haya nacido por el Espíritu, obviamente esto incluye a miembros de todas las naciones (gentiles) y miembros del Israel terrenal (judíos), como Pedro y los discípulos, como Pablo y muchos otros “judíos de carne” que por la gracia de Dios, así como nosotros, fueron escogidos para ser parte del Israel de Dios. Dios le había dicho a Abraham que tendría una simiente terrenal y otra celestial:

Génesis 22 17 de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia  como las estrellas del cielo y  como la arena en la  orilla del mar , , y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. En la simiente prometida, en el “Isaac Espiritual” que es Cristo, se levanta el Israel de Dios, donde no importa si es de la circuncisión (judío terrenal) o incircunciso (gentil); en Cristo, lo que importa es la nueva raza, la nueva creación, que es de naturaleza Espiritual:

Gálatas 6 15  Porque en Cristo Jesús , ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión,  sino la nueva criatura . Gálatas 6:16 Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, la paz y la misericordia de Dios será sobre ellos, y sobre el Israel de Dios. Entonces el Israel de Dios es el formado por los nacidos de nuevo por la confianza (fe) en Cristo:

 Filipenses 3 circuncisión, los que servimos en 3 Porque  nosotros somos la circuncisión, espíritu a Dios , y nos gloriamos en el Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

Escogidos entre los Gentiles y entre los Judíos Terrenales Ahora que estamos claros cuál es el Israel de Dios, no debemos menospreciar al Israel terrenal porque, como vimos, habrá algunos dentro del Israel terrenal

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Apéndice que serán parte también del Israel celestial. Esto será en los tiempos tribulacionarios , cuando el Señor Jesús regrese y ellos lo reconocerán como el Mesías, entonces Dios cumplirá las promesas hechas a sus padres. Vemos entonces que Dios trata primero con la parte de los gentiles y luego con los  judíos terrenales:

 Romanos 11 ignoréis este misterio misterio , para que 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la  plenitud de los gentiles; 26 y  así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRÁ DE SIÓN; APARTARÁ LA  IMPIEDAD DE JACOB. 27 Y ESTE ES MI PACTO CON ELLOS, CUANDO YO QUITE SUS PECADOS. Romanos 11:28  En cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección de Dios, son amados por causa de los padres; 29 porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.  Notemos que el Apóstol Pablo nos aclara que Israel tiene un endurecimiento  parcial, hasta que los gentiles escogidos para ser salvos hayan alcanzado la salvación, entonces, todo Israel será salvo porque aun dentro del Israel terrenal hay escogidos, que hasta el tiempo tribulacionario reconocerán a Jesús como su salvador. La Biblia nos dice que su número es de 144,000 (Apocalipsis 7:4), 12,000 de cada tribu.  Nosotros no debemos gloriarnos y menospreciar a los judíos terrenales, porque de los dos pueblos (gentiles y judíos) Dios hizo en Cristo el Israel de Dios, ciudadanos de la Jerusalén Celestial con todos los santos (algunos de entre los  judíos y también de entre los gentiles):

 Efesios 2 11 Por tanto, acordaos que en otro tiempo vosotros erais gentiles en  carne , que erais llamados incircuncisión de la que se llama circuncisión en carne, la cual se hace con mano; 12 que en aquel  tiempo estabais sin Cristo ,  alejados de la república de Israel  , y extranjeros a los Pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13  Pero ahora en Cristo Jesús , vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo. 14 Porque Él es nuestra paz, que de ambos hizo uno , deshaciendo la  pared intermedia de separación;

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Bibliografía

1. Biblia de Las Américas, The Lockman Fundation, 1997. 2. Reina Valera de 1960, y 1995, Sociedades Bíblicas Unidas. 3. Diccionario Expositivo Vine, W.E Vine, Editorial Caribe. 4. Diccionario Bíblico Certeza, Robert Powell, Editorial Certeza. 5. Concordancia Strong, Hebreo y Griego, por S.T.D., LL.D., 1890.

James Strong,

6. Definiciones Hebreas de: Brown-Driver-Briggs 7. Definiciones Griegas de: Thayer 8. Libro Símbolos Divinos, A.B. Simpson, Editorial Clie. 9. Una Gran Fe, John Leonard, Editorial Unilit. 10.Destinados 10. Destinados para el trono, Pablo E. Billheimer, Editorial CLC. 11.Dios 11. Dios está formando un pueblo propio, Raúl Caballero Yoccou, Editorial Unilit. 12.Prédicas 12. Prédicas y enseñanzas de mi pastor y padre espiritual el Apóstol German Ponce.

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