Dios Engrandece La Cena

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quiere oír a un hombre hablando; usted quiere oír a Dios hablándole al corazón y usted quiere estar donde está Dios porque usted quiere estar cenando con el Señor, comiendo el pan y tomando del fruto de la vid, el vino espiritual en esta en que estamos viviendo. Bueno, Dios nos guarde, Dios nos bendiga en esta noche. Dios nos guarde en esta noche. “DIOS ENGRANDECE LA CENA.”

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otro”, y de momento, mientras se está predicando el mensaje, viene la contestación a nuestra pegunta, y cuando viene, como que le da un cantazo acá adentro: “¿cómo sabría el predicador que yo quería saber de esto? ¿Cómo lo sabría?” No es el predicador el que lo sabía, es Dios, y Él le está hablando a usted; por eso es que venimos para que Dios nos hable y nos hable ¿dónde? Al corazón y por eso entonces después que salimos, podemos decir como los caminantes de Emaús: “Nuestro corazón... con razón nuestro corazón ardía”, ¿por qué? Porque Dios es el que estaba hablando. Entonces tiene que ese corazón estar ardiendo con el Fuego Santo de la Palabra cuando esa Palabra llega, porque es como Fuego. Entonces usted siente, usted siente pues esa Palabra llega ahí y le contesta ahí, usted pues sabe que es Dios entrando y hablando directamente a su corazón; y eso es lo más importante para nosotros: que Dios hable a nuestro corazón, debemos de tener esa experiencia personal con el Señor, con la Palabra. No pierda esa experiencia con el Señor, sino acostumbre a tenerla siempre en cada culto, de modo que cuando usted salga del culto diga: “Verdaderamente Dios ha estado presente y Dios me ha hablado al corazón.” No venimos a perder el tiempo, venimos para que Dios nos hable así como nosotros le hablamos y le alabamos, luego esperamos de parte de Él que Él hable a nuestro corazón; y eso, eso lo que produce ¿qué es? Ese estimulo, esa alegría, esa felicidad y por eso es entonces que usted puede ver hermanos que viven a una hora, dos horas de distancia, o tres horas de distancia, y la gente le dice: “Oye, ¿y por qué tú vas tan lejos por allá, no hay iglesias aquí? Mira una iglesia bonita aquí, otra allá y buenos predicadores, qué pasa que tú te vas tan lejos?” Bueno lo que pasa es que donde estuviere el cuerpo muerto, la Palabra, el pan de esa Cena y ese vino, ahí es que se congregan los escogidos a Cenar con el Señor, ¿ve usted? Porque usted sabe donde está Él y usted lo que quiere es ¿qué? Usted no quiere tener una religión, usted no

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semanas pasen, más estimulados vamos a estar, porque esto no va a terminar hasta que nos vayamos de aquí de la Tierra, o sea, hasta que seamos trasladados de aquí. Bueno: “LA CENA DEL SEÑOR ENGRANDECIDA.” Ese es el tema que hemos estudiado en esta noche y yo creo que para cada uno de ustedes ha sido claro, ha sido sencillo. Bueno, ¿quiere hacer la pregunta o quiere la contestación? Hace tiempo que estamos cenando, hace tiempo que estamos tomando la Cena del Señor, pero en forma más elevada, en forma engrandecida por el Señor. Dios nos bendiga, Dios nos guarde en esta hora; yo creo que no vamos a oír esa pregunta, ¿verdad? Yo creo que con lo que el Señor nos ha permitido saber, pues ya todas esas preguntitas ya el Señor nos las ha contestado y yo creo que nos seguirá contestando todas las preguntas que hay en nuestro corazón. Les voy a dar un consejito ahora, esto está afuera de lo que estamos estudiando, pero está dentro de la Palabra: Muchas veces nos gusta preguntar mucho y no debemos de hacer eso porque usted debe hablar con Dios y preguntarle a Dios y que Dios se lo conteste desde el púlpito; porque cuando viene desde el púlpito, viene con la unción de Dios y viene con el Así dice el Señor, y entonces usted recibe la respuesta a su pregunta. Evite usted entender el mensaje en forma intelectual; no se haga ese daño usted. ¿Cuántas preguntas a usted le han sido contestadas en esta noche? Yo creo que le han sido contestadas algunas, ¿cuántas peguntas nos fueron contestadas el jueves pasado? ¿Cuántas nos fueron contestadas el jueves atrasado? Y aun el domingo pasado cuando ustedes escucharon al hermano Adalberto? Pues cada vez que usted venga, antes póngalo delante del Señor todo lo que usted quiera que Él le conteste, todas las peticiones de su corazón, encomiéndeselas ¿a quién? A Él. Yo creo que cada uno de nosotros hemos tenido esa experiencia: “Queremos Señor, queremos saber de esto y de lo

DIOS ENGRANDECE LA CENA Rev. William Soto Santiago 15 de enero de 1976 Sabana Seca, Puerto Rico uy buenas noches, amados hermanos; el Señor nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa noche en que nos podemos congregar para adorar a nuestro Dios y oír lo que Él quiera que nosotros sepamos en estos días finales que estamos aquí y que sabemos que son los últimos días en los cuales Dios nos está preparando para trasladarnos de esta dimensión a la dimensión a la cual pertenecemos. En estos días el Señor nos está dando los toques finales para irnos de esta dimensión. Vamos inmediatamente a buscar en nuestras Biblias, y buscaremos también en el mensaje titulado: “Cristo el Misterio de Dios revelado,” página 54; y en nuestras Biblias buscaremos en Primera de Corintios, capítulo 11, verso 29, podemos comenzar en el 23, vamos a leer completo desde el 23 hasta el 30; y luego leeremos en el mensaje: “Cristo el Misterio de Dios revelado,” página 54. Dice así la Palabra del Señor: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere

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esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.” Vamos a dejarlo aquí, vamos a orar un momentito al Señor y luego leeremos en el mensaje, luego leeremos la otra cita. Padre nuestro que estás en el Cielo, Dios eterno, he aquí en esta noche ante Tu presencia estamos. Oh Dios eterno, estamos adorando y glorificando Tu Nombre y he aquí ha llegado el momento Señor de Tú enseñarnos Tu Palabra la cual la revelaste a través de carne humana en este tiempo final a través de Tu manifestación en carne humana, oh Dios eterno. Oh Dios eterno, ahora necesitamos que Tú nos permitas saber lo que Tú revelaste oh Dios; porque todos los misterios ya están revelados. Ahora te rogamos nos enseñes lo que ya Tú revelaste en este tiempo final a través de Tu manifestación en carne. Señor, Dios eterno, así como estuviste en Tu primera Venida en Tu manifestación en carne, luego Señor oh, Tú enseñaste a Tu pueblo a través de Tus discípulos y luego a través de San Pablo para los gentiles, el significado y todo lo que Tú habías revelado en aquellos días a través de Tu manifestación en carne. Tú lo enseñaste en aquel tiempo después que terminó Tu manifestación en carne en Tu

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que sigamos comiendo más vamos a estar estimulados, ¿ve? Porque entonces cada momento seguimos hacia adelante, fíjese cómo empezó el Señor y cómo Él ha seguido; y cada vez que Dios viene y nos dá un pedazo de ese pan espiritual y nos lo comemos y vemos que es la verdad, ¿qué pasa? Entonces nos estimulamos más. Es más o menos como pasó en el Día de Pentecostés, que las gentes decían: “Esta gente está llena de mosto,” pero ellos estaban llenos de vino Nuevo, vino Espiritual, por eso estaban tan estimulados en aquel tiempo y ellos estaban en el tiempo del Día de Pentecostés, o sea, el Día cincuenta; y nosotros ahora nuevamente hemos entrado al ciclo del Día cincuenta o del año cincuenta, que es el año de la Santa Convocación donde nuevamente la gente puede decir: “Esto están borrachos con una nueva revelación, están borrachos con tal o cual cosa, borrachos espiritualmente”, pero no estaban borrachos, esto fue lo que dijo Malaquías 4:5, Lucas 17:30, Apocalipsis 10 del 1 al 9, o del 1 al 7, esto fue todo lo que los profetas dijeron que Dios habría de hacer en este tiempo, y eso es lo que nos tiene estimulados, no es que estamos borrachos con mosto pentecostal, o metodista o bautista, o luterano, o de una edad pasada; porque ya eso se envejeció, ¿ve? Ya ese es un vino ya viejo de allá; pero ahora nosotros estamos estimulados con vino Nuevo, con vino Espiritual y entonces eso es lo que trae esa alegría y ese gozo en nuestras vidas. El mundo no sabe lo que está pasando dentro de nosotros; pero cada uno de nosotros sí sabemos lo que está pasando. Y cuando alguien quiere preguntar o saber, o decir algo, de parte de Dios hay una respuesta para decir qué es lo que está pasando en ese grupo de escogidos que están tan estimulados: Es que están llenos del vino Nuevo porque ellos se han sentado a la mesa con el Señor para comer del pan y beber del vino en esta hora. Por lo tanto, estamos más que contentos en esta hora, más que estimulados; y yo creo que mientras más días pasen, más

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transformado es su cuerpo, ¿ve usted? Pero primero la cosa empieza adentro, va habiendo una transformación dentro de usted, la transformación no viene así de momento; va gradualmente por dentro y usted va viendo que la cosa va cambiando dentro de usted, va cambiando, eso es una transformación espiritual que está ocurriendo dentro de usted. Luego usted ve que en su espíritu usted va cambiando también, o sea, los sentidos de su espíritu usted ve que están siendo sujetados a la Palabra, están siendo transformados, o sea, que ya lo que está operando a través de los sentidos suyos, ¿es qué? La Palabra, la cual está en el alma y entonces comienza a salir a través de esos canales y luego sigue saliendo y pasa a los canales de su cuerpo. Así que, viendo que todas estas cosas comienzan de adentro para fuera y viendo que ya cada uno de ustedes ha estado experimentando estas cosas, entonces tenemos que estar más que contentos de nosotros poder estar en esta noche siendo para nosotros una realidad esta Cena de la cual nos estaba prometido que habría de venir. Ahora nosotros estamos más que contentos de poder estar ahí en esa Cena en este tiempo de la Santa Convocación; y entonces fíjese, es el tiempo también del jubileo; por eso es que cuando come el pan y bebe el vino, ¿qué es lo que produce? Estímulo, jubileo ¿ve usted? Entonces está en jubileo, está contento, feliz con lo que está recibiendo. Así que, ya yo creo que estamos terminando en esta noche con este tema, pues es un tema sencillo, pero que lo estábamos estudiando en esta noche este tema de la Cena del Señor, de la Cena del Señor engrandecida por Dios. Ahora, ¿es maravillosa la Cena del Señor en forma engrandecida por el Señor? ¿Le gusta a usted el pan de la Cena del Señor de esta hora? ¿Le gusta el vino, el fruto de la vid en esta hora? ¿Está usted estimulado en esta hora, está usted contento, feliz con lo que usted sabe de la Palabra? Y cada vez

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manifestación en Tu primera Venida. Ahora Señor, luego de haber terminado, oh Señor, de Tú manifestarte en Tu vaso, nuestro hermano Branham en Tu Segunda Venida y revelaste todos los misterios; ahora Te rogamos nos enseñes todos esos misterios que Tú revelaste Señor. Háblanos en esta noche Señor en este tema que tenemos, enseñános en esta noche para que podamos entender Señor lo que corresponde a esta hora en que vivimos. Dios eterno en Tus manos estamos, Tú eres nuestro maestro, no hay otro maestro, solamente Tú eres el maestro; por lo tanto Señor Te rogamos que Tú te manifiestes en esta noche como maestro, porque Tú Señor tienes un ministerio, el ministerio Tuyo, para manifestarte como pastor a través de instrumentos donde pongas el ministerio de pastor; también tienes el ministerio de profeta para manifestarte como profeta a través de velos de carne donde pongas ese ministerio. También tienes, oh Señor, el ministerio de evangelista para manifestarte Tú como evangelista y evangelizar a Tus Hijos Señor, así como Tú evangelizaste a Abraham. Oh Dios eterno Tú lo hiciste en aquel tiempo y lo sigues haciendo hoy también. Ahora también sabemos que Tú tienes ministerios. Tú, Señor, tienes ese ministerio de maestro, Te rogamos también lo manifiestes para beneficio de todo Tu pueblo y Tú seas el que lo operes y nos enseñes Tu Palabra. En Tus manos estamos oh Dios eterno, y te lo pido todo en Tu Nombre eterno y glorioso el Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores. Amén, amén. En esta noche lo que tenemos es la continuación del mensaje que hemos comenzado algún tiempo atrás y es una continuación que va por etapas, por fases; y va por diferentes temas o diferentes tópicos que vamos abarcando en esta serie de... en este mensaje que viene en serie y el tópico o tema que vamos en esta noche a avanzar o a tocar es el tema de la Cena del Señor;

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y vamos a ponerle como tema entonces: “DIOS ENGRANDECE LA CENA.” Para poder hablar de que Dios engrandece la Cena vamos a basar entonces el engrandecimiento de la Cena en lo que Dios ha dicho que Él hace; y esto lo leemos en la página 54, del mensaje titulado: “Cristo el Misterio de Dios Revelado,” dice... tendríamos que leer un poquito antes, parece, sí tenemos que leer un poquito antes, página 53, al final, dice: “Entonces, habiendo sido dado a conocer a ellos la revelación de este secreto por Su gracia. Cuando este gran misterio revelado le sea dado a conocer a usted, entonces renunciará a todas las cosas del mundo. Ahora voy a repetir esto, voy a decirlo ahora para que quede bien grabado, porque estas cintas rodean el mundo. Ustedes mujeres que dicen que tienen el bautismo del Espíritu Santo y no tienen el valor de dejarse crecer el cabello, cuando la misma Biblia condena esto, y dice que un hombre tiene el derecho de divorciarse de su mujer si ella se corta el cabello; él sería honrado ante Dios al hacerlo. La Biblia dice que si la mujer se corta el cabello, deshonra su cabeza. Hoy es una cosa tan común ver una mujer orando con el cabello corto; además se visten con pantalones cortos y largos; sin embargo, la Biblia dice que es abominación a Dios que una mujer se vista con ropa de hombre. Es una cosa tan sucia e inmunda como un servicio sanitario desaseado. Esto es una cosa sumamente hedionda para Dios; ¿y en estas condiciones ofrecen sus oraciones? Dios rechaza esto completamente. Usted dice: “Espérese hermano Branham. usted está hablando del Antiguo Testamento.” Pero Él es el MISMO ayer, hoy y por los siglos. Esta es la revelación completa de Dios. Si Dios en alguna ocasión dice algo, nunca lo puede cambiar. Si hace algo nuevo, sería para engrandecerlo, no para cambiarlo. (Escuche bien esto) Si hace algo nuevo, sería para

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que pasará será la transformación de nuestros cuerpos terrenales, pero también encontramos que ese alimento lo encontramos actualmente pasando a nuestro cuerpo también, pero eso pasa de adentro, del alma al espíritu y del espíritu al cuerpo. Entonces, cuando ese alimento que usted se come, que usted ha oído que Dios ha dicho de tal o de cual manera, cuando usted lo ha llevado hacia adentro, entonces eso empieza a trabajar hacia afuera y cosas que usted hacía, ahora cuando usted lo ha oído que Dios lo ha dicho y que no lo debe hacer y usted se lo comió, entonces eso empieza a trabajar para afuera y usted dice: “Oye pero, cuidado que el mensaje ha hecho algo en mí que yo no podía hacer nunca, cuidado que algo ha pasado en mi vida porque no he sido yo, algo Dios ha hecho conmigo y cosas que yo hacía antes, ahora de una forma que ni me doy cuenta han desaparecido de mí,” ¿por qué? Porque usted se comió esa Palabra que decía eso y luego empezó a trabajar en su alma y luego pasó a su espíritu, luego pasó a su cuerpo y entonces cuando pasa a su cuerpo, usted dice: “Oye, pero yo ya no hago esto, yo ya no hago lo otro.” Y luego encuentra cosas que usted no hacía, pero que la Palabra de Dios dice que usted debía de hacerla y que usted tiene que hacerla y usted se lo come también: “Amén”, usted le dice: “Amén,” y se lo comió, lo digirió acá en el alma; luego usted después al poco tiempo se encuentra que está haciendo cosas que usted no hacía pero que debía de hacer, y usted dice: “Yo no entiendo como puede ser eso,” pero es eso trabajando de adentro para afuera, de adentro hacia afuera ¿qué? Esa Palabra, ese alimento, ese pan de Vida que usted se está comiendo. Entonces cuando usted ve que cada día usted está actuando cada día más dentro de la Palabra, ¿qué es? Usted está creciendo espiritualmente, eso es usted creciendo; pero eso viene de adentro hacia afuera, es la Palabra trabajando en su vida y nos va transformando por dentro hacia afuera, y lo último que es

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templo, eso le pasó a María, ¿en dónde? En la fiesta pentecostal. Así que, no queremos que el Señor se nos pierda, no queremos perderlo de vista al Señor en esta hora en que estamos viviendo, porque Él está en forma de Palabra, en forma de mensaje, para que nos lo comamos. “Y el que no coma mi Carne y beba mi Sangre no tiene Vida permaneciente en sí.” Por lo tanto, tenemos esta hora gloriosa en la cual nos podemos comer al Señor y le podemos beber Su Sangre. Así que esto es algo más glorioso y más importante de lo que nosotros podemos pensar porque es todo actualmente en forma espiritual, y esto siendo en forma espiritual, produce un beneficio ¿qué? Un beneficio espiritual. Ahora, ya yo creo que estamos terminando; no hay palabras como ya hemos citado, no hay palabras para expresar la bendición tremenda que hay para los que están en esta Cena comiéndose ¿qué? La Carne del Hijo del Hombre y bebiéndose la Sangre del Hijo del Hombre, no hay palabras para explicar y decir lo que esta pasando con ellos. La Cena es para nuestra transformación, la transformación comienza por dentro. Luego encontramos que si comienza por dentro, comienza ¿dónde? En el alma, luego pasa al espíritu, y luego pasa a lo último al cuerpo. Así que, es como pasa con los niños: usted ve un niño pequeñito y él... usted empieza a darle comida, darle comida y el crecimiento empieza por dentro y ese alimento empieza a trabajar de adentro para afuera, si, pero usted lo que ve es lo de afuera, el cuerpo por fuera, pero el alimento empieza a trabajar por dentro y eso es lo que pasa espiritualmente, el alimento espiritual, el pan para comer hoy y el vino para beber hoy, eso comienza a trabajar por dentro; y al comenzar a trabajar por dentro entonces usted sabe que dentro de su alma está pasando algo y usted ve que está pasando algo, y luego usted ve que también eso pasa para su espíritu, y luego usted encontrará que también sigue hacia adelante y pasa hacia su cuerpo, y lo último

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engrandecerlo, no para cambiarlo. La ley fue engrandecida, no cambiada. La ley decía: “Cualquiera que comete adulterio será condenado a muerte”, pero ahora que ha sido ampliada, dice: “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla...” Entonces Él no cambió nada, simplemente la amplió. “Recuerda el día de reposo para santificarlo.” Ese era un solo día de la semana; pero ahora ha sido magnificado, porque el reposo viene al quedarse el Espíritu Santo en el individuo. “Línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá: Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablaré a este pueblo. A los cuales él dijo: Este es el reposo: dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio (de la presencia de Jehová): mas no quisieron oír” (Isaías 28:11-12). Menearon sus cabezas y se volvieron a sus denominaciones. “Este es el refrigerio.” El estaba ampliando el séptimo día, esto lo digo para ustedes sabatistas. El no cambió nada, solamente lo amplió. El infierno también ha ampliado sus puertas para recibir a todos aquellos.” Ahora, vea usted que Dios no cambia lo que Él ha dicho, Dios no cambia lo que Él ha establecido, sino que Él lo engrandece y cuando Dios engrandece lo que Él ha dicho... es que para muchas personas pueden pensar que está habiendo un cambio; pero más bien lo que está habiendo es un engrandecimiento de lo que Dios ha dicho y ha establecido. Ahora como ustedes pudieron notar, usted vio ahí que Dios cuando estableció el sábado, luego Él no cambio el sábado, porque el sábado quiere decir: reposo; Él más bien lo engrandeció, o sea, lo hizo más grande y más glorioso cuando vino a ser el reposo el bautismo del Espíritu Santo metiéndose dentro del individuo. Entonces ese reposo es el engrandecimiento del día literal; ahora muchas veces nos queremos quedar con lo que no está engrandecido y menospreciamos el engrandecimiento de eso. Fíjense cuando en el pueblo de Israel celebraban la pascua y mataban el corderito, Dios un día vino y engrandeció ese

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sacrificio, engrandeció esa ofrenda, engrandeció esa fiesta, engrandeció eso y cuando lo engrandeció ¿qué pasó? El engrandecimiento de eso era el Cordero de Dios, Jesucristo, siendo sacrificado en la Cruz del Calvario; pero las gentes quisieron quedarse con lo que no estaba engrandecido y menospreciaron el engrandecimiento de aquello que Dios había establecido; porque Dios viene y establece algo y después viene y engrandece eso que estableció, entonces lo grande y lo glorioso es poder ver y recibir el engrandecimiento de eso que Dios estableció. Así pasa con muchas cosas en la Palabra de Dios, Dios no cambia nada; la Ley no fue cambiada, fue engrandecida, fue magnificada, entonces al ser magnificada entonces era más glorioso; entonces cuando se pasó a la dispensación de la Gracia, entonces aquello mismo que había en la Ley, en la Gracia fue más glorioso. Entonces vino a ser de más bendición y de más gloria de Dios manifiesta para todo el pueblo de Dios, ¿ve usted? Lo mismo; entonces aquello que era en lo literal allá en la Ley, luego vino a tomar forma espiritual que es algo más glorioso para el individuo, porque una forma física o literal para el individuo, pues entonces le produce un provecho físico o literal; pero cuando la cosa viene y es engrandecida por Dios y se transforma en algo espiritual, entonces le es de beneficio espiritual para el individuo cuando lo puede ver. Ahora, fíjese la gente hoy en día, muchas personas hoy en día se han quedado con el día de reposo literal y han rechazado el día de reposo espiritual, que es el bautismo del Espíritu Santo; entonces quieren mejor tener el reposo sin engrandecer, sin ser glorificado, que el reposo es glorificado o engrandecido. El reposo engrandecido o glorificado por Dios es el bautismo del Espíritu Santo entrando a la persona. Ahora, estamos mostrándole el panorama de cómo Dios se mueve y que Dios nunca cambia; porque si Dios llega a cambiar, no sería Dios; entonces hizo mal algo en el pasado,

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“Hacía tiempo que la estábamos tomando,” pero lo que pasa es que la estamos tomando en una forma ampliada, en una forma magnificada por Dios, ¿ve? Entonces usted puede comerse el pan literal todas las veces que usted quiera comérselo y el vino literal, y eso no le es de beneficio espiritual, no le es de beneficio en este momento, porque ya eso ha sido glorificado, ha sido magnificado y ahora está en una esfera superior, en una esfera espiritual. De nada le valía a la gente y de nada le vale hoy en día a la gente estar guardando el sábado, porque ya el sábado fue magnificado, entonces lo que le valía a la gente era tomar el sábado en forma magnificada, ¿que es qué? El bautismo del Espíritu Santo. Y lo que nos vale a nosotros es tomar la Cena en forma magnificada, en forma engrandecida por el Señor, ¿que es qué? Comernos la Palabra para esta hora y bebernos el vino Espiritual o vino Nuevo, estar estimulados, lleno de ese estímulo de alegría, de felicidad, contentos al ver la Palabra que ha sido revelada, que Dios la reveló y ahora a través de la forma en que Dios se está manifestando nos está permitiendo ver lo que ya Él reveló. Entonces, ¿eso qué es lo que hace? Nos produce estímulo, somos estimulados con felicidad, alegría, gozo en ver que esa es la verdad. Entonces, ¿qué usted cree de ese vino? ¿Qué usted cree de ese pan? Pero hay que comérselo correctamente, el que lo coma indignamente, juicio come y bebe. Por lo tanto, estando nosotros en esta hora tan tremenda, tan gloriosa en que estamos viviendo, entonces tenemos que estar preparados, estar en forma reverente en esta hora, porque Dios se está moviendo en forma espiritual en medio de nosotros y nosotros tenemos que caminar en la forma espiritual en que Dios está caminando, porque de otra manera se nos pierde el Señor en medio nuestro, ¿no estaba el Señor en carne humana en el hermano Branham en medio de la Iglesia y lo vieron cuando estaba? No lo vieron, se les perdió ¿dónde? En el

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Entonces, ¿qué pasa? Usted está tomando el vino, usted está tomando del fruto de la vid, y Él dijo ¿qué? “Yo soy la vid,” usted está tomando del fruto ¿de qué? Del fruto de esa revelación, porque Él es la vid y Él la revelación de Dios. Ahora, fíjese lo que es el vino hoy, es un vino Espiritual; fíjese lo que es el pan hoy, es un pan Espiritual; entonces si estamos comiendo el pan y estamos estimulados, entonces estamos teniendo una gloriosa Cena comiendo el pan y bebiendo el vino Espiritual, pan Espiritual y vino Espiritual. Y estamos contentos, alegres, felices en el Señor en esta hora en la cual estamos viviendo y lo importante también es tomarla correctamente, dignamente; usted deje todo lo que correspondía a la edad que pasó, deje también todo lo que correspondía a la dispensación que pasó, porque estamos en otro tiempo y en otra dispensación, estamos en la gloriosa Santa Convocación donde todos los escogidos del Señor han sido llamados, han sido llamados para ser convocados aquí y este llamado tiene que llegar a todos los hijos de Dios no importa en donde se encuentren; por eso es que Dios a través del hermano Branham, dice que lo principal para nosotros es encontrar el último escogido para irnos de aquí, ¿por qué? Porque el último escogido tiene que oír el llamado a la Santa Convocación y ser convocado aquí arriba, salir de Laodicea, salir de la dispensación segunda también y entrar a la Tercera Dispensación, y entrar a la Edad de la Palabra; y entonces entrar y sentarse para comer la Cena del Señor correctamente, dignamente para que le sea de bendición espiritual. Entonces fíjese todo lo que ha estado pasando, entonces quizás... hemos estado hablando algunos hermanos allá en Ponce, que algunos hermanos pensaban y decían: “Bueno, y hace tiempo, ¿y cuándo iremos a tomar la Cena del Señor?” Entonces así hablando nosotros y bromeando, después cuando el Señor nos permitió ver estas cositas, y este domingo pasado hablamos acerca de esto, los comentarios entre nosotros era:

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pero Dios nunca hace las cosas mal, lo que podemos ver a Dios es que Dios lleva Su Plan hacia adelante y cada vez que usted ve una etapa del Plan de Dios, entonces usted ve más gloria de Dios manifiesta. Entonces más bien lo que usted puede ver entonces es el Plan de Dios más claramente, ¿ve? Entonces no se le añade ni se le quita a la revelación, sino que se amplía para que el pueblo la pueda ver mejor. Entonces, es como decir, fíjese, yo le puedo estar mostrando este libro desde aquí a usted; pero luego vengo y me le acerco un poco más a usted y se lo muestro. ¿Y qué estoy haciendo? Se lo estoy mostrando más de cerca; entonces usted lo está viendo más amplio, pero si estoy bien lejos usted lo ve pequeñito y eso es lo que Dios hace en cada etapa y en cada dispensación que nos acerca más Su Plan y nosotros entonces lo podemos ver más claro y entonces podemos entender mejor lo que Él nos está mostrando lo que Él tiene para el tiempo y dispensación en que estamos viviendo. Entonces vea usted que estamos hablando en esta noche del engrandecimiento de la Cena del Señor. “DIOS ENGRANDECE LA CENA.” Ahora, veamos que la Cena fue establecida por el Señor y luego encontramos que los apóstoles la establecieron dentro de la Iglesia cuando la Iglesia comenzó y encontramos que para los gentiles el apóstol San Pablo se encargó de establecer la Cena, cómo practicar y todo. Ahora, vemos que la Cena establecida en medio del pueblo era una Cena literal de pan y de vino, ¿ve usted? Pan y vino; y aun siendo así literal como era en el pasado, en el antiguo Testamento, que tomaban el cordero literal y lo comían, con todo y eso el que lo hiciera en forma incorrecta, no como Dios decía, entonces juicio le venía; y así también en la Cena durante las edades de la Iglesia, la cual fue establecida para ser practicada, dice que fuese ser practicada hasta que Él regresase. “Y todas las veces que comiereis de este pan y bebiereis de esta

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copa, la muerte del Señor anunciáis,” ¿hasta cuándo? Hasta que Él venga, después que Él venga, pues ¿qué pasa? La cosa era anunciarla hasta que Él viniera, se estaba anunciando el sacrificio que Él había hecho en la Cruz del Calvario para nuestro beneficio, la bendición que había ahí,y luego, después de anunciar lo que había pasado, se anunciaba también que Él habría de venir; por eso la muerte del Señor anunciáis (lo que pasó) hasta que venga. Entonces, cuando el Señor vino en Su primera Venida, ¿qué hizo? Engrandeció la Ley, entonces cuando Él viene en Su Segunda Venida, Él engrandece ¿qué? Las cosas del Nuevo Testamento; así como el Señor cuando vino en Su primera engrandeció las cosas del antiguo Testamento, Él no quitó nada sino que Él engrandeció, entonces cuando lo engrandeció, entonces no lo pudieron ver mucha gente, imagínese, el sábado en lo literal era un día literal; pero el sábado engrandecido era el bautismo del Espíritu Santo, cualquiera podía decir: “ahí ha habido un cambio”, no, no había ningún cambio, lo que había habido era un engrandecimiento de parte de Dios en el cual Dios estaba glorificándose. Ahora, veamos en este tiempo en que el Señor ha venido y veamos entonces el engrandecimiento de parte de Dios o el Señor engrandeciendo la Cena. Encontramos que tomar la Cena durante las edades de la Iglesia, tomarla sin discernir el Cuerpo del Señor, se comía juicio y se bebía juicio, y dice que por esa razón habían muchos enfermos y debilitados, y muchos ya se habían muerto, o sea, dormían, por causa de tomarla incorrectamente, sin discernir el Cuerpo del Señor, no tenían discernimiento, entonces la tomaban incorrectamente, porque viviendo no como debían de vivir, entonces la tomaban y entonces eran juzgados por el Señor y le venía el juicio; porque Dios al hijo que ama lo castiga para que entonces no tenga que pagar juntamente con los impíos; cuando le sea tomada cuenta a los impíos ya Dios les

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siente todo derrotado; pero el poder de la revelación de la Palabra trae estímulo de gozo para el creyente, es estímulo de satisfacción, estímulo de saber que es vindicado y probado. Esto es llamado en las Escrituras: el vino nuevo, o aun mejor dicho: vino Espiritual.” Ahora, teníamos el vino literal allá, pero ahora tenemos el vino espiritual acá, teníamos el pan literal allá, ahora tenemos el pan Espiritual que es la Palabra. Entonces vea usted que este vino Espiritual, este vino Espiritual es ese estimulo tremendo que es manifiesto en nuestras vidas cuando la Palabra nos es revelada. ¿Quiere usted ver cómo ese vino Espiritual, cómo ese estímulo Espiritual ha estado manifiesto en los escogidos? Dice que produce ¿qué? Dice que en el creyente, dice que: “el poder de la revelación trae gozo, trae estímulo de gozo para el creyente, estímulo de satisfacción, estímulo de saber que es vindicado y probado”. Vamos a ver un cuadro para que usted vea cómo ese estímulo ha estado manifiesto en su vida. Cuando supimos el Nombre nuevo del Señor Jesús, cuando supimos la venida del Señor en carne, Su Nombre nuevo, el propósito de la Venida del Señor, cuando supimos que Él era el Hijo del Hombre y el Hijo de David, cuando supimos la forma para adorar al Señor en este tiempo, cuando hemos sabido que estamos también en una nueva Dispensación y en la Edad de la Palabra, que es la única Edad que tiene esa Dispensación y que no estamos en la edad de Laodicea, cuando hemos sabido todas esas cosas, ¿qué ha producido saber todas esas cosas? Eso ha producido en nuestra vida espiritual: alegría, regocijo, estímulo en saber que eso es vindicado, en saber que eso es la verdad ¿por qué? Porque nos ha sido revelado y cuando nos ha sido revelado por el Señor y entonces hemos visto que todo eso es la verdad, ¿qué ha causado eso? Eso ha causado alegría, regocijo; eso ha causado felicidad en nuestra vida. ¿Y qué es eso? Eso es el vino Espiritual, ese estímulo que usted siente es el vino Espiritual en usted.

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Cena, la etapa de las Bodas la vivimos; pero ahora estamos en la etapa de la Cena. Entonces, vamos a ver qué representa el vino, porque el vino entonces también al ser engrandecido tiene que tipificar algo para nosotros en este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo; vamos a ver por ahí en la página 239, de “Los Sellos,” dice: “El aceite siempre representa al Espíritu, como por ejemplo las vírgenes fatuas sin aceite, y las vírgenes prudentes con su aceite, lo cual fue el Espíritu Santo; también vimos ejemplos con los profetas del Antiguo Testamento. Desde luego no podemos sacar cada cita relacionada con esto, y hay cosas que ni hay tiempo para decir; pero trato de presentar la cosa con suficientes citas para que la gente pueda captar el cuadro. Pero si uno se sentara con calma para estudiar un solo Sello, pues podríamos predicar cada noche por un mes, y todavía no verlo completamente. Eso es un solo Sello. Hay tanto que ver en esto. Apenas estamos viendo los puntos sobresalientes para que ustedes puedan ver el cuadro. Ahora, el aceite simboliza al Espíritu Santo, y hallamos que el aceite y el vino están relacionados en la adoración; siempre están relacionados. Ahora, dije que el vino (y esto es lo que me fue revelado) simboliza el poder del estímulo por la revelación. Cuando algo ha sido revelado, entonces produce estímulo al creyente porque es presentado por revelación. Es algo que Dios ha dicho, es un misterio, algo que no entienden; pero después de un tiempo, Dios lo revela y lo vindica. Recuerden: Si la verdad es revelada, entonces también será vindicada.” ¿Ve usted? Entonces, ¿qué representa el vino? El vino representa el estímulo producido por la Palabra cuando es revelada. Entonces, vamos a seguir adelante aquí a buscar en otro lugar, vamos a buscar la 240, dice en el tercer párrafo: “El poder de la revelación trae estimulo al creyente. (¿ve? El poder de la revelación) El poder del vino natural trae estímulo a la persona que se

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tomó cuenta primero a Sus Hijos; por eso es que no estamos libres del castigo, no estamos libres de la reprensión del Señor, sino que cada vez que actuamos mal, pues Dios nos llama la atención. Ahora, veamos entonces que todo esto que ustedes ven en el pasado, fíjese lo que vimos en el pasado, en la Ley, luego en la Gracia vino a ser engrandecido y entonces vemos que tomó un giro espiritual. Ahora, mirando nosotros las cosas literales que eran hechas en la dispensación de la Gracia, cuando el Señor viene en Su Segunda Venida, Él viene y engrandece esas cosas literales que son hechas en la segunda dispensación y entonces, al engrandecerías, las convierte en cosas espirituales, ¿ve? Y entonces al estar engrandecidas, entonces cualquier persona puede pensar que ha habido un cambio, pero no es un cambio sino un engrandecimiento de parte del Señor a eso que era establecido, que estaba establecido en la dispensación de la Gracia. Como hemos visto en otras ocasiones el bautismo en agua fue engrandecido. No vamos a hablar en esta noche de eso, estamos hablando acerca de la Cena del Señor engrandecida y vea usted cómo eran las cosas allá para que podamos ver entonces el cuadro literal de allá luego acá al ser engrandecido tenemos que verlo ahora en forma espiritual. Ahora, vea que el que la tomaba allá indignamente en lo literal, entonces recibía juicio. Ahora, tomarla en esta nueva dispensación indignamente, le viene juicio, pero como ahora ha sido engrandecida, está en una etapa o en una esfera espiritual y al estar en una esfera espiritual o en un ambiente o en una etapa espiritual, entonces también el juicio es espiritual. Entonces, fíjese dice: “Muchos están debilitados, otros están debilitados, enfermos y otros ya se han muerto,” [corte] ...una debilidad espiritual, luego de debilidad espiritual viene ¿qué? Enfermedad; y luego de enfermedad muerte espiritual, ¿ve usted? Así que hay enfermedad espiritual que es más mala que

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la enfermedad literal, y hay muerte espiritual que es más mala que la muerte literal. Ahora, viendo nosotros que estamos en una Tercera Dispensación y estamos en la única Edad que tiene esa Dispensación que es la Edad de la Palabra, la Edad de la Piedra Angular, entonces nosotros tenemos que ver en dónde estamos colocados y si en esta Edad de la Palabra tomamos la Cena del Señor indignamente, no viviendo como debemos de vivir en este tiempo... ¿Y cómo debemos de vivir en este tiempo? Recuerde que ahora la cosa es enfocado en el aspecto espiritual. Entonces ellos allá en el aspecto literal vivían una vida incorrecta como Cristianos, no vivían la vida establecida por la Palabra de Dios. Ahora, vemos que estando en una nueva Dispensación y una nueva Edad, si nosotros hoy viviésemos como los luteranos, viviendo el mensaje de Lutero o el mensaje de Wesley, o el mensaje Pentecostal y nos sentásemos a la mesa aquí en la Edad de la Piedra Angular para comer la Cena del Señor, estaríamos comiéndola indignamente. Ahora, veamos entonces qué es la Cena del Señor hoy engrandecida o qué es el engrandecimiento de la Cena del Señor, y no dejen pasar por alto que fue en la Cena también con el Señor en qué el Señor comenzó a hablar de lo que le iba a pasar y también dijo: “Uno de vosotros me va a entregar,” y también dijo cuando uno de Sus discípulos, el discípulo amado le preguntó al Señor, y le dijo: “Mira, ¿quién es el que te va a entregar de nosotros?” El Señor le dijo: “Al que yo diere el pan mojado, ese es.” Ahora vea usted que fue en una Cena en donde le fue dado el pan mojado, fue en ese tiempo y entonces tenemos que ver que en este tiempo los manufacturados, los judas, en este tiempo se sentarían, pero recibirían el pan mojado. Ahora ustedes recuerden que Judas, Judas estaba con el Señor y con los demás discípulos y delante de los demás discípulos, pues él

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estos últimos días (Zacarías 14:7); como obraría y lo que haría. Todas las Escrituras señalan a estos últimos días, y eso es Cristo. Si usted puede esconderse ahora en eso... en ese lugar secreto, puede comer y ver la bondad y la misericordia de Dios. Si usted está enfermo, allí hay sanidad.” Ahora, vea usted que tiene que esconderse ¿dónde? En Cristo, tiene que esconderse en las promesas de esta hora que son Malaquías 4:5, Lucas 17:30, y todas estas Escrituras que son ¿qué? Dios manifestado en carne, Dios hecho carne nuevamente como se hizo carne en Su primera Venida, y si usted puede esconderse ahí y creer todo eso, y apartarse de la incredulidad del mundo que no puede creer la Venida del Señor y el propósito para ella, y el Nombre que trajo en Su venida y todas estas cosas que corresponden a este tiempo. Si usted se puede apartar de toda esa incredulidad del mundo que no puede creer esto y entonces usted puede entrar a esas promesas y creerlas; entonces usted puede alimentarse del alimento espiritual para esta temporada, en esta temporada y en este tiempo de la Edad de la Palabra. Ahora, vea usted que es una hora para alimentarnos del alimento espiritual para esta hora, en el tiempo de la Santa Convocación el cual es un tiempo donde la Cena del Señor es llevada a cabo y es el tiempo en que una Gavilla era mecida, fue mecida una Gavilla allá en el principio y fue mecida una Gavilla acá en este tiempo, en este tiempo de la Santa Convocación, y esa Gavilla ¿fue qué? Fue Lucas 17:30, la manifestación del Hijo del Hombre, fue Malaquías 4:5, fue Dios manifestado en carne en medio de Su pueblo en este tiempo; y entonces ¿qué pasa? Usted entonces puede comerse a Cristo hoy, puede comérselo porque Él está ¿cómo? Él está en forma de palabra, en forma de mensaje. Cuando estaba en carne usted no se lo podía comer. Por eso ahora, en esta etapa en la cual estamos, que es la etapa de la Cena, de la Cena, recuerde bien eso: la etapa de la

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Señor, hay que discernir entre lo correcto y lo incorrecto, hay que discernir y entonces quedarse con la verdad; porque no podemos recibir o aceptar ninguna cosa que no sea la verdad; por eso es que tenemos que discernir para entonces comernos la Palabra, comernos el Cuerpo del Señor, tomar la Cena del Señor dignamente y no indignamente, porque el que la toma indignamente juicio come y bebe; entonces ese juicio es un juicio espiritual el cual le trae debilidad espiritual, enfermedad espiritual y muerte espiritual. Entonces eso sí que es una cosa dolorosa para cualquiera que se encuentre sentado en esta hora en el Reino de Dios comiendo el pan de la hora de una manera indigna, de una manera incorrecta. Ahora, seguimos adelante y podemos entonces ver que ya tenemos bastante claro esto de lo que es el pan, el pan vamos a darle un vistacito aquí para ya ir redondeando lo del pan. “Alimento Espiritual a su Debido Tiempo,” página 22, y 23. “Notamos aquí otra vez, que si la Palabra está en nosotros, y viene a nosotros, como vino a Elías en aquel día, Esta hará la misma cosa que Él hizo. Se alimentarán en las cosas secretas de Dios que están escondidas del mundo. Esto hace otra vez al Mensaje y el mensajero como uno. El Alimento Espiritual está listo y está en sazón ahora.” Estaba listo y estaba en sazón, en sazón es en temporada o en tiempo, o sea, temporada, tiempo o edad, en la temporada que le corresponde, que es esta temporada acá, la Edad de la Palabra. “Cada uno de ustedes puede tener este alimento si lo desea; si usted está dispuesto a separarse de toda la incredulidad de esta hora; si usted está listo para entrar en Cristo, entrar en Sus promesas. Y recuerde Sus promesas en Malaquías 4, Lucas 17:30, también en San Juan 14:12 y cuántas Escrituras más, diciendo (Joel 2:28) todo lo que Él haría, todo lo que Él haría en estos últimos días. Y como dijo el profeta, que habría luz en

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era uno de ellos, era un hermano, era uno de los amigos íntimos; y el Señor le dijo amigo también; pero el Señor sabía quién era Judas, sabía de qué dimensión había venido, sabía que le habría de entregar y sabía todo lo que él habría de hacer. Así que, al único que no podía engañar era al Señor, porque Él era la Palabra. Ahora, vea usted que se sentaron a la mesa, tomaron la Cena y ahí después de tomar la Cena, al tomar el pan mojado, entonces el diablo vino, se metió dentro y se encarnó en él, y entonces hizo lo que estaba establecido que habría de hacer, lo que estaba ya profetizado. Vea que entonces Él salió directamente hacia ¿dónde? Él salio directamente hacia los de la dispensación que ya ... que tenían ¿qué? Que tenían la Ley sin engrandecer, más bien lo que tenían era ¿qué? Lo que tenían era la forma literal, la forma simbólica, pero no tenían realmente la forma engrandecida por el Señor. Entonces, se fue donde ellos y allá lo vendió. Bueno, en esta noche no vamos a hablar realmente acerca de... [Corte de audio]... que sería ¿qué? Tomar la Cena aquí y bajarse hacia abajo, ¿ve usted? En una forma que nadie se dé cuenta, porque nadie se dio cuenta para dónde Judas había ido; pero el Señor sabía dónde estaba y para dónde iba, y le dijo: “Lo que vas a hacer hazlo pronto.” Después fue que se dieron cuenta dónde se había metido Judas, después que ya todo estaba hecho. Ahora vemos que la Cena es en el tiempo de la tarde y que el Señor había prometido que no la tomaría sino en el Reino de Su Padre, y la tomaría ¿cómo? Nueva, sería una nueva Cena, un nuevo vino, ¿ve? Así que, si la cosa iba a ser nueva, iba a ser algo engrandecido que aquello del pasado venía a ser algo que Dios habría de engrandecer; así como cuando tomó el séptimo día, el sábado y lo engrandeció y cuando lo engrandeció, pues ¿qué pasó? Desapareció el sábado literal y vino entonces a ser el bautismo del Espíritu Santo nuestro sábado. Entonces, la Cena engrandecida, la parte literal y visible desaparece y

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entonces podemos ver la Cena engrandecida y podemos tomar la Cena del Señor. El pan representa el Cuerpo del Señor, el vino representa Su Sangre. Ahora, el Cuerpo del Señor es Su Palabra, también es Su Novia, o Su Iglesia y el Cuerpo del Señor ¿es qué? Su Palabra, porque Él es la Palabra. Ahora, sabiendo todas estas cositas que estamos tocando así para ver el cuadro ampliado en esta noche o sea, la Cena ampliada o engrandecida, fíjese, como sabemos que Dios lo que hace es ampliarla, entonces veamos cómo Él la amplía y entonces veamos qué es la Cena del Señor hoy. Como leímos ya vemos que no hay ningún cambio sino lo que hay es una ampliación. La Cena es en el tiempo de la tarde, estamos en el tiempo de la tarde, estamos en el tiempo del Reino; déjeme ver por aquí hay un sitio, déjeme ver si se lo puedo conseguir rapidito para que ustedes vean de algo que les estaba hablando hace algún momentito y que no quiero que se les vaya a pasar por alto, déjeme ver si lo encuentro rapidito, se encuentra en el mensaje titulado: “Los Ungidos de los últimos días,” página 47,” vamos a empezar un poquito arriba en el segundo párrafo, dice: “Los verdaderos creyentes no serán engañados. (o sea, los verdaderos escogidos, el verdadero creyente) Ellos son simiente predestinada que deberán estar aquí en este día. Ahora también, Jesús dijo esto: “Muchos vendrán en ese día (que es este día) en mi nombre, y dirán: Señor, ¿no echamos fuera demonios en Tu Nombre? Jesús dijo que en los días finales, cuando el tiempo se haya acabado, y la gran resurrección se haya efectuado, que muchos vendrán a sentarse en el Reino (el Reino de Dios está entre vosotros) (y muchos vendrían a sentarse ¿dónde? En el Reino). Muchos. La cizaña vendrá a sentarse junto con el trigo...” ¿Ve usted? Ahora, yo creo que podríamos dejarlo por ahí quietecito, vimos que en el Reino vendría a sentarse también la

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espiritual le puede alcanzar. Ahora, no deseamos ningún hijo de Dios enfermo ni debilitado, menos muerto. Entonces fíjese como todo esto se mueve en el campo espiritual en forma sencilla, en forma que si no vigilamos se nos puede pasar por alto y entonces perder la tremenda bendición que hay de parte de Dios para todos nosotros, y si perdemos lo que Dios tiene para nosotros, ¿con qué nos quedamos? Pues con nada, porque cualquier cosa que podamos tener acá nosotros, nosotros mismos eso no es permanente. Ahora vamos a seguir aquí en la página 17, del mensaje titulado: “Cuál es la Atracción en el Monte,” donde dice: “Oh ellos vendrán desde el Este (para acá ¿verdad?) desde el Este y el Oeste, ellos vienen de tierras lejanas para festejar con nuestro Rey, para cenar como su invitado, cuán benditos son estos peregrinos contemplando su rostro santo, brillando con amor divino. Benditos los participantes de Su gracia, brillan como joyas en Su corona. Esa era la atracción, la simiente predestinada de Dios quien no puede hacer otra cosa sino seguirla, significa más que la vida para nosotros. Tomen nuestra vida pero no tomen eso. ¿Cuál es la atracción? Dios como de costumbre cumpliendo Su Palabra. Él está cumpliendo la Palabra de Zacarías otra vez...” Y por ahí sigue hablando acerca de lo que el profeta Zacarías dijo que habría de acontecer. Ahora, hemos visto cómo todo esto se está moviendo, se ha estado moviendo en una forma espiritual, hemos visto cómo hemos sido invitados por el Señor y cómo estamos sentados en la mesa del Señor, ¿para qué? Para cenar, para cenar la comida de la tarde, la cena de la tarde, pues la cena es en la tarde siempre; entonces vea usted cómo ha sido engrandecida por el Señor la Cena del Señor. Ahora, es una cosa más grande y más gloriosa de lo que era en forma simbólica en las edades de la Iglesia; ahora ya vimos lo que es el pan: es la Palabra; y hay que discernir el Cuerpo del

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tomarla usted la echa para adentro, al tomarla... cuando usted la toma es cuando usted dice: “Eso es la verdad, gloria a Dios. Amén,” cuando usted le dice: “Amén,” usted la tomó, pero no solamente eso, bájela para abajo, cuando la baja allá adentro, al alma; entonces ahí es que usted la digiere, ¿ve usted? Por eso es que usted encuentra que algunas veces oramos y decimos: “Señor, unge los oídos para oír, ¿y qué mas? Y el corazón para recibir, ¿ve usted? Entonces la fe viene por el oír, y entonces tiene que entrar, pero luego tiene que ser digerido acá adentro, entonces si no lo digiere, no es de ningún beneficio espiritual todo lo que nos comamos, entonces eso tiene que llegar allá adentro, hacer buena digestión y luego entonces encontraremos que automáticamente, automáticamente esto comienza a trabajar en la vida de cada uno que se ha comido todo eso y ha hecho buena digestión, eso comienza a trabajar en su vida espiritual y la misma persona dice: “Pero, yo he notado que ha habido un cambio en mí, y ha sido un cambio automático, ha sido un cambio que no ha sido algo manufacturado por mí, sino que ha sido algo que ha venido en una forma inexplicable, eso solamente ocurre cuando usted le dice amén a la Palabra y deja que baje acá; y entonces esa Palabra empieza a trabajar de adentro hacia afuera, así como los niñitos toman el alimento *espiritual, y cuando lo toman, eso baja allá adentro y después de adentro empieza a trabajar para afuera y usted los ve a los poquitos meses van creciendo, creciendo, creciendo.; ¿Y cómo ocurre eso? Usted no lo puede explicar, pero usted sabe que eso para que ocurra ellos tiene que tomar ese alimento, luego echarlo a la boca, bajarlo, digerirlo y entonces automáticamente el niño crece, ¿ve usted que el crecimiento espiritual suyo es automático? Pero usted tiene que tomar esa Palabra, esa Cena, esa comida, que es la que lo alimenta para entonces ver que usted va a crecer espiritualmente; de otra manera nunca podrá crecer, será siempre una persona enfermiza espiritualmente hablando, una persona debilitada; y a lo último la muerte

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cizaña, muchos vendrían a sentarse junto a los verdaderos escogidos en el Reino. ¿Y dónde es que el Señor habría de tomar la nueva, la Cena? ¿Dónde habría de tomar del vino, de la vid, del fruto de la vid nuevo? En el Reino, o sea, en esta Edad de la Palabra y en esta nueva dispensación. Ahora, si una cosa viene a ser nueva, entonces las cosas viejas ¿qué? Pasaron, o sea, que automáticamente lo que antes era para llevarse a cabo, cuando Dios lo convierte en algo nuevo, entonces aquello es dejado de practicar y entonces comienza a practicarse en una forma más elevada, más ampliada, más gloriosa, lo cual es aquello que Dios ha glorificado o ha magnificado, o ha ampliado. Entonces la cosa viene a ser algo nuevo, aunque es lo mismo de allá, pero en una forma ampliada o magnificada, o exaltada, como querramos decir, entonces ahí es que muchas personas pueden tropezar y pensar que se está cambiando algo, pero no se está cambiando nada sino que se ha entrado en una etapa más gloriosa, más amplia y más bendecida de parte de Dios, que es de más beneficio para todo el pueblo del Señor. Ahora, siendo en el tiempo de la tarde que la Cena siempre era tomada, fíjese, siempre desde allá, desde los tipos, la cena siempre es tomada en el tiempo de la tarde, el cordero siempre era sacrificado también en el tiempo de la tarde. Entonces, eso mostrándonos que en el tiempo de la tarde, cuando fuera tomada y practicada nueva sería en el tiempo de la tarde también (hablando en términos espirituales) y el tiempo de la tarde es el tiempo donde una dispensación termina y comienza la otra; porque como hemos visto en estos estudios que hemos estado teniendo, conforme a la Palabra de Dios, conforme al Génesis, los días comienzan por la tarde y termina por la tarde también. Entonces, el tiempo de la tarde es el tiempo de terminar una dispensación y comenzar otra, y es el tiempo también de la Cena. Ahora, viendo que en ese tiempo es que se establecen las

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cosas, entonces nosotros estando viviendo en este tiempo de la tarde, sabemos que es el tiempo en que Dios establecería, ¿qué? Establecería la Cena engrandecida, entonces al ser establecida la Cena engrandecida, veamos que el pan tipifica el Cuerpo del Señor y Él es la Palabra, el vino tipifica la Sangre del Señor. Ahora, vamos entonces a ver la Cena del Señor, sabemos que este es tiempo de Cena, vamos a leerlo por aquí, tiempo de Cena y tiempo de Jubileo, son dos cosas muy gloriosas que Dios tenía reservada para este tiempo, aquí en la página 91, dice Dios a través de Su velo de carne, dice: “¡Que tiempo tan maravilloso fue cuando fueron abiertos los sellos! Debió haber sido que Juan miró hacia adentro y vio más allá de la cortina del tiempo y dijo: “Allí está Juan.” Él estaba tan contento que dijo que podía oír todas las criaturas clamando en el Cielo, en la tierra, y en el mar:”¡Amén, alabanzas, gloria, sabiduría, poder, fortaleza y riquezas sean para Él! ¡Amén!” ¿Por qué fue así? Cuando la revelación vino, que el Cordero, el redentor, nuestro pariente, había vuelto del Trono, donde era mediador, y había vuelto aquí para tomar Su posesión. Escuche bien las palabras de este himno.” Y aquí al citar las palabras de este himno nos está citando esas palabras en forma profética, o sea, usándolo como un himno profético que habría de cumplirse. “Ya pronto el Cordero tomará Su Novia, Para estar siempre a Su lado; Y allí todas las huestes Celestiales estarán reunidas; En verdad será una cosa gloriosa, Al ver todos los santos vestidos de blanco inmaculado; Y con Jesús reinaremos por toda la eternidad. Oh, el Maestro nos llama ‘Venid a la cena’ (alimentarnos con la Palabra).” Oh venir a la Cena, ¿para qué? Para alimentarnos, para comer ¿qué? Para comer Palabra; porque no solo de pan ¿ve? No solo de pan literal vivirá el hombre sino de toda Palabra que

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la Palabra. Entonces, fíjese para podernos casar tuvo que venir como Esposo, ¿ve? Como Esposo entonces tuvo que venir en carne humana, y entonces se llevó a cabo la Boda, pero para poderlo comer... nosotros no podemos comer la carne (hablando en términos literales) entonces tiene que venir, esta misma Palabra que viene en forma de carne, tiene que venir en forma de mensaje; y entonces nos lo podemos comer espiritualmente, porque: “No solo de pan vivirá el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Para comer pan literal usted come pan literal por su boca física o literal, pero para comer pan espiritual usted come pan espiritual con la boca del alma. Entonces usted con la fe, fíjese ¿quiere usted ver cómo usted come espiritualmente hablando y cómo yo como espiritualmente hablando? Fíjese cuando usted coma literalmente comida física, usted la toma y se la echa a la boca y la baja, y la digiere en el estómago, o sea, usted la recibe y la toma en su boca y luego la digiere, la baja allá abajo; porque si se le queda aquí de nada le sirve, lo va a matar. En lo espiritual, entonces así como le sirve la comida literal a usted, para usted tomarla, porque si no la toma no lo alimenta; así también en lo espiritual, venimos, nos congregamos... y usted sabe que la Cena del Señor, dice que... déjeme ver si lo encuentro por aquí, hay un sitio que tengo yo marcado, déjeme ver que yo quería leérselo... bueno, no lo encuentro así de momento. En la Cena tienen que haber personas que le correspondan servir esa Cena, dice Dios a través del hermano Branham que la Cena está preparada y los ángeles, los mozos están listos, ¿para qué? Para servirla. Ahora, ángeles ¿son qué? Mensajeros, ministros, predicadores para servirle la Cena a los que se la van a comer; entonces cuando nos congregamos en la hora de la tarde para tomar la Cena, la Palabra, para comer la Palabra, entonces se nos es servida esa Palabra y entonces cuando se nos es servida, entonces usted la toma, es servida, y entonces usted la toma y al

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cosas, todos estos ordenes y esas cosas, eso es la iglesia Pentecostal en acción. Entonces eso nos metería a estar nosotros metidos en la fiesta de los Tabernáculos, cuando ya esa fiesta pasó hace tiempo y estamos en el tiempo de la Santa Convocación donde ya no está cayendo del maná que caía durante los siete días de la semana, o sea, el maná que caía durante esas siete edades de la Iglesia, sino que estamos en el tiempo donde es tiempo para comer del fruto de la Tierra nueva; porque no caerá maná, está en la Tierra nueva, no tiene que caer, está ahí. Entonces desde que empezaron, desde que comieron la primera vez, de ahí para adelante no cayó más maná como caía en los otros tiempos, como caía en las edades; entonces había que comer del fruto de la Tierra nueva y desde que el pueblo comienza a comer del fruto de la Tierra nueva no puede estar esperando nada más de las edades de la Iglesia, o sea, tiene que olvidarse de todo eso, de cómo era en las edades de la Iglesia; y entonces ver cómo es en la Tierra nueva. Ahora, página 78, aquí mismo en el mensaje de: “El Futuro Hogar de la Novia,” aquí dice: “¡El futuro Hogar del Novio y la Novia! El regresa a la Cena de las Bodas; van a ser tres días y medio.” Él regresa ¿a dónde? A la Cena de la Boda. Él vino ¿y que hizo? Vino y se casó; pero ahora en la Cena de la Boda lo que se va a comer es... Él dijo: “El que no coma mi carne y beba mi Sangre no tiene vida permaneciente en sí.” ¿Qué es lo que vamos a comer en la Cena? En la Cena de las Bodas lo que nos vamos a comer es el Cuerpo de Él, es Su Palabra; entonces para nosotros podernoslo comer a Él, Él tiene entonces que venir en forma que nos lo podamos comer. Entonces tiene que venir ¿en forma de qué? De Palabra, en forma de mensaje; y entonces nos lo podemos comer, y entonces estaremos ¿qué? Cenando el pan de Vida eterna; entonces estamos en la gloriosa Cena del Cordero comiéndonos ¿qué? El Cordero, y el Cordero es Cristo,

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sale de la boca de Dios. Y ahora vea que el pan literal allá en la Cena representa, ¿qué? La Palabra, entonces el pan que es usado en las edades de la Iglesia para la Cena, está señalando, ¿qué? A Cristo, la Palabra. Entonces, habría un día en que ya no sería un pan literal sino un pan espiritual, un pan que sería un pan de Vida eterna, y ese pan de Vida eterna ¿es quién? Cristo, la Palabra; porque Él dijo: “Yo soy el pan de Vida.” Pero en las edades de la Iglesia era el pan usado un tipo de Cristo, un tipo de Su Cuerpo. Por lo tanto, el pan en sí no era realmente algo que hiciera alguna cosa en la persona o que se convirtiera literalmente en el Cuerpo del Señor, sino que era algo simbólico. Ahora aun cuando durante las edades de la Iglesia se practicaba un acto simbólico en una forma incorrecta o con una actitud incorrecta, pues la persona desagradaba a Dios y entonces por hacerlo incorrectamente el juicio de Dios venía sobre la persona. Ahora si en la forma simbólica era así, cómo es en la forma actual, que es una forma más elevada y más grande, y más gloriosa, la cual Dios está haciendo y está llevando a cabo, y a la cual el Señor ha invitado a Su pueblo, nos ha invitado ¿adónde? A la Cena para comer, para alimentarnos con la Palabra. “ Oh, hermanos, me hallo sin palabras para alabarle. Podemos venir a la mesa del Señor a toda hora, (Eso es por ahora, pero cuando Él sale de allí, entonces no habrá alimento.) El alimentó a la multitud y convirtió el agua en vino. A los hambrientos llama ahora: `Venid a la cena'.” Fíjese, durante las edades de la Iglesia pues había alimento, así como había maná cayendo mientras el pueblo de Israel estaba caminando por el desierto, pero cuando llegaron a la guardarraya y trajeron los frutos de la tierra Prometida, entonces de cierto tiempo en adelante, cuando ellos pudieron comer de

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allá del fruto de la Tierra nueva, de ahí en adelante no cayó más maná del Cielo, sino que entonces tenían que comer del fruto de la Tierra nueva, así como desde el tiempo en que el fruto de la Tierra nueva ha sido traído al pueblo de Dios, a los escogidos, de ahí en adelante no caería más maná del que estuvo cayendo durante las edades de la Iglesia; porque eso era para las edades de la Iglesia y ya ese tiempo pasó. Ahora el que quiera comer tiene que comer del alimento de la Tierra nueva; porque ya no hay más maná de las edades de la Iglesia; porque las edades de la Iglesia terminaron y el maná de las edades de la Iglesia, los escogidos que vivieron en esos tiempos se lo comieron y lo que sobró está podrido; porque así pasaba con el maná que se guardaba para el otro día, se pudría, y entonces en vez de serle de bendición para el pueblo, le era de maldición porque estaba podrido y envenenaba al pueblo, le hacía daño al estómago y espiritualmente el alimento de una edad pasada lo que le hace es daño, enferma espiritualmente, ¿a quién? Al que se lo coma. Ahora, vea usted entonces que cualquiera que coma de la Cena del Señor hoy, del alimento espiritual de la tierra nueva, el cual alimento es aquí en esta Edad de la Palabra, cualquiera que coma indignamente de ese alimento, entonces se enferma espiritualmente, se debilita espiritualmente; y entonces puede morir espiritualmente también. Por lo tanto, la bendición de Dios en este tiempo es gloriosa, es más grande que en todos los tiempos; pero también el juicio de Dios es más grande que en todos los demás tiempos. Así que, están los dos lados la bendición es grandísima, pero el juicio también es grande. Ahora, eso también lo podríamos ver donde nos dice aquí en “Los Sellos,” en la página 92, ahí él nos habla acerca de lo que hay, de la bendición grande para los hijos de Dios, pero también de la condición triste para aquellos que no están de la manera correcta en esta hora en la cual nosotros estamos viviendo. Dice

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Cordero (la Novia congregándose ¿dónde? En la gran Cena, en la Cena del Cordero). Lo hemos visto en tipos.” Lo hemos visto en tipos, ve allá en los tipos allá de la Santa Convocación, era el pueblo viniendo para ser congregado en la Santa Convocación, la Novia congregándose para la Cena del Cordero, es la Novia congregándose en la Santa Convocación de esta Edad de la Palabra, de esta tercera Dispensación. Entonces, fíjese, por eso es que usted encuentra por aquí página 60, por ahí, página 60, párrafo 356, note usted bien que esto lo está diciendo Dios a través del hermano Branham en el 1964, en agosto, y dice: “Solo un poquito (¿qué es eso?) Solo un poquito, poniéndolo para el futuro, solo un poquito, dentro de un poquito de tiempo) Solo un poquito y seremos convocados, entonces vendrá el Rapto.” Entonces usted encuentra que aquí en este mensaje está él hablando acerca de la Santa Convocación, el pueblo escogido del Señor sería convocado, ¿dónde? Aquí convocado a la Santa Convocación en la Edad de la Palabra donde está la Cena servida para el pueblo del Señor tomar el pan espiritual y comer de ese pan espiritual. Entonces sabiendo nosotros todas estas cositas que nos ayudan tanto para ver el cuadro actual y que no se nos pase por alto, porque si nosotros llegamos a perder la hora en que vivimos y llegamos a fallar, entonces no es de beneficio para nosotros lo que Dios está haciendo en la actualidad. Por lo tanto, siempre tenemos que saber, y ver, y entender, y discernir lo que Dios está haciendo en el presente. Por ejemplo si nosotros viviendo en esta hora en que estamos viviendo nos pusiéramos a actuar como si estuviéramos en la fiesta de los Tabernáculos, eso nos metería ¿dónde? Nos metería a la edad de Laodicea, nos metería a nosotros ¿a qué? A estar en la restauración de los dones que es el mensaje para la edad Pentecostal, y el orden, poner el orden los dones y todas estas

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los buitres. Ellos no lo pueden oler sino hasta que se pudre.” Entonces, fíjese vemos que ya el maná que cayó en las diferentes edades ya es un maná podrido y las águilas del Señor que estuvieron en esas edades se comieron el maná fresco, pero lo que sobró se pudrió y entonces los buitres son los que se lo están comiendo; pero acá arriba cuando las edades han terminado, acá arriba en la Santa Convocación, en la Santa Convocación está el cuerpo muerto del Hijo del Hombre, el cual hay que comerse hoy en día, el cual es la Palabra completa, lo cual es la Palabra en su plenitud; porque durante las edades de la Iglesia lo que había era una porción de la Palabra, pero acá arriba en la Santa Convocación está la Plenitud de la Palabra y la Plenitud de la Palabra es la revelación de los Sellos. Entonces, hay un pan espiritual para ser comido en esta Santa Convocación, y ese pan espiritual que hay para ser comido ¿es qué? Es el pan físico que se comía en las edades de la Iglesia en la Santa Cena pero en forma ampliada, en forma magnificado, en forma engrandecido por Dios y al ser engrandecido ese pan entonces ahora ese pan literal de allá viene a ser el pan espiritual de acá que es la Palabra del Señor en su Plenitud; y estamos invitados a comer la Palabra de Dios en su Plenitud en esta Santa Convocación, estamos invitados a cenar en esta hora en la cual nosotros estamos viviendo. Entonces fíjese por aquí en este otro mensaje titulado: “El Rapto,” página 31, aquí hay algo muy hermoso que no se nos debe pasar, dice: “El Mensaje entonces llama a la Novia: ¡La aclamación! Y con la voz fuerte llamó a Lázaro. Fue una voz viva que exclamó: “¡Lázaro, ven fuera!” Y una voz despierta a los muertos (la Novia) que duermen. Y la trompeta... Una trompeta siempre llamaba a Israel a la Fiesta de las Trompetas (¿Ve usted?), lo cual era un tipo de la Fiesta Pentecostal, la gran Fiesta en los Cielos, o sea la Gran Cena del Cordero en los Cielos. Ahora fíjese, la Novia congregándose en la Cena del

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el hermano Branham orando, dice: “Señor Jesús, la hora es muy avanzada y posiblemente puede ser mucho más tarde de lo que estamos pensando. Estamos contentos al ver esta hora llegando. Es la hora más gloriosa que el mundo ha conocido. Eso es para el creyente; pero para el que rechaza, es el tiempo más triste porque es imposible sacar letras del alfabeto para formar las palabras para expresar la calamidad y el llanto que les espera más adelante. Ni tampoco hay en nuestro alfabeto cómo formar las palabras para expresar las bendiciones que están en el porvenir para el creyente.” Fíjese, nos muestra los dos lados, no hay palabras para expresar la tristeza y la calamidad para aquellos que rechazan; pero tampoco hay palabras para expresar la bendición de parte de Dios para los verdaderos creyentes de esta hora en que estamos viviendo, no hay palabras para expresar lo que Dios tiene en el futuro para usted. Entonces al no haber palabras, entonces es algo grande tanto la bendición como el juicio; es una bendición grande para alegría y felicidad eterna, pero también es un juicio grande para tristeza y llanto, y dolor para todos aquellos que rechazan lo que no deben de rechazar en esta Edad de la Palabra; porque siempre pasa lo que siempre ha pasado que la gente mira para atrás y dicen: “¡Oh, qué cosa grande y gloriosa Dios hizo a través de tal y de cual, e hizo en tal y tal tiempo!” Pero después miran para el futuro y dicen: ¡Oh, qué cosa grande y gloriosa Dios va a hacer!” Pero no pueden ver lo que Dios está haciendo en el presente, y al no poderlo ver, lo rechazan, y entonces pueden ver la cosa grande que Dios va a hacer en el futuro y la bendición grande que Dios va a enviar, pero cuando llega esa bendición la persona ya ha rechazado lo que no debió haber rechazado en el tiempo en que no debió haberlo rechazado, ¿por qué? Porque se le pasó por alto con la interpretación intelectual que tenía de lo que Dios había prometido que habría de hacer y

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Dios viene y lo hace delante de él y no se da cuenta de lo que Dios ha hecho. Ahora, fíjese que es una hora muy importante y muy grande la hora en la cual estamos viviendo y nos se nos debe pasar por alto a nosotros lo que Dios está haciendo hoy, no se nos debe pasar por alto a nosotros la hora en que vivimos, no se nos debe pasar por alto a nosotros lo que corresponde para esta hora, no se nos debe pasar por alto a nosotros lo que es la Cena del Señor hoy; porque si la tomamos indignamente, no discerniendo, y recuerden que hemos estado hablando de lo que es discernir. En el mensaje pasado hablamos de que discernir, ¿era qué? Conocer o entender, no discernir entonces es no entender y si no se discierne el Cuerpo del Señor hoy que es la Palabra, si no entiende la Palabra de Dios hoy, la que corresponde para este tiempo y se toma indignamente, o sea, se toma viviendo no como debe vivir aquí sino viviendo como si estuviera allá en una de las edades pasadas, usted la está tomando indignamente. Entonces el juicio es grande, pero si la toma correctamente viviendo en la edad que le corresponde vivir y creyendo lo que debe de creer, entonces la bendición es grande, ¿por qué? Porque entonces usted se toma el pan y el pan es la Palabra, la Palabra para esta hora; y hemos sido invitados ¿a qué? A Cenar. ¿Y qué vamos a Cenar? La Palabra de esta hora. Entonces, tenemos que comer esa Palabra de esta hora dignamente, discerniendo el Cuerpo del Señor, tenemos que discernir, tenemos que entender, tenemos que conocer la Palabra para esta hora; porque sin discernimiento entonces juicio come y bebe. ¿Ve usted que cualquier persona puede decir que cree todo el mensaje y puede estarse comiendo todo sin discernirlo, sin discernir y estar comiendo juicio?; porque hemos sido invitados a comer en esta hora, pero no a comer un pan literal de trigo literal, sino un pan espiritual que es la Palabra de Dios para esta hora; y entonces ese pan espiritual es mayor y más glorioso que el pan literal de trigo acá literal.

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porque siempre el Hijo del Hombre ¿es qué? Dios en forma de profeta, es un profeta, Dios apareciendo como profeta. Sigue diciendo: “Tengo que apresurarme. Miré para ver la hora y son las doce con siete u ocho minutos. Avanzaré rápidamente o podemos terminar esta noche, del modo que usted gusten. Ahora o a la noche. ¿Cuántos tienen que regresar hoy después del culto? Levanten la mano. ¡Oh, tengo que seguir! Siento mucho detener a los que están en los teléfonos, pero me apuraré. Esto vale más que su dinero.” Y es por eso también que algunas veces nos detenemos un poquito en los cultos, pero es que lo que se les está dando y lo que se les va a dar en ese ratito que falta vale más que todo lo que usted tiene materialmente; porque lo que usted tenga materialmente eso le sirve solamente ¿para qué? Para un beneficio material, pero para un beneficio espiritual lo único que le sirve es la Palabra y a eso es que usted viene: a buscarla, porque usted quiere una bendición espiritual de parte de Dios y la única forma para Dios darle esa bendición es a través de Su Palabra. Entonces, sigue diciendo: “Esto vale más que su dinero. Así lo creo para mí. Su dinero perecerá, pero esto no, porque es Su Palabra. Dondequiera que estuviera el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. Donde estuviera el cuerpo muerto, la matanza, allí se juntarán las águilas. Donde estuviera la carne fresca, la Palabra de la hora, allí se juntarán las águilas; pero los buitres llegarán por multitudes después que está podrida. ¿Ven lo que quiero decir? Cuando hacen una matanza, vienen las águilas; pero después que la carne se pudre, vienen los buitres. El águila no tendrá nada que ver con eso. Jesús dijo: “Dondequiera que estuviera el cuerpo muerto,” donde cayó el maná. La noche que el maná cae fresco, “allí se juntan las águilas.” Ese es el maná para el día. ¿Ven? Noten: pero después que se pudre y se llena de gusanos, es cuando vienen

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eterna, pero Él dijo: “El que me come tiene Vida eterna.” Por lo tanto, entonces habría un tiempo en que donde estuviera el cuerpo muerto allí se habrían de juntar las águilas; entonces el cuerpo muerto estaría en algún lugar para los escogidos podérselo comer, entonces al estar el cuerpo muerto para ser comido por la águilas del Señor, entonces ¿qué sería eso? Eso sería en el tiempo de la tarde y si sería en el tiempo de la tarde en que nos comeríamos el Cuerpo muerto del Hijo del Hombre, si es en el tiempo de la tarde y estaríamos comiendo ¿qué sería entonces? Sería que estaríamos cenando, estaríamos en la Cena más grande y más gloriosa de todos los tiempos. Ahora, miren ustedes en la página 53, y vamos a ver ahí qué es el Cuerpo muerto que se comerían las águilas del Señor, dice: “Él también dijo: Porque dondequiera que estuviera el cuerpo muerto (la Palabra) (¿qué es el Cuerpo muerto? La Palabra) allí...” ¿Dónde? Donde estuviera el Cuerpo muerto, allí, en la temporada (o sea, en la edad ¿dónde habría de estar el Cuerpo muerto del Hijo del Hombre para comérselo? Entonces allí en esa edad, o en esa temporada, ¿qué pasaría? Se juntarán las águilas) Ahora si quieren anotar, eso es Mateo 24:28, un poco después de Mateo 24:24, un poco después es que aparecen ¿qué? Los falsos ungidos, cuatro versículos después, donde estuviera el Cuerpo muerto, el maná, la Palabra, allí se juntarán las águilas. ¿Dónde estaría? Aquí, ¿ve usted de lo que hemos estado hablando en estos cultos de los jueves? De la Santa Convocación, ¿dónde sería efectuada la Santa Convocación? ¿En la edad de Laodicea? No, eso sería la fiesta de los Tabernáculos, pero la Santa Convocación es efectuada acá arriba en la Edad de la Palabra que es la Edad de la Piedra Angular y ahí en esa Edad de la Palabra, ¿qué pasaría? Sería también efectuada la Cena donde las águilas se comerían, ¿qué? El Cuerpo muerto del Hijo del Hombre; por eso el Hijo del Hombre estuvo aquí, el cual era ¿qué? Dios en forma de profeta;

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Así que, es un pan que al comerlo trae bendición, bendiciones eternas y felicidad, y alegría espiritual para el alma suya, pero para el que lo come indignamente no puede traerle felicidad y alegría, sino tristeza y dolor, y juicio más adelante, y debilidad, enfermedad y muerte espiritual; todo eso en el sentido espiritual, así como todo eso cuando la cosa era literal allá con pan literal, entonces el juicio era literal, ¿ve usted? Entonces ahora el juicio es espiritual porque ahora ese pan que era literal de trigo ahora es un pan espiritual y ese pan espiritual es la Palabra. Ahora, vea usted también que hubieron personas en la parábola del que entró sin el vestido de boda, dice ahí Dios a través del hermano Branham, página 35, él dice ahí acerca de ese individuo que entró sin la ropa de bodas, dice: “Recuerde yo dije como que entró un chistecito, yo dije el hermano denominacional que entró por la ventana y no por la puerta, la Palabra es la puerta.” ¿Ve usted? Entonces ese que entró, entró a la Cena, entró a esa Cena que estaba preparada, esa comida que estaba preparada, entró ¿por dónde? Por una ventana, no por la puerta, porque la puerta es la Palabra; entonces entró ¿por dónde? Por una ventana (dice) el hermano denominacional. Usted sabe que la parte esta denominacional, lo denominacional es algo intelectual, entonces no entró por la Palabra, sino que entró ¿por dónde? Entró ahí, se sentó ahí pero por un conocimiento intelectual y al sentarse con un conocimiento intelectual y comer ese pan, juicio come y bebe. Entonces juicio espiritual está comiendo y bebiendo y después ¿qué pasa? Debilidad espiritual, enfermedad espiritual y lo último muerte espiritual; y cuando una persona muere o se enferma espiritualmente, para la persona quizás no se dé cuenta de que esté enfermo o de que está muerto, porque sigue viviendo, entonces viviendo está muerto; igual que como nos dice Dios a través del hermano Branham: almas encarceladas ya; y sin embargo están viviendo

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en carne humana todavía aquí, pero ya están encarceladas en la quinta dimensión, ya no pueden salir de ahí y están en carne humana, o sea, la quinta dimensión, que es la cárcel donde son encarcelados, la quinta dimensión los ha cercado a ellos, los ha encarcelado, y no se dan cuenta, sin todavía haber muerto, sin todavía haber muerto, ya estando aun en los cuerpos, están en la quinta dimensión, ya están en el infierno y no lo saben. Ahora, vea usted que es una hora muy delicada en la cual estamos nosotros viviendo y es la hora de la Cena del Señor para comer el pan de la Palabra y beber del fruto de la vid, que ya mismo vamos a ver qué es el vino. Dice Dios a través del hermano Branham, ya esto lo habíamos leído, acerca de lo glorioso que es esta hora y acerca de lo triste para otras personas; ahora veamos también en el mensaje: “La Señal,” por aquí, mensaje: “La Señal,” página 26 y 27, aquí tenemos algo también que podemos leer, dice: “Ahora Israel, cuando sonaban las trompetas en el año del Jubileo, todo hombre... ¿Se fijó usted cómo leyó Cristo allí? Únicamente leyó la mitad de la profecía porque solamente la primera parte era para aquel tiempo. ¿Ve usted “El Espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; ha me enviado a predica buenas nuevas á los abatidos... A promulgar año de la buena voluntad de Jehová” (Isaías 61:1-2; Lucas 4:17-20). El no leyó lo demás; colocó el rollo en su lugar, porque eso era para este tiempo. El únicamente leyó una parte, lo que era para Su día. Ahora esto es lo que va a ser en este tiempo. Esto es lo que está diciendo por medio de Su Espíritu a la iglesia hoy día. Ahora es la hora apropiada. Ahora es el tiempo. ¡ Oh, pueblo, recíbanlo! ¡ RECÍBANLO!” Entonces, vea usted que este es un tiempo muy delicado, muy importante, porque es un tiempo en que Dios ha engrandecido, a exaltado lo que es o lo que era la cena literal en la dispensación de la Gracia. Ahora, al ser exaltada, entonces la bendición es más grande

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para aquellos que lo hacen correctamente y el juicio es mayor para aquellos que lo hacen incorrectamente, porque todo entonces corre en forma espiritual; y las cosas espirituales son más grandes y más importante para el ser humano que las cosas físicas. “Hoy se ha Cumplido esta Escritura,” es otro de los mensajes que vamos a utilizar en ocasión, y en la página 31, nos dice así Dios a través de Su profeta, de Su velo de carne, nos dice: “Yo les he leído las Escrituras mostrándoles más de una docena de evidencias de que estamos viviendo en los últimos días, la generación que verá a Jesucristo volver a la tierra. Y esta noche les digo de nuevo: HOY SE HA CUMPLIDO ESTA ESCRITURA ANTE VUESTROS OJOS. Ustedes allá en Tucson, en California, en Nueva York y demás lugares a través de esta línea telefónica, ANTE VUESTROS OJOS. Gocémonos y alegrémonos porque las Bodas del Cordero están por venir y Su Novia se ha aparejado!” Vemos que las Bodas del Cordero vinieron con la Venida del Señor, porque Él vino a casarse; y lo que le sigue a las Bodas ¿qué es? La Cena de la Bodas, entonces las Bodas es la unión de los escogidos con Cristo que es la Palabra que vino en carne humana, ¿ve usted? Él es la Palabra. Y la Cena, ¿qué es la Cena? ¿O qué es lo que se va a llevar a cabo en la Cena? ¿O qué es lo que vamos a comer en la Cena? En la Cena lo que vamos a comer es pan de Vida eterna, y el pan de Vida eterna no es otra cosa sino la Palabra de Dios, y siendo la Palabra de Dios el pan de Vida eterna; entonces tenemos que saber que la Cena de las Bodas, la Cena de las Bodas lo que cenaríamos en esta Cena de las Bodas, ¿sería qué? La Palabra de Dios, que es el mismo Cristo, pero en forma de Palabra, en forma de mensaje; porque el pan tipifica al Cuerpo del Cristo. “Y el que no coma mi carne y beba mi Sangre no tiene vida permaneciente en sí! Ahora comer el pan literal que se toma en la Santa Cena, el pedacito de pan, y tomar el vino, pues eso no produce Vida