Discurso - El Maltrato A La Mujer

 

 Si duele, no es amor  amor 

Estimada profesora y compañeros presentes, me encuentro hoy ante ustedes para presentarles mi discurso acerca de un tema muy relevante en nuestra vida como lo es: el maltrato a la mujer .

Desde muy pequeños nos han dicho que como mujeres debemos querernos, respetarnos y valorarnos, pero mi pregunta es, ¿a quién de nosotros nos han enseñado realmente a cómo hacerlo? Hoy en día la sociedad aún no entiende realmente lo que es el maltrato a la mujer, es por ello que primero explicare de manera breve a que me estoy refiriendo. Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como un acto sexista que produce un tipo de daño físico, emocional y psicológico por parte de la pareja, amigos, familia o incluso de la misma sociedad.

Ahora, teniendo este concepto en mente, quiero que imaginemos como luce el perfil de una víctima de maltrato: ¿estamos pensando lo mismo? Muchas veces imaginamos a esta persona como que no tiene autoestima, no sabe poner  límites, no es líder, gran parte de ellas no tiene estudios o depende totalmente de su pareja, no dice lo que piensa, es callada, es tímida y cada vez que la observamos no podemos más que sentir compasión. En realidad, en los últimos años este es el estereotipo que se ha creado de una persona que es víctima de maltrato, sin embargo, no siempre es así. Actualmente el maltrato a la mujer es el pan de cada día en nuestras vidas y nosotros nos hemos convertido en espectadores de constantes casos de agresión, es muy común encender la televisión por las mañanas y escuchar una noticia sobre mujeres lastimadas o violadas por sus  parejas o incluso por personas en las que ellas confiaban, es por ello que hasta ya se nos va haciendo costumbre observar este tipo de casos, tanto que hay gente que usa esta clase de situaciones para hacer bromas, pero es importante recalcar que esto debe dejar de ser así, cuando tú ves que un adolescente grita a su enamorada por las calles y dice que solo están conversando, es maltrato, cuando un hombre fuerza a una mujer a tener relaciones sexuales a  pesar que ella e lla no ha dado su consentimiento, es maltrato, cuando vas por la calle y observas

 

que un hombre mira a una mujer como objeto sexual, es maltrato. Se que muchos de nosotros a veces hemos escuchado decir: “Fue mi culpa, por eso me pegó”, “Dice que no lo volverá hacer”, “Me cela porque me quiere y teme perderme”, “Le tengo que dar el gusto en todo, aunque yo no quiera, porque es mi deber”, “No me deja salir porque me  protege” están son solo cinco frases de las miles que existen y cada que las oímos podemos sen sentir tir mucha ucha impo impote ten ncia cia por por ver como como es esta ta pe pers rson onaa ju just stif ific icaa a su pa pare reja ja,, per ero o lamentableme lament ablemente nte uno no sabe que hay detrás detrás de la mujer que está siendo maltrata maltratada, da, quizás creció en una familia familia disfuncional disfuncional donde donde también existía existía maltrato y nunca nunca le dijeron que estaba mal y se desarrolló con el pensamiento de que esto era totalmente normal. En este contexto, podemos decir que: de cada 10 mujeres agredidas físicamente, 4 buscaron ayuda en personas cercanas, principalmente en su madre y 3 buscaron ayuda en alguna institución, principalmente la comisaria, sin embargo, de esas 3 solo 1 llegará al final del  juicio, las otras 2 se van a arrepentir a lo largo del proceso y lo abandonarán, y es aquí la  pregunta, ¿por qué lo abandonan? La respuesta es porque el sistema te obliga a contar con lujo de detalles lo que te paso, innume inn umerab rables les veces veces acaba acaba siendo siendo un proceso proceso tortur torturado ador, r, frustra frustrante nte,, porque porque te hace hace sentir  sentir  culpable todo el tiempo e incluso crees que lo que te sucedió no es la gran cosa como para denunciar, denun ciar, porque porque no te desfiguraron o no te quemaron quemaron e incluso hay muchas mujeres mujeres que aceptan haber sido víctimas de violencia, pero no denunciaron ya que aseguran que no lo hicieron porque su agresión no ameritaba ir a la comisaria. . Es ahora donde debemos de tomar más conciencia y como ciudadanos comprender que el maltrato a la mujer es un problema real, cercano a nosotros, que nos afecta y compete a todos.  No queremos que las futuras generaciones, ya sean mis hijas o tus hijos, sigan pasando por lo alto esta cruda realidad, sino que, al contrario, hagan respetar sus derechos, que no tengan miedo a denunciar ningún tipo de agresión y no duden en buscar ayuda y ésta la puedes encontrar en las personas que uno más quiere y confía o ayuda de manera más profesional es recibir apoyo psicológico, dejando de lado el tabú de que acudir a un psicólogo es sinónimo de locura.  Nos queremos vivas, ni una menos.