Dieta Anticancer
March 22, 2017 | Author: GuiyazClapad | Category: N/A
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Pág. 2. ¿Lo más importante en mi vida? ¡La Salud! 5. El Cáncer ¿Se puede prevenir? 14. Cambiando mi estilo de vida: Aprendiendo a comer de forma saludable 25. Despensa anti-cáncer vs Despensa pro-cáncer 28. Un poco de hindú, un poco de chino, un poco de árabe: Pequeños gustos que salvan vidas 35. Comencemos a cambiar: El valor de las especias 39. Frutas anti-cáncer. Recetas Frutales 49. Verduras anti-cáncer. Recetas de Ensaladas y otras delicias 64. Cereales integrales. Recetas con mucha fibra para prevenir el cáncer. 73. ¿Por qué evitar la carne? Recetas de carnes contra el cáncer 86. Pescados y mariscos anti-cáncer. Recetas marinas. 94. Legumbres anti-cáncer. Recetas combinando maravillas. 100. Aprendiendo a deleitarte sanamente
Asistiendo a un seminario de Educación Comunitaria donde nos explicaban la mejor manera de relacionar e integrar a las personas, se me ocurrió hacer una pequeña encuesta en mi propio hogar. El objetivo era comprobar si los miembros de una misma familia tenían maneras diferentes de ver la vida y analizar por qué. De esta manera, todos escribimos en un pequeño cartón nuestras respuestas, las pusimos en una caja y luego cada uno debía sacar una de las tarjetas e identificar al que lo había escrito. La pregunta fue: ¿Qué es lo más importante en tu vida? Mamá, sonriendo, leyó: La satisfacción personal. Esta fuiste tú. Y era cierto, soy de las que piensa que disfrutar de lo que hacemos nos rodea de energía positiva ayudándonos a vencer cualquier obstáculo. Papá leyó muy serio: Tener un buen trabajo para mantener a mi familia. Este fue tu hermano. Y era cierto, mi hermano es muy responsable y piensa que una buena economía es la base de la estabilidad familiar.
Mi hermano leyó, algo conmovido: Cuidar de mis hijos. Esta fue mamá. Y era cierto, nadie como una madre para ponerse en segundo plano por sus seres queridos. Era mi turno, pero al mirar la ficha que tenía en las manos quedé sorprendida, decía simplemente: Una buena salud. Todos miramos a la abuela que había permanecido callada. Ella argumentó sonriendo: Sin una buena salud, nada de lo que ustedes escribieron sería posible. El problema es —continuó abuela— que nunca pensamos que podemos enfermarnos, siempre decimos «a mí no me va a tocar», pero en estos últimos meses, cuando estuve cuidando a mi amiga Blanca, comprendí la verdad. Ella estaba allí, luchando contra el cáncer con tantas ganas de hacer cosas, con un trabajo satisfactorio, con unos hijos maravillosos, con una economía estable y, sin embargo, no podía disfrutar de nada. Así que, cuando venció la batalla, decidimos juntas cambiar nuestro estilo de vida y comenzar a cuidarnos más. Me costó mucho tiempo entenderlo, pero ahora lo sé ¡Lo más importante en la vida es la salud!
Las sabias palabras de mi abuela dejaron su huella en mí, investigué un poco y comprendí que tenía que trabajar para fijar esta idea en la mente del resto de mis familiares y así, como decían en el seminario, «Integrar nuestros esfuerzos por el bien común». Descubrí que una alimentación adecuada puede prevenir la aparición de numerosas enfermedades, entre ellas, más del 50% de los tipos de cáncer conocidos hasta la fecha. Este libro es la muestra de lo que aprendimos y logramos: Vitalidad, vigor, fuerza y salud. Y sólo variando nuestra dieta diaria ¡Increíble! yo creo que realmente vale la pena.
¿Realmente conocemos lo que es el cáncer? Día tras día repetimos esta palabra sabiendo que es una enfermedad que está atacando a gran parte de la población mundial y que existen muchas instituciones científicas y médicas dedicadas a investigar cómo curarla, pero no es suficiente. El primer paso para cambiar nuestro estilo de vida es entender a qué nos enfrentamos, entender QUÉ ES EL CÁNCER. Una célula que resulta ser “muy mala compañía” Para que nuestro cuerpo funcione perfectamente todos sus elementos deben dar lo mejor de sí y estar coordinados; cada célula tiene un tiempo de vida útil, luego del cual es desechada, como es el caso de las de la piel, o sufre apoptosis (muerte celular programada), mientras nuevas células pasan a ocupar su lugar. Así ocurre constantemente en cada uno de los tejidos de nuestro organismo. Ahora bien, en ocasiones, ante determinados factores la célula deja de funcionar como el resto del tejido u órgano donde se encuentra, muta (su ADN cambia) y
comienza a dividirse descontroladamente dando lugar a masas de células anormales que destruyen a sus vecinas e interfieren con el funcionamiento del tejido donde se encuentran. Estas masas o tumores continúan creciendo mientras desarrollan vasos sanguíneos que las proveen con los nutrientes necesarios e incluso son capaces de migrar hacia otras regiones del cuerpo a través de la sangre o la linfa. El proceso puede repetirse una y otra vez hasta que fallan varios sistemas de órganos, algo que no es compatible con la vida. Claro que esta es una manera muy sencilla de ver un proceso complejo, pero básicamente así es como actúa el cáncer. Entonces, ¿Todos somos potencialmente susceptibles de desarrollar un tumor maligno? Sí, todo está en que nos expongamos repetidamente a uno o más de los factores que pueden provocar estas mutaciones y crear las condiciones para su desarrollo, es decir, activar esa primera celulita y dejarle el camino libre para infectar todo nuestro cuerpo. Existen en la actualidad más de 200 tipos de cáncer y las causas de su aparición no han sido totalmente aclaradas aún, pero se considera que es una enfermedad resultante de la interacción de múltiples factores: ambientales, genéticos, fisiológicos y alimentarios, los cuales te presento a continuación.
Factores de riesgo del cáncer Exposición a agentes cancerígenos como sustancias químicas y radiaciones ionizantes
Cada día estamos expuestos a más de 4000 sustancias químicas que aparecen en nuestros análisis de orina y sangre. Estas sustancias provienen de pesticidas, insecticidas, cosméticos y tantos otros productos con los que interactuamos habitualmente de forma consciente o inconsciente y al ser metabolizadas en nuestro hígado se convierten en agentes cancerígenos con capacidad potencial de lesionar al ADN de las células. Por su parte la exposición a altos niveles de radiaciones ionizantes tanto naturales (rayos solares, sustancias radiactivas) como artificiales (provenientes de lámparas, radiadores, fábricas) puede ocasionarnos daños en la piel, disminución de los glóbulos rojos y los leucocitos, depresión del sistema inmunológico y alto riesgo de infección, lo cual se encuentra relacionado con la aparición de tumores malignos. Hábitos alimentarios inadecuados
Se ha comprobado que existe una relación directa entre la nutrición y la prevención del cáncer. Nuestra dieta occidental se caracteriza por el predominio de azúcares
refinados, harinas blancas, alimentos fritos, carnes rojas y embutidos, mientras que carece de suficientes cantidades de vegetales, frutas y fibra. Esta forma de alimentación puede favorecer la acumulación de sustancias cancerígenas, potenciar el desarrollo de los tumores y entorpecer el funcionamiento del sistema inmunológico. Tabaquismo
La inflamación crónica producida por el humo de cigarros y tabacos en el tejido pulmonar es aprovechada por las células cancerosas desarrolladas en los pulmones para asegurar su crecimiento. La inflamación facilita la proliferación de estas células y también la creación de vasos sanguíneos que alimentarán el tumor. Resultan afectados tanto los fumadores activos como los pasivos. Otras investigaciones han indicado que el humo de cigarros y tabacos contiene aminas heterocíclicas (AHC) que pueden dañar el ADN. Este proceso sólo ocurre luego de ser metabolizados por enzimas específicas del cuerpo, cuya actividad varía en dependencia de cada organismo y determina los riesgos de sufrir cáncer debido a estas sustancias.
Alcohol
El alcohol puede causar estragos en todos los órganos, principalmente el sistema nervioso, el hígado y el corazón, no es extraño entonces que incremente el riesgo de cáncer gastrointestinal, hepático y de mama. Obesidad
Este desequilibrio metabólico se encuentra relacionado con el exceso de grasa, el desarrollo de un estado de pro-inflamación y de un paulatino aumento de la resistencia a la insulina (lo cual provoca que cada vez sea necesario liberar una mayor cantidad de ésta). Cuando en el organismo se libera insulina, también se segrega IGF (factor de crecimiento parecido a la insulina) y ambos potencian los procesos de inflamación que estimulan el crecimiento de tumores malignos. Es por eso que el sobrepeso se asocia con un riesgo aumentado de cáncer de seno (entre las mujeres post-menopáusicas), colon, sistema reproductor, esófago, vesícula biliar, riñón y páncreas. Sedentarismo
La ausencia de ejercicio físico no solamente causa propensión a la obesidad si no también problemas óseos, cansancio general y deposición de grasas en el
sistema circulatorio, por lo cual resulta otro factor que influye en la aparición de cánceres de distintos tipos. Problemas genéticos
Sólo el 5 al 10% de los casos diagnosticados de cáncer se deben a defectos genéticos. Aunque la carcinogénesis es ocasionada por anormalidades en el material genético de las células, que se producen durante el proceso normal de replicación del ADN, la mayoría de las veces nuestro sistema inmunitario es capaz de eliminar estas células sin mayores complicaciones. Por otra parte existen familias cuya historia genética las hace más susceptibles de padecer esta enfermedad al exponerse a los factores de riesgo. ¿Entienden? No define que vas a sufrirla si no que tienes que cuidarte más que los demás para no padecerla. Infecciones
Determinadas infecciones como las provocadas por el virus de la hepatitis B y C, el virus de papiloma genital o el Virus de Inmunodeficiencia Humana se encuentran relacionados con distintos tipos de cáncer, dado que deprimen el sistema inmunitario y favorecen la inflamación.
Envejecimiento
El envejecimiento es considerado un factor de riesgo debido a que la mayoría de los casos diagnosticados a nivel mundial se corresponden con individuos mayores de 65 años; sin embargo la incidencia de esta enfermedad se está observando en personas cada vez más jóvenes. En el caso de las mujeres los cánceres más frecuentes son el de mama, el de ovario y el de útero y en el caso de los hombres es más común que se produzca cáncer de colon, riñón y próstata, aunque esta incidencia varía en dependencia del país, la región y el estilo de vida de las personas. Factores psicológicos
Aspectos psicológicos negativos como altos niveles de estrés y depresión profunda, así como el aislamiento social tienden a inhibir nuestro sistema inmunológico. El sistema inmunológico tiene un papel esencial en la eliminación de células cancerígenas. Otros factores como una dieta inadecuada y el sedentarismo también pueden afectarlo. ¿El cáncer se puede prevenir? Según los especialistas del 90 al 95 % de los cánceres diagnosticados se deben a factores ambientales y al estilo de vida no saludable, o sea, SON PREVENIBLES.
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta, el cual resulta el motivo de este libro es la ALIMENTACIÓN. La mayoría de la gente no presta atención a lo que come y sin embargo cuántos dolores de cabeza les evitaría saber que aumentar su consumo de frutas, vegetales y otros productos saludables previene el daño del ADN de las células, favorece la reparación del ADN y el recambio celular, suprime la expresión de oncogenes (genes del cáncer), regula y potencia la actividad del sistema inmunológico y regula los niveles de algunas hormonas como los estrógenos que, en altas concentraciones, activan el desarrollo de tumores malignos. Muchos son los experimentos que han mostrado tanto en animales como en seres humanos una disminución del avance de ciertos tipos de cáncer ante el cambio de estilo de vida representado por una dieta sana y ejercicio físico; pero creo que lo más impresionante son las estadísticas de casos de cáncer en países que llevan una dieta oriental como los asiáticos, con respecto al número de casos encontrados anualmente en países donde predomina la dieta occidental como en Estados Unidos, países de América Latina y del norte de Europa. Los cánceres de mama, próstata y colon, por ejemplo son 9 veces más frecuentes en este último grupo ¡9 veces!
Los resultados de estudios a largo plazo en poblaciones japonesas y de África Oriental con alto consumo de vegetales y fibra y bajo consumo de carnes rojas mostraron un menor riesgo de padecer cáncer, lo cual se mantuvo en los miembros de dichas comunidades que se trasladaron hacia Inglaterra, por ejemplo, y continuaron con su alimentación tradicional. Sin embargo las personas procedentes de las mismas zonas que adoptaron las nuevas formas de alimentación tuvieron el mismo riesgo que la población autóctona de sufrir la aparición de neoplasias. Saber todo esto me llevó a pensar por primera vez que si queríamos prevenir la aparición de un flagelo como el cáncer en los miembros de nuestra familia teníamos que cambiar, cambiar nuestro estilo de vida.
Tu estilo de vida no es el atuendo que llevas, no es sólo la manera en que le hablamos a la gente ni cómo nos relacionamos. No es algo que nos ponemos y nos quitamos en un día. Nuestro estilo de vida es cómo nos vemos ahora y en el futuro: nuestro ambiente, nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestra rutina, nuestra salud. Entonces sí, parece una tarea titánica esta de cambiar: —¿Funcionará? —¿Podré hacerlo? — ¿Realmente vale la pena o es una broma? Pueden ser las preguntas que vienen a tu mente en este momento y yo te respondo que: — Sí funciona, los resultados que obtienes no dejan lugar a dudas. — Sí puedes hacerlo, todos podemos, porque no es cambiar lo que eres, sino cambiar aquello que te acostumbraste a hacer y te perjudica.
— Sí vale la pena. Si todo el dinero que invertimos en curarnos de enfermedades evitables lo utilizáramos en proveernos de un ambiente sano y relajado, alimentos saludables y orgánicos y un buen gimnasio estaríamos trabajando en su prevención, sin preocupaciones por nuestra salud. Te expondré un ejemplo real: Mi madre no fumaba ni tomaba, por lo cual ella se consideraba una persona saludable, sin embargo llevaba un estilo de vida bastante desorganizado: comía cuando quería y lo que tuviera a mano, sobre todo pan, dulces y plátanos fritos. A veces se pasaba el día entero pegada a la máquina de coser, sin hacer verdaderas comidas, a base de sándwiches solo porque “no tenía deseos de comer nada pesado”. Mi madre tuvo que operarse casi de urgencia de una vesícula llena de cálculos, acumulados durante 20 años, que terminó siendo una masa inservible de rocas. Por las mañanas mamá se levantaba con dolor de columna, a medio día se quejaba de las rodillas y por la noche la hernia hiatal de su estómago le recordaba su abuso de pan y grasas ¡Un desastre! Luego de un susto donde la indigestión apenas la dejaba moverse de la cama, mamá decidió cambiar.
Reemplazó su despensa, comenzó a hacer ejercicios, estableció horarios… No le fue fácil, pero a medida que iba haciendo pequeños cambios, sentía que ganaba más y más fuerza. El secreto, según ella, no está en hacerse el valiente y cambiar todo de golpe pues comienzas a extrañar demasiado y finalmente te rindes. El secreto del éxito está en plantearse pequeñas metas, cumplirlas y celebrar los logros. Es como puedes valorar tus avances en su justa medida. Hoy mi madre es una mujer de 60 años (su cambio comenzó al cumplir los 59) que no se queja de dolor alguno, practica tai-chi cada mañana y camina mucho. No ha tenido que visitar al médico en 8 meses, ni siquiera ha tenido la más leve molestia estomacal: la fibra, los vegetales y las frutas han hecho su trabajo. Ahora mamá es una mujer sana, fuerte y relajada, piensa diferente, tiene otra piel, los ojos le brillan y transpira energía. Cambiar su estilo de vida la ha hecho muy feliz. La pregunta ahora es: ¿Quieres intentarlo tú?
Aprendiendo a vivir de forma saludable Para cambiar tu estilo de vida necesitas mejorar cuatro puntos esenciales:
Tu ambiente: Lo que te rodea Tu rutina: Lo que haces
Tu mente: Lo que piensas y sientes
Tu alimentación: Lo que te sostiene
Estos cuatro puntos se hallan interrelacionados y constituyen los pilares de tu salud. Existen muchísimas maneras de cambiar tu estilo de vida de forma tal que cada una de ellos constituya un arma contra el cáncer pero, cuando investigábamos juntos, a nivel de familia, nos dimos cuenta de que todos no tenían que ver con nosotros. Mi consejo es que no te apabulles con la información que te ofrezco, busca puntos en común con tu forma de ser, elige un método y hazlo tuyo, enriquécelo y ponlo en práctica. Recuerda: Plantéate pequeñas metas a cumplir, observa las mejoras, aprende de ti mismo ¡y lucha contra el cáncer!
Tu ambiente: Lo que te rodea puede ocasionarte cáncer No estamos aislados en el mundo, no vivimos en una burbuja de aire así que, como seres vivos, intercambiamos sustancias, información y energía con todo aquello que nos rodea. Muchas veces este intercambio no es nada saludable e incluso sin darnos cuenta estamos recibiendo energía, información y sustancias perjudiciales. ¿Cómo puedes evitar que esto suceda? 1.
Evita exponerte a sustancias cancerígenas como las empleados en determinados procesos industriales, hoy estarás ganando dinero pero mañana puedes sufrir el desarrollo de un cáncer que afectará tu vida y la de tu familia. Estas son algunas de las más comunes: amianto, arsénico, benceno, berilio, cadmio, cobalto, dibromuro de etileno, gases de motores diesel, fibra de vidrio, formaldehído, polvo de madera, radón, sílice cristalina y cloruro de vinilo.
2.
Evita tomar demasiado sol o someterte a otras fuentes de radiación ultravioleta, como las lámparas de los salones de bronceado.
3.
No uses cosméticos que contengan estrógenos o productos de placenta, pues pueden provocarte desequilibrios hormonales y ya conocemos su relación directa con el cáncer.
4.
Utiliza productos de limpieza y aseo que sean ecológicos.
5.
En general lee en detalle la composición química de todo producto que utilices, así podrás analizar si puede ser perjudicial para ti o no.
6.
Mantén ventilada tu casa, rodéate de colores claros, deja que la energía fluya a través de ella. El sitio donde vivimos influye notablemente en nuestro estado mental. Precisas de un ambiente estable y cómodo para cargarte de pensamientos positivos que muchas veces son una barrera contra cualquier enfermedad.
Tu rutina: Lo que haces puede ocasionarte cáncer Más bien lo que no haces, tomar decisiones por tu bienestar. Ya basta de decir yo no puedo, ya basta de decir es demasiado, ya basta de decir no tengo tiempo porque un tumor maligno te robará todo ese tiempo que no quisiste emplear en tu salud. Adelante, tú puedes:
1.
Por supuesto, nada de consumir drogas: las drogas desarrollan dependencia, deprimen el sistema inmunitario, atacan los órganos haciéndolos susceptibles de sufrir infecciones y desarrollar tumores, sin hablar de las evidentes implicaciones sociales. No a las drogas, mantén hábitos sanos.
2.
Decídete y deja de fumar, estás aumentando el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, laringe, lengua, vejiga y riñón, no solamente para ti sino también para todos los que se exponen a tu humo.
3.
Disminuye el consumo de bebidas alcohólicas, ya sabes el daño que pueden provocarte.
4.
Necesitas aumentar tu actividad física, puedes hacerlo lentamente, no importa si al principio sólo le dedicas 15 minutos al día. Pronto te encontrarás en mejores condiciones y el mismo cuerpo te pedirá que aumentes tu tiempo de ejercicios. Caminar, trotar, nadar, subir escaleras, hacer ejercicios aerobios, bailar, las posibilidades son infinitas, solo mueve tu cuerpo ¡y diviértete!
5.
Mantener un peso corporal adecuado te hará sentir mejor y disminuirá el riesgo de sufrir distintos tipos cáncer.
Pero independientemente de tu peso (el cual se normalizará con todos estos cambios pues el cuerpo tiende al equilibrio), es importante que te sientas bien anímicamente lo cual me lleva al próximo punto… Tu mente: Lo que piensas y sientes puede ocasionarte cáncer Tu mente es más poderosa de lo que puedes imaginar, es capaz de curarte o provocarte enfermedades, es capaz de darte fuerzas o volverte débil. ¿No me crees? ¿No te has dado cuenta de que cuando piensas “yo no puedo hacer eso”, realmente no puedes hacerlo? ¿Y si otro día acometes la misma tarea con optimismo te parece muy fácil llevarla a feliz término? ¿No existen acaso terapias para potenciar la mente y ayudar en el proceso de curación del cáncer? Entonces tu estado síquico es la clave para prevenir la depresión de tu sistema inmunológico:
1.
Llénate de sentimientos positivos: alegría, optimismo, amor. Disfruta cada momento sanamente, tu organismo te lo agradecerá.
2.
Busca algo que te haga sentir realizado, no hay nada como la frustración para deprimirnos, así que si no podemos dedicarnos a lo que nos gusta busquemos un hobbie o una ocupación alternativa en la que podamos sentirnos los mejores, puede ser correr, bordar, cocinar, criar ratones, coleccionar chapas, leer libros antiguos, escribir blogs. La realización es esencial para tu salud, no lo olvides.
3.
Opta por uno o varios métodos de relajación. Ya sabemos que el estrés es la manera en que nuestro cuerpo reacciona a las necesidades de la vida, pero debemos evitar sobrecargas y nada como un método de relajación para hacernos recuperar el ritmo. Puedes practicar yoga y tai-chi u optar por maravillosas sesiones de masajes. Tu alimentación: Lo que te sostiene
Cada vez son más las revistas científicas de alto impacto que publican investigaciones demostrando que una dieta rica en frutas y vegetales, pescado y fibra juega un papel crucial en la prevención y curación del cáncer. Más adelante te explicaré punto por punto cómo variar tu dieta puede ser delicioso y divertido, pero ahora te daré un poco de información básica.
1.
Toma mucha agua, aproximadamente dos litros cada día, esto te ayudará a eliminar las toxinas de tu cuerpo además de favorecer el funcionamiento de todos tus órganos.
2.
Para tener una dieta saludable debes consumir 5 o más porciones de frutas y vegetales diariamente, legumbres y cereales no refinados.
3.
Limita tu consumo de carnes rojas y aumenta la ingestión de pescados, aves y huevos.
4.
Evita los dulces y en general el consumo de azúcares, harinas blancas, cereales refinados y azucarados pues favorecen los procesos inflamatorios relacionados la proliferación de las células cancerígenas.
5.
Evita los alimento fritos, las comidas chatarra, los embutidos y alimentos pre-elaborados a los cuales se añaden conservantes., malos para la salud.
6.
No consumas alimentos quemados, especialmente carnes y pescados puesto que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer gástrico.
7.
Evita ingerir vitamina B elaborada en comprimidos, inyectables, o cualquier otra forma medicinal, porque tiene un efecto estimulante en las células cancerígenas.
8.
Experimenta la cocina al vapor y a la plancha, es más saludable.
9.
Utiliza métodos de conservación adecuados así impedirás la proliferación de microorganismos con efecto cancerígeno.
10. Protégete
de las micotoxinas. Estas son sustancias cancerígenas producidas por hongos que crecen sobre los alimentos y afectan a los animales y al hombre. Pueden encontrarse lo mismo en productos cosechados que en la leche y la carne que se consume. Son inmunosupresoras y causan toxicosis crónica letal. Para cuidarte de ellas evita ingerir alimentos almacenados en sitios húmedos, separa las piezas descoloridas de maní, almendras y maíz y desecha los granos de legumbres que sobrenadan en el agua al ser sumergidos.
¿Te parece mucho? No te preocupes, te guiaré paso a paso hasta que logres hacer tu propia DIETA ANTICÁNCER. Recuerda que de esta forma estarás ganando vida.
Comer es un placer, es un momento para el cual hay que prepararse puesto que se trata de disfrutar y compartir. Saber que comiendo adecuadamente podía evitar enfermar de cáncer e incluso contrarrestar muchas otras enfermedades fue muy importante para mí. Así que, para entender mejor lo que debía hacer y también por diversión, dibujé una tabla similar a la Tabla resumen que te presento a continuación y comencé a llenarla: En la columna de la izquierda puse los alimentos que estaba acostumbrada a comer y la llamé Despensa procáncer, mientras que en las de la derecha coloqué los productos con los que podía sustituirlos (los cuales integraban la Despensa anti-cáncer) y también sus beneficios. Tabla de sustituciones anti-cáncer A continuación ponemos a su disposición una tabla de sustituciones anti-cáncer. Para facilitar la lectura hay que tener en cuenta que la primer columna cuenta con los alimentos pro-cáncer y la segunda los alimentos anticáncer. En la tercera columna se detalla sus beneficios.
Fue maravilloso, eran tantos las cosas buenas que podíamos comer y tan deliciosas. Puedes imaginar todos estos alimentos entrando a tu cuerpo y mejorándolo, combatiendo la grasa, los radicales libres, la glucosa que tantos años de alimentación han dejado en ti… No podrás resistirte al cambio. Antes de darte cuenta estarás adoptando una dieta anti-cáncer.
Ser cosmopolitas, internacionales en nuestra alimentación puede ser la clave del éxito, no solamente porque dietas como la oriental y la mediterránea han demostrado ser muy efectivas para prevenir la aparición de células cancerígenas y tumores malignos, sino también porque determinados productos incorporados a nuestra rutina diaria como el té verde y el jugo de granada nos traen beneficios que ni imaginamos. No te digo que cambies totalmente tus gustos, no hay nada como la comida de nuestro propio país para satisfacernos, sólo te propongo añadir a tu alimentación chispazos exóticos y curativos. Créeme, existen pequeños gustos que salvan vidas. Té verde contra el cáncer El té fue descubierto en China y las referencias respecto a sus propiedades medicinales datan del año 2737 a.C. Ha conquistado el mundo con su sabor fresco y la sencillez de su preparación; pero yo, especialmente, quisiera recomendarte que tomaras de 3 a 4 tazas diarias de té verde.
El té verde es una infusión preparada con las hojas y brotes del arbusto Camellia sinensis, las cuales son sometidas a procesos de deshidratación, secado y enrollado, pero la ausencia de fermentación hace que sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, neuroprotectoras y calmantes se mantengan intactas. El té verde tiene un alto contenido de polifenoles y catequinas que actúan sobre las células cancerígenas, induciendo su muerte sin afectar las células sanas, particularmente la epigalocatequina galata (EGCG). También favorece la eliminación de sustancias tóxicas. Muchas personas plantean la desaparición de distintos tipos de cáncer luego de haber bebido diariamente este té e incluso de haberlo utilizado como cataplasma sobre la zona afectada. Una investigación realizada en el año 2006 en Japón, mostró que los adultos que consumían tres o más tazas de té verde al día durante años presentaban un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y cáncer.
Sin excesos, en su medida exacta, el té verde puede ser un placer para el paladar y un alivio para el cuerpo. Zumo de granada Rica en antioxidantes, potasio, calcio, magnesio, cobre, zinc, manganeso y vitaminas B, C y E, la granada es una fruta muy nutritiva. Su jugo se utiliza desde hace miles de años en la medicina persa ya que posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y permite la eliminación de sustancias cancerígenas del organismo. El jugo fermentado de granada libera más polifenoles por lo que tiene un mayor efecto anti-cáncer. Es principalmente efectiva contra el cáncer de próstata. Al combinarse con la soja se potencian sus efectos. Tanto para la prevención como para la lucha contra el cáncer se recomienda el consumo de 250 mililitros de zumo de granada cada día. Soja La dieta de los países asiáticos incluye 10 veces más productos de soja que la dieta occidental, normalmente se utilizan para sustituir productos de origen animal: leche de soja, queso de soja, carne de soja.
Su alto contenido de proteínas e isoflavonas reducen el efecto estimulante de los estrógenos sobre el organismo, por lo que previenen y frenan el crecimiento de los tumores estrógeno-dependientes como el cáncer de mama, de útero o de ovario. Estas moléculas se pierden durante el proceso de obtención de la salsa de soja y el aceite de soja, sin embargo son abundantes en la leche de soja y el tofu. Con el consumo de 100 gramos de soja al día, se obtienen los 25 mg de isoflavonas necesarios para prevenir varios tumores. Las mujeres que han padecido cáncer de mama deben limitar el consumo de productos de soja y las que aún lo sufren no deben tomarlos como suplementos. Setas Las setas son características de la dieta oriental, a muchas personas les parecerá raro esto de comer hongos, pero deben saber que son consideradas hortalizas y sirven para elaborar platos selectos. Las más comunes son las trufas, shiitake, matsutake, kawaratake, enoitake, oreja blanca, seta del cardo y el champiñón del sol.
Las setas contienen una sustancia llamada lentinano que, al combinarse con otros polisacáridos, estimula el sistema inmunológico y favorece la eliminación de células cancerígenas. En Japón desde hace más de 30 años se utilizan asociadas a la quimioterapia para tratar el cáncer de colon y el de estómago. Puedes cocinar tus setas de las formas más variadas incluso a la plancha y añadirlas a sopas o ensaladas. Algas Las algas son un alimento habitual en Japón. Ricas en fibra, vitaminas y minerales, su sabor fresco y su variedad las convierte en un producto ideal para complementar nuestros platos. Las algas comestibles más utilizadas son wakame, kombu, dulse, arame y nori. Las algas contienen abundantes fucoidinas, las cuales inducen apoptosis en las células cancerosas, inhiben el desarrollo de metástasis en el cáncer de mama, tienen efecto antiinflamatorio y, al presentar glucanos, estimulan el sistema inmunitario y potencian los efectos de la quimioterapia y la radioterapia. Puedes incluirlas en sopas, caldos y ensaladas. Combinadas con legumbres y verduras son una fuente de nutrientes maravillosa.
Jengibre Las propiedades terapéuticas de la raíz de jengibre se conocen desde hace más de 2500 años en la medicina hindú. Utilizado como condimento, aperitivo y saborizante en comidas, bebida y dulces, tiene un gusto marcado y exótico. El jengibre tiene efectos anti-cancerígenos maravillosos: el gingerol que contiene actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio al inhibir el factor nuclear kappaB y la enzima COX-2 que participan en la formación de varios tumores; estimula el sistema inmunológico y induce la muerte de las células cancerosas del colon; es capaz de inhibir la metástasis del cáncer de mama al impedir la movilidad y la adhesión de las células malignas. Para consumir jengibre tienes las más variadas formas: los rizomas tiernos y jugosos se conservan en vinagre, como aperitivo, mientras que el jengibre rallado puedes añadirlo al té, los cereales del desayuno o las frutas en macedonia.
¿Curioso, verdad? Tantos sabores y tantos efectos beneficiosos, y estos son solo algunos de los productos que puedes utilizar. Y es cierto, conseguir ingredientes exóticos puede ser todo un reto, pero en la actualidad en la mayoría de las ciudades existe al menos un comercio especializado en la venta de alimentos típicos de diferentes países. Prueba y verás, tú puedes alejar el cáncer.
¿Cómo darle sabor a esta nueva dieta? ¿Cómo evitar que sea sosa aburrida? Muchas veces pensamos que sin abusar de la sal, el aceite, la mantequilla y el azúcar, nada va a tener gusto, no nos saciaremos. ¡Pues estamos en un error! Es hora de descubrir nuevas combinaciones, nuevas especias, nuevas formas de potenciar el sabor de nuestras comida. Sal: debes saber que sólo se recomienda el consumo diario de 3 gramos de sal por cada 1000 Kcal y nada de alimentos salados pues favorecen la aparición de cánceres desde edades tempranas. Azúcar: ya sabes la relación existente entre el azúcar, la sobrestimulación del páncreas, la insulina y el cáncer. Prefiere frutas y edulcorantes naturales. Grasas: el único aceite sano que puedes utilizar es el de oliva, aunque no se ha observado ningún efecto especial en la prevención del cáncer, sí resulta un poderoso antioxidante, controla la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y previene el Alzheimer.
Hablemos de las especias Preservar, sazonar y aromatizar los alimentos son algunos de los usos que podemos darle a las especias, mientras su gran contenido de terpenos las convierte en útiles agentes anti-cáncer. Las especias y hierbas aromáticas que puedes utilizar para potenciar tus comidas son incontables, muchas de ellas están presentes en las recetas que te propongo en este libro. A continuación podrás conocer las propiedades de algunas especias, solo para que sepas lo que te estabas perdiendo… Cúrcuma
Puede parecerte raro su nombre pero en la India es una especie culinaria y un ingrediente de la medicina tradicional bastante común. Y si te digo que de su raíz se obtiene un polvo de color amarillo que es parte importante del curry, seguro que la reconocerás. La cúrcuma es un potente antiinflamatorio, debido a su contenido de curcumina la cual protege el organismo de sustancias perjudiciales.
De esta manera inhibe el crecimiento de varios tumores malignos e impide que formen nuevos vasos sanguíneos, produce la muerte de las células cancerosas por apoptosis y potencia el efecto de la quimioterapia. La pimienta negra posibilita la asimilación de la cúrcuma por el organismo.
* Tip Disuelve una cucharadita de cúrcuma en media cucharada sopera de aceite de oliva y una pizca generosa de pimienta negra. Condimenta con este aliño anti-cáncer las verduras al vapor y las ensaladas. Tomillo
Excelente condimento, rico en flavonoides y terpenos con efecto citotóxico (muerte) en las células cancerígenas. Perejil y apio
Tienen un alto contenido de flavonoides y apigenina los cuales impiden la formación de vasos sanguíneos por los tumores malignos. Orégano, albahaca, hierbabuena, mejorana
Deliciosas hierbas para condimentar, tanto en polvo como frescas, contienen abundantes terpenos que impiden el crecimiento de distintos tipos de cánceres o inducen la muerte de sus células.
Romero
Su contenido en carnasol, ácido rosmarínico y flavonoides lo convierte en un potente anticancerígeno. Tiene propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias, inhibe la proliferación de las células cancerosas, detiene el crecimiento de determinados tumores y ayuda a que la quimioterapia penetre en las células malignas. Canela
Un olor enervante y un gusto delicioso. La canela contiene abundante manganeso y sus efectos antiinflamatorios la hacen una buena arma para prevenir el cáncer. También tiene propiedades antimicrobianas y antimicóticas, además de controlar los niveles de azúcar en sangre y la actividad cerebral.
Las frutas ofrecen diversión a nuestros sentidos y alivio a nuestras dolencias ¡Cuántas texturas, olores, colores, gustos diferentes nos tientan! Es increíble que muchas veces tenemos preferencias por confituras azucaradas que inflaman el páncreas cuando podemos ingerir una fruta fresca y deliciosa que saciará nuestro apetito aportando numerosos nutrientes. Pues bien diferentes estudios científicos señalan que existe una relación directa entre el alto consumo de frutas y la reducción del riesgo de sufrir de cáncer. Y es que este tipo de alimento se caracteriza por aportarnos componentes anticarcinogénicos como los antioxidantes (principalmente carotenoides, vitamina C y E), ácido fólico, flavonoides e inhibidores de las proteasas, los cuales facilitan la eliminación de sustancias tóxicas, inhiben la formación de moléculas cancerígenas, activan y potencial el sistema inmunológico, tienen actividad antioxidante y regulan el metabolismo hormonal. Su alto contenido de fibra y agua favorecen la diuresis, la pérdida de peso y el equilibrio de los niveles de azúcar en sangre.
La Organización Mundial de la Salud indica que una dieta sana precisa al menos 5 piezas de frutas. Son muchas las frutas por las que puedes decidirte: dulces, ácidas, semiácidas, neutras pero existen algunas cuyas propiedades son especialmente efectivas en la prevención de tumores malignos. Frutas rojas Su color nos indica que contienen antocianidinas, flavonoides, polifenoles, entre otros potentes fitoquímicos con propiedades biológicas como antioxidantes, anticancerígenos (especialmente contra cáncer de mama, próstata, cólon y estómago) antiinflamatorios y inhibidores de procesos neurodegenerativos. Ejemplos de estos frutos: frambuesas, arándanos, fresas, moras. Arándanos: alto contenido en fenoles y flavonoides. Potente efecto antiinflamatorio, activan los mecanismos de apoptosis de las células cancerígenas. Fresas, frambuesas, moras: alto contenido de ácido elágico. Disminuye el crecimiento de los tumores pues impide el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para su alimentación (angiogénesis).Ayuda en la eliminación de sustancias tóxicas del organismo. También presente en nueces y avellanas.
Manzana: su piel contiene ácido ursólico que inhibe el crecimiento de varios tumores al inducirles apoptosis, impide la invasión tumoral y las metástasis. Cerezas: Contienen ácido glucárido. Eliminación de xenoestrógenos que incorporamos del medio ambiente. Desintoxicación del organismo. Cítricos Contienen más de 200 compuestos además de la tan conocida vitamina C. Se caracterizan por sus poderosas propiedades anti-cáncer, particularmente su consumo disminuye el riesgo de aparición de cáncer de esófago, boca, estómago, laringe y faringe, así como leucemia. Activan el sistema inmunológico y sus mecanismos de eliminación de sustancias cancerígenas producen apoptosis en los tumores. Ejemplos de estos frutos: naranja, mandarina, limón y pomelo. Frutos secos Fuentes de proteínas por excelencia, también contienen vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc, con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes y son maravillosos en nuestra dieta. Ejemplos de estos frutos: nueces, avellanas, almendras y semillas de girasol.
Otras frutas Melón
Rico en licopeno. Posee potentes propiedades antioxidantes que protegen el ADN y las membranas celulares y activan las funciones inmunitarias. Favorecen la pérdida de peso. Cómelo siempre fresco. Uva
Especialmente rica en resveratol, esta fitoalexina tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios, activa genes reguladores que previenen la aparición del cáncer y otras enfermedades y tiene propiedades neuroprotectoras. No te olvides de comer las uvas con piel y pepitas. Grosellas
Ricas en antocianinas y vitaminas A y C. Gran efecto antioxidante. Se indica que son excelentes para prevenir la leucemia
Recetas frutales: Un mundo de sabores anticáncer Batidos de frutas
Para hacer un refrescante batido de frutas no necesitas de azúcares que inflamarán tu páncreas, sólo combina los sabores adecuados y verás. Ingredientes 1 taza de zumo de naranja 1 manzana pelada y picada en trocitos 1 plátano ¼ de papaya picada en trocitos 1 melocotón 1 taza de fresas Preparación Coloca todos los ingredientes en la batidora y bate por unos minutos. Tómalo fresco. Puedes adornar los vasos con trocitos de frutas.
Cóctel de frutas
Ingredientes 2 cucharadas de néctar de agave o azúcar moreno 1/2 taza de agua 2 ramas de canela ¼ taza de zumo de limón 1 taza de zumo de naranja 1/2 taza de pasas 3 mangos grandes 4 tunas 3 plátanos 4 peras 4 melocotones Preparación Lava y pela las frutas. Córtalas en cuadritos, rodajas y bastoncitos según sea tu gusto, de forma tal que al situarlas en una fuente puedas combinar formas y colores. Resérvalas.
Pon al fuego una olla con el endulzante, el agua y la canela, cuando la mezcla esté a punto de ebullición retírala del fuego y déjala enfriar. Añádele el jugo de limón, el jugo de naranja y las pasas. Cuando se haya refrescado añade este deliciosa miel cítrica a las frutas, procura que todas la reciban. Sírvela en potecitos de barro o porcelana.
* Tip: Si colocas nuevamente la fuente en el refrigerador durante 30 minutos estará aun más delicioso. Puedes utilizar las frutas que prefieras pero siempre trata de lograr un buen coctel anti-cáncer. Postre de uvas
Ingredientes
200 ml de agua caliente
1 sobre de gelatina de limón
2 tazas de zumo de uvas
250 g de uvas
250 g de requesón
1 yogurt natural
Preparación Disuelve el sobre de gelatina en el agua caliente y añade el zumo de uvas. Vierte esta mezcla en seis copas, coloca las uvas en su interior y, aquí viene el truco, colócalas inclinadas en un lugar bien fresco para que la gelatina cuaje. Mientras tanto bate el requesón hasta que esté suave, incorpórale el yogurt y viértelo en las copas. Coloca las copas en el refrigerador por 1 hora y luego deleita tus sentidos con este postre. Melón relleno
Ingredientes 100 g de uvas sin semillas, cortadas por la mitad 1 taza de trocitos de frutabomba o papaya 1 guayaba picada en trocitos 1 manzana pelada y picada en trocitos 50 g de frambuesas 50 g de moras 1 cucharada de jarabe de arce 1 sobre de gelatina de limón 200 ml de agua
1 melón Preparación Mezcla las frutas con el jarabe de arce en un bol y déjalas reposar durante 30 minutos. Calienta el agua, apártala de la candela y disuelve en ella el sobre de gelatina, espera a que se enfríe y tome consistencia. Luego, abre el melón por un extremo y con mucho cuidado extrae las semillas y una parte de la pulpa. Esta pulpa córtala en trocitos y mézclala con el resto de las frutas. Ha llegado la hora de rellenar el melón: vierte en su interior las frutas y la gelatina alternando hasta que se terminen. Tapa el melón y cúbrelo con una hoja de papel de aluminio. Déjalo reposar durante 24 horas en el refrigerador. Para servirlo córtalo en rebanadas gruesas y ¡a disfrutar! Ensalada de naranjas y aceitunas
Ingredientes
6 naranjas grandes, peladas y cortadas en rodajas finas
1/3 de taza de aceite de oliva
1/4 de cucharadita de pimienta negra
1/4 de cucharadita de cúrcuma
1/4 de cucharadita de tomillo seco
1 taza de aceitunas negras
Sal al gusto
Preparación Pela las naranjas, córtalas en rodajas finas y colócalas de forma decorativa en una fuente. Distribuye las aceitunas de modo que hagan un bonito contraste. Mezcla el aceite de oliva, la pimienta, la cúrcuma, el tomillo y la sal y rocía la ensalada con este aliño. Sirve a temperatura ambiente y disfruta.
¡Qué aburrido! Los médicos siempre repiten lo mismo: “Comer verduras es bueno, necesitas comer verduras para estar saludable”. Pues bien, no me da ninguna pena decirte que yo pensaba lo mismo, no es que odiara los vegetales, pero en la mesa familiar se priorizaban las carnes como fuente esencial de proteínas, el arroz y los frijoles para acompañar y alguna que otra fruta, seguidos de un postre bien azucarado…el menú procáncer por excelencia. Cuando llegó el momento de cambiar fueron muchos los argumentos en contra: no hay tiempo para estar preparando platos nuevos y eso de comer hierbas es de animales y sabes que tengo un estómago delicado, seguro que no podré digerir tanto césped. La abuela, que estaba de visita aquel día se echó a reír, con sus 87 años estaba mucho más viva que todos nosotros, sólo nos dijo: Nuevas noticias, nosotros también somos animales y mi estómago se encuentra perfectamente, si quieren saberlo. Mi consejo es que sigan investigando y tomen sus decisiones, porque el cáncer no va a escuchar argumentos, menos explicaciones y más acciones es lo que necesitan.
Y adivinen, ¡abuela otra vez tenía razón! Aprendimos que es mucho menor el tiempo que gastamos preparando una ensalada que el que íbamos a invertir en curarnos. Aprendimos que hay una y mil formas diferentes de comer verduras y mil verduras más que descubrir. Aprendimos que los vegetales son una fuente natural de agua, la cual juega un papel fundamental en todos los procesos fisiológicos del organismo. Aprendimos que comerlos produce saciedad y deleite pues a pesar de estar lleno te sientes ligero y vigoroso. ¡Aprendimos que comer verduras puede ser genial! Ahora pasemos a los hechos Las verduras se caracterizan por su alto contenido de antioxidantes cuya función es neutralizar sustancias cancerígenas presentes en nuestros cuerpos. Estas sustancias son capaces de dañar el ADN celular e interferir en los procesos metabólicos. Han sido señalados como potentes antioxidantes naturales las vitaminas E y C, los carotenoides, oligoelementos como el selenio y el zinc y fitoquímicos como los polifenoles y los flavonoides.
Numerosos estudios han asociado las dietas pobres en frutas y vegetales con una alta incidencia de cáncer de pulmón, laringe, esófago, estómago, colon, recto y páncreas. Se deben consumir entre 600 y 800 gramos de frutas y verduras al día durante todo el año. A continuación te presentaré algunos de los vegetales que te ayudarán a prevenir la aparición de tumores malignos, pero son muchas las combinaciones que puedes hacer. ¡Exploremos el maravilloso mundo de las verduras! Familia Brassicacea o Verduras crucíferas Las verduras crucíferas son agentes anticancerígenos por excelencia pues contienen selenio, vitamina C y glucosilonatos en gran cantidad. Estos últimos, al ser metabolizados por la flora microbiana del colon, dan lugar a subproductos con propiedades quimiopreventivas que se asocian con la inhibición de moléculas carcinógenas ¡incluso aquellas producidas por el consumo de tabaco. La ingestión habitual de las plantas comestibles de la familia Brassicacea posibilita la apoptosis de las células cancerosas, la regulación de los niveles de estrógeno en el organismo e inhibe el crecimiento tumoral, además de evitar la constipación y la irritación de la pared intestinal, debido a su alto contenido de fibra.
Estas propiedades las convierten en nuestras protectoras contra el cáncer de mama, pulmón, estómago, vejiga, colon, próstata, ovario, páncreas y testículo. Si te gustan las verduras cocidas debes tener cuidado para no afectar sus características anti-cáncer, es recomendable que las cocines al vapor, en microondas a baja potencia o fritos con aceite de oliva. Los miembros más conocidos de este grupo son: el brócoli, el repollo, el nabo, las coles de Bruselas, la coliflor y la col lombarda. Brócoli
Crujiente y delicioso para los que sabemos disfrutarlo, el brócoli se caracteriza por su alto contenido de sulfuranos, aunque también presenta glucosinolatos. Estas moléculas inhiben la acción de sustancias tóxicas y favorecen su eliminación, detienen el proceso de proliferación celular de los cánceres de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas y piel, favorecen la muerte de las células cancerígenas y tienen propiedades bactericidas contra Helicobacter pylori. Esta bacteria es una de las causas del desarrollo de cáncer de estómago. ¡Vamos! ¡Anímate a comer brócoli y no te arrepentirás!
Repollo o col
Tan versátil como sabrosa, la col es rica en vitaminas A y C, calcio, beta carotenos, fibra, flavonoides e índoles, los cuales ayudan a desintoxicar el organismo, controlar los niveles de insulina en sangre y activar el sistema inmunológico. Toda una barrera contra el cáncer. Coles de Bruselas
Las coles de Bruselas tienen el mayor contenido de glucosinolatos de todas las verduras crucíferas (237 mg/100 g), por lo cual al consumirlas habitualmente tienes garantizada la inhibición del crecimiento de tumores en tu cuerpo. Coliflor
Junto con el berro, el rábano, el brócoli y la col constituyen un excelente cóctel antitumoral puesto que activan el sistema inmunológico, eliminan los radicales libres y protegen las células.
Género Allium A pesar de ser las verduras de este género las que más utilizamos a diario, es muy probable que ignoremos la gran ayuda que constituyen contra el cáncer, la inflamación, las bacterias, la hipertensión, los desórdenes neurológicos y los problemas articulares y cardiovasculares. ¿Cuáles son estos vegetales mágicos a los que me refiero? Pues el ajo, la cebolla y el puerro, principalmente. Estas verduras son fundamentales en la inactivación de carcinógenos como la nitrosamina (que se produce por la ingestión de embutidos, bacon y jamón y la combustión de tabaco) y los que se generan en la carne ahumada o quemada; por lo cual al consumirlo reducirás el riesgo de sufrir cáncer de riñón y próstata. ¿Quieres hacer un poderoso aliño anti-cáncer? Pues machaca el ajo y trocea la cebolla, sofríelos en aceite de oliva y luego agrégale cúrcuma con pimiento negra ¡y ya puedes aderezar deliciosamente tus vegetales al vapor!
Ajo
El ajo se destaca en la cocina española por su olor y sabor característicos. Pues ¡sorpresa! este ingrediente maravilloso de nuestros asados, guisos y sopas posee más de cuarenta compuestos sulfurados que inhiben el crecimiento de tumores malignos. Para ser ingerido el ajo debe ser machacado pues de esa manera se obtiene la allicina, un compuesto rico en azufre que ayuda a desintoxicar el organismo, neutraliza las toxinas acumuladas en células y tejidos, regula los niveles de azúcar y colesterol en sangre y la presión sanguínea, depura el hígado e inducen la muerte de las células cancerosas de la pie, los huesos, la sangre, el colon, la mama, el pulmón y la próstata. Cuando se cocina este compuesto se destruye. El puerro posee propiedades muy similares a las del ajo pero sus principios activos son mucho más suaves. Cebolla
Nutritivas y delicadas las cebollas también precisan ser cortadas para beneficiarnos. Según numerosos estudios son muy importantes para prevenir la aparición cánceres del sistema digestivo (esófago, estómago y colon), de mama, leucemia, colon y próstata.
Verduras multicolores Tomate
Jugoso, aromático, rico en compuestos antioxidantes, el tomate resulta esencial en nuestra dieta anti-cáncer y en nuestras vidas en general. El tomate maduro contiene mucha agua y licopenos, los cuales, además de proporcionarle el color rojo, evitan la degeneración celular, protegen el ADN y las proteínas del daño oxidativo, activan el sistema inmunológico, reducen el crecimiento de las células malignas y ayudan en la metabolización y eliminación de las sustancias carcinógenas. Es por eso que se dice que comer tomate crudo reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. Se recomienda el consumo de al menos 5 tomates a la semana, si comes tomate con brócoli se potenciará el efecto anti-cáncer. Pepino
Ideal para el verano, para cenas tardías y meriendas hipocalóricas, el pepino resulta ser refrescante, depurativo, desintoxicante, diurético, estimulante del sistema nervioso, regulador de los niveles de acido, antioxidante.
Comer pepino te ayudará no solamente a prevenir el cáncer si no también afecciones de la próstata, la vesícula, los riñones y la piel. Consúmelo con limón o al natural para favorecer su digestión. Berenjena
El color violeta de la berenjena señala la presencia de antocianinas, sustancias anticancerosas que inducen la muerte de las células mutantes que provocan el cáncer. Pimientos
El color amarillo, rojo y verde de los pimientos señala su riqueza en betacarotenos y vitamina C. Este delicioso vegetal es un potente antioxidante y protector de las mucosas. El contenido de presente en general en los ajíes bloquea los compuestos cancerígenos que se producen en la carne y pescados ahumados y curados. Remolacha roja o Betabel
Un verdadero adorno en la ensalada y un regalo para el paladar, el color morado de la remolacha señala la presencia de betaínas, moléculas que activan la regeneración celular contrarrestando los procesos degenerativos del cáncer.
Zanahoria
Se considera el vegetal de los fumadores, así que, si dejaste de fumar, comienza a consumir zanahorias. Su color naranja muestra su riqueza en betacarotenos, los cuales son capaces de contrarrestar el efecto de las sustancias tóxicas en el organismo y de regenerar las células del epitelio respiratorio. Espinaca, Lechuga
Muy verdes y frescas, estas verduras afectan la actividad de sustancias cancerígenas y facilitan su eliminación, impiden el crecimiento de células tumorales y en general te protegen contra el cáncer. Semillas de linaza
La linaza presenta moléculas llamadas lignanos, las cuáles se cree que en el interior del cuerpo humano compiten con los estrógenos, retardando de esta manera el progreso de determinados tipos de cáncer. Las investigaciones plantean que el consumo habitual de estas semillas previenen y curan el cáncer, principalmente los de próstata, pulmón, colon, recto y mamas.
Si deseas incorporarlas a tu dieta puedes moler 30 gramos de semillas en un molinillo de café e echar el polvo a los cereales del desayuno o añadirlo al yogurt o la leche de soja. Aunque siempre debes prestar atención a las reacciones de tu organismo ante estas sustancias. Otras verduras ricas en carotenos que puedes consumir son: zapallo, acelga, pimentón, betarraga, achicoria y calabaza Recetas vegetales anti-cáncer Sopa Juliana
Ingredientes 4 cebollas tiernas
2 pimientos verdes
1 col
2 zanahorias ralladas
300 g de patatas cortadas en dados
2 cucharadas de aceite de oliva
1 litro de caldo de carne
4 tomates cortados en octavos
2 tazas de guisantes congelados
3 cucharadas de perejil picado
Preparación Corta la cebolla, el pimiento y la col blanca a la juliana. Calienta el aceite y sofríe en él la cebolla, cuando ya esté transparente añade el caldo y déjalo hervir. Agrega todos los vegetales, tapa la olla y cocina la sopa por 20 minutos más. Finalmente añade los guisantes y los tomates y déjala hervir 10 minutos más. Sírvela espolvoreada con el perejil. Musselina de verduras
Ingredientes 8 hojas de col 1 ½ tazas de zanahorias cortadas en rodajas 1 ½ tazas de espinacas picadas 1 ½ tazas de habichuelas picados 1 ½ tazas de nabo rallado y semi-cocido 1 ½ tazas de champiñones picados 50 g de mantequilla 100 g de nuez picada ¼ de kg de crema 100 g de queso rallado Pimienta al a gusto
Sal al gusto Preparación Cocina brevemente, por separado y en la menor cantidad de agua los vegetales. Engrasa un molde con mantequilla y coloca las hojas de col en el fondo de forma tal que constituyan la base de la muselina. Mezcla las verduras y resérvalas. Bate la crema incorporándole poco a poco la nuez moscada y la pimienta y la sal. Sobre las hojas de col coloca capas alternas de verduras, crema batida y queso rallado. Hornea la musselina durante 20 minutos a 200 °C. Sírvela y deléitate. Crema de manzana
Ingredientes 6 manzanas 1 rama de apio picadita 3 escalonias picadas 2 yemas de huevo 1 cucharadita de jengibre en polvo 5 cucharadas de nata 2 tazas de caldo de ave 1 cucharada de aceite de oliva Perejil finamente picado
1 cucharadita de sal Preparación Calienta la cucharada de aceite y sofríe las escalonias y el apio brevemente, sin que lleguen a tomar color. Pela y pica en trocitos las manzanas y añádelas a la olla junto con el jengibre. Revuelve durante 6 minutos y retira la mezcla del fuego. Pasa todo por el pasapuré y agrégale las yemas batidas y la nata. Vierte la crema en una olla y revuelve mientras añades el caldo de ave hasta lograr una consistencia semilíquida. Colócala 6 minutos al fuego y ¡ya está. Sírvela adornada con perejil. Ensalada waldorf
Ingredientes 3 manzanas 5 tallos de apio ½ taza de nueces picadas ½ taza de yogurt Tomillo Jugo de limón ½ cucharadita de sal
Preparación Pela y pica las manzanas y el apio y rocíalos con el jugo de limón. Corta las nueces y mezcla todo en una ensaladera. Utiliza el yogurt como aliño y espolvorea con tomillo y sal.
Los cereales han formado parte de la vida del hombre desde sus inicios el trigo, el arroz, el maíz, la avena, el mijo, la cebada y el centeno han constituído la base de la alimentación de muchas culturas ¿cómo es posible que ahora me digan que son perjudiciales? Pues el secreto está en la elaboración actual de productos a partir de cereales refinados. ¿Qué significa esto? ¡Ah! Quiere decir que las partes partes exteriores del grano (el germen y el salvado) se eliminan al triturar los cereales en la molienda, conservando el albumen que se muele para obtener harina blanca. En vez de consumir la fibra estamos ingiriendo principalmente fécula, que influye negativamente en nuestros niveles de azúcar en sangre. ¿Por qué se le da tanta importancia a la fibra? La fibra está constituída por carbohidratos vegetales que los humanos no pueden digerir. Se encuentra de forma natural como soluble e insoluble: Las fibras solubles se hallan en hojuelas de cebada, semillas y frutos secos, mientras la fibra insoluble podemos encontrarla en el trigo y los granos enteros. Esta última acelera el paso de
los alimentos por el estómago y los intestinos arrastrando las sustancias tóxicas. Son muchas las funciones que estos carbohidratos cumplen en nuestro organismo, la mayoría de ellas anticancerígenas: Al ser metabolizada en el colon da lugar al butirato, el cual inhibe la proliferación celular, induce diferenciación y apoptosis y modula la expresión de ciertos oncogenes y genes supresores implicados en la carcinogénesis colorectal. Ayuda a controlar el nivel de colesterol en sangre y se asocia a las sales biliares impidiendo que dañen la pared intestinal. Impide el aumento de las poblaciones de bacterias en nuestro intestino. En fin que la fibra es toda una maravilla para nuestra dieta anti-cáncer al disminuir el riesgo de incidencia de tumores. Nada como los alimentos integrales para ofrecernos ricas concentraciones de fibra, vitamina E y vitaminas del complejo B y minerales como el selenio, el zinc, el cobre, el hierro, el magnesio y el fósforo. La presencia además de proteínas, hidratos de carbono complejos y lignanos proporcionan una protección extra contra las enfermedades cardíacas y el cáncer. Las fibras de los cereales integrales incrementan el volumen de heces y envuelven las sustancias carcinógenas, favoreciendo su eliminación.
Aunque los cereales integrales son muy beneficiosos para la salud, ten mucho cuidado con los excesos, sobre todo si están crudos. Pueden tener un alto contenido en fitatos. Estos compuestos reducen la absorción y la utilización de determinados minerales como el calcio y el zinc en el organismo. Las enzimas de la levadura y los métodos de procesamiento de alimentos destruyen estas sustancias, pero no te confíes. Si lo que quieres es mucha fibra consume alimentos integrales, pan de multi-cereales, salvado de trigo, salvado de arroz y siempre que sea posible ingiere las cáscaras de las frutas y los hollejos de naranja. Recetas llenas de fibra contra el cáncer Desayuno de gachas a la canela
Ingredientes 1/3 taza de copos de avena 2/3 taza de líquido 1/2 manzana cortada en pequeños trozos 1/2 cucharadita de canela Una pizca de sal
Preparación Mezcla todos los ingredientes en una olla pequeña y colócala al fuego. Cuando rompa el hervor, disminuye la llama y continúa cocinando la mezcla a fuego lento durante 5 a 7 minutos, hasta que esté bien suave. Sírvelo caliente y llénate de energía, fibra y delicioso sabor. Crema de fresas y avena
Ingredientes 1 yogurt descremado 3 cucharadas de avena 6 fresas o frambuesas troceadas 3 tazas de agua 1 cucharada de de jarabe de arce o néctar de agave 1 pizca de sal Preparación Vierte el agua en una olla y ponla al fuego hasta que comience a hervir. Añade las fresas o frambuesas y la avena, revuelve y deja cocinar la crema durante 10 o 15 minutos, hasta que tome consistencia. Agrega la sal, el endulzante y el yogurt, revuelve y retira la olla del fuego.
Adorna cada ración individual con una fresa. Crema anti-cáncer
Ingredientes 3 cucharadas de avena 3 tazas de agua 1 tomate pelado y despepitado cucharada de tomillo ½ cucharadita de aceite de oliva 1 manzana troceada 3 cucharadas de queso fresco Preparación Vierte el agua en una olla y ponla al fuego hasta que comience a hervir. Añade los trocitos de manzana, el tomillo y la avena, revuelve y deja cocinar la crema durante 10 o 15 minutos, hasta que tome consistencia. Luego agrega la sal, el aceite de oliva y el queso, revuelve durante 1 minuto y retira la olla del fuego. Sírvela bien caliente.
Recetas llenas de fibra Pilau Griego
Ingredientes
1 taza de arroz integral
1 cucharada de uvas pasas
50 g de champiñones
1 clavo de olor
1 hoja de laurel
3 cucharadas de aceite de oliva
½ pimiento verde o rojo
1 cebolla grande cortada en rodajas
2 granos de pimienta negra
1 cucharadita de sal
2 tazas de caldo o jugo
Guarnición 2 zanahorias cortadas en rodajas delgadas 1 taza de chícharos cocidos 2 tomates cortados en rodajas
Preparación Pela y pica los champiñones, corta el pimiento en trocitos y resérvalos. Sofríe la cebolla en el aceite caliente y agrega el arroz, remueve hasta que se dore ligeramente mientras añades la sal, la pimienta, el clavo de olor y la hoja de laurel. Agrega el agua o caldo, los champiñones, el pimiento y las pasitas. Deja cocer el arroz durante 35 a 45 minutos. En el momento de servir agrégale las zanahorias, los chícharos y las rodajas de tomate. Este plato suele acompañarse con una ensalada de frutas y verduras y brochetas con cebollas y jengibre. Ñoquis de tomate
Ingredientes 1 taza de salsa de tomate ½ kilogramo de papas ¼ cucharadita de nuez moscada molida albahaca picada 2 tazas harina integral 1 cucharadita de sal Queso parmesano rallado Salsa de tomate liviana
Preparación Coloca la salsa de tomate en una olla y cuécela a fuego lento hasta reducir su volumen a 1/2 taza. Cocina las papas al vapor hasta que se ablanden, pélalas y conviértelas en puré. En una fuente pon el puré de papas, la salsa de tomate, la nuez moscada y la albahaca. Agrega la harina, mezclando suavemente hasta obtener una masa firme y suave, que debe guardar su forma sobre una cuchara. Coloca cada cucharada sobre una superficie espolvoreada con harina y apriétala con un tenedor. Prepara los ñoquis y cuécelos en una cacerola con agua hirviendo por 3 minutos después de que hayan flotado a la superficie. Servir con una salsa de tomate liviana y espolvorear con queso parmesano. Cocido de arroz y verduras
Ingredientes 1 ½ taza de arroz integral 2 zanahorias 1 papa grande 1 chayote
1 tomate ½ kilogramo de habichuelas 1 calabacita ½ cebolla chica 1 ramita de cilantro 1 pimiento o 1 chile Caldo de pollo 1 rama de apio Preparación Limpia, pela y corta en cuadritos las verduras. Pon a calentar el caldo y cuando rompa el hervor añade las verduras de más lenta cocción, la cebolla, el cilantro, el chile y la sal al gusto. Luego de 20 minutos agrega el arroz lavado y los vegetales restantes y continúa cocinando el cocido hasta que el arroz esté blando.
“¿Qué les pasa a los médicos con la carne?”, debes pensar, algo tan rico no puede ser perjudicial y mucho menos producir cáncer ¡eso es demasiado! Pues lamento decirte que numerosos estudios han señalado la relación entre el consumo excesivo de distintos tipos de carne y el incremento del riesgo de aparición de tumores malignos, principalmente en el caso la llamada carne roja. Vayamos por pasos. ¿La forma en que crían los animales que como influye en mi salud? Sí, las aves y el ganado que crecen en criaderos son alimentados con productos enriquecidos con estrógenos y otras sustancias químicas que favorecen su crecimiento pero tienen efectos cancerígenos en nuestro organismo. Prefiere animales que criados al aire libre, con alimentos orgánicos y saludables. En el queso fabricado con leche de vacas, ovejas o cabras criadas en prados se encuentra ácido linoléico combinado que tiene posibles
beneficios anti-cáncer. Por otra parte la constitución de la carne también varía en dependencia de la alimentación del animal. La carne de las vacas que consumen pasto tiene niveles relativamente bajos de grasa total y grasa saturada, mientras que las concentraciones de ácidos grasos omega-3 aumentan (aunque continúan siendo pequeñas); mientras que las aves alimentadas con maíz contienen altos niveles de ácidos grasos omega-6, los cuales favorecen la inflamación relacionada con el crecimiento de los tumores malignos. ¿La forma en que se procesa la carne influye en mi salud? ¿Recuerdas los deliciosos perros calientes, los ahumados, el bacon, el jamón? Pues contienen nitritos, que son utilizados en las grandes industrias como conservantes. Lo mismo sucede en ocasiones con la carne roja en general para que mantenga su aspecto fresco. Estas sustancias son metabolizadas en el intestino obteniéndose nitrosaminas, moléculas altamente cancerígenas que inducen la mutación del ADN.
¿La forma en que cocino la carne influye en mi salud? Pues sí, al cocinar cualquier tipo de carne a alta temperatura se generan aminas heterocíclicas mutagénicas e hidrocarbonos aromáticos policíclicos que aumentan el riesgo de aparición de cáncer puesto que dañan las células y favorecen su proliferación. Esto ocurre especialmente cuando se nos quema un bistec, lo freímos o lo cocemos a la parrilla. La carne necesita estar bien cocinada para eliminar las bacterias que puede contener, pero puedes optar por asarla a fuego lento, a la plancha o cocinarla parcialmente en el horno o microondas antes de concluir en la parrilla ¿Comer carne influye positivamente en mi salud? La carne es una riquísima fuente de proteínas. Normalmente hablamos de carne blanca cuando nos referimos a aves como el pollo y de carne roja cuando proviene de mamíferos como las vacas y los caballos.
La primera contiene una baja concentración de grasas y proteínas vitales para determinados procesos metabólicos, mientras la segunda contiene hierro, vitamina B12 y zinc, por lo cual activa el sistema inmunológico e influye en el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Necesitamos proteínas y aunque existen otras fuentes, como las vegetales, no tenemos por qué privarnos de las carnes. ¿Cómo puedo proteger mi salud y seguir comiendo carne? No tienes que evitar la carne si no comerla de manera que enriquezca el organismo en vez de dañarlo. estos consejos pueden serte éutiles: A.
B.
Según diferentes organizaciones internacionales de la salud el consumo de carnes rojas no debe sobrepasar los 80 gramos al día. Siempre se que puedas sustitúyela por aves, pescado y huevos orgánicos. Cerciórate de que los animales que consumas hayan sido criados al aire libre, en movimiento y
alimentados con pastos naturales. C.
Evita el consumo de carnes conservadas pues incrementan la aparición de cáncer colorrectal, mama y próstata, entre otros.
D.
Reconoce y elige los cortes más magros de la carne, siempre opta por carne fresca y evita el exceso de colesterol.
E.
Cocina la carne a fuego medio o al calor indirecto para que no esté expuesta a altas temperaturas. Limita la fritura y la parrilla.
F.
Cocina los filetes, a 145 o 160 grados Fahrenheit y las hamburguesas a 160 grados Fahrenheit. Voltea la carne con frecuencia y utilice pinzas o una espátula para evitar la liberación de los jugos que al recibir el calor directo pueden contener sustancias cancerígenas.
G.
Si no puedes o no quieres sustraerte al encanto de la carne roja trata de que el mayor porciento de tu dieta esté constituído por frutas, vegetales, legumbres y alimentos con mucha fibra que arrastren las sustancias tóxicas fuera de tu
cuerpo. Opta por las brochetas que combinan la carne con productos mucho más sanos. Sin embargo te aconsejo que te contengas un poco, recuerda LA MODERACIÓN NOS HACE SABIOS. Recetas de carnes contra el cáncer Fondue de pollo
Ingredientes 1 pollo de 1,250 gramos 2 cebollas 3 zanahorias 2 ajo puerros 3 tomates 3 dientes de ajo azafrán hinojo 1 rama de apio 4 hojas de albahaca 2 cucharadas de aceite de oliva Papas
1 limón Sal y pimienta Preparación Quítale la piel al pollo, aparta los menudos para hacer un caldo y corta el resto en octavos. Pica las verduras y las papas en cuadritos medianos. Tritura la cebolla y el ajo. Reserva todo. Prepara un caldo concentrado utilizando los menudos del ave, un litro de agua y especias frescas. Cocínalo hasta que quede reducido a la mitad. Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén y sofríe brevemente (sella) los octavos de pollo. Añádele el caldo y cocínalo bien tapado durante 35 minutos. Saca de la sartén las piezas de pollo y corta la masa en jardinera. Mientras tanto deja reducir el caldo para mejorar su concentración, retíralo del fuego, fíltralo y desgrásalo. Sofríe en otra sartén las verduras, las papas y el pollo y añádele el azafrán, la albahaca, el zumo del limón y el caldo. Cocínalo durante 5 minutos y sírvelo bien caliente. Tortilla con verduras
Ingredientes
6 huevos 2 tazas de queso blanco rallado 1 cebolla picada en rodajas 1 puerro cortado en rodajas 3 tazas de espinaca en tiritas 1/2 taza de caldo de gallina 2 cucharadas de salsa de tomate 1/2 taza de champiñones rebanados 1 pimiento cortado en tiritas Preparación
Pasa la espinaca por agua hirviendo y escúrrela. Bate los huevos y mézclalos con el caldo y la salsa de tomate, bate otra vez y añade el resto de los ingredientes. Introdúcela en el horno hasta que esté a tu gusto. Pollo al vino tinto
Ingredientes 1 pollo de 1,200 kilogramos 1 cucharadita de sal 1 cucharadita de pimentón
1 pizca de pimienta negra molida 1 diente de ajo 1 cucharada de mantequilla 3 cucharadas de aceite de oliva 1 taza de caldo de verduras 1 taza de vino tinto seco 3 tomates 1 cucharadita de orégano seco 100 gramos de crema de leche Preparación Quítale la piel al pollo, córtalo en octavos y sazónalo con sal y pimienta negra. Machaca el ajo, sofríelo en el aceite caliente, añade los trozos de pollo y dóralos bien. Agrega el caldo y la mitad del vino, tapa la olla y cocina todo a fuego medio durante 35 minutos. Mientras tanto pela y corta los tomates en cuartos: Cuando falten 10 minutos de cocción añade los tomates, el orégano, el pimentón, el vino y la crema de leche, (reserva una cucharada). En el momento de servir
puedes adornar el pollo con crema de leche. Acompaña este delicioso plato con ensalada mixta.
Korma
Ingredientes 500 gramos pechuga de pollo 2 cebolla grandes 1 ají 2 cucharadas de aceite de oliva 2 hojas de laurel 2 palitos de canela 8 clavos de olor 4 cucharaditas de comino molido 4 dientes de ajo 4 cucharaditas de jengibre molido 1 cucharadita de polvo de chili 1 cucharadita de cúrcuma ¼ cucharadita de pimienta negra
3 cucharadita de culantro molido 1 yogur natural 2 cucharadas de azúcar moreno 2 tazas de caldo de carne 1 cucharada de maicena Perejil Nueces al gusto Preparación Corta la pechuga en tiras gruesas y resérvala. Trocea las cebollas y el ají. En una sartén, calienta el aceite y sofríe la cebolla hasta que esté transparente, agrega la canela, los clavos de olor, el laurel, el ají, el ajo machacado y el comino. Remueve un minuto y añade el pollo, el jengibre, la sal, el polvo de chili, la cúrcuma, la pimienta y el culantro. Remueve unos minutos más para que el pollo se embeba en el sofrito y añade el yogur. Baja la candela y cocina todo a fuego lento, tapado, durante 15 minutos. Agrega el caldo de carne y el azúcar y continúa cocinando todo por unos 40 minutos. Finalmente extrae la
canela, los clavos y las hojas de laurel, agrega la maicena diluida en agua y revuelve hasta que se espese la salsa. Al momento de servir añade las nueces y acompaña con arroz. Pavo al horno relleno de frutas
Ingredientes 1 pavo de 6 kilogramos 1/4 taza de jugo de limón 1 cucharadita de sal 1 pizca de pimienta 1 ½ kilogramo de frutas secas variadas 1 copa de Vermouth blanco dulce 2 kilogramos de manzanas peladas y sin pepas 2 cucharadas de manrequilla derretida Brócoli Pimientos Pepino Tomates Cebolla
Manzanas al horno
Preparación Remoja las frutas secas cortadas en trocitos en el Vermouth. Limpia bien el pavo, condiméntalo con sal, pimienta y limón por dentro y por fuera, déjalo reposar por unas horas. Rellena las cavidades del pecho y el pescuezo con la fruta seca escurrida y la manzana. Cose las aberturas y pincela el pavo con la mantequilla. Forra una fuente con papel aluminio, coloca el pavo en ella y hornéalo a 180 °C, colocando un recipiente con agua debajo de él para que no se seque. Mientras tanto prepara una guarnición con el brócoli, el pimiento, el pepino, los tomates y la cebolla bien picaditas y las manzanas al horno hechas puré. Agrégales limón y sal. Luego de 4 horas saca el pavo del horno y prepara una salsa con los jugos que soltó durante el horneado y un poquito de maicena. Sirve el pavo bien calentito con la salsa y la sabrosa guarnición.
Fresco, exquisito y saludable, para los que sabemos degustar su magia el pescado puede ser uno de los principales baluartes contra el cáncer, no solamente por ser una fuente sana de proteínas y fósforo, sino también porque contienen elevadas concentraciones de ácidos grasos omega-3. En la actualidad la dieta típica de los países Occidentales es deficiente en este ácido graso, mientras que al comer alimentos fritos con aceites vegetales como el de girasol y el de maíz incorporamos grandes cantidades de ácidos grasos omega-6. “¿Qué importa?”, puedes pensar, ”Es solo un numerito.”. Pues este número nos indica una diferencia en su estructura química y una competencia por incorporarse a las membranas citoplasmáticas de nuestras células: si lo logra el ácido graso omega-3 (por estar en mayor concentración) es beneficioso para nuestra salud, pero si es el ácido graso omega-6 el que lo consigue, por ser nuestra dieta rica en comidas rápidas y frituras, puede provocarnos arterioesclerosis, enfermedad de Alzheimer, problemas cardiovasculares, diabetes de tipo II, obesidad, osteoporosis, síndrome metabólico y, por supuesto, cáncer.
La proporción en nuestra comida de ácidos grasos omega -3 y omega-6 debe ser de 4-1 a 10-1, o sea, necesitamos incrementar el consumo de pescado, nueces y semillas de linaza, los cuales contienen distintos tipos de omega-3. Estos ácidos grasos inhiben la inflamación que precede al desarrollo de los cánceres, potencian los efectos positivos de la quimioterapia y disminuyen sus efectos adversos, impiden la división de las células cancerosas en el hígado, estimulan la apoptosis de las células defectuosas y, en general, actúan como nuestros protectores contra el cáncer, principalmente los de mama, próstata, riñón y colon. Son especialmente ricos en ácidos grasos omega-3 especies como el salmón, atún, caballa, sardina, trucha de río, anchoas y arenque. Si no te gusta el pescado puedes explorar nuevas combinaciones, quien sabe si la respuesta se halla en una mejor manera de cocinarla o una selección más afortunada de especie. De todas maneras una buena forma de cubrir tus carencias de omega-3 es tomar suplementos diarios de 500 miligramos, pero siempre es preferible optar por lo natural.
Cerciórate de que el pescado que consumas sea
silvestre, o sea, no provenga de criaderos. Varía los tipos de pescado que comes para reducir la probabilidad de exposición a toxinas.
Si te gustan los enlatados asegúrate hayan sido hecho en aceite de oliva o agua.
No congeles por mucho tiempo los pescados pues pierden sus propiedades.
Nunca quemes tu pescado y evita las parrillas pues acumula sustancias cancerígenas.
Recetas marinas y combinaciones vitales Sopa marsellaise
Ingredientes 1 cucharadita de azafrán 600 gramos de conchas 600 gramos de langostinos 600 gramos de pulpo 600 gramos de pescado 1 espinazo de pescado
1 cucharada hierbas aromáticas (tomillo, orégano) 1 lata mediana de jugo de tomate 4 choros 1 cebolla 2 zanahorias laurel tomillo sal Preparación Hierve el pulpo y resérvalo. Haz un caldo con el espinazo de pescado, los choros, cebolla, zanahoria, laurel, tomillo y azafrán. Luego de 40 minutos cuela todo y añade el pescado, el pulpo, los langostinos y las conchas. Deja cocinar por 1 minuto y agrega el jugo tomate, las hierbas y la sal. Sirve bien caliente. Tomates simpáticos
Ingredientes
4 tomates grandes
Relleno 1 lata chica de atún o caballa 1/2 taza de mayonesa Aceitunas negras 1 pimiento morrón Zanahoria rallada Sal y aceite Preparación Lava los tomates, córtalos a la mitad y retira las semillas. Condimenta con sal y gotas de aceite. Rellena los tomates con el atún o caballa desmenuzada y cubre con mayonesa. Alisa la superficie y forma caritas: con la zanahoria rallada imita el cabello, los ojos con trocitos de aceitunas, la boca y nariz con tiritas de pimiento. Colócalos en una fuente con ensalada rusa o ensalada de papas con huevo. Arroz inflado con camarones y pollo
Ingredientes
30 g de arroz
½ pollo cocido 250 gramos de camarones cocidos 5 ramas de perejil picado 5 cebollas chicas de rabo picadas en rodajas 1 diente de ajo 1 pimiento rojo ½ taza de aceite de oliva el jugo de ½ limón 1 pizca de sal y azúcar.
Preparación Prepara el arroz inflado desde el día anterior: vierte el arroz bien lavado en una vasija con agua hirviendo y muévelo ocasionalmente con una cuchara de madera. Déjalo hervir entre 12 y 15 minutos. Escurre, enjuaga y envuelve el arroz en un trapo. Hornéalo durante 10 minutos. Lava los pimientos y córtalos en tiras. Calienta el aceite y sofríe las cebollas y el ajo machacado, luego agrega el pimiento y el perejil picado, mezclando suavemente. Sin dejar de mover añade el pollo cocido y cortado en rebanadas. Agrega el arroz, un poco de sal y un poco de azúcar. Mezcla continuamente y vierte los camarones. Pasados unos instantes retira del fuego. Coloca el arroz en una fuente y añádele el zumo de limón.
Arroz con pescado árabe
Ingredientes 1 ½ kilos de pescado lavado y cortado en rodajas o en filetes 1 taza de aceite de oliva 2 cebollas grandes picadas en trocitos 4 limones verdes 2 tazas de arroz integral 2 cucharadas de curry 2 cucharaditas de sal ½ cucharadita de pimienta 5 tomates pelados y picados 3 tazas de caldo de cabeza de pescado Preparación Aliña el pescado con la mitad de la sal, una pizca de pimienta y el zumo de limón. Déjalo reposar por media hora y luego calienta el aceite en una olla y fríelo hasta que esté doradito. Escúrrelo y colócalo en una fuente. En el mismo aceite sofríe la cebolla y el tomate unos minutos,
agrega el arroz, el curry, la sal, la pimienta y el caldo. Mezcla bien y suavemente, coloca las piezas de pescado sobre el arroz, tapa la olla y cocínalo durante 20 minutos aproximadamente. Apaga el fuego y sirve el arroz en cazuela de barro adornado con rebanadas de limón.
Las legumbres son muy apreciadas en la cocina española y la hindú ¿cómo podíamos imaginar que resultan agentes anti-cáncer de los mejores? Y la razón se encuentra en su alto contenido de fibra y su propiedad de actuar como inhibidoras de las proteasas previniendo la aparición de los cánceres de mama y colon, principalmente. Pero es su contenido de fibra lo que más me impresionó puesto que pueden ayudarnos a eliminar sustancias tóxicas y células indeseables. Como ya te había explicado la fibra se encuentra en los productos naturales en dos formas: soluble e insoluble. Las fibras solubles atraen agua, de ahí que durante la digestión retrasen la absorción de nutrientes en el estómago e intestino, ahora imagina que estos nutrientes no sean tales sino sustancias tóxicas, pues bien, eso es lo que frijoles, lentejas, guisantes y garbanzos hacen. Las legumbres también presentan una alta concentración de fitoestrógenos, los cuales actúan en los humanos como antagonistas y sustitutos de los estrógenos, inhibiendo sus efectos negativos y la proliferación de las células cancerígenas.
La soya es otra legumbre que no debes olvidar puesto que inhibe ciertas enzimas implicadas en la diferenciación y el crecimiento tumoral. ¡Comamos legumbres! Recetas combinando maravillas Macedonia de verduras
Ingredientes 200 grs. de chícharos pelados 4 zanahorias 5 papas 7 tallos de apio 1/2 cebolla 2 chayotes 4 calabacitas 1/4 de kilogramo de habichuelas 1 taza de arroz integral 2 tazas de caldo 1 cucharada de agar-agar 1/2 litro de agua caliente Sal al gusto
Preparación Pica muy finamente todas las verduras y déjalas cocer junto con el arroz, las legumbres, el caldo y la sal a fuego lento, hasta que estén blandos. Retira la cacerola del fuego y revuelve hasta mezclar bien. Vierte esta mezcla en pequeños moldecitos y cúbrela con la gelatina de agar-agar, la cual habrás preparado disolviendo el agar-agar en el agua caliente. Refrigera los moldecitos por unas horas. Sirve la macedonia con rebanadas de aguacate y rocíala con un poco de aceite de oliva y zumo de limón. Pastel de garbanzos y atún
Ingredientes 1 kilogramo de garbanzos cocidos ½ kilogramo de tomates 1 taza de caldo concentrado 1 lata mediana de atún 1 huevo duro 1 cucharada de aceite de oliva Hierbas aromáticas frescas para decorar
Sal Preparación Prepara una salsa con los tomates picaditos, el aceite y el caldo. Pasa por la batidora los garbanzos, el atún y 8 cucharadas de la salsa de tomate. Vierte la mezcla en una fuente y cúbrelo con la salsa de tomate. Deja refrescar el pastel y decóralo con el huevo duro cortado en rodajas y hojitas de hierbas aromáticas. Cus-Cus
Ingredientes
1 kg. de sémola de cus-cus
1/2 litro de agua
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
1 cucharada de mantequilla
1 taza de aceite de oliva
1 kilogramo de carne magra sin hueso
6 cebollas finamente picadas
4 zanahorias cortadas en trozos de 5 cm
4 nabos cortados también en trozos de 5 cm
1 repollo picadito
1 kilogramo de garbanzos cocidos
3 tomates cortados en cuartos
6 patatas cortadas en dados
500 gramos de calabaza cortada en cubos
4 calabacines cortados en dados
Unos granos de pimienta de Jamaica
Unos granos de pimienta negra molida
Para la Harissa 8 cucharaditas de pimienta Cayena 4 cucharaditas de comino en polvo 2 cucharaditas de sal Preparación Corta la carne en cubos de unos 5 centímetros y envuélvela en un trapo de cocina. Prepara la "harissa" mezclando todos los ingredientes en un bol pequeño con una cucharada de agua. Revuelve bien y reserva. Coloca la sémola en una fuente profunda y mezclando suavemente con la mano añade el agua, la sal y las dos cucharadas de aceite, cuando esté bien humedecida cubre todo con papel de aluminio y déjalo en reposo, a temperatura ambiente, 15 minutos.
Mientras tanto calienta el aceite en una olla y sofríe la carne y la cebolla unos minutos, añade la pimienta de Jamaica, la pimienta negra, un poco de sal y revuelve hasta que se dore. Agrega las zanahorias, los nabos, el repollo, los tomates y agua para cubrir todo y cuece hasta que comience a hervir. Baja la intensidad del fuego y coloca sobre la olla un colador plano como el que se utiliza para cocinar verduras al vapor. Sobre él vas a colocar un paño de cocina en el cual pondrás el cuscús para que se cocine al vapor, al descubierto por 20 minutos. Retira el colador y agrega el resto de las verduras a la cacerola, cocínalas a fuego vivo durante 15 minutos. Coloca el cus-cus en una fuente, añádele la mantequilla y amásalo por unos minutos, luego vuelve a ponerlo sobre el trapo y a cocerlo al vapor a fuego lento. Sirve todo en fuentes separadas: la harissa, el cus-cus y el cocido de verduras. Disfrútalo.
Así este libro ha llegado a su fin, pero no nuestros esfuerzos ni el estilo de vida que decidimos y logramos adoptar. No todos lo hicimos de la misma forma si no que cada miembro de mi familia fue refinando sus hábitos de manera tal que pudiera disfrutar el cambio y descubrir nuevas experiencias sin temor. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que lo sano también puede ser divertido y sabroso. Prevenir el cáncer se basa en aprender a deleitarte sanamente y para demostrarlo te tengo dos sorpresas finales: ¿Sabías que el vino tinto es anticancerígeno? Es muy rico en resveratrol, una fitoalexina que combate la degeneración celular acelerada previniendo el daño del ADN, activa determinados genes reguladores que protegen contra el cáncer e inactiva genes regulados por los estrógenos, tiene efectos antiinflamatorios, influye en los niveles de azúcar y colesterol en sangre y posee propiedades neuroprotectoras.
Así que puedes permitirte un consumo moderado de vino tinto (250 ml. al día) para curar de ti. ¿Sabías que el chocolate negro es anticancerígeno? Otro gusto que puedes permitirte sin culpa alguna es el chocolate negro (contenido de cacao superior del 70%). Cierto que debes moderar tus excesos porque contiene ácidos grasos saturados y mono insaturados, pero 40 gramos de chocolate negro poseen casi la misma cantidad de polifenoles que una taza de té verde y abundantes proantocianidinas. Estos potentes antioxidantes favorecen la destrucción de las células cancerosas, frenan el crecimiento de los tumores e inhiben la formación de nuevos vasos sanguíneos de alimentación ¡y todo con un índice glucémico similar al del zumo del naranja! Si llegaste al final de esta lectura, si me acompañaste a través de estas páginas quiere decir que estás dispuesto a luchar contra la posibilidad de sufrir cáncer ¡TÚ PUEDES SER QUIEN QUIERAS SER, NO LO OLVIDES! Cambia, innova, combina, aprende, influye en los que te rodean pues nunca es tarde para empezar a preocuparte.
Este libro solo pretende ser ese amigo que en un seminario de Educación Comunitaria, ante la pregunta “¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE EN TU VIDA?”, logra escuchar de tus labios la respuesta tan ansiada: “Una excelente salud”. Si pones en práctica la Dieta Anti-cáncer no estarás perdiendo el tiempo si no GANANDO VIDA.
Alvídrez-Morales, A., B. González-Martínez y Z. Jiménez-Salas. 2002. Tendencias en la producción de alimentos: Alimentos funcionales. Revista Salud Pública y Nutrición. Vol. 3 No. 3 C. Boticario. 2005. ¿Una alimentación sana puede prevenir el cáncer? Anal. Real Acad. Nac. Farm. 71: 609633 Jacoby E. y I. Keller. 2006. La promoción del consumo de frutas y verduras en América Latina: Buena oportunidad de acción intersectorial por una alimentación saludable. Revista Chilena de Nutrición 33:1 Muñoz de Chávez, M. y A. Chavéz. 1998. Diet that prevents cancer: Recommendations from the American Institute for Cancer Research. Int. J. Cáncer 11: 85-89. Palou A y F. Serra. 2000. Perspectivas europeas sobre alimentos funcionales. Alimentación, Nutrición y Salud. 7 (3): 76-90 Bolet, M. y M. Socarrás. 2005. Micotoxinas y cáncer. Rev Cubana Invest Biomed 24(1):54-9
Redacción e investigación Thais Guillen Otero Maquetación, estructuración y diseño Sebastián Castaño Hoyos Tatiana Cuartas Sánchez
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