Editorial - Mes de Octubre

 

 

Octubre es el mes morado en Perú, debido a la gran devoción al Señor de los Milagros, fiesta religiosa considerada como una de las más grandes del mundo, al congregar a casi medio millón de personas. personas. Es tal el fervor que incluso los jefes de Estado saludan al Cristo Morado; Ollanta Humala, presidente presidente del Perú, lo saludó el pasado 7, al igual que el año año  pasado cargó las pesadas andas por algunos minutos. De igual De modo; en el 2010, García (ex mandatario peruano) cargó la sagrada imagen y afirmó integrar desde Alan hace 20 años la novena cuadrilla de la Hermandad del Señor de los Milagros. Mil agros. De la misma manera; el plantel del equipo futbolístico “Alianza Lima” homenajeó al Cristo de Pachacamilla el martes 9 de octubre al mediodía. Incluso en su página web oficial afirman que esta festividad es “parte de la identidad aliancista” y por ello también organizaron un concurso de alfombras florales, el 10, en la explanada occidente occid ente del estadio “Alejandro Villanueva” de La Victoria (Lima).  (Lima).   Asimismo, este año llegaron aproximadamente 150 devotos de Bolivia, Brasil, Argentina, Chile y Estados Unidos, tanto peruanos como extranjeros, para participar de los 6 recorridos  procesionales programados durante el mes, así informó a Radio Programas del Perú el mayordomo general de la hermandad, José Soto

 

 

PASO AL DE LOS MILAGROS

Paso a Nuestro Amo y Señor andas, lienzo y candelabros. Paso a Nuestro Salvador el Señor de los Milagros. La calle es un río humano por cuyo cauce, la gente muy acompasadamente camina desde temprano. “Avancen, avancen hermanos,  hermanos,  no estorben al cargador...”  cargador...”   grita el Capataz Mayor que las cuadrillas comanda. “Paso, que vienen las andas,  andas,  paso a Nuestro Amo y Señor...”  Señor...”   Sobre el lienzo de Jesús la tarde pinta una sombra. Sobre las frentes se nombra señal de la Santa Cruz... Bajo un cirio —santa luz— luz—  A Ti, Señor, me consagro, y de tus perfiles magros venga a nos tu Redención que nunca negó perdón el Señor de los Milagros.