El Brushing
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EL BRUSHING Esta es una técnica que ha revolucionado el mundo de la peluquería, ya que con el brushing podemos conseguir cualquier tipo de peinado desde los muy lisos a rizados, pasando por los ondulados. El peinado se obtiene utilizando como molde un cepillo y aplicando a la vez calor en cada mecha con el secador de mano. El resultado obtenido depende del diámetro de los cepillos a elegir, del tamaño y tipo de cabello y de la forma del peinado a realizar. Recuerda que cuanto más pequeño es el diámetro de los cepillos, más cerrada será la ondulación que realices, en el mercado existen diferentes tamaños y calidades de materiales y formas.
Cepillos Térmicos
Es importante coger el hábito del brushing sin que te acostumbres a usar una sola mano para manejar lo cepillos y el secador, DEBES ALTERNAR SIEMPRE ambas manos, a igual tiempo, para evitar enfermedades profesionales y sacar el máximo partido a nuestra herramienta principal: las manos.
Cepillos de Madera
Has de recordar también, que para ir adiestrándote en esta técnica, de forma que no adquieras hábitos que en el futuro te cueste trabajo corregir. Debes tener en cuenta el no soltar en ningún momento a la hora de realizar el brushing, el cepillo y el secador (encendido todo el tiempo del secado, salvo excepciones) de tus manos, ni siquiera para realizar particiones, ya que de lo contrario se pierde mucho tiempo y no pones en funcionamiento tu habilidad manual. El secador de mano es un aparato electrónico que lleva una potencia aproximada de 500 a 15000 watios, con un interruptor de encendido y de apagado, otro para regular la temperatura del aire y otro para la velocidad. Debe ser ligero y adaptable a la mano. El chorro de aire (suave o fuerte) debe influir permanentemente, ya que los secadores profesionales están preparados para ello. Este se debe controlar según el tipo de cabello, su textura y manejabilidad. Si es fino y bastante corto, la temperatura y el chorro de aire deben ser suaves. Así se podrá mantener la humedad dentro de la corteza del cabello, hasta conseguir una gradación correcta para manipular el cabello. Si el cabello se seca demasiado, antes de que el pelo haya quedado suficientemente moldeado, se tendrá que humedecer nuevamente. 1.- Secador de mano Es hoy por hoy el aparato más utilizado para dar forma al cabello mojado, por tanto, estamos hablando de un electrodoméstico imprescindible en la peluquería por su manejo, comodidad y utilizado con habilidad se consiguen gran variedad de técnicas de peinado (aplicando aire caliente, moldeamos el cabello al mismo tiempo que quitamos la humedad).
El secado de mano es la realización de un secado mecha a mecha y dominando el cabello. El peinado se obtiene utilizando como molde un cepillo (redondo, de esqueleto o semicircular) y aplicando a la vez calor a cada mecha. El resultado obtenido va a depender del tipo de cabello y del diámetro del cepillo, así como de la habilidad del profesional. Actualmente es la técnica más utilizada, pues proporciona un aspecto más natural y mayor movimiento. - Accesorios: El secador de mano viene acompañado de boquillas de diferentes oberturas que sirven para dirigir el aire y que salga con más fuerza y de difusor que se utiliza para abarcar una zona más amplia de cabello y que el aire salga con menos fuerza. También nos ayudaremos de pinzas grapas para realizar las particiones del cabello y también de cepillos que pueden ser redondos, de esqueleto o semicirculares, también y cuando el pelo es muy corto podemos ayudarnos de un peine plano y con los dedos. - Regulación aire-calor: A menor potencia de aire más caliente y viceversa. El uso acertado de la relación aire calor, es el secreto de un resultado óptimo y favorable. - Realización de un secado de mano: Se coge el cepillo con una mano y el secador con la otra, es conveniente acostumbrarse a trabajar con ambas manos. La técnica de realización es la siguiente: Lavar el cabello y aplicar el producto acondicionador necesario y adecuado, observar el tipo de cabello y peinado a realizar. Quitar el exceso de humedad con el secador a temperatura elevada y con movimientos de vaivén en melenas largas, ya que en los cortos no hace falta. •
Secar bien con una toalla.
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Desenredar los cabellos.
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Con el secador, quitar el exceso de humedad localizado en la nuca.
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Hacemos las particiones adecuadas, separación de las mechas utilizando pinzas o grapas para su sujeción y facilitar el trabajo. Procurar que al realizar las sujeciones de las particiones, no queden rayas verticales abiertas (hacer las particiones intercaladas).
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El inicio de secado empezará en la nuca baja cogiendo la primera mecha y secaremos desde la raíz a la punta. Es conveniente trabajar primero la raíz (dando o no volumen) y después medios y puntas. En esta zona se ha de trabajar con el secador a media temperatura ya que es una zona muy sensible al igual que las sienes y las patillas. Hay que procurar dirigir el aire al cabello haciendo movimientos de vaivén con el secador, para evitar que el calor se concentre en una zona, al mismo tiempo guardaremos una cierta distancia entre el cabello y la boquilla del secador.
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A continuación bajaremos la siguiente mecha y repetimos la operación hasta la zona frontal, patillas y sienes. Las mechas se sacarán con divisiones limpias, bien definidas y sin demasiado pelo.
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En la zona de la coronilla trabajaremos los mechones de cabello teniendo en cuenta los remolinos, inclinándolos hacia el lado contrario y unificando las particiones.
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Por último se trabaja la zona frontal y patillas en las cuales ya sabemos previamente como tiene que ir inclinado el cabello (con ralla, en lateral, aureola, etc.). El secador de mano también se puede utilizar para secar cabellos con diseño rizado acoplando un difusor a la boquilla. La técnica consiste en trabajar el cabello con los dedos dando volumen a la raíz. 2.- Brushing Técnica de marcado en la cual se utiliza un secador de mano y un cepillo cilíndrico. Esta técnica permite ir observando el resultado del trabajo que se está realizando y en caso necesario poder modificarlo.
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Características, preparación y acondicionamiento del cabello: Conocer el estado y tipo de cabello, es imprescindible antes de empezar cualquier trabajo de peluquería. De este modo podemos administrarle los productos adecuados para su acondicionamiento (cremas, espumas, plises, etc.)
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Particiones: Hay que separar el cabello por zonas, frontal / coronilla / patillas y nuca. Con la práctica y cierta experiencia, cada profesional desarrolla un método de trabajo propio y personal. Seguir un orden a la hora del secado, evita que el cabello de las zonas altas (coronilla) moleste cuando se esté trabajando en las partes inferiores de la cabeza (nuca).
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Ley física del brushing: Cabello mojado igual a posición Beta y cabello se igual a posición Alfa. En el brushing, el cabello lo vamos enrollando y estirando en el cepillo. Mientras el mechón está húmedo y caliente no adopta la forma deseada. Hay que mantenerlo hasta que el mechón este perfectamente seco y frio.
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Dirección, forma y grosor del mechón: La técnica del brushing consiste en dar forma al cabello secándolo con aire caliente mientras lo dirigimos en la dirección que llevará el peinado final y que ya se ha determinado a partir del corte. El cabello la dirección que se le imprime en el marcado con el secador de mano. El brushing sirve para rizar, alisar o ahuecar donde el estilo de peinado previsto lo exija. Antes de empezar el trabajo hay que visualizar mentalmente el peinado que deseamos lograr, para dar la forma correcta El grosor de las mechas dependerá e irá en relación al grosor del cepillo que utilizamos.
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Volumen: Dar volumen equivale a levantar las raíces:
o
Secar inclinando la raíz a contrapelo (golpe de culata) conseguimos el mayor volumen.
o
Si no levantamos la raíz (en su base) no se consigue volumen.
o
Para obtener menor volumen debemos inclinar la raíz en la dirección de su implantación.
o
Si no queremos dar volumen aplicamos calor en la raíz aplastando el cabello hacia su implantación natural, manteniéndolo sujeto hasta que se enfríe.
o
Rizar / Alisar / Retocar con brushing: Esta técnica es ideal para cabellos lisos, ondulados y rizados suaves (no es la técnica adecuada para los rizados y muy rizados). Para rizar el cabello hay que enrollarlo en el cepillo aplicar calor y una vez enfriado retirar el cepillo. Con esta técnica es más fácil alisar cualquier tipo de cabello, levantando o no la raíz según el volumen que queramos lograr.
Después de realizar un marcado con rulos, anillas, etc., es posible que queden huecos, teniendo que recurrir al brushing para retocar el acabado. El secador de pie deja una vez frio, un marcado muy fuerte y difícil de corregir. . 3.- Secado a difusor, tipo de cabello, importancia del corte y técnica de secado Técnica para secar cabellos rizados o muy rizados y también los ondulados. No es nada agresiva ya que no estira ni mueve casi el cabello y se utiliza siempre que queramos mantener la forma natural. Un buen corte es el secreto de un peinado duradero. Una de las técnicas del trabajo con difusor es secar el cabello en su forma natural sin moverlo ni tocarlo, obteniendo poco volumen y mucha naturalidad, obteniendo mejor calidad de rizo secándolo con el difusor que expele el aire en forma circular.
SECADO CON DIFUSOR El secador de mano también se puede utilizar para realizar peinados con diseños rizados, acoplando con difusor en la boquilla. La técnica consiste el trabajar el cabello con los dedos, aportando o eliminando el volumen del peinado. Los difusores hacen que el chorro de aire salga difuminado de forma que no sea directo. Son útiles para peinados de estilos rizados ya que en casos conviene movilizar lo menos posible el cabello. Sobre todo después de realizar una ondulación permanente. Para poder realizar bien este secado hay que hablar bien con el cliente explicándoles lo que se persigue, invitándola a que mantenga la cabeza en posiciones inclinadas y a que nos ayude girándola a nuestras indicaciones, para poder secar todos los alrededores y conseguir que los peinados sean mas naturales.
SECADO A DEDOS Este estilo es utilizando para muchas medidas medias y largas normalmente en cabellos ondulados o rizados que se deseen muy simples o muy sueltos. Es una técnica muy agradable de la nueva peluquería que consiste en manipular los cabellos dándoles la forma con los dedos de las manos. Esta técnica no se puede utilizar más que es cortes bien definidos y muy estructurados, de formas concretas y muy depuradas. Es imprescindible de un buen entrenamiento a fin de saber aprovechar muy bien los efectos del aire y coordinarlos con los movimientos, que pueden crear y dar los dedos. Al trabajar esta técnica intervienen los factores de: -
La clase natural y estado del cabello. El tipo de corte y su forma Los remolinos, coberturas y ondulaciones naturales del cabello. La clase de acabado que deseamos.
Diferentes técnicas: -
Que los dedos acompañen y dirijan los cabellos, elevando o aplastando según convenga. Esponjándolos y ahuecándolos ayudando con el difusor y poca potencia de aire. Rizar apretando los cabellos dentro de la mano para ayudar a curvarlos.
SECADO A PEINE Técnica recomendada para el secado de estilos cortos y lisos, muy habitual en cortes de caballero. No es recomendable utilizar en cabellos castigados o crespados, también para suavizar rizos fuertes, naturales o permanentados. Las pautas a seguir son las siguientes: Analizar el tipo de cabello y su estado, especialmente en su forma para este caso.
fijándonos
Revisar y si es necesario repasar la línea de corte. Para un resultado optimo el corte debe ser perfecto y de línea bien definida. Acondicionar adecuadamente el cabello, dando preferencia en este trabajo a los productos suavizantes en lugar de los plisantes fuertes. Usaremos un peine normal de corte más bien grande, de los d doble tipo de púas, y el secador con máximo calor y máxima potencia de aire. Pondremos una boquilla angosta, ya que aumenta la fuerza del aire. El resultado es perfecto cuando la aplicamos en cabellos lisos, ondulados y de rizo medio. En rizos fuertes se requiere gran experiencia y practica aun asi, y según el tipo de cabello, lo único que se consigue es romper el rizo y crear volumen. Otras veces se obtiene un aspecto semi-alisado e informal que puede resultar interesante. Aunque podemos alisar el cabello con brushing, el resultado no es nunca igual al logrado con el peine. Esa pequeña diferencia, a veces difícil de descubrir pero que distingue un secado de otro, es la que otorga un aire mas personal e innovador al acabado.
Técnica: Es necesario empezar el trabajo por la parte superior de la cabeza o por las zonas frontales, estirando con el peine de arriba hacia abajo. En algunos casos puede ser conveniente iniciar el alisado por la nuca. Para ello, recogeremos el cabello de la parte alta por zonas e iremos bajando sucesivamente. Trabajaremos bien arranques y raíces, tomando la mayor cantidad de cabello que admita el peine. El cabello se estira pegado al cráneo. Sosteniéndolo con la mano y el peine, damos calor y aire siguiendo la misma dirección del peinado. Si no se desea volumen, se peina y seca en la misma dirección que deba ir el peinado final. Cuando queramos lograr volumen, al tiempo que lo secamos, peinaremos en sentido contrario a como ira el peinado, es decir, a contrapelo. La inclinación de las puntas, una vez trabajadas las raíces, podemos hacerlas o bien hacia dentro o bien hacia fuera, con cuidado de que solo se curven lo necesario y sin llegar a rizarse demasiado. Cuando deseemos sacar el peine y que el cabello conserve su rizo ancho usaremos un peine grande de púas abiertas (no el peine africano). Secaremos sin demasiada potencia de aire y peinando el cabello hacia uno y otro lado y en constante movimiento, al tiempo que vamos dando forma al peinado. El aire siempre debe acompañar a la dirección del movimiento. Si trabajamos un cabello muy fino, ondulado o algo rizado y queremos mantener su forma natural, tendremos en cuenta que el peine (que debe ser de púas muy abiertas) no esture ni aplaste el cabello. Solo se pasará suavemente a través de las púas mientras lo sequemos. La labor que se encomienda en estos casos al peine es solo marcar direcciones. Según el modo de usar el peine podremos lograr acabados diferentes: desde el liso hasta la obtención de un rizo bastante definido. Nota: ensayar constantemente nuevas técnicas en lugar de conformarse con las más comunes amplia notablemente las posibilidades creativas del peluquero estilista.
SECADO AL AIRE DIRIGIDO El aire dirigido puede dar tanta forma como el peine. En este caso, los secadores deben ser de gran potencia y la boquilla, angosta, para lograr que el aire salga con mayor presión. Debemos secar, alisar, dirigir y curvar el cabello teniendo en cuenta cual será la posición del peinado final. El aire calienta a gran potencia y presión y permite alisar el cabello al tiempo que lo seca y dirige hacia la dirección elegida. Para ello es fundamental coger el secador (bien por el mango, bien por la boca) y moverlo constantemente dirigiendo los cabellos hacia donde nos interese, ayudando esta operación con el movimiento del brazo. Existe un recurso para que el acabado quede sin separaciones o malos gestos. Consiste en imprimir a la boca del secador un ligero vaivén, lo que permite secar el cabello de un modo unido y natural. El secado estático puede provocar líneas divisorias no deseables. Según el largo del cabello, una vez secas las raíces, se varía la posición del secador para secar las puntas, que no estarán secas del todo. Imprimiéremos los giros y las curvas que creamos convenientes. Podremos ayudar a curvar las puntas apoyándolas en la palma de la mano curvada y dirigiendo el aire hacia la misma dirección.
Con el aire dirigido, los cabellos se secan juntos o sin separaciones intermedias, debido al movimiento de vaivén y al hecho de enviar al aire diferentes puntos. Nunca con el secador estático. Esta técnica, como las anteriores, se apoya un corte perfecto y de línea depurada. Nos encontramos, sin embargo, ante uno de aquellos trabajos que requieren cierta agilidad en los brazos, así como experiencia en el manejo del secador.
SECADO A CONTRAPELO Antes de comenzar debemos acondicionar el cabello adecuadamente, e este caso con plises de fuerza media. El secado a contrapelo se trabaja con ayuda de un peine de púas anchas. En cabellos muy rizados, con un peine africano o bien un cepillo esqueleto (de cerdas muy separadas), que no agarra el cabello. Consiste en ir peinando o cepillando siempre en dirección contraria a la implantación del cabello, pidiendo al cliente que incline la cabeza hacia el lado necesario. Se logra el máximo volumen en cabellos ondulados o rizados. En cabellos lacios, el resultado depende de la calidad y caída del mismo. Si las puntas tienen un ligero movimiento puede quedar un acabado natural, muy llevable. Si son tiesas, quedaran disparadas y el peinado resultara muy extremado. En esta técnica es aconsejable usar el secador sin boquilla para aminorar la expresión del aire, pues de ocurrir lo contrario alisaríamos excesivamente el cabello.
Podemos crear volumen en toda la cabeza o solo en las zonas que nos interesen, de acuerdo con el estilo de peinado que hemos imaginado. Ya sabemos que con poca potencia de aire se protege el rizo y que con mucha potencia y presión se alisa el cabello. Si lo deslizamos suavemente entre las púas abiertas de un peine o cepillo mientras damos calor, respetamos su forma natural. Y si lo estiramos con un peine de púas juntas o un cepillo como el brushing, lo alisamos. La elección apropiada del peine o cepillo es fundamental para un buen resultado. Es una técnica muy apropiada para cabellos cortos o medios, y poco aconsejable en cabellos largos, y de una sola pieza, ya que el propio peso de la melena anularía el efecto de dar volumen levantando a las raíces. Aconsejamos a los alumnos que se inician en la profesión que ensayen esta técnica aunque al principio les cueste un poco. Procederemos a secar los cabellos de manera tal que se mantengan sus propios gestos naturales, dominando solo aquellas partes no deseables que rompen la línea general del peinado. La naturalidad y la originalidad en los acabados compensaran el esfuerzo.
SECADO CON CEPILLO ESQUELETO El cepillo esqueleto es un cepillo con las cerdas muy separadas entre si ke permite al cabello desplazarse suavemente sin quedar agarrado. Al finalizar un alisado de una melena de una pieza mechón a mechón, con brushing por ejemplo, pueden quedar ligeras separaciones o tendencias del cabello a separarse del propio movimiento de la cabeza. Como toque final, pasaremos el cepillo esqueleto como si de un peine se tratara (a la vez que se da calor y aire) para unir el cabello y obtener un alisado perfecto. Es igualmente útil para un cabello liso escalado, medio o largo, ya que al unir los mechones se notan menos los escalones de este tipo de corte.
SECADO CON INFRARROJOS En peluquería, la lámpara o el aparato que genera rayos infrarrojos se utiliza en algunos casos para favorecer la penetración de sustancias en el cabello. También se aplica en aquellos acabados en los cuales no es necesario mover el cabello para secar con calor: una permanente o permanentado, un alisado de gomina, etc . El peinado permanece inalterable hasta secarse completamente.
MEZCLA DE TECNICAS Todas las técnicas hasta ahora vistas, incluyendo los marcados, necesitan algunas veces apoyarse en otras técnicas. En el secado al aire dirigido, por ejemplo, puede ser necesario dar unos toques finales con brushing. O en un brushing retocar alguna zona con tenacillas. O en un secado al peine completar el alisado de alguna zona con plancha. En otros casos, si el peinado así lo requiere, trabajaremos cada zona de la cabeza con una técnica diferente. Por ejemplo, difusor para marcar el rizo por una parte, y por otra, con aire dirigido a gran potencia para alisarlo. El dominio de diferentes técnicas nos dara ductilidad y mayores recursos para configurar con rapidez y efectividad un peinado.
Ampliara también nuestras posibilidades creativas, facilitando la ejecución de lo que imaginemos. El hecho de aplicar cada técnica en el momento y lugar que el acabado exija, agiliza y da calidad al trabajo.
TECNICAS APLICADAS A DIFERENTES CABELLOS ¿En que casos es mas conveniente aplicar el secado a dedos?, ¡cuando la técnica del aire dirigido?, ¿por que para un determinado corte es mejor una técnica que otra? Un cabello liso, cualquiera que sea su largo, si no es muy tieso y duro, puede secarse a peine o al aire dirigido. Cuanta más caída tenga y suave sea, mejor quedara con estos tipos de secado. Siempre con máxima potencia de aire. Si el cabello es tieso, pero sano y brillante, también puede secarse con estas técnicas. Pero es probable que el secado al aire dirigido necesite un toque de tenacillas o brushing para trabajar un poco las puntas.
Cuando se trata de un cabello largo medio escalado, un pase final con cepillo esqueleto ayudara a conseguir un acabado perfecto. Ninguna de las técnicas vistas en esta unidad es apropiada para rizar un cabello lacio. Menos aun si es de una pieza.
SECADO DE REMOLINOS Algo muy común con los que nos topamos cada día en nuestro trabajo son los molesto remolinos, esas zonas donde el pelo nace en direcciones distintas al cabello que lo rodea creando aberturas antiestéticas. Se localizan, sobre todo en el frontal y la coronilla. Los remolinos son muy difíciles de dominar. Por ello tratamos de remediar su efecto a partir del corte, con diversas formas de nuca o cabello algo mas largo en la coronilla, por encima del remolino.
Durante el secado deberemos trabajar cuidadosamente los remolinos, tratando de dominar las direcciones de implantación de forma que se orienten en un único sentido, en consonancia con el peinado que estamos realizando. Para dominar un remolino es necesario el máximo calor con el fin de ablandar el cabello desde la raíz, llevarlo hacia la dirección necesaria y sostenerlo hasta que se enfríe. La potencia del aire en este caso, no ayuda mucho. Ablandaremos desde la raíz y presionaremos con los dedos, la uña o el revés del peine hasta dominarlos. De nada sirve orientar la punta del cabello cuando es la fuerza de la raíz la que determina la dirección. Hay que dominar desde la raíz, no lo olvidemos.
SECADO DE CABELLO RIZADO El secado a dedos, batiendo suavemente el cabello, es una manera de secar cuando se trata de conservar al máximo el rizo, con poca potencia de aire y máximo calor, tanto con el secador sin boquilla alguna como con el difusor.
Aparentemente, el secado con el difusor y los dedos parece fácil, pero no es tan sencillo puesto que requiere una técnica específica: los dedos deben acariciar el cabello y no estirarlos para no alisar el rizo. Es necesario analizar bien los volúmenes que quedan para adaptarlos bien a la persona que los tenga que lucir. Nos podremos ayudar en la zona frontal levantando de raíz, como en la fotografía, en caso de que la persona tenga el cabello aplastado en la zona delantera.
SECADO DE CABELLO CRESPO El cabello crespo carece de movimiento, lo cual no significa que no le puedan imprimir formas mediante el corte y el trabajo de volumen fruto de esta particular técnica de secado.
No comenzaremos a trabajar el secado sin antes haber acondicionado muy bien el cabello. Y debemos hacerlo con productos a base de queratina o lociones apropiadas, ya que es un cabello generalmente seco o falto de brillo. Un perfecto corte, de línea depurada y muy estudiada, es fundamental para que estos cabellos luzcan al máximo. El secado a contrapelo exagerando los volúmenes puede lograr, en cabellos con estas características, efectos extremados muy estéticos. No intentaremos alisarlo, ni al peine ni al aire dirigido, ya que sería una operación prácticamente imposible. Lo mejor será recurrir al brushing.
ALISADO DEL CABELLO A la hora de alisar el cabello será importante conferir los volúmenes adecuados a cada cabeza. Todas las cabezas son distintas y, como tales, deben trabajarse.
Comenzaremos x la zona de la nuca. Si se trata de una nuca hundida, trabajaremos bien el volumen para que al secar las zonas de mayor prominencia este disminuya y queden acordes. En caso de tener que aplicar volumen en la zona alta, recurriremos al golpe de culata. Además de buscar un resultado estético, debemos realizar un trabajo funcional. El alisado no solo a de favorecer a la cliente sino que también tiene que durarle. Y eso solo lo conseguiremos si dominamos bien el cabello y buscamos que los volúmenes sean los adecuados.
SECADO DE CABELLO ESCALADO
En un cabello escalado tenemos más opciones en el momento del secado que si trabajamos uno de una sola pieza. Hay puntas y escalones en toda la superficie de la cabeza que podemos trabajar curvándolas hacia adentro o hacia fuera, o también imprimiéndoles una u otra dirección, no hay capas superiores que caigan y aplasten las partes inferiores del cabello. Cuando se trata de un cabello liso, podemos utilizar la técnica del aire dirigido a máxima potencia y calor dándole las direcciones que el acabado necesite. Deberemos también tener cuidado controlando puntas, tanto en su curvatura como en su orientación. También el secado a contrapelo es el adecuado para este tipo de cabello cuando deseemos volumen, en especial en cabellos algo rizados u ondulados. En un mismo corte, cada tipo de cabello, por su grosor, suavidad y caída, nos dará, con una misma técnica de secado, un acabado diferente. Con la práctica , podremos prever exactamente el resultado con solo observar el cabello. Ayudara a unificar los resultados un correcto acondicionado del cabello según su tipo y estado: no aplicaremos acondicionador suavizante, por ejemplo, a un cabello muy fino y escaso, ni acondicionador ni voluminizador o plises a fuertes a cabellos grasos, duros y abundantes. No tratemos cabellos que sean distintos con productos iguales.
SECADO DE CABELLO DESFILADO DE PUNTAS En este tipo de corte y forma de cabello, el problema que puede presentarse es que se noten demasiado los escalones, que no queden ligados o que algunas puntas se disparen. Siempre que los cabellos no sean muy tiesos, podemos recurrir a la técnica del aire dirigido para imprimir las direcciones y movimientos que convengan al peinado, pero es posible que tengamos que dar un toque final con brushing. En cabellos gruesos y duros es aconsejable la técnica del brushing , trabajando mechón a mechón. Si lo que se busca es un peinado completamente liso y sin volumen puede intentarse con el cepillo esqueleto, que ligara los mechones y llevara el cabello en la dirección deseada. Tal vez se precise un toque final con tenacilla o plancha en algunas zonas. Por el contrario, si lo que se pretende es un acabado más informal donde los diferentes largos se noten y las puntas floten, podemos utilizar el secado a contrapelo que, además de dar volumen, disparara las puntas en las direcciones necesarias. Ayudara un toque final con tenacilla.
SECADO DE PERMANENTE Sabemos ya que el cabello recién permanentado no debe someterse a estiramiento alguno durante al menos una semana, ya que durante ese tiempo el oxigeno ambiente sigue actuando en la queratina, completando así el efecto del neutralizante. Transcurridos esos días tampoco es conveniente estirar demasiado el rizo porque, por correcto que haya sido el proceso de permanentado que nunca está totalmente fijado. El cabello queda un poco más débil y el rizo es menos fuerte que un rizo natural. Es aconsejable utilizar el difusor encogiendo el rizo mientras se seca. No es bueno el aire a mucha potencia, pues estira el cabello, ni peinarlo mientras se seca y da calor. Mejor acomodarlo con los dedos o batirlo muy suavemente.
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