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3.1.1 Sistema centralmente planificado. ECONOMIAS CENTRALMENTE PLANIFICADAS Otro tipo de sistema económico es el llamado economía con dirección central, o economía centralizada, economía socialista, o economía centralmente planificada. * Definición: Sistema económico dirigido por la autoridad económica que fija los precios y las cantidades a producir; en ella se prescinde de un mercado o el mercado tiene un papel secundario para la asignación de recursos. Hay varios modelos de planificación del que surge el consenso entre los factores económicos a través de la socialización de los medios de producción en un entorno descentralizado y de participación activa de los productores (planificación colectiva o comunitaria) y ciudadanos hasta la organizada por una entidad central en la que se coordina toda la economía de la región (planificación centralizada). Término en Inglés: Centrally-planned economy La economía centralizada es aquella donde los factores de producción están a manos del Estado que es el único agente económico relevante. Por ello, el mercado pierde su razón de ser como mecanismo para asignar los recursos. Estas manipulaciones son llevadas a cabo mediante planes económicos plurianuales (planes quinquenales), donde se especifica detalladamente el suministro, los métodos de producción, los salarios, las inversiones en infraestructuras. El mejor ejemplo para explicar este sistema es la antigua Unión Soviética, país donde se estableció un sistema socialista centralizado en 1917; asimismo rigió en los países socialistas de Europa oriental, en la República Popular China, en otros países asiáticos y africanos, y Cuba en América. En sus manifestaciones concretas, la economía socialista, o centralizada o planificada igual que las economías capitalistas o de libre competencia, muestra grandes diferencias tanto en la forma como asigna los recursos como en la manera en que se realiza la producción. Examinaremos los elementos más esenciales del sistema centralizado y que difícilmente encontraremos en su forma descrita en algún caso real. Sin embargo la presentación de un sistema simplificado ayudará a comprender las formas concretas y específicas de la organización económica socialista, centralizada o planificada. 3.1.1.1 Base filosófica. (Ver el otro archivo). 3.1.1.2 Características del sistema centralmente planificado. Un sistema económico centralizado puede tipificarse a través de tres características esenciales: 1. El móvil del comportamiento de los individuos en la esfera económica debe ser el logro del bienestar colectivo por encima del bienestar puramente individual. Ahora bien, las normas que definen el bienestar colectivo son establecidas por la autoridad central del país, vale decir, la autoridad política representada en el Estado. Este bienestar colectivo se define en función de ciertas normas o reglas de carácter doctrinario/ideológico, moral o político. Lo anterior no significa que los individuos no se muevan en función del interés individual, pero un interés individual supeditado al bienestar colectivo (Democracia socialista y centralismo democrático como principio de gobierno.)
2. Un sistema económico centralizado o socialista se ordena en función de la planificación central establecida por el Estado. Es decir las decisiones de los distintos individuos no son coordinadas a través del mercado, como ocurre en la economía de libre competencia o capitalista, sino que ellas deben regirse por pautas y normas que establece la autoridad central. 3. El sistema socialista se caracteriza por el hecho de que los recursos productivos, tales como el capital, la tierra y otros recursos naturales son de propiedad estatal. 4. El problema de qué producir en una economía socialista se resuelve en una escala de prioridades establecida por la autoridad central, de acuerdo a una valorización que dicha autoridad hace de las necesidades individuales y colectivas. De acuerdo con esa escala de prioridades establecida, la autoridad central de planificación procede a formular un plan de producción que sirve de base para que todas las empresas socializadas produzcan aquellos bienes y servicios contemplados en el plan. 5. Para cada bien y servicio se fija un precio que sirve de base para que las empresas vendan la producción a los consumidores. El conjunto de precios resultantes conforma, al igual que en una economía capitalista, un sistema de precios. Sin embargo el rol que estos precios juegan es muy distinto en una economía que en otra. En una economía socialista estos precios no juegan ningún papel en la orientación de la producción. Por ejemplo, si por alguna razón, ya sea cambio de los gustos o preferencias de la comunidad, aumenta la demanda por el bien azul. En una economía de mercado esta alteración de la demanda significaría un cambio en el precio, lo cual sería un indicio para que los empresarios aumentaran la producción de ese bien. En una economía socialista el aumento de la demanda por un bien no significa necesariamente una modificación en su precio. Simplemente la cantidad demandada por dicho bien será mayor que la cantidad producida y la reducción que se observe en los stocks o inventarios mantenidos por las empresas estatales de distribución indicará al órgano central de planificación que es necesario aumentar la producción de ese bien porque no existe o está en un nivel mínimo, se ha producido una discrepancia entre la cantidad que los compradores quieren adquirir de ese bien y la cantidad disponible. Lo bien o mal que resuelve el problema del qué producir una economía socialista dependerá, desde luego, de la mayor o menor flexibilidad que tenga el sistema de planificación para ir adaptando la estructura de la producción a la estructura de la demanda. Ciertamente, no todo cambio en la demanda es automáticamente satisfecho por el sistema. Pero ello se debe a su propia regla de operación. Si, por ejemplo, existe demanda en el mercado por un bien que a juicio de la autoridad de planificación es superfluo y no deben dedicarse recursos para su producción, simplemente dicho bien no se producirá. (No olvidar lo que debe ser una democracia socialista y el principio de gobierno del centralismo democrático). 6. Se está en presencia de que la libertad de consumo que existe en una economía de mercado y que es un valor ético inherente del sistema, es reemplazada por otro valor ético, el cual es que el interés colectivo puede en un momento dado regir por encima del interés individual. 7. En una economía socialista las empresas también enfrentarán distintas alternativas de producción determinadas por la tecnología disponible. La experiencia indica que ha habido muchas formas por las cuales se ha tratado de resolver este problema. Pero en términos generales la situación más usual ha sido la siguiente: la Oficina de Planificación o la autoridad del Plan procede a fijar metas de producción a las distintas empresas y conjuntamente con ello les establece la cantidad de recursos que pueden utilizar. En consecuencia las empresas se ven ante la exigencia de cumplir un cierto objetivo y limitadas ante la cantidad de recursos disponibles para poder realizarlo. Estas dos situaciones fuerzan a las empresas a buscar las técnicas de producción más convenientes que impliquen un menor uso de los recursos por unidad de producción. 8. La autoridad central de planificación generalmente procede a establece los patrones o normas de consumo de materias primas y otros recursos, por unidad de producción, que deben ser
observadas por las empresas. Esto garantiza, por lo menos en teoría, que las empresas hagan uso de los recursos económicos del país en la mejor forma posible. Progresivamente se está observando en diversos países socialistas una tendencia a abandonar las pautas rígidas de tipo cuantitativo establecidas sobre la producción y a reemplazarlas por métodos más flexibles que están basados en una contabilidad económica de costos y beneficios muy semejantes a los sistemas de valoración que usa una economía de mercado. 9. La distribución de los ingresos es mucho más igualitaria que en una economía de mercado. Esto no significa que exista una igualdad absoluta porque prácticamente en todos los países socialistas existen diferencias apreciables en las remuneraciones en los distintos tipos de trabajos. Estas están basadas en las diferencias de productividad de los distintos tipos de trabajo, como asimismo en el diverso grado de dificultad y desagrado o riesgos que tienen ciertos trabajos por lo cual es necesario pagar una prima compensatoria. La razón por la cual no puede existir una distribución del ingreso igualitaria en una economía socialista, se debe a que cada tipo de trabajo exige esfuerzos diferentes, como asimismo capacitaciones diferentes; el trabajo de un ingeniero no es comparable con el trabajo de un obrero no calificado. En consecuencia, si todos los ingresos fuesen iguales se produciría un gran desestimulo en todos los trabajos que requieren calificaciones especiales o de un esfuerzo productivo mayor y se estaría sobre premiando a aquellos trabajos relativamente simples o con un menor grado de esfuerzo. En estas circunstancias uno podría esperar una reducción del esfuerzo total que la población estaría dispuesta a realizar en un país socialista. (¿Cómo podemos medir/distribuir el ingreso en función de un trabajo dado y/o de las necesidades de las personas?). 10. la distribución del ingreso; Economía de mercado Economía socialista La distribución del ingreso está influida en No existe la propiedad privada de los medios forma importante por la concentración o de producción, no se generan ingresos por la distribución de la propiedad privada de los propiedad de los recursos. medios de producción. Existen formas de propiedad privada en algunos sectores de la producción, como el sector agrícola, en el pequeño comercio, y en la pequeña industria. Sin embargo su significación relativa es mínima frente a la producción socializada. (En gran escala). Hay distintas formas de ingresos indirectos que la población percibe a través de beneficios sociales gratuitos. En todo caso las diferencias de ingresos que se observan en los distintos tipos de trabajo no juegan en una economía socialista el papel que juegan en una economía de mercado. Si se incrementa la demanda por expertos en Si existe una mayor demanda por ese tipo de computación, seguramente va a aumentar profesionales las autoridades encargadas de la fuertemente el salario que estos profesionales planificación educacional darán las pueden ganar, lo cual incentivará a que otras instrucciones para que las universidades (u personas se dediquen a la realización de otros lugares de estudio) amplíen las matrículas trabajos de computación. correspondientes y así pueda suplirse el déficit de profesionales que se haya observado. En ningún caso la remuneración de estos profesionales se verá alterada, como ocurriría
dentro de una economía de mercado. Resuelve el problema de cómo distribuir los ingresos buscando un cierto balance o equilibrio entre la necesidad de establecer diferencias de ingreso que estimulen a la población a entregar las energías necesarias para las tareas productivas, sin llegar a generar diferencias muy apreciables porque ello crearía tensiones semejantes a las que se observan dentro de una economía de mercado.
Economía de Mercado: El estado interviene solo para regular sectores con fallas de mercado (monopolios naturales, seguros, asimetrías de información) y para proveer bienes públicos (educación, vacunas) y servicios esenciales (salud, educación) y para proveer bienes y servicios que el mercado no provee eficientemente (carreteras, puertos) El estado también regula el mercado de dinero y la política cambiaria El estado interviene en la política comercial, fijando aranceles de importación, tasas, etc. Dada la regulación y la intervención de Estado, en la gran mayoría de los sectores, la oferta y la demanda determinan las cantidades y precios. Los precios sirven como señales para asignar recursos entre los distintos sectores. Esto se aplica tanto a los mercados de bienes y servicios, como también a los mercados de factores productivos. Por tanto podemos concluir que en una economía Centralmente Planificada: Desde un organismo estatal central se deciden los bienes y la cantidad de los mismos que producirá cada industria. El Estado participa directamente en la producción de la mayor parte de los bienes y servicios. Generalmente, la mayor parte de los medios de producción son de propiedad del estado, o bien están controlados por el Estado. El pago a los factores de producción, incluidos los salarios, no se fija por oferta y demanda sino que el organismo planificador decide cuánto recibe cada uno. Hay poca dispersión de ingresos entre asalariados. La cantidad que cada persona pueda comprar de muchos artículos está restringida a lo que decida el organismo planificador, esto se hace efectivo mediante la distribución de tarjetas individuales que se utilizan para "comprar" estos bienes, que no se pueden comprar con dinero. Los factores de producción no se pueden comprar y vender libremente en el mercado. Ventajas de la economía planificada. Conformidad con grandes diseños. Mientras la economía de mercado mejora los bienes por evolución, la economía planificada favorece el diseño. Mientras que la evolución tiende a conducir a un máximo local en la riqueza agregada, el diseño es, en la teoría, capaz de alcanzar un máximo local. Por ejemplo, en una ciudad planificada puede ser diseñado un transporte eficiente, mientras las ciudades mercado en crecimiento tenderían a sufrir problemas de congestión de tráfico. Empresarios señalan que las
ciudades planificadas sufrirán los mismos problemas que las ciudades no planificadas, a menos que la reproducción y el crecimiento de la población estén sujetos a estricto y constante censo o monitoreo; o en otro caso, control absoluto como en una ciudad cerrada. Cumplimiento de objetivos colectivos[editar] Una economía planificada tiene la capacidad de servir colectivamente en vez de cumplir con necesidades individuales: en virtud de un sistema de este tipo, las recompensas, ya sean salarios o bonos, serán distribuidos de acuerdo con el valor que el Estado atribuya a los servicios prestados. En una economía planificada se elimina el lucro individual como fuerza motriz de la producción y lo coloca en manos de los planificadores del colectivo para determinar cuál es la adecuada producción de diferentes tipos de mercancías. El gobierno puede aprovechar la tierra, trabajo y capital al servicio de los objetivos económicos de la comunidad y no del individuo a veces por medio del Estado. La demanda secundaria de los consumidores puede ser restringida a favor de una mayor inversión de capital para el desarrollo económico de un sector prioritario. El estado puede comenzar a construir una industria pesada a la vez en una economía subdesarrollada, sin esperar años para acumular capital a través de la expansión de la industria ligera, y sin la dependencia de financiación externa. Esto es lo que sucedió en la Unión Soviética durante la década de 1930 cuando el gobierno dirigió la proporción del PIB dedicada al consumo privado de 80 por ciento a 50 por ciento. Ello conllevó un crecimiento espectacular, vía el aumento de la tasa de inversión y la acumulación de capital, situación explicada por el modelo clásico de Solow. Esto permitió al estado cumplir la mayoría de sus objetivos económicos a medio plazo. Esto por otra parte comportó postergación del nivel de consumo de bienes no prioritarios en pro de un mayor desarrollo que a largo plazo repercutiría en un rápido mejoramiento de la calidad de vida del pueblo, que de hecho sucedió. Comparación con empresas capitalistas Tomados en su conjunto, una economía centralmente planificada trataría de sustituir un número de empresas con una sola empresa para todo un sector económico. Como tal, la estabilidad de una economía planificada tiene implicaciones con la teoría de la empresa. Después de todo, la mayoría de las empresas son fundamentalmente "economías de planificación centralizada". Es decir, las empresas son esencialmente economías de planificación centralizada en miniatura y funcionan bien en un mercado libre. Como ha señalado Kenneth Arrow y otros, la existencia de empresas en el libre mercado muestra que hay una necesidad de empresas en los mercados libres, los oponentes de las economías planificadas, simplemente argumentan que no hay necesidad de una única empresa, para toda la economía de mercados, pues no motiva la variedad de producción ni la competitividad basada en la selección natural que a su vez justifica el lucro. Infraestructura e inversión. En ciertas situaciones un conjunto de agentes pueden beneficiarse si en lugar de competir cooperan para una tarea en la que cualquiera de ellos aisladamente no podría tener éxito. En un pueblo de pescadores o pequeñas cofradías, ninguna de ellas puede ser lo suficientemente grande para construir un faro que permita la pesca nocturna. Es más si una cofradía construyese ese faro, las demás que no han contribuido a la construcción se verían igualmente beneficiadas sin haber contribuido. En situaciones perfectamente competitivas el mercado por si mismo jamás generará ciertos productos o servicios, porque ninguna de las empresas estaría interesada en proporcionar un servicio del que no se beneficiaría en exclusiva. Esta situación se aprecia en el desarrollo de las grandes empresas de telecomunicaciones, las compañías aéreas nacieron como monopolios
estatales, amparadas por el estado. Igualmente la investigación en ciencia básica raramente será financiada por empresas privadas, ya que estas estarán más interesadas en investigación directamente aplicable a mejorar su posición en el mercado. Distribución de la renta Un objetivo declarado de muchas economías planificadas de inspiración socialista era lograr una distribución de la renta más igualitaria. La planificación permitía que incluso antes de impuestos la distribución se acercara más a una situación más equitativa. Aunque el objetivo de poca desigualdad de la renta en la distribución de la renta fue criticado por algunos autores, lo cierto es que la investigación sociológica moderna ha revelado que la desigualdad es muy nociva socialmente en las sociedades modernas. R. Wilkison y K. Pickett publicaron un meta estudio Desigualdad: Un análisis de la (in)felicidad colectiva sobre la base de decenas de artículos académicos donde muestran que los países más equitativos alcanzan más y mejores objetivos sociales altamente deseables.1 Desventajas de la planificación económica. El problema de los excedentes y la escasez Los críticos de las economías planificadas sostienen que los planificadores no pueden detectar las preferencias de los consumidores, la escasez, y los excedentes con la suficiente precisión y, por tanto, no puede coordinar eficazmente la producción (en una economía de mercado, un sistema de precio libre se destina a este fin). Sin embargo este argumento descuida la solución de LangeLerner de equivalencia entre planificación y mercado. Si bien es cierto que durante ciertos períodos, en la Unión Soviética, la escasez de bienes básicos fue común en zonas determinadas pudiéndose generar colas. De hecho, la escasez de ciertos productos en la Unión Soviética, en ocasiones fue un resultado premeditado de una medida política, ya que las autoridades, por ejemplo, restringían productos que facilitaran la comunicación rápida, como el teléfono, con fines políticos y no tanto por una limitación de las posibilidades de planificación. Por otra parte, algunas escaseces se debieron en parte a que los planificadores debían decidir, por ejemplo, que los tractores eran más importantes de producir que hacer zapatos en ese momento, o por que las órdenes no fueron dadas para proporcionar una cantidad de cuero a la fábrica de zapatos, o por que los planificadores centrales no habían dado el incentivo a la fábricas de zapatos para producir la cantidad necesaria de los zapatos de una cierta calidad requerida. El economista János Kornai desarrolló este tema en su obra Economía de penuria. También existe el problema de los excedentes. Los excedentes indican una pérdida de mano de obra y materiales que podrían haber sido aplicados a las necesidades más apremiantes de la sociedad. Los críticos de la planificación central señalan que impide a largo plazo los excedentes, porque el funcionamiento de la oferta y la demanda hace que el precio tienda a hundirse cuando la oferta supera la demanda, lo que indica a los productores a detener la producción o se enfrentarían a pérdidas. Esto libera recursos para ser aplicados a satisfacer a corto plazo la escasez de otros productos básicos, según lo determinado por su demanda como el aumento de los precios superior a la oferta comienza. Se argumenta que esta "mano invisible" previene a largo plazo la escasez de excedentes y permite la máxima eficiencia en la satisfacción de las necesidades de los consumidores. Los críticos argumentan que, desde una economía planificada, los precios no están
autorizados a cambiarse libremente, y además no hay un mecanismo exacto para determinar lo que se produce en grandes cantidades innecesariamente y lo que se produce en cantidades insuficientes. Ellos argumentan que la eficiencia se logra mejor a través de una economía de mercado donde los productores individuales pueden tomar cada uno, sus propias decisiones de producción basados en sus propias ganancias y gastos. Priorización de la producción. Se ha argüido que una economía planificada no puede determinar y dar prioridad a los bienes sociales mejor de lo que lo hace el mercado.[cita requerida] Aunque tal como sugiere la propuesta teórica conocida como solución de Lange-Lerner, potencialmente existen medios por el cual una economía planificada puede igualar los resultados del mercado. Por otra parte, incluso algunos autores que se oponen a las economías de planificación sostienen que en algunos casos la planificación centralizada está justificada. En particular, es posible crear bienes no rentables pero socialmente útiles en el contexto de una economía de mercado. Por ejemplo, se podría producir un nuevo medicamento con el gobierno para recaudar los impuestos y luego gastar el dinero para el bien social. Por otra parte, los oponentes de dicha planificación central dicen que "la ausencia de datos sobre las prioridades que se transmiten a través de señales de precios creados por las personas que actúan libremente, entonces, son cuestionables absolutamente las determinaciones estatales sobre lo que es socialmente importante." Los opositores no niegan que algo útil se puede producir si el dinero es de la expropiación de empresas privadas y los particulares, pero su denuncia es que "no se sabe con certeza que esos fondos no se han gastado mejor" si los individuos se les permitió gastar e invertir, ya que desea de acuerdo a sus propios deseos. Podemos ver las cosas de valor que se producen por la situación tributaria y el uso de esos fondos para llevar a cabo proyectos que se cree que son bienes sociales, pero no podemos ver lo que los bienes sociales no han producido debido a la riqueza fuera de las manos de aquellos que han invertido y gastado su dinero en otras formas de acuerdo con sus propias metas. Estos opositores de la planificación central argumentan que la única manera de determinar lo que la sociedad realmente quiere, es permitir que la empresa privada aproveche sus recursos en la competencia para satisfacer las necesidades de los consumidores, en lugar de tomar los recursos y permitir que el gobierno ejerza a la inversión directa, sin responder a las señales del mercado. Según Tibor R. Machan, "Sin un mercado en el que las asignaciones se pueden realizar en la obediencia a la ley de la oferta y la demanda, es difícil o imposible el redireccionamiento de recursos con respecto a las preferencias humanas reales y objetivos." Si el gobierno en cuestión es democrático, democráticamente determina las prioridades sociales que se pueden considerar legítimas y los objetivos sociales, en los que el gobierno justifica su intervención en la economía. Cabe señalar que hasta la fecha, la mayoría, sino todos los países que emplean a las economías planificadas han sido las dictaduras o oligarquías - pocos o ninguno eran democracias. Muchas naciones democráticas, sin embargo, tienen una economía mixta, donde el gobierno interviene en cierta medida y en determinados aspectos de la economía, aunque otros aspectos de la economía se dejan al libre mercado. Falta de incentivos para la innovación. Otra de las críticas de algunos a la planificación central, es que es menos probable que promueva la innovación en comparación con una economía de libre mercado. En esta última, los inventores
pueden obtener enormes beneficios de patentar la nueva tecnología, por lo que es, sin duda, un gran incentivo para innovar. En una economía planificada se puede entregar los recursos nacionales en gran investigación y desarrollo si se obtiene la idea de que un campo en particular es fundamental para los intereses del Estado, por lo general la tecnología militar. A pesar de todo, la Unión Soviética tuvo la capacidad de mantener una fuerte competencia frente a los Estados Unidos durante la carrera espacial y la Guerra Fría, a pesar de su tipo de economía. Imposición estatal frente a libertades individuales La estructura de arriba a abajo de una economía centralmente planificada dicta una cultura hegemónica de funcionamiento, mientras que en una economía de libre mercado varios modelos de explotación puedan competir al mismo tiempo de una manera similar a los organismos en un ecosistema. Los críticos también sostienen que este tipo de economía podrá exigir un Estado que intervenga demasiado en las vidas personales de las personas. Por ejemplo, si el Estado dirige todos los empleos, las opciones de carreras universitarias pueden ser más limitadas. Si los bienes son asignados por el Estado y no por una economía de mercado, los ciudadanos no pueden, por ejemplo, ir a otro lugar sin permiso del Estado porque no serían capaces de adquirir los alimentos o vivienda en la nueva ubicación, como los recursos necesarios no planeados. Asimismo, debido a que algunos estados de economía planificada controlaron en demasía las opciones personales de un individuo, algunos críticos sostienen que en la planificación central los resultados intrínsecamente son de arriba a abajo, un estado coercitivo en que los planificadores podrían usar el estado para sus propios fines, en lugar de objetivos "sociales" del Estado. Algunos críticos sostienen que el socialismo valora mal las preferencias individuales, y sólo resume algunos objetivos de grupo. Esta crítica es respaldada por la observación de Rummel, que establece que mientras menos libertad tenga los individuos de un país, más probable que desde el Estado los asesinen. El Camino de servidumbre de Friedrich Hayek es una crítica del colectivismo. El libro argumenta que una economía de planificación central en última instancia, debe dar lugar a la tiranía. Una idea similar a ésta es la idea de la "Jaula de hierro", presentado anteriormente por Max Weber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo. El libro negro del comunismo afirma que los regímenes comunistas son los responsables de un mayor número de muertes que cualquier otro ideal político o movimiento. En contraposición a esto, hay quienes aseguran que una política planificada o semi-planificada no tiene tanto que ver con lo anteriormente propuesto, pues, los estados de socialismo real han pretendido no solo hacer una economía planificada, sino que también una vida colectiva planificada, poniendo a la sociedad por sobre el individuo. Aun así siendo el socialismo ineficiente para solucionar los problemas de una nación, se ha prestado este argumento sobre la represión de izquierda para justificar la política de libre mercado como algo completamente justo, cuando en la práctica no siempre suele ser equitativo o productivo para el país en su conjunto, pues, al dejar que una pequeña cantidad de individuos acumular riquezas por sobre otros, se genera una contradicción y estancamiento en la economía.
De esta manera, los teoremas libre-mercadistas aseguran que el mercado por medio de su autorregulación provocará un avance social general, dando la idea a muchos directores generales, que su avaricia personal estaría justificada por ser productiva para todos, pero como se ha observado en muchos casos, la economía de libre mercado acarrea contradicciones fuertes para su desarrollo, y el triunfo de un agente del mercado muchas veces puede significar la caída de otro. Democracia económica y la Autonomía de Gestión La planificación centralizada es también criticada por elementos de la izquierda radical. El economista libertario socialista Robin Hahnel observa que aun cuando la planificación central supere sus inhibiciones inherentes de incentivos y la innovación, no obstante, no estaría en condiciones de maximizar la democracia económica y la autogestión, que él cree que son conceptos que son intelectualmente más coherentes, consistentes y justos que los principales conceptos de la libertad económica. Hahnel lo explica cómo, "combinada con un sistema político más democrático, más cerca a una versión mejor de los casos, las economías de planificación centralizada, sin duda, tendrían mejores resultados. Pero nunca hubieran permitido una auto-administración económica, siempre han sido lentos a la innovación, como la apatía y la frustración tuvo su inevitable peaje, y siempre han sido susceptibles al crecimiento de las desigualdades e ineficiencias de los efectos del diferencial de poder económico. En virtud de la planificación central, ni los planificadores, administradores, ni los trabajadores tienen incentivos para fomentar la integración social de interés económico. Es inminente para los mercados de bienes finales del sistema de planificación de facultar los consumidores de manera significativa. La planificación central, no habría sido incompatible con la democracia económica, incluso si han superado sus obligaciones de información y de incentivos. Y la verdad es que sobrevivió tanto tiempo como lo hizo sólo porque era impulsada por un poder político totalitario sin precedentes. " Corrupción. Una economía planificada crea las condiciones sociales que favorecen la corrupción política.[cita requerida] En particular, las economías planificadas han sido notoriamente corruptas. En primer lugar, la centralización de la toma de decisiones predispone a los planificadores a los abusos de poder. En segundo lugar, la ineficiencia inherente de planes con suficiente información crea la necesidad de evitar la oficial toma de decisiones. Por ejemplo, en la Unión Soviética, el Gosplán podía crear planes que no eran viables, y otros medios se utilizaron para atender a las cuotas y metas requeridas. Un incentivo económico corrupto fue desarrollado en la Unión Soviética, "el Blat”. Planificación de la Economía Vs. Economía Centralizada. Una economía planificada es aquella en la que la mayor parte de la economía está prevista por una autoridad del gobierno central. Esto se contrasta con una Economía Centralizada, en la que el estado asigna sus recursos según sea necesario, sin tener que adherirse a los principios del mercado. Un ejemplo de ello es la expropiación que tuvo lugar en los Estados comunistas y la comparación con la nacionalización que tuvo lugar en los países de Europa occidental. Otra diferencia clave es que las economías centralizadas son más autoritarias que las de planificación económica porque a veces esta planificación es de carácter indicativo de la economía, a través de controles de los basados en incentivos.
La planificación económica se puede practicar en forma descentralizada a través de diferentes autoridades gubernamentales. Por ejemplo, en algunos casos predominantes es orientado hacia el mercado y en las economías mixtas, el Estado utiliza la planificación económica en sectores estratégicos como la industria aeroespacial. Otro ejemplo de ello es la utilización de la planificación indicativa y dirigismo, que se practicó en Francia y Gran Bretaña tras la Segunda Guerra Mundial. Los modelos de vivienda pública suecos fueron previstas por el gobierno de una manera similar a una planificación urbana. Las economías mixtas suelen emplear la planificación en la macroeconomía, mientras que en la microempresa, los asuntos económicos se dejan para el mercado y el sistema de precios. En China hay actualmente una economía de mercado socialista. Dentro de este sistema, los planes macroeconómicos se utilizan como directrices generales y los objetivos del gobierno para la economía nacional, pero la mayoría de las empresas estatales están sujetas a las fuerzas del mercado. Esto contrasta fuertemente con el modelo de economía planificada de la ex Unión Soviética. Planificación de la economía y el socialismo. En el siglo 20, la mayoría de las economías planificadas se llevaron a cabo por los Estados que se llamaban a sí mismo, socialistas. Además, el mayor apoyo a la economía planificada proviene de los autores socialistas. Por estas razones, la noción de una economía planificada a menudo es asociada directamente con el socialismo. Sin embargo, no se debe generalizar. Hay ramas del socialismo como el socialismo libertario, que rechazan un estado centralizado y burocrático, y todas esas tendencias rechazan la planificación económica y en su lugar creen que es mejor la propiedad colectiva descentralizada a favor de la economía y la propiedad. La transición de una economía planificada a una economía de mercado. Contracción de las economías exsocialistas después de 1989. El paso de una economía dirigida a una economía de mercado ha demostrado ser difícil, en particular, no existían guías teóricas sobre este tema antes de la década de 1990. Una transición de una economía dirigida a una economía de mercado que muchos consideran que fue exitosa es la de China, en la que hubo un período de algunos años, hasta principios del decenio de 1990 durante el cual tanto la economía planificada y la economía de mercado coexisten. Poco a poco, las partes de la economía planificada en la economía disminuyeron hasta mediados del decenio de 1990, cuando la asignación de recursos fue casi totalmente determinada por los mecanismos de mercado. Por el contrario, la transición de la Unión Soviética y de sus repúblicas fue mucho más problemática, causando un fuerte descenso en el PIB y un aumento considerable del paro y la precariedad laboral durante el decenio de 1990. Si bien la transición a una economía de mercado resultó ser difícil, muchos de los Estados post-soviéticos están experimentando un fuerte crecimiento, aunque los niveles varían considerablemente. Sin embargo, la mayoría de las ex repúblicas soviéticas no han alcanzado aún los niveles de crecimiento de antes de la caída de la economía planificada, ni parecen próximos a alcanzarlos. 3.1.2 Sistema de economía de mercado.
Llegada de la mano de la Revolución Industrial, la economía de mercado o capitalista fue el sistema económico dominante desde finales del siglo XVIII hasta el primer cuarto del siglo XX. Actualmente, la economía que más se aproxima a este modelo es la de Estados Unidos. En este sistema, las familias y las empresas toman las decisiones (qué, cómo y para quién producir), apoyándose en dos herramientas que facilitan las transacciones; por un lado, un medio de pago universal, el dinero; y, por otro, un lugar donde compradores y vendedores se ponen de acuerdo: El mercado. ¿Cómo afronta los problemas económicos básicos? ¿Qué producir y en qué cantidad? Depende de los gustos y las preferencias de los consumidores, que están dispuestos a pagar más por aquello que más desean (principio de soberanía del consumidor), lo que conduce a las empresas a producir los bienes y los servicios que más demandan los consumidores, movidas por su afán de obtener el máximo beneficio posible (principio del beneficio). ¿Cómo producir? Tanto los factores de producción como la tecnología empleada son los seleccionados de las empresas que elegirán aquellas combinaciones de factores que les sean más rentables. ¿Para quién producir? Para aquellos que puedan pagar el precio de los correspondientes bienes y servicios. La distribución de la renta entre la población viene determinada tanto por la cantidad de factores productivos que poseen como del precio de los mismos, ya que para conseguir ingresos los individuos ofrecen los factores de producción que poseen en el mercado de factores obteniendo a cambio de los mismos unas rentas. EEUU, ejemplo de economía capitalista. En el sistema de economía de mercado la asignación de los recursos está determinada por una enorme cantidad de decisiones independientes y descentralizadas, tomadas por los consumidores y los productores, y coordinadas a través de los mercados mediante el mecanismo de precios. No existe contacto directo entre consumidores y productores, la relación entre ambos agentes económicos se realiza de forma indirecta a través de los precios y los mercados. La clave de su funcionamiento son las señales que proporcionan los precios a ambos agentes. De tal manera que si los consumidores desean una mayor cantidad de un bien o un servicio, lo demandarán más y los productores, ante esta situación, elevarán su precio con el objetivo de racionalizar la oferta, animándose, a su vez, a incrementar la producción. Ocurrirá lo contrario si hay un excedente de producción; en este caso, los vendedores intentarán deshacerse de él bajando los precios, procurando que se restablezca el equilibrio. El mecanismo analizado en relación con los bienes y servicios se produce igualmente en el mercado de los factores de producción. Por ejemplo, si en un momento determinado se necesitan muchos trabajadores expertos en informática, este hecho provocará que las oportunidades de empleo en este campo sean mayores y la remuneración de estos profesionales tienda a subir; mientras que si para realizar ese trabajo existe un elevado número de personas cualificadas, su salario tenderá a bajar. Es importante resaltar que en este sistema económico la intervención del Estado o sector público se reduce a la mínima expresión; se limita a asegurar un marco de leyes e instituciones que permita a la sociedad organizarse para que funcione el libre mercado entre empresas y particulares. Ventajas e inconvenientes del sistema de economía de mercado
Entre las ventajas destacan: La eficiencia en su funcionamiento. El mercado motiva a los individuos a utilizar cuidadosamente los recursos y bienes escasos, pues los precios actúan como freno al despilfarro. A su vez, el mercado permite obtener los bienes al mejor precio, gracias a la competencia existente entre las empresas. De la misma forma, el mercado logra ajustar la oferta total a la demanda, consiguiendo el equilibrio económico. La libertad económica. Tanto las empresas como las personas pueden elegir libremente qué producir o consumir según sus preferencias o disponibilidades. 3.1.2.1 Base filosófica. (La naturaleza y causa de la riqueza de las naciones; Adam Smith) http://stolpkin.net/spip.php?article696 3.1.2.2 El mecanismo de mercado. Concepto de Mecanismo de Mercado El mecanismo del mercado es, según las palabras de Adam Smith, una especie de “mano invisible” que reglamenta las respuestas dadas a las tres cuestiones bases estudiadas por la economía: “el qué”, “el cómo” y “para quien” es producido. En el caso de la respuesta a cuestión “el qué” producir, cuando las familias buscan más de un bien significa que están más predispuestas a pagar más por la misma cantidad haciendo con que el precio aumente y criando incentivos a los productores para que ellos afecten más recursos productivos para la producción de este mismo bien. En respecto a la cuestión de “el como” producir, también son los precios de los bienes y de los factores productivos que reglamentan las combinaciones y cantidades de cada factor productivo utilizado en la producción. Relativamente a la respuesta a la cuestión “para quien” producir, también son los precios de los diferentes factores productivos que, juntamente con las cantidades detenidas, determinan la repartición del rendimiento y, por eso, el consumo de cada familia. MERCADO: Mecanismo por medio del cual los compradores y los vendedores de un bien o servicio Determinan conjuntamente su precio y su cantidad Equilibrio de Mercado: Los mercados están resolviendo el que, como, y para quien Producir Al equilibrar todas las fuerzas que influyen en la economía se encuentra el equilibrio entre OFERTA Y DEMANDA. EQUILIBRIO ENTRE TODOS LOS COMPRADORES Y LOS VENDEDORES El mercado encuentra un precio que satisface simultáneamente a los compradores y vendedores El mercado sirve de intermediario que concilia los gustos de los consumidores y la capacidad productiva de las empresas. El papel central del mecanismo del mercado se debe a los precios. Así, es a través de los precios es que el mercado consigue compatibilizar los intereses antagónicos de productores y consumidores. De esta forma, el mecanismo del mercado no es más que el proceso por el cual son formados los precios en el mercado. PRECIO (MOTOR DEL MECANISMO DEL MERCADO) En un sistema de mercado todo tiene un precio = es el valor del bien expresado en dinero
Los precios coordinan Las decisiones de los productores y consumidores Aumenta el precio: Reduce la compra de los consumidores y fomenta la producción Cuando el precio es demasiado alto, hay un exceso de bienes y producción Baja el precio: Fomenta el consumo y reduce los incentivos para producir Cuando el precio es demasiado bajo se produce una escasez de bienes. Es que coordina a los individuos, las actividades y las empresas por medio de un sistema de precios. De aquí el termino Teoría de los precios. En una economía de mercado no existe un individuo u organización responsable de la producción y el consumo, la distribución menos de la fijación de precios, este es una resultante de fuerzas. 3.1.2.3 Las fallas de la economía de mercado. Este sistema económico también presenta algunos inconvenientes como son: La distribución de la renta entre los individuos no es equitativa. Como hemos comentado, la renta se reparte en función de la distribución de la propiedad de los factores de producción y del precio de los mismos, lo que provoca que en numerosos ámbitos aparezcan diferenciales de renta muy grandes. Las economías de mercado tienden a ser inestables. No pueden garantizar la estabilidad en la evolución de la actividad económica; sufren de forma periódica crisis más o menos acusadas. Este efecto se manifiesta a través de los denominados ciclos económicos, que serán analizados con mayor detalle más adelante. Escasez de bienes no rentables. Dada su escasez o su importancia estratégica, el suministro y gestión de ciertos bienes y servicios debe ser asumido por el sector público, aceptando en muchas ocasiones grandes pérdidas o poca eficiencia productiva. Ejemplo: sanidad, educación, seguridad, justicia, infraestructuras, etc. Abusos de ciertas empresas. Algunas empresas desequilibran el mercado desde su posición dominante. Esto sucede cuanto tienen el poder suficiente para fijar el precio o las condiciones de venta. Además, las campañas publicitarias de las empresas crean necesidades en los consumidores de forma artificial, con lo que el mercado no funciona libremente ya que son las empresas las que crean demanda y no los consumidores. Deterioro del medio ambiente. Como resultado de la producción de bienes y servicios hay ciertos efectos negativos que no son contemplados por el mercado, como la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales. 3.1.3 Sistemas mixtos. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/650/14.pdf 3.2 Respuesta de los sistemas económicos a los problemas de la economía. http://www.cnnexpansion.com/economia/2012/12/10/como-sera-la-economia-del-futuro EL SISTEMA ECONÓMICO DEL FUTURO Predicción Conocimiento acumulado Lapso de aplicación Nuevas tecnologías de la
información y la comunicación Comunicación de masas De muchos a muchos Abaratamiento del comercio Efecto equilibrador Profundización de diferencias Estado vs. individuo Estado global A los economistas nos gusta predecir el futuro. Es una enfermedad profesional. A pesar de que lo hemos hecho siempre muy mal y hemos cometido graves errores, no nos dejamos arrastrar por el desánimo y seguimos intentándolo. Aquí lo vamos a hacer de nuevo, pero, sirva este comentario de aviso, no conviene que se conceda a esta página más credibilidad que la que se concede al horóscopo de un astrólogo o a las revelaciones de un quiromántico. Si los sistemas económicos tienen relación con el grado de conocimiento acumulado por una sociedad, es posible que estemos a las puertas de un nuevo sistema económico substancialmente diferente de los anteriores. Los conocimientos científicos y tecnológicos están avanzando en todos los campos a una velocidad sin precedentes históricos. Y también se está acortando el lapso de tiempo que pasa entre el anuncio de un invento y su aplicación y uso masivo. Además, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la informática e Internet, son avances extraordinarios que están dirigidos precisamente al tratamiento, acumulación y transmisión de informaciones por lo que se facilita aún más el aumento y difusión del conocimiento humano. Al igual que la imprenta, abaratando los libros, promovió que mucha gente leyera, Internet, abaratando los costes de publicación y difusión, está promoviendo que mucha gente escriba. La expresión "comunicación de masas" tiene un nuevo sentido desde la popularización de Internet; hasta ahora significaba comunicación "de pocos a muchos", ahora significa "de muchos a muchos". Cuando se bucea al azar por Internet resulta asombroso constatar la cantidad y la calidad de los individuos que publican páginas web. Digo calidad de los individuos, no de las páginas. Quiero decir que es asombroso comprobar que hay centenares de miles de páginas escritas por adolescentes, o por pequeños empresarios, o por simples aficionados que nunca hubieran escrito o publicado ni una sola línea en su vida de no ser por Internet. La imprenta permitió que algunos líderes -políticos o religiosos- descontentos con gobiernos absolutistas obtuvieran apoyos masivos y promovieran revoluciones; Internet facilita de forma extraordinaria que los ciudadanos puedan manifestar su opinión directamente a los gobernantes. El abaratamiento de las comunicaciones es tal que, por el precio de un periódico, se puede enviar el texto completo de El Quijote a una lista de miles de personas, distribuidas por todos los rincones del mundo, que lo recibirán en pocos minutos. Y el abaratamiento de las comunicaciones significa también abaratamiento del comercio. El comercio electrónico pone hoy al alcance de cualquier persona ofrecer sus productos o servicios a cualquier parte del globo. Internet y el comercio electrónico puede tener efectos positivos y negativos desde el punto de vista de los países en desarrollo. Por una parte, las nuevas tecnologías tienen un efecto equilibrador. Cualquier fabricante de alfombras de Túnez puede poner una página web que tendrá los mismos colores, el mismo tamaño y estará a la misma distancia del teclado del consumidor que el departamento de alfombras de los almacenes Harrods de Londres; y además a un precio asequible a cualquier pequeño empresario. Pero, por otra parte, puede tener también un efecto de profundización de las diferencias económicas. Lo que está ocurriendo es que los países ricos y
las grandes multinacionales se han apresurado a usar las nuevas tecnologías, aumentando así, una vez más, las diferencias entre los grandes y los pequeños, ricos y los pobres. Mirando al sistema económico del futuro, no vemos razones para que desaparezca el viejo conflicto entre el individuo y el estado, pero sí para que cambie de manera substancial. Es posible que el individuo sea cada vez más libre de "perseguir su felicidad"; pero en esa libre persecución es previsible que haya muchos perdedores que caigan por el camino. Parece muy conveniente pues que el estado tenga capacidad para intervenir y ayudar a los más atrasados, que coja parte de los beneficios que se consiguen gracias al conocimiento acumulado durante toda la historia de la humanidad y los redistribuya entre todos. Eso no va a cambiar o, en cualquier caso, habrá muchos que así lo demanden. Pero ese estado tiene que cambiar también de forma substancial. Si las empresas son multinacionales y los beneficios son globales, la redistribución también debe ser global. Las instituciones y organismos públicos de carácter internacional están creciendo en número, en tamaño, en diversidad, en efectividad... y en agresividad. Podemos interpretar estos fenómenos como el surgimiento de un imperio, de un gobierno mundial. Y eso significa el debilitamiento de los viejos estados e imperios. Todos estos fenómenos son tan diferentes a todo lo que ha conocido el ser humano en su historia que permiten considerar que la organización económica que está surgiendo será un sistema completamente distinto a todos los anteriores. Ojalá que sea mejor.
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