Educación en El México Independiente

August 28, 2019 | Author: Raul Gonzalo Salazar Fernandez | Category: México, Nación, Iglesia católica, Estado (Forma de gobierno), Política
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Principales características de la educación durante el México independiente...

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Influencias educativas en el movimiento de independencia Las influencias comenzaron a partir del Siglo XVIII con el movimiento de la cultura francesa a partir de la revolución de 1789 que fueron infiltrándose en todas las capas sociales y fue cuando comenzó el movimiento de la literatura francesa revolucionaria. La guerra de la independencia ocasiono una desorganización política y social, esta desorganización ocasionaron grandes daños en la organización pedagógica del país. Al caer el clero y acentuada la pobreza e inseguridad, las órdenes religiosas ya no trataron de establecer o se encontraban imposibilitadas de fundar escuelas que debían mantener. Educación en el México Independiente Hablando de educación en el periodo de la independencia de México, existe poca información la cual nos señala que entre los años de 1780 a 1836 la construcción de edificios escolares no fue prioritaria debido a que los atrios, refectorios, habitaciones de viviendas, cuartos de vecindad y hospitales abandonados, funcionaban como colegios. La Iglesia tuvo un papel importante en la educación dentro de este periodo ya que compró los predios anexos a los conjuntos conventuales y fue a partir de entonces cuando hubo lugares específicos para los salones de clase. Entre 1821 y 1836 el Ministerio de Relaciones tuvo a su cargo la educación; creó institutos nacionales de enseñanza pública con el fin de instruir a la población en las ciencias físicas, exactas, políticas y morales. El espíritu ilustrado de la época permitió que los maestros demostraran a través del método científico los conocimientos. Este sistema creado en Alemania, fue acogido por la Francia napoleónica y de ahí se difundió a España. De hecho, algunos colegios jesuitas, antes de pasar a manos del clero secular (1767), ya habían implantado el novedoso procedimiento. La institución eclesiástica continuó dirigiendo casi todas las escuelas de México. Las monjas estaban a cargo de la instrucción femenina y los sacerdotes de la de los varones. El Estado también buscó asumir la responsabilidad de la formación, con el fin de formar ciudadanos virtuosos. El estudio y el trabajo fueron los medios para abatir la pobreza y la vagancia. Hoy que nos encontramos a cerca de ciento noventa y cinco años de vida independiente, y aun cuando los propósitos no son los mismos, la educación en nuestro país continúa siendo tema de interés por sus implicaciones económicas, sociales, filosóficas, morales, pedagógicas y sobre todo políticas. De ahí, que en cada sexenio el presidente en turno, con su equipo, le impriman los cambios que consideran pertinentes.

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Así, en el pasado, desde los orígenes de nuestra nación, asistimos a innumerables cambios ajustándolos a los vaivenes políticos e ideológicos en boga o a los intereses de partidos políticos que pretendían imponer su proyecto de nación. En el trabajo, se trata de resaltar cómo el desarrollo educativo de México está determinado por amplios sectores sociales, que al acceder al control político de la nación imponen su proyecto de nación, en la creencia de que se está respondiendo a los intereses de la mayoría del pueblo mexicano. Inicio del México independiente Durante la presente época posterior a la Independencia ocurrieron varios eventos algunos que retrasaron el desarrollo de la educación y otros que la impulsaron. En los primeros años del México Independiente nuestro país intenta romper con un sistema de gobierno impuesto por el dominio español. Las primeras décadas se distinguen por el enfrentamiento entre dos grupos políticos que tratan de imponer la forma de gobierno que ellos creen que es la adecuada para el país. Este no encuentra la forma apropiada de gobernar, se observa al ensayar distintos tipos de gobierno (monarquía, república federal, república central y nuevamente federal) mientras el país es presa del imperialismo agresivo del siglo pasado costándole tres invasiones, la pérdida de más de dos millones de kilómetros cuadrados y varios levantamientos armados. En esta etapa de independencia surgieron nuevos ideales y comenzó a surgir de nuevo una adecuada organización docente, principalmente por la participación de la iniciativa privada, una de las más importantes fue la compañía Lancasteriana que promulgaban la enseñanza mutua, su metodología era muy similar a la iniciada en los tiempos de la conquista, en donde se les enseñaba a los alumnos más astutos para que les enseñaran a los demás niños que tenían menos astucia , pero esta enseñanza era comandada por el maestro, de hecho el maestro se limitaba únicamente a observar el desarrollo de la clase, la escuela lancasteriana se caracterizaba por una adecuada disciplina, táctica y material. Constaba principalmente de 3 asignaturas, lectura, escritura y calculo, fue fundada en 1822. Se dedicaba a impartir instrucción elemental a los niños, que eran básicamente: lectura, escritura, cálculo, gramática y catecismo. La segunda parte de la escuela lancasteriana se caracterizó por preparar a los jóvenes en la lectura y la práctica del sistema mutuo de enseñanza y era por tanto una educación normal. Y pagaban cuotas según la sección que tomaban, una de las características de la escuela lancasteriana es que enseñaban educación elemental a la vez que se enseñaba al nuevo profesorado.

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Existieron dos clases de escuela lancasteriana: aquellas que dependían directamente de la Compañía lancasteriana y las que funcionaron de forma autónoma y las segundas se caracterizaron por materias de enseñanza que introdujeron. La escuela lancasteriana fue la primera institución que se preocupó del grave problema de la enseñanza primaria popular fue una de las escuelas privadas de mayor auge por sus métodos, su preocupación y dedicación a la educación, y fue la primera en promover la enseñanza libre. Las invasiones de Francia, las pérdidas territoriales con Estados Unidos y los constantes enfrentamientos entre liberales y conservadores permitieron que una generación de mexicanos, que ubicamos en las dos primeras décadas del siglo XIX, tomara conciencia de lo mexicano, se sintiera orgullosamente nacionalista y se preparara intelectualmente para enfrentar a las instituciones retrógradas del país con el fin de destruirlas en forma definitiva: el clero y el ejército. La educación privada en México se inicia desde tiempos de la colonia cuando los llamados preceptores se ocupaban de la educación individual de niños, niñas y jóvenes. Si bien desde los albores del siglo XVI existió en la Nueva España la preocupación por educar, no fue sino hasta principios del XVII cuando esta actividad fue normada por el gremio de maestros y por el Ayuntamiento, de modo que las escuelas de primeras letras funcionaron bajo la jurisdicción de la corona española. A partir de la expedición de la Cortes a Cádiz en 1812 la vigilancia sobre la educación quedó en manos del Ayuntamiento. Esta misma distribución de la responsabilidad educativa se continuó en las constituciones estatales del México independiente promulgadas entre 1824 y 1827, lo que supone, por tanto, una larga tradición e vigilancia sobre todos los aspectos de la vida educativa, incluyendo a las escuelas particulares, cuyos dueños y clientela se encargaban de cubrir los gastos. La independencia no interrumpió la continuidad del proceso de reforma de educativa que promovieron la Cortes de Cádiz, ni tampoco frenó otros proyectos como la creación de un plan de enseñanza pública general y la formación de un órgano estatal que centralizara y organizara las actividades en este ramo. Esto se explica en tanto que esas tareas estaban encaminadas a dar cohesión y sentido a la nueva nación y con ello a legitimar su permanencia. En el mundo hispánico la educación encontró su razón de ser en la tradición católica, lo que le imprimió su carácter de unidad ideológica y cultural. En el México independiente, si bien el proceso de secularización había conducido a que el Estado asumiera casi toda la responsabilidad educativa, no con ello se pensó en relevar por completo a la Iglesia de sus funciones docentes. Bajo la vigilancia de los órganos estatales, se insistió que debería continuar desarrollando tareas 3

educativas para cubrir la demanda de las escuelas de primeras letras. Entre 1786 y 1817 se habían expedido decretos que exigían a la Iglesia que cumpliera con su obligación de abrir escuelas gratuitas de primeras letras, (llamadas desde tiempo atrás "escuelas pías"), no sólo en los conventos, sino en cada parroquia. El interés del Ayuntamiento era obvio, pues a través de esta instancia, la Iglesia ofrecía educación gratuita a los niños sin recursos. La exigencia de que la Iglesia participara en la educación como parte del proyecto de instrucción pública fue una idea permanente en los inicios del siglo XIX, que se dejó ver en los planes y reglamentos de la época. Se especificaron los límites de la educación particular en el "Reglamento General de Instrucción Pública" expedido por las Cortes Españolas el 29 de junio de 1821, el cual tuvo gran influencia sobre los planes educativos del México independiente. Las escuelas particulares gozaron de una libertad condicionada, ya que desde un principio se les fijaron ciertas restricciones. En el proyecto del reglamento general de instrucción pública de 1823 se decía que "todo ciudadano tiene facultad de formar establecimientos particulares de instrucción en todas las artes y ciencias, y para todas las profesiones, pero el Estado se reservaba la autoridad de supervisar y asegurarse de que los maestros de estas escuelas tuvieran las aptitudes y preparación necesarias para la enseñanza". Debido a que la guerra de Independencia trajo consigo desorganización política y social, la atención a la educación tuvo una gran caída. La iniciativa privada a través de las Escuelas Lancasterianas empezó a impulsar nuevamente la educación popular en México. Era un tipo de enseñanza mutua en el que el maestro enseñaba a los alumnos más aventajados (monitores) y estos a su vez a grupos de entre 10 y 20 niños sin embargo resultaba tener ciertas deficiencias como era el hecho de utilizar un método de repetición que con el tiempo mostró ser deficiente ya que limitaba el ejercicio del pensamiento y razonamiento de los alumnos. Efectivamente la libertad educativa consistía entonces en que los maestros de las escuelas particulares no tuvieran que ser examinados, lo que sí sucedía con los maestros del Ayuntamiento, aunque el Estado se encargaba de que los maestros particulares observaran "las reglas de la buena policía " pusieran "la mayor vigilancia para que las máximas y doctrinas que enseñen sean conformes a la Constitución Política de la Nación, a la sana moral". Desde entonces no hubo duda de que el Estado velaría porque la educación se ajustara a lo que éste consideraba "buena policía", y a los principios emanados de la Constitución y calificaría la pertinencia de los maestros según los límites fijados en la ley. Las reformas llevadas a cabo por Valentín Gómez Farías en 1833 reiteraban la obligación que tenía la Iglesia para abrir escuelas de primeras letras en parroquias y casas de religiosos haciendo hincapié en que 4

tenían que ser gratuitas, razón por la cual formaban parte del sistema público de educación. El concepto de educación particular empieza a adquirir sentido más por razones de pertenencia a un estrato social determinado que sólo por cuestiones ideológicas. Los maestros particulares, que daban clases de baile, música o dibujo a domicilio - y que siempre habían existido- así como los ayos, dedicados a la educación de niños de la aristocracia dentro de sus propios hogares, hacia 1830 empiezan a abrir escuelas reforzadas con la llegada de maestros franceses para un alumnado capaz de sostenerlas, sin recibir ningún subsidio del gobierno. Estos establecimientos se consideraron entonces como escuelas privadas, en tanto que las de la Compañía Lancasteriana y las de los conventos y parroquias eran gratuitas y por lo tanto públicas. Esta distinción económica no las excluía de la vigilancia del Estado, en el sentido de que no podían enseñar nada contrario a la moral ni a las reglas del gobierno. Sin embargo en el Estado de Chiapas los métodos de enseñanza empezaron a cambiar y demostrar mayor efectividad. El fraile Matías de Córdova desarrolla el Nuevo Método de Enseñanza Primaria (1825) que incorpora procedimientos fonéticos, este fue perfeccionado posteriormente por el fraile Víctor María Flores con su “Método doméstico y experimentado para enseñar a leer y escribir en 62 lecciones”. En siglo XIX surgió el método cordovense que estaba dedicado principalmente para la enseñanza de la lectura y la escritura. Este método se caracterizó por apreciación: Que eran los procesos fonéticos del aprendizaje, que aseguraban una mejor enseñanza que el método alfabético o del deletreo. También se enseñó la enseñanza simultanea que sus precursores fueron principalmente W. Ratke y J. Amos Comenio que se les considero como fundadores del realismo pedagógico en las que se enseñaba al niño las cosas antes que las palabras. El doctor Mora fue otro de los personajes que participaron en forma importante en aspectos constructivos del conocimiento, quedo formulados en tres principios: 1. Destruir todo lo que fuera inútil o perjudicial a la educación 2. Difundir entre las masas los medios más adecuados en indispensables para el aprendizaje. 3. La educación estuviera de acuerdo con las necesidades determinadas del nuevo estado social. Valentín Gómez Farías fue otro personaje importante que participo en la pedagogía dirigida, participo de manera activa en 1824 en la constitución, fue jefe de gobierno y partía de que la educación en el niño debería ser a base de 5

principios ciudadanos y moral social. Indico que la educación superior debería de establecerse en tres establecimientos, primero en los estudios preparatorios, segundo en los estudios ideológicos y humanidades, tercero en las ciencias exactas, y cuarto en las ciencias biológicas, sexto en las ciencias eclesiásticas, le dio suma importancia a la educación del pueblo, haciendo intervenir en el control y administración de la educación. La educación se vio afectada por la guerra de Estados Unidos del norte y de la obra meritoria de la iniciativa privada, en esta parte surgió una nueva decadencia en la educación, el gobierno no se preocupó por fomentar la enseñanza, si no que la preocupación se repartió en hombres de buena voluntad e instituciones de carácter privado, la educación indígena fue abandonada en el periodo de 1834 a 1857 y solo podían ingresar al sistema educativo si podían ir a la escuela, pero los complicados caminos, la distancia y la falta de recursos ocasiono que la educación indígena fuera poco tomada en cuenta. En 1833 la Universidad fue declarada: inútil, irreformable y perniciosa y por ende suprimida, ya que en ella nada se enseñaba y nada se aprendía, los exámenes para obtener grados eran en extremo difíciles y costosos, que eran capaces incluso de matar un hombre y no de calificarle y por lo tanto era necesario desaparecer las cosas inútiles. Por tanto por varios intentos de resucitar la Universidad como máxima casa de estudio, fue suprimida varias veces. En 1843 por Santa Anna indicaba que la educación debería de tener una educación religiosa, pero este decreto no duro más de trece años, ya que para 1856 se declaró el derecho constitucional de la libertad de la enseñanza y se declaró que la enseñanza libre como la privada debería ser libre y de poder público y que únicamente el gobierno de intervenir que no se atacara a la moral educativa y determino que la enseñanza debería ser libre y la ley determinara que profesiones necesitarían título para su ejercicio. Como una de los ideales de la Independencia se proclamaba el derecho a la educación popular y fue Lucas Alamán quien sostenía que “sin instrucción no puede haber libertad, la base de la igualdad política y social era la enseñanza elemental” por lo que se dio a la tarea de elaborar un Plan Educativo para reactivar la educación, posteriormente el doctor José María Luis Mora aportabacía que las aportaciones y tendencias de la educación debían estar acorde a la política general del Estado Mexicano. Valentín Gómez Farias fue vicepresidente durante el gobierno de Santa Anna puesto que aprovecho para sentar las bases de la reforma con principios liberales, que actualmente forman parte de nuestra constitución política. Entre los logros obtenidos por el están, sustrajo la enseñanza de manos del clero, la libertad de opinión, supresión de las leyes de represión a la prensa, la abolición de los privilegios de la iglesia y el ejército, la supresión de las ordenes monásticas; así como establecer los medios que procuraran el mejoramiento de 6

los grupos indígenas y la educación de las clases populares, todos ellos, principios liberales. En las primeras leyes de instrucción pública, tanto de liberales como de conservadores, se insistió en la libertad de enseñanza entendida en formas distintas. En los debates constitucionales de 1857 se percibió ya la conciencia de que el medio para romper el poder ideológico de la Iglesia no era mediante el fomento a la enseñanza privada, sino al contrario, con el fortalecimiento de la instrucción pública. La paulatina pero creciente secularización que se fue operando en consonancia con las ideas liberales del siglo XIX minó el consenso católico, es decir, se redujeron los espacios del culto, y se amplió el terreno de la vida secular. A partir de ese momento, existió de parte de quienes defendían ideas distintas, la necesidad de crear generaciones nuevas que reprodujeran y defendieran los diferentes puntos de vista. Desde tiempos de la República Restaurada, la escuela católica se traduce como escuela privada, en oposición fortísima a la de gobierno y a las políticas apoyadas por el positivismo y la indiferencia religiosa del Ayuntamiento. Lucas Alamán } Después de Miguel Hidalgo hay muchos cambios en la educación en México. Por un parte, los hijos de españoles, viajan hasta España para mejorar su instrucción; los criollos, por su parte, reciben una mayor instrucción que los indios. Lucas Alamán, político, historiador y escritor mexicano, trajo desde España el “Método Lancasteriano”, el cual nos dice que cada niño avanza según su progreso individual. Es él quien comienza a sembrar la inquietud respecto a la educación mexicana, y sienta las bases de un Sistema Educativo Mexicano. Con él se inauguran las escuelas multigrado, que aún siguen existiendo en algunos pueblos de la República Mexicana, que consisten en tener a una gran cantidad de alumnos de diferentes grados en una sola aula. En esas escuelas, el profesor se auxilia de un alumno monitor, que va más avanzado que los demás de su grado, y que ayuda a sus compañeros. Su labor en México fue muy importante ya que con él se comienza lo que es la educación mexicana como una República y no como una monarquía, cambiando la forma en que se aprendía en ese entonces. José María Luis Mora El Dr. Mora ha sido considerado como el creador de la sociología mexicana, y su obra política y social, contenida en proyectos y publicaciones, sintetiza las aspiraciones de los idealistas, de los revolucionarios de aquel tiempo, así como los primeros y más fuertes argumentos filosóficos que se esgrimieron para destruir el 7

criterio teológico y escolástico de los conservadores de aquella época. Pero la figura de Mora se agiganta cuando se conoce su ideario en materia educacional y cuando se valoriza su destacada intervención en la obra educativa del gobierno de Gómez Farías, que antes hemos dado a conocer. Las bases fundamentales de la educación laica en México fueron señaladas por el Dr. Mora desde 1824, mucho antes de que el Presidente Juárez estableciese legalmente el laicismo en 1874 y se implantase en Francia en 1882. Por vez primera en México, el Dr. Mora señaló, en el mismo año del 24, el principio de que las orientaciones de la educación debían estar acordes con el criterio del Estado. La libertad de enseñanza, el alejamiento del clero respecto de la educación, la popularización de la enseñanza y la planeación científica de la misma, en sus ramas primaria, secundaria y profesional, fueron las ideas reformadoras de Mora que convirtió Gómez Farías en realidades mediante la Ley de instrucción pública, expedida en octubre de 1833, y demás disposiciones legales. Abundantes fueron las publicaciones del doctor Mora, pero sus Obras sueltas y México y sus revoluciones contienen sus más importantes producciones. Publicó además: Catecismo político, El indicador de la Federación mexicana, Observador de la República mexicana, Derecho eclesiástico, Semanario político y literario y varios discursos sobre cuestiones económicas. Manuel Baranda Después de la independencia, en México hubo diversos proyectos educativos que intentaron transformar la educación y sus instituciones, las que aún se regían por los moldes corporativos de la sociedad colonial y no respondían a las necesidades de una nueva forma de gobierno y sociedad. Se trató de llevar adelante los pasos que hicieran posible la creación de un sistema de instrucción pública inexistente hasta esos momentos. Si bien la Reforma liberal de 1833 logró grandes adelantos, no fue sino hasta 1843, bajo las directrices de un régimen de gobierno centralista y la dirección del ministro de Justicia e Instrucción Pública, Manuel Baranda, que se realizó una de las reformas educativas más importantes de la primera mitad del siglo XIX, cuyo carácter, a pesar de todos los obstáculos, se procuró que fuera nacional. Los materiales que se presentan en el presente volumen permitirán "armar un mosaico sobre la realidad educativa" de la época, y aquilatar el peso que tuvo este proyecto en la construcción de un sistema de instrucción pública nacional y en las pautas que estableció para la modernización de los establecimientos educativos, así como el hecho de que favoreció la secularización de la educación, sin oponerse a las prácticas religiosas en las aulas. 8

Bibliografía Consultado en: http://seminariodehistoriadelaeducacion.blogspot.mx/2009/08/educacion-en-elmexico-independiente.html, el día 9 de septiembre de 2016 a las 9:00 horas. Consultado en: http://inglesijtb.blogspot.mx/2011/05/la-educacion-en-elperiodo-de-la.html, el día 10 de septiembre de 2016 a las 11:00 horas. Consultado en: http://seminariodehistoriadelaeducacion.blogspot.mx/2009/08/liberales-yconservadores-positivismo.html, el día 11 de septiembre de 2016 a las 16:00 horas. Consultado en: http://seminariodehistoriadelaeducacion.blogspot.mx/2009/07/la-epoca-en-laensenanza-independiente.html, el día 11 de septiembre de 2016 a las 16:41 horas. Consultado en: http://www.h-mexico.unam.mx/node/6848, el día 11 de septiembre de 2016 a las 16:50 horas. Consultado en: http://jaaapedag.blogspot.mx/2010/12/bases-historicas-dela-pedagogia.html, el día 11 de septiembre de 2016 a las 17:00 horas.

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