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September 26, 2017 | Author: David Saportas Lièvano | Category: Kabbalah, Torah, Religion And Belief, Bible, Religious Texts
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Descripción: Cabalà...

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PRINCIPIOS DE CABALÁ ¿Qué es Cabalá? Cabalá es la sabiduría que lleva a percibir y experimentar Divinidad en el mundo. Este es el tiempo y la época en que la gente se interesa por la dimensión interior de la realidad. Esto se refleja y enseña en la Torá por medio de los escritos de cabalá. El objetivo principal de la cabalá es acercarse a Di-s, el Creador del universo. Para llegar a ese objetivo, uno tiene que comprehender intelectualmente las etapas de la recreación continua de la realidad. En cada instante, Di-s crea toda la realidad de nuevo. Se comienza a apreciar esto, con la captación intelectual de cómo tiene lugar la creación, (no para ser un sabio en la física de la creación, la sabiduría es sólo una herramienta para acercarse a Di-s, sino para poder estar capacitado para encontrarse con el Creador), a través de la comprehensión del proceso de creación. Cabalá es la tradición mística del pueblo judío. Llega hasta nuestros días, luego de atravesar muchos niveles de revelación, incluso anteriores al tiempo de la entrega de la Torá. Nuestros patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob sirvieron y adoraron a Di-s, y de esa manera se hicieron merecedores, por su virtud y sinceridad en su deseo de acercarse a Él, de recibir una grande y profunda comprensión de la Divinidad. Abraham, Sefer Yetzirah y los 32 Senderos de Sabiduría Abraham, el primer judío, dedicó su vida a vivir con Di-s. En mérito de su gran devoción y autosacrificio, Di-s le reveló profundos secretos de la creación, permitiéndole experimentar lo que él deseaba, estar cercano a Di-s. La primera obra acerca de la cabalá, el Sefer Ietzirá, el Libro de la Creación, es atribuido al patriarca Abraham. Este texto básico de cabalá explica los 32 senderos de sabiduría, todos ellos operativos y funcionales en el proceso de la creación. Los 32 senderos están compuestos por 10 sefirot o esferas, luces Divinas que actúan como canales creativos y concientes de creación, y las 22 letras del alfabeto hebreo. Estos son los bloques básicos llamados recipientes, con los que se forman todas las combinaciones y permutaciones con los cuales Di-s creó el mundo con palabras. La cabalá enseña que esas palabras, permutaciones y combinaciones de letras son los instrumentos con los cuales el proceso creativo se lleva a cabo. El principio de comprehensión del proceso creativo, es descripto en el Sefer Yetzirá. Abraham legó su sabiduría a su hijo Isaac, que a su vez la pasó a su hijo Jacob, y luego a las 12 Tribus. Luego de siete generaciones a partir de Abraham, por su mérito y el de los Patriarcas que decidieron ser uno con Di-s, fuimos meritorios de recibir la Torá en el Monte Sinaí. La Torá que recibimos allí tiene dos dimensiones: El cuerpo, compuesto por las leyes y la voluntad de Di-s. Estas leyes expresan el deseo de Di-s para con su pueblo, nuestro completo y absoluto bien en este y todos los otros mundos. La cabalá, la dimensión interior o alma de la Torá, es la comprehensión de los secretos de la creación. La cabalá misma tiene múltiples dimensiones, una dentro de la otra. Hay misterios secretos, misterios de misterios, y muchas dimensiones del alma dentro del alma. El alma en si misma posee cinco niveles, uno incluido en el otro. El cuerpo de la Torá es la manifestación de la voluntad de Di-s hacia nosotros, y el alma de la Torá es cómo Di-s opera en la creación. Di-s nos brinda este conocimiento a través de un camino muy profundo y específico, porque decidió que seamos parte y socios Suyos, en el proceso de creación, a través y por cuanto que realizamos su voluntad en el mundo. Cumplimos Su voluntad cuando ejecutamos los mandamientos de la Torá, mientras que el espíritu y la intención de practicarlos es transformarnos en socios de Suyos en el continuo proceso de la creación, con lo que traemos más luz al mundo. Esta luz es más elevada quee la luz que conocemos, incluso en el mismo acto de creación; es una luz trascendente, infinita y por encima de la creación, y pasó a ser parte de nuestra conciencia activa con la entrega de la Torá. Los Maestros de la Cabalá a Través de los Siglos Aproximadamente en el año 100 de la era común, le fue dado a rabi Shimon Bar Iojai ( Rashbi) el permiso y poder de los cielos de revelar completamente, discutir y enseñar explícitamente, los intrincados caminos de las enseñanzas de la cabalá. Explicó las funciones de todas las sefirot, y cómo ellas se manifiestan en cada versículo de la Tora, y en cada fenómeno de la naturaleza. El texto clásico de cabalá, escrito por Rashbi, es el magnífico Sefer HaZohar, el Libro del Resplandor, y contiene las revelaciones de cabalá de Rashbi, como fueron enseñadas a sus discípulos. Más de mil años después, vino al mundo otra gran alma, rabi Itzjak Luria, el Arizal. En su profundo estudio del Zohar, reveló más dimensiones interiores de la sabiduría de la cabalá, las cuales no están explicitas en la lectura literal del Zohar per se. Hay una cantidad enorme de trabajos del Arizal, que explican las etapas de la creación, los mundos y figuras que interactúan en el acto de creación, los secretos del alma, el propósito del alma en el mundo, la caída del alma desde Adán en adelante, y la rectificación del alma o reencarnación de generación en generación. Estos profundos secretos de la realidad, son discutidos en profundidad y detalle en sus escritos. Fue merecedor de esto por haber dedicado su vida con gran autosacrificio, a entender el Zohar de Rashbi. Dos siglos más tarde nació el Baal Shem Tov, (Besht). Reveló una dimensión de la cabalá totalmente nueva y profunda. La cabalá del Besht, conocida como Jasidismo, es el alma del alma de la Tora. La Cabalá es el alma de la Torá, y tiene su propia alma: el Jasidismo. La gran innovación del Besht, es no sólo poner dentro del foco de la mente y el corazón, las varias etapas de la creación y la luz Divina que se manifiesta en ellas, sino también en el foco real de la conciencia del alma judía, la esencialmente trascendental luz de Di-s, la luz infinita que estuvo (y está) presente antes que empiece realmente el proceso creativo. Este comienza desde una etapa inicial conocida como tzimtzum, contracción de la luz infinita con la finalidad de producir un vacío en el que luego Di-s crea todos los mundos, a través de los sucesivos pasos que llevan a nuestro presente estado de más bajo nivel de energía que es nuestra realidad. Antes de la contracción inicial, está presente la luz infinita de Di-s. A pesar de esta contracción la luz infinita permanece, sólo que se vuelve invisible a nuestros ojos. La cabalá del Besht se ocupa de volver visible ese infinito invisible. Junto con la luz infinita, viene la sensación actual de la presencia definitiva de la unidad verdadera y absoluta de Di-s y Su esencia. La finalidad de todo esto, es acercar los días del Mashiaj, que es el propósito final de la creación: hacer de nuestro mundo una morada para la esencia absoluta de Di-s. Esta, la culminación de la revelación de la cabalá, es la enseñanza del Jasidismo. ¿Cuál es el propósito de la cabalá y cómo puede afectar mi vida?

El objetivo de la cabalá, es volverse uno y socio con Di-s en el proceso creativo, y en especial en su propósito, lo que significa hacer de este mundo una morada para la Luz Infinita de Di-s y Su Esencia Absoluta. Claramente, cuando uno se dedica a este estudio y sabiduría, día a día y hora tras hora, refina su personalidad y sus rasgos de carácter, de momento que uno se está conduciendo cerca de Di-s. Como dicen nuestro sabios, "Así como Di-s es misericordioso, tu debes ser misericordioso". Di-s tiene atributos que se manifiestan y revelan en la realidad. Toda la cabalá es el estudio de Di-s, dirigido finalmente hacia Su Divinidad, como así también a ser capaz de emular a Di-s en nuestras vidas. Se hace evidente así, que cuanto más uno estudia cabalá en forma correcta, se vuelve más cercano a El y refina su carácter. Todos sus atributos y características se inspiran en Di-s y la Divinidad. Cuando el alma judía se vuelve una con esta sabiduría y comprehensión, cambia todo sus patrones de vida, desde la conciencia de la mente hasta las emociones del corazón y su comportamiento. El estudio de la cabalá, depende de la devoción y el deseo sincero del corazón del estudiante. Este es un prerequisito: el deseo sincero del corazón de acercarse a Di-s. También depende de una revelación desde lo alto. El comienzo de la conciencia judía es el deseo de acercarse a Di-s, y por este mérito con el correr de las generaciones, se produjo un incremento de revelación desde las alturas. La revelación definitiva, que depende de cuán sinceramente deseamos estar cerca y ser uno con Di-s, es la revelación del Mashiaj, al que todos estamos esperando. Las Emanaciones Divinas Las Diez Sefirot Una sefirá (pl. "Sefirot ") es un canal de energía Divina o fuerza de vida. Se describen en la literatura cabalística un total de 11 sefirot, pero siendo que dos de ellas (keter y daat), representan diferentes dimensiones de una misma fuerza, la tradición habla generalmente de sólo 10. El orden de las sefirot es el siguiente: Keter "Corona" Jojmá "Sabiduría" Biná "Entendimiento" Daat "Conocimiento" Jesed "Bondad" Guevurá "Poder" Tiferet "Belleza" Netzaj "Victoria" Hod "Esplendor" Iesod "Fundamento" Maljut "Reino" Las sefirot representan secuencialmente las distintas etapas del proceso creativo, por medio del cual Di-s generó desde el mismo núcleo de Su ser infinito la progresión de reinos, los cuales culminan en nuestro universo físico finito. Como grupo coexistente, las sefirot constituyen los componentes interactivos de una única estructura metafísica o espiritual, cuya expresión "génetica" puede ser reconocida en todos los niveles, y dentro de todos los aspectos de la Creación. Subyacente al aspecto puramente estructural-funcional de la sefirá, hay una fuerza motivacional oculta, que es mejor entendida a través de su comparación con algunos estados psico-espirituales del alma humana. La forma en que el jasidismo expone las sefirot, consiste básicamente en la articulación de estos estados, y la exploración del rol que ellos juegan en el servicio del hombre a Di-s en este mundo. La configuración de las sefirot es descripta gráficamente en los textos cabalísticos con un esquema de tres ejes paralelos (kavim) en sentido vertical, representando cada uno de ellos, un modo de influencia Divina dentro de la Creación. La literatura se refiere en forma diversa a esta configuración: como sulam (escalera), etz (arbol), o tzelem Elokim (suprema "imagen de Di-s"). De acuerdo a esta última designación, la configuración de las sefirot sugiere la del cuerpo humano, ya que como está escrito en la Biblia, el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Di-s. De esta manera, cada sefirá es asociada con un miembro o un órgano particular, coincidente con su posición en la estructura anatómica de las sefirot. La interacción entre las distintas sefirot, es representada a través de una red de tzinorot (canales) interconectados, que ilustra el flujo de energía Divina que permea la Creación. Estas conecciones sugieren varios subgrupos, cada uno reflejando una dinámica común entre las sefirot que incluyen. Una división inicial de las sefirot, identifica a jojmá, biná y daat (o alternativamente keter), como pertenecientes a un subgrupo cuya dinámica es cognitiva; jesed, guevurá y tiferet, a un segundo grupo cuya dinámica es puramente emotiva; y netzaj, hod, y iesod a un tercero cuya dinámica es instintiva y pragmática. Maljut puede ser visto tanto como un apéndice de este último subgrupo, o como una entidad independiente, recibiendo su energía de aquellos que lo preceden. Otra forma de dividir las sefirot es en partzufim ("perfiles o rostros"). Un partzuf es una figura metafórica de similitud humana, usada para representar la elaboración de una sefirá individual o grupo de sefirot, dentro de una configuración independiente, incluyendo dentro de si misma a las diez sefirot. De acuerdo con la cabalá, las sefirot keter, jojmá, biná y maljut, poseen cada una dos partzufim interrelacionados; mientras que las seis sefirot desde jesed hasta iesod, forman su propio e independiente par de partzufim. Keter "Corona" Keter, la primera de las diez sefirot, corresponde al reino de la superconsciencia de la experiencia, y esto se corresponde con la imagen de una "corona", lo que sugiere un aura rodeando la propia conciencia. En la configuración de las sefirot, keter aparece en el ápice del eje central. El Zohar establece: "la corona suprema (keter elión) es la corona del reino (keter maljut)". La primera, la más elevada de las emanaciones Divinas (keter), es entonces conectada con la última (maljut). La palabra keter = 620. Este número, es el total de los mandamientos que Di-s ordenó al pueblo de Israel, las 613 mitzvot de la Torá escrita, junto con las 7 mitzvot de la Torá oral. El texto de la Torá donde se relatan los Diez Mandamientos, está compuesto por 620 letras, por lo que cada una de las 620 mitzvot están incluidas en los Diez Mandamientos. En Cabala, el secreto de los 620 mandamientos es que de keter (=620) son proyectados "620 pilares de luz" que sirven para conectar el "techo" de keter con el "piso" maljut. Estos pilares de luz acompañan las almas de Israel que cumplen devotamente la voluntad (keter) del Rey de Reyes, el Santo Bendito Sea (malchut). La sefirá de keter se desarrolla dentro de dos partzufim ("perfiles"). Su partzuf externo, llamado Arij Anpín ("el Rostro extendido"), corresponde al poder supraconciente de ratzón ("deseo o voluntad") en el alma. El

partzuf interno, conocido como Atik Iomín ("el Anciano de Días"), corresponde al poder correspondiente de taanug ("placer") en el alma. Las siete sefirot inferiores de Atik Iomín se "incluyen" dentro del partzuf de Arij Anpín, (presentando de este modo al placer como una fuerza motivadora primaria conduciendo la voluntad). Las tres sefirot superiores de Atik Yomin, la cuales no se "incluyen" en Arij Anpín, representan el inalterado placer supraconciente de emuná ("fe"), derivado de la experiencia del arraigo esencial de uno, dentro de la Divinidad. Por otra parte, la cabalá habla de los tres Reshin ("cabezas") de keter, referido en el Zohar (Deuteronomio 288a ) y el Arizal como: Reisha d'Arij ("la cabeza extendida"), correspondiente a la fuerza de ratzón, Reisha d'Ain ("la cabeza de la nulidad"), correspondiente a la fuerza de taanug; y Reisha d'lo Itiadá ("la cabeza incognosible"), correspondiente a la fuerza de emuná. Estas tres "cabezas" corresponden a los tres significados de la palabra keter en hebreo. Sumado al significado de "corona", la raíz hebrea de la palabra keter significa también "esperar" y "rodear". El significado "esperar" corresponde a "la cabeza incognosible" de keter, por la que esperamos con fé completa, ese nivel de Divinidad esencial de Di-s completamente oculto y encubierto a nuestra conciencia de este mundo, que va a ser revelado en la conciencia del mundo por venir. El significado "corona", corresponde en particular a "la cabeza de nulidad", la fuente de placer Divino en el alma. La "corona" simboliza el poder espirtual de recibir e integrar en la propia conciencia el placer de la revelación Divina, como nuestros sabios expresan con respecto al mundo por venir : "los justos se sientan con sus coronas en sus cabezas y reciben placer de la radiación de la Presencia Divina" (Tratado Kalá Rabatí 2:3 ). El significado "rodear" corresponde a la "cabeza extendida" el nivel de deseo ó voluntad suprema. El poder de voluntad "rodea" o envuelve todos los poderes concientes del alma (correspondientes a las emanaciones Divinas de jojmá a maljut). Los fuerza a manifestarse de acuerdo con sus directivas.

Tres Reishin

Fuerza

"Significados" de keter

Cómo se refleja en Di-s

Reisha d'lo Itiada

Emuná

"aguardar"

Di-s es todo. Todo es Di-s

Reisha d'Ain

Taanug

"corona"

Omnipresencia

"rodear"

Omnipotencia

Reisha d'Arij

Ratzón

El poder de voluntad, o sea "la cabeza extendida" de keter, refleja la omnipotencia de Di-s. Por su parte el estado Divino de placer, "la cabeza de nulidad" de keter, refleja la omnipresencia de Di-s, ("la radiación de la Presencia Divina"). Fe perfecta, "la cabeza incognosible" de keter, refleja la verdad absoluta de que "Di-s es todo, y todo es Di-s". Jojmá "Sabiduría" Jojmá, la segunda de las diez sefirot, es el primer poder conciente del intelecto en la Creación. Jojmá aparece en la configuración de las sefirot en el tope del eje derecho, y corresponde en el tzelem Elokim al hemisferio derecho del cerebro. En su forma completamente articulada, jojmá posee dos partzufim: el de nivel superior es conocido como Aba Ilaá ("el padre superior"), mientras que el de nivel inferior como Israel Saba ("Israel, el Abuelo"). Estos dos partzufim juntos son conocidos como Aba ("el Padre"). Jojmá es asociado en el alma con el poder del conocimiento intuitivo, una idea, resplandeciendo a través de la conciencia como destellos. El partzuf de Aba Ilaá es asociado con el poder de extraer espontáneamente esa idea desde el reino de la supraconciencia, mientras que el partzuf de Israel Saba es asociado con el poder de dirigir esa idea hacia la conciencia. La "sabiduría" de Jojmá también implica la habilidad de observar profundamente en algún aspecto de la realidad y extraer su esencia conceptual, hasta que uno logra descubrir su verdad axiomática subyacente. Estas semillas de verdad pueden luego ser transportadas al poder que acompaña a jojmá, llamado biná, procurando un análisis intelectual y su desarrollo. Jojmá es la fuerza primaria ("principio") en el proceso creativo, como está dicho: "Tu has hecho todo con sabiduría". La primera palabra de la Torá, Bereshit, "En el principio" ("Di-s creó los cielos y la tierra")," es traducida como "Con jojmá" ("Di-s creó..."). Jojmá tiene valor numérico (guematria normal) = 73 (el 22o número primo). En numeración ordinal, jojmá = 37 (el punto medio de 73; el número primo 13o). En numeración pequeña, jojmá = 19 (el punto medio de 37; el número primo 9 o ; 9 más 13 = 22). El número pequeño final de jojmá es 1. El valor numérico completo del primer versículo de la Creación: "En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra" = 2701 = la suma de todos los número desde 1 hasta 73 (es decir el "triángulo de 73) = 37 veces 73. La última parte del versículo, "y la tierra" = 703 = la suma de todos los números desde 1 hasta 37 = 19 veces 37. La palabra jojmá es citada en el Zohar (Números 220b) como coaj ma, "el poder de autoanulación," o alternativamente como jeij ma, "el paladar de autoanulación". Este poder implica no sólo el poder de autoanulación en si mismo, sino el gran poder creativo que la autoanulación encierra. "El paladar de autoanulación", es la habilidad del alma de "paladear" Divinidad en virtud del propio estado de autoanulación, como está dicho (Salmos 34:9): "Probad y ved que Di-s es bueno". En general, el sentido de la visión se conecta con jojmá (los destellos resplandecientes citados más arriba). De este versículo aprendemos que hay un sentido interno, espiritual de paladear que es inherente a jojmá, que precede y despierta el sentido de la visión. El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de jojmá es el de bitul (autoanulación).

Biná "Comprensión" Biná es la tercera de las diez sefirot, y el segundo poder conciente del intelecto en la Creación. Biná aparece en la configuración de las sefirot al tope del eje izquierdo, y corresponde en el tzelem Elokim, al hemisferio cerebral izquierdo. En su forma completamente articulada, biná posee dos partzufim: el superior, se conoce como Ima Ilaá ("la madre superior"), mientras que el inferior es llamado Tevuná ("comprehensión"). Estos dos partzufim en conjunto son llamados Ima ("la madre"). Biná es asociado en el alma con el poder de análisis conceptual y razonamiento; por un lado inductivo, y por el otro deductivo. El partzuf de Ima Ilaá es asociado en particular con el poder de captar y comprehender las ideas de jojmá, mientras que Tevuná representa el poder de asimilar completamente en la propia conciencia, las ideas resultantes. La "comprensión" de biná, implica también la habilidad de examinar el grado de verdad o falsedad inherente en una idea en particular. Job expresa esto como (12:11 y 34:3): "el oído examina las palabras". El oído, el sentido de la audición, es asociado con biná. "Oye, O Israel..." (Deuteronomio 6:4), significa "Comprende...." Las letras iniciales de la frase: "el oído examina las palabras" forman la palabra emet, "verdad". Otra característica que se identifica con la propiedad de biná es la habilidad de explicar y elucidar conceptos tanto a uno mismo como a los demás. Por esta razón es simbolizada en cabalá como "el río extenso". La palabra biná deriva de la raiz gramatical ben, que significa "entre". El poder de biná es distinguir y diferenciar entre ideas. Biná misma es el segundo "cerebro" entre jojmá y daat. La unión de jojmá y biná ("la unión superior" en cabalá), el "padre" y la "madre" (los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro) es continua, y en el Zohar se encuentra insinuada al expresar: "dos compañeros que nunca se separan". Esta unión es necesaria para la recreación continua del mundo (comenzando con el nacimiento de los siete atributos del corazón, correspondientes a los siete días de la Creación, desde el vientre de la "madre", biná). La unión de jojma (73) y biná (67) = 140. 140 es la suma del cuadrado de los números de1 1 al 7. Esto refleja el origen de los siete atributos del corazón (los días de la creación), los 7 "hijos", en su máximo estado de prefección (el cuadrado de un número, representa un estado prefecto del ser) en la mente de "padre" y "madre". El estado espiritual identificado en el jasidismo, como correspondiente a la sefirá de biná es el de simjá (alegría). Daat "Conocimiento" Daat es el tercer y último poder conciente del intelecto dentro de la Creación. Generalmente, daat es contada dentro de las sefirot sólo cuando no está keter. Esto se debe al hecho de que daat representa la reflección de (la dimensión interior de) keter mismo dentro del reino de la conciencia (como fue explicado anteriormente). De aquí que daat aparece en la configuración de las sefirot en el eje central, directamente debajo de keter, y corresponde en el tzelem Elokim al cerebelo (parte posterior del cerebro). Daat es asociada en el alma con los poderes de la memoria y la concentración, poderes que se basan en el propio "reconocimiento" ( hakará), y "sensitividad" (hergesh) de la significación potencial de aquellas ideas generadas en la conciencia a través de los poderes de jojmá y biná. La sensitividad en si misma, deriva de la conección con el origen supraconciente del alma. En general daat opera en dos niveles: El nivel superior conocido como daat elión ("conocimiento supremo") o daat haneelam ("el conocimiento oculto"), que sirve para asegurar la continuidad del nexo entre los dos poderes superiores del intelecto -jojmá y biná; y el nivel inferior referido como daat tajtón ("conocimiento inferior") o daat hamitpashet ("conocimiento que se extiende"), que sirve para conectar el intelecto como un todo con el reino de la emoción, lo que acrecienta la propia determinación, resolviendo actuar en concordancia con las verdades esenciales que uno a incorporado en la conciencia.

Daat elión

Conocimiento supremo

Daat haneelam

Conocimiento oculto

Daat tajtón

Conocimiento inferior

Daat hamitpashet

Conocimiento que se extiende

Está dicho de este nivel de daat (Proverbios 24:4): "los cuartos están llenos con daat". "Los cuartos" son las cámaras del corazón, las emociones del alma (como está insinuado en la palabra jeder, "cuarto" que es un acrónimo de jesed din rajamim, las tres emociones primarias del alma). La conciencia interior de daat llena estos cuartos y les da vida, como el alma al cuerpo. En el Zohar, este nivel de daat es conocido como "la llave que incluye seis". La "llave" de daat abre las seis cámaras (atributos) del corazón y los llena de fuerza vital. Cada una de las seis cámaras, cuando se llenan con daat, nos insinúan una deá ("actitud", de la raíz de daat) particular del alma. Daat = 474, Deá = 79; 474 = 6 veces 79 -daat que incluye (y genera) 6 deot. El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de daat es el de ijud ("unificación"). Jesed "Bondad, Cariño"

Jesed es la cuarta de la diez sefirot, y el primero de los atributos emotivos inherentes a la Creación. Aparece en la configuración de las sefirot en el eje derecho, directamente debajo de jojmá, y corresponde en el tzelem Elokim al "brazo derecho". Jesed es asociado en el alma con el deseo de abarcar la Creación toda, y agraciarla con su bondad. Como la fuerza expansiva que impele al alma a conectarse con la realidad exterior, jesed inspira y por ende implícitamente acompaña a las otras expresiones de fuerza emotiva, que le suceden en el alma. Jesed es el primer "día" de la Creación. En él fue creada la hermosa luz de bondad y cariño por todo. El primer día es llamado en la Torá "el día uno" (iom ejad, Génesis 1:5). La conciencia Divina de este dia es que todo en la Creación es uno, como abarcado por el amor, por la Unicidad del Creador, (ejad, "uno" = 13 = ahavá, "amor"). Está dicho acerca de este día: "Día(s) en que Di-s ordenó Su bondad" (salmos 42:9). La singular forma en que está escrito "día(s), iomam, implica, de acuerdo con las palabras del Zohar: "el día que acompaña todos los días". De aquí aprendemos que el primer día, el día de bondad, "acompaña" e irradia su luz a todos los demás días de la Creación. Jesed = 72 = 2 veces 6², y 6² representa el estado perfecto de las seis emociones del corazón, que se corresponden con los seis días de la Creación. 2 veces 6² representa la armonía y el amor perfecto dentro de la Creación, "como el rostro se refleja en el agua (el símbolo físico básico de jesed), así también el corazón del hombre hacia el hombre" (Proverbios 27:19). El Zohar habla de 72 "puentes " de amor (equivalentes a los 72 Nombre ocultos de Di-s) que conectan en forma conjunta y en perfecta armonía, la realidad existente. En jasidismo, se identifica el estado espritual correspondiente a la sefirá de jesed con ahavá (amor). Guevurá "Poder" Guevurá es la quinta de las diez sefirot, y el segundo de los atributos emotivos en la Creación. Guevurá aparece en la configuración de las diez sefirot en el eje izquierdo, directamente debajo de biná, y corresponde en el tzelem Elokim al "brazo izquierdo". Guevurá es asociada en el alma con el poder de restringir las propias necesidades innatas de brindar benevolencia a los demás, cuando el receptor de tal bien es juzgado indigno de él, y propenso a darle un uso no correcto. Como fuerza que mide y evalúa la importancia y el valor de la Creación, guevurá es conocida en cabalá como midat hadín ("el atributo del juicio"). Es el poder de restringir que posee guevurá, lo que le permite a uno vencer a sus enemigos, tanto externos como internos (visto este último como su propia inclinación al mal). Jesed y guevurá actúan conjuntamente para crear un balance interno, en la aproximación del alma al mundo exterior. Mientras que el "brazo derecho" de jesed se ocupa de acercar a los otros, el "brazo izquierdo" de guevurá, se reserva la opción de repeler aquello que es considerado injusto. (También, aquellos con los que en un principio hay una relación de "el brazo izquierdo que aleja", uno debe aplicar a continuación el principio complementario de "el brazo derecho que acerca"). Finalmente, el poder de guevurá, se convierte en el poder y energía que implementa el propio deseo innato de jesed. Únicamente con el poder de guevurá, es capaz jesed de penetrar la tosca y basta superficie de la realidad. Guevurá = 216 = 63. Las tablas del testimonio que Moisés recibió en el monte Sinaí, medían 6 x 6 x 6 palmos. La Torá fue dada a Moisés y al pueblo de Israel desde "la Boca de la Guevurá". Es muy significativo que no es usado por nuestros sabios el nombre de ninguna otra sefirá para referirse a Di-s en Si Mismo, salvo el de guevurá (En la Biblia, Di-s es referido como "netzaj [eternidad] de Israel" (Samuel 1 15:29), pero no netzaj en forma aislada). Aquí, guevurá implica el poder esencial de Di-s, de contraer y concentrar Su luz infinita, y materializarla en las letras finitas de la Torá (especialmente aquellas talladas en las tablas del testimonio, los Diez Mandamientos). 216 (guevurá) = 3 veces 72 (jesed). Cada uno de los 72 Nombres ocultos de Di-s posee tres letras, siendo en total 216, cuyo significado es inherente a las palabras y los nombres. El "significado" final de cada Nombre de Di-s, es Su expresión de amor ( jesed) por Su Creación, y cada uno expresa Su amor de una manera especial. Los componentes de cada palabra y cada nombre, los "ladrillos" de la Creación, son las letras que se combinan para formar palabras. Las letras son "tajadas" de la "materia prima" de la "pro-creación" (el secreto de reshimu, la "impresión" de la luz infinita de Di-s que quedo después del acto inicial de tzimtzum, "la contracción inicial") reflejan la guevurá de Di-s. Las dos manos que trabajan juntas para formar la realidad, jesed (72) más guevurá (216) = 288 = 2 veces el cuadrado de 12. También 288 es el número de nitzotzot, "chispas" (que cayeron desde el cataclismo primordial de "la ruptura de los recipientes"), las cuales permean toda la realidad creada. A través del "esfuerzo dual" de jesed y guevurá, no sólo para formar la realidad, sino para rectificarla, (con los dos conceptos de "el brazo izquierdo que rechaza mientras el derecho acerca), esas chispas caídas son redimidas y elevadas, para volver a unirse con su verdadera fuente original. En sentido general, este es el secreto de la venida del Mashiaj, y la resurrección de los difuntos. El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de guevurá es el de irá (temor). Tiferet "Belleza" Tiferet es la sexta de las diez sefirot, y el tercero de los atributos emotivos dentro de la Creación. Tiferet aparece en la configuración de las sefirot en el eje central, directamente debajo de daat (o de keter,cuando se excluye daat), y corresponde en el Tzelem Elokim a la parte superior del torso (en particular, el corazón). Tiferet es asociada en el alma con el poder de redimir o reconciliar las inclinaciones conflictivas de jesed y guevurá, como así también permitir brindar compasión, por lo que se la identifica en cabalá como midat harajamim ("el atributo de misericordia"). La belleza de tiferet, se manifiesta a través de la mezcla elegante de los gestos emotivos implícitos en su expresión. La raíz de tiferet, puede connotar tambíen el acto de enorgullecerse y como tal representa el orgullo que tiene Di-s, como si fuera, por su pueblo Israel. Cuando servimos y alabamos a Di-s desde una conciencia de tiferet, lo hacemos con la intención de renovar ese orgullo. Tiferet = 1081, la suma de todos los números desde 1 a 46 (triángulo de 46). 46 = Levi, el tercero de los hijos de Iacob, correspondiente al tercero de los atributos del corazón, tiferet. La tribu de Leví, (la "elegida" de las tribus de Israel, como Iacob mismo, el tercero de los patriarcas - tiferet- es el "elegido" de los patriarcas) se divide en dos, los Cohanim (sacerdotes) y los Leviim (levitas). De momento que tiferet, que se encuentra en la línea media, conecta y balancea las dos líneas a izquierda y derecha, debe poseer en si misma dos "lados". El lado derecho de tiferet (su inclinación o tendencia hacia jesed) es personificado por los Cohanim, mientras que el lado derecho, (hacia guevurá) es personificado por los Leviim. La unión de las tres emociones primarias del corazón, jesed (72) guevurá (216) y tiferet (1081) = 1369 = 37². Este es el número de letras en el capítulo de la Torá que precede a los Diez Mandamientos, donde se describe la preparación del pueblo de Israel para recibir la Torá. La Torá en si misma corresponde a la sefirá de tiferet. Ella fue dada a Israel con las dos manos de Di-s, jesed y guevurá. Este es el valor numérico de la conclusión del segundo versículo de la Torá, (Génesis 1:2): "y el espíritu de Di-s se cernía sobre la superficie de las aguas" (=1369). "Las aguas" simbolizan la Torá. El espíritu de Di-s que se cernía sobre la superficie de las aguas simboliza a la porción de la Torá que precede a la entrega de la Torá. 37 = hevel ("vapor"; Abel, el hijo de Adán y Eva). Nuestros sabios nos enseñan que: "La Torá de

este mundo es hevel en comparación con la Torá del mundo por venir".El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de tiferet es el de rajamim (misericordia). Netzaj "Victoria" Netzaj es la séptima de las diez sefirot, y el cuarto de los atributos emotivos dentro de la Creación. Aparece en la configuración de las sefirot en el eje derecho, directamente debajo de jesed, y corresponde en el Tzelem Elokim a la pierna derecha. Netzaj es asociada en el alma, con el poder de vencer aquellos obstáculos que se encuentran en el camino de la realización de las propias aspiraciones de jesed, otorgar bondad a la Creación. De momento que la palabra netzaj denota tanto "victoria" como "eternidad", se puede decir que la victoria definitiva de netzaj, es sobre la muerte misma, el impedimento final de la concreción de jesed. Antes de matar a Agag el rey del pueblo de Amalek, el profeta Samuel dijo: "y además Netzaj de Israel [Di-s], no va a engañar ni va a apiadarse, porque El no es un hombre para apiadarse" (Samuel 1 15:29). "Apiadarse" significa cambiar de opinión. La sefirá de netzaj se mantiene firme por siempre y nunca se apiada. Netzaj no es un mortal ("no es un hombre") que teme a la muerte y es por lo tanto susceptible de "apiadarse" frente a la muerte. Esto, el poder de mesirut-nefesh, estar dispuesto a sacrificar la propia vida por Di-s y la Torá, está latente en cada alma judía, y encuentra su definitiva expresión en la sefirá de netzaj. Netzaj también puede significar "conducir" u "orquestar" (como la palabra con la que empiezan muchos de los salmos de David, lamnatzeaj). De aquí que su conciencia es pragmática por naturaleza, como está reflejado en su correspondencia con la pierna derecha, la cual es el primer miembro del cuerpo supremo que "toca el suelo". En la "unión inferior" de tiferet (el novio Divino) y maljut ( la Divina novia), la unión de la emoción (el corazón) y la expresión (la boca), "El [el novio] está en [entra en un estado de conciencia de] netzaj, y ella [la desposada] está en [entra en un estado de conciencia de] hod". La experiencia del novio, en la unión con su novia, es en calidad de netzaj, con un sentido de vida eterna y atemporalidad, dentro de los parámetros limitados del tiempo mismo. El valor de netzaj, 148, refleja la manera mediante la cual recibe e implementa el deseo emotivo de jesed. En cabalá, una palabra o concepto refleja su significado y presencia, hacia el nivel que está debajo de él, a través de significados que se obtienen "desarrollando" su escritura. Podemos ejemplificar esto observando la palabra jesed. Está compuesta por tres letras: jet (8), samej (60) y dalet (4). Si se "desarrola" su deletreo: jet (8); jet samej (68); jet samej dalet (72) = 148 = netzaj. El estado espiritual identificado en jasidismo como correspondiente a la sefirá de netzaj es el de bitajón (confianza). Hod "Esplendor", "Reconocimiento" Hod es la octava de las diez sefirot, y el quinto de los atributos emotivos dentro de la Creación. Aparece en la configuración de las sefirot en el eje izquierdo, directamente debajo de guevurá, y corresponde en el tzelem Elokim a la pierna izquierda. Hod es asociada en el alma con el poder de avance continuo, con la determinación y perseverancia nacidos de un mandato interno muy profundo, con la finalidad de la realización de los propios objetivos de vida. El reconocimiento de un propósito supremo en la vida y la total sumisión a lo que lo inspira, sirve para dotar a la fuente de la propia inspiración con un aura de esplendor y majestuosidad. Así, la palabra hod connota tanto "reconocimiento" (hodaá), como "esplendor", este visto como una especie de "reverberación" en forma de aura ( hed) de luz. El aspecto de hodaá de hod, también se manifiesta como el poder de expresar gratitud, (esto lo califica como una respuesta "sefirótica" a jesed), y también como el poder de "confesión" (vidui). Las dos sefirot de netzaj y hod son llamadas "dos mitades de un solo cuerpo". A menudo en cabalá, son consideradas como una sóla sefirá (en relación con los Nombres de Di-s, hay uno que los representa: Tzevakot). Esto es más todavía que con respecto a jesed y guevurá (los brazos derecho e izquierdo), netzaj y hod (las piernas derecha e izquierda) sólo pueden llevar a cabo su tarea (caminar), funcionando juntas. En el Zohar, se hace referencia a ellas como "los platillos de la balanza de la justicia". Netzaj reconoce mientras que hod concede ("reconoce " o "confiesa"). Son los responsables del estado de equilibrio general del cuerpo, por ser los dos pilares sobre los que se mantiene. En la "unión inferior" (descripto antes en netzaj), la novia entra en un estado conciente de hod. Ella experimenta en forma total la presencia de la providencia Divina, que la llevó a la unión con su novio. Desde lo profundo de su corazón, ella expresa su gratitud y agradecimiento a Di-s, el "tercer socio", de su casamiento. Hod = 15, la suma de todos los números del 1 al 5. Hod expresa y refleja las cinco emociones del corazón, desde jesed hasta hod. "Biná [la "madre" de las emociones del corazón] se extiende hasta hod." El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de hod es el de temimut (sinceridad). Iesod "Fundamento" Iesod es la novena de las diez sefirot, y el sexto de los atributos emotivos dentro de la Creación. Aparece en la configuración de las sefirot en el eje central, directamente debajo de tiferet, y corresponde en el tzelem Elokim al órgano reproductivo (en el hombre; y el útero en la mujer). Iesod es asociado en el alma con el poder de contactarse, conectarse y comunicarse con la realidad exterior (representada por la sefirá de maljut). El fundamento (iesod) de un edificio es su inserción en el suelo, su unión con la tierra, ( maljut). Correspondiendo con el órgano reproductivo en el hombre, iesod es el fundamento de las generaciones por venir. El poder de procrear, es la manifestación del infinto dentro del contexto finito de la criatura llamada ser humano. Cada hombre individual, es "pequeño" respecto de todas las generaciones que vendrán (de él). El iesod es conocido como el "pequeño órgano" del hombre, lo "pequeño que aferra lo grande [infinito]". El iesod es el "pequeño" y "estrecho" puente entre el infinito potencial de procreación que fluye dentro de el, y su actual manifestación en la progenie humana. Por esta razón, la sefirá de iesod es identificada en la Torá con el tzadik (el justo), como está dicho: "y el tzadik es el fundamento del mundo". En particular, esto se refiere al único, perfecto tzadik de la generación. En el propio cuerpo del tzadik, finito y limitado en tiempo y espacio, se vuelven manifiestos la luz infinita y la fuerza vital creadora de Di-s. El tzadik procrea tanto en el plano espiritual, como también en el físico. El experimenta procreación en el ojo interior de su conciencia, en el continuo flujo de nuevas ideas e innovaciones verdaderas en la Torá. El procrea despertando las almas de su generación, para que retornen a Di-s y la Torá. Y eso es lo que dijo el rebe Shneur Zalman de Liadi, con respecto a la primera mitzvá de la Torá ("fructificad y multiplicaos"), el fundamento de la Torá: "Un judío debe hacer otro judío". El iesod es conocido también como el brit, el sagrado signo del pacto (que Di-s hizo con Abraham, el primer judío). En particular, el iesod es el pacto entre los dos atributos Divinos de verdad y paz, como dice el profeta (Zejaria 8:19): "verdad y paz van a amar" El origen del amor es

representado por el alma de Abraham, sobre el que esta dicho: "Abraham, Mi amante" (Isaias 41:8). Toda su bondad ( jesed) desciende (como el agua), para concentrarse en iesod. Allí se crea el pacto entre la verdad absoluta de la Torá y la paz de las mitzvot, buenas acciones realizadas con amor por Israel. Así como "fundamento" es llamado "principio", iesod es llamado "la conclusión del cuerpo" (el cuerpo, tiferet, se extiende hasta el órgano reproductivo, iesod, como está dicho: "cuerpo y brit son considerados uno"). La propiedad de "paz" -shalominherente en iesod, significa entonces el poder de llevar un acto a su conclusión, como nos enseñan nuestros sabios: "uno que empieza una mitzvá es llamado 'final'". Entonces el sentido y poder completo de la sefirá de iesod es su habilidad de manifestar la unión del principio con el final, como está dicho en el Sefer Ietzirá (1:7): "el final está incluido en el principio, y el principio en el final". Iesod = 80 = 8 (jet) veces 10 (iud) - jai (18). El tzadik es llamado jai, 80 = clal (el cuerpo "general" o "entero" del pueblo judío). El clal, el tzibur ("la comunidad entera") "nunca muere". El tzadik iesod olam (el justo, fundamento del mundo) es el "alma general" (neshamá clalit) de la generación. Las seis sefirot desde jesed hasta iesod se ensamblan y desarrollan para formar el partzuf de Zeir Anpín. Zeir Anpín recibe su "cabeza" o "poder cerebral" (las tres sefirot superiores jojmá biná y daat) de los partzufim superiores de Aba e Ima. El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de iesod es la de emet (verdad), como el poder de "verificar" las propias convicciones y emociones en la acción, y adquirir una verdadera autorrealización en la vida. Maljut "Reino" Maljut es la última de las diez sefirot, y el atributo emotivo final dentro de la Creación (o más precisamente, el poder de expresar los pensamientos y emociones propios a los demás). Aparece en la configuración de las sefirot en la base del eje central, directamente debajo de iesod, y corresponde en el tzelem Elokim a la "corona" del órgano de la reproducción, (corona en el hombre; labia en la mujer), o a la boca. Maljut está asociado en el alma con el poder de auto-expresión. La cabalá identifica tres "vestimentas" básicas ( levushim) del alma, las cuales le permiten expresarse: "pensamiento" (majshavá), con el que el alma se revela interiormente; "habla" (dibur) y "acción" (maasé), con los que se revela hacia el exterior. Maljut como un todo, es llamado a menudo "el mundo del habla", de momento que la palabra hablada representa el medio esencial de auto-expresión, permitiéndole a uno no sólamente revelarse a si mismo a la realidad exterior, sino también guiarla e influenciarla. Por otra parte, el habla le permite a uno ejercitar autoridad y "realeza", el significado literal de maljut. Maljut, sirve también como un instrumento para establecer una identificación con la realidad exterior. Ejercitar realeza, requiere una extrema sensibilidad hacia las necesidades del reino que uno trata de regir. Por lo tanto, maljut requiere que todo agente de influencia dentro de la Creación asuma una postura receptiva con respecto a la fuente Divina de la autoridad, como el único camino de asegurar el bienestar definitivo del reino mundano. Al meditar acerca de la Divinidad, el alma sólo puede percibir y ascender a las sefirot superiores a través de la "ventana" o portal de maljut. "Este es el pórtico hacia Di-s, los justos van a entrar a través de él" (salmos 118:20). En el servicio devoto del individuo a Dis, esto significa recibir sobre si mismo, bajo total compromiso, "el yugo del reino de los cielos". Maljut = 496, que es la suma de todos los números desde el 1 hasta 31. Sumado a que es un "triángulo" (como fue descripto anteriormente, respecto de las sefirot tiferet y hod), 496 es un "número perfecto" (un número que equivale a la suma de todos sus divisores. Los primeros cuatro "números perfectos" son 1, 6, 28, 496). De esta manera, las diez sefirot finalizan (llegan a su consumación) con un "número perfecto". La unión de las últimas sefirot, iesod (80) y maljut (496) = 576 = 242. El principio, la continaución y el final de las sefirot (todas a lo largo del eje central), keter (620), tiferet (1081), y maljut (496) = 2197 = 133. La sefirah de maljut se desarrolla para formar el partzuf de Nukva d'Zeir Anpín. Comenzando como un punto único, Nukva d'Zeir Anpin recibe todas sus 9 sefirot superiores desde los niveles individuales de maljut contenidos dentro de cada una de las sefirot superiores (maljut de jojmá pasa a ser jojmá de maljut, etc.). El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de maljut es la de shiflut (humildad). TRES ETAPAS EN LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CABALÍSTICO Introducción Hay tres distintas etapas en la historia de la revelación de la cabalá. Cada una representa una aproximación conceptual hacia la tradición cabalística. Cada etapa es identificada con una figura particular de la historia: Rabi Moisés Cordovero, también conocido como el Ramac; Rabi Itzjak Luria, popularmente llamada el santo Arí, y Rabi Israel, el Baal Shem Tov. Cada sistema de pensamiento sirvió para producir un adelanto en la evolución de la teoría de la cabalá, aportando nuevos y más iluminados marcos de trabajo, dentro de los cuales organizar la totalidad de la doctrina cabalística, existente en su tiempo. Estas tres etapas, se corresponden con tres básicos y recurrentes conceptos que encontramos en la filosofía jasídica: hishtalshelut (evolución), hitlavshut (investirse) y hashraá (omnipresencia).

Ramac

Hishtalshelut

evolución

Arí

Hitlavshut

investirse

Baal Shem Tov

Hashraá

omnipresencia

La Evolución Histórica del Pensamiento Cabalístico A comienzos del siglo diecinueve, uno de los grandes cabalistas de los tiempos modernos, rabi Isaac de Homel, publicó un tratado llamado Maamar Hashiflut veHasimjá (Discurso sobre la Humildad y la Alegría) en el cual introduce la idea de tres distintas etapas, en la revelación histórica de la cabalá. Cada una de estas tres etapas, las que él denomina como "las tres C abalot (plural de cabalá)", representa una aproximación conceptual al entendimiento de la tradición cabalística. A su vez, cada una se identifica con una figura histórica particular, cuyo

sistema de pensamiento sirvió para promover la evolución de la teoría cabalística, al proveer nuevos y más iluminados esquemas de trabajo, dentro de los cuales organizar la totalidad de la doctrina cabalística existente en su tiempo. Estas tres figuras identificadas por Rabbi Isaac son: rabi Moisés Cordovero (1522-1570), también conocido como el Ramac; rabi Itzjak Luria (1534-1572), popularmente conocido como el santo Arí; y rabi Israel, el Baal Shem Tov (1698-1762). Mientras que la ley revelada de la Torá, que tuvo su gran revelación en el Sinaí, fue disminuyendo su claridad a través del tiempo, la tradición oculta experimentó una situación virtualmente opuesta: su doctrina, cuyos origenes históricos eran oscuros, fue siendo enfocada de una manera más y más penetrante e incisiva con el paso de las generaciones. Esto se debió a la meditación de individuos elegidos, que surgieron espontáneamente en el curso de la historia, almas cuyo propósito fue revelar en determinada medida de misterio Divino, necesario para mantener un balance existencial en el mundo. Esta primera etapa en la revelación de la teoría cabalística, culminó en el siglo XVI con el trabajo del gran cabalista, filósofo y erudito del talmud, rabi Moisés Cordovero de Safed. Su objetivo fue sistematizar racionalmente todo el pensamiento cabalístico existente hasta su tiempo, en particular las enseñanzas del Zohar y sus últimos intérpretes. El Zohar, el texto básico de la cabalá, fue publicado por primera vez en el siglo XIV en España por rabi Moisés de León, aunque sus enseñanzas fueron originadas en el siglo segundo por el sabio talmúdico, rabi Shimón bar Iojai. Las enseñanzas del Zohar fueron reveladas a unos pocos elegidos en cada generación, considerados aptos para continuar su transmisión, durante los mil años anteriores a 1305, fecha de su publicación. Durante los 250 años posteriores, muchos cabalistas trataron de ofrecer un marco conceptual, dentro del cual comprender las vagas y altamente simbólicas asociaciones homiléticas del Zohar. Ninguno fue tan exitoso como el Ramac, quien en su obra suprema, Pardés Rimonim, demostró la poderosa unidad de la tradición cabalística, organizando las a veces contradictorias enseñanzas de la sabiduría oculta, en un coherente sistema filosófico. El núcleo del sistema del Ramac, consiste en una detallada descripción de cómo la realidad finita deviene del ser infinito de Di-s, a través de una sucesión jerárquica de fuerzas creativas llamadas sefirot. La segunda etapa en la revelación de la teoría cabalística, comenzó casi inmediatamente luego de la desaparición del Ramac, y es identificada con el trabajo de su sucesor, rabi Itzjak Luria. Rabi Luria, también conocido como "el Arí" (un acrónimo de "el Santo Rabi Itzjak"), nació en Jerusalem, pero inmediatamente se trasladó a Egipto, donde se destacó rápidamente como un prodigio del Talmud. Una vez introducido en los secretos de la cabalá por uno de sus mentores, solía pasar a menudo extensos períodos de meditación en soledad. Durante una de sus experiencias visionarias, le fue informado por el profeta Elías que debía retornar a la tierra de Israel, donde en la ciudad de Safed pudo encontrar al destinado a ser su principal discípulo y exponente. El Arí llegó a Safed el mismo día del funeral del Ramac. Al incorporarse a la procesión, descubrió que era el único testigo de la presencia de un pilar de fuego que se elevaba por detrás del féretro del Ramac -el signo, de acuerdo con el Zohar, de que fue designado heredero del manto de liderazgo dejado luego del deceso del maestro-. Sin embargo, el Arí evitó asumir autoridad alguna en Safed por el lapso de medio año, momento en que su discípulo designado por providencia divina, rabi Jaim Vital, se presentó por si mismo para su instrucción. El Arí vivió sólo dos años más, pero en ese corto período se aplicó a la revelación de un camino completamente nuevo en el estudio de la cabalá. Sus ideas fueron tan decisivas, que en nuestros días el estudio de la cabalá es sinónimo del estudio de los escritos del Arí. El eje de su sistema, es una descripción radicalmente nueva de la evolución del universo, enfocado hacia la interrelación dinámica de las fuerzas puestas en juego para la Creación. Esto es posible a través de la organización de las sefirot individuales, dentro de partzufim (personalidades) interactivos y complejos. A diferencia del sistema del Ramac, en el que las sefirot aparecen como fuerzas discretas y autónomas que favorecen la evolución de la Creación, el sistema del Arí propone un universo interactuando constantemente consigo mismo, comprometido con el eterno conflicto entre el bien y el mal, el cual sólo podrá ser resuelto con el advenimiento de la redención universal, la que el hombre puede tanto impedir como acelerar a través de sus propias acciones. A continuación del Arí, hubo otra personalidad que salió a escena, inspirando un cambio cualitativo en la evolución del pensamiento cabalístico, rabi Israel, el Baal Shem Tov (el dueño del buen nombre). Nacido en 1698 en la Ucrania occidental, dedicó la primera mitad de su vida a viajar, errando por entre los pueblos de los oprimidos judíos de su región, ocupándose humildemente de sus necesidades. Al mismo tiempo, fue un miembro activo de los nistarim, una fraternidad secreta de místicos que sondearon en los misterios de la cabalá. En el año 1734, se reveló como cabalista y curador, y procedió a fundar un movimiento popular que vino a revigorizar la vida espiritual de los judíos del este europeo. Este movimiento, que luego fue conocido como el Jasidismo, estaba basado firmemente en los fundamentos doctrinales de la cabalá clásica; no obstante, enfatizando exteriormente el servicio a Di-s con simpleza y alegría, particularmente a través de la plegaria y actos de bondad, por sobre la disciplina intelectual de los estudios cabalísticos. Los discípulos del Baal Shem Tov, particularmente rabi Schneur Zalman de Liadi (1745-1812), fueron quienes revelaron principalmente, por medio de la elaboración escrita de las enseñanzas de su maestro, profundos conocimientos del pensamiento cabalístico. En estos trabajos, que componen los fundamentos del pensamiento jasídico y su filosofía, se reelaboraron las abstractas y a veces impenetrables formulaciones de la cabalá clásica, en términos psicológicos de la experiencia humana común. Empleando la estructura del alma, como un modelo alegórico para entender los profundos misterios del universo, el jasidismo pudo elevar la conciencia del judío común, y por otro lado, expandir el territorio conceptual de la reflección cabalística. Al incluir al Baal Shem Tov entre aquellos que aportaron a la evolución del pensamiento cabalístico, rabi Isaac corrigió el concepto erróneo de considerar al jasidismo como un movimiento fuera de la principal corriente formal de la cabalá. De hecho, de acuerdo con rabí Isaac, el Baal Shem Tov no sólo influenció el pensamiento cabalístico, sino que también lo llevó a su suprema expresión histórica, tanto en términos de su enfoque conceptual, como en su grado de influencia sobre las vidas del pueblo judío. Como fue dicho, si la cabalá es el alma de la Torá, entonces el jasidismo es su "alma dentro de un alma". La identificación por parte de rabí Isaac de tres etapas en la evolución del pensamiento cabalístico, implica un necesario proceso secuencial, en la exposición de la conciencia humana a los secretos de la Creación. Sin antes comprender la naturaleza de los sistemas cabalísticos del Ramak y el Arí, es imposible apreciar el cambio revolucionario introducido por el Baal Shem Tov.

Cabalá: Un Sistema de Correspondencias Después de presentar su modelo de "las tres cabalot", rabi Isaac prosiguió sugiriendo que esas tres etapas se corresponden en si mismas, con tres conceptos básicos y recurrentes que encontramos en la obra seminal de la filosofía jasídica, Likutei Amarim de rabi Shneur Zalman de Liadi, conocida también como el Tania. Estos tres conceptos son hishtalshelut (evolución), hitlavshut (investirse) y hashraá (omnipresencia). Antes de explicar estos términos y su correspondencia con las tres cabalot, podría sernos beneficioso entender el significado que tiene en cabalá, la formulación de modelos comparativos de estructura jerárquica, tal como el que nos presenta rabi Isaac. De hecho, esto puede ser llevado a cabo indagando en el significado de la misma palabra cabalá. Cabalá es interpretado en general como "recepción", como se hace evidente de su raíz en hebreo c-b-l (cuf - beit - lamed). El término cabalá, fue acuñado en la edad media, y se eligió presumiblemente, como descriptiva del proceso por el cual la sabiduría secreta de la Torá fue transmitida oralmente en el curso de la historia, cada generación de estudiantes "recibiendo" la tradición en forma renovada por parte de sus maestros. Sin embargo, se puede derivar un significado adicional de la asociación entre la palabra cabalá, y la primera aparición de su raíz, c-b-l, en la Torá. En Éxodo (26:5, 36:12), la raíz c-b-l (en la palabra macbilot) implica un estado de "correspondencia" más que de "recepción". Aquí es utilizado para describir las "argollas correspondientes" que, cuando se enganchaban unas con las otras, unían las dos mitades de la cobertura del Tabernáculo. ¿Cómo fue que la raíz gramatical "correspondencia" pasó a denotar luego el acto de "recibir"? El mensaje implícito es que para recibir en forma completa algo esencial, tiene que haber primero una calibración apropiada o "correspondencia", entre el dador y el receptor, de lo contrario lo que se está transmitiendo no es la esencia, sino elementos tangenciales. Una apropiada correspondencia, es lo que permite al receptor, asimilar en forma plena la esencia del dador, en el sentido implicado por la expresión bíblica panim b'fanim ("cara a cara"), que describe la "correspondencia" entre Di-s e Israel en la época de la entrega de la Torá. Aunque la expresión panim b'fanim es traducida generalmente como "cara a cara", en sentido literal se lee "cara en la cara", esto sugiere que panim se puede entender en su sentido alternativo de "interior" implicando la asimilación de la Esencia de Di-s ("interior") dentro del alma del pueblo de Israel. De aquí que la primera palabra de los Diez Mandamientos, Anoji ("Yo soy"), es interpretada en su origen, como el acrónimo de: ana nafshi quetavit iehavit, "Yo he escrito y entregado Mi Esencia". En conclusión, vemos que la palabra cabalá implica una capacidad para establecer correspondencias apropiadas. Por esta razón, gran parte del discurso cabalístico se interesa por las correspondencias y paralelismos implícitos dentro de la Creación. Este modo de discurso, guía en forma constructiva y disciplina el propio coaj hamedamé, el "poder asociativo" de la conciencia, responsable de intuir conecciones escondidas dentro de la realidad. Este poder innato tiene la tendencia, si se deja descontrolado, de invitar a fantasías y otras imaginaciones distorsionadas, dirigidas sólamente a gratificar los propios sentidos y el ego. Esto es identificado en el pensamiento jasídico, como la raíz psicológica de la inclinación del hombre al mal. El estudio de la cabalá ayuda a rectificar este poder, guiándolo en la dirección de las asociaciones positivas, las que expresan la armonía dentro de la Creación, y eventualmente hasta un nivel más elevado, unirse con su Divina unidad y unicidad. Estamos ahora mejor preparados para apreciar la obra de rabi Isaac y otros maestros jasídicos, que exponen sus ideas a través del uso de modelos paralelos. Es importante comprender, que cuando uno trata de articular correspondencias, hay marcos de referencia concientes e inconcientes que nos guían en el proceso. La Torá misma nos provee de los prototipos necesarios para ordenar conceptualmente nuestra realidad. Estos modelos difieren de acuerdo con el número de niveles de correspondencia que uno está interesado en articular. Por ejemplo, puede uno querer expresar cuatro niveles de correspondencia, el clásico marco de referencia en cabalá es el inefable Nombre de Di-s de cuatro letras (Havaiá); diez niveles, siempre se refieren a las diez emanaciones Divinas (sefirot) dentro de la Creación; trece niveles, con los trece atributos de misericordia Divina, etc.. (La importancia de tales modelos como herramientas educacionales está insinuada en la Agadá de Pesaj, el motivador esencial del judío, que concluye con una canción titulada "¿Quién sabe uno?" (ejad mi iodea), delineando en forma de verso, trece modelos de correspondencia, clasificados desde un Di-s hasta los trece atributos de misericordia.) Sugiriendo una correspondencia entre las "tres cabalot" y los siguientes conceptos del Tania, rabi Isaac aspira a transplantar la esencia del primer modelo en el segundo, enriqueciéndolo y dando nacimiento a un nuevo y profundo entendimiento. Hishtalshelut y la Cabalá del Ramac El primero de los términos identificados en el Tania es hishtalshelut, "evolución" o desencadenamiento. El concepto de hishtalshelut, tal como es usa en el pensamiento jasídico, se referiere al proceso metafísico por medio del cual, la realidad compleja y limitada del universo se despliega de la absoluta unicidad de Di-s. La dinámica subyacente de hishtalshelut, es la de ila v'alul, "causa y efecto" temporal. De acuerdo a la cabalá, el universo se desarrolla, como el tronco de un arbol, como anillos dentro de anillos con Di-s en el centro. La raíz de la palabra hebrea tabaat ("anillo") es teva, que significa "naturaleza". Naturaleza y el proceso evolucionario son uno y el mismo. Ambos sugieren y realzan la unidad, que sirve como fuente de energía para una vasta empresa creativa. Como fue dicho, la cabalá del Ramac se centra primariamente en el proceso de hishtalshelut, describiendo en detalle el orden de las fuerzas Divinas emanadas, que sirven de intermediarias entre el Creador infinito y su Creación finita. Estas fuerzas o sefirot aparecen en una secuencia particular, y resultan en definitiva ser la fórmula fundamental que está detrás de todo proceso creativo dentro del universo. Aunque el Ramac fue un místico en todo el sentido de la palabra, cuya inspiración deriva principalmente de la serie de opacas imágenes del Zohar, su foco conceptual sobre hishtalshelut resulta en una cuasi-filosófica exposición de los temas que yacen en el corazón de la cabalá. Él juzgó que el dialecto del discurso filosófico, era el más efectivo para describir un proceso que en si mismo refleja coherencia y lógica secuencial. Hitlavshut y la Cabalá del Arí El concepto de hitlavshut ("investirse"), por el otro lado, implica un cambio radical en el enfoque de la naturaleza de la Creación. De acuerdo con la perspectiva de hitlavshut, el motor dinámico de la Creación no es evolutivo, sino más bien interactivo. Esto significa que un estrato elevado de la realidad, esta constantemente invistiéndose dentro de uno inferior, como el alma dentro del cuerpo, infundiendo de

esta manera en cada elemento de la Creación, una fuerza interior que trasciende su propia posición dentro del orden jerárquico universal. Hitlavshut es en mucho una dinámica "biológica", considerando las fuerzas de vida que existen en la Creación; hishtalshelut, por el otro lado, es una dinámica comparable a la "física", que concierne a la energía condensada en la materia, más que a la fuerza de vida del alma. De todos los novedosos conceptos introducidos por el Arí en el pensamiento cabalístico, hitlavshut es identificado por él como el más significativo, y que le proveyó el motivo para la doctrina de los partzufim. En ella, las sefirot son retratadas como complejas entidades interactuantes, "personajes"cósmicos que en la constelación "familiar", están constantemente dando y recibiendo fuerza de vida una a la otra. Es el tema de hitlavshut, el que refleja el interés especial del Arí por el tema de gilgul neshamot, la "reencarnación de las almas". Reencarnación es otra manifestación de cómo un estrato de fuerza vital, puede incluirse dentro de otro. La diversidad primordial de gilgul, en donde el tiempo de la vida humana se superpone, exhibe según el Arí el mismo patrón de hitlavshut, la superposición de los extensos reinos dentro de la Creación -las "piernas" del alma anterior ó la vida anterior, que se inviste en la "cabeza" de la presente-. Ahora podemos entender porqué la doctrina del gilgul no aparece en ningún lugar dentro del sistema del Ramak. Al no identificar a hitlavshut como parte de su enfoque conceptual, todo el tema queda prematuro, necesitando ser elaborado en el futuro por el Arí. Hashraá y la Cabalá del Baal Shem Tov El último concepto que cita rabi Isaac del Tania, es el de hashraá. Es un término difícil de traducir. Su raíz es shara ("sumergir"), que implica una infiltración persuasiva de un elemento o fuerza superior dentro de otro inferior. Es usado comunmente en referencia a la Shejiná, la Presencia universal de Di-s dentro del reino creado. De esta manera la hemos identificado con el concepto de omnipresencia Divina. El término hashraá es también usado en el sentido vernáculo de "inspiración", implicando una fuerza infinita que abarca la propia realidad, y eleva al individuo a un plano trascendente que de otra manera le sería inaccesible. Por ejemplo, la inspiración que a veces deriva de sumergirse regularmente dentro la presencia de un gran tzadik es tal, que la persona puede en ciertos casos adquirir alguna de las capacidades del tzadik, a pesar de que él sigue siendo en esencia el individuo "pequeño" que era antes. La dimensión del pensamiento cabalístico que nos presenta el Baal Shem Tov, nos permite una completa apreciación de la omnipresencia de Di-s dentro de la Creación. A pesar de que el concepto de la inmanencia de Di-s en la realidad siempre fue un punto central dentro de la cabalá, las implicancias de este concepto y la extensión que le dió el Baal Shem Tov, aportan una revelación completamente nueva. De acuerdo con el Baal Shem Tov, inmanencia Divina implica una equivalencia directa entre Di-s y todos los otros niveles de realidad, como está expresado por el aforismo jasídico: "Todo es Di-s y Di-s es todo". El entendimiento apropiado de esta idea, en especial en cuanto a su diferencia con el panteísmo, representa el supremo conocimiento que debe ser logrado previo a la era del Mashiaj. La presunción de una realidad estratificada, ya sea como una jerarquía estática (como fue descripta por el Ramac), o dinámicamente interactiva, (como la describió el Arí), es intuida por mentes finitas que están imposibilitadas de comprender la verdadera naturaleza de la existencia. De todas maneras, aunque ambos sistemas (los del Ramac y el Arí) juegan un rol importante en el aumento de nuestra captación del elemento Divino en la Creación, son sólo mojones en el camino hacia una conciencia completamente liberada, capaz de ver a Di-s en cada parte de la realidad, y así ser un testigo de Su absoluta exclusividad de Ser. De aquí que el Baal Shem Tov no se refiere con frecuencia al tema del guilgul, la noción de realidades superpuestas, dando lugar al reconocimiento de Di-s permeando toda la realidad por igual, que es la esencia de hashraá. El comprender que cada ser individual está incluido dentro de un ser superior, infinito y colectivo, hace que la histórica consideración de guilgulei neshamot sea virtualmente irrelevante. A medida que los judíos se vuelven más concientes a través del tiempo, de su pertenencia a un ser colectivo Divino, hace que cambien su enfoque restringido sólamente a su propia individualidad, hacia lo concerniente a la gama de identidades que conforman una comunidad o nación. Esta tendencia es expresada en el deseo de reclamar la patria colectiva del pueblo judío, y reestablecer allí el ritmo de una existencia compartida, en diálogo con lo Divino. Así, el aspecto de hashraá introducido por el Baal Shem Tov, representa la dimensión final del pensamiento cabalístico, que debe revelarse antes de la llegada del Mashiaj. Todos los aspectos de la cabalá son ahora entendidos en términos de esta revelación, aunque dentro del contexto de los conceptos que le precedieron, a través de los sistemas del Ramac y el Arí. Tres variedades de Fuerza Creativa Coaj, Jaiut y Or Siguiendo con la línea del método expuesto por R. Isaac, nos es posible sugerir ahora otra tríada de términos, que se corresponden con el modelo conceptual de las "tres Cabalot". Esta tríada es tomada también del Tania, especificamente del Shaar Haijud V'haEmuná ("El Portal de la Unidad y la Fé"). Allí rabi Shneur Zalman de Liadi, describe el proceso por el cual Di-s forma y sostiene toda la Creación, a través de un número infinito de permutaciones de las letras hebreas, cada una de las cuales transmite tres niveles de fuerza vital Divina: koaj, jaiut, y or. Koaj representa el "poder" o "energía" innatos, que se condensa en la sustancia misma de la Creación, sea en forma física o espiritual. Es comparable a la energía que Einstein identifica como el componente último de la materia. La equivalencia entre materia y energía, se expresa en la cabalá con la sentencia: mehitabut haorot, nithavu hakelim, "de la condensación de las luces, fueron traidos a la existencia los recipientes". Este concepto se relaciona con el sistema del Ramak, diseñado para delinear las formas evolutivas de energía (las sefirot), basamento de la sustancia misma de la Creación. Jaiut representa la "fuerza vital" interna o "alma", que llena la sustancia de la Creación con una conciencia independiente de la Divinidad inmanente en su interior. Hay una distinción cuántica entre "energía innata", inherente a las actuales formas de la Creación, y "fuerza de vida", la que a la vez que misteriosamente se inviste dentro de la realidad, permanece conectada con su fuente Divina. De aquí que jaiut se corresponde con el sistema del Arí, que como hemos visto, trata directamente con el proceso de hitlavhsut ("investirse") y la posibilidad de las almas de transmigrar de "recipiente" en "recipiente" dentro de la Creación. Or representa la "luz" infinita que todo lo abarca, la que inspira a cada elemento de la Creación a trascender los límites de su propia naturaleza, y volverse absolutamente uno con Di-s. De acuerdo con el Baal Shem Tov, la luz infinita de Di-s que por definición deniega toda otra forma de existencia, paradógicamente permanece dentro del "espacio vacío" que Di-s preparó como un "útero", para dar cabida al desarrollo de su Creación. La descripción del Arí de la retirada o desaparición de esta luz infinita, es entendida en el pensamiento jasídico, como emanando desde la perspectiva de la Creación misma, pero cuya conciencia finita no puede compatibilizar la verdad de la inmutabilidad esencial de Di-s. De acuerdo con el Baal Shem Tov, a medida que nos acercamos a la era mesiánica, nos volvemos más armónicos con las omnipresencia de Di-s dentro de la Creación; de aquí el rol protagónico de hashraá en su sistema de pensamiento.

Tres Conceptualizaciones de tiempo Podemos también correlacionar con las tres cabalot, otro conjunto de conceptos que expresan varias perspectivas de la relación entre tiempo y Creación. El primero, que aparece en textos filosóficos como el concepto de ila v'alul ("causa y efecto"), representa la dinámica temporal de causalidad, implícita en el modelo "evolucionario" de la Creación articulado por el Ramak. De acuerdo con este modelo, todo estado evolutivo en la Creación, es el producto de todas las etapas que le precedieron. Al contrario de otras concepciones de causalidad, que plantean una realidad determinística opuesta a la creencia fundamental de libre albedrío y responsabilidad moral, la causalidad de hishtalshelut está limitada a la dimensión externa (los "recipientes externos"), de la Creación, dejando actuar a la dimensión interna de "luz" o alma, de acuerdo con sus propios principios. Verdaderamente, el enfoque de hitlavshut del Arí, el "investirse" del alma dentro de la realidad externa, implica una dinámica temporal completamente diferente dentro de la Creación, la de briá iesh m'ain ("creación ex-nihilo", de la nada). En el sistema del Arí, se describe la creación ex-nihilo, como un proceso a través del cual Di-s regenera continuamente la existencia, "en cada momento y momento", alternativamente nulificando la realidad, y luego reinvistiéndo un rayo de Su luz infinita en el vacío existencial resultante. Esta continua recreación, es responsable del pulso de vida que reverbera a través del cosmos, el persistente atrás y adelante (o "correr y retornar", como es llamado en cabalá), entre la "nada" Divina y el "algo" creado. Sin la dinámica de hitlavshut, uno simplemente está no "vivo" espiritualmente, más bien una "piedra rodante", inanimada, llevando a cabo un proceso físico sin percatarse de su libre alvedrío y potencial creativo. A pesar de que el concepto de recreación continua, sugiere que el tiempo no es más que un momento presente eternamente recurrente desconectado del pasado (y entonces no determinado por él), no es esto lo que implica esto exactamente. El pasado colectivo de la Creación, enraizado en su fuente Divina, es conciliado en el presente por el rayo de luz infinita, que se inviste en cada reconstrucción de la realidad. Entonces la luz infinita o alma de la existencia, sirve para unir esta reconstrucción cuantitativa, en un acto simple e integrado de renovación Divina. Sin embargo hay otro nivel de conciencia, que implica una aún más sublime apreciación de la relación entre el tiempo y la Creación. Este es el nivel de conciencia invocado por el Baal Shem Tov en su descripción de la Creación: la autoexpresión Divina en su máxima expresión. Ki mimja hakol : "porque todo emana de Ti", no sólo el espíritu singular de la Creación, sino también su multiplicidad de forma. Mientras que el Arí ve la Creación emanando de la "nada", el Baal Shem Tov la ve como emanando de Di-s en Si mismo. El Arí nos habla de la "nulidad" de la preexistencia, como sinónimo de la luz infinita de Di-s anulando toda otra realidad. Pero por más sublime que pueda ser, el dominio de la "luz infinita" no se puede comparar con el de su fuente última, la absoluta Esencia de Di-s, la que de acuerdo con el Baal Shem Tov, es el verdadero origen de la realidad. En el contexto de tiempo que experimentamos, este nivel de conciencia lo lleva a uno a identificar una sincronización Divina de los marcos de referencia de tiempo, donde el pasado, presente y futuro existen simultáneamente dentro de la Creación. Este estado de conciencia paradógico, refleja de hecho la realidad Divina última, expresada por el Nombre esencial de Di-s de cuatro letras (Havaiá), una amalgama de las palabras haiah, hoveh e ihieh, "fue, es y será". Sólo trascendiendo los límites del "tiempo creado", incluso en su más profundo sentido, como un continuo momento presente, nos podemos aproximar a la verdadera naturaleza de la realidad. Vemos entonces que hay tres etapas en la maduración de la conciencia, correspondientes a diferentes concepciones psicológicas del tiempo. El concepto clásico de tiempo, como una continua progresión de momentos fluyendo uno tras otro, refleja la conciencia de hishtalshelut; que en forma aislada puede llevarlo a uno a verse como una víctima de una realidad entrópica y determinística, con la consecuente limitación del potencial creativo. La más esclarecida concepción del tiempo derivada de la conciencia de hitlavshut, permite a través de una constante renovación y creatividad, que en cada momento uno se libere del pasado, y descubra el rango de posibilidades inherentes en el continuo momento presente. No obstante, únicamente la concepción supratemporal del tiempo, asociada con la conciencia de hashraá, le permite a uno la absoluta libertad de identificarse con Aquel quien creó el tiempo mismo. Este estado de conciencia, que se cristalizará en el tiempo de la redención universal, contiene la clave para liberar toda la Creación de sus ligaduras imaginarias de la conciencia personal, restaurando el verdadero rostro Divino de la realidad. Cuatro Niveles de Alabanza Divina Habiendo refinado nuestro entendimiento de las tres cabalot, podemos apreciar mejor la sucesión de idiomas usados el la plegaria de la mañana de Shabat, Hakol Ioduja ("Todo te agradecerá"): Ein aroj lejá ("nada puede compararse a Ti"), ein zulateja ("no hay nada fuera de Ti"), efes bilt'ja ("no hay nada más que Tú"), ein domé lejá ("no hay nada parecido a Ti"). Ein aroj lejá, "nada puede compararse a Ti". Esta expresión de alabanza, implica una estimación (o erej) de los varios elementos y fuerzas dentro de la Creación. Según esta estimación, todas las realidades finitas se vuelven insignificantes en relación al infinito Ser de Di-s; sin embargo, en relación con el prójimo, los seres creados tienen significancia y por cierto pueden ser comparados uno con el otro. Así, esta expresión de plegaria refleja la orientación del Ramak, cuyo sistema delinea el escalonamiento continuo de la existencia, desde el ser infinito del Creador hasta el finito reino físico en el cual vivimos. Ein zulateja, "no hay nadie fuera de Ti". En esta expresión de alabanza, está implícita la idea de que ninguna creación puede existir fuera de Di-s, "penetrando" en ella y trayéndola activamente a la existencia en cada momento y momento. Esta idea es expresada por Maimónides en el siguiente lenguaje: b'amitat himatzo nimtzeu col hanimtzaim, "a través de la verdad de Su existencia, les fue concedida (su propia) existencia a todas las cosas existentes ". Este nivel del alabanza, refleja el tema central del sistema cabalístico del Arí: hitlavshut, el "investirse" del espíritu Divino dentro de toda la realidad. Aún cuando representa un nivel superior de conciencia que la expresión anterior, todavía implica que hay otras realidades existentes, incluso sólo en virtud de la constante presencia de Di-s. Efes bilteja, "no hay nada más que Tú". Estas palabras expresan la idea promovida por el Baal Shem Tov y el jasidismo, de que no hay otra realidad fuera de Di-s mismo. En esta manifestación de alabanza Divina, negamos la integridad de nuestra propia existencia, y declaramos que el espectro entero del ser creado, no es más que una manifestación de la propia esencia de Di-s. Ein domé lejá, "no hay nada parecido a Tí". Esta aserción, es explicada en el pensamiento jasídico, como una expresión del poder de Di-s de sustentar una paradoja. Por ello es una respuesta a la expresión previa, que parece contradecir la intuición básica, al negar la Creación su propia existencia autónoma. Entonces, al darle al mundo un estilo que simultáneamente tolera estas dos interpretaciones opuestas de existencia, Di-s afirma su esencial singularidad. Panorama de la Tradición Cabalística Introducción

En el momento en que Israel se paró a los pies del Monte Sinaí, los cielos se abrieron y el espíritu de Di-s descendió de las alturas en medio de truenos y fuego deslumbrante. Al revelarse a Sí mismo a toda la comunidad de Israel, Di-s dejó al descubierto, en esencia, el núcleo oculto de la verdad cabalística, que hasta ese momento era el privilegio de unos pocos selectos. De acuerdo con la tradición cabalística, el propósito de la Creación es brindarle a Di-s una "morada en los mundos inferiores", objetivo que se lleva a cabo canalizando la luz Divina dentro de "recipientes" progresivamente más densos del pensamiento, sentimientos y actos humanos, y de allí al resto de la realidad material. La intención de la cabalá, de acercar los misterios de la Creación a la propia experiencia del hombre, se ha expresado quizás más radicalmente a través del pensamiento y la tradición jasídica. El jasidismo trasladó el foco de la tradición mística, más allá del ámbito de los olamot ("mundos", la realidad de espacio y tiempo), hacia el sublime reino de las neshamot ("almas"). De aquí, que el Zohar se refiere a la cabalá como "el alma de la Torá", mientras que el jasidismo se define como "el alma del alma de la Torá". Las Raíces de la Tradición Cabalística Las raíces de la tradición cabalística, pueden ser rastreadas hacia el pasado, en la antigua experiencia profética de los patriarcas Abraham, Isaac, y Iacob. La sabiduría y entendimiento que provienen de su familiaridad con lo Divino, forman las bases del legado espiritual que dejaron a sus hijos, las doce tribus de Israel. La confirmación definitiva de este legado surge del momento en que Israel se paró al pie del monte Sinaí; allí se abrieron los cielos, y el espíritu de Di-s descendió de lo alto en medio de truenos y relámpagos de fuego. Al revelarse a la comunidad de Israel toda, Di-s dejó expuesto, en esencia, el núcleo oculto de la verdad cabalística, que hasta ese momento era el privilegio de unos pocos elegidos. Nos cuenta el versículo, que en ese momento Moisés ascendió a la montaña en medio de una densa oscuridad, donde Di-s le reveló en privado la amalgama de sabiduría Divina y doctrina, con el fin de llenar el vacío que resultó de Su retirada a la esfera celestial. La sabiduría que Moisés recibió en el Sinaí y que más tarde pasó a su pueblo, incluía elementos tanto esotéricos como exotéricos. La tradición exotérica o niglá ("revelada"), se convirtió en el centro identificable de la vida judía, tanto en el estudio como en la práctica, a través de las sucesivas generaciones. Es esta tradición con la que estamos familiarizados, gracias a los tratados escolásticos clásicos y de la ley judía, cuyo máximo exponente encontramos en el Talmud. Por otro lado, la tradición esotérica conocida como nistar ("oculta"), fue transmitida a unos pocos elegidos en cada generación, para iniciarlos en los más profundos misterios. Esta tradición, que es la base de la cabalá, forma su trama a través de una hebra que se oculta en el curso de la historia judía. En puntos providenciales de esa historia, este hilo emerge periódicamente embelleciendo la evolución de la conciencia espiritual de nuestro pueblo. Cuando esta tradición es interpretada por un hombre de visión e inteligencia inusual, encuentra lentamente su camino en forma escrita, como obras que se explayan sobre sus aspectos práctico y teórico. La terminología tradicional empleada para referirse a estos dos distintos aspectos de la investigación cabalística es: cabalá iunit ("cabalá contemplativa") y cabalá maasit ("cabalá práctica"). A pesar de que veamos que esta distinción puede ser a menudo arbitraria, nos puede ayudar para identificar distintas tendencias en el desarrollo de la tradición cabalística. La Tradición "Contemplativa" Cabalá iunit, es la categoría a la que pertenecen la mayoría de los textos cabalísticos que circulan en la actualidad. Surgió para explicar el proceso por el cual, el reino de lo creado evolucionó en una existencia limitada y "autónoma", según la voluntad de un Creador infinito, elaborada también a manera de "diálogo" entre la Creación misma, accionando en busca de la consumación de su destino, y la fuente Divina de la cual emerge. En un nivel más profundo, cabalá iunit explora la compleja naturaleza de la realidad Divina en si misma, y en particular, la paradoja del ser inmutable de Di-s, que es con todo, activa y reactiva en Su relación con la Creación. Un aspecto adicional de la tradición contemplativa, a menudo identificada erróneamente con la "cabalá práctica", es la elaboración de varias técnicas meditativas, utilizadas para ponderar la entrelínea Divina de la realidad y refleccionar acerca de ella. Esto incluye la contemplación de Nombres Divinos, la permutación de la letras hebreas y las formas en las cuales armonizan e interactúan las sefirot (supremas Fuerzas Divinas). Algunas formas antiguas de meditación cabalística, producen de hecho una experiencia visionaria de las supremas "cámaras" en donde reside la Gloria de Di-s. Aún cuando se persiga el único objetivo de ticún hanefesh ("perfeccionamiento espiritual"), estas técnicas meditativas, vacías de reflección teosóficas, pueden seguir siendo consideradas legítimamente "contemplativas", en virtud de su refinada influencia en la conciencia. La Tradición "Práctica" La verdadera "práctica" de la cabalá, comprende técnicas que apuntan específicamente a alterar estados o eventos naturales. Técnicas tales como el encantamiento de Nombres Divinos, o la inscripción de tales nombres (o lo de los ángeles) sobre amuletos especialmente preparados. Aunque a menudo llamada la tradición "oculta", cabalá maasit fue pensada para ser empleada sólo por los más santos y responsables de los individuos y sin ningún otro propósito que el beneficio del hombre o la Creación. Ya desde los tiempos del santo Arí (promediando el siglo XVI), se encuentran indicaciones de que se abusó de estas técnicas por parte de practicantes no adecuados. El santo Arí mismo exhortaba a sus discípulos a evitar las artes prácticas de la cabalá, por considerarlas inseguras mientras permanezca inasequible el estado de pureza necesario para el servicio en el Sagrado Templo de Jerusalem. La exhortación del Arí de hecho posterga la práctica de la cabalá ritual, hasta el tiempo en que el Templo sea reconstruido y sea alcanzado el requisito de pureza que su servicio requiere. Por cierto, el servicio del Templo provee el marco básico, dentro del cual se desarrolla el aspecto práctico de la cabalá. El rito cardinal de la tradición práctica - pronunciar el Nombre esencial de Di-s - fue una pieza central del rito del Templo conducido por el Sumo Sacerdote en Iom Kipur. Al igual que otros aspectos de la tradición práctica, la fórmula exacta para pronunciar el Nombre de cuatro letras, fue pasado en forma secreta de generación en generación de Sumo Sacerdotes. En un punto determinado, se decidió que esa formula no debía seguir siendo transmitida, en la medida en que los individuos designados para el Sumo Sacerdocio, se volvían cada vez más corruptos e indignos de ejecutar una práctica que demanda sensitividad y espiritualidad. Al suspender el conjuro del Nombre de Di-s en el Templo, los rabinos brindaron un precedente, para aquellos que como el Arí, en generaciones posteriores argumentaron en contra de la práctica ritual de la cabalá. Efectivamente, los temores del Arí probaron estar bien fundados, ya que fuimos testigos en las centurias siguientes, de la aparición de movimientos seudocabalistas, conducidos tanto por el oportunismo como por una espiritualidad mal encaminada, que comprometió la fe de Israel, y la reputación de la verdadera búsqueda cabalística. El estudio de los fundamentos conceptuales de la cabalá, dentro de un contexto de firme compromiso con la normativa de las leyes de la Torá, provee la mejor valla contra estas prácticas corruptas de la cabalá. Como se indicó más arriba, no hay una demarcación clara que separe los elementos contemplativos de la cabalá, de aquellos que apuntan a

influenciar o alterar la realidad. Así como cabalá iunit puede influenciar, a través de su sistema de cavanot (meditación guiada), la configuración de la fuerzas Divinas influencian nuestra realidad; así también se ve la eficacia de la "cabalá práctica", predicada bajo el conocimiento de la teoría y la doctrina cabalística. Así, el caso más renombrado de práctica cabalística - la formación de un golem (humanoide) de Praga en el siglo XVI- fue realizado por el gran sabio y santo, rabi Iehuda Loew, el maharal de Praga, un lider de la interpretación de la tradición contemplativa. La Ventaja de la Sabiduría sobre la Profecía La tradición contemplativa, al operar sobre la esfera del intelecto cotidiano, provee el medio óptimo para alcanzar la iluminación Divina. Está explicado en cabalá, que la capacidad para la reflección interior deriva de una esfera celestial (la de las "almas"), de una jerarquía superior a aquella de la que derivan las extrañas fuerzas evocadas por la práctica cabalística (la de los "ángeles"). La elevación del pensamiento, hasta el punto donde se une con la sabiduría y el conocimiento Divino, constituyen la cima del logro espiritual. De acuerdo con la tradición cabalística, el propósito de la Creación es el de proveer a Di-s una "morada en los mundos inferiores", objetivo que se logra canalizando la luz Divina dentro de los progresivamente más densos "recipientes" del pensamiento, sentimiento y acción humanos, y de allí al resto de la realidad material. Trabajando dentro del reino de la conciencia mundana, la tradición contemplativa nos hace sensibles a los infinitos matices Divinos dentro de la Creación. Por esta razón la profecía, que trasciende la experiencia del mundo, falla en el intento de proveer una verdadera iluminación. La ventaja de jojmá ("sabiduría") sobre nevuá ("profecía"), como un camino para la iluminación, se hace evidente en la enseñanza de nuestros sabios: "el hombre sabio es más grande que el profeta". A través de la profecía, uno puede arrivar a la mayor aproximación del pensamiento Divino, pero sin impactar necesariamente el propio ser o la Creación como un todo. Es el elevado estándar de carácter e inteligencia que, está dicho, hace florecer en uno la profecía, más que cualquier otro medio similar. La sabiduría, en virtud de su conceptualidad y abstracción, sirve para generalizar la propia experiencia del mundo, en términos de la conciencia ordinaria, lo que la hace transferible a los otros. La experiencia profética, aunque extraordinariamente vívida en sus imágenes, está divorciada de la realidad de "aquí y ahora", y por eso permanece esencialmente impenetrable a los otros. El único individuo para quien la sabiduría y la profecía se asocian en una misma corriente de iluminación es Moisés, que pudo recibir profecía mientras permanecía en posesión de sus facultades normales, y consecuentemente suministrando el modelo quintaesencial del daat ("conocimiento") rectificado. El fue tanto el más sabio de los hombres, como el más armonizado con la Divinidad; el único hombre que pudo, tal como era, encontrar el "camino medio de Di-s sobre la montaña". La tradición cabalística, aunque basada en la experiencia profética de nuestros antepasados y sabios, fue transitando firmemente a través de los tiempos, en la dirección de una colosal y a la vez refinada articulación conceptual. Esto es más que una consecuencia del alejamiento del hombre más allá de la experiencia directa de la Divinidad; es parte de un plan providencial, que ve el enorme beneficio para Di-s y la Creación, de cultivar una conciencia espiritual basada firmemente en la realidad mundana. Encontramos evidencia de este plan en numerosos versículos de la Biblia, tal como este del libro de Isaias (11:9, 52:8): "...la tierra estará llena del conocimiento de Di-s, como las aguas cubren el mar ...cada ojo y ojo, verá el retorno del Señor a Zion...." La cabalá, es el marco en el cual los judíos han desarrollado históricamente su singular comprensión de la realidad, y representa su legado de profecía y sabiduría. Esto es ilustrado vívidamente por la gematria de la misma palabra "cabalá" (137), que equivale al valor numérico combinado de las palabras jojmá ("sabiduría" = 73) y nevuá ("profecía" = 64). Por medio de la sabiduría de la cabalá, aprendemos a "escuchar", lo que nuestros ancestros vieron en el Sinaí. Una vez que hayamos comprehendido completamente el significado conceptual de esta visión, podremos una vez más comenzar a "ver" a Di-s, pero con nuestros sentidos normales intactos, y no sólo en forma momentánea, sino todo el tiempo. Jasidismo: La Última Frontera de la Cabalá El intento de la cabalá, de acercar los misterios de la Creación a una más íntima proximidad de la experiencia humana, se expresó posiblemente en forma más radical a través del pensamiento y la tradición jasídica. Este revolucionario acercamiento a la espiritualidad judía, fue revelado por el santo y curador del siglo XIII, rabi Israel Baal Shem Tov. En sus inicios fue un trabajador maravilloso, dando remedio a las enfermedades humanas a través de métodos tanto naturales como sobrenaturales, el Baal Shem Tov se convirtió lentamente en un maestro y ayuda del pueblo, alcanzando con éxito el objetivo de revelar la capacidad especial dentro de cada ser humano, de despertar directamente la gracia y bendición Divina. Sus enseñanzas enfatizan aquellos componentes de la experiencia interior del hombre, correlacionados con las fuerzas supremas planteadas en la cabalá clásica. Así pues, hizo avanzar la contemplación cabalística más allá del área de la abstracción filosófica, y dentro de la esfera del entendimiento psicológico inmediato. Delineando una interfase entre las sefirot y la psique humana, el jasidismo se ocupó de llevar el pensamiento cabalístico y su práctica, a su última frontera. El deseo del Baal Shem Tov, de proceder más allá de la convención cabalística, y forjar un nuevo camino de servicio, encuentra su expresión en la siguiente historia: Se dice que una vez, el Baal Shem Tov recurrió al uso de un Nombre Divino para cruzar un río infranqueable; inmediatamente se arrepintió al considerarlo un empleo innecesario de un poder Divino sobrenatural. Luego de pasar muchos años expiando ese único acto, se encontró nuevamente al borde de un torrente enfurecido, pero esta vez lo cruzó con el sólo recurso de la fe simple. Fue este recurso de fe, accesible a cada judío, y no los escurridizos poderes de la cabalá práctica, que el Baal Shem Tov postuló como clave en la vida diaria. En el proceso, él destiló el espíritu esencial de la cabalá, acentuando su relevancia e impacto. Por ello, mientras que la cabalá es referida en el Zohar como el "alma de la Torá", el jasidismo ha sido acuñado como el "alma del alma de la Torá". Por cierto, la tradición clásica de la cabalá puede considerarse jitzoní ("superficial"), en relación con la del jasidismo, el cual, al centrarse en la experiencia inmediata, identifica aspectos de Divinidad que, el altamente formal y abstracto sistema de inducción cabalística, deja inexplorados. El aspecto determinante de cuán profundo puede penetrar en los misterios del ser Divino una tradición en particular, es el grado de bitul o "autoanulación" implícito en el método de esa tradición. El jasidismo, al enfatizar la Divinidad innata del alma judía, inspira un mayor grado de bitul que la cabalá clásica, con su enfoque en la "evolución" del ser creado. Otra forma de decir esto, acorde con la propia terminología del Baal Shem Tov, es que el jasidismo traslada el foco de la tradición mística, más allá del ámbito de los olamot ("mundos", la realidad de espacio y tiempo), hacia el sublime reino de las neshamot ("almas").

Una carta de Rabi Israel Baal Shem Tov a su cuñado, Rabi Guershon de Kitov En Rosh Hashaná del año 5507 (1746 EC) realicé una elevación del alma por medio de una promesa, como tú ya sabes, y vi cosas maravillosas que nunca había visto antes. Es imposible describir con palabras lo que vi y aprendí, incluso cara a cara... Ascendí de nivel en nivel, hasta que entré a la cámara del Mashiaj, donde él estudia Torá con todos los Tanaim y tzadikim e incluso con los Siete Pastores (Abraham, Itzjak, Iacob, Moshé, Aarón, David y Shlomó)... Le pregunté al Mashiaj, "¿Cuándo va a venir, Maestro?" Y el contestó, "Con esto lo has de saber: Cuando tus enseñanzas se hagan públicas y reveladas en el mundo, y tus manantiales se derramen hacia afuera, hacia los extremos más alejados -los que te he enseñado y tu has comprehendido- e incluso ellos serán capaces de realizar unificaciones y elevaciones como tú; entonces van a dejar de existir todas las "cáscaras", y va a ser un tiempo de buena voluntad y salvación". Me quedé sorprendido y con gran angustia, al pensar en todo el tiempo que falta para que esto ocurra, ¿cuándo podrá ser? Pero por lo que aprendí allí - tres potentes prácticas y tres Nombres Sagrados, sencillos de aprender y explicar - mi mente se calmó y pensé que es posible que a través de esto, hombres de mi naturaleza puedan ser capaces de llegar a niveles similares al mío... Pero no me fue permitido revelar esto en toda mi vida... Sin embargo esto sí puedo decirte, y quiera Di-s ayudarte: tu camino debe ser siempre en presencia de Di-s y debes ser siempre conciente del tiempo de tu plegaria y estudio. Que cada palabra de tus labios tiendan a la unidad, porque en cada letra hay Mundos, Almas y Divinidad, y ellos ascienden y se conectan y unifican uno con el otro; luego las letras se conectan y unifican para transformarse en palabras, y (entonces) se unifican en unión verdadera en la Divinidad. Llena tu alma con ellas en toda ocación. Entonces todos los Mundos se unifican y ascienden, para producir alegría y placer infinitamente grandes; comparándolos físicamente con la alegría del novio y la novia en miniatura, puedes entender cuánto más es en semejante excelso nivel. Seguramente Di-s va a ser tu ayuda, y donde quiera que te encuentres, vas a tener éxito y recibir gran recompensa. "Da al sabio, y se volverá más sabio". El Arte de la Guematria Numerología Hebrea Introducción En hebreo, cada letra posee un valor numérico. La Guematria es el cálculo de la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases, y sobre esta base lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas. Presentamos aquí una introducción básica a la Guematria, comentando diferentes sistemas para la identificación de la equivalencia numérica de cada letra y cómo estas letras se pueden calcular de acuerdo al valor-palabra implícito de sus nombres. Se asume en estas técnicas que la equivalencia numérica no es una coincidencia. De momento que el mundo fue creado a través del "habla" de Di-s, cada letra representa una fuerza creativa diferente. Por lo tanto, la equivalencia numérica de dos palabras revelan una conección interna entre los potenciales creativos de cada una. (ver Tania, Shaar HaIjud VeHaEmuná, capítulos 1 y 12.) Hay cuatro modos de calcular la equivalencia de las letras individuales:  Valor Absoluto

  

Valor Ordinal Valor Reducido Valor Integral Reducido

El Tikunei Zohar explica que el concepto de valor reducido se relaciona con el mundo espiritual de Ietzirá. Sobre esta base, se puede establecer una relación entre estas cuatro formas de cálculo, los cuatro reinos espirituales y las cuatro letras del nombre de Di-s: Letra

Forma de Cálculo

Mundo

Iud

Valor Absoluto

Atzilut

Hei

Valor Ordinal

Beriá

Vav

Valor Reducido

Ietzirá

Hei

Valor Integral Reducido

Asiá

Cuadro de Guematrias de las letras Hebreas

Letra Hebrea

Nombre de la Letra

Valor Absoluto

Valor Ordinal

Valor Reducido

Letra Hebrea

Alef

1 o 1000

1

1

Bet

2

2

2

Nombre de la Letra

Valor Absoluto

Valor Ordinal

Valor Reducido

Guimel

3

3

3

Dalet

4

4

4

Hei

5

5

5

Vav

6

6

6

Zain

7

7

7

Jet

8

8

8

Tet

9

9

9

Iud

10

10

1

Kaf

20

11

2

Lamed

30

12

3

Mem

40

13

4

Nun

50

14

5

Samej

60

15

6

Ain

70

16

7

Pei

80

17

8

Tzadik

90

18

9

Kuf

100

19

1

Reish

200

20

2

Shin

300

21

3

Taf

400

22

4

Valor Absoluto El Valor Absoluto, (en hebreo: mispar hejrají) también es conocido como Valor Normativo o Normal. Se le da a cada letra el valor de su equivalente numérico aceptado: alef (la primera letra) vale 1, bet (la segunda) vale 2, y así hasta la décima letra, iud, que vale 10, y las que le siguen 20, 30, 40, hasta la letra kuf, cerca del final del alef-bet que equivale a 100, luego 200 y 300 hasta la última letra, tav que vale 400. En este tipo de cálculo las letras jaf sofit (jaf final), mem sofit, nun sofit, pei sofit y tzadik sofit, que son las "formas finales" de las letras respectivas cuando figuran al final de una palabra, generalmente llevan el mismo valor numérico de la forma común de la letra. Sin embargo, a veces se consideran equivalentes a 500, 600, 700, 800 y 900 respectivamente (ver el cuadro de equivalencias) Siguiendo esta forma de cálculo, el alfabeto hebreo es un círculo completo; la tzadik final equivale a 900 y entonces la alef equivale a uno y a mil. Por cierto, en hebreo se usa las mismas letras para escribir el nombre de la letra alef y la palabra elef, que significa "mil". Notando este fenómeno, Rabi Avraham Abulafia interpreta el versículo (Deuteronomio 32:30): "Cómo uno puede perseguir a mil!" como: "Uno, el primer número, sigue luego de mil en un círculo completo y perfecto". Valor Ordinal El valor Ordinal (en hebreo: mispar sidurí) le asigna a cada una de las 22 letras el equivalente numérico de acuerdo al orden en que aparece en el alef-bet. Por ejemplo, alef equivale a 1, kaf a 11, taf a 22. La kaf final equivale a 23 y la tzadik final a 27. Valor Integral Reducido La cuarta manera de calcular es el valor Integral Reducido (mispar katán misparí). Aquí, el valor numérico total de una palabra es reducido a un dígito. Si la suma de estos números excede a 9, las cifras del total se siguen sumando una a otra hasta producir un número de un sólo dígito. Se llegará al mismo resultado sin importar que se hayan utilizado los valores absolutos, los ordinales o los reducidos.

Guematria de la Letra Completa "Relleno" A veces se le da a las palabras un valor numérico adicional, milui ("rellenar", plural miluim), dándole a la letra una equivalencia numérica y además también se las considera como una palabra completa. En tales casos, las letras usadas para deletrear la letra principal son consideradas como un "embarazo" dentro de ella. Por ejemplo, la palabra jen está compuesta de dos letras: jet y nun. La letra jet a su vez se deletrea: jet, iud, tav que equivale a 418. Nun se deletrea: nun, vav, nun equivalente a 106. Así el valor de la palabra jen con su milui es 524. En este contexto, debemos agregar que ciertas letras poseen más de una posibilidad de milui. Por ejemplo, la letra hei se puede deletrear: hei iud, hei hei o hei alef, cuyos valores numéricos son 6, 10 y 15 respectivamente. Similarmente, la letra vav: vav iud vav, vav alef vav o vav vav, que equivalen a 12, 13 y 22 respectivamente. Se debe enfatizar que estas diferentes formas de cálculo no son meros ejercicios matemáticos. Antes bien, cada equivalente numérico representa un aspecto diferente de influencia Divina. El uso más clásico de estos miluim alternativos es respecto del Nombre Divino Havaiá (deletreado: iud, hei, vav, hei). La guematria de las letras es 26, pero con el milui se llega a diferentes cifras dependiendo de cómo se deletrean la vav y la hei. Los siguientes son los principales miluim del Nombre Havaiá abordados por la cabalá: Havaiá de 72

Havaiá de 63

Havaiá de 45

Havaiá de 52

iud

iud, vav, dalet

=20

iud, vav, dalet

=20

iud, vav, dalet

=20

iud, vav, dalet

=20

hei

hei, iud

=15

hei, iud

=15

hei, alef

=6

hei, hei

=10

vav vav, iud, vav

=22

vav, alef, vav

=13

vav, alef, vav

=13

vav, vav

=12

hei

hei, iud

=15

hei, iud

=15

hei, alef

=6

hei, hei

=10

milui total

=72

milui total

=63

milui total

=45

milui total

=52

Estas cuatro sumas, 72, 63, 45, 52, se corresponden a su vez con las cuatro letras del nombre de Di-s Havaiá (y por lo tanto con las diez sefirot) de acuerdo al siguiente cuadro: Letra de Havaiá

Havaiá de:

iud

72

Las Diez Sefirot Jojmá

Idea, sabiduría

hei

63

Biná

Entendimiento

vav

45

de Jesed a Iesod

Los Atributos Emocionales

hei

52

Maljut

Reinado

Cada una de las letras hei, vav, hei del Nombre Havaiá posee tres diferentes formas de deletrearse, por lo tanto hay 27 (3 elevado a la tercera potencia) miluim posibles del Nombre Sagrado. Hay treinta equivalentes numéricos posibles desde 44 a 72, con su punto medio en 58 (= jen), que sumando el total de todos los miluim da 1521, que equivale a 39². Treinta y nueve es el equivalente de Hashem Ejad ("Di-s es Uno"). Los cuatro números del Nombre Havaiá citados arriba son considerados los más esenciales y cada uno corresponde a una letra diferente de ese Nombre, como ya se dijo. Cuando dividimos la suma de ellos 232 por 4 llegamos nuevamente al número 58 (= jen). Similarmente, 232 es el equivalente numérico de iehí or ("Que haya luz"), la primera expresión de la Creación. Ejemplos de Guematria La palabra hebrea jesed ("bondad") tiene tres letras jet, samej, dalet. Los valores absolutos y normales de la jet es 8, la de la samej es 60 y la de la dalet es 4, dando un total de 72 y por lo tanto el valor integral reducido es 9. En forma similar, el valor ordinal de las tres letras anteriores es 8, 15 y 4 respectivamente, dando un total de 27, y 9 para el valor integral reducido. Finalmente, el valor reducido de dichas letras es 8, 6 y 4 respectivamente, dando un total de 18 y nuevamente 9 para el valor reducido. Otro ejemplo: la palabra jen, "gracia", que se deletrea jet, nun, es usada a menudo como un apelativo de la cabalá. Su valor absoluto es 8 más 50 =58 ó 708 cuando la nun es considerada como 700. Su valor ordinal es 22, de acuerdo con el cálculo normal, ó 33 cuando a la nun se le asigna el valor de 25. Su valor reducido es 8 más 5 = 13 ó 15 si cuando se le asigna a la nun un valor independiente. Su valor integral reducido es 4 ó 6. Una visión general de los distintos niveles de significación que encontramos en el nombre, forma y valor numérico de cada una de las veintidos letras del alfabeto hebreo - los "ladrillos de la Creación" -, como son llamados en la antigüa obra mística, el Sefer Ietzirá. Introducción El Alef-Bet hebreo (alfabeto), a pesar de su aparente simplicidad, contiene los secretos más profundos de la Creación. El clásico cabalístico Sefer Ietzirá (Libro de la Formación), enseña que la conciencia creativa existe en tres estados (espacio, tiempo y alma), que están reflejados en la forma, nombre y equivalente numérico de cada letra. Rabí Israel Baal Shem Tov (fundador del movimiento jasídico), enseñó que cada letra también existe en cada una de las tres dimensiones de Mundos, Almas y Divinidad. "Mundos" alude a la dimensión física, material, humana, moral y personal, "Almas" a la dimensión religioso-espiritual judía, y "Divinidad" a la dimensión Divina. De momento que cada una de estas dimensiones, está reflejada en las tres facetas de cada letra - su figura, su nombre y su valor numérico-, podemos distinguir 9

categorías de significado diferentes para cada letra: Presentamos aquí extractos del libro del rabino Ginsburgh acerca de las dimensiones místicas del alfabeto hebreo, "The Alef Bet" (en inglés y hebreo). En él se discuten muchos conceptos básicos como así también avanzados sobre el pensamiento judío. En este libro, el rabino Rabbi Ginsburgh precede a su detallado tratamiento de estas nueve categorías en cada letra, con: 1) 2)

Una frase sinóptica, que concentra la esencia básica de la letra. Una introducción básica de la letra, y

3)

Un cuadro sumario de las discusiones que le siguen. ALEF La Paradoja: Di-s y Hombre

La alef está formada por dos iud, una en la parte superior derecha, y la otra en la inferior izquierda, unidas por una vav en diagonal. Esto representa las aguas superiores e inferiores con el firmamento entre ellos, como fue enseñado por el Arí z"l ("rabi Itzjak Luria, de bendita memoria", quien recibió y reveló nuevos conocimientos de la antigua sabiduría cabalística). El agua, es mencionada por primera vez en la Torá, en el relato del primer día de la Creación: "Y el espíritu de Di-s merodea por sobre la superficie de las aguas". En ese momento, las aguas superiores e inferiores eran indistinguibles; su estado es llamado como "agua en el agua". En el segundo día de la Creación, Di-s separó las dos aguas "extendiendo" el firmamento entre ellas. En el servicio del alma, como enseña el jasidismo, el agua superior es agua de alegría, la experiencia de estar cercano a Di-s, mientras que el agua inferior es agua de amargura, la experiencia de estar lejano de Di-s. En la filosofía judía, las dos propiedades intrínsecas del agua son "húmedo" y "frío". El agua superior es "húmeda", asociado con el sentimiento de unidad con la "exaltación de Di-s"; mientras que el agua inferior es "fría", con el sentimiento de separación, la frustración de experimentar la inherente "soledad del hombre". El servicio Divino, como enseña el jasidismo, enfatiza que de hecho, la conciencia primaria de ambas aguas es el sentido de Divinidad, cada una según su perspectiva: según las aguas superiores, cuanto mayor es la "exaltación de Di-s", más grande es la unidad de todo en Su Ser Absoluto; según la perspectiva de la segunda, a mayor "exaltación de Di-s", mayor es el abismo existencial que separa la realidad de Di-s y la del individuo, y de aquí la inherente "soledad del hombre". El Talmud nos cuenta acerca de 4 sabios que entraron al "pardés", el místico huerto de elevación espiritual, sólo alcanzado a través de intensa meditación y contemplación cabalística. El más grande de ellos, rabi Akiva, les dijo a los otros antes de entrar: "Cuando vuelvan del lugar de la piedra de mármol pura, no pidan 'agua, agua', porque está dicho: 'Aquel que habla falcedades, no se parará ante mis ojos'". El Arí z"l explica que el sitio de la "piedra de marmol pura", es donde se unen las aguas superiores e inferiores. Aquí no se puede suplicar 'agua, agua', ya que es como si dividiera las aguas superiores e inferiores. "El lugar de la piedra de marmol pura" es el sitio de la verdad, el poder Divino de soportar dos opuestos en forma simultánea, y en las palabras de rabi Shalom ben Adret: "la paradoja de las paradojas". Aquí, "la exaltación de Di-s" y Su "proximidad" con el hombre, se une con la "soledad del hombre" y su "distancia" de Di-s. La Torá comienza con la letra bet: "Bereishit (en el principio) Di-s creó los cielos y la tierra". Los Diez Mandamientos, la revelación Divina al pueblo judío en el Sinaí, comienza con la letra alef : "Anoji [Yo] soy Di-s tu Di-s que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud". El Midrash afirma que la "Suprema Realidad" se apartó de la "realidad inferior", porque Di-s decretó que ni la Realidad Superior va a descender, ni la inferior va a ascender. Al entregar la Torá, Di-s anuló Su decreto, Él Mismo fue el primero en descender, como está escrito: "Y Di-s bajó sobre el Monte Sinaí". Por otro lado, la realidad inferior ascendió: "Y Moisés se acercó a la nube...". La unión de la "realidad superior", la iud de arriba, con la "realidad Inferior", la iud de abajo, por intermedio de la conección de la vav que es la Torá, es el secreto último de la Torá. BEIT Propósito: Una morada aquí abajo para Di-s La letra bet, primera de la palabra "casa", se refiere a la casa de Di-s: "Mi casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos". Consta en el Midrash que la Motivación Divina para la Creación, fue que el Santo, Bendito Sea, deseó tener una morada en la realidad inferior. El cumplimiento de este deseo, comienza con la creación del hombre, un alma Divina investida en un cuerpo físico, y prosigue con la multiplicación del hombre, la "conquista" completa del mundo para convertirlo en el reino de Di-s. La Torá empieza la descripción detallada del Tabernáculo y sus utensillos, con la declaración de su propósito final: "Y me construirán un Templo y moraré en ellos". No dice "en él", explican los sabios, sino "en ellos", en cada uno y uno de los judíos. "Morar en ellos" es en esencia la revelación de Divinidad en el pueblo de Israel, siempre presente, pero a veces "ensombrecida", como en el tiempo del exilio y la destrucción del Templo. La santidad innata del pueblo de Israel, causa que la Tierra Santa se expanda y eventualmente abarque toda la tierra (la realidad inferior), como está dicho: "la tierra de Israel, se extenderá a todas las tierras del mundo". Bet (bet-iud-tav) equivale numéricamente a la palabra "taavá", que significa "deseo" o "pasión" (412). En general, "taavá" connota una cualidad humana negativa, sin embargo, en muchos lugares denota la pasión positiva del tzadik, el hombre justo. Un pasaje de Proverbios declara: "El va a satisfacer la pasión del tzadik", y otro dice: "las pasiones de los tzadikim son sólo buenas". La "taavá" de Di-s, el "Tzadik del mundo", está totalmente por encima de la razón y la lógica. En este nivel, no se puede preguntar "porqué". Como fue expresado por rabi Shneur Zalman de Liadi: "Sobre la pasión, no puede haber preguntas". Como Di-s es la esencia del bien, entonces Su pasión es "sólo bien".

"¿Con quiénes se aconsejó el Santo, Bendito Sea, si crear o no el mundo? Con las almas de los tzadikim". La expresión "las almas de los tzadikim", alude a todas las almas judías, como está dicho: "Todo tu pueblo son tzadikim". El apelativo que se le da a Di-s, como el "Tzadik del mundo", se refiere al origen y unidad absoluta de las almas judías en Su Misma Esencia. Cuando el alma desciende para ser investida en la conciencia y experiencia finita de un cuerpo aparentemente mundano, su tarea es llegar a ser el tzadik como una verdadera emulación de su Fuente, el "Tzadik de Arriba". Esto se logra con el refinamiento y purificación de la pasión, taavá, que es volverse "sólo bien". El "Tzadik de Arriba" mora en la Casa construida para El por el tzadik de abajo. Aquí, la pasión más profunda del Creador llega a su consumación. La bet grande, la primera letra de la Torá y el comienzo de la Creación, expresa su propósito final, como está dicho: "Lo último en la acción, es lo primero en el pensamiento". En la primera palabra de la Torá, Bereshit, las tres letras "auxiliares", (el prefijo bet y las dos letras finales, iud y tav), se leen bait, "casa" (equivalente a la escritura completa de la letra bet). La raíz de "bereshit", rosh, significa "cabeza". Entonces, la permutación más "natural" de bereshit se lee: rosh bait, "La cabeza de la casa". Una permutación de las letras de la palabra rosh es osher, "bienaventuranza". Cuando el tzadik conduce a Di-s, la "Cabeza", a Su Casa, se convierte en una casa de verdadera y eterna felicidad. El descender de la "Cabeza" para morar en Su "Casa" abajo, en verdadera felicidad, es el secreto de la brajá, "bendición", que comienza con la letra bet. Nuestros sabios enseñan que la "gran bet", inicia la Creación en particular y la Torá como un todo, con el poder de bendecir. Di-s bendice Su Creación, la cual creó con el atributo de bondad, el atributo de Abraham, como se explicará en la letra hei. Abraham, la primer alma judía, es encomendado con el poder Divino de bendecir, la "gran bet" de la Creación, como está dicho: "Y tu serás [aquel que otorga] bendición". Posteriormente, en el tiempo de su circuncisión, se le otorgó la "pequeña hei" de la Creación, el poder de atraer hacia abajo y manifestar la bendición Divina de felicidad en los detalles más pequeños de la realidad. La bendición sacerdotal está compuesta por tres versículos. El número de palabras es sucesivamente 3,5 y 7, con diferencias iguales de dos ( bet). El número de letras aumenta según el orden: 15, 20, 25, con diferencias iguales de cinco (hei). Las palabras representan la conciencia general o amplia, mientras que las letras representan la conciencia particular o pequeña. El poder de bendición "completo" es el de la bet, como está dicho: "...Y colmados con la bendición de Di-s". El poder de traer abajo la bendición a los pequeños detalles de la realidad es el de la hei. Este servicio de Abraham, y de todos los judíos a partir de él, lleva al cumplimiento de la intención final de la Creación: la realización del poder de bendición de Israel, que el dominio del Rey (la "Cabeza de la Casa"), se extienda para abarcar toda la realidad, y de esta manera brindar verdadera felicidad a todos. GUIMEL Recompensa y Castigo Nuestros Sabios enseñan que la gimel symboliza un rico corriendo detrás de un hombre pobre, la dalet, para darle caridad. La palabra guimel se deriva de la palabra guemul, que en hebreo significa tanto dar una recompensa como un castigo. En la Torá, la recompensa y el castigo tienen el mismo objetivo final, la rectificación del alma para que sea apta para recibir la luz de Di-s en su completa expresión. Recompensa y castigo, implica que el hombre es libre para elegir entre el bien y el mal. (La enseñanza de la guimel, en lo que se refiere al lado abierto de la bet, del cual nació, es explicado en la letra anterior). El Rambam (Maimónides), en particular, pone mucho incapié en el libre albedrío, por ser fundamental para la fe judía. De acuerdo con el Rambam, el Mundo Venidero, el tiempo de la recompensa, es un mundo completamente espiritual de almas sin cuerpo. En este punto, el Ramban (Najmánides) no está de acuerdo y sostiene que de momento que existe la libertad de elección sólo en nuestro mundo físico, la rectificación definitiva de la realidad, la recompensa del Mundo por Venir, va a ser también en el mundo físico. La cabalá y el jasidismo sostienen esta opinión del Ramban. Esto es lo que insinúa la pierna de la letra guimel, que representa el correr del hombre rico, para brindarle bondad al hombre pobre. Correr, más que cualquier otro acto físico, expresa el poder de voluntad y libre elección (la palabra hebrea de "correr", ratz, se relaciona con la palabra "voluntad", ratzón). Al correr, la pierna está firmemente en contacto con la tierra; a través de un acto de voluntad, el alma afecta directamente la realidad física. La recompensa final, que es la revelación definitiva de la luz Esencia de Di-s, será entoncés otorgada por derecho propio al alma, justamente en el mismo contexto del de su misión en la vida, el mundo físico. Dice la Torá: "En este día [en este mundo] para hacerlas [las mitzvot]", de lo que los sabios infieren: "mañana [en el Mundo Venidero] para recibir su recompensa". Sólo "hoy" tenemos la oportunidad de elegir entre el bien y el mal. Y de esta manera, de acuerdo con nuestra elección, nosotros mismos definimos la recompensa y el castigo de "mañana". Así como la maldad es un fenómeno finito, así es castigada. No es así con el bien y su recompensa, que son verdaderamente infinitos. La guimel de "hoy" es el secreto de "mejor una hora de teshuvá y buenas acciones en este mundo, que toda la vida del mundo por venir. DALET Autoanulación La dalet, el hombre pobre, recibe caridad del hombre rico, la guimel. La palabra dalet significa "puerta". La puerta ocupa el lugar de la abertura de la casa, representada por la bet. En el Zohar, dalet se lee como "que no tiene nada [d'leit] de si misma". Esto expresa la propiedad de la más inferior de las emanaciones divinas, la sefirá de maljut, "reino", que no tiene más luz que la que recibe de las sefirot superiores. En el servicio del hombre a Di-s, la dalet caracteriza "shiflut," "humildad", la conciencia de no poseer nada propio. Junto con la percepción del propio poder de libre albedrío, uno debe ser conciente de que El nos da el poder de llegar al éxito, y de no pensar, Di-s lo prohiba, que los logros y talentos son "mi poder y la fortaleza de mi mano". Toda realización en este mundo, particularmente el cumplimiento de una mitzvá, el cumplimiento de la voluntad de Di-s, depende de la ayuda Divina. Esto es especialmente cierto en la lucha del individuo con su inclinación al

mal, tanto cuando se manifiesta como una pasión externa, ofreciendo una obstinada resistencia a aceptar el yugo Divino, como a través de la pereza, apatía y similares. Como enseñan nuestros sabios: "Si no fuera por la ayuda de Di-s, él [hombre] no hubiera sido capaz de vencerla [a la inclinación al mal]". El Talmud describe una situación, donde un hombre está cargando un objeto pesado, y otro hombre aparenta ayudarlo poniendo sus manos sobre la carga, con lo que en realidad el primer hombre soporta todo el peso. Podemos denominar al segundo hombre "un ayudante sólo aparente". Así somos nosotros, explica el Baal Shem Tov, en relación a Di-s. En definitiva, toda nuestra fortaleza viene de lo Alto, el libre albedrío no es más que la expresión de nuestra voluntad de participar, como si fuera, en el acto Divino. Uno meramente pone las manos, sobre la carga transportada exclusivamente por Di-s. "Para Tí, Di-s, es la bondad, para que Tú pagues al hombre de acuerdo con sus actos". El Baal Shem Tov observa: ¡El justo pago de acuerdo con los propios actos, no es un acto de bondad (jesed), sino más bien uno de juicio (din)! Él mismo contesta: "de acuerdo con los propios actos", puede ser leído "como si fuera que los actos son suyos". Así, la verdadera bondad de Di-s es investir la recompensa "inmerecida" en una apariencia de "merecimiento", para no avergonzar al que la recibe. El nombre de Di-s en este versículo es Adnut, cuyas letras en hebreo, en otro orden se leen diná, "juicio", que implica el aspecto de juicio por el cual la bondad de Di-s (jesed) se expresa plenamente. El Zohar lee jesed como jas d’leit, "teniendo compasión [de] la dalet," es decir, el que no posee nada propio. Con respecto a una persona arrogante, dice Di-s: "Yo y él no podemos morar juntos". La puerta de la casa de Di-s, sólo permite entrar a los humildes de espíritu. La puerta misma, la dalet, es la característica de humildad como se explicó anteriormente. La dalet es también la letra inicial de la palabra dirá, casa, "lugar donde se mora", como en la frase "morada [de Di-s] abajo". De esta manera, el significado completo de la dalet es la puerta por la que el humilde ingresa a la realización de la morada de Di-s en los mundos inferiores. HEI Expresión - Pensamiento, Habla, y Acción El nombre de la letra hei aparece en el versículo: "Tomen [hei] por ustedes mismos, semillas". "Tomen" (hei) expresa la revelación propia en el acto de dar de lo de uno a los demás. Dando a los demás en la forma de autoexpresión, es el regalo definitivo del ser. En el secreto de la letra guimel, el hombre rico da de si mismo al pobre en forma de caridad. La forma más elevada de caridad, es cuando el dador se oculta completamente del receptor para no avergonzarlo, como está dicho: "el obsequio encubierto doblega el enojo". Aquí, en el secreto de la letra hei, el regalo mismo es la relación y expresión del ser, bosquejando al receptor en la esencia del dador. Iosef, el que dice las palabras "tomen para ustedes semillas", corresponde a la sefirá de iesod, cuya función es expresarse en forma de dar semillas, como está explicado en cabalá. Cuando Iosef le dió por primera vez grano a sus hermanos, no lo podían reconocer, como la dalet en relación a la guimel. En su revelación a sus hermanos (y en consecuencia a todo Egipto), su entrega se volvió como la de la hei. En vez de grano, ahora el da semilla. El alma posee tres medios de expresión, "vestimentas" en la terminología de la cabalá y el jasidismo: pensamiento, habla y acción. La vestimenta superior, el pensamiento, es la expresión del propio intelecto interior y las emociones hacia uno mismo. El proceso del intelecto y las emociones al volverse concientes al pensar, es similar al darse a si mismo (el esencial dominio inconciente del alma) a otro (el propio estado de conciencia). Las dos vestimentas inferiores, habla y acción, posibilitan expresarse a los demás. Las tres líneas con las que se compone la hei, corresponden a estas tres vestimentas: la línea superior horizontal, al pensamiento; la línea vertical derecha, al habla; y el pie suelto a la acción. La línea horizontal simboliza un estado de ecuanimidad. El continuo y llano fluir del pensamiento, es la contemplación de cómo Di-s se encuentra por igual en todo lugar y en cada cosa. En relación al prójimo judío, uno debe entender que cada uno de nosotros, posee un punto interior de bondad, y que todos los judíos son iguales en esencia. Esta comprensión, el plano elevado horizontal de la propia conciencia en relación a otro, configura el "escenario" de las relaciones personales para todo individuo. El punto de origen de la palabra, la línea vertical derecha de la hei está conectada directamente con la línea del pensamiento, y luego desciende para expresar los pensamientos propios, y los sentimientos interiores hacia otros. La raíz de la palabra hablar, en hebreo es davar, que significa "liderazgo", como en la expresión "Hay un líder [dabar] en una generación, no dos líderes en una generación". Liderazgo implica jerarquía, posiciones relativas de arriba y abajo, y esto es representado por una línea vertical. El Rey, y del mismo modo todo líder, rige a través de su poder de hablar, como está dicho: "Con la palabra del Rey está Su soberanía". La separación de la acción, el pie izquierdo desconectado de la hei, del pensamiento, que es la línea horizontal superior, refleja una profunda verdad acerca de la naturaleza de la acción. "Muchos son los pensamientos en el corazón del hombre, no obstante el consejo de Di-s seguramente se alzará". El servidor de Di-s experimenta la brecha entre sus pensamientos y sus actos. A menudo él es incapaz de llegar a entender sus intenciones interiores; en otros momentos es sorprendido por sucesos inesperados. En ambos casos siente la mano de Di-s dirigiendo sus acciones. Esta brecha es la experiencia de la Nada Divina, la fuente de toda Creación, haciendo algo de la nada. Llegamos ahora a la culminación de la secuencia representada por las tres letras guimel, dalet, y hei, el proceso de dar de uno mismo a otro. El obsequio, representado por el pie, el segmento desprendido de la hei, cuando se integra completamente con el receptor, se convierte en su propio poder de acción y entregar de si mismo a otros. Más todavía, él ahora entiende completamente que en definitiva, el efecto y potencia de sus actos son en verdad la acción de la Providencia Divina.

VAV Conección En el principio de la Creación, cuando la Luz infinita llenaba toda la realidad, Di-s contrajo Su Luz para crear un espacio hueco vacío, como si fuera, que habría de ser el "lugar" necesario para la existencia de los mundos finitos. Hacia este vacío, Di-s atrajo una línea individual de luz, figurativamente hablando, de la Fuente Infinita. Este rayo de luz, es el secreto de la letra vav. Aunque la línea es singular en apariencia, no obstante tiene dos dimensiones, una fuerza interna y otra externa, la cuales toman parte en el proceso de Creación, y en la interacción continua entre el poder creativo y la realidad creada. La fuerza externa de la línea, es el poder de diferenciar y separar los varios aspectos de la realidad, estableciendo un orden jerárquico, arriba y abajo en la Creación. La fuerza interna de la línea, es el poder de revelar la interinclusión inherente de los distintos aspectos de la realidad, uno en otro, asociándolos juntos en un todo orgánico. Esta propiedad de la letra vav, como se usa en hebreo, se conoce como vav hajibur, la vav de "conección", que en castellano es "y". La primera vav de la Torá -"En el principio Di-s creó los cielos y [vav] la tierra"-, sirve para asociar espíritu y materia, cielo y tierra, a lo largo de la Creación. Esta vav, que aparece en el principio de la sexta palabra de la Torá, es la letra número veintidós del versículo. Ella alude al poder de conectar e interrelacionar los veintidós poderes individuales de la Creación, las veintidós letras del alfabeto hebreo de la alef a la tav. (La palabra et [que aparece antes de las palabras "los" y "la" en este versículo, y se escribe alef-tav] es generalmente tomada como que representa todas las letras del alfabeto, desde la alef hasta la tav. Nuestros sabios interpretan la palabra "et" en este versículo, como incluyendo los distintos objetos de la Creación presentes entre el cielo y la tierra). En hebreo bíblico, la letra vav tiene también la función de invertir el tiempo aparente de un verbo, a su opuesto, de pasado a futuro o de futuro a pasado (vav hahipuj). La primera aparición en la Torá, de este tipo de vav, es la vav con la que comienza la palabra número veintidos desde el comienzo de la Creación, "Y Di-s dijo....". Este es el primer dicho explícito de los 10 dichos de la Creación: "Y Di-s dijo [el verbo 'dijo' es invertido del tiempo futuro al pasado por la vav a el principio de la palabra -'Y']: 'Sea la luz' y fue la luz". El fenómeno de la luz quebrando la oscuridad del tzimtzum, la contracción primordial, es en si misma el secreto del tiempo, (el futuro transformándose en luz), que permea el espacio. En el servicio Divino del judío, el poder de cambiar el pasado desde el futuro, es el secreto de la teshuvá ("arrepentimiento" y "retornar a Dis") por amor. A través de la teshuvá por temor, las transgresiones intencionales que uno cometió, se vuelven como errores, se endulza en cierta manera la severidad de las transgresiones pasadas, pero no cambian en forma completa. Sin embargo, cuando un judío retorna por amor, sus transgresiones deliberadas se transforman en méritos; de la toma de conciencia de la distancia que nos separa de Di-s a causa de nuestras transgresiones, proviene la fuerza motivadora de retornar a Di-s con una pasión aún mayor que la de aquel que nunca pecó.Todo judío tiene una parte en el Mundo por Venir, como está dicho, "Y toda tu nación son 'tzadikim', por siempre ellos heredarán la tierra". El poder de la teshuvá de convertir completamente lo pasado en bien, es el poder de la vav de invertir el pasado en futuro. Esta transformación en si misma requiere, paradójicamente, atraer la luz desde el futuro hacia el pasado. En el servicio Divino del hombre, traer el futuro hacia el pasado es el secreto de estudiar las enseñanzas internas de la Torá, el aspecto de la Torá que se relaciona con la revelación de la venida del Mashiaj. Rashi explica el verso del Cantar de los Cantares: "Que me bese con los besos de su boca, porque su amor es mejor que el vino", aludiendo a las dulces enseñanzas que se revelarán en los tiempos del Mashiaj. Cuando una persona estudia atentamente los secretos de la Torá, el actúa desde el futuro en el pasado, con el fin de fortalecerse y animarse a retornar en completa teshuvá de amor, y de esa manera convertir su pasado en futuro. ZAIN La Mujer Virtuosa El Maguid de Mezeritch, el sucesor del Baal Shem Tov, enseña que el versículo "Una mujer virtuosa es la corona de su esposo" alude a la forma de la letra zain. La letra previa, la vav, representa el or iashar ("luz directa") de Di-s que desciende al mundo. La zain, cuya forma es similar a la vav, pero con una corona en la parte superior, refleja el or iashar de la vav como or jozer ("luz que vuelve"). Or jozer asciende con tan tremenda fuerza, que llega a un estado de conciencia más elevado que el del punto original revelado del or iashar. Al llegar al reino supraconciente preliminar de keter (la "corona"), se amplía la percepción tanto a izquierda como a derecha. En verdad, "No hay izquierda en El Anciano [el nivel de keter], todo es derecha". Esto significa que el temor a Di-s (izquierda) es indistinguible, a este nivel preliminar del nivel supraconciente, de la otra manifestación más elevada: el amor a Di-s (derecha), en cuanto a su naturaleza de aferrarse a Di-s. La experiencia de or jozer, subsecuente a la consumación del proceso creativo inherente en or iashar, la creación del hombre en el sexto día, es el secreto del séptimo día de la Creación, el Shabat. La "Reina" Shabat, que en general significa mujer en relación al hombre, "la mujer virtuosa, es la corona de su esposo", tiene el poder de revelar en su marido su propia corona supraconciente, la experiencia del sereno placer y la sublime voluntad innata en el día de Shabat. "¿Quién es una buena (literalmente "kosher"] mujer? Aquella que hace la voluntad de su marido."El jasidismo explica que la palabra "hace", también significa "rectifica", como está dicho al finalizar el relato de la Creación, (el sello del séptimo día, Shabat): "el que Di-s creó para hacer", "hacer" en el sentido de "rectificar" (esto implica que Di-s nos dió la tarea de finalizar la rectificación de Su Creación), como explican los sabios. Así la "mujer kosher" es aquella que rectifica el deseo de su marido, elevándolo a este a nuevas percepciones de la esfera supraconciente interior del alma.

JET La Dinámica de la Vida, Correr y Retornar "Jet" es la letra de la vida (jaim, de la raíz jaiá, cuya letra más importante es jet). Hemos explicado en jasidismo, que hay dos niveles de vida, "vida esencial" y "vida que vitaliza". Di-s en si mismo, como si fuera, está en el estado de "Vida Esencial". Su poder creativo, que permea continuamente toda la realidad es "vida que vitaliza". También en el alma judía: la esencia de su raíz, por ser una con Di-s, posee el estado de "vida esencial". Por el otro lado, el reflejo de la luz del alma que brilla abajo para dar vida al cuerpo, se experimenta físicamente a nivel de "vida que vitaliza". Este segundo nivel, que es la vida como la conocemos en general, se manifiesta como una pulsación, el secreto de "correr y retornar", "ratz vshuv". De acuerdo con el Arí z"l", la letra jet está construida combinando las dos letras previas, vav y zain, con una fina línea a modo de puente, conocida como el jatoteret ("joroba"). La nueva luz que aparece con la unión de la vav -or iashar- y la zain -or jozer- es el secreto de "rondar" o "sobrevolar", a la manera de "tocar sin tocar". La imagen de "sobrevolar" aparece en el mismo comienzo de la Creación: "Y el espíritu de Di-s sobrevuela por sobre las aguas". La palabra "sobrevuela" (merajefet) es la palabra número ochenta en la Torá. Es la primera palabra en la Torá que es numéricamente múltiplo de veintiseis, el valor del nombre Havaiá (merajefet = 728 = 26 times 28). Veintiocho es el valor numérico de coaj, "poder". Así, el secreto último implicado en el valor numérico de la palabra "sobrevolar", es "el poder de Di-s". En cabalá, esta palabra es en particular, el secreto del poder Divino de redimir las 288 chispas caídas, que "murieron" en el proceso de "ruptura de los recipientes" (merajefet es una permutación de met rapaj, "288 han muerto"). Los sabios nos enseñan, que el "espíritu de Di-s", se refiere aquí de hecho al alma del Mashiaj (que se permuta en shem jai, "el nombre viviente"). "Sobrevolando" está simbolizado en la Torá "como un águila que levanta su nido y sobrevuela sobre su cría", como fue enseñado por el Maguid de Mezeritch. Para no aplastar al nido y su cría, el águila sobrevuela sobre el nido mientras alimenta a sus pichones "tocando pero sin tocar". El águila aquí es una metáfora de Di-s en relación con Sus hijos, Israel en particular y toda la Creación en general. Si Di-s quisiera revelar completamente Su Absoluta Presencia o retirar Su poder de re-creación continua, el mundo cesaría de existir instantáneamente. De esta manera, "sobrevolando" sobre la realidad de la Creación, Di-s continuamente la nutre y sostiene, mientras que a la vez brinda a cada criatura, o en la terminología de la cabalá, a cada recipiente, la habilidad de crecer y desarrollarse "independientemente". La letra jet entonces, sugiere el delicado balance entre la revelación de la Presencia de Di-s, (la vav de la jet) y el ocultamiento de Su poder creativo frente a Su Creación (la zain de la jet). Este estado de "sobrevuelo", "tocando sin tocar", es el principio del fenómeno de "vida que vitaliza". Además, "tocando sin tocar" desde Arriba, refleja en si un "correr y retornar", en la pulsación interna de toda criatura viviente. "Y las criaturas vivientes [jaiot] corren y retornan como la aparición de un relámpago". No leas jaiot ("criaturas vivientes") sino jaiut, ("fuerza vital"). La jatoteret, esa delgada línea sublime que conecta los dos componentes o facetas de la "vida que vitaliza", es un tema en si misma. Está insinuada en: "Aquel que vive en la cima del mundo", que es Di-s, "la Vida Esencial". En verdad, paradógicamente Su Esencia llena y sostiene toda la realidad creada, mientras simultáneamente "sobrevuela" por sobre el nivel de "sobrevolar" en si mismo, insondable y por encima de toda percepción humana. TET Introversión - El Bien Oculto La tet es la letra inicial de la palabra tov, "bueno". La forma de la tet es "invertda", simbolizando el bien escondido, invertido - como está expresado en el Zohar: "su bien está oculto dentro de él". La forma de la letra jet simboliza la unión de la novia y el novio, consumada en la concepción. El secreto de la tet (que equivale numéricamente a nueve, los nueve meses del embarazo), es el poder de la madre de llevar su bien interior y oculto (el feto), durante el periodo de embarazo. El embarazo es el poder de llevar lo potencial a lo real. La revelación de una energía nueva y actual como la revelación del nacimiento, es el secreto de la letra siguiente del alef-bet, la iud. Ella revela el punto de la "Vida Esencial", el secreto de la concepción en la letra jet, preñada y cargada por la tet. De los ocho sinónimos de "belleza" en hebreo, tov -"bueno"- alude al más íntimo, inverso y "modesto" estado de belleza. Este nivel de belleza, está personificado en la Torá por Rivka y Bat Sheva, quienes son descriptas como "muy bellas [buenas] de apariencia". En el comienzo de la Creación, la aparición de la luz es denominada "buena" a los ojos de Di-s: "Y Di-s vió que la luz era buena". Nuestros sabios interpretan esto como: "bueno para que esté oculto, para dárselo a los tzadikim en la Tiempo Venidero". "¿Y donde El la ocultó? En la Torá, como está dicho: 'no hay otro bien que la Torá'". El Baal Shem Tov enseña que el " Tiempo Venidero" se refiere también a cada generación. Cada alma de Israel es un potencial tzadik (como está dicho: "y tu pueblo son todos tzadikim"), en conección con la luz buena oculta en la Torá. Cuanto más uno realiza su potencial de ser un tzadik, más bondad el revela del "útero" de la Torá". En el primer versículo de la Torá: "En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra", las letras iniciales de "los cielos y la tierra", son las letras del "Nombre oculto" de Di-s en la Creación, (alef-hei-vav-hei), de acuerdo con la cabalá. El valor numérico de este nombre es diecisiete, el mismo que el de la palabra tov, "bueno". La palabra tzadik equivale a 12 veces 17 = 204, el valor total de las doce permutaciones de las cuatro letras del Nombre oculto. Los Tzadikim, que son llamados "bien", poseen el poder del Nombre oculto (derivado de "los cielos y la tierra"), la bondad oculta necesaria para unir los cielos y la tierra, y de esta manera revelar la luz interior y el propósito de la Creación. Así como la alef tiene el poder de conllevar opuestos, (el poder del firmamento de asociar las aguas superiores e inferiores), la tet posee el poder de unir los mundos de arriba y abajo, "cielos y tierra". El jasidismo explica que en el servicio del alma, este poder se manifiesta en el hombre cuando asume el estado de estar "en el mundo pero fuera del mundo" simultáneamente. Estar "en el mundo" significa estar completamente conciente de la realidad mundana, para rectificarla. Estar "fuera del mundo", significa estar completamente conciente de que en verdad "no hay otro fuera de El". Encontramos otra conección entre luz y bien, en la historia del nacimiento de Moisés: "Y ella [Iojeved, la madre de Moisés] vió que él era bueno". Rashi cita al Midrash, el cual explica que en el nacimiento de Moisés, una gran luz llenó el cuarto. De acuerdo con la Masorá (tradición) antigua, la tet en

la palabra tov ("bueno") de este versículo es más grande. Esto da idea del Absoluto Bien Divino confiado a Moisés, cuya misión en la vida fue cumplir la promesa de la redención de Egipto y la revelación de la Torá en el Sinaí. El exilio de Egipto es comparado a un útero, en el que Israel estuvo en estado de preñez latente por el lapso de doscientos diez años. En el Sinaí, se unieron cielo y tierra, como se discutió en la letra alef. De esta manera, la enseñanza global de la tet es que, por intermedio del servicio del alma, toda la realidad se "preña" con la bondad y belleza Infinita de Di-s, y de esta manera brinda paz y armonía a los "cielos y la tierra". IUD El Punto Infinito La letra iud, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra tet. A continuación del tzimtzum inicial (la contracción de la Infinita Luz de Di-s para hacer "lugar" a la Creación), quedó dentro del espacio vacío un punto potencial e individual o "impresión". El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro del Si Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra iud (iud-vav-dalet): "punto" (iud), "línea" (vav), "superficie" (dalet). Estas tres etapas corresponden en cabalá a: "punto (necudá), "espectro" (sefirá), "figura" (partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra iud, es el "pequeño que contiene mucho". "Mucho" se refiere al simple Infinito de Di-s, escondido dentro del punto inicial de revelación, que se refleja como el potencial Infinito que tiene el punto, de desarrollarse y expresarse en todo el múltiple fenómeno finito de tiempo y espacio. Antes del tzimtzum, el poder de limitación estaba oculto, latente dentro de la Infinita Esencia de Di-s. A continuación del tzimtzum, se reveló este poder de limitación, y paradógicamente la Esencia Infinita de Di-s, que originalmente "encubría" el poder de limitación, se volvió ahora El mismo oculto (no de verdad, sino desde nuestra limitada perspectiva humana) dentro del punto de la luz contraída. Desde el interior de este punto de limitación, es revelado el secreto de las diez sefirot, los canales Divinos de luz, a través de los cuales Di-s trae continuamente Su mundo a la existencia. Diez, el valor numérico de iud, es también el número de mandamientos (literalmente "declaraciones") revelados por Di-s a Su Pueblo Israel en Sinaí. Todos los mandamientos, y de hecho cada letra de la Torá, tienen el poder de lo "pequeño que contiene mucho"; cada uno es un canal para la revelación de la Luz Infinita de Di-s en la realidad finita. Caf El Poder de Realizar el Potencial Las dos letras de la escritura completa de la palabra caf, son las iniciales de dos letras hebreas: coaj ("potencial") y poel ("real"). Así la caf alude al poder latente dentro del reino espiritual, el potencial de manifestarse completamente en la esfera física de lo real. Di-s debe crear el mundo continuamente; de lo contrario, la Creación dejaría de existir instantáneamente. Su potencial, es entonces actualizado a cada momento. Este concepto se conoce como "el poder de revelar el eterno potencial dentro de la realidad". En el jasidismo se nos enseña que esta debe ser la primera percepción al despertar. De momento que el significado literal de la letra caf es "palma" - el lugar del cuerpo donde se lleva a la práctica el potencial esta percepción es reflejada en la costumbre de poner una palma sobre la otra al despertar, al recitar la plegaria de Modé Aní: "Te agradezco, Rey viviente y eterno, porque devolviste con misericordia mi alma dentro de mi; Grande es Tu fidelidad". El poner una palma en la otra, es un acto y signo de subyugación, similar al acto de inclinarse frente a un rey. Cuando uno se inclina, nulifica totalmente la conciencia en presencia del Rey, al poner una palma en la otra, uno entra en un estado de súplica y plegaria al Rey, con el fin de revelar una nueva voluntad en Su corona suprema (deseo) hacia Sus súbditos. Caf es también la raíz de la palabra kipá, (etimológicamente, la raíz de la palabra "cap" en inglés), el iarmulke o casquete. En relación a la creación del hombre está dicho: "Tu has puesto Tu Palma [ caf] sobre mi". Nuestros sabios se refieren a Adán como "la generación de las Palmas [caf] del Santo, Sea El Bendecido". La conciencia de la presencia de las "Palmas" de Di-s sobre la cabeza propia, en Su continua creación de nuestro ser, se convierte en la kipá en nuestra cabeza. Más elevado todavía, el mismo poder de llevar a los hechos un potencial, que se manifiesta en Sus Palmas, como si fuera, deriva en definitiva de Su corona (el poder de desear) por encima de Su cabeza, (es decir, Deseo "suprarracional"). Como verbo, caf significa "subyugar" o "doblegar". Nos fue dicho en el talmud, que en el tiempo de la entrega de la Torá en el Sinaí, "El suspendió la montaña sobre ellos como un barril". En el jasidismo está explicado que la motivación Divina manifestada con este acto, fue revelar un amor colosal por Israel. Tanto amor fue revelado con todas las tremendas revelaciones en el Sinaí, que el pueblo fue "forzado", como si fuera, a responder con la aceptación del yugo de los Cielos, por amor. La montaña misma parecía abrazar por la fuerza al pueblo. Este es el secreto de la caf, es lo "mucho" que se revela del "pequeño" punto de la iud. LAMED Aspiración: Contemplación del Corazón En las "Letras de Rabi Akiva", la escritura completa de la letra lamed (lamed-mem-dalet) es la sigla de la frase: "un corazón que entiende el conocimiento" (lev mevin daat). El valor numérico de esta frase, (608), equivale a "corazón" (32) veces "Eva" (19), es decir, "el corazón de Eva". En su comentario de la historia del Jardín del Edén, el primer episodio del género

humano, Rabi Avraham Ibn Ezra declara que Adán es el secreto del cerebro; Eva, el secreto del corazón; la serpiente, el secreto del hígado. En la cabalá y el jasidismo, estas correspondencias fundamentales son desarroladas y explicadas en profundidad. Adán y Eva, hombre y mujer, son los prototipos espiritual de las fuerzas de dar y recibir. La unión marital y el dar del hombre a la mujer, se relaciona con el secreto del conocimiento, como está dicho: "Y Adán conoció a su esposa Eva". Por esta razón, son vistos a menudo como que representan al maestro y el alumno. El maestro contrae su intelecto en un punto (iud), para poder transmitir sus enseñánzas a su estudiante, mientras que el discípulo nulifica sus niveles previos de concepción, para ser un recipiente adecuado para las nuevas y maravillosas enseñanzas de su maestro. En particular, la forma de la lamed representa la aspiración del alumno devoto de aprender de la boca de su maestro. El significado literal de la letra lamed es "aprender" (o "enseñar"). La semilla de la sabiduría, insinuada por la letra iud, desciende desde el cerebro (Adán) para impregnar completamente la conciencia del corazón (Eva). El corazón aspira (ascendentemente) a recibir este punto de comprensión desde el cerebro. Este es el secreto de la forma de la letra lamed, el corazón asciende con la aspiración de concebir y comprender ("entender conocimiento") el punto de sabiduría, la iud situada en el cénit de la letra lamed. Nuestros sabios se refieren a la lamed como "una torre elevándose en el aire". Trescientas leyes se relacionan con el secreto de esta "torre voladora". En nuestro estudio de Torá, la "torre voladora" es la expresión de nuestro amor y devoción por el estudio de la Torá, nuestra aspiración de concebir su verdad interior, estirándonos por sobre la "barrera de la gravedad" de las preocupaciones de la tierra. Cuentan que el Baal Shem Tov solía poner la palma de su mano en el corazón de un chico judío, y lo bendecía que sea un "judío cálido". La palma, el poder de realizar un potencial, se vuelve manifiesto - a un nivel espiritual interior - en el "deseo [corona, keter] del corazón" de concebir y unirse con el Deseo de Di-s, las enseñanzas de la Torá. La lamed, el corazón, aspira a ascender y conectarse con la iud de la Comprensión Divina. Esto es reflejado en la forma de la letra lamed, una caf conectándose hacia arriba con una iud. Este es también el secreto de la secuencia espiritual insinuada en las letras de la palabra keli, "recipiente" o "instrumento" (caf-lamed-iud): el poder de realizar un potencial (la palma [caf] del Baal Shem Tov), que se manifiesta en la aspiración del corazón [lamed] elevándose para concebir el secreto de la sabiduría Divina [iud]. En la Torá, el corazón simboliza el concepto primario de recipiente, el secreto de Eva. MEM La Fuente de la Sabiduría La mem, la letra del "agua" (maim), simboliza la fuente de la Sabiduría Divina de la Torá. Así como las aguas de una fuente material, (manantial), ascienden desde su desconocido origen subterráneo, (el secreto del abismo en el relato de la Creación) para revelarse sobre la tierra, también la fuente de la sabiduría expresa el poder de fluir desde su origen supraconciente. En la terminología de la cabalá, este flujo es desde keter ("corona") hacia jojmá ("sabiduría"). Esta corriente es simbolizada en Proverbios como "la corriente que fluye, la fuente de la sabiduría". En particular, se nos enseñó que hay trece canales de flujo, desde su origen supraconciente hasta el comienzo de la conciencia. Estos canales corresponden a los Trece Atributos de Misericordia revelados en el Monte Sinaí, como también a los trece principios de exégesis (interpretación) de la Torá, la (supraracional) "lógica de la Torá. La mem es la decimotercera letra del alef-bet. En la cabalá, se nos enseña que "trece mem", como si fuera, aparecen en el "aire primordial", el "espacio exterior" en el que la letra lamed se eleva. Cada atributo de misericordia es de hecho una contracción de una relativamente Infinita sabiduría, ubicada a nivel de la supraconciencia ("aguas que no tienen fin"), para canalizar y revelar un destello de sabiduría en la "pantalla" de la conciencia. La sabiduría conciente atrae su foco de comprensión, primariamente desde ese atributo de misericordia, sobre el que se refiere la Torá como "El guarda benevolencia por miles de generaciones", las iniciales de estas palabras en hebreo, forman la palabra "corriente", "la primera palabra en la frase citada anteriormente: "la corriente que fluye, la fuente de la sabiduría". En atbash, mem se transforma en iud, el punto de sabiduría o comprensión revelada, la gota de agua que emerge de la fuente de la mem. Las palabra "uno" (ejad) y "amor" (ahavá), equivalen ambas a trece, el secreto de la letra mem. La mem final cerrada, el origen de la fuente de la sabiduría conectada e incluida dentro de su subterráneo origen supraconciente, corresponde al secreto de ejad, "uno". La mem abierta, de la que surge el punto (iud) del entendimiento conciente, es la primera manifestación de amor (es decir, el deseo de aferrarse a otro) en el alma. La conección entre las dos fuentes de la mem, la fuente "cerrada" y la "abierta", se realiza a través del poder de los Trece Atributos Divinos de Misericordia. Este es el secreto del Nombre Esencial de Di-s: Havaiá - el "Nombre de Misericordia". El valor numérico del nombre Havaiá es 26 = 2 veces 13, la unión de "uno" y "amor", el poder de atraer a la conciencia, la sabiduría de la Torá. NUN El Mashiaj: Heredero del Trono En arameo, nun significa "pez". La mem, las aguas del mar, es el medio natural de la nun.Ella "nada" en la mem, cubierta por las aguas del "mundo oculto", allí las criaturas no tienen conciencia de si mismos. Al contrario del pez, los animales terrestres que están expuestos sobre la faz de la tierra, sí tienen autoconciencia. Las almas de Israel se dividen en dos categorías generales, simbolizadas por los peces y los animales terrestres. Los dos prototipos de estas categorías son el leviatán y las behemot. En el presente, estas dos categorías de almas corresponden a las dos tendencias innatas y

atractivos para el alma, para las dos dimensiones de la Torá, una oculta y secreta y la otra legal y revelada. En el futuro, los dos prototipos de leviatan y behemot se unirán en la batalla, cada uno "matando" el ego del otro, para luego unirse juntos en verdadera unión. La "carne" de ambos será luego servida en el banquete de los tzadikim en el Mundo por Venir. Las almas de los tzadikim "consumen" la misma raíz de conciencia de nuestro presente nivel de alma, para integrarla ("digerir") a un totalmente nuevo y más elevado nivel de conciencia. "Leviatán" equivale, según su guematria, a maljut, ("reino" 496). En cabalá, maljut en el mundo de Emanación Divina, es representado por el mar, cuya marea es controlada por el poder de la luna, por el símbolo del rey David (al ver la luna nueva decimos: "David el rey de Israel vive por siempre"). Cuando maljut desciende para dar vida a los mundos inferiores, está simbolizado por la tierra. Así, el leviatán es el símbolo de la Fuente Divina del "reino". En hebreo, nun significa "reino", y en particular el "heredero del trono". La "nun" es la letra número catorce del alef-bet, que equivale numéricamente a "David", el progenitor del eterno Reino de Israel. El heredero de David es Mashiaj ben David, del que fue dicho: "Mientras el sol exista, su nombre va a mandar". Nuestros sabios nos enseñan que uno de los nombres del Mashiaj es Inon ("regirá"), que es análogo a nun. Mashiaj es conocido también como "el descarriado" o, literalmente, el "caído". Como aprenderemos en el secreto de la letra samej, la nun no aparece en el salmo 145, pero es sostenido por la trascendente misericordia de Di-s, como está expresado en la siguiente letra samej. En general, la nun corresponde en la Torá a la imagen de caer. El alma misma del Mashiaj experimenta continuamente caídas y muerte; si no fuera por la siempre presente Mano de Di-s que lo "atrapa", se podría estrellar contra el suelo y al destrozarse, morir. La conciencia de caer, es el reflejo de la falta de ego del pez en su acuático medio natural, cuando es forzado a revelarse en el suelo seco. Esta es como la experiencia de un tzadik oculto, cuando es forzado de Arriba a revelarse por el bien de Israel y el mundo. Encontramos esto ejemplificado en la vida y enseñanzas del Baal Shem Tov, y lo podemos extender a la vida del Mashiaj. Finalmente, el "destino" de Mashiaj y su generación es asumir el nivel de mar en la tierra, para experimentar, paradógicamente, la autoanulación de la propia conciencia, como está dicho en el versículo de Isaías con el que Maimónides concluye su Código de la Ley Judía (cuya sección final, "Las Leyes de Reyes", culmina con la descripción de la venida del Mashiaj): "porque la tierra estará llena del conocimiento de Di-s, como las aguas cubren el mar". SAMEJ El Círculo infinito La forma circular de la samej simboliza la fe fundamental reflejada en todos los niveles de la Torá y la realidad: "Su final está incertado en el comienzo, y el comienzo en su final". Esta comprensión y percepción de la unidad inherente entre comienzo y final, que al ser comprendida en profundidad implica ecuanimidad en todas las etapas del "ciclo infinito", es de hecho la manifestación de la Luz Trascendente de Di-s (sovev kol almin), que abarca por igual cada punto de la realidad. Esta Luz Trascendental presente en todo momento, se denomina "El es la igualdad e iguala lo pequeño y lo grande". En nuestro servicio a Di-s, esto implica que en relación a los fenómenos del mundo, todas las cosas deben ser relacionadas y aceptadas en forma igual. Este es el atributo de ecuanimidad como fue enseñado por el Baal Shem Tov, en su interpretación del versículo: "Siempre puse [shiviti, de la raíz shavé, 'igual'] a Di-s delante de mi". Mientras que en los niveles externos de conciencia, uno debe permanecer al margen de los eventos pasajeros del mundo; a niveles más profundos de conciencia, en relación a Almas y Divinidad, uno debe estar constantemente aspirando a lograr cada vez más altos niveles de apego y acercamiento a Di-s, y realizar Su Voluntad en la Creación a través de Torá y mitzvot. En jasidismo, se explica que el dicho de los sabios: "¿Quién es rico? El que está contento con su porción", se refiere sólo a las posesiones mundanas, mientras que en relación a asuntos espirituales, no debemos estar nunca satisfechos con nuestras adquisiciones presentes, sino pugnar por obtener más. No obstante, como nuestro afán tiene lugar dentro del contexto general de igualdad externa, también deviene como un círculo, un espiral, con un movimiento dinámico siempre ascendente. De esta manera, el círculo dinámico existe dentro de otro círculo estático. Este es el secreto de la frase de la visión de Ezekiel: "la rueda dentro de la rueda." Como se mencionó en nuestra discusión de la letra nun, la samej, que significa "apoyar", es el poder Divino de apoyar y alzar al "caído". Dice un versículo: "ella ha caído y no se alzará, la virgen de Israel". En otro leemos: "Así como he caído, seguramente me levantaré". La primera estrofa puede ser entendida como referida al servicio del círculo externo estático, el atributo de ecuanimidad verdadera en relación con todo fenómeno mundano. Uno puede caer a un más "bajo nivel de energía" de la realidad física, siendo incapaz de elevarse a si mismo, y confiar totalmente en la benevolencia de que la Divina Providencia lo sostendrá. El segundo verso, implica una motivación interna y activa de levantarse, aunque dependa seguramente del soporte y la ayuda de la Divina Providencia, y puede ser entendido como el servicio del círculo dinámico e interno de la aspiración espiritual. Como es el caso para dos círculos concentricos, la base del círculo exterior desciende por debajo de el del círculo interno, aunque su porción superior es más alta que el del círculo interior. Esta es en si misma la manifestación definitiva de "el final" se incerta en el "comienzo". "El final" se refiere aquí al servicio del círculo externo. "El comienzo", se relaciona con el objetivo último del círculo interior, la revelación de abajo, en los Mundos, de la Esencia misma de Di-s, presente en forma latente en la fé simple, inherente en el servicio mundano de ecuanimidad. AIN Providencia Divina

"Ella [la tierra de Israel] es la tierra que Di-s tu Di-s pretende; los ojos de Di-s tu Di-s están siempre [mirando] en ella, desde el principio del año hasta el fin del año". El ciclo anual, desde el principio al final ("el final incluido en el principio"), alude al "ciclo infinito", el secreto de la letra samej, como se explicó antes. La Providencia Divina, los "ojos" de Di-s controlando el ciclo, es el secreto de la letra siguiente ain, que significa "ojo". Aunque la revelación primordial de la Providencia sobrenatural es en la Tierra de Israel, se le ordena al judío en exilio crear algo de la santidad existente en cada uno, en cada una de las escalas de la diáspora, reconociendo las Providencia Divina donde quiera que esté. Al entrar a la Tierra de Israel, la segunda ciudad a ser conquistada por Ioshúa fue Ai, que se escribe ain-iud, forma abreviada de la ain (ain-iud-nun, donde la nun cae) "el Ojo". Jericó, la primera ciudad a ser conquistada, viene de la palabra hebrea reaj, el sentido del olfato. En el jasidismo se enseñó que el origen de este sentido es en keter, la sensibilidad supraconciente que dirige la motivación del Deseo o Voluntad. La palabra hebrea para la "tierra", eretz, deriva de la palabra ratzón, "deseo", como enseñan nuestros sabios: "¿Porqué es llamada eretz? Porque desea hacer la Voluntad de su Creador". La vista es el primer sentido conciente, correspondiente a la sefirá de jojmá, "sabiduría". En la conquista de Jericó, Ajan - relacionado a la palabra ain [la caf de Ajan equivale a la guematria de la escritura completa de la iud (iud-vav-dalet) de ain, 20] - codició el botín prohibido. El trágico resultado fue la derrota inicial de Israel en la batalla de "el Ojo". Codiciar, es el defecto espiritual de la visión del ojo. Sólo cuando el pecado de la codicia fue rectificado, se entregó "el Ojo" al pueblo judío. Ante la derrota inicial, Ioshua cayó desesperado sobre su rostro, más Di-s le ordenó: "Alza, santifica al pueblo.... Hay algo maldito en medio de ti, Israel; no te podrás imponer a tus enemigos hasta que no lo remuevas de tu seno". Se le dijo a Ioshúa "alza", aunque el pueblo no se podía "alzar". Esto alude al secreto de los dos círculos concéntricos de la letra samej: el círculo exterior y estático, que sostiene la caída de la nun, y el dinámico e interno, dirigido en definitiva por la Providencia Divina de la ain. La escritura completa de la letra ain equivale a 130, o 5 veces 26, siendo 26 el valor numérico del Nombre Havaiá. En cabalá, este fenómeno se aprecia al entender que el ojo posee cinco poderes Divinos. El ojo derecho posee cinco estados de bondad, mientras que el izquierdo posee cinco estados de severidad o poder. En los salmos, encontramos dos versículos en relación a la Providencia de Di-s sobre el hombre. Uno dice: "El Ojo de Di-s está sobre el que es temeroso de El". El otro asevera: "Los Ojos de Di-s están en los tzadikim". El atributo de temor a Di-s, se refiere a la conciencia de la sefirá de maljut, "reino", asemejado a la mujer virtuosa: "la mujer temerosa de Di-s, ella será alabada". Maljut está constituida y dirigida por los cinco "poderes", el secreto del ojo izquierdo de Di-s. Por esta razón, en el primer versículo "Ojo" está en singular, refiriéndose sólo al ojo izquierdo. En la "figura masculina", correspondiente a los seis atributos emotivos del corazón, la Providencia refleja el balance entre las cinco bondades junto con los 5 poderes de Di-s. Por eso en el segundo versículo, aparece la forma plural "ojos", en referencia a ambos Ojos de Di-s. Se enseña asiduamente en el jasidismo, que ese ojo en singular encierra una referencia oculta al "ojo siempre abierto" de keter, la supraconciencia. Aquí, el singular es el secreto de "todo es correcto", como está escrito "no hay lado izquierdo en el Anciano, todo es derecho". El temor a Di-s, que es el recipiente del alma para contener y revelar este tan escondido y supremo nivel de Providencia, es el temor reverencial frente a la percepción de la Luz Trascendente de Di-s, permeando cada punto de la realidad, como se enseñó en el secreto de la samej. En el servicio Divino del alma, estos tres niveles de Providencia corresponden a las tres etapas de servicio: sumisión, separación, y dulcificación, como fue enseñado por el Baal Shem Tov. Todo esto lleva a su enseñanza fundamental y que incluye a todas, en relación a la "Providencia Divina particular". La experiencia inicial de que incluso la más minúscula de las acciones propias es observada y registrada Arriba, lo lleva a uno a un estado de sumisión y temor al Reino de los Cielos, cuyas Ley y Orden controlan el universo. Uno entonces experimenta cómo los Ojos de Di-s observan y custodian amorosamente a cada uno de los hijos de Israel. Esto lo hace percibir la separación existencial entre lo sagrado y lo profano, lo justo y lo injusto, y a identificarse con el bien. Finalmente, uno experimenta el Ojo Infinito de Di-s dirigiendo toda cosa creada hacia la definitiva realización de su cometido, llevando de esta manera a toda la Creación a consumar su Propósito Divino. De esta manera, este temor que sentimos, es en definitiva por enfrentarnos a la revelación del Amor Infinito de Di-s hacia todo ("todo es correcto). Este es el secreto de endulzar. PEI Comunicación: La Torá Oral La boca, la letra pei, sigue al ojo, la letra ain. Las cinco bondades y los cinco poderes de los ojos izquierdo y derecho referidos en la letra ain, son de hecho las manifestaciones duales de la sefirá de daat, - conocimiento -, como es enseñado en cabalá. Daat es el poder de unión y comunicación. La Providencia es el poder de daat como se revela a través de los ojos, mientras que el poder de daat como es revelado por la boca, el habla, es la forma más explícita de contacto y comunicación entre los individuos. Como está expresado en el versículo: "y Adam conoció a su esposa Eva", "conoció", el poder de daat, se relaciona con la unión física del marido y su esposa, por eso la forma idiomática "hablar" es usada por nuestros sabios al referirse a esa unión. Y así se nos enseña en el Zohar: "[el poder de] daat está oculto en la boca". Daat como contacto a nivel de los ojos, es el secreto de la Torá escrita. Al leerla en el servicio de la sinagoga, el lector debe ver cada letra del Rollo de la Torá; algunas veces, se usa un "dedo de plata" para señalar y dirigir nuestra vista hacia cada palabra. El contacto a nivel de la boca es el secreto de la Torá Oral. " No hay otro bien que la Torá". La pei es la decimoséptima letra del alef-bet, el valor numérico de la palabra hebrea tov, "bien" o "bueno", como se discutió en extenso en la letra tet. Las primeras palabras dichas por la "Boca" de Di-s: "Y hágase la Luz", espontáneamente produjeron la luz como la conocemos, y a continuación fueron vistas por Sus "Ojos" como que "es bueno". La palabra "bueno", es la treinta y tres de la Torá, la suma de los valores ordinales de las dos letras ain y pei (33 = 16 más 17), lo que alude a la unión de los dos niveles de daat, contacto (el de los ojos, la Torá escrita, y el de la boca, la Torá Oral). Se dice del pueblo de Israel: "Tú eres mi testigo, dice Di-s" y "El testimonio de Di-s está en tu interior". Con los ojos cerrados testificamos dos veces por día: "Escucha, Oh Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es uno". La ain de la primera palabra, Shema, "escucha", y la dalet de la

última, ejad, "uno", son escritas de mayor tamaño, y juntas forman la palabra ed, "testigo". El alma de cada judío es un "ojo"-testigo de la unidad esencial de Di-s. En este mundo debemos cerrar nuestros ojos físicos, para revelar el ojo interior de Israel que contempla la Unidad Divina. Al proclamar verbalmente nuestro testimonio, unificamos los dos niveles de contacto, el del ojo y el de la boca. El expresar sabiduría proviene del ojo interior del corazón y se dirige a la boca, como está dicho: "el corazón del sabio le comunica a su boca". Las palabras de sabiduría, cuando se expresan sincera y humildemente por la boca, encuentran favor y gracia a los ojos de Di-s y el hombre, como está dicho: "las palabras de la boca del sabio encuentran favor". En el Sefer Ietzirá se nos enseña que la "ofrenda" para la boca santa es gracia. En el bien, ("No hay otro 'bien' que la Torá") están inherentes dos propiedades esenciales: verdad y gracia. Aunque cada dimensión de la Torá expresa una amalgama de ambas propiedades, sin embargo, en particular la verdad ( la "figura masculina", definida en principio por las sefirot de tiferet y iesod en cabalá) es la conciencia primordial de la Torá escrita, mientras que gracia (la "figura femenina" maljut) es la de la Torá Oral. De esta manera, el poder de la pei, la boca, es expresar la gracia de la Torá Oral. TZADIK La Fé del Justo "El tzadik vive en su fé". La forma de la letra tzadik o tzadi, se asemeja a la alef más que cualquier otra letra. Las veintidos letras del alef-bet se asocian de a dos, formando once "formas compañeras", según qué formas se asemejan más una a la otra, como se enseña en cabalá. La "amiga" de la alef, el Maestro del Universo, es la tzadik, "el justo" sobre el cual el mundo se sostiene, como está dicho: "El tzadik es el fundamento del mundo". Con la letra tzadik comienza la palabra tzelem, la "imagen Divina" según la cual Di-s creó el hombre. Se enseña en cabalá que la tzadik de tzelem corresponde a los tres niveles concientes del alma: mente, corazón y acción, mientras que las dos letras siguientes de tzelem (lamed y mem) corresponden a los dos niveles trascendentes del alma, "el viviente" (chaiá) y "el único" (iejidá), respectivamente, como se vió en la letra hei (tzadik en atbash). Estos dos niveles se vuelven concientes, como dos estados de fé en la percepción interna del tzadik: fé en la Luz Trascendente de Di-s, la máxima fuente de creación, y en la misma Esencia de Di-s, la máxima fuente de revelación de Torá y mitzvot. Por esta razón la palabra tzadik (204) equivale numéricamente a dos veces emuná (102), "fé". También en el versículo "el tzadik vive en su fé", la palabra "b'emunató", "en su fé", puede ser leído como "bet (2) emunató", "dos niveles de su fé". "Viviendo en la propia fé" significa experimentar la más inmensa alegría en el servicio de uno a Dis, como se explica en el Tania. La palabra etz, "árbol" que fue creado en el tercer día, tiene la misma guematria de tzelem, 160, la "imagen Divina" con la que el hombre fue creado en el sexto día. "El hombre es el árbol del campo". En cabalá, el tercer día, tiferet ("belleza"), es el origen del sexto día, iesod ("fundamento"). Tiferet y iesod están integrados totalmente en el secreto de la "línea media" - "el cuerpo y el brit son considerados uno". En el Sefer Ietzirá se nos enseño que las doce letras simples dentro de las veintidos letras del alef-bet corresponden a los doce meses del año. También cada mes se relaciona en particular con un "sentido" específico del alma. La letra tzadik es la del mes de Shevat, cuyo "sentido" es el de "comer". El día quince (el medio) de Shevat, Tu b'Shevat, es el Año Nuevo de los Arboles. (la denominación rabínica para el árbol, "ilan", equivale a 91, la unión de las dos letras alef y tzadik, que es también la unión de los números 26 y 65 [(2 · 13) más (5 · 13) = 7 · 13 = 1 más 2 más … más 13 = el "triángulo" de 13], el valor del Nombre Havaiá como es escrito (iud-hei-vav-hei) y como es leído (alef-dalet-nun-iud). El "rey de los árboles" es la palmera, de la que se dijo: "El tzadik florecerá como una palmera datilera". La raíz de "florecer" (peraj) equivale a 288, el secreto de las 288 chispas que cayeron, y que son elevadas por el servicio del tzadik en su conciencia Divina, mientras se ocupa del acto de comer. En cada una de sus actividades aparentemente mundanas del tzadik, el "conoce" (es decir contacta, como está explicado en el secreto de las dos letras anteriores, la ain y la pei) a Di-s, como está dicho: "En todos tus caminos (mundanos) conóceLo". La escritura original de la letra tzadik es tzadi, que significa"cazar". El sagrado "sentido de comer", el "sentido" del tzadik, es la habilidad de cazar con la finalidad de redimir y elevar, las 288 chispas caídas de la ruptura de los recipientes, como se discutió anteriormente. "El tzadik come para satisfacción de su alma" es el versículo más relevante del secreto del servicio del mes de Shevat. Las chispas redimidas sirven para elevar la conciencia del alma del tzadik, a niveles más elevados aún de percepción Divina. CUF Omnipresencia - Redención de las Chispas Caídas Dos letras, una reish y una zain, se combinan para formar la letra cuf. La zain hacia la izquierda, desciende por debajo de la línea, la reish hacia la derecha, sobrevuela encima ella. La paradógica unión simbolizada por los dos componentes de la cuf es el secreto de "No hay nadie sagrado como Di-s". En general, la cuf está "parada" por kedushá, santidad. El nivel de santidad sin igual inherente a Di-s, es expresado en las palabras del Zohar de esta manera: "El está aferrado en todos los mundos, por eso nadie lo puede aferrar a El". La zain descendente de la cuf simboliza Su estar aferrado o incluido en todos los mundos, permeando todos las esferas de la realidad "por debajo de la línea", es decir, mundos incompatibles con aquellos en los que se revela la Presencia de Di-s. La reish, la trascendencia eterna de Di-s, permanece "separada" y santa (en hebreo "santo" significa separado) en relación a Su inmanencia descendente. El nombre de la letra tzadik, en su forma originaria de leerse, tzadi, se refiere a "cazar" las chispas caídas. La chispa santa, capturada por "debajo de la línea" en la materia física ("antimateria", en relación a aquella de los reinos espirituales) es el secreto de la siguiente letra, la cuf, con la que la tzadi se conecta para formar el nombre completo y rectificado - tzadik. La tzadik es la decimooctava letra del alef-bet,

la guematria de jai, "vivo" por lo que simboliza el poder de revivir las chispas caídas, representadas por la cuf. La cuf es la letra decimonovena, es el secreto de "Eva" (Java = 19; según la numeración ordinal de las letras, Adam equivale a 1 más 4 más 13 = 18 = jai), cuyo nombre también deriva de la raíz que significa "vida", como está dicho: "..y Adam llamó el nombre de su esposa Eva (Java) porque ella fue la madre de toda vida". Sin embargo está dicho de ella: "su pie desciende hasta la muerte", por el pecado primordial de comer (el "sentido" del tzadik, como ya se explicó) del Arbol del Conocimiento, ella fue en definitiva responsable de traer la muerte al mundo. Pero dentro del cuerpo "roto" (muerto), permanece oculta una chispa de vida, aguardando que el poder del tzadik, (jai, vida) dé nuevas fuerzas a su potencial de vida dormido y reviva el cuerpo al que pertenece. Así como hay una oculta chispa interior de vida, un envolvente "vapor" relativamente trascendente está presente por encima de cada cadáver o cuerpo físico caído (muerto). (La palabra hebrea para "vapor" hevel, es también el nombre de Abel, el segundo hijo de Adán y Eva, que fue matado por su hermano mayor Cain. Hevel = 37 = 18 más 19.) Estos dos componentes de vida presentes dentro de un estado aparente de muerte, corresponde a las dos letras, la reish (el vapor que rodea) y la zain (la chispa oculta), que componen la letra cuf. Por esta razón, smboliza en particular la realidad de las chispas caídas, como también la paradoja de la omnipresencia simultánea de la trascendencia e inmanencia de Di-s. La santidad innata de cada chispa, asegura su redención y elevación final por parte del tzadik (es decir las almas de Israel). El significado más importante del número diecinueve en la Torá, es el ciclo de diecinueve años de la luna en relación con el sol, lo que constituye la base del calendario judío. La luna representa la figura femenina, el secreto de la sefirá de maljut ("reino"), personificado por Eva (Java = 19 como se dijo antes). El sol representa la figura masculina (el que brinda la luz, mientras que la luna recibe), y en particular la sefirá de iesod ("fundamento"; iesod = 80 = 8 · 10, jet veces iud = jai), personificado por Adán. Así como fue explicado en el secreto de la letra zain, "la mujer virtuosa" que es la "corona de su marido", cuando la letra cuf precede a la letra tzadik, se forma la palabra ketz, el "final" de los tiempos". Esto se insinúa en el versículo: "...El ha fijado un final [ketz] para la oscuridad". El "final", la llegada del Mashiaj y la subsecuente era de la resurreción, es la revelación definitiva de la gran luz y energía latente, presente dentro del secreto de la letra cuf. REISH Proceso - El Arte de la Depuración A pesar de que esta letra se encuentra cerca del final del alef-bet, su significado primario es "cabeza" o "comienzo". Hay cuatro "comienzos en el alef-bet (comparable a los cuatro Años Nuevos enumerados en el comienzo del tratado de Rosh HaShaná) relativo a cuatro diferentes categorías de fenómenos. El comienzo ordinal .es la letra alef. Fonéticamente, el vapor o la "materia" amorfa de la que se forma la pronunciación de cada letra, es el secreto de la letra hei. Según su escritura, cada letra comienza desde un punto, el secreto de la letra iud. En relación a su significado, o sea la inteligencia cognitiva o sabiduría, la reish significa "comienzo". Estas cuatro letras combinadas forman la palabra arié, "el león", el primero de los cuatro "animales sagrados" de la carroza Divina de Ezekiel. Otra combinación forma la palabra irá, "temor" o "miedo". "El principio de la sabiduría es el temor a Di-s". Estudiamos en jasidismo, que la experiencia interior del alma que sirve como el recipiente para inspirar y contener siempre nuevos destellos de comprensión y sabiduría, es el bitul, la "autoanulación". Temor, el principio de la sabiduría, corresponde a la fuente de este estado del alma. El temor produce un "shock" en el ego, quebrando la tosquedad innata del corazón, esa grosería o egocentrismo que nos impide ser verdaderamente receptivos y perceptivos a la realidad exterior en general, y a la Esencia Divina de la realidad toda, en particular. Las dos letras que forma la escritura completa de la letra reish son la iud y la shin, que juntas forman iesh, que significa "algo", identificado en general en jasidismo con la conciencia del ego y de ser una entidad separada e independiente - un "algo". Reish es la única letra "preñada" con este "contenido". Se estudia en jasidismo, que a pesar de que "algo" inferior", el "algo "creado" que parece estar totalmente separado de su Creador, y de la fuerza creativa que continuamente lo trae a la existencia, no obstante esa apariencia de ser "algo" separado, sirve en realidad para reflejar el Absoluto y "Verdadero Algo" que es el único y verdaderamente independiente, la "Causa de todas las causas". Si profundizamos, vemos que la sabiduría Divina es la "nada" entre dos estados de "algo", cuyo propósito final es traer la conciencia del "Verdadero Algo" dentro de la experiencia del "algo inferior". Dentro del proceso de rectificación, el ego debe primero ser "sacudido" por el temor a Di-s, el principio de la sabiduría, entonces la propia "materia" puede ser purificada y depurada con el fin de volverse un "espejo" adecuado para reflejar el Verdadero Algo. Este proceso de depuración, que depende de la sabiduría, y su principio, el temor, son expresados en el versículo: "Tu has hecho todo con sabiduría". La Torá se refiere a "hecho", como el proceso de rectificación y depuración. El Zohar parafrasea este versículo cuando dice: "Tu los has depurado a todos con sabiduría". El "arte de la depuración" es el "principio del final", las tres últimas letras del alef-bet son respectivamente el comienzo, el medio y el final del final. Así como la tzadik se conecta con la cuf en su escritura completa, así la reish "se dirige" hacia la shin, todas las depuraciones de la sabiduría ascienden a su Fuente Divina en la llama del amor de Di-s y su pueblo Israel. SHIN La Llama Eterna La letra shin aparece en relieve en ambos lados del tefilín de la cabeza. En el lado derecho la shin aparece con tres cabezas, mientras que en el izquierdo lo hace con cuatro. En cabalá estudiamos que la shin de tres cabezas es la de este mundo, y la de cuatro es la del Mundo por Venir. El secreto de la shin es "la llama [Revelación Divina] unida al carbón [Esencia Divina]". El carbón

posee una llama invisible en su interior, que emerge y asciende desde su superficie cuando es encendido. Los tres niveles: carbón, llama interna y llama externa, corresponden al secreto de jash-mal-mal, como se explicará en la próxima letra, la tav. Uno de los significados de la palabra shin en hebreo es shinui, "cambio". El carbón simboliza la esencia de lo cambiante, el secreto del versículo: "Yo soy Di-s, Yo no he cambiado", denotando que en cuanto a la Esencia de Di-s, no ocurrió ningún cambio en absoluto desde antes de la Creación hasta después de la Creación. La llama interna es la paradójica presencia latente del poder de cambio, dentro de lo inmutable. La llama exterior de la shin, está en un estado de movimiento y cambio continuos. De acuerdo con el versículo antes citado, la esencia de lo inalterable es el secreto del Nombre Havaiá. El poder de cambio (como está presente de manera latente dentro de la Esencia de Di-s antes de la Creación, y posteriormente revelado en lo infinitamente intrincado y bello de una llama en eterna danza), es el secreto del Nombre explícito de la Creación, Elokim, el único Nombre de Di-s que aparece en plural. El valor numérico de la letra shin, 300, une estos dos Nombres Divinos como "la llama se une al carbón". En at'bash, el Nombre Havaiá se transforma en las letras mem-tzadik-pei-tzadik, cuyo total es 300. Las cinco letras de Elokim (alef-lamed-hei-iud-mem), cuando se escriben completas también dan un total de 300. Las tres cabezas de la shin de este mundo se corresponden con tres niveles: lo inmutable, lo potencial y lo cambiante como se discutió arriba. En este mundo, lo inmutable es simbolizado sólo por el negro y oscuro carbón, no por la luz revelada de la llama, sin embargo, la permanencia de la llama depende de la esencia inalterable del carbón. En el Mundo por Venir, esta esencia inalterable se revelará también dentro de la llama. Esta revelación del futuro es el secreto de las cuatro cabezas de la letra shin. En la llama de la vela se observan tres niveles de luz: "la luz oscura" alrededor de la mecha, la llama blanca que la abarca, y un aura amorfa alrededor de la llama blanca misma. Cada uno de estos tres niveles de luz revelada, manifiestan una dimensión contenida dentro de la llama invisible presente en el carbón. En general, la llama simboliza amor, como está dicho: "tan poderoso como la muerte es el amor... la llama de Di-s". La luz oscura, corresponde al amor de Israel, almas investidas en cuerpos físicos. La luz blanca es el amor de la Torá. El aura corresponde al amor de Di-s. Estas son las tres manifestaciones elementales de amor que enseñó el Baal Shem Tov. La cuarta cabeza de la shin del futuro - la revelación de la esencia del carbón mismo - corresponde al amor de la Tierra de Israel y, como enseñan nuestros sabios: "la Tierra de Israel se extenderá en el futuro para incorporar a todas las tierras del mundo". TAV Impresión - El sello de la Creación El Zohar declara: "la tav deja una impresión en el Anciano de Días". "El Anciano de Días", se refiere al sublime placer, innato en la "corona" (Voluntad - Deseo) de la Emanación Divina. La letra tav (se refiere aquí al "Reino del Infinito, Bendito sea El"), deja su impronta o cuño en el "Anciano de Días". Esa impresión es el secreto de la fé simple en la omnipresencia absoluta de Di-s, la presencia del Infinito en lo finito, porque "no hay nada que se asemeje a El" (la conclusión de la cita del Zohar). Esta fé se transmite como herencia de generación en generación, de mundo en mundo; maljut ("reino") del mundo superior conectado con keter ("corona") del mundo inmediato inferior. La tav, la letra final del alef-bet, corresponde a maljut ("reino"), el último poder Divino, el secreto de "Tu Reino es el Reino de todos los mundos". La impronta de la tav es el secreto del poder que conecta los mundos - generaciones. La primera huella de la verdadera fé es la que fue grabada en el alma de nuestro primer padre, Abraham, "el primero de todos los creyentes". Este es el secreto de la adquisición de Abraham de la Cueva de Majpelá, el cementerio judío original, por cuatrocientos (el valor numérico de la tav) shekel, el secreto de nuestra herencia eterna de "cuatrocientos mundos de placer", rubricados con el sello de la fé simple. Las rúbrica de Di-s (en la Creación) es la verdad (en hebreo emet, palabra formada con las letras finales de las tres últimas palabras del relato de la Creación: bara elokim la'asot", "...Di-s creó para ‘hacer’"). La última letra o rúbrica de la palabra misma emet (en hebreo "verdad"), o sea la rúbrica de la rúbrica de Di-s, es la misma letra tav, la fé simple, que es la conclusión y culminación de las veintidos fuerzas - letras - que actúan en la Creación. Las tres letras que componen la palabra emet, son el principio, la mitad y el final de las letras del alef-bet. La alef corresponde a la limitada percepción que tenemos de la paradoja Divina de la fuente infinita (donde las aguas superiores e inferiores, alegría y amargura, son absolutamente uno). De este conocimiento emana la mem, la fuente de la sabiduría Divina, el poder que aumenta eternamente en la penetración de los misterios de la Torá. "El fin último del conocimiento es el no saber", saber que no se sabe nada. La culminación del fluir de la sabiduría Divina en el alma (después de todo lo que se dijo y hizo) es la "majestuosa" revelación del infinito "tesoro-hogar" de la fé simple en la absoluta omnipresencia de Di-s aquí abajo, que es innata en el alma de Israel. La culminación de la verdadera fé simple es el secreto de la "tav". "Todo sigue a la rúbrica", es el secreto de la "luz que retorna" desde la tav hacia la alef, formando la palabra ta (tav alef), "celda". Alrededor del Santuario interior del Templo, se contruyeron muchas "celdas" o "pequeñas cámaras"; estaban construidas sin ventanas, por lo que eran completamente oscuras en su interior. El jasidismo enseña que estas celdas revelan el nivel de "El puso Su lugar oculto en la oscuridad", la percepción de la fé simple llegando a la absolutamente "oscura" Esencia de Di-s. Por eso hemos explicado: "Torá es la impresión [la tav] de la Divinidad; Israel es la impresión [la tav] de la Torá". La Divinidad es percibida en principio a través de la meditación profunda en completo silencio (sumisión), el secreto del jash ("silencio") del jashmal. Entonces, a través de pasar una etapa intermedia de "circuncisión", viene una primera expresión del mal, (en hebreo "circuncisión"). Torá es el secreto de la separación entre maldad y bondad (circuncisión), cortar el prepucio (maldad). Israel, la manifestación definitiva de la Palabra de Di-s en la Torá ("Israel" es la sigla de la frase en hebreo "Hay seiscientas mil letras en la Torá"), corresponde al nivel final de "hablar", el "segundo" mal de jashmalmal. El hablar, la comunicación de la unicidad de Di-s entre las almas, es el nivel definitivo del servicio Divino, "endulzando" la realidad toda como enseñó el Baal Shem Tov. La tav, que es la fé simple, es vista aquí como el poder de acuñar y vincular, ligando los aparentemente paradógicos extremos de servicio Divino: el absoluto silencio de la meditación con la amorosa comunicación entre las almas.

Los Diez Significados del Alef - Bet Introducción Sumario de los diez Significados del Alef - Bet 1. Concepto. El principio conceptual subyacente asociado con la letra. 2. Significado. El significado literal del nombre de la letra. 3. Figura. La asociación visual primaria relacionada con la figura de la letra. 4. Número. El valor numérico de la letra, calculado según la guematria. Correspondencias básicas en las tres dimensiones de: 5. Espacio. Los elementos, físicos, los cuerpos celestes y los signos zodiacales. 6. Tiempo. Las estaciones, los días de la semana y los meses del año. 7. Alma. Los miembros y órganos del cuerpo humano, responsables de mediar las experiencias que se relacionan con el ser. Asociaciones: 8. Cualidad, facultad o sentido. Expresiones específicas de la experiencia de vida, innatas o adquiridas, controladas por los miembros y órganos del alma mencionados arriba. 9. Archetipo. Figuras arquetípicas de la historia de Israel. 10. Canal. Los canales horizontal, vertical y diagonal, que conectan las diez Sefirot. Alef Concepto: Paradoja, el sello Divino en la existencia del hombre. Significado: el buey; mil; enseñar; el campeón. Figura: Dos tendencias opuestas (la iud y la inferior) unidas por una fuerza mediadora (la vav). Número: 1. Espacio: La atmósfera entre el cielo y la tierra.

Tiempo: La estación intermedia entre el invierno y el verano, cuando la tierra es saciada con lluvias. Alma: La parte superior del torso, en particular el pecho y el sistema respiratorio. Cualidad: Gran compasión. Arquetipo: La máxima manifestación del alma de Mashiaj. Canal: Desde jesed hasta gevura. Bet Concepto: El propósito de la Creación: una morada para Di-s en los mundos inferiores Significado: Una casa. Figura: Un cerco de tres lados, abierto hacia la izquierda, "el lado norte". Número: 2 Espacio: La luna. Tiempo: Domingo. Alma: El ojo derecho Cualidad: Sabiduría Arquetipo: Abraham Canal: De jojma a chesed. Guimel Concepto: La búsqueda del castigo y la recompensa, dentro de este mundo físico. Significado: Un camell, un puente, el destete, la benevolencia. Figura: Un cuerpo (la vav) caminando (la iud adherida a modo de pie). Número: 3 Espacio: Marte Tiempo: Lunes Alma: El Oido derecho Cualidad: Salud Arquetipo: Isaac Canal: De Bina a Guevura Dalet Concepto: La autoanulación, prestando atención a todo aumento de la propia orientación existencial. Significado: Una puerta, un hombre pobre, elevarse. Figura: El alma erguida (la vav vertical), adherida a su fuente Divina (la vav horizontal que sobrevuela encima). Número: 4 Espacio: El sol Tiempo: Martes Alma: La fosa nazal derecha. Cualidad: Progenie. Arquetipo: Iaacob

Canal: De keter a tiferet Hei Concepto: Capacidad de autoexpresión a través del pensamiento, el habla y la acción. Significado: Quebrarse, tomar semilla, contemplación. Figura: Las tres "ventanas" dimensionales de la conciencia, compuesta de un eje vertical y otro horizontal (la dalet), con un punto suelto (la iud) que alude a la tercer coordenada de profundidad. Número: 5 Espacio: la cabra (aries). Tiempo: Nisan. Alma: El pie derecho. Cualidad: El habla. Arquetipo: Iehuda. Canal: De keter a jojma. Vav Concepto: El poder de conectar e interrelacionar todos los elementos de la Creación. Significado: Un gancho. Figura: Una columna erguida. Número: 6 Espacio: El Buey (tauro). Tiempo: Iar. Alma: El Riñón derecho. Cualidad: Contemplación. Arquetipo: Isaajar. Canal: De keter a bina. Zain Concepto: El poder del or chozer (La luz Divina que se reflejada hacia arriba desde la Creación). Significado: Un arma, una corona, especies, nutrir. Figura: Una vav con una corona. Número: 7 Espacio: Los gemelos (géminis). Tiempo: Sivan. Alma: El Pie izquierdo. Cualidad: Movimiento. Arquetipo: Zebulun. Canal: De jojma a guevura. Jet Concepto: La dialéctica de "correr y volver" entre la absoluta unidad de Di-s, y la aparente pluralidad de la Creación.

Significado: Temor, fuerza vital. Figura: Las fuerzas opuestas de la vav y la zain unidas en lo alto por un arco. Número: 8 Espacio: El cangrejo (cáncer). Tiempo: Tamuz. Alma: La mano derecha. Cualidad: La vista. Arquetipo: Reuven. Canal: De jesed a tiferet. Tet Concepto: La "inversión" u ocultamiento de la benevolencia de Di-s en este mundo. Significado: Una inclinación, un bastón, debajo, una cama. Figura: Un recipiente con el asa invertida, un saco de agua. Número: 9 Espacio: El león (leo). Tiempo: Menajem Av. Alma: El riñón izquierdo. Cualidad: Oído. Arquetipo: Shimon. Canal: De jojma a tiferet. Iud Concepto: La concentración del infinito dentro de lo finito. Significado: Una mano, creer. Figura: Un punto suspendido, con una espina que se proyecta hacia arriba, y un apéndice que se arrastra hacia abajo. Número: 10 Espacio: La virgen (virgo). Tiempo: Elul. Alma: El brazo izquierdo. Cualidad: Acción. Arquetipo: Gad. Canal: De tiferet a netzaj Caf Concepto: La habilidad de realizar el potencial propio. Significado: La palma de la mano, una nube, esconder. Figura: Un cerco de tres lados, semejando la parte superior de la cabeza vista de lado. La caf final: La misma figura, con su base que desciende en forma vertical. Número: 20

Espacio: Venus. Tiempo: Miércoles. Alma: Ojo izquierdo. Cualidad: Vida (buena salud). Arquetipo: Moises. Canal: De jesed a netzaj. Lamed Concepto: El anhelo del corazón de internalizar el conocimiento. Significado: Aprender, Enseñar. Figura: Una vav que semeja una torre encaramada sobre la caf. Número: 30 Espacio: La balanza (libra). Tiempo: Tishrei. Alma: Vesícula biliar. Cualidad: Contacto físico, intimidad. Arquetipo: Efraim. Canal: De hod a iesod. Mem Concepto: El brotar de la sabiduría desde el manantial del subconciente. Significado: Agua, defecto. Figura: Un recervorio con una minúscula abertura en su lado inferior izquierdo. La mem final: un recervorio completamente cerrado. Número: 40 Espacio: La Tierra. Tiempo: El Invierno. Alma: La parte inferior del torso, específicamente el abdomen. Cualidad: El amor que se expresa como agua. Arquetipo: Mahiaj Ben David. Canal: De netzaj a hod. Nun Concepto: El descenso desde el inconciente hasta la autoconciencia. Significado: Un pez, el reino, el heredero real. Figura: Un ángulo oblicuo (el sirviente que se inclina), con una corona en el cénit. La nun final: la misma figura con su base que desciende en forma vertical. Número: 50 Espacio: El escorpión (Escorpio). Tiempo: Mar Jeshvan.

Alma: Los Intestinos. Cualidad: El olfato. Arquetipo: Menashe. Canal: De netzaj a iesod. Samej Concepto: La naturaleza cíclica de la experiencia, y la ecuanimidad que eso brinda. Significado: Patrocinar, sostener, confiar, orden, forma gramatical. Figura: Un círculo completo o anillo. Número: 60 Espacio: El Arco (sagitario). Tiempo: Kislev. Alma: Parte inferior del estómago. Cualidad: Dormir. Arquetipo: Benjamin. Canal: De tiferet a hod. Ain Concepto: La constante providencia de Di-s hacia todos los elementos de la Creación. Significado: Un ojo, el color, un manantial, oveja en arameo. Figura: Una nun abierta por la fuerza (el sirviente doblegado), con una vav (el fluir Divino) incertado en el medio Número: 70 Espacio: El cabrito (capricornio). Tiempo: Tevet. Alma: El hígado. Cualidad: La ira. Arquetipo: Dan. Canal: De bina a tiferet. Pei Concepto: La comunicación oral del conocimiento. Significado: Una boca, aquí. Figura: Una cabeza de perfil, con su boca abierta y un diente superior invertido. Número: 80 Espacio: Mercurio. Tiempo: Jueves. Alma: Oido izquierdo. Cualidad: Autoridad. Arquetipo: Aaron.

Canal: De guevura a hod.

Tzadik (oTzadi) Concepto: La fé de los justos. Significado: Un justo, un lado, cazar, caos en arameo. Figura: Una iud (la vitalidad de la sabiduría), incertada en la parte anterosuperior de una nun doblegada (el sirviente doblegado). La tzadik final: La misma figura, con su base que desciende en forma vertical. Número: 90 Espacio: El cántaro (acuario) Tiempo: Shevat. Alma: El estómago superior. Cualidad: El gusto. Arquetipo: Asher. Canal: De guevura a tiferet. Cuf Concepto: La paradoja de la santidad: la expropiación de la trascendente fuerza vital Divina, por parte del reino de lo material. Significado: Un burro, rodear, tocar, fuerza, el ojo de una aguja en arameo. Figura: Una resh que sobrevuela (trascendencia Divina) suspendida sobre una zain que desciende (las chispas de divinidad que cayeron). Número: 100 Espacio: Pez (Piscis). Tiempo: Adar. Alma: El bazo. Cualidad: La risa. Arquetipo: Naftali. Canal: de bina a jesed. Vav Concepto: El poder de conectar e interrelacionar todos los elementos de la Creación. Significado: Un gancho. Figura: Una columna erguida. Número: 6 Espacio: El Buey (tauro). Tiempo: Iar. Alma: El Riñón derecho. Cualidad: Contemplación. Arquetipo: Isaajar. Canal: De keter a bina.

Zain Concepto: El poder del or chozer (La luz Divina que se reflejada hacia arriba desde la Creación). Significado: Un arma, una corona, especies, nutrir. Figura: Una vav con una corona. Número: 7 Espacio: Los gemelos (géminis). Tiempo: Sivan. Alma: El Pie izquierdo. Cualidad: Movimiento. Arquetipo: Zebulun. Canal: De jojma a guevura. Jet Concepto: La dialéctica de "correr y volver" entre la absoluta unidad de Di-s, y la aparente pluralidad de la Creación. Significado: Temor, fuerza vital. Figura: Las fuerzas opuestas de la vav y la zain unidas en lo alto por un arco. Número: 8 Espacio: El cangrejo (cáncer). Tiempo: Tamuz. Alma: La mano derecha. Cualidad: La vista.

Arquetipo: Reuven. Canal: De jesed a tiferet.

Jilufei Otiot Transformaciones Alfabéticas Introducción El término jilufei otiot (lit. "intercambio de letras), se refiere a cualquiera de los sistemas de transformación alfabética descriptos en la cabalá. Cada sistema en si mismo es conocido como un alef-bet. En el Sefer Ietzirá son descriptos 22 de tales alef-bet, (según el orden lógico básico de todas las subraíces de dos letras del lenguaje hebreo; [Rela - 231 shearim]). Los seis sistemas de transformaciones más comunes son: Al-bam, At-bash, Aj-bi, Aik-bejer, Ajas-beta, y At-baj. Transformaciones Alfabéticas Aj-bi Aj-bi es un método de transformación alfabética según el cual el alef-bet es divido en dos grupos iguales de 11 letras. Dentro de cada grupo, las letras se aparean en forma "reflectiva", es decir, la primera con la última, la segunda con la anteúltima, etc.. El nombre aj-bi es una referencia a los dos primeros pares obtenidos con este sistema: alef-caf y bet-iud. Esta es la transformación alfabética, cuyos elementos corresponden a las sefirot incluidas en el partzuf de daat. Los tres sistemas al-bam, at-bash, and aj-bi (correspondientes a jojmá, biná, y daat), forman juntos un "círculo de transformación", donde aplicando sucesivamente dos sistemas de transformación, llegamos al tercero (por ejemplo: alef en al-bam se transforma en lamed; lamed en at-bash se transforma en caf, que es la transformación de alef en aj-bi).

Aj-bi alef

Caf

lamed

tav

bet

Iud

mem

shin

gimel

Tet

nun

resh

dalet

Jet

samej

cuf

hei

Zain

ain

tzadik

vav

Vav

pei

pei

Transformaciones Alfabéticas Al-bam

Al-bam es el método de transformación alfabética que sigue un patrón básico y "directo", se divide el alef-bet en dos grupos iguales de 11 letras, que luego se aparean (la primera del primer grupo con la primera del segundo grupo, la segunda con la segunda, etc) transformándose una en la otra. El nombre al-bam es una referencia a los dos primeros pares de esta transformación: alef-lamed y bet-mem. Esta es la transformación alfabética cuyos elementos corresponden a las sefirot en el partzuf de jojmá, Aba

Al-bam alef

lamed

bet

mem

gimel

nun

dalet

samej

hei

ain

vav

pei

zain

tzadik

jet

cuf

tet

resh

iud

shin

caf

tav

Transformaciones Alfabéticas At-baj El método at-baj de transformación alfabética, consiste en dividir inicialmente en tres grupos, de acuerdo con dos sistemas:  

nueve, nueve y cuatro letras, sin considerar las cinco letras de final de palabra m-n-tz-p-j (jaf sofit, mem sofit, nun sofit, pei sofit y tzadik sofit); nueve, nueve y nueve, considerando las cinco letras finales m-n-tz-p-j.

El patrón de transformación es "reflectivo" dentro de cada grupo. En un grupo de nueve letras, la primera y la última letra se transforman con la otra, la segunda con la octava, la tercera con la séptima, y la cuarta con la sexta. La quinta con tiene compañera dentro del grupo. La "lógica" subyacente en este patrón de transformación, es que en cada grupo de nueve letras la suma de cada par equivale a 10, 100 o 1000 (también cuando se reduce a mispar katan). El nombre at-baj es una referencia a las primeras dos de estas transformaciones: alef-tet and beit-jet. Esta es la transformación alfabética en cabalá, cuyos elementos corresponden a las sefirot en el partzuf de maljut - Nukva d'Zeir Anpín.

Atbaj alef

tet

iud

tzadik

cuf

tav

bet

jet

caf

pei

resh

shin

gimel

zain

lamed

ain

dalet

vav

mem

samej

Dado que, como se dijo antes, es posible considerar las formas finales de las letras que completan la serie de las centenas, este grupo (Atbaj) puede alternativamente ser ampliado según el cuadro siguiente: cuf

tzadik final

resh

pei final

shin

nun final

tav

mem final

Transformaciones Alfabéticas At-bash At-bash es el patrón de transformación "reflectivo" básico, donde la primera y la última letra del alef-bet se transforman una en la otra, la segunda en la anteúltima y así en adelante. El nombre at-bash hace referencia a los dos primeros pares de este sistema: alef-tav y bet-shin. Esta es la transformación alfabética cuyos elementos corresponden a las sefirot en el partzuf de biná, Ima.

Atbash alef

tav

bet

shin

gimel

resh

dalet

cuf

hei

tzadik

vav

pei

zain

ain

jet

samej

tet

nun

iud

mem

caf

lamed

Transformaciones Alfabéticas Aik-bejer

Aik-bejer es un método de transformación alfabética donde las 27 letras del alef-bet completo, (incluyendo las formas finales de las letras mn-tz-p-j) son divididas inicialmente en tres grupos iguales de nueve letras, que luego se agrupan en tripletes en "orden directo": La primera letra de cada grupo, alef, iud, y cuf (cuyos valores numéricos son 1, 10 y 100); la segunda de cada grupo , bet, caf, y resh (cuyos valores numéricos son 2, 20 y 200); etc.

El patrón de transformación es de "revolución" dentro de cada triplete, es decir, la alef se transforma en iud, que se transforma en cuf que a su vez se transforma en alef (la que ahora puede se considerada como equivalente a 1000), etc. El nombre aik-bejer hace referencia a los dos primeros tripletes de esta transformación. Los elementos en esta transformación, corresponden a las sefirot incluidas en el partzuf de Arij Anpin (las nueve "cámaras" del supraconciente).

Aik-bejer alef

Iud

cuf

bet

caf

resh

gimel

lamed

shin

dalet

Mem

tav

hei

Nun

caf final

vav

samech

mem final

zain

Ain

nun final

jet

pei

pei final

tet

tzadik

tzadik final

El Corazón Judío

El Corazón que Entiende el Conocimiento Está establecido en el Midrash (Otiot d'Rabi Akiva) que el nombre de la letra hebrea lamed, es la sigla de Lev Mevin Daat: "el corazón que entiende el conocimiento". La misma idea es expresada por la forma de la letra lamed ( ), la cual representa la aspiración del corazón, de ascender a los niveles superiores de conciencia, y entender el conocimiento. Conocimiento (daat) es el poder del alma que forja la conección entre el hombre y Di-s, entre el hombre y su semejante, y especialmente entre marido y mujer, como está dicho en el amanecer de la creación: "Y Adán conoció a su esposa" (Génesis 4:1). "Artesano de mi corazón" La palabra corazón en hebreo, lev, se escribe lamed-bet. La letra bet tiene un valor numérico de 2. De acuerdo con el gran cabalista medieval, rabi Abraham Abulafia, la misma palabra lev alude a su forma, dos (bet) lamed invertidas (cara a cara). Las dos lamed cara a cara juntas forman la imagen del corazón, la forma dibujada por Di-s, el Artista Divino: "Di-s es el artesano de mi corazón, y mi porción por siempre" (Salmos 73:26).

"Cara a cara" - el Secreto de la Novia y el Novio La Torá (el conocimiento Divino), fue dada por Di-s al Pueblo Judío mientras le hablaba cara a cara. Moshé escoltó a Di-s, el novio cósmico, a su casamiento con el Pueblo Judío, la novia cósmica. Su rostro, transmitiendo la palabra de Di-s, el reflejo visible del semblante Divino, estaba directamente paralelo a los rostros del pueblo. Estos dos rostros unidos bajo la forma del Corazón Judío, aspiran a ascender hacia la invisible e infinita esencia de Di-s. Esta unión fue como la de la novia y el novio, que aspiran a elevarse juntos para recibir la bendición de Dis, el "tercer socio" del matrimonio. La Unión de Mente y Corazón La lamed está compuesta por un "cuello" (una vav cuya parte superior es una iud) ubicado sobre un "cuerpo" (una jaf). Los dos "cuellos" de las dos lamed ascienden por encima del corazón (formado por los dos "cuerpos de las lamed), como lo hacen los dos importantes vasos sanguíneos que canalizan la fuerza de vida desde el corazón hacia el cerebro y desde el cerebro al corazón. Las dos iud en el ápice de las lamed, representan los dos cerebros (es decir, los lóbulos cerebrales derecho e izquierdo), uno de jojmá ("sabiduría" e idea) y bina ("comprensión " e integración). Estas dos iud aluden a los dos ojos, las dos "antenas" del corazón, como está dicho: "Mi corazón ha visto mucha sabiduría y conocimiento" (Eclesiastes 1:16). La Mirada del Amado Enseñan nuestros sabios que "la mirada de los ojos depende del entendimiento del corazón" (Avodá Zará 28b). En cabalá, las relaciones "cara a cara" simbolizan la mirada de amor (love en ingles, del hebreo lev) de la pareja, uno hacia el otro. Esta mirada expresa la profundidad de su amor, que se entrega de los más profundo del corazón, "el entendimiento del corazón". Así, el Corazón Judío puede ser visto como los dos perfiles de la pareja, que se unen para volverse un rostro que mira y se dirige al exterior, radiando amor y buena voluntad hacia todo.

El diseñó de EL CORAZÓN JUDÍO fue realizado de acuerdo con este significado místico. Para solicitarlo visite el: Centro de Compras de la Dimensión Interior

La Dimensión Interior es presentada por Instituto Gal Einai de Israel Con la finalidad de diseminar las enseñanzas de la dimensión interior de la Torá en la Tierra de Israel y en la Diáspora tomadas de las enseñanzas del rabino Itzjak Ginsburgh

Cabalá y Vida Moderna Cabalá y Matemáticas Viviendo con el Tiempo - El Año Judío Cabala y Ciencia El Hogar Judío y la Familia Cabalá y Medicina Mashiaj y Redención Cabalá y Educación La Tierra de Israel Cabalá y Economía Judíos y No Judíos Cabalá y Amor Proclamaciones Rabínicas Cabalá y Psicología

Ciencia y Cabalá Enfoque Cabalístico de las Ciencias

Fisica Cabala y Ciencia

Física La Aproximación de la Cabala a la Física

Tabla de Contenido

La Unión de Las Aguas Superiores e Inferiores: 1: Incorporación de los Estudios Seculares en el Estudio de la Torá 2: Ciencia, Música y Torá - Mundos, Almas y Divinidad 3: Las Dos Razones del Tania

La Teoría de las Cuerdas y la Cabalá: (próximamente) 1: Introducción 2: Las Super Cuerdas 3: Cuatro Fuerzas en Una 4: Diez Dimensiones

Relatividad y Cabalá (próximamente) 1: El Descenso de la Creación a una Posición de Reposo 2: La Búsqueda de la Unidad - Cuando la Cabalá Besa la Ciencia 3: El Principio de Incertidumbre y la Conciencia de Fé

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Cabala y Ciencia La Aproximación de la Cabala a la Física Incorporación de los Estudios Seculares en la Educación de la Tora Las Aguas Superiores y las Aguas Inferiores El Rebe de Lubavitch, explicando las enseñanzas del Zohar, enseña que a partir del año 5600, o 1840 de acuerdo con el calendario secular, se liberaron las "aguas inferiores", la sabiduría de la ciencia. Las "aguas superiores" representan la sabidurïa de la Tora que fertilizan a las "aguas inferiores", y visceversa, y "de la unión de ambas nacerá un nuevo y gran linaje". Esta es una parte importante en la visión de la era del Mashiaj.

Cabala y Ciencia La Aproximación de la Cabala a la Física Ciencia, Música y Torá Mundos, Almas y Divinidad El Baal Shem Tov enseña que la realidad tiene tres dimensiones: Mundos, Almas y Divinidad, teniendo cada una de ellas una sabiduría inherente. La sabiduría pura de los Mundos, de la realidad que conocemos, es la matemática; la sabiduría pura de las Almas es la música; la sabidurïa de la Divinidad es la de la Torá. El Gaón de Vilna y otras fuentes, explican que la máxima expresion de la ciencia es la matemática pura; esto es tambiën reconocido por los científicos. Se dice comunmente que la matemática es la reina de las ciencias, y que la teoría de los números puros es la reina de las matemáticas; de esta manera, el cénit del conocimiento de los Mundos es la matemática pura, la teoría de los números puros. Esto está también traido por grandes estudiosos de la Torá, y agregan que la música está por encima de las matemáticas. La música se relaciona con el alma misma, que está más allá del concepto de "Mundos", pero por encima de todo se encuentra la sabiduría de la Torá, que es la de Di-s Mismo. Esto se puede representar como una pirámide de tres niveles, en el que el nivel superior esta infinitamente por encima de los otros, y sin embargo se pueden conectar cuando la Tora deviene en una experiencia musical, y luego es reflejada en la matemática pura, la sabiduría final de los Mundos. Las ciencias pueden ser clarificadas y depuradas a través de las disciplinas más cercanas a la Torá: música y matemáticas. Este proceso es llamado "birur", purificación. Hoy en dïa, como la mayor parte de las ciencias se volvieron mas "espirituales", esta depuración es posible con la intencion apropiada y el estudio de gente capaz de emprender esta tarea. Hay distintos aspectos negativos a depurar en la ciencia en general. Uno de ellos es que produce un sentimiento de "ieshut", egocentrismo o existencia física independiente. Este "ieshut" va siendo hechado por tierra progresivamente, incluso a través de las teorías de los científicos de hoy en día; ellos encontraron que "quien afirma que el electrón es una entidad física, se equivoca". Esto significa que la realidad está siendo apreciada en nuestra ëpoca desde una óptica más espiritual. Uno de los aspectos más negativos de la ciencia es la teorïa griega de la existencia primordial del universo fïsico, que prevaleciö hasta no hace mucho. En nuestra época la ciencia está muy cerca de la teoría de la creación continua de la materia y la energía, se está acercando a la Teoría del Campo Unificado. Tiempo y espacio ya fueron depurados por Einstein, quien demostró que vivimos en un universo de cuatro dimensiones, tres de espacio y una de tiempo; esto es llamado en cabalá: "ijuda ilaa" ("unificacion superior). La materia y la energía también fueron unidos segun la ecuación: "Energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado (E = mc2)", esto es "ijuda tataa" ("unificacion inferior"). Solo queda ahora unificar las cuatro fuerzas de la naturaleza (gravedad, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil), donde cada una corresponde a cada una de las cuatro letras del Nombre de Di-s, a los cuatro Mundos, etc. Sigue habiendo sin embargo, disciplinas en las que el judío no necesita inmiscuirse de ninguna manera. Todo lo que tenga que ver con la blasfemia debe ser descartado, como así también con lo que su propósito no sea positivo. Los miembros del Sanedrín fueron señalados por Dis para juzgar la realidad, por eso ellos debían ser expertos en todas las áreas que les competía, como idolatría o lenguajes extranjeros, pero esto no se aplica a la persona común. Por ejemplo, hay individuos que tienen un sentido o talento para la literatura o la poesía que debe ser

desarrollado, pero deben hacerlo dentro de un contexto de pensamiento puramente kosher (permitido), cuyos parámetros están delineados en la Torá, y que puede incluir otros aspectos considerados kosher, no considerados insulto o blasfemia. La habilidad de comprender y apreciar estos conceptos, proviene específicamente de la dimensión interior de la Tora. Aquellos individuos involucrados o concientes sólo de la dimensión revelada, tienen una mayor dificultad para apreciar o entender la unión de las " aguas superiores" e "inferiores" de la Torá. Aunque pareciera que la dimensión revelada de la Torá está cercana a los tópicos que no son explicítamente Torá, la idea de producir el encuentro entre los tópicos de la Torá y los seculares que se incorporaron a lo sagrado, proviene especifícamente de la luz interna de la dimensión interior de la Torá. Las Dos Razones del Tania para Estudiar Tópicos Seculares En el capitulo 8 del Tania, se explica que está permitido el estudio de temas seculares, tanto con el objetivo de obtener el sustento material, como para usar esa sabiduría para el Servicio de Di-s. Estas dos razones no son presentadas por el Tania como algo negativo, como si la persona que no puede ser docta en Torá, puede en lugar de eso estudiar asuntos seculares. Todo lo contrario, los estudios seculares fueron permitidos especialmente a los más grandes maestros de la Torá como por ejemplo Rambam y Ramban, quienes primero fueron expertos en las dimensiones revelada y esotérica de la Torá. Invirtieron gran cantidad de tiempo en ser expertos matemática, ciencia y medicina; esta última con el objetivo de ayudar a la humanidad, que es unauna mitzva ("mandamiento") muy importante, las otras porque con su conocimento se puede servir mejor a Di-s. A través de la comprensión de los fenómenos que estudia la ciencia, uno puede meditar acerca de la grandeza de Di-s, el Creador del universo, lo que está explicitado en el comienzo de Mishné Torá, donde el Rambam dice explicítamente que uno puede meditar acerca de las maravillas de la naturaleza, como son explicadas por la ciencia, con el fin de adquirir apropiados Amor a Di-s y Temor del Cielo. La necesidad de estudiar materias seculares como fuente de ingresos, también se puede aplicar a un gran erudito de la Torá, no es de ninguna manera un hecho denigrante, pero es un nivel inferior que el de la persona que lo hace para servir mejor a Di-s. En generaciones anteriores, el estudio de ciencias para servir mejor a Di-s estaba reservado a una elite, como los sabios mencionados antes. Sin embargo en nuestra generación, este conocimiento es más accesible, y como se mencionó, más "espiritual". En nuestra época, la ciencia está tan cerca de la Torá, que la posibilidad de aplicarla al servicio a Di-s es mucho más aplicable para cada uno de nosotros, que en los tiempos de Maimónides y Najmánides. Las dos razones que brinda el Tania para permitir el estudio de tópicos seculares, no son de ninguna manera peyorativas, por el contrario, son aplicables a almas verdaderamente grandes. Medicina y Cabalá

La Curación del Cuerpo y el Alma Seis Niveles de Curación Cabala y Medicina

La Curación del Cuerpo y el Alma La Clave para la Salud Espiritual

Parte 1: Introducción Parte 2: La Anatomía Humana Parte 3: Tres veces Tres Parte 4: Las Cuatro Letras de Di-s Parte 5: Las Diez Sefirot dentro de la Boca Parte 6: Los Colores del Ojo, parte 1 Parte 7: Los Colores del Ojo, parte 2 Parte 8: Los Diez Dedos, la Lengua y el Organo Reproductor Parte 9: Daat Superior y Daat Inferior Parte 10: Los Centros de Energía Parte 11: Sistemas Fisiológicos de Acuerdo con la Cabalá I

Parte 12: Sistemas Fisiológicos de Acuerdo con la Cabalá II Parte 13: Sistemas Fisiológicos de Acuerdo con la Cabalá III próximamente

La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 1 Introducción Las cuestiones de salud y curación eran estudiadas en las generaciones pasadas principalmente por aquellos que pertenecian al mundo de la medicina. Sin embargo vemos en nuestros días, más que en cualquier otra época, que el conocimiento dentro de estos campos se ha extendido al público en general, y por otro lado, han surgido también nuevas ideas en el mundo de la medicina y dentro del ámbito y la naturaleza de la curación misma, tanto en cuanto a la técnica aplicada como en cuanto a la discusión teórica. La medicina convencional, que se dirigía en otras épocas a encontrar las causas inmediatas de una enfermedad observando empíricamente sus síntomas, se abrió hoy a la investigación de los orígenes psicológicos y espirituales de las enfermedades y nuestra capacidad de recuperarnos de ellas. Ha comenzado a cambiar lo que fue antes una predisposición médica de separar el cuerpo y sus sistemas físicos de lo que es la persona interiormente. La gran popularidad de las nuevas alternativas médicas ha creado un vasto mercado de nuevos tratamientos que están desafiando constantemente nuestras ideas acerca de la naturaleza de la salud y la curación. En vista de todo esto, consideramos muy apropiado plantear la antigua tradición de curación y prácticas médicas existente dentro del judaísmo en general y de la cabalá en particular. Este trabajo ha sido escrito por una persona que desea comenzar a desarrollar la comprensión de la grandeza de esta tradición y su sabiduría respecto de la naturaleza del cuerpo y sus raíces espirituales. Por otro lado, demostramos aquí la aptitud especial de la cabalá para interpretar sistemáticamente todos los métodos seculares de curación y sus correlaciones espirituales. La Imagen de Di-s "Y Di-s dijo, Hagamos un hombre a nuestra imagen y semejanza". Una de las enseñanzas fundamentales de la cabalá es el sistema de las diez sefirot o canales de fuerza de vida Divina. Como principio básico, se debe prestar suma atención al término sefirot, ya que su significado varía de acuerdo con el contexto en que se lo usa. a) Cuando hablamos de nuestra percepción de la Divinidad, o sea la manera en que se percibe lo relativo a Di-s (cómo Di-s se expresa), las diez sefirot son entendidas como las diez manifestaciones de la Divinidad. Encontramos este fenómeno reflejado en los diez Nombres esenciales de Di-s, cada uno correspondiendo a una sefirá determinada. b) Cuando se reflexiona acerca de la manera en que este despliegue de Divinidad es proyectado en la experiencia de vida del ser humano, las sefirot se entienden como los diez poderes del alma. De esta manera, podemos correlacionar todas las facetas de la condición humana con estas diez propiedades básicas. Ellas a su vez se vuelven las herramientas conceptuales para la contemplación y el análisis de nosotros mismos y de nuestro servicio de Di-s. c) Finalmente, encontramos que las sefirot también se desempeñan como las fuerzas estructurales básicas orquestadas para moldear nuestra realidad externa. Todos los mundos que habitamos, tanto espirituales como físicos, presentan el mismo orden de caracteristicas supremas. En pocas palabras, podemos entender cada sefirá o canal como un modo de manifestación de Di-s con respecto a nuestra percepción de la Divinidad, una fuerza creativa que trabaja por detrás del escenario de los mundos creados, o más personalmente, las propiedades básicas o poderes de las almas.

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 2 Anatomía Humana La siguiente etapa de reflexión sobre los poderes del alma es meditar acerca de cómo la cabalá clásica relaciona estos poderes con distintos aspectos de la anatomía humana. Esta identificación de poderes espirituales con miembros del cuerpo ilustra la idea cabalística de hitlabshut ("investidura”), donde una realidad más elevada se inviste dentro de una inferior. En esta instancia, un poder del alma es la realidad superior que se inviste y se expresa a través de una inferior, tal como un recipiente físico como por ejemplo un miembro o un órgano del cuerpo. Es importante notar que en la literatura tradicional de la cabalá se pone gran énfasis en la correlación entre la sefirot supremas y los miembros y órganos del cuerpo humano, saltando directamente desde el plano de lo Divino al de lo físico. El Baal Shem Tov y sus discípulos revelaron y describieron en detalle las correlaciones psicológicas entre las supremas sefirot y sus paralelos físicos, pero sólo en una etapa tardía del desarrollo histórico de la revelación de la sabiduría oculta de la Torá. Estas asociaciones psicológicas sirven como intermediarios espirituales por medio de los cuales las sefirot Divinas pueden investirse de hecho y reflejarse en los miembros físicos del cuerpo. Estas correspondencias pueden sintetizarse como sigue:

Sefirá

Parte correspondiente del cuerpo

keter

Corona

Cráneo

Jojmá

Sabiduría

Cerebro (en particular el hemisferio derecho)

Biná

Entendimiento

Corazón (asociado con el hemisferio izquierdo del cerebro)

Daat

Conocimiento

Parte posterior del cerebro

Jesed

Bondad

Brazo derecho

Guevurá

Poder

Brazo izquierdo

Tiferet

Belleza

Torso

Netzaj

Victoria

Pierna derecha

Hod

Agradecimiento

Pierna izquierda

Iesod

Fundamento

Órgano reproductivo

Maljut

Reinado

Boca (también asociado con la corona en el extremo del órgano reproductivo)

Keter se manifiesta en el cuerpo como el cráneo. Así como la corona rodea la cabeza, el cráneo es la corona, relativamente abarcadora, que se halla en el cuerpo. El cráneo sugiere la idea de poner un horizonte en nuestro campo de la experiencia conciente. Dando una definición a la mente y límites a su habilidad de expansión e inflarse, la conciencia está siempre rodeada de un borde de experiencia inconciente que en si mismo da forma a la conciencia. De todos los poderes mentales, se considera a Jojmá como la mente esencial o la "mente dentro de la mente". Consecuentemente, biná asociada a jojmá, a parte de referirse al corazón mismo (el asiento físico de la experiencia emotiva nacida del entendimiento de la mente), puede ser vista como el "corazón dentro de la mente". Esta distinción también funciona en el cuerpo, donde jojmá es ubicada en el hemisferio derecho y biná en el izquierdo. El tercer elemento adicional, daat, se localiza en el lóbulo posterior del cerebro en el punto donde el cerebro se junta con la médula espinal, la posición del lóbulo occipital. Con respecto a los tres atributos emotivos del corazón, encontramos que el brazo derecho corporiza a jesed y el izquierdo a guevurá. Esto es aludido por el versículo: "Su brazo izquierdo está bajo mi cabeza y el derecho me abraza", y según el dicho de nuestros sabios: "el brazo izquierdo aleja y el derecho acerca". En este contexto, "alejar" significa desconectar o dejar libre, confiriendo a la otra parte un sentido de independencia (antes de acercarlo). En forma similar, la metáfora de "su brazo izquierdo está bajo mi cabeza" significa que alimenta mi conciencia de auto independencia (antes de abrazarme con su brazo derecho). La posición equilibrante de belleza es el torso, que está ligado a todas las partes del cuerpo en general y está centrado en particular entre los brazos. De las propiedades de comportamiento del alma, las de netzaj y hod corresponden a las piernas. Estas representan el primer contacto y el más continuo con la realidad exterior. Por otra parte, las piernas facilitan el movimiento del cuerpo como un todo, llevando a la persona a donde quiera ir. Netzaj es la cualidad de poner "nuestro mejor pie primero" en una postura firme y asertiva. Hod es la pierna izquierda, que mantiene el curso del movimiento de la persona monitoreando y validando su enérgico empuje. Finalmente, la propiedad de iesod es conocida como la "señal del Pacto Sagrado", que corresponde a los órganos reproductivos masculino y femenino. Conocido como "la finalización del cuerpo", iesod es la manifestación física del cuerpo de su propia habilidad de realizarse y cumplimentarse, como también de conectarse y comunicarse con otros. El último poder del alma se manifiesta en la boca. Maljut, reinado, es el área de influencia de la persona. Como está escrito: "La palabra del rey rige", significando que el alcance de la autoridad del rey está señalada por cuán lejos pueden viajar sus palabras. La capacidad de hablar que tiene la boca, de generar la autoexpresión, es el poder de afectar nuestro entorno, nuestro mundo. Próxima semana parte 3: "Tres veces Tres"

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 3 Tres veces Tres Vimos en nuestro análisis previo que los poderes del alma están divididos en tres niveles generales de conciencia, intelecto, emoción y características de comportamiento, cada uno de los cuales se divide a su vez en tres, derecha, izquierda y centro. Por encima del intelecto está el supraconciente keter, que en cabalá es considerado como asociado al intelecto. Se entiende por intelecto a todo estado de percepción directa de la realidad (al contrario de las emociones que son reacciones subjetivas a nuestras vivencias de la realidad). Todos los niveles inherentes a keter son en realidad niveles supraracionales del intelecto que, por medio del servicio Divino, pueden

ser traídos a la percepción directa de la conciencia del alma (como inspiración Divina). En cabalá, el triplete intelectual (que implica "el tres inicial"), se lo considera a veces compuesto de las tres sefirot keter, jojmá y biná (sin tomar en cuenta daat). Maljut, la última sefirá, está asociada a las características de comportamiento del alma, que a menudo se consideran cuatro cuando se suma maljut a netzaj, hod y iesod. Como tal, maljut es nuestra manera o estilo natural de hablar. A través del habla nos relacionamos con los demás y "dirigimos" su comportamiento. La división básica de los poderes del alma en tres unidades, y a su vez tres dentro de tres, se refleja de varias maneras en el cuerpo humano. Describiremos ahora brevemente dos de ellas: 1. Hemos estudiado en cabalá que el cuerpo humano en general y cada uno de sus miembros en particular se dividen en tres segmentos o articulaciones. En cuanto al cuerpo humano completo se refiere, estos son la cabeza, el cuerpo y los pies. Se refleja aqui claramente los tres niveles generales del alma: el intelecto, las emociones y las características de comportamiento. Además cada uno de ellos se divide en tres partes: tres lóbulos del cerebro, dos brazos y el torso, las dos piernas y el órgano procreativo (considerado en cabalá como una "tercera pierna". También es así respecto de cada miembro en particular: cada brazo, cada pierna e incluso cada dedo está dividido en tres partes o articulaciones. Y así es también respecto de cada una de las más pequeñas partes del cuerpo. Se entiende en cabalá que este fenómeno general indica que cada parte del cuerpo posee un comienzo, un medio y un final o en otros términos cabeza, cuerpo y pies. Este fenómeno es uno de los más importante índices del holismo intrínseco del cuerpo humano. Esto significa espiritualmente que cada miembro posee intelecto (cabeza), emociones (cuerpo) y características innatas de comportamiento (pies). 2. Si visualizamos al cuerpo humano como una esfera se puede apreciar tres grandes círculos, definiendo cada uno un plano circular de la esfera y una dinámica de movimiento circular alrededor de los ejes que corren a través del plano. Los tres planos de la cabeza continúan reflejándose en las partes inferiores del cuerpo. Movimiento, la dinámica más básica de la vida, es primero y ante todo una propiedad de los ojos, que definen el primero y más alto de los planos de la cabeza. A medida que los tres planos van descendiendo en el cuerpo hasta llegar al plano de las piernas, el movimiento físico se vuelve más pronunciado. En la cabeza, los ojos definen el plano horizontal, los oidos el plano vertical de izquierda a derecha y la nariz y la boca el plano vertical desde el frente hacia atrás. Estos tres planos corresponden en general a las tres sefirot del intelecto: jojmá, biná y daat. Los ojos, por medio de los cuales se manifiesta el sentido de la vista corresponden a jojmá -la sabiduria interna del alma es la visión espiritual. Los oidos, a través de las cuales se manifiesta el sentido de la audición corresponden a biná -el entendimiento interno del alma es la audición espiritual. La nariz y la boca, por los que se manifiesta los sentidos del olfato y el gusto, corresponden a daat - el conocimiento interno del alma es el olfato y el gusto espiritual. Estos tres planos circulares se manifiestan en otros dos lugares del cuerpo humano: a. En la boca, los dientes definen el plano horizontal, el plano de la sabiduría; los labios (visualizar el círculo que se forma cuando se abren los labios) define el plano vertical de derecha a izquierda, el plano del entendimiento; la lengua (visualizar el círculo que se forma cuando se dobla la lengua hacia la garganta) define el plano vertical desde adelante hacia atrás, el plano del conocimiento. b. En el cuerpo mismo, el torso, girando sobre su eje, define el plano horizontal, el plano de la sabiduría; los brazos, subiendo y bajando, definen el plano vertical de derecha a izquierda, el plano del entendimiento; las piernas, caminando y andando en bicicleta, definen el plano vertical desde adelante hacia atrás, el plano del conocimiento. Cabala y Medicina

La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 4 Las Cuatro Letras del Nombre de Di-s Posiblemente, el modelo fundamental de la cabalá es el que está basado en las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s, Havaiá. Las diez sefirot mismas no son sino manifestaciones del proceso divino representado por estas cuatro letras sagradas. Si bien la esencia del Nombre Havaiá está por encima de todo significado, etimológicamente deriva de la raíz hebrea que significa "existencia", y puede ser entendida como "Aquel que trae continuamente (la realidad) a la existencia" (más apropiadamente, el apelativo del Nombre Havaiá formado por la reacomodación de sus letras significa la palabra: "existencia"). Esto nos enseña que podemos concebir la "existencia" o la “vida" en términos de una estructura que se desarrolla en cuatro etapas.

La sefirá trascendental de keter es aludida por el pico superior de la iud, la primera letra del Nombre. La iud completa, un "punto con forma", corresponde a la sefirá seminal de jojmá y la primera hei a la comprensión expansiva de biná. La vav (cuyo valor numérico es seis) corresponde a los seis atributos emocionales desde jesed a iesod. La hei final corresponde al dominio de la sefirá de maljut. Los Tres Modelos Básicos La palabra "cabalá" deriva de la raíz hebrea cuyo significado original en la Biblia es "paralelizar" o "aparejar". La cabalá, entonces, analiza lo concerniente a la realidad en "paralelo" a modelos básicos o marcos de referencia. Hemos discutido anteriormente dos modelos básicos: a) los diez niveles o etapas de desarrollo, las diez sefirot, y b) el aún más fundamental marco de referencia conocido como "el sello de toda la creación", las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s. Hemos visto también que este último modelo abarca a su vez al primero. Existe, por otra parte, un tercer modelo básico o marco de referencia en la Torá, las veintidos letras del alfabeto hebreo. Las sefirot se conocen como "luces" en relación a las letras que son llamadas "recipientes" o “instrumentos”. Juntas forman los "treinta y dos caminos de sabiduría" por medio de los cuales Di-s creó el mundo (Sefer Ietzirá, Mishná 1). Las veintidos letras se subdividen en tres categorias de 3, 7 y 12 letras cada una. Así como vimos respecto de las sefirot (llamadas “luces”, pero en cierto sentido se percibe más aún con los “recipientes”), las letras también corresponden a miembros y órganos del cuerpo. Las tres letras "madre", alef, mem y shin, corresponden a los tres "elementos" primarios de la creación: aire, agua y fuego, y las tres divisiones generales del cuerpo: el pecho (aire), el abdomen (agua) y la cabeza (fuego [rosh = cabeza, está incluido eish = fuego dentro de la palabra]) respectivamente. [Ver Tania, Shaar HaIjud VeHaEmuná, cap 4] .

letra

elemento de la creación

parte del cuerpo

shin

Fuego

cabeza

alef

Aire

pecho

mem

Agua

abdomen

Las siete letras "dobles", beit, guimel, dalet, kaf, pei, reish y tav corresponden en el cuerpo a los siete aberturas o "portales" de la cabeza (sirviendo cada uno como una puerta de comunicación para los sentidos de la vista, la audición, el olfato y el gusto, la sensación de la realidad exterior para entrar a la conciencia del alma). Cada portal, cuando está santificado (utilizado con santidad), sirve de entrada para recibir la dádiva o bendición Divina:

letra

dádiva

portal de la cabeza

beit

sabiduría

ojo derecho

guimel

salud

oido derecho

dalet

hijos

fosa nasal derecha

kaf

vida

ojo izquierdo

pei

autoridad

oido izquierdo

reish

paz

fosa nasal izquierda

tav

favor

boca

Las doce letras “simples”, hei, vav, zain, jet, tet, iud, lamed, nun, samej, ain, tzadik y kuf corresponden a los doce miembros y órganos básicos del cuerpo. Cada uno de estos "controla" o “regula” (a veces de manera sumamente misteriosa, ya que no se percibe una relación clara) un sentido espiritual o talento del alma (el talento particular de cada una de las tribus de Israel):

Letra

sentido o talento

miembro-órgano

Hei

Habla, expresión

pierna derecha

Vav

pensamiento, contemplación

riñón derecho

Zain

caminar, progreso

pierna izquierda

Jet

Vista, percepción

mano derecha

Tet

audición, entendimiento

riñón izquierdo

Iud

acción, rectificación

mano izquierda

lamed

Tacto, sexualidad

vesícula biliar

Nun

Olfato, sensibilidad

intestinos

samej

dormir, sueño

vientre inferior

Ain

ira, indignación

hígado

tzadik

comer, gusto

vientre superior

Kuf

risa, exuberancia

bazo

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 5 Las Diez Sefirot Dentro de la Boca Basándose en el principio de interinclusión, la cabalá ve en cada uno de los miembros del cuerpo un reflejo y una manifestación del cuerpo entero con cada uno de sus miembros. (A esto se infiere claramente el fenómeno biológico descubierto hace pocas décadas de que los genes de cada célula contienen la codificación para todo el cuerpo). Vamos a analizar ahora, según este principio, algunos de los miembros primarios del cuerpo comenzando por la boca. El paladar corresponde en la boca a la sefirá de jojmá, sabiduría. Así como el ojo interno de la sabiduría experimenta constantemente destellos nuevos de ideas y comprensiones, también las papilas gustativas del paladar experimentan nuevos sabores de la verdad, en el plano espiritual íntimo. Leemos en los Salmos: "Prueba y ve que Di-s es bueno". La propia palabra jojmá se lee en cabalá como jeij-má, "el paladar (o sea que paladea) de lo sublime". Así como el paladar es la prolongación hacia abajo o el reflejo del cerebro y en general está identificado con jojmá (en las palabras del Zohar, "jojmá es el cerebro"), la garganta se considera la prolongación o reflejo del corazón, que generalmente identificado con biná ("biná es el corazón"). Por lo tanto, la garganta se considera la biná de la boca. En cabalá se habla de la unión del paladar y la garganta como un reflejo de la unión celestial en la boca entre jojmá y biná (denominados "padre" y "madre"). La lengua, que corresponde en la boca al eje central del árbol de la vida, tiene tres "centros de energía" correspondientes a las tres sefirot ubicadas en ese eje central: daat, tiferet y iesod. El punto donde la lengua se conecta con la garganta es el punto de daat, el poder de conectar que se halla en la boca. Aquí se asienta el poder del "lenguaje" o "lengua" (utilizado en este doble sentido tanto en hebreo como en castellano y otros idiomas). En ella recae la belleza de la auto expresión, la elocuente amalgama de un vocabulario rico (tiferet significa "belleza"). La punta de la lengua corresponde a la sefirá de iesod, el pacto sagrado en la boca. Está dicho de este centro de energía oral: "el pacto de la lengua corresponde al pacto de la carne" [es decir el órgano reproductivo]". Allí en su punta, la lengua toca, por así decirlo, la cavidad vacía de la boca. Esta cavidad es por cierto la esencia de la boca, porque esta corresponde en general a la sefirá de maljut --el recipiente vacío que recibe la luz de las sefirot superiores-- entonces, en un análisis detallado, la cavidad es a su vez su propio nivel particular de maljut, el verdadero final del eje central de las sefirot. El contacto entre la punta de la lengua y la cavidad bucal es análogo a la unión sexual entre masculino y femenino, iesod y maljut. Las mandíbulas superior e inferior con sus correspondientes hileras de dientes corresponden a las sefirot de jesed y guevurá. Masticar la comida es como procesar una idea para hacerla digerible; este proceso depende de los dos poderes emotivos primarios del alma. Amor, jesed, motiva el deseo del alma de "incorporar" las chispas presentes en la realidad exterior. Poder, guevurá, representa la real molienda de los dientes rompiendo la comida en partes digeribles, como está dicho: "maljut [la boca, en nuestro contexto] está hecho [es decir, capaz de ejecutar su función de comer] a partir de [el estado de] guevurá". Al igual que las mandíbulas y los dientes, los labios corresponden en la boca a las sefirot de netzaj y hod. Estos "guardan" la entrada a la boca de lo exterior (estas dos sefirot son descriptas en cabalá como que están "fuera del cuerpo". Además, los labios sirven para transmitir una expresión del alma más profunda que las palabras, el beso, donde se asocicon la punta de la lengua para formar el triplete netzaj-hodiesod. Así como "lengua" significa "lenguaje", "labio" (safá) también tiene el mismo significado en hebreo, aludiendo al lenguaje del beso. Así hemos completado el análisis de la interinclusión de las diez sefirot dentro de la boca.

Sefirá

parte de la boca

Jojmá

paladar

Viña

garganta

Data

punto de contacto entre la lengua y la garganta

Jesed

mandíbula superior y sus dientes

Guevurá

mandíbula inferior y sus dientes

Tiferet

cuerpo de la lengua

Netzaj

labio superior

Hod

labio inferior

Iesod

la punta de la lengua

Maljut

cavidad de la boca

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 6 Los Colores del Ojo I Se enseña en cabalá que el ojo es un espejo en miniatura donde se refleja el hombre entero en cuerpo y alma, tal como fue creado a imagen de Di-s. El ojo tiene cuatro colores que corresponden a las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s Havaiá, como así también a las cuatro patas del trono Divino y la carroza. El blanco del ojo corresponde a la iud del Nombre Divino y a la facultad de sabiduría, perspicacia Divina, y la bondad, su derivado emocional (a lo largo del eje derecho del árbol de la vida de las sefirot). Estos son los atributos espirituales de nuestro primer patriarca Abraham. Rodeando y penetrando en el "mar" blanco (de sabiduría) del ojo hay una delicada pero visible red de vasos sanguíneos. Cuando Iaacov bendice a sus hijos le da a Iehudá la bendición de que sus ojos se vuelvan rojos de buen vino. De aquí entendemos que el vino -que es rojo y es llamado a menudo en la Torá "la sangre de las uvas"- da color rojo a los ojos. Este color refleja en los ojos la primera hei del Nombre Havaiá y corresponde a la capacidad de entendimiento (el poder intelectual izquierdo) -la capacidad del alma de meditar acerca de lo Divino (el servicio espiritual referido metafóricamente en la Torá como "beber vino")- y su emoción derivada, la facultad del poder (junto con su propiedad interior, la facultad de temor). Estos son los atributos de nuestro segundo patriarca Itzjak.

En general, cuando hablamos del color de los ojos, que distinguen a un individuo del otro, nos referimos al color del iris. Hay individuos de ojos azules, marrones o verdes, con distinos tonos entre ellos. En la terminología de la Torá, todos estos colores son considerados matices de un color general conocido como "amarillo verdoso", iarok. El color particular de los ojos de cada persona corresponde a la vav del Nombre de Di-s y a la facultad central de la mente, el conocimiento o daat. Enseñan nuestros sabios que hay un daat individual que distingue una personalidad de la otra: "Así como cada rostro individual es diferente de los otros, también es diferente cada daat". De aquí que el color del ojo varíe de un individuo a otro. Daat es conocido como la "llave" que abre las recámaras del corazón, que son las siete facultades emocionales desde jesed ("bondad") hasta iesod ("verdad","lealtad" y "devoción"). Esto a su vez corresponde el espectro completo de los colores del arco iris. Con respecto a cada color de ojo en particular, los matices del azul corresponden al eje derecho del corazón, jesed ("bondad") y netzaj ("victoria", "confianza"); los matices del marrón corresponden al eje izquierdo del corazón, guevurá ("poder", "temor") y hod ("reconocimiento", "gloria"); los matices de amarillo verdoso corresponden al eje central del corazón, tiferet ("belleza", "misericordia") y iesod (1). Aunque, como ya dijimos, daat abre todas las recámaras del corazón, su derivado principal -su manifestación primaria en las emociones- es la facultad de tiferet (amarillo) y su derivado inmediatamente consecutivo es iesod (verde). Amariles el color del sol y verde el de la vegeteción que se nutre de los razos de luz del sol (por el proceso de fotosíntesis). De esta manera comprendemos por qué, en la terminología de la Torá, se elige el amarillo verdoso para representar el color general, cuyos matices varían en cada persona. Tiferet significa "belleza", y es definida en cabalá y jasidut como la combinación armoniosa de muchos colores juntos. La belleza del ojo está en su color individual, que en cierto sentido sugiere el espectro completo del arco iris. Los atributos espirituales que corresponden al color del ojo para daat son los de Iaacov, el tercer patriarca. Está dicho de Iakov que "su cama es completa", por haber procreado a doce hijos santos, los padres de las doce tribus de Israel. Cada tribu tiene su color propio, el del la piedra preciosa que le corresponde en el pectoral del sumo sacerdote y el que colorea su bandera (que señalaba el sitio que ocupaba en el campamento del desierto). Finalmente llegamos a la pupila del ojo, cuyo color -o mejor dicho su ausencia de color- es el negro. Es conocida en la Torá como la "hija" del ojo. En cabalá la figura de la "hija" siempre es asociada con la facultad de maljut ("reinado"), la última de las sefirot y que "no posee nada de si" (sólo lo que recibe de arriba), corresponde al negro (la experiencia de la humildad existencial y alejamiento de Di-s, la propiedad interior de maljut). Esta es la característica del Rey David, quien dijo: "y siempre seré despreciable ante mis ojos", aludiendo muy claramente al estado intrínseco de humildad en el ojo, la negra pupila. El sentido de la vista emana del punto interior de la pupila, como en el principio de la creación la luz brilla desde la oscuridad -"la oscuridad precede a la luz". Declara el profeta: "desde la distancia Di-s se aparece ante mi"; desde el lugar más íntimo del estado existencial de sentirse "distante" de Di-s (el punto íntimo de la pupila) la luz de Di-s brilla a los ojos del hombre. (1) En general, los tres patriarcas son asociados con los tres poderes emotivos primarios -jesed, guevurá, tiferet- con normalmente corresponden a los tres colores primarios azul, rojo y amarillo verdoso, respectivamente. La raíz espiritual de estas tres almas arquetípicas son los tres poderes de la mente que aparecen por encima de las tres emociones primarias, en los ejes derecho, izquierdo y central, jojmá, biná y daat. Son aludidas frecuentemente (según la cabalá) en nuestras plegarias como "el Di-s de Abraham, el Di-s de Izjak y el Di-s de Iaacob" respectivamente. En nuestro análisis del ojo y sus colores, los patriarcas aparecen en el lugar de sus orígenes espirituales. Con respecto a sus posiciones normales, en el corazón, el rojo es reemplazado por el marrón (derivado del rojo), correspondiente a Izjak, que es rojo a nivel de su origen en la mente, la sefirá de biná.

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 7 Los Colores del Ojos (II) De acuerdo al análisis cabalístico de los "huesos secos" de la visión de Ezequiel, los cuatro componentes constituyentes del cuerpo humano --huesos, vasos sanguíneos, carne (músculo) y piel-- se corresponden con las cuatro letras del Nombre Havaiá. El nivel quinto que le da vida al cuerpo, el espíritu ("Desde las cuatro direcciones, ven, Oh espíritu, y sopla dentro de estos cuerpos, para que puedan vivir"), corresponde al trascendente quinto nivel del Nombre Havaiá, ubicado en el pico superior de la iud. En forma similar, los cuatro colores del ojo --el cuerpo físico y el espíritu de vida están encapsulados en el ojo-- corresponden a las cuatro letras del Nombre Havaiá así como los cuatro componentes generales del cuerpo humano: el color blanco del ojo corresponde a los huesos y a la iud; el rojo a los vasos sanguíneos y a la primera hei; el color del iris al músculo y a la vav; el negro de la pupila a la piel y a la segunda hei. El sentido de la vista que se asienta en los ojos corresponde al espíritu que de vida en el cuerpo y al quinto nivel del Nombre Havaiá, el ápice de la iud. Este mismo pico de la iud aparece en el punto interno de la segunda hei, según el secreto de "el final está incluido en el comienzo y el comienzo en el final". Nuestros sabios establecieron la correspondencia entre el espíritu de vida y la vista, con el padre (jojmá) y el color blanco del ojo y la madre (biná) y el color rojo del ojo, en la siguiente descripción de la creación del hombre: Hay tres socios en [la creación de] el hombre: El Santo, bendito Sea, el padre y la madre. El padre contribuye con la blancura que se transforma en los huesos, los nervios y tendones, las uñas, el cerebro en la cabeza y el blanco del ojo. La madre aporta el rojo, que deviene en la sangre, la piel, la carne, el pelo, y el negro del ojo. Y el Santo, bendito Sea, brinda el espíritu [de vida], el alma, la forma de la cara, la visión del ojo, la audición de los oídos, el habla de la boca, el elevarse de las manos, el caminar de las piernas, el entendimiento y el intelecto. En el Zohar, el secreto del ojo --el secreto de la vista-- se relaciona con el día sagrado de Shabat. En hebreo esta palabra está compuesta por tres letras: shin, bet y tav. La letra shin está formada por tres líneas (tres vav, cada una con una cabeza, una iud en la cúspide) que se elevan desde una base común, aludiendo a los patriarcas del pueblo judío, Abraham, Itzjak y Iaakov y por eso es conocida como "la letra de los patriarcas". Las dos letras restantes, bet y tav, forman la palabra bat, "hija". Así, la shin de shabat alude a los tres colores que rodean la pupila, mientras que la bet y la tav se refieren a la pupila misma. En este día, que alude a la revelación del mundo por venir, el ojo humano rectificado --reflejo de los tres patriarcas junto con el rey David-- es meritorio de visualizar la luz Divina de Shabat insinuada en la palabra misma (que en el Zohar es considerada como un Nombre de Di-s), cuya forma completa manifiesta una luz que trasciende infinitamente a la de sus letras componentes. En síntesis:

Nombre de Dis

Sefirá

aspecto del ojo

arquetipo

Shabat

Ápice de la iud

Keter

vista

Divinidad

Shabbat

Iud

Jojmá

blanco

Abraham

Hei

Viña

Rojo (vasos sanguíneos)

Itzjak

vav

daat y las midot

color del iris

Iaakov

hei

Maljut

Negro de la pupila

David

shin

beit - tav

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 8 Los Diez Dedos, La Lengua y el Organo Reproductor Los diez dedos de las manos y los pies son la más clara alusión a las diez sefirot. Esta correspondencia aparece en el comienzo del Sefer Ietzirá, el más antiguo texto cabalístico, cuyas tres primeras mishnaiot (estudios) dicen:

1. 2. 3.

Con treinta y dos maravillosos caminos de sabiduría, Di-s … creó Su mundo con tres libros: "escribe", "libro" y "cuento". [Existen] diez sefirot inefables y veintidos letras fundamentales: tres madres, siete dobles y doce simples. [Existen] diez sefirot inefables correspondientes a los diez dedos, cinco opuestos a cinco, y el pacto está ubicado en el medio, en la palabra de la lengua y en la circuncisión del órgano reproductivo. En esta tercer mishná del primer capítulo, encontramos el primer modelo o reón explícita de las diez sefirot en cabalá. La primer mishná presenta los treinta y dos caminos de sabiduría en general, la segunda los divide en dos grupos generales de las 10 sefirot y las 22 letras (que a su vez se subdivide en tres grupos de 3, 7 y 12 letras). En la tercer mishná el texto comienza a tratar explícitamente las diez sefirot y continúa así hasta el final del capítulo). Estas tres primeras mishnaiot siguen el orden de las tres sefirot intelectuales: jojmá (sabiduría), biná (entendimiento) y daat (comprensión). La primer mishná comienza con los 32 caminos de jojmá (el hemisferio cerebral derecho); la segunda las analiza y las divide en grupos, proceso depende de la facultad intelectual de biná (el lado izquierdo del cerebro); la tercera presenta un modelo físico y concreto para las diez sefirot empleando la facultad de daat (la parte media, posterior del cerebro) que sirve para concretar el conocimiento intelectual abstracto de jojmá y biná. Además, esta mishná presenta el principio fundamental en cabalá: el tikún (rectificación) -balance y equilibrio. El balance entre los ejes derecho e izquierdo de las sefirot depende de su eje central, en general, y de la facultad de daat, en particular. Cuando daat no es contada como una de las 10 sefirot (es decir, cuando se cuenta desde keter), sirve como el punto medio de balance entre los dos grupos simétricos de cinco (derecho e izquierdo). Daat tiene la capacidad de balancear y regular estos dos grupos porque ella misma se subdivide en dos categorías internas de cinco cada una: cinco jasadim (poderes "positivos" de atracción) y cinco guevurot (poderes "negativos" de repulsión).

Estos dos sets de cinco inherentes a daat prevalecen a través de la creación. Deben estar regulados y balanceados apropiadamente para servir a su propósito en el proceso de rectificación de la realidad. En la Torá, el principio de "cinco opuesto a cinco" encuentra su primera expresión en las dos tablas del pacto dadas a Moisés en el Sinaí, sobre las que fueron inscriptos los Diez Mandamientos --"cinco opuestos a cinco". En general, las cinco fuerzas "positivas" de kedushá (santidad) lleva al cumplimiento de las 248 mitzvot positivas de la Torá, mientras que las cinco fuerzas "negativas" de kedushá fortifican el alma para refrenarse y así observar las 365 mitzvot negativas. De aquí la enseñanza general de nuestros sabios: "la mano izquierda siempre rechaza y la derecha acerca". El secreto del "pacto" (o el "pacto del Unico") que aparece a dos niveles --en la lengua (para balancear los diez dedos de las manos) y en el órgano reproductivo (para balancear los diez dedos de los pies)-- es así la manifestación del poder de daat "arriba" y "abajo". Daat de "arriba" --daat elión en cabalá-- es la perspectiva rectificada y concreta de la realidad "desde arriba": el Creador en Si es la verdadera esencia de todo ser, mientras que la "realidad virtual" de la creación, vista como existiendo independientemente, es de hecho "nada". Daat de "abajo" --daat tajtón"-- es la perspectiva que tiene la creación de su Creador como un "dador" absoluto, y al mismo tiempo totalmente "desconocido". Moisés, el más grande de todos los hombres, es llamado "el hombre de Di-s", que es interpretado por nuestros sabios como: "desde su 'punto medio' hacia arriba [era] Di-s, desde su 'punto medio' hacia abajo [era] hombre". Moisés une e integra completamente los dos niveles de daat (como será explicado), la capacidad de percibir la realidad a través de los "ojos de Di-s" (siendo este el significado de "desde su 'punto medio' hacia arriba [era] Di-s"), como así también la capacidad de conocer "humildemente" a Di-s, nuestro Creador, con los ojos del hombre (el significado de "desde su 'punto medio' hacia abajo [era] hombre").

La expresión externa del daat inferior es a través de la unión de marido y mujer (para procrear), como se referido en la unión original del hombre y la mujer: "y Adam conoció a Javá, su esposa". (Las relaciones maritales son llamadas "conocer" sólo cuando el órgano reproductivo está circuncidado, y por cierto, se nos enseñó que Adam fue creado ya circuncidado). La modestia presente en la sagrada unión de marido y mujer refleja la "incognosibilidad" de la esencia del Creador por parte de Su creación, especialmente en el principal momento en que la creación emula a su Creador --el momento de la procreación-- apegándose a Su existencia cierta. Este es el momento que el "hombre" alcanza su epítome (cumpliendo el primero y único mandamiento que le fue dado por Di-s en el momento de su creación: "fructificad y multiplicaos…"). De lo anterior aprendemos que la "lengua" y el órgano reproductor" (las dos manifestaciones del "pacto", la unión de Di-s y el hombre) están interrelacionados en esencia, por lo que podemos inferir que también su "rectificación" lo está. La "corrección" de nuestra facultad del habla (hablar sólo palabras buenas y "dulces") y el "cuidado" del pacto de nuestro órgano procreativo (expresar nuestro verdadero amor por nuestra esposa en las relaciones maritales en santidad) depende e influencia uno al otro. Por esta razón, la palabra hebrea milá significa tanto "la palabra de la lengua" y "la circuncisión del órgano procreativo". El modelo básico por excelencia de servicio Divino, como fue enseñado por el Baal Shem Tov, es el proceso de tres etapas jash, mal, mal --"silencio, circuncisión y habla" (equivalente a "sumisión, separación y dulcificación"). Las dos últimas etapas corresponden a los dos niveles mencionados en nuestra mishná: "la circuncisión del órgano reproductivo" y "la palabra de la boca". La primera etapa del servicio Divino --jash o silencio-- también aparece en la frase de apertura de la mishná: "diez inefables sefirot". La palabra "inefable" --blimá-- aparece subsecuentemente en el texto como "cierra tu boca de hablar", refiriéndose al servicio de jash (que precede a los de mal-mal). Así, hallamos que el orden del servicio Divino debe ser que primero debemos meditar, en silencio, sobre los misterios de las "diez inefables sefirot" y luego realizar el potencial de su daat inferior (humano) y su daat superior (Divino). Cabala y Medicina

La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 9 Daat Superior y Daat Inferior Continuando con nuestro estudio de la tercer mishná del Sefer Ietzirá, vemos que comprende veintidos elementos: 1. Los diez dedos de las manos, correspondientes a las diez sefirot del mundo de Atzilut, el mundo de la conciencia exclusiva de daat elión;

2. Los diez dedos de los pies, correspondientes a las diez sefirot del mundo de Briá (y los otros mundos inferiores), cuya conciencia es la de daat tajtón y 3. Los dos puntos de balance: la lengua y el órgano reproductor. Podemos asociar estos veintidos elementos del cuerpo físico con las veintidos letras hebreas, de acuerdo con el siguiente esquema (la lengua encima de los diez dedos de las manos y el órgano reproductor por sobre los diez dedos de los pies):

alef

caf iud

tet

jet

zain

vav hei dalet guimel bet

lamed

tav shin reish kuf tzadik

pei

ain samej

nun

mem

Vemos que según este diagrama las dos letras que corresponden al “pacto único” (manifestado en sus dos niveles) — alef y lamed— se combinan para formar el Nombre Divino Kel, que aparece en el versículo: Di-s [Havaiá] es un Di-s [Kel] de dos [niveles de] conocimientos. Este versículo, que pertenece al cántico de agradecimiento que Jana canta en el nacimiento de su hijo Shmuel, es la referencia bíblica de la existencia de dos niveles de daat, como se describe en el capítulo 8. Vemos así que esto está aludido en el Nombre Kel, las dos letras que aparecen en el lugar de las dos manifestaciones del “pacto único” del diagrama anterior: Alef corresponde a la sabiduría y percepción intuitiva de la mente, como está dicho: “Voy a enseñarte [alef] sabiduría”. Lamed corresponde al poder emotivo del corazón, ya que esta letra representa al “corazón” (lev) en la Torá. Así aprendemos que la percepción interna de la mente (la conciencia de daat elión) halla su expresión interna en la lengua, mientras que la emoción interna (amor) del corazón (daat tajtón) tiene su expresión externa en el órgano reproductor. Cuando se elevan las manos, como cuando los sacerdotes bendicen al pueblo, la lengua (que bendice) está entre los dedos; mientras que cuando las manos bajan, el órgano reproductivo está entre ellos. A la inversa, encontramos en la Biblia que el idioma de la lengua “camina”, como los pies. Aunque se explicó arriba que el daat superior de la alef sirve para balancear los diez dedos de las manos —las diez sefirot del mundo de Aztilut— y el daat inferior de la lamed sirve para balancear los diez dedos de los pies —las diez sefirot de Briá y los mundos inferiores—, vemos aquí que hay una relación entre el daat superior (la lengua) y los mundos inferiores (los dedos de los pies), y entre el daat inferior (el órgano reproductor) y los mundos superiores (los dedos de las manos). La unión de las sefirot supremas de Atzilut da origen a la conciencia del daat inferior desde Briá para abajo. El servicio del alma en los mundos inferiores revela, en definitiva, el daat superior en la tierra. Más aún, la alef y la lamed, o sea el daat superior y el daat inferior, de la lengua y el órgano reproductor a veces se invierten. Así, las emociones del corazón encuentran su expresión en las palabras, y la esencia seminal de la mente “se contrae” en la semilla del órgano reproductor. Podemos entender ahora el motivo del orden de las dos manifestaciones del “pacto único” que presenta la mishná es: primero “la palabra de la lengua” y luego “la circuncisión del órgano reproductor” (aunque según el servicio Divino de jash-mal-mal, descripto anteriormente, el orden es inverso). En definitiva, la revelación de la esencia Divina (en la tierra) depende de la rectificación y santificación de “la circuncisión del órgano reproductor”. Cabala y Medicina

La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 10 Los Centros de Energía o Puntos de Contacto del Cuerpo En la sección anterior vimos que “el pacto único" está ubicado en la línea media: la palabra de la boca y la circuncisión del órgano reproductor”. Estos dos puntos —la lengua y el órgano reproductor, que son de hecho los dos puntos esenciales de la “relación sexual”— son los dos centros primarios de energía o puntos de contacto, situados a lo largo de la línea media del cuerpo.

En cabalá, la energía que emana de estos centros está asociada con la de nuestra alma gemela para procrear. El poder de procrear físicamente emana del punto inferior, mientras que el poder de procrear espiritualmente surge del punto superior, la boca y la lengua. Sabemos que los humanos (seres materiales) son creados de la unión inferior de los órganos reproductores, mientras que los ángeles (seres espirituales) son creados de la unión superior de “boca a boca”, con el poder del beso (la expresión más profunda de “la palabra de la lengua”). Adicionalmente hemos estudiado en cabalá que existe otro centro de energía/punto de contacto —el punto medio del pecho, el punto de contacto del “abrazo”. Este punto, relacionado con los otros dos, representa un nivel intermedio de energía conectiva, más material que la del punto que está por encima y más espiritual que la que se encuentra debajo suyo. Aquí es a donde el ángel desciende para investirse en un cuerpo de forma terrenal. En la práctica meditativa —que es el intento del alma por contactarse y volverse uno con Di-s— la cabalá y el jasidut enseñan que, al igual que la unión de las almas de la pareja, debemos empezar por el punto medio, el punto del abrazo, para luego ascender al punto superior, el beso, y finalmente descender al punto inferior, literalmente el estado de acoplamiento con el ser amado volviéndose uno con él (como está dicho en Génesis: “y se unirá a su esposa y se volverán una sóla carne”). Para continuar con nuestra travesía cabalística, cada mundo o cada estado integral de realidad independiente posee cinco semblantes de semejanza humana (partzufim): El Anciano, el padre, la madre, el hijo (o novio) y la hija (o novia). Como cada uno posee los tres centros de energía que descienden a lo largo su línea media, cada mundo tiene quince centros de energía o puntos de contacto.

Cada uno de nosotros, creados a imagen de Di-s, refleja efectivamente en cuerpo y alma estas cinco figuras Divinas, por lo que cada judío es considerado como “un mundo completo”. De esta manera podemos identificar quince centros de energía o puntos de contacto en particular a lo largo de la línea media del cuerpo humano. En cabalá, todo estado meditativo y cada esfuerzo espiritual en aras de despertar energías y crear uniones se relaciona con una plegaria específica a Di-s. La meditación en los quince puntos de contacto es la “intención” de la plegaria que sigue al recitado del Shemá cada mañana. El texto de la plegaria —confirmando la absoluta veracidad de nuestra fé judía, que halla su expresión en el recitado del Shemá— comienza con la palabra emet (“verdad”) y es seguida de quince palabras que son sinónimos o variaciones del concepto “verdad”, estando cada una precedida por la letra vav (“y” en castellano, que implica energía conectiva; como palabra, vav significa “gancho”). La línea media del cuerpo o el eje central de las sefirot supremas es conocido en general como emet. La verdad última y definitiva no es derecha ni izquierda, es el poder de unirlos para volverlos uno. Deriva del origen del “medio” que trasciende ambos estados opuestos de derecha e izquierda y contiene el espectro completo de los quince matices que se reflejan en el cuerpo humano, como los quince puntos que se encuentran en esta línea media. Estos quince puntos se dividen en cinco grupos de tres, correspondiendo cada grupo a una de las cinco figuras del “mundo” humano completo. El primer grupo de tres está compuesto por: (1) el punto en la parte superior del cráneo, (2) el punto donde el cabello se encuentra con la frente (por encima del cual se colocan los tefilin de la cabeza) y (3) el punto central de la frente (conocido como el punto esencial de “la voluntad de la frente”). Estos tres puntos encarnan la energía supraracional y están por encima de los ojos, que es donde comienza la percepción conciente. Corresponden a los tres puntos (figurativamente: boca, pecho y órgano reproductor) del Anciano (por encima del padre y la madre —jojmá y biná, la mente racional). El siguiente grupo de tres consiste en: (1) el punto entre los ojos (la “boca” de la sabiduría), (2) el punto de la nariz y (3) la marca sobre el labio superior (el punto donde el ángel golpea antes del nacimiento causando el olvido de toda la Torá que aprendió en el vientre materno). Estos son los tres puntos (boca, pecho y órgano reproductor) del padre. A continuación: (1) la punta de la lengua en la boca, (2) el punto de la barbilla y (3) el punto medio de la garganta. Estos son los tres puntos de la madre. Luego: (1) el punto entre los hombros, (2) el punto medio de la parte superior del pecho (conocido como “el pájaro del alma”) y (3) el punto medio de la parte inferior del pecho (el punto principal del pecho, el lugar del abrazo descripto anteriormente). Estos son los tres puntos del hijo. Finalmente (1) el punto del ombligo (la “boca” durante el embarazo), (2) el punto de la parte inferior del abdomen (el del útero) y (3) el punto del órgano reproductor masculino. Estos son los tres puntos correspondientes a la hija. Las palabras hebreas para estos quince puntos son:

(1) (2)

veiatziv (“firme”), venajón (“fundamentado”),

(3)

vekaiam (“perdurable”),

(4)

veiashar (“recto”),

(5)

veneemán (“confiable”),

(6)

veahuv (“amado”),

(7)

vejaviv (“querido”),

(8)

venejmad (“preciado”),

(9)

venaim (“agradable”),

(10)venorá (“terrible”), (11)veadir (“poderoso”), (12)umetukán (“correcto”), (13) umekubal (“aceptable”), (14) vetov (“bueno”), (15) veiafeh (“hermoso”).

Palabra

parte del cuerpo

partzuf

Veiatziv

firme

Venajon

Fundamentado

Vekaiam

Perdurable

El Anciano

boca

la cima de la cabeza

pecho

unión del cabello y la frente

órgano reproductor

el medio de la frente

Veiashar

Recto

Veneemán

Confiable

boca

entre los ojos

pecho

la nariz

El Padre

Veahuv

Amado

órgano reproductor

la marca sobre el labio superior

Vejaviv

Querido

boca

la punta de la lengua

Venejmad

Preciado

pecho

la barbilla

Venaim

Agradable

órgano reproductor

el punto medio de la garganta

Venorá

Terrible

boca

entre los hombros

Veadir

Poderoso

pecho

el punto medio de la parte superior del pecho

La Madre

El Hijo

Umetukán

Correcto

órgano reproductor

el punto medio de la parte inferior del pecho

Umekubal

Aceptable

boca

el ombligo

Vetov

Bueno

pecho

abdomen inferior (útero)

órgano reproductor

órgano reproductor masculino

La Hija

Veiafeh

Hermoso

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 11 Los Sistemas Fisiológicos de Acuerdo a un Modelo Cabalístico …Así dijo Di-s a estos huesos: ‘He aquí, Yo traeré el espíritu dentro de vosotros y viviréis. Y Yo pondré en vosotros vasos sanguíneos y haré crecer carne sobre ustedes y los cubriré con piel. Y les daré espíritu y viviréis, y sabreis que Yo soy Di-s‘. En el pasaje anterior de Ezekiel 37 encontramos una descripción del cuerpo de cuatro niveles —huesos, vasos sanguíneos, carne y piel— y un quinto nivel espiritual que le da vida al cuerpo, el espíritu. El modelo más apropiado para un análisis comparativo de esta estructura es el nombre esencial de Di-s de cuatro letras, con el ápice de la iud constituyendo el trascendente quinto nivel. La primera de la cuatro etapas, la iud, alude al punto de conciencia esencial y seminal, por cuanto que la forma de esta letra es la más compacta de todo el alefbet, sirviendo como su núcleo estructural. Tomada a menudo como símbolo de una semilla, en la vida del cuerpo puede ser vista como los huesos (en especial porque la “semilla” del cuerpo está en la médula ósea, como se explicará más adelante). El sistema esquelético, el armazón básico del ser humano, sostiene los otros sistemas fisiológicos que reposan en él. Además de esto, la palabra hebrea para “hueso” (etzem) también significa “sí mismo” o “esencia”, que alude espiritualmente al núcleo de nuestro ser. Físicamente, esto se vuelve evidente por ser el bastidor del cuerpo. El siguiente nivel de esta meditación continúa con la primera hei del nombre de Di-s. Se puede ver esta letra como tridimensional, con los dos lados pegados proyectando el largo y el ancho, mientras que la tercera dimensión está sugerida en el pie suelto que imaginamos como una línea que corre perpendicular a la página, evidenciando la dimensión de profundidad. En general, la letra hei alude a la expansión, en las tres dimensiones del cuerpo físico, desde el punto de la esencia que aquí es vista como el esqueleto. En términos espirituales, la hei corresponde a biná, el entendimiento del corazón que se extiende para dar vida al cuerpo entero (es decir, para “motivar” sus muchos miles de funciones). Así, la primera hei del Nombre de Di-s refleja el sistema circulatorio —la comunicación básica interna de fuerza vital dentro del cuerpo— el “entendimiento” interno del cuerpo y su autopreservación. La vav del Nombre de Di-s alude a las emociones básicas o atributos de carácter, que son seis así como el valor numérico hebreo de esta letra. Los atributos de carácter de la persona, en relación a su entendimiento, son como la carne que cubre su cuerpo (la vav en particular corresponde a tiferet, que es el torso, el “tronco” del cuerpo) pero que incluye y está relleno con los vasos sanguíneos. Finalmente, como la capa y vestimenta más externa del cuerpo, la piel exhibe la apariencia superficial que está expuesta y afecta a los demás, sirviendo apropiadamente como el “reinado” de las cuatro divisiones generales del cuerpo. Como quiera que este sistema de cuatro niveles es utilizado para contemplar “existencia”, hay siempre un quinto nivel todo abarcador que da vida a los otros cuatro. Este nivel es visto como el origen de la existencia, y en el caso del cuerpo es el espíritu de vida que viene a animar a los otros niveles. Como veremos en breve, este nivel corresponde al sistema respiratorio. El siguiente cuadro resume el modelo general que hemos descripto.

el espíritu de vida [la respiración]

keter— corona

espina de la iud

los huesos

Jojmá—sabiduría

iud

los vasos sanguíneos

biná—entendimiento

hei

la carne

Midot—atributos de carácter

vav

la piel

Maljut—reinado

hei

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La Curación del Cuerpo y el Alma Parte 12 Los Sistemas Fisiologicos – El Modelo Ampliado Luego del análisis básico del cuerpo que presentamos en los capítulos anteriores, podemos proceder ahora a un análisis más detallado, en el cual cada una de las diez propiedades del alma es asociada explícitamente a un sistema fisiológico del cuerpo. Del mismo modo que en muchos modelos, cuando se analizan en paralelo al marco de referencia de las diez sefirot de la cabalá, en el curso del análisis también las diez propiedades generales del alma se subdividirán de esta manera, aunque en esta presentación se las distribuyen según doce categorías que corresponden a los sistemas fisiológicos básicos del cuerpo. La primera propiedad, la corona supraconciente o keter corresponde al sistema respiratorio, el conducto físico por el cual entra al cuerpo el espíritu de vida. Cuando Di-s creó al hombre, “formó al hombre del polvo de la tierra, e insufló en sus narices el aliento de vida ”. Este aliento de vida proviene de Di-s en lo alto, la fuente de toda vida. Al respirar internalizamos aquello que es exterior a nosotros, inhalamos de lo que está por encima nuestro. La palabra hebrea para “inhalar” (sheifá) significa también “aspiración”. Así, respirar es una expresión del deseo innato del alma de ascender e ir más allá de su ser conciente, hacia la esfera de su enlace supraconciente con la Divinidad (como es vivenciado en su fe, placer y voluntad supraracional, las tres cabezas de keter). Jojmá, la iud del Nombre de Di-s, corresponde a la médula ósea. Las investigaciónes médicas de avanzada consideran a esta como un sistema por derecho propio. Es responsable de la producción de las células sanguíneas, la unidad biológica más básica del cuerpo. Así como la médula ósea produce estas células, también todo se origina en jojmá, ya que “Tu has hecho todo con sabiduría”. Biná, que está en el lado izquierdo del árbol de las sefirot, es asociada con la sangre propiamente dicha, considerada también ultimamente como un sistema en si misma (en adición al sistema de los vasos sanguíneos). Esta sefirá, que significa “construir”, recibe su materia prima de jojmá, la médula ósea, ampliando su información codificada. En cabalá, biná es denominada la “madre”, cuya contribución primaria a la formación del hijo son los aspectos rojos de su cuerpo, como se establece en el Talmud. Por el contrario, jojmá es llamada el “padre”, que genera las partes blancas del cuerpo, como los huesos. Estos dos sistemas fisiológicos relativamente abstractos, la médula ósea y la sangre, asumen en el cuerpo los roles generales de “padre” y “madre” y funcionan juntos en perfecta unión. En cabalá, la unión permanente de los principios “padre” y “madre” es responsable de la creación continua de la realidad. En las palabras del Zohar: el padre y la madre (en nuestro contexto la médula ósea y la sangre) son dos “compañeros que nunca se separan”. Su unión, que expresa el poder creativo interior del alma viviente, es continua así como la médula ósea crea continuamente nuevas células de la sangre. La sefirá que está directamente por debajo de jojmá en el árbol sefirótico es jesed, que está personificada por el primer judío, Abraham, como se ve en el versículo: “Da bondad a Abraham”. El valor numérico del nombre de Abraham, 248, es equivalente al número de huesos del cuerpo, como está detallado en la Mishná, y al número de mandamientos positivos de la Torá. Consecuentemente, jesed, que es el atributo de Abraham, es identificado con el sistema óseo. La frase “el Di-s [o la fuente de vida] de Abraham”, es interpretada en cabalá como refiréndose a la fuerza que enmarca o abarca desde arriba a Abraham, el poder de jojmá localizado por encima de jesed. Los huesos actúan como los recipientes o contenedores de un nivel más abstracto, la médula ósea. Entonces, “el Di-s de Abraham” alude al sistema de la médula ósea por sobre el sistema óseo. Mientras que biná alude a la sangre, es la propiedad ubicada por debajo de ella en el eje izquierdo del árbol de las sefirot, guevurá o restricción, que le da “forma” y dirección a la sangre, controlando su circulación a través del cuerpo. El poder de restricción canaliza la sangre y la dirije hacia recipientes específicos que, de acuerdo con la cabalá, son las 365 arterias y venas mayores correspondientes a los 365 días del año solar y los 365 mandamientos negativos de la Torá. A pesar de que en principio podemos ver la sangre y los vasos sanguíneos como un sistema único, como ya mencionamos ahora se consideran dos sistemas separados. En jasidut estudiamos que la fuerza de contracción (guevurá) que los vasos sanguíneos ejercen sobre la sangre misma sirven para fortalecer la fuerza de vida inherente en la sangre.

Medicina y Cabalá Seis Niveles de Curación Basado en un discurso jasídico de Rabi Aizik de Homel Una discusión acerca de seis modalidades únicas de curación que corresponden a las distintas dimensiones del alma judía Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Uno

El primer nivel de verdadera curación, el más bajo pero el fundamental sobre el que vamos a construir esta escalera de seis escalones, es el de un médico experto. El practicante experto y consumado conoce la medicina apropiada a prescribir para tratar los padecimientos específicos del cuerpo. Su experiencia en prescribir se relaciona con el nivel natural del cuerpo, en el que el cuerpo "vive" (la fuerza de vida del alma que está investida dentro del cuerpo). El poder de la correcta medicina es llevado a la realidad contactando este nivel inferior del alma y conduciéndola hacia su fuente Infinita, la conciencia del médico es primariamente, sino únicamente dirigida hacia el cuerpo y sus dolencias. Este nivel corresponde al nivel más bajo del alma, el nefesh, cuya función es conectar el alma al cuerpo por medio del "intermediario conector", la sangre, como está dicho: "La sangre es el nefesh". La palabra hebrea para sangre es "dam", y tiene la misma raíz de la palabra "similar". Este nivel de curación se relaciona con la similitud Divina con la que el hombre fue creado. Adam, cuyo nombre significa "Me convertir'e en sangre" (como se enseñá en jasidut), representa el secreto del médico experto. Eva es la paciente, la serpiente primordial es tanto la enfermedad como el secreto de la medicina. Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Dos

El segundo nivel de curación es a través del poder de "encanto". Aunque en sus origenes es una ciencia de las más auténticas, a través de las generaciones se ha degenerado en gran manera y se volvió identificada con varias prácticas supersticiosas. Con el poder del "encanto", se puede dibujar la forma de un hombre en una pared de manera que todo lo que se haga a la figura, realmente le podrá suceder al cuerpo de la persona dibujada que se quiere curar. La sabiduría empleada aquí es sugestiva por naturaleza. El encanto toca el segundo nivel del alma, el espíritu - ruaj, que está por encima del aspecto del alma asociada directamente con el cuerpo, el nefesh. El acto es "espiritualista" por naturaleza. El evento espiritual tiene lugar a nivel de ruaj (el nivel del alma asociada con los poder emotivos del hombre, sus pasiones, enojos, etc.) y cuando son positivos (constructivos) el ruaj se vuelve sufucientemente energizado para afectar y curar desde arriba el cuerpo con el que se relaciona. Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Tres

El tercer nivel de curación es a través del poder de los Nombres Sagrados, tales como los que se escriben en un amuleto que se lleva en el cuerpo o se coloca en algún lugar visible. El Nombre tiene el poder de provocar un influjo Divino en los aspectos suprarracionales del alma, produciendo una experiencia Divina celestial que fortalece el alma y le provee suficiente poder para sanar el cuerpo. Este tipo de curación se relaciona en particular con el tercer nivel del alma, la neshamá, que en principio es supraconciente, ya que la conciencia inicial del hombre es del de nefesh (conciencia material, física) y su ruaj (conciencia espiritual), como se enseña en cabalá. Sin embargo, podemos merecer atraer el nivel de neshamá en nuestra conciencia en un estado de inteligencia abstracta, la percepción pura de los Nombres Sagrados.

Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Cuatro

El cuarto nivel de curación es el citado por nuestros sabios: "Si hay una dolencia en la cabeza debe profundizar en la Torá… si todo el cuerpo duele debe profundizar en la Torá". Similarmente dicen nuestros sabios: "Quienquiera ahonda en la luz de la Torá, la luz de la Torá lo fortalece". Para producir vitalidad física a partir de esta luz, debemos estar realmente en un estado de verdadera conección del alma con la Torá, la Palabra de Di-s. Así entra espontáneamente en el alma una fortaleza trascendente, que la impregna con el poder de curar el cuerpo. Aquí, el alma no experimenta Divinidad (incluso en sus niveles más sublimes) como una entidad separada, sino que más bien se fusiona en la Divinidad de la Torá ("Torá y Di-s son uno"). Esto es análogo a la ley que dice que un cuerpo de agua impuro (enfermo) se vuelve purificado instantáneamente cuando se lo hace "besar" las aguas de una mikve pura. De la misma manera, cuando el alma toca ("besa") la luz de di-s en la Torá, se "fusiona" en sus aguas vivientes, recibiendo suficiente fuerza de vida para sanar el cuerpo. No obstante, en lo citado arriba el termino "dolencia" implica que los órganos internos permanecen intactos a pesar de que una dolencia o una afección menor se apodere de algún órgano viable. El "problema" se debe a la influencia espiritual impura de las "cáscaras" (klipot) que atacan y luego se adhieren al cuerpo. La "luz" dela Torá ciega los ojos de las "cáscaras" y las nulifican. Sin embargo, cuando los órganos internos son deteriorados mortalmente, esta luz no es suficiente para sanarlos milagrosamente (es decir, devolverlos a su anterior estado completo de ser). Este tipo de curación se relaciona con el cuarto nivel del alma, jaiá, "el viviente", identificado con el origen de la sabiduría, incluso superior que la conciencia pura del intelecto descripto arriba. "Sabiduría (de la Torá) da vida a su dueño". Jaiá reside en el "fluido aéreo" por encima del cerebro, debajo del cráneo. Esto corresponde en el servicio Divino al verdadero estado de autoanulación (relacionado con el secreto de la inmersión en una mikve pura) imbuido de un sentido de infinita serenidad. Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Cinco

El quito nivel es todavía un nivel superior al anterior. A pesar de que pueda ser físicamente imposible curar a una persona enferma mortalmente, incluso con la luz Divina de la Torá, sin embargo es posible para nuestra alma "ancargarse" del cuerpo y "reemplazarlo" desempeñando todas sus funciones físicas. El cuerpo permanece mortalmente enfermo como antes (al grado en que la ley de la Torá lo define como "traif", por morir), pero continúa vivo de alguna manera. Sobre este nivel está dicho: "Como si fuera que El Santo mora en sus entrañas". "El Santo" en nuestras entrañas hace aparecer al cuerpo como funcionando normalmente aunque está virtualmente muerto. La santidad trascendente de "El Santo" está separado y desprendido existencialmente del cuerpo físico, por lo que el cuerpo no es afectado de ninguna manera por Su presencia habitando en su interior y "viviendo" por él. Este nivel se relaciona con el quinto nivel del alma, el "único", iejidá. Aquí, su "singularidad" esencial se refleja en la habilidad de funcionar independientemente (es decir por si mismo) como "otro" (es decir, el cuerpo). "el tzadik (el justo) vive en su fe". Iejidá, el poder de la fe de los tzadikim "vive en si mismo" (en contraste con jaiá que "da vida"), aunque espontáneamente "vive" para otro (es decir, en lugar del cuerpo). Medicina y Cabalá - Seis Niveles de Curación Nivel Seis

El sexto nivel de curación es aquel para el que se reserva la palabra "milagro" en su verdadero sentido. A pesar de que los niveles antes mencionados (desde el segundo en adelante) aparentan ser sobrenaturales en si, es en este nivel que el cuerpo mortalmente enfermo experimenta una milagrosa y existencial metamorfosis, y el cuerpo físico renace. Nuestro sabios enseñan que en el tiempo de la resurreción de los muertos, los cuerpos volverán a la vida desde las sepulturas exactamente en el mismo estado de ser y condición física (como también psicológica) que cuando murieron, entonces serán curados instantáneamente. El estado de este primer momento de resurrección corresponde al quinto nivel de curación explicado anteriormente. El segundo momento de resurrección corresponde al sexto nivel. Un ejemplo de esto es el milagro de Jananiá, Mishael y Azariá relatado en el libro de Daniel. Cuando fueron arrojados al horno por orden del rey de Babilonia, el fuego no quemó sus cuerpos, a pesar de que sí lo hizo con el de los que estaban a su alrededor. El estado del cuerpo en el fuego es un ejemplo de una enfermedad terminal. Sobrevivir y emerger sin daño físico ejemplifica el poder existencial de renacer, el "Santa Sanctorum" Divino imbuyendo al alma del mártir potencial el poder de producir la metamorfosis de su cuerpo. Este nivel corresponde a la "chispa de Di-s" dentro de iejidá del alma judía. Esta chispa deriva de la esencia de la Luz Infinita que está por encima ("precediendo") la "contracción primordial" (tzimtzum). Desde la perspectiva de la creación, el secreto del tzimtzum excluye la posibilidad de un milagro absoluto como se describió antes, pero la "chispa de Di-s" investida dentro de cada alma judía da cabida a la manifestación de ese milagro. Este es en definitiva el secreto y el propósito de la presencia del alma judía en el mundo. Economía y Cabalá

La Corporación Dinámica Economía y Cabalá La Corporación Dinámica

Participación, Calidad y Flujo Por el Rabino Itzjak Ginsburgh Introducción Una aproximación desde el punto de vista judío a la gestión de negocios basado en la Cabalá y el Jasidismo. Una perspectiva de las interrelaciones dinámicas entre empleados, mercados e inversores, y como la corporación "rectificada" y refinada es un modelo para la corporación del mundo. Este ensayo es una traducción y elaboración de una conferencia brindada por el rabino Itzjak Ginsburgh el 28 de Tishrei de 5753 (Octubre 25 de 1992) en Savión, Israel, a una audiencia de profesionales de negocios y gerencia de empresas. La siguiente es una versión resumida preparada para internet. Próximamente saldrá a la venta el libro completo "la Corporación Dinámica" en castellano. Para ordenar la versión en inglés ver Inner Dimension On-Line Book Store. Economía y Cabalá - La Corporación Dinámica Captulo 1 Sinergía entre Economía y Religión Esta exposición se referirá a temas que conciernen al mundo de la empresa corporativa, a la luz de las enseñanzas del Jasidismo y la Cabalá, la tradición mística judía. Con este objetivo emplearemos el método expositorio tradicional del discurso Jasidico, como un medio para llegar a ideas y comprensiones profundas, relevantes a estas cuestiones contemporáneas. El retorno de nuestro pueblo a su tierra histórica natal, nos desafía como nación a planear una estrategia para la renovación social y económica que pueda garantizar nuestro bienestar material, mientras que al mismo tiempo refleje el carácter espiritual único de la tierra y su pueblo. De hecho, la antigua tradición mística judía tiene mucho que aportar a la inspiración de tal estrategia. Siempre ha sido uno de sus principios básicos, que el reino material que Di-s trajo a la existencia posee grandes posibilidades espirituales, que deben ser aprovechadas si el Deseo Divino que hay detrás de la Creación es que se vuelva completamente revelado. Habiendo sido repatriados al lugar donde cielo y tierra han mantenido un diálogo eterno, debemos esforzarnos para liberar el reino material de su claro carácter secular y así restablecer el propósito Divino ligado a toda experiencia, tanto mundana como sacra. Encontramos a menudo en la Biblia, que antes de asignar a alguien una misión específica Di-s se dirige a él por su nombre, con el fin de despertar su irremplazable individualidad tan apropiada para la tarea en cuestión. Pero cuando el llamado profético ya no es audible para el hombre, este debe ser inferido según la forma en que cada uno ha sido tocado espiritualmente por la Creación de Di-s - las maravillas de la naturaleza y los milagros de la Divina Providencia. Las sensibilidades incomparables que se despiertan de nuestro encuentro con Su mundo, sirven para guiarnos en la tarea de mediar entre el cielo y la tierra y así cumplir nuestra misión Divina. El peculiar apego del hombre moderno a las fuerzas materialistas que juegan en la Creación, nos incitan a explorar, entre otras cosas, las oportunidades inherentes en la búsqueda del incremento del capital y los dividendos. A pesar de que esto podría ser rechazado por aquellos que buscan en la religión un respiro para las obseciones materiales de la vida moderna, nuestra tradición nos enseña que no debemos ignorar la experiencia colectiva de nuestra generación, sino más bien revelar la chispa de divinidad que anima las fuerzas históricas que hay detrás de ella, y no hay nada que caracterice tanto la vida contemporánea como la dinámica del crecimiento económico. Cualquier intento de legitimizar la inclinación del hombre hacia la búsqueda material, debe ofrecer primero alguna justificación para reducir al mundo y todo lo que contiene a una mera variedad de objetos cuantificables. Esta lógica puede derivar de la tendencia "cuantificadora", de ver relaciones de volumenes y evolución numérica entre objetos diversos y no relacionados. El propio acto de contar genera en sí mismo una conformidad en la relación, al reducir todas las cosas a un valor único de "uno". Esta forma de encarar la experiencia a través de un "mínimo común denominador", puede servir para confirmar la fuerza centrípeta en la Creación, que une todos los elementos discretos de este mundo a una fuente individual en la Divinidad. Tal reduccionismo nos ayuda a descubrir la unidad fundamental subyacente e interconectada de todas las cosas. A la inversa, el que mide la realidad en términos puramente cualitativos puede en cambio perder esta percepción. Enfatizando la única e intangible esencia de las cosas, la mentalidad propensa a evaluar sólo la calidad puede desarrollar un idealismo de tipo pagano, con lo cual todos los elementos de la Creación están aislados dentro de su propia inviolable y

apartada individualidad. La orientación cuantitativa del pensamiento económico, es la que acomoda la calidad dentro de un sistema que también está interesado en el beneficio, siempre en expansión, de la Creación. Economía y Cabalá - La Corporación Dinámica Capítulo 2 Participación, Calidad y Flujo Exploremos ahora un aspecto de la vida económica moderna: el campo de la empresa corporativa, sugiriendo un fórmula particular para el éxito que proviene del pensamiento jasídico, como así también basado en declaraciones de la Biblia. Los tres escenarios principales de interacción que caracterizan el ámbito empresarial son: 1. Interacción entre la compañia y sus empleados. 2. Interacción entre la compañia y sus mercados. 3. Interacción entre la compañia y sus inversores. Cualquier estrategia clara para el éxito de la empresa, debe estar dirigida a la governación dinámica de cada una de estas tres esferas. La estrategia fundamental que aspiramos a poner en marcha está basada sobre los tres principios de Participación (en hebreo, meuravut), Calidad (en hebreo, ijut), y Flujo (en hebreo, zerimá). Se verá claramente de la siguiente discusión, cómo cada uno de estos tres principios pueden servir para guiar a una empresa en la negociación de sus diversas actividades, y ayudar conjuntamente a maximizar la rentabilidad y el éxito. Las tres dimensiones de la actividad corporativa identificadas anteriormente, se centran alrededor del personal (los empleados), el producto (mercado) y el capital (inversores). Entonces, nuestra fórmula se puede resumir fácilmente como consistente en: la participación del personal, la calidad del producto y el flujo del capital. Antes de proceder a dilucidar cada uno de estos componentes a la luz del pensamiento jasídico, debemos considerar dos lugares en la Torá en donde está indicado el significado de estos tres principios. El primero es una frase que aparece en el libro de Proverbios (8:22), donde la Torá se refiere sí misma con las siguientes palabras: Di-s me creó en el principio de Su camino, el primero (en hebreo, kedem) de Sus trabajos (en hebreo, mifal [av]) desde el principio del tiempo (en hebreo, meaz). Las palabras kedem ("primero) y mifal ("trabajo") poseen connotaciones que las vuelven de particular relevancia en la discusión de la administración empresarial. Kedem, que literalmente significa "anterior", denota también el concepto de "progreso" y "avance". Mifal implica cualquier emprendimiento creativo, y en hebreo moderno es usado específicamente para referirse a una planta industrial. Estas dos palabras juntas del versículo anterior evocan la siguiente asociación: "Para hacer prosperar una empresa, promueve meaz (cuyas letras en hebreo son: mem, alef, zain), que podemos tomar como un acrónimo de los tres principios mencionados: Participación (meuravut), Calidad (ijut) y Flujo (zerimá). Se puede encontrar otra cita bíblica para esta fórmula en el versículo: Y Iacob dijo cuando vió [a los ángeles aproximarse], "Este (en hebreo, ze) es un campamento (en hebreo, majané) de Di-s (en hebreo, Elokim)." Como podemos ver, las iniciales de la frase "este es un campamento de Di-s" también forma el acrónimo meaz. La imagen del "campamento de Di-s" sirve como un símbolo adecuado, para lo que cualquier compañía judía debería esforzarse por ser. El "campamento" era la estructura organizativa básica que definió la primera fase de desarrollo de Israel como pueblo. Acompañando su desplazamiento y asentamiento durante los cuarenta años de su permanencia por el desierto, el "campamento de Di-s" se convirtió en el primer paradigma de la actividad grupal constructiva en la comunidad Israelita.

Analizando estas tres palabras (majané Elokim ze, "este es un campamento de Di-s), es posible arribar a una correspondencia más exacta de los principios corporativos enumerados arriba. El "campamento" es un arquetipo organizacional, apuntando a la participación/conducción del grupo/estructura que uno se esfuerza por alcanzar dentro de una compañía. Ser "de Di-s", indica el ideal Divino de Calidad al que debe aspirar toda organización en su vida activa. Finalmente, "este es" sugiere en nuestro versículo la habilidad de identificar la calidad cuando uno la ve, dirigida hacia el Flujo (zerimá) de la fuerza creativa que inspira el éxito (en hebreo, ze y zerimá comienzan con la letra zain y finalizan con la letra he). La palabra meaz, que podemos adoptar como el acrónimo para el propósito de este estudio, implica literalmente la idea de escuchar la voz que viene "desde el principio de los tiempos". Como tal imparte un sentido de lo primordial, como en el caso de la palabra kedem ("primero") que aparece a su lado en el versículo. La relevancia de las cosas primordiales en el tema de la empresa corporativa, yace en la correlación implícita que uno puede establecer entre el éxito creativo duradero, y la raíz primaria de la que deriva su inspiración. Uno puede tener confianza en que sus esfuerzos creativos van a encontrar bendición, sólo si la inspiración para esos esfuerzos proviene de una antigüa y eterna fuente de sabiduría. Todas las cosas primordiales permanecen eternamente; en hebreo "eternidad" (netzaj) también posee el significado de "victoria" y "éxito". Si nuestra empresa es establecida sobre una base de conocimiento exclusivamente contemporáneo y temporal, el éxito puede ser alcanzado pero no será de naturaleza permanente. La creatividad perdurable sólo es posible yendo más allá de los recursos que se disponen, invocando una fuente primordial de energía que infunda en nuestra empresa un carácter eterno y Divino. La Torá es por supuesto la fuente primaria de sabiduría creativa que desciende a nuestro meaz. Utilicémosla para una más exhaustiva exploración del tema que nos ocupa.

Economía y Cabalá - La Corporación Dinámica Capítulo 3 Dentro de la Familia Corporativa Participación sin Interferencia La gran familia prefigura claramente el "campamento", como la estructura organizativa básica descripta en la Biblia. Antes de que Israel se convirtiera en una nación, era conocida como la "Casa de Iacob", una unidad tanto socioeconómica como espiritual, unida por los lazos de un destino y origen común. Concecuentemente, cualquier corporación que aspire a ser un "campamento de Di-s", primero tiene que tratar de emular este modelo de la gran comunidad familiar. La palabra en hebreo moderno para "corporación", jevrá, es usada también para referirse a cualquier sistema de organización social, de los cuales el núcleo familiar es el fundamental. La connotación adicional de jevrá, "amistad o camaradería", sugiere el espíritu de calidez humana que debería prevalecer en toda forma de jevrá, incluyendo a aquella que se establece por puro interés económico. La corporación moderna tiene sus raíces en la antigüa tradición de la "empresa familiar". Toda familia posee un patriarca que preside las distintas actividades. El heredero natural para esta posición está usualmente investido de cierta dosis de responsabilidad, como signo de la confianza que el padre tiene en él. Si el heredero es verdaderamente merecedor de esa confianza, actuará como un "hijo que se torna sirviente", subordinando sus propias necesidades a las de la familia como un todo. Paradógicamente, esta semiservidumbre es la que, de alguna manera, hace que adquiera el derecho de actuar de acuerdo con su propia iniciativa. Cuanto más reconoce su dependencia esencial de una autoridad superior, el hijo puede ser alentado a desarrollar sus talentos y habilidades propias, para que pueda emerger una nueva generación de líderes. Por ser uno de los pocos vestigios de autoridad jerárquica que quedan en nuestra cultura obsesivamente democrática, la estructura corporativa demanda una fuerte cabeza predominante. No obstante, sus raíces de tradición familiar demandan que los empleados sientan el enorme amor y respeto que merecen como miembros del clan corporativo. Sólo entonces pueden lograr sentir, aparte de la lealtad y dedicación de un sirviente confiable (eved neemán), la responsabilidad de un exitoso heredero (ben ioresh) que ha internalizado el ideal creativo promovido por sus mayores. Una atmósfera llena de amor y respeto anima a todo el personal a buscar y enriquecer el objetivo del cuerpo corporativo, ejercitando su iniciativa creativa e independencia de pensamiento. La consigna que guíe la interacción del personal dentro de la compañía debe ser "participación sin interferencia" (heié meorav veal titarev). El balance entre la libertad individual y la disciplina de equipo necesario para el funcionamiento óptimo de una organización, sólo se puede conservar promoviendo este principio, una actitud que permite la iniciativa independiente miesntras que preserva el marco responsabilidad

grupal. La inventiva por parte de los empleados individuales, es benéfico sólo cuando está acompañada de una fuerte identificación con el esfuerzo general del grupo. Si está motivada o persigue la desvalorización de algún otro miembro de la corporación, esta iniciativa no va a ser tolerada. Itró, el suegro de Moisés, fue el primero en reconocer el valor de un sistema jerárquico "llano", donde funcionarios de nivel bajo están investidos con una máxima responsabilidad. Al proponer un sistema más democrático para arbitrar los asuntos diarios de Israel, mostró una gran comprensión de la aplicación eficiente y productiva de sistemas burocráticos. Al sugerir que el poder judicial se construya en forma de pirámide, con predominio de la representacián local en su base, demostró tener fé en la habilidad de autoridades subordinadas para gobernar la mayor parte de la vida comunitaria. Podemos asumir que Moisés dudaba en proponer un modelo como éste, por que sentía que ese máximo compromiso de su parte era esencial para garantizar una decisián cabal y acertada (al ser el único que recibió la Ley directamente de la "boca de Di-s"), basada en la verdad absorbida por su alma. Itró, por otro lado, creía que no originaría ningún perjuicio delegar ciertas y determinadas responsabilidades a otros individuos que también poseían, aunque no en un nivel tan perfecto, el refinamiento de conocimiento y carácter necesario. Por el contrario, sintió que esta iniciativa sería la cúspide de la benevolencia y el cariño hacia: 1) la comunidad, que estaría provista de un acceso rápido y directo al proceso de justicia adecuado, 2) los oficiales elegidos para ello, quienes se beneficiarían espiritualmente de la oportunidad de ejercitar responsabilidades judiciales, 3) y el más obvio, Moisés, que se aliviaría de la tremenda carga comunitaria, sin comprometer el peso decisivo de su autoridad y opinión. Al final, la perspectiva de Itró fue aceptada por Moisés, y nació así un nuevo orden jerárquico, basado en la amplia delegación de autoridad por parte del jefe ejecutivo designado de la comunidad. El éxito de este modelo depende de la habilidad de la autoridad delegante de inspirar y guiar, incluso cuando no se encuentra físicamente presente en el campo de operaciones real. Como tal, la doctrina de "participación sin interferencia" es tan relevante para la fuerza de la administración de la autoridad como para su personal. La importancia de la doctrina de establecer un estado de liderazgo apropiado, puede ser entendida al ponderar la afirmación de que Di-s Mismo asume la supervisión directa sobre Su Creación, como está descripto en la siguiente declaración del Zohar: "El aferra todos los mundos, pero ninguno lo aferra a El". Aunque se encuentra en rededor nuestro en todo lugar, la presencia de Di-s raramente es sentida como una fuerza invasiva que constriñe nuestra actividad en el mundo. El hombre actúa libremente y se experimenta a sí mismo como tal, mientras la Providencia Divina continua afectando tácitamente las consecuencias de todos nuestros emprendimientos. La misteriosa yuxtaposición del libre albedrío, sobre el telón de fondo del cuidado y supervisión Divinos, encierra la paradoja esencial subyacente a todos los esfuerzos humanos por influenciar y rectificar el mundo en que vive. Esta misma paradoja está ligada a la dirección de todo emprendimiento creativo, donde iniciativas independientes deben ser amalgamadas con la dirección superior. La presencia oculta, aunque influyente, de Di-s en el mundo, suministra un modelo de dirigencia en donde se emplea voluntariamente la autorestricción como un medio de promover un aporte positivo en todos los niveles de la organización. No obstante, así como la iniciativa independiente puede llevar a la interferencia, a veces la autolimitación resulta en indiferencia e incluso negligencia. En cambio cuando está aplicada apropiadamente, el autocontrol directivo sirve para enriquecer el ambiente corporativo, al inducir al personal a incrementar su participación y hacer valer su potencial dormido. Una administración con el conocimiento y los recursos para el avance de su plan creativo, es aquella que incentiva la revelación de ese potencial. El potencial creativo inherente a la propia fuerza laboral es el bien y la fuerza más grande de una compañía. De hecho, la palabra hebrea "coaj" denota tanto "fuerza" como "potencial", aludiendo a la capacidad que va a restringir los propios poderes cuando el propósito es revelar el potencial en los otros. La expresión utilizada en el hebreo moderno para "personal" (coaj adam) significa literalmente "fuerza humana", pero también se puede traducir como "potencial humano". Ese potencial es el mayor recurso administrativo y debe ser cultivado activamente si una compañía desea inspirar el máximo esfuerzo y generar un producto óptimo. Economía y Cabalá - La Corporación Dinámica Capítulo 4 Manejando los Propios Mercados Donde rige la Calidad

Alentar el espíritu familiar dentro de las filas, con el propósito de crear una atmósfera doméstica dentro de la compañía, debe estar equilibrado por una postura agresiva de cara a los mercados externos que intenta abastecer. Aquí, la postura de elección es asumir la confianza en el propio poder para influenciar y dominar. De momento que un estilo diferenciado puede ayudar a incentivar la cooperación interna y la productividad. Cuando se enfrenta el mercado, se debe aprender a adoptar una actitud de sano orgullo por el servicio o producto que se está ofreciendo. De todos modos, es crucial que este orgullo corporativo este limitado a una sola cosa: La calidad . Reputación, precio, servicio y hasta la obtención de ganancias, nunca pueden reemplazar a la calidad de un producto como la gema en la corona de la compañía. Exponer el producto a los clientes en mercados tan vastos y extensos como los que enfrenta la manufactura mode, se convierte una tarea que requiere sumo ingenio. Siendo la mayoría de los consumidores finales nada más que peces anónimos en el gran océano consumidor, la única opción rasonable es " lanza tu pan a las aguas" y dejar que el producto hable por sí mismo. El carácter impersonal intrínseco de los mercados contemporáneos sirve para propulsar a las corporaciones modernas hacia promociones agresivas, con el objetivo de asegurarse hegemonía de esos mercados. En una economía de masa interactiva, donde el deseo desenfrenado por manejar el mercado puede conducir tanto hacia la prosperidad como a arriesgar todo lo involucrado, una compañía debe justificar sus pretenciones de poder y dominación. Es aquí donde el balance entre un estilo motivador dentro de la compañía y uno agresivo hacia afuera, sirve como seguro contra las tendencias autodestructivas frecuentemente observadas en la vida corporativa. El objetivo de establecer una hegemonía en el mercado, exige que la compañía diseñe un prototipo de relaciones para interactuar con los mercados que está basado sobre un modelo monárquico. Al contrario de la relación con los empleados, donde un estilo informal y familiar promueve el crecimiento, ganar mercados potenciales requiere una imagen empresarial mucho más formal. Las leyes judías fijan que mientras que el padre y el maestro están autorizados a declinar el honor que normalmente se les concede, a un rey le está completamente prohibido comprometer la dignidad de su cargo, aunque esté motivado por la devoción hacia sus súbditos. El respeto asociado a la realeza no es un mero privilegio del rango, sino que es un aspecto integral de la función real. Para la corporación en crecimiento, esto significa evitar la tendencia a seducir a sus mercados, si hacerlo conlleva comprometer sus niveles de calidad. El orgullo que uno tiene sobre la calidad de un producto es finalmente el reflejo del respeto por los mercados a los que el producto es dirigido. Si un rey no está habilitado a comprometer el honor de su gestion, es sólo porque esto podría comprometer el honor de su reino y sus subditos. El riesgo de perder popularidad en el mercado es ciertamente pequeño, si está claro que mantener el estandar de calidad de un producto, refleja la imagen que se tiene de aquellos a los que el producto es dirigido. Lo que mejor proteje al ente corporativo del falso orgullo y la vanidad es una clara dedicación al ideal creativo. Especialmente en cuanto a la salud interna de la compañía, que puede ser puesta en peligro por el ego individual y la ambición, la capacidad de la gerencia de demostrar modestia en su empeño de excelencia empresarial, va a mantener a toda la compañía sin hacer peligrar la dignidad del propio ente ejecutivo. Esto puede ser visto claramente del ejemplo del Rey Bíblico de Israel, para quien el Reino Celestial sirve de inspiración para su autoridad terrenal. En la descripción bíblica de la celebración que acompañó el ingreso del arca sagrada a Jerusalem, encontramos al rey David bailando desvergonzadamente y saltando frente al arribo del arca. A continuación es castigado por su esposa Mijal por rebajar la dignidad de su rango, al comportarse tan frívolamente frente a sus súbditos. En la réplica que le hace, encontramos el testimonio de un soberano que entiende que el honor de su cargo no pertenece a su persona, sino al Poder que lo ha investido con la responsabilidad real: "Y David dijo a Mijal: Fue frente a Di-s, que me eligió por encima de tu padre y toda su casa para ser designado como príncipe sobre el Pueblo de Di-s, sobre Israel, fue frente a Di-s ante quien me alegré. Ojalá pueda humillarme más aún, y ser despreciable ante mis propios ojos; ante los sirvientes de quien has hablado, por ellos seré honrado. Este incidente junto con la respuesta del Rey David, indica que no siempre necesita ocultarse la humildad única del reinado, cuando su revelación permite a otros compartir la alegría de servir al ideal que legitimiza el poder real. En nuestro contexto, la gran ventaja de que el ejecutivo adopte ocacionalmente una actitud de discreción y un estilo de administración transparente, es que le permite a los empleados confirmar su autoridad, al exponerlos a la visión creativa en la que está basada. En el mismo contexto en que la "humillación" de uno mismo delante de los empleados es justificada cuando es para compartir su visión y entusiasmo con los empleados, así también es correcto demostrar ocasionalmente una expresión de orgullo. Esta extraña combinación de orgullo y humildad escencial para el lider judío, es comparada en la cabalá con el emerger (geiute) y refluir (shefel) del mar. La equivalencia numérica de estas palabras (geiute = shefel = 410), que sugiere el movimiento pendular de la marea, sirve para enseñarnos también que la magnitud de la humildad de un lider es la que determina el grado de poder que puede llegar a asumir. Lo que marca en forma exclusiva la humildad del reinado es el sentido de misión y responsabilidad con que esta imbuido. Refrenando su ego, el rey se asegura que el ideal que quiere promover golpeará profundamente en el corazón de sus súbditos, así como la trayectoria de una flecha es determinada por el grado de restricción ejercido al tirar del arco. Para el "arquero" empresarial, cuyo blanco es el mercado, el desafío de identificarse con la inigualable y digna necesidad de servir, brindará un foco para sus poderes de humildad y restricción. Una vez que tuvo éxito en reconocer esa necesidad externa, pondrá su producto en movimiento y entonces podrá dirigirse hacia el marco pretendido.

La tarea de identificar un objetivo que el mundo necesita y al que uno puede darle una respuesta especial, debe ser la primera preocupación de toda empresa con aspiraciones. Lo que va a determinar el éxito en el cumplimiento del propósito creativo, es la magnitud con la que el poder corporativo puede suprimir su "interes propio", esto es, que no haya otro objetivo que el "bien común" del mercado. La calidad de un producto es ponderada por su función y forma distintivas. Pero su verdadera calidad estará determinada por su capacidad de satisfacer la necesidad para la que fue diseñada, y que al mismo tiempo evoque la visión creativa y el poder que la produce. La fuerza que uno esta midiendo cuando considera la calidad, es denominada en hebreo como oz ("potencia"), el indicador del impacto que uno produce mediante el acto de la autoexpresión creativa. La marca dejada en un producto es la que lleva un mensaje de excelencia a los futuros mercados, asegurando de ese modo una relevancia duradera y supervivencia de la compañía Economía y Cabalá - La Corporación Dinámica Capítulo 5 Manejando el Canal Inversor Crecer con el Flujo En relación a los empleado y el mercado, una compañía se encuentra a sí misma en interacciones asimétricas: en el trato con el personal, la dirección se esfuerza por actuar con calculada deferencia, mientras que al mismo tiempo, da rienda suelta a campañas de influencia y persuación sobre sus mercados potenciales. El único escenario empresarial en donde pueden tener lugar las interaciones mutuas es en sala de directorio, donde los ejecutivos en jefe se reunen con los auspiciantes de la empresa. Estando a cargo de cada uno mantener el crecimiento de la empresa, ambos deben arrivar a un modus vivendi que refleje la reciprocidad de sus relaciones. El principio que guía sus relaciones debe ser el de la cooperación, con miras al fortalecimiento del signo vital de la salud corporativa, un "flujo" estable de inversión y retorno. Cuanto más grande es el "flujo", se vuelve más amplio el canal de inversiones, con lo que se fortalece el potencial con que la compañía puede vender sus productos. La garantía segura para el libre flujo del capital es el afianzamiento de la confianza entre la gerencia y los inversores. A diferencia de la relación de la empresa con los empleados y el mercado, que se centra en las condiciones necesarias para optimizar la producción y la demanda, con respecto a los inversores el tema gira alrededor de la rentabilidad. El dinero es el medio que fluye entre los dos con un movimiento arremolinado que trae capital a la compañía y retoma ganancias para sus titulares. La palabra hebrea que significa confianza es "emuná", está relacionada con "mamone", dinero (money), resaltando la importancia de la buena fe para el bienestar de la seguridad financiera. El propio término "share holding", emprendimiento compartido, expresa el valor de la fe, la confianza y la cooperación para solidificar los lazos entre la dirección y los propietarios. Además del grupo inversor, hay otro cuerpo esencial en el cual la gerencia debe inspirar fe y confiabilidad para garantizar la base financiera de la compañía: los banqueros. Como financista de la deuda de la empresa, y gran fuente de crédito para la inversión de riesgo y el capital de trabajo, el banco debe ser bienvenido como un socio íntimo en virtualmente todos los aspectos del cometido empresarial. Teniendo el recaudo de elegir un banco con buen conocimiento del negocio de nuestra empresa, y cultivando un buen entendimiento basado en la comprensión, paciencia y amistad, la administración puede encontrar en sus banqueros una fuente indispensble de objetividad en cuanto a la salud de la compañía. En los tiempos de estrés fiscal, y banquero informado e interesado puede ayudar a evaluar cuándo la causa de la dificultad es administrativo o de naturaleza puramente financiera. Establecer una relación bancaria abierta y confiable garantizará un máximo de beneficio para todos. Uno de los objetivos de la gestión administrativa debe ser mantener creciendo la espiral de confianza hacia nuestra compañía hasta llegar a todas las inversiones potenciales, llevando incluso a los propios clientes hasta su vórtice. Mientras que la fuerza del mercado está caracterizada por estimular en forma agresiva el ritmo de las ventas, la fortaleza del capital de la compañía lo está por el patrón más estable y seguro de la expansión en espiral, que conduce a más y más gente a una coparticipación de acuerdo recíproco. La demostración fundamental de confianza que puede mostrar un mercado en el producto de una compañía es ingresar en la corriente inversora y por lo tanto reforzar su progreso. A medida que se incrementa el "flujo" y se ensanchan los canales, todo el beneficio del incremento deviene en el crecimiento corporativo. El término en hebreo para la fuerza del capital es "jail", una palabra que implica poder y riqueza. A diferencia de los sinónimos de "fuerza" que se mencionaron antes, coaj y oz, que denotan "potencial" y "potencia" inherente a los bienes y a quien los produce, jail es una medida del éxito que selogra con esos bienes, expresado primariamente por el capital que generan En la raíz de la palabra jail está implícita una connotación de movimiento circular en expansión permanente (mejol) alcanzando órbitas más y más amplias donde expandir su influencia. El éxito "contagioso" es lo que toda empresa desea para si misma, sus productos y los mercados que sirve. Permítasenos concluir con la conocida bendición que se le da a aquellos que se embarcan en el camino de tal éxito: "Que suban de fortaleza en fortaleza, de recompenza en recompenza".

Psicología y Cabalá

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual

El Tratamiento de la Ansiedad Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual

Parte 1: Emuná: Fuerza, Fé, Nutrición y Creatividad Parte 2: Salud, Fé y Creatividad Parte 3: El Efecto Terapéutico de la Creencia en la Creación Ex-Nihilo Parte 4: La Interfase Oculta Entre el Ser y la Nada Parte 5: El Reino Desconocido e Incognosible de la Cabeza Incognosible Parte 6: Las Tres Almas del Hombre Parte 7: La Interinclusión de la Emuná

Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 1 Emuná: Fuerza, Fé, Creatividad y Nutrición La fuerza de la emuná, "fé" o "creencia", juega un rol esencial en nuestro bienestar psicólogico. De hecho, cuando es considerado apropiadamente, sirve como una base para comprender todo esfuerzo físico. Así como el cuerpo fisico vuelve a la tierra de donde se formó, el alma se dirige a su re-unión definitiva con la fuente Divina en donde ha sido concebida. En cualquier momento en particular, el estado psicológico se puede considerar un reflejo del avance de este proceso. En el Sefer HaShorashim (libro de las Raíces) del Radak, un trabajo clásico sobre gramática Bíblica Hebrea, la raíz de la palabra emuná es descripta con 4 significados relacionados entre si: 1. "Fuerza", como en Isaías 25:1: “Hashem, Tú eres mi Señor, te exaltaré, alabaré Tu nombre, pues has escrito antiguos consejos maravillosos de tremenda fuerza”. La "fuerza" a la que este versículo se referiere intenta expresar la inalterable fidelidad de Di-s en cumplir sus antiguas promesas. 2. "Fe", como está escrito en Deuteronomio 32:20: “… los hijos que no poseen fé”. Rashi explica así este versículo: “el esfuerzo que invertí en criarlos no es reconocible”, indicando que la fé sería la consecuencia de una nutrición apropiada. 3."Nutrición", como en Meguilat Esther 2:7: “y él (Mordejai) se ocupó y crió a Hadassa (Esther)”. El rol del que alimenta estriva en el uso de la propia fé como la base para brindar al prójimo un sustento consistente y confiable. 4. "Creatividad", como en el Cantar de los Cantares 7:2: “la artesanía de un artista”. La calidad del resultado de la expresión "creatividad" se puede ver como un indicador de nuestra emuná. Esto implica la utilización completa de la actividad creativa como una herramienta para la rehabilitación de la fé dañada.

Esta ultima dimensión de fé, el aspecto creativo que se deduce del versiculo 'la artesanía de un artista’, nos ayudará a entender la conección entre emuná, y la adquisición de la salud. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 2 Salud, Fé y Creatividad La raíz de la palabra hebrea briut (salud) es b'ro, que significa "crear". La mejor forma de obtener y conservar la salud es a través del esfuerzo creativo, siendo el producto de este esfuerzo una expresión de la fé que hay detrás de él. Por medio de la Creación, la "artesanía de un artista", el Santo bendito Sea demuestra Su fé en la interdependencia y la compatibilidad que hay en las raíces de los reinos físico y espiritual: 'En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra', expresando así Su fé en la armonía que se puede lograr entre el alma (los "cielos") y el cuerpo (la "tierra"). En su comentario de la Torá, el Rambán interpreta el termino bará como una expresión especifíca de la creación ex-nihilo, la generación del ser desde la nada absoluta, negando de esta manera la teoría de la eternidad de la materia. Aunque las fuentes cabalísticas aceptan este principio, discrepan en su identificación con el verbo bará, sugiriendo que el acto de la creación, referido en el primer versículo de la Torá, describe lo que en realidad es la segunda etapa de la Creación: la introducción del reino de la rectificacion. De acuerdo con la cabalá, la creación necesitó de la verbalización de dos reinos distintos y contrarios. El primero, que verdaderamente fue creado ex-nihilo, es conocido como el no rectificado "reino del caos". Por otro lado, como sinónimo del "vacío" e "informidad" universal descripto en el segundo versículo de la Torá, el reino del caos fue un preludio a la elaboración de un reino adicional, el "reino de la rectificación", que es responsable del significado y el orden que vemos en el universo. En el momento que fue introducido el reino de la rectificación en la Creación, el universo ya estaba lejos de ser una "agenda vacía". En todo caso era una agenda que fue escrita en forma ilegible y que aguardaba la mano que pudiera escribir una formulación que tenga significado. El reino colateral de la rectificación surge con este propósito, para imponer orden sobre la caótica y amorfa realidad que lo precede. Consecuentemente, el témino bará utilizado al comienzo de la Torá para describir el reino de la rectificación, no puede referirse sólo a las realidades ex-nihilo como sugiere el Rambán. La identificacion de B'riá con rectificación toma en consecuencia, en la Creacion, el carácter de una intervención terapéutica. Como un mecanismo que va a restaurar el orden en un área previa de caos y fragmentacion, briá sirve explicitamente como un vehículo de rehabilitación y avance de la briut, la salud, del universo. En alguna parte, incluso dentro del reino primordial del caos que surgió de la nada, existe un diseño inmutable, aunque oculto, del universo, que determinó que ese caos preceda a la rectificación en el desarrollo del cosmos. Albergada en este diseño está la imagen consumada de la Creación del ser y desde aquel entonces y por siempre sirve como modelo al que aspira el reino de la rectificación. Este diseño, La Voluntad creativa Divina, sólo puede ser afirmado por medio de nuestra fé. Al cultivarla, la profunda raíz inconciente de nuestra alma puede acceder a ese núcleo incorrupto de Sabiduría Divina y obtener de él la inspiracion necesaria para sobreponerse al caos y la desesperación que a menudo impregna nuestro mundo interior. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 3 El Efecto Terapéutico de la Creencia en la Creación Ex-Nihilo

El Tania, la obra fundamental del Jasidismo Jabad, fue descripto como un "libro de sugerencias para remediar las enfermedades del alma". Su autor, Rabi Shneur Zalman de Liadi, el primer rebe de Lubavitch, se refiere en la sección titulada Igueret Hakodesh, capítulo 11, al efecto que tiene una emuná (fé) inadecuada o desubicada sobre nuestro estado psicológico del ser. Específicamente en relación a aquel que pone una fé excesiva en la seguridad y el bienestar material, y la desesperación que proviene de no poder lograr estos objetivos, el Tania opina: "Este asunto sólo puede ser remediado por medio de la fé verdadera en Aquel que "formó el comienzo de todas las cosas"; a través de la creencia en que la creación ex-nihilo (literalmente de la nada)… tiene lugar en cualquier período o momento, que todas las cosas creadas vienen a la existencia desde Su bendita Sabiduría que da vida a todo. Y cuando el hombre medite desde lo profundo de su entendimiento y visualice en su mente la idea de que su propio ser emerge de la nada a cada instante ¿cómo puede abrigar el pensamiento de que su vida es sufrida o está atormentada con aflicciones, ya sea de hijos, salud, sustento o cualquier otro tipo? "Contemplar el reino de la Nada, comparable a Su bendita Sabiduría, es la fuente de la vida, el bienestar y el regocijo, es el Eden que existe incluso más allá del Mundo por Venir. Este reino aparece como de maldad y aflicción sólo porque no puede ser comprendido. Pero la verdad es que el mal no desciende de lo Alto, todo es realmente bondad, sólo que no se pecibe como tal debido a la enormidad y la grandeza de Su bondad. "Esta es la esencia de la fé para la cual el hombre fue creado, creer que no hay ningún lugar vacío de El, que todos vivimos en la luz del semblante del Rey, y conformes por la fortaleza y alegría que provienen de Su vigilia porque El es bondad todo el día. "Por eso, es de suma importancia que el hombre esté alegre y se regocije en cada momento y hora, y que viva verdaderamente con su fé en Di-s, Quien le da vida y le otorga bondad en todo momento. Y aquel que se entrega a la tristeza y la pena, aquel que muestra poseer un poco de infortunio o aflicción y carece de cierta bondad, es como si fuera un hereje, Di-s libre. Es por esto que la melancolía es tan rechazada en la tradición esotérica. "El creyente, sin embargo, no se desespera ante los aparentes sufrimientos mundanos, recibe todos los asuntos de este mundo, buenos o malos, con absoluta ecuanimidad. Aquel a quien no le resultan asi se muestra a si mismo como de los " érev rav", "la multitud mezclada", que rinden culto sólo a si mismos… y hubiera sido mejor para él no haber nacido. "Pues el propósito de la creación del hombre en este mundo es esencialmente para probarlo con estas tribulaciones y para descubrir lo que hay en su corazón: si se vuelve a otros dioses, es decir las pasiones del cuerpo que derivan de la " sitra ájara", el "otro lado", o si su verdadera voluntad y deseo es vivir la vida auténtica que se deriva del "Di-s vi"… "Y si cree que vive genuinamente por estas fuerzas Divinas y que todas sus necesidades y asuntos emanan verdaderamente en todos sus detalles - no del "otro lado" - sino "de Di-s que planea cada paso del hombre"; si es así, entiende que cada cosa es esencialmente para bien, sólo que no siempre es captado de esa manera. "Y en virtud de esta creencia todo se torna bueno aún en un plano revelado, porque reconociendo que el mal aparente deriva su existencia del Bien Supremo (que es Su Sabiduría insondable, bendita sea, el Eden que trasciende el Mundo Venidero) se ve, a través de tal fé, que el mal es vuelve verdaderamente elevado y absorbido en el Supremo Bien oculto." En resumen, el Tania sugiere que la emuná que se logra por la contemplación de la creación ex-nihilo, liga al hombre a su fuente en la "Nada Divina". Antes de alcanzar este nivel de emuná el hombre mora en la sombra de la "destrucción" cósmica de la realidad, provocando que le atribuyamos autonomía al reino material y a las fuerzas del mal que están asociadas a menudo con él. Pero perfeccionando su emuná el ser humano puede comenzar a ver la ciega tiranía del mal y los sufrimientos como una distorción de la conciencia producida por estar poco infundido de la fé en los orígenes Divinos de la existencia física. La emuná nos lleva a entender que la Nada Divina, que existe más allá de nuestra realidad fragmentada, representa la fuente definitiva de absoluta bondad de todas las cosas. Este punto de origen universal, conocido también como "origen de todos los deleites", es lo que el Baal HaTania nos refiere como el "Eden que trasciende el Mundo Venidero". Esta dimensión está tan por encima de nuestra presente realidad, que la única forma en que puede ser descripta conceptualmente es como la "Nada". Sin embargo, cuando se experimenta la Nada Divina, refleja la existencia en el universo de un standard de virtud completamente incalificable, una calidad de bondad esencial y absoluta presente en el núcleo de todo ser. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 4 La Interfase Oculta entre el Ser y la Nada

En el segundo capítulo de esta serie, atribuimos al Ramban lo que es aceptado generalmente como el concepto simple de la creación exnihilo: el rechazo a la noción de que el universo es eterno junto con la afirmación de que posee un punto de origen Divino. Sin embargo, esta fórmula deja indeterminada la siguiente cuestión: hasta que punto la creación fue un evento fijo y único que determinó las condiciones del universo para siempre, o simplemente fue la iniciación de un proceso continuo de renovación y renacimiento que tiene lugar en cada instante. La contrbución de la cabalá y el jasidismo a la comprensión de la Creación ex-nihilo es afirmar esta última aseveración. Desde el punto de vista humano, según las palabras del Tania, "la idea de su propio ser surgiendo de la nada a cada instante y en todo momento", se vuelve claro que todas las cosas están siendo perpetuamente recreadas a nuevo desde la Nada Divina hasta aterrizar en la realidad. En su raíz, la vida es un continuo momento presente que no está determinado por el que le precedió y al que no le concierne el que le seguirá. Conceptos que implican extensión, tales como "proceso" o relación", tienen poca relevancia en un universo donde cada instante en el tiempo es percibido como completamente independiente y autosuficiente. El problema con semejante argumentación es que no puede ser aferrada por la intuición humana; después de todo, el ser humano está dotado con el sentido de poseción de un "pasado", una progresión de los pensamientos en el tiempo, sensaciones y experiencias que contribuyen a una imagen integrada y perdurable de quién somos. La visión "puntual" de la realidad propuesta arriba puede aparentar hacer añicos la premisa de causalidad que sirve como una de las asunciones básicas de la experiencia. Más aún ¿cómo se puede reconciliar la descripción de la Creación como un proceso de rectificación con una visión de la existencia que preasume que cada momento es generado nuevamente y está desconectado completamente del que le precedió? Estas dificultades pueden ser resueltas apreciando cómo las visiones opuestas de la Creación que se consideraron arriba en realidad se complementan una a la otra. Aunque es verdad que la experiencia humana argumenta en favor de una visión de la realidad como una entidad firme y autosuficiente, nuestra creencia en la rectificación necesita reconocer la posibilidad introducir una fuerza de vida enteramente nueva dentro del sistema homeostático. Sin la energía de la Nada Divina disponible a nuevo en cada momento, cómo uno espera redimirse a si mismo, sino al universo, de las imperfecciones que son innatas de la creación? Mientras que el trabajo de rectificación tiene lugar dentro de la realidad fracturada que es accesible a la conciencia, su inspiración proviene de la Sabiduría Divina de la Nada Divina que llena la sinapsis invisible del tiempo. A través de aferrar la superconciencia a nuestra emuná, se hace posible traer de ese reservorio la energía que necesitamos para la salud de la Creación. Sumergirnos en la dimensión atemporal de la Nada Divina trae alivio y reparo a un mundo asolado por un sentido implacable de su propia temporalidad. La delicada y oculta interface entre el Ser y la Nada, expresada por el concepto de la Creación ex-nihilo, acentúa lo artístico de la Creación. La "artesanía artística" del Todopoderoso se manifiesta en el principio de un universo en continua regeneración. En virtud de nuestra fé en el constante potencial de rectificación de la Creación, estamos brindando la oportunidad de colaborar con Di-s en la restauración de la verdadera imagen Divina de la realidad. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 5 El Reino Desconocido e Incognoscible de la Cabeza Incognoscible El estado de emuná deriva de un reino celestial conocido en cabalá como la Cabeza Incognoscible. Es la más alta de las tres "cabezas", o regiones psíquicas, que están incluidas en la sefirá fundamental de Keter, corona. En el lenguaje simbólico del jasidismo, keter es utilizado para representar el estado supraconciente del ser, cuyo nivel más profundo es identificado como la Cabeza Incognoscible. En el Zohar se referiere a este nivel como la "cabeza que no se puede conocer o ser conocida". Como alude a una mentalidad que escapa tanto al propio escrutinio como al de los demás, la Cabeza Incognoscible provee un símbolo adecuado para el estado totalmente suprarracional de emuná en el inescrutable Ser de Di-s. A diferencia de otros estados espirituales que la conciencia puede representar de alguna forma, la emuná resiste todo intento de ser "investida" tanto en el pensamiento, el habla o la acción (las tres vestimentas del alma). No hay ningún medio de expresar su esencia o poder abstractos, y por ende no hay ningún medio de ser aprehendida por uno mismo o por los demás. De todos los aspectos que componen el alma, sólo la Cabeza Incognoscible se resiste a tomar alguna "vestimenta", por lo que también es llamada "la cabeza descubierta", es decir, un estado superconciente que no puede ser verificado externamente. Análogamente, Emuná también se resiste a investirse, rechaza ser definida con las premisas de la experiencia conciente.

La verdadera emuná está basada en la "incertidumbre" de la Cabeza Incognoscible. En el momento en que se trata de expresar la fé en términos de nuestra experiencia intuitiva, ella deja de ser genuina. Un adagio jasídico expresa esto afirmando que al descubrir a Di-s, uno deja de estar seguro de cualquier otra cosa, incluyendo nuestra propia existencia. Uno es tan consumido por el conocimiento de la suprema realidad de Di-s, que incluso la simple asunción de nuestro propio ser rehusa a hechar raíces en la conciencia. Esta es la esencia del "principio de incertidumbre" que tiene lugar en la Cabeza Incognoscible. Esta vivencia de la experiencia conciente engendrada por la Cabeza Incognocible, persiste incluso cuando la experiencia aparece apoyando y acaso verificando la emuná misma. La fé verdadera debe permanecer absolutamente impermeable a las persuaciones de la conciencia, ya que sólo cuando se logra una total incertidumbre en el reino de la creación se puede verificar la realidad del Ser de Di-s. Someterse a la incertidumbre como un camino para descubrir a Di-s representa un legado que llega hasta nosotros desde nuestro padre Abraham, el primer creyente. El fue llamado Abraham, que significa el que viene desde el "otro lado". Todas las creencias y suposiciones de este mundo existen en un lado del fluir de la conciencia mientras que Abraham se planta firmemente en el otro. Elevándose por sobre las certidumbres de lo terrenal (Génesis 15:5), descubre la fé y a Di-s. 'Contemplando desde la cúspide del monte Amana': este es Abraham, de quien está escrito: 'Y él creyó en Di-s' (Shir HaShirim Rabba 4:3). La determinación de Abraham de ir en pos de la fé en el Di-s único mientras estaba rodeado de una civilización pagana, lo llevó a un estado de absoluta aislación. Desde este estado de soledad devino en padre de la nación judía. El estado de soledad existencial que impuso sobre si fue un reflejó del dominio que tenía el reino de la Cabeza Incognosible sobre su conciencia. Descubrió ese punto absoluto de soledad en el alma donde la fé en Di-s donde el ser adquiere una medida incierta. Afirma el Zohar: "cuando la cabeza de una nación está en una condición armónica, toda la nación lo está también." Esto puede ser entendido como referido a Abraham, el primer lider del pueblo judío, pero igualmente se puede aplicar en un sentido figurativo a la Cabeza Incognoscible, la "cabeza" suprema o mentalidad que define nuestra identidad espiritual. Como generador de la emuná en nuestro alma, la CaIncognoscible nos permite adquirir soberanía sobre nuestras vidas al conectarnos con el sublime origen del ser. Cuando la emuná de la Cabeza Incognosible trabaja en forma adecuada, así lo hacen los otros poderes del alma. En cambio, si lo hace deficientemente los otros poderes se vuelven incapaces de asegurar el balance y la productividad de nuestra vida espiritual. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 6 Las Tres Almas del Hombre En el primer capítulo del Tania, R. Shneur Zalman se explaya acerca de las dos fuerzas que crean la dinámica espiritual que actúa en todo judío: El Alma Divina, esa parte de la Esencia de Di-s que mora dentro nuestro y que nos impele a trascender su naturaleza física, y el Alma Animal, la fuerza que está detrás de las emociones e instintos de la criatura humana que lo liga a lo material (el Alma Animal es llamada también "Alma Vital" o "Alma Natural"). También se insinúa en el Tania, aunque elaborada más explícitamente en los últimos escritos de jasidut, la existencia de una fuerza intermediaria llamada Alma Racional, que busca motivar y elevar el Alma Animal filtrando la experiencia natural a través del prisma de la razón humana (mientras que el Alma Divina es una herencia exclusiva del pueblo judío, las otras dos almas son de naturaleza universal, definiendo los parámetros psíquicos para toda la humanidad. De todas maneras existen diferencias sutiles pero significativas respecto de la forma en que se manifiesta el Alma Racional en el judío). De acuerdo con la doctrina jasídica, Abraham comenzó su camino de fe refinando la emuná inherente dentro de su Alma Animal y su Alma Racional. Una vez perfeccionadas, adquirió un conjunto nuevo de poderes espirituales que conocemos como Alma Divina. Incorporó tan completamente estos poderes en su ser, que el Alma Divina pasó a ser inmediatamente una característica genética que heredó a las generaciones subsiguientes de judíos. Estas tres variedades de alma, aunque únicas y a menudo desparejas en cuanto a sus características individuales, poseen de todas maneras una estructura interna común. Esto refleja un principio general del jasidut (parafraseado de Kohelet 7:14): "Di-s obró de manera tal que dimensiones diferentes de las realidad de hecho reflejan una a la otra". Así se puede asumir que el Alma Animal posee un nivel de emuná paralelo a los que se encuentran en el Alma Divina y en el Alma Racional. Cuando alcanzamos la verdadera emuná del Alma Divina, toda forma inferior de fe no parece más que una mera superstición, pero sin embargo, incluso un nivel deficiente de fe puede gobernar sobre un conjunto de fuerzas espirituales relacionadas. Consecuentemente, los niveles de emuná nativas del Alma Animal y del Alma Racional deben ser vistos como poseedores de una propia integridad, ya que sirven para el progreso del alma hacia la verdadera emuná del Alma Divina. Lo que sigue puede servir como un esquema de esta evolución de la fe:

1) El Alma Animal produce emuná en la fuerza del Ser. Este es el nivel de emuná que se debe cultivar durante las etapas formativas en que el hombre explora sus capacidades naturales. Su ausencia resulta en severos disturbios de la identidad, dejando al individuo con un marcado sentido de su propia impotencia y debilidad del Yo. Aislada de una emuná elevada, la fe en el Yo puede llevar al engreimiento paradigmático retratado íblicamente por la autoproclamación: "mi fuerza y el poder de mi mano me llevaron al éxito" (Deuteronomio 8:17). Pero acompañada de la fe en el origen Divino de nuestra alma, la seguridad en si mismo no necesita mucho tiempo para ser suplantada por la confianza en Di-s. De hecho, puede proveer una base legítima y esencial para el crecimiento espiritual, como se evidencia de la continuación del versículo: "y recuerda a Di-s tu Señor, Quien es el que te concede a ti el poder para prosperar". Los logros siguen siendo tuyos, como así también el poder de producirlos, simplemente reconoce la Fuente que te inviste con esos poderes. [Esta idea se hace evidente de las palabras del Rey David: 'Retorna a El lo que es Suyo, porque tu y lo que es tuyo vienen de El', y también dijo: 'porque todo deriva de Ti, y de Tu propia mano proviene lo que ahora Te damos' (Crónicas I 29:14)]. 2) El Alma Racional produce emuná en la fuerza del Intelecto. Este nivel de emuná comprende el origen de la fe humana en la Ciencia y la Razón. Representa la creencia en que la mente, con su capacidad siempre en desarrolo de comprender la complejidad de la existencia, nos permite en definitiva lidiar con los desafíos más acosantes de la vida. Hay un elemento de humildad y desinterés en la búsqueda genuina de la verdad y el conocimiento que hace que esta variedad de fe sea más refinada y apreciada que la que está asociada con el Alma Animal. Su asociación con la negación de la creencia irracional puede servir incluso para realzar nuestra comprensión de cuestiones Divinas, como la fe racionalista propugnada por el Rambam. Pero nunca puede suplantar a la emuná del Alma Divina, que permite al alma confirmar positivamente que su propia supraconciencia desciende desde el reino de la Esencia Divina. 3) El Alma Divina genera verdadera emuná en Un Di-s. Este es el nivel de emuná al que se puede llegar sólo a través de experimentar la soledad desnuda de nuestro ser. Mientras que el cultivo de la emuná en el Yo y la Razón fija su atención en los rasgos de carácter y la inteligencia que son comunes a todos los hombres, alimentar la emuná nos guía hacia la misteriosa raíz de nuestra alma singular y única. Desde esa raíz, la emuná en nuestros origenes Divinos lleva a enriquecer las formas inferiores de fe que están asociadas a la experiencia humana. Cabala y Psicología

Las Cuatro Dimensiones de la Fé La Clave para la Salud Espiritual Parte 7 La Interinclusión de la Emuná Jasidut nos enseña que dada cualquier estructura jerárquica conceptual, podemos encontrar en cada elemento de ese conjunto un principio básico para identificarlo con los otros elementos. Esto se denomina el principio de "interinclusión" (hitkalelut). Esto implica que hay aspectos de nuestra emuná en el Yo, la Razón y en Di-s que se reflejan entre si. Exploremos el espectro completo de la emuná que deriva de la aceptación de este principio: La emuná del Alma Animal:

1.

Su expresión primaria: la creencia en la capacidad del Yo de sobrellevar las adversidades físicas y emocionales de la vida e incluso tener éxito y prosperar.

2.

Como reflejo del Alma Racional: confianza en los poderes de evaluación de la realidad que tiene nuestro ser. La fe en la razón se manifiesta a este nivel como la validación de la interpretación particular de la propia experiencia inmediata de cada individuo.

3.

Como reflejo del Alma Divina: creencia en los poderes trascendentes del Ser, aquellos recursos internos que derivan claramente de un lugar ubicado más allá del intelecto y las emociones y que expresa la influencia de nuestra Alma Divina sobre las capas más externas de la personalidad. La expresión posiblemente más significativa de esta dimensión de la fe es la capacidad de autosacrificio.

La emuná del Alma Racional:

1. 2.

Expresión primaria: fe en la razón humana y en el poder de nuestro intelecto para evaluar la realidad y determinar la verdad.

3.

Como reflejo del Alma Divina: creencia en el intelecto Divino oculto que concibió la naturaleza y toda la realidad creada. Este especto de la emuná puede ser conectada con la creencia de Di-s como Elokim, una designación que evoca el dominio de Di-s sobre la naturaleza. [Incluso el Faraón fue capaz de alcanzar este nivel de emuná, como es evidente de su respuesta (Números 5:2) al pedido de Moisés de liberar de la esclavitud a los hijos de "Di-s, el Señor de Israel": "Yo no conozco a Di-s (Havaiá, como está esccrito en la Torá)". Inferimos de esto que el Faraón sólo negó su conocimiento de Di-s en su aspecto de Hashem (Havaia) pero no como Elokim, el poder inherente detrás de la naturaleza].

Como reflejo del Alma Animal: creencia en los axiomas de la vida civilizada promulgados dentro del medio ambiente propio. Esto deriva de la experiencia acumulada y la sabiduría de nuestra cultura nativa.

Esta dimensión de emuná afirma que existen leyes de la naturaleza inspiradas Divinamente que son inconcientes para el hombre, leyes que son responsables de la forma en que nuestras mentes procesan la realidad. Concientemente, con su origen en un intelecto Divino universal e inescrutable, este nivel de emuná es en si un fenómeno cuya existencia sólo puede ser afirmada a través de la fe. [Algunas interpretaciones de la física moderna también sugieren que las leyes fundamentales del conocimiento conciente, por su propia naturaleza, son inaccesibles a la razón humana y posiblemente están basadas en alguna Realidad Superior]. La emuná del Alma Divina:

1. 2.

Expresión primaria: Creencia en el Di-s único, fuera de cuya Escencia es labrada el alma judía.

3.

Como reflejo del Alma Racional: creencia en la Torá, vehículo del Intelecto Divino, como declara el Zohar: "la á surge de la Sabiduría de Di-s". Más que de nuestra fe en el poder de la razón humana, esta creencia también surge de apreciar el alcance ilimitado y en permanente evolución que proviene de la sabiduría de la Tora. La comunidad de sabios de cada generación, por medio de su perspectiva individual en su comprensión de la Torá, revela una dimensión inexplorada de la sabiduría Divina que aguarda ser revelada, como se sugiere de la introducción standard del Midrash: "Abrío rabi tal y tal…". (Las tres faces de la emuná manifestadas a través del Alma Divina reflejan la aseveración del Zohar que "Israel, la Torá y Di-s son Uno").

Como reflejo del Alma Animal: creencia en el carácter Divino del pueblo judío, quien lleva colectivamente la marca de la Divinidad en sus almas. La "fe en Israel" se expresa principalmente como una creencia persistente en la pureza y bondad innatas del alma judía.

En resumen, cada una de estas tres almas que posee el judío está coronada por un halo de emuná. Cada emuná del alma abriga elementos inspirados por los otros dos. Juntos abarcan 9 dimensiones que constituyen el conjunto completo de la fe judía: El Alma Animal

El Alma Racional

El Alma Divina

emuná en:

emuná en:

emuná en:

1. 2.

los poderes trascendentes del ser nuestra capacidad de evaluar la realidad

3.

nuestras capacidades físicas emocionales

1. 2.

la sabiduría Divina de la naturaleza la razón humana

3.

la moral social

1. 2.

Di-s La Torá

3.

Israel

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Tratamiento de la Ansiedad La Aproximación de la Cabala a la Salud Mental

Le presentamos un adelanto especial para internet del libro que publicará próximamente el Instituto Gal Einai Cada semana es incorporado en la red un nuevo capítulo y enviado gratuitamente por email en el Mensaje de Tora de la Dimensión Interior. Suscríbase ahora enviando un email a [email protected].

Parte 1: Aproximaciones al Bienestar Psicológico Parte 2: Autoconocimiento -- Conócete a Ti Mismo Parte 3: La Salida Parte 4: Técnicas Terapéuticas Parte 5: Suprimir la Ansiedad Parte 6: Ignorar la Ansiedad Parte 7: Articular la Ansiedad Parte 8: El Terapeuta Jasídico Parte 9: Ignorar versus Articular las Ansiedades Parte 10: Transformar el Mal en Bien Parte 11: Luz y Oscuridad Parte 12: Sumisión, Separación y Dulcificación Parte 13: Inter - Inclusión Parte 14: La Ansiedad y el Ego Parte 15: Contemplando la Grandeza de Di-s Parte 16: Contemplando la Humildad del Hombre Parte 17: Contemplación Detallada Parte 18: Plegaria Sincera: Dulcificación dentro de la Sumusión Parte 19: Separación: Ignorar la Ansiedad Parte 20: Descartar los Malos Pensamientos: Sumisión dentro de Separación Parte 21: Plegaria Meditativa: Separación dentro de Separación Parte 22: Pensamiento Positivo: Dulcificación dentro de Separación Parte 23: Las Tres Fases de la Sumisión Parte 24: Las Tres Fases de la Separación Parte 25: Dulcificación sin Separación Parte 26: Permisividad versus Simplificación Parte 27: Separación como la Llave para la Dulcificación Parte 28: Dulcificación del Subconciente Parte 29: Dulcificación dentro de Dulcificación Parte 30: Discurso Terapéutico Parte 31: La Sumisión, La Separación y la Dulcificación en el Terapista Parte 32: Ansiedad Positiva Parte 33: Aguardar al Mashiaj Parte 34: La Chispa de Mashiaj Parte 35: Merecer Misericordia Parte 36: El Bien y El Mal Parte 37: La Terapia y Los Senderos Jasídicos Parte 38: Los Libros Terapéuticos de la Biblia

Parte 39: Iob Parte 40: Mashiaj

Cada semana es enviado gratis un nuevo capítulo en la lista de email de La Dimensión Interior. Suscríbase ahora enviando un email a [email protected].

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Tratamiento de la Ansiedad La Aproximación de la Cabala a la Salud Mental Parte 1 Estrategias para el Bienestar Psicológico En el mundo moderno en que vivimos, la gente se vuelca en forma notable hacia los psicólogos y libros de autoayuda, en busca de caminos para tratar sus preocupaciones y ansiedades. Se llegó al punto en que en muchos países ilustrados, una persona que se considera respetable debe mantener un contacto regular con un psicólogo o terapeuta, como parte integral de la vida cotidiana. Lejos de ser considerado un signo de debilidad o anormalidad, tener un confidente o consultante regular es visto como un signo de status: una señal de que la vida de esa persona es suficientemente compleja como para justificar un análisis regular con un profesional entrenado, de que puede afrontar esto, y de que está suficientemente interesado en su calidad de vida, como para ser responsable de cuidar de ella. Esto no es necesariamente algo negativo. De hecho, en formas variadas, todas las sociedades tradicionales de buen funcionamiento, han instituido el rol de "mentores de vida" y consultores, como parte de su sistema psicosocial. Esto parece proceder de una comprensión básica del ser humano, de que las personas no pueden ni deben intentar afrontar por si mismos todos los problemas de la vida, y que hay una eficacia terapéutica en buscar ayuda y consejo de gente adecuada. En los sistemas sociales religiosos que provienen de las enseñanzas del jasidismo, que a su vez se basan en las enseñanzas de la cabala, el rol del psicólogo puede ser ocupado tanto por el líder de la corte jasídica (el "Rebe"), un "jasid" anciano, un amigo cercano, o algún otro mentor. Cada jasid desea encontrar su mentor, del cual se espera que lo ayude a elaborar sus problemas y ansiedades, discutiéndolos con él regularmente. A pesar de sus similitudes, existen, sin embargo, muchas diferencias fundamentales entre el enfoque jasídico y el secular sobre el asesoramiento, así como entre las visiones que el jasidismo y la psicología secular tienen de lo que es el bienestar psicológico, y cómo conseguirlo. Un punto central para comprender estas diferencias, es cómo entiende cada uno el rol del autoconocimiento en la salud mental. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 2 Autoconocimiento - Conócete a Ti Mismo En la antigua Delfos, estaba escrito en el altar del oráculo de Apolo las palabras "Conócete a ti mismo". Desde aquella época, la cultura secular occidental ha considerado al autoconocimiento, como la gema de la corona del propósito humano. La Torá, por el contrario, nos dice: "Conoce al Di-s de tu padre, sírvelo a El con todo tu corazón y el deseo de tu alma", y también "Sabe ante quién estás parado". Dentro del esquema de la Torá, el propósito del hombre es conocer a Di-s, o sea, estar constantemente perceptivo a Su presencia, que es lo que da plenitud a la conciencia del hombre. Sin embargo, esto crea una paradoja. Para conocer a Di-s, el hombre debe conocerse primero a si mismo, porque en cada judío hay un alma que debe ser considerada parte de Di-s. Al conocer una parte, podemos conocer el todo. La tarea del hombre es, entonces, descubrir la Divinidad oculta en su interior. Empresa nada simple, pero sin duda invalorable. Una vez armonizada con su propia dimensión Divina, la

persona estará mejor posicionada para ver la Divinidad inherente en toda la creación, y sentir exactamente cuál es su rol individual en el gran proyecto del Creador. Dice la Tora, que Di-s creó el mundo para tener un hogar en los mundos inferiores. "Inferiores", no implica humildad física, sino humildad en la escala de la conciencia de Di-s. Nuestro mundo material, se encuentra en el peldaño más bajo de una basta jerarquía de universos u órdenes de existencia, dotado cada uno, con un grado diferente de percepción de qué y quién es Di-s. Nuestro mundo es el más bajo en ese respecto, y por si mismo, no refleja en principio el hecho de que alguien lo haya creado. La naturaleza es entonces, un disfraz perfecto para el poder Divino, que constantemente crea el mundo, que le permite a la gente nacer, vivir toda su vida, y morir sin que jamás se les pueda ocurrir que hay un Dis. De hecho, El está tan oculto, que hay mucha gente inteligente que está convencida de que no existe. Es este mundo, en donde la Divinidad está tan oculta, donde El pretende hacer su hogar. Precisamente aquí, donde todo aparenta ser antitético de la percepción de Di-s, El quiere que todos se percaten de su existencia, y establezcan una relación con su Creador. Este es el motivo de que haya creado semejante mundo en primer término, y de que cada alma individual, que es parte de Di-s, sea enviada aquí abajo. Cada individuo tiene un rol único en el logro de este objetivo, y la única manera de que una persona pueda tener idea de cuál es su propósito específico en este esquema, es armonizándose con la Divinidad que hay dentro de él. De acuerdo con el judaísmo, es con este sentido y para este fin, que la persona debe conocerse a si misma. Conociendo la parte, o sea su alma Divina, puede tener un atisbo del todo, la esencia de Di-s reflejada en ella. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 3 La Salida La psicología laica se basa, por definición, en los conocimientos que se obtienen y verifican por medio de la experimentación científica. Di-s, por supuesto, trasciende este estrecho marco. Así, la psicología secular no presume de conocer nada acerca de la existencia o los asuntos de Di-s. A pesar de que no niega categóricamente Su existencia, tiene que ignorarla como determinante activo de la salud mental. Más todavía, tiene que ignorar la existencia del alma Divina como entidad separada y que trasciende la conciencia básica humana, a la que la psicología reconoce y con la cual trata. Esto deja a la psicología secular en algo así como un dilema filosófico. Si una persona se está hundiendo en arenas movedizas, se tiene que aferrar a algo o alguien que esté afuera para que lo saque. En forma similar, una persona asediada por problemas y ansiedades, necesita procurarse a si mismo de alguien o algo que trascienda estos inconvenientes, para que lo libere de ellos. Pero lo máximo que la psicología laica le puede ofrecer al alma sufriente, es la mano auxiliadora de otro ser humano (o quizás una dimensión humana aún inexplorada del mismo paciente). Esto puede proporcionar un respiro temporario, pero no puede aspirar a servir como una solución definitiva, de momento que todos los seres humanos, están sujetos a un mayor o menor grado de limitación y restricción psicológica. Si estamos todos en el mismo barco, ¿quién está allí para arrojarnos una soga? Cualquiera sea el éxito que la psicología secular pueda conseguir en liberar al hombre de la maraña de problemas, es en el mejor de los casos sólo una ayuda temporaria o superficial. Por más impresionante que su éxito pueda ser, por su misma naturaleza, no puede encausar o resolver los enigmas fundamentales de la existencia humana. Después de todo, se origina en la misma mente humana que está tratando de comprender. En contraste, el reconocimiento conciente del alma Divina que hay dentro de nosotros, es la clave para nuestra redención psicológica personal, frente a las fuerzas que amenazan doblegarnos. No importa cuán bajo podamos pensar que hemos caído, Di-s permanece con nosotros y está siempre ahí, arrojándonos una cuerda de la cual agarrarnos, para que elaboremos nuestro camino para subir y salir del pozo. Cuanto más podamos sensibilizarnos a nuestra esencia Divina interna, más rápido podremos desembarazarnos de las tribulaciones que nos tiran para abajo. Conocer a Di-s, significa sentir Su misericordia, porque la Torá nos enseña que ese es el atributo esencial de nuestro Creador. Cuando la persona está conciente de la infinita misericordia de Di-s, que lo envuelve en todo momento, ella puede evaluar segura y objetivamente su propia salud psicológica. Sabiendo que puede recurrir a Su amor, no tiene miedo de reconocer la verdad sobre si mismo, no siente la necesidad de esconder su comportamiento bajo toda clase excusas o justificaciones. Es por esta razón, que hasta que una persona no ha logrado cierto tipo de concientización de su alma Divina, es probablemente mejor que no afronte los aspectos oscuros de su personalidad, que yacen enterrados profundamente en su subconciente. Por cierto, es un acto de misericordia por parte de Di-s, que haya algo como el subconciente, donde la maldad que está al acecho en el corazón del hombre, se mantenga oculta hasta que estemos preparados para enfrentarla. La psicología laica hizo, por supuesto, tremendos adelantos en ayudar al hombre a conocer su propia mente y mejorar su bienestar psicológico y habilidad para afrontar los desafíos de la vida. El judaísmo ve la ciencia y la investigación positivamente, siempre y cuando tenga por objetivo complementar e incrementar la sabiduría de la Torá, antes que suplantarla o atacarla. Inversamente, la sabiduría de la Torá nos permite

identificar qué es verdadero y qué no lo es, en las pruebas de la investigación laica, y asociar cada verdad con su contexto apropiado en la visión del mundo que tiene la Torá. Haciendo esto, elevamos las chispas de divinidad, que son parte integrante de todo el conocimiento de la ciencia, y las liberamos de su sumisión a la orientación laica. Esta es en si misma, una fase importante en la rectificación de la realidad, que a fin de cuentas nos conducirá al regocijo de la Redención final y definitiva. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 4 Técnicas Terapéuticas En general, podemos afirmar que la mayor parte de los desórdenes psicológicos, tienen su raíz en la ansiedad. En principio, la misma tensión y las presiones que acompañan la angustia por los temas más básicos, como la salud y el dinero, causan y exacerban muchos problemas psicológicos. A un nivel más profundo, un examen íntimo revela que casi todos los desórdenes provienen, ya sea de algún miedo o fobia conciente o subconciente, o de alguna frustración proveniente del inevitable conflicto, entre las básicas urgencias animales del hombre, y sus aspiraciones espirituales (en el caso del judío, debemos agregar también el conflicto entre estos últimos y su tercer nivel de conciencia, la de su alma Divina, cuyo único deseo es cumplir la voluntad de Di-s). En una persona que cree en Di-s y trata de vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Torá, estos miedos y frustraciones también pueden expresarse como miedo al pecado. La confrontación y el tratamiento de la ansiedad, en cualquiera de las formas que pueda asumir, es la base de toda terapia psicológica. Las enseñanzas de la cabalá, como del judaísmo en general, están íntimamente ligados a los matices del texto escrito de la Torá. Toda pesquiza dentro del enfoque cabalístico de un tema en particular, debe comenzar con un análisis de cómo es tratado por el texto sagrado. La ansiedad es mencionada varias veces en la Torá escrita, pero la instancia seminal es el siguiente versículo del libro de Proverbios, 12:25. "Si hay ansiedad en el corazón del hombre, déjenlo que la suprima. Y que la convierta en alegría con una buena palabra." El libro de Proverbios fue escrito por el rey Salomón, que fue el más sabio de todos los hombres, particularmente en el campo de la psicología humana. En este versículo, entonces, podemos esperar encontrar la clave para el bienestar psicológico, y el apropiado enfoque para enfrentarse con los problemas de la salud mental. La frase "déjenlo que la suprima", es el sentido básico del verbo que describe qué es lo que tenemos que hacer con la ansiedad. La tradición registra otros dos significados auxiliares: "déjenlo que la ignore", y "déjenlo que la articule". Tenemos entonces tres instrucciones distintas, que representan tres técnicas terapéuticas diferentes y complementarias para enfrentar la ansiedad. Cuando son implementadas correctamente, se puede esperar de estas técnicas en conjunto, que impidan que la ansiedad devenga en una condición más seria, e incluso hasta que curen completamente al paciente. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 5 Suprimir la Ansiedad La primera y más básica instrucción que formula el versículo de Proverbios: "Si hay ansiedad en el corazón del hombre déjenlo que la anule, y la transforme en alegría con una buena palabra", es anular la ansiedad que mortifica el corazón, o sea desinflarla o disminuir su envergadura. Esto puede ser realizado de dos maneras: la primera es através de la auto abnegación. Cuando una persona es afligida por algún motivo, su tendencia natural es centrar su atención en él hasta que la ansiedad comienza a dominar todo su ser. Su problema le preocupa día y noche, lo acosa incesantemente y, eventualmente, comienza a definirse a si mismo en los términos de su miedo. En su imaginación el pánico comienza a asumir proporciones apocalípticas, stá convencido que nadie puede penetrar en la profundidad de sus problemas. De esta manera su ansiedad sirve inflar su ego, que ahora se fundamenta e identifica con su miedo.

Sin embargo, si se detiene por un momento para contemplar la infinita grandeza de Di-s y la insignificancia del hombre comparado con El, su ego se va a desinflar inmediatamente. Entonces, cuando una persona renuncia a su ego, sus preocupaciones sufren una pérdida de magnitud similar: si él no es nada, también sus problemas serán seguramente nada. No estamos sugiriendo que una persona desinfle su ego disminuyendo negativamente su autoimagen. Hacer incapié en faltas y defectos sólo lleva a la depresión y la desesperanza. La humildad que una persona debe pretender cultivar es la de naturaleza existencial, una conclusión natural que proviene de su apreciación de la naturaleza de su existencia, y ver cómo son las cosas exactamente sin culparse a si mismo. Di-s es infinito y el hombre finito, e incluso el número finito más grande que se pueda imaginar, es nada comparado con el infinito. El segundo método para aplastar la ansiedad es con la plegaria sincera. Cuando alguien está asediado por un problema, y seguramente por alguna clase de ansiedad, debe implorar a Di-s para que se lo resuelva. Creer en la omnipotencia y misericordia de Di-s implica que sólo El puede y va a proveer la solución efectiva a todo problema. Tanto con las inspiradoras palabras de la liturgia o del libro de los Salmos, o por la verbalización espontánea e informal de los anhelos del corazón, una persona siempre puede beneficiarse con el benevolente interés que tiene Di-s por su vida. No debe caer en la trampa de pensar que por cuanto que Di-s es compasivo por naturaleza no tiene necesidad de rezar, o que si Di-s lo hace sufrir a pesar de Su compasión significa que es por su propio bien. Aunque esto es seguramente verdadero, es sólo parte del cuadro general. Di-s quiere que reconozcamos nuestra impotencia ante El, y seamos concientes de que podemos y debemos dirigirnos hacia El para todo. Entonces, incluso si los padecimientos de la persona se deben a sus pecados o a la rectificación de una encarnación previa, la sentencia siempre puede ser conmutada con la plegaria. El acto de rezar sirve para desinflar el ego, ya que al invocar la misericordia Divina, la persona está admitiendo que algunas cosas en la vida son simplemente tan grandes que él no tiene necesariamente todas las llaves para su salvación. Y como dijeramos, tan pronto como su ego se desinfla, sus ansiedades se desvanecen junto con él. El viento los deja fuera de combate, y ya no plantean la amenaza ominosa de antes. Tanto si se logra con la contemplación o la plegaria, el resultado de anular la ansiedad es ese sentimiento liberador de que no todo está perdido. El problema posiblemente siga estando allí, pero ha sido reducido a su verdadera magnitud, y ya no amenaza aplastar a la persona bajo su peso como lo hacía antes. Ahora que ha sido liberado de esta opresión, puede proseguir con la fase siguiente de su terapia.

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Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 6 Ignorar la Ansiedad La segunda fase de la terapia es ignorar la ansiedad, como lo sugiere la segunda interpretación del verbo en el versículo de Proverbios: "Si va a haber ansiedad en el corazón de un hombre, déjenlo que la aplaste y la transforme en alegría con una buena palabra". Esto es mucho más fácil de realizar una vez que la inmensidad del problema, según la percepción de la persona, ha sido reducida con la primera fase de la terapia descripta en el artículo anterior. Para ignorar una preocupación hay que reemplazarla con un buen pensamiento. Posiblemente no seremos capaces de detener el pensamiento, pero sí estamos en libertad de elegir en qué pensamos. En vez de concentrarnos en lo que nos preocupa de un tema en particular, podemos concentrarnos en algún aspecto de él que nos haga sentir seguros y alegres. Esta es la intención subyacente en la segunda parte del versículo antes citado: "... y la transforme en alegría con una buena palabra. Por eso la Torá nos dice: "He puesto ante ti vida y muerte, bendición y maldición, ¡Elige la vida! Deuteronomio 30:19. Vemos que hay en cada situación algo positivo y algo negativo, ¡Elige ver lo positivo! El poder del pensamiento positivo para traer el bien y el negativo para lo contrario fue documentado una y otra vez. No hay razón para no utilizar esta potente herramienta para mejorar la calidad de nuestra vida en general, y nuestro bienestar mental en particular. Por su propia naturaleza, la mente tenderá a llenarse de pensamientos negativos que provienen de su subconsciente no rectificado, por lo tanto es necesario ocupar concientemente la mente con pensamientos completamente positivos. La fuente mas segura y potente de tales pensamientos y actitudes es la Torá misma, como esta escrito en Salmos 19:9: "Los preceptos de Di-s son eternos, regocijando el corazón La imagen utilizada en la Tora para describir esta técnica es tomada de la historia de Iosef y sus hermanos. Cuando delato a sus hermanos, ellos lo arrojaron a un pozo mientras debatían como deshacerse de él. La Tora describe a este pozo como "vacio", no había agua en él. (Génesis 37:23). La Torá oral explica la aparente redundancia en esta descripción: "por cierto que no había agua, pero estaba lleno de víboras y serpientes. Sin embargo Di-s no permitió que las serpientes atacaran a Iosef por de su rectitud.

El agua es entendida frecuentemente en el léxico alegórico de la Torá como un símbolo del flujo vitalizante y refrescante de la propia sabiduría de la Torá. El pozo, en esta alegoría representa la mente humana, que es idealizada como el recipiente para contener el agua de la Torá; las víboras y serpientes representan los pensamientos negativos y destructivos que predominan en ausencia de los pensamientos positivos y orientados por la Torá; Iosef simboliza la habilidad de la mente de transformar los malos pensamientos en positivos. Su entrada al pozo neutraliza el poder de las fuerzas negativas que lo llenan. Todos tienen su Iosef interior, la habilidad profunda de alterar la perspectiva de los problemas y verlos bajo una luz optimista. Si una persona es capaz de sacar de adentro esta habilidad y utilizarla, mucho mejor. Si no, deberá requerir la inspiración que reoriente su perspectiva de aquellos que sí la tienen. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 7 Articular la Ansiedad La fase final de la terapia es la articulación o verbalización de la ansiedad, segun es insinuada por el tercer significado del verbo en el versículo de Proverbios: "Si hay ansiedad en el corazón de un hombre, déjenlo que la suprima, y la transforme en alegría con una buena palabra". La Tora identifica el poder del habla como la quintaesencial expresión humana del hombre. Aún cuando su habilidad de pensar es superior a la de las otras formas de vida, lo que define al hombre es la excepcional habilidad de expresarle verbalmente a otro ser humano sus pensamientos y sentimientos. Esto es así porque el habla, más que el pensamiento, tiene el poder de revelar las profundidades ocultas del alma. Todos experimentamos cómo el exteriorizar verbalmente, incluso para nosotros mismos, nos ayuda a ordenar y cristalizar nuestros pensamientos. En muchos casos, articularlos nos permite descubrir profundos puntos de vista y nuevas percepciones sobre el tema que tenemos entre manos. Cuando la persona desnuda sus intereses y ansiedades a un amigo o mentor sensitivo e interesado, este puede ayudarlo a resolver su problema. La dialéctica del diálogo es el instrumento con el que juntos llegan a la resolución del conflicto, como dice la Tora: "Di-s ilumina los ojos de ambos", Proverbios 29:13. También es esto lo que significa la segunda parte del versículo: "...y la transforme en alegría con una buena palabra". La verbalización y el diálogo con el amigo o mentor, contribuye al proceso curativo de tres maneras. La primera contribución que hace el amigo/mentor a la solución de la situación es su "objetividad". El simple hecho de que no sufre el mismo problema que su confidente, le permite verlo desde un punto de vista diferente y más ventajoso. Incluso, a veces el confidente no necesita siquiera expresar esta perspectiva, su simple presencia basta para que la persona la perciba y la articule por sí misma. Si el problema no es demasiado complejo, esta perspectiva objetiva puede ser todo lo que se necesita para calmarlo y para que enfrente su problema en forma exitosa, tanto con o sin el consejo del confidente. En esta fase el confidente permanece en su propio mundo, y es imperativo que así lo haga para que pueda aportar ese punto de vista ventajoso desde el que su confiado pueda ver su ansiedad objetivamente. En aquellos casos en que esto no es suficiente, la siguiente contribución que el amigo/mentor puede hacer, es mostrar al que deposita su confianza que a pesar de la gravedad de la situación, aún queda en lo profundo de él un rincón que aún no ha sido afectado. Tan pronto como se le recuerda al sufriente la presencia de este intachable punto de plenitud y optimismo que hay dentro suyo, puede utilizarlo para reestructurar toda la situación de una manera más positiva. Antes de apercibirse de esto la persona se consideraba a sí misma problemática, como agobiada por un complejo o un desorden psicológico. Ahora puede comenzar a identificarse gradualmente con este punto interior saludable dentro de él, y entonces rehabilitarse a sí mismo con esta imagen. En esta etapa el confidente ya entra en el mundo del otro. Ve el problema desde la perspectiva de su amigo, y reconoce la existencia y seriedad del motivo de su ansiedad. Aunque al suprimir e ignorar el problema se reduce su enormidad, no obstante aun permanece allí y se debe encontrar un camino para tratarlo. La contribución decisiva que el amigo/mentor le ofrece al que padece, es posibilitarle ver la ansiedad misma en una luz positiva. Esto se hace posible considerando el elemento de la Providencia Divina. En el judaísmo es axiomático que Di-s supervisa y guía los acontecimientos de la creación. El fundador del jasidismo, rabi Israel Baal Shem Tov, hasta llegó a afirmar que la Divina Providencia se extiende incluso hasta una hoja que cae en el bosque, y determina exactamente cuándo y en qué dirección caerá. Hoy podríamos decir que Di-s dirige todo, desde la mas pequeña partícula subatómica hasta la más grande fuerza existente.

En esta etapa uno debe eludir caer en la trampa del fatalismo. La Providencia Divina es sólo una cara de la moneda, la otra es el libre albedrío. El hombre es un agente libre y por eso debe asumir plena responsabilidad por sus acciones. Los teólogos advirtieron a traves de los años la exclusión reciproca entre la Providencia Divina y la libre elección, tratando de resolverla. Pero la solucion definitiva es que no hay solución, ellas constituyen una paradoja teológica. De todas maneras la forma en que superamos esta paradoja es clara: invocamos la Divina Providencia para explicar el pasado y el libre albedrio para encarar el futuro. Di-s aparta, como si fuera, Su supervisión al considerar la elecci´on que hace el hombre, pero después que la hizo se vuelve retroactivamente revelado que era una parte predestinada del gran plan Divino. De esta manera, todo lo que le sucede a una persona es directamente atribuible a la Providencia de Di-s, y como El es bueno y misericordioso por definición, resulta que incluso si una persona se encuentra en un estado psicológico depresivo, esto también debe ser en aras de su máximo bienestar. Ya sea que él tenga la fortuna de percibirlo alguna vez o no, esta nube gris, como todas las demás, contiene el bien en su interior. Más todavía, el jasidismo nos enseña que el bien oculto en una situación aparentemente mala, es en realidad de un nivel superior que el bien que es reconocido inmediatamente como tal. La razón por la que Di-s elige a veces ser bueno con nosotros a través de caminos que parecen desagradables, es que el bien que desea otorgarnos en estos casos es tan grande e intenso, que no podemos recibirlo o asimilarlo bajo circunstancias normales. Como aquellos objetos preciosos que deben ser envueltos para su protección con un material rústico, las formas más elevadas del bien deben ser ocultadas dentro de su opuesto aparente. Asi en vez de sentir que Di-s lo está ignorando o abandonando, la persona que sufre de ansiedad debe aprender a considerarlo como un regalo personal de Di-s, con el que expresa Su consideración especial. Esto por cierto es un examen de fé, y el cometido del amigo/mentor en esta etapa, es el de apuntalar y profundizar su fé en Di-s, Su inagotable bondad, y Su Providencia en todas las facetas de la vida. Cuando se llega al éxito, al que estaba afligido se le revelara una honda y más profunda dimensión de su personalidad, que no hubiera tenido y ni hubiera sido posible de otra manera. Más aún, habrá renovado, refrescado e incluso profundizado su conección con Di-s, pero sin expresarla o limitarla con los parámetros del bien y el mal como son percibidos por nosotros. Una vez que el que sufre la ansiedad puede ver con cierta objetividad su problema, que se ha identificado con su esencia interior de bondad más que con su fobia o preocupación, y ha profundizado su fé hasta el punto en que puede experimentar su ansiedad como un regalo amoroso de Di-s, no tiene que sentirse inhibido frente a su confidente de exponer cualquier mal que tenga. Puede ahora revelar todos sus malos pensamientos que lo acosan día y noche, y se inmiscuyen en su plegaria, su estudio y su trabajo. Ya no hay cabida para la vacilación en afrontar los aspectos oscuros de su subconciente, desde el momento que el trabajo de base se impuso para enfocar esos aspectos en forma constructiva. El simple hecho de admitir estos profundos miedos y ansiedades, debilitan su poder de doblegar a la persona en el futuro. Al no tener miedo de discutirlos abiertamente se destruye su imagen de dragones omnipotentes e invencibles que nadan en las corrientes oscuras de la mente subconciente. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 8 El Terapeuta Jasídico En esta etapa, el confidente debe identificarse profundamente con el confesante y su situación, para poder tratar los más íntimos y secretos deslices y fallas de este. ¿Cómo espera hacer esto? El terapeuta jasídico es alguien que se ha esforzado en estudiar, internalizar y realizar las enseñanzas del jasidismo por sí mismo, de manera conciente y afanosa en su vida diaria. Refinando persistentemente su propio carácter, y especialmente practicando y adquiriendo el atributo de humildad y autoabnegación a través del continuo autoanálisis, el jasid adquiere la habilidad de entender y asistir a su camarada con sus propios problemas psicológicos. Las enseñanzas del jasidismo imparten un entendimiento sutil y sensible de la psicología humana, a aquellos que las estudian devotamente y siguen su consejo. Una de las trampas a que se enfrenta alguien que se ha dedicado a la vida espiritual es la de la falsa modestia. A primera vista, podría parecer que una persona realmente humilde debería esquivar el rol de confidente espiritual. Despues de todo, ¿no es presuntuoso asumir que se ha absorbido e internalizado las enseñanzas del jasidismo, lo suficiente como para ser capaz de dirigir y guiar a otro que todavía no ha alcanzado su propio nivel de refinamiento? ¿No debería temer, la persona que está siendo orientada espiritualmente, de los inevitables sentimientos de autosatisfacción que provienen de solucionar con éxito los problemas de otra persona? Por supuesto, la verdad es exactamente lo contrario: la persona realmente humilde se humillará frente a la verdad, y será entonces conciente tanto de su propia experiencia, dones y talentos como de sus falencias y el largo camino que todavía tiene por delante. Más aún, no tomará en cuenta sus propios intereses y el peligro espiritual que implica ayudar a otra persona. Cuando sea convocado, va a asumir el rol de consejero o asesor con afabilidad y convicción, y no evadirá su responsabilidad por razones de falsa modestia.

Sea como sea, la resolución segura de los problemas del confesante nunca puede ser atribuida únicamente a la sensibilidad y el buen consejo del confidente. Esto es así, porque la persona misma que se confiesa juega un papel activo en la discusión de sus problemas y en los esfuerzos para atravesarlos. Entonces, de hecho las almas Divinas de ambos se unen en la lucha por disipar el mal dentro del confesante. La relación de fuerzas se inclina en favor del bien, por lo que el mal efectivamente no tiene chance. La doctrina jasídica confía en la habilidad del hombre para desarraigar el mal de su interior (nuevamente, proveyendo las condiciones requeridas que han sido descriptas), y atribuye tanta importancia a este propósito, que lo considera el desafío central del verdadero educador/consejero. De momento que el hombre nace como un asno salvaje (Job 11:12), equipado desde el nacimiento con conductas y tendencias predominantemente animales, el primer objetivo que se debe fijar el educador/consejero dedicado y sincero es desterrarlas. Más todavía, sabe que su responsabilidad a este respecto es tan seria, que si no tiene éxito seguramente va a empeorar las cosas. El rol bíblico modelo en el que todo terapeuta o educador jasídico debe fijarse, es nuevamente Iosef. Como soñador e intérprete de sueños arquetípico de la Torá, Iosef encarna la cualidad de ser capaz de reordenar el caótico divague de la imaginación no rectificada o subconciente, en mensajes significativos que sirven de clave para los ocultos recovecos del corazón y la mente. De acuerdo con nuestra tradición, la razón por la cual Iosef fue capaz de hacer esto, más que cualquier otra figura bíblica, se debe a que él lucho exitosamente contra la tentación sexual. Una vez que ascendió a una posición de poder en Egipto, una tierra inicua por su depravación y libertinaje sexual, pudo haber sido para él la cosa más simple y natural, entregarse a cualquiera de las abundantes tentaciones sexuales. No obstante, se nos dice que incluso a pesar de las proposiciones de una mujer atractiva y seductora de la aristocracia, resistió sus ofertas y guardó celosamente su pureza sexual. Por esta razón, la tradición le ha dado a Iosef el apodo de "el justo". Como es bien sabido, la psicología moderna verificó feacientemente que la mayoría de las psicosis, neurosis, desórdenes y síndromes están conectados con problemas sexuales. Marido y mujer existen antes de la concepción y el nacimiento como parte de una única esencia espiritual indiferenciada, que es separada en la concepción en sus componente femeninos y masculinos. Por consiguiente, el hombre nace con un deseo natural de encontrar su alma gemela perdida, y las frustraciones y desviaciones que experimenta a lo largo del camino en pos de este objetivo, da origen a gran parte de la confusión subconciente que socava su bienestar psicológico a través de su vida. Fue entonces por virtud de su inmaculada y no afectada sexualidad, que Iosef pudo ayudar exitosamente a otros a clasificar sus complejos desórdenes psicológicos. Previamente identificamos a Iosef como un buen pensamiento, que permite a una persona ejecutar la segunda fase de la terapia psicológica, ignorando la ansiedad. Aquí estamos identificándolo con su rol más importante, el del confidente experimentado de la tercera fase, articulando la ansiedad (ver entregas anteriores). Como tal, Iosef es el rebe o mentor espiritual arquetípico de la Torá. De él han obtenido su inspiración todos los pastores verdaderos del rebaño Judío y los sinceros mentores, educadores y confidentes a través de la historia. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 9 Ignorar versus Articular las Ansiedades. Hemos establecido entonces, que es saludable y positivo para la persona mantener una relación fluida con su mentor o amigo. Y así nos enseña el Talmud: "Hazte para ti un rabino y adquiere para ti un amigo". La persona debe sentirse a gusto analizando con su consejero sus problemas e inseguridades, y en especial en lo que se refiere a su relación con Di-s. Además es de gran ayuda analizar regularmente con su amigo o mentor su mundo interior de pensamientos y emociones, incluso si no sufre de ninguna ansiedad o problema en particular. Esto es así, porque en el transcurso de la verbalización de sus pensamientos internos para poder compartilos con el otro, la persona debe explorarlos quizás más seria y profundamente que si lo hiciera de otra manera. Tiene que ordenarlos, organizarlos y hacer de ellos algo comprensible para poder expresarlos. Todo el mundo posee aspectos de su vida íntima que tiende a ignorar o a no darles importancia. Debe enfrentarse a ellos e integrarlos dentro de la imagen general que tiene de sí mismo, si quiere que la sesión con su confesor sea realmente productiva. Este proceso de dar la cara y enfrentar los aspectos menos positivos de su vida interna implica varias etapas. La primera, que bastante a menudo no se ejecuta concientemente, es una forma que tiene el ser humano de ignorar espontáneamente muchos sino la mayoría de los pensamientos que afloran desde el subconciente. Esto es una forma natural y saludable de supresión, con el simple fin de evitar cada complejo o pequeño impulso negativo que viene a la mente, complicando y descarrilando las funciones de vida normales. Con frecuencia, estos murmullos no están enraizados muy profundamente en el subconciente y no justifican ningún tratamiento importante que pueda requerir mucha atención.

Las dos etapas siguentes son caminos adicionales para ignorar el mal. Ambas están justificadas al asumir que el alma Divina judío no es afectada por la debilidad del alma animal, y por eso es posible para la persona rectificar su psicología total, acentuando su lado Divino y facultándolo para asumir el pleno dominio de su personalidad. De momento que la psicología secular no reconoce la existencia del alma Divina en sí, es de esperar que muchas escuelas psicológicas desaprueben la aparente evasiva en tratar directamente con las manifestaciones de los bajos instintos que estamos por detallar. Cuando una persona se da cuenta de que sus pensamientos oscuros no lo abandonan y que no ayuda el ignorarlos, se dirige hacia lo alto e implora la ayuda de Di-s. Clamando a Di-s, reconoce por fin la existencia del mal dentro de sí, y admite que solo no puede combatirlo. En este punto no hay todavía ninguna confrontación directa con el mal, tampoco hay ningún intento de su parte por convocar sus propias fuerzas para luchar con él. Cuando el ruego tampoco es suficiente, la persona comprende que Di-s desea en este punto que empiece a enfrentar su mal interior por sus propios medios, en vez de aguardar que El venga en su rescate. De todas maneras, antes de la confrontación directa con su lado negativo, la persona debe seguir tratando de ignorarlo, reemplazando sus pensamientos por otros positivos. A este respecto, es por supuesto particularmente eficaz meditar acerca de ideas de la Tora, especialmente aquellas que generan sentimientos de santidad, pureza, optimismo y alegría. De esta manera no quedará lugar en la mente para pensamientos malos y confusos. ¿Qué hacer cuando fallan incluso estos recursos, y los pensamientos perjudiciales continúan acechando la mente? Es tiempo entonces de verbalizar, explorar, ahondar en los profundos recovecos de la personalidad, hasta los más oscuros y menos placenteros, para descubrir la raíz de estos pensamientos y ansiedades y enfrentarse concientemente con ellos. La persona debe tratar primero de conducir este proceso de excavación verbal en forma privada, explorando las cavernas oscuras de su alma con su Creador. Si esto prueba ser realmente insuficiente, y la persona siente que necesita revelarse frente a un oido humano que pueda escuchar sus problemas y aconsejarle como lidiar con ellos, puede entonces dirigirse a su buen amigo, un mentor o un terapeuta confiable. Como acabamos de explicar, poner al desnudo y discutir el mal oculto de la persona es el último resorte, al que sólo se debería recurrir si todas las opciones previas para enfrentarse al mal han fallado. No obstante, se debe advertir al mismo tiempo que cada etapa sucesiva en el proceso terapéutico es también un tipo de progreso, un estado adicional de aptitud y audacia para desafiar el mal y transformarlo en bien. Las técnicas iniciales de aplastar e ignorar la ansiedad son ciertamente más seguras, por cuanto que eluden quitar el cerrojo del "closet" y ver al monstruo cara a cara; pero son inferiores, de hecho, para examinar la fortaleza de la bondad interior de la persona. Es menor la necesidad de despertar el núcleo de bondad latente en lo íntimo del ser, y por eso permanece oculto al no ser confrontado con las fuerzas oscuras que se le oponen. Parecería ser que en nuestra generación, la conversación cotidiana acerca de los conceptos de la psicología moderna, produjo que todos nosotros seamos o llegemos a ser expertos en autopsicoanalizarnos. Y en cierto sentido así es como debería ser. Nuestra generación es la que será testigo de la verdadera y definitiva Redención, que señalará la aniquilación del mal y su trasnformación en bien. Puesto que este proceso es un aspecto esencial de la Redención, somos llamados ahora, y por lo tanto se nos da el poder para participar en este proceso. Debemos volvernos expertos en la transformación del mal en bien, incluso de la clase de maldad que en el pasado era mejor ignorar o suprimir. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 10 Transformar el Mal en Bien Es axiomático en el judaísmo que con el progreso de los tiempos, cada generación que se va alejando del momento de la entrega de la Torá, se encuentra en un nivel espiritual inferior a la que le precedió. La inmensa revelación Divina que se introdujo en la conciencia colectiva del pueblo judío en el monte Sinaí, se fue diluyendo más y más con el transcurso del tiempo. Esto nos fue dejando progresivamente menos perceptivos de la penetración de la maldad dentro de nuestra mente subconciente, por un lado, y menos capaces de combatirla, especialmente en sus formas más sutiles, por otro lado. Entonces, con el avance de la historia se cambió gradualmente el énfasis en el proceso personal de autorefinamiento del judío a través de desarraigar directamente su maldad interior (cosa que podía lograr fácilmente porque había menos maldad en él y porque era sicológicamente más fuerte para la tarea), por simplemente ignorarla (de momento que está atrincherada en su interior y no es suficientemente sano para darle batalla directamente). Así, por un lado nos encontramos en el fondo de un largo y prolongado descenso desde las alturas espirituales que nuestra nación experimentó en el monte Sinaí, asediados por una mayor oscuridad, males internos y ansiedades que cualquier generación de judíos anterior a la nuestra. Por otro lado el inminente amanecer de la redención ya nos está elevando hacia nuestra más encumbrada personalidad, y entonces sentimos el poder del orden mesiánico corriendo por nuestras venas. Este llamado a la acción, si bien temperado por una prudencia madura, nos envalentona para enfrentar el mal de una manera que las generaciones previas estaban acertadamente reticentes a encarar.

De momento que somos capaces de hacerlo, se transforma en nuestra responsabilidad, porque el advenimiento del Mesías depende de la liberación de las chispas de bien atrapadas dentro del mal. Entonces, la revelación del mal dentro nuestro para transformarlo en bien se vuelve no solo algo de nuestro máximo interés, sino también nuestro deber sagrado. El poder que el mal tiene sobre nosotros, haciéndonos pecar, es el poder de la ilusión. Ninguna persona inteligente hace adrede e intencionadamente cosas que lo perjudican. La persona consiente pecar, sólo cuando se ha convencido (u otros lo convencieron) de que ese pecado en particular no lo va a dañar, o que lo va a hacer en forma temporaria, o que el perjuicio va a ser superado ampliamente por los beneficios que brinda. Probablemente en la mayoría de los caso, el mal triunfa porque convence a la persona de que es para su mayor beneficio, y aún su máximo beneficio sucumbir a sus tentaciones. El placer ofrece tales promesas de éxtasis sublime, que nos quedamos convencidos de que puede mejorar inconmensurablemente nuestras vidas. Posteriormente, sin embargo, la realidad nos golpea y admitimos para nuestra desason que hemos sido embaucados. Esta tentación fue un embuste; el alza fue sólo momentanea, y al despertar nos quedamos con sentimientos de bajeza y traición de mal gusto. Hay dos caminos para reaccionar a semejante apercibimiento. A partir del remordimiento por haber dado ese negligente paso en falso, la persona puede resolver no cometer otra vez semejante error.El temor a traicionar a Di-s (y a la Divinidad dentro de sí mismo) lo motiva a identificar y resistir la próxima vez las tácticas del mal. Ahora que se ha elevado a un nivel de conciencia de Di-s en que es claro que sus faltas previas fueron resultado de que ha sido engañado, ha transformado efectivamente esos pecados intencionales anteriores en involuntarios. De haber sabido entonces lo que sabe ahora, nunca hubiera pecado; por consiguiente, la única razón por la cual pecó es porque actuó bajo el influjo de una ilusión. Nunca tuvo la intención de causar el efecto que de hecho ocasionó el pecado. En un nivel más profundo, la persona puede mirar retrospectivamente el pecado que ahora deplora y considerar cuál fue el motivo que lo hizo sucumbir. El modo en que el mal lo indujo a cometer el pecado fue prometiéndole algún estímulo o emoción, alguna ráfaga de exuberancia, penosamente ausente en su opaca vida. De momento que Di-s es la fuente de toda vida verdadera, la maldad se disfrazó de santidad y entonces fue tentado por sus tretas; la promesa de que Di-s estaba en el pecado fue lo que lo llevo a cometerlo. El mal jugó con el deseo innato en cada judío de conocer a Di-s de la manera más completa posible. El contexto de la estratagema fue por cierto malo, pero su germen fue la chispa de divinidad en su interior. Cuando una persona tiene éxito en aislar la sagrada semilla de su contexto malvado, puede centrar su atención en ella y ver qué fascinación tiene para él. Por ejemplo, digamos que una persona está acechada por un complejo sicólogico que podríamos llamar "pasión por viajar". Sueña constantemente en dejar a su esposa y su familia y viajar alrededor del mundo explorando sitios pintorescos y subyugantes. Constantemente lo obseciona el pensamiento de hacer esto, no dejándolo concentrar en nada ni nadie más, forzándolo a gastar hasta su último centavo en revistas de turismo, y desperdiciar hora tras hora viendo programas de viaje. Ahora, si observamos más de cerca la vida de este individuo, podemos ver que se encorsetó a sí mismo en una existencia de ardua labor, dejando escaso, sino nada de tiempo para el relax o la expansión. El primer paso debe ser entonces dejarlo que salga de viaje una o dos veces al año si lo desea. Sin embargo, aparte de esto podemos rescatar del fondo de este mal la necesidad legítima de estímulo y entusiasmo que hace la vida desafiante e interesante. Di-s quiere que nuestra relación con él sea tanto disciplinada como inspirada, regular y espontánea. Acaso cuando esta persona se topa con una idea interesante en sus estudios de Torá, la que le gustaría seguir o investigar, se deshace de su pensamiento diciendo: "No tengo tiempo para esto, tengo que terminar primero las obligaciones diarias de estudio que me fije, y luego tengo que procurar también sustento para mi familia". O quizás no se permite concentrar en la plegaria como podría, por temor a perder trabajo (durante la semana) o por dejar esperando a su familia (en shabat). Se niega la emoción de dejar que su imaginación lo lleve a reinos inexplorados de su propia personalidad o de su relación con Di-s y el mundo. Tal persona ha ahogado un aspecto de su personalidad por razones nobles. Sin embargo, estas facetas de su alma claman por su atención. Si no se le permite al alma obtener lo que necesita en un contexto saludable y santo, generará urgencias que conseguirá en otros contextos. Negándose una salida santa para sus urgencias legítimas de estimulación, las ha forzado a aflorar en caminos destructivos. La solución podría ser aquí asignar un tiempo para sí mismo, para seguir el sendero por el que su alma Divina desea conducirlo de cuando en cuando. Así, más allá de la primera reacción de nunca más, la respuesta profunda es aislar el germen de bien dentro del mal, y reorientar la búsqueda desde su contexto dañino hacia uno de santidad. El mal sirve entonces como motivación para buscar y revelar a Di-s de una manera más intensa que lo que la persona pensaba antes de haber pacado. Cuando una persona hace esto, ha efectivamente trasnformado sus pecados intencionales en méritos. A causa del pecado, procura a Di-s y lo ama en un nivel superior que como lo hacía antes. Cuando alejarse del pecado está basado en el temor a sus concecuencias, vivimos en una atmósfera de amargura y paranoia. Cuando está basado en la transformación del mal, vivimos en un ambiente de alegría, amor y perdón. Originalmente, describimos el proceso terapéutico como uno en el que cada etapa era un incremento en el consentimiento renuente de la necesidad de enfrentar el mal interno. El ingreso a la etapa siguiente se debía al fracaso de la etapa anterior por deshacerse del problema. En cambio, en el contexto que acabamos de describir cada paso nos acerca al objetivo final: dejar al descubierto el mal oculto en todos sus significados y su transformación en bien. Así cada etapa sucesiva es una fase preparatoria que nos conduce a la próxima, como vamos a describir en el capitulo siguiente.

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Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 11 Luz y Oscuridad Como dijimos, hablar es el instrumento más efectivo que se puede usar para curar las dolencias psicologicas de una persona. Por otro lado, también hemos observado que hay situaciones que requieren del silencio. El acto de expresarse saca a la luz de la mente conciente, sentimientos y emociones que de otra manera podrían quedar ocultos en el subconciente. Sin embargo, hacer hablar al subconciente no es un cuestión simple, y se debe tener un cuidado especial cuando se insita a revelar sus secretos. Por otro lado, los efectos de hacer esto pueden ser perjudiciales más que saludables. En el simbolismo de la Tora, la mente subconciente es considerada oscuridad, y la mente conciente luz. Así esta narrado que "en el comienzo la tierra era informe y vacía, y la oscuridad se cernía sobre la faz del abismo, y el espiritu de Di-s merodeaba sobre las aguas. Y Di-s dijo: sea la luz! y hubo luz. (Genesis 1:2-3.)". La tierra simboliza el alma del hombre que descendió para entrar y dar vida al cuerpo (en su forma prístina y separada del cuerpo, es simbolizada por los cielos). Las tres descripciones de la tierra primordial: informe, vacía y oscura, simboliza los tres componentes de la mente subconciente: fe, placer y voluntad. El espíritu de Di-s revoloteando sobre las aguas simboliza el nivel intermedio de conciencia entre las mentes conciente y subconciente (preconciencia en terminos psicologicos), que ronda entre la oscuridad del subconciente y la revelación de la mente conciente. La revelacion de los secretos de la mente subconciente se produce a través de la palabra: "Y dijo Di-s: Sea la luz". El propósito del servicio Divino en general y en la terapia psicológica en particular es permitir que brille la luz de la conciencia más y más sobre la oscuridad del subconciente. Cuanto más secretos ocultos de las regiones oscuras de la mente se sacan a la luz, más se pueden elevar al reino de la santidad. Cuando la persona tiene más éxito en exponer y rectificar su lado oscuro, entonces estará menos mortificado por los pensamientos invasivos y urgencias que afloran involuntariamente de allí. Este estado de estar liberado verdaderamente del propio yo inferior y no rectificado, es el que se persigue con las técnicas terapéuticas prescriptas por el pensamiento jasídico. Al estar destrabado del mal, el bien creativo que se encuentra en el hombre ahora podrá brillar, y su exclusiva expresión de Divinidad impactará con óptima efectividad sobre la realidad. En el simbolismo de la Torá, los deseos primarios de la mente subconciente que influencian temporariamente sobre la psiquis están representados por las siete naciones paganas canaanitas que ocuparon la tierra de Israel antes de que entre el pueblo Judío. Entonces le es ordenado a la nación judía erradicar de la Tierra Santa a estas naciones y su cultura idólatra; esto simboliza la erradicación del mal de la psiquis a través de los medios terapéuticos que estamos describiendo. En el conflicto entre la luz y la oscuridad, la luz triunfa por propia naturaleza. Si una poca de luz discipa mucha oscuridad, cuánto más entonces, mucha luz la dispersa completamente y toma su lugar como legítimo heredero de la mente de la persona. En la visión profética de la carroza Divina de la que dá testimonio el profeta Ezequiel, se alude a la dualidad luz - oscuridad en la psiquis del hombre. Esta visión, que se encuentra en el primer capítulo del libro escrito por este profeta, es considerada el pasaje más oscuro y místico de la Biblia. En él, Ezequiel describe cómo se abren los cielos: "y vi visiones de Di-s. Y vi, y presencie un viento tormentoso aparecer del norte. Una gran nube, y un fuego relampagueante, y un resplandor rodeándolo, y de en medio él, de en medio del fuego, había algo como el jashmal" (Ezekiel 1:4.) La palabra jashmal aparece en la Biblia sólo en el contexto de esta visión, y es interpretada por la tradición como un tipo de luz o energía, que también es personificada como un tipo específico de ángel. Esta palabra es tomada como compuesta de dos palabras: silencio (jash) y hablar (mal); de aquí que se dice de estos angeles que a veces están en silencio y a veces hablan. De esta manera, la interacción dinámica entre silencio y habla es una parte integral del proceso de revelación Divina, y el uso apropiado del habla es esencial para la cura de las partes enfermas del alma. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 12 Sumisión, Separación y Dulzura

Entre los dos extremos que hay desde el silencio hasta el habla, la Cabalá y el Jasidismo identifican un tercer estado intermedio. En el sueño de Ezequiel (Ezequiel 1:4), también se alude a este estado cuando se refiere a la luz encandescente en la segunda sílaba de la palabra jashmal, esta vez en su significado de separación. Así, tenemos de esta manera tres estadios: silencio, separación y habla. Como se mencionó anteriormente, la segunda ayuda que un confidente puede ofrecerle a una persona que sufre un malestar sicológico es mostrarle que existe un lugar dentro de suyo que no ha sido afectado por su problema. Una vez que se le hace notar esta realidad, la persona puede utilizar ese punto intacto de buena salud y optimismo para darle una nueva forma a su situación y con esto, también otorgarle a su imagen personal una luz más positiva. Su individualidad ya no es más sinónimo de su problema; ahora tiene una identidad y una personalidad independientes y ajenas a su problema. Esta separación mental de la consciencia de la persona de sí mismo es la separación a la cual se ha hecho mención anteriormente. Sólo cuando la persona se libera de la identificación con sus problemas los puede encarar con objetividad y transformarlos en bien. El mal dentro del hombre es verdaderamente mal sólo cuando no hay ninguna posibilidad de atacarlo. Los tres términos (silencio, separación y habla), describen los actos que el individuo realiza en relación al fenómeno de su psiquis al cual está enfrentado. El Baal Shem Tov introdujo un segundo terceto de términos, que describe el mismo proceso psicológico interno que atraviesa el individuo cuando tiene contacto y reacciona frente a los problemas que se le plantean. Este terceto es: sumisión, separación y dulzura. Sumisión se refiere a la anulación del ego, a través de silenciar la turbulencia interna del pensamiento. Es el proceso mediante el cual se aisla al mal que posteriormente se elimina. Dulzura es la reevaluación de la realidad en (la luz positiva de) la raíz del bien que estaba atrapado dentro del mal. Este proceso triple, enseña el Baal Shem Tov, es una faceta integral de cualquier experiencia de crecimiento espiritual, y de hecho, la experiencia profunda de cualquier faceta de la realidad. Sólo es de esperar que estos tres términos se puedan asociar con una correspondencia de uno a uno con los tres estados de terapia psicológica: Reprimir la ansiedad, como ya fue descrito, es un proceso de auto anulación. Al reducir la magnitud del ego en general los problemas del individuo van desapareciendo en forma concomitante. Como ya se mencionó, esto se puede lograr de dos formas: A través de la contemplación de la grandeza de Di-s y la humildad del hombre o a través de pedirle a Di-s que acalle la agitación producida por el propio ego. Este rechazo auto impuesto de involucrarse con el ego y con los problemas que éste plantea es un acto claro de silenciar el ruido interno con el cual el ego trata de monopolizar la atención del individuo. La abnegación del ego, requisito para este proceso, constituye un acto de sumisión; la persona debe anular su ser ante la realidad superior que es Di-s. Ignorar la ansiedad (la segunda fase de la terapia que ya hemos mencionado), es la capacidad de la persona de cortar los lazos emocionales y conceptuales vinculados al mal que existe dentro de él. Como hemos notado, esto se logra eligiendo deliberadamente llenar la mente con pensamientos positivos, idealmente de Torá, pero también de cualquier naturaleza positiva. Este es el primer aspecto del Iosef interior de cada individuo, como ya hemos dicho. Al elegir deliberadamente no sumirse en su propio mal, la persona corta psicológicamente su relación con el mal y deja de identificarse con él, lo que claramente constituye un acto de separación. Articular la ansiedad es la capacidad de la persona de descubrir y expresar el mal escondido dentro suyo y con la ayuda de un confidente objetivo y preocupado, analizar y curar los problemas que se suscitan. Este es claramente un proceso de habla y dulcificación, donde el lado amargo y oscuro de la personalidad se hace parte del lado normal y sano. .

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Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 13 Inter-inclusión En la cosmología de la Cabalá, el orden actual de la realidad es la versión rectificada de diversos estados inmaduros (de la creación) que le precedieron (hay que tomar la palabra precedieron en forma alegórica, ya que el tiempo como nosotros lo conocemos, sólo comenzó con la creación del orden actual).

Los órdenes previos a la creación se caracterizaban por la falta de unión entre las fuerzas creativas que los gobernaban; cada fuerza creativa seguía su propio curso de acción, sin tomar en consideracin el efecto que esto podría tener en las demás fuerzas paralelas ni el que éstas podrían ejercer sobre ella. El resultado fue el caos, que llevó a la destrucción de esos universos. A diferencia de esto, en el orden actual (al menos en su forma ideal), las fuerzas creativas que Di-s utilizó y utiliza para crear y mantener el mundo, actúan en armonía cada una tomando en consideración las características de todas las otras fuerzas. Esto es posible ya que estas fuerzas poseen "inter-inclusión", es decir, que cada fuerza creativa posee dentro de su propia estructura algo de todas las demás. La presencia de un elemento de otra fuerza dentro de sí misma le permite interactuar con ella en forma constructiva. De esta manera, la creación refleja la unidad subyacente que posee, en virtud de ser la creación de un Unico Di-s. Esta maduración de la creación se puede comparar, a grandes rasgos, al proceso de desarrollo de un niño hasta llegar a ser adulto. El niño posee los mismos rasgos personales que un adulto, pero ellos están en estado de caos, de desorden y falta de armonía. Sus deseos e impulsos son poderosos pero no mitigados, y cuando quiere algo le resulta difícil, si no imposible, tomar en consideración el impacto que puede tener la satisfacción del deseo actual, sobre otros deseos que por ahora están subyugados. El proceso de maduración para convertirse en adulto, es mayormente un proceso para aprender a atemperar la naturaleza unilateral de sus deseos frente a su espectro completo de motivaciones. Para llevar a cabo este proceso se debe anular el egocentrismo del niño, a medida que se va dando cuenta gradualmente que debe moderar la búsqueda de sus propios intereses efímeros, en favor de objetivos superiores, más humanitarios y de largo plazo. El trauma que debe experimentar el niño por este despertar y por la consecuente redefinición de su personalidad es una característica muy importante en la adolescencia. El sello del orden de la creación actual y rectificada, entonces es la inter- inclusión. Todo proceso, modelo, sistema u organización exitoso debe evidenciar esta cualidad. Y, por el contrario, cualquier proceso que no posee esta característica se considera no rectificado, es decir, perteneciente al orden anterior de la creación y antagónico al orden actual y a su progreso hacia la perfección. Esta es la definición del "mal" de acuerdo a la Cabalá. Así, el potencial que tiene el modelo triple de crecimiento espiritual del Baal Shem Tov, como una senda hacia la rectificación, se hace completamente evidente cuando cada etapa es vista como una inter-inclusión de las tres. Por consiguiente, esto es válido tambien para el proceso terapéutico que hemos estructurado de acuerdo con este modelo: cada una de las tres técnicas de reprimir, ignorar y articular, están presentes como sub-etapas dentro de cada una de las tres. A continuación detallaremos todo el proceso terapéutico, de acuerdo con este principio de inter-inclusión. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 14 La Ansiedad y El Ego La primera etapa de la terapia es suprimir la ansiedad, o sea disminuir su significancia y reducir su importancia en la vida de la persona. A pesar de que teóricamente esto puede ser realizado diréctamente minimizando el valor del problema mismo y demostrando que las cosas no son tan terribles como parecen, esto es contraproducente en la mayoría de los casos. En el momento en que un problema toma proporciones y se vuelve causa de ansiedad, muchas veces la persona afectada esta convencida de su extrema gravedad. Tratar de argumentar en contra de esta convicción solo lo estimulará a probar cuan grave es el problema. El camino seguro es el indirecto, desinflar el problema desinflando el propio ego de la persona. Aunque al principio estemos tentados a pensar que la persona acusiada por la ansiedad sufre por tener disminuida su autoimagen, y que atacando su ego aumentaremos la gravedad de la herida, esto esta lejos de ser el caso. Cuando la ansiedad esta fuera de control, esto mismo infla el ego. La obsesión que tiene la persona por su problema exagera su autoconciencia y lo fuerza a pensar y focalizarse en sí mismo, al extremo de hacerlo incapaz de relacionarse con otras personas. Su mundo se vuelve totalmente egocéntrico, más y más él y menos los otros. Más todavía, cuanto más grande es el problema según la percepción de la persona, tanto más grande se va a considerar a sí mismo, ya que sólo gente grandiosa puede sufrir semejantes problemas. Por debajo de todo complejo de inferioridad yace un profundo complejo de superioridad. Pero lo opuesto también es cierto: cuanto más grande es el ego, mayores serán los temores y problemas de la persona. Cuanto más experimenta la persona su propio ser y llena su mente con sus propios sentimientos y autoimagen, mas intimidatorio es todo aquello que represente una amenaza potencial a la perfección de su auto percepción. Más todavía, el ego genera deseos egoistas. Cuanto más grande se siente la persona, tanto más siente que merece, por lo que más agraviado se va a sentir frente a la falta de cualquier cosa a la que se siente merecedor. La dicotomía entre lo que tiene y lo que siente que debería tener

lo molesta contínuamente. El ego entonces atrapa a la persona en un espiral de ansiedad que se autoperpetua y aumenta. A medida que su ego crece así aumentan sus problemas, y cuanto más se agravan su ego crece consecuentemente. Entonces, la neutralización del ego es el paso obligado en el proceso de rectificación; la etapa más básica y primaria en la salud de la psique es la sumisión. La pregunta es: Cómo podemos neutralizar el ego? Tenemos aquí nuevamente un método directo y uno indirecto para elegir. Según las palabras de nuestros sabios del Talmud, la forma directa es contemplar la pequeñez del hombre, y la indirecta es contemplar la grandeza del Creador. Rabi Dover de Mezeritch sucedió al Baal Shem Tov como líder del movimiento jasídico; una vez dos discípulos suyos, Rabí Elimelej de Lizhensk y Rabí Zusha de Anípoli, le preguntaron si comenzar el proceso de autorefinamiento contemplando la grandeza de Di-s o la inferioridad del hombre.. Rabí Dovber les respondió que mientras que en las generaciones anteriores era posible comenzar con la humildad del hombre, en nuestra generación es mejor hacerlo a partir de la grandeza de Di-s. En otras palabras, el metodo indirecto es nuevamente el de preferencia. Si una persona empieza por considerar su propia pequeñez puede lograr convencerse de ello, pero siempre va a estar centrado en sí mismo. Pero cuando ha contemplado plenamente la vastedad de Di-s va a ver su propia condición a la luz de la grandeza del Creador. Aun cuando va a enfrentar a su propio ego, seguirá haciendolo en forma indirecta. Así, la respuesta jasídica al egocentrismo es el teocentrismo. Autorefinamiento o la anulación del ego significa reorientar las emociones hacia la Divinidad. Di-s se vuelve el objeto de nuestro amor, el único al que tememos, y asi sucesivamente con el resto de nuestras emociones. Esta es la esencia de la psicología judía, el objetivo de vivir no es "conocerse a sí mismo" sino "conoce al Di-s de tu padre". Así y todo, una vez mas la persona puede tratar de cambiar la orientación de sus emociones directa o indirectamente. El metodo directo es buscando experiencias que inspiren amor y temor a Di-s. Por cierto que puede reorientar exitosamente sus emociones en forma temporal con este sistema, pero su efecto será efímero. En cuanto la experiencia termine, pasará con ella la emoción que engendro. El camino más efectivo para reorientar las emociones es el indirecto, o sea, llevar a la mente a contemplar verdades que provoquen una elevación espontanea hacia reacciones emocionales correspondientes. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 15 Contemplando la Grandeza de Di-s Por supuesto, hay muchos aspectos en la grandeza de Di-s, ya que El es infinitamente grande en un numero infinito de formas. De todas maneras, el aspecto más comprensible de Su grandiosidad es la naturaleza absoluta de Su existencia. El hecho de que Di-s creo y continúa creando el universo, coloca a la naturaleza de Su existencia en contraste directo con la de todo aquello que existe. Por cuanto que todo lo que existe le debe su existencia a Di-s, Su propia existencia es intrínseca, o sea que no depende de nada. Esto significa que aunque otras cosas sí existan, no existen por sí mismas, dependen de Di-s y están sujetas a Su deseo de que existan. De esta manera, en términos de la realidad absoluta, solo Di-s existe realmente, como está escrito: "no hay nada fuera de El". Todo lo demás es parte de una realidad relativa o dependiente, y si cesara de desear que exista cierto aspecto de la realidad, éste dejaría de existir instantáneamente. Toda otra cosa que no sea Di-s es esencialmente nada, El es el verdadero algo. La primera conclusión lógica de esta cadena de pensamientos es que nada más que Di-s Mismo es objeto digno de nuestro temor; ¿por que temer a una criatura cuando todo el poder que posee es debido a la energía Divina que está en su interior? Y por cierto, una de las piedras basales de la filosofía jasídica es que una persona no debe temer a nada más que a Di-s Mismo. El Baal Shem Tov quedó huérfano de su padre Eliezer cuando era un niño pequeño; las últimas palabras que le dijo fueron: "Israelik, no temas a nada ni a nadie salvo a Di-s Mismo!". La relación entre la percepción que tiene una persona de la existencia absoluta de Di-s y su temor a las cosas del mundo es inversa por naturaleza: cuanto más temor de Di-s llegue a tener, y menos autonomía le va a otorgar a cualquiera de Sus criaturas o a los mecanismos de causa y consecuencia de la naturaleza, por lo que en consecuencia les tendra menos miedo. Sumado a ésto, nada más que Di-s es merecedor de nuestra estima, incluida la más excelsa de Sus creaciones, el hombre. La naturaleza absoluta de Di-s implica por comparación la insignificancia del ser humano. Si una persona hace suficiente incapie en la absoluta infinitud del

Creador, sentirá eventualmente disminuir palpablemente el tamaño de su propia existencia a una nadería frente a la absoluta realidad de Di-s. Al no concentrarse directamente en su ego, le asestará un golpe mortal, y habiéndolo subyugado, sus temores sufrirán una pérdida de similar magnitud: si el es nada, sus problemas serán seguramente nada. El sentimiento de humildad engendrado por este tipo de pensamiento no involucra ninguna disminución negativa de la auto imagen del individuo. Es contraproducente atacar al ego basándose en las faltas o defectos, ya que en general lleva a la depresión y la tristeza, que al final sirven solo para inflar el ego. Mas bien, la persona debe buscar cultivar una humildad existencial, esto es, una conclusión lógica que proviene de la percepción de la misma naturaleza de su existencia, que es simplemente ver como son las cosas, y no su defecto o culpa. Di-s es infinito y el hombre finito, e incluso el número finito mas grande que se pueda imaginar es nada comparado con el infinito. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 16 Contemplando la Humildad del Hombre La percepción de la absoluta realidad de Di-s y la tenue naturaleza de la creación, hace que la persona desarrolle un saludable desdén por todo lo que se oponga a este conocimiento. Todo lo que desafíe la existencia de Di-s, requiriendo nuestra atencion o respeto por si mismo se vuelve, concientemente o no, un enemigo de la verdad. Aquel que percibe la verdadera naturaleza de la realidad buscará tanto elaborar cómo evitar tales entidades. Ciertamente, la maldad (y el pecado) debe ser definida como todo aquello (o todo acto) que se opone a la percepción de la existencia de Di-s y Su voluntad por parte del hombre. Una persona que lleva grabada debidamente en si misma la perfección de la existencia de Di-s, ha de valorar los elementos que integran su vida en términos de hasta qué punto armonizan o no con esta verdad. Y el primer elemento de su vida que deberá estar sujeto a este escrutinio es su propia conducta. ¿Vive su vida amando, temiendo, respetando, etc. a Di-s, o a un panteón completo de pequeñas deidades? Cada uno sabe en cierta medida que posee un alma animal, un bagaje básico de urgencias y conductas egoístas. Aunque generalmente nos guste identificanos a nosotros mismos con causas más elevadas que ésta, la verdad es que la mayoría del tiempo nos identificamos con este alma; consideramos como nuestras su perspectiva, forma de pensamiento y aspiraciones. Por consiguiente, contemplar la grandeza de Di-s luego de llevar a la persona a la apreciación de su propia insignificancia, favorece que llegue al reconocimiento de su propia imperfección y bajeza. Una vez que la persona comprendió esto, su conclusión chocante pero lógica debe ser que, al contrario de su sentimiento original de que es una víctima inocente de alguna circunstancia o fuerza malévola, ya no es sorprendente que en realidad esté plagado de cualquier cantidad y clase de problemas. A pesar de que pueda cubrirlo con una fachada de decoro, de hecho no es menos animal que cualquiera, e incluso las chances son bastante elevadas de que el sea más depravado que muchos. Entonces, ¿qué derecho tiene a merecer alguna cosa? Este entendimiento lleva a propinarle el primer golpe al ego, junto al espectro completo de sus ansiedades. El individuo ya no siente que merece algo, por lo que el tener menos de lo que amerita no le puede causar ningún problema. Ya nada podrá pretender coercionar su inflada autoimagen ahora debilitada. Por el contrario, el conocimiento de su propia bajeza le hace entender que debe estar propenso a todo tipo de complejos y desórdenes psicológicos. Ahora comprende que el lado oscuro de su personalidad domina su conciencia, y actúa naturalmente como un magneto para todo malestar físico o psicológico imaginable. Entonces, si hay algo positivo en su vida, sólo puede ser una bondad inmerecida que Di-s tuvo para con él. Su respuesta a este acto de gracia Divina será una inmensa alegría y un fluir de agradecimiento a Di-s. Mientras que una persona egocéntrica siempre considera insuficiente lo bueno que tiene en su vida, lo que en consecuencia es motivo de lamentación, la persona humilde considera que lo bueno que recibió está por encima y más allá de lo que merece y por lo tanto es causa de alegría y gratitud consumada. De hecho, cuanto más simple se siente la persona, más indigno se va a sentir de merecer la benevolencia de Di-s, y más feliz va a estar con lo que El le pueda dar. La felicidad de la persona es proporcional a su sentimiento de no merecer. Incumbe pues a la persona examinar sus propios errores a la luz de todo esto, bajo el mayor candor y detalle. Bajo esta luz, la persona humilde va a ser capaz de considerar bueno lo que pudiera sucederle, de momento que todo proviene de Di-s y todo lo que hace Di-s es bueno, simplemente porque tal es su naturaleza. Esta negativa a relacionarse con el ego y los problemas que presenta con todo el respeto que presume demandar, es claramente un acto de silenciar el ruido interno con el que trata de monopolizar la atención del individuo. La negación del ego requerido por este proceso es un acto de sumisión, la persona debe humillarse ante la suprema realidad de Di-s..

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Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 17 Contemplación Detallada El común denominador de los tres ejercicios de contemplación descriptos en los capítulos previos, es que son de carácter general y sinóptico. El énfasis es en la experiencia global de la mente acerca del tópico que se está escrutando, más que en el significado de los detalles individuales que conforman la imagen. El jasidismo se contrapone a este tipo general de contemplación a través de una contemplación detallada y específica, que emplea en forma más completa los poderes mentales del individuo y por lo tanto de un efecto de mucho más largo alcance. La respuesta emocional evocada por la contemplación general, produce una impresión más profunda en la conciencia de la persona que la que produce la experiencia emocional directa, sin embargo no es algo verdaderamente duradero. Esto es porque la falta de atención a los detalles deja sin tocar gran parte de la mente y por lo tanto sin un cambio ni un convencimiento. Las estructuras mentales con las cuales las personas se ha acostumbrado a crecer, utilizando el proceso progresivo de interpretar y reaccionar a la vida, no son afectadas por las amplias pinceladas bosquejadas por un escrutinio vago y general de un aspecto particular de la vida. En nuestro caso, la contemplación sinóptica ataca sólo los síntomas del ego, los pensamientos egocéntricos que producen la ansiedad. La raíz inconciente del ego mismo permanece totalmente atrincherado e inalterado. En cambio, a través de la contemplación detallada y cabal de ciertas facetas de la verdad, junto con todas sus implicancias, ramificaciones y aplicaciones, el individuo trasciende su propia percepción y se torna totalmente absorbido en la experiencia de la verdad. Un examen concienzudo de los distintos aspectos de una verdad, trae al enfrentamiento individual con una clara y lúcida percepción de la profunda verdad interna y su esencia. De esta manera, la contemplación detallada realza e incluso ilumina radicalmente la percepción lograda con la contemplación general. Por otra parte, el efecto de ser absorbido en esta forma de contemplación, es que la persona comienza a adoptar la perspectiva inherente en esta verdad como parte de su psiquis. De esta manera, va renovando gradualmente los circuitos de su mente, de acuerdo a su esclarecida percepción y forja nuevos caminos de pensamiento, que con el tiempo también afectarán profundamente sus respuestas emocionales y de conducta hacia la vida. Específicamente, la contemplación detallada comienza con el estudio en profundidad de la grandeza de Di-s por Su creación del universo y Su providencia sobre él. Los textos clásicos de cabalá describen en gran detalle el espectro completo de etapas del proceso creativo, desde la luz de Di-s primordial e infinita, hasta nuestros mundos inferiores. El jasidismo acentúa la habilidad del hombre de aprehender estos niveles relacionándolos con la experiencia y el servicio Divino del alma. En virtud de experimentar la luz inherente a la percepción de la grandeza de Dis, se es capaz acto seguido de dirigirla hacia si, atestiguar en detalle su fluir y conocer en forma infinitamente más profunda que antes su nulidad existencial. En cuanto a la inherente imperfección individual, la contemplación general de esta idea no es suficiente por si misma. La persona debe proceder a examinar todas sus faltas y defectos, que se expresan como sus ansiedades y miedos. A medida que los examina uno por uno, lo absoluto de su nulidad existencial se va reflejando más y más gráficamente. El efecto acumulativo de enfrentar un ejemplo tras otro de la propia humildad es un "agujero negro" psicológico que absorbe el ego de la persona, aniquilándolo parte por parte. Contemplando la infinita grandeza de Di-s y la nulidad de la creación en general, se llega a conclusión de que la creación es insignificante y no posee en absoluto existencia independiente. Sin embargo cuando se empieza a contemplar las propias fallas dentro de su marco gráfico, se comprenderá que no sólo no posee la realidad intrínseca que tiene Di-s, sino que su presente condición psicológica es de hecho una antítesis de esa realidad. Su orientación material convierte su vida entera en algo negativo y ofensivo hacia la omnipresencia de Di-s. No sólo es no significativo, no real y no intrínseco, sino que es anti-significativo, anti-real y anti-intrínseco; es verdaderamente un agujero negro de antimateria, una mancha negativa en la perfección de la creación de Di-s. En esta etapa, la persona está muy ocupada enfrentando su propia tosquedad y vulgaridad para rectificar o sanar sus ansiedades. Todo lo que puede y debe hacer en este momento, es sorprenderse por lo profundo de su perversión a medida que se va desplegando frente suyo. Esto posibilita examinar las propias ansiedades sin sentirse atrapado dentro de ellas. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 18 Plegaria Sincera: Dulcificación dentro de la Sumision Después de la contemplación intensiva de las propias falencias que se describió en los capítulos previos, la persona se vuelve hacia Di-s en oración, llorando desde lo profundo de su corazón. Le implora en busca de amparo y que, en Su infinita misericordia, le tienda un puente sobre el abismo que lo separa de El. Cada faceta del apercibimiento que tiene la persona de esa distancia, se vuelve la causa y el motivo de otra plegaria, otro llanto dirigido hacia Di-s. Este sollozo no está expresando depresión, sino más bien frustración y amargura, y como dijimos antes, sólo es feliz aquel que está verdaderamente conciente de su humildad. Aunque no está contento consigo mismo, más bien está amargado, esta amargura lo mueve a la plegaria. Cuando alguien esta acosado por un problema y seguramente por algún tipo de ansiedad, debe suplicar a Di-s para que lo ayude a resolverlo. Creer en la omnipotencia y misericordia de Di-s implica que sólo El puede proveer y seguramente proveerá la solución cierta a cualquier cuestión. La persona siempre se beneficiará con el interés bondadoso que Di-s tiene por su vida, tanto a través de las palabras inspiradoras de la liturgia, como del libro de Salmos o de la verbalización espontánea e informal de los deseos del corazón. No debe caer en la trampa de pensar que por cuanto El es compasivo por naturaleza, no es necesario rezar, o si lo hace padecer sufrimientos a pesar de Su infinita compasión, significa que es por su propio bien. Aunque por cierto todo esto es verdad, es sólo una parte del cuadro. Di-s quiere que reconozcamos ante El nuestra impotencia y sepamos que podemos y debemos dirigirnos a El para todo. De esta manera, incluso si los sufrimientos son para la expiación de los pecados o para la rectificación de una encarnación previa, la sentencia siempre puede ser conmutada con la plegaria. Se explica por ejemplo, que la razón por la cual Di-s mantuvo estériles a nuestros patriarcas por tanto tiempo, fue para inspirarlos a rezar por hijos. En forma similar, se dice del Baal Shem Tov que cierta vez él y sus discípulos fueron a visitar a un judío muy pobre y se proveyeron allí de casa y comida hasta acabar con sus pertenencias. Cuando la esposa del pobre hombre llegó hasta la desesperación ante tamaño desastre, estalló en llanto pidiendo salvación a Di-s. Enseguida, su marido descubrió un tesoro de monedas de oro oculto en su patio trasero. Cuando fue a relatarle la buena nueva al Baal Shem Tov, este le contó que ya había vislumbrado que estaba destinado a heredar una gran riqueza, pero no la recibía por no rezar por ella, a causa de su actitud indolente y su decidia. Así, el Baal Shem Tov tuvo que hacer algo drástico para forzarlo a implorar por su sustento, y el único camino fue llevarlo a una pobreza tan extrema que no le dejó otra opción. El acto de rezar sirve para aplastar el ego, porque cuando al persona invoca la misericordia de Di-s, está admitiendo que hay ciertas cosas en la vida que son tan grandes para él que no le es posible encontrar la clave para su salvación. Y como en el cuento, en cuanto el ego es aplastado, las ansiedades se desvanecen con él, el viento las pone fuera de combate y ya no presentan tan tremenda amenaza como antes. Sumario: Hemos identificado entonces tres distintos subprocesos dentro del proceso general de sumisión. 1. La supresión general del ego, que es la sumisión dentro de la sumisión. 2. La examinación detallada de las falencias y ansiedades, que es un acto de separación dentro de la sumisión. 3. La plegaria sincera y humilde a Di-s, la conversación privada entre el hombre y su Creador, que es similar a la etapa dulcificante de la confidencia hacia un mentor confiable, y se puede identificar claramente con la etapa de dulcificación dentro de la sumisión. Cabala y Psicología

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Separación: Ignorar la Ansiedad La fase de separación de la terapia es aquella en la que la persona ignora sus ansiedades, problemas o malos pensamientos que lo asedian y los reemplaza por pensamientos positivos. Esta etapa es necesaria para que ocurra la fase final, que es la articulación y discusión del problema con lo cual este puede ser curado y rectificado en su conjunto. Para poder asociarlo a algo objetivamente y analizarlo en forma cabal, la persona debe primero ser desvinculada de sus lazos subjetivos que lo atan al problema. Cuando un judío se concentra en cierto concepto de la Torá, incluso temas teológicos como la naturaleza de Di-s, etc., está creando un punto ventajoso abstracto, desde donde puede asumir una relación imparcial con sus problemas y complejos. Es explicado en forma extensa en el pensamiento jasídico, que la habilidad judía para rectificar el mundo y transformarlo en un hogar para Di-s, depende de su habilidad de sentir que el mismo no está sujeto a las constricciones y limitaciones inherentes al mundo. El desapego es el prerrequisito para influenciar. Cuando la persona se siente despegada del mundo de esta manera, algo así como un extranjero en una tierra extraña, puede mirar al mundo objetivamente, ver qué necesita para arreglarse y, en mayor o menor medida, cómo arreglarlo. Sin esta separación, él mismo es atrapado por las leyes naturales e impiadosas del mundo. Entonces, antes de proceder a la etapa de endulzar, en la cual el ocultamiento de la Divinidad que se transmite en este mundo será definitivamente transformado en la revelación Divina que tuvo la intención de ser, debemos pasar primero por la etapa de separación. Es tentador pensar que esta fase de separación de la mente comienza sólo cuando una persona empieza a estudiar Torá, entonces es instruido cómo distinguir entre el bien y el mal. Sin embargo, la verdad es que la fase de separación comienza mucho más temprano que esto, viertualmente desde el nacimiento. La Torá ordena que cada varón judío sea circuncidado ritualmente ocho días después de su nacimiento. La mujer es considerada circuncisa desde que nació, o sea que la mujer judía posee ese cierto grado de perfeccionamiento espiritual que el varón adquiere a través de la circunsición. La circuncisión implica que el prepucio que se interpone entre el hombre y el mundo exterior es un defecto espiritual que tiene que ser removido. Este defecto es la elevada sensualidad de esa piel exterior por un lado, y por el otro su innata insensibilidad. La presencia del prepucio hace las relaciónes sexuales más titilante físicamente, pero también aisla al individuo de los sentimientos de su pareja. Es entonces al mismo tiempo la manifestación física de ambos egoismos, el deseo sensual y el innato egocentrismo. Si se deja en su lugar será la raíz de todas los males que asedian a una persona en la vida. La circuncisión es el acto de dessensibilizar a la persona de su lujuria por el placer y sensibilizarlo hacia los otros sentimientos. Por supuesto que esto no quiere decir que un hombre circuncidado o una mujer es inmune al ego y la lujuria. Una persona puede por supuesto readquirir su egocentrismo y concupiscencia, tanto por influencias externas o por su identificación deliverada con su naturaleza animal. Esto es llamado mellar y dañar el pacto de la circuncisión. Pero el hecho de que la persona fue circuncidada siendo un infante (o nació circuncidado, en el caso de una mujer), le da la capacidad de rectificar fundamentalmente y dulcificar su subconciente a través de su vida, con sólo hacer el esfuerzo necesario. Su circuncisión es su poder de revelar las oscuras y ocultas profundidades de su alma en la confesión sincera hacia un confidente confiable. Esto es porque ya se deshizo en gran medida de la cáscara de egocentrismo, haciéndole posible llegar a una visión objetiva de sus propios problemas. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 20 Descartar los Malos Pensamientos: Sumisión dentro de Separación La primer etapa de ignorar la ansiedad, que a menudo no es realizada concientemente, es la forma en que un persona deshecha muchos, sino la mayor parte de los pensamientos que emergen del subconciente. Este es una forma de sumisión o supresión natural y saludable, que simplemente impide que toda pequeña necesidad o complejo que viene a la mente pueda complicar o descarrilar las funciones normales de la vida. Bastante a menudo, estos murmullos no están enraizados muy profundamente en el subconciente, y por lo tanto no justifican ningún tratamiento fundamental que requiera prestarles mucha atención. Si este es el caso, ignorar el problema es por cierto la mejor forma de tratarlo. Una atención injustificada del problema sólo lo va a agravar, causando que asuma dimensiones artificiales.

Por ejemplo, nuestros sabios nos enseñan que la mejor forma de luchar contra la ira es premanecer en silencio y de contrarrestar los celos es ignorarlos. Cuando una persona hace esto concientemente, su desatención a sus problemas, ansiedades, neurosis e incluso psicosis, es una tácita admisión de que es impotente para confrontar y desafiarlos por si misma. Concomitante con la comprensión de su bajeza y degradación existencial, está su apercibimiento de que no está capacitado para atacar directamente su mal interior. Su primer recurso es entonces simplemente ignorarlo. Cuando la persona se da cuenta de que sus pensamientos oscuros no se apartan de él, e ignorarlos no ayuda, se vuelve hacia el cielo e implora la ayuda de Di-s. Cuando la persona clama a Di-s, al mismo tiempo reconoce la existencia del mal dentro de si y admite que no puede darle batalla por si mismo. Advierte que sus plegarias anteriores no fueron intensas o suficientemente específicas para librarlo del flagelo particular que está padeciendo. En sus plegarias previas le pidió a Di-s el poder de superar las ansiedades, pero ahora se da cuenta de que esta plegaria no fue del respondida del todo y ruega en cambio para que Di-s mismo lo rescate de ellas. Hasta este punto, no hay ninguna confrontación directa con el mal, ni tampoco ningún intento de parte de la persona por juntar fuerzas para combatirlo. El efecto conciente y subconciente de la circunsición sobre la psiquis de la persona es que el sabe que es esencialmente bueno y separado existencialmente de los problemas y ansiedades que acosan su mente. En cualquier momento puede beneficiarse de la ayuda de Dis, de momento que El está siempre a su lado, en sentido figurado, listo para salvarlo de la agresión de los malos y oscuros pensamientos que lo atacan constantemente. En este sentido, puede considerarse siempre por encima de las miserias de este mundo. Admitir no estar capacitado para desprenderse de los pensamientos negativos o rogarle a Di-s para hacerlo es la subface de la sumisión dentro de la separación. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 21 Plegaria Meditativa: Separación dentro de Separación Las dos etapas próximas de ignorar el mal, están basadas en la asunción de que el alma Divina del judío no es afectada por la debilidad de su alma animal, lo que hace posible que la persona rectifique su psicología en general enfatizando su lado Divino y lo habilite a asumir un reinado completo sobre su personalidad. De momento que la psicolog'ia secular no reconoce un alma Divina separada, es de esperar que muchas escuelas psicológicas desaprueben la aparente evasión consistente en tratar directamente con estas manifestaciones de los bajos deseos que vamos a detallar. El arte de la meditación es el medio poc el cual el alma adquiere las alas de conciencia necesarias para elevarse por encima y más allá de los confines de nuestro ser inferior, con su entorno de pensamientos negativos que plagan la conciencia. Una de las formas básicas de meditación enseñadas por el Baal Shem Tov, es visualizarse ascendiendo de mundo en mundo. Esto significa comprehender y reconocer más y más elevados niveles bitul ("autonulificación"). Primero debemos recordar el descenso inicial del alma en el nacimiento desde las alturas celestiales hacia las profundidades de este mundo, y luego, con la fe certera de que es con el objetivo de un ascenso aún mayor, comenzar a ascender la escalera de la plegaria meditativa. La meditación judía no se satisface con meras formas de visualización, más bien tiene que ser parte constitutiva de la plegaria a Di-s, haciéndolo en Su presencia y pidiéndole que nos eleve. Todo elemento de la creación posee su origen espiritual superior hacia el que es capaz de ascender con la ayuda de la meditación. En la plegaria del Perek Shirá, cada faceta de la creación canta su canción particular de alabanza a Di-s. El judío tiene un canal judío, el no judío tiene su propio canal, y así a través de toda la creación. Esto está basado en el reconocimiento innato de que el individuo tiene una fuente espiritual superior. Esta es nuestra innata separación. Cada uno es un extranjero en una tierra extraña, y una de las funciones del alma judía es despertar esta realidad en la creación. Esta es la subfase de separación dentro de separación. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 22 Pensamiento Positivo Dulcificación dentro de Separación Al descender de la plegaria meditativa, la persona debe ahora ignorar activamente sus ansiedades reemplazando los malos pensamientos por otros positivos. Por supuesto, es particularmente beneficiosa a este respecto la contemplación de ideas de la Torá, especialmente aquellas que generan sentimientos de santidad, pureza, optimismo y alegría, con lo que quedará espacio en la mente para pensamientos malos y confusos. No podremos detener nuestro pensamiento, pero estaremos en libertad de elegir lo que queremos pensar. Ha sido documentado repetidamente el poder del pensamiento positivo de producir el bien y el del negativo de llevar al mal, no hay ningún motivo para no utilizar esta potente herramienta para mejorar la calidad de nuestra vida en general y nuestro bienestar mental en particular. Debido a su propia estructura, la mente tenderá en principio a llenarse de pensamientos negativos que surgen de su subconciente no rectificado, por lo que es necesario ocuparse concientemente de ocuparla con pensamiento sanos y positivos. La fuente más segura y potente de tales pensamientos y actitudes es la Torá misma, como está escrito (Salmos 19:9): "Los preceptos de Di-s son justos, alborozando el corazón". Desviar la mente del problema sumergiéndola en el estudio de la Torá, puede parecer una forma de escapismo, desde que el momento permanece sin resolver y la persona sólo está posponiéndo el enfrentamiento con él. Sin embargo, la eficacia de esta técnica recae en el hecho de que la Torá conecta con Di-s, el que entrega la Torá, a la persona que la estudia, lo que le otorga el poder espiritual necesario para enfrentar el problema de manera optimista. Una persona puede reaccionar a cualquier situación dada de forma optimista o pesimista, los hechos objetivos del problema son los mismos, pero el modo en que responde a ellos es su elección. La Torá nos dice (Deuteronomio 30:19): "He puesto ante ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición… ¡Por consiguiente, elijan la vida!" Elijan ser optimistas. La ilustración clásica de esto es la siguiente historia del Talmud, Berajot 60b, acerca de rabi Akiva, el pilar de la Torá oral: Cierta vez, Rabi Akiva estaba de viaje y llegó a cierto pueblo. Buscó un lugar donde estar pero fue rechazado en todos lados. Dijo entonces: "Todo lo que Di-s hace es para bien", y pasó la noche en el campo abierto. Llevaba con el un gallo para que lo despierte, un burro y una lámpara. Repentinamente el viento apagó la lámpara, vino una comadreja y se comió el gallo, y apareció un león y se comió el burro. Nuevamente dijo: "Todo lo que hace Dis es para bien". Esa misma noche una banda de ladrones llegó y arrazó el pueblo, pero él quedó a salvo. Si la lámpara no hubiera sido apagada, los ladrones lo hubieran visto y caido también sobre él, similarmente si hubieran oido al gallo o al burro. Rabi Akiva dijo:"¿No les dije que todo lo que Di-s hace es para bien?" La capacidad de rabi Akiva de visualizar de forma optimista todo lo que le pase deriva en definitiva de su inmersión devota en el estudio de la Torá. Y por cierto, el valor numérico su declaración, todo lo que hace Di-s es para bien, es equivalente en hebreo a la palabra Torá. La subfase de dulcificación dentro de separación es cuando la persona llena activamente el espacio vacío de su mente con pensamientos positivos de Torá y/o optimismo. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 23 Las Tres Fases de la Sumisión La primera etapa de la rectificación de la psiquis es la sumisión. El agresivo yo es la causa de todo mal físico y espiritual y su neutralización es la condición sine qua non del proceso de rectificación. Cuanto más grande sea el ego de la persona, más lo serán sus preocupaciones y

problemas; cuanto más se empeña la persona en la experiencia de si misma y ocupa su conciencia con sus propios sentimientos y autoimagen, más intimidante va a ser cualquier cosa que entraé una amenaza potencial a la perfección de su autopercepción. Merece todo y carece de todo. Por lo tanto, la etapa primaria y más básica para recobrar la salud de la psiquis es la sumisión. La sumisión es la simple percepción y la experiencia existencial natural de no ser perfecto. A cierto nivel, toda persona sabe que tiene un alma animal, un depósito básico de deseos y conductas egoístas. Aunque generalmente preferimos identificarnos con objetivos más elevados que este, en verdad la mayor parte del tiempo nos identificamos con este alma, consideramos como propia su perspectiva, forma de pensar y aspiraciones. Una vez que la persona se da cuenta de esto, la lógica conclusión es que no merece nada! en contradicción con su presunción inicial. En realidad no es mejor que nadie y es muy grande la posibilidad de que sea peor que la mayoría de la gente. Siendo este el caso, todas las ansiedades de la persona se desvanecen como una bocanada de humo. Ya no merece nada, y ya nada es una amenaza para su propia imagen nunca más. El conocimiento de su bajeza innata lo hace comprender que es naturalmente propenso a adquirir toda clase de complejos y desórdenes psicológicos. El lado oscuro de su personalidad, que ahora cae en la cuenta de que domina su conciencia, actúa naturalmente como un magneto para todo malestar físico y psicológico imaginable que exista. Entonces, si hay algo positivo acerca de su vida, sólo puede ser una acción benevolente inmerecida que Di-s le concede. Su respuesta a este acto de gracia Divina será de una interminable alegría y agradecimiento a Di-s. Alumbrado con esta nueva luz, la persona despojada de su ego podrá considerar bueno todo lo que le suceda, de momento que todo proviene de DI-s y todo lo que El hace es bueno, porque esa es su naturaleza. El objetivo del auto refinamiento es reorientar nuestras emociones hacia la Divinidad; Di-s debe ser el único objeto de nuestro amor, el único al que temamos, y así sucesivamente. Sin embargo, para lograr esto la persona no debe intentar cambiar la orientación de sus emociones directamente, buscando experiencias que lo inspiren a amar y temer a Di-s, ya que por cierto puede tener un éxito temporario en reorientar sus emociones de esta manera, pero el efecto será efímero. En cuanto la experiencia llegue a su fin, se irá con ella la emoción así engendrada. El camino más efectivo para lograr el cambio buscado es el indirecto, sujetando la mente y forzándola a contemplar verdades que generen espontáneamente las reacciones emocionales correspondientes. La magnitud de la nulificación del ego que la persona puede alcanzar depende de qué es lo que contempla y cómo elige contemplarlo. Primero debe considerar su nulidad existencial como así también la del universo en general. De todas maneras esto no es suficiente en y por sí mismo. Debe seguir examinado todas sus fallas y defectos, que se expresan como sus ansiedades y temores. A medida que va reviendo una por una, se va arrivando más y más graficamente a lo absoluto de su nulidad existencial. El efecto acumulativo de encarar un ejemplo trás otro de la propia insignificancia, es un "agujero negro" psicológico que succiona el ego de la persona, aniquilándolo trozo por trozo. En esta etapa, la persona está demasiado ocupada enfrentando su propia tosquedad y vulgaridad como para rectificar o sanar sus ansiedades. Todo lo que puede y debe hacer en este punto es sobrecogerse ante lo profundo de su depravación a medida que se va desplegando ante si. Esta habilidad de examinar las propias ansiedades sin sentirse atrapado dentro de ellas es un presagio de la segunda fase de la sumisión, como se explicará. En el curso de la contemplación de la infinidad de Di-s y la nulidad del a creación en general, la realidad de esta verdad se va gravar tanto en la mente que va a comenzar a considerar insignificante a la creación. Si continúa aún más con la consideración de esta realidad, llegará a la conclusión de que la creación per se no posee una existencia independiente en absoluto, como está escrito: no hay nadie fuera de El. No obstante, cuando comienza a contemplar esta verdad en todos sus detalles, teniendo en cuenta sus falencias en todo su relieve gráfico, comprenderá que no sólo no tiene la intrínseca realidad que posee Di-s, es una antítesis de esa realidad. Su orientación material le da a su vida en general un cariz de negación y afrenta a la omnipresencia de Di-s. No sólo es no significativo, no real y no esencial, sino antisignificativo, antireal y antiesencial; no sólo no posee una realidad intrínseca, sino que posee una realidad negativa. En verdad es un agujero negro espiritual de anti materia, una mancha negativa en la perfección de la creación de Di-s. Después de esta contemplación intensiva de sus fallas, la persona se vuelve en súplica hacia Di-s clamando desde las profundidades de su corazón, le suplica que lo abrigue y, en Su infinita misericordia, le tienda un puente sobre el abismo que lo separa de El. Cada detalle de la ahora desenmascarada depravación de la persona deviene en causa y sujeto de una nueva plegaria, otro clamor dirigido hacia Di-s. Hemos identificado entonces tres subprocesos distintos dentro del proceso general de sumisión. De acuerdo con el principio de interinclusión, estos son los tres subniveles de sumisión dentro de sumisión, separación dentro de sumisión y dulcificación dentro de sumisión. La anulación general del ego es sumisión dentro de sumisión; la examinación detallada de las falencias y ansiedades es un acto de separación, porque separa a la persona de sus problemas y lo divorcia de su identificación con ellos; la plegaria a Di-s sincera y humilde, la conversación privada entre el hombre y su Creador, es similar a la etapa dulcificante de la confidencia a un confidente, identificándose aquí claramente con la etapa de dulcificación dentro de sumisión. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 24 Las Tres Fases de la Separación La fase de la terapia denominada separación es aquella en la que la persona ignora sus ansiedades, problemas y malos pensamientos que lo asedian y los reemplaza con pensamientos positivos. Esta fase es necesaria para que ocurra la fase final, que es la verbalización y discución del problema, con el fin de que este pueda ser curado o rectificado completamente. Para poder referirse al tema en cuestión objetivamente y analizarlo en forma veraz, la persona debe deshacerse de las ataduras subjetivas que lo unen a él. Cuando el judío se concentra en un concepto de la Torá, incluyendo temas teológicos como la naturaleza de Di-s, etc., está creando un punto de ventaja abstracto desde el que puede asumir una relación imparcial con sus problemas y complejos. En el pensamiento jasídico es explicado extensamente que la habilidad del judío de rectificar el mundo y transformarlo en una morada para Di-s depende de su habilidad de sentir que el mismo no está sujeto a las restricciones y limitaciones inherentes del mundo. El desapego es un prerrequisito para influenciar. Cuando una persona se siente distanciada de este mundo de esta forma, algo así como un extranjero en una tierra extraña, puede ver el mundo objetivamente y ver qué necesita ser arreglado y, en mayor o menor medida, cómo arreglarlo. Sin esta separación, es atrapada por las leyes naturales e impiadosas de este mundo. Por lo tanto, antes de ingresar a la etapa de endulzar, donde el ocultamiento de la Divinidad que deforma este mundo se transforma definitivamente en la revelación de Divinidad que debería ser, debemos pasar primero por la etapa de la separación. Es tentador pensar que esta fase de separación en la psiquis se inicia sólo cuando una persona comienza a estudiar Torá. Es entonces cuando llena el vacío de su mente con aguas vivificantes como describimos anteriormente, y aprende cómo distinguir entre el bien y el mal. Sin embargo, la verdad es que la fase de separación se inicia mucho antes que esto, virtualmente desde el nacimiento. La Torá ordena que cada varón judío sea circuncidado ritualmente ocho días después de su nacimiento. La mujer es considerada circuncisa de nacimiento, o sea que posee de entrada cierta perfección espiritual que el hombre sólo adquiere a través de la circuncisión. Este acto implica que el prepucio, que se interpone entre las terminaciones nerviosas del hombre y el mundo exterior, es un defecto espiritual que debe ser removido. Este engrosamiento de autoaislación frente a los sentimientos de los demás es la manifestación física del egocentrismo innato que, si se deja en su lugar, ser volverá la raíz de todos los males que pueden plagar a la persona en la vida. La circuncisión es el acto de sensibilizar a la persona a los sentimientos de los otros y neutralizar su ego. Por supuesto, esto no quiere decir que un hombre circuncidado o una mujer es inmune al ego y las afecciones que lo acompañan. La persona puede readquirir su egocentrismo tanto a través de influencias externas o por identificarse con su naturaleza animal. Esto se denomina mancillar o dañar el pacto de la circunsición (pegam habrit). El hecho de que la persona fue circuncidada cuando niño (o de nacimiento en el caso de la mujer) le da la capacidad a lo largo de su vida de rectificar y dulcificar fundamentalmente su subconciente con sólo hacer el esfuerzo necesario. Su circuncisión es su poder de revelar las profundidades oscuras y ocultas de su alma en una confesión sincera a un confidente adecuado. Eliminando la caparazón del egocentrismo se le hace posible adquirir una visión objetiva de sus problemas. Dentro de la fase de separación de la terapia, podemos identificar tres subfases tal como lo hicimos en la fase de sumisión. La primera etapa de la separación es cuando el individuo admite su incapacidad para atacar directamente los múltiples problemas, ansiedades, neurosis y psicosis que identificó dentro de si en la fase de sumisión. Simultáneamente a la comprensión de su bajeza y degradación existencial, está la asumsión de la imposibilidad de confrontar y desafiar la plétora de problemas por si mismo. Su primer recurso es, entonces, ignorarlos. Esta admisión de inaptitud es la subfase de sumisión dentro de separación. La percepción y el efecto subconciente de la circuncisión en la psiquis de la persona es que sabe que es esencialmente bueno, y existencialmente separado de los problemas y ansiedades que asedian a su mente. En cualquier momento puede beneficiarse con la ayuda de Di-s, de momento que El está siempre a su lado, como si fuera, listo para salvarlo de la embestida de los pensamientos malos y oscuros que lo atacan constantemente. En este sentido, siempre se puede considerar a si mismo por encima de las miserias de este mundo. Esta es la subfase de separación dentro de separación. La subfase de endulzar dentro de separación es cuando la persona llena activamente el espacio vacío de su mente con pensamientos positivos de Torá y/o optimismo. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 25 Dulcificación sin Separación Para ingresar a la etapa final de dulcificar es necesario anteponer las etapas precedentes de sumisión y separación. El mismo acto de discutir los problemas con una segunda parte y hacer un esfuerzo conjunto para resolverlos, son técnicas terapéuticas positivas y necesarias establecidas por la Torá, pero esta fase de dulcificar debe ser precedida por la de separación. La psicología secular no le da ningún valor apreciable a ignorar los problemas, a sus ojos esto es represión, negarse voluntariamente a permitir que afloren los pensamientos subconcientes a la mente conciente donde podrán ser tratados. Condo se reprimen estos pensamientos, impulsos o deseos, sólo se enquistarán en el subconciente, emergiendo eventualmente en una forma mucho más perjudicial, por lo que la psicología laica alienta a la persona a enfrentarse con sus problemas psicológicos tan pronto como se entera de ellos. En verdad, ha desarrollado la progresión de sumisión - separación - endulzar todo en uno, y sin duda esta progresión triple difiere fundamentalmente de la implícita en las enseñanzas de la cabalá y el jasidismo, de momento que no toma en cuenta la existencia de Di-s o el alma Divina dentro de la ecuación de la salud mental. No obstante, sus muchos éxitos (con lo parciales que puedan ser) indican que hay ciertos puntos de veracidad en su entendimiento básico de la psicología humana, esto en referencia a la topología de la psique, el alma animal, que la psicología moderna describe en forma bastante completa, como así también en cuanto a su aproximación a la terapia en general. La fase de sumisión de la psicología secular es la gran preocupación del terapeuta y de la terapia con la cuestión de los límites y fronteras. En el curso de la terapia se requiere del paciente que preste debida atención al convenio que tiene con el psicólogo, de qué es permitido o prohibido dentro del consultorio y fuera de él. La aceptación de las limitaciones que plantean estas reglas de juego es una forma de sumisión, la humillación del deseo del paciente (de otra manera irreprimible), de expresar y lograr sus aspiraciones de cualquier manera posible. La etapa de separación juega una de las partes cruciales del diálogo entre ambas partes, en la que la distinción es trazada entre aquellas facetas de la psiquis del paciente que le son intrínsecas y las que se originan fuera de si. En el transcurso de tal discusión, muy a menudo el paciente cae en la cuenta de que los elementos negativos que consideraba parte componente de su personalidad, son un bagaje externo que se ha injertado en él y que no debe seguir cargando. La separación se hace aquí entre el verdadero ser del paciente y la caparazón externa y no esencial que lo circunda. En la fase de dulcificación de la terapia psicológica secular según es descripta gráficamente en las teorías más recientes, el terapeuta juega a menudo un rol de madre que le refleja los puntos buenos a su hijo. Esto sirve para curar la psiquis enferma del paciente en la medida en que estos buenos puntos se expanden en su conciencia. Esta psicilogía incluso pone sus propios reparos contra la dulcificación prematura, particularmente en su discusión de la importancia del "timing" de parte del terapeuta. Se le aconseja no hacer incapie problemas difíciles antes del tiempo en que se esté maduro para afrontarlos. A este respecto, una mal manejo de los tiempos es propenso a provocar una reacción terapéutica negativa que sólo va a estropear el proceso y posiblemente dañe al paciente. Todo esto sirve para ilustrar el hecho de que a pesar que a menudo surja una afinidad entre la psicilogía judía y la secular, permanece una diferencia esencial: la psicología laica está limitada por las fronteras del alma animal del paciente y el intelecto del terapeuta, mientras que las prácticas judías derivan su eficacia de la revelación de los poderes infinitos del alma Divina y su conección con su Fuente, como también de la creencia profunda del terapeuta-mentor en su existencia y potencia. Separación a Través de la Torá Sea como fuere, la psicolog'ia secular generalmente busca evitar lo que considera ser la etapa perjudicial de separación e ignorar la ansiedad. Este es el ejemplo clásico de lo que la doctrina jasídica identifica como la debilidad humana habitual de procurar comenzar directamente con el proceso de endulzar sin experimentar las etapas previas necesarias de sumisión y separación. La etapa de separación es donde se pone en juego el elemento excepcionalmente judío en el proceso de interpretar la vida: la Torá. En hebreo, la palabra Torá denota instrucción, es la instrucción Divina para todo momento a través de las generaciones que nos permite distinguir entre lo sagrado y lo profano y entre lo puro y lo impuro. En la etapa de separación la persona define por si misma que es lo que se considera permitido o prohibido. El propósito de hacer esto es moverse enteramente dentro del reino de lo permitido y al mismo tiempo alejarse de lo prohibido en el pensamiento, el habla y la acción. Cuando pasa por la mente un mal pensamiento (y esto incluye todo pensamiento que distrae su atención de su relación con Di-s) la reacción inmediata será entonces ignorarlo.

Sólo después que se ha establecido los límites entre el bien y el mal y se ha vuelto práctico en el arte de ignorar el mal, es posible proceder a la etapa siguiente de endulzar. Sólo entonces la persona puede comenzar a examinar, identificar y exponer los recovecos de la mente subconciente para transformar en luz este área oscura y no santa. Este es el significado místico del verso que describe la creación de luz y oscuridad (Génesis 1:5): "Y Di-s llamó la luz día y la oscuridad El la llamó Noche". Le dió a cada una su lugar propio y definido: "y fue la tarde y fue la mañana, un día". Sólo entonces todo pudo ser endulzado y volverse parte de la unicidad de la creación. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 26 Permisividad versus Simplificación La psicología secular no posee la Torá, por consiguiente no cuenta con una definición clara de lo que es permitido y lo que es prohibido, por lo que tiende intrínsecamente a la permisibilidad, la actitud en que todo es esencialmente permitido. Esto es especialmente evidente en cuanto a la sexualidad, cuya falta de restricción es, en apariencia, no del todo dañino para la sociedad. De acuerdo con el punto de vista secular, el mejor método para resolver problemas psicológicos es ser lo más libre e irrestricto posible y permitir que los deseos naturales del ser humano reinen libres para buscar su realización. En contraste, la premisividad que se logra en la fase tercera de dulcificación de la terapia guiada por la Torá, que es llevada a cabo sólo después de las fases preliminares de sumisión y separación, no constituye una forma de liberarse de ninguna de las prohibiciones legisladas en la Torá, esto a pesar del hecho de que la persona entra en el reino de la oscuridad con el objetivo de transformarla en luz. (En verdad existen casos extremadamente excepcionales en los cuales la Torá misma ordena al individuo realizar temporariamente un acto normalmente prohibido o abstenerse de realizar un acto normalmente permitido. En las palabras de los Salmos, 119:126): "Es el tiempo de actuar en haras de Di-s; profanaron la Torá!" De todas maneras estos casos son muy raros y por lo tanto fuera del alcance de la presente discusión.) El cambio de rumbo que ocurre, entonces, entre las fases de separación y dulcificación del proceso de la terapia psicológica definido por la Torá es como se describe a continuación: Durante el período en que una persona está atravesando la fase de separación de su renovación espiritual, se debe refrenar de entregarse a cualquiera de los placeres mundanos con propósitos personales. Es verdad que la Torá permite disfrutar de estos placeres en la medida en que el hacerlo no involucre una transgresión palpable de ninguna de sus prohibiciones; sin embargo, en esta etapa el individuo no está aún suficientemente maduro espiritualmente para permitirse estos lujos. Debe más bien seguir el consejo de nuestros sabios para la gente en este estado de conciencia: "Santifícate [incluso] con lo que te es [por lo demás] permitido". Se debe abstener de cualquier placer sensual que este mundo le ofrece, a menos que forme una parte esencial de la observancia de algún mandamiento Divino. Un ejemplo podría ser comidas y bebidas finas en honor del Shabat. Pero incluso aquí, de momento que no alcanzó madurez espiritual, se le aconseja ejercitar la máxima restricción posible. Por el contrario, cuando una persona ha alcanzado la etapa de endulzamiento y se ha liberado de su orientación hacia el interes personal del ego no rectificado, puede empezar por cierto a saborear las delicias que Di-s ha puesto en el mundo para su regocijo. En este contexto, el ya mencionado consejo de nuestros sabios se entenderá como "Infunde tu actitud sagrada hacia la vida en todos los placeres que te son permitidos". Esta es la interpretación del jasidismo de la directiva del Rey Salomón (Proverbios 3:6: "Conócelo a El en todos tus caminos", y también la aserción de nuestros sabios que "eventualmente el hombre será llamado a rendir cuenta por todos los placeres que pudo haber disfrutado en este mundo y se abstuvo de ellos". En este nivel, todos los actos de la persona son verdaderamente en haras del cielo. Esta dulcificación de la vida avalada por la Torá es descripta como que brinda gran placer a Di-s, como si fuera, ya que El creó este mundo como un vehículo a través del cual brindar placer a Sus criaturas. No obstante se debe tener en mente que es imposible disfrutar el mundo de la manera en que Di-s pretende a menos que mantengamos una conciencia y apercibimiento constantes de Su presencia en nuestras vidas. Cabala y Psicología

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Separación - La Clave para la Dulcificación La conciencia y percepción constante de Di-s, incluso mientras se disfruta de los placeres de Su mundo, sólo se consigue una vez que se ha completado el trabajo de separación. A través de su deseo de liberarse de las cadenas de este mundo y aferrarse sólo a Di-s y del estricto apego a la Torá y los mandamientos de Di-s, la persona se libera exitosamente de la esclavitud a la gratificación sensual. Una vez que ha experimentado el bello sentimiento y el verdadero deleite de estar cerca de Di-s ya no lo impresionan las tentaciones de este mundo, ya no se siente compelido a esforzarse para conseguirlas y dejarse seducir por ellas. Cuando una persona que ha llegado a este nivel de madurez espiritual se gratifica con algún goce físico, lo hace de una manera esencialmente liberada. Experimenta el placer como algo puro e inalterado en lugar de satisfacer alguna vanidad o necesidad artificial. Y por sobre todo, de momento que no está cautivo en forma alguna del placer que se permite, puede asociarlo y experimentarlo en el contexto de su conección global a Di-s y la conciencia que tiene de El. Durante la etapa de separación, el inividuo no le confía a nadie el mal que lleva oculto en su interior, más bien trata de ignorarlo de la mejor manera que pueda y no pensar para nada en él. Pero por el contrario, durante la etapa de dulcificación, una vez que se divorció exitosamente de su anterior identificación con sus neurosis y se liberó de la errónea idea de que son parte esencial de su psiquis, la persona puede exteriorizar cosas con su confesor y revelarle todos sus problemas mientras trata de ocuparse de ellos. Durante el tiempo que dura la etapa de separación, hablar acerca del mal es malo en si mismo, de acuerdo con el dicho de nuestros sabios que una persona no debe hacerse malvado a los ojos de los demás; pero en la siguiente etapa la persona debe entrar dentro de su propia zona malvada y debatir acerca de ella para dulcificarla. Aquí, la permisividad es la licencia para discutir lo que antes constituía un tabú. El deseo de endulzar la realidad inmediatamente sin primero separar (o subyugar), recuerda el pecado de los judíos en el desierto que intentaron dirigirse hacia la Tierra Prometida incluso luego de que Di-s les dijo que estaban sentenciados a vagar allí por cuarenta años (Números 14:40-45). Moisés les advirtió que Di-s no iba a estar con ellos, y por cierto fueron derrotados inmediatamente en la batalla a manos de las naciones enemigas que se opusieron en su camino. Esta impetuosidad es la raíz de la mayor parte de los pecados descriptos en la Torá, incluso a veces aquellos de individuos grandes y justos. La conducta psicológica de empujar incautamente hacia el fin se origina en la misma inhabilidad para tratar con el mal que motiva a la persona a empujar (reprimir) su maldad interior de vuelta a su subconciente. Cuando una persona se siente amenazada por su maldad interior, se siente presionado tanto a reprimirla (y por lo tanto evitar el proceso de separación) como a pretender que no existe (por lo que procede prematuramente al proceso de dulcificación). Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 28 Endulzar el Subconciente La tercera etapa es la capacidad de endulzar la ansiedad verbalizandola y debatiéndola con una segunda parte. A esto se refiere alegóricamente la profecía de Ezequiel. Al bosquejar el Templo que va a ser reconstruido en la era mesiánica como centro de Jerusalem, el profeta describe un maravilloso manantial cuyas aguas fluirán hacia afuera desde la cámara interna del Templo. El agua se convertirá en un poderoso río que endulzará (esto es, hará potable) toda el agua salada del mundo. En las orillas de este río crecerán árboles cuyos frutos serán para alimento, y sus hojas para descanso curativo. (Ezequiel 47:12). El descanso curativo es el relax que provee liberación de las tensiones y presiones que acompañan los miedos y ansiedades. Cuando una persona se desahoga de esta fricción, se restituye el flujo apropiado a los sistemas fisiológicos y psicológicos de su cuerpo. La relajación es entonces la condición sine qua non de las salud mental y física. Por supuesto, parte de este proceso de relajación es la licencia que se le concede a la persona de expresarse libremente y exteriorizar sus preocupaciones y temores. Este proceso conduce en definitiva a su curación psicológica. La fuente de este reposo reparador, en el simbolismo de la profecía de Ezequiel, es la hoja. Una hoja es de secundaria importancia cuando se la compara con el propio árbol o sus frutos, un detalle menor que a menudo no es apreciado, a pesar de que realiza la función crucial de la fotosíntesis. Similarmente, generalmente ignoramos nuestras mentes subconcientes y le damos escaso cuidado a la forma crucial en que afecta nuestras vidas. Así, la hoja es una metáfora apropiada para el subconciente. La hoja, el inconciente, contiene la clave de la curación definitiva de la psiquis. En el futuro, las hojas se tornarán comestibles como el fruto; con la completa transformación del mal en bien el subconciente será capaz de expresarse plenamente, todas las constricciones y cautelas que rodean a su verbalización se relajarán.

El comienzo del libro de Salmos también hace uso de la metáfora de la hoja en el contexto del árbol al que está adherida (Salmos 1:1-3): “Feliz es el hombre que no siguió el consejo del malvado… Sino más bien [sólo] los deseos de la Torá de Di-s… El será como un árbol plantado a la orilla de la corriente de agua, Que brindará su fruto en la estación apropiada, cuyas hojas nunca se marchitarán, “y todo lo que produzca prosperará”. Vemos aquí que el individuo virtuoso es comparado con un árbol plantado junto al agua vivificante. La hoja que no se marchitará es su subconciente, que ya ha sido verbalizado y endulzado. Esto ha sido logrado después de las fases de sumisión (no siguiendo el consejo del malvado, apartándose de lo negativo) y separación (deseando y estudiando la Torá de Di-s). Se dice que el Baal Shem Tov, cuando aún era un niño, reconoció la providencia de Di-s sobre todas sus criaturas observando la forma en que una hoja era levantada desde el suelo por el viento. Prestando atención y tomando nota de un factor aparentemente insignificante en el gran esquema de la creación, discernió la verdad que iba a ser la piedra fundamental de su sistema teológico, basado en la existencia, el desarrollo y el despertar (evocar) de los lazos extraconcientes entre el hombre y Di-s. En la misma vena, nuestros sabios usan la alegoría de la hoja para simbolizar la conversación mundana de los estudiosos de la Torá. En contraste con la charla mundanal de los iletrados, la conversación mundana de alguien que está lleno de la sabiduría de la Torá es en si misma una lección de sagrado vivir y es siempre considerada un tema digno de estudio. Las lecciones de vida que afloran en la conversación mundana del sabio de la Torá, refleja la forma en que ha rectificado su mente subconciente. Absorbiendo las actitudes expresadas en sus palabras, la persona ordinaria puede adquirir algo de su perspectiva constructiva de la vida. Como tal, su conversación sobre temas mundanos, sus hojas, pueden servir como una fuente de optimismo y curación para la persona ordinaria. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 29 Dulcificación dentro de Dulcificación El propósito de expresar verbalmente las ansiedades a otra persona, es transformarlas en alegría con una buena palabra. Esta palabra que brinda el confidente puede sonar como un consejo o puede ser alguna forma profunda de comprender la raíz del problema. Alternativamente, puede ser incluso un nivel superior de resolución del problema, tema que vamos a continuación. Verbalizar la ansiedad o el mal que nos afecta dentro de la psiquis actua dulcificando en tres niveles: Primero, la simple articulación del problema en si mismo lo dulcifica en cierto grado. Está explicado en el pensamiento jasídico que el poder del habla implica de por si una sutil experiencia de placer, por lo que esa charla toca la fuente del placer en el alma. Esto endulza o inyecta un elemento de placer en lo que sea que la persona este hablando. Hablar revela el poder de la persona de exponer los reinos secretos de su alma, y esta experiencia le demuestra a la persona que no está sola, sino por el contrario, se encuentra envuelta por la misericordia de Di-s. En virtud de esta gracia de Di-s, puede permanecer conectada a El a pesar de las profundas deficiencias de su psiquis. Esta experiencia se logra principalmente gracias al confidente interesado que juiciosamente evita saltar de horror cuando escucha las confesiones, sino que más bien le da a entender que aunque descubra ciertos asuntos difíciles, no constituyen un impedimento para su relación con Di-s. El buen consejo ofrecido por el confidente continúa con el proceso de dulcificar, que prepara el camino hacia la rectificación del problema y separa al sufriente de sus padecimientos. Una vez que se ha propuesto una solución, uno puede verse a si mismo como por encima de su situación y considerar objetivamente sus opciones, en cuanto a cómo rectificarla y redimirla. Sin embargo, la dulcificación final ocurre cuando ambas partes aciertan con una nueva e ingeniosa percepción de la realidad que la existencia del problema requiere. Esta nueva comprensión les permite ahora entender el real proceso interno que lleva a que se produzca el problema en primer lugar. Con este conocimiento, el confesante puede ajustar su forma de vida, con lo que ya no caerá presa de este encierro.

Esta nueva profundización en la naturaleza de la realidad, habiendo sido precedida por la etapa de separación, de una completa sumisión a la autoridad de la Torá respecto a decidir qué es bueno y qué es malo, es una revelación de una nueva dimensión del entendimiento de la Torá, la que es llamada por nuestros sabios el anteproyecto de la creación. Es Su plan, de acuerdo con el cual creó el mundo, el sistema de circuitos internos fundamentales de la realidad. Por lo tanto toda nueva comprensión de la realidad es en esencia una nueva penetración dentro de la Torá. La existencia del mal, ansiedad o temor dentro de la psiquis es sólo un síntoma de una enfermedad más general: un cuadro o interpretación imperfecto de la realidad. Nacimos en un mundo de una aparente disonancia, y la maduración es en gran parte el proceso de ordenar las miríadas de contradicciones que nos presenta la realidad y desarrollar una comprehensiva visión del mundo que pueda explicar cómo la aparente desarmonía refleja de hecho la unidad subyacente dentro de la creación. El éxito que una persona puede esperar tener en este proceso de aprendizaje está en proporción directa con cuanta Torá ha estudiado, de momento que la Torá es la enunciación inalterada y inadulterada del plan Divino de la creación. Por el contrario, cuanto más alejada se encuentre y más tenga que recorrer para adoptar el modo de pensar y las categorías conceptuales de la Torá, más lo van a irritar las contradicciones y discrepancias de la vida. Mientras que el buen consejo del confidente está dirigido en forma directa hacia los problemas de la persona, el nuevo entendimiento no lo está. Esta nace de la tensión creada por el problema, pero está focalizada en algo mucho más grande: la raíz del problema; lo que permite la existencia y el desarrollo del problema es la percepción inconsistente e inmadura de la realidad. El desafío de transformar lo amargo en dulce es quizás el único llamamiento de nuestra generación. Ninguna de las épocas anteriores estaba tan plagada de neurosis profundamente arraigadas como estamos nosotros, o no eran capaces de enfrentarse a ellas directamente y por lo tanto se ocupaban de ellas ignorando y reprimiéndolas. Hemos identificado entonces tres etapas en la terapia dentro de la fase de dulcificación: sumisión dentro de dulcificación (articulación del problema), separación dentro de dulcificación (el consejo para tratar directamente con el mal) y dulcificación dentro de dulcificación (transformar [la raíz del] mal en bien). El tercero y consumado nivel de dulcificar, el fluir de nuevos y profundos enfoques de la concepción de la realidad en general y de la Torá en particular por parte de la persona, es una expresión del aspecto más profundo del alma Divina judía. La cabalá enseña que Di-s, el pueblo judío y la Torá son en esencia una sóla entidad. En virtud de la completa aniquilación de su ego, el judío puede experimentarse a sí mismo como uno con Di-s y con la mentalidad con que creó el mundo, la Torá. El resultado de esta identificación tripartita es el flujo espontáneo de nuevas ideas y comprensiones del significado y relevancia de la Torá. Conectado a la Torá y su origen, el alma Divina judía sirve como un canal para la revelación de la Torá en la realidad, en el contexto de su personalidad individual. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 30 El Discurso Terapéutico Se enseña en la cabalá y el jasidismo que además de la comprensión general de la Torá que comparte con todos los judíos, cada judío en particular tiene una conección especial [o ángulo a través del cual se conecta con] la Torá, distinta de los demás. Por eso la obligación judía de estudiar Torá consiste no sólamente en la exigencia de dominar ciertos tipos o cantidad de información, sino también en la de revelar ideas o comprensiones nuevas que le ofrece su propia perspectiva de la Torá. Identificándose con su fuente personal en la Divinidad, puede revelar su conección especial con la Torá, y así revelar su porción de ella. Cuando sucede esto, el individuo judío y su mentor participan en cierta medida de la experiencia de Moisés, el conducto humano a través del cual la Torá fue introducida en el mundo. La profecía de Moisés fue la más perfecta y transparente de todos los profetas, y de acuerdo a la palabra de nuestros sabios: la Presencia Divina hablaba por la garganta de Moisés. Un aspecto central del futuro mesiánico es que toda la humanidad alcanzará este nivel de unión con Di-s: "Yo derramaré Mi espíritu en toda carne, y tus hijos e hijas profetizarán (Ioel 3:1). Incluso quien no haya alcanzado este nivel de comunión con Di-s, se podrá beneficiar con la capacidad del habla de revelar la esencia íntima e inexplotada de su alma Divina, y lo hará con un hablar cándido y espontáneo. El habla es visto según el método jasídico como la segunda de las tres vestimentas o instrumentos que tiene el alma para expresarse. El pensamiento es la vestimenta más refinada y abstracta, y la más externa y concreta es la acción. El camino general que sigue una idea que nace en la mente es secuencialmente la de estas tres etapas: pensamos acerca de la idea, hablamos de ella y finalmente actuamos en

consecuencia. Por eso, pensamos en el habla y la usamos como un modo de expresar la ideas que ya hemos desarrollado y meditado en nuestra mente conciente, por lo que podría parecer que el habla no puede revelar a otra persona más que nuestro mundo interno de pensamiento. Sin embargo, el mundo del pensamiento conciente es muy limitado en relación a los vastos reinos del pensamiento inconciente que integran la mente subconciente, por lo que el habla podría aparecer restringida a expresar las ideas limitadas de la mente conciente. Pero la verdad es que el habla no está ligada a ninguna forma específica de pensamiento, es una vestimenta independiente que funciona por si misma. Así como a veces no hablamos acerca de nuestras ideas, sino que simplemente pensamos y luego actuamos directamente sin expresarla verbalmente, también, a veces, salteamos el pensamiento conciente y expresamos con el habla una idea originada en los niveles preconcientes de la mente. Este tipo de expresión es completamente espontáneo y improvisado, en contraste con el discurso bien razonado y deliberado que expresa las ideas cuidadosamente editadas y censuradas por la mente conciente a través de la facultad del pensamiento conciente. En tales casos de habla espontánea, las ideas expresadas son profundos pensamientos subconcientes que no han sido refinados por la mente conciente. Como todos sabemos, estas expresiones involuntarias de la mente subconciente ocacionalmente pueden escurrirse por entre el proceso de censura de la mente conciente y surgir inintencionalmente, a veces para nuestra desazón, en el curso de la conversación. Para que la facultad del habla exprese los profundos recovecos de la mente de manera más asidua, la persona debe ser persuadida, de alguna manera, a bajar la guardia. Esto raramente se puede conseguir directamente y con su consentimiento conciente, por lo que es usualmente el trabajo del terapeuta o confidente, relajarlo y hacerlo sentir suficientemente confortable y confiado para permitir que el centinela de su mente conciente sea arrullado en un estado de adormecimiento temporario. Entonces, la conciencia del confesante cambia a un modo más natural y espontáneo, al despojarse de la armadura sicológica afectada, que viste normalmente para protejer la imagen que desea preservar para si mismo y los demás. Una vez hecho esto, la persona puede comenzar a verbalizar en mayor medida sus percepciones de la Torá, así como aquel que ha alcanzado el nivel de comunión con Di-s descripto en los capítulos previos. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 31 "Sumisión, Separación y Dulcificación en el Terapeuta" Hasta ahora, hemos descripto el proceso de sumisión, separación y dulcificación padecido por el sufrimiento individual a partir de desórdenes sicológicos. El confidente, mentor o terapista, debe experimentar su propia versión del mismo triple proceso, a fin de que su atención y consejo sean verdaderamente enfatizados. Describiremos este proceso: La sumisión que el confidente debe manifestar, es enfocar de lleno su atención e interes en el confesor. Esto involucra callar las "voces" que compiten para atraer su atención dentro de su mente, y así corresponder al significado de la primer sílaba de la palabra electricidad - "jashmal", silencio. Este enfoque es posible solamente cuando es motivado por el verdadero amor basado en el encuentro fundamental entre dos almas judías como ocurre aquí. Este amor es lo que marca la diferencia entre el verdadero interés de parte del terapista y la simple curiosidad. Esta relación que se basa en un verdadero amor, es posible sólo cuando el confidente no alberga ninguna actitud condescendiente hacia el confesor. Su actitud debe demostrar que es completamente antinatural e incómodo que el esté representando el papel de terapista y el confesor sentado opuestamente a él actue como paciente. Mas bien es sólo providencia Divina que ocurra de esta manera, y los papeles podrían haber sido a la inversa. Después de todo "La carrera no es ganada por el más veloz, ni la batalla por el más fuerte, ni el pan por el sabio ni la riqueza por el hombre de entendimiento ni el beneficio por el hombre de habilidad sino que el tiempo y la oportunidad acontecen a todos ellos" (Ecclesiastes 9: 11). En las palabras de nuestos sabios la rueda de la fortuna gira en el mundo, el que es rico hoy tal vez no lo sea mañana, y el que es pobre hoy quisa deje de serlo mañana. Si esto es cierto sobre la riqueza fisica, es ciertamente verdadero sobre el bienestar mental y toda cosa que fomente la tranquilidad de la mente. La separación que debe hacer evidente el confidente es el proceso de filtrado interior que el debe experimentar cuando escucha a su paciente. Debe seleccionar a través de diferentes situaciones que le acontecen, desarraigando en primer lugar aquellas originadas y puestas de manifiesto en las regiones no rectificadas de su propia psiquis, y en segundo lugar aquellas que se originaron en un buen sitio pero son más

relevantes a si mismo que a su amigo o paciente. Una vez que todo esto es llevado a cabo, debe archivar las respuestas rechazadas por sus últimas consideraciones y garantizar que ellas no afectarán su actitud o respuesta durante la terapia. Si elige ver esta indeseada e irrelevante respuesta desde una perspectiva profunda, el confidente se dará cuenta que es una bendición disfrazada. La Divina providencia le envió la persona que sufre para hacerlo consciente indirectamente de las áreas de su propia psiquis que requieren un tratamiento ulterior. Dicen nuestros sabios : "¿Quién esta lleno de sabiduría? Aquel que aprende de todas las personas". El Baal Shem Tov enseña que el significado interior de esta afirmación es que uno debería aprender aún del comportamiento o actitud de una persona malvada. El hecho de que la Divina providencia haya dispuesto que semejante persona se cruce en su camino, es para mostrarle que la misma maldad que observa en esa persona existe de alguna manera en sí mismo. Podrá existir en él de una manera mucho más abstracta o refinada, pero dado que la persona generalmente no nota sus propios defectos, la forma que Di-s nos alerta sobre ellas es mostrándonos estas faltas en otra gente. Cuando la persona rectifica la falta en si mismo, concluye el Baal Shem Tov, purifica también a la persona en quien observó la falta. Además esta enseñado en el jasidismo que éste es el camino correcto para cumplimentar el mandamiento de reprender a al semejante (Levítico 19:17). Cuando uno observa a otro pecando o mostrando algún defecto, debe considerarse primero como si él mismo fuera culpable de alguna manera de la misma falta, luego corregirla y sólo entonces proceder con diplomacia a ayudar al otro a salir de esa situación. Esta metodología es por supuesto relevante también al proceso terapeútico, como ya hemos visto. Después que el Rebe Dov Ber de Lubavitch terminara de recibir gente en audiencia privada, tenía que cambiar su camisa porque estaba impregnada en traspiración. Cuando le preguntaron sobre ésto, el explicó que cuando alguien entraba en su estudio para pedir su consejo, se tenía que quitar sus propias "vestimentas" y ponerse las de esa persona para poder entender su problema completamente, luego volver a sus propias "ropas" para ver el problema objetivamente y ofrecer consejo desde su propia perspectiva. El esfuerzo de hacer ésto repetidamente le causaba traspirar profusamente. Aquí vemos que el mentor o terapeuta se debe manejar con mucho cuidado y cautela entre una identificación subjetiva con el mundo del confesor y el mantenimiento de si en su propio mundo, guardando la distancia que lo habilita a una perspectiva objetiva. El estado de endulzamiento del confidente es el mismo que el del confesor. Es el diálogo en el cual juntos encuentran la solución adecuada y el confidente brinda el apoyo necesario para transformar lo malo en bueno. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 32 La Ansiedad positiva A lo largo de nuestro debate, hemos llegado a la conclusión de que si dejamos sin tratamiento la ansiedad, puede y ciertamente dará lugar a consecuencias negativas en la salud mental de la persona, mientras que una terapia apropiada puede llevar a un nivel de salud mental superior al que se podría lograr de otra manera. De este modo, indiréctamente, la ansiedad (y aún la existencia del mal dentro del subconsciente) puede ser una ventaja para el desarrollo mental y espiritual de una persona. La ansiedad no es algo negativo en si mismo; sólo que cuando se la deja supurar sin tratamiento, se manifiesta como una visión negativa en la psiquis de la persona. Ahora pongamos nuestra atención en una forma de ansiedad que no solamente no es negativa, sino que es realmente una contribución positiva para el bienestar general de la persona, sirviendo como fuente de motivación para acciones virtuosas. Comencemos observando lo que nuestros sabios aseguran: “Di-s revela los secretos de la Tora sólo a una persona ansiosa”. La ansiedad es entonces un requerimiento para el estudio y el entendimiento de la Torá, lo que significa que hay cierto valor redimible en la ansiedad que hace que la persona que sufre de ella logre entender y relacionar aspectos de la Torá que alguien que no la padece no puede vincular o entender. La Torá es un vasto cuerpo de conocimientos, tanto en cuanto a la cantidad de información que abarca como al tipo de conocimientos que comprende. Aparte del texto mismo, el conocimiento mas básico que nos brinda la Torá, es un sistema apropiado segun el cual la persona debería conducir su vida para realizar la voluntad de Di-s. Este es el aspecto legal de la Torá, el cual incluye las leyes en si mismas, sus derivaciones y contenido, y la metodología para obtener nuevas leyes. En vista que las mismas leyes y reglas de conducta para cumplir la voluntad de Di-s se aplican a todos, este cuerpo de conocimientos es también llamado el aspecto revelado de la Torá. El deber de conocer y

entender la ley otorga igualdad en todo y no depende de ningún logro moral anterior o cualidades especiales. Simplemente estipula que todos deben saber como conducir su vida de acuerdo con la voluntad de Di-s, por lo tanto todos deben estudiar el aspecto revelado de la Torá. El éxito en el estudio de este aspecto de la Torá depende exclusívamente de la cantidad y calidad del esfuerzo y dedicación que la persona aplica en ésto. Cualquiera que se dedica apropiadamente a este cometido puede dar por hecho su cumplimiento. No obstante, el nivel interior de la Torá no trata con prototipos habituales de comportamiento, sino con la vida emocional del individuo y la dinámica de su relación personal con Di-s. Puesto que la personalidad de cada uno es diferente, este aspecto de la Torá es mucho mas subjetivo y relativo que el aspecto revelado. Por lo tanto es conocido como su aspecto oculto, dado que sus enseñanzas se encargan del aspecto personal de la vida del individuo, el cual está generalmente oculto al resto de la gente. Esfuerzo y dedicación no son suficientes para asegurar el éxito en este estudio, se requiere de ansiedad por parte del estudiante. Esta es la razón por la cual los secretos de la Torá iluminan los problemas existenciales del hombre y del mundo en general; ellos constituyen una respuesta comprensiva a los problemas mas esenciales de la vida y el universo. Ahora, si no hay preguntas no hay necesidad de respuestas. Así, sólo alguien que es importunado por las incongruencias de la vida, cuyo corazón grita por una solución a todas las cuestiones aparentemente insolubles de la vida actual, puede esperar vincularse con este aspecto de la Torá. Si una persona no se preocupa de modo alguno por cuestiones tales como por que he sido creado y porque existe la maldad o el sufrimiento en el mundo, la dimensión interior de la Tora no le dira nada. De esta manera, el sufrimiento de algun tipo de ansiedad revela un alto nivel de sensibilidad, sentimiento y compasión. Una persona que no sufre de ansiedad no es sensible a la patología que hay en su vida, por lo que es indiferente a los interrogantes que se encuentran en los secretos la Torá. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 33 Esperando al Mashiaj Los interrogantes más esenciales de la vida se pueden sintetizar en una pregunta general: ¿Porqué todavía no ha llegado el Mashiaj? Este es posiblemente el tema fundamental que enfrenta el hombre de hoy. Desafortunadamente existe una tremenda confusión alrededor de este tópico, ya que no hay una verdadera valoración de la importancia que tienen para la fe judía elementos básicos como el Mashiaj y la era mesiánica que lo acompañará, o peor todavía se desconocen completamente. Incluso entre aquellos que sí lo saben, se asume en general que la llegada del Mashiaj no es algo por lo que necesitemos preocuparnos o tratar activamente de acelerar. El objetivo de este artículo es discutir en detalle y refutar los motivos de estas concepciones equivocadas. En este punto vale confirmar que la creencia en Mashiaj, su llegada inminente y nuestro deber de acelerar su arrivo son facetas esenciales de la creencia judía. Esto es así porque el mensaje del Mashiaj es que el mundo no es perfecto, y su imperfección no es sólo el resultado de una pocas fallas menores, sino que hay algo fundamentalmente erróneo, incongruente y anómalo acerca de la misma estructura del mundo material. Existe una visión de cómo Di-s creo el mundo, y no es la que vemos en la realidad fisica. Creer en Mashiaj es la expresión de nuestro rechazo radical a aceptar la realidad tal como es, una audaz negativa a estar satisfecho con el orden presente, y esto proviene de la visión de un mundo perfecto descripto en la Torá. De esta manera el advenimiento del Mashiaj es el cumplimiento de la promesa de la Torá de que este mundo puede, debe ser y en definitiva se convertirá en una morada para Di-s. La era mesiánica es la respuesta a todos los problemas, ya que estos provienen de una percepción errónea que será corregida con la llegada del Mashiaj. Este es un tema crucial para la persona interesada, no es una aspiración abstracta hacia la que apuntamos en la lucha por la vida, sino que es una necesidad básica, un imperativo humano. El hecho de que el Mashiaj no ha llegado todavía es causa de una grave preocupación, el enigma que hay detrás de su retrazo debe ser resuelto. Todas las demás ansiedades personales se pueden resumir en esta. La medida de cuánto una persona está ocupada en sus necesidades y problemas propios, es una indicación inversa de la seriedad con que los toma. En otras palabras, al no generalizar sus preocupaciones personales en un concernimiento hacia la angustia de la humanidad, está atestiguando que sus problemas no lo afectan tanto como para

motivarlo a eliminar la causa subyacente que les dan origen. Se contentará con poner un vendaje temporario para aliviar su dolor momentáneamente y continuar con su vida. Pero si universaliza el espectro de sus preocupaciones en el tema general de la llegada del Mashiaj, está demostrando su deseo de encarrilar la realidad, incluso la suya propia, de una vez para siempre. Al estar ansiosos por esta tardanza aceleramos su llegada, como declara repetidamente el Rebe de Lubavitch, si hubieramos querido verdaderamente que venga, el Mashiaj ya hubiera llegado hace mucho tiempo. Aunque se haya atravesado el proceso terapéutico completo detallado arriba y hubiera ascendido la escalera de la espiritualidad hasta el punto en que su conciencia es totalmente la de su alma Divina, no se es inmune a esta ansiedad general. Aún cuando haya hecho las paces con todas las ansiedades circunstanciales que plagan normalmente a la gente, hay una ansiedad básica que permanece, y que resulta de las limitaciones inherentes a la creación. Se enseña en cabalá y jasidismo que en el curso de su descenso al cuerpo, el alma pierde la percepción infinita de Divinidad de la que gozaba antes; al entrar al mundo físico que está circunscripto a las limitaciones de espacio y tiempo, está forzada a concebir y relacionarse con todas las cosas en el contexto del espacio y el tiempo. Por eso le es imposible imaginar un nivel de realidad que esté fuera de esas limitaciones. Aquel que está a tono con este hecho pero el deseo de su corazón es conocer y apegarse a Di-s, está fundamentalmente frustrado por esta realidad. Por eso, incluso el individuo más recto, el parangón de la perfección espiritual, es objeto de una profunda ansiedad y sufre en virtud de que es un ser creado, atrapado en el contexto, limitaciones y formas conceptuales del mundo físico. De momento que estas limitaciones físicas serán removidas completamente luego de la llegada del Mashiaj, tal individuo debe también anhelar su llegada y estar ansioso por acelerarla. La ansiedad por la llegada del Mashiaj, cualquiera sea la forma que esta tome, focaliza e intensifica la preocupación de la persona por la falta de complesión de la vida. Cuando amplía el rango de su interés hacia la condición irredimida de la realidad en general, tanto a nivel del sufrimiento humano común, como de las constricciones existenciales de la creación, sus ansiedades toman un sentido más amplio y profundo. De esta manera, si la ansiedad en general prepara a la persona para el estudio de la dimensión interior de la Torá, la ansiedad por la llegada del Mashiaj lo prepara para la colosal y completa revelación que acompanará el advenimiento de la era mesiánica, porque estudiamos que la dimensión interior de la Torá que conocemos hoy, es sólo una anticipación de la revelación que presenciaremos con la llegada del Mashiaj. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 34 La Chispa de Mashiaj Se enseña en el jasidismo que cada judío contiene dentro de si una chispa o elemento del Mashiaj. Esta es la capacidad que hay en cada uno de actuar como una fuerza redentora de si mismo, de aquellos que conoce, y en definitiva, de todas las cosas de este mundo con las que entra en contacto. Así como la revelación del Mashiaj general depende de que la humanidad esté ansiosa por su retraso, la realización de la chispa que hay dentro de cada individuo requiere primero que este ansioso por el hecho de que esa misma chispa todavia no ha aflorado y se ha manifestado. El más profundo complejo en la psiquis de un individuo es la frustración que siente por no ser capaz de realizar en forma completa sus potenciales, de vivir de acuerdo a como siente que es capaz de llegar a ser. Sabe en lo más íntimo de su ser que su alma Divina es una parte de Di-s, y por su intermedio es capaz de revelar la presencia de Di-s en el mundo, por lo que el hecho de que está impedido de hacerlo lo aflige profundamente. Esta frustración es equivalente a la de no ser capaz de revelar su chispa de Mashiaj interior. De esto se desprende que es la chispa de Mashiaj en cada individuo que produce esta ansiedad existencial. La ansiedad se vuelve más intensa cuando nos ponemos a pensar acerca del propósito de la vida, de nuestra propia vida, y la urgencia por rectificar la realidad. Como hemos apuntado, esta ansiedad sensibiliza a la persona hacia lo profundo y apasionante de la dimension interior de la Torá, y lo faculta a comprenderla más y más. El estudio de la dimensión inde la Torá no sólo sirve para elevar la comprensión de la persona acerca del propósito de la vida y la urgencia por la redención, lo que intensifica su deseo por el Mashiaj, sino que también refuerza su convicción y optimismo en cuanto a la inminencia de la redención. Esto sirve para apartar la amargura de la ansiedad por Mashiaj, sin mitigar su intensidad. Esta intensidad acelera su llegada, y la ansiedad por la revelación de su chispa de Mashiaj cataliza su revelación.

Esta revelación no es un asunto de una sola etapa; por cuanto que el alma Divina contiene infinitos estratos de potencial, tan pronto como la persona consigue llegar a un nivel y agota sus posibilidades, cae en la cuenta de que puede acceder a un nuevo nivel más profundo y poderoso. Así, una persona que busca desarrollarse y orientada espiritualmente vive en una dinámica progresiva de tensión y realización, que se eleva continuamente en espiral hacia más elevados niveles de revelación de su chispa de Mashiaj, su habilidad de redimir el mundo. Cuanto más grande es su ansiedad, se siente más inspirado a revelar esa chispa, profundizar su relación con Di-s y ahondar en los secretos de la Torá. Cuanto más lleva a la realidad su potencial de redimir el mundo, profundiza su relación con Di-s y aprende de la dimensión interior de la Torá, siente más intensamente la urgencia por la redención y la ansiedad por su demora. Cada respuesta que brinda la Torá acerca de las anomalías de la vida inspira una nueva pregunta más profunda, ya que la Torá es infinita y por lo tanto también lo es la comprensión de la vida que brinda al que la estudia. Así, cada nivel de entendimiento es rebatido y reemplazado por un sucesivo nivel más profundo. Esta corriente dinámica de tensión y resolución es necesaria para el continuo crecimiento espiritual del individuo. Cada respuesta, cada nueva comprensión global que se consigue viene acompañada de un sentimiento de satisfacción por haberla logrado. Esta satisfacción naturalmente produce complacencia: el problema es resuelto, tenemos la respuesta. Nada agranda más el ego que el sentimiento de tener todas las respuestas, por lo que es necesario prevenir este engrandecimiento mediante la percepción de una nueva y más profunda pregunta inmediatamente luego de la resolución de la cuestión anterior. Por supuesto que lo infinito de este proceso no significa que nunca se llega a una conclusión. Se explica en jasidismo que la revelación de una cierta masa crítica de chispas espirituales de Mashiaj, causará que se revele el Mashiaj general y ocurrirá la Redención verdadera y definitiva. De esta explicación hemos entendido el concepto de la chispa de Mashiaj dentro de cada individuo como un proceso evolutivo de crecimiento espiritual, por lo que es lógico asumir que presentará la misma estructura triple que tipifica todo proceso de este tipo. La fase de "sumisión" de la chispa de Mashiaj es la ansiedad por la demora en la llegada de Mashiaj, el sentimiento de desamparo frente a la enormidad de la incomplesión del mundo. Nuestros sabios nos enseñan que Mashiaj vendrá cuando no se lo espere. A pesar de que esta declaración implica que la mejor manera de acelerar su llegada es ignorando el tema, obviamente esta no puede ser la intención de esta enseñanza, ya que ellos han declarado que la constante espectativa por la era mesiánica es uno de los dogmas fundamentales del judaísmo. En las palabras de los profetas (Habakuk 2:3): "Si se demora, esperalo, porque seguramente vendrá, sin tardanza". El significado es más bien que debemos creer en el inminente arribo del Mashiaj a pesar de que el mundo no parezca preparado y digno de él. Hay muchos signos de que nuestra era está madura para la Redención, pero en muchos aspectos no parece estar muy preparada. Nuestros sabios nos enseñaron que debemos creer con fe completa que Mashiaj puede venir en cada minuto, no importa cuán improbable parezca. Incluso cuando la situación del mundo es tal que nadie puede pensar que pueda venir ahora, no obstante debemos confiar que su llegada es inminente. Esta es la fase de separación del proceso de revelación del Mashiaj, en el cual debemos liberarnos de todas las nociones preconcebidas en cuanto a que debe ser para que llegue el Mashiaj. La fase en la que brilla la chispa individual de Mashiaj y estamos comprometidos en la redención de nuestro rincón del mundo, es la fase de dulcificación. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 35 Merecer Misericordia Hemos hecho mención varias veces de la necesidad que tiene el individuo en busca de una terapia, de sentirse abarcado por la misericordia de Di-s. El secreto de conseguir este sentimiento está descripto en el siguiente versículo del libro de Proverbios (28:13): "El que oculta sus transgresiones no triunfará, pero al que las admite y se abstiene de ellas le será mostrada misericordia".

Sentir la misericordia de Di-s depende entonces de admitir los actos erróneos, sentirse arrepentido de haberlos hecho y resolver no repetirlos más (las dos últimas condiciones están incluidas en la idea de abstinencia). Este proceso triple de cambio es conocido en el judaísmo como "teshuvá", muy comunmente mal traducido como arrepentimiento pero que en realidad significa retorno, tanto a Di-s como a una más noble visión de uno mismo. Por medio de la teshuvá la persona se libera y se redime de su estado actual, y se libera de los patrones de comportamiento en los que previamente estubo encerrado. De momento que la teshuvá es un proceso de crecimiento espiritual, podemos hacer un paralelo con las tres etapas que tipifican este tipo de procesos: La confesión es un claro acto de sumisión, humillando al propio ego. Abstenerse del pecado mediante el arrepentimiento y la resolución de no repetirlo es un acto de separación. Sentirse abarcado y apoyado por la misericordia de Di-s es la fase de dulcificación del proceso. La teshuvá en si misma es un proceso triple que pasa por las facetas intelectual, emocional y de comportamiento de la conciencia del hombre. La persona debe primero admitir la verdad, debe dejar de engañarse (o permitirse ser engañado) pensando que el pecado no es un pecado; luego debe sentirse emocionalmente agradecido a Di-s por la oportunidad de cambiar; y finalmente debe reconocer el hecho de que ha hecho algo erróneo y resolver no repetirlo en el futuro. El cuadro general es como sigue: * Admisión de la verdad / Confesión del acto erróneo - Sumisión * Compromiso Intelectual en pos de la oportunidad de cambiar las Emociones Resolviendo no repetir el pecado - Separación * Conducta Receptora de la misericordia de Di-s - Dulcificación Así como la misericordia es el atributo esencial de Di-s por excelencia, el esquema psicológico triple de admisión, compromiso y resolución de no repetir el pecado es la actitud más básica que caracteriza la psiquis judía. Por eso es costumbre que las primeras palabras que dice el judío al despertar a la mañana, la declaración que sirve de basamento a su conciencia para el resto de día es: "Doy gracias a Ti, Rey viviente y eterno, pues Tú has restituido misericordiosamente mi alma dentro de mi, Tu fe [en mi] es grande". En esta frase el judío expresa los tres sentimientos que hemos mencionado: admite la fé en cuanto al propósito de la vida, que Di-s es el verdadero soberano del mundo y el único juez de lo que es bueno o malo; da gracias a Di-s por el regalo de restaurar el alma dentro de él; y confiesa su culpa de no vivir de acuerdo a su potencial, al reconocer la confianza de Di-s en que hoy actuará mejor a pesar de las faltas de ayer. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 36 La Bondad y La Maldad La cabalá concibe el bien y el mal como polos opuestos del espectro continuo de la moralidad. Esto significa que cualquier situación o entidad en la vida contiene elementos de ambas partes. La habilidad del hombre de descender en forma segura por el espectro de lo moral hasta el polo de la maldad para transformarla en bien, es una función de la fuerza con que está aferrado a las regiones superiores, cerca del extremo de la bondad. Cuando está firmemente anclado en el bien, esto es, se siente cercano en su relación con Di-s, no teme descubrir algún mal dentro suyo o en el mundo, y su descubrimiento no representa una amenaza a su confianza general en el eventual triunfo del bien sobre el mal. La naturaleza animal del hombre lo empuja implacablemente hacia el polo del mal, alejándolo del reconocimiento de Di-s, mientras que su alma Divina lo empuja hacia el polo del bien. El espíritu del hombre asciende hacia las alturas, mientras que el espíritu animal tiende a descender cada vez más abajo, hacia la tierra. Por lo tanto, su capacidad de permanecer aferrado a la bondad depende de su éxito en dar preferencia a su alma Divina sobre su alma animal. Cuenta el Talmud acerca de cuatro sabios, rabi Akiba y tres de sus discípulos, que se ocuparon de ciertas técnicas místicas de meditación y ascendieron a los reinos trascendentes de la percepción Divina. Ben Azai miró [por sobre la Gloria Divina] y murió; dicen de él [proféticamente] las sagradas escrituras: "Apreciada por Di-s es la muerte de Sus piadosos" (Salmos 116:15). Ben Zoma miró y perdió la cordura; de él dicen las escrituras: "Has encontrado miel, come [no más que] tu medida,

para que no te sientas lleno y la vomites" (Proverbios 25:16). El tercero Elisha ben Avuia, miró y se convirtió en hereje. Rabi Akiva entró en paz y salió en paz. Está explicado en cabalá que cada uno de estos sabios trató de rectificar el pecado de Adam y su efecto sobre el mundo. Antes del pecado, el bien y el mal existían en dos reinos separados y no se mezclaban de ninguna manera. Cuando Adam y Eva comieron del árbol del conocimiento del bien y el mal, estos se entremezclaron y se creó el espectro continuo de moralidad antes mencionado. El error de Elisha ben Avuia fue que trató de rectificar el pecado enfrentándose directamente con la maldad y descuidó primeró aferrarse al bien. Focalizándose enteramente en la maldad que hay en el mundo, perdió su habilidad de reconciliar la existencia del mundo con un Di-s benevolente y compasivo. Las dudas que le presentó el mal fueron demasiado grandes para él, llegando a la conclusión de que no hay Di-s y se volvió hereje. Se cuenta que vió a alguien que le pidió al hijo que suba a un árbol y le traiga algunos pichones de un nido de palomas. El hijo, al complacerlo, cumplió dos mandamientos de la Torá al mismo tiempo: honrrar a sus padres (Exodo 20:12) y alejar a la madre de los pichones de su nido antes de tomar a sus hijos (Deuteronomio 5:16). La recompensa prometida para ambos mandamientos es la de larga vida, pero el niño calló accidentalmente del árbol y murió. Semejante anomalía fue más de lo que Elisha ben Avuia pudo soportar. Rabi Akiva, por el contrario, buscó rectificar el pecado de Adam enfatizando el bien y venciendo al mal indirectamente. A pesar de que finalmente no tuvo éxito, no obstante fue capaz de salir ileso del intento. De momento que se mantuvo aferrado al sentido de benevolencia de Di-s, el mal en el mundo no constituyó una contradicción para él. Rabi Akiva mantuvo esta perspectiva hasta el final de su vida. Cuando fue atrapado enseñando Tora durante las persecuciones de Adriano, fue sentenciado a muerte, y mientras los romanos rastrillaron su carne con cepillos de hierro, él recitó el Shemá, "Oye, Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es uno", la declaración de unidad de Di-s. Continuó pronunciando la palabra "uno" hasta que expiró. La existencia del mal no presentó ninguna duda para su fé, por cierto su fé fue tan fuerte que fue capaz de sentrise cercano a Di-s incluso cuando su carne era rastrillada con cepillos de hierro. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 37 La Terapia y las Sendas Jasídicas Dentro del movimiento jasídico existen tres grandes corrientes de pensamiento y enfoque del servicio a Di-s de las que el padre de todas fue el Baal Shem Tov. Podemos asociar estas tres corrientes con los tres aspectos de la terapia, basándonos en las tres interpretaciones del verbo del versículo de Proverbios, alrededor del cual está centrada nuestra discusión de la terapia. Tzadik, Beinoni, y Rasha Suprimir la ansiedad por medio de la sumisión y la plegaria evoca el enfoque de Rabi Najman de Breslov. El jasidismo de Breslov se centra en el aislamiento meditativa, donde el jasid habla de sus problemas y ansiedades con Di-s, con profusa recitación de salmos y oraciones de súplica, con un énfasis general en la humildad simple y la sumisión ante el Creador. Claramente, el camino de Rabi Najman de Breslov está dirigido hacia una persona que todavía se considera en las garras de su inclinación al mal, un rashá. El consejo que ofrece y el tipo de comportamiento que desarrolla intentan principalmente cuidar a la persona de la desesperación ante su situación. Su método alienta al individuo a recordar que Di-s está con él en todo momento y en cualquier profundidad que haya caído. No importa cual sea el motivo, puede invocar a Dis y conectarse a El a través de la plegaria. Ignorar la ansiedad trae a la mente el sistema ético del Tania, la obra seminal del jasidismo Jabad fundado por el rabi Shneur Zalman de Liadi. En este libro, rabi Shneur Zalman divide al pueblo judío en tres tipos, basado en el grado de dominio de sus inclinaciones opuestas hacia el bien y el mal: el tzadik (justo) ha vencido su deseo de hacer el mal, el rashá (malvado) ha sucumbido a ese deseo y entre ellos dos se ubica el beinoní (persona intermedia), quien no ha vencido aún su mal deseo pero acierta a mantenerlo controlado y nunca sucumbe a él. Es virtualmente imposible volverse un tzadik por propios medios, a lo máximo que una persona pueden aspirar es volverse un beinoní, y luego si Di-s desea agraciar al beinoní y hacerlo un tzadik, entonces lo conseguirá. Por eso, la imagen del beinoní es lo que la mayoría de la gente debe trabajar por conseguir. Por cierto el Tania está subtitulado "El Libro de los Intermedios". El beinoní requiere y se le presenta un acercamiento psicológico a la vida en general (y a su propia psiquis en particular) diferente que el tzadik o el rashá. Por un lado tiene el valor de no ignorar el mal que todavía hay en él y no considerarse un tzadik, mientras que por otro lado debe que

evitar el miedo que tiene el rashá de enfrentarse a ese mal. Antes bien, el principal objetivo de su vida es hacer frente a su propia maldad interior, personificado en su ego, que lo priva de desarrollar su relación con Di-s. Rabi Shneur Zalmen aconseja al beinoní ignorar sus ansiedades. Debe más bien concentrarse en llenar su pozo vacío con las aguas de la Torá; así puede rectificar, aunque indirectamente, su subconciente. Considerando que el beinoní no superó sus ansias de hacer el mal y no se liberó del deseo de permitirse cosas prohibidas, todavía no está listo para enfrentar abiertamente su lado oscuro. Nunca podrá alcanzar este nivel. Aún así, ignorando sus ansiedades y ocupándose activamente en llenar su mente de pensamientos positivos y saludables, eventualmente neutralizará los aspectos deletéreos de su subconciente. La rara excepción a esto es el individuo que Di-s llamó a ser un justo consumado desde el día de su nacimiento. Una persona así no es obstaculizada porque no ha caído jamás del estado de gracia. Puede experimentar el anhelo por la redención en virtud de que su ser es un ente creado atado a las restricciones del tiempo y el espacio, pero a pesar de eso, nunca experimentará el dolor y el terror de saber cuánto puede agravar la situación irredimida de la realidad. Por último, expresar verbalmente la ansiedad evoca el sendero en el servicio a Di-s de rabi Elimelej de Lizhensk y sus discípulos. Rabi Elimelej enfatiza en sus enseñanzas el rol del tzadik, especialmente cuando asume el liderazgo como rebe. Esta focalización en la completa transformación del mal en bien a manos del practicante jasídico consumado, es la máxima expresión de la visión mesiánica del Baal Shem Tov. Por medio de este proceso, el mundo comienza a experimentar efectivamente la metamorfosis que ocurrirá cuando venga el Mashiaj. Una vez que se haya alcanzado una cierta masa crítica de esta conciencia, provocará que ocurra de hecho la revelación del Mashiaj. En la enseñanzas de este ala del jasidismo, cuanto más reconozca y aprecie el pueblo en general la exaltada estatura espiritual del tzadik, más dovotos se volveran de él. Esto les evita la necesidad de enfretarse solos a su propia maldad, porque la santidad del tzadik los envuelve y neutraliza su lado oscuro, capacitándolos a establecer una verdadera y profunda conección con Di-s. En contraste con el Tania, podemos considerar a la literatura producida por estos líderes (en particular el trabajo de rabi Elimelej "Noam Elimelej") "el libro de los justos", libros guía para rebes y sus seguidores. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 38 Los Libros Terapéuticos de la Biblia El texto hebreo de la Biblia contiene signos diacríticos que indican cómo se debe entonar su lectura. Estas señales, conocidas como signos melódicos, indican la melodía que debe ser usada para cada palabra y la cadencia general del versículo. Son signos musicales abreviados y también una pauta de la estructura gramatical del texto. En todos los libros de la Biblia se emplea el mismo sistema de signos melódicos, con excepción de tres de ellos que utilizan un sistema propio: el libro de los Salmos, el de Proverbios y el de Job. En ellos el sistema es más complejo e intrincado y más dificil de cantar que en los otros. Muchas, si no la mayoría de las comunidades judías, han perdido el conocimiento exacto de la interpretación de esas melodías. De momento que estos tres libros están compuestos y cantados de una manera especial, más complicada y dificultosa y un tanto esotérica, se los agrupa aparte de los otros libros de la Biblia, como reflejando un nivel más profundo y penetrante de entender la vida. Esta apreciación está reforzada por su profundo contenido filosófico y emocional, que los distingue de la otra literatura sabia y narrativa que vemos en las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, aunque por supuesto toda la Biblia es rica en profundizaciones dentro de la naturaleza y psicología del hombre, se puede considerar a estos tres como los libros quintaesenciales de psicología bíblica. Efectivamente, luego de un examen detenido podemos trazar un paralelo entre cada uno de ellos y cada uno de los tres métodos de terapia que estamos discutiendo. Así, podemos verlos como una progresión secuencial de conciencia correspondiente a estas tres facetas de la terapia. El orden en que aparecen en la mayoría de las ediciones de la Biblia siguen la siguiente secuencia evolutiva: Job: verbalización / dulcificación Proverbios: ignorar / separación Salmos: supresión / sumisión

Salmos es el libro de plegaria y ruego a Di-s; es una antigua y reverenciada costumbre judía derramar nuestro corazón a Di-s por medio del recitado de salmos con el corazón quebrado, en momentos de dolor y sufrimiento. Fueron escritos por el rey David, el dulce cantor de Israel (Samuel II 23:1). El rey David personifica los atributos de carácter de humildad y sumisión, como es evidente de la réplica a su esposa Mijal cuando lo recriminó por danzar deshinibidamente frente a sus criadas (ibid, 6:22): "Siempre he sido bajo, en mi propia estimación". En virtud de su humildad frente a Di-s (y también ante las clases bajas), se le confirió la fuerza y convicción que le permitió liderar a su pueblo temerariamente, con la autoridad adecuada para un rey de Israel. Proverbios es el libro de ética Divina escrito por el rey Salomón. Rashi, el comentarista clásico, escribió en el comienzo de su comentario del libro de Proverbios: "Todas las afirmaciones [del rey Salomón] son parábolas y analogías. Comparó la Torá a una buena mujer y a la idolatría a una ramera… Uso estas analogías para enseñar sabiduría y ética al hombre, que puede dedicar su vida al estudio de la Torá, que es la verdadera sabiduría, ética y comprensión." Al final del libro, el padre sabio advierte a su hijo cómo escapar de su mala inclinación y guardar distancia de ella. El consejo que brinda es reemplazar los pensamientos que propone la mala inclinación con otros sobre lo atractivo de la Torá, que es comparada con una buena mujer, una amorosa servatilla y una graciosa cabra montañesa (Proverbios 5:19). Este es el proceso terapéutico de separación, en donde la persona expulsa los pensamientos extraños de su mente reemplazándolos por otros positivos y orientados por la Torá. De esta manera rectifica su psiquis distorsionada y circuncida su corazón, abriéndolo a la santidad y purificandolo de todas las formas de ansiedad negativa. Cabala y Psicología

Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 39 Job: Verbalización y Dulcificación El libro de Job es virtualmente un manual de psicología donde se describe en detalle el proceso del psicoanálisis. Job sufre de una ansiedad psicológica, un dolor existencial que no puede sobrellevar. Cuando se lo enfrenta a él, en primera instancia se comporta como un doliente desconsolado que ni siquiera puede expresar su sufrimiento. Incluso luego de estar postrado por un período prolongado, permanece silencioso en presencia de tres amigos que vinieron para visitarlo y reconfortarlo, y siendo incapaz de deshacerse de su dolor comienza a hablar maldiciendo el día en que nació. Se sucede un fructífero diálogo entre él y sus amigos acerca de sus opresiones y quejas contra Di-s. Luego de esto aparece una nueva figura, Elihu ben Berajel, quien habla con inquietud honesta y no comprometida, y finalmente Di-s mismo se le dirige a Job y lo reprende. Job se recupera psicológica y físicamente y vuelve a su estado anterior de salud y bienestar. A pesar de que Job no blasfemó contra Di-s, de todas maneras no aceptó su sufrimiento como algo justificado, por consiguiente no lo recibió con amor y sumisión ante Di-s. Sus tres amigos trataron de administrarle una terapia, cada uno utilizando una técnica psicológica diferente para convencerlo, sin éxito, de que sus sufrimientos tenían una causa. Fue después de todo esto que el joven Elihu, que se mantuvo silencioso durante el diálogo precedente en consideración a sus mayores, le ofreció su sensitivo pero convincente reproche. Elihu prologó sus observaciones diciendo: "Pensaba que la vejez puede hablar y el paso de los años pueden impartir sabiduría". Pero cuando vió que ellos no podían contestar a ninguna de las quejas de Job, se desilucionó de los mayores y concluyó que "más bien es el espiritu del hombre y el alma de Di-s (dentro de él) quien le da entendimiento" (Job 32: 7-8). La fuente de la respuesta verdadera a Job está en la inspiración Divina, que puede reposar en una persona joven tan fácilmente como en un anciano. Sólo con la ayuda y la inspiración de Di-s un consejero o terapista puede penetrar las profundidades del subconciente de una persona y así ayudarlo a resolver sus problemas psicólogicos. Elihu, que comienza el proceso de la verdadera curación, juega el rol del profeta Elihau, el que preanuncia la redención mesiánica verdadera y definitiva. Mashiaj es el psicólogo consumado que sabe desenredar las complejas pesadillas del amargo exilio, revelando su núcleo interno de bondad. Mashiaj sabe como liberar a cada uno y permitirle articular sus ansiedades sanamente, él recogerá todos los fragmentos dispersos de cada alma destrozada y los traerá de regreso al punto inmaculado que hay en lo más íntimo de sus corazones, que fue siempre fiel a Di-s y Su Torá. Como el Baal Shem Tov, puede hacer recordar al hombre su identidad olvidada, y de esa manera resolver el dilema de su malestar psicólogico. Esta es la dimensión psicológica de la tarea del Mashiaj, reunir a los dispersos de Israel de vuelta en Zion, porque Zion (que significa

literalmente punto, marca) simboliza en cabalá el punto más íntimo del corazón. El exilio de los judíos de su tierra natal es una metáfora de la conciencia dispersa de una persona que ha perdido contacto con su ser interior.

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Tratamiento de la Ansiedad Un Enfoque Cabalístico de la Salud Mental Parte 40 Mashiaj: El Verdadero Psicólogo En el final del libro de Job, Di-s mismo le habla y despliega frente a él todos los misterios de la creación. Por haber padecido ansiedad se hace meritorio de la revelación de todos los secretos de la Torá; sus sufrimientos lo llevaron a un estado de conciencia plena de la grandeza de Di-s y la insignificancia humana. El final de este proceso se rememora en el libro de Eclesiastes (12:13): “Al final de la cuestión, todo ha sido escuchado ya, temer a Di-s y cuidar sus preceptos, porque para esto es todo hombre”. Los cinco socios del diálogo de Job (sus tres amigos, Eliahu y Di-s) corresponden y expresan los cinco niveles del alma descriptos en la cabalá y el jasidismo. Los tres amigos corresponden a los tres niveles del alma que están investidos en el cuerpo (y por lo tanto limitados por sus parámetros). Estos son el poder de vida del alma (nefesh), las emociones (ruaj) y el intelecto (neshamá). Estos tres niveles son incapaces por si mismos de resolver los problemas que afloran del subconciente humano. Eliahu corresponde al cuarto nivel, la voluntad (jaia), que aunque actúa sobre el cuerpo no está localizado dentro de él y por lo tanto es relativamente libre de las restricciones que afectan a los niveles inferiores del alma. La revelación de Di-s corresponde al quinto y más elevado nivel del alma, su fuente como parte componente de Di-s Mismo, como ya se explicó anteriormente. La odisea psicológica de Job desemboca entonces en la revelación de un aspecto superior y más profundo del alma, que se logra a través de despojarse de las sucesivas vestimentas de las limitaciones del cuerpo. En la literatura psicológica está documentada en forma amplia la idea de que dialogando con un terapeuta la persona puede enajenarse de sus problemas y dirigirse a los estratos íntimos de su alma. El proceso de dialogar con uno mismo reflejándose en otra persona, ayuda en el desarrollo del proceso terapéutico. Pero la clave definitiva para desentrañar y curar el mundo estará a nuestro alcance sólo cuando venga el Mashiaj. Hasta entonces, de acuerdo con las palabras del Talmud, no podremos comprender "la tranquilidad del inicuo ni los sufrimientos de los justos". Por cierto no podemos esperar comprender las terribles tragedias que cayeron sobre nuestro pueblo (y sobre todos los pueblos). Sólo cuando venga el máximo psicólogo, el Mashiaj, podremos descubrir el bien oculto dentro de la maldad aparente. Porque entonces la oscuridad se convertirá en luz y la amargura en dulzura. La luz brillará de la misma oscuridad, así como aspectos nuevos de la Torá que Di-s nos revelará. Entonces podremos decir verdaderamente: “Doy gracias a Ti, o Di-s por haberte enojado conmigo, porque así nos revelas Tu bondad interior”.

Cabalá y Vida Moderna Viviendo con el Tiempo Mensajes Festivos y Meditaciones Acerca del Año Judío por el Rabino Itzjak Ginsburgh Rabi Shneur Zalman de Liadi (el Alter Rebe), Fundador del Jasidismo Jabad, decía frecuentemente que cada judío debe aprender a referirse a la porción semanal de la Torá, como si esta describiera eventos presentes que ocurren en la vida propia. Con esto uno puede estar seguro de que está "viviendo con los tiempos", es decir, el verdadero marco de tiempo de la existencia que es dictado por el ciclo anual de la lectura de la Torá, como así también por el de las festividades según el calendario judío. En esta sección de nuestro sitio de internet, deseamos ofrecer aspectos interesantes del año judío, que servirán como guía para "vivir con el tiempo", en el sentido dado por Rabi Shneur Zalman. Poniendo en hora nuestro propio reloj interno con el pulso y ritmo de la vida judía, uno descubre la verdadera armonía entre Di-s, el hombre y la Creación.

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Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Tishrei del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Tishrei De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. 1.

Tishrei es el séptimo de los doce meses del calendario judio.

2.

Este mes inicia el "período" (tekufá) del otoño (cuyos tres meses -Tishrei, Jeshvan, Kislev- corresponden a las tres tribus del campamento de Efraim -Efraim, Menashe, Benjamín- que estaban situados al oeste del asentamiento del desierto).

3.

Tishrei es llamado en la Biblia ieraj haetanim, "el mes de la fuerza" o "el mes de los ancianos". Con respecto a la cuenta de los "años", Tishrei es el primero del año, (antes de la entrega de la Torá a Israel, era el primer mes universal del año.

4.

Tishrei se permuta en reishit, "comienzo" como está dicho: [de la providencia Divina sobre la tierra de Israel y el mundo entero]: "los ojos de Havaiá tu Di-s están siempre allí, desde el comienzo del año hasta el fin del año"

5.

Como séptimo mes desde Nisan (el mes de la redención e independencia judía), Tishrei es el más "querido" de los meses, como está dicho:" Todos los séptimos son queridos". La palabra "siete" está conectada con "saciado", y así es el mes de Tishrei conocido como "el más saciado de los meses", ya que más que cualquier otro mes del año está "lleno" de mitzvot y festividades.

6.

Tishrei da comienzo a los seis meses del invierno, que corresponden a los seis niveles de "luz reflejada" (en el servicio Divino: "despertar de abajo"). Esto está insinuado en el nombre Tishrei que comienza con las tres letras tav shin reish, en orden "reflejo" del alef-bet (desde el final hasta el comienzo).

7. 8.

9. 10.

Letra: lamed. Lamed es la única letra del alef-beit cuya figura asciende por encima del límite superior de las letras. Esto se interpretado como que refleja la gran extención y aspiración existencial de la lamed por retornar a su fuente última y absoluta en la esencia del Ser Infinito de Di-s. Esta es la experiencia de la teshuvá verdadera ("retorno") de Rosh HaShaná y Iom Kipur. La luz infinita de Di-s desciende y se vuelve manifiesta en las dos lamed del lulav en la festividad de Sucot. Mazal: moznaim (Libra - balanza).

11.

La balanza simboliza el juicio Divino de Rosh HaShaná y Iom Kipur, donde todos los actos del hombre son valorados y juzgados.

12.

Moznaim, de la palabra oznaim (oidos), implica equilibrio y balance (el sentido interior de los oidos). En cabalá, el equilibrio es el estado requerido para la unión marital, "cara a cara". Este es el estado espíritual que se consigue en el mes de Tishrei.

13.

En el ciclo de 360 grados del año, Tishrei "enfrenta" a Nisan. Tishrei recibe e incorpora en la naturaleza (y en sus leyes inamobibles) la "redención" de Israel (la "luz" de Nisan), y debido a esto, Di-s juzga a Israel en Tishrei con misericordia.

14.

Tribu: Efraim.

15.

Efraim es el hijo de Iosef, el alma arquetípica del poder de procrear en unión marital. El nombre Efraim deriva del primer mandamiento que Di-s le dió a Adam en el día de su creación -el primero de Tishrei, Rosh HaShaná- "fructificad y multiplicaos", la mitzvá general de procrear.

16.

Espiritualmente, esta mitzvá es realizada en etapas sucesivas durante las festividades de Tishrei, desde Rosh HaShaná hasta Sheminí Atzeret y Simjat Torá (Los diez días de arrepentimiento corresponden a "Su mano izquierda está sobre mi cabeza", los primeros seis días de Sucot corresponden a "Su mano derecha me abraza"; el séptimo día de Sucot, Hoshana Raba, corresponde, en particular, a "El me besará con los besos de Su boca"; Sheminí Atzeret y Simjat Torá corresponden a la unión en si misma, que inicia el estado Divino de "embarazo" hasta el nacimiento Divino de la nueva alma de Israel en el séptimo día de Pesaj, el día en que se abrió el Mar Rojo para dar nacimiento a un alma nueva - nuevo estado de conciencia Divina).

17.

Sentido: tacto (contacto, matrimonio).

18.

En hebreo, la palabra que significa "tocar" está vinculada a la palabra para "relaciones maritales". Este es el sentido que se relaciona directamente con el nombre Efraim, como se explicó anteriormente.

19.

El sentido del tacto es el único de los cinco sentidos generales y comunes que no se centran en la "cara" del hombre (pero por cierto en la yema de los dedos). El "contacto" procreativo tiene lugar en un estado existencialmente balanceado de "cara a cara" pero "en la oscuridad" (en recato, tzniut), ya que su origen se encuentra en la "cabeza incognocible" de keter.

20.

Controlador: vesícula biliar.

21.

El "humor verde" reside en la vesícula biliar, es la fuente de todo despertar sexual, como se enseña en cabalá.

22.

El humor verde representa el estado bien balanceado o "amalgamado" (el estado de mizug, relacionado con zivug, unión marital) entre el humor blanco (que reside en los pulmones) y el rojo (que reside en el hígado). Así es el mes de Tishrei, el comienzo del otoño, la "amalgama" entre el verano y el invierno. Y así se nos enseña, que el "contacto" procreativo (de Tishrei) funciona mejor cuando se balancea caliente y frío, preferiblemente a la "medianoche", entre las dos mitades de la noche, etc.

23.

A través del intenso sentido espiritual de Tishrei, el humor verde de la vesícula biliar se vuelve rectificado y bien balanceado para controlar y permear todas las actividades del hombre (a lo largo del año venidero) con energía procreativa Divina.

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo El Día de las Madres Judías Un Mensaje de Torá para el 11 de Jeshvan el iortzait de nuestra matriarca Rajel del Rabino Itzjak Ginsburgh Rajel Rajel es la matriarca espiritual del Pueblo Judío, que fue esparcido por el mundo. Rajel personifica el clamor por el retorno espiritual y físico de todos los judíos. Rajel es la que reusa ser reconfortada hasta que se concrete el retorno de sus hijos (ver Jeremías 31:14) El 22 de Jeshvan ha sido declarado el “Día Internacional de la Unidad de la Mujer Judía”. A continuación ofrecemos una profunda explicación del simbolismo relacionado con Rajel Imenu. Nuestra matriarca Rajel, la esposa amada de Iacov, personifica para el pueblo judío el poder innato del alma y su devoción conciente de despertar la misericordia de Di-s, para redimir a Sus hijos del exilio y traerlos a la tierra prometida. Esto lo hace con lágrimas y plegaria sincera. En las Palabras del profeta Jeremías:

Así dice Di-s: “Una voz es oida en Ramá, lamentación y amargo llanto; Rajel llora por sus hijos, se niega a ser reconfortada, por sus hijos, que no está.” Así dice Di-s: “Guarda tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; porque hay recompensa por tu esfuerzo, dice Di-s; y ellos volverán de la tierra del enemigo. Y hay esperanza para tu futuro, dice Di-s, y los hijos volverán a su frontera.” Recitamos esta profecía como la Haftará del segundo día de Rosh HaShaná. Rosh HaShaná, el “día de recordación”, es el día en que Rajel, después de haber sido estéril por muchos años, fue recordada por Di-s para tener un hijo. Treinta años después, en el mismo día de Rosh HaShaná, su hijo Iosef fue liberado de la prisión y nombrado virrey de Egipto. La frase “por sus hijos, que no está”, sobre el que Rajel llora en la profecía se refiere a Iosef es particular, el representante espiritual de las tribus exiliadas de Israel. En cabalá, aprendemos que los doce meses del año judío tienen dos cabezas o meses “padres”: el mes de Nisan es el “padre” de todos los meses del año, mientras que Tishrei es la madre. El shofar de Roha HaShaná simboliza en cabalá el útero materno, y su tronar el nacimiento de un nuevo (bendito) año. El valor numérico de Rosh HsShaná, 861 equivale a la suma de todos los números del 1 al 41(denominado matemáticamente el “triángulo” de 41), siendo el número 41 el valor numérico de la palabra em (“madre”). Este es también el valor de beit hamikdash (“el Templo Sagrado”), que para la mujer, la madre, simboliza la casa y costruir un santuario sagrado para su familia. Antes de hacer sonar el shofar en Rosh HaShaná, meditamos sobre el nombre de Di-s de 22 letras, cuyo valor numérico es 1681, el cuadrado de 41. Este es el Nombre que está codificado en la bendición sacerdotal, la fuente de toda bendición para un año bueno y dulce. El Iortzait de nuestra matriarca Rajel cae el 11 de Jeshvan, el mes siguiente a Tishrei, y como este siempre posee 30 días, esta fecha es el día 41 desde el comienzo del año, por esto es el iom haem (día anual de la madre). Este período completo de cuarenta y un días puede entonces ser entendido como una continuación y extensión del servicio espiritual de Rosh HaShaná (que es la suma del 1 al 41 como ya dijimos). El iortzait de Rajel consuma el nacimiento (desde el útero de madre) del año (en este mismo día da a luz a su segundo hijo, Biniamín, y devolvió su alma al Creador en el parto). Nos enseñan nuestros sabios que “los portales de las lágrimas nunca se cierran”; en la plegaria de la medianoche, conocida como tikun Rajel (“la rectificación de Rajel”), reflexionamos que el nombre “Rajel” equivale a 238, que es igual a 2 x 119, siendo 119 el valor numérico de la palabra dimá (“lágrima”). Así, nuestra madre Rajel personifica las dos lágrimas “cósmicas” de la Shejiná (la presencia inminente y revelada de Di-s en nuestro mundo), que brota de sus ojos y despierta la misericordia sobre el pueblo de Israel. Estas dos lágrimas corresponden a los dos días de Rosh HaShaná (la haftará de Rajel se lee en el segundo día, cuando ambas lágrimas ya han sido derramadas). La palabra “lágrima”, 119, equivale numéricamente a la palabra meat (“pequeño” o “poco”). Di}s prometi’o al pueblo jud’io que va a expulsar a nuestros enemigos de nuestra tierra, que vamos a heredar y asentarnos, “poco a poco” (meat meat). A pesar de que la Torá declara explícitamente que esto significa “no en un año…”, el proceso puede acelerarse seguramente, dependiendo de nuestros méritos. El proceso que condujo a la redención de Iosef, el hijo de Rajel, no tomó un año sino dos, y cada uno de ellos pueden verse como correspondiendo a una de las lágrimas de Rajel. Además, la frase “poco a poco” en si alude al servicio espiritual que ayuda a acelerar nuestra redención y heredar nuestra tierra. Según la amplitud en que el alma judía (como pueblo, los hijos de Rajel) reconocen su existencia “pequeñez”, su anulación al enfrentar a Di-s y recibir Su bendición, entonces Di-s contestará rápidamente nuestras plegarias y nos reunirá con nuestra tierra natal, para cumplir nuestro destino y Su propósito en la creación. Y de esta manera encontramos que Di-s nos ama y nos elige porque “tu eres la más pequeña ( meat) de todas las naciones”, que nuestros sabios interpretan como: “ustedes se consideran pequeños”. Aprendemos también en jasidut [Igueret HaKodesh 21, al final] que a través de repetidos actos de caridad, la Shejiná (personificada por Rajel) “nos sacude el polvo del exilio” meat meat, y nos eleva a su completa estatura espiritual. La palabra “sacudir” (mitnaer) puede leerse como “ser rejuvenecido” (la raíz naar significa “joven” y la forma gramatical reflexiva mitnaer significa “volverse joven nuevamente”). Al derramar dos lágrimas y experimentar pequeñez espiritual, uno rejuvenece su vida personal y la de su pueblo. Encontramos en el Zohar: “Aquel que es pequeño es [verdaderamente] grande”. Cuanto más pequeños somos a nuestros ojos, más grande aparecemos a los ojos de Di-s (y de hecho, a los ojos de las otras naciones).

Cada lágrima de nuestra madre Rajel alimenta en la conciencia de sus hijos el sentido de meat. Alimenta nuestra conciencia con sus lágrimas y nos lava, limpiándonos de nuestras imperfecciones espirituales. La palabra “madre” (em) se escribe igual que “si” (im). El profeta Isaias dice: “Si (im) Di-s ha lavado la suciedad de las hijas de Zion…”, implicando que es el principio “madre” (personificado por nuestra matriarca Rajel, que en particular es conocida en cabala como “la madre inferior”, la sefirá de maljut, cuyo Nombre Divino es Adnut, el Nombre de Di-s que aparece en el versículo) que lava y limpia suciedad de las hijas de Zion, las almas de sus hijos. Podemos ahora visualizar a una de las dos lágrimas de Rajel como nutriendo nuestra conciencia desde adentro, y la segunda lavando nuestras almas desde afuera. Cada una corresponde a un estado de pequeñez, la primera al estado de mi pequeñez existencial innata frente al infinito T-dopoderoso, y el segundo en reconocimiento de mi distanciamiento de El (el por demás alejado, el más pequeño) debido a mis propias iniquidades. Cuando este estado completo y rectificado de conciencia y reconocimiento es integrado dentro de nuestras almas, la palabra meat se invierte para transformarse en en taam (“sabor”), el buen “sabor” de los secretos de la Torá, que van a ser revelados por el Mashiaj, sea Su voluntad que venga y nos redima pronto en nuestros días. Amen.

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Kislev del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Kislev De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Kislev es el noveno de los doce meses del calendario judío. Es el mes de Januca, la única festividad que combina dos meses, comienza en el mes de kislev y continúa y concluye en tevet. Su nombre deriva de la palabra hebrea "seguridad" y "confianza". Hay dos estados de fé, uno activo y otro pasivo, que se manifiestan en el mes de kislev (bitajón, confianza). El milagro de jánuca refleja la confianza activa de los Jashmonaim (Macabim) para levantarse y luchar contra el imperio helenista y su cultura. El sentido de "dormir" ligado a kislev refleja la fé pasiva de que la providencia de Di-s siempre proteje a Israel. En la tradición jasídica, el día 19 de kislev es conocido como "el Año Nuevo del Jasidut", día de la liberación de la prisión y redención del rebe Shneur Zalman, autor del Tania, texto clásico de jasidut, discípulo del Maguid de Mezerich, el sucesor del Baal Shem Tov. Fue encarcelado por diseminar los más profundos misterios de la Torá y su liberación implica que es a través del canal espiritual de este día que se baja a este mundo la sabiduría interna del jasidut y el poder de integrar esta sabiduría a nuestra vida diaria. La base del sendero del jasidut es la confianza y la fé en la omnipresencia de Di-s y la omnipotencia de Su providencia Divina. Letra: samaj. Samaj significa "sostener" o "apoyar". La experiencia de sentirse apoyado corresponde a la fé y la confianza en la providencia Divina asociada con el mes de kislev como se describió arriba. Así lo encontramos expresado en los Salmos: "Di-s sostiene (somej) a todos los

caídos y endereza a todos los encorvados"; "Aún cuando caiga no se lo dejará caer hasta el suelo, porque Di-s lo sostiene ( ismaj) en sus manos". La forma de la samaj es un círculo que representa la omnipresencia de Di-s y Su providencia que abarca o rodea . Según explica la cabalá y el jasidut el "gran círculo" de la luz Infinita de Di-s refleja Su "brazo derecho" que abraza (y soporta, desde abajo) la realidad toda con enorme e infinito amor, como está dicho: "Y desde abajo, los brazos del universo". Mazal: "keshet", (sagitario, el arco) El arco de kislev es el de los Macabim. Simboliza su confianza activa en Di-s para luchar contra el imperio y la cultura que entonces regían la tierra. Aunque los Jashmonaim eran de la tribu de los Sacerdotes de Israel, el "arte" de la arquería es atribuido en la Biblia a la tribu de Benjamín en particular, la tribu del mes de kislev. Los Cohanim (y Leviim) no son considerados como una de la tribus correspondientes a cada uno de los meses del año (de acuerdo con el Arizal). Como una manifestación "todo abarcadora" del alma judía, los Cohanim contienen y reflejan la fuente espiritual de cada una de las tribus. Esto es así especialmente con respecto a la tribu de Benjamín, ya que en su parte de la tierra de Israel estaba el Templo sagrado donde los Cohanim hacían su servicio. Por eso la relación entre estas dos tribus es similar a la del alma y el cuerpo. Los Cohanim libraron la guerra santa corporizada por el arco de Benjamín. El arco de guerra de kislev es realmente proyectado ("disparado") desde el arco (el arco iris, que en hebreo corresponden a la misma palabra keshet) de paz (entre Di-s y la Creación) del mes anterior Jeshvan, como se explicó antes). Los dos arcos (semicírculos) se unen para formar el círculo completo de la samaj de kislev. Tribu: Benjamín Como se mencionó, esta es la tribu más dotada en el arte del arco. En su porción está el Templo Sagrado de Jerusalem, como consta en la bendición de Moisés a esta tribu en el final de la Torá (que sigue directamente a la de las tribus de Cohen y Levi, de acuerdo con la relación que hay entre ellos según se explicó antes) y que es una profecía de la guerra de los Macabiim contra los griegos: "Para Benjamín dijo: el amado de Di-s, El morará seguro sobre él, El sobrevolará sobre él todo el día, y reposará entre sus hombros" (Deuteronomio 33:12). Vemos aquí explícitamente que Benjamín simboliza seguridad y descanso, el sentido del mes de kislev. De todas la tribus de Israel, Benjamín fue el único que nació en la tierra de Israel, el lugar donde podemos experimentar en mayor medida la Divina providencia y la omnipresencia absoluta de Di-s. En la palabras del Zohar: "No hay ningún lugar libre de El". Sentido: dormir (sheiná). El sentido del sueño es la tranquilidad y el reposo que viene de la confianza y la seguridad en Di-s y Su Divina providencia, por eso encontramos en la bendición del final del libro de Levítico (26:5-6): "Y morarás seguro en tu tierra. Y daré paz en la tierra, y podrás acostarte sin temor…". Como la palabra "sentido" (jush) es semejante a "rápido" (jish), el sentido de dormir implica la capacidad de dormir bien pero rápido (como está dicho de los grandes tzadikim quienes necesitaban muy porcas horas de sueño por día). El verdadero talento de Benjamín de disparar directo a su objetivo depende de una suma tranquilidad interior del espíritu. Dispara y acierta casi dormido, Di-s lleva su flecha a su destino. Una persona tranquila tiene muy poca fricción y tensión interior. Este sentido implica la habilidad de liberar el stress, confiando en el sustento de Di-s. El sentido de dormir también trae consigo el de soñar. De acuerdo con nuestra fé en la Divina providencia, manifestada especialmente en relación con la conección entre las porciones semanales de la Torá y el ciclo anual de los meses y sus eventos, todos los sueños de la Torá están contenidos en las porciones que se leen durante el mes de kislev. Cuando se posee una confianza absoluta en Di-s, se sueñan buenos sueños sobre el futuro. Los buenos sueños en la noche reflejan buenos pensamientos durante el día, especialmente la actitud y conciencia optimista enseñada por el jasidismo (cuyo año nuevo es el 19 de kislev): "Piensa bien, y estará bien". Miembro dominante: el abdomen (kevá). La Kevá es una de las tres ofrendas que se nos ordena dar a los sacerdotes al sacrificar un animal casher. Enseñan nuestros sabios que estas tres ofrendas, "el brazo, las mejillas y el abdomen", aluden al acto de autosacrificio de Pinjás al matar a Zimrí (el príncipe de Shimón) y Kozbí (la princesa de Midián), con el cual salvó a los hijos de Israel de la plaga que se había desatado entre ellos. Allí la palabra keiva se refiere al útero de Kozbí.

Vemos así que la keva, que significa "abdomen en el sentido general, incluyendo la región entera del abdomen, tanto como estómago, intestino grueso o útero (también en la Torá significa estómago o útero). Este último se relaciona con la tribu de Benjamín, que en cabalá personifica el secreto del iesod femenino. Es clara aquí la relación entre el abdomen (cuando está "lleno" y saciado) y el tranquilo estado de dormir (y explícito en las enseñanzas de nuestros sabios). La palabra keva deriva de kav, que significa "medida". Se dice del gran sabio tanaíta rabi Janina ben Dosa: "El mundo entero se sostiene por el mérito de rabi Janina ben Dosa, aunque para rabi Janina ben Dosa es suficiente una medida ( kav) de algarroba de viernes a viernes". Un abdomen tranquilo es el que conoce su propia medida. Este concepto aparecerá nuevamente con respecto al mes de shevat, su sentido (de comer y el gusto) y su controlador (el estómago o kurkavan, desde el esófago hasta el estómago). En la rectificación de nuestros rasgos de carácter, la keva rectificada (y el sentido del dormir) es no estar celoso de los demás. Enseñan nuestros sabios: "un hombre prefiere una medida [kav] de lo suyo que nueve de lo de su amigo". Y así se nos enseña en Pirke Avot: "quien es rico?, el que está contento con su porción".

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Tevet del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Tevet De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Tevet es el décimo de los doce meses del calendario judío. El mes de tevet inicia el "período" (tekufá) del invierno, cuyos tres meses - tevet, shevat, adar - corresponden a las tres tribus del campamento de Dan - Dan, Asher, Naftalí - que estaban situados al norte del campamento). Tevet comienza con los últimos días de Jánuca, cuyo momento culminante es en el día octavo, Zot Jánuca. Su décimo día, el día décimo del décimo mes ("el décimo será sagrado para Di-s"), es un día de ayuno en conmemoración del sitio de Jerusalem, el principio de la destrucción del Templo. Los cuatro días en que conmemoramos la destrucción del Templo son, según el año en que ocurrió, el 17 de tamuz (el 4to mes), el 9 de av (el 5to mes), el 3 de tishrei (el 7mo mes) y el 10 de tevet (el 10mo mes). Dicen los profetas de estos cuatro días (según su mes respectivo): "el ayuno del cuarto, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo serán (en el futuro) para la casa de Judá para regocijo y alegría y festividad". La suma de los cuatro números 4,5,7 y 10 es 26, el valor del inefable Nombre de misericordia de Di-s, Havaiá. (Los días de las cuatro fechas mencionadas 17, 9, 3 y 10 suman 26 y 13, siendo 13 el valor de la palabra ejad ("uno"). Por lo tanto 26 y 13 = 39 es el valor numérico de Havaiá ejad ["Havaiá es uno"]. 26 [el valor de los meses] más 13 [el valor de los días] = 65 = Adnut). Estos cuatro números poseen un orden progresivo numérico, con diferencias de 1, 2 y 3. Si continuamos la progresión, los siguientes tres números son 14, 19, 25 que suman 58 - jen ("gracia"). Junto con 26 - Havaiá - los primeros siete números de la progresión ("todos los

séptimos son queridos") equivalen a Janoj (cuyo nombre proviene de la palabra "educación" e "iniciación", es un acrónimo de "La gracia de Havaiá"), la séptima generación ("querida") desde Adam. Todos los días de ayuno, cuando son observados apropiadamente, traen aquí abajo la gracia desde su fuente de misericordia, el Nombre de Di-s Havaiá. El epítome de este proceso (según el orden del año, de acuerdo con las palabras del profeta) es el diez de tevet (en el secreto de "el final [el último día de ayuno del año] está incluido en el principio [de los eventos que llevaron a la destrucción]"). Por la Gracia Divina, el tercer y eterno Templo es construido, primero en el corazón de Israel, para luego manifestarse físicamente en el tierra. Letra: ain Esta letra significa "ojo". El mes de tevet es el mes de la rectificación y nulificación del "mal ojo". La palabra tevet misma viene de tov, "bueno", en referencia a "el buen ojo" (la fuente del poder de bendecir, como está dicho: "el buen ojo bendecirá"). Esta rectificación comienza con la contemplación de las luminarias de Jánuca (especialmente cuando están completas en el octavo día). Todo proceso destructivo comienza con el "mal ojo" del odio, el odio de lo profano hacia lo sagrado (el secreto del diez, el número sagrado como ya se mencionó). Del odio proviene la ira, el fuego de la destrucción. La letra intermedia de kaas, "odio", es la ain. El negativo kaas debe ser primero rectificado a su correspondiente positivo, como será explicado aquí. Mazal: "guedi" (Capricornio - cabrito) Nuestros sabios nos enseñan que a los diez (una alusión al décimo mes y al nivel de diez en general) un niño "salta como un cabrito" (Midrash Kohelet). La naturaleza juguetona de saltar arriba y abajo "como un cabrito" refleja una etapa importante del proceso de crecimiento. El mes de tevet, de la tribu de Dan, se relaciona con el proceso de crecimiento, desde un estado de inmadurez a la madurez. La inmadurez está caracterizada por el "mal ojo", mientras que la madurez lo está por el "buen ojo". Guedi = 17 = tov, "bueno". Debemos jugar y saltar arriba y abajo como un cabrito, para rectificar y endulzar la ira latente en nuestra alma animal. Tribu: Dan Esta tribu representa el estado inicial de inmadurez en el alma que "madura" durante el mes de tevet. Dan significa "juzgar". Inicialmente juzga la realidad y a los demás en forma crítica, con severo juicio (el "mal ojo"). Esta es la naturaleza de alguien que es inmaduro espiritualmente. Dan es comparado con una serpiente, que muerde con el veneno de la ira. El "mal ojo" es el ojo de la serpiente. La rectificación de Dan es ocuparse en la batalla de la ira sagrada contra la ira del mal. Nuestros sabios nos enseñan que sólo alguien de la raíz espiritual de Dan puede saltar espontáneamente y matar a la serpiente malvada - "uno similar a él, lo mató". Najash ("serpiente") = 358 = Mashiaj. El poder sagrado de Dan refleja la chispa de Mashiaj. Enseña el Zohar que el comandante en jefe del ejército de Mashiaj vendrá de la tribu de Dan. Sentido: ira (kaas o roguez). El sentido de la ira sagrada (la rectificación del mes de tevet) es la habilidad del alma de elevar nuestra buena inclinación de enojarse sobre la mala inclinación. Esto nos enseñan nuestro sabios en el comentario del versículo de Salmos: "Enójate y no peques". La ira positiva expresa el profundo cuidado y preocupación del alma para que la realidad se vuelva buena. Si bien en este enojo hay un cierto componente de inmadurez (dado que la madurez absoluta, la del Creador de la realidad, sólo ve [con el ojo de tevet] todo como bueno), no obstante de esto está dicho: "porque Israel es [se comporta como] un muchacho, y [por eso] Yo [Di-s] lo amo". Estudiamos en jasidut que uno debe dirigir su ojo izquierdo ("malo") hacia si mismo (con la furia sagrada de su bien innato contra su maldad innata), para rebajar y subyugar su ego, mientras que simultáneamente dirigir su ojo derecho ("bueno") hacia la realidad exterior (para que con ese poder ayude a perfeccionar la realidad misma). Organo Controlador: el hígado (kaved). Enseñan nuestros sabios que "el hígado es ira". La función del hígado es purificar la sangre con la que está saturado. En cabalá, el hígado corresponde a la serpiente primordial, cuya rectificación es personificada por Dan. (Los tres "regidores" del cuerpo y el alma son el cerebro, el corazón y el hígado, que corresponden a Adam, Javá y la serpiente, respectivamente). La serpiente, en cabalá, representa el estado inicial de inmadurez del alma, caracterizado por un atributo de ira no rectificado . El veneno de la serpiente es caliente (ver el mes de Jeshvan), como el fuego de la ira. Cuando se convierte al bien, el fuego (y la sangre del hígado) sirve para calentar el frío mes de tevet.

Kaved = 26 = Havaiá. Esto refleja el secreto mencionado antes, que la suma de los cuatro meses en los que se "ayuna" por la destrucción del Templo (por el veneno de la serpiente primordial), que terminan en tevet, equivalen juntos a 26. Al ayunar por la destrucción rectificamos nuestro hígado - sazonamos nuestra ira - y así "dulcificamos" la ira de Di-s (con Israel, la causa de la destrucción) y despierta la misericordia de Havaiá para reconstruir el Templo. Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Shevat del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Shevat De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Shevat es el décimoprimer mes de los doce meses del calendario judío. El 15 de Shevat se celebra “El Año Nuevo de los Arboles”, de acuerdo con la escuela de Hillel; de acuerdo con la escuela de Shamai es el primero de Shevat. El año “Nuevo de los Arboles” es el día desde el cual se calcula el año según los frutos de los árboles, para saber como cumplir la mitzvá de maaser ( el "diezmo", las frutas que florecen después de esta fecha no se consideran para el cálculo del maaser junto con las del año anterior) y orlá (la fruta hasta el tercer año de fructificación del árbol, que es prohibida). Es celebrado repartiendo los frutos, especialmente los de las siete especies con las que es bendecida la tierra de Israel. El día 15 del mes 11 alude al secreto de Havaiá, el Nombre inefable de Di-s, cuyas dos primeras letras, iud y hei (que representan el nivel superior oculto de unificación) suman 15, y sus [últimas dos letras suman 11. El secreto completo del Nombre Havaiá es el secreto del "Arbol de la Vida", el árbol del mes de Shevat. Letra: Tzadik La letra tzadik simboliza al verdadero tzadik ("el justo"), como está dicho: "y el tzadik es el fundamento del mundo". El tzadik consumado de la generación personifica al Arbol de la Vida en el Jardín del Eden (cuyos árboles corresponden a las almas de los justos). La forma misma de la letra (especialmente la de la tzadik del final de palabra, que representa la verdadera manifestación del justo en el futuro) se asemeja a un árbol. En la Torá el hombre es llamado etz hasadé ("el árbol del campo") que equivale a 474 = daat, la propiedad especial del hombre en general y del tzadik en particular. Daat es el poder de la "conección"; el mes de Shevat es el mes de la coón con el verdadero tzadik de la generación, el Arbol de Vida de la generación. Mazal: "deli" (acuario, el cubo o balde) El Año Nuevo de los Arboles que se celebra este mes es el tiempo en que las aguas de la lluvia de los meses del invierno comienzan a ascender por las venas de los árboles, brindándoles nueva vida. El ascenso de las aguas en general está representado por el deli, cuya raíz hebrea significa "elevar", como en el versículo "mi ojos se elevan hacia el cielo" (cuando el ain - el ojo - de Tevet se eleva para conectarse al tzadik de Shevat, se forma la raíz etz - árbol). Dijo el Baal Shem Tov que encontrarse con un aguatero llevando cubos llenos de agua es una señal de bendición. El tzadik es la verdadera manifestación del aguatero. "'Aguas' se refiere a la Torá". Este mes insinúa el nuevo año para el estudio de la Torá. Comer de los frutos de Shevat equivale a tomar parte e integrarse con los dulces frutos de la sabiduría de la Torá, por eso las aguas de Shevat representan las dulces aguas de la Torá. Tribu: Asher Este nombre significa "placer" y "felicidad". Nuestro patriarca Iacov bendijo a Asher: "de Asher viene el delicioso [lit. grasoso] pan, y él proveerá las exquiciteces del rey". De esto se evidencia que Asher representa el sentido del gusto y el comer. Asher representa en especial al árbol del olivo, que brinda el preciado aceite con que fue bendecida la porción de Asher de la tierra de Israel. El olivo es la sexta especie dentro de las siete con que es conocida la tierra de Israel, que en cabalá representa la sefirá de iesod, el "tzadik, fundamento del mundo". El olivo representa la potente semilla del tzadik para mantener y sustentar las generaciones bendecidas de las almas de Israel.

Sentido: Sentido: comer, gusto (ajilá, taam) El sentido rectificado de comer es el sentido especial del tzadik, como está dicho: "El tzadik come para satisfacer su alma", y continúa: "pero el estómago del malvado está siempre insatisfecho". El tzadik, que está orientado hacia lo espiritual, se siente "colmado" y contento con poco; el rashá (malvado) orientado hacia lo corporal nunca se siente "colmado". Comiendo del Arbol de la Vida ("vida" en Torá significa "placer") el tzadik obtiene gran placer de las chispas Divinas de luz y fuerza de vida presente en los alimentos que ingiere. En su estado de conciencia rectificado está continuamente conciente de que "no sólo de (la dimensión física del) pan vive el hombre, sino de cada palabra de la boca de Di-s el hombre vive". El momento de mayor placer en participar de la comida es el día de Shabat. La palabra "satisfacer" [su alma]" está conectado con la palabra "siete" (observar que también es así en castellano), que alude al séptimo día, Shabat. Un verdadero tzadik experimenta el placer del Shabat toda la semana (en el Zohar, el tzadik es llamado Shabat). La misma palabra shevat se transforma en Shabat, ya que las letras tet y tav, ambas linguales, son fonéticamente intercambiables). Organo Controlador: el estómago [y el esófago] (etztomjá o kurkaván) Es clara la relación entre el estómago y el sentido de comer (y el gusto). Nuestro sabios declaran: "el kurkaván muele". El proceso de moler es esencial para la digestión. Desintegrar la sustancia grosera de la comida en partes pequeñas es necesario para liberar las chispas de fuerza de vida Divina contenida en los alimentos. Al "moler" (similar a la masticación en la boca) el estómago "saborea" la esencia íntima de la comida. "Este sentido interior y espiritual de gustar controla el sentido más externo del gusto y el comer en la boca. Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Adar del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Adar De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Adar es el decimosegundo mes del calendario judío. La palabra Adar, es análoga a la palabra hebrea adir que significa "grandioso" y "fuerte". Adar es el mes de la buena fortuna para el pueblo judío. Nuestros sabios dicen de Adar: "Su mazal [fortuna] es fuerte". Purim, la festividad de Adar, conmemora la "metamorfosis" de la fortuna aparentemente mala de los judíos (como le pareció a Hamán) en buena. "Cuando entra Adar se incrementa la alegría". La festividad de Purim marca el punto más alto en alegría de todo el año. El año judío comienza con la alegría de la redención de Pesaj, y concluye con la alegría de la redención de Purim. "La alegría rompe todas las barreras". La alegría de Adar es lo que hace de este el mes "preñado" (es decir, siete de diecinueve años en el ciclo del calendario judío son años bisiestos, "embarazados con un mes de Adar adicional). Cuando hay dos Adar, Purim se celebra en el segundo Adar, para conectar la redención de Purim con la de Pesaj. Así vemos que el secreto de Adar y Purim es "el final está incertado en el principio" Letra: cuf. La letra cuf significa "mono" (cof), el símbolo de risa del mes de Adar. De acuerdo con el modismo "tener monos en la cara", la cuf también simboliza mascarada, un alegre disfraz como se utiliza en Purim. Antes del milagro de Purim, Di-s Mismo "ocultó Su rostro" de Sus hijos de Israel (en la historia completa, cono está relatada en el libro de Ester, Su Nombre no aparece ni siquiera una vez). Al ocultar en un primer momento nuestra identidad, pretendiendo ser alguien distinto, se revela la más íntima esencia de nuestro verdadero ser. En Purim llegamos al nivel de "la cabeza incognosible" ("la cabeza que no se conoce a si misma, ni es conocida por otros"), el estado de total ocultamiento existencial del propio ser hasta para uno mismo, con el objetivo de "hacer nacer" un ser completamente nuevo dentro de nosotros. La palabra "cuf" también significa el "ojo de la aguja". Nuestros sabios nos enseñan que incluso en el sueño más irracional, uno no puede ver un elefante pasando por el ojo de una aguja. A pesar de eso, en Purim uno experimenta esta gran maravilla, que en cabalá y jasidismo simboliza la verdadera esencia infinita de la luz infinita de Di-s, que penetra en el contexto limitado de la realidad física y revelándose a pleno en el alma judía. Mazal: dagim (Piscis-pez). El pez es la criatura del "mundo "oculto", el mar. Así son las almas de Israel, "peces" que nadan en las aguas de la Torá. La verdadera

identidad y fortuna de Israel es invisible en este mundo. La revelación de Purim, que es la de la verdadera identidad de Israel, refleja la revelación del mundo por venir (se sabe que el milagro de Purim insinúa en este mundo el máximo milagro: la resurreción del mundo por venir). La palabra "dag" (el singular de "dagim") se interpreta como la representación del "tikun" (rectificación) de daag - "preocupar". En la Biblia, la palabra dag, aparece una vez escrita como daag: en la época de Nejemia, algunos judíos no observantes profanaron la santidad del Shabat, vendiendo pescado en el mercado de Jerusalem. Su "pez" se transformó en un excesiva "preocupación" por conseguir el sustento. Por el contrario, el pez de la alegría de Purim, el robusto (aunque inicialmente oculto, como el pez) mazal de Adar, convierte toda la preocupación en el corazón del hombre, en la alegría final de la redención, con el nacimiento del nuevo ser desde "la cabeza incognosible". Tribu: Naftalí. En cabalá, el nombre de Naftalí se lee como dos palabras: nofet li, "la dulzura es para mi". La mitzvá de Purim, de llegar al nivel de la "cabeza incognosible" bebiendo vino, etc., es expresada en las palabras de nuestros sabios como: "uno está obligado en Purim a volverse dulce, hasta que no sea capaz de diferenciar entre 'maldito Haman' y 'bendito Mordejai.'" Esta es la expresión de risa y alegría a nivel de Naftalí, nofet li. Nuestro padre Iacob bendijo a su hijo Naftalí: "Naftalí es siervo lanzado [mensajero], que brinda [expresa] palabras elocuentes". Las "palabras elocuentes" de Naftalí mueven a la risa y la alegría a todo elque lo oye. Al final de la Torá, Moisés bendice a Naftalí: "La voluntad de Naftalí es satisfecha...". En el jasidismo está explicado que "voluntad satisfecha" (seva ratzón), se refiere al nivel de voluntad en la dimensión interior de keter, donde toda experiencia es puro deleite, el estado del ser en que uno no desea nada fuera del propio ser. Las tres letras que componen el nombre de Hamán poseen seis permutaciones. Hamán = 95; 6 veces 95 = 570 = rashá ("malvado"), por cuya razón él es llamado "Hamán el rashá". También 570 = Naftalí, que obtiene alegría y risa al jugar con el juego de las seis permutaciones de Hamán. En cabalá está esplicado que la "elocuencia" de Naftalí refleja la sabiduría que posee para permutar las letras en general (como también examinar guematriot, como: arur Hamán ["maldito Hamán] = 502 = baruj Mordejai ["bendito Mordejai"]), el más "delicioso juego" (shaashuá) del estudio de la Torá. Como se explicó anteriormente, los meses de Tishrei y Jeshvan corresponden (de acuerdo con el Arizal) a las dos tribus de Efraim y Menashé, los dos hijos de Iosef. Iacob bendice a sus dos nietos que sean como el pez: "y ellos serán como pez en medio de la tierra". Estas dos tribus, (el principio del año contando desde Tishrei), se reflejan en Adar y Naftalí (el final del año contando desde Nisan), ya que Adar se divide en dos (como Iosef que se dividió en dos) peces (Efraim y Menashé). La explicación numérica para esto es que cuando Efraim (331) Menashé (395) se combinan con Naftalí (570): 331 más 395 más 570 = 1296 = 36 al cuadrado = 6 a la cuarta potencia. Sentido: la risa (tzjok). La risa es la expresión de la alegría ilimitada, la que resulta de presenciar la luz que emana de la oscuridad, "la ventaja de la luz que viene de la oscuridad", como es el caso al considerar el milagro de Purim. El epítome de la risa en la Torá es el de Sara al nacer Isaac (cuyo nombre, Iitzjak, deriva de la palabra tzjok): "Di-s me hizo reir, aquel que oiga reirá conmigo". Al dar a luz a los 90 años (y Abraham a los 100), luego de ser estéril y físicamente imposibilitada de tener hijos, presenció la luz Divina y el milagro emergiendo de la oscuridad total. La palabra "estéril" en hebreo, está compuesta de las mismas letras y en el mismo orden que la palabra "oscuridad". Purim viene de la palabra pru, "sed fructíferos y multiplicaos". Se dice de Isaac, la personificación arquetípica de la risa en la Torá: "el temor [la fuente del temor reverencial, es decir Di-s] de Isaac". Esta frase se puede leer también como: "el temor ha de reir", la esencia del temor se metamorfoseará en la esencia de la risa. En relación a Purim, el temor de (el decreto de) Hamán se transforma en la risa exuberante de la festividad de Purim. Organo controlador: el bazo (tejol). Nuestros sabios declaran explícitamente "el bazo ríe". A primera vista esto parece paradógicol, ya que el bazo es considerado el asentamiento del "humor negro", la causa de los estados de depresión y disgusto. Pero como hemos explicado anteriormente, todos los fenómenos de Adar y Purim son esencialmente paradójicos, porque ellos derivan de la "cabeza incognosible", y representan estados de transformación existencial y metamorfosis. La "metodología" en la Torá que "modela" estos fenómenos es la sabiduría de la permutación, como se describió arriba. Con respecto al "humor negro", "mará shejorá" en hebreo, sus mismas letras se permutan para deletrear "hirhur sameaj", "¡un buen pensamiento!" ¡Esta es la broma más graciosa de todas! Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Nisan del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Nisan De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Nisan es el primero de los doce meses del calendario Judío.

El primer mandamiento que se le dió a la nación de Israel recién nacida, antes del éxodo de Egipto, fue: "Este mes [el mes de Nisan] será para vosotros el primero de los meses" (Exodo 12:2). El mes de Nisan, comienza en particular el "período" (tekufá) de la primavera. Los tres meses de esta tekufá -Nisan, Iar, Sivan - corresponde a las tribus del campamento de Iehudá -Iehudá, Issajar, Zebulún- que se ubicaban al este del Santuario del desierto. Nisan es conocido en la Torá, como "el mes de la primavera" (jodesh haaviv). Sumado a esto, Nisan da comienzo a los seis meses del verano boreal, que corresponden a los seis niveles de "luz directa o derecha" (en el servicio Divino: "despertar desde arriba"). Esto es insinuado en la palabra aviv, que comienza con las dos primeras letras del alef-bet, el mismo orden "directo" o "derecho". Es conocido también como el "mes de la redención", de acuerdo con la opinión aceptada por nuestros sabios: "En Nisan fueron redimidos de Egipto nuestros padres, y en Nisan nosotros seremos redimidos " (Tratado de Rosh HaShaná 11a). Nisan es un mes de milagros (nisim). El hecho de que su nombre posea dos nun, implica, de acuerdo con nuestros sabios: nisei nisim, "milagros de milagros". Se dice de la redención futura: Como en los días de vuestro éxodo de Egipto, les revelaré maravillas". El jasidismo explica que este versículo significa que las maravillas de la redención futura, serán más maravillosas y milagrosas que las del éxodo de Egipto, serán : "milagros de milagros". Letra: hei. La letra hei es el origen fonético de las 22 letras del alef-bet. Enseñan nuestros sabios, que "con la letra hei Di-s creó este mundo", como está dicho en el comienzo del segundo relato de la Creación en la Torá (que de acuerdo con el calendario judío, comienza en Nisan): "b'hibaram: b'hei beraam (cuando fueron creados: con hei fueron creados). Así, el mes de Nisan denota la renovación anual de la creación de este mundo. Mazal: talé (Aries - cordero). El talé symboliza el sacrificio de Pesaj, el primero que hizo el pueblo judío a Di-s, en aras de su redención. El pueblo judío mismo es simbolizado por un cordero (entre setenta lobos). De todas las criaturas de Di-s, el cordero posee la habilidad innata de despertar misericordia con su voz (el origen del sentido del habla de este mes). Tribu: Judá. Judá es el rey (el "primero") de las tribus de Israel. Su nombre significa dar gracias, en forma hablada (el sentido de Nisan). El rey rige a su pueblo con el poder de su palabra, como está dicho: "porque la palabra del rey es su ley". El mes de Nisan es "el año nuevo para los reyes" (Mishná Rosh HaShaná 1:1). Sentido: El habla. El sentido del habla, implica la habilidad de expresar a otro, nuestros pensamientos e ideas más profundos. En forma genérica, todas las formas de expresión son llamadas "habla". "Este mundo" (creado con la letra hei de Nisan), está basado en la comunicación (verbal). Representando la sefirá de maljut (reino), es llamado frecuentemente "el mundo de la palabra" (o "el mundo revelado"). La misma raíz de "hablar" significa también "liderar", por lo que el sentido del habla es en esencia el poder de liderazgo. La mitzvá central del mes de Nisan, en la noche del seder, es el relato de la historia del Exodo: "cuanto más uno hable del éxodo de Egipto, más será apreciado". Esta es la primera mitzvá del habla de todo el año. De las 15 etapas del seder (15 = la suma de todos los números desde 1 hasta 5), magid, que es el relato de la historia del Exodo, es la 5 ta, 5 = hei. Esta etapa, comienza con la palabra "hei" (hei lajma aniá, "este es el pan de la pobreza"). La redención de Egipto (el estado existencial de "confinamiento", que es la imposibilidad de expresarse uno mismo verdaderamente: "todos los exilio son referidos al de Egipto"), simboliza la "libertad de hablar". Organo Controlador: el pie derecho.

Así como "hablar" significa "liderar", uno camina (con el pie derecho, el de la verdad y la confianza), dirige y controla su sentido del habla, como está dicho: "los que van en los caminos, hablen" (Canto de Debora, Jueces 5:10). Hablar palabras de Torá mientras se va porel camino, inspira nuevas comprensiones de sus secretos. Y así encontramos que muchos de los secretos del santo Zohar, fueron revelados en un contexto de "caminando en el camino". Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Iar del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Iar De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. "Iar" es el segundo de los doce meses del calendario judío. Este mes es llamado en la Biblia el mes de "Ziv" (resplandor). Iar esta ligado a la luz y es conocido comunmente como el mes de la curación (natural), dado que su nombre es la sigla de "Yo soy Di-s tu Curador" (Exodo 15:26). Letra: "Vav" "Vav" es un nexo, como Iar que une los dos meses de Nisan and Sivan (con el poder de la "sefirat haomer", que comienza con Nisan, continua con Iar, y concluye con Sivan), el mes de la redención con el de la entrega de la Torá. Sólo estos tres meses son nombrados en la Torá como el primero, el segundo y el tercer mes del "Exodo de Israel de Egipto". Mazal: "Shor" (Tauro - toro). El "shor" (la cara izquierda de la Carroza Divina) representa el origen espiritual del "alma animal" del hombre. El mes de Iar es el mes en que el hombre rectifica su alma animal, refina sus rasgos de carácter innatos (cada día de " sefirat haomer"), preparándose para recibir la Torá en Sivan. En hebreo, la raíz gramatical "shor" significa también mirar u observar. Iar es el mes de la introspección en busca de la autosuperación. Tribu: Isaajar. Isaajar es la tribu erudita de Israel. El Sanedrín estaba integrado mayormente por esa tribu, y en particular Isaajar fue el maestro del "secreto" del calendario Judío, como se dijo de él: "conocedores" de la noción del tiempo". Su naturaleza es básicamente contemplativa y sirve como "consejero" de sus hermanos, las tribus de Israel (en particular del rey, Iehuda. Sentido: Pensamiento. Pensar implica aquí contemplación e introspección. También significa el poder de cálculo (como el del cálculo del calendario judío) . Es el mes de contar ("sefirat haomer"). La raíz hebrea "jashav" (pensar) significa "cálculo numérico" "jeshbón." Organo Controlador: el Riñon derecho. Dicen nuestros sabios "los riñones dan consejo". El riñon derecho, en particular, se relaciona con el consejo espiritual o introspección. Los riñones actúan en forma similar a la "conciencia", como está dicho: "en la noche mis riñones me reprenden". Esto se refiere al "jesbón nefesh" (introspección) del mes de Iar.

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Sivan del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Sivan De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Sivan es el tercero de los doce meses del calendario judío. El mes de la entrega de la Torá a Israel. Letra: zain Aunque Sivan es el tercer mes del año -- como está dicho "bendito sea El Misericordioso [el atributo de misericordia de Di-s es el tercero de los atributos Divinos; en el orden de las once sefirot, es la séptima] que dió una Torá triple [Torá, Neviim, y Ketuvim] a un pueblo triple [Kohanim, Leviim y Israelim] en el tercer mes [Sivan] a través de tres [Moisës, Aarón, y Miriam]"-- el número que aparece preponderantemente en la Torá es el siete, el valor de la letra zayin. La Torá fue dada en Shabat, el séptimo día de la semana. De acuerdo con rabi Iosi, la Torá fue dada en el séptimo día de Sivan. Zebulún, la tribu de Sivan, comienza con la letra zain. Nuestros sabios identifican la zain con la palabra zé ("éste"), que denota el inigualable nivle de profesía de Moisés ("el cristal transparente"), el que entregó la Torá (quien también nació y falleció el siete de Adar [el 12do mes del año; guematria de zé = 12]). Las porciones semanales del mes de Sivan son las del comienzo del Libro de Números. En la tercera porción, Behalotjá, aparece una sección de dos versos ("Y cuando el arca viajaba..."), que está separada del texto que le precede y del que le sigue (con dos " nun invertidas"). Nuestros sabios nos enseñan que esto es para dividir la Torá en siete libros, en lugar de la división normal en cinco. A este fenómeno se alude en el versículo: "Ella cortó sus columnas en siete". Juntas, zain (7) y hei (5, La división normal de la Torá) forman la palabra zé, el nivel inigualado de profecía de Moisés. La forma de la letra zain es una vav con una corona en su cabeza. Esto representa la corona que recibió cada alma judía (que en particular está constituida por dos niveles, dos coronas, como nos enseñan nuestros sabios) cuando la entrega de la Torá. Los Diez Mandamientos contienen 620 letras, valor de numérico de la palabra keter, "corona". Mazal: teomim (Geminis - mellizos). Los mellizos simbolizan las dos "tablas del testimonio" identicas entregadas a Moisés. La entrega de la Torá es conocida como una "boda" (entre Di-s e Israel). En el Cantar de los Cantares (5:2), el máximo nivel de matrimonio es cuando la novia y el novio son mellizos idénticos (tamati, que nuestros sabios leen como teomati). Los mellizos arquetípicos de la Torá son dos hermanos, Iacob y Esav. Estos mellizos nos sólo que son no idénticos sino que incluso opuestos. Sin embargo, con el poder de la entrega de la Torá en el mes de Sivan, ambos son rectificados y capaces de unirse. En cada judío, Iacob representa la inclinación al bien, mientras Esav la inclinación opuesta. Se nos fue ordenado amar a Di-s "con todo tu corazón", "con ambas inclinaciones". De las dos tablas del pacto, la derecha se dirige primariamente al lado de Iacob, mientras que la derecha al de Esav ("No matarás, No cometerás adulterio, No robarás...". Tribu: Zebulún. Zebulún es retratado generalmente como el "hombre de negocios", que mantiene el estudio de Torá de su hermano Isajar . Se enseña en cabalá que siempre hay algo superior inherente a una "causa" que en su "resultado". De acuerdo con este principio, explica el Arizal que el origen del alma de Zebulún es en keter, por encima del alma de Isajar, que es en jojmá. El nivel de la Torá misma como fue revelada en el Sinaí está en el nivel de keter ("corona") de la Torá, como lo indica el hecho de que los Diez Mandamientos tienen 620 letras, que equivale numericamente a keter (equivalente a las 613 mitzvot de la Torá escrita junto a las 7 mitzvot de los sabios), como ya se mencionó. A Zevulún se le ordena estudiar Torá, y su estudio está a nivle de keter.

Sentido: caminar (progreso, dinámico). En este contexto, "caminar significa el sentido del progreso continuo e ininterrumpido. Cada ley de la Torá es llamada una halaja, de la palabra "caminar". El versículo "los caminos del mundo son de El" (Habakuk 6:4), es interpretado por nuestros sabios como: aquel que estudia diariamente halajá será por cierto merecedor del mundo por venir. Y por eso es dicho de Zebulún: "se feliz, Zebuún cuando salgas" (Deuteronomio 33:18). Mientras que los ángeles, que no fueron meritorios de recibir la Torá, son llamados "parados", (porque no tienen la dinámica esencial de la vida), las alams de Israel (que recibieron la Torá) son llamadas " caminantes entre los parados". Respecto de la "fortaleza" de la Torá, se dice generalmente: "ellos (las alams de Israel que estudian la Torá y cumplen sus mandamientos) irán de fortaleza en fortaleza" (Salmos 84:8). Nuestros sabios interpretan que esto significa: "los justos no tienen reposo, ni en este mundo ni en el mundo por venir". Se enseña en jasidismo que en el estado de reposo y tranquilidad absoluto del mundo por venir, el alma del justo experimenta simultáneamente el sentido de "progreso infinito" y "caminar hacia adelante" (el sentido de la tranquilidad es el del mes de Kislev [el tercer mes desde Tishrei], el mes que complementa a Sivan [el tercero desde Nisan] en el ciclo anual). Controlador: el pie izquierdo. Considerando cualquier para "derecho" e "izquierdo", el "derecho" es relativamente "espiritual" mientras que el "izquierdo" es relativamente "físico". En las palabras de nuestros sabios: El extiendió Su mano derecha y creó los cielos y extendió Su mano izquierda y creó la tierra." Como vimos antes, el habla, el sentido de Nisan, es controlado por el pie derecho; caminar, el sentido de Sivan, lo es por el izquierdo. iHablar se asemeja a caminar, como encontramos frecuentemente en la Biblia la expresión la "lengua caminante". De todas maneras, el habla es relativamente más espiritual que caminar (aunque si bien ambos poseen una dimensión espiritual interior: el habla - el sentido de liderazgo; caminar - el sentido del progreso. Encontramos en Proverbios (10:9) "aquel que camina con sinceridad, andará con seguridad". La sinceridad (temimut) es la propiedad del pie izquierdo (la sefirá de hod); seguridad (bitajón) es la propiedad del pie derecho (la sefirá de netzaj); la confianza nos da la habilidad de hablar claramente sin "balcucear" [en la boca, y corresponde a "tropezar" en el pie]). Entonces, lo que implica el versículo es que uno debe caminar "izquierda, derecha...", porque el pie izquierdo es el que gobierna el acto general de caminar. Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Tamuz del Rabino Itzjac Ginsburgh La Aparición de Moisés En Cada Generación El Zohar enseña que nuestro Maestro Moisés "aparece" en cada generación, y en cada una de ellas hay un único individuo que es su encarnación. El espíritu de Moisés emana a todo hombre sabio de la generación, y de él a todos los que viven en su época, iluminando el alma judía con la luz de las partes internas y ocultas de la Torá ("el 'alma' de la Torá"), confiriéndoles el poder del Conocimiento Supremo, el poder que le permite a uno conocer y aferrarse al que "Da la Torá", Di-s, Bendito Sea. Luego de la entrega de la Torá, en el principio del mes de Sivan, Moisés ascendió al monte Sinaí, donde permaneció por "cuarenta días y cuarenta noches", hasta el diecisiete (tov - "bien" = 17) de Tamuz ( "no hay otro "bien" que la Torá" - Pirkei Abot 6:3). Si no fuera por el pecado del becerro de oro (que se produjo como resultado de la decepción al imaginar que Moshé había muerto - Talmud Bavli, Shabbat 89a), hubiéramos sido meritorios de poder ver concretamente la esencial "benevolencia" de Di-s cada día (como es sabido que "Di-s es la esencia del 'bien'", "y por naturaleza, alguien que es bueno siempre desea hacer el bien"). Ese mismo día se dió testimonio de la consumación de la entrega del verdadero "bien" al pueblo "bueno", o como afirman los sabios: "Deja que el "bueno" (Moisés) venga y reciba el "bien" (Torá) de parte de "El Bueno" (Di-s), para el pueblo "bueno" (Israel), Talmud Bavli, Menajot 53b). La Cadena de Transmisión de la Torá

Esos 40 días que Moisés permaneció en el monte (en un estado que trasciende el tiempo tal como es conocido en este plano terrenal... "Él no comió pan ni tomó agua" - Exodo 34:28), comparable a las 40 generaciones de la transmisión de la Torá desde Moisés, nuestro Maestro, (quien recibió la Torá Escrita [en forma completa, y también la revelación inicial de la Torá Oral]), hasta Rav Ashi (en cuya generación y a través suyo fue plasmada la Torá Oral) como fue aclarado por Maimonides en la Introducción de su gran tratado legal Mishné Torá. Moisés, nuestro Maestro, vivió en la 26 o generación desde la Creación. 26 es también el equivalente numérico del Nombre de Di-s Havaiá, asociado con la Torá Escrita (el secreto de la sefirá de tiferet - "belleza", como está argumentado en Cabalá). Rav Ashi es la 65o generación (26 hasta Moisés incluido, más 39 generaciones hasta Rav Ashi). 65 es el equivalente numérico de otro Nombre central de Di-s: Adnut, el nombre asociado con la Torá Oral (el secreto de la sefirá de maljut, "reinado", "maljut es la boca, también llamada la Torá Oral" [Pataj Eliahu]). En lo concierniente a la unidad esencial de estos dos Nombres, le fue declarado a Moisés cuando Di-s Se reveló en la sarsa ardiente: Este es Mi Nombre (Havaiá, tal como se escribe, comparado con la Torá Escrita) por siempre, y este es Mi recuerdo (Adnut, tal como se pronuncia, comparado con la Torá Oral) de generación en generación" (Exodo 3:15). Es enseñado en la cabalá: "El final está comprendido en el principio" (Sefer Ietzirá 1:6). Por cierto, Rav Ashi está insinuado en el principio de la Torá Escrita, la Torá de Moisés: las primeras cinco letras de la Torá, de la palabra Bereshit), son la permutación del nombre de Rav Ashi! Evolución, Investir, Morar La cadena generacional en la transmisión de la Torá, no debe ser vista como que se produce sólo a nivel de "desarrollo" y "evolución" (descripciones usadas para entender el "desencadenamiento de los mundos" durante el proceso de Creación). En todo proceso de desarrollo y evolución, el "final" del "nivel superior" está incluido en la "cabeza" o "principio" del "nivel inferior" (como la sucesión de eslabones en una cadena). El "final" del que influencia (el maestro), puede revelar enseñanzas (en forma oral) al receptor. Esta instrucción entra y es aprehendida por la "cabeza" del que recibe. Sin embargo, la transmisión generacional de la Torá es mucho más que un simple proceso de desarrollo y evolución. Más exacto es verlo como que el maestro se "inviste" dentro del estudiante-receptor, algo similar al alma que se "inviste" dentro del cuerpo, con el fin de traerlo a la vida y darle continua existencia. No sólo el conocimiento revelado del maestro pasa al estudiante de una manera evolutiva, sino que también el alma del maestro "impregnada" en el estudiante, causa el despertar del poder intelectual de este, que luego fluye como un "inagotable manantial". Más aún, y más esencial por cierto: desde una perspectiva más profunda, el Rebe (el Moisés de cada generación) y el discípulo son verdaderamente "uno" completamente unificados. Este nivel de revelación es el secreto del "morar" Divino a través de la aceptación de la Torá en cada generación. El nombre hebreo Moisés, es un acrónimo de "lo que fue, es lo que será" (Eclesiastes 1:9). "Moisés es Verdad y su Torá es Verdad" (Midrash Tanjuma, Koraj 11), y como es sabido, la Verdad es una cualidad eterna e indestructible. Cuando Di-s llama: "Moisés Moisés" (Exodo 3:4), notamos que no hay ninguna nota de entonación que indique un corte o pausa entre los dos "Moisés". Ambos, Moisés y la Torá, participan de lo eterno, de lo inquebrantable, porque ambos reflejan la Verdad. Durante los 40 Días desde la entrega de la Torá hasta el diecisiete (tov) de Tamuz, Moisés (y a través de él toda alma judía) recibió iluminación desde la Morada Divina. Esta inspiración Divina fue otorgada en la entrega de la Torá a Moisés, y por eso -y en cada generación hasta la llegada del Mashiaj- "Moisés es el primer redentor, y es el redentor final". El pecado del becerro de oro, fue causado por una falta de conciencia de este secreto. El avanzado nivel de percepción de Moisés en la montaña (behar es similar a la palabra behirut, denotando un entendimiento claro y cristalino) no trajo al pueblo judío a un nivel similar de conciencia Divina. Por eso, después del pecado, le es dicho a Moisés: "Ve abajo (de la montaña)", para conducir al pueblo judío hacia una percepción conciente de que en su interior mora algo Divino. Para aquel que alcanza esta percepción Divina (y consecuentemente rectifica el pecado del becerro de oro, la falsa ilusión de que "Moisés murió" como fue dicho arriba), Moisés vive eternamente -un alma dentro del cuerpo- "Porque la tierra (el cuerpo) estará llena del conocimiento de Di-s (el alma de Moisés) como las aguas ("Yo lo saqué de las aguas" - Exodo 2:10) cubren el lecho del mar" (Isaias 11:9). Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Av del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Av De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. El mes hebreo de Av (o Menajem Av, el consuelo de Av), es el quinto de los doce meses del calendario judío. Su nombre significa literalmente "padre" y deriva de la raíz hebrea que significa "querer" o "desear".

Es el mes del "momento más bajo" del calendario judío, ya que el 9 de Av fue el día del pecado de los espías y la destrucción de ambos Templos en Jerusalem, como así también el "momento más alto", porque se dice del 15 del mes que "no hay día más feliz para Israel que el 15 de Av y Iom HaKipurim" (Mishná Taanit 26), Tet Vav (15) de Av es el día propicio para encontrar la otra mitad del alma que se nos tiene predestinada. Esto concuerda con lo que nos enseñan nuestros sabios: "el Mashiaj nace en el 9 de Av". En relación con todas las otras almas de Israel, el alma del Mashiaj, que viene a redimir a Israel de su estado de exilio (espiritual y material), es como el novio para su novia. Luego de su nacimiento en Tishá (9) BeAv se revela a su amada y la desposa en Tu (15) BiAv. Letra: Tet. La letra tet, que se asemeja a un vientre o útero, equivale a 9, correspondiente a los 9 meses del embarazo. En el mes de Av están condensados y concentrados los 9 meses en 9 días, desde Rosh Jodesh Av (el iortzait -aniversario del fallecimiento- de Aarón del sumo sacerdote, cuyo nombre proviene de la palabra "embarazada") hasta el 9 de Av, el día del nacimiento del Mashiaj. Mazal: Arié (Leo - León). El León simboliza el poder supraracional de la voluntad Divina (El significado de la palabra Av como se menciono arriba). La manifestación inicial de la voluntad de Di-s de destruir (el Templo) fue en verdad con el puro objetivo de reconstruir (el Templo con todos sus significados y connotaciones espirituales, para Israel y el mundo entero) para la eternidad. En las palabras de nuestros sabios (Ialkut Shimoní, Irmiahu, 259): El LEón (Nevujadnezar, el que es conocido en la Biblia como un león Irmiahu 4:7) viene en el mes del león (Av) y destruye el león (el Templo, en especial el antigüo, nombrado en la Biblia como un león), para que el león (Di-s, de Quien se dice "el león ruge, quién no temerá" - Amos 3:8) venga en el mes del león y reconstruya el león. Este secreto se refleja también en el valor numérico de arié, cuya guematria es = 216 = guevurá ("poder"). Guevurá es el poder Divino responsable del tzimzum (contracción y disminución de la luz y energía Divina, como está dicho en relación al comienzo de Av: "Cuando entra Av disminuye la alegría" [Mishná Taanit, 26]) y destrucción. Pero 216 = 3 x 72, 72 = ("bondad"), el poder Divino que "construye" la realidad, como está dicho en Salmos 89:3: "el mundo es construido con [por el poder de] jesed". Tres veces jesed corresponde a la construcción de los tres Templos, que contiene y halla su consumación eterna en el tercer Templo, que será construido pronto en nuestros días por Mashiaj. Por esta razón el arié aparece a la derecha, en el lugar de jesed, en la Carroza Divina (Ezekiel 1:10). (Continuará) Tribu: Shimón El nombre Shimón proviene de la palabra "escuchar". El pecado de los espías en el 9 de Av implica el hablar mal de la tierra de Israel y la aceptación ("oir") de esa mala lengüa por parte del pueblo. Entonces la rectificación general del mes de Av es la rectificación de la audición. Shimon es la única tribu que Moshé no bendijo explícitamente en el final de la Torá. Esto fue por su "frustración" con esa tribu por haberse implicado (más que el resto de las tribus) en el pecado de Peor (la prostitución con mujeres extranjeras, que derivó en idolatría). El nombre Shimón forman dos palabras: sham avon, "allí hay iniquidad". En cierto sentido, Moisés (de la tribu de Leví) estaba más estrechamente relacionado (espiritualmente) con Shimón que con cualquier otra tribu. "Shimón y Leví son hermanos" (Génesis 49:5) dijo nuestro patriarca Iacob cuando bendijo a sus hijos. Juntos (Shimón conduciendo a su hermano menor Leví) tomaron revancha por el rapto de su hermana Dina, y destruyeron toda la ciudad de Shejem. La Cabalá nos enseña que la primera reencarnación de Moisés es en Rabí Shimón Bar Iojai, quien fue el que en mayor medida que los demás sabios revelaron la dimensión interna de la Torá de Moisés, en el santo Zohar. La "degeneratión" del poder de Shimón condujo a la destrucción del Templo; la rectificación y elevación de ese mismo poder trae su reconstrucción. La rectificación de Shimón (la de los pecados e iniquidades de Israel que trajo la destrucción del Templo en el mes de Av, el mes de Shimon) es a través de su apego al atributo más esencial de Moisés. La humildad. Al permutar las letra hebreas de la palabra avon ("pecado") se obtiene anav ("humilde"), el único término con que la Torá califica a Moisés (Números 12:3): "Y el hombre Moisés fue el más humilde [anav], más que cualquier otro en la superficie de la tierra". Shimón se transforma (en el mes de Av) de "allí hay iniquidad" (sham avon) a "allí está el humilde " (sham anav).

La habilidad de Shimón de "metamorfosis" depende de su sentido interno de oir. Moisés dirigió a Israel con la declaración más abarcadora de toda la Torá (Deuteronomio 6:4): "Oye [shemá] Oh Israel...". Moisés le habla a Israel a través del alma-raíz de Shimón. La audición interna (derher en idish) proviene del profundo sentido de la humildad en el alma. Aún cuando Moisés no bendijo explícitamente a Shimón, nuestros sabios nos enseñan que alude a él en la primera palabra de su bendición a Judá (Deuteronomio 33:7): "Oye [shemá] Di-s la voz de Judá..." (Esta frase completa el versículo "Oye Oh Israel..."); en gematria, "Oye Di-s la voz de Judá " = 602 = 7 · 86 [Elokim, Di-s], " Oye Oh Israel..." = 1118 = 13 · 86). En la división de la tierra de Israel para las doce tribus, Shimón heredó su parte dentro de la de Judá (esta es la única instancia en que una tribu hereda su porción dentro de la de otra). Cuando los dos nombre Shimón y Judá se suman: 466 más 30 = 496 = maljut ("reinado"). De aquí aprendemos que el maljut de Judá depende de la "presencia" y "asociación" de Shimón. Judá corresponde al mes de Nisan y el sentido del habla. Shimón corresponde al mes de Av (las primeras dos letras y la "sub-raíz" en hebreo de la palabra aviv, el nombre en la Torá para el mes de Nisan) y el sentido de la audición. Av es el 5th mes desde Nisan, cuya letra es hei = 5. Estos dos sentidos del habla y la audición van obviamente en pareja, tal como en el pecado de escuchar (aceptar) la "lengua malvada" que hablaron los espías, el pecado del 9 de Av. La conclusión que sacamos es que el poder del mes de Av (el mes de la [aparente] destrucción) es "escuchar" el mensaje "dicho" por el mes de Nisan (el mes de la redención), e integrar el primer y más avanzado poder del lider de Israel en la conciencia del pueblo judío. Este es el secreto de la "preñez" y el "nacimiento" de Mashiaj (el líder de Israel por excelencia) desde el 1 de Av (el principio de sus 9 días de embarazo) hasta el 9 de Av (su nacimiento). Entonces es cuando se une totalmente con la conciencia del pueblo "en matrimonio", en el 15 de Av. Sentido: Audición

"Escuchar" significa en hebreo "entender", integrar totalmente dentro de la propia conciencia (dentro del corazón, no sólo entender intelectualmente con la mente). Escuchar a otro es entender completamente su dilema y solidarizarse con él. Escuchar es recibir = cabalá, revelada por Rabi Shimón Bar Iojai). En el comienzo de Isaias (que se lee en el Shabat anterior a 9 de Av), está dicho: "si tu deseas [tovu , de la palabra Av] y escuchas [el sentido de Av], tu participarás de lo bueno de la tierra". El sentido de la audición es el del balance interior, la base de la existencia rectificada. (El desbalance es la fuente de toda caida y destrucción). Un oido bien balanceado, un sentido de la audición bien orientado, posee la habilidad de discernir y distinguir la verdad y la falcedad entre todo lo que uno escucha, como está dicho (Job 12:11 y 34:3): "el oido discierne las palabras", ozen malin tivjan (cuyas iniciales forman la palabra emet - "verdad"). Miembro dominante: Riñón Izquierdo El "consejo" dado por el riñón izquierdo es cómo escuchar correctamente e integrar la verdad en la conciencia. De acuerdo con el principio general que "derecho" es siempre más espiritual que "izquierdo", el sentido de pensar (del mes de Iar), controlado por el riñón derecho, es relativamente más espiritual que el sentido de escuchar, controlado por el izquierdo. Los dos riñones son los consejeros "masculino" y "femenino" del alma. El derecho aconseja cómo rectificar nuestro rasgos de carácter a través del proceso de la cuidadosa introspección (el sentido de pensar del mes de Iar). El izquierdo aconseja cómo absorber la verdad en la conciencia (el sentido de la audición del mes de Av). La palabra para riñón, kiliá, proviene de col - "todo". Col = 50. Nuestros sabios nos enseñan que "a la edad de 50 se es capaz de dar consejo. Los dos riñones son dos conjuntos complementarios de 50 (como los 50 ganchos paralelos a otros 50 de los dos conjuntos de cortinas del Tabernáculo). 50 más 50 = 100 = 10 al cuadrado, el estado consumado de rectificación, 10 (poderes del alma) "interincluidos" en 10.

Cabalá y Vida Moderna- Viviendo con el Tiempo Un Mensaje de Torá para el mes de Elul del Rabino Itzjak Ginsburgh El Mes de Elul De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Elul es el sexto de los doce meses del calendario judío. Es llamado "el mes del arrepentimiento", "el mes de la misericordia" y "el mes del perdón". Elul sigue a los meses Tamuz y Av, los meses donde tuvieron lugar los dos grandes pecados de Israel, el del becerro de oro y el de los espías. Las cuatro letras de la palabra Elul son un acrónimo de las letras iniciales de la frase del Cantar de los Cantares (6:3): "Yo soy para mi amado y mi amado es para mi". "Yo soy para mi amado" en arrepentimiento y deseo consumado de retornar a la raíz de mi alma en Di-s. "Y mi amado es para mi" con una expresión Divina de misericordia y perdón. Este es el mes en el cual "el Rey se encuentra en el campo". Todos se pueden acercar a El, y El hace resplandecer Su semblante hacia todos. Elul es el mes de la preparación para las supremas festividades de Tishrei En el cual Moisés ascendió al Monte Sinaí por tercera vez por un período de cuarenta días desde Rosh Jodesh Elul hasta Iom Kipur, cuando descendió con las segundas "tablas del testimonio". Estos fueron días en donde Di-s reveló gran misericordia al pueblo judío. En "numeración pequeña", Elul = 13, aludiendo a los 13 principios de misericordia Divina que son revelados en el mes de Elul. Letra: iud. La iud es la primera letra del Tetragramaton, Havaiá, el Nombre esencial de Di-s, el de la misericordia. Es también la letra final del Nombre Adnut, el Nombre que incluye el Nombre Havaiá para revelarlo y expresarlo en el mundo. Así la iud es el comienzo (de la esencia de misericordia Divina, Havaiá) y el final (de la manifestación de misericordia Divina, Adnut) Todas las formas creadas comienzan con un "punto" esencial de energía y fuerza de vida, el de la letra iud. El final del proceso creativo es igualmente un "punto" de consumación y satisfacción, una iud. "En el principio Di-s creó …" es el punto inicial, "y Di-s finalizó en el séptimo día …"es el punto final. La palabra iud posee la misma raíz que "mano" (iad). Nuestros sabios interpretan el versículo: "Incluso Mi mano ha fundado la tierra, y Mi derecha ha desarrollado los cielos", como que "Di-s extendió su mano derecha y creó los cielos y extendió su mano izquierda y creó la tierra". La mano derecha es el punto de iniciación y la izquierda es el del final". En estos versos, la mano izquierda ("Mi mano, sin ninguna especificación de deracha o izquierda) aparece antes de la mano derecha. Esto concuerda con la opinión de Hillel que "la tierra precede [a los cielos]". La tierra representa la consumación de la Creación, "lo último en la acción es lo primero en el pensamiento". La iud de Elul es, en particular, la mano izquierda, el controlador del sentido del mes, el sentido de acción y rectificación. Este es el punto final de la Creación que alcanza su propósito final, la iud de Adnut, reflejando perfectamente en la realidad creada la iud de Havaiá. Mazal: betulá (Virgo - virgen). La betulá simboliza la novia amada de Di's, Israel, la novia del Cantar de los Cantares quien dice a su novio "Yo soy para mi amado y mi amado es para mi".

La palabra betulá aparece por primera vez en la Torá (y la única vez describiendo a una mujer específica, alabando a nuestra matriarca Rebeca, antes de su casamiento con Isaac. En cabalá, la unión de Isaac y Rebeca simboliza el servicio espiritual de la plegaria y la devoción a Di-s. Isaac (Itzjak = 208) más Rebeca (Rivka = 307) = 515 = tefilá, "plegaria". En jasidut el verso "Yo soy para mi amado y mi amado para mi", hace referencia, en particular, al servicio de plegaria del mes de to Elul. La "virgen" de Elul (Rebeca) da a luz (retroactivamente, con respecto al orden de los meses del año) a los "mellizos" de Sivan (Iacob y Esav, los hijos de Rebeca, como se explica arriba). Las primeras tablas, entregadas en Sivan, fueron quebradas (a causa del pecado), las segundas, dadas a Moises en Elul (el mes del arrepentimiento) están enteras. El arrepentimiento es identificado en cabalá con la "madre" (en general y Rebeca en particular). "Madre corresponde a la sefirá de biná = 67 = Elul. En Cabalá la "madre" permanece por siempre "virgen" (en el plano espiritual). En un estado continuo de teshuvá y tefilá su "siempre nueva" unión con el "padre" nunca cesa - "dos compañeros que nunca se separan". Tal va a ser el estado de la novia y el novio de aquí abajo con la llegada del Mashiaj. "Padre" y "madre" corresponde a las primeras dos letras de Havaiá - "la unión superior"; "novio" y "novia" o "hijo" e " hija" corresponden al segundo par de letras de Havaiá - "la unión inferior"). La betulá simboliza también la "tierra virgen", la tierra de Israel destinada a casarse con el pueblo de Israel, como declara el profeta: "como un joven desposa a una virgen, así tus hijos te desposaran [la tierra de Israel]" (Isaias 62:5). Aquí vemos que los hijos desposan a la "madre tierra" que permanece "tierra virgen". La tierra representa la rectificación de la acción, el sentido del mes de Elul, como se describe arriba. Tribu: Gad. Gad comparte su raíz gramatical con "campamentos", como en el versículo en que nuestro patriarca Iacob bendice a su hijo Gad: "Gad organizará [lit. campamento] campamentos [del ejercito], y volverá con todos sus campamentos" (Génesis 49:19). El talento especial de Gad es organizar una "compañía". Gad se puede interpretar también como "buena fortuna". Es la verdadera "buena fortuna" de Israel de ser la novia amada de Di-s, y esto se revela por medio de nuestras buenas acciones, especialmente aquellas que intentan rectificar nuestras imperfecciones y embellecernos, como la novia para su novio. La "buena fortuna" de Gad se relaciona en cabalá con los trece principios de misericordia que son revelados en este mes, para despertar el alma desde su raíz (su "buena fortuna") para que retorne a Di-s. Gad = 7. Gad fue el séptimo hijo que le nació a Iacob. Mazal, la palabra más común para "buena fortuna" = 77. La letra del medio de mazal es zain = 7. Cuando las dos letras gimmel dalet que forman el nombre Gad (= 7) son substituidas por zain (= 7) de mazal, se forma la palabra migdal, "torre" Declara el versículo: "Una torre [migdal = 77] de poder [oz = 77] es el Nombre de Di-s, en la que marchará el tzadik y será exaltado". En cabalá, la "torre de poder" representa a la novia, la betulá de Elul, el alma-raíz y mazal del pueblo judío. El tzadik, el novio, marcha con todo su poder, para entrar a la "torre de poder". Sentido: acción. Acción es el sentido y "conocimiento" interior por el cual uno es capaz de rectificar siempre cualquier imperfección o estado de quiebre del alma por medio de actos devotos de bondad. Este es el sentido necesario para el servicio espiritualde Elul, el servicio de arrepentimiento y teshuvá verdadera hacia Di-s. El sentido de acción es así el de no desesperar nunca. Este es el "punto", la iud de Elul, del servicio Divino, sin el cual uno nunca puede empezar una acción o terminarla. Este sentido es la inclinación a arreglar un objeto roto ("salvar" una situación) más que desecharla Sumado a esto, es el sentido de organización y el de administración de sistemas complejos (como Gad, la tribu de Elul significa "campamentos" y "compañía"). Se dice de la iud de Elul: "Con sabiduría [el punto de la iud] Di-s hizo [rectificó] la tierra [el sentido de la acción]". Controlador: la mano izquierda. Como se mencionó anteriormente, Di-s estiró Su mano izquierda para crear la tierra, y "Con sabiduría Di-s creó la tierra" [Proverbs 3:19]).

La mano derecha (la más espiritual de la dos manos, que creó los cielos - "Eleva tus ojos y ve Quién creó esto" - la dimensión interna y espiritual de la realidad) controla el sentido de la vista, mientras que la izquierda (más física) controla el sentido de la acción. La mitzvá (mandamiento de acción) de los tefilin shel yad (filacterías de la mano) se realiza en el brazo izquierdo, la mano derecha los coloca en la izquierda, es decir, "ve" sus acciones realizarse en la izquierda. Es la mano izquierda la que toca el corazón, esto nos enseña que toda acción rectificada deriva de las buenas intenciones y emociones del corazón. Cabalá y Vida Moderna El Hogar Judío y la Familia

El Hogar Judío Un Microcosmos del Templo La Mujer y el Niño próximamente Un Año de la Mujer y los Hijos Cabalá y Vida Moderna El Hogar Judío Por el Rabino Itzjak Ginsburgh Introducción Cuando una familia judía entra a su nueva casa, es costumbre realizar una comida festiva para iniciarla o inaugurarla. Esta fiesta es una reminiscencia de la inauguración del Templo. En cada hogar judío tiene que existir la conciencia de que es un microcosmos del Templo, un Santuario familiar.

Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Un Microsmos del Templo Se trata de que el hogar judío sea "un santuario y un Templo en miniatura" Cuando una familia judía entra a su nueva casa, es costumbre realizar una comida festiva para iniciarla o inaugurarla. Este banquete es una reminiscencia de la inauguración del Templo. Se debe tratar que cada hogar judío sea un mikdash meat, un "Templo y santuario y miniatura". Como explica el Rebe de Lubavitch, en cada hogar judío debe existir la conciencia de ser un microcosmos del Templo.

Cada judío es como el Sacerdote que tomaba parte en los sacrificios del Templo. Cada cuarto de la casa corresponde a un área diferente y a una de las tareas que se desarrollaban en el Templo Sagrado. Así, el salón comedor se compara con el patio donde se levantaba el altar exterior. Nuestros sabios comparan la mesa donde comen los judíos con el altar del Templo. Cada judío es como el sacerdote que participaba en los sacrificios del Santuario, aunque no en realidad no sea uno de ellos y no viva en la época del Templo. Había distintas clases de sacrificios; algunos eran "ofrendas quemadas" totalmente sobre el altar, mientras que otros eran consumidos por el sacerdote, que al comerlas producía la expiación del que traía la ofrenda. Vemos así que el acto aparentemente mundano de comer es en realidad algo espiritual y Divino.

(Cuando la persona come refleja, de alguna manera, ese aspecto del sacrificio que se quemaba en el altar. Todo acto de consumir es interpretado como comer. La Torá se refiere al fuego como que "devora" o come, "esh ocla" (Deuteronomio 4:24). Consumir y ser quemado son el mismo concepto. La palabra hebrea esh es un acrónimo de ajilá shtiá, comer y beber, el fuego come y bebe. Al comer reflejamos el altar que devora, el sacerdote que come, o el comer de la persona que brinda la ofrenda.) El Sancta Sanctorum, el Kodesh HaKodashim, es aludido en la Torá (Reyes 2, 11:2) como la "alcoba". Este fue el hogar del Novio y la Novia Divinos, es decir Di-s y Kneset Israel, la Shejiná. Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Sustento, Vestimenta y Amparo Un hombre que no tiene casa no es un hombre Explica jasidut que todo ser humano tiene tres necesidades básicas que corresponden a las tres luces básicas que lo rodean y permean. Estos tres niveles son llamados mazón, levush y bait - alimento, vestimenta y amparo. El hombre requiere de todos ellos para vivir apropiadamente. Dicen nuestros sabios (ver Ievamot 63a, tosafot v.v. sheein, Vaikrá Rabá 22:1): "Un hombre que no tiene casa no es un hombre". El hecho de vivir en una casa es una de las definiciones esenciales de su condición de ser humano. Todas las cosas tienen una mitzvá (mandamiento) que le corresponde. La mitzvá de la casa es la mezuzá. Aparte de llenar nuestro hogar con libros sagrados, la mitzvá específica que lo santifica es la de mezuzá. La que corresponde a la vestimenta, para el hombre, es la de tzitzit ("flecos rituales"). La mitzvá de kashrut, lavado ritual de las manos y las bendiciones antes y después de las comidas se relacionan con la alimentación. El propósito del hogar es ser un escudo protector La casa nos rodea desde lejos, sin contacto físico directo con sus paredes, por lo que es llamada makif harajok, ese nivel de Divinidad o conciencia que nos rodea desde cierta distancia. También es llamado shomer, "guardián". El objetivo de un hogar es ser un escudo protector, evita que ingresen las influencias extrañas indeseables. Todos los aspectos de la realidad tienen un lado externo y uno interno La vestimenta, que está en contacto con el cuerpo es llamada makif hakarov, un nivel de Divinidad más cercano y nos brinda protección de los elementos de la naturaleza. Todos los aspectos de la realidad tienen un lado externo y otro interno, y siempre uno de ellos es más bello. Respecto de la vestimenta, el lado más bello es el exterior, donde encontramos su valor estético, quedando las costuras hacia adentro. La ropa toma energía o luz desde afuera, se viste con lo externo. Comer es un proceso de depuración El alimento es el tercer nivel. La alimentación es un proceso de depuración, en el que lo bueno es separado de los deshechos e integrado al sistema. Esto es denominado or pnimi,"luz interior". Los alimentos digeridos se transforman en sangre, que es el medio por el cual se transmite el ruaj hajaim, el "espíritu de vida" que da fuerza vital, que tiene pulso. Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia El Hombre en el Aura del Tzelem Tzelem: Explica el Arizal que cada letra corresponde a un nivel diferente del hombre La definición absoluta de hombre depende del hogar. Este es llamado en cabalá el secreto del Divino Tzelem, "Imagen", de acuerdo al cual fue creado el hombre y en el cual se mueve. Como en el versículo 39:7 de los Salmos: " Aj b'tzelem italej ish", el hombre siempre camina en el aura del tzelem. La palabra tzelem está constituída por tres letras: tzadik, lamed, mem. El Arizal explica que cada letra corresponde a un nivel diferente del hombre. La tzadik se refiere a la "luz interior" u or pnimi, que en nuestro contexto corresponde al alimento, el elemento de la realidad que la persona incorpora para obtener fuerza vital. Como en el versículo 13:25 de Proverbios: "Tzadik ojel l'sová nafshó," "Un tzadik come para saciar su alma". La meditación de la persona construye a su alrededor un espacio espiritual

La lamed es el makif hakarov, entorno cercano, representando el or makif hakarov, que en nuestro contexto corresponde a las "vestimentas" o levush, que también comienza con la letra lamed. La mem es el makif harajok. Corresponde al makom, "espacio", referido al espacio en el que vive el hombre. Este concepto puede ser extendido hasta incluir vivir en el Espacio Divino. El espacio físico que la persona construye para si es el hogar, tiene un hogar físico, su "Templo", un lugar para venerar a Di-s, y para volverse conciente de El y unirse con El, como la novia y el novio. La meditación construye a su alrededor un espacio espiritual. En resumen:

Mazón

Sustento

Or pnimi

Tzadik

Levush

Vestimenta

Makif hakarov

Lamed

Bait

Refugio

Makif harajok

Mem

Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Orden Inverso: Amparo, Vestimenta y Sustento El alimento brinda luz interior a la persona Para entender esto con mayor profundidad, debemos reparar en el hecho de que a pesar de que por lo dicho hasta ahora, que el nivel superior es la casa seguido de la vestimenta y el alimento, se puede ver esto en el orden inverso, y estos dos puntos de vista no son contradictorios sino que se complementan entre si, y en definitiva son lo mismo. El alimento, que brinda luz interior a la persona, es el nivel más elevado. Esto se manifiesta por el hecho de que cuando los judíos estaban en el desierto comieron maná, por el mérito de Moisés. El alimento es la fuerza de vida que penetra en el ser del hombre. La fuerza interna de vida es llamada mojín. En cabalá, el concepto mojín significa literalmente "poder mental", que implica "fuerza de vida". La fuerza de vida, que deriva de las dos sefirot jojmá y biná, llamadas Aba e Ima, deriva específicamente de Ima, por lo que es denominada mojín de Ima. El mazón corresponde a la primera hei del nombre de Dis, que es biná, Ima. Las emociones del corazón son el "uniforme" de la inteligencia La vestimenta rodea al hombre y lo proteje de los elementos. El levush, "vestimenta", representa midot, "rasgos de carácter". Una de las palabras hebreas para "vestimenta" es madim; es la palabra verdadera para los rasgos de carácter del hombre, jesed, guevurá, tiferet, netzaj, hod, iesod, que son las seis emociones básicas correspondientes a los seis días de la Creación. En relación a la mente y la conciencia en si, las emociones son llamadas "vestimentas". Muy a menudo se menciona que el alma tiene tres capas de vestimenta: pensamiento, habla y acción, que visten la inteligencia y los poderes del corazón. De acuerdo con esto, los poderes emotivos son parte del ser interior o esencia del alma, mientras que las vestimentas son el medio por el cual el alma se expresa, tanto hacia si misma en forma de pensamiento, como hacia el mundo exterior a través del habla y la acción. De todas maneras, de momento que todo es relativo en la Torá, las midot son llamadas vestimentas o "uniforme". Las emociones del corazón son el "uniforme" de la inteligencia. En cabalá, el hogar es denominado siempre maljut, "reinado" El levush corresponde a la vav del nombre de Di-s, que son las midot, tiferet. Tiferet, "belleza", es la primaria de las midot, que se relaciona con la belleza de las vestimentas. La palabra tiferet es usada para las vestimentas del Sumo Sacerdote, "lejavod uletiferet", -para el honor y la belleza. El propósito de estas vestimentas es darle tiferet, lo que constituye otra referencia explícita en la Torá de esta relación tiferet-vestimenta. El alimento y la mínima protección que brindan las vestimentas permiten que el hombre viva, sin embargo aún no es llamado "hombre" mientras no posea un hogar. En cabalá el hogar es denominado siempre maljut, "reinado". Por esta razón

su esposa es llamado también su hogar, Baitó zo ishtó (Ioma 2a) (su casa es su esposa). La mujer representa maljut en la Torá y corresponde a la hei final del nombre de Di-s. Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Los Cinco Niveles del Alma El Sello Inverso Próximamente Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Comida, Bebida y Aire Próximamente Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia El Secreto de la "Atmósfera Primordial" Próximamente Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia Las Nubes de Gloria, El Manantial de Miriam y El Maná Próximamente Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia El Mundo Un Hogar para Di-s Próximamente Cabalá y Vida Moderna - El Hogar Judío y la Familia La Mezuzá Próximamente Mashíaj y Redención

El Mashíaj y el liderazgo judío

Las Diez Campañas del Rebe de Lubavitch

Mashíaj y el Liderazgo Judío

Parte 1: La Chispa de Mashíaj en el Alma Judía Parte 2: El Poder del Habla Rectificada

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Mashíaj y el Liderazgo Judío La Chispa de Mashíaj en el Alma Judía Primera Parte De todas las enseñanzas transmitidas por el Baal Shem Tov, quizás no existe ninguna tan importante o esencial como el concepto 1) que El alma judía "es una parte de Di-s de lo alto" y 2) que Cada alma posee una chispa del Mashíaj. La Cabalá y el Jasidut otorgan cinco niveles o gradaciones al alma. Estos niveles se basan en las antiguas fuentes del Midrash: El "alma inferior" (nefesh) está relacionada con el comportamiento y la acción; el "espíritu" (ruaj) con las emociones; el "alma interior" (neshamá), con la mente; "viviente" (jaiá), se refiere al puente que existe entre el primer instante de consciencia interior y su origen supraconsciente; "único" (iejidá), a la unión absoluta del alma con Di-s, que se manifiesta por medio de la fe pura, la devoción absoluta y la aptitud continua de estar dispuesto a sacrificar la vida por Di-s. En el quinto y más sublime de los niveles del alma, yejidá, es donde se unen los dos aspectos descritos por el Baal Shem Tov. La chispa de Mashíaj, el punto más profundo del alma, es la fuerza activadora que estimula el potencial de liderazgo. Así como la simple definición que el Mashíaj tiene la capacidad de redimir con éxito a todo el mundo, de la misma manera, la chispa del Mashíaj dentro de una persona define su instinto para mejorar el mundo a su alrededor en la forma que le sea posible. El deseo de rectificar la realidad y revelar santidad y Divinidad en el mundo (una característica fundamental del judaísmo de todos los tiempos) está, fundamentalmente, conectada con la misión redentora del Mashíaj. Cada judío que se contacta con este nivel del alma y empieza a desarrollar y a revelar esa chispa interna, acelera en la práctica la llegada del Mashíaj, el propósito último de todos los liderazgos judíos. Esta idea fue hermosamente ilustrada por el Rebe Iosef Itzjak de Lubavitch, el "Frierdiker Rebe", cuando explicaba una sección de la Hagadá de Pesaj, que discute la fuente de la ley de recordar el éxodo de Egipto tanto en la noche como en el día. Ben Zomá, un sabio de la época del Segundo Templo, interpreta el versículo: "Para que recuerdes el día que partiste de Egipto todos los días de tu vida" de la siguiente manera: La expresión "los días de tu vida" se refiere a los días; al agregar la palabra "todos" incluye también a las noches. Por otra parte, los Sabios interpretan el versículo "los días de tu vida", refiriéndose a este mundo; "todos los días de tu vida" indica la era Mesiánica. El Frierdiker Rebe señala que la traducción literal de las palabras de los Sabios en hebreo no es que "indica la era Mesiánica", sino que "todos los días de tu vida deben ser para traer al Mashíaj" con lo cual se alude al concepto que un judío debe dedicar toda su vida a un fin único y que incluye todo: Traer al Mashíaj. El último Rebe de Lubavitch, Menajem Mendel Schneerson le dio un nuevo significado a este concepto. Él le instruyó a sus seguidores a acercar la era Mesiánica, poniendo nuevo y aun mayor esfuerzo en enseñar al pueblo judío y al mundo en general, acerca de la gran visión y promesa contenida en la realidad de los tiempos Mesiánicos. Incluso más allá de estudiar sobre Mashíaj, debemos dedicar todas nuestras energías hacia la meta sublime de acelerar la era Mesiánica. De esta forma, cada judío se transforma no sólo en un emisario de Di-s, sino que además ayuda realmente a crear la energía para traer al Mashíaj. Cuando los judíos toman conciencia de su chispa interna de Mashíaj, se hacen mensajeros de Di-s, trazando una luz futura de redención en el presente. Di-s va a enviar al Mashíaj, el epítome del mensajero Divino, cuando existan suficientes mensajeros que hayan preparado el caminopara él. El Rebe de Lubavitch enseñó que el valor numérico de Mashíaj, 358, es igual a la palabra mensajero, 348 más una letra adicional, la iud, que equivale a 10. La letra iud, la más pequeña de todas las letras hebreas, caracteriza un estado de abnegación y dedicación total para cumplir la voluntad Divina, prerrequisito para un verdadero liderazgo. La letra iud también representa el nivel más alto del alma, Iejidá, cuya letra inicial iud simboliza el punto del Mashíaj dentro de cada judío, que espera ser dirigido hacia el cumplimiento del plan primordial de Di-s para la humanidad. Por lo tanto, al cultivar y llevar a cabo el potencial liderazgo dentro de nuestra propia realidad limitada, ciertamente, ayudamos a crear el clima espiritual adecuado para que Di-s sea el Rey y real gobernante del universo para revelarse completamente "como las aguas cubren el mar". El Poder del Habla Rectificada El sentido del habla y su capacidad de poner en marcha al mundo recae en el fundamento de la visión Bíblica del liderazgo. En la Torá hay dos versículos que aluden directamente a esta idea: "Existe sólo un líder de la generación y no dos líderes de la generación". La palabra que se utiliza en este versículo para "líder" es dabar, que literalmente significa "vocero". El hecho que la autoridad de un gobernante se basa en el poder del habla se extrae del siguiente versículo: "Ya que la palabra del rey es autoridad". Otra conexión entre el habla y el liderazgo se encuentra en el antiguo texto cabalístico Pataj Eliahu, donde cada una de las diez sefirot (los canales Divinos a través de los cuales Di-s crea el mundo) se identifica con una expresión que describe muy bien su esencia en una palabra. La última sefirá y la más trascendental es maljut ("Reinado") es descrita como "maljut pe" ("Reinado de la boca"). La clara asociación entre habla y reinado (como se expresa en los versículos anteriores), se refiere fundamentalmente a la creación del mundo, llevada a cabo por Di-s, Rey de Reyes. Como está escrito: " El mundo fue creado por medio de diez aserciones". Estas diez aserciones corresponden a las diez veces "y Di-s dijo", que está escrito en el relato de la Creación, y también hace referencia a las diez sefirot. El concepto del habla Divina como vehículo de la Creación está expresada en la plegaria diaria matutina: "Bendito es Aquél que habló y se hizo el mundo". El poder Divino de crear a través del habla se refleja en el hombre, que es creado "a imagen de Di-s". En el

versículo "Y Di-s formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en las fosas nasales aliento de vida; y fue el hombre alma viviente". Onkelos traduce "alma viviente" como "espíritu parlante". Lo que nos separa de todas las otras criaturas vivientes es fundamentalmente la capacidad del habla. Junto a la facultad del habla viene el poder de gobernar: "Y Di-s los bendijo y les habló, diciendo: Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla; y tened dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo y sobre todo animal que se mueve sobre la tierra". La facultad metafórica de Di-s de hablar, que es en ÉL lo mismo que la acción, se refleja en la capacidad del hombre para poner en marcha la realidad que lo rodea a través del habla, ya sea en forma positiva o negativa. Todos hemos experimentado el dolor causado por palabras que hieren, también hemos compartido una conversación inspiradora, que ha logrado cambiar nuestro estado de ánimo, nuestras actitudes e incluso a veces nuestra vida entera. Del mismo modo, hemos escuchado una orden impartida por una autoridad que logra establecer el orden inmediato frente al caos. El Talmud, conociendo el poder del habla, describe a una persona que averguenza a otra en público como "asesino". Por otro lado, nuestros Sabios señalan un gran número de violaciones a la ley de la Torá causadas por lashon harrá (difamación). Un axioma que está presente en toda la Torá escrita y oral, es elegir cuidadosamente nuestras palabras para causar el bien y no el mal y, también, prestar atención en la emisión de éstas. Hoy en día, como resultado de los avances, tanto tecnológicos como de los medios, se manifiesta la conexión que existe entre el habla y el liderazgo en un grado más alto que en ningún otro momento de la historia,. Nunca una persona ha tenido a su disposición la oportunidad de dirigirse a una audiencia tan amplia, con tanta rapidez y con la múltiple disponibilidad de frecuencias. Si es que entendemos toda comunicación como una extensión del habla, entonces, hoy en día, la televisión, las películas, las comunicaciones satelitales que permiten la conexión telefónica y la cobertura de noticias (en forma instantánea), el fax, el E-mail y el Internet, presentan al mundo una oportunidad sin precedentes de liderazgo, cooperación, resolución de problemas y armonía ampliamente efectivos. Sin embargo, como ocurre con cualquier fenómeno, un concepto errado de liderazgo puede llevar al mal uso de estas herramientas de comunicación, conduciendo al mundo a un abismo espiritual y desmoronar estructuras culturales sin dar nada positivo a cambio. El mundo fue testigo de cómo un hombre en Alemania, a través del uso "hipnotizante" del habla y de la propaganda fue capaz de causar estragos en todo el mundo a una generación completa. Especialmente, en política contemporánea, cuando de liderazgo se trata, vemos como los medios utilizan frases pegadizas de un minuto, reduciendo así en sobremanera el trato de temas complejos para que la gente capte, en pocas palabras o slogans, el mensajeque ellos quieren dar. Otra conexión entre habla y liderazgo, se encuentra en uno de los textos más antiguos de la Cabalá, el Sefer Ietzirá (que se le atribuye al patriarca Abraham y de acuerdo a la mayoría de las autoridades fue editado por Rabi Akiva). El libro versa casi en su totalidad sobre las diez sefirot y las veintidós letras del alfabeto hebreo, las piezas que dan origen a la creación. En el Sefer Ietzirá, las veintidós letras están divididas en tres subgrupos, basados tanto en consideraciones gramaticales como espirituales: Tres letras "madres", siete letras "dobles" y doce letras "simples". Cada una de las doce letras simples es la fuente espiritual de uno de los doce meses del año y también de las doce tribus de Israel (los hijos de Yacov). El Sefer Ietzirá identifica más adelante cada letra con uno de los cinco sentidos en el alma y un miembro u órgano en el cuerpo. La primera de las letras simples es la hei, el poder espiritual que se encuentra dentro del mes de Nisán, el primer mes del año. Este es el mes de Pésaj (pascua hebrea), cuando el pueblo judío fue liberado de la esclavitud de Egipto. La tribu asociada a este mes es Judá, la que fue bendecida por Yacov y Moisés para ser líder de todas las otras tribus. De la tribu de Judá descienden todos los reyes, más específicamente, el Rey David y su linaje, culminando con el Mashíaj, el descendiente de David. El sentido en el alma, asociado al mes de Nisán es el habla, y el miembro del cuerpo asociado con estmes es el pie derecho, que alude al empuje del liderazgo. La relación entre habla y liderazgo, implícito tanto en el mes de Nisán (designado en la Mishná y en la ley judía como el año nuevo de los meses y de los reyes judíos) como en la tribu de Judá (elegida proféticamente por Yacov y Moisés para ser la tribu líder) requiere una comprensión más profunda. Con respecto al "sentido" del habla, nos referimos a éste en su estado rectificado, en oposición a lo mencionado anteriormente (las perversiones de los poderes de comunicación). La tribu de "Judá" como se mencionó anteriormente, contiene en su nombre una alusión al poder rectificado del habla (que está asociada con Nisán y con el habla). La raíz de la palabra "Judá", hod, tiene diversos significados y cada uno está conectado con un aspecto particular del habla. Dependiendo del contexto, hod puede significar: Reconocer, agradecer, confesar o glorificar. Judá recibió el nombre de su madre Lea: "Esta vez agradeceré (hod) a Di-s". La capacidad de agradecer y reconocer comprende la actitud básica reflejada en los Salmos de David y en todas las plegarias formales posteriores como fueron formuladas por los sabios. Un judío al levantarse en la mañana declara: "Agradecido (modé, de la raíz hod) estoy delante de ti, Rey viviente y eterno, pues Tú has restituido misericordiosamente mi alma dentro de mí; Tu fidelidad es grande". Un aspecto adicional de reconocimiento, conectado a otro significado de hod, es la capacidad de confesar malas acciones y faltas. La raíz de la palabra "confesión" vidui, es similar a la raíz de "Judá" hod. Cuando Judá se enfrentó a su nuera, Tamar, por la presunta infidelidad de ella, él confesó abiertamente su error, declarando en forma pública: "Ella es más recta que yo". A través de su confesión de culpabilidad, Judá se convirtió en la primera persona en la Torá que aceptaba su responsabilidad voluntariamente, lo que lo situó, de ahí en adelante como el ejemplo arqueotípico del arrepentimiento. De la misma manera, Su descendiente, el Rey David, demostró tener la fuerza de carácter para reconocer las faltas personales cuando se enfrentó al profeta Natán y declaró: "He pecado ante Di-s". Cuando los diferentes significados de hod (reconocimiento, agradecimiento, confesión y gloria) se aplican al habla, se relacionan con las enseñanzas más importantes impartidas por el Baal Shem Tov. Él enseñó que todo servicio a Di-s es un proceso de tres etapas: Sumisión y humildad, hajnaá; separación y clarificación, havdalá; dulzura y rectificación, hamtaká. La primera etapa del servicio Divino, es decir, sumisión y humildad, corresponde a los aspectos anteriormente descritos de reconocimiento y agradecimiento, los cuales dependen de la aceptación de la realidad de una fuerza superior y el reconocimiento de nuestra necesidad de ajustar apropiadamente nuestro comportamiento.

Separación y clarificación es la segunda etapa del servicio Divino, donde la Torá no es solamente un estudio, sino que juega un papel decisivo en dirigir nuestros pensamientos, habla y acción. En el párrafo que sigue al Shemá (la declaración cardinal de la unicidad de Di-s) se nos ordena: "Las enseñarás a tus hijos y hablarás de ellas al acostarte y al levantarte..." El Talmud comenta: "Hablarás de ellas y no de otras cosas", lo que implica que la Torá no debe ser enfocada como un simple estudio, sino más bien, como un completo estilo de vida. Cuando nos separamos de lo transitorio y mundano y nos sumergimos en la Torá, en ese momento, incluso el hecho de hablar acerca de aspectos "seculares" de la vida se pueden imbuir de espiritualidad y pueden servir de ejemplo para otros. Esto se refleja en la declaración talmúdica: "Incluso el hablar mundano de los sabios, es Torá". El estado culminante del servicio a Di-s es hamtaká, dulzura y rectificación. Esto se relaciona con el significado más común de hod, "gloria", como en la frase: "La gloria del reinado". El nivel de habla al cual se alude aquí es el habla que "guía", elevando e inspirando a otros. El habla rectificada refleja el proceso creativo Divino y el poder que endulza la realidad. Este poder se percibe claramente en el siguiente versículo: "La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, mientras que una buena palabra lo alegra". La expresión "lo deprime" es interpretada por los sabios como "hablar francamente"; aliviar la preocupación del corazón y endulzar la realidad al "hablar francamente". A pesar que el concepto del Mashíaj se refiere a un líder tanto político como militar, él va a conquistar al mundo a través de la palabra, al iluminar a todo Israel y al resto del mundo con la luz de la Torá. En ese momento se va a cumplir la profesía de Zefania: "Ya que entonces convertiré a los pueblos en un lenguaje más puro, para que todos puedan proclamar el nombre de Di-s y puedan servirlo con consenso". La Tierra de Israel ¿Retirada de la Tierra de Israel? El Tema de la Tierra de Israel en general y el de la cuestión tan problemática de abandonar partes de la Tierra de Israel en aras de la "paz", deben ser enfocados en tres planos diferentes. El primero de ellos es un plano táctico, el segundo uno emocional y el tercero uno idealista. Con respecto al primero, el táctico, ¿Es realmente necesario entregar partes de la Tierra de Israel con el fin de conseguir la paz, o cualquier otro objetivo pragmático? La Torá enseña que en cuestiones de seguridad, nos corresponde a nosotros consultar con expertos militares apolíticos. ¿Las consideraciones de seguridad requieren una retirada de determinadas áreas de la Tierra de Israel? Todos los expertos imparciales y realistas en este campo, concuerdan unánimemente en que el caso es exactamente lo contrario, para reforzar la seguridad es necesario tener lo más que se pueda de la Tierra que Di-s nos dió y permanecer firmes en nuestra convicción de conservarla y poblarla. De acuerdo con la Torá, esta es la respuesta a la cuestión de seguridad, la cual involucra el tema pragmático. Es extremadamente negativo incluso pensar en renunciar a cualquier parte de la Tierra de Israel. Más de 120.000 personas se han establecido en las partes de la tierra en cuestión y, seguramente, para ellos el simple pensamiento de entregar a una población hostil las tierras verdaderamente próximas a donde viven, implica una seria amenaza de seguridad. El segundo plano de la cuestión es el emocional, que es esencialmente temporal. ¿Cuán sensibles somos como Pueblo y como individuos, Providencia Divina que tuvo lugar durante las últimas generaciones? Por cierto que en la nuestra fuimos testigos de ella. Di-s nos dió mucho más de la Tierra de lo que esperabamos recibir, nos dió nuestra Tierra de Israel con grandes milagros, los atestiguamos y debemos ser concientes de ellos. Desafortunadamente, mucha de esa conciencia ha sido diluida por factores que no desean reconocer, aceptar y dar gracias a Di-s quien nos dió la Tierra. Las emociones de un judío deben ser armonizadas para reaccionar y responder con amor a un obsequio que se le ha dado. Di-s nos a dado la tierra y considerar, siquiera por un segundo, devolver un regalo que El nos ha dado es como, Di-s lo prohiba, dar una bofetada en el rostro de un alma benevolente que nos brindó, con grandes milagros, un presente de infinito valor. No reconocer esto significa que el corazón de la persona, alegóricamente, se ha vuelto de piedra; se ha vuelto completamente insensible al regalo Divino de Eretz Israel en nuestra propia generación. Hay dos emociones primarias del corazón. Una es el amor y la otra es el temor. Tal vez debido al temor, la gente cree que si no negociamos y nos comprometemos con nuestros vecinos no judíos, no sólo no vamos a poder retener lo que tenemos, sino que la situación podría degenerar y volverse peligrosa. Hemos estudiado en cabalá y jasidut que cuando hay dos emociones, una de amor, especialmente amor reverente y en rea Di-s, y otra de temor, el amor debe doblegar y dominar al temor. En el plano emocional tenemos que ser más sensitivos al hecho de que nuestro Creador, en su ofrenda de amor por nosotros, nos ha dado también esta Tierra. Debemos valorar más este presente invaluable, haciendo que cualquier pensamiento de abandonar cualquier parte de él sea absolutamente inconcebible. Di-s nos ha dado la tierra, y por cierto que nos proteger, y nos protegerá si reconocemos y apreciamos el amor que nos profesa entregandoLe nuestro amor. El tercer y más elevado plano es el del ideal definitivo y eterno de la Torá misma, que nos ha brindado una modalidad de vida. Quien cree que la Torá proviene de Di-s sabe que el propósito de la Torá es para que el pueblo judío conquiste y pueble la Tierra de Israel. Esto implica reconocer el plan eterno de la creación desde el principio hasta el fin.

Sólo a través de nuestro sentido de conección y unidad con la Tierra de Israel, nosotros, el Pueblo de Israel podemos lograr el propósito de la Creación misma, la manifestación de nuestro potencial espiritual interior. La Biblia compara a menudo la relación entre nuestro Pueblo y su Tierra como la del novio y la novia. Tenemos que "desposar" a la Tierra, lo que obviamente prohíbe todo "adulterio" o la existencia de elementos extraños que nos la arrebaten. Unicamente cuando nos enlacemos y unamos apropiadamente con ella, daremos nacimiento a la progenie potencial que tenemos en nuestros corazones y nuestras almas. Esto requiere necesariamente que nos aferremos firmemente a la Tierra, y ni pensemos siquiera en renunciar a nuestro potencial y el del mundo. La fe judía enseña que el bien definitivo para todo el mundo, todo los seres humanos y toda la creación, va a existir cuando reconozcamos nuestro potencial. Esto tiene lugar únicamente cuando el Pueblo de Israel se une con la Tierra de Israel completa. Entonces se cumplirá, muy pronto en nuestros días, el propósito de la creación. El Pueblo judío construirá una vez más, con la ayuda de Di-s, el Templo en el Har HaBait, el Monte del Templo en Jerusalem, y con esto se volverá manifiesto el propósito definitivo de la creación, el deseo de Di-s de tener una morada en la Tierra. Cabala y Vida Moderna Judíos y No Judíos

Llamamiento a las Naciones del Mundo

Los Siete Principios del Servicio Divino para los Justos Gentiles

Monoteísmo Verdadero

Hoja Informativa para Visitantes del Monte del Templo próximamente

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 1 Introducción Llegar al no judío Nuestra generación es la primera desde la dispersión del pueblo judío, en la cual el judío tiene la posibilidad (y por lo tanto la obligación) de llegar al no judío. El objetivo es crear un movimiento mundial entre los gentiles justos, la renuncia a falsas religiones y la aceptación de los siete preceptos de Noé.

Estos preceptos son los que Di-s le dió a Adam y a sus descendientes y después del diluvio, a Noé y a sus descendientes. Estos son obligatorios para toda la humanidad y fueron incluídos en la Torá cuando Di-s la entregó al Pueblo de Israel en el Monte Sinai. La Torá testifica que estos preceptos fueron por cierto aquéllos que Di-s entregó al hombre en el principio de la creación, y por eso es su fuente primordial y definitiva de autoridad. La Torá, más adelante obliga a los judíos a enseñar e incentivar a todas las naciones de la tierra a aceptar estos preceptos. Un no judío que acepta los siete preceptos de Noé, reconoce que el propósito fundamental de su vida es servir a Di-s y establecer la paz en el mundo.

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 2 La Naturaleza del Alma Toda alma humana posee 10 sefirot o poderes espirituales. Los tres primeros son intelectuales y los siete restantes se relacionan con las emociones. Los tres poderes del intelecto son las fuerzas motivadoras principales del componente Divino del alma. Los siete poderes emocionales son las fuerzas motivadoras principales del componente del alma animal. Esta es la razón por la cual gran parte de la identidad judía se basa en el principio de "tres". El pueblo judío desciende de tres patriarcas; en nuestras plegarias rezamos: "Di-s de Abraham, Di-s de Itzjak y Di-s de Iaacov". La bendición sacerdotal se compone de tres versículos (tres bendiciones individuales). Nuestros sabios dicen: "Bendito sea Di-s, el Misericordioso, quien otorgó una Torá que se compone de tres partes (los Cinco Libros de Moisés, Los Profetas y Los Hagiógrafos) a un pueblo que posee tres grupos (Sacerdotes, Levitas e Israelitas) en el tercer mes (Siván) por medio de tres ( Moisés Aarón y Miriam)". Aunque el principio de tres es innato en la mente del alma Divina del judío, es secundario a nuestra fe absoluta en la Unicidad esencial de Di-s, que trasciende el poder de la mente. Los elementos Divinos del alma, al ceñirse a la sabiduría de la Torá, que une la mente del hombre a Di-s, se vuelven completamente conscientes del Uno absoluto, como está dicho: "Oye Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es Uno". (ver nota #1). Los tres poderes intelectuales, en el estado innato del alma animal, están subyugados a los deseos terrenales de los siete poderes emocionales. Para corregir esta "confusión" fueron otorgados los siete preceptos de Noé. La "rectificación" espiritual para un no judío consiste en refinar los siete poderes innatos emocionales al comprometerse a cumplir los siete mandamientos de Noé. De esta manera, la naturaleza primera e innata del no judío se transforma en una segunda naturaleza ya rectificada, que le permite "penetrar" en los tres niveles más altos de su alma y captar el "Uno". Esta percepción (muchas veces en forma repentina) lleva a los siete poderes emocionales a servir a los tres poderes Divinos y no al revés. Si un no judío descuida su obligación de observar sus siete preceptos, se queda sin poder percibir la verdadera unidad de Di-s y su consciencia puede llegar a caer en idolatría, con su engañosa adoración a: "los tres", las estrellas, la naturaleza, los yoguis, el panteón de los "dioses", el dinero, etc., etc. En resumen, la idolatría se puede definir como el culto a cualquier cosa o a cualquier persona que no sea el Único y verdadero Di-s. Nota #1: Por otra parte, la identidad innata del no judío se basa en el principio de "siete". Existen 70 naciones en la tierra que derivan de Noé. La esencia de estas naciones está en las siete naciones canaanitas que ocuparon la tierra de Israel antes que el pueblo judío la conquistara. El número siete tiene también un significado especial en la tradición judía, denota "cariño". En palabras de nuestros sabios, "todos los siete son queridos". Por otra parte, para los no judíos los números representan una realidad general secular. Para ellos, el séptimo día de la creación no es cualitativamente diferente a los seis precedentes. Es un día de trabajo y de experiencia de Providencia e inminencia Divinas. Sin embargo, para un judío el séptimo día, el Shabat, es cualitativamente diferente de los restantes seis días de la semana. Es un día de descanso de los esfuerzos mundanos, un tiempo para experimentar la trascendencia Divina. El siete para el judío refleja unidad, mientras que para el no judío, pluralidad. En el alma judía, los siete poderes emocionales están subordinados y sirven a la búsqueda espiritual de los tres poderes intelectuales. Las 70 almas de Israel que bajaron a Egipto están subordinadas a los tres patriarcas judíos.

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 3 Los siete preceptos de Noé Como dijimos anteriormente, los siete preceptos de Noé corresponden a los siete poderes emocionales del alma. Éstos, a su vez, corresponden a las siete partes más importantes del cuerpo.

Sefirá

Precepto

Parte del cuerpo

Jesed "benevolencia"

prohibición de cometer adulterio

brazo derecho

Gevurá "poder"

prohibición de asesinar

brazo izquierdo

Tiferet "belleza"

prohibición de robar

torso

Netzaj "victoria", "eternidad"

prohibición de adorar ídolos

pierna derecha

Hod "esplendor", "reconocimiento", "agradecimiento"

prohibición de blasfemar

pierna izquierda

Iesod "fundamento"

prohibición de comer la carne de un miembro extraído de un animal vivo o de tomar su sangre

organo de procreación

Maljut "reinado"

Establecer sistemas legales

boca

Es obvio que el adulterio es una perversión del amor y que el asesinato, del poder. El robo es una perversión de la belleza, ya que la belleza es la cualidad que le permite a la persona relacionarse con preocupación y consideración con su prójimo. La fe verdadera en un sólo Di-s representa la victoria esencial del hombre contra el mal (cuyo único poder real es la capacidad de dar una dirección errónea a la fe del hombre) y además la vía de acceso a la eternidad. La perversión de la fe es la idolatría. La blasfemia ("socia" de la idolatría) es una perversión de la aceptación y expresión del alma de agradecer a Di-s. En tanto que los cinco primeros y el último de los mandamientos de Noé le fueron otorgados a Adam en el principio de la creación, el sexto le fue entregado a Noé por primera vez después del Diluvio. La Torá describe a Noé como el tzadik ("el hombre recto"), el "fundamento" (iesod) de su generación. A las 10 primeras generaciones de la humanidad Di-s les ordenó ser vegetarianos. Después del Diluvio, Di-s le permitió a Noé y a sus descendientes comer todo tipo de carne animal, pero les prohibió comer los miembros amputados o beber la sangre de un animal vivo. El séptimo precepto de Noé es el único positivo. Es el precepto de establecer sistemas legales para juzgar a aquéllos que transgreden los seis preceptos anteriores y, de esta manera, regular y rectificar a la sociedad. Este precepto corresponde al poder de maljut ("reinado"), ya que la ley es la base de todo reino. Como dicen nuestros sabios: "La ley del reinado debe ser obedecida". Maljut recibe de los otros poderes del alma, como está dicho: "Todos los ríos (los seis poderes) llegan al mar (maljut)". En el cuerpo del hombre, maljut corresponde a la boca y su función es dirigir y controlar a la sociedad. Cuando se disponen estos siete preceptos en una estructura de sefirot, que es conocida para los que estudian Cábala, nos queda el siguiente cuadro:

Gevurá "Poder" Asesinato

Jesed "benevolencia" Adulterio Tiferet "Belleza" Robo

Hod "Eternidad" Blasfemia

Netzaj "Victoria" Idolatría Iesod "Fundamento" Comer la carne de un miembro de un animal vivo

Maljut "Reinado" Establecer sistemas legales

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 4 Los Siete Principios de Fe Cada una de las siete leyes de Noe posee una dimensión interna. Esta dimensión se refiere a los siete principios de fe y al servicio Divino, los cuales vamos a estudiar a continuación. Para empezar, debemos tomar en cuenta un principio general. El tikún o "rectificación" del mundo depende de cómo los no judíos se relacionan con los judíos. Un no judío no puede ser un gentil recto si en su corazón siente una falta de afinidad por el pueblo de Di-s, a pesar de contar con múltiples buenas acciones y cualidades refinadas. Si un no judío odia a los judíos hasta el extremo de haber jurado destruirlos, la Torá lo considera parte de la nación de Amalek, archienemiga de Israel, a la que el pueblo judío fue encomendado aniquilar. Cuando un no judío tiene un sentido de afinidad hacia los judíos, se hace digno de una inspiración que proviene de la fuente del alma de Israel. Le nace una motivación a ser una buena persona en todas las relaciones con su prójimo y a dedicar su vida al servicio Divino. La rectificación del mundo no judío en general depende de la inspiración y la revelación que recibe del pueblo judío que tiene el rol de ser "una nación de sacerdotes". Siempre se puede extraer una "chispa" de bien, del mal. Por ejemplo, la religión principal no judía de la cultura occidental cree en un solo judío y lo adoran como si fuera Di-s. Ciertamente, ésta es una grave transgresión al cuarto precepto de Noé. Sin embargo, dentro de este contexto de mal se puede percibir un elemento de bien. La verdadera rectificación del mundo no judío va a llegar cuando se reconozca el propósito Divino ordenado a cada judío: Iluminar el mundo y traer la paz y la prosperidad universales. De esta manera, el no judío se va a ver atraído, con amor hacia el judío. Con un sentimiento existencial de shiflut ("humildad") con respecto al pueblo judío (el que en su propia consciencia representa el epítome de la humildad ante Di-s y el hombre) el mundo va a reconocer el yugo del Reino de los cielos como se expone en la Torá y entonces, va a ser merecedor de la verdadera revelación. La siguiente exposición de los siete principios espirituales de fe y de servicio Divino para un no judío, va a iluminar su dependencia en el alma del judío para su rectificación. La función inicial de cada principio es elevar la consciencia del no judío a un nivel más alto. Junto a la elevación de su consciencia adquiere una capacidad superior de expresar libre albedrío. Cada uno de los poderes emocionales del alma (enumerados anteriormente: Bondad, poder, belleza, victoria, esplendor, fundamento y reinado) por sí mismo posee una dimensión interna. Éstas son (respectivamente): Amor, temor, misericordia, confianza, sinceridad, verdad

y humildad. Ahora vamos a ver como cada una de ellas se relaciona con un estado de consciencia, es decir, un principio de fe y de servicio Divino. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 5 Amor Recreación Continua No se necesita una inteligencia o una revelación sobrenaturales para darse cuenta que Di-s creó el universo. Nada se crea a sí mismo. Sin embargo, la mente humana está atada al tiempo y pareciera ser que la creación tuvo lugar en un pasado remoto. Desde ese momento en adelante, pareciera como si el universo, con su cantidad fija de energía y materia, fue evolucionado naturalmente, únicamente que su forma sufrió cambios. Es decir, no existe ningún caudal nuevo de energía. La consciencia de la Divinidad empieza con el reconocimiento de una continua recreación. Si Di-s no estuviera involucrado activamente, por así decirlo, en crear el mundo nuevamente cada instante, el universo entero se revertiría a la nada. Para comprender esta continua recreación hay que experimentar el infinito amor que sintió Di-s por cada criatura. Sobre esto está dicho: "El mundo está construido en base al amor". El alma arqueotípica del amor es Abraham. De hecho, las letras en hebreo de su nombre (Abraham) se pueden intercambiar y se transforman en la palabra hebrea "creación" (hibaram). Un no judío que reconoce que su propia existencia y la de toda la realidad depende continuamente del amor infinito de Di-s (que es en esencia idéntico a la raíz del alma del primer judío) se llena de amor por el pueblo judío. Al respecto se dice que Abraham (junto a su esposa Sara) "hicieron" o "crearon" gentiles rectos. La palabra "crear" en hebreo (bará) está estrechamente relacionada a la palabra hebrea (barí) que se utiliza para expresar "buena salud". Así como Di-s recrea el universo continuamente, del mismo modo lo sana. Para tener consciencia de la recreación continua es que Le proyecta a la persona el poder Divino de curación. La toma de consciencia de esta idea (tanto para el judío como para el no judío) cura a la persona y le otorga el poder para curar a otros. El comienzo de la rectificación para un no judío es su reconocimiento de la recreación continua.

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"Todo está en Manos del Cielo, Salvo el Temor al Cielo" Como se mencionó anteriormente, un no judío posee libre albedrío, por cuanto que él puede elegir entre cuidar o pasar por alto sus siete preceptos.Pero en un sentido más amplio, se puede elegir sólo una alternativa.Del dicho de nuestros sabios: "Todo está en manos del Cielo, salvo el temor al Cielo", entendemos que el libre albedrío del hombre se relaciona específicamente con su temor al Cielo. En cierto sentido, este precepto está relacionado, en particular, con el servicio Divino del no judío.Existen dos versículos similares en el Libro de Salmos, que empiezan con la expresión "Sirve a Di-s...".El primero de ellos dice: "Sirve a Di-s con alegría...", el otro: "Sirve a Di-s con temor...".Nuestros sabios interpretan que la primera expresión se dirige particularmente a aquéllos que ya constituyen el pueblo de Dis. El segundo versículo, se refiere a aquéllos que son gentiles en la actualidad. Es importante saber que la escala de fe puede ser escalada por cualquier ser humano; CUALQUIERA, cuya alma lo mueve a esa meta puede convertirse al judaísmo, y ser así, parte del pueblo de Di-s, una parte viviente de "el hijo de Di-s". Existen muchos niveles de temor a Di-s. El nivel más básico para el gentil es el que lo motiva a abstenerse del pecado, es decir, el temor al castigo. El nivel más básico para el judío es el temor a Di-s como el Rey omnipotente del universo. A pesar que ambos se refieren al poder Divino para decretar la vida o la muerte, el primero no tiene un enfoque hacia el Rey Todopoderoso propiamente tal, sino exclusivamente al temor a Su castigo. Cuando el temor del no judío se conecta al del judío, aquél también se vuelve capaz de experimentar al Rey propiamente tal y retornar a Él con temor reverencial. Ésta es la esencia del poder del libre albedrío en el alma del no judío. La única elección que la persona realmente puede hacer en la vida es si tornarse a Di-s o no. Fundamentalmente, el judío vuelve a Di-s por amor, el amor de un hijo hacia su padre. El no judío al principio retorna a Di-s por temor, el temor de un sirviente hacia su amo. Sin embargo, es el temor al alma judía lo que eleva el temor del no judío. El mejor ejemplo en la Biblia de una sociedad no judía que retorna a Di-s es el relato del arrepentimiento de los habitantes de la ciudad de Ninive, registrado en el libro de Jonás. Los judíos leen esta historia en el momento más sublime del día más santo del año, Iom Kipur, el Día del Arrepentimento. Fue el alma de un judío, el alma de Jonás, que se convirtió en una herramienta en las manos de Di-s, para estimular a una multitud de almas no judías y hacerlos retornar a Él con arrepentimiento sincero. Encontramos en el texto que los habitantes de Ninive fueron motivados por temor al castigo. Sin embargo, al escuchar los milagros que Jonás experimentó, ellos a su vez, se inspiraron y fueron también testigos del sentido de reverencia por el Di-s de Israel. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 7 Misericordia Di-s Realiza Milagros En el principio de la creación, Di-s vio que si creaba un universo en el cual cada indivíduo era juzgado exactamente según los méritos de sus acciones e intenciones, éste no podría existir. Entonces, Di-s combinó el atributo de misericordia con el atributo de justicia, y con ambos (misericordia antes del atributo de justicia), Di-s creó el mundo. El orden natural de la creación refleja justicia Divina. La misericordia Divina, en cambio, se expresa en forma de milagros, definidos como la alteración de las leyes estrictas de la naturaleza. La misericordia Divina es para todas Sus creaciones, como está expresado en Salmos: "Di-s es bueno para todos y Su misericordia se extiende a todas Sus criaturas". Como se explicó anteriormente, la recreación contínua es un acto de bondad Divina. Las leyes fijas de la naturaleza, que funcionan dentro de un tiempo y un espacio creado, reflejan el atributo Divino de poder y justicia. La "ley" fundamental de justicia Divina se define como "medida por medida". Di-s, en Su infinita misericordia (la dimensión interna del atributo Divino de belleza) hace manifiesto el reino sobrenatural. Al reconocer el atributo Divino de misericordia, Su deseo y poder para cambiar el flujo de la naturaleza (no sólo en respuesta y en proporción a los méritos del hombre), se despierta un deseo en el corazón del hombre que lo lleva a tornarse hacia Él con devota adoración. En la expresión de nuestros sabios, la plegaria es descrita como "(suplicante) misericordia". Rezamos para que Di-s milagrosamente cure a los enfermos, provea a los pobres de sus necesidades y bendiga al estéril con hijos. Pedimos claridad mental y del corazón para conocer a Di-s, y ser capaces de emular Sus caminos.

Nuestros sabios nos enseñan que la forma de despertar la misericordia Divina es a traves de emular Su atributo de misericordia, empatizar con el compañero y colmarlo de compasión. En sus palabras: Quienquiera muestre misericordia hacia otros se le mostrará misericordia de los cielos. Al contemplar la historia, tanto el presente como el pasado, con toda seguridad, un no judío puede ver la maravilla de la misericordia Divina hacia Sus hijos, el pueblo de Israel. Incluso en tiempos de destrucción y exilio, la llama del pueblo judío nunca se ha extinguido (como dictarían las leyes de la naturaleza). Al contemplar este fenómeno, el no judío se conecta al atributo Divino de misericordia en su adoración a Di-s. En nuestras plegarias describimos al Mashíaj (Mesías), que va a traer salvación al mundo entero, como un "mendigo suplicando piedad en el umbral de la puerta". Al reconocer los atributos y actos Divinos de misericordia hacia todos (y especialmente Su misericordia y los milagros a Israel), el no judío se conecta al alma del verdadero salvador de la humanidad. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 8 Victoria (Creer) Autotransformación La victoria final en el alma del hombre, en el servicio a Di-s, es el triunfo de la inclinación del bien frente a la inclinación del mal de la persona. A tal grado, que la persona victoriosa en esta batalla espiritual, se hace meritorio de una metamorfósis del ser. Sin embargo, la Torá no exige que todos los no judíos se conviertan completamente al judaísmo, mas sí se necesita que pasen por una semi-conversión para llegar a ser "gentiles justos". Los no judíos deben aceptar las siete leyes de Noé transmitidas a la humanidad por Moisés, el siervo de Di-s, en la Torá. Desde ese momento, ellos se transforman y adquieren un nivel superior de libre albedrío, como se describió anteriormente. Con respecto al gentil recto, la Torá establece: "Y él debe vivir entre vosotros". Él puede vivir en la tierra de Israel y es obligatorio para el pueblo de Israel preocuparse de su bienestar. La victoria posee una dimensión interna como ocurre con todos los poderes espirituales del alma. Esta dimensión es el poder de confianza en Di-s y el sentido de confianza en sí mismo, que nace de la aceptación del hecho que Di-s le otorga continuamente a cada individuo los recursos espirituales necesarios para rectificar su comportamiento y sus características personales, y de esa manera, transformarse en un ser prácticamente nuevo. La victoria es una "rama" de la bondad. En el servicio Divino, la bondad corresponde al conocimiento de recreación continua. La victoria se hace alcanzable a través de saber que siempre es posible (y nunca es tarde) la rectificación y la transfomación del propio ser. La victoria sigue a los tres estados previos de consciencia: El amor, el temor reverencial y la misericordia. Después de experimentar el amor que Di-s siente por la persona (que lo crea nuevamente a cada instante), el individuo se torna a Di-s con temor reverencial (el sello de manifiesto libre albedrío), lo que lo lleva a reconocer Su misericordia. El milagro más grande obrado por Di-s es el haber otorgado al hombre el potencial de rectificación (el atributo de victoria). Aquí también, el no judío toma la iniciativa del judío. La victoria del judío causa la "ascención" de los niveles inherentes a su alma animal y la unión de estos niveles a la fuente de energía de su alma Divina. En un comienzo, el alma animal del judío viene de lo que se conoce en Cabalá como la "cáscara intermedia" (el estado del ser, que posee una mezcla de bien y mal). A medida que el no judío experimenta un proceso de semi-conversión necesario para transformarse en un gentil recto, comienza a ascender de su prisión espiritual dentro de los "tres niveles de impureza", para llegar a la "cáscara intermedia". Desde ese momento, el no judío se asemeja de alguna manera, al lado "secular" del judío. (Por esta razón es que se le ordena a la nación judía mantenerlos). Si quisiera convertirse completamente, adquiriría el alma Santa y Divina de Israel. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 9

Sinceridad "Yo Soy un Sirviente de Abraham" Como ya se mencionó anteriormente, cada judío es un "hijo" de Di-s, mientras que un no judío tiene la finalidad de ser un "siervo" de Di-s. A pesar que un judío en esencia es siempre un hijo, cuando se sale de este status (al no manifestar la esencia de su alma Divina), es también descrito como un siervo. Si bien, en relación con la consciencia judía esto definitivamente constituye una caída, en relación con la creación como un todo, sirve a un propósito positivo. Como ya hemos visto, el judío tiene la obligación de mostrarle el camino a seguir al no judío. Cuando el judío demuestra el status de "siervo", inspira al no judío a llegar al mismo nivel y, de esta manera, ser un siervo de Dis. La consciencia de servidumbre se identifica en Cabalá con el atributo de esplendor, cuya dimensión interna es la sinceridad. Cuando se manifiesta esta dimensión, la persona se para frente a su amo con una sumisión total del ser y con un compromiso total de la voluntad. Este sincero estado de sumisión crea un aura de esplendor que envuelve tanto al amo como al siervo. La sinceridad es la "rama" del temor reverencial. Cuando el no judío aprende el concepto de sumisión y de compromiso del judío, logra servir a Di-s con temor reverencial y regocijo simultáneamente. La victoria y el esplendor (confianza y sinceridad) actúan como "socios", como ya fue explicado. Estos conceptos, representan para el no judío dos formas de "conversión". La victoria corresponde tanto a la conversión completa para ser un judío tal cual o a un proceso de semiconversión necesario para convertirse en un gentil justo, como se define en la Torá. El esplendor corresponde a la "conversión" que lo lleva a ser un siervo confiable de Di-s, a través del compromiso de servir al pueblo judío. El ejemplo clásico en la Torá de un gentil que mereció la conversión es Eliezer, el siervo canaanita de Abraham. Debido a la dedicación total a su amo, Abraham lo puso al cuidado de todos sus bienes. En su devoción sincera y absoluta a la voluntad de Abraham, Eliezer se hizo meritorio de dejar el reino de la "maldición" para entrar en el reino de la "bendición". Esto claramente representa una rectificación de la prohibición de Noé de "blasfemar", en particular, que, como ya se explicó, corresponde al atributo de esplendor o reconocimiento. Cuando Eliezer proclamó: "Yo soy el siervo de Abraham" no se refirió a sí mismo con su nombre, ya que había alcanzado un nivel tan elevado de consciencia que no poseía identidad independiente. Como ya fue mencionado, un gran porcentaje del mundo no judío adora a un solo judío. El mundo no judío tiene que llegar a reconocer que todos los judíos son hijos de Di-s. El no judío debe esforzarse para ayudar a los hijos de Di-s a cumplir su propósito: Traer la redención al mundo. Sólo entonces, se va a revelar el verdadero Mashíaj. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 10 Verdad Providencia Divina Nuestros sabios se refieren al atributo Divino de "verdad" como el "sello" de Di-s en la creación. Tal como un artista firma una pintura con su nombre, de la misma manera, el atributo de verdad es la "firma" de Di-s que está presente en todo elemento de la realidad. Esta "firma" Divina es la impresión eterna de la presencia y la providencia de Di-s. Ciertamente, Di-s y Su providencia son omnipresentes. Di-s crea al mundo con amor. Obra milagros con misericordia. Da a conocer a la creación Su presencia y Su providencia con la verdad. Se nos enseña que la Divina providencia (el ojo de Di-s) vigila y determina el destino, tanto inmediato como futuro, de incluso el elemento más pequeño de la creación. Es la Divina providencia la que mide y regula el pulso de la vida dentro de cada ser viviente, dotando a la vida de continuidad. Existen dos niveles de consciencia con respecto a la Divina providencia. El primer nivel, es el reconocimiento de la conexión de Di-s con el destino de cada una de Sus creaciones. El segundo nivel, es el reconocimiento infinitamente superior de cómo el destino individual de cada criatura ayuda al propósito universal de Di-s. Todo suceso en el cosmos (desde el microcosmos hasta el macrocosmos) está entrelazado en forma muy compleja. Todos contribuyen al cumplimiento del propósito final de Di-s: "Hacer para Él una morada en el plano inferior". Solamente cuando éste, el nivel más bajo de la realidad reconozca la luz trascendente que permea el universo, y de esa manera, se vuelve una parte de esa luz, entonces, la presencia de Di-s puede "morar" entre nosotros. [ver: nota # 2] En los Salmos encontramos: "Tus juicios llegan hasta el abismo, al hombre y al animal traerás salvación... ¡Oh, Di-s!" [ver: nota # 3]

nota # 2 La consciencia fundamental de providencia Divina está reflejada en el tzadik, el justo de Israel. En cada generación existe un tzadik,quien, en virtud de su estado de completamente rectificado, es el "fundamento del mundo". Mientras más cerca esté la persona del tzadik de la generación, es mayor el nivel de consciencia que tiene respecto de la Divina providencia; especialmente la que se revela en la vida de la persona. Con respecto a las almas no judías, que no tienen una conexión consciente con el tzadik (e Israel, en este contexto, puede ser visto como el tzadik del mundo en su totalidad), es prácticamente imposible que perciban la Divina providencia que los supervisa. En este estado, lo que ellos experimentan como providencia les "llega" sólo después de haber pasado varios niveles espirituales intermedios.

nota # 3 Nuestros sabios estudian este versículo como una referencia a la providencia individual de Di-s sobre toda la creación. En Cabalá se enseña que la salvación al mundo va a llegar cuando el "animal" se conecte al "hombre". Los términos "animal" y "hombre" son relativos. Básicamente, "hombre" se refiere "al tzadik, el fundamento de la generación", ya que su consciencia es completa y "verdadera". Todas las otras almas (tanto judías como no judías) son diferentes niveles de "animal". Tal como el "hombre" dirige al "animal", guiándolo para cumplir y realizar su potencial interno, de la misma forma el tzadik, es decir el "hombre" de la generación, el que es cabalmente consciente del propósito de Di-s en la creación, le da un sentido de dirección en la vida a todos aquéllos que se conectan a él. Él es el "emisario" más importante de Di-s en el mundo. Sólo él puede revelarle a los miembros de su generación la tarea Divina que le fue ordenada en la vida. De esa manera, una vez más vemos que la sed de salvación del alma no judía sólo puede ser aplacada al apegarse al alma de Israel, en particular "al tzadik, el fundamento del mundo". El tzadik es, en realidad, el "sello" visible de Di-s en la creación, y la mirada de todas las criaturas debiera estar enfocada hacia él (para ser testigos de la Divina providencia , es decir, el "ojo" de Di-s en todos los episodios de la vida). Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 11 Humildad Una Morada para Di-s Una forma de entender la diferencia que existe entre un judío y un no judío es cosiderar al judío como dador y al no judío como receptor. Todas las etapas del proceso creativo (la evolución de los mundos, la interacción entre ellos y su unificación final) dependen de la dinámica de dar y recibir. La voluntad para dar y la voluntad para recibir son las dos fuerzas cósmicas fundamentales. La voluntad de dar es el principio "masculino" en la creación, mientras que la voluntad de recibir es el principio "femenino". La voluntad de dar es graficada en Cabalá como una proyección convexa. La voluntad de recibir, se retrata como un receptáculo cóncavo. Para darse cuenta que uno es un recipiente vacío hay que experimentar la humildad existencial, es decir la dimensión interna del atributo Divino de reinado, el séptimo y último de los atributos emocionales del alma. Como "conclusión" de toda la experiencia emotiva, el sentido de humildad implica una dependencia total en la benevolencia de Di-s. El deseo más profundo de Di-s en la creación es que nuestro estado de realidad (el más bajo) se transforme en una "morada" para Él, un hogar en el cual pueda revelar Su esencia absoluta, como se explicó anteriormente. La humildad en el alma es el estado de "hogar". El "vacío" del recipiente se eleva y atrae hacia sí mismo la "proyección" del dador. Profundo, en el inconsciente del dador está el reconocimiento que el origen del receptor "precede" (en la esencia Divina) al origen de su propio ser.

Todas las almas desean ascender del nivel de "animal" a "hombre" (para afianzarse, por así decirlo, a la "firma" de Di-s representada por Israel, "el primogénito de Di-s"). El receptor es el que eleva desde abajo (mientras permanece abajo) la voluntad del dador para hacerlo descender y entrar en el "hogar" creado por él. De esta manera, el propósito final del mundo no judío es hacer de este mundo un "hogar" acogedor, una morada apreciable para que el pueblo judío entre y la bendiga. Con eso, el dador y el receptor se conectan y la Divina Presencia desciende para iluminar la realidad inferior. De esta manera, concluimos con el pensamiento que la relación rectificada del judío con el no judío es una sociedad, casi como una sociedad de marido y mujer. La esposa, es la fiel compañera, y con eso, expresa su humildad y dependencia existenciales hacia su marido, mientras que el esposo, sabiendo que el origen del alma de su esposa precede a su propia alma, despliega su propia humildad y dependencia existenciales hacia su mujer. Di-s mismo es el "tercer socio" de todo matrimonio; y gracias a su poder es que el matrimonio se consuma y fructifica. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Principios de Servicio Divino para los Gentiles Rectos 12 Cuadro Sumario Temor

Benevolencia

Temor a Di-s

Experimentar una continua recreación

Libre albedrío--Pararse frente a Di-s con temor reverencial

Amor-- Energía creativa Misericordia Tornarse a Di-s con plegarias - Suplicar Su misericordia Reconocer la fuente de todas las bendiciones

Sinceridad

Victoria

Servir al Rey

Metamorfosis espiritual

El sirviente simple y el sirviente fiel

El gentil justo Verdad Divina Providencia Salvación del "hombre y del animal" Humildad Convertirse en un recipiente El poder inherente en el "recipiente" de "elevarse desde abajo"

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos El Monoteísmo Auténtico Los misioneros, en su intento por atraer a los judíos a aceptar sus falsas creencias, con gran frecuencia citan y tergiversan las fuentes y el pensamiento judíos tradicionales. Este artículo está dirigido a aquéllos que se oponen a las declaraciones de los misioneros. La intención es proporcionar una comprensión más profunda de las verdades judías que revelan la falta de profundidad existente en este engaño. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Manifestaciones del Di-s Unico De acuerdo a la fe judía Di-s es absolutamente único. No existe ni dualidad ni pluralidad intrínseca en El en ninguna forma. La Cabalá (la mística judía) enseña que el comienzo del proceso creativo es la contracción de la luz infinita de Di-s (es decir, la revelación Divina de que Di-s es todo). Luego comienza una serie de etapas, la primera de las cuales es la proyección de un rayo de luz Divina (la Presencia revelada de Di-s) en el vacío aparente (es decir, un estado aparente de espacio "fuera" de Di-s), que resultó a partir de la contracción. Entonces, los mundos son creados en torno del rayo de luz. Esto es para el cosmos, lo que el alma es para el cuerpo. Por esta razón, nuestros sabios dicen que Di-s es para el mundo lo que el alma es para el cuerpo. Después de la contracción, Di-s se revela a través de muchas manifestaciones. que son relevantes sólo a partir de la contracción inicial de la luz Divina. Desde la perspectiva Divina, las contracciones no se pueden tomar en forma literal. Di-s es, fue y siempre será Uno y Unico. La Unicidad absoluta de Di-s no se debe entender en un sentido cuantitativo (como algo "contable"), Di-s es "Uno, pero no en sentido numérico", El es el Absoluto que creó todos los "números" del uno hasta el infinito. El significado de la contracción es únicamente en relación con nuestra perspectiva. Después de la contracción, cuando la creación recibe su propia perspectiva en la realidad, Di-s puede aparecer en el plano consciente de esa realidad a través de una manifestación dual, triple, cuádruple, etc. Una manifestación dual podría ser dos manifestaciones relacionadas, como la luz trascendente de Di-s frente a Su luz inmanente. El nombre más esencial de los nombres de Di-s es el Tetragramatón que tiene cuatro letras. Cada una de ellas representa una manifestación diferente de la presencia Divina en la realidad, Su poder en la creación y Su supervisión sobre la creación. De la misma manera, Di-s a veces se manifiesta como cinco, seis, siete y así sucesivamente. Con mucha frecuencia meditamos acerca de todas las apariencias y aspectos posibles desde los números uno hasta el trece. Incluso pueden haber más que estos. Cada una de las veintidos letras del alfabeto hebreo es una manifestación de Divinidad. Cuando se "rastrean" todas estas posibilidades hasta su misma fuente en la luz infinita de Di-s antes de la contracción, "retornan" a un estado de Unidad absoluta. Como se explicará más adelante, la manifestación básica del tres en el judaísmo es Di-s, Torá e Israel. No existe nada esencialmente único que distinga el número tres de cualquier otro. Como se mencionó anteriormente, Di-s, el único absoluto, puede y de hecho aparece en cualquier número que El desee. Cada número representa un secreto diferente de la realidad que El crea, intentando en definitiva reflejar Su Unidad absoluta. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Conciencia Judía del Mundo de Atzilut Di-s se manifiesta de diferentes maneras. Después de la contracción inicial, si las multimanifestaciones de Divinidad permanecen verdaderas e intactas, sin ningún obstáculo que separe entre esa manifestación y nuestra consciencia, se puede verdaderamente apreciar la Unidad de Di-s. El estado existente después de la contracción inicial, en la cual la cuantificación en general no obstaculiza la consciencia Divina, en la que la realidad percibe a Di-s como único absoluto, es el estado del ser del mundo de Atzilut, "Emanación". La consciencia creada, inherente a los tres mundos más bajos: "Creación", "Formación" y "Acción" (aquellos mundos cuyo estado de consciencia ha descendido del mundo de Atzilut) tienden a separar, diferenciar y dividir, y, por lo tanto, a percibir la realidad como pluralista en la naturaleza. Este fenómeno se puede seguir degenerando hasta llegar a la idolatría. Debido a que el origen del alma judía (incluso del nivel más bajo) deriva de la consciencia de Atzilut, ésta es capaz de percibir las multimanifestaciones del mundo que lo rodea y tener fe perfecta en la Unicidad absoluta de Di-s (a menos que elija conscientemente otra cosa). El alma no judía puede creer, "teóricamente" que Di-s es Uno; sin embargo, en el momento que retrata a Di-s manifiesto en la realidad como él la percibe, Di-s aparece frente a él en alguna forma de pluralidad (el número es irrelevante). Su mente crea una división en la unidad verdadera de Di-s, una división que tiende a degenerarse y que finalmente termina en idolatría, como se mencionó anteriormente.

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Tres Judío que son Uno En el Zohar (el texto clásico de la Cabalá) y en otras fuentes del judaísmo, encontramos que existen tres (manifestaciones de Divinidad), que en esencia son Una: Di-s, Israel y la Torá. El Zohar señala: "Israel, la Torá y El Santo, bendito sea, son Uno". Como se explicó anteriormente, antes de la contracción, desde la perspectiva Divina (y del origen del alma judía) estos tres se revelan en forma manifiesta como Uno absoluto. La Torá es la sabiduría y el espíritu de Di-s, de lo que está dicho: "Él y Su sabiduría son Uno". Israel es el hijo de Di-s (el hijo es la esencia manifiesta del Padre). Cuando en la Biblia se hace mención del "hijo" (de Di-s), ese hijo es "mi primogénito, Israel". Esto se refiere a todo el pueblo de Israel (cuya consciencia deriva del nivel Divino y espiritual de Atzilut, como ya fue explicado). Más adelante, se nos enseña en el Zohar que la Torá cumple la función de conectar el nivel de la consciencia creada de Israel con Di-s. La Torá es, de este modo, un "intermediario" entre "dos" entes esenciales, el Padre y el hijo (como se explicó en Cabalá y en Jasidut: El hijo nace de una "gota" de la sabiduría del Padre); así vemos que el tres se "reduce" a dos (Di-s e Israel). De la misma manera, el tres se "expande" a cuatro (en correspondencia con las cuatro letras del Nombre esencial de Di-s, como ya fue mencionado). En relación a este último concepto, el nivel de Israel se divide en el tzadik (la figura recta mesiánica presente en cada generación) y el pueblo judío ("la congregación de Israel") en general. Ellos se definen como el "hijo" y la "hija" de Di-s, respectivamente. Ningún judío hubiera soñado jamás considerar al pueblo de Israel como una entidad en sí misma y rezarle, Di-s libre. Tal pensamiento ni siquiera entra en la consciencia judía. Lo mismo se aplica con respecto a la Torá. La Torá constituye el espíritu santo de Di-s. Pero ningún judío hubiera soñado en su vida considerar a la Torá como una entidad independiente. El alma judía, que deriva de Atzilut, nunca comete el error de unir una realidad independiente con una de las manifestaciones de Di-s. Al Único que nosotros le rezamos es a Di-s. Éste es uno de los trece principios de fe, como fue explicado por Maimónides. Así es como se reveló Di-s antes de la contracción inicial. La consciencia judía siempre tiene la esencia de Di-s en lo más profundo de la fe que se encuentra en su corazón, como ésta se reveló antes de la contracción inicial. No hay forma (excepto la conversión al judaísmo, en el caso que el nacido no judío se sienta auténticamente incentivado a ello) que la consciencia de un no judío pueda alcanzar el nivel de pre-contracción. La consciencia del no judío deriva de uno de los tres niveles inferiores de Briá ("Creación"), Ietzirá ("Formación") y Asiá ("Acción"), que perciben la pluralidad como pluralidad. Desde esta perspectiva, el "Padre", el "hijo", y el "espíritu" aparecen como tres entidades separadas. Esta afirmación, desde la perspectiva de la consciencia no judía, que estas entidades son esencialmente una, es inconsistente. La consciencia no judía no puede unificar verdaderamente a los tres y entender que su esencia es una. Perciben a cada uno de los tres como si tuviera una "personalidad" propia tan fuerte que pudieran existir en forma independiente. Esto es idolatría. La tentativa del no judío de parodiar este secreto fundamental de tres que es uno, destruye completamente la autenticidad de la paradoja del concepto. Cuando la consciencia no proviene de Atzilut, el "hijo" se separa del Padre, y el "espíritu santo" también se separa como personalidad independiente y el alma no judía cae en idolatría. Esto está prohibido tanto para el no judío como para el judío. La prohibición de idolatría es la más importante de los siete preceptos de Noé. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos La Conciencia de Atzilut Aprecia la Paradoja de Proverbios Está escrito en Proverbios 8:22-31: "Di-s me hizo su poseción en el comienzo de Su camino… Cuando EL preparó los cielos, yo estaba allí… Cuando El estableció los cimiementos de la tierra… Entonces estaba junto a El… y mi deleite (era) con los hijos del hombre". En estos versículos el sujeto (el "relator") es La Torá. Como se explicó arriba, en relación con la manifestación de cierto número de entidades a continuación de la contracción inicial de la luz infinita de Di-s, tenemos que tener en mente que antes de la contracción esas manifestaciones eran absolutamente una. Luego de dicha contracción queda la paradoja de la Torá diciendo "Yo estaba junto a Di-s" o "Yo fui el instrumento de Di-s en la Creación". También existía absolutamente unificada con Di-s la raíz absoluta y definitiva de las almas de Israel, el hijo de Di-s. Esta es una paradoja tal que no puede ser apreciada por una conciencia que no sea de Atzilut. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos El Espíritu de Di-s en los Versículos de Isaias Vamos a estudiar ahora un versículo de Isaias que a menudo es es mal interpretado para crear una representación incorrecta en relación a la absoluta Unidad de Di-s.

Su significado es claro cuando el texto es estudiado con su traducción tradicional al arameo, Targum Ionatán, y los comentarios tradicionales de Rashi, Ibn Ezra y Radac. Leemos en Isaias 48:12-16: (12) EscúchaMe, Oh Iacob, e Israel a quien Yo he llamado. Yo soy El, Yo soy el Primero, y también Yo soy el Ultimo. (13) También Mi mano ha extendido los basamentos de la tierra, y Mi mano derecha ha extendido los cielos. Cuando los llamo, ellos se paran juntos. (14) Todos ustedes: júntenese en asamblea y oigan, ¿cuál de entre ellos ha declarado estas cosas? Aquel a quien ama el Señor, el hará Su deleite en Babilonia, y su brazo estará en el Kasdim. (15) Yo, Yo he hablado, por cierto Yo lo he llamado. Yo lo traje y él tendrá éxito en su camino. (16) Acérquense a Mi, escuchen esto: Desde el comienzo Yo no he hablado en secreto. Desde el tiempo que fue, allí He estado. Y ahora el Señor Di-s y su espíritu me han enviado. Los versos anteriores forman una porción integral en el texto, pero en el texto Masorético de la Biblia aparecen como una unidad separada (parashá). A diferencia de su falsa interpretación, no hay aquí una aparición de tres entidades diferentes, como veremos del análisis de estos versículos. Debemos notar primeramente que la división gramatical de casi todos los versículos de la Biblia es en dos oraciones distintas, y este fenómeno es señalado por la etnajtá, la más fuerte de los signos melódicos de la lectura de la Torá. Leemos en la segunda oración del último versículo: "Y ahora Di-s, el Señor me ha enviado a mi y a Su espíritu". El Targum y Rashi explican que esta oración finales un cambio de sujeto. Hasta este punto, la última palabra de la frase anterior dice: "Allí Yo estoy", concluyendo las palabras de Di-s que forman toda la porción hasta aquí, pero la sentencia final presenta las palabras del profeta. Obviamente el profeta no es identificado como Di-s, sino que al igual que cada alma judía es un hijo de Di-s. Esta es la diferencia principal entre el judaísmo y cualquier otro concepto de religión. Esta oración dice literalmente: "Y ahora, el Señor Di-s y Su espíritu me ha enviado". Explica el Radac que el profeta oye a veces una voz directa dicha por Di-s, y a veces puede experimentar la visión de un ángel enviado para hablarle. De acuerdo con esto, "Su espíritu" significa el ángel enviado para hablarle, por lo que el significado de estas palabras es entonces: "Di-s me ha enviado, junto con el ángel que vi en mi profecía, que fue enviado por Di-s, para hablarme y enviarme". Otra interpretación de las palabras "Su espíritu" es "el espíritu dentro mío". Relata el profeta que se volvió inspirado, según la explicación de rav Saadia Gaón. La vav de la palabra v'rujó ("y Su espíritu") se traduce como "con Su espíritu", por lo que el significado de acuerdo con esta lectura es: "Di-s ha despertado Su espíritu en mi y con el poder de ese espíritu me envió a profetizar al pueblo. Es obvio que no hay tres divinidades diferentes, Di-s lo prohiba, expresándose en estos versos. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Las Siete Manifestaciones del "Yo"

En el primer versículo de esta porción, la palabra "Yo" (ani), está repetida tres veces. "Yo soy El, Yo soy el primero e incluso Yo soy el último". El hecho de que se repita tres veces significa: "Yo soy uno y el mismo". El vers. 15 empieza con la palabra "Yo" repetida dos veces. Seguramente que si meditamos acerca de esto en profundidad, la duplicación "Yo, Yo" denota dos manifestaciones complementarias del mismo "Yo", como si la misma persona estuviera hablando desde dos puntos fuertes. Si el primer versículo dice: "Yo soy El, Yo soy el primero y Yo soy el último", significa que "Yo aparezco como el primero, y Yo aparezco como el último, y Yo soy El". Por simple sentido común, no hay forma de mal interpretar esto. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Ideas Místicas De acuerdo con el misticismo judío, hay un número de bellos y significativos secretos en estos pasajes de Isaias. Primeramente, como sabemos, el número siete es el más significativo en la Torá. El valor numérico de la palabra "Yo" (ani) es 7 en guematria reducida (alef = 1, más nun = 5, más iud = 1). Esta palabra se repite siete veces en toda la porción, tres en el primer versículo, una en el segundo, ninguna en el tercero, dos en el comienzo del cuarto y dos en la conclusión de la primer frase del quinto versículo, "Allí Yo soy". En cabalá, la palabra "allí" es siempre un símbolo de maljut, reino, que es el séptimo y último nivel de los siete atributos del corazón. El séptimo nivel es explícitamente "Allí Yo soy". Así, el versículo se transforma en las palabras del profeta que habla, y de aquí podemos comprender que Di-s tiene siete manifestaciones o "Yo", y no sólo tres. Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Los Siete Ojos y los Siete "Yo" En segundo lugar, en hebreo "ojo" se dice ain. La letra ain siempre alude a la letra alef incluida en ella (debido tanto a la similitud fonética de ambas letras como a su razón numérica 1:70). La esencia interna del ojo es ain (nada) (con la letra alef reemplazando a la ain), la "nada" Divina que es una permutación de la palabra ani, "yo". Así como en inglés la palabra "yo" (I) y ojo (eye) suenan igual, en hebreo hay una muy cercana relación entre las palabras ani, "yo" y ain "ojo". Encontramos en la Biblia que Di-s tiene siete ojos (Zacarías 4:10), pero obviamente no debe esto ser tomado en forma literal, sino que claramente contiene un secreto. En Su Providencia, Di-s domina y juzga a la creación desde siete perspectivas (correspondiente a los siete atributos del corazón). Así como tiene siete "ojos", así El se revela en esta sección de Isaias con siete "yo", y al meditar sobre ella, nos volvemos más involucrados con el secreto del número siete que con el tres.

Cabalá y Vida Moderna - Judíos y No Judíos Valores Posicionales Revelan más Sietes Finalmente, "yo" aparece en el primer versículo como la sexta, octava y decimoprimera palabra desde el comienzo, en el segundo es la novena palabra, en el cuarto aparece como la primera y la segunda y en el último está en el decimosegundo lugar. Si sumamos todas estas posiciones juntas, da un total de 25 (52) en el primer versículo, y 24 (uno menos que 25) en el resto. 25 es también el valor de la palabra ani en numeración posicional: alef, la primer letra es 1, nun, la decimocuarta letra es 14, y iud, la décima letra es 10). Si sumamos 24 a 25 encontramos que el total de las siete posiciones en que aparece la palabra "yo" equivale a 49, que es 7 2 . Esto enfatiza el secreto del número 7, en las palabras de nuestros sabios "todos los séptimos son queridos".

Si contamos los valores posicionales desde el final de cada versículo, suman 39, que es 3 veces 13, Estos dos números aparecen generalmente juntos en la Torá, 3 veces 13 equivale al valor numérico de Havaiá ejad, "Di-s es Uno". Havaiá (26) es dos veces ejad (13). Esta última palabra significa "uno", o sea que el nombre esencial de Di-s es 2 veces "uno". Hay intrínsecamente dos manifestaciones complementarias de Unicidad en el Nombre de Di-s. Havaiá ejad, "Di-s es uno" equivale a tres veces "uno" (ejad). Observamos entonces, que el valor de tres unos, ejad ejad ejad, es el valor exacto de los números posicionales de los siete diferentes ani en esta porción. Otro fenómeno muy significativo, es que en toda esta porción de 5 versículos hay exactamente 64 palabras, que es igual a 8 2. También, el nombre de Di-s Havaiá está citado explícitamente tres veces, el pronombre "Yo" (Di-s) lo está 7 veces. Si quitamos los tres nombres de Dis a las 64 palabras que tiene toda esta porción, nos quedan 61 palabras, que es el valor numérico de la palabra aní, "yo", por lo que vemos así que toda esta porción es una alusión a la frase Aní Havaiá, "Yo soy Di-s". La primera aparición del Nombre de Di-s en estos versículos es la séptima palabra desde el final del versículo; las otras dos apariciones son la tercera y cuarta palabra, respectivamente, desde el final del versículo, siendo que tres más cuatro también equivale a siete. Nuevamente, siete es aquí insinuado doblemente en los valores posicionales del Nombre de Di-s. Todos estos secretos están amalgamados juntos; en nuestra conciencia, donde la Torá tiene miles de palabras y signos, cada uno de ellos es una manifestación de Divinidad y Unidad. Todo se fusiona dentro de una perfección en la que Di-s es Uno. Preguntas y Respuestas Respuestas a Preguntas Pertinentes: Preguntas Nuevas Sobreponerse al Miedo Cambio de Nombre y Plegaria por el Enfermo Cabalá a los 40 Años Cabala y Medicina Fortalecer el Sistema Inmunológico ¿Es "Kosher" la Medicina Alternativa? La Familia Judía El Aborto ¿Es un Obstáculo para el casamiento la Amenaza de una Enfermedad? Búsqueda Matrimonial a través de la Cabalá De cita con una mujer no judía La Ventaja Femenina ¿La Mujer está Relegada? Encontrar el Compañero Matrimonial Lectura de la Torá por la Mujer Mashiaj El Alma de Mashiaj en cada Generación Números 137 - La Constante de la Estructura Fina 40 y el Misticismo Judío ¿Cuántas letras hay en la Torá? El Número 18

Cabalá Cabalá y Renovación Judía "Ruptura de los Recipientes" El Arizal y el Baal Shem Tov acerca de la Rencarnación Los Poderes del Alma Direcciones y Sefirot Ratzo Vashov Meditación Meditación sobre la Letras Hebreas Budismo, Chakras y Fuentes No Judías Términos de la Meditación Judía Secretos de la Torá Rostro y Boca - Interior/Exterior Códigos de la Tora El Simbolismo del Cordero y el Servicio del Templo Secretos de la Tribu de Levi La Ventaja Femenina Involución del Ser Humano - Una Visión Mística sobre los Primates El logo de Gal Einai Misterios de Gramática de la Torá Sus ("Horse") Igulim and Yosher Guía de la Torá Ama a tu vecino Judío Cólera ¿Porqué Sufrimos? Consejos Personales ¿Puede un Homosexual venerar a Di-s? Perspectiva Apropiada acerca de la Experiencias Místicas ¿Debemos mudarnos a Israel? Experiencia Mística y Providencia Consejo Médico Aborto Consumo de Alcohol ¿La Amenaza de una Enfermedad es un Obstáculo para el Matrimonio? Búsqueda de Pareja a través de la Cabalá Cita con una Mujer No Judía Atención de la Depresión Toma de Decisión ante un Problema Clarificación del Jazz Conversos Justos Las Hijas de Lot, Conversión Femenina y Rectificación del Mundo Conversión y Astrología Cumpleaños de los Conversos

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Correspondencia con el rabino Ginsburgh Para enviar correspondencia personal al rabino Ginsburgh: [email protected] ***(El Rabino recibe toda la correspondencia que se le envía, no obstante no podemos garantizar una respuesta inmediata debido a la gran demanda.) Sobreponerse al Miedo Pregunta: He pasado muchos años de mi vida con miedo o tratando de sobreponerme al miedo a diferentes eventualidades ¿Qué puedo hacer para vencer mis miedos?

Respuesta: Para vencer cualquier miedo uno debe activar su dvekut, el apego a Di-s, Quien es la esencia de la vida eterna. También es de ayuda recordar las palabras que le dijo su padre al Baal Shem Tov antes de morir: no temer a nada más que a Di-s. También recordarse constantemente, hasta que se vuelva una segunda naturaleza, que Di-s está en todo lugar! El está en todo lugar rodeando el mundo y también dentro del mundo, nuestra psiquis. Cambio de Nombre y Plegaria por un Enfermo Pregunta: ¿Es apropiado cambiar el nombre si una persona está gravemente enferma o en peligro espiritual? ¿Podrá volver a tener alguna vez el nombre anterior? Cuál es la razón de que el nombre del enfermo es deletreado en la plegaria a través del Salmo 119?

Respuesta: Si una persona está enferma se debe agregar un nombre al que tiene. El nombre original se transforma en el segundo, pero no debe ser cambiado completamente. El nombre agregado al principio del nuevo nombre de una persona enferma debe reflejar salud y positivismo. Se debe usar nombres como Jaim, Refael, Jaia, el nombre de un tzadik, etc. Una vez que se agrega, la persona debe ser llamada por ese nombre "hasta los 120 años". En el capítulo 119 de los salmos cada letra del alef-bet tiene ocho versos diferentes. Cada uno de ellos se refieren al apego del alma a la Torá, su estudio y el cumplimiento de sus mitzvot. Sabemos que toda alma judía tiene su origen en la Torá. Al deletrear el nombre de una persona con este salmo se eleva la raíz espiritual de su alma como está presente en la Torá primordial. Al elevar el origen del alma en la Torá de esta manera, se trae vida desde el origen del alma de la persona como está presente en la Torá. Los ocho versos en cada letra de este capítulo tienen una significación especial, porque ocho es el nivel de lo supranatural. Sabemos que siete es la consumación de la naturaleza, mientras que ocho es supranatural. Esto significa también que la raíz del alma está a un nivel supranatural, que puede curar y rectificar cualquier defecto que ocurra a nivel de la naturaleza.

Cabalá a la Edad de Cuarenta Pregunta: ¿Es verdad que el Gaon de Vilna ordenó a sus estudiantes evitar estudiar cabalá hasta los 40 años, por qué?

Respuesta: El Gaon de Vilna no dijo que uno debe tener 40 años para estudiar cabalá. Si dijo que un rabino no puede decidir apropiadamente una ley en la Torá sin el conocimiento de la cabalá. Hay seis mitzvot del corazón que todo judío está obligado a cumplir en todo momento. Esto incluye amor y temor a Di-s. El estudio de la cabalá es el camino para alcanzar este amor y temor. Por lo tanto, todo judío debe estudiar la dimensión interior de la Torá, la cabalá, para conseguir amor y temor a Di-s. Esto se extiende también a los niños, quienes pueden estudiar conceptos de cabalá y jasidut de acuerdo a su nivel. Claramente, todo judío debe estudiar Torá de acuerdo con su propio nivel, y no ahondar en conceptos profundos sin primero estudiar a fondo lo básico. No obstante, es verdad que a través de los años diferentes rabinos sugirieron una edad mínima para el estudio de la cabalá. Esto fue debido al mal uso y falta de entendimiento de la cabalá que prevalecía en aquellas épocas. El Baal Shem Tov introdujo el jasidut, el alma del alma de la Torá, que previene cualquier abuso de la cabalá. Así, hoy podemos estudiarla según como está explicada en jasidut sin ningún "peligro", haciéndola aplicable, e incluso vital, para todo judío. Fortalecer el Sistema Inmunológico Pregunta: ¿Como se puede fortalecer el sistema inmunológico de acuerdo con la cabalá?

Respuesta: El sistema inmunológico corresponde en el cuerpo a la sefirá de Hod. Para fortalecer esta sefirá es aconsejable comenzar cada día con la plegaria del "Modé Aní" (Agradecimiento) con intensa concentración. Hod denota el poder de dar gracias a Di-s siempre, con sinceridad simple, como también agradecer a toda persona que haga algo bueno por ti. Esto debe ser puesto en práctica. ¿Es "Kosher" la Medicina Alternativa? P: ¿El tai chi o rai kei son prácticas permitidas? ¿Y el yoga? ¿Es lícito usar el alef beit para curar?

R: El tema de la medicina alternativa es ciertamente complejo. Mucha gente se ha acercado a nosotros con preguntas similares a la suya. Respondiendo a su pregunta específica: los símbolos chinos en rei kai son definitivamente instrumentos de avodá zará, idolatría, y no deben ser usados. Asimismo, está prohibido utilizar el péndulo para diagnosis. Es aceptado utilizar el alef beit (con la intención de rezar) para pedir salud; no obstante, bajo ninguna circunstancia debe darse un nombre foráneo a estas formas de curación, como rei kai (judío), Di-s lo prohiba. En cuanto al Tai Chi, es prohibido. Estas prácticas, obtienen o manejan fuerzas de fuentes impuras. Toda sabiduría debe provenir de la Torá. El yoga tiene una energía negativa que está conectada con la avodá zará, idolatría, y por eso es inaceptable, incluso si la persona que lo practica no tiene estos pensamientos negativos. El "reclamo" de que estos métodos de curación, son parte de las antiguas enseñanzas que Abraham envió al este con sus hijos, no es serio. Lo que sí es serio, y podría ser peor aún, es que los "regalos" por los que Abraham mandó al este a sus hijos no judíos (de su sierva Ketura), practicantes de la idolatría, eran de hecho "nombre impuros [mantras]", es decir, nombres y prácticas para la espiritualidad impura. Ciertamente que no son para los judíos, los descendientes de Isaac y Iacob. Abraham mando lejos a estos hijos extraños, para prevenir de que se mezclen con Isaac. Seguramente, todo lo que hay en "el otro lado", tiene su paralelo en el "lado de santidad". Sumado a las prácticas espirituales (y físicas), que recibimos directamente de nuestros patriarcas y del Sinaí, uno de los poderes esenciales inherentes a nuestra Torá, es su habilidad de "depurar" y "redimir" las chispas Divinas caídas, esparcidas en toda la realidad del mundo, especialmente en las vestimentas foráneas de la sabiduría y las prácticas espirituales de los no judíos. El comienzo de todo proceso de "depuración" basado en la Torá, (y cuánto más, respecto de alguna sabiduría o práctica que hayamos heredado directamente de nuestra tradición), es abandonar el "nombre" no judío, (inherente a su origen espiritual) unido e identificado con la sabiduría o práctica a depurar.

Un "nombre" denota un "camino" y filosofía completos. "Depuración" se asocia siempre a (buenos) "puntos" o propósitos, nunca a un "camino" completo en el que los "propósitos" están en exilio. Por eso, el mismo uso del nombre "yoga, tai chi, etc.", tanto precedido por la palabra "judío" o no, no permite la verdadera depuración. De hecho, la yuxtaposición de los dos términos "yoga judío" es shatneiz, una combinación inapropiada. El Instituto Gal Einai en Israel, se encuentra en proceso de desarrollar ejercicios judíos de curación, basados en la cabalá. Ya hay un número de clases preparadas. Contáctese con nosotros para más información. ¿Cuál es la Posición Judía sobre el Aborto? Pregunta: Explíqueme por favor cuál es la posición básica judía ortodoxa hacia el aborto. He leído que después de los cuarenta días (del período de consumación) está absolutamente prohibido en cualquier circunstancia.

Respuesta: El aborto está totalmente prohibido incluso antes del período de formación. El proceso de la concepción y embarazo corresponden en cabalá a los tres mundos Divinos inferiores. La concepción corresponde al mundo de la Creación (Briá), el período de 40 días desde la concepción corresponde al mundo de Formación (Ietzirá) y el nacimiento que tiene lugar luego del período subsecuente corresponde al mundo de la Acción (Asiá). Desde sus comienzos la cabalá se refiere a estos tres momentos del embarazo: el momento de la concepción, de la formación y del nacimiento, que es el del completo desarrollo del feto en el útero. En hebreo este momento es llamado Asiá, también significa el "ser completo". El feto está completo y ahora puede nacer al mundo y continuar creciendo. Por encima de estos tres mundos está la unión del padre y de la madre que corresponde al mundo de Atzilut, que es el nivel de la Conciencia Divina, total y absoluta unidad. Este da nacimiento a los tres mundos inferiores. La unión expresa la unión Divina. Si la semilla es concevida propiamente entonces tiene lugar el proceso Divino de procreación. Está absolutamente prohibido destruir este proceso Divino que realmente comienza desde el momento de la concepción. Este es el secreto de la creación, como si fuera, ex-nihilo. Estos tópicos son discutidos extensamente en el libro El misterio del Matrimonio, que se publicará próximamente (en inglés ya está a la venta The Mystery of Marriage). (nota: esto no se aplica cuando el embarazo amenaza la vida de la madre). ¿La Amenaza de una Enfermedad es un obstáculo para el Casamiento? Pregunta: Siento que he encontrado mi pareja, mi alma gemela, un hombre especial con finos rasgos de carácter y un alma pura. Nos amamos profundamente. Siento que la clase de amor que siento por él puede ser canalizado hacia un incremento en mi conciencia de Di-s y mi espiritualidad judía. Es un portador de una enfermedad que en un 20-30% de los casos puede causar que contraiga una enfermedad terminal incurable. No hay peligro de que la enfermedad sea transmitida a su esposa o sus hijos. Si continuo con esta relación, hay una chance mayor que la normal de que acabe con una gran penuria en mi vida. Creo que puedo sobreponerme a mis temores rápidamente si tengo la confianza de que estoy haciendo lo correcto desde una perspectiva espiritual y de la Torá. Estoy en medio de una gran agitación y angustia y espero oir pronto de usted.

Respuesta: Su dilema es verdaderamente comprensible, y particularmente doloroso en vista de las tr[agicas circunstancias que rodean la enfermedad de su pareja. Sus temores de no ser "normal" por la situación en que se encuentra son infundados. En la vida no existe algo así como "una situación modelo". La Providencia Divina opera en todos los ámbitos para asegurar que cada persona se ocupe de la rectificación particular relevante a su alma. Con cada situación de esta clase que le acontece al hombre hay una reserva correspondiente de fuerza interior que recibe para afrontarla. Debemos ver como un mérito el ser enfrentados con una situación especial que demande una fortaleza de ánimo especial. En su situación, el tema debe ser afrontado en varios niveles. En el plano racional de la ley judía, hay principios que determinan hasta cuánto podemos involucrarnos en situaciones que constituyan una amenaza para la salud. Como usted indicara, no hay una amenaza significativa para su propia salud física, sólo para el hombre. Aunque usted está preocupada por las consecuencias emocionales que le ocacione este riesgo de salud, la ley judía indica que no debe preocuparse por aquel riesgo que de una chance del 70-80% de seguir relativamente sano. Después de todo, encontramos que una confianza en una probabilidad mayor es un principio válido incluso en casos que involucran la pena capital. Por lo tanto si usted cree verdaderamente que usted es espiritualmente compatible, el margen de riesgo médico no debería minar su convicción.

Como indica en su carta, la palabra clave es la confianza o bitajón. El grado en que perfeccione su bitajón va a influenciar sobre la magnitud en que ambos venzan la inseguridad futura. De acuerdo con el pensamiento jasídico, bitajón es el estado subyacente del ser asociado con la sefirá "masculina" netzaj, "victoria" o "eternidad". También representa la victoria sobre la muerte. La sefirá "femenina" correspondiente hod, "esplendor" o "reconocimiento", se expresa en el alma por la cualidad de temimut, la simple dedicación incondicional a nuestros objetivos en la vida. Está dicho que hod es la fuerza que nos capacita a sobreponernos a la enfermedad. Aferrándose firmemente a estos estados respectivos del ser, estará en una posición adecuada para saber exactamente cómo responder a esta situación. Debe fortalecer su bitajón eligiéndo adornar el cumplimiento de alguna mitzvá asociada con la vida doméstica como cashrut o mezuzá. Búsqueda Matrimonial a través de la Cabalá Pregunta: ¿Puede decirme cómo es mi futura esposa o dónde buscarla de acuerdo con la Cabalá?

Respuesta: No debemos tratar de determinar el resultado de eventos futuros tales como la propia pareja de acuerdo con la cabalá. Si debemos tratar de cumplir con el versículo Tamim tihié im Hashem elokeja, (Deuteronomio 18:13) que significa: "Ve sencillo con Di-s". Es aconsejable leer el comentario de Rashi sobre este versículo. Explica allí que no debemos investigar o especular acerca del futuro. Uno debe ser sencillamente simple con Di-s. Este es el mandamiento más general de la Torá. Una vez que se encuentra una probable pareja de acuerdo con los caminos naturales en que Di-s creó el mundo, la cabalá puede ayudar a comprender el significado de los nombes del novio y la novia y otras facetas del significado de su unión. Que sea meritorio de encontrar su alma gemela en un futuro muy próximo. Cita con una Mujer No Judía Pregunta: Necesito la orientación del rabino respecto de una mujer con la que me he citado. Ella es temerosa de Di-s y estoy seguro de que se va a convertir al judaísmo, pero puede llevar años. Ella está en mis pensamientos las 24 horas del día. Necesito saber si puedo y cómo acelerar su conversión o si debo dejarla. Pero entonces necesito restaurar mi salud espiritual para encontrar mi pareja. Gracias.

Respuesta: Mientras que esta mujer no ha sido convertida no es bueno pensar en ella. Tiene que tratar de practicar "Ve sencillo con Di-s", ver la explicación de Rashi sobre este versículo en Deuteronomio 18:16. También puede ver el capítulo acerca de este versículo en el libro "Sod Hashem" (pág. 150) del rabino Ginsburgh (hasta el presente este libro está en hebreo, puede ser ordenado a través de nuestro on-line store). Procure encontrar otra mujer y deje que la Divina Providencia trabaje por usted. Deseándole verdadera paz interior para encontrar su pareja. La Ventaja Femenina Pregunta: Por favor, necesito que me aclare esta cuestión: Luego de dar a luz a un varón, no se le permite a la madre entrar al Santuario por 40 días, esta prohibición se extiende a 80 días en el caso de que nazca una niña. ¿Por qué esta diferencia? ¿Hay alguna razón que no ofenda a nuestras hermanas feministas? Ayudeme, por favor.

Respuesta: A pesar de que hay cierta impureza espiritual luego del nacimiento de un varón que se extiende al doble en el caso de una niña, al mismo tiempo hay una ley complementaria en la Torá que por el período completo de 80 días para una niña, la sangre que ve la mujer es sangre pura. Por lo que ella tiene permitido tener relaciones con su marido durante todo este período. Ese zivug persiste durante un período doble al correspondiente al nacimiento de un varón, cuando su sangre es pura, es decir ella puede mantener relaciones con su marido sólo por 40 días. Luego de los 7 días iniciales cuando va a la mikve ella es pura por 40 días luego del nacimiento del varón, y 80 días luego del nacimiento de una niña.

La razón profunda es que lo femenino representa kelim, recipientes. Un varón representa luces. El origen de los recipientes es más elevado y doble con respecto al origen de las luces. Por eso hay muchas cosas acerca de lo femenino que es doble respecto de lo masculino. Esta duplicación es positiva. Es como un baal teshuva que es kiflaim l'tushia, doble de bueno. Sin embargo está esta implicancia de no venir al santuario por un período doble de tiempo, el doble opuesto, que la mujer es pura por un período doble de tiempo es por el origen doblemente elevado de los recipientes en oposición a las luces que llenan los recipientes.

¿Las Mujeres tienen un Status Inferior? Pregunta: ¿Es verdad que el judaísmo relega a las mujeres a un status inferior que los hombres?

Respuesta: Di-s creó a cada persona con una misión particular que cumplir. La persona recibe todas las "herramientas" que necesita para lograr la misión de su vida. Llevar a cabo esta misión es lo más importante que uno puede hacer. Es el mérito específico de las mujeres virtuosas que nos traerá la redención final, este es enfoque del judaísmo hacia la mujer. El concepto de que la mujer son asemejadas a esclavos, etc. no es un concepto judío. Debes leer lo que el Midrash tiene para decir acerca de nuestras heroínas judías como Sara, Rebeca, Rajel, Miriam, Jana, etc. etc.. Estas mujeres prototípicas fueron cualquier otra cosa menos "ciudadanos de segunda clase". Estas mujeres judías "ideales son ejemplos a imitar por todas las mujeres judías a través de toda la historia. El rab Ginsburgh ha escrito un libro sobre la relación del matrimonio Judío llamado "El Misterio del Matrimonio". El libro describe y analiza los elementos de la simbiótica y bella relación entre marido y mujer, basado en la Cabalá y el Jasidismo. Próximamente en Castellano. Puede ser ordenado on-line en nuestro on-line store. (cliquee aqui para mayor información). Encontrar el Compañero para el Matrimonio Pregunta:¿Puede decirme, por favor, si vamos a tener un buen matrimonio, de acuerdo a mi nombre y el de mi prometida?

Respuesta: Cualquier cálculo con los nombres es realizado sólo luego de que la pareja ha decidido casarse, y han dado su palabra a tal efecto. Luego de que la pareja ha decidido casarse, pueden ser calculados los valores numéricos de sus nombres para conseguir una más profunda comprensión de los lazos que hay entre ellos, esto endulza su relación. Los cálculos numéricos como base para la decisión acerca de una relación son irrelevantes. Cuando se reflexiona acerca de un cónyuge potencial, es de gran ayuda recordad el consejo del Rebe de Lubavitch, que si ambas partes deciden construir juntos su hogar de acuerdo a la Torá y el jasidismo, y si hay un mutuo "encuentro de mentes" interior, entonces la pareja es buena. Si la persona con la que usted sale es buena, y parece que el/ella será un buen marido o esposa y padre, y si hay una base para una atracción emocional, vale la pena continuar y desarrolar una relación dirigida al casamiento. Lectura de la Torá por Mujeres Pregunta: : Es permisible para la mujer leer de la Torá o bailar con la torá en un minian de mujeres solas?

Respuesta: Está prohibido desviarse de las costumbres judías, y que haya mujeres que lean de la Torá, bailen con ella o cualquier otra actividad de esa naturaleza! Una forma positiva y apropiada para la mujer de expresar su espiritualidad es en la forma de una hitva’adut jasidit (reunión jasídica) exclusiva para mujeres. Esta hitva’adut puede incluir cantos, danzas y alegría sincera. Seguramente debe incluir palabras de Torá y jasidut, como historias de tzadikim (justos), que pueden ser preparadas de antemano por las mujeres. Otra opción es recitar salmos en conjunto para el beneficio de un individuo o para la comunidad entera o la nación.

Es importante recordar que si a una mujer no se le ordena cumplir con alguna mitzvá determinada es porque no la necesita para su servicio espiritual a Di-s. Por el contrario, su cumplimiento puede tener un impacto negativo sobre ella. La mujer es el secreto de Shabat. Así como hay acciones y mitzvot que no se realizan en Shabat porque el placer interior y esencial del Shabat reemplazan la ejecución de esas acciones, así la esencia de la mujer - Shabat las reemplaza también. Esas mitzvot y acciones ya existen en su alma.

El Alma de Mashiaj en Cada Generación P: Por primera vez en 4000 años de historia judía, no hay un individuo de la Torá suficientemente meritorio para que uno diga de él "este es un potencial Mashiaj." ¿Cuánto tiempo más puede prolongarse este estado de falta de liderazgo antes que caiga nuestra moral?

R: Desde Moisés, del cual se dice Hu goel rishon v'hu goel ajarón ("él es el primer redentor, él es el último redentor") , todas las almas son virtualmente una misma extensión, y una esencia interior (Itpashtuta d'Moshe b'jol dara). Con frecuencia podemos dirigirnos directamente a un individuo y decir que este es el Mashiaj de nuestra generación. Algunas veces, la presencia de esta alma desaparece temporariamente, pero está actualmente presente. No siempre estamos posibilitados de fijar nuestros en él. Tenemos que recordar, pensar, lo que dijeron los grandes tzadikim. Mientras que tengamos memoria de tal tzadik, o potencial Mashiaj, esa memoria está también viva en un uno porciento. En el tiempo actual, mientras él mismo (es esencialmente toda una continuidad), reaparezca, esa imagen que tenemos en nuestra mente sigue siendo el Mashiaj de la generación. Ver el artículo titulado "La Presencia de Moisés en Cada Generación", publicada por Tamuz.Gal Einai durante el mes de Que podamos ser meritorios de dar la bienvenida al Mashiaj en un futuro muy cercano!

137 - La Constante de la Estructura Fina P: Esta pregunta es de un físico que conozco, con el que hablé acerca de "137", el valor númerico de la constante de la estructura fina, y su guematria relacionada. Su comentario es: ¿cómo se puede bosquejar alguna conclusión, de momento que esta constante no es un número entero sino 137,xxx etc..., es decir una fracción? Por favor enviar alguna conclusión.

R: El número 137 es una muy cercana aproximación. Por largo tiempo los físicos no estuvieron seguros si es un número exacto, o si hay un decimal que se le debe agregar. Como regla, la Torá Escrita y la Oral siempre redondearon los números, especialmente cuando están muy cerca de un entero, un número natural. No hay problema alguno en relacionar un número con el significado de un número, incluso si esta ligeramente redondeado, como vemos al considerar el caso extremo de pi, que es considerado a veces como 3, lo que es una versión muy redondeada de pi. La justificación de redondear un número es que, teóricamente, en su origen, es el simple número natural. A medida que desciende, o entra en la realidad, hay una cierta "curvatura del espacio" que le agrega una fracción adicional al número natural puro. En el caso de pi, por ejemplo, la serie infinita de números, cuyo límite infinito es lo que conocemos como número pi, comienza con el número 3. Lo mismo es en el caso del número e, el límite infinito de una serie que comienza con el número 3. No es este el lugar para discutir esto en profundidad, pero es un concepto muy importante en la Torá.

Todos los números puros de la física y la ciencia en general, empiezan en algún número natural. Así, en las series infinitas el límite puede ser un número irracional y hasta uno trascendental. Sin embargo, como se manifestó, todas las series comienzan en un número natural. En este caso, es muy claro que el número natural de la estructura fina es 137.

40 y el Misticismo Judío P: ¿Tiene significancia el número 40 en el misticismo hebreo? Gracias,

R: El número 40 es de gran significancia, no sólo en el misticismo, sino también en el simple entendimiento de la Torá. Por ejemplo, los 40 días que Moisés estuvo en el cielo para recibir la Torá, o los 40 días de diluvio. Por otro lado, 40 se relaciona con los 40 días del embarazo, hasta la formación del feto. Esta es una etapa importante del embarazo. 40 es también el valor de la letra mem, que significa agua. Este es el motivo de que 40 se refiere tanto a la Torá como al diluvio. En el futuro, el diluvio va a ser un concepto positivo, el diluvio del conocimiento de Di-s. Esta es el alma interior de la Torá, que va a llenar la tierra, como las aguas cubren el lecho el mar. El agua cubriendo el lecho marino, es el secreto de la letra mem y del número 40. También, cuando uno cumple 40 años, recibe el más profundo coeficiente de entendimiento, para comprender la Torá. Esto es sobre todo, para entender la profunda intención que tuvo su maestro, y que inicialmente no estuvo capacitado para comprender. A la edad de 40 uno comprende los significados internos del maestro. Podría ser de gran valor para usted, consultar otros aspectos de la letra mem en el libro Hebrew Letters, en inglés o en hebreo, (y esperamos que en un futuro cercano lo podamos ofrecer en castellano) ordenándolo a través de nuestro catálogo on line: on-line catalog and order form (o escribiendo a [email protected] para más información. Allí podrá profundizar más acerca del número 40. También usted puede ver una versión resumida en castellano en el sitio la Dimensión Interior (http://www.dimensiones.org/).

¿Cuántas letras hay en la Torá? P: He escuchado que hay referencias a la Torá, en cuanto a que tiene 600,000 letras. Sin embargo, sabemos que la Torá tiene realmente algo más de 300,000 letras. ¿Conoce algún sistema confiable, que correlacione ambas cifras?

R: Su pregunta es muy bien conocida, y hay varias respuestas. Una explicación muy lógica aparece en in Likutei Torá. Allí está explicado que las letras incluyen los "caracteres" de las letras, que son las vocales y los signos de entonación, que no son parte del texto. En general, cuando se incluyen las vocales y los signos de entonación, cada palabra posee doble número de caracteres. Esto lleva al número total de 600,000, en oposición de los escasos 300,000. Algunas veces las letras son divididas en componentes, como en el caso de la Alef, que es una Vav y dos Iuds. Esta explicación no aparece en Likutei Torá. Toda letra tiene su nombre completo. Hay diferentes sistemas para comletar las letras, tanto con dos o con una letra. Si se llena con sólo una letra, esto lleva la cuenta de 300.000 a 600.000. Esta explicación tampoco aparece en Likutei Torá. El Número 18

Pregunta: ¿Cuál es el significado del número 18?

Respuesta: La principal enseñanza que podemos aprender del número 18, Jai, es el cumplimiento de la Torá y los mandamientos (mitzvot), como está dicho en el versículo: "V'jai bahem," "y habrás de vivir con ellas (las mitzvot)." La cabalá enseña que 18 corresponde al poder de ratzón, ("voluntad") en el alma. Esta es la cabeza tercera e inferior de keter. Los mandamientos de la Torá son la voluntad de Di-s. Cuando una persona cumple un mandamiento le da najat ruaj, "placer", a Di-s por haber hecho tal acción. Ratzón ("voluntad") corresponde a Arij, que es también Arijut Iamim, ("larga vida"). Por supuesto esto corresponde a jai, 18. Larga vida aludida aquí es en mérito a los mandamientos que la persona cumple. Hay 32 caminos de sabiduría, Jojmá, y 50 portales de entendimiento, biná; además hay 72 "puentes" de jesed, bondad. 32 = 2 veces 4 al cuadrado; 50 = 2 veces 5 al cuadrado; 72 = 2 veces 6 al cuadrado. Esto sugiere la expresión general: 2 veces n al cuadrado: 2, 8, 18, 32, 50, 72, 98, 128, 162, 200, 242, 288... 288 corresponde a las chispas caídas que debemos redimir. Los primeros tres números, 2, 8 y 18 corresponden a las tres cabezas de keter, que son fé, placer y voluntad. Luego continúa sabiduría, 32, y entendimiento, 50, etc. La serie de números anterior se combina en pares para formar los múltiplos de 26, el valor numérico del Nombre de Di-s, Havaiá: 2 más 50 = 52; 8 más 18 = 26; 32 más 72 = 104. Los 231 portales del Sefer Ietzirá se refieren a las 231 combinaciones de a dos letras de las 22 letras del alfabeto hebreo. (Sólo cuando se combinan letras diferentes.) 231 es también el triángulo de 21, el Nombre de Di-s; 1 más 2 más 3.....más 21 = 231; 21 es el triángulo de 6; 6 es el triángulo de 3; 3 es el triángulo de 2. Así, 231, es un triángulo de un triángulo de un triángulo. Obviamente todo lo dicho anteriormente tiene un significado profundo, que excede el alcance de esta breve explicación Cabalá y Renovación Judía Pregunta: Soy estudiante de un instituto de enseñanza secundaria, y estoy haciendo un informe sobre la cabalá como una forma de Renovación Judía. Si no les es inoportuno, voy a apreciar mucho si puede contestar a las siguientes preguntas. 1. 2.

Según usted, ¿Qué es lo que lleva a la gente a dirigirse hacia la cabalá? (¿Qué piensa que buscan o necesitan las personas que quieren estudiar cabalá?) ¿Cómo cree que la cabalá satisface estas necesidades? (¿Y cuán efectiva es?)

3.

¿Usted piensa que renueva el judaísmo a los judíos que deciden estudiar cabalá? ¿Por qué?

4.

¿Qué piensa que se necesita llevar a cabo en el Movimiento Cabalístico para que que tenga un rol más preponderante dentro del judaísmo y para traer más judíos hacia la religión?

5.

¿Cuáles son las mayores diferencias en la forma en que estudian la cabalá los judíos jasídicos y organizaciones tales como Kabbalah Center?

6.

¿Como presentaría la cabalá como un concepto de Renovación Judía a estudiantes del último año de la escuela secundaria?

Muchas gracias por su tiempo. Respuestas: 1.

En cierta medida, todas las almas sienten que hay una verdad más profunda de la realidad que la que registra el ojo y los cinco sentidos físicos. En especial el alma judía tiene un deseo muy profundo y una necesidad existencial de estar en contacto con esta dimensión invisible y oculta de la realidad. Muy a menudo, el mundo material y la impresión inicial que uno recibe respecto de la religión que hemos heredado de nuestros padres, dan la errónea impresión de que es imposible alcanzar la dimensión oculta, que es la verdadera dimensión de la realidad. Algunas personas simplemente se rinden y se hunden dentro de la banalidad de la existencia física. En

2.

nuestra época hay muchos buscadores, porque esta es la necesidad existencial fundamental del alma, en busca del significado interior de la vida y la realidad. Esto es esencialmente la búsqueda en pos del Creador. Cuando una persona oye por primera vez que en el judaísmo hay un pensamiento secreto interno llamado cabalá, que se ha vuelto ahora muy conocido (por lo menos como un nombre) alrededor del mundo, esto lo atrae. Ella está en busca de la verdad y cree naturalmente que hubieron almas en el pasado y en el presente que encontraron la verdad y expresaron sus descubrimientos bajo el nombre de cabalá. De esto se desprende que esta es la disciplina y la sabiduría que se debe estudiar para encontrar a Di-s.

3.

Esta sabiduría es la recopilación de lo que las más grandes almas durante toda la historia experimentaron en el ojo interno de la mente y el corazón. Sus experiencias lindaban con la visión profética y ruaj hakodesh, el Santo Espíritu, que desciende sobre la persona. Los instrumentos por los cuales se transmite esta sabiduría son las enseñanzas de la cabalá. Ellos satisfacen las necesidades básicas del alma para encontrar la verdad y para darle un propósito y un significado a nuestra vida.

4.

Debido a circunstancias del entorno, etc., la persona puede estar equivocada acerca de lo que es realmente el judaísmo. Puede no reconocer, en principio, que el judaísmo tiene un corazón y un alma internas y que todas sus enseñanzas son un cuerpo viviente. Este cuerpo está verdaderamente vivo por el alma y el corazón internos de sus enseñanzas, como está expresado en cabalá. Tan pronto como la persona encuentra esto, ella se despierta a la vida. Dentro de la corriente principal del judaísmo, hay mucha gente que vive y cree en el cuerpo principal de la Torá y está feliz con él, esto es muy bueno. Pero para traer de nuevo a la multitud de judíos que se distanciaron de la Torá es necesario darles una nueva chispa de energía interna de la que no tenían conciencia que existía dentro del marco del judaísmo. Esta chispa puede ser transmitida mediante la cabalá; esta es la forma de despertar y traer a todo el pueblo judío a su raíz de vida.

5.

Cuando se regresa a la cabalá, lo más importante es estudiarla y recibirla de su auténtica fuente. La segunda que usted menciona no es una auténtica fuente y sus enseñanzas no son 100%, por así decirlo. El movimiento jasídico, por otro lado, comenzando por el Baal Shem Tov y sus discípulos y especialmente el sistema Jabad con respecto a la cabalá, presenta el alma interna de todas las enseñanzas previas de la cabalá. Así como la cabalá es el alma de la Torá en general, jasidut es el "alma del alma" . Enseña el más profundo significado para el hombre en su servicio espiritual de Di-s y la rectificación espiritual de todos los poderes de su alma.

6.

La cabalá clásica aborda los secretos de la Creación en grande. La aplicación de esas enseñanzas a nuestro servicio espiritual es lo que el movimiento jasídico agrega a las obras clásicas de la cabalá. En nuestros días es muy necesario comenzar el estudio de la cabalá desde la perspectiva jasídica, que relaciona los secretos de toda la Creación con los misterios del alma y con la rectificación práctica del alma humana. Dice el versículo: "Prueba y ve qué bueno es Di-s". Para presentar cualquier tema, se lo debe hacer como una "degustación" del tema en si mismo. Nunca es suficiente hablar acerca de algo, uno debe comunicar el tópico de tal manera que pueda ser vivenciado. Para tratar de transmitir un tema de la cabalá, por un lado debe ser presentado en forma euténtica (100% fiel a sus fuentes), pero además en un idioma que sea apropiado a la audiencia, en este caso una clase de los mayores de la secundaria.

Te deseamos gran éxito en la tarea de incorporar la luz, lo bueno y la dulzura de la cabalá y que seas capaz de transmitírselo a otros, para ayudar a reavivar el alma judía y producir la renovación judía y al fin de cuentas la inminente redención del mundo entero por el Mashiaj. "Ruptura de los Recipientes" Pregunta:¿Cuál es el concepto de "ruptura de los recipientes" en la cabala y el jasidismo?

Respuesta: La ruptura de los recipientes es una etapa en el proceso creativo que tiene lugar varias etapas posteriores al tzimtzum inicial (la contracción de la luz infinita de Di-s). Luego del tzimtzum inicial hay un rayo de luz infinita que brilla en el vacío. Entonces es creado el mundo que es conocido como adam kadmón. Es un estado puro espiritual y Divino de conciencia cósmica universal. Luego viene otro mundo llamado olam ha'akudim. Es el primer mundo que posee un recipiente verdadero para contener y definir su luz. Las diez luces de ese mundo están contenidas dentro de un sólo recipiente. Luego viene otro mundo llamado olam ha'nikudim, en el cual los diez recipientes que contienen las diez luces son muy pequeños; como estos recipientes no son maduros son rotos por la luz que brilla en ellos. El aspecto natural del proceso de rectificación es el de la creación constante que nosotros experimentamos (la rectificación de la dimensión interior de la realidad depende de nuestro servicio Divino).

La ruptura de los recipientes tiene lugar entonces en la etapa que es llamada olam ha'tohu, olam ha'nigudim, que está varias etapas después del tzimtzum inicial. El Arizal y el Baal Shem Tov en la Reencarnación Pregunta: Explíqueme, por favor, la reencarnación según los sistemas del Arizal y el Baal Shem Tov.

Respuesta: Hay muchos libros del Arizal (Rabi Isaac Luria) que explican los conceptos relacionados con la reencarnación. El Arizal plantea cuándo y cómo tiene lugar la reencarnación; también brinda detalles acerca de las raíces de muchas almas y cómo las encontramos reencarnadas en la Biblia y luego en la época de la Torá Oral, los Sabios e incluso en la era del Arizal mismo. Traza los guilgulim desde Adam hasta su propia generación y explica que la reencarnación es para rectificar otro nivel del alma. También revelaba a las personas acerca de su reencarnación para que puedan rectificar imperfecciones de vidas anteriores. El camino del Baal Shem Tov y el Jasidismo es el conocimiento de la reencarnación, especialmente por el tzadik ("el justo"). No es necesario revelar esta información a cada individuo. Conocer nuestra reencarnación, a veces, puede ser perjudicial para nuestra rectificación personal. Limita la mente de la persona y no le permite estar abierto a lograr el bien de una manera simple y pura, como puede lograrlo siendo un puro y simple judío sin el conocimiento de las vidas anteriores. Ese conocimiento puede estrechar nuestra conciencia en vez de ampliarla. Los Poderes del Alma Pregunta: Apreciaré sobremanera su feedback acerca de:

  

1) El origen de "Los Poderes del Alma" que presenta en su web-site. 2) Las "Asociaciones Tradicionales" de las 10 Sefirot y sus explicaciones. 3) Una discusión de "Los Poderes del Alma" versus las "Asociaciones Tradicionales".

Respuesta: La terminología tradicional de la cabalá se referiere a las diez sefirot de acuerdo con las funciones que llevan a cabo en el proceso creativo. Los nombres son "Corona", "Sabiduría", "Entendimiento", "Conocimiento", "Bondad", "Rigor", "Belleza", "Victoria", "Reconocimiento", "Fundamento" y "Reinado". Los poderes del alma también tienen sus asociaciones tradicionales. Esta es la terminología explicada en los escritos del Baal Shem Tov y sus discípulos, especialmente en Jabad. Se refiere a las motivaciones espirituales internas inherentes a las funciones representadas en los nombres tradicionales de las sefirot traídos por la cabalá. Dentro de la "Corona" hay tres dimensiones interiores que corresponden a los conceptos en cabalá conocidos como las tres cabezas supraconcientes de la Corona, cuyas experiencias espirituales internas del alma son "Fe", "Placer" y "Voluntad". La experiencia interna de "Sabiduría" es "Autoanulación", bitul. La de "Entendimiento"es "Alegría", simjá, etc. A continuación de "Fe", "Placer" y "Voluntad" viene "Autoanulación", "Alegría" y "Unión" seguidos de "Amor", "Temor" y "Misericordia", "Confianza", "Sinceridad" y "Verdad" en el sentido de realización, que conduce a la ratificación y el logro. Finalmente "Humildad", que es el sentido interno de maljut. Estas también son las asociaciones tradicionales como son reveladas en la más profunda dimensión de la cabalá, que es la revelación del Baal Shem Tov y sus discípulos.

Direcciones y Sefirot Pregunta: ¿Cómo se corresponden las cuatro direcciones con las sefirot?

Respuesta: Sur corresponde a jesed, bondad. Norte corresponde a guevura, temor. Este corresponde a tiferet, misericordia.

Oeste corresponde a iesod, confianza. Ratzo Vashov Pregunta: ¿Cuál es el concepto de Ratzo Vashov?

Respuesta: "Ratzo" es el "correr" del alma hacia la nada verdadera. "Shov" es el retorno del alma al verdadero "algo", que está reflejado en toda la creación; es el descenso a la vida cotidiana, particularmente para cristalizar el propósito inherente en la nada cumpliendo los mandamientos de la Torá. Estos mandamientos fueron entregados especialmente al pueblo judío por medio de los 613 mandamientos, y a los no judíos con los 7 mandamientos.

Términos de la Meditación Judía Pregunta: ¿Qué significan Hitbonenut e Hitbodedut en la meditación judía?

Respuesta: La traducción correcta de hitbonenut es "meditación profunda". La de hitbodedut es "experimentar Divinidad en soledad", (Rabi Najman de Breslov agrega que en es este estado uno debe conversar libremente con Di-s). Hitbonenut, la meditación contemplativa, nos eleva al nivel de histaklut, "mirar" o "contemplar", y luego al nivel más elevado de dvekut, "apego a Di-s". La meditación contemplativa también lleva en un sentido descendente a la "acción" por el "despertar del corazón". Por lo tanto la meditación contemplativa es el eje de toda la gama de la espiritualidad humana, de la acción al apego a Di-s. ¿Por qué Sufrimos? P: ¿Por qué sufrimos?

R: Los seres humanos no podemos entender cómo Di-s controla el mundo. Rabi Ianai dice en Pirkei Avot (4:15) que nosotros no podemos comprender por qué gente malvada vive en paz, mientras las gente justa sufre. Este tema también aparece en Cabalá. Se les ordenó a Adán y eva que no coman del Arbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Es explicado en Cabalá que si hubieran esperado sólo tres horas hasta Shabat, el fruto se hubiera vuelto permitido. Una de las interpretaciones de la prohibición de comer del Arbol del Conocimiento es que uno no debe intentar entender por qué hay bondad y maldad en el mundo. En Shabat, con la llegada del Mashiaj, será posible saber y entender retroactivamente por qué la Providencia Divina trae bondad y maldad al mundo. El Lubavitcher Rebe escribe, en referencia a su visión personal del futuro, que entonces exclamaremos: "Te agradezco Di-s por todo lo malo que has hecho por mi!" En la misma vena, el jasidismo interpreta que el fruto del Arbol del Bien y el Mal representa el intento de reconciliar el Daat Elión, (la conciencia y perspectiva suprema de la realidad), la perspectiva de la realidad que tiene Di-s que percibe todo evento que ocurre en este mundo como verdadero bien, y Daat Tajtón, (la conciencia y perspectiva inferior de la realidad), la perspectiva de la realidad que tiene el hombre que experimenta adversidad, dolor y sufrimiento en este mundo. Previo a la conciencia de Shabat, no puede llevarse a cabo esta reconciliación en lo profundo de la conciencia humana. Debemos creer que todo lo que hace Di-s es por el bien individual y general. Del capítulo 26 del libro Tania aprendemos que el bien es del Olam D'itgalia, el Mundo Revelado, mientras que el mal es del Olam D'itcasia, el Mundo Oculto. El Mundo Oculto, representado por las dos primeras letras del Nombre Esencial de Di-s: Havaia, iud kei, es de un origen más elevado que el Mundo Revelado, representado por las segundas dos letras, vav kei. El sufrimiento es una prueba. De Igueret Hakodesh (Cap. 11) aprendemos que todo gran hombre tiene pruebas. Cuando uno atraviesa exitosamente una prueba, amerita una luz superior desde el Mundo Oculto, que es mucho más que lo que

hubiera merecido del Mundo Revelado. El que supera exitosamente un desafío siempre es digno de convertir lo malo en bueno. El mundo está lleno de sufrimiento. El Kuzari dedica un capítulo entero a la cuestión de por qué sufren los animales, y por qué encontramos sufrimiento en todos los niveles de la vida en la tierra. De acuerdo con la Cabalá, el sufrimiento es parte de la rectificación del mundo. Cuando el mundo esté rectificado, no habrá sufrimiento a ningún nivel. Al aproximarnos a la revelación del Mashiaj, el padecimiento arrecia, todas las chispas caídas (de la ruptura de los recipientes de la primera creación del mundo) deben ser redimidas. Estas son las rectificaciones de último momento, similar a las preparaciones "presionadas" de último momento que preceden inmediatamente al encendido de las velas de Shabat. Cuando el ser humano atraviesa situaciones difíciles, es porque tienen lugar rectificaciones. El Alter Rebe, Rabi Shneur Zalman de Liadi, explica que con el objetivo de redimir chispas caídas es mejor para uno sufrir, incluso si a causa del sufrimiento se está imposibilitado de servir propiamente a Di-s, como cuando no hay tranquilidad mental y espiritual. A pesar de todo, esto es preferible para su alma que si fuera una persona completamente justa sin sufrimiento. Que podamos ser meritorios de la verdadera redención y del final de todos los sufrimientos. Clarificación del Jazz Pregunta: Soy un amante del jazz. Pero cuando me volví observante me dijeron que es negativo escuchar música no judía ¿Hay alguna manera de seguir disfrutando del jazz?

Respuesta: Hay por cierto chispas sagradas en el jazz, pero esta m[usica todavía necesita ser clarificada. La música judía, en especial la jasídica, ya ha sufrido de una manera completa el proceso de clarificación. Esto se puede comparar a la conversión de acuerdo con la halajá, tomar conocimiento y cualidades de afuera e incorporar sus chispas sagradas dentro de la religión judía. Esto es pertinente respecto de las melodías y estilos que no tienen su origen en fuentes judías. Sin embargo la mayoría de las más grandes melodías son composiciones originales de grandes rabinos. Aunque pueda parecer dificultoso depurar el jazz para quien está embebido de la auténtica música judía jasídica, es ciertamente posible. Este no es más que uno de los desafíos de nuestra época. El Destino Astrológico para el judío y el no judío P: ¿Puede la astrología determinar el destino? ¿Hay alguna diferencia a este respecto entre un judío y un no judío?

R: Hay diferencia de opiniones en el Talmud, sobre cuáles factores determinan el destino del judío. La opinión aceptada es que ein mazal l'Israel, las estrellas no determinan el destino del judío. El Baal Shem Tov explica que se debe leer ain mazal l'Israel, o sea que el sino de Israel es el estado Divino de "Nulidad". El del resto de los seres humanos es un estado de "existencia", por lo que cada no judío está determinado según su destino. Si está escrito en las estrellas o en alguna otra dimensión, no es significativo, hay cierto nivel de predestinamiento que es verdaderamente imposible de superar para el gentil. El judío, por el contrario, puede triunfar sobre su mazal. Esto es porque el origen de su sino es la "Nada Divina" misma, que es algo no bien definido, como tampoco lo es la esencia de Di-s. Así como Di-s no puede ser definido, tampoco puede serlo el destino del judío. Esto es lo que se quiere significar con Ain, "la Nada" es el mazal de Israel. En el día del cumpleaños, el mazal de la persona se vuelve más fuerte, y brilla desde el nivel supraconcienciente de la raíz de su alma, en el nivel conciente de su alma. El mazal le otorga fuerza para usar al máximo su poder de libre albedrío, al contrario de lo que se piensa que el mazal no es libre albedrío. El Arizal explica en su libro Etz Jaim, que la astrología no judía sólo llega a cierto nivel de las doce constelaciones o signos zodiacales, pero hay muchos niveles por encima de estos. El más alto de todos son las 12 permutaciones del Nombre de

Di-s, Havaia; sólo el pueblo judío está conectado a este nivel. Al conectarse con él, tiene el poder de recrear (el Nombre Havaia significa "creación continua"). La Astrología es muy limitada. La Torá y el pueblo judío trascienden esta limitación de la astrología no judía. Cuando algo es trascendente, no anula su fuente abstracta, por el contrario, la trascendencia se produce al llegar a esa fuente. Esto es lo que trató de decir el Baal Shem Tov cuando dijo que el mazal de Israel es ain

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