May 7, 2017 | Author: Fernando Velasquez Pomar | Category: N/A
Descripción: Selección de poesía y prosa del escritor chileno Eduardo Anguita (1914-1992)...
01998, EDUARDO ANGUITA CUELLAR
Inscripci6n N" 108.290, Santiago de Chile. Derechos reservados para la presente edici6n @EditorialUniversitaria, S.A. Maria Luisa Santander 0447. Fax: 56-2-2099455 Santiago de Chile e mail:
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Oleo sobre madera de Carlos Sotomayor, 1948. Regalo del artista a1 poeta, y perteneciente a su colecci6n particular, gentileza de la familia.
CONSEJO NACIONIIL
DEL LlBRO Y LA L E C T U R I
Esta obra cuenta con el aporte del DEL LIBRO Y LA LECTURA CONSEJO NACIONAL
IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE
Eduardo Anguita Seleccih de poesia y prosa Prblogo, selecci6n y notas de
Andres Morales
EDITORIAL UNIVERSITARIA
Anguita, Eduardo, 1914 - 1992 Anguitologia : Seleccion de poesia y prosa / Eduardo Anguita ; pr6log0, selecci6n y notas de And& Mora1es.--la d-- Santiago : Editorial Universitaria, 1999. 310 p. -- (Colecci6n Premios Nacionales de Literatura). Incluye bibliografia I.S.B.N.: 956-11-1469-0 I.- P O E S h CHILENA. 11.- PROSA CHILENA 1.- t. 2.- ser. Ch 861
D e Siempre y la e s f a f u a : Realidad Sensaci6n de lo que podria llamarse origen del conocimiento Unidad D e E 1 f iempo es Ver6nica: Negocios ardientes Definici6n y pQdida de la persona El verdadero momento Cuadro lieder
59 60 61 67 75 85 87
D e Palabra perpefua: La visita El poliedro y el mar Venus en el pudridero
91 95 103
D e Lifurgia: Unica raz6n de la Pasi6n de N.S.J.C. Purgatorio Pintura de Maria Valencia Oficio de tinieblas
123 126 129 130
PROSA D e diversos arficulos publicados e n la prensa Voluntad y prefiguraci6ndel paraiso (Revis David o una mnral nnbtica (RevistaPomire, IWUU ut:1 7 ~ J1 Palabras a1 c Rimbaud pe Sala de espe Carlos de Rc La belleza LI
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De La belleza ci Qu15se ama
La obsesi6n ucl Sobre Juan Emar Significacibn de Huidobro Los privilegios del libro Naturaleza de lo c6mico Anhelo de identidad M6sica y tiempo UVulL
13 -26 230 12 16 IO
242 244
Miguel Serrano en la generaci6n del 38 Participacicinen lo bello Del Silabario Matte a Altazor Metafisica de Neruda Estado de met6fora El movimiento David El movimiento David I1 Materias de Gabriela Mistral Poesia de Diaz-Casanueva Belleza y poesia La fria malla (I y 11) Poesia y revelacion Casi el mismo tema Juicios sobre el tiempo Huidobro y Neruda: final Boca de gin Las m6s bellas palabras de la lengua castellana Nunca es el mismo rio Inocencia poetica y paraiso perdido
247 251 254 257 259 261 263 265 267 270 272 277 279 281 283 286 289 290 292
Bibliografi’a selectiva de y sobre Eduardo A n g u i t a
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hacia escritores como Volodia Teitelboim, Miguel Serrano y Braulio Arenas. En 1935 publica junto a Volodia Teitelboim la extraordinaria Antologia de la poesia chilena numa, selecci6n que ocasionara mtiltiples polbmicas en torno a la representatividad de algunas figuras incluidas como a la cantidad de textos antologados de cada uno de 10s autores. El tiempo se encargar5 de valorizar el trabajo de Anguita y Teitelboim: hoy en dia nadie discute lo acertado de la muestra y la gran visi6n que sus autores tuvieron a1 incluir figuras que, en la actualidad, se consideran como claves en la literatura chilena. En este mismo plano, Anguita es autor de otras antologias notables, como la que realiz6 (con un breve pr6logo) en 1945, sobre la obra de Vicente Huidobrol o la completisima Nueva antologia de la poesia casfellana (1981)2,en la que compendia un exhaustivo recorrido por la poesia espafiola, hispanoamericana y chilena desde el Poema del Mio Cid hasta las voces de Miguel Hernhndez, Octavio Paz, Ernest0 Cardenal, Oscar Hahn y Rad Zurita. De carhcter retraido, lejano del bullicio de la vida social de la literatura, Anguita fue u n orfebre de la poesia a quien no importabanni la velocidad de la fama ni la inmortalidad de la gloria. Su obra pobtica y ensayistica fue fraguando lentamente, entregando en cada texto una s6lida prueba de su peregrinaje humano y pobtico. Su primer libro Inseguridad del Hombre sera publicado en 19503,siguikndole Cinco poemas en 19514.Su voz sera reconocida de inmediato como una de las mas originales en la poesia chilena de la bpoca tal como queda de manifiesto en este hermoso fragment0 escrito por Hernan Diaz Arrieta, Alone:
'Se trata de la primera antologia de este gran poeta chileno. Aiios m6s tarde, Braulio Arenas y Hugo Montes continuarian esta labor conObras Escogidas y Obras Completas, respectivamente. 'Publicada por Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1981. 3Anguita, Eduardo. lnseguridad del Hombre. Ediciones David. Santiago de Chile, 1950. 4Anguita, Eduardo. Cinco poemas. Ediciones David. Santiago de Chile, 1951. Es importante sefialar que el poeta es tempranamente reconocido en 10s Estados Unidos como uno de 10s autores mds interesantes de Hispanoamerica como lo comprueban las traducciones de T r h s i t o a l f i n (Passage to the end), publicado en A n Anthology of Contemporary Latin American Poetry. New Directions, Norfolk, 1942 y Definicibn y pe'rdida de la persona (Definition and Destruction of the Personage)en la Antologia Anual No 8 de la prestigiosa casa editora New Directions (Norfolk, 1944)y donde s610 fueron seleccionados de Chile Pablo Neruda y Eduardo Anguita.
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"Entre 10s raros ejemplares de poetas surgidos cuando alguien levant6 'la losa de 10s suefios' J ' estos echaron a vagar, pocos han ido por regiones taln singulares como Eduardo Anguita, con esa mirada lucida . . _ . (l e sonambulo, con ese paso aistraido y cauteioso, rantasmai. $upresencia deshace 10s muros, crea poblaciones p e no existen, fija fechas imaginarias y convence, ;in dejarse coger ni definir. Por lo dem&, ;para que?5 ,
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Nu eve afios mas tarde editara en Puerto Rico su libro Palabras a2 oido de Fflixico6,testimonio de su residencia en esa naci6n como Agrega- _ . . - _ .. do Cultural en la Embajada de Chile en Mexico entre 10s aiios 1955 y 1956. En 1963 aparecera en Chile la primera edici6n de uno de sus textos capitales, El poliedro y el mar7, donde su voz se consolida a h mas entre las principales de su generacion1. A la par de sus textos poeticos Eduard,o Anguita desarrcAla una *. fructifera labor como ensayista, critic0 y arricuiisra en diversos peri6dicos y revistas de Chile, destacando su ensayo Rimbaud pecudor (1962)sy sus permanentes colaboraciones en el diario "El Mercurio" (que continuaran hasta poco antes de su muerte, siendo . reunidas, junto a articulos y cr6nicas anteriores, en 1988, bajo el titulo de La belleza de pensur9). Conjuntamente, el poeta trabaja en diversos medios de comunicaci6n y editoriales, destacando su aporte como redactor publicitario en Radios Mineria y Agricultura, en las Agencias Walter Thompson y McCann Erickson asi como en la empresa editora Zig-Zag. Per0 quiza donde realiza una labor extraordinaria es en la Editorial Universitaria. En esta casa editorial se desempefia como asesor literario, disefiando colecciones, impulsando generosamente la publicacidn de autores tanto consagrados como noveles, ampliando ~
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5Alone. Lus cien mejores poesius ckilenas. Editorial del Pacifico. Santiago de Chile, 1973 (6ta. edici6n) p. 207. La primera edici6n data de 1940. 6Anguita, Eduardo. Palabras ul oido de Mixico. Ediciones Jon&. San Juan de Puerto Rico, 1960. 7Anguita, Eduardo. El poliedro y el mur. Ediciones del Taller 99. Escuela de Arquitectura de la Universidad Cat6lica. Santiago de Chile, 1963. 'Anguita, Eduardo. Rimbutld pecudor. En Revista "Atenea" No 398 (Separata). Universidad de Concepci6n. Concepci6n (octubre-diciembre), 1962. 'Anguita, Eduardo. La belleza de pensar. Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1988.
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siempre 10s horizontes de la cultura nacional. Como homenaje a su incansable labor, Editorial Universitaria instituyd el Premio de Poesia "Eduardo Anguita" para galardonar a 10s poetas chilenos que no hayan sido reconocidos con el Premio Nacional de Literatura; igualmente, cre6 la colecci6n de poesia "El poliedro y el mar", donde edita a figuras de reconocida trayectoria en la poesia chilena contempordnea. El aAo 1970 est6 marcado por la publicacidn de su obra po6tica (casi) completa, Poesia enteral0, seleccidn que compila su produccidn en el g6nero lirico desde 1933hasta ese aiio. Recibida como una obra mayor, la critica se mostrb un6nime en reconocer su vasta trayectoria. Poesia enteru recoge 10s grandes poemas que Anguita habia ido publicando aiio tras aiio: Definici6n y pe'rdida de la persona (1940),La n icifn "'YLIM.
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quiz&, m6s famoso, Venus en el pudridero (1960)l'. Este texto ser: modificado posteriormente por su autor, entregando la versidr definitiva en 198012. P..-
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Eduardo Anguita no persigui6 nunca 10s reconocimientos a su obra. Aun asi, Chile pudo distinguirlo con dos importantes galardones. En 1981 recibid el ya desaparecido, per0 destacado, Premio Maria Luisa Bombal (que se entregaba a la labor creativa de toda una vida dedicada a la literatura) y en 1988 se le confiere el Premio Nacional de Literatura que, en palabras del jurado, venia a reconoce- "1- -I+? calidad poetic; e inteiectual de su obra, con especial cons L de la profundidad, bel leza y exactitud m6gica del lengu I r n.. --I--..-A; p t: - t: .~ ut:b U U l d t:a~d subravar aue Docas veces. comb C L L C > L ~ xasibn, se ha hecho verdadera justicia con un escritor chileno. A consecuencia de graves quemaduras tras un tr6gico accident6 1domkstico, Eduardo Anguita muere el 12 de agosto de 1992.
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'OAnguita, Eduardo. Puesiu enteru. Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1970. Existe una Segunda Edici6n ampliada (con poemas ineditos no recopilados anteriormente) con Prhlogo de Pedro Lastra y Post Scriptum de Cristiin Warnken publicada por Editorial Universitaria en 1994. "Las fechas consignadas entre parhtesis son las que el propio autor entrega precisando el ario de escritura, no de publicaci6n. "Anguita, Eduardo. Venus en el pudridero. Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1980.
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de lo absoluto. Tiempo, lenguaje, amor, muerte, suefio, vigilia, critica y silencio -melodiosamente detenido- pueden ser algunas de las palabras que prefiguran (y jam6s contienen) la poderosa voz de uno de 10s poetas m6s extraordinarios de la literatura chilena. Un autor casi desconocido para la inmensa mayoria, per0 siempre revisitado por sus leales lectores. Un poeta que huy6 de lo vulgar, de lo intrascendente, de las modas y etiquetas; un escritor de una pureza hoy casi inconcebible por su pasibn y su entrega: jamas cercano a1 poder, nunca en el van0 comercio de las ambiguas prebendas. Eduardo Anguita es, como muy pocos, un poeta con una 6tica incuestionable,per0 una 6tica que no s610 habla del humano personaje detr6s de las miscaras del poema, sin0 del autor que reflexiona, se conmueve y se deslumbra en la agraz perfeccih del lenguaje; que cuestiona a1 mundo y a su voluntad de permanencia; que investiga en el tiempo, en la historia y en el amor, 10s secretos humanos y divinos de la existencia que puede, en la belleza, redimir sus sombras y su oprobiosa fragilidad. La lectura de su obra, tanto en verso como en prosa, no puede dejar de estremecer. Su incalculable valor reside en abrir las puertas del misterio para saber que otros secretos m6s enigm6ticos o lejanos esperan por aquel que ha traspasado el umbral. Y no se trata de un poeta “hermktico” (esa palabra que tanto resume y que tan poco dice), por el contrario, se trata de un poeta que interroga, que nunca pontifica, que relativiza su mirada y las miradas de todos 10s que lo acompafian para saber que poco se sabe, que mucho se intuye, que algo se Cree, per0 que todo o casi todo es una interrogacion presidi‘El autor hace constar su agradecimiento a Ximena Anguita, hija del poeta, quien generosamente facilit6 buena parte de 10stextos en prosa y datos fundamentales que permiten la existencia de esta Anguitologia; de igiialforrna a Mateo Goycolea, qiiien realiz6 una destacada labor en la recoleccidn del material.
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da por la muerte y ese extrafio trdnsito que se suele llamar existencia.
Huidobro, la vanguardia y la tradicibn En estos dias nadie puede dudar de la originalidad de Eduardo Anguita. Su poesia se desdobla desde una multiplicidad de vertices de origenes muy dispares, per0 a1 mismo tiempo fragua como un canto original que mds que celebrar, cuestiona. Mucho se sefiala su deuda con Vicente Huidobro (y sin duda, existe), per0 creo que se ha sobredimensionado la dependencia con este autor. Es sabido que, salvo 10s espafioles Gerard0 Diego o Juan Larrea, nadie continub 10s pasos del creacionismo; aun asi se insiste en sefialar a Anguita como un seguidor de la figura de Huidobro2. Es necesario resituar este influjo y entender que 10s vinculos deben delimitarse a hechos concretos. La verdadera revolucibn literaria producida en Chile por Huidobro a su regreso definitivo a la patria, no s610 toc6 a Anguita, sin0 a un buen numero de jbvenes autores que se iniciaban en la literatura. Incluso ”La Mandrdgora“, de filiaci6n surrealista, es tributaria de Huidobro en lo que significa salir del encierro provinciano a1 que estaba sometido un gran porcentaje de 10s escritores chilenos. Fue a instancias del poeta de Altazor que muchos empezaron a ver mas a116 de las fronteras nacionales y a integrar a sus escrituras 10s originales procedimientos que las vanguardias habian implementado en la nueva poesia. Anguita, a1 igual que Te6filo Cid, Braulio Arenas, Enrique Gbmez Correa y hasta Gonzalo Rojas, entre otros, fueron impactados por las ensefianzasde Huidobro quien, ya no tan fulgurante como en el pasado, estimulb el desarrollo de metodos alternativos a la poesia tradicional. Si bien Anguita no pertenece a1 grupo de surrealistas chilenos, comparte con ellos la voluntad de cambio que aparecia como indispensable en la lirica de esos dias. Su rechazo a la escritura automdtica y a la sobreabundancia metaforica 10 distancia de 10s “mandragoristas”, aunque no puede descartarse del todo cierta cercania en el us0 de la imagen, del sentido del humor y de un espiritu ludico presente en algunos de sus poemas.
2Salvo el cas0 de algunos autores como Cristiin Warnken en su “Post Scriptum”,
Ediiardo Angiiita en la generucih del 38, incluido en Poesia entera de Eduardo Anguita (Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1994). Publicado originalmente en ”Estudios Ptiblicos” N 52. Santiago de Chile, primavera de 1993.
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Per0 lo interesante es la integracibn de universos que Eduardo h g u i t a realiza en la composici6n de algunos de sus textos. Su poesia no se deja llevar s610 por el impulso de la vanguardia. Por el contrario, el poeta intenta conciliar instancias aparentemente irreconciliables para otros escritores mas intransigentes. De esta manera su poesia integra con inteligencia y concordancia las fuentes de la tradicih mas clasica. En lo que respecta a su inscripci6n como poeta hispanohablante, Anguita no olvida ni por un momento el peso de la literatura castellana3 y en muchos de sus poemas es posible rastrear el influjo de la literatura medieval, renacentista y barroca espafiola. La danza de la muerte, Las Coplas a la muerte de su Padre, El libro del buen amor, Los Milagros de Nuestra Seffora, las Eglogas de Garcilaso o 10s Sonetos Metafisicos de Quevedo son intertextos vitales para entender hacia d6nde se proyecta el poeta. En sus indagaciones sobre el tiempo, por ejemplo, su visi6n alterna el pasado, el presente y el futuro (10s saltos en las formas verbales son evidentes), per0 tambien el trabajo con el lenguaje y con la propia literatura indican un desplazamiento hacia diferentes contextos pokticos. De esta forma, Anguita ”juega” con el lenguaje para detener a1 tiempo en esa admirable inmovilidad de muchos de sus poemas (las metaforas son del hoy, 10s contextos multiples) parafraseando incluso a 10s clasicos m6s conocidos. En esta linea es posible encontrar el bello poema dedicado a Huidobro ”Mester de Clerecia en memoria de Vicente Huidobro (Por encargo de Gonzalo de Berceo)” donde el poeta utiliza el arcaismo lingiiistico y el estilo de la epoca para celebrar a uno de 10s poetas mas innovadores de toda la lengua:
... “A muerto de 10s aires un fino emperador Escuridad est tanta que non a alrededor Los sones han callado ca muri6 el ruisefior Que era entre todas aves el pBjaro meior.
... Hi vienen su Cagliostro e su Cid Campeador, La golonfina a611a con tristura e pavor, E ploran muchos ommes por pena e por error. A todos 10s consuela el Angel Altazor’”.
... 3L0 que queda en evidencia a1 revisar suNueva Antologia de la poesia castellanu. Op. Cit. 4Anguita, Eduardo. Poesi’a entera. Op. Cit., pp. 36-38.
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Si estos procedimientos pueden llamar la atenci6n del lector, la btisqueda del poeta por una precisi6n mayor de su lenguaje y de sus im6genes lo llevan incluso a incorporar sefiales culturales de otras tradiciones, ya no occidentales (0 a1menos europeas). Es asi que, por ejemplo, en "Venus en el pudridero" veremos alusiones e intertextos con 10s Upanishad Chandogya y el Kama Sutra de la India o con 10s dioses mexicanos precolombinos. Todas estas "marcas" intentan otorgar un sentido totalizador y una pertenencia que apelan no a la sapiencia del lector, sin0 a su mejor entendimiento de la direcci6n del sentido del poema. Anguita persigue la exactitud en el decir, per0 esa precisi6n conlleva, a1 mismo tiempo, una historia y un pensamiento que se vincula con lo elemental, lo vern6culo y lo m6gico del ser humano y de sus distintas culturas. Esta oscilaci6n entre vanguardia y distintas tradiciones constituyen un esfuerzo casi sin precedentes en la poesia chilena. Autores posteriores (y algin otro exponente de la generaci6n del 38 como Miguel Serrano) seguirh caminos paralelos. Lo prodigioso de Anguita es su capacidad por entender que en su vastedad y diferencia el mundo posee identidades comunes y una simultaneidad extraor dinaria.
El movimiento David . . . _ . . . . . . ~ - - - ~ n r l n. .l n n r c n Aunque el mov1r-ontn I h rvn r l - ~ n ~ n ~ ~ r l n I U Z X - m y como un intento dle Eduardo Anguita por crear una nueva vanguar dia, no es posibl e hablar con propiedad de una escuela o une1 corriente estktico-literaria que hayaprosperado. Si bien se trata de ._ .... 3 _ _ 1 _1 - . _ _ < __ _w_ _ _i _d_ _pusrurd _ _ _ ____ murdi1 __y 1miwr _____ un intento por integrar uesue id puesid de la escritura una pr6ctica que apunta a establecer primer0 una ruptura con lo anterior y luego una propuesta que se acerca claramente m6s a lo filos6fico y a lo religioso que a lo puramente estktico, David ha de considerarse como una busqueda m6s que como un hallazgo5. L I C l LL"
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5Esto lo sefialo desde la de Anguita m6s que como un autentico movimiento que agrupa a otros escritores y artistas. Aunque el poeta llamb a algunos de sus amigos (a1 arquitecto Jose Edwards, entre otros) a integrar su propuesta, salvo un escaso n6mei-o de manifiestos y articulos, poco es lo que se puede hablar o encontrar m6s a116 de esas publicaciones. Tampoco la proyectada exposicih sobre "Arquitectura tr6gica" como el propio Anguita la nominb, jamis llegb a realizarse.
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Anguita propone varios pasos para transitar desde el estado poetico hacia el estado heroic0 (objetivo de ese peregrinaje)6.Primero, ”vaciar la realidad (...) y luego, mediante la progresiva proyeccion voluntariosa de la visi6n sobre el vacio, crear el estilo de objetos y de actos que funcionen org6nicamente, a semejanza del hombre ( ...)“7. En segunda instancia, propone ”( ...) trabajo convulsivo. Todo poeta, todo artista, en el instante primer0 de la inspiracibn pasa por un ’estado en blanco’, en el que las convenciones logicas y de toda especie caen estrepitosamente derrumbadas (...). Sin esta destruccion previa, jc6mo podriamos erigir el nuestro? (...) Vaciar categorias mentales. Por ejemplo: utensilios de us0 diario: vasos, tazas, sillas, etc. (...) Trastomarlo todo. Usar las copas de champagne para lavarse 10s dientes, etc. Levantarse a las 2 de la mafiana; acostarse a mediodia. El rojo como luto. Vestuarios, costumbres, cortesia. Despues: proyecci6n de nuestra vida en 10s objetos, hasta darle el us0 que realmente creemos y La verdad poetica como inspi- queremos. radora”8. En una tercera etapa, que el poeta llama de ”Realism0I Cruel”, ”( ...) romper la c6scara de convencionalismo que recubre toda soi-disar zt moralidad (...) Pero eso no bastaba. Nosotros queria..-I n__-_ < L- -L--___ :--- 1.. 1- - _ - _ !mos una moldl. ~ L K l l d l l l U bIILUCIIU Hldb que X I V I I I I U ~ ue Id p U e b l d actuante como instrumento cat6rtico. Debia venir despues la sintesis, la verdadera sintesis entre nuestras instancias vitales (...) una sintesis entre mi voluntad, arbitraria, y esa Necesariedad a que me somete el mundo de la 16gica que tampoco puedo desconocer. Tengo derecho a pedir a la poesia ser un perfecto lnstrumento para conducir a1 hombre a la vida y la verdad, a la verdad v la vida (...)””. Siguiendo esta direcci6n propuesta, se llega a1 cuarto punto que el poeta postula, la ”Proyecci6n voluntariosa”, que es justamente la idea de entender a la poesia como transformadora y herramienta esencial para el cambio de la realidad ”( ...) iMundo de la Poesia y la Fe imperando en la vida humana! iPoesia, ciencia furente! (...)lo.Por ultimo, Anguita propone un quinto 6mbito que llama “Un estilo de objetos y de actos” donde ”( ...) es precis0 el mito nuevamente, per0
6Anguita, Eduardo. David o iina moral poktica, incluido en la presente antologia y publicado originalmente en la Revista ”Pomaire”, N” 6, Santiago de Chile, junio-julio de 1957. 70p. Cit., p. 70. ‘Op. Cit., p. 70. 9 0 p . Cit., p. 70. ”Op. Cit., p. 71.
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el mito creado por nosotros. Los actos y 10s objetos, y las viviendas, y 10s espacios cerrados y abiertos, coincidiendo plenamente, como una proyecci6n nuestra, con el destino. Entonces cuando le hayamos conferido ese sentido a todo lo que era exterior, nuevamente el hombre tendrfi un gran poder. Creaci6n en el estilo, en la btisqueda: descubrimiento en el impulso, en lo profundo. Nueva magia, nueva liturgia. Simbolos sexuales y de todo orden. La imagen poetica sirviendo de nexo relacionador entre 10s fen6menosdel mundo que hoy vemos desvinculados. Un intenso e infatigable trabajo por la Unidad de la creaci6n (...)"I1. Esta ruta que el poeta establece permitirfi el ascenso del hombre "( ...) de la Poesia a la Poesia Prktica, de esta a la Liturgia, y de la Liturgia a la Tragedia (...)"'*, definiendo de la siguiente manera 10s tQminos que ha utilizado: "Poesia es el ejercicio de una videncia interna a fin de hacerla externa (mediante el lenguaje verbal, -1 z-L:^^ ----: --1 ^L_ \ Yldb LICU, 111UblCdl, t:LC .)
Poesia Prcictica es el ejercicio de la poesia (ver definici6n anterior) para transformarla en vivencia. Liturgia es el ejercicio de la Poesia Prictica para transformarla en actos. Tragedia es un estado resultante de la compenetraci6 real del Yo y el No-Yo mediante esta progresiva proyeccibn ~ o l u n t a r i o s a ~ ~ ' ~ .
Y proponiendo una escala donde "( ...) el hombre serii, sucesivamente, Poeta, Hechicero, Sacerdote y Heroe (...)"I4. Estas categorias y estadios en el peregrinaje del poeta intentan proponer un cambio donde la poesia pueda salir del universo libresco hacia el universo de la realidad. Una prfictica cercana, como el propio autor afirma en este mismo articulo, a1 surrealismo, per0 que, a diferencia de 6ste no busca un objetivo politico, sin0 que religioso. Inevitablemente, agrega Anguita en uno de 10s ensayos publicados en el diario "El Mercurio" y luego recopilado en su libro La belleza de pensav15 "el poeta habria pasado de poeta a sucerdote", una "Op. Cit., p. 71. ' ' 0 ~Cit., . p. 71. I3Op.Cit., p. 71. I4Op.Cit., p. 71. 15Anguita, Eduardo. El movimiento David, en La belleza de penswr,v y . 130-131.
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practica escritural que apela a la fe y que se vincularii a1 catolicismo que profesaba Anguita. Un catolicismo de autentico compromiso que se encuentra lejos de lo beato, aunque muy cercano a un vinculo sincerisimo con 10s valores cristianos. No debe considerarse como un fracas0 el hecho que Anguita no lograse ampliar su proyecto del movimiento David hacia otros artistas chilenos. Si la idea no fructificb o no pudo comprometer a terceros, fue 6ste el camino que el propio poeta se trazo a si mismo: una linea de estetica que se sit6a hacia la ktica, hacia una moral donde el escritor desea fervorosamente cambiar a1 mundo, perfeccionarlo, dotarlo de la humanidad que ha olvidado o perdido. Un trabajo idealista y casi imposible, pero que en 10s textos de Anguita puede verificarse como satisfecho.
Sus gvandes poemas Como una verdadera excepcibn entre 10s grandes poetas chilenos de este siglo, Eduardo Anguita es un autor que consigue con &xito enfrentar el poema de largo aliento. Si bien Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Humberto Diaz-Casanueva y unos pocos mas entregan verdaderas cimas a la poesia chilena16, es poco frecuente (sobre todo en estos dias) la practica del poema largo. Eduardo Anguita es un verdadero maestro en esta dificil labor. A1 menos tres de sus grandes poemas (Definici6n y pe'rdida de la persona, El poliedro y el mar y Venus en el pudridero) lo grafican con rotunda y extraordinaria vehemencia. El analisis detallado de cada uno de ellos haria de este prblogo un extenso estudio que rebasa 10s limites previstos; aun asi -y debido a que este autor debe ser motivo de un estudio cuidadoso de toda su obra, asunto que la academia y la critica especializada aun le adeudan- es menester revisar algunos tbpicos que atraviesan su lirica. Varias son las constantes recurrentes en 10s tres poemas citados (y en casi toda su obra). Los grandes temas de la poesia (el eros y el tkanatos, el amor y la muerte) miis una singular concepcibn del tiempo y el lenguaje recorren su escritura interrogando, reflexionando y apelando a1 lector continuamente. En la mayor tradicibn del texto eliotiano, Anguita fragmenta el espacio del poema, de la estrofa, del verso, para entregar la inmensa vastedad del mundo %ienso en Poema de Chile, de la Mistral, Alturas de Machu Picchu, de Neruda, Altazor, de Huidobro y Requiem, de Diaz-Casanueva.
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desde esa visi6n caleidoscbpica v en Clara consonancia con el espiritu de la vanguardia. Temas y procedimientos construyen un univer so en conjunto y no por separado (y he aqui otro de 10s hallazgos de, * _ _ 2 ____1 - - - L______ __ esre poera): ei ienguaje y ei1 asunrw b e uespium, sugiereri y w y t x ~ ~ i , desde sus distintos planos, en una misma direcci6n. Cuando el poeta canta a la belleza del amor lo hace desde la ejecuci6n perfecta de la lengua, alterhdola si es necesario, per0 desde la bt4leza del lenguaje, asentando su propuesta de himno no en la sola fornialidad del gbnero, sin0 en la busqueda de uni6n entre significante y significado, entre el c6mo se dice y que se dice. La preocupaci6n forma11 constituye un eje ____ L . - 1 1 - 1 - _ - L L L 1 - ---- b-~~ -.-----..--,.~"desmedido, nunca C e I l I r d l ue Id e b M l C d CU~~UILMIM, u vww I L L U L C~3 desprolijo, a1 contrario, se puede hablar incluso de una verdadera obsesi6n por que la palabra fluya en la precisibn exacta, para que la idea cabalgue en la metafora sin perder la esponthea fragilidad de su hermosura. Una vez mhs la uni6n del conocimiento de la literatura I
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