Dios Prodigo 2

March 22, 2019 | Author: Jose Nomezquy | Category: Sin, Jesus, Christ (Title), Religious Belief And Doctrine, Theology
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Estudio...

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Segunda Semana

Las Personas Alrededor de Jesús

DOS GRUPOS DE OYENTES «Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:…»” Lucas 15:1-3 NVI

Pecadores y Publicanos •

Pecadores.  – 



«Los fariseos ponía en una misma categoría a todos los que no cumplían todos los detalles de la ley tradicional, y los llamaban la gente de la tierra» (William Barclay: Lucas, p. 243). A todos estos, simplemente, los consideraban como pecadores.

Publicanos.  – 

Eran judíos odiados por sus connacionales, porque se habían "vendido" al Imperio Romano, encargándose del cobro de los tributos que el pueblo debía pagar. Como consecuencia de ello se los excomulgaba de la sinagoga y se les apartaba del pueblo (Lev. 20:5).

Fariseos y Escribas •

Fariseos.  – 

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Los fariseos eran los intérpretes de las tradiciones orales de los rabinos (Ley Oral). Ejercían una poderosa influencia sobre las masas campesinas, aunque su origen era de clase media comerciante. Los fariseos eran escogidos para altas posiciones dentro del gobierno, entre ellas el Sanedrín. En el tiempo de Jesús había unos 6000 fariseos.

Fariseos y Escribas •

Escribas.  – 

Eran los expertos en el estudio de la Ley. Ellos contaron que habían 613 ordenanzas aparte de los diez mandamientos: • •

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248 positivas (cosas que debemos hacer) 265 negativas (cosas que no debemos hacer)

Profesionales con una función netamente religiosa: •



Instruir al pueblo acerca de la Ley, a través de la memorización sistemática de todo lo que enseñaban. También velaban por la aplicación de la Ley. En casos específicos actuaban como jueces.

DOS ACTITUDES DISTINTAS «Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:…» Lucas 15:1-3 NVI

«Este a los pecadores recibe y con ellos come». «Las reglas fariseas establecían: “A nadie de la gente de la tierra  le confíes dinero, ni aceptes su testimonio, ni le reveles ningún secreto, ni le nombres tutor de ningún huérfano, ni le pongas a cargo de un fondo de caridad, ni le acompañes en un viaje”. Un fariseo tenía prohibido hospedarse en casa de un hombre de la tierra e invitarle a la suya. Tenía prohibido hasta donde fuera posible tener ningún trato con él. Los fariseos tenían el propósito deliberado de evitar todo contacto con los que no cumplían todos los detalles de la ley tradicional». William Barclay: Comentario al Nuevo Testamento, p. 337.

«Entonces él les refirió esta parábola…» •

Jesús, conociendo el pensamiento y la actitud de aquellos que murmuraban contra él, refiere tres historias:  La parábola de la oveja perdida  La parábola de la moneda perdida  La parábola del hijo perdido

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Tres parábolas que desafiaban el punto de vista de los fariseos y escribas.

«Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido.” Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse». Lucas 15:4-7 NVI

»O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido”. Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente». Lucas 15:8-10 NVI

»También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus  jornaleros». Lucas 15:11-19 NVI

»Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse». Lucas 15:20-24 NVI

»Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado». Lucas 15:25-32 NVI

DOS CONCEPTOS ERRADOS 1. Respecto al Pecado.  – 

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Jesús cuenta tres historias en las cuales muestra que, aunque de distintas maneras, las personas están extraviadas y alejadas de Dios. «Jesús caracteriza así a las personas que los fariseos ven como “pecadores”» (Tim Keller). Pero su concepto del pecado es completamente distinto al de los fariseos y escribas.

«El pecado es profundamente complejo. Nace en nosotros, se agranda por el mal trato de otros y se  profundiza y se distorsiona por nuestras propias decisiones. La manera en que Jesús contempla el  pecado es más comprensiva y multidimensional que la de muchos sicólogos, sociólogos y líderes religiosos». Tim Keller

DOS CONCEPTOS ERRADOS 2. Respecto a la Salvación.  – 

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Mucha gente cree que por creer y obedecer la ley divina podrán encontrar a Dios. Éste es el camino de la religiosidad. Todas las religiones del mundo, a pesar de sus diferencias, tienen este punto en común: el esfuerzo propio ( lat. re-ligare). El gran problema con esto es que el que cree que ha buscado y hallado a Dios por esta vía desdeñará a quien no hace el mismo esfuerzo por encontrarlo.

Investigaciones Estadísticas BARNA •







14% Se comportan como cristianos, con la actitud de un fariseo. 21% Se comportan como fariseos, con una actitud cristiana. 51% Tienen la actitud de los fariseos y se comportan como fariseos. 14% Tienen una actitud y comportamiento cristianos.

Los Diez Mandamientos Un cuento de Jorge Bucay

«Sucedió que un día en las puertas del cielo se reunieron unos cientos almas que eran las que anidaban en los hombres y mujeres que habían muerto ese mismo día. San Pedro, supuesto guardián de las puertas de entrada al paraíso, ordenaba el tráfico. Por indicación del “Jefe” vamos a formar tres grandes grupos de huéspedes a partir de la observación de los Diez Mandamientos, anunció.

»El primer grupo, con aquellos que hayan violado todos los mandamientos por lo menos una vez. El segundo grupo, con aquellos que hayan violado por lo menos uno de los diez mandamientos alguna vez. Y el último grupo, que suponemos será el más numeroso, con aquellos que jamás en su vida hayan violado ninguno de los diez mandamientos. Bien, siguió San Pedro, los que hayan violado todos los Diez Mandamientos pónganse a la derecha. Más de la mitad de las almas se puso a la derecha.

»Ahora, exclamó, de los que quedan, aquellos que hayan violado alguno de los mandamientos pónganse a la izquierda. Todas las almas que quedaban se desplazaron a la izquierda. Bueno, casi todas, de hecho todas menos una. Quedó en el centro un alma que había sido un buen hombre. Durante toda su vida había recorrido el camino de los buenos sentimientos, de los buenos pensamientos, de las buenas acciones.

»San Pedro se sorprendió. Solamente un alma quedaba en el grupo de las mejores almas. De inmediato llamó a Dios para notificarlo. Mira, el asunto es así, si seguimos el plan original ese pobre hombre que se ha quedado en el centro, en lugar de beneficiarse por su beatitud se va a aburrir como una ostra en la soledad más extrema. Me parece que tendríamos que hacer algo al respecto.

»Dios se levantó ante el grupo y dijo: “Aquellos que se arrepientan ahora serán perdonados y sus fallos serán olvidados. Los que sean capaces de arrepentirse sinceramente pueden volver a reunirse en el centro con las almas puras e inmaculadas”. Poco a poco todos empezaron a moverse hacia el centro.

»!ALTO¡ ¡INJUSTICIA! ¡TRAICIÓN! –gritó una voz. Era la voz del que no había pecado. ¡Así no vale! Si me hubieran avisado de que iban a perdonar no hubiera desperdiciado mi vida. ¡Traición! ¡Alto! ¡Injusticia! ¡TRAICIÓN!».

EL EVANGELIO DE CRISTO •



El mensaje del evangelio de Jesucristo no es una propuesta religiosa más. Es el anuncio de que la salvación es por gracia. En Cristo, Dios ha tomado la iniciativa de buscar a todo aquel que se reconozca como perdido. Y cuando lo encuentra, se goza.

«En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados,

en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte». Efesios 2:1-10  NVI

«Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de

la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio…» Hebreos 12:2  NVI

«Las enseñanzas de Jesús atraían sin cesar a los irreligiosos de aquella época,

mientras que ofendían a los religiosos y creyentes en la Biblia. Sin embargo, y en términos generales, hoy por hoy nuestras iglesias no producen este efecto. El tipo de personas marginadas que Jesús atraía no se sienten atraídas a las iglesias contemporáneas, por más progresistas que estas sean… si la predicación de nuestro ministerio y las prácticas de nuestros parroquianos no tienen el mismo efecto sobre las personas que tuvieron las de Jesús, entonces no debemos estar difundiendo el mismo mensaje que él difundió». Tim Keller El Dios Pródigo pp. 24-25

«Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las

prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios». Mateo 21:31  NVI

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