El Análisis Del Drama_Claudia Cecilia Alatorre

September 17, 2017 | Author: Anonymous lT49W9UbL | Category: Theatre, Technology, Artificial Intelligence, Reality, Georg Wilhelm Friedrich Hegel
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Descripción: teatro...

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El arte del teatro es una LUcida y compleja manera de expresi6n mtistica que debido a su ambiciosa misi6n de recrem· en Jonna viva Jragmentos de la conjlictiva existencia humana, ?"equiere de una ineludible capacidad de sintesis·y dominio de lenguajes J6nicos, gestuales, pldsticos y ritmicos. .. por lo menos, para concretm'Se en el instante de la sincretica comuni6n actor-espectador. Por ello resulta pmticulmmente obligado las experiencias, sistemas y metodos, pam acercarnos al conocimiento de los elementos sustanciales de esa materia, ya dijimos, voldtil, que es el teatm. El amilisis del drama en que ahora nos imbuimos con Claudia Cecilia Alatorre, es en suma, una valiosa apor·taci6n que llena un vacio que existia pam integm1· la Jonnaci6n de los C1"eador·es del teatm mexicano contemporaneo.

ACECILIA ALA'TORRE

Dagoberto Guillau min F.

ISBN 968715526-4

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AJ'1ALISIS DEL DRAMA © Claudia Cecilia Alatorre © Escenologfa, A. C., 1999 . Sur 109-A No. 260, Col. Heroes de Ch urubusco Deleg. Iztap alapa 09090 Mexico, D.F. Tel. 5581 4998 Fax 5581 6567 e-mail: [email protected]

Segu nda edici6n, 1994 1ercera edici6n , 1999 t .•..

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Reservados todos los derechos. Proh ibido cnalquier uso que se le quiera dar a esta obra al igual que su reprodu cci6n total o parcial e n forma alguna o m ediante un sistema, ya sea electr6nico, m ecan ico, de foto rreproducci6n o cualquier otro, sin el p ermiso escrito de los ed itores . ISBN: 968-7155-26-4

Tmpreso y ed itado en Mexico Printed and made in Mexico

El arte del teatro es una lucida y compleja manera de expresi6n art{stica que debido a su ambiciosa misi6n de recrear en forma viva fragmentos de la conflictiva existencia humana, requiere de una ineludible capacidad de s{ntesis y dominio de lenguajes f6nicos, gestuales, plasticos, ritmicos. . par lo menos, para concretarse en el instante de la sincrCtica comuni6n actor-espectador. Gada instante disfrutado al presenciar un hecho esc/mica se debe en gran medida a La fina intuici6n de sus creadores, seres que poseen las virtudes y el talento que exige su oficio y quienes no siempre han dominado previamente las preceptivas de las artes conjugadas en su esp.ectriculo. Seguramente las han presentido, o adz'vinado, o deduc£do de su logica y aguda observancia y ya durante la marcha depuraron sus conceptos y sus tecnicas. De aqui que los ofic iantes del ritual del teatro, sean estos ac tares, dir ect ores, au tares o escen6grafos, cuanto mas se afanan en d esentraiiar los vericuetos aparentemente inescru tables de su oficio, mas se ahondan en ellos. As{ sea en el caso 7

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de los actores el dominio de la voz y su clara y transparente emision, La flexibilidad gestual de su organismo, o la mal£ciosa versatilidad de las in tenciones. 0 los directores errel empleo ordenado y armonico de todos los recursos sonoros y visuales dentro del ritmo seiialado por La idea generatriz, matizandolos en estrecha vinculacion con el experto en formas, colores y volumenes que es el escenografo y con e l musico y el iluminista y as{ sucesiv_amente, segun sea el genera que se aborda. Mas adelante muchos de ellos han intentado trasmitir !a siempre ej{mera experiencia adquirida durante el proceso generadar, la que ademtis de todos sus ingredientes ponderables sufre la de ser fugaz, irrepetible e incapturable. Por ello resulta particularmente obligado agradecerle a tantos artistas teatrales brillantes que ad.emas hayan cultivado sus facultades literarias y didticticas, volcado sus experiencias y establecido sistemas y metodos, acercandonos al conocimiento de los elementos sustanciales de esa materia, ya dzjimos, voltitil, que es el teatro. Existen numerosos e importantes textos sobre la actuaci6n, asi como procedimientos y recursos pedagogicos, de eficacia comprobada, sobre el proceso de preparacion del montaje de una obra que multiplica el numero de gambusinos del fi'lon dorado del arte escenico y genera tamhien el de los espectadores. En el teatro de ahora se sabe y se maneja el concepto de que el texto literario noes todo el teatro sino una parte de el, importante si, pero una parte, puesto que como fenomeno estetic;JJ .~rJ..lo...JJ,[lora ~ el 'fll{)..llL.e:a.t.o.....de_c.st.ar...coh.JJ.i2itandQ £En J!l e.1·t!..!!..ct~ No es posible d ejar de reconocer que el registro literario, el archivo de los textos dramtiticos . ~onstituye el testimonio hZ:r to rico de gran des momento~e la cultura jfta !lave para sumergirnos aun en intimidades deTiini'iero!iistoria. El material literario, la obra escrita, es un resorte inspirador, un almacen de energz'a que puede trascender en el tiempo para resurgir con periodicidad variable cuando el argumento o las circunstancias dadas o free en paralelos que facilitan la comprensi/m de su mensaje y d e sus motivaciones vitales. 0 ·cuando sus fJlan teamiento.\' sociales, hz:1·torico-politicos, eco-

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nomicos 0 psicologicos robustecen la concepcion fi'losoftca del adaptador o del director. Como Brecht se sirve del Coriolano d e Shakespeare, y ]. P. Sartre en. Las moscas, de la Electra de Sofocles; mediante una escenzf£cacion moderna revitalizan y le dan vigencia a las conductas d e los person(ljes originates. Aceptado entonces el texto como pilar de amarre de la estructura, es necesario penetrar en el, conocerlo, incorporarse en los nucleos de sus moteculas, mediante el antilisis del texto dramtitico. Gada au tor, cada espectador, cada critico teatral, ademas de los o tros especialt'stas mencionados, necesita saturarse de esta esencia para ser un cabal partz'cipe del fenomeno, que pueda diferenciar en terminos generales las p rincz'pales variables en que pueden ubicarse convencz'onalmente las miles y miles de obras que se conocen. El analz'sis del drama en que ahora nos imbuimos con Claudia Cecilia Alatorre, pertenece a un campo casi desertico en nuestro medio, no obstante que ella misma hace puntual y calida referencia, en las paginas adecuadas, de los parajes en que abreva, de las tesis en que se inspira, hacienda el seiialamien to destacado de la maestra Luisa ]osefina Hernandez, conductora de la generaci6n en la que Claudia Cecilia se incluye desde La temprana edad en que inicia sus estudios teatrales, tan temprana que se anuncia cuando todavia eviden ciaba carecer de la edad reglamentaria para inscribirse en !a Escuela de Arte Teatral, aunque bien pronto sus condiscipulos y maestros reconocieron su precoz capacidad para asimilarse al nivel6ptimo. De entonces acti Claudia Cecilia participa de diversas maneras en la actividad teatral, en la actuacion, la direcci6n o la enseiianza, preocupandose por formular guias pedag6gicas de su materia, que le esclarezcan a sus aiumnos en forma sucinta las particularidades de la obra de teatro. La enorme cantidad de obras teatrales que a la fecha se pueden conocer ofrece tal numero de variables estructurales que pareciera dz/{cil ceiiirlas a esquemas y mas aun, si estos se configuran con enfoques marxistas que ubican al teatro como un reflejo d e las contradicciones sociales e historicas que el

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espectador puede advertir como una vision crit£ca de la realidad. Si en el escaso numero de tratados sabre el tema se soslaya esta cuestion, en el presente texto la autora asume el compromiso fortaleciendo, reiteradamente, los argumentos que evidencian la responsabilidad socio-politica del hecho escenico con su momenta historico, aunque a veces parezca sustraido de el consciente o inconscientemente. Esto es, que aun sin proponerselo cada genera_d or creativo del arte y hasta cada depredador de el denuncia con su manera de abordar la anecdota dramatica en la escena, su propia actitud afirmativa en un caso 0 complice en el otro de la circunstancia social para la que esta operando. Y no puede evadirla, no hay cupo para la excusa: el hecho mismo, la acci6n misma, como en el teatro, lleva su propia ubicacion como conducta. E.n suma este libra es una valiosa aportacion que !lena un vac{o que existia para integrar la formacion de los creadores del teatro mexicano contempordneo. Finalmente quiero usar un breve espacio para sol£dar£zarme al aplauso que merecen las firmas que respaldan la importante edicion de este Analisis del drama. Dagoberto Guillaumin F.

drama

Al amado recuerdo de Moises Alatorre A la amada presencia de Enrique.

Ya desde los tiempos de Arist6teles y aun antes, el fen6meno literario hab{a sido diferenciado en tres grandes manifestaciones: la lirica, la epica y la dramatica; esta ultima es el objeto de nuestro estudio. Las tres utilizan el mismo material: las palabras. iNo son las palabras la prueba de que nuestra razon tiene conceptos? No podemos pensar o hablar de algo que no conocemos; sin embargo cada una de estas formas consigue con la palabra, productos diferentes. La llrica o poes{a se sirve de la palabra para la construecion de un cosmos individual a traves del cual se conoce la rcalidad. La sintesis maxima. La palabra que llega a las regioncs de la mu sica. La epica y la dramatica estan emparentadas en sus odgencs. En su Arte Poetica, Arist6teles decia:"quien sabe lo que hace buena o mala a la tragedia, tambien esta enterado de la epopeya". Y cuando se trata de definirlas dice que ambas son imitaciones de acciones nobles que realizan gran des hombres; pero mientras una lo hace "con m eros versos y es 13

Edipo de S6foc!es, mise-en-scene de Max Reinhardt en el Circo ';chuman de Berlln (1910). Primer ensayo de teatro multitudinario.

CLAUDIA CECILIA ALATORRE

ANAUSIS DEL DRAMA

narratoria", Ia otra presenta a los h ombres diciendo y hacienda; es decir, mediante Ia acci6 n. El arte en general y cada una de las artes en particular, tienen en comun querer ofrecer una imagen total de Ia rea~ lidad o bjetiva y para lograrlo, cada una se vale de lenguajes d istin tos. La forma epica y Ia dramitic a, sobre todo esta ultima, son h echos esteticos que han desatado pasiones y originado polemicas a lo largo de toda su existencia, porque ambos fen6 menos repre.sentan la historia del hombre enfrentado a la evoluci6n social. El hombre que vive Ia historia es un ser dramatico, porque la historia se hace todos los dias con las acc io nes, las rcacciones y las in teraccio nes de los ho m bres que son contemporaneos y no solamente por las grandes batallas, ni las fechas de los acontecimientos notables, ni los acuerdos celebres; Ia historia tam bien est i hecha por las pasiones de lo s hombres, su voluntad, su s anhelos y sus fracasos. Este es el arcli.ivo de Ia h istoria que pertenece unicamente al arte. Ademas de Arist6 teles, muchos fil6sofos como Boileau, Lessing, Hegel, Marx, po r citar solo algunos, han encontrado en ambos fe n6menos esteticos muchos o bjctos de reflcxi6n. Hegel, p or ejemplo, cuando las define dice que Ia fo rma epica tiende a mostrar "la t otalidad de objetos", que en este contexte significa Ia t otalidad de una etapa de la sociedad humana; este " mostrar" es lo que le con fiere su naturaleza descrip tiva. fi n cuan to a Ia dramatica, Hegel la d efine como la plasmaci6n del "movimiento total" ; cs decir, es una elaboraci6n total del proceso vital, que queda concentrado en un nucleo central llamado drama. A este concep to, Arist6teles le clio el significad o d e acci6 n y Hegel lo int erpreta y amplia, definiendolo como una colisi6n d e fuerzas qu e representan los afanes humanos, por u n !ado, y las circunstancias hist6rico-sociales por el otro . Asi, podriamos decir qu e el dram a es un fen6 meno complejo que incid e individual y socialmcnte, pues el hom bre es un ser social; pero, tambien es individuo.

Desde siemp re el homb re h a vivido en grupo porque solo as! resuelve Ia subsisten cia; pero, Ia sociedad es el eterno "otro" contra el que lu ch a el individuo.

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El "yo" individual es el pro tagonista que enfren ta, rehuyc, propone alianzas, ama, odia, se sacrifica al o tro, o bien lo ascsina. El "otro" es el antago nista que representa a Ia colecLividad. Protagonista versus antagonista. En esta esencia, poco ha cambiado el teatro desde Tespis quien separ6 del coro religio· so al protagonista. Sin embargo, a pesar de que cl teatro no ha vari ado su fo ndo si se ha transformado, porque Ia sociedad human a ha cvolucio nado y porquc el teatro tien c el compromise de " su ceder" en Ia comunidad y para ella. Por este choque del que hablamos entre el individu o y la socicdad, es que resulta Ia fascinaci6 n del hecho estetico en plena potencia, pues este hecho es un arte donde Ia presencia parece remitirnos a Ia existencia.

Dram a

Afanes ----•""'~ humanos ---~...~ (Individuo)

La forma dramatica represen ta al movimiento y al caml>io, ya que el drama ~co mo t ema central la colisi6n de l"u crzas sociales en su punto mas extremo y agudoj Marx vi6 cl ncxo tan estrecho que existe entre la colisi6n dramatica y Ia transformac i6n social. Orestes anuncia cl fin del m atriarcado, Antigona mucre defendiendo un orden moral caduco, la

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CLAUDIA CECIUA ALATORRE ANAUSIS DEL DRAMA

gran variedad de p ersonajes en el t eatro de Sh akespeare es una manifestacion de la aparici6n de la sociedad de clases. La transformaci6n social es el t erren o de la colisi6n dramatica que resume los rasgos morales de la revolucion social, el drama se centra en lo esencial de lo humano aun cuando no siempre revele el m ovimiento social del cual el mismo deriva. La busqueda de una esencia del teatro es de naturaleza filos6fica y feno menologica pues se trata de un conocimiento, una revelacio n del ser, a traves de la presencia real. Este es el campo d e estudio de Ia critica dramatica. A traves de lo s significados de'lo tragico, lo comico, lo farsico, etc., es posible volver a encontrar las relaciones entre el teatro y Ia existencia, con el fin de cap tar mediante una fen omenologia, los modos de creaci6n comunes al director de escena, autor, actor y ~spectador. Siendo el drama y su s posibilidades estruc turales nuestro objeto de estudio, una vez definida su naturaleza, p asaremos a aclarar algunos terminos necesarios para establecer las coordenadas de los diferentes sistemas de referencia, definidos como. generos dramaticos, que con su variedad muestran las distintas persp ectivas para el hombre y su circunstancia a traves de la experiencia concreta del teatro.

Los materiales

Cuando decimos que el drama representa un choque entre los intereses y afanes del ser humano y su circunstancia historico-social, estamos ante un fenomeno que debe ser reconocido en base a su s rasgos fundamentales. Todo lo que hasta el m omenta se ha dicho sirve para afirmar que Ia creaci6n artistica no pretende plasmar Ia totalidad del proceso vital, pu es por principia, solo se puede alcanzar de man era mu y relativa, con Ia producci6n intelectual, Ia verdadera e infinita t otalidad de Ia vida con todo su contenido.

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Mas est a relatividad presenta una paradoja : por un lado no puede mostrarse como una apariencia y por otro lado tampoco pu ede tener una exagerada p ret ension de absolut o, porque incurriria en una falsificaci6n, una imagen distorsionada. La plasmaci6n art!stica consiste en que esta imagen comp1eta y relativa ha de causar la impresi6n de Ia vida, incluso much o mas luminosa e intensa que Ia vida mism a de Ia realidad obj etiva. Entonces, si Ia realidad objetiva ofrece un material cuantitativa y cualitativamente infinito, inabarcable, el pensamiento humano cuenta con dos posibilidades logicas : generalizar o particularizar. De la congruente selecci6n de elementos que provienen de la realidad objetiva, ya sea para gen eralizar o particularizar, obt endremos una s6lida base p ara Ia unidad de acci6n que necesita el drama. GENERALIZACIO N

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PARTICULARIZACION

lf Ma~erial

Material ... REA LISMO probable

Rralidad objetiva (Material infinito) pos1ble

IIIIo... NO REALISMO

Jill"'"

Solo cuando el h ombre y su 'c ircunstancia son vistos con amplitud en su s manifestaciones vitales estamos ante una gcneralizaci6n; en cambio, particularizar supone aum entar el acento sobre Ia circu nstancia, simplificando el caricter, pudiendose lograr u n analisis m as detallado d e Ia colectividad como generadora de Ia circunstancia hist6rica-social. Caracteres complejos. Repre-

lo el indi,·iduo con una amp ha !.?;ama de reaccio nes puecle ser ,·eroslm il ; Ia tragedia nos ha ~etYi clo cont inuamente como escala comparati,·a porqu e es el gcnero m[ts cnmplcjo y el que logra sintetizar mas eficaz menlC' Lt rea lidad objet i, a. Sin embargo. los demas generos cump len prop\1sit os tambien importan tc~ y el de~ genero dicbl"tico es el de plantear, medtante un n guroso metodo G.e exposicil'l n la s fu ~e componen un siste ma do nde est
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